Investigando para innovar en la Actividad Fisica y el Deporte

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Investigando
para
Innovar
en
la
Actividad
Física
Editores
Oidui Usabiaga
Julen Castellano
Joseba Etxebeste
y
el
Deporte
Editado: diciembre de 2009 en Vitoria
ISBN: 978-84-613-5884-7
nº de depósito legal (DL): Vi-568/09
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
Investigadoras/es colaboradoras/es
D.ª Susana Irazusta
D.ª Susana Gil
D.ª Sara Maldonado
D.ª Ruth Cayero
D.ª Margari Gomendio
D.ª Inmaculada Martínez de Aldama
D.ª Cristina Granados
D.ª Aurora Fernandez
D. Raúl Martínez de Santos
D. Luix Mari Zulaika
D. Julio Calleja
D. Juan José Sistiaga
D. Jesús Cámara
D. Daniel Martos i García
D. Beñat Amenabar
D. Ángel González
D. Ángel Blanco Villaseñor
Instituciones y asociaciones colaboradoras
JARDUERA FISIKOAREN ETA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA
KIROLAREN ZIENTZIEN FAKULTATEA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE
ARABAKO CAMPUSEKO ERREKTOREORDETZAKO UNIBERTSITATEHEDAKUNTZARAKOZERBITZUA eta ARABAJO FORU ALDUNDIA
SERVICIO DE EXTENSIÓN CULTURAL DEL VICERRECTORADO DEL CAMPUS DE
ÁLAVA y DIPUTACIÓN FORAL DE ÁLAVA
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Hitzaurrea
Kirolen Ikerketarako Elkarteak (GIDE), Jarduera Fisikoaren eta Kirolaren arloan
berritzeko ikerkertzen liburua argitaratuz, 2009ko urriaren 15 eta 16an burutu zen
Jarduera Fisikoaren eta Kirolaren Ikerketarako Nazioarteko III. Biltzar BirtualPresentzial-ean aurkeztutako lan zientifikoak idatziz argitaratzeko helburua bete du.
Liburu honek jarduera fisikoaren eta kirolaren arloarekin erlazionatuta dauden ikerketaproposamen guztiak jaso nahi ditu. Bereziki, ekintza motorraren ikerketara
bideratutakoak, eta baita beste zientzietatik jarduera fisikoan eta kirolean burututakoak
ere. Liburu honetako kapitulu guztiek kanpoko bi ebaluatzaileren oniritzia jaso dute
argitaratu aurretik.
Azkenik, eskerrak eman nahi dizkiegu liburu hau argitaratzen lagundu duten pertsona
guztiei. Lehenik eta behin, lanak bidali dituzten 100 ikertzaile baino gehiagori, beraien
ekarpen interesgarriak helarazteagatik, ikerketa eta antolaketa batzordeei, eta nola ez,
ondorengo erakundeei eskaini diguten laguntzagatik: Euskal Gobernuko Hezkuntza,
Unibertsitate eta Ikerketa Saila, Arabako Campuseko Errektoreordetzako Unibertsitatehedakuntzarako Zerbitzua, Arabako Foru Aldundia, Euskal Herriko Unibertsitateko
Gorputz eta Kirol Hezkuntza Saila, Jarduera Fisikoaren eta Kirolaren Zientzietako
Fakultatea eta Ekintza Motorraren Behaketa Laborategia (LOAM), Jarduera Fisikoaren eta
Kirolaren Zientzietan Lizentziatuen Euskal Herriko Elkargo Ofiziala (COLCAFID) eta Caja
Vital Kutxa.
Prólogo
La Asociación de Estudios e Investigación en el Deporte (GIDE) con este libro
Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte ha cumplido con
el objetivo de dejar por escrito los trabajos científicos que se presentaron en el III Congreso
Internacional Virtual-presencial de Investigación en la Actividad Física y el Deporte que se
celebró los días 15 y 16 de octubre de 2009.
Este libro pretende dar cabida a todas las propuestas de investigación relacionadas con el
mundo de la actividad física y el deporte. Especialmente orientado a investigaciones sobre
la acción motriz, pero incluyendo las aplicaciones que desde otras ciencias se proponen a la
actividad física y el deporte. Todas los capítulos que aquí figuran pasaron la evaluación de
dos revisores externos antes de ser publicados.
Por último queremos agradecer a todas las personas que han hecho posible la publicación
de este trabajo. Primeramente a los más de 100 investigadores por sus fructíferas
aportaciones, al comité científico y organizador, y por último por su colaboración a las
siguientes instituciones: Departamento de educación, universidades e investigación del
Gobierno Vasco, Servicio de Extensión Cultural del Vicerrectorado del Campus de Álava y
Diputación Foral de Álava, Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Laboratorio de Observación de la Acción
Motriz (LOAM), Colegio Oficial de Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del
Deporte del País Vasco (COLCAFID) y Caja Vital Kutxa.
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Índice
ÁREA TEMÁTICA: CIENCIA DE LA ACCIÓN MOTRIZ
Capítulo 1
Altuna, L. y Leibar, X. (2009). Patrones de actividad de surfistas amateurs durante el surf
de competición. Estudio de un caso. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.)
Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 13-33), Vitoria (España):
gidekit.com.
Capítulo 2
Castellano Paulis, J., Castillo Rodríguez, A. y Casamichana Gómez, D. (2009). Consecuencias de
marcar primero en los partidos de los mundiales de fútbol. En O. Usabiaga, J.
Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el
deporte (pp. 35-49), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 3
Zabala Asua, A. eta Usabiaga Arruabarrena, O. (2009). Jarduera fisikoaren aniztasunaren
ebaluazioa: tresna berri baten diseinuaren proposamena. En O. Usabiaga, J.
Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el
deporte (pp. 51-69), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 4
Fernández del Valle, M. A., Castellano Paulis, J., Fernández, A. M., Nagore, T., Orive, P. y Otaegui,
N. (2009). La observación sistemática aplicada a la evaluación de la gimnasia
rútmica. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en
la actividad física y el deporte (pp. 71-95), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 5
Martínez de Santos, R. (2009). Praxiología motriz avant la lettre en el mundo anglosajón.
Precedentes del análisis estructural de los juegos deportivos. En O. Usabiaga, J.
Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el
deporte (pp. 97-107), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 6
Romaratezabala Aldasoro, E. (2009). Taichi lehiaketa: jarduera introiektiboaren
azterketa. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar
en la actividad física y el deporte (pp. 109-117), Vitoria (España): gidekit.com.
AREA TEMÁTICA: CIENCIAS BIOLÓGICAS
Capítulo 7
Rodríguez-Ruiz, D., Quiroga, M. E., Rodríguez-Matoso, D., Sarmiento, S., Losa, J., De Saá Y. y
García-Manso, J. M. (2009). Aplicación de la tensiomiografía (tmg) en jugadores de
voleyplaya. Estudio de casos. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.)
Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 121-130), Vitoria
(España): gidekit.com.
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Capítulo 8
Casamichana Gómez, D. y Castellano Paulis, J. (2009). Los juegos reducidos aplicados a los
nuevos modelos de entrenamiento en fútbol. En O. Usabiaga, J. Castellano y J.
Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 131-140),
Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 9
Santos Concejero, J. y S. Gil Orozko, S. (2009). Efecto de la edad relativa en el fútbol
femenino de élite a nivel mundial. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.)
Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 141-156), Vitoria (España):
gidekit.com.
Capítulo 10
E. Blasco y F. Huertas (2009). Análisis de variables cardiorespiratorias en un equipo de
balonmano femenino de elite a lo largo de una temporada deportiva en función
del puesto específico de juego. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.)
Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 157-170), Vitoria
(España): gidekit.com.
Capítulo 11
Ruiz Montero, P. J., Conejo Sobrino, J. A., Castillo Rodríguez, A. y Leiva Arjona, J. (2009).
Relación de la edad con la tensión arterial y fuerza prensil manual en mujeres
mayores practicantes de actividad física regular. En O. Usabiaga, J. Castellano y J.
Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 171-179),
Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 12
Pino Ortega, J., Martínez de Santos Gorostiaga, R., De la Cruz Sánchez, E. y Moreno Contreras, M.
I. (2009). Actividad física y exceso de peso en escolares: relación con la condición
física en la infancia. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando
para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 181-187), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 13
Caro-Muñoz, O., Robles-Prieto, F. J. y García-García, J. A. (2009). Efecto de un programa de
entrenamiento basado en un método combinado de contracciones isométricas
máximas y electroestimulación sobre la fuerza isométrica de los extensores de
rodilla en sujetos sedentarios, medida por un dinamómetro. En O. Usabiaga, J.
Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el
deporte (pp. 189-198), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 14
Leiva Arjona, J., Ruiz Montero, P. J., Conejo Sobrino, J. A. y Castillo Rodríguez, A. (2009).
Condicionamiento del índice de fuerza reactiva en pruebas de velocidad con
cambios de dirección. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando
para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 199-205), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 15
De la Cruz Sánchez, E., Martínez de Santos Gorostiaga, R., Pino Ortega, J. y Moreno Contreras, M.
I. (2009). La actividad física habitual puede explicar las diferencias entre niños y
niñas en la capacidad funcional antes de la pubertad. En O. Usabiaga, J. Castellano
y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 207213), Vitoria (España): gidekit.com.
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Capítulo 16
Castillo Rodríguez, A., Leiva Arjona, J., Ruiz Montero, P. J. y Conejo Sobrino, J. A. (2009). La
alimentación en jugadores de raqueta benjamines. En O. Usabiaga, J. Castellano y
J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 215222), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 17
García García, J. C., García García, J. A., Robles Prieto, F. J. y Caro Muñoz, O. (2009). Estudio
comparativo entre equipos de fútbol en pretemporada pertenecientes a distinas
categorías del fútbol español en relación al CMJ. En O. Usabiaga, J. Castellano y J.
Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 223-229),
Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 18
García García, J. A., Robles Prieto F. J. y Caro Muñoz, O. (2009). Relación entre la fuerza
explosivo elástica y la agilidad en deportistas y su relación con el fútbol. En O.
Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad
física y el deporte (pp. 231-242), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 19
Mecías Calvo, M., Bores Cerezal, A. y Barcala Furelos, R. (2009). Entrenamiento de fuerza con
máquinas guiadas de resistencia variable en personas mayores de 60 años. En O.
Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad
física y el deporte (pp. 243-250), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 20
Robles Prieto, F. J., García García J. A. y Caro Muñoz, O. (2009). Evaluación e información
del estado nutricional del futbolista. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste
(Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 251-257), Vitoria
(España): gidekit.com.
Capítulo 21
Robles Prieto, S. Robles Prieto, F. J., García García, J. A. y Caro Muñoz, O. (2009). La resistencia
del futbolista en función de su composición corporal. En O. Usabiaga, J. Castellano
y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 259265), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 22
Diaz Ereño, E., Ruiz Litago, F., Zubero Linaza, J., Hoyos Cillero, I., Gravina, L., Gil Goikouria, J. y
Gil Orozko, S. M. (2009). Valoracion de la adecuación de la ingesta de energia y
macronutrientes en torno a una competición de esquí de travesía. En O. Usabiaga,
J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el
deporte (pp. 267-286), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 23
San Román Quintana, J. Casamichana Gómez, D., Calleja González, J. y Castellano Paulis, J.
(2009). Diagnóstico de la fatiga en el baloncesto de rendimiento. En O. Usabiaga, J.
Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el
deporte (pp. 287-295), Vitoria (España): gidekit.com.
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Capítulo 24
Gil Orozko, S. y Santos Concejero, J. (2009). Perfil antropometrico de las jugadoras de
futbol de los juegos olimpicos de pekin, mundial sub 20 y mundial sub 17. En O.
Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad
física y el deporte (pp. 297-308), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 25
Mejuto, G., Calleja, J., Lekue, J., Leibar, X. y Terrados, N. (2009). Parámetros fisiológicos de
un himalayista de élite. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando
para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 309-319), Vitoria (España): gidekit.com.
ÁREA TEMÁTICA: CIENCIAS COMPORTAMENTALES
Capítulo 26
Conejo Sobrino, J. A., Castillo Rodríguez, A., Leiva Arjona, J. y Ruiz Montero, P. J. (2009).
Estudio comparativo en función al género de la percepción de la educación
física en centros públicos. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.)
Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 323-330), Vitoria
(España): gidekit.com.
Capítulo 27
Bores, A. J., Lois Río, G., Rodríguez Mallo, J. C., Mecías, M. y Barcala, R. (2009). Intervención
psicológica en la rehabilitación de lesiones: estudio de un caso en fútbol sala. En
O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad
física y el deporte (pp. 331-340), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 28
González Suárez, A. M. (2009). Promoción de la actividad física en la infancia y
adolescencia. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para
innovar en la actividad física y el deporte (pp. 341-349), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 29
Viguera Gorostiza, S. y González-Suárez, A. M. (2009). La promoción de la actividad física en
el lugar de trabajo entre el profesorado de educación secundaria. En O. Usabiaga,
J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el
deporte (pp. 351-359), Vitoria (España): gidekit.com.
ÁREA TEMÁTICA: CIENCIAS SOCIALES (y gestión)
Capítulo 30
Macazaga López, A. M., Rekalde Rodríguez, I. y Vizcarra Morales, M. T. (2009). ¿Qué aprenden
las familias con el deporte escolar?. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.)
Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 363-384), Vitoria
(España): gidekit.com.
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Capítulo 31
Egibar Artola, M. y Garai Ibañez de Elejalde, B. (2009). Emakume sokatiratzaileekin
elkarrizketan: kirol-sozializazioa. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.)
Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 385-402), Vitoria
(España): gidekit.com.
Capítulo 32
Garai Ibañez de Elejalde, B. y Lomelí Etchegaray, L. E. (2009). Profundizando en el habitus
corporal de género a traves del juego motor en una escuela de educación infantil
en alemania. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para
innovar en la actividad física y el deporte (pp. 403-418), Vitoria (España): gidekit.com.
Capítulo 33
Martin Narbona, S. Caro Muñoz, O., Robles Prieto, F. J. y García García, J. A. (2009). La
satisfacción del usuario en el servicio deportivo: aspectos teóricos, prácticos y
científicos del concepto. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.)
Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 419-430), Vitoria
(España): gidekit.com.
Capítulo 34
Inza Arregi, M. J., Macazaga López, A. M. y Fraile Aranda, A. (2009). Rasgos comunes de los
monitores de deporte escolar de la ciudad de vitoria-gasteiz. En O. Usabiaga, J.
Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el
deporte (pp. 431-440), Vitoria (España): gidekit.com.
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ÁREA TEMÁTICA:
CIENCIA DE LA ACCIÓN MOTRIZ
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Índice
CAPÍTULO 1
PATRONES DE ACTIVIDAD DE SURFISTAS AMATEURS DURANTE EL SURF
DE COMPETICIÓN. ESTUDIO DE UN CASO
L. Altuna y X. Leibar
[email protected]
Resumen
El objetivo del presente estudio es analizar los patrones de actividad que se dan en
el surf de competición amateur masculino durante el OPEN del Circuito Vasco de Surf del
2007. Se analizaron 10 mangas eliminatorias y los patrones de actividad fueron
clasificados en 4 categorías diferentes (Remando, Parado, Sobre la ola y Otros). Los
surfistas estuvieron remando y parados 61,0% (50-72%) y 29,0% (13-41%) del tiempo total,
respectivamente. Sobre la ola estuvieron el 4,8% (3-7%) y en otras acciones 5,2%(3-8%) del
tiempo total. Tanto en las acciones de remada como las de parado predominan las de
duración de entre 1 y 10 segundos (45,3% y 51% del total, respectivamente) siendo la
mayoría inferior de los 90 segundos (95,8% del total y 98,5%, respectivamente). Existe un
mayor porcentaje de acciones de 0 a 10 segundos en las mangas con sistema de
competición trials frente al sistema de competición man to man, tanto en la fase de
Remando (54% en trials frente a 38,9% en man to man) como en la fase de Parado (58,9%
en trials frente a 43,7% en man to man). Los resultados del presente estudio parecen
indicar que el surf es un deporte intermitente, caracterizado por la variabilidad de las
acciones existentes debido a la posible influencia de múltiples factores que afectan a su
estructura temporal. Los datos obtenidos pueden resultar válidos como orientación en la
elaboración de programas de entrenamiento y test específicos para el surf de competición.
Palabras clave: surf, patrones de actividad, sistemas de competición.
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1. Introducción
El surf es un deporte popular que se practica tanto a nivel competitivo como a nivel
recreacional en las playas de todo el mundo. Su objetivo radica en tratar de avanzar de pie
sobre una tabla de surf por la pared de la ola que todavía no ha roto (Frisby en MéndezVillanueva y Bishop, 2005) realizando maniobras o acciones técnicas.
Lowdon (1983) describe la actividad que se realiza en el surf de la siguiente manera:
primero el surfista rema en posición prono sobre la tabla para llegar a la zona de
rompiente. Una vez allí, cuando se acerca una ola apropiada, son necesarias unas potentes
brazadas para que la tabla adquiera la velocidad suficiente que haga que la ola propulse al
conjunto tabla-surfista. Una vez cogida la ola, el surfista debe ponerse de pie rápidamente
para realizar maniobras en la pared de la ola hasta que ésta rompa en la playa. En este
punto, el proceso se repite una y otra vez durante el tiempo que dure la sesión de surf.
Lowdon (1983) considera, por tanto, que el surf es un deporte intermitente caracterizado
por periodos de tiempo a alta intensidad intercalados por descansos y periodos de baja
intensidad.
En lo que al surf de competición se refiere, las acciones o maniobras realizadas por los
surfistas son puntuadas por parte de un grupo de jueces en base a unos criterios
estandarizados de enjuiciamiento. Según estos criterios “El surfista debe realizar
maniobras radicales controladas en las secciones críticas de una ola con velocidad,
potencia y fluidez para maximizar el potencial de puntuación. El surf
innovador/progresivo así como la variedad de repertorio (maniobras) será tenido en
cuenta en las olas surfeadas. El surfista que ejecuta estos criterios con el grado máximo de
dificultad sobre las olas será recompensado con las puntuaciones más altas”. (Association
of Surfing Professionals (ASP), 2007 y Euskal Herriko Surf Federazioa (EHSF), 2007).
El surf de competición está basado un formato de mangas o series eliminatorias de
20 a 40 minutos, en las cuales 2, 3 o 4 surfistas son puntuados por un grupo de jueces en
función del criterio de enjuiciamiento (Méndez-Villanueva y Bishop, 2005) anteriormente
comentado. En función del formato de competición y el número de surfistas de la manga, 1
o 2 de ellos pasarán a la siguiente ronda hasta llegar a la final. Los surfistas reciben
puntuaciones numéricas en función de su posición final en cada competición. Al finalizar la
temporada el surfista con un mayor número de puntos será el ganador eventual.
En la actualidad en el surf de competición pueden combinarse dos sistemas de
competición diferentes que puede variar en función del tipo de prueba y/o número de
participantes. Existe un formato de competición en el que compiten 3 o 4 surfistas
(normalmente 4) en la misma manga eliminatoria, de los cuales 2 pasan a la siguiente
ronda en función de las puntuaciones obtenidas. Este sistema de competición será
denominado en el presente estudio como sistema trials. Existe otro sistema de
competición conocido como man to man donde compiten dos surfistas en formato de uno
contra otro, pasando el que obtenga mayor puntuación de los dos.
Como norma general, en el surf de competición cada ola sólo puede ser surfeada por
un competidor, sin poder ser éste estorbado por ningún otro participante a lo largo de toda
la ola. Para que esta premisa sea cumplida existen una serie de reglas conocidas como
normas de prioridad.
En función del sistema de competición, la normativa en cuanto a la prioridad para
coger la ola varía: A) en el formato de trials, donde compiten 4 surfistas en cada manga, la
prioridad en toda la ola la tiene el participante considerado con posición más cercana al
pico o espuma de la ola, es decir, aquel que tiene un mayor recorrido potencial. Se aplica
interferencia si, en una ola, una mayoría de jueces considera que otro participante ha
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dificultado el potencial de puntuación del competidor considerado con derecho a la
prioridad en la ola (EHSF,2007 y ASP, 2007). B) en el formato man to man, donde
compiten dos surfistas entre sí, posee la prioridad sobre la ola aquel surfista que más
tiempo lleve en la zona de rompiente. Este último formato tiene como objetivo evitar que
los surfistas luchen por la prioridad en cada ola, con el objetivo de facilitarles el coger la ola
en la mejor posición y potenciar así el espectáculo.
El surf es un deporte de habilidades abiertas. Se ejecuta en respuesta a las
condiciones de un entorno incierto y cambiante como es la mar, un medio totalmente
abierto e imprevisible, hasta el punto de poder afirmar que nunca se coge una ola igual a
otra, ni siquiera un mismo día en la misma sesión de surf (EHSF, 2002). Siempre habrá
alguna diferencia por lo mínima que sea en la longitud de la ola, tamaño, fuerza, tipo de
secciones, inclinación, dirección, etc.
Por tanto, parece que la variabilidad de las condiciones medioambientales influyen
en el desarrollo de la actividad cada día en cada playa o rompiente (tabla 1).
Tabla 1. Condiciones y factores que pueden afectar el desarrollo de la actividad en el surf.
POSIBLES CARACTERÍSTICAS DE LAS ROMPIENTES Y
FACTORES AMBIENTALES QUE PUEDEN INFLUIR EN
PATRONES DE ACTIVIDAD EN EL SURF
Tamaño de las olas
Longitud de las olas
Inclinación de la ola
Frecuencia de las olas
Fuerza de las olas
Distancia hasta la zona de rompiente
Corrientes
Tipo de rompientes
Meir et al. (1991) afirman que existen varios factores que pueden modificar la
intensidad en este deporte, entre los que incluye los factores ambientales, fisiológicos y
psicológicos (tabla 2).
Tabla 2. Factores que pueden afectar a la intensidad en el surf (Meir et al, 1991).
Ambientales
Fisiológicos
Psicológicos
Ola: frecuencia, duración, Distancia de remada Tamaño y tipo de ola
tipo, tamaño
hasta
la
zona
de
rompiente
Distancia a la zona de Tiempo total y media de Número de olas cogidas
rompiente y corrientes tiempo que se ha estado
existentes
remando
Temperatura del agua
Tiempo total y media de Estado emocional
tiempo que se ha estado
quieto
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Temperatura del aire
Masa
implicada
muscular Número
total
de
practicantes que hay en la
zona de rompiente
Estado de forma, nivel y
edad de los practicantes
A estos factores citados por Meir et al. (1991) y en relación con los factores
ambientales y fisiológicos, quizás haya que sumar la temperatura corporal del surfista. A
pesar de que sea un deporte practicado en el agua, con el consiguiente efecto
termorregulador, pudieran darse casos en los que las altas temperaturas del núcleo
corporal pudieran afectar a la contracción muscular del surfista limitando su rendimiento.
En la misma línea, Méndez – Villanueva y Bishop (2005) opinan que el
entrenamiento o competición puede darse en condiciones ambientales muy diferentes
(tamaño del mar, corrientes, longitud de las olas, frecuencia de olas, tipo de rompiente,
situación del line-up). Estas variables inciden, en su opinión, en los requerimientos
fisiológicos del surf, y por tanto, influyen en la intensidad de la actividad, variando así los
requerimientos energéticos en función de las condiciones existentes.
La escasez de literatura científica de impacto es subrayada por los diferentes autores
que han realizado estudios en torno al surf (Lauro et al, 2001. Danaculov et al, 2001. Lauro
et al, 2003. Méndez-Villanueva et al, 2005. Méndez-Villanueva y Bishop, 2005. MéndezVillanueva et al, 2006). Apenas se ha demostrado interés ni por parte de la comunidad
surfista ni por parte de los estudiosos del deporte en analizar el surf desde un prisma
científico. A pesar de ello, parece que en los últimos años ha habido un crecimiento de
dicho interés debido al aumento del profesionalismo en este deporte (Méndez-Villanueva
et al, 2005) y debido al enorme crecimiento que ha sufrido la industria del surf en la última
década (Méndez-Villanueva y Bishop, 2005).
1.1. Antecedentes
En la actualidad únicamente existen dos estudios que han analizado los patrones de
actividad en el surf:
- Meir et al. 1991: analizaron la frecuencia cardiaca del surf recreacional de,
aproximadamente, 1 hora de duración en 6 surfistas voluntarios y también
controlaron sus patrones de actividad. Dividieron dichos patrones de actividad en
las fases de remando (paddling), parado (stationary), sobre la ola (wave riding) y
otros (others). Según estos autores los surfistas estuvieron el 44% del tiempo total
remando, el 35% parados, 5% sobre la ola y 16% en otras acciones (others) como
puede observarse en la tabla 3.
- Méndez-Villanueva et al. 2006: Único trabajo en el que se han analizado los
patrones de actividad durante el surf de competición. Los autores de dicho estudio
analizaron los patrones de actividad a lo largo del campeonato Salomón Masters de
Margaret River (Australia) del año 2003. Este campeonato es de los más
importantes (6 estrellas) dentro del circuito WQS (World Qualifyng Series) de la
ASP (Association of Surfing Professional) circuito considerado como la antesala del
WCT (World Championship Tour), donde compiten los 44 mejores surfistas del
mundo. Los autores entienden que siendo el circuito WQS el segundo nivel de
competición a nivel mundial pueden considerarse a los participantes de la prueba
analizada como surfistas de élite. Méndez-Villanueva et al. grabaron y analizaron a
42 surfistas en las 42 mangas totales de la competición de 25 minutos de duración
cada una. Dividieron la actividad del surf en 4 patrones de actividad diferentes:
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Remando (Paddling), Parado (Stationary), Sobre la ola (Wave riding) y Otros
(Others). Los resultados fueron los siguientes (indicados en la tabla 3): los surfistas
pasaban el 51,40% (25-70%) del tiempo de la manga remando, el 42,49% (23-72%)
parados, el 3,77% (2-7%) sobre la ola y el 2,48% (0,1-6%) en otras acciones.
También midieron la duración media de las fases de remando y parado. En la
primera de ellas, fase de remando, aproximadamente el 60% son de intervalos de
entre 1 y 20 segundos, y del 90% si incluimos las remadas de hasta 90 segundos. En
cuanto a la segunda, fase parado, el 50% tienen entre 1 y 20 segundos, y el 88,7% si
se incluyen las fases estacionarias de hasta 90 segundos.
Tabla 3. Patrones de actividad registrados en los estudios de Méndez-Villanueva et al. (2006) y Meir et al.
(1991).
Méndez-Villanueva et al,
Meir et al, 1991
2006
51,40% (25-70%)
Remando
44%
42,49% (23-72%)
Parado
35%
3,77% (2-7%)
Sobre la ola
5%
2,48% (0,1-6%)
Otros
16%
1.2. Estado de la cuestión
Meir et al (1991) sugieren que la mayor cantidad de tiempo en el surf recreacional se
pasa remando (44%). Opinan que este porcentaje de tiempo puede variar mucho en
función de numerosos factores, incluyendo la calidad y tipo de olas, el número de personas
que compiten por las olas y/o la motivación de los participantes. Analizan la fase de
remada y opinan que no existe ningún patrón concreto y consideran razonable sugerir que
esta actividad está muy controlada por los factores ambientales que se presentan en la
tabla 2.
En la misma línea, notifican que la fase de surfing sólo representa el 5% del tiempo y
opinan que el tiempo que se pasa sobre la ola puede variar mucho en función de las
condiciones existentes. Concluyen su artículo incidiendo en que los factores ambientales
son un factor significante que dicta finalmente la cantidad de tiempo que se empleará
remando, parado o sobre la ola, y que por tanto influirá en la demanda fisiológica asociada
a la actividad.
Méndez-Villanueva et al. (2006) comparan los porcentajes de las fases de remando
y parado (51% y 42,5%) obtenidos en surf de competición con los porcentajes de fase de
remando y parado de surf recreacional (44% y 35%) obtenidos en el estudio de Meir et al
(1991), y opinan que los valores ligeramente superiores del surf de competición
encontrados en su estudio pueden ser un reflejo de las demandas específicas y únicas
existentes en el surf de competición y en el surf recreacional.
Méndez-Villanueva et al. (2006) creen que es posible que los porcentajes puedan
variar mucho en función de múltiples factores incluyendo el surf inconsistente o el tipo de
rompiente. También apuntan que las decisiones tácticas que los surfistas pueden tomar
durante la competición debido a diferentes factores (puntuación del rival o selección de
olas) pueden influir en los patrones de actividad de los surfistas.
Aún así estos autores opinan que parece que los surfistas pasan aproximadamente el
50% del tiempo remando (paddling), y aproximadamente el 40% parados (stationary).
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Según Méndez-Villanueva et al. (2006) los resultados de su estudio muestran que el
surf es una actividad intermitente caracterizada por una gran variabilidad en los patrones
de actividad controlados en mayor medida por factores medioambientales que por la
propia elección de los surfistas. Por lo tanto, para enfrentarse a las exigencias del océano,
los surfistas deben responder a períodos extensos de ejercicio intermitente con
requerimientos claramente diferentes entre el tren superior (remar) y tren inferior (surfear
la ola).
En la actualidad únicamente existen dos estudios que han analizado los patrones de
actividad en el surf (estudios de Meir et al. 1991 y Méndez-Villanueva et al. 2006), y sólo
uno de ellos se centra en el surf de competición (estudio de Méndez-Villanueva et al.
2006), donde se analizó a surfistas de élite de nivel internacional. Hasta la fecha, la
inexistencia de estudios ha hecho que estos datos no hayan sido comparados con otros
estudios donde se haya analizado el surf de competición de nivel regional, nacional o
internacional.
El objetivo del presente estudio es analizar los patrones de actividad que se dan en
el surf de competición amateur durante la tercera prueba del OPEN A del Circuito Vasco de
Surf disputada en la rompiente de Orrua (Zumaia-Gipuzkoa), con la intención de conocer
cómo se desarrollan los patrones de actividad en el surf de competición amateur y qué
similitudes o diferencias pueden existir respecto al surf recreacional (Meir et al. 1991) y
respecto al surf de competición de profesional (Méndez-Villanueva et al. 2006).
2. Método
2.1. Participantes
En el estudio se analizó a los surfistas participantes del OPEN A del Circuito Vasco
de Surf del año 2007. La EHSF (Federación Vasca de Surf) organiza el circuito Vasco de
Surf con 3 o 4 pruebas diferentes donde existen el OPEN B y OPEN A. Las pruebas son
organizadas en fines de semana reservando, como norma general, el sábado para el OPEN
B y el domingo para el OPEN A. En el OPEN B puede competir todo aquel surfista que
posea licencia federativa, y en el OPEN A, sin embargo, compiten los 12 mejores surfistas
según el ranking EHSF del año anterior más los 4 finalistas del OPEN B de cada una de las
pruebas.
En el caso de este estudio (N=16) los sujetos analizados son los 12 primeros
clasificados en el ranking EHSF del 2006 más los 4 finalistas de OPEN B celebrado el día
anterior. Podríamos clasificar a esta población como surfistas de máximo nivel amateur ya
que más de la mitad han competido o compiten en el circuito Europeo. La realización de
este estudio fue aprobado previamente por la dirección de la EHSF.
2.2. Análisis de la competición
Se escogió como competición para el análisis el OPEN A del Circuito Vasco de Surf
del año 2007, organizado por la Federación Vasca de Surf (EHSF). Este circuito de nivel
regional consta de 3 pruebas en diferentes playas o rompientes del País Vasco en las que
compiten surfistas que pueden considerarse como el vértice del sistema amateur. De las 3
diferentes pruebas del circuito fue la disputada en la rompiente de Orrua (ZumaiaGipuzkoa) la elegida para la realización del estudio, debido a la idoneidad del lugar de la
prueba, al alto nivel de los surfistas participantes y a las características de la ola, ya que
ésta es considerada como una rompiente de clase mundial debido a la regularidad,
potencia y longitud de sus olas.
10 mangas o eliminatorias fueron grabadas en un mismo día de competición (28-102007). De las 10 mangas, 3 corresponden a octavos de final o trials, 4 a cuartos de final, 2 a
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semifinales y 1 a la final. La primera manga de octavos no fue grabada debido a que no
existía surfista con lycra amarilla en dicha eliminatoria, criterio este elegido para la
grabación de los surfistas en cada manga, como se verá más adelante.
En las mangas de octavos o trials, 4 surfistas compiten entre sí y pasan a la
siguiente ronda los dos primeros surfistas que tengan la mejor puntuación correspondiente
a la suma de sus dos mejores olas. En cuartos de final, semifinal y final compiten con el
formato “man to man” o 1 contra 1, pasando a la siguiente ronda aquel surfista que posea
mayor puntuación al sumar sus dos mejores olas. Obsérvese el esquema de competición
utilizado en el Circuito Vasco de Surf de 2007.
OCTAVOS 1
Surfista 1
CUARTOS 1
Surfista 2
1º trials 1 vs 2º trials 2
Surfista 3
Surfista 4
SEMI 1
1º cuartos 1 vs 1º cuartos 2
OCTAVOS 2
Surfista 5
Surfista 6
Surfista 7
CUARTOS 2
Surfista 8
2º trials 1 vs 1º Trials 2
FINAL
1º semi 1 vs 1º semi 2
OCTAVOS 3
Surfista 9
CUARTOS 3
Surfista 10
1º trials 3 vs 2º trials 4
Surfista 11
Surfista 12
SEMI 2
1º cuartos 3 vs 1º cuartos 4
OCTAVOS 4
Surfista 13
Surfista 14
Surfista 15
CUARTOS 4
Surfista 16
2º trials 3 vs 1º Trials 4
Figura 1. Esquema de competición utilizado en el OPEN A del Circuito Vasco de Surf de 2007.
Las duraciones de las mangas fueron las siguientes: Octavos de final o Trials 25
minutos, Cuartos de Final 20 minutos, Semifinales 25 minutos y Final 30 minutos.
Con la intención de posibilitar la visualización en el análisis posterior, sólo se grabó
a un sujeto en cada manga, aquel que portara la lycra amarilla, considerando que este es el
color que permite un seguimiento más preciso, ya que es el que más fácilmente se
distingue del resto de lycras y del propio color del agua.
Para la grabación de las mangas de competición, se procedió a colocar el trípode
(Hama modelo Star 63) y la cámara de video digital (Canon MVX 250i ) en el lugar más
alto posible en función de las características geográficas del lugar y con no mayor distancia
de 30 metros respecto al cajón de jueces. Esta estructura, es el lugar donde se ubican los
jueces para puntuar las olas surfeadas por los participantes. Por tanto, se entiende que la
ubicación de este cajón es la posición óptima para la observación de la competición, de ahí
que se decidiera que la posición de la cámara fuera cercana a esta estructura.
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Durante la grabación del campeonato se registraron dos variables
medioambientales que pueden tener influencia en las condiciones para el surf, como son el
viento y el tamaño de las olas. Existió un viento de componente ligero y dirección terral u
offshore (que va desde tierra hacia el mar) y el tamaño de las olas fue de entre 1 y 2 metros
de altura.
Mediante la visualización de las cintas de video (Sony DVM60 Pr3 Premium) se
analizaron los patrones de actividad de los surfistas grabados en cada manga de
competición dividiendo o clasificando los movimientos de los surfistas, en las categorías
(más abajo descritas) de remando, parado, sobre la ola y otros, entendiendo que estas
categorías aportan precisión y facilidad a la hora de realizar el análisis al dividir de manera
racional y lógica las diferentes actividades o acciones que se pueden dar en este deporte.
Además, esta clasificación también fue elegida por Meir et al. (1991) y MendezVillanueva et al. (2006), autores que han publicado estudios en revistas de impacto en
los que se han analizado los patrones de actividad en el surf:
- Remando (Paddling): cuando el surfista, tumbado sobre la tabla, rema de manera
alterna con los brazos para propulsar la tabla hacia delante.
- Parado (Stationary): cuando el surfista está sentado o tumbado sobre la tabla y no
tiene intención de avanzar en ninguna dirección. Se incluye las situaciones en las
que se realiza un suave movimiento de alguno de los brazos para mantener la
posición en la zona de rompiente.
- Sobre la ola (Riding wave): desde el momento en que el surfista realiza la última
brazada antes de ponerse de pie sobre la tabla, hasta que los pies del surfista
pierden el contacto con la tabla o termina de surfear la ola.
- Otros (Others): resto de las acciones no definidas en las que se incluyen, sobre todo,
la acción de pasar por debajo de las espumas o recuperar la tabla después de una
caída.
Se calcula el tiempo (segundos) total y promedio que ha estado cada surfista en cada
actividad por manga de competición, la frecuencia o número de veces con la que ha
ocurrido cada actividad, el promedio de tiempo máximo y mínimo en cada actividad y el
porcentaje total de tiempo en cada actividad. También se registra el número fases remando
y parado en función de diferentes intervalos de tiempo.
El registro de los datos fue realizado por un solo observador utilizando un
reproductor de archivos de video digital y un cronómetro (Digi Sport 2000). Cada manga
de competición fue vista 1 vez por cada categoría (remando, parado, sobre la ola y otros)
para el registro los datos. Es decir, en cada vista se registró única y exclusivamente los
datos de 1 categoría.
2.3. Análisis estadístico
Se ha aceptado una pérdida de datos de 0,5% en cada manga. La suma de todas las
frecuencias de las cuatro categorías existentes fueron sumadas, permitiéndose una
diferencia del 0,5% respecto a la duración total de cada manga. En caso de existir una
diferencia mayor 0,5% debía repetirse la observación de las 4 categorías de dicha manga.
Con la intención de confirmar la reproducibilidad de los resultados obtenidos se
realizó una evaluación de fiabilidad de intratester test-retest. Una de las 10 mangas fue
analizada dos veces por el mismo y único observador, y se analizó la correlación existente
entre las dos observaciones entre las categorías de “remando”, “parado”, “sobre la ola” y
“otros” utilizando el paquete estadístico SPSS v15.0, y encontrándose una correlación
positiva y estadísticamente significativa (p<0,01) como puede observarse en la tabla 4. Las
categorías que tienen el número 1 corresponden con el primer análisis u observación,
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mientras que las que tienen un 2 corresponden con el segundo análisis u observación.
Obsérvese, por tanto las siguientes correlaciones positivas reflejadas en la tabla 4:
Tabla 4. Correlaciones halladas entre las categorías de la primera y la segunda observación.
Correlación positiva y estadísticamente significativa (r = 0,989 p<0,01) entre
remando1 (primera observación de la categoría de remando) y remando2 (segunda
observación de la categoría de remando).
Correlación positiva y estadísticamente significativa (r = 0,974 p<0,01) entre
parado1 (primera observación de la categoría de parado) y parado2 (segunda
observación de la categoría de parado).
Correlación positiva y estadísticamente significativa (r = 0,999 p<0,01) entre sobre
la ola1 (primera observación de la categoría sobre la ola) y sobre la ola2 (segunda
observación de la categoría de sobre la ola).
Correlación positiva y estadísticamente significativa (r = 0,985 p<0,01) entre otros1
(primera observación de la categoría otros) y otros2 (segunda observación de la
categoría de otros).
-
-
-
-
3. Resultados
En la tabla 5 se presentan las frecuencias medias, duraciones medias, duraciones
totales medias, tiempo máximo y mínimo medio de las diferentes categorías analizadas
durante las 10 mangas de competición.
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Tabla 5. Frecuencia, duración media y total y tiempo máximo y mínimo medio de las categorías analizadas.
CV= Coeficiente de variación.
SOBRE LA
REMANDO
PARADO
OTROS
FRECUENCIA(N)
38
21
7
15
Rango
20-62
11-34
5-9
7-24
CV(%)
36%
49%
21%
46%
DURACIÓN MEDIA (s)
24,6
21,8
9,7
5,3
Rango
13-39
12-40
7-11
4-8
CV(%)
31%
39%
16%
25%
DURACIÓN TOTAL (s)
860,3
409,5
66,8
72,8
Rango
600-1076
195-514
51-107
45-117
CV(%)
18%
37%
27%
38%
TIEMPO MÁXIMO (s)
110,4
93,1
16,0
12,2
Rango
68-147
43-289
11-20
8-17
CV(%)
23%
77%
18%
23%
TIEMPO MÍNIMO (s)
2,7
3,3
4,1
1,8
Rango
1-6
1-5
3-7
1-3
CV(%)
56%
38%
31%
34%
OLA
Según los datos obtenidos en las 10 mangas eliminatorias grabadas, los surfistas
estuvieron remando y parados el 61,0% (50-72%) y el 29,0% (13%-41%) del tiempo total,
respectivamente. Sobre la ola un 4,8% (3-7%) del total, mientras que en otras acciones
(otros) un 5,2%(3-8%) (Figura 2).
Estos datos parecen indicar un predominio de las acciones de parado y remando
(suma de 90%) respecto a las acciones de sobre la ola y otros (suma de 10%). Parece
destacable el gran porcentaje de tiempo que los surfistas pasan remando, siempre por
encima del 50%. Lo cual podría condicionar aspectos muy importantes en el
entrenamiento de este deporte.
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70
60
% TOTAL DE TIEMPO
50
40
30
20
10
05(0$1'23$5$'262%5(2/$27526
REMANDO
PARADO
SOBRE LA OLA
OTROS
Figura 2. Patrones de actividad
de 10 mangas
de competición
expresados en
porcentaje del tiempo total
(promedio +/- SD).
En cuanto a la duración media de las fases de remada, como puede verse en la figura
3, el mayor número de remadas corresponden con una duración de entre 0 y 10 segundos
(45,3 %). Combinándolo con los periodos de remada de entre 11 segundos y 20 segundos
representan el 68,1%, y extendiéndolo hasta 90 segundos, representan el 95,8% del total
de fases de remada registradas durante todas las mangas.
30
Número de fases de remada
25
20
15
10
5
0
0"-10"
11"-20"
21"-30"
31"-45"
46"-60"
61"-90"
91"-120"
121"-150" 151"-180"
> 180"
Duración (s)
Figura 3. Número de fases de remada de diferentes duraciones realizadas durante las mangas de
competición (promedio +/- SD).
En la figura 4 puede observarse la distribución de la duración de los periodos de
recuperación dentro de las mangas de competición. Aproximadamente la mitad (51%) de
los periodos de recuperación o descanso están entre 0 y 10 segundos, mientras que lo
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juntamos con los periodos de descanso de entre 11 y 90 segundos, 47,5%, en total suman el
98,5% del total.
Estos datos, junto con los da la figura 3, parecen sugerir un predominio de acciones
y descansos de corta duración (casi siempre inferiores a 90 segundos) frente a duraciones
superiores, motivados por la posible intermitencia de este deporte. Estos resultados
pueden tener repercusión a la hora de diseñar la estructura de los entrenamientos de surf.
30
Número de fases de descanso
25
20
15
10
5
0
0"-10"
11"-20"
21"-30"
31"-45"
46"-60"
61"-90"
91"-120"
121"-150" 151"-180"
> 180"
Duración (s)
Figura 4. Número de fases de descanso de diferentes duraciones de los surfistas analizados en las mangas
de competición (promedio +/- SD).
En la figura 5 puede observarse la distribución de los porcentajes de patrones de
actividad en función de los sistemas de competición. En el formato de trials (mangas de
octavos de fina) la distribución es la siguiente: 60,5% remando, 30,1% parado, 3,9% sobre
la ola y 5% otros. Y en el formato de man to man (mangas de cuartos de final, semifinal y
final): 61,5% remando 28,9% parado 4,9% sobre la ola y 4,7% otros.
En primera instancia y según esta figura, el formato de competición parece no
influir en la distribución de los patrones de actividad.
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70
60
% DE TIEMPO TOTAL
50
40
TRIALS
MAN TO MAN
30
20
10
0
REMANDO
PARADO
SOBRE LA OLA
OTROS
Figura 5. Patrones de actividad expresados en porcentaje de tiempo total en función de los sistemas de
competición empleados en el campeonato (Promedio+/- SD).
En las figuras 6 y 7 puede observarse la distribución de las fases de remada y
descanso, respectivamente, en función de los diferentes sistemas de competición.
40
35
Número de fases de remada
30
25
20
TRIALS
MAN TO MAN
15
10
5
0
11"-20"
0"-10"
31"-45"
21"-30"
61"-90"
46"-60"
91"-120"
121"-150"
> 180"
151"-180"
Duración (s)
Figura 6. Número de fases de remada de diferentes duraciones realizadas durante las mangas de
competición en función del sistema de competición (promedio +/- SD).
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40
35
Número de fases de descanso
30
25
20
TRIALS
MAN TO MAN
15
10
5
0
11"-20"
0"-10"
31"-45"
21"-30"
61"-90"
46"-60"
91"-120"
121"-150"
> 180"
151"-180"
Duración (s)
Figura 7. Número de fases de descanso de diferentes duraciones realizadas durante las mangas de
competición en función del sistema de competición (promedio +/- SD).
Estos datos parecen indicar la existencia de un mayor porcentaje de acciones de
muy corta duración, entre 0 y 10 segundos, tanto en las fases de remada y descanso, de las
mangas de trials frente a las de man to man. Las acciones de remada de entre 0 y 10
segundos en trials corresponden con un 54% mientras que en las mangas de man to man
son un 38,9%. Las acciones de descanso de entre 0 y 10 segundos en trials corresponden
con un 58,9% mientras que en man to man son un 43,7%.
Según estos datos los sistemas de competición parecen condicionar la estructura
temporal de la competición, por lo que deberían de ser tenidos en cuenta en la preparación
de los deportistas.
Si tenemos en cuenta las acciones de hasta 90 segundos tanto en trials como en
man to man se supera prácticamente el 95% en las fases de remada y descanso: 97,5% en
fase de remada en trials y 94,6% en man to man, y 100% en fase de descanso en trials y
97,5% en man to man.
El posible predominio de acciones de menor duración, en las mangas de trials, tanto
en la fases de remada como en las de descanso, quizás puedan ser motivadas por el número
de participantes existentes en los distintos sistemas de competición y su consiguiente
interacción, ya que en el sistema de competición man to man un surfista compite contra
otro, mientras que en el sistema trials un surfista compite contra otros 3 participantes.
4. Análisis y discusión
Como se ha apuntado anteriormente, según los resultados de los estudios existentes
entorno a los patrones de actividad en el surf, tanto a nivel recreativo como a nivel
competitivo, la mayor parte del tiempo se pasa remando o parado (obsérvese tabla 3).
En el estudio de Meir et al. (1991), donde analizaron los patrones de actividad
durante una hora de surf recreacional, los resultados mostraron que los surfistas pasaban
el 44% y el 35% del tiempo total en remar y estar parados, respectivamente. En cuanto al
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surf de competición, Méndez-Villanueva et al. (2006) analizaron 42 mangas de
competición, registrando valores de 51% para la fase de remada y 42,5% para la fase de
parado o descanso.
En el presente estudio los surfistas pasan el 61% del tiempo total remando y el 29%
del total parados. Al igual que en los estudios de Meir et al. y Méndez-Villanueva et al., las
categorías de remada y parado representan el mayor porcentaje de tiempo respecto al total
(90% en nuestro caso y 93,5% y 79% en los casos de Méndez-Villanueva et al. y Meir et al.,
respectivamente).
A continuación puede verse una tabla (tabla 6) y un gráfico comparativo (figura 8)
donde pueden observarse estos datos de manera más clara y visual.
Tabla 6. Comparación de patrones de actividad registrados entre los estudios de Meir et al. (1991), MéndezVillanueva et al. (2006) y estudio propio.
Meir
(1991)
Remando
Parado
Sobre la ola
Otros
et
al.
Méndez-Villanueva et
al, 2006
51,40% (25-70%)
42,49% (23-72%)
3,77% (2-7%)
2,48% (0,1-6%)
44%
35%
5%
16%
Estudio propio
61,0% (50-72%)
29,0% (13%-41%)
4,8% (3-7%)
5,2%(3-8%)
70
60
% TOTA L DE TIEMPO
50
40
Meir et al. 1991
Méndez-Villanuev a et al.
2006
30
Estudio propio
20
10
0
REMANDO
PARADO
SOBRE LA OLA
OTROS
Figura 8. Comparación de patrones de actividad registrados entre los estudios de Meir et al. (1991),
Méndez-Villanueva et al. (2006) y estudio propio expresados en porcentaje de tiempo total.
Méndez-Villanueva et al. (2006) indican que a pesar de que existen varios factores
que pueden hacer variar los porcentajes, parece que los surfistas pasan alrededor del 50%
del tiempo remando y alrededor del 40% parados. Lo que hace una suma del 90% entre
tiempo remando y parado.
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Comparando estos datos con los resultados del presente estudio puede decirse que a
pesar de que la suma del porcentaje de tiempo remando y parado es similar (90%), la
distribución es claramente diferente: 61% remando y 29% parado.
Coincidiendo con lo expresado por Meir et al. (1991) y Méndez Villanueva et
al.(2006), existen múltiples factores que pueden variar estos porcentajes, entre los que
podrían destacarse las condiciones medioambientales existentes (sobre todo el tamaño y
fuerza de las olas, y la frecuencia de su llegada a la costa) y características propias de la
rompiente donde se practique surf. Destacando el factor de la longitud de la ola y la
consiguiente distancia entre el lugar de la finalización de la ola y la zona de rompiente, y
las corrientes existentes. Es posible que todos estos factores afecten a la distribución de los
patrones de actividad en el surf.
Con la intención de facilitar información para el diseño de entrenamientos
específicos, podemos obtener datos que pueden ser útiles de los periodos de descanso y
acción existentes en el presente estudio. De esta manera, la duración media de los periodos
de acción (fase remada) ha sido de 24,6 segundos mientras que la duración media de los
periodos de descanso (fase parado) ha sido de 21,8 segundos.
Estos datos establecen un ratio de trabajo descanso de 0,89 segundos, es decir, el
surfista descansa o está parado 0,89 segundos por cada segundo que permanece remando
dentro de una manga de competición amateur. Méndez-Villanueva et al. (2006)
encontraron un ratio trabajo descanso de 1,25 segundos en el surf de competición de élite
analizado.
Comparando estos resultados de surf de competición amateur y élite, puede
considerarse que la diferencia existente entre los ratios trabajo descanso, pueda no deberse
tanto a la diferencia de nivel existente entre los surfistas de cada estudio, sino que puede
deberse en mayor medida a los múltiples factores que pueden variar las condiciones
existentes en cada competición. Sin embargo, según estos datos existentes hasta el
momento, parece que en el surf de competición los surfistas muestran un ratio de trabajodescanso próximo al 1, es decir, la duración de las fases de descanso es muy similar a las
fases de acción.
Serían necesarios más estudios entorno al tema para confirmar estos datos.
Mientras tanto esta información puede ser utilizada para desarrollar entrenamientos
intermitentes que traten de simular los requerimientos de la competición.
Coincidiendo con Méndez-Villanueva et al. (2006), se considera que debido a la
naturaleza impredecible de los factores medioambientales, los periodos prolongados de
alta intensidad y ejercicio intermitente pueden ser también requeridos en cualquier
momento dentro de una sesión de surf.
Por lo tanto, las medias de los periodos de remada y descanso puede que no
representen todos los patrones de estas actividades. La identificación de intervalos de fases
remada de larga duración y cortos periodos de descanso pueden proporcionar más
información relevante para entender los requerimientos específicos del ejercicio de alta
intensidad del tren superior existentes en el surf. Méndez-Villanueva et al. (2006)
encontraron en su estudio tiempos máximos de acción o remada que iban desde los 79 a
los 286 segundos y por otro lado, tiempos mínimos de las fases de descanso que iban desde
1 a 10 segundos.
En el presente estudio el tiempo máximo de remanda en cada manga ha variado
desde 68 a 147 segundos y el tiempo mínimo de descanso de 1 a 5 segundos. La diferencia
existente entre los tiempos máximos de las fases de remada de los dos estudios, pueden se
debida, sobre todo, a las características propias de la rompiente y la consiguiente longitud
de las olas, ya que los surfistas desarrollan los periodos más largos de remada cuando
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tienen que volver a la zona de rompiente una vez han abandonado la ola. Sin embargo, los
tiempos de descanso mínimos parecen similares en los dos estudios, siendo valores muy
bajos, lo que muestra la intermitencia de acciones existentes en este deporte.
Teniendo siempre en cuenta la variabilidad de las condiciones existentes en la
práctica del surf, estos resultados que identifican largos periodos de remada y cortos
periodos de descanso pueden ofrecer información válida para diseñar programas de
acondicionamiento acorde con las demandas específicas del deporte.
La esencia de este deporte, y su objetivo final, reside en la fase en la que el surfista
realiza maniobras sobre la ola. En el presente estudio los surfistas han estado sobre la ola
un 4,8% del tiempo total, mientras que en los estudios de Meir et al. (1991) y MéndezVillanueva et al. (2006) registraron porcentajes de 5% y 3,8% respectivamente.
Cuando Méndez-Villanueva et al. (2006) compararon los resultados de su estudio
con los de Meir et al., apuntaron que en el surf recreacional parece pasarse un mayor
tiempo sobre la ola que en el surf de competición. Según estos autores, debido a que en el
surf de competición se toman en cuenta sólo las dos mejores olas de cada manga, la
elección de las olas resulta un factor crítico. La elección de una ola incorrecta puede
resultar en una puntuación baja y requiere un periodo de remada para volver a la zona de
rompiente, y posiblemente, la pérdida de la prioridad en la ola.
Por tanto, durante las mangas de competición, es probable que la selección de las
olas prevenga a los surfistas de coger todas las olas que cogerían durante una sesión de surf
recreacional.
Sin embargo, si comparamos los datos del presente estudio (4,8%) con los de Meir
(5%) y Méndez-Villanueva (3,8%) podemos ver claramente que parecen más cercanos a los
valores registrados en el surf recreacional (Meir) que a los de surf de competición de élite
(Méndez-Villanueva). Esto quizás podría justificarse con la diferencia de nivel entre los
surfistas amateurs del presente estudio y los surfistas de élite del estudio de MéndezVillanueva, alegando que los primeros no son tan selectivos con las olas que surfean
comparándolos con los surfistas de élite.
Pero sin embargo, a pesar de que se puede considerar que la elección de las olas en
el surf de competición, comparándolo con el surf recreacional, sí es un factor crítico que
reduce el tiempo sobre la ola, las diferencias existentes en el porcentaje de tiempo
destinado a la fase sobre la ola son mayormente debidas, en este caso, a las condiciones
medioambientales existentes en el día de la competición, y al tipo y longitud de ola de la
rompiente donde se practique surf.
Sirva de ejemplo la consideración de que el tiempo sobre la ola sería muy diferente
si durante un campeonato en una misma playa o rompiente el periodo de las olas
(frecuencia con la que éstas llegan a la costa) fuera el doble. Como norma general, en el
surf de competición, los surfistas esperan al grupo de olas de mayor tamaño que entra
periódicamente hacia la costa (denominado serie, o set en inglés) con la intención de coger
las olas con mayor potencial de puntuación. En función del periodo con que estas olas
entran en la costa, las fases de espera de los surfistas en la zona de rompiente suelen
variar. De esta manera, cuanto mayor periodo de olas exista, y por tanto, mayor número de
series lleguen a la zona de rompiente, mayor será las posibilidades de surfear olas con alto
potencial de puntación, y por tanto, mayor será el tiempo que, en ese caso, los surfistas
pasarán sobre la ola.
La posible diferencia de tiempo de fase sobre la ola entre el surf de competición y
surf recreacional podría aclararse si se analizara un mismo día, y en una misma playa o
rompiente, a los mismos surfistas realizando surf recreacional y surf de competición. De
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esta manera las variables medioambientales y de tipo de rompiente quedarían
mayormente controladas.
La duración media de la fase sobre la ola en el presente estudio ha sido de 9,7
segundos, tras haber analizado un total de 64 olas durante la competición. En el estudio de
surf de competición de Méndez-Villanueva et al. (2006) se analizaron 206 olas con una
duración media de 11,6 segundos. Aunque los valores pueden considerarse como similares,
puede coincidirse con estos autores al señalar que la diferencia de longitud de las olas
debido a las condiciones medioambientales y características de las diferentes playas o
rompientes, pueden variar el tiempo que el surfista está sobre la ola.
En cuanto al tiempo destinado a otras acciones, en el presente estudio se han
registrado valores del 5,2% respecto al tiempo total. En los otros estudios relacionados
existentes, Meir et al. (1991) encontraron valores del 16%, mientras que MéndezVillanueva et al. (2006) registraron valores de 2,2%. Estos últimos autores indican en su
estudio que sus valores son claramente inferiores a los encontrados por Meir et al., pero
descartan la existencia de variaciones metodológicas entre los dos estudios, ya que la
categorización realizada por Méndez-Villanueva et al. fue con el mismo criterio que el
utilizado por Meir et al.
En el presente estudio ocurre lo mismo, ya que los criterios de categorización fueron
los mismos que los utilizados en los estudios de Meir et al. y Méndez-Villanueva et al.,
entendiendo que, además de posibilitar la comparación de datos con estos estudios, estas
categorías aportan precisión y facilidad a la hora de realizar el análisis al dividir de manera
racional y lógica las diferentes actividades o acciones que pueden ocurrir en este deporte.
Los valores registrados en este estudio (5,2%) también se alejan mucho de los
encontrados por Meir et al. (1991) (16%). Coincidiendo con Méndez-Villanueva et al.
(2006) al afirmar que estas diferencias pueden deberse por un lado, a la presión de la
competición que hace que los surfistas traten de perder el menor tiempo posible en este
tipo de acciones que no aportan ningún rendimiento, y por otro, a las condiciones
medioambientales, ya que éstas determinan la frecuencia y duración de este tipo de
acciones.
Puede considerarse que las ligeras diferencias existentes entre el presente estudio y
el de Méndez-Villanueva et al. pueden ser debidas a dichas variaciones medioambientales
y características propias de la rompiente, variables clasificables como condiciones externas
a la voluntad y nivel de los propios competidores.
El número de las duraciones de las fases de remada y descanso pueden verse en las
figuras 3 y 4. El mayor número de acciones corresponden con acciones de 0 a 10 segundos
(el 45,3% de las acciones de remada y 51% de las de descanso) mientras que la mayoría de
ellas, más del 95%, tanto en acciones de remada y parado están entre 0 y 90 segundos.
Estos valores parecen similares a los encontrados por Méndez-Villanueva et al. (2006)
donde aproximadamente el 90% de las acciones de remada y parado también están dentro
de la franja entre 0 y 90 segundos. Estos datos parecen confirmar la intermitencia de las
acciones en el surf de competición, tanto amateur como de élite.
En el OPEN A del Circuito Vasco de Surf, prueba analizada en el presente estudio, se
combinan dos diferentes sistemas de competición (obsérvese el esquema de competición
recogido en la Figura 1). En las eliminatorias de octavos de final se utiliza el formato trials,
donde compiten 4 surfistas entre sí en 4 mangas diferentes, de las cuales pasan a cuartos
de final los 2 mejores de cada manga. Mientras que en cuartos de final, semifinales y final
se utiliza el formato man to man, donde compiten un surfista contra otro pasando aquel
que mayor puntuación obtenga de los dos. Como norma general, en el surf de competición
cada ola sólo puede ser surfeada por un competidor, sin poder ser éste estorbado por
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ningún otro participante a lo largo de toda la ola. Como se ha detallado anteriormente, las
normas de prioridad a la hora de coger y surfear una ola varían en función del sistema de
competición utilizado.
Con la intención de conocer si los diferentes sistemas de competición pueden llegar
a influir en la distribución de los patrones de actividad y en las exigencias hacia los
competidores, se ha comparado los resultados obtenidos en las mangas de octavos de final
(formato trials) con los obtenidos en el resto de mangas (formato man to man).
Es destacable que la distribución de los porcentajes de patrones de actividad
parecen muy similares en las mangas de los dos sistemas de competición (ver figura 5): por
un lado 60,5 % remando, 30,1% parado, 3,9% sobre la ola y 5 % otros en las mangas de
trials, y por otro, 61,5 % remando 28,9% parado 4,9% sobre la ola y 4,7% otros en magas
man to man. Por tanto, parece que los diferentes sistemas de competición no afectan a la
distribución de los patrones de actividad en lo que a distribución total del tiempo se
refiere.
Sin embargo, si analizamos la duración de las fases de remada y parado, y su
frecuencia o número de veces que se repiten, sí que parecen existir diferencias apreciables
(figuras 6 y 7). En las mangas donde se compite con formato man to man el número de
frecuencias de acciones de remada es menor (un promedio de 53,7 acciones o frecuencias
de remada en las mangas de trials frente a un promedio de 31,6 frecuencias de remada en
mangas man to man) y lo mismo ocurre con las fases de parado (un promedio de 30
frecuencias en trials frente a un promedio de 17 en man to man).
Esta diferencia existente en el número de frecuencias de remada y parado entre los
dos tipos de manga es debido a que (como puede verse en las figuras 6 y 7) en trials el
número de fases de remada y parado de corta duración es mucho mayor que en las mangas
de man to man. Esto puede explicarse debido a que en las mangas de trials, 4
competidores luchan entre sí tratando de ganar la prioridad en la ola, lo que produce una
interacción entre los surfistas que conlleva una mayor intermitencia en las acciones. Sin
embargo, en las mangas man to man sólo compiten 2 surfistas en cada manga bajo la
norma de que tendrá la prioridad aquel surfista que lleve más tiempo en la zona de
rompiente, lo que simplifica y deja mucho más claro a cada surfista cual es su rol o
posición ante la prioridad y facilita la elección de las acciones a realizar.
Por tanto, estos datos parecen indicar que en las mangas de trials existe una mayor
intermitencia en las acciones de los surfistas con un aumento de las acciones que van hasta
los 30 segundos si las comparamos con las mangas con formato de man to man. Sin
embargo, estas modificaciones parece que no afectan a la distribución final de los patrones
de actividad de ambos formatos.
5. Conclusiones
La muestra analizada era compuesta por surfistas del máximo nivel o vértice
amateur dentro de un campeonato regional, por tanto, generalizar los resultados
encontrados a competiciones de diferentes niveles (profesional, junior, etc.) bajo diferentes
condiciones medioambientales y diferentes características de playa o rompiente podría no
ser adecuado.
Como sugieren Méndez-Villanueva et al. (2006), debería de reconocerse que estas
limitaciones probablemente habrían de aplicarse a la mayor parte de los estudios de
patrones de actividad, que son sólo capaces de proporcionar información sobre una
población específica en unas condiciones específicas.
Bajo esta premisa, los datos del presente estudio parecen indicar que el surf es un
deporte intermitente, caracterizado por la variabilidad de las acciones existentes debido a
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la posible influencia de diferentes factores que afectan a su estructura temporal, como
pueden ser: los factores medioambientales, las características propias de la playa o
rompiente donde se practique surf o el propio sistema de competición. Todos estos factores
delimitan las exigencias físicas de la actividad en mayor medida que la propia voluntad de
los surfistas.
La posible influencia de los sistemas de competición en los patrones de actividad no
ha sido estudiada en trabajos anteriores. Según los resultados del presente estudio a pesar
de que los sistemas de trials y man to man parecen provocar una distribución de patrones
de actividad similar en lo que a distribución total de tiempo se refiere, los resultados
sugieren que el sistema de competición trials provoca una mayor intermitencia en las
acciones de los surfistas que el sistema man to man, posiblemente motivado,
principalmente, por el número de competidores existentes en cada sistema de competición.
Los resultados de este estudio en lo que a la duración de las fases de acción y
descanso se refiere, aportan información que puede resultar válida para orientar en la
creación de programas de entrenamiento que respondan a las exigencias específicas de
cada competición. Los resultados de este estudio junto con los encontrados en el estudio de
Méndez-Villanueva et al. (2006) sugieren que, en el surf de competición, la duración
media de las fases de descanso es muy similar a las fases de acción. Puede entenderse que
las medias de las fases de acción y descanso no representan todos los patrones que se dan
en este deporte, ya que ocurren durante la práctica periodos prolongados de acción y
cortos periodos de descanso. En este caso, los resultados del presente estudio junto con los
encontrados por -Villanueva et al. (2006), parecen identificar largos periodos de remada
con cortos periodos de descanso, mostrando la intermitencia de acciones existentes en
este deporte.
La esencia de este deporte y lo que realmente marca la diferencia en competición
sucede en la fase en la que el surfista está sobre la ola. La elección de las olas en el surf de
competición parece ser un factor crítico, sin embargo, según los resultados del presente
estudio, parece que el número de olas cogidas y el tiempo sobre las mismas pueden variar
en función de las condiciones medioambientales existentes el día de la competición y las
propias características de la playa o rompiente donde se celebre la prueba.
Si todo lo citado anteriormente es así, y realmente las condiciones
medioambientales y características propias de la playa o rompiente afectan de tal manera
al desarrollo de la actividad, podría considerarse que esta variabilidad existente en surf
convierte en muy importante la aclimatación del surfista al lugar donde se celebrará la
competición en los días o mementos cercanos a la prueba. Ya que de esa manera el
competidor conocerá las características propias de la playa o rompiente con las
condiciones medioambientales concretas que posteriormente pueden reproducirse en
competición.
Podría considerarse de gran interés el que se realicen un mayor número de estudios
entorno al tema que nos ha ocupado en el presente trabajo, subrayando la posible
importancia que pueda tener un análisis longitudinal con un grupo de sujetos del mismo
nivel deportivo para recabar datos que puedan ser más concluyentes.
6. Referencias
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Índice
CAPÍTULO 2
CONSECUENCIAS DE MARCAR PRIMERO EN LOS PARTIDOS DE LOS
MUNDIALES DE FÚTBOL
Castellano, J., Castillo, A. y Casamichana, D.
[email protected]
Resumen
El estudio que presentamos pretende dar respuesta a dos cuestiones. Por un lado,
conocer si el hecho de adelantarse en el marcador tiene algún tipo de efecto en el resultado
final de un encuentro de fútbol, es decir, en qué medida marcar primero condiciona el
resultado final del partido. Y en segundo lugar, estimar si ha existido algún cambio en este
aspecto a lo largo de todos los mundiales de la historia del fútbol. Para ello, se han
analizado todos los partidos (708) de la máxima competición futbolística disputados en los
18 Mundiales de fútbol que se han celebrado desde Uruguay’1930 hasta Alemania’2006.
Los partidos han sido codificados en base a las siguientes cuatro facetas: mundial (18
niveles), tipo de competición (2 niveles), resultado (6 niveles) y minuto cuando se marca el
primer gol (8 niveles). Finalmente los datos se sometieron a unas técnicas analíticas que
han incluido desde las descriptivas más básicas, la comparación de medias a partir del chi2,
para comprobar la presencia de ciertas asociaciones entre niveles de las variables, y por
último, un análisis de los componentes de varianza para ponderar la variabilidad aportada
por la faceta mundial y estimar en qué medida este aspecto ha variado a lo largo de los
mundiales. Los resultados muestran que marcar el primer gol parece incrementar las
opciones de ganar el partido y que este hecho ha variado significativamente a lo largo de la
historia, favorecido por la casuística que cada vez se marcan menos goles por partido, y por
tanto, del valor relativo de cada gol marcado.
Palabras clave: fútbol, mundiales, resultado.
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1. Introducción
Los cambios que se están produciendo en la sociedad afectan en mayor o menor
medida a la forma de entender y jugar al fútbol. Nadie es ajeno a esta realidad compleja en
la que se enmarca el fútbol. Estamos en una época en que parece que la lógica externa del
fútbol tiene la iniciativa respecto al propio juego, su lógica interna (Parlebas, 2001). El
diagnóstico de esta realidad del juego ha sido abordado en diferentes estudios (Acar,
Yapicioglu, Arikan, Yalcin, Ates & Ergun, 2009; Castellano, 2009; Castellano, Perea y
Álvarez, 2009; Hughes & Franks, 2005; Jinshan, Xiakone, Yakamaka, & Matsumoto, 1993;
Kuhn, 2005; Mombaerts, 1991; Pollard & Reep, 1997) con la pretensión de describir y
explicar en que medida se están produciendo estos cambios. Los esfuerzos realizados por
los jugadores, su grado de participación, los espacios que cada demarcación abarca, el
número de contacto de balón, las duraciones de las posesiones del balón, el número de
transiciones defensa-ataque o viceversa, el número de pases por posesión, el tiempo
efectivo y de pausa, o las interrupciones reglamentarias y su relación con el gol son algunos
de los indicadores que se proponen para valorar la evolución del juego en el fútbol.
En su historia, a medida que se han ido incorporando cambios en la normativa lo
suficientemente importantes, la acción de juego se ha visto comprometida. Según Olivós
(1992 y 1997), la evolución y progresión en la mejora de la maestría técnica, táctica y
preparación física de los jugadores, han ido provocando en diferentes periodos un
desequilibrio entre la defensa y el ataque, afectando a la espectacularidad del juego, lo que
ha obligado a las instituciones futbolísticas a proponer cambios en su normativa.
Destacamos la evolución sufrida por la regla del ‘fuera de juego’ que ha provocado cambios
importantes en la manera en que los jugadores se han distribuido sobre el terreno de
juego, a partir de las cuales han acometido las funciones tanto en ataque como en defensa.
En este sentido, los sistemas de juego utilizados por los equipos se han ido adaptando a los
nuevos marcos reglamentarios. Mayor polivalencia y una mayor competencia motriz
parecen ser los rasgos de los jugadores de la actualidad. Según Kuhn (2005) después de
comparar cuatro partidos de diferente época (Inglaterra-Hungría de 1953, AlemaniaHolanda de 1974, Francia-Brasil de 1998 y Brasil-Alemania de 2002) llegó a la conclusión
de que los jugadores abarcan más área de terreno de juego, los porteros tienen más
posesión de balón, ha aumentado el número de pases de éxito al 1er toque y la velocidad del
balón aumenta en los pases exitosos medios y largos.
En la actualidad, existe un criterio muy generalizado respecto al inmovilismo en las
normas o reglas que lo rigen, aunque estudios como el de Palacios-Huerta (2004) o el de
Olivós (1992) nos muestran claramente los cambios estructurales del fútbol a lo largo de
los primeros 100 años de vida, entre otras cosas por los cambios en su normativa. Este
estancamiento del fútbol de los últimos años (Castellano, 2008; Castellano, Perea y
Álvarez, 2009; Castellano, Perea y Hernández-Mendo, 2008) es una de las eternas
discusiones que en multitud de reuniones, tertulias, impresiones escritas se pone una y
otra vez sobre la mesa intentando dar respuesta a la necesidad o no, de cambiar
sustancialmente las reglas del juego. En boca de todos circulan comentarios alrededor de la
cada vez mayor igualdad en los rendimientos de los equipos a nivel nacional e
internacional, motivados seguramente por el efecto globalización, aumento del número de
jugadores extranjeros en las ligas nacionales (Bloomfield, Polman, & O'Donoghue, 2003),
que hace que la forma de jugar de los equipos se vaya unificando. Parece más complicado
hablar hoy en día de escuelas o estilos de juego de los diferentes países o regiones. Además
pensamos que estamos en un momento de juego bloqueado, las defensas se imponen a los
ataques, el ritmo de juego se ha incrementado (Vales, 1998) y aspectos mínimos del juego,
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en algunas ocasiones el azar (Lago, 2007), o una simple jugada a balón parado (Taylor,
James & Mellalieu, 2005), lleva a la ‘gloria’ a un equipo y al ‘fracaso’ a otro.
El sistema de tanteo y el marcador son dos elementos claves de la lógica interna
(Parlebás, 2001) de la práctica competitiva del fútbol. Este juego con memoria hace que
cada conducta motriz de los jugadores sea trascendente. No se juega por jugar o pasar el
rato, se juega para ganar. El claro componente táctico-estratégico del fútbol se ve
altamente influenciado por la variable contextual, resultado parcial del partido, que
parece tener una influencia en la interacción del juego, y en el jugador. El marcador
momentáneo, se encuentre éste favorable o desfavorable para el equipo en cuestión, hace
tomar decisiones sobre la forma de jugar en ese momento. Parece que los jugadores forjan
una gama de conductas preferenciales (Anguera, Blanco-Villaseñor, Losada, Ardá,
Camerino, Castellano, Hernández-Mendo y Jonsson, 2003; Castellano y Blanco, 2004 y
2006; Perea, 2008) para arriesgar al máximo y conseguir puntuar antes de que acabe el
partido en disputa; o todo lo contrario, procurar no rifar el balón, para mantener un
resultado con el que interesa finalizar la competición. Especular con el balón, perdidas no
justificadas de tiempo, progresar de manera excesivamente directa, incluso precipitada…, y
es que los equipos alteran el estilo de juego en función del marcador parcial del partido
(Bloomfield, Polman, & O’Donoghue, 2005; Taylor, Mellalieu, James, & Shearer, 2008) lo
que repercute en diferentes pautas de juego como: desequilibrios en la distribución entre
los equipos del tiempo de posesión de balón (Castellano, Perea y Hernández-Mendo, 2008;
Jones, James, & Mellalieu, 2004; Lago, & Martín, 2007); oscilaciones respecto a la
exigencia en el aspecto físico, recorriendo menores distancias a alta intensidad cuando los
jugadores se encuentran por delante en el marcador (Lago, Casáis, Domínguez, Martín
Acero y Seirul-lo, 2009; Rampinini, Impellizzeri, Castagna, Coutts, & Wisloff, 2007);
oscilaciones en la cesión de la iniciativa al equipo que va perdiendo y reducir su intensidad
en el juego después de alcanzar el objetivo pretendido de marcar primero (Lago et al,
2009; O´Donoghue, & Tenga, 2001), puede ser algunas de las consecuencias de las
alternancias en el marcador.
Seguramente gran parte de los equipos prefieren adelantarse en el marcador. Esto te
hace ser dueño momentáneo del resultado aunque no te asegura dominar el juego. El
equipo ve afectada su aportación, jugando más tiempo en zonas de medio campo, en vez de
zonas adelantadas y retrasadas como sucedía cuando el marcador estaba empatado
(Bloomfield, et al., 2005) lo que, al mismo tiempo, dificulta que el resultado del marcador
cambie. La acción de marcar primero parece que aporta ciertas ventajas al equipo que lo
consigue, e interpretamos que su peso es mayor a raíz del cambio del sistema de
puntuación llevada a cabo en la temporada 1995-96, suponiendo un cambio importante en
el suprajuego (Parlebas, 2001). A partir de ese año competitivo se cambió el cómputo de
puntos asignados por partido ganado (pasando de 2 a 3) con la intención, así se justificó,
de favorecer el juego de ataque. Todo lo contrario, los objetivos esperados y obtenidos no
parecen coincidir, es decir, se ha dado un incremento en el número de conductas
defensivas, destructivas o de sabotaje una vez que uno de los equipos consigue adelantarse
en el marcador (Garicano, & Palacios-Huerta, 2005). No se ha visto favorecido el n.º de
goles marcados por partido (Castellano, Perea, y Hernández-Mendo, 2008), más bien todo
lo contrario, en cuanto uno de los dos equipos marca un gol ’cierran la persiana’.
Los objetivos que pretendemos en este trabajo con relación al marcador son dos:
por un lado, a) conocer qué repercusión tiene en el resultado final del partido el hecho de
que un equipo inicie marcando, dependiendo además del minuto en el que se marca el gol
y, por otro, b) determinar si el peso de marcar primero ha ido variando a lo largo de la
historia de los mundiales de fútbol.
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2. Método
2.1. Participantes
La investigación se desarrolla dentro del marco de la metodología observacional
(Anguera, Blanco-Villaseñor, Losada y Hernández-Mendo, 2000). Los datos han sido
tomados desde dos páginas web, www.fifa.com (web oficial de la Federación Internacional
de Fútbol) y www.infofutbolonline.com, que nos ha permitido contrastar lo datos respecto
al resultado final del partido y al minuto en el que se encajó el primer gol. En total se han
codificado y registrado todos los resultados finales acontecidos en los 708 partidos
disputados en los 18 mundiales de fútbol, así como el minuto cuando se consiguió el
primer gol, desde Uruguay´30 hasta Alemania´06. Se han incluido tanto los partidos de la
primera fase, como de las fases finales.
Tabla I. Relación de Mundiales con el número de partidos disputados en
ellos.
Mundial Nº de partidos
1930
18
1934
17
1938
18
1950
22
1954
26
1958
35
1962
32
1966
32
1970
32
Total de partidos
Mundial
1974
1978
1982
1986
1990
1994
1998
2002
2006
Nº de partidos
38
38
52
52
52
52
64
64
64
708
2.2. Sistema taxonómico
La herramienta confeccionada para realizar el registro observacional ha sido
elaborada a través de la combinación de dos estrategias diferentes en su construcción:
sistemas de categorías y formatos de campo (Anguera y Blanco, 2003; Ardá, 1998;
Castellano, 2000). Los formatos de campo garantizan el registro sistemático de varios
aspectos de un evento natural, para lo cual se proponen criterios relevantes, y para cada
uno de ellos se desarrolla un listado de niveles (Anguera, 1979) que hemos optado porque
sean cerrados, es decir EME (exhaustivas y mutuamente excluyentes).
La herramienta está formada por cuatro criterios o facetas como son: a) Mundial
(18 niveles), que se corresponden con todos los mundiales disputados hasta ahora; b) Tipo
de competición (2 niveles), diferenciamos los partidos de liga y de copa o eliminatoria; c)
Resultado final (6 niveles), registrado siempre en función del equipo que marca primero
respecto al resultado final del mismo, y; d) Minuto del 1er gol (8 niveles), en la que se
dividió la duración total del partido en 6 periodos de 15 minutos (del 1 al 6), las prórrogas
(código 7) y los partidos que acaban en empate a cero (código 0).
Tabla II. Herramienta taxonómica configurada para la codificación de los goles de los partidos, con los
cuatro criterios y sus niveles. Los códigos utilizados están en negrita y entre paréntesis su significado.
Mundial
1930
1934
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Tipo
competición
L
(liga)
w
Resultado final
Minuto del 1er gol
0
(0–0)
0
(resultado sin goles)
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C
(copa)
1938
1950
1954
1958
1962
1966
1970
1974
1978
1982
1986
1990
1994
1998
2002
2006
1a
(1–0)
1b
(Ganar por 1 gol: 2-1,...)
2
(Ganar por 2 ó + goles: 3-1,...)
3
(empatar)
4
(perder)
1
(0’–15’)
2
(16’–30’)
3
(31’–45’)
4
(46’–60’)
5
(61’–75’)
6
(76’–90’)
7
(>90´)
2.3. Calidad del dato
Todos los partidos fueron codificados tres veces por ocho observadores con dos
horas de formación. Además un observador ajeno revisó de manera aleatoria 100
resultados no encontrando ningún error. Se repasaron todos aquellos registros de los
partidos de los mundiales que no coincidían hasta que todos los datos cuadraron. El hecho
de disponer de dos fuentes de datos (páginas webs utilizadas) permitió contrastar los
resultados, que por otra parte no mostraron diferencias significativas.
2.4. Análisis estadístico
Para realizar los análisis estadísticos se han utilizado varios aplicaciones
informáticas: el programa estadístico SPSS 15.0 para Windows y el nivel de significación
admitido fue de p<0.05 (SPSS Inc., Chicago, IL, USA) para los análisis descriptivos y las
figuras. También fueron realizadas pruebas del Chi2 no paramétricas para comparar las
asociaciones entre variables, en la que se adoptaron niveles de p<0.05 ó p<0.01 como
indicadores de significación. La aplicación SAS v9.1.3. (SAS Institute Inc., 1999) se utilizó
para el análisis de los componentes de varianza y un análisis de generalizabilidad se realizó
con el programa GT versión 2.0 (Generalizability Study, Ysewjin, 1996) estimándose el %
de variabilidad (varianza explicada) de cada una de las facetas así como de sus
interacciones.
3. Resultados
En una primera aproximación descriptiva (tabla III) podemos observar como de los
708 partidos que se han disputado en la historia de los mundiales han finalizado con el
resultado de empate (códigos 0 y 3) un total de 157 encuentros, que suponen casi una
cuarta parte del total (22.2 %). El equipo que empieza y acaba ganando (códigos 1a, 1b y 2)
suman un total del 64.5 % de los partidos disputados (457). Sólo el 13.3 % de los equipos
que empiezan ganando el partido terminan por perderlo (código 4).
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Tabla III. Frecuencia de los tipos de resultados que se han
repetido durante la evolución de los Mundiales.
Códigos resultado
final
0
1a
1b
2
3
4
Total
Frec.
56
128
81
248
101
94
708
%
7.9
18.1
11.4
35.0
14.3
13.3
100.0
Nota: El significado de cada uno de los códigos figuran en la tabla II.
En los partidos que finalizaron con el resultado de 1–0, los goles han sido marcados
de forma muy repartida durante los 90 minutos del encuentro, pero se aprecia un mayor
número de goles en la parte final del partido, desde el minuto 60 al 90. Este dato es muy
interesante si lo comparamos con los datos obtenidos de los partidos ganados por la
mínima con más de un gol (código 1b), ya que aquí comprobamos que el mayor número de
goles se marcan en los primeros minutos del partido (más del 50 %). De manera muy
similar los encuentros que acaban con victoria por una diferencia mayor a 2 goles. En los
demás resultados finales (códigos 2 y 3) ocurre exactamente lo mismo, es decir más del 50
% de los goles que se han marcado en estos partidos son en los primeros minutos de
partido (entre el 0-30’).
Tabla IV. Frecuencia de los intervalos de tiempo que ocurre el
primer gol del partido.
Códigos minuto gol
0
1
2
3
4
5
6
7
Total
Frec.
56
234
160
94
75
46
36
7
708
%
7.9
33.1
22.6
13.3
10.6
6.5
5.1
1.0
100.0
Nota: El significado de cada uno de los códigos figuran en la
tabla II.
Podemos observar en la figura 1, en donde no se han incluido los resultados de
empate a 0, una cierta tendencia a que los resultados finales del partido acaben con
victoria, a medida que el primer gol del partido se produce con el partido avanzado. La
asociación de estas variables (Minuto 1er gol * Resultado final) es significativa (Chi2 =
862.717; p<0.01). Parece que tiene un claro peso el hecho de que el equipo que marca el
primer gol en la segunda parte es el que gana (50–70 %). Si analizamos las victorias por
dos o más goles, podemos observar que si el primer gol es durante los primeros 15
minutos, existe un 50 % de aumentar la diferencia durante el resto de tiempo del partido.
En cambio, si el primer gol llega entre el minuto 16 y el 60 de partido, las posibilidades se
reducen a un 40 %. Por otra parte, resulta interesante ver cómo marcando el primer tanto
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en el intervalo de tiempo 16–30 del partido, se obtiene un 21 % de posibilidades de perder
el partido. Este porcentaje va disminuyendo conforme el primer gol tarda en aparecer,
aspecto que no escapa de la lógica del juego, ya que el equipo que comienza perdiendo cada
vez tiene menos tiempo para conseguir la ‘remontada’.
cod_res
100,0%
1a
1b
2
3
4
Porcentaje
80,0%
60,0%
40,0%
20,0%
0,0%
1
2
3
4
5
6
7
cod_min
Figura 1. Distribución en porcentaje del tipo de resultados finales de los partidos
en relación a la prontitud del primer gol marcado (p<0.01).
En la figura 2 podemos observar los porcentajes en los que aparece cada resultado a
lo largo de los diferentes mundiales. La asociación de estas variables (Mundial * Resultado
final) es significativa (Chi2 = 113.159; p<0.05). Cabe destacar por ejemplo como en los
cinco primeros mundiales no existe ningún partido que finalice con empate a 0. Llama la
atención también como en el Mundial de Uruguay, en el 70 % de las ocasiones el equipo
que marcaba el primer gol ampliaba la diferencia, mientras que en la actualidad, en el
último mundial de Alemania’06 este aspecto se produce únicamente en el 40% de las
ocasiones. Similar tendencia decreciente ha seguido las opciones de remontar un partido,
pasándose de un 20–30 % en los primeros mundiales a situarse ahora en torno al 7–10 %,
dándose este punto de inflexión sobre todo a partir del Mundial de España’82. Por último,
podemos destacar que los partidos que terminan 1–0 ó empate con goles se ha mantenido
constante a los largo de los mundiales, en torno al 15–20 %.
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100,0%
0
1a
1b
2
3
4
Porcentaje
80,0%
60,0%
40,0%
20,0%
0,0%
1930
1938
1954
1962
1970
1978
1986
1994
2002
1934
1950
1958
1966
1974
1982
1990
1998
2006
año
Figura 2. Porcentaje de los tipos de resultados en función del mundial (p<0.05).
Por otro lado, sí hemos encontrado asociación de las variables Tipo competición y el
Minuto del 1er gol (Chi2 = 28.751; p<0.01) tal y como aparece reflejado en la figura 3. Según
estos valores en las fases finales correspondiente a estos Campeonatos disminuye la
probabilidad de quedar el partido en tablas (0–0) en más de 50 % y que se marca el primer
gol en la primera parte (68.7 %).
Figura 3. Porcentaje del intervalo de tiempo en el que se marca el primer gol entre fases iniciales
como finales de competición.
Entre el Tipo de competición y el Resultado final (figura 4) parece existir cierta
asociación (Chi2 = 23.220; p<0.01). Queremos destacar que en las fases finales existe un
34.6 % de probabilidades que el resultado termine favorable para el equipo que marca
primero por la mínima diferencia, que hay un 20.3 % de comenzar marcando primero para
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terminar perdiéndole partido y, por último, que disminuye al 8.8 % las probabilidades de
terminar empate después de comenzar ganando el partido.
Figura 4. Porcentaje del tipo de resultado entre las fases iniciales y finales de competición.
Con relación al minuto donde se marca el primer gol no encontramos diferencias
significativas en la historia de los Mundiales (figura 5). Según la prueba de Chi2 (140.267;
p>0.05) no podemos descartar la hipótesis nula, pues no existen diferencias significativas,
aunque se puede observar la evolución de los mundiales que en esta ocasión se mantiene el
marcar primero durante el primer tiempo en un 78% tanto en 1930 como en 2006.
Figura 5. Porcentaje del intervalo del tiempo cuando se ha marcado el primer gol en función del mundial
(p>0.05; no significativo).
Para el análisis de los componentes de varianza y su precisión de generalización se
ha configurado un diseño multifaceta compuesto por tres facetas. Por un lado, la faceta
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Mundial [M], que recoge 18 niveles correspondiendo con los mundiales celebrados desde
1930 hasta el 2006; en segundo lugar la faceta Resultado final [R] con seis niveles,
correspondiendo con los tipos de resultados establecidos; y por último, la faceta Minuto
del 1er gol [T], con ocho niveles representando las partes del partido dónde se produce el
primer gol del partido. El procedimiento empleado fue el de Generalized Linear Model
(GLM). Además se realizó un análisis de generalizabilidad con el programa GT versión 2.0
(Ysewjin, 1996) estimándose el % de variabilidad (varianza explicada) de cada una de las
facetas y de sus interacciones. En la tabla V vienen recogidos los resultados de los dos
análisis con el modelo de las tres facetas utilizadas, con el fin de observar la varianza
asumida por cada una de las facetas y sus interacciones.
Tabla V. Valores de los grados de libertad (gºl), suma de cuadrados (SC), a
partir del procedimiento GLM tipo III para el modelo de tres facetas
mundial*resultado*minuto [M*R*T]. Además se incorpora el porcentaje de
varianza explicada (%) por cada faceta y por sus interacciones mediante en
análisis de generalizabilidad.
gº l
% de varianza
explicada
SC
Mundial [M]
17
41.1
4
Resultado [R]
5
30.7
1
M*R
64
118.2
0
Minuto [ T]
7
73.7
7
M*T
77
112.7
16
R*T
21
153.5
33
M*R*T
101
166.3
40
Como podemos apreciar la interacción de las facetas Resultado final y Minuto del 1er
gol es la que mayor variabilidad aporta al modelo (aparte del error residual que está
representado por la interacción de todas las facetas). Por el contrario, la faceta Resultado
final, bien sola o cuando está en interacción con la variable Mundial, aporta muy poco
variabilidad (1 %). En una posición intermedia se sitúan las facetas Mundial y Minuto del
1er gol aportando el 4 % y el 7 % de la variabilidad del modelo.
4. Discusión
El propósito del trabajo fue por un lado y con relación al marcador, conocer qué
repercusión tiene en el resultado final del partido para el equipo que inicia marcando,
dependiendo además del minuto en el que se marca el gol y, por otro, si el peso en la
victoria final de marcar primero ha crecido en importancia a lo largo de la historia del
fútbol.
En primer lugar atenderemos a la importancia de adelantarse en el marcador y su
transcendencia en el resultado final del partido. En la línea de los encontrando Bloomfield
et al. (2005) el marcar inicialmente resulta influyente en el resultado final del partido. En
nuestro estudio casi el 65 % de las veces que se comienza ganando el partido se acaba por
ganar. Este valor aumenta hasta el 80% si el resultado final engloba tanto a ganar como a
empatar, es decir, no perder.
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En más de la mitad de las ocasiones (60 %) hemos encontrado que una vez se ha
desecho la igualdad inicial vuelve a ocurrir otro gol (a favor o en contra), lo que parece
implicar que los equipos que se encuentran perdiendo arriesguen más en el ataque,
descuidando a veces su defensa (provocando aumentar la diferencia), o por el contrario, su
agresividad ofensiva les permita empatar o incluso remontar el encuentro. En esta línea
Bloomfield y cols. (2005) encontraron un mayor tiempo de juego en zonas de ataque y de
defensa cuando el partido está empatado respecto a cuando hay desventaja en el marcador.
A este respecto debemos señalar, tal y como indica el autor, como cada equipo tiene una
estrategia diferente de responder ante el gol, y puede que los equipos que participan en el
Mundial respondan de una manera más intensa (por el valor externo de disputar un
partido de selecciones en el máximo nivel competitivo), aumentando las posibilidades de
que se produzca un segundo tanto. La media de más de dos y pico goles por partido
(Castellano, Perea y Hernández-Mendo, 2008) es reflejo de esto.
Con respecto a la diferencia de goles podemos destacar como en el conjunto de los
partidos disputados en los mundiales algo más de un tercio de los partidos se ganaron por
más de 2 goles (248 partidos de los 708 totales). El tipo de competición, liga para la
primera fase y copa para la fase final, así como una mayor diferencia entre los niveles
futbolísticos de las selecciones nacionales en esa primera fase del campeonato pueden
tener que ver con este aspecto.
El tipo de competición o la fase del campeonato parecen aportar información
respecto a la distribución de los partidos que finalizarán sin cambio en el marcador o con
un único cambio, muy similar a algunos aspectos encontrados en otros estudios (Hughes,
& Churchill, 2005; Pollard, Reep & Hartley, 1988; Puente, Aróstegi y Castellano, 2008;
Rampinini et al, 2007). Los resultados mostrados permiten conocer un poco más sobre
cuál es la realidad de marcar un gol en un tipo u otro de competición, es decir, saber sobre
el peso que adquiere ser el autor del primer gol en las fases previas (competición en forma
de liguilla) o en los partidos de ‘muerte súbita’. Un 31.6 % de los partidos de la primera fase
marcan en los primeros 15 minutos y un 37.4 % los partidos correspondientes a la segunda
fase del Campeonato. Con respecto a qué sucederá en el partido de la primera fase una vez
que se marque el primero, nos llega que el 17.9 % de los partidos se termina con el 1–0
inicial, y un 18.7 % en la segunda fase, es decir, sin apenas diferencias entre ambas.
Respecto a la temporalidad de los goles, Taylor, James, & Mellalieu (2005) afirman
que en la liga inglesa no hay diferencias significativas entre los diferentes intervalos de 15
minutos a los largo del partido, si bien observamos que en los primeros minutos de las
partes el protagonismo de máxima eficacia en los goles es superior con respecto a los
minutos finales de las partes. La relación entre el minuto en el cual se marca el primer gol y
el resultado final el partido aporta nuevas perspectivas: el peso asociado a la posibilidad de
ganar el partido, ya que un equipo que se adelanta en el marcador durante la segunda
parte, en pocas ocasiones le empatan o pierde, como demuestran los porcentajes de 18 y 10
% respectivamente, mientras que estas posibilidades para un gol marcado en la primera
parte ascienden a un 37 % de las ocasiones. En definitiva, marcando el primer tanto, existe
un 21 % de perder el partido, y éste porcentaje va disminuyendo paulatinamente conforme
pasa el tiempo, dándose el punto de inflexión en el minuto 60 de partido, donde las
posibilidades son muy escasas (<5 %). Como era de esperar cuanto menos tiempo queda
para la finalización del partido más se cierran los equipos, entorpecen el juego. También
debemos señalar que lo frecuente es marcar el primer gol en la primera parte, ya que se
encuentran los porcentajes más elevados de goles durante todos los campeonatos. Eso sí, a
medida que se van disputando los mundiales estos valores numéricos han decrecido
lentamente, aunque esto puede haberse debido a que cada vez se marcan menos goles de
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media por partido. A partir del Mundial de 1982 se remontan menos partidos cuando el
equipo comenzó perdiendo.
Con relación a los análisis de los componentes de varianza observamos como el % de
varianza atribuida a la faceta Mundial [M] es pequeño (únicamente del 4 %) lo que nos
indica la pequeña diferenciación o variabilidad que se ha dado entre mundiales. Debemos
señalar como Castellano, Perea y Hernández-Mendo (2008) encontraron en su estudio
unos valores similares, aportando la faceta Mundial únicamente un 1% cuando fue tomada
de manera aislada. Éste estudio se centró en el análisis del juego durante los tres últimos
mundiales, estudiando los contextos de interacción producidos, la especialización de los
mismos y el resultado del marcador en el momento de producirse, por lo que parece,
uniendo ambos trabajos, que el fútbol no ha evolucionado de una manera significativa ni
en su juego durante los últimos mundiales, ni en el momento que tienen los equipos para
adelantarse en el marcador y su posterior repercusión en el resultado final del partido, a lo
largo de la historia de los mundiales.
Con respecto a la faceta Tiempo [T] del primer gol, observamos como es la faceta
que mayor porcentaje de varianza explica de manera individual, 7 puntos, lo cual nos
indica que a lo largo de los mundiales existe poca variabilidad en el momento en el cual los
equipos anotan el primer gol. La faceta Resultado [R] aporta únicamente un 1% de
variabilidad al modelo, lo que nos indica que no existen apenas diferencias entre los
diferentes resultados que se dan a lo largo de los mundiales. A pesar de que la faceta
Resultado [R] no aporta prácticamente variabilidad al modelo cuando es estudiada de
manera aislada, si se asocia con la faceta Tiempo [T] asumen un 33% de la variabilidad
total, lo que nos indica que parece que marcar primero tiene su importancia que va
creciendo a medida que avanza el partido.
Por último, podemos comprobar como el valor del error residual del modelo
[M*R*T] supone un 40% del total, lo que indica que todavía no disponemos de todas las
variables que completan y explican la variabilidad total del mismo, por lo que
consideramos necesario para posteriores trabajos incluir nuevas facetas y nuevos niveles
dentro de cada faceta para conseguir optimizar este modelo que reduzca el error no
controlado.
La realidad competitiva, las exigencias del entorno, los avances en la investigación,
la mejora del entrenamiento, la implantación más extendida de medios tecnológicos al
servicio del cuerpo técnico,… parecen oprimir al entrenador, al jugador, al equipo y al
juego. Parece que la defensa vuelve a tomar ventaja respecto al ataque, y no hay defensa
más ventajosa que iniciarla desde balón parado, eso sí, lo más lejos posible del área. Los
equipos parecen tener aprendida la dinámica que ayuda a no perder el sitio, el equilibrio,
la potencialidad defensiva,… el partido. Ir a por el triunfo parece que queda en segundo
lugar, no es lo prioritario. Estamos ahora en una época en la que las investigaciones sobre
estudios ya realizados pueden facilitarnos comprender si está evolucionando el juego y en
qué dirección. Parece que los resultados de nuestro trabajo concuerdan con los de trabajos
previos que han estudiado la evolución de diferentes aspectos durante diferentes
campeonatos del mundo (Castellano, 2008; Castellano, Perea y Álvarez, 2009; Castellano,
Perea y Hernández-Mendo, 2008), apoyando la hipótesis de invariabilidad relativa o
estancamiento del fútbol a lo largo de los años.
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Agradecimientos
Este trabajo forma parte de la investigación Avances tecnológicos y metodológicos
en la automatización de estudios observacionales en deporte que ha sido subvencionado
por la Dirección General de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI200801179), durante el trienio 2008-2011.
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Índice
CAPÍTULO 3
JARDUERA FISIKOAREN ANIZTASUNAREN EBALUAZIOA: TRESNA BERRI
BATEN DISEINUAREN PROPOSAMENA
Aitor Zabala Asua eta Oidui Usabiaga Arruabarrena
[email protected]
Laburpena
Ikerketa lan honen bidez, eskola kirolaren testuinguruaren ezagutzatik abiatuz,
Gipuzkoan eta Euskal Autonomi Elkargoan, ezarri den eredu berriaren ardatzetariko bat
osatzen duen jarduera fisikoen aniztasuna aztertu da. Azterturiko dokumentu ofizialetan
eta ikerketa lanetan ikuspegi hezigarritik jarduera fisikoen aniztasunaren gaia aztertzeko
irizpide garbien gabeziaren aurrean, funtzio hori bete nahi duen tresna diseinatu da.
Horretarako, praxiologia motorraren marko teorikoan oinarrituz, jarduera fisikoa
kontzeptua bera definitu da eta eskola kirolaren eskuhartze hezigarrien objektu bezala
parte-hartzaileen jokabide motorrak hartu dira. Ikuspegi horretatik, eta elkarrizketatutako
adituen ekarpenekin bat eginez, hiru kategoria-sistemez osaturiko esparru-formatoan
oinarrituriko ebaluazio tresna diseinatu da: ekintza eremuak, helburu motorrak eta
puntuazio sistemaren memoria.
Gako-hitzak: eskola kirola, heziketa fisikoa, jokabide motorra, aniztasuna, ebaluazioa.
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1. Sarrera
Gaur egungo mendebaldeko gizartean, jarduera fisikoen eremuak espazio berezia
osatzen du. Gure kulturaren atal garrantzitsua den kultura fisikoaren osagaia da, jarduera
fisikoak modu orokorrean eta kirol modernoak bereziki, oso hedatuak eta txertatuak
daudelarik eguneroko gure bizitzan. Edonola, praktika fisiko edo motorrak anitzak dira
oso, eta ezaugarri eta izaera anitzez beteriko mundua osatzen dute. Jarduera hauek
gizartean duten agerpena aztertuz gero, batzuena eta besteena oso ezberdina da, eta autore
batzuek adierazten duten bezala, praktika batzuek, besteak nolabait menperatzen dituztela
ere esan daiteke; kirol modernoaren kasuan bezala (Vicente Pedraz eta Brozas Polo, 1997;
Parlebas, 2001, 2003a; García Ferrando, 2006a).
Jarduera fisikoen eremua, gizartea bera bezala, garatuz eta aldatuz doa eta horren
ondorioz praktiken ezaugarriak moldatzen doaz, baita praktika batzuk agertzen eta
desagertzen ere. Adibiderako, mendebaldeko gizartea modernitatetik postmodernitatera
igarotzerakoan kultura fisikoaren garapena ere somatu daiteke praktika fisikoekiko; garai
bateko esfortzua eta garaipenaren ereduak, plazerra eta gozamenarenari lekua utzi diolarik
(Olivera Betrán eta Olivera Betrán, 1995a; García Ferrando, 2006b) .
Geure gizarte garaikidean, jarduera fisikoak praktikatzeko esparru ezberdinak
existitzen dira, horietako bat Eskola Kirolak (aurrerantzean EK) osatzen duelarik. EKn
burutzen diren jarduera fisikoak ere, jarduera sozialak dira, ikasleen portaera motorretan
islatuko diren gizarte jakinaren ezaugarriak izango dituztenak. Esparru horretan ere
nabarmena da eredu menperatzaileen eragina, kirol modernoarena eta horrek dakartzan
baloreena alegia.
Aipaturiko gizartearen aldaketen adierazle, Gipuzkoan EKren inguruko eztabaida
piztua dago, batez ere, kirol-aniztasuna deiturikoa dela eta; legez (125/2008 dekretua), 12
urte arte haurrek ezin dute kirol federatuan parte hartu, espezializazio goiztiarraren
aurkako neurri gisa.
Printzipioei dagokienez, Eusko Jaurlaritzak proposaturiko Kirolaren Euskal Plana
2003-2007 (aurrerantzean KEP) argia da ikerketa lan honetan aztertu nahi den EKren
ezaugarri den jarduera fisikoen aniztasunarekiko: “ahal dela, kirol anitz praktikatuko da
eta lehiaketa-kirola ez da izango helburu bakarra” (KEP, 2003:53). Printzipio horrek
justifikatzen du, EKn jarduera fisikoen aniztasuna aztertzearen beharra, eta beraz, baita
horretarako jarduera fisikoen aniztasuna kontzeptua bera azalduko duen marko teoriko
sendoan oinarrituriko ebaluazio tresnarena ere.
Ikuspegi hezigarritik funtsezkoa bilakatzen da kirol-aniztasun edo jarduera fisikoen
aniztasun horren nondik norakoa ezagutzea, eta EK legez orientatzen duten helburu
hezigarriekin eduki dezakeen lotura aztertzea. EK eskuhartze hezigarrien esparrua izanik,
eskuhartzerako medioak (Martínez de Santos eta Blanco, 2003) aztertzea oinarrizkoa da.
Jarduera fisikoak aztertzeko garaian, Praxiologia Motorraren marko teorikotik
burutuko da lana, jardueren ezaugarriak aztertzeko oinarri sendoa eskaintzen baitu.
Jakintzagai horrek, ikerketa objektua ekintza motorra (Parlebas, 2001:41) bezala
zehaztasunez definitu eta mugatuz aukera ematen du praktika fisiko ezberdinek dituzten
ezaugarriak aztertu eta horien araberako parte-hartzaileen jokabide motorrak (Parlebas,
2001:85) eta horien eragin posibleak aurreikusteko, neurri batetan bada ere.
Ekintza motorretik abiatzen den ikuspuntua izanik, gainontzeko jakintzagaiekiko
ikuspegi berezia dakar, ekintza beraren ezaugarrietatik eta jardulearengandik1 abiatzen
dena, eta beste jakintzagaiek praktika fisikoei buruz ekartzen dituzten ezagutzei, oinarri
sendoa eskaintzen die. Modu berean, ekintza motorraren ikuspuntuak, jardulea,
1
[Gazt.: agente]
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jardueraren ezaugarriak eta gertatzen den testuinguru soziala lotzen ditu. Heziketa fisikoa
(aurrerantzean HF), ekintza motorrean ematen diren jokabide motorren pedagogiatzat
ulertu daiteke (Parlebas, 2001:172) eta horrela HFaren eskuhartze objektua jokabide
motorrean kokatuz, gizabanakoaren osotasuna barne hartzen da (Lagardera, 2004).
Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko sortu nahi den tresnaren bidez, jokabide
horiek, EK programa edo plangintzen helburu hezigarriekin bat egin dezaketen ala ez jakin
daiteke, eta horrela eskuhartzerakoan, helburu horiekiko koherentzia izan dezaketen
jarduera fisikoak erabiltzen diren jakin daiteke eta gainera programak diseinatzeko garaian
jarduera egokienak hautatu ahal izango dira. Era berean, egoera jakinaren arabera,
jarduera fisikoen barne funtzionamendu edo barne-logikaren elementuak moldatzeko
irizpide sendoak izango dira, helburu hezigarri horietara egokitu ahal izateko.
Ikuspegi sozialetik, EKn eta orokorrean gizabanakoari edo taldeari, eskolan,
udalean, herrian, zein gizartean proposatzen edo eskaintzen zaizkion jarduera fisikoen
ezaugarriak ezagutuz gero, horietako bakoitzak izan ditzakeen inplikazio fisiko, afektibo,
psikologiko eta sozialak, ekintzaren (hau da, egite prozesuaren) elementuekin erlazionatu
daitezke. Praxiologia motorrak, aipaturiko inplikazioak jarduera beraren funtzionamendua
edo barne-logikaren ezagutzan oinarritu ahal izateko aukera ematen du, beste
jakintzagaien ezagutzei ekintza motorra beraren ezagutza eskainiz. Horrenbestez, jarduera
fisikoen inguruko ikerketarako, funtsezkoa bilakatzen da diziplina edo jakintzagai
ezberdinen arteko interdiziplinaritatea.
Horrek guztiak, besteak beste EKren helburuen artean dagoen kirol-azturak edo
kirol-atxekimendua delakoaren inguruko sustapenean eta azterketetan gehiago sakontzen
lagun dezake. Jarduera fisikoen ezaugarritze egokiaren bidez, jarduera fisikoen eskaintza
eta aukera aniztasuna azter daiteke, eta horrela jardueren ezaugarrien arabera dituzten
inplikazioak ezagutuz, gizabanakoek praktika fisikoarenganako izan dezaketen motibazio
edo jarrera ulertzeko aukerak zabal ditzake. Modu berean, inplikazio mota ezberdinen
araberako aniztasunean oinarrituriko proposamenak bultza daitezke, pertsonak anitzak
garen heinean eskaintzak ere anitzak izan beharko liratekela ulertzen bada.
Azken finean, lan honen bidez, EKren jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko
irizpideak proposatu nahi dira, beti ere ikuspegi hezigarritik eta jokabide motorretik
abiatuz. Irizpide horietan oinarrituz diseinatutako tresna izango da gaiari buruzko
ezagutza eta ikerketei egiten zaien ekarpen nagusia.
2. Marko teorikoa
2.1. Eskola Kirola, euskal jarduera fisikoen eremu orokorrean
Euskal Autonomi Erkidegoaren kasuan (aurrerantzean EAE), “Euskal Kirol
Sistema” deiturikoaren markoan biltzen dira jarduera fisikoak (KEP, 2003) eta EK
praktika eta eskuhartze esparru propioa osatzen du. EKren definizioak aztertu ondoren,
besteak beste Ortuzarrek (2004) ere aipatzen duen bezala, ez dago bateratasunik. Batez ere
legeak, planak eta EAEko azken dekretuak (125/2008) ezartzen dituzten definizioen
arabera, eta horietan kirola terminoa bere zentzu zabalean jarduera fisiko guztiei
erreferentzia eginez erabiliz, Eskola-Kirola, derrigorrezko eskola adinean, eskola orduz
kanpo eta helburu hezitzaileekin praktikatzen diren jarduera fisiko antolatuen multzoa
bezala ulertuko da.
EKren ezaugarri orokorrekiko, 125/2008 Dekretuak, lehenengo artikuluan, bere
izaera hezitzailea modu argian adierazten du, era berean heziketa integrala ardatz
nagusitzat zehaztu eta hezkuntza sistemarekiko harremana estutzen du, gorputz-hezkuntza
arloaren helburuak EKrenak bilakatuz (125/2008, EHAA:18672). Bere bigarren
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artikuluaren lehen puntuan, EKren funtzio eta ezaugarriak zehazterakoan, kirolaniztasunaren ideia indartzen du:
“Eskolako kirola nagusiki kirol anitzekoa izango da eta ez da soilik lehiakortasunera
bideratua egongo. Horrenbestez, eskola-ume orok hainbat kirol modalitate ezagutu eta
praktikatuko dituela bermatuko da, bakoitzaren gogo, gaitasun fisiko, jarrera eta adinaren
arabera.” (125/2008:18672)
Dekretu berriak azpimarratzen dituen EKren izaera hezigarria eta jardueren
aniztasunaren ideiak Gipuzkoako Foru Aldundiaren EK programan ere islatzen dira.
Aniztasun kontzeptuak, bi zentzu har ditzake orokorrean, batetik, kopuruarekin lotzen
dena eta ugaritasunaren esanahia hartzen duena (asko, plural...); eta bestetik, izaera edo
nolakotasunarekin lotzen dena eta desberdintasuna edo heterogenotasunaren esanahia
hartzen duena (askotariko, pluralitatea,...). EKren eredu berrian aldarrikatzen den kirolaniztasuna, praktikaren izaerarekin lotzen da, modalitate desberdinei erreferentzia egiten
zaien heinean, beraz jarduera fisikoen aniztasuna kontzeptua (edo kirol-aniztasuna),
jarduera horien izaeren arteko desberdintasunari erreferentzia egiteko erabiliko da.
2.2. Jarduera Fisikoen aniztasuna Eskola Kirolean
EKren esparruan, jarduera fisikoen aniztasuna edo kirol-aniztasuna kontzeptuaren
esanahia eta zentzua, jarduera fisikoen izaera edo nolakotasunarekin lotu da. Beraz,
ikerketa objektu zehatza mugatzeko, jarduera fisikoa kontzeptua definitu behar da.
Horretarako, Praxiologia Motorra jakintzagaian hartuko da oinarria, berau baita jarduera
fisikoen izaera aztertzeko garaian, jardulea bere osotasunean, ekintza motorraren bidez
ingurune fisiko eta sozialarekin harremanean aztertzen duen jakintzagaia. Ikuspegi horrek,
hezkuntza mailan xede nagusitzat adierazten den pertsonaren garapen integrala,
pertsonaren osotasunaren ikuspuntutik egin ahal izatea eskaintzen du, gorputzaren
gaitasun fisikoetara mugatu gabe.
Praxiologia motorretik berriz, mugimenduarenganako ikuspegi murriztua
gainditzeko deia egiten da; hezkuntzaren eremuan adibidez, gorputza edo mugimendua
eskuhartzearen objektu eta helburu bakar bezala hartzea kritikatuz, hezitu daitekeena,
pertsona bere osotasunean baita. Osotasun hori praxiologia motorrak jokabide motorran
islatzen du, berau bilakatuz heziketa fisikoaren eskuhartzearen objektu (Parlebas, 2003b;
Lavega, 2004; Etxebeste, 2007).
Jokabide motorra bakana bada giza jokabideen artean, jokabide motorrak anitzak
dira ekintza motorren eremuen arabera (Martínez de Santos eta Blanco, 2003); azken
finean jardueraren barne-logikaren araberakoak baitira. Modu berean bakantasun hori,
giza ekintzen artean ekintza motorrek dute eta ekintza motorren aniztasuna, barnelogikaren ezaugarrien araberakoa izango da. Beraz, jarduera fisikoak, giza ekintza
motorren berezitasunean oinarritzen diren jarduera sozialak izanik, berezitasun hori
zertan datzan aztertuko da.
Erabakia da giza ekintzaren ezaugarri nagusia, jarduera jakin batetan parte hartzen
duen pertsonak egoera motor bakoitzean jasotzen duen informazioaren ezaugarrien
arabera mota batetako ekintza eta erabakiak dagozkie, jarduleak aurre egin behar dion
ziurgabetasunaren arabera (Martínez de Santos eta Blanco, 2003).
Jarduera fisiko guztiek amankomunean duten objektua jokabide motorra izaki eta
jarduera horien egoera motor guztietan jarduleen berehalako helburuak motorrak izanik,
“jokabide motorrak ematen dio bere identitatea Heziketa Fisikoari, modu sinplean
jokabide motorren pedagogia bezala definitu daitekelarik” (Parlebas, 2003b:2).
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Hezkuntzaren izaera, eskuhartze praktikarena izanik, jarduera hezitzaileen bidez
eraginak lortzea bilatzen dela esan daiteke, eragin pedagogikoak (Parlebas, 2001:185)
hain zuzen ere. Horrela, ebaluazioa, lortutako eragin (Parlebas, 2001:181) horien eta nahi
izandako (edo bilaturiko) eraginen (Parlebas, 2001:186) arteko aldeak definituko du.
Hirugarren eragin pedagogiko motak, espero izandako eraginak (Parlebas, 2001:180),
Parlebasek, “praktikaren emaitzak, proposaturiko jardueren izaeraren araberakoak direla
gogoratzen digu, beraien barne-logiken araberakoak” (Martínez de Santos eta Blanco,
2003:3-4).
Parlebasek, azaltzen duenez, azken eragin mota horrek, motrizistek antolatzen
dituzten egoeren aurre-ikusitako eragin pedagogikoari egiten dio erreferentzia, “itxaropen
horiek ikaste egoeraz eta parte-hartzaileek bizi izandako aurrez dakigunaren araberakoak
izango direlarik” (Parlebas, 2001:180). Hezitzaile edo motrizistak ez ditu soilik eragin
baikorrak aurreikusi behar, garrantzitsua da alderdi guztietan sor daitezkeen eraginak
kontutan hartzea: agresibitatea, bildurra, arriskua, porrota, eta abar. (Parlebas, 2001).
EKn ematen den HFaren kasuan, berebiziko garrantzia du esparru horretan
burutzen diren eskuhartzeak jokabide motorra izatea objektu, haur eta gazteen izaeraren
alderdi ezberdinak kontutan hartzeaz gain, jarduera beraren izaera edo ezaugarriekin
lotzeko aukera ematen baitu.
2.3. EKren problematika. Kirol modernoaren ereduarekiko menpekotasuna
EK, eskuhartze pedagogikoko esparrua izanik, desadostasunak existitzen dira izaera
hezitzaile horren nolakotasunaren inguruan. EKren inguruan buruturiko azterketa edo
lanetan adierazten diren zenbait ideia, esparru hori biziberritzen eta etengabeko
garapenean dagoenaren seinale dira. Izaera hezigarria eta aniztasunaren aldarrikapenak
sarri kirol modernoaren ereduarekiko menpekotasunarekin topatzen dira, hori agertzen
delarik gaur egungo EKren problematika nagusi bezala (Ortuzar, 2004; Uribesalgo, 2008).
Kirol emaitzaren menpekotasunaren aurrean, zenbait autorek adierazten dutenez “eskola
kirolak, eskolako heziketak jarraitzen dituen xedeekin koherentea baldin bada soilik
izango du zentzua” (Petrus, 1998; Devis, 1994; Ortuzarren aipatuak, 2004:96).
Errendimenduko kirolak edo kirol-modernoak, sortu zeneko gizarte industrializatu
angloxajoi eta burgesaren baloreak bere egin zituen, hala nola, bikaintasuna,
lehiakortasuna, gainditze nahia, lana, etab. (Olivera eta Olivera 1995a). Mendebaldeko
gizartean oraindik bultzada handia duen kultura fisikoaren eredu hori, kritikatua izan da
ikuspegi ezberdinetatik, besteak beste klase sozial menperatzailearen mantentzearekin
erlazionatuz (Brohm 1982, Ortuzarrek aipatua, 2004; Olivera eta Olivera, 1995a; Vicente
Pedraz eta Brozas Polo, 1997; Parlebas, 2003a).
Ortuzarrek (2006) azpimarratzen du, kirol erakundeen estatutuetan agertzen den
bezala, klubak ez direla pertsonen formakuntzarako sortu, kirolaren promoziorako baizik,
“kirolariak xede hori lortzeko tresna izanik, Eskola Kirolaren planteamenduaren guztiz
aurkakoa, non kirola ikaslea hezitzeko medioa den” (Ortuzar, 2006:83); baieztapen hori,
kirol titulazioen ikasketa planek heziketarekin loturiko edukien faltarekin indartzen du
Ortuzarrek.
Aldi berean, Hezkuntza Sistema eta EK-ko eragileen arteko lotura nola burutuko
den ez da zehazten, eta Uribesalgok (2008) adierazten duen bezala, esparru horietan lan
egiten dutenen perfil profesionalen izaera ezberdinek arazo handia suposatzen dute
koordinazio lan horretarako. Horri Hezkuntza Sailaren jarrera gehitzen dio Dorleta
Ugaldek, Eusko Jaurlaritzako Kirol Teknikariak, ikastetxeen inplikazio erregularraren
aurrean Hezkuntza Sailak “zer esan handia du arlo horretan, baina ez du esku hartu nahi”
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adieraziz (Ugalde, 2008:25); Kataluinan Kirol saila eta Hezkuntza sailaren arteko akordioa
aipatzen du adibide modura.
Azken finean Ortuzarrek (2004) aipatzen duen balore sozialen transmisioa
ezaugarria, EKren izaera hezigarriaren barruan dagoela ulertu daiteke, diskriminazio eza,
guztien parte-hartzea, hezkidetza eta adierazitako premisaren beste ezaugarriak, gizarte
eredu jakin baten ideal, printzipio edo sinismenak baitira. HFren izaera problematikoa
aitortzen bada (Tinning, 1992), konturatu daiteke, helburu eta eduki didaktikoen atzean,
gizarte eredu jakin baten baloreak kokatzen direla, helburu, eduki eta heziketa prozesuen
hautaketaren bidez, horiek mantentzea edo indartzea bultzatzen delarik. Etxebestek balore
sistema horri sen ona deritzo, eta kirol joko eta jolasak gizartearen isla direla eta horren
baloreetan murgildurik daudela adierazten du, eta aldi berean, haurren joko-jolasek
eraikiko dutela etorkizuneko gizartea (Etxebeste, 2006:126-127).
“Gazte bakoitzak, eskola kirolaren barruan bere ibilibidea aurkitu behar du bere gogo eta
izaerarekin bat datorrena; batzuek lehiaketa kutsuko kirola hautatuko dute, besteek partehartzean oinarrituriko eskola kirola. Zailtasuna batez ere kirol hastapena ulertzeko modu
bakar bat ikusi eta ikasi dugulako da”. (Uribesalgo, 2008:22)
Parlebasen arabera (2003a), joko tradizionalaren gutxiespenaren arrazoia
hautaketa soziopolitikoa da, ez funtzio gutxiagotasuna. EK eta HFan, autore eta eragile
batzuek adierazitako kirol ereduaren gehiegizko agerpenarekiko, existitzen den
problematikaren inguruan, jarduera horien aniztasun faltaren atzean, portaeren otzantzea
(Parlebas, 2003a) dakarren soziopolitika instituzionala egon daiteke.
Azken urteotan, ugarituz doaz, kirolaren ereduaren nagusitasunaren aurrean, beste
ezaugarriak dituzten jarduera fisiko ereduen sustapen lanak, besteak beste, joko
tradizionalen balioaren aldarrikapenena. Joko tradizionalak, bertako jokoen sinonimotzat,
kulturalki gertu dagoenari erreferentzia eginez, kirolaren aurkakoa lirateke (Martínez de
Santos eta Blanco, 2003:7). Ideia hori Parlebasek berak eta beste zenbait autorek,
kirolaren mundu mailako kolonizazio edo kiroltze prozesuaren (Parlebas, 2001:131)
aurrean, joko tradizionalen eta horien gizartearekiko loturak suposatzen duen
aberastasunaren defentsa agertu dute (Vicente Pedraz eta Brozas Polo, 1997; Parlebas,
2003a, 2001; Etxebeste 2001, 2006, 2007; Martínez de Santos eta Blanco, 2003).
3. Ikerketaren planteamendua
EKn, eta heziketa fisikoan orokorrean, jarduera fisiko batzuk, bereizgarri jakinekin
proposatzerakoan, gizarte eredu jakinaren baloreak transmititzen dira. Ikusi denez, EKren
izaera hezigarri eta anitza, zalantzan jartzen da kirol modernoaren ereduaren izaera
menperatzailearen aurrean, emaitzaren eta errendimenduaren garrantziak praktikaren
beste alderdi batzuengan duen eragina dela eta.
Beraz, EKren helburu nagusia, eskolako heziketa fisikoko arloarekin bat eginez,
pertsonaren garapen integrala izanik eta horretarako partaidetzako ibilbideari dagokionez
batez ere, kirol modalitate espektro zabala ezagutzea proposatzen denean, zabaltasun edo
aniztasun hori zertan datzan aztertzea garrantzitsua bilakatzen da.
3.1. Aurrekariak
Aurrekariei dagokienez, EKri buruzko araudi eta planetan (160/1990 eta 125/2008
Dekretuak, 14/1998 Legea, KEP 2003-2007, eta GEKP 2008-2009) jarduera fisikoen
aniztasunaren onurak edo eragozpenak aipatzen direnean, edo aniztasuna bera aztertzen
denean, berau ezaugarritzeko irizpide argirik ez da ematen, sarri kirol bakarra ez
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praktikatzea, praktika anitzarekin lotuz; hau da, ugaritasunaren zentzutik, kirol
espezializazioa ez dena praktika anitz modura agertuz. Praktika anitzaren onura, jardueren
izaera desberdinarekin lotzen bada ere, ez da desberdintasun hori zertan oinarritu
daitekeenaren irizpiderik ematen, eta azken finean, praktikatzen diren jarduera kopuruari
soilik erreparatzen zaio.
Aztertu diren gaiari buruzko ikerketa eta txostenei dagokienez ere, ikuspegi
ezberdinetatik egindako ikerketak badira ere (Garcia Ferrando, 2006a, 2006b; Ortuzar,
2004; Arribas, 2005; Goñi eta Zulaika, 2000), sarri jarduera fisikoen izaera bera ez da
kontutan hartzen, guztiak berdintsuak balira eragin edo inplikazio bat edo bestea izateko
garaian; hau da, kirola praktikatzen dutenak eta ez dutenak bereizterakoan, lehenengo
taldea osatzen duten guztiek jarduera bera praktikatuko balute bezala. Kirolbegi deituriko
Gipuzkoako Kirol-behatokiak ere, bere web orrian2, Gipuzkoako gizartearen praktika
fisikoei buruzko ikerketa eta txostenak argitaratzen ditu. Aurkezten diren lan ezberdinetan,
kirol-aniztasunaren gaiari dagokionez, berau ezaugarritzerakoan, ez da jardueren
izaerekiko irizpide argirik agertzen.
3.2. Ikerketaren helburuak eta orientazioa
Jarduera fisikoen aniztasuna edo kirol-aniztasuna ulertzeko irizpide argien
gabeziaren aurrean, kontzeptu hori jarduera fisikoaren izaerarekin lotuz, eta ikuspegi
hezigarritik garrantzitsuak izan daitezkeen jarduera fisikoen bereizgarriak identifikatu
nahi dira, horien bitartez jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatzeko tresna sortzeko.
Helburu nagusia: Ikuspegi hezigarritik Eskola Kiroleko jarduera fisikoen aniztasuna
ebaluatzeko tresna diseinatu.
Azpi-helburuak ondorengoak lirateke:
 EKren ikuspegi hezigarritik, jarduera fisikoen aniztasuna edo kirol-aniztasuna
deituriko kontzeptuaren izaera edo esanahia argitu.
 Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzen lagungarri izan daitezkeen irizpideak
identifikatu eta definitu.
 Irizpide horien bidezko kategorizazioak eta esparru formatoan oinarrituriko
ebaluazio tresna diseinatu.
4. Metodoa
4.1. Edukien balizkotasuna, adituekin elkarrizketak
Lehen pausu batetan, edukien balizkotasuna oinarritu da, horretarako EKrekin
harremana duten hainbat adituekin elkarrizketak egin dira. Gipuzkoako lurralde
historikoan EK eredu kirol-anitza EAEko beste lurraldeetan baino garatuagoa dago
(Ortuzar, 2004), eta era berean Gipuzkoa barruan, Oarsoaldeko eskualdea eta zehazki
Lezoko herriaren kasua bereizten da (beste batzuen artean) eredu anitzaren sustapena eta
garapenarengatik. Beraz, Lezoko EKren errealitatea eredutzat hartuz, berau sustatu eta
garatu duten pertsonen ikuspuntua bilatu da, gaia jorratzeko. Aldi berean, ikuspegi
orokorra galdu nahi izan ez denez, beste herri eta eskualdetako EK ereduak ezagutu
zitzazketen adituak bilatu dira, ikuspegi murritzegi edo lokalegia izan ez zezaten. Horrela,
batetik Lezoko gaur egungo Kirol teknikaria (1999z geroztik) hautatu da; bestetik,
Gipuzkoako Foru Aldundian EKrekin loturiko gaietan lanean dabilen pertsona aukeratu
da, bere garaian Oarsoaldeko EK eredu kirol-anitza sortu eta garatu zutenen artean
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www.kirolbegi.net [sarrera data: 2007-11-23]
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aurkitzen zena; eta azkenik, Lezoko EKren kasu konkretuan lan egin ez badu ere, bertako
bizilagun eta guraso bezala errealitate hori ezagutu eta bere esperientzia pertsonalean
EKren beste errealitateak bizi izan dituen pertsona hautatzea erabaki da. Arrazoi horiekin
batera, argitaratu berri den Eskola Kirolaren Liburu Zuriaren (Amenabar eta Sistiaga,
2008) egileetariko bat izateak, eta futbol munduarekin erlazioa izateak gaiaren inguruko
ikuspegi orokorraren ekarpena egin dezake.
EKren inguruan lan egiten duten eta ikertzen duten adituei elkarrizketa egiteak,
marko teorikoan agertu diren ideiak, EKren errealitatearekin harremana duten pertsonen
bizipen, esperientzia eta iritziekin izan dezaketen lotura ezagutzea ahalbidetzen du.
Horrela, elkarrizketen bidez lortu nahi dena ondorengoa da:
 EKren izaera hezitzailearen ikuspuntutik, kirol-aniztasuna deituriko
kontzeptuaren zentzua edo esanahia zehaztea eta Gipuzkoako EK eredu berrian
bermatzen den ala ez ezagutzea, beti ere adituen iritzien arabera.
 Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko tresnaren kategorizazio edukien
balizkotasuna bilatu nahi da, adituen iritziek, haiek bizi izan duten eta bizitzen
duten errealitatea ezagutzeko aukera ematen du, horrela maila teorikoan
proposatzen diren ideiekiko lotura aztertzea ahalbidetuz.
Elkarrizketa mota ezberdinen artetik (Valles, 1997), ikerketarako elkarrizketa
erabiliko da, eta metodologia kualitatiboaren barruan kokatzen denez, “elkarrizketa
malguak, dinamikoak, ez zuzenak, egituratu gabeak eta irekiak izango dira” (Anguera
Argilaga, 1995:538). Elkarrizketa ez da galdera eta erantzun segida bezala ulertu behar,
elkarrizketatzaileak eta elkarrizketatuak elkar eragin diezaioketen komunikazio prozesu
bezala baizik (Ruiz Olabuenaga eta Ispizua, 1989).
Elkarrizketaren ezaugarriengatik, elkarrizketatuek gaiaren alderdi askori buruzko
informazioa eman dezakete, heurei interesgarriak deritzoten informazioa emango baitute
eta modu erabat librean adieraziko direlarik. Elkarrizketa modu irekian egin arren,
elkarrizketatzaileak, ikertzailea kasu honetan, ikerketarako garrantzi berezia izan dezakeen
informazioa jasotzeko asmoarekin, aztergaiaren alderdi zehatzak plazaratu ditzake.
Galderak orden zehatzean egingo ez badira ere, eduki edo gai-multzoetan antolatu
dira, eta adituak gairen bat jorratuko ez balu, elkarriketatzaileak galderaren bat erabiliz
agertuko lioke. Era berean, adituak gai-multzo berria adieraziko balu, jaso eta hurrengo
elkarrizketetan ere erabiliko litzateke. Elkarrizketaren gaia ondorengo gai-multzotan
zehaztu da: EK eredu berria, eredu kirol-anitza; EKren izaera hezitzailea; Kirolaniztasuna edo jarduera fisikoen aniztasuna kontzeptua eta Adituaren ekarpen edo
proposamenak.
Elkarrizketak, jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko tresnaren irizpide posibleak
marko teorikoan bilatu diren bitartean burutu dira, horrela, maila teorikoan egiten diren
planteamenduak eta Gipuzkoako EK-ko errealitatearen arteko uztarketa egin nahi izan da,
aniztasuna aztertzeko irizpideak aukeratzeko erabakiari oinarri handiagoa emanaz, eta
tresna beraren diseinua informazio iturri batekin eta bestearekin egokituz.
Edukien analisiaren teknikaren bidez, gai-multzo bakoitzaren inguruan adituek
adierazitako informazioa jaso da, eta inferentziak burutu dira (Krippendorff, 1990; Ayala
eta Hernández Mendo, 2003; Usabiagak aipatuak, 2004). Informazio hori, objektiboki,
sistematikoki eta kuantitatiboki deskribitzen bada ere, alderdi kualitatiboak du garrantzi
handiena. Elkarrizketaren izaera kualitatiboa da eta beraz, adituek esandakoa interesatzen
zaigu, eta ez zenbat aldiz aipatzen duen. Elkarrizketa guztiak burutu ondoren, adituek
adierazitako informazioa, galdeketan azaldutako gai-multzoen arabera aztertu dira.
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Beraien esperientziaren arabera, azterturiko bibliografian azaldutako ideiekin bat egiten
dute adituek, EKren izaera hezitzailea, aniztasunaren beharra eta kirol ereduaren
menpekotasunaren problematikarekiko. Tresnaren diseinurako esanguratsuen diren
emaitza nagusiak ondorengoak dira:
Kirol-aniztasuna edo jarduera fisikoen aniztasuna kontzeptua
 Esanahia edo zentzua:
o Adituek bat egiten dute, EKn kirol-aniztasuna kontzeptua,
ugaritasunarekin baino, izaera desberdintasunarekin lotzerakoan;
zehazki estruktura eta barne-logiken aniztasuna aipatzen da.
o Elkarrizketatuek adierazi dutenez, jarduera fisiko bakoitzak dituen
ezaugarriek eragina dute transmititu nahi diren baloreetan.
 Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko irizpideekiko ondorengoak
esanguratsutzat baloratu dituzte:
o LAZ: Lagun, Aurkari eta Ziurgabetasunaren agerpena (ingurune
fisikoarena) (CAI gazteleraz; Parlebas, 2001). Aditu baten esanetan, “giza
garapena horretan datza, pertsonaren harremana bere inguruarekiko”.
o Puntuazio sistemaren memoriak, sailkapenak eta abarrek, garrantzia
emango diote jokoaren emaitzari, memoria gabeko joko eta jolasetan,
garrantzia joko harremanek eta jokoarekin disfrutatzeak hartzen duten
bitartean. Adierazi denez, Oarsoaldean benjamin eta alebinetan kendu
zen eta funtzionatzen du. Aditu batek adierazi duenez, “gertatu izan da
benjaminetan guraso batek esatea: nik ez det eramango nire haurra,
txarra baita eta irabazi egin behar dezute partida hori. Ez du
zentzurik!”
o Jardueraren eginkizun edo helburu motorrak, neurri handian
baldintzatzen ditu, joko ekintzak eta harremanak, “desberdina da korrika
egitera joatea Altzibarrera edo lasterketan korrika egitea, denboraren
menpe”.
 Kirol-aniztasuna GEKPean:
o Gipuzkoako errealitateari dagokionez, hiru adituen esanetan, GEKP
ugaritasun aldetik bai, baina desberdintasun aldetik ez da anitza;
gehiengoak praktikatzen dituen kirolak, eskubaloia, futbola eta
saskibaloia, estruktura berdinekoak baitira.
o Ibilbideen arteko desberdintasunei dagokienez, ibilbide aukeraketaren
prozesuaren zailtasuna azpimarratzen da. Errendimenduzko ibilbideak
zenbait gauza baztertzea edo uztea suposatzen duela gogoratzen da eta
aukeraketa justoa izateko “egi gehiago kontatu beharko liratekela”
adierazi da. Modu berean errendimenduko ibilbidean dauden ikasleek,
jarduera anitzak ezagutzearekiko eta ikuspegi hezigarriarekiko, partehartzekoan daudenen eskubide berdinak ez izatea ere injustotzat jo da.
o Elkarrizketatu batek adierazten duenez, kirol-aniztasuna orain dagoen
bezala (kirolak txandaka) ez du ekarpen handirik eta motibazio ezaren
arazoak dakartza, kirol batzuk praktikatu eta besteak ez, gozamen eza, eta
abar.
o Beste elkarrizketatu baten arabera, sistemak eredu kirol-anitza
baldintzatzen du, asteburuan lehiaketa dago eta.
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Adituek emandako informazioak, EKren errealitatea hobe ezagutzea eta horretatik
abiatuz, jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatzeko tresna egokiagoa diseinatzeko aukera
ematen digu. EKren errealitatean existitzen diren problematiken inguruan adituek
dituzten ikuspegiak ezagutzeak, proposamenekin uztartzeak ikerketaren norantza zehazten
laguntzen du.
4.2. “J-ANITZ” tresnaren elaborazioa
Bigarren pausu batetan, marko teorikoan eta adituekin izandako elkarrizketetan
oinarrituz, kirol-aniztasuna kontzeptua (edo zehatzago adierazteko jarduera fisikoen
aniztasuna) aztertzeko tresna diseinatu da. Horretarako, lehenik aztergaia definitu da
ikertuko den unitatea zehaztuz, eta ondoren aukeraturiko irizpide bereizgarrien
antolaketaren bitartez, tresnaren aplikaziorako kategoria sistemak eta esparruen-formatoa
osatu dira.
4.2.1. Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko tresnaren justifikazioa
Gipuzkoako EKri buruzko plangintza, araudi eta ikerketetan, eta orokorrean gazteen
azturak aztertzen direnean, kirol-aniztasuna edo jarduera fisikoen aniztasunaren ideia
sarri agertzen bada ere, ugaritasunaren edo alderdi kuantitatiboaren ikuspuntutik soilik
aztertu ohi da (praktikak, edo jarduerak zenbatuz) eta ez da kualitatiboki, hau da,
jardueren izaeraren desberdintasunarekiko aztertzeko edo ebaluatzeko irizipide garbirik
ematen. Horrek, kirol-aniztasuna, eta EK eredu berrian horrek izan dezakeen garrantzia,
ideia edo kontzeptu mugagabe eta definitu gabean oinarritzea dakar.
Batetik marko teorikoa eratzean aztertu diren dokumentuetan eta bestetik, burutu
diren elkarrizketetan adituek adierazi dutenaren arabera, EKren izaera hezigarria
abiapuntutzat izanez, proposatzen diren jarduera fisikoen aniztasuna, jarduera beraren
izaeraren ezaugarriekin lotzen da, eta ezaugarri horiek jarduleengan izan ditzaketen
eraginen arabera dira interesgarriak. Elkarrizketetan adituek aipatu dutenaren arabera, eta
marko teorikoan praxiologia motorrak egiten duen planteamenduarekin bat eginez,
beharrezkotzat jotzen da, jarduera fisikoen barne-logikaren bereizgarriak ezagutzea
jardueren aniztasuna aztertu nahi badugu.
“Bere ikerketa objektuaren inguruan, funtsaketa zientifikoa eraikitzeko asmoa duen
jakintzagai orok, lehentasun handieneko arazo bezala planteatu behar du, ikertzen duen
fenomenoa ager daitekeen adierazpen desberdinen sailkapena multzo homogeneotan”
(Lavega, 2000).
Jarduera fisikoak sailkatzeko edo multzokatzeko irizpideak esanguratsuak izan
behar dute, horietatik atera nahi ditugun inplikazio motekiko, eta ikuspegi hezitzailetik
EKn proposatzen diren jarduera fisikoen aniztasuna baloratzeko egoera motor horietan
jardutearen eragin posibleak, ekintza motorra bera ezaugarritzen duten bereizgarriekin
lotuko dira.
“Protagonisten begi koloreen arabera, baloiaren tamainaren arabera, partehartzaile
kopuruaren arabera, jarduleen adinaren arabera edo praktika jarraitzen duten ikusle
kopuruaren arabera, jokoak bereiztea ez du balio. (...) zorrotza izan nahi duen edozein
sailkapen, gure jarduera motorrak ezaugarritzen dituzten bereizgarrietatik abiatuz eraiki
behar da. Beharrezkoa da itxurakerietatik ihes egitea, azaleko planteamenduetatik, eta gure
praktikei izaera ematen dien horretara jotzea, ezberdinak egiten dituen horretara eta kasu
bakoitzean funtzionamendu bakarra ematen dienera” (Lavega, 2000).
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Lavegaren bi baieztapen horiek, marko teorikoaren eraikuntzan eta batez ere
ikerketa objektuaren mugaketan azaldutako ideietan oinarritzen dira, jarduera fisikoen
izaeraren ezagutza jakintzagaiaren oinarri bezala aldarrikatuz.
EK-ko plangintza diseinatzerakoan, edo baita heziketa fisikoko eskoletako arloan,
jarduera fisiko posibleen artean aukeratu beharrean aurkitzen den profesionala,
izugarrizko ugaritasun eta aniztasunarekin topatzen da. Horrek antolakuntza orokorra
eskatzen du, jardueren arteko antzekotasunak aztertuz. Parlebasek irakaskuntzaren
kasuan, ondorengo galderak proposatzen ditu: “Zergaitik proposatu jarduera bat bestea
baino gehiago? Nola planifikatu eta aukeratu urtean zehar ehundaka egoera motorren
artean, jarduera horiekin lortutako eraginaren araberako, erlatiboki homogeneoak diren
multzoetan banatzen dituen orotasunezko eskema ez badaukagu?” (Parlebas, 2003b:7).
Galdera horiek, hezkuntza esparrutan kirol-modernoaren ereduaren gehiegizko agerpena
eta EKren problematika azaleratzean agertu diren kezkekin lotzen dira.
EK jarduera fisikoen bidezko edo inguruko eskuhartze hezigarria izanik, tresna
honen bidez, kategoria sistema egokiak proposatzen dira, EK programetan eskaintzen edo
burutzen diren jarduera fisikoen arteko desberdintasunak identifikatu eta jardueren
aniztasuna aztertzeko esanguratsuak izan daitezkeen datuak eskuratu ahal izateko. Datu
horiek, jarduera fisikoen ezaugarri jakinen araberako aniztasuna baloratzeko balioko dute,
kategoria sistema bakoitzeko aukeren artean, datuen dispertsio mailaren arabera,
aniztasun handiagoa edo txikiagoa ondorioztatuko delarik. Kategoria sistemak eratzeko
irizpideak, marko teorikoan eta elkarrizketetan adierazi diren ideiak jarraituz aukeratu
dira, ikuspegi hezigarritik, adituen arabera jarduera fisikoen aniztasunaren balorazioan
esanguratsuak izan daitekeen alderdiak kontutan hartuz.
4.2.2. Jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatzeko aztergaia
Maila orokorrean, jarduera fisikoen azterketa burutzen dugunean, aniztasuna
ebaluatzeko aztergaia edo unitatea EK programa, plangintza edo eskaintza osatzen duen
jarduera multzoa izango da. Programa, lurralde historiko mailan foru aldundiek
diseinatzen dutena edo udalerri edo eskola bakoitzean diseinatzen den plangintzak osatu
dezake. Edonola, azaldu den bezala, aniztasuna bera jarduera fisikoen izaerari eta zehazki
horren ezaugarrien desberdintasunari dagokionez, irizpideen aplikazio unitatea jarduera
fisikoak berak osatuko du. Beraz, datuak multzoaren arabera baloratuko badira ere
(programa, plangintza, eskaintza edo proposamen jakinaren jarduera fisikoen
aniztasunarekiko), datu horiek jarduera fisiko bakoitzaren izaeraren ezaugarriei eta horien
arteko antzekotasun eta desberdintasunei egingo diote erreferentzia.
4.2.3. Irizpideen aplikazio unitatea. Jarduera fisikoa / praktika fisikoa, bi kontzeptu
desberdin
Sarri jarduera fisikoa eta praktika fisikoa deiturak, sinonimotzat erabiltzen badira
ere, garrantzitsua da bi kontzeptuon arteko desberdintasunak argitzea, horiek ezaugarritu
edo aztertzerakoan berebiziko garrantzia baitauka, ikertzen den objektua zehazki
identifikatu edo mugatzea, jarduera fisikoa kontzeptua egoera motor bati (edo batzuei)
dagokio, bere ezaugarri motor berezkoen bidez identifikatua, eta praktika, berriz,
jardueraren molde sozial ezberdinei dagokie.
Kasu honetan, EK-ko eskuhartzerako tresnen ezaugarriak ezagutu nahi dira,
jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatu ahal izateko, eta beraz, jarduera fisikoak izango dira
aztertzeko unitatea irizpideen aplikazioari dagokionez. Datu horiek bilduz, eta elkar
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konparatuz, maila orokorragoan kokatzen den aztergaia den unitatearen aniztasuna
ebaluatu ahal izango da, programa, eskaintza edo plangintza jakinei dagokiena.
4.2.4. Kategoria-sistemen eta esparru-formatoen osatzea
Lehenik, aniztasuna baloratzeko eta heziketa fisikoaren eta beraz hezkuntzaren
ikuspuntutik jarduera fisikoak ezaugarritzeko eta desberdintzeko, irizpidetzat erabilgarriak
izan daitezkeen bereizgarriak identifikatu, aztertu eta aukeratzeko, batetik kontsultaturiko
bibliografiako sailkapenak aztertu dira (Parlebas, 2001, 2003a, 2003b; Martínez de Santos
eta Blanco, 2003; Larraz, 2004; Lavega, 2004, 2008; Hernández Moreno eta al., 2000;
Etxebeste, 2001, 2007) eta bestetik elkarrizketen bidez adituek emandako informazioaren
arabera, irizipide balizkoenak aukeratu dira. Ondoren aukeraketa horren arabera kategoria
sistemak eta esparruen formatoa osatu dira jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko
tresnaren oinarri bezala.
Ikerketa kualitatiboan kategoria-sistemek garrantzi handia dute hainbat autoreren
arabera, eta modu egokian lantzeko kategoria zehatzak behar dute izan (Usabiaga, 2004).
Kategoriak osoak eta elkar baztertzaileak izan behar dute (Anguera Argilaga, 1995); hau
da, kategorizatzen diren elementu guztiak barne hartzen dituzte eta horietako bakoitza
kategoria bakarrean soilik agertzen da.
Esparru-formatoak, multidimentsionaltasunaren ezaugarria eskaintzen dio tresnari
(Usabiaga, 2004), EKn praktikatu daitezkeen jarduera fisikoen dimentsio aniztasun
handia alderdi ezberdinetatik aztertzeko aukera ematen duelarik. Ikerketaren aurreko
ataletan jasotako informazioan oinarrituz eta EKren errealitatean ikuspegi hezigarritik
garrantzia izan ditzaketen alderdiak identifikatu ondoren, EK-ko jarduera fisikoen
aniztasuna aztertzeko hiru kategoria-sistemaz osaturiko esparru-formatoa erabiliko da,
irizpideak ondorengoak direlarik:
4.2.4.1. Jardulearen ingurune sozial eta fisikoarekiko interakzio motorraren araberako
ekintza eremu motorren aniztasuna
Lehen irizpide honetan, Parlebasen (2001) ekintza eremuen sailkapenean
oinarrituz, jarduera fisikoetan ematen diren interazkio motor posibleen araberako ekintza
motor eremuak zehazten dira. Lavegak jarduera fisikoak eta horietan ematen diren
jokabide motorrak, zenbait esparru edo prozesuen aktibazioarekin izan dezaketen loturak
azaltzen ditu (Lavega, 2004:171), ikuspegi hezigarritik bilatutako eraginekin lotu
daitezkelarik. Autore beraren lan berriagoan (Lavega, 2008), bost kategoriatako
sailkapena azaltzen du, eta horretan oinarrituz lehen kategoria-sistema definituko da,
kategoriak hurrengoak izango liratekelarik:
 Ingurune fisiko egonkorreko eta besteekiko interakzio zuzenik gabeko jarduerak. (00)
 Ingurune fisiko egonkorreko laguntasunezko edo kolaboraziozko jarduerak. (LG)
 Ingurune fisiko egonkorreko aurkakotasunezko edo oposiziozko jarduerak. (AU)
 Ingurune fisiko egonkorreko laguntasun eta aurkakotasunezko edo kooperazio eta
oposiziozko jarduerak. (LA)
 Ziurgabetasuna duen ingurune fisikoan burutzen diren jarduerak. “Inguruneak
deszifratu beharreko informazio egokia daukanean izango da” (Parlebas, 2003b:6).
Ingurunearen ezaugarrien aldaketen araberako erantzunak modulatzen dira. (Z, LZ, AZ
eta LAZek osatuak, “ZI” bezala bilduko direlarik).
4.2.4.2. Ataza motorraren helburu motaren araberako aniztasuna
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Irizpide honek, jarduera fisikoen arteko desberdintasunak agertzeko egokia den
bereizgarria delakoan, ataza motorraren helburu motaren aniztasuna aztertuko du GEIPekoek proposaturiko sailkapenean oinarrituz (Hernández Moreno et al., 2000), hurrengo
bederatzi aukerak izango liratekelarik:
 Higikaria jomugara eramatea edo/eta ekiditzea. (HJ)
 Higikariaren berriz bidalketa burutu edo/eta ekiditzea. (HB)
 Espazio gainditzeak burutzea edo/eta ekiditzea. (EG)
 Denbora gainditzeak burutzea edo/eta ekiditzea. (DG)
 Espazio/denbora gainditzeak burutzea edo/eta ekiditzea. (ED)
 Doitasunezko ekintzak burutzea edo/eta ekiditzea. (DA)
 Aurrez-aurre borrokatzea edo/eta ekiditzea, tresnarekin edo gabe. (AB)
 Ereduak irudikatzea edo/eta ekiditzea. (EI)
 Jarduera interozeptiboak burutzea. (JI)
4.2.4.3. Irabazlearen agerpenaren araberako aniztasuna
Etxebestek (2001) proposaturiko jokoa-jolasa ardatzaren inguruan, lehia
irabazleduna edo gabea izatearen ezuagarriari heldu zaio irizpide honetan. Lehenago ere
azaldu den bezala, EKren inguruko problematika, emaitzei ematen zaien gehiegizko
garrantzian oinarritzen dute zenbait autorek. Alderdi horretatik, interesgarria da, irabazle
eta galtzailearen arteko bereizketa handiagoa ala txikiagoa egin dezakeen barne-logikaren
ezaugarriari arreta jartzea: puntuazio sistemaren agerpena, eta horren memoria alegia.
Ikusi ahal izan denez, zenbait jarduera fisiko, ez dute lehiarik (Parlebasek, sasi
kirol-joko deiturikoak; 2001), eta beraz jarduera horiek irabazle gabeak bezala hartuko
lirateke. Lehiazko jokoen artean aldiz, ekintza konkretuetan (norbait harrapatzea / ihes
egitea) beti irabazlea eta galtzailea izan bada ere, jokoaren dinamikan rol aldaketak direla
eta, edo jokoaren ezaugarriek errendimenduen konparaketa zailtzen duenean, ez da jokoa
irabazlea zein izan den argitzera orientatzen eta beraz jokoaren alderdi horrek indarra
galtzen du; kasu horietan ere irabazle gabeko jarduera fisikoak dira. Kirolen kasuan eta
irabazlea argi eta garbi agertzen duten jarduera fisikoen kasuan aldiz, irabazledunak dira.
Beraz, irizpide honekiko aniztasuna aztertzeko bi aukeren arteko banaketa izango da
oinarri:
 Jarduera fisiko irabazleduna: irabazlea(k) argi eta garbi agertzen duten jarduerak. (ID)
 Jarduera fisiko irabazle gabea: irabazlerik argi eta garbi agertzen ez duten jarduerak.
(IG)
5. Emaitzen aurkezpena
EKren errealitatea osatzen duten alderdi ezberdinen azterketa egin ondoren, lortu
den emaitza nagusia, jarduera fisikoen aniztasuna ikuspegi hezigarritik aztertzeko “JANITZ” tresna bera da. Helburu nagusi hori lortzeko, azpi-helburu ezberdinak lortu behar
izan dira. Tresnaren elaboraziorako, kategorien edukien balizkotasuna adituekin egindako
elkarrizketen bidez bilatu da eta horien azterketaren emaitzak izan dira ondorengo
elaborazio lanaren oinarri azterketa bibliografikoarekin batera.
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ESKOLA KIROLAREN TESTUINGURUA, ERREALITATEA
Azterketa bibliografikoa
Adituekin elkarrizketak
Eskola Kirolaren Ikuspegi hezigarria. Pertsonaren osotasuna
Jarduera Fisikoen ANIZTASUNA (KIROL-ANIZTASUNA)
Jarduera Fisikoa
Ekintza motorra
Egoera motorra
Heziketa Fisikoa
Jokabide motorren pedagogia
(Parlebas, 2001)
Jarduera Fisikoen izaera desberdintasuna
ANIZTASUNA AZTERTZEKO IRIZPIDEAK
J-ANITZ: Eskola Kirolean Jarduera Fisikoen aniztasuna ebaluatzeko tresna
J-ANITZ tresnaren fidagarritasuna
1. irudia. Ikerketaren prozesua eta emaitza nagusia, J-ANITZ tresna (puntuka, ondorengo
pausua litzatekeena, tresnaren fidagarritasuna).
Eman diren pausuen artean (ikus, 1. irudia), lehenik EAEko eta zehazki Gipuzkoako
EKren errealitatea eta testuingurua ezagutu da, eta EKn egiten diren eskuhartzeen zentzua
ikuspegi hezigarriarekin eta kirol-aniztasuna kontzeptuaren ildotik joan beharko liratekela
ikusi da, bai testu ofizial edo plangintzen helburu eta ildo estrategikoen arabera, eta baita
elkarrizketaturiko adituen eta kontsultaturiko ikerketa lanetan agertzen diren iritzien
arabera. Ikuspegi hezigarria pertsonaren osotasunean eta integraltasunean oinarritzen
dela azpimarratu da.
Zentzu horretan, jarduera fisikoen aniztasuna edo kirol-aniztasuna, jardueren
izaeren desberdintasunarekin lotu da, barne-logiken azterketak duen garrantzia
azpimarratuz. Helburu horrekin, jarduera fisikoen bereizgarri ezberdinak aztertu dira,
jardueren aniztasuna baloratzeko irizpide baliagarrien bila.
Azkenik, elkarrizketatutako adituen ezagutza eta iritzietan oinarrituz eta lan
honetan jarraitzen den helbururako aztertutako irizpideen balizkotasuna kontutan hartuz,
hiru kategoria-sistemataz osaturiko esparru-formatoa diseinatu da. “J-ANITZ” esparruformatoak, sistema bakoitzaren kategoriak barne hartzen ditu, 1. taulan ikus daitekeen
bezala. Esparru-formato hori izango da “J-ANITZ”, EKn jarduera fisikoen aniztasuna
ebaluatzeko tresnaren oinarria.
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“J-ANITZ” esparruen-formatoa
Ekintza
Helburu
Puntuazio sistemaren
eremua
motorra
memoria
00
HJ
ID
LG
HB
IG
AU
EG
LA
DG
ZI
ED
DA
AB
EI
JI
Kategoria
sistema
Kategoriak
1. taula. Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko esparru-formatoa.
Jarduera fisikoaren ezaugarrien arabera, kategoria-sistema bakoitzeko kode bat
izango du, “xx xx xx” modura jaso litekelarik (adibidez, esku-pilota bikoteka jardueraren
kasuan: “LA HB ID” litzateke). Jarduera fisikoen ezaugarrien arabera jasotako datuak,
kategoria-sistema bakoitzean kategoria bakoitzak duen agerpena adieraziko du. Horrela,
aukera horien artean agerpen portzentaiak ere atera ahal izango dira, horien arteko
banaketa ezaugarritzeko. Aukeran dauden kategorien agerpenak eta agerpen horren
mailak adieraziko du zer nolako jarduera fisikoen aniztasuna dagoen, eta baita desoreka
ematen bada, berau zein kategoria edo kategoriatan ematen den ere.
Hiru kategoria-sistemaz osaturiko esparruen-formatoak, jarduera fisikoen
aniztasuna hiru dimentsiotan aztertzeko aukera eskaintzen du, emaitzak kategoria
bakoitzaren ezaugarriekin erlazionatu daitezkelarik. Irizpide horien aplikaziotik ateratzen
diren datuak jokabide motorrekin lotura zuzena dute, kategoria bakoitzak jokabide motor
jakinak emateko aukera handiagoak edo txikiagoak baititu. Beraz, ikuspegi hezigarritik,
EKn proposatzen edo praktikatzen diren jarduera fisikoen ezaugarriak eta osatzen duten
programa edo plangintzaren ezaugarriak ere hobe ezagutzeko balio du J-ANITZ tresnak.
Modu horretara, lortutako emaitzen arabera eta EK programan jarraitzen den proiektu
pedagogikoarekiko egokigarritasunaren arabera, programa beran egin beharreko
egokitzapenak erabaki ahal izango dira.
6. Eztabaida eta ondorioak
6.1. Helburu eta azpi-helburuen betetze maila
Emaitzak aztertzerako garaian, diseinatu den tresnaren elaborazio prozesua aztertu
behar da. Prozesu horretan eman den pausu bakoitzak, hurrengo pausua baldintzatu du
eta baita tresnaren diseinu zehatza bultzatu ere. Tresna honen elaborazioa, ikerketa lan
zabalagoaren barruan kokatzen da, abiapuntu modura hain zuzen ere. Tresnaren
diseinuaren hurrengo pausuak, tresnaren erabilerarako protokoloaren zehaztapena eta
datuen kalitatearen azterketa lirateke, azken horrekin tresnaren fidagarritasuna frogatzeko
asmoz (ikus 1. irudia).
EKren testuingurua eta errealitatea ezagutzeko, aztertutako dokumentuetaz gain,
adituekin burutu diren elkarrizketei dagokienez, oso interesgarriak izan dira eta baita
ikerketerako oso baliagarriak ere, kategoria-sistemen eraketan irizpideen balizkotasuna
oinarritu dutelarik. Edonola, elkarrizketaturiko adituen kopurua handiagoa balitz eta agian
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elkarrizketaren bat taldean egingo balitz, datuen esanguratasuna hobekiago lortuko
litzateke.
Laburbilduz eta ikerketaren helburu nagusiarekiko, lan honetan, EKren
testuinguruan garrantzia berezia duen jarduera fisikoen aniztasunaren gaia aztertzeko
oinarri sendoa proposatu da, gure uste apalean. EKren legedia, programa eta plangintzetan
adierazten diren helburu, printzipio eta ikuspegi hezigarrietan oinarrituz, esparru horretan
burutzen den eskuhartzerako proposatzen edo erabiltzen diren jarduera fisikoen izaera eta
horren ondorioak hobe ezagutzeko tresna baliagarria izan daitekena diseinatu da.
Eskola Kirolaren testuingurua:
JARDUERA FISIKOEN BIDEZKO ESKUHARTZE HEZIGARRIAK
EKren problematika
EREDU KIROL-BAKARRA
EMAITZAREN GEHIEGIZKO GARRANTZIA
Eskola Kirolaren izaera hezigarria. Pertsonaren osotasuna
Jarduera Fisikoen ANIZTASUNA (KIROL-ANIZTASUNA)
Ikerketa objektua:
JARDUERA FISIKOA
Eskuhartze objektua:
JOKABIDE MOTORRA
J-ANITZ
Eskola Kirolean Jarduera Fisikoen aniztasuna aztertzeko tresna
Kategoria-sistemak eta esparru-formatoa
Irizpideen aplikazio unitatea:
JARDUERA FISIKOA
Kategoria-sistemak eta esparruen-formatoa
ANIZTASUNA AZTERTZEKO IRIZPIDEAK
Interakzio motorra
EKINTZA EREMUA
Ataza motorra
HELBURU MOTORRA
Puntuazio sistemaren
MEMORIA
2. irudia. J-ANITZ tresnaren oinarri teorikoa eta egitura.
Marko teorikoan azterturiko ideia horietan oinarrituz, EK jarduera fisikoen
aniztasuna aztertzeko irizpide egokiak aurkitzeko, errebisio bibliografikoaz gain, gaiarekin
lotura duten adituekin elkarrizketatu gara. Elkarrizketa horien edukien analisiaren bidez,
kategoria-sistemen balizkotasuna eskuratu da, esparruen-formato erara bilduz J-ANITZ
tresna diseinatu delarik. Tresnaren eta oinarri teorikoaren arteko lotura, 2. irudian
azaltzen da.
Beraz, ikerketa abiatzerakoan planteaturiko helburuak bete direla esan daiteke, bai
azpi-helburuei dagokienez eta baita helburu nagusia zen tresnaren diseinuari dagokionez
ere.
6.2. Lanaren mugak eta aurrera begirakoak
Diseinatu den tresnaren fidagarritasuna frogatzeko, datuen kalitate azterketa egitea
ezinbestekoa da, eta beraz hori aipatu behar da ikerketa lanaren muga nagusi eta aurrera
begira eman beharreko lehen pausu bezala. J-ANITZ tresnaren erabileraren protokoloa
zehaztea ere hurrengo pausuetan kokatzen da. Modu berean, tresnaren erabilerarako
formakuntza ikastaro bat aurreikusi da, aplikazio unitatearen zehaztasuna eta irizpideen
aplikagarritasuna azaldu eta zehazteko asmoz; ikastaro horren egitura eta garapena ere
diseinatzear dagoelarik.
Behin oinarria finkaturik, aurrera begira aukera anitzak agertzen dira ikerketa
lanean jarraitzeko. Horien artean, EKn proposatzen diren ariketa fisikoen azterketa eta
horien diseinu eta moldaketarako irizpideen azterketa ikerketa eremu interesgarri bezala
agertzen da. Ariketa horien egiturak, jarduera jakinaren ikasketa prozesua bultzatzeaz
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gain, parte-hartzaileengan mota guztietako eraginak sortzen dituzte, pertsona horien
garapen integralean eragin zuzena dutelarik. Modu berean, aztergai den saio, plangintza
edo programa, proiektu pedagogiko jakinaren barnean kokatzen da, balore jakinak
bultzatu nahi izango dituelarik. Interesgarria izan daiteke, EK-ko saioetan proposatzen
diren ariketa fisikoen aniztasuna aztertzea eta proiektu pedagogikoarekiko koherentzia
baloratzea; eta are gehiago, emaitzen arabera, ariketa horien egiturak bereizgarri jakinen
arabera moldatzeko irizpideak ere eskaini ditzake J-ANITZ tresnaren erabilpenak.
6.3. J-ANITZ tresnaren erabilera aukerak
J-ANITZ tresna, azaldu den bezala programen edo plangintzen edukien analisirako
erabilgarria den arren, ikerketa teknika ezberdinetara egokitzeko aukera dago; elkarrizketa
bidez, inkesta edo galdetegi bidez edo behaketa bidez jasotako datuak aztertzeko
baliagarria izan daiteke baita ere. Azterketa kualitatibo deskribatzailea egiteko tresna
bezala diseinatu bada ere, J-ANITZ tresnan oinarrituz azterketa kuantitatiboak egiteko,
tresna moldatzeko aukera bideragarria izan daiteke, esparru-formatoaren oinarriak aukera
hori eskaintzen baitu.
J-ANITZ tresnaren aztergaia lurralde, herri edo ikastetxe jakinaren EK programa
edo plangintza izan daiteke, baina talde batek praktikatzen dituen edo EK saio batetan
zehar proposatzen diren jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko ere balio dezake, kasu
bakoitzean behar diren egokitzapenak egingo liratekelarik. Era berean, denbora maila
zehatzetan edo plangintzaren unitate zehatzagoak ere azter daitezke (urteko, hiruhileko,
asteko plangintza, saioan zehar buruturiko jarduerak, eta abar), beti ere jarduera fisikoetaz
osaturiko unitateak direlarik.
6.4. J-ANITZ tresnaren aplikazio esparruak
Jarduera fisikoen beste praktika edo ikerketa esparruetara eramanez, esparruenformato bera, eskola orduetako HF arloan proposatzen edo praktikatzen diren jarduera
fisikoen aniztasuna aztertzeko baliagarria izan daiteke.
Modu berean, ikuspegi hezigarritik gizarte talde jakinen praktika fisiko azturen
aniztasuna aztertzeko irizpideak eskaini ditzake, kasu horretan inkesta edo datu bilketa
metodoaren elaborazioan jarduera fisikoak unitate bezala identifikatzeko eta galdetutako
pertsonari transmititzeko zailtasunak aurki badaitezke ere.
Aipaturiko azturen esparruarekin lotuta, psikologia arlotik batez ere aztertzen den
haur eta gazteen praktika fisikorako motibazioak aztertzen direnean, eta bereziki
eskaintzen zaizkien jarduera fisikoen nolakotasuna ezaugarritzeko, J-ANITZ tresna
interesgarria izan daiteke. Egoera motor bakoitzaren ezaugarriak eta horien inplikazio
fisiko, kognitibo, afektibo eta sozial potentzialak ezagutuz, pertsonek egiten dituzten
praktika fisikoen aukeraketa ulertzeko datu gehiago izango dira.
Azken ondorio nagusi bezala, J-ANITZ tresna, jarduera fisikoen aniztasuna
aztertzeko tresna bezala, EK-ko programa, plangintza, saio eta abarren azterketa eta
ebaluaziorako ekarpen interesgarria izan daitekelakoan gaude. Batetik, aniztasuna
aztertzeko eskaintzen duen oinarri sendoak eta bestetik, aurrera begira irekitzen diren
ikerketa aukera anitzak lanaren egokigarritasuna adierazten dute.
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Índice
CAPÍTULO 4
LA OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA APLICADA A LA EVALUACIÓN DE LA
GIMNASIA RÚTMICA
Mª Aurora Fernández del Valle, Julen Castellano, Ane Miren Fernández, Tamara Nagore,
Paula Orive y Nerea Otaegui
[email protected]
Resumen
El estudio pretende evaluar la actividad motriz de las gimnastas en el deporte de
base con el objetivo de realizar un análisis detallado de las ocho3 dificultades corporales
más utilizadas por las gimnastas y sus implicaciones deportivas. Para ello, hemos
diseñado una herramienta de observación configurada a partir de los criterios establecidos
por el Código de Puntuación de la Federación Internacional de Gimnasia (en adelante FIG,
2009-2012) que han sido adaptados por las exigencias técnicas que la Real Federación
Española de Gimnasia (en adelante RFEG, 2009) ha establecido para las competiciones
nacionales de este año 2009. Previo a la realización del registro se han efectuado diferentes
análisis en relación con la precisión en la generalización de aspectos claves de la
investigación. La observación, codificación y registro se llevó a cabo sobre gimnastas de 9
años de edad. La relación existente entre el grado de exigencia técnica y la edad de las
participantes puede ser considerado como muy alto; máxime teniendo en cuenta que
estamos circunscritos a la Gimnasia Rítmica de Base.
Palabras clave: gimnasia rítmica, benjamín, evaluación, Código de Puntuación.
3
Según la normativa (RFEG, 2009) la categoría benjamín debe tener un máximo de ocho dificultades
corporales obligatorias cuyo valor no supere la letra E = 0.5 puntos.
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1. Introducción
La Gimnasia Rítmica (en adelante GR) “podemos considerarla como un deporte
eminentemente técnico.” (Fernández-Del Valle, 1996, p. 216). Su técnica de base se inicia
desde el aprendizaje de movimientos sencillos y básicos con el cuerpo, y se aúna más tarde
con el aprendizaje de la técnica de los aparatos manuales de competición cuerda, aro,
pelota, mazas, cinta; y con los aparatos de exhibición gasas, banderines y cintas anchas.
Otras dos acepciones que nos gustaría exponer son “GR es un deporte morfocinético
de apreciación estética” (Bobo, 2002, p. 21), y “la GR pertenece al grupo Deportes de
Coordinación y Arte competitivo“, recogida del libro (O’Farril y Santos, 1982, p. 13).
Sendas definiciones son necesarias cuando fusionamos técnica y estética, perfecta
ejecución y virtuosismo, precisión del gesto y armonía en los movimientos ejecutados. Al
compaginar y mezclar todos estos aspectos podemos conseguir una gimnasta completa
cuya imagen sea acorde con el grado de maestría necesario para alcanzar el éxito
deportivo. Es, por así decirlo, la “imagen ideal de una secuencia de movimientos” (Grosser
y Neumaier, 1986, p.12).
En nuestra opinión para conseguir esa imagen ideal, es necesario que las bases
técnicas de la persona que enseña este deporte sean precisas, claras y favorecedoras del
aprendizaje de nuevos movimientos de mayor complejidad, sin lagunas, para evitar el
retroceso o fijación de aprendizajes erróneamente aprendidos. Ideas similares relacionadas
con el aprendizaje de la GR y que adquieren suma importancia son las palabras dominio y
perfeccionamiento, para que los movimientos resultantes sean libres y naturales
(Lisitskaya, 1995, p. 67).
A fecha de la aceptación del trabajo presentado, una de las modalidades fuera del
núcleo central de los programas oficiales de competición internacional es el de Manos
Libres4 (en adelante ML), éstas son vistas en las competiciones nacionales de gimnastas
jóvenes y en exhibiciones gimnásticas amistosas ya sean nacionales o internacionales. No
obstante, las ML son consideradas como “base indiscutible del dominio técnico corporal”
(Fernández-Del Valle, 1996, p. 244); “base indispensable” (FIG, 1993, p. 17); “enseñanza
básica” (Mata, 1999, p. 5); y “el fundamento de la GR” (Mendizábal y Mendizábal, 1985, p.
21).
Los argumentos expuestos son tan importantes que algunas entrenadoras intentan
crear una plataforma que aporte a sus gimnastas un amplio bagaje motor en los primeros
años de estudio5 de la GR para conseguir que los principios fundamentales del
entrenamiento sean sólidos y acabados (Fernández-Del Valle, 1989, p. IV).
Para valorar los ejercicios de GR, de las gimnastas internacionales, el Código de
Puntuación (de aquí en adelante Cód. Punt.), recoge dos tipos de DF: DF1 ó Dificultades
Corporales y DF2 ó Dificultades de Aparato. Las primeras, a su vez, están subdivididas en
otras dos grupos Grupo Corporal Obligatorio (en adelante GCO) válido para indicar la DF
de los ejercicios, y Grupo Corporal No Obligatorio (en adelante GCNO) éste adquiere un
matiz peyorativo al servir, simplemente, como mediador de enlaces entre DF y DF (FIG,
2009-2012, p. 21).
La (RFEG, 2009, p. 1) mantiene los cuatro grupos del GCO: saltos, equilibrios, giros
y elementos de flexibilidad u ondas. Estos deben encontrarse visiblemente equilibrados y
ejecutados por las gimnastas de categoría benjamín, mínimo un grupo, máximo dos hasta
completar ocho DF1 como máximo y cuatro como mínimo.
4
En los albores de la Gimnasia, las ML formaban parte del programa competitivo.
Hemos utilizado el término estudio para designar el año de aprendizaje en el que se encuentra la
gimnasta. Es común su empleo en algunas Escuelas de Competición de Rusia, Volgogrado.
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La participación en los Campeonatos Nacionales oficiales es restringida a las tres
primeras clasificadas por Comunidad y no todas las Comunidades mantienen vigente la
participación en competición a gimnastas menores de 10 años. En el País Vasco, dos de sus
Diputaciones territoriales Vizcaya y Guipuzcoa sólo permiten exhibiciones sin fines
competitivos. Sin embargo, existen consideraciones especiales en la tercera territorial ya
que la Diputación Foral de Álava somete a riguroso estudio la situación de un número
máximo de tres gimnastas de estas edades, siempre y cuando sus entrenadoras demuestren
que las gimnastas forman parte de un grupo de captación de talentos que siguen un plan
especial de entrenamiento a corto, medio y largo plazo para que no se quemen etapas de
forma anticipada.
La necesidad de realizar este estudio es elevada, puesto que al categorizar el GCO
DF1 de los ejercicios de competición benjamín analizamos su estructura; extraemos tanto
las tendencias de las DF1 más y menos repetidas, como la frecuencia de los valores
utilizados; comprobamos la fortaleza y debilidades cometidas; estimulamos acciones hacia
la búsqueda de ajustes posturales en detrimento del grado de DF, paliamos posibles
lesiones; y evitamos droupts-out6 competitivo. Algunas de estas necesidades están
recogidas en los trabajos de las siguientes autoras (Bobo y Sierra, 2004; Fernández-Del
Valle, 1998; Mata, 1999).
2. Marco teórico
Antes de dar comienzo a la explicación del proceso metodológico hemos descrito
una breve pero concisa definición de los vocablos principales en el desarrollo y análisis de
este estudio7, no sin establecer previamente que la mayor parte de las definiciones
mostradas han sido tomadas de Gran Enciclopedia Planeta (GEP, 2004).
1. Calidad. “Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa, que permiten
apreciarla como igual, mejor o peor que las restantes de su misma naturaleza” (GEP,
2004, p. 1714).
2. Cód. Punt. GR. Es el documento elaborado por el Comité Internacional de esta
especialidad deportiva a través del cual se rigen todas las Federaciones Internacionales. En
él están registrados los criterios de valoración, sistema de competiciones, jurados,
modalidades, listado de DF1 y DF2, generalidades, etc. (Fernández-Del Valle, Castellano,
Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009 a y b).
3. Benjamín, en su acepción 2ª. “Miembros más pequeños de un grupo” (GEP, 2004, p.
1307). La competición nacional está abierta a niñas y niños nacidos en el año 2000. No
obstante, en algunas escuelas españolas de gimnasia, esta categoría se divide en tres ciclos
(6-7 primer año de aprendizaje; 7-8, segundo, y 8-9, tercero).
4. Dificultad, en su acepción 5ª dice: coeficiente de dificultad “número por el que se puede
multiplicar la puntuación obtenida en una prueba deportiva para valorar la DF”, (GEP,
2004, p. 3254) en nuestro caso DF1. No obstante, existe otra acepción que hace referencia
a inconveniente, complejidad encontrada en una tarea, etc. Para distinguirlas daremos a la
primera definición la abreviatura DF1, y a la segunda, la escribiremos con minúscula y sin
abreviar.
5. Ejercicios, en su acepción 7ª referida al Deporte. “Cada una de las pruebas que deben
realizarse en las competiciones de gimnasia” (GEP, 2004, p. 3538).
6
Término conocido por abandono prematuro de la competición, salida.
Ninguna de las acepciones aquí expuestas han sido descritas con anterioridad ni por el Cód. Punt. (FIG,
2009-2012), ni por la Normativa Nacional (RFEG, 2009).
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6. Manos Libres: ejercicio realizado en plena libertad del cuerpo y sin utilización e
intervención de aparatos manuales (Fernández-Del Valle, Castellano, Fernández, Nagore,
Orive y Otaegui, 2009a).
3. Metodología
3.1. Participantes
La edad exigida para participar en la categoría benjamín es 9 años (RFEG, 2009). La
muestra se compone de 41 gimnastas (niñas) participantes en el Campeonato de España
Base, Gijón 2009 categoría benjamín.
3.2. Herramienta taxonómica
La herramienta confeccionada para realizar el registro observacional ha sido
elaborada a través de la combinación de dos estrategias diferentes en su construcción:
sistemas de categorías y formatos de campo (Perea, 2008; Usabiaga, 2005).
Los formatos de campo garantizan el registro sistemático de varios aspectos de un
evento natural, para lo cual se proponen criterios relevantes, y para cada uno de ellos se
desarrolla un listado de niveles (Anguera, 1979) que hemos optado porque sean cerrados;
es decir, EME (exhaustivas y mutuamente excluyentes). La herramienta está compuesta
por 11 criterios de manera multidimensional (véase, tabla 1).
Tabla 1. Formatos de campo y sistemas de categorías de la herramienta taxonómica diseñada ad hoc.
N.º
Criterio
1
Dificultad corporal DF1 GCO
2 Valor de la Dificultad Val-DF
3
Segmento que marca la Dificultad SegDF
4
5
6
Impulso – recepción Im-re
Colocación de la pierna Col-Pn
Grados apertura piernas ºAPn
7
Orientación de las piernas Or-Pn
8
9
Orientación del tronco Or-Tr
Grados vuelta del cuerpo ºVu-cp
10
Nivel espacio que ocupa el cuerpo Ne-cp
11
Validación Dificultad Vlid
Categorías
EQUI, GIR, SAL, FLXO.
A, B, C, D, E.
Pn, PnTr, PnTrB, PnBr, RePTB, RePT, ReP. RePB,
Mus.
Va-ir, 1a-1b, 1a-1a, 1i- 2r, 2i-2r, 2i-2e, 2i-2c, 2i-1r.
Es, Do, ESDO, ed-Es, ed-Do, ed-de, e-d, L.
0, 45, 90, 120, 180, 181, otro.
Ver, VerAd, VerAt, Verla, VerL, Ad, At, Lat, AdAt,
Adpro, Atpro, lapro, L.
R, Ex, Flx, Inc, horad, horat, Com.
0º, 90º, 180º, 270º, 360º, 540º, 720º, 1080º.
bj1tu, bj1cu, bj1ro, bj1br, bj1in, me2pi, me2in,
al3sal, com4, comin.
Sí – No
La herramienta de observación (en adelante HO) nos ofrece, por un lado, la
posibilidad de analizar los once criterios detallados en la tabla, y por el otro sus categorías
correspondientes8.
La constelación de códigos codificados se corresponde con la tipología de datos
secuencias de multievento propuesta por (Bakeman y Quera, 1996):
1. Dificultades corporales DF1. El Cód. Punt., define las siguientes: saltos SAL, equilibrios
EQUI, giros GIR, y flexibilidad u ondas FLXO ubicadas en el GCO. De igual manera,
hace referencia al GCNO en el que incluye desplazamientos, saltitos, balanceos y
8
A partir de las abreviaturas propuestas por (Agosti, 1974) hemos adaptado algunas y hemos creado otras
nuevas Re, relevé; Pro, progresivo; 1a-1a, salto con una pierna, recepción con la misma, etc.
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circunducciones, vueltas y pasos rítmicos. Aunque, en este trabajo limitamos su estudio
de manera exclusiva al GCO.
2. Valor de la DF Val-DF para gimnastas en categoría benjamín: A-0.10; B-0.20; C-0.30;
D-0.40 y E-0.50.
3. Segmentos corporales utilizados en la DF SegDF: hemos seguido la clasificación
correspondiente a los 14 segmentos corporales lineales9 (Espinosa, 2005).
4. Impulso y recepción Im-re. Clasificado en base a las siguientes actitudes: 1a-1a, impulso
con una pierna-recepción con la misma; 1a-1b, impulso con una pierna-recepción con
la otra; 1i-2r, impulso con una pierna-recepción con las dos; 2i-1r, impulso con dos
piernas-recepción con una; 2i-2c, impulso con dos piernas-recepción con las dos en
cuclillas; 2i-2e, impulso con dos piernas-recepción con dos piernas sobre los empeines;
2i-2r, impulso con dos piernas-recepción sobre dos pies; va-ir, variable en su impulsorecepción. No obstante, hemos partido de la clasificación propuesta por Fernández-Del
Valle (1989, p. 53) aunque hemos aumentado la misma.
5. Colocación de las piernas Col-Pn: estiradas Es; dobladas Do; estiradas dobladas ESDO;
estirada doblada - estiradas ed-Es; estirada doblada - dobladas ed-Do; estirada doblada
– doblada estirada ed-de; estirada doblada e-d; libre L.
6. Grados de apertura de las piernas ºAPn: 0, 45, 90, 120, 180, 181, otro.
7. Orientación de las piernas Or-Pn: Ver, VerAd, VerAt, Verla, VerL vertical libre, Ad, At,
Lat, AdAt, Adpro adelante progresivo, Atpro, lapro.
8. Orientación del tronco Or-Tr: recto R, extendido Ex, flexionado Flx, inclinado Inc,
horizontal adelante horAd, horizontal atrás horAt y combinado Com.
9. Grados Vueltas del cuerpo ºVu-Cp. Debido a la complejidad que teníamos a la hora de
anotar el grado de rotación en un par de DF FLXO por inversión, decidimos solicitar
ayuda a Iratxe y Ventura, entrenadora y biomecánico del Centro de Alto Rendimiento
de Cataluña (en adelante CARC), con la intención de eliminar errores de observación en
las mismas (Ferrer y Aurrekoetxea, 2009).
10. Nivel del espacio que ocupa el cuerpo Ne-Cp. El Cód. Punt. (FIG, 2009-2012), cita tres:
bajo, medio, y alto. Hemos creído necesario subdividir, abreviar y definir dónde
empieza y acaba la DF, y aumentar un nivel más. El nivel bj1 se inicia y finaliza con el
centro de gravedad (en adelante, CDG) cercano al suelo; el me2 se inicia y finaliza con
el CDG en posición media o de pie; a pesar de que el nivel al3 se inicia y finaliza de pie,
éste se considera cuando el CDG está en fase aérea durante el movimiento del salto; y
por último, en el nivel com4, en él tienen cabida las DF1 que se inician en un nivel y
finalizan en otro10.
11. Ejecución de la dificultad Vlid. Sí – No.
El registro de los datos ha sido continuo (Hernández-Mendo, 1996). Cuando
aparece una discontinuidad en el registro se dice que existe una inobservabilidad
(Castellano, Hernández Mendo, Gómez de Segura, Fontetxa y Bueno, 2000). El tipo de
inobservabilidad detectado ha sido principalmente el tecnológico (Hernández Mendo,
1996). En ningún caso se ha superado la ruptura de la continuidad de la sesión de
observación por un periodo superior al 10 % del total de la misma (Anguera, 1990), por lo
que los breves periodos de inobservabilidad no han sido tenidos en cuenta al igual que en
trabajos anteriores (Castellano, et al. 2000).
9
Los 14 segmentos lineales corporales son: cabeza-cuello (uno), tronco (uno), brazos (dos), antebrazos
(dos), manos (dos), muslos (dos), piernas (dos), pies (dos).
10
Ejemplos: salto en círculo impulso con dos piernas-recepción sobre empeines (la gimnasta ocupa dos
niveles espaciales el 3 por ser salto y el 1 por finalizar en el suelo. Subida de empeines (niveles 1 y 2).
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3.3. Calidad del dato
La estimación de la calidad del dato tiene el propósito de dotar al trabajo de uno de
los criterios de cientificidad definidos por la Metodología Observacional (Anguera, Behar,
Blanco, Carreras, Losada, Quera y Riba, 1993; Anguera y Blanco, 2003). En una
investigación de este tipo es de suma importancia que los procedimientos de medida se
mantengan con elevada estabilidad, por ello hemos realizado los análisis de concordancia
inter observadoras, que garantice la concordancia en cuanto a la observación y registro de
los datos.
Después de una serie de sesiones de observación de carácter exploratorio, que
sirvieron, por un lado, para testar el propio sistema de observación y, por otro, como
momentos de entrenamiento del propio observador, se realizó el análisis de calidad de los
datos siguiendo pautas similares a otros trabajos (Perea, Castellano, Hernandez Mendo,
Álvarez, y Pérez, 2005; Reina-Gómez, Hernández-Mendo y Fernández-García, 2009).
Comenzamos señalando que hemos utilizado en todos los casos la concordancia
consensuada (Anguera, 1990). En segundo lugar, y una vez registradas nueve gimnastas se
estimó la Kappa de Cohen para cada uno de los criterios de la HO. Este índice hace
referencia al concepto de asociación y fue realizado con el paquete estadístico SPSS 16.0
para Windows y cuando éste no fue posible (por no guardar la tabla simetría para ambas
observadoras) se utilizó la aplicación informática ComKappa.exe (señalado con * en la
tabla). Este estadístico tiene en cuenta los errores procedentes del azar y la comparativa
entre registros se hace punto por punto, es decir, respetándose el orden en el que los
observadores registraron las categorías. En la tabla 2 vienen recogidos estos valores.
Tabla 2. Índices de acuerdo de la Kappa de Cohen para las inter-observadoras.
Criterio
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
Obs1-Obs2
1.00
1.00
0.77*
0.78
1.00
0.84*
0.98*
0.85*
0.92
1.00
0.25
Obs1-Obs3
0.89
1.00
0.74
0.83
0.88
0.83
0.98*
0.88*
0.77
0.89
0.50
Obs2_Obs3
0.89
1.00
0.75*
0.73
0.88
0.84*
1.00
0.87
0.85
0.89
0.42
En tercer lugar, mediante el programa informático Generalizability Study (Ysewijn,
1996) se realizó el análisis de generalizabilidad para determinar la fiabilidad de la
observación. En la tabla 3 se recoge el modelo de tres facetas y los valores obtenidos para
un tipo de procedimiento de Modelo General Lineal (GLM), del cual hemos seleccionado
los del tipo III ya que los datos no fueron elegidos de manera aleatoria.
Tabla 3. Análisis de varianza, porcentaje de la varianza explicada y coeficiente de
generalizabilidad.
Facetas
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Observadora*Criterio*Conducta
r2 = 1.0000
gº de l
SC
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% de variancia
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Observadora (O)
Criterio (C)
O*C
Conducta (K)
O*K
C*K
O*C*K
CK/O
2
10
20
70
140
0
0
0.10
0
2751.46
12
0.77
0
20959.04
86
283.11
2
0.00
0
0
0.00
ρ2 = 0.994 y Φ = 0.994
Nota. Valores de los grados de libertad (gº de l), suma de cuadrados tipo III (Tipo III SS) y
porcentaje de varianza para cada una de las facetas del modelo y de sus interacciones. En la
última fila se han estimado los coeficientes absolutos y relativos de generalizabilidad para el
modelo Criterio * Categoría / Observadora (CK/O).
El plan de medida utilizado en este trabajo para estimar la fiabilidad del sistema,
viene definido por el modelo CK/O, en el que C son los criterios de la herramienta de
observación (con 11 niveles), K las conductas o códigos (71 niveles) y O las observadoras (3
niveles). Esto significa que los C (criterios) y las K (categorías) constituirán las facetas
objetos de medida, mientras que el O (observadoras) serán el instrumento de medida.
Estimamos el porcentaje de variabilidad de cada una de las facetas y sus interacciones, así
como los coeficientes absolutos y relativos de generalizabilidad.
La determinación de las fuentes de varianza reveló que una gran parte de la
variabilidad (86 %) estaba asociada a la faceta conducta, presentando nula variabilidad la
faceta observadora, situación ideal que atiende a que el registro realizado por los tres
grupos de observación, no ha influido en los valores obtenidos, sin existir diferencias
notables entre los registros. El análisis global de los coeficientes de generalizabilidad reveló
que la precisión de generalización de los resultados es óptima (0.99).
3.4. Software y análisis estadístico
Los ejercicios de las gimnastas fueron grabados in vivo con una videocámara digital
de uso doméstico. Para la observación codificación y registro hemos utilizado el software
MOTS (Castellano, Perea, Alday, & Hernández Mendo, 2008) que permite la configuración
de la HO diseñada ad hoc para este estudio. Una imagen de la aplicación viene recogida en
la siguiente figura.
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Figura 1. Imagen tomada del software MOTS.
En esta figura podemos comprobar como en la misma pantalla a la vista del
observador están tanto la imagen de video, la herramienta taxonómica configurada, así
como la tabla de registros de las conductas codificadas en el vídeo11.
Respecto al análisis estadístico, los datos son presentados como medias,
desviaciones estándar (DS) e intervalo de confianza en el 95 % (IC95%). Para estimar la
presencia de diferencias significativas hemos realizado el análisis de Chi2, y hemos
utilizado tanto el paquete estadístico SPSS 16.0 para Windows, comKappa.exe., el nivel de
significación admitido fue de p<0.05. Como los programas estadísticos SAS v9.1 (SAS
Institute Inc., 1999) y GT versión 2.0 Generalizability Study (Ysewijn, 1996), para los
análisis de los componentes de varianza y generalizabilidad respectivamente.
4. Resultados
En un primer análisis descriptivo podemos comprobar que la conducta que más
veces está representada, en la tabla cuatro, es Flexibilidad u ondas con 91 repeticiones,
seguida por Saltos 83, y muy cerca Equilibrios 82. Mientras que la que menos veces se
repite es Giros.
11
La imagen de la gimnasta corresponde a la ejecución de una DF1 EQUI en círculo, valor C = 0,30;
SegDF RePTB talón elevado del suelo, pierna, tronco y brazo; impulso y recepción 1i-2r, es decir, impulso
con una pierna-recepción uniendo las dos; colPn e-d pierna de base estirada, y pierna libre doblada; ºAPn
120º; OrPn pierna base vertical al suelo, pierna libre atrás; OrTr recto, para diferenciarlo del extendido o
flexionado, y hemos ampliado la conducta ligex ligeramente extendido con el propósito de facilitarnos la
identificación de equilibrios, giros y saltos en círculo; ºVu-Cp: 0º, es decir sin vuelta; 90º, 180º, etc.
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Tabla 4. Frecuencia absoluta y relativa de las Dificultades Corporales.
DF1Co1
EQUI - Equilibrio
FLXO - Flexibilidad /onda
GIR - Giro
SAL - Salto
Frecuencia
82
91
81
83
Porcentaje
15,0
16,7
14,9
15,2
No obstante, las exigencias por parte de las Normativas nacionales de competición
(RFEG, 2009) marcan que las diferencias entre los diferentes elementos del GCO no
pueden ser grandes al exigir mínimo y máximo número de repeticiones por grupo
representativo.
Tabla 5. Frecuencia absoluta y relativa del Valor de la Dificultad.
ValDF1
A
B
C
D
E
Frecuencia
17
24
117
90
89
Porcentaje
3,1
4,4
21,5
16,5
16,3
Observamos que hay un dominio claro en la utilización de DF1 de niveles medios
(0.30, C) y altos (0.40 y 0.50, D y E) en detrimento del uso de DF1 inferiores A y B
(valores 0.10 y 0.20 décimas de punto) que son precisamente las más asequibles a las
gimnastas que inician el estudio de la GR en los tres primeros años de aprendizaje.
Tabla 6. Frecuencia absoluta y relativa Segmentos Piernas.
SegPn
Frecuencia
Porcentaje
Pn
12
2,2
PnTr
86
15,8
PnTrB
75
13,8
RePn
99
18,2
RePB
14
2,6
RePT
11
2,0
RePTB
40
7,3
Hacemos notar que el segmento corporal Re significa relevé12, talón elevado, o pie
en media punta y que éste es una exigencia obligatoria para los GIR y EQUI. Mientras que
el más repetido ha sido RePn dónde Re es para la pierna de base, y Pn para la posición de
la pierna libre. Si le sumamos las 14 veces RePB, relevé, pierna, brazo; + 11 RePT, Relevé,
pierna, tronco; + 40 RePTB, relevé, pierna, tronco y brazo; obtenemos que la pequeña
gimnasta soporta su peso del cuerpo sobre los cinco dedos del pie de apoyo, siempre el
mismo, en un 30,1% del total de segmentos categorizados.
No podemos pasar desapercibido que dos de las conductas jerarquizadas no se han
presentado ni una sola vez en categoría benjamín PnBr, pierna, brazo; ni tampoco Mus,
muslo para identificar los equilibrios en posición arrodillada.
12
Señalamos que algunos términos usados en GR proceden del francés y su acepción es universal,
de manera que un relevé, grand jeté, spagat o tour tiene el mismo significado en Alemania, España o Rusia.
El relevé, no se aplica a todos los equilibrios y giros, por ejemplo queda eximido de esta exigencia los
equilibrio en posición arrodillada.
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Tabla 7. Frecuencia absoluta y relativa Impulso y recepción.
Im-Re
1a-1a
1a-1b
1i-2r
2i-1r
2i-2c
2i-2e
2i-2r
va-ir
Frecuencia
3
20
64
42
1
8
60
139
Porcentaje
,6
3,7
11,7
7,7
,2
1,5
11,0
25,5
Los impulsos y recepciones más repetidos han sido va-ir, con una frecuencia de 139
repeticiones y un 25,5 de porcentaje. Es decir, segmentos corporales de intervención
múltiple encadenados como la subida o bajada de empeines, el spagat con vuelta de 360º,
o el apoyo sobre antebrazos. Es curioso comprobar que las tres DF1 nombradas pertenecen
al GCO que más ha destacado FLXO (véase, tabla 4).
La conducta 1i-2r es utilizada por las gimnastas en el grupo EQUI, de manera que
primero ajustan y consiguen la posición estabilizada del cuerpo sobre la planta del pie,
segundo ejecutan la elevación del talón y tercero finalizan la DF sobre ambos pies juntos.
Véase DF EQUI en círculo, o grand écart dorsal.
Por el contrario, las conductas 2i-2r, 2i-2e y 2i-2c se ejecutan en el grupo SAL, cuyo
impulso es siempre sobre los dos pies-la recepción varía en función del nivel espacial que
la gimnasta haya seleccionado y de los segmentos corporales implicados en dichos saltos.
Por ejemplo: si la gimnasta recepciona sobre dos pies utiliza el nivel espacial 2; si finaliza
sobre los empeines, a la posición semiarrodillada o sentada sobre los talones, se mueve en
el nivel espacial 1; y si finaliza sobre dos pies, a la posición de cuclillas, también en el nivel
espacial 1.
Por último, el hecho de que haya habido un descenso de repeticiones en las
conductas cuyo impulso es con un pie y su recepción sobre un pie, sea el mismo o
diferente, puede marcar las tendencias sobre la posible desaparición de estos movimientos
o por el contrario el resurgimiento de otros.
Tabla 8. Frecuencia absoluta y relativa de la Orientación de las piernas.
OrPn
Ad
AdAt
Adpro
At
L
lapro
lat
ver
verAd
verAt
verla
Frecuencia Porcentaje
57
10,5
85
15,6
6
1,1
65
11,9
4
,7
1
,2
1
,2
17
3,1
30
5,5
45
8,3
26
4,8
Entre las 11 posibles categorías existe un predominio claro de la colocación de una
pierna adelante y la otra atrás AdAt, veamos dos ejemplos en diferentes GCO DF1: SAL
corza y sus variantes y FLXO spagat y sus variantes; seguido por ambas piernas atrás At,
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como el salto en círculo con dos piernas; y seguido por ambas adelante Ad, cuyo elemento
más característico ha sido el cosaco realizado en tres de los cuatro posibles GCO SAL,
EQUI y GIR.
Es preciso saber que la conducta verAt, cuya pierna de apoyo o de base se coloca
vertical al suelo y la pierna libre atrás ha tenido una frecuencia 30, perteneciente a los
grupos EQUI y GIR. Entre las DF más destacadas están los equilibrios con pierna atrás, ya
sea estirada o doblada, con o sin ayuda, attitude, y arabesque. Su homónimo verAd, se
decanta por los equilibrios y giros de moda pierna libre a la horizontal adelante, en
detrimento de otros. Presentar este tipo de DF1 de manera reiterada puede ser
contraproducente, ya que las pequeñas adolecen de la fuerza necesaria para la ejecución de
algunos de estos movimientos.
Tabla 9. Frecuencia absoluta y relativa de la Orientación del tronco.
OrTr
Ex
Flx
horAd
horAt
Inc
ligEx
R
Frecuencia Porcentaje
156
28,6
24
4,4
3
,6
4
,7
2
,4
18
3,3
130
23,9
La tendencia de movimientos en extensión de tronco es clara en relación al resto de
conductas categorizadas, seguida de la colocación del tronco recto. Mientras que las
inclinaciones de tronco son escasísimas y los movimientos de flexión poco representativos
en relación a las dos primeras categorías o conductas analizadas.
Si sumáramos las frecuencias 156 (Ex) y 18 (ligex), es obvio que el número de
movimientos en los que se solicita un predominio del tronco en extensión (atrás)
aumentaría aún más.
La colocación horAt debería prohibirse para las gimnastas de esta categoría ya que
se necesita un nivel propioceptivo, regulación y control corporal muy elevados. Las
pequeñas gimnastas intentaban marcar una posición horizontal desestabilizada con un
trabajo muscular inadecuado de los músculos del tronco y de las piernas.
Tabla 10. Frecuencia absoluta y relativa de los Grados de rotación del cuerpo,
vueltas.
ºVu-Cp
0º
180º
360º
540º
720º
Frecuencia Porcentaje
175
32,1
10
1,8
136
25,0
2
,4
14
2,6
Observamos que el registro con mayor frecuencia lo tienen las DF1 que no trabajan
con rotación del cuerpo en ninguno de los ejes preestablecidos, véanse DF SAL, EQUI o
FLXO sin rotación alguna. Seguido de una vuelta de 360º con una frecuencia elevada 136,
en esta conducta interviene cualquiera de los cuatro GCO; es decir, puede estar
representada tanto por GIR sobre una pierna cuya DF1 está marcada a través del segmento
corporal pie en relevé Re, como por FLXO por inversión; como EQUI cuya DF viene
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marcada por tour lent, o por qué no por SAL como jeté en tounant o cualquier otro en el
que la gimnasta precise de la realización de una rotación de su cuerpo.
La conducta 720º o giro de dos vueltas aparece en pocas ocasiones y la de 1080º
equivalente a tres giros del cuerpo no figura en la tabla 10, es posible que alguna gimnasta
benjamín haya conseguido realizarla pero debido a su grado de imperfección no ha sido
validada, hecho que coincide con los resultados obtenidos. Así como tampoco aparecen el
giro 270º y 90º aunque estos últimos al no ser considerados DF, tampoco están
codificados.
En base a lo aquí establecido si hacemos referencia al GCO FLXO ¿cómo saber
cuántos grados tiene la DF? La escasez de documentación revisada y encontrada al
respecto hace que busquemos y solicitemos ayuda al Departamento de Biomecánica del
CARC con el propósito de esclarecer la estructura, al menos, de un par o tres de
movimientos de este grupo corporal. Entre las DF analizadas se encuentran la C, D, E, y F
(FIG, 2009, p. 69).
No obstante, la DF1 viene marcada por la posición del tronco denominado segmento
tronco en un modelo biomecánico y por su enlace con una inversión. Si entendemos el
cuerpo de la gimnasta, como la unión entre el esternón y el punto medio de la cadera
derecha o izquierda, los resultados obtenidos en estas DF analizadas corresponden a un
ángulo de 360º puesto que el tronco inicia y finaliza los elementos perpendiculares al suelo
(Ferrer, y Aurrekoetxea, 2009). Véanse figuras 2 y 3.
Figura 2. Análisis de la DF1 GCO FLXO C por inversión al apoyo sobre el
vientre, valor 0,30 puntos.
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Fotografías cogidas de una secuencia de vídeo gimnasta CAR de Cataluña, la DF1 C
tiene un valor de 0.30 Cód. Punt., línea 29 sobre el vientre (FIG, 2009-2012, p. 69). El
análisis realizado nos muestra que la rotación final de la gimnasta es 360º.
Figura 3. Análisis de la DF1 GCO FLXO E por inversión, al apoyo sobre antebrazos, valor 0.5 puntos.
Fotografías tomadas de una secuencia de vídeo gimnasta CARC (esta DF1 está
ubicada en el listado oficial FIG anteriormente expuesto, fila 31).
Tabla 11. Frecuencia absoluta y relativa del Nivel del espacio.
Ne-cp
al3sal
bj1br
bj1cu
bj1in
bj1ro
bj1tu
com4
comin
me2pi
Frecuencia Porcentaje
75
13,8
4
,7
55
10,1
40
7,3
1
,2
24
4,4
30
5,5
7
1,3
101
18,5
Existe una tendencia al predominio del nivel espacial me2pi realizada en 101
ocasiones, recordemos que este nivel corresponde a la posición de pie con el CDG en
posición intermedio. Al sumar las subdivisiones correspondientes al Nebj1: brazosantebrazos, cuclillas, por inversión, arrodillado, y tumbado obtenemos un porcentaje de
22, 7. Después, destaca al3 cuyo nivel corresponde a la fase aérea de los saltos. Y finaliza
con el cuarto nivel espacial que hemos denominado combinado.
Tabla 12. Frecuencia absoluta y relativa de la Validez de la DF.
(Vlid)
no
sí
Frecuencia Porcentaje
155
28,4
182
33,4
En 155 ocasiones las DF realizadas no han pasado el Control de Calidad sobre 182
que sí lo superaron. Pero ¿cuáles son los criterios para determinar si una DF1 es aceptada o
rechazada por parte del jurado que valora la composición de los ejercicios? ¿Existen
diferencias entre los criterios del jurado que puntúa las DF1 en comparación con el jurado
que puntúa ejecución? ¿Dónde están especificados? Nos tememos lo peor, que estas
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preguntas permanezcan sin respuesta ya que están implícitas de forma indirecta y ambigua
en el Cód. Punt., tantas veces aludido.
Tabla 13. Frecuencias de la Dificultad y Validez de la misma.
Vlid y DF1
EQUI
FLXO
GIR
SAL
No
33
16
64
42
155
Sí
49
75
17
41
182
Total
82
91
81
83
337
Resulta revelador obtener los resultados mostrados en la tabla 13 ya que podemos
observar 64 GIR desestimados sobre 17 que sí fueron aceptados y validados; mientras que
en la categoría flexibilidad u ondas sucede lo contrario 16 negativos sobre las 75
aceptaciones. Además, un 50% de los saltos fueron valorados afirmativamente mientras
que el otro 50% negativamente. Una de nuestras mayores preocupaciones a la hora de
valorar las DF1 ha radicado precisamente en validar las DF1 expuestas en las tablas 12 y 13
por lo que nos gustaría que el lector estudiara con detenimientos los datos aquí expuestos.
Tabla 14. Frecuencias que relacionan la DF impulso y recepción de las DF.
Im-re
A
B
C
D
E
Total
1a-1a
0
0
2
1
0
3
1a-1b
0
1
6
4
9
20
1i-2r
4
12
34
9
5
64
2i-1r
0
3
0
22
17
42
2i-2c
0
0
0
0
1
1
2i-2e
0
0
0
8
0
8
2i-2r
13
6
24
13
4
60
va-ir
0
2
51
33
53
139
Total
17
24
117
90
89
337
De las 337 DF1 relacionadas con la forma de iniciar y finalizar el impulso sobresalen
las siguientes conductas: en primer lugar, la que más veces se repite se ubica en la columna
va-ir en la cuál interviene más de un segmento corporal. En segundo, 1i-2r cuyo impulso
se hace con un pie y la recepción sobre los dos en total 64 ocasiones, aunque hay poca
representatividad de DF A, D, y E; en tercero, le sigue muy de cerca 2i-2r tanto el impulso
como la recepción se ejecutan con ambos pies, 60 repeticiones. Las DF1 C y D sobresalen
con claridad y las DF1 menos repetidas en las ocho conductas presentadas han sido las de
menor rango A y B.
Las posibilidades de cruce entre variables, criterios y conductas jerarquizadas son
tan amplias que sería inviable mostrarlas de manera exhaustiva en este estudio. No
obstante, vamos a seleccionar dos tablas de contingencia que nos aportan datos que
pueden ser representativos para entender la estructura de este deporte.
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Tabla 15. Frecuencias de las categorías registradas en relación a la Dificultad corporal (DF1Co1), valor de las
Dificultades (ValDF1) y orientación del tronco (OrTr).
DF1Co1
ValDF1
B
C
D
E
B
C
D
E
A
B
C
D
E
B
C
D
E
EQUI
FLXO
GIR
SAL
Ex
0
23
0
2
2
12
7
48
0
1
8
0
1
0
0
29
23
Flx
0
0
0
0
0
0
20
0
0
1
1
1
0
0
0
0
1
horad
0
3
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
OrTr
horat
0
0
0
4
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
Inc
0
0
2
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
ligEx
0
1
1
0
0
0
0
0
0
0
3
0
0
0
0
9
4
R
8
23
15
0
2
0
0
0
17
5
35
2
6
5
8
4
0
Es significativo el agrupamiento de la posición del tronco, el valor de la DF y su
correspondiente grupo corporal. En la tabla de arriba vemos que la única posición del
tronco representada en 17 ocasiones es DF1 A, valor 0.10 puntos perteneciente al GCO
GIR.
Otro dato relevante que nos ofrece la tabla es la poca, escasa o nula participación del
tronco inclinado, en posición horizontal adelante y posición horizontal atrás, ya que
encontramos frecuencias 2, 3 y 4 respectivamente en el GCO EQUI.
El mayor predominio de movimientos en extensión y ligera extensión del tronco
conocido por flexión de tronco atrás se encuentra en el GCO FLXO, aunque también
encontramos frecuencias aisladas en el resto de grupos obligatorios y de las DF mostradas.
En oposición al trabajo en extensión se encuentra el de flexión con una frecuencia
menor a la mitad del primero; el de inclinación; y otras conductas a penas perceptibles.
Consideramos muy importante que se le dé más valor a este tipo de movimientos. Estos
datos coinciden con los presentados por Herminia Mata (1999).
El trabajo de las diferentes conductas del tronco en relación con las variables
expuestas muestra que las gimnastas ejecutan los movimientos siguientes: en las DF1 GCO
GIR EQUI, la frecuencia más utilizada pertenece a los giros cuya posición de tronco es
recta. Además, sobresalen los giros 720º en passé, los giros 360º a la horizontal adelante,
360º en cuclillas, pocos giros 360º en attitude. En las DF1 GCO SAL, las gimnastas
menores de 10 años han utilizado un trabajo de saltos con predominio de extensión de
tronco en contraposición al reducido número de saltos en los que intervienen posiciones
diferentes del tronco, ya sea en flexión representado por una sola frecuencia, ya con el
tronco recto con cuatro frecuencias encontradas.
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Tabla 16. Frecuencias de las categorías registradas en relación a las variables Dificultad corporal (DFCo1),
valor de las Dificultades (ValDF1) y nivel del espacio (Ne-cp).
DF1Co1 ValDF1 al3sal
EQUI
FLXO
GIR
SAL
B
C
D
E
B
C
D
E
A
B
C
D
E
B
C
D
E
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
5
8
36
26
bj1
cu
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
bj1
br
0
0
0
0
0
0
4
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
bj1
cu
0
19
8
0
0
0
0
0
0
0
23
0
4
0
0
0
0
bj1
in
0
0
0
0
0
7
0
33
0
0
0
0
0
0
0
0
0
Ne-cp
bj1 bj1
ro tu
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0 23
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
com4
comin
me2pi
0
0
6
0
3
0
0
12
0
0
1
0
0
0
0
6
2
0
0
0
0
0
4
0
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La tabla 16 nos ofrece una visión clara del nivel del espacio que ocupa el cuerpo, de
las DF y de sus valores correspondientes.
El nivel espacial 1 está más representado por el GCO FLXO DF E, 33 veces
movimientos por inversión; D, 23 movimientos posición tumbado; C, 7 movimientos
trabajo por inversión. En el GCO EQUI sobresalen las DF C, 19 veces y D, 8.movimientos,
mientras que en el GCO GIR hay C, 23 y E, 4 todos ellos movimientos en la posición de
cuclillas.
El nivel espacial 2 muestra las DF más repetidas GCO SAL, inexistente; EQUI C, 30;
GIR C, 23 y A, 17; FLXO B, 1 única frecuencia
Como resulta evidente el nivel espacial 3 sólo está representado por el GCO SAL y
los resultados ofrecidos señalan DF D, 36 y E, 26. No obstante no hay frecuencias en DF A
y pocas en valores B y C.
El nivel espacial 4 los resultados obtenidos marcan tendencias en los GCO EQUI D,
6; FLXO E, 12 y C, 4; GIR C, 1; SAL D, 6 y E, 2.
Estos datos coinciden con los logrados en el análisis de variables anteriores.
5. Discusión
El deterioro por el que la GR va pasando es cada vez mayor e ineludible. Su devenir
como Deporte Olímpico es algo incierto. Las personas que formamos parte de este deporte
no estamos exentas de numerosas críticas y de múltiples censuras. Además, las
discrepancias de opinión habidas entre las jueces en cada competición no favorecen el
clima creado, así como tampoco favorece que los espectadores y gimnastas, ya, no sean
ajenos a las mismas. Cada vez están más arraigadas e incluso nos atreveríamos a pensar
que ya forman parte intrínseca de la cotidianeidad competitiva en gimnasia rítmica.
No obstante, no todo es negativo, estos hechos han favorecido el surgimiento de
estudios meticulosos que buscan calidad, ofreciéndonos la posibilidad de tener retazos de
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luz entre tanta sombra acontecida. Autoras españolas prestigiosas apoyadas por otros
autores de nacionalidades diferentes, también, relevantes en sus materias así lo avalan. Se
denuncia la escasez de términos definidos en el Cód. Punt.; el exceso de información a
puntuar por parte de las jueces; el influjo de la personalidad de las mismas; falta de
criterios claves a la hora de realizar los juicios de valor; la ubicación de las jueces; el
excesivo número de gimnastas a valorar; la falta de adaptación de los Códigos (FIG, 2003,
2009 y anteriores ediciones) a gimnastas de nivel autonómico y nacional; el orden de
actuación de las participantes; y un sin fin de detalles más (Bobo, 2002; Cabrera, 1997;
Fernández-Del Valle, Castellano et al., 1999a; Martínez, 1997; Mata, 1999; Palomero, 1996;
Sierra, 2000).
Uno de los principales problemas de la GR es el de ser considerado Deporte
Subjetivo con poco rigor científico y escasa seriedad. Fama ganada a pulso a través de las
conductas emanadas en el tiempo. Consideramos necesario comentar que cuando los
contenidos no están definidos y acotados con rigor, es fácil moverse en la ambigüedad. Ya
que por un lado, pueden ocasionar un aumento de percepciones personales en las jueces y
por otro, una desorientación en las entrenadoras a la hora de crear las composiciones de
los ejercicios de sus gimnastas. Hemos querido resaltar dos citas que apoyan esta idea
“para que el juicio deportivo mejore es necesario definir los aspectos que se quieren
valorar” Riera, 1988 en (Mata, 1999, p. 391), o esta otra “si queréis conversar conmigo,
definid primeramente los términos que empleáis” Voltaire en (Fernández-Del Valle, 2005,
p. III).
Ya hemos hecho hincapié en que un exhaustivo control de la técnica corporal, sin
aparato, es fundamental para aprendizajes posteriores con el aparato. Muchas son las
autoras que han insistido en ideas similares (Barta y Durán, 1996; Bobo, 2002; Canalda,
1998; Fernández-Del Valle, 1989; Lisitskaya, 1995; y Mata, 1999) entre otras. Sin embargo,
los resultados aquí mostrados se alejan de lo expuesto ya que muchas de las DF analizadas
han presentado múltiples errores de ejecución como puede comprobarse en diferentes
tablas presentadas en este trabajo.
La identificación de cada conducta y categoría ha resultado ser una tarea altamente
compleja desde el punto de vista global al estar implicada la personalidad y el
conocimiento de las observadoras; las aptitudes de cada gimnasta; y sobre todo la escasez
de recursos, definiciones y criterios concisos marcados en el Cód. Punt. (FIG, 2009-2012),
por ejemplo:
5.1 El análisis de resultados ofrecido en la tablas 4 y 5 sobre las DF1 del GCO para el
criterio1, concuerdan con los resultados recogidos por (Mata, 1999, p. 210), bien es cierto
que las exigencias del reglamento de competición analizado por esta autora en relación con
el número máximo y mínimo de DF1 del GCO no estaban tan marcadas como hoy en día.
Esta autora afirma que el elevado nivel de dificultad exigido condiciona la precariedad en
la ejecución de los movimientos y se sitúa en contra de los principios básicos del
entrenamiento: individualización, variedad, continuidad, progresión, multi-lateralidad, y
participación activa. No obstante, hay que mencionar el acierto que el Comité Nacional
español ha tenido, diez años después, al mantener ese grado de exigencia ecuánime para
todos los elementos del GCO (RFEG, 2009), al tratarse de gimnastas muy jóvenes.
Otro aspecto importante a reseñar con relación al número máximo de DF1 ha sido el
hallazgo de unas pocas gimnastas que superaban, por una, las DF requeridas. Es decir,
hemos encontrado gimnastas que han superado dicho número, hasta alcanzar un total de 9
DF en lugar de las ocho exigidas.
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Según parece, existe una tendencia generalizada en las competiciones
internacionales a no contabilizar algunas DF1 que las jueces denominan elementos
intrusos13. Este suceso originó que una observadora observara la DF1 bajada de empeines
y contabilizara dicha DF, mientras que otra situada en el mismo tiempo o frame estuviera
con el análisis de DF 2 al haberla considerado elemento intruso. Las diferencias
producidas entre las dos observadoras ocasionó el tipo de inobservabilidad tecnológica
detectada en la tabla 1. Inevitablemente estas acciones nos apartaban de la simetría
interobservadoras, ante lo cual tuvimos que recurrir a la aplicación informática
ComKappa.exe (señalado con * en la tabla 2). Sería conveniente que para posteriores
trabajos se fijen los criterios con anterioridad.
5.2 El análisis del ValDF para el criterio dos, como ya hemos descrito la DF1 más veces
repetida ha sido C, cuyo valor corresponde a 0.30 puntos. Lo que nos resulta insólito es la
tendencia clara de ejecutar DF1 del rango más elevado, D y E, valores 0.4 y 0.5
respectivamente, en lugar de seleccionar las más acordes a la edad de 9 años. De nuevo, los
datos concuerdan con los aportados en trabajos anteriores (Bobo 2002; Mata, 1999, entre
otros). Con estos resultados cuestionamos por un lado que el nivel y valor de las DF entre
los cuatro GCO no estén ajustados entre sí (FIG, 2009-2012) y por otro que algunas
entrenadoras prefieran conseguir más puntuación en la valoración de los ejercicios que
otros aspectos de la composición.
5. 3 En el análisis de los SegDF1 para el criterio tres, hemos observado que así como el
Cód. Punt., especifica la necesidad de elevación del talón en las DF1 Equilibrios y Giros;
sin embargo, no hay comentarios específicos sobre la altura del mismo, tampoco su posible
penalización en función de si el giro es realizado por la gimnasta con el talón bajo, medio u
alto. Estos pequeños olvidos o faltas de concisión del Cod, Punt., pueden originar que un
sector “las entrenadoras” no den importancia al relevé, y de la misma manera que otro
sector “las jueces”, tampoco lo valoren; para ambos sectores la importancia es el giro en sí,
no cómo se ejecuta el mismo.
5.4. Carecemos de datos relacionados con el criterio cuatro, ya que la (FIG, 2009-2012) se
ha pronunciado al respecto en contadas ocasiones, sin detallar en profundidad sobre las
posibles recepciones de las DF. En nuestra humilde opinión, la permisión de dejar al
arbitrio la ejecución de DF1 similares o de la misma familia en los programas nacionales
españoles con la única salvedad de la modificación en el impulso o de la forma atenta
contra el principio de variedad del entrenamiento. Los datos recogidos en nuestro trabajo
evidencian el reiterado uso y abuso de DF1 de la misma familia, sean del grupo corporal
que sean. Así, por ejemplo, podemos ver que la gimnasta que domina un cosaco realizará:
SAL cosaco con impulso diferente 1i - 2i, ó con y sin giro; EQUI cosaco C, D, E, ó la
mayoría de ellos; GIR cosaco similar a los equilibrios, etc. Señalamos que la identificación
la conducta Im-re, tuvo un grado de complejidad mixto, ya que a medida que iba
aumentando el número de observaciones la complejidad, también, decrecía. Los criterios
menos difíciles de identificar fueron el 3 y el 9 como así puede recogerse de los datos
mostrados en la Tabla 2.
5.5 Análisis de los resultados en el criterio seis, resulta delicado para la persona que valora,
no saber con exactitud cuales son los ángulos y grados de separación que deben tener las
13
Término conocido por el boca a boca que identifica a una DF1 que no es tenida en cuenta a pesar de
estar catalogada en el listado oficial como DF1 del GCO. Este intruso adquiere escasa importancia en
Gimnasia de Alto Rendimiento ya que en sí misma su valor no es elevado, pero puede ser muy relevante en
gimnasia de base.
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piernas durante la ejecución de los movimientos. De la misma manera, es muy
comprometido para la entrenadora no saber si la DF1 realizada por la gimnasta que
representa mantiene el rigor necesario expuesto en el listado oficial mediante su dibujo y
no a través del lenguaje escrito. En total hay 51 conductas expuestas GCO SAL (FIG, 20092012, pp. 26-46). Algunas tienen especificado el grado de apertura desde un punto de vista
indirecto véase: grand écart adelante, lateral o atrás mas no parece suficiente, ya que la
interpretación de jueces y entrenadoras puede que no sea la misma.
Al principio, parecía que no teníamos problemas para la identificación de los grados
ya que nos limitábamos a seguir las ideas recibidas a través del lenguaje oral, por ejemplo
una zancada debe tener 180º, para que coincida con la codificada en normativa y un
arabesque horizontal 90º, pero ¿qué ocurre con los demás casos? ¿Qué sucede cuando una
gimnasta no llega a los 180º que supuestamente debería tener un gran écart lateral, o una
grand jeté en tournant? Parece obvio pensar que si los 170º no están codificados en el
listado oficial, la DF1 es inexistente ¿qué problema de ambigüedad nos genera esta falta de
indefinición? Según avanzaban las observaciones de las gimnastas los problemas crecían
de forma múltiple, ya que nos veíamos obligadas a denegar la validez de dicha DF1, como
tal al no estar catalogado dicho ángulo.
5.6 Análisis de los resultados en el criterio 11. Hemos de resaltar que los giros son las DF
que menos han validado las gimnastas Benjamines al estar realizados con poca corrección
y escasa precisión, seguidas por saltos y equilibrios. Mientras que las DF que más se
acercan a la perfección son las de flexibilidad u ondas. Partimos de la base que los
resultados obtenidos señalan que menos del 50% de las DF1 no han sido validadas y nos
gustaría dejar constancia que la falta de calidad en la ejecución de las mismas puede ser
debida a múltiples factores entre los que detallamos los siguientes:
 Incorrecta postura en los segmentos fundamentales para los equilibrios y giros, por
ejemplo: pie mal apoyado, tobillo inestable, pierna laxa, centro de gravedad fuera de
ubicación en relación a otros segmentos inferiores o superiores, grupos articulares
desalineados, escasa elevación del talón de la pierna de base o apoyo, etc.
 Desajustes en la posición del segmento tronco debidos en parte a una excesiva
laxitud y falta de preparación en los músculos del abdomen, de la espalda, de la
cadera y de los hombros.
 Las pequeñas gimnastas adolecen del ajuste postural necesario para mantener su
tronco simétrico y erguido. Además, la falta de sintonía entre su abdomen con el
resto de los músculos de otros segmentos corporales favorece el error, alejándose de
la técnica armónica realizada con soltura, elegancia, precisión y naturalidad.
En consecuencia, discernir entre la dicotomía sí – no. Es decir, aceptación o
anulación de la Dificultad es el criterio que más quebraderos de cabeza nos ha producido
como parece patente en el registro de la Tabla 1. Éste, sin duda alguna, ha sido el criterio
que más nos ha comprometido en todo el estudio aportado. En parte debido a la escasez de
datos escritos respecto a la validez de las dificultades, no hay detalles sobre cómo se
ejecuta una DF y menos aún, la explicación de cuáles son los requisitos o consignas
necesarias para que tanto la entrenadora como la juez tengan los mismos puntos de
referencia y los mismos criterios en los que apoyarse (FIG, 2009-2012).
Por lo que deducimos que la normativa existente es global y poco detallada, al no
producirse especificaciones sobre la misma. Cierto que hay pautas pero son tan amplias
que desde el análisis realizado resultan insuficientes (Bobo, 2002; Mata, 1999) también
hicieron comentarios al respecto.
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Hacemos notar que el análisis de datos en las tendencias evolutivas que hemos
recogido en este trabajo con niñas de 9 años, nos inquieta hasta el extremo de haber
llegado a pensar que un sector elevado de entrenadoras y jueces dan más importancia a la
DF1 en sí misma que a la adquisición básica del aprendizaje de los movimientos ¿qué está
sucediendo en nuestro deporte?
6. Conclusiones
A partir de los resultados obtenidos así como de la literatura revisada llegamos a las
siguientes conclusiones:
Desde una perspectiva metodológica y estructural del Cód. Punt.
 La normativa vigente no plantea ni la validación específica del sistema de valoración
de las DF1 del GCO, ni el ángulo y grados de separación de las piernas, ni los grados
de rotación del cuerpo, ni los segmentos corporales que marcan las DF, ni la
conceptualización terminológica necesaria. Llegamos a la conclusión que la
aclaración escrita y detallada de todos estos criterios puede favorecer la objetividad
e ir en contra del valor subjetivo que se atribuye y que tanto perjudica a este
Deporte.
Desde una perspectiva individual, analítica
 Por una parte, la tendencia marcada en el GCO SAL es la casi extinción de los saltos
zancada simples y muchos saltos en círculo con dos piernas y destacamos que la
mayoría eran finalizados de pie, aunque alguno de ellos era recepcionado sobre
empeines o cuclillas. Por otra parte, la realización de demasiados saltos de DF1 D y
F en detrimento de los más fáciles de ejecución pero con valores más bajos
apropiados a la edad de las gimnastas analizadas.
 La tendencia para GCO GIR y EQUI se encuentra en la posición cuclillas
denominada Cosaco, estas DF han predominado sobre el resto, seguida por los giros
y equilibrios en círculo. Las gimnastas de categoría benjamín se mueven entre dos o
tres DF diferentes el cosaco y sus variantes, los progresivos y sus variantes; la pierna
en círculo y sus variantes; y el grand écart adelante o lateral y sus variantes. Como
era de esperar hay un descenso notorio en los giros de máximos niveles de DF1, con
una sola representación en los giros de 1080º passé y 720º grand écart adelante.
 El GCO FLXO ha puesto de moda las DF1 realizadas sobre apoyo de antebrazos con
y sin inversión y las subidas de empeines. Ambas tienen valores altos.
Desde una perspectiva holística, hemos recogido los siguientes cambios:
 Abuso y reiteración de las mismas DF1 ejecutadas por una gran mayoría de las
gimnastas de 9 años en sus ejercicios. Hecho que genera monotonía.
 Desaparición de DF1 A y B cuyos valores son 0.10 y 0.20 respectivamente.
 Excesivo trabajo con DF1 D y E cuyos valores son 0.4 y 0.50.
 Abuso de DF1 que pueden generar lesiones musculares y óseas entre las que
detallamos: saltos cuya recepción se producían sobre los empeines hasta la posición
de arrodillado, subidas y bajadas de empeines, elementos de flexibilidad u ondas sin
ajuste postural, falta de elementos de compensación en los ejercicios analizados,
saltos con extensión de tronco sin llegar a recuperar la posición antes de su llegada
al suelo. Pensamos que estas DF1 deberían restringirse o prohibirse en edades
tempranas ya que la musculatura no está aún lo suficientemente desarrollada, así
como tampoco el grado de madurez adquirido en algunos de los sistemas del
organismo humano en estas edades.
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


Los rangos Dificultad A, B, C, D ó E, no tienen la misma complejidad para SAL,
EQUI, GIR, ó FLXO, de tal manera que una D GIR puede ser más complicada que
una D FLXO, y sin embargo, ambas obtienen el mismo valor.
El legado que dejan las gimnastas internacionales es rápidamente asimilado en las
gimnastas de menor nivel sin sopesar si estas tendencias son o no beneficiosas tanto
para la salud, como para el futuro deportivo y personal de la gimnasta.
Las vueltas o inversiones del cuerpo como elemento del GCO FLXO (360º) son las
preferidas por las gimnastas de 9 años y sus entrenadoras, mientras que las
rotaciones EQUI, GIR, y/o SAL son mucho menos utilizadas.
Desde una perspectiva social
 Un gran sector de técnicos y público en general sabe que la GR está cerca del arte,
armonía, circo, o espectáculo; pero esto no es óbice para olvidar que la GR es
Deporte y que “el Deporte es un hecho Social, no es ni bueno, ni malo depende de
los fines y medios que se plantean para su uso” (González y Fernández-Del Valle,
2005, p. 4). Ante lo cual podemos modificarlo. Ésta sería una de las conclusiones
más importantes a la que hemos llegado. Se precisa con urgencia un cambio de
mentalidad si queremos mantenernos como Deporte Olímpico.
 Coincidimos, también, con la idea de conjugar los cuatro aspectos fundamentales
aportados por los autores citados en el párrafo anterior ya que el Deporte debe
ofrecernos Salud, Educación, Comunicación y Fenómeno Social máxime al tratarse
de gimnastas en edades tempranas y en pleno proceso de maduración y desarrollo.
 Nos decantamos más hacia el fortalecimiento de la personalidad y el desarrollo
armónico del cuerpo que a la exigencia de un grado de DF alto para estas edades.
Consideramos que la exigencia para estas niñas pequeñas que se inician en la GR es
demasiado alta así como su precio a pagar (demasiadas horas de entrenamiento)
para sacar dichas DF1.
 Nos gustaría indicar que la subjetividad en la valoración de evaluaciones podría ser
mitigada si el Cód. Punt., fijara criterios claros por escrito y no dejara algunos
conceptos base en el sistema boca – boca lenguaje oral. Somos conscientes de que
en la medida que los criterios y sus correspondientes categorías estaban marcados
con exhaustividad, la objetividad por parte de las observadoras era mayor, y el
alejamiento de lo subjetivo desaparecía.
 La experiencia adquirida ha sido muy positiva ya que la actitud, el grado de
participación, las exigencias en calidad y la empatía mostradas por el equipo de
trabajo han hecho posible que las ideas aquí registradas viesen la luz.
La exposición de los algunos hechos tratados en este proyecto de investigación
coinciden con los expuestos por otros investigadores y los resultados obtenidos muestran
que los objetivos han sido cubiertos puesto que coinciden con las ideas de calidad tanto en
la codificación de los datos como en la fiabilidad de los mismos.
No obstante, como colofón al trabajo presentado, nos gustaría solicitar ayuda a las
Federaciones e Instituciones que ostentan el máximo poder para que tengan a bien
considerar las siguientes sugerencias:
7. Decisiones estratégicas, o sugerencias, para la FIG
7.1 Que el Cód. Punt. Sea rematado, readaptado, reordenado y paginado antes de que
finalice el segundo año de este ciclo olímpico (lettres y fragmentos incorporados)
(FIG, 2009-2012).
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7.2 Que la próxima versión del Cód. Punt. Adjunte un apéndice con criterios básicos
de la técnica de trabajo, consejos y aspectos claves a recordar, ideas claras de
valoración de las dificultades, de cara a la preparación del siguiente ciclo olímpico.
Partimos de la base teórica de que es necesario que se creen apartados que
diferencien con claridad reglamento general; reglamento técnico; DF y su
correspondiente validación o alejamiento de la misma; terminología; modalidades.
Es decir un Cod. Punt., rico en contenidos didácticos específicos que aclare dudas a
jueces y entrenadoras (Bobo, 2002; Fernández-Del Valle, Castellano, Fernández,
Nagore, Orive y Otaegui, 2009ª; Mata, 1999; Palomero, 1996; RFEG, 2009).
7.3 Que se reglamente un apartado con la eliminación de elementos que pueden crear
lesiones (Bobo, 2002; Mata, 1999; Palomero, 1996). Y que se expliquen las causas de
su abolición. De igual manera que en caso de desajuste postural en las DF1 se
especifique su penalización o bonificación en función del número de segmentos
utilizados (Fernández-del Valle, Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui,
2009a-b).
7.4 Que se modifiquen los criterios que conducen a error de subjetividad en las
valoraciones de los ejercicios para fomentar la objetividad en los mismos.
7.5 Que se establezca un apartado con normas básicas de actitudes de conducta para
favorecer la comunicación y respeto mutuos entre todos los estamentos implicados.
El objetivo sería recobrar la confianza perdida para que el mundo nos valore en
función de la imagen que un deporte serio y disciplinado debe proyectar.
8. Decisiones estratégicas, o sugerencias, para la RFEG
8.1 Que el Comité Técnico de la (RFEG, 2009) elabore un Cód. Punt., paralelo al
Internacional para los niveles de iniciación deportiva, para adecuar las reglas
internacionales a gimnastas nacionales cuyos niveles sean inferiores a la gimnasia
selectiva de alto rendimiento Entre las autoras consultadas que avalan este tipo de
solicitud encontramos (Bobo, 2002; Bobo y Sierra, 1998; Fernández-Del Valle,
Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009a; Mata, 1999; Palomero,
1996).
8.2 Que el Comité Técnico de la (RFEG, 2009) descienda el elevado nivel de exigencia
en categorías inferiores y lo aumente progresivamente en función de si la gimnasta es
benjamín, alevín, o infantil.
8.3 De la misma forma, que los criterios y aumento de DF estén relacionadas según
los diferentes niveles de competición existente en el ámbito nacional ya sea base, por
equipos, absoluta, etc., con el propósito de adaptar las DF exigidas en los
campeonatos nacionales al periodo en el que se encuentren las/los gimnastas y
favorezca las transferencias de aprendizaje positivo (Bobo y Sierra, 1998; FernándezDel Valle, Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009ª; Mata, 1999).
8.4 Que la (RFEG, 2009) establezca un criterio de bonificaciones o puniciones para
las gimnastas jóvenes que presenten correcciones o incorrecciones posturales en la
mayoría de los segmentos corporales utilizados con la idea de que no reciban la
misma puntuación que las que sólo presentan corrección en dos o tres sobre los 14
segmentos expuestos en este estudio. Ya que el fallo provocado por una caída de
aparato parece estar más castigado que el hecho de atrapar el mismo a pesar de las
incorrecciones postural y de aparato mostradas durante todo el ejercicio. Castellano,
Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009ª). Herminia ya presentó una solicitud
similar en su Tesis Doctoral consultada (Mata, 1999).
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8.5 Que tanto el Comité Técnico (FIG, 2009-2012), como el (RFEG, 2009), aporten
ayuda a los investigadores, y promuevan estudios exhaustivos sobre calidad de
ejecución, seguimiento de gimnastas, análisis del Cód. Punt., creación de parámetros
básicos de la postura, repercusiones de la práctica deportiva de GR en niñas
escolares, o gimnastas nacionales e internacionales, etc.
El propósito de todas las consideraciones expuestas en estos dos últimos apartados
es para intentar conseguir que entrenadoras, jueces, gimnastas e investigadores podamos
trabajar de manera homogénea y consensuada hacia la búsqueda de calidad. E insistimos
en la necesidad de un cambio de mentalidad en todos los estamentos de este Deporte.
Ojala nuestro trabajo sirva de nexo entre la búsqueda de reflexión y la continuidad
en el campo investigador para favorecer la mejora del proceso de enseñanza aprendizaje,
tantas veces nombrado, y en definitiva para favorecer la mejora de estructura de la GR y
con ello, la mejora de los criterios de valoración. Seguro que todos juntos podemos
modificar la visión que GR tiene hoy en día por esta nueva Deporte serio, meticuloso y
enriquecedor que favorece el desarrollo integral y armónico de los niños y niñas que lo
practican.
Agradecimientos
Este trabajo forma parte de la investigación Avances tecnológicos y metodológicos
en la automatización de estudios observacionales en deporte que ha sido subvencionado
por la Dirección General de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI200801179), durante el trienio 2008-2011.
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Índice
CAPÍTULO 5
PRAXIOLOGÍA MOTRIZ AVANT LA LETTRE EN EL MUNDO
ANGLOSAJÓN. PRECEDENTES DEL ANÁLISIS ESTRUCTURAL DE LOS
JUEGOS DEPORTIVOS
Raúl Martínez-Santos
[email protected]
Resumen
El análisis estructural de la lógica interna de los juegos deportivos es una de las
principales ramas de la praxiología motriz desarrollada por Parlebas en los años 70 del
siglo pasado. Sin embargo, el profesor francés no fue ni el primero ni el único en abordar el
estudio formal de los juegos motores: en el ámbito de la antropología de corte anglosajón
se pueden anotar propuestas de este tipo en los años 50 y 60.
El objetivo de esta comunicación no es otro que mostrar que Parlebas no ha sido el
único, ni quizás el primero, en plantear un análisis de las estructuras de los juegos
deportivos. Más allá de la curiosidad, o perplejidad, producida por los análisis de SuttonSmith, Dundes y Renick, es muy interesante ver cómo los autores que mostraré a
continuación manejaban de manera conceptos básicos como estatus, rol, cambio, red de
comunicación motriz, interacción indirecta… que considerábamos, yo al menos, reservados
a la praxiología motriz por lo que a los juegos respecta.
Palabras clave: juego deportivo, estructura, praxiología motriz
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Análisis estructural de los juegos deportivos
De entre los dos tipos de contextos en los que Raymond Boudon (1968, p. 35 y ss.)
busca el significado de la noción [estructura], la praxeología motriz se puede situar
claramente en el de una definición efectiva y no una definición intencional: mientras en
los segundos «la palabra estructura no tiene otra función que recordar que ciertos
grupos constituyen sistemas de individuos cuyas relaciones son estables» (p. 38),en los
primeros «la noción de estructura se encuentra inserta en una teoría destinada a dar
cuenta del carácter sistemático de un objeto» (p. 36).
Dicho de otro modo: Boudon se refiere a definición efectiva cuando
«el objeto-sistema es analizado por una teoría comparable a las teorías que
encontramos en las ciencias de la naturaleza, [y] la estructura del objeto no es
otra que la descripción que resulta de esta teoría» (p. 43).
Por eso, Boudon se esfuerza en demostrar que lo que distingue a los contextos
(estudios y disciplinas científicas) en los que se hace una definición efectiva de estructura
es que en ellos «la noción de estructura está asociada a una construcción lógica [que] se
aplica a un objeto-sistema definiendo la “estructura” de este objeto», aun en casos tan
diferentes como
«el análisis factorial de Spearman, el análisis de las estructuras de
parentesco, el análisis estructural de los sistemas sociales en el sentido de
Parsons o el análisis de la estructura social en el sentido de Murdock»(p. 87).
La acción motriz, como objeto de estudio complejo, es accesible al estudio de sus
lógicas mediante la descripción de las estructuras que permiten dotar de sentido a la
conducta motriz de la persona. Esta complejidad es la que hace que el punto de vista
estructural sea inmediatamente reconocible en la obra de Parlebas en, al menos, tres
momentos distintos y para tres objetos diferentes. Me atrevo a figurar, por tanto, la
existencia de tres parlebases que hoy se nos presentan de manera simultánea más que
nunca y que han ocupado un largo y fructífero periodo, y si tomamos como referencias sus
escritos recogidos en el Dossier EPS nº 4 (1976) podemos hasta intentar ubicarlos en el
tiempo:
 el Parlebas pedagogo, que se atreve a proponer la psico-sociomotricidad y la
educación física como una pedagogía de las conductas motrices, y que publica 13
artículos desde marzo de 1967 hasta marzo de 1971 en los que empieza denunciado
el desmigajamiento de la educación física y termina enunciando una clasificación
de las conductas motrices en busca de los rasgos distintivos de la decisión y la
afectividad;
 el parlebas praxeólogo, quien desde julio de 1971 hasta julio de 1977 expone las
bases del estudio interno de los juegos deportivos, de la modelización de su lógica
interna, y crea un sistema conceptual y operativo nuevo denominado praxeología
motriz;
 el Parlebas sociólogo que defiende sus tesis en 1984 y publica el elementos de
sociología del deporte en 1986, catedrático de la Facultad de Sociología de la
Sorbona (Paris V) y director del LEMTAS (Laboratorie d’Etude des Méthodes et
des Technologies de l’Analise Sociologique) de la misma Universidad.
No pretendo afirmar nada que no se sepa: los contenidos del Léxico comentado en
praxiología motriz de 1981 están divididos en siete áreas, entre los que aparecen el
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pedagógico, el de la modelización y el socio-institucional. Sin embargo, no se puede dejar
de mencionar que estas tres áreas de interés obedecen a tres objetos de estudio distintos
sobre los que se puede aplicar el análisis estructural, aunque no convenga mezclar ni los
resultados ni las conclusiones.
Aunque pueda resultar paradójico, el objetivo de esta comunicación no es otro que
mostrar que Parlebas no ha sido el único, ni quizás el primero, en plantear un análisis de
las estructuras de los juegos deportivos, de los juegos motores. Más allá de la curiosidad, o
perplejidad, producida por los análisis de Sutton-Smith, Dundes y Renick, resulta muy
interesante ver cómo los autores que mostraré a continuación manejaban de manera
conceptos básicos como estatus, rol, cambio, red de comunicación motriz, interacción
indirecta… que considerábamos, yo al menos, reservados a la praxeología motriz por lo que
a los juegos respecta. Modesto en su formulación, y quizás también en su alcance, el
objetivo que a este texto corresponde no es otro sino descubrir aportaciones casi
anticuadas para un debate imperecedero: ¿qué hace de un juego lo que es?
Brian Sutton-Smith
Sin citar a Huizinga, seguramente porque su propuesta de ellos era mucho más
modesta, Roberts, Arth y Bush llevaron a cabo en 1959 una comparación de cincuenta
sociedades tribales a partir de sus juegos, aunque proponiéndose trabajar en la
construcción de una
«teoría general que se ocupara de problemas antropológicos tales como la
descripción y explicación del desarrollo histórico de los juegos, su
distribución por el mundo y sus significado funcional» (p. 597).
Sin embargo, para llegar a la conclusión de que
«los juegos de estrategia está relacionados con los sistemas sociales, los
juegos de azar con las creencias religiosas y los juegos de destreza física con
las condiciones del entorno» (p. 604),
los tres autores debían contar con una clasificación de los juegos, en este caso un sistema
de tres clases cuyo significado profundo es de lo más revelador: para los tres autores
americanos «es algo evidente que la mayoría de los juegos son modelos de varias
actividades culturales» (p. 599).
Aquel mismo año, Brian Sutton-Smith, un autor especialmente prolífico en el
estudio de lo que Parlebas denomina etnomotricidad, propuso un método para «tomar un
juego y mostrar algunos de los factores que se deben tener en cuenta en el análisis de su
significado» (1959, p. 13). La auténtica novedad, en cambio, se produce cuando afirma que
«desgraciadamente no se dispone de ningún sistema de análisis lúdico [que
permita] hacer una descripción sistemática del mismo, [ya que] los juegos
son clasificados y descritos de una gran variedad de formas» (p. 14).
Sutton-Smith, como se avanza en el título, propone hacer un análisis formal del
significado de los juegos teniendo en cuenta «unos pocos rasgos principales del juego que
creo que hace falta considerar» (p. 14), aplicándolo a uno, Bar the door14, practicado en
Nueva Zelanda desde los primeros asentamientos británicos de 1840. Sus rasgos
estructurales son los siguientes:
14
El juego en cuestión es muy parecido a La tela de araña, en el que el que se la queda
intenta atrapar al resto de jugadores mientras van de un lado a otro del campo. En este
caso se cita primero a uno, y cuando se resuelve el lance van todos los demás, a quienes
intenta atrapar el que se la quedaba y aquellos que van siendo atrapados.
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

el objetivo del juego, el game challenge, de los que distingue, además de
«perseguir», «cazar», «rescatar», «capturar», «seducir», «atacar», «echar una
carrera» y «acosar»;
la participación de los jugadores, que debe informar acerca de dos aspectos: por
un lado, la representación del objetivo en términos de los roles del actor y el
opositor; por otro, la organización grupal de los jugadores,
«tenemos que saber cómo se distribuyen en el espacio de juego, si están
en líneas o círculos…/… Además, también queremos saber cómo se
desplazan los jugadores, si convergen en el jugador central o se
dispersan de é…/… En estos juegos de personaje central sólo hay dos
roles, el rol central y el rol de miembro del grupo» (p. 15).
Además, Sutton-Smith cree necesario registrar lo que el que denomina role-clothings, y que se
refiere a los nombres de animales o profesiones asignados a los roles motores;

las acciones de juego, las unidades de acción:
«en el análisis del juego se debe discutir la naturaleza de las acciones
demandadas por el juego (y a veces implementadas con objetos
materiales) para cumplir con el objetivo» (p. 18),
y que en el caso de Bar the door son correr, citar, golpear, engañar, etc.

el espacio, del que se distinguen los límites externos y las diferenciaciones internas
como dianas, zonas prohibidas, etc.;
 el tiempo es el último rasgo del juego que requiere consideración, «la estructura
según la cual el momento de comienzo y final del juego y las fases de juego se
determinan» (p. 23). Además, «también están las relaciones temporales externas
del juego, sus temporadas».
Parece ser que Sutton-Smith aplicó este esquema indagatorio en su tesis doctoral
de 1953 para analizar el significado histórico y psicológico de los juegos libres de los niños
de primaria en Nueva Zelanda, y que fue evolucionando hasta proponerse veinte años
después sacar a la luz la gramática estructural de juegos y deportes (1976).
En este caso Piaget y su estructuralismo son el punto de partida, aunque sea para
apuntar antes que nada que «a pesar de reconocer las similitudes (totalidad, autoregulación y transformación), éstas son más difíciles de defender» (p. 118)para el análisis
de los juegos, ya que éstos «no son operaciones en un estricto sentido matemático o
lógico».
El hecho de que el objetivo de Sutton-Smith fuera, en este caso, dibujar la
secuencia de desarrollo de los juegos en paralelo con el desarrollo ontogénico o filogénico
puede explicar que tuviera en Piaget su principal referencia y que el sistema de categorías
de juego que definió estuviera construido a partir de «tres niveles de interacción social
cada uno de los cuales corresponde con cambios en el pensamiento lógico» (p. 119). En
este sistema, como muestra la figura 1, se distinguen, además de siete niveles
estructurales, cuatro tipos conocidos de categorías lúdicas15 (p. 120).
Este modelo parece más diseñado para cumplir estrictamente con la teoría
piagetiana de desarrollo cognitivo y con otro tipo de prejuicios socioeconómicos que para
ofrecer una herramienta de exploración autónoma. Además, también se ajusta al proceso
descrito por G. H. Mead, para quien
«si comparamos el juego con la situación en un deporte organizado,
advertimos la diferencia esencial de que el niño que interviene en un deporte
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well´known play categories
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tiene que estar preparado para adoptar la actitud de todos los otros
involucrados en dicho deporte, y que esos diferentes papeles deben tener una
relación definida unos con otros» (1993, p. 181),
siendo el escondite el juego y el béisbol el deporte, en un discurso propio de lo que hasta
ahora está siendo entre nosotros la antropología del deporte (Blanchard y Cheska, 1986)
de corte anglosajón.
Éstas pueden ser, además, las razones de que el deporte aparezca en el nivel más
alto de desarrollo estructural lúdico cuando, si algo ha quedado demostrado es
precisamente que como categorías de juegos deportivos el juego tradicional es
estructuralmente más complejo que el deporte (Parlebas, 1988, p. 215), por lo que hablar
de los juegos como de infradeportes o actividades predeportivas es sólo consecuencia del
punto de vista y no de la evidencia científica.
Tipo de juego
(tipo de interacción)
Niveles de juegos
A. Pasatiempos
B. Juegos de protagonista16
interacciones primarias (acciones)
Nivel 0 (Saltar a la comba)
nivel 1: cambio de rol17 (El escondite)
nivel 2: cambio de rol y acción (El Stop)
C. Juegos competitivos
interacciones secundarias (señales)
nivel 3: coordinaciones internas (Balón cazador)
nivel 4: coordinaciones externas (Torre en contra –
Jeu de barres)
D. Deportes
interacciones terciarias (diferenciación por
subgrupos)
nivel 5: externas a los jugadores (entrenadores,
espectadores, etc.)
nivel 6: interna a un equipo; la defensa (baseball, etc.)
nivel 7: entre ambos equipos; ataque y defensa (fútbol
americano)
Figura 1: Categorías de juego de Sutton-Smith
Sin embargo, una sorpresa nos aguarda dentro de esta sorpresa: lo que caracteriza
al tercer tipo de juegos, los competitivos, es que en ellos se da un nuevo tipo de
interacciones de segundo nivel que no son las del anterior nivel, las que permitían la
interacción entre jugadores que conllevaba cambios de roles: en este nivel el salto
cualitativo se produce por la presencia de interacciones
«cuyo sentido es coordinar las interacciones primarias de los niveles 1 y 2 []
mediante señales que los jugadores que no ocupan el rol central se hacen
entre ellos para actuar de forma más efectiva…/… Este nivel secundario se
podría denominar meta interacciones de juego internas para distinguirlas de
las meta interacciones de juego externas como el canturreo de ritmos o las
discusiones sobre el juego limpio y las trampas que tienen lugar fuera del
juego y de las que no tratamos ahora. Sin embargo, prefiero llamarlas
interacciones secundarias porque tienen que ver con la organización, el
control y la coordinación de las interacciones primarias (o acciones
primarias) a través de las que un juego debe ser desarrollado» (Sutton-Smith,
1976, p. 122).
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central person games
role reversals
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Si no supiera que es imposible, diría que Sutton-Smith está refiriéndose a la
comunicación práxica indirecta, y que lo está haciendo, además, dentro de la construcción
de una clasificación cuyos rasgos distintivos son estructuras de relación y tipos de
comunicación.
Como hemos podido ver, el estructuralismo piagetiano también ha inspirado a los
estudiosos de los juegos y los deportes en el ámbito anglosajón, y a Renick de paso. Que lo
hiciera con los europeos puede ser menos sorprendente, entre otras cosas porque ya
sabíamos que el propio Parlebas (1973, p. 28) utiliza la estructura formal de grupo INRC de
Piaget que sirve de base al pensamiento operatorio para modelizar el juego de Las cuatro
esquinas, y que Menaut (1982, p. 301) lo retoma para afirmar que el dos contra dos es la
estructura básica de los deportes colectivos.
Sin embargo, no acaban aquí las coincidencias con la praxeología motriz après la
lettre. A mitad de camino entre su tesis doctoral y su propuesta taxonómica, Sutton-Smith,
en colaboración con Roberts y Kendon (1963), somete a comparación los cuentos
populares y los juegos de estrategia sobre la base de que
«los cuentos populares y los juegos son medios de expresión bastante
diferentes, pero se parecen en que modelizan o representan comportamientos
que ocurren en otros contextos, reales o imaginarios» (p. 185).
Mediante la técnica de los jueces se proponen comprobar si el modo estratégico se
da de una manera similar en el mismo contexto cultural en juegos y cuentos. No olvidemos
que en sus anteriores estudios sobre el juego éstos eran considerados
modelos expresivos y tanto la participación de los jugadores en ellos como el
apoyo cultural [que fomenta su práctica como un entrenamiento] se
explicaba en términos de una hipótesis de enculturación en el conflicto».
Según esta hipótesis,
«los conflictos inducidos por los procesos de formación del niño y los
aprendizajes correspondientes llevan a la participación en juegos y otros
modelos expresivos que, a cambio, proporcionan un sólido aprendizaje o
enculturación importantes tanto para los jugadores como la sociedad» (p.
185).
Dundes
Se puede afirmar que este mismo espíritu es el que anima, por ejemplo,
investigaciones como las de Etxebeste (1993), quien saca a la luz la gramática que articula
la lógica interna de los juegos tradicionales vascos con otra serie de rasgos culturales, de
lógica externa, que sustentaban la socialización tradicional en el País Vasco de antaño, y
presente también en el mundo anglosajón allá por 1974 cuando Ingham y Loy presuponen
la existencia de una estructura de la acción lúdica a partir de la cual sugieren que
«las actividades lúdicas permiten el estudio del problema del orden social del
puzzle hobesiano, de cómo puede el individuo perseguir sus intereses propios
sin anarquía18» (p. 24)
La vinculación de cuentos y juegos es puesta de manifiesto ya en 1945 por James
Ralston Caldwell, quien identifica una materialización de un cuento en un juego en el
18
Ludic activities afford the opportunity of studying the problem social order given in the
Hobesian puzzle of how can an individual pursue his own self-interests without anarchy.
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pueblo Apache, quizá con un valor más anecdótico que real ya que lo que él llama juego
parece más una broma que un verdadero juego reglado.
Sin embargo, menos anecdóticas resultan la vinculación en sí entre cuento y juego
y la existencia de un folclore verbal, los cuentos, y un folclore no verbal, los juegos. Sólo
este tipo de equiparaciones darían sentido a la pregunta que se hace Dundes (1964), quien
en otra coincidencia con Parlebas (2001, p. 467) difícil de dejar pasar por alto usa el
análisis del cuento infantil de Vladimir Propp para reclamar una similitud estructural entre
los juegos infantiles y los cuentos planteada como sigue: «¿Son los juegos infantiles, una
forma de folclore no verbal, y los cuentos populares, una forma de folclore verbal,
estructuralmente similares? (p. 278).
Dundes llega a Propp porque en su opinión
«aunque el análisis estructural, como medio válido de descripción
etnográfica, ha sido aplicado a varias formas de expresión folclórica todavía
no se ha empleado en el estudio de los juegos infantiles aunque los juegos
competitivos en particular están, obviamente, estructurados».
Para que quede más claro su punto de vista, sigue diciendo que
«en los juegos competitivos los jugadores saben que el juego está gobernado
por reglas definidas y limitantes [, y que] la aplicación y la interrelación de
estas reglas produce una secuencia ordenada de acciones de los jugadores,
secuencia de acciones [que] constituye la estructura esencial de cualquier
juego» (p. 276).
Propp (1981) publicó en 1928 su reconocido trabajo sobre el cuento maravilloso en
el que, tomando como punto de partida el rechazo a una clasificación de los cuentos por
categorías (mitológicos, maravillosos, de animales, etc.) o por temas (inocentes
perseguidos, búsqueda de una novia, mujer infiel, etc.) se propone demostrar que «los
cuentos tienen una particularidad: las partes constitutivas de un cuento pueden ser
transportadas a otro cuento sin cambio alguno» (p. 19), por lo que, defiende, «el análisis
estructural de todos los aspectos del juego es la condición necesaria para su estudio
histórico» (p. 27).
Metodológicamente, Propp parte de la conclusión de que
«el cuento atribuye a menudo las mismas acciones a personajes diferentes.
Esto es lo que nos permite estudiar los cuentos a partir de las funciones de
los personajes:
«en el estudio del cuento la única pregunta pertinente es saber qué hacen los
personajes: quién hace algo y cómo lo hace son preguntas que sólo se
plantean accesoriamente»(cursivas en el original, p. 32).
La función es, por tanto, «la acción de un personaje definida desde el punto de vista de su
significación en el desarrollo de la intriga…/… son las partes constitutivas fundamentales
del cuento» (p. 33), siendo su número ilimitado dentro del cuento (más adelante, p. 155,
dirá que son 31).
El proyecto de Propp se completa con otras dos tesis: que la sucesión de funciones
es siempre idéntica y que todos los cuentos maravillosos pertenecen al mismo tipo en lo
que concierne a su estructura. No es sorprendente, pues, que este trabajo haya sido tan
sugerente dadas la claridad metodológica que propone y lo ambicioso de sus tesis por lo
que respecta al descubrimiento de las leyes que guían el hacer humano.
Dundes parte de la misma idea de unidad estructural, que él denomina motifema,
con el que dividir los juegos en unidades discretas y poder, así, compararlos con los
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cuentos. En este caso ejemplifica el análisis con el juego Hares and hounds, un juego de
pillar similar a Polis y cacos.
Dundes identifica las danzas como otra manifestación no verbal, y deja bien
asentado su pensamiento estructural cuando afirma que
«salir de casa y volver a casa ocurre en los cuentos, los juegos, las danzas
populares y la música folk. Desde un punto de vista estructural, no importa si
“la casa” es una casa, un árbol una posición en la zona de baile o una nota»
(p. 286).
Y es muy posible también que sea indiferente que la casa sea una casa, a house, une
maison o arbasoen etxea, a pesar de todo.
Jobyann Renick
En 1977 Jobyann Renick publicó The structure of games, un ensayo sobre la
estructura de los juegos «que aplica una metodología estructural adaptada de
Trobetzkoy (sic) y Levi-Strauss» a los juegos» (p. 205).
Este trabajo resulta de especial interés por tres motivos al menos:
 primero, porque presenta similitudes incuestionables con el análisis estructural de
la praxeología motriz sin que se pueda afirmar que hubiera un conocimiento
mutuo de lo que se hacía a un lado y otro del Atlántico en un periodo histórico
similar;
 segundo, porque sus antecedentes se remontan a más de diez años antes, cuando
otros autores promueven iniciativas investigadoras que pueden ser significativas
para nosotros;
 y, tercero, porque aunque los resultados de su análisis no sean especialmente
operativos, se trata, sin duda, de una auténtico análisis estructural de los juegos
deportivos.
Las aportaciones de autores como Mead, Sutton-Smith, Szasz, Avedon, Dundes y
Piaget, en un intervalo que va de 1931 a 1976, son las que permiten a Renick llegar a la
descripción de «la intraestructura profunda de los juegos como un sistema que consiste
en dos elementos estructurales básicos y sus relaciones», partiendo, además, de la toma
de conciencia de que un análisis estructural de los juegos es algo distinto que requiere
puntos de vista nuevos ya que «depende de una nueva perspectiva que considere los
juegos conceptos abstractos y deje a un lado la aproximación tradicional a partir de la
acción de los juegos» (p. 195). Un poco más adelante lo deja aún más claro al afirmar que
«las prescripciones contenidas en las reglas del juego proporcionan las
condiciones que definen, ordenan y limitan un juego concreto, y de aquí
surgen los elementos estructurales que circunscriben un juego en tanto que
un conjunto ordenado y modelado de posibilidades que se puede actualizar al
jugar. La formulación de los elementos estructurales empieza en este nivel de
prescripciones normativas y de posibilidades en ellas contenidas19» (p. 196).
Lo que distingue a Renick de aquellos investigadores que le precedieron y sobre
cuyas aportaciones se apoya es que los demás definen supuestos elementos que «no llegan
19
The prescriptions contained in game rules provide the conditions which define order and
limit a particular game. Herein lay the structural elements which circumscribe a game as
ordered and patterned set of possibilities that may be actualized in play. It is at this level of
rule prescriptions and the possibilities contained therein that the formulation of structural
elements begin.
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a ser verdaderamente estructurales porque el nivel del que se derivan es más concreto
que conceptual» (p. 195). En este sentido, lo que está defendiendo es una modelización de
los juegos independiente de las razones prácticas que la justifican y a las que sirve, que no
son otras que las del estudio de los juegos como elementos del folclore insertos en los
procesos de enculturación. Renick intenta desarrollar su análisis estructural de los juegos,
para lo que empieza definiendo los elementos estructurales de los juegos, que son dos: el
primero, los estados de juego,
«cada uno de los cuales es un segmento bien definido en el que un conjunto
de relaciones invariantes se mantienen entre las unidades de jugadores y los
parámetros del juego20» (1977, p. 196),
y el segundo la secuencia
«uno de los patrones repetibles que constituyen una relación especial entre
las unidades de jugadores y las restricciones de juego en un estado dado21»
(p. 193).
El estado es la unidad temporal del juego, cuya acción consiste, desde el punto de
vista del análisis, en una sucesión de estados o turnos de juego que consisten en un
conjunto de «roles y poderes» establecidos por las reglas del juego (lo que no es
mencionado por Renick, dicho sea de paso).
Figura 2: Análisis estructural del juego Red rover, por Renick (1977)
Operativamente, un estado consiste en repetitivos patrones de acciones,
alternativas y consecuencias:
«un patrón concreto, que llamaremos una secuencia, implica normalmente
alternativas o contingencias que conducen a resultados variados que
producen el suspense característico de la mayoría de juegos22» (p. 197).
El resultado del análisis de Renick se muestra figura 2, ejemplificado en el juego
Red rover, un juego similar al Pañuelito en el que dos equipos se sitúan en fila frente a
frente y por turnos van retando a jugadores del otro equipo según la fórmula Red rover,
20
The rules of a game divide it into status: each of which is a well-defined segment in
which sets of invariant relationships hold between player units and game parameters.
21
One of the repeatable patterns which constitutes a particular relationship between player
units and game constraints in a given state.
22
A single pattern, which we shall call a sequence, typically involves alternatives or
contingencies which lead to varying outcomes providing the suspenseful characteristic of
most games.
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red rover, let (el nombre de un jugador del otro quipo) come over: el jugador citado debe
intentar cruzar la barrera formada por los jugadores del otro equipo, quienes cogidos de la
mano lo evitaran: si lo consigue vuelve a su puesto, y si no se integra en el otro equipo.
Figura 3: Modelos estructurales de tipos de juegos (Renick, 1977)
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A partir de este tipo de representación, Renick propone una serie de modelos estructurales
de tipos de juegos, según la clasificación de Sutton-Smith antes vista, que no me resisto a
reproducir dado su interés, tan científico como anecdótico (figura 3).
Conclusiones
La conclusión, que no es más que el propio texto, es que, bien al contrario de lo
que pueda parecer, la praxeología motriz no es el resultado de una loca noche de verano o
un proyecto surgido de la nada, si no más bien una propuesta construida con las
herramientas disponibles en su tiempo y con nexos de unión con otras disciplinas que no
hacen sino fortalecerla.
Las diferencias entre el análisis praxeológico de los juegos deportivos y los trabajos
presentados son enormes, siendo una de las más notables la identificación operativa del
objetivo de estudio (la lógica interna de los juegos) y el desarrollo exhaustivo de sus
modelos específicos (ya sean universales o no). Sin embargo, este pequeño ejercicio de
contraste no se ha planteado como un concurso de méritos ni como una oposición a
cátedra en la que pudiera caber la posibilidad de declarar vencedores y vencidos. Bien al
contrario, si algo se puede concluir de la lectura de los trabajos de Sutton-Smith, Dundes y
Renyck es que los juegos son un elemento cultural privilegiado para la investigación,
investigación que se ve muy favorecida por un análisis de sus lógicas y estructuras.
Referencias
Blanchard, K., y Cheska, A. (1986). Antropología del deporte. Barcelona: Bellaterra.
Boudon, R. (1968). À quoi sert la notion de "Structure"? Essai sur la signification de la
notion de structure dans les sciences humaines. Paris: Gallimard.
Dundes, A. (1964). On game morphology: a study of the structure of non-verbal folklore.
New York Folklore Quaterly, 20, 276-288.
Etxebeste, J., Oiarzabal, I., y Martínez de Santos, R. (1993). La utilización de los espacios
en los juegos directos a lo largo. Kirola Ikertuz, 7, 35-39.
Ingham, A. G., y Loy, J. W. J. R. (1974). The Structure of Ludic Action. International
Review for the Sociology of Sport, 9(1), 23-62.
Mead, G. H. (1993). Espíritu, persona y sociedad desde el punto de vista del conductismo
social. México D.F.: Paidós.
Menaut, A. (1982). Contribution a une approche théorique des jeux sportifs collectives.
Théorisation et recherche d'un modele operationnel. Inédita Tesis doctoral,
Bordeaux II, Burdeos.
Parlebas, P. (1973). Une modèle de jeu sportif: le jeu des 4 coins. Annales de l'ENSEP,
4(22), 19-32.
Parlebas, P. (1976). Activités physiques et éducation motrice. Paris: Éditions "Revue
éducation physique et sport".
Propp, V. (1981). Morfología del cuento (7ª ed.). Madrid: Fundamentos.
Renick, J. (1977). The structure of games. Journal of Human Movement Studies, 3, 193206.
Roberts, J. M., Arth, M. J., y Bush, R. R. (1959). Games in culture. American
Anthropologist, 61(4), 597-605.
Roberts, J. M., Sutton-Smith, B., y Kendon, A. (1963). Strategy in games and folk tales.
Journal of Social Psychology, 61, 185-199.
Sutton-Smith, B. (1959). A formal analysis of game meaning. Westner Folklore, 18(1), 1324.
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Sutton-Smith, B. (1976). A structural grammar of games and sports. International Review
for the Sociology of Sport, 11(2), 117-137.
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Índice
CAPÍTULO 6
TAICHI LEHIAKETA: JARDUERA INTROIEKTIBOAREN AZTERKETA
Estibaliz Romaratezabala Aldasoro
[email protected]
Laburpena
Artikulua, 2007ko Urriaren 12tik 14ra Gasteizen ospaturiko Taichi Chuan Munduko
Koparen azterketan oinarritua dago. Jasotako datuak ekintza motorraren zientzian
oinarrituz analizatzen dira eta lehiaketako taichiaren barne eta kanpo logikaren azterketa
egiten da.
Taichi Chuan txapelketak erakusten duen errealitatea analizatzen da eta honetarako
gizartearen konstruktuen ezaugarriak diren espazioa, denbora, harremanak eta objektuak
kontuan izaten dira. Ezaugarri hauen azterketak jarduera honek barrenean daramatzan bi
kulturak agerraraziko ditu, mendebaldekoa zein ekialdekoa. Kultura bakoitzak jarduerari
eransten dion identitatea eta ikuspuntua agerian geratuko dira, jarduera introiektiboaren
lehiaketari eransten dioten esanahia plazaratuz.
Gako-hitzak: Taichi Chuan, praxeologia motorra, barne logika, kanpo logika, kirol
antropologia
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1. Sarrera
Taichi Chuanaren barrenean arakatzean jarduerak jokorako aldaera zuela ikusteko
aukera izan genuen, arlo honen inguruko ezjakintasunak erabat harritu gintuen. Gure
jakintzak ezezaguna zuena ezagutzeko grinak eta kuriositateak deituta eta abentura
zientifikoak beharrezkoa duen pazientzia eta ilusioak gidaturik jardueraren lehiaketa arloa
aztertzera ekin genion. Helburua, taichi torneoaren egituraketa ezagutzea zen, bere
esangura sozialaz jabetzea. Aukera, Gasteizen (Araba, 2007ko Urria) ospatzen zen Taichi
Chuaneko Munduko Koparekin aurkeztu zitzaigun; antolatzaileekin egindako kontaktuak
lehiakideengana, antolaketara eta ikusleengana gerturatzeko aukera paregabea eta
naturala eskaini zigun: ekintzaren gunean egoteko aukera luzatzen zigun akreditazio bat
eman ziguten. Pase honen bitartez kirol eremuaren ingurunean egoteko aukera ireki
zitzaigun bertan gertatzen zena ikusteko, notak hartu eta elkarrizketak egiteko, argazkiak
ateratzeko…lehiaketa luzatuko zen hiru egunetan zehar gertatzen zen guztiaz jabetzeko
aukera eskaini ziguten.
Lehiaketan zehar harturiko notek taichi lehiaketa analizatu eta ikasteko aukera
ematen ziguten. Lorturiko datuak errealitate soziala osatzen duten lau parametroak
kontuan izanik sailkatu ziren: espazioarekiko harremana, partaideen arteko erlazioak,
denboraren eraikuntza eta objektuen erabilera.
2. Arauturiko eremu ziurra
Lehiaketa, Gasteizeko Mendizorrotza kiroldegian ospatu da. Eremuak kirol kantxa
bat du bertan eskubaloi eta saskibaloi partiduak ospatzen direlarik. Noizbehinka bestelako
ekintzak ere hartzen ditu, erakustaldiak edo bestelako kirol lehiaketak, azterturikoa kasu.
Kirol pistaren inguruan banakako aulki jarkikorrez osaturiko aulki ilarek harmaila osatzen
dute.
2.1. Kirol pista
Kantxak 50x25 metro ditu eta joko eremuaren eskuin aldean azpi eremu bat du:
taichi pista bikoitza. 14x8 metro neurtzen dituen taichi pista bakoitza ilun koloreko egurrez
osaturiko kantxa lurraz eta propaganda zinta zabal batez markatua dago. Bi pistak bata
bestearen ondoan kokatuak daude hurrenez hurren, aldamen komuna dutelarik. Irekia,
oztoporik, banaketarik eta maldarik gabeko espazioa beti berdin mantentzen den eremua
da, konstante mantentzen da, aldaketarik gabe. Momentu oro informazio berdina
eskaintzen duen espazioa da, ekintza bakoitzean lehiakideak jasotako informazioan ez da
aldaketarik ematen, hau horrela izanik behin eremua ezaguturik informazioa baztertua
izaten da: lehiakideak lehiaketa eremura (ekitaldirako diseinaturiko zelaia) gerturatzen
diren lehen aldian lurrarekin kontaktua hartu eta bere zurruntasun, tinkotasun indargetze
eta irristakortasun maila neurtzeko. Informazio guztia ezaguturik, espazioak informazio
berririk eskaini ez dezan.
Lehiaketa pistaren aldamen batean eta pistari begira mahai bat eta lau aulki kokatu
dira, epaileak eseri daitezen. Bertatik pistan gertatzen den guztia ikusteko aukera dago.
Mendizorrotza kiroldegian kokaturiko lehiaketa eremua, esparru estalia eta itxia da,
euriak edo bestelako klima faktoreek lehiaketaren erritmoa aldatzen ez dutelarik;
ingurumeneko baldintzek ez dute partaideen emaitzengan eraginik. Beraz esan dezakegu
partaideak lehiaketa eremuarekiko duen harremana ziurra edota zalantzarik gabekoa dela.
Lehiakideek lehiaketaren aurretik eta ondoren duten partehartzeak oso
erritualizatuak daude, guztiek portaera patroi berbera jarraitzen dute: lehiakideak partaide
eremura gerturatu, sartu eta espazioaren erdiko puntuaren inguruan kokatzen dira epaile
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mahaiari begira. Hemen formari hasiera emango diote berau egiteko beharrezkoa duten
espazioa erabiliz, errutinaren hasierako eta bukaerako puntuak bat egingo dutelarik.
2.2. Figura espazialak
Taichi lehiaketa, arauturiko espazioan errutina edo forma bat burutzean datza.
Kata, figura espazialak forma hartzen doazen dantza edo koreografia moduko bat da.
Arnasketarekin bat eginiko mugimendu borobildu eta jarraituak taichi eskola ezberdinek
estandarizatutako formen arabera lotuak izaten dira. Kateatutako mugimendu mota,
kantitate eta moduaren arabera estilo berezi bati dagozkion formak izango ditugu, hauek
aldi berean modalitate ezberdinetan banatzen diren estiloak ematen dituztelarik:
aurkariarekin izandako borroka bat antzezten duten esku hutseko formak eta armekin
egindako formak. Aldi berean, errutina hauek beste bi modalitate eman ditzakete,
banakako zein taldekako formak. Dantza geldo eta lasai bat izaten dira maiz, baina
buruturiko estiloaren baitan erritmo aldaketa eta mugimendu bortitzak ikusteko aukera
dago.
Forman zehar, partaideak berau burutzeko eremu limiteak gaindituz gero, zinten
bidez markaturikoa, ezer gertutako ez balitz bezala exekuzioan jarraitzen du ekintza honi
garrantzia kenduz; nahiz eta buruturiko arau hausteaz jabetu izan. Espaziotik at joatea
mugimendu bortitz eta desegoki bat egitea baino hobea da, honek kataren dinamika
desorekatuko bailuke.
Forma aniztasunak taichi lehiaketa erakargarria bilakatzen du. Forma, estilo eta
modalitate jakin batetarako izen emandako partaide kopurua aldakorra izanik, errutina
mota eta kata bakoitza errepikatzen diren aldiak ezberdinak dira.
3. Harremanak lehiaketan
Lehiaketan emandako harremanen ulermen egokirako lehenik eta behin
txapelketan dauden rol ezberdinak aztertzeari ekingo diogu ondoren hauen artean
sorturiko erlazioak azaltzeko.
3.1. Lehiaketako rolak
Lehiaketan burutzen duten funtzioari so eginez hiru rol ezberdintzen ditugu:
3.1.1. Lehiakidea
Taichi lehiakideak kata arautegian ezarritakoaren arabera burutu beharko du eta
honen ondorioz hamarren gainean zenbakizko balorazio bat jasoko du.
Lehiatu ahal izateko bi ezaugarri bete behar dira: izen emate orria bete eta Euskal
Herriko Txinako Lagunen elkarteko kide izan edo eta elkartearen gonbidapena jaso izana.
Txinako Lagunen Elkartea ekitaldia ospatzen arduraduna da. Taichiko estatuko
federazioan, Whusuko Txina federazioan eta Quoshuko Txinako federazioan ordezkaritza
izanik, aipaturiko federazioetan federatutakoei eta interesa zuten beste delegazio batzuei
ere gonbidapena luzatu diete. Gonbidatuak izandako delegazioak ugariak izan baziren ere,
arrazoi ezberdinengatik Txina, Mexiko, Venezuela, Espainia, Italia, Irlanda, Holanda,
Belgika, Taiwan , Turkia eta Euskal Herriko ordezkariek soilik hartu dute parte.
Delegazioko edo eta gimnasioko maisua da lehiaketara joateko gonbidapena
jasotzen duena, beraz parte hartuko duten lehiakideek maisuaren gainbegiraketa eta
oniritzia izango dute; maisuaren baimenik gabe parte hartzera ausartuko den lehiakiderik
ez dago, hau figura gorena baita.
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Lehiaketan berrogeita hamar pertsona inguruk parte hartu dute, gehientsuenak
gizonezkoak eta 35-55 urte ingurukoak; emakume gehiengoek taldekako modalitatean
lehiatu dira. Esku hutsean jardun diren lehiakide gehienek beren partehartzea arma zein
taldekako modalitatean errepikatu dute.
3.1.2. Ikuslea
Kirol eremuaren ingurunea ikusleentzako harmaila eremu batez osatua dago.
Ikusleak, lehiakideen familiartekoak eta lagunak dira gehientsuenak, lehiaketa zelaien
inguruan multzokatzen dira partaideak animatzeko: kirolariak begiratzen dituzte, poztu
egiten dira eta jokaerak epaitzen dituzte beren juizioek lehiaketaren emaitzarengan
eraginik izan gabe.
3.1.3. Epailea
Taichi Nazioarteko Federazioak izendaturiko epaileek jarduerarekiko ezagutza
sakon bat dute, forma, estilo eta modalitate guztiak ezagutzen dituzte. Berauen lana,
lehiakideek buruturiko lana epaitu eta baloratzea da, beren epaiketek lehiaketaren
emaitzarengan eragina dutelarik.
Lehiaketa eremuaren aurrealdean kokaturiko epaile maila lau arbitroz osatzen da:
batek kronometratzaile lanak burutzen ditu besteak errutina arbitroak diren bitartean;
hauetariko batek aldi berean arbitro nagusiaren papera betetzen du. Lau epaileek
buruturiko kata baloratzen dute, horretarako lehiaketetarako ezarritako arautegiarekin bat
datorren baieztatzen dutelarik.
3.2. Rol ezberdinen arteko harremanak
Taichi lehiaketa banakako zein taldekako modalitatean ospatzen da. Banakako
formek adinaren (<35 urte, 35-55 urte eta >55 urte) zein sexuaren araberako kategoriei
erantzuten diete; taldekako lehiaketak sexuaren zein adinaren arabera banatu gabe
lehiakide kopuru mugagabea hartzen duelarik.
Lehiakide izatea katak burutzeko autonomo izatea eskatzen du, inolako laguntzarik
gabe berauek erreproduzitzeko gai izatea. Errepikatzeko modelo gabeziak ez du
lehiakidearengan eraginik, forma ikasia, automatizatua eta barneratua izan da burutzeko
inolako laguntzarik behar ez duelarik. Bakarrik edo eta taldean jarduteak ere ez du
eraginik, autonomia bat lortu baitu. Espazioan elkartzen diren talde berdineko partaideek
taldea osatzen duten lagunekiko autonomia dute. Taldeko partaide bakoitzak ez du
multzoko partaideekiko inolako mendekotasunik forma burutzerako orduan, hau dela eta
partaideen artean erlazio motorerik ez dagoela esan dezakegu, lehiakideek parte hartzen
dute alternoki bere txanda iristean.
Partaide ezberdinen arteko laguntasun keinuak oso ohikoak dira, besarkadak eta
eskuen arteko talkak ugariak direlarik exekuzioen artean, guztiak egindako lanarengatik
zoriontzen dira eta gauzak espero ziren moduan irten ez direnean elkar animatzen dira.
Pozak eta penak partekatu eta partaideen artean laguntasun giroa biziki sentitzen da.
Lehiakide eta ikusleen arteko erlazio motorea nulua da. Partaidea berari zuzenduak
dauden begiradekiko isolatu beharrean dago
barrena hustuz eta buruan dituen
pentsamenduak alde batera utziz bere egitekoa gauzatzeko.
Ikusle multzoak, hein handi batean partaideen familiarteko eta lagunez osatua,
irriki handiz itxaroten ditu errutinen exekuzioak. Burutze egokiak izan dituzten
lehiakideak zoriontzen dituzte, bestalde, akatsez beteriko lehiaketak eragina lur jota
daudenak animatzen saiatzen diren bitartean.
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Lehiakideek epaileekiko errespetuzko erlazio bat dute. Errespetu honek saioetan
dizipuluak maisuaren figurarekiko erakusten duena ekartzen du gogora. Lehiaketan
estandarizatutako protokolo antzeko bat ikusteko aukera egon da, zeina lehiakidea frogan
jarri behar den bakoitzean errepikatzen den eta lehiakide eta epaileen arteko erritualizazio
sakon bat agerian uzten duen. Protokoloa hiru zatitan banatzen da: zerrenda pasatzen,
baimena eta agurra.
3.2.1. Zerrenda pasatzen
Lehiakide batek bere erakustaldia hasi aurretik epaile mahaiaren deia jaso beharra
dauka. Gehienez hiru bider deitua izango da, ez agertzekotan lehiaketatik kanpo geratuko
delarik.
3.2.2. Baimena
Lehiakideak epaile mahaiari lehiaketa eremuan sartzeko baimena eskatzen dio.
Horretarako bi oinak elkarturik, eskuin besoa sabairantz luzatua eta begirada epaile
mahaira begira kokatzen da. Hauek, bere egitekoa burutzeko prest daudenean,
lehiakidearen partaidetza baloratu, zeinu bat egiten diote zelaian sartu eta errutina
hasteari ekin diezaion.
3.2.3. Agurra
Partaideak epaile mahaia agurtzen du errutina hasi aurretik eta baita bukaeran ere.
Bi oinak elkarrekin eta eskuak bular parean dituela kokatzen da, eskuin ukabilarekin ezker
eskuaren barrualdean ukabilkada bat emateko egoeran,; arma modalitatean eskuin eskuaz
arma eusten egoteak agurrak aldaera txiki bat jasatea dakar. Agurra Pao Chuan Li izenez
ezaguna da. Batzuetan ekintza hau buruaren zein gorputz enborraren goiko parteko
aurrealdeko makurdura txiki batez lagundua joan da. Keinu honek epaile mahaiaren
partetik erantzun bat jasotzen du, lehiakidearen imintzioari beste agur batekin erantzuten
diotelarik, nahiz eta mahaitik altxatu gabe egin.
Bukaerako agurra aurpegi goibel batez lagundua doa lehiakideak lan desegokia egin
duela uste duenean: lorturiko puntuazioa jakin aurretik ere burutze okerraren ondorioz
triste agertzen da, puntuazio on batek ere, hau egotekotan, ez du bere ezinegona lasaitzea
lortuko, partaide bakoitza bere hautemateak gidatzen baitu; kontrako aldean, irribarre
handi eta zabal bat erakusten du alai eta pozik dagoenean egindako lanarekin.
4. Puntuaziodun lehiaketa
Lehiaketa programa arautegiak errutina bakoitza burutzeko ezarritako denbora
mugaketan oinarritua dago, berau burutzeko gutxiengo zein gehieneko denbora ezarri eta
txilibitu baten bitartez markatzen duelarik. Denbora honek sekuentzia iraupena markatzen
du, honen arabera moldatu, egokitu eta automatizatu behar dutelarik mugimenduarnasketaren erritmo zein abiadura. Burutze denbora burutu beharreko errutinaren
araberakoa da (buruturiko estilo eta formaren mugimendu kopurua):
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1. Taula: Kata modalitate eta estilo ezberdinen laburpen taula, burutze denbora eta izen emandako
lehiakide kopuruekin.
Modalitatea
Errutina
Errutina
burutzeko
gutxienekoeta
gehieneko
denbora
Esku hutsik
Chen basic (10,16,24)
4-5 min
7
28-35
Esku hutsik
Esku hutsik
Esku hutsik
Esku hutsik
Esku hutsik
Esku hutsik
Esku hutsik
Esku hutsik
Yang basic (13,18,32)
Chen elite (52,56)
Yang elite (40,42,42 mix)
Yang traditional
Shun traditional
Wu traditional
Wú traditional
Bagua, Xingyi…
Basic (32, 42 ezpata, 18
abanikoa)
Elite (56, beste arma
batzuk)
Traditional
Armekin edo gabe
Forma modernoak
4-5 min
5-6 min
5-6 min
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5-6 min
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5-6 min
5-6 min
8
5
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4
0
0
0
6
32-40
25-30
40-48
20-24
0
0
0
30-36
3-4 min
9
27-36
5-6 min
5
25-30
5-6 min
3-4 min
2
10 talde
0
10-12
30-40
0
258 – 319
min(4 Or,18
min –5 Or,19
min)
Armekin
Armekin
Armekin
Taldean
Taldean
Partaide
kopurua
Guztira(minut
uak)
GUZTIRA
Taularen hirugarren zutabean lehiaketa estilo bakoitzerako ezarritako gutxieneko
eta gehieneko denbora agertzen da. Laugarren zutabean estilo bakoitzak izandako
lehiakide kopurua agertzen da, bosgarrenean aztertutako estiloen gutxieneko eta
gehieneko denbora totala kalkulatu direlarik. Analisi honetan oinarrituz, esan dezakegu
lehiaketak izandako hiru egunetako iraupenetik, hamahiru orduko lehiaketa, partehartzeak
lau ordu eta bost ordu eta erdiko iraupena izan duela, beraz lehiaketarako emandako
denboraren %62a txapelketaren protokoloa eta antolaketarako erabilia izan da.
Taichi lehiaketa, arautegian ezarritakoaren arabera kata egitean datza, hamar
punturen gainean puntuazio altuena lortzen duen pertsona irabazle suertatuko delarik.
Arautegiak, errutina guztian zehar lehiakideak energia fluxua gordetzea eta honen pasoa
gorputz atal batetik bestera egokia izan dadin bilatzen du; hau dela eta, kataren balorazioa
hiru oinarrizko alderdi kontuan izanik egiten da: beso eta hanken mugimendua (6 puntu),
mugimenduen koordinazio-armonia (2 puntu) eta praktikatzailearen abiadura, ezpiritua
eta estiloa (2 puntu). Taldekako modalitatean, azpimarraturiko alderdiak baloratzeaz gain,
talde osoaren sinkronizazioa ere baloratzen da. Taldeak partaide guztien balorazio
orokorra lortzen du, banakoak lorturiko puntuaketa jakiterik ez dagoelarik.
Introiekzio lan egoki batek exekuzio egoki bat izango du emaitzatzat. Hau dela eta,
kode estetikoa beste ezeren gainetik arautegian gainjartzen dela badirudi ere, zortzi puntu
hamarren gainean, errealitatean exekuzio perfektuaren bitartez aditzera ematen den
introiekzio lana da baloratzen dena. Arautegian mugimendu bakoitza burutzeko argibideak
zehatz-mehatz markatuak agertzen dira. Adibidez armonia akats modura ondorengoak
aipatzen dira: beso eta hankek bat ez egitea, beso eta gorputz enborraren koordinazio falta,
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mugimendu ez jarraituak, mugimenduen trantsizio eta konexioan irmotasuna erakustea,
gorputz atal, buru eta begien arteko mugimendu lotura eza…
Hiru egunetako taichi lehiaketak partaideak frogan jartzen ditu aipaturiko
kategoria, estilo eta modalitateen arabera baloratuak izanik. Behin balorazioa eginik,
partaideek lorturiko puntuazioa jasotzera ekingo zaio, lehiakidea ranking batean kokatuz
eta txapelketaren emaitza finkatuz. Ranking-ak hoberenak punturik altuenetan kokatuko
ditu hasi berriak eta zorterik izan ez dutenak azken postuetan utziz. Partaideen artean
jardueraren ezagutza maila ebidentea izango da, lehen postuan praktika maila altuena
lortu duena egonik. Parte hartze bakoitzaren memoria gordetzen da, kategoria bakoitzean
sailkapen bat lortzen delarik, lehenengoak exekuzioan zehar buruturiko akatsek eraginda
izandako puntu kentzeak kontuan izanik hamar punturen gainean puntuaketa altuena
lortu dutenak egonik. Alderdi hau kontuan izanik, denbora, kausa efektu baten arabera
eraikia dagoela esan dezakegu non partaideak errutina bat burutuko duen puntuaketa bat
lortzeko eta azken sailkapenean kokatu ahal izateko.
Baina beste alde batetik, partaideek exekuzioan zehar bizipen, sentimendu eta
momentu bakoitza disfrutatzen dute. Bizitako sentimendua eta ekintza introiektiboaren
gozamena sailkapenaren gain kokatzen dira, hau dela eta lehiakideen arteko konparaketa
zentzurik gabekoa da. Hau dela eta esan dezakegu denbora ziklikoa dela; ekintza
introiektiboaren bizipenak eskaintzen dituen momentu, sentipen eta esperientzia baita
lehiakideak bilatzen duen helburua.
5. Objektuen erabilera lehiaketan
Lehiaketan erabilitako objektuen analisiak berauen propietatea kontuan izanik
sailkapen bat eskaintzen du:
5.1. Partaideen objektuak
Lehiaketak partaide guztiak kimono eta zapatilekin erakusten ditu. Eskola ugaritako
kimono ezberdinak ikusgai izan dira, modelo ugaritakoak, Budan-ekoak (Txina) esate
baterako. Kimono erabiliena kolore ugaritako setazko mauka eta praka luzeko bi piezako
kimonoa da. Alkandora, bular parean zazpi botoiez lotzen da, eskumutur zein lepo
inguruan tirila moduko batez lotzen da eta aldakara arteko luzera du bukaeran bi piko
txikiz irekitzen delarik. Praka zabalak, gerri eta orkatila parean goma baten bitartez
estutzen dira. Trajea solte gelditzen da, mugimenduak egiteko inolako oztopoa suposatzen
ez duelarik.
Lehiakide guztiek mugimenduen exekuzioa eta lurrarekiko kontaktua errazten
duten zola fina duten zapatilak erabiltzen dituzte. Gehientsuenek Feivue markako
zapatilak erabili dituzte, estatu mailan taichi praktikarako ezagunak direnak, nahiz eta
taichi zapatila tradizionalak (Txinakoak) erabili dituztenak ere egon diren.
Armei dagokienez, ezpata guztiek gutxi gora beherako luzera bera dute, besoa luze
egonik eta ezpata gorantz orientaturik, puntak lepoa pasa egiten du. Esku lekuak flekodun
borla bat eramaten du zeina maneiatzean alde batera eta bestera mugitzen den. Ezpata ez
da erabat zurruna eta katan zehar mugimendu bortitzak egiterakoan uhinak marrazten
ditu airean. Abanikoentzako badirudi ez dagoela arautegirik, lehiaketan zehar ikusgarri
egon direnek ezaugarri ezberdinak erakutsi baitituzte, tamaina, modelo eta kolore
ugaritakoak egonik.
Lehiakide guztiek izen abizenak, adina, udalerria eta burutuko duen errutina
jasotzen direneko izen emate orri bat bete beharra izan dute.
5.2. Epaileen objektuak
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Lehiaketan zehar kronometro bat erabili da kataren exekuzio denbora
kontrolatzeko, eta errutinaren gutxieneko eta gehieneko denbora limiteak txilibitu baten
bitartez aditzera eman dira. Lehiaketako momentu jakin batean txilibitua desagertu denez
bere ordez txapelketaren irekiera ekitaldirako erabili den gong-a maneiatu da.
Partaideen balorazioa egiteko estandarizatutako eta txapelketetarako diseinatutako
ebaluaketa orri bat erabili da. Orri horretan partaidearen izen abizenak, taldearen izena
(taldeko modalitatean parte hartuz gero), dortsal zenbakia, kategoria, burutuko duen
forma edo errutina, aztertutako alderdi bakoitzean lehiakideak izandako penalizazioak eta
azken nota ageri dira.
5.3. Antolatzaileen objektuak
Antolatzaileek megafonia eta soinu ekipo bat erabili dute lehiaketa musikaz
alaitzeko, lehiaketaren parte hartze ordena eta partaideek lortutako emaitzak aditzera
emateko.
6. Lehiaketa errealitatearen esangura sozial bikoitza
Taichi lehiaketa, erlazio motorerik gabeko txandakatutako lan batean oinarritzen
da. Informaziorik gabeko araututako espazio batean eta araututako objektuak erabiliz
sailkapen bat eta puntuazio bat lortzen da buruturiko exekuzioarengatik.
Ezaugarri guzti hauen artean, denboraren antolaketak dimentsio bikoitz bat
erakusten du, alderdi honek lehiaketaren esangura soziala mendebaldean ospatzen diren
gainontzeko lehiaketekiko ezberdintzen duelarik. Taichi lehiaketan partaideek bere
maisutza erakusten dute epaileengandik ikustatuak eta baloratuak izaten diren bitartean.
Hauek zenbakizko nota bat ematen diete lehiaketako arautegian oinarrituz. Balorazio
guztiek sailkapen bat osatzen dute, hamarren gainean puntuazio altuena lortu duena
garaile suertatuz. Sailkapenak, taichi jarduera ezagutzen ez dutenentzat edo jardueratik at
daudenentzat emaitzen konparazioa ahalbidetzen du; batzuk irabazleak dira beste batzuk
gutxien desiratutako postuetan gelditzen diren bitartean.
Baina lehiaketa errealitateak ezkutuko dimentsio bat erakusten du, idatzi gabe
dagoen kode bat baina partaide eta taichian zaletuak diren guztiengan oso presente
dagoena. Taichia ezezaguna dutenek ikusitakoaren pareko testuinguru bat alegia.
Testuinguru hau partaideen bizipenetan oinarritzen da, lehiaketak erakustaldi zentzua
hartuz. Lehiakideek erakusle moduan ikasitakoa agerrarazten dute eta beren buruarekiko
frogatzen dira. Palestra publikoan trebatzen dira, epaile eta ikusleen begirada ernearen
aurrean tenple lasaia erakutsi beharrean daude horretarako ikasitako guztia praktikan
jartzen dutelarik: barnetiko lan egoki batek inguruneko munduarekiko at mantenduko du
bere egitekoan lagunduz. Kontra urduri eta kezkati agertzen bada inguruneak berarengan
eragina izan duela esan nahi izango du, hau da, begirada kanpoaldera norabide-tu duela
eta hau dela eta lan introiektibo desegoki bat burutuko du exekuzio egokian eragin
negatiboa izanik. Partaideek eta zaletuek bizitako errealitatean, lehiaketak azterketa baten
zentzua hartzen du, eta azterketa honek esanahia du taichia dantzan jarri duena bere
buruarekiko neurtzen den bitartean. Lortutako puntuazioak, jakintzak praktikan ipintzeko
duen maisutzari buruzko informazioa emango dio: puntuazio baxu batek introiekzio lan
desegoki bat eta errutina oker bat uzten ditu agerian. Bakoitzak bere maila du, beraz ezin
da bestea baino hobea edo okerragoa izan, maisutza mailak ezin dira konparatu, taichian,
lan introiektiboan konparaketak ez baitu lekurik. Guztiek introiekzioa bizi izan dute, nahiz
eta bakoitzak sakontasun maila ezberdin batekin bizi izan. Sakontasun maila eta emaitza
konparazioak ez du lekurik, helburua lanean jarraitzea da eta maisutza maila hobea
lortzea, borroka banakakoa da.
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Partaideak lorturiko puntuazioak beraz bi balore eta esanahi ezberdin ditu: taichia
ezagutzen ez duen pertsonarentzat lehiaketak emaitzen sailkapen bat ematen du. Irabazlea
podiumaren punturik gorenean kokatua dagoena izango da, kode estetikoan,
mugimenduetan perfekzioa lortu duena. Kontra, jarduera ezaguna dutenentzako, lortutako
puntuaketak lorturiko maisutza mailari buruzko informazioa ematen du. Partaide bakoitza
bere gradu azterketa gainditzen saiatzen da, horretarako ezagutzen duen arma eta biderik
hoberena erabiliz: introiekzioa. Partaideek besteen arrakasta zein porrotak norberarenak
bezala bizi dituzte, ezaugarri honek biziki azpimarratuz sailkapenak duen garrantzi eza,
garrantzitsua izanez gero poza erakutsiko bailukete lagunen porroten aurrean hauen
aurretik podiumean leku bat lortzeagatik eta tristura eta haserrea besteen lorpenen
aurrean, horrela gertatzen ez delarik.
Hau dela eta, esanahi eta errealitate bikoitz hau kontuan izanik esan dezakegu
denbora ziklikoa egituraketa linealaren gainean gainjartzen dela. Azterketa introiektiboan
partaideak lorturiko bizipen eta gozamena protagonista bilakatzen dira sailkapenak
zentzua galtzen duelarik.
7. Erreferentziak
Etxebeste, J. (2001). Les jeux sportifs, éléments de la socialisation traditionnelle des
enfants du Pays Basque. University of Paris V; Thesis work.
Hall, E. T. (1973). La dimensión oculta. Madrid: Instituto de estudios de Administración
Local.
Lagardera, F and Lavega P. (2004). La ciencia de la acción motriz. Conductas motrices
introyectivas y conductas motrices cooperativas: hacia una nueva educación
física. Lleida: Uiversitat de Lleida.
Lagardera F. (2007). Ejercicio físico y bienestar. Las prácticas introyectivas en el INEFC
de la Universitat de Lleida. Lleida: Universistat de Lleida.
Lee, D. (1959). Freedom and culture. A spectrum book
Parlebas, P. (2001). Juegos, deporte y sociedad. Léxico de praxiologia motriz. Barcelona:
Editorial Paidotribo.
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ÁREA TEMÁTICA:
CIENCIAS BIOLÓGICAS
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Índice
CAPÍTULO 7
APLICACIÓN DE LA TENSIOMIOGRAFÍA (TMG) EN JUGADORES DE
VOLEYPLAYA. ESTUDIO DE CASOS
Rodríguez-Ruiz D., Quiroga M.E., Rodríguez-Matoso D., Sarmiento S., Losa J., de Saá Y.,
García-Manso J.M.
[email protected]
Resumen
El objetivo de este estudio ha sido obtener información, a través de la
Tensiomiografía (TMG), de la rigidez y de las características mecánicas y contráctiles de la
musculatura de los jugadores de voleyplaya, así como demostrar la validez del método para
evaluar la musculatura encargada de la flexo-extensión de la rodilla. La muestra estuvo
compuesta por de 24 jugadores participantes en el Nestea European Championship Tour Spanish Master, celebrado en Gran Canaria en mayo de 2009. Utilizamos, a modo de
estudio de casos, varios de los sujetos para poder caracterizar alguna de las utilidades del
método en este deporte. Los músculos analizados fueron Vasto Lateral (VL), Vasto Medial
(VM), Recto Femoral (RF) y Bíceps Femoral (BF), por entender que eran los más
relevantes en este tipo de población. Los datos obtenidos nos permiten afirmar que la TMG
es una técnica de elevada utilidad en la evaluación continuada de la rigidez muscular y del
balance entre estructuras musculares de los deportistas, y que la validez y reproducibilidad
de la información conseguida está condicionada por un control riguroso de los protocolos
de evaluación. Así mismo, debemos tener en cuenta, que la interpretación de los datos
debe respetar los criterios de individualidad (perfil del deportista) y especificidad
(características de la modalidad deportiva). Su aplicación a jugadores de voleyplaya de alto
nivel, nos revela la existencia de diferencias importantes motivadas por el rol de juego
(defensor, bloqueador o alternancia de ambos roles), las acciones técnicas y el espacio del
campo donde habitualmente juega (derecha-izquierda).
Palabras Clave: Tensiomiografía, evaluación, simetría muscular, voleyplaya, stiffness.
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1. Introducción
Las características del voleyplaya condicionan la aparición de puestos específicos y
posiciones de base comunes a todos los jugadores, durante las 85 jugadas que se producen
de promedio en aproximadamente los 42-45 minutos que dura un partido (Giatsis, 2003;
Giatsis y Zetou, 2003). Hömberg y Papageorgiou (1994), señalan la acción de medio-squat
como el elemento técnico fundamental en las acciones previas al bloqueo y en las
posiciones de defensa en campo.
El hecho de que esta modalidad deportiva se desarrolle en una superficie blanda e
inestable aumenta la necesidad de desarrollar una estructura muscular sólida y equilibrada
que, además de optimizar las acciones técnicas, amortigüe el riesgo de lesiones durante el
desarrollo del juego, siendo este hecho reconocido por todos los entrenadores de esta
especialidad (Hömberg y Papageorgiou, 1994; Miyama y Nosaka, 2004). A lo que debemos
añadir que el reducido número de jugadores por partido, dos por equipo, provoca que el
área a defender por cada jugador sea mayor (32 m2/jugador), y el hecho de que no exista la
posibilidad de cambio durante el partido aumenta los requerimientos físicos del jugador.
Desde el punto de vista mecánico, debemos señalar que los jugadores de voleyplaya
utilizan lo que se conoce como “mecanismo de triple extensión” (extensión de las
articulaciones del tobillo, rodilla y cadera). Este mecanismo es utilizado para propulsar el
cuerpo de manera eficiente y rápida, hacia el balón. Smith (2006), señala que los jugadores
realizan esta acción técnica cuando saltan y hacen desplazamientos explosivos para jugar el
balón. En cualquier caso, el hecho de jugar en arena (superficie blanda e inestable), limita
significativamente la acción de los músculos que intervienen sobre la articulación del
tobillo y cambia significativamente la mecánica de los gestos técnicos. Jugadores y
entrenadores deben tener en cuenta este hecho, pues condiciona el tiempo y la forma de
aplicación de fuerzas y afecta a la velocidad de despegue y la altura del salto (Bishop, 2003;
Giatsis et al. 2004).
Por estas razones, es necesario realizar una evaluación muy precisa, individualizada
y localizada, de aquellas estructuras musculares que con mayor frecuencia son utilizadas
en la práctica del voleyplaya. La Tensiomiografía (TMG), sería utilizada, en este caso, como
una herramienta que permitiera disponer de información sobre la musculatura que nos
ayudase a prevenir descompensaciones o sobrecargas musculares que pudieran llegar a
producirse por la continua repetición de acciones técnicas. Pfirrmann et al., (2008)
destacan que estas situaciones son fuente habitual de lesiones que provocan disminución
del rendimiento e incluso la discapacidad del jugador.
La TMG es un método de diagnóstico, no invasivo, que no requiere ningún esfuerzo
por parte del sujeto al que se aplica. Se utiliza para evaluar la rigidez, las características
mecánicas y la capacidad contráctil de los músculos superficiales analizados (Valencic y
Knez, 1997; Dahmane et al., 2000; Valencic et al., 2000, Valencic et al. 2001). Mide los
cambios geométricos (desplazamiento radial) que ocurren en el vientre muscular cuando
se produce la contracción. Estos parámetros, expresados por el desplazamiento del sensor
y por el tiempo en que éste se produce, son utilizados para evaluar la rigidez muscular y el
balance entre estructuras musculares, cadenas musculares (flexora-extensora) o
extremidades (derecha-izquierda).
El propósito del presente estudio, es utilizar la TMG como instrumento de medida
de las características mecánicas de la musculatura de jugadores de voleyplaya y demostrar
la validez del método para evaluar la musculatura encargada de la flexo-extensión de la
articulación de la rodilla. Así mismo, pretendemos comprobar si los datos aportados son lo
suficientemente útiles y sensibles como para poder detectar patologías, asimetrías y/o
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perfiles específicos de jugadores. Entendemos que esta metodología nos proporciona
información determinada por lesiones potenciales, acciones técnicas específicas, rol de los
jugadores (defensor, bloqueador o que alternan su posición durante el juego) y espacio del
campo donde realizan el mayor número de estas acciones (izquierda o derecha).
2. Metodología
2.1. Muestra
Se evaluaron 24 jugadores (10 mujeres: 5 de Alto Nivel Internacional y 5 de Nivel
Internacional; y 14 hombres: 5 de Alto Nivel Internacional; 2 de Nivel Internacional y 7 de
Nivel Nacional), participantes en el Nestea European Championship Tour - Spanish
Master, celebrado en Gran Canaria el 2009 (Tabla 1). En el presente trabajo utilizaremos,
de forma puntual y a modo de estudio de casos, varios de los sujetos para poder
caracterizar alguna de las utilidades del método en este deporte. Los músculos analizados
fueron Vasto Lateral (VL), Vasto Medial (VM), Recto Femoral (RF) y Bíceps Femoral (BF),
por entender que eran los más relevantes en este tipo de población.
Tabla 1. Características morfológicas de la muestra.
Sujetos
Hombres
(n=14)
Edad
Peso
Talla
IMC
Grasa
(años)
(Kg.)
(cm.)
(Kg./m2)
%
25,14
87,50
190,71
24,06
9,54
+/-
6,27
+/-
5,87
+/-
5,12
+/-
1,14
+/-
1,34
Mujeres
25,20
68,90
176,70
22,08
12,24
(n=10)
+/- 6,23
+/- 4,09
+/- 4,55
+/- 1,24
+/- 1,10
Todos los particiantes fueron informados del riesgo potencial asociado al estudio y
firmaron el consentimiento escrito, previamente aprobado por el Comité Ético de
Investigación de la Univeersidad de Las Palmas de Gran Canaria, siguiendo los criterios de
la Declaración de Helsinki para la investigación con seres humanos.
2.2. Procedimiento de medición
La evaluación mediante TMG se realiza utilizando un sensor de presión colocado
sobre el vientre muscular del músculo seleccionado, asegurándonos de que el sensor se
encuentra colocado perpendicularmente al vientre muscular (Valencic y Knez, 1997) con la
presión recomendada por los fabricantes (Dahmane et al., 2001). Para provocar la
contracción se aplica una corriente eléctrica bipolar, de intensidad creciente y un
milisegundo de duración (Knez y Valencic, 2000; Valencic, 2002; Simunic, 2003), a través
de dos electrodos situados en los extremos proximal y distal del músculo, no afectando a
los tendones de inserción (Figura 1).
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Figura 1: Colocación del los electrodos y el sensor de desplazamiento.
La reproducibilidad del método y la validez del protocolo experimental que emplea
la TMG han sido estudiadas, en diferentes trabajos (Dahamane et al., 2000; Krizaj, 2008;
Rodríguez-Matoso et al., 2009).
Cumplidas las exigencias metodológicas y una vez evaluado el músculo deseado, se
dispone de información numérica sobre la magnitud de los desplazamientos radiales de las
fibras transversales musculares y del momento en que estos se producen (Valencic y Knez,
1997; Simunic, 2003). Los parámetros disponibles son (Figura 2): Deformación o
desplazamiento radial máximo del vientre muscular (Dm), Tiempo de contracción (Tc),
Tiempo de reacción (Td), Tiempo que mantiene la contracción (Ts) y Tiempo de
relajación (Tr).
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Figura 2. Gráfica de la respuesta muscular a un estímulo eléctrico obtenida mediante TMG, en el Biceps
femoral de un jugador de voleyplaya a una amplitud de 110 mA y una duración de 1 ms. Donde Dm
representa la deformación muscular máxima, Td el tiempo de reacción al estímulo, Tc es el tiempo de
contracción y viene representado por el intervalo que se produce entre el 10 y 90% del desplazamiento, Ts
que indica el tiempo de mantenimiento de la contracción y Tr que representa el tiempo de relajación.
La Deformación máxima (Dm) viene dada por el desplazamiento radial del vientre
muscular expresado en milímetros. Representa y evalúa el stiffness (rigidez) muscular,
variando en cada sujeto por cada grupo muscular en función de sus características
morfofuncionales y de la forma en que esas estructuras han sido trabajadas mediante el
entrenamiento. Valores bajos, respecto a los valores medios de los presentados en una
población tipo, nos indican un elevado tono muscular y un exceso de rigidez en las
estructuras del músculo, mientras que, valores mayores, indican una falta de tono
muscular o un grado elevado de fatiga (Valencic et al., 2001; Dahmane et al., 2001 y Krizaj
et al., 2008).
El Tiempo de reacción (retardo o activación - Td), representa el tiempo que tarda la
estructura muscular analizada en alcanzar el 10% del desplazamiento total. Su valor
dependerá del tipo de fibra dominante en esa estructura, su estado de fatiga y su nivel de
activación (Dahmane et al., 2005).
El Tiempo de contracción (Tc) se obtiene en esta metodología, determinando el
tiempo que transcurre desde que finaliza el Tiempo de reacción (10% Dm) hasta que
alcanza el 90% de la deformación máxima.
El Tiempo de sustentación (Ts), representa, en este caso, el tiempo teórico que se
mantiene la contracción. En la TMG se calcula determinando el tiempo que transcurre
desde que la deformación inicial alcanza el 50% de su valor máximo, hasta que los valores
de deformación durante la relajación vuelven a ser de un 50% de la deformación máxima.
El Tiempo de relajación (Tr), aporta información sobre los niveles de fatiga, de
forma que valores elevados de este parámetro respecto a los normales en ese sujeto,
indican estados de fatiga. En este sentido, existe una correlación importante entre el
desplazamiento del vientre muscular y los procesos de contracción muscular, (Belic et al.,
2000).
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3. Resultados
Relacionando la información de los parámetros obtenidos de Dm, Td, Tc, Ts y Tr, es
posible realizar un análisis de las propiedades de un músculo, según el tipo de fibras
(Dahmane et al., 2005), la simetría (lateral o funcional) entre extremidades (Zagorc et al.,
1999 y Rusu et al., 2009), del nivel de fatiga muscular (Grabljevec et al., 2004) o de
alteraciones anatómicas (Lukic, 2003 y Simunic et al., 2005). Estos y otros aspectos
complementarios son los que vamos a intentar explicar en los siguientes apartados.
3.1. TMG y acción técnica.
Para la muestra analizada, los valores de Dm del BF de ambas piernas, son menores
que los obtenidos para la musculatura extensora de la rodilla (VM, RF y VL). El elevado
tono de isquiotibiales, podría tener su origen en dos acciones técnicas muy habituales y
frecuentemente solicitadas por los jugadores de voleyplaya: la posición de espera (con
marcada flexión de la articulación de la cadera) y a la acción explosiva de salto (con
máxima activación de la cadena muscular extensora). Dicha consideración se hace más
evidente en los jugadores de mayor experiencia y nivel de rendimiento. Un tono muscular
excesivo provoca una descompensación que se refleja en una asimetría entre musculatura
flexora y extensora de la rodilla que, habitualmente, viene acompañada de dolor en la
articulación de la rodilla, preferentemente, del miembro dominante (Tabla 2).
Sujeto
Simetría funcional
Refiere dolor
Derecha
Izquierda
Masculino 1
60%
80%
Pierna derecha
Masculino 2
70%
92%
Pierna derecha
Masculino 3
89%
71%
Pierna izquierda
Masculino 4
58%
71%
Pierna derecha
Masculino 5
82%
89%
No
Femenino 1
75%
88%
Pierna derecha
Femenino 2
91%
48%
Pierna izquierda
Femenino 3
51%
60%
Ambas
Femenino 4
53%
71%
Pierna derecha
Femenino 5
78%
76%
No
Tabla 2. Ejemplo de simetría funcional de la articulación de la rodilla y posibles patologías
asociadas en 10 sujetos (cinco hombres y cinco mujeres). Los datos en cursiva muestran los
valores más relevantes de la tabla.
La relación entre agonistas y antagonistas, en los movimientos de flexo-extensión de
la articulación de la rodilla, se presenta en los resultados de la TMG como el porcentaje de
simetría funcional, considerándose como normales los valores que estén
aproximadamente en un 65% o por encima (Lukic, 2003; Simunic et al., 2005; Rusu et al.,
2009). Estos autores han establecido estos valores de referencia a partir del estudio de
personas que realizan una actividad física moderada. Atendiendo a las particularidades de
nuestra muestra, creemos adecuado tomar esta referencia sólo como orientativa, ya que
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como se puede observar en la tabla anterior (Tabla 2) encontramos jugadores y jugadoras
que presentan dolor con valores de simetría funcional más elevados.
Sin duda alguna, esta consideración hay que tomarla de forma individual, pues un
valor bajo de la simetría funcional puede venir determinado por dos motivos diferentes: 1)
exceso de rigidez y/o de fatiga muscular del BF; 2) tonificación insuficiente y/o fatiga de la
musculatura extensora de la articulación de la rodilla (VM, RF y VL).
Por ejemplo, el sujeto que hemos denominado masculino 1 (Tabla 2), presenta un
Dm de 4,1 mm. en el BF de la pierna derecha y de 6,6 mm en el BF de la pierna izquierda.
Estos valores pueden ser buenos o malos, ya que denotan un buen tono muscular, pero su
comparación entre sí y respecto a la musculatura extensora de la rodilla, nos da idea del
riesgo de lesión que puede presentar este deportista. El RF presenta valores de Dm
excesivamente elevados (pierna derecha: 17,9 mm.; pierna izquierda: 16,8 mm.) para este
tipo de deportistas. Unido a los moderados valores de Dm de este jugador, estamos ante un
caso de asimetría funcional que puede ser el origen de las frecuentes lumbopatías que ha
sufrido el citado deportista a lo largo de su carrera deportiva, hecho que ha sido
demostrado por numeroso investigadores (Esola et al, 1996; McClure et al., 1997; Strender
et al., 1997; Leinonen et al., 2000; Mannion y Marshall, 2008).
Los valores de Dm en VL y VM nos dan información sobre el nivel de simetría
funcional de cada pierna a nivel de la articulación de la rodilla. Desequilibrios en este
punto pueden ser la causa de dolor patelar y/o de una tendinitis rotuliana (Kapandji, 2001;
Concejero y Madrigal, 2001; Rouviere y Delmas, 2005). Si observamos los datos de la
jugadora (femenino 1 de la Tabla 2), veremos que refiere dolor en la pierna derecha, pese a
que los valores de simetría son supuestamente aceptables, 75% en la pierna derecha y 88%
en la izquierda. Analizando la relación VM con VL, comprendemos que el problema puede
venir por una posible descompensación entre estos músculos (49% para la pierna derecha
y 85% para la izquierda).
3.2. TMG y rol técnico
El BF es frecuentemente solicitado, sobretodo, en funciones defensivas y en los
desplazamientos específicos realizados en competición. En los jugadores que llevan más
años practicando esta modalidad deportiva, podemos ver que los valores de Dm, tanto en
categoría masculina como en femenina, son menores en los especilistas en defensa. En
nuestra muestra, los especialistas en defensa presentan valores de Dm en torno a 2 y 4
mm. En cambio, los especialistas en bloqueo y los jugadores que alternan la posición de
defensor con la de bloqueador, presentan unos valores entre 4 y 8 mm. Estudios
precedentes, señalan que el valor de referencia de la Deformación muscular (Dm) para el
BF en sujetos no entrenados es de 8,17 mm. (Rusu et al., 2009), mientras que en el caso de
los jugadores de fútbol, dependiendo de la altura de la temporada en la que se encuentran,
el intervalo de referencia oscila entre 3 y 8 mm. (Lukic, 2003).
3.3. TMG y espacio que ocupa el jugador en el campo.
Hemos visto como la peculiaridad de las acciones técnicas implica una
especialización de la musculatura utilizada. Además, el rol que el jugador desempeñe en el
campo, va a determinar una mayor utilización de unas u otras estructuras musculares. A
estas consideraciones debemos sumar la posición que ocupan en el campo es decir el
espacio por donde, normalmente, el jugador va a desarrollar dichas acciones de juego.
Si revisamos los tiempos de sustentación o de mantenimiento de la contracción
muscular (Ts) de nuestra muestra, podemos apreciar que los jugadores que compiten en
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pareja, presentan valores más altos de fatiga en el VL del miembro más alejado del centro
del campo (Tabla 3).
Pareja
A
B
C
D
Sujeto
Tiempo de sustentación
Espacio en
(Ts - ms)
el campo
Derecha
Izquierda
Masculino 1
129.2
116.8
Izquierda
Masculino 2
36.0
39.7
Derecha
Masculino 3
41.2
38.4
Izquierda
Masculino 4
61.3
79.1
Derecha
Femenino 1
128.6
44.0
Izquierda
Femenino 2
43.1
62.9
Derecha
Femenino 3
41.9
34.2
Izquierda
Femenino 4
36.1
42.6
Derecha
Tabla 3. Ejemplo de tiempo de sustentación observado en cuatro parejas (dos masculinas y dos femeninas)
de voleyplaya para el análisis del VL en función del espacio que ocupa en el campo.
4. Conclusiones
Los datos obtenidos en los sujetos de nuestra muestra, nos permiten afirmar que la
TMG es una técnica de elevada utilidad en la evaluación continuada de la rigidez muscular
y del balance entre estructuras musculares de los deportistas. No obstante, debemos tener
presente que la validez y reproducibilidad de los datos obtenidos, está condicionada por un
control riguroso de los protocolos de evaluación. Así mismo, debemos tener en cuenta, que
la interpretación de los datos debe respetar los criterios de individualidad (perfil del
deportista) y especificidad (características de la modalidad deportiva). Su aplicación a una
muestra de jugadores de voleyplaya de alto nivel, nos muestra la existencia de diferencias
relevantes motivadas por el rol de juego (defensor, bloqueador o alternancia de ambos
roles), las acciones técnicas y el espacio del campo donde habitualmente juega (derechaizquierda).
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Índice
CAPÍTULO 8
LOS JUEGOS REDUCIDOS APLICADOS A LOS NUEVOS MODELOS DE
ENTRENAMIENTO EN FÚTBOL
David Casamichana Gómez y Julen Castellano Paulis
[email protected]
Resumen
Los propósitos de esta investigación han sido conocer la variabilidad individual y la
reproducibilidad de los juegos reducidos utilizados habitualmente en el proceso de
entrenamiento en fútbol. 10 sujetos han participado en un mismo juego reducido, 5:5 con
porteros, en diferentes dimensiones del terreno de juego: grande (62 m * 44 m), mediana
(50 m * 35 m) y pequeña (32 m * 23 m). Estas tareas se repitieron tres veces en la misma
semana competitiva alternando el orden de realización. Las variables que se monitorizaron
fueron la percepción subjetiva al esfuerzo (RPE) y los porcentajes de tiempo en la que los
jugadores estuvieron a diferentes intensidades relativas de la frecuencia cardiaca máxima
individual. Seguidamente se realizaron los análisis de los componentes de varianza que se
complementó con un análisis de generalizabilidad para estimar los diferentes indicadores
de variabilidad y reproducibilidad. Los resultados muestran que los juegos reducidos,
respetándose una serie de pautas para la puesta en práctica, presentan la estabilidad
suficiente como para que pueda ser una tarea habitual en las sesiones de entrenamiento en
fútbol, con el objetivo de optimizar el sistema condicional del futbolista.
Palabras clave: fútbol, juegos reducidos, entrenamiento físico integrado, variabilidad
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1. Introducción
Los juegos reducidos (JR) son situaciones motrices (Parlebas, 2001) lúdicodeportivas en las que se incluyen la mayor parte de los factores que intervienen en el juego
‘real’ de una manera adaptable (Wein, 1995). Habitualmente los espacios donde se
proponen son reducidos y/o el número de jugadores es inferior respecto a los marcados
por reglamento para el fútbol-11, incluyendo reglas modificadas en numerosas ocasiones
(Little, 2009).
Los JR son habitualmente usados por los entrenadores para desarrollar las
habilidades técnico-tácticas (Jones, & Drust, 2007; Reilly, 2005) y también para
incrementar los niveles de resistencia en jugadores de fútbol (Hill-Haas, Dawson, Coutts, &
Rowsell, 2009; Impellizzeri, Marcora, Castagna, Reilly, Sassi, & Iaia, 2006).
Para hacer efectivo el uso de los JR como estímulo condicionante se requiere
desarrollar un mayor conocimiento de sus efectos esperados a nivel fisiológico, de
percepción del esfuerzo, motor (Hill-Haas, Dawson, et al, 2009) y de competencia
sociomotriz (Parlebas, 2001), y cada vez son más los investigadores que de manera
sistemática estudian los efectos que la alteración de diferentes variables o reglas del juego
producen en los jugadores.
Tradicionalmente se ha entendido como una limitación a la aplicación de estos JR
en el entrenamiento, la heterogeneidad de la carga impuesta en el entrenamiento a los
jugadores participantes y entre las diferentes repeticiones o sesiones realizadas (Little &
Williams, 2006), con un riesgo de alta variabilidad de intensidad entre jugadores y baja
reproducibilidad, lo que podrá dirigir a una inapropiada intensidad de entrenamiento en
algunos jugadores (Little & Williams, 2006). Comparaciones realizadas entre carreras
interválicas y JR apoyan esta hipótesis de mayor variabilidad en los formatos de JR (Dellal,
Chamari, Pintus, Girard, Cotte, & Kéller, 2008), sugiriéndose que estas diferencias
individuales se deben al factor de motivación individual, presentándose la carrera
interválica como un método más homogéneo de entrenamiento, aunque como
expondremos seguidamente, creemos que la propia naturaleza de incertidumbre social
(Parlebas, 2001) de las formas jugadas tiene una implicación directa con la variabilidad
individual y la reproducibilidad.
La variabilidad interindividual es una medida de fiabilidad que hace referencia al
grado de dispersión en los efectos provocados en los jugadores que participan en un mismo
JR. Por otro lado, la reproducibilidad de los JR es una medida de fiabilidad que hace
mención a que los efectos provocados por los mismos JR tengan idénticos valores en
sucesivos días o dentro de una misma sesión independiente del orden en que se hayan
puesto en práctica las tareas. Tenemos que admitir que la presencia del adversario, y por
tanto, la incertidumbre que genera, inevitablemente implica que el nivel de control de la
demanda energética pueda verse implicada (Martínez de Santos, Los Arcos, BlancoVillaseñor, y Sánchez, 2006). Hay muchas maneras de jugar al fútbol, la forma de resolver
las tareas motrices no son siempre únicas, de ahí que las decisiones estratégicas dadas en
las diferentes situaciones sociomotrices del juego no respondan obligatoriamente a la
misma demanda energética, aun siendo las diferentes alternativas todas ellas válidas y
eficientes.
Mientras que diversos trabajos han presentado una baja variabilidad y alta
reproducibilidad en JR (Little & Williams, 2006; Rampinini et al., 2007), determinadas
variables dependientes parecen presentar una alta variabilidad en este tipo de tareas (HillHaas, Coutts, Rowsell, & Dawson, 2008; Hill-Haas, Rowsell, Coutts, & Dawson, 2009;
Rampinini, et al. 2007). La concentración de lactato sanguíneo, la percepción subjetiva del
esfuerzo y el tiempo y distancia recorrida en las categorías de alta intensidad presentan
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una alta variabilidad y baja reproducibilidad en los JR (Hill-Haas, Coutts, et al., 2008;
Hill-Haas, Roswell, et al., 2009). Diversas variables independientes han sido estudiadas,
para determinar la variabilidad asociada a cada una de ellas, como el número de jugadores
y el régimen de la tarea (Hill-Haas et al., 2008), la presencia de porteros (Dellal, et al.,
2008) o la interacción de diferentes variables (Rampinini et al., 2007, Little & Williams,
2006).
Ambas medidas son importantes para verificar si la carga impuesta a los jugadores
produce una elicitación de una respuesta consistente dentro de una tarea y entre sesiones
(Little & Williams, 2006; Rampinini et al., 2007). Sin embargo, muy pocos trabajos ha
estudiado la variabilidad y reproducibilidad de los JR con diferente Espacio Individual de
Interacción (EII) definido por Parlebás (2001) como la superficie del terreno de juego
teórica que corresponde a cada jugador (área del terreno de juego dividido entre en
número de jugadores). El presente trabajo pretende estudiar el grado de variabilidad
individual y reproducibilidad de un mismo tipo de JR, el 5:5 con porteros, disputados en
tres dimensiones del terreno de juego diferentes (grande, 62 m * 44 m; mediana, 50 m * 35
m; pequeña, 32 m * 23 m) que equivalen a un EII de aproximadamente 273 m2 ,175 m2 y 74
m2 respectivamente.
2. Material y método
2.1. Participantes
10 jugadores de fútbol (edad 15.5 ±0.52 años, altura 1.74 ±0.07 m, peso 62.9 ±3.7
kg., resultado en el test de Yo-Yo de Recuperación Intermitente nivel 1 fue de 1816.0
±504.86 m) participaron en el estudio. Todos los jugadores eran miembros del mismo
equipo (categoría cadete) que competía en nivel regional con una media de 7.5 años de
experiencia en la práctica federada. Los jugadores y sus padres fueron notificados del
diseño de investigación, requerimientos, beneficios y riesgos dando su consentimiento
informado antes de la realización del mismo.
2.2. Variable independiente: formato de los juegos reducidos
En este estudio únicamente se manipuló el tamaño del campo (tabla I),
manteniéndose siempre constante las proporciones del terreno de juego (largo: ancho) y el
número de jugadores. El mayor de los espacios respetó el mismo EII que en partido
reglamentario donde compite el equipo. A las otras dos formas jugadas se le fue
reduciendo en 100 m2 el EII que le correspondía a cada jugador. Se jugó un 5 contra 5 más
porteros, tarea que respeta gran parte de los rasgos definitorios de la lógica interna
(Parlebas, 2001) del fútbol como son el duelo colectivo simétrico, intermotricidad
simultánea, uso simultáneo del balón, secuencia libre de posesiones (Castellano, 2005),
espacio polarizado y presencia de marcador.
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Tabla I. Características reglamentarias de los formatos de los juegos reducidos (JRG, JRM y JRP) y de
los partidos de competición oficiales (PC).
Formato PC
Formatos de JR
Grande
Mediano
Pequeño
Variables
Campo reglamentario
(JRG)
(JRM)
(JRP)
Duración del juego
2 x 40 min.
8 min.
8 min.
8 min.
Medidas del campo
88 x 62 m
62 x 44 m
50 x 35 m
32 x 23 m
2728 m2
1750 m2
736 m2
Área de juego
5456 m2
Relación largo: ancho
1.4:1
1.4:1
1.4:1
1.4:1
272.8 m2
175 m2
73.6 m2
EII
272.8 m2
Porteros
Sí
Sí
Reglas
Las del fútbol-11
No hay fuera de juego
Aliento del entrenador
Sí
2.3. Variables dependientes
2.3.1. Perfil fisiológico: la frecuencia cardiaca
La frecuencia cardiaca fue grabada en intervalos de cinco segundos durante cada
juego reducido mediante telemetría (Polar Team Sport System, Polar Electro Oy, Finland).
Los monitores de frecuencia cardiaca fueron también llevados durante la realización del
test Yo-Yo de Recuperación Intermitente (YYIRT) nivel 1 (www.bangsbosport.com) para
determinar la frecuencia cardiaca máxima (Fcmáx) de cada jugador (Krustrup, et al.,
2003); que fue usada como referencia para delimitar cuatro zonas de intensidad: zona 1
(<75 % Fcmáx), zona 2 (75-84 % Fcmáx), zona 3 (85-89 % Fcmáx) y zona 4 (>90 %
Fcmáx) utilizadas en anteriores trabajos (Hill-Haas, Dawson, et al., 2009). Se cuantificó el
porcentaje de tiempo dentro de cada zona de intensidad durante los juegos reducidos,
además de calcularse el % de Fcmáx alcanzado en la tarea, así como la media de la tarea
expresada relativa al máximo individual (%Fcmed).
2.3.2. Escala de percepción subjetiva del esfuerzo
La escala de percepción subjetiva del esfuerzo fue inmediatamente rellenada por
cada jugador de manera individual después de cada juego reducido en su periodo de
descanso de 5 minutos. La escala utilizada fue la CR-10 de Borg modificada por Foster
(1998). Todos los deportistas han sido habituados a la escala antes del comienzo del
estudio. Esta escala ha sido validada como indicador de la intensidad de entrenamiento en
tareas intermitentes de juegos reducidos (Coutts, Rampinini, Marcora, Castagna, &
Impellizzeri, 2009).
2.4. Procedimiento
El estudio se realizó durante dos semanas dentro de la temporada competitiva
2008-09, en el mes de febrero, utilizándose la primera semana para familiarizar a los
jugadores con el material y con los formatos de juego reducido, además de realizar el test
Yo-Yo de Recuperación Intermitente nivel 1 (YYRI1).
Para evitar un posible desequilibrio entre el nivel de los jugadores que conformaban
los equipos, éstos fueron configurados considerándose algunos aspectos individuales y
colectivos: demarcación, nivel técnico-táctico, físico y de participación en competición. La
valoración subjetiva del nivel técnico-táctico de los jugadores fue realizada por el
entrenador otorgando las puntuaciones de 1 a los jugadores con nivel más bajo y de 5 a los
jugadores de mayor nivel. Los minutos jugados (hasta la fecha del estudio) se utilizó para
categorizar a los jugadores en función de la cantidad de minutos jugados otorgando el
valor 1 a los jugadores con menor número de minutos disputados y con el valor 5 a los que
presentaron una mayor cantidad de minutos. Los valores del test YYRI1 también fueron
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categorizados de la misma manera, se valoró con un 1 a los jugadores con menor número
de metros recorridos y 5 a los jugadores con mayor número de metros recorridos. La
valoración total de cada jugador fue el resultado de la suma de puntos de la valoración
subjetiva del entrenador del nivel técnico-táctico, la cantidad de minutos jugados hasta la
fecha del estudio, y el rendimiento en test YYRI1; además, fueron consideradas sus
demarcaciones habituales en el equipo.
Separando a los jugadores por posiciones (defensas, centrocampistas y delanteros)
se realizaron dos equipos sin diferencias significativas ni en cuanto a la valoración
subjetiva del entrenador, ni a los minutos jugados, ni al resultado obtenido en el test
YYRI1. En el equipo A jugó el portero con mayor valoración total, el segundo y el tercer
mejor defensa, el mejor y el cuarto centrocampista y el segundo delantero y en el equipo B
fue confeccionado con el segundo portero, el mejor y cuarto defensa, el segundo y tercer
centrocampista y el mejor delantero.
Después de la familiarización con los juegos en la primera semana, en la segunda
semana se realizaron los juegos manteniendo constantes los equipos y realizándose justo
después del calentamiento estandarizado de 15 minutos. Durante cada sesión se realizaron
3 formatos de juego reducido de 8 minutos de duración, con una fase de descanso pasivo
entre ellos de 5 minutos de duración. En cada sesión se varió el orden de la aplicación de
los formatos de JR. Se siguió un orden tomado al azar de las tres formas jugadas tal y como
se refleja en la tabla II.
Tabla II. Orden y protocolo seguido en la realización de las formas
jugadas dentro de cada sesión.
Semana 2
Sesión 1
Sesión 2
Sesión 3
Calentamiento estandarizado de 15 minutos
8´ JRG
8´ JRM
8´ JRP
Descanso pasivo de 5´
8´ JRM
8´ JRP
8´ JRG
Descanso pasivo de 5´
8´ JRP
8´ JPG
8´ JRM
Descanso Pasivo de 5´
Nota: JRG es el juego reducido realizado en superficie grande, JRM en
superficie mediana y JRP la realizada en superficie pequeña.
2.5. Análisis estadístico
Para el análisis de los componentes de variancia y su precisión de generalización se
ha configurado un diseño multifaceta compuesto por 3 facetas. Por un lado, la faceta
Sesión [S], que recoge tres niveles correspondiendo con las tres sesiones donde se
aplicaron los JR; en segundo lugar la faceta Jugador [J] con 10 niveles, correspondiendo
con el número de jugadores de campo que participaron en la formas jugadas; y por último,
la faceta Tamaño [T], también con tres niveles representando los tipos de EII donde se
jugaron los JR. El procedimiento empleado fue el de Generalized Linear Model (GLM)
realizado mediante el paquete estadístico SAS v 9.1 (SAS Institute Inc., 1999). Además se
realizó un análisis de generalizabilidad con el programa GT versión 2.0 (Generalizability
Study, Ysewjin, 1996) estimándose el % de variabilidad (varianza explicada) de cada una de
las facetas y de sus interacciones.
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3. Resultados
La Tabla II muestra los resultados de los dos análisis realizados para la variable
dependiente RPE como de las variables dependientes de intensidad fisiológica (%Fcmáx,
%Fcmed, %T<75%Fcmáx, %T75-84%Fcmáx, %T84-89%Fcmáx y %T>90%Fcmáx) de las
tres facetas utilizadas (jugadores, sesiones y tamaño de la tarea) y de sus interacciones,
con el fin de observar la varianza asumida por cada una de las facetas y de sus
interacciones.
Tabla II. Valores de los grados de libertad (GL), suma de cuadrados (SC) a partir del procedimiento GLM tipo III para el modelo
de 3 facetas [J*S*T] para cada una de las variables tomadas a estudio: la escala de percepción subjetiva del esfuerzo (RPE) y las
variables de intensidad fisiológica. Además se incorpora el porcentaje de varianza explicada (%) por cada faceta y por sus
interacciones mediante en análisis de generalizabilidad.
RPE
Fcmáx
%Fcmed
%T<75%
Fcmáx
%T75-84%
Fcmáx
GL
SC
%
SC
%
SC
%
SC
%
SC
%
Jugador
[J]
9
15.1
0
339.6
0
747.1
38
2461.8
32
12749.1
31
Sesión [S]
9
4.7
4
228.5
4
322.6
24
656.2
13
6665.3
%T8489%
Fcmáx
SC
%T>90%
Fcmáx
%
SC
%
4270.8
0
30036.3
30
24
634.9
0
16363.8
25
J*S
16
17.3
14
94.8
14
120.9
5
591.9
0
2531.9
2
10424.5
47
10912.9
15
Tamaño[
T]
2
19.0
23
163.9
23
239.5
18
424.3
8
4528.4
16
350.9
0
9638.9
15
J*T
18
22.2
21
79.9
21
66.9
15
767.7
4
2546.7
2
4010.9
11
2915.3
0
S*T
4
2.0
1
7.8
1
4.1
0
68.7
0
307.9
0
1214.1
6
658.1
0
J*S*T
32
16.5
38
111.7
14
1232.2
43
4315.3
26
4294.9
37
5335.8
15
106.7
38
Para estimar la variabilidad de la respuesta dentro de la misma tarea para los
diferentes jugadores, nos centraremos en observar la interacción de facetas
Jugador*Tamaño [J*T], que hace referencia a la varianza de la variable dependiente
estudiadas (percepción del esfuerzo y fisiológicas) en cada caso atribuida a los jugadores
dentro de una misma tarea. En segundo lugar, para estimar la reproducibilidad de la
respuesta a lo largo de las diferentes sesiones realizadas se tomará la interacción de las
facetas Sesión*Tamaño [S*T], que hace referencia a la varianza de la variable dependiente
estudiada en cada caso atribuida a las sesiones para una misma tarea.
4. Discusión
El principal propósito de esta investigación fue conocer la variabilidad individual y
la reproducibilidad de las situaciones de JR a partir de una serie de variables fisiológicas y
de percepción del esfuerzo que los jugadores tenían respecto a ellas. Los resultados
obtenidos en este trabajo coinciden, en gran parte, con los que han utilizado las mismas
técnicas analíticas, estimando los componentes de varianza y aplicando algunos análisis de
generalizabilidad (Martínez de Santos et al, 2006 y 2009), como con los trabajos (HillHaas, et al., 2008; (Hill-Haas, Rowsell et al, 2008; Little & Williams, 2006; Morgan, 1994;
Rampinini, et al. 2007) que han utilizado desviaciones estándar (DS) y el coeficiente de
variación (CV) como indicadores para estimar la estabilidad de las formas jugadas.
En cuanto a la variabilidad individual tomaremos como referencia la interacción
Jugador*Tamaño [J*T] de nuestro modelo. La variabilidad para esta interacción en las
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variables estudiadas ronda en una media del 10 %. A este nivel las variables de RPE y el
%Fcmáx muestran un valor moderado-alto de % de varianza explicada, el 21 % en ambas
variables. Ambas medidas nos desvelan ‘cierta’ variación en la respuesta dada por parte de
los jugadores dentro de la misma tarea. Con respecto a la RPE, otros trabajos también
encontraron una variabilidad moderada entre los jugadores para una misma tarea. Ésta se
presenta como una variable más heterogénea que las medidas fisiológicas cuando se ha
utilizado la frecuencia cardiaca (Hill-Haas et al, 2008; Rampinini et al, 2007) debido
quizás a la naturaleza multifactorial de la medida, la cual no está influida o explicada por
aspectos biológicos únicamente, sino también por variables psicológicas (Morgan, 1994).
Por otro lado, presenta un especial interés el % del tiempo en zonas de alta
intensidad. Se observa como los porcentajes de varianza explicada son muy bajos, incluso
con valor de 0% para la variable %T>90%Fcmáx, lo que nos indica que estas medidas son
muy fiables dentro de una misma tarea. Al existir poca variabilidad entre los jugadores
participantes en una misma tarea nos indica que el estímulo de entrenamiento ha
resultado homogéneo para todos los jugadores en cuanto a estas variables de % de tiempo
a diferentes zonas de intensidad. Esta consistencia de las medidas de la respuesta de la
frecuencia cardiaca ha sido indicada, también, en anteriores trabajos (Hill-Haas et al,
2008; Rampinini et al, 2007; Little, & Williams, 2006), aunque no se incluyeron variables
relativas al % de tiempo en cada zona de intensidad y sí distancias a diferentes velocidades,
concentraciones de lactato y frecuencias cardiacas.
En los trabajos de Martínez de Santos et al (2006 y 2009) se realizan análisis de los
efectos de diversas tareas de entrenamiento en fútbol a partir de los componentes de
varianza. Aunque en el segundo de ellos (en el del 2009) realizaron la ponderación de la
varianza asumida por cada faceta así como sus interacciones, de diferentes tareas de
entrenamiento ubicadas en dominio de acción motriz (Parlebas, 2001) particulares, en
2006 basaron su estudio únicamente en las tareas englobadas en los términos de duelos
colectivos. En sus estimaciones distribuyeron el porcentaje de la varianza explicada a
aspectos como: la modificación en el tipo de marcaje utilizado (hombre a hombre), el
número de toques máximos permitidos a cada jugador o la demarcación habitual del
jugador. La variabilidad encontrada en el conjunto de los jugadores no mostró valores
superiores al 4% para una misma tarea.
Con respecto a la reproducibilidad, para lo que nos centraremos en la interacción
Sesión*Tamaño [S*T] de nuestro modelo, observamos como los % de varianza son muy
próximo a cero para todas las variables estudiadas, lo que nos indica que no existe apenas
variabilidad asociada a la realización de una misma tarea en diferentes sesiones de
entrenamiento, con una alta reproducibilidad en las variables que tienen una relación
directa con la frecuencia cardiaca al igual que en otros trabajos (Hill-Haas, Rowsell, et al.,
2008; Rampinini et al. 2007). Nuestros resultados coinciden con el estudio de Martínez de
Santos et al (2006) donde se mostró una variabilidad de la interacción de las facetas que
tienden a la reproductivilidad (“Día*Tarea-toques” y “Día*Tarea-marcaje al hombre”) de 1
y 0 % respectivamente.
5. Conclusiones
Los resultados de este trabajo muestran que diferentes JR jugados en diferente EII
proporcionan una respuesta fiable fisiológicamente y perceptivamente del esfuerzo, tanto
para los diferentes jugadores participantes en una misma tarea, como cuándo esta tarea se
produce en diferentes sesiones, y representan, por tanto, una alternativa viable al
entrenamiento tradicional, cíclico, repetitivo, cerrado, lineal… como las carreras. Durante
muchos años se ha utilizado y se siguen utilizando las carreras para mejorar-mantener los
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niveles de resistencia debido a la menor variabilidad y alta reproducibilidad en las
respuestas asociadas a estos trabajos (Dellal et al, 2008) y por la facilidad de su control
(Little, & Williams, 2006) aunque en base a nuestro trabajo, y en la misma línea que otros
(Hill-Haas et al, 2008; Little, & Williams, 2006; Rampinini et al, 2007) sugerimos, en base
a los pequeños valores de variabilidad y altos de reproducibilidad encontrados, abandonar,
o por lo menos minimizar, los trabajos de carrera descontextualizados del juego, para
pasar a realizar tareas más específicas, es decir, que respeten los principales rasgos
definitorios de la lógica interna (Parlebás, 2001) de la actividad desarrollada en busca de la
optimización de la estructura condicional de los deportistas. Inevitablemente para
asegurarnos de esta estabilidad encontrada en este trabajo no debemos descuidar variables
que afectan sobre manera al aspecto condicional y motor de los JR como son: la presencia
del aliento del entrenador, disponibilidad de balones, superficies o materiales constantes
del terreno de juego, momentos de la temporada y otras muchas que tengan que puedan
influir con la homogeneidad de las sesiones que se llevan a cabo.
En segundo lugar, creemos que hemos iniciado un camino (desde el punto de vista
metodológico y analítico) que nos va a permitir, cada vez con mayor rigurosidad, establecer
una correspondencia entre los JR y la carga de trabajo asociada a los mismos. De esta
forma se podría evitar la ardua tarea de cuantificar todas las tareas de todas las sesiones,
sobre todo, si no se dispone de suficientes recursos ni tiempo para hacerlo. En la medida
en que podamos ir aportando información referente a la carga interna y externa de las
formas jugadas, la teoría del entrenamiento dispondrá de herramientas con las que ir
planificando el entrenamiento de una manera más precisa al tiempo que integral. Creemos
que debemos de ser sumamente cautelosos en esta interpretación, ya que las condiciones
del diseño de cualquier investigación en general y de esta en investigación en particular, la
forma mediante la que se realiza el control de las variables, no reflejan lo que
habitualmente ocurre en los campos de entrenamiento: las tareas no siempre son
realizadas en el mismo campo, durante una misma semana, sin adaptaciones provocados
por el entrenamiento prolongado, con dimensiones perfectamente medidas, con los
mismos jugadores y asignados de una determinada manera para evitar un posible
desequilibrios entre los equipos, nivel o categoría de los jugadores, el número y
disponibilidad de balones, el aliento del entrenador, las condiciones meteorológicas y un
largo etc. Por lo que creemos que más investigaciones hacen falta al respecto
Por último, debemos de ser conscientes que un incremento del tiempo de
entrenamiento utilizado en tareas de “fútbol” o una reducción del tiempo total del
entrenamiento puede ser útil para los futbolistas de amateurs (Weineck, 1994) o de élite
(Little & Williams, 2006) a través de esta propuesta integral, dándonos garantías de que
además de hacer intervenir al jugador en situaciones próximas al juego ‘real’ no se
descuida el componente o demanda energética del mismo.
Agradecimientos
Este trabajo forma parte de la investigación Avances tecnológicos y metodológicos
en la automatización de estudios observacionales en deporte que ha sido subvencionado
por la Dirección General de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI200801179), durante el trienio 2008-2011.
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
Índice
CAPÍTULO 9
EFECTO DE LA EDAD RELATIVA EN EL FÚTBOL FEMENINO DE ÉLITE A
NIVEL MUNDIAL
Jordan Santos Concejero y Susana Gil Orozko
[email protected]
Resumen
El objetivo de este estudio es analizar si existe un efecto de la edad relativa- relative
age effect (RAE) en el fútbol femenino de élite a nivel mundial en sus distintas categorías.
Para ello se han analizado, por medio de la prueba estadística de la Chi2 las fechas de
nacimiento, por trimestres y semestres, en función de la nacionalidad y del resultado
obtenido, de las jugadoras participantes (n=888) en los tres grandes torneos
internacionales de 2008: Juegos Olímpicos de Pekín, Mundial Sub20 y Mundial Sub17.
Aunque no de manera significativa, se aprecia una tendencia a un menor número de
jugadoras nacidas en el cuarto trimestre del año. Los resultados también muestran que la
distribución de nacimientos por trimestres en función de la nacionalidad, tiene diferencias
significativas respecto a la distribución esperada en las jugadoras del mundial Sub20
(p=0.046), apreciándose una menor representación de las nacidas en el último trimestre.
En el resto de categorías se observa una tendencia similar, aunque sin llegar a la
significación. Podemos concluir por tanto, que a diferencia del masculino, no existe un
RAE marcado en el fútbol femenino de élite a nivel mundial, seguramente debido a la
menor competencia interna existente para conseguir una plaza, debido a la menor
cantidad de futbolistas aspirantes potenciales.
Palabras clave: fútbol femenino, efecto de la edad relativa,
jugadoras de élite
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fecha de nacimiento,
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
Abstract
The aim of this study was to analyze if a Relative Age Effect (RAE) exists in elite
female soccer players of different levels. In order to do this, the date of birth (DOB) of the
participants in the three big international championships of 2008 (n=888): Women´s
Olympic football tournament, U-20 Women´s World Cup and U-17 Women´s World Cup.
Their DOB was divided in quarters and semesters. Also the results were analyzed
depending on the nationality and the obtained results in the competition. We used the Chisquare statistical test. We could observe a tendency for soccer players born in the last
quarter to be underrepresented in the three championships, but this was only statistically
significant in the U-20 Women´s World Cup (p=0.046). Therefore, we can conclude that
although there may be a RAE in female elite soccer players, this cannot be confirmed in
this study. We hypothesise that RAE is not so clear in female players because the selection
processes are not so competitive compared to male soccer players, although more
significant differences may happen in the future.
Key Words: women’s soccer, relative age effect, birth date, elite players.
Laburpena
Lan honen helburua, mundu mailako elite emakumezko futbolean Adin
Erlatiboaren Efektua- Relative Age Effect (RAE)a gertatzen den ala ez aztertzea izan zen.
Horretarako, 2008ren hiru nazioarteko txapelketa nagusietako jokalarien (n=888)
jaiotegunak aztertu ziren: jaiotza datak seihilekotan eta hiruhilekotan banatuz. Baita ere,
jokalarien nazionalitatea, eta, sailkapenaren lortutako emaitzak kontutan hartu ziren. Chi2
izan da erabili dugun froga estadistikoa. Esandako hiru txapelketak Joku Olimpikoak,
20ez Beheko eta 17ez Beheko Munduko Txapelketak izan ziren. Lortutako emaitzek, 20ez
Beheko Munduko Txapelketako nesken jaiotegunak hiruhilekoaren eta nazionalitatearen
arabera, ezberdintasun esanguratsuak zituztela erakutsi zuten (p=0.046), itxoiten den
banaketarekin konparatuz. Horrela, azken hiruhilekoan jaiotako neskak gutxiago zegoela
esan daiteke. Beste mailetan joera berdintsua ikusi dezakegu, baina ezberdintasun
esanguratsuetara iritsi gabe. Beraz, gizonezkoen futbolean ez bezala, elitezko
emakumezkoen futbolean ez da RAE argi bat aurkitzen, joera nabaria egon arren. Arrazoia
emakume futbolarien artean konpetentzia txikiagoa egotea izan daiteke, aldiz
gizonezkoetan gaztetandik konpetentzia handia dago aukeraketa prozesuetan.
Gako-hitzak: emakumezkoen futbola, adin erlatiboaren efektua, jaioteguna, elitezko
futbola
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
1. Introducción
La fecha de nacimiento es uno de los factores más importantes en la selección de los
talentos deportivos para diversos deportes, ya que se ha observado que existe una estrecha
relación con el éxito deportivo (Musch & Grondin, 2001).
En categorías menores, la necesidad de dividir por edades a los jóvenes deportistas,
da pie a que se dé el conocido como “Efecto de la edad relativa” o RAE (Relative age
effect). Este concepto explica la diferencia de edad entre sujetos nacidos en el mismo grupo
de edad o categoría, por ejemplo entre uno nacido en Enero y otro en Diciembre del mismo
año. Esa diferencia parece estar relacionado con parámetros de maduración y crecimiento
tanto fisiológicos, como antropométricos (Carling, Gall, Reilly & Williams, 2009).
Existen múltiples investigaciones que afirman que es un factor muy relacionado con
el rendimiento deportivo (Baker, Horton, Robertson-Wilson & Wall, 2003), rendimiento
académico (Davis, Trimble & Vincent, 1980) y otros aspectos de índole psicológica
(Thompson, Barsnley & Dyck, 1999)
Así pues, varios autores afirman que el RAE influye de manera clara en la selección
de los jóvenes talentos deportivos, contribuyendo a su promoción a los niveles superiores
(Musch & Grondin, 2001; Sherar, Baxter-Jones, Faulkner, & Russell, 2007).
Existen evidencias de esto tanto en deportes individuales como el tenis (Edgar &
O’Donoghue, 2005), o colectivos como el Hockey hielo (Baker & Logan, 2007), el Fútbol
(Barnsley, Thompson & Legault, 1992), el Baloncesto (Delorme, & Raspaud, 2009) o el
Béisbol (Thompson, Barnsley & Stebelsky, 1991) de tal manera que se intuye una
distribución irregular del número de nacimientos con predominio de unos trimestres con
respecto a los otros (Musch & Grondin, 2001).
La consecuencia de todo esto, es que la selección de un deportista por nacer en una
determinada época del año podría discriminar a futuros talentos, quizá con condiciones
naturales mejores para el deporte en cuestión, pero cuyo estado de maduración y
desarrollo son inicialmente inferiores (Cobley, Baker, Wattie & McKenna, 2009).
Casi todos los estudios realizados sobre este tema en el mundo del fútbol han sido
realizados con varones (Pérez Jiménez & Pain, 2008), (Cobley, Schorer, & Baker, 2008),
(Gil, Ruiz, Irazusta, Gil & Irazusta, 2007) y (Helsen, Winckel, & Williams, 2005) donde el
RAE parece que tiene un efecto muy marcado. A pesar de ello, la influencia del RAE
también se ha constatado en las distintas categorías menores de la liga francesa femenina,
donde al contrario que lo que ocurre en varones, disminuye su efecto a medida que
aumenta el nivel de las jugadoras (Delorme, Boiché & Raspaud, 2009).
Así pues, nuestro objetivo en este estudio es determinar si existe influencia del RAE
en el fútbol femenino de élite a nivel mundial, para lo que hemos tomado como muestra las
integrantes de las selecciones nacionales de los países participantes en las tres grandes
competiciones internacionales del 2008: Los Juegos Olímpicos de Pekín, el Mundial
Sub20 y el Mundial Sub17.
2. Método
Para el estudio se han empleado las fechas de nacimiento correspondientes a las
jugadoras (n=888) de los equipos clasificados para los tres torneos de fútbol femenino más
importantes del año 2008. Estas tres competiciones analizadas han sido los Juegos
Olímpicos de Pekín (JJOO), el Mundial sub20 (Sub20) y el Mundial sub17 (Sub17).
Los datos necesarios para el estudio, es decir, la clasificación de las distintas
selecciones, fechas de nacimiento de cada jugadora así como país al que representan han
sido obtenidas directamente de la web oficial de la FIFA (Fédération Internacionale de
Football Association).
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Las fechas de nacimiento se agrupan por semestres y trimestres de la siguiente manera:
1º trimestre: Enero-Marzo; 2º trimestre: Abril-Junio; 3º trimestre: JulioSeptiembre y 4º trimestre: Octubre-Diciembre. (1º y 2º trimestre conforman el 1º
semestre y 3º y 4º trimestre hacen lo propio con el 2º semestre)
La única excepción a esto han sido las jugadoras de la selección de Inglaterra, ya que
en este país la fecha que se toma como inicio para las distintas categorías no es el 1 de
Enero como en el resto de países, sino el 1 de Agosto. Así pues, para las jugadoras inglesas
los trimestres se han agrupado como: 1º trimestre: Agosto-octubre; 2º trimestre:
Noviembre-Enero; 3º trimestre: Febrero-Abril y 4º trimestre: Mayo-Julio. (Así pues el 1º
semestre engloba los meses de Agosto a Enero y el 2º semestre de Febrero a Julio).
Consultas a equipos de fútbol de otros países de la Commonwealth nos
confirmaron que, salvo Inglaterra, el resto utiliza como fecha de inicio el 1 de Enero.
Los porcentajes de nacimientos en cada uno de los semestres y trimestres para los 3
torneos se han analizado por medio de la prueba estadística χ2, con el fin de encontrar RAE
en jugadoras de fútbol de élite y ver las diferencias entre los distintos torneos. Después, se
han analizado por separado los porcentajes de nacimientos por semestre y trimestre de
cada una de las selecciones participantes en cada torneo, para comprobar la relación entre
la nacionalidad y la fecha de nacimiento. Además, se han estudiado estos mismos
porcentajes en función del resultado obtenido por las jugadoras de cada selección en dicho
campeonato. Con este fin, se crearon grupo de equipos en función del resultado de la
siguiente manera:
Grupo 1º: Jugadoras de los equipos que han subido al pódium de la competición.
Grupo 2º: Jugadoras de los equipos que han sido eliminadas en los cuartos de final
además del equipo que ha finalizado el campeonato en 4º posición.
Grupo 3º: Resto de equipos participantes que no han alcanzado los cuartos de final.
La aplicación informática elegida para llevar a cabo estos análisis ha sido la hoja de cálculo
Microsoft office Excel 2007 y el programa estadístico Statistical Package or the Social
Sciences (SPSS; Software 15.0 233 Sth Wecker Drive, Chicago Illinoice).
3. Resultados
En la tabla 1 figura el grupo al que pertenece cada una de las selecciones en cada
torneo, en función de la clasificación obtenida.
Tabla 1. Grupo al que pertenece cada selección, según su clasificación obtenida en cada uno de los torneos.
GRUPOS Clasificación
1º
1º
2º
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JJOO
Brasil
2º
EEUU
3º
4º
Cuartos de
Final
Cuartos de
Final
Alemania
Japón
Sub20
EEUU
RPD de
Corea
Alemania
Francia
Noruega
Nigeria
Dinamarca
Suecia
Japón
Japón
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Sub17
RPD de Corea
EEUU
Alemania
Inglaterra
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Cuartos de
Final
Cuartos de
Final
Resto
Inglaterra
Canadá
Canadá
Brasil
República de
Corea
RD del
Congo
China
Noruega
Canadá
Méjico
Nueva
Zelanda
Argentina
Chile
Argentina
Resto
Resto
Resto
Resto
3º
China
Nigeria
RPD Corea
Resto
Resto
Resto
Nueva Zelanda
Ghana
Nigeria
Francia
Costa Rica
Nueva Zelanda
Paraguay
Colombia
Brasil
En la figura 1 se muestran el porcentaje de jugadoras nacidas en cada semestre en
cada uno de los 3 torneos analizados (n= 888). Se intuye una predominancia de las
nacidas en el primer semestre, caso que se da en las 3 competiciones, aunque no llega a ser
algo significativo (χ2(2)=1,45 ; p= 0,48).
Figura 1. Porcentaje nacimientos en 1º y 2º semestre en cada torneo.
En la figura 2, por su parte, se ve el porcentaje de jugadoras nacidas en cada uno de
los 4 trimestres según los 3 grandes torneos. No se observa una tendencia clara, aunque sí
se aprecia un menor número de futbolistas nacidas en el último trimestre del año,
independientemente de la categoría. Sin embargo, la distribución de los nacimientos no es
significativa (χ2(6)=2,06 ; p= 0,91).
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Figura 2. Porcentaje nacimientos en 1º, 2º, 3º y 4º trimestre en cada torneo.
3.1 Juegos Olímpicos
En el caso de los Juegos Olímpicos (n= 217), se observa en la Figura 3 la
heterogeneidad en la distribución del semestre de nacimiento de las jugadoras de cada una
de las selecciones. Desde porcentajes superiores al 60% del primer semestre en países tan
dispares como Nigeria, Noruega o Suecia, hasta todo lo contrario en Alemania o Nueva
Zelanda. En cualquier caso, el total, se acerca mucho al 50% para cada mitad del año
(50,7%-49,3%). La distribución no es significativa (χ2(11)=14,83 ; p= 0,190).
Figura 3. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su nacionalidad en los JJOO.
De la misma forma, en la figura 4, observando el porcentaje de nacimientos de cada
selección Olímpica en función del trimestre, se aprecia también la ausencia de una
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tendencia clara. Hay gran predominio del primer trimestre en algunos casos (RDP Corea:
44,4%), del segundo (Canadá: 38,9% China: 38,9% o Suecia: 36,8), del tercero (EEUU:
50,0%) e incluso del cuarto (Nueva Zelanda: 50,0%). Sin embargo, el total se distribuye en
torno al 25% para cada uno de los trimestres. La distribución no llega a ser significativa
(χ2(33)=45,42 ; p= 0,73).
Figura 4. Porcentaje nacimientos en cada trimestre en función de su nacionalidad en los JJOO.
Por otro lado, tal y como aparece en la figura 5, analizando la distribución de los
nacimientos en función de la clasificación de cada uno de los equipos, agrupados en los
grupos 1º, 2º y 3º (Ver tabla 1), se observa la predominancia de las nacidas en el segundo
semestre entre las jugadoras que han obtenido un mejor resultado (57,4%). Sin embargo la
distribución no es significativa (χ2(2)=3,057 ; p= 0,217).
Figura 5. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su clasificación en los JJOO.
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El mismo análisis pero en función de los trimestres, en la figura 6, muestra el
predominio del tercer trimestre (40%) para las futbolistas que han obtenido una mejor
clasificación, sin llegar a ser algo significativo (χ2(6)=11,77; p= 0,067).
Figura 6. Porcentaje de nacimientos en cada trimestre en función de su clasificación en los JJOO.
3.2 Mundial Sub20
En el Mundial Sub20 en particular (n=335), en semejanza al torneo Olímpico,
muestra una gran variabilidad en la distribución de los nacimientos por semestre de las
jugadoras de cada selección (figura 7). Predomina de forma notable el primer semestre,
con porcentaje superior al 60% en países como Alemania (66,7%), Argentina (65%),
Canadá (71,4%) Francia (61,9%) o Noruega (71,4%). El segundo por su parte es netamente
mayoritario (≥60%) en EEUU (60%), Méjico (66,7%) y RD del Congo (66,7%). De todas
formas no parece que la nacionalidad influya significativamente en la distribución de los
nacimientos por semestre (χ2(15)=20,204 ; p= 0,164).
Figura 7. Porcentaje de nacimientos por semestre en función de su nacionalidad en el Mundial Sub20.
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El mismo análisis, pero en función del trimestre (figura 8), nos arroja resultados tan
llamativos como predominios por encima del 50% del tercer trimestre, en EEUU (55%) y
Méjico (57,1%), y superiores al 40% en Brasil (45,5%).
También destaca la escasa presencia de jugadoras nacidas en el último trimestre del
año en Alemania (14,3%), Brasil (4,5%), Canadá (9,5%), EEUU (5%), Francia (4,8%),
Méjico (9,5%) o Noruega (4,8%), siendo en estos países el trimestre menos representado,
salvo en Méjico, por mucha diferencia.
Esta distribución muestra una significativa menor proporción de nacimientos en el
último trimestre del año con respecto al resto de trimestres (χ2(45)=62,066; p= 0,046)
Figura 8. Porcentaje de nacimientos en cada trimestre en función de su nacionalidad en el Mundial Sub20.
Analizando el porcentaje de nacimientos en función del resultado en el campeonato
(figura 9), podemos advertir un predominio del segundo semestre entre aquellas jugadoras
que alcanzaron un puesto de podio, así como una distribución equitativa entre las que
alcanzaron los cuartos de final más las semifinalistas que no subieron al podio. En el resto
de equipos, por el contrario, el primer semestre es el más representando. Sin embargo, no
parece que el semestre de nacimiento tenga relevancia en la clasificación que han tenida
las jugadoras (χ2(2)= 0,716; p= 0,699).
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Figura 9. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su clasificación en el Mundial Sub20.
Si por el contrario lo que tenemos el cuenta es el trimestre (figura 10), parece que el
cuarto está mucho menos representado que el resto (Especialmente entre las del grupo 1º)
pero esto no llega a ser algo significativo (χ2(6)= 7,633; p= 0,266).
Figura 10. Porcentaje de nacimientos en cada trimestre en función de su clasificación
en el Mundial Sub20.
3.3. Mundial Sub17
A diferencia de los torneos anteriormente analizados, el Mundial Sub17 (n=336), tal
y como se puede apreciar en la figura 11, muestra una distribución de nacimientos por
semestre menos heterogénea, siendo la primera mitad del año donde se registran de forma
mayoritaria los nacimientos de las jugadoras de los distintos equipos. Así pues, podemos
ver porcentajes superiores al 60% en el caso de Alemania (66,7%), Brasil (66,7%),
Colombia (71,4%), Dinamarca (71,4%), EEUU (61,9%), Francia (66,7%), Inglaterra (66,7%)
o la República de Corea (66,7%). En el caso contrario tan sólo aparece Ghana, con un
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71,4% de sus jugadoras nacidas en el 2º semestre del año. A pesar de todo, la distribución
de los nacimientos en función del semestre no es significativa (χ2(15)= 19,076; p= 0,210).
Figura 11. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su nacionalidad en el Mundial Sub17.
Si atendemos a los nacimientos en función de los trimestres (figura 12), la tendencia
es que, sobre todo el primer trimestre, aunque también el segundo, sean los más
representados. Por ejemplo, con porcentajes superiores al 40% para el primer trimestre
aparecen Alemania (42,9%), Brasil (47,6%), Colombia (42,9%) y República de Corea
(52,4%), así como Dinamarca para el 2º (47,6%). La excepción a dicha regla son sobre todo
los 2 países africanos del campeonato, Ghana (52,4% de sus jugadoras nacidas en el 3º
trimestre) y Nigeria (47,6% del 4º trimestre).
Así pues, parece que la tendencia en el Mundial Sub17 es que los trimestres más
representados sean por este orden: 1º  2º  3º  4º. A pesar de todo, dicha
distribución no llega a ser significativa (χ2(45)= 59,198; p= 0,076).
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Figura 12. Porcentaje de jugadoras nacidas en cada semestre en función de su nacionalidad en el Mundial
Sub17.
Por otro lado, atendiendo al porcentaje de nacimientos por semestre en función de
la clasificación de los distintos equipos (figura 13), se aprecia que es el primero el más
representado en todos los casos, independientemente del resultado obtenido.
La distribución no es significativa (χ2(2)=2,031; p= 0,362), por lo que se intuye que
la fecha de nacimiento de las jugadoras no influye en clasificación de los equipos.
Figura 13. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su clasificación
en el Mundial Sub17.
Por último, en la figura 14, se muestran la distribución de los nacimientos por
trimestres en función del resultado obtenido. La único claro es que el 4º trimestre es el
menos representado en cualquiera de los casos y que en las jugadoras que han obtenido
una peor clasificación, la distribución de nacimientos de los tres primeros trimestres es
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más homogénea que en las demás. En cualquier caso no es significativo la relación entre el
trimestre de nacimiento y la clasificación de las jugadoras (χ2(6)=5,510; p= 0,480).
Figura 14. Porcentaje de nacimientos en cada trimestre en función de su clasificación en el Mundial Sub17.
4. Discusión
Con los datos tratados en nuestro estudio, no hemos observado que exista un RAE
marcado, por lo que parece que la fecha de nacimiento no tendría por qué ser un factor
determinante en la selección de talentos deportivos en el fútbol femenino de élite.
A diferencia del masculino, donde la influencia del RAE ha sido señalado por varios
autores tanto en categorías menores como en profesionales (Pérez Jiménez & Pain, 2008);
(Cobley, Schorer, & Baker, 2008); (Gil, Ruiz, Irazusta, Gil, Irazusta, 2007); (Helsen,
Winckel, & Williams, 2005), en el femenino de más alto nivel (Los Juegos Olímpicos) no
encontramos diferencias significativas entre las distribuciones por semestres y trimestres
calculadas con respecto a las esperadas, ni teniendo en cuenta la nacionalidad ni el
resultado obtenido en el torneo (figuras 3-6). Tampoco vemos diferencias entre las fechas
de nacimiento comparando unos torneos con otros (figuras 1 y 2).
Una de las posibles explicaciones a la ausencia del RAE que hemos visto en el fútbol
femenino de élite a nivel mundial, podría ser el temprano desarrollo y maduración de las
féminas en comparación con los varones. Este hecho podría suponer que todas la
jugadoras se encontrarían en un nivel de maduración similar alcanzado antes de ingresar
en las primeras etapas de promoción de las categorías menores, lo que anularía la
discriminación que supone el RAE. Sin embargo descartamos la idea ya que otros autores
(delorme, Boiché & Raspaud, 2009), sí encontraron RAE en diferentes categorías menores
de la liga francesa femenina, aunque curiosamente encontraron que su efecto era menor a
medida que aumentaba el nivel de las jugadoras (lo contrario de lo que ocurre en varones).
Esto último va en consonacia con la ausencia de RAE en nuestro estudio, que analiza las
jugadoras de mayor nivel mundial.
La explicación que nosotros encontramos es que el fútbol femenino de alto nivel
aún carece del peso e importancia del masculino, lo que se refleja sobre todo en un menor
número de practicantes y aspirantes a futbolista. Esta menor cantidad de aspirantes hace
que no sea necesaria una selección de talentos tan marcada como en el fútbol masculino,
ya que hay las mismas plazas para un número menor de potenciales jugadoras. De esta
manera, la edad relativa no tiene una influencia tan negativa, discriminando a las nacidas
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en los últimos meses del año, a priori menos desarrolladas y con menor experiencia, ya que
la competencia por los puestos del equipo es mucho menor.
A pesar de todo, aunque no se obtengan resultados significativos en este aspecto, si
llama la atención las tendencias que se pueden observar, sobre todo la escasa
representación de las jugadoras nacidas en el último trimestre, que se dan en los tres
torneos analizados.
Sin embargo, en el mundial Sub20 sí podemos extraer un dato valioso: Existen
diferencias significativas en la distribución de nacimientos por trimestres teniendo en
cuenta la nacionalidad (p=0,046) (figura 8). Parece claro que la tendencia que se observa
es que las jugadoras nacidas en los primeros meses se encuentran más representadas que
las del último trimestre.
La tendencia, es decir, menor representación del cuarto trimestre, se mantiene si
analizamos las fechas de nacimiento según el resultado obtenido, donde curiosamente las
que mejor clasificación han obtenido en el Mundial, menor es la cantidad de jugadoras del
último cuarto del año (Figura 10). Podría interpretarse como que en esos equipos de mayor
nivel, existió una mayor competencia para alcanzar un puesto, y por tanto se pudo darse
un “Efecto de la edad relativa”. Sin embargo, que sea el tercer trimestre el más
representado y no el segundo ni el primero, amén de que dicha distribución no llega a la
significación parecen descartar esta idea.
Por último el Mundial Sub17 aporta otro dato interesante, que parece confirmar lo
observado en el Mundial Sub20. En la distribución por trimestres en función de la
nacionalidad, sin llegar a ser significativa, se acerca mucho, y mantiene la tendencia
anteriormente señalada de la menor representación del cuarto trimestre respecto a
trimestres anteriores (figura 12). Lo mismo se aprecia viendo la clasificación de los
equipos, donde los peor clasificados tienen una mayor homogeneidad en la distribución de
los nacimientos (figura 14). Esto parece achacable a que esa peor clasificación sea debida a
un menor nivel de equipo. Esto podría ser consecuencia de una menor tradición
futbolística de los países en cuestión y por tanto una menor exigencia a la hora de
conseguir un puesto que en los países mejor clasificados, a priori con mayor nivel
deportivo y por tanto mayor competencia interna. De esta forma, la menor competencia
interna por una plaza elimina la discriminación que supone el competir por un puesto
contra futbolistas de mayor edad relativa, y por tanto iguala la cantidad de jugadoras
nacidas en los diferentes periodos del año.
5. Conclusiones
No se encuentran diferencias en la distribución de nacimientos por trimestres ni
semestres, entre las jugadoras participantes en los tres torneos analizados.
No existe un efecto de edad relativa en el fútbol femenino a nivel mundial en
categoría absoluta, aunque si hay indicios de que exista en las categorías menores, en
especial entre las de categoría Sub20, siendo en el Sub17 apreciable una tendencia en ese
sentido.
La distribución de los nacimientos no parece tener influencia sobre la clasificación
obtenida por los equipos, ni por trimestres ni por semestres, en ninguno de los torneos.
Así pues, concluimos que la realidad del fútbol femenino de élite a nivel mundial es
muy diferente al masculino, donde el efecto de la edad relativa es muy marcado
consecuencia de una mayor competencia derivada del mayor número de futbolistas
aspirantes.
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Agradecimientos
J.S.C es becario del Departamento de Educación, Universidades e InvestigaciónHezkuntza, Univertsitate eta Ikerketa Saila del Gobierno Vasco- Eusko Jaurlaritza
(BFI08.51)
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Índice
CAPÍTULO 10
ANÁLISIS DE VARIABLES CARDIORESPIRATORIAS EN UN EQUIPO DE
BALONMANO FEMENINO DE ELITE, A LO LARGO DE UNA TEMPORADA
DEPORTIVA, EN FUNCIÓN DEL PUESTO ESPECÍFICO DE JUEGO
Blasco, E. y Huertas, F.
Universidad Católica de Valencia. San Vicente Mártir
[email protected]
Resumen
El objetivo del presente trabajo está enfocado al análisis de un área de conocimiento
del balonmano femenino como es el rendimiento fisiológico de la jugadora y su capacidad
de adaptación a las cargas de entrenamiento que se le aplican durante la temporada. En
este sentido, trataremos de mejorar en el conocimiento de los parámetros
cardiorrespiratorios; en un contexto muy típico en el entrenamiento de los equipos de elite
del balonmano nacional: los modelos de entrenamiento estructurado, también conocidos
como “integrados”. Para ello hemos realizado un estudio descriptivo, con tres momentos
de testación (inicio, mitad y final de temporada). En el cual se analiza la evolución de
ciertos parámetros cardiorrespiratorios relacionados con la capacidad de rendimiento de la
jugadora de balonmano en función del puesto específico que juegue (primera línea,
segunda línea y porteras), llevado a cabo a lo largo de una temporada deportiva en la que
se ha seguido una metodología de entrenamiento integrado sin control de cargas.
Palabras Clave: Balonmano, Elite, Entrenamiento, Fisiología.
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1. Introducción
La mejora del rendimiento deportivo es uno de los principales ámbitos de estudio
en el área de la actividad física y deportiva, contemplando un enfoque pluridisciplinar de
los factores (cognitivos, técnico-tácticos, físicos y psicológicos) que condicionan el
rendimiento deportivo. De este interés por la mejora del rendimiento, ha surgido la
necesidad de un conocimiento en profundidad de los aspectos que intervienen en la
competición deportiva, recurriéndose cada vez más al empleo del método científico como
base para el progreso de los mismos.
La intervención del método científico no ha abarcado todas las áreas de la
competición con igual importancia, dándosele más relevancia entre ellas, a la táctica
(sistemas de juego), técnico-táctica individual (lanzamiento principalmente) y el portero.
Estas áreas son de gran relevancia en el balonmano, pero no hay que olvidar otras como el
rendimiento físico, el cuál depende también de factores genéticos, estructurales,
fisiológicos, biomecánicos y psicológicos. Por lo que llegado a este punto, nos planteamos
qué tipo de deporte es el balonmano a nivel físico o fisiológico; teniendo como punto de
partida que es un deporte marcado por cambios de velocidad constantes, donde
predominan las acciones explosivas de alta intensidad y corta duración ( 1x1, lanzamientos,
fintas…) enmarcadas en un contexto aeróbico ( 30’ cada parte). Por lo que se podría
afirmar que el balonmano, es un deporte con base aeróbica, cuyas acciones más ejecutadas
para el resultado son de tipo anaeróbico aláctico. Estas acciones explosivas serán más
marcadas o utilizadas dependiendo del puesto específico en el que se juegue. En esta línea
Konzäk y Schäke (1981), se interesaron por los porcentajes de tiempo utilizado a distintas
velocidades de los componentes funcionales que aparecen en el juego, según el puesto
específico ocupado por el jugador (Gráfica 1.1).
Figura 1. Porcentajes de las velocidades según puestos específicos (Konzäk y Schäke, 1981).
En esta misma línea se destacan las aportaciones de otros autores como García
Cuesta (1982) que estudió las distancias recorridas en competición internacional
masculina absoluta y la velocidad del desplazamiento observándose la distribución de
metros por demarcación en la tabla 1 La media de todos los puestos sería 3498 metros.
Tabla 1. Metros recorridos en un partido de competición España-R.F.A. (García, 1982).
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Lateral
Derecho
2857 m
Lateral
Izquierdo
3464 m.
Pivote
Extremo
Izquierdo
3557 m.
3531 m.
Extremo
Derecho
4083 m.
Media
3498 m.
La magnitud total de los metros recorridos durante un encuentro, hace ver la
importancia de poseer una buena base aeróbica en los jugadores de balonmano. Como se
ve en la tabla anterior, se puede observar que los puestos que más metros recorren son los
extremos; pudiendo deberse a que son aquellos que salen en contraataque en primera
oleada e incluso en segunda junto con el pivote que sirve de apoyo. Por otro lado los que
menos recorren son las primeras líneas, debido a que juegan más en ataque posicional y se
realizan más cambios ataque-defensa en estos puestos.
Dependiendo por tanto del puesto específico en el que juguemos, las acciones
motrices se van a realizar a mayor o menor velocidad con independencia del estilo de juego
que se posea. Por lo que es necesario conocer los componentes funcionales de este deporte
y mejorar el conocimiento de las fuentes de energía en el balonmano. Para ello, en la
actualidad podemos utilizar varios indicadores fisiológicos de marcada fiabilidad, como la
frecuencia cardiaca (FC) que es uno de los indicadores fisiológicos más utilizados en el
control del entrenamiento y la competición en balonmano. Su interés estriba en la utilidad
de la FC para estimar el consumo de oxígeno (VO2), constituyendo un parámetro útil para
conocer el grado de intensidad del esfuerzo realizado como indican Barbero (1998),
Chirosa (1996) y Czerwinski (1993). Teniendo en cuenta lo anterior, autores como Korner
(1979) o Barbero (1998) destacan que la FC es un indicador muy válido para medir las
adaptaciones inmediatas al entrenamiento en los deportes de equipo, teniendo en cuenta,
como resalta González (2001), que la FC es un índice bastante fiable de la intensidad del
ejercicio en deportes de carácter intermitente.
Otro indicador de gran fiabilidad en el mundo deportivo es el consumo máximo de
oxígeno (VO2max). En las disciplinas del equipo (deportes acíclicos) los valores de VO2max es
mayor que los encontrados en la población sedentaria en general (Bangsbo, 1994, Novak et
al. 1978; Probst et al. 1989; Rico-Sanz, 1997; Withers et al. 1977), pero no llegan a niveles
tan elevados como en las disciplinas de resistencia (García et al, 2003). Los estudios de
diferentes autores centran el VO2max entre 57-58. mil/min/Kg para los jugadores de campo
y 46-48 mil/min/Kg para los porteros de balonmano (Gutiérrez, 1987).
Es importante señalar la utilidad del conocimiento del VO2max para el control del
entrenamiento, pero es necesario conocer además, al igual que la FC, otras variables como
el porcentaje de VO2max y de FC que se tiene en el umbral aeróbico y el umbral anaeróbico,
para así poder utilizarse en el entrenamiento deportivo.
Una vez partimos del conocimiento de qué deporte estamos tratando debemos tener
en cuenta que las ciencias del deporte son aún jóvenes, por lo que en los deportes de
equipo, en concreto en el balonmano, es muy frecuente encontrarse con déficits en el
ámbito del entrenamiento deportivo; sobre todo se hace vigente en una deficiente
planificación y cuantificación de las cargas de entrenamiento. Sin embargo, en los últimos
años se ha conformado como metodología dominante el denominado paradigma o método
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integrado, definido por Antón (2002) como una preparación integral física-técnica y
táctica consistente en favorecer el desarrollo de las cualidades en el contexto en que
intervienen en competición.
Por lo que en este estudio, nuestro objetivo es analizar la evolución de los
indicadores fisiológicos (FC y VO2max) en función del puesto específico en el que se juega a
lo largo de una temporada deportiva, sometidas a un modelo de entrenamiento integrado
sin cuantificación de cargas.
2. Método
2.1. Participantes
En este estudio han participado un total de quince jugadoras (edad media de 26.6
+3.6), de la máxima categoría femenina de balonmano, la liga ABF. Entrenaban de 4 a 7
ses/sem y compitiendo de una (liga nacional) a 2 (Liga más copa de Europa) veces por
semana (según lo indicado antes), dependiendo del momento de la temporada. Las
jugadoras son nacionales e internacionales por varios países: España, Polonia, Croacia,
Hungría y Servia y Montenegro, por lo que a los partidos y entrenamientos realizados con
el equipo habrá que sumar los desarrollados con las respectivas selecciones nacionales.
2.2. Instrumentos y medidas
Durante la temporada 2006 – 2007, todas las jugadoras se sometieron a tres
pruebas de esfuerzos realizadas en laboratorio, sobre tapiz rodante. En el laboratorio, la
pruebas se realizaron en una sala ventilada que permite mantener una temperatura
ambiente entorno a los 21º. Se realizó un electrocardiograma (ECG), previo a la prueba, en
decúbito y en ortostatismo (será el basal durante la prueba de esfuerzo).
Para la realización de las pruebas en el laboratorio el material empleado fue:
- Cinta ergométrica o tapiz rodante, para pruebas de esfuerzo con velocidades de
marcha entre 0.1 y 30 Km/h y regulación de inclinación entre 0 y 20%; un monitor de
visualización de la actividad cardiaca.
- Un sistema para el registro del ritmo cardíaco. El sistema consta de una banda
torácica, una unidad de transmisión y una unidad de recepción. El transmisor
capta las señales de ECG por medio de los contactos que hay alojados en la banda
torácica a la que va unido, procesa los datos y los envía al receptor. Éste, por su parte, se
encuentra conectado a un PC, lo que permite almacenar los valores de frecuencia cardiaca
y visualizarlos por pantalla.
2.3. Procedimiento
El protocolo de esfuerzo empleado fue de tipo progresivo, triangular y máximo con
estadios de 1 minuto de duración, con inclinación fija de 1.5% e incrementos de 1 km/h de
velocidad a partir de 6 km/h hasta 16 km/h y posteriores aumentos de la pendiente en un 1
% en cada estadio, valorándose de forma continua durante toda la prueba los parámetros
ergoespirometrícos, electrocardiográficos y de tensión arterial.
La prueba comienza con una velocidad inicial de 6 km/h, después de que el sujeto
lleve un par de minutos andando en el tapiz para acomodarse a la prueba. Durante la
prueba, se registrarán al menos tres derivaciones de forma continua y se realizará el
registro de 12 derivaciones en el momento de máximo esfuerzo, también se registrará
durante la fase de recuperación (3-5 minutos) hasta que la jugadora se encuentre
nuevamente en situación basal.
Todos los sujetos acudían a las pruebas con las mismas condiciones de cargas de
entrenamiento del día anterior, sesión de estiramientos, dejando veinticuatro horas de
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descanso entre el último entrenamiento y la realización de la prueba de esfuerzo.
Realizaban la prueba por la mañana tras desayunar dos horas antes y realizar a cada
jugadora una analítica y una exploración clínica para detectar cualquier patología
excluyente.
2.4. Diseño
El estudio diseñado hace referencia a una investigación descriptiva longitudinal de
las adaptaciones cardiorrespiratorias que se acometen en tres momentos diferentes de
testación. Nos hemos limitado a medir, observar lo que ocurre y describir los hechos
observados desde el inicio de una temporada deportiva hasta el final de ésta. Debido al
carácter de los datos manejados se ha podido aplicar un análisis cuantitativo.
Respecto al objetivo de estudio, nuestro interés estriba en intentar dar una
explicación al proceso estudiado, por lo que se adquiere un carácter explicativo dentro del
estudio.
Las variables dependientes seleccionadas fueron las siguientes variables
cardiorespiratorias:
1. La frecuencia cardiaca en el umbral aeróbico (FCUAe).
2. La frecuencia cardiaca en el umbral anaeróbico (FCUAn).
3. La frecuencia cardiaca máxima (FCmáx).
4. El porcentaje del consumo máximo de oxígeno en el umbral aeróbico (%VO2UAe).
5. El porcentaje del consumo máximo de oxígeno en el umbral anaeróbico.
(%VO2UAn).
6. El consumo máximo de oxígeno (VO2max).
Por otro lado, la variable independiente del estudio fue el momento de testación de
la temporada en que se ha realizado la valoración funcional, teniendo tres momentos:
1. Inicio de temporada
2. Mitad de temporada
3. Final de temporada
2.5. Análisis estadístico
Se realizó una estadística descriptiva del conjunto de parámetros analizados
mediante el paquete estadístico SPSS 14.0.
En cuanto la estadística inferencial, en primer lugar se realizó la prueba de
Kolmogorov – Smirnoff para comparar la distribución acumulada de una variable
continua con las distribuciones teóricas de la ley normal, de esta manera se comprueba la
normalidad de la muestra y la posibilidad de utilizar test estadísticos de tipo paramétrico o
no paramétrico.
A continuación se empleo el test para variables relacionadas de datos pareados para
estudiar la existencia de diferencias significativas en cada una de las variables antes, a
mitad y al final de la temporada.
Además se aplico un análisis de varianza (ANOVA) de un factor para estudiar la
existencia de diferencias en los resultados de las variables dependientes según la
demarcación de la jugadora. Señalar que el nivel de significación en cada uno de los test
estadísticos utilizados se estableció en p< 0,05.
3. Resultados
Los resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnoff fueron positivos (normalidad
de la muestra) permitiendo la realización de pruebas paramétricas. A continuación en la
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tabla 2 se muestran los estadísticos descriptivos de todas las variables dependientes según
el momento de la temporada en la que se testaron:
Tabla 2 Estadísticos descriptivos de las variables dependientes con la
media y la desviación típica (Dt).
N = 15
Test I
Test II
Test III
FCmáx
189 (12.3)
184.53 (10.1)
185.53 (12.5)
FCUAe
140.4 (12.9)
139.8 (9.6)
136.6 (11)
FCUAn
167.6 (11.4)
172.73 (10)
173.8 (14.8)
%VO2UAe
59.07 (2.7)
58.99 (5)
59.19 (3.9)
%VO2UAn
85.35 (3.6)
87.77 (3.9)
86.94 (3.2)
VO2máx
41.11 (4.2)
42.71 (3.9)
43.25 84.2)
A continuación se realizó un análisis de varianza, para comparar las mejoras
significativas existentes según el puesto específico en el que se juega, en cada uno de los
momentos de la temporada testados. Además para saber entre qué demarcaciones
específicas se establecen dichas diferencias, se realizaron comparaciones múltiples posthoc o comparaciones a posteriori.
Se dio el valor 1 a las jugadoras de primera línea, 2 a las de segunda línea y 3 a las
porteras. Se tomó la variable puesto específico como variable independiente y las
características cardiorrespiratorias en los tres momentos de medición como variables
dependientes. En la tabla 2 se ha realizado un análisis de varianza en las variables
cardiorrespiratorias en el umbral aeróbico en comparación con los puestos específicos.
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Tabla 2 Análisis de varianza para las variables cardiorrespiratorias en el umbral aeróbico (FCUAe
(ppm),%VO2UAe (ml/min/kg)). SC (suma de cuadrados), MC (Media Cuadrática)
SC
F
gl
MC
Sig
FCUAe I
,933
0,7
Inter-grupos
26,7
2
FCUAe II
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
2304,8
2331,6
169,3
12
14
FCUAe III
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
1125
1294,4
100,9
12
14
1608,6
1709,6
5,2
12
14
13,3
192,1
2
84,6
0,9
,431
93,7
2
50,4
0,3
,694
Intra-grupos
Total
%VO2UAeI Inter-grupos
134,1
2
2,6
0,3
,739
%VO2UAeII
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
102,2
107,5
67,1
%VO2UAeIII
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
283,2
350,3
Intra-grupos
Total
213,3
213,3
12
14
8,5
2
33,5
1,4
,279
,998
12
14
,1
23,6
2
12
14
,1
,01
17,7
No se han encontrado diferencias significativas (p<,05), en referencia al análisis de
varianza realizado en las variables cardiorrespiratorias, en el umbral aeróbico en ninguno
de los momentos testados, ni en la prueba post hoc para denotar las diferencias por
puestos específicos. Aunque no haya diferencias significativas (p>,05) en las figuras 2.1 y
2.2 se muestran las diferencias en el UA según el puesto específico.
Figura 2 Medias de la frecuencia cardiaca en el UA en los tres test según puesto específico.
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Figura 3 Medias del porcentaje del consumo máximo de oxígeno en el UA en los tres
test según puesto específico.
En la tabla 3 se muestra el análisis de varianza para las variables
cardiorrespiratorias en el umbral anaeróbico.
Tabla 3. Análisis de varianza para las variables cardiorrespiratorias en el umbral anaeróbico FCUAn (ppm),
%VO2UAe (mil/min/Kg).
SC
Sig
FCUAnI
Inter-grupos
1776,2
1847,6
190,1
12
14
FCUAnII
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
1224,8
1414,9
81,1
12
14
FCUAnIII
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
3015,2
3096,4
76,9
12
14
%VO2UAnI
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
111,1
188,1
31,9
12
14
,790
,421
,853
,043
71,3
Intra-grupos
Total
%VO2UAnII
Inter-grupos
,388
%VO2UAnIII
,148
gl
MC
F
35,6
,24
95
,93
40,5
,161
2
148
2
192
2
251,2
2
186,6
218,6
40,7
12
14
Intra-grupos
Total
108,3
149,1
12
14
4,15
15,9
1,03
9,2
2
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
38,4
15,5
2
20,3
2,25
9
Como se muestra en la tabla 3 se determina que el consumo máximo de oxígeno en
el umbral anaeróbico al inicio de temporada muestra diferencias significativas (p<,05);en
el resto de variables analizadas no se ha encontrado nada significativo (p>,05). Se realiza la
prueba post hoc para determinar donde se encuentra la diferencia significativa (p<,05),
mostrándose una diferencia significativa (p<,05) entre la primera línea y la segunda línea,
y entre la segunda línea y las porteras. A continuación se puede ver las diferencias entre
puestos en las figuras 4 y 5.
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Gráfico 4. Medias de la frecuencia cardiaca en el UA en los tres test según puesto específico.
Gráfico 5. Medias del porcentaje del consumo máximo de oxígeno en el UA en los tres test según puesto
específico.
En la tabla 4 se muestra un análisis de varianza para las variables
cardiorrespiratorias máximas, frecuencia cardiaca y consumo máximo de oxígeno.
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Tabla 4. Análisis de varianza para las variables cardiorrespiratorias máximas (FCmáx (ppm), VO2max
(mil/min/kg))
SC
F
Sig
FCMAXI Inter-grupos
gl
MC
148,5
2
74,2
,445
Intra-grupos
Total
FCMAXII Inter-grupos
2001,5
2150
278,6
12
14
2
166,7
Intra-grupos
Total
FCMAXIII Inter-grupos
1159,0
1437,7
234,1
12
14
2
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
1983,5
2217,7
38,2
12
14
Intra-grupos
Total
VO2MAXII Inter-grupos
Intra-grupos
Total
VO2MAXIII Inter-grupos
,651
139,3
1,44
,274
96,5
117
,708
,512
VO2MAXI
165,2
2
19,1
218,0
256,3
40,2
12
14
2
18,1
174,1
214,4
40,6
12
14
2
14,5
215,6
256,2
12
14
17,9
1,05
,379
20,1
1,38
,287
,355
Intra-grupos
Total
20,3
1,13
En la tabla 4 no se encuentran diferencias significativas en las variables cardiacas
máximas según el puesto específico en el que se juegue. Tras realizar el post hoc tampoco
se encuentran diferencias significativas entre los puestos específicos en ningún test. Por lo
que no existen características cardiorrespiratorias diferenciadoras en las jugadoras de esta
muestra en cuanto al puesto específico en el que desarrollen su juego como se muestra en
las gráficas siguientes:
Figura 6. Medias de la frecuencia cardiaca máxima en los tres test según puesto específico.
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Figura 7. Medias del consumo máximo de oxígeno en los tres test según puesto específico.
4. Discusión
Una vez estudiadas las diferentes variables cardiorrespiratorias en los diferentes
momentos de testación, teniendo como concepto base que el balonmano es un deporte
aeróbico con pinceladas anaeróbicas. Es necesario señalar que la parte de la discusión de
esta investigación ha sido estructurada en tres apartados que se corresponden con el
método utilizado, la muestra estudiada y los resultados obtenidos.
4.1. Discusión del método
La ergoespirometría ofrece la posibilidad de estudiar tanto el sistema respiratorio
como el cardiovascular de forma simultánea y en condiciones de estrés físico (Chicharro et
al. 2003).
Las pruebas de esfuerzo en laboratorio se realizan en un ambiente controlado en la
que se utilizan equipos y protocolos que simulan con validez, fiabilidad y especificidad la
gestoforma propia de la actividad deportiva. Por lo que las pruebas de laboratorio tienden
a ser más fiables y precisas, ya que suelen garantizar la constancia de algunas variables que
pueden influir en el resultado de las pruebas (temperatura, humedad, intensidad y
ambiente tranquilo, etc.). Permiten mediciones con aparatos más sofisticados.
Al ser una prueba progresiva es una de las más apropiados para la medición del
VO2max ya que es considerado como un índice de la capacidad del sistema cardiovascular
para enviar sangre a todo el cuerpo (gasto cardíaco) y de la capacidad de extracción tisular
(diferencia arterio-venosa de oxígeno) (Martínez, 2004).
Además podemos medir otras variables, de gran relevancia para el control de la
condición física aeróbica, como el umbral anaeróbico y la evolución de la frecuencia
cardiaca a medida que aumenta la intensidad del esfuerzo. Dejando a un lado la
controversia entre la realización de una prueba de esfuerzo en laboratorio o una prueba de
campo. Se eligió la primera opción por no disponer de medios suficientes para medir en la
pista las características de las jugadoras; y porque la bibliografía existente denota que las
pruebas de laboratorio poseen más objetividad que las de campo. Aunque hay que señalar
que éstas no son tan específicas como las de campo, para el balonmano por el tipo de
demanda física que realizan las jugadoras (esfuerzos acíclicos – intermitentes), no estando
por tanto acostumbradas al tipo de demandas que exige una prueba de laboratorio
(esfuerzo cíclico y continuo). Por lo que puede ocurrir que las adaptaciones
experimentadas, a lo largo de una temporada, a nivel fisiológico no puedan ser medidas en
su totalidad en este tipo de pruebas. De aquí surge la necesidad en el balonmano del diseño
de test específicos, que cumplan el requisito de atender a las demandas físicas propias de
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este deporte; para ello sería necesario por ejemplo la utilización de sistemas portátiles para
el control in situ de las demandas del balonmano o el control de variables fisiológicas (FC,
lactatos,..) en la propia competición. Si se midiera el rendimiento de esta manera, más
específica, se podría ver mayor transferencia entre la metodología de entrenamiento,
integrado, y la forma de medir el rendimiento. Ya que se puede deber la ausencia de
diferencias significativas, a que se entrena de forma integrada y se controla de forma
analítica y de esta forma existe menos transferencia. Quizás si se entrenase de forma
analítica el patrón de la carrera, se pudiesen obtener mayores diferencias significativas en
los resultados de los test, por lo que es un punto a tener en cuenta a la hora de interpretar
los datos de los test realizados.
4.2. Discusión de la muestra
La muestra de sujetos puede considerarse como perteneciente a la elite que
participa habitualmente en competiciones de balonmano femenino internacional. El nivel
de las jugadoras estudiadas es muy homogéneo, ya que todas han participado en
competiciones internacionales con la Selección Nacional de Balonmano Femenino de sus
respectivos países en distintas categorías a lo largo de su carrera deportiva, y también en
competiciones internacionales de clubes. La mayoría de los estudios sobre deportistas de
elite analizados en este proyecto tratan con una muestra pequeña pero homogénea como es
el caso de nuestro estudio.
Las muestras son tan pequeñas porque investigar con equipos de elite tiene una
serie de características propias (los clubes te suelen dar poca flexibilidad en los estudios,
poco margen para experimentar,…pero por otro lado se posee mayor control sobre las
variables con que se trabajan), además de una mayor exigencia a los deportistas por la
profesionalidad a la que están sometidos.
4.3. Discusión de los resultados
Respecto al estudio de las diferencias encontradas según el puesto específico dónde
se juegue, nuestros resultados muestran que sólo se encontraron diferencias significativas
(p<0,05), relacionadas con la demarcación, en el consumo máximo de oxígeno medido al
principio de temporada. En el resto de variables no se encuentran diferencias en ningún
momento de la temporada que se ha llevado a cabo las mediciones. La mayoría de los
estudios como Alonso et al (1991), Czerwinski (1993), Manchado (2005) sí encontraron
tales diferencias en variables cardiorrespiratorias, sobre todo en la evolución de la FC
según el puesto de juego, ya que las demandas físicas son diferentes, se aprecian grandes
diferencias en la frecuencia cardiaca obtenida durante el partido, debido, entre otros
factores, al tiempo que están en el campo, a la diferente aptitud física y al puesto que
ocupan (González C. et al. 2001). Pero también hay estudios que corroboran nuestro
estudio: Marique (1987), Kunst (1983), Torrescusa (1986) realizan pruebas físicas a
jugadores/as de balonmano clasificándolos por puestos sin obtener diferencias
significativas entre ellos, debido a la falta de especificidad de los test y la poca
transferencia existente. Es importante señalar que las jugadoras españolas se han podido
dedicar profesionalmente a este deporte desde hace pocos años, al contrario que las
jugadoras nórdicas que poseen sueldos exorbitados y reconocimiento social. Además las
escuelas de formación españolas no poseen un modelo a seguir, con unas directrices claras
de qué tipo de jugadoras se desean formar para las ideas de juego de nuestro país. En
cambio en los países nórdicos tienen muy claro la línea a seguir, en la formación de sus
jugadoras, para que cuando alcancen la elite estén al nivel deseado físicamente,
psicológicamente, técnico y tácticamente. Queda reflejado tras la explicación anterior, qué
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se está comenzando en los estudios nacionales en el ámbito del balonmano femenino. Por
tanto, es necesario saber que perfil poseen las jugadoras de elite españolas; para así poder
partir de éste para la formación de la base y también señalar que carencias poseen, para
poderlas remediar mediante el entrenamiento sistematizado y controlado. De ahí la
necesidad de plantear estudios de campo con mayor especificidad, para un mayor control
del rendimiento y mayor transferencia con la metodología de entrenamiento llevado a cabo
en el balonmano.
5. Conclusiones
En primer lugar destacar que las jugadoras de balonmano no han sido el centro de
estudio por excelencia en el ámbito de investigación, siendo en gran medida en el campo
masculino. Es importante señalar que además, dentro de los estudios realizados las áreas
tácticas han adquirido mayor relevancia.
Por lo que nuestra pequeña aportación a esta línea de investigación sobre el
balonmano femenino, sería que se ha obtenido como conclusión: no existen diferencias
significativas a excepción del consumo de oxígeno al inicio de temporada entre los puestos
específicos de juego (primeras líneas, segundas líneas y portero).
6. Referencias
Antón, J. (2002) Balonmano: Táctica Grupal Defensiva. Concepto, estructura y
metodología. Barcelona: Grupo Editorial Universitario.
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durante un partido de balonmano. Madrid: Real Federación.
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Barbero, C. (1998). El entrenamiento de los deportes de equipo basados en estudios
biomecánicos (Análisis Cinemática) y fisiológico (Frecuencia Cardiaca de la
competición. Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital, 3, 11.
Chicharro, J.L. y Fernández, V. (2003) Fisiología del ejercicio. 2ª Edición. Madrid:
Panamericana.
Chirosa, L.J. (1996). Variables que determinan la preparación física en el balonmano.
Características, concepto y aplicación del entrenamiento complejo del juego. I
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Andaluz del Deporte, 409.
Czerwinski, J. (1993). El Balonmano: Técnica, Táctica y Entrenamiento. Barcelona:
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García, J. (1982). Estudio realizado en el partido España – R.F.A del Mundial de Holanda
En: Balonmano C.O.E. (1991). Madrid: Real Federación Española de Balonmano,
294.
García, J., Villa, J.G., Rodríguez, J.A., Morante, J.C., Álvarez, E. y Jover, R. (2003).
Aplicación de un test de esfuerzo interválico (Test de Probst) para valorar la
cualidad aeróbica en futbolista de la liga española. Apunts. Educación Física y
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Índice
CAPÍTULO 11
RELACIÓN DE LA EDAD CON LA TENSIÓN ARTERIAL Y FUERZA PRENSIL MANUAL
EN MUJERES MAYORES PRACTICANTES DE ACTIVIDAD FÍSICA REGULAR
Ruiz Montero, P.J. , Conejo Sobrino, J. A., Castillo Rodríguez, A. y Leiva Arjona, J.
[email protected]
Resumen
En el presente estudio descriptivo se pretende relacionar el nivel de fuerza de
prensión manual, el peso corporal y la tensión arterial en mujeres adultas y mayores con la
edad. Para ello se ha utilizado una muestra formada por 39 mujeres, todas ellas
practicantes de actividad física de manera regular. Las edades están comprendidas entre
los 58 y 78 años y pertenecen a poblaciones con un número de habitantes inferior al de
3500 personas. Las participantes realizaron un programa específico de fuerza con una
duración de dos meses. Al termino de la misma se les realizó un prueba de fuerza manual
mediante prensión con un dinamómetro con ambas manos, se tomó el peso corporal y la
tensión arterial de manera individual. Los resultados obtenidos muestran como las
mujeres de menor edad presentan valores más altos de fuerza máxima manual respecto a
las de más edad. Las mujeres que componen el grupo de 68 a 78 años ostentan un valor
medio más alto de peso corporal con 74.22 kg, pero sus valores de tensión sistólica y
diastólica son menores que las de menos edad.
Palabras claves: actividad física, fuerza, prensión manual, personas mayores, mujeres.
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1. Introducción
Comenzaremos destacando la situación actual de las personas con edades avanzadas
y la existencia de un envejecimiento demográfico, con todo las repercusiones que acarrean
en cuanto consecuencias económicas y sociales, ya que son temas de significativa
preocupación política y científica (Bazo, 1996). Un dato trascendente que hay que destacar
y se debe de tener en cuenta, es la conclusión emitida por la Segunda Asamblea Mundial
sobre el Envejecimiento de las Naciones Unidas (Madrid, 2002), donde se reconoce que
desde la época actual hasta el año 2050, el número de personas con una edad superior a los
60 años pasará a contar de 600 millones a casi 2.000 millones. Tal hecho producirá un
salto cuantitativo del 10% a un 21% de la población mundial, experimentándose mayores
incrementos poblacionales en países del primer mundo y en vías de desarrollo. Más
concretamente la figura de la mujer, donde el valor medio será mayor que el de hombres
(100 mujeres frente a 78 hombres). Esta causa es una esperanza de vida superior al de los
hombres, implicando ello una paridad en cuanto el problema del envejecimiento mundial.
En el caso de España, se puede observar la evolución de este sector poblacional,
pasando de 65 años a delante de un 13,79% en 1991 a un 16,61% en 2007 (Carbonell,
Aparicio y Delgado, 2009). La población femenina, que es la que nos interesa en este
estudio, supera a la masculina en medio millón de personas aproximadamente
(23.264.850 mujeres respecto a 22.798.661 hombres). Actualmente se tiene como
referencia datos del pasado año 2008, según datos estadísticos del instituto nacional de
estadística (INE), esta franja de edad mantiene su crecimiento pero resulta llamativo la
franja de edad entre 45 y 64 años con un 24,2% (la segunda más grande después de los de
16 a 44 años). Con todo ello, se hace latente la importancia de investigar en aspectos tan
importantes como son la edad, envejecimiento y adaptaciones hacia la práctica física y
deportiva, ya que será una cuestión de carácter prioritario en el futuro de los países
desarrollados.
La práctica de ejercicio físico comporta variedad de beneficios en la salud personal
según Márquez (1995) y Endres (2003), haciendo énfasis en una mayor longevidad en las
personas, todo ello mediante la fundamentación de la realización de ejercicio variado y
adaptando el mismo a las capacidades actuales de las propias personas a su (Rosenfeld y
Tenembaum, 1992). La práctica física de personas mayores se manifiesta cada vez de
manera creciente y planteándose desde una perspectiva multidisciplinar, no marcándose
como único fin la prolongación de la vida, sino buscando el mantenimiento y mejora de
calidad de esta (Sánchez Bañuelos, 1996; Márquez, 1995). Este sector poblacional y
concretamente las mujeres, tienen una característica fundamental, los hábitos negativos
que hayan podido adquirir a lo largo de toda su vida (Danner y Edwards,1992), cosa que se
debe de tener en cuenta a la hora de realizar ejercicio físico. También se debe de tener en
cuenta el momento histórico, tal y como resalta Delgado (2002) o Martínez del Castillo et
al. (2005), señalado la situación educacional de las personas mayores de nuestro país en su
infancia y juventud, destacándose el escaso desarrollo de la actividad física en las escuelas
de entonces y el acceso favorecedor a la escuela y la actividad física de los grupos sociales
más elevados.
A la hora de planificar y realizar programas de actividades físicas para personas
mayores, se debe tener especial atención en la selección de la tarea y como esta se lleva a
cabo en el transcurso de las sesiones. Diversos estudios han corroborado la importancia de
esto último respecto a una práctica asidua actividad física y deportiva, respetando una
frecuencia constante, se retrasa a la vez que reduce una futura incapacidad funcional
(Daniels et al., 2008). En el marco de nuestro país, se realizan unos estudios periódicos
que consisten en el análisis del vínculo entre ciudadanos y deporte (García Ferrando,
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2005), llegando a la conclusión de que la práctica física y deportiva va disminuyendo a la
vez que se avanza en edad.
Hay que sumar la aportación de Mosquera y Puig (2004), sugiriendo que las
personas mayores realizan menos deporte que las jóvenes, no por dejadez debido a “efecto
biológico”, sino que nunca lo han hecho por un “efecto generación”. Este planteamiento fue
confirmado en el estudio llevado a cabo por Graupera et al. (2003: 204) sobre una muestra
de mujeres mayores en Madrid y donde todas ellas practicantes eran practicantes de
ejercicio físico en un programa específico.
Varios estudios presentan conclusiones tales como la práctica de ejercicio físico
condiciona la calidad de vida de manera positiva (Biddle, 1993), e igualmente con el estado
físico y psicológico (Benaziza, 1998) y produciendo mejoras en diferentes ámbitos de la
salud mental como la emotividad y estados de ánimo (Biddle, Fox y Boutcher, 2000).
La actividad física centrada en la mejora de fuerza muscular debe trabajarse con una
metodología global con personas mayores, teniendo en cuenta diferentes zonas musculares
que, por circunstancias como pueden ser diversas patologías (relacionadas con
inmovilidad, articulaciones o dolores dorsales) haya que potenciar más. El trabajo
conjunto del mayor número de grupos musculares de tren inferior y superior será el más
eficaz, contemplando la posibilidad de combinar estos últimos con ejercicios más
analíticos, dirigidos esencialmente a grupos musculares específicos (Delgado, 2009).
El envejecimiento paulatino de las personas mayores afecta en todas sus funciones y
cualidades físicas, entre ellas la pérdida de fuerza. Como ejemplo de lo anterior se puede
observar el estudio llevado a cabo de tipo longitudinal y transversal sobre hombres
mayores de 75 años y menores de 65, presentando los primeros menos fuerza que los
segundos, concretamente un 27.6% menos (Forrest, Zmuda y Cauley, 2005). Estudios
posteriores confirman el primer estudio pero con mujeres de 65 a 99 años. Las que se
encontraban entre los 75 y 79 años presentaban un 10% menos de fuerza de prensión
manual que las de 65 a 69 y las mayores de 80 años un 14% menos que las de 70 a 74 años.
Junto a la pérdida de la fuerza, se puede añadir la de potencia muscular (Lauretani, 2003).
La pérdida de la fuerza en la población mayor no se produce de forma localizada, el
tren inferior experimenta una disminución significativa respecto al superior (Landers et
al., 2008). Esto es un indicativo a tener en cuenta para predecir la mortalidad en personas
mayores (Ruiz et al., 2008) y produciéndose una relación significativa con la sarcopenia o
pérdida de masa muscular en personas mayores, concretamente con edades superiores a
60 años (Iannuzzi-Sucich, Prestwood y Kenny, 2002).
La otra variable a tener en cuenta en este estudio es la hipertensión arterial, definida
como:
“la elevación crónica de la presión arterial por encima de los niveles considerados como
normales, tanto de la presión sistólica como de la diastólica o de ambas, por encima de los cuales se
pueden producir graves alteraciones de los órganos y sistemas del organismo” (European Society,
2003)
Según la OMS (2003), la disminución del gasto calórico debido a la reducción de la
actividad física es uno de los factores que más contribuyen a la epidemia mundial de
sobrepeso y obesidad, siendo esto nexo de unión con la hipertensión arterial.
Según un estudio realizado por Andreyeva et al, España tiene el índice más alto de
obesidad entre varones (20,2%) y mujeres (25,6%) mayores de 50 años de entre 10 países
europeos, hallando una asociación establecida entre obesidad y sobrepeso con algunas
condiciones crónicas y entre ellas la hipertensión. Por ello es importante la realización de
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actividad física ligera (por debajo de 50% de VO2 max) realizada de forma regular y
asociada, produce mejoras en los factores de aumento de riesgo cardiovascular como
puede ser la tensión arterial (Del Águila Pérez, 2008), centrándose dicha mejora en la
consecución de un gasto energético determinado con el ejercicio y no tanto en la
intensidad. Borkan y Norris (1980) también afirma que entre los biomarcadores que
tienden a mejorar con la práctica de ejercicio físico está la tensión arterial. Si concretamos
la práctica física en el entrenamiento de la resistencia muscular, Fiatarone (1998) destaca
que las personas mayores con patologías relacionadas con la hipertensión arterial pueden
practicar ejercicio físico de manera moderada. Ello se traduce en inspiraciones y
expiraciones continuas en el trabajo con pesas, corroborando lo citado en autores
anteriores.
Según lo expuesto anteriormente y sentando las bases del presente estudio, a
continuación intentaremos observar si se establece alguna relación entre la práctica de
actividad física y el trabajo de la fuerza, con los niveles de tensión, teniendo en cuenta
variables fisiológicas en un contexto geográfico concreto. Todo lo expuesto sirve para
determinar el objetivo de dicho estudio, que es el de analizar la repercusión de la practica
de actividad física mediante trabajo de activación muscular en diferentes variables
sociodemográficas y como influyen sobre los niveles de tensión arterial mínima y máxima.
2. Material y Métodos
Se trata de un estudio descriptivo, en el que se analiza diferentes variables que se
muestran respecto a la práctica física tales como niveles de tensión o fuerza muscular
mediante fuerza prensil.
2.1. Muestra
En el presente estudio descriptivo, se ha trabajado con un grupo muestral de 39
mujeres con edades que oscilan de 58 a 78 años de edad (M= 67,61; DT= 5,75),
estratificándose en franjas de 10 años y respecto al peso (M= 73,62; DT= 10,35). A
continuación, en la tabla 1 se muestra la distribución de la muestra en función de las
citadas variables edad y peso corporal del grupo muestral (tabla 2).
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Tabla 1. Distribución de la muestra.
Rango
N (%)
De 58 a 67 años
De 68 a 78 años
17 (43.6%)
22 (56.4%)
Edad
Tabla 2. Índice de peso en función de las franjas de edad.
Edad
Rango
M (Kg)
DT
De 58 a 67 años
De 68 a 78 años
72.85
74.22
8.9
11.5
2.2. Instrumentos
Este estudio se ha compuesto de dos instrumentos. El primero es uno
sociodemográfico y fisiológico, formado por cuatro preguntas y la correspondiente
implicación de recogida de datos. La primera es de tipo abierta y sirve para que cada mujer
explicite su edad, las otras tres implican ayuda de material como es un peso modelo
SOEHNLE y tensiómetro modelo PHILIPS HF-305 para determinar la tensín máxima y
mínima.
En cuanto la medida de fuerza máxima manual en ambas manos, se utilizó un
dinamómetro modelo Baseline Hydraulic Hand Dynamometer, con una precisión de 0.5
kg.
2.3. Procedimientos
La práctica de ejercicio físico por parte de las mujeres consiste en un programa de
actividades y tareas de sostenimiento muscular, sin implicación de un esfuerzo intenso y
llevado a cabo en un periodo comprendido de 8 semanas, con una frecuencia de dos
sesiones cada una de ellas y siendo la duración de las mismas de 45 minutos
aproximadamente por sesión. A la conclusión de la última sesión y ya transcurrido los dos
meses , se les presentó a las participantes dos instrumentos. La primera con la recogida de
datos fisiológicos y la segunda con la prueba de prensión manual.
El proceso de recogida de toda la información por parte de las participantes se hizo
de forma individual y sin ningún límite de tiempo, con la presencia de un componente de
este estudio para solucionar dudas y hacer que se siguiesen las pautas establecidas.
2.4. Análisis Estadísticos
Los datos recogidos han sido tratados con el programa SPSS 15.0 para windows.
Para las variables edad, peso, tensión máxima y mínima y fuerza máxima con una y otra
mano se ha calculado los estadísticos descriptivos media y desviación típica. La
significatividad en la diferencia de los grupos de edad y todas las otras variables se ha
establecido mediante la t de estudent.
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3. Resultados
Los resultados obtenidos en relación con las variables peso, tensión máxima y
resultados de dinamometría con mano izquierda (DI) en función de la edad y
concretamente las franjas que oscilan entre valores de 58 a 67 años y 68 a 78 años,
muestran como no se encontraron diferencias significativas. Si se observaron diferencias
significativas en la tensión mínima (t37= .203, p< .01) y resultados obtenidos con la
dinamometría manual derecha en relación a las dos franjas de edades (t 37= .0458, p<
.01).
En la tabla 3 se puede apreciar los valores obtenidos de la dinamometría con mano
izquierda y derecha, la tensión mínima y máxima y peso corporal en relación a las dos
franjas de edad en las que se han clasificado las mujeres.
Tabla 3. Dinamometría manual en función del peso, edad y tensión máxima y mínima.
Peso(Kg)
T(máx)
M
(DT)
Edad
De 58 a 67 años 72.84
M
(DT)
135.41
De 68 a 78 años 74.22
(11.50)
t
M
(DT)
79.29
(8.9)
(16.2)
133.95
(22.82)
(9.41)
.689
.825
T(min)
M
(DT)
14.29
(9.36)
75.36
(5.16)
DD
DI
M
(DT)
13.82
(4.68)
(4.24)
13.09
12.72
(4.22)
.203*
.458*
.428
*p < .05
4. Discusión
El presente trabajo, a través de los datos obtenidos teniendo en cuenta las variables
a observar y el grupo muestral, se propone demostrar su objetivo inicial, que no es otro que
analizar los efectos de las variables citadas anteriormente respecto a la edad de las mujeres
del presente estudio y como se relaciona con un trabajo físico de sostenimiento muscular
en mujeres de 58 y 78 años.
Primeramente destacar los resultados que ofrecen valores significativos, siendo
estos la variable de tensión mínima y los valores de la dinamometría con mano. Las
mujeres entre 68 y 78 años muestran valores más bajos de tensión mínima respecto a las
de 58 a 67 años. Estos resultados afirman algunos trabajos publicados donde se deduce
que la práctica de ejercicio físico puede ser efectivo en la disminución de las cifras de la
presión arterial (Hurley y Roth, 2000), aunque otros no han comprobado este hecho
(Cononie y cols.,1991).En este caso, a un grupo parece que le ha podido servir en cuanto los
valores presentados de tensión y al otro no.
El entrenamiento de fuerza realizado con todos los grupos musculares disminuye la
presión arterial, pero la reducción suele ser menor que la originada por un programa
aeróbico (Kelley y Kelley, 2000). Por ello, puede ser que a la hora de realizar el programa
de fuerza (activación muscular) durante los dos meses de duración del mismo, la
disminución de la presión arterial sistólica y diastólica (máxima y mínima) no haya sido tal
y como se podía prever en un primer momento.
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Los valores de la tensión sistólica y diastólica son de menor valor en el grupo de más
avanzada edad que el más joven. Esto puede ser debido a que no hayan realizado la prueba
con la misma intensidad que el grupo de menos edad.
La segunda variable que presenta significación respecto a la edad es la
dinamometría con mano derecha. Los valores obtenidos con la mano derecha son mayores
que con la izquierda. Esto se debe a la destreza del segmento corporal derecho respecto al
izquierdo y el cual las mujeres para cualquier manipulación de un objeto, movimiento que
implique fuerza o en sus quehaceres diarios utilizan como dominante. Esto tiene a su vez
connotaciones históricas ya que antiguamente se obligaba a utilizar desde pequeño dicho
lado, siendo duramente castigadas en el ámbito escolar si no escribían o realizaban
movimientos exactos con la mano izquierda. También destacar la edad, siendo los valores
mayores en las franjas de menor edad (58 a 67 años) para ambas manos. Esto puede ser
debido a la reducción de diferentes grupos musculares en personas mayores y más
concretamente en todos los del brazo, corroborado por estudios como el realizado en una
población norteamericana con edades que oscilan entre los 60 y 74 años (Frisancho, 1990 y
Hernández y cols., 2003).
5. Conclusión
De este estudio se pueden extraer las siguientes conclusiones, como son:
a) Las personas de edades menos avanzadas (58 a 67 años) son más reacias a practicar
actividad física que las de más edad. Siendo el porcentaje de 43.6% para la primera franja
de edad y de un 56.4% para las más mayores (68 a 78 años). Sin embargo son las que
presentan más índice de peso corporal, 74.22 Kg de media con respecto a las de menor
edad (M= 72.85Kg).
b) Por todos los resultados obtenidos en el presente estudio en cuanto la edad, las mujeres
más mayores (68 a 78 años) índices más bajos de tensión ya sea máxima o mínima a la vez
que peso corporal y menos fuerza máxima prensil en mano derecha e izquierda que las
mujeres pertenecientes al grupo de menos edad.
c) En futuras estudios e investigaciones, se podría contemplar el estudio de diferentes
grupos musculares y diferentes segmentos corporales. Tras la realización de diferentes
actividades como aeróbicas, anaeróbicas, de flexibilidad... pudiéndose extender a
diferentes poblaciones desde rurales o grandes ciudades, en mujeres y hombres y con otras
variables a tratar como el nivel de colesterol, pliegues cutáneos, estados de ánimo, ect...
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Índice
CAPÍTULO 12
ACTIVIDAD FÍSICA Y EXCESO DE PESO EN ESCOLARES: RELACIÓN CON LA
CONDICIÓN FÍSICA EN LA INFANCIA
José Pino Ortega, Raúl Martínez de Santos Gorostiaga, Ernesto De la Cruz Sánchez y María
Isabel Moreno Contreras
[email protected]
Resumen
Este estudio establece la relación entre diferentes dimensiones de la condición
física relacionada con la salud, la obesidad y la actividad física en escolares. Para ello, se
utilizó una versión reducida de la batería Eurofit y se estudió el patrón de actividad física
en un grupo de niños de ambos sexos representativo de la Comunidad Autónoma de
Extremadura. El análisis estadístico realizado comprende un t-test para calcular las
diferencias en la condición física entre sujetos suficientemente activos e insuficientemente
activos, y una regresión logística multinomial para modelar la relación entre el estatus de
condición física y el exceso de peso y la actividad física. Los principales resultados
muestran que el cumplimiento de las recomendaciones de práctica de actividad física se
relaciona con mejor fuerza de prensión en la mano izquierda (p<0.05), fuerza de piernas
(p<0.000), carrera de agilidad 10x5 m (p<0.000) y resistencia aeróbica (p<0.000). Tener
exceso de peso se asocia con una baja condición física (≤ percentil 25), y aquellos que
tienen mejor condición física (≥ percentil 75) parecen cumplir, en mayor medida, las
recomendaciones de práctica de actividad física.
Palabras clave: ejercicio, salud, obesidad, adolescencia
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1. Introducción
La condición física es un factor más relacionado con la salud de las personas que la
práctica de actividad física en sí, de hecho, en términos absolutos la condición física
predice en mayor medida la morbilidad y la mortalidad en las personas (Erikssen, 2001;
Myers, et al., 2004). El objetivo fundamental de las recomendaciones de práctica de
actividad física es incrementar la condición física global de las personas, entendida como
un conjunto de atributos físicos y evaluables que tienen las personas y que se relacionan
con la capacidad de realizar actividad física (Caspersen, Powell, & Christenson, 1985), que
no sólo se asocia con una reducción de la morbilidad y la mortalidad de la población, sino
también con la mejora la calidad de vida (Peterson, et al., 2009).
La salud en la edad adulta parece estar relacionada con la práctica de actividad física
y la condición física que una persona posee durante la etapa infantil (Kemper, De Vente,
Van Mechelen, & Twisk, 2001; Twisk, Kemper, vanMechelen, & Post, 1997). La gran
cantidad de evidencias que existen de la estrecha relación entre el mantenimiento de una
buena condición física y la salud hace de la práctica de actividad física desde edades
tempranas un elemento importante que puede prevenir la aparición de enfermedades
relacionadas con el sedentarismo como el exceso de peso y obesidad, la enfermedad
isquémica cardiovascular, la diabetes no insulinodependiente o incluso algunos tipos de
cáncer (Warburton, Nicol, & Bredin, 2006).
Para mejorar la condición física a lo largo de toda la vida es necesario, entonces, un
estilo de vida activo desde la infancia, y parece que las recomendaciones de práctica de
actividad física son diferentes en niños respecto a la edad adulta (Riddoch & Boreham,
1995). Las pautas de actividad física propuestas por la iniciativa estadounidense “Healthy
People 2010” (U.S. Department of Health, 2000), en concreto sus objetivos 22.6, actividad
física moderada (≥30 min, ≥5 d/sem, ≥3 METS) y 22.7, actividad física vigorosa (≥20
minutos continuos, ≥3 d/sem, ≥6 METS) no son estándares realistas para la edad escolar.
La mayoría de escolares alcanzan la primera recomendación y ésta parece ser un estándar
insuficiente, y el segundo estándar propuesto es común y caracteriza la actividad física de
algunas personas adultas pero tampoco es apropiado para niños y adolescentes (Pate, et
al., 2002). Las recomendaciones del panel de expertos del Reino Unido, acumular 60
minutos al día de actividad física moderada o vigorosa (≥60 min, ≥5 d/sem, ≥3 METS)
(Department of Health, 2004) ha sido descrita como una de las mejores recomendaciones
en este grupo de edad (Pate, et al., 2002) y ha sido adoptada por el Ministerio de Sanidad
español (Ministerio de Sanidad, 2006).
El objetivo del presente trabajo es establecer la relación entre varias dimensiones de
la condición física y el cumplimiento de las recomendaciones de práctica de actividad física
en edad escolar existentes en España.
2. Material y Método
El estudio fue realizado en Extremadura, siendo la población escolares de 4º y 5º
curso de primaria (9,99±0,79 años, 137 chicos y 156 chicas) procedentes de cinco colegios
seleccionados aleatoriamente en un diseño estratificado de cuatro pasos teniendo en
cuenta el tamaño de la población, edad, sexo y tipo de escuela (pública o privada), durante
el año académico 2006-2007. La muestra estimada para un error del 5% (95.5% IC) fue de
349 individuos (ver tabla 1 en la que se detallan las características de los participantes).
Fue obtenido un consentimiento informado de los participantes así como de sus padres o
tutores, contando además este trabajo con una valoración positiva del Comité de Bioética
de la Universidad de Murcia.
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Tabla 1. Prevalencia de las características de los participantes (chicos: n=137; chicas: n=156)
Sexo
Chicos
Chicas
48.8%
51.2%
Cumplimiento de las recomendaciones de actividad física
Insuficientemente activos
Suficientemente activos
82.3%
17.7%
Estatus peso (IMC)
Normopeso
68.3%
Exceso de peso
31.7%
Las medidas fueron realizadas en período lectivo durante las mañanas, de Mayo a
Junio de 2007. Se hizo una demostración de cada test de evaluación y todas las medidas
fueron tomadas por el mismo equipo de evaluadores, dejando entre 5 y 10 minutos de
descanso entre test. Las medidas se presentan en el orden en el que fueron realizadas.
Índice de Masa Corporal (IMC), calculado a partir de la talla y el peso, con un
tallímetro Seca (Seca, Hamburgo, Alemania), con el sujeto descalzo y la cabeza en el plano
de Frankfort. El peso fue estimado con una precisión de 0.1 kg (Seca Beam Balance 710).
Los participantes fueron clasificados en dos grupos: normopeso y exceso de peso,
atendiendo a estándares internacionales específicos de su edad y sexo (Cole, Bellizzi,
Flegal, & Dietz, 2000).
La condición física fue evaluada usando cinco test, en este orden: sit and reach
(flexibilidad), fuerza máxima de prensión manual, salto horizontal, carrera de velocidad 10
x 5 m, y carrera de resistencia (course navette). Para todos excepto el último test, se
permitieron dos intentos. Estos test han sido validados previamente para su uso en
escolares (Ortega, et al., 2008).
Un diario de registro de 7 días fue utilizado para estimar la cantidad de actividad
física habitual (Bratteby, Sandhagen, Fan, & Samuelson, 1997). De esta forma, la actividad
física fue estimada en segmentos temporales cada día de la semana. Para cada segmento, el
participante tenía que informar del tipo y la cantidad de actividad física realizada, así como
de las horas de sueño, asumiendo que el resto del tiempo lo ha invertido en actividades
ligeras. La actividad cotidiana fue valorada a través del número de minutos diarios
dedicados a la práctica de actividad física (suma de la moderada, intensa y muy intensa)
durante la semana, de acuerdo con un compendio de gasto energético específico en niños
(Ridley, Ainsworth, & Olds, 2008). Los escolares fueron clasificados en dos grupos:
suficientemente activos e insuficientemente activos, de acuerdo con las recomendaciones
de práctica de actividad física en estas edades (Ciencia, 2006), ≥60 minutos, ≥5
días/semana de actividad física moderada o vigorosa (MVPA, ≥ 3 METS).
El test de normalidad de Kolmogorov-Smirnov fue utilizado para asegurar la normal
distribución de las variables, calculándose un t-test para establecer las diferencias entre los
escolares suficientemente activos e insuficientemente activos. Se utilizó un coeficiente de
regresión logística multinomial para establecer las diferencias entre los que tenían mejor
condición física (≥ percentil 75) y peor condición física (≤ percentil 25) en función de la
actividad física y el estatus de peso. Los análisis estadísticos se realizaron con el programa
SPSS 15.0 para Windows.
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3. Resultados
Los datos muestran que 52 escolares cumplían las recomendaciones de práctica de
actividad física (17.75%) y 241 eran insuficientemente activos (82.25%). Como muestra la
Tabla 2, la mayoría de los componentes de la condición física son mejores en el grupo que
realiza actividad física en los niveles recomendados, excepto en el test de sit and reach y la
fuerza de prensión manual de la mano derecha.
Tabla 2. Comparación del nivel de condición física en función de la actividad física habitual (t-test)
IMC (kg·m-2)
Sit and reach (cm)
Fza Prensión drcha
(N)
Fza Prensión izq (N)
Salto horizontal (cm)
Agilidad 10 x 5 m (s)
Course navette
(nivel)
Suf. activos
M±DE
Insuf. activos
M±DE
t
p
16.39 ± 2.91
1.41 ± 6.50
18.78 ± 3.59
1.26 ± 6.41
-4.479
0.154
0.000
0.878
182.76 ± 40.61
173.44 ± 42.67
1.437
0.152
175.79 ± 41.49
133.02 ± 52.69
22.18 ± 3.77
162.06 ± 40.12
101.82 ± 50.79
24.84 ± 5.00
2.234
3.949
-3.540
0.026
0.000
0.000
6.80 ± 1.12
3.35 ± 1.49
15.624
0.000
La Tabla 3 muestra los resultados de la regresión logística multinomial (odds ratio e
intervalo de confianza) para las diferencias en el nivel de condición física (percentil 25
versus percentil 75) en función del nivel de actividad física y el IMC. Tener exceso de peso
parece un factor de riesgo para tener una peor condición física, de forma que es más
frecuente encontrar un IMC normal entre los sujetos que tienen mejor condición física
(percentil 75) en tres de los seis componentes evaluados, excepto la fuerza de prensión
manual, mayor en los clasificados en el grupo exceso de peso. No se observan diferencias
significativas en el test de sit and reach en función del IMC.
Los resultados del modelo de regresión concuerdan con los obtenidos en el análisis
anterior (t-test), de forma que es más probable encontrar sujetos activos en el grupo que
tiene mejores valores en cuatro de los seis test (excepto en el de sit and reach y la fuerza de
prensión manual, como se describió anteriormente).
Tabla 3. Modelo de regresión logística multinomial examinando el grupo de mejor condición física (≥
percentil 75) en función del IMC y la actividad física habitual
Sit and
Salto
Course
Fza Prensión
Fza Prensión
Agilidad
reach
horizontal
navette OR
drcha
izq
10 x 5 m
OR (95%
OR (95%
(95% CI)
OR (95% CI)
OR (95% CI)
OR (95% CI)
CI)
CI)
Índice de Masa
Corporal
Exceso de
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
peso
1.33 (0.670.07 (0.024.54 (2.122.65 (1.2512.14 (4.90Normopeso
0.26 (0.08-0.84)
2.65)
0.29)
9.68)
5.63)
30.05)
Actividad Física
Insuficientem
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
ente activos
Suficientemen
1.05 (0.457.42 (2.847.08 (2.852.78 (2.050.58 (0.14-2.44) 2.38 (1.02-5.55)
te activos
2.44)
19.36)
17.61)
3.75)
Nota: Grupo de comparación “≤ percentil 25”
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4. Discusión
Como ha sido descrito por otros autores, cumplir las recomendaciones de actividad
física que se analizan en este estudio conlleva mantener mejor condición física (Malina &
Katzmarzyk, 2006). Como en el presente trabajo, la mayoría de los escolares en nuestro
país tienen un estilo de vida sedentario o poco activo (Roman, Serra-Majem, Ribas-Barba,
Perez-Rodrigo, & Aranceta, 2008), lejos de las recomendaciones que da el Ministerio de
Sanidad, y no realizan práctica regular de actividad física extraescolar, siendo la Educación
Física en horario lectivo la única actividad física que realizan de forma periódica. Es
importante destacar el hecho de que en España, al igual que otros países de Europa, la
Educación Física escolar sólo consta de dos sesiones semanales. A pesar de que ha sido
descrito que es posible obtener cierta mejora en la condición física relacionada con la salud
en niños y jóvenes con un programa dirigido que conste de sólo dos horas semanales de
actividad física (Baquet, Guinhouya, Dupont, Nourry, & Berthoin, 2004), la mayoría de los
escolares españoles no pueden beneficiarse (en el sentido de mejorar su condición física)
de la Educación Física escolar, ya que no es posible desarrollar sesiones de ejercicio físico
vigoroso durante esas clases con todos los ítems incluidos en el currículo actual. Desde un
punto de vista de la salud pública y con el objetivo de obtener beneficios en la condición
física de niños y jóvenes, sería deseable incrementar la importancia de esta materia en la
enseñanza obligatoria, así como la de la actividad física y el deporte extraescolar, ya que
ambas contribuyen a desarrollar un estilo de vida activo durante toda la vida (Shephard &
Trudeau, 2000).
Un alto IMC se asocia a un estatus disminuido en la mayoría de los componentes de
la condición física evaluados, y parece que los escolares con exceso de peso tienen peor
rendimiento en todos los test en los que es necesario desplazar o propulsar la masa
corporal: salto horizontal (p<0.000), agilidad 10 x 5 m (p<0.05) y resistencia
cardiorrespiratoria (course navette) (p<0.000), cuando se los compara con sus pares que
tienen un peso adecuado. No obstante, el exceso de peso es un factor que se asocia con un
incremento en la fuerza de prensión de ambas manos (p<0.05). Estos resultados coinciden
con los obtenidos por Casajús et al. en escolares con exceso de peso en nuestro país
(Casajus, Leiva, Villarroya, Legaz, & Moreno, 2007).
En conclusión, nuestros resultados muestran que la condición física es mejor en los
escolares que cumplen las recomendaciones de práctica de actividad física, al menos una
hora de actividad física moderada o vigorosa durante al menos cinco días a la semana. El
exceso de peso se relaciona con un peor rendimiento en los test que implican
desplazamiento de la masa corporal, mientras que supone un mejor nivel de prensión
manual.
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Índice
CAPÍTULO 13
EFECTO DE UN PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO BASADO EN UN
MÉTODO COMBINADO DE CONTRACCIONES ISOMÉTRICAS MÁXIMAS Y
ELECTROESTIMULACIÓN SOBRE LA FUERZA ISOMÉTRICA DE LOS
EXTENSORES DE RODILLA EN SUJETOS SEDENTARIOS, MEDIDA POR UN
DINAMÓMETRO
Óscar Caro-Muñoz, Francisco Javier Robles-Prieto y José Antonio García-García
[email protected]
Resumen
El propósito del presente estudio fue comprobar el efecto de un programa de
entrenamiento basado en un método combinado de contracciones isométricas máximas y
electroestimulación sobre la fuerza isométrica de los extensores de rodilla en 15 sujetos
sedentarios (GE), comparándose con un programa de entrenamiento voluntario
tradicional aplicado a otra muestra de 15 sujetos sedentarios (GI). Considerando como
variables objeto de estudio el programa de entrenamiento y la fuerza isométrica máxima de
los extensores de rodilla, se aplicó un programa de entrenamiento de tres días semanales
durante cuatro semanas, donde se realizaban 20 contracciones isométricas máximas de 6s.
por sesión ante una resistencia inmóvil y con una angulación de la articulación de la rodilla
de 60º. La corriente externa aplicada simultáneamente al trabajo voluntario en el grupo
GE, fue una onda bifásica de 70 Hz de frecuencia. En los resultados obtenidos queda
reflejada una diferencia significativa (p<0,05) entre el incremento de fuerza alcanzado por
el grupo que recibió electroestimulación simultánea al entrenamiento y el alcanzado por el
grupo de entrenamiento voluntario. Como conclusión se puede afirmar que un programa
de electroestimulación complementario al entrenamiento voluntario, produce incrementos
más significativos de la fuerza isométrica máxima de los extensores de rodilla en sujetos
sedentarios, aunque habría que realizar nuevos estudios que establezcan programas de
electroestimulación más adaptados a las características musculares de los sujetos
sedentarios con el fin de lograr incrementos más cercanos a los alcanzados en los
deportistas de élite.
Palabras clave: Fuerza, Fisiología, Electroestimulación, Fuerza Isométrica Máxima,
Incrementos de fuerza.
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1. Introducción
La electroestimulación es un método de trabajo en el que se sustituye el impulso
nervioso natural por uno proveniente de un generador de corriente eléctrica, produciendo
contracciones musculares estáticas e involuntarias (Tous, 1999 y García-Manso, 2002).
Estas corrientes eléctricas se aplican en los sujetos de forma indirecta, creando los
impulsos eléctricos una estimulación percutánea de los nervios periféricos, originando la
contracción del músculo (Herrero-Alonso, Abadía-García de Vicuña, Morante-Rábago y
García-López, 2006). Los estudios demuestran que con estas corrientes, y siempre y
cuando sean de una intensidad superior a 60 Hz, se estimulan de forma preferente las
fibras de tipo II, lo cual no se podría conseguir de forma natural. (Binder-Macleod, Halden
y Jungles, 1995).
La electroestimulación o estimulación eléctrica neuromuscular (EENM), (HerreroAlonso et al., 2006), lleva aplicándose de forma regular desde el siglo XVIII como
herramienta de rehabilitación, campo en el cual tiene enormes beneficios constatados
científicamente (Grunovas, Silinskas, Poderys y Trinkunas, 2007). Es a partir de 1971
cuando el ruso Yakov Kots comienza a utilizar la EENM como método de entrenamiento de
los atletas rusos.
Desde Kots hasta nuestros días son muchos los estudios realizados que ponen de
manifiesto la valía de la EENM como método para incrementar la fuerza muscular a nivel
general, y la isométrica en particular en los extensores de rodilla de sujetos sanos, siendo
este grupo muscular la estrella de estos trabajos (Bax, Staes y Verhagen, 2005). Este lugar
privilegiado que ocupa el cuádriceps dentro del trabajo con electroestimulación puede ser
debido a que es el grupo muscular que más demanda los métodos de fortalecimiento y
porque es de los que mejor se adapta a dicho método (Herrero-Alonso et al., 2006).
Estudios como el de Maffiuletti, Cometti, Amiridis, Martin, Pousson y Chatard (2000) o el
de Babault, Cometti, Bernardin, Pousson y Chatard (2007), corroboran los beneficios de
un programa de electroestimulación adecuado sobre las ganancias de fuerza isométrica en
la musculatura extensora de rodilla. El estudio de González-Montesinos, Ruíz-Gallardo y
Mora-Vicente (2007) arroja información similar en cuanto a la mejora de la FMI inducida
por un trabajo con EENM. En todos estos estudios existe un denominador común en
cuanto a la metodología presentada, ya que de ellos se desprende que la EENM que
realmente aporta mejoras de los niveles de fuerza, es aquella que se aplica a los grupos
experimentales que además de este aporte de corrientes externas realizan un trabajo
voluntario de entrenamiento. Por el contrario la aplicación de EENM de forma pasiva, o
como Ortíz (1994) la define, estática, sin ningún tipo de entrenamiento ni contracción
voluntaria complementaria, no origina beneficios significativos en aquellos sujetos sanos
que pretendan aumentar sus niveles de fuerza. Así pues, no se debe caer en el error de
considerar a la EENM un método de entrenamiento de fuerza más, sino que, como nos
indican Herrero-Alonso et al. (2006) o Maffiuletti et al. (2000), es un complemento al
entrenamiento tradicional de la fuerza, y nunca un sustitutivo del mismo, ya que de forma
aislada no origina grandes ganancias de fuerza (García Manso, 2002; Venable, Collins,
O´Bryant, Denegar, Sedivec y Alon, 1991).
A pesar de los muchos autores y estudios que han dedicado su tiempo a avanzar en el
campo de la electroestimulación, llegando como nos dice García-Manso (2002) a conseguir
una estimulación selectiva de las fibras, este método complementario del trabajo de fuerza
no ha tenido un camino fácil para poder ser reconocido y validado de forma unánime.
Estudios como el de Holcomb (2006) establece conclusiones que apartan a la
electroestimulación del mundo del entrenamiento deportivo y la aísla únicamente a su uso
terapéutico. Algunos autores han apuntado que muchas de estas dudas despertadas sobre
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el uso de la EENM en el campo del entrenamiento se deben a un mal planteamiento de la
metodología empleada en los estudios y a una gestión errónea de los parámetros del
entrenamiento con electroestimulación. El propio Holcomb (2006) concluye en su estudio
que la ausencia de mejora en los niveles de fuerza isométrica de los flexores del codo se
debió a una intensidad de corriente demasiado baja, la cual sólo alcanzó una media del
20,4% de la contracción isométrica voluntaria máxima. Estas conclusiones, que son un
reflejo de otros muchos estudios que no logran confirmar su hipótesis por una errónea
aplicación de las corrientes (Humphries, Warman, Purton, Doyle y Dugan, 2004), se
sustentan en las afirmaciones de Miller y Thépaut-Mathieu (1993), en las que establecen
que para que se produzca una mejora de la fuerza isométrica máxima (FMI), la fuerza de la
corriente debe ser superior al 33% de la FMI voluntaria del sujeto.
Analizando estos precedentes y con el fin de no cometer errores en la metodología de
entrenamiento propuesta en este estudio, se ha tomado como referencia los trabajos de
Coarasa-Lirón, Moros-Sanz y Mantilla-Vergel (2000) y Herrero-Alonso et al. (2006), en
los cuales se realiza un repaso a los parámetros básicos que hay que tener presentes a la
hora de diseñar el trabajo eficaz con electroestimulación. El ángulo de trabajo, es uno de
los elementos que hay que tener mejor controlado. Se ha demostrado que el trabajo
isométrico, al no producirse variaciones en la angulación inicial de la articulación, solo es
efectivo a nivel muscular, en esa angulación trabajada (Gonzalez-Motesinos et al., 2007).
El trabajo con EENM, muy asociado al entrenamiento isométrico, debe por tanto tener
muy en cuenta la angulación articular sobre la que se trabaja, siendo según Herrero-Alonso
et al. (2006), los 60º de flexión el más efectivo cuando hablemos del trabajo del
cuádriceps. Coarasa et al. (2000) establece como principio fundamental del trabajo con
electroestimulación, que la cantidad de energía eléctrica debe estar muy determinada por
la sensación nociceptiva del sujeto, ya que estas deben ser máximas pero no deben crear
malestar. Por ello en numerosos estudios, y en el que aquí se presenta, se realizan
experiencias previas de EENM para que los sujetos se adapten a la sensación. Partiendo de
esta premisa, las ondas rectangulares, bifásicas y simétricas son las más eficaces para el
fortalecimiento del cuádriceps tal y como se desprenden del estudio de Malatesta,
Cattaneo, Dugnani y Maffiuletti (2003). Para Coarasa et al. (2000), una duración de
corriente entre 200 y 300 µseg. resulta ideal para el trabajo del cuádriceps. En cuanto a la
frecuencia de impulso distintos autores establecen rangos diferentes. Así Lake (1992)
establece que para el cuádriceps la frecuencia debe estar comprendida entre 60 y 120 Hz,
mientras que para Coarasa et al. (2000) una frecuencia de 70 Hz tiene gran eficacia en el
desarrollo de los niveles de fuerza del cuádriceps.
En cuanto a la metodología empleada para el desarrollo de la fuerza isométrica de
forma voluntaria, Cometti (1998), plantea dos tipos fundamentales de entrenamiento. En
el presente estudio se tiene como referencia uno de los establecidos por este autor, la
isometría máxima con carga, la cual, por sus demostrados resultados, ha sido considerada
como idónea. En cuanto a los parámetros fundamentales del entrenamiento isométrico,
Cometti (1998) y Tous (1999) coinciden en que el tiempo de contracción debe estar entre 6
y 8 segundos, el tiempo de descanso debe ser 15 a 20 segundos y las intensidades de carga
deben rondar el 100% de la contracción isométrica voluntaria máxima (CIVM).
Según se desprende de los antecedentes descritos y en base a la información aportada
por los mismos acerca el trabajo de la EENM como método complementario al desarrollo
de la fuerza isométrica máxima, se plantea en el transcurso de esta investigación, conocer
el efecto de un programa de entrenamiento, basado en un método combinado de
contracciones isométricas máximas y electroestimulación, sobre la fuerza isométrica de los
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extensores de rodilla en sujetos sedentarios, comparándose tal efecto con los de otro
grupo, a los que sólo se les aplicará un entrenamiento isométrico convencional, sin la
intervención de la electroestimulación.
Según los resultados surgidos de los estudios y trabajos revisados, y en base a los
precedentes asentados por los mismos, se considera que el grupo sometido al programa de
entrenamiento combinado de contracciones isométricas máximas y electroestimulación,
alcanzará, tras el periodo de entrenamiento, un incremento de la fuerza isométrica mayor
que el grupo al que no se le aplica el aporte de EENM.
2. Método
Sujetos
La muestra ha estado compuesta por 30 sujetos (n=30), todos ellos varones
sedentarios, de peso y talla similar (72+/-1,5 kg), (1,73+/-2cm). Para su selección se
empleo el cuestionario internacional estandarizado IPAQ con el que se pretendía conocer
el nivel de actividad física que habían realizado durante los años previos. Se trato de
seleccionar a los más sedentarios, con el fin de que esas prácticas deportivas personales no
constituyeran variables contaminantes que pudieran distorsionar los resultados. Una vez
seleccionados 60 sujetos de los 250 que conforman la promoción del primer curso, se les
informó de los objetivos y de la duración del estudio, y dieron su consentimiento por
escrito para participar de forma voluntaria en el mismo. Tras esto se realizó un pretest
(Tabla 1) de donde, a través del análisis estadístico inferencial mediante el análisis de la
varianza y la prueba “t student” para grupos independientes (Tabla 4) , y tras la aplicación
de una técnica de bloqueo y de asignación aleatoria, se distribuyeron en los dos grupos a
los 30 sujetos que conformarían finalmente la muestra experimental, 15 en el GE y 15 en el
GI, asegurándonos de que en ambos grupos existía una gran igualdad inicial en cuanto a
los niveles de fuerza previa demostrada en el pretest, ya que no existía una diferencia
estadística significativa (p>0,05).
Diseño
El presente estudio está enmarcado dentro de un diseño experimental entregrupo
con dos grupos experimentales. En este caso, no se sigue el clásico diseño donde un grupo
actúa como grupo control, sino que sobre ambos recae uno de los dos niveles activos de la
variable independiente. De esta forma, y partiendo de una igualdad inicial tras aplicar
técnicas de bloqueo y asignación aleatoria en base a la medida de la variable dependiente
registrada en el pretest, se han comparado los incrementos obtenidos por ambos grupos
tras el periodo de tratamiento mediante el análisis de la varianza y la prueba t de student
de grupos independientes, técnicas de estadística inferencial características en este tipo de
diseño.
La variable dependiente de este estudio, sobre la cual se van a aplicar los dos niveles
de la variable independiente, es la fuerza isométrica máxima de los extensores de rodilla,
medida con dinamómetro con una angulación de rodilla de 60º de flexión. La variable
independiente la constituye el programa de entrenamiento, que pretende, según la
hipótesis, originar mejoras en esta cualidad de la fuerza. En este caso nos encontramos con
dos niveles dentro de la variable independiente, el entrenamiento combinado de
contracciones isométricas voluntarias y electroestimulación y el entrenamiento por
contracciones voluntarias sin complemento de electroestimulación.
Las posibles variables contaminantes de este estudio se han tratado de contrarrestar
empleando las técnicas de bloqueo y asignación aleatoria para distribuir los grupos de la
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forma más igualitaria posible, tratando de controlar mediante el Cuestionario
Internacional de Actividad Física IPAQ (Hagstromer, Oja, Sjostrom, 2006) variables como
el tipo de deporte practicado, el nivel deportivo y de entrenamiento del sujeto. Otras
variables que han podido contaminar los resultados de este estudio han sido la práctica
deportiva paralela al estudio, para lo cual los sujetos se comprometieron por escrito a no
realizar ningún tipo de actividad durante la duración del mismo, y las condiciones
ambientales, las cuales se mantuvieron siempre idénticas dentro del laboratorio.
Procedimiento
Una vez realizada la primera selección de los 60 sujetos, tras el análisis de los
resultados del Cuestionario IPAQ, se realizó el pretest que constituyó en una prueba
realizada en banco de cuádriceps con tres contracciones isométricas máximas de 4
segundos (s) contra una resistencia inmóvil y con una angulación de rodilla de 60º de
flexión, con descanso de 40s. entre cada una de ellas, midiéndose a través de un
dinamómetro PCE-FM100 los índices de fuerza generados. Una vez se analizaron los
resultados y se aplicaron las técnicas de muestreo se obtuvo la distribución muestral
definitiva de 30 sujetos, de forma que se seleccionó a aquellos que tenían índices de fuerza
isométrica similares. Tras esta distribución, y antes de iniciar los protocolos de
entrenamiento, el grupo que recibió el aporte de electroestimulación (GE), realizo dos
sesiones de adaptación a la EENM, con el fin de descubrir las sensaciones originadas por
las corrientes y determinar así sus propios límites a la intensidad de la corriente,
fundamental en el trabajo con EENM (Coarasa et al, 2000).
Durante las 4 semanas de tratamiento los sujetos recibieron, en ambos grupos, el
programa de entrenamiento 3 días por semana, con un número de 20 contracciones por
sesión. Estas sesiones se realizaron a las 12:00 de la mañana, y en una sala interior, donde
las condiciones climatológicas no afectaban al desarrollo del entrenamiento. El trabajo
voluntario de ambos grupos consistió en realizar contracciones voluntarias del cuádriceps,
en un banco de Cuádriceps Profesional regulable y adaptado con fijaciones en diversas
posiciones (Helios Mod.HCAB101) contra una resistencia inmóvil, siendo la intensidad de
carga del 100% de la fuerza isométrica máxima de los sujetos. Los sujetos se fijaban al
banco de cuádriceps con una cincha para evitar compensaciones con la cadera al elevarse
durante la contracción. La angulación articular en la que se trabajo, fue medida con
Goniómetro de acero inoxidable Therapeutic Instruments con un rango de 180º, aspecto
relevante en el trabajo isométrico, como nos indican García-Manso (2002) y GonzalezMotesinos et al. (2007), fue de 60º de flexión de rodilla, que para Herrero-Alonso et al.
(2006) es el ángulo óptimo debido a la capacidad de la musculatura para generar fuerzas
concéntricas, isométricas y excéntricas en estado de acortamiento y debido además a su
enorme fiabilidad. Cada contracción tenían una duración de 6s. con tiempos de
recuperación entre contracción de 30s., cumpliéndose así la relación ideal de 1:5 en el
trabajo isométrico con EENM. De esta forma se ha ajustado el tiempo total de cada sesión
a los 12 minutos que Bosco (2000) aconseja cuando se trabaje la fuerza isométrica
máxima de forma específica.
En ambos grupos de trabajo se siguió el protocolo de entrenamiento desarrollado,
con la única diferencia de que al grupo de entrenamiento combinado (GE), se le aplicó, de
forma simultánea al trabajo voluntario, corrientes externas provenientes del
electroestimulador Compex Sport-R. Se colocaron cuatro electrodos bipolares sobre el
punto motor del cuádriceps (Lake, 1992). Se empleó una onda rectangular, simultanea y
bifásica (Malatesta et al., 2003), de 300 useg. de duración y de 70 Hz de frecuencia,
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intensidad a la cual se adaptaron sin problemas los 15 sujetos que conformaron el grupo
GE.
Una vez concluidas las 4 semanas de tratamiento se realizo un postest en idénticas
condiciones al pretest, a las 12:00 de la mañana y en la misma sala interior donde se
realizaron los entrenamientos, por lo que las condiciones externas, de temperatura y
humedad han sido idénticas. Los resultados obtenidos en este postest permitieron
comparar estadísticamente los niveles de fuerza generados por los sujetos tras las 4
semanas de tratamiento y establecer las conclusiones del estudio
3. Resultados
Tras la realización del análisis estadístico de los valores recogidos en las tablas 1 y 2,
los cuales hacen referencia a las diferentes medidas de la variable dependiente realizadas
tanto en el pretest como en el postest, se puede comprobar en base a los valores medios
registrados en el postest, como la diferencia existente entre el grupo GE y el GI es
significativa desde el punto de vista estadístico (0,02<p<0,05) (tabla 3), pudiéndose
afirmar que se acepta la hipótesis alternativa que establece un mayor efecto del
entrenamiento con electroestimulación sobre el incremento de la fuerza isométrica
máxima de la musculatura extensora de rodilla, confirmándose de esta forma los
presupuestos previos al estudio planteado en la hipótesis.
Tabla 1. Valores de FIM (N) de extensores de rodilla obtenidos en pretest y postest por el grupo GE medido
con dinamómetro. Diferencia media.
SUJETOS
S1
S5
S7
S9
S10
S11
S12
S13
S18
S19
S21
S25
S27
S26
S30
MEDIA
194 / 440
PRESTEST
2650
2643
2499
2649
2601
2680
2605
2450
2619
2510
2630
2587
2573
2770
2604
2605 N
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POSTEST
2810
2670
2710
2705
2813
2681
2600
2690
2700
2600
2630
2630
2890
2900
2800
2721 N
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DIFERENCIA
-160
-27
-211
-56
-212
-1
5
-24
-81
-90
0
-43
-317
-130
-196
-102,86 N
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Tabla 2. Valores de FIM (N) de extensores de rodilla obtenidos en pretest y postest por el grupo GI medido
con dinamómetro. Diferencia media.
PRETEST
(Newton)
2400
2600
2700
2587
2605
2890
2634
2721
2642
2568
2421
2600
2600
2490
2690
2609 N
SUJETOS
S2
S3
S4
S6
S8
S14
S15
S16
S17
S20
S22
S23
S24
S28
S29
MEDIA
POSTEST
DIFERENCIA
2450
2610
2750
2600
2630
2900
2640
2725
2650
2570
2440
2660
2610
2500
2710
2630 N
-50
-10
-50
-13
-25
-10
-6
-4
-8
-2
-19
-60
-10
-10
-20
-19.8 N
Tabla 3. Análisis estadístico comparativo de los datos obtenidos en pretest en GE y GI. Análisis de Varianza
y Prueba T. Análisis estadístico inicial para establecer los grupos de forma igualitaria, a través de técnicas de
bloqueo y de asignación aleatoria. Pretest= medida de bloqueo
(p >0,5; no significativo = Igualdad Inicial)
GRUPO MEDIA VARIANZA
GE
GI
2605 N
2609 N
6051,81
14547,12
DESV.
TÍPICA
77,80
120,6
*DIF.
MEDIAS
Texp
NIVEL DE
SIGNIFICACIÓN
4N
0,108
P> 0,05
*P>0,05
Tras el análisis de la varianza y la realización de la prueba t de student, en base a los
valores medios alcanzados (GE= 2721N y GI=2730) para grupos independientes, se puede
comprobar cómo 0,02<P<0,05, lo que determinan que la diferencia entre las medidas de
la variable dependiente de ambos grupos registradas en el postest es muy significativa,
como queda demostrado en los datos de la tabla 4 que aquí se presenta.
Tabla 4. Análisis estadístico comparativo de los datos obtenidos en postest en GE y GI. Análisis de Varianza
y Prueba T. (p<0,05) Diferencia significativa. Se rechaza H0 y se acepta H1, confirmando la hipótesis
planteada.
GRUPO MEDIA VARIANZA
GE
GI
2721 N
2630 N
9645,64
13915,95
DESV.
TÍPICA
98,21
117,97
*DIF.
MEDIAS
Texp
NIVEL DE
SIGNIFICACIÓN
91 N
2,3
0,02<P<0,05
* P< 0,05
Si bien el incremento medio de los niveles de fuerza ha sido mayor en el grupo GE,
no todos los sujetos han alcanzado un incremento de su nivel de fuerza, e incluso aparecen
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en la tabla 2 niveles inferiores a los registrados en los momentos previos al tratamiento
(S12 y S21). Por el contrario en el grupo GI, donde se aplica un entrenamiento voluntario
sin aplicación de electroestimulación, todos los sujetos han alcanzado un mínimo de
mejora (Tabla 3).
4. Discusión
De los resultados obtenidos en el estudio se desprende que tras el programa de
entrenamiento con EENM existen aumentos significativos de la fuerza isométrica máxima
en el GE. De esta forma se confirman los resultados de otros estudios como los de Miller &
Thépaut-Mathieu (1993), Maffiuletti et al. (2000), Bebault et al. (2007) o GonzalezMontesinos et al. (2007), donde el efecto beneficioso de un programa adecuado de EENM
sobre la FIM de la musculatura extensora de rodilla queda patente. Por el contrario se
pone de manifiesto que Humphries et al. (2004) o Holcomb (2006) no aplicaron en sus
estudios los parámetros de EENM adecuados y por ello no se obtienen ganancias de fuerza
significativas.
No obstante los incrementos de FMI del grupo GE no son tan elevados como a los
obtenidos en los estudios de Maffiuletti et al. (2003), o los de de Gonzalez-Montesinos et
al. (2007). Esto puede deberse a la mayor dificultad de los sujetos sedentarios a adaptarse
a las corrientes eléctricas. Además, y si bien el incremento medio ha sido significativo, en
el GE no todos los sujetos han incrementado su FMI, mientras que si se ha producido, por
mínimo que sea, en todos los sujetos del GI, los cuales no han tenido que adaptarse a
ningún estimulo externo. Seria por tanto interesante realizar nuevos estudios en
poblaciones sedentarias para comprobar si estos resultados y conclusiones se ratifican y se
tomen así las medidas necesarias para adaptar el entrenamiento con EENM a sujetos
sedentarios, con el fin de obtener incrementos más significativos y satisfactorios.
Los resultados obtenidos en este estudio hacen referencia a los momentos
inmediatos a la finalización del periodo de tratamiento, por lo que se desconoce el nivel de
retención de esos incrementos, y por ello se propone que se planteen estudios sobre el
efecto a medio y largo plazo del trabajo con EENM. De esta forma la duración del
tratamiento no se limitaría a 3-4 semanas como Bosco (2000) aconseja, sino que se
podrían analizar los resultados en base a dos ciclos de 3 semanas de entrenamiento con un
periodo de descanso más adecuado. Se podrían alcanzar mayores diferencias entre el
pretest y el postest, obteniendo una respuesta más significativa y fiable (GonzálezMontesinos et al., 2007). Con este planteamiento se podría introducir la EENM en ciclos
de entrenamiento mixtos, acercando un poco más el empleo de este método
complementario al trabajo de fuerza hacía la especificidad deportiva y a su aceptación
definitiva en base a resultados más específicos.
5. Conclusiones
- Tras el análisis de los resultados obtenidos en este estudio se puede comprobar que, en un
periodo de cuatro semanas, ya se producen importantes incrementos de la fuerza
isométrica máxima en aquellos sujetos sedentarios a los que se le aplica le EENM.
- En el grupo GE, el incremento medio ha sido significativo al comparar los valores
obtenidos en el pretest y en el postest, pero sin embargo hay sujetos donde el incremento
ha sido escaso o nulo. Por ello podemos considerar el entrenamiento isométrico por
contracciones voluntarias como un método más conservador en cuanto al nivel de mejora,
pero más estable en base a los resultados obtenidos en el estudio. Además, esto hace que
nos planteemos la necesidad de seguir analizando aquellos casos en los que los sujetos
sedentarios no se adaptan correctamente a la EENM e intentar encontrar parámetros
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individualizados que hagan de este programa, complementario al trabajo de fuerza, un
método más específico, individualizado y eficaz dentro del ámbito deportivo. Para ello
sería también más interesante poder realizar estudios de mayor duración, combinándose
distintos ciclos de entrenamientos, y adquiriéndose resultados más a medio y a largo
plazo.
6. Referencias
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
Ortiz, V. (1994). La mejora de la fuerza muscular en el deporte mediante el uso de
electroestimulación. Archivos de Medicina del Deporte, 10, 279-284.
Venable, M.P., Collins, M.A., O´Bryant, H.S., Denegar, C.R., Sedivec, M.J. & Alon, G. (1991).
Effects of supplemental electrical stimulation on the development of strength vertical jump
performance and power. Journal Applied sports sciences research, 5, 139-143
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Índice
CAPÍTULO 14
CONDICIONAMIENTO DEL ÍNDICE DE FUERZA REACTIVA EN PRUEBAS DE
VELOCIDAD CON CAMBIOS DE DIRECCIÓN
Javier Leiva Arjona, Pedro Jesús Ruiz Montero, Juan Antonio Conejo Sobrino y Alfonso
Castillo Rodríguez
[email protected]
Resumen
En esta investigación se correlaciona el índice de fuerza reactiva con las carreras de
velocidad corta de 10 metros en diferentes modalidades: en línea recta, con cambios de
dirección hacia izquierda y derecha, con ángulos de 45º,90º y 135º. Para medir el índice de
fuerza reactiva lo calculamos a través del Test de Bosco: mediante Drop Jump. Así 42
sujetos todos varones y físicamente activos alumnos de magisterio de educación física se
sometieron a pruebas de velocidad y al test de salto. Los resultados muestran que la fuerza
explosivo – elástico – reactiva incide directa y significativamente en la ejecución de
carreras de velocidad corta de 10m y con cambios de dirección.
Palabras clave: indice de fuerza reactiva, cambios de dirección, velocidad.
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1. Introducción
La fuerza reactiva es el trabajo muscular que dentro de un ciclo de estiramiento –
acortamiento genera un aumento de energía/fuerza y que depende de la fuerza máxima, de
la velocidad de creación de fuerza y de la capacidad de tensión reactiva de la estructura
muscular (Dietrich, 2004).
Este ciclo implica que en la contracción excéntrica, o fase de estiramiento (ej. flexión
de piernas), se almacena energía en los componentes elásticos en serie en el músculo,
concretamente en los puentes de actina y misosina de las fibras de contracción rápida,
aumentando la fuerza generada en gran medida y produciéndose un pequeño cambio en la
longitud del sarcómero. Esta energía se transfiere al trabajo realizado por el elemento
contráctil en la contracción concéntrico fase de acortamiento (ej. Extensión de piernas en
un salto). Esto dará como resultado una mayor potencia de salto siempre que el tiempo
entre la contracción concéntrica y la excéntrica sea mínimo (menor de 1 ó 2 segundos),
pues de lo contrario, esa energía elástica se pierde en forma de calor. Comí (1992) afirma
en sus conclusiones que a menor tiempo de apoyo mayor tiempo de vuelo y mejor
aprovechamiento de los componentes elásticos del músculo (Cervera y Nicolai, 1999).
Recientemente, se ha utilizado el índice de fuerza reactiva (RSI) en los
establecimientos para el entrenamiento de la fuerza reactiva, que es la que incide
directamente en el ciclo de estiramiento - acortamiento. La RSI se describe como la
capacidad de un individuo para cambiar rápidamente desde una acción excéntrica a una
acción concéntrica y puede considerarse como una medición de la fuerza explosiva. La
fuerza explosiva es un término que describe la capacidad de un atleta para desarrollar
fuerzas máximas en un tiempo mínimo (Young, 1995).
El RSI fue desarrollado como un componente del Test de Valoración de las
Cualidades de Fuerza (Strength Qualities Assessment Test), el cual tuvo su origen en el
Instituto Australiano del Deporte (Wilson, Wood y Elliot, 1991). El índice de fuerza
reactiva se calcula a partir de la altura alcanzada durante un salto con caída y el tiempo de
contacto necesario para desarrollar la fuerza requerida para ese salto. La utilización de una
manta de contacto durante la realización de saltos con caída, permite calcular el RSI
dividiendo la altura del salto por el tiempo de contacto previo al despegue (Figura 1).
Figura 1. Ecuación para calcular el RSI. El índice de fuerza reactiva
puede incrementarse por el incremento de la altura de salto, la
reducción del tiempo de contacto o ambas cosas (Flanagan y Comyns,
2008).
En un estudio llevado a cabo sobres 15 atletas pertenecientes a los deportes: fútbol,
baloncesto, tenis y fútbol Australiano; se determinó que existía una correlación
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significativa entre la fuerza reactiva y la velocidad en el cambio de dirección. (Young,
James y Montgomery, 2002)
En otra investigación con cuarenta y dos jugadores de rugby se correlacionó
significativamente la agilidad reactiva con carreras de velocidad máxima de 10 m y 20 m
con cambios de dirección (Gabbet, Kelly y Sheppard, 2008).
Una de las principales conclusiones a destacar en estos trabajos es que aquellos
sujetos que tienen una fuerza reactiva mayor les condicionará positivamente en las
carreras de velocidad.
El propósito de este estudio ha sido determinar la relación existente entre el índice
de fuerza reactiva con la carrera de velocidad en línea recta y con cambios de dirección.
2. Material y métodos
42 sujetos, todos ellos hombres, saludables, físicamente activos, alumnos de
Magisterio Educación Física de la Universidad de Málaga se presentaron voluntarios para
la realización de dicha investigación firmando una fórmula de consentimiento.
Las pruebas fueron realizadas en dos días, de forma que el desarrollo de las distintas
pruebas no fueran condicionantes entre sí, por la aparición de fatiga, a la hora de la
recogida de los resultados.
Las medidas realizadas fueron el rendimiento en las pruebas de salto del test de
Bosco altura máxima y tiempo de contacto en drop jump (DJ) para valorar la fuerza
explosivo-reactivo-balística gracias a la elasticidad muscular, el comportamiento
viscoelástico, el reflejo miotático y el comportamiento de los órganos tendinosos de Golgi.
Todos los test fueron realizados según el protocolo descrito por Bosco (1994). Estos saltos
se realizaron de forma bipodal desde una altura de 30 cm y 15 cm; y de forma monopodal
(izquierda y derecha) desde 15 cm.
Antes de realizar el test, se llevaron a cabo en ambos días un calentamiento para
predisponer a los sujetos en la realización posterior de las pruebas de salto y velocidad;
hubo un periodo de familiarización que consistió en la presentación técnica del ejercicio
del salto dedicada a adquirir cierta automatización del gesto del Drop Jump.
El instrumental utilizado para la recogida de datos en las pruebas de salto fue
superficie sintética, Taraflex, plana y en una instalación cubierta.
Las carreras realizadas fueron de una longitud de 10 metros, que se realizaron en
diferentes modalidades: en línea recta, con cambios de dirección hacia izquierda y derecha,
con ángulos de 45º,90º y 135º, así como de 180º (carrera de ida y vuelta).
Para medir las carreras de velocidad se empleó Sistema telemétrico de cronometraje
marca Byomedic, utilizándose un total de 3 células fotoeléctricas.
Los datos registrados fueron analizados con el paquete estadístico SPSS 15.0 para
Windows., mediante el cual se realizaron análisis de correlaciones Bivariadas, así como
Pruebas T para la comparación de muestras independientes.
3. Resultados
A través del análisis de correlaciones Bivariadas, se extrajeron los siguientes
resultados (Tabla I).
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Tabla I. Correlaciones entre los Índices de
Jumps evaluados) y las diferentes carreras.
45º
45º
LR
Derecha Izquierda
RSI
*
*
Juntos
p=0.09
p<0.01
p<0.01
30
RSI
*
*
Juntos
p=0.08
p<0.01
p<0.05
15
RSI
*
*
*
Derech.
p<0.05 p<0.01
p<0.01
15
RSI
*
*
*
Izquier.
p<0.01
p<0.01
p<0.05
15
Fuerza Reactiva (procecentes de los diferentes Drop
90º
Derecha
90º
Izquierda
135º
Derecha
135º
Izquierda
IV
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.01
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
p=0.10
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.05
*
p<0.01
*
p<0.05
En la que observamos que los diferentes Índices de Fuerza Reactiva, se
correlacionan de forma significativa prácticamente con todas las carreras analizadas, salvo
el RSI 30 y RSI 15 con la carrera en línea recta (0.098 y 0.085 respectivamente) y RSI 15
de la pierna Derecha con la carrera de Ida y Vuelta (0.105) en las que no obstante se
obtienen valores próximos a la significatividad.
Posteriormente se ha pasado a analizar por grupos cada uno de los Índices de
Fuerza Reactiva, en función de aquellos sujetos con mayor o menor Índice. Para ello se ha
procedido a comparar medias mediante Prueba T para muestras independientes:
Se han formado dos grupos en función de si tenían un RSI 30 Juntos mayor o
menor a 80 (tabla II). Encontrándose significatividad en las carreras de 45º Izquierda
(0.004), 90º Derecha (0.002), 90º Izquierda (0.02) e 135º Derecha (0.007).
Encontrándose además indicios de posible significatividad con las carreras de Ida y Vuelta
(0.066) y 135º Izquierda (0.087).
Tabla II. Comparación de las diferentes carreras entre grupos con Índice de Fuerza
Reactiva (procedente del Drop Jump bipodal desde 30 cm) mayores y menores a 80.
RSI JUNTOS 30
N
Media ± Desv. tip
Significatividad
>= 80
11
3.45±0.14
45ºI
p < 0.01 *
<= 80
31
3.66±0.28
>= 80
11
3.56±0.16
90ºD
p < 0.01 *
<= 80
31
3.81±0.28
>= 80
11
3.11±0.25
90ºI
p < 0.05 *
<= 80
31
3.35±0.29
>= 80
11
2.93±0.17
135ºD
p < 0.01 *
<= 80
31
3.12±0.17
Se han formado dos grupos en función de si tenían un RSI 15 Juntos mayor o menor
a 80 (tabla III). Encontrándose significatividad en la carrera en línea recta (0.034), 45º
Derecha (0.014), 90º Derecha (0.01), 90º Izquierda (0.023), 135º Derecha (0.039) y 135º
Izquierda (0.01). Encontrándose además indicios de posible significatividad en la carrera
de 45º Izquierda (0.052).
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Tabla III. Comparación de las diferentes carreras entre grupos con Índice de Fuerza
Reactiva (procedente del Drop Jump bipodal desde 15 cm) mayores y menores a 80.
RSI JUNTOS 15
N
Media ± Desv. tip
Significatividad
>= 80
10
2.68±0.07
LR
p < 0.05 *
<= 80
32
2.78±0.23
>= 80
10
4.05±0.19
45ºD
p < 0.05 *
<= 80
32
4.25±0.24
>= 80
10
3.58±0.17
90ºD
p < 0.05 *
<= 80
32
3.79±0.28
>= 80
10
3.13±0.19
90ºI
p < 0.05 *
<= 80
32
3.33±0.31
>= 80
10
2.96±0.17
135ºD
p < 0.05 *
<= 80
32
3.10±0.18
>= 80
10
2.64±0.10
135ºI
p < 0.01 *
<= 80
32
2.82±0.19
Se han formado dos grupos en función de si tenían un RSI 15 con la pierna Izquierda
mayor o menor a 45 (tabla IV). Encontrándose significatividad en las carreras en Línea
recta (0.015), 90º Derecha (0.034), 90º Izquierda (0.044), 135º Derecha (0.002) y 135º
Izquierda (0.014). Encontrándose además indicios de significatividad en las carreras 45º
Derecha (0.051) e Ida y vuelta (0.082).
Tabla IV. Comparación de las diferentes carreras entre grupos con Índice de Fuerza
Reactiva (procedente del Drop Jump monopodal-izquierdo desde 15 cm) mayores y
menores a 45.
RSI IZQUIERDA 15
N
Media ± Desv. tip
Significatividad
>= 45
10
2.64±0.14
LR
p < 0.05 *
<= 45
32
2.79±0.21
>= 45
10
3.61±0.18
90ºD
p < 0.05 *
<= 45
32
3.78±0.29
>= 45
10
3.14±0.23
90ºI
p < 0.05 *
<= 45
32
3.33±0.30
>= 45
10
2.92±0.14
135ºD
p < 0.01 *
<= 45
32
3.12±0.17
>= 45
10
2.67±0.11
135ºI
p < 0.05 *
<= 45
32
2.81±0.20
Se han formado dos grupos en función de si tenían un RSI 15 con la pierna derecha
mayor o menor a 45 (tabla V). Encontrándose significatividad en las carreras 45º Derecha
(0.011), así como 135º Derecha (0.048). Encontrándose además indicios de posible
significatividad con la carrera 135º Izquierda (0.075).
Tabla V. Comparación de las diferentes carreras entre grupos con Índice de Fuerza
Reactiva (procedente del Drop Jump monopodal-derecho desde 15 cm) mayores y
menores a 45.
RSI DERECHA 15
N
Media ± Desv. tip
Significatividad
>= 45
7
3.97±0.20
45ºD
p < 0.05 *
<= 45
35
4.25±0.23
>= 45
7
2.94±0.16
135ºD
p < 0.05 *
<= 45
35
3.10±0.18
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4. Discusión
El Índice de Fuerza Reactiva, se correlaciona de forma significativa prácticamente
con todas las carreras analizadas. Estos resultados están en consonancia con un estudio
previo que indica que el DJ correlaciona significativamente con las carreras de 10m, de
forma que el SSC (Ciclo estiramiento-acortamiento) se correlaciona significativamente con
dichas carreras (Smirniotou y col, 2008).
Otros estudios llevados a cabo con pruebas de velocidad de 100m, indican que en las
primeras fases de la carrera donde hay una mayor aceleración, muestran un uso mayor de
la fuerza máxima concéntrica (Sleivert y Tangahue, 2004). Conforme la velocidad
aumenta, el uso de la fuerza reactivo explosiva es mayor puesto que el tiempo de contacto
con el suelo es menor y la velocidad de extensión y contracción del músculo aumenta
(Harrison, Jensen y Donoghue, 2005).De esta forma cabe indicar que sería interesante
llevar a cabo estudios con pruebas de velocidad de distancias mayores a 10 m, de forma
que podamos valorar de forma más significativa el empleo de la fuerza reactiva por parte
del sujeto en las carreras.
En nuestro estudio encontramos una serie de limitaciones. Mientras que
Schmidtbleicher (1992) establece que para clasificar una actividad como SSC rápido el
tiempo de contacto debe ser igual o menor a 0.25 segundos. Prácticamente ninguno de los
sujetos que hemos analizado registran tiempos de contacto próximos a esos 0.25 segundos.
Por lo tanto no estaríamos analizando todos los efectos asociados al SSC. Siendo un posible
motivo por el que no encontremos diferencias significativas entre grupos en ciertas
carreras realizadas. Hubiera resultado interesante formar los grupos en función de si los
tiempos de los sujetos eran próximos o lejanos a esos 0.25 segundos.
Por otro lado la muestra con la que hemos trabajado han sido estudiantes varones
de educación física, de los cuales sólo algunos competían a nivel federado. Hubiese sido
interesante verificar los resultados con estudiantes del sexo femenino, al igual que con
atletas de élite.
5. Conclusión
A tenor de los resultados podemos indicar que el índice de fuerza reactiva es un
factor que condiciona positivamente las pruebas de velocidad máxima con cambios de
dirección. De esta forma a mayor índice de fuerza reactiva mejores serán los tiempos de las
carreras a máxima velocidad con cambios de dirección.
6. Referencias
Bosco, C. (1994). La valoración de la fuerza con el test de Bosco. Barcelona: Paidotribo.
Cervera, V. O. y Guerra, N. (1999). Entrenamiento de fuerza y explosividad para la
actividad física y el deporte de competición (2ª ed.). Barcelona: INDE.
Dietrich, M., Jürgen, N. & Ostrowski, C. (2004). Metodología general del entrenamiento
infantil y juvenil. Barcelona: Paidotribo.
Flanagan, E. P. & Comyns, T.M. (2008). The Use of Contact Time and the Reactive
Strength Index to Optimize Fast Stretch-Shortening Cycle Training. Strength and
Conditioning Journal, 30 (5), 32-38.
Gabbett, T. J., Kelly, J. N. & Sheppard, J. M. (2008). Change of Direction Speed, and
Reactive Agility of Rugby League Players. Journal of Strength and Conditioning
Research, 22(1), 174-181.
Harrison, A. J., Jensen, R. L. & Donoghue, O. (2005). A Comparison of Laser and Video
Techniques for Determining Displacement and Velocity During Running.
Measurement in Physical Education and Exercise Science, 9(4), 219-231.
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Komi, P. V. (1992). Stretch-shortening cycle. En Komi, P.V. Strength and Power in Sports
(pp. 169-179). Blackwell: Oxford.
Smirniotou, A., Katsikas, C., Paradisis, G., Argeitaki, P., Zacharogiannis, E. & Tziortizis, S.
(2008). Strengh-power parameters as predictors of sprinting performance. Journal
of sport medicine and physcial fitness, 48(4), 447-454.
Sleivert, G. & Tangahue, M. (2004). The relationship between maximal jumpsquat power
and sprint acceleration in athletes. European Journal of Applied Physiology, 91, 4652.
Schmidtbleicher, D. (1992). Training for power events. En Komi, P.V. Strength and Power
in Sport (pp. 169-179). Blackwell: Oxford.
Wilson, G. J., Wood G. A. & Elliott B. C. (1991) Optimal stiffness of series elastic
component in a stretch-shorten cycle activity. Journal of Applied Physiology, 70,
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Young, W. (1995) Laboratory strength assessment of athletes. New Studies in Athletics, 10,
88–96. 1995.
Young, W., James, R. & Montgomery, I. (2002). Is muscle power related to running speed
with changes of direction? Journal of sports medicine and physical fitness, 42(3),
282-288.
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Índice
CAPÍTULO 15
LA ACTIVIDAD FÍSICA HABITUAL PUEDE EXPLICAR LAS DIFERENCIAS
ENTRE NIÑOS Y NIÑAS EN LA CAPACIDAD FUNCIONAL ANTES DE LA
PUBERTAD
Ernesto De la Cruz Sánchez, Raúl Martínez de Santos Gorostiaga, José Pino Ortega y María
Isabel Moreno Contreras
[email protected]
Resumen
Este estudio establece las diferencias en función del sexo en diferentes dimensiones
de la condición física relacionada con la salud, la obesidad y la actividad física en escolares.
Para ello, se utilizó una versión reducida de la batería Eurofit y se estudió el patrón de
actividad física en un grupo de niños de ambos sexos representativo de la Comunidad
Autónoma de Extremadura. El análisis estadístico realizado comprende una regresión
logística multinomial para modelar la relación entre el estatus de condición física y el
exceso de peso y la actividad física en función del sexo y un t-test para calcular las
diferencias en la condición física entre ambos sexos cuando los sujetos son suficientemente
activos Los principales resultados muestran que los chicos son más activos que las chicas
(OR 1.90, CI 1.03-3.49) y tienen mejor estatus de peso y condición física que las chicas,
excepto en la prueba de sit and reach. Cuando ambos sexos tienen un patrón similar de
actividad física, estas diferencias desaparecen, excepto en la prueba de sit and reach en la
que las chicas siguen manteniendo su ventaja sobre los chicos, independientemente del
cumplimiento de las recomendaciones de práctica de actividad física.
Palabras clave: ejercicio, condición física, deporte, género
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1. Introducción
Las mujeres realizan menor cantidad de actividad física y deporte en su tiempo libre
(Varo, et al., 2003). Estas diferencias entre ambos sexos se ponen de manifiesto desde
edades tempranas, y tanto chicas adolescentes como niñas realizan menor cantidad de
actividad física que sus pares masculinos de su misma edad (Trost, et al., 2002).
La baja participación femenina en actividad física y deporte puede deberse a los
tópicos y creencias propios de nuestra cultura. El deporte se percibe en nuestra sociedad
como algo propio de hombres, como norma general, y existen modalidades deportivas en
función del sexo. Se ha descrito que entre las chicas hay cierta resistencia o predisposición
negativa a la práctica de ejercicio físico o de determinados deportes, ya que socialmente no
se espera eso de ellas. Este fenómeno se ha denominado queer resistance (Broad, 2001).
En contraste, los chicos muestran por lo general más motivación por la práctica de
ejercicio físico y la participación deportiva (Weinberg, et al., 2000).
Las diferencias en la cantidad de actividad física durante el tiempo libre en función
del sexo podrían explicar en cierta medida el peor rendimiento que encuentran algunos
autores en las chicas en las pruebas de condición física (Ortega, et al., 2005). Antes de la
pubertad, no existen diferencias en la capacidad cardiorrespiratoria en función del sexo
para una misma cantidad de actividad física (Manios, Kafatos, & Codrington, 1999). Es
importante considerar el estatus de maduración biológica de los individuos: el desarrollo
físico afecta al rendimiento físico (Ortega, Ruiz, Mesa, Gutierrez, & Sjostrom, 2007). En
este sentido, niños y niñas comienzan a mostrar diferencias entre ellos al llegar a la
pubertad (Ortega, Ruiz, et al., 2008).
El propósito de este trabajo es analizar en escolares prepúberes las diferencias en la
condición física en función del sexo teniendo en cuenta la actividad física habitual que
realizan.
2. Material y Método
El estudio fue realizado en Extremadura, siendo la población escolares de 4º y 5º
curso de primaria (9,99±0,79 años, 137 chicos y 156 chicas) procedentes de cinco colegios
seleccionados aleatoriamente en un diseño estratificado de cuatro pasos teniendo en
cuenta el tamaño de la población, edad, sexo y tipo de escuela (pública o privada), durante
el año académico 2006-2007. La muestra estimada para un error del 5% (95.5% IC) fue de
349 individuos (ver tabla 1 en la que se detallan las características de los participantes).
Fue obtenido un consentimiento informado de los participantes así como de sus padres o
tutores, contando además este trabajo con una valoración positiva del Comité de Bioética
de la Universidad de Murcia.
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
Tabla 1. Prevalencia de las características de los participantes (chicos: n=137; chicas:
n=156)
Chicos (%) Chicas (%) Total (%)
Actividad física
Insuficientemente
77.4
86.5
82.3
22.6
13.5
17.7
74.5
62.8
68.3
25.5
37.2
31.7
activos
Suficientemente activos
Estatus peso (IMC)
Normopeso
Exceso de peso
Las medidas fueron realizadas en período lectivo durante las mañanas, de Mayo a
Junio de 2007. Se hizo una demostración de cada test de evaluación y todas las medidas
fueron tomadas por el mismo equipo de evaluadores, dejando entre 5 y 10 minutos de
descanso entre test. Las medidas se presentan en el orden en el que fueron realizadas.
Índice de Masa Corporal (IMC), calculado a partir de la talla y el peso, con un
tallímetro Seca (Seca, Hamburgo, Alemania), con el sujeto descalzo y la cabeza en el plano
de Frankfort. El peso fue estimado con una precisión de 0.1 kg (Seca Beam Balance 710).
Los participantes fueron clasificados en dos grupos: normopeso y exceso de peso,
atendiendo a estándares internacionales específicos de su edad y sexo (Cole, Bellizzi,
Flegal, & Dietz, 2000).
La condición física fue evaluada usando cinco test, en este orden: sit and reach
(flexibilidad), fuerza máxima de prensión manual, salto horizontal, carrera de velocidad 10
x 5 m, y carrera de resistencia (course navette). Para todos excepto el último test, se
permitieron dos intentos. Estos test han sido validados previamente para su uso en
escolares (Ortega, Artero, et al., 2008).
Un diario de registro de 7 días fue utilizado para estimar la cantidad de actividad
física habitual (Bratteby, Sandhagen, Fan, & Samuelson, 1997). De esta forma, la actividad
física fue estimada en segmentos temporales cada día de la semana. Para cada segmento, el
participante tenía que informar del tipo y la cantidad de actividad física realizada, así como
de las horas de sueño, asumiendo que el resto del tiempo lo ha invertido en actividades
ligeras. La actividad cotidiana fue valorada a través del número de minutos diarios
dedicados a la práctica de actividad física (suma de la moderada, intensa y muy intensa)
durante la semana, de acuerdo con un compendio de gasto energético específico en niños
(Ridley, Ainsworth, & Olds, 2008). Los escolares fueron clasificados en dos grupos:
suficientemente activos e insuficientemente activos, de acuerdo con las recomendaciones
de práctica de actividad física en estas edades (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2006),
≥60 minutos, ≥5 días/semana de actividad física moderada o vigorosa (MVPA, ≥ 3 METS).
El test de normalidad de Kolmogorov-Smirnov fue utilizado para asegurar la normal
distribución de las variables, calculándose un t-test para establecer las diferencias en las
pruebas de condición física entre los chicos y chicas suficientemente activos. Se utilizó un
coeficiente de regresión logística multinomial para establecer las diferencias entre sexos
para el nivel de rendimiento en las diferentes pruebas de condición física (percentiles 25 y
75). Los análisis estadísticos se realizaron con el programa SPSS 15.0 para Windows.
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3. Resultados
Tras obtener los datos, se pudo determinar que los chicos mostraban menor
prevalencia en el exceso de peso que las chicas, como puede observarse en la tabla 2. Los
chicos son, además, más activos que las chicas.
Se puede observar que es más probable encontrar mejores niveles en todas las
pruebas de condición física en los chicos, excepto en la de sit and reach y fuerza de
prensión de la mano izquierda, como muestra el modelo de regresión (odds ratio e
intervalos de confianza) para las diferencias en los percentiles de condición física (25
versus 75) en función del sexo (tabla 2).
Tabla 2. Modelo de regresión logística multinomial examinando las
diferencias en función del sexo en las diferentes variables objeto de
estudio y los componentes de la condición física (percentiles).
OR (95% CI)a
Actividad física
Suficientemente activos
1.90 (1.03 – 3.49)
Estatus de peso
Exceso de peso
0.58 (0.35 – 0.97)
Sit and reach
0.38 (0.22 – 0.66)
≥ Percentil 75b
Fuerza de prensión derecha
2.04 (1.15 – 3.63)
≥ Percentil 75b
Fuerza de prensión izquierda
1.34 (0.77 – 2.31)
≥ Percentil 75b
Salto horizontal
2.11 (1.17 – 3.79)
≥ Percentil 75b
Agilidad 10 x 5 m
2.73 (1.51 – 4.92)
≥ Percentil 75b
Resistencia aeróbica
3.08 (1.69 – 5.61)
≥ Percentil 75b
aGrupo
bGrupo
de comparación es “chicas”.
de comparación es “≤ percentil 25”.
La tabla 3 describe las diferencias en el rendimiento en las pruebas utilizadas en
chicos y chicas con un patrón de actividad física saludable. Se puede observar que en la
mayoría de las pruebas no existen diferencias significativas, excepto el test de sit and
reach. Ser chica proporciona una ventaja en este test de movilidad, independientemente de
la cantidad de actividad física habitual realizada.
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Tabla 3. Diferencias en función del sexo en el nivel de rendimiento alcanzado en las diferentes
pruebas de condición física en los escolares que cumplían las recomendaciones de práctica de
actividad física (t-test)
Variable
Chicos activos
Chicas activas
t
p
M ± DE
M ± DE
IMC (kg·m-2)
16.61 ± 2.92
16.08 ± 2.92
0.646
0.521
Sit and reach (cm)
-0.49 ± 5.77
4.21 ± 6.62
-2.718
0.009
*
Fuerza prensión derecha (N)
178.34 ± 41.10
189.33 ± 39.82
-0.955
0.344
Fuerza prensión izquierda (N)
175.99 ± 42.77
175.59 ± 40.41
0.035
0.972
Salto horizontal (cm)
137.86 ± 50.00
126.09 ± 56.83
0.783
0.438
Agilidad 10 x 5 m (s)
22.09 ± 4.10
22.31 ± 3.31
-0.199
0.843
7.01 ± 1.12
6.47 ± 1.06
1.730
0.090
Resistencia aeróbica (estadío)
*p<0.001.
4. Discusión y Conclusión
Como en el presente estudio, en España mujeres y niñas no alcanzan los niveles de
actividad física recomendados en la misma proporción que los hombres (Roman, SerraMajem, Ribas-Barba, Perez-Rodrigo, & Aranceta, 2008). Eso significa que están en
desventaja en términos de salud, ya que la actividad física habitual durante el tiempo libre
es un factor importante para mantener la salud y la calidad de vida (Twisk, Kemper,
vanMechelen, & Post, 1997).
El exceso de peso es más frecuente entre las chicas estudiadas, tal y como describen
otros autores (Rey-Lopez, Vicente-Rodriguez, Biosca, & Moreno, 2008). Este fenómeno se
invierte en las últimas etapas educativas, según otros autores y el colectivo de hombres
jóvenes padece con mayor frecuencia de exceso de peso (Moreno, Sarria, Fleta, Rodriguez,
& Bueno, 2000).
En lo referente al rendimiento físico, en nuestro trabajo los chicos obtienen mejor
puntuación en todos los test utilizados (excepto el de sit and reach). Mantener un buen
estatus de condición física desde edades tempranas significa una mejor salud durante el
crecimiento y en la etapa adulta (Twisk, et al., 1997).
Cuando los escolares de ambos sexos cumplen las recomendaciones de actividad
física, en nuestro estudio esas diferencias desaparecen y sólo se mantiene la ventaja de las
chicas en la prueba de sit and reach. Este hecho ha sido descrito previamente en otros
trabajos y las chicas mantienen y alcanzan mejores resultados que los chicos en este test
(Pavic, Trninic, & Katic, 2008).
El hecho de que no encontremos diferencias significativas en las pruebas de fuerza
muscular podría explicarse por el crecimiento y desarrollo, ya que hasta la pubertad no se
alcanzan las mayores diferencias entre ambos sexos en la producción de hormonas
anabólicas (Bar-Or, 1983). En este trabajo no ha sido completado un protocolo para
evaluar el estatus de madurez biológica en niños y niñas, pero está descrito que el
comienzo medio de la pubertad en nuestro país está por encima de la edad de la
muestra,10.5 años (Parent, et al., 2003).
De forma distinta al presente trabajo, otros autores encuentran mejor rendimiento
en la prueba de resistencia aeróbica en los chicos, incluso para una similar cantidad de
actividad física y parecido tamaño corporal en ambos sexos (Armstrong, Kirby, McManus,
& Welsman, 1995). No obstante, nuestro estudio emplea pruebas funcionales y encuentra
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idénticos resultados que otros trabajos que emplean test similares en escolares prepúberes
que tienen un patrón semejante de actividad física (Manios, et al., 1999).
Independientemente del sexo, estos niveles de práctica benefician a ambos, niños y
niñas, por igual, mejorando su condición física y con ello su salud, tal y como hemos
descrito (Twisk, et al., 1997).
Como conclusión, este trabajo muestra que las chicas son más inactivas y exceden
en mayor medida su peso óptimo que los chicos de su misma edad. Cuando tienen un
patrón de actividad física habitual semejante, chicos y chicas obtienen similar rendimiento
en las pruebas de condición física, excepto en el test de sit and reach, inferior en los
varones independientemente de la cantidad física habitual.
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Índice
CAPÍTULO 16
LA ALIMENTACIÓN EN JUGADORES DE RAQUETA BENJAMINES
Alfonso Castillo Rodríguez, Javier Leiva Arjona, Pedro Jesús Ruiz Montero y Juan Antonio
Conejo Sobrino
[email protected]
Resumen
En la actualidad existe una demanda social hacia la práctica de deportes desde la
niñez, en el que se concede bastante importancia en la preparación físico-táctica de los
jugadores y equipos en categorías inferiores, pasando en ocasiones por el olvido de muchos
aspectos relevantes como es el caso de la nutrición de los deportistas. En este estudio que
presentamos se quiere valorar la importancia que se le da a este factor intrínseco del
deporte que es la nutrición, en varios de sus aspectos a tratar como alimentos beneficiosos
para la práctica deportiva,… De esta manera, se han analizado 8 equipos elegidos de forma
aleatoria de la provincia de Granada (4 de ellos fueron de equipos de la ciudad), en total 84
jóvenes jugadores de raqueta de 9 a 10 años (categoría Benjamín), que se encuentran con
ficha federativa, tanto de la modalidad de Tenis y Pádel. Se realizó un cuestionario ad hoc
para este tema de la nutrición y teniendo en cuenta la edad de los chicos. Una vez
recogidos los datos, se formalizó el análisis descriptivo correspondiente. Los resultados
muestran que los chicos tienen una concepción básica baja en cuanto a aspectos nutritivos
como mantener una dieta equilibrada, identificar alimentos beneficiosos para el deporte,…,
destacando la necesidad de animar a los entrenadores,..., a que informen en ocasiones
sobre temas de nutrición que son muy importantes tanto para la formación de deportistas
como para su mantenimiento diario.
Palabras clave: jóvenes deportistas, deportes de raqueta, nutrición, alimentación,
deporte.
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1. Introducción
En las dos últimas décadas, los avances en Medicina Deportiva, Biomecánica,
ciencia de entrenamiento y técnicas deportivas han cambiado completamente en el mundo
del deporte, sobre todo, el de alta competición. Se ha conseguido conocer los componentes
del rendimiento deportivo para así aspirar a metas cada vez más altas.
Las condiciones que tiene que reunir un deportista de élite son varias. Una de ellas,
es una correcta alimentación (Grandjean, 1989; Burke y Read, 1989; Konopka, 1988;
Wooton, 1988; Williams, 1992). Desde el punto de vista del éxito y la eficacia, el armonizar
los planes de entrenamiento con la nutrición es cada vez más importante (Malomski y col,
1991). La nutrición juega un papel vital a lo largo de toda la vida, y puede ser controlado
completamente por el individuo (Grandjean, 1989; Coggan and Swanson, 1992).
Una buena dieta es aquella que proporciona una adecuada energía (calorías) y unos
nutrientes adecuados (carbohidratos, proteínas, grasa, vitaminas, minerales, agua)
(National Association for Sport and Physical Education, 1984; Konopka, 1988; Williams,
1985; Williams C, 1993), calculados según la edad, sexo y actividad del deportista, que
contribuyan a su buena salud, permitiendo que el deportista mantenga su ritmo de
entrenamiento y competición (Grandjean, 1989; Buskirk, 1981; Consolazio, 1983;
Williams, 1992). Muchos deportistas y sus entrenadores todavía no le dan la suficiente
importancia a este aspecto (Konopka, 1988; Burke y Read, 1988; Bedgood and Tuck,
1983).
Sabemos que una nutrición incorrecta puede perjudicar el rendimiento físico del
deportista. En la situación bibliográfica se hace mención de elevados estudios realizados en
deportistas que demuestran como una alimentación correcta y vigilada puede ser
determinante del desarrollo de un partido o una competición, sobre todo si es prolongada.
En el caso del fútbol, baloncesto o un partido de tenis o de pádel, se ve esta diferencia
especialmente durante los momentos finales, es decir, en los deportes de raqueta puede ser
en el set definitivo y en el caso del fútbol y baloncesto en la segunda y cuarta parte,
respectivamente. Es precisamente la actividad intermitente y la intensidad alta de estos
deportes la que hace que sea posible llegar a agotar completamente el glucógeno de las
fibras musculares. Cuanto más intenso, agotador y frecuente sea el esfuerzo deportivo,
mayor atención deberá prestarse a la reposición de las reservas de glucógeno. Un ejemplo
aunque de otro deporte, fue la imposibilidad que tuvo el ciclista Miguel Indurain en una
final de etapa del Tour de France 1993 de seguir pedaleando, debido al agotamiento de sus
reservas musculares de glucógeno. El Tenis o el Pádel son unos deportes al que el
cansancio no se achaca a una deficiente nutrición, sino a la falta de preparación física u
otros motivos, seguramente porque no se ha estudiado la nutrición en estos deportes a
fondo. (González Gross, 1994)
Los objetivos del presente estudio fueron el diagnóstico a nivel nutricional que
poseen los jóvenes jugadores de raqueta tanto de Tenis como de Pádel de categoría
benjamín de la provincia de Granada. Se trata de un estudio a través de análisis
estadísticos descriptivos para comprobar si los niños tienen concepción de la importancia
que supone este hecho, como alimentarse de forma correcta antes y después de la
competición, identificar alimentos que no son beneficiosos para la práctica de deportes,...
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2. Método
2.1. Muestra
Las personas que integraron la muestra de este estudio fueron un total de 84
jugadores de raqueta de la provincia de Granada (todos eran chicos), pertenecientes a la
categoría Benjamín de Tenis y Pádel (cuya edad se encontraba entre los 9 y 10 años), que
formaban parte de un equipo federado. Se analizaron en total 8 equipos, 4 en la misma
ciudad y otros 4 en pueblos diferentes que se eligieron de forma aleatoria para no
contaminar la muestra.
2.2. Instrumentos y Procedimiento
Se formalizó un cuestionario ad-hoc completo sobre varias cuestiones de nutrición
en relación a la actividad física. Es totalmente anónimo y sólo solicitamos la edad y el sexo,
puesto que a priori, queríamos analizar también las valoraciones de las chicas jugadoras de
raqueta. No se trata de un cuestionario cerrado tipo Likert, sino que para investigar dichas
valoraciones es necesario que los niños expusieran sus ideas. En cuanto a los aspectos que
recoge dicho cuestionario se resume en la tabla 1:
ASPECTOS DE NUTRICIÓN
Preguntas
relacionadas
1. Función de la alimentación
1
2. Perjuicios por mala alimentación
2y4
3. Composición de los alimentos
3y4
4. Distinción entre comida beneficiosa para la práctica de
4
actividad física y no beneficiosa
5. Hábitos alimenticios
5y6
6. Gustos alimenticios.
5y7
Tabla 1. Aspectos de la Nutrición relacionados con las preguntas del cuestionario.
Este cuestionario se elaboró específicamente para analizar las diferentes ideas que
tienen los jóvenes jugadores de raqueta sobre la nutrición. Posteriormente, elaboramos
una lista de equipos que juegan a nivel federado, sin establecer categorías en cuanto si se
trata a más o menos nivel, para conseguir con el azar 8 equipos diferentes para que la
muestra sea aleatoria. Finalmente, se solicitó colaboración tanto a los entrenadores como a
los padres y los propios chicos. Se expuso el motivo del estudio y el carácter voluntario del
mismo. La explicación y el desarrollo del mismo cuestionario sólo supuso 20 minutos de
duración.
Una vez recogida la información de la muestra se jerarquizaron en 1, 2, 3 y 4 niveles
los conocimientos de cada uno de los aspectos, para su posterior análisis estadístico
descriptivo. Dichos niveles corresponden a las propias respuestas de los chicos, que
corresponderá a un nivel IV los que mejores respuestas propongan, hasta el nivel I, que es
el básico o donde se encontrarían los chicos que tienen unos conocimientos sobre nutrición
muy escuetos o limitados.
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3. Resultados
Si analizamos paso a paso los resultados vemos con respecto a la función de la
alimentación y encontramos que un 50% de los encuestados (42 chicos) sólo han
respondido una de las muchas opciones que han aparecido (Nivel I), frente al 16.6 % y 1.2
% que han contestado a una cantidad considerable de respuestas. En la figura 1 se puede
observar estas cantidades.
Función de la alimentación
16,6
1,2
Nivel I
Nivel II
50
Nivel III
Nivel IV
32,14
Figura 1. Función de la alimentación para jóvenes jugadores de
raqueta.
Por otro lado, si analizamos los perjuicios por mantener una mala alimentación
(Figura 2) existe al igual que en el aspecto anterior, que la mayoría de los jugadores
responden a pocas cantidades de opciones (84.8%, 72 chicos). No por ello significa que no
conocen los perjuicios que pueden causar una mala alimentación, que al contrario sí tienen
ese conocimiento pero de manera poco significativa.
Perjuicios por mala alimentación
60
54,7
50
40
30,1
30
20
10
3,5
1,2
0
Nivel I
Nivel II
Nivel III
Nivel IV
Figura 2. Perjuicios por mala alimentación.
Entre la composición de alimentos (Figura 3), se encontró el problema que un
42.8% de los chicos no sabían dar respuesta a la pregunta 3, aunque el resto respondieron
bien y muy bien. A los jóvenes que no se acercaron a la solución de la pregunta
respondieron vitaminas y colorantes, o simplemente nada, frente al pequeño grupo de
chicos que expusieron la composición en grasas, azúcares, hidratos,… Encontramos en la
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pregunta 4, al igual que en los aspectos tratados anteriormente, que la mayoría de chicos se
encuentran en el nivel básico (nivel I).
Composición de los alimentos
140
120
100
79,8
80
Pregunta 4
60
Pregunta 3
13,1
40
42,8
44
7,1
13,2
Nivel I
Nivel II
Nivel III
20
0
Figura 3. Composición de los alimentos
Sobre el aspecto de la distinción entre comida beneficiosa para la práctica de
actividad física y no beneficiosa, que es a priori la más relacionada de todo el cuestionario
con el deporte encontramos los siguientes resultados que se encuentran en la tabla 2:
ALIMENTOS
BUENA
MALA
NS/NC
Chocolate
4,75%
90,50%
4,75%
Leche
96,40%
1,20%
2,40%
Fruta
96,40%
1,20%
2,40%
Espaguetis
24,75%
74,05%
1,20%
Patatas
23,80%
60,70%
15,50%
Refresco
6%
85,70%
8,30%
Hamburguesa
35,70%
66%
8,10%
Pescado
96,40%
1,20%
2,40%
Carne
75%
11,90%
13,10%
Tabla 2. Relación de alimentos que son beneficiosos o no para el deporte.
En este aspecto nos llama la atención el porcentaje significativo de chicos que
consideran la hamburguesa buena para los deportistas (35.70%), en la carne muchos de
ellos (13.10%) se han decantado por no respondes, puesto que consideramos que tuvieron
dudas por la amplia gama de carnes. Otro dato relevante es el caso de la pasta que la
expusimos a modo de ejemplo con un plato específico como los espaguetis y ha resultado
que muchos de ellos (74.05%) valoraron como negativo este plato.
Los resultados correctos serían: Comida buena: carne, leche, fruta, pescado y
espaguetis; Comida mala: chocolate, patatas fritas “de paquete”, refresco y hamburguesa.
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Si tenemos en cuenta los hábitos alimenticios resaltamos que existe un mayor
número de chicos que han considerado que llevan una alimentación sana (29.76%), aun
incluyendo en estas dietas pasteles, salchichas y caramelos. En los demás casos podemos
reseñar que el 36.9% de los chicos comen sano con verduras pescado y leche, y que el
33.3% incluyen éstos más pasteles y hamburguesas. Se puede observar en la figura 4 cómo
se encuentran equiparados los 3 niveles de hábitos alimenticios.
Hábitos alimenticios
100%
36,9
80%
Nivel III
33,3
60%
Nivel II
Nivel I
40%
29,76
20%
0%
1
Figura 4. Hábitos alimenticios sobre el 100% de los chicos.
4. Discusión
Toda la información obtenida por los jóvenes deportistas jugadores de deportes de
raqueta nos hace pensar que la condición de seguir una correcta alimentación (Grandjean,
1989; Burke y Read, 1989; Konopka, 1988; Wooton, 1988; Williams, 1992) como condición
que debe reunir para ser deportista no se mantiene. Es más, para la cantera de los equipos
se prefiere prestar más importancia a la preparación física, técnica y táctica que otros
aspectos de la preparación biológica del deportista como es sin duda la nutrición. La
hidratación es relevante en estos deportes y los entrenadores prestan más atención a la
hidratación inmediata del momento del partido que acostumbrar a los jugadores desde
pequeños a que lleguen a un partido en las mejores condiciones de reserva de glucógeno,
prestando atención a la dieta los días previos a la competición para estar en las mejores
condiciones metabólicas para el gasto que se presenta.
Teniendo en cuenta que el entrenador tanto de Tenis como de Pádel, en este caso,
debe llevar a sus equipos tanto en niveles físicos como tácticos, no debe olvidarse de incluir
en su planificación anual, en la pretemporada, dedicarle un tiempo para explicar nociones
básicas de alimentación y la nutrición en general, para que se vayan educando en valores
deportivos, desde pequeños. La nutrición juega un papel vital a lo largo de toda la vida, y
puede ser controlado completamente por el individuo (Grandjean, 1989; Coggan and
Swanson, 1992).
Al considerar que la nutrición en jóvenes deportistas es muy importante para su
propio desarrollo y mejor rendimiento en los partidos que juegan, y que puede afectar de
manera definitiva a su futura práctica física nos proponemos como línea de investigación
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próxima, indagar sobre costumbres alimenticias y su gasto calórico tanto en los partidos
como en los entrenamientos de estas especialidades deportivas.
5. Conclusiones
La mayoría de los jóvenes deportistas no conocen al completo las funciones de una
buena alimentación. Tan sólo el 17.8% (nivel III y IV) consideraron que la alimentación
sirve para vivir, ponerse fuertes, grandes y hacer deporte. Los demás chicos acortaron sus
respuestas en este cuestionario abierto describiendo sólo un aspecto que es para crecer, lo
cual, se afirma la limitación conceptual respecto a la Nutrición.
Lo mismo ocurre con los perjuicios que conlleva una mala alimentación que el 4.7 %
destacan varias opciones como engordar, picar los dientes, no tienes energía para correr,…
En el aspecto 3 sólo un 13.2 % responden varias soluciones con la composición de
alimentos como puede ser azúcar, grasas, colesterol,…y el 7.1 % han identificado la mayoría
de alimentos correctamente con su tipo de nutriente energético (grasas, hidratos,
proteínas,…)
Acerca de la distinción entre comida buena o mala para los deportistas, creemos que
los jóvenes confundieron el plato de espaguetis con un tipo de comida basura o comida
rápida como la pizza,…, puesto que así lo han considerado con la hamburguesa. Sobre los
hábitos alimenticios que gran parte de los chicos consideran que llevan una alimentación
sana pensamos que ellos han respondido un poco condicionados porque nos contestan en
el cuestionario que no comen verduras, pescado ni fruta.
La conclusión general del estudio confirma que los jóvenes jugadores de raqueta
desde pequeños no tienen unos conocimientos de la nutrición básicos que son
fundamentales en su rendimiento de igual o mayor incidencia que la propia preparación
física y que le puede ayudar si se lleva a cabo las premisas básicas de nutrición para su
proyección futura en el deporte.
6. Referencias
Bedgood, B., Tuck, M. (1983). Nutrition knowledge of high school athletic coaches in
Texas. J Am Diet Assoc 83(6):672-677.
Burke, L. M., Read, R. S. D. (1989). Sports Nutrition. Approaching dic nineties. Sports Med
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Buskirk, E. R. (1981). Some nutritional considerations in the conditioning of athletes. Ann.
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Coggan, A. R., Swanson, S. C. (1992). Nutritional Manipulation Before and During
Endurance Exercise - Effects on Performance. Med Sci Sports Exerc 24:9(Suppl):533
1- 5335.
Consolazio, C. F. (1983). Nutrition and performance. Progress in Food and Nutrition
Sciences 7:1-187
González Gross, M. M. (1994). “Valoración crítica del estado nutritivo de jugadores de
fútbol y baloncesto de las divisiones inferiores. Problemática nutricional de los
deportes de equipo” en Tesis Doctoral. Universidad Complutense de Madrid.
Grandjean, A. C. (1989). Macronutrient intake of US athletes compared with the general
population and recommendations made for athletes. Am J Clin Nutr 49: 1070-1076.
Konopka, P. (1988). La alimentación del deportista. Ed. Martínez Roca, S.A. Barcelona.
Malomski, E., Ekes, E. y Martos, E. (1991). The effect of completed nutrition on the
athletes performance. J Sports Med Phys Fitness 31 (3):420-4. 1.
National Association for Sport and Physical Education; The Nutrition Foundation, INC.;
The Swanson Center for Nutrition, INC. & The United States Olympic Commitee
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(1984). Nutrition for Sport Success. American Alliance for Health, Physical
Education, Recreation and Dance. Virginia.
Williams, C. (1993). Carbohydrate needs of elite athletes. Wordl Rev Nutr Diet 71:34 60.
Williams, M. H. (1985). Nutritional aspects of human physical and athletic performance
(2nd edition). Charles C Thomas, publisher, Springfield, Illinois, USA.
Williams, M. H. (1992). Ayudas ergogénicas nutricionales. En: Simposium sobre
Metabolismo y Nutrición en el Deporte. Barcelona, mayo 1992 Libro de resúmenes
del Congreso, PP 142-15
Wooton, S. (1988). Nutrición y Deporte. Ed. Acribia. Zaragoza (España).
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Índice
CAPÍTULO 17
ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE EQUIPOS DE FÚTBOL EN
PRETEMPORADA PERTENECIENTES A DISTINAS CATEGORÍAS DEL
FÚTBOL ESPAÑOL EN RELACIÓN AL CMJ
Juan Carlos García García, José Antonio García García, Francisco Javier
Robles Prieto, Óscar Caro
Muñ[email protected]
Resumen
La fuerza es un importante componente en el rendimiento del fútbol. Por eso
deducimos que en los equipos de mayor categoría también estarán los mayores niveles de
fuerza explosiva elástica, por ello el objetivo de este estudio es analizar los niveles de dicha
fuerza en 3 equipos de diferentes categorías, realizando 3 saltos con contramovimento
(CMJ) utilizando la batería de test de Bosco con una plataforma de contacto. Los
resultados obtenidos nos demuestran que el equipo de mayor categoría no obtiene los
mejores niveles de fuerza, pero sí el de menor categoría obtiene los menores niveles de
fuerza. Como conclusión podemos decir que estos niveles no van a ser determinantes para
situar a un jugador en un equipo u otro, pero si pueden serlo para comprobar el tipo de
entrenamiento llevado durante el período de pretemporada.
Palabras clave: fútbol, CMJ, fuerza, pretemporada.
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1. Introducción
En la actualidad, en la mayoría de los deportes, y en el fútbol especialmente, la
potencia es una de las características más importantes para tener éxito. El fútbol actual se
caracteriza fundamentalmente por las numerosas acciones explosivas que acontecen a lo
largo de un partido. Estudios realizados demuestran que de 10,000 a 12,000 metros que
puede recorrer un jugador a lo largo de un partido, en función al puesto que desempeña,
unos 2,000 metros se realizan a intensidad alta y unos 300 metros a sprint (Fernández,
2009). Para entrenar óptimamente la potencia es necesario evaluar correctamente la
fuerza explosiva (Mouche, 2007).
El CMJ nos da información sobre la fuerza reactiva de los sujetos, que siguiendo a
García (1999), en función de la forma en la que se produce el ciclo de estiramientoacortamiento, otros autores distinguen entre fuerza elástico-refleja y fuerza explosivo
elástico refleja. En la manifestación elástico-refleja la fase excéntrica no se ejecuta a alta
velocidad, y en la acción de frenado se estira la musculatura agonista fuertemente, que
previamente se encontraba contraída, actuando como muelles que trasmiten la energía
acumulada a la fase positiva del movimiento. Por el contrario, la manifestación explosivo
elástico refleja, sucede cuando la acción deportiva es de carácter explosivo y el
alargamiento muscular previo a la acción concéntrica es limitado y de alta velocidad de
ejecución.
Al mejorar la capacidad de salto, se mejoran otras habilidades que requieren una
impulsión de las piernas, existiendo evidencias empíricamente demostradas, sobre la
correlación positiva entre la capacidad de salto (con y sin contramovimiento previo) y el
desplazamiento a máxima velocidad (Hakkinen, 1989; Bosco y Komi, 1981; Bosco, 1981;
citado por Bosco, 1994).
El objetivo del entrenamiento de la fuerza en la actualidad para el fútbol es ser capaz
de ejecutar acciones con el mayor grado de fuerza posible en el menor tiempo (Pérez
Bardají, 2005). Debido a que en el fútbol actual se requiere, cada vez más, de gestos
precisos, fuertes y veloces. Los equipos, desde el primer minuto de juego, salen a presionar
al rival, en campo contrario, en una suerte de persecución a la pelota, que los entrenadores
quisieran mantener durante todo el partido.
El propósito de este estudio era comprobar si los valores de fuerza explosiva, mas
concretamente de CMJ, van reduciendose conforme vamos bajando el nivel de los
jugadores, el entrenamiento realizado en pretemporada y la categoría en la que estos
militan.
2. Material y Método
2.1. Participantes
Los participantes recibieron una explicación verbal de todos los procedimientos
experimentales y debieron cumplimentar una hoja consentimiento antes de que las
pruebas comenzaran, en la que daban su consentimiento para que los resultados obtenidos
fueran publicados y eximiendo de cualquier responsabilidad a los responsables del
experimento en caso de lesión de algún participante.
La muestra la componen tres equipos de fútbol de género masculino que militan en
3 categorías diferentes. Todos los participantes tienen una experiencia mínima en el
deporte de 10 años:
El equipo 1 milita en la 2ª división B, grupo IV, participó en esta investigación con
23 sujetos, cuyos valores medios medidos de 25.69 ± 4.68 años, 74.30 ± 5.86 Kg., 180.43 ±
5.62 cm y IMC de 22.78 ± 1.05.
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El equipo 2 en 3ª división grupo IX, participó con 24 sujetos, cuyos valores medios
son de 21.37 ± 3.20 años, 74.29 ± 6.12 Kg., 178.54 ± 4.80 cm y IMC de 23.26 ± 1.10.
El equipo 3 en 1º división andaluza, grupo 3, participó con 15 sujetos, cuyos valores
medios medidos son de 24.73 ± 4.65 años, 75.35 ± 8.70 Kg., 170.00 ± 6.71 cm y IMC de
23.49 ± 2.31.
2.2. Instrumentos:
Para la realización de este estudio se utilizaron varios instrumentos de medida: A)
Para medir el peso de los participantes se utilizó una báscula de marca Tefal con una
precisión de 100 gramos. B) Para medir la talla se utilizó una cinta métrica calibrada de
fibra de vidrio marca Cóndor. C) Para la medición del IMC se utilizó un
bioimpedianciómetro de la marca OMROM modelo BF306. D) Para medir la fuerza en los
saltos contramovement jump (CMJ), medición de la capacidad contráctil, de la capacidad
elástica y de la capacidad de sincronización y reclutamiento instantáneo de fibras del músculo
(Pérez Barroso, 1998), de los participantes fue necesario utilizar el software Muscle-Lab™
conectado a una plataforma de contactos. Las pruebas del estudio se realizaron en una
superficie de césped artificial al aire libre.
2.3. Procedimiento
Para valorar la fuerza explosiva se utilizó el test de Bosco en plataforma de contacto.
Estos tests son utilizados para valorar las características funcionales (alturas y potencias
mecánicas de salto), neuromusculares (aprovechamiento de la energía elástica y del reflejo
miotático, resistencia a la fatiga, etc) y morfofisiológicas (tipos de fibra muscular) de la
musculatura extensora de los miembros inferiores. Concretamente realizamos el test de
salto con contramovimiento o rebote (CMJ), para valorar la fuerza elástico explosiva
(López, 2008).
El presente estudio fue realizado durante tres días (un día para cada equipo), en el
período de pretemporada, en el que primero se hallaron las características de los
participantes (talla, peso, índice de masa corporal). Y posteriormente se realizó un
calentamiento estandarizado de 15 – 20 minutos de duración que constaba de varias
partes, una primera de activación vegetativa, ejercicios de movilidad articular,
desplazamientos multidireccionales aumentando progresivamente la intensidad y
ejercicios de estiramientos. Posteriormente se procedió a efectuar las pruebas objeto de
nuestro estudio.
Se realizaron saltos con contramovimiento (CMJ), que consisten en desde la
posición de firmes con manos en las caderas se realiza un flexión de piernas de 90º y sin
detenerse se realiza una rápida extensión de piernas sin flexionar el tronco (Anselmi,
2003). Este protocolo constó de tres intentos. Entre cada salto se realizó una recuperación
de tres minutos. Estas pruebas se realizaron en un espacio al aire libre y el protocolo de
evaluación se completó en treinta minutos.
3. Resultados
Las características corporales de los participantes del equipo 1 se muestran
detalladas en la tabla 1.
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Tabla 1. Características de los participantes del equipo 1.
N
Edad
Peso (Kg.)
Talla (cm)
IMC
N válido
Mínimo
18,00
61,00
168,00
20,66
23
23
23
23
23
Máximo
33,00
84,00
190,00
24,93
Media
25,6957
74,3043
180,4348
22,7887
Desv. típ.
4,68494
5,86542
5,62322
1,05183
Las características corporales de los participantes del equipo 2 se muestran
detalladas en la tabla 2.
Tabla 2. Características de los participantes del equipo 2.
N
Edad
Peso (Kg.)
Talla (cm)
IMC
N válido
Mínimo
17,00
62,00
168,00
21,38
24
24
24
24
24
Máximo
29,00
88,00
188,00
24,89
Media
21,3750
74,2912
178,5417
23,2650
Desv. típ.
3,20071
6,12119
4,80922
1,10307
Las características corporales de los participantes del equipo 3 se muestran
detalladas en la tabla 3.
Tabla 3. Características de los participantes del equipo 3.
N
Edad
Peso (Kg.)
Talla
IMC
N válido
Mínimo
19,00
58,40
169,00
20,20
15
15
15
15
15
Máximo
33,00
90,00
195,00
27,42
Media
24,7333
75,3533
179,0000
23,4960
Desv. típ.
4,65168
8,70188
6,71884
2,31371
En la tabla 4 se muestran los valores medios obtenidos por el equipo 1 en las
pruebas realizadas.
Tabla 4. Valores medios equipo 1
N
Mínimo
0,47
0,27
Máximo
0,61
0,46
Media
Desv. típ.
0,5510
0,03870
0,3739
0,05128
Mínimo
0,52
0,33
Máximo
0,66
0,54
Media
Desv. típ.
0,5705
0,02938
0,4000
0,04246
CMJ (seg.)
23
CJM (m.)
23
N válido (según lista)
23
En la tabla 5 se muestran los valores medios obtenidos por el equipo 2 en las
pruebas realizadas.
Tabla 5. Valores medios equipo 2.
N
CMJ (seg.)
CMJ (m.)
N válido (según lista)
24
24
24
En la tabla 6 se muestran los valores medios obtenidos por el equipo 3 en las
pruebas realizadas.
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Tabla 6. Valores medios equipo 3.
N
CMJ (seg.)
CMJ (m.)
N válido (según lista)
15
15
15
Mínimo
0,50
0,30
Máximo
0,59
0,43
Media
Desv. típ.
0,5461
0,03136
0,3669
0,04184
Y por último la tabla 7 muestra un gráfico con los resultados obtenidos por los 3
equipos.
Tabla 7. Resultados obtenidos de los tres equipos.
0,575
(m.)
0,57
0,565
0,56
0,555
0,55
0,545
0,54
0,535
0,53
Equipo 1
Equipo 2
Equipo 3
4. Discusión
El propósito principal de este estudio fue determinar en que medida descendían los
niveles de fuerza elástica en el tren inferior conforme vamos bajando el nivel de los
equipos y el tipo de entrenamiento que realizan en pretemporada.
En este sentido, señalamos que los valores recogidos en las tabla 1, 2 y 3 de medidas
corporales y parámetros antropométricos han sido muy poco estudiados en relación e
influencia sobre la producción de fuerza explosiva y explosivo elástica (Martin, 1990; Tittel
y Wutscherk, 1992; Canda, 1996). Sin embargo y resulta evidente, es importante una
adecuada construcción condicional de los futbolistas para la mejora de la fuerza (Casáis,
Crespo, Domínguez y Lago, 2004).
Centrándonos de nuevo en el estudio, tal y como observamos en la tabla 7,
comprobamos que los mayores niveles de fuerza explosiva obtenidos fueron para el equipo
2, siendo muy curioso debido a que el equipo que milita en la categoría mas alta no obtiene
los mayores niveles de fuerza. Por el contrario también observamos que el equipo que
menos niveles de fuerza explosiva presenta es el de menor categoría, concordando con las
predicciones previamente hechas.
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Debido a esto pasamos a analizar el tipo de entrenamiento llevado por los equipos
en el período de pretemporada. El equipo que milita en 2ª división B, realizaba en dicho
perído dos sesiones diarias con un elevado volúmen de trabajo, los equipos que militan en
3ª división y 1ª andaluza realizaron un trabajo muy similar que constaba una sesión diaria
y con un volúmen de trabajo algo mas bajo que en el equipo anterior.
A partir de aquí surgen varias cuestiones. La primera cuestión es que los niveles de
fuerza explosiva no son mayores en los jugadores que militan en equipos de mayor nivel. Y
la segunda cuestion es si realmente el tipo de entrenamiento que se realiza en el período de
pretemporada es determinante en el resultado ya que los equipos de mayor categoría
realizan un mayor número de entrenamiento y de mayor volumen. Por ello puede ser
determinante y de gran ayuda realizar de nuevo este estudio en un período competitivo
para comprobar si los datos obtenidos varían con respecto a los presentados en esta
investigación.
5. Conclusiones
Nuestra conclusión es que no tenemos porqué encontrarnos los mayores niveles de
fuerza explosiva en equipos de superior categoría, ya que estos niveles no van a ser
determinantes a la hora de fichar a un jugador para un equipo u otro, pero si pueden serlo
para comprobar el tipo de entrenamiento llevado durante el período de pretemporada. Por
ello nos gustaría dejar la puerta abierta para próximas investigaciones similares con
mayores muestras que en ésta, además de hacerlo en otro período que no sea el de
pretemporada, para así poder corroborar que los equipos de mayor categoría acumulan
mayor volúmen de entrenamiento en este período impidiéndoles desarrollar elevados
niveles de fuerza explosiva.
6. Referencias
Mouche, M. (2007). Evaluación de la potencia anaeróbica con ergojump. Revista digital
efdeportes.com, 108.
López, J. (2008). Test de Bosco para valorar la capacidad de salto.
www.tácticasdefútbol.com. [Consulta: 20 marzo de 2009].
Pérez Bardají, F. (2005). Entrenamiento de fuerza. www.tácticasdefútbol.com. [Consulta:
20 marzo de 2009].
Bosco, C. (1994). La valoración de la fuerza con el test de Bosco. Barcelona: Paidotribo.
García, J. M. (1999). La fuerza. Madrid: Gymnos.
Anselmi, H. (2007). El entrenamiento de la potencia en fútbol. Fútbol-táctico, 16.
Fernández Feliciate, C. (2009). El trabajo de fuerza explosiva integrado en el fútbol.
Fútbol-táctico, 24.
Pérez
Barroso,
A.
(1998).
Test
de
valoracion
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entrenamiento.
http://www.aamoratalaz.com/articulos/tve98.htm. [Consulta: 20 marzo de 2009].
Anselmi, H. (2003). Manual de Fuerza, potencia y acondicionamiento. Buenos aires:
Paidotribo.
Martin, A. D. (1990). Anthropometric estimation on muscle mass in men. Medicine and
Science in Sports and Exercise, 22, 5, 729-733.
Tittel, K. y Wutscherk, H. (1992). Anthropometric factors. En P. Komi (ed.), Strenght and
power in sport. Oxford: Blackwell.
Canda, A. S. (1996). Estimación antropométrica de la masa muscular en deportistas. En
Métodos de estudio de la composición corporal en deportistas, 9-26. Madrid:
Ministerio de Educación y Cultura.
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Casáis, L., Crespo, J., Domínguez, E. y Lago, C. (2004). Relación entre parámetros
antropométricos y manifestaciones de fuerza y velocidad en futbolistas en edades de
formación. 3º Congreso de la Asociación Española de Ciencias del Deporte,
Valencia, 11-13 marzo, (paper).
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CAPÍTULO 18
RELACIÓN ENTRE LA FUERZA EXPLOSIVO ELÁSTICA Y LA AGILIDAD EN
DEPORTISTAS Y SU RELACIÓN CON EL FÚTBOL
José Antonio García García, Francisco Javier Robles Prieto y Oscar Caro Muñoz
[email protected]
Resumen
La agilidad es una importante cualidad en el deporte pero no ha sido
exhaustivamente investigada. Uno de los componentes que contribuyen a la mejora en el
rendimiento de la agilidad es la fuerza, por ello el objetivo de este estudio es investigar la
influencia de la fuerza explosivo elástica sobre la agilidad del deportista. 33 deportistas
masculinos (19,64± 3,3 años de edad, 73,90± 7,9 Kg Kg. masa corporal, 177,56± 5,9 cm.
de estatura, 22,77± 2,3 de IMC y 174,78± 19,4 cm de envergadura) realizaron cinco saltos
con contramovimiento (CMJ), realizándolos sólo con pierna derecha y cinco CMJ,
realizándolos sólo con pierna izquierda, de los cuales nos quedamos con los dos mejores.
La idea de realizar los CMJ unilaterales era evaluar la fuerza de cada miembro del tren
inferior. Para finalizar, realizamos la prueba de ida y vuelta, que consistía en recorrer a la
máxima velocidad una distancia de 5 m., realizar un giro y volver al punto de partida, total
10 m. Nos fijábamos con que pierna realizaba el giro, motivo de la medición de los CMJ
unilaterales. Los resultados obtenidos de la correlación entre la fuerza explosivo elástica
medida con la batería de test de Bosco (CMJ) y la agilidad de los futbolistas no eran
significativos. Como conclusión podemos decir que poseer mayor fuerza explosivo elástica
en el tren inferior no favorece para tener mejores niveles de agilidad, sino que la mejora de
la agilidad dependerá además de la mejora de la fuerza de otros factores como son la
técnica de carrera, velocidad, coordinación y la amplitud de movimientos.
Palabras clave: fútbol, velocidad, agilidad, cambios de dirección, fuerza
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1. Introducción
Los jugadores de futbol deben tener la capacidad de realizar variaciones en sus
acciones a alta velocidad durante los partidos. Aunque estas acciones solo constituyen el
11% de la distancia total recorrida en un partido, son momentos cruciales en el juego ya
que determinan que equipo va a ganar la posesión del balón o consigue marcar un gol. Un
rendimiento superior en este tipo de acciones pueden decantar el partido hacia un equipo
u otro (Little & Williams, 2005).
Tradicionalmente la mejora del rendimiento de los jugadores de fútbol se ha
realizado con entrenamientos cuya finalidad era desarrollar de manera independiente unas
cualidades físicas y otras.
El entrenamiento de la fuerza se centraba en obtener mejoras a nivel muscular,
midiendo en algunos casos incluso el perímetro de hipertrofia conseguido, pero en nada
mejoraban el rendimiento del jugador (Pérez Bardají, 2005). De nada servía tener grupos
musculares muy fuertes si estos no eran capaces de desarrollar sus prestaciones en
situaciones específicas de juego. El objetivo del entrenamiento de la fuerza en la actualidad
para el fútbol es ser capaz de ejecutar acciones con el mayor grado de fuerza posible en el
menor tiempo.
Cambios de
dirección
Tiros a puerta u
otros
desplazamientos
FUERZA EN EL
FÚTBOL
Saltos
Lanzamientos
(Manifestaciones de la fuerza en el fútbol,(Pérez Bardají, 2005)
En el entrenamiento de la velocidad ocurre algo similar, debido a que siempre se
han utilizado carreras lineales de distintas distancias para que el jugador las recorriera en
el menor tiempo posible para así mejorar su velocidad, pero el paradigma existente para el
desarrollo de la velocidad ha sufrido un cambio en los últimos años, en el que un mayor
énfasis está siendo colocado no solamente sobre la aceleración, la velocidad máxima y el
entrenamiento de la resistencia a la velocidad, sino también sobre el cambio de dirección
(Sheppard & Young, 2006), modificando así el concepto tradicional de la misma ya que
hoy la velocidad no es solo la capacidad para correr rápidamente, sino que también
desempeña un papel importante en movimientos acíclicos y otros cíclicos (Weineck, 2005).
Esto representa un énfasis sobre la especificidad del entrenamiento guiado por el modelo
de actividad a realizar, debido a que el entrenamiento de velocidad en línea tiene poca o
ninguna influencia sobre la mejora en los cambios de dirección (Sheppard & Young, 2006),
y en definitiva poca especificidad para el fútbol.
En los últimos años han aparecido grandes diferencias en la planificación del fútbol,
introduciendo en él situaciones de entrenamiento específicas (Martínez González y Solla
Aguiar, 2008). En estas situaciones específicas podemos decir que cuando se trabajan en el
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
entrenamiento, el jugador puede mejorar varias cualidades físicas a la vez, determinantes
para el desarrollo del juego.
Estos cambios de dirección fueron denominados por Young 2002 con el concepto de
agilidad. Actualmente, no hay ningún acuerdo general entre la comunidad de ciencia
deportiva para una definición clara de agilidad.
La agilidad clásicamente ha sido definida como simplemente la capacidad de
cambiar la dirección rápidamente, pero también como la capacidad de cambiar dirección
rápidamente y con exactitud (Sheppard & Young, 2006). Aunque recientemente ha sido
definida como un rápido cambio de dirección en respuesta a los estímulos específicos del
deporte (Gabbett & Benton, 2009).
La agilidad depende de dos factores:
- Los factores perceptivos en los que incluiremos la capacidad del deportista a
realizar un escaneo visual y la anticipación entendida como la capacidad del
deportista para reconocer modelos y situaciones, de forma que pueda adelantar
el momento de la respuesta y que sea mas ajustada a las necesidades de la
situación. Es decir, como en todo lo que pasa en el fútbol, el aspecto muscular
nunca va separado del cognitivo, siendo en ocasiones este último determinante.
(Pérez Bardají, 2005).
- Los factores de velocidad donde incluimos la técnica para realizar los diferentes
gestos, la velocidad de carrera lineal y las características musculares del tren
inferior, es decir su nivel de explosividad, reactividad,…(Pérez Bardají, 2005).
Agilidad
Factores de
percepción y toma
de decisiones
Anticipación
Barrido
visual
Velocidad en los
cambios de
dirección
Reconocer
patrones
Conocer
situaciones
Velocidad en
línea recta
Técnica
Colocación
Inclinación
Pasos para
acel./desac
pies
cuerpo
Fuerza
Fuerza
tren inf.
Poder
Fuerza
reactiva
(Modelo, indicando los principales factores que determinan la agilidad (Young, James &
Montgomery, 2002)
La agilidad es una cualidad compleja y reconociendo esto podemos decir que la
agilidad permite al jugador reaccionar al estímulo, arrancar mas rápidamente y
eficientemente y ser capaz de cambiar de dirección, parar o volver a arrancar lo mas rápido
posible. En muchos deportes el cambio de dirección está planeado, como por ejemplo
ocurre en el beisbol, pero en otros no, como por ejemplo en el fútbol, y estos cambios de
dirección son producidos por la respuesta que se da a la colocación del adversario. Sin
embargo la velocidad de movimiento es influenciada por los factores perceptivos de
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w
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
decisión y neuromusculares llegando a la conclusión de que si entrenamos en fútbol sobre
esta línea podemos anticiparnos a la acción del adversario (Young & Farrow, 2006).
La habilidad de cambiar de dirección y velocidad rápidamente podría ser
influenciada por la posición del cuerpo adoptada mientras se está corriendo, esta posición
nos la dará la técnica de carrera, pero creemos que esta capacidad viene derivada además
de la mejora de la fuerza y de la velocidad, de la mejora de la coordinación y la amplitud de
movimientos.
El propósito de este estudio era comprobar en que medida favorece el poseer una
mayor fuerza elástica en el tren inferior para conseguir realizar giros y cambios de
dirección específicos del deporte practicado en el menor tiempo posible. Estos
conocimientos ayudarían a los entrenadores y preparadores físicos del fútbol a elegir
medios de entrenamiento específicos a la hora de trabajar con nuestros jugadores
buscando así un mayor rendimiento a la hora de competir.
2. Material y Método
2.1. Participantes
Los participantes recibieron una explicación verbal de todos los procedimientos
experimentales y debieron cumplimentar una hoja consentimiento antes de que las
pruebas comenzaran, en el que daban su consentimiento para que los resultados obtenidos
fueran publicados, con protección de datos, y eximiendo de cualquier responsabilidad a los
responsables del experimento en caso de lesión de algún participante.
La muestra la componen 33 participantes de género masculino, estudiantes de
maestro en educación física de la Universidad de Málaga, cuyos valores medios medidos
por el personal de la universidad de Málaga son de 19,64 ± 3,3 años, 73,90 ± 7,9 Kg.,
177,56 ± 5,9 cm, un índice de masa corporal de 22,77 ± 2,3 y una envergadura de 174,78±
19,4 cm. Los sujetos practicaban varios deportes, siendo el fútbol el más practicado por
esta muestra, el sujeto que poseía menor experiencia deportiva era de 5 años y el que más
experiencia tenia era de 12 años.
2.2. Instrumentos
Para la realización de este estudio se utilizaron varios instrumentos de medida:
Para medir el peso de los participantes se utilizó una báscula de marca Tefal con una
precisión de 100 gramos.
Para medir la talla y la envergadura se utilizó una cinta métrica calibrada de fibra de
vidrio marca Cóndor.
Para la medición del IMC se utilizó un bioimpedianciómetro de la marca OMROM
modelo BF306.
Para medir la fuerza en los saltos contramovement jump (CMJ), medición de la
capacidad contráctil, de la capacidad elástica y de la capacidad de sincronización y
reclutamiento instantáneo de fibras del músculo (Pérez Barroso 1998), de los participantes
fue necesario utilizar el software Muscle-Lab™ conectado a una plataforma de contactos.
La velocidad de giro y de desplazamiento fue obtenida mediante un sistema
telemétrico de cronometraje marca Byomedic.
Las pruebas del estudio se realizaron en una superficie sintética, Taraflex, plana y en
una instalación cubierta.
2.3. Procedimiento:
El presente estudio fue realizado durante dos días consecutivos, en el que el primero
se halló las características de los participantes (talla, peso, lateralidad, envergadura, índice
234 / 440
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
de masa corporal). En el segundo día se realizó un calentamiento estandarizado de 15 – 20
minutos de duración que constaba de varias partes, una primera de activación vegetativa,
ejercicios de movilidad articular, desplazamientos multidireccionales aumentando
progresivamente la intensidad y ejercicios de estiramientos. Posteriormente se procedió a
efectuar las pruebas objeto de nuestro estudio.
Las pruebas fueron completadas en el siguiente orden: Salto con contramovimiento,
realizándolo (CMJ) sólo con pierna derecha (CMJ-D) y salto CMJ, realizándolo sólo con
pierna izquierda (CMJ-I). La idea de realizar los CMJ unilaterales era evaluar la fuerza de
cada miembro del tren inferior del sujeto. Este protocolo constó de dos intentos para cada
segmento, quedándonos con el mejor salto de los dos realizados. Entre cada salto se realizó
una recuperación de tres minutos. Para finalizar realizamos la prueba de ida y vuelta
(Figura 1) que consistía en recorrer a la máxima velocidad una distancia de 5 m., realizar
un giro y volver al punto de partida, total 10 m. El inicio de la prueba lo marcaba el propio
participante, evitando así que influyera el tiempo de reacción en la prueba si teníamos que
dar una señal para que este iniciara. La prueba era medida por un sistema telemétrico de
cronometraje marca Byomedic que nos indicaba el tiempo que el participante tardaba en
cubrir la distancia de 10 m. Se realizaron dos intentos quedándonos con el mejor tiempo.
La recuperación entre cada carrera fue de tres minutos. Decir también que en la prueba de
ida y vuelta se colocó un observador en los 5 m. del recorrido (zona de giro) para observar
con que pie apoyaba el sujeto para efectuar el giro y darse la vuelta, previamente habíamos
preguntado a todos los participantes su lateralidad. Todas estas pruebas se realizaron en
un espacio cubierto y el protocolo de evaluación se completó en una hora.
SALIDA/
LLEGADA
5 metros
Figura 1: Representación prueba ida y vuelta.
2.4. Análisis estadístico:
Se halló como estadísticos descriptivos la media de cada una de las variables.
El coeficiente de correlación de Pearson fue usado para determinar la magnitud las
medidas de asociación entre las variables.
Los datos fueron analizados mediante el paquete estadístico SPSS (Statistical
Package for Social Sciences) versión 17.0 para Windows.
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
3. Resultados
Las características corporales de los participantes se muestran detalladas en la tabla
1, desglosando cada uno de ellos y obteniendo los valores medios a los mismos. Así,
distinguimos la edad, el peso, la talla, la lateralidad dominante, la envergadura y el índice
de masa corporal como parámetros más importantes.
Tabla 1. Características de los participantes.
Nombre
Sujeto 1
Sujeto 2
Sujeto 3
Sujeto 4
Sujeto 5
Sujeto 6
Sujeto 7
Sujeto 8
Sujeto 9
Sujeto 10
Sujeto 11
Sujeto 12
Sujeto 13
Sujeto 14
Sujeto 15
Sujeto 16
Sujeto 17
Sujeto 18
Sujeto 19
Sujeto 20
Sujeto 21
Sujeto 22
Sujeto 23
Sujeto 24
Sujeto 25
Sujeto 26
Sujeto 27
Sujeto 28
Sujeto 29
Sujeto 30
Sujeto 31
Sujeto 32
Sujeto 33
Media
236 / 440
Edad
(años)
19
18
28
18
34
19
19
18
18
19
18
19
18
18
19
19
19
18
19
20
18
18
18
18
20
21
18
18
18
18
19
23
24
19,64
Peso
(kg)
87,5
69,1
72
67
103
74,4
67,4
76,2
75,8
68,6
73
64
74
75,8
73,8
68
77,3
82
72,8
76
78,1
70,2
68,5
72,3
80
68,1
64,7
90,08
72,3
71,9
71,5
64,6
69
73,90
Talla
(cm)
186
188,5
178
180
191
182
177
179
180
174
170
181
176
167
174
167
181
180
186
181
177
173
173
176
185
178
169
176
176
174,5
182,5
169
172
177,56
w
w
Envergadura
(cm)
189
188
182
189
191
172
177
187
183
177
179
183
182
173
178
89
195
184
178
182
180
175
176
176
128
178
157
175
176
173
184,5
157
174,5
174,78
Lateralidad
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Zurdo
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
Diestro
-
w
.
g
i
d
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k
i
IMC
(kg/cm2)
25,15
19,4
20,5
20,68
27,5
22,71
20,6
23,8
19,8
22,66
23,5
24,6
25
22,7
21,5
24,4
18,2
25,4
21
19
24,6
22
22,7
23,3
23
21,5
22,6
29,7
23,3
23,6
21,58
22,38
23,3
22,77
t
.
c
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
En la tabla 2 se muestran los resultados obtenidos por cada participante y sus
valores medios en cada una de las pruebas efectuadas, esto es los dos CMJ con la derecha,
los dos CMJ con la izquierda, las dos carreras con cambio de dirección, así como el pie que
utiliza para girar en las mismas.
Tabla 2. Resultados obtenidos en las distintas pruebas.
CMJD1
(cm)
23,4
19,9
23,1
17,7
10,6
20,4
20,3
15
15
17,4
17,7
20,4
17,5
17,1
15,1
20,3
20,3
14,7
20,2
17,4
20
20,3
15,1
17,7
15
20,6
17,8
10,5
23,1
17,4
17,5
15
15,1
17,83
Sujetos
Sujeto 1
Sujeto 2
Sujeto 3
Sujeto 4
Sujeto 5
Sujeto 6
Sujeto 7
Sujeto 8
Sujeto 9
Sujeto 10
Sujeto 11
Sujeto 12
Sujeto 13
Sujeto 14
Sujeto 15
Sujeto 16
Sujeto 17
Sujeto 18
Sujeto 19
Sujeto 20
Sujeto 21
Sujeto 22
Sujeto 23
Sujeto 24
Sujeto 25
Sujeto 26
Sujeto 27
Sujeto 28
Sujeto 29
Sujeto 30
Sujeto 31
Sujeto 32
Sujeto 33
Media
CMJD2
(cm)
20,4
17,7
26,4
17,4
12,6
17,5
23,4
15,1
15,1
17,5
15,1
20,6
17,5
17,7
15
17,5
17,7
20,3
23,4
17,5
20
17,8
20,3
17,5
15
20,6
17,5
14,8
23,3
17,4
17,7
15
15,1
18,10
CMJI1
(cm)
23,6
17,8
17,7
17,5
26,4
20,3
20,2
23,4
15,1
17,7
12,6
20,4
17,3
15,1
15,1
17,7
26,4
15,2
23,1
17,3
20
15,1
12,7
15,2
15
20,4
15,6
12,7
23,3
15
18,3
17,7
12,8
17,99
CMJI2
(cm)
20,6
15
20,2
17,5
10,7
20,7
20,3
20,4
10,6
17,5
20,4
26,6
17,5
17,6
13
17,8
23,2
12,8
23,1
19,9
17
20,4
20
20,6
17,7
20,3
17,8
12,7
26,4
17,5
23,4
17,9
10,6
18,41
IV 1
(s)
3,32
2,5
3,08
3,17
3,69
3,34
2,83
3,3
3,31
3,41
3,31
3,17
3,1
3,28
3,33
3,35
3,14
3,01
3,15
3,17
3,07
3,27
3,21
3,36
3,59
2,92
3,05
3,29
2,96
3,27
3,12
3,37
3,73
3,21
IV 2
(s)
3,31
3,36
3,07
3,31
3,71
3,3
3,11
3,18
3,55
3,26
3,17
3,1
3,11
3,29
3,4
3,32
3,24
2,93
3,11
3
2,95
3,27
3,35
3,26
3,49
2,61
3,09
3,28
2,84
3,09
3,07
3,34
3,55
3,21
Pie giro
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Izquierda
Derecha
Derecha
Izquierda
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Izquierda
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
Derecha
-
Los mejores resultados obtenidos en las distintas pruebas se muestran en la tabla 3.
En ella recogemos, la mejor marca de los cuatro saltos CMJ, la mejor marca de las dos
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
carreras con cambio de dirección y también la posición de cada marca comparándolas
entre las de todos los participantes.
Tabla 3. Mejores resultados en el test de fuerza y velocidad y su número de orden en comparación con el
resto de participantes
Sujetos
Sujeto 1
Sujeto 2
Sujeto 3
Sujeto 4
Sujeto 5
Sujeto 6
Sujeto 7
Sujeto 8
Sujeto 9
Sujeto 10
Sujeto 11
Sujeto 12
Sujeto 13
Sujeto 14
Sujeto 15
Sujeto 16
Sujeto 17
Sujeto 18
Sujeto 19
Sujeto 20
Sujeto 21
Sujeto 22
Sujeto 23
Sujeto 24
Sujeto 25
Sujeto 26
Sujeto 27
Sujeto 28
Sujeto 29
Sujeto 30
Sujeto 31
Sujeto 32
Sujeto 33
Mejor CMJ
(cm)
23,6
19,9
26,4
17,7
26,4
20,7
23,4
23,4
15,1
17,7
20,4
26,6
17,5
17,7
15,1
20,3
26,4
20,3
23,4
19,9
20
20,4
20,3
20,6
17,7
20,6
17,8
14,8
26,4
17,4
23,4
17,9
15,1
Número de
orden
6
20
2
24
3
11
7
8
30
25
14
1
28
26
31
17
4
18
9
21
19
15
16
12
27
13
23
33
5
29
10
22
32
Mejor IV
(segundos)
3,31
2,5
3,07
3,17
3,69
3,3
2,83
3,3
3,31
3,26
3,17
3,1
3,1
3,28
3,33
3,32
3,14
2,93
3,11
3
2,95
3,27
3,21
3,26
3,49
2,61
3,05
3,28
2,84
3,09
3,07
3,34
3,55
Número de
orden
26
1
9
16
33
24
3
25
27
19
17
12
13
22
29
28
15
5
14
7
6
21
18
20
32
2
8
23
4
11
10
30
31
Por último la tabla 4, muestra los coeficientes de correlación y su significación
bilateral entre cada una de las variables medidas y analizadas, resaltando las correlaciones
entre las pruebas de fuerza y de agilidad.
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
Tabla 4. Correlaciones de Pearson (CP) y Sig. bilateral (SB).
Edad Peso Talla Lat. IMC CMJD1
Edad
CMJD
2
-,089
,621
-,309
,080
,075
,680
,314
,075
,129
,473
-,257
,149
,739**
,000
1
CMJI
1
,298
,092
,287
,105
,555**
,001
,240
,179
,261
,142
-,080
,659
,366*
,036
,252
,157
1
CMJI
2
-,288
,104
-,396*
,023
,028
,876
,205
,251
,044
,810
-,267
,134
,684**
,000
,563**
,001
,400*
,021
1
IV1
IV2
Pie
giro
-,126
,486
,110
,542
,077
,669
-,056
,757
,091
,613
,261
,142
-,258
,147
-,135
,455
-,161
,369
-,140
,438
,054
,766
,144
,425
1
CP 1
,421* ,284 -,034 ,149 -,223
,389*
,328
SB
,015 ,109 ,850 ,407 ,212
,025
,063
**
**
*
*
Peso
CP
1 ,498 -,025 ,537 -,430
,355
,316
SB
,003 ,890 ,001 ,013
,043
,073
Talla
CP
1
,254 -,068 ,032
-,129
,116
SB
,154 ,707 ,862
,473
,519
Lateral. CP
1
-,135 ,135
-,051 -,085
SB
,454 ,455
,777
,639
Enverg. CP
-,145 -,003
-,254
-,137
SB
,421 ,985
,154
,447
*
*
IMC
CP
1
-,422
,383
,108
SB
,014
,028
,551
CMJD1 CP
1
-,499** -,505**
SB
,003 ,003
CMJD2 CP
-,582** -,623**
SB
,000 ,000
CMJI1 CP
-,140 -,149
SB
,436 ,409
CMJI2 CP
-,324 -,542**
SB
,066 ,001
IV1
CP
1
,623**
SB
,000
IV2
CP
1
SB
Pie de CP
giro
SB
Nota: CP = Correlación de Pearson; SB = Significación Bilateral. * La correlación es
significante al nivel 0,05 (bilateral). ** La correlación es significante al nivel 0,01
(bilateral).
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
4. Discusión y conclusiones
El propósito principal de este estudio fue determinar si favorece el poseer una
mayor fuerza elástica en el tren inferior para conseguir realizar giros y cambios de
direcciones específicos del fútbol en el menor tiempo posible.
En este sentido, señalamos que los valores recogidos en la tabla 1 de medidas
corporales y parámetros antropométricos han sido muy poco estudiados en relación e
influencia sobre la producción de fuerza explosiva, explosivo elástica o la capacidad de
relación (Martin, 1990; Tittel y Wutscherk, 1992; Canda, 1996). Sin embargo y resulta
evidente, es importante una adecuada construcción condicional de los futbolistas para la
mejora de la fuerza y la velocidad en los mismos (Casáis, Crespo, Domínguez y Lago,
2004).
Volviendo al objeto de estudio, tal y como observamos en la tabla 3, comprobamos y
llegamos a la conclusión que en líneas generales los deportistas cuya capacidad de salto es
mayor y presentan mayores valores de fuerza explosiva, no tienen por qué ser más rápidos
en las carreras con cambios de dirección. A este respecto, dicha tabla nos indica como el
deportista con un salto mayor (sujeto 12 con 26.6 cm) obtiene valores normales en
velocidad y cerca de la media (3.1 segundos); mientras que el deportista más rápido (sujeto
2 con 2.5 segundos) tampoco es el que mayor fuerza explosiva presenta (sino todo lo
contrario, presentando un mejor salto de 19.9 cm.).
Así, podemos observar también en la tabla 4, como en la totalidad de los casos, las
correlaciones entre medidas de fuerza y de carrera tienen una dirección negativa indicando
que los sujetos que poseen un mayor nivel de fuerza explosiva poseen valores más
reducidos en los tiempos empleados en recorrer la carrera con cambios de dirección. Estos
datos apoyan los estudios de Martínez y Solla (2008), donde la relación entre fuerza y
capacidad de aceleración muestra correlaciones bajas y no significativas. Sin embargo, no
refleja lo expuesto por Hoffman et al. (2007), quienes piensan que unos altos niveles de
fuerza y de potencia reducen el tiempo necesario para frenar un movimiento a máxima
velocidad y acelerar hacia una dirección diferente. Parecidas son las evidencias de la
relación directa entre determinados parámetros de fuerza y velocidad (Bosco, 1991;
Gorostiaga y González, 1995; Hakkinen, 1996; Cometti, 2002).
Por todo ello, nuestra conclusión es de que a pesar de que los saltos a una pierna son
más específicos en relación a los cambios de dirección, dado que el participante tiene que
ejecutar la fuerza muscular de manera unilateral, éstos no suponen una mejora en el
rendimiento de este tipo de carreras y por lo tanto en la preparación física del futbolista.
Aún así, dejamos una puerta abierta, puesto que otros estudios son contradictorios y sí
hacen hincapié en la relación entre fuerza, potencia y agilidad (Anderson, Gieck, Perrin,
Weltman, Rutt, & Denegar, 1991; McBride, Triplett-McBride, Davie, & Newton, 2002), por
lo que creemos conveniente seguir realizando estudios similares, mejorándolos con
poblaciones específicas de futbolistas, más muestra de participantes y una realización de
más test de saltos y de carreras específicas en dicho deporte.
Así como futuras líneas de trabajo e investigación podría ser conveniente analizar en
futbolistas los cambios de direcciones específicas con el balón de fútbol en conducciones
del mismo y asociarlas con el salto o incluso con la fuerza del golpeo de la misma
lateralidad.
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with changed of direction?. Journal of Sports Medicine and Physical Fitness, 42,
282.
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Índice
CAPÍTULO 19
ENTRENAMIENTO DE FUERZA CON MÁQUINAS GUIADAS DE
RESISTENCIA VARIABLE EN PERSONAS MAYORES DE 60 AÑOS
Marcos Mecías Calvo, Antonio Bores Cerezal y Roberto Barcala Furelos
[email protected]
Resumen
Con la realización de este trabajo se pretendió conocer la Composición Corporal y la
Funcionalidad Física en personas mayores de 60 años, tras un entrenamiento de fuerza,
con máquinas guiadas de resistencia variable. Para ello, se realizó una valoración inicial de
la composición corporal mediante bioipedancia, y el análisis de la funcionalidad física
mediante el Senior Fitness Test (Rikly & Jones, 2001). Para la intervención se dividieron a
28 personas (6 hombres y 22 mujeres), en 2 grupos de trabajo. Un grupo (grupo control)
realizó un entrenamiento mediante una actividad pre-coreografiada de carácter
multicomponente (trabajo de tonificación muscular y resistencia aeróbica) con soporte
musical, y otro grupo, realizó un entrenamiento basado en la fuerza, con máquinas guiadas
de resistencia variable (grupo experimental), utilizando un circuito intermitente con
sobrecargas. Tras un período de entrenamiento de 12 semanas, con tres sesiones a la
semana de una hora de duración, se procedió a realizar la valoración final idéntica a la
inicial. Los resultados obtenidos tras el entrenamiento de fuerza con máquinas guiadas de
resistencia variable mostraron que se obtiene, en cuanto a la composición corporal,
mejoras significativas en Peso (desciende un 2,33%), en Masa Libre de grasa (aumenta un
1,04%), en Masa Grasa (desciendo un 9,29%) y en Índice de Masa Corporal (disminuye en
un 2,28%). En cuanto a la funcionalidad física, se obtienen mejoras significativas en las
pruebas de Sentarse-Levantarse (57,60%), en Juntar manos atrás (28%), en LevantarseCaminar-Sentarse (13,43%), en Dinamometría manual (1,89% mano izquierda y 0,41%
mano derecha). Así, atendiendo a los resultados, este tipo de entrenamiento de fuerza con
máquinas guiadas de resistencia variable, produce mayores adaptaciones en la
composición corporal y funcionalidad física, que la actividad multicomponente con soporte
musical.
Palabras clave: personas mayores, capacidad funcional, fuerza.
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1. Introducción
La población española envejece y seguirá envejeciendo durante las próximas
décadas. Actualmente las personas mayores de 65 y más años, representan el 16,7% de la
población total, viéndose aumentada en un período de 5 años, desde 2002 a 2007 en un
3,5% (IMSERSO, 2007). Según estimaciones del INE, la población de personas de 65 años
y más en 2060, será el 29,9% de la población total.
El aumento de la esperanza de vida ha producido un cambio significativo en las
pirámides demográficas produciéndose un efecto cono en éstas, con una base cada vez
más estrecha como consecuencia del descenso de la natalidad (IMSERSO, 2007), por lo
que poco a poco es probable que se llegue a una figura de rombo. Por lo tanto es esperable
que cada vez nos encontremos una población envejecida y a su vez con más limitaciones
físicas y con mayor nivel de dependencia (IMSERSO, 2007).
Sin embargo muchas de las limitaciones físicas con las que se encuentran las
personas mayores son paliables con un grado de actividad física ya que, esta no sólo
produce beneficios a nivel físico y fisiológico, sino que también a nivel psicológico y social
(Becerro, M.; Frontera, W.; Santoja, R., 1995).
En este sentido hay que resaltar que la práctica habitual de ejercicio está en
aumento, ya sea para curar o rehabilitar, o para prevenir enfermedades. Así, según el
Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM, 1998) el entrenamiento de fuerza
ayuda a compensar la pérdida de masa muscular y de fuerza que por lo general se asocia
con el envejecimiento normal. Entre los beneficios adicionales que se derivan del ejercicio
regular se incluyen una mejoría en las condiciones óseas y como consecuencia, un riesgo
menor de padecer de osteoporosis; una mejoría en la estabilidad postural y por lo tanto,
una disminución en la posibilidad de caerse, herirse y fracturarse y finalmente, un
aumento en la flexibilidad y en el rango de movimiento.
Además, el entrenamiento con cargas produce cambios en cuanto a la composición
corporal, disminuyendo la grasa corporal (Ahtiainen et al., 2005), y aumentando la masa
magra (Folland & Williams, 2007).
Nuestro objeto de estudio, se basa en conocer los efectos de un programa basado en
la fuerza, para la mejora de la capacidad funcional en personas mayores de 60 años. Para
ello se dividieron a 28 personas, de las cuales 6 eran hombres y 22 mujeres, en 2 grupos de
trabajo.
2. Material y Método
2.1. Muestra
La muestra estuvo formada por 28 personas, 6 hombres y 22 mujeres, todos ellos
mayores de 60 años. Todos los sujetos fueron informados acerca de los procedimientos,
riesgos y beneficios del estudio, y firmaron un informe de consentimiento previo al
comienzo del mismo. Debían de cumplir los siguientes requisitos: Ser mayor de 60 años,
no poseer ninguna patología que le impidiera realizar el programa. Los criterios de
exclusión fueron: No participar durante más de 3 sesiones consecutivas de entrenamiento,
realizar alguna actividad complementaria ajena al estudio. Ambos criterios fueron
evaluados antes del programa, quedando la muestra establecida en los sujetos
anteriormente citados.
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2.2. Procedimiento
Los sujetos experimentales realizaron una valoración inicial de Composición
Corporal, de Funcionalidad Física, un programa de entrenamiento de fuerza con máquinas
guiadas de resistencia variable, y una valoración final.
La valoración inicial y final constó de las siguientes pruebas: Para el análisis de la
Composición Corporal se utilizó el método de la Bioimpedancia con la herramienta Tanita
BC-418MA Segmental, y se analizaron las siguientes variables: Peso, Masa Libre de Grasa,
Masa Grasa, Agua Corporal, I.M.C., % Graso y Tasa Metabólica Basal.
Para el análisis de la Capacidad Funcional, se utilizó el Senior Fitness Test (Rikly &
Jones, 2001), cuyas pruebas se presentan en la tabla 1,
Tabla 1. Pruebas, Nº Intentos y Puntuación del Senior Fitness Test
PRUEBAS
1º. SentarseLevantarse
2º. Flexiones del brazo
Nº INTENTOS
PUNTUACIÓN
1
Nº repeticiones en 30”
1
Nº repeticiones en 30”
3º. Flexión de tronco
en silla
2
4º. Juntar las manos
tras espalda
2
5º. LevantarseCaminar-Sentarse
2
6º. Caminar 6 minutos
1
Tocar la punta del pie = 0
No alcanza pie => Valores negativos (-)
Sobrepasa pie => Valores positivos (+)
Se tocan dedos = 0
No se tocan dedos => Valores negativos
(-)
- Se sobrepasan dedos => (+)
-
Tras dos intentos registrar mejor
puntuación
Caminar durante 6 minutos lo más
rápido posible
Para obtener más variables con respecto a la fuerza, también se realizó el test de
Dinamometría manual, con un dinamómetro TKK.
Para el desarrollo del entrenamiento de la fuerza, se utilizaron máquinas guiadas de
resistencia variable marca Technogym, clase Selection, las cuales permiten aumentar las
cargas en 2,5 kg.
La evaluación inicial se realizó la semana previa al comienzo del estudio. Además, a
los participantes del grupo experimental, se les realizó un test de aproximación a una
repetición máxima (RM) de cada una de las máquinas de musculación que posteriormente
se utilizaron en el entrenamiento experimental. El primer día de valoración se realizó un
test de RM para 5 de los 10 ejercicios que conformaban la valoración inicial (press sentado,
prensa de pierna, jalón frontal, abductor, tíceps). Para ello, los sujetos realizaron un
pequeño calentamiento de ejercicio cardiovascular de 5 minutos de duración, más un
calentamiento específico del grupo muscular en concreto. Debían formalizar 3 series de
calentamiento previas al test máximo. La primera serie constaba de 12 repeticiones con
una carga baja (que podían movilizar con facilidad al menos 20 veces). Tras un descanso
de 2 minutos, una segunda serie con una carga mayor (con la que podrían realizar 12-14
repeticiones) para 8 repeticiones. Y pasados 3 minutos, una tercera serie con una carga
elevada (con la que pudiesen desplazar al menos 6 veces) para 4 repeticiones. Tras ello, y
pasados otros 3 minutos de recuperación, se realizó el test de RM con una carga que el
sujeto no pudiese desplazar más de 4 veces.
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Dos días más tarde, pasadas 48 horas de recuperación, se realizó otro test de RM de
los 5 ejercicios restantes (aductor, curl de bíceps, extensiones de cuádriceps, press de
hombro, flexiones de cuádriceps), para los que se respetaron los mismos protocolos de
actuación.
2.3. Protocolo de Entrenamiento
Consistió en un entrenamiento de fuerza con máquinas guiadas de resistencia
variable usando el método en Circuito, durante 12 semanas de duración, realizando 3
sesiones semanales (lunes, miércoles, viernes), de una hora de duración.
El entrenamiento consistía en alternar un ejercicio de trabajo de miembro superior,
con uno de miembro inferior, quedando como completada una vuelta al circuito cuando se
terminaban todos los ejercicios (press sentado, prensa de pierna, jalón frontal, abductor,
tíceps, aductor, curl de bíceps, extensiones de cuádriceps, press de hombro, flexiones de
cuádriceps). Se realizaban 3 vueltas, con lo que la duración aproximada de cada vuelta era
de 10 minutos, estableciendo una recuperación de 2 minutos entre vueltas. En cada
ejercicio se realizaban de 8 a 12 repeticiones adecuado para el entrenamiento de fuerza con
objetivos saludables (Hass et al., 2001) (lo que conllevaba una duración aproximada de 15
segundos), y tras una micropausa de 15 segundos, seguían con el siguiente ejercicio. Por
tanto, se dio un ratio de 1:1 (15´´ de trabajo muscular y 15´´ recuperación). Las cargas
siguieron una progresión basada en Bompa, T. O. (Bompa, T. O. ,2000). Así para la
Adaptación Anatómica se estableció un 45-55% de 1 RM, para la Hipertofia un 60-70% de 1
RM, y para el trabajo de Fuerza Máxima nunca se sobrepasó del 85% de 1 RM. El volumen
de entrenamiento fue constante realizándose siempre una vuelta al circuito para calentar y
posteriormente las 3 series de entrenamiento. La duración del entrenamiento fue
constante y nunca sobrepasó de los 60 minutos.
En todas las sesiones de entrenamiento se registraban las cargas y tiempos de
recuperación de todos los sujetos participantes de manera individual.
Una vez finalizado el entrenamiento a las 12 semanas, se procedió a la valoración
final realizando las mismas pruebas realizadas en la valoración inicial.
Este trabajo fue realizado con el programa estadístico SPSS 17.0 para Windows. Se
aplicaron medidas de tendencia central (Media, desviación típica, varianza, etc.). Se
aplicaron pruebas de normalidad, para establecer la significatividad de cada variable. Se
aplicó el modelo lineal general univariante y se realizó el análisis de las varianzas mediante
el test de Games-Howell, así como pruebas de Homogeneidad. El nivel de significación se
estableció en el 95% (p<0.05).
3. Resultados
Los resultados obtenidos se dividieron en dos grupos. Por un lado, se compararon
las medias de los resultados obtenidos del grupo +60 (Control) y del grupo Pesas
(Experimental) de antes y después de la intervención de los programas para el Análisis de
la Composición Corporal, y por otro, se compararon las medias de los resultados obtenidos
de ambos grupos, antes y después de la intervención de los programas, de la batería Senior
Fitness Test y del test de Dinamometría Manual.
En la tabla 2 se presentan los resultados medios obtenidos tras la evaluación inicial
y final con respecto a las variables de la Composición Corporal, del grupo Control y el
grupo Experimental.
Tabla 2. Resultados de las variables de Composición Corporal de los grupos Control y Experimental tras el
programa.
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VARIABLES
PESO
+60 (Control)
desciende su media de
peso corporal en 0,54 kg
(0,75%)
disminuye su media de
masa libre de grasa 2,75
kg (6,15%)
aumenta su media de masa
grasa 2,2 kg (8,07%)
desciende su media de
agua corporal 1,99 kg
(6,07%)
aumenta su media de
índice de masa corporal
0,71 unidades kg (2,35%)
aumenta su media de
porcentaje
graso
3,23
unidades (8,55%)
disminuye su media de
tasa
metabólica
basal
64,54 unidades (4,78%)
MASA LIBRE DE
GRASA
MASA GRASA
AGUA CORPORAL
I.M.C.
% GRASO
TASA
METABÓLICA
BASAL
PESAS (Experimental)
desciende su media de peso
corporal en 1,53 kg (2,33%)
aumenta su media de masa
libre de grasa 0,46 kg
(1,04%)
desciende su media de
masa grasa 1,99 kg (9,29%)
aumenta su media de agua
corporal 0,33 kilogramos
(1,02%)
disminuye su media de
índice de masa corporal
0,61 unidades (2,28%)
disminuye su media de
porcentaje
graso
1,99
unidades (6,14%)
aumenta su media de tasa
metabólica
basal
4,3
unidades (0,33%)
En la tabla 3 se presentan los resultados significativos correspondientes a las
variables de Composición Corporal del grupo Experimental tras las 12 semanas de
intervención.
Tabla 3. Resultados significativos correspondientes a las variables de Composición Corporal del grupo
experimental
VARIABLES
PESAS (Experimental)
PESO
NS
MASA LIBRE DE GRASA
significación estadística de 0,009 *
MASA GRASA
significación estadística de 0,008 *
AGUA CORPORAL
NS
I.M.C.
significación estadística de 0,002 *
% GRASO
NS
TASA METABÓLICA BASAL
NS
*: p<0,05; NS: No significativo p>0,05
En la tabla 4 se presentan los resultados medios obtenidos tras la evaluación inicial
y final con respecto a las variables de la batería Senior Fitness Test (Rikli & Jones, 2001) y
de Dinamometría Manual del grupo Control y el grupo Experiemental.
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Tabla 4. Resultados de las variables del SFT y Dinamometría Manual de los grupos Control y Experimental
tras el programa.
VARIABLES
SENTARSELEVANTARSE
FLEX-EXT BRAZO
FLEX. TRONCO
JUNTAR MANOS
ATRÁS
LEVANTARSECAMINARSENTARSE
CAMINAR 6 MIN.
DINAMOMETRÍA
MANO IZQUIERDA
DINAMOMETRÍA
MANO DERECHA
+60 (Control)
aumenta su media
en
3,53
repeticiones
(22,06%)
aumenta su media
en
5,23
repeticiones
(25,25%)
aumenta su media
en 1,95 centímetros (25%)
PESAS (Experimental)
aumenta la media
en
11,1
repeticiones
(57,60%)
aumenta la media
en
6,91
repeticiones
(31,27%)
aumenta la media
en
1,21
centímetros
(38,05%)
disminuye su media
reduce la media
en
1,62
centímetros en 1,43 centímetros (28%)
(20%)
disminuye su media
reduce la media
en 0,36 segundos (6,41%) en
0,72
segundos
(13,43%)
aumenta su media
aumenta la media
en 29,03 metros (4,75%)
en 46,06 metros (7,27%)
aumenta su media
aumenta la media
en 1,3 unidades (5,81%)
en 0,44 unidades (1,89%)
aumenta su media
aumenta la media
en 1,22 unidades (5,28%) en 0,1 unidades (0,41%)
En la tabla 5 se presentan los resultados significativos correspondientes a las
variables del SFT y Dinamometría Manual del grupo Experimental tras las 12 semanas de
intervención.
Tabla 5. Resultados significativos correspondientes a las variables de SFT y Dinamometría manual del
grupo experimental
VARIABLES
PESAS (Experimental)
SENTARSE-LEVANTARSE
significación estadística de 0,004 *
FLEX–EXT BRAZO
NS
FLEX. TRONCO
NS
JUNTAR MANOS ATRÁS
significación estadística de 0,049 *
LEVANTARSE-CAMINARsignificación estadística de 0,046 *
SENTARSE
CAMINAR 6 MIN
NS
DINAMOMETRÍA
MANO significación estadística de 0,044 *
IZQUIERDA
DINAMOMETRÍA MANO DERECHA significación estadística de 0,028 *
*: p<0,05; NS: No significativo p>0,05
4. Discusión
Los resultados obtenidos muestran como tras 12 semanas de entrenamiento de
fuerza con máquinas guiadas de resistencia variable, tiene un efecto favorable sobre la
Composición Corporal y la Funcionalidad Física en personas mayores de 60 años. Estos
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datos se pueden relacionar con otros estudios similares realizados con pesos libres
(Izquierdo, M.; Hakkinen, K.; Ibanñez,J.; Antón, A.; Garrués, M.; Ruesta, M. y Gorostiaga,
E.M., 2003; Rodríguez, 2008; Orquín F.J.; Torres, G. y Ponce, F., 2009).
Si se comparan las mejoras obtenidas en cuanto a la Composición Corporal, se
obtienen parámetros similares a los estudios realizados por Izquierdo, M. (2000, 2003) en
los que tras 16 semanas (4 más que el presente estudio) de entrenamiento a personas
mayores de 64 años, el porcentaje de masa grasa disminuye un 2%, y aumenta la masa
libre de grasa en 1,2 kg, tras un entrenamiento de fuerza máxima y potencia (Izquierdo,
2003). De igual manera, para el Dr. Stone (1991), el entrenamiento de fuerza debe incluir
grandes grupos musculares (como sucede en el este estudio), ya que así se producirán
mayores cambios en la Composición Corporal. La tasa metabólica basal, se ve aumentada
por el entrenamiento de fuerza (Ryan et al., 1995; Treuth et al., 1995), al igual que sucede
en el trabajo que se presenta, quizás debido a la hipertrofia muscular (Pratley et al., 1994).
Debido también a este aumento de masa magra, se producen cambios significativos en la
masa libre de grasa (Craig et al., 1989; Hurley et al., 1984; Manning et al., 1991).
En cuanto a la Funcionalidad Física, los resultados estadísticamente significativos
obtenidos muestran una mejora funcional en las pruebas de Sentarse-Levantarse y
Levantarse-Caminar-Sentarse del SFT (Rikly & Jones, 2001), por lo que se puede
establecer una relación directa con la disminución del riesgo de caídas (Izquierdo, M.,
2008). Por otro lado, la ganancia de fuerza en el miembro inferior, produce una mejora en
la calidad de vida de los sujetos (ACSM, 1998).
5. Conclusiones
Una vez concluido el estudio podemos vislumbrar indicios de que un programa
específico de entrenamiento de la fuerza es viable, aparentemente no tiene efectos
secundarios e incluso parece que tiene efectos beneficiosos para la salud, por encima de
otros programas más tradicionales o de mayor extensión, como los métodos aeróbicos con
o sin soporte musical. Es obvio que con respecto al grupo de sedentarios todos mejoran,
pero también es cierto que en base a optimizar los recursos, el tiempo y mejorar el estado
de bienestar, parece que debiéramos orientarnos hacia métodos aparentemente más
agresivos, pero a la larga más efectivos.
Después del análisis estadístico, los datos dicen que el programa de entrenamiento
basado en la fuerza, realizado con máquinas guiadas de resistencia variable, permite no
solo disminuir la grasa corporal, sino aumentar el peso magro y la tasa metabólica basal,
con lo que con una buena alimentación se seguirá disminuyendo la grasa corporal.
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Índice
CAPÍTULO 20
EVALUACIÓN E INFORMACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL DEL
FUTBOLISTA
Francisco Javier Robles Prieto , José Antonio García García y Óscar Caro Muñoz
[email protected]
Resumen
El propósito de este estudio está dirigido a analizar qué tipo de alimentación es
llevada a cabo por los futbolistas. Para llevar a cabo dicho estudio, participaron un total de
34 futbolistas pertenecientes a plantillas de la categoría de 2º división B y de 1º andaluza.
Los jugadores registraron sus dietas durante 7 días, es decir, anotaron todo tipo de
alimentos que ingirieron durante 7 días seguidos, con el objetivo de analizar y comparar
ambas tipologías de ingesta dietética. Los resultados obtenidos con este estudio nos
demuestran y que los jugadores evaluados tienen que mejorar su perfil energético para
recibir más energía de carbohidratos y disminuir la energía de lípidos y proteínas. Sin
embargo, tienden a tener mejores hábitos alimenticios que la población sedentaria, de la
misma edad, es decir, que se adecuan más a las ingestas recomendadas.
Palabras Clave: nutrición, registro dietético, futbolista.
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1. Introducción
El fútbol es, sin lugar a duda, uno de los deportes más importantes en el mundo.
Sea por el número de practicantes, por la repercusión mediática de las grandes
competiciones, por la popularidad de las grandes estrellas de este deporte, por la extensa
información diaria en prensa, radio, televisión,... En definitiva, el deporte del balompié ha
alcanzado en la actualidad una gran trascendencia no sólo dentro de nuestras fronteras,
sino también fuera de ellas, que ha desembocado dentro de la comunidad científica, en el
ahondamiento de este deporte como objeto de estudio de numerosas investigaciones.
“Los logros de los futbolistas en las competiciones deportivas
dependen de diversos factores, y uno de ellos, es en gran medida, su
nutrición. Pero en muchos casos, no se tiene en cuenta tal factor, y puede
desencadenar que las demandas energéticas de la competición sean mucho
más altas que la ingesta de nutrientes de reserva, pudiendo de esta manera,
llevar a la fatiga e interfiriendo en el rendimiento físico potencial y en el
rendimiento técnico” (Rosas, Muñoz. Servan & Alvarado-Ortíz, 2007).
Es por ello, por lo que queremos hacer hincapié en estudios sobre la alimentación de los
futbolistas en diferentes contextos y no caer en la afirmación que otros autores hacen
acerca que la nutrición ocupa un lugar muy bajo en la larga lista de prioridades con que se
enfrentan los entrenadores y los médicos que preparan a sus equipos.
“Una dieta bien equilibrada y variada compuesta de alimentos
naturales ricos en nutrientes valiosos es el mejor estimulante de rendimiento
que el futbolista puede utilizar. El perfil calórico procedente debe ser la dieta
compuesta por >55% de carbohidratos, 12-15% de proteínas y menos del
30% de lípidos” (Clark, 1994).
“En esta línea, nos demuestran que en una dieta normal el 49.5%
pertenece a carbohidratos, el 35.7% a lípidos y el 14,7% restante a proteínas,
lo cual nos indica un consumo bajo de los primeros y muy alto en grasas”
(Garrido, Webster & Chamorro, 2007).
“Esto lo podemos comprobar con los resultados obtenidos con
valores medios de 51%, 25% y 18% respectivamente en jugadores de rugby”
(Lundy, O’Connor, Pelly & Caterson, 2006).
Según las distintas referencias, existe una amplia evidencia de que un incremento en
el consumo de carbohidratos puede mejorar el rendimiento de deportes de equipo como el
fútbol, que requiere carrera intermitente a varias intensidades.
“En esta línea, se estudió que los jugadores que consumieron la dieta
rica en carbohidratos fueron capaces de realizar un 33% más de carrera de
alta intensidad durante el partido” (Saltin, 1973).
“Posteriormente se llegó a la misma conclusión con unos futbolistas
que siguieron una dieta con un 65% de carbohidratos a otros con sólo un
30%” (Balson, Wood, Olsson & Ekblom, 1999).
Y es que, como ya hemos mencionado, tal es la importancia de la nutrición en el
fútbol, que incluso desencadena en el deportista menor riesgo de lesiones deportivas. Así,
estudios revelan que “alrededor del 25% de las lesiones tienen lugar en los últimos 15-20
minutos de un partido” (Hawkins, Hulsen, Wilkinson, Hodson & Gibson, 2001), cuando
las reservas energéticas se están agotando.
“Estos hallazgos explicaban que en otro estudio los jugadores corrían
menos durante la segunda parte en comparación a la primera parte de un
partido presumiblemente debido a que habían agotado sus reservas de
energía” (Reilly y Thomas, 1976).
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Según todo ello y teniendo en cuenta las investigaciones precedentes, el objeto de
nuestro estudio es comprobar si los futbolistas evaluados se asemejan a las cantidades
recomendadas, o sin embargo en qué deben mejorar.
2. Material y Método
2.1. Participantes
La muestra la componen por un total de 34 jugadores masculinos de fútbol (n =
34) que militan en las categorías de 2º división B y 1º andaluza durante la temporada
2008/09. Los futbolistas tienen una media de edad de 24.97 (± 4.44) años, con un peso de
76,98 ± 6,20 kg., una altura en centímetros de 180.03 (± 4.82), y un IMC de 23.73 (± 1.34)
kg/m², entrenando entre cuatro y seis sesiones semanales cada uno de ellos (Tabla 1).
Todos ellos participaron voluntariamente en el estudio. Ninguno de los futbolistas
fue rechazado en el estudio, ni antes ni después de la toma de datos.
2.2. Instrumentos
Los componentes que se han utilizado para realizar el estudio han sido:
- Registro dietético de 7 días, en el que cada sujeto rellenaba los alimentos
ingeridos durante una semana, divididos en cada uno de los días y en las distintas
comidas a lo largo del día: desayuno, almuerzo, merienda, cena, comidas entre
horas, suplementos energéticos e hidratación.
- Para el análisis de las dietas de cada uno de los futbolistas se utilizó el Programa
de Cálculo Nutricional CESNID de la Universidad de Barcelona.
- El peso y la talla fueron evaluados para el cálculo del índice masa corporal
(kg/cm²).
- Para el análisis estadístico de los resultados obtenidos hemos utilizado el
programa estadístico SPSS, en su versión 17.0 para Windows.
2.3. Procedimiento
Para la selección de los sujetos, utilizamos plantillas de fútbol de las categorías
descritas. Una vez que se explicó el objeto de estudio a los jugadores responsables, se les
dio la hoja de registro de dietas a todos aquellos que accedieron de forma voluntaria a su
participación, de tal forma que seleccionamos para la investigación a un total de treinta y
cuatro jugadores.
Todas las mediciones fueron realizadas en una sola semana. Previo a la realización
de las pruebas, los participantes fueron medidos y pesados descalzos y con sólo un
pantalón corto.
A la hora de rellenar el registro dietético, se les facilito un formato estándar para
que cumplieran con el objetivo de dar la máxima información posible de sus dietas
respecto a términos de gramos, cantidades, tipo de alimentos, etc. para así semejarse a lo
que pretendíamos en el objeto de estudio.
Por otro lado, decir que ambos equipos no cuentan con profesionales de la nutrición
en sus plantillas, pero que, sin embargo, si tienen todos sus jugadores y desde principios de
temporada las nociones básicas de alimentación recogidas por la F.I.F.A. (2005),
exigiéndoles a cada uno de ellos que sigan un tratamiento similar de las mismas.
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3. Resultados
Tabla 1. Características fisiológicas de los futbolistas.
N
Mínimo
Máximo
Edad (años)
34
19,00
34,00
Peso (kg)
34
63,30
93,00
Talla (cm)
34
169
197
IMC (kg/m2)
34
19,54
26,74
SD = desviación estándar, IMC = índice masa corporal
Media
24,97
76,98
180,03
23,73
SD
4,44
6,20
4,82
1,34
Tabla 2. Valores medios de la ingesta diaria de Kcal de los diferentes macronutrientes y de
su porcentaje para el conjunto de futbolistas.
N
Kcal
%
Proteínas
34
398,46
19,09
Lípidos
34
738,07
35,36
Glúcidos
34
950,24
45,53
Tabla 3. Comparación de los principales nutrientes de la dieta de los futbolistas en relación
a otras referencias y a las recomendaciones diarias para ellos.
Investigación
Referencias
Recomendación
2121,49
2640
3000
Glúcidos (%)
45,53
53,4
>55
Lípidos (%)
35,36
29,6
<30
Proteínas (%)
19,09
17
12-15
Fibra (g)
20,01
17
30
Alcohol (g)
4,34
3-4
0
3287,96
3000
>2500
Energía (Kcal/día)
Agua (g)
Tabla 4. Estadísticos descriptivos de todas las variables analizadas tomando como muestra
el total de los días de registro de dietas de todos los futbolistas.
N
Mínimo
Máximo
Media
SD
Energía (Kcal) 238
1015,38
3895,66
2121,49
526,37
Agua (g) 238
948,66
6949,09
3287,96
1305,68
Proteínas (g) 238
20,60
218,42
99,61
34,48
Proteína vegetal (g) 238
2,10
67,13
29,22
11,24
Proteína animal (g) 238
2,87
197,68
70,38
34,26
Lípidos (g) 238
19,80
202,70
82,00
31,99
AG saturados (g) 238
2,51
71,90
29,75
13,25
AG monoinsaturados (g) 238
5,92
97,29
30,00
15,28
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AG poliinsaturados (g)
Colesterol (mg)
Glúcidos (g)
Azúcares digeribles (g)
Polisacáridos digeribles (g)
Fibra alimentaria total (g)
Etanol (g)
Sodio (mg)
Potasio (mg)
Calcio (mg)
Magnesio (mg)
Fósforo (mg)
Hierro (mg)
Cinc (mg)
Vitamina A (mg)
Retinoides (mg)
Carotenoides (mg)
Vitamina D (mg)
Vitamina E (mg)
Vitamina B1 (mg)
Vitamina B2 (mg)
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
238
1,96
56,00
77,74
26,18
,00
2,61
,00
341,30
922,71
161,90
119,01
346,79
3,91
2,71
,54
,00
,00
,00
1,33
,58
,56
45,44
1074,87
448,38
272,96
357,31
82,61
120,50
8068,90
7356,12
1998,95
624,40
3526,43
26,54
23,39
25935,77
25261,84
23962,15
24,13
23,86
5,40
7,18
14,55
364,49
237,56
105,50
132,06
20,01
4,34
3028,99
3101,83
806,84
319,30
1430,22
12,80
9,30
812,33
495,87
1898,74
3,01
8,17
1,92
1,87
7,12
209,57
69,76
45,73
53,66
10,77
13,84
1417,78
1028,17
372,62
101,29
496,76
4,58
3,33
1746,73
1664,74
2557,27
4,26
4,41
,830
,782
4. Discusión
Tal y como podemos comprobar en los resultados de este análisis nutricional, los
mismos nos muestran la siguiente información a continuación redactada.
En relación a la ingesta de calorías, los jugadores de fútbol muestran un aporte
energético medio de 2121,49 Kcal/día. Comparando con estudios similares en féminas de
categoría absoluta (Clark, Reed, Crouse & Armstrong, 2003), con una ingesta de 2290
Kcal/día de media, y en futbolistas italianos (Caccialanza, Cameletti & Cavallaro, 2007)
con cantidades medias de 2640 kcal/día, comprobamos que los jugadores de nuestro
estudio tienden a consumir menos energía de la que teóricamente necesitan si los
comparamos con las recomendaciones de tomar cerca de 3000 Kcal diarias para
futbolistas.
Los glúcidos son la principal fuente de energía del fútbol y por tanto se recomienda
una dieta alta en ellos superior al 55% (Clark, 1994). Sin embargo, nuestros futbolistas no
superan el 46% del aporte energético proveniente de los carbohidratos, por lo que no se
adecuan a lo recomendado para los deportistas y están muy lejos de valores como los
53,4% (Caccialanza et al., 2007). Por ello concluímos que se debería aumentar la tasa de
los mismos en la dieta, para asegurar la reposición y disponibilidad de glucógeno en el
ejercicio y la recuperación (Mullinix, Jonnalagadda, Rosenbloom, Thompson &
Kicklighter, 2003).
Los lípidos, por el contrario, nos muestran cantidades mayores que las
recomendadas (Clark, 1994) con valores medios de 35,36%, muy por encima de los 30%
del máximo que deberían tener y en comparación con los 29.6 (Caccialanza et al., 2007).
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Resultados parecidos obtienen las proteínas, con cantidades superiores a los 12-15%
recomendadas, pues obtienen en nuestro estudio valores de 19,09% de media. Lo mismo
suele pasar también en los sedentarios que consumen más proteínas de las requeridas
(Rosenbloom, Loucks & Ekblom, 2006) y en otros estudios parecidos (Caccialanza et al.,
2007) cuyos valores alcanzan el 17% del total. Por ello, creemos que sería recomendable
controlar la ingesta de proteínas.
En cuanto a la fibra, 20,01 gramos, apareció con cantidades insuficientes y podría
indicar un bajo consumo de frutas y hortalizas (Leclercq, Piccinelli, Arcella & Le Donne,
2004). Aún así es mayor que la media de 17 gramos del estudio con futbolistas
adolescentes (Caccialanza et al., 2007). Según las recomendaciones (Società Italiana di
Nutrizione Umana, 1998), la ingesta de fibra debe ser de 30 gramos diarios.
El promedio de alcohol de los futbolistas (4,34 gramos) es bastante menor que la
media nacional y está bastante de acuerdo con lo observado en la mayoría de estudios de
grupos deportivos (Economos, Borton & Nelson, 1993). Sin embargo en una gran cantidad
de jugadores y días se observó que la ingesta de alcohol fue de 0 gramos, por lo que
muchos futbolistas rompen la media con valores muy altos y además los fines de semana
en días próximos a partidos, lo cual no es aconsejado para la práctica de la competición por
motivos de salud y por pérdida del rendimiento.
Por último, la ingesta de agua es la única que se asemeja a los valores recomendados
con una media de 3287,96 gramos. Otro autor (Maughan, 2000), nos propone 2500 ml al
día, a los que se añade también 1200 ml más debido al ejercicio físico de la práctica del
fútbol (Convertino, Armstrong, Coyle, Mack, Sawka, Senavy & Sherman, 1996)
Hay varias limitaciones del estudio que cabe destacar. La cuantificación de la
ingesta dietética mediante registros dietéticos suele ser difícil debido a la propia recogida
de datos. Los factores que provocan sesgos pueden ser la falta de motivación, mala
memoria o poco nivel de conocimientos dietético. No obstante, los registros dietéticos de 7
días suelen ser los más fiables y los que más se utilizan para evaluar la dieta ingerida.
5. Conclusiones
 Los valores medios de Kcal ingeridas por los futbolistas son bajos
 El consumo de carbohidratos es bajo en los futbolistas y debería ser superior para
mejorar su rendimiento.
 El consumo de lípidos y proteínas es mayor a las ingestas recomendadas para los
futbolistas.
 La ingesta de fibra en futbolistas también es insuficiente en ambos.
 El consumo de alcohol es más bajo que la media nacional, sin embargo es alto para
deportistas y en relación con las normas de salud, poniendo en perjuicio el rendimiento
de los futbolistas.
 La cantidad de agua tomada por los futbolistas se asemejan a las demandas de
hidratación que su nivel de entrenamiento requiere.
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
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Índice
CAPÍTULO 21
LA RESISTENCIA DEL FUTBOLISTA EN FUNCIÓN DE SU COMPOSICIÓN
CORPORAL
Sergio Robles Prieto, Francisco Javier Robles Prieto , José Antonio García García y Óscar
Caro Muñoz
[email protected]
Resumen
El propósito de este estudio está dirigido a analizar la relación que existe entre las
características corporales de los futbolistas con su nivel de resistencia presentado en un
test de consumo máximo de oxígeno. Para llevar a cabo dicho estudio, participaron 13
sujetos pertenecientes al equipo de la U. D. Marbella, de la población de Málaga y
encuadrado en la categoría de 2º División B. Cada sujeto realizó la prueba del test de Léger
y previamente se le tomó los resultados de diferentes medidas corporales. Los resultados
extraídos de tal estudio nos demuestran que el IMC, el % graso y la FC máx son normales y
parecidas a otras referencias, mientras que el VO2 máx difiere si se aplica una fórmula u
otra, obteniendo valores más altos al aplicar el Course Navette. Entre las variables
estudiadas, la correlación entre FC máx y VO2 máx es muy significativa, al igual que entre
las presiones arteriales, sin embargo el resto de variables no se correlacionan entre ellas.
Palabras Clave: Resistencia, Futbolista, Fisiología, Corporal.
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1. Introducción
La valoración del rendimiento en el fútbol se centra entre otros aspectos en las
cualidades condicionales del futbolista.
“A este respecto se entiende que el futbolista precisa de unas notables capacidades
condicionales y que el estudio de estos requisitos condicionales se presenta como una necesidad
para el desarrollo y optimización de este deporte” (Ardá, 1997).
“Así, la Potencia Aeróbica Máxima a través del Consumo Máximo de Oxígeno (VO2máx) está
considerada como el indicador más fiable para determinar la condición física a nivel
cardiovascular y respiratorio de cualquier deportista” (Álvarez, Giménez, Manonelles y Corona,
2001).
Por ello, la mayoría de los científicos del deporte consideran el VO2max como la
mejor manera de medir en el laboratorio la resistencia cardiorrespiratoria.
Para medir ese VO2máx, la prueba de Course Navette es de gran utilidad, siendo un
test de aptitud cardiorrespiratoria que mide la potencia aeróbica máxima e indirectamente
el consumo máximo de oxigeno. Consiste en recorrer la distancia de 20 metros al ritmo
indicado por una señal sonora que va acelerándose progresivamente. La prueba finaliza
cuando no pueden seguir el ritmo marcado. Se toma la máxima velocidad a la que ha
conseguido desplazarse antes de pararse y se introduce este valor en una fórmula que
calcula el VO2máx.
El consumo máximo de oxigeno es la máxima cantidad de oxigeno que pueden
absorber las células. Se expresa en litros por minuto (l/m) o en mililitros por kilogramo
por minuto (ml/kg/min).
“Cuanto mayor sea este valor mayor capacidad tendrá ese organismo para producir energía
mediante el metabolismo aeróbico, menor necesidad de recurrir al metabolismo anaeróbico
láctico y mayor capacidad de eliminación de ácido láctico en caso de haber sido producido”
(Jódar, 2003).
El propósito de este estudio es analizar la hipótesis de que el VO2máx está
relacionado acorde a las características corporales de los futbolistas, y en tal caso
comprobar en qué medida se produce.
2. Material y Método
2.1. Participantes
La muestra la componen un grupo de 13 jugadores de fútbol (n = 13) que participan
en el equipo de la Unión Deportiva Marbella pertenecientes a la categoría 2º División B
grupo IV en la temporada 2008/09. Su media de edad es de 26.3 (± 3.6) años, con una
altura en centímetros de 180.3 (± 6.6) y un peso de 75.9 (± 4.5) kg. Además, estos
futbolistas llevan una media de 13.5 (± 2.5) años de práctica de este deporte y practican
todos ellos cinco entrenamientos semanales de aproximadamente dos horas de duración
más un partido de competición liguero.
2.2. Instrumentos
Los componentes que se han utilizado para realizar el estudio han sido:
- Para la determinación de los pliegues, hemos seguido las pautas de el Manual de
Esparza (Esparza, 1993). Hemos recogido pliegues de bíceps, tríceps,
subescapular, suprailiaco, abdominal, muslo y pierna.
- El peso se determinó con una báscula electrónica validada y la talla con una cinta
métrica.
- Posteriormente, se realizó una prueba de esfuerzo máximo, como es el test de
Course Navette o Léger.
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
- Se utilizaron pulsómetros Polar RS100 para hallar la frecuencia cardiaca de los
futbolistas.
- La toma de tensión arterial basal fue mediante un esfingomanómetro que estima
los dos componentes de la presión arterial.
- Para el análisis estadístico de los resultados obtenidos hemos utilizado el
programa estadístico SPSS, en su versión 17.0 para Windows.
2.3. Procedimiento
La investigación se llevó a cabo con los jugadores de la plantilla mencionada que
una vez explicado el objeto de estudio accedieron voluntariamente a la realización del
mismo. Todas las mediciones fueron realizadas en una sola jornada.
La prueba de esfuerzo submáxima para estimar la potencia aeróbica máxima que se
realizó fue el test de Leger-Lambert o Course Navette. Se trata de una prueba progresiva y
máxima, de ida y vuelta (20 m), con periodos o paliers de un minuto.
Las pruebas se realizaron en el mes de julio, justo antes de comenzar los
entrenamientos de pretemporada y se llevaron a cabo, por un lado en los vestuarios para
realizar las pruebas corporales; y por otro, en la pista de atletismo de tartán del campo de
fútbol para la prueba atlética. Los futbolistas realizaron tal carrera con zapatillas
deportivas.
Para hallar las diferentes variables fisiológicas y corporales se utilizaron las
siguientes fórmulas:
- Para la masa muscular esquelética (MM): “39,31 Ga² + 9,669 Gd² + 10,48 Gc² 7993” (Martin et col., 1990), donde: Ga: Perímetro antebrazo-pliegues cutáneos
(cm); Gc: Perímetro Brazo-pliegues cutáneos (bíceps+tríceps); Gd: Perímetro
muslo -pliegue cutáneo.
- Para el porcentaje de masa magra (%GRASA): “Σ4 pliegues x 0,153 + 5,783”
Faulkner (1968), donde: Σ4 plg: Sumatorio de 4 pliegues cutáneos (tríceps,
subescapular, suprailiaco, abdominal).
- Para la tasa metabólica en reposo (TMR): “66,473 + 13,71 P + 5,633 T – 6,755 E”
(Harris – Benedict, 1919), para hombres, donde: P: Peso; T: Talla; E: Edad.
- Para el consumo máximo de oxígeno teórico (VO2MAX): 36,4 – 0,692%MG +
1,368 IAF + 0,842 E – 0.001054E2 (Heil et col., 1995), donde: %MG: Porcentaje
de masa grasa; IAF: Índice de actividad física avalado por el cuestionario de la
NASA; E: Edad
- Para el consumo máximo de oxígeno en el Test de Leger: - 27.4 + 6.0 x VMA
(Leger y Gadoury, 1989), donde: VMA: velocidad del último estadio en el que se
retira el atleta.
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3. Resultados
Tabla 1. Estadísticos descriptivos de las características fisiológicas de los futbolistas.
N
13
13
13
13
13
13
13
13
13
13
13
13
Edad
Peso
Talla
IMC
%Grasa
MM
TMR
VO2máx (Teórico)
VO2máx (Léger)
PA Sistólica
PA Diástólica
FC Máx
Mínimo
20,00
67,60
169,00
21,50
10,63
36,45
1746,18
47,29
50,60
114,00
70,00
180
Máximo
31,00
81,10
189,00
26,39
13,57
42,72
2081,99
48,35
59,60
127,00
83,00
210
Media
26,30
75,98
180,30
23,30
12,47
38,81
1946,18
47,91
53,83
120,92
75,23
193,84
SD
3,66
4,59
6,60
1,20
,79
2,04
95,09
,34
2,58
3,68
4,04
8,64
Los 13 jugadores de fútbol (n = 13) tienen media de edad de 26.3 (± 3.6) años, con
una altura en centímetros de 180.3 (± 6.6) y un peso de 75.9 (± 4.5) kg.
Tabla 2. Características fisiológicas de cada uno de los futbolistas.
Sujeto 1
Sujeto 2
Sujeto 3
Sujeto 4
Sujeto 5
Sujeto 6
Sujeto 7
Sujeto 8
Sujeto 9
Sujeto 10
Sujeto 11
Sujeto 12
Sujeto 13
IMC
%
Gras
MM
TMR
23,1
22,9
23,6
23,8
24,2
22,1
23,0
26,3
22,9
21,5
23,3
22,5
24,2
78,7
80,7
77,7
80,7
82,7
83,7
82,7
78,7
88,7
75,7
87,7
77,7
76,7
39,1
37,6
37,8
36,4
41,8
40,0
38,7
39,1
37,3
36,5
42,7
36,5
39,0
2041
1982
1769
1889
1956
1953
1982
1932
2081
1837
2027
1911
1834
VO2
máx
teór
47,2
48,2
47,8
47,7
47,5
47,7
48,3
48,3
47,6
47,9
48,1
48,2
47,8
VO2
máx
Leg
53,6
50,6
53,6
50,6
53,6
50,6
59,6
53,6
53,6
53,6
56,6
56,6
53,6
PA
Sist
PA
Dias
FC
máx
121
120
118
122
123
125
124
114
117
124
118
119
127
78
77
72
75
77
73
82
70
73
75
71
72
83
48,1
48,2
47,8
47,7
47,5
47,7
48,3
48,3
47,6
47,9
48,1
48,2
47,8
Los resultados de esta tabla nos muestran diferencias en los valores de VO2 máx
teóricos y de Léger en los sujetos estudiados.
Tabla 3. Test T muestras emparejadas de VO2máx teórico (Heil) y práctico (Leger).
Media
Heil - Léger
262 / 440
-5,91
Diferencias relacionadas
SD
Error
95% IC
Inferior Superior
2,53
,70
-7,44
-4,38
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gl
Sig (bil)
-8,42
12
,00
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
Al calcular el VO2máx obtenidos por la fórmula de Heil, nos da un valor medio de
47,91 ± 0,34, casi seis puntos menor que al pasar el test de Léger y aplicar su fórmula que
nos da una media de 53,83 ± 2,58.
Tabla 4. Correlaciones bivariadas entre las distintas variables.
IMC
% Grasa
MM
TMR
VO2
VO2
máx
máx
teóric Leger
PA
Sistól
PA
Diast
-,077
,803
13
,162 ,745**
,598 ,003
13
13
,478 -,340
,098
,255
13
13
-,038
,901
13
IMC
CP
SB
N
% Grasa CP -,070
SB ,820
N
13
MM CP
,297
,462
SB
,325
,112
N
13
13
TMR CP -,314
,419 ,303
SB
,296
,154
,313
N
13
13
13
VO2máx CP
,113
-,107 -,122 -,217
teórico SB
,712
,729
,691
,477
N
13
13
13
13
VO2máx CP -,016
,114
,186 -,306
Léger SB ,960
,711
,543 ,309
N
13
13
13
13
PA CP -,413
-,228 ,038
,233
Sistólica SB
,160
,454 ,903
,443
13
13
N
13
13
PA CP -,083
-,217 -,009 -,166
Diastólic SB
,976
,589
,789
,475
N
13
13
13
13
FC máx CP ,078
-,262 -,085 -,231
SB
,801
,386
,783
,447
N
13
13
13
13
CP=Correlación de Pearson; SB= Significación Bilateral
* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
** La correlación es significante al nivel 0,01 (bilateral).
,428
,145
13
-,295
,327
13
-,179
,559
13
,718**
,006
13
Al realizar un análisis estadístico de correlaciones bivariadas obtenemos que la
correlación entre FC máx y VO2 máx, así como las dos presiones arteriales son muy
significativas.
4. Discusión
Tal y como podemos comprobar en los resultados de este estudio, los futbolistas
evaluados muestran unos valores medios de 23,30 ± 1,20 de IMC, lo que entra dentro de
los valores normales según la Sociedad Española para el estudio de la Obesidad (Garrido,
Ros y González, 2004). Sólo uno de ellos presenta obesidad leve, mostrando un valor de
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26,3. Comparando con estudios similares, el IMC se asemeja bastante a los 23,42 (Garrido
y col. 2004).
Respecto a los porcentajes grasos observamos que el valor medio de 12,47 ± 0,79 se
corresponde también con los 11,95% (Garrido y col. 2004).
En relación al peso muscular, los futbolistas presentan una media de 38,81 ± 2,04 lo
que son valores inferiores a los 46,81 de otras investigaciones (Garrido y González, 2004).
Por otro lado, la tasa metabólica en reposo, en comparación con la media de 1653 ±
141.9 (León, Segura, Mora y Galeano, 2004), es bastante alta pues presenta el valor medio
de 1946,18 ± 95,09.
Al realizar un test de muestras emparejadas entre los dos VO2máx obtenidos,
comprobamos que al aplicar la fórmula de Heil que tiene en cuenta parámetros corporales
de masa grasa, nivel de actividad física y edad nos da un valor medio de 47,91 ± 0,34, casi
seis puntos menor que al pasar el test de Léger y aplicar su fórmula relacionada con la
velocidad final, dándonos este último una media de 53,83 ± 2,58.
Los promedios para la presión arterial sistólica fueron de 120,92 ± 3,68 y 75,23 ±
4,04 para la diastólica, lo cual hace que la primera sea más baja y la segunda más alta que
otros estudios en varones donde fue de 125,6/71,3 mmHg para sistólica/diastólica
(Cordente, García, Sillero, Domínguez, 2007).
Por último, la frecuencia cardiaca máxima presentada por los futbolistas en el test
de Course Navette es de 193,84 ± 8,64 de media, similar a otros estudios en futbolistas
profesionales que presentan 193,8 ± 3,65 (García, Ardá, Rial, Domínguez, 2007).
Por otro lado y tras realizar un análisis estadístico de correlaciones bivariadas entre
las distintas variables estudiadas obtenemos que la correlación entre FC máx y VO2 máx,
así como las dos presiones arteriales son muy significativas.
5. Conclusiones
El IMC de los futbolistas está dentro de los valores normales recomendados.
El porcentaje graso es normal con poca desviación entre los futbolistas.
El peso muscular (MM) es inferior a otras investigaciones.
La tasa metabólica en reposo (TMR) es bastante alta en nuestros futbolistas.
Los valores de VO2máx teniendo en cuenta variables teóricas y aplicando la fórmula
de Heil (parámetros corporales de masa grasa, nivel de actividad física y edad) nos da un
valor medio menor, que si realizamos el test de Léger y tenemos en cuenta las variables de
su fórmula (relacionada con la velocidad final), dándonos este último resultados medios de
hasta seis puntos mayores.
Los promedios de presión arterial sistólica son bajos, en cambio para la diastólica
son altos.
La frecuencia cardiaca es similar a otros estudios en profesionales.
FC máx y VO2 por un lado, y las presiones arteriales, por otro, presentan niveles
muy significativos en sus correlaciones.
6. Referencias
Alvarez J., Giménez L., Manonelles P. y Corona P. (2001). Importancia del V02máx y de la
capacidad de recuperación en los deportes de prestación mixta. Caso práctico: fútbol
sala. Archivos de Medicina del Deporte. 86, 580-584.
Ardá, T. (1997). Estudio de las capacidades condicionales de futbolistas juveniles. Revista
de Entrenamiento Deportivo, 3, 17 -21.
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Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte
Cordente, C. A., García, P., Sillero, M. y Domínguez, J. (2007). Relación del nivel de
actividad física, presión arterial y adiposidad corporal en adolescentes madrileños.
Rev Esp Salud Pública, 81, 307-317.
Esparza, F. (1993). Manual de Cineantropometría. Colección de Monografías de Medicina
del Deporte. Pamplona.
Faulkner J. (1968). Physiology of swimming and diving. En Falls, H. Exerc. Phy. Baltimore.
Academic Press.
García, O., Ardá, T., Rial, A., Domínguez, E. (2007). ¿Es diferente el comportamiento de la
frecuencia cardiaca del futbolista profesional en competición según la posición
táctica del jugador en el campo?. Apunts: educación física y deportes, 90, 42-50.
Garrido R. P., y González M. (2004). Índice de masa corporal composición corporal. Un
estudio antropométrico de 2500 deportistas de alto nivel. Revista Digital:
efdeportes, 10, 76. http://www.efdeportes.com/efd76/antrop.htm (consulta: 14
julio 2009).
Garrido R. P., Ros A. F. y González M. (2004). Índice de masa corporal y porcentaje grasa.
Un parámetro poco útil para valorar a deportistas. Revista Digital: efdeportes, 10,
72. http://www.efdeportes.com/efd72/valorar.htm (consulta: 14 julio 2009).
Harris J. A. & Benedict F. G. (1919). A biometric study of basal metabolism in man.
Carnegie Institute of Washington. Washington DC. Publication nº 279.
Heil, D. P., Freedson, P. S., Ahlquist, L. E., Price, J. & Rippe, J.M. (1995). Nonexercise
regressium models to estimate peak oxygen consumption. Med Sci Sports Exerc, 27
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Jódar, R. (2003). Revisión de artículos sobre la validez de la prueba de Course navette
para determinar de manera indirecta el VO2max. Revista Internacional de
Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, 3 (11), 173-181.
Léger, L. A. & Gadoury, C. (1989). Validity of the 20 m shuttle run test with 1 min stages to
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Martin A., Spenst L., Drinkwater D. & Clarys J. (1990). Anthropometric estimation of
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Índice
CAPÍTULO 22
VALORACIÓN DE LA ADECUACIÓN DE LA INGESTA DE ENERGÍA Y
MACRONUTRIENTES EN TORNO A UNA COMPETICIÓN DE ESQUÍ DE
TRAVESÍA
Diaz Ereño E., Ruiz Litago F., Zubero Linaza J., Hoyos Cillero I., Gravina L., Gil Goikouria
J. y Gil Orozko S. M.
[email protected]
Resumen
Objetivos: analizar la composición nutricional de la ingesta de 21 esquiadores
participantes de la XXX Travesía de esquí de montaña Andrés de Regil y correlacionar con
el rendimiento. Metodología: antropometría, analítica sanguínea, y auto-registro dietético
de 4 días (el día anterior, el posterior y los dos de competición). Estadísticos: t Student
(dos variables) ANOVA + Scheffé (más de dos) y correlación de Pearson (p< 0,05).
Resultados: varones de 37,3 ± 7 años, 73,5 ± 8 kg y 175 ± 9 cm, índice de masa corporal
(23,9 ± 2 Kg/m2), porcentaje graso (12,8 ± 2 %) y muscular (48 ± 3,8%) normales;
predominio mesomórfico e indicadores del estado nutricional en valores fisiológicos. La
ingesta energética (3089 ± 606 Kcal/día) fue inferior al gasto energético estimado para
actividad deportiva muy intensa (entre 3952 ± 347 y 4494 ± 352 kcal/día), aunque los
parámetros antropométricos no indicaron déficit energético. Tal vez se sobrestimase el
gasto y se subestimase la ingesta. La dieta de los esquiadores aportó menor cantidad (4,7 ±
1,4 6-10 g/día) y proporción de carbohidratos (45 ± 1% vs. 50-70% de la energía) y mayor
de lípidos (37 ± 4% vs. 20-30%) que lo recomendado. La ingesta energética y la proporción
de macronutrientes mejoraron en competición, frente al día anterior y posterior (p>0,05),
debido a mayor consumo de carbohidratos, aunque distaron de la recomendación. Los
menores tiempos de competición (mejor rendimiento) se correlacionaron con mayor
proporción de carbohidratos en la dieta y los mayores tiempos con mayor proporción de
lípidos. Conclusión: en torno a la competición, adecuar la ingesta de macronutrientes a la
recomendación puede mejorar el rendimiento.
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Laburpena
Helbururak: XXX Travesía de esquí de montaña Andrés de Regil deritzon frogan
parte hartu zuten 21 mendiko eskiatzaileen dietaren osaketa nutrizionala aztertzea eta
etekinarekin korrelazionatzea. Metodologia: atropometria, odol analisiak eta 4 eguneko
auto-erregistro dietetikoa, (aurreko, osteko eta lehiaren 2 egunak). Estatistikoak: Student t
(bi aldagai) ANOVA + Scheffé (bi baino gehiago) eta Pearson korrelazioak (p< 0,05).
Emaitzak: 37,3 ± 7 urteko, 73,5 ± 8 kg-ko eta 175 ± 9 cm-ko gizonek ziren. Bai gorputz
masaren indizea (23,9 ± 2,0Kg/m2), bai gantz (%12,8 ± 2) eta gihar (% 48 ± 3,8)
portzentaiak normalak zituzten; mesomorfia osagai nagusi eta egoera nutrizionalak
aztertzeko indikatzaileak balore fisiologikotan. Ingestio energetikoa (3089±606
Kcal/egun) intentsitate handiko kirolerako estimatutako gastu energetikoa baino gutxiago
izan zen (3952 ± 347tik 4494 ± 352tara kcal/egun) baina indikatzaile antropometrikoek
energia falta ez zuten adierazi. Beharbada gastua gehiegi estimatuta dago eta ingestioa
berriz, gutxiegi balioztatua. . Dietak gomendatzen den baino karbohidrato kopuru (4,7 ±
1,4 vs. 6-10 g/egun) eta portzentai (energiaren %45 ± 1% vs.%50-70) gutxiago hornitzen
zuen eta aldiz, hartu behar den baino gantz gehiago zuen (energiaren %37 ± 4 vs. %20-35).
Ingestio energetikoa zein makronutrienteen proportzioak lehia bi egunetan hobetu zuten,
aurreko eta osteko egunekin konparatuz, baina guztietan ez ziren egokitu gomendioetara.
Lehiaketan lorturiko denborarik arinenak, karbohidrato ekarpen handiekin korrelazionatu
ziren eta denbora luzeenak gantz ekarpen handiekin, berriz. Ondorioa: lehiaketa inguruan,
makronutrienteen ingestioa gomendioetara egokitzeak etekinaren hobekuntza ekar lezake.
Abstract
Objectives: To analyze the nutritional composition of the intake of 21 skiers participating
in the XXX Traverse of ski-mountaineering Andres de Regil and correlate with the
performance.Methodology: anthropometry, blood tests, and dietary self-registration for 4
days (before and after the competition, the two days of competition). Statistics: Student t
(two variables) ANOVA + Scheffé (over two), Pearson correlations (p <0.05). Results:
males 37.3 ± 7 years, 73.5 ± 8 kg and 175 ± 9 cm, presented BMI (23.9 ± 2 kg/m2), percent
fat (12.8 ± 2%) and muscle (48 ± 3. 8%) normal, mesomorphic dominance and
physiological indicators of nutritional status. Energy intake (3089 ± 606 kcal / day) was
lower than estimated energy expenditure for intense sports activity (between 3952 ± 347
and 4494 ± 352 kcal/day) although anthropometric parameters indicated no energy
deficit. Perhaps, the energy expenditure was overestimated and underestimated the energy
intake. Diet provided less amount (4.7 ± 1.4 6-10 g / day) and less proportion (45 ± 1%
50-70% of the energy) of carbohydrate and high lipid (37 ± 4% 20-30%) than
recommended. The energy intake and macronutrient ratio improved in competition,
compared to the previous day and later (p>0.05), by increased intake of carbohydrates, but
not suited to the recommendation. The shorter time competition (better performance) is
correlated with a higher proportion of carbohydrates and more time with the highest
proportion of lipids. Conclusion around the competition, adjusting the macronutrients
intake at the recommendation can improve performance.
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1.
1.1.
Introducción
El Esquí de travesía
También llamado esquí de montaña, es una disciplina del alpinismo invernal que
consiste en el ascenso y descenso de montañas con la única ayuda de los esquíes, sin
ningún tipo de propulsión mecánica (http://www.fedme.es). Es un deporte
fundamentalmente de resistencia aeróbica, combinada con esfuerzos anaeróbicos, cortos e
intensos. La musculatura implicada es general y dinámica, con un claro predominio del
tren inferior y abundantes contracciones musculares excéntricas.
Las pruebas de competición se organizan por categorías en relación con el sexo y la
edad, individual, por parejas o por equipos. Los recorridos, condicionados por la
climatología, se realizan en una o varias etapas. Una de estas pruebas, la más veterana a
nivel nacional, es la Travesía de Esquí de Montaña Andrés De Régil en cuya trigésima
edición participaron los esquiadores objeto del presente estudio. Se celebró en Picos de
Europa (Asturias), en abril del 2005, se realizó por parejas y en dos jornadas con
itinerarios diferentes (figura 1 y 2).
COLLADO SANTA ANA
TORRE BLANCA
2503 m
2613 m
TIRO CASARES
2375 m
HDA. DE CAIN
COLLADA DE LAS NIEVES
2344 m
JOU DE LOS BOCHES
2226 m
2099 m
LA VUELTONA
1960 m
VEGA DE
URRIELLU
VEGA DE URRIELLU
1953 m
EL CABLE
2076m
2080 m
1834 m
1953 m
HOYO CIMERO
HOYO DEL SEDO
EL CABLE
1834 m
Figura 1. Itinerario 1ª etapa competición
Figura 2. Itinerario 2ª etapa competición
1.2.
Ingestas recomendadas de energía, macronutrientes y micronutrientes
El rendimiento deportivo depende del estado de salud del deportista y éste de su
correcta nutrición (Williams, 2002). La alimentación del deportista debe por tanto
satisfacer sus requerimientos de energía, en las proporciones de macronutrientes
adecuadas y con el aporte suficiente de micronutrientes y de agua (Burke, 2007).
Existe un elevado consenso respecto a que los atletas de resistencia deben consumir
un alto contenido de carbohidratos en su dieta, de manera que suponga hasta un 60-70%
de gasto energético total (Williams, 2002; Burke y Hawley, 2006). En el caso de los
deportistas de resistencia el American College of Sports Medicine (ACSM, 2009) sugiere
una ingesta de CHO del orden de 6 a 10 g/kg/día. Por otra parte, se recomienda una
ingesta de proteínas por encima del valor recomendado para población adulta y activa
proponiéndose un intervalo entre 1,2 a 1,4 g por kg de peso y día (Burke y Deakin, 2006;
Dunford, 2006; Phillips, 2007; Tipton y Witard, 2007). En cuanto al consumo de lípidos,
los atletas deben seguir las recomendaciones de carácter general recogidas en las Dietary
Reference intakes (DRI, 2005) que proponen como intervalo aceptable el 20-35% de la
ingesta energética, con una proporción de ácidos grasos del orden de un 10% saturados,
10% poliinsaturados y 10% monoinsaturados. Existen recomendaciones específicas (DRI,
2005) para los ácidos grasos esenciales de la serie n-6 (linoleico) considerándose adecuada
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la ingesta de 16 g/día para hombres adultos (19-50 años) y de 12 g/día para mujeres de la
misma edad. En cuanto a la serie n-3 (linolénico) se recomienda ingerir entre el 0,6-1,2%
de la energía total y una ingesta adecuada de 1,9 g/día para los hombres y 1,1 g/día para las
mujeres.
Resumiendo, las proporciones de macronutrientes recomendadas para deportistas,
en porcentajes de contribución a la energía total son 55-65% de carbohidratos (CHO), 1015% de proteínas (PRO) y 30-35% de lípidos (LIP) junto a un suministro equilibrado de
ácidos grasos saturados e insaturados. La ingesta energética total del deportista deberá
asegurar los requerimientos energéticos derivados de su actividad metabólica basal y de su
actividad física específica permitiéndole alcanzar un peso saludable y un óptimo
rendimiento (Williams, 2002; Manore y Thompson, 2000, González-Gross y cols, 2001;
Burke, 2007).
2.
Objetivos
Teniendo en cuenta estas recomendaciones el presente estudio se diseñó con los
siguientes objetivos:
1) Evaluar la ingesta de energía y macronutrientes realizada por un grupo de
esquiadores de travesía en torno a una prueba de competición
2) Examinar la relación entre dicha ingesta y el rendimiento obtenido por los
esquiadores.
3.
3.1.
Materiales y métodos
Materiales
Antropométrico: báscula digital Año Sayol, S.L. precisión 100 g, tallímetro o
estadiómetro marca Año Sayol, S. L, precisión 1 mm, compás de pliegues cutáneos marca
Holtain, precision 0,2 mm, lápiz dermográfico, cinta antropométrica, flexible, no
extensible marca Lufkin, precisión 1 mm, paquímetro (para diámetros pequeños) marca
Campbell, precisión 1 mm y ficha antropométrica para registro de los datos.
Dietético: balanza dietética SOEHNLE mx 500 g, diario dietético o auto-registro
de ingesta. Software para análisis de dietas Alimentación y Salud (AyS) versión
0698.046 (Mataix J, Mañas M, y Martínez de Victoria E) Instituto de Nutrición y
Tecnología de los Alimentos. Universidad de Granada, 1998.
Otros: Pulsómetro Polar T31 Electro OY. Analizador de lactato Dr Lange Cuvette
Test LKM 40.
3.2.
Metodología
El proyecto fue aprobado por el Comité Ético de Investigación Regional del
Principado de Asturias. Tras firmar el consentimiento informado, 23 esquiadores varones
participaron en este estudio. Las pruebas realizadas fueron las siguientes.
3.2.1. Valoración antropométrica
Siguiendo el protocolo recomendado por la International Society for the
Advancement of Kineanthropometry (ISAK) y el Grupo Español de Cineantropometria
(GREC) considerados los cuidados generales previos se les midió:
- Peso corporal y estatura, en bipedestación.
- Pliegues cutáneos: tricipital, subescapular, abdominal, suprailíaco, del muslo
anterior y medial de la pierna.
- Perímetros musculares: del brazo, del muslo, de la pierna y biestiloideo de
muñeca.
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- Diámetros óseos (biepicondíleo del húmero, biepicondíleo del fémur, bimaleolar y
biestiloideo).
La composición corporal de los sujetos se calculó a partir del índice de masa
corporal (Kg/m2), y los compartimentos graso, muscular, óseo y residual a partir de las
siguientes ecuaciones y correspondientes autorías citadas en Esparza y colaboradores
(1993):
MG (Kg) = ∑ 4 pliegues cutáneos (mm) x 0,153 + 5,783
MG (Kg) = ∑ 6 pliegues cutáneos (mm) x 0,097 + 3,64
MO (Kg) = 3,02 x (T2 x D biestiloideo x D bicondíleo Femoral x 400)0,712
MR (Kg) = Peso Total x 24,1/100 (hombres)
MR (Kg) = Peso Total x 20,9/100 (mujeres)
MM (Kg) = PCT – (MG + MO + MR)
MG: masa grasa. MO: masa ósea (Rocha, 1974). MR: masa residual (Würch, 1974). MM: masa muscular (Matiegka
1921) T: Talla (m) D: diámetro óseo (m); PCT: Peso corporal total (kg)
∑: sumatorio 4 pliegues: tricipital, subescapular, abdominal y suprailíaco (Faulkner, 1968 )
∑ sumatorio 6 pliegues: tricipital, bíceps, subescapular, abdominal, suprailíaco, muslo anterior ( Yuhasz 1974)
El somatotipo, se analizó a partir del método antropométrico de Heath-Carter
(Heath y Carter, 1967; Carter, 1970;) mediante las siguientes fórmulas:
Endomorfia = -0,782 + 0,1451X – 0,00068X2 + 0,0000014X3
Corrección de endomorfia = X x 170,18/estatura del individuo
Mesomorfia = 0,858U +0,601F + 0,188B + 0,161P – 0,131H + 4,5
Ectomorfia = (IP x 0,0732) – 28,58
siendo IP > 40,75
Ectomorfia = (IP x 0,463) – 17,63
siendo IP > 38,28 y < 40,75
Ectomorfia = se asigna valor mínimo 0,1
siendo IP ≤ 38,28
X = pliegue tricipital + subescapular + suprailíaco (mm). 170,18 = estatura modelo ideal Phanton;
U = diámetro biepicondíleo de húmero (cm); F: diámetro bicondíleo del fémur (cm).
B = perímetro corregido del brazo (cm). P: perímetro corregido de la pierna (cm).
H: estatura del individuo (cm). IP: índice ponderal.
3.2.2 Análisis de sangre
- Hematimetría completa, recuento y fórmula leucocitaria.
- Bioquímica básica de rutina: glucosa, urea, colesterol, triglicéridos, fracciones
lipídicas, albúmina sérica y bilirrubina total.
3.2.3 Cuestionarios auto-informados
- Cuestionario sobre salud y hábitos dietéticos.
- Cuestionarios de actividad física: IPAQ y el BPAQ23.
- Auto-registro de ingesta o diario dietético que consistió en el registro de todo lo
bebido e ingerido por cada deportista durante 4 días (desde el día anterior a la competición
hasta un día después de la misma). Las raciones se estimaron mediante medidas caseras y
pesada de los alimentos (a voluntad del encuestado).
3.2.4 Valoración del rendimiento
- Frecuencia cardiaca en reposo, durante la actividad y tras ella (pulsometro).
IPAQ: IPAQ: International Physical Activity Questionnarie
BPAQ BPAQ: Baecke Physical Activity Questionnaire
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- Determinación de lactato en sangre, antes y después de la prueba.
- Registro del tiempo obtenido en la prueba (tiempo cronometrado de competición).
Los registros de los pulsómetros fueron irregulares y difíciles de evaluar. Las
concentraciones de lactato no pudieron determinarse debido a las bajas temperaturas y el
registro del tiempo de competición quedó neutralizado, en la segunda etapa, al
accidentarse un esquiador. Por tanto, la medida del rendimiento se obtuvo a partir del
tiempo total de competición (tiempo obtenido en la primera etapa + tiempo neutralizado
en la segunda).
3.2.5 Procesamiento de los datos y tratamiento estadístico
- Análisis nutricional de la ingesta mediante el software AyS (Mataix, 1998).
- Tratamiento estadístico de los datos mediante el programa SPSS 14.
Para las comparaciones entre dos variables se utilizó el test de Student y para más
de dos variables el análisis de la varianza (ANOVA de un factor) seguido de un test de
Scheffé. Las correlaciones entre dos parámetros empleando el coeficiente de correlación de
Pearson. La significación estadística se estableció para P< 0,05.
4.
4.1.
Resultados
Descripción de la muestra
Un total de 21 varones constituyeron la muestra estudiada (tabla 1). El índice de
masa corporal se sitúo en el intervalo de normalidad. Los porcentajes de los
compartimentos graso, muscular y óseo fueron óptimos para deportistas. En cuanto al
somatotipo medio del grupo se observó un predominio del componente mesomórfico.
Tabla 1. Características de la muestra
Características
MDS
Nº de sujetos estudiados (n)
Edad (años)
Peso (kg)
Altura (m)
Complexión corporal (cm)1
Sumatorio total de 6 pliegues (grupo) (mm)
Sumatorio de extremidades
Sumatorio de tronco
Composición corporal (%)
Masa grasa (con 4 pliegues)
Masa grasa (con 6 piegues)
Masa muscular
Masa ósea
Componentes del somatotipo
Endomorfia
Mesomorfia
Ectomorfia
21
37  7
73,5  8,4
1,75  0,1
10,8  2,1
67,7  20,6
32,2  10,7
35,5  13,0
12,8  2,4
10,2  2,0
48,2  3,8
15,6  1,3
2,8  0,9
4,5  0,9
2,1  1,0
Media  desviación estándar. 1 Estimado según índice altura (cm)/ circunferencia de la muñeca (cm).
Pliegues cutáneos de extremidades: tricipital, anterior del muslo y medial de la pierna.
Pliegues del tronco: subescapular, abdominal y suprailíaco. Suma total: suma de todos los pliegues.
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Como se puede ver en la siguiente tabla (2) los indicadores seleccionados para evaluar
el estado nutricional de los sujetos estudiados se encontraban dentro de intervalos de
normalidad.
Tabla 2. Indicadores del estado nutricional
Parámetros seleccionados
Resultados
Parámetros antropométricos
Índice de Masa Corporal (Kg/m2)
23,9  2,0
Pliegue cutáneo tricipital (mm)
10,1  3,4
Perímetro del brazo relajado (cm)
29,3  2,2
Perímetro muscular del brazo (cm)
26,1  2,1
Parámetros hematológicos y bioquímicos
Hemoglobina (g/dl)
15  0,6
3
Linfocitos (nº células 10 /µ)
2,8  0,6
Albúmina (g/dl)
4,9  0,2
Colesterol (mg/dl)
211  28
Col-HDL (mg/dl)
53  12
Col-LDL (mg/dl)
128  25
Triglicéridos (mg/dl)
155  138
Valores de
Referencia
18,5-24,9
7,3-13,6
25,9-28,9
24,79-27,5
14,1-18
1,3–2,9
3,50-5,5
110-220
35-55
0-150
30-200
Media  desviación estándar. Valores de referencia para pliegue tricipital y perímetro del brazo
corresponden a percentil 10 y 50 respectivamente, referido a población masculina, adulta y sana
(Alastrué y cols., 1982). Valores de referencia para índice de masa corporal propuestos por la Sociedad
Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO, 2000). Valores de referencia de parámetros
hematológicos y bioquímicos proporcionados por el laboratorio del Hospital de Basurto
(Osakidetza/Servicio Vasco de Salud).
4.2.
Composición nutricional: ingesta energética
El valor calórico medio aportado por la dieta o ingesta energética del grupo de
deportistas (figura 3) se evaluó comparando con tres valores de referencia ampliamente
utilizados y propuestos por el American College of Sports Medicine (ACSM, 2009). Las
ecuaciones empleadas para dichos valores fueron las siguientes:
Requerimientos energéticos o Estimated Energy Requeriments (EER) propuestos
por las DRI (Dietary Reference Intakes)
EER = 662– (9,53 x E) + PA x (15,91 x P) + 539,6 x A donde PA = 1,45
Gasto Energético Total (GET) como múltiplo de la tasa metabólica basal a partir de
la fórmula de Harris-Benedict y factor de actividad (FA) = 2,3
GET (H) =[66,47 + 13,75 (P) + 5 (A) – 6,76 (E)] x 2,3
Gasto Energético Total (GET) como múltiplo de la tasa metabólica basal a partir de
la fórmula de Cunningham y factor de actividad (FA) de 2,3.
GET (C) = [500 + 22 (MLG)] x FA = 2,3
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P= Peso corporal (Kg). A= altura (m). E= edad (años). PA: coeficiente de actividad
física para PAL (Physical Activity Level ) correspondiente a ≥1,9<2,5 (muy activa).
FA: factor de actividad para actividad muy intensa. MLG: material libre de grasa.
Los valores de referencia obtenidos para el mismo grupo de deportistas fueron
discordantes lo que condiciona la valoración de la adecuación de la ingesta energética. De
manera que, en función de la referencia empleada, los sujetos tomaron suficiente energía o
crearon una deuda energética entre 1000-1500 kcal/día.
Energía (Kcal/día)
IE
5000
4500
4000
3500
3000
2500
2000
1500
1000
DRI
GET (H)
GET (C)
4494
3952
3089
2971
Ingesta realizada vs. 1
ingestas recomendadas
Figura 3. Ingesta energética recomendación.
Media ± desviación estándar.
IE: Ingesta Energética de los esquiadores.
DRI: Dietary Reference Intakes.
GET (H): Gasto Energético Total con ecuación de HarrisBenedict.
GET (C): Gasto Energético con ecuación de Cunningham.
En torno a la competición (figura 4) la ingesta energética aumentó
significativamente frente a los días previo y posterior, aunque, dependiendo de la
recomendación empleada la valoración de la adecuación de dicha ingesta fue diferente.
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PRE
COM
POST
Energía (Kcal/día)
5000
3368
a
2976
4000
a
2532
a
c
3000
2000
1000
0
Período de Kcal
competición
Figura 4. Ingesta energética en torno a la competición.
Media ± desviación estándar.
PRE: precompetición. COM: competición. POST postcompetición.
a P<0,05 precompetición competición
c: P<0,05 competición postcompetición.
4.3.
Composición nutricional: contribución macronutrientes
La dieta de los sujetos estudiados aportó menor proporción de carbohidratos y
mayor de lípidos que lo recomendado (tabla 3 y figura 5 ).
Tabla 3. Contribución de los macronutrientes a la ingesta energética
Ingesta
350 ± 91
4,7 ± 1,4
45 ± 1
111 ± 24
1,5 ± 0,4
14 ± 2
128 ± 30
1,7 ± 0,5
37 ± 4
Carbohidratos (CHO) (g/día)
CHO g/kg/día
CHO % energía
Proteínas (PRO) (g/día)
PRO g/kg/día
PRO % energía
Lípidos (LIP) (g/día)
LIP g/kg/día
LIP % energía
Recomendación 1
≥ 130
6-10
50-70
56
1,2-2
10-35
ND
ND
20-35
Media ± desviación estándar 1 Recomendación nutricional correspondiente a Dietary
Reference Intakes (DRI, 2002/2005) y Objetivos Nutricionales para la población española
de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC 2000/2010).ND: no disponible.
En torno a la competición (Figura 5 y tabla 4) los carbohidratos aumentaron
significativamente frente a los días anterior y posterior pero no alcanzaron el
porcentaje recomendado. Los porcentajes de macronutrientes mejoraron en
competición.
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Precompeticion
42%
42%
Postcompetición
Competición
37%
39%
44%
49%
16%
14%
17%
Recomendación
25%
60%
15%
Fig 5. Porcentaje de macronutrientes de las dietas en torno a la competición,
frente a la recomendación nutricional.
Carbohidratos Proteínas Lípidos
Lo mismo se observa al cuantificar los carbohidratos en g/kg de peso, quedando el
consumo medio de los 4 días y en los diferentes días de la competición por debajo de la
cantidad de CHO recomendada (8-10 g/kg)
Tabla 4. Ingesta de macronutrientes en torno a la competición
Carbohidratos (g/día)
CHO g/kg/día
CHO % energía
Proteínas (g/día)
PRO g/kg/día
PRO % energía
Lípidos (g/día)
LIP g/kg/día
LIP % energía
PRE
COM
POST
298 ± 19
4,0 ± 0,3
42 ± 9
110 ± 6
1,5 ± 0,1
16 ± 3
131 ± 8
1,7 ± 0,1
42 ± 7
409 ± 21 a
5,7 ± 0,3 a
49 ± 5 a
114 ± 4,9
1,6 ± 0,8
14 ± 1 c
136 ± 6 c
1,9 ± 0,1
37 ± 4
285 ± 20 c
3,9 ± 0,3
45 ± 10
101 ± 5
1,4 ± 1,0
17 ± 4
108 ± 8
1,5 ± 0,1
39 ± 8
Media ± desviación estándar.
PRE: precompetición. COM: competición. POST postcompetición
a P<0,05 precompetición competición
c P<0,05 competición vs postcompetición
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Respecto a la distribución de los carbohidratos en las diferentes tomas o
fracciones alimentarias diarias se observaron diferencias significativas entre la
competición y los días anterior y posterior a la misma (tabla 5).
Tabla 5. Fraccionamiento de los carbohidratos diarios ingeridos
Fracciones
alimentarias
Desayuno
Almuerzo
Comida
Merienda
Cena
PRE
COM (1ª)
COM (2ª)
66 ± 40
24 ± 25
101 ± 49
18 ± 20
96 ± 47
71 ± 33
62 ± 44 a
40 ± 28 a
44 ± 46 b
178 ± 49 a
97 ± 38
69 ± 59
212 ± 86 b
10 ± 23
58 ± 35 b
POST
76 ± 45
17 ± 24 b
101 ± 50 b
21 ± 41
72 ± 34
Media ± desviación estándar
PRE: precompetición. COM (1ª) y (2ª) etapas competición. POST postcompetición
a P<0,05 precompetición 1ª etapa competición
b P<0,05 1ª etapa 2ª etapa competición
c P<0,05 2ª etapa competición postcompetición.
4.4. Composición nutricional: perfil lipídico de la dieta e ingesta de fibra
Se observaron diferencias en la composición en ácidos grasos de las dietas
(tabla 6). El consumo de ácidos grasos saturados fue adecuado frente a las
recomendaciones nutricionales españolas (SENC) y americanas (DRI). Las
diferencias se observan en los insaturados se acercaron más a la recomendaciones
americanas (más ricas en poliinsaturados) que a las españolas (más ricas en
monoinsaturados). El contenido medio de colesterol excedió el límite aconsejable.
La composición media en fibra de las dietas analizadas, comparada con las
directrices españolas fue superior a la recomendación, no siendo así en el caso de
comparar con las directrices americanas.
Tabla 6. Perfil lipídico e ingesta de fibra frente a la recomendación
Resultados
AGS (% Energía)
AGM (% Energía)
AGP (% Energía)
Colesterol (mg/día)
Fibra dietética (g/día)
7,85 ± 1,9
12,7 ± 1,8
6,02 ± 1,2
358 ± 127
29,5 ± 8,6
Recomendaciones
SENC
DRI
7-8
10
15-20
10
5
10
< 300
(*)
> 25
38
Media ± desviación estándar.
AGS: ácidos grasos saturados. AGM: monoinsaturados. AGP: poliinsaturados
SENC: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. DRI: Dietary Reference Intakes.
(*) Ingesta tan baja como sea posible con una dieta nutricionalmente adecuada.
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En torno a la competición (tabla 7) la ingesta de colesterol fue
significativamente mayor en precompetición que durante la competición y mayor que
tras ella. El aporte de fibra dietética fue significativamente mayor en la competición.
Tabla 7. Perfil lipídico e ingesta de fibra en torno a la competición
AGS (g/día)
AGM (g/día)
AGP (g/día)
Colesterol (mg/día)
Fibra dietética
(g/día)
PRE
COM
POST
28,7 ± 2,3
47,7 ± 3,7
22,6 ± 2,4
530 ± 61 a b
30,1 ± 2,7
43,1 ± 2,3
22,6 ± 0,8
326 ± 35
24 ± 3,1
45 ± 4,1
15 ± 1,6
344 ± 48
19,2 ± 1,9
39,1 ± 1,8 a c
23,6 ± 2,7
Media ± desviación estándar.
AGS: ácidos grasos saturados. AGM: monoinsaturados. AGP: poliinsaturados
PRE: precompetición. COM: competición. POST postcompetición
a P<0,05 precompetición competición
b P<0,05 precompetición postcompetición
c P<0,05 competición postcompetición.
4.5. Composición nutricional de la dieta frente a tiempo obtenido en la
prueba (rendimiento deportivo)
Al analizar las correlaciones entre la energía, macronutrientes, perfil lipídico,
contenido en fibra de la dieta y el tiempo obtenido, observamos correlaciones significativas
entre la contribución porcentual energética de los macronutrientes y el rendimiento (tabla
8 y figura 6)
Tabla 8. Ingesta de energía y macronutrientes tiempo de competición
Coeficientes de Correlación de Pearson
-0,398
-0,494*
0,048
0,475*
-0,490*
-0,397
-0,247
-0,284
-0,244
-0,110
-0,382
Energía Total (Kcal/kg)
% CHO
% Proteínas
% Lípidos
CHO (g/kg)
Proteínas (g/kg)
Lípidos (g/kg)
AGS (g/kg)
AGM (g/kg)
AGP (g/kg)
Fibra (g/kg)
CHO: carbohidratos. AGS: ácidos grasos saturados. AGM: ácidos grasos monoinsaturados. AGP:
ácidos grasos poliinsaturados. * P < 0,05; ** P < 0,01.
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% CHO
% PRO
% FAT
70
% Macronutrientes
60
R 2 = 0.4606
50
40
R 2 = 0.315
30
20
R 2 = 0.0091
10
0
1
2
3
4
5
6
Tiem po de com petición (h)
Figura 6. Porcentaje de macronutrientes tiempo de competición.
CHO: carbohidratos. PRO: proteínas. FAT: lípidos.
De modo que, se observó correlación negativa y significativa entre la ingesta de
carbohidratos y el tiempo obtenido en la prueba, y por el contrario, correlación positiva
entre la ingesta de grasa y el tiempo de competición, mientras que se mantuvo invariable la
correlación con las proteínas. Por tanto, las dieta más ricas en carbohidratos
(porcentualmente y en valores absolutos, g/kg) se relacionaron con mejor rendimiento
deportivo y las más ricas en grasas (lípidos) con peor rendimiento deportivo.
5.
5.1.
Discusión
Ingesta energética
En este estudio se observó que ingesta energética realizada el grupo de esquiadores,
frente a la recomendación general para población muy activa, es adecuada pero frente a
recomendaciones más específicas para deportistas presenta aporte insuficiente. Las
medidas antropométricas no indicaron desajustes en el peso ni en los compartimentos
corporales que pudieran corroborar la ingesta energética insuficiente, hecho que sugiere
un aporte adecuado de energía, al menos en otros momentos diferentes a la competición.
Cabe pensar, al igual que otros autores, que las necesidades energéticas de los deportistas
están sobreestimadas y su ingesta energética subestimada (Nogueira y Da Costa, 2005).
Diferentes estudios llevados a cabo en deportistas de fondo en la década de los 80 y
los 90 observaron el amplio intervalo calórico relativo a la ingesta energética, oscilando
entre 2520 a 5330 kcal/día para los hombres y entre 1790 a 2720 kcal/día para las mujeres
deportistas (Nogueira y Da Costa, 2005). Mientras unos observaron cantidades de energía
ingeridas inferiores a las cantidades estimadas, tanto como individuos activos (no
sedentarios) como sujetos que desarrollan una actividad deportiva específica (Maughan,
1997; Leblanc y cols., 2002), otros observaron una mayor ingesta energética en
comparación con el gasto (Sugiura y cols., 1999) y otros valores adecuados (Janssen, 1989;
Barr y Costill, 1992).
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No hemos encontrado un solo estudio publicado sobre el esquí de travesía para
contrastar estas estimaciones energéticas con las propuestas por otros investigadores. Sin
embargo, hemos obtenido información relativa a las necesidades energéticas en otras
modalidades de esquí. Así el gasto energético diario de los esquiadores de fondo, durante el
intenso entrenamiento en nieve, se ha considerado entre 4800 a 6000 Kcal/día y durante
entrenamientos en campo puede aumentar de 950 a 1900 Kcal/día más (Ekblom y Bergh,
2000; Sjödin y cols., 1994).
La competición realizada, lejos de su entorno habitual, y con las características de la
prueba, condicionaron muchas decisiones alimentarias y muy probablemente su aporte
energético total.
Es interesante destacar cómo los deportistas aumentaron significativamente su
ingesta energética el día de la competición (3368 ± 139 Kcal), frente al día anterior (2976 ±
118 Kcal) y posterior (2532 ± 137 kcal), como expresión, probablemente, de la importancia
que otorgaron al suministro de combustible en el momento del esfuerzo. Aún así, en
función de la ingesta recomendada con la que se compare la adecuación energética puede
resultar insuficiente. El dato que no presentó controversia es el relativo al consumo
energético tras la competición, que descendió significativamente, siendo inferior a la
ingesta energética recomendada para sujetos muy activos. Durante el período de
recuperación, el organismo tiene que asumir, la reparación tisular, la reposición de los
almacenes energéticos y la síntesis de células sanguíneas, movilizadas por el estrés o por la
inflamación, entre otras. Todos estos procesos requieren un gasto energético adicional que
debe ser cubierto por la dieta post-competición.
Por último, la mayoría de los autores que han analizado la paradoja entre la ingesta
energética y el peso corporal proponen mayor número de investigaciones y mejoras en la
metodología empleada (encuesta dietética, control del peso y estimación de los
requerimientos energéticos). En nuestro caso, para futuras investigaciones planteamos
mejoras como: recabar información sobre hábitos dietéticos mediante cuestionario de
frecuencia de consumo alimentario; mejorar la precisión del registro de ingesta mediante
un breve adiestramiento de los atletas en su cumplimentación, revisión conjunta del
registro realizado y repetición de la encuesta en diferentes momentos de la temporada,
incluyendo días de entrenamiento y de competición. Además siempre que fuera posible,
realizar una historia dietética a cada deportista. En cuanto al peso parece aconsejable
disponer de datos tras la competición, que en nuestro estudio no fue posible por las duras
condiciones climatológicas. El registro del peso corporal y medidas antropométricas
durante la temporada también parece aconsejable.
5.2.
Ingesta de carbohidratos
Los datos obtenidos respecto de la ingesta de carbohidratos distaron de lo que se
recomienda para deportistas, y en concreto, deportistas de fondo. El contenido medio de la
dieta ingerida en torno a la competición (4,7 ± 1,4 g/d) no alcanzó los 6-8 g/día mínimos
recomendados, desde hace décadas, para deportistas de resistencia (Costill, 1988) y
consensuadas en la actualidad (DRI, 2005; ISSN, 2008; ACSM, 2009). Tampoco su
contribución porcentual energética media, de un 45%, alcanzó el 60 a 70 % recomendado
por muchos investigadores (Coyle, 1995; Clark, 1995; Maughan, 1997) ni el 50% mínimo
propuesto por otros (Heather y cols., 2004). La dieta media realizada por los esquiadores
en los días estudiados proporcionó el nivel mínimo aceptable de carbohidratos para
población sana y activa (DRI, 2002/2005) pero no para población sana y deportista.
Estos datos son similares a los observados en otros estudios que informaron sobre
consumos de carbohidratos del orden de un 51% a 57% del gasto energético total o bien de
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4,5 a 11,3 g/kg/día para los hombres, y del 51% al 60% del gasto energético total o de 4,4 a
7,2 g/kg/día para las mujeres (Nogueira y Da Costa, 2005). Los valores algo bajos
mantenidos pueden provocar una disminución gradual del rendimiento durante los
períodos de entrenamiento prolongados.
Las cantidades relativas de carbohidratos ingeridas durante los días anteriores a la
competición son determinantes de la cantidad de glucógeno almacenado en el hígado y en
el músculo (Jeukendrup y Jentjens, 2000). Los esquiadores pusieron más cuidado en
suministrar los carbohidratos el día de la competición y en la cena inter-etapas que los días
previo y posterior. La ingesta total de carbohidratos del día previo a la competición no
mostró diferencias significativas con la ingesta total del día posterior a la misma. Sin
embargo, cuando analizamos la distribución porcentual de las calorías totales a lo largo del
día observamos diferencias significativas entre la cena previa a la competición y la cena
posterior a la misma, siendo más calórica la cena previa. También esta cena fue más rica en
carbohidratos que las dos cenas posteriores a la finalización de la competición.
En cierta medida, y con diferencias importantes entre ellos, los esquiadores dieron
relevancia al suministro energético y de carbohidratos en las horas anteriores y posteriores
a cada etapa de competición, reduciendo significativamente dicho suministro al finalizar
toda la competición.
Los carbohidratos ingeridos aumentaron significativamente el día de la competición
frente al día anterior y posterior, pero no alcanzan la recomendación específica para
deportistas. Esto puede significar que los deportistas consideraron la importancia de los
carbohidratos como nutrientes energéticos en el momento de máxima exigencia, pero no
todos tuvieron en cuenta su importancia como replecionadores de las reservas de
glucógeno, ni antes ni después de la competición. Los carbohidratos adquirieron un papel
de ayuda ergogénica durante la competición pero no antes ni después de ella.
Antes de la primera etapa, en el desayuno previo el promedio de carbohidratos
aportados de 76 ± 33 g fue sin duda significativamente menor que los 200-300 g que se
recomiendan tomar 3-4 h. antes del ejercicio (ACSM, 2009).
Durante la competición los deportistas tomaron agua, bebidas energéticas y glucosa
en presentación gel. Mientras que el consumo de agua no mostró diferencias significativas
con los días anterior y posterior a la prueba, las bebidas energéticas aumentaron
significativamente el día de la competición, siendo exclusivamente consumidas para tal fin.
En ambas etapas el consumo medio de carbohidratos aportado por estas bebidas y los
suplementos de glucosa se situó entre 60-70 g (62 ± 44 g y 69 ± 59 g respectivamente). Sin
duda, no se corresponde con las recomendaciones dietéticas. Éstas indican para eventos
como la prueba estudiada (> 1 hora) carbohidratos a razón de 0,7 g/kg de peso por hora,
aproximadamente 30 a 60 g por hora (Coggan y Coyle, 1991; Currell y Jeukendrup, 2008)
lo que en nuestros sujetos supondría el doble o más de lo referido. Más aún, cuando no
realizaron sobrecarga de hidratos de carbono, ni tomaron una comida rica en ellos en la
cena previa a la primera etapa.
En general, en las primeras horas tras esta primera etapa, ingirieron una media de
40 ± 28 g de carbohidratos y en las dos siguientes del orden de 44 ± 4 g . Esto se
corresponde con la recomendación de tomar alimentos de alto índice glucémico e
hidratarse convenientemente tras la competición (González-Gross y cols., 2001)
suficientemente consensuada (ACSM, 2009; ISSN, 2008). Es comúnmente aceptado que la
ingesta inmediata de carbohidratos en las dos primeras horas tras el ejercicio es más
efectiva para reponer el glucógeno muscular, hablándose incluso de supercompensación
de las reservas (Bergstrom y Hultman, 1966; Siu y cols., 2004). Habitualmente se
recomienda entre 1,0-1,5 g/kg a intervalos de 2 h hasta 6 h ya que se traduce en mayores
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niveles de glucógeno (Ivy y cols., 2003). Los sujetos estudiados se ajustaron bastante bien
a dicha recomendación tomando por término medio 1,0 ± 0,5 g/kg de carbohidratos cada 2
horas en las 4-5 primeras horas tras la competición.
La ingesta de carbohidratos (con o sin proteínas adicionales) durante la
prueba por medio de barritas no siempre es bien aceptada por los deportistas
y prefieren tomar pequeños porciones de alimentos cotidianos. Tal vez deban
desarrollarse nuevos productos con otras texturas y sabores diferentes, pero
cercanos a los alimentos que consumen y aceptan, de fácil ingestión y
asimilación. Los avances en nutrición enteral aplicados a la fisiología del
deporte pueden contribuir en este sentido. Papillas, caldos, flanes y otros
productos pueden tener cabida en la solución de sus dificultades. Sin duda
contar con la colaboración de los deportistas al respecto sería de gran interés
para el desarrollo de estas soluciones.
5.3.
Ingesta de proteínas
Las proteínas, por el contrario, se consumieron suficientemente durante todos los
días de competición. Estimada la ingesta media en g/kg/día se situó dentro del intervalo
recomendado para deportistas de resistencia (1,5 ± 0,4 frente a 1,2-2) y expresada en
porcentaje de la energía ingerida (14 ± 1,6% frente a un 10-35%) se adecuó a dicha
recomendación. Como muchos estudios han confirmado, es extraño observar en
deportistas, en general, deficiencias proteicas en la dieta (Lemon,1998)
En cuanto a las diferencias en torno a la competición, se observó un ligero aumento
de la ingesta proteica los dos días de la competición, cuantificada en g/día y en g/kg de
peso corporal/día, sin embargo su contribución porcentual a la energía total descendió
significativamente. Esto es, en los días previo y posterior a la competición, las proteínas
aportaron porcentualmente más energía que el día de la competición. Durante ésta, la
energía se aumentó fundamentalmente a expensas de los carbohidratos.
Las proteínas que se consumen próximos al ejercicio de fuerza y resistencia pueden
mejorar el mantenimiento, y las ganancias netas en el músculo esquelético así como
proporcionar los aminoácidos necesarios para la reparación muscular (Tipton y cols.,
2007; Rodríguez y cols., 2007; Roy y cols., 1997). Tanto las cenas previas a cada etapa de
competición, como los dos desayunos aportaron suficientes proteínas y de gran valor
biológico. No son concluyentes las pruebas respecto de la adición de proteínas a los
carbohidratos, durante el ejercicio, para la mejora del rendimiento deportivo (ACSM,
2009). Por ello se sigue recomendando la ingesta proteica a través de los alimentos
proporcionados por la dieta.
5.4.
Ingesta de lípidos
En cuanto al aporte lipídico total de la dieta, el porcentaje observado (37%) superó
el intervalo del 20 al 35% recomendado (DRI, 2002). Este dato coincide con las
observaciones de Nogueira y Da Costa (2005) quienes obtuvieron porcentajes entre el 30%
y el 37% del gasto energético total para los hombres y del 26% al 33% para mujeres atletas,
en estudios realizados en la década de los 80 y los 90. Algunos de esos estudios (Muoio y
cols., 1994) propusieron un efecto positivo en el rendimiento deportivo de las dietas hiperlipídicas, más del 70% de la ingesta energética total. No obstante, quienes han evaluado
cuidadosamente los citados estudios piensan que resulta difícil demostrar la consistencia
de este concepto y no apoyan (Jeukendrup y Saris, 1998). A largo plazo, los efectos
negativos en la salud de las dietas de alto contenido graso son bien conocidos. Por ello, se
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recomienda no sobrepasar el 35% del gasto energético total en forma de lípidos (DRI,
2005).
En un estudio con deportistas de resistencia y dietas con ingesta de lípidos en torno
al 42-55% de la energía, e ingestas adecuadas de carbohidratos mejoraron en resistencia
frente a deportistas con ingestas bajas en grasas (10-15% de la energía) (Pendergast y cols.,
2000). En realidad el estudio advierte del riesgo para el rendimiento de disminuir la
ingesta de lípidos. Otro estudio realizado en el 1999 por Dreon y colaboradores, sugirió que
hay efectos negativos sobre los perfiles lipídicos en sangre en algunas personas, cuando
la ingesta total de grasas es inferior al 15% de la energía. Los atletas deben seguir las
recomendaciones de carácter general, en relación a las grasas (no superar el 35%) y
también deben velar por que su ingesta de grasa no sea excesivamente baja.
El día previo a la competición, la dieta porcentualmente fue más rica en grasas que
durante, y después de ella, debido al consumo significativamente mayor de huevos, y al de
carnes grasas y embutidos que tomaron a través de los bocadillos y tapas indicados en los
registros. Esto justifica el mayor contenido en colesterol de la dieta previa a la competición.
En los tres momentos estudiados la cantidad de colesterol aportado por la dieta superó la
cantidad aconsejada para la población. No parece un hecho relevante para su salud dado
que la dieta y su adecuación debe valorarse desde el cumplimiento de 7 a 15 días (Buss y
cols., 1985) y en el caso del consumo de lípidos en un plazo medio (2-3 meses) y en el
contexto de la salud de ese sujeto. Por otra parte, las analíticas sanguíneas realizadas
revelaron niveles de colesterol dentro de lo normal (alrededor de 200 mg/dl).
Al igual que sucedió con las proteínas, los lípidos dietéticos cuantificados en g/día y
en g/kg/día se consumieron en mayor cantidad durante la competición, porque ingirieron
más de todo para aumentar su energía, pero porcentualmente aumentaron los
carbohidratos y descendieron las grasas..
El perfil lipídico de las dietas de los esquiadores mostró un mayor consumo de
ácidos grasos insaturados que saturados, estos últimos no superaron el 10% recomendado
y el contenido en colesterol, como era previsible, superó la recomendación. Podemos decir
que el perfil lipídico de la dieta media de los cuatro días era aceptable, pero también
mejorable.
Durante el período en torno a la competición no se observaron diferencias
significativas en el contenido en ácidos grasos de la dieta. Es importante mencionar que las
tablas de composición de los alimentos habitualmente presentan un sesgo de información,
en nuestro caso, especialmente reflejado en estos nutrientes.
Por último, la fibra dietética aportada por el alto consumo de legumbres
contribuyó a la adecuación de este nutriente a las directrices españolas (SENC,
2002/2010), no a las DRI (2002/2005). Se recomienda en general moderar las grasas y la
fibra dietética antes de la competición para facilitar el vaciado gástrico y minimizar las
molestias gastrointestinales. En general, como dicta la recomendación, tomaron alimentos
de fácil digestión y pequeño volumen.
5.5.
Macronutrientes y rendimiento
El hallazgo más destacable nos parece la relación estadística encontrada entre los
porcentajes de macronutrientes de las dietas analizadas y el tiempo de competición
obtenido por los deportistas. Mientras que el porcentaje de carbohidratos de la dieta se
correlacionó negativamente con el tiempo, el de lípidos lo hizo positivamente. Es decir,
aquellos deportistas que tomaban mayor porcentaje energético de carbohidratos
obtuvieron menor tiempo de competición, y por tanto mejor rendimiento deportivo, por el
contrario, los que tomaban mayor porcentaje energético de lípidos obtuvieron mayor
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tiempo de competición, es decir peor rendimiento deportivo. No hubo relaciones
estadísticas significativas con el porcentaje proteico, y observamos una tendencia a
correlacionarse negativamente con la cantidad de energía aportada por la dieta. Cuando el
contenido en macronutrientes se cuantificó en gramos por kilogramo de peso corporal, se
mantuvo la relación significativa con los carbohidratos pero no con los lípidos de la dieta.
Por tanto, las dietas más ricas en carbohidratos se relacionarían con mejor rendimiento
deportivo y por contra las más ricas en lípidos con peor rendimiento.
Desde nuestro punto de vista esto puede indicar por un lado, la importancia de los
carbohidratos como combustible energético fundamental para el rendimiento deportivo y
por otro, es probable que los sujetos mejor preparados físicamente adecuen mejor su
ingesta a las recomendaciones nutricionales. Por ello parece conveniente insistir en la
adecuación de la ingesta energética y de macronutrientes, especialmente de carbohidratos
en la dieta habitual de los deportistas y especialmente antes, durante y después de la
competición.
6.
Conclusiones
La evaluación antropométrica describe al grupo de esquiadores como sujetos en
normopeso, con componente principal mesomórfico.
2. El análisis de la ingesta revela aspectos nutricionales mejorables como un aporte
energético inferior al gasto calórico estimado para la prueba de competición
estudiada. La contribución energética de los carbohidratos no alcanza el límite
inferior recomendado, mientras que el aporte lipídico lo sobrepasa. La dieta media
es suficiente en proteínas. Por ello conviene asegurar la ingesta energética antes
durante y después de la competición, aumentando la ingesta de carbohidratos y
moderando la de lípidos.
3. Con respecto a la influencia de la dieta en el rendimiento, cabe destacar la
correlación negativa y significativa entre la ingesta de carbohidratos y el tiempo
obtenido, tanto en g/Kg de peso corporal, como en porcentaje de contribución a la
energía total. Por el contrario, se observa correlación positiva entre la ingesta de
grasa y el tiempo de competición, cuando ésta se mide en porcentaje de
contribución a la energía total. Por tanto los mejores tiempos se relacionaron con
mayor ingesta de carbohidratos.
1.
Agradecimientos
Este estudio fue parcialmente realizado con la ayuda del Instituto Vasco de Educación
Física (IVEF), actual Departamento de Educación Física y Deportes de la Facultad de
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad del País Vasco.
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Índice
CAPÍTULO 23
DIAGNÓSTICO DE LA FATIGA EN EL BALONCESTO DE RENDIMIENTO
Jaime San Román, David Casamichana, Julio Calleja y Julen Castellano
[email protected]
Resumen
El baloncesto es considerado un deporte intermitente de alta intensidad, donde los
jugadores alternan las acciones de baja, media y alta intensidad. Estas últimas, han sido
reportadas como fundamentales en el éxito en baloncesto. Una de estas acciones es la
capacidad de salto, que interviene a su vez en diferentes acciones específicas ofensivas y
defensivas durante el juego. Por todo ello, el análisis de la capacidad de salto durante la
competición se presenta como una cuestión prioritaria.
El propósito principal de este trabajo fue estudiar las diferencias existentes en la
capacidad de salto en función de diferentes momentos de medición y en función de los
puestos específicos, a través del estudio de la variabilidad aportada por cada una de las
facetas componentes del modelo, para conocer tanto de manera individual, como cuando
están interaccionadas entre ellas, el porcentaje de varianza atribuido a cada una de ellas.
A 9 jóvenes jugadores internacionales durante 3 partidos oficiales, en el periodo de
competición, se les midió la capacidad de salto, por medio de un CMJ con una plataforma
de contacto (Ergojump; Globus Inc., Treviso, Italy) en 8 momentos diferentes, antes del
calentamiento, después del calentamiento, en el descanso, inmediatamente después del
partido y en los minutos 1’, 3’, 5’ y 7’ después de la finalización de la competición.
El análisis de los porcentajes de varianza explicados por cada faceta y por sus interacciones
nos muestra que la faceta momento del salto es la que mayor variabilidad aporta al
modelo, indicando las diferencias existentes en la capacidad de salto en función del
momento en el cual se realiza. Sin embargo, la variabilidad aportada por la faceta puestos
específicos es pequeña, afectando la fatiga de una manera similar a los jugadores que
ocupan diferentes posiciones en la cancha.
Por tanto, debido a este `gran peso´ de la faceta momentos del salto, se requiere seguir
profundizando en la fatiga en los jugadores de baloncesto durante los partidos de
competición.
Palabras clave: Baloncesto, teoría de generalizabilidad, fatiga, jugadores jóvenes, salto
vertical.
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1. Introducción
El baloncesto es un deporte colectivo sociomotriz que tiene lugar en un espacio
domesticado, donde están presentes la comunicación y contracomunicación motriz
(Parlebas, 2001), se juega entre dos equipos de 5 jugadores cada uno siendo el objetivo
introducir el balón en la canasta del adversario e impedir que este enceste o se apodere del
balón (Tous, 1999).
Desde el punto de vista fisiológico es un deporte mixto intermitente de alta
intensidad (Burke, 1997; Glaister, 2005; Osterberg, Horswill & Baker, 2009) donde los
sistemas energéticos aeróbico y anaeróbico se presentan en el juego conjuntamente
(McInnes, Carlson, Jones & McKenna, 1995). Durante un partido se dan una amplia
variedad de acciones, como carreras a diferentes velocidades, fintas, cambios de dirección
y saltos (Crisafulli, Melis, Tocco, Laconi, Lai & Concu, 2002) reflejando la importancia del
nivel de condición física para conseguir altos rendimientos en baloncesto (Drinkwater,
Pyne & McKenna, 2008).
Una de las acciones de alta intensidad más determinantes durante un partido de
baloncesto es la capacidad de salto, utilizada por los jugadores para realizar a su vez,
diferentes acciones específicas del juego, como tirar o entrar a canasta, taponar a un rival,
coger rebotes etc., sugiriéndose así que tanto la capacidad para saltar lo más alto posible
como realizarlo en el momento preciso, son factores principales en el éxito en baloncesto
(Tous, 2008).
Son numerosos los estudios que se han acercado al análisis del número de saltos que
se producen en partidos de competición (Araujo, 1982; Ben Abdelkrim, El Fazaa & El Ati,
2007; Colli & Faina, 1985; Cañizares y Sampedro, 1993; Gradowska, 1972; Janeira & Maia,
1998; McInnes et al., 1995; Rodríguez, Alarcón y Cárdenas, 2003), encontrándose valores
que varían desde 30 saltos por partido hasta 70, en función de la población estudiada y del
momento histórico del estudio. En cualquier caso, parece que la frecuencia de este tipo de
acciones durante el juego es elevada.
Con respecto a la cantidad de saltos que los jugadores realizan durante los partidos,
existen diferencias significativas en función del puesto específico de juego en la cancha,
siendo los jugadores que realizan la función de base, los que menor cantidad de saltos
realizan (Colli y Faina, 1987; Hernández-Moreno,1988).
Por otra parte, la fatiga asociada al baloncesto puede definirse como una
incapacidad para mantener las demandas del juego (Montgomery, Pyne, Hopkins,
Dorman, Cook & Minahan, 2008) pudiendo verse afectados uno o varios sistemas
orgánicos en función de las circunstancias de cada partido.
Con relación al salto vertical, el jugador de baloncesto debe ser capaz de realizar
saltos de manera repetida durante el transcurso de uno o varios partidos, pudiéndose ver
esta capacidad afectada por la fatiga, que ha sido clasificada en general como una fatiga
neuromuscular periférica (Bompa, 1995 citado en Calleja, Lekue, Leibar y Terrados, 2008).
En este sentido, los trabajos que se han acercado al estudio de las acciones de alta
intensidad durante el partido, han encontrado una disminución de las acciones de alta
intensidad a lo largo del juego, tanto medida mediante la duración de las acciones de alta
intensidad (Ben Abdelkrim et al., 2007), como medida a través del número de saltos
(Rodríguez y cols., 2003)
A pesar de que parece, por tanto, que la fatiga aparece en los jugadores de
baloncesto a medida que transcurre la competición, son pocos los estudios que se han
centrado en la disminución en la capacidad de salto en estos deportistas a lo largo del juego
(Castagna, Impellizzeri, Rampinini, D'Ottavio & Manzi, 2008), sin encontrar diferencias
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significativas en la altura del salto entre antes del comienzo y al final del partido, aunque
en dicho estudio el partido consistió en 2 partes de 10´ únicamente.
Por otra parte, Tal y como se ha señalado en anteriores trabajos (Blanco-Villaseñor
y Losada, 2004), la teoría de la generalizabilidad (TG) es una teoría de las múltiples facetas
de errores de las medidas del comportamiento (Cronbach, Rajaratnam, & Gleser,1963;
Cronbach, Gleser, Nanda, & Rajaratnam,1972).
Por tanto, el propósito de este análisis, para cualquier tipo de medida, es separar o
desglosar la variabilidad real de la variabilidad del error. La TG reconoce las múltiples
fuentes de error de medida, pudiendo estimar cada una de las fuentes de error, así como
sus interacciones. Con tal propósito, se requiere estimar los componentes de varianza de
varias facetas utilizadas como categorías y de sus interacciones (Berk, 1979; BlancoVillaseñor, 1989, 1993; Marcoulides, 1989; Mitchell, 1979).
En consecuencia, el propósito principal de este trabajo es estudiar la presencia de
diferencias existentes en la capacidad de salto en función de diferentes momentos de
medición y en función de los puestos específicos, a través del estudio de la variabilidad
aportada por cada una de las facetas componentes del modelo, para conocer tanto de
manera individual, como cuando están interaccionadas entre ellas, el porcentaje de
varianza atribuido a cada una de ellas.
2. Material y método
2.1. Participantes
Este estudio involucró a un grupo de jugadores de baloncesto junior internacionales
de 14 años de edad que formaron parte del proyecto siglo XXI, Federación Española de
baloncesto (FEB). Se incluyeron en el estudio los 9 jugadores con mayor nivel de la
selección española junior de baloncesto. Ninguno de los jugadores que participaron en el
estudio tuvo antecedentes de de lesión, enfermedad o patología en su historial médico,
además ninguno de los participantes tuvo problemas para acabar el estudio. Todos
participantes durante la realización del mismo vivían en régimen de concentración
permanente, con los hábitos de vida, nutrición, sueño y entrenamiento homogéneos y
mínimamente controlados. Todos ellos y sus padres fueron cuidadosamente informados de
las características básicas del estudio, los procedimientos y los posibles riesgos asociados a
su participación firmando el consentimiento informado antes de que cualquier test fuera
realizado. El estudio fue llevado a cabo de acuerdo con la declaración de Helsinki y
aprobado por el comité ético del departamento responsable, que incluye en sus
procedimientos el cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999 del 13 de diciembre de
Protección de datos de Carácter Personal (LOPD).
Los datos medios y desviaciones estándar de las características físicas de los
jugadores se presentan en la tabla I.
Tabla I.- Datos antropométricos de los jugadores.
Variables
Media ± DS
Edad (años)
14  0
Peso (kg)
85  4.3
Altura (cm)
1.86.78  7
 6 (Mm)
53.45  45
N = 15;  6; suma de 6 pliegues subcutáneos; D.S: desviación estándar.
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2.2. Material
2.2.1. Medición antropométrica
La altura de los participantes en el estudio se obtuvo con un tallímetro modelo
®
SECA (Alemania), con una precisión de 2mm y rango de medición (130 cm a 210 cm). El
peso se calculó con una báscula modelo SECA® (Alemania), con una precisión de 0,2 kg y
un rango de medición entre 2 kg y 130 kg. Del mismo modo, se midieron 6 pliegues
(abdominal, tricipital, suprailíaco, subescapular, cuadricipital, y gemelar) con un
plicómetro Holtain® (Inglaterra).
2.2.2. Medición de la capacidad de salto
El salto vertical fue calculado utilizando una plataforma de contacto (Ergojump;
Globus Inc., Treviso, Italy) mediante el salto con contramovimiento (CMJ). Todos los
jugadores conocían el funcionamiento del aparataje y estaban familiarizados con el
protocolo del test como parte de su proceso de entrenamiento regular. Para la realización
del CMJ el jugador se sitúa de pies en posición erguida con las manos sobre la cintura, a
partir de aquí se realiza un rápido movimiento descendente hasta alcanzar una flexión de
rodillas de 90º seguido inmediatamente de un máximo esfuerzo ascendente con el fin de
conseguir la máxima altura. El tronco permanecerá lo más recto posible en todo momento
para evitar cualquier influencia en el resultado final de la prueba. Los jugadores se
situaban en la plataforma de contactos la cual estaba conectada a través de un cable a un
cronometro digital. En el momento del despegue el cronometro se ponía en marcha y en el
aterrizaje se detenía. El tiempo de vuelo se utilizó para calcular el cambio en la altura del
centro de gravedad de los participantes (Bosco, Luthanen & Komi, 1983). El CMJ ha sido
caracterizado por mostrar una baja variabilidad entre tests (coeficiente de variación de 3.0
% (Markovic, Dizdar, Jukic & Cardinale, 2004).
2.3. Procedimiento
El estudio se llevó a cabo en el mes de Marzo cuando los deportistas se encontraban
en plena temporada de competición. Se eligieron 3 partidos con 7 días de separación entre
ellos. La temperatura media durante este periodo fue de 15º. El día anterior a los partidos
los jugadores realizaron un entrenamiento liviano para no mermar sus capacidades. El día
del partido los jugadores se levantaron a las 9 a.m. después de un descanso mínimo de 8
horas, llevándose un control de la dieta durante todo el día para asegurar que todos
ingiriesen los mismos alimentos. Los jugadores fueron convocados para cada uno de los
partidos 3 horas antes del inicio del encuentro en el polideportivo Zorroza, Vizcaya. Una
vez preparados con la vestimenta adecuada, fueron detalladamente informados, en cada
uno de los partidos del protocolo a seguir, y a continuación se inició la medición. Para cada
una de las tomas se permitieron 2 saltos con 30’’ de recuperación entre saltos anotándose
el mejor registro. Todos los saltos fueron realizados en presencia de los investigadores,
cuerpo técnico y jugadores. Durante todos los saltos todos los jugadores fueron animados y
motivados verbalmente por los investigadores y cuerpo técnico para que estos realizasen
cada test de salto con la máxima intensidad posible.
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7’ después del partido
5’ después del partido
3’ después del partido
1’ después del partido
Después
Después del partido
4º cuarto
3er cuarto
Descanso
1er cuarto
Antes del calentamiento
2º cuarto
Durante el partido
Después del calentamiento
Antes
Figura I. Esquema del procedimiento del estudio. Los 8 momentos en los que se obtuvo la
altura de salto en el CMJ.
2.4. Análisis estadístico
Para el análisis de los componentes de variancia y su precisión de generalización se
ha configurado un diseño multifaceta compuesto por 3 facetas. Por un lado, la faceta
Competición [C], que recoge tres niveles correspondiendo con el número de partidos que
se estudiaron; en segundo lugar la faceta Puesto [P] con tres niveles, correspondiendo con
las posiciones específicas de los jugadores (bases, aleros y pivots); y por último, la faceta
Momento del salto [M], faceta objeto principal del estudio, ya que queremos conocer en
qué medida afecta el momento del salto a la capacidad del mismo, con ocho niveles
representando los momentos en los cuales se realizaron los saltos CMJ (figura I). El
procedimiento empleado fue el de Generalized Linear Model (GLM) realizado mediante el
paquete estadístico SAS v 9.1 (SAS Institute Inc., 1999). Además se realizó un análisis de
generalizabilidad con el programa GT versión 2.0 (Generalizability Study, Ysewjin, 1996)
estimándose el % de variabilidad (varianza explicada) de cada una de las facetas y de sus
interacciones.
3. Resultados
En la tabla II mostramos el análisis de los componentes de varianza, porcentaje de
varianza explicada y coeficientes de generalizabilidad para el modelo multifacético
(C*P*M), el cual permite responder a diferentes interrogantes, interpretando sus
aportaciones tanto de manera individual como cuando están interaccionadas entre ellas.
Primeramente, hemos realizado un análisis de generalizabilidad, tabla II, en el que
asignamos el % de varianza a cada faceta, observando como la mayor parte de la varianza
explicada se atribuye a la faceta momento (87 %). También permite conocer la variabilidad
de la capacidad de salto en función de los diferentes partidos de competición (con
únicamente un 1%) o la variabilidad aportada por la faceta puesto, aportando un 0% de
variabilidad.
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Tabla II. Análisis de los componentes de varianza, porcentaje de varianza explicada y
coeficientes de generalizabilidad.
Competición (C) * Puesto (P) * Momento (M)
Facetas
gº de l Tipo III SS Pr > F
% de varianza
Competición (C)
2
20.31 0.1021
1
Puesto (P)
2
28.03 0.0437
0
C*P
4
4.55 0.9034
0
Momento (M)
7
2710.97 <.001
87
C*M
14
50.87 0.6363
1
P*M
14
164.54 0.0016
7
C*P*M
28
56.04 0.9913
4
2
Para el modelo CP/M los coeficientes fueron ρ = 0.98 y Φ = 0.97
Nota: Valores de los grados de libertad (g.º de l), suma de cuadrados tipo III
(Tipo III SS), significación (Pr > F) y % de varianza para cada una de las facetas del
modelo y de sus interacciones. En la última fila se han estimado los coeficientes absolutos
y relativos de generalizabilidad para el modelo Competición*Puesto/Momento (CP/M).
4. Discusión
Respecto a la interpretación de los resultados cabe destacar los datos obtenidos en
los análisis de los componentes de varianza y el % de variabilidad explicada por cada una
de las facetas y las interacciones a partir de la Teoría de la Generalizabilidad (tabla II). En
nuestro estudio la variabilidad mostrada por el momento del salto es la faceta que aporta
mayor variabilidad al modelo, (87 %), con lo que podemos inferir que los momentos de
medición han influido en los resultados obtenidos, analizando diferentes resultados por los
jugadores en función del momento en el cual se realiza el salto. Además, los valores
obtenidos para la faceta momento son significativos. Parece por tanto, que a diferencia de
anteriores trabajos que no encontraron diferencias entre la capacidad de salto antes y
después del partido (Castagna, et al. 2008), nuestro estudio demuestra que dicha faceta es
la que mayor variabilidad aporta al modelo. Debemos de tener en cuenta que en el citado
trabajo (Castagna, et al. 2008) el partido disputado únicamente consistió en dos tiempos
de 10 minutos de duración, pudiendo ser ésta una de las causas que justifique dichas
diferencias en los resultados obtenidos.
En nuestro trabajo, hemos estudiado la faceta posición para conocer si esta influencia
que ejerce el momento del salto en la capacidad de salto, afecta de igual manera a todos
los jugadores, o si por el contrario, afecta de manera diferente a los jugadores en función
de la posición ocupada en el terreno. En anteriores trabajos (Colli y Faina, 1987;
Hernández-Moreno, 1988) se ha observado como la cuantificación del número de saltos
demuestra cierta especificidad en los jugadores en función del puesto específico.
A pesar de esta diferente cuantificación del número de saltos en función de la
posición del jugador en la cancha mostrada por anteriores trabajos (Colli y Faina, 1987;
Hernández-Moreno, 1988), nuestro estudio demuestra nula variabilidad aportada por la
faceta puesto cuando es estudiada de manera aislada, por lo que parece que existen pocas
diferencias en función de los puestos específicos ocupados por los jugadores en la cancha,
pudiendo deberse a que en un plan de formación, durante las fases de aprendizaje, el
entrenamiento es más genérico y general, con el objetivo de desarrollar todas las facetas
del juego.
Sin embargo, cuando estudiamos la variabilidad aportada por la interacción de la
variable puesto con la variable momento (P*M), observamos como su valor aumenta hasta
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un 7%, lo que demuestra que para un mismo momento, si existe cierta variabilidad o
especificidad por puestos específicos, lo que podemos interpretar como una cierta
especificidad en la influencia del momento del salto en la capacidad del mismo, afectando
de diferente manera a los puestos específicos.
Por último, en cuanto a la variabilidad aportada por la faceta competición,
observamos como la capacidad de salto de los jugadores es muy estable a lo largo de los
diferentes partidos de competición estudiados, con un 1% de varianza explicada
únicamente por esta faceta cuando es estudiada en solitario, y de también un 1% cuando es
estudiada en interacción , aspecto muy deseable en este tipo de estudios, ya que demuestra
que los partidos estudiados son, en cierta manera, homogéneos, en lo que respecta a la
influencia de los diferentes momentos de medición en la capacidad de salto.
Por último, podemos comprobar cómo el valor del error residual del modelo
[C*P*M] supone un 4% del total, valor muy pequeño, lo que indica que estamos cerca de
disponer de todas las variables que completan y explican la variabilidad total del mismo,
por lo que consideramos necesario para posteriores trabajos incluir nuevas facetas y
nuevos niveles dentro de cada faceta para conseguir optimizar este modelo, reduciendo el
error no controlado.
Además, el análisis de generalizabilidad realizado, el conformado por el diseño
Competición*Puesto/Momento [C*P*M] nos permite constatar, tal y como reflejan los
valores estimados en los coeficientes de generalizabilidad absolutos y relativos, cuando la
faceta momento ha sido colocada en el lugar de la instrumentación dentro del diseño, los
datos son generalizables a una población universo cercano a 1 (0.98).
5. Conclusiones
La principal conclusión del estudio es que la faceta momento del salto es la que
mayor variabilidad aporta al modelo, indicando las diferencias existentes en la capacidad
de salto en función del momento en el cual se realiza. Sin embargo, la variabilidad
aportada por la faceta puestos específicos es pequeña, afectando la fatiga de una manera
similar a los jugadores que ocupan diferentes posiciones en la cancha.
Por tanto, debido a este `gran peso´ de la faceta momentos del salto, se requiere
seguir profundizando en la fatiga en los jugadores de baloncesto durante los partidos de
competición.
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Rodriguez, M., Alarcon, F., y Cardenas, D. (2003). Análisis del salto en baloncesto.En S.
ibañez Godoy, M.M. de las Mercedes Macías García (Eds.). Libro de actas de II
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fluid intake by national basketball association players during competition. Journal of
athletic training, 44(1), 53-57.
Agradecimientos
Este trabajo forma parte de la investigación Avances tecnológicos y metodológicos
en la automatización de estudios observacionales en deporte que ha sido subvencionado
por la Dirección General de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI200801179), durante el trienio 2008-2011.
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Índice
CAPÍTULO 24
TAMAÑO CORPORAL DE LAS JUGADORAS DE FUTBOL DE LOS JUEGOS
OLIMPICOS DE PEKIN, MUNDIAL SUB 20 Y MUNDIAL SUB 17
Susana M Gil Orozco y Jordan Santos Concejero
[email protected]
Resumen
Introducción: Desconocemos las características físicas más adecuadas para llegar a la élite
en jugadoras de fútbol. Por ello, el objetivo del presente estudio fue describir el tamaño
corporal de las jugadoras de fútbol del máximo nivel de los tres campeonatos más
importantes, celebrados en 2008: Juegos Olímpicos de Pekín (JJOO), Mundial Sub20
(Sub20) y Mundial Sub17 (Sub17). Metodología: Se recogieron datos como la altura, el
peso, la edad y la posición de juego (porteras, defensas, centrocampistas, delanteras) de las
futbolistas participantes (n=888), así como los resultados obtenidos en cada campeonato
por las diferentes selecciones nacionales. Los datos fueron recogidos de la web oficial de la
FIFA. Se utilizó un test de ANOVA y el post-hoc correspondiente para el análisis
estadístico. Resultados: EL peso y la talla fueron superiores en las futbolistas de los JJOO
comparado con los mundiales Sub20 y Sub17 (p<0.05). Respecto a la posición de juego,
las porteras tuvieron la mayor altura y peso (p<0.05). Las centrocampistas fueron las más
ligeras y bajas, siendo estadísticamente significativas en las Sub17, únicamente. Las Sub17
mejor clasificadas tuvieron defensas, centrocampistas y delanteras de mayor peso que el
resto. Conclusiones: Existe una selección de jugadoras de mayor peso, pero sobretodo
altura para la participación en los campeonatos del máximo nivel (JJOO). Sin embargo, en
las jugadoras más jóvenes (Sub17) la masa corporal, presumiblemente masa muscular, es
importante para obtener una buena clasificación. Por otro lado, de todas las jugadoras las
porteras son las de mayor talla y peso debido a la especificidad de su puesto.
Palabras clave: peso, altura, posición, clasificación, élite
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1. Introducción
Aunque la popularidad del fútbol femenino ha aumentado considerablemente, como
comentan Maughan y Shirreffs (2007), existe aún una clara escasez de investigaciones en
esta población. Por ello, la mayoría de las indicaciones que se proporcionan para las
mujeres que juegan al fútbol son una extrapolación de los resultados hallados en los
jugadores de fútbol hombres, y esto es probable que no sea adecuado. Por ello es
imprescindible realizar estudios en las jugadoras de fútbol.
En jugadores masculinos las características antropométricas son determinantes en
los procesos de selección de talentos (Gil y cols, 2007) y dichas diferencias se mantienen en
los jugadores adultos. De hecho se observa que los jugadores de nivel superior son más
altos y tienen un mayor peso que los jugadores de menor nivel (Casajus & Aragones, 1997).
Por puestos, los porteros suelen ser los más altos y a continuación los defensas, en general
los de menor talla son los centrocampistas (Nevill y cols, 2009; Reilly y cols, 2000;
Shephard, 1999; Bangsbo, 1994).
En mujeres, no existen estudios que únicamente analicen las medidas
antropométricas de las jugadoras de fútbol ni las diferencias en los puestos. Los datos que
tenemos se han publicado en estudios referentes a variables fisiológicas o análisis de juego,
y el peso y la talla se indican a modo de información. También podemos observar
diferencias dependiendo de la inclusión o no de las porteras en el análisis estadístico.
Respecto a las mediciones medias, incluyendo a las porteras, en un estudio de
jugadoras de Suecia y Noruega de 1º División, de edad 22.6-21.6, medían 167.1-167.2 cm y
63.3-65kg (Andersson y cols, 2008). En 1º División Inglesa la media fue de 1.63 ± 0.05 cm
y 64.5 ± 6.2 kg (Polman y cols, 2004). Así, en un estudio realizado en jugadoras Danesas
de 1a división (edad media 24 años) las defensas medían 1.68cm y 60.7 kg; las
centrocampistas 1.65 cm y 56.0 kg; y las delanteras 1.66 cm y 58.7 kg, en altura y peso
respectivamente (Krustrup y cols, 2005).
Por otro lado, las jugadoras de un equipo
senior de la Superliga Estatal Española tuvieron una talla y un peso mayor que las
futbolistas junior: 165 ± 0.04 cm y 56.8 ± 5.7 kg vs 164 ± 0.05 cm y 57.5 ± 7.6 kg (Mujika y
cols, 2009).
Aun así, desconocemos las características físicas más adecuadas para lograr el
máximo nivel en jugadoras de fútbol. Por todo ello el objetivo del presente estudio fue
describir las características físicas de las jugadoras de fútbol del máximo nivel de los tres
campeonatos más importantes, celebrados en 2008 (Juegos Olímpicos de Pekín, Mundial
Sub20 y Mundial Sub17) para determinar: 1- Si existen diferencias entre los tres
Campeonatos, 2- Si existen diferencias en los puestos de jugadoras, 3- Si las medidas
corporales influyen en el resultado final de cada campeonato. Dicho análisis podrá ayudar
en los procesos de selección de talentos en el fútbol femenino.
2. Metodología
Se analizaron tres competiciones celebradas en el año 2008: los Juegos Olímpicos
de Pekín (JJOO), el Campeonato Mundial de Fútbol Sub20 (Sub20) y el Campeonato
Mundial de Fútbol Sub17 (Sub17). Para ello se recogieron datos como la altura, el peso, la
edad y la posición de juego (porteras, defensas, centrocampistas, delanteras) de las
futbolistas participantes (n=888), así como los resultados obtenidos en cada campeonato
por las diferentes selecciones nacionales. Los datos fueron recogidos de de la web oficial de
la FIFA (Fédération Internacionale de Football Association) (http://es.fifa.com/).
Los resultados obtenidos por los equipos fueron agrupados del siguiente modo:
Grupo 1º: Jugadoras de los equipos clasificados en 1º, 2º y 3º puestos. Grupo 2º:
Jugadoras de los equipos que han sido eliminadas en los cuartos de final además del
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equipo que ha finalizado el campeonato en 4º posición. Grupo 3º: Resto de equipos
participantes que no han alcanzado los cuartos de final.
La aplicación informática elegida para llevar a cabo estos análisis fue la hoja de
cálculo Microsoft office Excel 2007 y el programa estadístico Statistical Package or the
Social Sciences (SPSS; Software 15.0 233 Sth Wecker Drive, Chicago Illinoice). Para
realizar el análisis de las variables entre los diferentes grupos (campeonatos, posición y
resultados) se utilizó el análisis de la varianza (ANOVA) con el post-hoc Scheffé o GamesHowell dependiendo de la homogeneidad de las varianzas. La significación estadística se
estableció en una p<0.05.
3. Resultados
La edad media fue de 24.68 ± 4.0, 18.77 ± 1.2 y 16.40 ± 0.7, para las futbolistas de
los JJOO, Sub20 y Sub17 respectivamente. Las diferencias entre los tres torneos fueron
estadísticamente significativas.
En la tabla 1a podemos observar el número de jugadoras participantes en cada
campeonato y divididas por su posición de juego; y en la tabla 1b los resultados finales de
las competiciones, así como el agrupamiento que se ha realizado para el análisis estadístico
posterior.
Tabla 1a: Población a estudio: Número de jugadoras participantes en cada competición
JJOO
SUB20
SUB17
Portera
24
48
48
Defensa
73
99
102
Centrocampista
66
103
108
Delantera
54
85
78
Total
217
335
336
JJOO= Juegos Olímpicos Pekín, SUB20= Campeonato Mundial Sub20, SUB17= Campeonato
Mundial Sub17
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Tabla 1b: Grupo al que pertenece cada selección, según su clasificación obtenida en cada
torneos
GRUPOS
Clasificación
JJOO
Sub20
1º
2º
3º
uno de los
Sub17
1º
Brasil
EEUU
RPD de Corea
2º
EEUU
RPD de Corea
EEUU
3º
Alemania
Alemania
Alemania
4º
Japón
Francia
Inglaterra
Cuartos de Final
Noruega
Nigeria
Dinamarca
Cuartos de Final
Suecia
Japón
Japón
Cuartos de Final
China
Inglaterra
Canadá
Cuartos de Final
Canadá
Brasil
República de Corea
Resto
Argentina
RD del Congo
Ghana
Resto
China
Nigeria
Francia
Resto
Nigeria
Noruega
Nueva Zelanda
Resto
Canadá
Costa Rica
Colombia
Resto
RPD Corea
Méjico
Resto
Nueva Zelanda
Paraguay
Resto
Nueva Zelanda
Argentina
Resto
Chile
Brasil
Respecto a las diferencias entre los tres torneos, como se observa en la Figura 1, la
altura fue estadísticamente superior en las jugadoras de los JJOO comparado con las
jugadoras participantes en los otros dos torneos (p=0.00). Del mismo modo, el peso fue
superior en las jugadoras de los JJOO respecto a las jugadoras Sub17 (p=0.010). Teniendo
en cuenta los diferentes puestos, las futbolistas de las cuatro posiciones fueron más altas
en los JJOO que las del campeonato Sub17 (p<0.05); además las defensas,
centrocampistas y delanteras de los JJOO fueron más altas que las del Sub20 (p<0.05).
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185,0
180,0
a,b
168,2
Altura (cm)
175,0
165,7 164,9
170,0
165,0
160,0
155,0
PORTERAS
DEFENSAS
CC
DELANTERAS
SUB17
SUB20
JJOO
SUB17 163,8
SUB20 164,2
JJOO 167,3a,b
SUB17 163,3
SUB20 164,3
JJOO 166,6a,b
SUB17 165,1
SUB20 166,1
JJOO 168,4a,b
140,0
SUB17 169,8
JJOO 174,0b
145,0
SUB20 170,7
150,0
TOTAL
Figura 1. Altura de las jugadoras de fútbol de los diferentes campeonatos (TOTAL) y diferenciadas
por
puestos. JJOO= Juegos Olímpicos Pekín, SUB20= Campeonato Mundial Sub20, SUB17= Campeonato
Mundial Sub17. CC= centrocampistas. ap<0.05: JJOO vs SUB20. bp<0.05: JJOO vs SUB17
En el peso no se hallaron tantas diferencias estadísticamente significativas (Figura
2). Así, el peso de las participantes de los JJOO fue superior a las del Sub17 (p=0.010). Si
tenemos en cuenta las diferentes posiciones de juego, las porteras y las centrocampistas de
los JJOO tuvieron un mayor peso que las del Sub17 (p<0.05).
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
80,0
b
61,4
60,4
59,7
60,0
50,0
PORTERAS
DEFENSAS
CC
DELANTERAS
SUB17
SUB20
JJOO
SUB17 59,8
SUB20 59,4
JJOO 61,3
SUB17 56,9
SUB20 59,0c
JJOO 59,4b
SUB17 60,3
SUB20 60,2
JJOO 60,6
20,0
SUB17 64,8
30,0
SUB20 65,4
40,0
JJOO 69,5b
Peso (Kg)
70,0
TOTAL
Figura 2: Peso de las jugadoras de fútbol de los diferentes campeonatos (TOTAL) y diferenciadas por
puestos. JJOO= Juegos Olímpicos Pekín, SUB20= Campeonato Mundial Sub20, SUB17= Campeonato
Mundial Sub17. CC= centrocampistas. ap<0.05: JJOO vs SUB20. bp<0.05: JJOO vs SUB17. p<0.05: SUB20
vs SUB17
Las porteras tuvieron una mayor talla y masa corporal en los tres campeonatos, con
diferencias estadísticamente significativas (tablas 2, 4, 6). Además, en el campeonato
mundial Sub17 las centrocampistas fueron las jugadoras con menor peso comparando con
el resto de las posiciones de juego (p<0.05), tabla 6.
Tabla 2: Media y desviación standard (d.s.) de la altura y el peso de las
jugadoras de los Juegos Olímpicos divididas en sus posiciones de juego.
Altura (cm)
Peso (kg)
N
Media
d.s.
Media
d.s.
Porteras
24
174.04*
7.0
69.46*
4.9
Defensas
73
168.41
5.1
60.58
4.4
Centrocampista
66
166.64
6.9
59.41
5.2
54
167.28
6.7
61.31
6.3
61.39
Total
217
168.21 6.6
* p< 0.01: porteras vs defensas, centrocampistas y delanteras
6.0
s
Delanteras
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Acerca de los resultados logrados en las competiciones, no se observaron diferencias
estadísticamente significativas en los JJOO (Tabla 3).
Tabla 3. Media y desviación standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los
Juegos Olímpicos divididas en sus posiciones de juego y agrupadas en relación a la
clasificación final
GRUPO
1
2
3
TOTAL
Altura
(cm)
Media
d.s.
Media
d.s.
Media
d.s.
Media
d.s.
Porteras
173.50
2.5
176.40*
6.2
171.50
9.5
174.04
7.0
Defensas
168.76
2.7
169.56
5.2
166.62
5.8
168.41
5.1
CC
167.90
6.1
167.92
6.9
163.70
7.2
166.64
6.9
Delanteras
166.27
6.4
169.39
7.1
165.40
5.9
167.28
6.7
Total
168.46
5.3
169.80
6.7
166.01
6.9
168.21
6.6
Peso
Porteras
68.83
4.1
72.50
4.7
66.12
3.6
69.46
4.9
(kg)
Defensas
61.94
3.7
60.22
4.2
60.08
5.1
60.58
4.4
CC
60.50
4.5
59.65
6.3
58.00
3.8
59.41
5.2
Delanteras
62.09
7.3
62.74
5.6
59.25
6.3
61.31
6.3
59.94 5.5
61.39 6.0
Total
62.20 5.4
62.04 6.5
GRUPOS= equipos agrupados en función del resultado final: 1= 1º, 2º y 3º puestos; 2= 4º y
5º; 3= resto de los equipos. CC= centrocampistas. * p=0.016: grupo 2 vs grupo 3.
Tabla 4. Media y desviación Standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de
los Campeonatos del Mundo Sub20 divididas en sus posiciones de juego.
Altura (cm)
N
Media
Peso (kg)
d.s.
Media
d.s.
Porteras
48
170.60*
6.4
65.43*
6.2
Defensas
99
166.14
6.9
60.22
5.8
103
164.26
5.5
58.95
5.1
85
164.20
6.4
59.56
6.3
165.71
6.6
Total
335
* p< 0.01: porteras vs defensas, centrocampistas y delanteras
60.41
6.2
Centrocampistas
Delanteras
En los Mundiales Sub20 la talla de las porteras de los equipos incluidos en el Grupo
2 fue superior al de las porteras de los equipos peor clasificados (p<0.05), ver tabla 5.
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
Tabla 5. Media y desviación standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los
Mundiales Sub20 divididas en sus posiciones de juego y agrupadas en relación a la
clasificación final
GRUPO
1
2
3
TOTAL
Altura
Porteras
Media
169.66
(cm)
Defensas
167.66
7.5
165.81
7.0
165.79
6.7
166.14
6.9
CC
165.80
5.0
163.00
5.3
164.29
5.8
164.26
5.5
Delanteras
163.71
5.2
165.06
5.7
163.73
7.3
164.20
6.4
Total
166.43
6.2
165.47
6.6
165.59
6.8
165.71
6.6
d.s.
6.6
Media
169.68
d.s.
7.4
Media
171.60
d.s.
5.7
Media
170.60
d.s.
6.4
Peso
Porteras
66.11
8.7
64.62
5.7
65.73
5.7
65.43
6.2
(kg)
Defensas
61.11
7.5
60.42
5.7
59.75
5.3
60.22
5.8
CC
58.42
4.5
59.77
6.4
58.74
4.7
58.95
5.1
Delanteras
58.35
5.7
61.90
6.4
58.26
6.2
59.56
6.3
61.31
6.
59.88
5.8
60.41
6.2
60.30 6.8
Total
GRUPOS= equipos agrupados en función del resultado final: 1= 1º. 2º y 3º puestos; 2= 4º y
5º; 3= resto de los equipos. CC= centrocampistas.
Tabla 6. Media y desviación Standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los
Campeonatos del Mundo Sub17 divididas en sus posiciones de juego.
Altura (cm)
N
Porteras
48
Defensas
Centrocampistas
Peso (kg)
Media
d.s.
Media
d.s.
169.83*
4.8
64.83*
7.0
6.6
60.32¥
7.0
6.2
7.1
165.06
102
108
163.28
5.8
56.85#
78
163.76
6.7
59.75
Delanteras
164.87 6.5
59.72 7.2
Total
336
GRUPOS= equipos agrupados en función del resultado final: 1= 1º. 2º y 3º puestos; 2=
4º y 5º; 3= resto de los equipos. *p< 0.01: porteras vs defensas, centrocampistas y
delanteras. ¥p< 0.05: defensas vs centrocampistas. #p< 0.05: centrocampistas vs
delanteras
En los Juegos Mundiales Sub17 (tabla 7) las porteras y las defensas del 2º Grupo
fueron más altas que las del 3º Grupo (p=0.018 y 0.024 respectivamente). Además, tanto
las defensas, las centrocampistas como las delanteras tuvieron una mayor masa corporal
en los equipos mejor clasificados (1º Grupo) comparado con los otros dos grupos peor
clasificados (p<0.5).
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Tabla 7. Media y desviación standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los
Campeonatos del Mundo Sub20 divididas en sus posiciones de juego.
GRUPO
1
2
3
TOTAL
Media
d.s.
Media
d.s.
Media
d.s.
Media
d.s.
Altura
Porteras
170.00
4.8
172.53*
4.8
168.08
4.3
169.83
4.8
(cm)
Defensas
164.61
6.5
167.70*
6.5
163.62
6.4
165.06
6.6
CC
164.76
6.0
163.80
5.7
162.51
5.8
163.28
5.8
Delanteras
162.12
8.2
164.91
6.9
163.73
5.9
163.76
6.7
Total
164.79
6.9
166.45*
6.7
163.91
6.0
164.87
6.5
Porteras
69.00
9.1
64.53
7.0
63.45
5.8
64.83
7.0
Defensas
64.85$,Ұ
9.4
58.74
4.9
59.40
6.3
60.32
7.0
CC
61.70$,Ұ
8.4
55.54
6.8
56.19
4.1
56.85
6.2
Delanteras
66.12$,Ұ
6.7
57.75
7.3
58.34
5.8
59.75
7.1
Total
64.92$,Ұ
8.6
58.27
7.0
58.67
5.9
59.72
7.2
Peso
(kg)
GRUPOS= equipos agrupados en función del resultado final: 1= 1º, 2º y 3º puestos; 2= 4º y
5º; 3= resto de los equipos. CC= centrocampistas. *p<0.05: 2º grupo vs 3º grupo; $p<0.01:
1º; grupo vs 2º grupo; Ұp<0.001: 1º grupo vs 3º grupo
4. Discusión
El presente estudio es relevante dado que se analizaron varias medidas
antropométricas de todas las jugadoras de fútbol del más alto nivel mundial, participantes
de los tres campeonatos más importantes del año 2008: Juegos Olimpicos de Pekin,
Campeonato Mundial Sub20 y Campeonato Mundial Sub17. Además es novedoso porque
no existe información acerca de las medidas antropométricas óptimas para las jugadoras
de fútbol.
Una de las limitaciones del estudio que podemos comentar es que los datos
analizados son los ofrecidos por la FIFA en su página web, y por lo tanto, desconocemos la
metodología seguida para determinar el peso y la altura. Sin embargo, ambas mediciones
no presentan dificultades técnicas y su protocolo está ampliamente estandarizado. Los
datos los facilitan las federaciones de cada nación tras los pertinentes reconocimientos
médicos a las jugadoras por personal cualificado. Además, sería inviable para ningún
equipo investigador la obtención de mediciones del gran número de selecciones nacionales
que aquí se presentan y analizan. Por último añadir, que una metodología similar ha sido
anteriormente aceptada y publicada (Bloomfield y cols, 2005).
Se observó que las Jugadoras de los JJOO fueron más altas que las futbolistas de las
otras dos competiciones, teniendo en cuenta a todas las jugadoras y también en las cuatro
posiciones de juego. Los valores de las jugadoras de los JJOO son similares a los
observados en jugadoras Suecas y Noruegas (Andersson y cols, 2008) y Danesas de 1ª
División, incluso en este último estudio, comparando los diferentes puestos (Krustrup y
cols, 2005). Sin embargo jugadoras senior de la 1ª Liga Inglesa (Polman y cols, 2004) y de
la Superliga Española (Mujika y cols, 2009) tienen una talla similar a las jugadoras de los
Mundiales Sub20.
Comparado con población general, tomando como referencia la población
norteamericana como se ha realizado en otros estudios (Malina y cols, 2000; Baxter-Jones
y cols, 1995), las medidas de las participantes de los JJOO fue superior, sobre todo la
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altura, a la población general (20-29 años: 71.1 ± 0.5 kg y 162.5 ± 0.1 cm ) del estudio
NANHES III (Odgen y cols, 2004). En las jugadoras más jóvenes la media tanto del peso
como la estatura se sitúa en el percentil 50-75 en las jugadoras Sub20 y Sub17. Aunque, las
porteras se encuentran en el percentil cercano al 90 en la talla, y en peso en el percentil 75
(datos de www.cdc.gov/growthcharts).
El análisis de la masa corporal, a pesar de que demostró que de todas las jugadoras
de cada campeonato las de los JJOO poseían un peso mayor, las diferencias no fueron tan
evidentes. Así, el peso de las futbolistas de los JJOO fue inferior al peso de las futbolistas
de la 1ª División Inglesa, Sueca y Noruega, aunque superior al de las futbolistas de 1ª
división Danesa y de la Liga Española. Si embargo, hay que tener en cuenta que en los dos
últimos equipos las porteras no estaban incluidas en el estudio.
Los JJOO son probablemente la competición más importante en el fútbol femenino
a nivel mundial por ello los datos observados en el estudio son muy relevantes. Podríamos
pensar que la mayor talla en las jugadoras de los JJOO es debido al proceso de crecimiento
relacionado con la edad, ya que son las jugadoras de dicho campeonato las mayores (edad
media 24.6 años). Sin embargo, si observamos las tablas de crecimiento, en las mujeres
aunque el peso puede seguir aumentando. la altura se estabiliza a los 17-18 años
(www.cdc.gov/growthcharts). Así, podemos decir que existe una selección hacia las
jugadoras con mayor altura para participar en el fútbol del máximo nivel.
Por otro lado, respecto a las diferentes posiciones de juego, la división de las
jugadoras en porteras, defensas, centrocampistas y delanteras puede ser motivo de crítica
dado que en varios estudios los jugadores de fútbol se dividen en un número mayor de
posiciones de juego (Nevill y cols, 2009; Sheldon y cols, 2009; Zubillaga, 2006). Sin
embargo, los cuatro puestos propuestos es el modo que se ha realizado clásicamente en la
literatura científica y está ampliamente aceptado (Sporis y cols, 2009; Bloomfield y cols,
2005). Además, son los puestos en los cuales divide la FIFA a los futbolistas participantes
en diferentes torneos.
En todos los campeonatos las porteras fueron las jugadoras de mayor talla y masa
corporal, resultado que también se ha observado en jugadores hombres (Sporis y cols,
2009; Bloomfield y cols, 2005). Dicho perfil físico está estrechamente relacionado a la
función de su posición de juego: la de evitar que los balones entren en la portería. Por ello,
una jugadora de gran altura y envergadura tendrá mayor ventaja.
Además, las centrocampistas tuvieron el menor peso de las jugadoras, siendo la
diferencia estadísticamente significativa en los Mundiales Sub17. Krustrup y cols (2005)
describieron a las futbolistas del centro del campo con una menor talla y peso, y también
en lo futbolistas masculinos se ha descrito un perfil de jugador de menor talla y peso
(Bloomfield y cols, 2005).
Analizando más detenidamente cada campeonato y especialmente los resultados
obtenidos por los equipos, observamos que los hallazgos más significativos se encuentran
en las jugadoras de los Campeonatos Mundiales Sub17. Así, la masa corporal de las
defensas, centrocampistas y delanteras mejor clasificadas fue superior respecto a las
mismas posiciones de equipos peor clasificados. Es muy poco probable que esta diferencia
esté basada en un mayor peso óseo, dado que a pesar de que puedan existir diferencias en
la cantidad y calidad ósea, difícilmente puede llegar a establecer diferencias de 6-8 kg.
Aunque la diferencia podría ser también debida a un mayor peso graso es poco probable
dado que un porcentaje de grasa elevado ejerce un efecto negativo en el rendimiento
deportivo. Si bien necesitaríamos diferentes y más complejas mediciones para confirmarlo,
lo más probable es que sea un mayor peso muscular, ya que la masa muscular está
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relacionada con una mayor velocidad y potencia de salto, y por lo tanto un mejor
rendimiento en el fútbol.
5. Conclusiones
Parece ser que la altura, y asociado a ella el peso, es una característica definitoria de
las jugadoras de fútbol del máximo nivel mundial, probablemente debido a los procesos de
selección hacia las futbolistas con mayor altura. Además, en las jugadoras más jóvenes
(Sub17) la masa corporal, presumiblemente masa muscular, es importante para obtener
una buena clasificación. Finalmente, hemos descrito un perfil físico definido para cada
posición de juego, siendo las porteras las de un perfil más diferenciado.
6. Agradecimientos
J.S.C es becario del Departamento de Educación. Universidades e InvestigaciónHezkuntza. Univertsitate eta Ikerketa Saila del Gobierno Vasco- Eusko Jaurlaritza
(BFI08.51)
7. Referencias
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O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.)
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Índice
CAPÍTULO 25
PARÁMETROS FISIOLÓGICOS DE UN HIMALAYISTA DE ÉLITE
Gaizka Mejuto-Hidalgo, Julio Calleja-González, Josean Lekue, Xabier Leibar y
Nicolás Terrados
[email protected]
Resumen
La Altura Extrema (AE) y el himalayismo en estilo alpino como modalidad de
ascensión son objeto de estudio reciente desde el punto de vista fisiológico.
Objetivo: Analizar la evolución y la relación de los parámetros fisiológicos obtenidos
en las pruebas de esfuerzo realizadas a NM de un himalayista de élite internacional, que
coronó sin el uso de oxígeno suplementario las 14 montañas de más de ocho mil metros
sobre el NM (SNM).
Metodología: Se realizó una prueba de esfuerzo escalonada, progresiva, interválica y
maximal en tapiz rodante y se registró VO2 max, FC y LA. Estas pruebas se realizaron a NM
antes, después y fuera de las expediciones durante el período de tiempo que comprenden
las últimas cinco expediciones antes de completar las catorce montañas de más de ochomil
metros de altura SNM.
Resultados: Nos indican que nuestro deportista no sufre variaciones significativas
en relación al momento en el que se le realizan (pre, post y fuera de expedición) pero sí se
observan correlaciones significativas (p<0.05) y muy significativas (p<0.01) intra
variables e inter variables.
Conclusión: La gran condición física de este deportista y posiblemente una gran
capacidad para la aclimatación fruto en parte a su dilatada carrera alpinística, pueden ser
la causa de que no sufra variaciones significativas en los parámetros analizados. Sin
embargo, coincidiría con la bibliografía científica clásica en lo concerniente a la
correlación entre los mismos.
Palabras clave: Altura Extrema. Himalayismo. Fisiología.
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1. Introducción
La altura extrema (AE) sitúa sus cotas por encima de los 5.500 m (Gallagher &
Hacket, 2004) y dentro de sus especialidades, el himalayismo es una modalidad deportiva
de ascenso a montañas situadas por encima de los 7.500 m y se caracteriza por encontrarse
en el umbral de los límites de tolerancia a la hipoxia del ser humano (Cymerman et al.,
1989). A una altura de 8.500 m la presión barométrica (PB) llega a ser un 70% menor que
a nivel del mar (NM), pudiendo bajar en determinadas épocas del año a un 80% y
obteniendo valores como en el Everest donde en los meses en los que se suele intentar
ascender de octubre a mayo, los valores de PB oscilan entre los 251-253 Torr haciendo que
la presión de oxígeno (O2) inspirado sea de 43 Torr, muy cerca del límite tolerado por el
cuerpo humano (West, 1999). La HP crónica es el principal hándicap fisiológico al que se
enfrentan quienes ascienden a AE, pero otros peligros como el de la temperatura
extremadamente baja, la deshidratación y las radiaciones amenazan a aquellos deportistas
que desafían estas cimas (West, 1999).
Siendo la composición del aire igual que a NM, la presión que ejerce la molécula de
O2 para entrar en la sangre es menor en AE debido a la menor PB. A esta situación se le
añaden otros factores agravantes. El dióxido de carbono (CO2) y el vapor de agua
disminuyen el oxígeno alveolar. Incluso a grandes alturas, el CO2 continúa siendo
excretado en la sangre pulmonar al interior de los alveolos. También se evapora agua de las
superficies al aire inspirado y por tanto, estos dos gases diluyen el O2 de los alveolos,
reduciendo la concentración del mismo ( Guyton & Hall, 1998: 591).
La frecuencia cardíaca (FC) en alta montaña, es un parámetro fisiológico que se ve
afectado en situaciones de hipoxia y por encima de los 4.500 m llega a aumentar hasta un
136% (Hirata et al., 1991) para luego descender en su pico máximo (Lundby et al., 2001)
bajo condiciones de HP aguda (seis semanas después de aclimatación a 5.400 m). Otros
estudios como los llevados a cabo por la “Silver Hut Expedition” (Sutton et al., 1988)
certifican lo anteriormente expuesto en pruebas de campo. La FC máxima (FCM) empieza
a descender a la medida de 1 pul/min(-1) aproximadamente cada 7 mm/Hg menos de PB
desde los 530mm/Hg, lo que correspondería a 130 m de desnivel a partir de los 3.100 m
sobre NM (Lundby, 2001).
En exposición a HP aguda el consumo máximo de O2 (VO2 máx) decrece debido a tres
razones principalmente 1) Reducción de la presión de O2 inspirada, 2) Impedimento para
el intercambio de gases pulmonares y 3) Reducción del rendimiento cardíaco máximo
(Calbet et al., 2003). En el plano ventilatorio, cuando se realiza ejercicio físico en altitud, la
ventilación se mantiene elevada por encima de los valores a NM para la misma carga de
trabajo (Sutton et al., 1988; Bouissou et al., 1987). En este sentido, a partir de los 1.500 m
se produce una disminución del VO2 máx al ser la PB inferior a los 650mm/Hg (Pancorbo,
2003) y aún en alturas de 2.500 m el VO2 máx empieza a caer entre un 5% y un 10%
comparándolo con el NM (Cerretelli, 1980). En cuanto a investigaciones sobre datos antes
de expedición y post expedición, es el trabajo publicado por Robach et al. (2000) en el que
simulan el ascenso al Monte Everest con cámara hipobárica (COMEX, S.A.) de 8 hombres,
el cual nos muestra que el VO2 máx llega a decrecer hasta un 59% a 7.000 m. Del mismo
modo, Sutton et al. (1988) concluyen que la exposición a HP aguda no mejora el VO2 máx, a
la vuelta a NM. Cabe señalar además que este parámetro puede verse alterado según sea la
cantidad de masa muscular implicada en el ejercicio en situaciones de HP (Calbet et al.,
2009).
Por su parte, la concentración de lactato (LA) en AE es conocida por su baja
concentración en sujetos bien aclimatados, aún cuando el ejercicio es de intensidad
máxima (Sutton et al., 1988) surgiendo la teoría de la “paradoja del lactato”, la cual es a
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día de hoy objeto de debate. El trabajo científico más reciente indica que no se suelen tener
en cuenta dos cuestiones fundamentales: 1) La causa de la fatiga en AE, la cual puede no
estar debida la baja LA (tanto en sangre como en los músculos) y 2) El paradójicamente
bajo rendimiento cardíaco se mantiene en ejercicios de régimen maximal en HP extrema.
Quizá esto se deba a que el reclutamiento de músculo esquelético decae en AE como
adecuación para una correcta oxigenación del cerebro (Noakes, 2009). Estudios que
confirman la baja LA en AE son las de Sutton (Sutton et al., 1988), mostrando que en
altitudes por encima de los 7.500 m no se superan los 4 mmol/L de LA. Sin embargo,
Brooks et al. (1998), demuestran que la LA y “paradoja de LA” se debe a más factores a
parte de la propia hipoxemia que sufren los músculos, como la epinefrina circulante o el
lactato liberado de los músculos implicados en el ejercicio. En cualquier caso, hoy día es
fuente de controversia entre los expertos y el debate sigue abierto.
Analizar la evolución y la relación de los parámetros fisiológicos de un himalayista
de élite internacional, que coronó sin el uso de oxígeno suplementario las 14 montañas de
más de ocho mil metros sobre el NM (SNM).
2. Material y método
El tipo de estudio realizado es de carácter científico, longitudinal prospectivo y de
un caso. Las variables estudiadas responden a parámetros fisiológicos (FC, LA, VO2 máx). La
toma de dichos datos se ha realizado a NM. Se han analizado los cambios producidos en
dichas variables durante las últimas cuatro expediciones antes de completar los 14
ochomiles.
2.1 Sujeto
Nuestro sujeto es español, de raza caucásica e himalayista de élite. Uno de los pocos
alpinistas en el mundo que ha culminado con éxito los 14 picos más altos del planeta
(Tabla 1) (alguno de ellos en más de una ocasión) y todos ellos sin el empleo de O2
suplementario.
Fecha
(dd-mm-aaaa)
Edad
(años)
Pico
Altitud
(m)
30-09-1991
22
Makalu
8.465
25-09-1992
23
Everest
8.848
26-05-1994
25
K2 (Chogori)
8.611
11-09-1995
26
Cho Oyu
8.201
27-09-1995
26
Lhotse
8.516
06-05-1996
27
Kanchenjunga
8.586
11-10-1996
27
Shisha Pangma
8.046
13-07-1997
28
Broad Peak
8.047
22-05-1998
29
Dhaulagiri
8.167
29-07-1999
30
Nanga Parbat
8.125
25-04-2000
31
Manaslu
8.163
28-07-2000
31
Gasherbrum II
8.035
08-07-2001
32
Gasherbrum I
8.068
16-05-2002
33
Annapurna
8.091
TABLA 1. Cronología de la coronación de las 14 montañas de más de ocho mil metros SNM por nuestro deportista. Todos ellos sin
utilización de O2 suplementario.
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A continuación (Tabla 2) se describen los datos obtenidos a partir de los tests
realizados durante el tiempo que comprende el período de estudio (Noviembre 1999 –
Mayo de 2004) en el CPT-Fadura-Getxo (Bizkaia).
FISIOLOGÏA
Variable (Ud. Medida)
Media ± SD
Edad (años)
33.93 ± 1.5
Talla (cm)
187 ± 0.0
Peso (kg)
73.79 ± 1.3
Porcentaje de Grasa Corporal (%)
6.027 ± 0.2
Índice Masa Corporal (kg/m2)
21.10 ± 0.4
FCR (latidos/minuto-1)
80.2 ± 8.2
FCSM (latidos/minuto-1)
179.66 ± 5.4
FCM (latidos/minuto-1)
183,21 ± 4.9
VO2 máx (ml/kg/min-1)
71.50 ± 5.3
LAR (mmol/L)
0.726 ± 0.1
LAM (mmol/L)
6.708 ± 0.9
RQ (ml/kg/min-1)
0.801 ± 0.1
TABLA 2. Datos de nuestro sujeto.Leyenda: FCR: Frecuencia cardíaca en reposo, FCSM: Frecuencia cardíaca submáxima, FCM:
Frecuencia cardíaca máxima, VO2 máx: Consumo máximo de oxígeno, LAR: concentración de lactato en reposo, LAM: máxima
concentración de lactato,
El sujeto y sus entrenadores fueron informados de los procesos experimentales así
como de los estudios que se iban a realizar con él, el cual accede con su consentimiento por
escrito. Estos fueron aprobados por el comité ético otorgando su consentimiento a
participar en el proyecto y conforme a la Declaración de Helsinki. Así mismo, el CPT de
Fadura-Getxo incluye en sus procedimientos el cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999
del 13 de diciembre de Protección de datos de Carácter Personal (LOPD).
2.2. Instrumentos y medidas
La FC fue registrada mediante el cardiofecuenciómetro POLAR TEAM® Advantage
(Polar, Finland) HR monitors. Las mediciones de composición y volúmenes del aire
espirado se realizaron con un equipo Jaeger Oxycon Pro® (Würzberg, Alemania). Para
determinar el análisis de LA en sangre periférica se ha utilizado una aguja pipeteadorapipeta YSI modelo 1500®, calibrado con las soluciones estándar de 5 y 15 mmol/L-1,
suministrados asimismo por el fabricante. Posteriormente las muestras se analizaron en el
analizador de lactato YSI 1500® (Sport Yellow Springs Instrument, OH, USA).
El protocolo seguido en las visitas del deportista al centro donde se le realizó el
seguimiento es el siguiente:
Las visitas al centro (Tabla 3) se realizaban antes de expedición, después de
expedición y como control de las mismas fuera de objetivos siguiendo este protocolo:
1. Extracción de sangre en ayunas a las 8:30 am, en el CPT.
2. Toma de medidas cineantropométricas a las 8:45 am, en el CPT.
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3. Prueba de esfuerzo. 10:00 am. La cual consistía en una prueba ergométrica
escalonada, progresiva, interválica, maximal (EPIM) en tapiz rodante. Se realizan
incrementos similares de intensidad con intervalos constantes de tiempo. Ofrece una
correlación lineal entre la carga y el VO2 máx. Se inicia con una velocidad en el tapiz rodante
de 8.5 kilómetros por hora (KMH) y una inclinación del 1.5% (estadío I) y cada 3 minutos
se aumentan progresivamente 2 KMH; 10 KMH, (estadío II); 12 KMH, (estadíoIII); 14
KMH, (estadío IV); 16 KMH, (estadío V); 18 KMH (estadío VI) y 20 KMH (estadío VII)
hasta el agotamiento. Entre estadíos la duración de la pausa es de 1 minuto. La medición
de parámetros fisiológicos se producía en situación de reposo y durante los estadíos antes
descritos hasta el agotamiento (intensidad máxima). Para el análisis de LA, se procedía a
pinchar el lóbulo en las pausas entre los estadíos mientras el sujeto permanecía fuera del
tapiz.
En
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
1999
2000
2001
2002
2003
2004
Oct
Nov
Dic
TAB
LA 3.
Cron
ologí
a de
las
visita
s de
nues
tro
depo
rtista
al CPT Fadura-Getxo (Vizcaya).
Leyenda:
Visita antes de expedición.
Visita después de expedición
Logro deportivo.
Cima en un montaña de más de ocho mil metros SNM.
Visita control fuera de temporada.
2.3. Análisis estadístico
Los resultados de nuestro estudio se expresan como media ± desviación estándar
(SD). La relación entre los valores obtenidos en los test se evaluó mediante una correlación
lineal bivariada (coeficiente de Pearson). La prueba para comparar las variables
fisiológicas y antropométricas con el momento de la temporada (antes, después y en
ausencia de expedición) fue la T-Student para muestras relacionadas. Para el análisis
longitudinal en el tiempo de las variables, se empleó el análisis multifactorial de la varianza
ANOVA. Los niveles de significación son significativos cuando p<0.05(*) o muy
significativos cuando p<0.01(**). El software utilizado para el análisis fue el paquete
estadístico SPSS 15.0.
3. Resultados
Se analizaron los datos obtenidos de un total de 15 visitas al CPT Fadura-Getxo
(Vizcaya) extrayendo los siguientes resultados.
3.1. FC
No se observan diferencias significativas en este parámetro en sus diferentes
manifestaciones FCR, submáxima (FCSM) y máxima (FCM) en relación al momento de
realización del test, pre-expedición, post-expedición y fuera de expedición durante el
período de estudio. Tampoco se observan diferencias significativas en su evolución pero sí
se observan correlaciones intra-variable (FCM vs. FCSM*; e inter-variable (FCM vs.
LAM** (Gráfico 1)).
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9.00
n=13
p<0.01
L Máx (mmol/L)
8.00
7.00
6.00
R Sq Linear = 0.517
5.00
170
175
180
185
190
195
FC Máx (Latidos/minuto)
FIGURA 1. Correlación entre la FCM y LAM. Leyenda. n= número de casos. P<0.01: Nivel de correlación muy
significativo.
190
n=13
FC Sub Máx
(Latidos/minuto)
p<0.05
185
180
FC Máx (Latidos/minuto)
FIGURA 2. Correlación entre FCM y FCSM. Leyenda. n= número de casos. P<0.01: Nivel de correlación muy
significativo.
175
R Sq Linear = 0,374
170
170
175
180
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195
FC Máx
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FIGURA 3. Evolución de los parámetros fisiológicos.
3.2. VO2 máx
No se observan diferencias significativas en este parámetro en relación al momento
de realización del test, pre-expedición, post-expedición y fuera de expedición durante el
período de estudio. Tampoco se observan diferencias significativas en su evolución ni se
correlaciona significativamente con otras variables del estudio.
3.3. LA
No se observan diferencias significativas en este parámetro en sus diferentes
manifestaciones LA en reposo (LAR) y LA máxima (LAM) en relación al momento de
realización del test, pre-expedición, post-expedición y fuera de expedición durante el
período de estudio. Tampoco se existen diferencias significativas en su evolución pero se
correlaciona significativamente con la FCM (FCM vs. LAM*) (Ver Figura 1).
4. Discusión
Aunque no se ha hallado bibliografía referente a análisis longitudinales con
himalayistas de élite a NM, los estudios realizados antes y después de expediciones
expresan datos en concordancia y discrepancia con los aportados por nuestro trabajo. En
todo caso, aún a día de hoy, la AE es fuente de controversia en algunos de los parámetros
analizados, fisiológicos y cineantropométricos. Éste es el primer trabajo que recoge esos
parámetros y los analiza a NM a través del tiempo en un himalayista de élite.
La FC en AE es tratada tradicionalmente como un parámetro fisiológico a estudiar
en altura durante las expediciones y excepcionalmente a NM antes y/o después de
expedición como en los casos de la Everest Expedition II (Cymerman et al., 1989) (EEII) y
Everest Expedition III (Robah et al., 2000) (EEIII) pero sin un seguimiento exhaustivo a lo
largo de la vida deportiva de los sujetos a NM (Figura 3). En nuestro caso, no observamos
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diferencias significativas entre el momento de realización de los test, pre-expedición, postexpedición y fuera de ella. Estos datos concuerdan con los aportados por la EEIII, donde
tampoco existen diferencias significativas en este sentido (Tabla 4). Tampoco aparecen
diferencias significativas de forma longitudinal durante el período que comprende nuestro
estudio, algo que no se ha podido contrastar por la falta de publicaciones al respecto. Se
observa una correlación significativa bilateral entre FCSM vs. FCM* (179.67 ± 5.4 vs.
183.21 ± 4.9 p/m) (p<0.05) (Figura 2), y muy significativa entre FCM vs. LAM** (183.21 ±
4.9 p/m vs. 6.7 ± 0.9) (p<0.01) como se observa en la Figura 1. Estos datos van en la
misma dirección de los trabajos clásicos de la fisiología del entrenamiento los cuales
confirman la relación FCM vs LAM en ejercicios de máxima intensidad (Tanaka, 1990;
Bangsbo, 1994; Saltin, 1995).
El VO2 máx es uno de los parámetros más utilizados en la teoría del entrenamiento
para determinar la intensidad de un ejercicio (Andersen & Saltin, 1985; Bangsbo et al.,
1990; Stirling et al., 2005) y junto con el umbral anaeróbico son los dos parámetros más
comúnmente utilizados en la valoración del estado de la capacidad aeróbica y de la reserva
funcional cardiorrespiratoria (Calderón, 2007). Los datos obtenidos a partir de nuestro
análisis señalan que no se producen cambios significativos en este parámetro pre, post y
fuera de expedición ni durante su evolución en el tiempo, así como tampoco se dan
correlaciones entre ellos, contraponiéndose así a los datos mostrados por Robach et al.
(2000), donde sí se producen cambios significativos, reduciéndose el VO2 máx cuando los
sujetos retornan a NM aunque la prueba de esfuerzo que realizaron fue en un
cicloergómetro y la altitud a la que se expusieron fue de 5.320 m, muy por debajo de la AE
a la que se somete nuestro deportista . Así mismo la segunda toma de datos después de la
simulación de la ascensión se realizó en un intervalo de tiempo muy próximo (12 días), a
diferencia de nuestro sujeto, el cual realizaba los test a su vuelta de las expediciones con
transcursos de tiempo más amplios y variables. En el mismo sentido, para el citado
estudio, se simuló la ascensión en cámara hipobárica (COMEX, S.A.) y no a montaña
abierta, lo cual podría deberse a dos razones, la primera el fallo en la normalización del
rendimiento cardíaco y la segunda, una redistribución del propio rendimiento a tejidos no
ejercitados (Calbet et al., 2003).
La LA es un parámetro fisiológico objeto de debate en AE a día de hoy por sus bajas
concentraciones aún en ejercicios de máxima intensidad (West, 2007). A NM, no existen
trabajos que sigan la evolución de dicha variable en himalayistas de élite. Nuestro grupo de
investigación, no observan diferencias significativas en sus dos manifestaciones LAR y
LAM entre el momento de realización de la prueba, pre-expedición (LR 0.77 ± 0.1 mmol/l
y LAM 7.07 ± 1.2 mmol/l) vs. post-expedición (LR 0.63 ± 0.0 mmol/l y LAM 6.80 ± 0.9
mmol/l) vs. fuera de expedición (LR 0.77 ± 0.1 mmol/l y LAM 6.33 ± 0.6 mmol/l) (NS).
Estos datos no coincidirían con los publicados por Robach et al., extraídos de la EEIII,
donde las diferencias significativas aparecen en los valores del LAM tanto para el grupo de
control (GC) como para el tratado con expansión de volumen plasmático (VPX) vs. preexpedición y vs. post expedición (Tabla 4) puede que debido al alto estado de
entrenamiento de nuestro deportista. Tampoco se presentaron diferencias en su evolución
a través del tiempo (Figura 3), pero sus valores se correlacionan muy significativamente
con la FCM, como se ha comentado anteriormente y se puede observar en la Figura 1.
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TABLA 4. Diferentes estudios Pre, Post, Fuera de Expedición en AE. Leyenda: Valores expresados en ± SD. Antes: Antes de expedición.
Después: Después de expedición. FE: Fuera de expedición. PVX: Grupo Expansión Volumen Plasmático. CG: Grupo control. EE II:
Everest Expedition II, EE III: Everest Expedition III. * Nivel de significación p<0.05.
Estudio
VO2máxml-1/kg/min-1
Cymerman y col. 1989
(EEII)
Robach y col. 2000
(EEIII)
Antes
FCRFCMp/m
LARLAMmmol/l
49.1±2.9
175±6
PVX
4201±514(l/min)
68±7192±8
CG
4210±577(l/min)
68±11191±5*
71.54±3.3
77.00±9.9
184.00±7.07
Nuestro estudio
Estudio
RQml-1/kg/min-1
1.31±0.04
1.8±0.3
15.1±3.5*
1.7±0.6
15.0±2.6*
0.77±15
7.07±1.26
0.79±0.4
Después
VO2máxml-1/kg/min-1
Cymerman y col. 1989
(EEII)
Robach y col. 2000 PVX
(EEIII)
CG
Nuestro estudio
FCRFCMp/m
42.5±2.6
166±6
3623±374*(l/min)
3612±538*(l/min)
75.53±1.04
Estudio
VO2máxml-1/kg/min-1
Cymerman y col. 1989
(EEII)
Robach y col. 2000
PVX
(EEIII)
CG
Nuestro estudio
LARLAMmmol/l
73±12187±6*
74±8191±10*
84.75±10.72
183.17±5
RQml1
-1
/kg/min
1.16±0.06
1.08±0.712.3±2.6*
1.8±0.512.6±2.2*
0.63±0.07
6.80±0.96
FE
FCRFCMp/m
LARLAMmmol/l
0.85±0.10
RQml-1/kg/min-1
-
-
-
-
69.46±7.03
79.83±4.07
183.17±3.31
0.74±10
6.33±0.60
0.77±10
Todos estos valores fisiológicos están en consonancia con los aportados por
Burtscher et al. (2009), donde se observa una economía cardiorrespiratoria y unos niveles
de LA similares a las obtenidas de un himalayista que corona con éxito el Everest en estilo
alpino (al igual que lo hace nuestro deportista) y sin la utilización de O2 suplementario.
En conclusión, podemos afirmar que este sujeto no experimenta cambios
significativos después del análisis de los datos fisiológicos realizados a NM de forma
continuada antes, después y en ausencia de expedición, ni dichos parámetros sufren
alteraciones con el paso del tiempo. Su perfil fisiológico muestra una alta eficiencia
cardiorrespiratoria y niveles bajos de acumulación de LA, posiblemente por una gran
capacidad oxidativa.
Limitaciones del estudio
La principal limitación es que se estudió a un solo sujeto, pero sus características
excepcionales lo justifican. Otra limitación es la complejidad y el tiempo que suponen estas
expediciones, por lo que la valoración del deportista se ha realizado tan exhaustivamente
como ha sido posible.
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Agradecimientos
Los autores del artículo agradecen la colaboración del equipo técnico y médico del
Centro de Perfeccionamiento Técnico de Fadura (Getxo) de la Dirección de Deportes del
Gobierno Vasco y al deportista a quien se le ha realizado el seguimiento.
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ÁREA TEMÁTICA:
CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO
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Índice
CAPÍTULO 26
ESTUDIO COMPARATIVO EN FUNCIÓN DEL GÉNERO DE LA PERCEPCIÓN
DE LA EDUCACIÓN FÍSICA EN CENTROS PÚBLICOS.
Juan Antonio Conejo Sobrino, Alfonso Castillo Rodríguez, Javier Leiva Arjona y Pedro
Jesús Ruiz Montero
[email protected]
Resumen
Esta investigación se centra en el pensamiento de los alumnos hacia la Educación
Física de centros de Educación Primaria Públicos, utilizando el Cuestionario para el
Análisis de la Satisfacción en Educación Física (C.A.S.E.F.). Se realiza a una muestra de
104 estudiantes (siendo 59 niñas y 45 niños) de 3º ciclo de Primaria en la provincia de
Málaga. Para el análisis de resultados hemos realizado estadísticos descriptivos de todas
las variables. Utilizando como variable dependiente el género del alumnado y de variables
independientes: bloques de contenidos, actitud del profesor, expectativas del alumnado y
evaluación de la asignatura por el alumnado. Las conclusiones obtenidas reflejan un
interés por parte del alumnado acerca de que el docente sea agradable, alegre y justo,
mientras que existen diferencias en cuanto que los alumnos requieren una mayor
motivación activa del profesorado, mientras las alumnas prefieren que las corrijan más
durante la clase, y el nivel de dificultad de los ejercicios sea bajo. En ninguno de ambos
casos tanto alumnos como alumnas substituirían las clases de Educación Física por otras.
Palabras clave: Educación Física, percepción, motivación.
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1. Introducción
El estudio de la percepción y motivación en relación con las actitudes y creencia que las
alumnas y alumnos muestran hacia las clases de Educación Física continúan siendo un
tema de gran interés, tal y como muestran los estudios más recientes (Chen, 2001)
(Moreno y Hellín, 2001a, 2001b) (Weiss y Ferrer, 2002). En todas estas investigaciones se
ha tratado de determinar, entre otras cosas, los elementos que están relacionados con la
valoración y el interés que los alumnos tienen hacia las clases de Educación Física.
En cuanto al estudio sobre el género del profesorado de Educación Física, resulta ser
relevante, sobretodo en la formación de las actitudes del alumnado hacia la asignatura. En
un estudio llevado a cabo en Gran Bretaña sobre la Educación Física se pone de manifiesto
la diferencia existente en cuanto al sexo acerca de la manera de cómo y qué enseñar,
mostrando unos resultados que nos advierten que el género del profesorado resulta ser
relevante en la formación de las actitudes hacia la Educación Física (Scraton, 1989).
En diversos estudios sobre actitudes (Earl y Stennett, 1987) (Luke y Sinclair, 1991)
(Fernández, 1995) (Hellín y Moreno, 2001a, 2001b), el grado de satisfacción hacia la
Educación Física se ve condicionado por factores como el contenido del currículo, la
práctica deportiva, tanto del alumno como de su familia, el género del profesor y del
alumno, la fuerte socialización del fenómeno físico-deportivo favorecida por los medios de
comunicación y principalmente la importancia que los alumnos le conceden a la Educación
Física dependiendo de las características del profesor.
Otros estudios, indican que los alumnos cuyo educador es de género masculino,
valoran más la asignatura y al profesor que cuando es de género femenino, considerando
además más difícil la asignatura en este último caso (Stewart, Green y Huelskamp, 1991).
Los trabajos revisados parecen mostrar que la labor del docente, y la forma en la que
éste estructura y presenta las tareas a realizar, se relaciona con el grado de motivación y el
sistema de creencias que los alumnos presentan hacia las clases de Educación Física. Sin
embargo, queda por acotar la influencia de la actitud del profesor en el pensamiento del
alumno hacia la educación física de forma más precisa en las dimensiones prácticas que
definen este proceso de influencia (Moreno y Cervelló, 2004). Así se intenta determinar
hasta que punto la actitud del profesor (p.e. el grado de entusiasmo que éste presenta en el
desempeño profesional de las clases) se relaciona con las actitudes y creencias que el
alumno manifiesta hacia las clases de Educación Física (Pieron, 1988).
También, en otra investigación se intentó determinar, en el ámbito deportivo, el
perfil comportamental del entrenador entusiasta en el terreno deportivo. Los resultados,
llevaron a categorizar un perfil comportamental del entrenador entusiasta, pero no
determinó, debido a la metodología observacional utilizada, las relaciones que se
establecían entre el perfil comportamental y la valoración que los alumnos hacían de este
perfil (Rosado, Campos y Aparicio, 1996).
Por otro lado, se destaca la importancia del comportamiento del profesor en el
desarrollo de actitudes positivas por parte de los alumnos hacia la Educación Física
(Aicinema, 1991). De hecho, está demostrado que a mayor conocimiento específico de la
materia por parte del profesor un mayor número de actitudes positivas suscitará en el
alumnado (Rice, 1988).
En dos recientes trabajos, en un intento de comprobar la satisfacción de los alumnos
con la Educación Física, se analizan a 911 alumnos de primer ciclo de Educación Primaria
confirmando que independientemente de si la Educación Física gusta más o menos, se
demuestra una vez más la motivación del alumno al querer asistir a las clases debido al
gusto por las mismas (Moreno, Sánchez, Rodríguez, Prieto y Mula, 2002a, 2002b).
Además, la actitud del profesor de educación física en el alumnado lo condiciona
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directamente en que éstos realicen actividades físicas extraescolares, que manifiesten un
mayor gusto y valoren más la actividad física en su tiempo de ocio (Moreno y Cervelló,
2004).
Una de las principales conclusiones a destacar en estos trabajos es que aquellos
alumnos que tienen un educador de género masculino manifiestan una mayor predilección
hacia las clases de Educación Física. Y también que los alumnos le dan más importancia a
la Educación Física cuando perciben que su educador tiene un carácter democrático,
comprensivo, bueno, alegre, justo, agradable y acepta la iniciativa individual de los
alumnos. Así, los objetivos del artículo son: a) Comprobar el grado de satisfacción que
tienen los alumnos hacia la Educación Física; b) Analizar el Rol del Profesor; c)
Determinar la importancia y evaluación de la Educación Física por parte del alumnado.
2. Método
2.1. Muestra
La muestra se compone de 104 (siendo 59 niñas y 45 niños) sujetos de tercer ciclo
de Educación Primaria. Las edades van desde los diez hasta los 12 años. Hemos
determinado un margen de error de ± 3 y un nivel de confianza del 95,5 %.
En cuanto a la titulación del educador, el 73 % (de los cuales 42% son mujeres,
mientras que el 68% del profesorado encuestado son hombres) del profesorado de los
centros son diplomados en Educación Física y el 27 % son Licenciados en CAFYD (Ciencias
de Actividad Física y Deporte).
2.2. Instrumento
Para la recogida de datos sobre la satisfacción de los sujetos en las clases de
Educación Física se ha utilizado el Cuestionario para el Análisis de la Satisfacción en la
Educación Física CASEF (Moreno y Cols, 2002).
La fiabilidad del cuestionario se comprobó a través del cálculo del coeficiente Alpha
de Cronbach, siendo este aceptable (alpha= .91). A continuación se muestran los distintos
ítems del cuestionario CASEF.
2.3. Análisis estadístico
Para la obtención de los resultados han sido realizados estadísticos descriptivos de
todas las variables (llevando a cabo análisis de medias, desviaciones típicas y análisis de
varianza).
Utilizando como variable dependiente el género del alumnado y de variables
independientes: bloques de contenidos, actitud del profesor, expectativas del alumnado y
evaluación de la asignatura por el alumnado. Los datos obtenidos fueron tratados
estadísticamente utilizando el software SPSS 15.0 para Windows.
3. Resultados
Los resultados recogidos en los distintos ítems de los cuestionarios han sido
agrupados en tres bloques (Grado se satisfacción del alumnado hacia la Educación Física,
Rol del profesor de Educación Física y Práctica de Actividad Física y evaluación de la
asignatura) para una mejor evaluación y comprensión de los resultados. Estos tres bloques
así como sus resultados vienen dados por el análisis de los siguientes datos:
3.1. Grado de satisfacción del alumnado hacia la Educación Física.
En relación a la consideración de los alumnos/as hacia la Educación Física es de
“Muy Importante” en el 45.7% de los casos (21) e “Importante” en el 39.1% (18),
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gustándole mucho la asignatura al 34% (73.9), mientras que las alumnas la consideran
“Muy Importante” el 75.4% (43) e “Importante” en el 19.3% (11), mostrando una
preferencia alta o muy alta en el 96.5% (55). Mientras que tanto alumnos como alumnas
consideran “Normal” la importancia de la asignatura en un menor porcentaje, siendo de
15.2% (7) y 5.3% (3) en alumnos y alumnas, respectivamente.
En cuanto a los contenidos preferidos de la Educación Física en función del sexo,
podemos distinguir las siguientes preferencias:
Tabla 1. Bloques de contenidos preferidos por el alumnado en el área de educación física.
Alumnos
N
%
17
37
37
80.4
8
17.4
18
39.1
Condición Física y Salud
Juegos y Deportes
Expresión Corporal
Actividades en el Medio Natural
Alumnas
N
%
25
43.9
38
66.7
8
14
19
33.3
La gran mayoría de las alumnas, el 98.2% (56), no querrían dar menos horas
semanales de Educación Física, además, el 78.9% (45) del alumnado no elegiría otra
asignatura en su lugar. Mientras que en los alumnos el resultado sería del 89.1% (41) y del
87% (40) respectivamente.
Indicar que los bloques de contenidos de condición física y Salud, Juegos y
Deportes, ocupan una temporalización mayor que los contenidos de expresión corporal y
actividades en el medio natural, por lo que habría que tener en cuenta en la valoración que
los alumnos/as hacen de los contenidos.
En la figura 1 se muestra la distribución porcentual de la decisión ante la posibilidad
de asistir o no a las clases de Educación Física en ambos sexos. Se observa que la gran
mayoría (78.3% de los alumnos y el 78.9% de las alumnas), ante esta posibilidad, seguiría
asistiendo a clases de esta asignatura.
Alum nos
Alum nas
SI
22%
SI
21%
SI
SI
NO
NO
NO
78%
NO
79%
Figura 1. Distribución porcentual de la decisión ante la posibilidad de asistir o no a las clases de Educación
Física.
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3.2. Rol del profesor de Educación Física.
En la siguiente tabla se presentan los resultados obtenidos con respecto al Rol del
Profesor en las clases de Educación Física:
Tabla 2. Actitud del Profesor en las clases de educación física.
Alumnos
N
%
31
67.4
13
28.3
8
17.4
9
19.6
1
2.2
13
28.3
Bueno/a
Agradable
Justo/a
Comprensivo/a
Democrático/a
Alegre
Alumnas
N
%
32
56.1
22
38.6
15
26.3
5
8.8
6
10.5
23
40.4
En la tabla 3 podemos comprobar las diferentes expectativas que sobre el profesor
tienen el alumnado:
Tabla 3. Expectativas del alumnado sobre el Profesorado.
Alumnos
N
%
17
37
22
47.8
9
19.6
12
26.1
17
37
9
19.6
14
30.4
Mayor participación en clase
Mayor motivación
Corrección
Llame por mi nombre
Vestido ropa deportiva
Práctica de deporte
Buena presencia
Alumnas
N
%
32
56.1
10
17.5
19
33.3
9
15.8
16
28.1
11
19.3
12
21.1
3.3. Práctica de Actividad Física y evaluación de la asignatura.
A continuación (tabla 4) se pueden observar los resultados obtenidos en la evaluación
de la Asignatura por parte del alumnado.
Tabla 4. Evaluación de la Asignatura por el alumnado.
Alumnos
N
%
11
23.9
16
34.8
17
37
12
26.1
Fácil
Motivadora
Útil
Más importante que las demás
Alumnas
N
%
29
50.9
17
29.8
22
38.6
14
24.6
El 76.1% (35) de los alumnos practica algún tipo de actividad física fuera del centro,
mientras que las alumnas el 84.2% (48), con una frecuencia de 2 o 3 días a la semana y una
media de 1.5 horas al día en ambos sexos.
4. Discusión
Para el alumno, las clases de Educación Física resumen básicamente lo que es dicha
asignatura. Las vivencias específicas que suponen dichas clases dan lugar a una valoración
de las mismas por parte del alumno. Esta valoración, en conjunto, va conformando
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actitudes que pueden a su vez generar hábitos de práctica de ejercicio físico, o por el
contrario, no dejarán más huella que la del recuerdo de la etapa escolar. Se encuentra una
gran similitud en función al género, donde ambos encuentran muy relevante el área de
Educación Física y muestran entusiasmo hacia ella.
Tal y como se muestra en la tabla 1, no encontramos diferencias significativas en la
preferencia de contenidos a trabajar dentro del área, destacando la predilección sobre los
Contenidos de Condición Física y Salud, Expresión Corporal y Actividades en el Medio
Natural. Resaltando la disyuntiva que surge al comprobar la baja elección del Contenido de
Expresión Corporal.
En esta área, cabe destacar el importante papel que juega el profesor de Educación
Física en la creación de actitudes positivas, de motivación y satisfacción de los alumnos
hacia la Educación Física (Aicinema, 1991; Harrison y Blakemore, 1989). Por ello, tienen la
posibilidad de orientar a los alumnos hacia nuevas actividades físicas que resulten
atractivas y excitantes, y que, de algún modo, acerquen al alumnado a experiencias
positivas en las clases. En contraste, las malas experiencias pueden provocar frustraciones
y desánimos y condicionar de tal forma al individuo, que las consecuencias puedan
determinar o no, hábitos deportivos en un futuro.
Siguiendo las aportaciones realizadas por Aicinena (1991), observamos el gran
impacto que puede causar el comportamiento del profesor sobre la actitud del estudiante
hacia la Educación Física. Manifiesta una correlación entre la metodología usada por el
profesor en sus clases y las actitudes de los alumnos hacia la materia, siendo dicha
correlación positiva cuando el profesor emplea métodos que favorecen la toma de
decisiones por parte de los alumnos, y negativa, cuando opta por métodos directivos.
En este sentido, hemos encontrado que un carácter de bondad, agradable, justo,
comprensivo y alegre del educador supone un mayor gusto en la percepción tanto de los
alumnos y alumnas de tercer ciclo de Educación Primaria por las clases de Educación
Física. Encontrando que tanto alumnos y alumnas existe una mayor sensibilidad del
alumnado sobre el carácter Justo y Comprensivo del profesorado.
5. Conclusión
Basándonos en los resultados de este estudio podemos presentar las siguientes
conclusiones:
- Tanto alumnas y alumnos reflejan un interés por que el docente sea agradable, alegre y
justo, mientras que existen diferencias en cuanto que los alumnos requieren una mayor
motivación activa por parte del profesorado, cuando las alumnas prefieren ser
corregidas durante la clase, y que el nivel de dificultad de los ejercicios sea bajo.
- En ninguno de de ambos casos tanto alumnas como alumnos substituirían las clases de
Educación Física por otras.
- La percepción de los alumnos respecto al carácter del educador según su género,
muestra que aquellos que tienen un profesor de género masculino lo consideran más
serio y menos comprensivo, en cambio los que tienen una profesora la consideran más
alegre, agradable y comprensiva. Sin embargo, los educadores de género masculino son
considerados por los alumnos como más justos.
6. Referencias
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Anexos
1. Edad: .......... años
2. Género: Chico Chica 
3. Curso: Year 4 Year 5
Year 6
4. Tu profesor-a de Educación Física es:
Hombre Mujer 
5. ¿Cuáles son las asignaturas que más te gustan? Enuméralas por orden de preferencia:
1............................................. 2............................................. 3..............................................
6. ¿Cuáles son las asignaturas que menos te gustan? Enuméralas por orden de preferencia:
1............................................. 2............................................. 3..............................................
7. Consideras la Educación Física:
Muy importante Importante Normal Nada importante 
8. ¿Qué es lo que más te gusta de la Educación Física?: (Respuesta múltiple)
Condición física y salud Juegos y deportes Expresión Corporal 
Actividades en el medio natural 
9. ¿Qué es lo que menos te gusta de la Educación Física? (Respuesta múltiple):
Condición física y salud Juegos y deportes Expresión Corporal Actividades en el medio natural 
10. ¿Te gustaría dar otra asignatura o hacer otra cosa en la hora de Educación Física?:
No Si 
11. ¿Elegirías la Educación Física como asignatura optativa?:
No Si 
12. ¿Te gustaría tener menos horas de Educación Física?:
No Si 
13. ¿Te gusta la clase de Educación Física?:
Me gusta mucho Me gusta regular No me gusta nada 
14. Respecto a las clases de Educación Física que recibes (respuesta múltiple):
Me resultan fáciles Son motivantes Las considero útiles 
El profesor-a me anima a practicar fuera de clase 
Es más importante que el resto de asignaturas Son suficientes 
15. ¿Qué objetivo-s piensas que debe perseguir la Educación Física? (Respuesta múltiple):
De salud De competición De educación De diversión 
16. ¿La Educación Física puede ayudarte a? (Respuesta múltiple):
Relacionarte con los demás Mejorar tu condición física/salud 
Ayudarte a ser más inteligente A ser más coordinado 
A respetar a los demás, al material y al entorno 
17. ¿Qué actitud tiene en clase, normalmente, tu profesor-a de Educación Física? (Respuesta múltiple):
Bueno-a Agradable Justo-a Comprensivo-a Democrático-a Alegre 
18. Me gusta que mi profesor-a de Educación Física (Respuesta Múltiple):
Participe en la clase Me anime en las pruebas difíciles Me corrigiese en clase Me llame por mi nombre
Vaya vestido con ropa deportiva Practique deporte Tenga buena presencia 
20. ¿Practicas alguna actividad físico-deportiva fuera del centro?:
No Si
¿Cuántos días a la semana?:................ ¿Cuánto tiempo sueles dedicar diariamente?: ..........................horas
¿Estas federado?: No Si 
21. En tu entorno, ¿quién practica actividad físico-deportiva?: (Respuesta múltiple):
Mis padres Mi hermanos-as Mis amigos-as 
22. ¿Consideras que el deporte y la Educación Física deben ocupar un lugar importante en la cultura del
país?:
No Sí
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Índice
CAPÍTULO 27
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN LA REHABILITACIÓN DE LESIONES:
ESTUDIO DE UN CASO EN FÚTBOL SALA
Bores, A.J.; Lois Río, G.; Rodríguez Mallo, J.C., Mecías, M. y Barcala, R.
[email protected]
Resumen
Este trabajo corresponde al estudio de un proceso de rehabilitación de una lesión de
un jugador de fútbol sala que sufre una rotura del ligamento cruzado anterior y una rotura
de grado 2 del ligamento lateral externo de la rodilla derecha. Se lleva a cabo un abordaje
interdisciplinar en el que se combinan estrategias y técnicas para superar las dificultades y
molestias que implica una lesión grave de larga duración y en la que el principal objetivo
de la intervención psicológica consiste en el control de respuestas emocionales asociadas a
la lesión. Se detalla un seguimiento de las etapas por las que atraviesa el jugador en su
recuperación y las diferentes intervenciones multidisciplinares realizadas con el fin de
optimizar este proceso.
Palabras Clave: fútbol sala, lesiones deportivas, intervención psicológica, rehabilitación,
aproximación multidisciplinar
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“La verdad es que te duele todo –reconoce-, pero la cabeza influye mucho en
tu estado de ánimo. De todos modos, es inútil darle muchas vueltas, no se
puede hacer nada para dar marcha atrás en el tiempo, y lo más sensato es
pensar en positivo”…
“Sé que la recuperación será dura y que tengo que ser muy fuerte
mentalmente para no venirme abajo –declara, pero me la voy a tomar
como un reto personal para comprobar mi fortaleza”.
El jugador lesionado.
1. Introducción
El National Athletic Injury Registration System (NAIRS) del los Estados Unidos
entiende por lesión como impedimento o limitación por al menos un día para la actividad
deportiva después del evento. El Consejo de Europa expone que son necesario al menos
uno de los siguientes criterios para que una lesión sea considerada como tal (Van Mechelen
et al., 1992): la reducción de la cantidad de actividad deportiva, la necesidad de
tratamiento médico y los efectos adversos sociales o económicos que de ella se derivan.
La lesión es fuente de dolor, tensión, sufrimiento y desesperación para el jugador,
una circunstancia que afecta negativamente no sólo a quien lo padece sino también a
aquellos que le rodean. En un traumatismo grave, el dolor y la disfuncionalidad física,
acarrean a su vez complicaciones de orden psicológico, laboral y social que complican más
le proceso de aceptación de la lesión y su consecuente recuperación. Por lo tanto, además
de planificar y seleccionar los recursos y ejercicios a llevar a cabo, es necesario identificar
los factores psicológicos asociados a este proceso que permitan una mejor y más rápida
recuperación del jugador lesionado.
En el I Simposium Nacional de Psicología del Deporte, “Lesiones deportivas,
prevención y rehabilitación”, organizado por la Universidad Católica San Antonio de
Murcia se concluyó que la lesión deportiva es un hecho que, necesariamente, tanto para la
prevención como para la rehabilitación, necesita del trabajo conjunto de las diferentes
disciplinas científicas: la medicina, la fisioterapia, la psicología, la preparación física y la
recuperación física (Revista de Psicología del deporte, 2009).
Como señala Ramírez (2000), es importante trabajar de forma programada y con
una visión interdisciplinar desde que se produce la lesión. Habitualmente la intervención
profesional con deportistas lesionados se limita a la terapia física, sin contemplar o
improvisando los aspectos psicológicos de la rehabilitación.
En la presentación de este caso, una lesión grave de acuerdo con la categorización de
Heil (1993), el psicólogo del deporte colabora con el cuerpo médico, el recuperador
funcional y el preparador físico para ayudar al recuperación del rendimiento deportivo del
jugador, de modo que el abordaje interdisciplinar aúne esfuerzos, concilie estrategias y
combine técnicas para superar las dificultades y molestias que implica una lesión,
especialmente una lesión grave de larga duración, tal y como señala Palmi (1990).
La estructura del Club A. Lobelle de Santiago F.S. está compuesta por un Cuerpo
Técnico vinculado al Primer Equipo que milita en la División de Honor de la
Liga Nacional de Fútbol Sala y que incluye las siguientes figuras:
 Entrenador Nacional de Fútbol Sala
 2º Entrenador Nacional de Fútbol Sala y Preparador Físico
 Médico Traumatólogo del Deporte
 Fisioterapeutas
 Recuperador Funcional Deportivo
 Psicóloga del Deporte
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2. Procedimiento
El caso citado en este estudio corresponde al de un jugador de fútbol sala, de 19 años
en el momento de producirse la lesión, que juega en la máxima categoría del fútbol sala
nacional, internacional SUB-21 y con gran proyección deportiva. La lesión tiene lugar
disputando un partido de liga en la temporada 2008-09, en fechas previas a la celebración
de la Copa de España de Fútbol Sala, uno de los títulos-objetivo a disputar por el equipo. El
diagnóstico del Equipo Médico del Club señala que el jugador sufre una rotura del
ligamento cruzado anterior y una rotura de grado 2 del ligamento lateral externo de la
rodilla derecha. Esto implica que la competición deportiva en esa temporada finaliza para
el deportista lesionado al ser intervenido quirúrgicamente.
El deportista es sensible al trabajo psicológico, ya que proviene de la cantera del
Club, donde el Psicólogo del Deporte realiza sus primeras intervenciones hasta llegar al
staff del Primer Equipo. Desde que tiene lugar la lesión, se busca construir un rapport
apropiado con el jugador (Petitpas, 2002), tratando de entender la lesión desde el punto de
vista del propio afectado, sus implicaciones y repercusiones, así como las emociones que le
provoca, con el fin de obtener una relación de colaboración que permita implantar las
estrategias de tratamiento por parte de todos los implicados en el proceso de recuperación.
El impacto estresante de la lesión se ve reducido cuando el deportista percibe que
adquiere habilidades y recursos psicológicos que contribuyen a un aumento de la
motivación por el trabajo de rehabilitación y, por tanto, una mayor adherencia, lo que
facilita una más eficaz y pronta recuperación. En este sentido, el principal objetivo de la
intervención psicológica consiste en el control de respuestas emocionales asociadas a la
lesión.
Para una mayor comprensión, se establecen a continuación las diferentes etapas del
proceso de rehabilitación llevado cabo delimitando las diferentes aportaciones
multidisciplinares en cada una de ellas. Las mismas son:
 Período pre y post-intervención quirúrgica
 Proceso de recuperación
 Proceso de readaptación
 Período de reentrenamiento.
1. Período Pre y post-operatorio
Uno de los principales aspectos a tener en cuenta inicialmente desde el cuerpo
médico es la importancia de establecer una buena comunicación con el afectado, buscando
las estrategias de comunicación más adecuadas de acuerdo con la situación: desde el
diagnóstico, la hospitalización, intervención quirúrgica, alta hospitalaria, etc.
Una vez clarificado el diagnóstico se realiza una evaluación psicológica mediante
entrevista para conocer las expectativas y pensamientos que surgen en el jugador ante su
nueva situación. Además, se le administra el POMS (Profile of Mood States) en su versión
española de 48 ítems (Andrade et al, 2002) con el fin de evaluar su estado de ánimo. Este
cuestionario le será administrado al jugador a lo largo de todo el proceso de rehabilitación,
no sólo como instrumento de evaluación de su estado emocional, sino como herramienta
de feedback para generar confianza, analizar recaídas o replantear objetivos o planes.
En este momento, es importante conseguir que el deportista sea objetivo tanto con
el progreso de su lesión como con el planteamiento de sus metas, por lo que se realiza una
intervención cognitiva para re-evaluar la situación deportiva, reforzando y modificando
actitudes y creencias relevantes.
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Se establece un plan realista para conseguir el mejor aprovechamiento del tiempo
que dura la lesión, desde las propias tareas de rehabilitación hasta otras que podían servir
al jugador para progresar en la parcela deportiva, como también en la parcela educativa
que decide retomar a partir de este suceso vital. El objetivo de esta intervención radica en
lograr que no esté ocioso durante todo el día, lo que le ayuda a recrearse en pensamientos
disfuncionales que generan estados de ánimo negativos, logrando que el sujeto perciba un
cierto control de la situación y un mayor aprovechamiento del tiempo. En este sentido,
resulta importante la participación del entrenador quien facilita vídeos de sus partidos al
jugador para que este pueda analizar y corregir los aspectos técnico-tácticos visualizados,
mediante el corte de clips de vídeos.
El papel del entrenador es de vital importancia también para que el jugador no se
desvincule totalmente del equipo, el contacto permanente ayuda a que no se descuelgue
del grupo, haciéndolo partícipe de todas las actividades sociales del equipo o
proporcionándole tareas de observación de aspectos tácticos propios o de los rivales en
época de competición.
El asesoramiento en el sistema de apoyo social del paciente es crucial en esta etapa,
ya que son estas las personas que más horas permanecen a su lado y que, sin una buena
orientación psicológica, acaban siendo otra fuente de estrés y, por tanto, perjudicial para
el lesionado.
Desde que tiene lugar la lesión hasta la intervención quirúrgica transcurren cerca de
45 días. La hospitalización y la intervención quirúrgica son fuentes claras de estrés
(Buceta, 1996). Los pensamientos negativos, la ansiedad, la incertidumbre y el miedo
resurgen en los días previos a la misma, por lo que se trabaja la reestructuración cognitiva
y modificación de creencias irracionales relacionadas con la hospitalización y sus posibles
consecuencias.
La fase de inmovilización es un momento crítico que se caracteriza por la enorme
tensión que debe soportar el jugador, su visión negativa de la recuperación y la absoluta
presencia del dolor. Es una fase saturada de sufrimiento y confusión en la que se enseña al
jugador a manejar estrategias específicas de afrontamiento, estrategias que le permiten
controlar la ansiedad que le genera el dolor y las dudas, y aceptar positivamente la
realidad.
2. Proceso de recuperación
El período de recuperación temprana está estrictamente vinculado al Equipo
Médico, donde destaca el trabajo de fisioterapia teniendo lugar durante 10-12 semanas tras
la intervención. Es una intervención específica en la que el fisioterapeuta, bajo la
instrucción del traumatólogo, va devolviendo funcionalidad motora a los músculos y/o
articulaciones deteriorados por la lesión. Tiene como objetivos fundamentales la movilidad
analítica y global del miembro inferior afecto, así como el control muscular del mismo.
Esta fase post quirúrgica es importante el manejo del dolor y el control de la
inflamación (Beynnon et al., 2002; Cascio et al, 2004; Kvist, 2004). El control adecuado de
estos factores contribuye a la consecución de los objetivos posteriores de la rehabilitación.
En esta etapa, para alcanzar el control del dolor e inflamación es frecuente el uso de
analgésicos orales. Con ellos se hace tolerable el dolor durante la realización de los
ejercicios y control muscular. Se recomienda también un entrenamiento en relajación
progresiva, sin éxito por falta de adherencia a la misma. La utilización de la crioterapia con
simples bolsas con hielo proporciona un excelente mecanismo de control de la inflamación
y el dolor.
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La recuperación del arco de movilidad es, sin duda, el aspecto más importante de
esta fase. El arco de movilidad se incrementa utilizando una combinación de ejercicios
activos y pasivos de forma progresiva. Para ello son útiles ciertas maniobras como: colgar
la extremidad en posición prona, hacer presión manual o aplicar estiramiento forzado.
El siguiente paso consiste en fortalecer la musculatura del miembro afectado,
mejorar la propiocepción y recuperar el patrón de marcha. El fortalecimiento muscular,
aspecto fundamental de esta fase, se justifica por diferentes hechos fisiológicos y
biomecánicos, que avalan su beneficio en este momento de la rehabilitación. Se precisa un
trabajo específico de fortalecimiento muscular, que será proporcional al deterioro
funcional alcanzado (Kai-Nan, 2002), utilizando entre otras técnicas la electroestimulación
(Paternostro-Sluga et al, 1999).
Durante este período, el deportista aprende a manejar estrategias psicológicas que
le permiten controlar las situaciones estresantes y/o dolorosas, conservar la confianza en el
equipo médico y mantener la motivación diaria. El psicólogo deportivo proporciona
oportunidades suficientes para que el lesionado practique sus nuevas habilidades,
proporcionándole un feedback constante sobre su escalonado progreso. Asimismo, se va
evaluando la consecución de los objetivos establecidos y se prepara al deportista para el
momento en que se tenga que enfrentar por sí sólo a las diferentes situaciones. Se mejoran
las habilidades de comunicación y negociación a utilizar concretamente de cara el
fisioterapeuta en la gestión de horarios de citas, pero con el fin de potenciar estos recursos
y ser trasladados a otras posibles situaciones.
Para evaluar las experiencias de dolor, sus antecedentes y consecuentes, así como
los estados de ánimo presentes en cada sesión, se utilizan autorregistros que ayudan a
detectar los recursos que posee para combatir el dolor y valorar el progreso terapéutico.
3. Proceso de readaptación
Una vez finalizada la intervención estrictamente directa del fisioterapeuta se inicia
el proceso de recuperación por parte del readaptador o recuperador funcional, aquella
figura que intenta junto con el fisioterapeuta preparar al jugador de la mejor manera para
poder empezar a realizar el trabajo especifico con el preparador físico. Es una intervención
específica mediante la cual se pretende recuperar y mejorar las capacidades físicas
perdidas por el deportista con motivo de la lesión. Tiene lugar sobre el 3-4 mes y
corresponde a un período de trabajo activo, laborioso y continuado, en el que el jugador
debe mantener un alto nivel de motivación, una adecuada concentración y una actitud
positiva hacia su disfuncionalidad, ya que se encuentra con dificultades y recaídas que
debe manejar emocionalmente desde una perspectiva objetiva.
Esta etapa está bajo la supervisión continua del servicio médico en todo momento
y dicho trabajo es completado por el fisioterapeuta encargado de su recuperación. Las
técnicas psicológicas que se trabajan en este período son el manejo de pensamientos
negativos y el diálogo interno positivo, así como el establecimiento de objetivos que ayudan
a sostener la motivación, aspecto importante hacia el final del período cuando la
competición de liga finaliza y comienza el período vacacional para el resto del equipo.
A continuación se señalan los aspectos básicos (Foran, 2007) que trabaja el
readaptador junto con el jugador lesionado:
 Trabajo de fuerza: Recuperar el tono muscular en la pierna afectada y sobre todo
recuperar la masa muscular perdida, para ello se realizara un trabajo específico de
fuerza controlando mucho las cargas y las angulaciones en las tareas a realizar. La
recuperación podemos secuenciarla de esta forma: descarga - marcha – cadena
cinetica abierta (CCA) – cadena cinetica abierta funcional – cadena cinetica cerrada
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(CCC) (autocargas) apoyos bi/monopodal - CCC con gesto funcional– CCC cargas
externas (eje vertical o transversal) – ciclo estiramiento – acortamiento – otras
manifestaciones tras la consecución de la carrera y otros gestos propios (fuerza
máxima dinámica, fuerza- velocidad - fuerza útil).
 Trabajo de acondicionamiento muscular: Trabajo orientado a recuperar y
fortalecer la musculatura no afectada pero que nos servirá como base para poder
afrontar en las mejores condiciones el trabajo específico (tonificación muscular
general y trabajo preventivo de lesiones).
 Trabajo de resistencia:
‐ Se empieza con deambulaciones en línea recta para ir incorporando las
curvas de mayor a menor diámetro y finalizar con pasos laterales,
cruzados, etc. Primero correremos en las rectas y andaremos en las curvas
para correr después ya en todo el recorrido.
‐ Ejercicios coordinativos y de técnica de carrera. Las frecuencias y
amplitudes de paso son variables que debemos utilizar a medida que
vayamos progresando en el trabajo. Se irá alternando el correr en llano,
con el andar en los sitios con desnivel (subidas y bajadas)
‐ Iniciamos en última instancia los trabajos aeróbicos moderados.
Organización fraccionada del trabajo, trabajo de marcha/carrera
adaptativo. Es interesante utilizar circuitos de poca carga y estrés sobre la
articulación de la rodilla pero que desarrollen todos los desplazamientos
posibles de manera indolora.
‐ Importantes los trabajos de estabilidad central o control postural.
‐ Los trabajos cardiovasculares se realizan en bici estática a intensidades
bajas y medias
‐ Trabajos acuáticos. Se inician a partir del segundo mes. Muy importantes
ya que el sujeto puede o no soportar ningún peso corporal (cinturones) o
soportar cargas livianas y moderadas en piscinas pocos profundas (vasos
terapéuticos). beneficios en el ROM articular, Fuerza, adaptación al
soporte de carga de las estructuras lesionadas.
‐ Ejercicios en arena. Al final de esta primera fase con deambulaciones.
Beneficios a nivel propioceptivo y de fuerza tanto de la musculatura
intrínseca como extrínseca.
 Trabajo de resistencia mixta: Una vez superado el trabajo de resistencia de base
mediante la carrera continua suave se inicia el trabajo de resistencia mixta en donde
trabajamos diferentes intensidades en la carrera y en donde empezamos a trabajar
sin tener en cuenta el desnivel del terreno para evaluar cual es la recuperación y la
adaptación de la rodilla, a su vez, de conseguir la mejora pertinente a nivel
cardiovascular.
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4. Período de reentrenamiento
Es una intervención específica mediante la cual se intenta conseguir que el
deportista recupere el nivel de destreza y habilidad deportiva descompensado por el
tiempo de inactividad. Corresponde a un periodo de trabajo mucho más técnico y
específico de preparación física de fútbol sala (Rivero, 2000) y que precede a la inclusión
del jugador en el entrenamiento grupal con todo el colectivo. Queda definido por el tipo de
actividades a desarrollar, la intensidad, duración y frecuencia de los esfuerzos y, por
último, por la progresión que se pretenda para alcanzar lo antes posible los objetivos
(ACSM, 1999). Este trabajo tiene lugar a partir del quinto mes incluye los siguientes
aspectos:
 Trabajo de desplazamientos: Iniciación de forma analítica a los diferentes
desplazamientos específicos de nuestro deporte de forma suave y progresiva.
 Trabajo de iniciación al contacto con balón: Se empieza a trabajar de forma analítica
la conducción y el golpeo al balón de forma suave y en muchos momentos estático.
 Trabajo de Fuerza especifica: Se continua trabajando la fuerza de forma general y
con el propósito de seguir preparando el cuerpo para el trabajo especifico, pero se
inicia el trabajo de fuerza específica para futbol sala, sobre todo los desequilibrios,
frenadas, arrancadas, fuerza de lucha…
 Trabajo de combinación de desplazamientos con balón: Se une el balón a las
acciones anteriores. Se utilizará en los circuitos de desplazamiento hasta en
conducciones, controles y golpeos (corta-media distancia).
 Trabajo condicional específico: Se empieza a trabajar acciones de velocidad
progresiva y sobre todo, aspectos relacionados con la resistencia a la velocidad de
forma analítica.
 Trabajo condicional especifico con balón: Se trabajan los mismos objetivos
anteriores pero con la participación del balón, empezando a incluir la finalización a
portería
Una vez superadas estas fases se iniciara el trabajo grupal mediante juegos en
espacios reducidos o participando como comodín en situaciones jugadas.
Finalmente, el trabajo de integración en el grupo, será la última fase de la
recuperación hasta recibir el alta médica, esta fase es la más agradecida para el jugador,
pero siempre tiene que ser muy bien controlada y supervisada por la ansiedad del jugador
por volver a competir que le lleva a querer acelerar los pasos a seguir. En este período de
integración con el colectivo es importante que jugador sea capaz de hacer oídos sordos de
los comentarios negativos de sus compañeros, procurando ser lo más objetivo posible con
sus avances y grado de mejora. Así este trabajo será progresivo tanto en las sesiones
técnico-tácticas como en las sesiones condicionales del grupo, en donde tendremos en
cuenta las tareas a realizar y la carga de trabajo entre otros aspectos.
En el aspecto psicológico es imprescindible que el deportista controle su nivel de
activación y focalice toda su atención en la tarea, por lo que se establecen sesiones para
reforzar estos aspectos adquiridos previamente. También tienen lugar sesiones en las que
se refuerzan las habilidades afrontamiento adquiridas ante la aparición de pequeñas
recaídas o desaceleración en la rehabilitación.
Actualmente, el jugador se encuentra en esta fase, después de haber superado
pequeñas molestias musculares propias de este período.
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3. Discusión
La respuesta del deportista durante la recuperación debe considerarse como un
proceso psicodinámico en el que los factores personales y situacionales, como pueden ser
sus recursos de afrontamiento y variables personales ejercen un papel mediador actuando
sobre las apreciaciones cognitivas del lesionado que influyen en la respuesta emocional y
conductual configurando la respuesta psicológica del deportista. Es esta respuesta la que
determina en gran parte los resultados de la recuperación y sobre la que se centra la
intervención del psicólogo del deporte.
La reestructuración cognitiva resulta fundamental no sólo para asumir la realidad a
la que se enfrenta el jugador, sino para poder combatir los pensamientos disfuncionales
que le invaden ante las recaídas y desaceleraciones que surgen en el proceso desde que
tiene lugar la lesión y se inicia su rehabilitación. Aprender a reconocer su estado emocional
y cómo éste influye en su motivación y adherencia al trabajo diario ha ayudado al jugador a
optimizar su recuperación, aumentando su satisfacción personal.
Para conseguir esto, ha sido clave la labor de observación y escucha activa por parte
de todos los implicados en las tareas de recuperación, trabajando siempre de forma
coordinada y donde la comunicación se convierte en nuestra mejor herramienta de trabajo.
Concluimos que se debe abordar esta compleja temática desde una visión
interdisciplinar que ayuda optimizar los trabajos de tratamiento de las lesiones deportivas.
Las situaciones lesivas requieren de la coordinación de un equipo multidisciplinar de
profesionales con el objetivo de prevenir, recuperar funcional y/o readaptar
deportivamente al deportista a las exigencias del entrenamiento y la competición, lo antes
posible.
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Índice
CAPÍTULO 28
PROMOCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA
Ángel M. González Suárez
[email protected]
Resumen
En los últimos años se ha logrado un gran avance en el conocimiento de lo que
resulta eficaz para motivar a niños/as y adolescentes a ser más activos. En particular, ha
dado muy buenos resultados la puesta en marcha de medidas que toman en consideración
el entorno en el que pasan su tiempo, es decir, la red social a la que pertenecen y el tipo de
entorno físico en que viven y se socializan. Sin embargo, por encima de cualquier iniciativa
particular, es la activación simultánea y coordinada de las medidas de promoción lo que ha
mostrado un impacto significativamente mayor.
Es verdad que la escuela cuenta con la Educación Física como vehículo ideal para
promover la actividad física entre su alumnado, siendo en muchos casos la única
preparación para desarrollar una vida activa. Sin embargo, se necesita coordinar políticas
que promuevan la colaboración entre el profesorado de Educación Física y el resto del
equipo docente, la planificación de programas extracurriculares de naturaleza competitiva
y no competitiva, la coordinación con las entidades comunitarias, la implicación de los
padres en actividades físicas, y la generación de ambientes físicos y sociales que animen y
posibiliten su práctica.
Palabras Clave: promoción, actividad física, salud, infancia, adolescencia
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1. Beneficios de la actividad física en la infancia y adolescencia
Actualmente ya no existe debate sobre los efectos positivos que tiene la actividad
física para los niños, niñas y adolescentes. Su práctica regular no sólo resulta fundamental
para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento saludables de los sistemas
cardiorrespiratorio y músculo-esquelético, sino también para su salud mental y para el
desarrollo de sus habilidades sociales. Es más, incluso aumentos modestos en el gasto
energético pueden contribuir a la prevención de numerosas enfermedades durante todo el
ciclo vital, por ejemplo, la hipertensión o los niveles elevados de colesterol en sangre.
En relación a los efectos de la inactividad sobre la salud física, la evidencia científica
muestra que las probabilidades de tener exceso de grasa son mayores en los niños y niñas
inactivos (Goran y Treuth, 2001). De hecho, cuanto más tiempo dedican a actividades
sedentarias, como estar sentados delante de la televisión o del ordenador, más
probabilidades tienen de presentar niveles excesivos de grasa (Andersen, Crespo, Bartlett,
Cheskin y Pratt, 1998). Asimismo, la presencia de factores de riesgo de problemas
cardiovasculares, tales como altos niveles de insulina y presión sanguínea, es mayor en los
niños y niñas menos activos físicamente.
Las investigaciones han evidenciado un efecto positivo de la actividad física en el
bienestar psicológico infantil (Steptoe y Butler, 1996). En este sentido, se aprecia una
prevalencia mayor de trastornos psicológicos entre los niños y niñas más inactivos. Por el
contrario, la participación regular en actividades físico-deportivas favorece el
funcionamiento cognitivo, la autoestima, y la percepción de competencia personal y de la
propia imagen corporal (Sibley y Etnier, 2003). Además, se ha encontrado también una
reducción significativa en los niveles de ansiedad y de estrés (Calfas y Taylor, 1994).
2. Repercusión de la actividad física infantil en la salud y el estilo de vida
activo en edades posteriores
La práctica regular de actividad física en los primeros años tiene un efecto
beneficioso que se puede apreciar de forma inmediata, pero también repercute
positivamente en la salud en edades posteriores. Así, por ejemplo, se ha evidenciado que
tiene un efecto reductor del riesgo de enfermedades crónicas, como hipertensión, diabetes
tipo 2, niveles altos de lípidos en sangre, enfermedades cardiovasculares y obesidad.
Al igual que algunos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares muestran
una tendencia a cronificarse a lo largo del tiempo (Bauman y Craig, 2005; Kohl y Hobbs,
1998), afortunadamente también la práctica regular de actividades físicas y la condición
aeróbica resultante tienden a mantenerse en la vida adulta (Rosenbaum y Leíble, 1988).
La práctica de actividades físicas durante los años de crecimiento, especialmente al
inicio de la pubertad, contribuye a desarrollar altos niveles de masa ósea. De manera
particular, son las actividades que implican fuerza muscular las que tienen mayor efecto
protector frente a las pérdidas de densidad ósea que se irán produciendo en etapas
posteriores y, por consiguiente, son las que más reducen el riesgo de padecer a edades
avanzadas osteoporosis y problemas asociados (Bass, 2000).
La inactividad física es un factor que contribuye de forma muy significativa a la
aparición de sobrepeso y obesidad en niños y niñas. La obesidad en la infancia es un
problema de salud que puede mantenerse hasta la edad adulta y, de hecho, se ha
encontrado que, en comparación con los niños y niñas que no son obesos, los que sí lo son
tienen más del doble de probabilidades de ser obesos de mayores, además de tener una
peor salud general y presentar una tasa de mortalidad más alta (Serdula, Ivery, Coates,
Freedman, Williamson y Byers, 1993). Así pues, el control del peso corporal a través del
gasto calórico juega un papel especialmente positivo a la hora de hacer frente al desarrollo
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epidémico que está experimentando el sobrepeso y la obesidad tanto entre los niños y
niñas, como entre los adultos. De hecho, se ha probado que hay una reducción significativa
de los niveles elevados de peso y presión sanguínea cuando se ponen en marcha planes de
intervención que integran la actividad física como elemento fundamental.
La relación entre niveles de actividad física en etapas tempranas y en la edad adulta
se ha evidenciado de manera consistente en diferentes estudios (Telama, Yang, Viikari,
Valimaki, Wanne y Raitakari, 2005; Trudeau, Laurencelle y Shephard, 2004). En este
sentido, se comprueba que el establecimiento de estilos de vida activos en la infancia y
adolescencia favorece la formación de modelos de actividad física que tienden a
mantenerse a lo largo del ciclo vital. Sin duda, esto guarda una estrecha relación con la
condición más saludable que disfrutan de adultos aquellas personas que practicaron
actividades físicas de manera regular durante su infancia y adolescencia.
En cualquier caso, parece probado que es la experiencia de disfrute o de desagrado
con la actividad física que tienen los niños, niñas y adolescentes, y no tanto la cantidad de
actividad física realizada, la que guarda una relación directa con el mantenimiento o no de
un estilo de vida activo en las etapas posteriores (Taylor, Blair, Cummings, Wun y Malina,
1999). Consiguientemente, resulta fundamental propiciar experiencias positivas y de
disfrute cuando los niños y niñas participan en actividades físicas y deportivas con el
objetivo de que de mayores mantengan actitudes favorables a seguir participando en ellas.
3. Recomendaciones sobre cantidad y tipo de actividad física
Según la recomendación de las autoridades sanitarias, durante la niñez y la
adolescencia se necesitan al menos 60 minutos de actividad física al día. Es cierto que con
sólo llegar a ser más activo físicamente ya se pueden producir efectos positivos en términos
de salud, aunque los mayores beneficios se obtendrán con la participación en ejercicio
físico estructurado y planeado. En cualquier caso, es menos probable que se produzcan
lesiones músculo-esqueléticas con una intensidad baja a moderada que con una vigorosa, y
además resulta más apropiada para promover la adherencia a la actividad física (Blair y
Connelly, 1996; NIH, 1995).
Conviene tener presente que los 60 minutos de actividad física diaria que se recomiendan a
estas edades es la cantidad mínima en términos de prevención de salud. Los beneficios
serán mayores cuando se realiza más actividad física que la mínima recomendada, puesto
que la relación entre actividad física y salud sigue una progresión lineal.
La cantidad recomendada de actividad física diaria puede hacerse en una única
sesión o en fracciones más cortas de actividad a lo largo del día, por ejemplo en sesiones de
10 minutos o más. El tipo de actividad adecuado incluye actividades cotidianas de
intensidad moderada, como desplazamientos caminando o en bicicleta y pasatiempos
activos, además de actividades físicas y deportivas más programadas. La variedad en
cuanto a tipo e intensidad de las actividades físicas que se realizan a estas edades es
importante, por cuanto posibilita que se produzcan mejoras en los diferentes sistemas del
organismo. Así, por ejemplo, la actividad continuada a intensidad moderada dará lugar a
mejoras en la condición cardiovascular y respiratoria, mientras que las actividades que
implican fuerza muscular y tensión física en huesos y articulaciones repercutirán en una
mejora muscular y de la estructura ósea.
Estos beneficios sobre la salud sólo se disfrutan en el caso de que la actividad física
se realice de manera regular y sostenida en el tiempo. Por esta razón, y dado que el
auténtico desafío consiste en contribuir a que se mantengan estilos de vida activos a lo
largo de toda la vida, interesa propiciar que las actividades físicas en las que puedan
participar niños, niñas y adolescentes sean variadas. De esta forma, serán mayores las
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probabilidades de que encuentren oportunidades para disfrutar siendo activos. Como se ha
señalado con anterioridad, las experiencias positivas a estas edades se relacionan
directamente con actitudes positivas hacia la actividad física y estilos de vida más activos
en las personas adultos.
4. Datos de participación en actividades físicas durante la infancia y la
adolescencia
Los datos de participación de niños y niñas en actividades físicas los presentan
como un segmento poblacional muy activo, pero la práctica totalidad de estudios indican
que los niveles de actividad física a estas edades no suelen alcanzar la recomendación de
60 minutos mínimos de actividad física diaria. De hecho, la actividad física comienza a
disminuir a partir de los 11-12 años y continúa reduciéndose a lo largo de la adolescencia.
En el caso de las chicas esta reducción es significativamente mayor que en los chicos. Sus
niveles de participación empiezan ya a disminuir a partir de los 11 años y alrededor de los
14 sólo la mitad de las chicas toma parte en actividades físicas y deportivas en su tiempo
libre (Mendoza, 2000; González, Sarría y Coca, 2004; Hernán, Ramos y Fernández, 2004;
González-Suárez, 2007).
Por lo que a la Comunidad Autónoma del País Vasco se refiere, los resultados de la
Encuesta de Nutrición 2005 que llevó a cabo el Departamento de Sanidad del Gobierno
Vasco (2006) con la población de 4 a 18 años, indican que sólo el 28,1% de los niños y el
14,6% de las niñas realizan actividades físicas fuera del horario escolar. Igualmente, se
indica que el 28,1% de los chicos y chicas de estas edades tiene un peso corporal excesivo.
De este porcentaje, el 12,2% corresponde a casos que presentan obesidad, y el 15,9%
sobrepeso. En la misma línea, son igualmente preocupantes los datos de participación y las
marcadas diferencias de género que muestran los resultados del estudio de la Organización
Mundial de la Salud 2001/2002 sobre comportamientos relacionados con la salud en niños
y niñas en edad escolar (Currie, Roberts, Morgan, Smith, Settertobulte, Samdal y
Rasmussen, 2004).
5. Razones del reducido nivel de actividad física en la infancia y adolescencia
En el citado estudio de la OMS, se destaca también la gran cantidad de tiempo que
los chicos y chicas invierten diariamente viendo la televisión o utilizando otros dispositivos
electrónicos, como ordenadores o videoconsolas. Pues bien, el grado de participación en
estas actividades sedentarias es una de las razones más importantes a la hora de explicar
los niveles cada vez más elevados de inactividad física y sobrepeso que se observa a estas
edades. Pero no es la única, ni probablemente la más importante. En realidad, la
inactividad física en la infancia y adolescencia parece tener una explicación multifactorial,
que incluye aspectos tan variados como pueden ser una baja percepción de eficacia en las
actividades físicas o la falta de espacios y equipamientos.
Además de los citados, entre los factores a los que se atribuye más importancia en la
reducción de la actividad física a estas edades tempranas se señalan también otros
relacionados con el ambiente físico y social, como los diseños urbanísticos que giran en
torno al uso del automóvil y que no facilitan los desplazamientos caminando o en bicicleta,
en particular a los centros escolares; la preocupación por la seguridad, que ha limitado el
tiempo y las zonas en las que se juega al aire libre en estas edades; la reducción del tiempo
que los estudiantes invierten en clases de Educación Física; y, de manera muy significativa,
los entornos familiares en los que las actitudes negativas hacia la actividad física y los
comportamientos inactivos de padres y madres propician estilos de vida sedentarios en sus
hijos e hijas (Kohl y Hobbs, 1998; Gordon-Larsen, McMurray, y Popkin, 2000).
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La influencia de los progenitores en los modelos de actividad física de sus hijos e
hijas resulta muy significativa en la infancia, y mucho más limitada en la adolescencia. Los
niños y niñas son probablemente más activos físicamente si sus progenitores son activos
(Moore, Lombardi, White, Campbell, Oliveria y Ellison, 1991). Los resultados de un
reciente estudio llevado a cabo con las chicas en edad escolar de Bizkaia (González-Suárez
y Otero, 2005), han evidenciado una estrecha relación entre la participación de las chicas
en actividades físico-deportivas y la de sus progenitores, de manera que entre las chicas
cuyos padres y madres son inactivos físicamente nos encontramos tasas más elevadas de
inactividad que en las chicas con progenitores activos. Otro tanto ocurre con respecto al
ejercicio físico intenso, encontrándonos que la tercera parte de las chicas con padres
inactivos no alcanza una frecuencia mínima de dos veces por semana de actividad física
intensa, duplicando así la tasa de chicas inactivas con padres que hacen actividades físicas
o deportivas con regularidad. Estos resultados son consistentes con los encontrados en
estudios previos en los que se evidencia una estrecha relación entre la práctica de
actividades físicas y deportivas por parte de los progenitores y los niveles de participación
de sus hijas en estas actividades (Melcher y Sage, 1978; Zakarian, Hovell, Hofstetter, Sallis
y Keating, 1994). La vinculación de alguno de los padres en actividades físicas y deportivas
parece resultar particularmente significativa para los hijos de su mismo sexo. Así, en el
caso de las chicas, la implicación de sus madres en actividades deportivas se ha asociado
con incrementos de las tasas de participación de sus hijas de hasta en un 22% (mientras
que la participación del padre en deporte se ha relacionado con aumentos de un 11% en la
práctica de su hijo). Por desgracia, tal y como sugieren los resultados del estudio de
González-Suárez y Otero (2005), la muy reducida vinculación de las madres con las
actividades deportivas cobra en este caso una significación especial a la hora ayudar a
entender las bajas tasas de participación de sus hijas.
Los datos indican que los progenitores son conscientes de estos bajos niveles de
actividad físico-deportiva de las chicas, y que para más de la mitad de ellos resultan
claramente insuficientes. Esta percepción es mayor aún en los progenitores inactivos
físicamente, lo que una vez más parece apoyar la idea de que una cosa es la opinión
favorable a la práctica de actividades físicas y deportivas, y otra bien distinta la
participación real en ellas y el apoyo que de forma directa y sostenida se hace a la práctica
de los hijos e hijas (Sánchez, 1996; García Ferrando, 1997; Fernández y col., 2002). Como
ocurre en otros ámbitos del comportamiento humano, el inicio y mantenimiento de estilos
de vida activos parecen estar determinados no sólo por valoraciones racionales, sino
también por los procesos afectivos y disposicionales que resultan de las experiencias
personales y los intercambios sociales en este ámbito.
6. La coordinación en las iniciativas de promoción de la actividad física en la
infancia y la adolescencia
Tal y como se ha indicado, los factores que influyen en la actividad física de los
niños, niñas y adolescentes son múltiples. Algunos tienen que ver con los entornos
familiar, social y físico, y otros con características personales (físicas, psicológicas y de
desarrollo), lo que hace que, según los casos, algunas actividades resulten más adecuadas
que otras para propiciar el disfrute y la sensación de competencia personal que favorecen
el mantenimiento de estilos de vida activos durante toda la vida (Kohl y Hobbs, 1998;
Biddle y Fox, 1998).
En los últimos años se ha logrado un gran avance en el conocimiento de lo que resulta
eficaz para motivar a niños/as y adolescentes a ser más activos. En particular, ha dado muy
buenos resultados la puesta en marcha de medidas que toman en consideración el entorno
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en el que pasan su tiempo, es decir, la red social a la que pertenecen y el tipo de entorno
físico en que viven y se socializan. Sin embargo, por encima de cualquier iniciativa
particular, es la activación simultánea y coordinada de las medidas de promoción lo que ha
mostrado un impacto significativamente mayor.
Los programas de promoción de actividad física en la infancia y adolescencia deben
tomar en consideración el conjunto de factores que condicionan la adquisición y
mantenimiento de estilos de vida activos. Y es que la actividad física a estas edades debe
ser entendida como un sistema en el que convergen, además de los propios chicos y chicas,
sus progenitores, los centros escolares, las instituciones responsables de la política
educativa y deportiva, los servicios de salud escolar y los medios de comunicación. A pesar
de ello, las iniciativas de promoción de la práctica deportiva a estas edades, además de
escasas, con frecuencia se han llevado a cabo de forma descoordinada. De esta manera, los
esfuerzos aislados desde alguno de estos sectores no han obteniendo los frutos deseados
debido a la inhibición o a los mensajes contradictorios del resto (Ortúzar, 2005).
Todos los estamentos implicados juegan un papel importante de cara a una
promoción efectiva y sostenida en el tiempo, si bien el centro escolar es el que debiera
constituirse como eje dinamizador de la promoción a través de la Educación Física y de la
oferta de actividades físicas y deportivas adaptadas a los intereses de sus alumnos y
alumnas. Al ser un lugar conocido que posibilita la participación conjunta con el grupo de
iguales, el centro escolar representan un entorno único desde el que coordinar programas
de promoción de la actividad física (Fernández et al., 2002). Como ventajas añadidas, los
centros escolares cuentan con la circunstancia de que los y las estudiantes pasan en ellos
gran parte de su tiempo, que las estrategias de promoción de la actividad física pueden
dirigirse a prácticamente todo el alumnado, que disponen de las instalaciones e
infraestructuras necesarias para practicar actividades físicas y deportivas, y que cuentan
con educadores cualificados para aprovechar las oportunidades de promoción que brindan
la Educación Física y otras áreas curriculares (Booth y Okely, 2005)
La mayoría de especialistas reconoce que la Educación Física es el vehículo ideal
para promover la actividad física entre los niños, niñas y adolescentes, siendo en muchos
casos la única preparación que reciben para desarrollar una vida activa. Sin embargo, se
necesita coordinar políticas que promuevan la colaboración entre el profesorado de
Educación Física y el resto del equipo docente, la planificación de programas
extracurriculares de naturaleza competitiva y no competitiva, la coordinación con las
entidades comunitarias, la implicación de los padres en actividades físicas, y la generación
de ambientes físicos y sociales que animen y posibiliten su práctica (U.S. Department of
Health and Human Services, 1996).
Coordinar los diferentes estamentos de cara a la promoción es más fácil cuando ésta
se plantea desde un modelo social de promoción, porque de este modo se tienen en cuenta
todos los factores personales, interpersonales, institucionales, comunitarios y de las
políticas educativas y deportivas. Este modelo está orientado al diseño y puesta en marcha
de medidas coordinadas de promoción integral, para que los niños, niñas y adolescentes
tengan un acceso real a los programas de actividad físico-deportiva. En consecuencia, se
deben considerar diferentes niveles de acción (individual, comunitario e institucional), así
como también múltiples lugares de acción (familia, centro escolar, clubes deportivos,
espacios e instalaciones deportivas, departamentos de educación y sanidad, etc.). De forma
sintética, los ejes estratégicos que es necesario considerar en cada uno de los ámbitos de
promoción de la actividad física son los siguientes:
1. Política: Establecer políticas que promuevan la actividad física y deportiva
regular en la infancia y en la adolescencia..
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2. Centros escolares: Mejorar la calidad de los programas de Educación Física
para que respondan adecuadamente a las necesidades de su alumnado, y
colaboración activa de los centros en la promoción de la actividad física dentro y
fuera del horario escolar.
3. Deporte Escolar: Optimizar la oferta de programas de Deporte Escolar para
que proporcione oportunidades reales de disfrutar con actividades físicas y
deportivas fuera del horario escolar, tanto de carácter participativo como
competitivo.
4. Personal técnico: Diseñar programas de formación que permitan al personal
técnico proporcionar a los chicos y chicas experiencias en actividades física y
deportivas adecuadas para su desarrollo, y que resultando divertidas y seguras
incrementen las tasas de mantenimiento de la participación y ayuden a
minimizar el riesgo de lesiones.
5. Familia: Incluir a los progenitores en la promoción de la actividad física,
propiciando que conozcan la importancia de la actividad física para sus hijos e
hijas y que estimulen activamente su participación.
6. Servicios de atención primaria y salud escolar: Asegurar que el personal
sanitario puede comunicar de forma eficaz los beneficios de la práctica físicodeportiva a las chicos y chicas y a sus progenitores, proporcionándoles también
asesoramiento acerca de cómo llegar a ser físicamente activos y mantenerse así a
lo largo de los años.
7. Medios de comunicación: Diseñar y poner en marcha campañas de
promoción que transmitan un mensaje claro y consistente sobre la actividad
física a todos los segmentos de la población, muy especialmente a los propios
chicos y chicas y a sus familias.
7. A modo de conclusión
La actividad física en la infancia y en la adolescencia tiene una importancia
fundamental para la formación y desarrollo de los chicos y chicas, y debido a los objetivos
educativos y formativos que reúne justifica los esfuerzos que se realizan para a su
promoción. Así y todo, los beneficios potenciales de la actividad física sólo pueden
alcanzarse en la medida en la que se haga de manera regular, lo que representa un
auténtico desafío dados los altos índices de sedentarismo de chicos y chicas en edad
escolar, especialmente a partir de los 11-12 años.
Por desgracia, las iniciativas aisladas por parte de los distintos agentes implicados en
esta tarea de promoción, aunque voluntariosas, han resultado infructuosas hasta la fecha.
Para hacer frente con éxito a este problema, se ha hecho evidente que sólo el efecto
coordinado y sinérgico de las medidas de promoción permitirá mejoras significativas y
sostenidas en el tiempo en cuanto a cantidad y calidad de actividad física y deportiva de
niños, niñas y adolescentes.
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Índice
CAPÍTULO 29
LA PROMOCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN EL LUGAR DE TRABAJO
ENTRE EL PROFESORADO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
Sorkunde Viguera Gorostiza y Ángel M. González-Suárez
[email protected]
Resumen
Los centros de trabajo se han considerado entornos importantes para poner en
marcha intervenciones dirigidas a promover la actividad física. En este estudio de carácter
preliminar se analizan las políticas dirigidas a promover la participación del profesorado
de educación secundaria en actividades físicas. Con este objetivo se entrevistó a 368
profesores, 14 directores de instituto y, también, al máximo responsable del Departamento
de Educación del País Vasco en esta área. Los resultados pusieron de manifiesto que no
existía ninguna política orientada a la promoción de la actividad física, y que tampoco
había existido nunca ningún programa de promoción de la actividad física dirigido a
empleados. Todos los directores de instituto y la práctica totalidad del profesorado
participante en el estudio opinaron que el Departamento de Educación debía promover la
actividad física entre sus empleados, aunque el responsable de la Administración Pública
no compartía esa idea. La mayoría de los docentes estaban dispuestos a participar en
programas de promoción que pudieran ponerse en marcha en sus centros de trabajo, pero
fueron los profesores de Educación Física, los más jóvenes, y los que ya hacían actividad
física en su tiempo libre los que mostraron mayor predisposición a participar. Éste ha sido
un estudio preliminar dirigido a explorar las políticas de promoción de la actividad física
entre el profesorado de educación secundaria. La investigación futura debería contribuir al
diseño de intervenciones desde diferentes programas de promoción de la actividad física
en el lugar de trabajo dirigidas específicamente a estos trabajadores.
Palabras Clave: promoción, actividad física, salud, lugar de trabajo
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1. Introducción
A pesar de haberse constatado repetidamente que la actividad física regular resulta
efectiva en la prevención, tratamiento y control de numerosas enfermedades, la mayoría de
la población adulta no es suficientemente activa como para obtener beneficios en términos
de salud (Sánchez-Bañuelos, 1996; Sharkey, 2002; Aramendi, 2003; McArdle, Katch y
Katch, 2004; López-Chicharro y Fernández-Vaquero, 2006). Es verdad que muchas
investigaciones han indicado que el estilo de vida es un factor modificable que influye en la
salud y la calidad de vida (Bertera, 1993; Feldman, 1989), pero también se ha evidenciado
la dificultad de lograr un cambio en el estilo de vida que perdure en el tiempo (Marshall,
2004; Vanden Auweelw, Boen, Schapendonk y Dornez, 2005).
Hasta fechas recientes, las iniciativas encaminadas a promover la actividad física se
han dirigido de manera particular al tiempo libre. Sin embargo, en la actualidad hay un
acuerdo general acerca de la necesidad de considerar que la actividad física también puede
ser una parte de la jornada laboral, de las actividades domésticas, y del desplazamiento que
realizamos cotidianamente (Dishman, Oldenburg, O´Neal y Shephard, 1998). Además, las
campañas de promoción han estado vinculadas generalmente a los sistemas públicos de
sanidad, pero hoy en día hay un convencimiento general de la conveniencia de llevar a
cabo una labor sinérgica desde diferentes estratos institucionales (nacional, autonómico,
comarcal y local) y en diferentes ámbitos de la vida (familia, entorno social, trabajo, etc.).
La promoción de la actividad física en el lugar de trabajo está cobrando cada vez
mayor interés, pero en ocasiones la concreción de medidas brilla por su ausencia. Sirva
como ejemplo el Plan de Salud de Euskadi 2002-2010, aprobado por el Gobierno Vasco en
2002 y publicado al año siguiente en el BOPV (Boletín Oficial del País Vasco, jueves, 31 de
julio de 2003). En él se plantean una serie de estrategias de actuación con el objetivo de
mejorar la salud pública de los habitantes del País Vasco, pero ninguna de ellas está
dirigida al mundo laboral. Y eso, a pesar de que en dicho documento el centro de trabajo se
identifica con claridad como un “escenario promotor de salud”. De manera consecuente,
cabría pensar que, además de en otros ámbitos, en el lugar de trabajo, sea en la empresa
pública o privada, también se requiere poner en marcha iniciativas que tengan como
objetivo la mejora de la calidad de vida y la salud de los ciudadanos. Sin embargo, hasta la
fecha, y a pesar de que pueda resultar lógica una relación directa entre rendimiento del
trabajador y su bienestar físico, psicológico y social, las intervenciones en el ámbito
empresarial han sido más bien escasas (Suminski , Poston y Hyder, 2006).
Por consiguiente, resulta necesario un análisis de los factores que pueden estar
condicionando esta realidad, así como la exploración de diferentes alternativas de
promoción de la actividad física en el lugar de trabajo con objetivos de salud. Con este
propósito, Harden, Peersman, Oliver, Mauthner y Oakley (1999) llevaron a cabo una
revisión de más de 100 intervenciones sobre promoción de salud en el lugar de trabajo y
encontraron que la efectividad de las mismas estaba directamente relacionada con factores
concretos, como eran el apoyo decidido de los responsables de la empresa a los planes de
promoción de actividad física, la implicación de los empleados, el establecimiento de
objetivos directamente relacionados con factores de riesgo modificables, y la adaptación de
las iniciativas a las necesidades de los centros de trabajo.
En cualquier caso, no conviene olvidar que una cosa es lograr cambios puntuales y
otra muy distinta, y que representa un auténtico desafío, es que estos se mantengan en el
tiempo (Sallis, Bauman y Pratt, 1998; Adams y White, 2003; Marshall, 2004; Vanden
Auweele y col., 2005). Por lo que a promoción de actividad física en el lugar de trabajo se
refiere, un aspecto importante de cara al mantenimiento del nuevo hábito adquirido tiene
que ver con el hecho de que los programas de promoción de actividad física actúen en
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diferentes niveles para lograr una implicación de todos los estratos de la empresa (Harden
y col., 1999).
Por otra parte, tal y como ha señalado Marshall, (2004), los programas que además
de facilitar el acceso a una actividad física se complementan con entrenamientos dirigidos
o con asesoramiento individual son más efectivos a la hora de producir cambios y
mantenerlos en el tiempo.
Por último, es necesario reconocer también que son muy pocos los estudios que se
han basado en lo que los empleados quieren o creen que necesitan. En este sentido
conviene tener en cuenta que antes de poner en marcha un plan de promoción en la
empresa resulta fundamental recoger información entre los empleados y directivos sobre
sus necesidades y percepciones al respecto (World Health Organization, 2008).
Lamentablemente, la mayoría siguen guías o protocolos para la prevención de
enfermedades, a pesar de resultar un hecho probado que los mejores resultados se dan
cuando se parte de las necesidades de los participantes (Harden y col., 1999).
Estas características de los programas de promoción resultan fundamentales para
conseguir el compromiso y la implicación de los empleados. Sin embargo, no siempre se
han cuidado suficientemente, lo que puede explicar los niveles reducidos de estabilidad en
el cambio conductual conseguido (Marshall, 2004).
De lo que no cabe duda es que las iniciativas de promoción de la actividad física en
el lugar de trabajo revisten un interés especial por tratarse de un medio con buen potencial
para mantener el cambio conductual mediante el apoyo social, el cual constituye un
potente predictor de la adherencia a la práctica de actividades físicas. Además, se trata de
un ámbito de intervención en el que existe la posibilidad de dirigirse a un gran número de
personas, cosa que no ocurre con los programas tradicionales de promoción de salud con
un enfoque individual (Sallis y col., 1998).
A pesar del interés creciente que parece estar tomando la puesta en marcha de
programas de promoción de la actividad física, el conocimiento que se tiene sobre este tipo
de iniciativas es limitado. En lo que al País Vasco se refiere, no parece que se haya
realizado ninguna investigación sobre las políticas de promoción de actividad física en el
lugar de trabajo.
Las iniciativas dirigidas a promocionar la actividad física entre el personal docente
resultan necesarias por cuanto desempeñan una actividad laboral caracterizada por altos
niveles de sedentarismo. Pero, además, revierte un interés especial por cuanto constituye
un colectivo que está en contacto con la práctica totalidad de la población infantil desde
los 2-3 años hasta los 16 años, y con los que optan por seguir estudiando en bachiller y en
ciclos formativos de grado medio y superior. Junto con la labor educativa que realizan a la
hora de impartir sus materias y tutorizar al alumnado, también sirven de referente y
modelos de comportamiento para su alumnado. Por lo tanto, una actuación de promoción
de la actividad física dirigida a los docentes puede tener beneficios susceptibles de llegar
también a los estudiantes.
El objetivo del presente estudio ha sido el de analizar la realidad referida a la
promoción de la actividad física dirigida a los empleados de la empresa pública,
concretamente al personal docente de la red pública de Educación Secundaria Obligatoria
(ESO) de la provincia de Bizkaia. Se comprobó si existían o no programas de este tipo, bien
dirigidos desde la administración o desde la dirección de los propios centros, si era algo en
lo que se estaba pensando para un futuro próximo, o si no constituía un motivo de
preocupación. También se entrevistó al personal docente para conocer si el profesorado
percibía que la empresa debía poner en marcha políticas de promoción de la actividad
física para ellos. Por último, se analizó la disposición del personal docente a participar en
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un hipotético programa de promoción de actividad física que pudiera poner en marcha su
empresa.
2. Método
2.1. Participantes
En calidad de responsables del personal docente de secundaria de centros públicos
de enseñanza secundaria, participaron en el estudio 14 directores y directoras de institutos
de educación secundaria, así como también el máximo responsable de la sección de Salud
Laboral del Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno
Vasco. Por lo que se refiere al propio personal docente, la muestra estuvo compuesta por
361 profesores y profesoras de 21 institutos de educación secundaria de Bizkaia,
seleccionados de forma aleatoria, con un nivel de confianza del 95% y un error muestral
del 5%.
2.2. Procedimiento
A los directores de instituto y a los docentes participantes en el estudio se les
entregó un cuestionario y una carta de presentación en la que se explicaba el objetivo de la
investigación. En cada instituto se contó con la colaboración de una persona que se
encargó del reparto de los cuestionarios y de su recogida una vez cumplimentados. En el
caso del máximo responsable de la sección de Salud Laboral del Departamento de
Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco, se estableció un primer
contacto telefónico con él para explicarle brevemente el objetivo del estudio y recabar su
colaboración. Su disposición a participar fue completa, así que se le remitió vía e-mail el
correspondiente cuestionario, que fue cumplimentado y devuelto con prontitud.
2.3. Material
A los directores de instituto y al responsable del Departamento de Educación se les
pasó una adaptación al español del Business Policy Questionnarire (BPQ), de Suminski y
col. (2006). Se trata de un cuestionario específicamente creado para evaluar múltiples
aspectos relacionados con las políticas empresariales de promoción de la actividad física
entre los empleados. Una revisión en dos fases por parte de un grupo de expertos permitió
establecer la validez de contenido de este cuestionario. En la primera fase, los expertos
(ciencias de la actividad física y del deporte, empresariales, metodología y ciencias del
comportamiento) revisaron los ítems y propusieron las revisiones que consideraron
oportunas. En la segunda fase, se llegó a un consenso entre los expertos acerca de las
revisiones propuestas, quedando el instrumento final compuesto por 20 ítems.
En la primera página del BPQ se proporcionaba a los directores de instituto y al
responsable de Educación las definiciones de actividad física y de política de empresa. Por
actividad física se entendía “cualquier movimiento corporal producido por los músculos
esqueléticos y que resultaba en un aumento del gasto energético”, mientras que política de
empresa se definía como “una línea de comportamiento planteada verbalmente o por
escrito para promover o para desalentar una conducta en particular”.
De las dos partes en las que se divide el BPQ, la primera se refiere a las políticas de
la empresa, bien en el pasado o actualmente en marcha, de cara a promover entre sus
empleados conductas saludables, como la práctica de actividad física. En la segunda parte
del cuestionario, que no resultó relevante para nuestro estudio debido a las características
de los centros y el colectivo evaluado, se plantean cuestiones relativas a otras políticas
actuales o pasadas de la empresa para promover la actividad física no ya entre sus
empleados, sino entre el público en general, por ejemplo, patrocinando equipos deportivos.
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En las dos partes del cuestionario se preguntaba si la política estaba planteada por escrito o
verbalmente, y cuánto tiempo había estado en marcha.
Teniendo en cuenta la realidad lingüística del País Vasco, el cuestionario original fue
traducido a las dos lenguas oficiales de la Comunidad Autónoma Vasca y cada participante
decidió en cuál de las dos cumplimentarlo.
El cuestionario para el profesorado fue creado ad hoc para el presente trabajo. Su
objetivo fue el de conocer si el personal docente percibía que la empresa tenía o debería
tener en marcha políticas de promoción de actividad física para ellos, y si estarían
dispuestos a participar en un programa de este tipo. Se recogieron también datos como el
género, la edad, la asignatura que impartían, estado civil, número de hijos y utilización del
tiempo libre en actividades físicas. Igual que con el cuestionario para directores de
instituto, también con este cuestionario para el profesorado se crearon versiones en las dos
lenguas oficiales de la Comunidad Autónoma Vasca.
2.4. Análisis estadístico
Se emplearon estadísticos descriptivos en forma de porcentajes para las variables
categóricas, además de análisis de chi cuadrado para las pertinentes comparaciones entre
grupos. Todos los análisis se llevaron a cabo mediante el programa estadístico SPSS
(versión 15.0 para Windows, en castellano).
3. Resultados
La totalidad de los directores de institutos de educación secundaria, así como
también el máximo responsable del Departamento de Educación, indicaron que en ese
momento no había en marcha ningún programa de promoción de salud dirigida a los
empleados. Un 60% de los responsables de instituto precisaron que en el pasado se habían
introducido en sus centros programas específicos para la reducción del consumo de tabaco,
y en uno de los centros también se había llevado a cabo un programa de promoción de
hábitos saludables de alimentación.
En referencia específica a políticas de promoción de la actividad física entre los
empleados, la totalidad de los entrevistados indicó que en sus centros nunca habían
existido. La respuesta fue también unánimemente negativa al preguntarles si creían que el
Departamento de Educación había tenido o tenía actualmente la intención de poner en
marcha en breve algún programa de este tipo en sus centros.
Sin embargo, a la pregunta de si el Departamento de Educación debería
promocionar la actividad física entre sus empleados, todos los responsables de centro
dieron una respuesta afirmativa; el máximo responsable del departamento, en cambio, lo
hizo negativamente.
Sobre cómo creían que se debería llevar a cabo la promoción de actividad física, las
respuestas fueron variadas, tal y como se muestra en la Tabla 1.
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Tabla 1. Modos de promocionar la actividad física entre los empleados, en opinión de los
directores de instituto.
Que se pongan en marcha programas específicos de
promoción
Que la actividad física esté incluida dentro del horario
laboral
Que se fomente el deporte
Que se pongan medios para hacer actividad física
Que se informe de los beneficios de la actividad física
No contesta
33%
26,7%
26,7%
20%
13,3%
20%
Por lo que respecta al profesorado participante en el estudio, 204 (56,4%) fueron
mujeres y 157 (43,6) hombres, y las áreas en la que impartían docencia fueron las que
quedan recogidas en la Tabla 2.
Tabla 2. Áreas docentes
Área
Frecuencia Porcentaje
Educación Física
34
9,4
Áreas Relacionadas con la Salud 45
12,5
Otras Áreas
282
78,1
Total
361
100,0
Un 22,1% del profesorado vivía sólo, mientras que un 77,9% lo hacía en pareja. En
algo más de las dos terceras partes de los casos (69,1%), tenían algún hijo. Por grupos de
edad, un 4,8% del profesorado era menor de 30 años, un 24,6 % tenía entre 30 y 40 años,
un 48,5% entre 40 y 50 años, y un 22,1% era mayor de 50 años.
En cuanto a la práctica regular de actividad física por parte del profesorado, la
mayoría (72,1%) indicó que en su tiempo libre realizaba actividad física regularmente,
mientras que el 27,9% respondió negativamente.
La percepción del profesorado en lo referente a si su empresa ponía facilidades para
la práctica de actividad física fue negativa en la inmensa mayoría de los casos (91,7%), y no
aparecieron diferencias estadísticamente significativas a este respecto cuando se hicieron
comparaciones por grupos de edad, género, área docente, situación familiar, y práctica o
no de actividad física en el tiempo libre.
Con respecto a la responsabilidad de la empresa en la promoción de la actividad
física de sus empleados, la mayor parte del profesorado (64,2%) indicó que en su opinión
la administración, y más concretamente el Departamento de Educación, debería de poner
facilidades para la práctica de actividad física. Entre quines impartían la asignatura de
Educación Física, este porcentaje fue aún mayor (81,8%) siendo la diferencia con el resto
del profesorado estadísticamente significativa (X2=4,915; p<.05). También se encontraron
diferencias significativas (X2=4,026; p<.05) a este respecto entre el grupo de docentes que
hacía actividad física en su tiempo libre (67,6%) y el que no (55,9%). Asimismo, el hecho de
que la persona encuestada viviera sola o no se reveló como una condición relevante con
respecto a la opinión del profesorado sobre la responsabilidad de la empresa en la
promoción de la actividad física entre sus empleados (X2=6,691; p<.01): entre los que
vivían solos el porcentaje de respuestas afirmativas fue del 51,4%, mientras que entre los
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que no vivían solos fue del 67,7%. Por el contrario, no aparecieron diferencias significativas
al comparar los diferentes grupos de edad, el género, o el profesorado con y sin hijos
A la pregunta de si estaban dispuestos a participar en un programa de actividad
física promovido por la empresa, la respuesta del profesorado fue mayoritariamente
afirmativa (77,2%). Quienes impartían docencia en el área de Educación Física (91,2%)
mostraron una disposición a participar significativamente mayor (X2=4,105; p<.05) que el
resto del profesorado (75,8%). En la misma línea, los docentes que en su tiempo libre
practicaban actividad física estaban más predispuestos (80,3%) que los que no practicaban
(69,1%) a participar en programas promovidos por la empresa (X2=4,821; p<.05).
Igualmente, aparecieron diferencias estadísticamente significativas entre los diferentes
grupos de edad (X2=6,691; p<.01), siendo los menores de 30 años los más predispuestos.
Por lo demás, la situación familiar referida al vivir o no sólo y al tener o no hijos no se
reveló como una variable que condicionase la disposición del profesorado a participar en
un hipotético programa de actividad física en la empresa. Tampoco aparecieron
diferencias al comparar la disposición del profesorado en función de la variable género.
4. Discusión
Este estudio analizó la situación de los centros públicos de Educación Secundaria
Obligatoria (ESO) de la red pública de la provincia de Bizkaia con relación a la promoción
de la actividad física entre su personal docente, así como la disposición de éste a participar
en algún programa de actividad física que pudiera poner en marcha la administración, y
más en concreto el Departamento de Educación.
Los resultados pusieron de manifiesto que en los centros no existía ni había existido
antes ningún programa de promoción de la actividad física dirigido a los empleados. El
Departamento de Educación sí había implementado programas de promoción de la salud
centrados específicamente en el control del consumo de tabaco y en la promoción de una
alimentación saludable, pero que no los había puesto en marcha de forma generalizada en
todos los institutos, sino mediante programas específicos en determinados centros elegidos
con criterios particulares. Como ha señalado Shephard (1996), en el futuro deberá
valorarse la conveniencia de poner en marcha políticas de promoción de la salud dentro de
la empresa en los que se combinen programas específicamente orientados a estimular la
práctica de actividad física con otros programas dirigidos a la prevención y control de la
obesidad, dolor de espalda, consumo de tabaco, estrés, etc.
Frente a la opinión del máximo responsable en esta área del Departamento de
Educación, que se mostró contrario a la posible labor de promoción por parte de su
Departamento, la totalidad de los responsables de centros escolares pensaba que el
departamento sí debería promocionar la actividad física entre sus empleados. En concreto,
la mayoría de ellos sugería que se pusieran en marcha programas específicos de
promoción, que viene a ser uno de los aspectos que más se ha enfatizado a la hora de
promover la práctica de actividad física entre los empleados de las empresas (Shephard,
1996; Marshall, 2004). Los responsables de los centros escolares también sugirieron que la
actividad física se incluyese dentro del horario laboral, si bien también mostraron su
preocupación por la dificultad añadida que podría suponer para la confección de los
horarios de clases, que suele ser una tarea compleja para el equipo directivo por las
muchas variables condicionantes que deben tenerse en cuenta, como instalaciones
comunes, profesores que imparten en más de un grupo, reducciones diversas de jornada de
los docentes, etc. Otras medidas de promoción propuestas por los directores de centros,
que podrían resultar útiles a la hora de diseñar planes de promoción entre el personal de
los centros escolares, fueron que se fomentase también la práctica deportiva, que se
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pusieran medios para facilitar la actividad física y que se informase de los beneficios de su
práctica.
Por su parte, el profesorado percibía que la administración no ponía facilidades para
que sus empleados hicieran actividad física, y se mostraba partidario de que el
Departamento de Educación activase algún programa de promoción dentro de los centros.
En particular, y quizás como podría esperarse, los docentes de Educación Física y aquellos
que ya hacían actividad física con regularidad en su tiempo libre eran los más favorables a
este tipo de iniciativas. Entre los docentes que vivían solos la opinión mayoritaria fue que
la empresa debía de poner facilidades para la práctica física, pero entre los que no vivían
solos, tal vez debido a las mayores limitaciones de tiempo y oportunidades, este punto de
vista contaba aún con más partidarios.
Aunque la mayoría del personal docente se mostró dispuesto a participar en
programas de promoción de la actividad física que la administración pudiera poner en
marcha en sus centros, fue el profesorado de Educación Física el que apareció más
dispuesto a participar en ellos. Se trata de una actitud que no resulta difícil de entender, ya
que la actividad física en el lugar de trabajo es algo cotidiano para este colectivo, y el hecho
de cambiar la función de docente por la de participante en una actividad física cualquiera
es algo que se percibe entre este sector del profesorado como una oportunidad muy
motivadora. Por otro lado, el profesorado de menor edad fue el más predispuesto a
participar en programas de actividad física promovidos por su empresa, lo que también se
ha constatado en otros trabajos previos (Shephard, 1989; Trigonis, Harahousou, Kabitsis y
Matsouka, 2004). Por último, se encontró que los docentes que en su tiempo libre
practicaban actividad física estaban significativamente más predispuestos que los que no la
practicaban a participar en programas de promoción que pudiera poner en marcha su
empresa. Probablemente, la explicación más plausible tiene que ver con el hecho de que
este grupo de profesores y profesoras se mostraba más receptivo ante un posible programa
de promoción de actividad física por ir en la línea de comportamiento que ya hacían suya
voluntariamente en su vida extralaboral. Sin embargo, conviene tener en cuenta que,
precisamente por ser ya más activas físicamente, con estas personas resulta relativamente
más difícil lograr aumentos en sus niveles de actividad física cuando participan en
programas de promoción de actividad física (Dishman y col., 1998; Harden y col., 1999).
La muestra utilizada en este estudio de carácter preliminar no posibilita la
generalización de los resultados al conjunto de los empleados del sector público, ya que se
ha circunscrito a una parte muy concreta del mismo: el profesorado de educación
secundaria.
Como conclusión, podemos decir que éste es el primer estudio que analiza la
situación de la promoción de actividad física en el lugar de trabajo en Bizkaia. Son
necesarios futuros estudios analizando la existencia o no de políticas de promoción de
actividad física tanto en los diferentes departamentos de la administración pública, como
en diferentes tipos y tamaños de empresas privada. Estudios de este tipo constituyen un
primer paso necesario para desarrollar investigaciones posteriores que, entre otros
objetivos, se dirijan a explorar las necesidades y preferencias de la dirección de las
empresas y del personal laboral en cuanto a práctica de actividad física, a diseñar
intervenciones concretas que podrían llevarse a cabo dentro de diferentes programas de
promoción de la actividad física en el lugar de trabajo, y a evaluar los resultados que
pudieran producirse en variables como la mejora de la salud de los trabajadores, la mejora
del rendimiento y la producción, la reducción de las bajas laborales y el absentismo
laboral, la mejora de la percepción de la empresa por parte de los trabajadores, etc.
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ÁREA TEMÁTICA:
CIENCIAS SOCIALES Y GESTION
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Índice
CAPÍTULO 30
¿QUÉ APRENDEN LAS FAMILIAS CON EL DEPORTE ESCOLAR?
Ana Maria Macazaga López, Itziar Rekalde Rodríguez y Maria Teresa Vizcarra Morales
[email protected]
Resumen
En esta investigación presentamos el diseño e implementación de acciones
formativas dirigidas a familias tras identificar las actitudes negativas que desean cambiar
en el DE. Prestamos especial atención al despliegue del planteamiento metodológico por
residir en él, el sostén y andamiaje del planteamiento formativo. La metodología de
investigación utilizada es la investigación-acción participativa y la estrategia seguida el
estudio de casos.
Palabras clave: Actitudes negativas, Competición, Deporte escolar, Formación, Familias
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1. Introducción
La investigación que presentamos tiene sus orígenes en la realizada durante el
primer trimestre del curso escolar 2005/06 y ésta en la realizada en el curso escolar
2004/05, en el apasionante tema del Deporte Escolar (DE en adelante). Es importante que
tengamos en cuenta este detalle, dado que las aportaciones y sugerencias que recogemos
en este documento no son resultado exclusivo de la labor realizada en el curso escolar
2005/06, sino de la emprendida en el 2004/05. Por este motivo procede hacer referencia
al camino recorrido previamente.
En el 2003, la Federación de Ikastolas de Bizkaia (en adelante BIE) nos trasladó su
necesidad de atender las demandas de cambio de las ikastolas preocupadas por la falta de
contexto pedagógico del deporte escolar. En el curso 2004/05, iniciamos nuestra andadura
con tres ikastolas (R.M Azkue, de Lekeitio; Betiko de Leioa; y Seber Altube de Gernika)
desde la investigación-acción participativa como método de trabajo y el estudio de casos
como estrategia metodológica. En este curso realizamos un diagnóstico orientado a
conocer las necesidades expresadas por cada uno de los colectivos participantes en el
proyecto.
En septiembre de 2005, presentamos al I congreso virtual el trabajo titulado
Desarrollo de un diseño de investigación en torno a la realidad del deporte escolar en tres
ikastolas de Bizkaia (Rekalde, Vizcarra, Macazaga; 2005a), en él, pretendimos dar
constancia de la riqueza y complejidad que encierra el modelo de investigación que
seguimos, un modelo que requiere de la construcción de contextos que posibiliten hacer de
la investigación un acto formativo, un modelo centrado en la construcción conjunta de
conocimiento (Freire, 1994). En dicho informe explicitamos el modo en el que abordamos
el proceso de diagnóstico de necesidades para hacer del propio diagnóstico contenido
formativo y, el modo en que procedimos a construir los contextos de diálogo,
comunicación y construcción conjunta de conocimiento que nos permiten vertebrar el
estudio desde la investigación-acción participativa y, que son los mismos contextos en los
que se apoya y nutre el proceso indagatorio que en esta investigación presentamos.
La información generada en el diagnóstico confirmó lo que ya intuíamos: las
actitudes negativas de las familias ante la competición representa la preocupación
prioritaria de todas las audiencias. También aportó luz sobre las necesidades de los
distintos colectivos en torno al DE y, sobre cuáles podían ser las líneas de actuación
(Vizcarra, Macazaga y Rekalde, 2006). Han sido, por tanto, las propias ideas surgidas a lo
largo de la investigación 2004/05 las que han avalado y justificado el proyecto de
intervención con familias al que este estudio se refiere.
En el 2005/06, iniciamos una nueva investigación que suponía el segundo bucle de
la espiral indagatoria, en este caso con la clara intención de abordar el reto de intervenir
sobre las actitudes negativas de las familias a través del diseño e implementación de un
programa de formación. En el punto de inicio del nuevo bucle nos encontramos con la
necesidad de establecer una terminología común, de compartir los significados atribuidos
a la expresión actitud negativa para, una vez consensuado el significado y establecida la
orientación pedagógica e ideológica para la intervención, estar en disposición de diseñar
las actividades formativas desde el interés socio critico (Giroux,1990) orientado a la
trasformación y cambio social sustentado en la toma de conciencia y responsabilidad
individual de los valores que impulsan nuestras actitudes y comportamientos. El informe
que presentamos en 2007 al II congreso virtual Investigación en la Actividad Física y el
deporte llevó por titulo “¿Cuáles son las actitudes negativas que las familias mantienen
ante la competición en el deporte escolar? (Vizcarra, Macazaga y Rekalde, 2007) en él
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presentamos, con lujo de detalles, las herramientas que construimos para dar respuesta a
esta pregunta así como el proceso de construcción.
Así, esta investigación, se dirige a presentar el diseño e implementación de tres
acciones formativas orientadas a cambiar las actitudes negativas que las familias
mantienen en el DE, relacionadas con actitudes ligadas al resultado (ganar y perder),
actitudes mantenidas hacia las decisiones tomadas por árbitros y entrenadores (respetar
sus decisiones) y, actitudes hacia el juego limpio (respetar las normas); identificadas a
través de la ficha de autoevaluación.
Una vez que sabemos de dónde, cómo y por qué surge este estudio y hacia dónde va
es hora de explicitar la finalidad y los objetivos del mismo.
2.- Finalidad y objetivos del estudio
La investigación centrada en el inicio del año 2006 ha tenido como finalidad el
intervenir con las familias para mejorar la convivencia en el deporte escolar. Siendo el
objeto de estudio que aquí presentamos el diseño e implementación de actividades
formativas que permitan hacer visibles a las familias los valores que impulsan los
comportamientos que adoptan en las competiciones de DE.
Los Objetivos
o Favorecer dinámicas activas que permitan a las familias darse cuenta de
comportamientos adoptados en DE no deseables para la educación de sus hijos/as.
o Desarrollar un proceso formativo desde la investigación-acción participativa dirigido a
familias
o Formar un equipo de investigación-formación con los miembros que participan en el
Seminario
2. Marco teórico
En Rekalde, Macazaga, Vizcarra (2005) y, en Vizcarra, Macazaga, Rekalde (2007)
hemos abordado el significado atribuido al concepto deporte por los participantes en este
estudio, también nos hemos referido a la influencia que tienen las familias en la
construcción del sistema de creencias de sus hijos e hijas como contexto primario de
socialización y al aprendizaje dialógico. En esta ocasión, damos una vuelta más de tuerca
para acercar el foco de indagación a la competición y, a la importancia de desvelar las
actitudes que las familias mantienen ante ella en el DE para finalizar con las implicación
que tiene en la acción formativa, el adoptar el aprendizaje dialógico como referente de
trabajo.
2.1 La Competición en el Deporte Escolar
En anteriores trabajos hemos expuesto el significado atribuido al concepto deporte
como práctica en la que están presentes: un componente lúdico, un componente normativo
y un componente competitivo. Diferentes autores como, Sparkes (1986); Sage (1986);
Blázquez (1995); Devís (1996); Solar (1997); Martínez y Buxarrais (1999); Fraile (2001)
Macazaga (2004); Amenabar y Sistiaga (2009) tratan desde perspectivas diferentes la
presencia de la competición en el DE. En el presente estudio, la competición como rasgo
definitorio de práctica deportiva escolar, ha sido un tema recurrente abordado en
profundidad.
Partimos de que la competición en el DE no es neutra (en nuestro caso, en la CAV el
DE está reglamentado por el decreto 125/2008, que dice que es una actividad social que
contribuye a la formación y al desarrollo integral de las personas), y éste puede educar o
puede ser una experiencia nada educativa, todo depende del interés dominante que mueve
a competir, interés relacionado con el aprendizaje y el placer del juego o, con el
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rendimiento. El interés por aprender pertenece al ser y el interés por el rendimiento al
hacer y al ego (Lowen, 2009) Como podemos imaginar, el estilo de vida que promueve el
tipo de bienestar que queremos promover en los escolares a través de la práctica de DE se
asiente en el interés por aprender y disfrutar siendo.
Para trabajar con las familias la toma de conciencia del interés impulsor de la
experiencia de competición vivida por sus hijos e hijas a través del DE, hemos recurrido a
las teorías de perspectivas de meta y de orientación al logro (Cervelló, 1996; Duda, 2001).
Éstas sostienen que existen dos perspectivas que actúan en las actividades de logro: la
orientación motivacional hacia la tarea o hacia el ego. Esta última se caracteriza por la
utilización de la comparación social para juzgar el éxito, todo se reduce al resultado, ganar
o perder. En cambio, las personas con una perspectiva orientada hacia la tarea, dirigen su
atención al proceso de aprendizaje y tienen la creencia de que el éxito se produce cuando
alguien mejora sus habilidades personales (Brustad y Arruza, 2002). Desde este encuadre,
hacemos nuestra la posición de aquellos autores que se muestran partidarios de adoptar
una orientación motivacional centrada en la tarea, en la que el éxito tiene que ver con
asumir la responsabilidad de adquirir un estilo de vida activo orientado al propio
bienestar.
Son muchos los estudios que apuntan a que las familias presentan una orientación
motivacional hacia el ego (ganar) opuesta a la que presentan los escolares orientados hacia
la tarea, aprender, hacer amigos, divertirse (Cervelló, 1996; Duda, 2001; Toral, Vicente y
Garcia 2005); estas familias reproducen y transmiten a sus hijos de manera acrítica los
contravalores del deporte actual influidos por una competitividad dirigida a exaltar el
resultado y el éxito del ganador (la Torre, 2004) sin embargo, muchas no son conscientes
de las nefastas consecuencias que sus comportamientos tienen en la construcción del
sistema de creencias y valores de sus hijos e hijas. Por tanto, es imposible avanzar en la
construcción de contextos educativos a través del DE si no actuamos de forma profesional
con las familias, agentes primarios de socialización, ofreciéndoles un trabajo formativo
encaminado a ayudarles a sacar a la luz y trasformar las creencias que sustentan sus
comportamientos como espectadores del DE de sus hijos e hijas. El interrogante que ahora
se nos presenta es ¿cómo trabajar con las familias?
2.2. El trabajo con las familias
A tenor del lo dicho hasta ahora, sustentamos nuestra propuesta de intervención
con las familias en construir situaciones que nos permitan poner en práctica uno de los
principios fundamentales de la práctica Gestall, el darse cuenta, o el hacer consciente lo
inconsciente (Peñarrubia 1998) un pilar fundamental en los procesos de formación y
crecimiento personal que también encontramos en la metodología comunicativa para la
que “el cambio tiene lugar cuando los individuos desarrollan una mayor comprensión de la
situación existente y son estimulados a actuar sobre ella” (Gomez, Latorre, Sanchez y
Flecha, 2006; p.31). En nuestro estudio se trata de que las familias se den cuenta de cuál es
el interés que impulsa sus comportamientos en el DE.
Consideramos necesario que las familias abandonen el criterio de éxito asimilado
del deporte espectáculo que tantos trastornos psíquicos está produciendo en niños y
jóvenes que se ven impulsados a adoptar actitudes individualistas y egoícas que generan
problemas de ansiedad ante el temor de no cumplir con las expectativas que los adultos, y
en concreto las familias, proyectan en ellos. Los escolares buscan el éxito porque creen que
si lo logran conseguirán el reconocimiento y el amor de sus padres (Lowen 2009).
En los últimos años ha crecido la preocupación por cuidar las actitudes de las
familias, hecho que se ve traducido en diferentes campañas, una de las más conocidas es la
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que nació con el eslogan Quand els teus fills i filles estan en joc... compta fins a tres i...
promovida por el Ayuntamiento de Barcelona, donde se marcan unas estrategias y pautas
de conducta para las familias como modelo básico de referencia para los escolares (Prat y
Carranza, en Bores 2005). No menos conocida es la campaña “Entrenando a padres y
madres” de Gimeno (2000), promovida por la Diputación de Zaragoza, que cuestiona los
comportamientos de padres y madres porque son imitados y validados por sus hijos,
abordan los comportamientos de las familias a través de las habilidades sociales. Además
existen algunas otras iniciativas, menos conocidas como la de la Diputación Foral de
Gipuzkoa o la campaña de guías para padres-madres de DE del Ayuntamiento de Valencia,
entre otras, dirigidas a la mejora de las actitudes del entorno próximo al deportista escolar.
Las iniciativas revisadas recogen la necesidad de pensar en un reglamento normativo,
entendiendo que cuando las normas se construyen participativamente y bajo la
corresponsabilidad, las hacemos nuestras más fácilmente y llegamos al cumplimiento de
las mismas (Casamayor, 2000).
Las acciones formativas diseñadas e implementadas con las familias han estado
orientadas a cuestionar tres tipos de actitudes 1) actitudes ligadas a ganar y perder ¿qué
priorizamos en la competición, el resultado o que los escolares aprendan y disfruten de la
experiencia deportiva? 2) Actitudes hacia las decisiones tomadas por árbitros y
entrenadores, colaboramos con árbitros y entrenadores para construir un clima de respeto
en el que sea posible el juego deportivo o, descargamos sobre ellos gritos e insultos
arrastrados de viejas y nuevas derrotas. 3) Actitudes hacia el juego limpio; impulsamos un
clima de respeto y convivencia a través del cumplimiento de las normas o por el contrario
pervertimos el juego justificando las trampas como camino para conseguir el éxito del
ganador ¿Qué orientación motivacional encierran nuestros comportamientos?
No queremos finalizar esta reflexión sobre las familias en cuanto agentes de
socialización sin expresar que compartimos con Ortúzar (2005) la idea del DE como una
realidad social sistémica en la que participan distintos agentes sociales, cada uno de los
cuales, ejerce su influencia en función de su proximidad relacional al núcleo del sistema,
esto es, al escolar. Situarnos ante un modelo ecológico, significa asumir que no es posible
avanzar en la construcción del DE con el que soñamos, si no trabajamos conjuntamente los
diferentes colectivos implicados, para lo que habrá que lograr el compromiso de cada uno
de ellos en aras a trabajar en una misma orientación educativa (Rekalde, Vizcarra,
Macazaga, 2005b). Nos mostramos en sintonía con aquellos autores que defienden la idea
de que en el DE debe existir un trabajo colaborativo en el que escolares, familias, equipos
directivos de centro, docentes, monitores-entrenadores, tengan claras sus funciones y
responsabilidades (Fraile, 2001; Macazaga, Vizcarra y Rekalde, 2006).
2.3. El aprendizaje dialógico
El marco teórico en relación al aprendizaje desde el que hemos ido desarrollando la
investigación y a través del cual se ha ido buscando respuesta a los objetivos planteados, ha
sido a través de los planteamientos comunicativos y dialógicos, que a partir de las ideas
esenciales del pensamiento de Freire (1994,1999) y de Habermas (1994). Los principios
que sustentan la base de este aprendizaje (Flecha, 1997) han estado operando
continuamente, a saber: pretensiones de validez frente a pretensiones de poder,
horizontalidad, incorporación de las voces afectadas, pedagogía de la pregunta frente a la
pedagogía de la respuesta, el colectivo como espacio de construcción de conocimiento, la
interrogación como eje de la reflexión individual y colectiva, así como la problematización
de la temática objeto de estudio. Todo ello, se ha plasmado en un tipo de dinámica
participativa y reflexiva –teóricos/prácticos- dirigida a la toma de decisiones conjunta
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sobre los diversos momentos del proceso de la investigación. Pasemos, a continuación, a
explicar la metodología de trabajo seguida.
3. Metodología
Nos situamos ante un estudio cualitativo que trata de comprender las actitudes de
las familias ante el DE en tres ikastolas de Bizkaia, e intervenir en ellas para promover
actitudes educativas ante las actividades deportivas de los escolares. Este planteamiento se
basa en la comprensión e interpretación de una realidad educativa concreta, alejándonos
de la búsqueda de relaciones causa-efecto.
3.1. Algunas consideraciones sobre la opción metodológica
El planteamiento metodológico asumido ha sido la Investigación-Acción (Grundy,
1991; Carr y Kemis, 1988; Fraile, 2001; Macazaga, 2003; Flick, 2004).
Los principios de actuación que han regido la investigación y que han estado
presentes en las estructuras construidas para desarrollar la investigación, han sido la
capacidad de escucha activa al otro; la reflexión compartida; la reconstrucción como
práctica transformadora; la demanda de cambio; las relaciones de horizontalidad y la
realización del tradicional ciclo de Lewin, con los momentos de planificación, acción,
observación y reflexión.
Es, desde este último principio, que la información, registrada a través de notas de
campo, documentos personales, trípticos, cuestionarios y demás, adquiere sentido, dentro
del proceso como herramienta que nos posibilita la reflexión crítica para el cambio de las
actitudes no educativas en el deporte.
“sirve para conservar elementos del momento de acción para una reflexión
posterior en vez de para medirlos en cuanto se producen. Así, la observación
convierte el hecho en un texto (...) La observación propia de los modos prácticos y
emancipadores de investigación-acción no se traduce sólo en datos cuantificables (...)
Es más probable que consistan en reseñas de diarios, grabaciones magnetofónicas
(...); en resumen, cualquier cosa que ayude a la memoria para una posterior
reconstrucción de la acción en beneficio de la reflexión”. Grundy (1991, pp 216-217)
Queda saber cómo hemos hecho para aproximarnos a los contextos y dialogar con
ellos. En este propósito la estrategia que hemos utilizado ha sido el Estudio de casos.
3.2. La Estrategia metodológica utilizada
Cada ikastola ha constituido un caso, en el que se han estudiado y analizado las
actitudes de las familias y se ha diseñado, en función de las necesidades y demandas de
este colectivo, un plan de formación de las familias implicadas en la experiencia. El caso
global ha supuesto el trabajo conjunto en el Seminario sobre las actitudes de las familias
ante las actividades competitivas de DE y, el diseño completo de las actividades a realizar
con las familias en los tres centros escolares.
El Estudio de Casos nos permite explorar en profundidad el fenómeno en su
escenario natural, es decir, más que generalizar las conclusiones a las que podamos llegar,
nos da la posibilidad de representar el caso en sí mismo (Stake, 1998). De ahí que en
nuestra investigación hayamos utilizado esta estrategia metodológica para poder describir,
reflexionar y comprender el fenómeno de las actitudes ante la competición por parte de las
familias.
Estos argumentos y el hecho de que diferentes autores señalen que el Estudio de
Casos constituye una de las estrategias más características del enfoque cualitativo
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justifican nuestra elección (Bodgan y Biklen, 1982; Goetz y Lecompte, 1988; Colás y
Buendía, 1992; Vázquez y Angulo, 2003).
3.3. Estrategias de generación de datos
Las técnicas seleccionadas han sido: los Registros documentales, la Observación, y
los Cuestionarios.
Los Registros (Colás y Buendía, 1992). En nuestro caso han sido, los documentos
realizados por las familias en los que hemos recogido sus opiniones, creencias e ilusiones
en torno a las temáticas abordadas a lo largo de la experiencia y de forma sistematizada
durante y tras cada acción formativa.
Por lo que se refiere a la Observación, tenemos que diferenciar, por una parte, la
utilización de un sistema narrativo de observación y, por otro, la observación participante.
En cuanto al sistema narrativo de observación se ha utilizado para registrar lo
acontecido en el rol playing. La manera de recoger esta información ha sido a través de una
ficha de observación narrativa en la que se ha combinado el registro de incidentes críticos y
un apartado reflexivo de análisis (a modo de diario) en el que el observador, al finalizar su
tarea, ha expresado los pensamientos y sentimientos que le han generado lo observado.
En cuanto a la Observación participante, (Rodríguez; Gil y García, 1996) en nuestro
caso, la manera en que se ha registrado la observación ha sido a través del registro más
utilizado, que son las notas de campo. Consisten en una descripción-narración de los
acontecimientos desarrollados en una situación natural. Éstas se han elaborado tanto por
las investigadoras de la universidad de cada sesión de seminario, como por los miembros
del GC de cada una de las sesiones formativas llevadas a cabo con las familias. Por tanto, se
ha aplicado el mismo registro en contextos y situaciones diferentes para objetivos
distintos.
Las notas de campo de las sesiones de seminario han sido confeccionadas por las
investigadoras de la universidad recogiendo, de manera sistematizada, todo lo acontecido
en las diferentes sesiones a partir de un registro en audio.
En cuanto a las notas de campo realizadas por los miembros del GC de las sesiones
formativas llevadas a cabo con las familias, han sido notas de un marcado carácter
descriptivo, de bajo nivel inferencial.
Finalmente, en cuanto a los Cuestionarios debemos señalar que si bien no es la
técnica más representativa de la investigación cualitativa nos ha prestado un importante
servicio a nuestro estudio en la realización de la autoevaluacion final..
3.4. Descripción de las estructuras construidas para desarrollar la Investigación
Dada la naturaleza de este estudio y la perspectiva desde la que lo hemos abordado,
consideramos necesario construir distintas estructuras que potenciaran el diálogo, la
comunicación, la investigación y la reflexión. Macazaga en consonancia con los principios
de la investigación-acción crítica señala la importancia de la acción colectiva organizada
para llegar al cambio educativo: “Para llevar a cabo esta empresa de cambio personal y
social resulta imprescindible la realización de una organización social en comunidades
autocríticas de investigadores activos, en las que la verdad se determina por la manera en
que ella misma se relaciona con la práctica, (…). Sólo la acción colectiva organizada podrá
dar lugar al cambio educativo y social” (Macazaga; 2003, p. 206).
En nuestro estudio las estructuras construidas han sido el Seminario, el Grupo de
centro (GC) y los Grupos de trabajo con las familias. Cada estructura ha cumplido
funciones diferentes en el desarrollo de la investigación. Pasemos a analizar cuales han
sido:
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El Seminario. Compuesto por ocho personas, un representante de BIE, un
representante del colectivo familias; tres investigadores representantes de las ikastolas
participantes (coordinadores) y tres investigadoras de la UPV Las tres Investigadoras de la
universidad son docentes universitarias, dos procedentes del campo de la Educación Física
y una del de la Pedagogía, son las encargadas de facilitar el proceso de investigación-acción
participativa. Tres docentes jóvenes que llevan entre 5 y 10 años en la enseñanza, son
miembros del seminario desde el inicio de la experiencia (enero de 2004). Además, son las
personas que coordinan los grupos de centro en sus respectivas ikastolas es de resaltar su
compromiso con el proyecto y el talante democrático, se trata de lo que Carr y Kemmis
(1988) denominan activistas de la educación.
Su función principal ha sido la de diseñar el proyecto, supervisar su desarrollo y
llevar a cabo la evaluación. No olvidemos, además, que la acción formativa a desplegar en
el resto de las estructuras se ha puesto en práctica en el seno del Seminario y se ha
discutido su propio diseño. Las funciones específicas de esta estructura han sido: a)
realizar sesiones mensuales de seguimiento y contraste del trabajo b) elaborar el primer
nivel de diseño de la investigación. Las investigadoras de la Universidad elaboraron el
primer boceto y el contraste, la discusión y la elaboración definitiva ha sido tarea de todos
los miembros que componen esta estructura; c) elaborar los materiales que se han
utilizado en las diferentes acciones formativas, así como valorar su aplicabilidad y el
proceso para implementarlas; d) poner en común, contrastar y discutir el contenido de los
informes parciales; elaborar los trípticos para su difusión a partir de los informes parciales
recogidos de cada acción formativa e) elaborar las notas de campo de cada sesión
(investigadoras de la Universidad) y, f) elaborar, contrastar y comunicar el informe final
(responsabilidad descrita en el apartado b).
Con frecuencia nos hemos referido al seminario como al observatorio de la
experiencia ya que ha sido la estructura en la que los coordinadores han podio expresar sus
necesidades formativas y expresar sus miedos y dudas sobre qué hacer y cómo hacer en los
grupos de centro. En la experiencia de dinamización y facilitación de procesos que en el
seminario han vivido, han encontrado el espejo en el que mirarse para asumir ellos
mismos, con posterioridad, la función de dinamización de los grupos de centro
Grupo de centro. Se ha constituido un GC por cada una de las ikastolas
participantes. Los miembros han sido: el investigador representante de la ikastola
participante en el Seminario (Coordinador), un profesor de EF, un profesor/a del centro de
otra especialidad, un educador de DE, un representante de padres-madres y un alumno/a
de ciclo superior. Se recomendó que fuera un grupo formado, como mínimo, por cinco
personas, pero en los tres centros se ha superado este número. La periodicidad de las
reuniones ha sido mensual, y su duración variable entre una y tres horas. Cada centro ha
gestionado las decisiones relativas a lugar, franja horaria y duración en función de la
casuística particular. Las funciones específicas de esta estructura han sido: a) constituir los
grupos de familias; b) dinamizar las acciones formativas con las familias; c) aplicar las
estrategias de generación de datos (observación, entrevistas, cuestionarios,...); d) elaborar
las notas de campo de cada una de las acciones formativas (dos miembros del GC de
manera rotativa); e) analizar las notas de campo y elaborar la reconstrucción de la sesión o
informe parcial (dos miembros del GC de manera también rotativa), f) contrastar el
informe parcial con las familias participantes (responsabilidad del coordinador,
investigador participante en el Seminario ) y, g) Dar a conocer e impulsar el proyecto
dentro del centro.
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Grupos de familias. A ellas ha sido a quienes se ha dirigido la intervención, madres y
padres de escolares que participan en el DE de su centro. Su participación ha sido
totalmente voluntaria y la principal función desempeñada ha sido formativa.
Las reuniones han sido una por acción formativa (acciones 1, 2, y 3) Cada Ikastola
ha gestionado el modo de realizar la convocatoria y decidido el lugar en el que realizar la
acciones formativas Es bien conocida la dificultad que encierra movilizar a las familias y,
nuestro estudio no ha sido una excepción, aunque una vez formados los grupos de familias
participantes su implicación en el proceso formativo ha sido muy alta Las funciones
específicas se han centrado en: a) asistir a las diferentes sesiones formativas y participar
activamente de las propuestas presentadas; b) rellenar los documentos personales
correspondientes a cada acción formativa; c) realizar la valoración final del programa
formativo desarrollado; d) contrastar los documentos utilizados y realizar aportaciones
personales y, e) colaborar en la difusión de la experiencia en el centro y, en especial, a otras
familias, en este punto, los trípticos referentes a cada acción formativa han resultado de
gran utilidad.
3.5. Descripción del proceso de diseño y desarrollo de la investigación
El diseño de la investigación en consonancia con la naturaleza de esta investigación
y con lo expuesto hasta el momento que, se trata de un diseño abierto, a la integración de
lo sucede en “el aquí” y el “ahora”, y cíclico, es decir se ha ido construyendo y
reconstruyendo a medida que avanzaba la indagación a partir de una guía previa, que
representaba una planificación provisional del trabajo a realizar en las tres acciones
formativas.
3.6. En cuanto a la dinámica analítica desarrollada
Sabemos que el análisis de datos constituye una etapa clave del proceso de
investigación cualitativa que se ha desarrollado a la par que el trabajo de campo (Goetz y
Lecompte, 1988). En nuestro caso, el análisis de la información obtenida ha representado
un proceso, básicamente inductivo, dinámico y sistemático que ha requerido identificar,
seleccionar, categorizar, comparar e interpretar el mensaje de los datos recogidos. Este
proceso ha permitido identificar las ideas centrales en los datos representados como
conceptos que encarnan fenómenos (categorías) y conceptos que pertenecen a esos
fenómenos (subcategorías) (Rodríguez, Gil y García, 1996; Coffey y Atkinson, 2003). Ha
adoptado una perspectiva hermenéutica, desde la que se ha buscado la comprensión del
sentido que se da en la comunicación entre los seres humanos, para poder diseñar y
desarrollar, en función de esa comprensión, el proyecto de intervención. Las categorías
han sido contrastadas con alumnado de doctorado y por el grupo de investigadoras.
3.7. Modalidad de triangulación y credibilidad de la investigación
En un estudio interpretativo como es el nuestro, la credibilidad es un requisito muy
importante y, como señala Pérez Serrano (1994, p. 91) “alternativo a la validez interna de la
investigación cualitativa”. La credibilidad descansa “sobre el respeto a las múltiples
realidades que se confrontan en un mismo escenario social” (Gimeno y Pérez, 1992, p.132).
De ahí que insistamos como criterio de credibilidad y rigor, en la necesidad de utilizar
estrategias o procedimientos orientados a la triangulación, comprobación y contratación
de las diferentes interpretaciones subjetivas con los mismos hechos registrados y con las
interpretaciones de otros grupos internos y externos. En consecuencia, las estrategias
básicas que hemos utilizado para constatar la credibilidad han sido el trabajo prolongado
en un mismo lugar y la triangulación. Partimos de la idea defendida por Guba (1985) según
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la cual, las estancias prolongadas pueden ayudarnos a superar, tanto como sea posible, las
distorsiones producidas por nuestra presencia como investigadores y proporcionarnos la
oportunidad de comprobar nuestros propios prejuicios y percepciones, así como las
personas investigadas, ayudándonos a comprender la complejidad de la realidad a estudio.
En nuestro caso, como ya hemos expuesto al comienzo de este trabajo, el bucle de
investigación que en este trabajo presentamos se sitúa en una espiral indagatoria mucho
más amplia que tuvo su comienzo en octubre de 2004, por tanto, los miembros del
seminario, al cierre de este bucle indagatorio hemos compartiendo escenario de trabajo
durante 18 meses, tiempo en el que hemos avanzado mucho en la comprensión de la
realidad a estudio.
La triangulación viene, tanto de fuentes internas (Seminario, GC y familias), como
de técnicas (notas de campo, grupos de discusión cuestionario y documentos). Resaltar el
uso de la triangulación indefinida (Becker, 1970), al someter a los participantes a versiones
preliminares de los análisis de datos, con el fin de obtener su reacción, opiniones,
apreciaciones y cambiar, si era el caso, el contenido de las interpretaciones. En esta línea
de trabajo situamos los trípticos, a través de los cuales, hemos podido contrastar con las
familias las interpretaciones realizadas por las investigadoras, de las acciones formativas, a
partir de los documentos y notas de campo generados en éstas.
4. Informe Interpretativo
En este informe presentamos cómo es el diseño y la puesta en marcha de las
sesiones formativas (1, 2 y 3) en coherencia con el marco teórico y la opción metodológica
adoptada para finalizar con la valoración que del proceso formativo hacen los
participantes.
4.1. El diseño y elaboración de las acciones formativas.
Las tres sesiones formativas las organizamos en torno a tres grandes temas que
emergen con fuerza en la ficha de autoevaluacion recogidas de las familias participantes en
la investigación anterior. En un primer momento, las investigadoras presentamos el plan
general de las sesiones formativas en el seminario, especificamos el por qué de las mismas,
y lo que buscamos con ellas. Se trata de una propuesta abierta que debe ser debatida,
contrastada y matizada. Acercamos al lector a esta información a través de la voz de una de
las investigadoras:
“... hemos pensado en tres sesiones formativas, cada una de ellas gira sobre una
temática diferente y las hemos elegido porque hemos visto que en las observaciones
de comportamientos de las familias, eran las cuestiones que más salían y porque, en
base a ese criterio hemos elaborado también las fichas de autoevaluación (...). La
primera sesión formativa la del 8 de marzo, será para trabajar “La competición y su
importancia”. (…) La segunda sesión formativa será para trabajar “Las actitudes
negativas que se mantienen ante la competición” el objetivo es (…). La tercera sesión
formativa sería para trabajar el “Fair play”. (…) (Notas de campo seminario 22
febrero 2006).
Con la estructura de las sesiones buscamos que las familias desarrollen una mayor
comprensión o, lo que es lo mismo “se den cuenta” de lo que hacen a espaldas de ellos
mismos (Grundy, 1991; Peñarrubia, 1998; Gómez, Latorre, Sánchez, Flecha, 2006), en
nuestro caso, qué comportamientos adoptan en la competición escolar. Para ello, damos a
las acciones formativas una misma estructura formada por tres momentos: Un primer
momento orientada a “provocar” a las familias para favorecer la entrada en el mágico
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mundo de las emociones, a través de diferentes técnicas (las imágenes y comic; el role
playing y las películas). Un segundo momento, en el que tiene lugar los grupos de
discusión y el intercambio de pareceres, orientada a poner en juego el pensamiento crítico
en torno a las actitudes negativas a suprimir y las nuevas a impulsar. Remarcamos la
importancia de que las familias reconozcan las emociones sentidas y los comportamientos
adoptados para trabajar desde la conexión de pensamiento y emoción. Para finalizar, con
un tercer momento orientada a adquirir una comprensión nueva de uno mismo (Bolívar,
1995) a través de las tareas para casa que demandan reelaborar, lo aprendido en la sesión
formativa; es el valioso tiempo de la reconstrucción a ritmo personal.
Para cada uno de los momentos, ofrecemos más de un material o recurso, en la idea
de que sean los propios coordinadores quienes respetando el propósito didáctico de cada
momento, decidan qué materiales utilizar y cómo proceder en un claro ejercicio de los
principios democráticos de la investigación-acción participativa (Grundy, 1991) y el
aprendizaje dialógico (Flecha, 1997).
Con la información recogida de cada sesión formativa (notas de campo y los
documentos personales) las investigadoras elaboramos trípticos personalizados para cada
ikastola, uno por sesión formativa. En estos trípticos recogemos las opiniones de las
familias en las que expresan comportamientos a abandonar y comportamientos a
incorporar
Los trípticos tienen un triple objetivo: motivar a los participantes haciéndoles una
devolución que les haga sentir que su trabajo es recogido y valorado; facilitar las labores de
contraste de información con las familias, y finalmente difundir los resultados de cada
acción formativa en los centros escolares para contribuir a crear un clima de apoyo al
proyecto formativo. Objetivo altamente logrado.
4.1.1. La primera sesión de formación “la importancia que otorgamos a la competición:
aprender a ganar y aprender a perder”
Trabajamos con imágenes impactantes que amplifican y exaltan tópicos del deporte
de competición, tales como, “para ganar hay que aprender a sufrir”. La primera tarea
consiste en visualizar un power point con imágenes de deporte de alta competición que
buscan provocar para entrar en el debate en gran grupo, tomando como hilo conductor las
preguntas sobreimpresas en el power. La Segunda Tarea, se realiza a través de un
documento escrito con viñetas de mafalda, buscamos motivar la reflexión sobre la función
de la competición en el DE. Recordamos a los coordinadores que deberán recoger
información escrita a partir de los interrogantes planteados en una de las diapositivas del
power, del documento escrito y de la valoración final que de la acción formativa hagan las
familias.
Los coordinadores, ante los materiales, consideran adecuado comenzar con el power
y dejar el documento escrito para casa:
“Como la primera sesión es importante y debe ser impactante, yo creo que lo mejor es
utilizar el power que ofrece más posibilidades para impactar en el momento. El
documento escrito “mafalda” requiere otro ritmo, pide tiempo, para leerlo poquito a
poquito, ni siquiera en parejas; la pareja mete cierta presión y no disfrutas igual. Creo
que es mejor que cada uno lo lea a su ritmo y después de leer una viñeta vuelva al
encabezado y diga ¡ah¡ esto se refería a esto otro. (coord. 3, notas de campo seminario
22 febrero 2006).
La voz anterior desvela como los coordinadores, investidos de la legitimidad que
encuentran en su conocimiento práctico y apoyados en el clima de respeto que hemos
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creado en el seminario, aportan el realismo del conocimiento práctico que nos permite
depurar las propuestas de intervención y dejarlas a punto para ser realizadas con las
familias.
4.1.2. La segunda sesión de formación “las actitudes que mantenemos hacia las decisiones
tomadas por árbitros y entrenadores”
Trabajamos con la dramatización como técnica. Presentamos un caso concreto, que
parte de una situación conflictiva (protestas al árbitro, expulsión de jugadores) ocurrida en
uno de los centros y presentada por uno de los coordinadores. La primera tarea consiste en
visualizar un power point con la descripción del caso para, a continuación, llevar a cabo el
Role Playing (en adelante RP). El objetivo es que cada participante asuma un papel y se
exprese como ese personaje lo haría con la intención de vivir, por unos momentos, la
situación de otra persona, un entrenador o árbitro que en determinados momentos
considera a sus contrarios. Pues bien, como afirma Lowen (2009, p. 255) “La conciencia
surge a través del reconocimiento de los opuestos”.
“… creo, que es interesante que los padres se pongan en la piel de árbitros y
entrenadores, para que desde lo que sientan ocupando ese rol, puedan reflexionar
sobre las consecuencias de sus comportamientos en los partidos, cuanto más se
implique en la representación y debate mejor... (...) y si a alguno le cuesta entrar en el
papel, por ejemplo, en los casos en que hay que ponerse a gritar como un
energúmeno, y le cuesta porque ese no es su manera habitual de actuar, o yo que sé...
pues animarle a hacerlo, a soltar un par de gritos, pero respetar su ritmo, no pasa
nada...” (Facilitadora, Notas de campo 22-03-2006, p. 10).
Tras el RP se trata de reflexionar sobre lo sucedido: ¿qué ha pasado? ¿Cómo nos
hemos sentido? ¿Cómo hemos reaccionado? Con la segunda tarea se trató de reflexionar
sobre si lo que solemos hacer, en situaciones conflictivas provocadas por decisiones de
árbitros o entrenadores, responde o no a lo que deseamos que nuestros hijos e hijas
aprendan de un DE educativo. Por último la tercera tarea, tareas para casa, contenía
mensajes para la reflexión, tales como, cuando el entrenador reprende a mi hijo/a, yo suelo
reaccionar de la siguiente manera... etc.
4.1.3. La tercera sesión de formación “el juego limpio en las competiciones del deporte
escolar. Si lo importante es ganar ¿la trampa puede estar justificada?”
Trabajamos con dos escenas de dos películas, que han ido acompañadas de
interrogantes y dilemas. En la primera tarea, se visualizan dos escenas de las películas
“Million dollar baby” y “Los chicos del coro”. El primer objetivo consistía en provocar el
debate entre las familias y reflexionar sobre los mensajes que están detrás del deporte de
competición, que son en esencia los mismos que los que se ofrecen a los escolares. Con la
primera película partimos del mensaje: lo importante es ganar y si para ello hay que
hacer trampa se hace, aunque esta decisión suponga poner en riesgo la integridad física
de otra persona:
“...vamos a ver la película “Million Dollar Baby”... bueno porque creemos que en el
deporte escolar se copian inconscientemente muchos modelos del deporte
espectáculo. Aunque el modelo está muy alejado, no lo están tanto los mensajes que
utilizamos; los mensajes se repiten: -… si cuela, cuela…-. Sabemos que la trampa es
trampa, pero en ocasiones nos mostramos permisivos y consideramos que no es del
todo trampa, si con ello conseguimos el triunfo.” (Facilitadora, Notas de campo 2604-2006, p.9-10).
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Se presentó el dilema, y se remarcó la importancia que tiene el intentar encauzar el
debate hacia los valores que hay detrás de cada una de las acciones:. Se presentaron
algunos dilemas más, asociados a las ideas ya presentadas. Les presentamos un material
que persigue dar el primer paso hacia la construcción conjunta de una normativa que
marca los límites de lo permitido en las competiciones deportivas:
“Después de ver una película soy partidario de plantear el debate y rellenar la ficha, la
cuestión es que en la ficha hay dos columnas, en una pone; comportamientos que han
creído que no se deben fomentar, y en la otra comportamientos con los que se han
mostrado permisivos ¿esto qué quiere decir que los entenderían como aceptables en
la norma? ...porque para mí, estos son los más peligrosos” (Coord. 3, Notas de campo
26-04-2006, p. 11).
Las tareas para casa están ligadas a las ideas trabajadas con los dilemas de la
primera acción y consisten en tres dilemas contextualizados en el deporte escolar y
asociados a los fragmentos de las películas visionadas.
4.2. Opiniones recogidas tras cada una de las sesiones formativas
Recogemos en este punto las opiniones recogidas de los coordinadores, en las
sesiones de seminario, sobre la puesta en marcha de las tres acciones formativas. En
cuanto a las familias, las opiniones recogidas hablan de la dificultad para movilizar a éstas,
de las buenas opiniones vertidas sobre los materiales y técnicas utilizadas y de los cambios
habido tanto en la implicación con que toman parte en las acciones, que va en aumento de
sesión a sesión, como en los comportamientos que dicen adoptar en las competiciones de
DE.
En cuanto a los propios coordinadores y su hacer como facilitadores del proceso, su
queja más repetida tiene que ver con su dificultad para impulsar procesos de introspección
y reflexión. No nos sorprende esta queja. Estudios como el de Macazaga (2003) entre
otros, desvelan las carencias de formación en el método interrogativo (Postman, y
Weingartner, 1981) que se hacen presentes cuando docentes formados en currículum de
orientación de producto adoptan procesos de investigación-acción como estrategia
formativa. En nuestro caso, esta carencia se ha visto contemplada y subsanada por el
apoyo que ha supuesto el seminario, en cuanto estructura formativa, y el talante
democrático de los coordinadores.
El análisis documental de la información escrita personalizada, aportada por las
familias se ve más reflejado en los trípticos que han sido utilizados para difundir los
resultados de cada acción formativa entre las familias, y para difundir la experiencia en los
centros.
4.2.1. Las opiniones sobre la puesta en práctica de la primera sesión
Los coordinadores expresan que las familias tienen cada vez una mayor
participación en las sesiones formativas, que se traduce en que expresan y argumentan
más y, en que hacen referencia a valores en sus intervenciones:
“Yo me he dado cuenta de que cuando vienen a una nueva reunión ellos se han dado
cuenta ya de muchas cosas !jode¡¡ (…) y tal... El pensamiento ya no es como el de
antes, es rico para ellos, hacen comentarios tales como: -... ¡Dios! le iba a decir no sé
qué al arbitro pero me callé!-Hacen muchas referencias a valores, y en las reuniones,
empiezan a expresar sus sentimientos y comportamientos.” (coord. 1, Notas de campo
22-03-2006, p. 5).
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Otro de los cambios observados en las familias es que hablan en primera persona.
Este hecho viene, en parte, motivado por el hincapié que se hace en el seminario en
relación a que las intervenciones se hagan en primera persona para favorecer la toma de
responsabilidad sobre las propias acciones (Peñarrubia 1989) un paso muy importante en
procesos formativos:
“Sí, yo les pedí ese esfuerzo, les dije que una de las conclusiones de la reunión
anterior había sido que en las intervenciones había una tendencia a “echar balones
fuera” y que para que eso no sucediera les pedía que hablaran en primera persona.
Bueno, a veces sin darse cuenta tendían a generalizar pero hicieron el esfuerzo por
hablar en primera persona. Me miraban y decían...-yo pienso...-; -yo pienso... que...En este sentido mejor“. (coord. 2, notas de campo 22-03-2006, p. 3-5).
Es unánime la valoración positiva de los materiales empleados. A unos les gustó
más unos materiales que otros, la cuestión es que por un procedimiento u otro la reflexión
ha estado presente en todos los grupos:
“Con el documento escrito mafalda salieron algunas cosas nuevas, fue diferente; ahí
las respuestas fueron más ricas, ahí sí he visto otra actitud, no sé si ha sido porque lo
han hecho a su ritmo y solos en su casa o porque ha habido una lectura personal, pero
los resultados han sido muy, muy ricos. (Coord. 1, Notas de campo 22-03-2006, p. 35).
“En mi caso con el power profundizan más, con mafalda y con los materiales escritos
o mensajes escritos, les cuesta más explayarse, más aún, cuando la pregunta es
general o muy abierta. No sé si será cuestión de gandulería, dejadez; la razón no la sé,
pero escribir les cuesta “(Coord 2, notas de campo 22-03-2006, p. 5).
El hecho de que se hayan enviado tareas para casa se ha recibido positivamente por
parte de las familias. En el tríptico de la primera sesión expresan estar a favor de un DE
con clima motivacional orientado a la tarea (aprender jugar, divertirse y hacer amigos)
alejado de la orientación de ego (ganar) (Cervelló, 1996; Duda, 2001). Entre las muchas
opiniones aportadas, recogidas en los trípticos, rescatamos las siguientes a modo de
ejemplo:
“… las familias en la competición tenemos que tener en cuenta diversos aspectos: el deporte
que nuestros hijos e hijas practican en la escuela, es un juego que nada tiene que ver con el
deporte de competición, es el juego el que tiene importancia y no el ganar o perder, hablemos
con nuestros hijos del juego y no del resultado”. (Tríptico de la primera sesión formativa,
ikastola Betiko).
4.2.2. Las opiniones sobre la segunda sesión de formación: Coordinadores y familias han
valorado muy positivamente la técnica empleada el RP, los argumentos los encontramos en
sus voces:
“(...)Bien, mejor de lo que pensaba (…) enseguida entraron en el papel, yo me
quedé sorprendido (…).han valorado muy positivamente la acción y ha servido, para
darse cuenta de las situaciones que tienen que aguantar los árbitros entre otras
personas, se han dado cuenta de que pierden los nervio, pero dicen que carecen de
recursos para actuar de forma controlada y dar un buen ejemplo a sus hijos e hijas”.
(Coord. 2, notas de campo 26-03-2006, p. 4).
Los coordinadores expresan que les ha dado cierto miedo presentar esta actividad a
las familias. Detrás de ese miedo se encuentra el tenerse que enfrentar a una técnica de
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trabajo en grupo que desconocen y que, por tanto, les genera inseguridad y cierto temor
ante el juicio de las familias, es el miedo del docente que tiene que tenerlo todo bajo
control y tiene que tener respuesta para toda pregunta o situación, es el miedo de quien
piensa que ser buen docente implica dejar poco a la improvisación, es el miedo a la pérdida
del control ante lo imprevisto, (Lowen, 2009).
“Yo también tenia miedo y mi miedo era sobre cómo presentar delante de ellos lo que
había que hacer, no me sentía seguro porque no controlo estos temas(…) y como el
otro profesor lo tenia claro porque ya tenia experiencia en RP con los alumnos, (…)
entonces él me dijo: -¡tú, tranquilo!, yo haré la presentación, repartiré los personajes
y si no entran yo comenzaré a dinamizar...- Luego resultó fácil, el padre exaltado se
ponía en lo que haría si fuera exaltado y el otro no se enfadaba con él.” (Coord. 1,
Notas de campo 26-03-2006, p. 4).
Los modos de presentar el trabajo han sido diferentes en cada centro, una evidencia
más de su corresponsabilidad con el proceso:
“...leímos primero el documento tres, mientras llegaba la gente porque siempre
llega alguien tarde, [...}, comenzaron rellenando el tercer documento, luego el RP
sentados y al final el cuarto documento [...].a veces dejaban a un lado el RP y
comenzaban a decir lo que harían pero poco a poco, con la ayuda del dinamizador que
reconducía el tema. Terminamos en un RP total en el que cada uno estaba metido en
su papel y el grupo totalmente metido en la situación (coord. 1 Notas de campo 2603-2006, p. 4)
En el tríptico de la segunda sesión podemos encontramos numerosas evidencias del
valor de la sesión respecto al objetivo de la reflexión:
“… ¿No seria mejor que las familias no enviáramos mensajes contradictorios a
nuestros hijos/as? ¿No será que les confundimos cuando perdemos el respeto a los
árbitros y monitores?” (Tríptico de la segunda acción formativa, ikastola
Resurrección Mª de Azkue).
“¿No sería mejor que las familias, cuando el resultado no es muy justo, y no va a favor de los de casa,
intentemos mantener la calma? ¿No sería mejor que buscáramos el modo y momento apropiado para
protestar?” (Tríptico de la segunda acción formativa, ikastola Betiko)
“¿No seria mejor que las familias, los entrenadores y los árbitros, al comienzo del curso
conociéramos la filosofía que la ikastola tiene ante la competición?” (Tríptico de la segunda acción formativa,
ikastola Seber Altube).
De esta manera, “las reflexiones apuntan a que las familias se dan cuenta de que
retomar el carácter lúdico del deporte, lo que de juego tiene para sus hijos” (Toral, 2005) y
resituarse como espectadores del juego de sus hijos.
4.2.3. Las opiniones sobre la tercera sesión formativa
En esta ocasión, los tres coordinadores coinciden en que se han sentido cómodos “a
gusto” en el manejo de nuevas técnicas, concretamente en la dinamización de los dilemas
planteados al hilo de los fragmentos de película visualizados. Por sus intervenciones
deducimos que el sentirse “a gusto” está vinculado a cuestiones tales como, tener la
percepción de que las familias estaban a gusto, que el ambiente era distendido y agradable,
que entraban a debatir sobre los valores del deporte e incluso, que el debate seguía fuera de
la reunión para continuar en el bar e incluso trasladarlo al contexto familiar en las casas:
“muy bien... a gusto. Es que el debate ha sido muy rico, también estuvieron los
alumnos, un monitor más, hubo más familias... hubo mas gente y buen ambiente...
muy bien... Me pasó una anécdota, con un alumno del grupo de centro que después
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de ver la película y asistir al debate se quedó con la importancia del juego limpio y fue
a casa con el tema; el padre le dijo que lo importante era ganar y tal. Después vino la
madre a comentarme que le había sorprendido el debate que en casa habían
mantenido padre e hijo y que le parecía muy bien. (Coord. 1 Notas de campo 24-052006, p. 8).
“.. Muy a gusto ¡eh! Muy a gusto, hablamos de cosas muy interesantes. Yo, también vi
a la gente muy relajada atenta, a gusto [...] cuando estás en el debate sacas
conclusiones en el momento, yo saque mis conclusiones.” (Coord. 2 Notas de campo
24-05-2006, p. 8).
Uno de los coordinadores, vuelve a colocar sobre la mesa la sensación de
insatisfacción que le provoca el sentir que el cumplimiento de las tareas previstas le agobia
y no le permite tomar las riendas de la reunión para desempeñar su rol de dinamizador.
Mientras está dinamizando el debate tiene la mente puesta en la siguiente tarea, con lo
cual, cabe pensar que el agobio no le permite sentirse tranquilo en el desarrollo de cada
una de las acciones, podríamos decir que se encuentra instalado en la cultura del hacer que
le genera el sentimiento de impotencia y agobio al que él mismo se refiere:
“... nos extendimos demasiado en la primera parte, con los vídeos y el debate, y sentía
la impotencia de no poder parar, el tiempo iba adelante y no podía hacer nada, nada
[...] la gente muy relajada, atenta, a gusto, pero yo estaba a lo mío, porque sabía que
después íbamos a estar limitados de tiempo para trabajar la siguiente tarea [...]
Primero vimos seguidos los dos videos, de forma muy tranquila, y a gusto, y luego
comenzamos a debatir [...] salieron cuestiones muy potentes lo que pasa es que tuve
que cortar porque había alguna persona que ya me había avisado que tenía que
marcharse y yo quería explicar las tareas para casa y claro eran cinco dilemas.“
(Coord.2 notas de campo 24-05-2006, p. 8).
Todas las familias, han valorado positivamente el uso de dilemas a partir de
fragmentos de películas seleccionados para trabajar valores en el deporte escolar:
“... mucho, muy bien [...], yo creo que les ha gustado mucho muy bien, porque las
películas las tenían vistas o no, y les habían llegado o no, pero no habían pensado en
valores educativos ni leches..., pero en este caso con el power y los dilemas y tal,
tratas unos valores educativos y te das cuenta de que la gente está cayendo en
cuestiones en las que antes no había caído....y que ahora las ven con claridad y les
escuchas decir: -¡Claro...claro...!-” (Coord. 1 notas de campo 24-05-2006, p. 6).
“.. Sí, muy bien y les ha parecido original, que ha sido un modo original de trabajar”
(Coordinador 2 Notas de campo 24-043-2006, p. 6).
“(...) Yo igual, les he visto muy relajados y bien, sólo faltaban los pinchitos”. (Coord. 3
campo 24-05-2006, p. 6).
En cuanto a la asistencia, la respuesta de las familias a la convocatoria de la tercera
sesión formativa supera en número de asistentes a la segunda. Los coordinadores
consideran que desde el comienzo se ha ido perfilando un grupo de familias muy
comprometidas.
“(...) hay un grupo de tres o cuatro familias que están metidos a muerte, les envío un
mensaje y responden en seguida. Quiero decir que la fuerza se ve, o sea, están
cansados como estamos nosotros pero están. (…) el grupo está más comprometido.”
(Coord. 2 notas de campo 24-05-2006, p. 6).
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Las faltas de asistencia se atribuyen a problemas con el horario [cambios en el
último momento, coincidencia con otra reunión etc.]. Impedimentos de tipo pragmático
que no les han permitido asistir a la reunión formativa
“Es que mis familias han fallado en muchas ocasiones por problemas de horario, en
ocasiones, casi en el último momento, hemos adelantado el horario, también como
nos hemos organizado cada uno para convocar a la gente, creo que muchos fallos se
han debido a problemas con el horario, ha habido cambios y propuestos por nosotros
y luego los que les surgen a ellos...” (coord. 1 Notas de campo 24-05-2006, p 7).
Los materiales, son valorados como muy positivos para provocar el debate e
intercambiar opiniones sobre la importancia de educar en el juego limpio.
“... yo creo que sí hemos llegado a sacar cuáles son los valores que queremos priorizar
en el deporte escolar; ¡hombre!, siempre está ahí el debate entre ganar y perder, pero
queda claro que siempre se decantan por los valores orientados a educar y los ponen
por delante del ganar.” (Coord.1 notas de campo 24-05-2006, p. 6).
Con la información recogida en la tercera sesión formativa se elaboró un tercer
tríptico con las actas de las sesiones y toda la información documental personal aportada
por los participantes, en él encontramos afirmaciones como éstas:
“Respetemos las normas para eso se hacen” o “No tratemos de ganar por encima de todas
las cosas” (Tríptico tercera sesión Seber Altube)
4.3. Valoración que del proceso formativo hacen los participantes
El plan de intervención, en su conjunto, ha sido valorado positivamente por todos
como un recurso interesante de participación. El programa en sí, les ha satisfecho y los
materiales han sido muy bien acogidos. La figura que a continuación presentamos nos
acerca a una idea global de la misma
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Valoración del plan de intervención
Programa
Ha tenido en cuenta las
particularidades de
cada centro
Ha impulsado la
participación de todos
Ha servido para que se
acerquen entre sí las
personas de diferentes
colectivos
Se han implicado los
GC
La confianza del
coordinador al sentirse
respaldado por el GC
Lo identificadas que se
han sentido las familias
con las temáticas
Objetivos logrados
(Aprendizajes)
Estrategias
formativas y
materiales
Han aprendido a
dinamizar y coordinar a
los grupos
Dificultades
La escasa participación de
las familias en las
sesiones de formación
La metodología les
ha hecho pensar y
reflexionar
Han ganado confianza
como docentes
Falta de tiempo en las
sesiones, y muchos temas
a tratar
Las técnicas
utilizadas han
incentivado el debate
Han conseguido ser
más asertivos e
interiorizar ciertos
valores
Las dificultades para
coordinar los horarios de
todos; GC, familias,...
La calidad del
material ha
aumentado la
confianza del GC
Ser capaces de
argumentar con criterio
a favor del DE
Consensuar los documentos no ha sido fácil
Los materiales
estaban muy bien
preparados. Ha
existido un buen
asesoramiento
Aprender a ser
pacientes, ya que los
resultados no se ven a
corto plazo, sino a largo
plazo, y no siempre
Cierto escepticismo con
los resultados del
programa
Metodología activa y
divertida
Lo que más les ha gustado del proyecto desarrollado en el
curso 2005-06
Según un escolar del GC,
lo que dicen las familias,
no es lo que piensan
Lo que menos les ha
gustado
Figura 1. Valoraciones del plan de intervención
5. Conclusiones
El DE puede ayudar a que las familias se den cuenta de cuál es el sistema de valores
que ellas poseen y trasmiten a sus hijos, por tanto, aprenden sobre quienes son y cómo se
comportan.
Las familias y los coordinadores de DE opinan que la reflexión conjunta y el trabajo
colaborativo desarrollado a lo largo de esta investigación ha mejorado la comunicación
entre los diferentes colectivos del centro, dado que se han diseñado espacios y tiempos
para que las familias se relacionen entre sí, con los entrenadores y con el coordinador de
DE.
El proceso de formación les ha hecho pensar sobre cuestiones que no se habían
planteado hasta ese momento, siendo éste ya un buen punto de partida, para que se inicie
un proceso de cambio.
En general las familias creen ser más conscientes del déficit de relación existente
entre personas de diferentes centros, y opinan que por influencia de las sesiones
formativas han mejorado algo ese aspecto.
Las familias creen ser más conscientes de su comportamiento y actúan de manera
más serena y animada. Algunos, no obstante, hablan de sus emociones incontrolables, y
apuntan que son conscientes de lo que puede suponer el que se interfiera en las labores del
entrenador o en las decisiones de los árbitros.
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Algunas familias expresan que la comunicación con sus hijos/as después del partido
es diferente, ya que ahora no sólo les preguntan por el resultado, sino también si han
disfrutado; cómo creen que han jugado; si han jugado bien al margen de haber ganado o
perdido,...
Reconocen tener mayor problema con respecto al árbitro que con el entrenador. Son
conscientes de lo que se debe y no se debe hacer y de que surgen más problemas ante un
mal arbitraje que ante las decisiones que adopta el entrenador. Los malos arbitrajes les
superan, porque consideran que hay arbitrajes parciales e interesados que suelen favorecer
el resultado de los equipos de casa.
Las familias creen que se le hace caso al juego limpio y se fomenta la deportividad
con gestos, por ejemplo, del tipo como darse la mano al finalizar el partido. Creen,
también, que el árbitro debería adoptar un papel educador, pitando y explicando reglas al
mismo tiempo (sobre todo con los más pequeños).
Tanto los coordinadores como las familias, creen que los comportamientos han
variado con respecto al principio de curso, que son más conscientes del papel que juegan, y
que a nivel personal, han tratado de cambiar pequeñas costumbres poco educativas que
mantenían hasta empezar con el proyecto. Aunque son conscientes del gran trabajo que
hay aún por realizar.
6. Sugerencias para el futuro
Consideramos interesante recoger las ideas que a lo largo esta investigación han
comentado, así como alguna de las anécdotas y experiencias que han surgido, de cara a la
elaboración de las propuestas de trabajo a desarrollar en la próxima investigación. Dichas
propuestas han sido debatidas y acogidas con entusiasmo en el Seminario, y son entre
otras: a) seguir trabajando y sensibilizando a las familias, aprovechando el trabajo
realizado en este curso y, b) trabajar con otros colectivos, como puede ser el de Escolares,
ya que son ellos quienes van a influir directamente en el comportamiento de sus padres y
madres, y quiénes llevan a sus casas, los debates, las dudas y los dilemas en torno al
deporte educativo, influyendo así de manera indirecta en sus familias. Respecto a cada una
de estas propuestas pensamos indagar en:
Decálogo y normativa.- Emergen de las sesiones formativas la necesidad de diseñar
un decálogo o una normativa, como ideario de los principios de actuación que deben guiar
los comportamientos de las familias en la competición deportiva, como la expresión escrita
de los limites de lo permitido. Se apuntan otras ideas tales como, a) acogida a las familias
de los equipos visitantes y la organización de los terceros tiempos; b) la decoración del
centro para crear un ambiente acogedor, distendido y cercano; c) qué normativa y cómo y
quién es el encargado de velar por el cumplimiento de la misma en cada partido; d) qué
protocolo se sigue cuando alguien pierde los papeles; e) si se van a hacer decálogos, cómo
se van a hacer, cuándo, y con qué finalidad.
Las familias. Se intentará continuar con el trabajo de reflexión, formación y
sensibilización de las familias.
Los escolares. Se les implicará en la difusión y en aquellas actividades formativas
adaptadas a ellos, tomando como punto de partida las opiniones recogidas de este
colectivo en el diagnóstico realizado en el 2004-05. Los temas a tratar podrían estar
relacionados con ¿Qué buscamos en el deporte y qué no? ¿Por qué es importante el juego
limpio? ¿Qué sentido le damos a la competición y cuál deberíamos darle? ¿Viven los niños
y las niñas de la misma manera el deporte y la competición? ¿Cómo se puede hacer frente a
las actitudes de los padres y madres cuando éstas son poco adecuadas? ¿Se puede ayudar a
los escolares a hacer planes de afrontamiento para dar salida a la frustración generada por
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las expectativas de éxito que los familiares proyectan en ellos? ¿Existen diferencias de
género que podrían llevarnos a realizar otra oferta deportiva o, incluso, otra manera de
enfocar y entender la competición?
Otros colectivos. Barajamos la posibilidad de trabajar conjuntamente con escolares
y monitores en relación a: a) cuestionar a ambos colectivos sobre cuáles son los valores
educativos del deporte y cuáles no. Si éstos son iguales para los niños y niñas,...; b) formar
a ambos en las diferencias existentes entre la competición profesional y la escolar; c)
trabajar con dilemas para que interioricen el juego limpio; d) qué pueden hacer y decir a
sus padres y madres cuando les presionan demasiado; e) si los padres y madres tienen el
mismo comportamiento ante la competición o no; f) si es posible que se potencie el juego
limpio a través de normas internas que premien las buenas acciones o las buenas jugadas.
Éstos y otros muchos son los retos que dejamos pendientes para un futuro próximo.
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Índice
CAPÍTULO 31
EMAKUME
SOKATIRATZAILEEKIN
SOZIALIZAZIOA
ELKARRIZKETAN:
KIROL-
Miren Egibar Artola eta Beatriz Garai Ibañez de Elejalde
[email protected]
Laburpena
Komunikazio honetan aurkezten dugun ikerketaren asmoa emakume
sokatiratzaileen munduan murgiltzea izan da. Lan honekin, sokatira praktikatzen duten
emakume kirolarien bizipenak eta nahiak ezagutzeko eta aztertzeko aukera izan dugu.
Bereziki, hiru puntutan laburtu ahal dugu lan honen emaitzak. Lehenengoa, herri kiroletan
parte hartzen duten emakumeen kirol-sozializazioa ezagutzea (zein eragile sozialek
harreman zuzena eduki duten emakume hauen kirol sozializazioan, eta zein errealitate
ezberdinak dauden hainbat aldagai kontutan harturik: herria-hiria, lurraldea, lan
egoera…). Bigarrena, herri kiroleekin erlazionaturiko balioak aztertzea (emakumeen parte
hartzeak zer nolako eragina eduki duen herri kiroletako modelo maskulinoan). Eta azkena,
etorkizunerako egin beharko ziren aldaketen proposamenak jasotzea, hau da, herri
kiroletan parte hartzen duten emakumeen gogoetak. Ikerketa hau gauzatzeko, 1993 urtetik
2006 urtetara, Euskal Herriko Herri Kiroletako Federazioan, federatuak egon diren
emakumeak hartu ditugu. Bestalde, datuak biltzeko erabili ditugun teknikak bi izan dira,
federazioko artxibategietan dauden agirien analisia eta jardunean dauden emakume
kirolariekin elkarrizketa holistikoak.
Gako-hitzak: emakumea, sokatira, kirol-sozializazioa, estereotipoak, generoa
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1. Sarrera
Ikerketa honen asmoa azken hamabost urtetan emakumearen presentzia herri
kiroletan aztertzea izan da, ikuspuntu kualitatibo batetik. Horretarako kontutan hartu
ditugu Eusko Jaurlaritzak bultzatu dituen Euskal Kirol legea, 2003-2007 aldirako
Kirolaren Euskal Plana, eta 2006-2010 aldirako, Herri Kiroletako Plan Estrategikoa; hauek
kirol politikak bultzatu nahi bait dituzte eta horretarako, gure ustetan, ezinbestekoak dira
guk planteatutako ikerketa motak. Honela, emakume kirolari hauen bizipenak aztertu eta
ezagutzeko aukera izan dugu. Kirol arloan, hain zuzen ere, herri kiroletan, generoharremanak zer-nolakoak diren eta ezberdintasunak zerk eragiten dituen hobeto ezagutu
ditugu. Ondorioz berdintasun politiketarako egokiak diren praktikak bideratzen lagunduko
dutenak.
Gehienetan herri kirolen errealitatea ikertzen denean izaera deskriptiboa duten
lanekin aurkitzen gara. Hau da, modalitate ezberdinen berezitasunak azaltzen dira,
kirolarien kopurua, hauen jatorria, kirolari ezagunen kirol arrakasten bilduma…eta ez
izaera kualitatibo duten ikerketekin. Nabarmena da protagonisten, kirolarien, ingurune
soziala, kirol sozializazioa, bere bizitza historioa garatzen duten ikerketen falta. Zer esanik
ez dago, are gutxiago topa daitezkeela emakumeen presentzia garatzen duten ikerketak.
Testu ingurune honetan badugu Euskal Kirol Lege bat eta honen garapenaren
ondorioz hainbat plan estrategiko. Hauen artean Herri Kiroletako Plan Estrategikoa
(2006-2010). Plan estrategiko honen helburuetako bat honako dela adierazten da: (…)
emakumeen partaidetza haunditzea herri kiroletan. Beraz gure ikerketaren interesa eta
alderdi berritzailea azpimarratzen hasi ezkero hau izango da: gure ikerketak abian jarri
den Plan Estrategiko horri orain arte aztertu ez diren aspektu eta dimentsioen analisia
gehituko diola (izaera kualitatiboa) eta bultzatu nahi dituzten ekintzen artean emakumeen
partaidetza denez, hori bideratzeko lagungarriak izan daitezken ildoak agerian utziko
dituela.
Bukatzeko esan, aurretik burutzen ari garen ikerketa baten ondorioz azken
hamarkadetan, hain zuzen ere 1993-tik aurrera, Euskal Herriko herri kiroletako federatuen
artean emakumeen partaidetza nolakoa den, nortzuk parte hartu eta hartzen dutenen datu
basea dugula, beraz errealitatea ez da guretzat arrotza eta hori oso lagungarria izan zaigu
ikerketa hau burutzeko garaiean.
2. Herri Kiroletan emakumearen egoera aztertzeko ingurune eta marko
teorikoa
Euskal Herrian praktikatzen diren hainbat kirol, Herri Kirol, Kirol Autoktonoa,
Kirol Tradizionala, baserri giroko praktikak (Deporte Rural vasco) bezala ezagutzen
ditugu. Beraz izen ezberdinak izan dituzte Herri Kirolek orain artekoan eta sarritan
hainbat aurreiritzi eta irudi desegokiak egin eta eman izan dira kirol praktika hauei buruz.
Ia gehienetan indar fisikoaren azalpen eta nekazal gizarte baten islada hutsak bihurtuz.
Guzti honek, jarduera hauek duten benetako balioa ez ikustea bideratu du. Asko
dira jarduera hauek bultzatu nahiean beraien antzinatasunean, sustraiean eta
bertakotasunean oinarritu direnak. Gure ustetan, honek kirol jarduera hauek duten
benetako funtzioa eta aberastasuna albo batera utzi arazi dute. Herri kirolak gaur eguneko
hainbat bizitza estiloan txertaturik aurkitzen dira eta kirol emozioa sortarazten dute
hainbat kirolari eta kirolzale artean. Kontutan hartu behar dugu ere, txertaketa horretan
ingurune sozialak duen eragin zuzena eta jarraitua eta honek jardueretan ekarri dituen
aldaketak eta berregokitzapenak. Honen adibide dugu kirol hauetako asko, nahiz jatorriz
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telebista mundutik oso urrun egon, gai izan dira mundu horretara hurbiltzen nahiko
arrakastarekin.
Ingurune honetan aztertu eta sakondu nahi izan dugu emakumeen parte hartzea
Herri Kiroletan. Badakigu kirol tradizionala, kasu askotan, gizonaren identitatea azaltzeko
eta indartzeko gune egokia bilakatu izan dela eta hegemoni honek aldaketen aurrean tinko
mantentzeko joera indartzen duela. Emakumeen parte hartzeak aldaketak edo
beregokitzapenak ekarri dituen hala nagusi izan diren balio maskulino horiek gaurkotasun
handiz mantentzen diren jakin nahia dugu. Horretarako ezinbestekoa da guretzat benetako
protagonisten bizipenak ezagutzea eta beraiek errealitatea nola ikusten eta aztertzen duten
jakitea. Beraz helburu horietarako gaur egunean Herri Kiroletako hainbat kirol
modalitateetan parte hartzen dutenekin elkarrizketak egin ditugu.
Esan beharra dago Herri Kiroletan partaidetza Federakunde ezberdinen barruan
dauden kirolarietara mugatzen dela ia % 100an, hau da agerraldi, desafio eta lehiaketetan
parte hartzen duen orok fitxa federatiboa dauka eta ez dago giza talderik erregularitate
handiz jarduera hauek egiten dituztenak federazioetatik kanpo. Sokatira, Aizkora eta Harri
jasoketa dira kirolari gehien mugitzen dituzten modalitateak eta gainera herritarren
aldetik ezagunenak. Beraz hauen bilakaera aztertuko dugu nagusiki, aurreko arrazoiez gain
emakumeen presentzia ia goma gaineko sokatirara mugatzen baita eta bestetik modalitate
hauek bai dira kiroltze prozesu handiena bilakatu dutenak.
Kontutan hartzen baditugu emakumeen lizentziak, orokorrean gertatu denaren
bilakaera berdina eduki dute. Hau da partaidetza poliki poliki jaisten ari da. Aizkora eta
harri-jasoketa modalitateetan emakumeen presentzia oso txikia dela esan behar da. 2006.
urtean bi emakumeen partaidetza dugu harri jasoketa modalitatean, bata bizkaitarra eta
bestea gipuzkoarra eta aizkora modalitatean berriz emakumerik ez. Bost kirol elkarte
ditugu (2006.urtean) sokatira eta emakumeen eremuan, bi Nafarroan eta bana Bizkaia,
Nafarroa eta Araban.
2006. urtean emakumeen lizentziak. Lurraldea eta modalitateak.
Sokatira
Gipuzkoa
Araba
Bizkaia
Nafarroa
Guztira
Aizkora Harrijasoketa-
18
11
24
42
95
0
0
0
0
0
Trontza
1
0
1
0
2
1
4
3
6
14
Abere
jabea
8
0
1
0
9
Besterik Guztira
6
12
12
2
32
34
27
41
50
152
Familia izan da eta da gaur egun ere, Herri Kiroletako sozializazio agenterik
indartsuena kasu gehienetan. Emakumeen kasuan aldiz hori ezberdina da, beste gizarte
eragileek garrantzia hartzen dute eta batez ere Sokatira modalitatean. Gizaki bakoitzak
gizarte rol ezberdinak betetzen dituen gizarte guneak definitzen ditu nagusiki gustura eta
integratuak sentitu arazten gaitun bizitza estiloa edo gizarte harremanen sarea. Portaera
eredu hauek gure gizarte integrazioa markatzen dute eta baita ere besteekiko
ezberdintzeko era bat dira. Familia da portaera eredu horiek transmititzen dituen lehena,
gure kasuan, kirol kulturarenak. Beraz pentsa genezake bizitza estilo jakin horrek ere
praktiken aukeraketa bat dakarrela eta hauen barruan kirol praktiken aukeraketa bat.
Praktika hauek sozializazio eta ezberdintzapen sozialaren ezaugarri dira.
Herri Kirolak dira adibide garbia non kirol sozializazioaren prozesu sendoenak
familiaren barrenean ematen diren, bereiztuz maila handi batean beste kirol praktikekin.
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Praktika hauetan beste gizarte eragile batzuk garrantzi handiagoa hartzen bai dute: kirol
elkarteek, heziketa-sistemak, komunikabideek. Bainan ez da era eta gradu berean ematen
modalitate ezberdinetan eta ez da ere genero ikuspuntu batetik. Emakumeen partaidetza
inportantea da goma gainean eginiko sokatiran. Esan genezake emakumea azken bi
hamarkadetan Herri Kirol mundura modalitate honen bitartez gerturatu eta sartu dela.
Jarraian, gainetik bada ere, gure ustetan emakumeen partaidetza modalitate
ezberdinetan zergatik den dena, eragile sozialen eragina zergatik izan daiteken
gizonarekiko ezberdina eta abar azaltzen saiatuko gara.
- Modalitatearen berezko berezitasunak.
- Ikaste eta egitearen zailtasun maila.
- Banakako edo taldeko izaera.
- Beharrezkoa den materiala eta praktika egiteko behar den tokia izatea.
- Kirol praktikaren gastu ekonomikoa
- Bere herrian, bere bizitokian, zein mailetan dagoen errotua kirol praktika hori.
Laburbilduz esan genezake, famili inguruan errotzen dela nagusiki herri kiroletako
kirol sozializazioa baina hori ez dela maila berean gertatzen emakumearen kasuan. Gerora
azalduko dugun bezala, lagunarteak, herriko festeen inguruan antolatzen diren ekitaldiek
zer esana handi edukiko dute, aldiz familiak gutxiago.
Gaur egunean beste eragile sozial batzuk protagonismoa hartzen ari dira herri
kirolen sustapen eta hedatze mailan. Hezkuntza sisteman hainbat programa abian ipiniak
dira dagoeneko. Iniziatiba pribatuen ere hainbat enpresa baditugu helburu berdintsuekin
sortuak. Eta azkenik, ekimen berriak lehiaketatik urrun gelditzen direnak, pardaidetza eta
aisialdiaren izaera bultzatu nahi dutenak. Guztiak oso interesgarriak, aztertu beharrekoak,
baina une honetan ez ditugunak aztertu. Etorkizunean, esparru hau jorratzeko asmoa ere
badugu.
Datuak era gordinean aztertu ezkero esan genezake Herri Kirolen egoera beltza edo
gutxienez konplikatua agertzen zaigula. Hala ere esan dezakegu egoera hau ez zaigula
arrotza egiten, beste hainbat kirolek dituzten arazoen ispilu direlako. Ondorioz
beharrezkoa iruditzen zaigu barruan dauden emakumeen bizipenak, nahiak, gogoetak
ezagutzea. Beraiek dira protagonistak eta askotan albo batera uzten ditugula argi dago.
Beraz ikerketa honen helburuetako bat hori ekiditea izan da.
3. Ikerketaren metodologia: lanaren helburuak eta ikerketaren diseinua
Ikerketa-lan honen helburuak hiru puntutan laburtu ditzazkegu:
1.- Herri Kiroletan parte hartzen duten emakumeen perfil soziologikoa ezagutzea.
Azpimarratuko genituzke jorratu ditugun dimentsio guztien artean honakoak:
Zein modalitatetan parte hartzen duten.
Zein eragile sozialek harreman zuzena eduki duten emakume hauen kirol
sozializazioan.
Zein errealitate ezberdinak dauden hainbat aldagai kontutan harturik: herri-hiri,
lurralde, lan egoera …
2.- Emakumeen parte hartzeak zer motatako eragina eduki duen Herri Kiroletako
modelo maskulinoan. Hau da, gizonezko balioekin lotu izan den kirol batean; hala nola:
lehiakortasuna, indarra, sakrifizioa, gogortasuna, erresintentzia…, errealitatean zer
ekarpena duen emakumeen parte hartzeak.
3.- Herri Kiroletan parte hartzen duten emakumeek Herri Kiroletako Plan
Estrategikoak helburutzat hartzen duen emakumeen partaidetza gehitzea nola ikusten eta
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burutuko luketen ezagutzea. Hain zuzen, 2003-2007 aldirako Kirolaren Euskal Planean
agertzen diren lau kirol mota ezberdinetan: eskola-kirola, pardaidetza kirola,
errendimenduko kirola eta goi errendimenduko kiroletan zein mailetan ematen den herri
kiroletan eta zehazki emakumeek eginiko Herri Kiroletan.
Gaur egunean herri kirolak egiten dituzten emakumeen taldeak nahiko gutxitu dira,
horregatik indarrean dauden talde guztiekin kontaktatu dugu, horrela lurralde ezberdinen
errealitatea jaso ahal izateko, guztiekin elkarrizketak egitea lortu dugu Bizkaiko sokatira
taldearekin izan ezik.
Datuen bilketa elkarrizketen bitartez burutu da. Elkarrizketak zuzenduak eta
holistikoak izan dira, taldekoak eta bakarko elkarrizketak izan direlarik. Elkarrizketetan
hainbat urte sokatira munduan dabiltzan emakumeak elkarrizketatu ditugu. Populazioa
txikia denez egokia iruditu zaigu hauengana zuzentzea eta ez azken urtean bakarrik parte
hartu dutenengana zuzentzea. Guztira 15 emakumeei egin diegu elkarrizketa.
4. Emaitzen analisia
Datuen analisia hiru atalen inguruan antolatu dugu, ikerketaren helburuekin bat
datozenak.
1.
Kirol-sozializazioaren prozesua: eragile sozialak, laguntzak, motibazioak eta
helburuak.
2. Herri Kiroleekin erlazionaturiko balioak: estereotipoak, ezberdintasunak.
3. Etorkizuna: aldaketarako proposamenak (partaideen ikuspuntutik) eta ekimen ofíziala
(Herri Kiroletako Plan Estrategikoa)
4.1. Kirol-sozializazioaren prozesua: eragile sozialak, laguntzak, motibazioak eta helburuak
4.1.1. Eragile sozialak
Sokatiraren hastapenekin, nola ezagutu eta hasi ziren sokatira praktikatzen, gehien
errepikatzen den esperientzia, herriko jaiekin erlazionatuta agertzen da. Horrela,
elkarrizketatutako emakumeren gehiengo batek kirol honen praktika jai giro batean hasi
zutela kontatzen du.
“(...) egun batean, Nafarroako Oinez aldeko eguna zen, eta herri kirolak
zeuden, han geunden 2-3 neska animatu ginen, eta gero bati komentatu genion ea
prest zegoen gu entrenatzeko, eta taldea sortu zen”
Sokatira talde batean parte hartzeko edo sartzeko beste faktoreren bat izan omen da,
aurretik taldea horretan ahizpa baten presentzia.
“(...) Oiartzungo festetan beti izan da egun bat sokatira txapelketa auzoen
artean…, eta gero pixkanaka hasi ziren nesken talde bat sortzeko jendea
animatu nahiean, eta lehen urtean hasi zirenean ez nintzen hasi, baina ahizpa
hasi zen eta gero hurrengo urtean animatu nintzen”
Hezkuntza zentruaren bidezko hastapenak (ikastolaren bidez) bakarrik kirolari
gazteen kasuetan ematen da, eta gehien bat hau Nafarroan gertatzen da.
“(...) Partaide berriak ikastolaren bitartez sartu dira. Asko bultzatu du
ikastolak, laister hasiko da ikastoleen arteko txapelketak. Hor jendea
mugitzen da, soka, oskolak, txingak.... bestela desagertuko zen. (...) Gero
entrenatzera etortzen dira honuntza (Arbizura), egun batean fijo daukate.
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Gehienak neskak mugitzen dira (...); ikaragarria da baino ikastolen mailan
gehienak neskak dira, mutilak futbito, pilota... beste gauza gehiago dute”
4.1.2. Laguntzak
Orokorrean, talde hauek jasotzen dituzten laguntzak oso urriak dira (herrialdearen
arabera ezberdintasunak daude, Nafarroan hobeto daude). Kasu gehienetan, dirua haiek
aurreratu behar dute edo erakustaldietan irabazten dutenarekin finantzatu behar dute.
“Hacemos exhibiciones como medio de financiación (...) la última en un
congreso de médicos, gente extranjera, sobre todo iberoamericanos…, se
quedaron encantados, les dejamos tirar con nosotras, entre nosotras, y les
pareció una cosa maravillosa, como nosotras éramos capaces de mantener la
postura y ellos eran incapaces…(...) Nosotras mantenemos al equipo así (…),
porque lo que nos da la federación lo utilizamos para desplazamientos, pero
todo lo demás, el material que necesitamos, la ropa, zapatillas, lo
financiamos por medio de exhibiciones, de actos de herri kirolak, o
campeonatos como el de San Prudencio.., (...) como hemos renunciado a
tener patrocinador, si,… por los chicos, por que ellos no están dispuestos a
comprometerse, a participar en campeonatos, a dar un nivel…, los
patrocinadores te piden un poco de compromiso, por ellos hemos renunciado
y nos tenemos que buscar la vida por otro lado”.
4.1.3. Motibazioak
Gai honekin gehien errepikatzen den erantzuna hauxe da, haiek egiten dute kirol
hau ariketa egiteagatik, kirol bat praktikatzeagatik, eta batez ere, talde barruan dagoen
giroagatik. Badirudi, talde kirola izateak eta bere baitan sortzen den giroak, herrikulturaren identifikazioarekin batera, emakume hauek sokatira praktikatzera motibatzen
duten arrazoiak direla.
“Gure arteko giroa, ederki pasatzen dugu. Oso giro polita daukagu, kirol pixka
bat egiten duzu. Berriak ere hasten dira, sokatiran gehien bultzatzen duena
da, daukagun talde giroa, taldearekin kompromisa, beti giro polita izan dugu,
hortan suerte eduki dugu”
“¿Qué te mantiene para seguir tantos años?,¿qué te motiva?: el ambiente, …
aparte de que mantienes la forma física durante todo el año, porque te exige
estar físicamente bien o regular casi todo el año, la sokatira es un deporte de
equipo total- total-total …, son ocho personas, con las que tienes que estar
totalmente conectada y llevarte muy bien, porque si no…, para lo bueno y
para lo malo, el equipo cae…”
Lehiketa ere motibagarria den aspektutzat hartzen dute. Baina, batez ere, lehia
erronka bezala harturik, norberaren gainditzea eta hobekuntza bezala. Eta baita ere,
bidaiatzeko, beste tokiak eta kultura ezagutzeko bide bezala.
“Motibazioa ere zuk parte hartzen duzunean txapelketa batean. Superazio
bezala... Exhibizioak ez zaizu hainbeste motibatzen, azken finean da herri
batera joan eta hango talde baten kontra jotzea. Txapelketetan jendea gehiago
prestatu behar duzu, pertsonalki gainditzeko zerbait”
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4.1.4. Helburuak
Taldea funtzionamenduan dagoen denboraren arabera helburu ezberdinak ditu.
Honela, eraketa berria duten taldeen kasuetan edo partaide berri asko duten kasuetan,
talde hauen oinarrizko helburua taldea sendotzea edo harrobia finkatzea da.
“Helburu ezberdinak daude, Badaiotz, Gaztedi batek txapelketa garaiena,
lehen edo bigarren postu on bat egitea. Gure helburua berriz gure taldea
ateratzea eta parte hartzea”
“Gure taldean, batez ere da, hasteko frogatzea, ondo pasatzea, ikastea eta
horrela pixkanaka, denetarik pixka ikasi ea gero zein da gehien gustatzen
zaizuna., eta gero pixkanaka pixkanaka segun nola den bakoitzena. Adibidez,
nire gustatzen zait hobetzea, eta nire marka pertsonalak hobetezea…, beste
batzuk joaten dira bakarrik pixka bat kirola egitera, eta gero igual parte
hartzen dute txapelketatan baina helbururik gabe… lagunen artean egotea...”
4. 2. Balioak: eredu maskulionaren eragina
4.2.1. Estereotipoak
Orokorrean, herri kirolen inguruan aldez aurretiko irudia, iritzi negatiboekin
identifikatzen da, astakiloei, basatiei, animaliei dagokie zerbait dela.
“Jendeak daukan kontzeptu estereotipatua, (…) de cazurros, salvajes, que
animales, que burros... Festetan, neskeen kontra, pentsatzen dute dena
indarra da eta gero jartzen dira eta ikusten dute oso ezberdina dela. Marigizon estereotipoa? Asturiasen gertatu zitzaigun anekdota bat, sartu ginen
taberna batean eta harritu egin ziren gurekin, esan ziguten: ah pero, sois
vosotras, pensabamos que seriaís tipo sumo; jo,.. vosotras sois unos palosikusi zutenean ez ginela oso fuerte, oso handiak.. gero tiratu genuen eta
flipatu zuten gurekin...”
Gainera, indarrarekin, gogortasunarekin, sufrimenduarekin erlazionaturiko balioak
nagusitzen dira. Hala, praktika hauek egiten dituzten emakumeekin mari-gizon bezalako
etiketak erabiltzen dira. Eta kasu askotan, emakume hauek nolakoak diren aldez aurretiko
idea okerrak agertzen dira, herri kirolak praktikatzen dituzten nesken ereduak hauxek dira:
gorpuzkera indartsua, txikia eta pisutsua.
“Herri kirolen aurrean erreakzioa: ezezaguna, irudi okerra. Zerbait zakarra
ikusten da sokatira, indarra…, badago irudi bat erlazionatzen da indarrarekin,
deporte gogorra, hori da, maskulino bezala. Orduan horregatik, neska askok
diote, baina, nik hori egin?”
“Hay chicas que están tirando en sokatira y no son como mi prototipo,
grandes, anchas…, había una chica de mi trabajo que tiraba conmigo, que es
súper delgadita... y siempre decían tu si que tiras pero ésta no puede ser,
imposible…, pero si tenemos que entrar en un peso, siempre estamos bajando
de peso…, no tiene nada que ver una cosa con la otra…”
Eta baita ere, kirol hauetan emakumeek egiten duten lanaren balorazio txikiagoa
antzematen da.
“Muchas veces ves que ellos no valoran lo que tu haces, ellos piensan que los
equipos de chicas tienen mucho menos nivel, que es mucho más fácil ganar,
que es mucho más fácil entrenar, porque entrenamos menos se supone que
ellos. Yo creo que ellos infravaloran nuestro trabajo, piensan que los equipos
de chicas no tienen el nivel que el de chicos, y en muchas ocasiones les hemos
demostrado que podemos ganar pesando igual, pero claro en un campeonato
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no pesamos lo mismo, poniéndonos en igualdad de condiciones, pero para
ellos es una vergüenza, nunca quieren enfrentarse a nosotras. Te sientes muy
infravalorada, esta claro que no tenemos la fuerza que tienen ellos…, en
algunas ocasiones, yo no me considero que tenga menos fuerza que cualquier
otro chico, en chicas si que la gente pesa menos tiene menos fuerza, pero ellos
ven como buahhh… un equipo de chicas, las chicas que tiren cuando libren
los chicos, de segunda categoría, para entretener un poco, que se vea que hay
chicas…”
Bestalde, kirolari hauen inguruko jendeak dauzkan pertzepzioek ez diete batere
laguntzen, zoratuta daudela edo gehiegi sufritzera arriskatzen ari direla pentsatzen dute
eta. Hain zuzen, amak dira, inguruko senitarteen artean, gehiago kezkatzen direnak, aitak
baino gehiago behintzat, lesioen beldurragatik edo kalte egiteko beldurragatik.
“Amak esaten dit ez egin hori mesedez, ez sufritzeko…, jan gabe,
entrenatzera,… beldur hori, ai, ez duzu mina hartuko…, eta ni ez ama,…eta
bizkarra kontuz. Orain pozik ikusten gaituela, eta orain bai, ondo segi…,
gustura ikusten zaiteztenean animatu… Hasieran pentsatzen dute mutilen
gauza dela, aurretik Lezakan mutilak ezagutu dituztelako eta ikusi dituzte
sufritzen… Guk esaten diegu baina guk zergatik berdina egin behar dugun
(mutilak bezala), herrian ideia hori dute, hori zabaldu da, eta pentsatzen dute
guk berdina egin behar dugula..., inondikan ere.., haiek egin dute nahi izan
dutelako, burrukatu nahi izan dutelako eta ailegatu dira ailegatu diren tokira,
baina guk ez dugu zertan hori egin behar…”
Talde gehienek azpimarratzen dute, komunikabideek duten eragin negatiboa arlo
honetan (herri kirolak eta emakumea). Alde batetik, helarazten duten mezua eta irudia,
kirol hauetan emakumearen presentzia hutsa dela, eta bestalde, emakumeek egindako
praktika bat jasotzen dutenean beti bigarren mailan agertzen da, gizonen atsedenaldietan,
betegarri bezala. Horrela, emakumeek egiten duten kirola gizonena baino gutxiago denaren
ideia berretsi egiten dute.
“En ETB es un poco vergonzoso. Con el Zazpi Herrialde, que hubo de chicos y
chicas, y no enseño las chicas, ni siquiera… ¿Ya presentasteís queja de eso?.
Presento la federación. Además, fue muy gracioso, Zazpi herrialde- de los
chicos acababa y empezaba el de las chicas, y estaban allí, estábamos
diciendo, ah, pues estarán grabando, y luego viendo la tele estaban enseñando
los mejores momentos de los chicos en ese impas que estábamos nosotras:
Que sinvergüenzas, no sé, aunque no lo enseñen que por lo menos lo
nombren, que había un Zazpi Herrialde de chicas…”
“Komunikabideen jarrera, sokatirarekiko, nire ustez pasada bat da…Adibidez,
Holandara joan ginenean atera zuten baino ez albistegi barrenean baizik
kanpo, hau da, kirolez kirol programan ez da ematen adibidez txapelketan
inguruan, edo egiten dute oso segundo gutxiko bideo bat edo ez dute egiten.
Ni egia esan oso humore txarrez jartzen naiz kirol albistegiekin, lehenengo
futbola eta gizonezkoena eta inoiz ez da herri kirolak, ez da iristen eta inoiz
neskena”
4.2.2. Herri kirolak praktikatzen dituzten gizonen eta emakumeen arteko ezberdintasunak
Nahiz eta kirol praktika bera egin, kirola praktikatzen duenaren arabera gizona edo
emakumea den ezberdintasunak daude. Hau dela eta, kirol hau praktikatzen duten
emakumeek nabarmentzen dituzten ezberdintasunen artean ondorengoak azpimarratuko
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ditugu: diru-sari txikiagoak, diru-laguntza gutxiago, ordutegi txarragoak, itxaropen
ezberdinak, entrenamendu ezberdinak…
Horrela, txapelketetan, emakumeek gizonak baino diru-sari txikiago jasotzen
jarraitzen dute.
“Niri ez zait logikoa iruditzen trontza txapelketa batean emakumeak,
euskadiko lehenengoak emakumezkoenak, eta euskadiko lehenengo
gizonezkoenak diru ezberdina kobratzea… eta hori ematen da (…), txapelketa
berdina da, berdin kobratu beharko dute. Erantzuna da, ez dela lan berdina,
korte gutxiago egiten dituztela emakumeak, eta egia da korte gutxiago egiten
direla, baina araudia esaten duen korte egiten dira… eta badago jendea
horrela bizi dena, “anclados en el pasado”…, asko kostatzen da…”
Era berean, tiratzeko egutegiak banatzerakoan, emakumeei egun txarrenak ematen
dizkiete. Adibidez, ohiko da, txapelketetan gizonei larunbatean tiratzeko egokitzea, horrela
asteburuko gainerako denbora libre dute, eta emakumeei igandeetan tokatzea, modu
honetan asteburu osoa zaintzen eta prestatzen egon behar dira.
“Niri behin edo behin galdetu didate ea ezberdin tratatzen gaituzte eta beno
nik sokatiran ez dut hori nabaritzen. (…) bilera batzuetan federazioan,
tontakeriak dira, baino...., igandero, emakumeak igandero (tiratu behar), eta
guk esan, baino zergatik igandetan tiratu behar dugun, guk ere larunbatetan
tiratu nahi dugun. Orduan esan eta aldatu egin dute, ez da beti gertatu baino
batzuetan gertatu izan da. Larunbatetan tiratzen baduzu eta gero asteburu
libre duzu. Igandeak tiratu behar baduzu beste egun bat gehiago zaindu behar
duzun, asteburuan. Holako gauzak egon dira...”
Baita ere, entrenamenduak planteatzeko momentuan ezberdintasunak daude. Nahiz
eta talde gehienek esaten duten denen artean amankomuneko aspektu ugari daudela
hainbat ezberdintasun nabarmentzen dira. Horrela, tiraldietan erabiltzen diren
estrategietan eta entrenamendu saioak garatzeko moduetan ezberdintasunak topa
ditzakegu.
“(…) Las tácticas son diferentes, si. Generalmente los chicos, aquí van mucho
a fuerza, a mover al otro equipo, y nosotras a resistir, a resistir, a aguantar al
otro equipo, a ver quien de los dos aguanta más, más de resistencia, de dura,
de cabeza, de decir vas a caer tu, vas a caer tu…Ellos más a mover al otro
equipo, a fuerza, a descolocar al otro equipo. Nosotras dedicamos
comparando por ejemplo con los chicos de Badaiotz más días, y a mi me
parecen más intensos, igual ellos te dicen: ala si. Yo creo que ellos tienen más
nivel físico y nosotras más de sokatira. Ellos hacen más físico, nosotras aquí
solo hacemos sokatira, físico hacemos a parte, aquí hacemos más
entrenamiento de sokatira, nosotras tenemos más técnica que ellos”.
Ezberdintasunak ere, entrenatzailearen generoaren arabera, gizona ala emakumea
den. Honekin erlazionatuta, elkarrizketatutako emakumeek jokaera eta itxaropenak
ezberdinak ager daitezkeela adierazten dituzte.
“¿Diferencias en los entrenadores, cuando es hombre o mujer? Si hay
diferencias, por ejemplo, el último entrenador (hombre) venia con todo todo
controlado, como nos iba a controlar el peso, con todo organizado, y luego se
ha dado cuenta de que somos muy diferentes a los hombres, que cuando
estamos con la regla desbarajusta todo el equipo, el tema del peso, y eso a
ellos no les entra en la cabeza…, y decir pero como has engordado un kilo, y
nosotras que no he comido nada, que es así. O los bajones que tenemos de
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fuerza, igual un día puede ser 500 kilos y al día siguiente 400 andas
justísima. No entienden, dicen los hombres somos más regulares, vosotras
tenéis días altísimos, días bajísimos, y días normales”.
Talde batzuk salatzen dute, herri kiroletan, diru-laguntzarekin ere ezberdintasunak
egiten direla, sexuaren arabera ematen direlako. Horrela, herri batean gizonezkoen taldeari
ekonomikoki laguntzen diote bitartean herri horretako emakumezkoen taldeari ez diote
ezer ematen, nahiz eta bi talde horien maila berbera izan.
“Kirolgitik ere badakit Astigarrako mutilek badaukatela laguntza baina guk
ez. Garai batean, Astigarragan ginenean, mutilei bai eta guri ez. Ja Ja Ja. (...).
Niri iruditzen zait gu Astigarrako taldean ginenean, mutilek ematen zuten
gauza serio bat, eta neskena beti bigarren maila batean, kirolgikoena bezala.
Jope, mutilak ere ez dira gelditzen bigarren eta hor, ez? eta onak ere ez dira
eta guri zergatik ez digute ematen?. Gu sentitu izan gera beti mutilak izango
balira serio kirolean ibiltzen zirenak eta gu, denbora pasa, senzazio hori eduki
izan dut. Mutilena serio eta gurea ematen duena pixka bat ez dakit…”
Beste zehaztapen batzuetan ere terminologiaren erabilpena diskriminatzailea izan
daiteke emakumeontzat. Adibidez, ondorengo kasuan.
“Gizon probak? Hasi da jendea giza proba deitzen, baina araudian gizon
proba jartzen du oraindik”.
4.3. Etorkizunerako itxaropenak
Herri kirola praktikatzen duten emakumeen itxaropenekin erlazionaturik, etorkizun
beltza da gehien bat errepikatzen den diagnostikoa. Ideia honekin emakumeen talde
guztiek bat egiten dute. Norabide hau aldatzeko protagonistek hainbat proposamen egiten
dute.
4.3.1. Aldaketarako proposamenak
Sokatirako emakumeen taldeak ez desagertzeko, kirola hau praktikatzen duten
emakumek federazioen aldetik inplikazio gehiago errebindikatzen dute. Gaurko egoera
abiapuntutzat harturik esan daiteke federazioen artean egoera ezberdinak daudela, eta kasu
gehienetan hauetan lan egiten duten pertsonek bolondresako lana egiten dutela, beraz ezin
zaie gehiago eskatu, egiten duten guztia bolondres moduan egiten dute eta. Horregatik kirol
teknikari baten beharra errebindikatzen dute, hau da, profesional bat arlo honetan
prestatua eta soldata batekin, federazio hauetan propio egin behar diren funtzioetara
dedikatua. Eusko Jaurlaritzaren Plangintza Estrategikoan profesional horren beharra
agertzen da, baina jadanik ez da gauzatu. Horregatik, gai honi lehentasuna ematea eskatzen
dute.
Aldi berean, txapelketetan parte hartzen duten epailen inplikazio altuagoa
errebindikatzen dute. Kirolarien ustez, epaileak, askotan, lehiaketetan egiten diren
iruzurren aurrean edo taldeen arteko gatazken aurrean inhibitzen dira. Honen adibidea
azkenengo urtean sokatirako txapelketei lagundu egin dien polemika. Emakumezkoen talde
guztiek, batek izan ezik, txapelketetan parte ez hartzea erabaki zuten. Erabaki honen
arrazoia federazioen jarrera salatzeko izan zen, haien iritziz, iruzurren aurrean federazioek
ez dute ezer egiten, eta ez diete bat ere irtenbiderik proposatzen. Beraz, azkenengo urte
honetan, talde gehienek ez dute txapelketetan parte hartzen. Hau dela eta, taldean
entrenamenduak egiten dituzte nahiz eta aldez aurretik jakin gero ez dutela txapelketetan
parte hartuko. Guzti honek talde askoren motibazioan eragina dauka, talde batzuk
desagerraraztera bultzatzen du.
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“Ahora mismo en la federación, entre que tienen muchas modalidades, y que
son gente voluntaria, no les puedes exigir nada. Llevamos pidiendo que
pongan un animador deportivo o alguien que se dedique a organizar. Por
ejemplo, en el campeonato de tronza de Euskadi te enteras 15 días antes de
cuando es el campeonato, si te quieres preparar bien, tienes que estar
preparando todo el verano por si acaso…Eso no es seriedad, ellos alegan que
no pueden estar organizando todos los campeonatos, pero así los deportistas
no quieren ir. Un calendario a principios de año, aunque sea decir en julio,
aunque no sepas si es el día 15 o 18, es esencial, te puedes preparar, pero aquí
un año es en mayo y otro en noviembre, resulta que te estas entrenando todo
el verano y luego resulta que es en noviembre. El futuro lo veo muy negro. O
hay un cambio radical y ponen a gente profesional a trabajar en ello, aunque
nos cueste sus sueldos…”
“(…) ez dago jendea lan egiteko boluntario bezala, emakume gutxi dago, eta
jendeak nahi du eroso bizi, ni aizkolaria naiz edo trontzalaria naiz, antolatu
txapelketa bat, ni joango naiz eta gero kobratuko dut, baina gero ez daude
prest ideiak emateko, edo laguntzera, ea posibitaterik dagoen, beti egon behar
zara deika, haien atzetik.. Jendearen interesa gutxi. Ni adibidez hemen nago
eskatu zidatelako, bestela, oso zaila da... Herrialde guztietan batzorde bat
dago, presidente bat, baina elkartu ez, egin beharko zen zerbait guztien
artean, baina zaila da... Gainera, Aldundi bakoitzak ezberdin funtzionatzen
du, diru laguntzak ematen dira gauza ezberdinak egiteko... Hemen, Araban
herri handirik ez daude, dirua lortzeko, gauzak egiteko... Egin beharko zen
lan gehiago lurralde ezberdinen artean. Gertatzen dena da jende gutxi dago
lan egiteko, diruaren truke bai, baina besterik ez…, oso jende gutxi. Hemen
denetarik dago egiteko, subentzioak prestatu, aurkeztu, bilatu, txapelketak
antolatu, prestatu, eta hasten bagara bilerak egiten, bileretara joaten, kriston
lana da. Hemen egon beharko litzateke, pertsona bat edo bi liberatuta eta
pagatuta, eta lan egiten 8, 7 ordu egunean, bilerak hemen eta han, eta horrela
igual bai”
Txapelketekin sortu diren arazoen aurrean sokatirako emakumezkoen taldeak, haien
artean, topaketak edo lehiaketak antolatzen hasi dira. Modu honetan lehiaketetan parte ez
hartzeak sortutako hutsunea betetzen ari dira, eta horrela entrenamenduei esker hobetzen
dutena beste taldeen aurrean neurtu ahal dute. Antolatu diren lehendabiziko topaketek
harrera ona izan dute, eta parte hartu duten taldeen artean araudiaren onarpena eta
adostasunak nagusitu dira. Beraz, autogestio bide onetatik jarraitzeko asmoa daukate,
federazioen txapelketatik kanpo.
“(...) Bururatu zitzaigun, proposamen hau, egun bateko topagune bat egingo
dugu sokatira eta herrik kirolak, ea ondo ateratzen den. Gure kezka zen, ezer
gabe orain (lehiaketarik gabe)? eta daukagu jendea oraindik ez duela probatu
txapelketa batean, eta hori nola pixka bat zen helburua. Hasieran zeozer
sortzea nahi genuen, talde bakoitzak herri bakoitzean antolatzea, eta azkenian
gu hasi ginen mugitzen saltsa, bai eta Oiartzunen behintzat bai, eta egun
batean. Noiz? Martxoak 31.an, larunbata. Printzipioz egun bat, aurrera begira
udaran edo udazkenean ba igual bigarren beste egun bat egin eta pixka bat
jarraipen bat eman diezaiokegun honi ideia horrekin.Ilusio pixka bat
badaukagu, topaketa honekin. Guretzat behintzat da azkenean denok batera
ba zeozer….”
Bestalde, estereotipoen aurka borrokatzeko prestakuntza zentroetan herri kirolen
errealitatea, barrutik, ezagutarazi egin behar dela planteatzen dute. Ildo beretik, goi
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mailako hezkuntza zentro batean herri kirolak irakasgaia ematen duen irakasleak ideia hau
berrindartzen du.
“Estereotipoak? Nik beti esaten diet ikasleei, jendeak daukan kontzeptua…,
gogoa ematen dit esateko “ez daukazue ideiarik”. Ez direlako jarri, ez
dizutelako sinesten teknika oso garrantzitsua dela, baina gure ikasleak ere ez:
esto te pones en la cuerda y tiras…, bai, jarri zu eta orain hasi tiraka…,
(teknika inportantea da) ez dute piperrik aguantatzen, ni saiatzen naiz
behintzat hori inkulkatzea, garrantzitsua da haiek hori ikustea, gauza asko
daudela. Adibidez, ingudean errebotea aprobetxatzea,…estrategia oso
garrantzitsua dela…, ez dena indarra…, teknika, estrategia ikustea nola egin..,
nik barrutik bizi izan dut, eta barruan dagoenarentzat estrategia oso
inportantea da, noiz erasotu noiz ez…. Eskoletan herri kirolak sartzeko?
Jendeak sartzen du. Nik ikasleei esaten diete hau sartzen baduzue heziketa
fisikako unitate didaktikoak prestatzen dituzunean, saio batean..., beste
jarduera bat bezala. Eta baita ere kirol hastapenean. Nahiko oinarrizko
gauzak dira. Moldatzeko bideak daude (...) Eta eskola kiroletan? Hemen
Araban, oraintxe ez dago ezer, Federazioak saiatu ziren zerbait egiten, gure
ikasleen laguntza eskatu zuten, talde bat sortu zen baina ez zen egin.
Gipuzkoan bai egiten dela, eta Bizkaian ere bai (...) Gero federazioetara edo
klubetara joango diren edo ez, dudak daude, zaila da, baina beste kiroletan
bezala. Bai, baina behintzat egiten badute ezagutzen dute, eta hor aukera
daukazu gero egingo dutela, baina ez badute ezagutzen ez dute inoiz egingo,
behintzat jakin....”
Protagonistek egiten duten beste proposamen bat, egoera hobetzeko, lehiaketaren
egiturarekin erlazionaturik dago. Egitura aldatzea, adibidez, konbinatuak sartzea, hau da
herri kiroleko hainbat modalitate ezberdinak egitea txapelketa berean. Nafarroan, proba
hauek nahiko finkatuta daude txapelketetan, proba konbinadak deitzen dituzte. Bost proba
egiten dira: kozkor biltzea, txingak, zaku-lasterketa, korrikalaria eta arpana.
“Ados zaude horrek ekartzen duen ikuskizun gehiago? Aizkoretan eta biak
nahastea, sokatiretan? Nik uste dut baietz. Herri kirolak suspertzeko egokia?.
Demagun zaudela ikusten erakustaldi bat edo txapelketa bat, eta tipo bat
dagoela 20 enbor mozten, ez zaizu iruditzen aspergarria? Nik uste dut,
dinamikoagoa izatea hobeto. Beste diziplinekin egin daiteke gauza politak,
adibidez, ingudea, bakarrik ingudea egitea.., hobe nahastea diziplina batzuk:
ingudea, txingak, oskol bilketa, lasto altxatzen …, eta taldeka taldeka, ba
txapelketatu, adibidez, 5 pertsona, 7 pertsona nahastu eta gero tartekatu...
Nafarroan egiten duten bezala, konbinada, nik uste dut bide horretatik joan
behar garela, modalidate ezberdinak eta taldeka”.
Bestalde, elkarrizketetan gehienbat errepikatzen den errebindikazioa, emakumeen
sokatira mantentzeko eta suspertzeko hauxe da: partaidetzako espazioak bultzatzea,
sokatiraren kirola ezagutarazteko, eta gehienbat, herriko topaketetan edo jaietan lortzen
da. Kirolarien esperientziak ideia honekin bat datoz, askotan gertatu zaielako jende aurrean
sokatira egiten askoren aurreiritziak aldatu direla, eta horrela adierazi diete haiei. Jende
askok ez duelako ezagutzen emakume kirolari hauen lana.
Honen adibidea, Xiba bezalako lehiaketa herrikoa dago. Xiba-ko txapelketetan, jaigiro batean, talde mistoak, haien artean, modalitate ezberdinetan lehiatzen dute. Xiba,
ikastolen federazioak bultzatutako proiektua da, eta bere helburua herri kirolak eta jolasak
berreskuratzea, gaurkoratzea eta igorritzea da. 2004. urtean hasi zen, eta handik aurrera
urtero ospatu da. Taldeak mistoak dira, gehienez 16 eta gutxienez 6 pertsonekin, taldearen
erdia emakumeak eta beste erdia gizonak izan behar dira. Gehienez, 2 federatuak egon
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daiteke, gizon bat eta emakume bat (herri kiroletan), eta federatu hauek ezin izango dute
herri kiroletako modalitatetan parte hartu, sokatirarena izan ezik. Elkarrizketatutako
emakume gehienak mota honetako txapelketa ez ofizialen alde agertzen dira, nahiz eta
haiek parte hartu ez izatea. Mota honetako ekimenek herri kirolei buruzko ezagutza
zabaltzeko balio dute eta.
“Xiba adibidez asko ari da laguntzen, hemen inguruan jendea asko mugitzen
ari da... taldeak sortu ziren, asko gainera, (jarraitzen duten gainera). Holako
dinamikak laguntzen dute, herri kirolak zer diren zabaltzeko eta ezagutzeko,
bai, jendeak probatzen du, bestela askotan jendeari beldurra ematen dio talde
batean sartzea, urrunegi, handiegi, gehiegi, entrenatzea, baina holako gauzak,
Xibak herri kirolak jendea ezagutzeko balio du, bide bat... Euskal Herriko
mailan, jendea asko mugitu dela, lan asko eginda ere, pausu bat da, beste
alternatiba, ez bakarrik helburua ez da bakarrik txapelketak (ludiko rekreatibo
karakterea), neska eta mutilak, bakarrik bat federatua izan daiteke..., gainera
horren bitartez jendea taldeetan sartzeko..., hori bultzatzea, jai giroan...”
“ Xiba bera ere, alde horretatik, alternatiba ona izan daiteke, jendeak
probatzen du eta gero deitzen dizu: nola entrenatzen duzue hau edo nola
prestatu hau, trontza?. Aisialdirako gauza batzuk egitea eta
errendimendurako beste batzuk, bi adar horiek ezberdintzea ez da erreza, ez
da hain erreza, baina Xiban hori egiten ari dira. Xiba aisialdia da ala
lehiaketa? Bi gauzak ditut, lehiaketaren bitartez beste helburu batzuk,
lehiaketak helburu asko ditu, ez da bakarrik entrenatu entrenatu, Xiba bezala,
beste herrietara joan, herritako jendea ezagutu, kultura ezagutu…, zaila da,
baina beno…,nik ikusten dudan falta hori da, plan orokor bat egitea”
4.3.2. Proposamen ofizialak: Herri Kiroletarako Plan Estrategikoa
Herri Kiroletarako Plan Estrategikoaren sorburua Euskadiko Kirolaren 14/1998
Legea eta Kirolaren Euskal Plana 2003-2007 datza, herri kirolak bultzatzeko eta alorrean
alorreko plan estrategikoak egiteko legeak agintzen diona betetzeko. Plan honen helburu
orokorrak bi dira: euskal gizarteak herri kiroletan parte hartzea, hurbiltzea eta inplikatzea,
batetik, eta herri kirolen sustapena areagotzea, herri mailan, nazio mailan eta nazioartean,
bestetik. Plan honek, herri kiroleei buruz egiten duen diagnostikoan, alde ahulenetariko
bat ondorengo agertzen da: lotuegi dagoela folklore eta jai giroko ekitaldiekin. Beraz,
errendimenduko ibilbideak jai girotik aldentzea proposatzen dute, gaur egun herri
kiroletako txapelketa gehienak jai giro horretan kokatzen dira.
Gai honi buruz sokatirako emakumeei galdetzen zaienean, kirolari gehienen iritzia bi
ideiatan laburtzen da, lehendabiziko, plana ez dutela ezagutzen, horri buruz informazioa ez
daukatela; eta bigarrena, plana egiteko garaian ez dituztela haiek kontutan hartu. Gainera,
beste errendimendu- kiroletako eskemak herri kiroletara aplikatzen saiatzea akats bat dela
uste dute, eta herri kirolen eta jai herrikoien arteko erlazioa mantendu behar dela
defendatzen dute. Lotura honekin jarraitzeko arrazoien artean hauxe planteatzen dute, jai
giroa baliabide inportantea dela kirol hauek ezagutarazteko, eta emakumearen
presentziarekin erlazionatzen diren estereotipo askoren aurka ekiteko. Aldi berean, kirol
hauek irauteko bide egokia dela eta jendearen parte hartzea eta hurbiltzea bultzatzen
dituztela defendatzen dute.
“Baino, hori egin dutenak konturatu behar direla txapelketak norbaitek
ordaintzen dituela, herri kiroletan funtzionatzen da udaletxe honek dirua
jartzen du, antolatzen duena federazioa da, baina dirua jartzen duena herri
hori da, eta normalean herrietan noiz egiten dira gauzak?, festetan. Orduan
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konplikatua da. Sokatiran pixka bat aterata gaude, batzutan tokatzen da
herrietako festetan tiratzen, baino hemen. Normalean herriko festetan ematen
da dirua, hemen festa gehienak izan ohi dira uda partean, eta goma gaineko
egiten da aldrebes, eta planteatu zen goma aldatu eta egitea lurrarekin batera,
baina badago jendea lurra eta goma egiten duena, zer udan festa gehiago
daude eta orduan tiraldiak antolatzeko eskaera hori errazagoa da. Normalean
bietara joaten gara. Legution egon gara, haiek (udaletxekoak) kiroldegia utzi
eta federazioak ordaintzen du ordaindu behar dena”
5. Ondorioak
Lan honek herri kiroletan emakumeen errealitatea nolakoa den ezagutzen lagundu
digu. Hau da, zein den egoera protagonisten ikuspuntutik. Aldi berean, beraiek planteatzen
dituzten proposamenak bildu ditugu etorkizunean onuragarriak izan daitezkeenak herri
kiroletan emakumeen presentzia ziurtatzeko bai sokatiran eta baita beste modalitate
batzuetan.
Ikerketa hau, herri kirolen modalitate guztien artean, sokatiran oinarritu dugu
topatu dugun errealitateagatik. Emakume gehienek modalitate hau praktikatzen dute,
salbuezpen gutxi batzuk alde batera utzita. Honen zergatiak asko dira eta horrela adierazi
digute kirolariak, hala ere azpimarratu ditzazkegu batzuk: praktika berak daukan barne
logika, taldekako praktika izatea, izaera maskulino gutxiago daukan modalitatea izatea.
Taldeko lana, taldekako esfortzua izatea, gehiago identifikatzen da eta dute emakumearen
ereduarekin. Horrela, kirolariek ideia hau, behin eta berriro, kirol hau aukeratzeko
arrazoien artean azpimarratzen dute. Beste modalitatean, aizkoran, harri-jasotzean,
trontzan…, emakumearen presentzia asko gutxitu da.
Jarraian dauden taulen bitartez laburtzen ditugu, emakumeen kirol-sozializazio nola
eman den, motibazioak zeintzuk izan diren, kirol talde bezala zein helburu dituzten, balioak
eta estereotipoak eta azkenik etorkizuna nola ikusten duten.
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Taula 1. Kirol-sozializaioaren prozesua
ERAGILE SOZIALAK
Jai herrikoiak:
“Lurra eguna”
“Nafarroa Oinez”...
Lagunak (jadanik
taldean daudenak)
Sendia (ahizpak)
Mankomunitatea
(eskaintza)
Ikastolatik (kirolari
gazteenak)
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LAGUNTZAK
MOTIBAZIOAK
OROKORREAN: ariketa,
kirola egiteko gogoa...
BEREZIKI:
- Taldekako kirola
(Sokatira) = taldean
sortzen den giroa
- Lehia: erronka harturik,
norberaren gainditzea,
hobetzea, bidaiatzeko
bidea (beste tokiak, beste
kulturak ezagutzeko)
NOR:
Udalak
Foru Aldundiak
Partikularrak (dendak,
tabernak, enpresak…)
Eusko Jaurlaritza,
Nafarroako Gobernua.
BAINA:
Ez dira nahikoak
Dirua aurreratu behar
dute
Iniziatibak haiengandik
sortu behar dira
HORREGATIK:
Erakustaldiak: bidaiak
eta materiala
finantzatzeko
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HELBURUAK
- Taldea sortu eta
eustea
- Lehiaketa (beste
taldeekin indarrak
neurtzea)
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Taula 2. Balioak
NAGUSITZEN DEN EREDUA: MASKULINOA
(erreferentzia):
Gehien bat parekatzen da: indarra, gogortasuna,
oinazea…
Neskak:” Mari-mutilak”
Neskari buruzko eredua: haundiak eta pisutsuak
emakumeentzako txikiagoak
ezberdintasun fisikoak: (neskak = polea,
jaurtialdiak baxuagoak)
teknika (neskak= mantentzera / mutilak=
indarrezko tiraldiak)
taldekako giroa (neskak= “terapia egitea” eta
ondo pasatzea, taldean egoteaz gozatzea)
emakumeak = igandeak
gizonak= larunbatak
-itxaropen ezberdinak
-jokaera ezberdinak (erlazioak)
KOMUNIKABIDEAK
Emakumearen presentzia herri kiroletan ia-ia ez
da agertzen
Emakumeak egiten duen kirola gutxiago da, beti
bigarren maila batean (mutilek egiten dituzten
atsedenaldietan, betegarri bezala, denbora
pasatzeko...)
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DIRULAGUNTZAK
Sendia: batez ere, amak kezkatzen dira (kalte edo
min egiteko beldurrak...)
ENTRENATZAILEAK (
)
“Estáis locas”
“Demasiado sufrimiento”
EGUTEGIAK SARIAK
IRUDI NEGATIBOA:
-“salvajes, brutos, animales, cazurros…”
)
ENTRENAMENDUAK
EZBERDINTASUNAK (
- emakumezkoen taldekoentzat gutxiago (edo ez
daude)
LEHIAKETA TERMINOLOGIA
INGURUKO JENDEA
(sendia, lagunak, lankideak)
OROKORREAN
ESTEREOTIPOAK
- nahiz eta teorian arautegian terminologia
neutrala izan: “giza-probak”, praktikan: “gizonprobak” terminoa erabiltzen jarraitzen dute
g
neskek mutilei desafioa botatzen dietenean
hauek ez dute onartzen (ez dute nesken kontra
lehiatu nahi)
bai lehiaketak, talde mistoetan
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Taula 3. Etorkizuna
ITXAROPENAK
(partaideenak)
EKIMEN OFIZIALAK:
EUSKO JAURLARITZAREN PLAN
ESTRATEGIKOA
TALDEEN IKUSPEGIA
Ez dute plana ezagutzen, honen egitean ez dituzte
haiek kontuan hartu
KONPARTITUTAKO DIAGNOSTIKOA
Etorkizun beltza
Federazioen partetik inplikazio gehiago
TALDEEN JARRERA KRITIKOA
(behin ezagutuz E.J.P.E-ren hainbat puntu)
ALDATU BEHARREKOA: PROPOSAMENAK
(kirolarien ekarpenak)
Kirol teknikari baten beharra (ordainduta)
w
- Errendimenduko beste kirolen eskemak herri
kiroletan aplikatzen saiatzea akats bat da.
- Herri kirolen eta jai herrikoien arteko lotura
Indarrean dagoen polemikari irtenbidea eman mantendu behar da. Partaidetza bultzatzea, herri
kirolen iraunkortasuna indartzeko bide bat da.
(une honetan emakumezkoen talde gehienek
ez dute sokatirako txapelketetan parte hartzen
arautegia errespetatzen ez delako)
Autogestioa: sokatirako taldeek haien arteko
topaketak antolatzen hasi dira, federazioen
antolakuntza alde batera utzita
Talde ezberdinen arteko kiroltasuna sustatzea
Estereotipoak aldatzea: prestakuntza
zentroetan
Txapelketen egitura aldatzea: “konbinadak”
sartzea
Estereotipoak apurtzea: errealitatea gehiago
ezagutarazi behar da (barrutik bizi behar da).
Horregatik: partizipatiboa izan behar da
(jaietan, erakustaldietan…). Emakumeak
ikustean estereotipo asko apurtzen dira.
Adibidez: XIBA (talde mistoak eta partaidetza
bultzatzen du)
Epailen partetik inplikazio gehiago
(arautegien kontrola)
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6. Erreferentziak
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Índice
CAPÍTULO 32
PROFUNDIZANDO EN EL HABITUS CORPORAL DE GÉNERO A TRAVES DEL
JUEGO MOTOR EN UNA ESCUELA DE EDUCACIÓN INFANTIL EN
ALEMANIA
Beatriz Garai Ibañez de Elejalde y Luz Elena Lomelí Etchegaray
[email protected])
Resumen
En esta comunicación presentamos el resumen de una investigación realizada en
una escuela de educación infantil en Alemania durante el curso 2008-2009. Su objetivo
principal consistió en constatar la existencia de comportamientos diferenciados en función
del género a través de los juegos motores en la educación infantil. Como punto de partida
tomamos el concepto de habitus corporal de género desarrollado por Mª Carmen
Rodríguez Menéndez a partir de los trabajos de Pierre Bourdieu. Con la realización de este
trabajo buscamos contribuir y aportar conocimiento sobre esta temática en el área de la
actividad física, concretamente en el nivel de educación infantil. Si bien aquí no
presentamos de forma exhaustiva el desarrollo total del estudio, procuramos proporcionar
una idea general del proceso llevado a cabo y de los resultados obtenidos.
Palabras clave: juego motor libre, juego simbólico, juego turbulento, educación infantil,
habitus corporal de género.
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1. Introducción
En la actualidad los esfuerzos que se han realizado en el ámbito educativo para
impulsar una educación para la igualdad de oportunidades en relación al género se han
incrementado, no sólo enfocados a la mujer, sino también con relación a la importancia de
la construcción de la masculinidad en el ámbito educativo24. En la revisión bibliográfica
realizada en el área de la actividad física nos encontramos con la dificultad de encontrar
estudios específicos sobre el habitus corporal de género en la etapa educativa infantil, edad
en la cual queríamos centrar el trabajo. La mayoría de los estudios encontrados en esta
área abordan la construcción de la identidad a partir de los seis años de edad, y por lo
general basados en las diferencias de comportamientos en relación a las preferencias
deportivas25. Así, las preferencias lúdicas como factor diferencial entre los géneros, en los
estudios revisados en materia de actividad física en ámbito escolar, utilizan deportes
concretos como medio de diferenciación de comportamientos entre niñas y niños.
A pesar de ser conscientes de que la mayoría de los estudios en relación a la
construcción de género se ubican en la etapa primaria o secundaria, y que muchos
especialistas concuerdan que la etapa de infantil es una edad en la que difícilmente se
constata la construcción de género, sin embargo, nos pareció interesante centrarlo en esta
edad ya que consideramos que es en esta etapa dónde se generan las bases para una
convivencia positiva entre los géneros. Además, planteamos estudiar la construcción del
género a través de la actividad propia de la infancia, el juego, una de las estrategias
pedagógicas más utilizada en el contexto educativo en esta edad. Así, las razones
fundamentales que nos llevaron a centrar este trabajo en el análisis de la construcción de la
identidad de género a través del juego motor libre en el nivel infantil fueron en primer
lugar profundizar en una etapa básica del desarrollo humano, la etapa del primer contacto
social fuera de la familia, y en segundo por la importancia que representan las actividades
y juegos de movimiento en el desarrollo a nivel personal y social de los niños y niñas de
esta edad26.
Por otra parte, el estudio del juego es objeto de interés e investigación desde
múltiples y diversas ramas del conocimiento humano. Existen estudios antropológicos,
sociológicos, pedagógicos, psicológicos y praxiológicos que analizan este asunto. Este
estudio lo enmarcamos en el ámbito de la actividad física, sin dejar de lado las
aportaciones de otras disciplinas, pero basándonos sobre todo en el juego motor lúdico
como elemento de análisis dentro del proceso de construcción de género y socialización en
los niños de educación infantil. Así, el contexto elegido para la realización del mismo es en
una escuela de educación infantil en la ciudad de Osnabruck, ubicada en el estado de Baja
Sajonia en Alemania.
2. Marco teórico: el habitus corporal de género y el juego motor como agente
socializador
2.1. El habitus corporal de género
El punto de partida para la realización de este estudio es el concepto de habitus
corporal de género planteado por María del Carmen Rodríguez Menéndez, quien a su vez
desarrolla su trabajo partiendo del estudio que realiza Pierre Bourdieu en relación a la
teoría de la práctica social. Rodríguez Menéndez (2003) define al habitus corporal de
género como:
24 Rodríguez Menéndez (2007)
25 Navarro Adelantado (1995)
26
Ortega Ruiz (1992)
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“El sistema de normas profundamente interiorizadas que, sin expresarse nunca total ni
sistemáticamente, rigen la relación de hombres y mujeres con su cuerpo y cuya aplicación a
situaciones diferentes permite determinar una variedad de conductas físicas”
Además, destaca la importancia que contiene el cuerpo en la construcción de la
identidad de niñas y niños ya que no sólo define la relación de cada uno de los géneros con
su cuerpo, sino que además organiza la relación de la persona con su medio social. Dentro
de la teoría del habitus corporal de género encontramos que cada uno de los habitus
poseen características que les definen, las cuales han sido dictadas por la sociedad. De esta
manera Rodríguez Menéndez (2003) describe que: “Las características que definen a cada
uno de los habitus corporales son un producto social, es decir, se adquieren a través de un
proceso de socialización”.
El habitus corporal masculino se caracteriza por ser seguro y activo, mientras que en
el habitus corporal femenino se distingue la inseguridad y fragilidad. Además, Rodríguez
Menéndez apunta que existen otras variables que influyen en el habitus corporal, como por
ejemplo la etnia o la clase social. Al ser la educación infantil la antepuerta a la educación
formal se debe tener en cuenta lo que se transmite a los más pequeños y de que manera se
hace. Rodríguez M. (2007) señala que:
“Niños y niñas llegan a la escuela después de haber interiorizado una serie de esquemas sociales
relativos a los papeles de género, y estos esquemas guiarán los procesos interactivos en los que se
verán envueltos”
De esta manera los niños y las niñas al llegar a escuela ya traen con sigo una serie de
conductas aprendidas desde la familia y en algunos casos se suma lo adquirido durante la
asistencia a la escuela infantil. En la investigación que presentamos estudiamos la
construcción de la identidad y los procesos de socialización basados en la teoría del habitus
corporal de género a través del juego. Como apunta Rodríguez M. (2003)
“El juego constituyen un medio ideal para que las niñas y los niños comprendan, interpreten e
interioricen los ideales de feminidad /masculinidad establecidos por la sociedad, ideales que luego
pasarán a formar parte de su identidad”.
2.2. El juego motor como agente socializador.
Además de realizar una búsqueda de trabajos relacionados con el juego en general
concretamos los tipos de juegos que nos interesaba observar partiendo de la actividad
motora in situ. Principalmente nos concentramos en el juego de tipo motor, pero también
en el juego turbulento, ya que en la infancia la mayor parte de las actividades motrices en
forma de juegos espontáneos se encuentran muy ligados a este tipo de juegos. Así, este
estudio lo planteamos a través de la observación del juego motor libre y espontáneo, un
campo adecuado para observar conductas en relación a la construcción del género y la
socialización. Navarro Adelantado (2002) apunta que el juego motor es un tipo de juego
que se caracteriza por la motricidad y la actividad social. Por lo tanto se asume que las
actividades motrices son generadoras de actividad social y que el juego de tipo motor
favorece al desarrollo de las relaciones sociales entre los niños y niñas. Enmarcado en el
área de la actividad física el juego de tipo motor y su papel socializador aparecen
estrechamente ligados.
Navarro Adelantado (2002) ubica el juego motor como un modelo significativo de
juego y por eso es que en la etapa del desarrollo infantil los valores y relaciones que se
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establecen son más relevantes. Además apunta con respecto al juego lo siguiente: “Los
valores sociales que se promueven en los juegos tienen la vocación de servir como
mecanismos de regulación de las relaciones humanas”.
Con relación al juego turbulento, dentro de la literatura consultada, hallamos que se
puede considerar como un tipo de relación social a través del contacto físico en muchas
ocasiones. Al respecto la inglesa C. Garvey (1977) estudia este tipo de actividad lúdica y
apunta que:
“Cuando adquieren más capacidad de movimiento y comunicación, los niños pueden emprender un
modo de jugar que se ha denominado como turbulento (rough and tumble play)”
El juego turbulento promueve el contacto social a través del movimiento. Lo
importante es distinguir que estamos ante un juego turbulento y que no se trata de
comportamientos agresivos. Por tanto, el juego turbulento, es una actividad lúdica que
está impregnada de mucho movimiento y en la que se pueden observar conductas
destacadas y diferencias claras, entre las actividades de las niñas y de los niños. Así,
Schmidt W., Zimmer R.,Völker K. (2008) indican que:
“Niñas y niños se apropian de diferente manera de los espacios y materiales, mientras que las niñas
tienden a espacios más pequeños y se mueven tranquilo, los niños prefieren apropiarse del espacio y
comportarse ruidosos”
3. Diseño de la investigación
El estudio que realizamos se encuentra dentro de los denominados estudios
etnográficos. Al inicio, para realizar la investigación y obtener los datos, se participa de
manera encubierta en la vida escolar del universo de estudio seleccionado. Durante el
tiempo en que se está dentro de este medio se observa que sucede, se escucha que se dice y
se realiza acopio de datos que puedan resultar útiles para la investigación. Así, el trabajo se
centró en las actividades lúdicas libres que emprendían los niños y las niñas de una escuela
de educación infantil en Alemania, con un sistema de trabajo abierto. Los espacios en los
que se concentra la observación para la recogida de la información son la sala de
motricidad y el patio de recreo. En un segundo momento se realiza una estancia en otro
centro de educación infantil con características del sistema de trabajo distintas al de la
muestra principal, con un sistema cerrado. Los datos también se obtienen de la misma
manera, mediante la observación participante. Como instrumentos también se usaron los
registros narrativos, el muestreo de situaciones, las notas de campo y las entrevistas
semiestructuradas. Para tratar la información recogida utilizamos el programa de análisis
cualitativo Nudist y para presentar las conclusiones de manera gráfica el programa
informático Cmap-tools.
3.1. Objetivos de la investigación.
Algunas de las preguntas iniciales que nos formulamos fueron:
- ¿Cómo interviene el habitus corporal de género en las actividades de juego libre de
niñas y niños de la muestra estudiada?
- ¿Tienden los niños y las niñas de otro origen cultural ha manifestar un habitus
corporal de género distinto al de los niños de la cultura del país en el que se hace el
estudio?
 ¿Los tipos de juegos que realizan los niños y las niñas de la muestran se encuentran
influidos por el habitus corporal de cada género?
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 ¿El habitus corporal de género es reforzado por el profesorado, consciente o
inconscientemente?
 ¿Qué beneficios puede proporcionar la utilización del juego motor libre en la
coeducación de los niños y las niñas?
3.2. Metodología
Una de las razones que nos llevo a plantearnos un trabajo de carácter etnográfico
fue la posibilidad de cierta flexibilidad durante el proceso de elaboración del mismo, ya que
consideramos que podría facilitarnos mejor su desarrollo dado el carácter social de este
estudio. Las tareas que planteamos en un principio consistieron en:
 Establecer el contacto e introducirse al medio.
 Observar el desarrollo de los acontecimientos en los sitios de juego.
 Elaborar registros de conductas previamente seleccionadas.
 Interpretar lo que se observo y realizar un análisis y/o discusión.
Por tratarse de una investigación de tipo cualitativo y ser un estudio etnográfico, se
optó por hacer uso de la observación participante en el contexto escolar y las entrevistas
semi- estructuradas a las profesoras, dos instrumentos que permiten avanzar en
investigaciones de tipo cualitativo y social.
Para los datos narrativos decidimos utilizar el MCC (Método Comparativo
Constante). Es un sistema muy práctico para registrar los sucesos que acontecen en el
momento y de manera rápida. Lo importante es que el investigador no emite su opinión,
registra tal cual van aconteciendo las cosas, pero nos ayuda a codificar y analizar los datos
simultáneamente. En el apartado para las impresiones del observador podemos dar una
interpretación de los hechos y al final construir el sistema de categorías que se desprenden
del registro y las interpretaciones del investigador. La primera fase del trabajo fue la
exploratoria. Se realizaron los primeros contactos con la realidad a observar, in situ, y se
realizaron las primeras pruebas. Durante este tiempo probamos algunos diseños de
registros generados para la anotación de los datos observados, pudiendo corregir y cambiar
lo que veíamos que no se adecuaba al estudio planteado.
El re
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