Balonmano LanzaDigital, Sábado 21 de Febrero de 2015 Primera Nacional Sí, pero no Lanza - 21/02/2015 Jorge Ureña Ciudad Real Sí, el Caserío logró un empate, pero no, el punto no es suficiente dada la situación del equipo. Sí, los amarillos dieron muestras de mejoría durante algunos minutos, pero no, volvieron a caer en los errores de siempre. Sí, el equipo volvió a remontar en un apretón de coraje, pero no, no puede ser que esa intensidad aparezca solo en la agonía. Sucede que un tal Nelson Espino, a la que puso un pie en el Príncipe Felipe, le dijo a sus compañeros: “chavales, hoy ya gano yo el partido. Si no quereis ni os cambieis”. Y no lo hizo porque su equipo no le acompañó lo mínimo. El lateral zurdo es un jugadorazo de lujo que hizo lo que quiso con la defensa amarilla mientras tuvo fuerzas. En la primera mitad El Caserío salió enchufado y ayudándose en un gran Arturo (que no para decrecer esta temporada) llegó a tener una ventaja de tres goles (6-3 minuto 14) que tardó dos minutos y un 0-4 en convertirse en una deventaja de un gol. Este equipo no sabe jugar con el marcador de cara, no le demos más vueltas. Es así. De ahí y hasta el final de la primera mitad fue una pelea de Nelson contra el mundo que paradojicamente terminó en empate. Caserío no fue capaz de parar al zurdo que o bien marcaba o bien asistía a sus compañeros, sobretodo al enorme pivote Robert. Y con empate empezó una segunda mitad en la que los amarillos fueron siempre a remolque. Les costó volver a coger ritmo en ataque y lo aprovechó el rival para abrir un hueco de dos goles que no parecía grave pero no auguraba nada bueno, sobretodo porque al Caserío ya le costaba más hacer gol y a Nelson no se le acababa la gasolina. Debe haber algún código ético de los entrenadores que impide hacer una defensa mixta a un jugador que sabes que te va a meter diez goles, así que Nelson Espino siguió a lo suyo hasta que llegó la pájara del Caserío. En diez minutos fatales a los amarillos se les fundió la bombilla en ataque, se empeñaron en lanzar desde el peor sitio posible, fallaron goles cantados y regalaron al Lanzarote, que sabe muy bien a qué juega, una ventaja de cuatro goles que parecía definitiva (19-23 minuto 21). Y pasó lo que suele pasar en estos casos, al Caserío le dio el ataque de orgullo, la afición hizo su parte y se materializó una nueva remontada. Arturo para un penalti a Nelson todo el mundo corre por toda la pista y sin que Lanzarote se diera cuenta le habían empatado el partido. Pero es que, además, el Caserío tuvo balón para ganar con treinta segundos. Y paso -otra vez- lo que pasa en estos casos (y II), a la salida de un tiempo muerto y con treinta segundos para hacer jugada la primera línea amarilla pierde inexplicablemente un balón y concede 20 segundos al rival para que juegue bola de partido que afortunadamente no entró para alegría de una afición que ya a esas alturas no sabía si reir por el punto o llorar por la ocasión perdida. La vida sigue igual. @LanzaDigital - Entidad Pública Empresarial Diario Lanza [email protected] Ronda del Carmen s/n - 13002 Ciudad Real Tfno: 926 274690 - Fax: 926 274746