Tratamiento de los créditos laborales (concordatarios y post

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220-60339
Ref.:
Tratamiento de los créditos laborales (concordatarios y post concordatarios).
Distinguido doctor García:
Se avisa recibo de su escrito radicado con el número 455.701-0 de 7 de julio del año en curso, mediante el cual
formula varios interrogantes relacionados con los créditos laborales adquiridos por una sociedad que tramita un
concordato.
Como la consulta gira en torno al tratamiento de los pasivos laborales concordatarios y post concordatarios, resulta
perfectamente viable absolver las inquietudes en forma conjunta, no sin antes advertir que de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 66 en concordancia con el 79 de la Ley 550 de 30 de diciembre de 1999 o ley de
intervención económica para la reactivación empresarial, la admisión al proceso concursal, en la modalidad de
concordato, se encuentra suspendido por el término de cinco (5) años contados a partir de la fecha de publicación
de la misma.
En primer lugar, es preciso tener en cuenta que a partir de la fecha en que se admita o convoque a una sociedad al
trámite de un concordato, se definen dos tipos de obligaciones para la sociedad deudora, las concordatarias que son
las adquiridas por el empresario y exigibles a la fecha en que profiera la providencia que ordena la apertura del
proceso y por tanto objeto del acuerdo de pagos y las llamadas post concordatarias, que son aquellas obligaciones
adquiridas con posterioridad a la aludida fecha.
En ese entendido, los créditos admitidos y reconocidos dentro del proceso, cualquiera que sea su naturaleza, se
pagarán en la forma y términos previstos en el acuerdo concursal, observando en su elaboración la prelación, los
privilegios y preferencias de que trata el artículo 2493 y siguientes del Código Civil (art. 135 Ley 222/95); mientras
que el segundo tipo de créditos al que nos hemos referido, se cancelarán en el momento en que se causen, lo que
significa que no estarán sujetos al sistema que dentro del acuerdo se establezca para el pago de las demás
acreencias (art. 147 ibídem).
De otra parte, si bien es cierto que la regla general es que al deudor le está prohibido, entre otras operaciones,
efectuar pagos o arreglos relacionados con las obligaciones concordatarias (numeral 3º del artículo 98 de la Ley
222/95), el juez del concordato puede autorizar el pago o el arreglo de las mismas, siempre que medie solicitud de
la sociedad deudora y se encuentren justificadas las razones de necesidad o conveniencia invocadas por el
administrador (Auto 410- 6201340 de 10 de agosto de 1993).
Nótese que entratándose de créditos de naturaleza laboral, el artículo 121 ibídem señala expresamente que los
salarios, mesadas pensionales, prestaciones sociales y aportes para la seguridad social, causados y exigibles a la
fecha en que se admita o convoque a la sociedad deudora al proceso concursal, deben ser presentados dentro de
los términos que establece la misma ley, con el fin de que una vez reconocidos y admitidos dentro del proceso,
queden, como todas las demás acreencias, sujetas a los términos que se estipulen en la formula concordataria.
Además, dispone que las obligaciones en materia laboral que se causen con posterioridad al concordato, serán
pagados como gastos de administración en los términos del ya citado artículo 147.
En ese orden de ideas, se concluye que los créditos laborales, como cualquier otro, reconocidos y admitidos dentro
del proceso concursal, no pueden ser cancelados sino conforme a las reglas, términos y plazos previstos en el
acuerdo, salvo que medie autorización expresa del juez del concordato.
Ahora bien, respecto al retardo en la consignación del auxilio de cesantías y la sanción correspondiente al
empleador incurso en un trámite concordatario, así como cualquier otra acreencia de esta naturaleza, como quiera
que se trata de obligaciones originadas en relaciones laborales, tanto la ley como reiterada jurisprudencia laboral
han dispuesto la improcedencia de trasladar los riesgos del empleador empresario a los trabajadores, en el sentido
de que éstos no podrán asumir las consecuencias derivadas de la crisis de la insolvencia de aquél, de suerte que en
el evento de un concordato de una sociedad que tenga a su cargo obligaciones laborales, ésta deberá cancelarlas en
su totalidad, incluso aquellas causadas y exigibles con posterioridad a la apertura del trámite respectivo.
En consecuencia, no puede válidamente concluirse que la admisión y trámite de un proceso concursal suspenda o
modifique la existencia, causación y exigibilidad de las obligaciones que la ley sustantiva laboral impone para los
empleadores.
Luego la desvinculación de trabajadores durante el trámite concordatario supone la exigibilidad de las obligaciones
laborales a cargo de la empresa concordada, las cuales serán pagadas como postconcordatarias, pero se reitera,
sólo aquellas causadas con posterioridad a la apertura del respectivo trámite, con la preferencia que les otorga el
referido art. 147 de la Ley 222/95.
En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, no sin antes manifestarle que los efectos del
presente pronunciamiento son los contemplados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
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