57 EL MUNDO. DOMINGO 1 DE DICIEMBRE DE 2013 EM2 CIENCIA / EM2 Cometas polares: Están reforzadas con Kevlar. Se llevarán 20 cometas diferentes con tamaños de 3 a 120 m2 Dos equipos de tres personas con guardias de 12 horas permiten la travesía continua Trineo vivienda y laboratorio Tiendas Greenhouse: Fabricadas con plástico transparente para aprovechar el efecto invernadero y calentar la tienda. Se llevarán 4 tiendas Tracción: Compuesto por un sistema de poleas unido a unas líneas de 500 m. 4 Técnicos. Manejo de las cometas y reparación 2 Científicos Placas solares: Superficie total de 10 m2 ITINERARIO DE LA EXPEDICIÓN A LA ANTÁRTIDA Salida 4 m. Novo POLO SUR Trineo locomotora Trineo de carga (3,5 m.) El porqué de las cosas ANTONIO RUIZ DE ELVIRA ¿Por qué no nos marea la rotación de la Tierra? ៑Nuestro planeta da una vuelta sobre sí mismo cada 24 horas y se mueve a 1.276 km/h, pero no lo notamos ៑Esto se debe a que para nuestros oídos estamos parados, ya que todo lo que nos rodea se mueve con nosotros Dome Fuji Plateau Station Dome Argus Kulun South Pole of Inaccessibility Vostok 4x3 m Tienda-cabina: caliente gracias al microclima creado por los rayos solares Cajas antárticas: ligeras, desmontables y adaptables para transportar toda la carga, servir de asiento y como soporte a las placas Ilustración: M. Roselló FUENTE: Tierras Polares Concordia A. Villarreal / EL MUNDO Tecnología / Innovación ‘made in Spain’ SANTIAGO SEQUEIROS Viaje al Polo Sur en ‘ecotrineo’ El explorador español Ramón Larramendi rediseña su catamarán movido por el viento para realizar expediciones científicas en la Antártida en el que nunca estuvo y que, te que puede equipararse al gasALFREDO MERINO / Madrid A todo el mundo le pasa lo mis- vistos los feroces recortes dados to de transporte de un buque mo. Cuando ves por primera vez a las campañas científicas en el oceanográfico hasta la Antártiel ecotrineo con el que Ramón Séptimo continente (40% desde da, permite investigar toda una Larramendi ha atravesado la 2009), va a abandonar incluso campaña. Se cambiaría la presencia en la costa por el interior Antártida, crees que es una bro- su periferia. «Las posibilidades de este del continente, con muy poco ma. A simple vista parece un cachivache hecho con restos en- vehículo para la ciencia antárti- desembolso económico a camcontrados en cualquier contene- ca son infinitas», explica Larra- bio de contar con una base de dor: travesaños de madera y mendi, quien está convencido investigación móvil a bordo de planchas de plástico en aparien- de que su uso significaría una los trineos», afirma el exploracia burdamente atados con nueva era para la investigación dor polar. «La investigación en la Antárcuerdas, una tienda clavada en en aquel territorio. «Con un cosuna irregular superficie de tablones y varias cajas colocadas encima casi de cualquier modo. Nada es lo que parece y en el caso de este portentoso vehículo, el refrán que asegura que las apariencias engañan es más certero que nunca. Este vehículo ha batido todos los récords en las regiones polares, concluyendo desafíos en los que fracasaron otros medios de transporte que Expedición en la Antártida con el primer modelo del ‘ecotrineo’. / JAVIER SELVA tardaron décadas en ser diseñados y que contaban, cuentan, con las más avanzadas tecnologías, incluyendo las espaciales. Ninguno pudo rozar los Indistintamente llamado trineo de viento, catamarán polar y Inuit retos logrados por Larramendi, windsled, es un invento español basado en las tradiciones de los quien defiende su vehículo copueblos indígenas del ártico. Está construido con tres travesaños mo el instrumento que dará a que se unen entre sí con tablas de madera atadas con cuerdas, España la oportunidad de incoruna estructura de gran flexibilidad, que le permite navegar por la porarse a la vanguardia de la insuperficie irregular del hielo sin quebrarse. El siguiente paso es vestigación antártica, un lugar un convoy con tres trineos con capacidad para seis tripulantes. La herencia de los Inuit tida es muy compleja de organizar y cara, por eso España apenas la hace», recalca Juan Manuel Viu, compañero de travesías de Ramón Larramendi y ex director de la base científica de la Antártida Juan Carlos I. «Y es una pena, pues hablamos de la zona menos estudiada del globo terráqueo, una región que juega un rol decisivo en el clima mundial», añade. «Nuestra experiencia empezó siendo una aventura para derivar a territorios cercanos a la ciencia», reconoce. Y el discurso actual de Larramendi tiene poco que ver con las extraordinarias hazañas de su temprana juventud. Como la que le llevó a recorrer de una punta a otra todo el territorio litoral ártico norteamericano durante tres años en los que convivió con los inuit tan intensamente que aprendió su lengua. Y asimiló sus enseñanzas en las que ahora se basa este sorprendente catamarán. Ramón Larramendi prepara ahora su próximo reto: la circunvalación de la Antártica, un inaudito recorrido de 7.000 kilómetros en 100 días. Siumuinnag, «el único camino es para adelante», concluye. Cuando giramos sobre patines, bailamos dando vueltas o montamos en una noria, nos mareamos fácilmente. Sin embargo, estamos girando sin parar en la gigantesca noria que es la Tierra sin ningún problema. Y eso que nuestro planeta da una vuelta sobre sí mismo cada 24 horas, lo cual significa que nos movemos a 1.276 km/h. Pero no lo notamos. El mareo es un efecto secundario del mecanismo para mantener el equilibrio en tres dimensiones, los tres canales semicirculares perpendiculares entre sí de los oídos. Cuando giramos la cabeza lentamente, el cuerpo se da cuenta y tensa músculos distintos para mantenernos erguidos. Pero cuando la movemos muy rápido, el cerebro no sabe cómo actuar, y a veces nos caemos por descoordinación muscular. Sin embargo, el movimiento, como dijeron Galileo y Einstein, sólo tiene significado si es relativo, si lo relacionamos con algo que no se mueve. En un avión, de noche y sin turbulencias, no sabemos que nos movemos. Esto mismo nos pasa con la Tierra: para nuestros oídos estamos parados, pues todo lo que nos rodea se mueve con nosotros. El péndulo de Foucault que muestra esta semana nuestro videoblog en la web de EL MUNDO es la única forma de saber que estamos girando en el espacio aunque nos encontremos en una habitación cerrada sin ver ni el Sol ni las estrellas. El péndulo de Foucault cuelga de una anilla sin rozamiento, que puede girar alrededor de su eje vertical. En la naturaleza rige la primera Ley de Newton: todo cuerpo mantiene su movimiento si no actúa alguna fuerza sobre él. Sobre el péndulo actúa la fuerza de la gravedad, siempre hacia el centro de la Tierra, pero no actúa ninguna fuerza sobre la anilla que la haga girar. Por lo tanto oscila, pero no gira. La Tierra sí lo hace y vemos que el péndulo va tirando barras en sus oscilaciones. DE L M U N D O .es ZVídeo:Vea la explicación en CosmoCaixa, el museo científico de Obra Social ‘la Caixa’ Impreso por Rosa Martin Tristan. Prohibida su reproducción. UN VEHÍCULO ‘VERDE’ PARA EXPLORAR EL POLO SUR