Evaluación externa del Programa Oportunidades 2008. A diez años de intervención en zonas rurales (1997-2007) Tomo IV Oportunidades día a día, evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Primera edición, 2008 D.R. © Secretaría de Desarrollo Social Coordinación Nacional del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades Insurgentes Sur 1480, Colonia Barrio Actipan Delegación Benito Juárez 03230 México, D.F. Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico ISBN Los conceptos y opiniones expresados por los autores de este documento no reflejan la postura institucional de la Coordinación Nacional del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades. Para mayor información llamar al 01 800 500 500. Este Programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos al desarrollo social, el condicionamiento electoral o político de los programas sociales constituye un delito federal que se sanciona de acuerdo a las leyes correspondientes. Ningún servidor público puede utilizar su puesto o sus recursos para promover el voto a favor o en contra de algún partido o candidato. El Programa Oportunidades es de carácter público y su otorgamiento o continuidad no depende de partidos políticos o candidatos. Capítulo II Cobertura y operación del Programa Oportunidades en regiones interculturales indígenas Autor Juan Luis Sariego Rodríguez Citación sugerida: Sariego Rodríguez JL. Cobertura y operación del Programa Oportunidades en regiones interculturales indígenas. En: Evaluación externa del Programa Oportunidades 2008. A diez años de intervención en zonas rurales (1997-2007). Tomo IV, Oportunidades día a día, evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias. México, DF: Secretaría de Desarrollo Social, 2008. Resumen ejecutivo E ste documento tiene como objetivo principal recoger los resultados y las recomendaciones del estudio conjunto de evaluación cualitativa del Programa de Desarrollo Humano Oportunidades, llevado a cabo en 11 regiones interculturales indígenas pertenecientes a los estados de Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y Sonora. Los dos temas centrales que se analizan son la cobertura y la operación del programa en dichas zonas. En cuanto a la cobertura, las preguntas centrales que se trata de responder son dos: ¿cuáles son los diferenciales de cobertura del Programa Oportunidades en localidades indígenas y mestizas con condiciones diversas de bienestar social?* Y ¿cuáles son los factores que condicionan esos diferenciales de cobertura? En cuanto a la operación, la cuestión central consiste en saber: ¿cuáles son los principales obstáculos que afectan la cabal y efectiva operación del programa? Entre otros aspectos de la operación, se busca indagar acerca del tipo de relaciones que establecen los diferentes agentes del Programa (en especial, promotores sociales y vocales) con las familias beneficiarias, destacando su pertinencia en razón del cabal cumplimiento de los objetivos y metas que busca alcanzar el Programa. También se analizan las dificultades que enfrentan las familias beneficiarias para cumplir con los trámites derivados de su pertenencia a Oportunidades. Nuestra hipótesis general de partida, sustentada principalmente en los resultados de los cuatro estudios regionales, es que la cobertura, aunque es desigual por regiones, está relativamente extendida en comunidades rurales de mediano y gran tamaño, pero tiende a ser menor a medida que disminuye la densidad demográfica y aumenta la dispersión y la accesibilidad geográfica de las comunidades. También los entornos de violencia, inseguridad y discriminación por motivos religiosos o políticos pueden incidir en una cobertura baja y desigual. Todos estos factores tienden a desfavorecer a los pequeños núcleos de población dispersos e incomunicados que, en varias de las regiones de estudio, están predominantemente poblados por familias indígenas. Por la lógica misma que establecen las reglas de operación del programa, las localidades que no cuentan con acceso a los servicios de salud y educación se ven exentas de los beneficios de Oportunidades, lo cual se refleja en las regiones en donde el déficit de dichos servicios es notorio. Se postula además como hipótesis que, por causa de falta de recursos y tiempo, en algunas regiones y localidades con alto grado de dispersión de las familias, la aplicación de la Encuesta de características socioeconómicas de los hogares rurales (Encaseh) fue hecha con premura, lo que produjo algunos errores en sus resultados. También la selección de familias beneficiarias estuvo en algunas localidades mediada por la intervención de autoridades locales o personal de las instituciones de salud y educación, lo cual no siempre permitió incluir en el Padrón de beneficiarios a todas las familias cuyas características socioeconómicas las hacen elegibles para gozar de los apoyos del programa. En cuanto a la operación, la hipótesis es que ésta resulta de menor calidad y eficacia en condiciones de dispersión demográfica e inaccesibilidad geográfica de las poblaciones; depende de la ubicación, densidad y disponibilidad de personal de los Centros de Atención y Registro (CAR), y es presumiblemente más ágil y eficaz allí donde el número y la presencia de los promotores sociales es mayor, sus cargas de trabajo son razonables y su interacción con la población beneficiaria es más estrecha y frecuente. Por otra parte, también se plantea la hipótesis de que el monolingüismo (en lengua indígena por parte de algunos beneficiarios y en español por el personal del programa) obstaculiza la * Aunque en el apartado de Metodología definiremos con precisión cómo entendemos el concepto de cobertura y sus posibles mediciones, baste decir por ahora que ésta equivale a la oferta de los apoyos del programa dirigida a familias que reúnen las condiciones de pobreza, marginación y rezago social que estipulan las reglas de operación de Oportunidades. En cuanto al término bienestar social, del que también hablaremos más adelante, se usa aquí para englobar los de pobreza, marginación y rezago social. 196 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 relación entre los miembros de los hogares de las localidades indígenas y el Programa Oportunidades. La dinámica operativa del programa se ve también frenada cuando los flujos de información segura y fidedigna entre los agentes y los beneficiarios de Oportunidades son precarios o cultural y lingüísticamente poco pertinentes. En cuanto a las vocales, la principal hipótesis es que, a pesar de los mecanismos de control y vigilancia que sobre sus tareas y roles establecen las reglas de operación de Oportunidades,* el comportamiento de las vocales se mueve entre dos situaciones extremas. Por una parte, hay vocales que no asumen sus responsabilidades o sólo ocasionalmente (en la entrega de los apoyos) lo hacen, mantienen una actitud pasiva frente a sus compromisos y esperan que éstos sean cubiertos por la acción de los promotores de Oportunidades, por las promotoras o auxiliares de salud o por el personal de las escuelas. Esta situación se presenta con mayor frecuencia entre las vocales de educación. Por otra parte se postula como hipótesis que existen también vocales que asumen un rol de liderazgo entre las titulares, tanto en la entrega de apoyos, como en la difusión de información, la certificación de corresponsabilidades y los talleres de salud y que sólo en casos excepcionales este liderazgo deriva en algún grado de empoderamiento que se expresa en favoritismos hacia sus allegadas titulares o que se traduce en posicionamientos en la lógica de faccionalismo que caracteriza la vida política rural. Una última hipótesis es la que se refiere a la lógica de los procedimientos y trámites asociados a la operación del programa. Al respecto se postula que, en varias de las sociedades indígenas referidas en este estudio, el hecho de que los sistemas de comunicación escrita sean poco comunes se convierte en un obstáculo para la obtención y el manejo de los documentos oficiales que resultan indispensables en muchos de los trámites requeridos por el Programa Oportunidades. Pero además, el monolingüismo en la comunicación oral de muchas de las familias indígenas beneficiarias constituye una barrera no sólo a la hora de resolver trámites, sino también en espacios tales como los talleres de salud y las consultas médicas, ámbitos estrechamente ligados al cumplimiento de las corresponsabilidades que demanda el Programa. Por otra parte, y en el caso específico del componente “Jóvenes con Oportunidades”, la hipótesis que se plantea aquí es que existen serios obstáculos, tales como la falta de información oportuna y la mala atención por parte de las instituciones bancarias encargadas de administrar este fondo, para que los jóvenes ex becarios puedan tramitar con éxito el apoyo correspondiente. Metodología Para llevar a cabo esta evaluación cualitativa del impacto de Oportunidades de largo plazo en zonas rurales indígenas, se optó por dividir el informe en dos apartados: el que se refiere a la cobertura y el de operación. El primero de ellos ocupa una mayor extensión, puesto que su análisis obligó a recurrir a una revisión de un conjunto amplio de variables y referencias estadísticas y cartográficas de carácter regional no incluidas en los estudios microrregionales previos. El segundo, por su parte, se sustenta básicamente en los hallazgos derivados de dichos estudios y por eso partió de datos más elaborados y sintéticos. En cuanto a la cobertura, es importante establecer una definición del término. En este estudio, se utiliza el término cobertura para significar la oferta de apoyos (alimentarios, educativos, subsidios a la personas de la tercera edad y al consumo de energéticos) del Programa Oportunidades a familias y personas que viven en condiciones precarias de bienestar, lo que se traduce en pobreza, marginación y rezago social. De acuerdo con las reglas de operación de Oportunidades, la cobertura del programa tiene limitaciones intrínsecas, en la medida en que sólo es aplicable a personas que viven en localidades donde puedan acceder a servicios de salud y educación, condición básica para que puedan ser ejercidas las corresponsabilidades que el programa exige de sus beneficiarios. Quedan, por tanto, excluidas de la cobertura todas aquellas familias que habitan en localidades en donde los servicios de salud y educación no son accesibles. O, dicho en otros términos, dadas las reglas de operación, no sería imputable a Oportunidades la falta de cobertura del programa de familias que viven en localidades sin acceso a tales servicios. * Es importante señalar que algunas de las vocales actualmente en funciones fueron elegidas para ocupar su puesto antes de que entraran en operación las actuales reglas de Oportunidades. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Estos condicionantes son importantes a la hora de estudiar y evaluar la presencia del programa en regiones indígenas puesto que, como se tratará de mostrar, en varias de las regiones de este estudio existen poblaciones que no tienen acceso a dichos servicios, en especial a los de salud, lo que implica que quedan excluidas de los beneficios del Programa. En cuanto a la medición de la cobertura a la que se hará referencia a lo largo de este estudio, es pertinente hacer algunas aclaraciones. Aunque el programa tiene como objetivo central apoyar a familias en condiciones precarias de bienestar, pudiera hablarse de dos aproximaciones complementarias para medir la cobertura. La primera sería la que se refiere a la cobertura de familias u hogares (indígenas y mestizas) y la segunda la que concierne a la cobertura de localidades. En el primer caso, se trataría de medir en qué proporción y grado diferencial el programa incorpora entre sus beneficiarias y en las regiones de estudio a familias indígenas y mestizas que reúnen las condiciones de pobreza, marginación y rezago social. Un estudio de tal naturaleza, aunque sin duda sería el más pertinente para los objetivos de esta evaluación, enfrenta obstáculos difícilmente salvables, que sobrepasan los límites de este trabajo. En primer lugar porque no existen estadísticas públicas desagregadas que indiquen la condición étnica ni la situación de pobreza de las familias que viven en esas regiones. En segundo lugar porque, para resolver la anterior limitación, sería preciso levantar una encuesta similar a la Encaseh en todos los hogares de esas localidades, beneficiarios y no beneficiarios, para comprobar si la selección de los primeros y la exclusión de los segundos fueron correctas, de acuerdo con sus niveles de pobreza. Esta tarea rebasa los límites de este estudio, que es básicamente de carácter cualitativo. Existen además problemas para poder medir la cobertura por hogares en tanto que, aunque los conceptos de hogar que manejan Oportunidades y el Instituto Nacional de Estadistica, Geografía e Informática (INEGI) parecen semejantes, en realidad no se aplican de igual forma. Esta disparidad es probablemente debida al hecho de que Oportunidades considera como hogares diferentes a aquellos núcleos familiares en donde hay madres beneficiarias, independientemente de que vivan dentro de una misma vivienda, mientras que el II Conteo los consideraría como un único hogar. Desde otra perspectiva, para poder medir la cobertura del programa a nivel de los hogares y de la población también se enfrenta la dificultad de que aun cuando Oportunidades reporta las cifras de hogares atendidos, no precisa qué porcentaje de los miembros del hogar reciben las becas escolares o la ayuda a personas de la tercera edad. Por todas estas razones, resultó imposible hacer un análisis de los diferenciales de cobertura por hogar que integrara al mismo tiempo las variables sobre condición étnica y nivel de pobreza de las familias.* Como más adelante se señala, se hicieron sin embargo algunas estimaciones que permiten acercarse de alguna manera a la solución de la pregunta. La segunda forma de aproximación al problema de la medición de los diferenciales de cobertura según condición étnica y niveles de pobreza es la que toma como referente no a las familias sino a las localidades. Sobre ellas existe la ventaja de que se cuenta con datos sobre niveles de pobreza, así como sobre su composición étnica. En cuanto a los datos de pobreza, se optó en este estudio por recurrir a los que proporciona Coneval,‡ agrupando los cinco niveles de rezago social que dicho organismo maneja en tres categorías: muy bajo-bajo, medio y alto-muy alto. Hay que tener presente, sin embargo, que a lo largo de los últimos 10 años Oportunidades recurrió primero a los índices de marginación del Consejo Nacional de Población (Conapo) y, posteriormente, a los del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y a datos del INEGI. También se estableció aquí un nuevo indicador, el del índice regional promedio de rezago social, que no es otra cosa que el promedio de los índices de rezago social de los municipios que integran una determinada región. Por lo que se refiere a la variable condición étnica de las localidades, se recurrió al II Conteo, y en particular al dato que se refiere al porcentaje de población de una localidad que vive en hogares donde el jefe del hogar o su cónyuge hablan alguna lengua indígena. * Sería importante que en el futuro este tipo de estudio de los diferenciales de cobertura por hogar, nivel de rezago social y condición étnica sea llevado a cabo, combinando en él enfoques cualitativos y cuantitativos. ‡ Aunque se pudo haber optado por recurrir al índice de marginación de Conapo, se prefirió hacerlo por el de rezago social de Coneval. Se hizo así tomando en cuenta no sólo que la reglas de operación de Oportunidades remiten a dichas estadísticas como criterio para llevar a cabo la selección de las localidades, sino también que el concepto de rezago social engloba más aspectos de la pobreza que el de la marginación. 197 198 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Existe, sin embargo, en este enfoque de análisis por localidad de los diferenciales de cobertura, la limitación de la información relativa a las localidades confidenciales, que son aquellas localidades pequeñas (de 1 o 2 viviendas) de las que el II Conteo sólo ofrece el dato de su población total, sin indicación de ninguna otra de sus características étnicas, sociales o económicas, y de las que el Coneval no brinda datos sobre su nivel o índice de rezago social. Esta limitación no es menor si se tiene en cuenta que en algunas de las regiones indígenas de este estudio el porcentaje de las localidades confidenciales es muy significativo.* Se optó entonces por manejar a las localidades confidenciales como una categoría distinta y separada de las de localidades indígenas y mestizas. En conclusión, en términos de la condición étnica, las localidades de una región pueden ser o indígenas, mestizas o confidenciales. Y en términos de rezago social, será preciso manejar como una categoría distinta a las localidades confidenciales, ya que de ellas no se tienen datos de rezago social. Tomando en cuenta las ventajas metodológicas que ofrece el análisis de los diferenciales de cobertura por localidad, se decidió otorgarle en este estudio mayor importancia que al correspondiente al análisis de la cobertura por hogar o familia, aunque también se incorporó este último en la evaluación. En particular, se hacen algunas estimaciones sobre el porcentaje que representan las familias con Oportunidades respecto del total de las que viven en las localidades, municipios y regiones, recurriendo para ello a un tamaño promedio de personas por hogar y por región. También se calculó el volumen de la población que vive en localidades donde no opera Oportunidades y se comparó con el de la población total de esas regiones. Para ello se cruzaron los datos del II Conteo con los del padrón de Oportunidades, precisando cuáles son las localidades de cada una de las regiones en las que no está presente el Programa y sumando posteriormente la población de cada una de esas localidades. Es muy importante señalar además que el análisis sobre la cobertura que aquí se presenta obedece a un enfoque transversal o sincrónico (y no longitudinal o diacrónico), que busca reflejar la situación actual. Sin embargo es claro que a lo largo de sus años de operación, el Programa Oportunidades ha ido modificando y mejorando sus procedimientos de cobertura tanto en lo que se refiere a la focalización de localidades (con el manejo de una mejor cartografía y datos de población, marginación y rezago social) como a los procedimientos de elección de las familias beneficiarias (a través de un mejor diseño y aplicación de la Encaseh). Sería por tanto inapropiado juzgar la situación actual sin considerar dichos cambios. Hechas estas precisiones, se aclara que el estudio sobre la cobertura se llevó a cabo en dos etapas complementarias de análisis: la primera corresponde a las 11 regiones de los estados de Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y Sonora en las que se ubican las 12 microrregiones‡ que fueron objeto de las evaluaciones regionales;1-4 la segunda se refiere a dichas microrregiones. En cuanto a la primera etapa, es importante precisar la causa y la forma en que fueron delimitadas las 11 regiones. Puesto que los municipios que abarcan las microrregiones están compuestos mayoritariamente por población indígena, para medir mejor los diferenciales de cobertura entre localidades indígenas y mestizas se decidió encuadrar y contextualizar esas microrregiones y los municipios que las integran en regiones interculturales e interétnicas más amplias en las que coexisten núcleos indígenas y mestizos. La delimitación se hizo tomando en cuenta criterios geográficos, lingüísticos, étnicos, económicos e históricos, dando especial relevancia a los factores étnicos. De esta forma, se delimitaron las que aquí se denominan “11 regiones interculturales”, referidas en el mapa 1 en las que quedan comprendidos los municipios o microrregiones originalmente estudiados. Dichas regiones son las siguientes: • Valle del Mayo, en el estado de Sonora • Valle del Yaqui, en el estado de Sonora • Sierra guarojía, en el estado de Sonora • Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua • Región pima, en la frontera entre los estados de Chihuahua y Sonora * En la Sierra Tarahumara de Chihuahua, por ejemplo, 53.5% del total de las 6 747 localidades que registró el II Conteo en 2005 son confidenciales. ‡ Las microrregiones son 12 y las regiones sólo 11 porque en el caso de la Tarahumara fueron seleccionadas dos microrregiones en el muy extenso municipio de Guachochi, Chihuahua. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias • • • • • • Región chol, en el estado de Chiapas Región tojolabal, en el estado de Chiapas Altos de Chiapas Costa de Oaxaca Cañada y sierra mazateca, en el estado de Oaxaca Sierra Norte mixe en el estado de Oaxaca Los municipios que integran estas regiones aparecen indicados; son 118 y cuentan con una población de cerca de 2.5 millones de habitantes.* En una segunda etapa del análisis se hará referencia a la cobertura en las 12 microrregiones en las que se llevó a cabo el análisis de los temas de cobertura, operación, salud, educación y trabajo. Las microrregiones en cuestión fueron seleccionadas tomando en cuenta los siguientes factores: que en ellas hubiera familias expuestas a Oportunidades desde 1998 o 1999 (y por ende, accesibilidad a los servicios de salud y educación, aunque no necesariamente de todas las localidades de la microrregión) ya que se pretendía evaluar el impacto de largo plazo del programa; que fueran regiones caracterizadas por la diversidad étnica de su población, que incluyera personas indígenas monolingües, mestizos y mestizos monolingües de español; que existieran familias beneficiarias y no beneficiarias con dichas categorías étnico-lingüísticas y que hubiera en ellas localidades rurales no mayores de 2 500 habitantes.‡ Estas microrregiones y su ubicación municipal son las siguientes: • Huírivis en el territorio yaqui y en el municipio de Guaymas, Sonora. • La Bocana, en el territorio mayo y en el municipio de Etchojoa, Sonora. • San Bernardo, en el territorio guarojío y en el municipio de Álamos, Sonora. • Las localidades de Yepachi, Piedras Azules, La Salitrera en el municipio de Temósachi (Chihuahua) y Maycoba y El Kipor, en el municipio de Yécora (Sonora) en el territorio de los pimas bajos. • Samachique, en el territorio tarahumara y en el municipio de Guachochi, Chihuahua. • Las localidades de Norogachi, La Ciénega de Norogachi, Cochérare, Riquéachi, Santa Cruz, Mesa de Paréwachi y Tuchéachi, en el territorio tarahumara y en el municipio de Guachochi, Chihuahua. • Las localidades de El Aguaje, San Isidro de las Huertas, Corazón de María, Pedernal y El Escalón en el municipio de San Cristóbal de las Casas en los Altos de Chiapas. • Las localidades de Saltillo, Chacalá, La Libertad, El Encanto y Bello Paisaje en el municipio de Las Margaritas, en la región tojolabal de Chiapas. • Las localidades de Emiliano Zapata, Álvaro Obregón (Planada), Álvaro Obregón (Loma) y El Porvenir en el municipio de Tumbalá, en la región chol de Chiapas. • Las localidades de Mazatlán de Villa Flores, El Corral, El Progreso, San Simón, Coyoltepec, Almolonga y Piedra Ancha, todas ellas en el municipio de Mazatlán de Villa Flores, en la Cañada y sierra mazateca de Oaxaca. • Varias localidades del municipio de San Juan Cotzocón, en la Sierra Norte mixe de Oaxaca. • Las localidades de Nuevo Cerro Mojarra y Jaltepec de Candayoc, ambas en el municipio de Santiago Jamiltepec, en la Costa de Oaxaca, donde conviven poblaciones indígenas, mestizas y afromestizas. Para elaborar el apartado correspondiente a la cobertura se utilizaron básicamente las siguientes fuentes de información: - La información cuantitativa y cualitativa que se recoge en los informes regionales previos correspondientes a los estados de Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y Sonora. * En el presente estudio no se definirán a detalle las características geográficas, étnicas, históricas, ecológicas, económicas y sociales de cada una de estas regiones; para ello se remite al lector a los cuatro estudios previos ya citados sobre cada una de estas zonas. ‡ Las características demográficas, económicas y sociales de cada una de esas microrregiones aparecen detalladas en los estudios regionales previamente entregados al Programa Oportunidades. 199 200 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 - Las estadísticas de cobertura de Oportunidades, al inicio del ejercicio fiscal de 2008, en los municipios y localidades a las que se refiere el estudio, las cuales fueron extraídas de: http://www.oportunidades.gob.mx/ informacion_general/main_ca.html - Las estadísticas de población y población indígena del II Conteo de Población y Vivienda de 2005. Es importante aclarar que para los efectos de este informe, se considera población indígena a todas aquellas personas que habitan en hogares donde el jefe y/o su cónyuge hablan una lengua indígena. Y se consideran localidades indígenas aquellas en las que el 40% o más de la población vive en hogares en los que el jefe o su cónyuge hablan una lengua indígena; localidades mestizas aquellas en las que más del 40% de la población vive en hogares en los que el jefe o su cónyuge no hablan una lengua indígena y localidades confidenciales, aquéllas de 1 o 2 viviendas de las que no se cuenta con datos sobre la condición étnica de sus habitantes. - Las estadísticas correspondientes al índice y grado de rezago social por localidad elaboradas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), que pueden ser consultadas en: http://www.coneval.gob. mx/mapas/. Es importante recordar, sin embargo, que ni el Coneval ni el Conapo registran índices de rezago social y pobreza para localidades de una o dos viviendas. - Una cartografía de los municipios de estudio seleccionados en las cuatro entidades federativas. El autor utilizó alguna información básica que le fue entregada por Oportunidades relativa a su cobertura, a la que se le añadieron datos de carácter geográfico, topografía, usos del suelo, caminos, corrientes de agua, establecimientos educativos, de salud y de tiendas Diconsa (Distribuidora de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares, Conasupo), con sus respectivas áreas de influencia (calculadas con un radio de 5 km), y muy especialmente la condición étnica (indígena o mestiza) de las localidades, de acuerdo a los criterios a los que se aludió anteriormente. - La información cualitativa recogida en cada una de las zonas de estudio a partir de entrevistas y observaciones con personal de Oportunidades (coordinaciones estatales, Centros de Atención y Registro y promotores sociales), vocales, personal de las instituciones de educación y salud, personajes relevantes de las comunidades, así como familias beneficiarias y no beneficiarias indígenas y mestizas. Por lo que se refiere al estudio de la operación, éste se basa fundamentalmente en los resultados de las entrevistas con personal de Oportunidades (coordinadores estatales, jefes de CAR, promotores sociales), vocales, personal adscrito a los servicios de salud y educación y familias que fueron seleccionadas en la muestra original que fue aplicada en los estudios regionales. Es importante destacar que en este rubro, la aproximación de este documento se centrará específicamente en las microrregiones donde se llevó a cabo el trabajo de campo a profundidad. El estudio se completa con una sección relativa a las fortalezas, retos y recomendaciones (análisis FODA), una bibliografía y un anexo en el que se incluyen cuadros estadísticos, gráficas y mapas. Resultados En materia de cobertura a) En una primera aproximación al tema de los diferenciales de cobertura, en términos comparativos se observa que el porcentaje de localidades en las que Oportunidades está presente en las 11 regiones contempladas en el estudio es variable, pudiendo afirmarse que la cobertura por localidades es amplia y está más generalizada en las regiones de Oaxaca y Chiapas que en las de Sonora y Chihuahua. Pudiera hablarse en este sentido de tres niveles de cobertura: muy alta (de 52 a 87% de las localidades) en las seis regiones del sur de Oaxaca y Chiapas; alta (entre 30 y 50%) en la Sierra Tarahumara, zona guarijía y valle del Mayo y baja (de menos del 25%) en el del Yaqui y en la zona pima. Esta primera medición de los diferenciales de cobertura es sólo una primera aproximación al problema, dado que aquí no se tiene en cuenta el grado de rezago social de las localidades ni el hecho de que éstas cuenten con acceso a los servicios de salud y educación respectivamente validados. b) La cobertura por localidad no muestra una relación directa con los índices regionales promedio de rezago social, pero aumenta donde la proporción de localidades indígenas es mayor y es inversamente proporcional a la Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias presencia de pequeñas localidades categorizadas como confidenciales. Dicho en otros términos, la presencia de Oportunidades es más marcada en localidades que forman parte de regiones mayoritariamente indígenas (es el caso de las regiones indígenas de Chiapas y Oaxaca) que en aquellas donde los indígenas conviven con mestizos (caso de las poblaciones indígenas de Chihuahua y Sonora). Además, en las regiones que cuentan con un número mayor de localidades confidenciales (las de Sonora y Chihuahua) la cobertura por localidad es menor, lo cual es enteramente explicable teniendo en cuenta que muchas de esas localidades, por no acceder a los servicios de salud y educación, no son elegibles para el programa. c) Salvo en el caso de la Cañada mazateca, las 11 regiones y las 12 microrregiones presentan problemas de cobertura en este tipo de localidades pequeñas y confidenciales, aún en contextos de cobertura amplia. En algunos casos esta situación es explicable por la falta de acceso a los servicios de educación y salud, pero hay casos recurrentes en las regiones tarahumara, pima y guarojía donde localidades confidenciales que están en el radio de influencia de las clínicas y escuelas no cuentan con los beneficios del programa. Esta situación tiene que ver con dos factores: la incomunicación de dichas poblaciones y el hecho de que, por ser confidenciales, no existen sobre ellas cifras de rezago social y marginación, lo que las hace no elegibles para el programa. En este último caso se recomienda que las reglas de operación del Programa se modifiquen de tal manera que dichas localidades confidenciales, que en su mayoría son indígenas, puedan acceder a los beneficios del programa. Todo ello apunta a afirmar una conclusión clara: el Programa Oportunidades, por su propia lógica de focalización de localidades y por sus condicionantes normativos, tiende a frenar su presencia en la medida en que se implanta en regiones donde existe un número importante de poblaciones indígenas pequeñas de una o dos viviendas en las que se presentan problemas por falta de comunicaciones y altos costos de acceso, carencia de servicios y ausencia de estadísticas de pobreza. d) Aunque este estudio es fundamentalmente de carácter sincrónico y por lo mismo resulta difícil hacer inferencias históricas, es muy probable que la brecha entre localidades rurales pequeñas y aisladas (confidenciales), que en muchos casos son indígenas, y las medianas (mucho mejor atendidas por Oportunidades y en ocasiones predominantemente mestizas) se esté ampliando, lo que incluso hace pensar en la aparición de “dos pisos de la pobreza”. Resulta urgente atender este problema de desigualdad social, tratando de ampliar la cobertura de Oportunidades en las primeras. e) En cuanto a la relación entre diferenciales de cobertura, grado de rezago social y condición étnica de las localidades (excepción hecha de las confidenciales) se observaron tres patrones. El primero es el que se presenta en algunas regiones en las que se da una muy alta cobertura de localidades, independientemente del nivel de rezago, y en las que el programa está ligeramente más presente en localidades indígenas que en mestizas. Este es el caso de las tres regiones de Oaxaca, los Altos de Chiapas y el valle del Mayo). El segundo patrón es el de aquellas regiones en las que se presenta una cobertura de localidades sólo alta, siendo ésta mayor en localidades indígenas que en mestizas pero no, en cambio, en las que presentan mayor índice de rezago social que en las que están menos rezagadas. Éste es el caso del valle del Yaqui y de las regiones tojolabal y chol de Chiapas. Un tercer patrón distorsionado de cobertura es el que presenta la Sierra Tarahumara y las regiones pima y guarojía, zonas éstas en las que el porcentaje de localidades atendidas por Oportunidades no aumenta en la medida en que lo hace el rezago social. Se trata de un patrón distorsionado e inequitativo porque en algunos casos se favorece más a las localidades menos pobres en relación con las más pobres y porque también en algunos casos se favorece más a las localidades indígenas que a las mestizas o viceversa y no de forma igual. f) En cuanto a la cobertura por familias y población ésta resulta alta (más de 70%) en las regiones de la Cañada mazateca, la Sierra Norte mixe, las regiones tojolabal y chol y los Altos de Chiapas; mediana (entre 47 y el 67%) en la Costa de Oaxaca, Sierra Tarahumara, regiones guarojía y pima, y baja (menos de 35%) en los valles del Mayo y del Yaqui. Estas cifras deben, sin embargo, ser consideradas con reserva, dado que aquí se estima comparativamente el total de familias en Oportunidades con el total regional de familias, pero no todas éstas reúnen las condiciones para ser elegibles dentro del Programa, lo cual explicaría los bajos niveles de cobertura en los valles del Yaqui y del Mayo, regiones ambas con bajos índices de rezago social. 201 202 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 g) Por lo que se refiere al porcentaje de la población regional que reside en localidades a donde no llega Oportunidades, en la mayoría de las regiones es relativamente bajo, puesto que oscila entre 5 y 10%, a excepción de la Sierra Tarahumara, donde llega a ser de 22 por ciento. Esas localidades exentas de Oportunidades, aunque son pocas en la mayoría de las regiones, tienden a ser indígenas y confidenciales. Dos salvedades deben ser hechas antes de interpretar esos datos. En primer lugar, hay que tomar en cuenta que la situación ideal no sería aquella en la que el 100% de la población formara parte de hogares y localidades con Oportunidades, puesto que en todas las regiones hay hogares y localidades que no presentan los requisitos de marginación y pobreza que los vuelven aptos para integrar el padrón del programa. Pero también es importante destacar que en dichas regiones no son sólo las personas que viven en localidades sin Oportunidades las únicas que no gozan de los beneficios del programa, sino que a ellas sería necesario sumarles todas aquellas que viven en familias residentes en localidades con Oportunidades pero que no están incorporadas al Programa. h) Al nivel microrregional y de acuerdo con los datos cartográficos se constató que la cobertura de Oportunidades está en relación directa con la oferta de servicios de salud y educación y que, en este sentido, dicha oferta es más amplia y diversificada en las microrregiones del sur que en la mayoría de las del norte. Destacan la zona pima y la Sierra Tarahumara como las que tienen un mayor déficit de servicios de educación y salud. i) A pesar de las diferencias en los grados y tipos de cobertura entre las 12 microrregiones estudiadas, en todas ellas se observaron tres coincidencias. La primera de ellas se refiere a la falta de concordancia entre los procedimientos que se utilizaron para la selección de hogares beneficiarios a la hora de su incorporación (encuestas rápidas e incompletas en algunos hogares, asambleas comunitarias, listados elaborados por las autoridades municipales mediante el mecanismo de “apuntarse”, consulta a los prestadores de servicios, solicitudes y presiones colectivas de las beneficiarias potenciales) y lo que estipulan las reglas de operación del programa en lo relativo a la aplicación de la Encaseh casa por casa mediante el sistema de barrido de hogares. j) La segunda coincidencia en todas las microrregiones apunta a la existencia de errores de inclusión y exclusión, aunque es importante decir que tanto unos como otros fueron muy escasos. Los primeros fueron resultado de la mala aplicación de los procedimientos de selección en el proceso de incorporación. Los segundos tuvieron como causas la ocupación laboral, la migración temporal, la movilidad territorial asociada a la práctica de una agricultura móvil, la enfermedad, la viudez y el desconocimiento del personal de Oportunidades de los territorios y costumbres de la población local. También estuvo asociada a la desinformación de las familias con respecto a las reglas y procedimientos con que opera el Programa. Sólo en algunas microrregiones se documentaron ciertos casos de autoexclusión del programa por motivos religiosos, políticos y por el rechazo a realizar los trámites y asumir las corresponsabilidades que implican el ingreso y la permanencia en el Programa. k) Una tercera coincidencia es que, aun en casos donde la cobertura es amplia, las familias indígenas monolingües experimentan problemas de comunicación para poder acceder de forma segura, certera y fidedigna a la información escrita y oral que transmite el personal de Oportunidades y las vocales, lo que en buena medida es debido a la falta de uso de las lenguas indígenas en dicha información, así como a la falta de mayor personal del Programa que sea bilingüe. En materia de operación a) Para cumplir con sus funciones, los CAR de las microrregiones de estudio enfrentan una falta notoria de personal y recursos materiales, lo que incide en una baja en la calidad de la atención que ofrecen a las titulares en sus zonas de acción. b) El número de promotores sociales y de responsables de capacitación comunitaria es escaso en todos los CAR donde se llevó a cabo el estudio, especialmente en aquellos que cubren zonas de atención donde la población vive de forma dispersa. Además sus condiciones laborales son precarias y sus cargas de trabajo excesivas, aunque variables de acuerdo con la extensión de las zonas de atención, las condiciones de comunicación y la dispersión de la población. En efecto todos estos promotores laboran con contratos por honorarios sin plazas, sin derecho a la seguridad social ni seguro de vida (siendo que desempeñan actividades sujetas a un grado significativo Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias c) d) e) f) g) h) i) j) k) l) de riesgos); tienen ingresos reducidos, recorren periódicamente caminos y carreteras con vehículos en malas condiciones –a veces enfrentando la amenaza de asaltos– y gozan de muy pocos días al mes para convivir con sus familias. A pesar de eso, en todas las regiones se constató que los promotores muestran un alto grado de identificación y compromiso con el programa y acuden puntualmente a las entregas de apoyos. Salvo en algunas de las microrregiones de Chiapas, en las demás zonas de estudio no se encontraron promotores y personal de Oportunidades que cuenten con competencias suficientes para ser traductores lingüísticos y culturales en contextos de monolingüismo. Este fenómeno es causa de problemas de comunicación entre el personal del programa y sus beneficiarios y suele hacerse patente a la hora de la transmisión de información de interés común, talleres y pláticas de salud, realización de trámites y presentación de quejas. El desempeño de las vocales en las zonas de estudio remite a una tipología de dos modelos de comportamiento: el de las vocales que asumen una posición pasiva y cuya labor se limita casi exclusivamente a cooperar en la entrega de apoyos, y el de aquellas otras que asumen un rol de liderazgo entre las titulares, tanto en la entrega de apoyos, como en la difusión de información, la certificación de responsabilidades y los talleres de salud. Entre este segundo tipo de vocales se constataron casos muy excepcionales de empoderamiento que deriva en favoritismos hacia sus allegadas titulares o que se traduce en posicionamientos en la lógica de faccionalismo que caracteriza la vida política rural. Sin embargo el primer tipo de vocales es el más común. La supresión de la figura del enlace municipal suscitó entre los informantes opiniones muy diversas. Algunos ven en ello un gesto de independencia del programa con respecto a la vida política de los municipios –en algunos estados, muy convulsiva–, otros estiman que ha propiciado un menor apoyo logístico de parte de los ayuntamientos hacia Oportunidades. Muchas evidencias apuntan en el sentido de que Oportunidades necesita hacer un mayor esfuerzo para mejorar la capacitación de las vocales e imbuir entre ellas un mayor grado de identificación con el Programa. Al respecto, es probable que los esfuerzos recientes que Oportunidades está llevando a cabo para mejorar la capacitación, a través de las mesas de atención a comités y la presencia cada vez mayor de los responsables de acción comunitaria (Recco), den sus frutos en un corto plazo. Los datos del estudio muestran que el trabajo de éstos últimos está ayudando significativamente a capacitar a las vocales, muy especialmente en regiones donde éstas son bilingües. Para estimular un mayor grado de identidad de las vocales con el programa y un mejor desempeño de sus funciones y evitar problemas que puedan derivar del cobro de “cooperaciones”, es recomendable que Oportunidades piense en la posibilidad de establecer algún tipo de compensación o estímulo para las vocales. Se constataron en todos los estudios regionales las dificultades de comunicación entre vocales monolingües en español y titulares indígenas monolingües. Para resolver este problema que afecta directamente la transmisión de la información del programa, el cumplimiento de las corresponsabilidades y la utilidad de los talleres de salud, es recomendable que Oportunidades promueva entre sus titulares la selección de vocales bilingües con competencias para la traducción cultural. Entre algunos grupos étnicos de las zonas indígenas estudiadas, existen serias dificultades para que los potenciales beneficiarios cuenten y presenten en tiempo y forma la documentación requerida para tramitar el ingreso al Programa o cambios en el padrón. Se trata de regiones como la Sierra Tarahumara y zonas pima y guarojía, donde las cabeceras municipales se encuentran muy lejanas de muchos ranchos y rancherías y en donde la población indígena no cuenta con documentos como acta de nacimiento, credencial de elector o CURP. Se sugiere en esos casos que sean reconocidas como válidas las acreditaciones de residencia que puedan expedir las autoridades indígenas. Para poder recibir sus apoyos, muchas titulares se ven obligadas a desplazarse por largas distancias a pie o en vehículo, teniendo para ello que invertir sumas de dinero que representan una proporción importante de los apoyos que reciben. Las largas filas de espera en los días de pago son un hecho generalizado. Los tiempos de respuesta a los trámites de cambio de domicilio, cobro de pagos extemporáneos y en general todos aquellos que implican cambios en el padrón de Oportunidades son percibidos por las titulares como excesivos. Muchos de los ex becarios entrevistados coinciden en señalar las dificultades que enfrentan para poder acceder al componente de “Jóvenes con Oportunidades”. Se combinan aquí problemas de desinformación por parte de las vocales y del personal del programa, con una mala atención de parte del personal de las instituciones bancarias. 203 204 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 m) Haciendo una síntesis de los hallazgos encontrados en materia de cobertura, es posible decir que existen una serie de factores exógenos que tienden a deprimirla y éstos son los que se refieren a los contextos de inseguridad, violencia y divisiones intracomunitarias que, en diferente grado, se observaron en todas las microrregiones. Pero hay además otros factores de orden interno, unos relacionados con las condiciones de la demanda y otros con las de la oferta de Oportunidades. En cuanto a la demanda, los dos aspectos que más frenan la operación del programa son la dispersión de las localidades y la falta de servicios de educación y salud, aspectos ambos que se dan de manera mucho más clara en las microrregiones del norte (Chihuahua y Sonora) que en las del sur (Chiapas y Oaxaca). En cambio un factor endógeno que potencia la cobertura del programa es el hecho de que las regiones donde se implanta sean mayoritariamente indígenas, lo que de alguna manera significa que en estos lugares hay una mayor apropiación e identificación de las familias con las metas y objetivos de Oportunidades. Por lo que se refiere a los factores relacionados con la oferta, es muy importante destacar que la correcta aplicación de la Encaseh ayudaría significativamente a subsanar los posibles errores de inclusión y exclusión de familias. También hay que insistir en la conveniencia de que Oportunidades trate de adaptarse más a los entornos culturales indígenas, a través de la contratación de promotores bilingües y biculturales, la capacitación y promoción de vocales indígenas y el uso, en sus materiales de difusión escritos y orales, de las lenguas vernáculas. En algunas regiones como la sierra tarahumara, el valle del Yaqui, las zonas guarojía y pima (pero no en las microrregiones de estudio de Chiapas y Oaxaca) las autoridades indígenas podrían colaborar con Oportunidades en tareas como la acreditación y expedición de documentos y constancias de identidad y residencia de los posibles beneficiarios, el apoyo en la ubicación de los hogares a la hora de aplicar la Encaseh y la orientación moral y pedagógica a jóvenes becarios y a las familias. También la contratación de jóvenes ex becarios indígenas como promotores pudiera contribuir a una mejor operación del Programa. 205 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Análisis FODA prioridad DESCRIPción RECOMENDACIÓN Fortalezas y Oportunidades FO1 En términos generales, hay una muy elevada cobertura del Programa en las tres microrregiones estudiadas del estado de Oaxaca (Cañada Mazateca, Sierra Norte mixe y Costa de Oaxaca), y una alta cobertura en las del estado de Chiapas (zonas chol, tojolabal y Altos de Chiapas) y en el valle del Mayo de Sonora. En la mayoría de estas zonas, la cobertura tiende a beneficiar a la población indígena y las localidades y familias con mayores índices de rezago social No aplica FO2 En las regiones de estudio donde las localidades indígenas tienen mayor peso proporcional, la cobertura por localidades del Programa es también más amplia No aplica FO3 En relación con los promotores sociales de Oportunidades, todos los estudios regionales coinciden en señalar que éstos, a la par que desempeñan una carga excesiva de trabajo en condiciones laborales bastante precarias, manifiestan un alto grado de identificación y compromiso con el Programa No aplica FO4 A pesar de operar en contextos regionales donde se viven conflictos de carácter electoral, municipal, político, religioso y aún de violencia derivada del narcotráfico, el Programa Oportunidades ha logrado mantenerse al margen de los conflictos y ha seguido operando con regularidad, aun en zonas donde la seguridad del personal del programa ha estado en riesgo Seguir manteniendo la independencia política del Programa y otorgar algún tipo de reconocimiento al personal que ha desempeñado sus funciones en forma destacada en contextos de inseguridad y violencia DebilidadES Y AmenazaS DA1 En todas las regiones y microrregiones estudiadas existe un notorio déficit de cobertura de las localidades más pequeñas (de 1 o 2 viviendas), denominadas confidenciales. En algunos casos este déficit deriva de la aplicación de las reglas de operación del Programa, que le impiden atender familias en localidades sin datos oficiales de rezago social Se propone que las reglas de operación sean modificadas para que Oportunidades pueda otorgar sus apoyos a las familias que viven en localidades confidenciales (sin datos de rezago social) dentro del área de influencia de los centros de salud y educación y en microrregiones con niveles generalizados de pobreza DA2 Existe un déficit de cobertura de localidades con alto y muy alto rezago social, en las que el Programa tiene menor presencia que en aquellas con menores niveles de rezago. Además existe una cobertura diferencial de localidades indígenas y mestizas que desfavorece a las primeras Ampliar la cobertura en localidades indígenas y en aquellas que cuentan con altos y muy altos niveles de rezago social, recurriendo a una cartografía actualizada de la pobreza y a la aplicación de la Encaseh 206 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 DA3 En la Sierra Tarahumara, donde el nivel regional de rezago social es muy alto, menos de una tercera parte de las localidades cuenta con Oportunidades y se estima que cerca de 30% de la población está fuera del Programa. Además, la reducida cobertura favorece a las localidades con menores niveles de rezago social y a las mestizas por sobre las indígenas. El déficit de cobertura no siempre está relacionado con la falta de acceso a los servicios de educación y salud Ampliar y densificar de manera significativa la cobertura, favoreciendo a las localidades indígenas y aquellas con mayor rezago social Insistir ante las autoridades estatales y federales de educación y salud para que la oferta de servicios de clínicas y escuelas secundarias y de educación media superior se incremente de forma notoria DA4 En la gran mayoría de las localidades estudiadas, los procesos de incorporación y densificación no fueron llevados a cabo con estricto apego a las normas que establece el Programa, en particular en la aplicación de la Encaseh En los nuevos procesos de incorporación y densificación, el Programa debe vigilar la aplicación de la Encaseh en el domicilio de las personas entrevistadas y evitar las asambleas comunitarias, empadronamientos o registros por parte de autoridades municipales DA5 En todas las regiones de estudio, el monolingüismo y las barreras culturales provocan que las familias indígenas estén en condiciones de desventaja y sean más propicias a la exclusión, cuando los encuestadores y el personal del Programa no hablan la lengua indígena de la zona. No obstante la amplia cobertura, existen errores de exclusión e inclusión DA6 Los procedimientos de denuncia de errores de inclusión y quejas (uso del buzón o teléfono de atención) resultan ineficaces e inusuales en comunidades pequeñas donde todos se conocen, existen dificultades para acceder al servicio telefónico o no hay costumbre de usar buzones de quejas. Las vocales tampoco denuncian los errores de inclusión por temor a represalias, aunque conozcan los mecanismos y canales para hacerlas Reclutar personal bilingüe (español y la lengua indígena) de las regiones en las que se harán incorporaciones para evitar las barreras lingüísticas. Evitar que los procesos de incorporación se basen en apreciaciones de encuestadores monolingües en español y carentes de conocimientos sobre las culturas indígenas correspondientes Diseñar sistemas de denuncia (orales o escritos) que aseguren la confidencialidad del denunciante y establecer mecanismos de seguimiento de las quejas asegurando su atención y respuesta en tiempos razonables. Se propone instalar buzones en escuelas y clínicas y que los promotores puedan recibir y atender quejas orales en los días en que asisten a la entrega de apoyos 207 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias DA7 Para poder medir y evaluar el impacto de Oportunidades de manera diferencial entre la población indígena y mestiza no existe en el Programa ningún tipo de registro público y específico que informe acerca de la condición étnica de las familias beneficiarias, aun cuando esta información se recoge en la Encaseh Se recomienda a Oportunidades haga pública la condición étnica de las familias que integran su padrón de beneficiarios DA8 Para cumplir con sus funciones, todos los CAR de las microrregiones de estudio enfrentan una falta notoria de personal y recursos materiales, lo que incide en una baja en la calidad de la atención que ofrecen a las titulares en sus zonas de acción Incrementar el gasto de operación de los CAR, contratando nuevo personal y dotándoles de mejores equipos de cómputo y transporte. Incrementar los salarios de los promotores e incorporarlos al régimen de seguridad social DA9 El número de promotores sociales y de responsables de capacitación comunitaria es escaso en todos los CAR donde se llevó a cabo el estudio. Además sus condiciones laborales son precarias y sus cargas de trabajo excesivas, aunque variables de acuerdo a la extensión de las zonas de atención, las condiciones de comunicación y la dispersión de la población Contratar un número mayor de promotores sociales y responsables de capacitación comunitaria, tomando en cuenta las condiciones de dispersión y comunicaciones de las zonas de atención que cubre cada CAR y dando prioridad a personas bilingües DA10 Salvo en algunos casos aislados en Chiapas, en el resto de las microrregiones se observó una carencia significativa de promotores indígenas y, en general, personal de Oportunidades, que tengan competencias para ser traductores lingüísticos y culturales. Este fenómeno es el origen de muchos de los problemas de comunicación que se suscitan entre el Programa y sus beneficiarias y suele hacerse patente a la hora de la realización de trámites y presentación de quejas Contratar en regiones indígenas promotores con competencias para ser traductores lingüísticos y culturales. Se recomienda dar prioridad a ex becarios que conocen la lógica de operación del Programa DA11 Los procesos de capacitación de los comités de promoción comunitaria (vocales), a través de las mesas de atención y de los Recco, quizás porque son recientes, aún no han dado los resultados esperados Contratar un número mayor de Recco e insistirles para que capaciten mejor a las vocales en lo relativo a corresponsabilidades y trámites. Aumentar el número de mesas de atención a comités DA12 En cuanto al desempeño de sus funciones, constatamos que hay muchas vocales que asumen sus cargos sin el interés y la dedicación esperada, lo que indica un bajo grado de identificación con los objetivos y con la mística de Oportunidades. Por otra parte, el cobro de “colaboraciones” tiende a generalizarse y puede ser origen de conflictos y divisiones internas entre las titulares Evaluar la posibilidad de otorgar alguna recompensa económica a las vocales, para estimular su buen desempeño y un mayor grado de identificación con el programa. Evitar así las cooperaciones en dinero de las beneficiarias que vienen a mermar sus apoyos 208 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 DA13 La figura de las vocales de educación aparece en muchas de las localidades de estudio desdibujada, en la medida en que muchas de ellas cuentan con un nivel bajo de escolaridad, lo que les impide opinar con conocimiento de causa sobre los problemas que plantean tanto los becarios del Programa, como sus profesores Valorar la posibilidad de que las funciones de las vocales de educación recaigan en algún ex becario que haya concluido sus estudios de educación media superior DA14 En algunas de las microrregiones de estudio, la población indígena enfrenta serios problemas para contar con la documentación de identidad que exigen los trámites de incorporación al Programa, así como para efectuar cambios en el padrón. Establecer tiempos de entrega de documentación para la incorporación y cambios en el padrón que tomen en cuenta las condiciones culturales de las regiones indígenas Reconocer como legales las constancias de identidad y residencia emitidas por las autoridades indígenas DA15 Se evidenciaron muchos casos en los que la recepción de los apoyos implica largos desplazamientos, filas de espera y gastos de transporte que representan una proporción considerable del monto de los apoyos. Circunstancias como la migración laboral y la práctica de la agricultura móvil dificultan a muchas beneficiarias asistir a la entrega de apoyos. Los trámites subsecuentes para recibir los apoyos extemporáneos son lentos y ocasionan a la titular pérdida del apoyo y gastos innecesarios Permitir a las titulares que puedan recibir sus apoyos de manera directa, a través de una cuenta bancaria o por medio de un representante legal DA16 Los trámites de incorporación, recertificación, cobro de adeudos, cambio de domicilio y cobro del componente “Jóvenes con Oportunidades” en que se ven implicadas las familias beneficiarias resultan excesivamente engorrosos y difíciles de comprender y manejar, especialmente para la población indígena. Todo esto se traduce en un número importante de bajas Revisar y simplificar sistemáticamente todos los trámites que están asociados a la entrega de los apoyos y cambios de domicilio de beneficiarias y becarios. Revisar y simplificar los trámites asociados al cobro del componente “Jóvenes con Oportunidades” DA17 En algunas regiones como la Sierra Tarahumara, el valle del Yaqui, las zonas guarojía y pima (pero no en las microrregiones de estudio de Chiapas y Oaxaca) las autoridades indígenas cuentan con un alto grado de legitimación y prestigio social. Aunque hasta la fecha no hayan sido llamadas a colaborar con el Programa, su apoyo pudiera ser de gran utilidad Se propone que Oportunidades solicite el apoyo de las autoridades indígenas de esas regiones en tareas como la acreditación y expedición de documentos y constancias de identidad y residencia de los posibles beneficiarios, el apoyo en la ubicación de los hogares a la hora de aplicar la Encaseh y la orientación moral y pedagógica a jóvenes becarios y a las familias. También la contratación de jóvenes ex becarios indígenas como promotores pudiera contribuir a una mejor operación del programa Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Referencias 1. Agudo A. Documento analítico del estudio etnográfico en Chiapas, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, largo plazo, zonas rurales, Numeral 3, México: CIESAS, 2008. 2. Haro A (coord,). Salud y condiciones de vida indígena en México y el Noroeste. Diagnóstico de salud desde una perspectiva multicultural. Evaluación cualitativa del impacto del Programa Oportunidades, de largo plazo, en zonas rurales 2007-2008, México: 2007. 3. González de la Rocha M, Paredes P, Sánchez G. Documento analítico del estudio etnográfico en Oaxaca, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, largo plazo, zonas rurales, Numeral 3, México: CIESAS, 2008. 4. Sariego, JL. Documento analítico del estudio etnográfico en Chihuahua, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, largo plazo, zonas rurales, Numeral 3, México: CIESAS, 2008. 209 Cobertura y operación del Programa Oportunidades en regiones interculturales indígenas I. Introducción E ste documento tiene como objetivo principal recoger los resultados y las recomendaciones del estudio conjunto de evaluación cualitativa del Programa Oportunidades llevado a cabo en 11 regiones interculturales indígenas pertenecientes a los estados de Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y Sonora. Los dos temas centrales que se analizan son la cobertura y la operación del Programa en dichas zonas. En cuanto a la cobertura, las preguntas centrales que se trata de responder son dos: ¿cuáles son los diferenciales de cobertura del Programa Oportunidades en localidades indígenas y mestizas con condiciones diversas de bienestar social?* Y ¿cuáles son los factores que condicionan esos diferenciales de cobertura? En cuanto a la operación, la cuestión central consiste en saber: ¿cuáles son los principales obstáculos que afectan la cabal y efectiva operación del Programa? Entre otros aspectos de la operación, se busca indagar acerca del tipo de relaciones que establecen los diferentes agentes del Programa (en especial, promotores sociales y vocales) con las familias beneficiarias, destacando su pertinencia en razón del cabal cumplimiento de los objetivos y metas que busca alcanzar el Programa. También se analizan las dificultades que enfrentan las familias beneficiarias para cumplir con los trámites derivados de su pertenencia al Programa. Nuestra hipótesis general de partida, sustentada principalmente en los resultados de los cuatro estudios regionales, es que la cobertura está relativamente extendida en localidades * Aunque en el apartado de Metodología definiremos con precisión cómo entendemos el concepto de cobertura y sus posibles mediciones, baste decir por ahora que ésta equivale a la oferta de los apoyos del Programa dirigida a familias que reúnen las condiciones de pobreza, marginación y rezago social que estipulan las reglas de operación de Oportunidades. En cuanto al término bienestar social, del que también hablaremos más adelante, se usa aquí para englobar los de pobreza, marginación y rezago social. 212 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 rurales de mediano y gran tamaño, pero tiende a ser menor a medida que disminuye la densidad demográfica, aumenta la dispersión, la accesibilidad geográfica de las comunidades es complicada y los servicios de salud y educación son escasos y lejanos. También los entornos de violencia, inseguridad y discriminación por motivos religiosos o políticos pueden incidir en una cobertura baja y desigual. Todos estos factores tienden a desfavorecer a los pequeños núcleos de población que, en varias de las regiones de estudio, están predominantemente poblados por familias indígenas. Los procesos de incorporación resultan estratégicos para entender los alcances y limitaciones regionales de la cobertura. Sobre ellos, se postula como hipótesis que en la selección de las localidades no siempre se tienen en cuenta los datos emanados de una cartografía actualizada de la pobreza y la marginación regionales, pudiendo darse casos en los que la presencia o ausencia de los servicios de salud y educación no operan necesariamente como un criterio de selección. Por el contrario, las posibilidades de acceso a las localidades, la duración y la forma en que fueron llevadas a cabo las encuestas de incorporación pasan a ser determinantes. En la selección de hogares a los que se les aplica la encuesta de incorporación, es común que el personal comisionado para ello por Oportunidades tome en cuenta la opinión de los agentes locales ligados al aparato de los servicios de educación y salud, lo cual es explicable, pero muy raras veces este personal consulta a los representantes locales del gobierno indígena, lo que, al menos en algunas de las regiones estudiadas como la zona pima, tarahumara, yaqui y guarojía, contribuiría sin duda a mejorar la selección, dado que este tipo de autoridades cuenta con un amplio conocimiento de la situación de las familias indígenas. Nuestra hipótesis en cuanto a la operación es que ésta resulta condicionada no sólo por la dispersión demográfica y la inaccesibilidad geográfica de las poblaciones, sino también por la ubicación, densidad y disponibilidad de personal de los Centros de Atención y Registro (CAR) y es presumiblemente más ágil y eficaz (de acuerdo a las metas del Programa) allá donde la presencia de los promotores sociales es mayor y sus interacciones con la población beneficiaria son más estrechas y frecuentes. Por el contrario, cuando el número de estos agentes primordiales del Programa es escaso y sus cargas de trabajo son excesivas, las interacciones tienden a limitarse a los eventos de entrega de los apoyos. Se generan entonces vacíos de información que son particularmente notorios cuando existen barreras lingüísticas y culturales, que llegan a afectar la comunicación, especialmente entre los promotores y las familias indígenas beneficiarias, y que pueden desencadenar bajas, así como impactos diferenciales en los beneficios que proporciona el Programa. En particular, el monolingüismo (en lengua indígena por parte de los beneficiarios y en español por parte de los actores que instrumentan el Programa a nivel local) obstaculiza la relación entre los miembros de los hogares de las localidades indígenas y el Programa Oportunidades. La dinámica operativa del Programa se ve también obstaculizada cuando los flujos de información entre los agentes y los beneficiarios de Oportunidades son precarios, sea porque son escasos o porque no son cultural y lingüísticamente pertinentes,* lo que llega a derivar en una falta de comprensión de las familias beneficiarias de sus obligaciones, corresponsabilidades y derechos dentro del Programa, fenómeno más acusado entre hogares indígenas. La ausencia de información –o la información a medias– lleva a malas interpretaciones por parte de los beneficiarios y a un menor aprovechamiento de los apoyos a los que tienen derecho (altas de miembros del hogar, cambios de domicilio, etc.) En el nivel de la comunidad, las vocales juegan un papel fundamental en la operación de Oportunidades y de su desempeño depende en gran medida la eficacia del Programa. Al respecto la principal hipótesis es que, a pesar de los mecanismos de control y vigilancia que sobre sus tareas y roles establecen las reglas de operación de Oportunidades, el comportamiento de las vocales se mueve entre dos situaciones extremas. Por una parte, hay vocales que no asumen sus responsabilidades o lo hacen sólo ocasionalmente (en la entrega de los apoyos), mantienen una actitud pasiva frente a sus compromisos y esperan que éstos sean cubiertos por la acción de los promotores de * Los flujos de infomación son cultural y lingüísticamente pertinentes cuando las personas que reciben un determinado mensaje pueden entenderlo de forma correcta, independientemente de que el emisor y el receptor de dicho mensaje sean personas que hablen lenguas diferentes y tengan una condición étnica distinta. Es éste el caso del personal de Oportunidades, que en su mayoría es mestizo, y la población indígena que sólo habla su lengua materna. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Oportunidades, por las promotoras o auxiliares de salud o por el personal de las escuelas. Esta situación se presenta con mayor frecuencia entre las vocales de educación. Existen, por otra parte, vocales que concentran atribuciones excesivas, monopolizan la toma de decisiones en aspectos ligados a la cobertura y operación del Programa, sin dejar por ello de intervenir –a veces de forma no exenta de favoritismos y preferencias–* en las dinámicas de facciones y grupos que atraviesan la vida política interna de las comunidades, lo que puede desembocar en un clima de descontento o de conflicto latente entre vocales y beneficiarias. En todo caso, en uno y otro contexto, las vocales muestran diferentes grados de desconocimiento de las reglas de operación del Programa, lo que afecta su capacidad de representación y su comunicación con el resto de las beneficiarias, en especial a la hora de resolver problemas que afectan la entrega oportuna de los apoyos. Estas situaciones se agravan aún más en contextos en los que una buena parte de las familias beneficiarias es indígena y monolingüe. Un último aspecto que tiene que ver con la operación del Programa es el que se refiere a la lógica y procedimientos de los trámites que las beneficiarias deben llevar a cabo tanto para ingresar como para permanecer activas dentro del Programa. Al respecto se postula como hipótesis que, en varias de las sociedades indígenas referidas en este estudio, el hecho de que los sistemas de comunicación escrita sean poco comunes se convierte en un obstáculo para la obtención y el manejo de los documentos oficiales que resultan indispensables en muchos de los trámites requeridos por el Programa Oportunidades. Pero además, se propone como hipótesis que el monolingüismo en la comunicación oral de muchas de las familias indígenas beneficiarias constituye una barrera no sólo a la hora de resolver trámites, sino también en espacios tales como los talleres de salud y las consultas médicas, ámbitos éstos estrechamente ligados al cumplimiento de las corresponsabilidades que demanda el Programa. Por otra parte, y en el caso específico del componente “Jóvenes con Oportunidades”, la hipótesis planteada es que existen serios obstáculos para que los jóvenes ex becarios puedan tramitar con éxito el apoyo correspondiente. II. Metodología Para llevar a cabo esta evaluación cualitativa del impacto de Oportunidades de largo plazo en zonas rurales indígenas, y en lo que se refiere a la cobertura y operación del Programa, se optó por dividir el informe en dos apartados: el que se refiere a la cobertura y el de operación. El primero de ellos ocupa una mayor extensión, puesto que su análisis obligó a recurrir a la revisión de un conjunto amplio de variables y referencias estadísticas y cartográficas de carácter regional no incluidas en los estudios microrregionales previos. El segundo, por su parte, se sustenta básicamente en los hallazgos derivados de dichos estudios y por eso partió de datos más elaborados y sintéticos. En cuanto a la cobertura, las preguntas centrales que se trata de responder son dos: ¿cuáles son los diferenciales de cobertura del Programa Oportunidades en localidades indígenas y mestizas de las zonas estudiadas, con condiciones diversas de bienestar social? Y ¿cuáles son los factores que condicionan esos diferenciales de cobertura? Por lo que se refiere a la operación, la cuestión central a responder es: ¿cuáles son los principales obstáculos que afectan la cabal y efectiva operación del Programa? Para empezar, es importante establecer una definición del término cobertura. En este estudio, se utiliza el término de cobertura para significar la oferta de apoyos (alimentarios, educativos, subsidios a la personas de la tercera edad y al consumo de energéticos) del Programa Oportunidades a familias y personas que viven en condiciones precarias de bienestar, lo que se traduce en pobreza, marginación y rezago social.‡ De acuerdo con las reglas de operación de Oportunidades, la cobertura del Programa tiene limitaciones intrínsecas, en la medida en que sólo es aplicable a personas que viven en localidades donde pueden acceder a servicios de salud * Dichos favoritismos se muestran especialmente en aspectos ligados al manejo y difusión de información que afectan la situación de las beneficiarias en el Programa, así como en la intervención de algunas vocales para que no se reporten debidamente los incumplimientos de corresponsabilidades. ‡ No se encontró en las reglas de operación de Oportunidades otra definición más precisa del término cobertura. 213 214 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 y educación, condición básica para que puedan ser ejercidas las corresponsabilidades que el Programa exige de sus beneficiarios. Quedan, por tanto, excluidas de la cobertura, todas aquellas familias que habitan en localidades en donde los servicios de salud y educación no son accesibles. O, dicho en otros términos, dadas las reglas de operación, no sería imputable a Oportunidades la falta de cobertura del Programa de familias que viven en localidades sin acceso a tales servicios. Esta limitación es muy clara cuando las reglas de operación se refieren a la selección de localidades, proceso previo al de la elección de familias susceptibles de ser beneficiarias, tanto en localidades donde no opera el Programa como en aquéllas donde ya lo hace (densificación), de acuerdo con los siguientes procedimientos: La selección de localidades nuevas o localidades ya atendidas por el Programa, tanto en el ámbito rural como en el urbano, en las cuales se lleva a cabo la identificación de familias susceptibles de ser incorporadas al Programa para mantener el padrón en la cobertura actual […], se realiza con base en el índice de rezago social establecido por el Coneval, el índice de marginación establecido por el Conapo, así como con base en información estadística disponible a nivel de localidades, AGEB, colonias y/o manzanas, dando prioridad a la selección y atención de aquellas localidades donde sea mayor la concentración de familias en condiciones de pobreza extrema. En conjunto con el análisis de la información estadística disponible, se hace uso de información geográfica que permite definir el universo de atención de familias en condición de pobreza extrema, para focalizar las acciones del Programa hacia su población objetivo. Una vez seleccionado el universo de atención, conformado por localidades, AGEBs, colonias y/o manzanas, se procede a validar las condiciones de accesibilidad y capacidad de atención de los servicios de salud y educación, que permitan operar en forma integral los componentes del Programa. La densificación es el proceso por el cual se realiza la incorporación de familias identificadas en condiciones de pobreza extrema, en localidades ya atendidas por el Programa, para cubrir el incremento demográfico en dichas localidades1 Estos condicionantes son importantes a la hora de estudiar y evaluar la presencia del Programa en regiones indígenas puesto que, como se intentará mostrar, en varias de las regiones de este estudio existen poblaciones que no tienen acceso a dichos servicios, en especial a los de salud, lo que implica que quedan excluidas de los beneficios del Programa. En cuanto a la medición de la cobertura a la que se hará referencia a lo largo de este estudio, es pertinente hacer algunas aclaraciones. Aunque el Programa tiene como objetivo central apoyar a familias en condiciones precarias de bienestar, pudiera hablarse de dos aproximaciones complementarias para medir la cobertura. La primera sería la que se refiere a la cobertura de familias u hogares (indígenas y mestizas) y la segunda la que concierne a la cobertura de localidades. En el primer caso, se trataría de medir en qué proporción y grado diferencial el Programa incorpora entre sus beneficiarias y en las regiones de estudio a familias indígenas y mestizas que reúnen las condiciones de pobreza, marginación y rezago social. Un estudio de tal naturaleza, aunque sin duda sería el más pertinente para los objetivos de esta evaluación, enfrenta obstáculos difícilmente salvables, que sobrepasan los límites de este trabajo. En primer lugar porque no existen estadísticas públicas desagregadas que indiquen la condición étnica ni la situación de pobreza de las familias que viven en esas regiones.* En segundo lugar porque, para resolver la anterior limitación, sería preciso levantar una encuesta similar a la Encaseh en todos los hogares de esas localidades, beneficiarios y no beneficiarios, para comprobar si la selección de los primeros y la exclusión de los segundos fueron correctas, de acuerdo a sus niveles de pobreza. Esta tarea rebasa los límites de este estudio, que es básicamente de carácter cualitativo. Pero aun cuando se prescindiera de las variables condición étnica y nivel de pobreza de las familias para centrarse exclusivamente en saber en qué proporción Oportunidades beneficia a las familias que viven en localidades con condiciones precarias de bienestar social, se enfrentaría un tercer problema. En efecto, aunque se conoce, por el II * En la Encuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares Rurales (Encaseh) que se aplica para seleccionar a las familias beneficiarias de Oportunidades, se pregunta acerca de la condición étnica de los miembros del hogar, pero el autor no conoce ninguna estadística que presente y analice estos datos. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Conteo de Población y Vivienda de 2005, el número total de hogares que habitan en las localidades, y también se sabe el número de hogares beneficiarios de Oportunidades* en cada una de las localidades que integran una región o microrregión, ambos datos resultan difíciles de comparar porque aunque los conceptos de hogar que manejan Oportunidades y el Instituto Nacional de Estadistica, Geometría e Infromática(INEGI) parecen semejantes, en realidad no se aplican de igual forma.‡ Esta disparidad en la forma de aplicación del concepto de hogar es probablemente debida al hecho de que Oportunidades considera como hogares diferentes a aquellos núcleos familiares en donde hay madres beneficiarias, independientemente de que vivan dentro de una misma vivienda, mientras que el II Conteo los consideraría como un único hogar. Desde otra perspectiva, para poder medir la cobertura del Programa a nivel de los hogares y de la población también se enfrenta la dificultad de que aun cuando Oportunidades reporta las cifras de hogares atendidos, no precisa qué porcentaje de los miembros del hogar recibe las becas escolares o la ayuda a personas de la tercera edad. Por todas estas razones, resultó imposible hacer un análisis de los diferenciales de cobertura por hogar que integrara al mismo tiempo las variables de condición étnica y nivel de pobreza de las familias.§ Como más adelante se señala, se hicieron sin embargo algunas estimaciones que permiten acercarse de alguna manera a la solución de la pregunta. La segunda forma de aproximación al problema de la medición de los diferenciales de cobertura según condición étnica y niveles de pobreza es la que toma como referente no a las familias sino a las localidades. Sobre ellas se tiene la ventaja de que se cuenta con datos de niveles de pobreza, así como de su composición étnica. En cuanto a los datos de pobreza, se optó en este estudio por recurrir a los que proporciona el Consejo Nacional de Evaluación de Politica de Desarrollo social (Coneval),# agrupando los niveles de rezago social en tres categorías: muy bajo-bajo, medio y alto-muy alto. También se estableció un nuevo indicador, el del índice regional promedio de rezago social, que no es otra cosa que el promedio de los índices de rezago social de los municipios que integran una determinada región. Por lo que se refiere a la variable condición étnica de las localidades, se recurrió al II Conteo, y en particular al dato que se refiere al porcentaje de población de una localidad que vive en hogares donde el jefe del hogar o su cónyuge hablan alguna lengua indígena. Existe sin embargo en este enfoque de análisis por localidad de los diferenciales de cobertura la limitación de la información relativa a las localidades confidenciales, que son aquellas localidades pequeñas (de 1 o 2 viviendas) de las que el II Conteo sólo ofrece el dato de su población total, sin indicación de ninguna otra de sus características étnicas, sociales o económicas, y de las que el Coneval no brinda datos sobre su nivel e índice de rezago social.& Esta limitación no es menor si se tiene en cuenta que en algunas de las regiones indígenas de este estudio el porcentaje de las localidades confidenciales es muy significativo.£ Se optó entonces por manejar a las localidades confidenciales como una categoría distinta y separada de la de localidades indígenas y la de mestizas. En conclusión, en términos * Se cuenta para ello con el padrón de beneficiarios de Oportunidades correspondiente al inicio de ejercicio fiscal de 2008. ‡ En el inciso 6.3.1, relativo a la integración de la información socioeconómica y demográfica de los hogares, las reglas de operación de Oportunidades señalan que “La unidad de atención del Programa es el hogar, definido como el conjunto de personas que hacen vida en común dentro de la vivienda, unidos o no por parentesco, que comparten gastos de manutención y preparan los alimentos en la misma cocina”. Por su parte el INEGI define el hogar como “la unidad doméstica que está conformada por una o más personas que viven en la misma vivienda, comparten el mismo gasto (principalmente para la alimentación) y que pueden estar unidas o no por lazos de parentesco” (Ver: http://www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/ metodologias/ censos/sm_conteo2005.pdf . En algunos de los informes regionales se ha mostrado, en efecto, que si no fuera así, no se explicaría el hecho de que existen municipios (como el de Morelos, en la Sierra Tarahumara) donde más del 100% de las familias cuenta con Oportunidades, siendo que el Programa sólo llega al 44% de las localidades de ese municipio.2,3 § Sería importante que en el futuro este tipo de estudio de los diferenciales de cobertura por hogar, nivel de rezago social y condición étnica sea llevado a cabo, combinando en él enfoques cualitativos y cuantitativos. # Aunque se pudo haber optado por recurrir al índice de marginación del Consejo Nacional de Población (Conapo), se prefirió hacerlo por el de rezago social de Coneval. Esto tomando en cuenta no sólo que la reglas de operación de Oportunidades remiten a dichas estadísticas como criterio para llevar a cabo la selección de las localidades, sino también porque se considera que el concepto de rezago social engloba más aspectos de la pobreza que el de la marginación. & Aunque se hicieron gestiones ante las autoridades del INEGI en Aguascalientes para poder obtener datos más precisos de las localidades confidenciales (indígenas y mestizas), fue imposible obtenerlos por las limitaciones que impone la Ley de información estadística y geográfica en lo relativo a la información confidencial. (Véase al respecto: http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/espanol/transp/ley.asp?c=387 ) £ En la Sierra Tarahumara de Chihuahua, por ejemplo, 53.5% de las 6 747 localidades que registró el II Conteo en 2005 son confidenciales. 215 216 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 de la condición étnica, las localidades de una región pueden ser indígenas, mestizas o confidenciales. Y en términos de rezago social, será preciso manejar como una categoría distinta a las localidades confidenciales, ya que de ellas no se tienen datos en este rubro. Es importante señalar que aunque las localidades confidenciales por su tamaño no cuentan por lo general con servicios de educación y salud, eso no quiere decir que obligadamente estén o deban estar fuera del alcance de la cobertura de Oportunidades. Existen en efecto localidades que aunque no cuenten con dichos servicios, se encuentran 00los casos en que así fuere, nada impide a las familias de estas comunidades ser susceptibles de contar con los apoyos del Programa. En suma, pues, no todas las localidades confidenciales, por el hecho de serlo, están automáticamente excluidas de la posibilidad de contar con los beneficios de Oportunidades. Tomando en cuenta las ventajas metodológicas que ofrece el análisis de los diferenciales de cobertura por localidad, se decidió otorgarle en este estudio mayor importancia que al que corresponde al análisis de la cobertura por hogar o familia, aunque también se incorporó este último en la evaluación. En particular, se hacen algunas estimaciones del porcentaje que representan las familias con Oportunidades con respecto al total de las que viven en las localidades, municipios y regiones, recurriendo para ello a un tamaño promedio de personas por hogar. También se calculó el volumen de la población que vive en localidades donde no opera Oportunidades y se comparó con el de la población total de esas regiones. Para ello fue preciso cruzar los datos del II Conteo con los del padrón de Oportunidades, precisando cuáles son las localidades de cada una de las regiones en las que no está presente Oportunidades y sumando posteriormente la población de cada uno de esas localidades. Es muy importante señalar además que el análisis sobre la cobertura que aquí se presenta obedece a un enfoque transversal o sincrónico (y no longitudinal o diacrónico), que busca reflejar la situación actual. Sin embargo es claro que a lo largo de sus años de operación, el Programa Oportunidades ha ido modificando y mejorando sus procedimientos de cobertura tanto en lo que se refiere a la focalización de localidades (con el manejo de una mejor cartografía y datos de población, marginación y rezago social) como a los procedimientos de elección de las familias beneficiarias (a través de un mejor diseño y aplicación de la Encaseh). Sería por tanto inapropiado juzgar la situación actual sin considerar dichos cambios. Hasta aquí se ha hablado de los dos enfoques –el del análisis por hogar y el del estudio por localidad– a los que se recurrirá para conocer los diferenciales de cobertura y entender sus causas. Toca ahora señalar que, además, el estudio sobre la cobertura se llevó a cabo en dos etapas complementarias de análisis: la primera corresponde a las 11 regiones de los estados de Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y Sonora en las que se ubican las 12 microrregiones* que fueron objeto de las evaluaciones regionales;2-5 la segunda se refiere a dichas microrregiones. En cuanto a la primera etapa, es importante precisar la causa y la forma en que fueron delimitadas las 11 regiones. Puesto que los municipios que abarcan las microrregiones están compuestos mayoritariamente por población indígena, para medir mejor los diferenciales de cobertura entre localidades indígenas y mestizas se decidió encuadrar y contextualizar esas microrregiones y los municipios que las integran en regiones interculturales e interétnicas más amplias en las que coexisten núcleos indígenas y mestizos. La delimitación se hizo tomando en cuenta criterios geográficos, lingüísticos, étnicos, económicos e históricos y para ello se consultaron las regionalizaciones reconocidas oficialmente en las cuatro entidades referidas, así como la opinión de los cuatro investigadores que participan en esta evaluación cualitativa.‡ De esta forma, se delimitó lo que se ha denominado en este documento “11 regiones interculturales”, en las que quedan comprendidos los municipios o microrregiones originalmente estudiados. Dichas regiones son las siguientes: • Valle del Mayo, en el estado de Sonora • Valle del Yaqui, en el estado de Sonora * Las microrregiones son 12 y las regiones sólo 11 porque en el caso de la Sierra Tarahumara fueron seleccionadas dos microrregiones en el muy extenso municipio de Guachochi, Chihuahua. ‡ De todos estos criterios de selección, el que tuvo más peso fue el étnico. Así, se consideró como una región al conjunto de municipios en los que se habla una o varias lenguas indígenas y en los que se asienta uno o varios grupos étnicos que se comunican en esas lenguas, aunque también exista en ellos población mestiza o no indígena. Es por eso que estas regiones son interculturales y se designan de acuerdo al nombre de dichos grupos étnicos, como Sierra Tarahumara, región tojolabal, valle del Yaqui, etc. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias • • • • • • • • • Sierra guarojía, en el estado de Sonora Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua Región pima, en la frontera entre los estados de Chihuahua y Sonora Región chol, en el estado de Chiapas Región tojolabal, en el estado de Chiapas Altos de Chiapas Costa de Oaxaca Cañada y sierra mazateca, en el estado de Oaxaca Sierra Norte mixe en el estado de Oaxaca Los municipios que integran cada una de estas regiones aparecen indicados en el cuadro 1 y en los mapas 1, 2, 3 y 4 de los anexos que se presentan al final del documento. En total, las 11 regiones interétnicas abarcan 118 municipios con cerca de 2.5 millones de habitantes y presentan características muy contrastantes en términos demográficos y de cobertura de Oportunidades, tal como se aprecia en el cuadro 2, de cuyos datos se hablará más adelante.* En una segunda etapa del análisis se hace referencia a la cobertura en las 12 microrregiones en las que se llevó a cabo el análisis de los temas de cobertura, operación, salud, educación y trabajo. Las microrregiones en cuestión fueron seleccionadas tomando en cuenta los siguientes factores: que en ellas hubiera familias expuestas a Oportunidades desde 1998 o 1999 (y por ende, accesibilidad a los servicios de salud y educación, aunque no necesariamente de todas las localidades de la microrregión) ya que se pretendía evaluar el impacto de largo plazo del Programa; que fueran regiones caracterizadas por la diversidad étnica de su población, que incluyera personas indígenas monolingües, mestizos y mestizos monolingües de español; que existieran familias beneficiarias y no beneficiarias con dichas categorías étnico lingüísticas y que hubiera en ellas localidades rurales no mayores de 2 500 habitantes.‡ Estas microrregiones y su ubicación municipal son las siguientes: • Huírivis en el territorio yaqui y en el municipio de Guaymas, Sonora • La Bocana, en el territorio mayo y en el municipio de Etchojoa, Sonora • San Bernardo, en el territorio guarojío y en el municipio de Álamos, Sonora • Las localidades de Yepachi, Piedras Azules, La Salitrera en el municipio de Temósachi (Chihuahua) y Maycoba y El Kipor, en el municipio de Yécora (Sonora) en el territorio de los pimas bajos • Samachique, en el territorio tarahumara y en el municipio de Guachochi, Chihuahua • Las localidades de Norogachi, La Ciénega de Norogachi, Cochérare, Riquéachi, Santa Cruz, Mesa de Paréwachi y Tuchéachi, en el territorio tarahumara y en el municipio de Guachochi, Chihuahua • Las localidades de El Aguaje, San Isidro de las Huertas, Corazón de María, Pedernal y El Escalón en el municipio de San Cristóbal de las Casas en los Altos de Chiapas • Las localidades de Saltillo, Chacalá, La Libertad, El Encanto y Bello Paisaje en el municipio de Las Margaritas, en la región tojolabal de Chiapas • Las localidades de Emiliano Zapata, Álvaro Obregón (Planada), Álvaro Obregón (Loma) y El Porvenir en el municipio de Tumbalá, en la región chol de Chiapas • Las localidades de Mazatlán de Villa Flores, El Corral, El Progreso, San Simón, Coyoltepec, Almolonga y Piedra Ancha, todas ellas en el municipio de Mazatlán de Villa Flores, en la Cañada y Sierra Mazateca de Oaxaca • Varias localidades del municipio de San Juan Cotzocón, en la Sierra Norte mixe de Oaxaca • Las localidades de Nuevo Cerro Mojarra y Jaltepec de Candayoc, ambas en el municipio de Santiago Jamiltepec, en la Costa de Oaxaca, donde conviven poblaciones indígenas, mestizas y afromestizas Para elaborar el apartado correspondiente a la cobertura se utilizaron básicamente las siguientes fuentes de información: * En el presente estudio no se definirán en detalle las características geográficas, étnicas, históricas, ecológicas, económicas y sociales de cada una de estas regiones, para ello se remite al lector a los cuatro estudios previos ya citados sobre cada una de estas zonas. ‡ Las características demográficas, económicas y sociales de cada una de esas microrregiones aparecen detalladas en los estudios regionales previamente entregados al Programa Oportunidades. 217 218 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 - La información cuantitativa y cualitativa que se recoge en los informes regionales previos correspondientes a los estados de Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y Sonora - Las estadísticas de cobertura de Oportunidades, al inicio del ejercicio fiscal de 2008, en los municipios y localidades a las que se refiere el estudio, estadísticas que fueron extraídas de: http://www.oportunidades.gob. mx/informacion_general/main_ca.html - Las estadísticas de población y población indígena del II Conteo de Población y Vivienda de 2005. Es importante aclarar que para los efectos de este informe, se considera población indígena a todas aquellas personas que habitan en hogares donde el jefe y/o su cónyuge hablan una lengua indígena. Y se consideran localidades indígenas aquellas en las que el 40% o más de la población vive en hogares en los que el jefe o su cónyuge hablan una lengua indígena; localidades mestizas aquellas en las que más del 40% de la población vive en hogares en los que el jefe o su cónyuge no hablan una lengua indígena y localidades confidenciales, aquéllas de 1 o 2 viviendas de las que no se cuenta con datos sobre la condición étnica de sus habitantes. - Las estadísticas correspondientes al índice y grado de rezago social por localidad elaboradas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) que pueden ser consultadas en: http://www.coneval.gob. mx/mapas/. Es importante recordar, sin embargo, que ni el Coneval ni el Conapo registran índices de rezago social y pobreza para localidades de una o dos viviendas. - Una cartografía de los municipios de estudio seleccionados en las cuatro entidades federativas.* Se utilizó para ello alguna información básica que entregó Oportunidades relativa a su cobertura, a la que se le añadieron datos de carácter geográfico, topografía, usos del suelo, caminos, corrientes de agua, establecimientos educativos, de salud y de tiendas Diconsa (Distribuidora de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares, Conasupo), con sus respectivas áreas de influencia (calculadas con un radio de 5 km), y muy especialmente la condición étnica (indígena o mestiza) de las localidades, de acuerdo a los criterios a los que se aludió anteriormente. - La información cualitativa recogida en cada una de las zonas de estudio a partir de entrevistas y observaciones con personal de Oportunidades (coordinaciones estatales, Centros de Atención y Registro –CAR– y promotores sociales),‡ vocales, personal de las instituciones de educación y salud, personajes relevantes de las comunidades, así como familias beneficiarias y no beneficiarias indígenas y mestizas. Por lo que se refiere al estudio de la operación, éste se basará fundamentalmente en los resultados de las entrevistas con personal de Oportunidades (coordinadores estatales, jefes de CAR, promotores sociales), vocales, personal adscrito a los servicios de salud y educación y familias que fueron seleccionadas en la muestra original que fue aplicada en los estudios regionales. Es importante destacar que en este rubro, la aproximación del presente informe se centrará específicamente en las microrregiones donde se llevó a cabo el trabajo de campo a profundidad. * Se usó para eso el programa Arcview y se contó con el apoyo de los ingenieros Manuel Irigoyen (delegación Semarnat Chihuahua) y Carlos Manuel Irigoyen en la ciudad de Chihuahua. El trabajo fue coordinado por Juan Luis Sariego. ‡ En Oaxaca se entrevistó al coordinador estatal, al jefe del CAR de la región de la Cañada mazateca en Teotitlán de Flores Magón, al jefe del CAR de Puerto Escondido, al jefe del CAR 02 Istmo que atiende la jurisdicción en la que se encuentra el municipio de San Juan Cotzocón, a varios Reccos y a una responsable de capacitación comunitaria. Se asistió también a un taller de capacitación a vocales. En Chihuahua se entrevistó al coordinador estatal y al jefe del CAR de San Juanito que cubre las microrregiones de estudio de la Sierra Tarahumara. En Chiapas se habló con el jefe del CAR de Las Margaritas y con el jefe del CAR de Comitán. Además se asistió en Tumbalá a una sesión de una mesa de atención a comités (MAC) para capacitación de vocales pertenecientes al CAR de Palenque que cubre la zona chol en el norte del estado. En Sonora se entrevistó al personal de la coordinación estatal en Hermosillo y del CAR de Huatabampo. Además en todas las zonas de estudio se habló con los promotores sociales del Programa con ocasión de las entregas de apoyos en las comunidades. También se entrevistó en reiteradas ocasiones a las vocales de dichas comunidades. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias III. Resultados Se presentan a continuación los principales resultados de la evaluación agrupados en torno a los dos temas centrales de los que se ocupa: la cobertura y la operación del Programa Oportunidades en las regiones y microrregiones de estudio. Cobertura Introducción La cobertura, entendida como la presencia del Programa Oportunidades en localidades y hogares, será analizada en dos momentos: a. En una primera etapa, al nivel macro de las 11 regiones a las que antes se aludió, tratando de explicar primeramente la lógica de la presencia del Programa por localidades, en relación con tres factores: la dispersión demográfica en las distintas regiones, los niveles de rezago social y la condición étnica. Se buscará después, y también al nivel de las 11 regiones, hacer algunas aproximaciones estimativas de la cobertura del Programa por familias y personas. b. Se pasará en una segunda etapa a analizar la cobertura al nivel de las 12 microrregiones donde se llevó a cabo el trabajo de campo a profundidad, discutiendo en primer lugar la relación entre la cobertura y la presencia de servicios de salud y educación. También, a ese nivel de las 12 microrregiones, se examinarán después puntualmente los diferenciales de cobertura entre familias y localidades, según condición étnica y niveles de pobreza, con base en los estudios regionales previos y tratando de entender las causas que provocan esos diferenciales. Cobertura en 11 regiones interculturales indígenas Cobertura por localidades Las 11 regiones interculturales en las que se ubican los municipios y localidades en las que se llevó a cabo este estudio presentan notorios contrastes en términos geográficos, económicos y étnicos, lo que permitirá una interesante comparación para ver cómo se comporta la cobertura del Programa.* Como se puede observar en el cuadro 2 en los anexos del estudio, las 11 regiones abarcan una superficie de cerca de 117 000 km2, repartidos en cuatro entidades de la República, y en ellas viven cerca de 2.5 millones de habitantes, de los que una parte considerable son indígenas de las más variadas etnias: yaquis, mayos en Sonora; pimas y guarojíos en Chihuahua y Sonora; tarahumaras y tepehuanes en Chihuahua; choles, tzoltziles, tojolabales en Chiapas y mixes, mazatecos, mixtecos y población afromestiza en Oaxaca. En general puede decirse, sin embargo, que todas estas zonas se caracterizan por altos niveles de rezago social, marginación y pobreza, a excepción de los valles del Yaqui y del Mayo, donde existen centros urbanos importantes dedicados a agricultura moderna de riego. Entre las zonas con mayor rezago social destacan los Altos de Chiapas y la Sierra Tarahumara. Los datos del cuadro A2 y de la figura 1 también permiten observar el desigual grado de presencia y cobertura del Programa Oportunidades en las localidades de estas 11 regiones interétnicas. Así por ejemplo, contrasta el hecho de que mientras que el Programa está presente en 87% de las localidades de la Cañada mazateca, en el valle de Yaqui y en la sierra pima (en la frontera de los estados de Chihuahua y Sonora) sólo cubre 12 y 21% respectivamente y en la Sierra Tarahumara a menos de la tercera parte de las localidades. Ante tales contrastes es pertinente preguntarse: ¿cuáles son los factores que determinan el hecho de que la cobertura del Programa varíe tan significativamente entre una región y otra? * Mientras no se diga otra cosa, a lo largo de este apartado la cobertura será medida como la proporción de localidades en las que está presente el Programa Oportunidades. 219 220 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Según dispersión demográfica Si la cobertura parece operar con independencia del volumen y densidad de población, en cambio, muestra una relación estrecha e inversa con el porcentaje de pequeñas localidades confidenciales de cada región, de tal manera que a medida que aumenta el peso proporcional de ese tipo de localidades, la cobertura regional tiende a disminuir.* Los datos del cuadro A2 y de la figura 2 ilustran este fenómeno. Así por ejemplo se puede apreciar que las zonas que cuentan con un mayor porcentaje de poblaciones confidenciales, como es el caso del valle del Yaqui, la Sierra Tarahumara, la región pima y la zona guarojía, son aquellas en las que la cobertura es menor. En cambio, allí donde el porcentaje de localidades confidenciales es menor (como es el caso de la Cañada mazateca o los Altos de Chiapas), las coberturas son las más altas. Estos datos estarían apuntando en el sentido de que, por el hecho de no contar con acceso a los servicios de educación y salud, muchas localidades confidenciales están excluidas de los beneficios del Programa de acuerdo con sus reglas de operación. Sin embargo, como se verá más adelante al analizar la situación a nivel microrregional, existen localidades confidenciales que se encuentran en el radio (de 5 km) de influencia de los centros de salud y educación y por ello reúnen condiciones de elegibilidad en el Programa. Según niveles de rezago social Los datos del cuadro A2 y de la Figura 3 muestran que no parece haber una correlación muy estrecha entre la cobertura de Oportunidades y los índices regionales promedio de rezago social.‡ En este sentido, llama la atención que una de las zonas que tiene un menor índice de rezago social (un índice muy bajo), el valle del Mayo, tenga en cambio una cobertura de 40%, muy superior a la que presentan regiones como la guarojía o la Sierra Tarahumara, donde los índices de rezago social son más altos. Por otro lado, la sierra mixe, la Costa de Oaxaca y los Altos de Chiapas presentan coberturas similares, pero sus índices regionales de rezago social son muy diferentes. Sin duda, una de las causas que explican estos diferenciales regionales de cobertura es el hecho de que, como se verá más adelante, la oferta de servicios de educación y salud es muy distinta en unas regiones que en otras y en tal sentido los datos presentados serían un resultado coherente con las limitaciones que establecen las reglas de operación del Programa. Aunque no exista una correlación clara entre los niveles regionales de rezago social y los diferenciales de cobertura de Oportunidades, vale la pena indagar si dicha correlación se da con respecto del rezago social, no ya de las regiones, sino de las localidades. Como es bien sabido, Oportunidades es un programa que está particularmente diseñado para atender familias que viven en condiciones de pobreza y por ende cabría pensar hipotéticamente que su presencia es mayor en localidades con índices de rezago social muy alto, alto o medio, que en aquellas con bajo o muy bajo rezago social.§ En el cuadro A3 y en las figuas 4 a 7 se muestran los resultados del análisis comparado del comportamiento de estas dos variables en las 11 zonas de estudio. Para ello se ha dividido el análisis en cuatro partes, que aparecen de forma conjunta en el cuadro 3 y que se reflejan en cada una de las figuras y se refieren a la cobertura de las localidades según éstas tengan alto o muy alto nivel de rezago social, nivel medio, nivel bajo o muy bajo o sean localidades confidenciales, sobre las que no se cuenta con datos de rezago social.# Además se ha elaborado el cuadro sintético siguiente en el que, * Al comentar al respecto, el personal de Oportunidades aclaró que no se realizaron incorporaciones en localidades confidenciales debido a que no contaban con el Índice de Marginación de Conapo, criterio principal que debían cumplir para ser incorporadas de conformidad con sus Lineamientos Generales para la Operación, en aquel entonces como Progresa. ‡ Como ya se señaló, este índice equivale al promedio de los índices de rezago social de los municipios que componen cada una de las 11 regiones, para lo cual se utilizaron los datos de Coneval. § Por supuesto, hay que tener presente el hecho de que la población a la que se dirige el Programa no es, en estricto sentido, las localidades, sino las familias. Pero antes de entrar a discutir ese asunto, cabría esperar que puesto que las familias más pobres viven en buena medida en localidades pobres, deberían ser en éstas donde el Programa tuviera una presencia más marcada. Ése es precisamente el tema que se analiza en este apartado. # Se utilizaron para ello los datos de rezago social que reporta el Coneval para 2005, agrupando los niveles en tres categorías: muy alto-alto, medio y bajo-muy bajo. Las localidades confidenciales son estudiadas separadamente puesto que de ellas el Coneval no ofrece datos de rezago social, aunque es muy probable que sean las que reúnen niveles de mayor rezago social por la falta de acceso a muchos servicios públicos como la educación, salud, agua potable, vivienda, etc. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias por medio de colores, se intenta visualizar más fácilmente los niveles de cobertura de cada región para cada una de los cuatro tipos de localidades. En la figura 4 (cuyos datos corresponden a la sexta y séptima columnas del cuadro) se presenta un análisis estadístico de la cobertura de Oportunidades en localidades de muy alto y alto nivel de rezago social, en las que, en principio, cabría pensar que la presencia de Oportunidades está generalizada o llega a un nivel muy alto.* Los datos muestran sin embargo que esta afirmación necesita matizarse: sólo en las tres regiones de Oaxaca, en los Altos de Chiapas y el valle del Mayo ese supuesto se cumple cabalmente, puesto que aquí la cobertura es muy alta (superior al 75% de las localidades). En cambio en la Costa de Oaxaca y en las regiones chol, tojolabal, guarojía y yaqui, la cobertura es sólo alta, pues oscila entre 50 y 70% de las localidades. Las dos regiones donde las localidades de más bajo rezago social están peor cubiertas por el Programa Oportunidades son la Sierra Tarahumara y la región pima, también en la Sierra Madre Occidental. En la figura 5 (que resume los datos de las columnas 4 y 5 del cuadro A3) se presenta la información correspondiente a la cobertura de Oportunidades en localidades con rezago social medio. Lo que más destaca de este cuadro es el hecho de que la cobertura es muy alta prácticamente en todas las regiones, salvo en la Sierra Tarahumara, donde sólo es alta. En cuanto a la cobertura en localidades de bajo o muy bajo rezago social (figura 6, columnas 2 y 3 del cuadro A3), donde sería esperable que la presencia del Programa fuera menor, se observa en cambio que ésta es muy alta en siete de las regiones interétnicas (las tres de Oaxaca, y las regiones tojolabal, tarahumara, guarojía y mayo), alta entre los choles, pimas y yaquis, mientras que sólo en los Altos de Chiapas es baja. Finalmente, la cobertura en localidades confidenciales (figura 7) es, en términos generales, muy baja en todas las regiones, si se exceptúan los Altos de Chiapas, donde es sólo alta y sobre todo, la Cañada mazateca, donde cerca de 64% de las localidades confidenciales cuenta con Oportunidades. Del cuadro 1 se puede concluir lo siguiente: a) Las localidades confidenciales están subatendidas en todas las regiones, a excepción de la Cañada mazateca, lo cual puede ser en parte explicable por su aislamiento o por la falta de servicios de salud y educación, pero también hay localidades entre éstas, como se verá más adelante, que acceden a los servicios de educación y salud y que, por ende y dado que en su mayoría cuentan con un alto grado de marginación social,‡ deberían estar cubiertas por Oportunidades, por lo que se recomienda la densificación§ en la cobertura de esas poblaciones. En caso de inaccesibilidad a los servicios de educación y salud, sería esperable la llegada a esas zonas del Programa de Apoyo a Zonas de Atención Prioritaria (PAZAP). Es importante señalar que, aunque es imposible asegurarlo con certeza, es muy verosímil pensar que una gran parte de esas localidades confidenciales están pobladas por familias indígenas que permanecen al margen de los beneficios no sólo de Oportunidades, sino de otros programas gubernamentales de política social. b) Dejando ahora de lado el caso de las localidades confidenciales, existe una desigual cobertura del Programa Oportunidades en las localidades de las 11 regiones interculturales en términos de los niveles de rezago social. Cabría en este sentido hablar de dos modelos distintos y contrastantes en las 11 regiones: por un lado, el de la cobertura casi generalizada (muy alta o alta), independientemente del nivel de rezago social, e incluso, en algunos casos, de una cierta sobrecobertura, en la medida en que se llega a atender ampliamente localidades con bajo o muy bajo rezago social.# Ésta es la situación de la mayoría de las regiones: las de Oaxaca y de Chiapas, así * Es importante insistir en que entre estas localidades no están comprendidas las confidenciales, de las que hablaremos más adelante y en las que, muy probablemente, se presenten los niveles más marcados de rezago social. ‡ Aunque no hay datos de rezago social de este tipo de localidades, las evidencias recogidas en el trabajo de campo en todas las zonas de estudio comprueban que se trata, en su mayoría, de comunidades con altos niveles de pobreza y marginación, lo cual es además explicable tomando en cuenta que, por su tamaño, carecen de servicios básicos. § La densificación es el proceso por el cual se realiza la incorporación de familias identificadas en condiciones de pobreza extrema, en localidades ya atendidas por el Programa, para cubrir el incremento demográfico en dichas localidades (inciso 6.1. de las reglas de operación de Oportunidades). # Cabría, sin embargo, pensar en la posibilidad de que en esas localidades de bajo o muy bajo rezago social existen hogares cuyas características socioeconómicas los hacen beneficiarios elegibles del Programa. 221 222 Cuadro 1 Síntesis de cobertura de Oportunidades en las 11 regiones interétnicas según grado de rezago social (GRS) de sus localidades Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 alto y muygrs Regiónalto grsmedio Zona mayo Zona yaqui Región Guarijía S. Tarahumara Zona pima (Chih-Son) Zona chol Chiapas Zona tojolabal Altos Chiapas Costa Oaxaca Sierra Norte mixe Cañada mazateca muy alta alta alta baja baja alta alta muy alta alta muy alta muy alta bajo y muylocalidades bajo grsconfidenciales (sin grs) muy alta muy alta muy alta alta muy alta muy alta muy alta muy alta muy alta muy alta muy alta muy alta alta muy alta muy alta alta alta muy alta baja muy alta muy alta muy alta muy baja muy baja muy baja muy baja muy baja muy baja muy baja baja muy baja muy baja alta Muy alta: más de 75%. Alta: de 50 a 75%. Baja: de 25 a 50%. Muy baja: menos de 25% Fuente: elaborado a partir de los datos del cuadro A3 de los anexos como el valle del Mayo y la región guarojía en Sonora. Por otro lado, existen dos regiones, la Sierra Tarahumara y la región pima, limítrofes entre sí, en donde la cobertura de las localidades con alto o muy alto rezago social es baja. Lo contrastante en ambos casos es lo que se podría denominar un factor de inequidad en el sentido de que mientras esas comunidades están poco atendidas, en cambio aquellas que presentan grados de rezago social medio y sobre todo las que cuentan con bajo o muy bajo rezago social están mejor atendidas con coberturas altas y muy altas. Sería recomendable, en este sentido, que las coordinaciones de los estados de Sonora y Chihuahua y los Centros de Atención y Registro correspondientes revisaran, con especial cuidado, sus padrones de cobertura y sus procedimientos de incorporación de familias, buscando que el Programa tenga una presencia más equitativa y amplia en las localidades con mayores niveles de rezago social y pobreza, que en su mayoría son indígenas. Para ponderar la presencia desigual de Oportunidades en localidades con distintos grados de rezago social es importante, sin embargo, tomar en cuenta que, a lo largo de los 10 últimos años, Oportunidades recurrió a diferentes formas de utilización de los índices de pobreza. En un principio se usaron los índices de marginación de Conapo correspondientes a los años de 1995, 2000 y 2005. Posteriormente se empleó también el índice de rezago social de Coneval, que a su vez incluye información proveniente del II Conteo de Población y Vivienda y de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH). Por otra parte, hay que considerar como un dato muy importante que en el proceso de selección de localidades una condición fundamental es la de asegurar que los hogares cuenten con acceso a los servicios de salud y educación y es probable que en algunas de las localidades no confidenciales a las que ahora se hace referencia, tal situación no se presente. c) En general, son las zonas de rezago social medio el ámbito en el que Oportunidades se mueve mejor, con una cobertura homogéneamente más amplia y generalizada en las 11 regiones interétnicas seleccionadas. Porque como se aprecia en el cuadro anterior en todas ellas la cobertura en localidades con nivel medio de rezago social es muy alta e incluso en la Sierra Tarahumara llega a ser de cerca del 74 por ciento. d) Los diferenciales de cobertura tienen sin duda que ver con aspectos estructurales de los entornos regionales (dificultades de acceso, clima de inseguridad y violencia por contextos bélicos –Chiapas– o de narcotráfico –las sierras de Chihuahua y Sonora–, los diferentes sistemas de relaciones interétnicas, factores religiosos en Chiapas, etc.), pero sin duda también están relacionados no sólo con la disponibilidad y acceso a los servicios de educación y salud, sino también con la validación de éstos, que quiere decir que las instituciones estatales o federales encargadas de proporcionar esos servicios se comprometen a hacerlo, asegurándose así el cumplimiento de las corresponsabilidades por parte de las familias beneficiarias. 223 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Según condición étnica Para entender la relación entre la cobertura de Oportunidades y la condición étnica de las localidades de las 11 regiones, se analizó primeramente si existe alguna relación entre el porcentaje de cobertura, por una parte, y el de localidades indígenas en cada región, por otra, análisis que se muestra en el cuadro A4 y en la figura 8 y que se sintetiza en el cuadro 2. El cuadro muestra que en la medida en que el porcentaje de las localidades indígenas aumenta, la cobertura también lo hace y viceversa. Así, en los Altos de Chiapas, la Sierra Norte mixe y la cañada de Oaxaca, donde se presentan las más altas proporciones de comunidades indígenas, la cobertura es más amplia y, por el contrario, son las regiones con mayor proporción de localidades mestizas (los valles del Yaqui y Mayo y las regiones guarojía y pima de Sonora-Chihuahua) en donde la cobertura del Programa es más baja. Los casos intermedios (la Sierra Tarahumara, las regiones chol, tojolabal y la Costa de Oaxaca) tienen una cobertura variable que va de baja a alta, sin llegar nunca a ser muy alta. En conclusión, se puede decir que son las regiones con más indígenas (en términos de mayor densidad de localidades indígenas), donde Oportunidades tiene una mayor presencia. Sin embargo esta afirmación necesitaría matizarse puesto que en este análisis están excluidas las comunidades confidenciales que son en algunas regiones mayoritariamente indígenas y en las que, como antes se señaló, la cobertura de Oportunidades es muy baja. Exceptuando a éstas, se puede concluir diciendo que, en términos diferenciales, la cobertura por localidades tiende a favorecer a las regiones más indígenas por encima de las que son más mestizas. Es decir que, a pesar de las barreras lingüísticas y culturales que enfrentan las familias indígenas para integrarse a la dinámica de Oportunidades –tema del que se hablará más adelante–, dichas barreras son más fácilmente superables por familias que viven en regiones predominantemente indígenas, en relación con las familias que residen en regiones caracterizadas por la interculturalidad étnica. El cuadro A5 y la figura 9 permiten determinar con mayor precisión esta cobertura diferencial. En ellos se presentan datos sobre los diferenciales de cobertura de Oportunidades en localidades indígenas y mestizas de las 11 regiones interétnicas. Se observan así tres patrones. El primero es el que siguen seis regiones (Cañada y Sierra Norte mixe de Oaxaca, Altos de Chiapas, región chol y valles del Yaqui y del Mayo) donde la cobertura favorece a las localidades indígenas. El segundo comportamiento es el opuesto, es decir, el de regiones donde la cobertura favorece a las localidades mestizas, como sucede en la Costa de Oaxaca, la región pima, la guarojía y la Sierra Tarahumara. En estos dos últimos casos la diferencia es notoria, alcanzando más de 40 puntos porcentuales en la primera y 20 en la % localidadeslocalidadeslocalidades Zonaindígenas % mestizas % con oportunidades Mayo Sonora Yaqui Sonora Guarijía Sonora S. Tarahumara Pima Chih-Son Chol Chiapas Tojolabal Chiapas Altos Chiapas Costa Oaxaca Sierra Norte mixe Cañada Oaxaca muy baja muy baja muy baja baja muy baja baja baja muy alta baja alta muy alta muy baja muy baja baja muy baja baja muy baja baja muy baja baja muy baja muy baja Muy alta: más de 75%. Alta: de 50 a 75%. Baja: de 25 a 50%. Muy baja: menos de 25% Fuente: elaborado a partir de los datos del cuadro 4 de los anexos baja muy baja baja baja muy baja alta alta muy alta alta alta muy alta Cuadro 2 Síntesis de cobertura de Oportunidades en las 11 regiones interétnicas según porcentaje de localidades indígenas y mestizas 224 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 segunda. El tercer patrón, que es menos común, es el de la región tojolabal, en donde la cobertura es idéntica entre indígenas y mestizos. Una explicación sobre los casos de diferenciales de cobertura a favor de localidades mestizas, es el hecho de que éstas, especialmente en la Sierra Madre Occidental (zonas tarahumara, pima, guarojía) suelen ser las más grandes, mejor comunicadas y con mejores servicios de salud y educación, en tanto que las indígenas son más pequeñas, peor comunicadas y con menor acceso a servicios de educación y salud. De estos datos se desprende una conclusión evidente: en la Sierra Tarahumara y en la región guarijía es importante que Oportunidades incremente y densifique la incorporación de localidades indígenas que, indiscutiblemente y de acuerdo a las evidencias recogidas en el trabajo de campo, presentan niveles de pobreza más acentuados que las mestizas. Según condición étnica y nivel de rezago social Un cuarto nivel de análisis es el que se presenta a continuación, en el que se combinan las variables condición étnica y grado de rezago social para entender su relación con la cobertura. Se parte del supuesto de que la presencia de Oportunidades debería ser mayor en localidades de mayor rezago social y que muy posiblemente sea más alta en las localidades mestizas que en las indígenas. Los cuadros A6 y A7 y las figuras A10 a A12, así como el cuadro sintético siguiente muestran diferentes comportamientos regionales que se pueden tipificar en estos términos: a) En las tres regiones de Oaxaca, en los Altos de Chiapas y el valle del Mayo, la cobertura no sólo es amplia (alta o muy alta), en especial en la última de estas regiones, sino que tiende a favorecer a las localidades con mayor rezago social y más a las indígenas que a las mestizas, dándose incluso el caso excepcional de las comunidades mestizas de bajo o muy bajo grado de rezago social de los Altos de Chiapas donde la cobertura es baja, situación que confirmaría la tendencia señalada. b) En las regiones tojolabal y chol de Chiapas, así como en el valle del Yaqui, la cobertura es en general menor que en las regiones anteriores pero sigue siendo alta. Se observa sin embargo una tendencia a favorecer a las comunidades indígenas por sobre las mestizas pero, en cambio, no es mayor la cobertura a medida que aumenta el nivel de rezago social e incluso se dan situaciones en la zona chol y en el valle del Yaqui donde las comunidades indígenas de mediano y bajo o muy bajo rezago social cuentan con una cobertura mejor que aquella de la que gozan sus similares de alto y muy alto rezago social. Sin embargo, puede decirse que la lógica con que opera Cuadro 3 Síntesis de cobertura según grado de rezago social y condición étnica en las 11 regiones interétnicas alto y muy alto gradorezago social bajo y muy bajo grado de rezago socialmediode rezago social Región Indígenasmestizasindígenasmestizasindígenasmestizas Valle del Mayo Valle del Yaqui Region guarijía Sierra Tarahumara Zona pima (Chih-Son) Zona chol Chiapas Zona tojolabal Altos de Chiapas Costa Oaxaca Sierra Norte mixe Cañada mazateca muy alta alta muy baja alta alta alta alta muy alta muy alta muy alta muy alta muy alta alta alta muy alta baja alta alta alta alta no mestizos alta muy alta muy alta muy alta muy baja no mestizos muy alta alta muy alta muy alta muy alta muy alta Muy alta: más de 75%. Alta: de 50 a 75%. Baja: de 25 a 50%. Muy baja: menos de 25% Fuente: elaborado a partir de los datos del cuadro A7 de los anexos muy alta alta alta muy alta baja alta alta alta alta muy baja alta muy alta muy alta muy alta alta no indígenas muy alta muy baja baja no indígenas no mestizos muy alta alta no mestizos muy alta no indígenas baja no mestizos muy alta muy alta alta muy alta alta Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias la cobertura es en términos generales coherente con los objetivos del Programa, que busca favorecer y hacerse especialmente presente con coberturas altas a las comunidades de mayor rezago social. c) Las zonas pima, guarojía y la Sierra Tarahumara, geográficamente colindantes, son las que presentan mayores problemas de cobertura tanto por su amplitud como por la lógica con que ésta opera, ya que la cobertura no es mayor a medida que aumenta el grado de rezago social ni tampoco es igual entre localidades indígenas y mestizas. En la Tarahumara y la región guarojía, por ejemplo, las comunidades indígenas de alto y muy alto grado de rezago social están menos atendidas por Oportunidades que las mestizas, en cambio en la zona pima sucede lo contrario. En cuanto a las localidades de mediano rezago, existe una cobertura alta y muy alta, o sea superior a la que se presenta en las más marginadas, lo que resulta contrario a los objetivos del Programa. Se presenta incluso el caso más llamativo de inequidad en la cobertura entre las localidades indígenas de muy alto rezago social y las mestizas de muy bajo: contrariamente a lo que cabría esperarse en las segundas, la cobertura es muy alta, mientras que en las primeras es muy baja. Como consecuencia lógica de lo que se ha dicho, es recomendable que en estas tres regiones Oportunidades lleve a cabo una revisión de sus procedimientos de incorporación de localidades para favorecer más a las indígenas y a las que presentan mayores grados de rezago social. Cobertura por familias y población Hasta aquí se han venido analizando los diferenciales de cobertura en términos de la presencia de Oportunidades en las localidades de las 11 microrregiones tomando en cuenta una serie de variables como la dispersión demográfica, la condición étnica y el rezago social de las localidades que componen esas regiones. Sin embargo es claro que la mejor manera de evaluar la cobertura del Programa es midiendo su presencia entre familias que reúnen las condiciones de elegibilidad que estipulan las reglas de operación y que encuentran serias dificultades para superar el círculo intergeneracional de la pobreza. Por esa razón es importante que ahora se analice la cobertura en términos del número y la proporción de familias y personas residentes en los hogares que se benefician de los apoyos del Programa. Ya se han señalado anteriormente las dificultades que esta tarea entraña, puesto que, como se explica, existen limitaciones serias para hacer equivaler el uso y la aplicación que Oportunidades y el INEGI hacen del concepto de hogar. Por eso se presentan a continuación algunas estimaciones que pueden ayudar a aproximarse al problema. Las aproximaciones que se presentan son dos: la primera se refiere a los hogares y personas residentes en las 11 regiones interétnicas que se benefician de los apoyos de Oportunidades; la segunda, en cambio, calcula el peso proporcional de la población que vive en localidades donde no está presente el Programa. En el cuadro A8 y en la figura 13 aparece una estimación del peso proporcional de las familias con Oportunidades en relación con el total de familias que residen en las regiones de estudio.* Para ello, se ha calculado primero el promedio de personas por hogar para cada una de las regiones, dividiendo los totales regionales de población por los totales de hogares. Como se podrá ver en el cuadro A8, ese promedio varía notoriamente, siendo más alto en las regiones indígenas interculturales del sur que en las del norte. Después se ha calculado el porcentaje de las familias con Oportunidades con respecto al total de las familias. Los datos obtenidos muestran que la cobertura promedio en las 11 regiones es de cerca de 55%, pero que ésta varía desde 12 y 32% en los valles del Yaqui y Mayo, respectivamente, hasta 102% en la región tojolabal de Chiapas,‡ oscilando entre 46 y 78% en el resto de las regiones. Tomando en cuenta los niveles regionales de rezago social y comparándolos con la cobertura de familias se puede concluir diciendo que: a) Parece lógico que en los valles del Yaqui y del Mayo la cobertura familiar sea la más baja, puesto que ahí los niveles de rezago social son bajos o muy bajos. * El análisis presentado hubiera tenido una mayor contundencia y alcance si la comparación se hubiera hecho entre el porcentaje de familias con Oportunidades y el de aquéllas que reunen las condiciones de elegibilidad para poder estar incorporadas al Programa. Pero, como ya se señaló en el apartado de Metodología, esto hubiera implicado replicar la Encaseh en todos los hogares de todas las localidades de las 11 regiones, algo que supera con mucho las posibilidades y objetivos de este estudio. Se insiste, por ello, en que el análisis que se presenta es sólo una aproximación estimativa. ‡ Esta cifra muestra una vez más que la manera como se contabiliza el número de hogares en el II Conteo y en el padrón de Oportunidades no es coincidente. 225 226 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 b) Es probable que las diferencias en la cobertura regional que se presentan entre la Costa de Oaxaca y las otras regiones de esa misma entidad federativa sean explicables tomando en cuenta que el índice regional promedio de la Costa de Oaxaca, aunque es alto, es casi la mitad del que presentan la Cañada mazateca y la Sierra Norte mixe (cuadro A2). c) En cambio, no parece justificable que en la Sierra Tarahumara y en los Altos de Chiapas, en donde los niveles de rezago social regional son los más acentuados, la cobertura familiar sea baja (58 y 51% respectivamente), si se compara con las que presentan otras regiones como la tojolabal, la Sierra Norte y la Cañada mazateca de Oaxaca. Resulta pues claro que Oportunidades deberá aumentar la cobertura en esas dos regiones. Una segunda aproximación al problema de la cobertura por población es la que se presenta en el cuadro A9 y en las figuras 14 y 15 de los anexos. En ellos se contabiliza el número de personas que viven en localidades que no cuentan con Oportunidades* y se compara esta cifra con el volumen total de la población regional. Tres salvedades deben ser hechas antes de interpretar esos datos. En primer lugar, hay que tomar en cuenta que la situación ideal no sería aquella en la que el 100% de la población formara parte de hogares y localidades con Oportunidades, puesto que en todas las regiones hay hogares y localidades que no presentan los requisitos de marginación y pobreza que los vuelven aptos para integrar el padrón del Programa. Además, existen localidades que no acceden a los servicios de educación y salud y por ende no son elegibles para el Programa. En tercer lugar, también es importante destacar que en dichas regiones no son sólo las personas que viven en localidades sin Oportunidades las únicas que no gozan de los beneficios del Programa, sino que a ellas sería necesario sumarles todas aquellas que viven en familias residentes en localidades con Oportunidades pero que no están incorporadas al Programa. Por ambas razones, los resultados que se pueden obtener de esos datos son sólo estimativos y pueden resumirse en estos términos: a) En seis (las tres de Oaxaca, los Altos de Chiapas y los valles del Yaqui y del Mayo) de las 11 regiones el porcentaje de la población municipal que reside en localidades donde no está presente Oportunidades no es mayor a 5 por ciento. b) En otras cuatro regiones (tojolabal y chol de Chiapas, pima de Sonora y Chihuahua y guarijía de Sonora) el porcentaje oscila entre 5 y 10% de la población. c) En la Sierra Tarahumara de Chihuahua, la proporción es de 22%, lo que probablemente se debe al hecho de que en esa región una buena parte de la población reside en localidades confidenciales a muchas de las cuales no llega el Programa Oportunidades. Si a esta cifra se le aumenta la que se refiere a las familias que no cuentan con Oportunidades en localidades donde el Programa opera y si se tiene en cuenta que el Programa sólo llega a 31.5% de las localidades de esa región (cuadro A2), es probable que cerca de 30% de la población de la Sierra Tarahumara no esté dentro de las familias beneficiarias del Programa. d) Relacionando los datos de las figuras 14 y 15, se puede decir que el porcentaje de la población que reside en localidades a donde no llega Oportunidades, en la mayoría de las regiones, es relativamente bajo, puesto que oscila entre 5 y 10%, a excepción de la Sierra Tarahumara, donde llega a ser de 22 por ciento. Esas localidades a donde no llega Oportunidades, aunque son pocas, son mayoritariamente indígenas en la Cañada mazateca, Sierra Norte mixe, Altos de Chiapas, región chol y Sierra Tarahumara, mayoritariamente mestizas en la Costa de Oaxaca y en la región tojolabal de Chiapas, y mayoritariamente confidenciales entre los pimas, yaquis, mayos y guarojíos. Cobertura en 12 microrregiones interculturales indígenas Hasta aquí, se ha venido hablando de la cobertura de Oportunidades en las 11 regiones interétnicas. Toca ahora discutir el problema de la cobertura en el ámbito de las 12 microrregiones antes enlistadas y en donde se llevó a cabo el trabajo de campo a profundidad que derivó en los estudios regionales ya citados. Para analizar la cobertura en estas * Para ello se cruzaron los cifras de población del II Conteo con los datos del padrón de Oportunidades y se calculó después el total de la población de las localidades ausentes en el padrón de Oportunidades. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias microrregiones se considerará primeramente la relación entre ésta y la presencia de servicios de educación y salud –condición indispensable para que pueda estar presente Oportunidades–, y se examinarán después los aspectos más relevantes sobre niveles de cobertura y su grado diferencial de acuerdo con los resultados de los estudios regionales. • Por acceso a los servicios de salud y educación Se considera aquí que la metodología más apropiada para entender la relación entre cobertura y presencia de servicios de salud y educación consiste en recurrir a las cartografías de las diferentes microrregiones en las que se muestran las áreas de influencia* de los establecimientos de educación y de las instituciones de salud, así como la presencia o ausencia de Oportunidades en las localidades que se encuentran dentro o fuera de esas áreas. Es importante señalar que los datos de cobertura de Oportunidades que fueron proporcionados por las oficinas centrales del Programa registran la cobertura hasta la segunda etapa de 2007 y por lo tanto no incluyen las incorporaciones posteriores. Esa información cartográfica aparece reflejada en los mapas 5 al 28 en los anexos de este estudio y de su examen se puede concluir que: a) Del total de las 12 microrregiones hay siete (las tres de Oaxaca, mapas 14, 15, 16, 26, 27 y 28 las tres de Chiapas, mapas 11, 12, 13, 24 y 25 y la de Etchojoa en Sonora, mapas 5 y 17), en las que la cobertura de los centros de salud y de las escuelas primarias y secundarias abarca a todas las localidades del municipio e, incluso, en algunos casos se extiende más allá de los límites municipales. Quiere entonces decir que en todas las microrregiones del sur que fueron seleccionadas en el estudio, así como en el municipio mayo de Etchojoa, se reúnen las condiciones de accesibilidad a los servicios de salud y educación y que, por lo mismo, Oportunidades debería atender a todas las familias que reúnan los requisitos establecidos para ser beneficiarias, entre ellos el de la validación de dichos servicios. Los mapas muestran sin embargo que hay un número muy reducido de localidades en donde el Programa no llega, aunque no se indican los niveles de rezago social de esas comunidades. b) Existen tres municipios, el de Guaymas en Sonora (zona de presencia yaqui, mapas 6 y 18), el de Guachochi (mapas 8 y 20) en la Sierra Tarahumara de Chihuahua y Temósachi (mapas 9 y 21) en la microrregión pima de Chihuahua, en donde tanto la cobertura de salud como la de educación son deficientes, de forma muy marcada en el segundo, lo que explica que la presencia de Oportunidades sea restringida. Existen sin embargo algunas inconsistencias en la forma como se presenta la cobertura, puesto que hay localidades dentro de las áreas de influencia de los centros de salud y de educación en donde no opera el Programa (debiéndolo hacer) y otras, fuera de las áreas de influencia en donde sí opera el Programa. Como ejemplo de esta situación se ha escogido el caso de la microrregión de Samachique en la Sierra Tarahumara de Chihuahua. Como se puede apreciar en los mapas 29 y 30, se trata de una zona ubicada en un entorno montañoso con marcados niveles de altitud y por eso de difícil acceso. En dicha microrregión están instaladas dos clínicas, una en Samachique y otra en Rancho Tecorichi. En conjunto abarcan 34 localidades, de las cuales una gran parte son pequeñas y medianas rancherías habitadas por tarahumaras con marcados índices de pobreza y rezago social. De ese total de las poblaciones que están dentro del área de influencia de las dos clínicas, sólo cuatro de ellas cuentan con Oportunidades. Situaciones similares no sólo se presentan en todos los municipios de la Sierra Tarahumara, sino también en las microrregiones pima y guarojía. En cambio es mucho menos común en las microrregiones de Chiapas y Oaxaca. En estos casos, se propone que Oportunidades debería establecer una estrategia de incorporación que privilegiara a las localidades que están en las áreas de influencia de los establecimientos de salud y educación, independientemente del tamaño de las localidades. Es urgente, por lo demás, que las dependencias de salud y educación se aboquen a ofrecer mayores servicios públicos en estos dos municipios. * En la cartografía que se elaboró en el proyecto se determinó un área de influencia con un radio de 5 kilómetros alrededor de las escuelas (según su nivel) y de los centros de salud. 227 228 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 c) En los dos municipios restantes, los de Álamos (mapa B7 y B19) y Yécora (mapa B10 y B22) en Sonora, los niveles de cobertura de clínicas y escuelas son aceptables, aunque no completos, pero la cobertura de Oportunidades en las zonas de influencia de dichos servicios es deficiente, sobre todo en el segundo de estos municipios. Aunque ambos presentan niveles medios de rezago social, es altamente probable que Oportunidades deba incrementar y densificar su cobertura y las instancias de salud y educación estatales y federales ampliar su red de servicios en esas zonas. • Diferenciales y factores de la cobertura En términos generales, se puede decir que los estudios cualitativos microrregionales confirmaron muchas de las conclusiones que en materia de cobertura de Oportunidades se han obtenido a nivel de las regiones interculturales, pero también es cierto que dichos estudios ayudan a matizar los planteamientos hasta ahora presentados. En cuanto a los diferenciales de cobertura del Programa se observaron diferencias muy notorias entre las microrregiones del sur (Oaxaca y Chiapas) y la mayoría de las del norte (Sonora y Chihuahua). En las del sur, la cobertura es muy amplia y generalizada en la gran mayoría de las localidades y la presencia de un mayor índice de rezago social de las localidades está asociada con un mayor porcentaje de familias incorporadas al Programa. Esta amplitud de la cobertura se explica en gran medida por la presencia o cercanía de instituciones de salud y educación, pero incluso en varias de las comunidades de las microrregiones de Chiapas donde estos servicios están ausentes, la cobertura no es menor.* En este sentido lo determinante es que las posibilidades de comunicación con las comunidades mayores donde están implantadas las clínicas y las escuelas, sean buenas. Pero sobre todo, un factor que contribuye notoriamente a favorecer la cobertura es el hecho de que la mayoría de la población vive en comunidades compactas de tamaño mediano o grande y son pocas las dispersas. Precisamente es en algunas de estas últimas localidades confidenciales donde se presentan algunos casos aislados de ausencia de Oportunidades.‡ En cambio, en las microrregiones del norte, y a excepción de la del municipio de Etchojoa, los niveles de cobertura son incompletos y en los casos de las microrregiones de la Tarahumara notoriamente deficitarios. Intervienen en este sentido dos factores determinantes: una red insuficiente de servicios de educación y salud particularmente concentrada en pueblos cabecera y una notoria dispersión de un porcentaje importante de la población en pequeños ranchos y rancherías mal comunicados con los pueblos centrales y lejanos, por ende, de los servicios de salud. Dicha situación se presenta sobre todo en las dos microrregiones tarahumaras del municipio de Guachochi, entre los guarojíos del municipio de Álamos y, en menor medida, entre los pimas de los municipios de Temósachi y Yécora. La cobertura en muchos de estos casos es insuficiente en dos sentidos: porque muchas de las localidades confidenciales están exentas de ella y porque un número importante de las familias que viven en los pueblos cabecera, con claros niveles de pobreza, no fueron incorporadas al programa por diferentes razones de las que más adelante se hablará.§ La microrregión mayo del municipio de Etchojoa es la excepción a esta tendencia que se observa en el norte porque, a pesar de que hay aquí un número importante de localidades confidenciales, que la densidad de población es baja y que el nivel de rezago social es también bajo, la cobertura es, en términos generales, amplia. En este sentido, se asemeja en cierta medida a las microrregiones sureñas, sin llegar sin embargo a un nivel de cobertura tan amplio como el de aquéllas. * En el caso de la Cañada mazateca en Oaxaca, es importante decir que sus municipios fueron incorporados a Oportunidades muy tempranamente porque se encontraban entonces entre los 100 municipios del país con mayores índices de marginación y pobreza. ‡ En la microrregión de San Juan Cotzocón en la Sierra Norte mixe de Oaxaca, el estudio regional correspondiente3 reporta que existen por lo menos 65 localidades sin Oportunidades, siendo todas ellas pequeños núcleos de población de 1 a 50 habitantes. En el municipio de Jamiltepec, en la costa oaxaqueña, donde según el II Conteo hay 39 localidades, en sólo 11 de ellas no está presente Oportunidades, pero se trata de asentamientos muy pequeños. En el caso de Chiapas4 se observa que aunque la cobertura está generalizada en muchas localidades, es superior en aquellas donde la accesibilidad a los servicios y la proporción de población es también mayor. § Tanto en las microrregiones tarahumaras de Samachique y Norogachi, como en la zona pima (Temósachi-Yécora), la cobertura se presenta deficitaria, tanto en los pueblos cabecera como en las rancherías y ranchos circundantes.2 Se presentan casos, como el de Piedras Azules, asentamiento enteramente pima muy próximo al pueblo cabecera de Yepachi, donde por razones difíciles de entender y justificar, la población no fue incorporada al Programa. En Samachique y Norogachi, la mayor parte de las pequeñas rancherías circundantes no recibe tampoco los apoyos. En el municipio de Álamos, el equipo regional de investigación5 registró una serie de localidades indígenas, como Los Estrados o Huataturi, que no están incorporadas a Oportunidades, siendo que otras similares y cercanas sí lo están. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias En cuanto a los diferenciales de cobertura en términos de la condición étnica, tanto en las microrregiones de Chiapas como en las de Oaxaca no se encontraron evidencias en el sentido de una cobertura diferencial y discriminatoria que favorezca a los núcleos de población y familias mestizas, sino más bien al contrario.* En Oaxaca, por ejemplo, los municipios con mayor porcentaje de población indígena en la Cañada mazateca y en la Sierra Norte mixe presentan una mayor cobertura de las familias indígenas que la que se presenta en el municipio de Santiago Jamiltepec, donde la proporción de la población indígena es menor. En Chiapas, también las comunidades indígenas presentan una mayor cobertura que las mestizas e incluso se observa que la cobertura tiende a aumentar en la medida en que se incrementa el número de habitantes monolingües indígenas. En suma, la hipótesis de partida que postulaba una tendencia a que la cobertura favoreciera a la población mestiza no resultó cierta en las microrregiones del sur, sino más bien la contraria: favorece a las familias y localidades indígenas y a las localidades con mayores índices de pobreza. Probablemente esto tenga que ver con el hecho de que en esas regiones la población es mayoritariamente indígena (cosa que no pasa en otras), lo que favorece una cierta “discriminación positiva” a favor de las localidades y familias indígenas. En cambio en las microrregiones del norte, a excepción de la del valle del Mayo, la cobertura tiende a favorecer a la población mestiza, sobre todo porque es la que vive concentrada en núcleos más grandes de población y cuenta por ello con un mejor acceso a los servicios. Puede aquí postularse la tesis de que a medida que aumenta el tamaño de la población y, por ende, ésta tiende a ser mayoritariamente mestiza, la cobertura de Oportunidades es más efectiva. En cuanto a la relación entre cobertura y disponibilidad de servicios, también la situación de las microrregiones sureñas y norteñas es muy distinta. En casi todos los municipios estudiados en los estados de Chiapas y Sonora los radios de acción de las clínicas y escuelas cubren la totalidad o la mayor parte de la superficie y de las localidades municipales. Incluso, en el caso de Chiapas, se registraron localidades en las que, aunque están fuera del radio de acción de esos servicios, la facilidad de acceder a los pueblos que cuentan con ellos explica que sus habitantes gocen de los apoyos de Oportunidades. La oferta de servicios de salud y educación en las microrregiones del norte es variable y eso explica en gran medida los grados diferenciales de cobertura de Oportunidades. Las zonas tarahumara y pima son en este sentido las más desfavorecidas, puesto que las clínicas y escuelas secundarias y de bachillerato son notoriamente escasas.‡ En cuanto a las posibilidades de escolarización de la población joven se constató en ambas microrregiones su estrecha dependencia de la oferta de servicios de albergues y alimentación. En las zonas mayo, yaqui y guarojía de Sonora la oferta de clínicas y escuelas, incluso a nivel de la educación media superior, es mayor, lo que explica que su cobertura sea también mayor. A diferencia de lo que sucede en las microrregiones oaxaqueñas y chiapanecas, en las de Chihuahua y Sonora existe, en un grado variable, un número importante de localidades medianas o pequeñas, que aunque se ubican dentro de los radios de influencia de escuelas y clínicas, no están incorporadas a Oportunidades. A pesar de eso, los datos de las 12 microrregiones apuntan claramente en el sentido de que la cobertura está en razón directa con la amplitud y diversidad de los servicios de educación y salud, lo que resulta coherente con las reglas de operación del Programa. Si hasta aquí se han subrayado las discrepancias que presenta la cobertura de Oportunidades entre regiones, toca ahora señalar aquellos aspectos en donde se muestran semejanzas. La más significativa de todas ellas es que, en la gran mayoría de las localidades estudiadas, los procesos de incorporación, densificación y ampliación del padrón de beneficiarios no fueron llevados a cabo de acuerdo con las normas que establece el Programa, en particular en la aplicación de la Encuesta de Características Socioeconómicas de los Hogares Rurales (Encaseh). * Es importante señalar que en las microrregiones de estudio seleccionadas en los estados de Chiapas y Oaxaca, y especialmente en algunos de sus municipios, el peso proporcional de la población indígena es muy significativo y que incluso fue por ello complicado poder encontrar familias mestizas que permitieran la comparación que la metodología de la investigación planteó desde su inicio. ‡ En la Tarahumara y en materia de salud, una parte considerable de las más de 6 000 localidades con que cuenta, son solamente atendidas por brigadas móviles del Programa de Ampliación de Cobertura (PAC) dependientes de los Servicios de Salud del estado de Chihuahua. La frecuencia de las visitas a las localidades no es de menos de un mes y el tiempo dedicado a la consulta muy reducido. En cuanto a las escuelas secundarias y de bachillerato, aunque existen en las microrregiones de estudio, son en general muy escasas en todo el territorio tarahumara y pima, así como entre los guarojíos del estado de Chihuahua. 229 230 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Todos los estudios regionales ilustran, en efecto, que los procedimientos de encuesta casa por casa y de barrido de viviendas pocas veces se efectuaron y que, en cambio, se recurrió a otros métodos como las asambleas comunitarias, los padrones llevados a cabo por autoridades municipales o seccionales* en los que las familias “se iban apuntando”, la consulta a dichas autoridades o a personas ligadas a las instituciones de salud y educación, o simplemente las encuestas rápidas e incompletas‡ que excluyeron a personas que por motivos de trabajo, migración o salud no estaban presentes en los días en que se llevó a cabo la incorporación.§ A ello se sumaron dos problemas adicionales: la falta de conocimiento de los encuestadores de las zonas de trabajo y de las lenguas indígenas propias de cada una de las microrregiones, por un lado y, por otro, las dificultades de comunicación con la población monolingüe indígena, ya que ésta mostró más dificultades para acceder y entender la información que derivaba de la llegada de un nuevo programa gubernamental a las zonas. Este fenómeno fue mucho más acusado en zonas donde la dispersión de la población es mayor. Revela probablemente que los tiempos y las condiciones para aplicar la Encaseh no fueron los ideales o que las empresas encargadas de llevar a cabo tales encuestas no se apegaron al procedimiento establecido en las reglas de operación del Programa. Esta falta de apego en la aplicación de la encuesta de incorporación derivó en lo que los estudios regionales denominan “errores de inclusión” y de “exclusión”, que se presentaron incluso en zonas con cobertura muy amplia. Los primeros derivaron del ingreso al programa de familias que no reunían las condiciones necesarias para hacerlo. Los segundos dejaron fuera del mismo a otras tantas familias que sí las reunían. En algunos casos, como los que se reportan en el estudio de Sonora, existen errores de inclusión y exclusión debido a la injerencia de las vocales o de funcionarios municipales, pero ésta no es la regla general ni ahí, ni en las demás microrregiones. En las localidades de la Sierra Madre Occidental (territorio tarahumara, pima, guarojía), la práctica de la agricultura móvil# y el consecuente cambio estacional de domicilio están muy generalizados, lo que se convierte en un serio obstáculo no sólo para la incorporación sino también para el cumplimiento de las corresponsabilidades; en las diferentes microrregiones de esa zona se encontraron muchos casos de familias que fueron excluidas del Programa por estar ausentes de sus comunidades de residencia preferencial en el momento de la incorporación o de procesos de densificación, y otros tantos casos más de personas que son dadas de baja por el hecho de que sus ocupaciones agrícolas les impiden asistir a las pláticas de salud e incluso al cobro de los apoyos. En cuanto a los errores de inclusión, en todas las zonas se observó que los procedimientos para denunciar dichos errores (uso del buzón o teléfono de atención) resultan ineficaces, en la medida en que la gente no sabe o no acostumbra escribir, no existen servicios telefónicos o, casi siempre, se teme que, tratándose de comunidades pequeñas, las quejas sean conocidas públicamente y desencadenen algún tipo de represalia. Se encontraron también algunos casos de bajas injustificadas como las que se ocasionaron por razones de enfermedad, migración laboral, trabajo femenino fuera del hogar, conflictos personales con alguna de las vocales o el fallecimiento de alguna titular o falta de conocimiento del personal del Programa de algunas tradiciones locales.& * No se reportan, en cambio, casos donde se llevara a cabo algún tipo de consulta con las autoridades indígenas de los pueblos estudiados. ‡ De acuerdo con lo planteado, el personal de Oportunidades explica que a pesar de no haber acudido a la vivienda a encuestar, como se estableció en el contrato con las empresas responsables de la aplicación de la Encaseh, y haberse recurrido a otros mecanismos para entrevistar a la gente, como hacer reuniones masivas, entre otros, el Programa cuenta con las encuestas Encaseh completas de todos los hogares que se han incorporado al Programa desde su inicio hasta ahora, con contadas excepciones que están debidamente justificadas y documentadas y que se asociaron a desastres naturales principalmente. § En algunas de las localidades de estudio los procesos de incoporación fueron especiales y atípicos por razones por demás comprensibles. Fue el caso de las localidades de la Sierra Sur, Mixteca y Costa de Oaxaca, donde la llegada del huracán Paulina en 1997 llevó a las autoridades del Programa a incorporar de forma masiva a la población de las zonas afectadas, valiéndose para ello de un levantamiento especial a partir del padrón del Programa Cocinas Comunitarias del DIF.3 # Ésta implica que, dada la práctica de la herencia bilateral, una familia posee y trabaja tierras agrícolas (propiedad del esposo o de la esposa) en lugares lejanos del lugar de residencia. Por ello la familia entera o una parte de ella se desplaza de la zona de cumbres a la zona de barrancas y viceversa, de acuerdo al ciclo de las estaciones, mudando su residencia por periodos que pueden ser largos. La movilidad geográfica está estrechamente relacionada con este tipo de práctica agrícola y es un serio obstáculo para poder cumplir con las corresponsabilidades de Oportunidades que están pensadas básicamente para gente que vive de forma fija en un asentamiento determinado. & En una de las microrregiones de Oaxaca, uno de los encuestadores decidió excluir del Programa a una familia que en el momento de la encuesta cumplía con las obligaciones socialmente impuestas y propias de una mayordomía, y por ende, tenía en su casa una cantidad considerable de maíz destinado al consumo colectivo en una celebración ritual. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Existen además lo que algunos de los estudios regionales denominan “autoexclusiones”, es decir el rechazo voluntario a la incorporación al programa por motivos religiosos y políticos o, simplemente, porque las familias consideran excesiva la carga que representa el cumplimiento de las corresponsabilidades, muestran una escasa confianza hacia el gobierno y sus programas sociales y consideran onerosa y tediosa la realización de los trámites burocráticos que implica la incorporación al programa. Salvo en las microrregiones de Chihuahua, en las demás se presentaron algunos casos relacionados con la pertenencia a alguna iglesia protestante (en Chiapas y Oaxaca), la simpatía al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (en Chiapas), la vinculación de los procesos de incorporación a Oportunidades con conflictos y divisiones políticas y electorales internas (en Chiapas y Oaxaca) o el rechazo al cumplimiento de las responsabilidades (en Oaxaca y Sonora). Las autoexclusiones debidas a motivos políticos que se presentaron en las primeras incorporaciones fueron posteriormente superadas.* Un último problema que parece repetirse en todas las microrregiones de estudio es el de la dificultad que enfrentan las familias indígenas monolingües para acceder, en igualdad de circunstancias, a la información fidedigna y útil que tiene que ver con los procesos de incorporación y que se presenta tanto en los materiales de difusión elaborados por el Programa como en los mensajes orales de encuestadores, promotores y vocales. Aún en el caso de las promotoras indígenas se constataron evidencias en el sentido de que la transmisión oral de esos mensajes a otras beneficiarias indígenas es incompleto o erróneo, resultado de su manejo limitado del español. Este hecho es una de las causas que explica una cierta desigualdad en las condiciones de acceso y permanencia en el Programa. En definitiva las barreras lingüísticas motivadas por el monolingüismo en lengua indígena de potenciales familias beneficiarias y el monolingüismo en español del personal del Programa llegan a producir desventajas para los indígenas respecto de los mestizos. Por eso, como los estudios regionales lo mostraron, los errores de exclusión, aunque no son muchos, son en mayor medida de indígenas y no de mestizos. Conclusiones En cada uno de los apartados dedicados a la cobertura se han planteado ya algunas conclusiones parciales que ahora se intentará agrupar y sintetizar. a) En el ámbito regional los niveles generales‡ de cobertura por localidades del Programa son muy distintos e incluso contrastantes, pudiendo afirmarse que ésta es mucho más amplia y está más generalizada en las zonas estudiadas de los estados de Oaxaca y Chiapas que en las de Sonora y Chihuahua. Cabría sin embargo precisar hablando de tres niveles de cobertura: muy alta (de 52 a 87%) en las seis regiones del sur; alta (entre 30 y 50%) en la Sierra Tarahumara, zona guarojía y valle del Mayo y baja (de menos de 25%) en el del Yaqui y en la zona pima. A nivel microrregional, se encontró en cambio que los patrones de cobertura general son dos: alta, en todas las zonas del sur y en el valle del Mayo, y baja en el resto de los estados del norte. b) La cobertura resulta independiente de los índices regionales de rezago social, así como del tamaño y de la densidad regionales de la población, pero aumenta donde la proporción de localidades indígenas es mayor y está estrechamente relacionada de forma inversamente proporcional con la mayor presencia de pequeñas localidades categorizadas como confidenciales. c) Salvo en el caso de la Cañada mazateca, las 11 regiones y las 12 microrregiones presentan problemas de cobertura en este tipo de localidades pequeñas y confidenciales, aún en contextos de cobertura amplia. En el caso particular de las regiones tarahumara, pima y guarojía, no siempre este fenómeno se debe al hecho de la falta de accesibilidad a los servicios. En muchas regiones, la falta de cobertura de estos núcleos tiende a desfavorecer a la población indígena. Todo ello apunta a afirmar una conclusión clara: el Programa Oportunidades tiende a frenar * Éste es el caso del municipio de Tumbalá, en la microrregión chol de Chiapas, que vivió a finales de la década de los años noventa una serie de graves conflictos políticos internos que llevaron a la expulsión o desplazamiento de algunos de sus pobladores hacia otras localidades. Todo ello complicó la expansión y operación de Oportunidades en la zona. ‡ Es decir, sin considerar de momento los factores diferenciales de la condición étnica y los niveles de rezago social. 231 232 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 su presencia en la medida en que se implanta en regiones donde existe un número importante de poblaciones pequeñas de una o dos viviendas donde o por falta de comunicaciones o por falta de servicios (tema del que se hablará más adelante), o bien por los costos que implica acceder a esas localidades, la presencia del Programa es menor. d) Aunque este estudio es fundamentalmente de carácter sincrónico y por lo mismo resulta difícil hacer inferencias históricas, es muy probable que la brecha entre localidades rurales pequeñas y aisladas (confidenciales), que en muchos casos son indígenas, y las medianas (mucho mejor atendidas por Oportunidades y en ocasiones predominantemente mestizas) se esté ampliando, lo que incluso hace pensar en la aparición de “dos pisos de la pobreza”. Resulta urgente atender este problema de desigualdad social, tratando de ampliar la cobertura de Oportunidades en las primeras. e) En cuanto a la relación entre cobertura, grado de rezago social y condición étnica de las localidades (excepción hecha de las confidenciales) se advirtieron tres patrones. El primero es el que se observa en algunas regiones en las que se da una muy alta cobertura de localidades, independientemente del nivel de rezago, y en las que el Programa está ligeramente más presente en localidades indígenas que en mestizas. Éste es el caso de las tres regiones de Oaxaca, los Altos de Chiapas y valle del Mayo. El segundo patrón es el de aquellas regiones en las que se presenta una cobertura de localidades sólo alta, siendo ésta mayor en localidades indígenas que en mestizas pero no, en cambio, en las que presentan mayor índice de rezago social que en las que están menos rezagadas. Éste es el caso del valle del Yaqui y de las regiones tojolabal y chol de Chiapas. Un tercer patrón distorsionado de cobertura es el que presentan la Sierra Tarahumara y las regiones pima y guarojía, zonas éstas en las que el porcentaje de localidades atendidas por Oportunidades no aumenta en la medida en que lo hace el rezago social. Se trata de un patrón distorsionado e inequitativo porque en algunos casos se favorece más a las localidades menos pobres en relación con las más pobres y porque también en algunos casos se favorece más a las localidades indígenas que a las mestizas o viceversa y no de forma igual. f) En cuanto a la cobertura por familias y población ésta resulta alta (más de 60%) en las regiones de la Cañada mazateca, la Sierra Norte mixe y las regiones tojolabal y chol de Chiapas; mediana (entre 40 y 60%) en la Costa de Oaxaca, sierra tarahumara, regiones guarojía, pima y Altos de Chiapas, y baja (menos de 35%) en los valles del Mayo y del Yaqui. g) Por lo que se refiere al porcentaje de la población regional que reside en localidades a donde no llega Oportunidades, en la mayoría de las regiones es relativamente bajo, puesto que oscila entre 5 y 10%, a excepción de la Sierra Tarahumara, donde llega a ser de 22 por ciento. Esas localidades exentas de Oportunidades, aunque son pocas en la mayoría de las regiones, tienden a ser indígenas y confidenciales. h) Al nivel microrregional y de acuerdo con los datos cartográficos se constató que la cobertura de Oportunidades está en relación directa con la oferta de servicios de salud y educación y que, en este sentido, dicha oferta es más amplia y diversificada en las microrregiones del sur que en la mayoría de las del norte. Destacan la zona pima y la Sierra Tarahumara como las que tienen un mayor déficit de servicios de educación y salud. i) A pesar de las diferencias en los grados y tipos de cobertura entre las 12 microrregiones estudiadas, en todas ellas se observaron tres coincidencias. La primera de ellas se refiere a la falta de concordancia entre los procedimientos que se utilizaron para la selección de hogares beneficiarios a la hora de su incorporación (encuestas rápidas e incompletas en algunos hogares, asambleas comunitarias, listados elaborados por las autoridades municipales mediante el mecanismo de “apuntarse”, consulta a los prestadores de servicios, solicitudes y presiones colectivas de las beneficiarias potenciales) y lo que estipulan las reglas de operación del Programa en lo relativo a la aplicación de la Encaseh casa por casa mediante el sistema de barrido de hogares. j) La segunda coincidencia que se repite en todas las microrregiones apunta a la existencia de errores de inclusión y exclusión. Los primeros fueron resultado de la mala aplicación de los procedimientos de selección en el proceso de incorporación. Los segundos tuvieron como causas la ocupación laboral, la migración temporal, la movilidad territorial asociada a la práctica de una agricultura móvil, la enfermedad, la viudez y el desconocimiento del personal de Oportunidades de los territorios y costumbres de la población local. También estuvo asociada a la Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias desinformación de las familias con respecto a las reglas y procedimientos con que opera el Programa. Sólo en algunas microrregiones se documentaron ciertos casos de autoexclusión del Programa por motivos religiosos, políticos y por el rechazo a realizar los trámites y asumir las corresponsabilidades que implican el ingreso y la permanencia en el mismo. k) Aun en casos donde la cobertura es amplia, las familias indígenas monolingües experimentan problemas de comunicación para poder acceder de forma segura, certera y fidedigna a la información escrita y oral que transmite el personal de Oportunidades y las vocales, lo que en buena medida es debido a la falta del uso de las lenguas indígenas en dicha información, así como a la falta de mayor personal del Programa que sea bilingüe. l) Haciendo una síntesis de los hallazgos encontrados en materia de cobertura, se puede decir que existen una serie de factores exógenos que tienden a deprimirla y éstos son los que se refieren a los contextos de inseguridad, violencia y divisiones intracomunitarias que en diferente grado se observaron en todas las microrregiones. Pero hay además otros factores de orden interno, unos relacionados con las condiciones de la demanda y otros con las de la oferta de Oportunidades. En cuanto a la demanda, los dos aspectos que más frenan la operación del Programa son la dispersión de la localidades y la falta de servicios de educación y salud, aspectos ambos que se dan de manera mucho más clara en las microrregiones del norte (Chihuahua y Sonora) que en las del sur (Chiapas y Oaxaca). En cambio un factor endógeno que potencia la cobertura del Programa es el hecho de que las regiones donde se implanta sean mayoritariamente indígenas, lo que de alguna manera significa que en estos lugares hay una mayor apropiación e identificación de las familias con las metas y objetivos de Oportunidades. Por lo que se refiere a los factores relacionados con la oferta, es muy importante destacar que la correcta aplicación de la Encaseh ayudaría significativamente a subsanar los posibles errores de inclusión y exclusión de familias. También hay que insistir en la conveniencia de que Oportunidades trate de adaptarse más a los entornos culturales indígenas, a través de la contratación de promotores bilingües y biculturales, la capacitación y promoción de vocales indígenas y el uso, en sus materiales de difusión escritos y orales, de las lenguas vernáculas. En algunas regiones como la Sierra Tarahumara, el valle del Yaqui, las zonas guarijía y pima (pero no en las microrregiones de estudio de Chiapas y Oaxaca) las autoridades indígenas podrían colaborar con Oportunidades en tareas como la acreditación y expedición de documentos y constancias de identidad y residencia de los posibles beneficiarios, el apoyo en la ubicación de los hogares a la hora de aplicar la Encaseh y la orientación moral y pedagógica a jóvenes becarios y a las familias. También la contratación de jóvenes ex becarios indígenas como promotores pudiera contribuir a una mejor operación del Programa. Operación Introducción Se abordan en este segundo apartado del estudio los resultados obtenidos acerca de los logros, alcances y problemas que enfrenta la operación del Programa Oportunidades en las 12 microrregiones de estudio. Se utiliza para ello la información cualitativa derivada del trabajo de campo consistente en entrevistas a personal de Oportunidades, vocales, prestadores de servicios y familias beneficiarias.* La reflexión se dividirá en tres apartados. El primero se refiere a la operación de los Centros de Atención y Registro (CAR) que cubren las zonas de estudio, así como al desempeño de los promotores sociales que interactúan con la población de las microrregiones. En un segundo momento, se abordará el análisis de las funciones y labores que tienen a su cargo los Comités de Promoción Comunitaria integrados por las vocales en las localidades donde se llevó a cabo el estudio. Finalmente, se centrará la atención en la evaluación del funcionamiento y eficacia de los procedimientos y diferentes trámites que la población beneficiaria debe enfrentar para ingresar y mantenerse activa dentro del Programa. * Aunque a lo largo de esta sección se referirán algunos de los datos etnográficos levantados en cada una de las zonas de estudio, pueden encontrarse ampliamente descritos y analizados en los estudios regionales que precedieron a esta evaluación temática. 233 234 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 La operación de los CAR y el desempeño de los promotores sociales El Programa Oportunidades estableció desde finales de 2004, cuando se llegó a la meta de cubrir a 5 millones de beneficiarios en el país, un esquema basado en el modelo de operación por zonas, que desde entonces ha buscado acercar más estrechamente a las familias beneficiarias con las estructuras de gestión y operación del Programa brindándoles una mejor información y atención, así como fortaleciendo el tejido y la red sociales del Programa, con vistas a propiciar una mayor capacidad de contraloría por parte de los beneficiarios. Se pretendía además corregir errores en los procesos de registro y certificación de responsabilidades y relacionar más estrechamente a los proveedores de servicios de educación y salud con las instancias operativas de Oportunidades. Una de las consecuencias de la adopción de este modelo de operación fue el establecimiento de Centros de Atención y Registro (CAR) en las zonas de acción del Programa, desconcentrando en ellos muchas de las funciones operativas que hasta entonces habían recaído en las coordinaciones estatales y en las oficinas centrales del Programa.* Desde entonces, los CAR se han convertido en el espacio donde se articulan todas las acciones que Oportunidades lleva a cabo en una determinada zona de atención o región, entre las que destacan la entrega oportuna de los apoyos, la capacitación de vocales y la vinculación, a nivel regional, con las instancias encargadas de ofrecer los servicios de educación y salud. En las zonas donde se llevó a cabo esta evaluación operan varios CAR: en Chiapas los de Comitán, Palenque y San Cristóbal; en Chihuahua, los de San Juanito y Ciudad Cuauhtémoc; en Oaxaca los de Puerto Escondido, Teotitlán de Flores Magón, el 02 del Istmo (en cuya jurisdicción está San Juan Cotzocón) y en Sonora, los de Huatabampo y Navojoa. Todos estos centros tienen una estructura y organización similar, aunque variable en tamaño, integrada por un jefe del CAR, un responsable de operación, varios promotores sociales, un responsable de captura y capturistas, pero en algunos de los CAR de las zonas de estudio sólo cuentan con jefe, promotores y capturistas. Independientemente de las funciones asignadas, el personal y la infraestructura con los que cuentan los CAR, su trabajo está en primer lugar determinado por una serie de condicionantes regionales que tienen que ver con factores geográficos, demográficos y políticos. Así, por ejemplo, en los estudios regionales se constataron serias dificultades que afectan a algunos de los CAR de Oaxaca por el entorno de conflicto en que han estado inmersos los procesos de elecciones municipales. En el caso de Chiapas, el entorno posbélico de los años noventa y los conflictos derivados de las divisiones y expulsiones de población de diferentes comunidades a causa de motivos religiosos también afectan el desempeño de los CAR. En la Sierra Tarahumara, zonas pima y guarojía de Chihuahua y Sonora, el entorno de violencia derivado del narcotráfico ha provocado recientemente dos asaltos a convoyes de Oportunidades‡ y ha obligado a los CAR a modificar sus calendarios de entregas de apoyos y la lógica de las rutas que siguen sus promotores. Un segundo elemento que afecta la operación de los CAR es el de la dispersión de la población y las condiciones de comunicación de las diferentes zonas de atención que cubren. En muchas de las regiones de estudio, pero particularmente en las de la sierra mixe y Cañada mazateca en Oaxaca, los Altos de Chiapas, la Sierra Tarahumara y el territorio guarojío, las condiciones de las vías de comunicación y la dispersión de la población se convierten en un serio obstáculo para la operación de los CAR y para la labor de los promotores sociales. Un tercer aspecto, en nada secundario, que afecta el desempeño de los CAR es el que se refiere al tipo de relaciones, acuerdos y apoyos que los directivos de estos centros logran establecer con las autoridades municipales y estatales * Otro de los objetivos del modelo de operación por zonas fue la instalación de las mesas de atención y servicio (MAS) itinerantes y temporales y mejorar el funcionamiento de otras instancias preexistentes como los módulos de entrega de apoyos (MAP) y los comités de promoción comunitaria (CPC) integrados por vocales. También este nuevo modelo operativo buscaba resolver otros problemas como la corrección de errores y la actualización del padrón, reducir los tiempos de respuesta a los trámites y quejas y propiciar la participación comunitaria. ‡ El primero de estos asaltos, por un monto de 640 mil pesos, tuvo lugar el 8 de febrero de 2008 en el camino a Arroyo Hondo en el municipio de Uruachi, Chihuhua y en él estuvieron a punto de perder la vida dos policías ministeriales, un promotor de Oportunidades y un pagador de Telecomm. El segundo sucedió el pasado 25 de julio de 2008 en un camino del municipio de San Francisco de Borja, en las inmediaciones de la Sierra Tarahumara, y en él un grupo de gavilleros amenazaron con armas de fuego a dos policías municipales y dos funcionarios de Oportunidades, despojándoles de una suma de 520 mil pesos destinados al pago de apoyos y becas. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias en especial en dos aspectos: el apoyo logístico y de seguridad para la entrega de los apoyos y la coordinación con las instancias regionales supervisoras de los establecimientos de salud y educación. Para enfrentar estos retos, se constató en los estudios regionales que las demandas de atención que deben cubrir los CAR superan en muchos casos sus capacidades. Por sólo poner algunos ejemplos, el CAR de Teotitlán en la cañada de Oaxaca instala bimestralmente 72 módulos de entrega de apoyos y coordina las acciones de 457 escuelas primarias, 152 secundarias y 30 bachilleratos, además de 47 centros de salud de la Secretaría de Salud (SSA) y 52 Unidades médico rurales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y con sólo ocho promotores sociales y dos responsables de capacitación comunitaria (Recco) debe atender una población de 35 000 titulares y 2 700 vocales. El CAR de Comitán en Chiapas abarca seis municipios (Comitán, Las Margaritas, La Independencia, Socoltenango, Trinitaria, Tzimol y Maravilla Tenejapa), lo que implica 864 localidades con cerca de 59 000 familias beneficiarias y 62 sedes de entrega de apoyos. El CAR ZA 0804 de San Juanito, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, atiende 11 municipios con cerca de 1 300 localidades, 126 centros de salud, 678 establecimientos educativos, 122 módulos de entregas de apoyos y 21 mesas de atención y servicios, contando para eso sólo con tres promotores sociales. El trabajo de los promotores sociales es sin duda la tarea más importante de las que desempeñan los CAR porque, en gran medida, los promotores son el “rostro” del Programa Oportunidades que la gente de las localidades beneficiadas conoce y valora. Sobre dichos promotores, todos los estudios regionales insisten en señalar que a la par que desempeñan una carga excesiva de trabajo* en condiciones laborales bastante precarias, manifiestan un alto grado de identificación y compromiso con el Programa, que se expresa en su antigüedad laboral, la asiduidad con que acuden a efectuar las entregas de apoyos y su convicción de que las tareas que realizan implican una contribución importante para enfrentar la pobreza de la población a la que atienden. Aunque su grado de conocimiento y capacitación en el Programa es variable, sus condiciones de trabajo son difíciles y precarias: laboran con contratos por honorarios sin plazas, sin derecho a la seguridad social ni seguro de vida (siendo que desempeñan actividades sujetas a un grado significativo de riesgos); tienen ingresos reducidos, recorren periódicamente caminos y carreteras con vehículos en malas condiciones –a veces enfrentando la amenaza de asaltos– y gozan de muy pocos días al mes para convivir con sus familias. A pesar de eso, no se constató evidencia alguna de que las entregas de apoyos se retrasen a causa suya. La carga de los promotores está diseñada en términos de productividad y cumplimiento con ciertos objetivos administrativos, pero no necesariamente con la calidad en la atención que brindan a los beneficiarios. En general se les asigna a cada uno de ellos la atención a cerca de 8 000 familias. Esta cuota parece no ser del todo lógica puesto que esas familias pueden vivir de forma más o menos dispersa en territorios de mayor o menor superficie y accesibilidad. Así, algunos directivos del Programa en el estado de Chihuahua señalaban que los CAR que atienden a la población de la Sierra Tarahumara deberían contar con más promotores dado que su población se encuentra sumamente dispersa. Parece lógico pensar que la variable de la dispersión demográfica y el número de mesas de entrega de apoyos que cubre cada promotor deberían de ser factores tomados en cuenta a la hora de determinar la planta de promotores de cada CAR. En todas las microrregiones, los estudios insisten en que la sobrecarga de trabajo y la falta de tiempo que enfrentan los promotores limitan su labor casi exclusivamente a la tarea, hecha siempre con premura, de la entrega de apoyos, impidiéndoles prestar una atención esmerada a aquellas mujeres que se acercan a ellos para resolver dudas, pedir aclaraciones o solucionar algún tipo de trámite. La incomunicación entre promotores y beneficiarias se agrava además porque, por lo general, los promotores no entienden ni la lengua ni algunos aspectos relacionados con la cultura indígena‡ y las beneficiarias encuentran muchas dificultades para comprender la complejidad de los trámites de Oportunidades. Así por ejemplo, las observaciones realizadas por el equipo de Oaxaca en las mesas de entrega de apoyos de las tres * Además de la sobrecarga laboral en los días de entrega de apoyos, también se observó que en algunas de las mesas de atencion a comités (MAC), los Recco enfrentan tareas que sobrepasan sus capacidades. Así por ejemplo, en una sesión de la MAC del CAR de Palenque celebrada en la cabecera municipal de Tumbalá, asistieron cerca de 200 vocales, cantidad que sobrepasa ampliamente la normativa de que sólo sean 36 y que fue dificil de atender y capacitar por los 3 Recco presentes, ninguno de los cuales hablaba chol y uno de ellos se encontraba en etapa de entrenamiento. ‡ Tales como la lógica como se estructuran los roles de los miembros dentro de una familia, los sistemas de reciprocidad e intercambio, la importancia de las celebraciones rituales, las fomas de gobierno y las prácticas de la medicina indígena. 235 236 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 microrregiones estudiadas llevaron a constatar que, para evitar la saturación, los promotores dan respuestas evasivas a las preguntas e inquietudes de las titulares. Algo similar se observó en las demás regiones de estudio. La condición monolingüe en español de la mayoría de los promotores que laboran en las microrregiones estudiadas constituye una barrera muy significativa para poder entender a la población beneficiaria, en especial, a las titulares indígenas monolingües.* En muchos casos observados, y aún donde intervinieron traductores, los mensajes que difunden los promotores aprovechando la entrega de apoyos, llegan a las titulares indígenas monolingües de manera incompleta, distorsionada o incluso tergiversada. Este fenómeno es además recurrente en los talleres y pláticas de salud. Salvo en algunos casos aislados en Chiapas, en el resto de las microrregiones se observó una carencia significativa de promotores indígenas y, en general, personal de Oportunidades, que tengan competencias para ser traductores lingüísticos y culturales. Este fenómeno es el origen de muchos de los problemas de comunicación que se suscitan entre el Programa y sus beneficiarias y suele hacerse patente a la hora de la realización de trámites y presentación de quejas. El desempeño de las vocales Las vocales que integran los comités de promoción comunitaria fungen, en la lógica de operación de Oportunidades, como las principales intermediarias entre las titulares y el Programa y su rol está orientado a fortalecer la presencia y autogestión ciudadana dentro del mismo y, por ende, a propiciar la correcta información de las titulares acerca de sus derechos y obligaciones dentro del Programa. De ahí la importancia estratégica del desempeño correcto de sus funciones. En los cuatro estudios regionales que precedieron a esta evaluación se encontraron situaciones variadas e incluso contrastantes en cuanto al trabajo de las vocales. En particular, se observaron dos escenarios extremos, entre los cuales también aparecieron algunos casos intermedios. El primero de estos escenarios es que las vocales asumen una posición sumamente pasiva, cuentan con una reducida capacitación‡ y conocimiento de las reglas de operación y sólo circunstancialmente cumplen tareas de intermediación, en especial en la organización de la entrega de apoyos.§ Muchas de ellas son incluso desconocidas por las titulares y, en el mejor de los casos, fungen como facilitadoras y difusoras de algunos mensajes del Programa o como traductoras. Este tipo de vocales asumen su nombramiento como una obligación ineludible, esperan ser pronto remplazadas y suelen delegar sus responsabilidades o bien en otras vocales, o bien en los promotores en los días en que éstos llegan a entregar los apoyos, o bien en el personal de las clínicas y escuelas, aunque más comúnmente en el de las primeras. Es por ello que en la mayoría de las localidades estudiadas, las titulares prefieren resolver cualquier tipo de problema o trámite directamente con los promotores. En el caso de las vocales de educación esta situación se presenta con más frecuencia,# en la medida en que muchas de ellas cuentan con un nivel reducido de escolaridad, lo que les impide opinar con conocimiento de causa sobre los problemas que plantean tanto los becarios del Programa como sus profesores. Es por ello aconsejable revisar si sus funciones no deberían recaer mejor en algún ex becario que haya concluido sus estudios de educación media superior. La situación opuesta es la de algunas otras vocales que asumen un papel central en tanto que intermediarias entre el Programa y sus beneficiarias. Estas vocales no sólo participan de forma activa con ocasión de la entrega * En cambio, cuando las titulares son bilingües, los procesos de capacitación resultan ser más exitosos. Éste es el caso que se pudo observar en la Cañada mazateca de Oaxaca, donde la labor de capacitación de los Recco a las vocales parece estar rindiendo buenos frutos, lo cual se explica en buena medida porque las vocales son en su mayoría bilingües. Esta situación no se presenta en otras microrregiones del estudio. ‡ La capacitación está en manos de las mesas de atención a comités (MAS) y de los responsables de capacitación comunitaria (Recco). Los temas más tratados en la capacitación que reciben las vocales son aquellos que tienen que ver con la incorporación y corresponsabilidades de los beneficiarios, así como la vigilancia para asegurar que los becarios reciben puntualmente sus apoyos. § Su labor suele circunscribirse a organizar a la gente en los días de entrega de apoyos, nombrando a las beneficiarias, recogiendo los hologramas y resolviendo algunos problemas menores. # Se reportan casos, sin embargo, como el de algunas de las vocales de la Cañada mazateca, cuya participación en el Programa y su capacidad de liderazgo con las titulares son notorias. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias de apoyos, sino que además buscan tener al corriente a las titulares de todo tipo de información que les incumba o que tenga que ver con el cumplimiento de sus corresponsabilidades. Los talleres de salud son espacios donde estas vocales ocupan un lugar destacado, convocando a las titulares, pasando lista y, en muy pocos casos, traduciendo. Muchas de estas vocales, a las que se pudiera calificar de activas, desempeñan al mismo tiempo otros puestos, especialmente en la red de promotoras de salud asociada a las clínicas o algún tipo de comité ciudadano dentro de las comunidades. Por eso, su rol como vocales de Oportunidades aparece a veces desdibujado, o al menos, muchas de las titulares informantes no supieron identificarlas como vocales. Entre algunas de estas vocales, se observan ciertos mecanismos de empoderamiento y ejercicio de un cierto control sobre las familias beneficiarias, lo que se expresa en favoritismos y preferencias, en sus formas de intervención en los procesos de incorporación de nuevas familias, en la certificación de las responsabilidades o en el apoyo preferente a beneficiarias allegadas para la resolución de trámites y, sobre todo, a través del manejo selectivo de la información. Así, no es raro que se presenten casos en los que las vocales pueden ayudar a solapar faltas en el cumplimiento de responsabilidades por razones de solidaridad o temor ante la presión colectiva. También se encontraron casos excepcionales de vocales que, de formas diversas, están implicadas en la lógica de escisiones y faccionalismo que caracterizan la vida política de las comunidades rurales. Estos procesos de empoderamiento se explican también en razón de la desaparición de los enlaces municipales, algunas de cuyas funciones han sido asumidas por las vocales. Sobre la conveniencia o no de la eliminación de esa figura municipal se recogieron opiniones distintas y encontradas. En la Sierra Tarahumara, por ejemplo, donde la extensión de los municipios es inmensa y donde las instituciones municipales están muy alejadas de la vida interna de los pueblos y rancherías, la desaparición de los enlaces no ha tenido mayores repercusiones.* En Chiapas, en cambio, algunos de los informantes aseguran que las funciones de convocatoria que desempeñaban los enlaces no han llegado a ser cubiertas con el mismo grado de competencia por las vocales. En Oaxaca, por otro lado, la desaparición de los enlaces ha permitido que el Programa Oportunidades no se vea inmiscuido en los conflictos y divisiones ligados a la vida municipal, pero también es cierto que algunos costos de operación del Programa que antes asumían los municipios recaen ahora sobre las familias beneficiarias. Como quiera que sea, es evidente que las vocales tienen ahora mayores posibilidades de empoderarse. De hecho, se observa que asumen en muchos casos la responsabilidad de organizar tequios o faenas colectivas y que incluso algunas demandan a las titulares algún tipo de apoyo económico o en especie. Los tequios (como son conocidos en las microrregiones del sur) o faenas (como se denotan en Chihuahua y Sonora) consisten en tareas tales como el aseo de clínicas, arreglo de calles, quema de basura. En cuanto a las cooperaciones económicas, que fueron registradas en todas las microrregiones de estudio, es importante señalar que suelen ser motivo de polémica. El hecho de que las vocales no reciban de Oportunidades por su labor ningún tipo de estipendio ha dado lugar al cobro a las titulares de una suma que varía según los lugares pero que es muy común. Las razones para justificar este hecho son muy variadas. Algunas vocales, como las de la región de Norogachi, en Chihuahua, aseguran que la cooperación es un acuerdo de la asamblea de titulares y que su destino es contribuir a costear los gastos por desplazamiento y viáticos de una de las vocales que en ocasiones tiene que acudir al CAR o a las oficinas de salud o educación. En otros lugares, como la región de Las Margaritas y la de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, se observó un comportamiento similar e incluso, alguna vocal llegó a aseverar que un promotor de salud le otorgaba autoridad para llevar a cabo el cobro de este tipo de cooperaciones. Esta situación revela un hecho insoslayable: tanto por lo que se refiere a su grado de capacitación como en el desempeño de sus funciones, las vocales necesitan ser objeto de una mayor atención por parte de Oportunidades. Los procesos de capacitación a través de las mesas de atención y de los Recco, quizás porque son recientes, aún no han dado los resultados esperados. En cuanto al desempeño de sus funciones, se constató que hay muchas vocales que asumen sus cargos sin el interés y la dedicación esperados, lo que indica un bajo grado de identificación con * Durante el trabajo de campo en las tres microrregiones de Chihuahua, los informantes no supieron identificar quiénes habían sido los enlaces municipales, antes de que esta figura fuera suprimida. 237 238 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 los objetivos y con la mística de Oportunidades. Para resolver esta situación, así como las irregularidades que se pueden generar por el pago de “cooperaciones” por parte de las titulares, es recomendable que el Programa estudie la posibilidad de otorgar alguna recompensa económica a quienes asumen esos puestos, para estimular su buen desempeño. También los problemas de comunicación intercultural son uno de los factores que afectan el desempeño de las vocales, en especial en las localidades donde las relaciones interétnicas tienden a favorecer a los mestizos. En la mayoría de las microrregiones estudiadas son escasas las vocales indígenas o bilingües, lo que plantea serios obstáculos tanto para la difusión de los mensajes del Programa, como para la celebración de los talleres de salud. Resulta en este sentido estratégico que el Programa fomente entre sus beneficiarias la selección de vocales indígenas y bilingües con capacidades de interlocución con todas las titulares. Atención y resolución de trámites Para los beneficiarios de Oportunidades que viven en zonas rurales, y muy especialmente para muchos indígenas, que no están acostumbrados a asistir a oficinas públicas y que en muchos casos recurren a la transmisión oral por sobre la escrita, la realización de trámites se convierte en uno de los principales obstáculos para ingresar y mantenerse dentro del Programa. El primero de los obstáculos en materia de trámites que enfrentan los potenciales beneficiarios de Oportunidades es el de contar con la documentación comprobatoria de su identidad y residencia para poder ser sujetos del proceso de incorporación. Aunque el tipo de documentación que exige Oportunidades no es excesivamente complejo, en algunas zonas de estudio, como la Sierra Tarahumara, la región pima y la guarojía, se observó que hay muchas familias que no cuentan con documentos básicos como el acta de nacimiento,* el CURP o la credencial de elector. A ello se suma la dificultad de acceder a las oficinas municipales que pueden llegar a encontrarse a varios días de camino. No fueron insignificantes en estas regiones los casos que se encontraron de personas que no pudieron ser incorporadas al programa por la falta de los documentos básicos que éste exige. Para resolver estas situaciones se proponen dos medidas complementarias: que los tiempos para la entrega de la documentación tomen en cuenta las condiciones regionales y que las constancias emitidas por las autoridades indígenas sean consideradas como legales para todo tipo de trámites ante el Programa. El segundo de los trámites que para muchas beneficiarias conlleva una serie de problemas y gastos es el de la recepción de los apoyos. Se constató, en efecto, que en bastantes de las regiones indígenas, un número importante de titulares necesita trasladarse a pie o en vehículo hasta los lugares donde se instalan las mesas de entrega de los apoyos. En ocasiones, los gastos que implica ir a recibir dichos apoyos son superiores a lo que éstos representan. También las largas filas en espera de ser nombradas por el promotor o la vocal son comunes, a veces en condiciones de extremado calor (Sonora) o de nevadas (Sierra Tarahumara). Otra circunstancia reiterada que vuelve complicada la recepción de los apoyos es el hecho de que, por razones de migración laboral, de movilidad agrícola (de la que más arriba ya se ha hablado) o por enfermedad, las titulares se ven impedidas de asistir a la entrega de apoyos. En reiterados casos, se observó durante el trabajo de campo, que los problemas que ocasionan estas situaciones, derivan posteriormente en la realización de complejos y largos trámites para cobrar pagos vencidos. Parece aconsejable que, para evitar estos problemas, se estudie la posibilidad de que las titulares puedan optar por recibir sus apoyos de forma directa, a través de una cuenta bancaria o por medio de un representante legal, lo cual evitaría la complejidad de otros trámites posteriores.‡ * Entre los tarahumaras, por ejemplo, es común que la gente desconozca la edad con que cuenta, puesto que éste es un dato que no tiene mayor relevancia en su modo de vida, en el que el tiempo es concebido de manera cíclica y no lineal. ‡ Aunque es cierto que en las zonas indígenas la presencia de bancos es escasa, hay que tomar en cuenta que la migración laboral temporal suele conducir a los indígenas y mestizos de estas regiones a zonas urbanas donde sí operan las instituciones bancarias. Por lo demás, esta alternativa sería una entre las tres que se proponen. Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Otro tipo de circunstancias que muchas beneficiarias y becarios del Programa enfrentan son las que tienen que ver con cambios de domicilio, registro de nuevos becarios, EDA, recertificaciones y, en general, con cambios en el padrón que se vinculan al calendario bimestral de operación. Los tiempos de espera para que estas situaciones se resuelvan son percibidos por las personas afectadas como muy largos y es probable que ello se deba a que este tipo de trámite necesita llevarse a cabo más allá del ámbito de los CAR. En el trabajo de campo, se observaron, por ejemplo, casos en los que las beneficiarias se quejaban de que los tiempos de incorporación de nuevos becarios es un proceso lento. También se conocieron de cerca situaciones en las que el cambio de residencia y de escuela de los becarios ocasiona la pérdida de la beca o que su entrega se posponga por varios meses. Las situaciones de ausencia en los días de entrega de apoyos son en todas las regiones muy comunes, puesto que los patrones de migración temporal están generalizados, en especial, entre la población indígena. Un último aspecto relativo a los trámites que es necesario destacar es el del cobro del componente “Jóvenes con Oportunidades”. Muchas de las entrevistas realizadas en las zonas de estudio a jóvenes ex becarios y familias beneficiarias insisten en la dificultad que los jóvenes enfrentan para contar, primero, con la información precisa de cómo funciona ese componente del Programa, y para poder, después, cobrar la suma de dinero correspondiente en alguna institución bancaria. Ante esta situación es claro que deben llevarse a cabo mecanismos más ágiles y eficaces de información a los jóvenes acerca del funcionamiento de este componente. Conclusiones De lo que se ha venido planteando en torno a la operación del Programa puede concluirse lo siguiente: a) Para cumplir con sus funciones, los CAR de las microrregiones de estudio enfrentan todos una falta notoria de personal y recursos materiales, lo que incide en una baja en la calidad de la atención que ofrecen a las titulares en sus zonas de acción. b) El número de promotores sociales y de responsables de capacitación comunitaria es escaso en todos los CAR donde se llevó a cabo el estudio, especialmente en aquellos que cubren zonas de atención donde la población se encuentra dispersa. Además sus condiciones laborales son precarias y sus cargas de trabajo excesivas, aunque varían de acuerdo con la extensión de las zonas de atención, las condiciones de comunicación y la dispersión de la población. c) Salvo en algunas de las microrregiones de Chiapas, en las demás zonas de estudio no se encontraron promotores y personal de Oportunidades que cuenten con competencias suficientes para ser traductores lingüísticos y culturales en contextos de monolingüismo. Este fenómeno es causa de problemas de comunicación entre el personal del Programa y sus beneficiarios y suele hacerse patente a la hora de la transmisión de información de interés común, talleres y pláticas de salud, realización de trámites y presentación de quejas. d) El desempeño de las vocales en las zonas de estudio remite a una tipología de dos modelos de comportamiento: el de las que asumen una posición pasiva y cuya labor se limita casi exclusivamente a cooperar en la entrega de apoyos, y el de aquellas otras que asumen un rol de liderazgo entre las titulares, tanto en la entrega de apoyos, como en la difusión de información, la certificación de responsabilidades y los talleres de salud. Entre este segundo tipo de vocales se constataron casos de empoderamiento que deriva en favoritismos hacia sus allegadas titulares o que se traduce en posicionamientos en la lógica de faccionalismo que caracteriza la vida rural. Sin embargo el primer tipo de vocales es el más común. e) La supresión de la figura del enlace municipal suscitó entre los informantes opiniones muy diversas. Algunos ven en ello un gesto de independencia del Programa con respecto a la vida política de los municipios –en algunos estados, muy convulsiva–, otros estiman que ha propiciado un menor apoyo logístico de parte de los ayuntamientos hacia Oportunidades. f) Muchas evidencias apuntan en el sentido de que Oportunidades necesita hacer un mayor esfuerzo para mejorar la capacitación de las vocales e imbuir en ellas un mayor grado de identificación con el Programa. Al respecto, es probable que los esfuerzos recientes para mejorar la capacitación, a través de las mesas de atención a comités y los responsables de acción comunitaria, no hayan rendido todavía sus frutos. 239 240 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 g) Para estimular un mayor grado de identidad de las vocales con el Programa, un mejor desempeño de sus funciones y evitar problemas que puedan derivar del cobro de “cooperaciones”, es recomendable que Oportunidades piense en la posibilidad de establecer algún tipo de compensación o estímulo para las vocales. h) Se constataron en todos los estudios regionales las dificultades de comunicación entre vocales monolingües en español y titulares indígenas monolingües. Para resolver este problema que afecta directamente la transmisión de la información del Programa, el cumplimiento de las corresponsabilidades y la utilidad de los talleres de salud, es recomendable que Oportunidades promueva entre sus titulares la selección de vocales bilingües con competencias para la traducción cultural. i) Entre algunos grupos étnicos de las zonas indígenas estudiadas, existen serias dificultades para que los potenciales beneficiarios cuenten con y presenten en tiempo y forma la documentación requerida para tramitar el ingreso al programa o cambios en el padrón. j) Para poder recibir sus apoyos, muchas titulares se ven obligadas a desplazarse por largas distancias a pie o en vehículo, teniendo para ello que invertir sumas de dinero que representan una proporción importante de los apoyos que reciben. Las largas filas de espera en los días de pago son un hecho generalizado. k) Los tiempos de respuesta a los trámites de cambio de domicilio, cobro de pagos extemporáneos y en general todos aquellos que implican cambios en el padrón de Oportunidades son percibidos por las titulares como excesivos. l) Muchos de los ex becarios entrevistados coinciden en señalar las dificultades que enfrentan para poder acceder al componente de “Jóvenes con Oportunidades”. Se combinan aquí problemas de desinformación por parte de las vocales y del personal del Programa, con una mala atención de parte del personal de las instituciones bancarias. 241 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias IV. Análisis FODA prioridad DESCRIPción RECOMENDACIÓN Fortalezas y Oportunidades FO1 En términos generales, hay una muy elevada cobertura del Programa en las tres microrregiones estudiadas del estado de Oaxaca (Cañada mazateca, Sierra Norte mixe y Costa de Oaxaca), y una alta cobertura en las del estado de Chiapas (zonas chol, tojolabal y Altos de Chiapas) y en el valle del Mayo de Sonora. En la mayoría de estas zonas, la cobertura tiende a beneficiar a la población indígena y las localidades y familias con mayores índices de rezago social No aplica FO2 En las regiones de estudio donde las localidades indígenas tienen mayor peso proporcional, la cobertura por localidades del Programa es también más amplia No aplica FO3 En relación con los promotores sociales de Oportunidades, todos los estudios regionales coinciden en señalar que éstos, a la par que desempeñan una carga excesiva de trabajo en condiciones laborales bastante precarias, manifiestan un alto grado de identificación y compromiso con el Programa No aplica FO4 A pesar de operar en contextos regionales donde se viven conflictos de carácter electoral, municipal, político, religioso y aún de violencia derivada del narcotráfico, el Programa Oportunidades ha logrado mantenerse al margen de los conflictos y ha seguido operando con regularidad, aun en zonas donde la seguridad del personal del Programa ha estado en riesgo Seguir manteniendo la independencia política del Programa y otorgar algún tipo de reconocimiento al personal que ha desempeñado sus funciones en forma destacada en contextos de inseguridad y violencia DebilidadES Y AmenazaS DA1 En todas las regiones y microrregiones estudiadas existe un notorio déficit de cobertura de las localidades más pequeñas (de 1 o 2 viviendas), denominadas confidenciales. En algunos casos este déficit deriva de la aplicación de las reglas de operación del Programa, que le impiden atender familias en localidades sin datos oficiales de rezago social Se propone que las reglas de operación sean modificadas para que Oportunidades pueda otorgar sus apoyos a las familias que viven en localidades confidenciales (sin datos de rezago social) dentro del área de influencia de los centros de salud y educación y en microrregiones con niveles generalizados de pobreza DA2 Existe un déficit de cobertura de localidades con alto y muy alto rezago social, en las que el programa tiene menor presencia que en aquellas con menores niveles de rezago. Además existe una cobertura diferencial de localidades indígenas y mestizas que desfavorece a las primeras Ampliar la cobertura en localidades indígenas y en aquellas que cuentan con altos y muy altos niveles de rezago social, recurriendo a una cartografía actualizada de la pobreza y a la aplicación de la Encaseh 242 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 DA3 En la Sierra Tarahumara, donde el nivel regional de rezago social es muy alto, menos de una tercera parte de las localidades cuenta con Oportunidades y se estima que cerca de 30% de la población está fuera del Programa. Además, la reducida cobertura favorece a las localidades con menores niveles de rezago social y a las mestizas por sobre las indígenas. El déficit de cobertura no siempre está relacionado con la falta de acceso a los servicios de educación y salud Ampliar y densificar de manera significativa la cobertura, favoreciendo a las localidades indígenas y aquellas con mayor rezago social Insistir ante las autoridades estatales y federales de educación y salud para que la oferta de servicios de clínicas y escuelas secundarias y de educación media superior se incremente de forma notoria DA4 En la gran mayoría de las localidades estudiadas, los procesos de incorporación y densificación no fueron llevados a cabo con estricto apego a las normas que establece el Programa, en particular en la aplicación de la Encaseh En los nuevos procesos de incorporación y densificación, el Programa debe vigilar la aplicación de la Encaseh en el domicilio de las personas entrevistadas y evitar las asambleas comunitarias, empadronamientos o registros por parte de autoridades municipales DA5 En todas las regiones de estudio, el monolingüismo y las barreras culturales provocan que las familias indígenas estén en condiciones de desventaja y sean más propicias a la exclusión, cuando los encuestadores y el personal del Programa no hablan la lengua indígena de la zona. No obstante la amplia cobertura, existen errores de exclusión e inclusión DA6 Los procedimientos de denuncia de errores de inclusión y quejas (uso del buzón o teléfono de atención) resultan ineficaces e inusuales en comunidades pequeñas donde todos se conocen, existen dificultades para acceder al servicio telefónico o no hay costumbre de usar buzones de quejas. Las vocales tampoco denuncian los errores de inclusión por temor a represalias, aunque conozcan los mecanismos y canales para hacerlas Reclutar personal bilingüe (español y la lengua indígena) de las regiones en las que se harán incorporaciones para evitar las barreras lingüísticas. Evitar que los procesos de incorporación se basen en apreciaciones de encuestadores monolingües en español y carentes de conocimientos sobre las culturas indígenas correspondientes Diseñar sistemas de denuncia (orales o escritos) que aseguren la confidencialidad del denunciante y establecer mecanismos de seguimiento de las quejas asegurando su atención y respuesta en tiempos razonables. Se propone instalar buzones en escuelas y clínicas y que los promotores puedan recibir y atender quejas orales en los días en que asisten a la entrega de apoyos 243 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias DA7 Para poder medir y evaluar el impacto de Oportunidades de manera diferencial entre la población indígena y mestiza no existe en el programa ningún tipo de registro público y específico que informe acerca de la condición étnica de las familias beneficiarias, aun cuando esta información se recoge en la Encaseh Se recomienda a Oportunidades haga pública la condición étnica de las familias que integran su padrón de beneficiarios DA8 Para cumplir con sus funciones, todos los CAR de las microrregiones de estudio enfrentan una falta notoria de personal y recursos materiales, lo que incide en una baja en la calidad de la atención que ofrecen a las titulares en sus zonas de acción Incrementar el gasto de operación de los CAR, contratando nuevo personal y dotándoles de mejores equipos de cómputo y transporte. Incrementar los salarios de los promotores e incorporarlos al régimen de seguridad social DA9 El número de promotores sociales y de responsables de capacitación comunitaria es escaso en todos los CAR donde se llevó a cabo el estudio. Además sus condiciones laborales son precarias y sus cargas de trabajo excesivas, aunque variables de acuerdo a la extensión de las zonas de atención, las condiciones de comunicación y la dispersión de la población Contratar un número mayor de promotores sociales y responsables de capacitación comunitaria, tomando en cuenta las condiciones de dispersión y comunicaciones de las zonas de atención que cubre cada CAR y dando prioridad a personas bilingües DA10 Salvo en algunos casos aislados en Chiapas, en el resto de las microrregiones se observó una carencia significativa de promotores indígenas y, en general, personal de Oportunidades, que tengan competencias para ser traductores lingüísticos y culturales. Este fenómeno es el origen de muchos de los problemas de comunicación que se suscitan entre el Programa y sus beneficiarias y suele hacerse patente a la hora de la realización de trámites y presentación de quejas Contratar en regiones indígenas promotores con competencias para ser traductores lingüísticos y culturales. Se recomienda dar prioridad a ex becarios que conocen la lógica de operación del Programa DA11 Los procesos de capacitación de los comités de promoción comunitaria (vocales), a través de las mesas de atención y de los Recco, quizás porque son recientes, aún no han dado los resultados esperados Contratar un número mayor de Recco e insistirles para que capaciten mejor a las vocales en lo relativo a corresponsabilidades y trámites. Aumentar el número de mesas de atención a comités DA12 En cuanto al desempeño de sus funciones, constatamos que hay muchas vocales que asumen sus cargos sin el interés y la dedicación esperada, lo que indica un bajo grado de identificación con los objetivos y con la mística de Oportunidades. Por otra parte, el cobro de “colaboraciones” tiende a generalizarse y puede ser origen de conflictos y divisiones internas entre las titulares Evaluar la posibilidad de otorgar alguna recompensa económica a las vocales, para estimular su buen desempeño y un mayor grado de identificación con el Programa. Evitar así las cooperaciones en dinero de las beneficiarias que vienen a mermar sus apoyos 244 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 DA13 La figura de las vocales de educación aparece en muchas de las localidades de estudio desdibujada, en la medida en que muchas de ellas cuentan con un nivel bajo de escolaridad, lo que les impide opinar con conocimiento de causa sobre los problemas que plantean tanto los becarios del Programa, como sus profesores Valorar la posibilidad de que las funciones de las vocales de educación recaigan en algún ex becario que haya concluido sus estudios de educación media superior DA14 En algunas de las microrregiones de estudio, la población indígena enfrenta serios problemas para contar con la documentación de identidad que exigen los trámites de incorporación al Programa, así como para efectuar cambios en el padrón. Establecer tiempos de entrega de documentación para la incorporación y cambios en el padrón que tomen en cuenta las condiciones culturales de las regiones indígenas Reconocer como legales las constancias de identidad y residencia emitidas por las autoridades indígenas DA15 Se evidenciaron muchos casos en los que la recepción de los apoyos implica largos desplazamientos, filas de espera y gastos de transporte que representan una proporción considerable del monto de los apoyos. Circunstancias como la migración laboral y la práctica de la agricultura móvil dificultan a muchas beneficiarias asistir a la entrega de apoyos. Los trámites subsecuentes para recibir los apoyos extemporáneos son lentos y ocasionan a la titular pérdida del apoyo y gastos innecesarios Permitir a las titulares que puedan recibir sus apoyos de manera directa, a través de una cuenta bancaria o por medio de un representante legal DA16 Los trámites de incorporación, recertificación, cobro de adeudos, cambio de domicilio y cobro del componente “Jóvenes con Oportunidades” en que se ven implicadas las familias beneficiarias resultan excesivamente engorrosos y difíciles de comprender y manejar, especialmente para la población indígena. Todo esto se traduce en un número importante de bajas Revisar y simplificar sistemáticamente todos los trámites que están asociados a la entrega de los apoyos y cambios de domicilio de beneficiarias y becarios. Revisar y simplificar los trámites asociados al cobro del componente “Jóvenes con Oportunidades” DA17 En algunas regiones como la Sierra Tarahumara, el valle del Yaqui, las zonas guarojía y pima (pero no en las microrregiones de estudio de Chiapas y Oaxaca) las autoridades indígenas cuentan con un alto grado de legitimación y prestigio social. Aunque hasta la fecha no hayan sido llamadas a colaborar con el Programa, su apoyo pudiera ser de gran utilidad Se propone que Oportunidades solicite el apoyo de las autoridades indígenas de esas regiones en tareas como la acreditación y expedición de documentos y constancias de identidad y residencia de los posibles beneficiarios, el apoyo en la ubicación de los hogares a la hora de aplicar la Encaseh y la orientación moral y pedagógica a jóvenes becarios y a las familias. También la contratación de jóvenes ex becarios indígenas como promotores pudiera contribuir a una mejor operación del Programa Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias V. Referencias 1. Oportunidades, 2008, Reglas de operación. Inciso 6.1 En: http://oportunidades.gob.mx/htmls/reglas_2007.html 2. Sariego, JL. Documento analítico del estudio etnográfico en Chihuahua, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, largo plazo, zonas rurales, 2008, Numeral 3, México: CIESAS, 2008. 3. González de la Rocha M, Paredes P, Sánchez G. Documento analítico del estudio etnográfico en Oaxaca. Evaluación cualitativa de impacto del programa Oportunidades, largo plazo, zonas rurales, 2008, Numeral 3, México: CIESAS, 2008 4. Agudo A. Documento analítico del estudio etnográfico en Chiapas, Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, largo plazo, zonas rurales, 2008, Numeral 3, México: CIESAS, 2008. 5. Haro A (coord,). Salud y condiciones de vida indígena en México y el Noroeste. Diagnóstico de salud desde una perspectiva multicultural. Evaluación cualitativa del impacto del Programa Oportunidades, de largo plazo, en zonas rurales 2007-2008. Hermosillo, Son. Bibliografía Agudo A. Documento analítico del estudio etnografico en Chiapas, Evaluación cualitativa de impacto del programa Oportunidades, largo plazo, zonas rurales, 2008, Numeral 3, México: CIESAS, 2008. Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe sobre desarrollo humano de los pueblos indígenas de México 2006. México: CDI/PNUD, 2006. González de la Rocha M (coord.) Procesos domésticos y vulnerabilidad: perspectivas antropológicas de los hogares con Oportunidades México: Publicaciones de la Casa Chata, 2006. González de la Rocha M, Agudo Sanchíz A. Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo Plazo, Zonas Rurales, 2008, propuesta de investigación. González de la Rocha M, Paredes P, Sánchez G. Documento analítico del estudio etnográfico en Oaxaca. Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, largo plazo, zonas rurales, 2008, Numeral 3, México: CIESAS, 2008. Haro A (coord.) Salud y condiciones de vida indígena en México y el Noroeste. Diagnóstico de salud desde una perspectiva multicultural. Evaluación cualitativa del impacto del Programa Oportunidades, de largo plazo, en zonas rurales 2007-2008. Hermosillo, Son: 2008. Haro A. Documento analítico del estudio etnográfico en Sonora. Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, largo plazo, zonas rurales, 2008, Numeral 3, México: CIESAS, 2008. Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) II Conteo de Población y Vivienda. en: http://www.inegi.gob.mx/est/contenidos/ espanol/ sistemas/conteo2005/localidad/iter/default.asp?s=est&c=10395 Instituto Nacional de Estadística y Geografía 2007. Estadísticas a propósito del día de la familia mexicana. en: http://www.inegi.gob.mx/inegi/ contenidos/espanol/prensa/Contenidos/estadisticas/2007/familia07.pdf Oportunidades. Listado de Localidades y Número de Familias Beneficiarias al Inicio del Ejercicio Fiscal 2008. en: http://www.oportunidades.gob.mx/ informacion_general/main_ca.html Oportunidades. Reglas de operación. En: http://www.oportunidades.gob.mx/htmls/reglas_2007.html Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-México. Índice de desarrollo humano municipal en México 2000-2005. en: http://www.cinu.org.mx/ prensa/especiales/2008/IDH/documento.html Sariego, JL. Documento analítico del estudio etnográfico en Chihuahua. Evaluación cualitativa de impacto del Programa Oportunidades, Largo Plazo, Zonas rurales, 2008 Numeral 3, México: CIESAS, 2008. 245 246 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 VI. Anexos A. Cuadros estadísticos Cuadro A1 Municipios que componen las 11 regiones interculturales de estudio en los estados de Chiapas, Chihuahua, Oaxaca y Sonora Región MUNICIPiOS (TOTAL: 118) Mayo Sonora Etchojoa, Huatabampo, Benito Juárez, Navojoa (4) Yaqui Sonora Guaymas. Bacum, Cajeme, San Ignacio Río Muerto (4) Guarijía Sonora Álamos, Quiriego (2) Sierra Tarahumara Chihuahua Balleza, Bocoyna, Carichí, Guachochi, Guerrero, Nonoava, Batopilas, Chínipas, Guadalupe y Calvo, Guazapares, Maguarichi, Morelos, Moris, Ocampo, Urique y Uruachi (16) Pima Sonora-Chihuahua Temósachi (Chih), Yécora (Son.) (2) Chol Chiapas Tila, Tumbalá, Sabanilla, Salto de Agua y Palenque (5) Tojolabal Chiapas Las Margaritas y Maravilla Tenejapa (2) Altos Chiapas Aldama, Amatenango del Valle, Cancuc, Chalchihuitán, Chamula, Chanal, Chenalhó, Huixtán, Larráinzar, Mitontic, Pantelhó, Oxchuc, San Cristóbal de Las Casas, Santiago El Pinar, Tenejapa, Teopisca y Zinacantán. (17) Costa Oaxaca Mártires de Tacubaya, Pinotepa de San Luis, San Agustín Chayuco, San Andrés Huaxpaltepec, San Antonio Tepetlapa, San José Estancia Grande, San Juan Bautista Lo de Soto, San Juan Cacahuatepec, San Juan Colorado, San Lorenzo, San Miguel Tlacamama, San Pedro Atoya, San Pedro Jicayán, San Sebastián Ixcapa, Santa Catarina Mechoacán, Santa María Cortijo, Santa María Huazolotitlán, Santiago Ixtayutla, Santiago Jamiltepec, Santiago Llano Grande, Santiago Pinotepa Nacional, Santiago Tapextla, Santiago Tetepec y Santo Domingo Armenta (24). Sierra Norte mixe Oaxaca Asunción Cacalotepec, Tamazulápam del Espíritu Santo, Mixistlán de la Reforma, San Juan Cotzocón, San Juan Mazatlán, San Lucas Camotlán, San Miguel Quetzaltepec, San Pedro Ocotepec, San Pedro y San Pablo Ayutla, Santa María Alotepec, Santa María Tepantlali, Santa María Tlahuitoltepec, Santiago Atitlán, Santiago Ixcuintepec, Santiago Zacatepec, Santo Domingo Tepuxtepec y Totontepec (17) Cañada mazateca Oaxaca Eloxochitlán de Flores Magón, Huautepec, Huautla de Jiménez, Mazatlán Villa de Flores, San Antonio Nanahuatípam, San Bartolomé Ayautla, San Francisco Huehuetlán, San Jerónimo Tecóatl, San José Tenango, San Juan Coatzóspam, San Juan de los Cués, San Lorenzo Cuaunecuiltitla, San Lucas Zoquiápam, San Martín Toxpalan, San Mateo Yoloxochitlán, San Pedro Ocopetatillo, Santa Ana Ateixtlahuaca, Santa Cruz Acatepec, Santa María la Asunción, Santa María Chilchotla, Santa María Ixcatlán, Santa María Tecomavaca, Santa María Teopoxco, Santiago Texcalcingo, Teotitlán de Flores Magón (25) 247 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias INDICE REGIONAL PROMEDIO DE REZAGO SOCIAL LOCALIDADES CON OPORTUNID. % LOCALIDADES CON OPORTUNID. 864 349 40.39 42.06 1645 195 11.85 27 542 2.85 469 142 30.28 0.28295 (medio) 65.67 54 507.03 269 322 4.94 6747 2,127 31.53 1.61599 (muy alto) 53.49 Pima 8 673.96 12 408 1.43 224 48 21.43 0.03355 (medio) 67.41 Chol 3 678.90 267 269 72.65 1328 690 51.96 1.33743 (alto) 39.38 Tojolabal 6 239.69 109 280 17.51 450 259 57.56 1.64179 (alto) 29.11 2 580.08 536 136 207.80 1115 875 78.48 2.08397 (muy alto) 12.20 4 237.01 170 249 40.18 360 235 65.28 0.85944 (alto) 27.50 4 928.50 96 920 19.67 380 247 65.00 1.51042 (alto) 28.68 2 000.49 144 534 72.25 687 596 86.75 1.45796 (alto) 5.24 116 704.61 2 473 024 20.91 14269 5 763 40.39 EXTENSIÓN KM2 POBLACIÓN DENSIDAD POBLACION Mayo 7 270.84 295 275 40.61 Yaqui 12 934.92 544 089 9 653.19 Región Guarojía Sierra Tarahumara Altos de Chiapas Costa de Oaxaca Sierra Norte Mixe Cañada Mazateca Totales LOCALI DADES % DE LOCALIDADES CONFIDENCIALES -0.76993 (muy bajo) -1.09586 (muy bajo) Fuente: Elaboración propia a partir del II Conteo de Población y Vivienda 2005 y del Padrón de localidades con cobertura de Oportunidades En: Http://www.oportunidades.gob.mx/informacion_general /main_ca.html y de Coneval: Http://www.coneval.gob.mx/mapas/ 56.02 82.07 48.61 Cuadro A2 Características demográficas y cobertura de Oportunidades en las 11 regiones interculturales 248 Cuadro A3 Localidades con Oportunidades en las 11 regiones interétnicas, según su grado de rezago social (GRS) Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 GRS BAJO Y MUY BAJ0 Region GRS MEDIO GRS ALTO Y MUY ALTO CONFIDENCIALES TOTAL C/OPORT S/OPOR C/OPORT S/OP C/OP S/OP C/OP S/OP Mayo Sonora 178 28 115 39 15 5 27 457 864 Yaqui Sonora 111 91 61 7 14 11 32 1 318 1 645 Guarijía Sonora 36 9 59 12 30 15 32 276 469 Sierra Tarahumara Chih. 116 33 493 175 1 033 1 288 499 3 110 6 747 Pima Chihuahua-Sonora 13 5 21 7 12 15 2 149 224 Chol Chiapas 41 22 305 48 261 128 61 462 1 328 Tojolabal Chiapas 5 1 118 29 111 55 25 106 450 Altos Chiapas 1 3 264 43 549 119 54 82 1 115 Costa Oaxaca 16 4 153 9 56 23 10 89 360 Sierra Norte Mixe 9 2 101 12 119 28 17 92 380 Cañada Oaxaca Totales 9 4 156 24 410 48 23 13 687 535 202 1 846 405 2 610 1 735 782 6 154 14 269 Porcentajes por región y nivel de rezago social Mayo Sonora 86.41 13.59 74.68 25.32 75.00 25.00 5.58 94.42 Yaqui Sonora 54.95 45.05 89.71 10.29 56.00 44.00 2.37 97.63 Guarojío Sonora 80.00 20.00 83.10 16.90 66.67 33.33 10.39 89.61 Sierra Tarahumara Chih. 77.85 22.15 73.80 26.20 44.51 55.49 13.83 86.17 Pima Chihuahua-Sonora 72.22 27.78 75.00 25.00 44.44 55.56 1.32 98.68 Chol Chiapas 65.08 34.92 86.40 13.60 67.10 32.90 11.66 88.34 Tojolabal Chiapas 83.33 16.67 80.27 19.73 66.87 33.13 19.08 80.92 Altos Chiapas 25.00 75.00 85.99 14.01 82.19 17.81 39.71 60.29 Costa Oaxaca 80.00 20.00 94.44 5.56 70.89 29.11 10.10 89.90 Sierra Norte Mixe 81.82 18.18 89.38 10.62 80.95 19.05 15.60 84.40 Cañada Oaxaca 69.23 30.77 86.67 13.33 89.52 10.48 63.89 36.11 Totales 72.59 27.41 82.01 17.99 60.07 39.93 11.27 88.73 C/OP: con Oportunidades. S/OP: sin Oportunidades Fuente: Elaboración propia a partir del II Conteo de Población y Vivienda 2005 y del Padrón de Localidades con Cobertura de Oportunidades. En: http://www.oportunidades.gob.mx/informacion_general /main_ca.html y de Coneval: Http://www.coneval.gob.mx/mapas/ 249 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Zona Mayo Sonora Yaqui Sonora Guarijía Sonora Sierra Tarahumara Chih. Pima Chih-Son Chol Chiapas Tojolabal Chiapas Altos Chiapas Costa Oaxaca Sierra Norte Mixe Cañada Oaxaca Total TOTAL LOCALIDADES 864 1 645 469 6 747 224 1 328 450 1 115 360 380 687 14 269 % LOCALIDADES INDÍGENAS* 19.21 2.49 6.18 28.06 5.80 47.52 33.33 81.52 34.17 65.53 93.16 33.95 % LOCALIDADES MESTIZAS * 24.77 15.44 28.14 18.47 26.79 13.10 37.56 6.28 38.33 5.79 1.60 17.45 LOCALIDADES CONFIDENCIALES * 56.02 82.07 65.67 53.48 67.41 39.38 29.11 12.20 27.50 28.68 5.24 48.60 % LOCALIDADES CON OPORTUNIDADES ‡ 40.39 11.85 30.28 31.53 21.43 51.96 57.56 78.48 65.28 65.00 86.75 40.39 (*): Porcentajes por filas en relación con el total de localidades. (‡): Porcentaje localidades con Oportunidades con respecto al total de localidades. Fuente: Elaboración propia a partir del II Conteo de Población y Vivienda 2005 y del Padrón de localidades con cobertura de Oportunidades en: http://www.oportunidades.gob.mx/informacion_general /main_ca.html Cuadro A4 Localidades indígenas, mestizas y con Oportunidades en las 11 regiones interétnicas 250 Cuadro A5 Cobertura de Oportunidades según condición étnica en las localidades de las 11 regiones interétnicas Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Zona LOCALIDADES INDÍGENAS LOCALIDADES MESTIZAS LOCALIDADES CONFIDENCIALES TOTAL TOTAL C/OP S/OP TOTAL C/OP S/OP TOTAL C/OP S/OP 166 145 21 214 177 37 484 27 457 864 Yaqui Sonora 41 32 9 254 131 123 1 350 32 1 318 1 645 Guarojío Sonora 29 8 21 132 102 30 308 32 276 469 1 893 822 1 071 1 246 807 439 3 608 498 3 110 6 747 Mayo Sonora Sierra Tarahumara Chih. Pima Chih-Son 13 8 5 60 38 22 151 2 149 224 Chol Chiapas 631 515 116 174 114 60 523 61 462 1 328 Tojolabal Chiapas 150 110 40 169 124 45 131 25 106 450 Altos Chiapas 909 775 134 70 46 24 136 54 82 1 115 Costa Oaxaca 123 100 23 138 125 13 99 10 89 360 Sierra Norte Mixe 249 218 31 22 12 10 109 17 92 380 Cañada Oaxaca 640 567 73 11 6 5 36 23 13 687 Porcentajes por filas de localidades con Oportunidades con respecto al total, según condición étnica INDÍGENAS MESTIZAS CONFIDENCIALES Mayo Sonora Zona 87.3 82.7 5.6 Yaqui Sonora 78.0 51.6 2.4 Guarojío Sonora 27.6 77.3 10.4 Sierra Tarahumara Chih. 43.4 64.8 13.8 Pima Chih-Son 61.5 63.3 1.3 Chol Chiapas 81.6 65.5 11.7 Tojolabal Chiapas 73.3 73.4 19.1 Altos Chiapas 85.3 65.7 39.7 Costa Oaxaca 81.3 90.6 10.1 Sierra Norte Mixe 87.6 54.5 15.6 Cañada Oaxaca 88.6 54.5 63.9 C/OP: con Oportunidades. S/OP: sin Oportunidades. Grs: Grado de Rezago social. Fuente: Elaboración propia a partir del II Conteo de Población y Vivienda 2005 y del Padrón de localidades con cobertura de Oportunidades en: http://www.oportunidades.gob.mx/informacion_general /main_ca.html 4 0 4 0 7 1 0 1 4 6 Guarojío Sonora Sierra Tarahumara Chih. Pima Chih-Son Chol Chiapas Tojolabal Chiapas Altos Chiapas Costa Oaxaca Sierra Norte Mixe Cañada Oaxaca 2 0 0 0 0 2 13 100 0 1 3 S/OP 3 5 15 1 4 34 0 13 36 106 139 C/OP 2 2 4 3 1 20 5 32 9 91 25 S/OP MESTIZAS 155 94 49 251 43 260 0 84 3 19 92 C/OP 23 8 7 36 15 28 21 407 1 2 15 S/OP INDÍGENAS 1 7 104 13 75 45 0 34 56 20 35 1 4 3 7 14 20 7 143 11 27 12 S/OP MESTIZAS C/OP LOCALIDADES CON GRS MEDIO 406 120 50 524 66 248 8 734 5 9 14 C/OP 48 23 16 98 25 86 4 300 20 6 3 S/OP INDÍGENAS MESTIZAS 2 0 6 32 45 35 5 1 024 10 5 3 C/OP LOCALIDADES CON GRS ALTO O MUY ALTO 2 4 6 14 30 20 10 264 10 5 0 S/OP 23 17 10 54 25 61 2 498 32 32 27 C/OP 864 TOTAL 469 13 92 89 82 106 462 149 687 380 360 1 115 450 1 328 224 3 110 6 747 276 1 318 1 645 457 S/OP LOCALIDADES SIN INFORMACIÓN DE GRS C/OP: con Oportunidades. S/OP: sin Oportunidades. Grs: Grado de Rezago social. Fuente: Elaboración propia a partir del II Conteo de Población y Vivienda 2005 y del Padrón de Localidades con cobertura de Oportunidades en: http://www.oportunidades.gob.mx/informacion_general / main_ca.html y de Coneval : http://www.coneval.gob.mx/mapas/ 39 Yaqui Sonora C/OP INDÍGENAS Mayo Sonora Zona LOCALIDADES CON GRS MUY BAJ0 Y BAJO Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias 251 Cuadro A6 Cobertura de Oportunidades en localidades de las 11 regiones interétnicas según grado de rezago social (GRS) y condición étnica 100.00 100.00 75.00 Costa Oaxaca Sierra Norte Mixe Cañada Oaxaca 25.00 0.00 0.00 0.00 0.00 22.22 96.15 60.00 71.43 78.95 25.00 80.00 28.89 40.00 28.57 21.05 75.00 20.00 37.04 71.11 S/OP 82.89 25.00 9.52 14.02 87.08 92.16 87.50 87.46 74.14 90.28 12.92 7.84 12.50 12.54 25.86 9.72 0.00 100.00 17.11 75.00 90.48 85.98 C/OP INDÍGENAS S/OP 80.79 16.42 57.45 25.53 50.00 63.64 97.20 65.00 84.27 69.23 50.00 36.36 2.80 35.00 15.73 30.77 0.00 100.00 19.21 83.58 42.55 74.47 C/OP MESTIZAS 89.43 83.92 75.76 84.24 72.53 74.25 66.67 70.99 20.00 60.00 82.35 C/OP 10.57 16.08 24.24 15.76 27.47 25.75 33.33 29.01 80.00 40.00 17.65 S/OP INDÍGENAS C/OP 50.00 0.00 50.00 69.57 60.00 63.64 33.33 79.50 50.00 50.00 100.00 50.00 100.00 50.00 30.43 40.00 36.36 66.67 20.50 50.00 50.00 0.00 S/OP MESTIZAS LOCALIDADES CON GRS ALTO O MUY ALTO 63.89 15.60 10.10 39.71 19.08 11.66 1.32 13.80 10.39 2.37 5.58 36.11 84.40 89.90 60.29 80.92 88.34 98.68 86.20 89.61 97.63 94.42 LOCALIDADES SIN INFORMACIÓN DE GRS C/OP S/OP C/OP: con Oportunidades. S/OP: sin Oportunidades. Fuente: Elaboración propia a partir del II Conteo de Población y Vivienda 2005 y del Padrón de Localidades con cobertura de Oportunidades en: Http://www.oportunidades.gob.mx/informacion_general /main_ca.html y de Coneval : http://www.coneval.gob.mx/mapas/ 0.00 62.96 77.78 100.00 Chol Chiapas Tojolabal Chiapas Altos Chiapas 0.00 100.00 3.85 0.00 100.00 Sierra Tarahumara Chih. 20.00 46.19 Pima Chih-Son 80.00 53.81 0.00 0.00 20.00 80.00 S/OP 15.24 Yaqui Sonora 84.76 C/OP Guarojío Sonora S/OP MESTIZAS 7.14 C/OP INDÍGENAS 92.86 Mayo Sonora Zona LOCALIDADES CON GRS MEDIO Cuadro A7 Cobertura de Oportunidades en localidades de las 11 regiones interétnicas según grado de rezago social (GRS) y condición étnica (porcentajes) LOCALIDADES CON GRS MUY BAJ0 Y BAJO 252 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 27 542 269 322 12 408 267 269 109 280 536 136 170 249 96 920 144 534 Guarojía (medio) Sierra Tarahumara (muy alto) Pima (medio) Chol (alto) Tojolabal (alto) Altos de Chiapas (muy alto) Costa Oaxaca (alto) Sierra Norte Mixe Oaxaca (alto) Cañada Mazateca (alto) 40.39 86.75 65 65.28 78.48 57.56 51.96 21.43 31.53 30.28 11.85 40.39 % De localidades con oportunidades 288 649 25 452 17 252 24 385 79 020 19 167 42 033 1 611 37 885 3 871 14 001 23 972 FamIlias con oportunidades (B) 4.4 4.4 4.6 5.3 5.8 5.1 3.6 4.2 3.9 4.5 4.1 Promedio regional de personas por hogar (c) 531 851.33 32 848.64 22 027.27 37 010.65 101 157.74 18 841.38 52 405.69 3 446.67 64 124.29 7 062.05 120 908.67 72 018.29 Estimación número de familias según promedio regional (a/c) (D) 54.27 77.48 78.32 65.89 78.12 101.73 80.21 46.74 59.08 54.81 11.58 33.29 % De familias con oportunidades con relación al total regional de hogares (B/d) Fuente: Elaboración propia a partir del II Conteo de Población y Vivienda 2005 y del Padrón de Localidades con Cobertura de Oportunidades en: http://www.oportunidades.gob.mx/informacion_general /main_ca.html 2 473 024 544 089 Yaqui (muy bajo) Totales 295 275 PoblaCión (A) Mayo (muy bajo) Región y nivel de rezago social regional Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias 253 Cuadro A8 Estimaciones sobre la cobertura de Oportunidades en familias y población en las localidades de las 11 regiones interétnicas 1 930 4 857 1 002 17 981 505 2 516 531 839 489 449 61 54.05 62.23 44.12 30.36 46.16 16.74 6.52 4.71 24.43 13.04 1.54 26.38 34.67 43.90 21.64 46.07 15.92 51.39 28.46 40.66 16.38 5.04 En localidades confidenciales 942 2 706 997 12 813 504 2 394 4 184 5 072 814 564 200 En localidades mestizas 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 3 571 7 805 2 271 59 220 1 094 15 034 8 142 17 824 2 002 3 443 3 967 Total (A) 295 275 544 089 27 542 269 322 12 408 267 269 109 280 536 136 170 249 96 920 144 534 295 275 544 089 27 542 269 322 12 408 267 269 109 280 536 136 170 249 96 920 144 534 Población municipal (b) 1.21 1.43 8.25 21.99 8.82 5.63 7.45 3.32 1.18 3.55 2.74 1.21 1.43 8.25 21.99 8.82 5.63 7.45 3.32 1.18 3.55 2.74 % De (a) con respecto a (b) Nota: Los datos se obtuvieron sumando la población de las localidades del II Conteo en las que, según el padrón de Oportunidades, el Programa no está presente. Fuente: Elaboración propia a partir del II Conteo de Población y Vivienda 2005 y del Padrón de Localidades con Cobertura de Oportunidades en: http://www.oportunidades.gob.mx/ informacion_general /main_ca.html Mayo Sonora 699 Yaqui Sonora 242 Guarojío Sonora 272 Sierra Tarahumara 28 426 Pima Chih-Son 85 Chol Chiapas 10 124 Tojolabal Chiapas 3 427 Altos Chiapas 11 913 Costa Oaxaca 699 Sierra Norte Mixe 2 430 Cañada Oaxaca 3 706 Porcentajes de población según condición étnica de las localidades Mayo Sonora 19.57 Yaqui Sonora 3.10 Guarojío Sonora 11.98 Sierra Tarahumara 48.00 Pima Chih-Son 7.77 Chol Chiapas 67.34 Tojolabal Chiapas 42.09 Altos Chiapas 66.84 Costa Oaxaca 34.92 Sierra Norte Mixe 70.58 Cañada Oaxaca 93.42 En localidades indígenas Cuadro A9 Población en localidades sin Oportunidades según condición étnica Región 254 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 255 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias B. Figuras FIGURA A1 Cobertura de Oportunidades en las 11 regiones indígenas interétnicas Cañada mazateca Sierra Norte mixe Costa Altos Tojolabal Chol Pima Sierra Tarahumara Guarojía Yaqui Mayo 0 20 40 % 60 80 % localidades con Oportunidades Fuente: Cuadro A2 FIGURA A2 Cobertura de Oportunidades según porcentaje de localidades confidenciales Cañada mazateca Sierra Norte mixe Costa Altos Tojolabal Chol Pima Sierra Tarahumara Guarojía Yaqui Mayo 0 10 20 30 % localidades confidenciales Fuente: Cuadro A2 40 % 50 60 70 80 % localidades con Oportunidades 256 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 FIGURA A3 Cobertura regional de Oportunidades según índice regional promedio de rezago social Cañada mazateca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Tojolabal Chol Pima Sierra Tarahumara Guarojía Yaqui Mayo -110.00 -80.00 -10.00 40.00 90.00 Índice regional promedio rezago social *100 140.00 190.00 % localidades con Oportunidades Índice regional promedio de rezago social= Promedio de los índices municipales de rezago social Fuente: Cuadro A2 FIGURA A4 Cobertura de Oportunidades en localidades con grado de rezago social alto y muy alto Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 20 40 Con Oportunidades Fuente: Cuadro A3 60 80 Sin Oportunidades 100 % 257 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias FIGURA A5 Cobertura de Oportunidades en localidades con grado de rezago social medio Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 20 40 60 Con Oportunidades C/OP: localidades con Oportunidades Fuente: Cuadro A3 A3 80 100 % Sin Oportunidades S/Opor: localidades sin Oportunidades FIGURA A6 Cobertura de Oportunidades en localidades con grado de rezago social bajo y muy bajo Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 20 40 Con Oportunidades C/OP: localidades con Oportunidades Fuente: Cuadro A3 A3 60 80 100 Sin Oportunidades S/Opor: localidades sin Oportunidades % 258 FIGURA A7 Cobertura de Oportunidades en localidades confidenciales sin datos de grado de rezago social Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 20 40 60 Con Oportunidades C/OP: localidades con Oportunidades 80 100 % Sin Oportunidades S/Opor: localidades sin Oportunidades Fuente: Fuente: Cuadro CuadroA3 A3 FIGURA A8 Localidades indígenas, mestizas y con Oportunidades Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 % % localidades con Oportunidades Fuente: Cuadro A4 % localidades indígenas % localidades mestizas 259 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias FIGURA A9 Cobertura de Oportunidades en localidades según su condición étnica Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 % Confidenciales Mestizas Indígenas Fuente: Cuadro A5 FIGURA A10 Cobertura de Oportunidades en localidades con alto y muy alto grado de rezago social, según condición étnica Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 10 20 30 40 Mestizas Fuente: Cuadro A6 50 % 60 70 Indígenas 80 90 100 260 FIGURA A11 Cobertura de Oportunidades en localidades con grado medio de rezago social Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 20 40 60 80 100 % Mestizas Indígenas Fuente: Cuadro A6 FIGURA A12 Cobertura de Oportunidades en localidades con grado de rezago social bajo y muy bajo, según condición étnica Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 20 40 60 80 % Mestizas Fuente: Cuadro A6 Indígenas 100 261 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias FIGURA A13 Porcentaje de familias con Oportunidades con relación al total regional de hogares Cañada Mazateca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 20 40 60 80 100 % Nota: Se estimó el porcentaje de familias con Oportunidades con respecto al total regional de familias. Este último se calculó dividiendo la población total de cada región por el tamaño promedio por familia para cada región de acuerdo a los datos del II Conteo de Población y Vivienda, 2005 Fuente: Cuadro A8 Cañada Oaxaca FIGURA A14 Porcentaje de la población municipal en localidades sin Oportunidades Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 5 10 15 % Fuente: Cuadro A9 20 25 262 FIGURA A15 Población en localidades sin Oportunidades según condición étnica Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Cañada Oaxaca Sierra Norte mixe Costa Oaxaca Altos Chiapas Tojolabal Chiapas Chol Chiapas Pima Chih-Son Sierra Tarahumara Chih. Guarojía Sonora Yaqui Sonora Mayo Sonora 0 20 40 60 80 100 % En localidades indígenas Fuente: Cuadro A9 En localidades mestizas En localidades confidenciales 263 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias C. Mapas Mapa 1 Regiones interculturales de estudio en el estado de Sonora Baja California E.U.A. Región pima Océano Pacífico Región Guarijía Chihuahua Valle del Yaqui Valle del Mayo Sinaloa 264 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 2 Municipios de la Sierra Tarahumara: Alta (Cumbre) y Baja (Barrancas) Estados Unidos de América Estado de Sonora 063 Temósachi 031 guerrero 051 ocampo 066 041 uruachi maguar 009 bocoyna 012 020 chinípas carichi guazapares 030 047 moris 065 urique 027 guachochi Estado de Coahuila 049 nonoava 008 batopilas Estado de Sinaloa 007 balleza 046 morelos 029 guadalupe y calvo Estado de Durango Baja Tarahumara Alta Tarahumara 265 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Tabasco N Campeche Veracruz República de Guatemala Oaxaca Simbología Altos Océano Pacífico Área Chol Área Tojolabal No. Region I II III IV V VI VII VIII IX Centro Altos Fronteriza Frailesca Norte Selva Sierra Soconusco Istmo-Costa Mapa 3 Regiones interculturales de estudio en el estado de Chiapas 266 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 4 Regiones interculturales de estudio en el estado de Oaxaca Regiones de estudio Cañada Mazateca Papaloapan Mixteca Sierra Norte Mixe Valles Centrales Istmo Costa Mapa 5 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de Etchojoa, Sonora Sierra Sur Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) Nota: No se pudieron georreferenciar las localidades con Oportunidades Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias 267 Mapa 6 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de Guaymas, Sonora Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) 268 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 7 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de Álamos, Sonora Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias 269 Mapa 8 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de Guachochi, Chihuahua Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) 270 Mapa 9 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de Temósachi, Chihuahua Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) 271 Mapa 10 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de Yécora, Sonora Mapa 11 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de Tumbalá, Chiapas Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) 272 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 12 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de las Margaritas, Chiapas Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) Mapa 13 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias 273 Mapa 14 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de Santiago Jamiltepec, Oaxaca Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) 274 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 15 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de San Juan Cotzocón, Oaxaca Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) Mapa 16 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de los centros de salud en el municipio de Mazatlán de Villa Flores, Oaxaca Localidad con Oportunidades Centro de Salud Localidad Área de influencia de Centro de Salud (radio=5km) Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias Nota: no se pudieron referenciar las localidades con Oportunidades 275 Mapa 17 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Etchojoa, Sonora 276 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 18 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Guaymas, Sonora Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias 277 Mapa 19 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Álamos, Sonora Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias 278 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 20 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Guachochi, Chihuahua Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias 279 Mapa 21 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Temósachi, Chihuahua 280 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 22 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Yécora, Sonora Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias Mapa 23 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Tumbalá, Chiapas Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias 281 Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias Mapa 24 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Las Margaritas, Chiapas Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias Mapa 25 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de San Cristóbal de las Casas, Chiapas 282 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 26 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Santiago Jamiltepec, Oaxaca Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias Oportunidades día a día: evaluación de la operación del Programa y la atención a las familias beneficiarias 283 Mapa 27 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de San Juan Cotzocón, Oaxaca Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias Mapa 28 Cobertura de Oportunidades y áreas de influencia de las escuelas primarias y secundarias en el municipio de Mazatlán de Villa Flores, Oaxaca Localidad con Oportunidades Localidad Área de influencia de Escuelas Primarias y Secundarias 284 Evaluación Externa del Programa Oportunidades 2008 Mapa 29 Condiciones geográficas de las dos microrregiones de la Sierra Tarahumara Simbología Mapa 30 Cobertura de Oportunidades en la microrregión de Samachique en la Sierra Tarahumara Localidad confidencial Localidad indígena Localidad mestiza Localidad con Oportunidades Clínica