Abrir - Repositorio Institucional del Ministerio de Educación de la

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*
REPUBLICA ARGENTINA
MINISTERIO DE CULTURA Y EDUCACION
La mujer argentzna en las artes
visuales de hoy
!
por BASILIO URlBE
Trabajo ~ ~ t ~ ~ ~ t i . ; ~ por
i d a el
d o Ministerio
de Cultura y Educación para la Conferencia Interainericana E;pecializada sobre
Educación Integral de la Mujer.
(Buenos Aires, 21-25 de agosto de 1972)
CENTRO NACIONAL DE
DOCUMENTACION E INFORMACION EDUCATIVA
Buenos
Aires
1972
MINISTRO DE CULTURA Y EDUCAClON
Dr. GUSTAVO MALEK
SUiSECRETARIO DE EDUCAClON
Dr. HUMBERTO EDUARDO ROCA
DIRECTORA DEL CENTRO NACIONAL DE DOCUMENTACION E INFORMAClON EDUCATIVA
Sra. FLORENCIA GUEVARA de VATTEONE
BASILIO MARI0 URIBE
Nacib en Buenos Aires el 8 de julio de
1916. En 1942 egresb de la Facultad de Ciencias Exac
tas. Ffsicas y Naturales de la Universidad de Buenos
Aires con el titulo de Ingeniero Civil.
Ocupb importantes cargos en la Unibn Tele
fbnica y en otros organismos e instituciones oficiales y privadas. F'ue interventor del diario "Critica"
y CADEPSA. De 1957 a 1959 gerente tecnico de la Editg
tia1 Haynes. En 1963. fundador del Centro de Investigacibn del Diseflo Industrial y organizador de la la.
Exposicibn Internacional de Diseiio Industrial (Musec?
de Arte ~oderno).
Estudib dibujo en la Escuela de Artes Decorativas de la Nacibn. Ha sido jurado en concursos
literarios y de diseflo industrial, en salones de artes visuales y de seieccibn en ias Bienales de Quito
y de Venecia.
Ha dictado numerosas conferencias Sobre
critica de arte, literatura y artes visuales en los
Cursos de Cultura Catblica, en la Facultad de Arqui-
// tectura de l a Universidad de Buenos Aires, en e l
Museo *Rosa Galisteo de Rodrfguez* de Santa Fe. Fue
profesor invitado de l a Universidad Nacional d e l Sur
y l a d e l Litoral y por e l I n s t i t u t o d e l Diseflo de l a
Facultad de Arquitectura de Mqntevideo.
Viaj6 por Europa, Estados Unidos, Bolivia
y Chile.
Actualmente es gerer?te de promocidn d e l
I n s t i t u t o Nacional de Tecnologfa Industrial, direct o r de l a r e v i s t a *INTIW d e l I n s t i t u t o , c r í t i c o de
artes visuales de l a r e v i s t a *Criteriow y miembro
d e l d i r e c t o r i o del Fondo Nacional de l a s Artes.
En 1970 l a Provincia de Buenos Aires l e
otorg6 e l Premio dnico a l a c r f t i c a de arte.
E s autor de ensayos sobre l i t e r a t u r a , es
t e t i c a , arquitectura y diseño: notas de c r f t i c a l i t E
r a r i a y poemas aparecidos en "La Naci6nm, *Surm y
"Criterio".
Ha publicado, e n t r e otros, l o s siguientes
l i b r o s de poemas: Libro de homenaje, Año del amante,
Los días, Corona de Marfa, Vida de hombre, Edipo y etc e t e r a , antologia i n e d i t a , 1940-1970, Edit6 Tres poet a s medieyales. Tradujo del i t a l i a n o L'antico amor,
de Leopardi y Ca v i t a non e souno, de Salvatore h a simodo; ambos en edici6n bilingüe. D e l ingles A r k e l
Poems, de T. E l i o t , t e x t o bilingüe con notas. D e l
frances Approches de Dieu, de Maritain, en colaboraci6n con H. Fernández Long.
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LA MUJER ARGENTIXA EN LAS ARTES VISUALES
DE
HOY
Oscuramente, a lo largo de todo su transcur
so, la historia del pensamiento humano se desarrolla
como si el hombre creyera en la existencia de dos humanidades. una, la propia de él, y otra. de segunda ca
tegorfa, la de la mujer. No tendrfa sentido que ahora
nos ocupdramos de la mujer en el arte argentino si esa
hipbtesis no resultara valida, o siquiera poslble. Lo
hacemos tal como cuando pensamos en el arte argentino
y queda en ello por supuesto que es distlnto de los de
mas. En su apoyo podrfan citarse tantos testimonios
no bastarlan las paginas de libro alguno para contener
las referencias histbricas. Desde las viejas disquisiciones en las que se cuestionaba si era o no parte de
la raza humana, hasta las no tan ortodoxas donde los
medievales atribulan la creacibn de su torso a Dios,
pero reservaban el meridiano inferior a la intervencibn
del demonio.
¿Oué sentido tiene hablar de la mujer en la
pintura, la indiscutida reina de las artes pidsticas,
y por extensibn en el resto de las artes visuales? &Co
mo modelo, as1 como una naturaleza muerta.0 un paisaje? Si ese es el caso, yo no soy el hombre para considerar a la mujer como una cosa, aun elevada a la categorfa de objeto estético. Y ademds, me mostrarfa muy
// confundido con r e s p e c t o a l a r t e , porque e l art e no p a r t e de l o que r e p r e s e n t a , s i n o de l o que
como s e r humano muy
e l a r t i s t a como s e r humano
proyecta sobre s u obra. Que una mujer
especial
e n - e s p e c i a l r e s u l t a d i s t i n t a de un hombre como art i s t a , parece t a n vdlido como que dos hombres l o
sean e n t r e s i . Pero que haya una r a z a de mujeres a r t i s
t a s d i s t i n t a de o t r a raza de mqjereshombres, s e asoma
como o t r o d e j o m l s d e l oscuro maiiquefsmo que ha hecho
r e y e s , s a c e r d o t e s y a r t i s t a s de l o s hombres, y s b l o
ha aguantado aqui y a l l l a una que o t r a SaPo, Vigee
Le Brun, Comtessa de Dia o Teodosia. Cuando no s e l e
ha escapado una Gudrun como e l verdadero personaje d e l
r e l a t o que mds impresionb a l o s románticos, l a Lwdael a Saga.
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-
Por supuesto, hay una mujer bioldgicamente
hablando y un hombre b i o l b g i c o , y en consecuencia
a f e c t i v i d a d e s d i s t i n t a s . Pero con gran f r e c u e n c i a
s e atribuyen a l a s variantes bioldgicas atributos
que s61o son c i r c u n s t a n c i a s de l a h i s t o r i a . Que l a
mujer tenga h i j o s y toda madre deba c r i a r l o s e s e l
hecho c e n z r a l e i n a l i e n a b l e de l a mujer, pero que l a s
l i m i t a c i o n e s que supone s u c r i a n z a a l t e r e n de Bpoca en
epoca nunca ha s i d o considerado con e l detenimiento
s u f i c i e n t e como para d i s c e r n i r h a s t a que punto l a mat e r n i d a d r i g e i n f l e x i b l e m e n t e e l desempeflo aut6nomo
de l a mujer. Por de pronto, e l c i c l o v i t a l ha awentado considerablemente. La mujer de t r e i n t a años de
Balzac hoy no p o d r i a s e r v i s t a razonablemente por deb a j o de l o s c u a r e n t a y algo. La mujer e s mds joven
d u r a n t e mds tiempo. Ademls, e l a r t i s t a como e l s a l m6n remontan c o n t r a c o r r i e n t e , y l a juventud d e l art i s t a son l o s años. Ningdn a r t e r e s u l t a mas joven
que e l que produjo un gran a r t i s t a en s u s d i t i m a s
obras. &a T i e t a Rondanini, que Miguel Angel d e j a inconclusa, t e s t i m o n i a en f a v o r de l a juventud añosa
como l o hacen l a s obras de Tiziano c a s i c e n t e n a r i o ,
// del Hokusai que pensaba llegar a la perfección
de la cosa viva al cumplir los 110, del Cezanne
abstracto de 1906 y tantos otros casos que volverfan esta lista tedlosa. Hoy se vive mas y la juven
tud se prolonga. pero aunque no fuera ese el hechoquedarfa siempre en pie que la juventud del artista.
la conquistan los afios con sus atrevimientos crecien
tes hasta que se llega a la plenitud audaz de los
aflos jóvenes.
Argentina pertenece al mundo latinoamericano, con sus bordes de Indoamerica, su enorme ciu- '
dad capital dominada por la inmigración y sus llanos pastoriles donde arraigó la sangre criolla. Aquf
y alla asoman las corrientes inglesas, alemanas y
francesas. Dominó primeramente la sangre española de
la cohquista, pero a partir del último cuarto del siglo pasado comenzb a incrementarse el ingreso de ita
lianos en el pafs,'hasta el punto de que hoy puedenreconocerse comportamientos tfpicamente italicos en
buena parte del modo de ser de la ciudadanfa de Buenos Aires. Imperó. pues. en lo inicial la cultura
hispanica, hasta por lo menos el comienzo del siglo
XIX, cuando llegaron al pafs las ideas de igualdad
provenientes de la Revolución Francesa, y con ellas
se introdujo la influencia cultural de Francia hasta
mas alld de 1925. S610 entonces comenzó el avance cre
ciente de la lengua inglesa como herramienta de cultura en el Rfo de la Plata. Y muy despues de la segun
da guerra mundial, ya hacia 1960, empezó a admitirsela influencia italiana, cuya anterioridad puede probarse sin disputa. Ocurre, sin embargo, que aquf se
habla de influencia de las ideas, y de su admisión de
clarada por parte de quienes la reciben, mientras que
en lo anterior puede comprobarse la influencia artls
tica. dfgase en el campo del hacer, no en el de pensar. Cuando hablamos de las artes plasticas, debemos
entender, en cambio, que Espafia, Italia. Francia y
// ahora Estados Unidos de America son los paises
que se suceden como mentores. Y adn con respecto a
las ideas deben diferenciarse dos situaciones, una
la que deriva de las ideas intelectuales, y otra la
de las ideas que se entraiian en el comportamiento.' .
La primera intenta descender desde el sistema del
intelecto como modelo mental para entender, explicar, codificar y planificar el comportamiento del
hombre, mientras que la segunda entra y sale sin ma
yor discernimiento especulativo de la conducta dia
ria, con la cual llega por momentos a constituir uni
dades tan ajenas al andlisis racional como imperativas. Las razones perdidas, atenuadas o transformadas
a lo largo de la historia no alteran simultdneamente
el sistema de costumbres. Existen retrasos que suelen prolongarse casi indeterminadamente, de manera
que ambas situaciones de ideas se suelen dar al mismo tiempo, no solamente porque el ingreso del nuevo
pensamiento en el cuerpo social se produce por vias
especificas, a traves de elites muy localizadas, sino porque adn en ese caso quienes las reciben y propagan no se encuentran nunca tan ajenos a las costumbres imperantes como para considerarse espiritus libres. Para citar un ejemplo entre muchos, mientras
alld por los aiios treinta en Buenos Aires los nombres
de la Escuela de Parfs constitufan el punto de mira
de nuestros pintores, las pautas de comportamiento
sociales correspondfan mds a algdn modo de ser espaiiol o italiano, que atribuye sin discusibn dos grados
de libertades distintos al hombre y la mujer. Esas di
ferencias se volvfan particularmente agudas en el consenso que merecian sus respectivos comportamientos
sexuales.
Las circunstancias han cambiado mucho desde entonces, pero bajo diversos aspectos esos rasgos
diferenciales asoman una y otra vez. Quien ha participado en la discusibn de convenios de trabajo sabe
//
que los salarios se fijan sobre la base del sexo,
y que s61o muy excepcionalmente se considera la igual
dad de tareas como punto de partida de los planteos.
Pocas gerentes hay en el mundo, y no muchas en Buenos
Aires.
Buenos Aires, tanto por el número de sus
pobladores, como por la constitucibn misma de esa
poblacibn, que proviene igual que en otras partes
del mundo del aflujo de los habitantes de provincia
a las ciudades metropolitanas, constituye una muestra bastante representativa de la realidad nacional.
Esto vale. en particular, para las manifestaciones
artlsticas e intelectuales. pues ambas a lo largo de
la historia de las civilizaciones han sido prototlpi
cas de la ciudad. Tanto mds en el caso de Buenos ir
res. que representa con las aglomeraciones urbanas
unidas sin cortes a su egido una tercera parte de la
poblacibn argentina. Ocho millones de almas le dan
caracterlsticaa poco frecuentes en el mundo de hoy,
Dicho de otra manera, Buenos Aires ha al
canzado el nivel de una de las capitales mundialesdel arte, cualquiera sea el cartabbn con que se la
c mpare con otras grandes ciudades. Destacarse en
ella significa hasta cierto punto entrar a formar
parte de la altiplanicie internacional de la cultura Destacarse siendo mujer implica todas las conno
taciones de superaci6n propias del caso, y tambientribales. que se desprenden de las líneas anterires.
Ya por 1958, C6rdova Iturburu en su libro
La pintura argentina.de1 siglo XX (~ditorialAtldntida. Buenos ire es) inclula unas cien artistas destacadas. Como la obra no trataba de la escultura ni
// tampoco del grabado, ese número por grande que
parezca se habrla visto notablemente incrementado
si huSiese tratado, aunque mas no fuera, de cubrir
'el campo de las artes visuales tradicionales. Des
de entonces sus limites se han ido abriendo y ensan
. chando, y tambien se han interpenetrado con otras
disciplinas. Ademds, los tres generos basicos, pintura, escultura y grabado dieron lugar entre si a dis
tintas coil.binaciones. Dos timidos bautizos para designar de alguna manera precaria su subcampo de carac
terlsticas adn no bien definidas - experiencias visuay un subgenero - objetos
testimonian algunas
les
de las transformaciones producidas Aunque mas no fuera que por ese simple hecho habrla que presumir que ha
aumentado el ndmero de mujeres protagonistas en nuestras artes vi suales Aunque, con todo, descontada esa
incidencia, no deberla verse en ella la principal causa de su mayor participacibn, sino en la liberacibn
progresiva de constricciones rutinarias por parte de
la mujer misma.
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Dejado ya por supuesto que la mujer como
artista no tiene por que aceptar una ciudadanfa de
segunda clase, quedarla por considerar si los habitos
culturales pueden haber alcanzado la categorla de segunda naturaleza, y concluido por establecer pautas
que obliguen a desempeflos esperados de parte de uno u
otro sexo. Pienso que en buen grado es asi. De alguna
manera se admite que el autor es el personaje cuando
de literatura se trata, y el retrato de mujeres amantes o madres no ha detenido la labor de los autores;
el *Wne, Bovary c'est moi vale plenamente: en cierto
modo actual o potencial la criatura coincide con el
creador. Pero quienes crean se han detenido siempre
ante ciertas instancias, no las mismas, distintas se<Tdn las circunstancias, como si algo les impidiera to-
// mar la voz para actitudes mds femeninas. La poesia
masculina ha terminado por ser distinta de la femenina.
no importa si el hombre habla o no en nombre de la mujer: Victoria Colonna es distinta de Miguel Angel, la
Comtessa de Dia jamds hubiera podido coincidir con Marcabru, o con Bertrand de Bjorn; Safo no es Euripides. Pe
ro Mme. Vigee La Brun y Eugenio Carriere, o Carriere y
Mariette Lydis. a distancia de.siglos pudieron haber
coincidido por algunas zonas semejantes de su sensibilidad. Cada ser comparte lo que de humano tiene con alguien,
pero no transfiere sus dltimas y definitivas d:ferencias.
Lo femenino puede ser sentido y traducido por el hombre,
pero un hombre determinado en sus filtimas consecuencias
no puede reemplazar jamds a una mujer finica en lo que tie
ne de mds profundo.
Si pensamos en la pintura de hoy, una persopara decirlo con el lez
nalidad fuerte; casi masculina
guaje convencional - como la de Martha Peluffo, sin embargo, no podria ser tomada a su cargo por hombre alguno. Caundo Martha reaiizb su serie de autorretratos desnuda, perentoria, sin concesiones, hasta dar una especle
de gbtico-argentino, ningún hombre podria haberla reemplazado en esa masculinidad de lo femenino. No se emite
aqui, entiendase. un juicio de valores; ya que aquf no
se trata de un estudio critico y sblo se recurrird a po
cos ejemplos de actitudes asumidas por la mujer argentina que no resultan tan caracteristicas de los hombres en
nuestras artes visuales: (cantidad de nombres resaltarian injustamente excluidos si se creyera que ese es el
criterio) sino la observacibn que merece la actitud de
una mujer artista que llega hasta el fondo de la copa en
la bfisqueda de sus diferencias esenciales: ella es Martha
Peluffo, capaz de hablar sin conmiseraciones de si misma
como mujer, patetica sin colgajos literarios e insoslayable en su ser.
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//
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Y s i Raque1 Forner, unos t r e i n t a d o s
a n t e s , encuentra un d f a e l tema de l a guerra e s p a
Ííola, encuentra para siempre en s u s e n t r a ñ a s l o s
h o r r o r e s de l a guerra que toda mujer s i e n t e como madre r e a l o posible. De a l 1 1 en mbs l a guerra O l a
v i o l e n c i a toman su ser y penetran en su obra para no
abandonarla. E l pathos se p r e s e n t a no ya con l o especfficamente de e l l a , de Raquel Forner, s i n o con l o
que l e corresponde como Raquel Forner t e s t i g o de denuncia s o c i a l a f u e r z a de ser mujer.
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Entre ese sarcasmo a u t o c r i t i c o de Martha
P e l u f f o y l a i r a de dolor de Raquel Forner queda abarcado a l g o r e p r e s e n t a t i v o d e l arte l o c a l , con l o que
por ser l o c a l l e cabe de connotaciones propias. Ciert a t e n s i 6 n dramdtica que no excluye e l e s c a r n i o , a v e
c e s p r o c l i v e a d a r deliberadamente en una solemnidad con
d e j o s de grotesco, no parece a j e n a a alguna v e r t i e n t e
expresiva d e l Río de l a P l a t a . Tal vez provenga de l a
d i s t o r s i 6 n que se produce al i n t e n t a r s a l i r de l a prescindencia por p a r t e de quienes tienden a contemplar l o s
acontecimientos mds que a i n t e n t a r m o d i f i c a r l ~ s . E l
<'no te metdsw, que observó Keyserling, y l a admonici6n
de Ortega, "Argentinos: a l a s cosasw, describen todad a hoy uno de l o s f a c t o r e s mds a u t o l i m i t a t i v o s de
n u e s t r a personalidad. S a l i r de t a l i n e r c i a , donde se
c r i t i c a mds que l o que se hace, que busca en l a i r o n f a y e l humor c f n i c o su s a l i d a l a t e r a l , frecuentemente inswne l a defomaci6n que transforma l a f u e r z a en
violencia.
S i e l pathos y l a denuncia de l a guerra
son dos de l a s componentes que marcan decididamente
l a presencia de l a s mujeres en l a p i n t u r a a r g e n t i n a
a c t u a l , e l humor absurdo y l a contingencia inesperada d e l happening no han s i d o e l menor a p o r t e de o t r a s .
E l nombre de Martha Minujin ha adquirido notoriedad
dentro y f u e r a d e l p a f s por causa siempre de s u o r i g i -
//
n a l i d a d que compromete l a actuacibn personal
como p a r t e de l a obra misma. Desde l a s escultur a s blandas que h e r o n sus Erbticos en multicol o r hace unos siete afíos en e l Centro de Artes
Visuales D i T e l l a , colchones transformados median
t e p i n t u r a y conformacibn p o s t e r i o r , o l a meneada
Menesunda rnds t a r d e , h a s t a l a experiencia r e a l i z a
da en una c a s i l l a t e l e f b n i c a en c a l l e s de Nueva
York, Martha Hinujin ha Yorzado l a atencibn d e l
t r a n s e ú n t e rnds d i s t r a f d o apelando a sus ropas y
decoración f a c i a l nunca por debajo de l o e s t r i d e n
te. Cu6les han 'sido l o s alcances de l a s experien=
c i a s d e s t i n a d a s deliberadamente a consumirse en
sf mismas y no d e j a r h u e l l a s , s i n o en l a memoria.
queda en e l t e r r e n o de l a s c o n j e t u r a s . Pero cabe
afirmar con segurjdad que su accibn contribuyb a
un aventamiento s i n parangón e n e l campo p i d s t i c o
a r g e n t i n o , que l o puso por completo a l d i a y a l a
p a r con l a s tendencias rnds renovadoras o ruidosas.
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1~
Contempordnea de Raque1 Forner Norah
Borges. hermana d e l m65 famoso e s c r i t o r a r g e n t i n o
a c t u a l . i n t r o d u j o en n u e s t r a p i n t u r a un modo por
completo o r i g i n a l , a l c u a l s h l o hoy, luego de l a
admisi6n de l a p i n t u r a nafve por l a c r i t i c a de arte, s e e s t a en condiciones de a p r e c i a r en s u s just o s mLritos y proyecciones. Norah Borges p r a c t i c b
siempre a l g o que puede c a l i f i c a r s e de d e l i b e r a c i b n
ingenua. manera transparente. simple. s i n sombras,
con contornos de f i g u r a s apacibles. o j o s y rasgos
mas i m p e r t e r r i t o s abn que l o s de l a s antiguas figur a s e g i p c i a s . Significativamente, ese a r t e que pudo
tomarse por e s c a p i s t a e i n a c t u a l en SU momento, pez
s i s t e s i n desgaste; todavfa mds, asoma ccmo r e j u v e
necido. Ante 61 podriamos pensar en un a p o r t e tfpTco y propio de l a mujer, s i no e x i s t i e r a o t r o impox
tante a r t i s t a que goza d e l a p r e c i o de l a c r i t i c a
// tual, Juan Grela, que ha concluido por encontrar
su verdadera dimensión en actitudes andlogas. aunque
tambien por completo propias de el como creador. Con
todo, y en honor del papel de la mujer en el arte argentino, cabe reparar en que Norah Borges lo precede
históricamente.
'
Esta nómina de pocos ejemplos no podrfa
concluir sin recordar dos figuras ejemplares del momento actual, aunque con largas y ejemplares trayectorias. Noemf Gerstein ocupa entre los escultores un
lugar excepcional. Si se prescinde de Alicia Penalba,
argentina, pero cuya actuación se desenvuelve desde
hace muchos aiios en Francia, no existe en nuestro pafs
ninguna otra figura que pueda ponerse en el mismo n?ve1 de Enio Iommi y Libero Badii, los dos escultores
rnds permanentemente reconocidos por los crfticos locales. Pero de los tres, Noemf no sólo.nocede el paso
a los otros en lo que a originalidad se refiere, sino
encarna una actitud rnds de entronque con la tecnologfa contempordnea. Sus esculturas seriadas a partir de
un grupo de elementos combinables provenientes de la
industria, caiios, esferas y otros, podrfan encontrar
repercusión universal, y sin duda la encontrarán cuand: el arte latinoamericano cobre el reconocimiento que
ya ha cobrado su novelfst!ca.
Sin embargo, el arte de Noemf no es un arte
femenino, si este concepto se entiende con las connotaciones asignadas habitualmente. Para citar un caso, sus
construcc i ones de cafios han encontrado un eco prdcticamente identico en el famoso monumento a Sibelius, en
Helsinski, no sabemos si conoc:da o no la obra de nuestra escultora por el escultor finlandes. Aunque en sus co
mienzos no le fueron ajenos los temas de la mujer y en
particular de la maternidad. que resolvió con formas rs
// dondas donde la ternura se volvfa el aporte implfcito de su sexo, de a poco desembocó en la zona
neutra del arte vinculado al mundo tecnoibgico, que
ella enfoca con criterios emanados de la propia situación, racionales antes que sentimentales, pero
sensibles siempre.
Y el otro ejemplo serfa el de Afda Carballo, de la cual tambien habrfa que seflalar que no
se trata de una mujer grabadora, sino de uno de nues
tros dos o tres mejores grabadores, usando. lamentablemente, el genero masculino con el cual el hombre
se ha apoderado de los conceptos universales.
Y como mera anecdota para cerrar estas no
tas donde se omite nombres importantfsimos por docenas, para presentir cuák podrfa ser el papel de la mujer en el Futuro inmediato, quede dicho que los últimos concursos del Fondo Nacional de las Artes de nuestro pafs han sido ganados por mujeres. inclusive la
beca Alberto üurero que otorga para perfeccionamiento
en el exterior conjuntamente con la Embajada Alemana,
y la Rancisco Romero que adjudica junto con la Embajada de Italia.
Basilio Uribe.
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