LA rKTI - Hemeroteca Digital

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LA
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F£B, 193.
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31 IMK CNfiRO«DE 1036
2 5 c^TS.
Ediciones de la "Revista Blanca"
ALMANAQUE DE «LA NOVELA IDEAL». 1927
T—
ALMANAQUE DE «LA NOVELA IDEAL». 1928.
0*80
CANTIGA DE MONTAÑA, por Elias García.
T—
EL AUTODIDACTA, por Han Ryner
i'75
EL AVENTURERO DE AMOR, por Han Ryner
2*50
EL HIJO DE CLARA, por Federica Montseny
2'—
EL INGENIOSO HIDALGO MIGUEL CERVANTES, por Han Ryner. . 2'—
E L Í S E O RECLUS (La vida de un sabio justo y rebelde), por Max Ncttlau.
Dos tomos. El tomo
3'—
FUERZA Y MATERIA, por Luis Buckner
2*25
FLOR DESHOFADA. por Federico Urales.
i'—
lESOS ES UN MITO, por George Brandas
1*75
JUAN SIN PAN. por Adrián del Valle
i'—
LA INDOMABLE, por Federica Montseny
i'—
LA MULATA SOLEDAD, por Adrián del Valle.
1*25
«LA NOVELA IDEAL». Veintiocho tomos. El tomo
«LA REVISTA BLANCA», Trece tomos. El tomo
LA VICTORIA, por Federica Montseny
2'—
LAS DIOSAS DE LA VIDA, por Soledad GusUvo
T—
LAS MÁRTIRES, por Federico Urales.
i'5o
LAS GRANDES CORRIENTES DE LA LITERATURA EN EL SIGLO
XIX. por George Brandes. Dos tomos. Tomo 1
3'—
Tomo II
4'—
LOS DEPORTADOS, por Carlos MaUto
3'—
LOS GRANDES DELINCUENTES, por Federico Urales . . . . . . .
i'—
LOS HIJOS DEL AMOR, por Federico Urales.
I'JA
MI VIDA, por Federico Urales. Tres tomos. El tomo
2*50
MI DON QUIJOTE, por Federico Urales. Dos romos.
5*—
NÁUFRAGOS, por Adrián del VaUe
2'—
PROBLEMAS TRASCENDENTALES, por Tamda del Mármol
2'—
' P E N S A M I E N T O S REVOLUCIONARIOS, recopilados por Mateo MorraL .
olio
SEMBRANDO FLORES, por Federico Urales. Económica
1*40
Ilusttada . . . . . . .
2*75
LA EVOLUCIÓN DB LA FILOSOFÍA EN ESPAflA. por Federico Urales.
Do* romos, el tomo
2'v>
,
^
*^
2*75
3*00
3'—
3'—
4'—
3*25
2*—
2*75
2'—
2*25
2*60
8*50
3'—
2'—
2*50
4'—
5*4'—
ai'y,
3'—
7'—
3'—
3'—
a'—
4'—
i'^*^
Combinados
CANTIGA DB MONTARA. FLOR DESHOJADA y LA INDObíABLE. . . . .
MONTAÑA y FLOR DESHOJADA
BL AVENTURERO DE AMOR y EL INGENIOSO HIDALGO .
IL AVENTURERO DB AMOR.y NÁUFRAGOS
LA MULATA SOLEDAD y LA INDOMABLE. .
LA VICTORIA y EL HIJO M CLARA.
LAS MÁRTIRES y CANTIGA DB MONTAÑA
RENACER y LA VICTORIA. . .
fUAN SIN RAN y LA MULATA SOLEDAD
CANTIGA D E
-A.
4 3—
4*—
4'75
3'—
4'75
3'5o
4'75
3—
AÑO XIV
Núm. 367
BARCELONA 31 DE ENERO DE 1936
LA REVISTA BLANCA
S O C I O L O G Í A , CIENCIA, ARTE
C O I ABO KADORES
CIENCIA SOCIAL' M«> N.i>l.. 1.1,1
F«bbri, Aitatsl Corsiik y Hu,o Trtni.
• SEMANARIO ILUSTRADO
• SUMARIO
•
CIENCIAS FlSICAS y MORALES:
R*f««l Gutlérr«i d« U Hoi, E«f««
RsIgU y Camilo B«ni«ri.
TOLSTOI EL ANARQUISTA, por Anatol Gorelik. — MlGUEL ANGIOLILLO,
INK>RMACIÓN: ARTI y CRÍTICA
UTERARIA: fmi^,» H»i<u«fir. F«ll*« AUli. O H M M>l«to r J u ^ h i
DRAMATURGO DE PASIONES CURVADAS, por Felipe AláíZ- — E L PUEBLO
ROltnCA, DIPIOMAQA. H I H O .
MA y SINDICAIISHO: R.J.If
Slia>f«it<la. $«l»daJ Culi»*, H«>
Oay, C«nnlii«t EtfUat jr F«d«f4c»
MoussiNAC, por Hem Day. — IMPRESIONES DE UN VIAJE poR GAUCU,
Federica Montseny. — CONSULTORIO GENERAL. — «HOMBRES CONTRA
HOMBRES», por /, Ferrer (Zel).
por Soledad
Gustavo.
— ECHEGARAY, RECTILÍNEO EN EL CÁLCULO Y
HA DE CONFIAR EN SÍ MISMO, por Germtnol Esgleas. — EL NECIO Y EL
SABIO, por W. Anderson.
U.«IM,
— «MANIFESTACIÓN PROHIBIDA» DE LEÓN
TRADUCaONIt: E.i«il« C C M U .
hUf
Altb 1 El«r MaUt.
Administración: Escornalbou (antes Goinardó), 37. Tel. 51780
TOLSTOI EL ANARQUISTA
EJ problema no consiste eo la exterminación d&
los capitalistas, sino en la creación de tales jormas de
vida en las cuales todos los hombres vivirían dichosos; porque «ningún capitalista en el mundo
podría esclaviZfur a los obreros, si los obreros mismos no les ayudaran ni colaboraran para su escUviificiónu.
«En los últimos tiempos... se afirma que las relaciones entre lo» hombres en la sociedad se han
formado y se forman sobre las bases de las condi<
dones económicas. Pero tal afirmación es solamente
la sustitución de una causa clara y definida de un
fenómeno por una de sus consecuencias. La causa
de tales o cuales condiciones económicas fué siem>
pre y no puede ser ninguna otra cosa que la violen'
cía de los unos sobre los otros. Las condiciones ecO'
nómicas son ¡a consecuencia de la violencia y por
eso de rúnguna manera pueden ser la causa de loi
relaciones entre los hombres.*
La abolición de la propiedad es necesaria, no porque es la causa de las relaciones entre los hombres,
sino porque lítodos los hombres tienen el mismo
derecho a la vida y al bienestar». La existencia de
decenas de miles de hombres hambrientos que tiritan de frío y profundamente humillados «en Moscú
mientras que yo y otros miles nos atracamo* con
filetes de solomillo y carne de esturión, y yo cubro
a mis caballos y mis pisos con paños y alfombras, es
un crimen. Yo no dejaré de sentirme participante
del crimen que se comete coiuuntemente, mien-
(1)
tras tenga alimeittación sobreabundante cuando a
otro le falte completamente, mientras yo voy a tener
dos vestidos y alguien no tenga ninguno.»
La propiedad es la dominación de los desposeídos
por los poseedores. El pobre que no tiene propiedad
depende del rico que lo posee y para conseguir lo
necesario para su vida esti obligado a trabajar para
aquél.
• ••
La existencia de la propiedad se asegura por la
policía y los ejércitos. «No se puede fingir que nosotros no vemos al vigilante que con el revólver
cargado se pasea delante de nuestras ventanas defendiéndonos, mientras nosotros comemos nuestro
sabroso almuerzo o miramos una obra nueva, y a
los soldados que inmediatamente penetrarin con fusiles cargados con balas de guerra donde será violada nuestra propiedad. Sabemo* bien que si terminamos nuestro almuerzo y vemos la obra nueva
hasu el final, y si nos divertimos hasta fitulirar
el baile, la fiesta de ruvidad, el paseo, la carrera o
la caza es únicamente graciaj a la bala en el revólver
del vigilante y en el fusil del toldado, que perforará
la barriga del desposeído que detrás de la csqtiina
(I) Este hermoso estudio, último de una serie
sobre las ideas sociales de Tolstoi, fué tuprímido
en su totalidad por la censura. Aprovechamos la
ocasión de que ésta haya desaparecido para ofrecerlo
¿ la delectación de nuestros lectores.
1294
R
<e lance mirando nuestros placeres y que b s per*
turbaría en el momento mismo que desapareciera el
vigilante con el revólver, o no existiera el soldado
en los cuarteles pronto a nuestra llamada.»
Pero lo que es todavía más espantoso es que esta
doimtnKión de los deipoicidos por los poseedores
se basa en la vtoUnaa ¡mea que ejercen los mismoj
qut: su¡ren esta dütninactón. Los desposeídos, que
gracias a la existencia de propiedad, «dependen de
los posedores cumplen las obligaciones de policía,
sirven en el ejércuo, pagan los impuestos para el
sostenimiento de la policía y del ejercito, y de esa
maneta o participan personalmente en la violenua
con la cual se sostiene la propiedad o por lo menos
apoyan esta violencia».
uforque si no existiesen estos hombres que por
orden Oe la gente a quienes se someten están listos
para torturar y matar a quien se les manda matar
o torturar, tudie jamás se atrever» a atirmar... que
la tierra que roOea a los campesinos, que se mueren
por taita ae ella, es propiedad de un hombre que
ao la trabaja, jamás pooru entrar en la cabeza deJ
terrateniente privar a los campesinos de los bosques
que estos cultivaron.» Y nadie se pcrmiuría aürmar
«que las reservas de cereales acumuladas por medio
de eslatas det>en conservarse mtocables entre una
población que se muere de hambre porque al met'
cader le hacen íalu ganancias».
«Con la ausencia del poder y de ¡a violencia of'
gamzaaa, la propiedad no podrá existir, > tocios los
homotes estarían obligados a trabajar para poder v»vtr. Cada uno escogerá el trabajo que le es más propío y hará su trabajo para producir lo que le es nece'
sano para vivir; y si a los hombres fuera más cómodo trabajar en conjunto se uiurían en colectivos
«artcls» (i). Pero m en una economía doméstica, ai
en el «artel»... ni el agua, ni La tierra, tu el vestido, ni el arado de madera con el cual se trabaja,
ni la azada o el arado moderno no pueden pertenecer a nadie, aparte de los que los utilizan y que
se sirven de rayos sobres, que aspiran aire, toman
agua, comen pan, cubren su cuerpo y trabajan coa
La azada o con la máquina.»
«Los hombres están dispuesto* a creer en la reali'
zación de los acontecinuentos más inverosímiles:
creen en la posibilidad de volar, comumcarse con
otros planetas; creen en la posibilidad de crear sociedades socialistas, en comunicaciones espiritistas y
muchas otras cosas evidentemente imposibles, pero
no quieren creer que es posible que se cambie el
concepto sobre la vida que sostienen ellos y todos
los hombres que les rodean.
0 ) «Artel» significa en Rusia ntu sociedad cooperativa para un trabajo común temporario, viviendo
todos en común de lo que se gana y repartiendo
luego las utilidades que quedan en partes iguales en'
u e todo* sus componente*.
B
N
»No obstante, tales cambios y los mis asombroaor
se producen imnterrumpidamente con nosotros mismos, con nuestros prójimos y con sociedades )
pueblos enteros; esos cambios son justamente la
esencia misma de la vida de la humamdad.
»Sin mencionar todos los cambios en la concieO'
cía de los pueblos que se producían en los Uempoi
históricos, hoy mismo, a la vista nuestra, se produce en Rusia con una rapidez asombrosa tal cambio
de conciencia de todo un pueblo, que parece uvcreíble, y que no se mamiestó de mnguna manera,
con nada exterior, dos o tres años atrás. Tal cambio nos parece producirse repentinamente sólo
porque la preparación de éste, que se producía en
el úomiiuo espiritual, no íué visible para nosotros.
Lo mismo pasa también ahora en el doimnio espi'
ritual, que no es accesible a nuestra observauón. Si
el pueblo ruso que aos anos atrás creía imposible no
solamente el no sometimiento al poder existente,
sino que no se atrevía a censurarlo, lo juzga ahora,
se prepara para no someterse a él y esublecer un
gobierno nuevo en lugar del viejo, ¿por qué no sU'
poner también que se prepara en la conciencia del
pueblo ruso algo más: un cambio de su relación
haua el poder y que consiste en su liberauón lao'
ral y religiosa de este?
¿Por qué también no podía produarse tal caiU'
bio entre cualquier pueblo y entre ello* el tusoi'
¿Por qué en lugar de los sentimientos egoísta* y
exasperados de la lucha reciproca, en lugar del
miedo, del odio que ahora üomiivan a toao* los
pueblos; en lugar de toda esta predica de menU'
ras, de amoralismo, de violencia que u n lusisteiue'
mente se propagan entre todos los pueblos por lo*
díanos, libros, discursos y acciones, no podría tanv
bién tomar a todos ios pueblos, especialmente ahora
a todo el pueblo ruso después de los horrores, sU'
íritmentos y pecados vividos por él, una disposi'
ción de ánimo religiosa, humana, sensata y amoroSi, que abriría a los hombres todo el horror del
sometimiento al poder bajo el cual han vivido y
toda la posibibdad alegre de una vida sensata, amorosa, sin violencu ni poder?»
¿Por qué, igual que con la inQuencia de dece*
ñas de años en una direcaón definida fué preparada
1» expresión de la misma en la revolución actual
(1903). no se podia también preparar la conciencia
humana en dirección de la posibilidad y la n e c c
tidad de la Lberación de si mismo del pecado del
poder y de la unificación de los hombre* sobre
bases de acuerdo mutuo, el respeto reciproco y el
amor del hombre hacia el hombre?
¿Por qué pensar que los hombre* se torturaran
a si mismo deliberadamente sin cesar, lo* unos Ira*
tando de gobernar a los otros, y los otros sometiéndose, bien que con odio y envidia, a los gonbeman»
tes, buscando los medios para convertirse a su vez
en gobernantes? ¿Por qué suponer que el progreso
con el cual *e enorgulleceiin lo* hombre* «era «tea»»
T
pre en el aumento de la población, en la conserva»
a6n de la vida y no en una unificante moral de la
vida; será siempre en nimios inventos mecánicos...
y no en una unificacián cada vez más y más eredente... ¿pof quí no suponer que los hombres
verán el progreso no en apoderarse de lo más posible, sino en tomar lo menos posible de los otros
y darles lo máximo posible; no en aumentar su
poder; no en guerrear cada vez con más íxito, sino
en humillarse más y más y relacionarse lo más
íntimamente posible los hombres con los hombres y
los pueb'os con los pueblos?
«¿Por qué en vez de imaginarse los hombres entregándote irrefrenablemente a sus deseos lascivos
y multiplicándose como coieios... por quí no imaginárseles hombres púdicos que luchan contra sus deseos lascivos, que viven en relaciones amorosas con
sus vecinos, entre campos fértiles, jardines, bosques,
animales amieos domesticados y saciados; con la
dnica diferencia de su estado actual, que no reconocerán la tierra propiedad exclusiva de nadie, ni que
ellos mismos pertenezcan a ningún estado, no pagarán a nadie impuestos ni tributos, y no se prepararán para una guerra, ni para pelear con nadie,
fino que al contrario se relacionarán siempre más
y más los pueblos entre sí?...»
•Los hombres sienten que la desdicha de su si»
tuacián es la consecuencia de la violencia; confu«amente entienden que para librarse de sus males
necesitan la libertad. Pero cosa rara, para librarse
de la violencia y conseeuir la libertad, los hombres
buscan y utilizan los medios más diferentes; motines, cambios de gobernantes, reconstrucción de los
gobiernos, constituciones de diferentes Índoles, el
eítablecimiento de nuevas relaciones entre los Estados, la política colonial, la organización del proletariado, los trusts, el establecimiento de un orden
socialista, todo menos lo único que resulta lo más
«imple, lo más fácil y que seguramente librará a
lo* hombres de todas sus desdichas: cesar de tometerse al poder.»
Porque "para que la vida sea buena existe urt
sSlo medio: que los hombres sean mejores. Serán
los hombres mejores y por sí mismo se establecerá
la vida que debe regir entre hombres buenos».
«Loi hombres, la mayoría del pueblo, todo el
pueblo trabajador se abstierte de cometer crímenes
y viven una vida buena y hermosa no porque exis'
ten la poUcta, el ejército, las ejecuciones, sino por'
que existe urui eormencia mora\ que es común a los
hombres y por la educación, las costumbres y la
opinión pública que se basan sobre est€ concepto.»
«No existe, no hay causa alguna para pensar que
el retomo de los hombres al antiestatismo y a la
vida agrícola eliminarla todas las conquistas de la
industria realmente útiles para los hombres y que
no exigen la esclaviíación de ¿stos... Al contrario,
la destrucción de todo lo que está sostenido por la
A
B
N
1295
violencia hará sarp'r y creará una producción acc'
lerada de todas las mejores técnicas útiles y nece'
sarias, las cuales, sin convertir a los hombres en
máquinas y sin arruinar sus vidas, podrán aliviar el
trabajo humano y embellecer la vida del hombre.»
•Las condiciones de vida que crearán los hombres
entre ellos... las formas que tomará la sociedad humana dependen únicamente de la naturaleza íntima
del hombre, y de ninguna manera de la previsión de
los hombres de ísta u otra forma de vida que se
les antoja crear...»
«Para que la vida sea mejor no hav necesidad de
tmfleitiarse a todos los hombres como seres nuevos,
como ándeles inmacuhdos. Los hombres serán iguales que ahora con todas sus debilidades y paciones
que les son propias. Pecarán, lo más probable pelearán, cometerán adulterios, se apropiarán bienes
y hasta matarán. Pero todo esto serín ercefcinnes
y no reglas como ahora. La vida de los hombres
será completamente diferente ya por el hecho aue
no reconocerán como un bien, ni como condición
necesaria de la vida la violencia organizada. No serán educados por los crímenes de los gobiernos que
se presentan como buenos.»
El futuro — según Tolstoi — «será tal como k)
harán las circunstancias y los hombre»». Y es completamente imposible prever todas las posibilidades
del futuro.
«Los hombres no pueden saber oué formas tomará la vida de la sociedad en el futuro.» "Las condiciones que establecerán los hombres entre ellos,
las formas oue tomará la sociedad de los hombres
dependen únicamente de las condiciones infernas
da los hombres y jamás de la previsión de tal o
cual forma de vida queflfuerr<fncrear los hombres...
Pero no obstante, los hombres... se imaginan que
pueden saber cuál debe ser el estado futuro de la
sociedad. Y no solamente definen ya el estado futuro, sino también cometen diferentes actos que
ellos mismos reconocen por malos para que la sociedad de los hombres sea justamente tal como ellos
creen que debe sef.
«Lo de que otros hombres no están de acuerdo con
ellos y creen que la vida de la sociedad debe ser
completamente diferente, no les preocupa. Y, seguros que ellos pueden saber cuál debe ser la sodedad
futura, no solamente resuelven teóricamente, sino
obran, luchan, se apoderan de la propiedad, encarcelan, matan a gente para establecer tal orden social, en el cual, según opinan ellos, los hombres
serán dichosos,
• I Cómo no matar, y no solamente a uno, sino a
cientos, a miles de hombres, si estamos firmemente
convenddos que la muerte de estos miles dará bienestar a millone^l»
«Estos hombres, que no saben ea qu¿ coosistc
el bien de un hombre, se imaginan que saben, y lo
saben indubitablemente, lo que se necesita para el
1296
bien de toda la sociedad; lo saben Un ciertamente,
que para conseguir el bien como ellos lo entienden,
cometen crímenes, asesinatos, ejecuciones, que ellos
mismos reconocen por malos.»
Es característico que hombres que no saben qué
hacer consigo mismos, siempre y especialmente seguro saben qué hacer con la sociedad. Y cuando menos saben de sí mismos, tanto mis fácilmente lo
saben de la sociedad.
«Tales son mayormente o los adolescentes mis
atolondrados o los políticos más perversos... Por
esto mismo la historia de los pueblos se halla Hena
de tan horribles infamias y crímenes...
«Por eso a la cuestión de cómo podrá crearse la
vida de los pueblos que dejarán de someterse al
poder, nosotros contestamos, que no solamente no
podemos saber ésta, sino que ni debemos pensar
siquiera que alguien lo puede saber. Nosotros no
podemos saber en qué condiciones se encontrarán
los pueblos que dejarán de someterse a un poder.
Pero sabemos indudablemente lo que nosotros, cada
uno de nosotros, debemos hacer para que en estas
condiciones de vida de los pueblos estén los mejores. Sabemos seguramente que para que estas condiciones fuesen las mejores, debemos ante todo abstenemos de los actos de violencia que nos exige el
poder existente, igual que de los a las cuales nos
llaman los hombres que luchan contra el poder existente y para establecer un poder nuevo; y por consiguiente, no debemos sometemos o ningún poder.t
Muchos dicen... «¿Cuáles serán y en qué consistirán los nuevos órdenes sociales que remplazarán a los
actuales? Hasta no saber cómo se formará nuestra vida, no iremos adelante y no nos moveremos
de adonde estamos.
»Si Colón pensara as(, jamás levantaría anclas. Es
una locura tuvegar por un océano sin conocer la
ruta, por un océano sobre el cual nadie hasta entonces navegaba; navegar hacia un país, la existenda del cual fué problemático. Con esta su locura
Colón descubrió un nuevo mundo. Claro, sería más
fácil y mejor si los pueblos pudieran mudarse de un
hotel preparado y amueblado a otro todavía mejor.
Pero la desgrada es que no hay quien prepare las
nuevas viviendas...
»Las condidones del nuevo régimen no pueden
ser conocidas de nosotros, porque deben penetrar en
lo desconoddo y adaptarse a este nuevo conodmiento nuestra actividad. En esto está la vida de cada
hombre por separado, en esto mismo está la vida
de las lodedades humanas y de la humanidad.»
• P a n qtie cambie el orden de la vida, que e* contrarío » la concienda de los hombres y aea reemplazado por uno nuevo que le corresponde, es ncccMrío que la opinite pdUica decadente «c«
plazada per tina auevt y viva.
N
»Los cambios más grandiosos y más célebres en
la vida de la humanidad jamás son las consecuenda*
de alguna empresa; para esto no se necesitan «ni
el armamento de millones de tropas, ni la construcción de nuevos caminos y maquinarias, ni la organización de uniones obreras, ni revoludones, ni
barricadas, ni explosiones, ni inventos de aeronavegación, etc.; es necesario solamente un cambio en
la opinión publica.
»Las opiniones piíblicas para surgir y divulgarse
no necesitan de dentos o miles de afios, y tienen por
virtud contagiar a los hombres y abarcar rápidamente grandes masas de hombres.
«Igual como basta una sacudida sola para que
todo el liquido saturado con sales se convierta de
golpe en cristales, así también bastaría ahora el más
pequeño esfuerzo para que la verdad, ya descubierta para los hombres, abrazara a cientos de miles, millones de hombres, y se creara una opinión
pública correspondiente a la concienda sodal de
los hombres, y como consecuencia de ésta se cambiara todo el crden de la vida actual. Hacer este
esfuerzo depende de nosotros mismos.»
Tolstoi no negaba la revoludón en general, sino
solamente las revoludones violentas. «Cada revolución — escribe Tolstoi en su trabajo; «Sobre el significado de la revolución rusa (1905» — es siempre
un cambio en hs reUcinnes de los Fioni!>res con el
Poder.yi «Por eso, para que sepamos cómo podemos
y cómo debemos cambiar nuestras reladones con el
Poder, es imprescindible comprender la esencia
del Poder, en qué consiste, cómo se forma y cuál
es el mejor modo de relación con ella.»
Según Tolstoi. suprimir e! Poder en las reladones
humanas por medio de la violencia significaría solamente poner en lugar de un poder otro. Así que
lo que se debe hacer es «no someterse a ningún
Poder» y no tittUzar la violencia en ninguna forma.
Los actos de violenda «son horribles no por su
crueldad. Los actos que se cometen por orden de
los reyes y emperadores son sin comparación alguna más crueles que los asesinatos que cometen los
aiurquistas. Tampoco son horribles estos asesinatos por inmereddos.» «Los reyes y los emperadores
no solamente no tienen por que indignarse por tales
asesinatos... sino que tino debe asomarse porque son
tan raros tales asesinatos después del permanente
y general ejemplo de asesinato que ellos dan a los
hombres.»
Pero no obstante que tales asesinatos son comprensibles, ellos no pueden llevar a los resultados deseados y apetecidos. «Se debe... no permitirles matar
a los hombres, negarse a matar por lu ordcsi.»
SegtSn Tolstoi, mson los hombres mismos que dt'
ben Uamar a la vida el cambio social. No deben
más esperar qut vendrá alguien y les ayudará: Cnsto $obre las nubes con el toque de las trompetas, t
la tay históñea, » la Uy da difermeiéeUn « intO'
N
graUz'^ión d^ fuerzas.
NADIE LES AYUDARÁ, SI ELLOS
MISMOS NO SE AYUDARAN...
1297
i.Este mismo consejo del tonto deberían seguir
también los hombres de nuestros tiempos.»
oMe contaban un caso — dice Tolsitoi en su
«Reino de Dios» — un caso que sucedió con un valiente comisario de campaña que llegó con un regimiento a una aldea en la oual los campesinos se amoHe aquí cuáles fueron los conceptos de Tolstoi el
tinaron y que se propuso reducir a los amotinados
anarquista sobre la vida, la religión, la sociedad y
sólo con su propia influencia, de acuerdo con el
los hombres, y cuáles fueron las ideas que él llevaespíritu del zar de entonces Nicolás I. Hizo traer
ba a los hombres como una antorcha luminosa y
algunas carretadas de varas, y, encerrándose junto
límpida.
con los campesinos en un hórreo les atemorizó con
Las ideas de Tolstoi no son para el día de hoy;
sus gritos hasta tal punto que, sometiéndose a sus ellas son para el futuro. Pero el anarquismo de
órdenes, empezaron a azotarse unos a los otros. Asi
Tolstoi es un ideal grandioso, claro y hermoso, que
seguían azotándose mutuamente, hasta que se en- como un faro luminoso alumbra a los hombres
contró un tonto que no se dejó azotar el mismo,
contemporáneos que navegan sobre un mar tormeny empezó a gritar a los compañeros que dejaran de
toso, la ruta hacia una futura humanidad mejor,
azotarse unos a los otros. Recién terminó el azotamás noble y más dichosa.
miento mutuo y el comisario tenía que huir del
ANATOL GORELIK
hórreo.
Buenos Aires.
LA TRAGEDIA DE ASTURIAS
Comunicamos a nuestros lectores que el artículo titulado uDescorr%endo el velo
de la tragedia asturiana: Ferocidad de la represión en Asturias» y firmado con las
iniciales U. H. P., fué denunciado por el fiscal y recogida la tirada de nuestra Revista.
Para no agravar la situación del compañero autor de estos trabajos, preso en la
cárcel de Oviedo con una solicitud fiscal harto grave, decidimos suspender la publicación de esas informaciones. Pero a la vez anunciamos a nuestros lectores que dentro
de pocos días pondremos a la venta un volumen de más de doscientas páginas que
tendrá por título «La Revolución de Octubre: Héroes y mártires de la insurrección
asturiana», escrito por un conocido y prestigioso camarada astur, que wr'tó todo el
movimiento y que es otra de las víctimas de la represión gubernamental desencadenada sobre aquella tierra regada con tanta sangre proletaria.
En el número próximo daremos detalles más completos y señalaremos quizá ya
precio y fecha secura de la aparición de este volumen, que aspiramos a convertir en
documento histórico, para que conozcan las generaciones futuras la gesta y el calvario
de los obreros que en Asturias se levantaron por la revolución social y contra la
sociedad capitalista.
Sirvan estas líneas de aviso a todo el mundo. Se trata de un volumen que debe
ser repartido rápidamente y que se servirá, aunque no lo hayan pedido, a todos los
corresponsales de confianza, tal como hicimos con «La barbarie gubernamental», a fm
de salvar la tirada de posibles accidentes. Dense todos por enterados sin necesidad de
muchas más explicaciones.
1298
R
V
N
I
GALERÍA DE HOMBRES CELEBRES
MIGUEL ANCIOLILLO
1 diéramos la noticia escueta de (jiie
en el balneario de Santa Águeda
el 8 de agosto de 1897, un italiaiv)
llamado Miguel Angiolillo mató .1
Cánovas del Castillo, en aquel entonces Presidente del Consejo de
Ministros, podría creerse que ello fué un crimen
más de los que registra la Historia de la Humanidad en su-s luchas entre el individuo y el Poder.
Pero no fué así. El proceso venía de lejos.
Cuando en el ai'io 1893, Paulino Pallas arrojó una
bomba al general Martínez Campos mientras se celebraba una gran parada militar en la Gran Vía de
Barcelona, bomba que por cierto h¡é a parar a las
patas del caballo que montaba el citado general,
a consecuencia de aquel hecho individual se detuvo a un gran número de obreros que profesaban
las mismas ideas de Pallas, y como resultado, vino
al año siguiente la hecatombe del Liceo donde Santiago Salvador tiró varias bombas a la platea.
Con la manera especial de proceder de las autoridades aquello tenía que terminar malísimamente.
Por el atentado de Pallas fueron fusilados cinco
hombres y varios a presidio sin que tuvieran arte
ni parte, pero como los habían martirizado para
hacerles declarar que eran los autores de las bombas del Gran Teatro cuando aún no se había presentado Santiago Salvador, los condenaron como
cómplices de Pallas. La cadena de hechos no acaba
aquí.
Al año siguiente estalla una bomba en la procesión del Corpus, que forma lo que dieron en titular el proceso de Cambios Nuevos en la que hubo
vanos muertos.
Las autoridades no buscaron al autor o autores
del hecho. Era más fácil meter a la cárcel a los
hombres que profesaban ideas anarquistas y a la
cárcel metieron profesores laicos, escritores, abogados, obreros distinguidos que ocupaban plazas en
bancos, en academias, etc., etc. No pudiendo la
cárcel con tanta gente habilitaron el famoso Castillo
de Montjuich y allí las hienas galoneadas pensaron
en rematar la Inquisición española.
Con martirios pudieron condenar a muerte a cinco
obreros más y confeccionar el célebre proceso en el
que un juez en funciones de fiscal pudo decir que
cerraba los ojos a la razón. •
Entonces surgió Angiolillo que, horrorizado de lo
que pasaba en España, quiso acabar con quien pudiendo no terminaba con los martirios y con las
persecuciones. Bien claro lo dijo en su defensa ante
el tribunal militar de Vergara,
He aquí algunos párrafos de su defensa :
Yo
••i.i- — ; : 7 n
iu-ülMllO-.
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«Entonces, .señoies. díiciiie que tales airocidadcs,
no quedarían impunes. Busqué ios responsables. Por
encima los agentes que oficiaron de verdut;o. y los
oficiales que ejercían de jueces y de todos los que
ejecutaban las órdenes recibidas, vi al que las daba.
«Sentí desde ei fondo de 1111 corazón uii invencible odio contra cl hombre de Estaño que í/ooernaba
por el terror y la lor'.ura. ccn;ra ei heredero de los
Calígula y Nerón, sucesor de 'lornucmada, émulo
de Stambulof y de Abdui Am;d, con'ra cl monstruo
que estoy contento y orgulloso de haber matado:
Cánovas del Castillo.
«¿Es por ventura una mala acción matar a un
tigre sanguinario, cuyas garras destrozan el pecho,
cuyas mandíbulas machacan cráneos humanos? ¿Es
un crimen aplastar los reptiles venenosos?
»Yo he librado de él a España, a Europa, al
mundo entero. He aquí por qué no soy un asesino,
y sí un justiciero.»
Jamás se ha visto una entereza igual a la de
Angiolillo. Por ello pasará a la posteridad con la
aureola de los grandes justicieros.
SOLEDAD GUSTAVO
L
A
R
E
I
5
T
B
A
N
1299
Tipos españoles
^Ijji^ Echegarayí rectilíneo en el cálculo
"^F'y dramaturgo de pasiones curvadas
HATEAUBRIAND visitaba asiduamente a la señora Recamier. Echegaray visitaba con frecuencia a María Guerrero. El salón <Je la señora
Recamier era un Parnaso, una alegoría neoclásica. El salón de María
Guerrero no era salón sino saloncillo, carne
riño, pequeño camarote de fragata dramática.
Echegaray iba allí a navegar por los espacios
olvidándose del cálculo. Chateaubriand iba al
salón de la señora Recamier para ser adorado.
La señora Recamier alegratja con fácil i n t e
ligencia comedida el sofocante ambiente que
dejaba Napoleón. La hermana de éste, Paulina, modelada en cueros por Canova, hizo escandaloso aquel ambiente en Roma y en París,
cuando la señora Recamier hizo habitable el
de París sin necesidad de tener que ponerse
en cueros. Paulina quería parecerse a Diana
desnuda, pero Diana desnuda no es Diana en
cueros. Chateaubriand, pesado y plúmbeo, no
era un contertulio en el salón de la Recamier, sino un intruso, tan intruso como Paulina-Diana y Chateaubriand-Apolo en el Olimpo. Si la Recamier, inteligente y ágil, aceptaba
a Chateaubriand era por el gusto maligno de
los contrastes.
La Francia de Chateaubriand era muy distinta de la España de Echegaray. En Francia
privaba el Romanticismo sintético y teórico,
y en España su reflejo fulgurante. En Francia
el Romanticismo revolucionario fué una abstracción después de 1789 y antes de 1848, y
en España algunas veces fué una guerrilla.
En Francia el Romanticismo fué la paz de
postguerra de Napoleón, y en España la lucha
cuerpo a cuerpo. Cuando el Romanticismo algo
rezagado de Echegaray iba a olvidarse del
cálculo al camerino de María Guerrero, ya no
era Romanticismo. Había perdido el ímpetu
popular. Era un acta porque había dejado de
ser un acto.
Era Echegaray el romántico español teórico
y pedante. Todos los románticos librescos se
parecen. Bécquer era funcionario. El duque
de Rivas, que con su Don Alvaro representó
en España lo que Víctor H u g o con Hernani,
acabó sus días, después de condenado a muerte, como un perfecto- palaciego; según Mesonero Romanos en Memorias de un setentón,
todos los escritores de su tiempK) se entregaron
a la política menos él y Zorrilla; el mismo
Mesonero bosquejó la silueta del arquetipo romántico con trazos inolvidables, demostrando
que dejaba el romanticismo al ascender a alférez; Espronceda se cansó de tener y pedir
prebendas políticas; Larra se suicidó por tener
un amor imposible, pero el verdadero romántico se suicidaba p)or hastío, no p)or afjetito.
No alteró Echegaray la tradición de acercamiento a los cargos políticos. Muy romántico
en los dramas, ^ é ministro con la realeza y
con el régimen republicano.
El Romanticismo español no existe en los
escritores, sino en el pueblo, Gertrudis Gómez
de Avellaneda retiró de la circulación su novela Sab porque simpatizaba en ella con la
abolición de la esclavitud y los jesuítas obligaron a aquella autora a renegar de la obra,
mientras Gertrudis pedía humildemente up.a
plaza palaciega al duque de Riansares, marido
de María Cristina, la viuda que había sido de
Fernando Vil y madre de Isabel 11. Toda esta
gente había decretado y confirmado la trata
de negros.
Echegaray expresó en sus dramas un romanticismo rectilíneo en su aspecto jjasional.
Era un matemático y no había visto en lo
rectilíneo popular el drama irrepresentable de
España; f)or ello buceaba en las pasiones fulgurantes y curvadas de la clase media, que
eran un simulacro, queriéndolas enderezar como en la fragua se endereza un hierro. La
clase media ciudadana vivía entre torpes idilios, entre curvas diluidas y desmayadas, entre
claudicaciones achatadas. Echegaray quiso hacer rectas y tensas las curvas flexibles y conformistas de la mesocracia, inoculando pasiones
rígidas y sentimientos dísparables. Parecía incapaz de comprender los anhelos rectilíneos
del pueblo, auténticamente románticos. Campoamor — otro romántico acaparador de caros — disecaba a sus modelos haciendo que
oraran en broma y sonrieran en seno, diciendo de uno de ellos en Los buenos y los
sabios:
ñ
«Vive con la manía
De maldecir de su feliz estrella,
Y cual buen pesimista en teoría.
Le va en la "vida bien y habla mal de ella.»
Los personajes de Echegaray son militantes
1300
del sentimiento infinito, del amor de golpe
y jjorrazo, de la pasión tnsondable, del flecha'
zo, del coiip de joudre; es decir, de lo que
no tiene medida. ¡ Y todo aquel mundo era
creación de un mate_mático!
Hasta los cuarenta años no escribió un
verso. Pasaría un cuarto de siglo desde que
murió Echegaray antes de revelarse la ciencia
matemática con Rey Pastor como una realidad
intuitiva capaz de ser tuteada y quedar al
alcance de una mano aplicada a manejar una
tijera para hacer figuras con recortes, desapareciendo la prosopopeya de unas matemáticas
llamadas sublimes que parecían estar al alcance
de tres o cuatro privilegiados.
Lo que más agradaba de María Guerrero a
Echegaray, es la voz '^^ ultratumba de aquélla
en el papyel de doña Inés del Tenorio, según
confiesa el propio Echegaray en un artículo
de La Ilustración Artística de Barcelona del
26 de abril de 1897.
En la época de Echegaray, estaba todo por
hacer y Echegaray buscaba la manera de no
hacer nada desde las alturas del Estado. En
la época de Echegaray, el pueblo no tenía
ingenieros ni los ingenieros tenían pueblo.
En el Ateneo tuvo Echegaray su cátedra de
matemáticas llamadas sublimes, y como una
compensación explicó lisa y llanamente los
inventos en artículos periodísticos vulgarizadores. Pero como dramaturgo no tuvo en su
obra literaria una compensación de los sentimientos ostentosos tenidos por sublimes. En
el campo de la ciencia tiene adictos como
profesor de Geometría descriptiva en la Escuela de Caminos y como vulgarizador de la
técnica; en el campo dramático sus fulgores
de expresión y sus pasiones no tuvieron más
que una característica : la carencia de medida ;
en el campo de la política, los fracasos de
Echegaray como hacendista pueden parangonarse con los del político más frivolo y con
los del arbitrista más inútil. Así, pues, como
ingeniero y matemático tuvo, con razón, adictos ; como dramaturgo no los merecía, y como
político tampoco.
Echegaray era de carácter frío y creaba personajes ardientes. Iba en bicicleta, supremo
invento frivolo de la época. Esta predilección
de la bicicleta explica que pudiera Echegaray
pasar un buen rato en la tertulia de Emilia
Pardo Bazán, que quería ser una especie de
bicicleta en achaques de modemidacl. La ti-
T
A
N
midez de Echegaray llegaba hasta el extremo
de ir al picadero de Medinaceli. Quería aprender a montar a caballo para no hacer mal
papel con la aristocracia cíe amazonas y jinetes a caballo, pero que tamp>oco sabía montar
a caballo.
España estaba achicada p>or aquellas amazonas y por aquellos jinetes de la aristocracia
que camoiaban el caballo por el velocíjjedo,
pero que en realidad iban siempre montados
sobre fuan Español, perpetuando el feudalismo
y nutriendo los cuadros directivos gubernamentales. Cánovas fué un advenedizo que sirvió a la aristocracia para cenar con los marqueses, de la misma manera que Bretón de
los Herreros era inseparable de Roca de Togores, el celebérrimo marqués de Molins, tan
azotado f>or Valbuena en sus Ripios aristocráticos y tan adulado por Bretón. Sagasta era
otro advenedizo que, procediendo, cerno Albareda, de la revolución, resultó más adicto
a Cristina de Habsburgo que la misma aristocracia. Con ningún embajador estuvo tan
a bien Isabel II en París una vez destronada
como con Albareda, uno de los que la habían
destronado.
Cuando el pueblo hubiera podido esperar
que los hombres de ciencia y los escritores se
pusieran a su lado, se morían f)or ir a cenar
con los marqueses o se hacían políticos. Por
adular a los que creían grandes, iban en velocípedo, aprendían, o se figuraban aprender,
el caracoleo hípico y hasta fingían que algún
conde era capaz de apasionarse, pero sólo en
las tablas.
Echegaray fué un gran matemático; fué
también un dramaturgo inventor de pasiones
inexistentes que hacen reir. Los que se ríen
oyendo recitar En el puño de la espada, Mancka que limpia y Locura o santidad, entienden la obra si la risa es apagada y comprensiva. ¡ Reir, reir i En esta áspera España, la
pequeña risa comprensiva ante el fulgor y la
exageración, es la crítica más certera. El segundo tiempo de la crítica no es criticar, sino
nacer. Y hacer es lo que casi siempre odia el
español con todas sus fuerzas. Por este odio
aplaude a los que no hacen más que simulacros en la escena, en la política y en la oratoria, que no es más que oposición de partido
y arte vulgar de pasar el rato los que escuchan.
FELIPE ALÁIZ
R
N
1301
ACTUALIDAD
El pueblo ha de confiar en sí mismo
AJO el signo del momento político se
observa entre los diversos sectores
sociales de la más opuesta tendencia, cierta preocupación. Lo que es
artificioso en la vida de los pueblos
y oculta la naturaleza de las verdaderas pugnas de las fuerzas de libertad frente al
despotismo, adquiere prestancia de valor auténtico.
La propaganda política recurre a tópicos efectistas
y parte de la opinión, aun la de zonas refractarias
a las sugerencias de la política, se ven influidas.
La serenidad para enjuiciar las posibilidades de la
hora se debilita, y, poco a poco, se crea una tensión artificial que, influyendo en el ánimo colectivo,
hace perder a los menos preparados espiritualmente
la seguridad de sí mismo y pone en descubierto el
flaqueo de las propias convicciones.
En este estado psicológico, las posiciones individuales pierden firmeza y se inicia como una ola de
pánico colectivo, que cada vez se pierfila mejor, y
que parece buscar, angustiada y patética, en la
suma de las debilidades más complejas la más inconcreta de las fuerzas.
Todo son interrogantes para la actitud ajena, y la
propia se esconde, se muestra escurridiza, como si
se avergonzara de manifestarse virilmente tal cual
es. Y ¿cómo puede inspirarse confianza en los demás si en cada uno la misma confianza se muestra
huidiza?
El peligro real lo agranda y desfigura la imaginación, y ello es aprovechado para formar corrientes
favorables a fines determinados. ¿Es que realmente
no existe ese peligro, que la hora presente no es
una de las más difíciles? Existe, pero no es difícil
el momento en r.zón de muchas de las causas que
se señalan. Las conquistas de los pueblos, cuando
toman estado de conciencia colectiva y hacen vibrar
su alma, no se esfuman así como así.
Y a través de todas esas manifestaciones que son
invocación a fórmulas mágicas que releven del esfuerzo directo ineludible e imprescindible, hay una
desconfianza absoluta en el pueblo; porque son pocos los que le hablan el lenguaje de la sinceridad y
que ajustan las acciones a sus prédicas, cosa que
no ignoran y que les hace temer un repudio aun
cuando, pretendiendo reivindicarse, se presentan en
plan de rectificación de pasados yerros.
De esta manera se envenena la opinión popular
y se infiltra en el pueblo el principio moral más
corrosivo y derrotista. Si todo depende de ese maná
maravilloso! si, al no obtenerlo, todo va a hundirse; si ante la furia del fin apocalíptico que se da
por descontado de antemano no queda otro remedio
que agachar la cabeza como el avestruz ¿puede decirse qué fuerza humana se verá en condiciones de
hacer frente a esa catástrofe? Y a quienes de tal
guisa proceden ¿les parece que así se educa al pueblo y que se le encamina por la senda de la libertad?
Es necesario prever ciertas derrotas y enseñar al
pueblo a no creer en valores ficticios. Si hay programa para el camino llano, no ha de faltar otro
de acción decidida para las zonas abruptas. Pero el
riesgo se rehuye ya por anticipado, dando por agotadas todas las posibilidades de lucha después de
un torneo que no representa más que un cepo para
que el pueblo mismo se ate las manos.
Destruir el mito de lo indispensable de ciertas
condiciones previa > ficticias para emprender la marcha adelante, es hacer obra de verdadera liberación.
No se concibe la libertad con cadenas, sean de hierro o de oro. Y las libertades se abren camino, crecen, se hacen respetar cuando se afirman con energía y no en el conjugar pasivo de un simple juego
de azar, cuya inmoralidad, dadas las condiciones
en que en toda ocasión se produce, habría de bastar para que toda conciencia recta lo repudiara sin
contemplación alguna.
¿Desde cuándo porque el enemigo dispone de
fuerza y de recursos de toda clase se tendría que
renunciar a la lucha? ¿Realmente la rebelión del
individuo, de la colectividad contra el Estado, contra
el Poder, no es posible y no hay otra salida que
aceptarla en el terreno de una legalidad leonina?
Si se aceptara tal principio como norma general de
conducta, habría que renunciar a toda idea de progreso. La supresión de los poderes políticos, del
principio de autoridad, aunque sea conquista de la
conciencia humana elevada a un plano superior, sin
lo cual no desaparecerá del todo, tendrá que ser
siempre por medio de una acción violenta, y no es
posible hacernos ilusiones al respecto puesto que
todo Poder, el que sea, tiende a fortificarse a si
mismo pasando por encima de toda otra consideración, egoística y ferozmente.
Los períodos de reacción en la historia no son
únicos ni definitivos, como no son perennes los
oasis de relativa libertad.
El mundo en general y cada país o pueblo en
particular en momentos dados, y más de unos años
a esta parte, podrá aparecer como si estuviera a un
pie del abismo, pero la sensación de peligro no hay
que exteriorizarla con gritos estridentes a los cuatro
vientos por fenómenos reflejos que no alteran para
nada la posición del mundo ni los términos de los
problemas que a' los hombres plantea la propia necesidad de salvación.
N
1302
La libertad podrá caer aplastada en la lucha, mas
se levantará de nuevo si palpita virilmente en el
alma del pueblo. Cierto que el pueblo es de condi'
ción sufrida y resignada y que a veces, poseído de
esos terrores que nacen de la falta de confianza en
sí mismo, soporta lo que por dignidad no habría
de tolerar; pero su impotencia es aparente, y ese
mismo pueblo, resignado en momentos dados, en
otros es capaz de desencadenar todas las fuerzas de
la revolución, sin que Poder alguno pueda servir
de dique para contenerlas.
A la reacciÓH no se la combate con un único medio. Cada sector utiliza el que cree más apropiado.
Y su eficacia puede apreciarse con los resultados a
la vista. Pero es necesario aventar ese prejuicio de
que la reacción deja de realizar sus designios porque no se considera asistida de la fuerza moral y
material que para imponerse da el Poder. La reacción no ha ido ni va más allá porque la presión
popular, que actúa como fuerza antagonista, es lo
suficiente potente para hacerse respetar. Y es que
quien dispone del Poder, si no dispone del pueblo,
no tiene ganada ni la mitad de la partida.
Son ilusos los que ven en las contiendas de tipo
legalista las únicas fuerzas que se oponen a la reacción. I Con qué facilidad y con qué tranquilidad
avanzaría ésta si en vez de saber que ha de hallar
un pueblo dispuesto a luchar a brazo partido, a
hacerle la vida imposible en todos los terrenos,
a entregarse a las acciones más violentas y desesperadas, contara que sólo el formulismo de una protesta legal declamatoria o de una simple papeleta
como expresión de una voluntad, ha de oponérsela I
Las contiendas de tipo legalista más o menos pronunciado no han de hacer perder al pueblo la noción clara de la realidad.
Desde arriba o desde abajo se puede rebasar todo
límite de legalidad cuando se posee fuerza para ello.
Eso es algo que los trabajadores no han de echar
en olvido. Lo peligroso para ellos sería que en vez
de confiar en sus propias fuerzas como armas, confiaran en la de cañas ajenas. Porque pueden tener
la seguridad de que si se les respeta es porque, a
pesar de su desunión y de su inconsciencia, se les
teme. Y conviene que esa confianza derivada de
que no puede ser eliminada su fuerza en tanto en
ellos no decaiga la voluntad de lucha en el terreno
de acción directa y decidida, no la pierdan en ningún instante. La ruta fija, con el corazón esperan-
zado, y firme la acción. Esa será una actitud que se
impondrá a b reacción y que la barrará el paso,
desmoralizándola.
Pero si la acción queda en suspenso y la desorientación cunde al fallar un resorte en el que se ha
hecho confiar candidamente al pueblo y éste, faltado de ese apoyo, vacila, entonces sí que se facilita
la victoria reaccionaria, puesto que, aprovechándose
de tal estado psicológico de desaliento e indecisión,
el enemigo toma la iniciativa.
A pesar de su incapacidad manifiesta, le suponemos suficientemente cauto a ese enemigo, sean cuales fueren los resultados de esa contienda de tipo
legal, para no aventurarse a ciertas pruebas o ensayos. Las fuerzas populares en España no pueden
ser reducidas así como así. Y si todas esas que participan aún de prejuicios políticos determinados,
siendo proletarias, después de una decepción aleccionadora saben situarse dignamcn;e, es decir, en
el terreno de la acción revolucionaria, que no es el
de la salida a la calle en actitud destemplada al primer grito, sino acción irreductible coriscicntemente
desarrollada y empleada con fines concretos, los que
se hayan adueñado del Poder, por haberles facilitado el camino cuantos aceptan como lícito y legal un juego en el fondo inmoral, del que dependería la suerte del pueblo si este no fuera ya mayor
de edad para situarse y elegir su camino, no iniciaran su marcha triunfal.
Los peligros que amenazan el pueblo este ha de
tenerlos presentes, pero el peor de los riesgos lo
correría si empezara a desconfiar de sí mismo, si
creyera que detrás de ciertas derrotas, si no probables posibles, no cabía más actitud que la del sometimiento.
De ninguna manera pedemos contribuir con nuestra actitud a que este fatalismo tome cuerpo en la
conciencia colectiva. Ni el triunfo ni la derrota definitivos de los trabajadores pueden depender del
resultado de una contienda legal, y cuantos luchan
por su integral emancipación sabrán dar el ejemplo
de entereza a todo el mundo no cejando en su esfuerzo frente a toda corriente reaccionaria, que con
ellos ha de chocar, y también frente a los que se
opusieran a aquellos propósitos emancipadores si después de estériles victorias se situaran al mismo nivel de los elementos reaccionarios, cosa inevitable
si pasan a ocupar el Poder.
Ongenes del socialismo moderno
ENTRE CAMPESINOS
Raíl it la* ijcaa d« Man j Eagda y de Prasjliea
y B a l n a i a - El k a a u a i a a i e i* laa Rcclaa • La Mea
aaar^niata ca la a a t i g á a j a j e r i c a u l J carapca
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MAX NETTLAU
GERMINAL ESGLEAS
per ENRIQUE MAUTESTA
Nueva adiciin d« asta folíate, tan
canacida y útil para la propaganda
CuarcnU y ocho páginas, 3 0 cuntimos
s5 */) de deecuento a corrcipontaleí y vendedores
32 páginas ám nutrida Uctera
2 0 cto.
112
JUAN G. DRAPER
SUS silenciosas galerías los retratos microscópicos de los vivos y los muertos, las escenas a que hemos asistido y los
incidentes en que hemos tomado parte? ^Son estas permanentes impresiones, simples marcas o signos como los
caracteres de un libro, pora comunicar las ideas al ánimo,
o son imágenes inconcebiblemente más pequeñas que esas
que nos hacen nuestros artistas, y en las que, pwr medio
del microscopio, p>odemos ver de una sirnple ojeada, en u n
espacio no mayor que la punta de un alnler, un grupo de
toda una familia?
Las imágenes fantásticas de la retina no son perceptibles a la luz del día. Las que existen de un modo análogo
en el sensorio n o llaman nuestra atención mientras que
los órganos sensoriales están operando vigorosamente y
ocupados en trasladarle nuevas impresiones. Pero cuando
estos órganos se cansan o se gastan, o cuando experimentamos horas d e grande ansiedad, o nos hallamos en una
incierta somnolencia, o dormidos, las apariciones latentes
toman cuerpo, aumentadas por el contraste, y se presentan
por sí mismas al ánimo. Por la misma razón, nos embargan
duraste el «lelirio y la fiebre, y sin duda también en el
solemne momento de la muerte. Ehirante un tercio de nuestra vida, en el sueño, estamos sustraídos a las influencias
exteriores; el oído, la vista y los otros sentidos están inactivos; pero el ánimo, que nunca duerme, este encantador velado en su misterioso retiro, contempla los ambrotipos que ha reunido (ambrotipos, paiesto que son indelebles impyresiones), y combinándolos, como a veces sucede,
construye con ellos el panorama d e un sueño.
La Naturaleza ha implantado, pues, en la organización
de todo hombre, medios que le hacen creer en la inmortalidad del alma y en una vida futura. Hasta el inculto
salvaje ve así en sueños las indebles formas de los paisajes
que están tal vez ligados con algunos de sus más gratos
recuerdos. ¿ Y qué otra cosa puede deducir de estas pinturas virtuales, sino que son las precursoras de otra tierra
más allá de aquella en que se encuentra? A intervalos es
visitado en sus sueños p)or apariciones de los muertos que
ha amado u odiado, y estas manifestaciones son para él
CONFLICTOS ENTRE LA RELIGIÓN Y LA QENCIA
105
vuelven los sonidos al aire en que nacieron y por el cual
estaban sostenidos y no se oyen m á s ; ningún hombre
sabe lo que ha sido de ellos. En esta absorción final que
después de un período de tiempo debe venir necesariamente. Dios será todo en todo y nada existirá sino El. Lo
contemplo como el principio y la causa de todas las cosas ; todas las cosas que son y todas las que han sido y que
no son ahora, fueron creadas de El, por El y en E l ; también le considero como el fin e infranqueable término de
todas las cosas... Hay una concepción cuádruple de la naturaleza universal, dos de la naturaleza divina, como principio y fin, dos también de la naturaleza creada, como
causas y efectos. Sólo Dios es eterno.» La vuelta del alma
a la inteligencia universal se designa por Erigena como
teosis o deificación. En la absorción final se pierde todo
recuerdo de la experiencia pasada; el alma vuelve a la
condición en que estaba antes de que animase al cuerpKj.
Por esto incurrió Erigena en el desagrado de la Iglesia.
En la India fué donde primero descubrieron los hombres el hecho de que la fuerza es indestructible y eterna.
Esto representa ideas más o menos distintas de lo que llamamos ahora «correlación y conservación». Consideraciones relacionadas con la estabilidad del universo dan
fuerza a esta opinión, puesto que es palmario q u e si alguna vez hubiera, ya un aumento, ya una disminución,
cesaría el orden del mundo. La cantidad definida e invariable de la energía del universo debe ser aceptada, por lo
tanto, como un hecho científico; los cambios que presenciamos sólo se refieren a su distribución. Pero ya que
el alma debe considerarse como un principio activo, dar
existencia a una nueva, sacada de la nada, es necesaria- •
mente aumentar la fuerza primitiva del mundo. Y si esto
se ha verificado cada vez que ha nacido un individuo y
ha de repetirse de aquí en adelante, la totalidad de la
fuerza debe ir continuamente aumentando.
Por otra parte, las personas piadosas experimentan
gran repugnancia en supxjner que el Altísimo es como un
servidor de los caprichos y pasiones del hombre y que
io6
lUAN G. DRAPER
CONFLICTOS ENTRE LA RELIGIÓN Y LA CIENCU
til
en cierto período después de su origen le sea necesario
crear un alma para el embrión.
Considerando al hombre compuesto de dos partes, alma
y cuerpo, las relaciones evidentes del último arrojarán
mucha luz sobre las obscuras y misteriosas de la primera. Ahora bien, la substancia de que consta el cuerpo se
obtiene de la masa general de materia que nos rocíea, y
después de la muerte se restituye a esta masa general.
¿Ha presentado, pues, a nuestros ojos la Naturaleza en
el origen, transformación y destino de la parte material, o
sea el cuerpo, alguna revelación que pueda hacernos co'
nocer el origen y destino de su compañera, la parte espiritual o alma?
Oigamos un momento a uno de los mis poderosos escritores mahometanos:
"Dios ha creado el espíritu del hombre de una gota de
su propia luz; su destino es volver a ella. No nos engañemos con la vana idea de que morirá cuando el cuerp»
muera. La forma que tuvimos al venir al mundo y la
que tenemos ahora no es la misma; luego no es preciso
que perezcamos para que perezca nuestro cuerpo. Nuestro espíritu viene a este mundo como un extranjero y permanece aquí como en una mansión transitoria. Nuestro
refugio de las pruebas y tempestades del mundo está en
Dios; unidos a El, hallaremos descanso eterno sin tristeza, goce sin dolor, fuerza sin flaqueza, conocimiento sin
duda; una tranquila y estática visión de la fuente de la
vida y de la luz y de la gloria, fuente de la cual venimos.»
Así se expresa el filósofo sarraceno Al Gazzali, en el loio.
En una piedra se encuentran en equilibrio estable las
moléculas de materia; puede, por lo tanto, durar siempre.
Un animal, en realidací, es únicamente una forma por la
cual pasa una corriente incesante de materia. Recibe lo
necesario y expele lo superfluo. En esto se asemeja a un
torrente, a un río o a una llama; las partículas que lo
formaban hace un instante, se han dispersado en el siguiente, y no puede seguir existiendo si no es alimentado
exteriormente; tiene una duración de tiempo finita y
llega inevitablemente un momento en el cual debe morir.
recer en el mundo visible. En los muros de nuestros más
apartados aposentos, donde no creemos que (xiede penetrar
mirada alguna indiscreta, en el más oculto retiro jamás profanado, existen vestigios de todas nuestras acciones, siluetas
de cuanto hemos ejecutado.
Si después de tener cerrados los párpados algún tiempo,
como cuando despartamos por la mañana, miramos rápidamente un objeto fuertemente iluminado y volvemos con
prrontitud a cerrar los ojos, p>ercibimos una imagen fantástica dentro de nuestra interna obscuridad. Podemos aseguramos de que no es una ficción, sino una realidad, pues
muchos detalles que no tuvimos tiempo para identificar en
nuestra momentánea ojeada, jxxJemos contemplarlos ahora
a nuestro placer en el fantasma; así podemos rejwesentamos el diseño de un objeto, como ei encaje de una cortina
en la ventana o las rainas de un árbol tras ella. Gradualmenre, la imagen se hace menos distinta y en uno o dos
minutos todo ha desaparecido; p>arece que tiene como tendencia de flotar en el vacío que existe ante nosotros, y si
tratamos de seguirla moviendo el globo del ojo, desaparece
súbitamente.
Esta duración de las impresiones sobre la retina prueba
que el efecto de la influencia exterior sobre las células nerviosas no es transitorio. Hay correspondencia entre la duración, la emergencia, la extinción y la impresión, como
en las preparaciones fotográficas. Así, pues, yo he visto
paisajes y vistas de edificios tomadas en Méjico, reveladas
(como dicen los artistas) meses después en Nueva York,
apareciendo las imágenes después de un largo viaje, con
todas sus formas y contrastes de luz y sombra. La fotografía nada había olvidado: había conservado lo mismo
el contomo de las etemas montañas, que el humo efímero
de una fogata de bandidos.
¿Se conservan, pues, más permanentemente en el cerebro, y son más fugaces en la retina, los vestigios de las
impresiones que han sido recogidas por los órganos sensoriales? ¿Es esta la explicación de la memoria : el espíritu
contemplando los cuadros de lo pasado y de los sucesos
que han sido confiados a su custodia? ¿Están colgados en
JUAN G. DRAPER
CONFLICTOS ENTRE LA RELIGIÓN Y LA CIENCIA
cuando se respira protóxido de ázoe), la acción es más
enérgica. De aquí la necesidad de reparar las jEuerzas con
el descanso y el sueño.
Dos ideas fundamentales se encuentran esencialmente
unidas a todas nuestras percepciones sobre las cosas extcriores: la de espacio y la de tiempo, y para ellas hay
repuesto en el mecanismo nervioso, aunque sea en estado
casi rudimentario. El ojo es el órgano del espacio, el oído
el del tiempo y por mecanismo de estos aparatos vienen
a ser infinitamente más precisas sus percepciones que si
fuera posible aplicarles tan sólo el simple sentido del tacto.
A l a n o s «sencillos experimentos nos ilustran sobre los
vestigios de las impresiones gangliónicas. Si sobre un m e
tal frío y pulimentado como la hoja de una navaja de
afeitar, colocamos una oblea, y después de echarle atento
aguardamos a que des
ezca la capa de humedad v quitamos la oblea, por delicado y minucioso que sea el análisis q^ue practiquemos, no podremos descubrir el menor
vesogio ni dibujo sobre la brillante hoja; más si volvemos
a respirar sobre ella, aparecerá claramente una imagen es[jectral de la oblea; esto puede repetirse una y otra vez.
Más todavía: si guardamos cuidadosamente la noja en un
lugar en que no pueda su superficie sufrir el menor deterioro, y al cabo de muchos meses volvemos a respnrar sobre
ella, aparecerá de nuevo la sombra de la oblea.
. Este experimento nos demuestra de qué manera es posible registrar y conservar una impresión tan trivial y fugitiva. Y si en una superficie inorgánica semejante puede
marcarse de un modo indeleble esa impresión, ¿con cuánto
mayor motivo no sucederá en el ganglio, construido con
este esp)ecial objeto? )amás una sombra se proyecta sobre
la pared, sin dejar una huella permanente, la que pudiera
hacerse visible empleando un procedimiento adecuado;
esto es lo que hace la fotografía. Los retratos de nuestros
amigos o las vistas y panoramas pueden sustraerse a nuestros ojos en la placa sensible, p>ero se los hace aparecer tan
pronto como se aplica im revelador apwopiado. Un aspeetro se halla oculto sobre la superficie argentada o cristalina, hasta que por nuestra nigromancia le hagamos apa-
En el gran problema de la psicología no pedemos esperar un resultado científico, si persistimos en concretarnos a la observación de un solo hecho. Debemos apxxlerarnos de todos los que nos sean asequibles; la psicología
humana no puede resolverse completamente sino p)or la
)sicología comparada. Con Descartes podemos inquirir si
as almas de los animales son afines a la del hombre y
miembros menos perfectos de la misma serie de desarrollo.
Debemos tener en cuenta, tanto lo que descubrimos en el
principio inteligente de la hormiga, como en el principio
inteligente del hombre. ¿Qué sería de la psicología humana si no estuviese iluminada por la brillante irradiación de la psicología comparada?
Brodie, después de un maduro examen de los hechos,
afirma que el alma de los animales es esencialmente igual
a la del hombre. Todo el que esté familiarizado con el
perro admitirá que esta criatura conoce el bien y el mal
y tiene conciencia de sus faltas. Muchos animales domésticos tienen la facultad del raciocinio y emplean medios
adecuados para conseguir sus propxásitos. iCuán numerosas son las anécdotas que se cuentan de las acciones intencionadas del elefante y del mono! Y no es esta inteligencia visible debida a la imitación de las acciones del
hombre, puesto que los animales salvajes que no tienen
contacto con él presentan propiedades semejantes. En especies diferentes, la capacidad y el carácter varían en gran
manera. Así, pues, el perro es, no sólo más inteligente
que el gato, sino que tiene cualidades morales y sociales
aue éste no posee; el primero quiere a su amo, el segundo a su casa.
Du Bois Reymond hace esta notable observación: «Con
respeto y admiración debe mirar el que estudia la Naturaleza esta molécula microscópica de substancia nerviosa,
que es el asiento del alma constructora, ordenada, laboriosa, leal y valiente de la hormiga. Ha alcanzado su estado presente a través de una serie de generaciones sin
cuento.» t Qué deducción más profunda podemos obtener
de la observación de Huber, que tan bien ha escrito sobre
este asunto! I Si se observa una sola hormiga trabajando.
no
f
107
JUAN G. DRAPER
CONFLICTOS ENTRE LA RELIGIÓN Y LA CIENCIA
puede decirse todo lo que irá haciendo! Considera la materia y razona como nosotros. Oigamos una de las numerosas anécdotas que cuenta el veraz y sencillo H u b e r :
((Una vez que una hormiga inspectora visitó las obras,
habían empezado los obreros a techar demasiado pronto;
examinó el trabajo y lo hizo derribar, levantar el muro
a la altura debida v construir un nuevo techo con los restos del antiguo.n Seguramente que estos insectos no son
autómatas, pues muestran voluntad. Reconocen a sus antiguas compañeras que han estado encerradas con ellas por
muchos meses, y dan pnieba de alegría a su regreso. El
lengiiaic de las antenas es capaz de variada expresión v
conviene perfectamente a la obscuridad del hormiguero.
Los insectos solitarios no viven lo bastante para educar ? sus pcqueñiielos; p)ero los insectos sociales, de mayor vida, dan muestras de afeccionen morales y educan
sus crías. Modelos de paciencia y mafia, algunas de estas
insignificantes criaturas trabajan diez y seis y diez y ocho
horas al día: pocos hombres son capaces de una sostenida
aplicación mental por más de cuatro o cinco horas.
Efectos semejantes indican causas semejantes: semejanza de acciones exige semejanza de órganos. Me atrevería a rogar al lector de este oárrafo que se haya familiarizado con las relaciones sociales de estos maravillosos
insectos a que me refiero, aue acuda al capítulo decimonono de mi obra sobre el ((Desarrollo intelectual de Europa", en el que encontrará una descripción del sistema social de los Incas del Perú. Quizá entonces, en vista de la
semejanza de las instituciones sociales y la conducta p>ersonal del indio civilizado, convendrá conmigo en que <(de
las abejas, avispas, hormigas y pájaros, de toda esa modesta vida animal, que miramos con tan superior desdén,
tiene el hombre que aprender algún día lo que él es en
realidad».
Hoy no pueden aceptarse sin modificación las opiniones de Descartes, que consideraba a todos los insectos
como autómatas. Los insectos son autómatas tan sólo cuando juega la cadena nerviosa del vientre y la porción de
ganglios del cerebro que tiene relación con las impresiones actuales.
Es una de las funciones de las células nerviosas, conservar indicios de las impresiones que los órganos de los
sentidos les hayan transmitido. Así, pues, los ganglios
nerviosos que están compuestos de esta materia, pueden
considerarse como aparatos registradores, al par que introducen el elemento del tiempo en la acción del mecanismo nervioso. Una impresión que sin ellos hubiera llegado a convertirse en acción refleja, se prolonga, y con
esta duración vienen todos aquellos efectos importantes
que surgen por la recíproca acción de muchas impresiones antiguas y recientes.
N o hay lo que se llama pensamiento original o espontáneo. Toda acción intelectual es consecuencia de una
acción precedente, y viene a la vida en virtud de algo
que se fué antes. Dos espírituí igualmente constituidos
y colocados bajo el influjo de las mismas circunstancias,
engendrarán precisamente iguales pensamientos. A esta
uniformidad de acción aludimos con la expresión pjopular de ((sentido común», vocablo en extremo expresivo.
En la creación de un pensamiento hay dos condiciones
distintas: el estado del organismo, como dependiente
de impresiones anteriores, y el de las circunstancias físicas presentes.
En los ganglios encefálicos de los insectos están almacenadas las reliquias de las impresiones que se han efectuado sobre los nervios comunes ¡seriféricos, y en ellos se
guardan las que se reciben por medio de los órganos
especiales de la vista, olfato y el oído. La interfacción de
éstos eleva al insecto sobre los meros autómatas mecánicos, en los cuales la reacción sigue instantáneamente a la
impresión.
En todo caso, la acción de cada centro nervioso, sea el
que quiera su estado de desarrollo, depende de una condición química esencial: la oxidación. Aun en el hombre,
si el curso de la sangre arterial se detiene sólo un momento, el mecanismo nervioso pierde su poder; si disminuye
aquél, decrece este en proporción, y si aumenta (como
io8
109
N
UN C U E N T O
CADA SEMANA
^
N A vez se encontraron dos hombres.
Uno preguntó al otro :
- - ¿Quién eres"?
Éste contestó;
— Soy Un necio. Me llaman
el trabajador. Ahora, ¿dime quién eres tú?
— Soy — repUcó el primero — un sabio;
los hombres me llaman señor.
— ¿En qué te ocupas"? — preguntó el «e00.
— En enseñar a necios como tú — jué la
respuesta.
—• ¿Quieres enseñarme? — dijo el necio.
— Con mucho gusto — contestó el sabio —.
Ven conmigo.
El necio jué con el sabio, quien lo condujo
ante una pila de ladrillos y maderos.
— Edifícame un gran palacio y una cabana
pequeña — dijo el sabio.
El necio lo hizo así, y cuando estuviercm
terminadas, el sabio le dió algunas monedan,
diciéndole:
— Yo viviré en el palacio, porque lo he ga,
nado con mi trabajo intelectual. Tú te irás a
vivir a la cabana, que es mejor para ti, pues
siendo un necio, no podrías apreciar el mérito
artístico del palacio : los clavos de tus ztípatos
estropearían las ricas alfombras; y, puesto que
la cabana me pertenece {ya sabes que la hi,
ciste para mí), es muy justo que me pagues el
alquiler por el derecho de vivir en ella.
El necio vivió en la pequeña cabana y pagó
el arrendamiento, diciendo : «¡ Qué sabio es!
Jamás hubiera pensado en construir una cabO'
ña para mí si él no me lo hubiese dicho, y no
podría pagar el alquiler, si él no me dieta un
jornal».
El sabio puso al necio a cavar una mina, di'
ciéndole:
— Saca carbón de las entrañas de la tierra,
y cuando ya lo haya gastado te daré la ceniza
para que te calientes.
El necio sacó el carbón y dijo:
— Este hombre, no sólo es sabio, sino bueno; porque me da las cenizas, cuando podría
tirarlas.
El sabio dijo al necio:
— Necesito alguien que me vista, me calce, me guise, etc., etc.; dame algunos de tus
hijos para que me sirvan.
El necio dió sus hijos diciendo para sí:
1303
El necio y el sabio
— Esto es bueno; él los enseñará a ser SÜ'
hios, como hace conmigo, y ellos llegarán algún día a ser caballeros como él.
Algunos días después el listo dijo al otro:
~ Como al tomar tus hijos a mi seriAcio
he tenido que aumentar mis gastos, tendrás
que conformarte con menos jornal, a fm de
que yo pueda pagarles como corresponde.
El simple se rascó un momento la cabeza,
pero al fm dijo :
—• 1 Áíi!, st es necesario que se pague a mis
hijos. Consiento; todos tenemos que vivir.
El inteligente le dijo al ignorante:
— Construyamos dos escuelas, una grande
y otra pequeña, donde se eduque nuestros hu
jos.
— ¿Por qué — dijo éste — han de ser una
grande y otra chica?
Y el otro respondió :
— Porque siendo mis hijos caballeros e inteligentes, como yo, necesitan una gran educación para poder desarrollar de un modo conveniente sus facultades intelectuales, y para
ellos hace falta una escuela grande. Mietjíríis
que tus hijos, siendo los de un necio, tendrán
que^ trabajar con sus brazos, cortw tú, y les bastará con la pequeña.
((Ahora bien — continuó diciendo el ilustrado -—, no debes esperar que se eduque a
tus hijos de balde; por ello has de pagar.»
Un día se presentó el sabio al necio de muy
mal temple, y le dijo :
— ¿Has estado pensando?
— Sí — contestó el otro.
— No lo permitiré — gruñó aquel —•; st
lo vuelves a hacer, te impondré un castigo.
— \Ahl — gntó el simple, soltando las herramientas — ; tú mismo te has descubierto.
Si fueras tan inteligente como supones, sabrías
que es imposible, hasta para los necios como
yo, el dejar de pensar alguna vez- Ya te conozco : eres un bribón.
Al día siguiente, el esclavo hizo una bandera roja, tomó las arñvis y se rebeló contra su
amo.
El pensar jué el prirKipio de la Revolución,
a cuyo término aún no hemos llegado.
W.
ANDERSON
T
I304
A
N
UN LIBRO TENDENCIOSO
^••••••••Mr
«Manifestación prohibida»
de León Moussinac
"ALE la pena de analizar, siquiera
sea brevemente, el libro recién
publicado «Manifestation Ínterdite» de León Moussinac. Si por
mis de un concepto parece la
obra maravillosa a la vista de la
tragedia social que se desarrolla en ella y también por la otra humana tragedia que contiene, bosquejada y realizada ésta con evidente
talento, es indisf>ensable que el sentido histórico no quede falseado y para ello fjrecisa también por la otra humana tragedia que contietiene la obra.
Estamos en época de confusión. Políticos y
saltimbanquis explotan la miseria humana y no
cesan en su tarea de encaramarse al pwder. Es
indisp>ensable, pues, restablecer la verdad y
poner las cosas en su lugar. Sin esta labor estamos en evidente {jeligro de que desaparezcan
mañana entre general indiferencia ideas que
iiispiraron acciones sublimes y sacrificios admirables.
Es imposible que estos valores se desnaturalicen, que se menosprecien y rebajen. El
mundo obrero está minado por fórmulas vacuas y contradictorias, fórmulas que llevan
como de la mano a aceptar por verdad lo que
es tan sólo mentira y corrupción. Se hace preciso, por consiguiente, denunciar la demagogia que se emplea para llevar al mundo obrero
por el camino de su total y definitiva abdicación. "Manifestation interdite» podría ser una
buena novela en el sentido corriente que se
atribuye a este calificativo si el relato no tuviera la pretensión de gravitar por completo
sobre el doloroso martino que sufrieron Sacco
y Vanzetti.
Este aspecto, que precisamente origina la
belleza de la obra ya que p)ermite exponer un
drama social y humano contra la iniquidad,
también resulta desnaturalizado, quedando la
verdad histórica deformada grave y reiteradamente a través de las páginas del libro.
La llamada literatura proletaria se atribuye
obligaciones en extremo peligrosas y canaliza
arbitrariamente verdades elementales para falsificarlas en beneficio de causas que es necesario someter a revisión.
Lo que primeramente llama la atención en
las crónicas analíticas referentes a «Manifestation interdite» es esta frase de los críticos.
frase de lector apresurado... en no leer la obra
que critica : «La obra fi)a un momento característico en la historia del movimiento revolucionario internacional y a la vez un momento
de la historia de París, del mismo París de la
Comuna)!.
Leyendo la obra se comfxende lo que se
escribe en ella y lo que en ella se desnaturaliza. Cuando lean libros como éste las generaciones venideras, quedarán edificadas, ciertamente ; quedarán documentadas sobre la
pretensión mezauina que inspira a los autores,
sobre la falta de sincendad que les lleva la
mano para escribir un mal libro social, un falso testimonio, un relato artifiaal, ficticio. «Manifestation interdite)) refleja la servidumbre
del pensamiento a un partido, la glorificación
de éste. Y ya es sabido que el conglomerado
partidista, de actividades tan equívocas, no
dejó de gravitar sobre las supuestas manifestaciones revolucionariado que organizó en
Francia cuando se desarrolló en América el
proceso Sacco-Vanzetti.
Aunque en la obra se presente la silueta,
no muy convencional por cierto, del militante
comunista; aunque se pinte el ambiente pC'
queño-burgués sentimental y el de los grandes negocios industriales, sin olvidar el tipo de
joven enamorada del militante, ni la aspereza
de la mujer del matrimonio burgués, ni la espKwa del rico industrial, ni la amante de éste
más algunos tipos afectos a la soplonería y a
la delación, podemos decir que reneja un conformismo machacón, insistente. Hubiera sido
preferible ver abandonado todo ésto, pero tal
vez el eterno conformismo tenga necesidad d e
insistir y ser redicho. Puesto q u e existe se manifiesta como ornamento inmutable.
Sin duda ha querido presentamos Moussinac a través de la tragedia de Sacco-Vanzctti
un repertono más o menos real de clases: f>roIctariado, pequeña burguesía, burguesía industrial... Pero ía verdad es que estas demarcaciones revelan al dialéctico marxista de manual con más efectividad que a la realidad.
El deber del escritor tendría que ser p»reciso y
hacerse humano, libremente inconformista,
incapaz de someterse a un sistema. Arrastrado
por el impulso de servidumbre que no es de
clase sino de casta Moussinac llega a poner en
labios del rico industrial Cormon unas pala-
T
bras que responden a la verdad, ya demostrada : «Esta agitación —• dice Cormon refirién'
dose a la que organizaron los comunistas con
motivo del proceso Sacco'Vanzetti — se debe
mucho menos al deseo de salvar la vida de
dos anarquistas tenidos por inocentes que al
de explotar, por interés partidista, un asunto
culminante». Y así resultó. A su tiempo lo
denunciamos.
Hay en la obra un francés pequeño burgués
sentimental e individualista que tiende a separarse del bolchevismo ruso, que considera
«L'Humanité» como una gaceta demagógica y
«Ciarte» sectaria. Este pequeño burgués resulta en ciertos aspectos atractivo y sus reflexiones son mtiy ajustadas.
La realidad no deja de confirmar estas consideraciones. Pero lo que sobre todo salta a la
vi.sta es que «L'Humanité» y «Monde», sucesor éste de «Ciarte», tienden hoy a la democracia de la «Liga de los Derechos del Hombre» como el pequeño burgués sentimental
que nos pinta Moussmac. La bandera -tricolor
y la Marsellesa fraternizan con el estandarte
rojo de la Internacional. ¿Y el militante comunista? ¿ N o será hoy de la oposición? En
este caso resulta un traidor y un jascista en vez
de ser inteligente y abnegado.
La historia y la realidad se convierten en
pura ficción cuando son serviles p)or adictas o
todo lo más reflejan entonces tan sólo un aspecto de la actividad efectiva. Esto es mucho
más anormal y doloroso tratándose de dramas
como el de Sacco-Vanzetti. Todo fué publicidad comunista en Francia cuando se organizaron manifestaciones públicas con i>retexto de
salvar la vida de dos anarquistas. Aquellos discursos prronunciados por parlamentarios comunistas, aquellos llamamientos, aquellos comités
rojos, todo aquel aparato de propaganda comunista n o estaba mal organizado, pero lo que
querían sus dirigentes era exhibirse y aumentar el censo del partido más que salvar dos
vidas... Se trata en la obra d e cierta carta d e
Vanzetti a un comité de Defensa. ¿A cuál?
No se dice. Sigue la confusión en provecho del
partidismo político obrerista.
¡ Dejad en paz el proceso Sacco-Vanzetti!
Después de dejar que los asesinaran no hagáis
servir a aquellos martirizados como cartel de
propaganda política. Nada de folletines con
cebo político. Sacco y Vanzetti no dejaron
nunca de abominar de los políticos todos, n o
dejaron de f>onerlos en la picota. No manchéis
la memoria de aquellos dos anarquistas, cuyas
ideas fueron una constante protesta contra las
vergonzosas mentiras de los oribones de la política, contra los lacayos parlamentarios del capitalismo.
Parece responder la obra a un acto de fide-
A
N
1305
lidad a las orientaciones del Congreso Internacional de Escritores porque el autor sigue las
directivas de las plumas del Kremlin contra
el surrealismo. En unas líneas que quieren ser
malignas trata de ridiculizar «La Feuille Verte» para hacer profesión de conformista, además de tronar, como era de esperar, contra lo
que llama — con calco — anarquismo pequeño burgués.
j La eterna queja contra todo lo que no está
cu la ftla, contra todo lo que n o es bolchevique
declarado! Parece Moussinac intoxicado también pwr el sectarismo moscovita, que se ayuda
mediante publicaciones adictas y subsidios a
escritores y artistas para consolidar su impostura.
Para terminar veamos unos botones de
muestra. Se dice en un pasaje de la obra refiriéndose a los anarquistas: «No son comunistas. Guardaron sus ideas falsas... Su idealismo les tiene deslumhrados...» Esta reflexión
es d e un ¡oven comunista inteligente. Y añade : «Pero la sociedad ha de destruir a cuantos se levanten contra ella».
Estas palabras son muy significativas. Se
necesita estar sometido para pronunciarlas.
¡Cuánta razón teníamos al combatir la hipocresía comunista! Mientras en Francia se
hacían manifestaciones comunistas en favor de
Sacco y Vanzetti, en la Meca comunista, en
Rusia, se detenía a los que se manifestaban
contra el crimen que privó de la vida a los
dos anarquistas. Mientras hacíamos lo posible
y lo imposible para que el París de la Comuna
se manifestara ante la Embajada de los Estados Unidos, algunos jefes comunistas se oponían a ello y hacían que la demostración de
protesta se desviara. Así lo quería Moscú porque los gobernantes del rublo acababan de firmar una alianza comercial con los gobernantes
del dólar.
Sin que el autor se dé cuenta, «Manifestation interdite» tiene sentido totalitario porque
gobernantes y Estados sin excepción se consideraron solidarios del asesinato de Sacco y
Vanzetti. Tal es la conclusión.
HEM
DAY
N O T I C I A S
En San Sebastián ha empezado a publicarse un
nuevo semanario, portavoz de la Federación Comarcal de Sindicatos Únicos de Guipúzcoa. Se titula
Cnsol y su dirección es: ji de Agosto, 2, segundo,
derecha, San Sebastián.
M
*
•
Nos ha visitado La Protesta, órgano de los Grupos Anarquistas de Madrid. Vibrante y bien presentada.
<
Dirección : Calle Particular de Vallchermoso. Madrid.
N
1306
Tierral d« España
Impresiones de un viaje
por Galicia
L vtaje hasta Lugo no tuvo para
mí nada de particular, pues conocía el terreno. Llegamos a Lugo
cerca de las dos de la tarde. La
vieja ciudad gallega es la que mayor impresión de arcaísmo me dió.
La rodea una muralla de un metro y medio de espesor, paseo circular que recorrimos, apreciando
desde la altura el aspecto medieval de la villa.
Por la larde, después de comer, salimos a dar un
paseo. Recorrimos la ciudad, llegando hasta el parque de Rosalía de Castro, que será un bello rincón
cuando el arbolado haya crecido. Desde una de sus
mirandas, contemplamos la huerta lucense, la perspectiva poética del Miño, serpenteando, bañando las
laderas, haciendo fértiles las tierras y cortando con
una nota brillante la rudeza de un paisaje áspero.
Nos acompañaban un grupo de camaradas de Lugo, entre los que recuerdo a Alvarez, alma de la
propaganda, tan leal, tan entusiasta, una de esas
figuras anónimas de nuestro movimiento, que son
la riqueZt desconocida de las ideas. A Castro, de
Monforte, joven y dinámico, y a unos cuantos compañeros más, cuyos nombres desconozco, pero que
me produjeron una impresión muy grata.
El mitin estaba anunciado para las siete, creo, y
un cuarto de hora antes llegó un enviado del gobernador, declarándolo suspendido, con motivo de
la caída del gobierno Chapaprieta.
Nos encontramos reunidos en Lugo cuatro oradores en calidad de disponibles: Sendón, Baella, la
que esto escribe y Moreno, el hombre que hace
tarde siempre y üega no obstante a la hora. Es este
el rasgo distintivo de su carácter y la causa de múltiples accidentes en la propaganda. Es cosa sabida,
cuando- ha de irse a un sitio, que Moreno hará tarde. Sin embargo, cuando empieza el acto, sabido es
también que Moreno aparece, llegado nadie sabe
cómo: en auto, en burro, en avtón o sobre la alfombra mágica de 'Las Mil y una Noches».
Efectivamente:
por la mañana, según costumbre.
Moreno no llegó a la hora de salir el tren. Pero
cuando estábamos reunidos con los camaradas en el
café, después de comer, hizo su aparición con el
desenfado habitual. Los compañeros le dicen barbaridades por esa manera de ser suya, tan singular.
Por fortuna, jamás se enfada, ni cuando Prego imita sus ademanes tribunicios y su voz apocalíptica.
La fonda en que nos hospedamos estaba situada
al otro lado de la muralla, muy cerca del teatro
Principal. Al pasar por delante de éste, Sendón m«
dijo:
— Mira, aquí hablé con José María Martínez poco
tiempo antes de su muerte.
Una vaga melancolía nos invadió. Hacía un año
de su fm tan trágico, y el recuerdo levantado por
Sendón hizo nacer en nosotros tristes sugerencias.
Desde entonces hasta hoy, \ cuántas cosas han pasado ! 1 Cuántos muertos, cuántas vidas por siempre
más truncadas; cuántas existencias con el destino
torcido I
Debíamos dar el mitin en la plaza de Abastos y
habría sido un üenazo formidable, a pesar de que
los socialistas, con esa falta de tacto y de solidaridad con los demás sectores obreros que les caracteriza, habían organizado otro mitin a la misma hora
y en un local situado frente a la plaza donde debíamos hablar nosotros.
La gente fué desfilando, al recibirse la noticia de
la suspensión, con gran disgusto y en medio de
algunas protestas. Para acallarlas, seguramente, el
gobernador autorizó, por lo menos, una charla en
el local de los Sindicatos, que se celebró al día siguiente y que fué un pequeño mitin ante el públí'
co reducido que permitía la capacidad del local,
harto exiguo.
Guardo una impresión muy grata de Lugo y la
actividad modesta y tenaz de los compañeros. \ Qué
hermoso espectáculo el que ofreció ante mis ojos la
escuela, funcionando, repleta de niños y de niñas,
actuando de profesores unos jóvenes
estudiantes,
llenos de buena voluntad y de abnegación, que, luchando con el ambiente conventual de la vieja ciudad, enseñan las primeras letras a los hijos y a las
hijas de los obreros!
Recuerdo especialmente una niñita de unos tres
años, rubia y encantadora, que me recordaba a mi
hijita. Calzada con unas katiuskas y con el pelito
recogido en dos graciosas trenzas, es la Benjamina
del colegio. Sentada en su sitio, empieza a garrapatear en una libreta, imitando lo que hacen las
niñas mayores. Cuando está cansada, trasládase de
un regazo a otro, sin meter ruido, arrimándose
como una gatita a los que le prodigan caricias.
Dimos la charla en este ambiente agradable, de
camaradería y de esfuerzo generoso en pro de la
causa. Ella no pudo sustituir al mitin, que habría
sido necesario en Lugo, después del desengaño sufrido por los trabajadores a raíz del movimiento de
octubre. En Lugo se hiZo la unidad obrera revolu-
N
aonaria y los trabajadores secundaron la huelga general que culminó en la tragedia asturiana. Y precu
sámente a consecuencia de la unidad, rota por los
socialistas, hoy las luchas de tendencia se han encunado más que nunca en esa ciudad. Hay un
ambiente de hostilidad, un problema de resquemor
producido por las decepciones de este primer ensayo, que necesitan sea cauterizada por una labor de
capacitación obrera y de dijusión de nuestras ideas,
susceptible de producir una reacción simpática entre
las masas, desilusionadas ante el jracaso de este mlento de unificación, abortado por culpa de los que,
fatalmente, malograrán cuantos intentos de aproximación se lleven a la práctica.
El miércoles por la mañana salimos para ha Coruña otra vez. Estábamos a jueves y yo me decía
que, caído el Gobierno y con todos los actos públicos automáticamente suspendidos, lo más cuerdo era
dar por terminada la excursión de propaganda, ya
que no era posible que yo me estuviese con los brazos cruzados en La Coruña, dejando en casa un
montón de trabajo y sm hacer nada de provecho
en ningún sentido.
Con este ánimo IXegui por tercera veZ a la capital
de Galicia. Cheda me dijo tan pronto descendimos
del autobús:
— No pienses en marcharte. Para esta noche tienes una conferencia en el Cine Doré, organizada por
la Federación Local.
— ¿Y autorizada?
— Aun no lo está, pero hacemos gestiones.
Se consiguió permiso, al fin, no tan sólo para
aquella, sino para dos más, que fui dando en el
mismo local, abarrotado de trabajadores de los dos
sexos. Recuerdo esas tres conferencias como algo
que será memorable en mi vida de propagandista,
jamás pude suponer que alrededor mío y de las
ideas por mi expuestas, se congregara un entusiasmo, una buena voluntad, un fervor ideal tan grandes, tan ejemplares, tan magníficos.
La primera se tituló «El anarquismo, su fin y sus
medios». La segunda, organizada por las juventudes
Libertarias, fué la continuación de la primera. Y la
tercera, organizada por el Sindicato de Pintores,
algo así como el resumen general de las otras dos.
El público iba cada noche al Doré en número más
abrumador. Era una masa humana compacta e imponente, que invadía el local hasta los topes, que
no dejaba un rincón vacío, que colocaba un hombre
o una mujer en cuantos resquicios ofrecía la posibilidad del terreno. Se llenaban los corredores, el
vestíbulo, hasta la puerta, aun no siendo posible
que mi voz llegase hasta allí. Y en medio de un
silencio absoluto, de una corrección, de una paciencia impresionantes. Nadie se quejaba, a pesar de
que muchos no podían oiime más que truncadamente. Las mujeres, sobre todo, ocupaban el local mucho antes de la hora, infatigables, con un anhelo
por escuchar, con un frenesí por saber por mí aun
nunca vistos.
1307
Porque aquello ya no era la curiosidad por ver al
orador nuevo - - y más si es una mujer — que llena
muchas veces los locales. Aquello era la pasión por
las ideas, que yo explicaba lo mejor que podía,
superándome a mi misma por aquel imperativo de
la voluntad popular que me exigía ser digna de la
atención despertada. Gente de todas las clases sociales, hombres y mujeres de toda condición, escuchaban, discutían luego, apuntaban títulos de Ubros
por mí citados, dispuestos a investigar, a beber en
la fuente de las ideas por mí divulgadas. Ignoro
Plasta dónde la labor de momento hecha habrá sido
fecunda. Sé por experiencia de qué modo las palabras se las lleva el viento y cómo, muchas veces, el
fuego producido por los oradores es hoguera de virutas, destinada a consumirse muy pronto. Pero
todos esos jóvenes de ambos sexos que apuntaban
títulos de libros, que buscaban el origen de las
ideas, que expresaban su deseo por profundizarlas
y por conocerlas ampliamente, son esperanZfls futuras. Son, por lo menos, el exponente de un interés,
de un entusiasmo, de unas multitudes nuevas abiertas a todas las inquietudes.
La primera impresión producida en mi por La
Coruña no fué desmentida en el resto de esta semana, tan grata y tan prolifica. ¡ Bella ciudad caballeresca, vibrante y pasional, de masas estudiosas y
dd individualidades conscientes 1 ¡ Cómo no la olvidaré Miiiica I
Durante el día, Sendón y yo continuábamos las
correrías iniciadas el lunes. Esperábamos al domingo, confiando en que de un momento a otro se resolvería la crisis. Porque el domingo debíamos hablar reunidos otra veZ en el mitin di apertura del
Pleno Regional Galaico, en Orense.
En una tarde dimos la vuelta a La Coruña, desde
la Rotonda hasta entrar de nuevo en la ciudad por
el lado de la Torre de Hércules. Paseo maravilloso,
vadeando el mar, siempre con el vtgía altanero
ante nuestra vista.
Con Baeüa fui, el sábado por la mañana, a visitar
otra cosa para mí notable: la Cocina Económica,
fundada por un viejo librepensador y republicano,
obra solidaria, que no tiene otro defecto que haber
caído hoy en manos de la caridad ofcúd. Pero al
frente de ella hay un hombre inteligente y de espíritu amplio, que sabe dignificarla y dar al desempeño de su misión un calor humano, una comprensión
del alma de las criaturas colocadas por la injusticia
social fuera del banquete de la vida, que hace de
aquel establecimiento algo único en su género. Por
veinte céntimos cualquier hombre o mujer, no importa de donde venga, come en la Cocina Económica dos platos, por lo menos, de comida abundante
y sana, hecha con alimentos nutritivos y de inmejorable calidad. Y el que llega allí también sm dinero, come igualmente, pues el lema del fundador,
verdadero filántropo que a ella dedicó su fortuna,
fué: (¡Que nadie salga de aquí con el estómago
vactoa. Por veinte céntimos come no importa quién
N
i3o8
mucho mejor de lo que se come en una de esas
tabernas proletarias que hacen pagar una peseta
por un plato de cocido y un principio. Pero la idea
que tfispiró al fundador fué no humillar al pobre
con la ofensa y el envilecimiento de la candad. El
hombre que paga su comida se siente colocado en
un plano de igualdad con sus semejantes. Su orgullo, la dignidad de la personalidad humana, quedan
a salvo. ¡ Sutile;ia psicológica que me sorprendió y
y me hiZo ver hasta qué punto era inteligente y
comprensivo el hombre que dió alma y vida a esta
iniciativa! Su idea es de tal manera interpretada
por el director actual del establecimiento,
hombre
simpático, liberal y de inteligencia abierta, que yo
misma vi de qué manera cortés daba explicaciones y
se disculpaba ante un comensal que protestaba de que
el caldo gallego — cinco céntimos el plato, que vale,
como mínimo, en materias primas, lo menos quince — no estaba lo bastante sabroso, faltándole o
sobrándole sal, no lo recuerdo.
A medida que se acercaba el fm de mi estancia
en La Coruña, no podia sustraerme a una vaga melancolía. Me encariñé de tal forma con ella, con
aquel ambiente grato y simpático, con las amistades
anudadas, que el pensamiento de la marcha me entristecía como nos entristece alejarnos de un ser
querido o de un lugar amado.
Estoy ya en la última etapa de mi viaje por Galicia. Mañana salimos para Orense, fin de la •tournée« de propaganda.
FEDERICA MONTSENY
^ñnñnnnM*ñ^ñ^í^^A^nññññnnññññnññnMWVfññññññn^ññññ/v*ntv¥*M^^ <^i»to%»»%»»»»»»»»»»»»»»»»»%%»M
CORREO LIBRE
A R. Puig y demás compañeros de Pobla de
LiUet. — Nos sorprende mucho lo que nos decís
sobre la Biblioteca de esa localidad y de sus disposiciones con referencia a La Novela Ideal y a •Entre
campesinos''. No puede haber ninguna disposición
legal, pues nosotros seríamos los primeros en conocerla, que fije la edad para la lectura de dichas publicaciones. Dudamos que haya artículo alguno del
reglamento de las Bibliotecas de Cataluña que así
lo disponga expresamente, y nos interesaría conocer
=
«
El
concretamente este extremo. Para nosotros se trata
sencillamente de un capricho de interpretación de la
Dirección de dicha Biblioteca o del personal que la
regenta. Asi podéis manifestarlo con toda claridad.
Antonio. — Las sugerencias que nos haces sobre
la obra de Draper Conflictos entre la religión y la
ciencia", las tendremos en cuenta. Todo depende
que nuestras posibilidades nos sean favorables en el
momento oportuno.
AVUÍCDO A l D Í A
»
=
Conforme hemos venido anunciando repetidamente,
el próximo volumen de «El
Mundo al Día» se compondrá de un interesantísimo estudio, escrito por el camarada
Felipe Aláiz y titulado «La salud por la autodisciplina:
El deporte, su función social
y su carácter espectacular».
Se trata de un análisis detenido de lo que es el deporte y de lo que podría ser,
señalando los errores en que incurre la juventud actual y sentando las bases de una
concepción verdaderamente
sana y libertaria de la cultura física, de enorme interés
para tos estudiosos y para cuantos comprenden la importancia de estos aspectos de la
vida social moderna.
Nada mejor que el índice de capítulos, para dar idea de la amplitud y la impar'
tanda de este volumen amenísimo, escrito con la pluma ágil y el espíritu cáustico de
quien es el primer y el único periodista de nuestros medios.
He aquí el sumario de «La salud por la autodisciplina:
El deporte, su función
social y su carácter espectacidam :
I. ¿Qué es el deporte? — II. Las juventudes deportivas. — 11!. Deporte y turismo. — IV. Pequeño mapa deportivo de la época. — V. La literatura y el juego en
el deporte. — V I . Hacia el mañana mejor.
«La salud por la autodisciplina:
El deporte, su función social y su carácter espectacular», volumen Xl¡ de «El Mundo al Día», se compondrá de 32 páginas de viva
y cautivante lectura y se venderá al precio de 30 céntimos.
E
EDICIONES DE «LA REVISTA BLANCA... — Escornalbou. 37. — BARCELONA
=
1309
CONSULTORIO GENERAL O
PRIMAVERA ME SALEN UNOS GRANOS COMO CABEZAS
DE AGUJAS EN LAS PIERNAS, DE LA RODILLA PARA ABAJO, LOS CUALES ME PRODUCEN TAL PICOR QUE ME
DE U N MÉDICO A OTRO, S I N RESULTADO. E S T U V E SEIS
VEO OBLIGADO A RASCARME. DESPUÉS ME QUEDAN EN
MESES E N U N SANATORIO, HACIÉNDOME LAVAJES D E
PERMANGANATO E INYECCIONES D E VACUNA (ASF LAS LLAGAS Y, A CONSECUENCIA DE ELLAS, VIENE LA HINCHAZÓN ACOMPAÑADA DE UN GRAN DOLOR Y ESTO LO
LLAMAN). HICIÉRONME U N ANÁLISIS D E ORINA DANDO
GUARDO HASTA LA ENTRADA DEL INVIERNO. Y A NO ME
POR
RESULTADO ESTAFILOCOCO Y GLÓBULOS BLANCO
QUEDA UNGÜENTO NI POMADA SIN ENSAYAR Y TODO
Y ROJIZO A REGULAR CANTIDAD. E L DOCTOR DIJO QUE
ORDENADO POR LOS MÉDICOS. E N NADA ENCUENTRO
NO TENÍAN IMPORTANCIA Y QUE CON EL TIEMPO DESAPARECERÍAN, COSA QUE NO SUCEDIÓ ASÍ. A LOS 15 MEJORÍA. ¿ Q U É ME RECOMIENDA EL DOCTOR K L U G ?
— U n amante de la salud.
DÍAS DE NUEVO TENÍA SUPURACIÓN COMO EL PRIMER
vw»
H A C E 4 Af5os QUE AGARRÉ U N A INFECCIÓN (BLE-
NORRAGIA). D E S D E ENTONCES E S T O Y E N TRATAMIENTO
DÍA. A H O R A
HACE U N AÑO QUE E S T O Y E N OTRO S A -
NATORIO CON EL SIGUIENTE TRATAMIENTO: RAYO ULTRAVIOLETA, HIERRO EN LA URETRA, LAVAJE DE PERMANGANATO, DESTILACIONES, INYECCIONES DE VACUNA, 12 AMPOLLAS DE 5 CC. CADA UNA, VÍA BUCAL,
BACTORRENAL, 10 AMPOLLAS DE 3 CMS. DE PROTOYODO EN LAS VENAS (BRAZO) Y 5 AMPOLLAS DE ? CENTÍMETROS DE MULTIGERME TIPO «B». E L DOCTOR ME
DICE QUE MI CUERPO ES INDEFENSO. ¿TENGO ESPERANZA DE CURAR? ¿ Q U É ME RECOMIENDA EL DOCTOR
KLUG? — U n
lector de L A REVISTA BLANCA.
Que sigas el tratamiento.
T e aconsejo Dermosa Cusí c o n tumcnol o Inotiol. Régimen vegetariano y cal (Calcio Sandoz).
»«~» E s NORMAL EN UN HOMBRE DE 27 AROS TENER
UN MIEMBRO VIRIL PEQUEÑÍSIMO, TENIENDO EN CUENTA QUE NO HA PRACTICADO NUNCA EL COITO. ¿PUEDE
ENGRANDECÉRSELE PRACTICANDO ÉSTE? ¿ExiSTE ALGÚN REMEDIO PARA EL CASO? — U n nuevo lector.
Es indiferente para el acto sexual el t a m a ñ o ; por
otra parte n o h.iy medicamentos que lo agranden.
».vv»
DESDE
PEQUEÑA
SUFRO
GRAN
ESTRERIMIENTO.
A LOS T6 AÑOS ME SALIÓ UNA ERUPCIÓN POR CABEZA
i%v.« A RAÍZ DE UNA BLENORRAGIA Y ORQUITIS, QUE
MB DURÓ MUCHO TIEMPO, CURÁNDOME EN UN DISPENSARIO, ME QUEDÓ UN POCO DE MOLESTIA Y A CONSECUENCIA DE ESTO PADEZCO ESTREÑIMIENTO, Y AHORA ES CUANDO SIENTO MÍS MOLESTIA EN EL TESTÍCULO DERECHO, CORDÓN ESPERMXTICO, CON UN PESO
EN EL BAJO VIENTRE. M E DIJERON QUE ME PASARÍA
CON EL TIEMPO. ¿QUÉ OPINA EL DOCTOR K L U G ?
¿ Q u é DEBO HACER PARA QUE DESAPAREZCA EN DEFINITIVA? ¿ P U E D O PERJUDICAR
Y
OREJAS
QUE U N O S
LLAMAN
HERPES
Y
Pan integral, vida vegetariana, hidroterapia, d u chas y baños, primero calientes y después fríos.
A LA COMPAÑERA O I N -
• FLUIR EN LO QUE PADECE? — J. M .
*»»«
T E N G O U N A AMIGA QUE TIENE M U C H O PARO E N
LA CARA. ¿ P O D R Í A
T e aconsejo baños d e asiento templados.
.Mv>
MÉDICOS
OTROS ECZEMAS Y TODO LO QUE ME HAN DAIX5 HA
SIDO CON RESULTADO NEGATIVO. E N LA ACTUALIDAD
CUENTO 22 AÑOS. SOLTERA. D E L ESTÓMAGO ESTOY
MUY DÉBIL DE TANTAS COSAS QUE HE TOMADO. ¿QUÉ
ME ACONSEJA EL DOCTOR K L U G ? — M. Soler.
T E N G O U N AMIGO QUE TIENE 25 AROS Y PADECE
HEMORRAGIAS E N EL ANO. H A Y TEMPORADAS QUE ESTA
BIEN V NO LE HACEN DARO, PERO OTRAS PADECE MUCHO, MXS SI EVACÚA MUCHAS VECES. E N ESTOS CASOS
TOMA BAROS DE AGUA MUY CALIENTE Y SE PONE LA
POMADA MlDY, CON LO QUE SE LE CALMAN. ¿ Q u é
LE ACONSEJA EL DOCTOR K L U G PARA HACER DESAPARECER POR COMPLETO DICHA DOLENCIA? — U n lector
de L A REVISTA BLANCA.
La operación.
„,»» ¿Qué ME ACONSEJA EL DOCTOR K L U G PARA CURARME UN CATARRO, DEL QUE ME VEO ATACADO CON
FRECUENCIA? L E ADVIERTO QUE DESPIDO POR LA NARIZ UNA BARBARIDAD DE AGÜILLA Y SÓLO ME MOLESTA
UN POCO DE DOLOR EN LA FRENTE, CON VISTA CARGA-
DECIRME EL DOCTOR K L U G
CÓMO
SE PUEDE EVITAR? — N .
N o puedo contestar por n o saber lo q u e quieres
decirme.
^y^
TENGO
DESDE
HACE
U N A HERMANA
8
AROS
QUE CUENTA
PADECE
2^
AROS.
UNA N E U R O S I S TAN
AGUDA QUE A VECES S E PASA VARIOS DÍAS E N U N E S TADO D E TRISTEZA
O HIPOCONDRÍA
T A N EXTREMATXJ
QUE DURANTE L O S MISMOS N O QUIERE COMER N I VER
A NADIE. O T R A S VECES S E PONE FURIOSA Y N O GUAR-
DA RESPETO A PERSONA ALGUNA. H A C E ? AROS LA
VIÓ UN ESPECIALISTA DE ENFERMEDADES MENTALES,
PERO EL PLAN QUE LA MANDÓ SEGUIR NO DIO RESULTADO. M E H A N DICHO QUE SOMETIÉNDOSE A U N A O P E -
RACIÓN PARA EXTIRPARLA LOS OVARIOS SE PONDRÍA
BIEN. ¿ Q U É ME RECOMIENDA EL DOCTOR K L U G ? E N
CASO DE SER PRECISA LA OPERAaÓN ¿PODRÍA HACERLA EL MISMO DOCTOR K L U G ? — M . Casado.
DA. C U E N T O 26 AROS. — E . Carrasco.
Y o n o lo creo;* por esta razón, n o s o y partidario.
Ponte pomada Micch d e efectonina.
.«M
««M
H A O I AI.aLM08 AfiOS QW A U BHrKAD* DS LA
C U A N D O MB ACUESTO T I N G O QUB PotfSRMB U N A
ALMOHADA 9 0 e U 0 8 CTKA OCM • . RM M DORMÍ*
A
I3IO
CON LA CABEZA BIEN ALTA. Si NO ADOPTO ESTA POSICIÓN TENGO UNOS SUEÑOS EN LOS QUE QUEDO COMO
PARALIZADO Y SUFRIENDO MUCHO HASTA QUE. TRAS
MUCHOS ESFUERZOS, LOGRO DESPERTAR. ¿PUEDE
DECIRME EL DOCTOR K L U G A QVt ES DEBIDO ESTO?
TENGO I-? AÑOS Y SÓLO ME SUCEDE DESDE LA EDAD
DE Q. N O ME AHOGO Y ESTOY BIEN DEL APARATO
RESPIRATORIO, Y SI DUERMO DE LADO NO ME PASA
NADA: SÓLO ES CUANDO DUERMO BOCA ARRIBA. —
Un lector.
Y LA TIENE DESDE ABRIL Y SUPONEMOS QUH SB LA
HABRX PEGADO DE UNA IOVEN DE 2^ AÑOS. DICHA
JOVEN TENÍA LA CABEZA SIN PELO. A LA NIÑA SE LA
CURA Y DESPUÉS NO PARECE QUE TENGA NADA. L A
MANCHA TIENE TRES CENTÍMETROS DE DIÁMETRO, Y LA
HAN VISITADO VARIOS MÉDICOS, SIN RESULTADO. —
E. S.
Comprenderís que sin verla no deia de ser difícil : yo acierto doi.de tantos fracasan. De todas
maneras prueba esta pomada:
Tu ca.^o carece de importancia; procura dormir
de costado.
Alcanfor
Oxido de cinc
Ictiol
Calomelanos
Vaselina
Canolina
.««^ LLEVO I 8 MESES DE PRISIÓN EN U N CUARTEL
POR SEDICIÓN Y ME CONDENARON A ^ AÑOS. HACK
UNOS
8
DÍAS,
ME D^N
UNOS
VAHÍDOS
D E CABEZA
QUE PIERDO EL SENTIDO POR UNOS SEGUNDOS. C R E O
QUE ES DEBILIDAD POR LA MALA CALIDAD DE LA COMIDA Y PORQUE NOS LA D^N FRÍA DESDE QUE EMPEZÓ
LA PRISIÓN. M E VISITÓ EL MÉDICO MILITAR Y ORDENÓ
QUE DURANTE TS DÍAS SE ME DEN INYECCIONES DE
CACODILATO SÓDICO Y ARRENAL MEZCLADOS. ("CREE
EL DOCTOR KLUG ACERTADAS DICHAS INYECCIONES Y
PODRÍA INDICAR"4E LA MANERA DE EVITAS LOS VAHÍDOS
QUE TANTO ME MOLESTAN? P A S O LA MAYORÍA DEL
TIEMPO LEYENDO. — M . A .
Yo creo te sentarán muy bien.
«,«v>
Mí PADRE TIENE S7 AÑOS. PESA po KILOS.
H A C E CINCO AÑOS E S T Í E N REMEDIO D E U N MÉDICO
POR U N A S LLAGAS E N LA PIERNA DERECHA D E M U Y
JOVEN. E L AÑO PASADO EMPEZÓ A SENTIR SÍNTOMAS
DE FATIGA Y EL MÍDICO LE DIIO QUE TENÍA LOS POROS TAPADOS Y LE MANDÓ DlCfTALINE NATICELLE,
20 GOTAS DIARIAS. ViENDO QUE NO SENTÍA MEIORA,
BUSCAMOS OTRO MÍDICO, QUE LE RECETÓ COR^MIN^.
2 0 GOTAS. TRES DÍAS A LA SEMANA Y NOS DIJO QUE
ESTABA MLTY MAL DEL CORAZÓN. N o ESTANDO CONFORME. SE VOLVIÓ AL PRIMER MÉDICO. QUE LE RECETÓ
UN COMPITESTO DE INFUSO DE DIGITAL, CAFEÍNA Y
CHAROS DE PONCHE, UNA CUCHARADA CADA TRES HORAS. A L NO SENTIR MEIORA, LE VOLVIÓ A RECETAR
SOLUBAINE, 20 GOTAS DIARIAS, Y CUATRO DÍAS DH
N
T
lo
5
lo
i?
gt'
»
»
»
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. w ^ U N AMIGO CUENTA 44 AÑOS. A LOS T8 rui
VÍCTIMA DE LA REPRENSIÓN DE L'N AMO. E N AQUELLOS
MOMENTOS QUISO DARLE CON EL PICO Y, COMO NO LH
DEIARON. SI'FRIÓ UN GP»N SOFOCÓN, MARCHÍNDOSE
A CASA. A RESn.TAS DE TODO LO CUAL ESTUVO S MESES FN EL LECHO, D^n.ARÍNOOSELE EL REUMA EN LA
PIERNA DERECHA. M ' S TARDE. CUANDO FN CIERTA
OCASIÓN EST«RA DENTRO DEl. RÍO. SINnó UN HORRt
BLE FRÍO. OUE SE LE CORRIÓ A LOS RÍÑONES Y EN
ESTOS MOMENTOS A LA PIERNA DERECHA. OUE HOY LA
TIENE MÍS DELGADA Y SIENTE FN ELI * GRANDES HORMIGUEOS. RESISTIENDO POR UNOS MOMENTOS EL ESTAR DERECHO. L E H A N VISITADO VARTO'^ MÉDICOS. TOMANDO MEDICINAS Y BAÑOS SIN ALIVIO ALGUNO. F.STÍ
SOMETIDO A LARGO RÉGIMEN DE VERDURA. PE.SCADOS
BLANCOS Y LECHE. HOY LE ES MÍS AGUDO OUE NUNCA EL PEIIMA HA.STA EL PTJNTO DE NO PODER TRABAJAR. .Sus PADRES PADECEN REUMA DESDE HACE POCO
TIEMPO. N o HA SI TRIDO MAL VENÉREO ALGUNO.
;OtTÉ LE ACONSEIARÍA EL DOCTOR K L U G PARA ALIVIARLE EN SU SLTRIMIENTO? — U n a ¡Oven amante
del proere.«3.
El tratamiento del reuma es lareo y m u y di.'ftinto
en cada caso, por l o o u e el conseio e s miiv difícil.
En m u c b o í casos la diatermina resuelve el problema. Otros, los baños de termos, e t c . , e t c .
DESCANSO. A N T E S LE DABAN ATAQUES D E FATIGA QUE
LE DURABAN POCO Y CADA VEZ LE DAN M^S FUERTES
AHORA, HASTA DURARLE TRES HORAS, ARROIANDO
E.SPUTOS DE S*NGRE. ¿ Q u < NOS DICB EL DOCTOR
KLUC? — A. Balaguer.
Que habría de tener paciencia; ya que padece
una lesión grave del corazón.
»**.
¿PODRÍA
DEaRM« BL DOCTOR
KLUG
EL CON-
CEPTO QUE TTENE FORMAtXJ DE LAS PÍLDORAS FORTAM,
SOBRE LA REGULARIZAOÓN DH LA MENSTRUACIÓN? —
A. Céspedes.
Soy enemigo de los específicos que se anuncian.
La mayor parte son ineficaces.
.M««
U N A Nrf>A D E T R E S AÍJOS TTENB UNA COSTRA E N
LA PARTE DERECHA DE LA CABEZA QUE LIMPIÁNDOLA
CON VASELINA SE LA CAE, PERO A LAS 24 HORAS SE
LA VUELVE A REPRODUCIR. DEBATO DH DICHA COSTRA
5UELB TENER UNA ESPEOB DH AGUA, PERO EN PEQUERA CANTIDAD. L A COSTRA TIENE COLOR AMARILLENTO
~w»
U N VECINO MÍO TTFN;! U N HITO QUE A LA EDAD
DE TRES AÑOS SE LE EMPEZÓ A NOTAR BASTANTE ENTORPEaMTENTO EN LA LENGUA. L E VISITARON VARIOS
MÉDICOS Y LE RECETARON UNAS HIERBAS DEL CAMPO,
SIN SETÍTTR MEIORÍA. ACTUALMENTE CUENTA l 6 AÑOS,
ESTANDO COA'PI.ETAMENTB TARTAMUDO. PARA EMPEZAR A HABLAR TARDA CUATRO O aNCO MINUTOS. CON
LAS VARIAOONES DEL TIEMPO SE OBSERVA QUE SE
PONE MUCHO PEOR, AL EXTREMO QUE PARA ROMPER
A HABl AR TARDA MUCHO Y ALGUNAS VECES ROMPE EN
LLANTO. E L CHICO ES BASTANTE INTELIGENTE, HABIÉNDOSE DADO A LA CUESTIÓN SOOAL. PERO A CAUSA
DE DICHA ENFERMEDAD E.STÍ IMPOSIBILfrADO DE LAS
LUCHAS SOCIALES. ¿PODRÍA DEaRME EL DOCTOR K L U G
ALGÚN REMEDIO PARA EVTTAR LA ENFERMEDAD QUE
PADECE ESTE CHICO? — A . C .
C o m o la tartamudez ea u n estado e m o t i v o , l o m e
jor es tranquilizarlo y educarlo a hablar c o n paden>
cia. Asegurándole q u e si se Dega a aerenar hablari
correctamente.
DOCTOR KLUC
1311
N
facilita armas a la misma burguesía para presentar
ejemplos que dicen muy poco en tavor de los trabajadores.
FORMADO ÉSTE A MANERA DE GRUPO ESCOLAR, EN EL
Las cooperativas pueden hacer eso desde el moCUAL NO EXISTE MAESTRO TITULAR ALGUNO, SINO QUE
TODA LA LABOR REALIZADA ES EL ESFUERZO DE TODOS mento que lo hacen, pero no deben hacerlo ni sus
Y CADA UNO DE SUS AFILIADOS, ENSEÑANDO REClPRO' socios consentirlo, pues es una vergüenza para ellos
CAMENTE LO QUE SE SABE. ¿PODRÍAN LAS AUTORIDADES y para el propio cooperativismo.
Las cooperativas, más que cualquiera otra clase
DISOLVER UNA AGRUPACIÓN DE ESTA NATURALEZA?
de organismos que han de contar con personal em¿EXISTE ALGUNA LEY QUE LO AUTORICE? — Unos
pleado, desde el momento que parten del principio
compañeros.
de hacer partícipes de sus beneficios, repartan o no
Si el sindicato funciona legalmente, dicho grupo intereses, a sus afiliados, deben ser las primeras
puede quedar constituido como sección de cultura
en respetar y mejorar las condiciones de trabajo de
del sindicato, o bien el grupo escolar pasar a m> sus empleados y jamás colocarles en situación de
legrar la sección de cultura, con su comisión corresinferioridad en cuanto a salario y jornada. Procepondiente. Para legalizar la situación de la sección
der de otra manera es no poseer sentimiento alguno
mencionada, y por consiguiente del grupo escolar
cooperatista y tener embotada toda sensibilidad so(mientras en él no participen personas no afiliadas
aetaria. \ Los obreros no han de tratar peor a sus
al sindicato, pues entonces podría interpretarse la
compañeros que los propios burgueses 1
enseñanza como pública), bastará tomar un acuerdo
1 Pero cuan retrasadas están moralmente las coen tal sentido, si la cuestión de cultura, como es de operativas en ciertos lugares 1 Las hay con que
•uponer, está prevista en los Estatutos del sindicato. cuentan miles de pesetas de fondo colectivo y son
En caso contrario, se puede añadir a los mismos un incapaces de fundar una escuela, de sostener una
articulo adiaonal en el que te especifique tal proinstitución de cultura, y aun más, que m cuentan
pósito, y de esta modificación de Estatutos si debe
tan siquiera con una biblioteca, 1 y está lejos de
darte cuenta a la autoridad.
tut propósitos adquirir un libro para alimento espiritual de sus afiliados 1
«.,« ¿Es VERDAD QUE LOS TRABAJADORES RUSOS ESLas cooperativas habrían de airearse mucho para
TÁN ARMADOS LEGALMENTE? — Portóles.
proporcionar a los trabajadores verdaderos beneficios materiales y morales y no entorpecer la acción
Los declarados comunistas y la Guepeú, indudade los trabajadores en otros terrenos, facilitando
blemente. A los anarquistas y a cuantos trabajadores
también el movimiento de transformación social,
no ucontrarrevolucionarios» que no apoyan incony sólo así muchos obreros seguramente dejarían de
dicionalmente la dictadura de Stalin, no sólo te les considerarlas con ciertas reservas y prevenaón, hasmega lat armas, sino la libertad y hatt» U vida.
ta ahora muy justificadas.
«««« HABIÉNDOSE CONSTITU(DO EN EL SENO DE ESTE
SINDICATO UN GRUPO DE JÓVENES ESTUDIOSOS, SE HA
«»»% ¿POR QUÉ LOS COMUNISTAS TIENEN TANTO INTERÉS EN QUE INGRESE LA C . N . T . EN LA ALIANZA
OBRERA (UNOS) Y EN EL FRENTE ÚNICO POPULAR
(OTROS)? — Portóle*.
Porque los comunistas ven en ello la manera de
poder seguir sus maniobras entre la clase trabaja' dora, después de sus fracasos en el intento de cotistituir un organismo sindical bajo tu control, empresa
en la que no han tenido éxito, a pesar de haber
contribuido a dividir a los trabajadores, y porque
las fuerzas de la C. N . T . ton muy codiciadas por
todos los políticos y ambiciotos, que desearían dejarla tin savia libertaria.
,«««,
¿PUEDE UNA COOPERATIVA TENER A SUS DEPENDIENTES DIEZ Y ONCE HORAS EN UN DESPACHO DE
COMESTIBLES, EXCEPTO EL SÁBADO, QUE TRABAJAN 16
HORAS, Y LLAMARSE OBRERA, CUANDO LOS SOCIOS
QUE A LA MISMA PERTENECEN QUIEREN QUE SE LES
RESPETE LAS OCHO HORAS? PROCEDER AS(, ¿ES
OBRAR DE ACUERDO CON EL SENTIMIENTO COOPERAnsjA? ¿ACASO ESOS DEPENDIENTES NO SON OBREV.o9t — Un trabajador.
Si lat cooperativas hubieran de buscar los beneficios a base de la explotación del personal empleado, de sus propios dependientes, serían mucho peores que las propwi explotaciones burguesas. En descrédito suyo, mucha* cooperativa* no han sabido
desprenderse de la moral de la usura y tratan a MI
personal tin consideración alguna, con lo que te
««M
¿POR
QUÉ LOS COMUNISTAS
AZUZAN
TANTO,
DESDE SUS PERIÓDICOS, CONTRA LA C. N . T . Y LA
F. A. 1. ACERCA DE LAS PRÓXIMAS ELECCONES? — P.
Porque no tienen tema de mayor interés, ni siquiera para contar las excelencias del régimen soviético, que es utia verdadera «democracia» con
jerarquías de obreros asalariados, de dictador máximo y de «camaradas» generaüsimos, y también
porque deben tat>er que defendiendo la participación
en la campaña electoral se prolonga la vida del
Estado y del sistema burgués, mientras queda tiempo de llegar a diputado, cosa a la que ningún anarquista, por «contrarrevolucionario» que se le califique, puede llegar sin dejar de serlo, y para la cual
la C. N . T . y la F. A. I., mientras no pierdan au
espiritualidad anarquista, ton un estorbo.
««v« ¿ N o PODRÍA INVITARSE A KRISHNAMURTI A QUE
ESCRIBIERA ALGÚN ARTÍCULO PARA «LA REVISTA BLANCA»? — Fraternal.
Esta Revista publicaría con agrado dichos artículo*
si se le enviaran sm esa expresa invitación.
«w. iQut QUIERE DECIR U PALABRA «CHAUVINISMO»?—M. G. C.
No tabemot cyál e« la etimología de etta palabra. Designa patriotería, nacionalismo agresivo y
grosero, pero ignoramoi la cauta y raíz de tu aplicaaón.
1312
E
1
S
T
A
B
N
CINEMA
^'IpF «Hombres contra hombres»
'EMOS dicho repetidas veces que
se ha hablado con exceso con'
tra la guerra. Son innúmera'
bles, también, los escritos pU'
bhcados contra ella; los libros
que se han impreso y las peluulds que se han realizado demostrándonos
sus crueldades, haciendo nacer en nosotros el
horror a la misma.
Sin embargo es tan grande y humano este
tema, que hemos de reconocer que, a pesar
de servir muchas veces de base a un ruin
mercantilismo, no se ha agotado todavía el
argumento de la Pal. Queda aún mucho por
decir, siendo un deber de todos el contribuir
a este gran fm; a machacar, si es preciso, los
sentimientos de amor a la humanidad ya
odiar a este monstruo que continuamente
amenaza destruir nuestras vidas.
Llevados por nuestras simpatías hacia las
obras pacifistas, asistimos a la representación
de la película utiombres contra hombres»,
QuizA, también — porque negarlo — influidos
por la satisfacción de tratarse de una produc
ción nacional. De un tiempo a esta parte, son
numerosas las obras que nuestra industria ci'
nematográfica ha presentado, todas ellas cor
rentes de fines educativos o humanos.
Nuestro cinema, si asi puede llamársele ya
que de propio no tiene nada, no ha hecho
más que llevar a la realización obras casi pía'
giadas del mercado americano. Le ha faltado
este estilo propio que caracteriza a las gran'
des producciones de diferentes nacionalidades.
Cuando ha intentado tenerlo, acudió a deS'
enterrar comedias que ya se consideran cadu'
cadas en el marco teatral.
El eme debe tener características propias;
ha de apartarse del ambiente teatral por ser
éste, aunque haya quien lo confunda, un arte
completamente diferente. Por este motivo nos
hemos mantenido casi apartados de todas las
cintas que llevan el sello nacional, pero esta
vez, seducidos por su titulo y por su finalidad
contra la guerra, asistimos a la representación
de uHombres contra hombres».
Película modesta y quizfi algo deficiente en
técnica, señala a pesar de ello, un nuevo paso
en la producción española. Su desarrollo, sin
ser riingún gran argumento, cumple con su
misión.
Un doctor inventa un nuevo ^as, cuya pO'
tencialidad puede destruir ejércitos enteros;
lo presenta d Estado Mayor y éste con todos
los honores que merece un tan digno deferí'
sor de la Patrw, se lo acepta. Ya en casa eX'
pone su invención a su mejor amigo, novio
d¿ su hermana y hombre pacifista e idealista,
comunicándole que sólo él sabe la fórmula y
que en caso de que falleciera desaparecería,
también, el mencionado gas.
Después de intentar persuadirle de que dc'
sista de su invención, se dirige, el amigo, a su
casa, asaltándole la idea, por amor a la tiumO'
tndad, de matar al inventor salvando di» la
vida de muchos millares,
Después de larga meditación coge un revóU
ver de su mesa, marchando al laboratoru) doru
de el doctor hace sus experimentos y le mata,
tmpieía el ¡UKIO, pidiendo el fiscal acusador
U ultima pena por tratarse, según él, no de
un vulgar asesino, sino que, privando a la Potna de un gran invento, hace que quede ésta
indefensa ante la amenaza enemiga poniendo
asi en peligro a todos los ciudadanos de la
nación.
ti abogado defensor, empieZfi su peroración
alegando que lo que su cliente ha hecho no
ci un cnmen, sino que, cual cirujano, ha cortado un miembro para salvar a todo el cuerpo,
Recuerda, en su defensa, la última Gran Guerra, aportando escenas reales de la barbarie
humana, del archivo secreto de las naciones
beligerantes, tn una de ellas vemos un gran
sacerdote que como antítesis del «Amooj los
unos a los otros» bendice a las tropas deseáti'
doles la victoria aunque sea a costa de muchas victimas.
Se reúne el jurado, y por el voto del presi'
dente, que decide el empate de opinión, acuet'
da su culpabilidad, condenándole a la pena de
muerte. Al hacer público el fallo, el acusado
despierta de su sueño; ha sido todo una pe'
sadilla.
El teléfono de la mesa de trabajo dónele
había quedado dormido le llama. Su novtd
le pide acuda en seguida a su casa; se ha
producido una explosión en el laboratorio de
su hermano. Uega a la casa de su prometida,
encontrando al inventor muerto, victima de
su propio invento,
Como he dicho anteriormente, si la analizfl'
mos a fondo le encontraremos varios defectos
pero, a pesar de eüo, es la primera película
ruicional que merece nuestras simpatías. Bien
por el Director y alentémosle para que siga
adelante en el nuevo cinema educativo y hiu
mano.
J. FBRRER (ZEL)
lote primero
Ptas. 4*25
EL INGENIOSO HIDALGO MIGUEL DE CERVANTES, de Han
Hyner; EL AVENTURERO DE AMOR, de Han Ryner; LA VICTORlA, de Federica Montseny, y SEMBRANDO FLORES, de Federico
Urales.
Lote segundo
Ptas. 4'75
LOS DEPORTADOS, de Charles Malatoj LA PERSECUCIÓN DEL
HELENISMO EN TURQUL\, de Angela Graupera; LOS HIJOS DEL
AMOR, de Federico Urales, y EL HIJO DE CLARA, de Federica
Montseny.
Lote tercero
Ptas. 5'25
JESÚS ES UN MITO, de George Brandes» NÁUFRAGOS, de Adrián
del Valle t CANTIGA DE MONTAÑA, de Elias Garda, y SEMBRANDO FLORES (edición de lujo), de Federico Urales.
Lote cuarto
Pesetas 4
PROBLEMAS TRASCENDENTALES, de Femando Tarrida del Mármol; EL AUTODIDACTA, de Han Ryner; LA MULATA SOLEDAD,
de Adrián del Valle, y ALMANAQUES DE «LA NOVELA IDEAL».
1937 y 1928.
Lote quinto
Pesetas 6
de Max Nettlau, los dos tomos; EL AVENTURERO
DE AMOR, de Han Ryner; EL MUNDO BAJO LA TEMPESTAD,
por Ledif Nitram.
ELÍSEO R E C L U S .
Lote sexto
Pesetas 5
LAS GRANDES CORRIENTES DE LA LITERATURA EN EL SIGLO XIX. de Georges Brandes; LA BARBARIE GUBERNAMENTAL.
Lote séptimo
Pesetas 5
ELÍSEO RECLUS. por Max Nettlau (dos tomos); EL AUTODIDACTA.
por Han Ryner. y EL AVENTURERO DE AMOR, por Han Ryner.
tote octavo
Pesetas 5
CANTIGA DE MONTAÑA, por Blías García; FLOR DESHOJADA.
| » f Federico Urales; JUAN SIN PAN. por Adrián del VaUe; LA INDOMAfiLB. por federicá Montaeoy i LA MULATA SOLEDAD, por Adrián
del Valle (ALMANAQUE DE «LA NOVELA IDEAL» 10x7-38; LAS
DIOSAS DB LA VIDA, por Soledad Gusuvoi LOS GRANDES DBLINCUENTES, por Feacrioo Urales, y PENSAMIENTOS REVOLUCIOMARIOS. por Mateo MorraL
Lote noveno
Ptas. 6'50
JESÚS ES UN MITO, por Georges Brandas; EL AUTODIDACTA.
por Han Ryner; LOS DEPORTADOS, por Charles Malato; EL INGENIOSQ HIDALGO, por Han Ryner; EL AVENTURERO DEL AMOR,
pot Han Ryner, y PROBLEMAS TRASCENDENTALES, por F. Tarrida del MánnoL
Lote décimo
Pesetas 6
LA EVOLUCIÓN DE LA FILOSOFÍA EN ESPAÑA, por Federico
Urales, y EL MUNDO BAJO LA TEMPESTAD, por Ledif Nitram.
Todoi ettot lotea se sirven al contado o a reembolso, y sobre cftM pfcciot no se hace descuento.
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EL QNEMA Y LA REALDAD SOCIAL,
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DERNA, por Comelissen
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EL DUELO DE LOS SEXOS, por Lorulot. o'jo
SOCIALISMO CONSTRUCTIVO, por Rocker o'jo
ESBOZO DE HISTORIA DE LAS UTOPL<^,
por Nettlau
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CRITICA DE LA TEORÍA SEXUAL DE
FREUD. por Myerson
O'jo
CAMISAS NEGRAS, por Luce Fabbri . . . a'40
NU40S INDISCIPLINADOS, por Karman. . i'8o
IDEOLOGÍA Y TRAYECTORL\ DBL MO.
VIMIENTO OBRERO REVOLUCIONA'
RIO EN LA ARGENTINA, por D. A. de
Santillin
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EL MUNDO BAJO LA TEMPESTAD, por
M. Ledií Nitnun . . • • • . , . . •
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¿SE EQUIVOCO MARX? ¿FRACASA EL
SOOALISAK}?, por HUdegart . . . . . 3'—
ALEMANIA. AYER Y HOY. por Fierre Ga'
nivet
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MI COMUNISMO, por S. Faur*
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EL HUMANISFBRIO. por ). Deiac<^ . . . i'jo
EL ESTADO (CONFERENCIAS), por Kropotkin
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ERRICO MALATESTA. por Max Nlettlau . 3 ^ DOCUMENTOS INÉDITOS SOBRB LA IN'
TBRNACiONAU per M. NettiM . . . 3'—
BAKUNIN Y LA ALIANZA BN «SPAÑA..
por M. Nettlau
^. . . . t'50
PAGINAS DE HISTORIA SCOAUSTA. pM
V. Tcherkeacrf . . . . . . . . . <
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SOCL\Ll£AaON DE LA MEDICINA, por
]. Lazarte
0*50
FERRER Y NAIKNS. por Bdnardo G. Gilí'
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LA REVOLUCIÓN SOCIAL EN FRANCIA.
por M. Bakuain (UQ tomo) . . . . . . 3*7lUAN MOST. pw R. Rocker (^ tomoa), d
tomo
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EL DOLOR PARAGUAYO (obra* completas
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EXEAS CRITICAS (obra* completas de Rafael
Barret)
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Barret)
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MOVIMIENTO MAOCNOVISTA. por P.
Arcfainoff . . . . . . . . . . . . . 3'—
CHCTADURA Y nBVOLUOON» por L. Pab'
bri. . . . . . . . . . . . . . .
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ARTISTAS Y REBELDE^, por R. Rocker. 3'—
LA NUEVA CREACIÓN ra LA SOCIEDAD.
por P. Raraua
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ESQUEMA OB LA LITERATURA JUDIA.
por Stüomón Reiankk
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liAhAJAL DB LA HISTORIA JUDIA, por
SimÓD Diibaow . . . . . . . . . .
6'^
LOS IDBALES Y LA REALIDAD DB XA
LITERATURA RUSA. Mr P. KropotUo.
fLA LOCURA C » LA G l ^ R A BN AMBt
RICA, por ). Laattie (prdkwo de Mcolad.' o'7>
OBSAl«nXO tiBL TRABAJO H U Í Í A N O .
LABANCA^OTA DBL SISTEMA BOONOMKX) Y POLÍTICO DBL CAPITALIS'
MO. por D. Abad de Santiliii, . . . . «'90
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LAS RAZAS HUMANAS . . . . . ' ,
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LO QUE TODOS [«BERIAN SABBR. . .
COMO SE FORMA UNA INTBUGBNCIA .
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¿QUIEN FUE JESUCRISTO?
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LA
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TIEMPOS, por Nettlau
LA DIVINA COMEDIA . . . . . . . .
EL P A R A Í S O PERIXDO.
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.
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PISICA-DBL AMOR
LA ESOffiLA MOI»RNA . . . . . . .
CARTQXA FOJOUXKA
LAS AVENTURAS DB N C » » . . . . .
TISRRA.UBRB .
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LA? RAZAS H U I U N A S .
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LO QUE TODOIÚBBERIAN SABBR. . . 2'LO am DBB6 SMÉR TODA JOVBN . . i'jo
dSO/m' tXBL dVSTIANISMO . . . . . 3'—
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MONTIJiCH. . .
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LA B^CACION SEXUAL, pitr J. MaiesiaB. i'y>
UN MILITANTE OB LA C N . T. BN RUi>
SIA. por Vicente Péret . . . . . . . S*—
PRELUDIOS DB LA LUCHA, por K A a ú '
gs. a tonos
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EL CATECISMO DB LA CSBNOA . . . . t'so
ÉL HOMBRE PREHISTOUGa en tdstics.
a peas, t tá tda
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