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“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
CONGRESO NACIONAL
CAMARA DE SENADORES
SESIONES ORDINARIAS DE 2016
ORDEN DEL DIA Nº 529
Impreso el día 24 de agosto de 2016
SUMARIO
COMISION DE EDUCACIÓN Y CULTURA YDE BANCA DE LA
MUJER
Dictamen en distintos proyectos de ley de varias señoras senadoras
por los que se modifica la ley de educación nacional. Se aconseja
aprobar otro proyecto de ley. (S.-106 – 1510 y 3346/15)
DICTAMEN DE COMISIÓN
Honorable Senado:
Vuestras Comisiones de Educación y Cultura y Banca de la
Mujer han considerado la reproducción del proyecto de ley de la
señora senadora Inés Imelda Blas, registrado bajo expediente S106/15, mediante el cual “modifica el inciso f) del artículo 92 de la ley
26.206 -Educación Nacional-, incluyendo la mención de la ley 26.485
-protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra la mujer (REF. S-2627/13)”; el proyecto de ley de la señora
senadora Sigrid Kunath, registrado bajo expediente S-1510/15,
mediante el cual “sustituye el artículo 92 de la ley 26.206 -Educación
Nacional-, incorporando a los contenidos curriculares los enfoques
que contribuyan a generar relaciones basadas en la igualdad y
solidaridad entre las personas sin distinción de su sexo y género y el
proyecto de ley de la señora senadora Marina Riofrio, registrado bajo
expediente S-3346/15, mediante el cual “modifica la ley 26.206 Educación Nacional-, respecto de promover la comprensión del
concepto de eliminación de las formas de discriminación y tipos de
violencia contra la mujer”; y por las razones que dará el miembro
informante, aconsejan la aprobación del siguiente
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación,…
Articulo 1°: Modifíquese el inciso f) del artículo 92 de la ley de
Educación Nacional 26.206, el que quedará redactado del siguiente
modo:
“Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones
basadas en la igualdad, la solidaridad y el respeto entre todas las
personas, sin distinción de su sexo y género y a erradicar los
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
estereotipos que histórica y socialmente legitiman la desigualdad y el
uso de la violencia entre ellos. Todo ello en concordancia con la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional, las leyes
nacionales 24.632, 26.171 y 26.485.”.
Art- 2°: Incorpórese como inciso g) al artículo 92 de la Ley de
Educación Nacional 26.206, el siguiente texto:
“La educación por la paz y la resolución amigable de conflictos,
deslegitimando las violencias en las relaciones interpersonales y
afirmando el principio de igualdad e inclusión social.”.
Art. 3º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.
De acuerdo a lo establecido por el artículo
110 del
Reglamento del Honorable Senado, este dictamen pasa directamente
al orden del día.
Sala de la comisión 23 de junio de 2016
Adolfo Rodríguez Saa.- Marina R. Riofrio.- Eduardo A. Aguilar.- Hilda
C. Aguirre de Soria.- Ana C. Almirón.- Inés I. Blas.- Norma H.
Durango.- María Graciela de la Rosa.- Liliana B. Fellner.- Anabel
Fernández Sagasti.- Cristina Fiore Viñuales.- María E. Labado.Sandra D. Giménez.- Gerardo A. Montenegro.- Beatriz G. Mirkin.Liliana T. Negre de Alonso.- María de los Ángeles Sacnun.- Marta
Varela.-
ANTECEDENTE
(I)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,…
Artículo 1º: Modifíquese el inc. f del artículo 92 de la Ley de Educación
Nacional 26.206, el que quedará redactado del siguiente modo:
“Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones
basadas en la igualdad, la solidaridad y el respeto entre los sexos, en
concordancia con la Convención sobre la Eliminación de todas la
formas de Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional, y
las leyes 24.632, 26.171 y 26.485”.
Art. 2°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Inés I. Blas.-
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Me motiva la presentación del presente proyecto de ley, la inclusión
dentro del enumerado de leyes del inciso f del artículo 92 de la Ley
nacional de Educación 26206, la ley 26.485 - Ley de Protección
Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las
mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones
Interpersonales.
En concordancia con la enumeración y temática que contempla el
inciso “f” que son la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la Mujer y las leyes que actualmente
enumera el texto que son la ley 24632, la cual aprueba la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra
la Mujer y la ley 26.171que ratifica el Protocolo Facultativo de la
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la mujer, es dable destacar que la ley de
Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones
interpersonales, cobra singular importancia ya que traduce en
específico y particular, la temática referente y vinculada con la
violencia de género, ampliando los conceptos, describiendo tipos y
promoviendo la generación de acciones de políticas públicas en contra
de éste flagelo.
La violencia contra las mujeres es un enorme obstáculo para el pleno
e igualitario desarrollo de los géneros y una grave violación de los
derechos humanos garantizados por los Tratados de Derecho
Internacional, la Constitución Nacional y leyes en concordancia,
afectando la salud, la vida, la libertad, la integridad física, psíquica y
sexual de las personas y en particular de las mujeres.
La violencia de género es un flagelo que afecta a nuestra sociedad y
que se traduce en la muerte de una mujer por violencia de género
cada 35 horas aproximadamente, en la República Argentina conforme
las estadísticas de la ONG Casa del Encuentro, la cual expuso el
dramático peligro vivido por las mujeres, que en la mayoría de los
casos tiene como victimarios en relaciones cercanas.
Es de suma importancia que la Ley Nacional de Educación contemple
ésta Ley, ya que es deber de todos y todas como sociedad educar con
enfoque de género y sin violencia. Tanto hombres como mujeres
debemos ser capaces de reconocer los tipos de violencia, y trabajar en
pos de la erradicación de tales conductas.
El art. 11. 3 inc desde el “a” hasta el “f” de la ley 26485 otorga
competencia en la materia de desarrollo de acciones prioritarias en
materia de violencia de género al Ministerio de Educación de la
Nación, lo que entra en concordancia y hace oportuna la inclusión de
la mencionada Ley en la enumeración del inc. f del art 92 de la Ley
Nacional de Educación.
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
La violencia de género implica “toda conducta, acción u omisión que
de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el
privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida,
libertad, dignidad, integridad psicológica, sexual, económica o
patrimonial, así como también su seguridad personal”. A diario, leemos
o escuchamos estadísticas, informes, publicaciones de hechos de
violencia contra las mujeres, en sus distintos ámbitos, ya sean
familiares, escolares, laborales etc., es por ello que apuntar a
fortalecer la educación igualitaria con enfoque de género colabora a
prevenir en materia de violencia de género.
Es por todo ello y por una educación igualitaria con enfoque de género
libre de violencia es que solicito a mis pares acompañen este
proyecto.
Inés I. Blas.-
(II)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,..
Articulo 1. — Sustitúyese el artículo 92 de la ley 26.206 por el
siguiente:
“ARTICULO 92. — Formarán parte de los contenidos curriculares
comunes a todas las jurisdicciones:
a) El fortalecimiento de la perspectiva regional latinoamericana,
particularmente de la región del MERCOSUR, en el marco de la
construcción de una identidad nacional abierta, respetuosa de la
diversidad.
b) La causa de la recuperación de nuestras Islas Malvinas, Georgias
del Sur y Sandwich del Sur, de acuerdo con lo prescripto en la
Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional.
c) El ejercicio y construcción de la memoria colectiva sobre los
procesos históricos y políticos que quebraron el orden constitucional y
terminaron instaurando el terrorismo de Estado, con el objeto de
generar en los/as alumnos/as reflexiones y sentimientos democráticos
y de defensa del Estado de Derecho y la plena vigencia de los
Derechos Humanos, en concordancia con lo dispuesto por la ley
25.633.
d) El conocimiento de los derechos de los/as niños/as y adolescentes
establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la ley
26.061.
e) El conocimiento de la diversidad cultural de los pueblos indígenas y
sus derechos, en concordancia con el artículo 54 de la presente ley.
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
f) Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones
basadas en la igualdad, la solidaridad y el respeto entre todas las
personas, sin distinción de su sexo y género. Dichos contenidos
tendrán el objetivo de erradicar los estereotipos que histórica y
socialmente legitiman la desigualdad y el uso de la violencia entre
varones y mujeres. Todo ello en concordancia con la Convención
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer, con rango constitucional, las Leyes Nacionales 24.632, 26.171
y 26.485.
g) La educación por la paz y la resolución amigable de conflictos,
deslegitimando las violencias en las relaciones interpersonales y
afirmando el principio de igualdad e inclusión social.”
Art.2. — Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Singrid E. Kunath. –
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Este proyecto de Ley es presentado con el convencimiento de que la
educación es uno de los pilares fundamentales para construir
continuamente una sociedad más pacífica e igualitaria. Es la
herramienta más eficaz para igualar oportunidades.
La naturalización de masculinidades y femineidades hegemónicas es
en sí una forma de violencia que legitima otras. La escuela puede
hacer mucho en este sentido, y todos los materiales educativos
producidos en estos diez años apuntan a eso. Al modificar la Ley
Nacional de Educación se refuerza esa tesitura y se le otorga mayor
legitimidad a todo lo hecho hasta ahora.
Se torna necesario que en los establecimientos educativos se
expongan y analicen las distintas problemáticas que estamos viviendo
hoy en día como sociedad, entre ellas el fenómeno de las violencias.
Es importante visibilizar y analizar en la escuela que las relaciones
desiguales de poder entre varones y mujeres son el origen de las
distintas formas de violencia y discriminación. El ámbito educativo es
el espacio donde se puede producir un verdadero cambio para
deconstruir estas formas de relacionarse, que se encuentran
naturalizadas y provocan tantos daños en la individualidad de las
personas, en sus relaciones interpersonales y en la sociedad en su
conjunto.
La violencia en todas y cada una de sus manifestaciones es un grave
problema mundial y de salud pública, que vulnera los derechos
humanos de las personas que la padecen.
En los distintos niveles en que se presenta la violencia, sea en la
familia, en el ámbito escolar, en la vía pública, en el barrio, en la
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
comunidad, en los medios de comunicación, nos encontramos por un
lado con el abuso del poder, el ejercicio de la fuerza física y/o
psíquica, la manipulación, la coerción y por el otro lado el miedo, la
vergüenza, la culpabilización, la indefinición, el silencio.
Ante ello, es crucial que en la actualidad se enseñe, sensibilice y
concientice en las escuelas argentinas sobre este fenómeno, su
tipología, modalidades, consecuencias, indicadores, etc.
La escuela posibilita informar, educar y formar a la ciudadanía desde
las edades mas tempranas constituyendo ello una verdadera política
pública para prevenir la violencia y la discriminación.
En esta línea de ideas, es relevante destacar que es en las épocas
más tempranas de una persona cuando se desarrolla su personalidad
y que ningún niño, niña y/o adolescente nace violento ya que la
violencia se aprende y se transmite; este proyecto viene a incorporar
a la currícula básica una herramienta más para la lucha contra ese
flagelo. La prevención debe estar incluida en el proceso educativo y
formativo y ser parte imprescindible del mismo. Es un área que debe
integrarse al desarrollo de la conciencia de los/as niños, niñas y
adolescentes y de su personalidad.
Educar en esta temática también sirve para que niños, niñas y
adolescentes, puedan detectar situaciones de violencia a las que ellos
mismos o cualquier miembro de su familia esté sometido, así como
también aporta herramientas para saber cuándo pueden encontrarse
en peligro y les otorga la posibilidad de encontrar un lugar, la escuela,
para hablar con confianza sobre estos hechos.
La escuela es una de las instituciones, por excelencia, de detección de
situaciones de maltrato y/o abuso en el hogar de niñas, niños,
adolescentes y también, de madres. Los representantes del sector
docente y educativo tienen una importante función que cumplir en la
tarea de detección, consejo y derivación en casos de violencia. Por
ello es que es de fundamental importancia incluir dentro de los
contenidos básicos a enseñar, los temas vinculados a la lucha contra
las violencias, toda vez que esto aportará no sólo conocimiento a los
niños y niñas para que incorporen valores de paz, tolerancia, respeto,
colaboración e igualdad, sino que también ayudará a evitar y/o reducir
el riesgo ya que la enseñanza es un factor decisivo para ejercer una
influencia constructiva en aquellos que pueden encontrarse en una
situación de peligro.
Se trata de un problema social que afecta a un alto porcentaje de
familias de cualquier comunidad, en todos los niveles económicos y
culturales. Son relaciones que implican un abuso de poder de parte de
quien ejerce maltrato. Estos abusos pueden ser emocionales,
psicológicos,
físicos, sexuales, económicos y/o simbólicos. La
persona abusiva desarrolla su comportamiento en privado, mostrando
hacia el exterior una imagen respetable, insospechable. La conducta
violenta es compatible con cualquier aspecto, capacidad, inteligencia,
actividad, profesión, etcétera, inclusive en aquellos individuos cuyo
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
desempeño familiar, institucional o comunitario lo hagan parecer
insospechable.
Educar para la paz también contribuirá para trabajar sobre la violencia
institucionalizada en las escuelas, ya sea la ejercida por el personal
educativo como la que existe entre los propios alumnos y compañeros.
Las instituciones educativas a veces se estructuran sobre modelos de
abuso de poder, de autoritarismo y de maltrato ya sea entre quienes
cumplen tareas y funciones hacia los alumnos, alumnas y/o sus
familiares. Es por ello que en ese ámbito también pueden generarse
idénticas situaciones que en una familia con violencia. De allí que
resulte necesaria una profunda revisión de la manera de funcionar y
trabajar para evitar los dobles discursos y el incremento de lo que se
desea eliminar.
Las manifestaciones cada vez más tempranas de la violencia son un
fenómeno alarmante que podrían proporcionar a las nuevas
generaciones modelos que dejan de lado valores tales como la
verdad, la justicia, la solidaridad y el respeto por el otro. Hemos
avanzado muchísimo en lo que a igualdad, respeto e inclusión
concierne. Sólo por citar algunos ejemplos se puede nombrar la Ley
de Matrimonio Igualitario
26.618, la Ley de Promoción de la
Convivencia y Abordaje de la Conflictividad Social en las Instituciones
Educativas 26.892, la Ley de Protección Integral para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos
en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales 26.845, etc. Ahora
es necesario aplicar y enseñar esos valiosos conceptos desde las
primeras edades y en los distintos niveles.
El modelo que se transmite a los niños, niñas y adolescentes no sólo
debe referirse a datos y conocimientos empíricos sino también a
formación y preparación como personas, es necesario trabajar sobre
deslegitimar preconceptos y prejuicios naturalizados en nuestra
sociedad.
La revalorización de todos y cada uno de los seres humanos como
personas únicas y valiosas, con derecho a ser aceptadas y respetadas
como tales en su libertad y dignidad.
De esa manera no sólo se estará protegiendo a niños y niñas
vulnerables, sino que se estarán formando personas desde el respeto
por el otro, inculcando siempre que el ejercicio de la violencia para la
solución de un problema jamás es una alternativa posible, sino que la
violencia es un problema en sí mismo.
Ocultando una realidad en donde la violencia se encuentra presente, o
desconociendo su existencia, es permitir el avance de esta
problemática. Hay que terminar con el desconocimiento que ciertos
niños y niñas tienen sobre el maltrato y abuso. Debemos enseñar que
de eso sí se habla.
Por todo lo expuesto solicito a mis pares me acompañen con su voto
favorable en la aprobación de este proyecto de ley.
Singrid E. Kunath. -
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
(III)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,…
Articulo 1º.- Modificase al Título I, Capítulo II, del artículo 11° de la Ley
26.206, el inciso “v”, que quedara redactado de la siguiente manera: V)
Promover en los diferentes niveles educativos y modalidades, la
comprensión del concepto de eliminación de todas las formas de
discriminación y de los distintos tipos de violencia contra la mujer y las
modalidades bajo las cuales se representa, en lineamiento con lo
establecido en la ley 26.485.
Art.2º.- Modificase al Título VI, Capítulo II, del artículo 92º de la ley
26.206, el inciso “f”, que quedará redactado de la siguiente manera: F)
Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones
basadas en la igualdad, la solidaridad, el respeto entre los sexos y la
erradicación de la violencia contra las mujeres, en concordancia con la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional, las leyes
24.632, 26.171 y 26.485.
Art. 3º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Marina R. Riofrio. –
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente proyecto de ley tiene como objeto promover y garantizar el
derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia. En tal
sentido proponemos modificar al Título I, Capítulo II, del artículo 11°
respecto de los fines y objetivos de la política educativa nacional que
establece la Ley 26.206, el inciso “v”, a fin de asegurar y/o fortalecer la
promoción en los diferentes niveles educativos y modalidades, la
comprensión de las distintos tipos de violencia contra la mujer y las
modalidades bajo las cuales se representa, en lineamiento con lo
establecido en la ley 26.485.
Asimismo proponemos modificar al Título VI, Capítulo II, del artículo
92º de la ley 26.206, el inciso “f” a fin de incorporar en sus
considerandos la ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres. En tal sentido destacamos
que el art 92º de la Ley de Educación Nacional, establece que dentro
de los contenidos curriculares comunes a todas las jurisdicciones
formaran parte “los contenidos y enfoques que contribuyan a generar
relaciones basadas en la igualdad, la solidaridad, el respeto entre los
sexos, en concordancia con la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, con rango
constitucional, y las leyes 24.632, y 26.171”. En igual dirección
proponemos la incorporación de la ley 26.485 a fin de fortalecer el
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
tratamiento desde los contenidos curriculares de la violencia contra la
mujer.
Recordamos que la CEDAW constituyó el primer instrumento de
derechos humanos dedicado exclusivamente a la defensa y promoción
de los derechos de las mujeres. Sin embargo, en los hechos, estos
tratados resultaron insuficientes para proteger a las mujeres contra la
violencia de género, y para combatir prácticas estatales que
consideraban a los hechos de violencia que se desarrollaban en el
ámbito de las relaciones interpersonales como conflictos privados en
los que no correspondía intervenir. Recién a partir de la década del
noventa se intensificaron los esfuerzos de los sistemas internacionales
de protección de derechos humanos para poner en evidencia que la
violencia contra las mujeres constituye una violación de sus derechos
humanos y que los Estados deben adoptar medidas decididas para
garantizar la vigencia de los derechos de las mujeres1.
Por otra parte el tratamiento específico de la violencia de género venía
impuesto por la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará),
incorporada a nuestro ordenamiento normativo en 1996 por ley
24.632. Este documento es central en la materia ya que, a pesar de no
consagrar nuevos derechos, sí traduce de manera más específica
cómo la violencia de género vulnera numerosos derechos humanos de
las mujeres, y determina con mayor desarrollo los deberes de los
Estados definiendo detalladamente las acciones que el Estado debe
emprender en el campo social y cultural para alcanzar la igualdad y
eliminar la violencia de género. Sin embargo, en las cuestiones
relacionadas con la obligación del Estado de garantizar a las mujeres
una vida libre de discriminación y de violencia, las medidas seguían
siendo escasas. De ahí que de la mano del movimiento de mujeres, se
sancionó en nuestro país en el año 2009, la ley 26.485 de Protección
Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las
Mujeres, viniendo a saldar el vacío legal y a sentar las bases
suficientes para la reforma de la arquitectura institucional respecto de
la violencia de género. El aporte significativo de esta ley lo constituye
el tratamiento específico de la violencia contra las mujeres. Esta
especificidad permite visualizar quiénes son las víctimas mayoritarias
de determinadas manifestaciones de violencia y el trasfondo de
género del problema. Por eso la necesidad de la reforma que
planteamos.
Destacamos que dicha ley en su artículo 4º entiende por violencia
contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera
directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado,
basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad,
dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o
patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan
comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se
considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda
conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica
discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al
1
DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO EN LAS DECISIONES JUDICIALES: Justicia Penal y Violencia de Género Raquel Asensio ...
[et.al.]. - 1a ed. - Buenos Aires: Defensoría General de la Nación, 2010.
“2016– Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
varón. Expresando asimismo en su artículo 5º que quedan
especialmente comprendidos en la definición de violencia diversos
tipos de violencia contra las mujeres: física, psicológica, sexual,
económica y patrimonial, y simbólica; y que se puede manifestar a
través de distintas modalidades: doméstica, institucional, laboral,
contra la libertad reproductiva, obstétrica, y mediática en su artículo 6º.
Otro importante acierto de esta ley es el establecimiento de políticas
públicas encaminadas a revertir la situación de discriminación y
subordinación de las mujeres. A tales fines, fija ciertos principios
rectores a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, tanto en los
ámbitos nacional y provincial, que deben orientar todas sus
actuaciones, y determina luego los lineamientos básicos que deben
seguir los distintos Ministerios y Secretarias del Poder Ejecutivo
nacional, en articulación con las jurisdicciones provinciales y
municipales, universidades y organizaciones de la sociedad civil. En
particular, determina cuáles son las acciones prioritarias que cada
Ministerio de la Nación, la Jefatura de Gabinete y la Secretaría de
Medios de Comunicación debe promover en su área. En tal sentido las
establece para el Ministerio de Educación en el artículo 11º desde el
inciso “a” hasta el inciso “f” lo que se traduce en más fundamentos
para la inclusión de la ley 26.485 a la Ley de Educación Nacional,
transformándose
en un aporte estratégico e invaluable para
visibilizar, prevenir, sancionar y erradicar la violencia género
La violencia contra las mujeres es un problema mundial con proporciones de epidemia, constituyendo una vulneración de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales de las mujeres, que no
tiene analogía en el sexo masculino.
Por los motivos expuestos y haciendo eco a las palabras “nunca
aceptable, nunca excusable, nunca tolerable” que acompañan a la
campaña “ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres” de
las Naciones Unidas, solicito a mis pares me acompañen con su voto
afirmativo, en la aprobación de la presente proyecto de ley.
Marina R. Riofrio. –
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