Número de registro: 22264 Novena Época Instancia: Tribunales

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AMPARO DIRECTO 113/2010.
Número de registro: 22264
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XXXII, Julio de 2010
Página: 1898
AMPARO DIRECTO 113/2010. **********.
CONSIDERANDO:
CUARTO. Es sustancialmente fundado el concepto de violación que se analizará, lo que hará
innecesario el estudio de los restantes, según lo dispuesto en la jurisprudencia 107, visible en
la página 85 del Tomo VI del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000,
que establece: "CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, ESTUDIO INNECESARIO DE LOS. Si al
examinar los conceptos de violación invocados en la demanda de amparo resulta fundado uno
de éstos y el mismo es suficiente para otorgar al peticionario de garantías la protección y el
amparo de la Justicia Federal, resulta innecesario el estudio de los demás motivos de queja."
Primeramente, conviene establecer que no se examinarán los motivos de reclamo que versan
sobre las violaciones procesales que menciona la solicitante de la protección federal, relativas
a la testimonial ofrecida por la actora y la diversa ofertada por la demandada en el incidente
de nulidad de actuaciones que promovió contra el emplazamiento que se le efectuó, así como
aquella en la que se sostiene que indebidamente se cerró el periodo de alegatos antes de
tiempo, en virtud de que, como se verá, este Tribunal Colegiado advierte que en la demanda
de amparo se expone otro argumento que se estima fundado y que beneficia en mayor grado a
la impetrante, por lo que se abordará éste con fundamento en lo establecido en la
jurisprudencia P./J. 3/2005, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
consultable en el Tomo XXI, febrero de dos mil cinco, página 5, de la Novena Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que establece: "CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN EN AMPARO DIRECTO. EL ESTUDIO DE LOS QUE DETERMINEN SU
CONCESIÓN DEBE ATENDER AL PRINCIPIO DE MAYOR BENEFICIO,
PUDIÉNDOSE OMITIR EL DE AQUELLOS QUE AUNQUE RESULTEN FUNDADOS,
NO MEJOREN LO YA ALCANZADO POR EL QUEJOSO, INCLUSIVE LOS QUE SE
REFIEREN A CONSTITUCIONALIDAD DE LEYES. De acuerdo con la técnica para
resolver los juicios de amparo directo del conocimiento de los Tribunales Colegiados de
Circuito, con independencia de la materia de que se trate, el estudio de los conceptos de
violación que determinen su concesión debe atender al principio de mayor beneficio,
pudiéndose omitir el de aquellos que, aunque resulten fundados, no mejoren lo ya alcanzado
por el quejoso, inclusive los que se refieren a constitucionalidad de leyes. Por tanto, deberá
quedar al prudente arbitrio del órgano de control constitucional determinar la preeminencia
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en el estudio de los conceptos de violación, atendiendo a la consecuencia que para el quejoso
tuviera el que se declararan fundados. Con lo anterior se pretende privilegiar el derecho
contenido en el artículo 17, segundo párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, consistente en garantizar a los ciudadanos el acceso real, completo y
efectivo a la administración de justicia, esto es, que en los diversos asuntos sometidos al
conocimiento de los tribunales de amparo se diluciden de manera preferente aquellas
cuestiones que originen un mayor beneficio jurídico para el gobernado, afectado con un acto
de autoridad que al final deberá ser declarado inconstitucional."
En efecto, como bien lo alega la quejosa, la Sala responsable interpretó equivocadamente el
artículo 669 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, al establecer que el término a
que se refiere el tercer párrafo de dicho precepto inició el veintitrés de diciembre de dos mil
cinco, fecha en que se dejaron de cubrir los intereses moratorios, habida cuenta que, según lo
pactado en el contrato fundatorio, aquél empezó el veinticuatro de octubre de dos mil cuatro,
pues fue entonces cuando los demandados se comprometieron a cumplir con la obligación
principal, consistente en el pago del adeudo reconocido por un millón de pesos.
Cabe recordar que de las actuaciones del juicio de origen se advierte que **********, aquí
tercero perjudicado, mediante escrito presentado el quince de mayo de dos mil seis, demandó
en la vía sumaria civil tanto a la quejosa **********, como a **********, por: "A) El
cumplimiento del contrato de transacción, reconocimiento de adeudo e hipoteca, a favor del
suscrito, consignado en la escritura pública número ********** otorgada ante la fe del Lic.
**********, notario público adscrito y asociado al titular número ********** de esta
municipalidad de **********, Jalisco, de fecha **********, y registrado el gravamen en
asiento de fecha **********, en documento número ********** folios ********** a
********** del libro ********** de la sección inmobiliaria, ante la Dirección del Registro
Público de la Propiedad y del Comercio del Estado de Jalisco."
A dicho libelo se adjuntó la escritura a la que se alude en el párrafo anterior, en la que las
partes acordaron, en lo conducente: "En la ciudad de Guadalajara, Jalisco, a los 23 veintitrés
días del mes de abril del año 2004 dos mil cuatro, yo licenciado **********, notario público
suplente, adscrito y asociado al titular número ********** de esta municipalidad, licenciado
**********, en funciones según convenio de asociación notarial, publicado en el Periódico
Oficial ‘El Estado de Jalisco’ bajo ejemplar número **********, del tomo CCCI trescientos
uno, de fecha 29 veintinueve de agosto de 1989 mil novecientos ochenta y nueve; hago
constar: el contrato de transacción, reconocimiento de adeudo e hipoteca, que de conformidad
con lo dispuesto por los artículos 2633 dos mil seiscientos treinta y tres al 2651 dos mil
seiscientos cincuenta y uno del Código Civil vigente para el Estado de Jalisco, ante mí
celebran: I. El señor **********, por su propio derecho a quien en lo sucesivo se
denominará también como ‘la parte acreedora’; II. Los señores **********, ********** y
su esposa **********, a quienes en adelante se les denominará como ‘la parte deudora’. ...
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Cláusulas: Segunda. Reconocimiento de adeudo. ‘La parte deudora’, reconoce deber al día de
hoy, a favor de ‘la parte acreedora’, la cantidad de $1'000,000.00 (un millón de pesos 00/100,
moneda nacional), misma cantidad que se obliga a pagar de conformidad a lo señalado en la
cláusula cuarta siguiente. ... Cuarta. Plazo y forma de pago. ‘La parte deudora’ se obliga a
pagar a ‘la parte acreedora’ el adeudo reconocido y consignado en el pagaré a que se refiere
la cláusula tercera que antecede, así como sus consecuencias legales inherentes, en el
domicilio de este último y que más adelante se consigna en el capítulo de ‘generales’ de este
instrumento, sin necesidad de requerimiento judicial o extrajudicial alguno, ya que en este
acto se tienen por hechos los necesarios, pago que por la cantidad de $1'000,000.00 (un
millón de pesos 00/100, moneda nacional), deberá ser efectuado exactamente el día 23
veintitrés de octubre del año 2004 dos mil cuatro. Quinta. Intereses. ‘La parte acreedora’ y ‘la
parte deudora’ pactan expresamente, que el adeudo reconocido, no causará interés natural
alguno, pero para el caso de incurrir en morosidad, ‘La parte deudora’ deberá pagar además
del capital adeudado, un interés moratorio calculado a razón del 10% diez por ciento
mensual, durante todo el tiempo que permanezca incumplida la obligación de pago, y servirá
como base para el cálculo de los intereses en cualquier caso, el monto total del adeudo
reconocido, respecto del cual se constituye garantía en este instrumento. Sexta. Aplicación de
pagos. En caso de que ‘la parte deudora’ se encuentre en estado de mora, y salvo lo pactado
en la cláusula anterior, por cualquier otra circunstancia realice pagos parciales y no
completos, dichos abonos, cualquiera que sea su importe, se entenderán recibidos por ‘la
parte acreedora’, primero al pago de intereses y gastos de cobranza o ejecución en su caso; y
si quedare algún remanente, se aplicará como abono al capital adeudado o suerte principal, en
el entendido de que dicha forma de aplicación de abonos, subsistirá sin necesidad de previa
manifestación de ‘la parte acreedora’. ... Décima. Garantía hipotecaria. Con la finalidad de
garantizar el oportuno cumplimiento de las obligaciones de pago a cargo de ‘la parte
deudora’ con motivo del adeudo reconocido en esta escritura, más sus consecuencias legales
inherentes, los señores licenciados **********, ********** y su esposa **********, en
este acto y de manera expresa, constituyen hipoteca en primer término a favor de ‘la parte
acreedora’ señor **********, sobre el siguiente bien inmueble identificado como: la unidad
habitacional privada identificada con el número ********** veintiuno del módulo ‘H’ letra
hache, del condominio horizontal **********, en esta ciudad; así como lo en él construido
que constituye la finca marcada actualmente con el número ********** de la calle
**********, con una superficie de 360 trescientos sesenta metros cuadrados; y las siguientes
medidas y linderos ..."
De lo transcrito se colige, por un lado, que las partes celebraron un contrato en el que la aquí
quejosa y su esposo **********, reconocieron deber al tercero perjudicado **********, un
millón de pesos, cantidad que no causaría interés ordinario alguno; por otro lado, que los
deudores se obligaron a pagar el veintitrés de octubre de dos mil cuatro, en una sola
exhibición, el importe aludido, de lo contrario habrían de cubrir adicionalmente el diez por
ciento mensual por concepto de interés moratorio y que, en fin, cualquier pago parcial se
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recibiría como abono a intereses sin necesidad de declaración previa de la acreedora.
Ahora bien, el artículo 669 de la legislación adjetiva civil del Estado, dispone: "Se regirá por
las presentes reglas todo juicio que tenga por objeto la constitución, ampliación o división y
registro de una hipoteca, así como su cancelación, o bien el pago, rescisión, vencimiento
anticipado o prelación del crédito que la hipoteca garantice. Cuando se trate del pago o
prelación de un crédito hipotecario, es requisito indispensable que conste en documento
debidamente registrado, y que sea de plazo vencido o que pueda exigirse el vencimiento
anticipado. Sólo será exigible anticipadamente el crédito con garantía hipotecaria por
incumplimiento de obligaciones de carácter económico o de aquellas que incidan en la
destrucción o detrimento del bien hipotecado. La acción de pago por esta vía caduca en un
año contado a partir del día siguiente a aquel en que tuvieron lugar los hechos que la
originan. Si el actor omite o desvirtúa hechos, la caducidad operará desde el día siguiente de
aquellos que debieron originar la acción intentada."
Dicho precepto está inmerso en el título undécimo, relativo a los juicios sumarios, de donde
deriva que la acción respectiva puede ejercitarse a través de la vía sumaria de privilegio
correspondiente.
Por otro lado, del numeral copiado se advierte que la referida acción procede por varios
motivos: para la constitución, ampliación, división y registro de una hipoteca o su
cancelación; asimismo, con el objeto de lograr el pago, la rescisión o el vencimiento
anticipado del crédito garantizado a través de dicho contrato accesorio.
El tercer párrafo del citado artículo lleva a establecer que el acreedor que tenga garantizado
su crédito mediante una hipoteca y demande el pago correspondiente, dispone de un año para
ejercer la acción respectiva en la vía sumaria.
En ese contexto, debe entenderse que el término fijado para demandar el cobro del adeudo
inicia a partir del día siguiente al incumplimiento, pues el "hecho que la origina" es,
precisamente, que el deudor no pague su deuda en el tiempo acordado, esto es, que incurra en
mora.
Lo anterior se corrobora con la exposición de motivos relativa a la reforma mediante la cual
se integró el último párrafo a dicho precepto, publicada en el periódico oficial "El Estado de
Jalisco", el veintinueve de diciembre de dos mil uno, en los que se señaló, en lo conducente:
"Legislatura del Estado. ... Exposición de motivos. ... Decreto: 19425. ... Considerando. ...
VIII. Partiendo de estas premisas, los integrantes de las Comisiones Conjuntas de Estudios
Legislativos, Puntos Constitucionales y Reglamentos, y de Justicia, nos dimos a la tarea de
buscar la redacción idónea, en los artículos indicados para la adecuación de cada figura
jurídica o momento procesal a reformarse; apartándonos ocasionalmente de los artículos
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indicados en las iniciativas, mas respetando el objeto y fin de las mismas, proponiendo la
reforma o adición en artículos diversos, a efecto de dar claridad, se indican en lo individual
cuáles son los artículos reformados y cuál es el objeto y, en todo caso, el alcance de tal
reforma, de acuerdo a lo siguiente: 4. En el artículo 669 del Código de Procedimientos
Civiles, se establece una regla procesal que estimamos de gran importancia, al limitar la
procedencia de la vía civil sumaria hipotecaria en cuanto su ejercicio a un plazo de un año a
partir del que el deudor incurra en mora. Esto, para limitar y forzar el ejercicio de esta acción
con resultados positivos para ambas partes, toda vez que al forzar la presentación de las
demandas de este tipo en el plazo perentorio de un año, se evita una acumulación innecesaria
de intereses moratorios con la consecuente generación de créditos totalmente impagables e
incobrables, evitando en lo posible el terrible fenómeno de la cartera vencida e
indirectamente, la forzada cultura del no pago. Cabe hacer la aclaración, que el
incumplimiento en esta norma trae aparejada la caducidad de la instancia, mas no la extinción
de la hipoteca en cuanto la prelación de los derechos del acreedor, ni la publicidad o
naturaleza del gravamen en relación con el bien inmueble hipotecado y mucho menos la
obligación del pago derivada del contrato, toda vez que la caducidad de la vía sumaria
hipotecaria no afecta el registro del propio gravamen, ni los derechos u obligaciones
pactadas, por tratarse de una medida de carácter adjetivo. La limitación aquí mencionada, no
se aleja de prácticas ya conocidas en el marco jurídico mexicano, ya que basta con hacer
referencia a los juicios mercantiles ejecutivos, que de igual forma limitan la procedencia de
esa vía, a un plazo fatal. ... Por lo anteriormente expuesto, fundado y motivado, los diputados
integrantes de las Comisiones Conjuntas de Estudios Legislativos, Puntos Constitucionales y
Reglamentos y de Justicia, sometemos a la aprobación de la asamblea, en los términos de los
artículos 93, 94, 95 y demás relativos de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, el siguiente
proyecto de: Decreto que reforma la fracción II del artículo 2557 y el artículo 2581 Bis del
Código Civil, así como adiciona cuatro párrafos al artículo 576, adiciona un párrafo al
artículo 669, reforma el tercer párrafo y elimina el último del artículo 680 y deroga el artículo
680 Bis del Código de Procedimientos Civiles, ambos ordenamientos del Estado de Jalisco."
Lo anterior, revela que la razón por la que se limitó a un año el ejercicio de la acción
hipotecaria en la vía de privilegio fue para presionar a los acreedores a presentar sus
demandas en menos tiempo, a partir del incumplimiento de sus deudores, de manera que se
evitara la acumulación de intereses moratorios que generarán créditos incobrables.
Luego, es claro que la Sala responsable se equivocó al sostener que debido a que quedó
demostrado en el juicio natural que los demandados hicieron varios pagos parciales hasta
diciembre de dos mil cinco, a partir de ahí debió iniciar el año que tenía el actor para
demandar, de donde concluyó que estaba en tiempo para hacerlo.
Ello se sostiene porque, según se vio, la suerte principal debió liquidarse el veintitrés de
octubre de dos mil cuatro y los abonos que se hicieron (el último en diciembre de dos mil
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cinco), obedecieron a la falta de pago puntual del capital (un millón de pesos) adeudado, es
decir, se cubrieron intereses moratorios de acuerdo con lo convenido en las cláusulas quinta y
sexta del fundatorio, lo que lógicamente refleja que el deudor permaneció en el mismo estado
de incumplimiento, esto es, de mora.
En el último párrafo del artículo 669 transcrito, el legislador previó un tipo de caducidad
procesal legal, en virtud de que de su lectura queda claro que el acreedor que ha garantizado
la deuda constituida a su favor mediante una hipoteca tiene el plazo de un año para ejercer la
acción hipotecaria en la vía sumaria; el lapso indicado inicia a partir del día siguiente a aquel
en que puede ejercer la acción lo que, como se estableció en párrafos anteriores, es la fecha
en que incurre en mora y se hace exigible la obligación.
La legislación procesal citada no prevé los supuestos de interrupción de dicha caducidad; sin
embargo, es evidente que por ser de naturaleza procesal sólo un acto de este tipo pudiera
impedir que se consolidara, concretamente, la presentación de la demanda, puesto que se trata
de un acto positivo concreto, efectuado por el acreedor que manifiesta su voluntad de ejercer
su derecho en la vía de privilegio; de lo contrario, opera la sanción establecida en el aludido
numeral que limita la temporalidad para acceder al juicio sumario, obligando al prestamista a
exigir su prerrogativa en la vía ordinaria.
Cabe citar lo que al respecto explica Ernesto Gutiérrez y González, a propósito del concepto
de la caducidad, en su libro Derecho de las Obligaciones, Editorial Porrúa, décima edición,
página 1057 y siguientes: "1199. Evolución de la noción de caducidad. Esta idea de imponer
una sanción a quien no realiza voluntariamente un acto positivo determinado, sanción que
impedía el nacimiento de un derecho, se llevó al campo de las leyes que rigen los
procedimientos, y de ahí se creó la llamada caducidad procesal. En este avance de la
caducidad, se hizo extensiva no sólo al derecho de los procedimientos, sino dentro del mismo
derecho sustantivo, se filtró a otros campos diversos del hereditario, y se aplicó a otras
figuras como a las modalidades, y en especial al plazo, y también finalmente, se permitió que
las partes por medio de actos convencionales ya al amparo de la voluntad fijaran casos en los
que por no realizar voluntariamente un acto positivo determinado, se daría lugar al no
nacimiento de un derecho. Pero siempre se conservó la esencia que se desprende de las leyes
caducarias. 1200. Concepto de caducidad. Conocida así a grandes saltos en el tiempo la
historia de la caducidad de la cual doy antes una síntesis, hice un análisis de los casos que la
ley considera como de caducidad, algunos de los cuales menciono en líneas posteriores; con
esos datos elaboré el siguiente concepto: Caducidad es la sanción que se pacta, o se impone
por la ley, a la persona que dentro de un plazo convencional o legal, no realiza voluntaria y
conscientemente, una conducta positiva pactada, o que determina la ley. Esa sanción consiste
en no dejar que nazca o bien no permitir que se mantenga vivo un derecho sustantivo o
procesal, según sea el caso. Por acto positivo se debe entender, en la especie, la conducta
humana que sirve para evitar -en contra de quien la realiza- la sanción o castigo pactado o
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fijado en la ley. ... 1203. II. Caducidad establecida por la ley. ... Se debe entender por esta
caducidad, establecida por el Estado en un ordenamiento, la sanción que impone la ley, a la
persona que dentro del plazo que la propia ley establece, no realiza voluntaria y
conscientemente la conducta positiva para que nazca, o para mantener vivo un derecho
sustantivo o procesal."
Lo expuesto por el citado autor queda evidenciado con lo que establecen los artículos 1754,
1755, 1756 y 1757 del Código Civil del Estado de Jalisco que estatuyen: "Artículo 1754. En
virtud de la caducidad, por el simple transcurso del tiempo, o la no realización de ciertos y
deliberados actos, los derechos y sus acciones dejan de existir, o no se constituyen. La
caducidad, contrariamente a la prescripción: I. Extinguirá derechos sin necesidad de
declaración judicial; II. Deberá ser tomada en cuenta de oficio por el Juez, ya que la no
caducidad será condición necesaria e imprescindible para el ejercicio de la acción; III. No
admitirá la interrupción ni tampoco la suspensión, a menos que con relación a esta última
haya disposición legal expresa en contrario."; "Artículo 1755. La caducidad es legal o
convencional y se da en contra de todos los involucrados en una relación jurídica."; "Artículo
1756. La caducidad legal debe tenerse por cumplida aunque no se invoque por parte
legítima.-La caducidad convencional debe ser siempre reclamada por parte legítima." y
"Artículo 1757. La caducidad no está sujeta a suspensión ni interrupción. Sin embargo, si se
trata de un derecho sujeto a una condición suspensiva o al reconocimiento por parte del
deudor; el término para la caducidad comenzará a correr desde que se realiza la condición
suspensiva o el deudor reconoce la obligación o deuda."
En efecto, como se vio la caducidad sustantiva prevista en el numeral 1754 citado se trasladó
a la materia procesal a través de lo dispuesto en el segundo párrafo del aludido artículo 669
del Código de Procedimientos Civiles local.
Así mismo, la fracción III del mencionado numeral 1754 de la legislación sustantiva civil
establece que la caducidad no admite interrupción ni suspensión, salvo el caso de que así lo
disponga la propia ley; y conforme a lo señalado en el diverso artículo 1757 de la legislación
en cita, también en el supuesto de que de un derecho sujeto a una condición suspensiva o al
reconocimiento por parte del deudor, lo que no se actualiza en el caso que se analiza, habida
cuenta que el contrato fundatorio es, precisamente, un reconocimiento de adeudo y el pago de
la obligación principal no se sujetó a condición alguna.
En ese orden de ideas, como se estableció, es evidente que el pago de intereses moratorios
cuyo origen es el incumplimiento de la obligación pactada, no es susceptible de interrumpir la
mencionada caducidad procesal consignada por la legislación adjetiva civil local, como para
iniciar el cómputo del término legal a partir de la fecha en que se realizó el último pago a
intereses moratorios como lo sostuvo la Sala responsable, puesto que, además de que no lo
previó así el legislador, no se trata de un acto procesal mediante el cual se manifiesta la
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intención del acreedor de mantener vigente su derecho a tener acceso a la vía sumaria que se
limitó a un año contado a partir de que incurriera en mora el deudor, como indiscutiblemente
sí lo es la presentación de la demanda.
Lo anterior queda más claro si se toma en cuenta que el hecho de recibir los referidos pagos a
intereses moratorios no constituye un impedimento legal para que el prestamista actor
acudiera a reclamar judicialmente el pago de la suerte principal que debió cubrirse "...
exactamente el día 23 veintitrés de octubre de 2004 dos mil cuatro ...", como se acordó en la
cláusula cuarta del contrato fundatorio, en virtud de que es éste el hecho que origina el
derecho a demandar el cumplimiento, como lo estatuye el multimencionado último párrafo
del artículo 669 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco.
Entonces, tomando en cuenta lo que establece ese numeral y lo referido en la exposición de
motivos transcrita, es evidente que, como acertadamente lo expone la quejosa, la actora debió
demandar dentro del año siguiente al día en que la deudora incurrió en mora, por no haber
cubierto ese día el crédito reconocido y garantizado con la hipoteca, plazo que feneció el
veintitrés de octubre del dos mil cuatro.
Luego, si la demanda natural se presentó hasta el quince de mayo de dos mil seis, claro está
que la vía sumaria civil caducó y, por ello, resulta improcedente.
Cabe aclarar que no es la acción la que resulta improcedente, como equivocadamente lo
afirma la impetrante del amparo, pues del artículo citado se colige que lo que caduca es la
posibilidad de ejercer el derecho consignado en la hipoteca en la vía de privilegio, es decir, la
sumaria.
Así se estableció en la jurisprudencia III.5o.C. J/11, emitida por este Tribunal Colegiado que
puede consultarse en el Tomo XXVII, junio de 2008, página 1048, de la Novena Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que establece: "CADUCIDAD DE LA VÍA
SUMARIA Y NO DE LA ACCIÓN HIPOTECARIA ES LA QUE CONTEMPLA EL
ARTÍCULO 669, PÁRRAFO TERCERO, DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS
CIVILES PARA EL ESTADO DE JALISCO (REFORMADO MEDIANTE DECRETO
19425 PUBLICADO EN EL PERIÓDICO OFICIAL ‘EL ESTADO DE JALISCO’, DE
VEINTINUEVE DE DICIEMBRE DE DOS MIL UNO).-El precepto de referencia señala:
‘... La acción de pago por esta vía caduca en un año contado a partir del día siguiente a aquel
en que tuvieron lugar los hechos que la originan. ...’. La interpretación que debe darse al
término ‘acción’ es en el sentido de que caduca la posibilidad de ejercer el derecho contenido
en la hipoteca en la vía privilegiada, mas no la perención de la obligación de pago que generó
ese gravamen, ya que la confusión que podría producir la redacción del precepto, se salva por
la propia exposición de motivos que busca impedir la acumulación innecesaria de intereses,
abatir el fenómeno de la cartera vencida y combatir la cultura del no pago, subsistiendo la
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prelación de los derechos del acreedor, la publicidad y registro del gravamen, que son de
orden sustantivo y no adjetivo, hace concluir que el decaimiento del derecho a que se refiere
el precitado numeral afecta únicamente a la vía hipotecaria y no a la acción, la que puede
ejercerse en la ordinaria pues la atribución de perseguir en juicio lo que es debido, no está
sujeta a las reglas de caducidad de la vía sino a las propias contenidas en el artículo 1754 del
Código Civil del Estado."
En esa tesitura, procede conceder la protección federal impetrada para efecto de que la Sala
responsable deje insubsistente la sentencia reclamada y, en su lugar, determine que, en el
caso, sí operó la caducidad de la vía sumaria civil en la que se ejerció la acción hipotecaria,
resolviendo luego, en relación a las costas, lo que en derecho proceda.
La concesión del amparo comprende igualmente los actos atribuidos a la autoridad ejecutora
de acuerdo al contenido de la tesis de jurisprudencia 88, publicada en la página 70 del Tomo
VI, del último Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, que textualmente
señala: "AUTORIDADES EJECUTORAS, ACTOS DE, NO RECLAMADOS POR VICIOS
PROPIOS.-Si la sentencia de amparo considera violatoria de garantías la resolución que
ejecuta, igual declaración debe hacerse respecto de los actos de ejecución, sino se reclaman,
especialmente, vicios de ésta."
Por lo expuesto, fundado y con apoyo, además, en el artículo 190 de la Ley de Amparo, se
resuelve:
ÚNICO.-Para los efectos precisados en el último considerando de esta ejecutoria, la justicia
de la unión ampara y protege a **********, contra las autoridades y por los actos
establecidos en el considerando primero del presente fallo.
Notifíquese; háganse las anotaciones pertinentes en el libro de gobierno; envíese testimonio
de esta resolución a la autoridad responsable y, en su oportunidad, archívese este expediente.
Así lo resolvió el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, por
mayoría de votos de los Magistrados Enrique Dueñas Sarabia y Alicia Guadalupe Cabral
Parra, contra el del Magistrado Jorge Figueroa Cacho, quien enseguida formulará voto
particular, con las sugerencias hechas al proyecto en la sesión respectiva.
En términos de lo previsto en lo artículos 3, fracciones II, VI, XII y XIV, inciso c), 4,
fracción III, 8, 13, fracción IV, 14, fracción I, 18, fracciones I y II, 19, 20, fracción VI, 21 y
61 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o
confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.
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