220-68272 Ref. Compensación de créditos fiscales objeto de

Anuncio
220-68272
Ref. Compensación de créditos fiscales objeto de acuerdo concordatario,
Se recibió su escrito radicado en este despacho con el número 467,362-0, por medio del cual, luego de hacer
algunas consideraciones con respecto al tratamiento que ha de dársele a los acreedores dentro de un proceso
concordatario, consulta:
1.
Una vez celebrado el concordato y aprobado el acuerdo concordatario la Dirección de Impuestos y
Aduanas Nacionales pueden entrar a devolver y/o compensar sumas a favor de la sociedad concordada sin
la autorización previa de esa Entidad?
2.
Existiendo obligaciones fiscales incluidas en el acuerdo concordatario, en ejecución del mismo puede la
Administración Tributaria compensar dichas obligaciones con saldos a favor determinados con
posterioridad al acuerdo sin autorización previa de esa Entidad?
Para responder sus inquietudes, resulta procedente traer a colación las normas que versan sobre la materia:
Artículo 135 de la ley 222 de 1.995:
"Las estipulaciones del acuerdo concordatario deberán tener carácter general, en forma que no quede excluido
ningún crédito reconocido o admitido, y respetarán la prelación, los privilegios y preferencias establecidas en la ley.
Todos los créditos estatales estarán sujetos a las reglas señaladas en el acuerdo para los demás créditos y no se
aplicarán respecto de los mismos las disposiciones especiales existentes. Sin embargo, tratándose de créditos
fiscales y parafiscales, el acuerdo no podrá contener reglas que impliquen condonación o rebajas por impuestos,
tasas o contribuciones, salvo en los casos en que lo permitan las disposiciones fiscales."
Por su parte, los artículos 120 y 158 ibidem, alusivos a la oportunidad para la presentación de créditos, establecen
que todos los acreedores del deudor, sin distingo de clase, naturaleza o cuantías de la obligación, deberán hacerse
parte en el trámite concursal dentro de los términos previstos por la ley, so pena de las sanciones a que haya lugar
por su desacato, observándose que la ley ya no hace distinción por razón de la clase de acreedores.
Así las cosas, no cabe duda que los créditos fiscales y parafiscales que se hagan valer en los concordatos no
gozarán de ningún privilegio. Así mismo, los que no se hicieren valer dentro de la oportunidad legal prevista para
los demás acreedores tendrán el carácter de extemporáneos (Art. 122, Ley 222 de 1.995), circunstancias que
confirman, el carácter universal del concordato.
Ahora, si bien la figura de la compensación se halla regulada en el Código Civil (artículos 1625, numeral 5, 1714 y
siguientes) y en el Estatuto Tributario (artículos 815 y 816) como una modalidad para extinguir obligaciones, valga
precisar que la misma no tiene aplicación durante el trámite del proceso concordatario pues implicaría un pago
preferente que riñe con el principio "par conditio omnium creditorum, según el cual todos los acreedores del deudor
admitido o convocado a un trámite concursal, concurren al mismo en igualdad de condiciones, oportunidades,
cargas y obligaciones (sustanciales y procesales), sin perjuicio de que se detente alguna de las causas legales de
preferencia de conformidad con lo previsto en el artículo 2493 del Código Civil, que determina como tales el
privilegio y la hipoteca, las cuales son inherentes a los créditos, para cuya seguridad se han establecido, y pasan
con ellos a todas las personas que los adquieren por cesión, subrogación o de cualquiera otra forma.
Igual resulta claro que una sociedad en concordato no puede efectuar pagos por fuera de lo previsto en el acuerdo
correspondiente, salvo que sean autorizados por el juez del concordato, afirmación que tiene su base legal en el
artículo 98 de la Ley 222 de 1995, numeral 3.
Lo anterior reafirma que la compensación está restringida por la ley mientras una sociedad se encuentre
tramitando un proceso concursal, como quiera que se violaría, como ya se expresó, el derecho de la igualdad que
debe cobijar a todos los acreedores del deudor admitido o convocado a un trámite concursal, por lo que mal haría la
Dirección de Impuestos Nacionales o cualquier otro acreedor, en pretender compensar sumas a favor de la sociedad
concordada, o compensar obligaciones con saldos a favor del concordado sin la autorización previa prevista en la ley
(numeral 3º)., art. 98 L. 222 de 1995).
Ahora bien, presentados los créditos al trámite concursal, todos deberán ser objeto del acuerdo que llegue a
celebrarse, respetándose la prelación, los privilegios y preferencias legales tal como lo establece el artículo 135
antes mencionado. En dicho acuerdo habrá de determinarse la forma como se han de satisfacer las obligaciones del
concordado, en el cual podrá estipularse la compensación como medio de extinción de las obligaciones fiscales, sin
que sea necesario en tal caso la autorización previa de esta Superintendencia, por cuanto la suerte de las
correspondientes acreencias queda sujeta a lo dispuesto en el acuerdo celebrado entre la sociedad y sus acreedores
y aprobado por el juez del concordato.
Lo anterior no obsta para que después de celebrado el concordato se pueda dar viabilidad a la compensación, en
cuyo caso habrá de procederse a la modificación del acuerdo, en los términos del artículo 131 de la Ley 222 de
1.995. Si bien le corresponde al juez del concurso impartir su autorización para efectuar pagos o arreglos de las
obligaciones concordatarias, esta solo procede cuando se está tramitando el concordato, pues una vez celebrado
éste, las obligaciones deberán atenderse con estricta sujeción a los términos del acuerdo.
Bajo este entendido no resulta posible compensar obligaciones que fueron objeto del acuerdo, pues ello implicaría
incumplimiento del mismo.
Ahora bien, en lo que hace a las obligaciones causadas con posterioridad, es claro que las mismas no hacen ya
parte del acuerdo y por tanto es dable su compensación.
En los anteriores términos se responde su inquietud y se advierte que el alcance de la misma es el previsto en el
artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.
Descargar