Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 1 RADIACIÓN DE UNA CARGA ACELERADA Introducción. El comportamiento de una carga eléctrica acelerada, con independencia de la fuerza aceleradora, es un problema límite de la física clásica. La radiación de un sistema de cargas es un hecho descrito en el teorema de Pointing; consecuencia lógica de las ecuaciones de Maxwell. El punto clave es la interpretación del vector de Pointing (S=ExH), que aparece en este teorema, como flujo de energía radiada en base al principio de conservación de la energía de un sistema electromagnético. Desde esta perspectiva se puede pensar que la radiación, como la energía potencial, es un comportamiento asociado al sistema de cargas, no a las cargas individuales. En este sentido se habla en los textos de radiación dipolar, cuadripolar…. Sin embargo en la teoría clásica se ve inmediatamente que la radiación de un sistema de cargas se puede calcular si se conoce el movimiento de dichas cargas, ya que esto es suficiente para determinar los campos que aparecen en el vector de Pointing. Hay una relación directa entre el movimiento del sistema de cargas y la radiación. H.A. Lorentz fue mas allá y amplió el resultado para una carga aislada que resulte ser acelerada de cualquier modo (campo magnético, gravedad,…), independientemente de la existencia de una energía potencial electromagnética. Demostró que el campo en las proximidades de una carga con simetría esférica resulta distorsionado por los efectos conjuntos de la aceleración de dicha carga y la velocidad de propagación finita de las alteraciones del campo. Esta distorsión genera una “auto-fuerza” neta del campo sobre la partícula, sobre su propia fuente, tal que el desplazamiento de esta fuerza puede representar, al menos en ciertos casos, la energía electromagnética radiada. De este modo Lorentz no atribuye la radiación a la aceleración relativa entre las cargas del sistema, tal como sería de esperar si hubiese relación con la energía potencial, sino a la aceleración de una carga respecto de cualquier sistema de coordenadas inercial. Una carga puntual acelerada emite energía e impulso en forma de radiación. La razón de esta atribución es la existencia de energía emitida, en forma de oscilaciones del campo electromagnético de la partícula, en zonas relativamente alejadas de la partícula denominadas campo de radiación. El observador en el campo de radiación puede relacionar esta energía con un suceso ocurrido en el punto que ocupaba la carga en un tiempo anterior al actual. Este tiempo de retardo corresponde a la velocidad de propagación de una señal electromagnética desde la partícula y el suceso aludido es un cambio en la velocidad del punto cargado. En cuanto a la conservación de la energía, la energía de radiación se extrae directamente de la energía cinética mecánica de la partícula cargada, no directamente de la energía potencial del sistema electromagnético. La fórmula de Larmor. Supongamos una superficie esférica en el campo de radiación cuyo centro está ocupado por la carga acelerada. La energía que sale de esa superficie en forma de radiación electromagnética en la unidad de tiempo está dada por la fórmula de Larmor dW q2 a (t ) dt 60 c 3 2 Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 2 donde q es el valor de la carga eléctrica, a es su aceleración y τ corresponde al retardo mencionado anteriormente. La causa de la energía radiada en el instante t es la aceleración de la carga en un el instante t- τ. Siguiendo las ideas expuestas, podemos buscar una fuerza cuyo desplazamiento genere esta energía radiada. Si esta fuerza existe y cumple las leyes de Newton debe ser F i ma F ext F r ma donde el subíndice “ext” indica la resultante de fuerzas externas y el subíndice “r” indica la “auto-fuerza” de Lorentz entre la partícula y su propio campo. Dado que el efecto de esta fuerza es disminuir la energía cinética de la partícula y emitirla como radiación podemos poner F r d r q2 60 c 3 a(t ) dt 2 Note el lector que ahora estamos prescindiendo del retardo. Las fuerzas Newtonianas son magnitudes esencialmente locales y deberían referirse a observadores locales a la partícula y no a observadores en el campo de radiación. En principio esto no debería ser ningún problema, ya que hemos visto que la energía que llega al campo de radiación procede de la aceleración de la carga y dicha energía debería estar, en el tiempo correspondiente, tan cercana a la carga como queramos. Fr dr q2 60c a dv 3 q2 60c 3 d (v a) v d a (v d r / dt ) q2 d a q2 F r d r d (v a ) 3 60c dt 60c 3 Resulta que la fuerza de auto-frenado derivada por Abraham-Lorentz es el segundo término del paréntesis anterior. q2 d a Fr 60 c 3 dt Según nuestro desarrollo esta fuerza se puede sostener en los casos en que la velocidad y la aceleración sean siempre perpendiculares o para movimientos oscilatorios de modo que el promedio integral del segundo miembro en un periodo sea cero T T q2 d a q2 F d r v a 0 r 0 60c3 dt 60 c 3 0 Si aceptamos todo esto, la ley Newton para el caso de una carga acelerada resulta ser F ext q2 da ma 60 c 3 dt (1) Para el caso en que la fuerza externa sea constante la ecuación diferencial es sencilla 60 mc3 F ext y tiene como solución a a 0 et / ; 2 m q Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 3 que predice un aumento exponencial de la aceleración. La discrepancia con las situaciones reales es radical. En los aceleradores de partículas cargadas, donde se puede contrastar este resultado, no ocurre nada parecido. ¿Cómo hemos llegado a esto? Repasemos algunos puntos. La radiación procede de la energía cinética de la partícula. Imaginemos un objeto en movimiento en nuestro sistema de coordenadas. Introducimos en este objeto cierta cantidad de carga eléctrica de modo que la modificación de masa sea despreciable; lo ponemos en un campo magnético (exclusivamente magnético) externo. Debido a la fuerza magnética qvxB el objeto experimentará una fuerza normal a su trayectoria y debido a la aceleración generada la carga empezará a emitir radiación electromagnética. La emisión de radiación se hace a costa de la energía cinética del objeto y finalizará cuando el objeto acabe en reposo en nuestro sistema de coordenadas. Este fenómeno se constata en ciertos aceleradores de partículas (ciclotrones) y por tanto podemos considerar que existe soporte experimental para considerar que se puede transformar íntegramente energía cinética en radiación. Por otra parte la conclusión de que la radiación se extrae de la energía cinética también presenta ciertos problemas. Para un observador no inercial que perciba la carga en reposo permanente no habrá modificación de energía cinética y por tanto no habrá emisión de radiación. Si las leyes físicas deben ser válidas para cualquier observador esta situación es un problema. En el trabajo espacio, tiempo, materia y vacío se cuestiona la posibilidad de que existan sistemas de coordenadas en los que una carga puntual acelerada se pueda considerar en reposo. En el apartado previo hemos utilizado la fórmula de Larmor pero tomando la aceleración instantánea, no la retardada. Pero si la radiación procede de la energía cinética de la carga aparece el siguiente problema. Supongamos una carga en reposo a la que se le aplica una fuerza. De la propia definición de aceleración tenemos que el cambio de velocidad de la partícula en un instante dt es dv=a*dt. Pero si en dicho instante la carga, manteniendo constante su masa, ha emitido cierta cantidad de radiación y lo ha hecho a costa de su propia energía cinética, ya no podremos asegurar la definición de aceleración. En efecto , de la definición de aceleración se sigue d v a dt mv d v mv a dt dEc v ma dt es decir, dado un valor instantáneo de la aceleración, la variación instantánea de energía cinética dEc está completamente determinada si suponemos la masa de la partícula constante; esté cargada o no dicha partícula. Si la radiación supone extinción de energía cinética, entonces debería ser dEc v ma dt ; en contra de la definición de aceleración instantánea. Evidentemente esta situación nos coloca en un error analítico muy básico ya que no podemos prescindir de la definición de aceleración instantánea y por tanto debemos concluir que: 1-El análisis con la fórmula de Larmor debe incluir el efecto de la aceleración retardada. 2-El análisis del movimiento de una carga acelerada debe considerar la posibilidad de fluctuaciones de la masa mecánica (m). Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 4 Teorema de Pointing para una carga acelerada. Siguiendo las observaciones anteriores, consideremos una superficie esférica centrada en la carga en el instante dt. Podemos describir fácilmente esta superficie en geometría analítica. El radio de la esfera (cτ) será suficientemente grande para considerar que llega al campo de radiación y suficientemente pequeño como para utilizar una aproximación lineal de la aceleración retardada a partir de la aceleración instantánea de la carga. El teorema de Pointing aplicado a este volumen acotado es d 1 E 2 dv B 2 dv v Edv E H d S dt 2 2 Si tomamos un volumen dividido en elementos de integración dv y limitado por una superficie dividida en elementos dS tenemos los siguientes conceptos 1-El primer término es la velocidad de cambio de la energía electromagnética contenida en el volumen. Para el caso de una carga puntual acelerada por un campo externo podemos descomponer el campo en suma del campo externo y el campo de la partícula de modo que tenemos E 2 2 Eext dv 2 2 ext E par dv 2 1 B ext B par dv 2 1 1 1 2 2 2 Bext dv E par dv B par dv E ext E par dv B ext B par dv 2 2 2 Los sumandos que solo dependen de un campo corresponden a la energía propia del campo externo y de la masa electromagnética de la carga en el volumen de integración. Los sumandos que dependen del producto escalar de dos campos corresponden a la energía de interacción entre la partícula y el campo externo. 2-El segundo término incluye la densidad y la velocidad de la carga, y el campo eléctrico. Recordando la fuerza electromagnética sobre una carga puntual: F=dp/dt=q(E+vxB), este término se puede poner como velocidad de cambio de la energía cinética. Para el caso sencillo de una carga puntual v Edv v q E v qE v B v d p dEc dt dt 3-El tercer término corresponde al flujo de energía electromagnética por unidad de tiempo que sale atravesando la superficie de integración. Suponemos que no hay partículas que atraviesen esta frontera; lo cual supondría incluir también un término asociado al flujo de energía mecánica que atraviesa dicha superficie. En estas condiciones y para el caso de una carga puntual acelerada este término corresponde a la fórmula de Larmor. q E H d S 6 c a(t ) ; c radio esfera 2 2 3 0 Resumiendo lo anterior en una fórmula tenemos, suponiendo un campo exterior constante Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 5 d d 1 1 q2 2 2 B dv E E ext E par dv B ext B par dv E par dv par c 6 c 3 a (t ) dt 2 dt 2 0 2 En cuanto al campo de la partícula, los resultados teóricos indican la existencia de dos campos componentes: Eparp , Bparp :Un campo casi-estacionario, igual que el campo de una carga puntual que se mueve a velocidad constante, pero que depende de la velocidad retardada. Las líneas de este campo pasan por el punto cargado. Eparr , Bparr :Un campo de radiación, independiente del anterior. Las líneas de este campo no pasan por el punto cargado. En consecuencia tenemos E 2 2 par dv E 2 1 1 2 B par dv 2 2 B 2 E dv 2 E dv E E dv dv 21 B dv 21 B dv 1 B B dv 2 p par E par dv r p par B par r 2 p par 2 2 r par 2 p par p par 2 r par r par p par r par En el libro de lecciones de física de Feynman el lector puede encontrar una explicación sobre la masa electromagnética me y ver que supone considerar que las partículas son en realidad objetos de un tamaño definido, que puede incluso ser variable. En estas condiciones tenemos, para bajas velocidades respecto de la luz me c 2 2 E dv 2 p par ; 1 1 me v 2 2 2 B dv 2 p par En principio los valores de masa electromagnética se definen para campos estacionarios; pero podemos suponer una evolución relativamente lenta de los campos en la que sea aplicable una aproximación quasi-estática de modo que podemos expresar el teorema de Pointing así: p p r r d d 1 1 E ext E par dv B ext B par dv E ext E par dv B ext B par dv dt dt 2 2 r r p r d 1 1 d d 2 2 me c me v Ec E par dv B par dv E par E par dv dt 2 2 dt 2 dt B p par r q2 B par dv a (t ) 3 60 c Como resultado tenemos en el miembro izquierdo de la ecuación una suma de términos asociados, respectivamente, a la interacción del campo externo con el campo propio de la partícula y a la interacción entre el campo externo y el campo de radiación de la partícula. En el miembro derecho tenemos los términos asociados a la energía cinética , que incluye a la masa electromagnética; y términos asociados al campo de radiación. Entre ellos aparece un término de interacción entre el campo propio de la carga y el campo de radiación; en principio este sería el término relacionado con la fuerza de auto-frenado. 2 Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 6 Dinámica de la carga puntual acelerada. Tras la introducción de la masa electromagnética parece necesario atribuir una estructura interna a lo que hemos tomado por una partícula puntual. Sin embargo hemos introducido la energía cinética suponiendo una partícula puntual y la coherencia lógica nos dice que debería ser posible continuar el razonamiento utilizando esta hipótesis. En esta línea introducimos las siguientes relaciones 1-Variación de energía del campo de radiación dentro de la esfera de integración : Parece evidente que esta variación se calcula como la diferencia entre la energía radiada en el instante dt cerca de la carga, que podemos asociar a la aceleración instantánea, y la que se pierde al atravesar la superficie de radio cτ, asociada a la aceleración retardada 2 r 2 d r 2 q2 q2 a ( t ) a (t ) E par dv B par dv 3 dt 2 2 60c 3 60c 2 2-Variación de la energía del campo propio de la partícula, relacionado con la masa electromagnética, dentro de la esfera de integración. En el apéndice del libro de E.M.Purcell del Berkeley Physics Course sobre Electromagnetismo el lector puede encontrar, en el apéndice sobre radiación de una carga acelerada, un cálculo intuitivo de la variación de energía del campo propio de una partícula. Según este resultado podemos poner un resultado igual al anterior 2 d 1 q2 q2 2 2 a ( t ) a (t ) me c me v 3 dt 2 60 c 3 60 c 2 Sustituyendo esto en la ecuación que hemos derivado del teorema de Pointing tenemos p p r r d d 1 1 E ext E par dv B ext B par dv E ext E par dv B ext B par dv dt dt 2 2 dEc q2 a (t ) a (t ) a (t ) 3 dt 60 c 2 dtd E p par r E par dv B 1 p par r B par dv en primera aproximación para los términos de aceleración tenemos a(t ) a(t ) a(t ) 2 2 2 a(t) 2a ddta 2 pero el lector debe notar que esta primera aproximación es la misma que para el cuadrado de la aceleración no retardada, sino adelantada a(t ) 2 2 da a(t ) 2a dt Esta situación puede afectar al principio de causalidad. Al introducir en el principio de conservación de la energía el valor de un parámetro en un tiempo futuro es posible que la evolución del sistema físico dependa de condiciones futuras; cuando según el principio de causalidad suponemos que las causas siempre preceden en el tiempo a Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 7 las consecuencias. Para evitar esta situación, la ecuación de Pointing debe darnos alguna alternativa para eliminar el término “a-causal” en primera aproximación; y podemos ver que la integral asociada a la interacción entre el campo de radiación y el campo propio de la partícula puede hacerlo. Si suponemos también despreciable el término de interacción entre el campo externo y el de radiación, o lo incluimos en el término correspondiente (primera ecuación), tenemos que se produce un desacoplo de la ecuación de Pointing en otras dos ecuaciones. p p dE d 1 q2 a (t ) E ext E par dv B ext B par dv c dt 60c 3 dt 2 ( 2) p r p r d 1 q2 da a 0 E par E par dv B par B par dv 3 dt 3 c dt 0 Resulta inmediato interpretar la primera ecuación según el principio de conservación de la energía : el primer término corresponde a la energía transferida por la fuerza externa y el segundo es la suma de las variaciones de energía cinética y la energía radiada; todo evaluado en el instante dt. La segunda ecuación corresponde a un acoplo entre la carga y la radiación emitida por la misma carga. De acuerdo con nuestro planteamiento, podemos considerar el parámetro τ aproximadamente constante y transformar esta segunda ecuación así p r p r 2 d 1 q2 E par E par dv B par B par dv a(t ) 0 (3) dt 60c 3 lo que nos dice que la energía asociada a la integral de acoplo entre el campo de radiación y el campo propio de la partícula está directamente relacionada con el proceso de radiación de la partícula. El cálculo directo de esta integral requiere conocer la estructura interna de la partícula, sin embargo el desarrollo que hemos seguido plantea la necesidad de que esta integral de acoplo tenga un valor determinado y no despreciable en primera aproximación. Formalmente el resultado anterior corresponde a una constante del movimiento de la partícula con dimensiones de energía o masa. En la línea de este trabajo podemos interpretar esta relación como una forma de compensación para que la masa de la partícula se mantenga constante. Note el lector que la ecuación anterior relaciona términos de 2º orden en la aproximación al movimiento de la partícula; mientras que la primera ecuación correspondiente al principio de conservación de la energía es una aproximación de 1º orden Si, siguiendo la mecánica clásica a partir de la segunda ecuación, introducimos para este acoplo un fuerza f podemos poner f v q2 da a 0 30c dt 3 para el caso de que la partícula esté en reposo en t-τ, tenemos aτ=v y podemos estimar la fuerza de acoplo como f q2 da 30c dt 3 A parte de un factor ½, esta fuerza es similar a (1). Por otra parte vemos la prevalencia del principio de conservación de la energía y el acoplo de campos en vez de las Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 8 fuerzas Newtonianas basadas en el principio de conservación del impulso mecánico; ya que a partir del desplazamiento de fuerzas no podemos esperar reproducir el teorema de Pointing. Otra alternativa sería considerar que la integral de acoplo radiación-partícula incluye todos los términos asociados a la radiación: p p dE d 1 E ext E par dv B ext B par dv c dt dt p r d 1 E par E par dv dt B p par r 2 q2 q2 da B par dv a ( t ) a 0 3 3 30 c dt 60 c en este caso el acoplo radiación-partícula sería un proceso no causal en primera aproximación. Las aproximaciones superiores deberían eliminar este problema. Sin embargo estamos acostumbrados a pensar en aproximaciones sucesivas de modo que las aproximaciones superiores añaden modificaciones cada vez mas pequeñas a las aproximaciones inferiores y no las sustituyen radicalmente. Desde este punto de vista parece lógico suponer que, aún en primera aproximación, el proceso debe comportarse de forma causal. Note el lector que la alternativa presentada en las dos últimas ecuaciones supone asociar todo el proceso de emisión de radiación al acoplo entre el campo propio de la partícula y el campo de radiación; sin participación de un campo electromagnético externo, y cabe la posibilidad de radiación de una carga acelerada en un campo gravitatorio. En cambio en la otra alternativa presentada la radiación siempre depende de la existencia de un campo electromagnético externo al que se acopla el campo propio de la partícula y actúa como mediador con el campo de radiación. Para un observador inercial en reposo instantáneo respecto de la carga acelerada, la radiación emitida por la carga en dicho instante se emite con tal simetría que el impulso mecánico es nulo. Si se aplica la transformación relativista del impulso mecánico tenemos Pl 0 v c2 v2 1 2 c p y por tanto para otro observador inercial se verifica ∆p=v∆ε/c2 , donde p y ε hacen referencia al impulso mecánico y la energía de la radiación emitida; v es la velocidad de la partícula. Si estamos suponiendo que la radiación procede de la energía cinética de la partícula, entonces podemos tomar ∆p, ∆ε como una componente de la energíaimpulso de la partícula. Si dividimos esta relación por el tiempo correspondiente ∆t y lo incluimos todo en la fórmula de la fuerza de radiación tenemos f d a v d q2 d a v q2 q2 d a 2 a 0 30c3 dt c 2 dt 30c3 dt c 2 60c3 30c3 dt q2 Note el lector que, según la ecuación fundamental de la dinámica, una fuerza proporcional a la velocidad es señal de una variación de la masa Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada F 9 dp d dm dv (mv) v m dt dt dt dt desde esta perspectiva vemos que el efecto de la fuerza de acoplo de radiación es restituir la masa perdida. Abstrayendo factores numéricos, podemos llegar a la ecuación siguiente d 2v a 2 v 0; dt 2 c ( 4) Multiplicando escalarmente la ecuación diferencial anterior por la aceleración dv/dt y despreciando pequeñas variaciones de la aceleración (da/dt), lo cual está justificado para cuerpos de masa elevada 2 t dv d 2v dv d d v 2 2v 0 2 d v 2 0 dt dt dt dt dt 0 Note el lector la similitud de esta ecuación con (3). El resultado es una constante del movimiento y es fácil ver que, partiendo de una situación con v=0 para t=0 tenemos 2 t dv q2 q 2 qE 2d v 2 (5) 3 3 60c dt 60c 0 60c 3 m q2 2 el valor de la integral es creciente y por tanto el módulo de la aceleración debe disminuir con el tiempo. Las unidades de la ecuación anterior son de potencia (energía/tiempo) y por tanto el factor de v2 debe tener unidades de masa por unidad de 2 dm q 1 q2 E ;c dt 60c 60c mc 2 tiempo (dm/dt) c2 1 0 0 c2 dm 1 dt 6 0 q 2 E 0 mc 2 Identificamos la constante Z0 denominada resistencia del vacío y podemos poner el resultado en forma análoga a la ley de Ohm/Joule c2 dm 1 Z0 I 2 ; Z0 dt 6 0 q2E , I 0 mc de modo que podemos interpretar el resultado análogamente a un fenómeno de generación de calor irreversible por efecto Joule. La irreversibilidad es un rasgo evidente de la emisión de radiación de una carga acelerada y ahora vemos que la masa y la radiación aparecen asociadas en un proceso similar al rozamiento. Sustituyendo la ecuación (5) en la (2) y según la estimación clásica de la interacción con el campo externo tenemos p p d 1 E ext E par dv B ext B par dv F v q E ext v dt q E ext qEext 2 1 t 2 2 v ma v adv 60c 3 m c 2 0 q2 Si calculamos los extremos de la aceleración (da/dt=0) derivando en el tiempo la fórmula anterior obtenemos Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 10 q 2a 2 q E ext ma v a 0 30c 5 La alternativa a=0 nos dice que, si la partícula está en un campo eléctrico constante y parte con una aceleración Newtoniana inicial a=qE/m, esta aceleración debe ir disminuyendo progresivamente; lo cual es coherente con la ecuación (5) cuando hay un aumento del módulo de la velocidad : d(v2) >0 . Suponiendo que no hay problema con los factores relativistas, podemos entender este resultado como límite asintótico a velocidades cercanas a la luz. De este modo la velocidad de la luz representa la velocidad terminal de la carga puntual acelerada; en analogía a lo que sucede en la ley de rozamiento de Stokes. La segunda alternativa es q E ext m a q 2a 2 v 20 c 5 y debe corresponder a un máximo de la aceleración. Si retomamos la ecuación (5) para el caso de una carga con una velocidad inicial opuesta al campo eléctrico externo; podemos ver que al disminuir la velocidad con el tiempo será d(v2) <0 y la integral disminuye su valor. Por tanto el cuadrado de la aceleración debe ir en aumento. Cuando el frenado del campo haga que la partícula llegue a v=0 volverá a ser d(v2) >0 y la aceleración empezará a disminuir. Por tanto en v=0 tenemos un máximo de la aceleración que según la ecuación precedente es igual a la aceleración Newtoniana a=qE/m. Este comportamiento es coherente con la ecuación (4), en la que da/dt=0 implica v=0. Finalmente, hemos encontrado los siguientes resultados compatibles para el movimiento de una carga acelerada no relativista. q E ext v ma v qEext 2 1 t 2 2 a d v (I ) ; 60c 3 m c 2 0 q2 2 da a v 0 ( II ) dt c Movimiento de una carga puntual inicialmente en reposo en un campo eléctrico constante. En este caso la velocidad, la aceleración y el campo eléctrico mantienen constante la misma dirección y sentido, por lo que se puede plantear la ecuación (II) en términos de módulos y, puesto que la aceleración no se anula podemos dividir la expresión e integrarla de esta forma 1 da v 1 x m 2 0 2 2 a dt c a c qE donde x es la posición correspondiente de la partícula en la dirección del movimiento y en la situación inicial es x=0 y la aceleración es la Newtoniana. Despejando de la expresión anterior llegamos a ma qE qE v2 qEx ma dx dx c 2 ln 1 2 qEx qEx 2 mc 1 2 1 mc mc2 Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 11 aproximando el logaritmo para un pequeño desplazamiento respecto de x=0 podemos llegar a la expresión qEx 1 2 1 q2E 2 2 x (6) mv 2 2 mc2 donde reconocemos rápidamente las energías potencial, cinética y la energía emitida en la radiación. Este último término es similar a la energía acumulada en un oscilador o muelle interno de la partícula pero que resulta liberada completamente en la radiación. Por otra parte también se puede poner el resultado de esta forma 1 qEx 1 q E 2 E x mv2 2 mc 2 que en la interpretación clásica corresponde a una fuerza de auto-frenado f de valor 1 qEx 1 v2 f 2 qE 2 qE 2 mc 4c El resultado muestra también que el problema de la radiación de una carga acelerada necesita una aproximación relativista de primer orden aún para bajas velocidades. Fluctuaciones. La hipótesis de que la radiación procede de la energía cinética de la partícula nos lleva a la fluctuación de la masa de la partícula radiante. La partícula pierde masa y la recupera. Si la masa perdida lo hace a una velocidad superior a la masa recuperada, entonces la diferencia está relacionada con la energía cinética de la que procede la radiación. Pero si la velocidad de pérdida de masa es distinta a la velocidad de recuperación, entonces el proceso no puede ser continuo en el tiempo ya que estaría comprometida la propia existencia de la partícula. En nuestro caso la radiación se emite a la velocidad de la luz, mientras que la masa se recupera a la velocidad a la que se mueve la propia partícula. Por tanto el proceso de emisión de radiación debe ser fluctuante, discontinuo en el tiempo para que la partícula tenga un margen de recuperación. De cara a la radiación, el modelo clásico de carga puntual supone una energía propia electromagnética y una masa infinitas para la partícula. En tal modelo una pérdida continua de masa no sería un problema, ya que la masa de la partícula siempre sería infinita. Pero por otro lado tenemos la fuerza de Lorentz F=ma=q(E+vxB) donde la masa mecánica de la partícula es claramente finita. Por coherencia debemos estudiar el caso en que la radiación es también emitida por una partícula de masa finita y esto nos lleva un proceso de radiación discontinuo si la partícula cargada debe mantener una masa estable. En estas condiciones, la fuerza de Lorentz y la ley clásica de la potencia de radiación solo pueden ser, en un caso real, algún tipo de promedio estadístico. Tanto para el caso de la energía cinética de una partícula de masa constante como para la energía radiada existe una relación con el impulso mecánico; pero una Enrique Cantera del Río Radiación de una carga acelerada 12 transferencia directa de energía-impulso cinética a radiación no es posible como puede verse fácilmente E p v P p ; P r v v2 Er ; E p Er , Pp Pr E p 2 E p !!!! 2 c c el subíndice p hace referencia a una partícula de masa constante y el subíndice r a la radiación. Según nuestra hipótesis el problema está en que la radiación está asociada a una fluctuación de la masa de la partícula, fluctuación que en promedio debe mantener la masa de la partícula constante. Si introducimos una pequeña fluctuación δm de la masa en la expresión de la energía relativista tenemos U 2 p 2c 2 m m c4 p 2c 2 mc2 2mmc4 U mc2 U mc2 p 2c2 2mmc4 2 2 para bajas velocidades respecto a la luz es válido U+mc2≈2mc2 y por tanto U mc 2pm mc 2 2 2 si identificamos este resultado con la ecuación (6) tenemos qEx=U-mc2 y para la fluctuación de masa c 2m 1 q2E 2 2 v2 1 x 2 mv2 2 2 mc 4c 2 Evidentemente esta fluctuación de masa crece con el tiempo y si no fuese emitida en forma de radiación afectaría necesariamente la estabilidad de la partícula.