Una revisión crítica del concepto de creatividad - Creati-kids

Una revisión crítica del concepto de creatividad
Antes de iniciar, es elemental resaltar que para la elaboración del siguiente
resumen, se tomará como base un artículo de la revista denominada
Actualidades investigativas en educación, cuyo autor es Chacón (2005).
Ahora bien, para empezar, hay que indicar que el proceso creativo involucra
múltiples aspectos, esto ha ocasionado que sea definido en tres principales
líneas de trabajo: como un proceso (pasos o etapas usados para resolver un
problema; estrategias usadas para producir una nueva idea o combinación),
como un producto (trabajo aceptado en cuanto a su utilidad por un grupo en
algún momento) o enfocándose en la persona creativa.
Entre otras definiciones de creatividad, es posible mencionar la de Haan y
Havighurst (1961) creatividad es cualquier actividad que lleve a la producción
de algo nuevo. Gardner (2001, p.126) “El individuo creativo es una persona que
resuelve problemas con regularidad, elabora productos o define cuestiones
nuevas en un campo de un modo, que al principio, es considerado nuevo, pero
al final llega a ser aceptado”. Trigo y otros (1999, p.25) “La creatividad es una
capacidad humana que, en mayor o menor grado, todo el mundo posee”.
En fin la creatividad es un potencial que se puede desarrollar y debe integrarse
con otras habilidades del pensamiento, como mencionan Trigoy de la Piñera
(2000).
Sin embargo, es oportuno mencionar que los distintos términos de creatividad,
provienen de teorías sobre creatividad hechas por investigadores de sus
propios hallazgos, o al hacer críticas a otros autores. Pero algunas de estas
teorías son compatibles e integradoras.
Entre algunas de estas se pueden mencionar: La teoría de Wallach y Kogan
(1971), enfocada en la creatividad e inteligencia, y que descubre variaciones al
relacionar el CI con las puntuaciones de las pruebas de creatividad. Teoría de
la educación y la creatividad de Paul Torrance, que hace investigaciones del
pensamiento divergente. Otras que buscan la integración entre lo hereditario y
lo ambiental; otras basadas en el ser artístico, o en asociaciones para llegar a
nuevas soluciones y más.
De igual forma, la lectura habla también, de que todas las personas son
creativas en distintos grados, que según Monreal (2000), tienen que ver con
dos tipos de disposición: la personal y su relación con el ambiente. Además, se
indica que existen indicadores de la creatividad para clasificar a las
personas; donde resaltan como puntos importantes la fluidez (cantidad de
ideas que se producen sobre un tema), elaboración (factibilidad de llevar a
cabo las ideas), flexibilidad (variedad de ideas producidas desde diferentes
ángulos) y originalidad (generar ideas nuevas y diferentes).
Por otra parte, la lectura hace énfasis en que existen conceptos afines a la
creatividad, que están sumamente relacionados con esta. Entre estos están la
personalidad y creatividad; definiendo personalidad como diferencias
individuales, rasgos que son más o menos estables a lo largo de la vida.
También, se menciona que por lo general, en las personas creativas se recalca
la importancia de la perseverancia ante los obstáculos, la confianza en sí
mismo, la ambición y la imaginación.
Además, se debe mencionar que Eysenck (1993), plantea que existen tres
tipos de variables para obtener resultados creativos: variables cognitivas,
ambientales y de personalidad.
En cuanto a motivación y creatividad, se resalta la necesidad de incentivar
más la motivación intrínseca (es la más importante, requiere de fuerza interior
para asumir con persistencia las tareas creativas); pero buscando también
resultados positivos mediante la motivación extrínseca (Regida por factores
externos como el reconocimiento; si no hay cuidado puede ser insuficiente para
cumplir las metas).
El secreto está en combinar ambos tipos de motivación, porque estas son
necesarias para ser creativo.
Igualmente, la lectura habla sobre inteligencia y creatividad; e indica que
estos dos factores están relacionados, pero no son lo mismo. Porque la
inteligencia está más basada en el razonamiento abstracto y procesamiento de
información; mientras que la creatividad se usa más en solucionar problemas
de manera original.
Pues como Gardner (1995, p.38) menciona, un individuo puede ser mucho más
creativo que inteligente o mucho más inteligente que creativo.
Por otra parte, al hablar de creatividad y género, los estudios indican que son
más creativos los hombres; pero que esto podría deberse a que se hacen más
estudios con estos, también a que hay diferencias biológicas; y a que existen
presiones sociales y culturales que obstaculizan la creatividad de las mujeres.
Asimismo, al referirse a la sociedad, cultura y creatividad; se debe indicar
que como señala Murcia (2003, p.29), hay estudios que demuestran la
influencia del medio social y cultural en los procesos de producción creativa.
Igualmente, los estudios mencionan que un entorno favorable contribuye en el
proceso creativo, pero que también, ésta se puede estimular en entornos
difíciles y represivos. Además, se destaca el valioso papel que cumple el apoyo
de la familia y las instituciones educativas a la hora de crear ambientes que
promuevan la creatividad (valorar positivamente los productos, expresar ideas
poco comunes, propiciar la independencia, afrontar riesgos), y no la bloquen.
Otro subtema del que se habla, es de educación y creatividad, donde se
resalta que los docentes deben ser creativos y vivenciarlo, para poder
desarrollar una educación creativa y lograr propiciar esto en los alumnos; de
modo que logren una actitud de vida creativa. Entonces, esto se convierte en
un reto de la educación, para poder hacer transformaciones y estimular una
sociedad creativa.
Igualmente, se habla de que la educación creativa debe desarrollarse en todos
los niveles, desde educación inicial, hasta la universitaria; y trabajándose
multidisciplinariamente. Además, se menciona que en el ámbito educativo,
según Sternberg y Lubart (1997), la creatividad se podría potenciar dándole
menos importancia al valor de las notas, reconocer verbalmente el trabajo
creativo, utilizar distintas fuentes de motivación, asignarle alto porcentaje a la
creatividad, evitar el conformismo y más.
Sumado a lo anterior, se resaltan aspectos como la creatividad y ciencias del
movimiento humano, donde se destaca la importancia de usar estilos de
aprendizaje que fomenten el pensamiento divergente. Además, se indica que la
motricidad es un medio fundamental para desarrollar la creatividad, por
ejemplo, a través de juegos (sirve para observar, determinar y estimular la
creatividad), y el trabajo cooperativo; y que por ende, no se puede reprimir o
castigar el movimiento, debido a que es de gran importancia para el
aprendizaje, incluso en universitarios.
Para terminar, se habla sobre educación universitaria, donde Solar (1991,
p.30), considera que se obtienen dos beneficios recíprocos si se educa por
medio de la creatividad: la formación de estudiantes universitarios más
completos en lo humano y en lo profesional. Y el logro de actitudes y aptitudes
que permiten, con patrones conocidos e información nueva, reestructurar lo
conocido y obtener una solución diferente.
Asimismo, se menciona que hay brindar habilidades creativas a los
estudiantes, para que puedan enfrentar con un mínimo de recursos y con
imaginación, el acelerado desarrollo actual.
En fin, es difícil conceptualizar la creatividad porque es un constructo
multidimensional, en el que intervienen muchos factores. Lo que sí es seguro,
es que la creatividad es una herramienta indispensable para renovar la
educación y cambiar el futuro. Es un rasgo fundamental que debe ser
estimulado para que sea parte importante de su vida.
Guilford (1971, p.22), dice que la educación creativa forma personas plenas y
confiadas, que pueden enfrentar problemas personales, interpersonales o de
cualquier índole. Por lo tanto, el sistema educativo debe crear espacios para
fomentar el pensamiento divergente, la producción, de modo que permita a las
personas solucionar problemas creativamente.
Referencia
Chacón, Y. (2005). Una revisión crítica del concepto de creatividad.
Actualidades investigativas en educación. INIE.