Tesis - Universidad de Colima

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Universidad de Colima
PROGRAMA INTERINSTITUCIONAL EN CIENCIAS PECUARIAS
(PICP)
EVALUACIÓN DE INDICADORES PRODUCTIVOS EN POLLOS DE ENGORDA AL
INCLUIR MAÍZ Y PASTA DE SOYA EXTRUDIDOS Y MALTA DE CEBADA
TESIS
Que para obtener el grado de
MAESTRO EN CIENCIAS PECUARIAS
Presenta
M.V.Z. MARÍA ESMERALDA REBOLLAR SERRANO
COMITÉ TUTORIAL
DIRECTOR: DR. JUAN DE DIOS FIGUEROA CÁRDENAS
ASESOR: DR. TEÓDULO QUEZADA TRISTÁN
ASESOR: DR. ARTURO G. VALDIVIA FLORES
Colima, Col., Diciembre de 2002
Doy gracias a Dios por este momento irrepetible en el que se concluye una etapa
de mi vida, llena de sueños e ilusiones.
A mis padres
Margarita y Alfredo
Su amor y su ejemplo de lucha los mantiene vivos en mí corazón.
A mi tía Carmen
Por ser una amiga incondicional.
A mis hermanos
Elizabeth, Alfredo e Inés por todos los momentos felices que nos ha
dado la vida.
Al Dr. Juan de Dios Figueroa Cárdenas, director de Tesis, gracias por la formación y
aprendizaje durante mi estudio de maestría. Recordaré por siempre tus sabios consejos.
AC Dr. Jesús González [Fernández, Jefe del CINCESTAV del IPL, unidad Querétaro,
agradezco el apoyo y las facilidades para el desarrollo de esta investigación.
Al Dr. Enrique Silva (Peña, Director del (Programa de (Postgrado Interinstitucional en
Ciencia (Pecuarias y Marinas, agradezco la oportunidad de superarme dentro del
(Postgrado.
A la (Decana del Centro de Ciencia Agropecuarias, I.B.Q. Nara Aurora Guerrero García y
al jefe del Área (Pecuaria M..VZ. Víctor Hugo Franco Olivares, por permitirme
desarrollar los experimentos dentro de las instalaciones de la Universidad Autónoma de
Aguascalientes.
A la M.C.: R(osa Marta (Padilla Vega y al M. C. Rafael Ursúa Ramírez Director
General de Investigación y (Postgrado de la universidad Autónoma de Aguascalientes.
A mis asesores de Tesis: Dr. Arturo G. Valdivia Flores y (Dr. Teódulo Quezada Tristán por
la paciencia, la orientación y por compartir sus conocimientos, durante tantos años.
Un Agradecimiento muy especial por los comentarios y observaciones realzadas
durante los seminarios de avance y desarrollo de la presente investigación así como del
material e información bibliografía proporcionada, al Dr. Carlos López Coello, al Dr.
Ernesto Ávila González y al Dr. Antonio López Quintana.
(Por la aportación de herramientas practicas que permitieron evaluar el comportamiento
productivo, mediante el Índice de Rentabilidad, un reconocimiento al Dr. Ariel Ortiz
Muñiz y al Dr. Fernando Ingalls Herrera, así como al M. C. Francisco Alonso Pesado por
la información sobre costos de producción de las empresas avícolas.
A mis amigos siempre, con todo mi cariño: L.A.E. Aurora García López, C.P. Lupita (De
Ca Paz de Gallo, M. C. verónica León Heredia, M. C. José Cervantes García y (Dr. Salvador
Sánchez Rocha.
Por los años compartidos y su participación física, intelectual, moral y afanosa llena de
entusiasmo que contribuyó enormemente a la culminación de la presente investigación: mis
amigas y compañeras M. C. Ma. Guadalupe Acero Godinez y la estudiante de M. C. Ma.
Guadalupe González Maldonado, como pagar el tiempo robado a sus fijos, Muchas
gracias.
Al los compañeros del Centro de Ciencia Agropecuarias: Ing. Arturo Jáuregui, por fa
participación en la edición de Tesis, al Sr. Emito Hernández Gómez y al Sr. Agustín
Chávez por su gran apoyo durante el desarrollo de los experimentos en fa Unidad de Aves
Productoras de Carne.
Este trabajo se realizó con el apoyo financiero de la Universidad Autónoma de
Aguascalientes, Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN Unidad Querétaro,
Sistema Regional de Investigación Miguel Hidalgo (SIHGO), La fundación Produce
Aguascalientes, CONACIT, la Asociación de Avicultores del Estado de Aguascalientes,
Alimentos Balanceados de Penjamo S.A. de C. V Agroindustrias Quezada y Pollos el Tío.
Quiero Agradecer el apoyo técnico de la Empresa Extractos y Maltas y la valiosa
cooperación de las siguientes personas: M. V Z. Pedro Casillas, M.V.Z. Juan Carlos
Infante, M. C. Marcela Gaytan, Quim. En Alim. Juan veles Medina, Ing. en Alim.
Rivelino Flores (Farias, M.C. R.. Araceli Mauricio Sánchez, Ma. del Carmen Rodríguez
Limón, Dr. Eduardo Morales Sánchez, (Dr. Javier Llamas Viramontes, Lic. César
Quezada Macías y Al Lic. César (Ponce Hernández.
INDICE
Pág.
ÍNDICE DE CUADROS
i
ÍNDICE DE FIGURAS
iii
RESUMEN
v
SUMMARY
vi
1. INTRODUCCIÓN
1
2. ANTECEDENTES
3
2.1. LA AVICULTURA EN MÉXICO
2.1.1. Impacto económico de la avicultura
2.2. SISTEMA DIGESTIVO DEL POLLO
2.2.1. Anatomía y fisiología del tracto digestivo
3
3
7
7
2.2.2. Desplazamiento de la ingesta y pH dentro del tubo digestivo
12
2.2.3. Digestión y absorción de nutrientes
14
2.2.4. Metabolismo y excreción
14
2.2.5. Actividad enzimática durante los primeros ocho días de edad
15
2.3. LA NUTRICIÓN EN EL POLLO PRODUCTOR DE CARNE
22
2.3.1. Nutrientes integrales en la dieta
22
2.3.2. Carbohidratos
22
2.3.3. Lípidos
25
2.3.4. Proteínas
26
2.3.5. Vitaminas
28
2.3.6. Minerales
29
2.3.7. Agua
29
2.4. ALIMENTACIÓN EN EL POLLO PARA PRODUCCIÓN DE CARNE
2.4.1. Programa de alimentación
2.5. INDICADORES PRODUCTIVOS
2.5.1. Índice de rentabilidad
29
30
31
36
2.6. LAS ENZIMAS COMO UNA ALTERNATIVA PARA MEJORAR LOS
INDICADORES PRODUCTIVOS EN LOS POLLOS DE ENGORDA
37
Pág.
2.6.1. Insumos utilizados en la elaboración de dietas
37
2.6.2. Aditivos
38
2.6.3. Enzimas: historia, clasificación y aplicación en las dietas
39
2.6.4. Empleo de las enzimas en la avicultura
46
2.6.5. Beneficio económico que representa la incorporación de enzimas
48
2.7. FACTORES ANTINUTRICIONALES
50
2.8. TECNOLOGÍAS EMPLEADAS EN LAS DIETAS DE POLLOS
PRODUCTORES DE CARNE
58
2.8.1. Proceso de extrusión
58
2.8.2. Extrusión en frijol de soya y maíz
61
2.8.3. Incorporación de malta de cebada en el alimento
62
3. HIPÓTESIS
66
4. OBJETIVOS
67
4.1. OBJETIVO GENERAL
67
4.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
67
4.2.1. Evaluar el efecto de la incorporación de malta de cebada en las dietas
balanceadas, sobre los indicadores productivos en pollos de engorda.
67
4.2.2. Evaluar el efecto de la incorporación de pasta de soya extrudida en las
dietas balanceadas, sobre los indicadores productivos en pollos de engorda.
67
4.2.3. Evaluar el efecto de la incorporación de maíz extrudido en las dietas
balanceadas, sobre los indicadores productivos en pollos de engorda.
67
4.2.4. Evaluar el efecto que presentan las combinaciones de malta de cebada,
pasta de soya extrudida o maíz extrudido en alimentos balanceados, sobre
los indicadores productivos en pollos de engorda.
5. MATERIALES Y MÉTODOS
5.1. MATERIAL BIOLÓGICO
67
68
69
5.1.1. Animales
69
5.1.2. Materias primas
69
Pág.
5.2. INSTALACIONES
70
5.3. EQUIPO
70
5.4. MÉTODOS
72
5.4.1. Diseño general
72
5.4.2. Selección de aves y formación de lotes
73
5.4.3. Experimento UNO: "influencia del maíz extrudido, pasta de soya extrudida
y malta de cebada, sobre los parámetros productivos en pollos de engorda"
73
5.4.4. Experimento DOS: "influencia del maíz extrudido y malta de cebada, sobre
los parámetros productivos en pollos de engorda"
74
5.4.5. Experimento TRES: "Influencia del maíz extrudido y malta de cebada a
diferentes proporciones, sobre los parámetros productivos en pollos de
engorda"
75
5.4.6. Proceso de extrusión
77
5.4.7. Preparación de dietas
79
5.4.8. Tratamientos
79
5.5. ANÁLISIS QUÍMICO PROXIMAL
83
5.6. VARIABLES DE RESPUESTA Y CÁLCULO DE ÍNDICES PRODUCTIVOS
83
5.7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO
84
6. RESULTADOS
85
6.1. MALTA DE CEBADA
86
6.2. PASTA DE SOYA EXTRUDIDA
88
6.3. MAÍZ EXTRUDIDO
88
6.4. COMBINACIONES DE INSUMOS PROCESADOS
93
6.4.1. Maíz extrudido y malta de cebada
93
6.4.2. Maíz extrudido y pasta de soya extrudida
98
6.4.3. Pasta de soya extrudida más malta de cebada (2%)
99
7. DISCUSIÓN
101
Pág.
7.1. MALTA DE CEBADA (MC 2%)
101
7.2. PASTA DE SOYA EXTRUDIDA (PSE)
102
7.3. MAÍZ EXTRUDIDO EN INICIACIÓN Y FINALIZACIÓN (MEIF) Y MAÍZ
EXTRUDIDO EN INICIACIÓN (MEI)
7.4. COMBINACIONES DE INSUMOS PROCESADOS
7.4.1. PASTA DE SOYA EXTRUDIDA MÁS MALTA DE CEBADA AL 2%
102
104
106
7.4.2. MAÍZ EXTRUDIDO EN INICIACION Y FINALIZACIÓN MÁS PASTA
DE SOYA EXTRUDIDA (MEIF MÁS PSE)
106
8. CONCLUSIONES
108
9. BIBLIOGRAFÍA
109
INDICE DE CUADROS
Pág.
Cuadro No. 1. Enzimas y jugos digestivos encontrados en las aves
21
Cuadro No.2. Necesidades nutricionales para pollo de engorda como porcentaje o
unidades por Kg. de dieta (90% M.S.)
27
Cuadro No. 3.Programa de alimentación en el pollo de engorda en TRES fases
30
Cuadro No. 4. Programa de alimentación en el pollo de engorda en DOS fase.
31
Cuadro No. 5. Indicadores de producción para pollo a las ocho semanas de edad
34
Cuadro No. 6. Indicadores productivos de pollo productor de carne de la estirpe Avian
& Farmâ de 1996 a 1998
35
Cuadro No. 7. Componentes de alimentos para animales, susceptibles a la acción
enzimática
43
Cuadro No. 8. Reducción del costo de producción en alimentos para pollos de engorda,
con dietas a base de cebada y adición de enzimas
49
Cuadro No. 9. Rentabilidad económica de alimentos para pollos de engorda en dietas
basadas en cebada y adición de enzimas
49
Cuadro No. 10. Factores antinutricionales en fuentes de proteínas usadas comúnmente
para la formulación de dietas destinadas a pollos de engorda
52
Cuadro No. 11. Contenido y digestibilidad de PNA en ingredientes empleados en la
elaboración de dietas para pollos de engorda
54
Cuadro No. 12. Dietas de iniciación empleadas en experimento: UNO, DOS y TRES
81
Cuadro No. 13 Dietas de finalización empleadas en experimento: UNO, DOS y TRES
82
Cuadro No. 14. Diseño estadístico de los experimentos
84
Cuadro No. 15. Indicadores productivos en tratamientos con malta de cebada al 2%
87
Cuadro No. 16. Indicadores productivos en las aves alimentadas con pasta de soya
extrudida
Cuadro No. 17 Indicadores productivos en tratamientos con maíz extrudido
88
92
Cuadro No.18. Indicadores productivos en tratamientos con maíz extrudido más malta
de cebada al 2%, 4% y 6%
97
Cuadro No. 19. Indicadores productivos en tratamientos con maíz extrudido más pasta
de soya extrudida en el experimento UNO.
99
Cuadro No. 20. Indicadores productivos en tratamientos con pasta de soya extrudida
más malta de cebada al 2% en el experimento UNO
100
INDICE DE FIGURAS
Pág.
Figura No. 1.Principales especies animales de las que proviene la producción pecuaria
en México durante 1999.
Figura No.2. Costos de producción en granjas avícolas.
4
6
Figura No. 3. Aparato digestivo en aves
7
Figura No. 4. Crecimiento en pollos.
17
Figura No. 5. Crecimiento intestinal en pollos.
18
Figura No. 6 Comportamiento de la enzima a-amilasa evaluada durante los primeros 8
días de vida.
19
Figura No. 7. Partición de la energía ingerida en el alimento del ave.
23
Figura No. 8. Diseño general de los experimentos
72
Figura No. 9. Alojamiento de los pollos a la primera semana de edad en el experimento UNO.
73
Figura No. 10. Tratamientos del experimento DOS dentro de la caseta al día tres de
vida.
74
Figura No. 11. Distribución de tratamientos del experimento DOS en la etapa de
finalización.
75
Figura No. 12. Presentación de tratamientos en el experimento TRES de día 1 a 21 de
edad.
76
Figura No 13. Se muestran el sistema de alojamiento de los tratamientos del
experimento TRES del día 21 o al 49o de edad.
Figura No. 14. Extrusión en maíz y pasta de soya en CINVESTAV Unidad Querétaro.
76
77
Figura No. 15 Índice de conversión alimenticia en los tratamientos sobre la base de
maíz extrudido.
90
Figura No. 16. Crecimiento en pollos al final de los experimentos en dietas que
incluyeron maíz extrudido más malta de cebada.
94
Figura No. 17 Conversión alimenticia en tratamientos con maíz extrudido más malta de
cebada.
95
RESUMEN
Se desarrollaron tres experimentos con el fin de evaluar el proceso de extrusión y la adición de
malta de cebada como alternativas que optimizaran el aprovechamiento de las dietas
suministradas a pollos de engorda. Se utilizaron para los tres experimentos 60, 288 y 1400 pollos
Avian & Farm de un día de edad. Bajo un diseño completamente al azar se asignaron 6, 4 y 6
tratamientos con 10, 6 y 3 repeticiones para el experimento UNO, DOS y TRES respectivamente.
El agua y el alimento se ofrecieron a libre acceso. Se incluyeron las siguientes variables en la
formulación de las dietas: control (C), malta de cebada al 2% (MC2%), pasta de soya extrudida
(PSE), maíz extrudido en iniciación (MEI), maíz extrudido en iniciación y finalización (MEIF) y las
combinaciones: maíz extrudido en iniciación y finalización más malta de cebada al 2% (MEIF más
MC2%), Maíz extrudido en iniciación más malta de cebada al 2% (MEI más MC2%), Maíz extrudido
en iniciación más malta de cebada al 4% (MEI más MC4%), Maíz extrudido en iniciación más malta
de cebada al 6% (MEI más MC6%), maíz extrudido en iniciación y finalización más pasta de soya
extrudida (MEIF más PSE). Se evaluó el efecto de las dietas sobre el peso final (PF), la ganancia
diaria de peso (GPD), el consumo promedio de alimento (CA), el índice de conversión alimenticia
(ICA), eficiencia alimentaria (EA), índice de eficiencia (IE), índice de productividad (IP), punto de
desenvolvimiento (PD) e índice de rentabilidad Ingalls-Ortiz (IOR). La dieta MC2% en el
experimento DOS mejoró el ICA y la EA en 2% con respecto a la dieta C. El tratamiento MEIF
aumentó el PF en 5%, 4% y 3% para los experimentos UNO, DOS y TRES respectivamente en
proporción semejante (5.45%, 4% y 3%) se incrementó la GPD. En el experimento DOS el ICA
presentó diferencia estadísticamente significativa (P < 0.05) en favor de la dieta MEIF. La EA, el
ICA, el IP y el PD en los experimentos DOS y TRES, fueron diferentes estadísticamente con
relación al C (P<0.05). La dieta MEI fue más rentable que la dieta control. La combinación MEI más
MC2% mejoró los indicadores productivos de los pollos de engorda. Se concluye que la malta de
cebada al 2% y la extrusión en el maíz son alternativas que pueden mejorar algunos indicadores
productivos, sin embargo en la medida en que el costo de la extrusión del maíz disminuya, el índice
de rentabilidad será mayor.
SUMMARY
The objective of this work was to evaluate the extrusion process and barley malt addition as
altematives for improving poultry diets. 60, 288 and 1400 one-day-old male and female Avian and
Farm chickens were selected for three experiments in a randomized complete design. 6, 4 and 6
treatments with 10, 6 and 3 repetitions were assigned for experimenta ONE, TWO and THREE,
respectively. Chickens were fed with following diets: Control (C), 2% barley malt (BM2%), extruded
soy paste (ESP), extruded corn at starting (ECS), extruded corn at starting and finishing stages
(ECSF), extruded corn at starting and finishing plus 2% barley malt (ECSF+BM2%), extruded corn
at starting plus 4% barley malt (ECS + BM 4%), extruded corn at starting plus 6% barley malt
(ECS+ BM 6%), extruded corn at starting and finishing plus extruded soy paste (ECSF+ ESP). Final
weight (FW), daily gain weight (DGW), average feed consumption (AFC), feed conversion index
(FCI), feed efficiency (FE), efficiency index (El), productivity index (PI), development point (DP) and
Ingalls-Ortiz profitability index (IOPI) were evaluated too. In experiment TWO as a comparison with
C diet, BM2% improved FCI and FE in 2 %. The ECSF treatment increased FW in 5%, 4% and 3%
in experiments ONE, TWO and TREE, respectively and the same tendency was observed for DWG
(5.45%, 4% and 3%). In experiment TWO chickens fed ECSF showed significant improvement in
FCI (P<0.05). In experiments TWO and THREE FE, FCI, PI and DP were significantly different
(P<0.05) when compared against Control diet. ECS diet was more profitable than Control diet. The
ECS and BM2% mixed diet improved the productive parameters in poultry. It was concluded that
including 2% barley malt and extruded corn in poultry diets are altematives that may improve
productive parameters and cost decreasing in corn extrusion process will be increase profitability
index.
1. INTRODUCCIÓN
Uno de los mayores problemas que enfrenta la humanidad, es que gran parte de la población crece
con bajos niveles de alimentación. Los alimentos básicos son insuficientes para cubrir los niveles
nutricionales recomendados por la Organización de las Naciones Unidas (Alonso, 2000).
La carne de pollo contiene los siguientes nutrientes: 66% de agua, 21 % de proteínas, 9% de grasa
y 35% de minerales. El consumo de carne de pollo en México sin considerar las importaciones, ha
mostrado un aumento notable, así en 1975 fue de 4.5 Kg. (Secretaría de Agricultura y Recursos
Hidráulicos, 1990), para ubicarse en 1998 en 16 Kg. (Unión Nacional de Avicultores, 1995). Parte
de este incremento puede atribuirse a que en los últimos años, se ha modificado el patrón de
consumo a favor de productos avícolas, que son proteínas más baratas, en detrimento de carne de
cerdo, y un estancamiento de la carne de bovino (Alonso, 2000).
El alimento representa cerca del 70% de los costos de producción, por lo que los nutricionistas
tienen responsabilidad de cuidar desde la calidad de insumos para la formulación, hasta la
transformación de alimento en carne de primera calidad (Arce, López y Ávila, 2001). Tomando en
cuenta al medio ambiente, esta tendencia pretende lograr la interacción armónica de suelo, planta,
animales, fuerza de trabajo y clima es decir, mayor cuidado al medio ambiente (Guerra, 1997,
Alonso, 1997).
Gran parte de los ingredientes del alimento consumido por un pollo necesitan estar biodisponibles
de algún modo antes de utilizarse por el ave (Mack, 1986). Por ello se han realizaron estudios para
evaluar la digestibilidad y biodisponibilidad de los nutrientes de algunos ingredientes usados en
alimentos balanceados (Hernández, Flores y Ávila, 1993). La concentración de aminoácidos
disponibles en los alimentos a menudo son sustancialmente menores que la concentración de
aminoácidos totales determinados (Parsons, 1991), puede considerarse que estas variaciones se
deben principalmente a la presencia de compuestos antinutricionales. Los ejemplos más comunes
son los taninos en el sorgo y los inhibidores de
tripsina en la pasta de soya. Los inhibidores de tripsina causan inhibición de las enzimas
proteolíticas, esto provoca una mayor pérdida de aminoácidos endógenos. Debido a las
propiedades de los taninos de combinarse con las proteínas y hacerlas insolubles, los sorgos con
alto contenido de taninos tienen un valor menor de aminoácidos digestibles (Cuca, Ávila y Pro,
1996).Otros factores que afectan la biodisponibilidad son el procesamiento, tipo de proteína y
contenido de fibra. Aún cuando se requiere el procesamiento para aumentar la digestibilidad de
aminoácidos presentes en los diferentes ingredientes, las condiciones adversas de procesamiento
como el calor y la presión reducen la cantidad detectable de aminoácidos y la digestibilidad de
estos (Sibbald, 1980; Parsons, 1991). Por otra parte, algunas proteínas como harina de plumas y
aquéllas que contienen una gran cantidad de cistina y enlaces de disulfuro aumentan la estabilidad
de la proteína y su resistencia a las enzimas digestivas (Parsons, 1991).Respecto a la fibra efecto
de esta consiste en incrementar la pérdida de aminoácidos endógenos por descamación de la
mucosa intestinal y elevando la producción de moco (Hernández, Flores y Ávila, 1993).
Así mismo se persigue que la producción sea limpia, es decir, sin antibióticos, hormonas, etc. Sin
embargo sería prácticamente imposible producir alimentos avipecuarios en la cantidad que
demanda la población sin las medidas de bioseguridad actuales, mientras que requieren un uso
intensivo de fármacos y biológicos (Guerra, 1997; Alonso, 1997).
Basándose en los antecedentes mencionados, la propuesta de esta investigación fue evaluar el
proceso de extrusión sobre el maíz y la pasta de soya así como la inclusión de diferentes
porcentajes de malta de cebada como un aditivo rico en enzimas a amilasas, todo esto dirigido a
incrementar la disponibilidad de los nutrientes de las dietas suministradas a los pollos de engorda.
El efecto de las dietas se analizará mediante el registro de algunos indicadores productivos en
pollos de engorda.
2. ANTECEDENTES
2.1. LA AVICULTURA EN MÉXICO
2.1.1. Impacto económico de la avicultura
México ocupa el sexto lugar en el mundo como productor de pollo, según cifras de la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Secretaría de Agricultura y
Ganadería (SAGAR). En Latinoamérica, México es el líder en producción avícola; de la última
década mostró el mayor desarrollo, ya que de 1990 a 1996 su tasa de crecimiento anual fue de 9.1
%. Esta industria genera más de 780 mil empleos: de los cuales 130 mil son directos y 650 mil son
indirectos, en su mayoría rurales, lo que contribuye a disminuir la migración urbana hacia los
Estados Unidos (tomado de la red mundial el 29 de Marzo del 2000, http://www.una.com.mx
/avicult/rightavi/rightuna.gif/).
La avicultura produce más de tres millones de toneladas de alimentos al año, lo que representa el
60 % de la oferta de proteína animal disponible en México. La principal industria transformadora de
proteína vegetal en proteína animal es la avicultura ya que procesa 7.5 millones de toneladas de
grano anualmente, de esta manera se estimula así la siembra de granos básicos en México. El
consumo anual per cápita de pollo es de 16.5 Kg. La producción pecuaria registrada en 1999, se
muestra en la figura No. 1, donde se indica la distribución porcentual que corresponde para el
huevo 30.06 %, pollo de engorda 29.39 %, bovino 22.64 %, porcino 15.73 %, miel 0.92 %, caprino
0.62 %, ovino 0.19 % y pavo 0.17% (tomado de la red mundial el 29 de Marzo del 2000,
http://www.una.com.mx/avicult/rightavi/rightuna.giff).
Figura No.1 Principales especies animales de las que proviene la producción pecuaria en México
durante 1999. Fuente: (tomado de la red mundial el 29 de Marzo del 2000,
http:llwww.una.com.mx/indec/grafs/03.gif.).
La producción de carne de pollo en México, tiene un papel importante como fuente de proteína de
origen animal, ya que cuenta con una gran demanda en el mercado nacional e internacional. Esta
situación se ve favorecida debido a las propiedades nutritivas y al bajo costo del producto, lo cual
origina que sea de fácil adquisición por gran parte de la población mexicana. Uno de los factores
importantes a considerar en la producción avícola es la nutrición, pues de ella depende el
rendimiento en carne obtenida como producto final (Cuca, Ávila y Pro, 1996).
Todo productor busca obtener máximos rendimientos al menor costo posible, por lo cual toma
medidas encaminadas a lograr las mejores condiciones de sanidad, manejo, genética y nutrición
para hacer eficiente el proceso productivo; la nutrición está íntimamente relacionada con la
genética de las aves, pues para que un extirpe exprese su potencial genético requiere de una
nutrición balanceada (Ceniceros, 1997). La actividad avícola es importante desde el punto de vista
económico, debido a la proteína que aporta a la dieta humana en forma de carne (Cuca, Ávila y
Pro, 1996).
La producción de carne de pollo ha mostrado un incremento hasta alcanzar una tasa anual de
8.6%, tasa superior a la de crecimiento promedio anual de la población mexicana, la cual fue de
2.5% anual, lo cual ha influido notablemente aumentando el consumo per cápita de 3.975 kg. en
1972, a 15.7kg. en 1995 (Alonso y Domínguez, 1997).
En la figura No. 2 se muestran los resultados de un estudio donde se analizaron los costos de
producción de granjas avícolas en la zona de Nogales-Acuitzingo, Veracruz, (Núñez, 1998) en el
cual es notorio que la alimentación aviar es uno de los factores económicos más importantes
debido a que representa del 60 % al 70 % de los costos de producción. Esto significa que el precio
del alimento influye grandemente en el costo de producción de carne. Consecuentemente, hacer
un uso correcto y adecuado del alimento es muy importante para él productor. Por esta razón, se
requiere realizar estudios encaminados al aprovechamiento óptimo de los insumos agrícolas,
disponibles para la elaboración de las dietas balanceadas destinadas a los pollos de engorda
(Cuca, Ávila y Pro, 1996).
Figura No.2. Costos de producción en granjas avícolas. La gráfica se adaptó de un estudio
realizado por Núñez en 1998, donde analizó costos de producción en 12 granjas avícolas,
designando los porcentajes de la manera siguiente: alimento 72 %, pollito 18.1 %, gas 3.2 %, mano
de obra 3.1 % y otros 4.5 %.
Se han desarrollado una serie de investigaciones donde se considera como referencia importante
la conversión alimenticia, aceptando como rangos adecuados 1.9 a 2.2 kilogramos de alimento
consumido por el pollo por cada Kg. de carne producida (Cuca, Ávila y Pro, 1996; Aguilera,
Peñalba y López,1991; Navarro, Forat, Casarín, López y Miles, 1991 y Unión Nacional de
Avicultores, 1998). Esto nos muestra que la capacidad digestiva del ave es muy eficiente, ya que
del 60 al 70% de la dieta es aprovechada para formar parte integral del organismo del pollo de
engorda (Antillón y López, Los polisacáridos más importantes son almidón, celulosa, pentosas y
otros carbohidratos más complejos; aunque tanto la celulosa como el almidón son polisacáridos
compuestos de unidades de glucosa, los pollos sólo poseen enzimas capaces de hidrolizar el
almidón (Austisc y Malden, 1989).
2.2. SISTEMA DIGESTIVO DEL POLLO
2.2.1. Anatomía y fisiología del tracto digestivo
El aparato digestivo es un tubo largo por el cual pasa la comida. En este trayecto se presentan
reacciones físicas y químicas que permiten que el alimento pueda ser asimilado por el pollo (Mack,
1986). En la figura No. 3 se muestra el aparato digestivo de las aves.
Figura No. 3. Aparato digestivo en aves.
La boca de las aves no tiene dientes, así que no hay masticación; el pico está diseñado para
recoger la comida. La lengua tiene una sección en la parte anterior en forma triangular, la cual
tiene como función forzar el alimento hacia el esófago y a la vez ayuda a pasar el agua que el ave
ingiere. La cavidad bucal está cubierta con epitelio estratificado. Se encuentran presentes
glándulas salivales y son generalmente tubulares. La secreción de saliva es muy pequeña, 7 a 30
ml y no es muy importante en la digestión. La saliva contiene la enzima a-amilasa ó ptialina que
actúa sobre los carbohidratos (CHOs) y da origen a la maltosa como producto intermedio y a las
dextrinas (Sturkie, 1981; Mack, 1986; Cuca, Ávila y Pro, 1996).
El alimento es retenido por corto tiempo en la boca del pollo, siendo la hidrólisis en esta área muy
limitada (Mack, 1986). El esófago es un conducto tubular que va de la boca al buche y de ahí al
proventrículo, además que tiene la propiedad de extenderse.
En pollos de 20 de días de edad su longitud del esófago es de 12 cm y en aves adultas es de 35cm
aproximadamente; tiene unos músculos longitudinales en la parte externa y otros músculos
circulares en la parte interna. También contiene glándulas mucosas que son abundantes y ayudan
a la lubricación para el paso del alimento (Cuca, Ávila y Pro, 1996).
El buche ó engluvis es un ensanchamiento del esófago que actúa como órgano de
almacenamiento temporal del alimento. El tamaño del buche varía grandemente entre razas de
aves y aún entre sexos dentro de una misma raza aunque en los pollos, esta bien desarrollado. El
bolo alimenticio permanece en el buche por algún tiempo, dependiendo del tamaño de las
partículas, la cantidad consumida y la cantidad de material presente en la molleja, aquí el alimento
es ablandado con ayuda de la ptialina, proveniente de la boca (Cuca, Ávila y Pro, 1996). En el
buche no se producen enzimas (Mack, 1986). Algunos investigadores han señalado la presencia
de enzimas en el buche y que se produce aquí una considerable digestión del almidón, esto podría
sugerir que algunas de ellas son exógenas, o bien, pueden provenir del duodeno y el proventrículo,
como resultado de la regurgitación (Sturkie, 1981).
El proventrículo es el estómago glandular y es un órgano fusiforme. Está cubierto por una
membrana mucosa, la cual contiene glándulas gástricas. Estas glándulas contienen una sola clase
de células, las células "principales" que secretan el ácido clorhídrico y la pepsina, las cuáles actúan
sobre las proteínas y los polipéptidos. Las células principales contienen cantidades variables de
gránulos de pepsinógeno, que son precursores de la pepsina, dependiendo del estado de
digestión. Estos gránulos aumentan durante el ayuno y decrecen inmediatamente después de
comer. El pH ácido ayuda a la utilización de los minerales. La acción del jugo gástrico continúa
después de que el alimento ha pasado a la molleja, donde es molido y mezclado completamente
con esta secreción (Cuca, Ávila y Pro, 1996). La enzima proteolítica pepsina, se forma en el
proventrículo al igual que en el estómago de los
mamíferos; sin embargo, es probable que se efectúe una digestión superficial en el proventrículo
ya que el pH es muy inferior al óptimo requerido por esta enzima (Mack, 1986).
La molleja es una porción altamente muscular del aparato digestivo y es capaz de ejercer
presiones de varios cientos de libras por pulgada cuadrada. En la mayoría de las aves, la molleja
está compuesta de dos pares de músculos opuestos, llamados músculos delgados y músculos
gruesos. Los cuatro están formados de un músculo liso circular proveniente de una aponeurosis
central. Estos músculos actúan como órgano de masticación de los pollos y con sus repetidas
contracciones, ejercen presión sobre los alimentos, quebrándolos en pequeñas partículas y
mezclándolos con los jugos del estómago. Aquí es donde las partículas grandes del material
alimenticio pasan por una trituración mecánica, generalmente en presencia de "grava" en forma de
arena, granito u otro abrasivo que facilita este proceso. En la molleja se encuentra la enzima
pepsina, procedente del proventrículo (Cuca, Ávila y Pro, 1996).
El alimento contenido en la molleja tiene aproximadamente un 50% de agua. Los datos de que se
dispone sugieren que poca o ninguna digestión se produce en la molleja por la pepsina o por
cualquier otra enzima, así, aunque la molleja no secreta enzimas, la digestión continúa como
resultado de las secreciones del proventrículo (Mack, 1986).
El intestino delgado en las aves es relativamente más corto que el de los mamíferos, aún cuando
hay variación en longitud dependiendo de la edad; en los animales de 20 días de edad, la longitud
es de 48 cm y en aves adultas hasta de 120 cm. Algunos estudios han examinado el desarrollo de
los órganos digestivos en el pollo después de la eclosión y han indicado que el peso del intestino
se incrementa relativamente más rápido que el peso corporal (Uni, Noy y Sklan, 1999). El epitelio
generalmente consiste en células columnares de absorción y muchas células caliciformes que
secretan moco. El tamaño de los enterocitos se incrementa ligeramente en el periodo inicial
pos-eclosión (Uni, Noy y Sklan, 1999).
Ocurre un incremento rápido en el tamaño y área de las vellosidades intestinales de los pollos del
primero al segundo día de edad después de la eclosión, declinando el crecimiento en promedio, de
los 5 a 10 días de edad (Uni, Noy y Sklan, 1999).
La masa y la longitud del intestino delgado aumentan en diferentes proporciones en el duodeno,
yeyuno e íleon; incrementándose la masa más que la longitud. El peso intestinal aumenta de
manera más rápida que el de otros órganos corporales, llegando a un pico alrededor del día seis
de edad (Uni, Noy y Sklan, 1999).
El intestino delgado es el sitio principal de la digestión química, ya que involucra enzimas de origen
pancreático e intestinal como: aminopeptidasa, amilasa, maltasa, e invertasa (Cuca, Ávila y Pro,
1996). Las enzimas presentes en los adultos no se encuentran en los pollitos antes de los siete
días de edad (Sturkie, 1981).
Las actividades enzimáticas de la mucosa intestinal se incrementan en diferentes rangos en los
diferentes segmentos intestinales de tal forma que las actividades de la sucrasa, maltasa y
gamaglutamiltransferasa por gramo de intestino, alcanzan la actividad máxima de los dos a los
cinco días post-eclosión y después decrecen. Las actividades regionales de la mucosa intestinal
están altamente correlacionadas con el peso corporal y por lo tanto la hidrólisis llevada a cabo por
las células que conforman la mucosa, puede ser un factor determinante en la digestión (Uni, Noy y
Sklan, 1999).
El intestino delgado también secreta hormonas que están involucradas principalmente en la
regulación de las acciones gástricas e intestinales; realiza tres funciones: la primera es recibir el
jugo gástrico que contiene enzimas, estas enzimas completan la digestión final de las proteínas y
convierten los carbohidratos en compuestos más sencillos como monosacáridos en el duodeno; la
segunda función es absorber el alimento digerido y pasarlo al torrente circulatorio y la tercera
realiza una función peristáltica que empuja el material no digerido hacia los ciegos y al recto (Cuca,
Ávila y Pro, 1996).
La porción principal del intestino delgado es conocida como duodeno, toma forma de una sola asa
duodenal cuya parte interna se encuentra el páncreas, una glándula que vacía sus secreciones
dentro del intestino. El duodeno es el principal sitio de la digestión y absorción de nutrientes y
depende de las secreciones gástricas, pancreáticas y biliares (Sturkie, 1981); estas
secreciones, junto con otras enzimas; continúan el proceso de digestión en el duodeno, aunque la
mayor parte de la absorción se lleva a cabo en la siguiente sección del intestino delgado: el
yeyuno. La tercera sección es el íleon, donde existe producción de enzimas (Mack, 1986).
El intestino grueso es histológicamente similar al intestino delgado, excepto que las vellosidades
son más cortas (Cuca, Ávila y Pro, 1996). Algunos procesos de digestión pueden continuar en el
intestino grueso, aunque aquí no se secreta ninguna enzima, cualquier digestión es, simplemente,
continuación del proceso iniciado en el intestino delgado (Mack, 1986).
En la unión del intestino delgado y grueso se encuentran dos sacos llamados ciegos cuya función
principal parece ser la de fermentación microbiana de la fibra contenida en el alimento, aún cuando
se le atribuyen otras funciones (Cuca, Ávila y Pro, 1996). Aquí se efectúa la fermentación y alguna
digestión. La fermentación es paso previo a la digestión de una pequeña cantidad de fibra que el
pollo es capaz de utilizar (Sturkie, 1981; Mack, 1986).
La cloaca es el receptáculo común a los sistemas genital, digestivo y urinario. El intestino grueso
se vacía dentro del coprodeo y el tracto genital y urinario terminan en el urodeo. El proctodeo abre
externamente a través del ano.
Adyacente a la cloaca se encuentra la bolsa de fabricio que es un órgano linfoide Prominente y una
proyección dorsal del urodeo. El colon y la cloaca están involucrados principalmente en la
excreción y en el balance del agua y minerales (Cuca, Ávila y Pro, 1996).
El páncreas es una estructura de color rosado que se encuentra en el pliegue o doblez del
duodeno. Consiste de cuando menos tres lóbulos y sus secreciones llegan al duodeno, vía tres
ductos. Secreta el jugo pancreático que contiene enzimas como la amilasa, quimotripsina, tripsina,
carboxipeptidasas y lipasa (Cuca, Ávila y Pro, 1996).
El hígado es bilobulado y relativamente grande. El conducto hepático izquierdo comunica
directamente con el duodeno, mientras que el conducto derecho está comunicado con la vesícula
biliar; que da lugar a los conductos biliares, los cuales desembocan en el duodeno
(Cuca, Ávila y Pro, 1996). Una de las funciones del hígado es secretar bilis, que es una sustancia
verdosa que se vacía por intermedio de la vesícula biliar en el intestino, cerca del duodeno. La
acción principal de la bilis es ayudar en la digestión y absorción de las grasas (Cuca, Ávila y Pro,
1996). Se presume que la bilis ayuda a la absorción de las grasas por su acción emulsionante y
sus efectos activadores sobre la lipasa pancreática (Sturkie, 1981).
2.2.2. Desplazamiento de la ingesta y pH dentro del tubo digestivo
En las aves en ayuno, el alimento recorre el sistema digestivo en tres horas. En condiciones
normales, la mitad de la ingesta normalmente pasa en 12 horas y prácticamente el material se
elimina en 24 horas (Ceniceros, 1997).
Para que los nutrientes puedan ser absorbidos, tienen que ser digeridos en el proventrículo,
molleja e intestino delgado.
Existen tres movimientos fsiológicos antiperistalticos:
- Un reflujo del alimento de la molleja hacia el proventrículo y buche.
- El contenido duodenal puede retornar hacia la molleja.
- El contenido del colon se mueve en un peristaltismo regresivo hacia los ciegos.
En las aves, la ingesta puede tener un doble sentido de tránsito entre el proventrículo, molleja y
duodeno; normalmente no pasa hacia el resto del tubo digestivo hasta que la ingesta es reducida a
una sustancia cremosa y se alcanza el pH adecuado (Sturkie, 1981).
Las alteraciones en el pH o una reducción en la absorción neta del agua, son factores que
ocasionan un rápido pasaje de la ingesta que, como consecuencia, afectará la posterior digestión y
absorción (Mack, 1986).
El intestino recibe el contenido gástrico proveniente de la molleja con un pH de 3.5 a 4.5 y debe
ajustarse a un pH de 6 a 7 para que las enzimas actúen eficientemente (Sturkie, 198 1).
Este cambio en el pH se debe a la acción de los bicarbonatos provenientes del páncreas, a las
sales biliares y a la capacidad inherente de amortiguación en el intestino. La absorción de
aminoácidos es muy sensible al pH. Cuando el material está pobremente digerido se produce un
estímulo en el duodeno que promueve el reflujo hacia la molleja y retrasa el vaciado del jugo
gástrico de la molleja. Si la molleja está vacía, la ingesta puede pasar directa por el buche hasta la
molleja, para posteriormente retornar al buche (Mack, 1986). El pH de la molleja va de 2 a 3.5 y es
casi el óptimo para una digestión peptídica (Cuca, Ávila y Pro, 1996).
Las aves carecen de amilasa en sus secreciones salivales, pero la amilasa y otras enzimas actúan
en el buche debido a un flujo regresivo de la ingesta (Sturkie, 1981).
Otros químicos son secretados para alterar la acidez o alcalinidad del aparato digestivo, de tal
forma que las reacciones puedan efectuarse. Las bacterias también pueden representar un papel
importante. En conjunto, el proceso digestivo es rápido, continuo y constante (Mack, 1986).
La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que todas las partes del canal alimenticio
son ácidas, con los pH superiores registrados en los intestinos (5.6 a 6.9) y los inferiores en la
molleja (2.0 a 2.6). La molleja de los pollos tiene un pH más alto que en otras especies, pero el
duodeno del palomo tiene el pH más bajo de todas las especies estudiadas. Los valores de pH de
ciertos órganos de los pollos son: buche 4.5, proventrículo 4.4, molleja 2.6, duodeno 5.76.01,
yeyuno 5.8-5.9, íleon 6.3-6.4, recto o colon 6.3 y ciego 5.7. El trabajo con aves vivas demostró
claramente que el pH del tubo digestivo no es estático y está cambiando continuamente. La acidez
de la bilis aviar (pH 5 a 6.8) puede explicar en parte el pH inferior del tubo de las aves, cuando se
compara con el de los mamíferos (Sturkie, 1981). El pH del tubo digestivo no está influido
apreciablemente por las diferentes dietas (Sturkie, 198 1).
2.2.3. Digestión y absorción de nutrientes
La digestión se refiere a los cambios que ocurren en el alimento para que éste sea absorbido por la
pared intestinal y penetre en la corriente sanguínea del pollo. Estos cambios son favorecidos por
las enzimas que actúan de forma muy específica en cada una de las especies animales (Antillón y
López, 1987; Mack, 1986 y Cliford, 1992).
Los nutrientes ya digeridos pasan a la corriente sanguínea a través de la pared intestinal. El
proceso de absorción es selectivo y está relacionado con la naturaleza química de los alimentos
digeridos, así como con la cantidad de las sustancias presentes. Los azúcares simples como la
glucosa, son absorbidos en una proporción mayor que la fructosa. Los azúcares, aminoácidos y
minerales digeridos se absorben a través de los capilares en la pared intestinal de igual manera
que ocurre con los ácidos grasos libres y monoacilgliceroles (Cuca, Ávila y Pro, 1996).
2.2.4. Metabolismo y excreción
Metabolismo es un término usado para denotar aquellos cambios químicos efectuados en los
componentes de un alimento que se presentan posteriormente a la digestión y absorción (Mack,
1986). Una vez que se han producido aminoácidos, glucosa y ácidos grasos libres son absorbidos
y están listos para el proceso metabólico. El metabolismo incluye todos los procesos químicos que
ocurren dentro del organismo, tales como el suministro de energía para producir calor, actividad
muscular y crecimiento (Mack, 1986). Los productos de la digestión son empleados por ejemplo en
la síntesis de tejidos o como reserva de energía en forma de grasa. Las proteínas entran al sistema
circulatorio como aminoácidos y son transportados a los diferentes tejidos, mientras que aquellas
que no han sido empleadas son excretadas vía renal en forma de ácido úrico y otros productos
(Mack, 1986). Los carbohidratos entran al sistema circulatorio principalmente como glucosa y a
escala celular se utilizan como energía. Los excedentes de glucosa son almacenados como
glucógeno; principalmente en el hígado y los músculos. Cuando las reservas de glucógeno se
saturan, en el hígado se lleva a cabo la
transformación de glucosa en grasa y esta última puede utilizarse para la formación de la yema del
huevo o para la producción de energía (Mack, 1986). Todos los procesos nutritivos importantes son
regulados por secreciones hormonales en el cuerpo del animal. Las hormonas tienen un marcado
efecto regulador de muchos aspectos del metabolismo, por ejemplo, la insulina, que es una
hormona secretada por el páncreas, controla el nivel de glucosa en la sangre y así facilita su
penetración a las células. Los productos finales del metabolismo de las aves son principalmente
agua, CO2, ácido úrico y los minerales. El agua es excretada a través de la piel, los pulmones y los
riñones. Debido a que los pollos no tienen glándulas sudoríparas, se pierde muy poca agua por la
piel (Mack, 1986).
Uno de los objetivos de la alimentación de las aves es diseñar raciones que contengan poca agua
y den como resultado cantidades pequeñas de productos de excreción del metabolismo y de
desecho intestinal (Cuca, Ávila y Pro, 1996).
2.2.5. Actividad enzimática durante los primeros ocho días de edad
Durante la primera semana de edad el crecimiento del sistema digestivo del pollo puede ser cinco
veces mayor en comparación al resto del organismo. En el intestino delgado la longitud de las
vellosidades puede ser más del doble en las primeras dos semanas de vida que en otras edades,
aunque esta respuesta varía, dependiendo de los ingredientes contenidos en la dieta (Ceniceros,
1997). En el periodo inicial post-eclosión, el pollo joven debe hacer la transición de un metabolismo
dependiente de la yema, rica en lípidos endógenos, hacia alimentos ricos en proteínas y
carbohidratos exógenos. Esta transición es un pre-requisito para lograr un crecimiento e involucra
cambios drásticos en el tracto gastrointestinal, incluyendo secreción de las enzimas digestivas y el
inicio en el consumo de aminoácidos y hexosas (Uni, Noy y Sklan,1995).
La hidrólisis de macromoléculas en el intestino delgado se lleva a cabo a lo largo del intestino por
las enzimas pancreáticas. La secreción enzimática en el duodeno es determinada por mediciones
realizadas con marcadores no absorbibles en pollos de cuatro días se indican que
la secreción ocurre de manera creciente conforme aumenta la edad, debido al incremento del
alimento consumido y al tamaño del intestino (Noy y Sklan, 1995).
La actividad de las enzimas pancreáticas: lipasa, tripsina y amilasa se incrementa con la edad,
incluso en pollos que todavía no han consumido alimento. Las actividades de la tripsina y la
amilasa cambian poco antes de la ingestión de alimentos (Corless y Sell, 1999).
La actividad de la lipasa en el intestino se requiere aún antes de la ingestión de alimentos, para
efectuar la hidrólisis de los triglicéridos de la yema del huevo; los cambios observados en la
actividad de ésta enzima después del consumo de alimento fueron más pequeños que los
observados para la tripsina y la amilasa (Sklan y Noy, 2000).
Las actividades enzimáticas pancreáticas-intestinales, fueron correlacionadas con el peso vivo, la
longitud y peso del intestino, observándose un incremento en la longitud intestinal de dos veces, a
las 48 horas después del consumo de alimento, en el pollo recién eclosionado (Noy y Sklan, 1995).
Las actividades enzimáticas pancreáticas y las actividades de la ATPasa, el Na+ y K+, fueron
correlacionadas significativamente con el peso corporal y el peso intestinal en los pollos a los siete
días posteriores a la eclosión.
Los coeficientes de regresión fueron significativamente bajos para actividades de ATPasas, Na+ y
K+ en pollos alimentados con dietas de bajo contenido de Na+ (Sklan y Noy, 2000).
La figura No. 4 muestra los cambios en el peso corporal de pollos con acceso inmediato a la
alimentación, pollos sin acceso a la alimentación durante 48 horas y pollos alimentados con dietas
bajas en sodio. Los pesos corporales fueron significativamente más bajos en pollos no alimentados
desde el día uno hasta el día siete y al inicio desde el día tres hasta el día siete en los pollos que
consumieron alimento con bajo contenido de sodio (Sklan y Noy, 2000).
Figura No. 4. Crecimiento en pollos con acceso inmediato a la alimentación, pollos sin acceso a la
alimentación durante 48 horas y pollos alimentados con dietas bajas en sodio (Sklan y Noy, 2000).
La figura No. 5 presenta el peso intestinal en pollos que inmediatamente después de la eclosión no
fueron alimentados, los cuales fueron significativamente más bajos desde los días uno hasta el día
siete en comparación con los pollos que sí se alimentaron normalmente y con pollos alimentados
con dietas de bajo contenido en sodio, desde los días tres a siete de edad (Sklan y Noy, 2000).
Figura No. 5. Crecimiento intestinal en pollos con acceso inmediato a la alimentación, pollos sin
acceso a la alimentación durante 48 horas y pollos alimentados con dietas bajas en sodio (Sklan y
Noy, 2000).
Los niveles de a-amilasa en el intestino delgado se compararon en pollos con acceso inmediato a
la alimentación, pollos mantenidos durante 48 horas sin acceso a la alimentación y pollos
alimentados con dietas bajas en sodio.
Figura No. 6 Comportamiento de la enzima a-amilasa evaluada durante los primeros 8 días de
vida, bajo los siguientes tratamientos: acceso inmediato al alimento, ayuno y dieta baja en niveles
de sodio, en las primeras 48 horas de vida (Sklan y Noy, 2000).
Los pollos no alimentados tuvieron significativamente menor actividad de la tripsina que los
controles, en los días uno a cuatro; los pollos alimentados con dietas bajas en sodio tuvieron
menor actividad en los días cuatro y siete. Los pollos no alimentados tuvieron significativamente
menor actividad de la a-amilasa en relación con los controles en los días uno a tres; los pollos
alimentados con dietas bajas en sodio tuvieron menor actividad en los días cuatro y siete. Los
pollos no alimentados tuvieron significativamente menor actividad de la lipasa en relación a los
controles de uno a siete días y los pollos alimentados con dietas bajas en sodio tuvieron menor
actividad en los días tres a siete (Sklan y Noy, 2000).
La parte principal de la digestión en los pollos ocurre en el intestino delgado y las principales
enzimas que actúan en el proceso digestivo son: la amilasa, pepsina, lipasa, tripsina,
quimotripsina, elastasa, carboxipeptidasa, oligo 1-6 glucosidasa, maltasacarasa, amilopeptidasa y
dipeptidasa (Sturkie, 1981; Mack, 1986; Austisc y Malden, 1989).
Las amilasas, proteasas y pectinasas pueden modificar la viscosidad de mezclas de alimentos para
animales domésticos. Desde el punto de vista bioquímico, las enzimas son proteínas que
actúan como catalizadores capaces de controlar muchos procesos en todos los organismos vivos
(Palomo, Delalleau y Ross, 1993).
En el proceso digestivo participan enzimas y jugos digestivos. Las enzimas se localizan en
diferentes estructuras del aparato digestivo, como se muestra en el Cuadro No.l (Cuca, Ávila y Pro,
1996).
2.3. LA NUTRICIÓN EN EL POLLO PRODUCTOR DE CARNE
2.3.1. Nutrientes integrales en la dieta
Los nutrientes se suministran en su mayor parte a través del alimento y en menor proporción por el
agua de bebida, la cual aporta ciertos elementos inorgánicos (Ávila y Pro, 1999).
Estos nutrientes pueden derivarse en seis clases, de acuerdo a su función y naturaleza química
(Austisc y Malden, 1989): carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas, minerales y agua.
2.3.2. Carbohidratos
Los carbohidratos contenidos en la dieta tienen como función principal proporcionar energía al ave.
En lo que se refiere a producción de carne son un factor básico para el logro de la eficiencia en la
producción de carne.
Los carbohidratos y lípidos son necesarios en el organismo, como fuente primaria de energía. Esta
energía es utilizada en funciones vitales como: conservar la temperatura corporal y las funciones
esenciales como el movimiento; utilizar las reacciones químicas en la síntesis del tejido corporal;
eliminar los desechos orgánicos (Austisc y Malden, 1989) sintetizar compuestos como hormonas,
enzimas, proteínas sanguíneas y anticuerpos, entre otros (López, Fehérvari, Arce y Ávila, 1997).
Las necesidades energéticas pueden determinarse mediante estudios calorimétricos o por la
respuesta a parámetros productivos.
La energía de la dieta se encuentra en tres clases de nutrientes: carbohidratos, proteínas y grasas.
Los carbohidratos y grasas funcionan principalmente como fuentes de energía. Las proteínas
tienen otras funciones importantes, pero también pueden utilizarse como fuentes de energía
cuando están a disposición. Las grasas son fuentes de energía especiales, porque proporcionan
más del doble de la energía utilizable por cada gramo, que los carbohidratos o proteínas, sin
embargo no forman la mayor parte de la energía en la dieta, así como no toda la energía de la
dieta es útil, en la figura No. 7 podemos observar la forma en que se clasifica la energía.
A la cantidad total de energía de la dieta se le llama energía bruta (EB). Esta es la cantidad de
energía que se liberaría al incinerar el alimento. Parte de esta energía se halla en diferentes formas
en las que el animal no puede utilizar, de modo que no se transfiere del aparato digestivo al cuerpo
y se excreta en las heces. Si la Energía Fecal (EF) se resta a la Energía Bruta (EB), la diferencia
es la energía que absorbió el cuerpo y se denomina Energía Digestible (ED). Parte de la ED se
elimina en la orina, de manera que no es útil para el animal. Al restar la Energía urinaria (EU) de
ED se obtiene la Energía metabolizable (EM). Es en base a la EM que comparamos los valores
energéticos de los diversos ingredientes y determinamos la relación de la energía proporcionada
por una dieta con la energía requerida por el animal. La unidad de medida de la EM es kcal/kg de
alimento. Una de las bases para la formulación de dietas destinadas a pollos de engorda es la
energía metabolizable, siendo el valor de referencia para balancear una dieta, el de 3,200 kcal/kg
de alimento (NRC, 1994).
Cuando las aves reciben dietas bajas en EM, pueden compensar la energía faltante aumentando el
consumo de alimento, lo cual desbalancea la relación de los demás nutrientes, ya que también
modifica la cantidad ingerida de los nutrimentos. En pollos con dietas hipocalóricas (<2600 kcal/kg
de alimento) se ha cuantificado la sobre ingestión alimenticia hasta en un 30 %, con respecto a los
animales alimentados con dietas elaboradas con 3200
kcal/kg de alimento, además de que el balance nutritivo se restablece sólo si el incremento de
energía es proporcional a los otros elementos nutritivos (Alpizar, López, Vázquez y Peñalva, 1991).
El valor de la energía metabolizable de un carbohidrato puro como el almidón y de una proteína
típica es alrededor de 4 kcal/g, en tanto que los lípidos tienen un valor de energía metabolizable
alrededor de 9 kcal/g (Austisc y Malden, 1989).
Si todo carbohidrato se excluye de la alimentación, es posible causar una deficiencia manifestada
de manera primaria con falta de crecimiento (Austisc y Malden, 1989). Los carbohidratos útiles para
las aves de corral son azúcares como las hexosas, sacarosas, maltosas y almidones. La lactosa no
es útil como nutriente para aves debido a que, en sus secreciones digestivas, no presentan la
enzima lactasa, necesaria para digerir este disacárido (Austisc y Malden, 1989). Las unidades
básicas de los carbohidratos son azúcares simples, llamadas hexosas, debido a que cada
molécula contiene seis átomos de carbono como la glucosa, fructosa, galactosa y manosa que son
las hexosas primarias encontradas en la naturaleza, siendo la glucosa la más abundante. En los
vegetales, es escasa la presencia de hexosas libres; la mayor parte de éstas se encuentran como
disacáridos, una combinación de dos hexosas, o como polisacáridos, polímeros de numerosas
moléculas de hexosas. La maltosa es un disacárido producido durante la degradación del almidón,
pero no es común encontrarla libre en grandes cantidades (Austisc y Malden, 1989).
Los polisacáridos más importantes son almidón, celulosa, pentosas y otros carbohidratos más
complejos; aunque tanto la celulosa como el almidón son polisacáridos compuestos de unidades
de glucosa, los pollos sólo poseen enzimas capaces de hidrolizar el almidón (Austisc y Malden,
1989).
2.3.3. Lípidos
Los resultados de algunos estudios muestran que las grasas contenidas en alimentos comerciales
son pobremente digeridas por los pollitos muy pequeños. La digestibilidad de los ácidos grasos
poliinsaturados, sin embargo ha mostrado ser muy alta y los datos sugieren que los aceites
vegetales contienen altas proporciones de ácidos grasos poliinsaturados así que las fuentes
alternativas de grasa contienen altas proporciones de ácidos grasos de cadena media que
pudieran ser utilizados por los pollos pequeños (Turner, Applegate y Lilburn, 1999).
La digestión y absorción de grasas no es eficiente en los pollos pequeños, pero se mejora con la
edad; este mejoramiento gradual es consecuencia de la función incrementada de la producción de
sales biliares y la producción de la lipasa intestinal (Al-Marzooqi y Lesson, 2000).
En los pollos pequeños la capacidad digestiva de lípidos es reducida y ésta se ha mejorado solo
parcialmente con la inclusión de sales biliares en el alimento.
La digestión y absorción de ácidos grasos poliinsaturados en los pollos pequeños se ha mejorado
en gran medida en dietas que contienen fuentes de triglicéridos de cadena mediana. Se reporta
que pollos de dos semanas de edad fueron capaces de utilizar el 90% de los ácidos grasos del
aceite de coco, como fuente natural de ácidos grasos de cadena mediana. Los ácidos grasos de
cadena mediana (de carbono 6 a carbono 12) son absorbidos y digeridos con mayor facilidad que
los ácidos grasos de cadena larga, debido a su longitud y a su solubilidad. Además, los ácidos
grasos de cadena mediana se pueden absorber en presencia de concentraciones bajas de sales
biliares y lipasa pancreática. Se reporta un incremento significativo en el peso corporal a los 13
días de edad en pollos alimentados con dietas donde se incluyen aceites vegetales (Turner,
Applegate y Lilburn, 1999).
2.3.4. Proteínas
Las proteínas son compuestos nitrogenados formados por una cadena de aminoácidos unidos por
enlaces peptídicos, que al ser digeridos por el ave se rompen, dando lugar a los aminoácidos, que
es la forma como el ave los va a absorber y utilizar para la formación de proteína tisular que se
requiere para el crecimiento general del ave y por lo tanto para la producción de carne. Además,
tiene un papel importante en la formación de proteínas sanguíneas (albúmina, globulina,
fibrinógeno y hemoglobina), enzimas digestivas, hormonas (gonadotrópica, paratiroidea, calcitonina
y somatotropina) y para la formación de anticuerpos. En la actualidad las dietas se formulan con
base a requerimientos específicos de aminoácidos, independientemente del porcentaje de proteína
o contenido total de ésta en la dieta (Ceniceros, 1997).
Las necesidades proteínicas son uno de los factores más importantes que se consideran al
formular cualquier alimento, para establecerla es necesario que se especifique el nivel energético,
pues esto resulta indispensable para mantener la proporción adecuada de proteína-energía en las
dietas para aves. La relación fisiológica entre los niveles de energía y proteína también se hace
extensiva a los niveles de aminoácidos esenciales en los pollos de cero a ocho semanas de edad,
ver cuadro No.2 (NRC, 1994).
2.3.5. Vitaminas
Las vitaminas son sustancias orgánicas esenciales para realizar los procesos biológicos. Su
estructura química es diferente a la de los carbohidratos, grasas y proteínas y entran en pequeñas
concentraciones en la dieta. Las vitaminas son compuestos que tienen un efecto marcado en la
utilización de la energía proveniente de los carbohidratos y de las grasas, tal es el caso de la
tiamina, rivoflavina, niacina y ácido pantoténico. La vitamina B6 en la forma de piridoxal y
piridoxamina fosfato, intervienen en reacciones importantes de los aminoácidos como son:
desaminación, transaminación y descarboxilación. El ácido fólico y tetrahidrofólico intervienen en el
trasporte de unidades del carbono para la síntesis de numerosos compuestos requeridos en el
metabolismo. La biotina, en su forma de carboxibiotinil-lisina, interviene en varias reacciones de
carboxilación; un ejemplo es el caso de la síntesis del malonil CoA, un compuesto clave en la
síntesis de los ácidos grasos (Ávila y Pro, 1999).
Las vitaminas se subdividen en dos grupos:
- Hidrosolubles.
- Liposolubles.
Además de su solubilidad, las vitaminas pertenecientes a los grupos anteriores tienen funciones
diferentes. La mayor parte de las hidrosolubles, donde se incluyen las vitaminas del complejo B y la
vitamina C, tienen funciones conocidas como precursoras de coenzimas. Las vitaminas
liposolubles pueden almacenarse en cantidades apreciables dentro del cuerpo, por esta razón,
cuando se quiere demostrar su deficiencia, se requieren hacer experimentos por un tiempo
prolongado. Un exceso en la dieta puede presentar efectos tóxicos. Las vitaminas hidrosolubles no
pueden ser almacenadas en grandes cantidades y por lo tanto sus excedentes dentro de la dieta
son excretados (Stevens, 1996).
Las funciones de las vitaminas liposolubles son menos claras de comprender, pero ambas
desempeñan papeles como reguladoras dentro del organismo. De las funciones tan variadas que
ejercen las vitaminas liposolubles, se puede citar el caso de la vitamina "A", que interviene en el
fenómeno de la visión; en el mantenimiento de la integridad de los epitelios
del tracto digestivo, respiratorio y urinario; en la reducción de la incidencia de manchas sanguíneas
en el huevo, etc. (Ávila y Pro, 1999).
2.3.6. Minerales
Los minerales desempeñan funciones muy importantes y variadas en el organismo, como la
formación del sistema óseo, por lo que el suministro inadecuado de ellos puede resultar en daños
graves al organismo animal, así como a la actividad productiva (Ávila y Pro, 1999).
2.3.7. Agua
El agua es un nutrimento primordial. Es un constituyente esencial de todas las células y tejidos,
quizá el de menor costo, considerando su importancia. Es absolutamente necesaria para el
proceso de la digestión y el metabolismo del ave. Es un importante constituyente del organismo del
ave, comprendiendo del 55-75 % del peso corporal. Sirve como medio de transporte del alimento
contenido en el buche, preparándolo para su posterior maceración en la molleja. Auxilia y toma
parte en el proceso de formación y trayectoria de la sangre y la linfa. Interviene como medio de
transporte de los productos finales de la digestión. Transporta los productos de desecho de los
diversos órganos del cuerpo hacia los puntos de eliminación. Regula el proceso de enfriamiento del
cuerpo debido a la evaporación que se genera a través de los sacos aéreos, pulmones y piel. Es el
principal constituyente del mucus, que lubrica articulaciones y músculos (Cuca, Ávila y Pro 1997).
2.4. ALIMENTACIÓN EN EL POLLO PARA PRODUCCIÓN DE CARNE
Las aves difieren de otros animales de granja en muchos aspectos que hacen de la nutrición un
factor fácilmente modificable, así que el crecimiento tiene lugar a ritmo acelerado y las aves
alcanzan la madurez sexual a una edad temprana, además las aves requieren más de 40
compuestos químicos específicos en la dieta, que sustenten su vida, crecimiento y reproducción
(Austisc y Malden, 1989).
2.4.1. Programa de alimentación
Los programas tradicionales de alimentación para pollos de engorda incluyen dos fases (iniciación
y finalización), o tres periodos (iniciación, engorda y finalización), dentro de los cuales se
encuentran bien definidas sus necesidades nutricionales, sin embargo no se contemplan las
características de los ingredientes para cubrir esos requerimientos y en gran medida se han
relegado los conceptos anatomofisiológicos propios del sistema digestivo y de la digestión,
existiendo en algunos casos serias limitaciones para un aprovechamiento eficiente de los
ingredientes en ciertas etapas de la vida de las aves como es el caso de los aceites en los
primeros días de edad. Investigaciones realizadas por Penz, 1992 y Peñalva, López y Aguilera en
1993, concluyeron que al utilizar tres fases de alimentación, se registraron diferencias significativas
favorables para el peso corporal y la conversión alimenticia.
El NRC (1994) señala tres fases de alimentación: iniciación, desarrollo y finalización como se
puede observar en el cuadro No.3.
Sin embargo, la mayoría de las granjas comerciales utiliza sólo 2 fases de alimentación: iniciación y
finalización, con la finalidad de ahorrar en el costo de la mano de obra por concepto de elaboración
de alimentos, como se presenta en el cuadro No. 4.
2.5. INDICADORES PRODUCTIVOS
Para valorar el nivel de producción en que se encuentra una parvada, el médico veterinario que
asesora una granja avícola deberá disponer en cualquier momento de los registros de producción
actualizados, así como de los valores esperados para cada indicador de producción, de acuerdo
con la línea genética de las aves. Mediante la comparación de los datos obtenidos con los
esperados, se pueden detectar errores de manejo factibles a solucionar de inmediato, lo cual
redundará en mayores ganancias para la explotación. Asimismo, será posible comparar
indicadores de rendimiento entre dos o más parvadas (Quintana, 1999 a).
La mayor parte de las empresas avícolas nacionales evalúan la productividad de sus parvadas
sobre la base de indicadores de eficiencia productiva como son:
Peso corporal semanal (PS) que se obtiene registrando el peso individual ó de un grupo
representativo de aves cada semana. Generalmente el pesaje se realiza en grupo seleccionando el
20% al azar. Los kg totales se dividen entre el número de aves que fueron pesadas (Quintana,
1999 b).
Índice de conversión alimenticia (ICA), este indicador permite cuantificar cuántos kilogramos de
alimento necesita un ave para producir un kilogramo de carne, lo cual se determina mediante la
siguiente fórmula:
ICA = Total de kilogramos consumidos en el periodo
Total de kilogramos de carne producidos en ese tiempo
Ganancia de peso corporal (GP), que se calcula por la diferencia de peso corporal de los animales
en dos semanas consecutivas.
GP = (Peso de la semana dos) - (Peso de la semana uno).
Consumo promedio de alimento por lote (CA), determinado como la diferencia entre la cantidad de
alimento ofrecido al inicio de la semana y la cantidad no consumida al foral de la misma semana.
Eficiencia alimentaria (EA) es la cantidad de kilogramos de carne que se producen con una
tonelada de alimento. Se obtiene de dividir 1000 entre el índice de conversión. Se considera
aceptable una EA de 480 Kg. de carne / tonelada de alimento.
EA= 1000 / ICA
Índice de Eficiencia (IE), este índice es el resultado de la interacción que existe entre el potencial
genético del pollo, la alimentación que recibe y el manejo al que se somete durante su vida útil y se
obtiene calculando el peso corporal promedio dividido entre el índice de conversión alimenticia por
100. Es un parámetro que mide la eficiencia de la alimentación (Mack, 1989; López, Pro, Burguete,
Jeréz, y Valdivia, 1997).
Índice de productividad (IP), para obtenerlo se multiplica la ganancia diaria de peso por ave por el
porcentaje de viabilidad de la parvada, la cual se divide entre el índice de conversión alimenticia
por ave y se multiplica por 10 (Quintana, 1999 a).
IP = Ganancia diaria de peso por ave X Viabilidad
Índice de conversión por ave X 10
Punto de desenvolvimiento (PD) se calcula multiplicando el peso vivo en Kg. por 2.2 (este número
es una constante para convertir a libras, si se hace la operación con kilogramos, el resultado foral
será negativo).
PD = peso vivo en Kg. X 2.2 - ICA X 100
Índice de mortalidad (M), es el porcentaje de aves muertas en un lapso determinado:
M = Número de aves muertas en un periodo determinado X 100
Animales al empezar el periodo
El porcentaje semanal, se divide entre las aves al iniciar la semana; el porcentaje acumulado, se
divide entre las aves que se recibieron de un día de edad, en el caso de pollos de engorda
(Quintana, 1999 a).
Algunos factores que influyen en el resultado foral del pollo de engorda.
Tipo de pollito recién nacido: pollito de primera o de segunda. A mayor peso del pollito, mayor peso
del pollo al rastro (por cada 2 g al nacer, son de 35 a 50 g al final).
Época del año: se puede observar 5% de diferencia de peso según la época del año, cuando se
emplea la misma fórmula alimentaria, hay mayor peso en clima menos caluroso.
Tipo de alimento: harina o triturado, se puede incrementar el peso corporal de 5 a 10% con
alimento triturado, dependiendo de la calidad y cantidad de aminoácidos, energía y en general
todas las materias primas empleadas.
Manejo: existen varios puntos para mejorar el peso, consumo, conversión, viabilidad; por ejemplo,
la densidad de población, el programa de luz y el cuidado general del trabajador. Un estrés durante
la primera semana de vida puede repercutir hasta en 200 g de peso a las siete semanas.
Alojamiento: cuando el alojamiento proporciona comodidad a las aves, debido al control del medio
ambiente, los animales crecen más rápido.
Enfermedades: el control y prevención de las enfermedades puede hacer que se eviten pérdidas
de hasta 200 g por ave y de una a dos décimas de índice de conversión (Quintana, 1999 a).
Estos indicadores podrían mejorarse si se vendiera pollo de menor edad, ya que el consumo y la
conversión aumentan con la edad, pero la demanda en algunas regiones del mercado mexicano se
prefiere el pollo grande, pigmentado (amarillo) y "tipo mercado", es decir, la canal completa con
patas, cabeza y vísceras dentro (Ortiz, Ingalls, Alonso y Núñez, 1997).
Los resultados aceptables de acuerdo a los estándares internacionales, con consumos promedio
de 4.5 a 5 Kg. por ave al ciclo, conversiones entre 2 a 2.15 Kg. de alimento/kg de peso, edad a la
venta 45 a 55 días, pesos promedio a la venta de 2.300 a 2.600 Kg., índices de productividad (IP)
entre 180 - 200 (Ortiz, Ingalls, Alonso y Núñez, 1997) y de 230 a la séptima semana (Quintana,
1999 a). Se considera aceptable una EA de 480 Kg. de carne / ton de alimento (Quintana, 1999 a)
y mortalidades (M) de 5 a 7 % durante el ciclo (Ortiz, Ingalls, Alonso y Núñez, 1997).
En el Cuadro No. 5. se observan los valores para algunos indicadores de producción en pollos de
engorda
Existen variaciones en los indicadores productivos de algunas estirpes comerciales de pollo
productor de carne. Cabe hacer notar que los genetistas obtienen dichos datos bajo condiciones
ideales de alojamiento, manejo y sanidad, además de que el alimento es formulado con los niveles
óptimos de ingredientes de primera calidad.
En el cuadro No. 6 se presentan algunos indicadores productivos publicados del año 1996 a
1998 por Quintana en 1999 (a).
Las empresas de producción intensiva buscan incrementar el número de parvadas por año y kilos
producidos por metro cuadrado de instalaciones. Dichas empresas trabajan con densidades de
población entre 11 a 14 pollos por metro cuadrado, produciendo entre 20 a 26 kilos por metro
cuadrado de caseta (Ortiz, Ingalls, Alonso y Núñez, 1997).
El incremento en el índice de conversión alimenticia (ICA), que comúnmente es de 1.5 a 2.0 Kg. de
alimento/kg de peso corporal, representa entre 3.45 y 4.60 kilogramos de consumo de alimento por
ave por ciclo para obtener un peso corporal final de 2.300 Kg. que llega a comprometer la
rentabilidad de la empresa, agregando a este concepto las pérdidas por la reducción en el peso, la
mala pigmentación y el incremento en los días transcurridos para alcanzar el peso a mercado
(Ceniceros, 1997).
2.5.1. Índice de rentabilidad
La producción avícola tiene como objetivo producir volumen, para contrarrestar una ganancia
mínima por unidad de producto. Con márgenes tan limitados de ganancia se crea la necesidad de
considerar los factores que afectan el costo de producción.
El conocimiento de los costos de producción es importante para determinar las utilidades, evaluar
los inventarios, inclusive para tomar decisiones con respecto a la fijación de precios. Ingalls y Ortiz
en el 2001, desarrollaron un índice (IOR) para calcular al final de un ciclo productivo la rentabilidad
de la parvada. Para ello se divide el ingreso bruto (Unidades vendidas por el precio de venta
unitario) entre el costo del insumo más importante (alimento consumido y desperdiciado), por un
factor de ajuste (FA), para estimar el total de costos de producción.
Este FA se determina dividiendo 100 entre el porcentaje del costo que representa el insumo
principal.
El IOR se calcula de acuerdo a la siguiente fórmula:
INGRESO TOTAL (IT)
IOR = ----------------------------------------------COSTOS DE PRODUCCIÓN (CP)
Para el cálculo del ingreso total (TI) se utilizó la siguiente fórmula: TI =UPxPV
UP = Unidades producidas y vendidas PV = Precio de venta por Unidad
Para obtener los costos de producción calculados (CPC) se requiere de conocer tres elementos
básicos:
La cantidad del alimento consumido y desperdiciado (ACD) en el ciclo de producción. El precio del
kilogramo de alimento (PKA) en el ciclo productivo.
El porcentaje histórico promedio (PHP) en que incide el alimento en los costos de producción.
Conociendo los anteriores elementos, tenemos que el costo del alimento consumido y
desperdiciado (CACD) es igual al alimento desperdiciado (ACD), por el precio del kilogramo de
alimento (PKA): CACD = ACD X PKA.
Para obtener el factor de ajuste (FA), que nos permite calcular el costo de los demás insumos que
participan en un ciclo productivo, necesitamos dividir 100, entre el porcentaje histórico promedio
(PHP) en que incide el alimento en los costos de producción (conversión semanal del alimento y
conversión acumulativa de alimento).
De acuerdo al valor obtenido puede concluirse lo siguiente: si el resultado es mayor a 1 la empresa
obtuvo utilidad económica, si es igual a 1 la empresa está en punto de equilibrio, es decir no pierde
ni gana. Si el resultado es menor a 1 la empresa perdió dinero en el ciclo productivo (Ingalls y Ortiz,
2001).
2.6. LAS ENZIMAS COMO UNA ALTERNATIVA PARA MEJORAR LOS INDICADORES
PRODUCTIVOS EN LOS POLLOS DE ENGORDA
2.6.1. Insumos utilizados en la elaboración de dietas
Los ingredientes más importantes que se utilizan como fuentes de energía son los cereales, entre
ellos están el sorgo, el maíz, la cebada y el trigo (Buxadé, 1988). Los alimentos que las aves
consumen son principalmente granos complementados con fuentes proteínicas de origen animal,
marino y/o vegetal así como vitaminas, minerales y algunos aditivos (Cuca, Ávila y Pro, 1996).
2.6.2. Aditivos
Es habitual que los alimentos para aves contengan aditivos no específicamente alimenticios que,
sin embargo, parecen ser indispensables para conseguir los altos rendimientos y los productos de
acuerdo a exigencias del avicultor y el gusto del consumidor.
Según su finalidad principal, los aditivos se pueden clasificar en cuatro grandes grupos:
Preventivos de enfermedades. En este grupo destacan los coccidiostáticos, siendo su finalidad
precisamente, prevenir la coccidiosis.
Antioxidantes, cuya finalidad principal es prevenir la oxidación de las vitaminas y de las grasas
contenidas en las dietas.
Pigmentos, en muchas zonas geográficas el consumidor prefiere que los pollos presenten una
elevada pigmentación en su piel.
Promotores de crecimiento y mejoradores del índice de conversión del alimento. Dentro de este
grupo se incluyen una amplia gama de antibióticos (Buxadé, 1988).
Las propiedades de los promotores de crecimiento, de los antibióticos y de los probióticos, han sido
estudiadas desde su descubrimiento, siendo algunas de las más importantes: la modificación en la
actividad bacteriana intestinal; inducción de la síntesis de vitaminas y aminoácidos; inhibición de
microorganismos competidores de nutrientes, el mejorar la capacidad de absorción intestinal;
reducción del grosor de la pared intestinal y el combate de los microorganismos que producen
cuadros clínicos o subclínicos de enfermedades (Aguilera, Peñalva y López, 1991).
Es habitual que los alimentos para aves contengan una serie de probióticos (Buxáde, 1988). La
palabra probiótico ("para la vida") fue utilizada por primera vez por Parker en 1974 (Guerrero y
Hoyos, 1993). Los probióticos han sido utilizados para mejorar el rendimiento animal, manteniendo
la microflora normal de los animales hospedadores. Los modos de acción de los
probióticos aún no son muy claros y la eficiencia de estos productos para mejorar la producción
animal se ha discutido extensamente. Algunas formas de acción de los probióticos involucran
cambios en la microflora intestinal, cuya población es un ecosistema complejo de una gran
variedad de bacterias. La capacidad metabólica de la microflora es extremadamente diversa y
puede producir efectos positivos o negativos sobre la fisiología del intestino. Estos
microorganismos propician que se secreten enzimas y otras sustancias benéficas dentro del
intestino. Las enzimas bacterianas tales como la β-glucosidasa y β-glucuronidasa son las mejores
glicosidasas microbianas en el tracto intestinal, además se incrementan significativamente los
niveles de amilasa en el intestino delgado, sin embargo las actividades proteolítica y lipolíticao en
el intestino delgado no se ven afectas por la adición de cultivos de Lactobacillus spp adherentes ó
la mezcla de diferentes cepas de Lactobacillus spp. Muchos informes se han enfocado en el efecto
de los cultivos de los Lactobacillus spp sobre las enzimas digestivas del intestino del pollo. La
actividad de la β-glucosidasa fecal fue significativamente más baja en aves alimentadas con dietas
que contenían Lactobacillus spp ó mezclas de éstos sin que se afectaran los niveles de
β-glucosidasa intestinal a los 40 días de la alimentación con dietas donde se adicionaron
Lactobacillus spp. Los cultivos de Lactobacillus spp reducen las actividades de la β-glucoronidasa
por contacto de ellos a lo largo del intestino del pollo, lo cual previene la colonización de otras
bacterias, especialmente Escherichia coli (Jin, Ho, Abdullhah y Jalaludin, 2000).
Las enzimas pueden usarse para promover el mejoramiento en la disponibilidad del alimento y
reducir los efectos de contaminación provocada por las excretas animales, tarea en que la enzima
llamada fitasa tiene el mayor potencial (Sears, Walsh, y Hoyos, 1997; Pallauf y Rimbach, 1997).
2.6.3. Enzimas: historia, clasificación y aplicación en las dietas
Desde el punto de vista bioquímico, las enzimas son proteínas que actúan como catalizadores
capaces de controlar diversos procesos en los organismos vivos (Rugbjerg y Otto, 1992). Las
reacciones interrelacionadas que constituyen la "vida" de una célula dependen todas de las
enzimas. El comienzo de la enzimología, puede ser marcado al inicio del siglo XIX cuando Persoz
(citado por Rugbjerg y Otto en 1992), reconoció en 1833 que un alcohol precipitado de un extracto
de malta contenía una sustancia termolábil que convertía el almidón en azúcares fermentables.
Esta enzima fue llamada diastasa, a causa de su capacidad para separar dextrinas solubles del
almidón insoluble de los granos. La existencia de enzimas como pepsina, polifenol oxidasa,
peroxidasa e invertasa fue reconocida a mediados del siglo XIX y muchas otras enzimas fueron
descubiertas durante la segunda mitad del mismo siglo (Rugbjerg y Otto, 1992). El término
"enzimas" fue propuesto por Kuhne, en 1878, para evitar la utilización de nombres como fermentos
"desorganizados", comenzados a usar por Pasteur y Libeig (Sears, Walsh y Hoyos, 1997).
Las enzimas están presentes en cada célula, en la sangre y en el plasma intersticial. Las
concentraciones máximas se encuentran en los órganos de mayor actividad metabólica, como el
hígado, el riñón, el miocardio y el tejido muscular (Borgioli, 1991). Las enzimas son sintetizadas por
las células vivas y actúan en la totalidad de las reacciones químicas de los organismos que forman
en conjunto lo que se conoce como metabolismo (Belitz y Grosch, 1988).
Las reacciones que forma el metabolismo intermedio, el cual proporciona las materias estructurales
y la energía para la formación de nuevas células y el mantenimiento de las estructuras existentes,
son todas catalizadas por enzimas (Cliford, 1992). Emil Fischer (1894) desarrolló el concepto de
especificidad en las enzimas. Sus estudios sobre sustratos sintéticos produjeron la famosa
analogía "cerradura y llave" (Sears, Walsh y Hoyos, 1997). La mayoría de las enzimas son muy
específicas respecto a la reacción que catalizan. Un tipo determinado de enzima sólo puede
catalizar una reacción específica (Rugbjerg y Otto, 1992).
Cada enzima concreta cataliza una reacción específica y sólo reconoce determinados substratos o
moléculas; en consecuencia, las reacciones que tienen lugar en las células vivas están totalmente
especificadas por la diversidad de enzimas presentes. Las enzimas son los
catalizadores más eficaces que se conocen. La composición de cualquier sistema biológico, como
la digestión de un animal, está determinada por la especificidad, la concentración y la eficacia de
las enzimas presentes. Aunque las enzimas actúan como catalizadores, son eficaces en muy
pequeñas cantidades, puesto que una molécula de enzima puede catalizar la misma reacción un
número teóricamente infinito de veces (Cliford, 1992).
Las enzimas se clasifican en seis diferentes grupos, dependiendo del tipo de reacción catalizada.
Estos grupos son: oxidoreductasas, transferasas, hidrolasas, Basas, isomerasas y ligasas. Cada
clasificación es luego subdividida hasta que las enzimas son identificadas por una figura
químicamente significativa de seis códigos (Dixon y Webb, 1964, citado por Sears, Walch y Hoyos,
1997). Las oxidoreductasas catalizan reacciones de oxidación-reducción, incluyendo oxigenación
del tipo C-C-H o generalmente, la eliminación o la adición de átomos de hidrógeno equivalentes,
por ejemplo: carbohidrato (OH) -C=O.
Las transferasas sirven de intermediarias en la transferencia de varios grupos-aldehído, cetona,
azúcares, fosforito, etc., de una molécula a otra. El espectro de las hidrolasas es muy amplio, e
incluye: ésteres, amidas, péptidos y otras funciones C-N, anhídridos, glucósidos, etc. Las Basas
catalizan adiciones a, formación de ligaduras dobles como C=C, C=O y C=N. Las isomerasas
catalizan varios tipos de isomerizaciones, incluyendo racemización. Las ligasas son a menudo
llamadas sintetasas y tienen el papel de intermediarias en la formación de ligaduras C-O, C-S y
C-N. Las enzimas también son clasificadas como endo o exo enzimas. Los sufijos refieren el modo
en que la enzima ataca a la molécula de sustrato. Las endoenzimas atacan al sustrato en las
ligaduras internas, mientras que las exoenzimas atacan al sustrato desde uno u otro extremo de la
molécula (Sears, Walsh y Hoyos, 1997).
Se ha demostrado la utilidad del uso de las enzimas en diversos casos como la sanidad médica, en
la que se emplean para el tratamiento de trastornos digestivos por carbohidratos en niños, en la
industria agroalimentaria se emplean en las ramas de cervecería, frutas, carne, leche, etc.
(Palomo, Delalleau y Ross, 1993).
Inicialmente las enzimas estaban dirigidas sobre todo a la industria alimenticia humana, así
como a la elaboración de detergentes. Los beneficios terapéuticos del uso de las enzimas
digestivas en humanos han sido extensamente reconocidos; sin embargo, a partir de los últimos
años se ha apreciado el verdadero potencial de la incorporación de las enzimas en las
dietas animales (Sears, Walsh y Hoyos, 1997).
Algunos de los objetivos de la suplementación con enzimas en las dietas animales son los
siguientes: quitar ó destruir factores antinutritivos, mejorar la digestibilidad general, hacer
biológicamente disponibles algunos nutrientes, y reducir el impacto contaminante de excretas
animales (Sears, Walsh y Hoyos, 1997). La aplicación de enzimas producidas industrialmente
para la nutrición animal se remonta a la década de 1950 a 1960, principalmente estimulada por
el uso de cebada y centeno en dietas aviares.
Las enzimas se usaron para resolver los problemas de las heces pastosas y la baja
productividad, así como la β-glucanasa se aplicó en la industria de la fermentación para reducir los
problemas de filtración, lo cual solo fue un pequeño impulso para iniciar la investigación
acerca de los efectos de estas preparaciones sobre la productividad animal (Rob y
Ronad, 1997).
En la alimentación de aves las enzimas tienen una aplicación importante en la degradación de los
polisacáridos β-glucanos) de la pared celular de cereales como la cebada y la avena, mientras
que en el centeno y en el trigo los más frecuentes son los arabinoxilanos (pentosanos). En el
caso de la cebada y del centeno, los carbohidratos de la pared celular pueden llegar a
solubilizarse mediante una adecuada acción enzimática. La mayoría de las enzimas son
endolíticas y consiguen su efecto benéfico eliminando los constituyentes de la fuente de
alimento que interfieren con la absorción de los nutrientes (Jeroch y Danicke, 1995). Aunque la
mayoría de los nutrientes se ven afectados por la acción enzimática, esta acción tiene un especial
interés en la reducción de la viscosidad del alimento conseguida por la acción de las enzimas,
aunque este beneficio es más reducido en caso de aves de mayor edad (Rugbjerg y Otto,
1992).
Los alimentos para animales domésticos son productos muy sofisticados en términos de nutrición
y proceso de fabricación. Contienen ingredientes que son sustratos inmejorables para la acción
enzimática, y existen posibilidades para modificar las características de los alimentos destinados a
animales domésticos empleando enzimas, como se muestra en el Cuadro No. 7.
Cuadro No. 7. Componentes de alimentos para animales, susceptibles a la acción enzimática
COMPONENTE
ENZIMA
Polisacáridos:
Almidón
α-Amilasa
Celulosa
Hemicelulosa
Pectina
Lignina
Celulasa
Hemicelulasa
Pectinasa
Ligninasa
β-Glucanos
β-Glucanasa
Oligosacáridos: como maltosa,
sacarosa, rafinosa, estaquiosa
Proteína:
Keratina (harina de pluma)
lactosa, Maltasa, Lactasa
β-Glucosidasa
Proteasa
Inhibidores de Tripsina (existentes en pasta de Proteasa
soya
Ácido fítico
Fitasa
Lípidos
Lipasa
(Cliford, 1992).
Enzimas como las amilasas, proteasas y pectinasas pueden modificar la viscosidad de mezclas
de alimentos para animales domésticos. Distintas enzimas hidrolíticas pueden influenciar la
cohesión y la capacidad aglutinante del agua contenida en los alimentos para animales
domésticos. Cuando las proteínas, el almidón y las grasas son hidrolizadas por las enzimas, los
productos obtenidos son aminoácidos, péptidos, azúcares o ácidos grasos libres. Los sustratos
tienen fuertes propiedades organolépticas, por lo tanto, la actividad enzimática puede mejorar la
palatabilidad de los alimentos destinados a los animales domésticos (Clifford, 1992).
Existe poca información fundamental sobre el sitio en el cual las enzimas exógenas producen la
mayor parte de su efecto benéfico en el tracto gastrointestinal. No se sabe, por ejemplo, si el
sitio de acción principal de las enzimas en pollos es en el proventrículo o la molleja. Esta
información sería muy útil porque ayudaría a la selección y uso de enzimas que son adecuadas
para el sustrato bajo las condiciones que prevalecen en el sitio en donde es más eficaz (Rob y
Ronald, 1997).
Normalmente las secreciones enzimáticas del sistema digestivo de los pollos son suficientes
para una digestión óptima del almidón, las grasas y las proteínas. Sin embargo, es conveniente
agregar enzimas derivadas de fermentaciones fungales a dietas en base de cebada,
sobre todo para pollitos en iniciación. Al agregar este tipo de enzimas se mejora la energía
metabolizable de la cebada y consecuentemente los pesos de los pollos (Choct, Hughes, Wang,
Bedford, Morgan y Annison, 1996 y Dale, 1997).
Los resultados indican que no todos los ingredientes pueden mejorarse con este tratamiento. Las
β-glucanasas, que pueden digerir los β-glucanos, reducen el problema, pero no lo eliminan. Se
puede aumentar la digestibilidad de las fracciones pépticas y oligosacáridas mediante la adición
de enzimas en las dietas de monogástricos. La aplicación de enzimas en la alimentación
animal, es una alternativa y está centrada en la utilización de los oligosacáridos presentes en
proteínas de leguminosas (Choct, Hughes, Wang, Bedford, Morgan y Annison, 1996).
El uso de las enzimas en la alimentación de las aves ha logrado incrementar la utilización de
energía en un 5%, la digestibilidad de las proteínas en un 10% y la ganancia media diaria entre
un 0.8-14.2%.
Estudios previos indican que cuando se usan dietas a partir de cereales como el trigo, la
viscosidad es un factor limitante en la eficiencia productiva del ave, pero el uso de enzimas
disminuye la viscosidad del contenido intestinal (Bedford y Morgan 1996).
El uso de enzimas para reducir la viscosidad intestinal es el método más efectivo para la
alimentación de pollos (Bedford y Morgan 1996) con dietas elaboradas en base a cebada (Almirall
y Estevegarcia, 1995).
Aunque la cebada incrementa la viscosidad del contenido intestinal y la β-glucanasa la
disminuye, los pollos alimentados con dietas en base a cebada presentaron
decrecientes actividades enzimáticas digestivas, mismas que fueron incrementadas con la
β-glucanasa, indicando que la viscosidad es un factor limitante en el desarrollo del
pollo de engorda (Almirall, Francest, Perezvendrell, Brufau y Estevengarcia, 1995). Por
otro lado, las aves enfermas o sometidas a estrés, no son capaces de producir todas
las enzimas digestivas necesarias para el correcto aprovechamiento del alimento (Cliford,
1992).
Actualmente se utilizan los complementos enzimáticos de manera extensa en dietas para
pollos basadas en trigo y cebada. En el Reino Unido se estima que 90-95 % de todo el
alimento para pollo contiene algún suplemento de este tipo. Los beneficios que se
reportan, son mejoras en los indicadores productivos de los animales y en la calidad de la
carne (Sears, Walsh y Hoyos, 1997 y Dale, 1997). Además, recientemente se han realizado
investigaciones en la utilización de complejos enzimáticos para mejorar la digestibilidad de
las proteínas reducir los efectos antinutricionales presentes en diversos ingredientes
(Selinger, Fosberg y Cheng, 1997). La mejor oportunidad del uso de enzimas en la
industria avícola es en el mejoramiento de la digestibilidad de la fracción de
carbohidratos de la harina de soya. Debido al contenido de oligosacáridos y β- mananos
de la harina de soya, el pollo solo puede utilizar la mitad del
contenido de energía total (Dale, 1997).
Almirall y Estevegarcia (1995) simularon in vitro las condiciones del tracto gastrointestinal
para evaluar la eficacia de una β-glucanasa, usada en alimentos para aves, modificando el
pH y la temperatura, con la finalidad de evaluar la actividad enzimática. Aunque las
condiciones modificaron el tiempo de acción de la enzima, los resultados sugieren que
sí existe una capacidad de permanencia y solo deberá considerarse que los niveles
de enzimas en el alimento sean los adecuados. In vivo se evaluaron los principales
indicadores productivos, así como la viscosidad del contenido en el intestino delgado,
obteniendo resultados favorables para el tratamiento donde se adicionó la enzima en la
dieta.
En los últimos diez años los desarrollos en la recombinación y la tecnología de ADN
han aumentado y ha mejorado la eficiencia de los sistemas existentes de producción
microbiana,
facilitando la explotación de fuentes alternativas de enzimas industriales. La caracterización de
genes incluye una variedad de enzimas hidrolíticas, tales como celulasas, xilanasas,
β−glucanasas, amilasas, pectinasas, proteasas, fitasas y tanasas; ésto fomentará el desarrollo
de más complementos enzimáticos eficaces y sistemas de expresión de enzimas que podrán
mejorar la utilización del alimento por los animales domésticos. Los informes recientes de
plantas transgénicas que expresan la actividad fibrolítica, o de la fitasa (Whitelam, 1995) de
ratones transgénicos capaces de producir endoglucanasas en el páncreas, muestran la
factibilidad de mejorar la digestión de los alimentos mediante la modificación genética
de los nutrientes contenidos en los alimentos (Selinger, Fosberg y Cheng, 1997).
En 1997 Sears, Walsh y Hoyos publicaron varios trabajos en donde se describen los beneficios
de la adición de complejos enzimáticos en las dietas de pollos basándose en maíz y pasta de
soya, dicha alternativa permite mejorar la eficiencia alimenticia, disminuyendo los
costos por concepto de alimentación.
2.6.4. Empleo de las enzimas en la avicultura
En estudios publicados por Rugbjerg y Otto en 1992, se evaluó una dieta en forma de harina
que contenía un 40 % de cebada, a la cual se le agregaron enzimas a razón de 0.5 g/kg
de alimento, obteniendo una conversión alimenticia de 1.79 para el alimento control (AC)
comparado con 1.74 del alimento con enzimas (AE). La ganancia de peso (g) al día 20 fue de
400 g (AC) contra 464 g (AE), el aumento de peso representó una mejora significativa
equivalente al 16%. Estos resultados demostraron que los efectos benéficos debidos la adición de
enzimas fueron positivos. La influencia que tiene una dieta basada en cebada, sobre las
condiciones de la cama de los animales, también fue evaluada en este mismo experimento. El
contenido en materia seca de las heces fue de 33.2 % para la dieta control y de 38.1%
para la dieta con enzimas, la digestibilidad de la proteína presentó un incremento de 33.2 % (AC)
con relación a 38.1 % obtenida en (AE); por otro lado, se observó una reducción en
la incidencia de heces viscosas de un 25 % (AC) a un 6.3 % (AE) como respuesta al uso de las
enzimas.
Como conclusiones generales hicieron las siguientes consideraciones: los complejos
multienzimáticos destruyen las paredes celulares de diversos cereales haciendo que los
distintos nutrientes intracelulares puedan estar disponibles para ser asimilados por el
sistema digestivo de los animales. Consecuentemente se observaron mejores tasas de
crecimiento y mejores índices de conversión. Se mejoró la uniformidad para los
animales enfermos o sometidos a estrés ya que éstos no son capaces de producir
suficientes enzimas digestivas y no tuvieron un nivel óptimo de utilización de nutrientes del
alimento.
Los complejos multienzimáticos tuvieron la capacidad de romper los β-glucanos de la
cebada, lo que contribuye a reducir la viscosidad del contenido intestinal. La menor
viscosidad provoca una mejor absorción de los nutrientes en el intestino delgado, lo que a
su vez aumenta la concentración de materia seca en las heces, de este modo se reduce
la cantidad de heces viscosas en las aves. En definitiva, redujo los costos de producción
(Rugbjerg y Otto 1992).
Algunos de los beneficios del uso de enzimas en la avicultura, publicados por
Palomo, Delalleau y Ross en 1993 fueron los siguientes: mejora de la utilización de la
energía en un 5%, incremento de la digestibilidad de la proteína en un 10%, aumento de
la ganancia diaria de peso entre un 0.8-14.2 % y mejora el índice de conversión
alimenticia entre el 2-14.3%. Almirall, Francest, Perezvendrell, Brufau, y Estevergarcia,
(1995) estudiaron la viscosidad intestinal en dietas a partir de cebada - maíz, las
enzimas digestivas y las actividades enzimáticas en pollos de diferentes edades.
Entre los resultados relevantes observaron incrementos en ganancia diaria de peso y
menor viscosidad en heces las obtuvieron los pollos alimentados con dietas donde se
adicionaron β-glucanasas, seguido por los alimentados con dietas basadas en maíz y
finalmente los alimentados con dietas a partir de cebada. En cuanto a la edad,
observaron que la viscosidad tiene un efecto negativo mayor en aves jóvenes que en aves
adultas. También observaron que la adición de la glucanasa incrementó la ganancia diaria
de peso y la energía metabolizable y disminuyó la viscosidad, demostraron que el
incremento de la fermentación en el intestino delgado es producida por la viscosidad
debida a la presencia de polisacáridos no productores
de almidón, lo cual tiene un efecto negativo sobre la eficiencia productiva del ave (Choct,
Hughes, Wang, Bedford, Morgan y Annison, 1996).
La adición de enzimas en las dietas disminuyó la cantidad de excretas, así como la longitud de
varias secciones del tracto gastrointestinal y peso del páncreas (Marquardt, Brenes, Zhang y
Boros, 1996); incrementó la eficiencia del índice de conversión, (Valle, 1999) en duodeno 11.9
contra 2.3, en yeyuno 78.3 contra 4.4 y en íleon de 409.3 contra 10.8 (Choct, Hughes, Wang,
Bedford, Morgan y Annison,1996); El uso de la fitasa mejoró la utilización del calcio y el fósforo
y disminuyó la contaminación, del 27.5 al 48.68 %, por el fósforo eliminado en las heces (Zobac,
Kumprecht y Simecek, 1995).
2.6.5. Beneficio económico que representa la incorporación de enzimas
Rugbjerg y Otto en 1992 realizaron experimentos con un complejo multienzimático adicionado
en dietas basado en cebada, observando efectos tales como: mayor flexibilidad en la
formulación de alimentos, mejores tasas de crecimiento, índice de conversión, homogeneidad
en los lotes, un peso vivo uniforme, menos problemas de heces viscosas y todo esto se traduce
en una reducción de costos en la producción. El cálculo teórico sobre las ventajas económicas
del uso de enzimas se muestra en las Cuadros 8 y 9. Como puede observarse, el uso de la
enzima redujo en 1.43 pesetas el costo de producción de 1 Kg. de peso vivo de pollo de engorda.
De estos resultados se deduce que el uso de enzimas aporta un margen sobre el alimento de
4.76 pesetas más por pollo de engorda. Dicho de otra manera, una explotación que produzca un
millón de pollos de engorda al año, podría obtener 4.76 millones de pesetas de ganancia
(Rugbjerg y Otto, 1992).
Cuadro No. 8. Reducción del costo de producción en alimentos para pollos de engorda,
con dietas a base de cebada y adición de enzimas
Grupo control
0.517
Grupo enzimas
0.574
Costo del alimento
26.37 X.898 = 23.68
26.90 X.947 = 25.47
(Pts)
45.80
Ganancia de peso vivo
a los 20 días (kg)
Costo (Pts) /kg peso vivo
44.37
Diferencia
(Rugbjerg y Otto, 1992). Pts = Pesetas
- 1.43 Pts/kg
Cuadro No. 9. Rentabilidad económica de alimentos para pollos de engorda en
dietas basadas en cebada y adición de enzimas
Grupo control
Grupo enzimas
0.517 kg
0.574 kg
56.46 Pts
66.01 Pts
Costo del alimento
23.68 Pts
25.47 Pts
Margen sobre alimento
35.78 Pts
40.54 Pts
Ganancia de peso
Vivo a los 20 días
Valor del pollo
A los 20 días
Por pollo
Diferencia
(Rugbjerg y Otto, 1992).
+4.76 Pts
Precio del pollo vivo 115 Pts/kg
Precio del alimento sin enzimas =26.37 Pts/kg
Precio del alimento con enzimas =26.90 Pts/Kg.
Los aditivos naturales utilizados para la alimentación en animales se originan a partir
del metabolismo de bacterias, levaduras (pH neutro) y hongos (pH 4.5), siendo en su
mayoría reacciones hidrolíticas (Palomo, Delalleau y Ross, 1993). Las características
futuras de los nuevos aditivos alimenticios enzimáticos se refieren también a las fuentes
alternas para la obtención de enzimas, ya que es previsible que no solo se obtendrán de
microorganismos sino también de plantas y semillas. La cantidad de enzimas en la semilla y
la disponibilidad de este material, reducirá el costo para el productor avícola (Rob y Ronald
1997).
2.7. FACTORES ANTINUTRICIONALES
Las aves tienen una capacidad digestiva eficiente en virtud que utilizan del 60 al 70%, de los
nutrientes contenidos en la dieta (Antillón y López, 1987). El porcentaje es consistente con cada
ingrediente del alimento, aunque tiene variaciones de acuerdo a la edad del ave. Como ejemplo
de esta variabilidad: el maíz tiene una digestibilidad, de casi 80 %, el trigo mediano 48 % y la
pasta de alfalfa 25 % (Mack, 1986). Esa parte de nutrientes que no atraviesa la pared intestinal,
se excreta en la materia fecal, aunque no necesariamente en la forma original (Mack, 1986).
Algunos ingredientes, considerando su estructura tridimensional, presentan resistencia a la
digestión, por lo que un proceso previo como el molido, o incremento en la temperatura,
favorecen la desnaturalización de las proteínas y en consecuencia su digestibilidad. Los
tratamientos térmicos pueden producir enlaces de algunos aminoácidos como el que ocurre con
los grupos carboxilo libres o con los grupos amino libres del ácido glutámico y del
ácido aspártico, que los hacen resistentes a la hidrólisis enzimática, reduciendo la
digestibilidad y la disponibilidad de los aminoácidos (Antillón y López, 1987).
La utilización del almidón contenido en los cereales varía según el tipo de grano dentro de una
misma especie animal. Cuando éstos son suministrados a los pollos, los factores primarios que
afectan la digestión del almidón son los polisacáridos de pared celular, los cuales disminuyen la
digestión de todos los nutrientes, incluyendo el almidón. Otros factores que pueden afectar la
utilización del almidón, incluyen la presencia de factores antinutricionales en los granos,
el tipo de almidón contenido en el grano y la capacidad digestiva del animal. Las enzimas
microbianas tienen actividad apropiada para la hidrólisis de los carbohidratos y son las más
efectivas para que el almidón contenido en los granos de cereales sea utilizado. Las fuentes de
enzimas que contienen amilasas son efectivas bajo circunstancias específicas (Classen, 1996).
La eficiencia en la utilización del trigo, avena y cebada en la nutrición de las aves, generalmente
está limitada por la presencia de factores antinutricionales. Cuando hablamos de factores
antinutricionales nos referimos a la presencia de polisacáridos no almidonosos en los
granos empleados como base para la formulación de dietas para aves. Los más
importantes
son
los
betaglucanos,
arabinoxilanos,
glucosinolatos,
pectinas,
oligosacáridos, celulosa, ligninas, taninos, los inhibidores de proteasas y de las fitasas,
que se pueden encontrar en la cebada, trigo, centeno, triticale, sorgo, maíz, pasta de
soya cruda, pasta de nabo, pasta de girasol y pasta de algodón (Sears, Walsh y Hoyos,
1997).
Los efectos provocados por estos factores antinutricionales son una reducción en la digestión
y absorción de nutrientes, aumento en la velocidad de paso del alimento y de la
actividad microbiana en el intestino; (Bedford, 1995; Choct, Hughes, Wang, Bedford,
Morgan y Annison, 1996), así como la alteración en la textura (viscosidad) y en el color
de las heces (Bedford, 1995).
Los β glucanos, están presentes principalmente en la cebada y también en el trigo, triticale
y centeno; promueven la formación de un gel en el intestino, el cual interfiere con la acción
de las enzimas endógenas y sales biliares y consecuentemente con la digestión y absorción
de los nutrientes en la pared intestinal.
Algunos investigadores (Miller, Froseth, Wyatt y Ullrich, 1994) evaluaron el tipo de almidón
en la cebada, total de β-glucanos, fibra ácido detergente y contenido de energía en dietas
para aves. Los resultados de esta investigación sugirieron que la cantidad de energía
en los alimentos de aves disminuye por el alto contenido de la fibra ácido detergente y no
tanto por los niveles de β-glucanos, también observaron que esta disminución de energía
tiene un efecto negativo en las aves.
A pesar de que algunos de estos factores antinutricionales presentes en los alimentos
se disminuyen o eliminan mediante tratamientos físicos de los alimentos como la
inhibición de tripsina, mediante el calor, persisten cantidades de compuestos polisacáridos
no productores de almidón (PNA) que son digeridos pobremente, como se muestra en el
Cuadro No. 10, referida en 1997 por Sears, Walsh y Hoyos.
Cuadro No. 10. Factores antinutricionales en fuentes de proteínas usadas comúnmente para la
formulación de dietas destinadas a pollos de engorda
INSUMOS
FACTORES ANTINUTRICIONALES
Pasta de soya
Inhibidora de tripsina, lecitina, saponina, rafinosa y estaquiosa.
Pasta de colza
Glucosinolinatos, ácidos fenólicos, fibra y taninos.
Pasta de girasol
Fibra y taninos.
(Sears, Walsh y Hoyos, 1997).
Originalmente, los PNA eran considerados como una parte poco importante en la nutrición
de monogástricos; sin embargo, existe evidencia de que algunos PNA tienen actividad
antinutricional y afectan tanto la energía como la utilización de proteínas, especialmente en
los animales jóvenes (Sears, Walsh y Hoyos, 1997).
Recientes investigaciones han demostrado efectos negativos de los PNA solubles en el
agua, sobre la eficiencia productiva de las aves. Los arabinoxilanos son los PNA
contenidos en mayor cantidad en el trigo y se sabe que dan condiciones de alta
viscosidad en el intestino delgado en pollos alimentados con este insumo.
Un incremento en la viscosidad del contenido del tracto intestinal, reduce la digestión
de nutrientes debido a que los componentes de la dieta requieren ser mezclados con
las secreciones pancreáticas y otras secreciones intestinales propias de la digestión. La
mezcla en forma de gel, causada por el incremento de la viscosidad reduce este
mezclado. De manera similar es impedido el movimiento de azúcares, aminoácidos y
otros nutrientes hacia la mucosa intestinal para su digestión, resultando en una
disminución en la digestión y absorción de grasas proteínas y carbohidratos (Jaroni,
Scheiderler, Beck y Wyatt, 1999).
La alta viscosidad del contenido del tracto gastrointestinal estimula el crecimiento de la
microflora anaeróbica y su interacción con los nutrientes. Estos microorganismos
pueden desconjugar las sales biliares, contribuyendo a disminuir la digestibilidad de los
nutrientes, especialmente la de las grasas. Los microorganismos que generalmente son
encontrados en grandes cantidades en el ciego de las aves tienden a emigrar hacia el
intestino delgado, donde tiene lugar la mayor parte de la absorción de los nutrientes.
El incremento en la población bacteriana origina inflamación del intestino y con ello
adelgazamiento de la pared y reducción en el número de las microbellosidades, lo cual
hace menos eficiente la posterior absorción de nutrientes (Jaroni, Scheiderler, Beck y Wyatt,
1999). El crecimiento de los órganos digestivos es otro de los efectos observados con PNA
solubles en los alimentos. El peso del páncreas se incrementa, implicando que un
mecanismo de retroalimentación intestinal del ave estimula la hipertrofia de aquel órgano
Este fenómeno tiene implicaciones en la utilización de proteína por parte del ave, por
ejemplo, mayor cantidad de proteína sintetizada es dirigida hacia el crecimiento y
secreción de enzimas por parte del páncreas, dejando menos proteína disponible para
formación de tejidos o producción de huevo (Jaroni, Scheiderler, Beck y Wyatt, 1999).
Los efectos negativos de los arabinoxilanos solubles se pueden eliminar por hidrólisis
parcial de la fibra en presencia de preparaciones de enzima cruda que contengan gran
actividad de xilanasa.
La adición de enzimas a la dieta tiene como efecto la reducción de la viscosidad del
contenido intestinal, incrementando la absorción de nutrientes y la digestibilidad. La s
complementación con enzimas incrementa la digestibilidad de los almidones en el íleon.
Otros
estudios
también
han
mostrado
incremento
en
la
digestibilidad
con
la
complementación de enzimas en dietas a partir de cereales.
La complementación con enzimas reduce la población microbiana del tracto gastrointestinal
y sus efectos negativos, tales como la atrofia de las vellosidades, el alargamiento de los
órganos digestivos y el incremento del tamaño del tracto gastrointestinal. La adición de la
xilanasa más proteasa en el alimento, incrementó significativamente la digestibilidad de la
proteína, en un efecto benéfico dependiente de la edad. Se contrarrestó el efecto negativo
de la viscosidad del contenido intestinal por la degradación de los arabinoxilanos y la
interferencia en la absorción del calcio, además de disminuir el peso del páncreas y reducir
el tamaño del tracto digestivo, incrementando la digestibilidad de los nutrientes (Jaroni,
Scheiderler, Beck y Wyatt,1999). Las leguminosas contienen PNA en forma de
oligosacáridos, hemicelulosa y pectinas; en contraste, el trigo y la cebada tienen glucanos
y pentosanos con enlaces β. De los ingredientes
usados en las dietas, existe una gran variación en cuanto al contenido y digestibilidad de PNA
como se presenta en el Cuadro No. 11.
Cuadro No. 11. Contenido y digestibilidad de PNA en ingredientes empleados en la elaboración de dietas
para pollos de engorda
INGREDIENTE
TOTAL DE PNA (% MS)
DIGESTIBILIDAD (%)
Cebada
15
14
Trigo
10
12
Pasta de soya al 48 %
20
0
Chícharo
22
18
Frijol
23
19
Girasol
28
17
Pulido de arroz
25
3
Glúten de maíz al 20 %
31
17
(Sears, Walsh y Hoyos, 1997).
PNA = Polisacáridos no productores de almidón. MS = Materia seca.
Las α-galactosidasas forman parte de la familia de las rafinosas que se acumulan en los
granos de leguminosas. Los tipos de oligosacáridos varían entre las diferentes especies de
leguminosas. (Sears, Walsh y Hoyos, 1997).
Las enzimas endógenas producidas por las aves son específicas para carbohidratos como el
almidón y no tienen actividad sobre carbohidratos con enlaces β como la galactosa. La falta de
la enzima β-galactosidasa en aves y otros monogástricos, incluido el hombre, significa que
estos oligosacáridos, como otros PNA, son fermentados por la microflora intestinal,
produciendo ácidos grasos volátiles y gases, en lugar de producir los monosacáridos y
disacáridos que sí se utilizan, los cuales son producto de hidrólisis enzimática con la βgalactosidasa (Choct, Hughes, Wang, Bedford, Morgan y Annison, 1996).
Cuando se lleva a cabo la fermentación, en lugar de la hidrólisis enzimática, da como resultado
la producción de menor energía y provoca problemas digestivos en muchas especies (Almirall,
Francest, Perezvendrell, Brufau, y Estevergarcia, 1995). Alrededor de las dos terceras partes
del fósforo total contenido en alimentos con ingredientes de origen vegetal están presentes en
forma de fitatos. El fósforo en forma de fitato no es disponible o bien, pobremente utilizado por
los animales monogástricos, debido a las cantidades insuficientes de
fitasa endógena, por lo tanto, la disponibilidad del fósforo en los alimentos con ingredientes
de origen vegetal, generalmente está disminuida.
Por ejemplo, la biodisponibilidad estimada del fósforo en el maíz y la harina de soya
para pollos y cerdos está en un rango del 10 al 30 %.
Esta baja biodisponibilidad del fósforo en forma de fitato posee dos problemas para los
productores:
1.- La necesidad de agregar suplementos de fósforo inorgánico a las dietas y
2.- La excreción de grandes cantidades de fósforo presente en la pollinaza.
Además de la baja disponibilidad del fósforo, los fitatos limitan la disponibilidad de muchos
otros nutrientes esenciales.
La formación de fosfatos insolubles hace que el calcio y el fósforo no sean disponibles.
El ácido fìtico tiene potencial quelante y forma una amplia variedad de sales insolubles
con cationes di y trivalentes a pH neutro. El fitato se combina con metales y los precipita al
pH del intestino, haciendo estos minerales indisponibles para la absorción intestinal. Se
puede combinar con el Zn, Cu, Co, Mn, Fe y Mg, teniendo una fuerte afinidad por el
Zn y el Cu (Sohail y Roland, 1999).
Los fitatos también forman complejos endógenos con proteasas tales como la tripsina y
la quimotripsina, en el tracto gastrointestinal; estos complejos inhiben la actividad de
esas enzimas con un subsecuente decremento en la digestibilidad de proteína y
aminoácidos. La suplementación de fitasa en pollos se ha reportado como mejoradora de
la disponibilidad del fósforo y del zinc, así como de la digestibilidad del nitrógeno y
aminoácidos en el íleon, (Namkung y Leeson, 1999).
La fitasa mio-inositol exacisfosfato fosfohidrolasa, es la enzima que libera al fósforo de la
molécula de fitato y puede ser adicionada en los alimentos, observándose incremento en
el
peso corporal de los pollos, además de tener gran influencia, incrementando el
contenido mineral óseo, la densidad y fuerza al corte cuando se administra al 0.225 % de la
dieta (Sohail y Roland, 1999).
Mucho del fósforo presente en alimento comúnmente utilizado para animales (cereales,
granos, etc.) no es biológicamente disponible para los monogástricos como las aves y
los cerdos. El fósforo presente en este tipo de fuentes está guardado en forma de ácido
fítico. El tracto digestivo de los monogástricos está desprovisto de la enzima capaz de
degradar el ácido fítico. El fitato tiene numerosas consecuencias antinutricionales sobre
la digestión de los monogástricos, ya que puede combinarse con minerales para impedir su
absorción. La falta de capacidad para degradar este constituyente de la dieta deja intacta su
influencia antinutricional y también torna necesaria la incorporación de fósforo inorgánico
en la dieta. El ácido fítico sobreviviente a la digestión monogástrica y presente en las
heces es liberado en el medio ambiente volviéndose un contaminante potencial (Sears,
Walsh y Hoyos, 1997; Pallauf y Rimbach, 1997).
El efecto antinutricional del ácido fítico puede disminuirse parcialmente cuando se
incrementan los niveles de vitamina D (Pallauf y Rimbach, 1997). La incorporación de
fitasa en las dietas de monogástricos puede, por lo tanto, brindar múltiples beneficios:
los efectos antinutricionales del ácido fítico pueden ser eliminados, los animales
podrían asimilar el fósforo derivado de los cereales, lo que minimizaría la necesidad de
suplementación con fósforo inorgánico y la contaminación del medio ambiente podría ser
reducida sustancialmente (Sears, Walsh y Hoyos, 1997).
El peso relativo del páncreas es más alto en pollos alimentados con cebada que en los
pollos alimentados con maíz. El contenido del tubo digestivo de las aves alimentadas con
cebada presentó gran viscosidad, que fue disminuida por la B-glucanasa (Almirall,
Francest, Pererezvendrell, Brufau y Estevergarcia, 1995)
Los beneficios nutricionales de productos altos en fibra han creado preocupación acerca de
las posibles deficiencias en minerales. Esto se debe a que el contenido de fitatos de los
salvados
de cereales se incrementa con la fibra. Los fitatos son sales de Ca y Mg provenientes del
ácido fítico (ácido mioinositol hexafosfórico) y están presentes de manera abundante (0.5 0.9% del contenido total de fósforo) en las semillas de leguminosas, oleaginosas y
cereales. El ácido fítico puede unirse con cationes multivalentes como el calcio, cobre,
hierro y zinc para formar complejos insolubles que causan un efecto detrimental en la
biodisponibilidad de algunos de estos minerales.
No obstante, la disponibilidad de minerales depende de varios factores como: a) cantidad de
ácido fítico
b) concentración, tamaño y valencia de minerales
c) asociación del ácido fítico con proteínas
d) tratamiento térmico del alimento
e) pH
f) presencia de otros iones metálicos.
Los fitatos son hexafosfatos de mio-inositol (forma de almacenamiento de fosfatos). Estos
compuestos están ampliamente distribuidos en las plantas superiores. La semilla
acumula el 90% del fósforo orgánico en forma de fitatos, depositados en los cuerpos
protéicos de la aleurona y escutelum; en el maíz, el 90% de los fitatos se encuentra
situado en el escutelum y el 10% en la aleurona. El contenido de fitatos en el maíz varía
en un rango de 0.65 a 0.9% en base seca del grano integral (Gómez, 1995).
El salvado (pericarpio) de maíz está compuesto de hemicelulosa (70 %), celulosa (23%)
y lignina (0.1%). Investigaciones recientes acerca de la fibra dietaria en el alimento y
sus implicaciones en la reducción de ciertas enfermedades han cambiado la manera
tradicional de enfocar la importancia de las paredes celulares y sus componentes. Los
beneficios de salud, asociados al incremento en el consumo de fibra, son muy
importantes y han sido tema de muchas investigaciones en los últimos años. Sin
embargo, todavía se desconoce mucho sobre la función de la fibra en la reducción de la
incidencia de enfermedades (Gómez, 1995).
2.8. TECNOLOGÍAS EMPLEADAS EN LAS DIETAS DE POLLOS PRODUCTORES DE
CARNE
2.8.1. Proceso de extrusión
La palabra extrudir proviene del latín "extrudere" y significa empujar o presionar hacia
afuera, expeler o expulsar. Los extrusores son equipos especializados que forman
productos de forma constante forzando los materiales sometidos al proceso, a fluir a
través de una restricción llamada boquilla o dado. La mayor parte de los extrusores
realizan, así mismo el mezclado y la conversión de los materiales alimentados a estos en
masas manejables que pueden fluir a través de la boquilla (Gómez, 1995).
Con el paso del tiempo los extrusores han sido utilizados para procesar materiales
viscosos tales como plásticos y hules. Sin duda, la tecnología de la extrusión tiene sus
orígenes en la industria de los plásticos, pero la primera extrusión de compuestos
celulósicos data desde 1870, cuando se utilizó la prensa hidráulica como extrusor (Gómez,
1995).
La extrusión es un proceso utilizado en la industria harinera desde el siglo pasado,
especialmente para preparar pastas de trigo. Gómez en 1995 mencionó que en los
años cincuenta se adquirió auge para la texturización y preparación de alimentos ricos en
proteínas de origen vegetal como de la soya, donde el proceso tiene un efecto de
neutralización del inhibidor de la tripsina, acción que refleja su efecto incrementando la
ganancia diaria de peso en las aves de engorda (Stillborn, Ndife, Bowyer, Hellwing,1997).
Así mismo se empezó a usar la extrusión para cocer y gelatinizar almidones de
cereales, especialmente de maíz y arroz.
Con el proceso de extrusión se reduce el tiempo de rancidez de los ácidos grasos
insaturados, presentes en el germen de los cereales completos (Hudson, 1978; Figueroa,
González, Arámbula, y Morales, 1997).
El proceso de extrusión se ha aplicado en la elaboración de alimentos para mascotas y
para algunas especies acuáticas. Los productos extrudidos ofrecen ventajas tales como
la elaboración de un alimento esterilizado; mayor disponibilidad de ciertos nutrientes y mejora
el manejo de los alimentos (Balconi, 1997 b; Davis y Heinikc, 1997).
La extrusión presenta entre otras ventajas un impacto nutricional y estabilidad de
ciertos nutrientes (Durán, 1996; Figueroa, González, Arámbula, y Morales, 1997).
Algunos de los efectos de la extrusión sobre los componentes físicos y químicos en
los almidones consisten en gelatinizarlos y aumentar su capacidad para absorber
otros compuestos, así al salir del extrusor, la humedad se evapora y los almidones se
expanden. Como efecto de la extrusión las proteínas se gelatinizan en cierto grado,
adquiriendo las características físicas de los almidones; la fibra y las grasas sufren poco
cambio, debido a su efecto lubricante durante la extrusión, así al combinarse con los
almidones se reduce la solubilidad de las grasas en éter; las vitaminas A, C, tiamina,
niacina y biotina son termosensibles, por lo que su contenido se reduce; los minerales no
son afectados y finalmente la mayor parte de los aditivos como los saborizantes, los
pigmentos y las drogas termosensibles son parcialmente destruidos por la extrusión. La
extrusión es un proceso que tiene como ventajas la gelatinización de almidones y
cocimiento de granos; puede cocer proteínas vegetales manteniendo una excelente
calidad; favorece la esterilización del alimento, da mayor digestibilidad a ciertos nutrientes,
reduce los factores tóxicos y antinutricionales en los alimentos mejorando además las
características físicas para su manejo (Balconi, 1997 a; Davis y Hienikc, 1997).
Se pueden aplicar dos tipos de extrusión que difieren en algunos aspectos:
EXTRUSIÓN EN SECO
EXTRUSIÓN HÚMEDA
- Cocimiento
- Acondicionamiento con vapor
- Esterilización
- Cocimiento
- Expansión
- Esterilización
- Deshidratación
- Expansión
- Estabilización
- Estabilización
- Enfriamiento
- Secado
Debido al corto tiempo y a la atmósfera libre de oxígeno en que se lleva a cabo el proceso
de cocimiento, está relacionado con la destrucción de factores antinutricionales en el
alimento, sin efectos nocivos sobre nutrientes como aminoácidos, energía y vitaminas. La
acción combinada de la temperatura y la presión son suficientes para destruir
microorganismos. El efecto de expansión sucede cuando se elimina repentinamente la
presión, lo que provoca la gelatinización del almidón y favorece la ruptura de las células
que contienen aceite; esta expansión le da la textura al producto (Peñalva, 1992). El
grado de expansión está influenciado por la cantidad de almidón del grano, la
temperatura, la presión y la humedad empleada durante el proceso (Dávila, González,
Martínez y Almazán, 1988).
Cuando existe entre 40 y 50 % de almidón en el grano, se puede producir una
expansión de dos a tres veces el volumen original; para eliminar esta situación y poder
obtener una densidad similar a la inicial, el producto final deberá ser molido. La extrusión en
seco limita la unión de proteínas con almidones, lo que facilita la unión con las enzimas
sobre el almidón gelatinizado, facilitando la unión del almidón con la grasa y formando
un compuesto en una relación de 1 a 10 que no es soluble a la extracción, por lo que se
dificulta la determinación de la grasa mediante los análisis tradicionales, requiriéndose de
hidrólisis ácida para establecer el porcentaje correcto de extracto etéreo. Durante el
proceso de extrusión en seco, el almidón se transforma en un gel que se expande al salir
del extrusor, debido a que se rompe la estructura granular, abriéndose la cadena que une a
las moléculas del almidón.
Este mismo efecto de gelatinización se logra durante la cocción por el efecto del calor y
el agua, pero en la extrusión en seco se requiere de menor humedad y es más rápido,
además de que el gel ya no retorna a su forma original, puesto que ya es soluble en agua.
En la extrusión húmeda, al vaporizar el almidón también se humedece, se rompe su
estructura y se expande el producto.
La estabilización del producto extrudido se debe a que existe una inactivación de
enzimas termolábiles que pueden afectar las características nutricionales del grano y
además porque durante la ruptura de las células, la grasa se mezcla con los tocoferoles,
ejerciendo estos últimos una importante función antioxidante (Dávila, González, Martínez, y
Almazán, 1988). La extrusión mejora la disponibilidad del aceite más que otros procesos
térmicos en donde el daño físico es menos severo, ya que los lípidos son liberados de
las células del grano lubricando el producto. El proceso de extrusión es muy versátil, bajo
las mismas condiciones básicas de higiene y empleando los ingredientes apropiados.
Pueden producirse una gama de productos alimenticios con o sin suplementos
proteínicos como cereales para desayuno, alimentos granulados, bebidas en polvo,
alimentos infantiles, etc.
Los almidones gelatinizados por extrusión son capaces de ligar micro ingredientes
(vitaminas, minerales, colores, sabores, etc.) uniforme e irreversiblemente a través del
producto extrudido. Algunas de las vitaminas microencapsuladas pueden mezclarse en
los cereales antes de la cocción y mostrar poca pérdida de estabilidad vitamínica; ciertas
vitaminas, particularmente la vitamina C, presentan pérdidas excesivas durante el proceso
(Dávila, González, Martínez, y Almazán, 1988).
2.8.2. Extrusión en frijol de soya y maíz
El proceso primario del frijol de soya se realiza para desactivar los factores
antinutricionales como inhibidores de la tripsina, quimotripsina y ureasa entre otros, sin
embargo el calor de estos tratamientos no ha logrado la inactivación total de estos
inhibidores presentes en el frijol soya. Por otro lado la extrusión, que es un proceso en el
que se combina el calor con presión y
trituración ha presentado grandes benéficos, los inhibidores de la actividad de la tripsina se
disminuyeron en un 50%, la actividad ureásica también disminuyó en un 72% y la solubilidad de la
proteína se incrementó en un 55% (Said, 1999).
La combinación de temperatura y presión ejercida sobre el grano de maíz permite que el
almidón sea gelatinizado y se incrementen las cantidades de glucosa, maltosa y maltotriosa sin
efectos adversos en otros nutrientes, también se observó como efecto de la extrusión en el maíz,
incrementos en la ganancia de peso que varían del 5.1 al 12.5% (Pupavac, Sinivec, Koljajic,
Mitrovic y Jovanovic, 1999).
2.8.3. Incorporación de malta de cebada en el alimento
La malta es el grano germinado de la cebada y en éste se encuentran enzimas como la α y β
amilasas producidas durante la germinación; de esta manera, la malta provee enzimas que se
utilizan en la hidrólisis de polisacáridos y proteínas, transformándolas a moléculas que puedan ser
asimiladas por las levaduras durante el proceso de fermentación (Figueroa, 1985).
La α-amilasa está presente en forma natural en los mamíferos, hongos y bacterias (Mac
Gregor y Morgan, 1992) como el Streptomyces sp. (Primarini y Ohta 2000).
A escala tecnológica se obtiene α-amilasa a partir de páncreas, cultivos de bacterias y de
hongos (Belitz, y Grosch, 1988), así como de los granos de cereales, (Mac Gregor y
Morgan, 1992).
Wrigley y Bietz, 1988, citado por Whitelam en 1995 mencionaron que la enzima se encuentra
presente únicamente en granos maduros, en pequeñas cantidades que mantienen sus niveles
cuando se almacena en lugares secos, no obstante su incremento está asociado con la
germinación de estos granos.
La α amilasa es producida durante la germinación del grano de cebada provocada por
la maceración con agua, obteniendo así la malta "verde", ésta se somete a desecación y
tostado, con lo que se transforma en malta "seca", aromática y de color café oscuro
(Belitz, y Grosch, 1988).
Figueroa, 1985;. Hill, Mc Donald y Lang, 1997 observaron que la α-amilasa proveniente de
la malta de cebada disminuye su actividad en 1.1 % h (-1) a 45°C y este porcentaje se
acelera cuando la temperatura incrementa a 55 °C, siendo la temperatura óptima para su
actividad 65 a 67°C.
La amilopectina es atacada en posiciones fijas, no ocurriendo degradación en los puntos
de ramificación. La α-amilasa es activada por los iones Ca + (Belitz y Grosch, 1988).
La α-amilasa actúa sobre el almidón gelatinizado, licuando y rompiendo la capa de
amilopectina en los enlaces glucosídicos α 1-4 y reduciendo las estructuras a
dextrinas. También es capaz de producir maltosa (Figueroa, 1985; Manners, 1985).
La viscosidad de una solución de almidón disminuye rápidamente por la hidrólisis
efectuada por α-amilasa ("licuefacción del almidón") y desaparece la coloración por adición
de yodo. Las dextrinas producidas en un primer momento son posteriormente
hidrolizadas si se continúa la incubación y como producto final aparecen azúcares
reductores,
fundamentalmente
a-maltosa.
La
actividad
de
la
enzima
decrece
rápidamente con el menor grado de polimerización del sustrato. Con hidratación o
gelatinización del almidón se acelera el proceso de catálisis; este sustrato previamente
hidratado es atacado 300 veces más rápidamente por las amilasas bacterianas y unas 105
veces más por las fúngicas, que el almidón nativo (Belitz y Grosch, 1988).
La α-amilasa hidroliza los almidones, esto permite que la viscosidad en las soluciones
almidonosas sea reducida de manera rápida ya que se forman dextrinas. En la degradación
de almidones participan una gran cantidad de enzimas además de la alfa amilasa (Mac
Gregor y Morgan, 1992; Yu, Fujii, and Kishihara, 1999).
Para la hidrólisis del almidón de maíz, es muy interesante la alta estabilidad térmica de las
amilasas bacterianas, que se incrementa todavía más por adición de iones de calcio (Belitz, y
Grosch, 1988). La hidrólisis de los almidones es muy rápida, la gelatinización se presenta
cuando la temperatura tiene un rango de 58 a 62°C, la α-amilasa tiende a ser muy estable
a esta temperatura (Mac Gregor, y Ballance, 1980).
Si se desea purificar la enzima α amilasa se aplica calor a 70°C; a esta temperatura se
degradan otras enzimas como la β-amilasa presente en el extracto de malta. Investigaciones
previas indican que la actividad enzimática es estable por varios años cuando las muestras fueron
purificadas y almacenadas a -20°C (MacGregor y Morgan, 1992; Yu, Fujii, and Kishihara, 1999).
Pruebas realizadas por Restad and McNav en 1975, mencionaron que la adición de la αamilasa, mejoró la ganancia diaria de peso, la conversión alimenticia y digestibilidad en dos de
tres experimentos, sin embargo no se observó diferencia estadísticamente significativa.
Las α-amilasas y xilanasas potencializan la liberación de nutrientes tanto de las principales
fuentes de energía, como son el maíz o el sorgo, como las fuentes de proteína (harina de
soya), mejorando así su valor nutritivo y los rendimientos de las parvadas, como aumento en el
porcentaje de postura, mejora en la ganancia diaria de peso y disminución en el costo de la
ración (Balcazar, 1999).
Corder y Herry, 1989, citados por Wiseman é Inborr en 1990, mencionaron que otra enzima
presente en el grano es la β-amilasa que actúa de forma muy similar a la α-amilasa, sin embargo
su presencia es relativamente mayor en el grano maduro y su concentración no incrementa con
la germinación.
Se han reconocido recientemente dos categorías diferentes de β-amilasa las cuales son
producidas por tejidos diferentes, además de poseer patrones de desarrollo fisiológicos y
taxonómicos específicos.
La β-amilasa clásica presente en las semillas de cereales tiene gran actividad en el endospermo
de las especies de gramíneas (trigo, cebada y arroz) y en todos los cereales (Ziegler, 1999).
La β-amilasa es sintetizada solamente en las células de la aleurona; es una enzima
que hidroliza el almidón. La producción y organización de la β-amilasa está expresada
genéticamente de manera específica. Así se han identificado cultivos de cereales deficientes
en la actividad de β-amilasa, debido a que la síntesis de esta enzima es bloqueada a
nivel de RNAm (Yamaguchi, Itoh, Ikeda, Tashiro, and Nagato, 1999). La β-amilasa es
sintetizada en los cereales en concentraciones mucho más elevadas que α-amilasa
utilizándose en la sacarificación del almidón. Esta enzima cataliza la hidrólisis de enlaces
1,4-a-D-glucosídicos en polisacáridos, por cuya acción las moléculas de maltosa son
separadas una tras otra por un extremo no reductor.
La β-amilasa de los cereales también puede emplearse en otros aspectos de la
industria alimentaria ya que constituye un marcador valioso en el estudio de los cereales
(Ziegler, 1999).
3. HIPÓTESIS
La inclusión de malta de cebada, soya y maíz extrudidos en la elaboración de alimentos
balanceados suministrados a pollos de engorda contribuye a mejorar los parámetros productivos
de la parvada.
4 . OB JE T IV OS
4.1. OBJETIVO GENERAL
Evaluar el efecto de la inclusión de malta de cebada, así como de granos de maíz y pasta de
soya extrudidos, en la elaboración de dietas balanceadas para pollo de engorda, distinguiendo
los cambios ocurridos en los indicadores productivos de la parvada.
4.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
4.2.1. Evaluar el efecto de la incorporación de malta de cebada en las dietas balanceadas, sobre
los indicadores productivos en pollos de engorda.
4.2.2. Evaluar el efecto de la incorporación de pasta de soya extrudida en las dietas balanceadas,
sobre los indicadores productivos en pollos de engorda.
4.2.3. Evaluar el efecto de la incorporación de maíz extrudido en las dietas balanceadas, sobre los
indicadores productivos en pollos de engorda.
42.4. Evaluar el efecto que presentan las combinaciones de malta de cebada, pasta de soya
extrudida o maíz extrudido en alimentos balanceados, sobre los indicadores productivos en pollos
de engorda.
5. MATERIALES Y MÉTODOS
El presente estudio se realizó en las instalaciones de la Unidad de Producción Avícola del
Centro de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, ubicada en el
Municipio de Jesús María, estado de Aguascalientes, México, cuya localización es: 2l º 55'
latitud norte, 102° 20' longitud oeste, a una altitud de 1,860 msnm. El clima es de tipo semiseco
semicálido (BS 1 h), con temperatura media anual de 18.1'C y precipitación pluvial promedio
anual de 513.2 mm (INEGI, 1998).
En el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional Unidad
Querétaro se llevó a cabo el proceso de extrusión en maíz y pasta de soya así como la
elaboración de la malta de cebada e insumos empleados en las dietas del presente trabajo.
En el desarrollo de este estudio se realizaron tres experimentos, a los cuales se les nombró
como experimento UNO: "Influencia del maíz extrudido, pasta de soya extrudida y malta de
cebada, sobre los parámetros productivos en pollos de engorda".
Experimento DOS: "Influencia del maíz extrudido y malta de cebada, sobre los parámetros
productivos en pollos de engorda".
Experimento TRES: "Influencia del maíz extrudido y malta de cebada a diferentes proporciones,
sobre los parámetros productivos en pollos de engorda".
Como lo indica el nombre de cada uno de los experimentos, en este trabajo de investigación se
evaluó el efecto de la integración de soya extrudida, maíz extrudido y malta de cebada, en
diferentes porcentajes y combinaciones, en dietas destinadas a pollos para producción de carne.
5.1. MATERIAL BIOLÓGICO
5.1.1. Animales
Se emplearon lotes mixtos de pollos de la estirpe Avian & Farm de un día de edad,
fenotípicamente semejantes, con peso corporal promedio de 44 g. y desviación estándar
de 2 g.
5.1.2. Materias primas
Para la preparación de dietas se utilizaron materias primas como:
!
Maíz
!
Maíz extrudido
!
Pasta de soya
!
Pasta de soya extrudida
!
Malta de cebada
!
Grasa de origen animal
!
Premezcla comercial para la etapa de iniciación en aves
!
Premezcla comercial para la etapa de finalización en aves que incluyó roca
fosfórica, sal común, vitaminas A, D3, E, B12, riboflavina, niacina, tiamina, biotina,
cloruro de colina pantotenato de calcio, metionina, lisina, carbonato de calcio,
sulfato de cobre, yoduro de potasio, óxido de zinc, óxido de manganeso, fosfato
dicálcico, sulfato de cobre, coccidiostato, xantofilas y antioxidante.
Todas las materias primas fueron adquiridas con distribuidores regionales de insumos para
la alimentación animal.
5.2. INSTALACIONES
Laboratorio de Bromatología Animal del Centro de Ciencias Agropecuarias de la Universidad
Autónoma de Aguascalientes (UAA).
Caseta de la Unidad de Producción de Pollos de Engorda del Centro de Ciencias
Agropecuarias de la UAA.
Planta para la Elaboración de Alimentos del Centro de Ciencias Agropecuarias de la UAA.
Planta para la Elaboración de Alimentos Balanceados de Pénjamo, S.A. de C.V
(ALBAPESA.) ubicada en el Km. 63 carretera Irapuato - La Piedad, Pénjamo, Gto.
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional Unidad
Querétaro.
5.3. EQUIPO
Báscula marca Revuelta con capacidad de 100 Kg.
Báscula marca Torrey con capacidad de 10 Kg.
Bebederos automáticos de campana
Bebederos plásticos con capacidad de 4 L
Bebederos automáticos lineales
Comederos lineales
Comederos tipo tolva con capacidad de 8 Kg.
Comederos tipo tolva para 12 Kg.
Charolas para alimento
Criadoras de gas
Divisiones de tubular con malla gallinera
Extrusor fabricado por el CINVESTAV unidad Querétaro, patente No.5,558,886. Higrómetro
Jaulas de metal de 1 m X 1 m X 1 m
Lonas de plástico de 3 m X 5 m
Marcos de madera mezcladora doméstica de 10 velocidades marca Kitchen Aid Molino de
martillos marca Pulvex
Reflectores
Tela pollera de 1.20 m X 1.25 m
Termómetros para máximas y mínimas
5.4. MÉTODOS
5.4.1. Diseño general
Figura No. 8. Diseño general de los experimentos
5.4.2. Selección de aves y formación de lotes
Los pollos fueron identificados y pesados al momento de la recepción, distribuyéndolos
aleatoriamente en grupos. Las aves recibieron agua y alimento en harina a libre acceso
Los animales recibieron una dieta que cumplía o rebasaba las recomendaciones de NRC (1994)
sin antibióticos ni coccidiostátos y de acuerdo a la edad de las aves.
El alimento se suministró en forma manual durante toda la vida zootécnica de las aves.
En los tres experimentos se llevó a cabo el mismo programa de manejo y sanidad para
los animales en experimentación. Las aves fueron vacunadas contra la enfermedad de New
Castle, Bronquitis Infecciosa Aviar y Enfermedad de la Bolsa de Fabricio.
5.4.3. Experimento UNO: "influencia del maíz extrudido, pasta de soya extrudida y
malta de cebada, sobre los parámetros productivos en pollos de engorda"
Este experimento se realizó en una sección del laboratorio de bromatología del Centro
de Ciencias Agropecuarias de la UAA. Su desarrollo se efectuó bajo el sistema de
confinamiento enjaulas, como se observa en la figura No. 9.
Se seleccionaron e identificaron de manera individual 60 pollos, mismos que se distribuyeron
aleatoriamente en seis lotes, con la finalidad de aplicar seis tratamientos diferentes simultáneamente. Se registró el peso de cada uno de los pollos durante ocho semanas.
5.4.4. Experimento DOS: "influencia del maíz extrudido y malta de cebada, sobre
los parámetros productivos en pollos de engorda"
Este experimento se realizó en la Unidad de Producción de Aves de Engorda, del Centro
de Ciencias Agropecuarias de la UAA. Se identificaron de forma individual 288 pollos de un
día de edad, formándose 24 lotes aleatoriamente, asignándose cuatro tratamientos con
seis repeticiones cada uno. Durante siete semanas consecutivas se registraron los
principales parámetros productivos. La vida zootécnica de estos lotes se llevó a cabo bajo el
sistema de confinamiento en piso, como se observa en las figuras 10 y 11.
Figura No. 11. Distribución de tratamientos del experimento DOS en la etapa de finalización.
5.4.5. Experimento TRES: "Influencia del maíz extrudido y malta de cebada a diferentes
proporciones, sobre los parámetros productivos en pollos de engorda"
Para este experimento se emplearon 1400 pollos de un día de edad, de ambos sexos, a los
cuales se asignaron seis tratamientos, cada uno con tres repeticiones, formándose en total
18 grupos experimentales. Se pesaron individualmente al inicio del experimento y el peso
semanal (PS) se obtuvo pesando el 20% de aves de grupo durante cada una de las seis
primeras semanas y el 100% de los pollos en la séptima semana. En las figuras 12 y 13
se observa la distribución de los tratamientos en la etapa inicial y foral.
Figura No. 12. Presentación de tratamientos en el experimento TRES de día 1 a 21 de edad.
Durante las primeras tres semanas se mantuvieron con redondeles de cartón bajo
ambiente controlado mediante una cámara de cría.
Figura No. 13. Presentación de tratamientos en el experimento TRES de día 1 a 21 de
edad. Durante las primeras tres semanas se mantuvieron con redondeles de cartón bajo
ambiente controlado mediante una cámara de cría.
Figura No 13. Se muestran el sistema de alojamiento de los tratamientos del experimento TRES
del día 21avo al 49avo de edad. Cada repetición está separada con divisiones de tubular y malla
gallinera.
5.4.6. Proceso de extrusión
El maíz fue sometido a un proceso de molienda, ya que para obtener una mejor eficiencia en
el proceso de extrusión se recomienda moler el grano antes de ser extrudido, usando una
criba de 3 - 6, mm, posteriormente fue pesado, agregándosele el 80% de agua con
relación al peso, mezclando hasta obtener una masa homogénea. El material fue alimentado
desde una tolva a la garganta de alimentación del extrusor, donde se dirigió al canal del
tornillo; el material, al ser transportado a lo largo del canal está también sujeto a una acción
de mezclado y a una elevada presión y temperatura como se observa en la figura No. 14.
Las condiciones de extrusión fueron: velocidad 24 H ± 2 y temperatura 120 ° C.
Figura No. 14. Extrusión en maíz y pasta de soya en CINVESTAV Unidad Querétaro
La sección de alimentación está caracterizada por álabes profundos, los cuales aceptan
fácilmente los ingredientes crudos y comienzan a transportarlos hacia delante. Durante el
transporte, los materiales son trabajados en una masa continua, el aire es expelido y los
espacios vacíos son eliminados, haciendo que los álabes se llenen completamente.
En la sección de compresión (transición) del tornillo, los ingredientes húmedos son
convertidos en una masa termoplástica por la gelatinización del almidón y la hidratación
de la proteína. El calor necesario para que este proceso pueda ser realizado se obtiene de
las siguientes
formas: calor aplicado a través de la superficie del barril, inyección directa de vapor en el
canal y favorecido por el alto esfuerzo de extrusión de la mezcla muy viscosa (baja
humedad o bajo contenido de grasa de los ingredientes) con bajas velocidades de
producción. La zona de compresión está usualmente caracterizada por una disminución en
la altura de los álabes, los cuales disminuyen el área de sección transversal del tornillo
para el flujo, esto incrementa la relación de esfuerzo cortante y la energía mecánica
suministrada al alimento, lo cual resulta en un aumento de la temperatura.
La sección de medición o cocimiento es donde el flujo, la presión, la compresión y la
velocidad de corte son altas. Esta zona se caracteriza por una altura mucho menor de los
álabes que en la zona de compresión. La masa termoplástica se transforma en una masa
plástica.
Como resultado de la conversión de la energía mecánica en energía térmica, la acción del
corte en esta zona homogeneiza y adiciona más calor a la mezcla.
Esta zona es la más importante del extrusor, pues su función es recibir el material
comprimido, homogeneizarlo y hacerlo pasar a través de la boquilla a presión constante.
La homogeneización está acompañada por mezclado intensivo de los flujos longitudinal y
transversal del canal. Esta sección del extrusor se comporta como una bomba centrífuga,
con la capacidad de bombeo relacionada inversamente a la presión de bombeo.
La presión en el extrusor ideal alcanza un máximo en el extremo del tornillo y cuando el
material pasa a través de la boquilla, hay una caída de presión atmosférica.
La boquilla tiene como función principal dar la forma y el tamaño deseados al producto
extrudido. Cuando el material extrudido abandona la boquilla, se expande violentamente
con la evaporación instantánea (flasheo) de las fracciones volátiles. La cantidad perdida de
fracciones volátiles está controlada por la temperatura de extrusión. La evaporación
provoca un rápido enfriamiento del producto, que conduce a la desnaturalización de proteínas.
Posterior a la expansión hay una contracción del material en su diámetro de equilibrio.
La expansión inicial no parece estar relacionada a su diámetro de equilibrio, sino que
parece ser causada por la transición de alta presión dentro del extrusor a las condiciones
ambientales (Dávila, González, Martínez y Almazán, 1988).
Con la finalidad de eliminar el exceso de humedad, el maíz extrudido se extendió
sobre mantas durante 8 horas, para luego integrarlo a las dietas destinadas a consumo de
los pollos.
5.4.7. Preparación de dietas
Para el manejo alimentario de los lotes en experimentación se consideró aquél que incluye
las etapas de iniciación y finalización. La iniciación comprende las cuatro primeras semanas
de la vida zootécnica del pollo, mientras que la finalización abarca desde la quinta semana
hasta el término de la vida zootécnica del pollo. Se determinó los 56 días de edad como final
de la vida zootécnica del pollo, referida como salida a mercado.
Las dietas se balancearon en cuanto al contenido de proteína, alcanzando o rebasando
los requerimientos establecidos por la NRC (1994) para las etapas de vida de las aves.
Para las primeras tres semanas de la vida zootécnica del pollo se balanceó con un
contenido de proteína en el alimento de 21-23% y de la semana cinco hasta la salida a
mercado se balanceó considerando del 18 - 20% de proteína en el alimento.
5.4.8. Tratamientos
En el cuadro No. 12 se presentan las dietas correspondientes a la etapa de iniciación,
de los tres experimentos. Los tratamientos se identificaron de la siguiente manera:
C = control, MEIF = maíz extrudido en etapa de iniciación y finalización, PSE = pasta de soya
extrudida, PSE más MC2% = pasta de soya extrudida más malta de cebada al 2%,
MC2% =
malta de cebada al 2%, MEIF más PSE más MC2% = maíz extrudido en etapa de iniciación
y de finalización más pasta de soya extrudida más malta de cebada al 2%, MEIF más
MC2% = maíz extrudido en etapa de iniciación y finalización más malta de cebada al 2%,
MEI = maíz extrudido en etapa de iniciación, MEI más MC2% maíz extrudido en etapa de
iniciación más malta de cebada 2%, MEI más MC4% maíz extrudido en etapa de
iniciación más malta de cebada 4% y MEI más MC6% maíz extrudido en etapa de iniciación
más malta de cebada 6%. En la primera columna se mencionan los ingredientes de las
dietas, en seguida se presentan los tratamientos identificados de acuerdo a la
nomenclatura citada anteriormente de los tres experimentos. La proporción de los
ingredientes se indica en porcentaje (ver cuadro No. 12). De igual manera se presenta en
el cuadro No. 13 las dietas de la etapa de finalización de los experimentos UNO, DOS y
TRES.
Materiales y Métodos
Cuadro No. 12. Dietas de iniciación empleadas en experimento: UNO, DOS y
TRES
TRATAMIENTO
INGREDIENTES
EXPERIMENTO 1
C
MEIF PSE
PSE +
EXPERIMENTO 2
MC2%
MC2%
MEIF +
C
EXPERIMENTO 3
MEIF MC2% MEIF +
C
MEIF MEI
PSE+
MC2%
MEI + MEI +
MEI +
MC2%
MC4%
MC6%
MC2%
Maíz molido
64
--
64
62
62
--
64
--
64
--
64
-- --
--
--
--
Maíz extrudido (MEIF)
--
64
--
--
--
62
--
62
62
--
--
64 64
62
60
58
Pasta de soya
24
24
--
--
--
--
24
24
24
24
24
24
24
24
24
Pasta de soya
--
--
24
24
--
24
--
--
--
--
--
-- --
--
--
--
Malta de cebada (MC)
--
--
--
2
2
2
--
--
2
2
--
--
--
2
4
6
Grasa animal
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
Premezcla de vitaminas y
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10 10
10
10
10
100 100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100 100
100
100
100
24
extrudida (PSE)
minerales
TOTAL (%)
* Se indica el porcentaje de la dieta. C = control; MEIF = maíz extrudido (iniciación y finalización); PSE = pasta de soya extrudida (iniciación y finalización);
MC% = % de malta de cebada y MEI = maíz extrudido iniciación.
Cuadro No. 13. Dietas de finalización empleadas en experimento: UNO, DOS y
TRES
INGREDIENTES
TRATAMIENTO
EXPERIMENTO 1
C
MEIF PSE
PSE +
MC2%
MC2%
EXPERIMENTO 2
MEIF +
C
MEIF MC2% MEIF+
PSE +
EXPERIMENTO 3
C
MEIF
MEI
MC2%
MEI +
MEI + MEI +
MC2% MC4%
MC6%
MC2%
Maíz molido
66
--
66
64
64
--
66
--
66
--
66
66
66
64
62
60
Maíz extrudido (MEIF)
--
66
--
--
--
64
--
66
66
--
--
--
--
--
--
--
Pasta de soya
22
22
--
--
--
--
22
22
22
22
22
22
22
22
22
22
Pasta de soya
--
--
22
22
--
22
--
--
--
--
--
--
--
--
--
--
Malta de cebada (MC)
--
--
--
2
2
2
--
--
2
2
--
--
--
2
4
6
Grasa animal
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
2
Premezcla de vitaminas y
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
10
100 100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
100
extrudida (PSE)
minerales
TOTAL (%)
5.5. ANÁLISIS QUÍMICO PROXIMAL
Se utilizó la metodología recomendada por la Asociación Americana de Químicos en
Cereales de Analistas Químicos (AACC, 1993); proteína cruda método 46-26 AACC (1993);
humedad método 44-19 AACC (1993); cenizas método 18-12 AACC (1993); extracto
etéreo método 30-20 AACC (1993) y fibra cruda método 32-10 AACC (1993).
5.6. VARIABLES DE RESPUESTA Y CÁLCULO DE ÍNDICES PRODUCTIVOS
Se llevó a cabo el registro de los siguientes datos productivos:
•
Peso promedio al final del ciclo zootécnico. Este resultado fue obtenido en el
experimento UNO a los 56 días, en el experimento DOS a los 42 y en el
experimento TRES a los 49 días.
•
Ganancia diaria de peso.
•
Consumo de alimento por lote.
•
Conversión alimenticia.
•
Eficiencia alimenticia.
•
Índice de eficiencia.
•
Índice de productividad.
•
Punto de desenvolvimiento.
•
Rentabilidad (Índice Ingalls-Ortiz).
El peso semanal del experimento UNO y DOS se registro de manera individual, para
el experimento TRES, al inicio y al final de la prueba se pesó el 100% de la parvada.
Semanalmente fue seleccionado en forma aleatoria el 20% de aves de cada lote
experimental, para obtener el peso promedio.
5.7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Cada experimento se realizó bajo un diseño completamente azar en el que cada ave fue
considerada una unidad experimental. Los datos referidos a conversión alimenticia se calcularon
por grupo de aves, por lo que en este indicador la unidad experimental fue representada por el
grupo de aves que recibió el tratamiento y se comparó con sus repeticiones, de acuerdo al cuadro
No. 14.
Cuadro No. 14. Diseño estadístico de los experimentos
EXPERIMENTO
UNO
DOS
TRES
Pollos
60
288
1400
Grupos
6
24
18
Tratamientos
6
4
6
Repeticiones
1
6
3
Se practicó un análisis de varianza (ANDEVA) por cada tratamiento además de aplicarles la
prueba de Duncan de rango de amplitud múltiple para comparación de medias de
tratamiento (García, 1988; Reyes, 1992; Hernández, Collado y Baptista, 2000; Castaño y
Domínguez, 2001). Los cálculos se realizaron mediante el software del programa Statistical
Analysis System ® (SAS 1992). En todos los análisis estadísticos se identificó un valor de alfa
de 0.05 para determinación de significancia estadística.
6. RESULTADOS
Las medias de los tratamientos se presentan agrupadas en cuadros para facilitar la
comparación entre los tratamientos de un mismo experimento. También se presentan
gráficas que muestran tratamientos donde se incluyó como variante malta de cebada,
pasta de soya extrudida, maíz extrudido o una combinación de ellos y se realizaron
comparaciones contra control respectivo con la intención, de facilitar las confrontaciones
entre los tratamientos incluidos en los experimentos. Se ilustran con gráficas de barras
de medias con su error estándar correspondiente y una letra en la parte superior; así,
letras diferentes indican diferencias estadísticas significativas obtenidas de la prueba de
Duncan de rangos múltiples para comparación de medias (P<0.05).
En el experimento UNO se evaluaron seis tratamientos: C, MEIF, PSE, PSE más
MC2%, MC2% y MEIF más PSE y tuvo una duración de 56 días; el experimento DOS
incluyó cuatro tratamientos: C, MEIF, MC2% y MEIF más MC2%, por 42 días y el
experimento TRES, con 6 tratamientos: C, MEIF, MEI, MEI más MC2%, MEI más MC4% y
MEI más MC6%, en 49 días.
Los resultados de los tres experimentos se agruparon para su presentación de acuerdo a
las siguientes variables:
6.1. Malta de cebada al 2% (MC2%).
6.2. Pasta de soya extrudida (PSE).
6.3. Maíz extrudido en iniciación y finalización (MEIF)
6.4. Combinaciones:
6.4.1. Maíz extrudido en iniciación y finalización más malta de cebada al 2% (MEIF más
MC2%), Maíz extrudido en iniciación más malta de cebada al 2% (MEI más MC2%),
Maíz extrudido en iniciación más malta de cebada al 4% (MEI más MC4%), Maíz
extrudido en iniciación más malta de cebada al 6% (MEI más MC6%).
6.4.2. Maíz extrudido en iniciación y finalización más pasta de soya extrudida (MEIF más
PSE).
6.1. MALTA DE CEBADA
En el cuadro No. 15. se presentan los Indicadores productivos de los experimentos UNO
y DOS en que se incluyó la malta de cebada al 2%.
El peso final y el índice de conversión del experimento UNO obtenido en el tratamiento
control fue mejor que el de la dieta experimental. Para el experimento DOS, el peso final
fue semejante estadísticamente pero el índice de conversión fue mayor en la dieta en que
incluyó la malta al 2%, presentando diferencia estadísticamente significativa.
La
ganancia
diaria
desenvolvimiento
de
peso
así
como
el
índice
de
eficiencia
y
punto
de
fueron menores con respecto al tratamiento control en ambos
experimentos.
El consumo de alimento fue semejante en el experimento UNO, mientras se observó que
en el experimento DOS el consumo del control se incrementó en un 5.48%. La
eficiencia alimenticia en el experimento DOS del tratamiento en que se adicionó la malta
se incrementó en 1.8%, esto significa que por cada tonelada de alimento la dieta tratada
obtuvo una producción 7.9 kg más de carne, pero son iguales estadísticamente.
Con respecto a los costos totales por concepto de alimento, la dieta en que se adicionó la
malta de cebada se incrementó el 5.49% y el costo por kilogramo de carne producido fue
mayor en un 14% con respecto a la dieta control, por esta razón la dieta control fue más
rentable. Un comportamiento semejante se observó en el experimento DOS.
Cuadro No. 15. Indicadores productivos en tratamientos con malta de cebada al 2%
EXPERIMENTOS
UNO
DOS
CONTROL
MALTA DE
%
CONTROL
MALTA DE
100
Indicadores productivos
2.12 ± 0.04 (a)
CEBADA AL 2%
92
2.26 ± 0.5 (a)
CEBADA AL 2%
90.3
Peso final (Kg)
2.3 ± 0.03 (a)
1.95 ± 0.04 (b)
108.7
2.26 ± 0.04 (a)
2.26 ± 0.05 (a)
96.4
Índice de conversión alimenticia(ICA)
36.7 (a) ± .63
2.5 ± 0.05 (b)
92.1
52.7 (a) ± .92
2.04 ± 0.09 (b)
94.5
Ganancia diaria de peso (g)
4.8(a)
33.8 (b) ± .79
100
5.0(a)
50.8 (a) ± .93
101.8
Consumo de alimento (Kg)
438.4 ± 7.3 (a)
4.8(a)
92.3
443.1 ± 9.2 (b)
4.74 (b)
98.2
Eficiencia alimenticia (EA)
92.9 ± 3.1 (a)
404.49 ± 9.28 (b)
85.5
100.0 ± 3.0 (b)
451.0 ± 9.9 (b)
96.8
Índice de eficiencia (IE)
134.7 ± 4.6 (a)
79.43 ± 3.55 (b)
101
196.3 ± 12.0 (b)
98.2 ± 3.1 (b)
95.2
Índice de productividad (IP)
236.4 ±11.2 (a)
136.06 ± 6.19 (a)
34.5
270.0 ± 10.7 (c)
190.0 ± 9.2 (b)
99.8
Punto de desenvolvimiento (PD)
10.55
81.53 ± 15.84 (b)
105.5
10.94
257.0 ±11.0 (c)
103.5
Costo total alimento ($) /Ave
5.00
11.13
114.2
4.86
10.92
85.89
Costo por Kg de carne producido ($)
1.05
5.71
81
1.92
5.03
Índice Ingalls - Ortiz
.85
Las letras diferentes indican diferencia estadísticamente significativa (Duncan P <0.05).
1.63
6.2. PASTA DE SOYA EXTRUDIDA
El cuadro No. 16 presenta los indicadores productivos en dietas a base de pasta de
soya extrudida en el experimento UNO. El peso final, la ganancia diaria de peso, la
eficiencia alimenticia, el índice de eficiencia, el índice de productividad y el índice
Ingalls - Ortiz presentaron un mejor comportamiento en el tratamiento control que en la
dieta en que se aplicó la extrusión en la pasta de soya. Con respecto al consumo del
alimento la dieta en que se incluyó la pasta de soya extrudida fue mayor en un 5%, esto
afectó negativamente el costo por Kg de carne y el índice de productividad Ingalls-Ortiz.
Cuadro No. 16. Indicadores productivos en las aves alimentadas con pasta de soya extrudida
Tratamientos
Indicadores productivos
CONTROL
PASTA DE SOYA
%
EXTRUDIDA
Peso final (Kg)
2.11 ± 0.035 (a)
1.84 ± 0.05 (b)
87.2
Índice de conversión alimenticia (ICA)
2.28 ± 0.03 (a)
2.23 ± 0.07 (a)
97.8
Ganancia diaria de peso (g)
36.7 (a) ± .62
31.8 (b) ±.89
86.6
Consumo de alimento (kg)
4.8(a)
5.03(a)
104.8
Eficiencia alimenticia (EA)
438.4 ± 7.3 (a)
364.6 ± 10.5 (b)
83.16
Índice de eficiencia (IE)
92.9 ± 3.1 (a)
67.5 ± 4.0 (b)
72.7
Índice de productividad (IP)
134.7 ± 4.6 (a)
117.0 ± 7.0 (b)
87
Punto de desenvolvimiento (PD)
236.4 ± 11.2 (a)
127.9 ± 19.5 (b)
54.1
Costo total del alimento ($) / Ave
10.55
10.45
99
Costo por Kg de carne ($)
5.00
7.35
147
Índice Ingalls-Ortiz
1.05
0.73
69.5
Las letras diferentes indican diferencia estadísticamente significativa (Duncan P < 0.05).
6.3. MAÍZ EXTRUDIDO
En el cuadro No. 17 se presentan los resultados de peso final en los tratamientos dónde
se incluyó maíz molido y extrudido en las dietas a evaluar.
Los tratamientos no mostraron diferencia significativa entre si, con maíz extrudido sin
embargo, presentan un incremento porcentual con respecto al control de: 5.2%, 4% y 3.1 %
en las dietas en las que se incluyó el maíz extrudido en la etapa de iniciación y finalización
de los experimentos UNO, DOS y TRES respectivamente.
La respuesta observada en el tratamiento en que se aplicó la extrusión al maíz únicamente
en la etapa de iniciación fue muy semejante ya que el incremento de peso registrado fue del
2.8%. No se observó diferencia estadística entre los tratamientos.
El índice de conversión alimenticia se presenta en la figura No. 15 como puede observarse
los tratamientos del experimento UNO fueron semejantes. En cambio en el experimento
DOS la diferencia entre los tratamientos fue estadísticamente significativa en relación
con el tratamiento control. En el experimento TRES el control y el tratamiento en que se
suministró la dieta con maíz molido y extrudido en la etapa de iniciación y finalización, la
dieta control tuvo una mejor conversión, con respecto a la dieta en que se incluyó el maíz
extrudido en la etapa de iniciación se comportó semejante al control.
Figura No. 15 Índice de conversión alimenticia en los tratamientos sobre la base de
maíz extrudido. Letras diferentes indican diferencia estadística significativa de cada
tratamiento con respecto al control (Duncan P<0.05).
En el cuadro No. 17 se muestran los Indicadores productivos obtenidos de los tratamientos
con maíz molido extrudido. La ganancia diaria de peso registró un incremento del
5.45%, 4% y 3.3% en las dietas en que se incluyó el maíz extrudido en la etapa de
iniciación y finalización de los experimentos UNO, DOS y TRES. Con la dieta en que se
incluyó el maíz extrudido en la etapa de iniciación se incrementó un 2.8%.con respecto
a su control pero fueron estadísticamente semejantes los tratamientos de los dos
experimentos con respecto a su control.
El consumo de alimento en el experimento UNO fue mayor al control en un 2.7%, en el
DOS fue 10% menor que el control, en el experimento TRES cuando la extrusión del maíz
fue en la
etapa iniciación y finalización, el consumo del control disminuyó un 12.3% y en relación a la
dieta con extrusión en la iniciación solo incrementó el 2.5%.
La eficiencia alimenticia (EA), índice de eficiencia (IE) y índice de productividad (IP) del
experimento UNO en porcentaje fueron mejores que los valores registrados en el control
pero fueron semejantes estadísticamente donde se observó diferencia estadística a favor de
la dieta con maíz extrudido fue en el punto de desenvolvimiento (PD). En cuanto el
experimento DOS, se observó diferencia estadística y un incremento del 16.5%(EA),
21%(IE), 26%(IP) y 18.51 %(PD) con respecto al tratamiento control.
Con respecto al punto de desenvolvimiento, solamente el alimento en base a maíz
extrudido, suministrado tanto en la etapa de iniciación como en la de finalización en el
experimento (MEIF) DOS presentó diferencia estadística significativa en relación con su
control, indicando que fue el tratamiento con el mejor desempeño zootécnico. El proceso de
extrusión incrementó el costo total del alimento y el costo por kilogramo de carne producida,
de acuerdo al índice de rentabilidad de Ingalls-Ortiz las utilidades fueron menores con
respecto al control.
En el experimento TRES se puede observar que la eficiencia alimenticia, índice de
eficiencia, índice de productividad en el tratamiento con maíz extrudido en iniciación y
finalización (MEIF) fueron semejantes con respecto a su control, el punto de
desenvolvimiento fue el que mostró diferencia estadística a favor de la dieta MEIF. El
índice de rentabilidad fue mayor en la dieta control.
Cuadro No. 17 Indicadores productivos en tratamientos con maíz extrudido
Tratamientos
Indicadores productivos
Experimento UNO
Experimento DOS
Control
MEIF
Peso final (kg)
2.11 ±.04
2.22 ±.07
Ganancia diaria de peso(g)
36.7 ±.6(a)
38.7± 2.7(a) 105.45 52.7 ±.92(a) 54.8±.71 (a) 104
42.6±.8(a) 44.0±1.02(a) 103.3
43.9 ±.9 (a) 103.1
Consumo de alimento (kg)
4.8(a)
4.93 (b)
102.7
5.0(a)
4.0(b)
4.1 (b)
102.5
Eficiencia alimenticia (EA)
438.4 ± 7.3
451.4 ± 7.3
103
443 ± 9.2 (b) 516 ± 23 (a) 116.5
531 ± 6.6
99.6
(a)
(a)
Índice de eficiencia (IE)
92.9 ± 3.1 (a) 101.4 ± 6.2
Control
MEIF
105.21 2.26 ±.04
%
2.35 ±.03
Experimento TRES
4.5(a)
%
104
90
MEIF
%
2.14 ±.04 2.21 ±.05
Control
103.1
4.5(a)
112.5
534± 10 (a) 486 ± 1.5 (a) 91
102.8
(b)
109.14 100±3 (b)
121 ± 5.9 (a) 121
114 ± 3 (a) 107.7±3 (a) 94.5
(a)
Índice de productividad (IP)
MEI
2.20 ±.04
117 ± 2.4
102.6
(a)
134.7 ± 4.6
147.1 ± 9.1
(a)
(a)
Punto de desenvolvimiento
236.4 ±11.2
266.7± 21.7
(PD)
(a)
(b)
Costo total del alimento ($) /
10.55
14.63
138.7
7.64
11.26
147.4
9.03
12.61
139.6
8.82
97.7
Costo por Kg de carne ($)
5.00
6.65
133
4.86
5.70
117.3
4.13
6.11
148
4.56
110.4
Índice Ingalls-Ortiz
1.05
0.67
63.8
1.92
1.36
71.8
1.53
1.13
73.9
1.59
103.9
109.2
196.2 ± 12
247 ± 19 (a) 126
(b)
112.8
270+10 (b)
134± 4.6
147 ±9.1 (a) 109.7
(b)
320 ± 13.5
117 ±7.8
87.3
(b)
118.51 282± 12 (a) 279±12.5 (a) 99
(a)
296 ± 9.8
105
(a)
Ave
MEIF = Maíz extrudido etapa iniciación y finalización. MEI = Maíz extrudido etapa iniciación.
Las letras diferentes indican diferencia estadísticamente significativa (Duncan P < 0.05)
6.4. COMBINACIONES DE INSUMOS PROCESADOS
6.4.1. Maíz extrudido y malta de cebada
En la figura No. 16. se presentan el peso final del experimento DOS con los tratamientos
que incluyeron maíz molido extrudido en la etapa de iniciación finalización (MEIF) más
2% de malta de cebada. En el experimento TRES la extrusión se aplicó en la etapa de
iniciación (MEI) con adición de malta de cebada al 2% (MEI 2%), 4% (MEI 4%) y 6% (MEI
6%).
El peso corporal de los tratamientos en el experimento DOS, no presentaron
diferencias estadísticas. Mientras que en el experimento TRES solo se observó diferencia
significativa en las dietas que las que se adicionó MEI y MC al 2%, en los demás
tratamientos no se observaron diferencias significativas.
Figura No. 16. Crecimiento en pollos al final de los experimentos en dietas que incluyeron maíz
extrudido más malta de cebada. Dietas: Control (C), extrusión en maíz etapa iniciación y
finalización + malta al 2% en iniciación y finalización (MEIF + 2%), maíz extrudido en
iniciación más malta al 2% en iniciación (MEI 2%), maíz extrudido en iniciación más malta al
4% (MEI + 4%) y maíz extrudido en iniciación más malta al 6% (MEI + 6%). Las letras
diferentes indican diferencia estadística significativa de cada tratamiento con respecto a su
control (Duncan, P < 0.05)
El índice de conversión de los experimentos DOS y TRES en que se evaluaron los
tratamientos con malta de cebada y maíz extrudido se presentan en la gráfica No. 17.
La combinación extrusión en maíz (iniciación - finalización) más 2% de malta de cebada
presentaron diferencia estadística significativa con respecto al control, también se observó
este efecto en el experimento TRES con el tratamiento en que se adicionó la malta al
2% y la extrusión en maíz únicamente en iniciación, los tratamientos en que se incluyó la
malta de cebada al 4% y 6% no mostraron diferencia estadística con respecto al control.
Figura No. 17 Conversión alimenticia en tratamientos con maíz extrudido más malta de
cebada. Letras diferentes indican diferencia estadística significativa (Duncan P<00.05) Control
(C), extrusión en maíz etapa iniciación y finalización + malta al 2% en iniciación y finalización
(MEIF + MC 2%), maíz extrudido en iniciación más malta al 2% en iniciación (MEI + MC 2%),
maíz extrudido en iniciación más malta al 4% (MEI + MC 4%) y maíz extrudido en iniciación
más malta al 6% (MEI + MC 6%).
Resultados complementarios al indicador productivo anterior se muestran a continuación en
el cuadro No. 18. En el experimento DOS la ganancia diaria de peso y el consumo de
alimento fueron semejantes para el tratamiento control y tratado. Con respecto otros
indicadores productivos se observaron los siguientes incrementos porcentuales con
respecto al control: eficiencia alimentaria 17%, índice de eficiencia 21%, índice de
productividad 26% y punto de desenvolvimiento 19%. Los costos de esta dieta experimental
se elevaron principalmente por el proceso de extrusión en 17% por cada kilogramo de
carne producido, afectando la rentabilidad de la parvada, esto indica que la utilidad fue
menor a la obtenida en la parvada del tratamiento control (cuadro No. 18).
En el experimento TRES con la finalidad de disminuir los costos en las dietas se
incluyó la extrusión en el maíz únicamente en la etapa de iniciación (MEI), la
malta de cebada se adicionó en iniciación y finalización en porcentajes de 2%, 4% y
6% como se presenta en el cuadro No. 18.
La ganancia diaria de peso se incrementó en un 7% en la dieta MEI más MC 2% y un
4% en el tratamiento MEI más MC4% mientras que un 3% menor en MEI más MC 6%
con respecto al control, el consumo de alimento fue muy semejante entre los
tratamientos.
En el experimento TRES la comparación del tratamiento en que se incluyó la malta al
2% y el maíz extrudido en la etapa de iniciación y el tratamiento control, la eficiencia
alimenticia registró una diferencia del 4.5% a favor de la dieta experimental, esto
equivale a 28 kg de carne por cada tonelada de alimento. El índice de rentabilidad
fue mayor en el tratamiento control, tanto el experimento DOS como en del TRES.
Al confrontar los resultados obtenidos en las dietas con diferentes porcentajes de
malta de cebada contra el tratamiento control en el experimento TRES, se observó
que los indicadores productivos: eficiencia alimenticia, índice de eficiencia, punto de
desenvolvimiento e índice de rentabilidad (Ingalls - Ortiz), registraron valores mayores
cuando la malta de cebada se incluyó al 2%.Los tratamientos sometidos a la prueba
no presentaron diferencia estadística significativa cuando se contrastaron con su
tratamiento control respectivo en los experimentos DOS y TRES.
Indicadores
Productivos
Cuadro No. 18. Indicadores productivos en tratamientos con maíz extrudido más malta de cebada al 2%, 4% y 6%
EXPERIMENTOS
DOS
TRES
MEI +
MEI +
%
MEI +
MEIF +
%
%
Control
Control
MC2%
MC2%
Ganancia diaria de peso (g)
52.7±.92(b)
52.8±.93 (b)
100.2
5(a)
104.2
517 ± 23
116.7
42.6±.73 (bc)
MC6%
MC4%
45.8±.86 (a)
107.5
44.5±.79 (a)
4.19 (b)
103.7
3.95 (b)
534 ± 10 (b)
562 ± 10 (a)
105.2
537 ± 7 (b)
100.6 533 ± 10 (b)
121
114 ± 3 (bc)
128 ± 3 (a)
112.3
120 ± 2 (b)
105.3 111 ± 4 (cd)
135 ± 5 (bc)
140 ± 6 (a)
103.7
176 ± 6 (ab)
130.4 136 ± 6 (cd)
100.7
283 ± 13 (cd)
323 ± 10 (a)
114.1 305 ± 10 (ab)
107.7 269 ± 13 (d)
95
10.61
117.5
10.88
120.5
114
4..53
106.3
4..92
115.5
4.99
117
Índice Ingalls -Ortiz
1.92
1.36
70.8
1.53
1 43
93.5
MEIF = Maíz extrudido etapa iniciación-finalización MEI = Maíz extrudido iniciación MC = Malta de cebada
1.32
86.3
1.30
85
Consumo de alimento (Kg)
Eficiencia Alimenticia (EA)
4.8(a)
443 ± 9 (b)
4.04 (b)
104.5 41.5±1.18(c)
97.4
97.8
96.8
3.91 (ab)
99.8
(ab)
Índice de Eficiencia (IE)
100. ± 3 (b)
Índice de productividad (IP)
196 ± 12 (b) 247 ± 19 (ab)
126
Punto de desenvolvimiento
270 ± 11 (b) 320 ± 14 (ab)
118.5
121 ± 6 (ab)
97.4
(PD)
Costo del alimento ($ / Kg)
Costo por Kg de carne ($)
10.94
4.86
13.35
122
5.70
117.3
9.03
4..26
Las letras diferentes indican diferencia estadísticamente significativa (Duncan P < 0.05)
10.29
6.4.2. Maíz extrudido y pasta de soya extrudida
Los indicadores productivos del experimento UNO que evalúa el uso de pasta de
soya extrudida y maíz extrudido se presentan en el cuadro No. 19.
El peso del pollo al día 56 y la ganancia diaria de peso diaria presentaron un
incremento del 5% con respecto al control. El índice de conversión fue menor para la
dieta experimental, por tal motivo la eficiencia alimentaria presentó un incremento de un
3% lo que equivale a 15.1 kg más de carne producida por cada tonelada de alimento a
favor de la dieta con maíz extrudido y pasta de soya extrudida.
La diferencia porcentual del índice de eficiencia y el índice de productividad fue de 9%
y 30% mayor con respecto a los controles. En general los indicadores productivos
no presentan diferencia estadística significativa cuando se compara el tratamiento
control y el sometido a prueba en el experimento UNO, a excepción del índice de
productividad, cuya media en el tratamiento con maíz extrudido más pasta de soya
extrudida sobrepasa a aquella del tratamiento control en un 30%, esta diferencia es
estadísticamente significativa. El costo elevado de la dieta experimental impacto de
forma negativa la rentabilidad de la parvada.
Cuadro No. 19. Indicadores productivos en tratamientos con maíz extrudido
más pasta de soya extrudida en el experimento UNO.
Tratamientos
Indicadores productivos
CONTROL
MEIF + PSE
%
Peso final (kg)
2.1 ± 0.04 (a)
2.22 ±.04(a)
105.7
Índice de conversión (ICA)
2.3 ± 0.03 (a)
2.2 ± 0.03 (a)
95.7
Ganancia diaria de peso diaria (g)
36.7 ±.62 (a)
38.6 ± .64 (a)
105.2
Consumo de alimento (kg)
4.8(a)
4.9(a)
102.1
Eficiencia alimenticia (EA)
438 ± 7.3 (a)
454 ± 7.45(a)
103.7
Índice de eficiencia (JE)
92.9 ± 3.1 (a)
101.0 ± 3.4 (a)
108.7
Índice de productividad (IP)
135 ±4.6 (b)
176 ± 5.9 (a)
Punto de desenvolvimiento (PD)
326.4 ± 11.2 (a)
267.0 ± 11.6 (a)
Costo total del alimento ($) / Ave
10.55
13.64
129.3
Costo por Kg de carne ($)
5.00
6.17
123.4
Índice Ingalls-Ortiz
1.05
.56
130.4
81.8
53.33
Las letras diferentes indican diferencia estadísticamente
significativa.
6.4.3. Pasta de soya extrudida más malta de cebada (2%)
Los indicadores productivos registrados en las aves que recibieron el alimento con la
combinación de la malta de cebada al 2% la pasta de soya extrudida se muestra en el
cuadro No. 20, Como podemos observar los tratamientos presentaron valores medios
inferiores a los registrados en el tratamiento control, sin embargo las diferencias no fueron
significativas, debe considerarse que el índice de rentabilidad registro pérdida, ya que el
valor obtenido en el índice Ingalls - Ortiz fue menor a uno.
Cuadro No. 20. Indicadores productivos en tratamientos con pasta de soya extrudida
más malta de cebada al 2% en el experimento UNO
Tratamientos
Indicadores productivos
MEIF + PSE
CONTROL
%
Peso final (kg)
2.1 ± 0.04 (a)
2.03 ±.04(a)
96.7
Índice de conversión (ICA)
2.3 ± 0.04 (a)
2.3 ± 0.04 (a)
100
Ganancia diaria de peso (g)
37.0 ± .63(a)
35.2 ±.79 (a)
95.1
Consumo de alimento (kg)
4.8(a)
4.7(a)
95.9
Eficiencia alimenticia (EA)
438.± 7.3 (a)
431 ± 9.49(a)
98.4
Índice de eficiencia (IE)
93 ± 3.1(a)
88 ± 3.4 (a)
94.6
Índice de productividad (IP)
135 ±4.6 (a)
140 ± 5.9 (a)
103.7
Punto de desenvolvimiento (PD)
236 ± 11.2 (a)
213 ± 14.8 (a)
90.3
Costo total del alimento ($) / Ave
10.55
16.26
154.1
Costo por kg de carne ($)
5.00
8.01
160.2
Índice Ingalls-Ortiz
1.05
.73
69.5
Las letras diferentes indican diferencia estadísticamente
significativa.
7. D I S C U S I Ó N
7.1. MALTA DE CEBADA (MC 2 %)
Como resultado de la evaluación de las dietas en que se incluyó el 2% de malta de
cebada, se observó que no hubo un efecto positivo en los indicadores productivos,
tampoco se obtuvo un beneficio económico, tanto en el experimento UNO como en el
experimento DOS.
La malta de cebada es una buena fuente de enzimas principalmente α y β amilasas y
que las α amilasas y xilanasas potencializan la disponibilidad de nutrientes del maíz
o el sorgo (Balcazar, 1999) estos efectos aparentemente no pudieron ser
detectados en estos dos experimentos. Sin embargo, se desconoce la cantidad precisa
de enzimas de malta incorporada a las dietas de los pollos para que el efecto mostrara
la respuesta esperada.
Se ha mostrado que algunas de las características que tienen las enzimas son destruir
factores antinutricionales, mejorar la digestibilidad y disponibilidad de algunos
nutrientes y reducir el impacto contaminante de excretas animales (Sears, Walsh y
Hoyos, 1997). Así mismo en, las investigaciones donde se ha evaluado la adición de
enzimas dietas para aves han reportado: mejor utilización de la energía, incremento
de la digestibilidad, aumento de la ganancia diaria de peso, mejor índice de
conversión alimenticia y reducción en los costos de producción (Palomo, Delalleu y
Ross, 1992; Rugberg y Otto, 1992). Aunque los resultados obtenidos no fueron
similares a los reportados se pudiera sugerir algunas recomendaciones como el de
evaluar diferentes porcentajes de malta de cebada en las dietas, así como
cuantificar las enzimas proporcionadas por la malta en las dietas balanceadas.
7.2. PASTA DE SOYA EXTRUDIDA (PSE)
La extrusión en la pasta de soya afectó negativamente los indicadores productivos así
como la rentabilidad de la parvada.
Se tienen reportes a cerca del comportamiento presentado por el frijol soya
extrudido, realizándose el proceso primario del frijol soya para desactivar los
factores antinutricionales como inhibidores de la tripsina, quimotripsina y ureasa
entre otros, sin embargo el calor de estos tratamientos no ha logrado la inactivación
total de estos inhibidores presentes en el frijol soya. Por otro lado la extrusión, es
un proceso en que se combina el calor con presión y trituración ha presentado
grandes beneficios, ya que los inhibidores de la actividad de la tripsina disminuye
en un 50%, la actividad ureásica disminuye 72%, la solubilidad de la proteína
incrementa en un 55% (Said, 1999), así algunos estudios de extrusión en el frijol de
soya, mas no hay referencias de la pasta de soya extrudida, como se realizó en
este
experimento.
Existen condiciones adversas de procesamiento como calor y/o presión excesivos que
reducen la digestibilidad de los aminoácidos (Sibbald, 1980; Parsons, 1991). Por lo
que se observó que un solo proceso en el frijol soya es suficiente para eliminar los
factores aninutricionales.
Para un mejor aprovechamiento del frijol soya, un solo proceso es suficiente para
eliminar los factores antinutricionales.
7.3. MAÍZ EXTRUDIDO EN INICIACIÓN Y FINALIZACIÓN (MEIF) Y MAÍZ EXTRUDIDO
EN INICIACIÓN (MEI)
En los experimentos UNO, DOS y TRES se incluyeron dietas (MEIF) y en el experimento
TRES se evaluó además la extrusión del maíz únicamente en la etapa de iniciación (MEI).
En los indicadores productivos del experimento UNO se observó una diferencia porcentual a
favor de la dieta experimental, sin embargo cuando evaluó el aspecto económico, la dieta
control fue más rentable. Algo semejante se presentó en el experimento DOS, pero
económicamente la dieta no presentó pérdida, aunque tampoco superó la rentabilidad de la
dieta control.
Con la finalidad de incrementar la rentabilidad y considerando que los requerimientos
nutritivos en las aves son mayores en las primeras etapas de vida, se propuso para el
experimento TRES, evaluar la extrusión en la etapa de iniciación y confrontarla con la
dieta en que se aplicó la extrusión en las etapas iniciación y finalización.
Se observó que los tratamientos con maíz extrudido tanto en la etapa iniciación y
finalización así como cuando se aplico únicamente en la etapa de iniciación se presentó
un incremento porcentual en el peso final y la ganancia diaria de peso promedio con
respecto al control de: 5%, 4%, 3% y 3% para el experimento UNO, DOS y TRES
respectivamente.
El índice de conversión fue diferente y estadísticamente significativo con respecto al
control y en el experimento TRES se observó que fue mejor el índice de conversión
cuando la extrusión en el maíz se aplicó únicamente en la etapa de iniciación. De estos
indicadores se desprende una respuesta positiva en la mayor parte de los indicadores
productivos, incluyendo el factor costo.
Hudson,1978 y Duran, 1996, han descrito que el proceso de extrusión hace que
ingredientes sean más digestibles y aumentar la disponibilidad de sus nutrientes
(Hudson,1978) y gelatiniza los almidones de cereales, especialmente del maíz y el arroz.
Estos pudieran ser las ventajas del uso de la malta en dietas de alimentos para los pollos
de engorda. Investigaciones realizadas por Pupavac, Sinivec, Koljajic, Mitrovic, Jovanovic
(1999), mencionan que una combinación de temperatura y presión ejercida sobre el grano
de maíz permite que el almidón se gelatinize y por consiguiente se incremente la cantidad
de glucosa, maltosa y maltotriosa sin efectos adversos en otros nutrientes.
La ganancia diaria de peso registrada en los experimentos UNO, DOS y TRES es
semejante a los porcentajes reportados por (Pupavac, Sinivec, Koljajic, Mitrovic,
Jovanovic (1999), que varían del 5.1 al 12.5% de incremento en la ganancia diaria de
peso con respecto al control.
Los indicadores productivos en el experimento DOS presentaron un incremento
porcentual y diferencia estadística en relación al tratamiento control, sin embargo
debido al costo del proceso de extrusión en el maíz, el índice de rentabilidad fue
mayor para el tratamiento control. En el experimento TRES al confrontar el
tratamiento en que se incluyó la extrusión en las etapas iniciación y finalización (MEIF)
y extrusión en iniciación (MEI), la ganancia diaria de peso fue semejante, al comparar
los indicadores productivos en estas dietas experimentales MEIF y MEI observamos
que los indicadores productivos fueron semejantes, en base a los resultados
obtenidos se sugiere incluir el maíz extrudido únicamente en las primeras cuatro
semanas de vida, que es cuando el ave requiere de una dieta más asimilable,
considerando que se obtiene además de esto un índice de rentabilidad mayor
(Penz, 1992; Peñalba, López y Aguilera 1993).
7.4. COMBINACIONES DE INSUMOS PROCESADOS
Maíz extrudido en iniciación y finalización más malta de cebada al 2% (MEIF más
MC2%), Maíz extrudido en iniciación más malta de cebada al 2% (MEI más MC2%),
Maíz extrudido en iniciación más malta de cebada al 4% (MEI más MC4%), Maíz
extrudido en iniciación más malta de cebada al 6% (MEI más MC6%).
En el experimento TRES en la dieta con malta de cebada al 2% se presentó un
índice de rentabilidad superior al del tratamiento control y mostró valores medios
en los parámetros productivos semejantes estadísticamente al tratamiento control
excepto en viabilidad. Así mismo, presentó un menor costo por kilogramo de carne
producida y un índice de rentabilidad superior, en comparación al tratamiento control.
Se observó que al incluir el maíz extrudido en iniciación y la malta de cebada al 2%
y 4% presentaron mejores ganancias diarias de peso, seguidos por MEIF más MC2% y C,
y la mejor eficiencia alimenticia corresponde a MEI más MC2% y MEIF más MC2%, lo
cual sugiere la realización de investigaciones posteriores para determinar el porcentaje
óptimo de malta de cebada que favorezca los indicadores productivos en la producción de
carne de pollo.
Los tratamientos con malta de cebada al 2, 4 y 6% respectivamente, mostraron un
peso final promedio, consumo de alimento e índice de rentabilidad decreciente y valores
de conversión alimenticia y costo por kilogramo de carne producido, crecientes, es
decir por orden de eficiencia : 2 >4 > 6%.
Se propuso el uso de malta de cebada debido a que las enzimas que contiene
incrementan el valor nutricional de los alimentos, mejorando la digestibilidad y
absorción de nutrientes; aumentando la disponibilidad de los polisacáridos (amino y
celulosa) de las proteínas y de los alimentos mejorando el comportamiento zootécnico.
El valor nutricional de las materias primas se incrementa ya que las enzimas actúan
en contra de los factores antinutricionales específicos de algunas materias primas.
Pruebas realizadas por Herstad and McNab en 1975, mencionaron que la adición de la
α-amilasa, mejoró la ganancia diaria de peso, la conversión
alimenticia y digestibilidad en dos de tres experimentos.
La adición de enzimas brinda la posibilidad de formular dietas a un menor costo sin
afectar el desarrollo y la conversión alimenticia, aumentando la capacidad digestiva de
los animales jóvenes que aún no tienen desarrollado completamente su sistema
enzimático. Todo esto se traduce en menor costo, mejor índice de conversión, mayor
ganancia diaria de peso, mejor calidad de canal y menor contaminación ambiental
(Taina, Dalbuono e Bardini 1992), además los reportes indican que el uso de enzimas en
dietas incrementa la utilización de energía hasta en un 5% (Palomo, Delalleau y
Ross;1992).
Las enzimas alfa amilasas y xilanasas potencializan la utilización de nutrientes energéticos
del maíz y el sorgo, así como las fuentes de proteína de la soya. (Balcazar, 1999).
Es recomendable realizar más estudios en los que se evalúen otros porcentajes de malta.
Actualmente se manejan hasta cinco tipos de dietas, de acuerdo al desarrollo del sistema
enzimático del ave, en base a esto la malta puede incluirse en las diferentes etapas, de
acuerda a la dietas. Puede también considerarse la modificación de los niveles de
energía, ya que las enzimas favorecen su utilización.
7.4.1. PASTA DE SOYA EXTRUDIDA MÁS MALTA DE CEBADA AL 2%
No se tienen referencia sobre la pasta de soya extrudida y combinada con la malta de
cebada. Se sabe que la digestibilidad de los aminoácidos puede afectarse por la
aplicación de calor y presión excesivos (Sibbald, 1980 y Parsons, 1991).
Al aplicar únicamente el proceso de extrusión se reducen los factores tóxicos y
antinutricionales en los alimentos mejorando además las características físicas para su
manejo (Balconi, 1997; Davis y Hienikc, 1997). Con respecto a la adición la malta como
fuente de enzimas α-amilasa se tiene el antecedente de Wrigley y Bietz, 1988, citados por
Whitelam en 1995 que la enzima se encuentra presente únicamente en granos maduros,
en pequeñas cantidades que mantienen sus niveles cuando se almacena en lugares
secos, no obstante su incremento está asociado con la germinación de estos granos, esto
nos indica que la cantidad de enzimas en la malta está sujeta a variaciones.
7.4.2. MAÍZ EXTRUDIDO EN INICIACIÓN Y FINALIZACIÓN MÁS PASTA DE SOYA
EXTRUDIDA (MEIF MÁS PSE)
En esta dieta se observó un incremento tanto en el peso final como en la ganancia diaria
de peso del 5%, en la eficiencia alimenticia e índice de eficiencia, también se mostró un
incremento porcentual, sin presentar diferencia estadística. Con respecto al índice de
productividad se registró una diferencia estadística y porcentual. El índice de conversión,
el
punto de desenvolvimiento así como el índice de rentabilidad fueron mejores en el
tratamiento control.
La mayor parte de los indicadores productivos presentaron una tendencia de incremento,
esto pudiera atribuirse principalmente al maíz extrudido, ya que al evaluarse por separado
tanto el maíz extrudido como la pasta de soya extrudida, se observó que los indicadores
productivos se afectaron negativamente en la dieta en que se adicionó la pasta de soya
extrudida.
La información que se tiene con respecto a la extrusión se ha enfocado principalmente al
frijol soya y muy poca al maíz. Y no hay ningún reporte de la combinación de estos
ingredientes bajo proceso de extrusión.
La recomendación es utilizar la extrusión únicamente en el maíz y en el frijol soya, del cual
se tienen amplias referencias de los beneficios. Para que la dieta sea rentable, los
ingredientes a los que se les aplique la extrusión pueden incluirse únicamente en dietas
que incluyan tres o cuatro fases de alimentación.
8. CONCLUSIONES
En base a los resultados obtenidos bajo las condiciones experimentales se presentan las
siguientes conclusiones.
•
La inclusión de la malta de cebada al 2% mostró una tendencia a mejorar el índice de
conversión y la eficiencia alimenticia.
•
Es conveniente realizar más estudios del uso de la malta de cebada incorporada a las
dietas de los pollos de engorda, que nos permitan obtener mayor información de los
beneficios posibles de las enzimas presentes en el proceso de malteo de la cebada.
•
La pasta de soya extrudida influyó negativamente sobre los indicadores productivos en
el pollo de engorda.
•
Con el uso del maíz extrudido en las dietas mostró beneficios con incrementos
porcentuales en peso final, ganancia diaria de peso, índice de conversión, índice de
productividad y punto de desenvolvimiento en el experimentos dos y tres.
•
Las dietas donde se utilizó el maíz extrudido durante la etapa de iniciación,
incrementaron el índice de rentabilidad de la parvada.
•
Las dietas con maíz extrudido más la incorporación de la malta de cebada mostraron
un tendencia positiva en los indicadores productivos de los pollos de engorda.
•
La extrusión del maíz influyó directamente sobre el costo del kilogramo del alimento y
por consecuencia sobre el kg de carne producida.
• Se observó tendencia positiva en algunos indicadores productivos, no obstante el
incremento en el costo del alimento debido a la incorporación de, malta de cebada y
maíz extrudido que fue un factor determinante en el índice de rentabilidad de los
experimentos realizados.
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