DIRECTRIUS PER A LA TRANSFORMACIÓ DE LA METRÒPOLIS

Anuncio
04 CONCEPTES
CONCEPTES SEGONS REFERENTS
01 COMPACITAT O DISPERSIÓ
JOSÉ LUIS OYÓN
COMPACITAT
Segons el Diccionari de la Llengua Catalana, la compacitat és allò que manifesta la qualitat de compacte. L’adjec u compacte representa una massa
molt unida; un agregat als elements cons tuents
del qual estan molt poc o no gens separats els uns
dels altres.
La compacitat en l’àmbit urbà expressa la idea de
proximitat dels components que conformen la ciutat, és a dir, de reunió en un espai més o menys
limitat dels usos i les funcions urbanes.
La compacitat, per tant, facilita el contacte, l’intercanvi i la comunicació que són, com se sap, l’essència de la ciutat. Potencia la probabilitat de contactes i amb ells potencia la relació entre els elements
del sistema urbà.
Capítol Compacitat de Agenda 21. Barcelona,
ciutat mediterrània, Salvador Rueda
ANÀLISI CAS PRÀCTIC A GENTILLY
IMATGES REPRESENTATIVES
LA COMPLEXITAT
E mològicament, la complexitat és un teixit (complexus: allò que està teixit en conjunt) de cons tuents heterogenis inseparablement associats: presenta la paradoxa de l’un i el múl ple.
A primera vista, la complexitat és un fenomen
quan ta u, una quan tat extrema d’interaccions
i interferències entre un nombre molt gran d’unitats. Però la complexitat no comprèn només quantats d’unitats i interaccions, comprèn també incer tuds, indeterminacions, fenòmens aleatoris.
En cert sen t, la complexitat sempre està relacionada amb l’atzar.
La complexitat està lligada així a una certa barreja
d’ordre i desordre, barreja ín ma que en els sistemes urbans pot analitzar-se, en part, fent ús del
concepte de diversitat.
Els organismes vius i sobretot l’home i les seves
organitzacions, són portadors d’informació i atresoren, de forma dinàmica en el temps, caracterís ques que ens indiquen el grau d’acumulació
d’informació i també de la capacitat per influir
significa vament en el present i controlar el futur.
El teixit de cons tuents heterogenis (la complexitat 3) que ens interessa fer créixer en el municipi
de Barcelona, en principi, són les ac vitats econòmiques, ins tucions i associacions urbanes, és a
dir, tot allò que es gui organitzat i que s’acomodi
al conjunt d’objec us estratègics de la ciutat.
Les organitzacions urbanes tenen atributs diferents que desenvolupen ac vitats també especialitzades que fan possible la divisió del treball. La
immensa majoria de ciutadans, de manera voluntària o retribuïda, formen part d’una o de vàries
de les organitzacions urbanes i aquestes tenen objec us específics que s’imposen, en les hores de
treball, als propòsits dels individus membres de
l’organització.
De fet, les organitzacions urbanes tenen l’estatut
de persones jurídiques en l’estat de dret, amb
drets i deures similars als de les persones siques.
Capítol Complexitat de Agenda 21. Barcelona, ciutat mediterrània, Salvador Rueda
Dispersión frente a compacidad: la paradoja del urbanismo proto-ecológico
José Luis Oyón
Compactar la ciudad y rehabilitar sus tejidos densos es una idea recurrente del reciente urbanismo ecológico. No hablamos sólo de la tradicional y jus ficada reacción del ac vismo
ambientalista a una expansión urbana que ocupa indiscriminadamente los espacios naturales metropolitanos o las mejores huertas periurbanas. La crisis económica y la dramá ca
explosión de la burbuja inmobiliaria, el sobrecogedor espectáculo de desoladas urbanizaciones fantasmas en las afueras de las ciudades o en las zonas turís cas ha llevado a poner
el grito en el cielo a cualquier persona con una mínima sensibilidad por la naturaleza. Olvidar cualquier veleidad expansionista metropolitana, cualquier referencia al crecimiento
periférico en baja densidad no es ya sólo lema de lo ecológicamente responsable sino que
apunta a conver rse en mantra ineludible de lo polí camente correcto.
La noción de compacidad urbana y sus caracterís cas asociadas se oponen casi siempre
en el urbanismo ecológico a la de sprawl, dispersión urbana o “desparrame”, por u lizar
una traducción más literal del vocablo que Mumford atacó tan persuasivamente. Frente a
la extensión metropolitana indiscriminada generadora de gases de efecto invernadero que
contaminan y aceleran el cambio climá co, una dispersión devoradora de una energía fósil
cada vez más escasa y destructora de las comunidades de flora, fauna y de la agricultura de
la región, una compactación que evite al máximo los desplazamientos en vehículo privado
y que apueste por rehabilitar o crecer en altura antes que hacerlo en extensión eliminando
hectáreas de erra de un plumazo; frente a la vivienda unifamiliar de los suburbios residenciales, la alta densidad de las manzanas y los bloques; frente a las enormes manchas
discon nuas de urbanizaciones residenciales de chalets con grandes centros comerciales
sólo accesibles en automóvil, los usos mixtos propios de la ciudad con nua en altura, donde residencia, pequeños comercios y talleres puede coexis r bien asis dos por un transporte público poco contaminante. Muchos urbanistas, no sólo los “ecológicos”, apartan su
mirada de la región o del territorio sin edificar y contemplan de nuevo la ciudad central, el
artefacto urbano más compacto.
[…]
La reflexión de todos esos autores que vamos a repasar y que escribieron lo más importante de su obra entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX encierra una paradoja
con respecto a la apuesta por la compacidad y la cerrada oposición al crecimiento horizon0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
tal de mucho del actual urbanismo ecológico. Con diferentes ma ces y par cularidades
en cada uno de ellos, la experiencia de esos pioneros del urbanismo ecológico enseña en
general que la ciudad soñada se dispersa y se descentraliza por la región circundante, va a
la búsqueda de la agricultura y la naturaleza para fusionarse con ellas y adopta casi invariablemente la forma de la vivienda unifamiliar y la baja densidad como modelo residencial
recurrente. Apuestan por la des-densificación de la ciudad existente, por el aplanamiento del gradiente de densidades centro-periferia. Pero no se trata en modo alguno de un
sprawl desordenado. Unos insis rán más en la preservación de las mejores erras y en
los espacios ecológicamente sensibles, otros en una urbanización sin muros ni divisiones,
abierta al paisaje, otros en la fusión de los nuevos crecimientos con una corona de huertos
periurbanos abastecedores; bastantes hablarán de una “dispersión selec va” y lineal a lo
largo de las líneas de transporte público que permita la concentración de algunos servicios
y puntos urbanos fuertes excéntricos a la ciudad central y que libere amplias áreas naturales y agrícolas de los efectos destructores de una dispersión indiscriminada.
KROPOTKIN
Kropotkin, tot i no u litzar els termes de compacitat ni dispersió, ens parla implícitament
de temes directament relacionats. La seva crí ca radical cap al capitalisme, el qual és responsable dels desequilibris territorials que exis en, la preocupació per l’auto-proveïment
perdut en els països desenvolupats industrialment, són elements importants en el seu discurs, però encara ho és més el concepte de proximitat entre la ciutat i el camp, entre l’agricultura i la indústria i, sobretot, la combinació d’ambdós conceptes.
Kropotkin ens fa reflexionar sobre el funcionament del model de ciutat actual i ens dóna
les pautes sobre un nou model basat en l’auto-proveïment, en el transport públic, en un
equilibri territorial a par r de regions, i sobretot en un nou model d’organització, tant territorial com social. En les seves lectures deduïm que la ciutat ha de ser compacta al seu
nucli i dispersa al suburbà, però el més important és que hi hagi una combinació d’usos
equilibrada a tot el territori ges onat per una xarxa de transport públic que connec totes
les parts de la regió.
Font: elaboració pròpia a parƟr de lectures de Kropotkin.
Font: resum assignatura “Urbanismo ecológico” de la ETSAV, per José Luis Oyón
CAPÍTULO SEXTO
PEQUEÑA INDUSTRIA Y PUEBLOS INDUSTRIALES
Se erigieron nuevas ciudades, y las an guas se ensancharon rápidamente, quedándose
los campos desiertos; millones de trabajadores, arrojados materialmente de la erra por
la fuerza, acudieron a las ciudades en busca de trabajo, y olvidaron pronto los lazos que
anteriormente le unían al terruño; y nosotros, desvanecidos ante los prodigios realizados
por el nuevo sistema industrial, dejamos de apreciar las ventajas del an guo, bajo el cual,
el trabajador del campo era al mismo empo un obrero industrial. Nosotros condenamos a
muerte todas esas ramas de la industria que antes prosperaban en los pueblos pequeños,
no considerando como tal todo lo que no fuera una gran fábrica.
Los resultados, en verdad, fueron grandes con relación al aumento de las fuerzas producvas del hombre, pero terribles respecto a los millones de seres humanos que fueron sumidos en la miseria, teniendo que vivir de los medio precarios que le ofrecían nuestras
ciudades; además, el sistema, considerando en su totalidad, trajo consigo esas condiciones
anormales que ha procurado bosquejar en los primeros capítulos. De este modo nos hallamos encerrados en un callejón sin salida; y mientras que de una parte un cambio completo
de las presentes relaciones entre el capital y el trabajo se hace de imperiosa necesidad, una
remodelación completa de toda nuestra organización industrial están hechos igualmente
inevitable. Las naciones industriales están obligadas a retornar a la agricultura, necesitan
buscar los mejores medios de combinarla con la industria, y deben hacerlo así sin pérdida
de empo.
Las dos artes humanas, agricultura e industria, no se han hallado siempre tan alejadas una
de otra como ahora. Hubo un empo, que no se encuentra muy distante de nosotros, en
que ambas estaban completamente combinadas: los pueblos eran entonces el asiento de
una variedad de industrias; los artesanos de las ciudades no abandonan la agricultura, y
en muchas poblaciones se veían las dos perfectamente asociadas. Si la ciudad de la Edad
Media fue la cuna de estas industrias que, tocando los límites del arte, tenían por objeto
sa sfacer las necesidades de las clases ricas, siempre era la industria rural la que hacía frente a las necesidades de los más, como ha sucedido hasta nuestros días en Rusia, y también
en una gran extensión en Alemania y Francia: después vinieron los motores hidráulicos, el
vapor, el desarrollo de la maquinaria, y se rompieron los lazos que anteriormente unían al
taller y la granja. Las fábricas crecieron, y abandonaron los campos; se reunieron allí donde
la venta de sus productos era más fácil, o donde las primeras materias y el combus ble
podían obtenerse con mayor ventaja.
Font: Campos fábricas y talleres, Kropotkin (1899
100 Km
Podem considerar que Paris correspon a un model de ciutat compacte, degut a la seva
forma i funcionament. Una ciutat compacta que ha pa t una expansió metropolitana descontrolada que ha destruït comunitats de flora i fauna i la agricultura de la regió. A París
coexisteixen una mica de cada model: el compacte i el dispers.
Al centre, una alta densitat amb diversitat d’usos i una àmplia oferta de transport públic
que eviten els desplaçaments en vehicle privat. Mentre que a la perifèria hi ha moltes
zones exclusivament residencials, i moltes d’aquestes amb un teixit unifamiliar, on es caracteritza per una manca d’oferta de transport públic i una ac vitat econòmica baixa en
general, la qual cosa obliga a u litzar el vehicle privat de marera freqüent.
A la imatge s’indica una gran taca edificada. On hi ha una gran diversitat de teixits urbans
diferents, més compactes, més dispersos, complexos industrials...
Des d’un punt de vista de compacitat o dispersió ens trobem davant d’una zona (píxel)
situada en el suburbà de París on podem dir que correspon a un model més aviat dispers,
tant pel que fa a la pologia de l’edificació com pel seu funcionament ja que actua com una
ciutat dormitori on predomina l’ús residencial i l’ús del vehicle privat degut a la necessitat
obligada de mobilitat cap a llocs d’ac vitat.
Tot i així, tenim una diversitat de pologies de teixit urbà, això significa que les nostres
estratègies i solucions hauran de formalitzar-se de diferent manera en cadascun d’ells.
Le Grand Paris, © équipe Studio 08, Secchi-Viganò
Ens trobem davant d’un sistema d’espais lliures molt dispersos a la ciutat de Gen lly, i a
Paris, en general, és un sistema que conté la gran majoria d’aquesta espais encerclant el
Phériphérique impedint la con nuïtat entre ambdós ciutats i la con nuïtat al llarg del territori degut a les barreres que formen les infraestructures.
Tanmateix el creixement descontrolat d’unes estructures urbanes molt diferents sorgides
des de la necessitat individual sense un sen t de ciutat unitària, fa que es trobin totes elles
davant d’un mateix territori, amb unes necessitats idèn ques però amb unes solucions
formals molt diverses.
Es tracta doncs, en primer lloc, de recuperar connec vitats perdudes..
ESPAI PÚBLIC PARC
ESPAI PÚBLIC ESPORTIU
ESPAI PÚBLIC INTERIOR D’ILLA
ESPAI PÚBLIC CEMENTIRI
ESPAI PÚBLIC RESIDUAL
BARRERES
1930, Auguste Perret, el més gran pla
esquemà c, Paris
1976 Pla Director d’Adaptació i d’Urbanisme de la Regió d’Ile-de-France SDAURIF
2008, Mapa d’usos generals de les
diferents parts del territori SDRIF, Île de
France
Elaboració pròpia a parƟr de lectures de Kropotkin
Equilibri territorial s.XVIII
La ciutat auto-proveïda per les hortes periurbanes i l’agricultura produïda als pobles rurals
propers i de la regió.
Una combinació entre la indústria rural i l’agricultura exis a a les viles rurals i també a les
ciutats amb les hortes periurbanes, alhora que exis a un intercanvi coherent entre els
productes manufacturats i els agrícoles en una regió propera.
Hi ha un centre en la imatge tradicional de Paris, una primera corona i una gran corona. Aquesta imatge no correspon amb les nostres observacions, La Gran Paris és molt
menys homogènia a la seva representació per corones successivament més distants. Ens
sembla diferentment estructurada des d’un punt de vista espacial, social i econòmic.
És per això que creiem que el primer que cal fer, alhora d’imaginar un nou model de
ciutat, és un canvi de perspec va i analitzar des d’un altre punt de vista, construir una
nova visió.
Desequilibri territorial s.XIX
Degut a la industrialització i la ubicació de les grans indústries a les ciutats va produir un
gran desplaçament de persones del camp cap a les ciutats causant un creixement desmesurat d’aquestes, que van arribar a absorbir els pobles propers, creant una gran taca edificada i un abandonament dels pobles rurals.
L’ESPAI NO CONSTRUÏT DE LA NOSTRA ZONA
L’ESPAI PÚBLIC DE LA NOSTRA ZONA
1903 - 1910 Eugène Hénard, estudis sobre les transformacions de Paris, PL.VII
1. CITÉ INTERNATIONALE UNIVERSITAIRE DE PARIS
LES BARRERES DE LA NOSTRA ZONA
1. PÉRIPHÉRIQUE
2. AVINGUDA PAUL VAILLANT
1
2. AUTOPISTA A6
1
L’ESPAI LLIURE DE LA ZONA
1
1. PARC DE MONTSOURIS
2
2
Gen lly disposa d’un espai
lliure desordenat i degradat
degut al seu mal ús, sobretot
al Chaperon Verd, on trobem
una gran super cie d’espai lliure públic, que s’u litza de gran
aparcament comunitari pels
veïns del sector, impedint l’ús adequat d’aquests
espais. Tanmateix no estan connectats a la xarxa urbana del territori, establint un sistema independent
i exclusiu, la qual cosa fa que no sigui un espai de
servei pel resta de ciutadans.
2. PARCEĿLA EN DESÚS
01
02
DIRECTRIUS
01 02
PER A LA TRANSFORMACIÓ DE LA METRÒPOLIS DEL SEGLE XXI 01
PFC / ETSAV / UPC / Juny 2012
CAS PRÀCTIC: LA VILLE DU PÉRIPHÉRIQUE. PARIS.
ELISABET BAGUÉ POVEDANO
INTRODUCCIÓ
2
4
3
PROBLEMES COMUNS
03
01
EVOLUCIÓ HISTÒRICA
04
3
3. CHAPRERON VERT
CONCEPTES
01 02 03 04 05 06 07 08
Tutor del projecte: Carles Llop
Tribunal 5: Antonio Font, Ramon Sastre, Carles Llop
05
3. RER
EIXOS ESTRUCTURADORS
01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11
06
1
CONCLUSIONS
07
1
PROPOSTA INTEGRADA
2
3
4
08
CAS PRÀCTIC
1
5
Descargar