UNA EXPERIENCIA DE GESTIÓN EN EL CAMPO SOCIAL PROGRAMA FEDERAL DE SALUD 1997-2001 Spinelli H.1, Alazraqui M2, Arakaki J3, Sequeiros S.4, Wilner A.5 Introducción En este capítulo se presenta una reseña de la experiencia de gestión desarrollada en el Programa Federal de Salud (PROFE) entre los años 1997 y 2001. Años en que las corrientes neoliberales imponían las leyes del mercado, en el mundo y en la Argentina, promocionándolas como la única llave capaz de abrir las puertas de la eficacia y la eficiencia y en que la furia privatista desplazaba al Estado hasta reducirlo a su mínima expresión. Los resultados de la gestión muestran cómo a pesar y a contracorriente de la ideología dominante, desde el interior mismo de la burocracia estatal, es posible gestionar un programa con transparencia y eficiencia y con la vista puesta en garantizar la cobertura y mejorar la calidad de atención a pesar de los múltiples conflictos y contradicciones tanto internos como externos. El PROFE está compuesto por una compleja red que se extiende a todas las jurisdicciones provinciales. Abarca todos los niveles y especialidades de la atención de la salud y algunos servicios sociales específicos, a través de efectores públicos, privados y de la seguridad social, según la oferta regional. El Programa brinda además, subsidios directos a personas cuyos problemas excedan la capacidad de los efectores sanitarios locales. La confluencia de tan diversos intereses políticos, sociales y económicos convierten al PROFE en un campo donde los conflictos se suceden en forma permanente. La experiencia que se describe refiere a un proceso que involucra en forma concomitante la consolidación y evolución del Programa y el crecimiento y desarrollo del grupo de trabajo que la impulsó y la hizo posible. El proyecto PROFE fue madurando desde los objetivos estratégicos iniciales, que fueron presentados desde la Dirección de Auditoría Médica como propuestas técnicas para el mejoramiento de la producción, el procesamiento y el análisis de la información prestacional y administrativa, hasta objetivos más ambiciosos, como la transparencia de los procedimientos, la epidemiología como sustento lógico de la evaluación (auditoría) y la mejor y más adecuada asignación de los recursos al ampliarse su área de influencia. Siempre sobre la base de un compromiso en la defensa del papel indeclinable del Estado en los roles de financiador, planificador y regulador de salud. Se exponen entonces, los aspectos sustanciales de la gestión del PROFE durante el período que va del año 1997 al 2001, el más representativo para el objeto del análisis, dividiéndolo en tres subperíodos de acuerdo a la evolución de distintos aspectos de la gestión, evolución que estuvo directamente vinculada a la participación del equipo en los diferentes niveles de decisión del Programa. Origen y Desarrollo Histórico En enero de 1996 las funciones de tramitación, otorgamiento y liquidación de las pensiones no contributivas (PNC), hasta entonces realizadas por la Administración Nacional de Seguros Sociales (ANSES) y la cobertura médico social correspondiente, que estaba a cargo del Plan de Atención Médica Integral (PAMI), se transfirieron a la órbita de la Secretaría de Desarrollo Social (SDS). 1 Auditor (1996-1997), Director de Auditoria Médica (1997-1999) y Director Nacional de Prestaciones Médicas (2000). 2 Auditor (1997-1999) y Jefe del Departamento de Epidemiología (2000-2001). 3 Auditor 1997-1999) y Jefe del Departamento de Contralor Administrativo (2000-2001). 4 Auditora (1998-1999), Jefa de Prestaciones Especiales (2000) y Directora de Prestaciones y Servicios (2000-2001). 5 Director de Prestaciones y Servicios (2000) y Director de Auditoria Médica (2000-2001). 1 Los pensionados por invalidez y los ex combatientes de Malvinas, los beneficiarios en tratamiento dialítico crónico y los internados en geriátricos o incluidos en el Programa de Atención Integral para Personas con Discapacidad (PROIDIS) fueron exceptuados del cambio de cobertura médico social por una ley posterior, por lo que mantuvieron su afiliación en el PAMI, con cargo financiero a la SDS. Para cumplimentar las funciones transferidas se creó la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales (CNPA), un organismo desconcentrado dentro de la estructura de la SDS, con dos Direcciones Nacionales, la de Pensiones No Contributivas, para la administración de las pensiones y la de Prestaciones Médicas, para organizar y dirigir el sistema de cobertura médico social. El número de beneficiarios de PNC alcanzaba al momento del traspaso a 335.895 y el de beneficiarios de la cobertura médico social a 331.756, contabilizando titulares y familiares. En tanto que los pensionados por invalidez y los ex combatientes de Malvinas afiliados a PAMI, incluyendo titulares y familiares llegaban a 121.882. La CNPA contrató con las autoridades de los Ministerios de Salud o de las áreas sociales de las jurisdicciones provinciales la cobertura médico social de los afiliados PROFE. Los gobiernos de las provincias de Córdoba y Chaco rechazaron la propuesta y los convenios se firmaron con gerenciadoras privadas, en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires se contrataron a entes de constitución mixta, pública-privada, la Agrupación Salud Integral (ASI) y el Consorcio de Regiones Sanitarias (CORES), respectivamente. El sistema prestacional del PROFE fue administrado por responsables provinciales que gerenciaron en forma descentralizada las Unidades Ejecutoras Provinciales (UEP). Las autoridades y el personal de estas unidades eran designadas por los Gobiernos Provinciales. Las entidades privadas no contaban con esta estructura ejecutora. El traspaso de la cobertura médica del PAMI al PROFE se realizó sin la necesaria difusión, con desconocimiento de la mayoría de los beneficiarios, los que recurrieron a la red pública convencidos de que habían perdido todo tipo de cobertura, esta situación dificultaba su identificación, y disminuía las posibilidades de cubrir las demandas específicas previstas por el Programa. Con el tiempo y con la difusión esto se fue modificando, lográndose un conocimiento y una utilización en aumento, pero por debajo de los estándares medios nacionales, lo que se expresó en las estadísticas de utilización. La estructura administrativa del PROFE central no sufrió cambios formales hasta el año 2000, aunque la implementación de los convenios integrales, recortó las funciones y la labor y, por consiguiente, las necesidades de personal de las áreas de tramitación y autorización prestacional, con el incremento de las tareas de contralor económico contable y de cobertura y calidad de atención, por lo que se sucedieron traslados y modificaciones en la dotación y función del personal de las Direcciones de Auditoría Médica, de Prestaciones y Servicios, y de Control y Liquidación. A partir de la reforma ministerial del año 2000 la Secretaría de Desarrollo Social pasó a ser el Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente. El cambio no afectó la autonomía de la CNPA cuyas nuevas autoridades, luego de unos meses de civilizada convivencia, comenzaron una serie de enérgicos embates destinados a recortar la capacidad de decisión de la Dirección Nacional de Prestaciones Médicas (DNPM), embestidas que fueron cada vez más violentas y que incluyeron el intento de modificar la estructura de la DNPM para reducirla de tres direcciones a dos áreas, lo cual fue resistido por el personal en pleno. A fines de 2000, el internismo desatado en los niveles más altos del Gobierno Nacional agitó las aguas del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente (MDSMA), los remezones llegaron hasta la CNPA cobrando la cabeza de la DNPM con lo que el grupo perdió su conducción. Durante el año 2001 las relaciones entre la presidencia de la CNPA y los representantes de la DNPM con niveles de responsabilidad fueron sumamente conflictivas, con un agravamiento que se fue 2 profundizando además en el contexto del proceso de descomposición política e institucional que culminó con los sucesos de diciembre de 2001. Estos hechos marcaron el fin de un período de gestión que, dadas la forma y las circunstancias en que se desarrolló constituye una experiencia que puede ser observada y analizada desde múltiples perspectivas. En el Cuadro 1 se sintetizan los aspectos más importantes de la gestión del PROFE entre los años 1996 y 2001. CUADRO 1: ASPECTOS RELEVANTES DEL DESARROLLO HISTÓRICO, PROFE, AÑOS 1996-2001. 1996 – 1997 Cobertura médica 1998 – 1999 2000 – 2001 Modelo de atención de tres niveles de complejidad, con médico de cabecera, especialistas, centros de internación y alta complejidad. Redes públicas (predominantes con el tiempo), privadas o mixtas según las ofertas regionales. Se consolida el control y Central y local (presentación monitoreo prestacional de informes de calidad de centralizado. atención). Desarrollo del sistema de información epidemiológica en todas las provincias. A fines de 1997 comienza el Elaboración de informes de Utilización de la información desarrollo del sistema de estados de situación epidemiológica en el cálculo Epidemiología información epidemiológica provinciales. de los valores de cápita a nivel central. Información epidemiológica como orientadora de la auditoría provincial. Internación geriátrica y Cobertura social atención no asilar para (Adultos Internación geriátrica. Internación geriátrica. adultos mayores. mayores y PROIDIS PROIDIS PROIDIS, y modalidades Atención de alternativas. discapacitados) Capacitación informática y Se agrega al punto anterior Actividades de No se realizaron. epidemiológica de UEP. capacitación y asesoramiento capacitación y Asistencia técnica. administrativo de las UEP. asesoramiento Vademécum COMRA. Vademécum restringido. Vademécum COMRA. Cobertura de Farmacia hospitalaria: 100% medicamentos Farmacia hospitalaria: 100% Farmacia hospitalaria: 100% Red privada: 50% (100 % en Red privada: 50% Red privada: 50% En ambulatorio 5 provincias). Se incorpora en los Prestación fuera de cápita, convenios generales o por Se generaliza en el marco de Cobertura con desestímulo de la red contratada (predomina los convenios generales. odontológica demanda. esta última). Se incorpora en los Prestación fuera de cápita, Cobertura de convenios generales o por Se generaliza en el marco de con desestímulo de la elementos de red contratada (predomina los convenios generales. demanda. óptica esta última). Formas mixtas (pago por Tipo de Generalización de convenios prestación y capitación) contratación en Formas mixtas (por cápita y con cápita integral, única Cápita integral en algunas por prestación). los Convenios exclusión: PROIDIS. provincias. Generales Licitación para cobertura de óptica y odontología en algunas provincias. Contratación Contratación directa con Se cancelan licitaciones y para No hubo. contratos con entes privados. gerenciadoras (geriatría, Prestaciones psiquiatría y diálisis crónica). Específicas Contratación de instituciones privadas para capacitación profesional. Auditoría de Atención Médica Comienza a sistematizarse el trabajo y a estructurarse la DAM a mediados de 1997. 3 Valorización de las cápitas Sanciones e incentivos económicos Gasto mensual por afiliado Proporción del Gasto en la Cápita y Fuera de la Cápita 1996 – 1997 1998 – 1999 Uniforme para todas las jurisdicciones Valorización según criterios técnicos y políticos (predominan los últimos). No se aplicaron. Comenzaron a aplicarse las penalizaciones económicas No hay información No hay información Año 1998: $29,26 Año 1999: $26,62 Año 1998: correspondió a la cápita el 68,7%, y a fuera de cápita el 31,2%. Año 1999: correspondió a la cápita el 85,0%, y a fuera de cápita el 14,9%. 2000 – 2001 Valorización según criterios exclusivamente técnicos (epidemiológicos y población a cargo). Se aplicaron penalizaciones y se incorporaron incentivos económicos en los convenios Año 2000: $24,78 Año:2001: $25,71 Año 2000: correspondió a la cápita el 89,3%, y a fuera de per el 10,6%. Año 2001: correspondió a la cápita el 88,8%, y a fuera de cápita el 11,2%. Fuente: elaboración propia en base a documentación de la Dirección Nacional de Prestaciones Médicas. La Población La población de pensionados no contributivos se subdivide según su tipo de pensión en asistenciales, graciables y por leyes especiales. Las pensiones asistenciales son otorgadas a personas sin jubilación ni pensión con alguna de las siguientes condiciones específicas: vejez (mayores de 75 años), multiparidad (madres de 7 o más hijos) o enfermedad invalidante (discapacidad psíquica o física con compromiso mayor de 76 %). Para priorizar el trámite y el otorgamiento de las pensiones asistenciales se consideran diversos factores concurrentes, de los cuales los siguientes son los más importantes: • • • • • • • Ausencia o desempleo del progenitor en casos de madres de 7 o más hijos Carecer de algún tipo de subsidio Falta de cobertura alternativa Riesgo médico social Carencia de contención socio familiar e institucional Desempleo Hogares con necesidades básicas insatisfechas En la práctica, los factores concurrentes constituyen condicionantes que determinan la viabilidad de la tramitación de estas pensiones, de manera que la sola condición de beneficiario de pensiones asistenciales implica una situación social particularmente desfavorable y de alto riesgo sanitario. Las PNC incluyen también a las que son otorgadas en virtud de distintas leyes, a los ex combatientes de la guerra de Malvinas, a familiares de desaparecidos, a Presidentes y Vicepresidentes de la Nación, a premios Nobel, a pioneros de la Antártida y precursores de la Aeronáutica y otros. Estas pensiones, como las asistenciales se conceden para toda la vida. El otro grupo de PNC es el de las graciables que son otorgadas por los Legisladores Nacionales, según su criterio. Estos beneficios pueden ser otorgados por razones estrictamente justificadas (enfermedades o situaciones sociales de extrema gravedad y urgencia) o por causas no fundamentadas en aspectos de índole médica o social. Su financiación depende de una partida específica asignada dentro del presupuesto del Poder Legislativo. A diferencia de las anteriores tienen una vigencia de 10 años. 4 En el Cuadro 2 puede observarse la distribución de la población beneficiaria de PNC según el tipo de pensión y los haberes promedio correspondientes6. CUADRO 2: PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS SEGÚN TIPO DE PENSIÓN Y HABERES PROMEDIO DE LA PENSIÓN. JULIO DE 2000. Número de Beneficiarios 40.848 49.572 72.209 162.629 11.789 1.541 2.199 15.529 162.333 340.491 Tipo de Pensión Vejez Madres de 7 o más hijos Invalidez Subtotal de Asistenciales Excombatientes Suboficiales TAM/TAS Otras Leyes especiales Subtotal de Leyes Especiales Graciables del Congreso Totales Distribución Haber Porcentual Promedio en $ 12,0 108 14,6 151 21,2 121 47,8 127 3,5 310 0,5 315 0,6 285 4,6 307 154 47,6 100,0 148 Fuente: Informe de gestión, Julio 2000, CNPA. Una importante proporción de los pensionados se encontraban en el año 2000 por debajo de la línea de indigencia, integrando hogares en los que el ingreso mensual era insuficiente para satisfacer las necesidades alimentarias (Cuadro 3). Cabe señalar que los montos de las pensiones de aquel entonces no han sufrido ningún tipo de ajuste hasta fines del 2002, lo que implica que la condición de indigencia y/o de pobreza en la población de pensionados ha empeorado sustancialmente con la devaluación de la moneda y la inflación registrada posteriormente.7 CUADRO 3: VALOR PROMEDIO SEGÚN TIPO DE PENSIÓN Y VALORES ESTIMADOS DE CANASTA BÁSICA ALIMENTARIA Y CANASTA BÁSICA TOTAL. JULIO DE 2000. Tipo de Pensión Excombatientes Graciable Invalidez Leyes especiales Madres de 7 o más hijos Vejez Valor de la Número de integrantes Pensión por hogar (en pesos) 310 154 121 307 151 108 5,0 3,5 1,9 3,5 5,4 3,5 Canasta Básica Alimentaria (en pesos) 319,06 220,26 122,71 220,26 343,60 220,26 Canasta Básica Total (en pesos) 761,06 525,39 292,71 525,39 819,60 525,39 Fuente: Informe de Gestión, julio de 2000, CNPA; INDEC, 2002. Es importante señalar que en su gran mayoría los pensionados no contributivos integran conjuntos cuyas condiciones sociales y culturales exceden el mero aspecto económico, con enormes dificultades de acceso a los servicios de salud. No obstante esta caracterización no siempre orienta la asignación del beneficio, sino que se observa, como a veces en clara convivencia con los prestadores, empleados y/o funcionarios encargados de asignar la pensión priorizan una pensión ligada a una prestación médica de alto valor la cual recibe un trato preferencial y no necesariamente por una cuestión de humanidad. 6 Vale recordar que hasta diciembre de 2001 rigió la ley de convertibilidad que establecía la equivalencia uno a uno entre el peso argentino y el dólar estadounidense. 7 La Canasta Básica de Alimentos (CBA) a agosto de 2002 alcanzó $ 100.94 y la Canasta Básica Total (CBT) a $ 227.10 (INDEC, 2002). Los costos de la CBA marcan la línea de indigencia, y los costos de la CBT indican la línea de pobreza. 5 Los titulares de PNC y sus familiares a cargo (cónyuge, concubinas, hijos hasta 18 años, menores a cargo, hijos discapacitados a cargo) están habilitados para la afiliación al PROFE, la misma no es automática sino que está supeditada a la realización del trámite correspondiente. La población de afiliados a la cobertura médica derivada de PNC sumaba 435.811 en julio de 2000; de este total 305.837 pertenecían al PROFE y 129.974 al PAMI con cargo a fondos de la SDS8. La estructura etaria de la población PROFE se caracteriza por su distribución en “reloj de arena”, con un estrechamiento en las franjas entre 25 y 34 años, la cual difiere claramente de la población general de la Argentina, tal cual se muestra en los Gráficos 1 y 2. Gráfico 1 ARGENTINA: Estructura por sexo y edad de la población total 1995 80 y más Mujeres Varones 75-79 70-74 65-69 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-9 0-4 10 8 6 4 2 0 2 4 6 8 10 por ciento Fuente: INDEC, Anuario Estadístico 1998 Gráfico 2 ARGENTINA: Estructura por sexo y edad de los beneficiarios PRO-FE (junio 1998) 80 y más Mujeres Varones 75-79 70-74 65-69 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-9 0-4 10 8 6 Fuente: Padrón PRO-FE (junio 1998) 4 2 0 2 4 6 8 10 por ciento 8 La población del PROFE se modificaba mensualmente de acuerdo a las altas y bajas del padrón de beneficiarios, por lo que los datos de referencia de los análisis pueden variar en número dentro de un mismo año. 6 Dirección de Auditoría Médica El crecimiento del grupo que impulsó y materializó el proyecto PROFE tal como se describe, transcurrió en gran parte en la Dirección de Auditoría Médica (DAM). Esta evolución, que involucró desde el número de integrantes y la diversidad multidisciplinaria a la experiencia de gestión, fue concomitante con una influencia cada vez mayor en la toma de las decisiones por parte de la DAM que tuvo su culminación en el año 2000, cuando el reconocimiento técnico le valió el apoyo político que le permitió acceder a los puestos de conducción del Programa. En los comienzo, en el año 1996, se contaba con sólo cuatro auditores médicos cuya función fundamental consistía en dar inicio al Programa en las jurisdicciones. A mediados de 1997 se creó la Dirección de Auditoría Médica con el objetivo de controlar el cumplimiento de los convenios generales, tanto de las prestaciones incluidas en la cápita, como de las excluidas. En el caso de las prestaciones capitadas la mira estaba puesta en observar la calidad de la atención, la accesibilidad a los servicios, el conocimiento de las obligaciones y compromisos establecidos en los convenios por parte de los prestadores y la difusión del Programa. En cuanto a las prestaciones fuera de cápita la función consistía en verificar la realización de prácticas y la entrega de elementos y medicamentos autorizados por el PROFE Central. También se realizaron en aquella época las primeras entrevistas a beneficiarios para relevar el conocimiento y la utilización de los servicios del PROFE, así como el cumplimiento de las prestaciones. Aunque en este año se comenzaron a bosquejar los proyectos de información epidemiológica y se formalizaron los procedimientos e instrumentos de auditoría, en general la Dirección desarrolló una línea de consolidación técnica acorde con la etapa que estaba transitando el Programa. Entre julio de 1997 y junio de 1999 se realizaron 879 auditorías de terreno, de las cuales 307 fueron efectuadas en las Regiones Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires (35%). En dicho periodo se entrevistaron 2137 afiliados en auditorías de caso destinadas generalmente a constatar el cumplimiento de prestaciones, la entrega de elementos y la satisfacción de los beneficiarios. Si bien el PROFE tenía una organización piramidal, desarrollamos estructuras matriciales en donde las líneas de responsabilidad horizontal - por ejemplo en base al conocimiento de una temática particular – se cruzaba con una línea vertical de responsabilidad geográfica dando lugar a múltiples interacciones que iban mas allá de las estructuras jerárquicas de una dirección o un departamento. En esta lógica cobró relevancia el sistema de petición y rendición de cuentas basado en “planes de trabajo”, en el cual cada uno de los trabajadores explicitaba sus tareas que eran consensuadas y dimensionadas grupalmente y que, posteriormente luego de un período uniforme para todos los involucrados, era evaluado también en forma grupal. Estos procedimientos organizacionales se extendieron a partir del año 2000 a toda la DNPM. Consideramos que este modelo de organización contribuyó a desarrollar y mantener la mística del equipo de trabajo generando canales de comunicación fluidos y una organización que tiende a una cultura de alta responsabilidad con procederes democráticos. En el año 1998 la DAM acentuó su protagonismo a partir de la auditoría de las entidades contratadas para la cobertura de odontología y para la provisión de elementos de óptica en las provincias en que estaban excluidas del convenio. A continuación se analizarán más en detalle tres casos, a nuestro entender muy representativos, de perjuicios al Estado Nacional, y donde auditoría jugó un papel central en conseguir la anulación de las dos licitaciones (odontología y óptica) y del contrato de las prestaciones médico-sociales (en la Provincia del Chaco). 7 Auditoría de la cobertura odontológica El relevamiento en terreno de la red odontológica y el análisis sistemático de la información prestacional presentada por la gerenciadora llevaron a la DAM a formular serias objeciones sobre la cobertura. Las anomalías comprobadas en terreno fueron múltiples. La red de prestadores incluía a algunos Profesionales que no habían sido contratados ni contactados y a otros que habiendo sido consultados se habían negado a formar parte de ella. Algunos de los consultorios eran inexistentes en la dirección declarada. La información prestacional, por su parte, también adolecía de serios defectos, la estadística mensual se incrementaba artificialmente con la inclusión de pacientes que no pertenecían al PROFE, o con la reiteración de prestaciones ya informadas. Con la estadística presentada por la propia gerenciadora, despejada de sus “errores”, se efectuó la evolución prestacional que puede verse representada en el Gráfico 3. Gráfico 3 NUMERO DE PRESTACIONES Y DE AFILIADOS ATENDIDOS EN ODONTOLOGIA ABRIL- NOVIEMBRE 98 9000 8000 7000 6000 N° de Prestaciones Noviembre Octubre Septiembre Agosto Julio Junio Mayo Abril 5000 4000 3000 2000 1000 0 N° de Afil. Atendidos Fuente: Elaboración propia en base a documentación de la Dirección Nacional de Prestaciones Médicas, año 2003. De la información del período de abril a octubre de 1998 se obtiene un promedio mensual de 5797 prestaciones y de 1550 afiliados atendidos. Teniendo en cuenta estas cifras prestacionales y el monto mensual abonado, (aproximadamente $218.2329) se calculó el valor por afiliado atendido, que ascendía a $140,79 y el valor por prestación que alcanzaba los $37,6510, valores indudablemente altos para el Estado Nacional y que superaban valores que cobraban Profesionales odontológicos de parte de la Medicina Prepaga del más alto nivel. 9 El valor de la cápita mensual abonada se calculó considerando el número de beneficiarios a la firma del contrato que era (319.052) y el valor capitario para la cobertura mensual ($0,684). 10 Téngase en cuenta que por prestación se entiende también la consulta para el llenado de la ficha odontológica. 8 Auditoría de la cobertura de óptica Para la auditoría del convenio licitado para la provisión de elementos de óptica el procedimiento más productivo fue el análisis de las estadísticas de provisión de elementos. En base a los datos de entrega presentados por la misma licenciataria y relacionándolos con la cápita pagada se calcularon los costos por elemento, los cuales alcanzaban niveles escandalosos. El estudio de la información prestacional permitió además analizar otros aspectos de la cobertura. A modo de ejemplo se reproducen las conclusiones correspondientes al análisis de marzo del 2000: • La razón de elementos provistos es de 3,96 por cada 100 afiliados por año, muy baja de acuerdo a las características de la población. • Con esta utilización, el precio promedio de cada elemento ascendía a $ 187,4511. • En cuatro, de las provincias licitadas el número de anteojos provistos no llegó a 30. • La cobertura geográfica con centros de atención y provisión de elementos, era muy baja: 5,5 centros por cada provincia incluida en el convenio; descontando la Provincia de Buenos Aires el promedio en las provincias restantes se reducía a 1,8. • El déficit de cobertura era crítico al interior de las provincias, ya que las ópticas estaban concentradas en las capitales. En cuatro de las doce provincias incluidas en el convenio no se habían registrado entrega de elementos en ópticas localizadas fuera de las capitales. • En la Provincia de Buenos Aires, la de mayor número de ópticas y de beneficiarios, importantes localidades no contaban con centros de la red que hubiera provisto elementos en el mes. • El 96,1% de los elementos provistos eran anteojos de cerca o de lejos, o sea los de menor costo. • La entrega de elementos en otros meses no fue mucho más generosa, de hecho el promedio de costo por anteojo entregado entre los meses de abril de 1999 y de marzo de 2000 fue de $ 214,39. En el gráfico 4 puede verse la evolución del gasto mensual promedio por anteojo entregado por la gerenciadora, en todas las provincias incluídas en la licitación en dicho período. GRÁFICO 4: EVOLUCIÓN DEL COSTO POR ANTEOJO PROVISTO. ABRIL 1999 - MARZO 2000. Evolución del costo por anteojo provisto. Abril 1999-Marzo 2000 Valor promedio por anteojo en el período $ 214 MES 600 VALOR 100.3 mayo 174.13 junio 167.03 julio 151.4 agosto 170.5 septiembre 148.41 octubre 166.68 noviembre 181.4 diciembre 179.5 Ene-00 564.6 febrero 381.2 Abr-99 400 200 C1 febrero diciembre octubre junio agosto abril 0 Fuente: Dirección Nacional de Prestaciones Médicas, año 2000. 11 Monto que se calculó tomando el valor capitario ($0,78) por el total de beneficiarios a la firma del contrato (194.662) dividido por el número de elementos entregados (810). 9 Para comprender el mecanismo que desemboca en la altísima rentabilidad obtenida por estas empresas es necesario no perder de vista algunas cuestiones que subyacen por debajo de estos convenios: las características demográficas de la población, sus condiciones sociales y culturales, sus necesidades, la demanda potencial y la demanda real, el tipo de contratación de la cobertura (por cápita o por prestación) y el valor capitario. Un porcentaje significativo de los afiliados PROFE son adultos mayores, hijos de familias numerosas o discapacitados y que por lo tanto presentan necesidades de cuidados en salud muy importantes y no siempre presentes, lo cual determina que a pesar de la existencia del derecho no hay una exigencia que se corresponda con el mismo y por lo tanto se establece una baja demanda. Lo anterior, se expresa en que la demanda potencial, por ejemplo, de tratamientos odontológicos y de anteojos o lentes de contacto es muy alta, pero la realidad demuestra que sus condiciones sociales y su historia de postergación crónica configuran una cultura poco demandante. En estos casos la modalidad de contratación por cápita no sólo es inconveniente en lo económico, sino también en lo prestacional, ya que las empresas ponen todo su empeño en disminuir la demanda. Lo que debería ser un contrato con riesgo económico para el prestador constituye, por las razones expuestas, un negocio con altísima y segura rentabilidad. Finalmente, el Estado termina pagando la simulación de un servicio. Se entiende que la satisfacción de las necesidades de esta población no está vinculada a la aplicación de técnicas de marketing que apunten a favorecer el incremento de la demanda, sino que tiene que ver con un Estado que de cumplimiento a la cuestión de la salud como derecho y a un ejercicio pleno de la ciudadanía. La dinámica de esta licitación es reveladora de circunstancias comunes en este tipo de contratos pero difícil de encontrar escritas a pesar de responder a lógicas y procedimientos comunes en la lógica organizacional y de funcionamiento de la Seguridad Social y fundamentalmente del PAMI. La licitación en función de los informes de auditoría fue dada de baja, pero poco tiempo después las autoridades de la DNPM con el obvio conocimiento de las autoridades superiores realizan un nuevo contrato con la misma empresa, esta vez sin licitación, sin que mediara cambio alguno de las circunstancias que motivaron la recisión. En los primeros meses del año 2000, como una de las primeras medidas de la DNPM, tomamos la decisión de finalizar dicho contrato Auditoría de Convenios Generales en la Provincia de Chaco Cuando en 1996 el PROFE comenzó la organización del sistema para la atención médico social, las autoridades de la provincia del Chaco rechazaron la propuesta de la SDS por lo que se decidió contratar a la gerenciadora privada que cubría la atención antes del traspaso desde el PAMI. En el año 1999 al declinar esta empresa la renovación del convenio se debió recurrir a una nueva gerenciadora, la que fue observada por la DAM desde los primeros meses por incumplimientos o defectos en la implementación de múltiples aspectos del convenio firmado. Los aspectos cuestionados mas importantes fueron los siguientes: a) ausencia de médicos de cabecera y/o efectores del primer nivel de atención, en numerosos departamentos y localidades, los propios responsables admitían la presencia de médicos de cabecera en sólo 12 localidades, a pesar de que la provincia cuenta con 24 departamentos; b) falta de establecimientos para la atención del segundo nivel de atención correspondiente a internación; c) insuficiente red de farmacias y de laboratorios de análisis clínicos; d) insuficiente red de odontólogos, con cobertura en sólo 17 localidades, además de limitación arbitraria e injustificada del número y la calidad de las prestaciones odontológicas, falta de cobertura de tratamientos de endodoncia, y limitación del número de prestaciones12; e) irregularidades administrativas como detección de cobros por prácticas incluidas en la cápita, inexactitudes en el listado de prestadores, direcciones inexistentes, Profesionales que no trabajan en la localidad consignada, y registro incorrecto de recetas expedidas. 12 Dos por mes, por profesional y un máximo de 12 prótesis por mes para toda la provincia. 10 Las observaciones realizadas por los auditores, respaldadas por actas y testimonios firmados por afiliados y prestadores, fueron discutidos con representantes de las gerenciadoras en las reuniones de comisión mixta. Los montos de penalización propuestos a la DNPM llegaron a constituir hasta un tercio de la cápita mensual facturada. Los reclamos de la DAM y la aplicación de las sanciones económicas generaron un estado de conflicto con la gerenciadora que fue demorando y suspendiendo los pagos a los efectores y terminó desertando de la cobertura. Los primeros servicios afectados fueron los de atención médica, odontológica y farmacéutica en ambulatorio. Más tarde se suspendieron los servicios de internación, las urgencias odontológicas, los traslados y las internaciones de geriatría y de salud mental. Finalmente se cortaron todos los servicios alegando el atraso en el pago de las mensualidades por parte del MDSMA. Los afiliados debieron recurrir al sistema público para la atención y solución de sus problemas. Para cubrir los últimos meses del convenio la DNPM solicitó la colaboración de la red de servicios hospitalarios de la provincia. La atención brindada fue facturada por los hospitales al MDSMA y descontada de la cápita correspondiente a la gerenciadora. A pesar de las irregularidades descriptas, de las penalizaciones económicas aplicadas y de las retenciones efectuadas para pagos a prestadores el MDSMA debió abonar por la cobertura de algunos meses como si la gerenciadora hubiera brindado la atención a satisfacción de las condiciones establecidas en el convenio. En el año 2000 el Ministerio de Salud de la Provincia firmó con el PROFE el convenio para la cobertura general integral. Epidemiología y Auditoría El grupo de epidemiología participó activamente en la planificación de las auditorías, produciendo información sobre la salud de la población a cargo y orientando las visitas en terreno. La construcción de un sistema de producción, procesamiento y análisis de información epidemiológica fue una meta expresa desde los comienzos de la actividad de la DAM. La función de este sistema estaba dirigida al conocimiento de la situación de salud de la población afiliada y a la orientación de las acciones de auditoría. Con este fin se confeccionó una propuesta de sistema de información epidemiológico para afiliados al PROFE compatible con los sistemas desarrollados en instituciones nacionales y provinciales a través de reuniones de trabajo con referentes de esos ámbitos desde mediados de 199813. Antes de formalizar la implementación del sistema se llevaron a cabo experiencias piloto en las provincias de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fé. Una vez evaluadas las experiencias se elaboró el borrador del proyecto que fue discutido en reuniones regionales con representantes de todas las provincias14. Se citan a continuación algunos de los aspectos metodológicos y operativos consensuados. Cada jurisdicción era responsable de la producción y el envío periódico de la información desagregada en formato magnético al área de Epidemiología del PROFE Central. La exigencia en cuanto a la cantidad y la calidad inicial, estaba adaptada a las posibilidades declaradas de cada jurisdicción, pero con el compromiso y la exigencia, de mejorarlos progresivamente hasta alcanzar niveles de calidad. El área de Epidemiología del PROFE Central a su vez, tomo responsabilidad de la capacitación técnica, la auditoría del sistema y la devolución de un informe con un análisis epidemiológico de los datos enviados y la evaluación de la calidad de la información provincial producida. Con respecto a las características de las bases de datos provinciales, se definió como 13 Es de destacar la colaboración y el diálogo con los referentes de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud del Ministerio de Salud de la Nación 14 Las regiones fueron las siguientes: Noroeste, Nordeste, Cuyo, Centro y Patagonia. Se realizaron reuniones individuales con la provincia de Buenos Aires y con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, debido a características particulares de estas jurisdicciones. Las reuniones se hicieron en cada región a excepción de las provincias del sur dónde se realizó en la sede central. 11 unidad de análisis al afiliado PROFE registrado en ocasión de alguna práctica o prestación de salud. Cada persona se identificaba con nombre, apellido y número de afiliado para posibilitar el rastreo de casos a nivel de individuo o de grupo de individuos de modo de poder orientar las acciones de auditoria. Las variables, como sexo, edad y diagnóstico principal15, fueron elegidas por su importancia epidemiológica, facilidad de obtención, y su presencia en instrumentos de uso rutinario por las juridiscciones provinciales. La información de mejor calidad fue la de mortalidad y los egresos hospitalarios, la de consultas ambulatorias era muy heterogénea en su calidad, de forma similar a lo que acontece en el país. Para simplificar su labor, se habilitó a las jurisdicciones el envío de diagnósticos en campos de texto libre, a expensas de mayor esfuerzo y trabajo para el nivel central, el que desarrolló un software codificador automático de diagnósticos denominado “Babel”. El Babel codificaba automáticamente diagnósticos en cadena de texto tomando como referencia la Lista de Morbilidad de la Clasificación Internacional de Enfermedades X Revisión16. La información epidemiológica debidamente procesada y analizada se integró a un documento denominado “Diagnóstico de Situación de Provincia”, en el que se desarrollaban cinco temáticas básicas: a) socio-demográfíca, b) conformación y distribución de las redes asistenciales y prestacionales, c) auditoría del sistema, d) análisis de morbimortalidad, y e) análisis del gasto. Este instrumento fue utilizado como una herramienta esencial para la gestión a nivel de las autorirdades del PROFE central y de las administraciones provinciales En la primera etapa, la información sobre el proceso salud-enfermedad-atención de los afiliados era generada de forma asistemática en las auditorías de terreno. Mas tarde con la implementación del sistema de información epidemiológica comenzó el procesamiento y el análisis de los datos presentados por las UGP y por las gerenciadoras o prestadoras privadas, en cumplimiento de las obligaciones acordadas en los convenios17. Este sistema permitió rediseñar estratégicamente los programas y los procedimientos de auditoría y caracterizar el perfil epidemiológico y de consumo de servicios de las provincias. La utilización de esta información constituyó un jalón evolutivo de orden cualitativo en la lógica de gestión del PROFE. La evaluación de las redes de servicio, y los análisis de utilización y de morbimortalidad fueron, además, el sustento objetivo utilizado para definir el posicionamiento de las jurisdicciones en el programa y en el Estado Nacional. Cabe aclarar que para que la epidemiología funcionara de la manera que planteábamos en el párrafo anterior, resultó fundamental el proceso de trabajo desarrollado prácticamente desde el comienzo del programa, junto a las contrapartes jurisdiccionales, que incluyó docencia y asistencia técnica por parte del nivel central en temas y técnicas epidemiológicas. De hecho, pudo comprobarse que algunas provincias incorporaron a la epidemiología como una importante herramienta de la gestión prestacional, logrando un aumento en la eficacia y eficiencia del programa. Al jerarquizar la lógica epidemiológica en la toma de decisiones se introdujo una nueva racionalidad, a partir del cual se subordinaron conceptos económicos a los indicadores epidemiológicos, con lo que se rescató el objetivo básico del Programa, el cuidado de la salud de la población. La primera base de datos creada por el área de epidemiología fue la base de sepelios y mortalidad. Su puesta en práctica sirvió al doble objetivo de auditar el otorgamiento del subsidio y de obtener información de mortalidad en la población de afiliados al programa. A través de este mecanismo de control pudieron detectarse anomalías como, la duplicación del pago de la prestación por el nivel central. La información de defunciones fue utilizada también para controlar la fidelidad de 15 En todos los casos se utilizaba el resguardo riguroso de la Ley de Secreto Estadístico. Se utilizó la Clasificación Internacional de Enfermedades X Revisión porque es la que utiliza el Programa de Estadísticas de Salud del Ministerio de Salud. El programa informático fue desarrollado por un asistente administrativo en menos de cuatro meses como complemento de sus tareas habituales, sin ningún costo extra para el Estado, el sueldo del administrativo era de $ 900. 17 Los convenios formulados en el año 2000, incluyeron penalizaciones económicas para las jurisdicciones que no cumplieran con la presentación de informes epidemiológicos solicitados. 16 12 los listados de información prestacional, fundamentalmente de internación geriátrica, detectándose numerosos casos de beneficiarios fallecidos que no habían sido dados de baja, o cuyo fallecimiento se había informado tardíamente, con lo cual se habían cobrado prestaciones con posterioridad al deceso. En el Gráfico 6 de distribución mensual de las solicitudes de cobertura de sepelio se observa la tendencia creciente en la obtención de información y la variación estacional con el incremento correspondiente a los meses de invierno. La caída de notificaciones a partir de Septiembre de 1998 se relaciona con el cambio de modalidad de pago del sepelio, de prestación por fuera de cápita a capitada. Lo cual genera dos posibilidades de interpretación, la falta de notificación de prestaciones brindadas por pérdida del interés económico, o lo que sería mas grave, la falta de cobertura por parte de las UGP en función de “maximizar ganancias”. Gráfico 5 E v o lu c ió n M e n s u a l d e S e p e lio s A u to riz a d o s P ro fe P e rio d o : 1 9 9 7 - 1 9 9 8 300 324 250 331 323 296 200 222 215 202 187 150 260 247 211 184 198 191 178 209 163 162 1 55 100 90 98 91 Dic -9 8 O c t-9 8 No v -9 8 S e p -9 8 Ju l- 98 A g o -9 8 Ju n -9 8 Ma y -9 8 A b r -9 8 Ma r - 9 8 Fe b -9 8 Dic -9 7 En e -9 8 No v -9 7 O c t-9 7 Se p -9 7 Ju l- 97 A g o -9 7 Ju n -9 7 A b r -9 7 Ma y -9 7 54 Ma r -9 7 0 52 Fe b -9 7 50 En e -9 7 N ú m e ro S e p e lio s A u to riz 350 M e se s Fuente: Dirección de Auditoría Médica año 1998. La recuperación de las lógicas fundante de la Epidemiologías, como el análisis de la mortalidad, y la construcción de indicadores señalados en los orígenes de la planificación a través del método CENDES-OPS, como los de morbilidad, mortalidad y utilización de los servicios-configuraron la base objetiva a partir de la cual se obtuvieron diferentes logros. En lo administrativo, la detección de errores en el padrón de afiliados18 y en lo económico, la utilización de tasas de uso y de consumo para el cálculo del valor capitario y para la discusión con cada jurisdicción. En lo que refiere a gestión, la elaboración de las carpetas de diagnóstico de situación de las provincias, con su perspectiva integradora constituyeron un instrumento esencial para las autoridades del PROFE central y para los responsables de las UGP e incluso resultó de utilidad para las autoridades sanitarias de algunas provincias. El área de Epidemiología fue el núcleo que con la reformulación de las estructuras en el año 2000 conformó el Departamento de Epidemiología. Otras Actividades Realizadas por la Dirección de Auditoría Médica En el año 1998 la CNPA “contrató”19 la instalación de un sistema informático para el registro de las autorizaciones y la liquidación de las prestaciones excluidas en los convenios capitados (SIA). La puesta en marcha de este sistema permitió a la DAM acceder a la información de consumo de prácticas y medicamentos excluidos de las cápitas. Con este material se realizó el primer análisis 18 Se debe recordar que la manipulación del padrón de afiliados constituye un mecanismo habitual de corrupción a partir de aumentar el número de los mismos (“inflar el padrón”) o demorar las bajas (“padrón sucio”), lo que ocasiona el pago de cápitas inexistentes. Este mecanismo se sostiene en la ausencia de respaldos informáticos históricos del listado de beneficiarios sobre los cuales se realizaron los pagos de cada mes, lo que imposibilita la auditoría de pagos capitados de manera retrospectiva. 19 Nunca se pudo acceder al contrato de referencia que posibilitó la instalación del sistema, que en realidad era un alquiler bajo la forma de tres o cuatro contratos de obra a personas de una empresa informática. 13 del gasto fuera de cápita, por rubro y por provincias, este trabajo constituyó uno de los pilares argumentales que esgrimió la DAM para proponer la modalidad de convenios capitados con cobertura integral. La elaboración del Estudio de Gastos fue una experiencia metodológica que se trasladó al Departamento de Contralor Administrativo de la Dirección de Control y Liquidación en el año 2000, y que sirvió de base para los análisis de gasto de las Unidades de Gestión Provinciales y para el cálculo de los valores capitarios al momento de renovarse los convenios. En el año 1998 al producirse el traspaso de la administración de las prestaciones especiales PROIDIS, Geriatría y Hemodiálisis crónica, del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados20 (INSSJP) al PROFE, se extendió el campo de la auditoría. La labor desplegada en su seguimiento fue extensa y relevante. Los aspectos más importantes y las conclusiones se desarrollan en los apartados correspondientes. A fines de 1999 la DAM constituía un equipo multidisciplinario consolidado, con Profesionales provenientes de la bioquímica, la psicología, la odontología, la informática, la sociología y la medicina en diferentes especialidades: auditoría, clínica, epidemiología, pediatría, psiquiatría, traumatología, nefrología y rehabilitación, que en el desarrollo de su labor había organizado las áreas de auditoría de sistema para el control del cumplimiento de los convenios generales y la de auditoría de prestaciones especiales para hemodiálisis, discapacidad y adultos mayores y había puesto en marcha el sistema de información epidemiológica. A través de su producción y capacidad técnica la DAM había logrado respeto y consideración tanto en el ámbito de la SDS como en las provincias. En el año 2000 con el cambio de Gobierno, las autoridades del flamante Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente reconocieron las cualidades técnicas y de gestión del grupo Profesional de la DAM y le prestaron21 el apoyo político necesario para acceder a la Dirección Nacional de Prestaciones Médicas. Las penalidades aplicadas durante el período enero-julio del 2000 a las diferentes jurisdicciones por incumplimientos de las actividades contractuales equivalieron al 69% del gasto total de personal de la DNPM. Mas allá de considerar que las penalidades signifiquen un éxito de la gestión del programa destacamos esta situación con el ánimo de destacar la posibilidad de ser eficientes en la gestión de fondos públicos. Prácticas Asilares Los modelos de atención para adultos mayores, en salud mental y discapacidad privilegiaron las internaciones y la inclusión de las personas en instituciones asilares y se caracterizaban por su medicalización. Nuestra propuesta intentó (con éxito dispar en las diferentes jurisdicciones y para las diferentes prácticas) desarrollar modalidades de atención alternativas, tales como las de acompañantes terapéuticos, cuidadores domiciliarios, casas de medio camino, entre otras. De hecho el Programa previó incentivos económicos para aquellas jurisdicciones que desarrollasen estas prácticas. En este camino, encontramos numerosos obstáculos motivados, muchos de ellos, en los intereses de las corporaciones de prestadores; en el desinterés de algunas administraciones jurisidiccionales y/o en estructuras cartelizadas que defendían sus intereses apelando a diferentes poderes del Estado. Los modelos asilares fueron impugnados desde una perspectiva que contemplaba la conservación y el desarrollo de autonomía del usuario en las acciones de cuidado – por lo que se incluyeron servicios ambulatorios y de apoyo en las actividades de la vida cotidiana como los cuidados domiciliarios -, pero también desde una perspectiva de análisis del gasto. En esta línea, asumimos que debido al envejecimiento de la población como consecuencia del 20 Se usaran de manera indistinta las siglas INSSJP y PAMI para referirse a la obra social de jubilados y pensionados. 21 Prestaron, ya que no lo dieron, y como todo lo prestado, al tiempo este apoyo debió ser devuelto 14 aumento de la expectativa de vida, y otros determinantes que vinculamos, en líneas generales con perfiles epidemiológicos y demográficos, los costos - de mantenerse un modelo de atención asilar - serán insostenibles para cualquier agente financiador, ya sea público o privado que tenga como objetivo universalizar la prestación. En síntesis consideramos que se impone, desde diferentes perspectivas de análisis, el desarrollo de modelos de atención alternativos a los asilares para la atención de adultos mayores, discapacitados y personas con padecimientos mentales; en este sentido el PROFE fue, durante nuestra gestión, una de las pocas organizaciones de la seguridad social que incursionó, con estas lógicas, en estas problemáticas. A continuación analizaremos algunas de ellas. Atención de Personas con Discapacidad El traspaso del Programa Integral para Personas con Discapacidad (PROIDIS)22 desde el PAMI al PROFE23 se realizó con la modalidad de transferencia completa, a paquete cerrado, con los beneficiarios, el sistema de modalidades de atención, el nomenclador y los prestadores. Visto desprevenidamente esto aparenta ser lógico y coherente dadas las características de la población involucrada, pero si se observa en detalle y en contexto y se analiza con atención se percibirá que la lógica que la sustenta es predominantemente económica. La simple mención del gasto en discapacidad y su comparación con el gasto de la cobertura total del PROFE puede dar una idea del peso económico que representa. Téngase en cuenta, por ejemplo, que el gasto de discapacidad correspondiente al mes de junio de 1998, era equivalente al 33.62 % del gasto mensual promedio del PROFE en el año 1998 (Cuadro 4). Cuadro 4: Gasto por PROIDIS y cobertura médico-social PROFE. Total mensual y mensual por beneficiarios. Año 199824. Cobertura Discapacidad PROFE Número de beneficiarios 3.650 324.315 Gasto mensual Total ($) 3.641.180 9.489.457 Gasto mensual por beneficiario ($) 1.027,00 29,26 Fuente: Dirección de Prestaciones y Servicios y Dirección de Control y Liquidación del PROFE. 22 El INSSJP crea el Programa Integral para Personas con Discapacidad (PROIDIS), enmarcado en la ley 22.431/81 (Sistema de protección integral de personas discapacitadas) en el año 1993. Las modalidades de atención del Proidis incluyen: estimulación temprana, educación pre-primaria, educación primaria, formación laboral, centro de día y centro educativo terapéutico. Por otro lado, como modalidades de asistencia incluye: residencia, hogares, pequeños hogares y transporte. Las instituciones prestadoras del PROIDIS son entidades privadas con y sin fines de lucro, como fundaciones, ONG y asociaciones de padres. Estas se incorporan por contratación directa previa categorización (según normas internas del INSSJP) de acuerdo a la estructura edilicia y el recurso humano, esta categorización dió origen a un nomenclador de precios con tres categorías para cada modalidad de atención. 23 El Decreto N° 292/95 que dispuso la transferencia de la atención de los beneficiarios de Pensiones no contributivas (PNC) del INSSJP a la Secretaria de Desarrollo Social exceptuó a los ex combatientes y pensionados por invalidez. El Decreto N°197 /97 que en su art. 25 establecía que a partir del 1 de enero de 1998 la SDS se haría cargo de la cobertura de hemodiálisis crónica, de atención geriátrica y de la discapacidad, se efectivizó a partir del 31/5/98. Por convenio celebrado el 31/5/99 la SDS y el INSSJP acordaron extender la cobertura para la atención de los pensionados no contributivos por discapacidad. La Ley de Presupuesto 24938, Art. 77 dispone que los gastos de las prestaciones medicas y sociales de PNC en los casos de invalidez serán incorporados a la SDS a partir del 01/01/99 La población transferida beneficiaria de P.N.C. pensionados por invalidez, bajo cobertura del PROIDIS puede dividirse para su análisis en dos grandes grupos: el grupo de pensionados código 91 afiliados al PAMI, y el resto de los códigos afiliados al PROFE. El total de esa población transferida en el mes de junio de 1998 fue de 3650 beneficiarios, de los cuales 3106 pertenecían al código 91 y 544 beneficiario al resto de los códigos. 24 La Cobertura PROFE se refiere a prestaciones médicas y sociales, capitadas y no capitadas; mientras que la Cobertura de Discapacidad se refiere a prestaciones específicas. El número de beneficiarios y el gasto mensual PROFE corresponden al promedio de 1998; mientras el número de beneficiarios y el gasto mensual total de Discapacidad (PROIDIS) corresponde a junio de 1998. Este grupo de PNC con cobertura PROIDIS se mantuvo diferenciado de la población general, aun con posterioridad al traspaso al ámbito de la SDS. El gasto correspondiente a este grupo no está incluido en el gasto PROFE. 15 El área de Discapacidad de la DAM consolidó y analizó los informes de auditoría y realizó una síntesis crítica del modelo de atención propuesto e impuesto por el PROIDIS. Las conclusiones más relevantes se citan a continuación. Las instituciones en general no establecen claramente los objetivos a alcanzar y no evalúan adecuadamente las prestaciones que brindan. Esto despierta falsas expectativas familiares y genera no pocas decepciones por supuestos objetivos que finalmente no se cumplen. En muchos casos los egresos obedecen a un criterio etario y no al cumplimiento de metas propuestas, como ocurre en los centros educativos terapéuticos y los centros de día. Las modalidades de atención son inespecíficas y poco objetivas, se acomodan y adecuan al envejecimiento de la población asistida de manera funcional a los intereses de los prestadores. Desde el paradigma institucional se idealizan conceptos como “rehabilitación de por vida y educación continua”, pensadas para su realización exclusiva dentro del ámbito institucional. Se esgrimen argumentos como “las familias no están capacitadas para la atención de los discapacitados”, “las familias tienden a aislarlos y a abandonarlos”, “las discapacidades requieren asistencia especializada”. Estos conceptos y argumentos, parciales y discutibles, sospechosamente apuntan a una de las primeras reglas del marketing “crear la necesidad del servicio que se ofrece”. Este modelo prestacional monopoliza y orienta la financiación hacia las instituciones (institucionalización en la práctica equivale a cronificación), y no permite una asignación de recursos más adecuada, la cual podría canalizarse a través del otorgamiento de subsidios directos a familias para favorecer la inserción en el núcleo familiar y en el medio social o estableciendo subsidios indirectos para implementar prácticas alternativas con mayor participación comunitaria, como la Rehabilitación Basada en la Comunidad. El PROIDIS responde fundamentalmente al déficit, actúa ineficazmente sobre la discapacidad, no está orientado a la prevención de discapacidades secundarias y no contribuye a desarrollar el rol del individuo como sujeto de la comunidad. Los discapacitados conforman una clientela, en el sentido económico y social del término. Las instituciones no interactúan con las familias y la comunidad. Es habitual que después de años de intervención no se comprueben efectos reales de integración social. Finalmente el individuo no tiene otra alternativa que permanecer institucionalizado (se origina población cautiva). Existe un notorio desaprovechamiento de los recursos del Estado. Por ejemplo en el caso de la educación especial, el sector público, teóricamente25, podría cubrir adecuadamente las necesidades de la educación especial inicial y básica con su red, cuya utilización disminuiría sensiblemente los costos y contribuiría a redistribuir en el ámbito público los recursos financieros del Estado. Las instituciones privadas están ubicadas en las grandes ciudades o en las capitales, lo que obliga a las familias de las localidades más alejadas a trasladarse o, lo que es más frecuente, decidir la internación permanente del discapacitado, produciendo la paulatina desvinculación del grupo familiar, es decir, aislamiento social que representa a su vez más dependencia de la institución. Con las conclusiones expuestas y con consideraciones de orden operativo la Dirección de Auditoria Médica propuso incorporar las prestaciones de discapacidad a la cápita integral en el año 2000. La propuesta no prosperó. Conspiró contra ella la poderosa resistencia ejercida por los prestadores a través de las autoridades y las cámaras que los representan, con el argumento de que la falta de experiencia de las Unidades de Gestión Provinciales en el trámite de autorización de las prestaciones podría retrasar y comprometer la continuidad de los pagos y que la discontinuidad de los planes pedagógicos o tratamientos terapéuticos y el cambio de personal de cuidado o Profesional afectaría el logro de las metas propuestas por la especial relación que establecen estas personas. Finalmente las autoridades de la CNPA, evaluaron la situación, y conscientes además de 25 Para ello habría que trabajar con las escuelas el imaginario de la integración de la discapacidad al ámbito escolar, además de fortalecer financieramente a aquellos establecimientos que reciban alumnos con discapacidad. 16 la gran repercusión del tema en la sensibilidad social decidió mantener el régimen de convenios directos con los establecimientos prestadores, pese a la oposición de la DNPM. Si bien en los convenios nuevos se introdujeron algunas mejoras, en cuanto al reconocimiento del pago de matrículas por modalidades educativas sólo a instituciones reconocidas por el Ministerio de Educación de la Nación, a la condición de dependencia del beneficiario (que implica el reconocimiento de un plus en el pago) y en relación con la presentación de informes prestacionales periódicos, el PROIDIS siguió constituyendo uno de los mayores consumidores de recursos económicos. Este alto costo y el mínimo impacto logrado hacen necesario replantear el papel del Estado en la reformulación de políticas independientes de los intereses del mercado para dar una respuesta adecuada a las necesidades reales de esta población y cumplir con el objetivo de su rehabilitación e integración social. Lamentablemente, en uno de los pocos casos en que el Estado ejerció su papel regulador, determinó un menú prestacional y un nomenclador arancelario a la medida de las instituciones prestadoras. El ejemplo no apunta a que el Estado resigne sus funciones sino que por el contrario, desde su condición de regulador, financiador y prestador, ejercite el rol que le corresponde con racionalidad y firmeza teniendo como objetivo la salud de la población. Atención de Adultos Mayores (Geriatría) Hasta el año 1998 la mayoría de los beneficiarios de pensiones no contributivas con prestación geriátrica se hallaba bajo cobertura del PAMI, que había contratado a una gerenciadora privada para la administración del servicio. En ese año se decidió el traspaso de esta prestación al PROFE, primero de los gastos y más tarde de la administración. En noviembre de ese año las autoridades de la CNPA firmaron una renovación del contrato con la gerenciadora incorporando al mismo la atención de afiliados PROFE. Para entonces la intervención del PROFE en la administración de la atención geriátrica consistía en el mero trámite de control de presupuestos presentados para otorgar la autorización automáticamente. No se investigaban las condiciones psicofísicas ni sociales del beneficiario, no se estudiaba la pertinencia de las indicaciones de internación ni se acreditaba a los centros prestadores. El gasto correspondiente a la atención geriátrica de este grupo no era despreciable ya que alcanzaba un monto mensual de $ 1.300.000.- equivalente al 13.7% del gasto total mensual por la cobertura médico social PROFE total. En el siguiente cuadro pueden compararse los gastos mensuales por internación geriátrica y por la atención médica y social del PROFE (Cuadro 5). Cuadro 5: Gasto por Internación Geriátrica y cobertura Médico Social PROFE, Total mensual, y mensual por beneficiario, Año 199826. Cobertura Número de Gasto mensual Gasto mensual por beneficiarios Total ($) beneficiario ($) Internación geriátrica 1.700 1.300.000 765,00 Médico social PROFE 324.315 9.489.457 29,26 Fuente: Dirección de Control y Liquidación del PROFE. Con el traspaso administrativo de la prestación geriátrica del PAMI comenzó también la labor de auditoría. Básicamente el monitoreo se orientó hacia dos aspectos, el administrativo y el prestacional. Al comienzo la única información recibida fueron los listados de prestadores y de afiliados internados. Posteriormente la gerenciadora envió información mensual de altas y bajas para la liquidación y el pago de prestaciones. La DAM encomendó al grupo de Epidemiología el trabajo de control de la información y organizó un grupo específico para auditar las prestaciones en terreno. 26 Cobertura PROFE se refiere a prestaciones médicas y sociales, capitadas y no capitadas. El número de beneficiarios y el gasto mensual PROFE corresponden al promedio de 1998. El número de beneficiarios y gasto mensual de internación geriátrica: según el convenio de traspaso de PAMI a PROFE firmado en junio de 1998. 17 El análisis de la información arrojó como resultado la observación de irregularidades como la incorporación de personas no afiliadas al padrón de internados, fallecidos no dados de baja y/o, fallecidos dados de baja varios meses después de la fecha de la defunción. Los auditores en terreno recibieron denuncias por retrasos injustificados y retenciones indebidas en el pago a las instituciones prestadoras y detectaron inexactitudes en el número del personal declarado, deficiencias en la calidad y variedad alimentaria, mal estado de conservación de los edificios y de las instalaciones sanitarias, falta de elementos de seguridad personal en escaleras y baños, y de elementos de seguridad general. Las observaciones de auditoría originaron una gran cantidad de propuestas de penalización económica. Las objeciones a la gestión de la gerenciadora finalmente determinaron la no renovación del convenio. La internación geriátrica se incorporó a las cápitas integrales en el rubro de las prestaciones de atención al adulto mayor, las cuales contemplaban y alentaban prácticas alternativas no asilares para preservar la integración social de los ancianos y evitar su aislamiento. En el Cuadro 6 se comparan los gastos por la cobertura internación geriátrica en 1998 con el gerenciamiento privado y en 2001 con la cobertura incluida en los convenios generales. Cuadro 6: Gasto por atención geriátrica, con Gerenciamiento privado (Año 1998) y con Cápita integral (Año 2001). Mensual total y por prestación mensual Número de Gasto mensual Gasto mensual por beneficiarios Total ($) prestación ($) Gerenciamiento privado 1.700 1.300.000 765,00 Cápita integral 1.286 544.851 424,00 Fuente: Dirección Nacional de Prestaciones Médicas del PROFE. Con el fin de integrar a los adultos mayores a planes de atención con alternativas no asilares, en marcha en algunas provincias, se contrató la inclusión de los afiliados PROFE a estos programas. Los beneficiarios que recibieron atención a traves de estos convenios especiales (530 personas) no están incluidas en el cuadro 6. Con ese objetivo se realizaron múltiples reuniones a lo largo del año 2000 con la Dirección General de la Tercera Edad del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con resultados negativos. Finalmente, a partir de mayo de 2001 las prestaciones geriátricas pasaron a ser gerenciadas por la ASI (Agrupación Salud Integral)27 a través de un convenio independiente de la cobertura de salud. Hemodiálisis Crónica Los pacientes con insuficiencia renal crónica tratados con hemodiálisis conforman dentro de los PNC una subpoblación de características particulares, son enfermos crónicos cuya supervivencia y calidad de vida dependen de un adecuado tratamiento, de relativa complejidad, muy oneroso (cuadro 7), y cuya única alternativa terapéutica es el transplante de riñón, en aquellos casos en que no está contraindicado. Cuadro 7: Gasto por hemodiálisis crónica y por cobertura médico social PROFE. Año 1998 Cobertura Número de Gasto mensual Gasto mensual por beneficiarios Total ($) beneficiario ($) Hemodiálisis crónica 824 1.617.512 1.963,00 Médico social PROFE 324.315 9.489.457 29,26 Fuente: Dirección de Control y Liquidación del PROFE. 27 ASI es la gerenciadora de salud que constituye la Unidad Ejecutora del PROFE, según lo dispuesto por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 18 Los hemodializados desde el punto de vista de su condición patológica y su restringida capacidad laboral son potenciales beneficiarios de PNC, salvo que perciban algún haber jubilatorio. Esta situación determina que la prevalencia entre los PNC sea mucho más alta que en la población general. Hecho que se intensifica a medida que el PROFE se va conociendo y los dializados a cargo de las provincias obtienen su PNC y se incorporan al Programa. Esto explica la importancia de este rubro en el gasto total y su progresivo aumento. El tratamiento dialítico requiere además del equipamiento específico, la realización de la fístula arteriovenosa, controles periódicos de radiología y de laboratorio, vacunación contra hepatitis B, medicamentos, entre ellos la eritropoyetina de muy alto costo, vitaminas y transporte. Para obviar trámites y disminuir las dificultades y demoras administrativas, la cobertura contratada para los beneficiarios fue la de módulo integral mensual, es decir con la inclusión de todas las prestaciones. Las características de la población bajo tratamiento dialítico presentaba distintas características: sólo el 4% de la misma recibía diálisis peritoneal (más económica e invasiva que la hemodiálisis); las causas mas frecuentes de la insuficiencia renal crónica fue de causa no determinada; la distribución por sexo era prácticamente igual; el 42,5% de los pacientes no estaba inscripto en lista de espera para transplantes; mas de un tercio de la población llevaba mas de seis años de diálisis; las edades de los pacientes abarcaban todos los grupos de edad pero se concentraban principalmente entre lo s 35 y 59 años. Al momento de la transferencia de los PNC a la SDS el grupo de pacientes hemodializados quedó bajo afiliación del PAMI. En 1998 se traspasó la cobertura de hemodiálisis al PROFE, manteniéndose la atención médica de PAMI. Las auditorías en terreno de las instituciones de tratamiento dialítico dieron un resultado satisfactorio en general respecto de la calidad de la prestación. Pero desde el punto de vista económico, la DAM cuestionó fuertemente el carácter cuasi monopólico obtenido con el nucleamiento de las instituciones y la unificación de los precios, ya que cualquier discusión sobre los precios chocaba contra el arancelamiento uniforme defendido por los prestadores28. La inclusión de la hemodiálisis crónica en los convenios generales capitados para evitar el contrato intermediado de la prestación arrojó resultados positivos en cuanto a la disminución de los precios en varias jurisdicciones, ya que las UGP pudieron discutir directamente las condiciones con los prestadores locales. En el Cuadro 8 puede verse la disminución del gasto por beneficiario obtenida al obviar la intermediación de la gerenciadora. Cuadro 8: Gasto en Hemodiálisis crónica, Gerenciamiento privado Año 1998 y Cápita integral Año 2001. Número de Gasto mensual Gasto mensual por beneficiarios Total ($) beneficiario ($) Gerenciamiento privado 824 1.617.512 1.963,00 Cápita integral 51129 1.760,00 898.507 Fuente: Dirección de Control y Liquidación del PROFE. Los proyectos presentados por algunas provincias en el año 2000, para utilizar los remanentes de las transferencias para financiar la instalación de equipos de hemodiálisis en hospitales públicos chocaron contra la decisión de la presidencia de la CNPA la cual negó la autorización, basada en que la aplicación de las transferencias en bienes de capital no estaba contemplada en los convenios 28 La experiencia de la licitación del INSSJP para la cobertura de hemodiálisis crónica en el año 2000 que había impuesto un valor de $1.600 por el módulo mensual y en la que no hubo presentaciones demuestra el carácter cuasi monopólico de la oferta prestacional. 29 La disminución en el número de beneficiarios se debe a que se hace referencia únicamente a los afiliados PROFE. El grupo de hemodializados que había sido transferido desde el PAMI en 1998 había vuelto a estar bajo su administración en virtud de un acuerdo firmado en mayo de 1999. Contabilizando este grupo (788 personas en diálisis), el total de pacientes hemodializados bajo financiamiento PROFE alcanzaba un total de 1309 beneficiarios. 19 correspondientes. A partir de los convenios del 2001 se incorporó una cláusula que autorizaba esta utilización, previa conformidad de la presidencia de la CNPA. La situación planteada por la hemodiálisis muestra que el mercado no funciona como un campo de libre competencia sino como un sistema en el que los precios no dependen de la relación de costos y ganancias y de la competencia sino de la estrategia corporativa de los prestadores para unificar los precios de la oferta y multiplicar su capacidad de presión. En una cuestión crítica como ésta, el Estado no sólo debe participar como financiador pasivo sino que debe actuar también como regulador de la actividad, sin tampoco renunciar a su papel como prestador. Hemofilia La atención de la población con hemofilia y cobertura de PNC alcanza el número de 200 sobre un total estimado para el país de 1.653 enfermos. Del total de 200 pacientes hemofílicos con cobertura de PNC, sólo 48 dependen directamente del PROFE y los restantes 152 son atendidos por PAMI y financiados por PROFE. La distribución etárea de los mismos es muy amplia. Esta patología es un claro ejemplo de patología de baja frecuencia con alto impacto económico. Si bien el uso de medicamentos no es predecible, el gasto osciló entre valores de $70.000 a $ 100.000 por año para la población con dependencia directa de PROFE. La auditoría de esta patología demostró serias irregularidades como la facturación de medicación no entregada a los pacientes y facturación de traslados y prestaciones no realizadas. El Gasto PROFE El presupuesto de la CNPA para el año 1999 fue de $ 834.619.769 (monto equivalente a casi el 60% del presupuesto del MDSMA de los cuales se destinaron a las Pensiones no Contributivas $643.160.016; a la Atención Médica de beneficiarios de Pensiones no Contributivas $ 173.547.692; a la Atención Social de los Beneficiarios $14.482.500 y a la coordinación, supervisión y administración $ 3.429.561. El gasto por la cobertura médico social de las pensiones no contributivas, puede dividirse para facilitar su análisis en el correspondiente a los convenios generales capitados, firmados con las jurisdicciones provinciales para la cobertura de la atención médico social general, y el gasto por la cobertura de las prestaciones excluidas en estos convenios generales (ambas corresponden a afiliados PROFE) y las transferencias realizadas de manera directa por la SDS, posteriormente el MDSMA, al PAMI (estos últimos no necesariamente son afiliados al PROFE pero si pertenecen a las PNC. Los convenios generales fueron ampliando el abanico de prestaciones incluidas a medida que se fueron renovando, lo cual no sólo mejoró la calidad prestacional, al eliminar procedimientos burocráticos que entorpecían y retardaban la realización de las prácticas o la provisión de medicamentos y elementos, que excluidos de las cápitas, requerían la autorización emitida desde el nivel central, sino que además significó una disminución del gasto, como puede verse en el Cuadro 9. 20 Cuadro 9: Gasto PROFE por convenios generales y por prestaciones excluidas años 1998, 1999, 2000 y 200130. Afiliados Convenios Generales ($) Prestaciones excluidas ($) Total ($) Año total país Afiliado/mes Monto anual Afiliado/mes Monto anual Afiliado/mes Monto anual 1998 324.315 $20,12 $78.302.614 $9,14 35.570.869 29,26 113.873.483 1999 326.837 $22,63 $88.755.856 $3,99 15.648.956 26,62 104.404.811 2000 2001 311.493 307.326 $22,14 $82.757.460 $22,83 $84.195.031 $2,64 $2,88 9.868.098 10.621.186 24,78 25,71 92.625.558 94.816.217 Fuente: Dirección de Control y Liquidación del PROFE. Es importante recordar que la reducción de costos experimentada entre los años 1998 y 2001 (Cuadro 9) no está relacionada con recortes en la cobertura médico social, sino que por el contrario, esta se fue ampliando hasta abarcar el máximo de prestaciones en los años 2000 y 2001. En el año 1996, los convenios incluían las prestaciones médicas de los niveles I, II y III, sobre la base de una red conformada básicamente por el médico de cabecera, los especialistas, las instituciones de internación y los efectores de prácticas de alta complejidad. La cobertura de medicamentos en ambulatorio estaba acotada a un listado que se proveía a través de las farmacias hospitalarias y las privadas contratadas. Numerosas prestaciones y prácticas estaban excluidas, lo cual obligaba a las partes a efectuar complicados trámites de autorización que burocratizaban y demoraban inútilmente la realización o provisión de las mismas. El valor de cápita estipulado para todas las jurisdicciones era de $20,00. En el año 1997 se incluyeron dentro de la cápita, sin modificar su valor, la provisión de material descartable de uso continuo; los estudios de diagnóstico por imágenes de alta complejidad nomenclados y no nomenclados; los medicamentos oncológicos no incluidos en los protocolos provinciales y los medicamentos ambulatorios especificados en el Formulario Terapéutico Nacional COMRA. En agosto de ese año se suscribió con la provincia de La Pampa el primer convenio con cobertura integral, a un valor capitario de $24,50. Entre los años 1998 y 1999 se intentó, sin mucha convicción por parte de la DNPM, la generalización de la modalidad de cobertura integral, sin que pudiera cumplirse el objetivo en forma total, ya que algunas jurisdicciones y las gerenciadoras privadas sostuvieron una amplia gama de excepciones. Las prestaciones que pasaron a estar incluidas en los convenios integrales fueron: internación geriátrica; rehabilitación pasados los sesenta días sin tope de cobertura; sepelios; tratamiento de alcoholismo y adicciones; elementos de óptica; hemodiálisis crónica; implante y/o transplante de tejidos u órganos; odontología general, endodoncia con prótesis móviles; prótesis y órtesis en todas sus formas; psiquiatría pasados los treinta días de internación; prótesis valvulares, marcapasos; factores antihemofílicos; cobertura de SIDA; material descartable de uso continuo en ambulatorio e internación; atención de discapacidad en establecimientos especializados y programas especiales. También se incorporaron innovaciones de carácter administrativo: cobertura de las derivaciones de afiliados cuando no se pudieran brindar las prestaciones en su lugar de origen, cobro de la cápita condicionado a la presentación de informes epidemiológicos, de calidad de atención y de prestaciones especiales (geriatría, discapacidad y hemodiálisis), apertura de la historia clínica de cada beneficiario empadronado dentro de los seis meses de iniciado el convenio, difusión del PROFE entre todos los beneficiarios y el personal de salud provincial por todos los medios de difusión masiva y sostenimiento de la partida presupuestaria genuina para el sector salud sin utilizar los fondos del PROFE en su reemplazo. 30 El Gasto excluido en 1998 se calculó sobre la base de autorizaciones emitidas entre enero-mayo, y el número de afiliados promedio para el mismo período. El Gasto excluido 1999 y 2000 corresponde a montos liquidados; mientras el Gasto excluido 2001 se calculó sobre la base de montos liquidados del período enero-septiembre. 21 Los valores de las cápitas del año 1999 se estimaron inicialmente en base a la cápita anterior y los gastos históricos por las prestaciones no capitadas. Los valores definitivos fueron establecidos por decisión política en una escala que iba de $19 (Formosa, Jujuy, Misiones, etc.) a $38 (Tierra del Fuego) con una media de $23. Para cubrir las prestaciones de óptica y de psiquiatría en aquellas jurisdicciones donde quedaron excluidas, se suscribieron convenios capitados con gerenciadores privados, a un valor mensual de $0.78 y $0.90 por cápita respectivamente. En el año 2000 se generalizó la modalidad de convenios con cobertura integral y se adoptó por primera vez una metodología racional y objetiva, basada en estadísticas de utilización de servicios, informes de calidad de atención y teniendo en cuenta los diferentes costos regionales, para la determinación de los valores capitarios. La aplicación de esta metodología representó un cambio medular en la elaboración y negociación de los valores capitarios con las provincias. A partir de ese año se incorporaron en todos los convenios las coberturas de internación geriátrica, que estaba excluida en algunas provincias y de hemodiálisis crónica, que no estaba contemplada en seis jurisdicciones. El gasto por esas prestaciones, por su condición de servicios permanentes y de alto costo, fueron considerados para el cálculo del valor capitario de cada convenio. También se generalizó a todos los convenios la cobertura de internación psiquiátrica aguda y crónica, de odontología general y endodoncia, la provisión de elementos de óptica, el tratamiento de alcoholismo y adicciones, de Sida, de hemofilia y los sepelios. La modalidad de cobertura integral permitió realizar un ahorro considerable y un control prestacional más cercano, ya que se transfería la responsabilidad a las provincias. Además estimuló la utilización de las redes públicas provinciales de atención médica y social. El ahorro obtenido con la implementación de las cápitas integrales se calculó en un valor de ocho millones sobre un presupuesto total de aproximadamente cien millones. Los convenios del 2000 incorporaron por primera vez la cláusula que establecía la deducción de $0,50 por cápita para la constitución del fondo para la cobertura de gastos por transplantes de órganos, estudios pretransplantes y controles postransplantes. La evolución del gasto por afiliado PROFE, por convenios generales y por prestaciones excluidas entre los años 1998-2001 puede observarse en el gráfico 7. El gasto administrativo del PROFE central en el año 2000 no superó el 4,8% con un gasto promedio mensual en personal para ese año de $ 180.000 para una dotación promedio en el año de 90 agentes. La puesta al día, durante el año 2000, de un atraso mayor a seis meses en las transferencias de cápitas a las provincias y los posteriores pagos en tiempo y forma significó un alivio económicofinanciero para las distintas jurisdicciones y fortaleció el funcionamiento del programa durante el transcurso de ese año. El aumento registrado en los valores de cápita del 2001 con relación al año anterior, se explica por el incremento de la demanda en prestaciones cuyo gasto era considerado para el cálculo del valor capitario (v.gr. hemodiálisis) y a una relativa pérdida en la capacidad de negociación de la Dirección Nacional de Prestaciones Médicas por retrasos en el envío de las transferencias y por una significativa reducción en el número de afiliados debido a las bajas producidas en la población de pensiones graciables. 22 Gráfico 7: Gasto PROFE por afiliado, por convenios generales y por prestaciones excluidas. Años 1998, 1999, 2000 y 2001. $40,00 $30,00 $20,00 $10,00 $0,00 AÑO1998 AÑO1999 AÑO2000 AÑO2001 prestaciones excluídas convenios generales Fuente: elaboración propia a partir de datos de DNPM. En el PROFE, como en otros programas, los servicios no son pagados por los usuarios en forma directa, sino que es el Estado Nacional, el que actúa como financiador, oficiando así de intermediario entre la población que a través de los impuestos constituye las rentas generales y la población o la parte de ella que utiliza los servicios contratados por el PROFE. Funcionando, por lo tanto, como un mecanismo articulador de diferentes sectores, los afiliados, los prestadores y las autoridades provinciales y nacionales. De su conducción depende que este mecanismo se incline hacia la defensa de los intereses de los afiliados o tienda a favorecer los intereses de prestadores o gerenciadores. Las decisiones administrativas en el PROFE, hasta las aparentemente neutras e inocuas, pueden desencadenar importantes consecuencias económicas, políticas y sociales. El PROFE, en sus inicios, fue un claro exponente de la imperfección del mercado de la salud, en el cual la oferta de servicios “encorsetó” a la demanda. Lo anterior tenía un claro reflejo en la estructura del gasto donde por ejemplo en el año 1999 el 46% del gasto, $78.373.78831, quedaba ligado a prestaciones por fuera de cápita. Ese total a su vez se distribuía de la siguiente manera; discapacidad (el 52% con $40.791.600), diálisis (el 30% con $23.255.548), geriatría (el 14% con $ 11.203.440) y otras prestaciones el restante 4% con 3.22.440 donde resultaba central la atención psiquiátrica. Esas prestaciones por fuera de cápita que consumían el 46% del gasto implicaban la atención de no más de 10 mil beneficiarios, mientras el resto del gasto (54%) era destinado para los restantes 410.000 beneficiarios. Tan preocupante como lo anterior, era el análisis y la proyección del gasto, donde se observaba de manera muy clara como el monto anual destinado a las primeras prestaciones avanzaba sobre el gasto de las prestaciones que recibían mas del 90% de los beneficiarios, en esa dinámica y ante presupuestos fijos la variable de ajuste era de quienes carecían de capacidad de lobby, la inmensa mayoría de los beneficiarios, donde se encontraban básicamente los beneficios otorgados a las madres de siete hijos y a los mayores de 70 años. Un claro ejemplo de inequidad. 31 Incluye el gasto correspondiente a PNC afiliados a PAMI y a PROFE 23 No pocas veces encontramos en auditorías en terreno situaciones de familias en extrema pobreza, por ejemplo madre con mas de siete hijos, que recibían del Estado una pensión de $150, pero que además ese Estado, pagaba por servicios de salud, a los cuales en general no accedían por cuestiones geográficas y/o culturales un valor de $20 por cada integrante de la familia, siempre y cuando no tuvieran una enfermedad crónica tipo discapacidad o insuficiencia renal donde se incrementaba la transferencia en no menos de $1500 a $2000 mensuales. Es decir, que teníamos casos de familias de extrema pobreza de no menos de 8 integrantes donde el Estado Nacional gastaba como mínimo $160 pesos en asistencia médica y sólo $ 150 en asistencia directa, el ejemplo es de por si claro acerca como en determinadas situaciones se constituyen situaciones de medicalización e ineficiencia del gasto social y también de como se puede lucrar con el dolor ajeno. Gasto PROFE estimado en base a valores de cápita PROFE y PAMI para igual período (año 2000) Periódicamente, tal vez a instancias de prestadores nostálgicos de antiguas ganancias, se dejaron oír los rumores del regreso de los PNC al seno del PAMI. Como ejemplo de lo anterior basta recordar que a fines de 1998, por decisión del Interventor del PAMI, se intentó la vuelta de las Pensiones No Contributivas al INSSJP. Esta situación motivó una clara oposición de las provincias, las que autoconvocadas en la ciudad de Buenos Aires a propuesta de los Ministerios de Salud de Catamarca, La Pampa y Corrientes, decidieron resistir y oponerse a la propuesta en una actitud unánime a pesar de sus diferentes pertenencias políticas. Las 18 provincias reunidas, exigieron al Secretario de Desarrollo Social la permanencia del Programa en el ámbito de la Secretaría, aún a costa de una reducción presupuestaria, esgrimida por la SDS como necesaria para la subsistencia del programa en su órbita. Este episodio, de autoconvocatoria de las provincias para la defensa de un programa, representa un hecho no frecuente en el país y que puso de manifiesto el interés y la importancia que el Programa Federal de Salud tenía para las jurisdicciones. En el año 2000, coincidente con el gran despliegue logístico, técnico, administrativo y mediático montado por el INSSJyP para licitar la cobertura de las prestaciones médicas y sociales en todas las jurisdicciones, volvió a repetirse la amenaza del retorno al PAMI. Para establecer un parámetro comparativo, y para rebatir las propuestas de sectores interesados en impulsar la privatización de los servicios del PROFE, la Dirección de Control y Liquidación del PROFE realizó un análisis comparativo del gasto estimado de la cobertura médica y social según los valores pagados por el PROFE y el PAMI a sus prestadores, en el siguiente cuadro pueden verse los gastos estimados por afiliado y por el total de los afiliados PROFE y los montos de ahorro mensual y anual resultantes de la diferencia entre ambos gastos. Cuadro 10: Valores de cápita PROFE y PAMI por cobertura médica y social, Gasto y ahorro estimado mensual y anual, año 2000 en base a población PROFE. Ahorro ($) (B) – (A) Concepto Cápita PROFE Cápita PAMI Gasto mensual ($) Gasto mensual ($) Por mes Por año (A) (B) 23,00 42,47 19,47 233,56 Por afiliado Total de afiliados (310.150) 7.135.953 13.172.595 6.036.642 72.439.708 Fuente: Dirección Nacional de Prestaciones Médicas. Año 2000 El costo estimativo PROFE de la cobertura médica y social para 310.150 beneficiarios ascendía a $7.135.953 por mes32. Con esos recursos el PAMI hubiera brindado similar cobertura a 168.023, es 32 No se incluyó el costo del tratamiento de discapacidad (PROIDIS) puesto que el costo es idéntico para ambas instituciones. 24 decir al 54% de los beneficiarios del PROFE. En otras palabras, la atención de los 310.150 beneficiarios PROFE desde el PAMI hubiera costado un 85% más. Fondo Solidario de Trasplante La demanda potencial de transplantes por parte de los beneficiarios de pensiones no contributivas es, por su propia naturaleza, mayor a la esperada en la población general. Por la concentración de pacientes con enfermedades invalidantes y especialmente por los casos de insuficiencia renal crónica, cuya población es tributaria necesaria de esta alternativa terapéutica. Según las estadísticas mundiales, coincidentes con las de nuestro país, la mitad de los pacientes en hemodiálisis ingresan a las listas de espera para transplantes renales. A los cuales debe agregarse, además, los casos de insuficiencia hepática, enfermedades cardíacas, pulmonares y hematológicas irreversibles, etc. que también podrían requerir transplantes. Para enfrentar con mayor equidad el riesgo económico, y teniendo en cuenta la existencia de antecedentes legales para la creación de un fondo para la cobertura de trasplantes (Ley 24.193 Art.49). La DNPM propuso en el año 2000 a las jurisdicciones adoptar esta metodología, todos los representantes aceptaron la propuesta y se incorporaron al sistema. En el año 200033 se incorporó a los convenios la cláusula que establecía formalmente la creación del Fondo Solidario de Transplante (FST) en virtud de la cual las provincias autorizaban al Ministerio a debitar de la facturación mensual el valor de cincuenta centavos ($0,50) por afiliado a efectos de cubrir los gastos producidos por trasplantes de riñón, cardíaco, cardiopulmonar, pulmonar, hepático, corneal, pancreatorrenal, de médula ósea y de hueso, por estudios previos inherentes a la evaluación técnica o la viabilidad médica de la intervención y por la procuración del órgano o tejido y cirugía de ablación, por estudios posteriores al trasplante y por la medicación inmunosupresora durante un año a partir de la fecha de la intervención. Se acordó también que en el caso de que los fondos retenidos para la cobertura fueran insuficientes, el MDSMA se haría cargo del faltante. La Dirección Nacional de Prestaciones Médicas organizó un equipo especializado para el asesoramiento de las Unidades de Gestión Provincial en los temas relacionados y para orientar la derivación a los centros de alta complejidad de Buenos Aires, para contrarrestar la enorme influencia de los centros privados más promocionados y poderosos. La DAM realizó un relevamiento específico para controlar la inclusión de los pacientes en hemodiálisis en las listas de pacientes para transplante. En enero de 2001 el MDSMA habilitó una cuenta especial para el fondo que permitió la acumulación de los remantes del ejercicio anterior. Los convenios del año 2001 incorporaron a la cobertura del Fondo la medicación para el tratamiento de la enfermedad de Gaucher y para la Fibrosis Quística. De acuerdo al balance del FST del año 2001 el total acumulado (años 2000-2001) alcanzó los $ 3.368.500 en tanto que el monto liquidado por las 272 prestaciones autorizadas fue de $ 1.497.159. De esta manera el ejercicio arrojó un remanente de $1.871.341. El FST es un excelente ejemplo de solidaridad entre las jurisdicciones. Su implementación benefició fundamentalmente a algunas provincias con bajo número de afiliados que tuvieron que cubrir transplantes. En esos casos el gasto autorizado superó ampliamente el monto retenido para el fondo. 33 Estos convenios tuvieron vigencia desde abril a diciembre de 2000, ya que durante los primeros meses por cuestiones de plazos administrativos se prorrogaron los convenios del año 1999. 25 Conclusiones La gestión reseñada ha constituido una experiencia compleja, cuyo balance arroja importantes resultados positivos, y también algunos negativos. De los aspectos positivos del período bajo análisis destacamos por su relevancia: el conformar redes de atención, básicamente públicas, en la mayoría de las jurisdicciones del país; revertir un esquema que privilegiaba la solidaridad invertida con generación de fuertes superávits que implicaban la privatización de fondos públicos34; estimular el desarrollo del primer nivel de atención en varias provincias a través de médicos generalistas; avanzar sobre el poder de las corporaciones de prestadores y estimular el desarrollo de prestaciones alternativas a las asilares, en el tratamiento y contención de adultos mayores, salud mental y discapacitados; desarrollar la epidemiología como herramienta de gestión a un nivel inusual en el país tanto a nivel de la seguridad social como del propio PAMI; implementar de manera pionera y con gran éxito un fondo solidario para enfermedades de baja frecuencia y alto costo. Siempre consideramos que el sistema público era el prestador más adecuado, de hecho, es el prestador histórico “natural” para la población PROFE, porque sus redes, a través de las unidades de salud son las que abarcan mayor extensión, lo que favorece la accesibilidad y porque en la mayoría de las jurisdicciones los hospitales públicos son las instituciones que cuentan con la mayor complejidad, lo que les da mayor capacidad resolutiva. Además las redes públicas mantienen una permanencia a través del tiempo, que los prestadores privados no siempre pueden asegurar, y tienen una responsabilidad permanente e inexcusable. Pero existe otro hecho, que parece externo al Programa pero que en realidad lo contiene. El sector público es el que asiste a todo un sector de la población que padeciendo prácticamente las mismas condiciones de desventajas y carencias de los PNC, no califican administrativamente para acceder a una pensión. Madres con seis o menos hijos, discapacitados cuya invalidez de acuerdo a los baremos utilizados es menor al 76%, adultos mayores con 69 o menos años, y todo el resto de la población que no puede acceder a los sistemas privados o de seguridad social. Fortalecer el sector público, asignarle recursos económicos es una forma directa de hacerlo, equivale a aportar a la equidad en salud. Todos estos factores fueron tenidos en cuenta ante cada situación en la que hubo posibilidades de elección entre prestadores públicos y privados. ¿Público o privado? No se trata sólo de definiciones políticas o prejuicios ideológicos, simplemente estamos reseñando una experiencia. Pero sería injusto no aclarar que las maniobras que permitieron “excesivas” ganancias, en determinados períodos, tuvieron la connivencia de funcionarios que con ineptitud voluntaria o involuntaria favorecieron estos intereses en negocios o negociados que llegaron a orillar el margen de lo ilícito o a cruzarlo. Aunque también no pocas veces fueron funcionarios nacionales y/o provinciales quienes impidieron la concreción de esos hechos. Lo anterior explica el rápido ahorro que se consigue desde la DNPM en los primeros meses del año 2000 con la reducción en valores de cápitas y de prestaciones, ahorro cercano a los ocho millones de pesos sobre un presupuesto de cien millones. El PROFE, demuestra la imperfección del mercado de la salud, en el cual la oferta de servicios “encorseta” a la demanda. En la modalidad de contratación con pago por prestación, hay tres 34 La dinámica que se revela en el PROFE es de larga data en el Sector Salud y responde a la siguiente lógica: mientras un efector, en general privado cobra la cápita, otro efector, en general público, da la prestación (solidaridad invertida o subsidio cruzado). Este “fenómeno” tiene una larga historia en los afiliados PROFE dentro del PAMI y explica porque el 10% de la población PROFE que es retirada de la cápita del PAMI en el año 1996, en un principio no es jerarquizada por los prestadores, quienes demoran en darse cuenta que el porcentaje mayor de ganancias que obtenían de la población PAMI provenía de esa población transferida ahora al PROFE, ya que en su gran mayoría eran atendidos por el sector público sin que el mismo cobrara nada. Ello revela como el 10% de la población no representa el 10% de las ganancias sino mucho más. Tardaron en reconocerlo, también el sector privado tiene malos sistemas de información epidemiológicos, y cuando quisieron recuperar la población se encontraron con un frente constituido por un buen número de administraciones provinciales que no permitieron se les retirara la población a cargo como fue relatado con anterioridad. 26 ejemplos que ilustran con claridad la forma de funcionamiento del mercado de la salud en nuestro país. En el caso de hemodiálisis, vimos como los prestadores corporativamente presentaron una oferta con precio único. En la atención de discapacitados (PROIDIS) no sólo hay una lista de precios únicos, nomenclador generado en el ámbito del Estado35, aunque con categorías, sino también una oferta prestacional predeterminada oportunamente (por los prestadores). El de geriatría fue un ejemplo paradigmático de medicalización extrema, de mercantilización de la atención de las necesidades sociales y de gerenciamiento doloso. Cuando las contrataciones fueron con la modalidad de pago por cápita, como en odontología y óptica, la regla fue la subprestación. La falta de difusión y el desestímulo de la demanda terminaron convirtiendo a valores capitarios bajos, en precios exorbitantes a valor calculado pro las prestaciones efectivamente dadas. Un análisis de la tasa de frecuencia de determinadas afecciones, como por ejemplo hemodiálisis, discapacidad y hemofilia muestra valores muy por encima de la población general. Así se concluye que determinadas patologías que no son rentables en su financiamiento, pero si altamente rentables para quien da la prestación pasan a ser financiadas por el Estado Nacional que se constituye en quien se hace cargo de la parte no rentable del “negocio” de la salud. Un punto relevante en nuestra experiencia indica que a pesar de las normas que rigen el funcionamiento burocrático del Estado Nacional pudo instrumentarse un régimen contractual que incentivó aquellas políticas y prácticas sanitarias que se estimulaban desde el nivel central del Programa. La renovación de convenios del año 2001, utilizo criterios convenidos en los contratos del año 2000, que incluían el rendimiento de cada una de las jurisdicciones en términos de producción de información epidemiológica y prestacional y la evaluación del nivel central en base a las auditorías realizadas y las penalidades aplicadas en razón de los incumplimientos contractuales. Estos criterios constituyeron una escala para el cálculo de las cápitas. Las transferencias económicas del Programa a las provincias constituyó una de las principales fuentes financieras para los Ministerios de cada jurisdicción, por no estar ligados a compromisos más allá de la cláusula contractual que exigía la solidaridad del gasto, inclusive mas allá de la población PROFE. Lo anterior posibilitó en distintas administraciones provinciales fuertes inversiones en personal o bienes de capital. Los casi cien millones de pesos que se transfirieron cada año a las provincias en los años 2000-2001, mas allá de su correcta administración o no, conseguía establecer criterios de equidad de los cuales carece el sector salud en Argentina. Nuestra experiencia corrobora que la epidemiología es una herramienta fundamental en la gestión de un Programa de salud relacionado al campo de la seguridad social como es el PROFE. Esta disciplina orientó las acciones de auditoría y evaluación en cada una de las jurisdicciones, permitió una negociación de los convenios prestacionales centrada en los problemas de salud de la población beneficiaria desalentando, de esta manera, prácticas clientelares y de asignación de recursos sobre la base de análisis exclusivamente económico financieros. Para la gestión de los programas del Estado que, como el PROFE, ejercen funciones intermediarias entre los recursos públicos y los efectores de servicios existen tres condiciones básicas de funcionamiento: la transparencia administrativa, la producción y el análisis de información y la comunicación. Estas condiciones, incumplidas en los comienzos del Programa conspiraron contra la calidad administrativa y se constituyeron en factores condicionantes de su efectividad y eficiencia, por lo que la DAM las convirtió en objetivos estratégicos inmediatos. Estos objetivos, a medida que se fueron alcanzando pasaron a ocupar el lugar que les corresponde en el mecanismo de gestión, el de medios para la consecución de los verdaderos objetivos. En salud, se pueden oponer pensamientos alternativos, no sólo al dogma neoliberal, sino a cualquier otra lógica centrada en lo económico. Con sólo orientar el interés hacia la atención de la salud del beneficiario la percepción se modifica y los planteos se acomodan a los problemas Desde esta perspectiva es fácil comprender que son los prestadores y las modalidades 35 Entendiendo al Estado como arena de lucha en la que confrontan diversos intereses y donde no siempre prevalece el interés común. 27 prestacionales los que deben adaptarse a las personas, a las dificultades y a su entorno familiar y social y no a la inversa, es decir, los servicios no deben formar parte de los problemas sino de las soluciones. Imponer los lineamientos estratégicos no fue fácil ni gratuito, hubo que vencer la resistencia tenaz de las corporaciones, las gerenciadoras y los prestadores. La oposición, previsiblemente, no fue sólo de afuera, sino también de adentro. ¿Por qué a partir de fines del año 2000 el PROFE comienza un proceso de descomposición? Es parte del sentido común que el Estado “no echa a nadie” y esto es parcialmente cierto. Porque, el hacer lo que “no hay que hacer”, es decir cumplir con la misión y objetivos de la organización, o priorizar los intereses de los afiliados, no pocas veces es causa de despido, sumario o cese de contrato. La estructura del Estado esta diseñada de una manera tan compleja y tortuosa que pareciera más fácil ser corrupto que honesto. Los aliados para un “negocio” se ven con mucha frecuencia, piden entrevistas o llaman por teléfono, en cambio, los beneficiarios, en su mayoría, hay que ir a buscarlos porque desconocen sus derechos. La falta del ejercicio de ciudadanía y diseños organizacionales “oscuros” atentan contra el desarrollo de una democracia adulta. Este problema no se resuelve sólo con discursos y/o personas éticas, para lograr esto último habría que pensar en clonar a San Francisco. Es necesaria una profunda revisión de los diseños organizacionales, de manera de aumentar la transparencia de los actos de gobierno y establecer procesos por los cuales los funcionarios den cuenta públicamente del resultado de su gestión, porque también no pocas veces el problema no es la corrupción sino la incapacidad lo que caracteriza una experiencia de gestión de un programa o una institución. En lo anterior, resulta imprescindible establecer sistemas de petición y rendición de cuentas bajo la forma de contratos de gestión y proyectos de trabajo. También entendemos que la construcción de un Estado fuerte es imposible sin el ejercicio de la ciudadanía plena de todos sus habitantes, sin excepción. Los debates internos, ideológicos, políticos, estratégicos, la reflexión y los enfrentamientos con algunos representantes de intereses corporativos privados o públicos, fueron consolidando la confianza mutua y el espíritu del equipo, el que en base a los valores compartidos, configuró una mística que se expresó en una voluntad de trabajo y un compromiso con los objetivos del programa que se preservaron aun en los momentos de mayor inestabilidad político organizacional del programa. La experiencia expuesta muestra cómo un grupo huérfano y libre de apoyo político evolucionó en un Programa del Estado, a fuerza de trabajo e ideas propias con las que fue imprimiendo su impronta y sobre las que fue instalando las bases de un proyecto.para acceder a los máximos niveles de conducción de uno de los programas de salud con mayor presupuesto del Estado Nacional. Asimismo destaca la viabilidad de una forma diferente de gestionar desde la seguridad social basada en información demográfica, epidemiológica, de consumos, económica-financiera, entre otras, articuladas y complementadas en un sistema de información unificado útil para fundamentar la toma de las decisiones. Es interesante comprobar, en este sentido, cómo la implementación de propuestas eminentemente técnicas produjo los efectos y las consecuencias políticas y estratégicas, que le permitieron a acceder a los niveles de decisión. Si bien el artículo toma el período 1997-2001 como objeto de reflexión, no podemos dejar de hacer referencia a la situación del programa a la fecha de terminar de redactar este artículo (enero del 2004). En el período 2002-2003, el PROFE sufrió un proceso definitivo de desarme de toda su lógica. Durante el 2002 pasa a la órbita del Ministerio de Salud, pertenencia que aun mantiene y retornan así las viejas prácticas de los orígenes del Programa. En la actualidad no existe el área de Epidemiologia, el cuerpo de auditores quedó reducido a cuatro personas y se volvieron a centralizar las prestaciones de alta rentabilidad. Se vuelve a caer en una considerable demora en las transferencias de los pagos a las jurisdicciones provinciales. Todo ello acompañado de un proceso de despidos y/o “traslados” que diezmaron al resto del equipo que también hizo posible esta experiencia. 28 En el trasfondo de la experiencia, y más allá de las cuestiones técnicas, nunca dejó de latir el sentimiento de que el trabajo en una estructura del Estado implica poder extender los límites de la función médica para ejercer una inserción institucional en el medio social promoviendo la participación activa de todos los actores. Simplemente, las enfermedades son a veces cuestiones privadas, pero la Salud es siempre un asunto público. Esta experiencia demostró también que los organismos de la Nación y de las provincias pueden tener una relación productiva, que trascienda el simple mecanismo de intercambio de dádivas económicas por compromisos políticos. La Nación y las provincias pueden interactuar y complementar sus esfuerzos, sin que se comprometan sus identidades políticas. Creemos que la experiencia registrada en el PROFE es valiosa por los resultados alcanzados, el flanco de gestión estatal sobre el cual más golpean los ideólogos privatistas, pero fundamentalmente lo es por la forma concomitante y progresiva en que se fueron consolidando el grupo humano y el Proyecto PROFE, aspectos que apenas fueron mencionados en este trabajo y que esperamos desarrollar en otra oportunidad. Lamentablemente, debemos reconocer que no todos los objetivos fueron alcanzados. Al fin de la gestión, la atención de los discapacitados a través del Proidis y la internación de adultos mayores seguía consumiendo buena parte del presupuesto del PROFE, los precios de las prestaciones dialíticas no se habían disminuido a los niveles de razonabilidad esperados, en algunas jurisdicciones la calidad de atención no alcanzó el nivel que los beneficiarios merecían y en el tema de medicamentos no se pudo avanzar mas allá de asegurar el derecho a los medicamentos incluidos en el Formulario Terapéutico Nacional COMRA. Las prestaciones odontológicas y ópticas no alcanzaron el nivel de demanda que la población seguramente requiere. Si bien el Programa se abrió al diálogo y a la participación activa dentro de su estructura y con las provincias, no alcanzó a brindar el espacio de opinión que los beneficiarios deberían tener en el ámbito del PROFE. Creemos que a pesar de sus defectos, esta experiencia ha implementado un modelo organizativo con algunas innovaciones que seguramente se irán incorporando a otros programas del Estado36. Glosario de Siglas ANSES: Administración Nacional de Seguros Sociales ASI: Agrupación Salud Integral CNPA: Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales CBA: Canasta Básica de Alimentos CBT: Canasta Básica Total COMRA: Confederación Médica de la República Argentina. CORES: Consorcio de Regiones Sanitarias 36 Una opinión muy diferente sobre el PROFE, a la que mantiene este artículo, puede encontrarse en el Reporte N° 26144-AR del Banco Mundial del 21 de Julio del 2003, titulado El Sector Salud Argentino: Situación Actual y Opciones para Mejorar su Desempeño. El texto mencionado está en el anexo VI, dos anexos más atrás el mismo documento explicita los beneficios de un Seguro de Salud Materno Infantil. El lector está en libertad de formarse una opinión al respecto. 29 DAM: Dirección de Auditoría Médica DNPM: Dirección Nacional de Prestaciones Médicas FST: Fondo Solidario de Transplante INSSJP: Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados MDSMA: Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente PAMI: Plan de Atención Médica Integral del INSSJP. PNC: Pensiones No Contributivas PROFE: Programa Federal de Salud PROIDIS: Programa de Atención Integral para Personas con Discapacidad SDS: Secretaría de Desarrollo Social 30