ABREVIATURAS Y SÍMBOLOS. AD: Aurícula derecha. AI: Aurícula izquierda. VD: Ventrículo derecho. VI: Ventrículo izquierdo. A-V: Aurículo-Ventricular *: Cátodo. +: Ánodo estimulante. : Ánodo no estimulante CEC: Circulación extracorpórea. ECG: Electrocardiograma de superficie. GC: Gasto cardiaco. mA: Miliamperios. ms: Milisegundos. mV: Milivoltios. FC: Frecuencia cardiaca. PAS: Presión arterial sistólica sistémica. PAD: Presión arterial diastólica sistémica. PAP: Presión arterial sistólica pulmonar. PAD: Presión arterial diastólica pulmonar. SVO2: Saturación venosa mixta de oxígeno. BRIHH: Bloqueo de la rama izquierda del haz de His. BRDHH: Bloqueo de la rama derecha del haz de His. dp/dt: primera derivada de la curva de ascenso de la presión intraventricular del ventrículo izquierdo. 1 _____________________________________________________________________ I. INTRODUCCION. _____________________________________________________________________ 2 I. INTRODUCCIÓN. 1. Estimulación eléctrica temporal epicárdica postoperatoria en cirugía cardiaca. 1.1. Indicaciones. Las alteraciones transitorias de la conducción son frecuentes en el postoperatorio inmediato de la cirugía cardiaca y, en consecuencia, la estimulación temporal epicárdica postoperatoria constituye una herramienta terapéutica básica (Waldo, 1980; Feldman, 1992). La indicación fundamental de la estimulación epicárdica postoperatoria es el tratamiento de los cuadros que cursan con bradicardia. La estimulación temporal epicárdica postoperatoria también se utiliza para suprimir la extrasistolia auricular y ventricular y revertir episodios de flutter/fibrilación auricular mediante sobreestimulación auricular (Bojar, 1989). Los electrodos implantados para la estimulación epicárdica postoperatoria permiten realizar electrocardiogramas de superficie registrando la actividad auricular tanto en modo unipolar como bipolar. De este modo se puede contribuir al diagnóstico diferencial entre arritmias auriculares y de la unión y arritmias ventriculares (Bojar, 1989; Lowe, 1996). Los trastornos de la conducción son frecuentes después de la cirugía valvular aórtica. El haz del His puede resultar dañado a nivel del septo membranoso, especialmente en los sujetos con calcificación extensa del anillo. En la mayoría de los casos el bloqueo aurículo-ventricular revierte a los pocos días, si bien, en un pequeño porcentaje es preciso el implante de un marcapasos permanente habiéndose identificado como factores de riesgo la hipertensión arterial pulmonar, el infarto de miocardio perioperatorio y la edad avanzada. (El-Kahlly, 2004; Limongelli, 2003). Existe riesgo de bloqueo aurículo-ventricular por lesión del nodo AV o del haz de His después de procedimientos quirúrgicos sobre la válvula mitral y tricúspide así como en la corrección de algunas cardiopatías congénitas (Meimoun, 2002; Smerup, 2005). Hasta un 4.4% de los pacientes sometidos a cirugía tricuspidea presentan 3 grados variables de bloqueo aurículo-ventricular que requieren estimulación temporal durante el postoperatorio. Una tercera parte de ellos acaban precisando estimulación cardiaca permanente (McGrath, 1990). En los sujetos intervenidos de derivación aortocoronaria la tasa de incidencia de alteraciones postoperatorias transitorias de la conducción puede alcanzar el 50%. Los hemibloqueos y los bloqueos de rama suelen cursar asintomáticos mientras que los bloqueos aurículo-ventriculares o las disfunciones del nodo sinusal pueden requerir de estimulación temporal epicárdica postoperatoria (Mustonen, 2000). Se calcula que del 0.5 al 1% de los pacientes intervenidos de cirugía coronaria el trastorno de la conducción no revierte y es preciso el implante de un marcapasos definitivo. Entre los factores relacionados con el desarrollo de trastornos de la conducción postoperatorios se incluyen la severidad de las lesiones coronarias, particularmente de las ramas septales, la duración de la isquemia, la técnica de protección miocárdica, el grado de hipotermia y la edad del paciente (Mosseri, 1991, Fernández, 1996). 1.2. Dispositivos. 1.2.1. Electrodos. Para que un estímulo eléctrico consiga despolarizar el corazón es necesario aplicar un campo eléctrico de suficiente intensidad entre un polo negativo o cátodo (activo) y un polo positivo o ánodo (indiferente). Todos los sistemas de estimulación necesitan cerrar el circuito entre el cátodo y el ánodo para lograr la estimulación cardiaca. Si el circuito se interrumpe, ningún impulso eléctrico alcanza el corazón y no se produce la despolarización. Para el mismo tamaño de electrodo, el umbral de estimulación del ánodo es muy superior al del cátodo y por este motivo se considera que el cátodo es el electrodo estimulante mientras que el ánodo es el electrodo indiferente que cierra el circuito. 4 Los electrodos temporales están fabricados de alambre de acero multifilamento revestido de teflon o de politetrafluoroetileno expandido (PTFE). El extremo proximal de los electrodos ventriculares se inserta en una aguja atraumática cilíndrica de modo que permite un anclaje en el músculo ventricular suficientemente seguro como para evitar el desplazamiento con el latido cardiaco y ocasionar un mínimo trauma durante el implante y la extracción. El extremo distal del electrodo se inserta en una aguja recta triangular que se exterioriza transcutáneamente. Los electrodos auriculares se suturan directamente o mediante una membrana de teflon o polipropileno sobre la pared auricular. Los electrodos se retiran mediante tracción percutánea suave y firme entre 7 y 10 días después de la intervención. El riesgo de la extracción de los electrodos es mínimo, si bien, se aconseja un periodo breve de reposo y monitorización para descartar la presencia de sangrado o taponamiento. En caso de que sea imposible la extracción de los electrodos mediante tracción, se seccionan a nivel de la piel y quedan indefinidamente dentro del tórax. El manejo de los electrodos temporales exige un protocolo riguroso que incluye la prueba diaria de los umbrales de estimulación ya que la salida del generador debe ser al menos el doble del umbral. Los electrodos temporales pueden perder la captura y/o el sensado auricular y/o ventricular. Si el sensado auricular no es adecuado la competencia entre el ritmo auricular intrínseco y el marcapasos auricular puede precipitar la aparición de fibrilación auricular o flutter mientras que un sensado ventricular defectuoso puede ocasionar arritmias malignas debido al fenómeno de estimulación R sobre T. Si existe cortocircuito entre dos electrodos implantados próximos entre sí, el problema se puede resolver conectando el polo positivo del generador a una toma de tierra en contacto con la piel del paciente. La elevación del umbral de captura puede resolverse invirtiendo la polaridad de los electrodos. Los electrodos utilizados para estimulación cardiaca permanente pueden ser unipolares o bipolares. Los electrodos unipolares poseen un cable con un único conductor y un electrodo catódico situado en la punta. Sólo el cátodo es intracardíaco y estimula el corazón. El polo positivo o ánodo lo constituye la propia carcasa del 5 generador o un electrodo conectado a la piel del paciente (ánodo o toma de tierra). En los sistemas de estimulación unipolar el circuito entre el cátodo y el ánodo se cierra a través de los líquidos corporales y los tejidos. El electrodo bipolar posee un cable con dos conductores aislados entre sí en su interior que actúan como ánodo y cátodo. Los dos conductores son intracardíacos ya que el cátodo se sitúa en la punta del electrodo en contacto con el tejido cardiaco y el ánodo está localizado a 1-2 cm de la punta. El impulso eléctrico se propaga desde el cátodo, atraviesa el miocardio haciendo que el corazón se despolarice y retorna por el ánodo hacia el generador cerrando el circuito. Las ventajas de los electrodos unipolares incluyen su mayor flexibilidad, menor diámetro, bajo umbral de estimulación y espícula grande de fácil interpretación en el electrocardiograma. Sin embargo, los polos están muy separados por lo que la capacidad de sensado es de menor calidad y son más susceptibles a las interferencias por ondas electromagnéticas y miopotenciales. En los electrodos bipolares, la cercanía entre los dos polos los hace menos sensibles a las interferencias por ondas electromagnéticas y miopotenciales a la vez que previene la estimulación diafragmática o de la pared torácica y no se afectan por el cauterio monopolar. Como desventaja, se trata de electrodos más rígidos y de mayor diámetro. En estimulación temporal postoperatoria se utilizan habitualmente electrodos unipolares. Sin embargo, el modo de estimulación puede ser unipolar o bipolar. En el modo monopolar se utiliza un solo electrodo (cátodo) anclado en el epicardio y el circuito se cierra mediante una toma de tierra que se obtiene implantando una aguja hipodérmica en la piel del sujeto a la que se conecta el polo positivo del generador externo. Esta toma de tierra –ánodo- equivale al contacto de la carcasa con los tejidos de la bolsa del generador en los marcapasos utilizados para estimulación crónica. 6 La estimulación temporal epicárdica postoperatoria bipolar se obtiene implantado dos electrodos monopolares próximos entre sí sobre la misma cámara cardiaca. Uno de los electrodos se conecta al cátodo del marcapasos temporal y el otro se conecta al ánodo. El modo de estimulación bipolar es superior al monopolar en cuanto a parámetros de sensado. 1.2.2. Generador. El generador de marcapasos para estimulación temporal postoperatoria es un dispositivo constituido en esencia por un circuito electrónico encargado de emitir breves impulsos de corriente eléctrica y una fuente de energía, habitualmente una pila de 9 voltios. Los generadores externos poseen cuatro parámetros básicos ajustables. La frecuencia cardiaca, la corriente de salida, la sensibilidad y el modo de estimulación uni o bicameral. La frecuencia permite seleccionar un rango entre 30 y 180 impulsos por minuto. La corriente de salida utilizada para estimular el corazón puede ser ajustada entre 0 a 20 mA. La sensibilidad representa la capacidad del generador para detectar el latido espontáneo y se expresa en mV. Se puede modificar la sensibilidad del sistema a voluntad en un rango de 1 mV hasta 20 mV. Cuanto menor sea el voltaje seleccionado, más sensible es el sistema pudiendo obtener una estimulación "a demanda". A mayor voltaje, el sistema es menos sensible de modo que a voltajes altos se logra una estimulación “asincrónica”. Los generadores externos tienen dos polos. El polo negativo debe ser conectado con el corazón y el positivo con otro electrodo que actúa como indiferente. Si se toma la piel como tierra (estimulación catódica monopolar) el paciente puede referir molestias en la piel, especialmente si se utilizan una corriente de salida alta. Si se han implantado dos electrodos en la misma cámara, se puede conectar uno de ellos al electrodo negativo y el otro al positivo (estimulación bipolar) evitando este tipo de molestias. 7 Los generadores temporales para estimulación epicárdica postoperatoria pueden ser monocamerales o bicamerales. Estos últimos tienen la capacidad de estimular primero la aurícula y después de un retraso el ventrículo. Los generadores bicamerales permiten conservar de este modo el sincronismo aurículo-ventricular en los casos de bloqueo completo proporcionando, comparativamente con los generadores unicamerales, un mayor gasto cardiaco para la misma frecuencia cardiaca ya que aprovechan la contribución auricular (atrial kick) al llenado ventricular. Los generadores bicamerales son muy similares a los monocamerales diferenciándose en que cada uno de ellos poseen dos dispositivos de estimulación y sensado diferente para cada cámara y además permiten regular el retraso aurículoventricular entre 0 y 300 ms, si bien, se suelen utilizar rangos entre 140 y 200 ms. 1.3. Variantes de estimulación. 1.3.1. Estimulación monopolar. Como hemos indicado anteriormente en la estimulación monopolar existe un único electrodo en contacto con el corazón que actúa como cátodo (polo negativo), mientras que el ánodo se obtiene conectado un electrodo a la piel del paciente (toma de tierra o electrodo indiferente). En los sistemas de estimulación monopolar el circuito se cierra entre el cátodo y el ánodo a través de los líquidos corporales y los tejidos. Esta es la forma más simple de estimulación en el postoperatorio de cirugía cardiaca. Se puede estimular mediante este sistema catódico monopolar tanto la aurícula como el ventrículo. El hecho de que exista una tierra común favorece el sensado de artefactos eléctricos. Además si se utiliza la piel como toma a tierra el paciente puede referir molestias a ese nivel, especialmente si se selecciona una corriente de salida alta. 8 En la figura 1 quedan representados varios modos de estimulación catódica monopolar. ■ ■ ■ * * A * B C Figura 1. A: Estimulación catódica monopolar de la aurícula derecha. B. Estimulación catódica monopolar del ventrículo derecho. C: Estimulación catódica monopolar del ventrículo izquierdo. * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante (piel). 1.3.2. Estimulación bipolar. En los marcapasos endocavitarios permanentes, la estimulación bipolar se realiza mediante una única sonda en cuyo interior hay dos conductores. El electrodo terminal (cátodo) se sitúa en contacto con el endocardio y el polo positivo (ánodo) se sitúa a 1-2 cm del cátodo cerrándose el circuito entre ambos polos. En cirugía cardiaca la estimulación temporal postoperatoria se realiza habitualmente con electrodos monopolares. No obstante se puede estimular en modo bipolar implantado dos electrodos temporales próximos entre sí sobre la misma cámara cardiaca. Uno de los electrodos actúa como cátodo y el otro como ánodo. El circuito se cierra entre ambos electrodos. Este sistema bipolar reduce la posibilidad de interferencias de sensado y de molestias en la piel del paciente. En la figura 2 quedan representados varios modos de estimulación temporal postoperatoria bipolar. 9 ■ * ■ * A ■ * B C Figura 2. A: Estimulación bipolar de la aurícula derecha. B: Estimulación bipolar del ventrículo derecho. C: Estimulación bipolar del ventrículo izquierdo. * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante. 1.4. Técnicas de estimulación auricular. Para la estimulación y sensado auricular en el postoperatorio habitualmente se implantan dos electrodos unipolares en la orejuela y/o pared lateral de la aurícula derecha. Uno de los electrodos se conecta al polo negativo del generador de marcapasos (cátodo o electrodo estimulador) y el otro electrodo se conecta al polo positivo (ánodo o electrodo indiferente). De este modo se realiza un estímulo y sensado bipolar de la aurícula derecha. La estimulación catódica monopolar no se suele utilizar a nivel auricular. En la figura 3 se representan varios modos de estimulación auricular postoperatoria. ■ ■ * * A B Figura 3. A: Estimulación catódica monopolar. B: Estimulación bipolar. * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante. 10 Se ha descrito el efecto beneficioso de la estimulación biauricular comparativamente con el estímulo uniauricular. El estímulo único auricular derecho en pacientes con bloqueo interauricular puede ocasionar un retraso de la activación eléctrica de la aurícula izquierda. Como consecuencia la sístole auricular izquierda tiene lugar próxima o incluso simultánea con la sístole ventricular, resultando en una pérdida de la contribución auricular izquierda al llenado ventricular izquierdo. La experiencia con estimulación biauricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca es limitada. Se ha demostrado que la estimulación epicárdica biauricular postoperatoria en pacientes intervenidos de cirugía coronaria proporciona aumento del gasto cardiaco y previene la aparición de fibrilación auricular postoperatoria (Naito, 2005). Esta mejoría hemodinámica se ha atribuido a un acortamiento del retraso de la conducción interauricular y una mayor contribución de la contracción auricular al llenado ventricular izquierda objetivable mediante el acortamiento del intervalo existente entre la espiga de estimulación auricular y el final de la onda a de llenado ventricular (Naito, 2005). Esta optimización de la sístole auricular podría hacer disminuir la presión intraauricular y secundariamente ejercer un efecto protector frente a la fibrilación auricular postoperatoria (Archbold, 2004). 1.5. Técnicas de estimulación ventricular. 1.5.1. Estimulación de un solo ventrículo. Es el modo de estimulación ventricular habitual en el postoperatorio de cirugía cardiaca que se realiza implantado el/los electrodos sobre la cara anterior o diafragmática del ventrículo derecho y estimulando de modo monopolar o bipolar. 1.5.1.1. Estimulación monopolar. La estimulación ventricular catódica monopolar es el sistema más simple de estimulación y sensado en el postoperatorio de cirugía cardiaca. Se lleva a cabo 11 implantado un único electrodo sobre el ventrículo derecho que se conecta al polo negativo (cátodo) del generador que actúa como electrodo activo o estimulante. El polo positivo del generador se conecta habitualmente a una aguja hipodérmica implantada en la piel del paciente (ánodo) y que actúa como tierra o electrodo indiferente cerrando el circuito. En la figura 4 se representa esquemáticamente el modo de estimulación catódica monopolar de un solo ventrículo. ■ ■ * * A B Figura 4. A: Estimulación catódica monopolar del ventrículo derecho. B. Estimulación catódica monopolar del ventrículo izquierdo. * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante (piel). Como hemos dicho anteriormente el sensado de este sistema monopolar es más vulnerable a las interferencias que el bipolar y además puede provocar estímulo doloroso en la zona de inserción del ánodo. 1.5.1.2. Estimulación bipolar. La estimulación univentricular bipolar es el sistema más utilizado en el postoperatorio de cirugía cardiaca. Se implantan dos electrodos en el ventrículo derecho. Uno se conecta al polo negativo (cátodo) del generador y el otro al polo positivo (ánodo) del generador cerrándose el circuito entre ambos. El sensado bipolar es superior al monopolar y además en caso de que aumenten de modo considerable los umbrales de estimulación o aparezca un bloqueo de salida, la inversión de la polaridad 12 o la transformación en un sistema monopolar insertando una aguja hipodérmica en la piel que se conecta al polo positivo puede resolver el problema. En la figura 5 se representan esquemáticamente varios modos de estimulación bipolar univentricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca. ■ A B Figura 5. A: Estimulación bipolar del ventrículo derecho. B: Estimulación bipolar del ventrículo izquierdo. * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante. 1.5.2. Estimulación biventricular. La estimulación biventricular temporal en el postoperatorio de cirugía cardiaca presenta dos alternativas técnicas fundamentales (García-Bengochea, 2003). Una de ellas es la estimulación dual catódica en paralelo, en la que se implanta un cátodo en el ventrículo izquierdo y otro cátodo en el ventrículo derecho, cerrándose el circuito con un ánodo o toma de tierra común (dual catódica monopolar) o bien con sendos ánodos situados en cada ventrículo (dual catódica bipolar). La otra técnica es la estimulación biventricular anocatódica en serie en la que en el ventrículo izquierdo se implanta el cátodo y en el derecho el ánodo o viceversa. 13 1.5.2.1. Estimulación dual catódica. Para llevar a cabo la estimulación biventricular dual catódica temporal en el postoperatorio de cirugía cardiaca se debe implantar un electrodo en cada ventrículo y conectar el extremo distal de ambos electrodos en el polo negativo del generador externo, esto es, dos electrodos en paralelo en el mismo borne del generador. Para cerrar el circuito existen dos posibilidades. La primera consiste en utilizar una tierra común (ánodo indiferente) colocando un único electrodo en la piel del paciente que se conecta en el polo positivo del generador de marcapasos (Gaudiani, 2003; Zimmerman, 2003). De este modo se obtiene un sistema de estimulación dual catódico monopolar. Mediante este circuito en paralelo se logra un estímulo simultáneo de ambos ventrículos sin que exista la posibilidad de regular el retraso interventricular ya que los generadores temporales actuales no disponen de esta función. En la figura 6 se representa la configuración dual catódica monopolar. * * Figura 6. Estimulación biventricular dual catódica monopolar. * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante (piel). La segunda alternativa para cerrar el circuito en la estimulación dual catódica consiste en implantar un electrodo más sobre cada ventrículo y conectarlos al polo positivo obteniendo un sistema de estimulación dual catódico bipolar. Teóricamente este sistema es superior al monopolar pero exige implantar cuatro electrodos a nivel ventricular con el consiguiente riesgo de sangrado 14 (Spotnitz, 2005; Berberian y Quinn 2005). En la figura 7 se representa la configuración de estimulación dual catódica bipolar. ■ * Figura 7. Estimulación biventricular dual catódica bipolar. * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante. 1.5.2.2. Estimulación anocatódica. La estimulación ventricular anocatódica se obtiene al implantar un electrodo en el ventrículo izquierdo y otro en el ventrículo derecho en serie. Uno de los electrodos, generalmente el situado en el ventrículo izquierdo, se conecta al polo negativo (cátodo) del generador y el otro electrodo se conecta al polo positivo (ánodo estimulante). El concepto de ánodo estimulante se basa en que dicho electrodo está implantado en cámaras diferentes al cátodo en contraposición al concepto de ánodo no estimulante (indiferente) que es como se denomina al electrodo conectado a la piel del sujeto o implantado en la misma cámara que el cátodo para estimulación bipolar (Mayhew, 2003; Barold, 2001; Ricci, 2000). Este modelo de estimulación en serie es sencillo pero su principal desventaja es que el umbral de estimulación del ánodo es muy superior al del cátodo. La estimulación biventricular anocatódica es la más extendida en la evaluación hemodinámica de la electroestimulación en el postoperatorio de cirugía cardiaca. Varios autores (Foster, 1996; Weisse, 2002; Kleine, 2002; García-Bengochea, 2002) consideran que la estimulación anocatódica es una forma válida de estimulación biventricular, si bien, en algunos trabajos se cuestiona su posible efectividad 15 (Mayhew, 2003; Barold, 2001). En contraposición, recientemente se ha sugerido que la estimulación ventricular anocatódica es simplemente una forma de estimulación monoventricular, siendo la cámara activada la que corresponde al cátodo (Flynn, 2005). En la figura 8 se representan las posibles configuraciones de estimulación anocatódica ventricular postoperatoria. + * * A B Figura 8. A: Estimulación biventricular anocatódica con ánodo en ventrículo derecho. B: Estimulación biventricular anocatódica con ánodo en ventrículo izquierdo. * = cátodo estimulante. + = ánodo estimulante. 1.6. Estimulación secuencial aurículo-ventricular postoperatoria. En los pacientes que se encuentran en fibrilación auricular se implantan solamente electrodos a nivel ventricular, procediéndose en caso necesario a estimulación únicamente ventricular en cualquiera de las formas anteriormente descriptas. Por el contrario, en los pacientes que conservan ritmo auricular, el implante de electrodos se puede realizar a nivel auricular y ventricular para permitir la estimulación postoperatoria aurículo-ventricular secuencial mediante un generador bicameral. Varios trabajos han demostrado que para la misma frecuencia cardiaca, la estimulación secuencial aurículo-ventricular en pacientes con ritmo auricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca proporciona mejoría hemodinámica significativa comparativamente con la estimulación ventricular aislada ya que permite aprovechar la contribución auricular al llenado ventricular (Wallehaupt, 1989). En la figura 9 se 16 representan varias alternativas de estimulación secuencial bicameral en el postoperatorio de cirugía cardiaca. ■ * ■ * ■ ■ * * ■ * * + A B C Figura 9. A: Estimulación secuencial AD-VD bipolar. B: Estimulación secuencial AD-VI bipolar. C: Estimulación secuencial AD-biVI anocatódica. * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante. + = ánodo estimulante. La superioridad del la estimulación secuencial bicameral frente a la ventricular ha sido estudiada con detalle por lo que no nos referiremos más a este aspecto, salvo destacar que la regulación de la duración del intervalo AV puede condicionar decisivamente la respuesta hemodinámica a la estimulación bicameral. 1.7. Estimulación cardiaca con corriente bifásica solapada. 1.7.1. Corriente bifásica. Fundamentos técnicos. La corriente bifásica solapada (en inglés overlapping biphasic "OLBI") consiste en dos pulsos monofásicos unipolares de idéntica amplitud y duración y de polaridad opuesta respecto al generador aplicados simultáneamente creando un dipolo eléctrico (Hartung, 1994; Tse, 1996). El pulso negativo (cátodo) es emitido por el polo proximal y el pulso positivo (ánodo) por el distal cerrándose el circuito con un electrodo conectado con el generador. El campo eléctrico resultante genera una alta densidad de corriente que facilita la captura con umbrales más reducidos que la corriente monofásica habitual. 17 1.7.2. Estimulación auricular con electrodos flotantes. La principal aplicación de la corriente bifásica solapada es el estímulo y sensado auricular mediante dipolos flotantes. La amplia experiencia con corriente bifásica aplicada sobre electrodos flotantes en aurícula ha de mostrado que este tipo de corriente permite captura y sensado con umbrales bajos evitando la estimulación del frénico. Por otro lado, el ahorro que supone la reducción del umbral de estimulación facilita alargar la longevidad de las baterías (Izquierdo, 2002; Ferguson, 2001; Tse, 1996). 1.7.3. Aplicación de la corriente bifásica para la estimulación ventricular. La estimulación del miocardio ventricular mediante corriente bifásica es un procedimiento en fase de experimentación. Salvo el trabajo publicado por Lazarus (Lazarus, 1998) donde se ensayó la aplicación de corriente bifásica solapada sobre electrodos implantados en el endocardio auricular y ventricular la experiencia clínica es muy limitada. En el Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital Clínico Universitario de Santiago se está desarrollando un ensayo clínico (subvencionado por la Sociedad Española de Cardiología) sobre estimulación ventricular postoperatoria con corriente bifásica aplicada sobre electrodos epicárdicos temporales implantados en diferentes cámaras cardiacas. Los resultados preliminares de dicho estudio hasta la fecha han permitido demostrar que los umbrales de estimulación epicárdica mediante corriente bifásica son aproximadamente del 50% de los observados con corriente monofásica para la misma duración del estímulo e intensidad de corriente. Electrocardiográficamente la morfología y duración del complejo QRS no difiere sustancialmente de los obtenidos con corriente monofásica. Es posible que la alta densidad de corriente generada entre los dos polos posea un efecto antiarritmógeno y pro-resincronizador. Esta hipótesis es la base de la patente de un dispositivo de resincronización mediante corriente bifásica solapada que actualmente ha sido reconocida en Europa y cuyo titular es la Universidad de Santiago de Compostela. El 18 inventor, Prof. García-Bengochea, en colaboración con otros investigadores se encarga de dirigir el trabajo científico. 2. Tratamiento de la insuficiencia cardiaca crónica mediante resincronización. La resincronización cardiaca constituye una alternativa no farmacológica ni trasplantadora para un grupo seleccionado de pacientes con insuficiencia cardiaca y disfunción ventricular sistólica. Este grupo de pacientes presenta trastornos de la conducción que condicionan la aparición de actividad contráctil asincrónica susceptible de ser corregida mediante electroestimulación. La asincronía cardiaca puede estar presente a tres niveles: asincronía aurículo-ventricular, intraventricular e interventricular. Dedicaremos a continuación algunos comentarios a estos trastornos, deteniéndonos especialmente en los dos primeros ya que la importancia clínica de la asincronía interventricular es limitada (Blanc, 2003; García-Bengochea, 2003; Fernández y García-Bengochea, 2004). 2.1. Resincronización aurículo-ventricular La estimulación bicameral aurículo-ventricular puede proporcionar mejoría clínica y hemodinámica en pacientes con miocardiopatía dilatada e intervalo PR alargado (Kass, 1999; Nishimura, 1995). El aumento del retraso aurículo-ventricular en estos pacientes provoca una sincronía mecánica aurículo-ventricular subóptima ya que la contracción auricular prematura con respecto a la ventricular ocasiona un cierre incompleto de la válvula mitral, favorece la regurgitación mitral presistólica y altera el tiempo de llenado diastólico ventricular. La resincronización A-V optimizada mediante el acortamiento del intervalo A-V disminuye la regurgitación mitral, mejora la función ventricular sistólica aumentando la presión telediastólica ventricular y modifica el patrón de llenado 19 ventricular, pasando de uno caracterizado por una onda de llenado rápido dominante a otro más balanceado y fisiológico con una onda precoz y otra tardía (auricular). Este patrón más fisiológico disminuye la presión auricular media aunque el llenado ventricular sea el mismo y puede contribuir a la mejoría sintomática que experimentan estos pacientes (Brecker, 1996). El intervalo A-V adecuado para una sincronía aurículo-ventricular óptima es muy variable de unos pacientes a otros ya que los trastornos de la conducción interauricular pueden condicionar retrasos sobreañadidos al programado en el generador. 2.2. Resincronización intraventricular. En el corazón sano el sistema de Purkinje permite una transmisión rápida del potencial de acción a todas las partes del corazón resultando en una contracción uniforme y sincrónica del ventrículo izquierdo. Las alteraciones basales de la conducción intraventricular así como la electroestimulación con marcapasos sobre el ventrículo derecho pueden provocar que la activación ventricular izquierda progrese de un modo más lento y anárquico debido a que el impulso eléctrico es transmitido a través del miocardio en lugar del sistema de Purkinje (Wyman, 2002). Electrocardiográficamente los trastornos de la activación ventricular suelen acompañarse de un alargamiento del intervalo QRS, si bien, recientemente se ha observado que en algunos casos puede existir asincronía intraventricular con QRS de duración normal (Turner, 2004). El trastorno de la conducción intraventricular ocasiona una despolarización asincrónica de los segmentos ventriculares y secundariamente una contracción asincrónica acompañada de una disminución de los índices de contractilidad (dp/dt máx) y del volumen sistólico y un aumento de la regurgitación mitral. Los segmentos activados tempranamente se contraen y distienden el miocardio de las regiones activadas tardíamente. Cuando estas últimas se contraen distienden a su vez a las primeras que ya están iniciando la relajación. Esta secuencia de hechos determina que parte del trabajo generado por el miocardio ventricular que debiera ser empleado en impulsar la sangre al sistema arterial se disipe en las paredes ventriculares (Saxon, 2003; Abrahan, 2003). Se calcula que esta 20 contracción disincrónica ventricular ineficiente puede conllevar una pérdida del 20% del trabajo sistólico generado por el corazón (Navia, 2005). La resincronización intraventricular busca recuperar mediante la estimulación ventricular apropiada la coordinación de la contracción ventricular para obtener un bombeo de sangre más eficiente sin aumento del consumo energético del corazón (Saxon, 2003; Abrahan, 2003). En estudios clínicos, se ha observado que un porcentaje cercano al 30 % de los pacientes con insuficiencia cardiaca presenta trastornos de la conducción intraventricular, fundamentalmente bloqueo de la rama izquierda del haz de His, que determinan una pérdida del sincronismo mecánico ventricular (Farwell, 2000). La desincronización ventricular debida al bloqueo de la rama izquierda condiciona un retraso de la contracción del la pared libre del ventrículo izquierdo con respecto al septo (idioventricular kick) lo cual, como hemos dicho anteriormente, se traduce en una utilización deficiente del trabajo generado por el corazón y un trastorno de la función sistólica y diastólica (Hare, 2002; Alberca, 2003). La estimulación ventricular izquierda sola o asociada a la ventricular derecha permite recuperar el sincronismo mecánico entre el septo y la pared libre (Gerber, 2001; Leclercq, 2002; Nelson, 2000). Estudios multicéntricos han descrito que aproximadamente en el 70% de los pacientes sometidos a este procedimiento se observa mejoría clínica mientras que en el resto no existen cambios significativos (Cazeau, 2001; Abrahan, 2003). La resincronización proporciona, en pacientes seleccionados con insuficiencia cardiaca y trastornos de la conducción intraventricular, una mejoría de la clase funcional, de la tolerancia al ejercicio y de la función ventricular (Cazeau, 2001; García-Bolao, 2003; Linde, 2002) así como una reducción de los volúmenes ventriculares y del grado de insuficiencia mitral (Stellbrink, 2001; StJohn, 2003) y una mayor supervivencia que en los sujetos tratados médicamente (Cleland, 2005). 21 2.3. Resincronización interventricular. En condiciones normales el ventrículo izquierdo inicia la despolarización antes que el ventrículo derecho, es decir, existe un asincronía interventricular fisiológica (Gerber, 2001). En los pacientes con miocardiopatía dilatada y bloqueo de la rama izquierda del haz de His el septo y el ventrículo derecho se activan antes y de forma homogénea de modo que la contracción del VD comienza durante la telediástole del VI lo que produce una inversión del septo hacia el VI que dificulta la mecánica de este ventrículo y tiende a aumentar su presión telediastólica. El método más empleado para valorar la asincronía interventricualr es la medición del retraso mecánico de ambos ventrículos, definido como la diferencia de tiempo entre el comienzo de la eyección aórtica y el comienzo de la eyección pulmonar. Un retraso mayor de 40 ms se considera indicativo de asincronía interventricular. La corrección de la asincronía interventricular mediante el implante de un electrodo en cada ventrículo que permita controlar el desfase de activación entre ambos ventrículos no parece influir significativamente en la respuesta hemodinámica y clínica de los sujetos con insuficiencia cardiaca crónica sometidos a resincronización. De hecho el implante del electrodo en ventrículo derecho está cuestionado y no se considera imprescindible. 3. Valoración hemodinámica en el postoperatorio de cirugía cardiaca. 3.1. Determinantes del gasto cardiaco postoperatorio. En Fisiología se considera que el gasto cardiaco (GC) es el producto de la frecuencia cardiaca (FC) por el volumen sistólico (VS). A su vez, en ausencia, el volumen sistólico se obtiene a partir de la diferencia entre el volumen ventricular al final de la diástole (VTD) y el volumen final al final de la sístole (VTS). En la siguiente fórmula queda reflejada esta relación. 22 GC = FC x VS GC = FC x (VTD-VTS) GC = gasto cardiaco. FC = frecuencia cardiaca. VS = volumen sistólico. VTD = volumen telediastólico. VTS = volumen telesistólico. Los factores que condicionan el volumen telediastólico, esto es el llenado del ventrículo, son la precarga y la distensibilidad ventricular. La precarga es la presión de llenado del ventrículo durante la diástole. La precarga depende del volumen intravascular y clínicamente se cuantifica como presión venosa central o presión capilar pulmonar. La distensibilidad ventricular informa sobre la presión necesaria para distender un ventrículo durante la diástole. Cuanto más distensible sea un ventrículo, se necesitará menor presión para el llenado diastólico. Los factores que determinan el volumen telesistólico son la contractilidad ventricular y la postcarga. La contractilidad es una propiedad intrínseca del miocardio que representa la fuerza contráctil capaz de generar trabajo. La postcarga es la presión que debe vencer el ventrículo durante la sístole para bombear la sangre al sistema arterial. Un aumento de presión arterial sistémica o pulmonar representa un aumento de la postcarga ventricular. A su vez el volumen telesistólico y el volumen telediastólico están relacionados en condiciones fisiológicas mediante el mecanismo de Frank-Starling. La ley de Frank-Starling determina que para cualquier estado de contractilidad, un aumento del volumen telediastólico conlleva un aumento del volumen sistólico y del gasto cardiaco. Esta relación alcanza una meseta y comienza a decrecer a partir de un valor de volumen telediastólico lo cual indica que incrementos mayores del volumen telediastólico no aumentan el gasto cardiaco sino que provocan una disminución del mismo por sobrecarga de volumen y dilatación ventricular. En el siguiente esquema quedan reflejados los factores más importantes que determinan el gasto cardiaco. 23 Estimulación Vagal FC Estimulación Simpática VTD GC VL PTD PVC Elasticidad PA VTS Contractibilidad Salud del tejido O², Ph. etc. Estimulación simpática GC = gasto cardiaco. FC = frecuencia cardiaca. VL = volumen latido. VTD = volumen telediastólico. VTS = volumen telesistólico. PTD = presión telediastólica. PVC = presión venosa central. PA = presión arterial. 3.2. Cuantificación del gasto cardiaco postoperatorio. La técnica clásica y actualmente en desuso para calcular el gasto cardiaco durante el postoperatorio inmediato de cirugía cardiaca es la termodilución. Básicamente consiste en la inyección a nivel del la aurícula derecha de un bolus de líquido que se encuentra a una temperatura inferior a la del cuerpo. La caída de 24 temperatura resultante en el extremo distal del catéter de Swan-Ganz se utiliza para calcular el gasto cardiaco aplicando la fórmula de Stewart-Hamilton de dilución de un indicador. Esta técnica es fiable y precisa pero muy laboriosa y está expuesta a varias fuentes de error que dependen tanto de la técnica en sí como del paciente. El volumen y la temperatura del fluido que se inyecta así como el momento del ciclo respiratorio en que procede a la determinación pueden influir significativamente en el valor calculado del gasto cardiaco por lo que la meticulosidad en la aplicación de la técnica es mandatoria. En cualquier caso, este sistema de medida proporciona datos puntuales en el tiempo por lo que la monitorización del gasto cardiaco exige repetir el procedimiento numerosas veces detrayendo recursos humanos e incrementando el riesgo de errores técnicos a pesar de haberse desarrollados dispositivos semiautomáticos (Cariou, 1998). Actualmente la medida continua del gasto cardiaco postoperatorio se realiza mediante termodilución continua. El sistema de termodilución continua utiliza un catéter de Swan-Ganz con una resistencia eléctrica que se sitúa a nivel del ventrículo derecho. El calentamiento intermitente de la resistencia provoca un cambio de temperatura que es detectado en la arteria pulmonar aplicando el principio de la termodilución convencional. Los pulsos térmicos generados por la resistencia eléctrica permiten actualizar el valor del gasto cardiaco cada 30 segundos y además evitan el ruido térmico de fondo que es debido a cambios de temperatura secundarios a los movimientos respiratorios. La monitorización continua del gasto cardiaco mediante el análisis de la curva de pulso arterial combinado con el tiempo de tránsito de la onda de pulso ha sido utilizada en pacientes intervenidos de cirugía cardiaca demostrándose una adecuada sensibilidad y especificidad (Wouters, 2005, Ishihara; 2005). Algunos autores han aplicado la determinación del gasto cardiaco mediante el análisis de la curva de pulso arterial para valorar la optimización de la estimulación cardiaca postoperatoria. Sin embargo, el gasto cardiaco calculado mediante esta técnica puede estar falseado 25 debido a cambios de la presión arterial y arritmias sin que acompañen modificaciones sensibles del gasto cardiaco (Berberian y Quinn, 2005; Ishihara, 2005). Otras técnicas para cuantificar el gasto cardiaco como son las sondas de ultrasonidos que se sitúan alrededor de los grandes vasos torácicos permiten calcular el gasto cardiaco en tiempo real proporcionando datos muy fiables. Sin embargo, tienen el inconveniente de tratarse de métodos invasivos que sólo se pueden utilizar en el quirófano antes del cierre del tórax por lo que las determinaciones del gasto cardiaco necesarias para optimizar la estimulación postoperatoria se deben realizar inmediatamente después de la desconexión de la circulación extracorpórea (Berberian y Kanter, 2005; Dean, 1996). La monitorización continua de la saturación venosa mixta de oxígeno proporciona información sobre la relación entre la oferta y la demanda de oxígeno. La medición de la SVO2 se realiza mediante espectrofotometría de reflexión. Los factores que pueden afectar a las mediciones de la SVO2 incluyen la adecuada calibración del dispositivo, la velocidad del flujo de sangre, la distancia desde el extremo del catéter a la pared del vaso, la concentración de hemoglobina, la coagulabilidad de la sangre, la forma del eritrocito y el índice de refracción plasmático. Los cambios de la SVO2 pueden ser secundarios a modificaciones de la saturación arterial, contenido de hemoglobina, gasto cardiaco o variaciones en el consumo de oxígeno. La monitorización continua de la SVO2 se ha introducido como una medida indirecta del gasto cardiaco que asume que el resto de los parámetros que afectan a la SVO2 permanecen estables. 3.3. Disfunción ventricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca. 3.3.1. Síndrome de bajo gasto cardiaco postoperatorio. Los pacientes intervenidos de cirugía cardiaca bajo circulación extracorpórea (CEC) con isquemia miocárdica global por pinzamiento aórtico presentan grados 26 variables de disfunción ventricular transitoria en el postoperatorio inmediato en ausencia de infarto de miocardio (Breisblatt, 1990; Doyle, 1995). Esta disfunción ventricular transitoria después de CEC puede provocar un síndrome de bajo gasto cardiaco en el postoperatorio cuya prevalencia es del 10% de los pacientes intervenidos. La tasa de mortalidad de los sujetos que desarrollan síndrome de bajo gasto cardiaco alcanza el 17% (Rao, 1996). Los factores preoperatorios que condicionan un mayor riesgo de bajo gasto cardiaco postoperatorio son: fracción de eyección del ventrículo izquierdo reducida, edad avanzada, cardiomegalia, sexo femenino y aumento de la presión telediastólica del ventrículo izquierdo. Algunos factores intraoperatorios como el tiempo de isquemia miocárdica y el tiempo de circulación extracorpórea están relacionados con el síndrome de bajo gasto cardiaco (Doyle, 1995). El síndrome de bajo gasto cardiaco postoperatorio por disfunción ventricular transitoria después de CEC se caracteriza por un periodo inicial de mejoría de la función ventricular durante la primera hora después de finalizar la CEC seguido de un deterioro que es máximo a las 4-5 horas del postoperatorio y una recuperación paulatina que suele ser completa transcurridas 24 horas (Breisblatt, 1990). La disfunción miocárdica transitoria ocasionada por la isquemia debida al pinzamiento aórtico seguida de reperfusión constituye la base del aturdimiento miocárdico postoperatorio en el que están involucrados la depleción de fosfatos de alta energía, la sobrecarga de calcio intracelular, la generación de radicales libres y las alteraciones de la microcirculación coronaria (Doyle, 1995). El miocardio aturdido por isquemia-reperfusión responde al tratamiento con inotrópicos positivos por lo que constituyen el tratamiento de primera elección del síndrome de bajo gasto cardiaco postoperatorio (Breisblatt, 1990; Doyle, 1995; Butterworth, 1998). Los agonistas β-adrenérgicos y los inhibidores de la fosfodiesterasa III/IV son los inotrópicos más utilizados y proporcionan mejoría 27 hemodinámica precoz pero favorecen la isquemia miocárdica y las arritmias e incrementan la mortalidad a medio plazo en pacientes no quirúrgicos con insuficiencia cardiaca (Tamargo, 2004; Cody, 1988; Chatterjee, 1994). Sin embargo, su uso en cirugía cardiaca es habitual ya que otros fármacos vasodilatadores o β-bloqueantes pueden estar contraindicados debido a la inestabilidad hemodinámica del postoperatorio inmediato. El aturdimiento miocárdico, los agentes anestésicos y la vasodilatación e hipertermia secundarias a la respuesta inflamatoria asociada a la CEC contribuyen a esta inestabilidad (Doyle, 1995; Laffey, 2002). Además de la administración de fármacos inotrópicos positivos el tratamiento del síndrome de bajo gasto cardiaco postoperatorio por disfunción miocárdica transitoria incluye el empleo del balón intraaórtico de contrapulsación y la utilización de dispositivos mecánicos de asistencia circulatoria (Doyle, 1995). La estimulación ventricular en casos seleccionados ha proporcionado resultados óptimos en el manejo del síndrome de bajo gasto postoperatorio (Kleine, 2002; Liebold, 1998). No obstante, se trata en la mayoría de los casos observaciones aisladas no existiendo en la actualidad estudios prospectivos sobre muestras amplias. Recientemente está cobrando interés la electroestimulación cardiaca postoperatoria optimizada para mejorar el gasto cardiaco a la que nos referiremos más adelante. 3.3.2. Movimiento septal paradójico postoperatorio. El movimiento septal paradójico postoperatorio es el desplazamiento anterior del septo interventricular en la telesístole ventricular (Wranne, 1993). Se trata de un hallazgo frecuente y mantenido en el tiempo en pacientes intervenidos de cirugía cardiaca bajo circulación extracorpórea que no han sufrido complicaciones perioperatorias ni cambios electrocardiográficos significativos. La etiología del movimiento septal paradójico no ha sido aclarada. Frente a las hipótesis que consideraban que la apertura del pericardio y retracción de las estructuras mediastínicas condicionaba una pérdida de contención mecánica del corazón y desplazamiento anterior del ventrículo derecho (Force, 1983) numerosos trabajos han 28 demostrado que el movimiento paradójico no se hace patente hasta que el paciente no es desconectado de la derivación cardiopulmonar (Lehmann, 1990; Lindstrom, 2000). Se ha especulado con la posibilidad de que se trate en realidad de un trastorno de la función ventricular derecha debido a una protección miocárdica subóptima (Wranne, 1993). La trascendencia clínica del movimiento septal paradójico postoperatorio en pacientes con función sistólica conservada probablemente sea mínima. De hecho, se ha demostrado que la persistencia de movimiento septal anómalo no limita la capacidad funcional de los pacientes intervenidos (Hedman, 2004). En algunas observaciones clínicas, se ha comprobado ecograficamente que la estimulación ventricular izquierda puede revertir el movimiento septal paradójico y mejorar la función hemodinámica de modo significativo (Kleine, 2002), si bien, en las series clínicas publicadas no se ha evaluado sistemáticamente este aspecto (Foster, 1995). 4. Optimización del gasto cardiaco mediante estimulación eléctrica en el postoperatorio de cirugía cardiaca. 4.1. Estimulación cardiaca postoperatoria optimizada. De acuerdo con lo expuesto a lo largo de esta Introducción, la estimulación temporal postoperatoria en cirugía cardiaca está indicada para el tratamiento de los trastornos que cursan con bradicardia, principalmente el bloqueo A-V completo, la bradicardia sinusal y la fibrilación auricular lenta así como para suprimir focos ectópicos (Spotnitz, 2003). La optimización del gasto cardiaco mediante estimulación eléctrica consiste en obtener el máximo gasto cardiaco mediante estimulación epicárdica postoperatoria en aquellos pacientes que la precisan por presentar bradicardia. Existen múltiples posibilidades técnicas y protocolos de estimulación epicárdica postoperatoria y sin embargo, hasta la fecha no se han publicado guías clínicas que indiquen de modo sencillo y claro el método de estimulación temporal postoperatoria que permita en cada caso obtener el máximo gasto cardiaco posible 29 para un determinado enfermo, esto es, optimizar el gasto cardiaco postoperatorio (Spotnitz, 2005). Como se comentó anteriormente el gasto cardiaco depende de la frecuencia cardiaca y del volumen sistólico por lo que la optimización del gasto cardiaco mediante estimulación temporal postoperatoria no solo debe poner el énfasis en la frecuencia -como desafortunadamente ocurre en la práctica habitual- sino que también debe incluir otros parámetros que guardan relación con el volumen sistólico y sobre los que es posible actuar mediante electroestimulación. Entre estos parámetros se incluyen el retraso A-V (en los casos de estimulación secuencial A-V), el número y situación de los puntos de estimulación ventricular y el retraso interventricular (en los casos de estimulación biventricular). El aumento de la frecuencia cardiaca mediante estimulación temporal epicárdica provoca un aumento del gasto cardíaco hasta el límite marcado por la reducción del llenado ventricular diastólico o la isquemia subendocárdica por aumento del consumo miocárdico de oxígeno. En adultos la frecuencia cardiaca óptima se estima en un 25% superior al valor más bajo del rango fisiológico, esto es entre 80 y 90 latidos/minutos, salvo en los pacientes con ventrículos restrictivos al llenado diastólico o en pacientes con cardiopatía isquémica y revascularización incompleta, hipertrofia severa del ventrículo izquierdo o evento coronario agudo perioperatorio. En cualquier caso, la optimización de la frecuencia cardiaca mediante estimulación temporal postoperatoria se debe realizar en base a los cambios en el gasto cardiaco en lugar de la presión arterial ya que esta última depende de las resistencias arteriales y del volumen sistólico. Además, los mecanismos reflejos pueden enmascarar cambios en el gasto cardiaco de modo que no se acompañen de modificaciones significativas de la presión arterial. Para cualquier frecuencia cardiaca la estimulación A-V es hemodinámicamente superior a la estimulación ventricular aislada ya que conserva la contribución 30 auricular al llenado ventricular con el consiguiente aumento del volumen telediastólico ventricular. Este aspecto ha sido estudiado ampliamente por lo que no nos extenderemos en este punto (Raza, 1984). Por el contrario, el efecto del retraso A-V sobre el gasto cardiaco es específico para cada paciente. El rango óptimo de retraso A-V es muy amplio -entre 100 y 220 ms- y se debe a que los tiempos de conducción intraauricular y aurículo-ventricular presentan una gran variabilidad entre los sujetos e incluso pueden cambiar significativamente a lo largo del postoperatorio inmediato en un mismo sujeto. Un retraso A-V demasiado corto limita la contribución auricular al llenado ventricular y provoca una reducción del volumen telediastólico ventricular mientras que un retraso A-V excesivo condiciona una mayor regurgitación a través de las válvulas auriculo-ventriculares durante la sístole ventricular y un menor volumen sistólico efectivo. Aunque las recomendaciones convencionales indican un retraso aurículo-ventricular programado de 150 ms para una frecuencia de 90 lpm, la optimización del retraso A-V durante la estimulación temporal epicárdica se debe realizar al igual que la frecuencia cardiaca en base a la monitorización continúa del gasto cardiaco. El retraso A-V óptimo fluctúa a lo largo del tiempo dependiendo del período de conducción interauricular y del retraso a nivel del nodo A-V que pueden variar en el postoperatorio. En cualquier caso el retraso no debe ser ni muy corto para que no se interrumpa la contribución auricular ni muy largo para que no ocurra regurgitación mitral diastólica (insuficiencia mitral presistólica). Ecocardiograficamente, el retraso óptimo es el que permite completar un adecuado flujo transmitral (onda a) y el cierre completo de la válvula mitral (Ishikawa, 1999). El número y situación de los puntos de estimulación ventricular influyen en el gasto cardiaco. Frente a la colocación rutinaria de uno o dos electrodos en el ventrículo derecho para estimulación monopolar o bipolar respectivamente, se ha observado en algunas series clínicas que la estimulación biventricular anocatódica con cátodo en ventrículo izquierdo proporciona aumento del gasto cardiaco en el postoperatorio tanto en niños como en adultos. Se han publicado casos clínicos de 31 mejorías extraordinarias de la función ventricular mediante estimulación biventricular intraoperatoria que permitieron la desconexión de la circulación extracorpórea y la reversión del asincronismo intraventricular postoperatorio (Kleine, 2002; Liebold, 1998). A pesar de los estudios y observaciones publicadas no existe en la actualidad ningún protocolo establecido que determine el modo de estimulación ventricular postoperatorio capaz de obtener para cada paciente el máximo rendimiento de la electroestimulación en términos de función ventricular y gasto cardiaco. 4.2. Aplicación de la estimulación cardiaca optimizada en el bajo gasto cardiaco postoperatorio. La estimulación optimizada en el postoperatorio de cirugía cardiaca consiste en la aplicación del modo de estimulación que más gasto cardiaco genera en los pacientes que presentan bradicardia y se requiere aumentar la frecuencia cardiaca. Como hemos visto anteriormente la resincronización ventricular como tratamiento de la insuficiencia cardiaca crónica está indicada para corregir el asincronismo intraventricular y aurículo-ventricular y en menor medida el interventricular. La terapia de resincronización además de mejorar la función ventricular y de las válvulas A-V, permite que el tratamiento con β-bloqueantes en este grupo de pacientes no esté limitado por la presencia de bradicardia. La resincronización ventricular como tratamiento de la insuficiencia cardiaca crónica es un procedimiento en desarrollo en el que algunas de las indicaciones están sólidamente establecidas. La resincronización ventricular mediante estimulación biventricular o uni ventricular en el postoperatorio inmediato de cirugía cardiaca en pacientes con adecuada frecuencia cardiaca, pero con compromiso hemodinámica o alto riesgo, es 32 una alternativa terapéutica que se encuentra todavía en fase experimental (Gaudiani, 2003; Spotnitz, 2005). 33 ___________________________________________________________________ II. OBJETIVOS. _____________________________________________________________________ 34 II. OBJETIVOS. De todo lo expuesto a lo largo de la Introducción se puede concluir que la estimulación temporal postoperatoria en cirugía cardiaca es una herramienta terapéutica infrautilizada ya que sólo se aplica para aumentar la frecuencia cardiaca en los cuadros que cursan con bradicardia obviando el efecto de la electroestimulación sobre la precarga así como sobre la contractilidad y eficiencia de la sístole ventricular. A partir de estudios realizados en pacientes con insuficiencia cardiaca crónica sometidos a electroestimulación se ha podido comprobar que la elección de la cámara ventricular donde se estimula así como el número y localización de los puntos donde se aplica el estímulo eléctrico pueden condicionar la aparición o reversión de asincronismo durante la sístole así como una disfunción de las válvulas aurículoventriculares. Por este motivo una adecuada colocación de los electrodos temporales y un protocolo de estimulación correcto pueden provocar cambios significativos del gasto cardiaco para una misma frecuencia cardiaca en pacientes intervenidos de cirugía cardiaca. Actualmente los estudios realizados para evaluar el efecto hemodinámico de diferentes modos de estimulación ventricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca son escasos, heterogéneos e incluyen un número reducido de sujetos. Por este motivo no existe un cuerpo de doctrina que establezca las configuraciones de estimulación mas apropiadas para cada paciente. Este hecho determina la ausencia de protocolos y guías de actuación clínica en estimulación cardiaca postoperatoria que se puedan aplicar rutinariamente para obtener el máximo rendimiento de esta técnica. Por todo ello los objetivos de nuestro trabajo son: 1- Estudiar en una muestra amplia de sujetos intervenidos de cirugía cardiaca la respuesta hemodinámica asociada a la estimulación anocatódica ventricular con cátodo en ventrículo izquierdo y compararla con la estimulación anocatódica 35 ventricular con cátodo en ventrículo derecho manteniendo en ambos casos la sincronía aurículo-ventricular en los pacientes con ritmo sinusal. 2- Estudiar la seguridad de la estimulación ventricular anocatódica izquierda y derecha en el postoperatorio de cirugía cardiaca manteniendo la sincronía aurículoventricular en los sujetos con ritmo sinusal. 3- Analizar las variables clínicas, ecocardiográficas y electrocardiográficas que pueden determinar la respuesta hemodinámica durante la estimulación anocatódica izquierda y derecha en el postoperatorio de cirugía cardiaca. 4- Valorar el patrón electrocardiográfico de despolarización ventricular en estimulación temporal ventricular anocatódica epicárdica en pacientes intervenidos de cirugía cardiaca. 5- Definir pautas de actuación que sirvan como guía clínica para seleccionar el modo óptimo de electroestimulación en cada paciente durante el postoperatorio de cirugía cardiaca. 36 _____________________________________________________________________ III. SUJETOS, MATERIAL Y METODO. _____________________________________________________________________ 37 III. SUJETOS, MATERIAL Y MÉTODO. 1. Sujetos. 1.1. Criterios de selección. Se incluyeron en este trabajo un total de 50 pacientes intervenidos de cirugía cardiaca bajo circulación extracorpórea entre marzo de 2002 y mayo del 2005 en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela. Se consideraron candidatos a participar en el estudio todos los pacientes intervenidos electivamente de revascularización miocárdica o cirugía valvular independientemente de su ritmo cardiaco nativo o función ventricular. Se consideraron criterios de exclusión la presencia de arritmias cardiacas sobrevenidas en el postoperatorio inmediato que necesitaran la administración de antiarrítmicos así como la inestabilidad hemodinámica que precisara el uso de fármacos inotrópicos positivos, agentes vasoconstrictores o balón intraaortico de contrapulsación. De todos los pacientes se obtuvo el correspondiente consentimiento informado. Así mismo se obtuvo la autorización del Comité Ético de Investigación Clínica. 1.2. Parámetros demográficos. La edad media de los 50 pacientes incluidos en el estudio fue de 67.14 ±11.18 años (rango 39-82). La distribución por sexos fue del 75% de varones y 25% de mujeres. En las figuras 10 y 11 está reflejada la distribución por edad y sexo de los pacientes. 38 Figura 10. Distribución por edades de los pacientes incluidos en el estudio Figura 11. Distribución por sexos de los pacientes incluidos en el estudio. 39 1.3. Estudios preoperatorios. El diagnóstico clínico preoperatorio más frecuente fue la estenosis aórtica (45%), seguido de la cardiopatía isquémica (35%), insuficiencia aórtica (12.5%) e insuficiencia mitral (7.5%) (figura 12). Figura 12. Distribución de los pacientes de acuerdo con el diagnóstico preoperatorio. E Ao = estenosis aórtica. C Isq = Cardiopatía isquémica. I Ao = insuficiencia aórtica. I Mi = insuficiencia mitral. Mix = Mixtos (valvular y cardiopatía isquémica). Preoperatoriamente el 84% de los casos se encontraba en ritmo sinusal y el 16% en fibrilación auricular crónica (figura 13). Presentaban alteraciones de la conducción el 36% de los pacientes, siendo el bloqueo de la rama izquierda del haz de His la alteración más frecuente (18%); seguida por el bloqueo de la subdivisión anterior (8%), el bloqueo aurículo-ventricular de primer grado (6%) y el bloqueo de la rama derecha del haz de His ( 4%). En la figura 14 queda reflejada la distribución de los pacientes de acuerdo con las alteraciones de la conducción. En el 12% de los sujetos el ECG basal era normal, mientras que un 38% cumplía criterios electrocardiográficos de hipertrofia ventricular izquierda (figura 15). 40 Figura 13. Distribución de los pacientes según presencia de ritmo sinusal y fibrilación auricular preoperatoria. RS = ritmo sinusal. FA = fibrilación auricular. Figura 14. Distribución de los pacientes según las alteraciones intraventriculares de la conducción. BRIHH = bloqueo de la rama izquierda del haz de His. HBAI = hemibloqueo anterior izquierdo. BAV = bloqueo aurículo ventricular. BRDHH = bloqueo de la rama derecha del haz de His. 41 Figura 15. Distribución de los pacientes de acuerdo con la presencia de criterios electrocardiográficos de hipertrofia ventricular izquierda en el electrocardiograma. HVI = hipertrofia ventricular izquierda. La función ventricular sistólica estaba conservada (fracción de eyección del ventrículo izquierdo >55%) en el 50% de los pacientes. Un 36% presentaba depresión ligera de la función ventricular (FE 35-50%) y un 14% padecía una depresión severa de la función ventricular (FE< 35%) (figura 16). Figura 16. Distribución de los pacientes según la fracción de eyección ventricular izquierda. FE = fracción de eyección % 42 Los pacientes con cardiopatía isquémica aislada presentaban afectación de un vaso en el 8 % de los casos, lesión dos vasos en el 10 %, de tres vasos en el 18 %, y enfermedad del tronco coronario común izquierdo en el 10 %. En la figura 17 queda representada la distribución de los pacientes con enfermedad coronaria aislada según la extensión de las lesiones. El 60 % de los pacientes con enfermedad coronaria aislada tenían antecedentes de infarto transmural y presentaban una FE del VI del 41 %. Figura 17. Distribución de los pacientes con enfermedad coronaria aislada según la extensión de la enfermedad. 43 2. Procedimiento quirúrgico. 2.1. Técnica anestésica y monitorización. Los pacientes con patología coronaria fueron premedicados con 1 mg de morfina/10 kg de peso (Morfina 1%® Serra Palies S.A.), 5 mg de diazepám, (Valium® Almirall); 1 mg de escopolamina (Escopolamina Braun®, Braun, España) administrados por vía intramuscular y 5 mg de nitroglicerina transdérmica en forma de parches (Minitran 5®, 3M, España) una hora antes de la inducción de la anestesia. Los pacientes con patología valvular fueron premedicados con 100 µg/kg de morfina (Morfina 1%® Serra Palies S.A., España); 5 mg de diazepám, (Valium®, Almirall, España), 1 mg de escopolamina (Escopolamina Braun®, Braun, España), por vía intramuscular. Los sujetos fueron monitorizados en quirófano mediante electrocardiografía de 5 derivaciones, pulsioximetría y medida no invasiva de la presión arterial mediante esfingomanometría. Se canuló una vena periférica con un catéter nº 16 (Abocath-T venisystems®, Abott, Ireland) y la arteria radial con un catéter nº 18 (Arrow Internacional Radial Artery catheterization set ®, Arrow, USA). Posteriormente se procedió a la inducción anestésica con 1 mg de midazolam (Dormicum®, Roche Farma, España), 0.7 µg/kg/min de remifentanilo (Ultiva®, Glaxo-Hithkline, España); un bolo de 0.1 mg/kg de bromuro de vecuronio (Norcurón®, Organón, España), y sevofluorane inhalado al 2% con oxígeno (Sevorane®, Abbot, España). Seguidamente se procedió a la intubación orotraqueal manteniendo parámetros de ventilación estándar con un volumen corriente de 8-10 ml/kg, tiempo inspiratorio del 33%, frecuencia de 10-12 ciclos/minuto para un CO2 espiratorio de 32-38 mmHg. La anestesia se mantuvo con sevofluorane en una FIO2 de 40-60% y una perfusión intermitente de remifentanilo de 0.2-0.6 µg/kg/min. 44 Después de la inducción anestésica se insertó un catéter de Swan-Ganz revestido de heparina (Opti-Q, Abbott-Critical Care System® , Abbott Laboratories, IL, USA) a través de la vena yugular interna derecha dotado de un dispositivo para medida de presiones, gasto cardiaco continuo mediante termodilución desde resistencia eléctrica y saturación venosa mixta mediante espectrofotometría. El catéter fue conectado a un monitor de gasto cardiaco continuo y saturación venosa mixta (Q2 CCO/SVO2 Computer®, Abbott Laboratories, IL, USA). Durante la intervención se monitorizó la presión arterial sistémica, pulmonar y venosa central, pulsioximetría, electrocardiograma de 5 derivaciones, temperatura esofágica y uretral y parámetros ventilatorios, todos ellos a través de un dispositivo estándar de anestesia (Datex-Ohmeda Aestiva 3000®; AS/3 monitor®, DatexOhmeda Intrumentarium Corp., Helsinki, Finland). 2.2. Técnica quirúrgica. 2.2.1. Circulación extracorpórea. Todos los pacientes fueron intervenidos del modo habitual utilizando circulación extracorpórea con derivación cardiopulmonar, hipotermia ligera entre 32º y 33º C y paro electromecánico del corazón mediante pinzamiento aórtico y administración de solución cardiopléjica. Se utilizó una máquina de circulación extracorpórea (Stöckert SIII®, Germany) dotada de cuatro módulos con rodillos y bomba centrífuga (Stöckert SCP Revolution®, Germany) a la que se acopló un intercambiador de calor (Stöckert SIII®, Germany). Previo a la conexión a circulación extracorpórea se procedió a heparinizar a los pacientes con 3 mg/kg de heparina sódica (Heparina Rovi®, S.A., España) manteniendo durante todo el procedimiento un tiempo de coagulación activado superior a 300 segundos (Hemotec ACT III®, Inc. Medtronic, USA) añadiendo, en los casos necesarios, dosis complementarias de heparina. Se 45 administraron 2 millones de unidades de aprotinina en el cebado (Trasylol®, Bayer, Germay) en 34 pacientes y una dosis por vía venosa de 16 mg de ácido épsilonaminocaproico (Caproamín® Fides, España) en 16 pacientes. Finalizada la circulación extracorpórea se procedió a la revertir completamente la heparina circulante con protamina (Protamina Rovi®, Rovi S.A., España). Se utilizó un oxigenador de membrana (Dideco Avant 903 D®, Italia) cebando el circuito a base de 1000 ml de solución cristaloide de ringer lactato (Ringer Lactato Braun®, Braun, España), 0,5 mg/kg de manitol, (Manitol Braun 20%®, Braun, España), 100 ml de bicarbonato de sodio 1 molar (Venofusin®, Fresenius Kabi, España) y 0,5 mg/kg de heparina sódica (Heparina Rovi®, Rovi S.A., España). Durante el procedimiento se mantuvo una presión parcial de oxigeno en sangre arterial entre 200 y 300 mmHg, iniciando la circulación extracorpórea con una FIO2 de 100% que se fue disminuyendo a medida que se enfriaba el paciente. 2.2.2. Protección miocárdica. En todos los pacientes se procedió a paro electromecánico del corazón mediante pinzamiento aórtico y administración de 400-600 ml de solución cardiopléjica hipercalémica a 3ºC preparada por la perfusionista y compuesta por: 47 mEq de Cl K, 25 mg de bicarbonato de Na, 18,5 ml de lidocaína al 2% y 5 mg de nitroglicerina (Solinitrina®, Berenguer Infale, Germany) diluidos en sangre del paciente a 33º C en una relación 4/1. Las dosis sucesivas de solución cardiopléjica se administraron cada 20 minutos a 3º C y estuvo compuesta por: 37 mEq de Cl K, 18,5 ml de lidocaína al 2%, 5 mg de nitroglicerina (Solinitrina®, Berenguer Infale, Germany). Se administró una dosis única de solución cardiopléjica (Cardioplejia Braun®, Braun, España) caliente a 37ºC inmediatamente antes de la reperfusión compuesta por: trometamina: 856,2 mg/100ml, citrato 2H20: 619,63 mg/100ml, ácido cítrico: 46 77,3 mg/100ml, fosfato monosódico 2H20: 59,13 mg/100ml, glucosa anhidra: 3687 mg/100ml, Cl K 234 mg/100ml, aspartato monosódico: 1027 mg/100ml, glutamato monosódico: 1119 mg/100ml, Na: 62 mmol/100ml, cloruros: 3,4 mmol/100ml, K: 3,14 mmol/100ml, fosfatos: 0,37 mmol/100ml, Ph aproximado: 8,3, osmolaridad: 672 mosmol/litro. Asimismo durante la inducción del paro electromecánico del corazón se administró suero fisiológico a 4º C en el saco pericárdico. En todos los casos la administración de la solución de cardioplejia se realizó por vía anterógrada. 2.2.3. Intervención quirúrgica. El abordaje se realizó a través de esternotomía media convencional. En los pacientes con cardiopatía isquémica se procedió a la revascularización completa para lo que se extrajo simultáneamente la vena safena interna y/o la arteria radial izquierda y la arteria mamaria izquierda (esta última para revascularizar el territorio de la arteria coronaria interventricular anterior). Se canuló la aorta ascendente y la aurícula derecha del modo habitual. Se utilizaron dos cánulas en la aurícula derecha en los enfermos intervenidos de sustitución valvular mitral y una sola cánula cavo-atrial en los pacientes coronarios y aórticos. 47 En la tabla I queda reflejado el tipo de procedimiento quirúrgico llevado a cabo. Procedimiento quirúrgico Sust. Val. EAo 19 casos IAo 6 casos IMi 4 casos EAo + IMi 2 casos Revasc.Mioc. C.I.(2 vasos) 5 casos C.I. (3 vasos) 10 casos EAo + C.I. SVAo+R.Mi SVM +R.Mi 3 casos IMi + C.I 1 caso Tabla1: Sust. Val = sustitución valvular. Revasc. Mioc. = revascularización miocárdica. SVAo+R.Mi = sustitución valvular aórtica y revascularización miocárdica de un vaso. SVM+R.Mi = sustitución valvular mitral y revascularización miocárdica de un vaso. EAo = estenosis valvular aórtica. IAo = insuficiencia valvular aórtica. IMi = insuficiencia valvular mitral. EAo+IMi = estenosis valvular aórtica e insuficiencia valvular mitral. C.I. (2 vasos) = cardiopatía isquémica con revascularización miocárdica a dos arterias coronaria. C.I. (3 vasos) = cardiopatía isquémica con revascularización miocárdica a tres arterias coronarias. EAo + C.I. = estenosis valvular aórtica y cardiopatía isquémica. IMi + C.I = insuficiencia valvular mitral y cardiopatía isquémica. En la tabla II están reflejados los tiempos de circulación extracorpórea y de isquemia miocárdica. Mínimo Máximo Media Desv. tip. T`.C`. 33 155 61,46 20,90 T`C.E.C. 53 189 84,66 28,19 Tabla II: Desv. Tip. = desviación tipo. T`.C`.= tiempo de clampaje aórtico en minutos. T´.C.E.C. = tiempo de circulación extracorpórea en minutos. 48 2.2.4. Implante de electrodos temporales. Finalizada la circulación extracorpórea y retirada la cánula auricular, se procedió al implante de los electrodos temporales epicárdicos (Myo/Wire™®, A&E Medical Corp., Farmingdale, MJ, USA). Se implantó un electrodo en la orejuela de la aurícula derecha (figura 18) otro electrodo sobre la cara diafragmática del ventrículo derecho (figura 19) y otro en la cara anterior del ventrículo izquierdo a unos 3 cm de la arteria interventricular anterior media (figura 20) y se exteriorizaron a través de la piel (figura 21). Para la estimulación monopolar de la aurícula derecha se utilizó una aguja hipodérmica implantada en el flanco derecho del paciente. Se comprobó antes de cerrar el esternón la adecuada captura de los electrodos. 49 Figuras 18-21. 18: Implante de electrodos en aurícula derecha, 19: ventrículo derecho, 20: ventrículo izquierdo y 21: exteriorizado a través de la piel Figura 18 Figura 19 Figura 20 Figura 21 Figuras 18 a 21. Implante de los electrodos temporales auricular y ventriculares. En la figura 18 se observa el implante del electrodo a nivel de la orejuela auricular derecha. En la figura 19 el electrodo colocado en la cara diafragmática del ventrículo derecho. En la figura 20 en el ventrículo izquierdo y en la figura 21 los electrodos exteriorizados a través de la piel 50 2.3. Cuidados críticos postoperatorios. Finalizada la intervención quirúrgica los pacientes fueron trasladados a la Unidad de Reanimación donde permanecieron, sedados con 0,5 ml/h propofol (Lipuro®, Braun, España), morfina, (morfina 1%®, Serra Palies S.A., España) y midazolam, (Dormicum®, Roche-Farma, España) administrados a demanda. Los pacientes permanecieron intubados y conectados a un respirador mecánico (Servo Screen 390® Siemens, Germany) en modo SIMV sincronizado entre 6-10 ml/kg a una frecuencia respiratoria de 12 R/min., PEEP entre 5-7cm de H2O con un trigger entre 1 y 1 cm de H2O y con una FIO2 ajustada según la gasometría arterial. El tiempo mínimo de ventilación mecánica fue de 6 horas a partir de las cuales todos los sujetos en los que las condiciones de estabilidad hemodinámica, ventilación, oxigenación y temperatura lo permitieron fueron extubados. Se mantuvo la monitorización hemodinámica durante, al menos, las primeras 12 horas iniciales del postoperatorio. Inmediatamente después del ingreso en Reanimación se procedió a extraer analítica completa incluidos marcadores de daño miocárdico, electrocardiograma de superficie de 12 derivaciones, radiografía de tórax y gasometría arterial. Una vez realizadas estas pruebas postoperatorias los pacientes que cumplían los criterios de inclusión en el estudio, fueron sometidos a electroestimulación de acuerdo con el protocolo que se describe en el siguiente apartado. 3. Estimulación eléctrica postoperatoria. 3.1. Generador externo y parámetros de estimulación Se utilizó un generador externo bicameral de impulsos temporales (Medtronic 5345®, Medtronic, MN, USA) con capacidad para regular la corriente de salida (mA), voltaje de sensado (mV), frecuencia de estimulación, modo de estimulación y retraso aurículo-ventricular (ms). 51 La frecuencia cardiaca de estimulación fue un 10% superior a la frecuencia espontánea. La corriente de salida auricular y ventricular fue de 5 mA; la sensibilidad auricular 1 mV y la ventricular de 2 mV con una duración de impulso en ambos casos de 1 ms. El retraso AV seleccionado para los casos de estimulación bicameral fue en todos los pacientes 140 ms. 3.2. Configuraciones de estimulación. En los pacientes que se encontraban en ritmo sinusal se procedió a una estimulación secuencial aurículo-ventricular a una frecuencia 10% superior al ritmo de base utilizando dos configuraciones: a) Secuencial aurícula derecha (unipolar)-Ventrículo izquierdo (bipolar anocatódico con cátodo sobre VI y ánodo sobre VD) (abreviatura A-VI +) (figura 22). ■ * + * Figura 22: Configuración de estimulación secuencial aurícula derecha (monopolar) ventrículo izquierdo anocatódico con cátodo sobre VI y ánodo estimulante sobre VD (A-VI+). * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante. + = ánodo estimulante. 52 b) Secuencial aurícula derecha (unipolar)-Ventrículo derecho (anocatódico con cátodo sobre VD y ánodo sobre VI) (abreviatura A-VD +) (figura 23). * ■ + * Figura 23: Configuración de la estimulación secuencial aurícula derecha (monopolar) anocatódico ventricular con cátodo en ventrículo derecho y ánodo estimulante en ventrículo izquierdo (A-VD+). * = cátodo estimulante. ■ = ánodo no estimulante. + = ánodo estimulante. En los pacientes que se encontraban en fibrilación auricular se procedió a la estimulación ventricular a una frecuencia 10% superior a la basal utilizando dos configuraciones: a) Estimulación ventricular izquierda (anocatódico con cátodo sobre VI y ánodo sobre VD) (abreviatura VI+) (figura 24). + * Figura 24: Configuración de estimulación ventricular anocatódica con cátodo en VI y ánodo estimulante en VD (VI+). * = cátodo estimulante. + = ánodo estimulante. 53 b) Estimulación ventricular derecha (bipolar anocatódico con cátodo sobre VD y ánodo sobre VD) (abreviatura VD+) (figura 25). * + Figura 25: Configuración de estimulación ventricular anocatódica con cátodo en VD y ánodo estimulante en VI (VD+). * = cátodo estimulante. + = ánodo estimulante. 3.3. Protocolo de estudio. Transcurridas entre 2 y 4 horas del postoperatorio en todos los pacientes se realizó electrocardiograma de 12 derivaciones en situación basal y se registraron los siguientes parámetros basales al final de la espiración en seis ciclos respiratorios consecutivos y se calculó el promedio: 1) frecuencia cardiaca, 2) presión arterial sistémica sistólica, diastólica y media, 3) presión arterial pulmonar sistólica, diastólica y media, 4) gasto cardiaco, 5) saturación venosa mixta de oxígeno. Seguidamente se procedió a la electroestimulación a una frecuencia 10% superior a la basal durante 6 minutos en la configuración AD-VI (VI+ en los casos de fibrilación auricular). Transcurridos los seis minutos se registraron los parámetros hemodinámicos descriptos anteriormente, se realizó un electrocardiograma completo de 12 derivaciones y se interrumpió la estimulación. Se mantuvo al paciente en reposo en su ritmo basal durante 6 minutos y a continuación se procedió a la electroestimulación a una frecuencia 10% superior a la basal durante 6 minutos en la configuración AD-VD+ (VD+ en los casos de fibrilación auricular). Transcurridos los 54 6 minutos se registraron nuevamente los parámetros hemodinámicos, se realizó electrocardiograma de 12 derivaciones y se interrumpió la estimulación. El análisis de los electrocardiogramas se realizó mediante un sistema de electrocardiografía semiautomatizado (Marquette®, Marquette Inc., USA). Se analizó el eje eléctrico, la morfología del complejo QRS y su duración. 4. Evolución clínica postoperatoria. Después de llevar a cabo el protocolo de estimulación y hasta el alta hospitalaria se registraron los siguientes parámetros clínicos postoperatorios de los pacientes incluidos en el estudio: 1) infarto de miocardio perioperatorio, 2) bajo gasto cardiaco, 3) arritmias, 4) alteraciones electrocardiográficas de la conducción, y 5) complicaciones debidas a la inserción o retirada de los electrodos. 5. Análisis estadístico y presentación de los resultados. Los datos cuantitativos se expresan como medias ± DE. Para verificar la hipótesis de normalidad de las distribuciones se utilizó la prueba de KolmogorovSmirnov, y para la homogeneidad de varianzas, la prueba de Levene. En la comparación de los parámetros de función ventricular después de la estimulación derecha o izquierda, en relación al estado basal, se utilizó la prueba t de Student para datos apareados en caso de distribuciones paramétricas, y la prueba de Wilcoxon también para datos apareados, en caso contrario. Se consideraron estadísticamente significativos aquellos valores de p inferiores al 5%. En el análisis de los datos se ha utilizado el programa estadístico SPSS for Windows, versión 6.0 (SPPS Inc., Chicago, IL). 55 _____________________________________________________________________ IV. RESULTADOS. _____________________________________________________________________ 56 IV. RESULTADOS. 1. Seguridad del procedimiento. El procedimiento fue bien tolerado en todos los casos. No se observaron complicaciones relacionadas con el implante o extracción de los electrodos. Durante la ejecución del protocolo los umbrales de captura y parámetros de sensado fueron adecuados y no se observó la presencia de ritmo competitivo o arritmias. No se produjo estimulación del nervio frénico en ningún caso. 2. Parámetros hemodinámicos durante la estimulación. Se compararon los parámetros hemodinámicos en situación basal con el ritmo nativo, después de la estimulación anocatódica ventricular izquierda y después de estimulación anocatódica ventricular derecha manteniendo la sincronía A-V en los pacientes con ritmo sinusal. Se analizaron los valores globales para todos los sujetos incluidos en el estudio y se definieron varios subgrupos según alteraciones de la conducción intraventricular, función sistólica, ritmo de base y procedimiento quirúrgico. 2.1. Análisis global (tabla 3). El análisis global de los todos los pacientes incluidos en el estudio demostró que la estimulación ventricular anocatódica con cátodo en VI logró un aumento significativo del gasto cardiaco (p<0.05), de la presión arterial sistémica (p<0.01) y de la presión arterial pulmonar diastólica (p<0.01) respecto a los valores basales. Por el contrario la estimulación ventricular anocatódica con cátodo en ventrículo derecho provocó un descenso significativo del gasto cardiaco (p<0.01) y de la presión arterial sistémica (p<0.01) respecto al valor basal. No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los dos modos de estimulación y el valor basal con relación a la saturación venosa mixta de oxígeno. Como hemos indicado 57 anteriormente, en los pacientes con ritmo sinusal la estimulación se realizó secuencial A-V mientras que en los casos con fibrilación auricular sólo se llevó a cabo estimulación ventricular. 58 Tabla 3. Parámetros hemodinámicos en el grupo total de pacientes incluidos en el estudio después de estimulación ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal. Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho 72,80 ± 8,60 83,70 ± 4,22** 83,74 ± 4,74** PAS (mmHg) 107,80 ± 14,75 111,24 ± 18,88** 98,76 ± 15,08** PAD (mmHg) 52,64 ± 7,59 55,50 ± 8,32** 49,96 ± 8,10** PAPS (mmHg) 28,12 ± 6,99 28,50 ± 7,60 28,56 ± 7,51 PAPD (mmHg) 15,44 ± 3,85 16,46 ± 24,22** 16,26 ± 4,21* GC (L/min.) 5,30 ± 1,54 5,61 ± 1,72* 5,08 ± 1,60** SV02 (%) 69,96 ± 7,10 69,80 ± 8,01 68,28 ± 7,81 FC (P/min.) FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg): = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 59 2.2. Análisis según la función ventricular (tablas 4-7). En el grupo de sujetos con función ventricular sistólica normal (fracción de eyección del VI >0.55) la estimulación anocatódica ventricular izquierda incrementó significativamente el gasto cardiaco (p<0.05) y redujo la presión arterial sistémica (p<0.05) respecto al valor basal. Por el contrario, la estimulación ventricular derecha provocó una reducción del gasto cardiaco (p<0.05) respecto al basal así como de la presión arterial sistémica (p<0.05). No se observaron cambios significativos de la presión arterial pulmonar ni de la saturación venosa mixta de oxígeno. En el grupo de pacientes con función ventricular deprimida (fracción de eyección del ventrículo izquierdo <0.55) el comportamiento fue similar al de los pacientes con función sistólica normal salvo en la presión arterial sistémica que experimentó un aumento significativo (p<0.05) durante la estimulación anocatódica izquierda. Al comparar la respuesta a la estimulación ventricular anocatódica izquierda del grupo de pacientes con función ventricular normal frente a los sujetos con función ventricular deprimida se pudo constatar que estos últimos presentaban un mayor aumento del gasto cardiaco y de la presión arterial sistólica (p<0.05). Con la estimulación anocatódica ventricular derecha la reducción del gasto cardiaco fue más acusada en los sujetos con fracción de eyección normal (p<0.05) mientras que el descenso de la presión arterial sistémica fue más importante en los sujetos con depresión de la función ventricular (p<0.05). En las figuras 26 y 27 queda representado gráficamente el comportamiento del gasto cardiaco frente a los dos modos de estimulación ventricular en el grupo de pacientes con función ventricular normal y con función deprimida. 60 Tabla 4. Variables hemodinámicas en el grupo de pacientes con función ventricular normal después de la estimulación anocatódica ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal. Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho 72,80 ± 8,28 83,88 ± 4,55** 84,04 ± 4,62** PAS (mmHg) 111,28 ± 16,29 109,80 ± 21,46* 100,32 ± 16,08* PAD (mmHg) 57,76 ± 7,76 56,16 ± 8,69* 50,96 ± 9,12* PAPS (mmHg) 28,24 ± 7,40 28,16 ± 7,15 28,68 ± 7,84 PAPD (mmHg) 15,12 ± 3,99 16,08 ± 4,34 15,64 ± 4,19 GC (L/min.) 5,30 ± 1,37 5,52 ± 1,65* 4,93 ± 1,36* SV02 (%) 69,56 ± 7,62 69,28 ± 8,46 67,96 ± 8,72 FC (P/min.) FC (P/ min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 61 Tabla 5. Variables hemodinámicas en el grupo de pacientes con función ventricular deprimida después de la estimulación ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal. Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho 72,80 ± 8,28 83,60 ± 4,55** 83,44 ± 4,38** PAS (mmHg) 104,32 ± 12,31 112,68 ± 14,48* 97,20 ± 14,17* PAD (mmHg) 50,52 ± 6,93 54,84 ± 8,09* 48,96 ± 6,98* PAPS (mmHg) 28,20 ± 6,72 28,04 ± 7,10 28,44 ± 7,33 PAPD (mmHg) 15,76 ± 3,76 16,84 ± 4,15 16,88 ± 4,22 GC (L/min.) 5,30 ± 1,72 5,70 ± 1,81* 5,11 ± 1,84** SV02 (%) 70,36 ± 8,28 70,32 ± 7,67 68,60 ± 6,95 FC (P/min.) FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 62 Tabla 6. Variables hemodinámicas durante la estimulación anocatódica ventricular izquierda. Estudio comparativo según función ventricular preoperatoria. FE normal FE deprimida 83,88 ± 4,55 83,60 ± 3,96 PAS (mmHg) 109,80 ± 21,46* 112,68 ± 14,48 PAD (mmHg) 56,16 ± 8,69* 54,84 ± 8,09 PAPS (mmHg) 28,16 ± 7,15 28,04 ± 7,10 PAPD (mmHg) 16,08 ± 4,34 16,84 ± 4,15 GC (L/min.) 5,52 ± 1,65* 5,70 ± 1,81 SV02 (%) 69,28 ± 8,46 70,32 ± 7,67 FC (P/min.) FE = fracción de eyección. FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 63 Tabla 7. Variables hemodinámicas durante la estimulación anocatódica ventricular derecha. Estudio comparativo según función ventricular preoperatoria. FE normal FE deprimida 84,04 ± 4,62 83,44 ± 4,38 PAS (mmHg) 100,32 ± 16,08* 97,20 ± 14,17 PAD (mmHg) 50,96 ± 9,12* 48,96 ± 6,98 PAPS (mmHg) 28,68 ± 7,84 28,44 ± 7,33 PAPD (mmHg) 15,64 ± 4,19 16,88 ± 4,22 4,93 ± 1,36** 5,11 ± 1,84 67,96 ± 8,72 68,60 ± 6,95 FC (P/min.) GC (L/min.) SV02 (%) FE = fracción de eyección. FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%): = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 64 Figura 26. Representación gráfica de las variaciones del gasto cardiaco según el modo de estimulación ventricular en el grupo de pacientes con función ventricular sistólica normal. FE normal GC L/min. Basal AD-VI AD-VD Figura 26: GC L/min. = gasto cardiaco en litros por minutos. AD-VI = aurícula derecha-ventrículo izquierdo. AD-VD = aurícula derecha-ventrículo derecho. 65 Figura 27. Representación gráfica de las variaciones del gasto cardiaco según el modo de estimulación ventricular en el grupo de pacientes con función ventricular sistólica deprimida. FE deprimida 9 8 7 6 GC L/min. 5 4 3 2 1 0 Basal AD-VI AD-VD Figura 27: GC L/min. = gasto cardiaco en litros por minutos AD-VI = aurícula derecha-ventrículo izquierdo. AD-VD = aurícula derecha-ventrículo derecho. 66 2.3. Análisis según las alteraciones de la conducción intraventricular (tablas 8-11). Para analizar la respuesta hemodinámica a la estimulación ventricular según los trastornos de la conducción intraventricular se definieron dos grupos de pacientes atendiendo a la ausencia o presencia de BRIHH en el electrocardiograma postoperatorio. No se definió un grupo de pacientes con BRDHH ya que se trataba de un número muy reducido de casos. En el grupo de pacientes sin BRIHH el estímulo anocatódico ventricular izquierdo proporcionó aumento del gasto cardiaco (p<0.05) y de la presión arterial sistémica (p<0.05) con respecto al valor basal. Por el contrario, en este grupo el estímulo ventricular derecho tuvo efectos negativos reduciendo tanto el gasto cardiaco (p<0.05) como la presión arterial sistémica (p<0.01). El grupo de pacientes con BRIHH se comportó de modo análogo al anterior, observándose aumento del gasto cardiaco (p<0.01) y de la presión arterial sistémica (p<0.01) durante el estímulo ventricular izquierdo, si bien, el aumento del gasto cardiaco fue significativamente mayor que en los sujetos sin BRIHH respecto al valor basal. Durante el estímulo ventricular derecho se objetivó un descenso del gasto cardiaco (p<0.05) y de la presión arterial (p<0.01). Al comparar ambos grupos durante la estimulación ventricular izquierda se pudo demostrar que el estímulo ventricular izquierdo proporciona un mayor aumento del gasto cardiaco (p<0.01) en los sujetos con BRIHH que sin BRIHH, mientras que la presión arterial sistémica es superior (p<0.05) y la presión arterial pulmonar inferior (p<0.05) en este último grupo. La estimulación anocatódica ventricular derecha provocó un descenso del gasto cardiaco (p<0.05), más acusado en el grupo de pacientes con BRIHH. El incremento de presión arterial pulmonar fue superior (p<0.05) en el grupo de pacientes sin BRIHH. 67 El descenso de la saturación venosa mixta de oxígeno (p<0.05) y de la presión arterial sistólica pulmonar (p<0.01) así como el aumento del gasto cardíaco (p<0.05) fue superior en el grupo de los pacientes con BRIHH. 68 Tabla 8. Parámetros hemodinámicos en el grupo de pacientes sin BRIHH después de la estimulación anocatódica ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal. Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho 72,46 ± 8,87 83,63 ± 4,44** 83,63 ± 4,72** PAS (mmHg) 109,71 ± 15,88 111,68 ± 18,90* 100,08 ± 14,96** PAD (mmHg) 52,88 ± 7,70 55,51 ± 8,27* 50,54 ± 8,57** PAPS (mmHg) 27,29 ± 6,95 27,78 ± 7,07 28,10 ± 7,64 PAPD (mmHg) 15,07 ± 3,68 16,07 ± 3,90 15,98 ± 4,01 GC (L/min.) 5,25 ± 1,49 5,54 ± 1,67* 4,97 ± 1,55* SV02 (%) 70,34 ± 7,11 65,95 ± 8,19 68,56 ± 8,19 FC (P/min.) FE = fracción de eyección. FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/ min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 69 Tabla 9. Variables hemodinámicas en el grupo de pacientes con BRIHH después de la estimulación anocatódica ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho FC (P/min.) 74,33 ± 7,48 84,22 ± 3,23** 84,22 ± 3,23** PAS (mmHg) 99,11 ± 7,38 109,22 ± 15,25* 89,11 ± 12,10** PAD (mmHg) 51,56 ± 7,38 55,44 ± 9,04* 47,33 ± 5,02** PAPS (mmHg) 31,89 ± 6,23 31,78 ± 6,38 30,67 ± 6,91 PAPD (mmHg) 17,11 ± 4,40 18,22 ± 5,36 17,56 ± 5,08 GC (L/min.) 5,56 ± 1,81 5,93 ± 2,09** 5,23 ± 1,90* SV02 (%) 68,22 ± 7,22 69,00 ± 7,54 67,00 ± 5,98 FE = fracción de eyección. FC (P/ min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/ min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 70 Tabla 10. Variables hemodinámicas durante la estimulación anocatódica ventricular izquierda. Estudio comparativo según presencia de trastornos de la conducción intraventricular. Variables hemodinámicas BRIHH NO BRIHH FC (P/min.) 84,22 ± 3,23** 83,63 ± 4,44** PAS (mmHg) 109,22 ± 15,25 111,68 ± 18,90* PAD (mmHg) 55,44 ± 9,04 55,51 ± 8,27 PAPS (mmHg) 31,78 ± 6,38 27,78 ± 7,07* PAPD (mmHg) 18,22 ± 5,36 16,07 ± 3,90 GC (L/min) 5,93 ± 2,09** 5,54 ± 1,67* SV02 (%) 69,00 ± 7,54 65,95 ± 8,19 BRIHH = bloqueo de la rama izquierda del haz de His. FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 71 Tabla 11. Variables hemodinámicas durante la estimulación anocatódica ventricular derecha. Estudio comparativo según presencia de trastornos de la conducción intraventricular. Variables hemodinámicas BRIHH NO BRIHH 84,22 ± 3,23 83,63 ± 4,72 PAS (mmHg) 89,11 ± 12,10** 100.08 ± 14,96 PAD (mmHg) 47,33 ± 5,02** 50,54 ± 8,57 PAPS (mmHg) 30,67 ± 6,91* 28,10 ± 7,64 PAPD (mmHg) 17,56 ± 5,08 15,98 ± 4,01 GC (L/min) 5, 23 ± 1,90* 4,97 ± 1,55 SV02 (%) 67,00 ± 5,98* 68,56 ± 8,19 FC (P/min.) BRIHH = bloqueo de la rama izquierda del haz de His. FC (P x min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/ min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%): = Saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 72 2.4. Análisis según el ritmo de base (tablas 12 y 13). En los pacientes con ritmo sinusal la estimulación anocatódica ventricular izquierda aumentó el gasto cardiaco (p<0.05), la presión arterial sistémica (p<0.05), mientras que el estímulo anocatódico derecho provocó un descenso significativo del gasto cardiaco (p<0.05) y de la presión arterial sistémica (p<0.01) respecto a los valores basales. En el grupo de pacientes en fibrilación auricular el comportamiento hemodinámico fue similar a los pacientes en ritmo sinusal observándose un aumento de la presión arterial sistémica (p<0.05), del gasto cardiaco (p<0.05) y de la saturación venosa mixta de oxígeno (p<0.05) durante la estimulación anocatódica ventricular izquierda y una reducción de la presión arterial (p<0.05) y del gasto cardiaco (p<0.05) durante la estimulación ventricular derecha respecto a los valores basales. 73 Tabla 12. Parámetros hemodinámicos en el grupo de pacientes con ritmo sinusal después de la estimulación anocatódica ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal. Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho 73,74 ± 8,66 83,93 ± 4,51** 83,98 ± 4,75** PAS (mmHg) 106,81 ± 14,38 108,67 ± 15,33* 97,38 ± 14,03** PAD (mmHg) 52,36 ± 7,92 54,14 ± 7,51* 50,00 ± 8,32** PAPS (mmHg) 27,82 ± 7,41 28,24 ± 7,37 28,48 ± 7,97 PAPD (mmHg) 15,17 ± 3,98 16,17 ± 4,18 15,88 ± 4,26 GC (L/min) 5,44 ± 1,57 5,74 ± 1,77* 5,16 ± 1,65* SV02 (%) 69,74 ± 6,62 69,17 ± 7,11 67,83 ± 7,22 FC (P/min) FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 74 Tabla 13. Parámetros hemodinámicos en el grupo de pacientes con fibrilación auricular después de la estimulación anocatódica ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal. Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho 67,88 ± 6,77 82,75 ± 2,12** 82,50 ± 4,38** PAS (mmHg) 113,00 ± 16,36 124,75 ± 26,90* 106,00 ± 19,21** PAD (mmHg) 54,13 ± 5,74 62,63 ± 9,18* 49,75 ± 7,38** PAPS (mmHg) 29,75 ± 4,17 29,88 ± 5,33* 29,00 ± 4,72 PAPD (mmHg) 16,88 ± 2,90 18,00 ± 7,07* 18,25 ± 5,16* GC (L/min) 4,57 ± 1,19 4,93 ± 1,30* 4,30 ± 1,18* SV02 (%) 67,88 ± 6,77 73,13 ± 11,75* 70,63 ± 10,09 FC (P/min) FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 75 2.5. Análisis según la patología de base y la técnica quirúrgica (tablas 14-16). Para analizar la respuesta hemodinámica a los diferentes modos de estimulación ventricular según la patología y la técnica quirúrgica realizada, los pacientes se clasificaron en tres grupos: 1) cirugía valvular; 2) revascularización miocárdica y 3) cirugía mixta valvular y coronaria. En los sujetos intervenidos de cirugía valvular la estimulación anocatódica ventricular izquierda provocó aumento del gasto cardiaco (p<0.05) y de la presión arterial sistémica (p<0.05) y pulmonar (p<0.05) respecto a los valores basales. El estímulo anocatódico ventricular derecho hizo descender la presión arterial sistémica (p<0.05) y el gasto cardiaco (p<0.05) de modo significativo respecto al basal. Los pacientes coronarios respondieron a la estimulación ventricular izquierda con aumento del gasto cardiaco (p<0.05) sin observar cambio alguno en la presión arterial sistémica o pulmonar respecto al basal. La estimulación ventricular derecha en este grupo de pacientes provocó descenso del gasto cardiaco (p<0.05) y de la presión arterial sistémica (p<0.01) respecto al valor basal. Los sujetos intervenidos de cirugía mixta coronaria y valvular se comportaron desde un punto de vista hemodinámico de un modo análogo al grupo intervenido de cirugía valvular observándose aumento del gasto cardiaco (p<0.05) de las presiones sistémica (p<0.05) y pulmonar (p<0.05) durante el estímulo ventricular izquierdo respecto al valor basal. La estimulación ventricular derecha en este grupo provocó descenso del gasto cardiaco (p<0.05) y de la presión arterial sistémica (p<0.05). 76 Tabla 14. Parámetros hemodinámicos en el grupo de pacientes intervenidos de cirugía valvular después de la estimulación anocatódica ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal. Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho 71,52 ± 7,17 83,39 ± 2,67** 83,52 ± 4,38** PAS (mmHg) 109,71± 15,54 113,23 ± 20,44* 101,10 ± 16,85* PAD (mmHg) 53,65 ± 7,42 57,06 ± 8,41 51,42 ± 8,46 PAPS (mmHg) 28,26 ± 5,52 28,71 ± 6,17* 28,61 ± 6,23 PAPD (mmHg) 15,23 ± 3,64 16,32 ± 3,94 15,94 ± 3,95 GC (L/min.) 5,14 ± 1,47 5,44 ± 1,71* 4,83 ± 1,43* SV02 (%) 70,94 ± 7,25 71,23 ± 8,43 69,42 ± 8,16 FC (P/min.) FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 77 Tabla 15. Parámetros hemodinámicos en el grupo de pacientes intervenidos de revascularización miocárdica después de la estimulación anocatódica ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal. Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho FC (P/min.) 73,93 ± 11,54 84,63 ± 6,65** 84,67 ± 6,79** PAS (mmHg) 106,27 ± 14,11 108,53 ± 15,24 94,87 ± 11,32** PAD (mmHg) 51,33 ± 7,28 52,73 ± 7,95 47,67 ± 6,16** PAPS (mmHg) 25,07 ± 7,50 25,07 ± 5,98 25,07 ± 6,52 PAPD (mmHg) 14,93 ± 3,71 15,53 ± 3,94 15,93 ± 4,30 GC (L/min.) 5,66 ± 1,68 5,99 ± 1,76* 5,47 ± 1,97* SV02 (%) 68,73 ± 7,09 67,33 ± 6,65 66,60 ± 6,68 FC (P/min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01 78 Tabla 16. Parámetros hemodinámicos en el grupo de pacientes intervenidos de cirugía mixta valvular y coronaria después de la estimulación anocatódica ventricular izquierda y derecha respecto al valor basal. Modo de estimulación Variables hemodinámicas Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho FC (P/min.) 78,50 ± 8,60 83,50 ± 4,55** 82,00 ± 4,90** PAS (mmHg) 97,85 ± 5,68 106,00 ± 4,32* 95,25 ± 11,47* PAD (mmHg) 49,75 ± 10,03 53,75 ± 7,68* 47,25 ± 11,06* PAPS (mmHg) 38,50 ± 6,45 39,75 ± 6,24* 41,25 ± 7,68 PAPD (mmHg) 19,00 ± 5,16 21,00 ± 7,07 20,00 ± 5,16 GC (L/min.) 5,20 ± 1,74 5,47 ± 1,83* 4,77 ± 1,40* SV02 (%) 67,00 ± 8,60 68,00 ± 6,83 65,75 ± 9,29 FC (P/ min.) = frecuencia cardiaca en pulsaciones por minutos. PAS (mmHg) = presión arterial sistémica sistólica en milímetros de mercurio. PAD (mmHg) = presión arterial sistémica diastólica en milímetros de mercurio. PAPS (mmHg) = presión arterial pulmonar sistólica en milímetros de mercurio. PAPD (mmHg) = presión arterial pulmonar diastólica en milímetros de mercurio. GC (L/min.) = gasto cardiaco en litros por minutos. SV02 (%) = saturación venosa mixta de oxígeno en porcentaje. *p<0.05; ** p<0.01. 79 3. Electrocardiografía de superficie. El estudio del electrocardiograma de superficie se realizó atendiendo a dos criterios fundamentales: el análisis del patrón electrocardiográfico de activación ventricular y la duración del complejo QRS. 3.1. Análisis del patrón electrocardiográfico. El patrón electrocardiográfico para cada modo de estimulación fue variable. En el 60% de los pacientes la estimulación ventricular anocatódica con cátodo estimulante en ventrículo izquierdo generó un patrón electrocardiográfico de BRDHH mientras que la estimulación anocatódica del ventrículo derecho se acompañó de un ECG con morfología de BRIHH (figura 28). En el 40% restante de los pacientes el patrón electrocardiográfico fue muy similar en los dos modos de estimulación ventricular estudiados, apreciándose únicamente mínimas diferencias en las derivaciones precordiales (figura 29). 3.2. Análisis de la duración del complejo QRS (tabla 17). El análisis de la duración del complejo QRS según los dos modos de estimulación ventricular se realizó distribuyendo a los pacientes en tres grupos de acuerdo con las características de la conducción intraventricular basal: 1) sujetos con BRIHH; 2) pacientes con QRS normal y 3) pacientes sin BRIHH pero con QRS anómalo (por ejemplo patrón de hipertrofia ventricular izquierda, BRDHH, QRS con ondas de necrosis). En los tres grupos de pacientes tanto la estimulación anocatódica ventricular izquierda como la derecha provocó un ensanchamiento significativo del complejo QRS (p<0.01). La duración del QRS con el estímulo izquierdo fue menor que con el estímulo derecho aunque sin llegar a alcanzar significación estadística. 80 Figura 28: ECG de superficie de 12 derivaciones. De arriba abajo se observa el trazado basal, durante la estimulación AV anocatódica izquierda y durante la estimulación AV anocatódica derecha. Por último el trazado del gasto cardiaco y de la saturación venosa mixta de oxígeno. ECG Basal ECG AD-VD ECG AD-VI Registro de GC y saturación venosa mixta de oxígeno ECG = electrocardiograma. ECG AD-VI = electrocardiograma durante la estimulación auricular derecha y ventricular izquierda. ECG AD-VD = electrocardiograma durante la estimulación auricular derecha y ventricular derecha. 81 Figura 29. ECG de superficie de 12 derivaciones. De arriba abajo se observa el trazado basal, durante la estimulación AV anocatódica izquierda y durante la estimulación AV anocatódica derecha. Por último el trazado del gasto cardiaco y de la saturación venosa mixta de oxígeno. ECG Basal ECG AD-VD ECG AD-VI Registro de GC y saturación venosa mixta de oxígeno ECG = electrocardiograma. ECG AD-VI = electrocardiograma durante la estimulación auricular derecha y ventricular izquierda. ECG AD-VD = electrocardiograma durante la estimulación auricular derecha y ventricular derecha. 82 Tabla 17. Duración del complejo QRS en situación basal y durante la estimulación anocatódica ventricular derecha e izquierda clasificada según la morfología basal del ECG. Modo de estimulación Duración del complejo QRS (ms) Basal Aurícula derecha Ventrículo izquierdo Aurícula derecha Ventrículo derecho ECG normal 100,00 ± 29,15 144,22 ± 40,30** 150,67 ± 50,30** ECG BRIHH 112,17 ± 29,04 159,66 ± 37,76** 161,89 ± 37,60** ECG anormal sin BRIHH 104,00 ± 33,00 154,33 ± 39,46* 158,33 ± 45,93** ECG = electrocardiograma. ms: milisegundos. BRIHH = bloqueo de la rama izquierda del haz de His. *p<0.05; ** p<0.01. 83 _______________________________________________________________________ V. DISCUSION. _______________________________________________________________________ 84 V. DISCUSIÓN. 1. Limitaciones del estudio. 1.1. Metodológicas. 1.1.1. Sujetos. No existe en la literatura ningún estudio que compare los efectos hemodinámicos de la estimulación ventricular izquierda frente a la derecha en el postoperatorio de cirugía cardiaca en una muestra de pacientes tan amplia como la del presente trabajo. Sin embargo, en nuestros pacientes existe una gran heterogeneidad en cuanto a función ventricular, procedimiento quirúrgico y alteraciones basales del ritmo y de la conducción. 1.1.2. Técnicas. El implante y retirada del electrodo sobre el ventrículo izquierdo no planteó mayores problemas que la selección cuidadosa de un área alejada de las arterias epicárdicas mayores. La técnica utilizada para la determinación del gasto cardiaco en este trabajo permite detectar de un modo sensible, fiable y reproducible cambios del gasto cardiaco en periodos breves de tiempo. Además del gasto cardiaco en el estudio se han cuantificado otros parámetros que informan indirectamente de la situación hemodinámica del paciente como es la presión arterial sistémica y pulmonar y la saturación venosa mixta de oxígeno. No se ha podido disponer de información directa sobre la contracción global y segmentaria ventricular, el grado de regurgitación de las válvulas aurículo-ventriculares y sobre los índices de contractilidad global como son el dp/dt. Para obtener estos datos hubiera sido necesario realizar un estudio mediante ecocardiografía transesofágica que no fue posible debido a la presión asistencial y a las 85 necesidades del Servicio, limitándose este tipo de exploraciones sólo a casos puntuales donde eran necesarias por motivos clínicos justificados. En casos concretos se observó corrección del movimiento paradójico del septo durante la estimulación anocatódica con cátodo en ventrículo izquierdo, si bien, no se pudo realizar análisis estadístico por tratarse de una muestra reducida. 1.1.3. Protocolo de estudio. Algunas limitaciones del estudio se deben a deficiencias en el protocolo. La determinación del gasto cardiaco y de la saturación venosa mixta de oxígeno para cada uno de los diferentes modos de estimulación no siempre se realizó en las mismas circunstancias para todos los pacientes. Algunos datos como la hemoglobina, gasometría arterial, equilibrio ácido-base, superficie corporal y parámetros de ventilación mecánica no fueron tenidos en cuenta. La frecuencia cardiaca a la que se realizaron las determinaciones hemodinámicas plantea algunas limitaciones. De acuerdo con el protocolo, para estudiar el efecto de los diferentes modos de estimulación ventricular se debía programar el generador a una frecuencia superior a la basal. Lógicamente el simple aumento de la frecuencia independientemente del modo de estimulación ventricular y del retraso aurículoventricular puede influir directamente en el gasto cardiaco y enmascarar los resultados obtenidos. Para evitar esta distorsión en los pacientes con ritmo sinusal podríamos haber realizado una determinación del gasto cardiaca estimulando en modo AAI a la misma frecuencia que la utilizada en la estimulación aurículo-ventricular. Esta técnica teóricamente hubiera contribuido a delimitar hasta qué punto los cambios de gasto cardiaco eran debidos al aumento de frecuencia o al modo de activación ventricular. Sin embargo, los objetivos fundamentales de esta Tesis eran comparar los dos modos de estimulación ventricular en cuanto a seguridad, eficacia y patrón electrocardiográfico de despolarización por lo que obviamos realizar una determinación en modo AAI. Por otro lado, la estimulación en modo AAI no permite controlar el retraso aurículo-ventricular y por lo tanto queda parcialmente invalidada como control basal frente a los otros modos 86 de estimulación en los que el retraso A-V es fijo. La alternativa de estimular en modo VDD estableciendo un intervalo A-V corto fue desestimada debido a la gran variabilidad basal entre los pacientes y a la baja sensibilidad de los electrodos auriculares. 1.2. Consideraciones terminológicas y semánticas. Los estudios publicados sobre efectos los hemodinámicos de la electroestimulación cardiaca en el postoperatorio de cirugía cardiaca adolecen de una terminología común al referirse a la estimulación ventricular izquierda y a la estimulación biventricular. Algunos trabajos sólo consideran estimulación biventricular a la estimulación ventricular dual catódica en paralelo que, como indicamos en la introducción, exige un cátodo estimulante en cada uno de los ventrículos, pudiendo cerrar el circuito con un ánodo de referencia común (dual catódico monopolar) o con sendos ánodos en cada uno de los ventrículos (dual catódico bipolar) (Albuquerque, 2002; Bacha, 2004; Zimmerman, 2003; Gaudiani, 2003; Spotnitz, 2005). Otros trabajos consideran estimulación biventricular a la obtenida mediante la estimulación en serie del VI y VD en configuración anocatódica con cátodo estimulante en ventrículo izquierdo y ánodo estimulante en ventrículo derecho o viceversa (Foster, 1995; Weisse, 2002; Baker, 2002; Leclercq, 1998; Daubert, 1998). Algunos autores consideran que este modo de estimulación biventricular no es efectivo ya que el estímulo eléctrico desde el ánodo es mínimo a la intensidad que habitualmente se maneja en clínica humana (Ricci, 2000; Barold, 2001). Otros autores por el contrario no lo consideran ni siquiera un modo de estimulación biventricular sino una forma de estimulación univentricular izquierda con ánodo de referencia situado en ventrículo derecho (Flynn, 2005; Mayhew, 2003). No pretendemos generar polémica aunque pensamos que sería útil unificar la terminología si se quieren poner en marcha protocolos clínicos de optimización del gasto cardiaco postoperatorio mediante electroestimulación. En este sentido sería deseable que las Sociedades Científicas de Cirugía Cardiovascular, Cardiología y Anestesiología 87 prestaran mayor atención a este tema ya que se podría mejorar sensiblemente la atención de los pacientes cardioquirúrgicos con un coste y esfuerzo reducidos. En nuestro trabajo nos hemos inclinado por estudiar el modelo de estimulación ventricular anocatódica en serie con cátodo estimulante en ventrículo izquierdo y ánodo estimulante en VD y viceversa porque es el diseño más simple y sencillo de aplicar en el postoperatorio. Además, trabajos de mapeo epicárdico utilizando un dispositivo de 120 electrodos múltiples aplicados sobre la superficie de ambos ventrículos (Foster, 1995) han permitido estudiar la secuencia de activación del corazón durante la estimulación anocatódica ventricular izquierda demostrando inequívocamente que este modo de estimulación promueve la activación ventricular desde el ánodo y desde el cátodo cuando se sitúan en proximidad a ambos lados del septo interventricular y comportándose como un modo de estimulación biventricular. 1.3. Otras consideraciones. La despolarización eléctrica y la propagación del impulso en el postoperatorio de cirugía cardiaca están relacionados con múltiples variables como son el grado de fibrosis miocárdica y de hipertrofia, la concentración plasmática de potasio, la temperatura, el equilibrio ácido-base, las técnicas de protección miocárdica, la manipulación cardiaca durante la intervención quirúrgica, etc. A su vez el gasto cardiaco postoperatorio depende de factores modificables por técnicas de electroestimulación como son la frecuencia cardiaca, el retraso A-V, el acoplamiento electromecánico y la contractilidad ventricular global. El volumen intravascular y la postcarga también influyen en el gasto cardiaco y están sometidos a variaciones significativas en el postoperatorio inmediato condicionados por varios factores como son: 1) la sobrecarga de volumen intravascular debido al cebado del circuito de circulación extracorpórea; 2) el aumento de la permeabilidad capilar y vasodilatación secundarios a la respuesta inflamatoria sistémica; 3) la vasoconstricción debida a la respuesta simpática asociada al dolor y a los trastornos 88 de la termorregulación. Estos factores no dependen del modo de electroestimulación pero pueden haber influido en la respuesta hemodinámica observada en nuestro trabajo. En cualquier caso, se acepta que en los estudios clínicos este tipo de limitaciones es previsible pero inevitable. 2. Eficacia y seguridad de los diferentes modos de estimulación eléctrica en el postoperatorio de cirugía cardiaca. 2.1. Eficacia. En nuestro trabajo hemos demostrado que la estimulación eléctrica anocatódica con cátodo estimulante sobre la cara anterior del VI y ánodo estimulante en la cara diafragmática del VD es una técnica que proporciona una respuesta hemodinámica superior a la estimulación eléctrica anocatódica con cátodo estimulante en la cara diafragmática del VD. Se trata del primer estudio donde se comparan ambos modos de estimulación. Se ha demostrado que la estimulación anocatódica del VI es desde un punto de vista hemodinámico superior al la estimulación monoventricular derecha y monoventricular izquierda en el postoperatorio de cirugía cardiaca (Foster, 1995; Flynn, 2005). Estos trabajos incluyen pacientes muy heterogéneos en los que el mismo patrón de estimulación proporciona aumento del gasto cardiaco en unos casos y reducción en otros, si bien, el análisis estadístico global demuestra con una gran variabilidad que el estímulo anocatódico izquierdo aumenta el gasto cardiaco mientras que el estímulo monoventricular izquierdo o derecho no lo modifican o lo reducen. En el análisis global el aumento del gasto cardiaco es limitado observándose incrementos inferiores al 10% (Foster, 1995; Flynn, 2005). Analizando por separado los sujetos con BRIHH y BRDHH en el ECG basal, se ha observado que en pacientes con BRIHH la estimulación anocatódica del VI y la estimulación monoventricular izquierda aumentan el gasto cardiaco mientras que la 89 estimulación monoventricular derecha lo disminuye (Weisse, 2002). Recíprocamente, el estímulo anocatódico del VD o univentricular derecho es superior al estímulo monoventricular izquierdo en los pacientes con BRDHH. En nuestro trabajo pudimos comprobar que los pacientes con BRIHH respondían con mayores incrementos del gasto cardiaco a la estimulación anocatódica ventricular izquierda que los sujetos sin BRIHH. En el otro extremo, en todos nuestros pacientes con BRDHH el estímulo anocatódico derecho aumentó el gasto cardiaco mientras que el estímulo anocatódico izquierdo lo redujo. Sin embargo, el análisis estadístico no permitió establecer diferencias significativas ya que el grupo de pacientes con bloqueo de rama derecha era pequeño. A modo de corolario podemos decir que la mayoría de los sujetos estudiados en el postoperatorio de cirugía cardiaca (el 80% en nuestro trabajo) presentan un comportamiento hemodinámico superior con el estímulo izquierdo que con el derecho, si bien, la gran variabilidad de la respuesta hace imposible predecir en base a las características preoperatorias cómo responderá un paciente en particular ante un determinado modo de estimulación. 2.2. Seguridad. La seguridad de un procedimiento o técnica se define como el grado en que dicha intervención está exenta de efectos indeseables o de reacciones adversas. El implante de electrodos temporales epicárdicos en el VD es una técnica rutinaria en pacientes intervenidos de cirugía cardiaca (Khalighi, 1994; Bethea, 2005). La tasa de complicaciones asociada al implante o extracción de los electrodos es muy baja. La complicación más frecuente de la estimulación temporal postoperatoria es la defectuosa captura o sensado auricular o ventricular (Farhad, 2002). Se han descrito casos de laceración de injertos aortocoronarios de safena, de la aurícula y del ventrículo capaces de provocar taponamiento cardiaco al retirar percutáneamente los electrodos (Del Nido, 90 1989; Gal, 1998). La fistulización al árbol bronquial de un electrodo epicárdico temporal retenido es un hallazgo excepcional (Gentry, 1993). En cuanto a la estimulación postoperatoria del VI, varios autores han demostrado que el implante de electrodos temporales conectados a un generador externo es un procedimiento seguro (Foster, 1995; Weisse, 2002; Flynn, 2005). La adecuada selección del área de implante minimiza el riesgo de estimulación frénica y hasta la fecha no se han descrito complicaciones derivadas de la retirada percutánea de los electrodos implantados en el VI. En nuestro trabajo el implante paraseptal del electrodo izquierdo no provocó estímulo frénico y ninguno de los pacientes presentó complicaciones debidas al implante o retirada de los electrodos temporales. 3. Optimización del gasto cardiaco postoperatorio. Factores determinantes de los cambios hemodinámicos debidos a electroestimulación cardiaca. 3.1. Frecuencia cardiaca. La frecuencia cardiaca es con diferencia el principal factor determinante del gasto cardiaco postoperatorio que puede ser modificado mediante electroestimulación. El aumento de frecuencia cardiaca incrementa el gasto cardiaco a expensas de un aumento de consumo de oxígeno (Balller, 1981). Salvo en casos con afectación severa de la función diastólica o en pacientes coronarios con revascularización incompleta e inapropiada, la frecuencia cardiaca adecuada para obtener un gasto cardiaco óptimo se sitúa en torno al 80-90 latidos/minuto, esto es, un 25% aproximadamente superior al valor más bajo del rango fisiológico. El control de la frecuencia cardiaca es una de las técnicas más sencillas para optimizar el gasto cardiaco postoperatorio y además, en presencia de bradicardia, puede ayudar a prevenir la aparición de arritmias postoperatorias al suprimir los focos ectópicos. 91 3.2. Volumen sistólico. Algunas de las variables que determinan el volumen de sangre que bombea el VI hacia la aorta ascendente pueden ser modificadas mediante electroestimulación e incluyen: 1) sincronismo aurículo-ventricular; 2) retraso aurículo-ventricular, 3) acoplamiento electromecánico auricular y 4) acoplamiento electromecánico ventricular. Discutiremos a continuación el peso relativo de cada una de ellas en la optimización del gasto cardiaco postoperatorio mediante electroestimulación. 3.2.1. Sincronismo aurículo-ventricular. Numerosos trabajos han demostrado que en ausencia de fibrilación auricular la estimulación secuencial A-V proporciona un gasto cardiaco superior a la estimulación ventricular aislada para la misma frecuencia cardiaca en el postoperatorio inmediato de cirugía cardiaca (Hartzker, 1977; Raichlen, 1984). No vamos a detenernos en analizar las ventajas de la estimulación secuencial A-V sobre la ventricular aislada pues se trata de un tema ampliamente estudiado y sobre el que no existe controversia. Habitualmente en pacientes con función ventricular sistólica y diastólica normales el sincronismo aurículo-ventricular puede ser obviado en el postoperatorio de cirugía cardiaca pues una adecuada frecuencia de estimulación puede proporcionar un gasto cardiaco suficiente. Sin embargo, el implante rutinario de electrodos auriculares y la estimulación secuencial aurículo-ventricular puede aportar beneficios adicionales en todos los pacientes intervenidos ya que el mantenimiento de la contribución auricular al llenado ventricular permite aumentar el volumen telediastólico ventricular y el volumen sistólico logrando una presión de llenado ventricular baja y reduciendo la sobrecarga de volumen intravascular en el postoperatorio. Por otro lado, la sincronía A-V impide la sístole ventricular sobre la válvula A-V abierta evitando la sobredistensión auricular que es uno de los principales factores precipitantes de fibrilación auricular postoperatoria. 92 3.2.2. Retraso aurículo-ventricular. Después del control de la frecuencia y de la estimulación secuencial A-V el tercer factor más importante que influye en el gasto cardiaco postoperatorio y que puede ser modificado mediante electroestimulación es el retraso A-V. Se ha sugerido que el intervalo promedio óptimo en adultos intervenidos de cirugía cardiaca es de 150 ms para una frecuencia cardiaca de 90 latidos/minuto (Spotnitz, 2005). En los diferentes estudios publicados, el intervalo A-V prefijado para comparar el estímulo ventricular izquierdo, derecho y biventricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca es variable entre 120 ms (Raichlen, 1984) y 150 ms (Foster, 1995). En nuestro trabajo elegimos un retraso A-V de 140 ms que también ha sido utilizado por otros autores (Weisse, 2002). El intervalo A-V óptimo es el que permite un adecuado llenado ventricular izquierdo y derecho al sincronizar el inicio de la sístole ventricular con el final de la sístole auricular. Se ha observado que no existe un intervalo A-V ideal y común para todos los pacientes sino que cada sujeto presenta intervalo A-V óptimo específico. De hecho el gasto cardiaco óptimo se puede obtener para intervalos A-V que oscilan entre 100 ms y 225 ms (Durban, 1992; Berberian, 2005). Esta gran variabilidad interindividual se debe a la heterogeneidad de la conducción interauricular y del retraso a nivel de nodo A-V. Un tiempo de conducción fisiológico entre la aurícula derecha e izquierda de 50 ms con un retraso a nivel del nodo A-V normal permite manejar retrasos A-V de 150 ms para obtener un rendimiento hemodinámico óptimo. Por el contrario, un aumento del tiempo de conducción interauricular y un aumento del retraso en el nodo A-V pueden condicionar un retraso A-V óptimo superior a 200 ms. Por este motivo, cualquier recomendación sobre intervalo A-V ideal en el postoperatorio inmediato de cirugía cardiaca es solamente orientativo. Se debe buscar el intervalo A-V más adecuado a cada caso evaluando la respuesta hemodinámica a distintos valores de retraso A-V y evitando 93 seleccionar un intervalo A-V sin observar previamente la respuesta hemodinámica (Spotnitz, 2005). 3.2.3. Acoplamiento electromecánico auricular. Las aurículas son parte del sistema de precarga ventricular y cumplen tres papeles fundamentales: 1) conducto, 2) reservorio y 3) cámara contráctil (Barbier, 1999; Hoit, 1994). La estimulación eléctrica de las aurículas afecta al patrón de despolarización y contracción auricular y secundariamente puede interferir en el acoplamiento A-V. Estudios clínicos han demostrado que la estimulación eléctrica biauricular proporciona una mejoría hemodinámica respecto a la estimulación auricular derecha aislada (Doi, 2004; Naito, 2005; Hettrick, 2002). El acortamiento de la conducción interauricular y la mayor contribución auricular izquierda al llenado ventricular son mecanismo implicados en esta mejoría asociada a la estimulación biauricular (Naito, 2005; Doi, 2004). Cuando sólo se estimula una de las aurículas, la estimulación izquierda es superior a la derecha especialmente si se implanta el cátodo a nivel del techo de la aurícula izquierda en la proximidad del haz de Bachmann (Kashima, 2001). Las aurículas se activan entre el nodo sinusal y los nodos aurículo-ventriculares por tres rutas preferentes que son el tracto internodal anterior (haz de Bachmann) el medio y el posterior (James, 1963). Para la electroestimulación auricular temporal epicárdica postoperatoria óptima, los electrodos se deben fijar en la pared auricular y el lugar ideal ha de estar próximo a los tractos internodales, tener las fibras musculares orientadas en la misma dirección en que se propaga la excitación y estar alejados del tejido dañado por la incisión quirúrgica. Desde un punto de vista morfológico el surco interauricular y la orejuela derecha están separados de las vías de activación y además la disposición de las fibras musculares de la orejuela derecha cruzan en múltiples direcciones en lugar de estar orientadas en una sola. Los electrodos fijados en la orejuela derecha así como la pared libre auricular aún en ausencia de canulación a través de la orejuela o de incisiones quirúrgicas presentan 94 unas características subóptimas para conducción del estímulo (Almassi, 1992; Samuels, 1998). En nuestro trabajo decidimos implantar un único electrodo auricular en la orejuela derecha para estimular en modo monopolar pues aunque el acoplamiento electromecánico es menos efectivo que para otras localizaciones -aurícula izquierda, biauricular- al igual que en otros trabajos publicados sólo pretendíamos comparar dos modos de estimulación ventricular. Es posible que la colocación de electrodos en ambas aurículas permita obtener un intervalo A-V óptimo más homogéneo en los pacientes, además de un mejor llenado ventricular izquierdo. En este sentido los protocolos de optimización del gasto cardiaco mediante electroestimulación deben incluir la posibilidad de implante rutinario de electrodos en ambas aurículas. El lugar idóneo de estimulación puede tener mayores repercusiones en la aurícula izquierda, donde la orejuela se sitúa en proximidad del ventrículo y es posible que la estimulación auricular provoque captura ventricular. La estimulación directa del haz de Bachmann en el techo de la aurícula izquierda –alejado del ventrículo y de las incisiones quirúrgicas- es probablemente el lugar más apropiado. En cuanto a la estimulación derecha, la pared auricular libre próxima al nodo sinusal puede favorecer un tiempo de activación auricular más fisiológico que la estimulación de la orejuela, si bien, el riesgo de sangrado durante la inserción o retirada del electrodo es ciertamente mayor. 3.2.4. Acoplamiento electromecánico ventricular. Desde hace más de tres décadas diversos estudios experimentales han demostrado diferencias significativas de la respuesta hemodinámica durante la electroestimulación cardiaca dependientes del lugar de estimulación ventricular (Lister, 1964; Finney, 1964; Tyers, 1968; Tsagaris, 1970; Gilmore, 1963; Benchimol, 1969; Gibson, 1971). Los estudios realizados inicialmente para estudiar la relación entre el lugar de estimulación ventricular con la función hemodinámica dieron lugar a hallazgos no 95 concluyentes debido al reducido número de sujetos y a la heterogeneidad en la localización de los electrodos (Barld, 1969; Gilmore, 1963; Benchimol, 1969; Gibson, 1971). El lugar óptimo de implante del electrodo para la estimulación monoventricular es controvertido ya que tanto el estímulo derecho (Levy, 1962; Meijler, 1965) como el izquierdo (Finney, 1965; Tyers, 1967; Klotz, 1963) han sido invocados como hemodinámicamente superiores mientras que otros trabajos no han observado diferencias entre ambos (Starzl, 1955; Willian-Olssson, 1963; Tsagaris, 1970; Deal, 1973; Miyazawa, 1976). Los trabajos clínicos más recientes en adultos y en niños intervenidos de cirugía cardiaca han demostrado indiscutiblemente que el número y localización de los electrodos temporales para la estimulación ventricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca influyen significativamente en el acoplamiento electromecánico ventricular y por lo tanto en la función ventricular y en el gasto cardiaco. Sin embargo las series publicadas hasta la fecha son reducidas siendo la más extensa de 25 pacientes (Flynn, 2005). La característica común a los trabajos publicados es que los sujetos estudiados presentan gran heterogeneidad en cuanto a patología de base, localización exacta de los electrodos y configuración del modo de estimulación. En consecuencia, los resultados obtenidos son también heterogéneos y difíciles de comparar. En el clásico trabajo de Raichlen en pacientes intervenidos de cirugía cardiaca la estimulación monopolar o bipolar del ápex del VD proporcionaba mayor gasto cardiaco que la estimulación del ápex del VI. A su vez el estímulo del VI era hemodinámicamente superior al estímulo del tracto de salida del VD (Raichlen, 1984). Este es el primer trabajo clínico donde se atribuye a la estimulación del tracto de salida del VD la génesis de movimiento septal paradójico con expansión telesistólica del septo interventricular detrayendo dicho volumen de sangre del gasto cardiaco efectivo y explicando por qué el estímulo del ápex derecho o izquierdo es superior al del tracto de salida. Este estudio comprueba clínicamente los hallazgos descriptos previamente en modelos experimentales (Badke, 1980). 96 Foster ha demostrado que la estimulación ventricular anocatódica con cátodo estimulante en la región paraseptal izquierda y ánodo paraseptal derecho es superior a la estimulación izquierda bipolar en pacientes intervenidos de cirugía cardiaca (Foster, 1995). En el mismo sentido, Weisse ha observado que la estimulación anocatódica similar a la empleada por Foster es superior a la monopolar izquierda. Sin embargo, Weisse clasifica los pacientes de acuerdo con los trastornos preoperatorios de la conducción intraventricular demostrando que en los sujetos con BRDHH la estimulación bipolar derecha es tan eficaz como la anocatódica con cátodo en ventrículo derecho mientras que en los pacientes con BRIHH la estimulación monopolar izquierda es tan eficaz como la anocatódica con cátodo estimulante en VI (Weisse, 2002). Más recientemente Flynn ha estudiado la respuesta hemodinámica a la estimulación anocatódica con cátodo estimulante en ventrículo izquierdo analizando los resultados según la localización del electrodo ventricular izquierdo (Flynn, 2005). En este sentido ha observado que la estimulación anocatódica con cátodo en VI es superior a la estimulación bipolar del VD en todos los pacientes, siempre y cuando el electrodo del VI se sitúe en la pared libre de este y cerca del surco AV. Por el contrario, cuando el electrodo se sitúa paraseptal izquierdo las diferencias entre el estímulo anocatódico izquierdo y el bipolar derecho no son estadísticamente significativas. Por otro lado, en el estudio de Flynn los pacientes en fibrilación auricular no se benefician en ningún caso de la estimulación postoperatoria. Los hallazgos de Flynn contradicen parcialmente los de Foster y los de Weisse y ponen de manifiesto la estrecha relación existente entre el lugar del implante del electrodo ventricular izquierdo y los resultados hemodinámicos obtenidos, al igual que ocurre con la resincronización ventricular epimiocárdica en pacientes con insuficiencia cardiaca crónica. En nuestro trabajo observamos globalmente mejores parámetros hemodinámicos durante la estimulación anocatódica con cátodo en VI con un 80% de respondedores, si bien, la magnitud de la respuesta fue variable y en todo caso inferior al 10%. En el 97 análisis por subgrupos no pudimos identificar ningún factor predictivo frente a los dos modos de estimulación ventricular analizados salvo en el grupo de pacientes con trastornos de la conducción intraventricular. Así pudimos comprobar que en los casos con BRDHH el estímulo anocatódico derecho fue superior al izquierdo y que en los sujetos con BRIHH el estímulo anocatódico izquierdo proporcionaba mayores aumentos del gasto cardiaco que en los sujetos sin BRIHH. En cuanto a los parámetros de saturación venosa mixta de oxígeno ninguno de los estudios publicados hasta la fecha lo analiza de modo sistemático. En nuestros pacientes sólo observamos cambios estadísticamente significativos de la saturación venosa mixta de oxígeno en el análisis por subgrupos al comparar los pacientes con/sin BRIHH y los sujetos con/sin fibrilación auricular. Las diferencias fueron paralelas a los cambios del gasto cardiaco con modificaciones inferiores al 5%. La relación de los otros parámetros hemodinámicos estudiados (presión arterial sistémica y pulmonar) con la localización de los electrodos y el modo de estimulación fue muy variable tanto en sentido como en magnitud. En general los cambios de presión arterial sistémica fueron paralelos a los cambios del gasto cardiaco aunque hubo excepciones como en el subgrupo de pacientes sin BRIHH donde el estímulo anocatódico izquierdo y derecho generó menor gasto pero mayor presión arterial sistémica que en el grupo de sujetos con BRIHH. El comportamiento de la presión arterial pulmonar en el grupo global fue de un ligero aumento frente a los valores basales para los dos modos de estimulación ventricular e independiente de las modificaciones del gasto cardiaco. En el análisis por subgrupos, los pacientes con BRIHH presentaron mayor aumento de la presión arterial pulmonar, paralelo al aumento del gasto cardiaco y al descenso de la presión arterial sistémica en los dos modos de estimulación ventricular. La interpretación de los cambios observados en la presión arterial sistémica y pulmonar es compleja. Algunos autores han observado un ligero aumento de la presión 98 arterial sistémica media durante la estimulación ventricular izquierda (Flynn, 2005) mientras que otros no han podido constatar cambio alguno (Foster, 1995). En cuanto a la presión arterial pulmonar y presión capilar enclavada Foster no observó cambios, mientras que Weisse demostró una reducción de la presión capilar pulmonar en los pacientes con BRIHH durante la estimulación anocatódica con cátodo en VI y durante la estimulación monopolar del VI, si bien, no observó ningún cambio en los sujetos con BRDHH (Foster, 1995; Weisse, 2002). La disparidad de resultados en cuanto a modificaciones de los valores de presión arterial y pulmonar pueden deberse a varios factores que están relacionados entre sí. Es posible que un cambio del volumen sistólico mediado por cambios en el acoplamiento electromecánico ventricular y del sincronismo de la sístole y la consiguiente modificación del gasto cardiaco influyan en los valores registrados de presión. Sin embargo, los cambios reflejos de las resistencias pulmonares y sistémicas pueden influir sobre la presión con mayor peso que la propia función ventricular. Algunos autores han observado una disminución de las resistencias vasculares sistémicas paralelas al aumento del gasto cardiaco (Foster, 1995; Weisse, 2002) sin cambios en la presión arterial media, mientras que otros si han constatado un aumento de la presión arterial sistémica media con el estímulo anocatódico ventricular izquierdo (Flynn, 2005). El problema de considerar la presión arterial sistémica y pulmonar como parámetro para evaluar la respuesta a la estimulación ventricular deriva de las múltiples interrelaciones de la presión arterial con otros parámetros. En general un aumento del gasto cardiaco se acompaña de un aumento de la presión arterial. Así queda reflejado en la ecuación: Presión = Gasto cardiaco x Resistencia. Sin embargo son posibles cambios reflejos de las resistencias vasculares capaces de modificar la presión arterial en pocos segundos. En este sentido se ha observado que un aumento del gasto cardiaco mediado por electroestimulación se acompaña durante los primeros segundos de un aumento de la 99 presión arterial y que posteriormente debido a la vasodilatación refleja la presión arterial vuelve a los valores basales aunque el gasto cardiaco continúe elevado (Spotnitz, 2005). La relación entre la efectividad de la contracción ventricular y el frente de activación miocárdica en electroestimulación fue sugerida por Lister (Lister 1964) que construyó mapas de activación epicárdica demostrando que la despolarización del ventrículo contralateral al estimulado no ocurría a través del sistema de conducción normal sino a través de múltiples vías aberrantes. Este hecho condiciona que exista menos regurgitación de las válvulas A-V cuando los músculos papilares se activan tempranamente como ocurre en la secuencia normal de conducción. La posibilidad de una alteración de la función de las válvulas A-V mediada por los distintos modos de estimulación ventricular y responsable de los cambios observados en el gasto cardiaco y en la presión arterial sistémica y pulmonar también debe tenerse en cuenta La estimulación catódica paraseptal anterior o anteroinferior es superior a la estimulación del tracto de salida del ventrículo derecho. Algunos estudios han demostrado que la fuerza de contracción y los índices de contractilidad son mejores cuando el electrodo se sitúa próximo al septo interventricular, es decir, al sistema de conducción nativo (Burkoff, 1986). Este trabajo postula que la estimulación paraseptal corrige mejor el movimiento septal anómalo post-quirúrgico y proporciona una mayor mejoría hemodinámica. Aunque la mejoría del gasto cardiaco durante la estimulación anocatódica izquierda pueda estar relacionada con la contracción más efectiva del septo, esto no ha sido completamente corroborado. Estudios ecocardiográficos aislados han demostrado que este tipo de estimulación revierte el movimiento septal anómalo (Foster, 1995) y puede ser determinante en casos clínicos muy seleccionados (Kleine, 2002), aunque es preciso que los electrodos estén situados en la pared libre del VI cerca de la orejuela (Liebold, 1998; Saxon, 1998). En cuanto al modo de estimulación biventricular dual catódico en paralelo, existen pocos trabajos que evalúen su efectividad en el postoperatorio de cirugía cardiaca debido a la ausencia de generadores apropiados. Los estudios publicados con 100 estimulación dual catódica ventricular han demostrado una reducción significativa de la duración del complejo QRS (Albuquerque, 2002) y una mejoría del gasto cardiaco logrado con aumentos de hasta el 30% (Spotnitz, 2005). En la actualidad no existen trabajos que comparen en pacientes adultos intervenidos de cirugía cardiaca la estimulación anocatódica con la dual catódica. En niños intervenidos de cirugía cardiaca la estimulación dual catódica sobre ápex, pared libre o tracto de salida del ventrículo derecho ha demostrado mejorar los parámetros hemodinámicos frente a los otros modos de estimulación (Zimmerman, 2003; Bacha, 2004). La estimulación del ápex izquierdo es superior a del ápex derecho y de la pared libre del ventrículo izquierdo (Vanagt, 2005). Se trata en general de pacientes con cardiopatías congénitas y obstrucción del corazón derecho o bien de pacientes con ventrículo único (Bacha, 2004). La estimulación anocatódica con cátodo estimulante a nivel de diferentes lugres (paraseptal, ápex, tracto de salida) no produce cambios significativos después de cirugía cardiaca infantil (Buckingham, 1999). Se han publicado casos llamativos de desconexión de la CEC gracias a la estimulación biventricular (Abdel-Rahman, 2002): 4. Electrocardiografía de superficie durante la electroestimulación en el postoperatorio de cirugía cardiaca. La electrocardiografía de superficie de 12 derivaciones es una exploración rutinaria en el postoperatorio de cirugía cardiaca para la detección de arritmias y cambios sugestivos de isquemia miocárdica. La optimización del gasto cardiaco mediante estimulación postoperatoria ha ampliado el interés de la electrocardiografía en el postoperatorio con el fin de reconocer y caracterizar los patrones de cada modo de estimulación. La estimulación del ventrículo derecho uni o bipolar produce un patrón electrocardiográfico de bloqueo de rama izquierda del haz de His en las derivaciones 101 precordiales mientras que la estimulación del ventrículo izquierdo genera un patrón de bloqueo de rama derecha del haz de His. La morfología del electrocardiograma en pacientes sometidos a estimulación anocatódica con cátodo estimulante sobre VI y ánodo estimulante sobre VD proporciona un trazado electrocardiográfico distinto al de la estimulación univentricular izquierda uni o bipolar. La estimulación anocatódica con cátodo estimulante sobre VI genera un complejo QRS negativo en la derivación I (Foster, 1995) y presenta una morfología similar a la estimulación ventricular izquierda aislada uni o bipolar (Foster, 1995). Sin embargo, el patrón electrocardiográfico basal influye en la morfología del complejo durante este modo de estimulación ventricular (Weisse, 2002). En nuestro trabajo registramos patrones electrocardiográficos variables que no guardaban relación alguna con el trazado de base. En el 60% de los casos observamos morfología de bloqueo de rama derecha durante el estímulo anocatódico con cátodo sobre VI e imagen de bloqueo de rama izquierda durante el estímulo anocatódico con cátodo sobre VD. Sin embargo, en los casos restantes el patrón electrocardiográfico fue similar para los dos modos de estimulación observando sólo mínimas diferencias en las derivaciones V1, V2 y I. La similitud entre la estimulación anocatódica izquierda y la estimulación ventricular derecha bipolar también ha sido descripta en otras series (Flynn, 2005) y puede estar relacionada con la secuencia de activación ventricular obtenida mediante mapeo epicárdico cuando el ánodo y el cátodo se sitúan en proximidad (Foster, 1995). La duración del complejo QRS durante la estimulación biventricular ha sido considerada -erróneamente a nuestro juicio- un parámetro adecuado para valorar la efectividad del acoplamiento electromecánico durante la estimulación biventricular. Estudios clínicos en sujetos con insuficiencia cardiaca crónica intervenidos de resincronización ventricular mediante estimulación univentricular izquierda han demostrado que la obtención de un QRS estrecho no es un requisito necesario para obtener una resincronización intraventricular efectiva (García-Bengochea, 2003; Fernández y García-Bengochea, 2004). Pensamos que esta premisa se puede aplicar también a la estimulación ventricular en el postoperatorio de cirugía cardiaca. 102 En esta Tesis constatamos un aumento significativo de la duración del complejo QRS en todos los sujetos para los dos modos de estimulación e independientemente del ritmo de base. En nuestro trabajo observamos un complejo QRS más estrecho con la estimulación izquierda respecto a la derecha aunque sin alcanzar significación estadística. Algunos autores (Foster, 1995) no han observado diferencias entre la estimulación anocatódica con cátodo en ventrículo izquierdo y la estimulación monopolar derecha en cuanto a la duración del QRS. Por el contrario otros trabajos han demostrado un acortamiento significativo del complejo QRS al estimular en forma anocatódica con cátodo en VI frente al estimulo bipolar sobre VD (Flynn, 2005). La estimulación biventricular dual catódica uni o bipolar es la única que permite obtener sistemáticamente complejos QRS de corta duración. Su utilidad en términos de mejoría hemodinámica en el postoperatorio de cirugía cardiaca ha sido demostrada pero su aplicación clínica es todavía limitada debido a la ausencia de generadores temporales adaptados para este fin (Gaudiani, 2003; Berberian, 2005; Spotnitz, 2005; Albuquerque, 2002). 103 _______________________________________________________________________ VI. CONCLUSIONES. _______________________________________________________________________ 104 VI. CONCLUSIONES. 1. La estimulación ventricular anocatódica con cátodo en ventrículo izquierdo y ánodo en ventrículo derecho y viceversa en pacientes intervenidos de cirugía cardiaca es una técnica segura. 2. En una población no seleccionada de pacientes intervenidos de cirugía cardiaca, el 80% de los pacientes sometidos a estimulación ventricular anocatódica con cátodo en ventrículo izquierdo presenta una respuesta hemodinámica superior a la obtenida implantando el cátodo en ventrículo derecho. 3. Existe gran variabilidad en cuanto a la magnitud de los cambios hemodinámicos que aparecen con cada modo de estimulación ventricular. 4. No se han identificado parámetros electrocardiográficos, clínicos, de función ventricular o de ritmo que permitan predecir con fiabilidad la respuesta hemodinámica a cada modo de estimulación ventricular. 5. El valor de la electrocardiografía de superficie para estudiar el patrón de activación ventricular y la respuesta hemodinámica frente a los dos modos de estimulación es limitado. 6. La estimulación anocatódica ventricular con cátodo en ventrículo izquierdo debe ser utilizada de modo preferente en la práctica clínica habitual para optimizar el gasto cardiaco en todos los pacientes que requieran electroestimulación salvo en los sujetos con bloqueo de la rama derecha del haz de His. 105 _______________________________________________________________________ VII. 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