Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 178/2006. Ponente: Ilma. Sra. Dª. Mª Luisa Segoviano Astaburuaga GARANTIAS POR CAMBIO DE EMPRESARIO: sucesión de empresas: efectos: pérdida de la cualidad de representantes de los trabajadores: desestimación: cambio de titularidad: centro de trabajo que conserva su autonomía. LIBERTAD SINDICAL: procedimiento adecuado: basta con que formalmente se sustancie como una pretensión de tutela; lesión del derecho: conducta antisindical respecto de las organizaciones sindicales o los representantes sindicales en la empresa: crédito horario: denegación a representante unitario de los trabajadores. El TSJ desestima el recurso de suplicación interpuesto por la parte demandada contra Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 2 de Valladolid, de fecha 24-02-2006, en autos promovidos sobre reclamación de tutela de derechos fundamentales. En Valladolid a veinticuatro de febrero de dos mil seis. La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, sede de Valladolid, compuesta por los Ilmos. Sres. anteriormente citados ha dictado la siguiente SENTENCIA En el Recurso de Suplicación núm.178 de 2006, interpuesto por Industrias Vallisoletanas SL contra sentencia del Juzgado de lo Social Dos de Valladolid (Autos 1212/05) de fecha 11 de octubre de 2005 dictada en virtud de demanda promovida por UGT contra Industrias Vallisoletanas SL, sobre TUTELA DE DERECHOS FUNDAMENTALES, ha actuado como Ponente la Ilma. Sra. Doña Mª Luisa Segoviano Astaburuaga. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO Con fecha 16 de septiembre de 2005 se presentó en el Juzgado de lo Social de Valladolid Dos demanda formulada por UGT en la que solicitaba se dictase sentencia en los términos que figuran en el Suplico de la misma. Admitida la demanda y celebrado el juicio, se dictó sentencia en los términos señalados en su parte dispositiva. SEGUNDO En referida Sentencia y como Hechos Probados constan los siguientes: «I.-Con fecha 7-5-03 se celebró votación en la empresa Central Lechera Vallisoletana, SA, con denominación comercial Lauki y centro de trabajo en Avd. Santander 2, de Valladolid, en proceso electoral promovido por CC OO, preaviso de 24-1-03, resultando elegido el Comité de Empresa compuesto por nueve miembros, entre ellos Jesús Luis y Lázaro, de UGT. II.-En el transcurso del año 2004, parte de la actividad de Central Lechera Vallisoletana, SA, con CCC NUM000, es absorbida y continuada por la nueva mercantil, Industrias Lácteas Vallisoletanas, SL, con CCC NUM001, pasando aproximadamente 130 trabajadores a esta última, que se subroga en todos los derechos y obligaciones de la primera, a la que se adscriben los citados trabajadores miembros del Comité. III.-Central Lechera Vallisoletana, SA cuenta con una plantilla a enero de 2005 de 39 trabajadores, distribuidos en departamentos de control de gestión, dirección financiera, contabilidad, administración comercia y ventas y reparto, entre otros; por su parte Industrias Lácteas Vallisoletanas, SL cuenta con una plantilla a enero de 2005 de 127 trabajadores, asignados a departamentos de dirección técnica, laboratorio, mantenimiento, pasterización, calderas, envasado, y almacenes y muelles, finalmente, Lactalis Compras y Suministros, SL cuenta con una plantilla aproximada de 7 trabajadores, distribuida en departamentos de administración y recogida, operando todas ellas en el mismo centro de producción sito en esta ciudad, Avenida de Santander, 2, bajo la misma denominación comercial de Lauki, actuando en definitiva bajo una misma dirección y control de gestión. IV.-Desde el punto de vista de la gestión de personal las tres empresas actúan desde un único departamento de Recursos Humanos, que gestiona de manera unificada todas las plantillas, formación y facultades disciplinarias. Igualmente la empresa mantiene desde dicho departamento la relación con el comité de empresa en todos sus ámbitos de actuación en aplicación e interpretación del convenio, como comunicaciones de sanciones, establecimiento de calendarios, e información en general de tiempos, presencias, costes laborales, plantillas, etc. V.-Con fecha 21-4-05 tiene entrada en la Oficina Territorial de Trabajo preaviso de Celebración de elecciones, número de registro de entrada NUM002, a celebrar en la empresa Industrias Lácteas Vallisoletanas, SL, como elección total, afectando a una plantilla de 130 trabajadores, presentado por Confederación General de Trabajo (CGT), estableciendo como fecha de inicio del proceso el 1 de julio de 2005. VI.-Con fecha 3-5-05 se presenta escrito de impugnación formulado por Comisiones Obreras y previos los trámites oportunos se dictó Laudo el 13-2-05 por el que se anuló el citado preaviso electoral. VII.-Tal Laudo no fue impugnado. VIII.-A lo largo del año 2005, tanto Lázaro como Jesús Luis han interesado de la empresa el disfrute del crédito horario que la sido autorizado. IX.-El 5-8-05 los citados miembros del Comité solicitan el disfrute de crédito horario para el 11 de agosto siguiente y la empresa se lo deniega fundamentando tal denegación en que «no son miembros del Comité de Empresa y por tanto tampoco representantes de los trabajadores». TERCERO Interpuesto Recurso de Suplicación contra dicha sentencia por el demandado, fue impugnado por el demandante. Elevados los autos a esta Sala, se designó Ponente, acordándose la participación a las partes de tal designación. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO La sentencia de instancia, desestimando las excepciones invocadas por la demandada, estimando parcialmente la demanda formulada por UGT frente a Industrias Vallisoletanas, SL, en reclamación de Tutela de los Derechos de Libertad Sindical y derechos fundamentales, declaró que la conducta empresarial de 5 de agosto de 2005 vulnera el derecho a la libertad sindical y, frente a dicha sentencia, se interpone recurso de Suplicación por la representación letrada de la demandada Industrias Lácteas Vallisoletanas, SL Al amparo del apartado a) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) interesa la reposición de los autos en el estado en que se encontraban antes de producirse la infracción de normas o garantías de procedimiento, es decir, antes de admitirse a trámite la demanda. Alega el recurrente la excepción procesal de inadecuación de procedimiento, aduciendo que las cuestiones controvertidas en este asunto distan mucho de encuadrarse en el marco del derecho de libertad sindical, y por tanto, el procedimiento seguido es inadecuado, máxime si tenemos en cuenta el restringido y excluyente ámbito de actuación y las pretensiones que se puedan deducir en un procedimiento de esta índole tan especial. Continua razonando que tratándose las cuestiones controvertidas de representación unitaria (comité de empresa) y no de representación sindical, se ha incurrido en vicio procesal de inadecuación de procedimiento, infringiéndose normas esenciales de procedimiento que irremediablemente conducen a nulidad de actuaciones. El Tribunal Supremo en sentencia de 19 de enero de 2005, recurso de Casación 27/04 ( RJ 2005, 1570) , con cita de la sentencia de 18 de septiembre de 2001 ( RJ 2001, 8448) , ha establecido «lo que se ha solicitado en la demanda es justamente la protección jurisdiccional de un derecho fundamental frente a una supuesta o real agresión frente al mismo, y la vía procedimental para encauzar esta reclamación es justamente el proceso especial de tutela de la libertad sindical y demás derechos fundamentales utilizada por la parte recurrente. Cosa distinta es, como sigue diciendo la sentencia citada, que la petición de la demanda haya de ser atendida, porque realmente esté protegida por el derecho fundamental invocado, pues como ya precisó «nuestra sentencia de 6 de octubre de 1997 ( RJ 1997, 7191) » lo decisivo a efectos de la adecuación del procedimiento no es que la pretensión deducida esté correctamente fundada y deba ser estimada, sino que formalmente se sustancie como una pretensión de tutela, es decir, que se afirme por el demandante la existencia de una violación de un derecho fundamenta». Ello es así porque «la contrapartida de la utilización de este cauce procesal privilegiado...» es el ya referido principio de cognición limitada, de acuerdo con el cual sólo se pueden enjuiciar en esta modalidad procesal las «lesiones directas» de los derechos fundamentales sentencia del Tribunal Supremo 18 de mayo de 1992 ( RJ 1992, 3560) , es decir, no las «infracciones simples» de las normas del ordenamiento jurídico (sentencia del Tribunal Supremo 6 de octubre de 1997 derivadas de una interpretación errónea o incorrecta de las mismas (sentencia del Tribunal Supremo 18 de mayo de 1992, sentencia del Tribunal Supremo de 24 de enero de 1996 ( RJ 1996, 193) , sino las «violaciones» (o «agresiones», o «atentados») de tales derechos fundamentales. Aplicando la anterior doctrina al supuesto debatido y, dado que en el suplico de la demanda textualmente consta: « SUPLICO AL JUZGADO tenga por presentado este escrito se digne en admitir y por TUTELA DE LOS DERECHOS DE LIBERTAD SINDICAL Y DERECHOS FUNDAMENTALES tras los trámites legales oportunos se señale día y hora para la celebración del juicio por el que se dicte sentencia y declare la nulidad de la conducta del empleador, solicitando de igual forma una indemnización de SEISCIENTOS EUROS por daños», es evidente que el demandante está solicitando la protección de un derecho fundamental y, en consecuencia, es adecuada la modalidad procesal utilizada, a saber el cauce previsto en el artículo 175 y siguientes de la Ley de Procedimiento Laboral. SEGUNDO Con el mismo amparo procesal alega falta de legitimación activa del sindicato accionante, alegando que, en virtud del artículo 175.1 y 2 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , corresponde la legitimación, en su caso, al trabajador, pudiendo el sindicato, personarse en los autos como coadyuvante. El motivo ha de ser asimismo rechazado. En efecto, a tenor de lo establecido en el artículo 175.1 de la Ley de Procedimiento Laboral «cualquier trabajador o sindicato que invocando un derecho o interés legitimo considere lesionados los derechos de libertad sindical podrá recabar su tutela a través de este proceso, cuando la pretensión sea de las atribuidas al orden jurisdiccional social». El Tribunal Constitucional en Sentencia 17/05 de 1 de febrero de 2005 ( RTC 2005, 17) ha establecido lo siguiente: «Planteada así la cuestión, debe recordarse en primer lugar que, conforme a reiterada doctrina de este Tribunal, el derecho a la libertad sindical proclamado por el art. 28.1 CE ( RCL 1978, 2836) garantiza, en su vertiente individual, el derecho del trabajador a no sufrir consecuencias desfavorables en la empresa por razón de su afiliación o actividad sindical, de suerte que el derecho a la libertad sindical queda afectado y menoscabado si el trabador resulta perjudicado por el desempeño legítimo de la actividad sindical. Por ello, la libertad de afiliarse a un sindicato y la libertad de no afiliarse, así como el desarrollo de la actividad inherente a la legítima actuación sindical en el ámbito de la empresa, para defender los intereses a cuyo fin se articulan las representaciones de los trabajadores, constituye una "garantía de indemnidad", que veda cualquier diferencia de trato por razón de la afiliación sindical o actividad sindical de los trabajadores y sus representantes en relación con el resto de los trabajadores. Asimismo, el derecho a la libertad sindical (art. 28.1 CE), en su vertiente colectiva; y en virtud de una interpretación sistemática con el art. 7 CE y del canon hermenéutico sentado por el art. 10. 2 CE, integra derechos de actividad y medios de acción de los sindicatos que, por contribuir de forma primordial a que el sindicato pueda desarrollar las funciones a las que es llamado por el citado art. 7 CE, constituyen el núcleo mínimo e indispensable de la libertad sindical, sin el cual ese derecho fundamental no sería reconocible. De este modo, como repetidamente ha declarado nuestra doctrina, la libertad sindical comprende el derecho a que los sindicatos realicen las funciones que de ellos es dable esperar, de acuerdo con el carácter democrático del Estado, lo que supone el derecho a llevar a cabo una libre acción sindical, comprensiva de todos los medios lícitos y sin indebidas injerencias de terceros. En coherencia con dicho contenido constitucional, este derecho fundamental tiene su desarrollo en la Ley Orgánica 11/1985 de 2 agosto ( RCL 1985, 1980) , de libertad sindical (LOLS), donde se establece, que, en el plano colectivo, el derecho de libertad sindical comporta que las organizaciones sindicales, en el ejercicio de la libertad sindical, tengan derecho al "ejercicio de la actividad sindical en la empresa o fuera de ella" [art. 2.2 d) LOLS. Por tanto, la libertad sindical se integra por los derechos de actividad y los medios de acción que, por contribuir de forma primordial a que el sindicato pueda desarrollar las funciones a las que es llamado por el art. 7 CE, constituyen el núcleo mínimo e indispensable de la libertad sindical. Entre estos derechos de actividad y medios de acción que constituyen el núcleo mínimo e indisponible de la libertad sindical este Tribunal ha venido incluyendo el derecho a la negociación colectiva, a la huelga y a la promoción de conflictos. Pero el derecho fundamental a la libertad sindical se integra no sólo por su contenido esencial, sino también por otros derechos o facultades adicionales atribuidos por la propia Ley Orgánica de libertad sindical y otras normas o convenios -participación institucional, facultad de los sindicatos para promover y participar en las elecciones para órganos de representación de los trabajadores, nombrar en su caso los correspondientes delegados sindicales, etc.-, de forma que los actos contrarios a este contenido adicional, en el marco de su regulación infra-constitucional son también susceptibles de infringir el art. 28.1 CE». Aplicando la anterior doctrina al supuesto debatido resulta clara la legitimación del sindicato para solicitar la tutela de la libertad sindical en su vertiente colectiva. TERCERO Con el mismo amparo procesal alega la excepción procesal de falta del debido litis consorcio pasivo necesario. Aduce, en esencia, el recurrente que la relación jurídico procesal vuelve a estar mal construida, y por ende, viciada de nulidad radical, toda vez que no han sido demandadas y por tanto traídas al pleito, dos entidades a las que el resultado del mismo va a afectar de manera directa y que sin embargo no han podido defenderse y alegar lo que a su derecho conviniera en el mismo, causándolas grave y evidente indefensión «ex» art. 24 CE ( RCL 1978, 2836) , siendo las mercantiles Central Lechera Vallisoletana, SA y Lactalis Compras y Suministros, SL. Si una de las cuestiones que se suscitan en el asunto de referencia es precisamente si la condición de miembro del comité de empresa de Central Lechera Vallisoletana SA, permanece cuando estos miembros entran en la plantilla de Industrias Lácteas Vallisoletanas SL, la parte entiende que, al menos, debió traerse al pleito a la empresa Central Lechera Vallisoletana SAL, incluso también a la empresa Lactalis Compras y Suministros, SL, toda vez que se plantea si la plantilla de las tres empresas es representada por el antiguo Comité de Empresa de Central Lechera Vallisoletana, SA. El motivo no ha de tener favorable acogida ya que, tal como resulta del relato de hechos probados de la sentencia de instancia: Primero: Con fecha 7-5-03 se celebró votación en la empresa Central Lechera Vallisoletana, SA, con denominación comercial Lauki resultando elegido el Comité de Empresa compuesto por nueve miembros, entre ellos Jesús Luis y Lázaro, de UGT. Segundo: En el transcurso del año 2004, parte de la actividad de Central Lechera Vallisoletana, SA, es absorbida y continuada por la nueva mercantil, Industrias Lácteas Vallisoletanas, SL, pasando aproximadamente 130 trabajadores a esta última, que se subroga en todos los derechos y obligaciones de la primera, a la que se adscriben los citados trabajadores miembros del Comité. Tercero: Central Lechera Vallisoletana, SA cuenta con una plantilla a enero de 2005 de 39 trabajadores, distribuidos en departamentos de control de gestión, dirección financiera, contabilidad, administración comercia y ventas y reparto, entre otros; por su parte Industrias Lácteas Vallisoletanas, SL cuenta con una plantilla a enero de 2005 de 127 trabajadores, asignados a departamentos de dirección técnica, laboratorio, mantenimiento, pasterización, calderas, envasado, y almacenes y muelles, finalmente, Lactalis Compras y Suministros, SL cuenta con una plantilla aproximada de 7 trabajadores, distribuida en departamentos de administración y recogida, operando todas ellas en el mismo centro de producción sito en esta ciudad, Avenida de Santander, 2, bajo la misma denominación comercial de Lauki, actuando en definitiva bajo una misma dirección y control de gestión. En consecuencia, al encontrarse los dos trabajadores, Jesús Luis y Lázaro, miembros de UGT, prestando servicios en la empresa Industrias Lácteas Vallisoletanas, SL es esta mercantil la legitimada pasivamente pues, la sentencia que se dicte producirá efectos única y exclusivamente respecto a la misma. CUARTO Al amparo del artículo 191 b) de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , invocando los documentos obrantes a los folios 186 a 195, interesa la revisión de los hechos probados segundo y tercero, a fin de que se les adicione lo siguiente: «Las tres empresas resultantes, Central Lechera Vallisoletana, SA, Industrias Lácteas Vallisoletanas SL y Lactalis Compras y Suministros, SL, constituyen tres entidades mercantiles jurídicamente independientes y con plantillas de trabajadores perfectamente separadas. La plantilla de Central Lechera Vallisoletana SA, ha pasado sólo en parte a Industrias Lácteas Vallisoletanas SL». No procede la revisión interesada ya que, en primer lugar, los documentos obrantes a los folios 186 a 190 y 192 a 194 son documentos unilateralmente elaborados por la hoy recurrente, por lo que no son idóneos a efectos revisorios. En segundo lugar, los documentos obrantes a los folios 191 y 195 son resoluciones de la TGSS asignando un código de cuenta de cotización a la empresa «Lactalis Compras y Suministros SA» e «Industrias Lácteas Vallisoletanas SA», respectivamente, que nada acreditan respecto al hecho que se pretende adicionar de que se trata de entidades mercantiles jurídicamente independientes y con plantillas de trabajadores perfectamente separadas. Por último el hecho de que solo ha pasado parte de la plantilla de Central Lechera Vallisoletana a Industrias Lácteas Vallisoletanas, SL, además de no resultar de los documentos invocados, ya consta en los hechos probados segundo y tercero. QUINTO Con el mismo amparo procesal, invocando los documentos obrantes a los folios 24, 25 y 42 a 92, interesa la revisión del hecho probado cuarto, a fin de que presente la siguiente redacción: «desde el punto de vista de la gestión de personal las tres empresas actúan desde un único departamento de Recursos Humanos, que gestiona de manera unificada todas las plantillas, formación y facultades disciplinarias. Igualmente la empresa se ha visto obligada, desde el año 2004 y por razones de urgencia y mera operatividad, a mantener desde dicho departamento una relación con el antiguo comité de empresa de Central Lechera Vallisoletana, SA, en concretos y urgentes ámbitos de actuación en aplicación e interpretación del convenio, como comunicaciones de sanciones, establecimiento de calendarios e información en general de tiempos, presencias, costes laborales, plantillas, etc.». No procede la revisión interesada ya que los documentos obrantes a los folios 24 y 25 no son idóneos a efectos revisorios, pues se trata de las manifestaciones unilaterales que la hoy recurrente efectuó en la comparecencia efectuada ante el árbitro el día 16 de mayo de 2005. Los documentos obrantes a los folios 42 a 46, 54, 55, 63, 69 77 y 85, son comunicaciones internas, elaboradas unilateralmente por la hoy recurrente, que nada acreditan a efectos revisorios. Los documentos obrantes a los folios 87 a 92 consisten en la entrega de la propuesta de calendario laboral formulada por la hoy recurrente al comité de empresa; que no acreditan los datos que el recurrente pretende adicionar. Por último, los restantes documentos son las actas de las reuniones del comité de seguridad y salud que tampoco acreditan los hechos que el recurrente pretende adicionar. A mayor abundamiento hay que señalar que el recurrente no ha identificado de forma suficiente los documentos o pericias en que fundamenta la revisión, tal como exige el artículo 194.3 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , sin que pueda considerarse efectuada tal identificación mediante la revisión genérica a un bloque de cincuenta documentos. En segundo lugar el recurrente pretende la adición, no de hechos, sino de valoración de su conducta cual es el dato que se pretende adicionar que «igualmente la empresa se ha visto obligada, desde el año 2004 y por razones de urgencia y mera operatividad...». SEXTO Con el mismo amparo procesal, invocando los documentos obrantes a los folios 22 a 29, interesa la adición de un nuevo párrafo al hecho probado sexto, del siguiente tenor literal: «Tal laudo no fue impugnado por ninguno de los agentes legitimados para tal impugnación, toda vez que sólo a estos agentes vincula el resultado del referido laudo. Estos agentes son los entes candidatos a las Elecciones a Representantes de los Trabajadores». No procede la revisión interesada ya que, en primer lugar, de los documentos invocados no resulta acreditado que el laudo no fuera impugnado. En segundo lugar, el recurrente pretende la adición, no de nuevos hechos, sino de conceptos jurídicos, cual es «agentes legitimados» y «solo a estos agentes vincula el resultado...». SÉPTIMO Con el mismo amparo procesal, invocando «los folios anteriormente citados», interesa la revisión del hecho probado octavo, a fin de que se le adicione lo siguiente: «La empresa ha autorizado dicho crédito horario a los trabajadores citados sólo para ir resolviendo aquellas cuestiones operativas y urgentes que afectan al ordinario y diario funcionamiento de la empresa en aras a no bloquear su marcha cotidiana». No procede la revisión interesada ya que el recurrente no identifica los documentos o pericias en los que fundamenta la revisión, tal como exige el artículo 194.3 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) . En segundo lugar, dada la similitud del hecho que se pretende adicionar, con la revisión interesada del hecho probado cuarto, segundo párrafo, no procede acceder a dicha revisión por los mismos motivos contenido en el fundamento de derecho quinto de esta resolución. OCTAVO Al amparo del artículo 191 c) de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) parece alegar infracción por indebida aplicación del artículo 2 d) de la LOLS ( RCL 1985, 1980) e infracción del artículo 44 ET ( RCL 1995, 997) . Alega, en esencia, el recurrente que al tratarse de representación unitaria y no sindical, debió aplicarse el artículo 61 ET, debiendo también tomar en consideración que la extinción del mandato del representante se produce cuando este deje de ser trabajador de la empresa donde resultó elegido. Procede examinar, en primer lugar, si a la representación unitaria de los trabajadores les es de aplicación el artículo 2 d) de la LOLS. El Tribunal Constitucional en sentencia 95/96 de 29 de mayo ( RTC 1996, 95) estableció lo siguiente: «En consecuencia, el razonamiento seguido hasta aquí conduce a concluir que la actividad desplegada por el representante unitario o electivo de los trabajadores, en su condición de tal, se sitúa, en principio, fuera del ámbito del derecho fundamental de libertad sindical. La distinta posición constitucional de los sindicatos y de los órganos de representación unitaria se proyecta sobre la actividad llevada a cabo por estos últimos, sin que ello lleve a olvidar las conexiones e interrelaciones entre aquéllos y éstos y que la actividad del sindicato en la empresa se instrumenta de forma preferente en no pocas ocasiones a través de las representaciones electivas, lo que a la vista de las circunstancias que concurran en cada caso podrá tener consecuencias desde la perspectiva del art. 28.1 CE ( RCL 1978, 2836) . Ciertamente, el hecho de que el representante unitario o electivo, en tanto tal, no sea titular del derecho fundamental de libertad sindical tiene como obligada consecuencia que las infracciones de sus derechos, garantías y facilidades no pueden ser reparadas, en principio, por la vía del recurso de amparo constitucional, si en éste se invoca el art. 28.1 CE. Ello no significa, claro está, que dichas infracciones puedan quedar impunes y sin sanción, pues el hecho de que aquellos derechos, garantías y facilidades no puedan ser por lo general tutelados a través de una demanda de amparo fundada en la supuesta vulneración del art. 28.1 CE, no equivale a decir que carezcan de tutela. Ahora bien, se trata de una tutela legal, antes que constitucional, que ha de obtenerse exclusivamente de los tribunales ordinarios, sin que, en principio, exista la posibilidad de recurrir en amparo ante este Tribunal, invocando el art. 28.1 CE, una vez agotada la vía judicial previa». Tal doctrina fue posteriormente matizada y en la anteriormente citada sentencia 17/05 de 1 de febrero ( RTC 2005, 17) , dispuso «en suma, el examen de los hechos declarados probados evidencia la existencia de indicios de antisindicalidad de naturaleza mediata, referidos a los actos de despido contra los delegados de personal de Comisiones Obreras, que fueron objeto de los correspondientes procesos individuales, y de indicios de antisindicalidad de carácter inmediato, esto es, expresivos de un conflicto directo entre empresa y sindicato al que pertenecen dichos representantes unitarios. Respecto a los primeros no cabe negar la relevancia constitucional de los actos contra la representación unitaria de los trabajadores, a la vista, al menos, de tres circunstancias principales: la utilización mediata de las representaciones unitarias en la empresa para la acción sindical de las organizaciones sindicales; la necesidad de aquéllas para obtener; la implantación exigida por la Ley en punto a desarrollar desde una singular posición determinadas facultades sindicales (mayor representatividad, señaladamente, art. 7 LOLS); y los derechos de las organizaciones sindicales sobre esos órganos electivos [promover elecciones a delegados de personal y miembros de comités de empresa y presentar candidatos a tales elecciones, art. 2.2 d) LOLS y arts. 67.1 y 69.3 LET], derechos considerados como integrantes del contenido adicional de la libertad sindical en su vertiente colectiva. De modo que una actuación empresarial contra los delegados de personal constituye un indicio de vulneración de la libertad sindical no sólo de éstos a título individual, sino también de la organización sindical a la que pertenecen, por la afectación de tal conducta empresarial a la acción sindical como manifestación del derecho fundamental del sindicato». En el asunto ahora sometido a la consideración de la Sala se advierte la relevancia constitucional de la conducta seguida por la empresa contra dos trabajadores, miembros del comité de empresa, representantes de los trabajadores por el sindicato UGT, ya que la negativa a concederles al crédito horario incide en la imposibilidad del desarrollo de la acción sindical por parte de dichos representantes y, en consecuencia, se produce una vulneración del derecho de libertad sindical y contemplado en el artículo 2.1 d) de la Ley Orgánica 11/85, de 2 de agosto ( RCL 1985, 1980) , de libertad sindical. Sentado la aplicación a los representantes unitarios de los trabajadores con las matizaciones anteriormente consignadas del derecho fundamental de libertad sindical, procede examinar si siguen ostentando la condición de representantes unitarios de los trabajadores o la misma se ha extinguido al haberse producido una sucesión de empresas. Tal como dispone el artículo 44.5 del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) , cuando la empresa objeto de la transmisión conserve su autonomía, el cambio de titularidad del empresario no extinguirá por si mismo el mandato de los representantes legales de los trabajadores, que seguirán ejerciendo sus funciones en los mismos términos y bajo las mismas condiciones que regían con anterioridad. Constando que la actividad de la empresa Central Lechera Vallisoletana, SA ha sido absorbida y continuada por Industrias Lácteas Vallisoletanas, habiendo pasado aproximadamente 130 trabajadores, quedando a Central Lechera Vallisoletana 39 trabajadores, conservando su autonomía la nueva empresa, forzoso es concluir que tal transmisión no extingue «por se» el mandato de los trabajadores. Procede por todo lo razonado la desestimación del recurso formulado. Por lo expuesto y EN NOMBRE DEL REY FALLAMOS Que debemos DESESTIMAR Y DESESTIMAMOS el recurso de suplicación formulado por Industrias Vaillosoletanas SL contra la sentencia dictada en fecha 11 DE octubre DE 2005 por el Juzgado de lo Social numero Dos de Valladolid (Autos 1212/05), en virtud de demanda promovida por UGT contra Industrias Vallisoletanas, SL, sobre TUTELA DERECHOS FUNDAMENTALES, y en su consecuencia, debemos confirmar y confirmamos el fallo de instancia. Se condena en costas al recurrente, incluyendo en las mismas la minuta de los honorarios del letrado de la recurrida que impugnó el recurso, por importe de 300 euros. Se decreta la pérdida del depósito constituido para recurrir, al que se dará el destino legal, una vez sea firme este resolución. Notifíquese la presente a las partes y a la Fiscalía de este Tribunal Superior de Justicia en su sede de esta capital. Para su unión al rollo de su razón, líbrese la oportuna certificación, incorporándose su original al libro correspondiente. Firme que sea esta Sentencia, devuélvanse los autos, junto con la certificación de aquélla al Juzgado de procedencia para su ejecución. Así lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN.-En la misma fecha leída y publicada la anterior sentencia, por la Ilma. Sra. Magistrado Ponente, celebrando Audiencia Pública en esta Sala de lo Social. Doy Fe.