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Explicación de la Reflexión Causal
Índice
1.
2.
3.
4.
5.
6.
¿Qué es la Reflexión Causal?
Importancia de reflexionar por las causas
Breve explicación de las cuatro causas
Aplicación de las cuatro causas a la actividad diaria
Inconvenientes que se presentan para hacer la reflexión causal
Procedimiento recomendado
1. ¿Qué es la Reflexión Causal?
Los antiguos pensadores griegos introdujeron en la historia la convicción que
la realidad era un cosmos, algo ordenado, es decir, un conjunto de seres
con una relación de prioridad y posterioridad entre todos sus componentes.
Y esta relación consistía en una disposición de sus componentes para con
un principio ordenador que normalmente lo identificaron con el ser o “lo
que es”, es decir lo que tiene existencia en sí mismo y no por otro.
Entendían que el cosmos o todo lo que existe tiene un orden o disposición
inteligente producto de una inteligencia ordenadora. Es decir, todo lo que
existe tiene una disposición inteligente no es caótico, tiene un sentido y
una disposición que hay que descubrir, tratar de conocer y comprender
para poder transformar o mejorar, de ser posible.
Para poder conocer y mejor comprender la realidad, los pensadores griegos
establecieron el principio de causalidad por el cual se establece que todo lo
que existe tiene causas o depende para su existencia de aspectos que
pueden ser identificados como necesarios para que pueda existir
dependiendo de otros seres. Ya que todo lo que existe depende, para su
existencia de otros seres. Ningún ser se da el ser a sí mismo.
Identificaron cuatro causas o aspectos de los cuales depende algo para
que exista. Dos aspectos externos a la propia cosa: la causa final o el fin
para lo cual algo existe y la causa eficiente o aquello que lo pone
efectivamente en existencia. Dos aspectos internos a la propia cosa: la
causa material o la potencialidad que algo tiene para ser esto o aquello y la
causa formal o aquello que hace que algo sea específicamente eso y no otra
cosa.
La Reflexión causal es analizar con profundidad en la identificación de las
cuatro causas de lo que intento explicar. Este ejercicio nos permite
profundizar en cualquier realidad en aquellos aspectos que mejor la
explican desde el ser o desde su origen, su finalidad y su composición
interna esencial.
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2. Importancia de reflexionar por las causas
Si compartimos la idea que la realidad es un cosmos y no un caos, que por
tanto tiene un orden inteligente que el hombre puede descubrir y así poder
transformarlo mejorándolo, deberemos tratar de identificar aquello que nos
remite a ese orden inteligible. Este ejercicio cuando es metódico y
sistemático lo denominaron ciencia. Los antiguos pensadores griegos lo
diferenciaron de un pensamiento poco profundo o superficial sobre la
realidad al que llamaron opinión. Vieron una gran diferencia en ello y sobre
todo en el desarrollo de la ciencia se diferenciaron de los bárbaros ya que les
permitía estar en mejores condiciones de transformar la realidad para
mejorarla.
En la vida podemos tener una de estas dos actitudes: o profundizamos en el
análisis de la realidad para así comprenderla mejor y poder transformarla
mejor, o simplemente nos manejamos con opiniones superficiales que, por lo
menos, nos aumentan en gran proporción el ensayo y error; cuando no, nos
dificultan en gran medida esa transformación mejoradora de la realidad.
La reflexión por las causas es una de las mejores formas de reflexionar
con profundidad ya que nos da un análisis filosófico de lo que estamos
analizando, ayudándonos a identificar lo principal de la realidad: su
finalidad, aquello que lo ha puesto en existencia y sus componentes
esenciales o aquello que lo hacen ser lo que es.
El conocer estos aspectos tan importantes de algo nos permiten acercarnos
mejor al orden inteligible de lo que estamos analizando por lo que nos dan
una explicación en el mayor grado de profundidad posible descubierta
por el hombre y por tanto nos dan información muy valiosa y consistente
para poder realizar una transformación adecuada. Las explicaciones
superficiales nos ayudan muy poco en la consistencia de lo queremos
transformar, aumentando la posibilidad que debamos rectificar lo resuelto por
un mal resultado o, inclusive, por un resultado inverso al que nos propusimos.
Nuestra vida, y en especial nuestro país es un permanente ejemplo de
decisiones tomadas no habiendo partido de una reflexión profunda de la
realidad.
3. Breve explicación de las cuatro causas
Algo o cualquier cosa es evidente que no existe por sí misma sino que su
existencia depende de su interrelación con otros seres. Nada es causa de
sí mismo en el ser sino que todo es causado por otro. Este es un principio
que establecieron los antiguos pensadores griegos y que si bien se presenta
como evidente no es evidente una serie de conclusiones que establecieron a
partir de ello. La más importante se denominó principio de causalidad por el
cual establecieron que algo o cualquier cosa que exista debe tener como
mínimo cuatro causas o debe estar relacionado con cuatro causas para que
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pueda existir. Dos causas externas a la cosa en sí y dos causas internas a
la misma cosa. El fin para lo cual existe y aquello que lo ha puesto en
existencia (causas externas); la disposición para ser algo específico y
aquello por lo cual es algo específico y lo diferencia de otra cosa (causas
internas) Ya que todo lo que existe depende de un fin para lo cual existe
(causa final); algo o alguien que lo ha puesto en existencia (causa eficiente);
tiene una disposición, capacidad o posibilidad para ser algo específico que lo diferencia de otra cosa- (causa material) y algo por lo cual es en sí
mismo y se diferencia de otra cosa (causa formal)
En las cosas físicas es más fácil identificar las cuatro causas, por ejemplo en
este escrito la causa final es la finalidad para lo cual está hecho (ayudar a
comprender mejor la reflexión causal), la causa eficiente es quien lo idea y
realiza (en este caso el que lo está escribiendo), la causa material es todo
aquello que materialmente dispone para que en concreto este escrito sea lo
que se ha pensado y no otra cosa (la computadora, el software, el estilo de
escritura y la distribución en el escrito, etc.) y la causa formal es aquello que
hace que este escrito sea lo que se propuso el que lo ideo y que cumpla su
finalidad (el contenido y su explicación)
En las actividades la explicación necesita de un análisis mayor, pero
resulta muy provechoso hacerlo porque nos da una mayor consistencia en
la explicación que nos permite una mejor disposición para mejorarlas.
4. Aplicación de las cuatro causas a la actividad diaria
Como dijimos, aplicar las cuatro causas a las actividades diarias exige un
esfuerzo mayor que el aplicarlo a algo físico ya que incorpora el análisis de
algo que realiza un ser físico-espiritual.
Si bien cualquier análisis causal implica una posibilidad de mayor
profundización -y especialmente la actividad humana-, identificaremos un
primer nivel de análisis o profundidad.
En toda actividad humana la finalidad puede ser objetiva o extrínseca es
decir finalidad que en definitiva proviene del Proyecto o Plan de Dios, y
también finalidad subjetiva o intrínseca que es el fin que la persona se ha
propuesto con la actividad. Lo ideal es que estas dos finalidades se vayan
paulatinamente identificando, aunque ir incorporando el Proyecto de Dios
exige un esfuerzo adicional. Para un mayor esclarecimiento sobre esto
recomendamos leer el apunte Proyecto de Dios.
La causa eficiente en la actividad humana o la que la pone en movimiento
puede ser última y entonces nos remite a Dios, ya que todo depende en su
existencia de Él, salvo aquello que contradice su Plan que proviene
únicamente de nosotros. También puede ser próxima y entonces debemos
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hacer un análisis de los motivos y o móviles (que es aquello que me ha
llevado a hacer lo que hice) espirituales y psicológicos que originan la actividad.
La causa material es todo aquello que me dispone desde el punto de vista
físico-material para realizar la acción (todo aquello físico o material que me
ayuda o dificulta la realización de la acción)
La causa formal es la acción que he realizado en sí misma, y que la
diferencia de otra acción.
Como ejemplo tomaremos una actividad diaria que solemos analizar para
mejorar: la relación con mi esposa-esposo. Para este ejemplo se ha tomado
una situación hipotética.
La causa final objetiva generalmente la deberemos buscar consultando
autores confiables, en este caso, sobre las relaciones esposa-esposo.
Habiendo consultado a varios autores que se han considerado confiables
llegamos a la conclusión que estos autores están de acuerdo en que dicha
relación debe ser primeramente de donación, es decir que cada uno tenga en
cuenta primero el bien del otro, que sea comprensiva, paciente, sacrificada y en
constantes muestras de amor en pequeñas cosas de cada día. Esta sabiduría
humana normalmente es lo que podemos establecer más cercana al
Proyecto de Dios. La causa final subjetiva es la finalidad que me he
propuesto con esta relación y aquí debo reflexionar con profundidad y
sinceridad si principalmente hay una finalidad de donación pensando
principalmente en el otro o hay una relación de cierta utilidad pensando
principalmente en mí.
La causa eficiente última es Dios y por ello debemos acudir a Él para su
ayuda –esto que parece algo que normalmente lo tenemos asumido es
importante hacerlo presente en la reflexión causal porque nos recordará
qué debemos hacer principalmente para mejorar algo-. La causa eficiente
remota hace referencia a la intervención de otras personas que nos ayudan a
realizar la acción. En este caso podría ser el esposo-esposa con sus consejos,
o los hijos o algún entendido del tema. También es importante identificar la
causa eficiente próxima que hace referencia a los motivos espirituales y
psicológicos que nos llevan a tener la relación que tenemos con nuestra
esposa-esposo. Como por ejemplo, amor, odio, simpatía, antipatía, atracción
sexual, falta de atracción sexual, ternura, cariño, falta de ternura, falta de
cariño, ganas, desganas, etc.
La causa formal es la acción misma que hacemos que la debemos describir
con la mayor precisión y diferenciación posible y que hace que la diferencie
de otras acciones, incluso parecidas. Por ejemplo en este caso podría ser lo
que generalmente hago y que ha sido lo que ha originado el que quiera
mejorarla…Ejemplo: generalmente le contesto de mala forma o generalmente
no tengo un trato cariñoso, etc.
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La causa material es todo aquello material o físico que dispone para que la
acción se realice. Aquí conviene analizar lo que material o físicamente ayuda
en concreto a la mala disposición que estoy teniendo para contestar de mala
forma o no tener un trato cariñoso, como por ejemplo: que vengo muy cansado
del trabajo, o que generalmente estoy disconforme en mi casa y de mal humor,
o que mi esposa o esposo no se cuidan física o en cómo se arreglan, etc.
Como podemos ver, luego de analizar las cuatro causas de una acción surgen
muchos aspectos y aristas que normalmente no consideramos, o
consideramos pero sin hacer una relación de prioridad. Este análisis
causal nos ayudará a identificar o proponer acciones que tengan mayores
posibilidades de mejorar lo que nos proponemos con un margen menor
de ensayo y error, ayudando en gran medida que sus efectos positivos
sean más permanentes o duraderos.
5. Inconvenientes que se presentan para hacer la reflexión causal
Los inconvenientes que generalmente se suelen presentar para hacer este
beneficioso ejercicio son:
 Falta de comprensión o visualización de la gran utilidad o beneficio
de dicho ejercicio, no sólo para resolver algo puntual sino para formar
un hábito de mayor reflexión que nos será sumamente provechoso.
Ante esta dificultad se aconseja profundizar en el conocimiento y
comprensión del análisis causal para ir incorporando un hábito más reflexivo
que nos permita tener una actitud de mayor profundización en el análisis y
no quedarnos con los superficial que es lo que generalmente aparece,
inclusive, muchas veces como lo más aconsejado por aparecer como más
práctico.
 Falta de manejo de los conceptos metafísicos por lo cual no se
realice adecuadamente...
Debemos acudir a una explicación lo más sencilla posible sobre la
explicación del principio de causalidad y las cuatro causas. Este apunte
intenta ser una ayuda al respecto. También será muy útil practicar con cierta
habitualidad el análisis causal sobre hechos o acciones de la vida diaria y
que dichos análisis sean revisados por personas confiables al respecto.
 Falta de tiempo para hacer el ejercicio como corresponde. Puesto
que normalmente lleva bastante tiempo ejercitarlo, sobre todo al
principio, cuando no se tiene mucha práctica al respecto y no se ha
podido comprobar sus beneficios.
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Si bien es cierto que este ejercicio lleva un tiempo considerable para hacerlo a
diario (se estima que para hacerlo bien para una persona no experimentada
entre 20 y 30 minutos) consideramos que es muy conveniente hacerlo por
lo menos una vez a la semana y repasarlo a días sucesivos (el repaso no
debería llevar m más de 5 a 10 minutos). En el siguiente punto se propondrá
este procedimiento, dando los pasos necesarios para hacerlo.
Procedimiento recomendado
Como anticipamos, recomendamos hacer por lo menos el ejercicio una vez
a la semana, colocando propósitos concretos de mejora y luego repasarlo
a diario sólo leyéndolo nuevamente y advirtiendo si es necesario modificar
algo o si hemos avanzado en la ejecución del propósito. Este ejercicio, si se
hace sistemáticamente y con disciplina, ha demostrado ser una herramienta
muy útil y efectiva para ayudarnos a mejorar en lo que nos hemos
propuesto, y sobre todo, nos ayuda a incorporar una actitud de reflexión
con mayor profundidad.
1° Identifico el hecho o acción que quiero mejorar
Por ejemplo: aprovechar mejor el tiempo en el trabajo diario –este ejemplo no
corresponde a una realidad en particular sino solamente a título de ilustración2° Defino la causa final o el fin objetivo y subjetivo de esa acción
Causa Final
Fin objetivo (cuál es la finalidad que objetivamente debo seguir en el trabajo): generalmente se debe consultar a fuentes confiables sobre este punto- En este
caso luego de haber consultado a algunos autores llegamos a la conclusión
que el fin del trabajo es manifestar agradecimiento y admiración a Dios
esforzándome en transformar los dones que nos da para beneficio
principalmente de los demás, y de ese modo asemejarnos más a Él. Y también
que el tiempo es uno don inapreciable dado por Dios para que podamos hacer
esa transformación lo mejor posible. Además los autores comentan que la
mejor forma de aprovechar el tiempo es analizando en qué debo concentrar
mis mejores energías y recursos en el trabajo para poder ayudar mejor a los
demás, empezando por quienes están a mi alrededor y también a quien está
destinado ese trabajo.
Por todo esto concluimos que el fin objetivo es:
Aprovecho bien el tiempo en el trabajo, de tal manera, que mis acciones
contribuyen principalmente a lograr un buen ambiente, ayudando a mis
compañeros y estando también especialmente atento a los objetivos y acciones
que contribuyen para que el trabajo cumpla con la ayuda a quien va dirigido.
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Fin subjetivo: (cuál es la finalidad que estoy buscando interiormente) En este
caso por ejemplo llego a la conclusión que la finalidad principal que sigo con el
trabajo es mantener a mi familia, tratando de cumplir con lo que me encargan o
me dicen que tengo que hacer y que no estoy muy atento al fin objetivo.
Causa Eficiente
Última (hace referencia a Dios como inicio y sostenimiento de toda acción
buena) En este caso es: Dios que nos ayuda a que estemos más atentos al fin
objetivo y a que llevemos a la práctica las acciones más convenientes para
alcanzarlo.
Remota (otras personas que nos ayudan a ponernos en movimiento en la
actividad) Aquí podría ser algún superior en el trabajo que consideremos
confiable o también compañeros en esa línea. También podríamos consultar a
alguna persona de confianza en el tema laboral.
Próxima (hace referencia a los motivos que tenemos tanto espirituales como
psicológicos para hacer lo que estamos haciendo) En este caso analizando
nuestra conducta habitual –debe estar relacionada con el fin subjetivollegamos a la conclusión que nos mueve principalmente el ganar bien para
tener un buen pasar económico y poder mantener a mi familia, y que eso lo
asocio con cumplir lo mejor posible con lo que me encargan o dicen para
mantener la fuente de trabajo. Generalmente no relaciono al trabajo con Dios o
no lo tengo muy consciente ni tampoco el bien que puedo hacer
específicamente a los demás. Esto ayuda a que sólo me concentre en lo que
debo hacer para cumplir, y por lo tanto contribuye a que pierda mucho tiempo
en cosas de utilidad propias, inclusive no relacionadas con el trabajo.
Causa Formal (lo que normalmente hago en concreto en el trabajo relacionado
con el tiempo que dispongo) Aquí se debe describir lo mejor posible en qué
actividades ocupo el tiempo en el trabajo. Como ejemplo hacemos la siguiente
descripción: Llego a la oficina a las 09:00, reviso los mail un buen rato, luego
tomo un refrigerio donde converso con mis compañeros, luego me fijo si me
han dejado en el escritorio trabajo para realizar, si tengo dudas me dirijo a mi
jefe para consultar, me pongo a trabajar, cada tanto me fijo en el celular si
tengo mensajes o muchas veces cuando me suena me fijo y varias veces
contesto; también me suelo fijar en la computadora si tengo mail y varias veces
lo contesto. Trato de avanzar lo mejor que puedo con lo que me han encargado
para terminarlo. Al medio día voy a mi casa y luego cuando vuelvo a la tarde
retomo todo muy parecido a la mañana hasta que a las 20: 00 vuelvo a mi
casa.
Causa Material (lo que física o materialmente me dispone para distribuir las
actividades en el trabajo en el tiempo que dispongo) En este caso identifico que
lo que me ayuda física o materialmente a disponerme para distribuir el tiempo
en mis actividades, es el que dispongo de tiempo suficiente para terminar
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únicamente lo que me encargan; tengo celular y computadora a mano y en
modo que me alertan cuando recibo mensajes o mail. Mi oficina está separada
del resto de mis compañeros de trabajo y me cuesta moverme para ver en qué
están ellos. Mis compañeros de trabajo están en situación similar a la mía por
lo que contribuye que tampoco vengan seguido a mi oficina.
Con esto termina el análisis causal. Como podrán ver ayuda a profundizar en
diferentes aspectos que de otra forma no serían tenidos en cuenta o no
estarían ordenados de acuerdo a un principio ordenador o fin. De esta manera
se pueden deducir con mayor facilidad acciones que nos ayuden a mejorar lo
que nos hemos propuesto de una manera más consistente.
Propósitos de mejora
En este caso y luego de leer con detenimiento el análisis que ha surgido de las
cuatro causas nos proponemos lo siguiente –vamos haciendo un desglose de
propósitos a medida que leemos cada causa-:
1° Todas las mañanas, antes de empezar a trabajar, pedirle a Dios que me
ayude a concentrar mis mejores energías y recursos en aquello que contribuye
mejor a ayudar a mis compañeros de trabajo y a los destinatarios del servicio.
2° Anotarme a la vista en mi oficina el fin objetivo que me he propuesto para
acordarme de él la mayor parte del tiempo.
3° Identificar lo mejor posible los objetivos de la empresa y de qué forma se
puede ayudar mejor a los receptores del servicio consultando a personas que
considero confiables al respecto.
4° Destinar unos 30 minutos diarios a estudiar, consultando a fuentes
confiables para mejorar mi contribución a los objetivos de la empresa y a poder
ayudar a mis compañeros y a los usuarios del servicio.
5° Salir cada tanto de mi oficina y dar un recorrido por si puedo ayudar a algún
compañero, ya sea hablando de algo personal o en concreto de algo que
necesite para su trabajo. Aquí también puedo aprovechar para comentar con él
los objetivos de la empresa y la mejor forma de dar el servicio.
6° Proponerme un espacio de recreo de no más de 15 minutos a la mañana y
15 minutos a la tarde para ver y atender asuntos personales a través del celular
y la computadora.
7° Salir puntual del trabajo para poder aprovechar mejor otras actividades, en
especial los tiempos para el diálogo con Dios, la atención de la familia, el
estudio o lectura de temas humanos y la actividad física.
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Todo este análisis y los propósitos conviene volver a leerlos una vez al día en
los días sucesivos de la semana para su revisión, modificación de lo que fuera
necesario y para ayudar a su concreción.