Exportando influencia desde México

DN
Lunes, 29 de septiembre de 2014
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iáspora
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Un espacio para recoger las
vivencias de los navarros que
trabajan y estudian repartidos por
el mundo, y conocer con ellos los
nuevos paisajes de sus vidas
Exportando influencia
desde México
RUBÉN ELIZARI Pamplona
Q
UIZÁS el nombre de Julen Elizari Vidaurre no
le resulte demasiado familiar aunque es probable que lo escucharan de boca de
Raúl de la Fuente, el director de
Minerita, en la última gala de los
premios Goya cuando le agradeció
su trabajo en el cortometraje documental que la Academia galardonó. También es muy posible, si
son aficionados al fútbol, que lo relacionen con el ex-jugador de Osasuna y el mediático presentador
Michael Robinson. Pero lo que sí
resulta bastante probable es que
les haya llegado a la pantalla de su
ordenador o de su móvil a través
de alguna red social algún mensaje de marcas globales como Nike,
Ford o Coca-Cola. Pues bien. Julen
Elizari, afincado ahora mismo en
México, ha estado detrás de la estrategia de estas multinacionales.
La vida laboral de este pamplonés ha estado centrada en las redes sociales. En Minerita ayudó a
difundir la historia de varias mujeres bolivianas que luchan por sobrevivir. “Me daba pena que otras
productoras, con más recursos
que la de Raúl, tuvieran más opciones. No sé si ayudé con la campaña
en las redes, pero sí que hicimos
ruido”, dice. Con Michael Robinson llevaba toda su comunicación
digital, y con las multinacionales
como Adidas o Coca-cola, entre
otras, gestionó su comunicación
digital después de que Twitter lo
fichara a través de su representante comercial en Latinoamérica,
IMS Corporate. “Lo que hacíamos
era tan nuevo que teníamos la sensación de que estábamos escribiendo la profesión”, explica.
Después de terminar la carrera
de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Navarra,
comenzó a trabajar en entornos
digitales. Una de las últimas firmas donde aportó sus conocimientos fue Social Noise, una
agencia creativa digital con sede
en Madrid. En 2011, y gracias al
programa Pipe del Icex esta compañía dio el salto a México, “la
puerta natural al mercado de norteramérica”. Miguel Pereira, el director de la agencia, encomendó a
Julen Elizari, y a otras tres personas más, la tarea de abrir mercado
en este país. “Conseguimos importantes contratos con Telefónica,
Puma o Colgate. Cuando cumplí
los objetivos, empecé a sentir que
mi ciclo vital en la agencia ya se estaba acabando”, explica este pamplonés del barrio de San Juan.
Para entonces, en su mente, ya
le rondaba una idea: emprender
JULEN ELIZARI VIDAURRE
Pamplonés de 33 años, es un pionero en la gestión y estrategia de la
comunicación corporativa a través de las redes sociales. Después de
haber sido fichado por Twitter, y asesorar a multinacionales, ahora ha
decidido emprender su propio proyecto: Dequébuzz
MÉXICO
Sobre el país
Población y superficie. 122
millones de habitantes. México D.F. es una de las ciudades más habitadas del planeta con 8 millones de personas.
Moneda y coste de la vida.
El precio de una cerveza puede oscilar, en función del sitio, entre 0,9 y 1,80 euros
(entre 15 y 30 pesos. Un café
cuesta entre 0,6 y 1,3 euros
(10-22 pesos) y una barra de
pan, 0,6 euros (10 pesos).
Idioma. Castellano.
Tasa de paro. 4,3%.
DNI
Nombre. Julen Elizari Vidaurre.
Fecha y lugar de nacimiento. 27 de diciembre de 1980.
Hermanos. Julen Elizari es
el mayor de tres hermanos.
Su hermano menor, Fermín,
es periodista, y Claudia trabaja en una agencia de redes
sociales.
Padres. Son Jesús María y
Merche.
Estudios. Estudió en el Colegio San Cernin de Pamplona
y después, se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Navarra.
Lugar de trabajo. Acaba de
emprender Dequébuzz
(http://preview.innku.com/7ONOM3), una
agencia cuyo lema es exportando influencia. A través de
personas clave, y una estrategia en las redes sociales,
se consigue una repercusión
global en un corto espacio
tiempo para lograr un objetivo. Estas campañas no duran más de un mes y buscan
un retorno de la inversión.
El pamplonés Julen Elizari Vidaurre, que vive y trabaja en México.
su propio proyecto. Dequébuzz,
una forma de hacer marketing a
través de las redes sociales: “El lema de Dequébuzz es exportando
influencia. Dentro de las redes social se pueden generar acciones de
difusión masiva de manera global.
La gente está saturada de anuncios un tanto invasivos en redes
sociales, pero si tus amigos o tus
ídolos te recomiendan un contenido, sin ser demasiado comercial, sí
que vas a clicar. A través de un idioma común, como es el español, podemos, con distintas acciones con
influencias y estrategias, llevar un
tráfico nuevo y generar un retorno
de la inversión”, relata.
Justo cuando empezó a construir este proyecto, Twitter deci-
dió contratarlo: “Es como si eres
un jugador de fútbol, estás a punto
de retirarte y viene el Madrid o el
Barcelona”.
Durante los dos últimos años, el
trabajo de Julen Elizari ha consistido en mostrar a los clientes más
importantes de Twitter en México
todos los productos de esta aplicación, asesorarles sobre las ventajas que podían obtener y cerrar
acuerdos comerciales: “El último
año ha sido muy intenso. He estado a caballo entre México, Miami y
San Francisco, además, ha coincidido el Mundial de fútbol y la eclosión de Twitter en México”.
La reflexión y el convencimiento de las posibilidades de Dequébuzz, hicieron que Elizari saliera
de Twitter: “Trabajar en esta compañía me ha ayudado mucho, tanto por conocimiento como por la
red de contactos que he hecho. Estaba convencido de que este es el
momento de Dequébuzz. No podía
esperar más”, señala. Y el mercado, le ha dado la razón.
En su corta andadura ya han
construido varios casos de éxito
con importantes marcas, como el
Real Madrid a través de una campaña Fans for Real o Minerita.
Sobre México
En México no resulta demasiado
complicado seguir la huella que
han dejado los navarros a lo largo
de la historia. “Parece que emi-
grar ha sido el sino de muchos navarros. En México está la panadería Elizondo, Transportes Estafeta u otros tantos negocios”.
Al llegar a México, lo que más
llamó la atención de este pamplonés de 33 años no fue el intenso
tráfico, la gastronomía o una ciudad inmensa. Lo que más le chocó
fue la diferencia cultural e idiomática. “Llegas y piensas que hablando español está todo hecho y
no es así. El tono es distinto, algunas palabras cambian su significado, las expresiones son otro
mundo... Todo europeo que lleve
un tiempo en México sabe que hace falta un período de aclimatamiento cultural al país. Nadie llega y besa a México”.