SECRETARÍA DE EDUCACIÓN EN EL ESTADO UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD UPN 163 MAESTRÍA EN EDUCACIÓN, CAMPO FORMACIÓN INTERCULTURAL DOCENTE SEMINARIO: APRENDIZAJE INTERCULTURAL “INTELIGENCIA EMOCIONAL Y APRENDIZAJE POR COMPETENCIAS” PRESENTA TIMOTEO ZAVALA ROMERO Coahuayana de Hidalgo, Mich; noviembre de 200 RELATO TEÓRICO SOBRE INTELIGENCIA EMOCIONAL Y APRENDIZAJE POR COMPETENCIAS En la actualidad la formación pedagógica de los alumnos cada día es más compleja, debido a los constantes cambios sociales, culturales y económicos que ha sufrido el país, por lo que obliga al Sistema Educativo Mexicano (S.E.M.) a reformar la ley general de educación, la ley estatal de educación, el artículo 3° constitucional y los planes y programas de cada nivel educativo. Reformas que atienda a la diversidad de estilos y ritmos de aprendizajes de los alumnos que se encuentran en diferentes contextos sociales. Para comenzar este relato teórico, primeramente, se conceptualizará empíricamente lo que es inteligencia emocional y aprendizaje por competencias y después se retomarán aportaciones de autores como Daniel Goleman y Serge Boimare (inteligencia emocional), Xavier Garagorri, Sergio Tobon, César Coll, Laila Arnau y Antoni Zavala (aprendizaje por competencias); fundamentando lo anterior. La inteligencia emocional son las características sensoriales del ser humano, las cuales expresa de acuerdo a su estado de ánimo, lugar o personas con las que se encuentre. Pueden ser emociones positivas o negativas que deben ser controladas con la autoreflexión. Al respecto Goleman comenta: “La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer sentimientos propios y ajenos, y el conocimiento para manejarlos” (Goleman, 1995). La inteligencia emocional se somete a un sin fin de de habilidades y rasgos de personalidad tales como: empatía (ponerse en el lugar del otro), comprensión de los sentimientos, adaptación, control del carácter, simpatía, amabilidad, respeto, capacidad para resolver problemas interpersonales, etcétera. Las emociones son difíciles de controlar por lo que el individuo debe ser capaz de mantener un equilibrio en sus pensamientos a tal grado que estos no lo lleven a la locura. Son varias las situaciones que viven diariamente (el trabajo, la escuela, el tráfico, deudas económicas, pleitos familiares, desilusiones amorosas, por solo mencionar algunas) que pueden alterar emocionalmente al ser humano, de tal forma que el comportamiento se ve perturbado de tal manera, que se descontrolan las actitudes y la conducta, actuando así, de formas imaginables. No cabe duda que cada individuo es único e inigualable, mientras que unos son capaces de equilibrar sus emociones, es decir, tienen una inteligencia emocional elevada, convirtiéndose de esta manera en seres sociales, seguros de sí mismos y alegres, no son temerosos, ni piensan las cosas una y otra vez. Gozan de una notable capacidad de compromiso con las demás personas y causas, asumen responsabilidades, tienen ética, son solidarios y cuidadosos de sus relaciones. Su vida emocional la llevan al máximo, ya que se sienten satisfechos con ellos mismos y por ende con los demás. Otros llevan una vida emocionalmente pobre, lo cual conlleva a que sean personas con baja autoestima, temerosas, sin compromisos con ellos mismos y con los demás, tristes, con problemas nerviosos, trastornos mentales, tensiones, estrés, etc., y como consecuencia, acarrean problemas de inestabilidad emocional y a la vez un desequilibrio involuntario con las personas que lo rodean. Problemas que pueden ser causa de: alcoholismo, drogas, comida, ejercicio, dormir, ver televisión, trabajo excesivo, fumar, inactividad, entre otros. Cuestiones que si no son tratados a tiempo pueden llevar a las personas a los extremos y recluir en su mismo círculo a las personas más cercanas a él. Como profesores se debe ser consciente de la diversidad de estudiantes que se tiene en cada una de los salones de clases y ubicarlos en cada una de las situaciones arriba mencionadas, de esta forma comenzar a trabajar. Si tienen una inteligencia emocional elevada quizá sean pocos los problemas que estos alumnos tengan para lograr aprendizajes significativos. Mientras los alumnos que su inteligencia emocional es baja, entonces se convierte un reto para el docente; debe buscar las estrategias necesarias, poner en práctica las habilidades y sobre todo lograr equilibrar las emociones de cada uno de los estudiantes que se tenga este problema. Pues obviamente son obstáculos para el aprendizaje integral de los educandos. Enfocándose al aprendizaje por competencias, se puede observar que las reformas recientes a los planes y programas de la educación básica (preescolar, primaria y secundaria) proponen que se trabaje por competencias; palabra que al igual que interculturalidad aparecen de manera significativa en estos cambios que el S. M. E. ha hecho a la educación. Pero, ¿qué se entiende por competencia? Tomando la definición que César Coll hace: “Una competencia es la capacidad para responder a las exigencias individuales o sociales o para realizar una actividad o una tarea [...] Cada competencia reposa sobre una combinación de habilidades prácticas y cognitivas interrelacionadas, conocimientos (incluyendo el conocimiento tácito), motivación, valores, actitudes, emociones y otros elementos sociales y de comportamiento que pueden ser movilizados conjuntamente para actuar de manera eficaz.” (Coll, 2003, p. 2) Las competencias que se necesitan desarrollar para lograr aprendizajes significativos, dependen del nivel educativo en el que se encuentre el alumno; por ejemplo en preescolar, son competencias de integración y adaptación, socialización con los demás compañeros; en el nivel primaria las competencias básicas son: leer, escribir, escuchar y hablar y en secundaria aparte de tener las competencias adquiridas en los dos niveles anteriores, necesitan desarrollar la investigación, desenvolverse oralmente ante un auditorio y tener la capacidad de redactar textos y realizar narraciones. Si bien es cierto, hay diferentes tipos de competencias de las que el estudiante debe apropiarse, pero esta gran diversidad tienen elementos en común, como lo menciona Jabier Garagorri en su obra currículo basado en competencia: aproximación al estado de la cuestión. Estos elementos son: el de carácter integrador, transferibles y multifuncionales, de carácter dinámico e ilimitado y evaluables. Lo importante en el trabajo por competencias es que el docente se dé cuenta de la los estilos y ritmos de aprendizaje de cada unos de sus alumnos; “se aprende haciendo, lo que comporta una organización del aula compleja, con una gran participación del alumnado y en la que los distintos ritmos de aprendizaje se hagan extraordinariamente visibles” (Zabala, Arnau, p. 45) Los alumnos son pieza clave para que se pueda trabajar en el aula a través de proyectos, todos estos basados en las necesidades e intereses de los alumnos, maestros y padres de familia, proyectos donde se ponen en práctica las competencias que se han adquirido en el transcurso de la educación básica. Cabe mencionar que algunas de estas competencias los alumnos las traen desde antes de entrar a la escuela, que bien las pudieron obtener en su familia o en las interacciones con las demás personas. A lo que Sergio Tobón señala: El enfoque de formación con base en competencias pretende orientar la formación de los seres humanos hacia el desempeño idóneo en los diversos contextos culturales y sociales, y esto requiere hacer del estudiante un protagonista de su vida y de su proceso de aprendizaje, a partir del desarrollo y fortalecimiento de sus habilidades cognoscitivas y metacognitivas, la capacidad de actuación, y el conocimiento y regulación de sus procesos afectivos y motivacionales. (Tobón, 2006, p. 15) Se puede concluir que, tanto la inteligencia emocional como el trabajo por competencias tienen sus ventajas y desventajas en cuanto al aprendizaje se refiere, ya que el alumno debe estar bien emocionalmente, aceptarse a sí mismo y a los demás para después comenzar a desarrollar las competencias necesarias que el nivel educativo, maduración emocional y entorno social va exigiendo. Asimismo son varios los propósitos que se plasman en las leyes de educación, en el artículo 3° constitucional, planes y programas, propósitos interesantes y a la vez alentadores, con palabras que se escuchan bien tales como: diversidad, interculturalidad, integral; se hace saber que con estos se resuelve el rezago educativo existente en el país que solo es cuestión de tiempo y esperar los resultados que se producirán en los alumnos de todas y cada una de las escuelas que pertenecen al S. E. M.