Expedición ACCIONA Windpowered Antártica 2011-2012

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Expedición ACCIONA Windpowered Antártica 2011-2012
ÍNDICE
4 de Diciembre de 2011 // En marcha. Ramón Larramendi
6 de Diciembre de 2011 // Por aquí andamos, por Ciudad del Cabo. Ignacio Ofialdegui
6 de Diciembre de 2011 // Ya estamos de camino a la Antártida. Javier Selva
7 de Diciembre de 2011 // Volando a la Antártida. Ramón Larramendi
8 de Diciembre de 2011 // En el Plateau Antártico. Ramón Larramendi
9 de Diciembre de 2011 // Andanzas de un fotógrafo Antártico: Qué desesperación. Javier Selva
10 de Diciembre de 2011 // Seguimos en la meseta. Ramón Larramendi
11 de Diciembre de 2011 // Hoy nos hemos levantado con el trineo ya acabado. Ramón Larramendi
15 de Diciembre de 2011 // Escapando de la Tormenta: nuestros 100 primeros kilómetros en trineo. Ramón Larramendi
17 de Diciembre de 2011// En medio de la tormenta perfecta. Javier Selva
18 de Diciembre de 2011// Adiós, tormenta, adiós. La travesía continúa tras 10 horas de vientos. Ramón Larramendi
23 de Diciembre de 2011// Golondrinas, un montón de kilómetros y los 80º de latitud Sur. Ramón Larramendi
25 de Diciembre de 2011// Feliz Navidad desde donde no hay Navidad. Ignacio Ofialdegui
26 de Diciembre de 2011// Andanzas de un fotógrafo Antártico: Blanca Navidad. Javier Selva
26 de Diciembre de 2011// Navegando en Navidad. Ramón Larramendi
27 de Diciembre de 2011 // Avances científicos de la expedición. Juan Pablo Albar
28 de Diciembre de 2011 // Sastrugis gigantes y la primera rotura en Santos Inocentes. Ramón Larramendi
Expedición 2005 // Uno de nuestros mayores enemigos en la Antártida: los sastrugis. Juanma Viu
30 de Diciembre de 2011 // Cada vez más cerca del Polo con una cometa de 8m2. Ramón Larramendi
1 de Enero de 2012 // El Polo Sur al fin: Crónica de una Nochevieja y un año nuevo de 50 horas y 500km. Ramón Larramendi
Expedición 2005 // Recuerdos de una Nochevieja en el Polo (2005). Juanma Viu
1 de Enero de 2012// 90ºS batiendo récords. Ignacio Ofialdegui
3 de Enero de 2012 // Visita de la Base Amundsen-Scott. Ramón Larramendi
4 de Enero de 2012 // Andanzas de un fotógrafo Antártico: el Polo Sur y las fiestas de mi pueblo. Javier Selva
5 de Enero de 2012// Los “Polos Sur”. Javier Selva
5 de Enero de 2012// La noche de Reyes. Ignacio Ofialdegui
8 de Enero de 2012 // De catabáticos y albaceteños. Ignacio Ofialdegui
11 de Enero de 2012 // Las manos del científico expedicionario. Juan Pablo Albar
13 de Enero de 2012// Avances de los proyectos científicos en la Antártida. Juan Pablo Albar
13 de Enero de 2012// A 1.300 kilómetros de altitud: Montañas, calor y poco viento. Ramón Larramendi
15 de Enero de 2012 // Tan cerca pero aún tan lejos. La lucha contra el gran blanco. Ramón Larramendi
16 de Enero de 2012 // La expedición ACCIONA Windpowered Antártica completa con éxito su travesía polar.
18 de Enero de 2012 // Lo conseguimos. Ramón Larramendi
18 de Enero de 2012 // Y sin embargo, es perfecto, es precioso. Ignacio Ofialdegui
EN
por
MARCHA
Ramón Larramendi
Al fin se acabaron los preparativos, el
estrés de los últimos días, la sensación de
que nada se puede olvidar, y que un fallo
mínimo en estos momentos puede tener
graves consecuencias. El vuelo a Sudáfrica
con parada en Dubái ha resultado bastante
exótico para un viaje a la Antártida.
La noche de mal dormir en el avión ha
servido de relajación, tiempo sin pensar en
nada. Que falta nos hacía.
fecha
4 de Diciembre de 2011
A nuestra llegada a Ciudad del Cabo.
Victor Serov -el representante de ALCI
y viejo conocido mío de varios viajes al
Polo Norte, de hecho última vez que le
había visto era a 90ªN cuando él y yo
coincidimos en el helicóptero de vuelta del
Polo- nos espera en el aeropuerto. Es un
ruso amable y con una gran experiencia en
logística y expediciones polares.
Nos confirma que nuestro cargo aéreo ha
llegado y está listo en un hangar próximo,
lo cual es una gran alegría al igual que
el hecho de que todo nuestro equipaje
facturado llegase bien. La pérdida de
equipaje, siempre es una preocupación
pues puede hacer fracasar una expedición.
Víctor nos acerca al hangar donde
Raymond un tipo de aspecto Afrikaner
nos muestra todo, sin perder tiempo y
antes de alojarnos en Ciudad del Cabo,
nos ponemos a abrir bultos y ordenar
todo. Hemos de trabajar en el exterior de
la nave, donde sopla un fuerte viento; la
temperatura es muy agradable. Siempre
quedan cosas por hacer, pero tenemos la
sensación de tenerlo todo bajo control.
Javi con sus cámaras, ordenadores y
teléfonos satélites, Ignacio y yo revisamos
trineo, cometas y los reembalamos.
Cuando cierran el hangar a las 4pm
finalmente vamos a nuestro hotel, el Hotel
Parliement, el mismo que en 2005. Todo
trae recuerdos, es increíble, han pasado
6 años. Ciudad del Cabo es una ciudad
bonita y agradable, las altas montañas que
la rodean y la característica mesa le dan un
aire imponente a la ciudad.
Llenamos la habitación con petates y
seguimos ultimando cosas. Estamos
cansados y tenemos sueño. Ya de noche
nos pegamos una merecida cena en el
hotel próximo. Ignacio y Javi se comen un
filetón de tamaño épico. Y yo un guiso de
cordero, con buen vino sudafricano. Hoy
nos habíamos olvidado de comer con eso
de las prisas de que nos iban a cerrar el
hangar. Nos acostamos pronto, y caemos
en segundos.
Hoy hemos dedicado el día a hacer
las últimas compras de comida, la
mantequilla, el azúcar, el imprescindible
zumo en polvos de naranja, Tang, que por
alguna razón han dejado de vender en
España. Pequeñas compras y deambular
por las abarrotadas calles, comemos junto
al mercadillo al aire libre. Mucha gente
por todas partes y mucho viento. La tarde
revisando cometas, colocando logotipos,
cosiendo y ajustando la ropa, revisando
herramientas. Los detalles que nunca
se acaban y que tan importante son. El
momento de empezar la expedición parece
que no va a llegar nunca, de primeras
nos han cambiado el vuelo del día 6 al
7 de diciembre. Lo que posiblemente
nos obligue a salir el día 10 y no el 9 de
Diciembre.
POR AQUÍ ANDAMOS,
POR CIUDAD DEL CABO.
por
Ignacio Oficialdegui
Familiarmente conocida como Capetón.
Los días antes de la partida han sido de
un estrés tremendo pero todo fue saliendo
razonablemente bien, más bien diría que
muy bien para lo que suelen ser los previos
de una expedición de esta envergadura.
El buen tiempo y la casa de Javi, perfecta
para preparar una expedición de trineo
polar, fueron claves junto con la impagable
fecha
6 de Diciembre de 2011
ayuda de todos los amigos que pasaron
por allí y que prefiero no nombrar
porque seguro que acabo siendo injusto
con alguno. Se cortaron, quemaron las
punta y anudaron las casi 1.200 cuerditas
que unirán todas las piezas de nuestro
vehículo, se prepararon los 140 travesaños,
se revisaron las cometas, se cortaron a
medida las planchas de polietileno sobre el
que patinaremos, se montaron las tiendas,
se prepararon las raciones de comida, se
probaron las comunicaciones, se revisó la
electrónica, los botiquines… y encima nos
dieron de comer, de dormir y para remate
se filmó casi todo.
Al día siguiente el cargo aéreo, in extremis,
que comenzó con una furgoneta que
había que llenar de cosas y que se había
quedado sin batería. Gracias a la ayuda de
Leo en Transtact conseguíamos cerrar las
compuertas del camión que se llevaba todo
al aeropuerto mientras se iba.
El viaje largo pero bien. Todo el equipaje
facturado salió rápido y perfecto y para
bordarla el cargo llegó impecable y nos
estaba esperando en los almacenes de
ALCI, la compañía que nos llevará a la
Antártida.
Poco hemos podido disfrutar de Ciudad
del Cabo, todo el día en el almacén o
en la habitación preparando el material,
pero me siento cómodo en este país. He
tenido la sensación de haber llegado a un
lugar donde hubiera estado toda mi vida
y que me da la bienvenida de una manera
discreta. Me hace mucha ilusión el que este
sea el punto de partida de una expedición
polar, es una mezcla de tranquilidad,
placer y emoción que pocos lugares del
mundo me darían.
El tiempo está pasando volando, nuestra
habitación parece el taller del inventor
loco, el viento sopla fuerte en la calle. Ayer
nos fuimos a cenar, fue el único rato de
relax en mucho tiempo, parece que las
cosas van bien: el tema de conversación fue
como tiene que ser el siguiente ACCIONA
Windpowered.
YA ESTAMOS DE CAMINO,
A LA ANTÁRTIDA.
por
Javier Selva
fecha
Esta tendencia al estrés me va a matar, o
quizás, sea lo que me da la vida. También
es verdad que no todas las expediciones,
como las vidas, son iguales. La mía,
las nuestras, no deben de ser del todo
“normales”, ni la expedición, ni la vida.
Estos pensamientos me vienen a la cabeza
mirando por la ventana de nuestro hotel
de Ciudad del Cabo en Sudáfrica rodeado
de cámaras de fotos, cables y ordenadores
6 de Diciembre de 2011
mientras el bullicio de esta mestiza ciudad
se cuela por la ventana. Estamos a 30º
y rodeados de gente de raza negra, no
parece la mejor aclimatación para la
Antártida. No acabo de alejarme de mi
otra vida, la de Madrid, la del curro, la
de la crisis. Aún hoy, desde 15.500 km. de
distancia estoy cerrando asuntos escabrosos
con mi estudio. Se ve que necesito el frío
para desconectar.
Apenas he tenido tiempo para despedirme,
para charlar un rato con tranquilidad con
mis amigos, los que me apoyan, los que me
aconsejan, con los que voy al monte, con
los que me acodo en las barras, aunque
esto cada vez pase con menos frecuencia,
me refiero a lo de las barras, que para eso
uno va teniendo una edad.
Mi papel en esta expedición me tendrá
muy ocupado con las tareas propias de
mi sexo, el de fotógrafo, y no creo que
pueda mantener mucha regularidad en los
escritos, pero alguna cosa iré mandando, y
por supuesto, todos vuestros comentarios
serán muy bien recibidos, nos calentarán
un poquito. Por cierto, gracias a todos
los que os tomásteis la molestia de dejar
comentarios en la entrada anterior con
vuestros consejos y sugerencias, no solo
fueron bienvenidos sino que muchos me
han sido de gran utilidad. Espero que me
luzca el pelo y consiga grandes imágenes
de esta aventura.
Como el resto de mis compañeros irán
haciendo una crónica detallada de los
lugares y los sucedidos de la expedición, yo
me limitaré a contaros cosas más o menos
relacionadas con la fotografía y el video
y, seguro que no me podré resistir, mis
sensaciones más personales de toda esta
experiencia.
Como me lo ha pedido mucha gente y
considero que puede tener cierta utilidad
para muchos, os copio la relación del
equipo fotográfico, de video y de audio
que traemos en la expedición. Tenéis
que tener en cuenta que hablamos de
equipos profesionales y de conseguir
imágenes que permitan emisión televisiva
y todo tipo de uso. Además, el audio tiene
mucha importancia porque las opiniones
y las entrevistas de los protagonistas son
fundamentales para entender la travesía
en toda su grandeza. Además hay otra
cosa importante por la que ha sido elegido
una buena parte de este equipo: en la
misma persona, es decir, en mí, recae la
responsabilidad de las fotos y el video. Y
esto, aunque cada vez sea más frecuente,
no es cosa fácil. Aparte de adaptar el ojo
a los dos formatos, supone un auténtico
engorro con el equipo. Al final uno acaba
pareciendo un “hombre orquesta” (en
el fondo siempre quise ser un hombre
orquesta, también Leonardo lo era).
En fin, que no estamos aquí para
quejarnos, más bien al contrario.
Está es la lista del equipo:
1 Objetivo Canon EF 70-300/4-5.6 L I con estuche
1 Cuerpo Canon EOS 7D con cargador de batería y batería, cable interfaz, cable AV stereo
1 Objetivo Canon EF 16-35/2.8 L II con estuche y parasol EW-88
2 Adaptador Manfrotto 013 Espiga
2 Batería LP-E6
2 Batería BP-827
1 Filtro B+W 77 UV
2 DEADCAT RODE
1 Filtro B+W 82 UV
1 Conexión XLR Macho/XLR Hembra 2M cable
1 Filtro B+W 67 UV
1 Conexión XLR Macho/XLR Hembra 5M cable
1 Cámara video Canon XA10
1 Maleta PELI 1510 Comp. Despl. NE
1 MacBook Air 11” Dual-Core 1.6 GHz/4Gb/
128 Gb flash/HD Graphics
2 Batería Canon LP-E6
1 MacBook Air 11” Dual-Core 1.6 GHz/4Gb/
128 Gb flash/HD Graphics
1 Cargador Universal PW-2110 12V
1 Filtro Haida 82 ND Variable
1 Adaptador USB Ethernet
1 Cargador STARBLITZ SCH-592/01
1 Rode Videomic
1 Cargador Canon CBC-E6
1 VZ Shooter varizoom
1 Disparador Canon RC-6 IR
1 Redhead antivientos para el zoom 4HN
1 Filtro B+W 58 UV
1 Zoom Portable Stereo/4 Track recorder
1 Lector Lexar CF Y SD USB 3.0
1 Cinema kit hoodman
1 Plato Manfrotto 501 PL
1 MicroFinder loupe accesory kit
1 Soporte GoPro P/Cabeza
1 Rode Micon Conector XLR
3 Pila Kodak CR-2032
1 Rode Lavalier
1 Soporte Rótula Novoflex BALL 30
1 Mercury Extreme Pro 3G SSD
6 Tarj. D Micro SD 16 GB Lexar CL
1 Rótula Manfrotto 701 HDV
1 Mercury On The Go Samsung
12 Pilar Energizer Litio R6 (2)
1 Trípode Manfrotto 055-XPROB+80
2 OWC Pocket 2,5 Sata
2 Est. Case Logic XNS-13A
1 Trípode Manfrotto 755-MF3 MDEV
2 HyperJuice Magic Box
1 Temporizador Canon TC-80N3
15 Tarjeta D CF 16 G Sandisk Extreme
1 Explorer 500 Terminal
3 Est. Para GoPro
10 Tarjeta D SD 16 GB Sandisk CL.10
1 Iridium
3 Cámara Digital Canon Powershot S-95
1 Bolsa cámara Lowepro
1 Rode NTG 2
3 Batería Canon NB-6 L
1 Lector tarjetas Lexar CF y SD USB 3.0
2 Super Clamp Manfrotto 035
1 Cuerpo Canon EOS 5D Mark II
1 Objetivo EF 24-105 L IS USM con estuche y parasol EW 83 H
1 JOBO GPS4 + CD Manual instrucciones
1 Maleta PELI 1050 Micro
1 Pantalla GoPro Hero LCD BacPac
1 Cámara GoPro HD Hero2 Motorsports Edition + batería + cable usb
VOLANDO
A LA ANTÁRTIDA
por
Ramón Larramendi
En dos horas volamos a la Antártida, tras
unos días intensos en Ciudad del Cabo
ultimando los detalles finales antes de la
partida. Resulta singular estar pensando
en la Antártida desde un sitio tan poco
polar como Ciudad del Cabo. Calor,
gente, vegetación frondosa, ruido… todo
un contraste. Ayer nos dimos una cena
de despedida en el waterfront, el lugar
fecha
7 de Diciembre de 2011
más turístico pero bonito y agradable de
la ciudad, en pleno puerto junto a todos
los barcos de recreo. Una cena que no
olvidaremos. Allí coincidimos con muchos
españoles, las tripulaciones de varios
barcos de regatas de la Volvo Ocean Race,
entre ellos el Telefónica y el Camper,
también con Jesus Calleja que vuela a la
Antártida.
Por la tarde nuestros compañeros rusos
encargados de la logística en Antártida
nos habían dado una sorpresa de última
hora que nos inquietaba, y es que,
posiblemente nada más llegar a Novo en
4 o 5 horas volaríamos a nuestro punto de
partida. A las 11-12 de la mañana del 7 de
diciembre debiéramos estar ya en nuestro
punto de partida. Esperábamos estar en
Novo y tener dos días de adaptación y
nos encontramos con que vamos a tener
un tratamiento de choque. Y sobre todo
que el trineo lo tendremos que montar en
pleno Plateau antártico a -30º y con viento.
Esperamos tardar un día en montarlo y
hemos de realizar cerca de 750 nudos.
En menos de 12 horas pasaremos del
agradable y bullicioso Ciudad el Cabo a
estar solos en el plateau más desolado del
planeta.
Todos tenemos una tensa calma antes de la
tormenta. Mañana es el gran día.
EN EL PLATEAU
por
ANTÁRTICO
Ramón Larramendi
Nos encontramos en el Plateau, fuera
ruge una tormenta que impide ver nada,
el polvo de nieve fina te entra en todos
los resquicios. Todo nuestro equipaje esta
enterrado por los ventisqueros. Hemos
medido -32º C. Una buena introducción
a la realidad antártica. Es nuestro punto
de partida de la gran travesía. A 70 km
de la base noruega de Troll y casi 3.000
m de altitud. Las ultimas 36 horas se han
sucedido a gran velocidad. A las 10 de la
fecha
8 de Diciembre de 2011
noche del día 6 estábamos cenando en el
aeropuerto de Ciudad del Cabo antes de
volar. El vuelo de 6 horas de duración lo
hicimos en un avión ruso IL-76, el mejor
para estas condiciones, pero cuya estética
es peculiar, muy soviética, con tuberías a
la vista, sin ventanas, pues es un avión de
cargo. Íbamos unas 50 personas y la mitad
de cargo. Casi todos eran alemanes del
Alfred Wegener Institute, pero había gente
de todos lados.
Nada mas llegar a Novo, el caos. Los rusos
van de un lado para otro, nadie sabe nada,
de repente Vladimir el jefe nos informa
que tenemos nuestra salida para las 8 de
la mañana. Luego, que para las 6, sin
habernos dado la gasolina, ya nos quieren
meter en el avión a nuestro punto de
partida. Viene mal tiempo, si no volamos
ahora, ya no lo haremos como mínimo
hasta el 12 o mas tarde. Ahora tenemos el
peligro de que el mal tiempo nos bloquee
en el Plateau. Pero todos nos afirman
que las condiciones meteorológicas con
seguridad serán mejores en el Plateau y
podremos avanzar mientras Novo esta
bloqueado. Aceptamos, nos vamos, y ya
montaremos el trineo arriba, lo cual no
nos hace gracia, contábamos con dos días
para montar el trineo en Novo y ultimar
los interminables últimos detalles.
El día es esplendido. Apenas nos tomamos
un café en Novo. Las instalaciones están
mucho mejor que en mi anterior visita.
Sobre todo llaman la atención los coches
Toyota islandeses con ruedas gigantes
que se han convertido en el vehiculo de
transporte por excelencia, hay al menos
10. Para cuando nos damos cuenta
estamos a bordo del Bassler tripulado por
pilotos canadienses. El piloto es pesimista,
dice que los sastrugis son enormes por
todos lados, y que en muchas zonas
cercanas no han podido aterrizar. Nos
informa que puede estar buscando un
buen sitio cerca de una hora y si no tendrá
que volver. El lugar que hemos estudiado
debiera tener buenas condiciones, por estar
a resguardo de los vientos predominantes
del Este.
El sobrevuelo es espectacular en el avión,
las montañas de la reina Maud con sus
paredes verticales son una de las maravillas
del mundo. Es un momento de tensa
calma. Solo Juan Pablo no ha estado antes
en el antártico, todo le es nuevo. Ignacio
es ya un veterano antártico y tiene muy
claro lo que nos espera. Javi ya ha estado
en el antártico, pero nunca en una travesía
tan grande como esta. Estamos cansados
y ansiosos, una vez en el hielo ya solo
dependeremos de nosotros mismos.
Yo estoy tranquilo y me siento optimista,
pero inquieto por cómo van a funcionar
nuestras innovaciones en el trineo y por
saber dónde surgirán los problemas.
Hay sastrugis por todos lados, pero como
por arte de magia cuando nos acercamos
a la zona escogida para aterrizar, estos se
suavizan y el piloto indica que todo OK.
Tras sobrevolar un par de veces el lugar
escogido el piloto se dispone a aterrizar
parando casi el motor, el aterrizaje me
resulta más suave de lo esperado, y
sorprende que aguante la estructura los
golpes contra los pequeños sastrugis de
nieve dura. La superficie y el viento son
perfectos para navegar. Los sastrugis solo
alcanzan la categoría de “anchoillas”,
luego vienen las “sardinillas”, luego los
“tiburones”, que empiezan a dar miedo.
Qué lastima que necesitemos casi dos días
para estar preparados. En 15 minutos
el avión se ha ido, nos quedamos solos
con cerca de una tonelada de carga. Sin
perder el tiempo montamos nuestra nueva
tienda. El aspecto es formidable, el efecto
de las ventanas transparentes lo sentimos
de inmediato. Hace realmente calor
dentro, a pesar de estar cansados por no
dormir empezamos a montar el trineo,
avanzamos rápido pero a las 7 decidimos
parar a cenar. Javi está probando la señal
de Inmarsat para enviar información,
comprobamos que funciona bien.
Nuestra tienda que es bastante grande
le permite sentarse en los arcones de
carga, y tras sacar una mesa para trabajar
confortablemente, Ignacio y yo cosemos el
trineo con nudos que nos llevan cerca de
un minuto por nudo. Nos esperan cerca de
700 para completar el trineo. Juan Pablo
prepara los travesaños y el polietileno
para ser cosidos. Hace acaso 36 horas
que no dormimos y estamos embotados.
Además la altura se siente. En la Antártida
la altura representa cerca de un 50% mas
que en zonas ecuatoriales o tropicales, una
altura de 3000m equivalen a 4500 en esas
zonas. El viento empieza a ser mas fuerte
mientras cenamos y hemos de preparar el
campamento para tormenta.
Tras llamar a Novo y hablar con los rusos,
nos confirman que aquello es bastante
caótico. La persona que había que avisar nos
dice que no es él, que es otro. Nadie sabe
nada. Ignacio habla con al menos cuatro
rusos hasta aclarar la situación. Debemos
reportar cada 24h; 48h sin comunicación y
se activaría un rescate automáticamente.
Durante toda la noche el viento sopla cada
vez mas fuerte. Por la mañana la tormenta
lo ha enterrado todo. Hoy no podremos
trabajar en el exterior, deberemos esperar e
ir haciendo otras cosas dentro de la tienda.
A todos nos duele la cabeza. Javi no se
encuentra bien. Tan pronto como suavice
saldremos a montar el trineo, ahora es
imposible.
ANDANZAS DE UN
FOTÓGRAFO ANTÁRTICO:
Qué desesperación.
por
Javier Selva
fecha
Qué desesperación. Estamos en un lugar
único y maravilloso, viviendo una de las
mayores experiencias que cualquier ser
humano, no digamos un fotógrafo, pudiera
soñar y resulta que me paso el día rodeado
de cables, baterías y ordenadores y con
una presión, que me impongo yo mismo,
que ríete tú del diferencial de la deuda (por
cierto, ¿siguen existiendo esas cosas en el
mundo normal?). Resulta que al final los
9 de Diciembre de 2011
plazos se aceleraron y nosotros acabamos
en el plató Antártico unos días antes de lo
previsto. El vuelo se adelantó por previsión
de tormenta. Eso, que en principio
pudiera incluso habernos favorecido, nos
ha obligado a trabajar bajo los rigores de
nuestra primera tormenta Antártica.
Para empezar no está mal: -30 grados
y vientos de 70 km/h. Y como en esta
expedición todos tenemos un papel muy
definido (o eso parece) cada uno intenta
que la tormenta le afecte lo menos posible
a su “negociado”. Mi lucha es con las
cámara, los ordenadores y las placas
solares. Lo que tienen las tormentas es que
en general durante el tiempo que duran
no hay sol, y esto para las placas solares
y la carga de las baterías es un problema.
Si a esto le unimos unos curiosos – 30
grados tenemos el coctel perfecto para que
casi todos nuestros modernos sistemas de
grabación y de trasmisión de imágenes
dejen de funcionar. Y al principio uno se
preocupa y después se enfada por no ser
capaz de hacer que durante las tormentas
las placas solares funcionen (¿quizás por
eso las llaman solares?) y me sale un poco
mi vena cascarrabias y casi se me olvida
donde estamos.
Después de varias horas dentro de la
tienda mirando lucecitas y apretando
botones a ver si se produce el milagro
de que los satélites y las placas vuelvan
a funcionar, salgo al exterior y miro a
mi alrededor. El intenso frío y la luz
de la tarde me devuelven de sopetón a
la evidencia, a la única y maravillosa
realidad. El horizonte es infinito y los
colores intensos y luminosos. Mi cámara
funciona a la perfección y me permite
hacer una de las cosas que más me gusta:
capturar la belleza de estos momentos
con imágenes. Mis compañeros están
contentos y muy animados, forman parte
del paisaje, de este inigualable paisaje.
De repente recuerdo la historia que viví
hace años en alguna remota montaña.
Alguien con su teléfono móvil en la
mano maldecía en voz alta y de manera
desaforada porque la llamada se cortaba
o la comunicación no era todo lo buena
que él, acostumbrado a las comodidades
de la civilización, consideraba apropiada.
A mi lado una persona mayor lo miraba
con una mezcla de asombro y desdén. No
se muy bien cómo acabé hablando con él
pero, la verdad, fue una de esas ocasiones
que dan para reflexionar muchas veces,
incluida en la Antártida. En resumen, lo
que el sabio señor venía a decir es que lo
que de verdad era realmente asombroso
es que “alguna” vez lograsen funcionar
los móviles en esas circunstancias, y que
haríamos mejor en alegrarnos y estar muy
orgullosos de los avances del ser humano
por ser capaz de lograr cosas que hace tan
solo unos años parecían de ciencia ficción,
como por ejemplo mandar imágenes y
crónicas desde un sitio tan increíble como
la Antártida.
Vuelvo a mirar a mi alrededor y ahora
ya no me preocupa tanto que nuestras
baterías no carguen bien y nuestro
satélite no esté operativo. He decidido,
siguiendo los consejos de aquel sabio al
que me tropecé un día en alguna remota
montaña, alegrarme por las pocas fotos
que puedo mandar en lugar de enfadarme
por lo demás. Y ahora vuelvo a mirar otra
vez todo esto con los ojos que más me
importan, los de dentro.
SEGUIMOS
en la meseta
por
Ramón Larramendi
El mal tiempo parece que no cesa nunca.
El día 8 nos pudimos hacer nada. Javi
estuvo todo el día con fuertes dolores de
cabeza y nauseas. La tienda y todos los
bultos estaban sepultados por la nieve, al
igual que la entrada de la tienda que se nos
bloqueó completamente y debíamos salir
a palear cada rato. Tenemos infinidad de
pequeñas tareas que hacer además de la
más importante que es construir el trineo.
La inmediata venida al hielo sin los días en
fecha
10 de Diciembre de 2011
Novo con que contábamos y la tormenta
repentina nos ha pillado a desmano,
pues todavía no tenemos todo ajustado.
El viento en Novo según nos informan
es de 100 km/h y aquí arriba el viento
que no hemos podido medir por tener los
anemómetros en un petate sepultado se le
ha acercado. Hemos tenido que pasar todo
el día dentro de la tienda. Imposible hacer
nada en el exterior.
La tienda ha superado con éxito esta
primera prueba. Al ser grande podemos
estar de pie en el interior de la misma,
pero es un hándicap para el viento. Sin
embargo, tras armarla con el armazón
de tormenta que habíamos preparado,
formado por unas varillas rígidas de
aluminio, ha soportado perfectamente
el viento. Es muy sólida, además de muy
caliente y confortable.
El día 9 amaneció con un poco menos
de viento, hace solo unos 50-60 km/h, y
algo de sol entre las nubes. Empezamos
desenterrando la tienda, los trineos y
todo. La llanura blanca estaba preciosa.
Los ventisqueros creados han sepultado
casi todo. Llevamos tantos bultos y piezas
diferentes que hemos de contarlos para
asegurar que nada queda perdido bajo la
nieve.
Nuestra prioridad es acabar de construir
el trineo. A media mañana el tiempo
ha empeorado y de nuevo no se puede
trabajar en el exterior de modo que
decidimos empezar a coser el trineo en el
interior de la tienda. Hemos de coser los
travesaños a los raíles y los polietilenos
por debajo de los travesaños. Toda la
estructura va atada con cuerdas, en
total 700 nudos, de ese modo el trineo
adquiere una flexibilidad y resistencia
excepcional que le permite adaptarse a las
irregularidades del terreno, los sastrugis y
otras formaciones, pues la superficie nunca
es plana, y el trineo necesita articularse. Si
se producen excesivas tensiones, romperá
una de las cuerdas, pero no los raíles o los
travesaños. Es la idea básica: el reparto
de tensiones que son absorbidas por estas
cuerdas que se convierten en fusibles
fácilmente reparables.
La temperatura se mantiene entre -25
y -30 aunque dentro de la tienda es
mucho más suave. Pasamos todo el día sin
descanso atando el trineo y conseguimos
realizar las 2/3 partes del mismo. La
tienda se ha llenado de nieve entre tanto
meter y sacar trineos en el interior.
Hoy (10 de diciembre) vuelve a amanecer
con tormenta. La entrada a la tienda se
ha sepultado de nuevo haciendo difícil
salir de la misma. El ulular del viento no
cesa ni un minuto, y con él, el polvo de
nieve arrastrada se te mete en todos los
resquicios. Las placas solares se cubren de
nieve constantemente dificultando la ya
muy limitada carga por falta de sol.
Necesitamos un día entero en el que
el tiempo no sea demasiado malo para
acabar de preparar todo y estar listos para
navegar. Esperamos acabar hoy sábado
10 el trineo. Tendremos que coserlo en el
exterior en medio del vendaval.
El parte dice que mañana mejora el
tiempo, y el objetivo es navegar ya
los primeros kilómetros. Tras unos
primeros kilómetros analizar cómo se ha
comportado todo, corregir lo que haga
falta y acabar de ajustar el conjunto, la
tienda sobre el trineo, el instrumental
científico, la estiba, la tensión de los
nudos del trineo. Tras este ajuste final ya
estaremos preparados para empezar la
navegación en serio. La moral es alta pero
estamos ansiosos por empezar a navegar.
Estos días de dificultad inesperada nos
están sirviendo de aclimatación, tanto
a la altura como a la vida en la meseta
antártica.
HOY NOS LEVANTAMOS
CON EL TRINEO YA
por
ACABADO
Ramón Larramendi
Ayer por la tarde mejoró el tiempo y
pudimos terminarlo, sin embargo toda la
noche ha soplado viento fuerte de nuevo,
volviendo a enterrar los bultos y la entrada
por enésima vez. Aunque hay nubes hace
sol casi todo el día. La llanura infinita nos
rodea.
Las tareas que nos quedan para poder
empezar a navegar se nos antojan
igualmente infinitas. Empezamos por
la mañana con la intención de navegar
por la tarde pero a pesar de no parar
fecha
11 de Diciembre de 2011
ni un minuto, no conseguimos acabar
de dejar listo nuestro flamante trineo.
Entre ajustar el sistema de tiro frontal
y el lateral, desenterrar la tienda y los
petates, colocar el sistema de atado de
petates y cajas, estibar y estructurar la
carga para encontrar su posición final,
hacer el sistema de enganche de la
locomotora con el trineo tienda… se nos
fue el tiempo. Además, coser las asas de
los petates que hemos descubierto no
son lo suficientemente fuertes, preparar
la colocación del instrumental científico,
y sobre todo intentar averiguar por qué
nuestro teléfono Inmarsat no consigue
cargar. Javi lleva todo el día haciendo
pruebas para detectar por qué todo
carga sin problemas pero ese sistema no
lo hace. El día pasa y para cuando nos
damos cuenta es la hora de cenar. Hoy no
podemos navegar. El viento ligeramente
E-SE no es demasiado favorable.
Por la tarde el tiempo se ha quedado
definitivamente bueno, con un viento
ahora sí suave. La luz es preciosa.
Ya va a ser nuestra quinta noche en el
punto de partida. Armar nuestro nuevo
trineo esta siendo mas laborioso de lo
esperado. Pero el puzzle gigante que es el
catamarán esta casi completo. Para cenar
una sopa de cebolla muy sabrosa, jamón
serrano, penmican con puré de patatas y
un té. Juanpa y Javi no han probado nunca
el penmican y no parecen entusiasmados.
Es la comida de expediciones polares
por excelencia, una mezcla de carnes y
grasas usada por los indios de Cánada
originalmente y después por todas las
expediciones polares. A Ignacio y a mí nos
encanta su sabor fuerte y peculiar. Mañana
sí empezaremos la navegación al fin.
Escapando de la tormenta:
Nuestros 100 primeros km
en el trineo.
Iniciamos la travesía
sobre el plateau antártico
a más 7 millas por hora
por
Ramón Larramendi
Juanma Viu, nuestro quinto expedicionario
desde nuestro centro logístico y de
Coordinación en España, nos ha avisado
esta noche que se nos viene encima una
tormenta severa y sobre todo larga con
vientos intensos de más de 120 kms/hora.
Puede durar más de cuatro días y nos ha
recomendado que aprovechemos el viento
fecha
15 de Diciembre de 2011
favorable que ahora tenemos y salgamos
por pies.
Raudos, así lo hacemos.
No las tenemos todas con nosotros, no
hemos podido acondicionar todo de la
manera más adecuada, ni tenemos la
mejor estiva e incluso reina el caos en
el interior de la tienda. No obstante,
elevamos la cometa y el trineo se empieza
a mover con suavidad hacia el rumbo que
Juanma nos ha indicado.
En este momento la emoción es intensa.
Hasta ahora todo habían sido preparativos
pero por fin ya iniciamos el gran viaje.
En el exterior, al mando de las cometas,
Ignacio y Juan Pablo hacen el primer
turno, y si todo va bien estaremos
navegando más 10 horas seguidas.
Mientras, Javi y yo ponemos orden en el
interior de la tienda, seguimos peleando
con la tecnología e intentaremos descansar
algo para estar en las mejores condiciones
en el momento del relevo.
Hasta ahora todo ha sido más complicado
de lo esperado. Urgencias para salir de
Novo al Plateau, mal tiempo que nos han
retrasado nuestros preparativos, problemas
con el teléfono Inmarsat y la baterías…
y además rotura de uno de nuestros
prototipos de cometas.
En las pruebas que hemos hecho estos
días, las innovaciones del trineo han
funcionado perfectamente y lo mismo ha
sucedido con la tienda que ha aguantado
vientos superiores a 100km/h a pesar
de su altura (entramos de pie). Pero las
cometas nuevas, las LWP9, con un sistema
diferente de fabricación no han soportado
los 1.200 kg que tienen que arrastrar. A
la vuelta tendremos que hacer nuevas
pruebas. Esto es parte de los objetivos de la
expedición, ver cómo se comportan sobre
el terreno materiales y formas que superan
holgadamente las pruebas de laboratorio.
Ahora lo que nos interesa es continuar
alejándonos de la tormenta. Si nos coge
lo pasaremos mal. No es que tengamos
miedo por la tienda que aguantará seguro,
incluso si el viento fuera superior a lo
esperado construiríamos un muro que la
proteja. Afortunadamente, todo empieza
a funcionar y mantenemos una velocidad
estable.
Lo peor de todos ha sido el tiempo
perdido, la desesperación de estar parados
y recluidos en la tienda. Puede darse la
situación de que la niebla haga invisible
la tienda a un metro de distancia y que
tengamos que salir unidos a ella por una
vía de cuerda para encontrar el camino de
vuelta.
El viento declina. No conseguimos
mantener la cometa en alto. Cae.
Intentamos elevarla de nuevo. Luchamos
por conseguirlo, pero es imposible. Sin un
mínimo de viento no hay nada que hacer.
Necesitamos salir de este agujero, pero solo
podemos avanzar en un rumbo. Incluso
podríamos aprovechar el viento de la
tormenta pero su rumbo es desfavorable y
nos puede alejar de nuestro objetivo.
En medio de la
tormenta perfecta.
Nuestras últimas 24 horas,
resistiendo en la tienda vientos
de más de100km/hora.
por
Javier Selva
fecha
Cuando leas esta crónica tal vez nos
encontremos en una cueva que habremos
cavado bajo el trineo para guarecernos
de una tormenta que no cesa. En este
momento los cuatro estamos dentro de
la tienda, vestidos con la ropa de exterior
(incluso con botas), escuchando el intenso
ulular de un viento que no baja de los
100 km desde hace horas y que ha llegado
a picos de 150 km. Tememos que la tienda
no aguante tal intensidad y constancia.
17 de Diciembre de 2011
Si se rompe o cae nuestro único plan es
salir a todo velocidad, coger el machete
que llevamos junto al mando de las
cometas y romper las cuerdas que atan la
estiba del trineo locomotora (desde el que
se gobierna), tirar los bultos, hacer con el
trineo un parapeto, cavar en la nieve, y
meternos allí hasta que el tiempo mejore.
Recapitulemos. Veamos que ha pasado en
las últimas 24 h hasta quedar atrapados en
la tormenta perfecta.
Ayer, no sabría decir a qué hora pues
aquí entre la intensidad del trabajo y la luz
solar permanente se pierde la noción del
tiempo. Menos mal que Ramón tiene un
reloj interior que une a cualquier suceso.
Pues bien, como decía, ayer, después de
haber quedados parados por la falta de
viento, volvimos a aprovechar una ligera
brisa para salir. Nos pusimos al mando
Ramón y yo. Lo hicimos por tiro lateral, es
decir, poniendo la cometa en un lado del
trineo para aprovechar el viento sin perder
el rumbo que necesitamos. Hay que tener
en cuenta que como no tenemos timón la
única manera con la que podemos coger
un rumbo es situando la cometa en un
lugar u otro y moviendo la carga. Nos
costó arrancar, con la cometa de 30 m2
no avanzábamos y con la de 50 m2 era
demasiado. Pero poco a poco conseguimos
una marcha a trompicones pero lo
suficiente como para recorrer unos 20
km. No demasiado, pero menos es nada.
Hicimos el cambio de turno, entramos
en la tienda y caímos rendidos. Cuando
me despertaron me sorprendió ver a los
tripulantes en el interior. Noté el trineo
parado y escuché un viento ensordecedor
que no me explicaba cómo no me había
despertado antes. Me pusieron al corriente.
A Ignacio y Juan Pablo les pareció raro
mientras gobernaban el trineo que
la temperatura fuera cada vez suave.
En unas horas pasó de -35ºC a -16ºC.
Aunque no lo quisieron pensar sabían
que era el preámbulo de una tormenta.
¡Otra! Y así fue. Sin previo aviso el sol
desapareció. Casi se hizo de noche por la
intensidad de la nubes que cubrían todo
el cielo. El viento roló de una suave brisa
a huracanado. El trineo se convirtió en
ingobernable y apenas se podía ver lo
que había unos metros más allá. Pararon.
Decidieron construir a barlovento un
muro con las cajas de carga para proteger
la tienda. Me despertaron y también
yo me vestí. Salimos. Permanecer en el
exterior era casi imposible, la temperatura
estaba sobre los -20ºC y unida al fortísimo
viento la sensación térmica se hace casi
insoportable. El viento con nieve se mete
por cualquier resquicio de nuestros trajes
y al menor descuido nos tira. Apenas
podemos abrir los ojos y nos sentimos
torpes para construir la muralla. Pero lo
conseguimos.
De nuevo en el interior valoramos la
situación. Tememos por la tienda. Hasta
ahora ha aguantado bien pero todo
tiene un límite. Tenemos otra tienda
más baja que aguantaría mejor pero
con estas condiciones meteorológicas es
imposible montarla. La única solución
es mantenernos vestidos de exterior en
la tienda. Tener todo lo que necesitamos
localizado: machete, palas, y sobre todo
los dos teléfonos Iridium con el sistema de
emergencia activado (pulsando un botón
envía un mensaje de emergencia con
nuestras coordenadas a la base rusa de
Novo y a otra norteamericana). Sería una
petición de rescate. Pero, ¿quién nos va a
rescatar? ¿cuándo? ¿cómo? ¿desde dónde?
Estamos en la Antártida, dependemos de
nosotros mismos.
Adiós tormenta, adiós.
La Travesía continúa
tras 10 horas de vientos.
por
Ramón Larramendi
La tormenta se fue como llegó. Cuatro
horas después de que Javier enviara
su crónica de ayer, es decir a la 1 am
se desvaneció el viento. La calma más
absoluta bajo un cielo aún encapotado. La
verdad es que nos sentimos aliviados. Nos
precipitamos al exterior para poner todo
en orden y aprovechar la más leve brisa
para salir de allí. Nuestro objetivo: superar
el meridiano 75º, a partir del cual el riesgo
de tormentas disminuye considerablemente
ya que las influencias oceánicas se han
alejado.
El trineo se encontraba sepultado y
fecha
18 de Diciembre de 2011
la tienda repleta de nieve en polvo.
Desenterrarlo todo no nos llevó demasiado
tiempo. Creo que porque estábamos tan
deseosos por navegar que nos sobraba
energía. Deshicimos el muro de contención
que habíamos fabricado a barlovento
de la tienda y toda la carga quedo
adecuadamente colocada.
El tiempo pasó volando y sin darnos
cuenta una ligera brisa de apenas 10
km/h nos avisó de que era el momento
de ponernos en marcha. Un viento tan
débil nos obliga a salir con la cometa más
grande, 80 m2. En las siguientes horas
las condiciones de navegación mejoraron
y en dos turnos recorrimos 120 Km,
cambiando a cometas de 30 m2 y 10 m2.
La navegación de hoy nos ha sabido a
gloria. Notar cómo se desliza el trineo
por el Plateau antártico adaptándose a las
irregularidades de la superficie nos llena
de optimismo y confirma nuestra certeza
de que estamos consiguiendo el mejor,
más limpio y más rápido vehículo para la
Antártida.
Nuestro objetivo era pasar cuanto antes
el paralelo 75º y estamos en el 75,26º.
Hemos dejado atrás la zona que más nos
preocupaba. Aquí los vientos son más
desfavorables y según nos adentremos en
el Plateau mejoraran aún más. Aunque
nos encontramos en la Antártida y en
cualquier momento las inclemencias
meteorológicas nos pueden dar un susto.
Llevamos un poco de retraso, pero nada
preocupante. En cuanto encontremos unos
días favorables nos recuperaremos.
Ahora, comiendo en la tienda y charlando
distendidamente nos parece muy lejana la
tormenta de ayer.
Golondrinas,
un montón de kilómetros
y los 80º de latitud Sur.
por
Ramón Larramendi
Tras la buena marcha del día 18, el día
19 el viento de dirección contraria al
esperado, viene del Polo Sur hacia la costa.
Juanma (nuestro quinto expedicionario),
que nos envía el parte meteo desde
España, ya nos había avisado de que iba
a ser un día meteorológicamente raro. Y
así lo fue. El viento roló pero en todas las
direcciones malas. Cambiamos el trineo
de posición varias veces a ver si podíamos
hacer algo pero fue en balde. Cuando
fecha
23 de Diciembre de 2011
por la noche nos tocó el turno a Javi y a
mí estuvimos haciendo reparaciones del
trineo, deshaciendo nudos de cometas
y pequeñas tareas para estar a punto.
Filmando y haciendo las tareas que con
la marcha no habrá tiempo de hacer.
Intentamos mantener los turnos a toda
costa. De hecho a las 11 de la mañana
nos acostamos y cogen el relevo Juanpa e
Ignacio.
Por la noche el viento cambia y se pone
favorable con una ligera desviación.
Javi y yo comenzamos la marcha yendo
muy bien, el viento nocturno es fuerte y
partimos con la cometa de 60 m2. Al poco
rato de la partida salta el sistema de suelta
rápida y la cometa se cae, mientras Javi
va a la cometa, unos pajaritos blancos
con ojos saltones que parecen golondrinas
se acercan al trineo y me miran. Son
ocho o diez, no doy crédito, estamos a
mas de 500 km de la costa y ¡qué diablos
pueden hacer estos pájaros en este lugar
totalmente desértico donde no hay nada!
No se entretienen mucho tiempo y para
cuando voy a sacar la cámara ya se han
ido en su peregrinaje a ninguna parte, un
poco como nosotros. Es un buen augurio.
Conseguimos ponernos en marcha y esta
es buena, el terreno es mejor del esperado,
de hecho sorprende lo uniforme y plano
que es. Los kilómetros se suceden hasta
el cambio de turno, pasamos a dormir y
conseguimos hacerlo sin problema durante
la marcha, el movimiento del trineo
incluso ayuda. A la noche el día ha sido
optimo, 180 km, la mejor jornada hasta
la fecha. Todo lo que nos adentremos
en el interior significa tiempo estable y
mejores condiciones, la zona costera es
el problema. El 21 sopla viento fuerte de
noche, empezamos con una cometa de
60 m2 pero debemos cambiarla a 30 m2
por ser demasiado fuerte, a unos 30 m de
altura el viento sopla como un verdadero
cañón, llevándonos fuera de control. El
terreno sigue siendo bueno. A las 6 de la
mañana el viento empieza a bajar, se va
quedando sin fuerza, tanto que cambiamos
a la cometa de 80 m2, pero ni aún así esta
tiene fuerza. Cuando Ignacio y Juanpa
cogen el relevo el viento muere totalmente
y ellos apenas consiguen arrancar unos 4
km. Simplemente no hay viento. Nosotros
habíamos hecho cerca de 100 de modo
que no ha sido un mal día a pesar de todo.
Lo importante es que ya hemos cogido el
ritmo y las condiciones son mas estables. El
22 el tiempo sigue estable, pero de noche el
viento es fortísimo. Salimos con 60 m2 pero
pronto nos colocamos fuera de control,
debemos cambiar a una cometa menor,
ponemos 30 m2 que aun así va muy fuerte,
en algunos momentos cogemos 30 km/h.
Es una pasada ver al trineo comportarse en
este terreno saltando, adaptándose y dando
todo tipo de tumbos. El viento es muy
bueno, la nieve arrastrada por la superficie
le da a la progresión un aspecto fantasmal,
los botes que pega el trineo impresionan,
parece imposible que se pueda dormir
dentro. Mientras conduce Javi en un
momento y en medio de los botes pierde el
mando y hemos de soltar la cometa. Que
vuela a casi 1 km de distancia. Recogerla,
colocar las líneas de 300 m, ordenar de
nuevo la cometa, comprobar que todos
las líneas estén bien, la maniobra nos
lleva hora y media. Vamos tan abrigados
que nos cuesta caminar mucho, y hemos
de hacerlo de un modo lento. La cara
protegida por la mascara, la parka, las
botas… Mucha ropa para andar, pero
la justa para estar parados en el trineo.
Cuando acabamos nuestro turno hemos
hecho 140 km. No está mal. Manteniendo
la cometa en el aire hacemos el cambio de
guardia, momento que Juanpa aprovecha
para los experimentos.
El mejor momento del día es entrar en la
tienda que esta siempre milagrosamente
caliente. Es entrar en un auténtico
hogar movible. En marcha comemos
algo, bebemos, leemos y a dormir.
Nos levantamos de nuestro plácido
sueño mecido un grado de latitud más
adelante. Ignacio para el trineo a los
80ºS. Valoramos la posibilidad de tirar y
batir nuestro récord de 311 km en un día,
pero finalmente nos quedamos para no
perder el ritmo. Hemos hecho 253 km,
El tiempo es estable, hay mucha menos
diferencia entre día y noche, y hace mas
calor que junto a la costa. Estamos casi
eufóricos, todo funciona, hemos cogido el
ritmo que creemos puede ser imparable.
El trineo va muy bien, la tienda también,
el sistema de turnos es un acierto total
que nos hace aumentar la eficacia y estar
casi más descansados y el Polo empieza
a verse no tan lejos. A 250 km por día no
está más que a 4-5 días de aquí. Ahora lo
importante es mantener el ritmo continuo
de entre 150 y 250 km/día. ¿Seremos
capaces de mantenerlo?
El día 23 vamos también como una moto.
El terreno es mucho peor. Por primera
vez aparecen sastrugis de verdad y zonas
que parecen imposibles donde el trineo
demuestra lo mejor de sí mismo, y se
comprende el porqué de su diseño. Hemos
de ir despacio, controlar la velocidad, da
miedo romper el trineo. El viento en altura
sigue siendo fortísimo. Para parar el trineo
hemos de poner las maromas de cuerda
bajo el rail para frenarlo, y aun así cuesta.
Javi quiere filmar el trineo desde fuera
pero no es fácil, pues el sistema no para, e
intentamos evitar al máximo las maniobras
de cambio de cometa, pues fácilmente nos
suponen una hora.
Estamos siguiendo un rumbo este para
evitar una zona de grietas en medio
del Plateau. El viento es sencillamente
perfecto, viene del norte, el sol brilla con
fuerza. Por primera vez navegamos sin
parar ni una sola vez ni ningún incidente.
Cuando cambiamos el turno Ignacio y
Juapa tienen varias roturas de cuerda que
les hacen perder mucho tiempo, aun así
hemos hecho 183 km en una jornada.
Esto marcha, hablamos de llegar al Polo
Sur antes de Nochevieja. ¡Quién sabe! Ya
veremos.
Mañana es Nochebuena, para nosotros
todo es igual, sin embargo no puedo dejar
de sentir cierta nostalgia. Este año no
habrá comilonas ni cenas familiares de
Navidad, solo hielo, viento, cometas y mis
tres compañeros: Javi, Juanpa e Ignacio
que ahora mismo forman todo mi mundo.
Feliz
Navidad
desde donde no hay Navidad
por
Ignacio Oficialdegui
Juanma Viu, nuestro compañero de
proyecto que nos da apoyo desde Madrid,
nos manda casi todos los días un mensajito
con el parte de viento que nos espera
para nuestra posición, algún consejillo
de estrategia, y mucho ánimo, sobre
todo mucho ánimo. Juanma es un gran
conocedor de la Antártida, de la meteo y
de sus amigos. Ayer nos avisó de que nos
llegaba un buen día para poder arañar un
buen pedazo de nuestro periplo, vientos
constantes de N y NE. Y así ha sido y
así de bien los hemos utilizado. ¡Qué
gran disfrute de día! Día del Catabático
puro, limpio, helador, rotundo y que nos
lleva como un buen pastor hacia nuestro
destino. Hoy me he vuelto a reencontrar
con mi constante compañero el viento,
con el trineo que iba como un paño de
fecha
25 de Diciembre de 2011
seda dibujando cada contorno de la
superficie, con mis mejores sensaciones de
“plateaudor” antártico, con el recuerdo
de navegar con Juanma, con la buena
compañía de Juanpa, con el empuje de
Javi.
La Antártida en el fondo...cuando la
conoces...es maja. Hoy no hemos parado
hasta el 80º S (253km). En términos
polares esto es inconcebible.
Gracias Ramón y gracias ACCIONA.
Otro día os cuento que es eso del
Catabático.
A la lista he añadido otro concepto
que quiero que conozcáis, los sastrugi.
Con estas dos cosas claras, un buen
pasamontañas y un buen chubasquero uno
ya esta en condiciones de ir de excursión
por el plateau antártico. No obstante, si os
echáis a Ramón en el petate mejor.
De todas formas habrá que retrasar una
vez más esas expediciones que tenéis
pendientes a estas latitudes puesto que
hoy es Nochebuena y la cabeza me lleva
en tiro frontal, en mitad de la ventana, a
otros pensamientos, ya haré el esfuerzo de
morder grados por el borde de la ventana
otro día.
Hoy el viento se ha parado, parece que nos
obliga a descansar y diferenciar el día de
alguna manera.
Javi y Ramón están en su turno de
dormir y lo están exprimiendo. Javi coge
fuerzas para alegrarnos la noche y para
navegar hacia el SE si se tercia (todavía
no apuntamos directos al Sur por razones
de estrategia con los vientos). Juanpa
lee y parece meditativo, con un poco de
morriña, me acompaña en el sentimiento.
Ramón digiere los km hechos y por
venir mientras dormita en una de sus
posturas imposibles. Van a ser mis terceras
navidades en su compañía, somos ya parte
del Belén viviente de la Antártida, como
figuritas de Alfredo Mayo, pétreos por el
frío y la inmovilidad que impone nuestra
vestimenta.
Volviendo al centro de la ventana con
cometón, no viene muy a cuento, pero no
sé si os he contado que tengo tres hijos, y
estos tienen su correspondiente madre.
Anne, la mayor, con sus 14 añitos es la más
guapa, la más lista, la más observadora y
complicada, es mi princesa y eso vale todo.
No creo que le gustara estar aquí conmigo,
en esta atiborrada tienda de campaña.
Matías le sigue con 12: si quieres alegrarte
el día busca a este personaje lleno de
entrañas de la vida, de sentimientos,
de empatía, el rey del balonmano, la
felicidad... El lugar donde estoy ahora le
resultaría indiferente, estaría a gusto, pero
sin darle un especial valor.
Don Raúl va a cumplir 11 el día de
Reyes; menudo personaje, no le vaciles
ni molestes a su gente porque tendrás
el infierno encima, pero si necesitas
ayuda, protección o cariño, la armada
invencible va en tu ayuda. Es la justicia, la
protección,...todavía a su manera... Estoy
tranquilo habiéndolo dejado al cargo del
resto de la familia. Le encantaría estar
conmigo aquí, ahora, en este infinito
blanco.
Todo lo bueno que tienen estas criaturas
viene de su madre, bueno, alguna
aportación del lado paterno tienen, pero
vienen de genes recesivos del abuelo, sin
haberse manifestado en la generación
intermedia.
Celina, la mencionada madre, es además
la cuarta persona que más quiero. A ella
si que le gustaría estar aquí, o estar allí
donde estuviere. Es muy fácil meterse
en estos jardines teniendo un campo
base tan fuerte y confortable esperando
después de cualquier incursión en la mayor
complejidad.
Espero que pasen una buena noche, creo
que van a estar en buena compañía.
Yo les voy a echar mucho de menos, espero
que más que ellos a mí.
Otro personaje que extrañamente
extrañaré será Miguelito, no mi hermano
(que también un poco, y a María), sino mi
nuevo sobrino, hijo de mi hermanita Ana y
uno que se llama Mikel, con quien todavía
no he pasado ninguna Navidad.
La falta de mis suegrillas Espe y Babibel
con la recua de cuñadas, lo soportaré. Un
beso para todas.
De quien también me voy a acordar
mucho hoy es de Juanma, nuestro quinto
expedicionario, y de Susana, su mujer, y de
sus tres soles, Lucia, Raquel y el monstruo
de Dani.¡Qué gente! No hay hielo en la
Antártida para pararlos.
Aprovechando que me he puesto, quiero
felicitar la Navidad a toda la gente que
hace que pueda estar aquí. Aun con riesgo
de dejarme a muchos, a toda la familia
ACCIONA, representada por José Manuel
Entrecanales, a ACCIONA Energía, con
nuestro líder Rafael, toda la gente de
RRHH, con Maite y Carlota a la cabeza
arreglándolo todo, a los súper Kintxo y
Luis, que todo lo pueden, incluso apoyar
mis locurillas, y por supuesto a los “reyes
de la casa”, el clan RREE en todos los
países, que no hay malos vientos que se
le resistan y que los oigo soplar mientras
navego. A Pío Cabanillas que nos apoya y
anima.
Y a mis amigos. ¡Patxi cuídate!
Feliz Navidad Enrique, nuestro enlace con
el planeta tierra, y que te recuperes pronto.
Por cierto, tengo un tío que se llama
Tomás y, aunque es un poco agarrao, si le
decís que sois amigos míos os invitara a un
buen pote.
La próxima hablamos de Catabáticos y
sastrugi....
Feliz Navidad desde donde no hay
Navidad ni nada salvo hielo, viento y
buenos compañeros.
ANDANZAS DE UN
FOTÓGRAFO ANTÁRTICO:
BLANCA NAVIDAD
por
Javier Selva
fecha
Aquí estamos, rodeados de hielo por todas
partes. Nuestra navegación ha adquirido
la regularidad que todos estábamos
esperando y sorprendentemente este
vehiculo salido de la cabeza y el tesón de
este chalado visionario que es Ramón
Larramendi esta demostrando ser una
máquina de devorar kilómetros. Pasamos
horas pilotando el cacharro mirando
la inmensidad blanca: siempre igual y
siempre diferente. Lo mismo que dijo
26 de Diciembre de 2011
Heráclito sobre el agua del río, siempre
hay agua pero nunca es la misma…En
estos y otros pensamientos igualmente
peregrinos empleo el tiempo que
paso mirando la superficie de hielo en
movimiento junto a nuestro catamarán. He
aprendido a distinguir las horas del día por
la temperatura de color de la nieve. Los
fotógrafos que han asistido a mis talleres
saben bien lo que es eso: es el color el que
establece la diferencia entre la monotonía
del blanco aparentemente igual de la
inmensidad helada. Ni el color es el mismo
ni el relieve del hielo tampoco. Pasamos de
una superficie homogénea y amable para
la navegación a zonas de sastrugis (término
ruso para definir como olas de hielo de la
dureza de una piedra) que son auténticas
trialeras, una prueba de resistencia para el
vehiculo y los que van durmiendo (o lo que
pueden) dentro de la tienda.
Como era previsible los equipos
fotográficos y electrónicos van acusando
el trato implacable al que son sometidos.
Uno de nuestros Mac ha pasado a mejor
vida, la Go Pro salió despedida del trineo
mientras intentábamos una arriesgada
toma de una de las explosivas levantada
de cometa. Las baterías se descargan
al instante con el frío y tenemos que
mantenerlas calientes en todo momento
dentro de nuestro cuerpo. Las trasmisiones
por Iridium son desesperantes, funciona
relativamente bien para voz pero puede
tardar horas en enviar una foto en baja
calidad. Pero yo ya no me desespero, esto
es la Antártida, siempre igual y siempre
diferente. Como mis compañeros de
expedición a los que no pierdo de vista
ni un solo segundo del día. Vivimos en
un trozo de tela de 3x3m. montado sobre
maderas que se desplaza por este desierto
helado, tan solo nos alejamos unos metros
para las cuestiones más escatológicas. Si
no fuera por que estamos solos y no existe
competición alguna parecería la carrera
de los Autos locos, aquellos dibujos
animados de cuando algunos éramos
jóvenes. Un excéntrico vehiculo lleno de
chiflados: el científico loco, el visionario
inventor, el metódico navarro y el
despistado fotógrafo. Y esa es mi familia de
la Antártida y con ella es con la que estoy
pasando estas navidades dentro de una
tienda, en el fin del mundo y rodeado de
nieve, como tienen que ser unas navidades
que se precien.
NAVEGANDO
por
en NAVIDAD
Ramón Larramendi
El día de Nochebuena comenzó con un
viento suave y favorable, pero con un
terreno a ratos muy malo, de esos que
parece imposible que no se rompa el
trineo en mil pedazos. Los cuatro cuerpos
del trineo deformándose en todas las
direcciones, crujidos, impactos… No
parece que Ignacio y Juanpa puedan
dormir mucho, hemos pasado la zona de
sastrugis mas grande hasta ahora.
fecha
26 de Diciembre de 2011
El día es espléndido y conforme avanza
muere el viento. Cambiamos de 30 m a
80 m de cometa pero sirve de poco, el
viento muere y hace realmente calor como
nunca hasta la fecha. Hemos podido rascar
56 km, algo es algo. Cambiamos guardia
y Javi y yo descansamos mientras Juanpa
e Ignacio reparan cosas. Hace tanto calor
dentro de la tienda que hemos de tapar las
ventanas.
Es Nochebuena y queremos hacer nuestra
pequeña celebración. Decoramos la tienda
con espumillón, sacamos nuestra botella
de champán que hemos de descongelar,
preparamos una cena de cordero
¡liofilizado! y turrón. Buena música y
sesión telefónica con la familia. Mi madre
está en el hospital, se me quitan las ganas
de celebrar. Nochebuena agridulce. Mis
compañeros hablan con sus familias.
Se respira cierta nostalgia. Los cuatro
formamos una pequeña familia rodeada de
blanco y hielo.
El día de Navidad amanece con vierto del
SW de dirección totalmente contraria.
Intentamos navegar pero el rumbo es
malo, nos lleva al Este. A los 10 km
desistimos. Tras el cambio de turno
Ignacio y Juanpa lo vuelven a intentar,
hacen 15 km más pero gracias a que a
última hora el viento ha rolado a Norte.
No hay celebración de Navidad, nuestra
preocupación es avanzar lo más rápido
posible.
Como siempre a la 1 de la mañana
empieza el turno de Javi y mío, mientras
mis compañeros duermen. El viento
es favorable y con la cometa de 30 m
avanzamos en medio de un whiteout
que nos impide ver relieves. El viento
es fluctuante pero nos permite avanzar
muy bien hasta que arrecia y nos hace
perder casi el control. El ambiente es
fantasmal, la nieve arrastrada envuelve el
trineo confiriéndole un aspecto tenebroso,
una nueva tormenta está en ciernes. El
viento es fuerte, cuando Ignacio y Juanpa
intentan navegar con cometas pequeñas
de tormenta no lo consiguen, hace
demasiado viento y casi pierden una. Tras
varias horas intentando navegar entran
en la tienda frustrados y helados. Hace
mucho frío. Al menos hemos hecho 90 km
en el turno de la mañana, quedan 800 km
al Polo Sur, 4 días de estabilidad, pero
de nuevo todo depende del viento y del
tiempo. Esperamos llegar en los primeros
días de enero, pero, quién sabe.
AVANCES CIENTÍFICOS DE LA
por
EXPEDICIÓN
Juan Pablo Albar
Cumplida la primera quincena desde
que aterrizamos en el Plateau antártico
en las proximidades de Novolazareskaya,
alcanzado el paralelo 80º S, dejado atrás
el frenesí inicial asociado al ensamblaje
del navío-trineo y pasadas las tormentas
no puedo posponer más estas notas para
resaltar que los muestreos asociados a
los tres proyectos científicos vinculados
al Instituto de Glaciología y Geofísica
del CNRS-UJF de Grenoble (Dr JeanRobert Petit), al Instituto de Diagnóstico
Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA)
del CSIC en Barcelona (Dr Jordi Dachs
y Ana Cabrerizo) y a la Universidad
fecha
27 de Diciembre de 2011
Autónoma de Madrid (Drs Antonio
Quesada y David Velazquez) ya están en
marcha.
A día de hoy ya hemos tomado 19 x 2
muestras de nieve en distintos puntos de
nuestro transecto para que el Dr J-R. Petit
determine la proporción de los isótopos
estables de la nieve y el hielo (O18/
O16 y D/H) en el casquete de hielo
polar como herramienta para deducir el
origen de la masa de aire que dio lugar
a su precipitación. Para este proyecto
no hemos tenido ningún problema y el
muestreo sigue su curso, como tampoco
lo ha habido para el proyecto de los Drs
Antonio Quesada y David Velázquez
para los que ya hemos tomado muestras
de nieve superficial en condiciones de
cuasi esterilidad. Sin embargo, hasta
el momento solo hemos tenido una
pequeña contrariedad con el proyecto de
los contaminantes orgánicos persistentes
aéreos (POPs) del IDAEA-CSIC por
bloqueo del dispositivo de medida debido a
las fuertes tormentas que hemos padecido.
No obstante, proseguimos con el muestreo
con nuevos absorbentes y ahora sin ningún
contratiempo.
Esperamos completar sin problema
los muestreos para los proyectos de
la Expedición Antártica Española
ACCIONA Windpowered Antártica.
Sastrugis gigantes
y la primera rotura
por
en Santos Inocentes
Ramón Larramendi
Sin visibilidad y aún bajo los restos de
la pequeña tormenta nos disponemos a
salir con la cometa de 10 m. La marcha
es impecable, a una velocidad muy
controlada que no obstante nos permite
ir a 10 km/h. Zonas planas alternan con
zonas de bloques en los que el trineo se
articula hasta parecer romperse. La niebla
da paso al sol, es increíble cómo el hielo
es siempre igual pero siempre diferente.
Hacemos 75 km antes de dar el relevo a
Ignacio y Juanpa que aumentan de cometa
y se enfrentan a zonas de sastrugis cada
vez mas grandes. Por primera vez nos es
imposible dormir debido a los violentos
fecha
28 de Diciembre de 2011
golpes. Parece que estamos entrando en
una zona diferente a todo cuanto hemos
visto. En total 130 km en la jornada.
El día de los Santos Inocentes amanece
prometedor. Ignacio para porque se le
ha roto el tiro de modo que estamos en
medio de un campo de sastrugis. Aviso
para navegantes, comenzamos con 30 m y
arrancada fuerte y muy pronto una zona
infernal de sastrugis gigantes que parecen
auténticos tiburones ballena con sus fauces
abiertas dispuestos a engullirnos. Dan
miedo. Terraplenes, ventisqueros, manadas
de tiburones por doquier, la conducción es
extremadamente violenta y el trineo parece
romperse en mil pedazos a cada momento,
se articula siguiendo ángulos imposibles.
Los sastrugis y los terraplenes alcanzan
el metro de altura, varias veces estamos
a punto de caernos del trineo. Y parece
no acabar nunca. Al mismo tiempo que
ocurre todo esto, un globo meteorológico
posiblemente procedente del Polo Sur nos
sobrevuela a no demasiada altura como
observándonos.
En un instante mejora y paro a revisar
el trineo. Descubro que la tienda está
empezando a romperse pero es solo el
principio. Los esquíes que iban atados a la
trasera de la tienda han desaparecido. Javi
va a buscarlos, pero pronto los damos por
perdidos, pueden estar a 20 km. Dentro
de la gravedad, no es algo dramático,
no pensamos usarlos. Los llevamos por
si acaso. Lo más grave, sin embargo, es
que descubrimos un rail del vagón roto
por la unión de las planchas de madera.
No sabemos que ha pasado, pero algo
se debe de haber soltado, enganchado
y hecho palanca. El desánimo acecha y,
para Ignacio y para mí regresan algunos
recuerdos de las roturas sin fin de 2005. A
pesar de todo, al final la reparación es fácil,
no ha sido tan grave.
Nos lleva cuatro horas volver a estar
en marcha. Ha sido un aviso, hemos
de controlar la velocidad si queremos
llegar a buen puerto. El trineo puede
partir. Estamos yendo en rumbo sudeste.
Decidimos pasar a rumbo sudoeste a ver si
mejora. La clave es controlar la velocidad.
Cuando Ignacio y Juanpa empiezan,
que por cierto no han podido pegar ojo,
cambian a 8 m de cometa. La única
obsesión: ir despacio para ir rápido. A una
media de 7 km/h vamos mejor.
Contra todo pronóstico conseguimos
dormir. Estamos muy cansados. En total
hemos hecho 106 km al sur. Estamos en
84,40 S, menos de 600 km al Polo Sur que
ahora parece lejos, tal vez cinco o seis días
con este terreno. Sentimos incertidumbre,
con este terreno es una eternidad.
Uno de nuestros mayores
enemigos en la Antártida:
los sastrugis
Experiencias del 5º expedicionario: Juanma Viu
Los sastrugis los inventaron los rusos,
bueno en realidad los sastrugis siempre han
estado presentes, lo que hicieron los rusos
fue ponerles nombre. Son formaciones
producidas en el hielo por la erosión del
viento y hacen que la Antártida parezca
un mar con olas congelado.
Por eso, nosotros que vivimos experiencias
similares a los geniales rusos que los
bautizaron, también les ponemos nuestros
propios nombres: sardinillas, truchetas
“buenas”, salmonetes, cachalotes o
tiburones (los más temidos) porque nos
recuerdan a peces en un mar helado.
En Groenlandia estas formaciones son
muy diferentes y por supuesto mucho
menos peligrosas, allí no tenían formas
vivientes. En Groenlandia son simplemente
“tamatumos” (así llamamos también a la
lechuga del huerto de Ramón).
Los sastrugis pueden dar mucho miedo,
es probable que después de días sorteando
“salmonetes” y “peces voladores” sin que
afecten la navegación, aparezcan los
temidos “tiburones”. Los sastrugis que
llamamos tiburones son más duros que el
cemento y dan miedo, mucho miedo.
Si se choca frontalmente con uno de ellos
de considerable tamaño, el trineo podría
pararse en seco y sufrir daños, y eso es lo
último que se quiere.
En el diseño del ACCIONA Windpowered
Antártica, hemos tenido en cuenta a estos
“enemigos” de la naturaleza, así que hemos
construido una curva de más de medio
metro en la proa de los raíles, este tipo de
forma ayuda a pasar por encima de los
sastrugis y dificulta la posibilidad de quedarse
atascado, siempre que no nos encontremos
con un “tiburón blanco” en nuestro camino
y nos ponga en problemas, claro.
¿Y qué hay de modificar el rumbo si
vemos un obstáculo? Por supuesto es una
posibilidad, pero no es tan fácil cuando a
la vez estás manejando una cometa.
Cambiar de rumbo puede significar
ponerse todavía más a favor del viento y
aumentar la velocidad del trineo, lo que
viene a ser “despendolarse”, y lo que
ganas por un lado lo pierdes por otro. Un
pequeño obstáculo a gran velocidad puede
ser todavía peor solución.
Por eso lo que hacemos normalmente es
“llevar la cometa al viento” y disminuir
su empuje y por tanto la velocidad. Y si
el trineo se queda atascado no queda otra
que bajarse y empujar.
Cada vez más cerca
del Polo 2
con una cometa de 8 m
por
Ramón Larramendi
El tiempo es bueno, el viento perfecto,
el terreno malo, hemos de controlar
la velocidad porque estamos casi de
empopada, por ello usamos de nuevo la
cometa de 8 m2, parece increíble que un
trapo que pesa menos de 1 kg sea capaz
de arrastrar 1.200 kg a través de todo
tipo de obstáculos, pero así es. Vamos
muy despacio, a no más de 8 km/h e
intentando no impactar con los sastrugis,
fecha
30 de Diciembre de 2011
los cogemos de frente en vez de lado y el
trineo sufre menos. Ir despacio para ir
rápido. Javi y yo vamos charlando mientras
conducimos en turnos de una hora. Una
rutina implacable. El terreno solo mejora
cuando es hora de cambiar turno.
Entrar en la tienda es toda una sensación,
no deja de sorprender el calor que hace y
la fuerza del efecto invernadero, es como
entrar en otro mundo, en un pequeño
hotel. Juanpa e Ignacio salen. En total
conseguimos hacer 130 km antes de
iniciar nuestra cena-desayuno. Javi y yo
prácticamente hacemos solo una comida
al día, pues al levantarnos cenamos, y
tras cenar desayunamos, para durante
nuestras 10 horas de marcha la mayoría
de las veces ni beber, y comer poco, el
chocolate es el poco apetito que tenemos.
Lo que más echamos en falta es el sueño,
pues en marcha dormitamos pero rara
vez dormimos bien. Esperaremos a
condiciones favorables o al Polo Sur para
pegarnos una dormida en condiciones.
El día 30 ha amanecido con viento más
suave pero bueno. Cambiamos a cometa
de 16 m2 y el terreno parece mejorar,
conseguimos hacer 77 km nosotros y 88
km Juanpa e Ignacio, un total de 165 km.
Estamos a 300 km del Polo. A distancia
incluso de un día largo. Nos enteramos de
que el Basque Team ha llegado ya al Polo.
Desde aquí nuestra enhorabuena. Deben
de tener a estas alturas unas piernas de
acero. Esperamos encontrarnos con ellos
en el camino en medio del hielo o en
Unión Glaciar. Mikel Zabalza es vecino
y amigo de Ignacio en Pamplona, y yo
compartí expedición con Juan Vallejo
hace once años a Groenlandia. Nos
reservaremos un cava para brindar con
ellos cuando llegue el momento.
Por ahora, cuando lleguemos al Polo
Sur brindaremos por nosotros, nuestras
familias y aquellos que nos han ayudado y
apoyado para estar aquí, ACCIONA. Sin
olvidarnos de Amundsen y, sobre todo, del
sufrido capitán Scott. Estando aquí se le
ponen a uno los pelos de punta al imaginar
el grado de esfuerzo y sufrimiento que
padecieron.
Pero aún quedan 300 km que pueden
deparar muchas sorpresas. En breve lo
sabremos....
El Polo Sur al fin:
Crónica de una Nochevieja y año nuevo
de 50 horas y 500 km.
por
Ramón Larramendi
fecha 1 de Enero de 2012
10 de la mañana. 90ºS. El Polo SUR.
Llevamos 50 horas frenéticas
para aprovechar las condiciones
excepcionalmente buenas de viento y de
terreno y alcanzar el Polo Sur a donde
al fin llegamos tras 2.200 km. de travesía
recorridos en 19 días y 12 horas. La más
rápida expedición no mecanizada en
alcanzar el Polo Sur.
Nuestra Nochevieja, una maratoniana
jornada record de 310 km. non stop.
Somos el primer vehiculo movido por el
viento que alcanza el Polo Sur, nuestro
trineo, un autentico velero de los desiertos
polares, ha vuelto a demostrar que es
capaz de todo. Un sueño se cumple. Casi
sin dormir, sin comer ni beber, tras navegar
durante toda la Nochevieja, mientras
millones de personas celebraban la fiesta,
nosotros navegamos sin descanso por
alcanzar nuestro objetivo, por cumplir un
sueño.
Numerosas sensaciones se agolpan en mi
cabeza; emoción, cansancio, satisfacción,
alegría, tristeza, nostalgia, admiración ,
gratitud, esperanza.
Emoción por el reto conseguido, por
la sensación del trabajo bien hecho.
Cansancio por el ritmo agotador, no solo
de las últimas horas, sino de los últimos
meses. Satisfacción y alegría por culminar
un sueño que empezó hace ya muchos
años. Tristeza y preocupación por mi
madre, que está en el hospital y siempre
me animó a creer en mí mismo y a quien
especialmente dedico este momento.
Nostalgia por no estar con mi mujer
Getse ni con mi hijo Inuk de cuatro años.
Admiración al recordar a Amundsen y
Scott que hace justo 100 años luchaban
como nosotros en la meseta Antártica
con un coraje y determinación sin limite.
Gratitud a mis compañeros de expedición
Javier Selva, Ignacio Oficialdegui y
Juan Pablo Albar que forman un equipo
excepcional, y gratitud a aquellas personas
que han creído en este proyecto y que
forman el gran equipo de ACCIONA.
Esperanza y convicción en el potencial de
este vehículo para desarrollar un programa
científico en la Antártida y como auténtico
transporte del futuro en esta zona de forma
limpia y cero emisiones.
Todas estas son sensaciones que se agolpan
en mi cabeza cuando navegamos casi a
20 km/h hacia el Polo Sur, y aparecen
los primeros banderines que señalan la
proximidad de las instalaciones de la
base americana que está dentro de una
nube oscura que impide que podamos
verla. Llevamos la cometa de 802 m y la
línea de 300 m. Tan solo cuando estamos
muy cerca del Polo Sur empiezan a
aparecer algunos de los edificios de la base
americana Amundsen-Scott. El aspecto
es bastante fantasmal y no se ve a ningún
ser humano. Paramos a tomar un café
en una tienda de ALE, los responsables
logísticos de la expedición. Allí esta Scott,
un americano simpático y hospitalario,
la primera persona ajena al equipo que
vemos en varias semanas. Después
continuamos con la cometa hasta el
mismísimo punto que señala el Polo Sur
que se encuentra 1 km. mas adelante.
Abrazos, fotos, unos trabajadores de la
base bajan a ver que diablos es ese extraño
vehículo movido por una cometa y sin dar
crédito a que haya podido navegar hasta
aquí.
El día 30 queda ya lejano pero es la
verdadera crónica de cómo hemos llegado
hasta aquí.
Ese día comenzamos con un terreno
bastante malo y lleno de sastrugis,
pero con un viento favorable del norte.
Decidimos usar la cometa de 16 m para
no coger demasiada velocidad, intentamos
derivar hacia el este con la esperanza
de que el terreno fuera mejor que el de
los días anteriores. Y en efecto, parece
acertada la estrategia porque poco a poco,
y ligeramente, el terreno fue a mejor y,
contra todo pronostico, los kilómetros
fluyeron de modo que conseguimos hacer
165 km. en la jornada.
Por la noche los ánimos se encendieron
cuando recibimos el parte meteorológico
que nos enviaba Juanma Viu, nuestro
quinto expedicionario, y en el que se
hablaba de vientos favorables para las
siguientes 36 horas. Las reparaciones
del trineo y la pequeña intervención que
hubo que hacer para atajar una infección
en un dedo de Juanpa nos obligaron a
salir muy tarde casi a las 6 de la mañana
del día 31. Íbamos a intentar llegar al
Polo, para ello necesitábamos que se
mantuviese el viento, y que se confirmase
que íbamos a encontrar el mejor terreno.
Y así se cumplió, el terreno súbitamente
se hizo impecable y pudimos ir a buena
velocidad. Los kilómetros fueron cayendo
mientras hacíamos nuestras rotaciones de
turnos. Los que iban dentro de la tienda
pudieron dormitar y descansar bastante
bien. Cambios de cometa de 16 a 30, 60
y 82 m conforme el viento iba cayendo
poco a poco. Debido a la proximidad
del Polo debíamos ganar grados al Este
para que el viento fuera favorable, o si
no no llegaríamos. Estábamos ajenos a la
Nochevieja, cuando se cambiaba de año
a Javi y a mi nos tocó descansar en el saco
de dormir. Entre dormitada y dormitada
oímos a Ignacio y Juanpa que celebraban
mientras navegaban la Nochevieja,
estábamos tan cansados que no tuvimos
celebración. A las 2 de la mañana
cambiamos el turno y nuestra Nochevieja
consistió en navegar sin descanso, sin
haber comido mas que cuatro lonchas de
jamón serrano cada uno, unas almendras,
y algo de chocolate mientras cabalgábamos
hacia el Polo Sur y vimos los primeros
banderines que indicaban la proximidad
de la base.
Así completamos una larga jornada y
nuestro auténtico record de distancia: 310
km. de navegación continuada.
Recuerdos
de una Nochevieja
EN EL POLO 2005
por
Juanma Viu, el 5º Expedicionario
Justo ahora que se cumplen seis años de
nuestra anterior expedición y, estando
inmersos en la segunda, se me vienen a la
memoria aquellas fechas.
En medio de la meseta polar, cuando la
persona más cercana está a 1.000 Km de
distancia, uno se encuentra a merced de lo
que disponga la naturaleza, y no te queda
otra que adaptarte a ella. Aquellos días
fueron de total calma chicha, estuvimos
casi tres días parados sin viento y, aunque
teníamos una fecha tope para llegar al final
y si no llegábamos nos metíamos en serios
problemas, intentábamos estar tranquilos y
relajados.
Teníamos la sensación de estar
absolutamente a nuestro aire, sin más
ataduras o compromisos que los caprichos
del viento, el hielo y las tormentas.
Sin tener acceso a ningún pronóstico
meteorológico, los contactos con el exterior
eran muy espaciados, la sensación de
libertad e incertidumbre era total.
Una sensación auténtica y antigua
como los tiempos y que acabas, no solo
aceptando sino también amando.
En estas circunstancias nos sorprendieron
las últimas horas de 2005.
Era difícil saber cuándo exactamente
serían las 00.00 hrs. ¿Qué hora
utilizábamos? ¿La de casa? ¿La UTC
corrigiendo nuestra posición? Cuando
estás cerca de un Polo los husos horarios
están tan pegados que resulta un poco
absurdo decir qué hora es exactamente en
tu posición, el colmo es en el mismo Polo
donde dando un paso puedes pasar de
las 12 del mediodía a las 12 de la noche.
Al final el reloj se tiene como un artilugio
necesario para comunicarse con el mundo
de fuera, pero se emplea más el reloj
interno.
Estábamos descansados, habíamos
paseado un rato por un paisaje lunar y
luminoso, aunque el termómetro marcaba
los cotidianos -35º C la sensación era muy
agradable, habíamos jugado a las cartas y
leído, habíamos hecho bromas, lo peor de
la travesía creíamos que ya había pasado,
no teníamos tanta presión y era el día 31,
aunque no queríamos saber exactamente
qué hora.
Decidimos preparar nuestra Nochevieja.
¿Qué teníamos? Pues teníamos un
benjamín, en realidad llevábamos tres,
uno lo usamos cuando llegamos al Polo
de Inaccesibilidad, otro lo queríamos
para el final y el tercero, para Nochevieja.
Teníamos un puro, ninguno de los tres
fumamos, pero el increíble explorador
Rune Gelnes que llevaba un itinerario
parecido al nuestro aquel año, y con el que
coincidimos en Novo, nos obsequió allí con
un Cohibas de los pocos que había traído;
un tipo peculiar, más latino que nórdico
en algunas cosas. Además teníamos unos
panes, queso y jamón de la base rusa por
la que habíamos pasado. ¿Para qué más?
Con unas sopetas de champiñones el menú
estaba servido, pasando por una noche del
penmican que si normalmente no entra
bien, cuando llevas días de inactividad es
infumable.
Aquella noche no racionamos la comida,
echamos la casa por la ventana. ¿Dos
rodajas de pan? Venga, ¡dos rodajas esta
noche! Estábamos muy concienciados de
la cantidad de comida, si no llegábamos a
tiempo podíamos tener serios problemas
de víveres para poder esperar días a que
nos sacaran del hielo. Pero esa noche nos
olvidamos de ese tema.
La cena discurrió entre bromas, siempre
he pensado que para emborracharse no
hace falta beber. La música corría de mi
parte, que soy un cero a la izquierda con
mi gusto musical, pero el público no era
precisamente exigente. Cada vez que
me acuerdo que les pregunté a Ignacio y
Ramón qué música querían que llevara
en el iPod, “música clásica” me dijeron
haciéndose los interesantes y al final solo
escuchábamos “Tropical total 3” que cargó
mi cuñado Jordi antes de salir y me dijo:
“llévatelo que nunca se sabe”. ¡Y tanto!
la canción del “Tiburón” fue declarado
himno de la expedición y la cantábamos
todos los días a la sombra de los sastrugis.
Y cuando nos dio la gana preparamos las
uvas. Así que con una cuchara y la tetera
“conectamos” con la Puerta del Sol para
escuchar las campanadas. Tomamos frutos
secos en vez de uvas, y seguimos el ritual
de elegir las mejores para los meses más
complicados, yo al menos así lo hago.
Ramón se equivocó con los cuartos, lo cual
daba mucho realismo a la situación.
Ignacio siempre tan profesional y
entregado se dedicó a filmar un poco,
si por mí hubiera sido no habría ni una
imagen, cuanta razón tenía filmando a
cada rato. Luego se relajó y se disfrazó,
como suele hacerse por su tierra, se
disfrazó de jefe de base rusa, el disfraz
estaba muy logrado, hubiera pasado por
Vladimir sin ningún problema.
Ramón bailando dentro de la tienda,
Ignacio disfrazado y haciéndonos reír con
su humor fino de navarrico sano; todos
contentos y ajenos a la inmensidad que nos
rodeaba, o quizás plenamente conscientes
de ella, sin miramientos ni tapujos,
felices por estar en un medio increíble y
encontrarnos en la recta final de nuestra
gran aventura. Una camaradería sin
fisuras, un entendimiento a prueba de
bomba…, estábamos simplemente bien.
Así nos encontró el comienzo de aquel
2006.
Seguro que este año Ramón, Ignacio,
Javi y Juan Pablo estarán teniendo una
Nochevieja parecida, y así se lo deseo
desde aquí.
90º S
batiendo récords
por
Ignacio Ofialdegui
¡Polo Sur Geográfico! hasta el mismísimo
punto cometeando con nuestro trineo,
cosa realmente difícil e inesperada, dada la
complejidad de normas e infraestructuras
que rodean tan ansiado punto.
Todo un éxito y un hecho histórico sin
duda. ACCIONA se la ha jugado, ha
apostado por lo más innovador, lo más
respetuoso, un órdago a lo convencional,
y ha ganado. Ha sido impresionante el
ver cómo hemos recorrido una media de
un grado de latitud al día (unos 115km)
durante 20 a pesar de días parados por
tormentas o calmas. El colofón ha sido
fecha
1 de Enero de 2012
espectacular, con más de 300 km non stop
en plena Nochevieja. Como para decirle a
Juanma que no, nos ha buscado la ventana
ideal de viento y nos ha lanzado a la
aventura. El viaje al Polo Sur mas rápido
jamás realizado sin medios mecánicos
convencionales, solo con un derroche de
ingenio y esfuerzo. Hemos transportado
una tonelada de peso, hemos realizado
todo el trabajo científico encomendado,
hemos probado materiales y equipos,
hemos abierto una ruta de viento, y todo
ello superando, además, los objetivos de
cualquier proyecto meramente deportivo.
Enhorabuena a todos los involucrados!
Por cierto, feliz 2012 a todo el mundo.
Este va a ser un buen año, lo que bien
empieza bien acaba. Feliz año a mi familia,
a mis hijitos, a mis sobrinitos, a todos mis
amigos, al mitológico Amancio, super
héroe del cambio de año, y a Malen, que
siempre me llama pero esta vez se lo he
puesto difícil.
Ha sido una Nochevieja original,
llevábamos unas 20 horas navegando y
las 12 de la noche en horario UTC nos
cogió a Juanpa y a mi pilotando en mitad
de la nada. Juanpa sacó unos matasuegras
de uno de los arcones de la cubierta,
chillamos un feliz año a los dormilones y
nos pusimos a soplar los cacharrillos en
mitad de la soledad del Plateau como unos
colgadillos a 15 km/h sobre una nieve
esponjosa y con un viento de norte que
nos ayudaba como nunca. Unas extrañas
sensaciones, querer avanzar, la grandeza
del Plateau, la incertidumbre de un
contratiempo, de un cambio de viento, el
recuerdo de la familia, la ganas de hacer
una llamada, la cercanía del Polo y de los
objetivos cumplidos.
La familia sabia que iba a estar bien, de
eso se encargan mi suegra Espe, la tía
Maribel y el batallón de cuñadas. Son de
esas que se lo pasan bien en Nochevieja
y hacen que los demás se lo pasen mejor.
Para toda la tropa de nietos y sobrinos es
su mejor noche, bueno, quizás después
de la de Reyes, pero esa de otra manera.
Seguro que no me echaron mucho de
menos, o eso espero.
Bueno, ya son casi 48 horas sin comer ni
dormir y me cuesta seguir el hilo.
Para terminar, vaya el Polo por el rey del
2011, Don Miguel Azcarate Oficialdegui,
que espero que si algún día viene por estos
lares se encuentre con una Antártida como
la que todavía tenemos ahora. Seguro que
iniciativas como la de ACCIONA harán
que así sea.
A ver si comemos algo y mañana nos
enseñan la base Amundsen-Scott.
Visita de la base
Amundsen-Scott
por
Ramón Larramendi
Tras llegar al Polo Sur al fin hemos tenido
tiempo para descansar, pues realmente
lo que más echamos de menos es poder
dormir sin estar en movimiento y poder
descansar completamente, por ello
dormimos casi 14 horas. Estamos un poco
confusos con las horas, la base americana
sigue el horario de Nueva Zelanda, la zona
de visitantes de la base sigue el horario
chileno, que tiene 6 horas de diferencia, y
nosotros hemos seguido el horario UTC
de Greenwich, que tiene 3 horas más de
diferencia, y cuando nos levantamos no
tenemos claro dónde estamos, pues el sol se
mantiene constante en el horizonte. Para
nuestro alivio el viento es desfavorable para
continuar la navegación.
fecha
3 de Enero de 2012
Nuestro día, en una hora indeterminada,
consiste en estudiar la ruta que nos queda
hasta Union Glacier y después ir a visitar
la base americana, en la que, para nuestra
sorpresa, nos informan que hay un español
que está trabajando en ella: Carlos Pobes
de Zaragoza que está con el proyecto
ICECUBE de estudio de los Neutrinos.
Carlos nos hace de guía, lo cual es una
suerte. La base es posiblemente lo más
parecido a como sería una base en el
espacio. En el sitio más desolado y hostil
para el hombre de repente hay una
minucia que simula la vida normal en
otras latitudes. La base está colocada
sobre pilares elevables para prevenir su
posible enterramiento, y lo primero que
se visita cuando se entra es una cancha
de baloncesto de un tamaño considerable
que es el lugar donde se hacen partidos,
conciertos y numerosas actividades.
Toda la base está pensada para que los
trabajadores en ella tengan el máximo
de posibilidades de tener cierto ocio
sin salir de aquí. Por supuesto fuera de
la base y especialmente en invierno, a
-70º, es imposible vivir ni hacer nada
más que estar el mínimo tiempo posible
haciendo el trabajo que a cada uno le
corresponda. La base, que ha costado
173 millones de dólares construirla, fue
completada en 2008, con motivo del año
geofísico internacional. Tras la cancha
seguimos viendo la biblioteca, la sala de
ver películas, el gimnasio, el hospital, el
invernadero donde plantan lechugas y
tomates que en invierno es la única fuente
de comida fresca, la producción alcanza
para una ensalada por semana para
cada una de las 50 personas que pasan
el invierno aquí. Nos da la sensación de
estar en el campus de una universidad, la
cafetería con vistas al punto geográfico del
Polo Sur. Por supuesto nosotros visitamos
la zona de vida en común, incluyendo los
centros de análisis de datos del estudio de
neutrinos, del telescopio y meteorológicos.
Luego hay laboratorios externos y zonas de
almacenamiento que no visitamos. Todo
es impresionante pero el costo económico
y energético de mantenerlo en pie es
enorme, casi todo viene en avión Hércules,
se hablan de al menos 2.5 millones de
litros de combustible necesarios en un año,
más el enorme consumo de gasolina de las
decenas de vuelos que los aviones han de
hacer.
base, junto con Carlos y más gente de
la base, visitan el trineo para que se
lo expliquemos. Están sorprendidos e
interesados, nadie ha oído hablar de un
vehículo movido por el viento que surque
el Antártico. Lo que más les sorprende es
que sean unos españoles quienes hayan
creado este vehículo, y no noruegos,
canadienses o gente que viva en la nieve
todo el tiempo.
Todo muy impresionante, no puedo evitar
las comparaciones con Vostok donde
Ignacio y yo estuvimos hace 5 años, una
base enterrada en la nieve y donde el
único espacio común era un pequeño
comedor de 4x7 metros que servía a la
vez de cocina, y por donde había goteras
a su entrada de la nieve que lo envolvía.
La diferencia es algo mas que dramática,
reflejan dos planetas diferentes.
Les explicamos que este es un primer
proyecto, realizado con el objetivo de
demostrar el potencial de este concepto
y la capacidad que tiene para más allá de
ser un vehiculo de exploración, sostener
un programa de investigación científica
pionero en el Antártico de un modo
totalmente limpio, idea que para mí está
totalmente clara. Sé que resulta chocante
para quien lo ve, pero las ideas nuevas
siempre generan desconcierto. De nuevo
el contraste entre la base americana y
el concepto totalmente limpio y muy
económico que nosotros planteamos es
total.
Subida la moral tras la visita y recibir
felicitaciones y pasar una agradable velada
con los habitantes temporales del Polo
Sur, nos hemos metido ya en el día 3 de
enero, día del cumpleaños de Javier Selva
Tenemos la oportunidad de explicar un
poco nuestro proyecto. En general la
gente esta desconcertada con él por la
extrema sencillez de nuestro trineo y por
la demostrada eficiencia del mismo para
el Antártico. Es un concepto totalmente
nuevo que sorprende incluso a los más
veteranos y expertos en el Antártico.
La futura manager de invierno de la
y de Juan Pablo Albar. De modo que
celebramos con cava y turrón la llegada
al Polo y los cumpleaños. Antes de dormir
decidimos qué horario vamos a seguir en
nuestro camino. Posiblemente seguiremos
un horario solar compatible con el horario
chileno de la base de Union Glacier y con
España. Mañana toca partir, siempre que
el viento sea favorable. Aún nos quedan
1.300 km por recorrer que pueden tener
muchas sorpresas. Nos preocupa lo que
llaman los “escarpments”, zonas de
pronunciada cuesta abajo, también las
grietas, hay campos de grietas en nuestra
ruta que debemos evitar. Por lo demás el
viento debería ser bastante favorable.
ANDANZAS DE UN
FOTÓGRAFO ANTÁRTICO:
el Polo Sur
y las fiestas de mi pueblo
por
Javier Selva
fecha
Ya hemos llegado al Polo Sur. Una de
nuestras metas, la más importante, ha sido
conseguida. Ahora tenemos que continuar
hasta Patriot Hills para completar la
travesía Antártica en este original vehículo
movido por el viento. Tiene su gracia esto
de recorrer 2.500 km por el desierto helado
de la Antártida en lo que Juan Pablo
llama el “carromato”. Y no le falta razón,
parecemos los antiguos pioneros del Oeste
Americano cuando encima de sus carretas
recorrían las infinitas llanuras desconocidas
4 de Enero de 2011
para ellos en busca de su particular Polo
Sur. Dos de nosotros pilotan el catamarán
y dos intentan descansar o dormir en el
interior de la tienda que llevamos montada
en el modulo trasero. La conclusión de
este sistema es que vamos arrastrando un
déficit de sueño importante, además como
en esta época en la Antártida no existe la
noche es difícil convencer al cuerpo que,
a pesar de que el sol lo inunda todo, las
dos de la madrugada es un buena hora
para irse a dormir. A esto hay que añadir
las irregularidades del terreno que por
la construcción del vehiculo, pensado
para deformarse y adaptarse al relieve sin
romperse, se trasmiten directamente al
suelo de la tienda…, en fin todo lo que un
hombre desearía para poder echar una
cabezadita.
Y para demostrar que no solo la
electrónica falla en estas condiciones
extremas, precisamente en una de esas
zonas de olas de hielo gigantes que aquí
llaman “sastrugis” partimos uno de los
raíles del catamarán. Fue un buen susto,
los raíles, a diferencia de otras parte del
trineo, son una parte vital y no son fáciles
de reparar. Están construidos de madera
laminada de fresno y diseñados para que
puedan soportar los fuertes impactos y las
deformaciones que se producen cuando
atravesamos los campos de “sastrugis”
con una tonelada que es lo que pesa el
catamarán. Pero después de unas horas de
hábiles trabajos de bricolaje conseguimos
solucionarlo, y debimos hacerlo muy bien
porque nos ha permitido llegar hasta el
Polo Sur.
Y por fin llegamos al Polo. Y qué queréis
que os diga, esto de ser de pueblo es lo
que tiene y el término “carromato” me
resulta familiar. En las fiestas patronales
de mi pueblo llegan algunos feriantes:
el “turronero”, el “de los churros”, el
“de los pollos” (por desgracia hace unos
años perdimos al “del tiro” con el que
la mayoría de nosotros aprendimos a
hacer trampas con una escopeta de aire
comprimido), instalan lo que allí se llama
el “tarraque” que es un chiringuito móvil
en el que tienen en el mismo pack su
negocio, su vivienda y su vehículo. En
ausencia de un diccionario de la RAE
en estas latitudes por motivos obvios, no
puedo confirmar si la palabra “tarraque”
es una invención local de mi imaginativo
pueblo o existe en realidad, pero lo cierto
es que, además de definir a los feriantes de
mi pueblo, es perfecta para aplicársela a
nuestro vehiculo. Fue formidable nuestra
aparición en el complejo de la base
americana que hay instalada en el Polo
Sur. Cuando lo detuvimos en la mismísima
entrada aparecieron dos individuos
corriendo, nosotros en un primer momento
pensamos que habríamos infringido
alguna de las numerosas prohibiciones
que hay en este lugar, pero no, por una
vez no se trataba de eso. Nos habían visto
desde la base y bajaban asombrados para
ver de cerca lo que desde lejos les debía
de parecer una aparición. Estuvieron
hablando con nosotros y haciendo cientos
de fotos supongo que para dejar constancia
gráfica del acontecimiento. Es de suponer
que además, como en mi pueblo, no son
muchas las novedades que ocurren por
aquí y la aparición de semejante cacharro
despierta todo tipo de entusiasmos. Una de
las cosas que más les llamaba la atención
era que además de trineo tirado por el
viento pudiéramos vivir y dormir en él.
Cotillearon y fotografiaron el interior de
la tienda como si de un verdadero milagro
se tratara. Igual que yo y todos los niños
de mi edad cuando por fiestas llegaban
aquellas extrañas caravanas que de día
vendían turrón o churros y después, con las
paredes cerradas, servían de dormitorio a
las familias que se ganaban la vida de feria
en feria. Tendréis que permitirme este
pequeño ataque de nostalgia pueblerina
pero es que la Antártida pasa factura a la
cabeza y el corazón de casi todos los que la
conocemos. Y más si encima es el día de tu
cumpleaños…
“LOS”
POLO SUR
por
Javier Selva
fecha
Participas en una expedición, haces cientos
de km (2.400); pasas frío, es decir, te hielas,
vamos que te congelas; no duermes casi
durante 20 días; pasas varias tormentas y
en algún momento miedo, pero miedo de
verdad; y todo con un objetivo: alcanzar
el Polo Sur con un vehículo 0 emisiones,
100% ecológico; y cuando por fin llegas
resulta que hay varios Polos Sur. La vida es así.
5 de Enero de 2012
Pero el Polo Sur, el de verdad, es el
geográfico, el de Amundsen y Scott, el que
si la Tierra fuera un ovillo y tuvieras una
aguja que metieras por él llegarías al Polo
Norte.
Como hablar de los varios Polos no es
una conversación habitual os hago una
pequeña descripción.
Polo Sur Geográfico: El auténtico,
al que hemos llegado 100 años después
que Amundsen y Scott. Latitud: 90º Longitud: 0º. El lugar más meridional de
la Tierra. Donde como en el Polo Norte
Geográfico confluyen todos los horarios.
A las 0 h son las 24 h y todas las que
hay entre ellas. Por él pasan todos los
meridianos. Se encuentra en el Plateau
antártico a una altitud de 2.835 m de los
que 2.700 son hielo.
Polo Sur Magnético: Se define como
el lugar donde el campo magnético del
planeta es perpendicular a la superficie.
En un sentido estrictamente magnético es
un Polo Norte, hacia el cual apunta el Polo
Sur de una brújula.
Polo Sur Ceremonial: Es el lugar donde
se encuentra la Base Amundsen-Scott, a
pocos metros del Polo Sur Geográfico.
Está señalizado por un pedestal con una
esfera metálica acompañada por todas
las banderas de los países firmantes del
Tratado Antártico.
Polo Sur de Inaccesibilidad: Es el
punto de la Antártida más alejado del
Océano Antártico y más complicado de
acceder.
Lo importante es que el 1 de enero
llegamos al Polo Sur Geográfico al que se
encaminaba la expedición y que ya hemos
cumplido el objetivo más importante
que nos habíamos propuesto. Ahora nos
quedan unos 1.200 km más en condiciones
igual de difíciles de las que hemos
superado. Si todo va bien hacia el 15 de
enero llegaremos a Union Glacier, última
etapa en la Antártida. Pero aún queda
mucho, prácticamente como ir de La
Coruña hasta Gerona.
LA NOCHE
por
DE REYES
Ignacio Oficialdegui
Lo primero: Muchas felicidades a mi
amigo Jesús; Jesús, además de otras cosas,
ha estado siempre en la retaguardia de
mis incursiones polares haciendo que me
pueda despreocupar de muchos asuntos
“terrenales” que rodean las aventuras.
Celebrada la onomástica, me voy a mis
últimas experiencias antárticas. Hoy se me
han juntado unos cuantos sentimientos
dolorosos: Estamos intentando alejarnos
del Polo Sur (¡qué vueltas da la vida!)
fecha
5 de Enero de 2012
y los vientos y la estrategia a seguir es
complicada. Solo la orientación es un lío
por el baile de cifras de longitud que te
vuelve loco y hace indescifrable de dónde
viene el viento y a dónde tienes que ir. Hoy
ha hecho un viento muy difícil, que implica
navegar en condiciones muy extremas para
poder sacar 90º de diferencia. El trineo
va muy forzado, totalmente cizallado y la
cometa totalmente pasada de fuerza en el
borde de la ventana, imparable. Pero, nos
lleva en la dirección necesaria y a saber
cuándo se volverán a dar esas condiciones,
por lo que “a saco”. Nieve polvo, terreno
liso, un frío que pela, tormentoso, 18
km/h, 9 horas de turno por delante,
cometón de 82 m2, el cuento de la lechera
calculando el regalo de Reyes que les
vamos a dar a Ramón y Javi que duermen
en la tienda.
Pero..., como ya comenté en una crónica
anterior, aquí todo tiene trampa. Una
hora de “felicidad tensa” y la línea se ha
enganchado en un mini sastrugi, casi no
merecía ese nombre, y al suelo con ella. La
cometa se va al viento, el trineo se queda
cruzado 90º, nieve barrida en la superficie,
82 m2 de tela llena de hilos,...el jardín está
montado. Más de una hora de maniobras
con las manos congeladas. Tres cuerdas
de la cometa rotas. Luego la arrancada
con el trineo cruzado al viento,... Juanpa
que estaba en la cometa casi no consigue
montarse en el trineo.
De nuevo parecen los mundos de Yuppie
y empiezan los castillos en el aire ha
dejarse ver por la mente. Tengo bastante
frío y me cuesta contener el intento de las
mejillas por congelarse; llevo las manos
enfundadas en los cubremanoplas de los
mandos y cualquier diminuta rendija
en el pasamontañas es suficiente para
reírse de mi inutilidad. Así pasan un par
de horas. Cuando mejor iba, de repente
un mando sale disparado de mi mano y
pierdo el control de la cometa. ¿Qué pasa
aquí? Me tengo que abalanzar sobre el
“sueltarrapido” y dejar que el viento se
lleve la cometa, mi alegría y mis energías.
Se había roto uno de los cordinos a los que
va anclado el tiro de la cometa en el trineo.
Una nueva pelota gigante de tela e hilos se
convierte en nuestro entretenimiento hasta
final del turno. Mi frustración es tremenda,
podíamos haber hecho un montonazo de
kilómetros y haber salido de esta zona tan
complicada...
Cuando entro en la tienda, después de
hacer algunos arreglillos en el trineo,
recuerdo que es la Noche de Reyes.
Después de la anterior Transantártica, en
2005-2006, me prometí que no volvería
a pasar esta noche fuera de casa mientras
mis hijos fueran pequeños (también
me prometí que no volvería a cruzar la
Antártida). Desde entonces falté de nuevo
hace un par de años durante la expedición
Polo Sur Sin Limites, y ahora,...pues eso,
traicionándome de nuevo. La cosa es que
me ha entrado una morriña gigantesca y
que me gustaría aparecer en casa como
por arte de magia. Me puedo imaginar a
todos cenando en casa de mi hermano y
la tensión de volver a casa y meterse en
la cama después de trajinar por ahí un
rato. Estarán poniendo la comida para los
camellos, y Matías, mi hijo mediano, se irá
corriendo a la cama para no cruzarse con
nadie en medio de la noche.
Además, el día de Reyes tiene otra gran
celebración en mi familia, esta noche
nació, hace 11 años, mi hijo Raúl.
¡Menudo regalo nos apareció en el zapato!
Paradójicamente, me consuela saber que
todos esos momentos están pasando y los
están, sin duda, disfrutando, y que seguro
van a estar ahí el año que viene. Es un
grandísimo lujo poder haber elegido estar
aquí esta noche, en medio de nada, en un
sitio cuyo nombre es un número y que si
doy un paso tiene otro nombre, aunque no
se diferencie en nada del anterior.
Muchas felicidades Raúl. Sé que nos
echamos los dos de menos y sé, también,
que me entiendes y que algún día querrás
venir por aquí, a ver la curvatura de la
tierra en color blanco. Un besazo y todas
mis vistas de mañana son para ti.
De “catabáticos”
y albaceteños
por
Ignacio Oficialdegui
Si alguno os fijáis en un mapa de la
Antártida con curvas de nivel, veréis que
estamos en una zona de gran pendiente,
hoy hemos bajado mas de 300 m. Sin
embargo la sensación sigue siendo de que
todo es plano, más aún, cuando hay una
bajada especialmente pronunciada (solo lo
sabemos por el GPS), la sensación visual es
de estar enfrentándonos a una especie de
rampa cuesta arriba, cosa bastante curiosa.
Hoy ha sido un día bastante fructífero, a
pesar de la modesta cifra de 98 km. Lo
digo porque hemos tenido que atravesar
unos campos de sastrugis terroríficos que
han puesto a prueba la resistencia del
fecha
8 de Enero de 2012
trineo y nuestra pericia como conductores.
El objetivo, además, era librar un gran
campo de grietas y parece que lo hemos
conseguido.
Lo que no he conseguido es dormir ni un
segundo pues mi turno de descanso ha
sido un calvario de salto en salto dentro
de la tienda de campaña debido a lo
salvaje del terreno. Ponemos rumbo al
paso de las montañas Thiel en la cadena
Transantártica.
Por cierto os debo lo de los “catabáticos”.
A este paso se acaba la expedición sin
ello: nuestra hipótesis de funcionamiento
del viento de cara a la navegación
es considerar que, en condiciones de
estabilidad, el aire frío se va acumulando
sobre la superficie antártica. Ese aire es
pesado, y más cuanto más frío sea, por
lo que se va aplastando contra el suelo,
sobre todo en las zonas geográficamente
más altas (llamadas Domos). Esas masas
pesadas acaban por “desparramarse”
hacia las partes más bajas siguiendo
la topografía, la máxima pendiente,
como cualquier fluido, por el simple
fenómeno de la gravedad. De esta manera
debería moverse perpendicular a las
curvas de nivel. Sin embargo, existe otro
componente que es la rotación de la tierra,
la cual hace desviar esa masa siguiendo el
fenómeno conocido como “Aceleración de
Coriolis” que desvía la masa de aire unos
45º con respecto a la máxima pendiente
y en el sentido contrario a las agujas del
reloj.
Pues esto es la exploración y la
investigación. Se tiene que cumplir la
hipótesis y además el día que pasas tú por
allí.
Falta otro de los grandes protagonistas del
viento y el hielo, el sastrugi, de los que ya
os hemos hablado en numerosas ocasiones
por que por otro lado, aquí no se habla de
otra cosa.
Pues eso es todo lo que hay aquí en
la antártida. Bueno, me corrijo, en
este momento estoy viendo algo que
denominaría “Capitán Hellín”: se trata de
algo parecido a un superhéroe vestido con
un mono apretado de forro polar de color
rojo al que le cuelga del cuello un antifaz
de esos de los aviones. Digo lo de Hellín
porque Javi Selva, entre otros sitios, dice
también que es de Hellín. De hecho lleva
una navaja albaceteña de un palmo que
es su arma para salvar el mundo, o para
separar capas de queso congeladas, o por
si nos atracan por el plateau polar.
CONCLUSIÓN: Se compra uno
un mapa de la Antártida, que es
“nosecuantas” veces USA (la cual todavía
Ya veis que aquí hay de todo, hasta
no esta bien cartografiada) con curvas de
nivel cada 500 m, y se diseña una rutita de recuerdos para mucha gente.
lado a lado sabiendo que ir a 80º del viento
Nos vamos a navegar. Espero escribir la
en empopada es todo un éxito.
próxima vez un grado y medio de latitud
mas allá...
Las manos del
“científico”
expedicionario
por
Juan Pablo Albar
Como muchos de los asiduos seguidores
de esta expedición, muy agradecidos
por nuestra parte desde estas latitudes,
habrán podido comprobar el responsable/
coordinador de los proyectos científicos
no se ha prodigado en exceso en esto de
la comunicación. Sobre todo después
de haber alcanzado el hito de Polo Sur
geográfico. Como siempre, una cascada de
razones pueden justificar este hueco que
desde ahora pretendo cubrir.
fecha
11 de Enero de 2012
Obviamente, una de las principales
razones ha sido el enorme impacto físico y
emocional que ha supuesto integrarme de
lleno en este proyecto con mayúsculas que
supone la travesía antártica a bordo de un
vehículo singular como reto meramente
exploratorio. Resulta tan dominante que
los aspectos científico-técnicos quedan
relegados a un segundo o tercer plano. No
quiero referirme en primer lugar al estatus
de esos proyectos, hoy quiero compartir
con vosotros una realidad vivencial desde
esos ángulos no contemplados en el guión
de la propuesta expedicionaria.
con los proyectos científicos que después
hemos venido desarrollando durante esta
expedición.
Ya hice mención fugaz en mi anterior
crónica a esas labores menores pero
imprescindibles que supusieron el inicio
formal de la expedición, cuando nos
dejó la avioneta Basler en el borde del
plateau antártico a -28ºC con unas
horas por delante de una gran tormenta.
Durante cuatro días en esas condiciones
ambientales tuvimos que montar desde sus
componentes más elementales el vehículo
trineo-catamarán al que Ramón aún no
ha bautizado con nombre propio. Aunque
ya había sido informado de los cientos
y cientos de nudos que tendríamos que
hacer, estos tomaron cuerpo en esos días
además de comprobar que los petates que
llevamos no resistían dos desplazamientos
con algo de peso en su interior por lo
que había que reforzarlos. Estas labores
requieren de destreza en las artes de cortar,
quemar extremos de cordino, anudar,
coser, etc. todas ellas muy manuales que
a ciertas temperaturas, siempre bajas,
sensibilizaron de manera significativa las
yemas de los dedos de más de uno, desde
luego las mías. En aquellos circunstancias
aparqué mis preocupaciones relacionadas
Como muchos de vosotros sabréis una
de las actividades importantes en alta
montaña y este tipo de expediciones es
la de fundir nieve para generar agua
en cantidades importantes, cosa que
también se hace en gran medida con
la ayuda de las manos. El gobierno del
catamarán también se hace con las manos
debidamente protegidas, las recogidas de
cometa, las de muestras para los distintos
proyectos científicos, etc., etc. Todas
estas manualidades no siempre tienen su
reconocimiento pero van dejando huella
en esas manos que de pronto empiezan
a ser protagonistas en primera persona
de casi todas las cosas que llevamos a
cabo. Esto puede resultar anecdotario
y marginal pero las sensaciones que
percibimos a través de ellas pueden llegar a
dominar nuestro estado de ánimo y humor
modulando las relaciones con los vecinos,
en este caso cuatro. El acorchamiento de
las yemas de los dedos supone un estado
de evolución del proceso que ya nos
acompañará hasta más allá de finalizada
nuestra aventura. También esta hipersensibilización puede conducir a algún
proceso patológico menor que, como en mi
caso, que en este ambiente siempre te deja
algo preocupado. No obstante y dicho
esto, la fuerza emocional de esta gran
expedición absorbe, mitiga y arrincona
todos estos inconvenientes físicos.
Por supuesto, el impacto físico al que me
refería no se reduce a la incomodidad de
las actividades mencionadas en presencia
del frío. La dinámica de navegación a
la que Ramón Larramendi ya se habrá
referido en sus crónicas (desde aquí no
tenemos acceso a la página web) implican
10 horas seguidas diarias de navegación
para cada dos de nosotros fuera de la
tienda-habitáculo con temperaturas entre
-20º y -35ºC. Esto deja poco espacio
temporal a aquellos poco experimentados
en el envío de crónicas in situ e in vivo. El
refugio del saco durante 10 horas, mientras
la otra pareja sigue navegando, no permite
salvo en paradas obligadas, poder teclear
una crónica.
No dejo de asombrarme cuando Ramón
está tecleando en el MacBook Air
elaborando su crónica casi diaria a la vez
que prepara la comida en el interior de
la tienda, atiende el teléfono y se prepara
para su turno de navegación, también
lo veo en Javi, preocupado con la carga
de batería del ordenador y el envío de
imágenes a Madrid y además también
es capaz de enviar crónicas. No menos
hace Ignacio desde su PDA después de
haber repasado el estado del vehiculo de
navegación. Parece ser claro que soy el
menos experimentado en estas labores.
Bueno, saludos y hasta pronto.
AVANCES
PROYECTOS CIENTIFICOS
EN LA ANTÁRTIDA
por
Juan Pablo Albar
La llegada al Polo Sur con un vehículo
cero emisiones propulsado por el viento,
indudablemente ha supuesto un hito
emocional de primera magnitud para el
grupo expedicionario cuyo último objetivo
es completar la travesía trans-antártica
desde Novolazareskaya hasta Union
Glacier. No obstante, aún tenemos por
delante más de 800 Km llenos de sastruguis,
grietas, pendientes varias y otras lindezas
que esperamos completar en menos de una
semana si el viento sopla con maestría a
nuestro favor.
Ahora quiero referirme al estatus de los
proyectos científicos que estamos llevando
fecha
13 de Enero de 2012
a cabo en nuestra magna expedición. Ya
hemos completado la recogida de muestras
de alguno de los proyectos científicos que
llevamos en la expedición. Se trata del
proyecto del CNRS y Universidad J. Fourier
de Grenoble para determinar las ratios
de oxigeno O18/O16 e hidrógeno D/H
en las muestras de nieve/hielo recogidas
desde Novo hasta el Polo Sur (34) y luego de
forma vertical en las proximidades de este.
Este proyecto ha contado con la inestimable
colaboración de Javier Selva que se ha
implicado de tal manera en el mismo que
ha optimizado el procedimiento de cata
mediante el uso del cilindro titanizado por
lanzamiento del mismo sobre la superficie
blanca que además, como el lector se habrá
dado cuenta, también es blanca, presión
posterior sobre la misma hasta captar un
cilindro de nieve compacta de 100 x 6 cm ,
extracción y homogenización de la misma,
alicuotado en tubos de polietileno de 50
ml ya etiquetados y almacenamiento de la
muestra a temperatura ambiente (variable
entre -25ºC y -38ºC) en menos de 5 min.
Todo ello, en aras a minimizar la parada de
cometa mientras se navega por este mar de
nieve.
El muestreo en las proximidades del
Polo Sur, a no más de 4 Km de la base
americana, consistió en hacer un pozo
de aproximadamente 1 m3 (1 x1 x1m),
practicado por Ramón Larramendi en
menos de 15 minutos, observar las distintas
capas de deposición de nieves a lo largo
de los años (recogida documentalmente
también por Javier Selva en su rol de
fotógrafo y documentalista de la expedición)
y recoger muestras de 50 ml en sentido
vertical cada 5 cm.
Hemos de tener en cuenta que,
contrariamente a lo que un observador no
especializado en el tema pueda presuponer,
el nivel de precipitaciones en estas latitudes
es extremadamente bajo (menor que en el
desierto del Sahara), hay desplazamientos
de nieve superficial de un lado para
otro provocado por los vientos pero no
precipitación en sentido estricto por lo
que estas capas pueden reflejar ambientes
atmosféricos de hace cientos o miles (¿?) de
años con solo unos metros de profundidad.
Esperemos que el Profesor Jean-Robert
Petit nos pueda dar alguna luz sobre esos
ambientes tras el análisis de las muestras.
El muestreo de aire a lo largo de todo
nuestro transecto, enmarcado en el
proyecto del CSIC (IDAEA-CSIC) de
Barcelona, sigue su curso aunque con
alguna restricción. Como ya me he
referido en algún otro lugar, este proyecto
pretende tomar muestras del aire del
plateau antártico para determinar la posible
presencia de los llamados Contaminantes
Orgánicos Persistentes más conocidos
por su acrónimo inglés POP (Persistent
Organic Pollutants) provenientes de
actividades antropogénicas industriales,
fundamentalmente a partir de la segunda
mitad del siglo pasado, son compuestos
químicos cuya degradación muy baja
o nula, se acumulan en sistemas vivos y
resultan nocivos para la salud de personas
y otros seres vivos. Entre estos, bifenilos
organopoli-halogenados (clorados
principalmente) o pesticidas como los
DDTs.
Este proyecto, gozaba y goza, de gran
interés por nuestra parte ya que entendemos
que el trineo-catamarán-Larramendi
como vehículo cero emisiones se ajusta
casi idóneamente a los requerimientos
del muestreo de aire en vehiculo limpio
no propulsado por combustibles fósiles.
Para llevar a cabo este muestreo el grupo
del Profesor Jordi Dachs del IDAEACSIC diseñó un dispositivo para alojar
una membrana captadora de este tipo de
compuestos consistente en una espuma de
poliuretano pre-tratada de forma cilíndrica
que se inserta en el interior de un tubo
cilíndrico de 10 x 40 cm que además
contiene un molinete que sirve para medir
el flujo de aire que llega de forma efectiva
a la espuma/membrana absorbente y que
está conectado a un registrador de datos (el
famoso dataloger) con unas baterías de litio
especiales para resistir bajas temperaturas.
El dispositivo cilíndrico va en el exterior
de la tienda de campaña que tenemos
en el módulo-vagón del trineo dirigido a
popa ya que los vientos que nos propulsan
tienen que tener al menos una componente
vectorial de empuje importante desde atrás.
Empezamos a muestrear el 13 de
Diciembre y ya hemos realizado 5 tomas
(cambios de filtro) y quizá podamos
completar el experimento con una sexta.
Las circunstancias climatológicas que
vivimos al principio de la expedición han
limitado la obtención óptima de datos
aunque confiamos que del análisis de las
espumas recogidas se puedan derivar
conclusiones de interés y además poder
optimizar el diseño del dispositivo para
futuras expediciones polares en este tipo de
vehículos de cero emisiones.
Finalmente, el proyecto de la Universidad
Autónoma de Madrid, (Profesores A.
Quesada y D. Velazquez), para el que
hemos recogido muestras en condiciones
cuasi estériles de aproximadamente 1,5 Kg
de nieve en distintos puntos, el último en las
proximidades del Polo Sur. Este proyecto
pretende ver si las cantidades de muestreo
cómo las elegidas serian suficientes para
determinar mediante espectrometría de
masas de alta sensibilidad y exactitud de
masa, la presencia de compuestos que
fuesen indicadores de retos de algún tipo
de actividad vital, tales como los llamados
DOCs, acrónimo en inglés de Disolved
Organic Carbon).
Cuando uno se ve inmerso en la
inmensidad del plateau antártico y las
referencias previas de muestreos de este
tipo en las costas antárticas y en latitudes
más benignas de este continente le cuesta
entender que las cantidades de muestreo
propuestas estén dentro del orden de
magnitud adecuado. No obstante, como
prueba de principio bien vale el intento.
A 1.300 m de altitud.
Montañas, calor y poco viento.
por
Ramón Larramendi
Es sorprendente lo gradual que se va
perdiendo altitud desde el Polo Sur. El día
9 en poco más de 100 km descendimos
más de 500 m de desnivel. Este no se baja
de golpe sino que va como por terrazas
que acaban en un valle de nieve. La
primera que vimos por la mañana estaba
a 87º 30’ en la continuación de una grieta
bien conocida, realmente era una gran
prominencia que delataba posiblemente la
presencia de relieve subglacial causante de
la grieta.
Cuando estábamos dispuestos a subir,
vimos una tienda de campaña roja sobre
el hielo, como a unos 2km de distancia,
posiblemente Richard Weber.
Pero no fue el único atisbo de vida que nos
encontramos, cruzando la cresta también
vimos huellas de pulka y de un vehículo,
además de una avioneta Twin Otter, cosa
fecha
13 de Enero de 2012
poco usual. Esto parece casi masificado
comparado con la Antártida Oriental.
Cuando se desciende una cuesta
pronunciada, el trineo adelanta a la
cometa, y esta se desinfla y se cae, cosa
que estuvo a punto de pasarnos en varias
ocasiones; hasta que al final decidimos
poner las gruesas maromas de cuerda
de freno por debajo para no alcanzar la
cometa.
El terreno es aterrazado y nada malo, los
grandes sastrugis aparecen ocasionalmente
pero nada que ver con la zona de los 88º S.
De hecho en general es mejor el terreno,
nuestro problema es el viento: cambiante,
errático y con una fuerza muy variable
lo que nos obligó a cambiar de cometa
en varias ocasiones subiendo y bajando
tamaño, pero sin dar con la cometa justa.
Tenemos las maniobras muy optimizadas
con respecto al comienzo de la travesía.
Si usamos la línea de 150 m tardamos
apenas 15 minutos en cambiar, si la línea
es de 300 m son 30 minutos, y si hay que
cambiar de línea tardamos 45 minutos.
Eso contando que no pase nada, que no se
enganche ninguna línea con un sastrugi o
se enrede, o cualquier otra cosa. Entonces
hay que volver a comenzar desde el
principio.
La textura de la nieve es diferente, se nota
que ha deshelado y vuelto a helar. A 86º
50´ S nos encontramos con la rampa mas
pronunciada de toda la travesía, con una
pendiente que daría casi para esquiar por
ella, la visibilidad es mala y nos cuesta
ser conscientes de si bajamos o subimos.
El GPS se convierte en el indicador más
fiable.
e inmóviles, esta nublado y no se siente
el sol. En la tienda toman ellos un café
y nosotros un chocolate que llevamos
en termos y todos comemos galletas
con mantequilla. Es curioso que en
ningún momento tengamos apetito ni
prácticamente sed. De hecho hacemos una
sola comida fuerte al día que se convierte
en merienda-cena-desayuno. El ritmo del
trineo es muy especial. Aunque el esfuerzo
físico como tal es pequeño, lo que nos
consume es la exposición continua al frío.
Posiblemente por la altura no tenemos
apetito casi en ningún momento, hay
días que incluso no nos apetece cenar.
De hecho nos sobra mucha comida, pues
estamos consumiendo bastante por debajo
de lo esperado.
Se nos cae la cometa en medio del
“cuestón” más grande de todos y
coincidiendo con la hora del cambio de
turno.
Cuando pasamos la barrera de los 2.000 m
ya se nota que esto es otra Antártida, nada
que ver con el Plateau central a 3.000 m
de altura y menos todavía que ver con la
alta meseta que atravesamos en 2005 a
3700 m de altura. La temperatura sube a
-17º C, algo muy cálido.
En el cambio de turno Ignacio y Juan
Pablo están somnolientos, nosotros
entramos vestidos y siempre un poco
helados después de 9 horas al aire libre
Tenemos a ritmo muy ajustado, 9 horas de
travesía para cada equipo de 2, una hora
de cambio de turno en el cual Javi y yo
empezamos a dormir y Juanpa e Ignacio se
levantan para hacer sus 9 horas. Y luego 5
horas para reparaciones del trineo, cenar
y desayunar y derretir nieve. El sistema
esta funcionando notoriamente bien, y de
hecho esta siendo posible descansar en el
trineo mejor incluso de lo que yo esperaba.
Las horas de tienda son claves para
relajarse un poco, compartir las aventuras
del día con los compañeros del otro turno,
planificar la siguiente jornada y tener un
mínimo tiempo donde abstraerse.
El viento para mientras cenamos y durante
todo el día 10 de enero no hay ni gota
de viento, y con bastante frustración
no podemos avanzar, ya estamos cerca,
esperábamos que esta zona fuera la mas
favorable de viento, y la realidad es que
está siendo bastante mala. En nuestro
turno intentamos navegar, prácticamente
sin viento levantamos la cometa, y
conseguimos mover el trineo allí donde
parece que es imposible, avanzamos a
apenas 2 km/h, pero de repente rola y esa
escasa velocidad ni siquiera la sacamos a
rumbo favorable. Tras navegar 5 km en
dos horas paramos. El calor es total, de
hecho podemos ir por primera vez sin
gorro y sin gore-tex.
Miramos constantemente nuestra pequeña
veleta, un hilo de seda, para ver si hay
alguna posibilidad de navegar. Durante
gran parte del día ha soplado viento hacia
el Polo Sur, tal y como Juanma con su
parte méteo que nos envía diariamente
desde España nos había advertido. Javi y
yo salimos con poca convicción en medio
de una densa niebla y nubes.
Conseguimos levantar cometa y esta se
desinfla y se cae cuando ya vamos a entrar
en la tienda. Una racha la infla estando
en el suelo, levantamos rápidamente y
todo empieza a rodar bien, aunque sin
posibilidad de ver el relieve, el whiteout,
cuando el cielo y la nieve se mezclan.
El viento sube y pronto vamos casi a 15
km/h. Debemos intentar ir despacio pues
somos incapaces de ver los sastrugis. El frío
es húmedo en vez de seco, diferente, y el
ambiente desapacible, de hecho nos vemos
obligados a abrigarnos al máximo. De
repente, a lo lejos, vemos nuestras primeras
montañas desde que salimos. Empezamos
a sentir el fin de la expedición, y la verdad
ya tenemos ganas de concluir. A 86º 10´
hemos visto a lo lejos restos de un depósito
o de gente, no hemos podido averiguar
qué eran. Seguimos bajando desnivel
durante el turno de Ignacio y Juanpa, el
viento se muestra de nuevo cambiante
hasta desaparecer a las 3 de la tarde. Las
montañas se ven a nuestra izquierda,
deben estar a 20-30 km. Nos quedan
poco más de 600 km para llegar a nuestro
objetivo, la temperatura es de -8ºC. Se
está en el exterior a gusto casi sin ropa,
sin gorro ni guantes, cosa impensable en
el Plateau. Estamos a 1.300 m de altura.
Nuestro objetivo está cerca. Estamos todos
muy animados.
Tan cerca pero aún tan lejos.
La lucha contra el gran blancO.
por
Ramón Larramendi
La sensación de aproximarse al final de
una larga expedición siempre es extraña,
entran los nervios, las ganas de llegar, y
sobre todo, uno ve las dificultades de un
modo diferente.
El día 12 avanzábamos optimistas hacia
la costa en una buena etapa en la que
hicimos 130 km con viento muy variable
de fuerza y dirección, algo que ya viene
siendo costumbre.
En cuanto al día 13, éste amaneció con un
“whiteout” total, es decir, que no se veía
nada y era imposible distinguir el suelo del
cielo: una ausencia total de relieve que por
supuesto hace imposible ver los sastrugis.
Pese a ello intentamos avanzar, pero a una
velocidad reducida para no impactar con
obstáculos no visibles.
fecha
15 de Enero de 2012
En esta situación, la marcha es lenta,
mareante incluso. Comienza a nevar y
un polvo fino nos cubre a Javi y a mí,
nos chocamos contra sastrugis varios sin
enterarnos y el trineo se articula sobre una
nube de algodón. Tenemos sensación de
ingravidez, de flotar por el espacio, tan solo
se ve la cometa y absolutamente nada más.
Con dificultad conseguimos hacer 30 km.
Cuando Ignacio y Juanpa empiezan
su turno parece que clarea y surge
momentáneamente un poco más de
relieve, pero el terreno cambia y entramos
en una zona de grandes blancos, es decir,
de sastrugis gigantes que en esta ocasión
debemos afrontar de cara. Tienen más
de un metro y unas “fauces” abiertas que
se pueden tragar al trineo. A veces nos
encontramos con campos de satrugis,
unidos entre sí que forman zanjas de más
de un metro. Cuando Ignacio entra en la
tienda tras un turno accidentado, afirma
que son los peores sastrugis que han visto
hasta la fecha. A mí me cuesta creer que
sean tan malos pero no tengo más que
esperar a mi turno para comprobar que
estamos ante la zona más difícil de toda la
expedición para navegar y que para colmo
hemos de afrontarla sin visibilidad. Y a
pesar de todo, ya hemos sacado 55 km a
un día de mal tiempo, no es gran cosa pero
es mejor que nada. Hemos conseguido
bajar hasta el paralelo 83ºS y estamos
animados.
Conforme salimos de la tienda el día 14
nos dura poco la alegría, pensábamos que
estábamos cerca de llegar pero el día es
malo y trastoca nuestros planes. Niebla,
nieve sin visibilidad ni relieve, un viento
fuerte y sí los mismos campos de sastrugis.
Casi a ciegas nos estampamos contra
algunos de esos “tiburones gigantes”, el
trineo está sometido a las torsiones más
increíbles de toda la travesía, en alguna
ocasión los raíles se ponen a 90º unos de
otros, es realmente extremo. El ritmo es de
apenas 2-3 km/hora. Nos enganchamos,
hay que buscar la posición de máxima
tracción con la cometa para que tenga la
potencia suficiente para sacarnos, pero
sin que nos haga salir despedidos a gran
velocidad.
El manejo es sutil, la necesidad es la de
evitar impactos y posibles daños: unas
veces se engancha la cuerda de tiro con un
sastrugi y otras afronta sitios imposibles.
De nuevo tenemos la sensación de que
es físicamente imposible que el trineo o
la tienda no se rompan, pero contra todo
pronóstico, no lo hacen. El trineo se dobla,
cruje, gira casi 90º en un sentido y luego
en el contrario, se levanta un raíl de un
extremo casi un metro, luego el centro
el que se levanta, mientras conduzco me
caigo de mi asiento hacia un lado, luego
hacia el otro, entre las cajas se abre un
agujero de mi tamaño, Javi se cae, los
que supuestamente duermen (porque es
imposible) se agarran dónde pueden, no
pegan ojo y los petates se zarandean en el
interior de la tienda. Tratamos de avanzar
muy despacio para no impactar.
Tenemos que cambiar las cometas para ir
con la fuerza justa, aun así es desesperante,
lento y peligroso. En un momento dado
sale el sol entre las nubes, y podemos ir
a más velocidad ya que por lo menos
podemos ver y evitar la gran mayoría de
los “grandes blancos”. Javi se encuentra
mal, mareado algo le ha debido de sentar
mal. El día no ayuda tampoco.
El terreno parece mejorar. La cuerda
del tiro se rompe y aprovechamos
para cambiar el turno con Ignacio y
Juanpa. Nuestro optimismo matutino ha
desaparecido, el tiempo sigue malo aunque
la temperatura es suave, de -10º C, se nota
entre otras cosas, en que la cara no duele si
se va sin máscara.
Ignacio y Juanpa no tienen más suerte que
la nuestra en su avance, la nieve es copiosa,
el viento errático y variable por lo que
tienen que ir de la cometa de 8m2 a la de
80m2 en cuestión de horas. En definitiva,
hablamos de un avance lento, duro y
exasperante.
Cuando entran en la tienda las caras
reflejan desánimo: no solo no vamos a
llegar de inmediato, sino que aún nos
pueden quedar varios días… tan solo el
humor de Javi mantiene en tono positivo.
Estamos tan cerca pero aún tan lejos…
La Expedición
ACCIONA Windpowered Antártica
completa con éxito su travesía polar
El equipo de ACCIONA ha culminado su recorrido de
3.500 kilómetros a través del Polo Sur empleando
solo la fuerza del viento para propulsar su trineo.
Los expedicionarios han recogido muestras de aire
y hielo para determinar científicamente los efectos
del cambio climático.
Madrid, 16 de enero de 2012.- Los
científicos y expedicionarios del equipo
ACCIONA Windpowered Antártica han
alcanzado hoy a las 11.30 de la mañana
(hora española) el punto final de su
travesía, coincidiendo con el centenario
exacto de la llegada de Robert Falcon Scott
al Polo Sur.
Después de alcanzar el Polo Sur
Geográfico el pasado uno de enero, el
grupo liderado por Ramón Larramendi,
ha recorrido 1.000 kilómetros más hasta
llegar al punto final de su expedición,
donde, a lo largo de las próximas horas,
les recogerá la avioneta que les conducirá
primero hasta la base Unión Glacier y
posteriormente hasta territorio chileno.
La expedición ha logrado recorrer los
últimos 300 kilómetros en tan solo 36
horas, a pesar de las malas condiciones
atmosféricas, que según Ramón
Larramendi han sometido al trineo
“a las torsiones más increíbles de toda la
travesía”.
Los integrantes del equipo ACCIONA
Windpowered Antártica - Ramón
Larramendi, Ignacio Oficialdegui,
Juan Pablo Albar, y Javier Selva-, han
completado con éxito los proyectos
científicos que se habían planificado
en colaboración con la Universidad
Autónoma de Madrid, el CSIC, el
CNR y la Universidad J. Fourier de
Grenoble. La expedición ha recogido
muestras tanto de hielo como de aire,
con el objetivo de analizar la evolución
de las condiciones atmosféricas a lo largo
de los siglos (reflejadas en las muestras
de hielo extraídas de catas a diversas
profundidades), la presencia en el aire de
los llamados “Contaminantes Orgánicos
Persistentes” procedentes de la actividad
industrial, así como la existencia en el hielo
de compuestos que arrojen indicios de
algún tipo de vida.
La expedición ACCIONA Windpowered
Antártica ha recorrido en total 3.500
km de travesía a bordo de un catamarán
movido exclusivamente por la fuerza
tractora de grandes cometas de hasta
ochenta metros cuadrados. Esto supone
que, por primera vez, cien años después
de la llegada de Amundsen y Scott,
se ha logrado alcanzar el Polo Sur
Geográfico a bordo de un vehículo movido
exclusivamente por una energía no
contaminante, y prueba la utilidad de este
sistema como medio de trasporte a través
el continente helado.
La travesía del equipo ACCIONA
Winpowered Antártica marca un hito en la
introducción de innovaciones técnicas para
optimizar el trineo utilizado como base
polar móvil.
¡ LO
CONSEGUIMOS!
por
Ramón Larramendi
Es una sensación extraña, mezcla
de euforia y añoranza la de llegar al
objetivo final. Sobre todo después de
la incertidumbre de los últimos días,
el mal tiempo nos ha ralentizado la
marcha, y el tiempo nublado y gris, nos
ha trasmitido un estado de ánimo más
bien triste. Navegando casi a ciegas con la
visibilidad justa para ver la cometa y poco
más, resulta sobrecogedor flotar entre el
blanco de la nieve y del cielo. Navegamos
sin descanso aprovechando un viento
favorable y un terreno que después de la
zona de tiburones gigantes fue mejorando
fecha
18 de Enero de 2012
progresivamente hasta convertirse en una
superficie prácticamente perfecta. Lo que
nos permitió avanzar el día 15 de enero
más de 170 km y el día 16 de madrugada
realizar un sprint en 8 horas de 125 km
para llegar a las proximidades de Patriot
Hills, punto final de la expedición.
Navegar el tramo final nos correspondió a
Javi y a mí, Juan Pablo e Ignacio salieron
apenas dos horas antes de la llegada, justo
cuando el sol salió después de que las
nubes desapareciesen.
Navegamos todos juntos por primera vez
en el trineo locomotora, el terreno y el
viento permitían ir a gran velocidad, de
hecho alcanzamos los 30 km/h. Mientras,
las colinas que dan nombre a Patriot
Hills aparecieron por el horizonte junto
a unos Nunataks llamados las Three
sails. Estábamos ansiosos y ligeramente
emocionados, navegando a toda velocidad
con un sol radiante y un terreno muy
bueno, viendo nuestro objetivo agrandarse
rápidamente. E interiorizando que lo
habíamos conseguido.
Hemos recorrido 3.500 km en 34 días de
viaje, cruzando la Antártida y alcanzando
el Polo Sur por primera vez en un vehículo
movido por el viento. Estamos cansados,
llevamos 40 días en el hielo desde que
el avión Bassler nos depositase cerca de
Novo, en la otra parte de la Antártida.
Partimos llenos de dudas respecto a las
innovaciones que habíamos introducido en
el catamarán ya que éstas solo podían ser
probadas en la Antártida, y por tanto no
teníamos garantías de que funcionasen.
Todas las innovaciones nos abrían el
camino a la construcción de catamaranes
más grandes, capaces de transportar
mucha más carga. Y potencialmente
por tanto de ser capaces de sustentar
un trabajo científico, y convertirse en
el vehículo de referencia para grandes
travesías antárticas de investigación. Ese
era el verdadero reto de la expedición.
Además de la satisfacción por la
consecución de nuestros objetivos
geográficos, me siento especialmente
satisfecho porque todas las innovaciones
han sido un éxito y nos abren el camino a
que el ACCIONA Windpowered Antártica
se convierta en el vehículo del Plateau de la
Antártida. Me reafirmo sobre su potencial
como vehículo capaz de sustentar un
programa científico, hemos dado un gran
paso en esta dirección.
El ACCIONA Windpowered Antártica
es el autentico velero de los desiertos
polares, un vehículo fiable, totalmente
adaptado a la naturaleza del terreno,
cuya construcción y manejo utilizan unas
técnicas sencillas, pero muy eficientes,
totalmente limpias. Un vehículo para el
futuro que resuelve los problemas para
moverse por el interior de la Antártida,
que es cero emisiones y tiene un muy bajo
coste operativo.
Éste ha sido un gran paso hacia un futuro
de investigación sostenible en la
Antártida, aún queda mucho por hacer en
este apasionante proyecto. Pero para Javi,
Juanpa, Ignacio y para mí ahora mismo
mientras esperamos que la avioneta venga
a recogernos no pensamos más que en una
ansiada ducha, una cena en condiciones
con un buen vino y el no tener que
abrigarnos tapándonos hasta la cara para
salir al exterior. Ahora mismo añoramos
la vuelta al mundo y a nuestra casa, es
tiempo de abandonar la primitiva sencillez
de la vida en el lugar mas hostil y frío de la
tierra, la gigantesca meseta antártica.
Y sin embargo
es perfecto
por
es precioso
Ignacio Oficialdegui
fecha
18 de Enero de 2012
Transantártica finalizada. Parecía mentira la envergadura, complejidad, posibilidades
cuando íbamos hacia el Polo Sur y también de fracaso y las complicaciones en las que
lo parecía cuando salimos de este.
te puedes ver involucrado ante cualquier
contratiempo. Las grandes expediciones
Una vez lo consigues todo parece fácil,
tradicionales al Polo Sur, las cuales
¿cómo no lo íbamos a conseguir?, ¿alguien tampoco cuentan con un gran número de
tenía alguna duda?
realizaciones, cubren una distancia de unos
1.200 km y se realizan en unos 60 días.
La realidad es que estas expediciones, a
Acabamos de finalizar un cruce de unos
nivel histórico, se pueden contar con los
3.500 km en un mes.
dedos de las manos y la ruta que acabamos Cada día que ha pasado hemos vivido
de hacer es una de las transantárticas
con la incertidumbre constante de no ver
más largas realizadas. Muy poca gente se
que este final llegaría. Ha sido una de las
aventura a este tipo de exploración dada
travesías más largas y, sin duda, una de
las más rápida de todas cuantas se hayan
realizado.
Con esto estamos hablando solo del
plano estadístico/deportivo, pero en
realidad este proyecto tenía otros objetivos
muy importantes en el plano científico,
documental y de innovación tecnológica
que lastran, por decirlo de alguna manera,
el movimiento y que han sido también
plenamente ejecutados.
Estamos, en definitiva, ante un logro de
gran envergadura cuyo planteamiento ya
es una locura en sí misma, tanto en el reto
como en la forma de la ejecución.
Ya ha quedado atrás Cape Town, Novo
runway , el paisaje de la Tierra de la Reina
Maud, la llegada al Plateau, el paso del
hombro del domo, los interminables km
hacia el Polo Sur, el campo de grietas, los
llanos “prepolo”, la entrada al Polo Sur, la
base Amundsen-Scott, el viento de salida,
el 85º, el 80º,…, cientos de km, cientos
de horas de navegación, cientos de horas
de frío, cientos de nudos, cientos de fotos,
de muestras científicas, de cucharadas de
mantequilla, de litros de nieve deshelados,
de levantadas de cometa, de envíos
de ficheros, de “jaris” de cuerdas, de
tiburones, de “tamatumos”, de vientos
“desorientados”, de calmas, de alfombras,
de crónicas, de botes durmiendo, sopas de
cebolla, tormentas, roturas de travesaños,
heladas de dedos, kilómetros, kilómetros, y
kilómetros.
Los últimos días han sido muy
complicados, el viento no venía, los
sastrugis nos han jugado alguna mala
pasada, se estaba alargando todo
demasiado para el ritmo que queríamos
llevar…, sin embargo, hace 48 horas
la Antártida reconoció nuestra labor y
tenacidad: por primera vez entró el viento
predominante, el que esperábamos, el
que tenía que haber sido y, por supuesto,
nos pilló con los mandos en la mano, con
la cometa levantada y no perdimos ni
un Watio de su potencia. En una tirada
recorrimos unos 300 km, el reloj no existía,
ni el sueño, ni la comida, ese viento nos lo
daba todo.
Mientras comíamos, uno de los temas
recurrentes ha sido siempre hablar de
nuestro vehículo. No sabíamos como
clasificarlo, lo veíamos en tierra de nadie.
No se trata de un medio deportivo al uso,
aunque supera todas las modalidades
actuales en este sentido, no es un vehículo
científico al uso, con sus orugas y sus
decenas de bidones de combustible.
¿Qué haces con algo novedoso, que cubre
las expectativas científicas, y lo hace
más rápido y barato que las actividades
deportivas, pero que rompe con lo
convencional, con lo establecido en la
comodidad? Estamos en la tesitura de
los pioneros y que además lo hacen en la
dirección del respeto, de la sostenibilidad
del futuro. Éste es el contexto en el
que, una vez más, ACCIONA se ha
involucrado.
Estamos realizando acciones presentes que
marcan un futuro con futuro, con el riesgo
que esto conlleva, pero que en este caso ya,
hoy, hemos demostrado que es posible. Ya
pasó la decisión más difícil, la de jugársela,
y ahora tenemos que disfrutar y explotar el
éxito.
Yo ya llevo unos años disfrutando de esta
filosofía de ACCIONA, he participado
en la locura de crear una alternativa
energética por todo el mundo y he visto
cómo otros compañeros se la han jugado
en otras divisiones con la innovación
en materiales constructivos, modelos de
negocio novedosos, planes de gestión de
agua con una visión integral de solucionar
problemas del futuro, no solo de un
beneficio económico puntual, y todo ello
con los pies en el suelo del momento en
el que viven, pero con las expectativas
de implementar algo que seguirá siendo
la solución dentro de muchos años y
sin hipotecar las soluciones de aún más
adelante.
En definitiva, durante todos estos días,
ACCIONA ha dado un paso de gigante
en el paradigma de la exploración y de la
conservación del planeta, el continente
blanco. Hemos dejado tras nosotros
muchas soluciones y tan solo, físicamente,
las huellas de cinco raíles donde la nieve
permitía imprimirlas y que en su mayor
parte barría conforme pasábamos. Hemos
recibido viento y sol y lo hemos convertido
en conocimiento, sin ningún otro efecto
secundario, sin externalidades. No hemos
dejado nada y no nos llevamos nada que
no se pueda guardar exclusivamente en
nuestras neuronas.
Ha sido una experiencia personal única.
La sensación de formar parte de este
proyecto tan ambicioso, la superación de
dificultades de todo tipo, el conocimiento
de mis propios límites, tanto físicos como
mentales, la convivencia con esta cuadrilla
de seres incansables y entrañables, la
genialidad y determinación de las ideas de
Ramón; el arte, técnica y humor de Javi,
el compromiso científico y la sencillez de
JuanPa, la belleza de este manto blanco
infinito donde uno puede ver en todo
momento la curvatura de la esfera terrestre
y se siente sobre un planeta, la violencia
y poder de la naturaleza, la sensación de
que existe una energía infinita que se nos
ofrece para que la tomemos.
Ahora a esperar a volver a casa, a dejarnos
arrastrar por todo lo que hemos contenido
durante varias semanas. Tengo muchas
ganas de reencontrarme con mi familia,
con mis compañeros de trabajo, amigos y
todos los personajes de mi vida cotidiana.
Esto ha estado muy bien, pero no nos
olvidemos de que somos personajes
“normales”, una pieza más de la vida
cotidiana propia y de otros, a pesar de
habernos involucrado en semejante
historia. Y ahí está precisamente el secreto
y el éxito de los grandes cambios, en
que no hay que esperar a que aparezcan
seres “extraordinarios”, venidos de otras
galaxias. Las ideas y la fuerza para llevarlas
a cabo están por igual dentro de cada
individuo, tan solo hay que creérselo, dar
el paso, o ayudar a otros a que lo den,
como hace todos los días ACCIONA, y mi
familia.
Me siento un privilegiado por poder decir
esto y por haber tenido las condiciones
para estar en la punta del iceberg de una
acción de futuro sustentada por la voluntad
y el esfuerzo de muchas otras personas que
no se ven, pero que están ahí, permitiendo
que todo esto sea posible.
3.500 km en los que solo hemos visto
hielo, viento, cielo, sol, nubes, frío y fuertes
voluntades para que siga siendo así. Todos
componentes sólidos a nuestros ojos pero
efímeros como mota de hielo, fotón,
caloría…. El componente humano parece
sobrar, pero el planeta es así, la vida es así,
nadie ha dicho que esté diseñado a medida
para nosotros y sin embargo es perfecto, es
precioso.
Para Juanma y Susana
Gracias Ramón, JuanPa y Javi
Gracias Celina
Gracias ACCIONA
Papel elaborado a partir de pasta FSC reciclada y sometida a un proceso de PCF (libre de cloro).
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