¿Qué es el contrato de opción y el compromiso de contratar?

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Contenido
¿Qué es el contrato de opción y el compromiso de contratar?
GLOSARIO EMPRESARIAL
VIII-1
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¿Qué es el contrato de opción y el compromiso
de contratar?
Ficha Técnica
aplican sobre el compromiso de contratar
y el contrato de opción.
Autor : Dr. Cristhian Northcote Sandoval
Título : ¿Qué es el contrato de opción y el compromiso de contratar?
2. Marco legal
Fuente : Actualidad Empresarial Nº 284 - Primera
Quincena de Agosto 2013
Los denominados contratos preparatorios
se encuentran previstos en los artículos
1414º al 1425º del Código Civil.
1. Introducción
3. Nociones preliminares
Sin lugar a dudas, uno de los sectores
económicos que ha tenido un crecimiento
sostenido en años recientes, es el sector
inmobiliario y de construcción. Se trata de
actividades que tienen por objeto la edificación y la intermediación en la compra
y venta de bienes inmuebles.
Para ejecutar estas operaciones de construcción e inmobiliarias, existen una
serie de figuras jurídicas que permiten
regular las obligaciones de las empresas
encargadas de los proyectos inmobiliarios
y de las personas que son las adquirentes
de los inmuebles.
Sabemos que las figuras básicas para las
operaciones de construcción e inmobiliarias son el contrato de obra y el contrato
de compraventa. Sin embargo, las necesidades del sector hacen que las empresas
deban recurrir a otras formas jurídicas que
les permitan un mayor margen de acción
en las operaciones, con el objeto de obtener financiamiento, asegurar la colocación
de los inmuebles, entre otros objetivos.
Entre estas figuras jurídicas, tenemos a
los denominados contratos preparatorios, como son el contrato de opción y
el compromiso de contratar, que seguramente son reconocidos por las empresas y
personas pero es probable que no tengan
un conocimiento claro de las reglas que
se aplican a cada figura.
Por ello, en este informe revisaremos
cuáles son las disposiciones legales que se
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Primera Quincena - Agosto 2013
Antes de entrar al análisis de las figuras
de los contratos preparatorios y de las
arras, debemos establecer de forma clara
algunas nociones previas, que serán necesarias para comprender la aplicación de
los contratos preparatorios y de las arras.
3.1. Acto jurídico
En primer lugar, debemos considerar el
concepto de acto jurídico. El acto jurídico
es concebido como la manifestación de
voluntad que tiene por objeto el crear,
regular, modificar o extinguir una relación
jurídica. Se trata entonces, de la voluntad
emanada de una o varias personas, a
través de la cual se generan una serie de
efectos con relevancia jurídica.
Para que este acto jurídico sea válido y
eficaz, debe cumplir determinados requisitos para que esa voluntad o voluntades
sean emanadas válidamente y puedan
surtir efectos. Por ello, el Código Civil
establece los requisitos de validez de todo
acto jurídico, que son la participación de
personas capaces, que el objeto del acto
sea física y jurídicamente posible, que su
finalidad sea lícita y que se celebre de
acuerdo a las formalidades que establezca
la ley para cada acto.
3.2. Obligaciones
Las obligaciones se originan en relaciones
jurídicas en virtud de las cuales una persona se compromete a ejecutar una determinada prestación a favor de otra. Ahora
bien, podemos encontrar relaciones en las
que existen obligaciones recíprocas, en las
que cada una de las partes de la relación
está obligada a realizar una prestación en
favor de la otra, y obligaciones unilaterales,
en las que solo una de las partes se obliga a
efectuar una prestación a favor de la otra.
Informe Especial
INFORME ESPECIAL
Las obligaciones a las que hacemos referencia a efectos del presente informe
son aquellas de carácter patrimonial y
pueden consistir en prestaciones de dar,
hacer o no hacer. En las obligaciones de
dar, la persona obligada debe entregar
un determinado bien a favor de otra,
como sucede en los contratos de compraventa. En las obligaciones de hacer, la
persona obligada se compromete a realizar un determinado acto a favor de la
otra parte, como ocurre en los contratos
de locación de servicios. Y, en las obligaciones de no hacer, la persona obligada
se abstiene de realizar un determinado
acto, como sucede en un contrato de
distribución cuando el distribuidor se
obliga a no realizar operaciones en determinados mercados reservados para
otros distribuidores.
3.3. Contrato
Y ahora estableceremos el concepto de lo
que es un contrato. Un contrato es todo
acuerdo de voluntades celebrado entre
dos o más personas, y que tiene por objeto crear, regular o extinguir obligaciones
de contenido patrimonial. Así lo señala el
artículo 1351° del Código Civil:
“Artículo 1351°. Noción de contrato
El contrato es el acuerdo de dos o más partes
para crear, regular, modificar o extinguir una
relación jurídica patrimonial”.
En efecto, el Código Civil dispone que el
contrato crea, regula, modifica o extingue
una relación jurídica patrimonial. Pero
¿qué es una relación jurídica patrimonial?
Actualidad Empresarial
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VIII
Informe Especial
Una relación jurídica es el vínculo que
se genera entre dos o más personas en
el cual una asume una obligación frente
a la otra, que como contrapartida, tiene
un derecho a exigir el cumplimiento de
la obligación en cuestión. Esta relación
jurídica será patrimonial cuando el contenido de la obligación sea, justamente, de
carácter patrimonial o económico.
ciones y compromisos preliminares para
la posterior celebración de un contrato
definitivo, de forma tal que el contrato
preparatorio no genera los efectos que
se buscan con el contrato definitivo, sino
que solo obliga a las partes a su culminar
posteriormente con las gestiones y otros
acuerdos que se requieran para darle
forma al contrato definitivo.
Este contenido patrimonial o económico
es lo que diferencia a los contratos de otro
tipo de acuerdos celebrados entre dos
personas y que no poseen el carácter de
un contrato. En tal sentido, un acuerdo
por el cual dos o más personas regulen
relaciones jurídicas que no tengan contenido patrimonial, no podría considerarse
como un contrato.
Así, nuestro Código Civil regula dos formas en que se pueden dar los contratos
preparatorios, el compromiso de contratar y el contrato de opción.
Ahora bien, no debemos entender por
contrato a un documento en el que se
establecen las obligaciones de las partes.
El documento es solo el soporte físico en
el que se puede representar un contrato,
pero muchos contratos no requieren de
una formalidad especial para ser válidos.
Así por ejemplo, un contrato de compraventa puede celebrarse en forma verbal,
sin importar que se trate de bienes muebles o inmuebles, o cual sea su valor. Basta
con el acuerdo de las partes sobre el bien
que se va a vender y el precio. Lo mismo
ocurre con muchos contratos, como el
arrendamiento, la locación de servicios,
el comodato, etc.
Aunque también existen algunos contratos en los que la ley establece una formalidad obligatoria para su celebración,
como ocurre con la hipoteca y con el
arrendamiento financiero.
En cualquier caso, aun cuando no haya
obligación de celebrar el contrato bajo
una formalidad establecida por ley, es
recomendable que haya al menos un
documento en el que se establezcan las
condiciones y características de las prestaciones a las que se obliga cada una de
las partes, pues de esa forma se podrá
determinar con claridad cuando se ha
cumplido con la obligación o cuando se
ha producido un incumplimiento.
Centrándonos en el tema del presente
informe, importa también tener en claro
que existen contratos que se pueden
considerar como definitivos y que se distinguen de los que se denominan como
contratos preparatorios.
En un contrato definitivo las partes han
acordado todos los elementos de una
relación contractual que surtirá efectos
por sí misma y que no requiere de ningún acuerdo adicional para regular los
aspectos esenciales, en función del tipo
de contrato que se esté celebrando.
En un contrato preparatorio, las partes
establecen un acuerdo que fija condi-
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Instituto Pacífico
4. El compromiso de contratar
En el compromiso de contratar, dos o
más personas se obligan a celebrar con
posterioridad, un contrato definitivo. Así lo
define el Código Civil en su artículo 1414º:
“Artículo 1414°.- Compromiso de
contratar
Por el compromiso de contratar las partes se
obligan a celebrar en el futuro un contrato
definitivo”.
Debe tenerse en cuenta que no se trata
de un acuerdo sin efectos o que no revista ninguna responsabilidad legal. El
compromiso de contratar es un contrato
y la obligación que se genera de él, que
es la de celebrar el contrato definitivo, es
plenamente exigible.
Así por ejemplo, si dos personas han
celebrado un compromiso de contratar
en virtud del cual se obligan a celebrar
un contrato de compraventa sobre un
inmueble dentro del plazo de un mes,
dicha obligación de celebrar la compraventa es exigible legalmente, al punto
que ante el incumplimiento por alguna
de las partes, la otra tendrá derecho a
exigir la celebración del contrato o a dar
por resuelto el compromiso y ser indemnizado por los perjuicios que le cause tal
incumplimiento.
Ahora bien, para que el compromiso
de contratar sea exigible y válido, debe
contener los elementos esenciales del
contrato definitivo que se deberá celebrar
con posterioridad. Esto se determina en
función del tipo de contrato definitivo.
Por ejemplo, si el contrato definitivo es un
contrato de compraventa, sus elementos
esenciales estarían conformados por el
bien y el precio. Con lo cual, bastará con
que las partes se hayan puesto de acuerdo
en el bien a ser vendido y el precio que se
deberá pagar. Todos los demás elementos,
como forma de pago, fecha y lugar de
entrega del bien, ya no son esenciales
pues se regulan por normas supletorias
del Código Civil y no requieren de un
pacto expreso de las partes.
De la misma manera, si se celebra un
compromiso de contratar para la posterior
celebración de un contrato de mutuo, el
compromiso deberá establecer el monto
a ser prestado. El plazo del mutuo no es
un elemento esencial pues el Código Civil
dispone en forma supletoria que el plazo
es de treinta días1.
Tampoco será necesario establecer si se
cobraran intereses compensatorios o
moratorios, ni la tasa aplicable, pues el
mismo código establece también por
defecto que el contrato de mutuo genera
intereses y que a falta de acuerdo, se computarán aplicando la tasa de interés legal2.
Para cada caso se deberá evaluar si se
ha cumplido con fijar los elementos
esenciales del contrato definitivo que se
desea celebrar.
En cuanto al plazo, el compromiso de
contratar debe ser celebrado por un plazo
determinado o determinable, dentro del
cual deberá celebrarse el contrato definitivo. A falta de acuerdo sobre el plazo, el
Código Civil establece que se aplicará un
plazo de un año.
Originalmente, el Código Civil contenía
una regla distinta en cuanto al plazo del
compromiso de contratar. Así, su artículo
1416º tenía la siguiente redacción:
“Artículo 1416°. El plazo del compromiso
de contratar será no mayor de un año y
cualquier exceso se reducirá a este límite. A
falta de plazo convencional rige el máximo
fijado por este artículo“.
Posteriormente, este artículo fue modificado
por la Ley Nº 27420, quedando redactado
de la siguiente manera:
“Artículo 1416°. Plazo del compromiso
de contratar
El plazo del compromiso de contratar debe
ser determinado o determinable. Si no se
estableciera el plazo, este será de un año”.
Ahora bien, cabe señalar que existe un
defecto en la modificación efectuada pues si
bien se cambió la disposición contenida en el
artículo antes citado, se dejó sin modificación
al artículo 1417, según el siguiente texto:
“Artículo 1417°. Compromiso de contratar a su vencimiento
El compromiso de contratar puede ser
renovado a su vencimiento por un plazo no
mayor que el indicado como máximo en el
artículo 1416º y así sucesivamente”.
Como se podrá apreciar, carece de sentido
el contenido del artículo 1417º habiéndose modificado el 1416º. Se trata de
otro error de nuestros legisladores, que
asumen que una norma legal contenida
en un artículo no tiene relación con otras
disposiciones legales y no ponen la atención suficiente como para percatarse que
existen otros artículos que deben ser mo1 Artículo 1656°. Plazo legal de devolución
Cuando no se ha fijado plazo para la devolución ni éste resulta de
las circunstancias, se entiende que es de treinta días contados desde
la entrega.
2 Artículo 1663°. Pago de intereses
El mutuatario debe abonar intereses al mutuante, salvo pacto distinto.
Artículo 1245º.- Pago de interés legal a falta de pacto
Cuando deba pagarse interés, sin haberse fijado la tasa, el deudor
debe abonar el interés legal.
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dificados también. En este caso, bastaba
con leer el artículo siguiente, pero parece
que ni siquiera fueron capaces de poner
ese nivel mínimo de atención.
el compromiso de contratar, quedando
ambas partes vinculadas a posteriormente
concretar la celebración del contrato
definitivo.
Pasando al análisis de los efectos del
compromiso de contratar, debemos
tener en cuenta que, como habíamos
señalado, el compromiso de contratar es
en sí mismo un contrato y por lo tanto,
contiene obligaciones que son jurídicamente exigibles. Así, la principal obligación que se genera del compromiso de
contratar, es la de celebrar el contrato
definitivo. Si alguna de las partes se
negara a celebrar el contrato definitivo,
es derecho de la parte perjudicada exigir
el cumplimiento de dicha obligación o
de resolver el compromiso y solicitar la
indemnización por los perjuicios causados. Así lo prevé el artículo 1418° del
Código Civil:
En el contrato de opción, una de las partes estará obligada a celebrar el contrato
definitivo en tanto que la otra tendrá la
facultad de decidir si se celebra o no.
“Artículo 1418°. Negativa injustificada
de celebrar contrato definitivo
La injustificada negativa del obligado a celebrar el contrato definitivo otorga a la otra
parte alternativamente el derecho a:
1. Exigir judicialmente la celebración del
contrato.
2. Solicitar se deje sin efecto el compromiso
de contratar.
En uno u otro caso hay lugar a la indemnización de daños y perjuicios”.
Se trata de pretensiones que le corresponden a la parte perjudicada con el
incumplimiento y que deberán exigirse en
función de su interés y posibilidad, ya que
puede ocurrir que aunque el perjudicado
decida exigir el cumplimiento del contrato
definitivo, se presente alguna circunstancia que impida dicha posibilidad.
5. El contrato de opción
La otra figura que regula el Código Civil
como contrato preparatorio es el contrato de opción. En virtud al contrato de
opción, una persona se obliga a celebrar
un contrato definitivo con otra persona a
la cual se le otorga el derecho de optar o
decidir, precisamente, la celebración del
contrato definitivo. Es decir, el optante o
persona que tiene el derecho de opción,
es quien decidirá si se celebra o no el
contrato definitivo, en tanto que la otra
parte está obligada ya desde un inicio a
celebrar el contrato apenas el optante
ejerza su derecho de opción en las condiciones y plazos acordados.
Como se puede apreciar, la principal diferencia con el compromiso de contratar es
que en este caso una de las partes, o tal
vez ambas, tienen un derecho de opción,
es decir, de tomar la decisión de que el
contrato definitivo se celebre o no, a diferencia del compromiso de contratar en el
cual la obligación de celebrar el contrato
definitivo se generaba justamente con
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Como habíamos mencionado, cabe la
posibilidad de que sean ambas partes
las que gocen del derecho de opción, tal
como lo establece el artículo 1420º del
Código Civil:
“Artículo 1420°. Contrato de opción
recíproca
Es válido el pacto en virtud del cual el
contrato de opción recíproca puede ser
ejercitado indistintamente por cualquiera
de las partes”.
En este supuesto, ambas partes tienen
un derecho de opción y cualquiera de
ellas podría ejercerlo para dar lugar a la
celebración del contrato definitivo.
Ahora bien, al igual que en el compromiso
de contratar, el contrato de opción debe
contener todos los elementos esenciales
del contrato definitivo que se desea
celebrar, de forma tal que al ejercer la
opción, no será necesario ningún acuerdo
adicional sobre los elementos esenciales
del contrato. Claro que nada impide que
las partes acuerden luego modificar o ampliar los alcances del contrato definitivo,
pero de no existir acuerdo, el solo ejercicio
del derecho de opción será suficiente para
que el contrato definitivo pueda surtir
plenos efectos.
Es posible también que en el contrato de
opción se prevea el derecho del optante
a designar a otra persona con la que se
celebrará el contrato definitivo3. Es decir,
que el optante tiene la posibilidad de que
al ejercer la opción, el contrato definitivo
no se celebre con respecto a él sino con
respecto a otra persona.
Este pacto requiere ser establecido expresamente en el contrato de opción,
no se trata de un derecho inherente a
la calidad de optante. Cabe señalar que
por los efectos de este pacto, es necesario
tener cuidado al regularlo a fin de que no
se genere un vínculo inconveniente para
la otra parte.
Podría ocurrir por ejemplo, que el optante designe a una persona con la cual la
otra parte no desea celebrar el contrato
definitivo, pero en virtud al pacto, se verá
obligado a hacerlo.
Para efectos teóricos, debe tenerse en
cuenta también que este derecho del
3 Artículo 1421°. Contrato de opción con reserva de beneficiario
Es igualmente válido el pacto conforme al cual el optante se reserva
el derecho de designar la persona con la que se establecerá el vínculo
definitivo.
VIII
optante a designar otra persona para
la celebración del contrato definitivo,
no constituye una cesión de posición
contractual ya que, precisamente, el contrato definitivo aún no se ha celebrado
al momento en que el optante designa
a otra persona, de forma tal que recién
con esta persona se formará el vínculo
definitivo.
En cuanto al plazo para el ejercicio del
derecho de opción, el artículo 1423° del
Código Civil dispone lo siguiente:
“Artículo 1423°. Plazo del Contrato
de Opción
El plazo del contrato de opción debe ser
determinado o determinable. Si no se
estableciera el plazo, éste será de un año”.
En este aspecto, al igual que en el compromiso de contratar, se produjo una modificación de la regla que estaba contenida
en el texto original del artículo 1423°,
que señalaba lo siguiente:
“Artículo 1423°. Toda opción está sujeta a
un plazo máximo de seis meses y cualquier
exceso se reduce a este límite”.
La Ley Nº 27420 modificó este artículo en
forma conveniente, pues la realidad de las
operaciones comerciales es que muchas
veces se requiere de mayores plazos para
poner en marcha un proyecto y ejercer la
opción para celebrar el contrato que sea
necesario. En tal sentido, es un acierto que
se haya eliminado el plazo máximo de seis
meses que se estableció originalmente y
permitir que las partes fijen el plazo que
consideren conveniente para su contrato
de opción.
Lo que no es un acierto, es que al igual
que en el caso del artículo 1417°, referido
a la renovación del plazo del compromiso
de contratar, los legisladores se olvidaron
de modificar el artículo 1424°, que regula
la renovación del contrato de opción en
los siguientes términos:
“Artículo 1424º. Renovación del Contrato de Opción
Al vencimiento de la opción, las partes
pueden renovarla por un plazo no mayor al
máximo señalado en el artículo 1423º y así
sucesivamente”.
Nuevamente, hubiera bastado con poner
un poco más de atención en el trabajo
efectuado y modificar este artículo que
ya ha quedado sin sentido.
6. Formalidad de los contratos
preparatorios
Un punto importante con respecto a los
contratos preparatorios es el referido a la
formalidad para su celebración.
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Informe Especial
Conforme lo establece el Código Civil4,
los contratos preparatorios, ya sean de
opción o compromisos de contratar,
deben ser celebrados con las mismas
formalidades exigidas para el contrato
definitivo.
Así, por ejemplo, si se trata de un contrato de opción para la compraventa de
un bien, no existirá inconveniente en la
formalidad pues el contrato definitivo que
sería uno de compraventa, no requiere de
ninguna formalidad para su celebración.
Distinto será el caso si se celebra un compromiso de contratar para la posterior
celebración de un contrato de fianza, pues
para tal fin, la fianza debe constar por
escrito5 y, en consecuencia, el compromiso de contratar debe constar también
por escrito.
7. Tratamiento de las arras
Luego de haber efectuado la revisión de
las disposiciones que se aplican para la
celebración de contratos preparatorios,
veremos ahora la regulación de las arras.
Es una confusión muy común pensar que
las arras son en sí mismas un contrato. En
realidad, las arras son pactos que se pueden
incorporar en un contrato pero no son un fin
en sí mismas y por lo tanto, no se celebra un
contrato de arras, sino que lo que se celebra
es alguna forma contractual a la cual puede
incorporarse un pacto sobre arras.
Siendo así, las arras son un pago en dinero
que se efectúa en un contrato para cumplir
dos finalidades, la de constituir un signo
de la celebración de un contrato o la de
constituir un respaldo con respecto a la
celebración de un contrato definitivo. Así,
las arras se diferencian, en función de su
finalidad, en arras confirmatorias y arras
de retractación.
7.1. Arras confirmatorias
Como lo habíamos mencionado, las arras
pueden cumplir la función de signo o manifestación de que un contrato ha quedado celebrado. El Código Civil define a las
arras confirmatorias en su artículo 1477º:
4 Artículo 1425°. Formalidad en Contratos Preparatorios
Los contratos preparatorios son nulos si no se celebran en la misma
forma que la ley prescribe para el contrato definitivo bajo sanción
de nulidad.
5 Artículo 1871°. Formalidad de la fianza
La fianza debe constar por escrito, bajo sanción de nulidad.
“Artículo 1477°. Entrega y devolución
de arras
La entrega de arras confirmatorias importa la
conclusión del contrato. En caso de cumplimiento, quien recibió las arras las devolverá
o las imputará sobre su crédito, según la
naturaleza de la prestación”.
Para ponerlo en términos sencillos, las
arras confirmatorias funcionan como un
adelanto del precio o retribución pactada
en un contrato. Así por ejemplo, si se
celebra un contrato de compraventa, el
comprador puede entregar un monto en
calidad de arras confirmatorias y que será
recibido por el vendedor. Este monto, en
la medida que se cumpla el contrato, será
aplicado al pago del precio.
Pero, si el comprador incumple con sus
obligaciones, por ejemplo, con el pago
del saldo del precio, el vendedor podrá
resolver el contrato y quedarse con el
monto entregado en calidad de arras, en
cuyo caso dejarán de tener la calidad de
un adelanto del precio y constituirán una
indemnización por el perjuicio causado.
Pero, podría ocurrir también que sea el
vendedor, que ha recibido las arras, quien
incumpla el contrato, en cuyo caso el
comprador podrá exigir la entrega del
doble del monto de las arras.
Debe tenerse en cuenta que la parte perjudicada con el incumplimiento puede
optar también por ejercer su pretensión de
resolver el contrato y solicitar una indemnización distinta a las arras, pues puede
considerar que el daño sufrido es mayor
al monto entregado en calidad de arras.
7.2. Arras de retractación
La otra clase o forma de arras, son las de
retractación. Lo que debe quedar en claro
sobre este aspecto, es que las arras de retractación solamente pueden ser pactadas
en los contratos preparatorios, como los
compromisos de contratar o los contratos
de opción, de los que ya hemos hablado.
Y esto es así porque las arras de retractación cumplen una función distinta a
las arras confirmatorias. Las arras de retractación no son una seña de que se ha
culminado la celebración de un contrato,
sino que confieren el derecho a retractarse
de un contrato preparatorio. Así lo establece el artículo 1480º del Código Civil:
“Artículo 1480°. Arras de retractación
La entrega de las arras de retractación solo
es válida en los contratos preparatorios y
concede a las partes el derecho de retractarse
de ellos”.
No se trata entonces de una figura que
pueda ser contenida en un contrato
definitivo, pues está claro que en estos
contratos las partes no pueden retractarse.
Las arras de retractación entonces, solo se
aplican sobre los contratos preparatorios
y le otorgan el derecho, a quien las haya
entregado, de retractarse, es decir, de
retirarse de la intención de celebrar el
contrato definitivo que corresponda.
Así por ejemplo, si se celebra un contrato
de opción para la compra de un bien
inmueble, el comprador puede entregar
un monto en calidad de arras de retractación al vendedor, de forma tal que, si
el comprador, llegado el momento, no
ejerce su derecho de opción, las arras
quedarán en poder del vendedor como
una reparación por el perjuicio que se le
haya causado.
Pero, si es por ejemplo el vendedor a
quien se han entregado las arras, el que
decide ya no celebrar el contrato de
compraventa definitivo, deberá entregar
el doble del monto de las arras al comprador perjudicado.
Si todo procede sin inconvenientes, es
decir, si finalmente se celebra el contrato
definitivo, el monto entregado en calidad
de arras será devuelto o, en todo caso,
imputado al pago del precio pactado.
Es posible establecer que quien recibe
las arras renuncia a su derecho de retractarse, en cuyo caso, quedará obligado a
celebrar el contrato definitivo y no podrá
ampararse en la posibilidad de negarse a
celebrarlo a través de la entrega del doble
del monto de las arras.
8. Conclusiones
Tal como se ha descrito, el compromiso
de contratar y el contrato de opción
constituyen alternativas muy útiles para
el sector inmobiliario y de construcción,
pues permiten negociar con diversas condiciones la edificación, compra y venta de
bienes inmuebles, según las necesidades
de cada una de las partes.
Glosario Empresarial
1. ¿Existe una formalidad establecida para la celebración de un contrato
de mutuo?
No, el contrato de mutuo no tiene una formalidad establecida por ley
como requisito de validez, por lo que incluso se puede celebrar de
manera verbal. Sin embargo, se recomienda que al menos exista un
documento escrito en el que se señalen las condiciones de la operación.
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2. ¿Puede el directorio fijar su propia retribución?
No, la determinación de la retribución a los miembros del directorio
debe estar prevista en el estatuto de la sociedad o, en su defecto,
por acuerdo de la junta general de accionistas, de conformidad con
el artículo 166º de la Ley General de Sociedades.
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