Oficio 340-035206 del 22 de juli

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Oficio 340-035206 del 22 de julio de 2002
LAS UTILIDADES OBTENIDAS EN LA ENAJENACIÓN EN UN CONTRATO
LEASEBACK NO SE PUEDEN DIFERIR HASTA LA RETRIBUCIÓN DEL MISMO
Es necesario hacer las siguientes precisiones:
1. Desde el punto de vista de la aplicación de los principios o normas de contabilidad
generalmente aceptados en Colombia, contemplados en el Decreto 2649 de 1993, y sus
modificatorios debe tenerse en cuenta el siguiente articulado:
• Artículo 12. Realización. Sólo pueden reconocerse hechos económicos realizados. Se
entiende que un hecho económico se ha realizado cuando quiera que pueda comprobarse
que, como consecuencia de transacciones o eventos pasados, internos o externos, el ente
económico tiene o tendrá un beneficio o un sacrificio económico, o ha experimentado un
cambio en sus recursos, en uno y otro caso razonablemente cuantificables.
• Artículo 13. Asociación. Se deben asociar con los ingresos devengados en cada período
los costos y gastos incurridos para producir tales ingresos, registrando unos y otros
simultáneamente en las cuentas de resultados.
Cuando una partida no se pueda asociar con un ingreso, costo o gasto, correlativo y se
concluya que no generará beneficios o sacrificios económicos en otros periodos, debe
registrarse en las cuentas de resultados en el periodo corriente.
• La sección IV, referente a las normas técnicas sobre las cuentas de resultados, señala
en su artículo 96, que en cumplimiento de las normas de realización, asociación y
asignación, los ingresos y gastos se deben reconocer de tal manera que se logre el
adecuado registro de las operaciones en la cuenta apropiada, por el monto correcto y en el
período correspondiente, para obtener el justo computo del resultado neto del período.
• El artículo 97, sobre la realización del ingreso indica que un ingreso se entiende realizado
y, por lo tanto debe ser reconocido en las cuentas de resultado, cuando se ha devengado
y convertido o sea razonablemente convertible en efectivo.
• Devengar implica que se ha hecho lo necesario para hacerse acreedor al ingreso.
De igual forma, el artículo 98, señala que para que pueda reconocerse en las cuentas de
resultado un ingreso por la venta de bienes se requiere entre otras, lo siguiente:
- La venta constituya una operación de intercambio definitivo.
- El vendedor haya transferido al comprador los riesgos y beneficios esencialmente
identificados con la propiedad y posesión del bien, y no retenga facultades de
administración o restricción del uso o aprovechamiento del mismo.
- No exista incertidumbre sobre el valor de la contraprestación originada en la venta y que
se conozca y registre el costo que ha de implicar la venta para el vendedor.
2. El artículo 88 de la Ley 223 de 1995 por el cual se adicionó el Estatuto Tributario, en lo
atinente a los contratos de “ leaseback” o retroarriendo, cualquiera que sea la propiedad,
planta y equipo objeto de arrendamiento y el plazo de los mismos, se rigen para efectos
contables y tributarios por las siguientes reglas:
a. Al inicio del contrato, el arrendatario deberá registrar un activo y un pasivo por el valor
total del bien objeto de arrendamiento; esto es, por una suma igual al valor presente de los
cánones y opciones de compra pactados, calculado a la fecha de iniciación del contrato, y
a la tasa pactada en el mismo.
b. El valor registrado en el activo por el arrendatario, salvo la parte que corresponda al
impuesto a las ventas que vaya a ser descontado, tendrá la naturaleza de activo no
monetario, sometido a ajustes por inflación.
e. Los cánones de arrendamiento causados a cargo del arrendatario, deberán
descomponerse en la parte que corresponda a abono de capital y la parte que corresponda
a intereses o costo financiero., será un gasto deducible para el arrendatario.
d. Al momento de ejercer la opción de compra, el valor pactado para tal fin se cargará contra
el pasivo del arrendatario, debiendo quedar en ceros. Cualquier diferencia se ajustará
contra los resultados del ejercicio.
Dado que el “ leaseback” es una modalidad de financiamiento sea a mediano o largo plazo,
en virtud de la cual y mediante un contrato mercantil, la corporación financiera adquiere, al
ente económico el bien de capital objeto del contrato, con todas las implicaciones de tipo
legal, como son, entre otras, que nacen obligaciones reciprocas para las partes
contratantes; que el vendedor se obliga a entregar la cosa, y el comprador a pagar por esa
cosa una suma de dinero. Y que como la característica del contrato en comento, se estipula
adicionalmente que la entidad financiera se convierte en el proveedor del bien de capital,
concediendo la tenencia del mismo al ente económico para que lo utilice en el desarrollo de
su actividad social, a cambio de la remuneración periódica que será amortizada durante el
término de dicho contrato, con la opción de compra que se estipule al final del contrato.
De igual forma, y como quiera que al momento de suscribir el contrato en comento, se
cumplen las condiciones señaladas en el artículo 98 del Decreto 2649, citado, y que vale
repetir, como son, que la venta constituyó una operación de intercambio definitivo; el
vendedor transfirió al comprador los riesgos y beneficios esencialmente identificados con la
propiedad y posesión del bien, sin retener facultades de administración o restricción del uso
o aprovechamiento del mismo; no existe incertidumbre sobre el valor de la contraprestación
originada en la venta y se conocen y por lo tanto, nace la obligación de registrar el costo
que implica la venta para el vendedor, así como la respectiva utilidad en su enajenación.
Por lo tanto, no es procedente el diferir hasta la terminación del contrato, la utilidad
generada y realizada en ella. Por cuanto lo que se debe asociar con el precio de venta del
bien es su costo y no los cánones de arrendamiento, pues éstos últimos están ligados es al
término o duración del contrato. Además son dos hechos económicos que si bien, están
atados en el contrato, son totalmente independientes desde el punto de vista de la
normatividad contable.
Ahora bien, y como quiera que lo que se persigue por parte de un ente económico en la
celebración de este tipo de contratos, es la obtención de recursos para el fortalecimiento
del capital de trabajo, la administración del citado ente cuenta con las herramientas
necesarias para que en la presentación de sus informes al máximo órgano social, describa
en forma detallada la operación que en su momento generó la utilidad no operacional y, le
permita al órgano rector tomar las decisiones que de forma acertada no impliquen la salida
de los recursos obtenidos en el hecho económico, a través de la distribución de utilidades,
sino que mas bien se congelen mediante la constitución de una reserva ocasional.
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