Investigando para Innovar en la Actividad Física Editores Oidui Usabiaga Julen Castellano Joseba Etxebeste y el Deporte Editado: diciembre de 2009 en Vitoria ISBN: 978-84-613-5884-7 nº de depósito legal (DL): Vi-568/09 w w w . g i d e k i t . c o m O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Investigadoras/es colaboradoras/es D.ª Susana Irazusta D.ª Susana Gil D.ª Sara Maldonado D.ª Ruth Cayero D.ª Margari Gomendio D.ª Inmaculada Martínez de Aldama D.ª Cristina Granados D.ª Aurora Fernandez D. Raúl Martínez de Santos D. Luix Mari Zulaika D. Julio Calleja D. Juan José Sistiaga D. Jesús Cámara D. Daniel Martos i García D. Beñat Amenabar D. Ángel González D. Ángel Blanco Villaseñor Instituciones y asociaciones colaboradoras JARDUERA FISIKOAREN ETA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA KIROLAREN ZIENTZIEN FAKULTATEA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE ARABAKO CAMPUSEKO ERREKTOREORDETZAKO UNIBERTSITATEHEDAKUNTZARAKOZERBITZUA eta ARABAJO FORU ALDUNDIA SERVICIO DE EXTENSIÓN CULTURAL DEL VICERRECTORADO DEL CAMPUS DE ÁLAVA y DIPUTACIÓN FORAL DE ÁLAVA 2 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Hitzaurrea Kirolen Ikerketarako Elkarteak (GIDE), Jarduera Fisikoaren eta Kirolaren arloan berritzeko ikerkertzen liburua argitaratuz, 2009ko urriaren 15 eta 16an burutu zen Jarduera Fisikoaren eta Kirolaren Ikerketarako Nazioarteko III. Biltzar BirtualPresentzial-ean aurkeztutako lan zientifikoak idatziz argitaratzeko helburua bete du. Liburu honek jarduera fisikoaren eta kirolaren arloarekin erlazionatuta dauden ikerketaproposamen guztiak jaso nahi ditu. Bereziki, ekintza motorraren ikerketara bideratutakoak, eta baita beste zientzietatik jarduera fisikoan eta kirolean burututakoak ere. Liburu honetako kapitulu guztiek kanpoko bi ebaluatzaileren oniritzia jaso dute argitaratu aurretik. Azkenik, eskerrak eman nahi dizkiegu liburu hau argitaratzen lagundu duten pertsona guztiei. Lehenik eta behin, lanak bidali dituzten 100 ikertzaile baino gehiagori, beraien ekarpen interesgarriak helarazteagatik, ikerketa eta antolaketa batzordeei, eta nola ez, ondorengo erakundeei eskaini diguten laguntzagatik: Euskal Gobernuko Hezkuntza, Unibertsitate eta Ikerketa Saila, Arabako Campuseko Errektoreordetzako Unibertsitatehedakuntzarako Zerbitzua, Arabako Foru Aldundia, Euskal Herriko Unibertsitateko Gorputz eta Kirol Hezkuntza Saila, Jarduera Fisikoaren eta Kirolaren Zientzietako Fakultatea eta Ekintza Motorraren Behaketa Laborategia (LOAM), Jarduera Fisikoaren eta Kirolaren Zientzietan Lizentziatuen Euskal Herriko Elkargo Ofiziala (COLCAFID) eta Caja Vital Kutxa. Prólogo La Asociación de Estudios e Investigación en el Deporte (GIDE) con este libro Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte ha cumplido con el objetivo de dejar por escrito los trabajos científicos que se presentaron en el III Congreso Internacional Virtual-presencial de Investigación en la Actividad Física y el Deporte que se celebró los días 15 y 16 de octubre de 2009. Este libro pretende dar cabida a todas las propuestas de investigación relacionadas con el mundo de la actividad física y el deporte. Especialmente orientado a investigaciones sobre la acción motriz, pero incluyendo las aplicaciones que desde otras ciencias se proponen a la actividad física y el deporte. Todas los capítulos que aquí figuran pasaron la evaluación de dos revisores externos antes de ser publicados. Por último queremos agradecer a todas las personas que han hecho posible la publicación de este trabajo. Primeramente a los más de 100 investigadores por sus fructíferas aportaciones, al comité científico y organizador, y por último por su colaboración a las siguientes instituciones: Departamento de educación, universidades e investigación del Gobierno Vasco, Servicio de Extensión Cultural del Vicerrectorado del Campus de Álava y Diputación Foral de Álava, Departamento de Educación Física y Deportiva, Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Laboratorio de Observación de la Acción Motriz (LOAM), Colegio Oficial de Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte del País Vasco (COLCAFID) y Caja Vital Kutxa. w w w . g i d e k i t . c o m 3 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 4 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice ÁREA TEMÁTICA: CIENCIA DE LA ACCIÓN MOTRIZ Capítulo 1 Altuna, L. y Leibar, X. (2009). Patrones de actividad de surfistas amateurs durante el surf de competición. Estudio de un caso. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 13-33), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 2 Castellano Paulis, J., Castillo Rodríguez, A. y Casamichana Gómez, D. (2009). Consecuencias de marcar primero en los partidos de los mundiales de fútbol. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 35-49), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 3 Zabala Asua, A. eta Usabiaga Arruabarrena, O. (2009). Jarduera fisikoaren aniztasunaren ebaluazioa: tresna berri baten diseinuaren proposamena. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 51-69), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 4 Fernández del Valle, M. A., Castellano Paulis, J., Fernández, A. M., Nagore, T., Orive, P. y Otaegui, N. (2009). La observación sistemática aplicada a la evaluación de la gimnasia rútmica. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 71-95), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 5 Martínez de Santos, R. (2009). Praxiología motriz avant la lettre en el mundo anglosajón. Precedentes del análisis estructural de los juegos deportivos. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 97-107), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 6 Romaratezabala Aldasoro, E. (2009). Taichi lehiaketa: jarduera introiektiboaren azterketa. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 109-117), Vitoria (España): gidekit.com. AREA TEMÁTICA: CIENCIAS BIOLÓGICAS Capítulo 7 Rodríguez-Ruiz, D., Quiroga, M. E., Rodríguez-Matoso, D., Sarmiento, S., Losa, J., De Saá Y. y García-Manso, J. M. (2009). Aplicación de la tensiomiografía (tmg) en jugadores de voleyplaya. Estudio de casos. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 121-130), Vitoria (España): gidekit.com. w w w . g i d e k i t . c o m 5 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Capítulo 8 Casamichana Gómez, D. y Castellano Paulis, J. (2009). Los juegos reducidos aplicados a los nuevos modelos de entrenamiento en fútbol. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 131-140), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 9 Santos Concejero, J. y S. Gil Orozko, S. (2009). Efecto de la edad relativa en el fútbol femenino de élite a nivel mundial. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 141-156), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 10 E. Blasco y F. Huertas (2009). Análisis de variables cardiorespiratorias en un equipo de balonmano femenino de elite a lo largo de una temporada deportiva en función del puesto específico de juego. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 157-170), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 11 Ruiz Montero, P. J., Conejo Sobrino, J. A., Castillo Rodríguez, A. y Leiva Arjona, J. (2009). Relación de la edad con la tensión arterial y fuerza prensil manual en mujeres mayores practicantes de actividad física regular. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 171-179), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 12 Pino Ortega, J., Martínez de Santos Gorostiaga, R., De la Cruz Sánchez, E. y Moreno Contreras, M. I. (2009). Actividad física y exceso de peso en escolares: relación con la condición física en la infancia. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 181-187), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 13 Caro-Muñoz, O., Robles-Prieto, F. J. y García-García, J. A. (2009). Efecto de un programa de entrenamiento basado en un método combinado de contracciones isométricas máximas y electroestimulación sobre la fuerza isométrica de los extensores de rodilla en sujetos sedentarios, medida por un dinamómetro. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 189-198), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 14 Leiva Arjona, J., Ruiz Montero, P. J., Conejo Sobrino, J. A. y Castillo Rodríguez, A. (2009). Condicionamiento del índice de fuerza reactiva en pruebas de velocidad con cambios de dirección. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 199-205), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 15 De la Cruz Sánchez, E., Martínez de Santos Gorostiaga, R., Pino Ortega, J. y Moreno Contreras, M. I. (2009). La actividad física habitual puede explicar las diferencias entre niños y niñas en la capacidad funcional antes de la pubertad. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 207213), Vitoria (España): gidekit.com. 6 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Capítulo 16 Castillo Rodríguez, A., Leiva Arjona, J., Ruiz Montero, P. J. y Conejo Sobrino, J. A. (2009). La alimentación en jugadores de raqueta benjamines. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 215222), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 17 García García, J. C., García García, J. A., Robles Prieto, F. J. y Caro Muñoz, O. (2009). Estudio comparativo entre equipos de fútbol en pretemporada pertenecientes a distinas categorías del fútbol español en relación al CMJ. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 223-229), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 18 García García, J. A., Robles Prieto F. J. y Caro Muñoz, O. (2009). Relación entre la fuerza explosivo elástica y la agilidad en deportistas y su relación con el fútbol. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 231-242), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 19 Mecías Calvo, M., Bores Cerezal, A. y Barcala Furelos, R. (2009). Entrenamiento de fuerza con máquinas guiadas de resistencia variable en personas mayores de 60 años. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 243-250), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 20 Robles Prieto, F. J., García García J. A. y Caro Muñoz, O. (2009). Evaluación e información del estado nutricional del futbolista. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 251-257), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 21 Robles Prieto, S. Robles Prieto, F. J., García García, J. A. y Caro Muñoz, O. (2009). La resistencia del futbolista en función de su composición corporal. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 259265), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 22 Diaz Ereño, E., Ruiz Litago, F., Zubero Linaza, J., Hoyos Cillero, I., Gravina, L., Gil Goikouria, J. y Gil Orozko, S. M. (2009). Valoracion de la adecuación de la ingesta de energia y macronutrientes en torno a una competición de esquí de travesía. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 267-286), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 23 San Román Quintana, J. Casamichana Gómez, D., Calleja González, J. y Castellano Paulis, J. (2009). Diagnóstico de la fatiga en el baloncesto de rendimiento. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 287-295), Vitoria (España): gidekit.com. w w w . g i d e k i t . c o m 7 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Capítulo 24 Gil Orozko, S. y Santos Concejero, J. (2009). Perfil antropometrico de las jugadoras de futbol de los juegos olimpicos de pekin, mundial sub 20 y mundial sub 17. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 297-308), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 25 Mejuto, G., Calleja, J., Lekue, J., Leibar, X. y Terrados, N. (2009). Parámetros fisiológicos de un himalayista de élite. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 309-319), Vitoria (España): gidekit.com. ÁREA TEMÁTICA: CIENCIAS COMPORTAMENTALES Capítulo 26 Conejo Sobrino, J. A., Castillo Rodríguez, A., Leiva Arjona, J. y Ruiz Montero, P. J. (2009). Estudio comparativo en función al género de la percepción de la educación física en centros públicos. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 323-330), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 27 Bores, A. J., Lois Río, G., Rodríguez Mallo, J. C., Mecías, M. y Barcala, R. (2009). Intervención psicológica en la rehabilitación de lesiones: estudio de un caso en fútbol sala. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 331-340), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 28 González Suárez, A. M. (2009). Promoción de la actividad física en la infancia y adolescencia. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 341-349), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 29 Viguera Gorostiza, S. y González-Suárez, A. M. (2009). La promoción de la actividad física en el lugar de trabajo entre el profesorado de educación secundaria. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 351-359), Vitoria (España): gidekit.com. ÁREA TEMÁTICA: CIENCIAS SOCIALES (y gestión) Capítulo 30 Macazaga López, A. M., Rekalde Rodríguez, I. y Vizcarra Morales, M. T. (2009). ¿Qué aprenden las familias con el deporte escolar?. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 363-384), Vitoria (España): gidekit.com. 8 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Capítulo 31 Egibar Artola, M. y Garai Ibañez de Elejalde, B. (2009). Emakume sokatiratzaileekin elkarrizketan: kirol-sozializazioa. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 385-402), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 32 Garai Ibañez de Elejalde, B. y Lomelí Etchegaray, L. E. (2009). Profundizando en el habitus corporal de género a traves del juego motor en una escuela de educación infantil en alemania. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 403-418), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 33 Martin Narbona, S. Caro Muñoz, O., Robles Prieto, F. J. y García García, J. A. (2009). La satisfacción del usuario en el servicio deportivo: aspectos teóricos, prácticos y científicos del concepto. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 419-430), Vitoria (España): gidekit.com. Capítulo 34 Inza Arregi, M. J., Macazaga López, A. M. y Fraile Aranda, A. (2009). Rasgos comunes de los monitores de deporte escolar de la ciudad de vitoria-gasteiz. En O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (Eds.) Investigando para innovar en la actividad física y el deporte (pp. 431-440), Vitoria (España): gidekit.com. w w w . g i d e k i t . c o m 9 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 10 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte ÁREA TEMÁTICA: CIENCIA DE LA ACCIÓN MOTRIZ w w w . g i d e k i t . c o m 11 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 12 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 1 PATRONES DE ACTIVIDAD DE SURFISTAS AMATEURS DURANTE EL SURF DE COMPETICIÓN. ESTUDIO DE UN CASO L. Altuna y X. Leibar [email protected] Resumen El objetivo del presente estudio es analizar los patrones de actividad que se dan en el surf de competición amateur masculino durante el OPEN del Circuito Vasco de Surf del 2007. Se analizaron 10 mangas eliminatorias y los patrones de actividad fueron clasificados en 4 categorías diferentes (Remando, Parado, Sobre la ola y Otros). Los surfistas estuvieron remando y parados 61,0% (50-72%) y 29,0% (13-41%) del tiempo total, respectivamente. Sobre la ola estuvieron el 4,8% (3-7%) y en otras acciones 5,2%(3-8%) del tiempo total. Tanto en las acciones de remada como las de parado predominan las de duración de entre 1 y 10 segundos (45,3% y 51% del total, respectivamente) siendo la mayoría inferior de los 90 segundos (95,8% del total y 98,5%, respectivamente). Existe un mayor porcentaje de acciones de 0 a 10 segundos en las mangas con sistema de competición trials frente al sistema de competición man to man, tanto en la fase de Remando (54% en trials frente a 38,9% en man to man) como en la fase de Parado (58,9% en trials frente a 43,7% en man to man). Los resultados del presente estudio parecen indicar que el surf es un deporte intermitente, caracterizado por la variabilidad de las acciones existentes debido a la posible influencia de múltiples factores que afectan a su estructura temporal. Los datos obtenidos pueden resultar válidos como orientación en la elaboración de programas de entrenamiento y test específicos para el surf de competición. Palabras clave: surf, patrones de actividad, sistemas de competición. w w w . g i d e k i t . c o m 13 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción El surf es un deporte popular que se practica tanto a nivel competitivo como a nivel recreacional en las playas de todo el mundo. Su objetivo radica en tratar de avanzar de pie sobre una tabla de surf por la pared de la ola que todavía no ha roto (Frisby en MéndezVillanueva y Bishop, 2005) realizando maniobras o acciones técnicas. Lowdon (1983) describe la actividad que se realiza en el surf de la siguiente manera: primero el surfista rema en posición prono sobre la tabla para llegar a la zona de rompiente. Una vez allí, cuando se acerca una ola apropiada, son necesarias unas potentes brazadas para que la tabla adquiera la velocidad suficiente que haga que la ola propulse al conjunto tabla-surfista. Una vez cogida la ola, el surfista debe ponerse de pie rápidamente para realizar maniobras en la pared de la ola hasta que ésta rompa en la playa. En este punto, el proceso se repite una y otra vez durante el tiempo que dure la sesión de surf. Lowdon (1983) considera, por tanto, que el surf es un deporte intermitente caracterizado por periodos de tiempo a alta intensidad intercalados por descansos y periodos de baja intensidad. En lo que al surf de competición se refiere, las acciones o maniobras realizadas por los surfistas son puntuadas por parte de un grupo de jueces en base a unos criterios estandarizados de enjuiciamiento. Según estos criterios “El surfista debe realizar maniobras radicales controladas en las secciones críticas de una ola con velocidad, potencia y fluidez para maximizar el potencial de puntuación. El surf innovador/progresivo así como la variedad de repertorio (maniobras) será tenido en cuenta en las olas surfeadas. El surfista que ejecuta estos criterios con el grado máximo de dificultad sobre las olas será recompensado con las puntuaciones más altas”. (Association of Surfing Professionals (ASP), 2007 y Euskal Herriko Surf Federazioa (EHSF), 2007). El surf de competición está basado un formato de mangas o series eliminatorias de 20 a 40 minutos, en las cuales 2, 3 o 4 surfistas son puntuados por un grupo de jueces en función del criterio de enjuiciamiento (Méndez-Villanueva y Bishop, 2005) anteriormente comentado. En función del formato de competición y el número de surfistas de la manga, 1 o 2 de ellos pasarán a la siguiente ronda hasta llegar a la final. Los surfistas reciben puntuaciones numéricas en función de su posición final en cada competición. Al finalizar la temporada el surfista con un mayor número de puntos será el ganador eventual. En la actualidad en el surf de competición pueden combinarse dos sistemas de competición diferentes que puede variar en función del tipo de prueba y/o número de participantes. Existe un formato de competición en el que compiten 3 o 4 surfistas (normalmente 4) en la misma manga eliminatoria, de los cuales 2 pasan a la siguiente ronda en función de las puntuaciones obtenidas. Este sistema de competición será denominado en el presente estudio como sistema trials. Existe otro sistema de competición conocido como man to man donde compiten dos surfistas en formato de uno contra otro, pasando el que obtenga mayor puntuación de los dos. Como norma general, en el surf de competición cada ola sólo puede ser surfeada por un competidor, sin poder ser éste estorbado por ningún otro participante a lo largo de toda la ola. Para que esta premisa sea cumplida existen una serie de reglas conocidas como normas de prioridad. En función del sistema de competición, la normativa en cuanto a la prioridad para coger la ola varía: A) en el formato de trials, donde compiten 4 surfistas en cada manga, la prioridad en toda la ola la tiene el participante considerado con posición más cercana al pico o espuma de la ola, es decir, aquel que tiene un mayor recorrido potencial. Se aplica interferencia si, en una ola, una mayoría de jueces considera que otro participante ha 14 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte dificultado el potencial de puntuación del competidor considerado con derecho a la prioridad en la ola (EHSF,2007 y ASP, 2007). B) en el formato man to man, donde compiten dos surfistas entre sí, posee la prioridad sobre la ola aquel surfista que más tiempo lleve en la zona de rompiente. Este último formato tiene como objetivo evitar que los surfistas luchen por la prioridad en cada ola, con el objetivo de facilitarles el coger la ola en la mejor posición y potenciar así el espectáculo. El surf es un deporte de habilidades abiertas. Se ejecuta en respuesta a las condiciones de un entorno incierto y cambiante como es la mar, un medio totalmente abierto e imprevisible, hasta el punto de poder afirmar que nunca se coge una ola igual a otra, ni siquiera un mismo día en la misma sesión de surf (EHSF, 2002). Siempre habrá alguna diferencia por lo mínima que sea en la longitud de la ola, tamaño, fuerza, tipo de secciones, inclinación, dirección, etc. Por tanto, parece que la variabilidad de las condiciones medioambientales influyen en el desarrollo de la actividad cada día en cada playa o rompiente (tabla 1). Tabla 1. Condiciones y factores que pueden afectar el desarrollo de la actividad en el surf. POSIBLES CARACTERÍSTICAS DE LAS ROMPIENTES Y FACTORES AMBIENTALES QUE PUEDEN INFLUIR EN PATRONES DE ACTIVIDAD EN EL SURF Tamaño de las olas Longitud de las olas Inclinación de la ola Frecuencia de las olas Fuerza de las olas Distancia hasta la zona de rompiente Corrientes Tipo de rompientes Meir et al. (1991) afirman que existen varios factores que pueden modificar la intensidad en este deporte, entre los que incluye los factores ambientales, fisiológicos y psicológicos (tabla 2). Tabla 2. Factores que pueden afectar a la intensidad en el surf (Meir et al, 1991). Ambientales Fisiológicos Psicológicos Ola: frecuencia, duración, Distancia de remada Tamaño y tipo de ola tipo, tamaño hasta la zona de rompiente Distancia a la zona de Tiempo total y media de Número de olas cogidas rompiente y corrientes tiempo que se ha estado existentes remando Temperatura del agua Tiempo total y media de Estado emocional tiempo que se ha estado quieto w w w . g i d e k i t . c o m 15 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Temperatura del aire Masa implicada muscular Número total de practicantes que hay en la zona de rompiente Estado de forma, nivel y edad de los practicantes A estos factores citados por Meir et al. (1991) y en relación con los factores ambientales y fisiológicos, quizás haya que sumar la temperatura corporal del surfista. A pesar de que sea un deporte practicado en el agua, con el consiguiente efecto termorregulador, pudieran darse casos en los que las altas temperaturas del núcleo corporal pudieran afectar a la contracción muscular del surfista limitando su rendimiento. En la misma línea, Méndez – Villanueva y Bishop (2005) opinan que el entrenamiento o competición puede darse en condiciones ambientales muy diferentes (tamaño del mar, corrientes, longitud de las olas, frecuencia de olas, tipo de rompiente, situación del line-up). Estas variables inciden, en su opinión, en los requerimientos fisiológicos del surf, y por tanto, influyen en la intensidad de la actividad, variando así los requerimientos energéticos en función de las condiciones existentes. La escasez de literatura científica de impacto es subrayada por los diferentes autores que han realizado estudios en torno al surf (Lauro et al, 2001. Danaculov et al, 2001. Lauro et al, 2003. Méndez-Villanueva et al, 2005. Méndez-Villanueva y Bishop, 2005. MéndezVillanueva et al, 2006). Apenas se ha demostrado interés ni por parte de la comunidad surfista ni por parte de los estudiosos del deporte en analizar el surf desde un prisma científico. A pesar de ello, parece que en los últimos años ha habido un crecimiento de dicho interés debido al aumento del profesionalismo en este deporte (Méndez-Villanueva et al, 2005) y debido al enorme crecimiento que ha sufrido la industria del surf en la última década (Méndez-Villanueva y Bishop, 2005). 1.1. Antecedentes En la actualidad únicamente existen dos estudios que han analizado los patrones de actividad en el surf: - Meir et al. 1991: analizaron la frecuencia cardiaca del surf recreacional de, aproximadamente, 1 hora de duración en 6 surfistas voluntarios y también controlaron sus patrones de actividad. Dividieron dichos patrones de actividad en las fases de remando (paddling), parado (stationary), sobre la ola (wave riding) y otros (others). Según estos autores los surfistas estuvieron el 44% del tiempo total remando, el 35% parados, 5% sobre la ola y 16% en otras acciones (others) como puede observarse en la tabla 3. - Méndez-Villanueva et al. 2006: Único trabajo en el que se han analizado los patrones de actividad durante el surf de competición. Los autores de dicho estudio analizaron los patrones de actividad a lo largo del campeonato Salomón Masters de Margaret River (Australia) del año 2003. Este campeonato es de los más importantes (6 estrellas) dentro del circuito WQS (World Qualifyng Series) de la ASP (Association of Surfing Professional) circuito considerado como la antesala del WCT (World Championship Tour), donde compiten los 44 mejores surfistas del mundo. Los autores entienden que siendo el circuito WQS el segundo nivel de competición a nivel mundial pueden considerarse a los participantes de la prueba analizada como surfistas de élite. Méndez-Villanueva et al. grabaron y analizaron a 42 surfistas en las 42 mangas totales de la competición de 25 minutos de duración cada una. Dividieron la actividad del surf en 4 patrones de actividad diferentes: 16 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Remando (Paddling), Parado (Stationary), Sobre la ola (Wave riding) y Otros (Others). Los resultados fueron los siguientes (indicados en la tabla 3): los surfistas pasaban el 51,40% (25-70%) del tiempo de la manga remando, el 42,49% (23-72%) parados, el 3,77% (2-7%) sobre la ola y el 2,48% (0,1-6%) en otras acciones. También midieron la duración media de las fases de remando y parado. En la primera de ellas, fase de remando, aproximadamente el 60% son de intervalos de entre 1 y 20 segundos, y del 90% si incluimos las remadas de hasta 90 segundos. En cuanto a la segunda, fase parado, el 50% tienen entre 1 y 20 segundos, y el 88,7% si se incluyen las fases estacionarias de hasta 90 segundos. Tabla 3. Patrones de actividad registrados en los estudios de Méndez-Villanueva et al. (2006) y Meir et al. (1991). Méndez-Villanueva et al, Meir et al, 1991 2006 51,40% (25-70%) Remando 44% 42,49% (23-72%) Parado 35% 3,77% (2-7%) Sobre la ola 5% 2,48% (0,1-6%) Otros 16% 1.2. Estado de la cuestión Meir et al (1991) sugieren que la mayor cantidad de tiempo en el surf recreacional se pasa remando (44%). Opinan que este porcentaje de tiempo puede variar mucho en función de numerosos factores, incluyendo la calidad y tipo de olas, el número de personas que compiten por las olas y/o la motivación de los participantes. Analizan la fase de remada y opinan que no existe ningún patrón concreto y consideran razonable sugerir que esta actividad está muy controlada por los factores ambientales que se presentan en la tabla 2. En la misma línea, notifican que la fase de surfing sólo representa el 5% del tiempo y opinan que el tiempo que se pasa sobre la ola puede variar mucho en función de las condiciones existentes. Concluyen su artículo incidiendo en que los factores ambientales son un factor significante que dicta finalmente la cantidad de tiempo que se empleará remando, parado o sobre la ola, y que por tanto influirá en la demanda fisiológica asociada a la actividad. Méndez-Villanueva et al. (2006) comparan los porcentajes de las fases de remando y parado (51% y 42,5%) obtenidos en surf de competición con los porcentajes de fase de remando y parado de surf recreacional (44% y 35%) obtenidos en el estudio de Meir et al (1991), y opinan que los valores ligeramente superiores del surf de competición encontrados en su estudio pueden ser un reflejo de las demandas específicas y únicas existentes en el surf de competición y en el surf recreacional. Méndez-Villanueva et al. (2006) creen que es posible que los porcentajes puedan variar mucho en función de múltiples factores incluyendo el surf inconsistente o el tipo de rompiente. También apuntan que las decisiones tácticas que los surfistas pueden tomar durante la competición debido a diferentes factores (puntuación del rival o selección de olas) pueden influir en los patrones de actividad de los surfistas. Aún así estos autores opinan que parece que los surfistas pasan aproximadamente el 50% del tiempo remando (paddling), y aproximadamente el 40% parados (stationary). w w w . g i d e k i t . c o m 17 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Según Méndez-Villanueva et al. (2006) los resultados de su estudio muestran que el surf es una actividad intermitente caracterizada por una gran variabilidad en los patrones de actividad controlados en mayor medida por factores medioambientales que por la propia elección de los surfistas. Por lo tanto, para enfrentarse a las exigencias del océano, los surfistas deben responder a períodos extensos de ejercicio intermitente con requerimientos claramente diferentes entre el tren superior (remar) y tren inferior (surfear la ola). En la actualidad únicamente existen dos estudios que han analizado los patrones de actividad en el surf (estudios de Meir et al. 1991 y Méndez-Villanueva et al. 2006), y sólo uno de ellos se centra en el surf de competición (estudio de Méndez-Villanueva et al. 2006), donde se analizó a surfistas de élite de nivel internacional. Hasta la fecha, la inexistencia de estudios ha hecho que estos datos no hayan sido comparados con otros estudios donde se haya analizado el surf de competición de nivel regional, nacional o internacional. El objetivo del presente estudio es analizar los patrones de actividad que se dan en el surf de competición amateur durante la tercera prueba del OPEN A del Circuito Vasco de Surf disputada en la rompiente de Orrua (Zumaia-Gipuzkoa), con la intención de conocer cómo se desarrollan los patrones de actividad en el surf de competición amateur y qué similitudes o diferencias pueden existir respecto al surf recreacional (Meir et al. 1991) y respecto al surf de competición de profesional (Méndez-Villanueva et al. 2006). 2. Método 2.1. Participantes En el estudio se analizó a los surfistas participantes del OPEN A del Circuito Vasco de Surf del año 2007. La EHSF (Federación Vasca de Surf) organiza el circuito Vasco de Surf con 3 o 4 pruebas diferentes donde existen el OPEN B y OPEN A. Las pruebas son organizadas en fines de semana reservando, como norma general, el sábado para el OPEN B y el domingo para el OPEN A. En el OPEN B puede competir todo aquel surfista que posea licencia federativa, y en el OPEN A, sin embargo, compiten los 12 mejores surfistas según el ranking EHSF del año anterior más los 4 finalistas del OPEN B de cada una de las pruebas. En el caso de este estudio (N=16) los sujetos analizados son los 12 primeros clasificados en el ranking EHSF del 2006 más los 4 finalistas de OPEN B celebrado el día anterior. Podríamos clasificar a esta población como surfistas de máximo nivel amateur ya que más de la mitad han competido o compiten en el circuito Europeo. La realización de este estudio fue aprobado previamente por la dirección de la EHSF. 2.2. Análisis de la competición Se escogió como competición para el análisis el OPEN A del Circuito Vasco de Surf del año 2007, organizado por la Federación Vasca de Surf (EHSF). Este circuito de nivel regional consta de 3 pruebas en diferentes playas o rompientes del País Vasco en las que compiten surfistas que pueden considerarse como el vértice del sistema amateur. De las 3 diferentes pruebas del circuito fue la disputada en la rompiente de Orrua (ZumaiaGipuzkoa) la elegida para la realización del estudio, debido a la idoneidad del lugar de la prueba, al alto nivel de los surfistas participantes y a las características de la ola, ya que ésta es considerada como una rompiente de clase mundial debido a la regularidad, potencia y longitud de sus olas. 10 mangas o eliminatorias fueron grabadas en un mismo día de competición (28-102007). De las 10 mangas, 3 corresponden a octavos de final o trials, 4 a cuartos de final, 2 a 18 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte semifinales y 1 a la final. La primera manga de octavos no fue grabada debido a que no existía surfista con lycra amarilla en dicha eliminatoria, criterio este elegido para la grabación de los surfistas en cada manga, como se verá más adelante. En las mangas de octavos o trials, 4 surfistas compiten entre sí y pasan a la siguiente ronda los dos primeros surfistas que tengan la mejor puntuación correspondiente a la suma de sus dos mejores olas. En cuartos de final, semifinal y final compiten con el formato “man to man” o 1 contra 1, pasando a la siguiente ronda aquel surfista que posea mayor puntuación al sumar sus dos mejores olas. Obsérvese el esquema de competición utilizado en el Circuito Vasco de Surf de 2007. OCTAVOS 1 Surfista 1 CUARTOS 1 Surfista 2 1º trials 1 vs 2º trials 2 Surfista 3 Surfista 4 SEMI 1 1º cuartos 1 vs 1º cuartos 2 OCTAVOS 2 Surfista 5 Surfista 6 Surfista 7 CUARTOS 2 Surfista 8 2º trials 1 vs 1º Trials 2 FINAL 1º semi 1 vs 1º semi 2 OCTAVOS 3 Surfista 9 CUARTOS 3 Surfista 10 1º trials 3 vs 2º trials 4 Surfista 11 Surfista 12 SEMI 2 1º cuartos 3 vs 1º cuartos 4 OCTAVOS 4 Surfista 13 Surfista 14 Surfista 15 CUARTOS 4 Surfista 16 2º trials 3 vs 1º Trials 4 Figura 1. Esquema de competición utilizado en el OPEN A del Circuito Vasco de Surf de 2007. Las duraciones de las mangas fueron las siguientes: Octavos de final o Trials 25 minutos, Cuartos de Final 20 minutos, Semifinales 25 minutos y Final 30 minutos. Con la intención de posibilitar la visualización en el análisis posterior, sólo se grabó a un sujeto en cada manga, aquel que portara la lycra amarilla, considerando que este es el color que permite un seguimiento más preciso, ya que es el que más fácilmente se distingue del resto de lycras y del propio color del agua. Para la grabación de las mangas de competición, se procedió a colocar el trípode (Hama modelo Star 63) y la cámara de video digital (Canon MVX 250i ) en el lugar más alto posible en función de las características geográficas del lugar y con no mayor distancia de 30 metros respecto al cajón de jueces. Esta estructura, es el lugar donde se ubican los jueces para puntuar las olas surfeadas por los participantes. Por tanto, se entiende que la ubicación de este cajón es la posición óptima para la observación de la competición, de ahí que se decidiera que la posición de la cámara fuera cercana a esta estructura. w w w . g i d e k i t . c o m 19 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Durante la grabación del campeonato se registraron dos variables medioambientales que pueden tener influencia en las condiciones para el surf, como son el viento y el tamaño de las olas. Existió un viento de componente ligero y dirección terral u offshore (que va desde tierra hacia el mar) y el tamaño de las olas fue de entre 1 y 2 metros de altura. Mediante la visualización de las cintas de video (Sony DVM60 Pr3 Premium) se analizaron los patrones de actividad de los surfistas grabados en cada manga de competición dividiendo o clasificando los movimientos de los surfistas, en las categorías (más abajo descritas) de remando, parado, sobre la ola y otros, entendiendo que estas categorías aportan precisión y facilidad a la hora de realizar el análisis al dividir de manera racional y lógica las diferentes actividades o acciones que se pueden dar en este deporte. Además, esta clasificación también fue elegida por Meir et al. (1991) y MendezVillanueva et al. (2006), autores que han publicado estudios en revistas de impacto en los que se han analizado los patrones de actividad en el surf: - Remando (Paddling): cuando el surfista, tumbado sobre la tabla, rema de manera alterna con los brazos para propulsar la tabla hacia delante. - Parado (Stationary): cuando el surfista está sentado o tumbado sobre la tabla y no tiene intención de avanzar en ninguna dirección. Se incluye las situaciones en las que se realiza un suave movimiento de alguno de los brazos para mantener la posición en la zona de rompiente. - Sobre la ola (Riding wave): desde el momento en que el surfista realiza la última brazada antes de ponerse de pie sobre la tabla, hasta que los pies del surfista pierden el contacto con la tabla o termina de surfear la ola. - Otros (Others): resto de las acciones no definidas en las que se incluyen, sobre todo, la acción de pasar por debajo de las espumas o recuperar la tabla después de una caída. Se calcula el tiempo (segundos) total y promedio que ha estado cada surfista en cada actividad por manga de competición, la frecuencia o número de veces con la que ha ocurrido cada actividad, el promedio de tiempo máximo y mínimo en cada actividad y el porcentaje total de tiempo en cada actividad. También se registra el número fases remando y parado en función de diferentes intervalos de tiempo. El registro de los datos fue realizado por un solo observador utilizando un reproductor de archivos de video digital y un cronómetro (Digi Sport 2000). Cada manga de competición fue vista 1 vez por cada categoría (remando, parado, sobre la ola y otros) para el registro los datos. Es decir, en cada vista se registró única y exclusivamente los datos de 1 categoría. 2.3. Análisis estadístico Se ha aceptado una pérdida de datos de 0,5% en cada manga. La suma de todas las frecuencias de las cuatro categorías existentes fueron sumadas, permitiéndose una diferencia del 0,5% respecto a la duración total de cada manga. En caso de existir una diferencia mayor 0,5% debía repetirse la observación de las 4 categorías de dicha manga. Con la intención de confirmar la reproducibilidad de los resultados obtenidos se realizó una evaluación de fiabilidad de intratester test-retest. Una de las 10 mangas fue analizada dos veces por el mismo y único observador, y se analizó la correlación existente entre las dos observaciones entre las categorías de “remando”, “parado”, “sobre la ola” y “otros” utilizando el paquete estadístico SPSS v15.0, y encontrándose una correlación positiva y estadísticamente significativa (p<0,01) como puede observarse en la tabla 4. Las categorías que tienen el número 1 corresponden con el primer análisis u observación, 20 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte mientras que las que tienen un 2 corresponden con el segundo análisis u observación. Obsérvese, por tanto las siguientes correlaciones positivas reflejadas en la tabla 4: Tabla 4. Correlaciones halladas entre las categorías de la primera y la segunda observación. Correlación positiva y estadísticamente significativa (r = 0,989 p<0,01) entre remando1 (primera observación de la categoría de remando) y remando2 (segunda observación de la categoría de remando). Correlación positiva y estadísticamente significativa (r = 0,974 p<0,01) entre parado1 (primera observación de la categoría de parado) y parado2 (segunda observación de la categoría de parado). Correlación positiva y estadísticamente significativa (r = 0,999 p<0,01) entre sobre la ola1 (primera observación de la categoría sobre la ola) y sobre la ola2 (segunda observación de la categoría de sobre la ola). Correlación positiva y estadísticamente significativa (r = 0,985 p<0,01) entre otros1 (primera observación de la categoría otros) y otros2 (segunda observación de la categoría de otros). - - - - 3. Resultados En la tabla 5 se presentan las frecuencias medias, duraciones medias, duraciones totales medias, tiempo máximo y mínimo medio de las diferentes categorías analizadas durante las 10 mangas de competición. w w w . g i d e k i t . c o m 21 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla 5. Frecuencia, duración media y total y tiempo máximo y mínimo medio de las categorías analizadas. CV= Coeficiente de variación. SOBRE LA REMANDO PARADO OTROS FRECUENCIA(N) 38 21 7 15 Rango 20-62 11-34 5-9 7-24 CV(%) 36% 49% 21% 46% DURACIÓN MEDIA (s) 24,6 21,8 9,7 5,3 Rango 13-39 12-40 7-11 4-8 CV(%) 31% 39% 16% 25% DURACIÓN TOTAL (s) 860,3 409,5 66,8 72,8 Rango 600-1076 195-514 51-107 45-117 CV(%) 18% 37% 27% 38% TIEMPO MÁXIMO (s) 110,4 93,1 16,0 12,2 Rango 68-147 43-289 11-20 8-17 CV(%) 23% 77% 18% 23% TIEMPO MÍNIMO (s) 2,7 3,3 4,1 1,8 Rango 1-6 1-5 3-7 1-3 CV(%) 56% 38% 31% 34% OLA Según los datos obtenidos en las 10 mangas eliminatorias grabadas, los surfistas estuvieron remando y parados el 61,0% (50-72%) y el 29,0% (13%-41%) del tiempo total, respectivamente. Sobre la ola un 4,8% (3-7%) del total, mientras que en otras acciones (otros) un 5,2%(3-8%) (Figura 2). Estos datos parecen indicar un predominio de las acciones de parado y remando (suma de 90%) respecto a las acciones de sobre la ola y otros (suma de 10%). Parece destacable el gran porcentaje de tiempo que los surfistas pasan remando, siempre por encima del 50%. Lo cual podría condicionar aspectos muy importantes en el entrenamiento de este deporte. 22 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 70 60 % TOTAL DE TIEMPO 50 40 30 20 10 05(0$1'23$5$'262%5(2/$27526 REMANDO PARADO SOBRE LA OLA OTROS Figura 2. Patrones de actividad de 10 mangas de competición expresados en porcentaje del tiempo total (promedio +/- SD). En cuanto a la duración media de las fases de remada, como puede verse en la figura 3, el mayor número de remadas corresponden con una duración de entre 0 y 10 segundos (45,3 %). Combinándolo con los periodos de remada de entre 11 segundos y 20 segundos representan el 68,1%, y extendiéndolo hasta 90 segundos, representan el 95,8% del total de fases de remada registradas durante todas las mangas. 30 Número de fases de remada 25 20 15 10 5 0 0"-10" 11"-20" 21"-30" 31"-45" 46"-60" 61"-90" 91"-120" 121"-150" 151"-180" > 180" Duración (s) Figura 3. Número de fases de remada de diferentes duraciones realizadas durante las mangas de competición (promedio +/- SD). En la figura 4 puede observarse la distribución de la duración de los periodos de recuperación dentro de las mangas de competición. Aproximadamente la mitad (51%) de los periodos de recuperación o descanso están entre 0 y 10 segundos, mientras que lo w w w . g i d e k i t . c o m 23 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) juntamos con los periodos de descanso de entre 11 y 90 segundos, 47,5%, en total suman el 98,5% del total. Estos datos, junto con los da la figura 3, parecen sugerir un predominio de acciones y descansos de corta duración (casi siempre inferiores a 90 segundos) frente a duraciones superiores, motivados por la posible intermitencia de este deporte. Estos resultados pueden tener repercusión a la hora de diseñar la estructura de los entrenamientos de surf. 30 Número de fases de descanso 25 20 15 10 5 0 0"-10" 11"-20" 21"-30" 31"-45" 46"-60" 61"-90" 91"-120" 121"-150" 151"-180" > 180" Duración (s) Figura 4. Número de fases de descanso de diferentes duraciones de los surfistas analizados en las mangas de competición (promedio +/- SD). En la figura 5 puede observarse la distribución de los porcentajes de patrones de actividad en función de los sistemas de competición. En el formato de trials (mangas de octavos de fina) la distribución es la siguiente: 60,5% remando, 30,1% parado, 3,9% sobre la ola y 5% otros. Y en el formato de man to man (mangas de cuartos de final, semifinal y final): 61,5% remando 28,9% parado 4,9% sobre la ola y 4,7% otros. En primera instancia y según esta figura, el formato de competición parece no influir en la distribución de los patrones de actividad. 24 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 70 60 % DE TIEMPO TOTAL 50 40 TRIALS MAN TO MAN 30 20 10 0 REMANDO PARADO SOBRE LA OLA OTROS Figura 5. Patrones de actividad expresados en porcentaje de tiempo total en función de los sistemas de competición empleados en el campeonato (Promedio+/- SD). En las figuras 6 y 7 puede observarse la distribución de las fases de remada y descanso, respectivamente, en función de los diferentes sistemas de competición. 40 35 Número de fases de remada 30 25 20 TRIALS MAN TO MAN 15 10 5 0 11"-20" 0"-10" 31"-45" 21"-30" 61"-90" 46"-60" 91"-120" 121"-150" > 180" 151"-180" Duración (s) Figura 6. Número de fases de remada de diferentes duraciones realizadas durante las mangas de competición en función del sistema de competición (promedio +/- SD). w w w . g i d e k i t . c o m 25 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 40 35 Número de fases de descanso 30 25 20 TRIALS MAN TO MAN 15 10 5 0 11"-20" 0"-10" 31"-45" 21"-30" 61"-90" 46"-60" 91"-120" 121"-150" > 180" 151"-180" Duración (s) Figura 7. Número de fases de descanso de diferentes duraciones realizadas durante las mangas de competición en función del sistema de competición (promedio +/- SD). Estos datos parecen indicar la existencia de un mayor porcentaje de acciones de muy corta duración, entre 0 y 10 segundos, tanto en las fases de remada y descanso, de las mangas de trials frente a las de man to man. Las acciones de remada de entre 0 y 10 segundos en trials corresponden con un 54% mientras que en las mangas de man to man son un 38,9%. Las acciones de descanso de entre 0 y 10 segundos en trials corresponden con un 58,9% mientras que en man to man son un 43,7%. Según estos datos los sistemas de competición parecen condicionar la estructura temporal de la competición, por lo que deberían de ser tenidos en cuenta en la preparación de los deportistas. Si tenemos en cuenta las acciones de hasta 90 segundos tanto en trials como en man to man se supera prácticamente el 95% en las fases de remada y descanso: 97,5% en fase de remada en trials y 94,6% en man to man, y 100% en fase de descanso en trials y 97,5% en man to man. El posible predominio de acciones de menor duración, en las mangas de trials, tanto en la fases de remada como en las de descanso, quizás puedan ser motivadas por el número de participantes existentes en los distintos sistemas de competición y su consiguiente interacción, ya que en el sistema de competición man to man un surfista compite contra otro, mientras que en el sistema trials un surfista compite contra otros 3 participantes. 4. Análisis y discusión Como se ha apuntado anteriormente, según los resultados de los estudios existentes entorno a los patrones de actividad en el surf, tanto a nivel recreativo como a nivel competitivo, la mayor parte del tiempo se pasa remando o parado (obsérvese tabla 3). En el estudio de Meir et al. (1991), donde analizaron los patrones de actividad durante una hora de surf recreacional, los resultados mostraron que los surfistas pasaban el 44% y el 35% del tiempo total en remar y estar parados, respectivamente. En cuanto al 26 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte surf de competición, Méndez-Villanueva et al. (2006) analizaron 42 mangas de competición, registrando valores de 51% para la fase de remada y 42,5% para la fase de parado o descanso. En el presente estudio los surfistas pasan el 61% del tiempo total remando y el 29% del total parados. Al igual que en los estudios de Meir et al. y Méndez-Villanueva et al., las categorías de remada y parado representan el mayor porcentaje de tiempo respecto al total (90% en nuestro caso y 93,5% y 79% en los casos de Méndez-Villanueva et al. y Meir et al., respectivamente). A continuación puede verse una tabla (tabla 6) y un gráfico comparativo (figura 8) donde pueden observarse estos datos de manera más clara y visual. Tabla 6. Comparación de patrones de actividad registrados entre los estudios de Meir et al. (1991), MéndezVillanueva et al. (2006) y estudio propio. Meir (1991) Remando Parado Sobre la ola Otros et al. Méndez-Villanueva et al, 2006 51,40% (25-70%) 42,49% (23-72%) 3,77% (2-7%) 2,48% (0,1-6%) 44% 35% 5% 16% Estudio propio 61,0% (50-72%) 29,0% (13%-41%) 4,8% (3-7%) 5,2%(3-8%) 70 60 % TOTA L DE TIEMPO 50 40 Meir et al. 1991 Méndez-Villanuev a et al. 2006 30 Estudio propio 20 10 0 REMANDO PARADO SOBRE LA OLA OTROS Figura 8. Comparación de patrones de actividad registrados entre los estudios de Meir et al. (1991), Méndez-Villanueva et al. (2006) y estudio propio expresados en porcentaje de tiempo total. Méndez-Villanueva et al. (2006) indican que a pesar de que existen varios factores que pueden hacer variar los porcentajes, parece que los surfistas pasan alrededor del 50% del tiempo remando y alrededor del 40% parados. Lo que hace una suma del 90% entre tiempo remando y parado. w w w . g i d e k i t . c o m 27 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Comparando estos datos con los resultados del presente estudio puede decirse que a pesar de que la suma del porcentaje de tiempo remando y parado es similar (90%), la distribución es claramente diferente: 61% remando y 29% parado. Coincidiendo con lo expresado por Meir et al. (1991) y Méndez Villanueva et al.(2006), existen múltiples factores que pueden variar estos porcentajes, entre los que podrían destacarse las condiciones medioambientales existentes (sobre todo el tamaño y fuerza de las olas, y la frecuencia de su llegada a la costa) y características propias de la rompiente donde se practique surf. Destacando el factor de la longitud de la ola y la consiguiente distancia entre el lugar de la finalización de la ola y la zona de rompiente, y las corrientes existentes. Es posible que todos estos factores afecten a la distribución de los patrones de actividad en el surf. Con la intención de facilitar información para el diseño de entrenamientos específicos, podemos obtener datos que pueden ser útiles de los periodos de descanso y acción existentes en el presente estudio. De esta manera, la duración media de los periodos de acción (fase remada) ha sido de 24,6 segundos mientras que la duración media de los periodos de descanso (fase parado) ha sido de 21,8 segundos. Estos datos establecen un ratio de trabajo descanso de 0,89 segundos, es decir, el surfista descansa o está parado 0,89 segundos por cada segundo que permanece remando dentro de una manga de competición amateur. Méndez-Villanueva et al. (2006) encontraron un ratio trabajo descanso de 1,25 segundos en el surf de competición de élite analizado. Comparando estos resultados de surf de competición amateur y élite, puede considerarse que la diferencia existente entre los ratios trabajo descanso, pueda no deberse tanto a la diferencia de nivel existente entre los surfistas de cada estudio, sino que puede deberse en mayor medida a los múltiples factores que pueden variar las condiciones existentes en cada competición. Sin embargo, según estos datos existentes hasta el momento, parece que en el surf de competición los surfistas muestran un ratio de trabajodescanso próximo al 1, es decir, la duración de las fases de descanso es muy similar a las fases de acción. Serían necesarios más estudios entorno al tema para confirmar estos datos. Mientras tanto esta información puede ser utilizada para desarrollar entrenamientos intermitentes que traten de simular los requerimientos de la competición. Coincidiendo con Méndez-Villanueva et al. (2006), se considera que debido a la naturaleza impredecible de los factores medioambientales, los periodos prolongados de alta intensidad y ejercicio intermitente pueden ser también requeridos en cualquier momento dentro de una sesión de surf. Por lo tanto, las medias de los periodos de remada y descanso puede que no representen todos los patrones de estas actividades. La identificación de intervalos de fases remada de larga duración y cortos periodos de descanso pueden proporcionar más información relevante para entender los requerimientos específicos del ejercicio de alta intensidad del tren superior existentes en el surf. Méndez-Villanueva et al. (2006) encontraron en su estudio tiempos máximos de acción o remada que iban desde los 79 a los 286 segundos y por otro lado, tiempos mínimos de las fases de descanso que iban desde 1 a 10 segundos. En el presente estudio el tiempo máximo de remanda en cada manga ha variado desde 68 a 147 segundos y el tiempo mínimo de descanso de 1 a 5 segundos. La diferencia existente entre los tiempos máximos de las fases de remada de los dos estudios, pueden se debida, sobre todo, a las características propias de la rompiente y la consiguiente longitud de las olas, ya que los surfistas desarrollan los periodos más largos de remada cuando 28 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte tienen que volver a la zona de rompiente una vez han abandonado la ola. Sin embargo, los tiempos de descanso mínimos parecen similares en los dos estudios, siendo valores muy bajos, lo que muestra la intermitencia de acciones existentes en este deporte. Teniendo siempre en cuenta la variabilidad de las condiciones existentes en la práctica del surf, estos resultados que identifican largos periodos de remada y cortos periodos de descanso pueden ofrecer información válida para diseñar programas de acondicionamiento acorde con las demandas específicas del deporte. La esencia de este deporte, y su objetivo final, reside en la fase en la que el surfista realiza maniobras sobre la ola. En el presente estudio los surfistas han estado sobre la ola un 4,8% del tiempo total, mientras que en los estudios de Meir et al. (1991) y MéndezVillanueva et al. (2006) registraron porcentajes de 5% y 3,8% respectivamente. Cuando Méndez-Villanueva et al. (2006) compararon los resultados de su estudio con los de Meir et al., apuntaron que en el surf recreacional parece pasarse un mayor tiempo sobre la ola que en el surf de competición. Según estos autores, debido a que en el surf de competición se toman en cuenta sólo las dos mejores olas de cada manga, la elección de las olas resulta un factor crítico. La elección de una ola incorrecta puede resultar en una puntuación baja y requiere un periodo de remada para volver a la zona de rompiente, y posiblemente, la pérdida de la prioridad en la ola. Por tanto, durante las mangas de competición, es probable que la selección de las olas prevenga a los surfistas de coger todas las olas que cogerían durante una sesión de surf recreacional. Sin embargo, si comparamos los datos del presente estudio (4,8%) con los de Meir (5%) y Méndez-Villanueva (3,8%) podemos ver claramente que parecen más cercanos a los valores registrados en el surf recreacional (Meir) que a los de surf de competición de élite (Méndez-Villanueva). Esto quizás podría justificarse con la diferencia de nivel entre los surfistas amateurs del presente estudio y los surfistas de élite del estudio de MéndezVillanueva, alegando que los primeros no son tan selectivos con las olas que surfean comparándolos con los surfistas de élite. Pero sin embargo, a pesar de que se puede considerar que la elección de las olas en el surf de competición, comparándolo con el surf recreacional, sí es un factor crítico que reduce el tiempo sobre la ola, las diferencias existentes en el porcentaje de tiempo destinado a la fase sobre la ola son mayormente debidas, en este caso, a las condiciones medioambientales existentes en el día de la competición, y al tipo y longitud de ola de la rompiente donde se practique surf. Sirva de ejemplo la consideración de que el tiempo sobre la ola sería muy diferente si durante un campeonato en una misma playa o rompiente el periodo de las olas (frecuencia con la que éstas llegan a la costa) fuera el doble. Como norma general, en el surf de competición, los surfistas esperan al grupo de olas de mayor tamaño que entra periódicamente hacia la costa (denominado serie, o set en inglés) con la intención de coger las olas con mayor potencial de puntuación. En función del periodo con que estas olas entran en la costa, las fases de espera de los surfistas en la zona de rompiente suelen variar. De esta manera, cuanto mayor periodo de olas exista, y por tanto, mayor número de series lleguen a la zona de rompiente, mayor será las posibilidades de surfear olas con alto potencial de puntación, y por tanto, mayor será el tiempo que, en ese caso, los surfistas pasarán sobre la ola. La posible diferencia de tiempo de fase sobre la ola entre el surf de competición y surf recreacional podría aclararse si se analizara un mismo día, y en una misma playa o rompiente, a los mismos surfistas realizando surf recreacional y surf de competición. De w w w . g i d e k i t . c o m 29 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) esta manera las variables medioambientales y de tipo de rompiente quedarían mayormente controladas. La duración media de la fase sobre la ola en el presente estudio ha sido de 9,7 segundos, tras haber analizado un total de 64 olas durante la competición. En el estudio de surf de competición de Méndez-Villanueva et al. (2006) se analizaron 206 olas con una duración media de 11,6 segundos. Aunque los valores pueden considerarse como similares, puede coincidirse con estos autores al señalar que la diferencia de longitud de las olas debido a las condiciones medioambientales y características de las diferentes playas o rompientes, pueden variar el tiempo que el surfista está sobre la ola. En cuanto al tiempo destinado a otras acciones, en el presente estudio se han registrado valores del 5,2% respecto al tiempo total. En los otros estudios relacionados existentes, Meir et al. (1991) encontraron valores del 16%, mientras que MéndezVillanueva et al. (2006) registraron valores de 2,2%. Estos últimos autores indican en su estudio que sus valores son claramente inferiores a los encontrados por Meir et al., pero descartan la existencia de variaciones metodológicas entre los dos estudios, ya que la categorización realizada por Méndez-Villanueva et al. fue con el mismo criterio que el utilizado por Meir et al. En el presente estudio ocurre lo mismo, ya que los criterios de categorización fueron los mismos que los utilizados en los estudios de Meir et al. y Méndez-Villanueva et al., entendiendo que, además de posibilitar la comparación de datos con estos estudios, estas categorías aportan precisión y facilidad a la hora de realizar el análisis al dividir de manera racional y lógica las diferentes actividades o acciones que pueden ocurrir en este deporte. Los valores registrados en este estudio (5,2%) también se alejan mucho de los encontrados por Meir et al. (1991) (16%). Coincidiendo con Méndez-Villanueva et al. (2006) al afirmar que estas diferencias pueden deberse por un lado, a la presión de la competición que hace que los surfistas traten de perder el menor tiempo posible en este tipo de acciones que no aportan ningún rendimiento, y por otro, a las condiciones medioambientales, ya que éstas determinan la frecuencia y duración de este tipo de acciones. Puede considerarse que las ligeras diferencias existentes entre el presente estudio y el de Méndez-Villanueva et al. pueden ser debidas a dichas variaciones medioambientales y características propias de la rompiente, variables clasificables como condiciones externas a la voluntad y nivel de los propios competidores. El número de las duraciones de las fases de remada y descanso pueden verse en las figuras 3 y 4. El mayor número de acciones corresponden con acciones de 0 a 10 segundos (el 45,3% de las acciones de remada y 51% de las de descanso) mientras que la mayoría de ellas, más del 95%, tanto en acciones de remada y parado están entre 0 y 90 segundos. Estos valores parecen similares a los encontrados por Méndez-Villanueva et al. (2006) donde aproximadamente el 90% de las acciones de remada y parado también están dentro de la franja entre 0 y 90 segundos. Estos datos parecen confirmar la intermitencia de las acciones en el surf de competición, tanto amateur como de élite. En el OPEN A del Circuito Vasco de Surf, prueba analizada en el presente estudio, se combinan dos diferentes sistemas de competición (obsérvese el esquema de competición recogido en la Figura 1). En las eliminatorias de octavos de final se utiliza el formato trials, donde compiten 4 surfistas entre sí en 4 mangas diferentes, de las cuales pasan a cuartos de final los 2 mejores de cada manga. Mientras que en cuartos de final, semifinales y final se utiliza el formato man to man, donde compiten un surfista contra otro pasando aquel que mayor puntuación obtenga de los dos. Como norma general, en el surf de competición cada ola sólo puede ser surfeada por un competidor, sin poder ser éste estorbado por 30 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte ningún otro participante a lo largo de toda la ola. Como se ha detallado anteriormente, las normas de prioridad a la hora de coger y surfear una ola varían en función del sistema de competición utilizado. Con la intención de conocer si los diferentes sistemas de competición pueden llegar a influir en la distribución de los patrones de actividad y en las exigencias hacia los competidores, se ha comparado los resultados obtenidos en las mangas de octavos de final (formato trials) con los obtenidos en el resto de mangas (formato man to man). Es destacable que la distribución de los porcentajes de patrones de actividad parecen muy similares en las mangas de los dos sistemas de competición (ver figura 5): por un lado 60,5 % remando, 30,1% parado, 3,9% sobre la ola y 5 % otros en las mangas de trials, y por otro, 61,5 % remando 28,9% parado 4,9% sobre la ola y 4,7% otros en magas man to man. Por tanto, parece que los diferentes sistemas de competición no afectan a la distribución de los patrones de actividad en lo que a distribución total del tiempo se refiere. Sin embargo, si analizamos la duración de las fases de remada y parado, y su frecuencia o número de veces que se repiten, sí que parecen existir diferencias apreciables (figuras 6 y 7). En las mangas donde se compite con formato man to man el número de frecuencias de acciones de remada es menor (un promedio de 53,7 acciones o frecuencias de remada en las mangas de trials frente a un promedio de 31,6 frecuencias de remada en mangas man to man) y lo mismo ocurre con las fases de parado (un promedio de 30 frecuencias en trials frente a un promedio de 17 en man to man). Esta diferencia existente en el número de frecuencias de remada y parado entre los dos tipos de manga es debido a que (como puede verse en las figuras 6 y 7) en trials el número de fases de remada y parado de corta duración es mucho mayor que en las mangas de man to man. Esto puede explicarse debido a que en las mangas de trials, 4 competidores luchan entre sí tratando de ganar la prioridad en la ola, lo que produce una interacción entre los surfistas que conlleva una mayor intermitencia en las acciones. Sin embargo, en las mangas man to man sólo compiten 2 surfistas en cada manga bajo la norma de que tendrá la prioridad aquel surfista que lleve más tiempo en la zona de rompiente, lo que simplifica y deja mucho más claro a cada surfista cual es su rol o posición ante la prioridad y facilita la elección de las acciones a realizar. Por tanto, estos datos parecen indicar que en las mangas de trials existe una mayor intermitencia en las acciones de los surfistas con un aumento de las acciones que van hasta los 30 segundos si las comparamos con las mangas con formato de man to man. Sin embargo, estas modificaciones parece que no afectan a la distribución final de los patrones de actividad de ambos formatos. 5. Conclusiones La muestra analizada era compuesta por surfistas del máximo nivel o vértice amateur dentro de un campeonato regional, por tanto, generalizar los resultados encontrados a competiciones de diferentes niveles (profesional, junior, etc.) bajo diferentes condiciones medioambientales y diferentes características de playa o rompiente podría no ser adecuado. Como sugieren Méndez-Villanueva et al. (2006), debería de reconocerse que estas limitaciones probablemente habrían de aplicarse a la mayor parte de los estudios de patrones de actividad, que son sólo capaces de proporcionar información sobre una población específica en unas condiciones específicas. Bajo esta premisa, los datos del presente estudio parecen indicar que el surf es un deporte intermitente, caracterizado por la variabilidad de las acciones existentes debido a w w w . g i d e k i t . c o m 31 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) la posible influencia de diferentes factores que afectan a su estructura temporal, como pueden ser: los factores medioambientales, las características propias de la playa o rompiente donde se practique surf o el propio sistema de competición. Todos estos factores delimitan las exigencias físicas de la actividad en mayor medida que la propia voluntad de los surfistas. La posible influencia de los sistemas de competición en los patrones de actividad no ha sido estudiada en trabajos anteriores. Según los resultados del presente estudio a pesar de que los sistemas de trials y man to man parecen provocar una distribución de patrones de actividad similar en lo que a distribución total de tiempo se refiere, los resultados sugieren que el sistema de competición trials provoca una mayor intermitencia en las acciones de los surfistas que el sistema man to man, posiblemente motivado, principalmente, por el número de competidores existentes en cada sistema de competición. Los resultados de este estudio en lo que a la duración de las fases de acción y descanso se refiere, aportan información que puede resultar válida para orientar en la creación de programas de entrenamiento que respondan a las exigencias específicas de cada competición. Los resultados de este estudio junto con los encontrados en el estudio de Méndez-Villanueva et al. (2006) sugieren que, en el surf de competición, la duración media de las fases de descanso es muy similar a las fases de acción. Puede entenderse que las medias de las fases de acción y descanso no representan todos los patrones que se dan en este deporte, ya que ocurren durante la práctica periodos prolongados de acción y cortos periodos de descanso. En este caso, los resultados del presente estudio junto con los encontrados por -Villanueva et al. (2006), parecen identificar largos periodos de remada con cortos periodos de descanso, mostrando la intermitencia de acciones existentes en este deporte. La esencia de este deporte y lo que realmente marca la diferencia en competición sucede en la fase en la que el surfista está sobre la ola. La elección de las olas en el surf de competición parece ser un factor crítico, sin embargo, según los resultados del presente estudio, parece que el número de olas cogidas y el tiempo sobre las mismas pueden variar en función de las condiciones medioambientales existentes el día de la competición y las propias características de la playa o rompiente donde se celebre la prueba. Si todo lo citado anteriormente es así, y realmente las condiciones medioambientales y características propias de la playa o rompiente afectan de tal manera al desarrollo de la actividad, podría considerarse que esta variabilidad existente en surf convierte en muy importante la aclimatación del surfista al lugar donde se celebrará la competición en los días o mementos cercanos a la prueba. Ya que de esa manera el competidor conocerá las características propias de la playa o rompiente con las condiciones medioambientales concretas que posteriormente pueden reproducirse en competición. Podría considerarse de gran interés el que se realicen un mayor número de estudios entorno al tema que nos ha ocupado en el presente trabajo, subrayando la posible importancia que pueda tener un análisis longitudinal con un grupo de sujetos del mismo nivel deportivo para recabar datos que puedan ser más concluyentes. 6. Referencias ASP (Association of Surfing Professionals) (2007). Asp Rulebook 2007. http://www.aspworldtour.com/2007/pdf/asprulebook_2007.pdf Acceso diciembre 2007. Danaculov, M A.D., Lauro , F A.A., Andrade, M S., Piarro, I C. y Silva, A C. (2001). Peak oxygen uptake of brazilian professional surfers. Concentric knee isokinetic strength 32 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte and power of brazilian professional surfers (abstract). Medicine & Science in Sports & Exercise. 33 (5) Supplemente 1: S245 May. EHSF (Euskal Herriko Surfing Federazioa) (2002). Curso de jueces clase C. Apuntes. EHSF (Euskal Herriko Surfing Federazioa) (2007). Reglamento deportivo EHSF. http://www.euskalsurf.com/documentacion.html Acceso diciembre 2007. Lauro , F A.A., Danaculov, M A.D., Andrade, M S., Piarro, I C. y Silva, A C. (2001) Concentric knee isokinetic strength and power of brazilian professional surfers (abstract). Medicine & Science in Sports & Exercise. 33(5) Supplemente 1: S342. May. Lauro , F A.A., Danaculov, M A.D., Pacheco, F B.M. y Silva, A C. (2003). Anaerobic power indices of brazilian male competitive surfers (abstract). Medicine & Science in Sports & Exercise. 35(5) Supplemente 1: S275. May. Lowdon B. J., Paterman, N.A. (1980). Physiological parameters of internacional surfers. Australian Journal of Sport Medicine 12 (2), 30-33. Lowdon, B.J. (1983). Fitness requeriments for surfing. Sports Coach, 6 (4), 35-38. Meir, R.A., Lowdon, B.J. y Davie, A.J. (1991). Heart rates and estimated energy expenditure during recreational surfing. The Australian Journal of Science and Medicine in Sport 23 (3), 70-74. Méndez-Villanueva, A. y Bishop, D. (2005). Physiological aspects of surfboard riding performance. Sports Medicine 35 (1), 55-70. Méndez-Villanueva, A., Pérez-Landaluce, J., Bishop, D., Fernández-García, B., Ortolano, R., Leibar, X. y Terrados, N. (2005). Upper body fitness comparison between two groups of competitive surfboard riders. Journal of Science and Medicine in Sport 8 (1), 43-51. Méndez-Villanueva, A., Bishop, D. y Hamer P. (2006). Activity profile of world-class professional surfers during competition: a case study. Journal of Strength and Conditioning Research. 20(3), 477-482. w w w . g i d e k i t . c o m 33 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 34 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 2 CONSECUENCIAS DE MARCAR PRIMERO EN LOS PARTIDOS DE LOS MUNDIALES DE FÚTBOL Castellano, J., Castillo, A. y Casamichana, D. [email protected] Resumen El estudio que presentamos pretende dar respuesta a dos cuestiones. Por un lado, conocer si el hecho de adelantarse en el marcador tiene algún tipo de efecto en el resultado final de un encuentro de fútbol, es decir, en qué medida marcar primero condiciona el resultado final del partido. Y en segundo lugar, estimar si ha existido algún cambio en este aspecto a lo largo de todos los mundiales de la historia del fútbol. Para ello, se han analizado todos los partidos (708) de la máxima competición futbolística disputados en los 18 Mundiales de fútbol que se han celebrado desde Uruguay’1930 hasta Alemania’2006. Los partidos han sido codificados en base a las siguientes cuatro facetas: mundial (18 niveles), tipo de competición (2 niveles), resultado (6 niveles) y minuto cuando se marca el primer gol (8 niveles). Finalmente los datos se sometieron a unas técnicas analíticas que han incluido desde las descriptivas más básicas, la comparación de medias a partir del chi2, para comprobar la presencia de ciertas asociaciones entre niveles de las variables, y por último, un análisis de los componentes de varianza para ponderar la variabilidad aportada por la faceta mundial y estimar en qué medida este aspecto ha variado a lo largo de los mundiales. Los resultados muestran que marcar el primer gol parece incrementar las opciones de ganar el partido y que este hecho ha variado significativamente a lo largo de la historia, favorecido por la casuística que cada vez se marcan menos goles por partido, y por tanto, del valor relativo de cada gol marcado. Palabras clave: fútbol, mundiales, resultado. w w w . g i d e k i t . c o m 35 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción Los cambios que se están produciendo en la sociedad afectan en mayor o menor medida a la forma de entender y jugar al fútbol. Nadie es ajeno a esta realidad compleja en la que se enmarca el fútbol. Estamos en una época en que parece que la lógica externa del fútbol tiene la iniciativa respecto al propio juego, su lógica interna (Parlebas, 2001). El diagnóstico de esta realidad del juego ha sido abordado en diferentes estudios (Acar, Yapicioglu, Arikan, Yalcin, Ates & Ergun, 2009; Castellano, 2009; Castellano, Perea y Álvarez, 2009; Hughes & Franks, 2005; Jinshan, Xiakone, Yakamaka, & Matsumoto, 1993; Kuhn, 2005; Mombaerts, 1991; Pollard & Reep, 1997) con la pretensión de describir y explicar en que medida se están produciendo estos cambios. Los esfuerzos realizados por los jugadores, su grado de participación, los espacios que cada demarcación abarca, el número de contacto de balón, las duraciones de las posesiones del balón, el número de transiciones defensa-ataque o viceversa, el número de pases por posesión, el tiempo efectivo y de pausa, o las interrupciones reglamentarias y su relación con el gol son algunos de los indicadores que se proponen para valorar la evolución del juego en el fútbol. En su historia, a medida que se han ido incorporando cambios en la normativa lo suficientemente importantes, la acción de juego se ha visto comprometida. Según Olivós (1992 y 1997), la evolución y progresión en la mejora de la maestría técnica, táctica y preparación física de los jugadores, han ido provocando en diferentes periodos un desequilibrio entre la defensa y el ataque, afectando a la espectacularidad del juego, lo que ha obligado a las instituciones futbolísticas a proponer cambios en su normativa. Destacamos la evolución sufrida por la regla del ‘fuera de juego’ que ha provocado cambios importantes en la manera en que los jugadores se han distribuido sobre el terreno de juego, a partir de las cuales han acometido las funciones tanto en ataque como en defensa. En este sentido, los sistemas de juego utilizados por los equipos se han ido adaptando a los nuevos marcos reglamentarios. Mayor polivalencia y una mayor competencia motriz parecen ser los rasgos de los jugadores de la actualidad. Según Kuhn (2005) después de comparar cuatro partidos de diferente época (Inglaterra-Hungría de 1953, AlemaniaHolanda de 1974, Francia-Brasil de 1998 y Brasil-Alemania de 2002) llegó a la conclusión de que los jugadores abarcan más área de terreno de juego, los porteros tienen más posesión de balón, ha aumentado el número de pases de éxito al 1er toque y la velocidad del balón aumenta en los pases exitosos medios y largos. En la actualidad, existe un criterio muy generalizado respecto al inmovilismo en las normas o reglas que lo rigen, aunque estudios como el de Palacios-Huerta (2004) o el de Olivós (1992) nos muestran claramente los cambios estructurales del fútbol a lo largo de los primeros 100 años de vida, entre otras cosas por los cambios en su normativa. Este estancamiento del fútbol de los últimos años (Castellano, 2008; Castellano, Perea y Álvarez, 2009; Castellano, Perea y Hernández-Mendo, 2008) es una de las eternas discusiones que en multitud de reuniones, tertulias, impresiones escritas se pone una y otra vez sobre la mesa intentando dar respuesta a la necesidad o no, de cambiar sustancialmente las reglas del juego. En boca de todos circulan comentarios alrededor de la cada vez mayor igualdad en los rendimientos de los equipos a nivel nacional e internacional, motivados seguramente por el efecto globalización, aumento del número de jugadores extranjeros en las ligas nacionales (Bloomfield, Polman, & O'Donoghue, 2003), que hace que la forma de jugar de los equipos se vaya unificando. Parece más complicado hablar hoy en día de escuelas o estilos de juego de los diferentes países o regiones. Además pensamos que estamos en un momento de juego bloqueado, las defensas se imponen a los ataques, el ritmo de juego se ha incrementado (Vales, 1998) y aspectos mínimos del juego, 36 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte en algunas ocasiones el azar (Lago, 2007), o una simple jugada a balón parado (Taylor, James & Mellalieu, 2005), lleva a la ‘gloria’ a un equipo y al ‘fracaso’ a otro. El sistema de tanteo y el marcador son dos elementos claves de la lógica interna (Parlebás, 2001) de la práctica competitiva del fútbol. Este juego con memoria hace que cada conducta motriz de los jugadores sea trascendente. No se juega por jugar o pasar el rato, se juega para ganar. El claro componente táctico-estratégico del fútbol se ve altamente influenciado por la variable contextual, resultado parcial del partido, que parece tener una influencia en la interacción del juego, y en el jugador. El marcador momentáneo, se encuentre éste favorable o desfavorable para el equipo en cuestión, hace tomar decisiones sobre la forma de jugar en ese momento. Parece que los jugadores forjan una gama de conductas preferenciales (Anguera, Blanco-Villaseñor, Losada, Ardá, Camerino, Castellano, Hernández-Mendo y Jonsson, 2003; Castellano y Blanco, 2004 y 2006; Perea, 2008) para arriesgar al máximo y conseguir puntuar antes de que acabe el partido en disputa; o todo lo contrario, procurar no rifar el balón, para mantener un resultado con el que interesa finalizar la competición. Especular con el balón, perdidas no justificadas de tiempo, progresar de manera excesivamente directa, incluso precipitada…, y es que los equipos alteran el estilo de juego en función del marcador parcial del partido (Bloomfield, Polman, & O’Donoghue, 2005; Taylor, Mellalieu, James, & Shearer, 2008) lo que repercute en diferentes pautas de juego como: desequilibrios en la distribución entre los equipos del tiempo de posesión de balón (Castellano, Perea y Hernández-Mendo, 2008; Jones, James, & Mellalieu, 2004; Lago, & Martín, 2007); oscilaciones respecto a la exigencia en el aspecto físico, recorriendo menores distancias a alta intensidad cuando los jugadores se encuentran por delante en el marcador (Lago, Casáis, Domínguez, Martín Acero y Seirul-lo, 2009; Rampinini, Impellizzeri, Castagna, Coutts, & Wisloff, 2007); oscilaciones en la cesión de la iniciativa al equipo que va perdiendo y reducir su intensidad en el juego después de alcanzar el objetivo pretendido de marcar primero (Lago et al, 2009; O´Donoghue, & Tenga, 2001), puede ser algunas de las consecuencias de las alternancias en el marcador. Seguramente gran parte de los equipos prefieren adelantarse en el marcador. Esto te hace ser dueño momentáneo del resultado aunque no te asegura dominar el juego. El equipo ve afectada su aportación, jugando más tiempo en zonas de medio campo, en vez de zonas adelantadas y retrasadas como sucedía cuando el marcador estaba empatado (Bloomfield, et al., 2005) lo que, al mismo tiempo, dificulta que el resultado del marcador cambie. La acción de marcar primero parece que aporta ciertas ventajas al equipo que lo consigue, e interpretamos que su peso es mayor a raíz del cambio del sistema de puntuación llevada a cabo en la temporada 1995-96, suponiendo un cambio importante en el suprajuego (Parlebas, 2001). A partir de ese año competitivo se cambió el cómputo de puntos asignados por partido ganado (pasando de 2 a 3) con la intención, así se justificó, de favorecer el juego de ataque. Todo lo contrario, los objetivos esperados y obtenidos no parecen coincidir, es decir, se ha dado un incremento en el número de conductas defensivas, destructivas o de sabotaje una vez que uno de los equipos consigue adelantarse en el marcador (Garicano, & Palacios-Huerta, 2005). No se ha visto favorecido el n.º de goles marcados por partido (Castellano, Perea, y Hernández-Mendo, 2008), más bien todo lo contrario, en cuanto uno de los dos equipos marca un gol ’cierran la persiana’. Los objetivos que pretendemos en este trabajo con relación al marcador son dos: por un lado, a) conocer qué repercusión tiene en el resultado final del partido el hecho de que un equipo inicie marcando, dependiendo además del minuto en el que se marca el gol y, por otro, b) determinar si el peso de marcar primero ha ido variando a lo largo de la historia de los mundiales de fútbol. w w w . g i d e k i t . c o m 37 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 2. Método 2.1. Participantes La investigación se desarrolla dentro del marco de la metodología observacional (Anguera, Blanco-Villaseñor, Losada y Hernández-Mendo, 2000). Los datos han sido tomados desde dos páginas web, www.fifa.com (web oficial de la Federación Internacional de Fútbol) y www.infofutbolonline.com, que nos ha permitido contrastar lo datos respecto al resultado final del partido y al minuto en el que se encajó el primer gol. En total se han codificado y registrado todos los resultados finales acontecidos en los 708 partidos disputados en los 18 mundiales de fútbol, así como el minuto cuando se consiguió el primer gol, desde Uruguay´30 hasta Alemania´06. Se han incluido tanto los partidos de la primera fase, como de las fases finales. Tabla I. Relación de Mundiales con el número de partidos disputados en ellos. Mundial Nº de partidos 1930 18 1934 17 1938 18 1950 22 1954 26 1958 35 1962 32 1966 32 1970 32 Total de partidos Mundial 1974 1978 1982 1986 1990 1994 1998 2002 2006 Nº de partidos 38 38 52 52 52 52 64 64 64 708 2.2. Sistema taxonómico La herramienta confeccionada para realizar el registro observacional ha sido elaborada a través de la combinación de dos estrategias diferentes en su construcción: sistemas de categorías y formatos de campo (Anguera y Blanco, 2003; Ardá, 1998; Castellano, 2000). Los formatos de campo garantizan el registro sistemático de varios aspectos de un evento natural, para lo cual se proponen criterios relevantes, y para cada uno de ellos se desarrolla un listado de niveles (Anguera, 1979) que hemos optado porque sean cerrados, es decir EME (exhaustivas y mutuamente excluyentes). La herramienta está formada por cuatro criterios o facetas como son: a) Mundial (18 niveles), que se corresponden con todos los mundiales disputados hasta ahora; b) Tipo de competición (2 niveles), diferenciamos los partidos de liga y de copa o eliminatoria; c) Resultado final (6 niveles), registrado siempre en función del equipo que marca primero respecto al resultado final del mismo, y; d) Minuto del 1er gol (8 niveles), en la que se dividió la duración total del partido en 6 periodos de 15 minutos (del 1 al 6), las prórrogas (código 7) y los partidos que acaban en empate a cero (código 0). Tabla II. Herramienta taxonómica configurada para la codificación de los goles de los partidos, con los cuatro criterios y sus niveles. Los códigos utilizados están en negrita y entre paréntesis su significado. Mundial 1930 1934 38 / 440 Tipo competición L (liga) w Resultado final Minuto del 1er gol 0 (0–0) 0 (resultado sin goles) w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte C (copa) 1938 1950 1954 1958 1962 1966 1970 1974 1978 1982 1986 1990 1994 1998 2002 2006 1a (1–0) 1b (Ganar por 1 gol: 2-1,...) 2 (Ganar por 2 ó + goles: 3-1,...) 3 (empatar) 4 (perder) 1 (0’–15’) 2 (16’–30’) 3 (31’–45’) 4 (46’–60’) 5 (61’–75’) 6 (76’–90’) 7 (>90´) 2.3. Calidad del dato Todos los partidos fueron codificados tres veces por ocho observadores con dos horas de formación. Además un observador ajeno revisó de manera aleatoria 100 resultados no encontrando ningún error. Se repasaron todos aquellos registros de los partidos de los mundiales que no coincidían hasta que todos los datos cuadraron. El hecho de disponer de dos fuentes de datos (páginas webs utilizadas) permitió contrastar los resultados, que por otra parte no mostraron diferencias significativas. 2.4. Análisis estadístico Para realizar los análisis estadísticos se han utilizado varios aplicaciones informáticas: el programa estadístico SPSS 15.0 para Windows y el nivel de significación admitido fue de p<0.05 (SPSS Inc., Chicago, IL, USA) para los análisis descriptivos y las figuras. También fueron realizadas pruebas del Chi2 no paramétricas para comparar las asociaciones entre variables, en la que se adoptaron niveles de p<0.05 ó p<0.01 como indicadores de significación. La aplicación SAS v9.1.3. (SAS Institute Inc., 1999) se utilizó para el análisis de los componentes de varianza y un análisis de generalizabilidad se realizó con el programa GT versión 2.0 (Generalizability Study, Ysewjin, 1996) estimándose el % de variabilidad (varianza explicada) de cada una de las facetas así como de sus interacciones. 3. Resultados En una primera aproximación descriptiva (tabla III) podemos observar como de los 708 partidos que se han disputado en la historia de los mundiales han finalizado con el resultado de empate (códigos 0 y 3) un total de 157 encuentros, que suponen casi una cuarta parte del total (22.2 %). El equipo que empieza y acaba ganando (códigos 1a, 1b y 2) suman un total del 64.5 % de los partidos disputados (457). Sólo el 13.3 % de los equipos que empiezan ganando el partido terminan por perderlo (código 4). w w w . g i d e k i t . c o m 39 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla III. Frecuencia de los tipos de resultados que se han repetido durante la evolución de los Mundiales. Códigos resultado final 0 1a 1b 2 3 4 Total Frec. 56 128 81 248 101 94 708 % 7.9 18.1 11.4 35.0 14.3 13.3 100.0 Nota: El significado de cada uno de los códigos figuran en la tabla II. En los partidos que finalizaron con el resultado de 1–0, los goles han sido marcados de forma muy repartida durante los 90 minutos del encuentro, pero se aprecia un mayor número de goles en la parte final del partido, desde el minuto 60 al 90. Este dato es muy interesante si lo comparamos con los datos obtenidos de los partidos ganados por la mínima con más de un gol (código 1b), ya que aquí comprobamos que el mayor número de goles se marcan en los primeros minutos del partido (más del 50 %). De manera muy similar los encuentros que acaban con victoria por una diferencia mayor a 2 goles. En los demás resultados finales (códigos 2 y 3) ocurre exactamente lo mismo, es decir más del 50 % de los goles que se han marcado en estos partidos son en los primeros minutos de partido (entre el 0-30’). Tabla IV. Frecuencia de los intervalos de tiempo que ocurre el primer gol del partido. Códigos minuto gol 0 1 2 3 4 5 6 7 Total Frec. 56 234 160 94 75 46 36 7 708 % 7.9 33.1 22.6 13.3 10.6 6.5 5.1 1.0 100.0 Nota: El significado de cada uno de los códigos figuran en la tabla II. Podemos observar en la figura 1, en donde no se han incluido los resultados de empate a 0, una cierta tendencia a que los resultados finales del partido acaben con victoria, a medida que el primer gol del partido se produce con el partido avanzado. La asociación de estas variables (Minuto 1er gol * Resultado final) es significativa (Chi2 = 862.717; p<0.01). Parece que tiene un claro peso el hecho de que el equipo que marca el primer gol en la segunda parte es el que gana (50–70 %). Si analizamos las victorias por dos o más goles, podemos observar que si el primer gol es durante los primeros 15 minutos, existe un 50 % de aumentar la diferencia durante el resto de tiempo del partido. En cambio, si el primer gol llega entre el minuto 16 y el 60 de partido, las posibilidades se reducen a un 40 %. Por otra parte, resulta interesante ver cómo marcando el primer tanto 40 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte en el intervalo de tiempo 16–30 del partido, se obtiene un 21 % de posibilidades de perder el partido. Este porcentaje va disminuyendo conforme el primer gol tarda en aparecer, aspecto que no escapa de la lógica del juego, ya que el equipo que comienza perdiendo cada vez tiene menos tiempo para conseguir la ‘remontada’. cod_res 100,0% 1a 1b 2 3 4 Porcentaje 80,0% 60,0% 40,0% 20,0% 0,0% 1 2 3 4 5 6 7 cod_min Figura 1. Distribución en porcentaje del tipo de resultados finales de los partidos en relación a la prontitud del primer gol marcado (p<0.01). En la figura 2 podemos observar los porcentajes en los que aparece cada resultado a lo largo de los diferentes mundiales. La asociación de estas variables (Mundial * Resultado final) es significativa (Chi2 = 113.159; p<0.05). Cabe destacar por ejemplo como en los cinco primeros mundiales no existe ningún partido que finalice con empate a 0. Llama la atención también como en el Mundial de Uruguay, en el 70 % de las ocasiones el equipo que marcaba el primer gol ampliaba la diferencia, mientras que en la actualidad, en el último mundial de Alemania’06 este aspecto se produce únicamente en el 40% de las ocasiones. Similar tendencia decreciente ha seguido las opciones de remontar un partido, pasándose de un 20–30 % en los primeros mundiales a situarse ahora en torno al 7–10 %, dándose este punto de inflexión sobre todo a partir del Mundial de España’82. Por último, podemos destacar que los partidos que terminan 1–0 ó empate con goles se ha mantenido constante a los largo de los mundiales, en torno al 15–20 %. w w w . g i d e k i t . c o m 41 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) cod_res 100,0% 0 1a 1b 2 3 4 Porcentaje 80,0% 60,0% 40,0% 20,0% 0,0% 1930 1938 1954 1962 1970 1978 1986 1994 2002 1934 1950 1958 1966 1974 1982 1990 1998 2006 año Figura 2. Porcentaje de los tipos de resultados en función del mundial (p<0.05). Por otro lado, sí hemos encontrado asociación de las variables Tipo competición y el Minuto del 1er gol (Chi2 = 28.751; p<0.01) tal y como aparece reflejado en la figura 3. Según estos valores en las fases finales correspondiente a estos Campeonatos disminuye la probabilidad de quedar el partido en tablas (0–0) en más de 50 % y que se marca el primer gol en la primera parte (68.7 %). Figura 3. Porcentaje del intervalo de tiempo en el que se marca el primer gol entre fases iniciales como finales de competición. Entre el Tipo de competición y el Resultado final (figura 4) parece existir cierta asociación (Chi2 = 23.220; p<0.01). Queremos destacar que en las fases finales existe un 34.6 % de probabilidades que el resultado termine favorable para el equipo que marca primero por la mínima diferencia, que hay un 20.3 % de comenzar marcando primero para 42 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte terminar perdiéndole partido y, por último, que disminuye al 8.8 % las probabilidades de terminar empate después de comenzar ganando el partido. Figura 4. Porcentaje del tipo de resultado entre las fases iniciales y finales de competición. Con relación al minuto donde se marca el primer gol no encontramos diferencias significativas en la historia de los Mundiales (figura 5). Según la prueba de Chi2 (140.267; p>0.05) no podemos descartar la hipótesis nula, pues no existen diferencias significativas, aunque se puede observar la evolución de los mundiales que en esta ocasión se mantiene el marcar primero durante el primer tiempo en un 78% tanto en 1930 como en 2006. Figura 5. Porcentaje del intervalo del tiempo cuando se ha marcado el primer gol en función del mundial (p>0.05; no significativo). Para el análisis de los componentes de varianza y su precisión de generalización se ha configurado un diseño multifaceta compuesto por tres facetas. Por un lado, la faceta w w w . g i d e k i t . c o m 43 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Mundial [M], que recoge 18 niveles correspondiendo con los mundiales celebrados desde 1930 hasta el 2006; en segundo lugar la faceta Resultado final [R] con seis niveles, correspondiendo con los tipos de resultados establecidos; y por último, la faceta Minuto del 1er gol [T], con ocho niveles representando las partes del partido dónde se produce el primer gol del partido. El procedimiento empleado fue el de Generalized Linear Model (GLM). Además se realizó un análisis de generalizabilidad con el programa GT versión 2.0 (Ysewjin, 1996) estimándose el % de variabilidad (varianza explicada) de cada una de las facetas y de sus interacciones. En la tabla V vienen recogidos los resultados de los dos análisis con el modelo de las tres facetas utilizadas, con el fin de observar la varianza asumida por cada una de las facetas y sus interacciones. Tabla V. Valores de los grados de libertad (gºl), suma de cuadrados (SC), a partir del procedimiento GLM tipo III para el modelo de tres facetas mundial*resultado*minuto [M*R*T]. Además se incorpora el porcentaje de varianza explicada (%) por cada faceta y por sus interacciones mediante en análisis de generalizabilidad. gº l % de varianza explicada SC Mundial [M] 17 41.1 4 Resultado [R] 5 30.7 1 M*R 64 118.2 0 Minuto [ T] 7 73.7 7 M*T 77 112.7 16 R*T 21 153.5 33 M*R*T 101 166.3 40 Como podemos apreciar la interacción de las facetas Resultado final y Minuto del 1er gol es la que mayor variabilidad aporta al modelo (aparte del error residual que está representado por la interacción de todas las facetas). Por el contrario, la faceta Resultado final, bien sola o cuando está en interacción con la variable Mundial, aporta muy poco variabilidad (1 %). En una posición intermedia se sitúan las facetas Mundial y Minuto del 1er gol aportando el 4 % y el 7 % de la variabilidad del modelo. 4. Discusión El propósito del trabajo fue por un lado y con relación al marcador, conocer qué repercusión tiene en el resultado final del partido para el equipo que inicia marcando, dependiendo además del minuto en el que se marca el gol y, por otro, si el peso en la victoria final de marcar primero ha crecido en importancia a lo largo de la historia del fútbol. En primer lugar atenderemos a la importancia de adelantarse en el marcador y su transcendencia en el resultado final del partido. En la línea de los encontrando Bloomfield et al. (2005) el marcar inicialmente resulta influyente en el resultado final del partido. En nuestro estudio casi el 65 % de las veces que se comienza ganando el partido se acaba por ganar. Este valor aumenta hasta el 80% si el resultado final engloba tanto a ganar como a empatar, es decir, no perder. 44 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte En más de la mitad de las ocasiones (60 %) hemos encontrado que una vez se ha desecho la igualdad inicial vuelve a ocurrir otro gol (a favor o en contra), lo que parece implicar que los equipos que se encuentran perdiendo arriesguen más en el ataque, descuidando a veces su defensa (provocando aumentar la diferencia), o por el contrario, su agresividad ofensiva les permita empatar o incluso remontar el encuentro. En esta línea Bloomfield y cols. (2005) encontraron un mayor tiempo de juego en zonas de ataque y de defensa cuando el partido está empatado respecto a cuando hay desventaja en el marcador. A este respecto debemos señalar, tal y como indica el autor, como cada equipo tiene una estrategia diferente de responder ante el gol, y puede que los equipos que participan en el Mundial respondan de una manera más intensa (por el valor externo de disputar un partido de selecciones en el máximo nivel competitivo), aumentando las posibilidades de que se produzca un segundo tanto. La media de más de dos y pico goles por partido (Castellano, Perea y Hernández-Mendo, 2008) es reflejo de esto. Con respecto a la diferencia de goles podemos destacar como en el conjunto de los partidos disputados en los mundiales algo más de un tercio de los partidos se ganaron por más de 2 goles (248 partidos de los 708 totales). El tipo de competición, liga para la primera fase y copa para la fase final, así como una mayor diferencia entre los niveles futbolísticos de las selecciones nacionales en esa primera fase del campeonato pueden tener que ver con este aspecto. El tipo de competición o la fase del campeonato parecen aportar información respecto a la distribución de los partidos que finalizarán sin cambio en el marcador o con un único cambio, muy similar a algunos aspectos encontrados en otros estudios (Hughes, & Churchill, 2005; Pollard, Reep & Hartley, 1988; Puente, Aróstegi y Castellano, 2008; Rampinini et al, 2007). Los resultados mostrados permiten conocer un poco más sobre cuál es la realidad de marcar un gol en un tipo u otro de competición, es decir, saber sobre el peso que adquiere ser el autor del primer gol en las fases previas (competición en forma de liguilla) o en los partidos de ‘muerte súbita’. Un 31.6 % de los partidos de la primera fase marcan en los primeros 15 minutos y un 37.4 % los partidos correspondientes a la segunda fase del Campeonato. Con respecto a qué sucederá en el partido de la primera fase una vez que se marque el primero, nos llega que el 17.9 % de los partidos se termina con el 1–0 inicial, y un 18.7 % en la segunda fase, es decir, sin apenas diferencias entre ambas. Respecto a la temporalidad de los goles, Taylor, James, & Mellalieu (2005) afirman que en la liga inglesa no hay diferencias significativas entre los diferentes intervalos de 15 minutos a los largo del partido, si bien observamos que en los primeros minutos de las partes el protagonismo de máxima eficacia en los goles es superior con respecto a los minutos finales de las partes. La relación entre el minuto en el cual se marca el primer gol y el resultado final el partido aporta nuevas perspectivas: el peso asociado a la posibilidad de ganar el partido, ya que un equipo que se adelanta en el marcador durante la segunda parte, en pocas ocasiones le empatan o pierde, como demuestran los porcentajes de 18 y 10 % respectivamente, mientras que estas posibilidades para un gol marcado en la primera parte ascienden a un 37 % de las ocasiones. En definitiva, marcando el primer tanto, existe un 21 % de perder el partido, y éste porcentaje va disminuyendo paulatinamente conforme pasa el tiempo, dándose el punto de inflexión en el minuto 60 de partido, donde las posibilidades son muy escasas (<5 %). Como era de esperar cuanto menos tiempo queda para la finalización del partido más se cierran los equipos, entorpecen el juego. También debemos señalar que lo frecuente es marcar el primer gol en la primera parte, ya que se encuentran los porcentajes más elevados de goles durante todos los campeonatos. Eso sí, a medida que se van disputando los mundiales estos valores numéricos han decrecido lentamente, aunque esto puede haberse debido a que cada vez se marcan menos goles de w w w . g i d e k i t . c o m 45 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) media por partido. A partir del Mundial de 1982 se remontan menos partidos cuando el equipo comenzó perdiendo. Con relación a los análisis de los componentes de varianza observamos como el % de varianza atribuida a la faceta Mundial [M] es pequeño (únicamente del 4 %) lo que nos indica la pequeña diferenciación o variabilidad que se ha dado entre mundiales. Debemos señalar como Castellano, Perea y Hernández-Mendo (2008) encontraron en su estudio unos valores similares, aportando la faceta Mundial únicamente un 1% cuando fue tomada de manera aislada. Éste estudio se centró en el análisis del juego durante los tres últimos mundiales, estudiando los contextos de interacción producidos, la especialización de los mismos y el resultado del marcador en el momento de producirse, por lo que parece, uniendo ambos trabajos, que el fútbol no ha evolucionado de una manera significativa ni en su juego durante los últimos mundiales, ni en el momento que tienen los equipos para adelantarse en el marcador y su posterior repercusión en el resultado final del partido, a lo largo de la historia de los mundiales. Con respecto a la faceta Tiempo [T] del primer gol, observamos como es la faceta que mayor porcentaje de varianza explica de manera individual, 7 puntos, lo cual nos indica que a lo largo de los mundiales existe poca variabilidad en el momento en el cual los equipos anotan el primer gol. La faceta Resultado [R] aporta únicamente un 1% de variabilidad al modelo, lo que nos indica que no existen apenas diferencias entre los diferentes resultados que se dan a lo largo de los mundiales. A pesar de que la faceta Resultado [R] no aporta prácticamente variabilidad al modelo cuando es estudiada de manera aislada, si se asocia con la faceta Tiempo [T] asumen un 33% de la variabilidad total, lo que nos indica que parece que marcar primero tiene su importancia que va creciendo a medida que avanza el partido. Por último, podemos comprobar como el valor del error residual del modelo [M*R*T] supone un 40% del total, lo que indica que todavía no disponemos de todas las variables que completan y explican la variabilidad total del mismo, por lo que consideramos necesario para posteriores trabajos incluir nuevas facetas y nuevos niveles dentro de cada faceta para conseguir optimizar este modelo que reduzca el error no controlado. La realidad competitiva, las exigencias del entorno, los avances en la investigación, la mejora del entrenamiento, la implantación más extendida de medios tecnológicos al servicio del cuerpo técnico,… parecen oprimir al entrenador, al jugador, al equipo y al juego. Parece que la defensa vuelve a tomar ventaja respecto al ataque, y no hay defensa más ventajosa que iniciarla desde balón parado, eso sí, lo más lejos posible del área. Los equipos parecen tener aprendida la dinámica que ayuda a no perder el sitio, el equilibrio, la potencialidad defensiva,… el partido. Ir a por el triunfo parece que queda en segundo lugar, no es lo prioritario. Estamos ahora en una época en la que las investigaciones sobre estudios ya realizados pueden facilitarnos comprender si está evolucionando el juego y en qué dirección. Parece que los resultados de nuestro trabajo concuerdan con los de trabajos previos que han estudiado la evolución de diferentes aspectos durante diferentes campeonatos del mundo (Castellano, 2008; Castellano, Perea y Álvarez, 2009; Castellano, Perea y Hernández-Mendo, 2008), apoyando la hipótesis de invariabilidad relativa o estancamiento del fútbol a lo largo de los años. 46 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Agradecimientos Este trabajo forma parte de la investigación Avances tecnológicos y metodológicos en la automatización de estudios observacionales en deporte que ha sido subvencionado por la Dirección General de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI200801179), durante el trienio 2008-2011. Referencias Acar, M. F., Yapicioglu, B., Arikan, N., Yalcin, N., Ates, N. & Ergun, M. (2009). Analysis of goals scored in the 2006 World Cup. In T. Reilly and A. F. Korkusuz (Ed.), Science and Football VI. London and New York: Routledge. 235-242. Anguera, M. T. (1979). Observación de la conducta espacial. VI Congreso Nacional de Psicología. Pamplona. Anguera, M. T. y Blanco, A. (2003). Registro y codificación del comportamiento deportivo. En A. Hernández-Mendo (Coor), Psicología del Deporte, Vol. II: Metodología (pp.634). Buenos Aires: www.efdeportes.com. Anguera, M. T., Blanco-Villaseñor, A., Losada, J. L., Ardá, T., Camerino, O., Castellano, J., Hernández-Mendo, A., & Jonsson, G. K. (2003). Match & player analysis in soccer: Computer coding and analytic possibilities. International Journal of Computer Science in Sport (e-Journal), 2 (1), 118-121, Anguera, M.T., Blanco-Villaseñor,A., Losada,J.L., Hernández-Mendo,A., (2000). La metodología observacional en el deporte: conceptos básicos. Lecturas EF y Deportes. Revista Digital, 24 de Agosto (consulta efectuada el 10 de Agosto de 2009) Ardá, A. (1998). Análisis de los patrones de juego en fútbol a 7. Estudio de las acciones ofensivas. Tesis Doctoral: Universidade da Coruña. Bloomfield, J. , Polman, R., & O'Donoghue, P.G. (2003). Analysis of nationality and international experience of elite players from 4 major european leagues. In Book of abstracts 5th World Congress of Science & Football. Madrid: Gymnos. Bloomfield, J.R., Polman, R.C.J., & O´Donoghue, P.G. (2005). Effects of score-line on team strategies in FA Premier League Soccer, Journal of Sports Science, 23, 192-193. Castellano, J. (2000). Observación y análisis de la acción de juego en el fútbol. Tesis doctoral: Universidad del País Vasco – Euskal Herriko Unibertsitatea Castellano, J. (2008). Análisis de las posesiones de balón en fútbol: frecuencia, duración y transición. Motricidad. European Journal of Human Movement, 21, 179-196. Castellano, J. (2009). Conocer el pasado del fútbol para cambiar su futuro. Acción Motriz, 2, 1-19. [http://www.accionmotriz.com/, fecha de consulta 14 de mayo de 2009] Castellano, J. y Blanco, A. (2004). El soporte de marca en el fútbol y la variabilidad del comportamiento estratégico de los equipos (57-66), en A. González y E. Requena (Ed), Investigación en Ciencias del Deporte. Universidad del País Vasco. Castellano, J., y Blanco, A. (2006). Estrategia y rendimiento en fútbol: análisis de la variabiliad (181-188), en Castellano, J.; Sautu, L. M.; Blanco-Villaseñor, A.; Hernández Mendo, A.; Goñi, A. y Martínez de Ilarduya, F. (coord.), Socialización y deporte: revisión crítica. Diputación Foral de Álava. Castellano, J., Perea, A. y Álvarez, D. (2009). Transiciones en la posesión del balón en fútbol: de lo posible a lo probable. Apunts, (1)95, 71-84. Castellano, J., Perea, A. y Hernández-Mendo, A. (2008). Análisis de la evolución del fútbol a lo largo de los mundiales. Psicothema, 20(4), 928-932. Garicano, L., & Palacios-Huerta, I. (2005). Sabotage in Tournaments: Making the Beautiful Game a Bit Less Beautiful. Center for Economic Policy Research Discussion Paper, 5231, September. w w w . g i d e k i t . c o m 47 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Hughes, M., & Churchill, S. (2005). Attacking profiles of successful and unsuccessful team in Copa America 2001. In T. Reilly, J. Cabri and D. Araújo (Ed.), Science and Football V. London and New York: Routledge.219-224. Hughes, M., & Franks, I. (2005). Analysis of passing sequences, shots and goals in soccer. Journal of Sport Sciences, 23(5), 509-514 Jinshan, X., Xiakone, C., Yakamaka, K., & Matsumoto, M. (1993). Analysis of the goals in the 12th World Cup. In T. Reilly, J. Clarys and A. Stibbe (Ed.), Science and Football II. London: E. and F.N. Spon.203-205. Jones, P. D., James, N., & Mellalieu, D. (2004). Possession as a performance indicator in soccer. International Journal of Performance Analysis in Sport, 4, 98-102. Kuhn, W. (2005). Changes in professional soccer: A quanlitative and quantitative study. En T. Reilly, J. Cabri y D. Araújo (Ed.): Science and Football V (pp. 179-193). London and New York: Routledge. Lago, C., & Martín, R. (2007). Determinants of possession of the ball in soccer. Journal of Sport Sciences, 969-974. Lago, C. (2007). ¿Por qué no pueden ganar la liga los equipos modestos? La influencia del formato de competición sobre el perfil de los equipos ganadores. Motricidad, 135-151. Lago, C., Casáis, L., Domínguez, E., Martín Acero, R. y Seiru-lo, F. (2009). La influencia de las variables contextuales en el rendimiento físico en el fútbol de alto nivel. II Congreso Internacional de Deportes de Equipo. Mombaerts, É. (1991). Football: De l’analyse du jeu à la formation du joueur. France: Actio. O´Donoghue, P., & Tenga, A. (2001). The effect of store-line on work rate in elite soccer.Journal of Sports Sciences, 19, 25-26 Olivós, R. (1992). Teoría del fútbol. Sevilla: Sand. Olivós, R. (1997). Fútbol: Análisis del juego. Sevilla: Wanceulen. Palacios-Huerta, I. (2004). Structural changes during a century of the world'most popular sport. Statistical Methods & Applications, 241-258. Parlebas, P. (2001). Juegos, deporte y sociedad. Léxico de praxiología motriz. Barcelona: Paidotribo. Perea, A. (2008). Análisis de las acciones colectivas en el fútbol de rendimiento. Tesis Doctoral. San Sebastián: Universidad del País Vasco. Pollard, R., & Reep, C. (1997). Measuring effectiveness of playing strategies at soccer. The Statician, 46, 541-550. Pollard, R. , Reep, C., & Hartley, S. (1988). The quantitative comparison of playing styles in soccer. In T. Reilly, A. Lees, K. Davis and W.J. Murphy (Ed.), Science and Football I. London: E. and F.N. Spon.309-315. Puente, A., Aróstegi, B. y Castellano, J. (2008). Acciones a balón parado del campeonato de fútbol Alemania’06. Fútbol: cuadernos técnicos. 42, 69-80. Rampinini, E., Impellizzeri, F. M., Castagna, C., Coutts, A. J., & Wisloff, U. (2007). Technical performance Turing soccer matches of the Italian Serie A league: Effect of fatigue and competitive level. Journal of Science and Medicine in Sport. Doi: 10.1016/j.jsams.2007.10.002. SAS Institute Inc. (1999), SAS/STAT User's Guide, Version 7-1, Cary, NC: SAS Institute Inc. Taylor, J. B., Mellalieu, S. D., James, N., & Shearer, D. A. (2008). The influence of match location, quality of opposition, and match status on technical performance in professional association football. Journal of Sports Sciences, 26, 885-895 48 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Taylor, J. B., James, N. & Mellalieu, S. D. (2005). Notational analysis of corner kicks in English Premier League soccer. In T. Reilly, J. Cabri and D. Araújo (Ed.), Science and Football V. London and New York: Routledge. 225-230. Vales, A. (1998). Optimización de los sistemas de juego en el fútbol. El balongrama como sistema de observación para el análisis de los sitemas de juego en fútbol. Tesis Doctoral no publicada. A Coruña: Universidade da Coruña. Ysewijn, P. (1996). GT: Software for Generalizability Studies. Mimeografía. w w w . g i d e k i t . c o m 49 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 50 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 3 JARDUERA FISIKOAREN ANIZTASUNAREN EBALUAZIOA: TRESNA BERRI BATEN DISEINUAREN PROPOSAMENA Aitor Zabala Asua eta Oidui Usabiaga Arruabarrena [email protected] Laburpena Ikerketa lan honen bidez, eskola kirolaren testuinguruaren ezagutzatik abiatuz, Gipuzkoan eta Euskal Autonomi Elkargoan, ezarri den eredu berriaren ardatzetariko bat osatzen duen jarduera fisikoen aniztasuna aztertu da. Azterturiko dokumentu ofizialetan eta ikerketa lanetan ikuspegi hezigarritik jarduera fisikoen aniztasunaren gaia aztertzeko irizpide garbien gabeziaren aurrean, funtzio hori bete nahi duen tresna diseinatu da. Horretarako, praxiologia motorraren marko teorikoan oinarrituz, jarduera fisikoa kontzeptua bera definitu da eta eskola kirolaren eskuhartze hezigarrien objektu bezala parte-hartzaileen jokabide motorrak hartu dira. Ikuspegi horretatik, eta elkarrizketatutako adituen ekarpenekin bat eginez, hiru kategoria-sistemez osaturiko esparru-formatoan oinarrituriko ebaluazio tresna diseinatu da: ekintza eremuak, helburu motorrak eta puntuazio sistemaren memoria. Gako-hitzak: eskola kirola, heziketa fisikoa, jokabide motorra, aniztasuna, ebaluazioa. w w w . g i d e k i t . c o m 51 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Sarrera Gaur egungo mendebaldeko gizartean, jarduera fisikoen eremuak espazio berezia osatzen du. Gure kulturaren atal garrantzitsua den kultura fisikoaren osagaia da, jarduera fisikoak modu orokorrean eta kirol modernoak bereziki, oso hedatuak eta txertatuak daudelarik eguneroko gure bizitzan. Edonola, praktika fisiko edo motorrak anitzak dira oso, eta ezaugarri eta izaera anitzez beteriko mundua osatzen dute. Jarduera hauek gizartean duten agerpena aztertuz gero, batzuena eta besteena oso ezberdina da, eta autore batzuek adierazten duten bezala, praktika batzuek, besteak nolabait menperatzen dituztela ere esan daiteke; kirol modernoaren kasuan bezala (Vicente Pedraz eta Brozas Polo, 1997; Parlebas, 2001, 2003a; García Ferrando, 2006a). Jarduera fisikoen eremua, gizartea bera bezala, garatuz eta aldatuz doa eta horren ondorioz praktiken ezaugarriak moldatzen doaz, baita praktika batzuk agertzen eta desagertzen ere. Adibiderako, mendebaldeko gizartea modernitatetik postmodernitatera igarotzerakoan kultura fisikoaren garapena ere somatu daiteke praktika fisikoekiko; garai bateko esfortzua eta garaipenaren ereduak, plazerra eta gozamenarenari lekua utzi diolarik (Olivera Betrán eta Olivera Betrán, 1995a; García Ferrando, 2006b) . Geure gizarte garaikidean, jarduera fisikoak praktikatzeko esparru ezberdinak existitzen dira, horietako bat Eskola Kirolak (aurrerantzean EK) osatzen duelarik. EKn burutzen diren jarduera fisikoak ere, jarduera sozialak dira, ikasleen portaera motorretan islatuko diren gizarte jakinaren ezaugarriak izango dituztenak. Esparru horretan ere nabarmena da eredu menperatzaileen eragina, kirol modernoarena eta horrek dakartzan baloreena alegia. Aipaturiko gizartearen aldaketen adierazle, Gipuzkoan EKren inguruko eztabaida piztua dago, batez ere, kirol-aniztasuna deiturikoa dela eta; legez (125/2008 dekretua), 12 urte arte haurrek ezin dute kirol federatuan parte hartu, espezializazio goiztiarraren aurkako neurri gisa. Printzipioei dagokienez, Eusko Jaurlaritzak proposaturiko Kirolaren Euskal Plana 2003-2007 (aurrerantzean KEP) argia da ikerketa lan honetan aztertu nahi den EKren ezaugarri den jarduera fisikoen aniztasunarekiko: “ahal dela, kirol anitz praktikatuko da eta lehiaketa-kirola ez da izango helburu bakarra” (KEP, 2003:53). Printzipio horrek justifikatzen du, EKn jarduera fisikoen aniztasuna aztertzearen beharra, eta beraz, baita horretarako jarduera fisikoen aniztasuna kontzeptua bera azalduko duen marko teoriko sendoan oinarrituriko ebaluazio tresnarena ere. Ikuspegi hezigarritik funtsezkoa bilakatzen da kirol-aniztasun edo jarduera fisikoen aniztasun horren nondik norakoa ezagutzea, eta EK legez orientatzen duten helburu hezigarriekin eduki dezakeen lotura aztertzea. EK eskuhartze hezigarrien esparrua izanik, eskuhartzerako medioak (Martínez de Santos eta Blanco, 2003) aztertzea oinarrizkoa da. Jarduera fisikoak aztertzeko garaian, Praxiologia Motorraren marko teorikotik burutuko da lana, jardueren ezaugarriak aztertzeko oinarri sendoa eskaintzen baitu. Jakintzagai horrek, ikerketa objektua ekintza motorra (Parlebas, 2001:41) bezala zehaztasunez definitu eta mugatuz aukera ematen du praktika fisiko ezberdinek dituzten ezaugarriak aztertu eta horien araberako parte-hartzaileen jokabide motorrak (Parlebas, 2001:85) eta horien eragin posibleak aurreikusteko, neurri batetan bada ere. Ekintza motorretik abiatzen den ikuspuntua izanik, gainontzeko jakintzagaiekiko ikuspegi berezia dakar, ekintza beraren ezaugarrietatik eta jardulearengandik1 abiatzen dena, eta beste jakintzagaiek praktika fisikoei buruz ekartzen dituzten ezagutzei, oinarri sendoa eskaintzen die. Modu berean, ekintza motorraren ikuspuntuak, jardulea, 1 [Gazt.: agente] 52 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte jardueraren ezaugarriak eta gertatzen den testuinguru soziala lotzen ditu. Heziketa fisikoa (aurrerantzean HF), ekintza motorrean ematen diren jokabide motorren pedagogiatzat ulertu daiteke (Parlebas, 2001:172) eta horrela HFaren eskuhartze objektua jokabide motorrean kokatuz, gizabanakoaren osotasuna barne hartzen da (Lagardera, 2004). Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko sortu nahi den tresnaren bidez, jokabide horiek, EK programa edo plangintzen helburu hezigarriekin bat egin dezaketen ala ez jakin daiteke, eta horrela eskuhartzerakoan, helburu horiekiko koherentzia izan dezaketen jarduera fisikoak erabiltzen diren jakin daiteke eta gainera programak diseinatzeko garaian jarduera egokienak hautatu ahal izango dira. Era berean, egoera jakinaren arabera, jarduera fisikoen barne funtzionamendu edo barne-logikaren elementuak moldatzeko irizpide sendoak izango dira, helburu hezigarri horietara egokitu ahal izateko. Ikuspegi sozialetik, EKn eta orokorrean gizabanakoari edo taldeari, eskolan, udalean, herrian, zein gizartean proposatzen edo eskaintzen zaizkion jarduera fisikoen ezaugarriak ezagutuz gero, horietako bakoitzak izan ditzakeen inplikazio fisiko, afektibo, psikologiko eta sozialak, ekintzaren (hau da, egite prozesuaren) elementuekin erlazionatu daitezke. Praxiologia motorrak, aipaturiko inplikazioak jarduera beraren funtzionamendua edo barne-logikaren ezagutzan oinarritu ahal izateko aukera ematen du, beste jakintzagaien ezagutzei ekintza motorra beraren ezagutza eskainiz. Horrenbestez, jarduera fisikoen inguruko ikerketarako, funtsezkoa bilakatzen da diziplina edo jakintzagai ezberdinen arteko interdiziplinaritatea. Horrek guztiak, besteak beste EKren helburuen artean dagoen kirol-azturak edo kirol-atxekimendua delakoaren inguruko sustapenean eta azterketetan gehiago sakontzen lagun dezake. Jarduera fisikoen ezaugarritze egokiaren bidez, jarduera fisikoen eskaintza eta aukera aniztasuna azter daiteke, eta horrela jardueren ezaugarrien arabera dituzten inplikazioak ezagutuz, gizabanakoek praktika fisikoarenganako izan dezaketen motibazio edo jarrera ulertzeko aukerak zabal ditzake. Modu berean, inplikazio mota ezberdinen araberako aniztasunean oinarrituriko proposamenak bultza daitezke, pertsonak anitzak garen heinean eskaintzak ere anitzak izan beharko liratekela ulertzen bada. Azken finean, lan honen bidez, EKren jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko irizpideak proposatu nahi dira, beti ere ikuspegi hezigarritik eta jokabide motorretik abiatuz. Irizpide horietan oinarrituz diseinatutako tresna izango da gaiari buruzko ezagutza eta ikerketei egiten zaien ekarpen nagusia. 2. Marko teorikoa 2.1. Eskola Kirola, euskal jarduera fisikoen eremu orokorrean Euskal Autonomi Erkidegoaren kasuan (aurrerantzean EAE), “Euskal Kirol Sistema” deiturikoaren markoan biltzen dira jarduera fisikoak (KEP, 2003) eta EK praktika eta eskuhartze esparru propioa osatzen du. EKren definizioak aztertu ondoren, besteak beste Ortuzarrek (2004) ere aipatzen duen bezala, ez dago bateratasunik. Batez ere legeak, planak eta EAEko azken dekretuak (125/2008) ezartzen dituzten definizioen arabera, eta horietan kirola terminoa bere zentzu zabalean jarduera fisiko guztiei erreferentzia eginez erabiliz, Eskola-Kirola, derrigorrezko eskola adinean, eskola orduz kanpo eta helburu hezitzaileekin praktikatzen diren jarduera fisiko antolatuen multzoa bezala ulertuko da. EKren ezaugarri orokorrekiko, 125/2008 Dekretuak, lehenengo artikuluan, bere izaera hezitzailea modu argian adierazten du, era berean heziketa integrala ardatz nagusitzat zehaztu eta hezkuntza sistemarekiko harremana estutzen du, gorputz-hezkuntza arloaren helburuak EKrenak bilakatuz (125/2008, EHAA:18672). Bere bigarren w w w . g i d e k i t . c o m 53 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) artikuluaren lehen puntuan, EKren funtzio eta ezaugarriak zehazterakoan, kirolaniztasunaren ideia indartzen du: “Eskolako kirola nagusiki kirol anitzekoa izango da eta ez da soilik lehiakortasunera bideratua egongo. Horrenbestez, eskola-ume orok hainbat kirol modalitate ezagutu eta praktikatuko dituela bermatuko da, bakoitzaren gogo, gaitasun fisiko, jarrera eta adinaren arabera.” (125/2008:18672) Dekretu berriak azpimarratzen dituen EKren izaera hezigarria eta jardueren aniztasunaren ideiak Gipuzkoako Foru Aldundiaren EK programan ere islatzen dira. Aniztasun kontzeptuak, bi zentzu har ditzake orokorrean, batetik, kopuruarekin lotzen dena eta ugaritasunaren esanahia hartzen duena (asko, plural...); eta bestetik, izaera edo nolakotasunarekin lotzen dena eta desberdintasuna edo heterogenotasunaren esanahia hartzen duena (askotariko, pluralitatea,...). EKren eredu berrian aldarrikatzen den kirolaniztasuna, praktikaren izaerarekin lotzen da, modalitate desberdinei erreferentzia egiten zaien heinean, beraz jarduera fisikoen aniztasuna kontzeptua (edo kirol-aniztasuna), jarduera horien izaeren arteko desberdintasunari erreferentzia egiteko erabiliko da. 2.2. Jarduera Fisikoen aniztasuna Eskola Kirolean EKren esparruan, jarduera fisikoen aniztasuna edo kirol-aniztasuna kontzeptuaren esanahia eta zentzua, jarduera fisikoen izaera edo nolakotasunarekin lotu da. Beraz, ikerketa objektu zehatza mugatzeko, jarduera fisikoa kontzeptua definitu behar da. Horretarako, Praxiologia Motorra jakintzagaian hartuko da oinarria, berau baita jarduera fisikoen izaera aztertzeko garaian, jardulea bere osotasunean, ekintza motorraren bidez ingurune fisiko eta sozialarekin harremanean aztertzen duen jakintzagaia. Ikuspegi horrek, hezkuntza mailan xede nagusitzat adierazten den pertsonaren garapen integrala, pertsonaren osotasunaren ikuspuntutik egin ahal izatea eskaintzen du, gorputzaren gaitasun fisikoetara mugatu gabe. Praxiologia motorretik berriz, mugimenduarenganako ikuspegi murriztua gainditzeko deia egiten da; hezkuntzaren eremuan adibidez, gorputza edo mugimendua eskuhartzearen objektu eta helburu bakar bezala hartzea kritikatuz, hezitu daitekeena, pertsona bere osotasunean baita. Osotasun hori praxiologia motorrak jokabide motorran islatzen du, berau bilakatuz heziketa fisikoaren eskuhartzearen objektu (Parlebas, 2003b; Lavega, 2004; Etxebeste, 2007). Jokabide motorra bakana bada giza jokabideen artean, jokabide motorrak anitzak dira ekintza motorren eremuen arabera (Martínez de Santos eta Blanco, 2003); azken finean jardueraren barne-logikaren araberakoak baitira. Modu berean bakantasun hori, giza ekintzen artean ekintza motorrek dute eta ekintza motorren aniztasuna, barnelogikaren ezaugarrien araberakoa izango da. Beraz, jarduera fisikoak, giza ekintza motorren berezitasunean oinarritzen diren jarduera sozialak izanik, berezitasun hori zertan datzan aztertuko da. Erabakia da giza ekintzaren ezaugarri nagusia, jarduera jakin batetan parte hartzen duen pertsonak egoera motor bakoitzean jasotzen duen informazioaren ezaugarrien arabera mota batetako ekintza eta erabakiak dagozkie, jarduleak aurre egin behar dion ziurgabetasunaren arabera (Martínez de Santos eta Blanco, 2003). Jarduera fisiko guztiek amankomunean duten objektua jokabide motorra izaki eta jarduera horien egoera motor guztietan jarduleen berehalako helburuak motorrak izanik, “jokabide motorrak ematen dio bere identitatea Heziketa Fisikoari, modu sinplean jokabide motorren pedagogia bezala definitu daitekelarik” (Parlebas, 2003b:2). 54 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Hezkuntzaren izaera, eskuhartze praktikarena izanik, jarduera hezitzaileen bidez eraginak lortzea bilatzen dela esan daiteke, eragin pedagogikoak (Parlebas, 2001:185) hain zuzen ere. Horrela, ebaluazioa, lortutako eragin (Parlebas, 2001:181) horien eta nahi izandako (edo bilaturiko) eraginen (Parlebas, 2001:186) arteko aldeak definituko du. Hirugarren eragin pedagogiko motak, espero izandako eraginak (Parlebas, 2001:180), Parlebasek, “praktikaren emaitzak, proposaturiko jardueren izaeraren araberakoak direla gogoratzen digu, beraien barne-logiken araberakoak” (Martínez de Santos eta Blanco, 2003:3-4). Parlebasek, azaltzen duenez, azken eragin mota horrek, motrizistek antolatzen dituzten egoeren aurre-ikusitako eragin pedagogikoari egiten dio erreferentzia, “itxaropen horiek ikaste egoeraz eta parte-hartzaileek bizi izandako aurrez dakigunaren araberakoak izango direlarik” (Parlebas, 2001:180). Hezitzaile edo motrizistak ez ditu soilik eragin baikorrak aurreikusi behar, garrantzitsua da alderdi guztietan sor daitezkeen eraginak kontutan hartzea: agresibitatea, bildurra, arriskua, porrota, eta abar. (Parlebas, 2001). EKn ematen den HFaren kasuan, berebiziko garrantzia du esparru horretan burutzen diren eskuhartzeak jokabide motorra izatea objektu, haur eta gazteen izaeraren alderdi ezberdinak kontutan hartzeaz gain, jarduera beraren izaera edo ezaugarriekin lotzeko aukera ematen baitu. 2.3. EKren problematika. Kirol modernoaren ereduarekiko menpekotasuna EK, eskuhartze pedagogikoko esparrua izanik, desadostasunak existitzen dira izaera hezitzaile horren nolakotasunaren inguruan. EKren inguruan buruturiko azterketa edo lanetan adierazten diren zenbait ideia, esparru hori biziberritzen eta etengabeko garapenean dagoenaren seinale dira. Izaera hezigarria eta aniztasunaren aldarrikapenak sarri kirol modernoaren ereduarekiko menpekotasunarekin topatzen dira, hori agertzen delarik gaur egungo EKren problematika nagusi bezala (Ortuzar, 2004; Uribesalgo, 2008). Kirol emaitzaren menpekotasunaren aurrean, zenbait autorek adierazten dutenez “eskola kirolak, eskolako heziketak jarraitzen dituen xedeekin koherentea baldin bada soilik izango du zentzua” (Petrus, 1998; Devis, 1994; Ortuzarren aipatuak, 2004:96). Errendimenduko kirolak edo kirol-modernoak, sortu zeneko gizarte industrializatu angloxajoi eta burgesaren baloreak bere egin zituen, hala nola, bikaintasuna, lehiakortasuna, gainditze nahia, lana, etab. (Olivera eta Olivera 1995a). Mendebaldeko gizartean oraindik bultzada handia duen kultura fisikoaren eredu hori, kritikatua izan da ikuspegi ezberdinetatik, besteak beste klase sozial menperatzailearen mantentzearekin erlazionatuz (Brohm 1982, Ortuzarrek aipatua, 2004; Olivera eta Olivera, 1995a; Vicente Pedraz eta Brozas Polo, 1997; Parlebas, 2003a). Ortuzarrek (2006) azpimarratzen du, kirol erakundeen estatutuetan agertzen den bezala, klubak ez direla pertsonen formakuntzarako sortu, kirolaren promoziorako baizik, “kirolariak xede hori lortzeko tresna izanik, Eskola Kirolaren planteamenduaren guztiz aurkakoa, non kirola ikaslea hezitzeko medioa den” (Ortuzar, 2006:83); baieztapen hori, kirol titulazioen ikasketa planek heziketarekin loturiko edukien faltarekin indartzen du Ortuzarrek. Aldi berean, Hezkuntza Sistema eta EK-ko eragileen arteko lotura nola burutuko den ez da zehazten, eta Uribesalgok (2008) adierazten duen bezala, esparru horietan lan egiten dutenen perfil profesionalen izaera ezberdinek arazo handia suposatzen dute koordinazio lan horretarako. Horri Hezkuntza Sailaren jarrera gehitzen dio Dorleta Ugaldek, Eusko Jaurlaritzako Kirol Teknikariak, ikastetxeen inplikazio erregularraren aurrean Hezkuntza Sailak “zer esan handia du arlo horretan, baina ez du esku hartu nahi” w w w . g i d e k i t . c o m 55 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) adieraziz (Ugalde, 2008:25); Kataluinan Kirol saila eta Hezkuntza sailaren arteko akordioa aipatzen du adibide modura. Azken finean Ortuzarrek (2004) aipatzen duen balore sozialen transmisioa ezaugarria, EKren izaera hezigarriaren barruan dagoela ulertu daiteke, diskriminazio eza, guztien parte-hartzea, hezkidetza eta adierazitako premisaren beste ezaugarriak, gizarte eredu jakin baten ideal, printzipio edo sinismenak baitira. HFren izaera problematikoa aitortzen bada (Tinning, 1992), konturatu daiteke, helburu eta eduki didaktikoen atzean, gizarte eredu jakin baten baloreak kokatzen direla, helburu, eduki eta heziketa prozesuen hautaketaren bidez, horiek mantentzea edo indartzea bultzatzen delarik. Etxebestek balore sistema horri sen ona deritzo, eta kirol joko eta jolasak gizartearen isla direla eta horren baloreetan murgildurik daudela adierazten du, eta aldi berean, haurren joko-jolasek eraikiko dutela etorkizuneko gizartea (Etxebeste, 2006:126-127). “Gazte bakoitzak, eskola kirolaren barruan bere ibilibidea aurkitu behar du bere gogo eta izaerarekin bat datorrena; batzuek lehiaketa kutsuko kirola hautatuko dute, besteek partehartzean oinarrituriko eskola kirola. Zailtasuna batez ere kirol hastapena ulertzeko modu bakar bat ikusi eta ikasi dugulako da”. (Uribesalgo, 2008:22) Parlebasen arabera (2003a), joko tradizionalaren gutxiespenaren arrazoia hautaketa soziopolitikoa da, ez funtzio gutxiagotasuna. EK eta HFan, autore eta eragile batzuek adierazitako kirol ereduaren gehiegizko agerpenarekiko, existitzen den problematikaren inguruan, jarduera horien aniztasun faltaren atzean, portaeren otzantzea (Parlebas, 2003a) dakarren soziopolitika instituzionala egon daiteke. Azken urteotan, ugarituz doaz, kirolaren ereduaren nagusitasunaren aurrean, beste ezaugarriak dituzten jarduera fisiko ereduen sustapen lanak, besteak beste, joko tradizionalen balioaren aldarrikapenena. Joko tradizionalak, bertako jokoen sinonimotzat, kulturalki gertu dagoenari erreferentzia eginez, kirolaren aurkakoa lirateke (Martínez de Santos eta Blanco, 2003:7). Ideia hori Parlebasek berak eta beste zenbait autorek, kirolaren mundu mailako kolonizazio edo kiroltze prozesuaren (Parlebas, 2001:131) aurrean, joko tradizionalen eta horien gizartearekiko loturak suposatzen duen aberastasunaren defentsa agertu dute (Vicente Pedraz eta Brozas Polo, 1997; Parlebas, 2003a, 2001; Etxebeste 2001, 2006, 2007; Martínez de Santos eta Blanco, 2003). 3. Ikerketaren planteamendua EKn, eta heziketa fisikoan orokorrean, jarduera fisiko batzuk, bereizgarri jakinekin proposatzerakoan, gizarte eredu jakinaren baloreak transmititzen dira. Ikusi denez, EKren izaera hezigarri eta anitza, zalantzan jartzen da kirol modernoaren ereduaren izaera menperatzailearen aurrean, emaitzaren eta errendimenduaren garrantziak praktikaren beste alderdi batzuengan duen eragina dela eta. Beraz, EKren helburu nagusia, eskolako heziketa fisikoko arloarekin bat eginez, pertsonaren garapen integrala izanik eta horretarako partaidetzako ibilbideari dagokionez batez ere, kirol modalitate espektro zabala ezagutzea proposatzen denean, zabaltasun edo aniztasun hori zertan datzan aztertzea garrantzitsua bilakatzen da. 3.1. Aurrekariak Aurrekariei dagokienez, EKri buruzko araudi eta planetan (160/1990 eta 125/2008 Dekretuak, 14/1998 Legea, KEP 2003-2007, eta GEKP 2008-2009) jarduera fisikoen aniztasunaren onurak edo eragozpenak aipatzen direnean, edo aniztasuna bera aztertzen denean, berau ezaugarritzeko irizpide argirik ez da ematen, sarri kirol bakarra ez 56 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte praktikatzea, praktika anitzarekin lotuz; hau da, ugaritasunaren zentzutik, kirol espezializazioa ez dena praktika anitz modura agertuz. Praktika anitzaren onura, jardueren izaera desberdinarekin lotzen bada ere, ez da desberdintasun hori zertan oinarritu daitekeenaren irizpiderik ematen, eta azken finean, praktikatzen diren jarduera kopuruari soilik erreparatzen zaio. Aztertu diren gaiari buruzko ikerketa eta txostenei dagokienez ere, ikuspegi ezberdinetatik egindako ikerketak badira ere (Garcia Ferrando, 2006a, 2006b; Ortuzar, 2004; Arribas, 2005; Goñi eta Zulaika, 2000), sarri jarduera fisikoen izaera bera ez da kontutan hartzen, guztiak berdintsuak balira eragin edo inplikazio bat edo bestea izateko garaian; hau da, kirola praktikatzen dutenak eta ez dutenak bereizterakoan, lehenengo taldea osatzen duten guztiek jarduera bera praktikatuko balute bezala. Kirolbegi deituriko Gipuzkoako Kirol-behatokiak ere, bere web orrian2, Gipuzkoako gizartearen praktika fisikoei buruzko ikerketa eta txostenak argitaratzen ditu. Aurkezten diren lan ezberdinetan, kirol-aniztasunaren gaiari dagokionez, berau ezaugarritzerakoan, ez da jardueren izaerekiko irizpide argirik agertzen. 3.2. Ikerketaren helburuak eta orientazioa Jarduera fisikoen aniztasuna edo kirol-aniztasuna ulertzeko irizpide argien gabeziaren aurrean, kontzeptu hori jarduera fisikoaren izaerarekin lotuz, eta ikuspegi hezigarritik garrantzitsuak izan daitezkeen jarduera fisikoen bereizgarriak identifikatu nahi dira, horien bitartez jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatzeko tresna sortzeko. Helburu nagusia: Ikuspegi hezigarritik Eskola Kiroleko jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatzeko tresna diseinatu. Azpi-helburuak ondorengoak lirateke: EKren ikuspegi hezigarritik, jarduera fisikoen aniztasuna edo kirol-aniztasuna deituriko kontzeptuaren izaera edo esanahia argitu. Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzen lagungarri izan daitezkeen irizpideak identifikatu eta definitu. Irizpide horien bidezko kategorizazioak eta esparru formatoan oinarrituriko ebaluazio tresna diseinatu. 4. Metodoa 4.1. Edukien balizkotasuna, adituekin elkarrizketak Lehen pausu batetan, edukien balizkotasuna oinarritu da, horretarako EKrekin harremana duten hainbat adituekin elkarrizketak egin dira. Gipuzkoako lurralde historikoan EK eredu kirol-anitza EAEko beste lurraldeetan baino garatuagoa dago (Ortuzar, 2004), eta era berean Gipuzkoa barruan, Oarsoaldeko eskualdea eta zehazki Lezoko herriaren kasua bereizten da (beste batzuen artean) eredu anitzaren sustapena eta garapenarengatik. Beraz, Lezoko EKren errealitatea eredutzat hartuz, berau sustatu eta garatu duten pertsonen ikuspuntua bilatu da, gaia jorratzeko. Aldi berean, ikuspegi orokorra galdu nahi izan ez denez, beste herri eta eskualdetako EK ereduak ezagutu zitzazketen adituak bilatu dira, ikuspegi murritzegi edo lokalegia izan ez zezaten. Horrela, batetik Lezoko gaur egungo Kirol teknikaria (1999z geroztik) hautatu da; bestetik, Gipuzkoako Foru Aldundian EKrekin loturiko gaietan lanean dabilen pertsona aukeratu da, bere garaian Oarsoaldeko EK eredu kirol-anitza sortu eta garatu zutenen artean 2 www.kirolbegi.net [sarrera data: 2007-11-23] w w w . g i d e k i t . c o m 57 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) aurkitzen zena; eta azkenik, Lezoko EKren kasu konkretuan lan egin ez badu ere, bertako bizilagun eta guraso bezala errealitate hori ezagutu eta bere esperientzia pertsonalean EKren beste errealitateak bizi izan dituen pertsona hautatzea erabaki da. Arrazoi horiekin batera, argitaratu berri den Eskola Kirolaren Liburu Zuriaren (Amenabar eta Sistiaga, 2008) egileetariko bat izateak, eta futbol munduarekin erlazioa izateak gaiaren inguruko ikuspegi orokorraren ekarpena egin dezake. EKren inguruan lan egiten duten eta ikertzen duten adituei elkarrizketa egiteak, marko teorikoan agertu diren ideiak, EKren errealitatearekin harremana duten pertsonen bizipen, esperientzia eta iritziekin izan dezaketen lotura ezagutzea ahalbidetzen du. Horrela, elkarrizketen bidez lortu nahi dena ondorengoa da: EKren izaera hezitzailearen ikuspuntutik, kirol-aniztasuna deituriko kontzeptuaren zentzua edo esanahia zehaztea eta Gipuzkoako EK eredu berrian bermatzen den ala ez ezagutzea, beti ere adituen iritzien arabera. Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko tresnaren kategorizazio edukien balizkotasuna bilatu nahi da, adituen iritziek, haiek bizi izan duten eta bizitzen duten errealitatea ezagutzeko aukera ematen du, horrela maila teorikoan proposatzen diren ideiekiko lotura aztertzea ahalbidetuz. Elkarrizketa mota ezberdinen artetik (Valles, 1997), ikerketarako elkarrizketa erabiliko da, eta metodologia kualitatiboaren barruan kokatzen denez, “elkarrizketa malguak, dinamikoak, ez zuzenak, egituratu gabeak eta irekiak izango dira” (Anguera Argilaga, 1995:538). Elkarrizketa ez da galdera eta erantzun segida bezala ulertu behar, elkarrizketatzaileak eta elkarrizketatuak elkar eragin diezaioketen komunikazio prozesu bezala baizik (Ruiz Olabuenaga eta Ispizua, 1989). Elkarrizketaren ezaugarriengatik, elkarrizketatuek gaiaren alderdi askori buruzko informazioa eman dezakete, heurei interesgarriak deritzoten informazioa emango baitute eta modu erabat librean adieraziko direlarik. Elkarrizketa modu irekian egin arren, elkarrizketatzaileak, ikertzailea kasu honetan, ikerketarako garrantzi berezia izan dezakeen informazioa jasotzeko asmoarekin, aztergaiaren alderdi zehatzak plazaratu ditzake. Galderak orden zehatzean egingo ez badira ere, eduki edo gai-multzoetan antolatu dira, eta adituak gairen bat jorratuko ez balu, elkarriketatzaileak galderaren bat erabiliz agertuko lioke. Era berean, adituak gai-multzo berria adieraziko balu, jaso eta hurrengo elkarrizketetan ere erabiliko litzateke. Elkarrizketaren gaia ondorengo gai-multzotan zehaztu da: EK eredu berria, eredu kirol-anitza; EKren izaera hezitzailea; Kirolaniztasuna edo jarduera fisikoen aniztasuna kontzeptua eta Adituaren ekarpen edo proposamenak. Elkarrizketak, jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko tresnaren irizpide posibleak marko teorikoan bilatu diren bitartean burutu dira, horrela, maila teorikoan egiten diren planteamenduak eta Gipuzkoako EK-ko errealitatearen arteko uztarketa egin nahi izan da, aniztasuna aztertzeko irizpideak aukeratzeko erabakiari oinarri handiagoa emanaz, eta tresna beraren diseinua informazio iturri batekin eta bestearekin egokituz. Edukien analisiaren teknikaren bidez, gai-multzo bakoitzaren inguruan adituek adierazitako informazioa jaso da, eta inferentziak burutu dira (Krippendorff, 1990; Ayala eta Hernández Mendo, 2003; Usabiagak aipatuak, 2004). Informazio hori, objektiboki, sistematikoki eta kuantitatiboki deskribitzen bada ere, alderdi kualitatiboak du garrantzi handiena. Elkarrizketaren izaera kualitatiboa da eta beraz, adituek esandakoa interesatzen zaigu, eta ez zenbat aldiz aipatzen duen. Elkarrizketa guztiak burutu ondoren, adituek adierazitako informazioa, galdeketan azaldutako gai-multzoen arabera aztertu dira. 58 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Beraien esperientziaren arabera, azterturiko bibliografian azaldutako ideiekin bat egiten dute adituek, EKren izaera hezitzailea, aniztasunaren beharra eta kirol ereduaren menpekotasunaren problematikarekiko. Tresnaren diseinurako esanguratsuen diren emaitza nagusiak ondorengoak dira: Kirol-aniztasuna edo jarduera fisikoen aniztasuna kontzeptua Esanahia edo zentzua: o Adituek bat egiten dute, EKn kirol-aniztasuna kontzeptua, ugaritasunarekin baino, izaera desberdintasunarekin lotzerakoan; zehazki estruktura eta barne-logiken aniztasuna aipatzen da. o Elkarrizketatuek adierazi dutenez, jarduera fisiko bakoitzak dituen ezaugarriek eragina dute transmititu nahi diren baloreetan. Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko irizpideekiko ondorengoak esanguratsutzat baloratu dituzte: o LAZ: Lagun, Aurkari eta Ziurgabetasunaren agerpena (ingurune fisikoarena) (CAI gazteleraz; Parlebas, 2001). Aditu baten esanetan, “giza garapena horretan datza, pertsonaren harremana bere inguruarekiko”. o Puntuazio sistemaren memoriak, sailkapenak eta abarrek, garrantzia emango diote jokoaren emaitzari, memoria gabeko joko eta jolasetan, garrantzia joko harremanek eta jokoarekin disfrutatzeak hartzen duten bitartean. Adierazi denez, Oarsoaldean benjamin eta alebinetan kendu zen eta funtzionatzen du. Aditu batek adierazi duenez, “gertatu izan da benjaminetan guraso batek esatea: nik ez det eramango nire haurra, txarra baita eta irabazi egin behar dezute partida hori. Ez du zentzurik!” o Jardueraren eginkizun edo helburu motorrak, neurri handian baldintzatzen ditu, joko ekintzak eta harremanak, “desberdina da korrika egitera joatea Altzibarrera edo lasterketan korrika egitea, denboraren menpe”. Kirol-aniztasuna GEKPean: o Gipuzkoako errealitateari dagokionez, hiru adituen esanetan, GEKP ugaritasun aldetik bai, baina desberdintasun aldetik ez da anitza; gehiengoak praktikatzen dituen kirolak, eskubaloia, futbola eta saskibaloia, estruktura berdinekoak baitira. o Ibilbideen arteko desberdintasunei dagokienez, ibilbide aukeraketaren prozesuaren zailtasuna azpimarratzen da. Errendimenduzko ibilbideak zenbait gauza baztertzea edo uztea suposatzen duela gogoratzen da eta aukeraketa justoa izateko “egi gehiago kontatu beharko liratekela” adierazi da. Modu berean errendimenduko ibilbidean dauden ikasleek, jarduera anitzak ezagutzearekiko eta ikuspegi hezigarriarekiko, partehartzekoan daudenen eskubide berdinak ez izatea ere injustotzat jo da. o Elkarrizketatu batek adierazten duenez, kirol-aniztasuna orain dagoen bezala (kirolak txandaka) ez du ekarpen handirik eta motibazio ezaren arazoak dakartza, kirol batzuk praktikatu eta besteak ez, gozamen eza, eta abar. o Beste elkarrizketatu baten arabera, sistemak eredu kirol-anitza baldintzatzen du, asteburuan lehiaketa dago eta. w w w . g i d e k i t . c o m 59 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Adituek emandako informazioak, EKren errealitatea hobe ezagutzea eta horretatik abiatuz, jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatzeko tresna egokiagoa diseinatzeko aukera ematen digu. EKren errealitatean existitzen diren problematiken inguruan adituek dituzten ikuspegiak ezagutzeak, proposamenekin uztartzeak ikerketaren norantza zehazten laguntzen du. 4.2. “J-ANITZ” tresnaren elaborazioa Bigarren pausu batetan, marko teorikoan eta adituekin izandako elkarrizketetan oinarrituz, kirol-aniztasuna kontzeptua (edo zehatzago adierazteko jarduera fisikoen aniztasuna) aztertzeko tresna diseinatu da. Horretarako, lehenik aztergaia definitu da ikertuko den unitatea zehaztuz, eta ondoren aukeraturiko irizpide bereizgarrien antolaketaren bitartez, tresnaren aplikaziorako kategoria sistemak eta esparruen-formatoa osatu dira. 4.2.1. Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko tresnaren justifikazioa Gipuzkoako EKri buruzko plangintza, araudi eta ikerketetan, eta orokorrean gazteen azturak aztertzen direnean, kirol-aniztasuna edo jarduera fisikoen aniztasunaren ideia sarri agertzen bada ere, ugaritasunaren edo alderdi kuantitatiboaren ikuspuntutik soilik aztertu ohi da (praktikak, edo jarduerak zenbatuz) eta ez da kualitatiboki, hau da, jardueren izaeraren desberdintasunarekiko aztertzeko edo ebaluatzeko irizipide garbirik ematen. Horrek, kirol-aniztasuna, eta EK eredu berrian horrek izan dezakeen garrantzia, ideia edo kontzeptu mugagabe eta definitu gabean oinarritzea dakar. Batetik marko teorikoa eratzean aztertu diren dokumentuetan eta bestetik, burutu diren elkarrizketetan adituek adierazi dutenaren arabera, EKren izaera hezigarria abiapuntutzat izanez, proposatzen diren jarduera fisikoen aniztasuna, jarduera beraren izaeraren ezaugarriekin lotzen da, eta ezaugarri horiek jarduleengan izan ditzaketen eraginen arabera dira interesgarriak. Elkarrizketetan adituek aipatu dutenaren arabera, eta marko teorikoan praxiologia motorrak egiten duen planteamenduarekin bat eginez, beharrezkotzat jotzen da, jarduera fisikoen barne-logikaren bereizgarriak ezagutzea jardueren aniztasuna aztertu nahi badugu. “Bere ikerketa objektuaren inguruan, funtsaketa zientifikoa eraikitzeko asmoa duen jakintzagai orok, lehentasun handieneko arazo bezala planteatu behar du, ikertzen duen fenomenoa ager daitekeen adierazpen desberdinen sailkapena multzo homogeneotan” (Lavega, 2000). Jarduera fisikoak sailkatzeko edo multzokatzeko irizpideak esanguratsuak izan behar dute, horietatik atera nahi ditugun inplikazio motekiko, eta ikuspegi hezitzailetik EKn proposatzen diren jarduera fisikoen aniztasuna baloratzeko egoera motor horietan jardutearen eragin posibleak, ekintza motorra bera ezaugarritzen duten bereizgarriekin lotuko dira. “Protagonisten begi koloreen arabera, baloiaren tamainaren arabera, partehartzaile kopuruaren arabera, jarduleen adinaren arabera edo praktika jarraitzen duten ikusle kopuruaren arabera, jokoak bereiztea ez du balio. (...) zorrotza izan nahi duen edozein sailkapen, gure jarduera motorrak ezaugarritzen dituzten bereizgarrietatik abiatuz eraiki behar da. Beharrezkoa da itxurakerietatik ihes egitea, azaleko planteamenduetatik, eta gure praktikei izaera ematen dien horretara jotzea, ezberdinak egiten dituen horretara eta kasu bakoitzean funtzionamendu bakarra ematen dienera” (Lavega, 2000). 60 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Lavegaren bi baieztapen horiek, marko teorikoaren eraikuntzan eta batez ere ikerketa objektuaren mugaketan azaldutako ideietan oinarritzen dira, jarduera fisikoen izaeraren ezagutza jakintzagaiaren oinarri bezala aldarrikatuz. EK-ko plangintza diseinatzerakoan, edo baita heziketa fisikoko eskoletako arloan, jarduera fisiko posibleen artean aukeratu beharrean aurkitzen den profesionala, izugarrizko ugaritasun eta aniztasunarekin topatzen da. Horrek antolakuntza orokorra eskatzen du, jardueren arteko antzekotasunak aztertuz. Parlebasek irakaskuntzaren kasuan, ondorengo galderak proposatzen ditu: “Zergaitik proposatu jarduera bat bestea baino gehiago? Nola planifikatu eta aukeratu urtean zehar ehundaka egoera motorren artean, jarduera horiekin lortutako eraginaren araberako, erlatiboki homogeneoak diren multzoetan banatzen dituen orotasunezko eskema ez badaukagu?” (Parlebas, 2003b:7). Galdera horiek, hezkuntza esparrutan kirol-modernoaren ereduaren gehiegizko agerpena eta EKren problematika azaleratzean agertu diren kezkekin lotzen dira. EK jarduera fisikoen bidezko edo inguruko eskuhartze hezigarria izanik, tresna honen bidez, kategoria sistema egokiak proposatzen dira, EK programetan eskaintzen edo burutzen diren jarduera fisikoen arteko desberdintasunak identifikatu eta jardueren aniztasuna aztertzeko esanguratsuak izan daitezkeen datuak eskuratu ahal izateko. Datu horiek, jarduera fisikoen ezaugarri jakinen araberako aniztasuna baloratzeko balioko dute, kategoria sistema bakoitzeko aukeren artean, datuen dispertsio mailaren arabera, aniztasun handiagoa edo txikiagoa ondorioztatuko delarik. Kategoria sistemak eratzeko irizpideak, marko teorikoan eta elkarrizketetan adierazi diren ideiak jarraituz aukeratu dira, ikuspegi hezigarritik, adituen arabera jarduera fisikoen aniztasunaren balorazioan esanguratsuak izan daitekeen alderdiak kontutan hartuz. 4.2.2. Jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatzeko aztergaia Maila orokorrean, jarduera fisikoen azterketa burutzen dugunean, aniztasuna ebaluatzeko aztergaia edo unitatea EK programa, plangintza edo eskaintza osatzen duen jarduera multzoa izango da. Programa, lurralde historiko mailan foru aldundiek diseinatzen dutena edo udalerri edo eskola bakoitzean diseinatzen den plangintzak osatu dezake. Edonola, azaldu den bezala, aniztasuna bera jarduera fisikoen izaerari eta zehazki horren ezaugarrien desberdintasunari dagokionez, irizpideen aplikazio unitatea jarduera fisikoak berak osatuko du. Beraz, datuak multzoaren arabera baloratuko badira ere (programa, plangintza, eskaintza edo proposamen jakinaren jarduera fisikoen aniztasunarekiko), datu horiek jarduera fisiko bakoitzaren izaeraren ezaugarriei eta horien arteko antzekotasun eta desberdintasunei egingo diote erreferentzia. 4.2.3. Irizpideen aplikazio unitatea. Jarduera fisikoa / praktika fisikoa, bi kontzeptu desberdin Sarri jarduera fisikoa eta praktika fisikoa deiturak, sinonimotzat erabiltzen badira ere, garrantzitsua da bi kontzeptuon arteko desberdintasunak argitzea, horiek ezaugarritu edo aztertzerakoan berebiziko garrantzia baitauka, ikertzen den objektua zehazki identifikatu edo mugatzea, jarduera fisikoa kontzeptua egoera motor bati (edo batzuei) dagokio, bere ezaugarri motor berezkoen bidez identifikatua, eta praktika, berriz, jardueraren molde sozial ezberdinei dagokie. Kasu honetan, EK-ko eskuhartzerako tresnen ezaugarriak ezagutu nahi dira, jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatu ahal izateko, eta beraz, jarduera fisikoak izango dira aztertzeko unitatea irizpideen aplikazioari dagokionez. Datu horiek bilduz, eta elkar w w w . g i d e k i t . c o m 61 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) konparatuz, maila orokorragoan kokatzen den aztergaia den unitatearen aniztasuna ebaluatu ahal izango da, programa, eskaintza edo plangintza jakinei dagokiena. 4.2.4. Kategoria-sistemen eta esparru-formatoen osatzea Lehenik, aniztasuna baloratzeko eta heziketa fisikoaren eta beraz hezkuntzaren ikuspuntutik jarduera fisikoak ezaugarritzeko eta desberdintzeko, irizpidetzat erabilgarriak izan daitezkeen bereizgarriak identifikatu, aztertu eta aukeratzeko, batetik kontsultaturiko bibliografiako sailkapenak aztertu dira (Parlebas, 2001, 2003a, 2003b; Martínez de Santos eta Blanco, 2003; Larraz, 2004; Lavega, 2004, 2008; Hernández Moreno eta al., 2000; Etxebeste, 2001, 2007) eta bestetik elkarrizketen bidez adituek emandako informazioaren arabera, irizipide balizkoenak aukeratu dira. Ondoren aukeraketa horren arabera kategoria sistemak eta esparruen formatoa osatu dira jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko tresnaren oinarri bezala. Ikerketa kualitatiboan kategoria-sistemek garrantzi handia dute hainbat autoreren arabera, eta modu egokian lantzeko kategoria zehatzak behar dute izan (Usabiaga, 2004). Kategoriak osoak eta elkar baztertzaileak izan behar dute (Anguera Argilaga, 1995); hau da, kategorizatzen diren elementu guztiak barne hartzen dituzte eta horietako bakoitza kategoria bakarrean soilik agertzen da. Esparru-formatoak, multidimentsionaltasunaren ezaugarria eskaintzen dio tresnari (Usabiaga, 2004), EKn praktikatu daitezkeen jarduera fisikoen dimentsio aniztasun handia alderdi ezberdinetatik aztertzeko aukera ematen duelarik. Ikerketaren aurreko ataletan jasotako informazioan oinarrituz eta EKren errealitatean ikuspegi hezigarritik garrantzia izan ditzaketen alderdiak identifikatu ondoren, EK-ko jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko hiru kategoria-sistemaz osaturiko esparru-formatoa erabiliko da, irizpideak ondorengoak direlarik: 4.2.4.1. Jardulearen ingurune sozial eta fisikoarekiko interakzio motorraren araberako ekintza eremu motorren aniztasuna Lehen irizpide honetan, Parlebasen (2001) ekintza eremuen sailkapenean oinarrituz, jarduera fisikoetan ematen diren interazkio motor posibleen araberako ekintza motor eremuak zehazten dira. Lavegak jarduera fisikoak eta horietan ematen diren jokabide motorrak, zenbait esparru edo prozesuen aktibazioarekin izan dezaketen loturak azaltzen ditu (Lavega, 2004:171), ikuspegi hezigarritik bilatutako eraginekin lotu daitezkelarik. Autore beraren lan berriagoan (Lavega, 2008), bost kategoriatako sailkapena azaltzen du, eta horretan oinarrituz lehen kategoria-sistema definituko da, kategoriak hurrengoak izango liratekelarik: Ingurune fisiko egonkorreko eta besteekiko interakzio zuzenik gabeko jarduerak. (00) Ingurune fisiko egonkorreko laguntasunezko edo kolaboraziozko jarduerak. (LG) Ingurune fisiko egonkorreko aurkakotasunezko edo oposiziozko jarduerak. (AU) Ingurune fisiko egonkorreko laguntasun eta aurkakotasunezko edo kooperazio eta oposiziozko jarduerak. (LA) Ziurgabetasuna duen ingurune fisikoan burutzen diren jarduerak. “Inguruneak deszifratu beharreko informazio egokia daukanean izango da” (Parlebas, 2003b:6). Ingurunearen ezaugarrien aldaketen araberako erantzunak modulatzen dira. (Z, LZ, AZ eta LAZek osatuak, “ZI” bezala bilduko direlarik). 4.2.4.2. Ataza motorraren helburu motaren araberako aniztasuna 62 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Irizpide honek, jarduera fisikoen arteko desberdintasunak agertzeko egokia den bereizgarria delakoan, ataza motorraren helburu motaren aniztasuna aztertuko du GEIPekoek proposaturiko sailkapenean oinarrituz (Hernández Moreno et al., 2000), hurrengo bederatzi aukerak izango liratekelarik: Higikaria jomugara eramatea edo/eta ekiditzea. (HJ) Higikariaren berriz bidalketa burutu edo/eta ekiditzea. (HB) Espazio gainditzeak burutzea edo/eta ekiditzea. (EG) Denbora gainditzeak burutzea edo/eta ekiditzea. (DG) Espazio/denbora gainditzeak burutzea edo/eta ekiditzea. (ED) Doitasunezko ekintzak burutzea edo/eta ekiditzea. (DA) Aurrez-aurre borrokatzea edo/eta ekiditzea, tresnarekin edo gabe. (AB) Ereduak irudikatzea edo/eta ekiditzea. (EI) Jarduera interozeptiboak burutzea. (JI) 4.2.4.3. Irabazlearen agerpenaren araberako aniztasuna Etxebestek (2001) proposaturiko jokoa-jolasa ardatzaren inguruan, lehia irabazleduna edo gabea izatearen ezuagarriari heldu zaio irizpide honetan. Lehenago ere azaldu den bezala, EKren inguruko problematika, emaitzei ematen zaien gehiegizko garrantzian oinarritzen dute zenbait autorek. Alderdi horretatik, interesgarria da, irabazle eta galtzailearen arteko bereizketa handiagoa ala txikiagoa egin dezakeen barne-logikaren ezaugarriari arreta jartzea: puntuazio sistemaren agerpena, eta horren memoria alegia. Ikusi ahal izan denez, zenbait jarduera fisiko, ez dute lehiarik (Parlebasek, sasi kirol-joko deiturikoak; 2001), eta beraz jarduera horiek irabazle gabeak bezala hartuko lirateke. Lehiazko jokoen artean aldiz, ekintza konkretuetan (norbait harrapatzea / ihes egitea) beti irabazlea eta galtzailea izan bada ere, jokoaren dinamikan rol aldaketak direla eta, edo jokoaren ezaugarriek errendimenduen konparaketa zailtzen duenean, ez da jokoa irabazlea zein izan den argitzera orientatzen eta beraz jokoaren alderdi horrek indarra galtzen du; kasu horietan ere irabazle gabeko jarduera fisikoak dira. Kirolen kasuan eta irabazlea argi eta garbi agertzen duten jarduera fisikoen kasuan aldiz, irabazledunak dira. Beraz, irizpide honekiko aniztasuna aztertzeko bi aukeren arteko banaketa izango da oinarri: Jarduera fisiko irabazleduna: irabazlea(k) argi eta garbi agertzen duten jarduerak. (ID) Jarduera fisiko irabazle gabea: irabazlerik argi eta garbi agertzen ez duten jarduerak. (IG) 5. Emaitzen aurkezpena EKren errealitatea osatzen duten alderdi ezberdinen azterketa egin ondoren, lortu den emaitza nagusia, jarduera fisikoen aniztasuna ikuspegi hezigarritik aztertzeko “JANITZ” tresna bera da. Helburu nagusi hori lortzeko, azpi-helburu ezberdinak lortu behar izan dira. Tresnaren elaboraziorako, kategorien edukien balizkotasuna adituekin egindako elkarrizketen bidez bilatu da eta horien azterketaren emaitzak izan dira ondorengo elaborazio lanaren oinarri azterketa bibliografikoarekin batera. w w w . g i d e k i t . c o m 63 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) ESKOLA KIROLAREN TESTUINGURUA, ERREALITATEA Azterketa bibliografikoa Adituekin elkarrizketak Eskola Kirolaren Ikuspegi hezigarria. Pertsonaren osotasuna Jarduera Fisikoen ANIZTASUNA (KIROL-ANIZTASUNA) Jarduera Fisikoa Ekintza motorra Egoera motorra Heziketa Fisikoa Jokabide motorren pedagogia (Parlebas, 2001) Jarduera Fisikoen izaera desberdintasuna ANIZTASUNA AZTERTZEKO IRIZPIDEAK J-ANITZ: Eskola Kirolean Jarduera Fisikoen aniztasuna ebaluatzeko tresna J-ANITZ tresnaren fidagarritasuna 1. irudia. Ikerketaren prozesua eta emaitza nagusia, J-ANITZ tresna (puntuka, ondorengo pausua litzatekeena, tresnaren fidagarritasuna). Eman diren pausuen artean (ikus, 1. irudia), lehenik EAEko eta zehazki Gipuzkoako EKren errealitatea eta testuingurua ezagutu da, eta EKn egiten diren eskuhartzeen zentzua ikuspegi hezigarriarekin eta kirol-aniztasuna kontzeptuaren ildotik joan beharko liratekela ikusi da, bai testu ofizial edo plangintzen helburu eta ildo estrategikoen arabera, eta baita elkarrizketaturiko adituen eta kontsultaturiko ikerketa lanetan agertzen diren iritzien arabera. Ikuspegi hezigarria pertsonaren osotasunean eta integraltasunean oinarritzen dela azpimarratu da. Zentzu horretan, jarduera fisikoen aniztasuna edo kirol-aniztasuna, jardueren izaeren desberdintasunarekin lotu da, barne-logiken azterketak duen garrantzia azpimarratuz. Helburu horrekin, jarduera fisikoen bereizgarri ezberdinak aztertu dira, jardueren aniztasuna baloratzeko irizpide baliagarrien bila. Azkenik, elkarrizketatutako adituen ezagutza eta iritzietan oinarrituz eta lan honetan jarraitzen den helbururako aztertutako irizpideen balizkotasuna kontutan hartuz, hiru kategoria-sistemataz osaturiko esparru-formatoa diseinatu da. “J-ANITZ” esparruformatoak, sistema bakoitzaren kategoriak barne hartzen ditu, 1. taulan ikus daitekeen bezala. Esparru-formato hori izango da “J-ANITZ”, EKn jarduera fisikoen aniztasuna ebaluatzeko tresnaren oinarria. 64 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte “J-ANITZ” esparruen-formatoa Ekintza Helburu Puntuazio sistemaren eremua motorra memoria 00 HJ ID LG HB IG AU EG LA DG ZI ED DA AB EI JI Kategoria sistema Kategoriak 1. taula. Jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko esparru-formatoa. Jarduera fisikoaren ezaugarrien arabera, kategoria-sistema bakoitzeko kode bat izango du, “xx xx xx” modura jaso litekelarik (adibidez, esku-pilota bikoteka jardueraren kasuan: “LA HB ID” litzateke). Jarduera fisikoen ezaugarrien arabera jasotako datuak, kategoria-sistema bakoitzean kategoria bakoitzak duen agerpena adieraziko du. Horrela, aukera horien artean agerpen portzentaiak ere atera ahal izango dira, horien arteko banaketa ezaugarritzeko. Aukeran dauden kategorien agerpenak eta agerpen horren mailak adieraziko du zer nolako jarduera fisikoen aniztasuna dagoen, eta baita desoreka ematen bada, berau zein kategoria edo kategoriatan ematen den ere. Hiru kategoria-sistemaz osaturiko esparruen-formatoak, jarduera fisikoen aniztasuna hiru dimentsiotan aztertzeko aukera eskaintzen du, emaitzak kategoria bakoitzaren ezaugarriekin erlazionatu daitezkelarik. Irizpide horien aplikaziotik ateratzen diren datuak jokabide motorrekin lotura zuzena dute, kategoria bakoitzak jokabide motor jakinak emateko aukera handiagoak edo txikiagoak baititu. Beraz, ikuspegi hezigarritik, EKn proposatzen edo praktikatzen diren jarduera fisikoen ezaugarriak eta osatzen duten programa edo plangintzaren ezaugarriak ere hobe ezagutzeko balio du J-ANITZ tresnak. Modu horretara, lortutako emaitzen arabera eta EK programan jarraitzen den proiektu pedagogikoarekiko egokigarritasunaren arabera, programa beran egin beharreko egokitzapenak erabaki ahal izango dira. 6. Eztabaida eta ondorioak 6.1. Helburu eta azpi-helburuen betetze maila Emaitzak aztertzerako garaian, diseinatu den tresnaren elaborazio prozesua aztertu behar da. Prozesu horretan eman den pausu bakoitzak, hurrengo pausua baldintzatu du eta baita tresnaren diseinu zehatza bultzatu ere. Tresna honen elaborazioa, ikerketa lan zabalagoaren barruan kokatzen da, abiapuntu modura hain zuzen ere. Tresnaren diseinuaren hurrengo pausuak, tresnaren erabilerarako protokoloaren zehaztapena eta datuen kalitatearen azterketa lirateke, azken horrekin tresnaren fidagarritasuna frogatzeko asmoz (ikus 1. irudia). EKren testuingurua eta errealitatea ezagutzeko, aztertutako dokumentuetaz gain, adituekin burutu diren elkarrizketei dagokienez, oso interesgarriak izan dira eta baita ikerketerako oso baliagarriak ere, kategoria-sistemen eraketan irizpideen balizkotasuna oinarritu dutelarik. Edonola, elkarrizketaturiko adituen kopurua handiagoa balitz eta agian w w w . g i d e k i t . c o m 65 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) elkarrizketaren bat taldean egingo balitz, datuen esanguratasuna hobekiago lortuko litzateke. Laburbilduz eta ikerketaren helburu nagusiarekiko, lan honetan, EKren testuinguruan garrantzia berezia duen jarduera fisikoen aniztasunaren gaia aztertzeko oinarri sendoa proposatu da, gure uste apalean. EKren legedia, programa eta plangintzetan adierazten diren helburu, printzipio eta ikuspegi hezigarrietan oinarrituz, esparru horretan burutzen den eskuhartzerako proposatzen edo erabiltzen diren jarduera fisikoen izaera eta horren ondorioak hobe ezagutzeko tresna baliagarria izan daitekena diseinatu da. Eskola Kirolaren testuingurua: JARDUERA FISIKOEN BIDEZKO ESKUHARTZE HEZIGARRIAK EKren problematika EREDU KIROL-BAKARRA EMAITZAREN GEHIEGIZKO GARRANTZIA Eskola Kirolaren izaera hezigarria. Pertsonaren osotasuna Jarduera Fisikoen ANIZTASUNA (KIROL-ANIZTASUNA) Ikerketa objektua: JARDUERA FISIKOA Eskuhartze objektua: JOKABIDE MOTORRA J-ANITZ Eskola Kirolean Jarduera Fisikoen aniztasuna aztertzeko tresna Kategoria-sistemak eta esparru-formatoa Irizpideen aplikazio unitatea: JARDUERA FISIKOA Kategoria-sistemak eta esparruen-formatoa ANIZTASUNA AZTERTZEKO IRIZPIDEAK Interakzio motorra EKINTZA EREMUA Ataza motorra HELBURU MOTORRA Puntuazio sistemaren MEMORIA 2. irudia. J-ANITZ tresnaren oinarri teorikoa eta egitura. Marko teorikoan azterturiko ideia horietan oinarrituz, EK jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko irizpide egokiak aurkitzeko, errebisio bibliografikoaz gain, gaiarekin lotura duten adituekin elkarrizketatu gara. Elkarrizketa horien edukien analisiaren bidez, kategoria-sistemen balizkotasuna eskuratu da, esparruen-formato erara bilduz J-ANITZ tresna diseinatu delarik. Tresnaren eta oinarri teorikoaren arteko lotura, 2. irudian azaltzen da. Beraz, ikerketa abiatzerakoan planteaturiko helburuak bete direla esan daiteke, bai azpi-helburuei dagokienez eta baita helburu nagusia zen tresnaren diseinuari dagokionez ere. 6.2. Lanaren mugak eta aurrera begirakoak Diseinatu den tresnaren fidagarritasuna frogatzeko, datuen kalitate azterketa egitea ezinbestekoa da, eta beraz hori aipatu behar da ikerketa lanaren muga nagusi eta aurrera begira eman beharreko lehen pausu bezala. J-ANITZ tresnaren erabileraren protokoloa zehaztea ere hurrengo pausuetan kokatzen da. Modu berean, tresnaren erabilerarako formakuntza ikastaro bat aurreikusi da, aplikazio unitatearen zehaztasuna eta irizpideen aplikagarritasuna azaldu eta zehazteko asmoz; ikastaro horren egitura eta garapena ere diseinatzear dagoelarik. Behin oinarria finkaturik, aurrera begira aukera anitzak agertzen dira ikerketa lanean jarraitzeko. Horien artean, EKn proposatzen diren ariketa fisikoen azterketa eta horien diseinu eta moldaketarako irizpideen azterketa ikerketa eremu interesgarri bezala agertzen da. Ariketa horien egiturak, jarduera jakinaren ikasketa prozesua bultzatzeaz 66 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte gain, parte-hartzaileengan mota guztietako eraginak sortzen dituzte, pertsona horien garapen integralean eragin zuzena dutelarik. Modu berean, aztergai den saio, plangintza edo programa, proiektu pedagogiko jakinaren barnean kokatzen da, balore jakinak bultzatu nahi izango dituelarik. Interesgarria izan daiteke, EK-ko saioetan proposatzen diren ariketa fisikoen aniztasuna aztertzea eta proiektu pedagogikoarekiko koherentzia baloratzea; eta are gehiago, emaitzen arabera, ariketa horien egiturak bereizgarri jakinen arabera moldatzeko irizpideak ere eskaini ditzake J-ANITZ tresnaren erabilpenak. 6.3. J-ANITZ tresnaren erabilera aukerak J-ANITZ tresna, azaldu den bezala programen edo plangintzen edukien analisirako erabilgarria den arren, ikerketa teknika ezberdinetara egokitzeko aukera dago; elkarrizketa bidez, inkesta edo galdetegi bidez edo behaketa bidez jasotako datuak aztertzeko baliagarria izan daiteke baita ere. Azterketa kualitatibo deskribatzailea egiteko tresna bezala diseinatu bada ere, J-ANITZ tresnan oinarrituz azterketa kuantitatiboak egiteko, tresna moldatzeko aukera bideragarria izan daiteke, esparru-formatoaren oinarriak aukera hori eskaintzen baitu. J-ANITZ tresnaren aztergaia lurralde, herri edo ikastetxe jakinaren EK programa edo plangintza izan daiteke, baina talde batek praktikatzen dituen edo EK saio batetan zehar proposatzen diren jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko ere balio dezake, kasu bakoitzean behar diren egokitzapenak egingo liratekelarik. Era berean, denbora maila zehatzetan edo plangintzaren unitate zehatzagoak ere azter daitezke (urteko, hiruhileko, asteko plangintza, saioan zehar buruturiko jarduerak, eta abar), beti ere jarduera fisikoetaz osaturiko unitateak direlarik. 6.4. J-ANITZ tresnaren aplikazio esparruak Jarduera fisikoen beste praktika edo ikerketa esparruetara eramanez, esparruenformato bera, eskola orduetako HF arloan proposatzen edo praktikatzen diren jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko baliagarria izan daiteke. Modu berean, ikuspegi hezigarritik gizarte talde jakinen praktika fisiko azturen aniztasuna aztertzeko irizpideak eskaini ditzake, kasu horretan inkesta edo datu bilketa metodoaren elaborazioan jarduera fisikoak unitate bezala identifikatzeko eta galdetutako pertsonari transmititzeko zailtasunak aurki badaitezke ere. Aipaturiko azturen esparruarekin lotuta, psikologia arlotik batez ere aztertzen den haur eta gazteen praktika fisikorako motibazioak aztertzen direnean, eta bereziki eskaintzen zaizkien jarduera fisikoen nolakotasuna ezaugarritzeko, J-ANITZ tresna interesgarria izan daiteke. Egoera motor bakoitzaren ezaugarriak eta horien inplikazio fisiko, kognitibo, afektibo eta sozial potentzialak ezagutuz, pertsonek egiten dituzten praktika fisikoen aukeraketa ulertzeko datu gehiago izango dira. Azken ondorio nagusi bezala, J-ANITZ tresna, jarduera fisikoen aniztasuna aztertzeko tresna bezala, EK-ko programa, plangintza, saio eta abarren azterketa eta ebaluaziorako ekarpen interesgarria izan daitekelakoan gaude. Batetik, aniztasuna aztertzeko eskaintzen duen oinarri sendoak eta bestetik, aurrera begira irekitzen diren ikerketa aukera anitzak lanaren egokigarritasuna adierazten dute. w w w . g i d e k i t . c o m 67 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 7. Erreferentzia Amenabar, B. eta Sistiaga, J.J. (2008). Eskola kirolaren liburu zuria. Vitoria-Gasteiz: Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia. Anguera Agilaga, M.T. (1995). “Recogida de datos cualitativos”. Non: Anguera Argilaga, M.T., Arnau, J., Ato, M., Martínez, R., Pascual, J. eta Vallejo, G. (Argk.), Métodos de investigación en psicología. 19. kapitulua. Madrid: Síntesis. Arribas, S. (2005). La práctica de la actividad física y el deporte (PAFYD) en escolares de 15-18 años de Gipuzkoa: creencias sobre su utilidad y relación con la orientación motivacional, diversión y satisfacción. Bilbao: Euskal Herriko Unibertsitateko Argitalpen Zerbitzua. Coelho M. A. (2004). “Selección bibliográfica en praxiología motriz”. Non: Lagardera F. eta Lavega P. (Argk.) La ciencia de la acción motriz. Lleida: Edicions de la Universitat de Lleida: 255-269. Etxebeste J. (2001). Le jeux sportifs, éléments de la socialisation traditionnelle des enfants du Pays Basque. Thesis (Ph. D.) –Université Paris V- Rene Descartes – Sorbonne. Etxebeste J. (2006). “Euskal Curriculuma eta eskolaz kanpoko joko-jolasak”. Ikastaria. Cuadernos de Educación. 15: 123-132. Etxebeste J. (2007). “Euskal curriculuma, gorputz hezkuntza eta ‘adituen’ ekarpena”. Jakingarriak 62: 40-51. García Ferrando, M. (2006a). Postmodernidad y Deporte: entre la individualización y la masificación. Encuesta sobre hábitos deportivos de los españoles 2005. Madrid: CSD/CIS. García Ferrando, M. (2006b). “Veinticinco años de análisis del comportamiento deportivo en la sociedad española (1980-2005)”. Revista Internacional de Sociología (RIS). Bol. LXIV, 44: 15-38. Goñi, A. eta Zulaika, L.M. (2000). “La participación en el deporte escolar y el autoconcepto en escolares de 10 a 11 años de la provincia de Guipúzcoa”. Apunts: educación física y deportes. 59: 6-10. Hernández Moreno, J. et. al. (2000). “¿Taxonomía de las actividades o de las situaciones motrices?” Apunts Educación Física y Deportes. 60: 95-100. Martínez De Santos, R. eta Blanco, F.J. (2003). “Praxeología motríz y educación física. Una unidad didáctica de juegos tradicionales en secundaria obligatoria”. Non: Fuentes García, J.P. eta Bellido, M. (Koord). Libro de actas del 1er congreso europeo de educación física FIEP, 417-426 or. ISBN: 84-95239-65-5 Lagardera F. (2004). “Elogio de Pierre Parlebas”. Non: Lagardera F. eta Lavega P. (Argk.) La ciencia de la acción motriz. Lleida: Edicions de la Universitat de Lleida: 13-19. Larraz, A. (2004). “Los dominios de acción motriz como base de los diseños curriculares en educación física: el caso de la comunidad autónoma de Aragón en educación primaria”. Non: LAGARDERA F. eta LAVEGA P. (Argk.) La ciencia de la acción motriz. Lleida: Edicions de la Universitat de Lleida: 203-226. Lavega, P. (2000). “La clasificación de los Juegos, los Deportes y las Prácticas Motrices”. Actas del V Seminario Internacional de Praxiología Motriz de INEF Galícia. A Coruña: 207-224. http://www.praxiologiamotriz.inefc.es/PDF/CLASIFICACION_JUEGOS_DEPORTES.pdf [sarrera data: 2008-02-14] Lavega P. (2004). “Aplicaciones de la noción de conducta motriz en la enseñanza”. Non: Lagardera F. eta Lavega P. (Argk.) La ciencia de la acción motriz. Lleida: Edicions de la Universitat de Lleida: 157-179. 68 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Lavega P. (2008). “Educación Motriz: aportaciones ideologicas y cientificas a partir de la praxiología motriz”. INDEref-Revista de Educación Física http://www.inderef.com/content/view/106/110/ [sarrera data: 2008-07-30] Olivera Betrán, J. eta Olivera Betrán, A. (1995a). “La crisis de la modernidad y el advenimiento de la posmodernidad: El deporte y las prácticas físicas alternativas en el tiempo de ocio activo”. Apunts: educación física y deportes, 41: 10-29. Ortuzar, I. (2004). El deporte escolar y el profesorado de educación física. Doktoradutza Tesia. Leioa: EHU-UPV Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, Departamento de Sociologia. Parlebas, P. (2001). Juegos, deportes y sociedades. Léxico de praxiología motriz. Bartzelona: Paidotribo. Parlebas, P. (2003a). Elementos de sociología del deporte (2. Argit. Berztu.). Málaga, Instituto Andaluz del Deporte. Parlebas, P. (2003b). “Un nuevo paradigma en educación física: los dominios de acción motriz”. Non: Congreso FIEP-La educación física en Europa y la calidad didáctica en las actividades físico-recreativas. Cáceres. http://www.deportextremadura.org/memoria_DGD/dxtbase/universidad/fiep.htm [sarrera data: 2008-02-14] Ruiz Olabuenaga, J.I. eta Ispizua, M. (1989). Metodología de la investigación cualitativa. Bilbo: Universidad de Deusto. Tinning, R. (1992). Educación Física: La Escuela y sus profesores. Universitat de Valencia. Valencia. Ugalde, D. (2008). “Eskola-kirola bidegurutzean”. Jakingarriak. 63: 24-27. Uribesalgo, I. (2008). “Eskola-kirola: gogoeta batzuk”. Jakingarriak. 63:18-23. Usabiaga, O. (2004). Euskal pilotako joko-ekintzaren ebaluazioa: Aplikazioa frontoi motzeko eskuz binakakoan. Doktoradutza Tesia. Donostia: EHU-UPV. Valles, M.S. (1997). Técnicas cualitativas de investigación social. Refelexión metodológica y práctica profesional. Madrid: Gymnos. Vicente Pedraz, M. eta Brozas Polo, M. P. (1997) “La disposición regulada de los cuerpos. Propuesta de un debate sobre la cultura física popular y los juegos tradicionales”. Apunts: educación física y deportes, 47: 6-16. Legediak eta administrazioaren planak Kirolaren Euskal Plana 2003-2007 (KEP). Eusko Jaurlaritzako Kirol Zuzendaritza, Kultura Saila (2003). Vitoria-Gasteiz: Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia. 160/1990 Dekretua, ekainaren 5ekoa, Eskolako Kirolari buruzkoa. Euskal Herriko Agintaritzaren Aldizkaria (EHAA), 1990eko uztailak 2, 130: 5951-5954. 14/1998 Legea, ekainaren 11koa, Euskadiko kirolarena. Euskal Herriko Agintaritzaren Aldizkaria (EHAA), 1998ko ekainak 25, 118. 11696-11754. 125/2008 Dekretua, uztailaren 1ekoa, Eskolako Kirolari buruzkoa. Euskal Herriko Agintaritzaren Aldizkaria (EHAA), 2008ko uztailak 16, 135: 18669-18685. 322/2008 Foru Agindua, ekainaren 17koa, 2008-2009 ikasturteko eskola kiroleko programa onartzen duena. Gipuzkoako Aldizkari Ofiziala (GAO), 2008ko ekainak 20, 118: 18827-18856 w w w . g i d e k i t . c o m 69 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 70 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 4 LA OBSERVACIÓN SISTEMÁTICA APLICADA A LA EVALUACIÓN DE LA GIMNASIA RÚTMICA Mª Aurora Fernández del Valle, Julen Castellano, Ane Miren Fernández, Tamara Nagore, Paula Orive y Nerea Otaegui [email protected] Resumen El estudio pretende evaluar la actividad motriz de las gimnastas en el deporte de base con el objetivo de realizar un análisis detallado de las ocho3 dificultades corporales más utilizadas por las gimnastas y sus implicaciones deportivas. Para ello, hemos diseñado una herramienta de observación configurada a partir de los criterios establecidos por el Código de Puntuación de la Federación Internacional de Gimnasia (en adelante FIG, 2009-2012) que han sido adaptados por las exigencias técnicas que la Real Federación Española de Gimnasia (en adelante RFEG, 2009) ha establecido para las competiciones nacionales de este año 2009. Previo a la realización del registro se han efectuado diferentes análisis en relación con la precisión en la generalización de aspectos claves de la investigación. La observación, codificación y registro se llevó a cabo sobre gimnastas de 9 años de edad. La relación existente entre el grado de exigencia técnica y la edad de las participantes puede ser considerado como muy alto; máxime teniendo en cuenta que estamos circunscritos a la Gimnasia Rítmica de Base. Palabras clave: gimnasia rítmica, benjamín, evaluación, Código de Puntuación. 3 Según la normativa (RFEG, 2009) la categoría benjamín debe tener un máximo de ocho dificultades corporales obligatorias cuyo valor no supere la letra E = 0.5 puntos. w w w . g i d e k i t . c o m 71 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción La Gimnasia Rítmica (en adelante GR) “podemos considerarla como un deporte eminentemente técnico.” (Fernández-Del Valle, 1996, p. 216). Su técnica de base se inicia desde el aprendizaje de movimientos sencillos y básicos con el cuerpo, y se aúna más tarde con el aprendizaje de la técnica de los aparatos manuales de competición cuerda, aro, pelota, mazas, cinta; y con los aparatos de exhibición gasas, banderines y cintas anchas. Otras dos acepciones que nos gustaría exponer son “GR es un deporte morfocinético de apreciación estética” (Bobo, 2002, p. 21), y “la GR pertenece al grupo Deportes de Coordinación y Arte competitivo“, recogida del libro (O’Farril y Santos, 1982, p. 13). Sendas definiciones son necesarias cuando fusionamos técnica y estética, perfecta ejecución y virtuosismo, precisión del gesto y armonía en los movimientos ejecutados. Al compaginar y mezclar todos estos aspectos podemos conseguir una gimnasta completa cuya imagen sea acorde con el grado de maestría necesario para alcanzar el éxito deportivo. Es, por así decirlo, la “imagen ideal de una secuencia de movimientos” (Grosser y Neumaier, 1986, p.12). En nuestra opinión para conseguir esa imagen ideal, es necesario que las bases técnicas de la persona que enseña este deporte sean precisas, claras y favorecedoras del aprendizaje de nuevos movimientos de mayor complejidad, sin lagunas, para evitar el retroceso o fijación de aprendizajes erróneamente aprendidos. Ideas similares relacionadas con el aprendizaje de la GR y que adquieren suma importancia son las palabras dominio y perfeccionamiento, para que los movimientos resultantes sean libres y naturales (Lisitskaya, 1995, p. 67). A fecha de la aceptación del trabajo presentado, una de las modalidades fuera del núcleo central de los programas oficiales de competición internacional es el de Manos Libres4 (en adelante ML), éstas son vistas en las competiciones nacionales de gimnastas jóvenes y en exhibiciones gimnásticas amistosas ya sean nacionales o internacionales. No obstante, las ML son consideradas como “base indiscutible del dominio técnico corporal” (Fernández-Del Valle, 1996, p. 244); “base indispensable” (FIG, 1993, p. 17); “enseñanza básica” (Mata, 1999, p. 5); y “el fundamento de la GR” (Mendizábal y Mendizábal, 1985, p. 21). Los argumentos expuestos son tan importantes que algunas entrenadoras intentan crear una plataforma que aporte a sus gimnastas un amplio bagaje motor en los primeros años de estudio5 de la GR para conseguir que los principios fundamentales del entrenamiento sean sólidos y acabados (Fernández-Del Valle, 1989, p. IV). Para valorar los ejercicios de GR, de las gimnastas internacionales, el Código de Puntuación (de aquí en adelante Cód. Punt.), recoge dos tipos de DF: DF1 ó Dificultades Corporales y DF2 ó Dificultades de Aparato. Las primeras, a su vez, están subdivididas en otras dos grupos Grupo Corporal Obligatorio (en adelante GCO) válido para indicar la DF de los ejercicios, y Grupo Corporal No Obligatorio (en adelante GCNO) éste adquiere un matiz peyorativo al servir, simplemente, como mediador de enlaces entre DF y DF (FIG, 2009-2012, p. 21). La (RFEG, 2009, p. 1) mantiene los cuatro grupos del GCO: saltos, equilibrios, giros y elementos de flexibilidad u ondas. Estos deben encontrarse visiblemente equilibrados y ejecutados por las gimnastas de categoría benjamín, mínimo un grupo, máximo dos hasta completar ocho DF1 como máximo y cuatro como mínimo. 4 En los albores de la Gimnasia, las ML formaban parte del programa competitivo. Hemos utilizado el término estudio para designar el año de aprendizaje en el que se encuentra la gimnasta. Es común su empleo en algunas Escuelas de Competición de Rusia, Volgogrado. 5 72 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte La participación en los Campeonatos Nacionales oficiales es restringida a las tres primeras clasificadas por Comunidad y no todas las Comunidades mantienen vigente la participación en competición a gimnastas menores de 10 años. En el País Vasco, dos de sus Diputaciones territoriales Vizcaya y Guipuzcoa sólo permiten exhibiciones sin fines competitivos. Sin embargo, existen consideraciones especiales en la tercera territorial ya que la Diputación Foral de Álava somete a riguroso estudio la situación de un número máximo de tres gimnastas de estas edades, siempre y cuando sus entrenadoras demuestren que las gimnastas forman parte de un grupo de captación de talentos que siguen un plan especial de entrenamiento a corto, medio y largo plazo para que no se quemen etapas de forma anticipada. La necesidad de realizar este estudio es elevada, puesto que al categorizar el GCO DF1 de los ejercicios de competición benjamín analizamos su estructura; extraemos tanto las tendencias de las DF1 más y menos repetidas, como la frecuencia de los valores utilizados; comprobamos la fortaleza y debilidades cometidas; estimulamos acciones hacia la búsqueda de ajustes posturales en detrimento del grado de DF, paliamos posibles lesiones; y evitamos droupts-out6 competitivo. Algunas de estas necesidades están recogidas en los trabajos de las siguientes autoras (Bobo y Sierra, 2004; Fernández-Del Valle, 1998; Mata, 1999). 2. Marco teórico Antes de dar comienzo a la explicación del proceso metodológico hemos descrito una breve pero concisa definición de los vocablos principales en el desarrollo y análisis de este estudio7, no sin establecer previamente que la mayor parte de las definiciones mostradas han sido tomadas de Gran Enciclopedia Planeta (GEP, 2004). 1. Calidad. “Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa, que permiten apreciarla como igual, mejor o peor que las restantes de su misma naturaleza” (GEP, 2004, p. 1714). 2. Cód. Punt. GR. Es el documento elaborado por el Comité Internacional de esta especialidad deportiva a través del cual se rigen todas las Federaciones Internacionales. En él están registrados los criterios de valoración, sistema de competiciones, jurados, modalidades, listado de DF1 y DF2, generalidades, etc. (Fernández-Del Valle, Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009 a y b). 3. Benjamín, en su acepción 2ª. “Miembros más pequeños de un grupo” (GEP, 2004, p. 1307). La competición nacional está abierta a niñas y niños nacidos en el año 2000. No obstante, en algunas escuelas españolas de gimnasia, esta categoría se divide en tres ciclos (6-7 primer año de aprendizaje; 7-8, segundo, y 8-9, tercero). 4. Dificultad, en su acepción 5ª dice: coeficiente de dificultad “número por el que se puede multiplicar la puntuación obtenida en una prueba deportiva para valorar la DF”, (GEP, 2004, p. 3254) en nuestro caso DF1. No obstante, existe otra acepción que hace referencia a inconveniente, complejidad encontrada en una tarea, etc. Para distinguirlas daremos a la primera definición la abreviatura DF1, y a la segunda, la escribiremos con minúscula y sin abreviar. 5. Ejercicios, en su acepción 7ª referida al Deporte. “Cada una de las pruebas que deben realizarse en las competiciones de gimnasia” (GEP, 2004, p. 3538). 6 Término conocido por abandono prematuro de la competición, salida. Ninguna de las acepciones aquí expuestas han sido descritas con anterioridad ni por el Cód. Punt. (FIG, 2009-2012), ni por la Normativa Nacional (RFEG, 2009). 7 w w w . g i d e k i t . c o m 73 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 6. Manos Libres: ejercicio realizado en plena libertad del cuerpo y sin utilización e intervención de aparatos manuales (Fernández-Del Valle, Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009a). 3. Metodología 3.1. Participantes La edad exigida para participar en la categoría benjamín es 9 años (RFEG, 2009). La muestra se compone de 41 gimnastas (niñas) participantes en el Campeonato de España Base, Gijón 2009 categoría benjamín. 3.2. Herramienta taxonómica La herramienta confeccionada para realizar el registro observacional ha sido elaborada a través de la combinación de dos estrategias diferentes en su construcción: sistemas de categorías y formatos de campo (Perea, 2008; Usabiaga, 2005). Los formatos de campo garantizan el registro sistemático de varios aspectos de un evento natural, para lo cual se proponen criterios relevantes, y para cada uno de ellos se desarrolla un listado de niveles (Anguera, 1979) que hemos optado porque sean cerrados; es decir, EME (exhaustivas y mutuamente excluyentes). La herramienta está compuesta por 11 criterios de manera multidimensional (véase, tabla 1). Tabla 1. Formatos de campo y sistemas de categorías de la herramienta taxonómica diseñada ad hoc. N.º Criterio 1 Dificultad corporal DF1 GCO 2 Valor de la Dificultad Val-DF 3 Segmento que marca la Dificultad SegDF 4 5 6 Impulso – recepción Im-re Colocación de la pierna Col-Pn Grados apertura piernas ºAPn 7 Orientación de las piernas Or-Pn 8 9 Orientación del tronco Or-Tr Grados vuelta del cuerpo ºVu-cp 10 Nivel espacio que ocupa el cuerpo Ne-cp 11 Validación Dificultad Vlid Categorías EQUI, GIR, SAL, FLXO. A, B, C, D, E. Pn, PnTr, PnTrB, PnBr, RePTB, RePT, ReP. RePB, Mus. Va-ir, 1a-1b, 1a-1a, 1i- 2r, 2i-2r, 2i-2e, 2i-2c, 2i-1r. Es, Do, ESDO, ed-Es, ed-Do, ed-de, e-d, L. 0, 45, 90, 120, 180, 181, otro. Ver, VerAd, VerAt, Verla, VerL, Ad, At, Lat, AdAt, Adpro, Atpro, lapro, L. R, Ex, Flx, Inc, horad, horat, Com. 0º, 90º, 180º, 270º, 360º, 540º, 720º, 1080º. bj1tu, bj1cu, bj1ro, bj1br, bj1in, me2pi, me2in, al3sal, com4, comin. Sí – No La herramienta de observación (en adelante HO) nos ofrece, por un lado, la posibilidad de analizar los once criterios detallados en la tabla, y por el otro sus categorías correspondientes8. La constelación de códigos codificados se corresponde con la tipología de datos secuencias de multievento propuesta por (Bakeman y Quera, 1996): 1. Dificultades corporales DF1. El Cód. Punt., define las siguientes: saltos SAL, equilibrios EQUI, giros GIR, y flexibilidad u ondas FLXO ubicadas en el GCO. De igual manera, hace referencia al GCNO en el que incluye desplazamientos, saltitos, balanceos y 8 A partir de las abreviaturas propuestas por (Agosti, 1974) hemos adaptado algunas y hemos creado otras nuevas Re, relevé; Pro, progresivo; 1a-1a, salto con una pierna, recepción con la misma, etc. 74 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte circunducciones, vueltas y pasos rítmicos. Aunque, en este trabajo limitamos su estudio de manera exclusiva al GCO. 2. Valor de la DF Val-DF para gimnastas en categoría benjamín: A-0.10; B-0.20; C-0.30; D-0.40 y E-0.50. 3. Segmentos corporales utilizados en la DF SegDF: hemos seguido la clasificación correspondiente a los 14 segmentos corporales lineales9 (Espinosa, 2005). 4. Impulso y recepción Im-re. Clasificado en base a las siguientes actitudes: 1a-1a, impulso con una pierna-recepción con la misma; 1a-1b, impulso con una pierna-recepción con la otra; 1i-2r, impulso con una pierna-recepción con las dos; 2i-1r, impulso con dos piernas-recepción con una; 2i-2c, impulso con dos piernas-recepción con las dos en cuclillas; 2i-2e, impulso con dos piernas-recepción con dos piernas sobre los empeines; 2i-2r, impulso con dos piernas-recepción sobre dos pies; va-ir, variable en su impulsorecepción. No obstante, hemos partido de la clasificación propuesta por Fernández-Del Valle (1989, p. 53) aunque hemos aumentado la misma. 5. Colocación de las piernas Col-Pn: estiradas Es; dobladas Do; estiradas dobladas ESDO; estirada doblada - estiradas ed-Es; estirada doblada - dobladas ed-Do; estirada doblada – doblada estirada ed-de; estirada doblada e-d; libre L. 6. Grados de apertura de las piernas ºAPn: 0, 45, 90, 120, 180, 181, otro. 7. Orientación de las piernas Or-Pn: Ver, VerAd, VerAt, Verla, VerL vertical libre, Ad, At, Lat, AdAt, Adpro adelante progresivo, Atpro, lapro. 8. Orientación del tronco Or-Tr: recto R, extendido Ex, flexionado Flx, inclinado Inc, horizontal adelante horAd, horizontal atrás horAt y combinado Com. 9. Grados Vueltas del cuerpo ºVu-Cp. Debido a la complejidad que teníamos a la hora de anotar el grado de rotación en un par de DF FLXO por inversión, decidimos solicitar ayuda a Iratxe y Ventura, entrenadora y biomecánico del Centro de Alto Rendimiento de Cataluña (en adelante CARC), con la intención de eliminar errores de observación en las mismas (Ferrer y Aurrekoetxea, 2009). 10. Nivel del espacio que ocupa el cuerpo Ne-Cp. El Cód. Punt. (FIG, 2009-2012), cita tres: bajo, medio, y alto. Hemos creído necesario subdividir, abreviar y definir dónde empieza y acaba la DF, y aumentar un nivel más. El nivel bj1 se inicia y finaliza con el centro de gravedad (en adelante, CDG) cercano al suelo; el me2 se inicia y finaliza con el CDG en posición media o de pie; a pesar de que el nivel al3 se inicia y finaliza de pie, éste se considera cuando el CDG está en fase aérea durante el movimiento del salto; y por último, en el nivel com4, en él tienen cabida las DF1 que se inician en un nivel y finalizan en otro10. 11. Ejecución de la dificultad Vlid. Sí – No. El registro de los datos ha sido continuo (Hernández-Mendo, 1996). Cuando aparece una discontinuidad en el registro se dice que existe una inobservabilidad (Castellano, Hernández Mendo, Gómez de Segura, Fontetxa y Bueno, 2000). El tipo de inobservabilidad detectado ha sido principalmente el tecnológico (Hernández Mendo, 1996). En ningún caso se ha superado la ruptura de la continuidad de la sesión de observación por un periodo superior al 10 % del total de la misma (Anguera, 1990), por lo que los breves periodos de inobservabilidad no han sido tenidos en cuenta al igual que en trabajos anteriores (Castellano, et al. 2000). 9 Los 14 segmentos lineales corporales son: cabeza-cuello (uno), tronco (uno), brazos (dos), antebrazos (dos), manos (dos), muslos (dos), piernas (dos), pies (dos). 10 Ejemplos: salto en círculo impulso con dos piernas-recepción sobre empeines (la gimnasta ocupa dos niveles espaciales el 3 por ser salto y el 1 por finalizar en el suelo. Subida de empeines (niveles 1 y 2). w w w . g i d e k i t . c o m 75 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3.3. Calidad del dato La estimación de la calidad del dato tiene el propósito de dotar al trabajo de uno de los criterios de cientificidad definidos por la Metodología Observacional (Anguera, Behar, Blanco, Carreras, Losada, Quera y Riba, 1993; Anguera y Blanco, 2003). En una investigación de este tipo es de suma importancia que los procedimientos de medida se mantengan con elevada estabilidad, por ello hemos realizado los análisis de concordancia inter observadoras, que garantice la concordancia en cuanto a la observación y registro de los datos. Después de una serie de sesiones de observación de carácter exploratorio, que sirvieron, por un lado, para testar el propio sistema de observación y, por otro, como momentos de entrenamiento del propio observador, se realizó el análisis de calidad de los datos siguiendo pautas similares a otros trabajos (Perea, Castellano, Hernandez Mendo, Álvarez, y Pérez, 2005; Reina-Gómez, Hernández-Mendo y Fernández-García, 2009). Comenzamos señalando que hemos utilizado en todos los casos la concordancia consensuada (Anguera, 1990). En segundo lugar, y una vez registradas nueve gimnastas se estimó la Kappa de Cohen para cada uno de los criterios de la HO. Este índice hace referencia al concepto de asociación y fue realizado con el paquete estadístico SPSS 16.0 para Windows y cuando éste no fue posible (por no guardar la tabla simetría para ambas observadoras) se utilizó la aplicación informática ComKappa.exe (señalado con * en la tabla). Este estadístico tiene en cuenta los errores procedentes del azar y la comparativa entre registros se hace punto por punto, es decir, respetándose el orden en el que los observadores registraron las categorías. En la tabla 2 vienen recogidos estos valores. Tabla 2. Índices de acuerdo de la Kappa de Cohen para las inter-observadoras. Criterio 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 Obs1-Obs2 1.00 1.00 0.77* 0.78 1.00 0.84* 0.98* 0.85* 0.92 1.00 0.25 Obs1-Obs3 0.89 1.00 0.74 0.83 0.88 0.83 0.98* 0.88* 0.77 0.89 0.50 Obs2_Obs3 0.89 1.00 0.75* 0.73 0.88 0.84* 1.00 0.87 0.85 0.89 0.42 En tercer lugar, mediante el programa informático Generalizability Study (Ysewijn, 1996) se realizó el análisis de generalizabilidad para determinar la fiabilidad de la observación. En la tabla 3 se recoge el modelo de tres facetas y los valores obtenidos para un tipo de procedimiento de Modelo General Lineal (GLM), del cual hemos seleccionado los del tipo III ya que los datos no fueron elegidos de manera aleatoria. Tabla 3. Análisis de varianza, porcentaje de la varianza explicada y coeficiente de generalizabilidad. Facetas 76 / 440 Observadora*Criterio*Conducta r2 = 1.0000 gº de l SC w w w . g i d % de variancia e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Observadora (O) Criterio (C) O*C Conducta (K) O*K C*K O*C*K CK/O 2 10 20 70 140 0 0 0.10 0 2751.46 12 0.77 0 20959.04 86 283.11 2 0.00 0 0 0.00 ρ2 = 0.994 y Φ = 0.994 Nota. Valores de los grados de libertad (gº de l), suma de cuadrados tipo III (Tipo III SS) y porcentaje de varianza para cada una de las facetas del modelo y de sus interacciones. En la última fila se han estimado los coeficientes absolutos y relativos de generalizabilidad para el modelo Criterio * Categoría / Observadora (CK/O). El plan de medida utilizado en este trabajo para estimar la fiabilidad del sistema, viene definido por el modelo CK/O, en el que C son los criterios de la herramienta de observación (con 11 niveles), K las conductas o códigos (71 niveles) y O las observadoras (3 niveles). Esto significa que los C (criterios) y las K (categorías) constituirán las facetas objetos de medida, mientras que el O (observadoras) serán el instrumento de medida. Estimamos el porcentaje de variabilidad de cada una de las facetas y sus interacciones, así como los coeficientes absolutos y relativos de generalizabilidad. La determinación de las fuentes de varianza reveló que una gran parte de la variabilidad (86 %) estaba asociada a la faceta conducta, presentando nula variabilidad la faceta observadora, situación ideal que atiende a que el registro realizado por los tres grupos de observación, no ha influido en los valores obtenidos, sin existir diferencias notables entre los registros. El análisis global de los coeficientes de generalizabilidad reveló que la precisión de generalización de los resultados es óptima (0.99). 3.4. Software y análisis estadístico Los ejercicios de las gimnastas fueron grabados in vivo con una videocámara digital de uso doméstico. Para la observación codificación y registro hemos utilizado el software MOTS (Castellano, Perea, Alday, & Hernández Mendo, 2008) que permite la configuración de la HO diseñada ad hoc para este estudio. Una imagen de la aplicación viene recogida en la siguiente figura. w w w . g i d e k i t . c o m 77 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Figura 1. Imagen tomada del software MOTS. En esta figura podemos comprobar como en la misma pantalla a la vista del observador están tanto la imagen de video, la herramienta taxonómica configurada, así como la tabla de registros de las conductas codificadas en el vídeo11. Respecto al análisis estadístico, los datos son presentados como medias, desviaciones estándar (DS) e intervalo de confianza en el 95 % (IC95%). Para estimar la presencia de diferencias significativas hemos realizado el análisis de Chi2, y hemos utilizado tanto el paquete estadístico SPSS 16.0 para Windows, comKappa.exe., el nivel de significación admitido fue de p<0.05. Como los programas estadísticos SAS v9.1 (SAS Institute Inc., 1999) y GT versión 2.0 Generalizability Study (Ysewijn, 1996), para los análisis de los componentes de varianza y generalizabilidad respectivamente. 4. Resultados En un primer análisis descriptivo podemos comprobar que la conducta que más veces está representada, en la tabla cuatro, es Flexibilidad u ondas con 91 repeticiones, seguida por Saltos 83, y muy cerca Equilibrios 82. Mientras que la que menos veces se repite es Giros. 11 La imagen de la gimnasta corresponde a la ejecución de una DF1 EQUI en círculo, valor C = 0,30; SegDF RePTB talón elevado del suelo, pierna, tronco y brazo; impulso y recepción 1i-2r, es decir, impulso con una pierna-recepción uniendo las dos; colPn e-d pierna de base estirada, y pierna libre doblada; ºAPn 120º; OrPn pierna base vertical al suelo, pierna libre atrás; OrTr recto, para diferenciarlo del extendido o flexionado, y hemos ampliado la conducta ligex ligeramente extendido con el propósito de facilitarnos la identificación de equilibrios, giros y saltos en círculo; ºVu-Cp: 0º, es decir sin vuelta; 90º, 180º, etc. 78 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 4. Frecuencia absoluta y relativa de las Dificultades Corporales. DF1Co1 EQUI - Equilibrio FLXO - Flexibilidad /onda GIR - Giro SAL - Salto Frecuencia 82 91 81 83 Porcentaje 15,0 16,7 14,9 15,2 No obstante, las exigencias por parte de las Normativas nacionales de competición (RFEG, 2009) marcan que las diferencias entre los diferentes elementos del GCO no pueden ser grandes al exigir mínimo y máximo número de repeticiones por grupo representativo. Tabla 5. Frecuencia absoluta y relativa del Valor de la Dificultad. ValDF1 A B C D E Frecuencia 17 24 117 90 89 Porcentaje 3,1 4,4 21,5 16,5 16,3 Observamos que hay un dominio claro en la utilización de DF1 de niveles medios (0.30, C) y altos (0.40 y 0.50, D y E) en detrimento del uso de DF1 inferiores A y B (valores 0.10 y 0.20 décimas de punto) que son precisamente las más asequibles a las gimnastas que inician el estudio de la GR en los tres primeros años de aprendizaje. Tabla 6. Frecuencia absoluta y relativa Segmentos Piernas. SegPn Frecuencia Porcentaje Pn 12 2,2 PnTr 86 15,8 PnTrB 75 13,8 RePn 99 18,2 RePB 14 2,6 RePT 11 2,0 RePTB 40 7,3 Hacemos notar que el segmento corporal Re significa relevé12, talón elevado, o pie en media punta y que éste es una exigencia obligatoria para los GIR y EQUI. Mientras que el más repetido ha sido RePn dónde Re es para la pierna de base, y Pn para la posición de la pierna libre. Si le sumamos las 14 veces RePB, relevé, pierna, brazo; + 11 RePT, Relevé, pierna, tronco; + 40 RePTB, relevé, pierna, tronco y brazo; obtenemos que la pequeña gimnasta soporta su peso del cuerpo sobre los cinco dedos del pie de apoyo, siempre el mismo, en un 30,1% del total de segmentos categorizados. No podemos pasar desapercibido que dos de las conductas jerarquizadas no se han presentado ni una sola vez en categoría benjamín PnBr, pierna, brazo; ni tampoco Mus, muslo para identificar los equilibrios en posición arrodillada. 12 Señalamos que algunos términos usados en GR proceden del francés y su acepción es universal, de manera que un relevé, grand jeté, spagat o tour tiene el mismo significado en Alemania, España o Rusia. El relevé, no se aplica a todos los equilibrios y giros, por ejemplo queda eximido de esta exigencia los equilibrio en posición arrodillada. w w w . g i d e k i t . c o m 79 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla 7. Frecuencia absoluta y relativa Impulso y recepción. Im-Re 1a-1a 1a-1b 1i-2r 2i-1r 2i-2c 2i-2e 2i-2r va-ir Frecuencia 3 20 64 42 1 8 60 139 Porcentaje ,6 3,7 11,7 7,7 ,2 1,5 11,0 25,5 Los impulsos y recepciones más repetidos han sido va-ir, con una frecuencia de 139 repeticiones y un 25,5 de porcentaje. Es decir, segmentos corporales de intervención múltiple encadenados como la subida o bajada de empeines, el spagat con vuelta de 360º, o el apoyo sobre antebrazos. Es curioso comprobar que las tres DF1 nombradas pertenecen al GCO que más ha destacado FLXO (véase, tabla 4). La conducta 1i-2r es utilizada por las gimnastas en el grupo EQUI, de manera que primero ajustan y consiguen la posición estabilizada del cuerpo sobre la planta del pie, segundo ejecutan la elevación del talón y tercero finalizan la DF sobre ambos pies juntos. Véase DF EQUI en círculo, o grand écart dorsal. Por el contrario, las conductas 2i-2r, 2i-2e y 2i-2c se ejecutan en el grupo SAL, cuyo impulso es siempre sobre los dos pies-la recepción varía en función del nivel espacial que la gimnasta haya seleccionado y de los segmentos corporales implicados en dichos saltos. Por ejemplo: si la gimnasta recepciona sobre dos pies utiliza el nivel espacial 2; si finaliza sobre los empeines, a la posición semiarrodillada o sentada sobre los talones, se mueve en el nivel espacial 1; y si finaliza sobre dos pies, a la posición de cuclillas, también en el nivel espacial 1. Por último, el hecho de que haya habido un descenso de repeticiones en las conductas cuyo impulso es con un pie y su recepción sobre un pie, sea el mismo o diferente, puede marcar las tendencias sobre la posible desaparición de estos movimientos o por el contrario el resurgimiento de otros. Tabla 8. Frecuencia absoluta y relativa de la Orientación de las piernas. OrPn Ad AdAt Adpro At L lapro lat ver verAd verAt verla Frecuencia Porcentaje 57 10,5 85 15,6 6 1,1 65 11,9 4 ,7 1 ,2 1 ,2 17 3,1 30 5,5 45 8,3 26 4,8 Entre las 11 posibles categorías existe un predominio claro de la colocación de una pierna adelante y la otra atrás AdAt, veamos dos ejemplos en diferentes GCO DF1: SAL corza y sus variantes y FLXO spagat y sus variantes; seguido por ambas piernas atrás At, 80 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte como el salto en círculo con dos piernas; y seguido por ambas adelante Ad, cuyo elemento más característico ha sido el cosaco realizado en tres de los cuatro posibles GCO SAL, EQUI y GIR. Es preciso saber que la conducta verAt, cuya pierna de apoyo o de base se coloca vertical al suelo y la pierna libre atrás ha tenido una frecuencia 30, perteneciente a los grupos EQUI y GIR. Entre las DF más destacadas están los equilibrios con pierna atrás, ya sea estirada o doblada, con o sin ayuda, attitude, y arabesque. Su homónimo verAd, se decanta por los equilibrios y giros de moda pierna libre a la horizontal adelante, en detrimento de otros. Presentar este tipo de DF1 de manera reiterada puede ser contraproducente, ya que las pequeñas adolecen de la fuerza necesaria para la ejecución de algunos de estos movimientos. Tabla 9. Frecuencia absoluta y relativa de la Orientación del tronco. OrTr Ex Flx horAd horAt Inc ligEx R Frecuencia Porcentaje 156 28,6 24 4,4 3 ,6 4 ,7 2 ,4 18 3,3 130 23,9 La tendencia de movimientos en extensión de tronco es clara en relación al resto de conductas categorizadas, seguida de la colocación del tronco recto. Mientras que las inclinaciones de tronco son escasísimas y los movimientos de flexión poco representativos en relación a las dos primeras categorías o conductas analizadas. Si sumáramos las frecuencias 156 (Ex) y 18 (ligex), es obvio que el número de movimientos en los que se solicita un predominio del tronco en extensión (atrás) aumentaría aún más. La colocación horAt debería prohibirse para las gimnastas de esta categoría ya que se necesita un nivel propioceptivo, regulación y control corporal muy elevados. Las pequeñas gimnastas intentaban marcar una posición horizontal desestabilizada con un trabajo muscular inadecuado de los músculos del tronco y de las piernas. Tabla 10. Frecuencia absoluta y relativa de los Grados de rotación del cuerpo, vueltas. ºVu-Cp 0º 180º 360º 540º 720º Frecuencia Porcentaje 175 32,1 10 1,8 136 25,0 2 ,4 14 2,6 Observamos que el registro con mayor frecuencia lo tienen las DF1 que no trabajan con rotación del cuerpo en ninguno de los ejes preestablecidos, véanse DF SAL, EQUI o FLXO sin rotación alguna. Seguido de una vuelta de 360º con una frecuencia elevada 136, en esta conducta interviene cualquiera de los cuatro GCO; es decir, puede estar representada tanto por GIR sobre una pierna cuya DF1 está marcada a través del segmento corporal pie en relevé Re, como por FLXO por inversión; como EQUI cuya DF viene w w w . g i d e k i t . c o m 81 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) marcada por tour lent, o por qué no por SAL como jeté en tounant o cualquier otro en el que la gimnasta precise de la realización de una rotación de su cuerpo. La conducta 720º o giro de dos vueltas aparece en pocas ocasiones y la de 1080º equivalente a tres giros del cuerpo no figura en la tabla 10, es posible que alguna gimnasta benjamín haya conseguido realizarla pero debido a su grado de imperfección no ha sido validada, hecho que coincide con los resultados obtenidos. Así como tampoco aparecen el giro 270º y 90º aunque estos últimos al no ser considerados DF, tampoco están codificados. En base a lo aquí establecido si hacemos referencia al GCO FLXO ¿cómo saber cuántos grados tiene la DF? La escasez de documentación revisada y encontrada al respecto hace que busquemos y solicitemos ayuda al Departamento de Biomecánica del CARC con el propósito de esclarecer la estructura, al menos, de un par o tres de movimientos de este grupo corporal. Entre las DF analizadas se encuentran la C, D, E, y F (FIG, 2009, p. 69). No obstante, la DF1 viene marcada por la posición del tronco denominado segmento tronco en un modelo biomecánico y por su enlace con una inversión. Si entendemos el cuerpo de la gimnasta, como la unión entre el esternón y el punto medio de la cadera derecha o izquierda, los resultados obtenidos en estas DF analizadas corresponden a un ángulo de 360º puesto que el tronco inicia y finaliza los elementos perpendiculares al suelo (Ferrer, y Aurrekoetxea, 2009). Véanse figuras 2 y 3. Figura 2. Análisis de la DF1 GCO FLXO C por inversión al apoyo sobre el vientre, valor 0,30 puntos. 82 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Fotografías cogidas de una secuencia de vídeo gimnasta CAR de Cataluña, la DF1 C tiene un valor de 0.30 Cód. Punt., línea 29 sobre el vientre (FIG, 2009-2012, p. 69). El análisis realizado nos muestra que la rotación final de la gimnasta es 360º. Figura 3. Análisis de la DF1 GCO FLXO E por inversión, al apoyo sobre antebrazos, valor 0.5 puntos. Fotografías tomadas de una secuencia de vídeo gimnasta CARC (esta DF1 está ubicada en el listado oficial FIG anteriormente expuesto, fila 31). Tabla 11. Frecuencia absoluta y relativa del Nivel del espacio. Ne-cp al3sal bj1br bj1cu bj1in bj1ro bj1tu com4 comin me2pi Frecuencia Porcentaje 75 13,8 4 ,7 55 10,1 40 7,3 1 ,2 24 4,4 30 5,5 7 1,3 101 18,5 Existe una tendencia al predominio del nivel espacial me2pi realizada en 101 ocasiones, recordemos que este nivel corresponde a la posición de pie con el CDG en posición intermedio. Al sumar las subdivisiones correspondientes al Nebj1: brazosantebrazos, cuclillas, por inversión, arrodillado, y tumbado obtenemos un porcentaje de 22, 7. Después, destaca al3 cuyo nivel corresponde a la fase aérea de los saltos. Y finaliza con el cuarto nivel espacial que hemos denominado combinado. Tabla 12. Frecuencia absoluta y relativa de la Validez de la DF. (Vlid) no sí Frecuencia Porcentaje 155 28,4 182 33,4 En 155 ocasiones las DF realizadas no han pasado el Control de Calidad sobre 182 que sí lo superaron. Pero ¿cuáles son los criterios para determinar si una DF1 es aceptada o rechazada por parte del jurado que valora la composición de los ejercicios? ¿Existen diferencias entre los criterios del jurado que puntúa las DF1 en comparación con el jurado que puntúa ejecución? ¿Dónde están especificados? Nos tememos lo peor, que estas w w w . g i d e k i t . c o m 83 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) preguntas permanezcan sin respuesta ya que están implícitas de forma indirecta y ambigua en el Cód. Punt., tantas veces aludido. Tabla 13. Frecuencias de la Dificultad y Validez de la misma. Vlid y DF1 EQUI FLXO GIR SAL No 33 16 64 42 155 Sí 49 75 17 41 182 Total 82 91 81 83 337 Resulta revelador obtener los resultados mostrados en la tabla 13 ya que podemos observar 64 GIR desestimados sobre 17 que sí fueron aceptados y validados; mientras que en la categoría flexibilidad u ondas sucede lo contrario 16 negativos sobre las 75 aceptaciones. Además, un 50% de los saltos fueron valorados afirmativamente mientras que el otro 50% negativamente. Una de nuestras mayores preocupaciones a la hora de valorar las DF1 ha radicado precisamente en validar las DF1 expuestas en las tablas 12 y 13 por lo que nos gustaría que el lector estudiara con detenimientos los datos aquí expuestos. Tabla 14. Frecuencias que relacionan la DF impulso y recepción de las DF. Im-re A B C D E Total 1a-1a 0 0 2 1 0 3 1a-1b 0 1 6 4 9 20 1i-2r 4 12 34 9 5 64 2i-1r 0 3 0 22 17 42 2i-2c 0 0 0 0 1 1 2i-2e 0 0 0 8 0 8 2i-2r 13 6 24 13 4 60 va-ir 0 2 51 33 53 139 Total 17 24 117 90 89 337 De las 337 DF1 relacionadas con la forma de iniciar y finalizar el impulso sobresalen las siguientes conductas: en primer lugar, la que más veces se repite se ubica en la columna va-ir en la cuál interviene más de un segmento corporal. En segundo, 1i-2r cuyo impulso se hace con un pie y la recepción sobre los dos en total 64 ocasiones, aunque hay poca representatividad de DF A, D, y E; en tercero, le sigue muy de cerca 2i-2r tanto el impulso como la recepción se ejecutan con ambos pies, 60 repeticiones. Las DF1 C y D sobresalen con claridad y las DF1 menos repetidas en las ocho conductas presentadas han sido las de menor rango A y B. Las posibilidades de cruce entre variables, criterios y conductas jerarquizadas son tan amplias que sería inviable mostrarlas de manera exhaustiva en este estudio. No obstante, vamos a seleccionar dos tablas de contingencia que nos aportan datos que pueden ser representativos para entender la estructura de este deporte. 84 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 15. Frecuencias de las categorías registradas en relación a la Dificultad corporal (DF1Co1), valor de las Dificultades (ValDF1) y orientación del tronco (OrTr). DF1Co1 ValDF1 B C D E B C D E A B C D E B C D E EQUI FLXO GIR SAL Ex 0 23 0 2 2 12 7 48 0 1 8 0 1 0 0 29 23 Flx 0 0 0 0 0 0 20 0 0 1 1 1 0 0 0 0 1 horad 0 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 OrTr horat 0 0 0 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Inc 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 ligEx 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 9 4 R 8 23 15 0 2 0 0 0 17 5 35 2 6 5 8 4 0 Es significativo el agrupamiento de la posición del tronco, el valor de la DF y su correspondiente grupo corporal. En la tabla de arriba vemos que la única posición del tronco representada en 17 ocasiones es DF1 A, valor 0.10 puntos perteneciente al GCO GIR. Otro dato relevante que nos ofrece la tabla es la poca, escasa o nula participación del tronco inclinado, en posición horizontal adelante y posición horizontal atrás, ya que encontramos frecuencias 2, 3 y 4 respectivamente en el GCO EQUI. El mayor predominio de movimientos en extensión y ligera extensión del tronco conocido por flexión de tronco atrás se encuentra en el GCO FLXO, aunque también encontramos frecuencias aisladas en el resto de grupos obligatorios y de las DF mostradas. En oposición al trabajo en extensión se encuentra el de flexión con una frecuencia menor a la mitad del primero; el de inclinación; y otras conductas a penas perceptibles. Consideramos muy importante que se le dé más valor a este tipo de movimientos. Estos datos coinciden con los presentados por Herminia Mata (1999). El trabajo de las diferentes conductas del tronco en relación con las variables expuestas muestra que las gimnastas ejecutan los movimientos siguientes: en las DF1 GCO GIR EQUI, la frecuencia más utilizada pertenece a los giros cuya posición de tronco es recta. Además, sobresalen los giros 720º en passé, los giros 360º a la horizontal adelante, 360º en cuclillas, pocos giros 360º en attitude. En las DF1 GCO SAL, las gimnastas menores de 10 años han utilizado un trabajo de saltos con predominio de extensión de tronco en contraposición al reducido número de saltos en los que intervienen posiciones diferentes del tronco, ya sea en flexión representado por una sola frecuencia, ya con el tronco recto con cuatro frecuencias encontradas. w w w . g i d e k i t . c o m 85 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla 16. Frecuencias de las categorías registradas en relación a las variables Dificultad corporal (DFCo1), valor de las Dificultades (ValDF1) y nivel del espacio (Ne-cp). DF1Co1 ValDF1 al3sal EQUI FLXO GIR SAL B C D E B C D E A B C D E B C D E 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 5 8 36 26 bj1 cu 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 bj1 br 0 0 0 0 0 0 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 bj1 cu 0 19 8 0 0 0 0 0 0 0 23 0 4 0 0 0 0 bj1 in 0 0 0 0 0 7 0 33 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Ne-cp bj1 bj1 ro tu 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 23 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 com4 comin me2pi 0 0 6 0 3 0 0 12 0 0 1 0 0 0 0 6 2 0 0 0 0 0 4 0 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 8 30 4 6 1 0 0 0 17 7 23 3 2 0 0 0 0 La tabla 16 nos ofrece una visión clara del nivel del espacio que ocupa el cuerpo, de las DF y de sus valores correspondientes. El nivel espacial 1 está más representado por el GCO FLXO DF E, 33 veces movimientos por inversión; D, 23 movimientos posición tumbado; C, 7 movimientos trabajo por inversión. En el GCO EQUI sobresalen las DF C, 19 veces y D, 8.movimientos, mientras que en el GCO GIR hay C, 23 y E, 4 todos ellos movimientos en la posición de cuclillas. El nivel espacial 2 muestra las DF más repetidas GCO SAL, inexistente; EQUI C, 30; GIR C, 23 y A, 17; FLXO B, 1 única frecuencia Como resulta evidente el nivel espacial 3 sólo está representado por el GCO SAL y los resultados ofrecidos señalan DF D, 36 y E, 26. No obstante no hay frecuencias en DF A y pocas en valores B y C. El nivel espacial 4 los resultados obtenidos marcan tendencias en los GCO EQUI D, 6; FLXO E, 12 y C, 4; GIR C, 1; SAL D, 6 y E, 2. Estos datos coinciden con los logrados en el análisis de variables anteriores. 5. Discusión El deterioro por el que la GR va pasando es cada vez mayor e ineludible. Su devenir como Deporte Olímpico es algo incierto. Las personas que formamos parte de este deporte no estamos exentas de numerosas críticas y de múltiples censuras. Además, las discrepancias de opinión habidas entre las jueces en cada competición no favorecen el clima creado, así como tampoco favorece que los espectadores y gimnastas, ya, no sean ajenos a las mismas. Cada vez están más arraigadas e incluso nos atreveríamos a pensar que ya forman parte intrínseca de la cotidianeidad competitiva en gimnasia rítmica. No obstante, no todo es negativo, estos hechos han favorecido el surgimiento de estudios meticulosos que buscan calidad, ofreciéndonos la posibilidad de tener retazos de 86 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte luz entre tanta sombra acontecida. Autoras españolas prestigiosas apoyadas por otros autores de nacionalidades diferentes, también, relevantes en sus materias así lo avalan. Se denuncia la escasez de términos definidos en el Cód. Punt.; el exceso de información a puntuar por parte de las jueces; el influjo de la personalidad de las mismas; falta de criterios claves a la hora de realizar los juicios de valor; la ubicación de las jueces; el excesivo número de gimnastas a valorar; la falta de adaptación de los Códigos (FIG, 2003, 2009 y anteriores ediciones) a gimnastas de nivel autonómico y nacional; el orden de actuación de las participantes; y un sin fin de detalles más (Bobo, 2002; Cabrera, 1997; Fernández-Del Valle, Castellano et al., 1999a; Martínez, 1997; Mata, 1999; Palomero, 1996; Sierra, 2000). Uno de los principales problemas de la GR es el de ser considerado Deporte Subjetivo con poco rigor científico y escasa seriedad. Fama ganada a pulso a través de las conductas emanadas en el tiempo. Consideramos necesario comentar que cuando los contenidos no están definidos y acotados con rigor, es fácil moverse en la ambigüedad. Ya que por un lado, pueden ocasionar un aumento de percepciones personales en las jueces y por otro, una desorientación en las entrenadoras a la hora de crear las composiciones de los ejercicios de sus gimnastas. Hemos querido resaltar dos citas que apoyan esta idea “para que el juicio deportivo mejore es necesario definir los aspectos que se quieren valorar” Riera, 1988 en (Mata, 1999, p. 391), o esta otra “si queréis conversar conmigo, definid primeramente los términos que empleáis” Voltaire en (Fernández-Del Valle, 2005, p. III). Ya hemos hecho hincapié en que un exhaustivo control de la técnica corporal, sin aparato, es fundamental para aprendizajes posteriores con el aparato. Muchas son las autoras que han insistido en ideas similares (Barta y Durán, 1996; Bobo, 2002; Canalda, 1998; Fernández-Del Valle, 1989; Lisitskaya, 1995; y Mata, 1999) entre otras. Sin embargo, los resultados aquí mostrados se alejan de lo expuesto ya que muchas de las DF analizadas han presentado múltiples errores de ejecución como puede comprobarse en diferentes tablas presentadas en este trabajo. La identificación de cada conducta y categoría ha resultado ser una tarea altamente compleja desde el punto de vista global al estar implicada la personalidad y el conocimiento de las observadoras; las aptitudes de cada gimnasta; y sobre todo la escasez de recursos, definiciones y criterios concisos marcados en el Cód. Punt. (FIG, 2009-2012), por ejemplo: 5.1 El análisis de resultados ofrecido en la tablas 4 y 5 sobre las DF1 del GCO para el criterio1, concuerdan con los resultados recogidos por (Mata, 1999, p. 210), bien es cierto que las exigencias del reglamento de competición analizado por esta autora en relación con el número máximo y mínimo de DF1 del GCO no estaban tan marcadas como hoy en día. Esta autora afirma que el elevado nivel de dificultad exigido condiciona la precariedad en la ejecución de los movimientos y se sitúa en contra de los principios básicos del entrenamiento: individualización, variedad, continuidad, progresión, multi-lateralidad, y participación activa. No obstante, hay que mencionar el acierto que el Comité Nacional español ha tenido, diez años después, al mantener ese grado de exigencia ecuánime para todos los elementos del GCO (RFEG, 2009), al tratarse de gimnastas muy jóvenes. Otro aspecto importante a reseñar con relación al número máximo de DF1 ha sido el hallazgo de unas pocas gimnastas que superaban, por una, las DF requeridas. Es decir, hemos encontrado gimnastas que han superado dicho número, hasta alcanzar un total de 9 DF en lugar de las ocho exigidas. w w w . g i d e k i t . c o m 87 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Según parece, existe una tendencia generalizada en las competiciones internacionales a no contabilizar algunas DF1 que las jueces denominan elementos intrusos13. Este suceso originó que una observadora observara la DF1 bajada de empeines y contabilizara dicha DF, mientras que otra situada en el mismo tiempo o frame estuviera con el análisis de DF 2 al haberla considerado elemento intruso. Las diferencias producidas entre las dos observadoras ocasionó el tipo de inobservabilidad tecnológica detectada en la tabla 1. Inevitablemente estas acciones nos apartaban de la simetría interobservadoras, ante lo cual tuvimos que recurrir a la aplicación informática ComKappa.exe (señalado con * en la tabla 2). Sería conveniente que para posteriores trabajos se fijen los criterios con anterioridad. 5.2 El análisis del ValDF para el criterio dos, como ya hemos descrito la DF1 más veces repetida ha sido C, cuyo valor corresponde a 0.30 puntos. Lo que nos resulta insólito es la tendencia clara de ejecutar DF1 del rango más elevado, D y E, valores 0.4 y 0.5 respectivamente, en lugar de seleccionar las más acordes a la edad de 9 años. De nuevo, los datos concuerdan con los aportados en trabajos anteriores (Bobo 2002; Mata, 1999, entre otros). Con estos resultados cuestionamos por un lado que el nivel y valor de las DF entre los cuatro GCO no estén ajustados entre sí (FIG, 2009-2012) y por otro que algunas entrenadoras prefieran conseguir más puntuación en la valoración de los ejercicios que otros aspectos de la composición. 5. 3 En el análisis de los SegDF1 para el criterio tres, hemos observado que así como el Cód. Punt., especifica la necesidad de elevación del talón en las DF1 Equilibrios y Giros; sin embargo, no hay comentarios específicos sobre la altura del mismo, tampoco su posible penalización en función de si el giro es realizado por la gimnasta con el talón bajo, medio u alto. Estos pequeños olvidos o faltas de concisión del Cod, Punt., pueden originar que un sector “las entrenadoras” no den importancia al relevé, y de la misma manera que otro sector “las jueces”, tampoco lo valoren; para ambos sectores la importancia es el giro en sí, no cómo se ejecuta el mismo. 5.4. Carecemos de datos relacionados con el criterio cuatro, ya que la (FIG, 2009-2012) se ha pronunciado al respecto en contadas ocasiones, sin detallar en profundidad sobre las posibles recepciones de las DF. En nuestra humilde opinión, la permisión de dejar al arbitrio la ejecución de DF1 similares o de la misma familia en los programas nacionales españoles con la única salvedad de la modificación en el impulso o de la forma atenta contra el principio de variedad del entrenamiento. Los datos recogidos en nuestro trabajo evidencian el reiterado uso y abuso de DF1 de la misma familia, sean del grupo corporal que sean. Así, por ejemplo, podemos ver que la gimnasta que domina un cosaco realizará: SAL cosaco con impulso diferente 1i - 2i, ó con y sin giro; EQUI cosaco C, D, E, ó la mayoría de ellos; GIR cosaco similar a los equilibrios, etc. Señalamos que la identificación la conducta Im-re, tuvo un grado de complejidad mixto, ya que a medida que iba aumentando el número de observaciones la complejidad, también, decrecía. Los criterios menos difíciles de identificar fueron el 3 y el 9 como así puede recogerse de los datos mostrados en la Tabla 2. 5.5 Análisis de los resultados en el criterio seis, resulta delicado para la persona que valora, no saber con exactitud cuales son los ángulos y grados de separación que deben tener las 13 Término conocido por el boca a boca que identifica a una DF1 que no es tenida en cuenta a pesar de estar catalogada en el listado oficial como DF1 del GCO. Este intruso adquiere escasa importancia en Gimnasia de Alto Rendimiento ya que en sí misma su valor no es elevado, pero puede ser muy relevante en gimnasia de base. 88 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte piernas durante la ejecución de los movimientos. De la misma manera, es muy comprometido para la entrenadora no saber si la DF1 realizada por la gimnasta que representa mantiene el rigor necesario expuesto en el listado oficial mediante su dibujo y no a través del lenguaje escrito. En total hay 51 conductas expuestas GCO SAL (FIG, 20092012, pp. 26-46). Algunas tienen especificado el grado de apertura desde un punto de vista indirecto véase: grand écart adelante, lateral o atrás mas no parece suficiente, ya que la interpretación de jueces y entrenadoras puede que no sea la misma. Al principio, parecía que no teníamos problemas para la identificación de los grados ya que nos limitábamos a seguir las ideas recibidas a través del lenguaje oral, por ejemplo una zancada debe tener 180º, para que coincida con la codificada en normativa y un arabesque horizontal 90º, pero ¿qué ocurre con los demás casos? ¿Qué sucede cuando una gimnasta no llega a los 180º que supuestamente debería tener un gran écart lateral, o una grand jeté en tournant? Parece obvio pensar que si los 170º no están codificados en el listado oficial, la DF1 es inexistente ¿qué problema de ambigüedad nos genera esta falta de indefinición? Según avanzaban las observaciones de las gimnastas los problemas crecían de forma múltiple, ya que nos veíamos obligadas a denegar la validez de dicha DF1, como tal al no estar catalogado dicho ángulo. 5.6 Análisis de los resultados en el criterio 11. Hemos de resaltar que los giros son las DF que menos han validado las gimnastas Benjamines al estar realizados con poca corrección y escasa precisión, seguidas por saltos y equilibrios. Mientras que las DF que más se acercan a la perfección son las de flexibilidad u ondas. Partimos de la base que los resultados obtenidos señalan que menos del 50% de las DF1 no han sido validadas y nos gustaría dejar constancia que la falta de calidad en la ejecución de las mismas puede ser debida a múltiples factores entre los que detallamos los siguientes: Incorrecta postura en los segmentos fundamentales para los equilibrios y giros, por ejemplo: pie mal apoyado, tobillo inestable, pierna laxa, centro de gravedad fuera de ubicación en relación a otros segmentos inferiores o superiores, grupos articulares desalineados, escasa elevación del talón de la pierna de base o apoyo, etc. Desajustes en la posición del segmento tronco debidos en parte a una excesiva laxitud y falta de preparación en los músculos del abdomen, de la espalda, de la cadera y de los hombros. Las pequeñas gimnastas adolecen del ajuste postural necesario para mantener su tronco simétrico y erguido. Además, la falta de sintonía entre su abdomen con el resto de los músculos de otros segmentos corporales favorece el error, alejándose de la técnica armónica realizada con soltura, elegancia, precisión y naturalidad. En consecuencia, discernir entre la dicotomía sí – no. Es decir, aceptación o anulación de la Dificultad es el criterio que más quebraderos de cabeza nos ha producido como parece patente en el registro de la Tabla 1. Éste, sin duda alguna, ha sido el criterio que más nos ha comprometido en todo el estudio aportado. En parte debido a la escasez de datos escritos respecto a la validez de las dificultades, no hay detalles sobre cómo se ejecuta una DF y menos aún, la explicación de cuáles son los requisitos o consignas necesarias para que tanto la entrenadora como la juez tengan los mismos puntos de referencia y los mismos criterios en los que apoyarse (FIG, 2009-2012). Por lo que deducimos que la normativa existente es global y poco detallada, al no producirse especificaciones sobre la misma. Cierto que hay pautas pero son tan amplias que desde el análisis realizado resultan insuficientes (Bobo, 2002; Mata, 1999) también hicieron comentarios al respecto. w w w . g i d e k i t . c o m 89 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Hacemos notar que el análisis de datos en las tendencias evolutivas que hemos recogido en este trabajo con niñas de 9 años, nos inquieta hasta el extremo de haber llegado a pensar que un sector elevado de entrenadoras y jueces dan más importancia a la DF1 en sí misma que a la adquisición básica del aprendizaje de los movimientos ¿qué está sucediendo en nuestro deporte? 6. Conclusiones A partir de los resultados obtenidos así como de la literatura revisada llegamos a las siguientes conclusiones: Desde una perspectiva metodológica y estructural del Cód. Punt. La normativa vigente no plantea ni la validación específica del sistema de valoración de las DF1 del GCO, ni el ángulo y grados de separación de las piernas, ni los grados de rotación del cuerpo, ni los segmentos corporales que marcan las DF, ni la conceptualización terminológica necesaria. Llegamos a la conclusión que la aclaración escrita y detallada de todos estos criterios puede favorecer la objetividad e ir en contra del valor subjetivo que se atribuye y que tanto perjudica a este Deporte. Desde una perspectiva individual, analítica Por una parte, la tendencia marcada en el GCO SAL es la casi extinción de los saltos zancada simples y muchos saltos en círculo con dos piernas y destacamos que la mayoría eran finalizados de pie, aunque alguno de ellos era recepcionado sobre empeines o cuclillas. Por otra parte, la realización de demasiados saltos de DF1 D y F en detrimento de los más fáciles de ejecución pero con valores más bajos apropiados a la edad de las gimnastas analizadas. La tendencia para GCO GIR y EQUI se encuentra en la posición cuclillas denominada Cosaco, estas DF han predominado sobre el resto, seguida por los giros y equilibrios en círculo. Las gimnastas de categoría benjamín se mueven entre dos o tres DF diferentes el cosaco y sus variantes, los progresivos y sus variantes; la pierna en círculo y sus variantes; y el grand écart adelante o lateral y sus variantes. Como era de esperar hay un descenso notorio en los giros de máximos niveles de DF1, con una sola representación en los giros de 1080º passé y 720º grand écart adelante. El GCO FLXO ha puesto de moda las DF1 realizadas sobre apoyo de antebrazos con y sin inversión y las subidas de empeines. Ambas tienen valores altos. Desde una perspectiva holística, hemos recogido los siguientes cambios: Abuso y reiteración de las mismas DF1 ejecutadas por una gran mayoría de las gimnastas de 9 años en sus ejercicios. Hecho que genera monotonía. Desaparición de DF1 A y B cuyos valores son 0.10 y 0.20 respectivamente. Excesivo trabajo con DF1 D y E cuyos valores son 0.4 y 0.50. Abuso de DF1 que pueden generar lesiones musculares y óseas entre las que detallamos: saltos cuya recepción se producían sobre los empeines hasta la posición de arrodillado, subidas y bajadas de empeines, elementos de flexibilidad u ondas sin ajuste postural, falta de elementos de compensación en los ejercicios analizados, saltos con extensión de tronco sin llegar a recuperar la posición antes de su llegada al suelo. Pensamos que estas DF1 deberían restringirse o prohibirse en edades tempranas ya que la musculatura no está aún lo suficientemente desarrollada, así como tampoco el grado de madurez adquirido en algunos de los sistemas del organismo humano en estas edades. 90 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Los rangos Dificultad A, B, C, D ó E, no tienen la misma complejidad para SAL, EQUI, GIR, ó FLXO, de tal manera que una D GIR puede ser más complicada que una D FLXO, y sin embargo, ambas obtienen el mismo valor. El legado que dejan las gimnastas internacionales es rápidamente asimilado en las gimnastas de menor nivel sin sopesar si estas tendencias son o no beneficiosas tanto para la salud, como para el futuro deportivo y personal de la gimnasta. Las vueltas o inversiones del cuerpo como elemento del GCO FLXO (360º) son las preferidas por las gimnastas de 9 años y sus entrenadoras, mientras que las rotaciones EQUI, GIR, y/o SAL son mucho menos utilizadas. Desde una perspectiva social Un gran sector de técnicos y público en general sabe que la GR está cerca del arte, armonía, circo, o espectáculo; pero esto no es óbice para olvidar que la GR es Deporte y que “el Deporte es un hecho Social, no es ni bueno, ni malo depende de los fines y medios que se plantean para su uso” (González y Fernández-Del Valle, 2005, p. 4). Ante lo cual podemos modificarlo. Ésta sería una de las conclusiones más importantes a la que hemos llegado. Se precisa con urgencia un cambio de mentalidad si queremos mantenernos como Deporte Olímpico. Coincidimos, también, con la idea de conjugar los cuatro aspectos fundamentales aportados por los autores citados en el párrafo anterior ya que el Deporte debe ofrecernos Salud, Educación, Comunicación y Fenómeno Social máxime al tratarse de gimnastas en edades tempranas y en pleno proceso de maduración y desarrollo. Nos decantamos más hacia el fortalecimiento de la personalidad y el desarrollo armónico del cuerpo que a la exigencia de un grado de DF alto para estas edades. Consideramos que la exigencia para estas niñas pequeñas que se inician en la GR es demasiado alta así como su precio a pagar (demasiadas horas de entrenamiento) para sacar dichas DF1. Nos gustaría indicar que la subjetividad en la valoración de evaluaciones podría ser mitigada si el Cód. Punt., fijara criterios claros por escrito y no dejara algunos conceptos base en el sistema boca – boca lenguaje oral. Somos conscientes de que en la medida que los criterios y sus correspondientes categorías estaban marcados con exhaustividad, la objetividad por parte de las observadoras era mayor, y el alejamiento de lo subjetivo desaparecía. La experiencia adquirida ha sido muy positiva ya que la actitud, el grado de participación, las exigencias en calidad y la empatía mostradas por el equipo de trabajo han hecho posible que las ideas aquí registradas viesen la luz. La exposición de los algunos hechos tratados en este proyecto de investigación coinciden con los expuestos por otros investigadores y los resultados obtenidos muestran que los objetivos han sido cubiertos puesto que coinciden con las ideas de calidad tanto en la codificación de los datos como en la fiabilidad de los mismos. No obstante, como colofón al trabajo presentado, nos gustaría solicitar ayuda a las Federaciones e Instituciones que ostentan el máximo poder para que tengan a bien considerar las siguientes sugerencias: 7. Decisiones estratégicas, o sugerencias, para la FIG 7.1 Que el Cód. Punt. Sea rematado, readaptado, reordenado y paginado antes de que finalice el segundo año de este ciclo olímpico (lettres y fragmentos incorporados) (FIG, 2009-2012). w w w . g i d e k i t . c o m 91 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 7.2 Que la próxima versión del Cód. Punt. Adjunte un apéndice con criterios básicos de la técnica de trabajo, consejos y aspectos claves a recordar, ideas claras de valoración de las dificultades, de cara a la preparación del siguiente ciclo olímpico. Partimos de la base teórica de que es necesario que se creen apartados que diferencien con claridad reglamento general; reglamento técnico; DF y su correspondiente validación o alejamiento de la misma; terminología; modalidades. Es decir un Cod. Punt., rico en contenidos didácticos específicos que aclare dudas a jueces y entrenadoras (Bobo, 2002; Fernández-Del Valle, Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009ª; Mata, 1999; Palomero, 1996; RFEG, 2009). 7.3 Que se reglamente un apartado con la eliminación de elementos que pueden crear lesiones (Bobo, 2002; Mata, 1999; Palomero, 1996). Y que se expliquen las causas de su abolición. De igual manera que en caso de desajuste postural en las DF1 se especifique su penalización o bonificación en función del número de segmentos utilizados (Fernández-del Valle, Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009a-b). 7.4 Que se modifiquen los criterios que conducen a error de subjetividad en las valoraciones de los ejercicios para fomentar la objetividad en los mismos. 7.5 Que se establezca un apartado con normas básicas de actitudes de conducta para favorecer la comunicación y respeto mutuos entre todos los estamentos implicados. El objetivo sería recobrar la confianza perdida para que el mundo nos valore en función de la imagen que un deporte serio y disciplinado debe proyectar. 8. Decisiones estratégicas, o sugerencias, para la RFEG 8.1 Que el Comité Técnico de la (RFEG, 2009) elabore un Cód. Punt., paralelo al Internacional para los niveles de iniciación deportiva, para adecuar las reglas internacionales a gimnastas nacionales cuyos niveles sean inferiores a la gimnasia selectiva de alto rendimiento Entre las autoras consultadas que avalan este tipo de solicitud encontramos (Bobo, 2002; Bobo y Sierra, 1998; Fernández-Del Valle, Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009a; Mata, 1999; Palomero, 1996). 8.2 Que el Comité Técnico de la (RFEG, 2009) descienda el elevado nivel de exigencia en categorías inferiores y lo aumente progresivamente en función de si la gimnasta es benjamín, alevín, o infantil. 8.3 De la misma forma, que los criterios y aumento de DF estén relacionadas según los diferentes niveles de competición existente en el ámbito nacional ya sea base, por equipos, absoluta, etc., con el propósito de adaptar las DF exigidas en los campeonatos nacionales al periodo en el que se encuentren las/los gimnastas y favorezca las transferencias de aprendizaje positivo (Bobo y Sierra, 1998; FernándezDel Valle, Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009ª; Mata, 1999). 8.4 Que la (RFEG, 2009) establezca un criterio de bonificaciones o puniciones para las gimnastas jóvenes que presenten correcciones o incorrecciones posturales en la mayoría de los segmentos corporales utilizados con la idea de que no reciban la misma puntuación que las que sólo presentan corrección en dos o tres sobre los 14 segmentos expuestos en este estudio. Ya que el fallo provocado por una caída de aparato parece estar más castigado que el hecho de atrapar el mismo a pesar de las incorrecciones postural y de aparato mostradas durante todo el ejercicio. Castellano, Fernández, Nagore, Orive y Otaegui, 2009ª). Herminia ya presentó una solicitud similar en su Tesis Doctoral consultada (Mata, 1999). 92 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 8.5 Que tanto el Comité Técnico (FIG, 2009-2012), como el (RFEG, 2009), aporten ayuda a los investigadores, y promuevan estudios exhaustivos sobre calidad de ejecución, seguimiento de gimnastas, análisis del Cód. Punt., creación de parámetros básicos de la postura, repercusiones de la práctica deportiva de GR en niñas escolares, o gimnastas nacionales e internacionales, etc. El propósito de todas las consideraciones expuestas en estos dos últimos apartados es para intentar conseguir que entrenadoras, jueces, gimnastas e investigadores podamos trabajar de manera homogénea y consensuada hacia la búsqueda de calidad. E insistimos en la necesidad de un cambio de mentalidad en todos los estamentos de este Deporte. Ojala nuestro trabajo sirva de nexo entre la búsqueda de reflexión y la continuidad en el campo investigador para favorecer la mejora del proceso de enseñanza aprendizaje, tantas veces nombrado, y en definitiva para favorecer la mejora de estructura de la GR y con ello, la mejora de los criterios de valoración. Seguro que todos juntos podemos modificar la visión que GR tiene hoy en día por esta nueva Deporte serio, meticuloso y enriquecedor que favorece el desarrollo integral y armónico de los niños y niñas que lo practican. Agradecimientos Este trabajo forma parte de la investigación Avances tecnológicos y metodológicos en la automatización de estudios observacionales en deporte que ha sido subvencionado por la Dirección General de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI200801179), durante el trienio 2008-2011. Referencias Agosti, L. (1974). Gimnasia educativa, 3ª edición, Erisa, Madrid. Anguera, M. T. (1979). Observación de la conducta espacial. VI Congreso Nacional de Psicología. Pamplona. Anguera, M. T. (1990). Metodología observacional. En J. Arnau, M. T. Anguera y J. Gómez, Metodología de la investigación en Ciencias del Comportamiento (pp.125-136). Murcia: Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Murcia. Anguera, M. T.; Behar, J.; Blanco, A.; Carreras, M.V.; Losada, J.L.; Quera, V., y Riba, C. (1993). Metodología observacional en la investigación psicológica. Vol.2 Fundamentación (2). Universitas-55, PPU, Barcelona. Anguera, M. T. y Blanco, A. (2003). Registro y codificación del comportamiento deportivo. En A. Hernández-Mendo (Coor), Psicología del Deporte, Vol. II: Metodología (pp.634). Buenos Aires: www.efdeportes.com. Bakeman, R., & Quera, V. (1996). Análisis de la interacción. Análisis secuencial con SDIS y GSEQ.Madrid: RAMA Barta, A., y Duran, C. (1996). 1000 ejercicios y juegos de Gimnasia Rítmica Deportiva. Colección Deporte, Paidotribo, Barcelona, España. Bobo, M., (2002). El juicio deportivo en gimnasia rítmica. Una propuesta de evaluación basada en indicadores de rendimiento. Tesis Doctoral. Universidad Da Coruña. Departamento de Medicina. A Coruña. Bobo, M., y Sierra, E. (1998). Ximnasia Rítmica Deportiva. Adestramento e competición. Edicions Lea. Santiago de Compostela. Bobo, M., y Sierra, E. (2004). Estudio de las repercusiones de los cambios de Código de Puntuación en la composición de los ejercicios de Gimnasia Rítmica en la técnica corporal. III Congreso de la Asociación Española de Ciencias del Deporte. Hacia la w w w . g i d e k i t . c o m 93 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Convergencia Europea. Valencia, 11 – 13 de marzo. Facultat de Ciències de l’Activitat Fisica i L’Esport. Cabrera, D. (1997). El perfil de las jueces de gimnasia rítmica. Tesis: Universidad de las Palmas de Gran Canaria. Centro Superior de Formación del Profesorado, Departamento de Educación Física. Canalda, A. (1998). Gimnasia rítmica Deportiva. Teoría y práctica. Colección Deporte, Paidotribo, Barcelona, España. Castellano, J., Hernández Mendo, A., Gómez de Segura, P. G., Fontetxa, E., y Bueno, I. (2000). Sistema de codificación y análisis de la calidad del dato en el fútbol de rendimiento. Psicothema ,12(4), 635-641. Castellano, J., Perea, A., Alday, L., & Hernández Mendo, A. (2008). Measuring and Observation Tool in Sports. Behaviour Research Methods, 40(3), 898-903. Espinosa Sánchez, M. (2005). Biomecánica Deportiva www.enterate.unam.mx/.../2005/.../biomecanica.htm Fernández-Del Valle, A. (1989). Gimnasia rítmica Deportiva. Fundamentos. Federación Española de Gimnasia. Madrid. España. Fernández-Del Valle, A. (1998). El Universo de la gimnasia. Habilidades con la pelota. Madrid. Fernández-Del Valle, A. (1996). Gimnasia rítmica Deportiva. Aspectos y evolución. Librerías deportivas Esteban Sanz, S.L. Madrid. España. Fernández-Del Valle, A. (2005). Tiempos de reacción total y personalidad. Tesis Doctoral, Departamento Teoría e Historia de la Educación. Universidad del País Vasco. Fernández-Del Valle, A., Castellano, J., Fernández, AM., Nagore, T., Orive, P. y Otaegui, N. (2009a, septiembre). Aplicación de la Teoría de la Generalizabilidad en el estudio de la gimnasia rítmica en categoría Benjamín: fases previas. XI Congreso Metodología de la Observación, 16-18 de septiembre de 2009, Málaga. Fernández-Del Valle, A., Castellano, J., Fernández, AM., Nagore, T., Orive, P. y Otaegui, N. (2009b, septiembre). Propuesta de evaluación de los ejercicios de técnica corporal en gimnasia rítmica: aplicación a la categoría benjamín del Campeonato de España Base. XI Congreso Metodología de la Observación, 16-18 de septiembre de 2009, Málaga. Ferrer, V., y Aurrekoetxea, I. (2009). Departamento Biomecánica. CAR Sant Cugat. Medición de los ejercicios de flexibilidad 29C, 31 D, 31E. Código de la FIG 2009-2012. FIG. (1993). Comité Técnico de G. R. de la Federación Internacional de Gimnasia. Código de Puntuación. Gimnasia Rítmica Deportiva. París. FIG. (2003). Comité Técnico de G. R. de la Federación Internacional de Gimnasia. Código de Puntuación. Gimnasia Rítmica Deportiva. París. FIG. (2009-2012). Comité Técnico Federación Internacional de Gimnasia. Código de Puntuación. González, V., y Fernández-Del Valle, A. (2005). Las clasificaciones deportivas, desde la lógica externa: hacia una definición social del deporte. I Congreso Virtual de Investigación en la Actividad Física y el Deporte, Facultad de CC. Actividad Física y del Deporte, Vitoria. Gran Enciclopedia Planeta (GEP. 2004). Planeta. Tomos 3, 4, 5, y 7. Madrid, España. Grosser y Neumaier, A. (1986). Técnicas de entrenamiento. Edit Martínez Roca, Barcelona. Hernández Mendo, A. (1996). Observación y análisis de patrones de juego en deportes sociomotores. Tesis doctoral: Universidad de Santiago de Compostela. Lisitskaya, T. (1995). Gimnasia rítmica Deportiva. Colección Deporte, Paidotribo, Barcelona, España. 94 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Martínez Vidal, A. (1997). La dimensión artística de la gimnasia rítmica. Tesis Doctoral. Facultad de Bellas Artes, Universidad de Vigo. Mata Saumell, H. (1999). Adecuación del Código de Puntuación de Gimnasia Rítmica a la iniciación. Universitat de Barcelona. Institut Nacional D’Educació Física de Catalunya. Tesis inédita. Programa de Doctorado Motricidad Humana II. Mendizábal Albizu, S., Mendizábal Albizu I. (1985). Iniciación a la Gimnasia Rítmica. Manos libres, cuerda, pelota. El niño y la actividad física deportiva. Gymnos. Madrid. España. O’Farril Hernández, A., Santos Bouza, A. (1982). Gimnasia Rítmica Deportiva. Stadium, S.R.L. Argentina. Palomero Ródenas, Mª L. (1996). Hacia uma objetivación del Código Internacional de Gimnasia Rítmica Deportiva. Tesis. Universitat de Barcelona. Institut D’Educació Física de Catalunya. Perea, A. (2008). Análisis de las acciones colectivas en el fútbol de rendimiento. Tesis Doctoral. San Sebastián: Universidad del País Vasco. Perea, A., Castellano, J., Hernandez Mendo, A., Álvarez, D. y Pérez, L. E. (2005, Septiembre). Pautas para el análisis de la calidad del dato en la observación de los deportes colectivos: una aplicación en el fútbol, en el I Congreso Virtual de Investigación en la Actividad Física y el Deporte, celebrado en el IVEF-SHEE de VitoriaGasteiz, del 1 al 30 de septiembre Reina-Gómez, A., Hernández-Mendo, A., Fernández-García, J.C. (2009). Multi-facet design for goal scoring in soccer-7.Quality and Quantity, doi: 10.1007/s11135-0099253-8 RFEG. (2009). Comité nacional de jueces. Normativa GR: exigencias técnicas, ejercicios individuales, Categoría benjamín Base. Real Federación Española de Gimnasia. Madrid. SAS Institute Inc. (1999). SAS/STAT User's Guide, Version 7-1, Cary, NC: SAS Institute Inc. Sierra Palmeiro, (2000). Estructura funcional de los ejercicios de conjunto de la GRD. Tesis Doctoral, INEF Galicia, Universidad de A Coruña. Usabiaga Arruabarrena, O. (2005). Euskal pilotako joko-ekintzaren ebaluazioa: aplikazioa frontoi motzeko eskuz binakakoan. Tesis Doctoral: Universidad del País Vasco. Ysewjin, P. (1996). Software for Generalizability Studies: Mimeograph. w w w . g i d e k i t . c o m 95 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 96 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 5 PRAXIOLOGÍA MOTRIZ AVANT LA LETTRE EN EL MUNDO ANGLOSAJÓN. PRECEDENTES DEL ANÁLISIS ESTRUCTURAL DE LOS JUEGOS DEPORTIVOS Raúl Martínez-Santos [email protected] Resumen El análisis estructural de la lógica interna de los juegos deportivos es una de las principales ramas de la praxiología motriz desarrollada por Parlebas en los años 70 del siglo pasado. Sin embargo, el profesor francés no fue ni el primero ni el único en abordar el estudio formal de los juegos motores: en el ámbito de la antropología de corte anglosajón se pueden anotar propuestas de este tipo en los años 50 y 60. El objetivo de esta comunicación no es otro que mostrar que Parlebas no ha sido el único, ni quizás el primero, en plantear un análisis de las estructuras de los juegos deportivos. Más allá de la curiosidad, o perplejidad, producida por los análisis de SuttonSmith, Dundes y Renick, es muy interesante ver cómo los autores que mostraré a continuación manejaban de manera conceptos básicos como estatus, rol, cambio, red de comunicación motriz, interacción indirecta… que considerábamos, yo al menos, reservados a la praxiología motriz por lo que a los juegos respecta. Palabras clave: juego deportivo, estructura, praxiología motriz w w w . g i d e k i t . c o m 97 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Análisis estructural de los juegos deportivos De entre los dos tipos de contextos en los que Raymond Boudon (1968, p. 35 y ss.) busca el significado de la noción [estructura], la praxeología motriz se puede situar claramente en el de una definición efectiva y no una definición intencional: mientras en los segundos «la palabra estructura no tiene otra función que recordar que ciertos grupos constituyen sistemas de individuos cuyas relaciones son estables» (p. 38),en los primeros «la noción de estructura se encuentra inserta en una teoría destinada a dar cuenta del carácter sistemático de un objeto» (p. 36). Dicho de otro modo: Boudon se refiere a definición efectiva cuando «el objeto-sistema es analizado por una teoría comparable a las teorías que encontramos en las ciencias de la naturaleza, [y] la estructura del objeto no es otra que la descripción que resulta de esta teoría» (p. 43). Por eso, Boudon se esfuerza en demostrar que lo que distingue a los contextos (estudios y disciplinas científicas) en los que se hace una definición efectiva de estructura es que en ellos «la noción de estructura está asociada a una construcción lógica [que] se aplica a un objeto-sistema definiendo la “estructura” de este objeto», aun en casos tan diferentes como «el análisis factorial de Spearman, el análisis de las estructuras de parentesco, el análisis estructural de los sistemas sociales en el sentido de Parsons o el análisis de la estructura social en el sentido de Murdock»(p. 87). La acción motriz, como objeto de estudio complejo, es accesible al estudio de sus lógicas mediante la descripción de las estructuras que permiten dotar de sentido a la conducta motriz de la persona. Esta complejidad es la que hace que el punto de vista estructural sea inmediatamente reconocible en la obra de Parlebas en, al menos, tres momentos distintos y para tres objetos diferentes. Me atrevo a figurar, por tanto, la existencia de tres parlebases que hoy se nos presentan de manera simultánea más que nunca y que han ocupado un largo y fructífero periodo, y si tomamos como referencias sus escritos recogidos en el Dossier EPS nº 4 (1976) podemos hasta intentar ubicarlos en el tiempo: el Parlebas pedagogo, que se atreve a proponer la psico-sociomotricidad y la educación física como una pedagogía de las conductas motrices, y que publica 13 artículos desde marzo de 1967 hasta marzo de 1971 en los que empieza denunciado el desmigajamiento de la educación física y termina enunciando una clasificación de las conductas motrices en busca de los rasgos distintivos de la decisión y la afectividad; el parlebas praxeólogo, quien desde julio de 1971 hasta julio de 1977 expone las bases del estudio interno de los juegos deportivos, de la modelización de su lógica interna, y crea un sistema conceptual y operativo nuevo denominado praxeología motriz; el Parlebas sociólogo que defiende sus tesis en 1984 y publica el elementos de sociología del deporte en 1986, catedrático de la Facultad de Sociología de la Sorbona (Paris V) y director del LEMTAS (Laboratorie d’Etude des Méthodes et des Technologies de l’Analise Sociologique) de la misma Universidad. No pretendo afirmar nada que no se sepa: los contenidos del Léxico comentado en praxiología motriz de 1981 están divididos en siete áreas, entre los que aparecen el 98 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte pedagógico, el de la modelización y el socio-institucional. Sin embargo, no se puede dejar de mencionar que estas tres áreas de interés obedecen a tres objetos de estudio distintos sobre los que se puede aplicar el análisis estructural, aunque no convenga mezclar ni los resultados ni las conclusiones. Aunque pueda resultar paradójico, el objetivo de esta comunicación no es otro que mostrar que Parlebas no ha sido el único, ni quizás el primero, en plantear un análisis de las estructuras de los juegos deportivos, de los juegos motores. Más allá de la curiosidad, o perplejidad, producida por los análisis de Sutton-Smith, Dundes y Renick, resulta muy interesante ver cómo los autores que mostraré a continuación manejaban de manera conceptos básicos como estatus, rol, cambio, red de comunicación motriz, interacción indirecta… que considerábamos, yo al menos, reservados a la praxeología motriz por lo que a los juegos respecta. Modesto en su formulación, y quizás también en su alcance, el objetivo que a este texto corresponde no es otro sino descubrir aportaciones casi anticuadas para un debate imperecedero: ¿qué hace de un juego lo que es? Brian Sutton-Smith Sin citar a Huizinga, seguramente porque su propuesta de ellos era mucho más modesta, Roberts, Arth y Bush llevaron a cabo en 1959 una comparación de cincuenta sociedades tribales a partir de sus juegos, aunque proponiéndose trabajar en la construcción de una «teoría general que se ocupara de problemas antropológicos tales como la descripción y explicación del desarrollo histórico de los juegos, su distribución por el mundo y sus significado funcional» (p. 597). Sin embargo, para llegar a la conclusión de que «los juegos de estrategia está relacionados con los sistemas sociales, los juegos de azar con las creencias religiosas y los juegos de destreza física con las condiciones del entorno» (p. 604), los tres autores debían contar con una clasificación de los juegos, en este caso un sistema de tres clases cuyo significado profundo es de lo más revelador: para los tres autores americanos «es algo evidente que la mayoría de los juegos son modelos de varias actividades culturales» (p. 599). Aquel mismo año, Brian Sutton-Smith, un autor especialmente prolífico en el estudio de lo que Parlebas denomina etnomotricidad, propuso un método para «tomar un juego y mostrar algunos de los factores que se deben tener en cuenta en el análisis de su significado» (1959, p. 13). La auténtica novedad, en cambio, se produce cuando afirma que «desgraciadamente no se dispone de ningún sistema de análisis lúdico [que permita] hacer una descripción sistemática del mismo, [ya que] los juegos son clasificados y descritos de una gran variedad de formas» (p. 14). Sutton-Smith, como se avanza en el título, propone hacer un análisis formal del significado de los juegos teniendo en cuenta «unos pocos rasgos principales del juego que creo que hace falta considerar» (p. 14), aplicándolo a uno, Bar the door14, practicado en Nueva Zelanda desde los primeros asentamientos británicos de 1840. Sus rasgos estructurales son los siguientes: 14 El juego en cuestión es muy parecido a La tela de araña, en el que el que se la queda intenta atrapar al resto de jugadores mientras van de un lado a otro del campo. En este caso se cita primero a uno, y cuando se resuelve el lance van todos los demás, a quienes intenta atrapar el que se la quedaba y aquellos que van siendo atrapados. w w w . g i d e k i t . c o m 99 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) el objetivo del juego, el game challenge, de los que distingue, además de «perseguir», «cazar», «rescatar», «capturar», «seducir», «atacar», «echar una carrera» y «acosar»; la participación de los jugadores, que debe informar acerca de dos aspectos: por un lado, la representación del objetivo en términos de los roles del actor y el opositor; por otro, la organización grupal de los jugadores, «tenemos que saber cómo se distribuyen en el espacio de juego, si están en líneas o círculos…/… Además, también queremos saber cómo se desplazan los jugadores, si convergen en el jugador central o se dispersan de é…/… En estos juegos de personaje central sólo hay dos roles, el rol central y el rol de miembro del grupo» (p. 15). Además, Sutton-Smith cree necesario registrar lo que el que denomina role-clothings, y que se refiere a los nombres de animales o profesiones asignados a los roles motores; las acciones de juego, las unidades de acción: «en el análisis del juego se debe discutir la naturaleza de las acciones demandadas por el juego (y a veces implementadas con objetos materiales) para cumplir con el objetivo» (p. 18), y que en el caso de Bar the door son correr, citar, golpear, engañar, etc. el espacio, del que se distinguen los límites externos y las diferenciaciones internas como dianas, zonas prohibidas, etc.; el tiempo es el último rasgo del juego que requiere consideración, «la estructura según la cual el momento de comienzo y final del juego y las fases de juego se determinan» (p. 23). Además, «también están las relaciones temporales externas del juego, sus temporadas». Parece ser que Sutton-Smith aplicó este esquema indagatorio en su tesis doctoral de 1953 para analizar el significado histórico y psicológico de los juegos libres de los niños de primaria en Nueva Zelanda, y que fue evolucionando hasta proponerse veinte años después sacar a la luz la gramática estructural de juegos y deportes (1976). En este caso Piaget y su estructuralismo son el punto de partida, aunque sea para apuntar antes que nada que «a pesar de reconocer las similitudes (totalidad, autoregulación y transformación), éstas son más difíciles de defender» (p. 118)para el análisis de los juegos, ya que éstos «no son operaciones en un estricto sentido matemático o lógico». El hecho de que el objetivo de Sutton-Smith fuera, en este caso, dibujar la secuencia de desarrollo de los juegos en paralelo con el desarrollo ontogénico o filogénico puede explicar que tuviera en Piaget su principal referencia y que el sistema de categorías de juego que definió estuviera construido a partir de «tres niveles de interacción social cada uno de los cuales corresponde con cambios en el pensamiento lógico» (p. 119). En este sistema, como muestra la figura 1, se distinguen, además de siete niveles estructurales, cuatro tipos conocidos de categorías lúdicas15 (p. 120). Este modelo parece más diseñado para cumplir estrictamente con la teoría piagetiana de desarrollo cognitivo y con otro tipo de prejuicios socioeconómicos que para ofrecer una herramienta de exploración autónoma. Además, también se ajusta al proceso descrito por G. H. Mead, para quien «si comparamos el juego con la situación en un deporte organizado, advertimos la diferencia esencial de que el niño que interviene en un deporte 15 well´known play categories 100 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte tiene que estar preparado para adoptar la actitud de todos los otros involucrados en dicho deporte, y que esos diferentes papeles deben tener una relación definida unos con otros» (1993, p. 181), siendo el escondite el juego y el béisbol el deporte, en un discurso propio de lo que hasta ahora está siendo entre nosotros la antropología del deporte (Blanchard y Cheska, 1986) de corte anglosajón. Éstas pueden ser, además, las razones de que el deporte aparezca en el nivel más alto de desarrollo estructural lúdico cuando, si algo ha quedado demostrado es precisamente que como categorías de juegos deportivos el juego tradicional es estructuralmente más complejo que el deporte (Parlebas, 1988, p. 215), por lo que hablar de los juegos como de infradeportes o actividades predeportivas es sólo consecuencia del punto de vista y no de la evidencia científica. Tipo de juego (tipo de interacción) Niveles de juegos A. Pasatiempos B. Juegos de protagonista16 interacciones primarias (acciones) Nivel 0 (Saltar a la comba) nivel 1: cambio de rol17 (El escondite) nivel 2: cambio de rol y acción (El Stop) C. Juegos competitivos interacciones secundarias (señales) nivel 3: coordinaciones internas (Balón cazador) nivel 4: coordinaciones externas (Torre en contra – Jeu de barres) D. Deportes interacciones terciarias (diferenciación por subgrupos) nivel 5: externas a los jugadores (entrenadores, espectadores, etc.) nivel 6: interna a un equipo; la defensa (baseball, etc.) nivel 7: entre ambos equipos; ataque y defensa (fútbol americano) Figura 1: Categorías de juego de Sutton-Smith Sin embargo, una sorpresa nos aguarda dentro de esta sorpresa: lo que caracteriza al tercer tipo de juegos, los competitivos, es que en ellos se da un nuevo tipo de interacciones de segundo nivel que no son las del anterior nivel, las que permitían la interacción entre jugadores que conllevaba cambios de roles: en este nivel el salto cualitativo se produce por la presencia de interacciones «cuyo sentido es coordinar las interacciones primarias de los niveles 1 y 2 [] mediante señales que los jugadores que no ocupan el rol central se hacen entre ellos para actuar de forma más efectiva…/… Este nivel secundario se podría denominar meta interacciones de juego internas para distinguirlas de las meta interacciones de juego externas como el canturreo de ritmos o las discusiones sobre el juego limpio y las trampas que tienen lugar fuera del juego y de las que no tratamos ahora. Sin embargo, prefiero llamarlas interacciones secundarias porque tienen que ver con la organización, el control y la coordinación de las interacciones primarias (o acciones primarias) a través de las que un juego debe ser desarrollado» (Sutton-Smith, 1976, p. 122). 16 17 w central person games role reversals w w . g i d e k i t . c o m 101 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Si no supiera que es imposible, diría que Sutton-Smith está refiriéndose a la comunicación práxica indirecta, y que lo está haciendo, además, dentro de la construcción de una clasificación cuyos rasgos distintivos son estructuras de relación y tipos de comunicación. Como hemos podido ver, el estructuralismo piagetiano también ha inspirado a los estudiosos de los juegos y los deportes en el ámbito anglosajón, y a Renick de paso. Que lo hiciera con los europeos puede ser menos sorprendente, entre otras cosas porque ya sabíamos que el propio Parlebas (1973, p. 28) utiliza la estructura formal de grupo INRC de Piaget que sirve de base al pensamiento operatorio para modelizar el juego de Las cuatro esquinas, y que Menaut (1982, p. 301) lo retoma para afirmar que el dos contra dos es la estructura básica de los deportes colectivos. Sin embargo, no acaban aquí las coincidencias con la praxeología motriz après la lettre. A mitad de camino entre su tesis doctoral y su propuesta taxonómica, Sutton-Smith, en colaboración con Roberts y Kendon (1963), somete a comparación los cuentos populares y los juegos de estrategia sobre la base de que «los cuentos populares y los juegos son medios de expresión bastante diferentes, pero se parecen en que modelizan o representan comportamientos que ocurren en otros contextos, reales o imaginarios» (p. 185). Mediante la técnica de los jueces se proponen comprobar si el modo estratégico se da de una manera similar en el mismo contexto cultural en juegos y cuentos. No olvidemos que en sus anteriores estudios sobre el juego éstos eran considerados modelos expresivos y tanto la participación de los jugadores en ellos como el apoyo cultural [que fomenta su práctica como un entrenamiento] se explicaba en términos de una hipótesis de enculturación en el conflicto». Según esta hipótesis, «los conflictos inducidos por los procesos de formación del niño y los aprendizajes correspondientes llevan a la participación en juegos y otros modelos expresivos que, a cambio, proporcionan un sólido aprendizaje o enculturación importantes tanto para los jugadores como la sociedad» (p. 185). Dundes Se puede afirmar que este mismo espíritu es el que anima, por ejemplo, investigaciones como las de Etxebeste (1993), quien saca a la luz la gramática que articula la lógica interna de los juegos tradicionales vascos con otra serie de rasgos culturales, de lógica externa, que sustentaban la socialización tradicional en el País Vasco de antaño, y presente también en el mundo anglosajón allá por 1974 cuando Ingham y Loy presuponen la existencia de una estructura de la acción lúdica a partir de la cual sugieren que «las actividades lúdicas permiten el estudio del problema del orden social del puzzle hobesiano, de cómo puede el individuo perseguir sus intereses propios sin anarquía18» (p. 24) La vinculación de cuentos y juegos es puesta de manifiesto ya en 1945 por James Ralston Caldwell, quien identifica una materialización de un cuento en un juego en el 18 Ludic activities afford the opportunity of studying the problem social order given in the Hobesian puzzle of how can an individual pursue his own self-interests without anarchy. 102 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte pueblo Apache, quizá con un valor más anecdótico que real ya que lo que él llama juego parece más una broma que un verdadero juego reglado. Sin embargo, menos anecdóticas resultan la vinculación en sí entre cuento y juego y la existencia de un folclore verbal, los cuentos, y un folclore no verbal, los juegos. Sólo este tipo de equiparaciones darían sentido a la pregunta que se hace Dundes (1964), quien en otra coincidencia con Parlebas (2001, p. 467) difícil de dejar pasar por alto usa el análisis del cuento infantil de Vladimir Propp para reclamar una similitud estructural entre los juegos infantiles y los cuentos planteada como sigue: «¿Son los juegos infantiles, una forma de folclore no verbal, y los cuentos populares, una forma de folclore verbal, estructuralmente similares? (p. 278). Dundes llega a Propp porque en su opinión «aunque el análisis estructural, como medio válido de descripción etnográfica, ha sido aplicado a varias formas de expresión folclórica todavía no se ha empleado en el estudio de los juegos infantiles aunque los juegos competitivos en particular están, obviamente, estructurados». Para que quede más claro su punto de vista, sigue diciendo que «en los juegos competitivos los jugadores saben que el juego está gobernado por reglas definidas y limitantes [, y que] la aplicación y la interrelación de estas reglas produce una secuencia ordenada de acciones de los jugadores, secuencia de acciones [que] constituye la estructura esencial de cualquier juego» (p. 276). Propp (1981) publicó en 1928 su reconocido trabajo sobre el cuento maravilloso en el que, tomando como punto de partida el rechazo a una clasificación de los cuentos por categorías (mitológicos, maravillosos, de animales, etc.) o por temas (inocentes perseguidos, búsqueda de una novia, mujer infiel, etc.) se propone demostrar que «los cuentos tienen una particularidad: las partes constitutivas de un cuento pueden ser transportadas a otro cuento sin cambio alguno» (p. 19), por lo que, defiende, «el análisis estructural de todos los aspectos del juego es la condición necesaria para su estudio histórico» (p. 27). Metodológicamente, Propp parte de la conclusión de que «el cuento atribuye a menudo las mismas acciones a personajes diferentes. Esto es lo que nos permite estudiar los cuentos a partir de las funciones de los personajes: «en el estudio del cuento la única pregunta pertinente es saber qué hacen los personajes: quién hace algo y cómo lo hace son preguntas que sólo se plantean accesoriamente»(cursivas en el original, p. 32). La función es, por tanto, «la acción de un personaje definida desde el punto de vista de su significación en el desarrollo de la intriga…/… son las partes constitutivas fundamentales del cuento» (p. 33), siendo su número ilimitado dentro del cuento (más adelante, p. 155, dirá que son 31). El proyecto de Propp se completa con otras dos tesis: que la sucesión de funciones es siempre idéntica y que todos los cuentos maravillosos pertenecen al mismo tipo en lo que concierne a su estructura. No es sorprendente, pues, que este trabajo haya sido tan sugerente dadas la claridad metodológica que propone y lo ambicioso de sus tesis por lo que respecta al descubrimiento de las leyes que guían el hacer humano. Dundes parte de la misma idea de unidad estructural, que él denomina motifema, con el que dividir los juegos en unidades discretas y poder, así, compararlos con los w w w . g i d e k i t . c o m 103 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) cuentos. En este caso ejemplifica el análisis con el juego Hares and hounds, un juego de pillar similar a Polis y cacos. Dundes identifica las danzas como otra manifestación no verbal, y deja bien asentado su pensamiento estructural cuando afirma que «salir de casa y volver a casa ocurre en los cuentos, los juegos, las danzas populares y la música folk. Desde un punto de vista estructural, no importa si “la casa” es una casa, un árbol una posición en la zona de baile o una nota» (p. 286). Y es muy posible también que sea indiferente que la casa sea una casa, a house, une maison o arbasoen etxea, a pesar de todo. Jobyann Renick En 1977 Jobyann Renick publicó The structure of games, un ensayo sobre la estructura de los juegos «que aplica una metodología estructural adaptada de Trobetzkoy (sic) y Levi-Strauss» a los juegos» (p. 205). Este trabajo resulta de especial interés por tres motivos al menos: primero, porque presenta similitudes incuestionables con el análisis estructural de la praxeología motriz sin que se pueda afirmar que hubiera un conocimiento mutuo de lo que se hacía a un lado y otro del Atlántico en un periodo histórico similar; segundo, porque sus antecedentes se remontan a más de diez años antes, cuando otros autores promueven iniciativas investigadoras que pueden ser significativas para nosotros; y, tercero, porque aunque los resultados de su análisis no sean especialmente operativos, se trata, sin duda, de una auténtico análisis estructural de los juegos deportivos. Las aportaciones de autores como Mead, Sutton-Smith, Szasz, Avedon, Dundes y Piaget, en un intervalo que va de 1931 a 1976, son las que permiten a Renick llegar a la descripción de «la intraestructura profunda de los juegos como un sistema que consiste en dos elementos estructurales básicos y sus relaciones», partiendo, además, de la toma de conciencia de que un análisis estructural de los juegos es algo distinto que requiere puntos de vista nuevos ya que «depende de una nueva perspectiva que considere los juegos conceptos abstractos y deje a un lado la aproximación tradicional a partir de la acción de los juegos» (p. 195). Un poco más adelante lo deja aún más claro al afirmar que «las prescripciones contenidas en las reglas del juego proporcionan las condiciones que definen, ordenan y limitan un juego concreto, y de aquí surgen los elementos estructurales que circunscriben un juego en tanto que un conjunto ordenado y modelado de posibilidades que se puede actualizar al jugar. La formulación de los elementos estructurales empieza en este nivel de prescripciones normativas y de posibilidades en ellas contenidas19» (p. 196). Lo que distingue a Renick de aquellos investigadores que le precedieron y sobre cuyas aportaciones se apoya es que los demás definen supuestos elementos que «no llegan 19 The prescriptions contained in game rules provide the conditions which define order and limit a particular game. Herein lay the structural elements which circumscribe a game as ordered and patterned set of possibilities that may be actualized in play. It is at this level of rule prescriptions and the possibilities contained therein that the formulation of structural elements begin. 104 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte a ser verdaderamente estructurales porque el nivel del que se derivan es más concreto que conceptual» (p. 195). En este sentido, lo que está defendiendo es una modelización de los juegos independiente de las razones prácticas que la justifican y a las que sirve, que no son otras que las del estudio de los juegos como elementos del folclore insertos en los procesos de enculturación. Renick intenta desarrollar su análisis estructural de los juegos, para lo que empieza definiendo los elementos estructurales de los juegos, que son dos: el primero, los estados de juego, «cada uno de los cuales es un segmento bien definido en el que un conjunto de relaciones invariantes se mantienen entre las unidades de jugadores y los parámetros del juego20» (1977, p. 196), y el segundo la secuencia «uno de los patrones repetibles que constituyen una relación especial entre las unidades de jugadores y las restricciones de juego en un estado dado21» (p. 193). El estado es la unidad temporal del juego, cuya acción consiste, desde el punto de vista del análisis, en una sucesión de estados o turnos de juego que consisten en un conjunto de «roles y poderes» establecidos por las reglas del juego (lo que no es mencionado por Renick, dicho sea de paso). Figura 2: Análisis estructural del juego Red rover, por Renick (1977) Operativamente, un estado consiste en repetitivos patrones de acciones, alternativas y consecuencias: «un patrón concreto, que llamaremos una secuencia, implica normalmente alternativas o contingencias que conducen a resultados variados que producen el suspense característico de la mayoría de juegos22» (p. 197). El resultado del análisis de Renick se muestra figura 2, ejemplificado en el juego Red rover, un juego similar al Pañuelito en el que dos equipos se sitúan en fila frente a frente y por turnos van retando a jugadores del otro equipo según la fórmula Red rover, 20 The rules of a game divide it into status: each of which is a well-defined segment in which sets of invariant relationships hold between player units and game parameters. 21 One of the repeatable patterns which constitutes a particular relationship between player units and game constraints in a given state. 22 A single pattern, which we shall call a sequence, typically involves alternatives or contingencies which lead to varying outcomes providing the suspenseful characteristic of most games. w w w . g i d e k i t . c o m 105 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) red rover, let (el nombre de un jugador del otro quipo) come over: el jugador citado debe intentar cruzar la barrera formada por los jugadores del otro equipo, quienes cogidos de la mano lo evitaran: si lo consigue vuelve a su puesto, y si no se integra en el otro equipo. Figura 3: Modelos estructurales de tipos de juegos (Renick, 1977) 106 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte A partir de este tipo de representación, Renick propone una serie de modelos estructurales de tipos de juegos, según la clasificación de Sutton-Smith antes vista, que no me resisto a reproducir dado su interés, tan científico como anecdótico (figura 3). Conclusiones La conclusión, que no es más que el propio texto, es que, bien al contrario de lo que pueda parecer, la praxeología motriz no es el resultado de una loca noche de verano o un proyecto surgido de la nada, si no más bien una propuesta construida con las herramientas disponibles en su tiempo y con nexos de unión con otras disciplinas que no hacen sino fortalecerla. Las diferencias entre el análisis praxeológico de los juegos deportivos y los trabajos presentados son enormes, siendo una de las más notables la identificación operativa del objetivo de estudio (la lógica interna de los juegos) y el desarrollo exhaustivo de sus modelos específicos (ya sean universales o no). Sin embargo, este pequeño ejercicio de contraste no se ha planteado como un concurso de méritos ni como una oposición a cátedra en la que pudiera caber la posibilidad de declarar vencedores y vencidos. Bien al contrario, si algo se puede concluir de la lectura de los trabajos de Sutton-Smith, Dundes y Renyck es que los juegos son un elemento cultural privilegiado para la investigación, investigación que se ve muy favorecida por un análisis de sus lógicas y estructuras. Referencias Blanchard, K., y Cheska, A. (1986). Antropología del deporte. Barcelona: Bellaterra. Boudon, R. (1968). À quoi sert la notion de "Structure"? Essai sur la signification de la notion de structure dans les sciences humaines. Paris: Gallimard. Dundes, A. (1964). On game morphology: a study of the structure of non-verbal folklore. New York Folklore Quaterly, 20, 276-288. Etxebeste, J., Oiarzabal, I., y Martínez de Santos, R. (1993). La utilización de los espacios en los juegos directos a lo largo. Kirola Ikertuz, 7, 35-39. Ingham, A. G., y Loy, J. W. J. R. (1974). The Structure of Ludic Action. International Review for the Sociology of Sport, 9(1), 23-62. Mead, G. H. (1993). Espíritu, persona y sociedad desde el punto de vista del conductismo social. México D.F.: Paidós. Menaut, A. (1982). Contribution a une approche théorique des jeux sportifs collectives. Théorisation et recherche d'un modele operationnel. Inédita Tesis doctoral, Bordeaux II, Burdeos. Parlebas, P. (1973). Une modèle de jeu sportif: le jeu des 4 coins. Annales de l'ENSEP, 4(22), 19-32. Parlebas, P. (1976). Activités physiques et éducation motrice. Paris: Éditions "Revue éducation physique et sport". Propp, V. (1981). Morfología del cuento (7ª ed.). Madrid: Fundamentos. Renick, J. (1977). The structure of games. Journal of Human Movement Studies, 3, 193206. Roberts, J. M., Arth, M. J., y Bush, R. R. (1959). Games in culture. American Anthropologist, 61(4), 597-605. Roberts, J. M., Sutton-Smith, B., y Kendon, A. (1963). Strategy in games and folk tales. Journal of Social Psychology, 61, 185-199. Sutton-Smith, B. (1959). A formal analysis of game meaning. Westner Folklore, 18(1), 1324. w w w . g i d e k i t . c o m 107 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Sutton-Smith, B. (1976). A structural grammar of games and sports. International Review for the Sociology of Sport, 11(2), 117-137. 108 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 6 TAICHI LEHIAKETA: JARDUERA INTROIEKTIBOAREN AZTERKETA Estibaliz Romaratezabala Aldasoro [email protected] Laburpena Artikulua, 2007ko Urriaren 12tik 14ra Gasteizen ospaturiko Taichi Chuan Munduko Koparen azterketan oinarritua dago. Jasotako datuak ekintza motorraren zientzian oinarrituz analizatzen dira eta lehiaketako taichiaren barne eta kanpo logikaren azterketa egiten da. Taichi Chuan txapelketak erakusten duen errealitatea analizatzen da eta honetarako gizartearen konstruktuen ezaugarriak diren espazioa, denbora, harremanak eta objektuak kontuan izaten dira. Ezaugarri hauen azterketak jarduera honek barrenean daramatzan bi kulturak agerraraziko ditu, mendebaldekoa zein ekialdekoa. Kultura bakoitzak jarduerari eransten dion identitatea eta ikuspuntua agerian geratuko dira, jarduera introiektiboaren lehiaketari eransten dioten esanahia plazaratuz. Gako-hitzak: Taichi Chuan, praxeologia motorra, barne logika, kanpo logika, kirol antropologia w w w . g i d e k i t . c o m 109 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Sarrera Taichi Chuanaren barrenean arakatzean jarduerak jokorako aldaera zuela ikusteko aukera izan genuen, arlo honen inguruko ezjakintasunak erabat harritu gintuen. Gure jakintzak ezezaguna zuena ezagutzeko grinak eta kuriositateak deituta eta abentura zientifikoak beharrezkoa duen pazientzia eta ilusioak gidaturik jardueraren lehiaketa arloa aztertzera ekin genion. Helburua, taichi torneoaren egituraketa ezagutzea zen, bere esangura sozialaz jabetzea. Aukera, Gasteizen (Araba, 2007ko Urria) ospatzen zen Taichi Chuaneko Munduko Koparekin aurkeztu zitzaigun; antolatzaileekin egindako kontaktuak lehiakideengana, antolaketara eta ikusleengana gerturatzeko aukera paregabea eta naturala eskaini zigun: ekintzaren gunean egoteko aukera luzatzen zigun akreditazio bat eman ziguten. Pase honen bitartez kirol eremuaren ingurunean egoteko aukera ireki zitzaigun bertan gertatzen zena ikusteko, notak hartu eta elkarrizketak egiteko, argazkiak ateratzeko…lehiaketa luzatuko zen hiru egunetan zehar gertatzen zen guztiaz jabetzeko aukera eskaini ziguten. Lehiaketan zehar harturiko notek taichi lehiaketa analizatu eta ikasteko aukera ematen ziguten. Lorturiko datuak errealitate soziala osatzen duten lau parametroak kontuan izanik sailkatu ziren: espazioarekiko harremana, partaideen arteko erlazioak, denboraren eraikuntza eta objektuen erabilera. 2. Arauturiko eremu ziurra Lehiaketa, Gasteizeko Mendizorrotza kiroldegian ospatu da. Eremuak kirol kantxa bat du bertan eskubaloi eta saskibaloi partiduak ospatzen direlarik. Noizbehinka bestelako ekintzak ere hartzen ditu, erakustaldiak edo bestelako kirol lehiaketak, azterturikoa kasu. Kirol pistaren inguruan banakako aulki jarkikorrez osaturiko aulki ilarek harmaila osatzen dute. 2.1. Kirol pista Kantxak 50x25 metro ditu eta joko eremuaren eskuin aldean azpi eremu bat du: taichi pista bikoitza. 14x8 metro neurtzen dituen taichi pista bakoitza ilun koloreko egurrez osaturiko kantxa lurraz eta propaganda zinta zabal batez markatua dago. Bi pistak bata bestearen ondoan kokatuak daude hurrenez hurren, aldamen komuna dutelarik. Irekia, oztoporik, banaketarik eta maldarik gabeko espazioa beti berdin mantentzen den eremua da, konstante mantentzen da, aldaketarik gabe. Momentu oro informazio berdina eskaintzen duen espazioa da, ekintza bakoitzean lehiakideak jasotako informazioan ez da aldaketarik ematen, hau horrela izanik behin eremua ezaguturik informazioa baztertua izaten da: lehiakideak lehiaketa eremura (ekitaldirako diseinaturiko zelaia) gerturatzen diren lehen aldian lurrarekin kontaktua hartu eta bere zurruntasun, tinkotasun indargetze eta irristakortasun maila neurtzeko. Informazio guztia ezaguturik, espazioak informazio berririk eskaini ez dezan. Lehiaketa pistaren aldamen batean eta pistari begira mahai bat eta lau aulki kokatu dira, epaileak eseri daitezen. Bertatik pistan gertatzen den guztia ikusteko aukera dago. Mendizorrotza kiroldegian kokaturiko lehiaketa eremua, esparru estalia eta itxia da, euriak edo bestelako klima faktoreek lehiaketaren erritmoa aldatzen ez dutelarik; ingurumeneko baldintzek ez dute partaideen emaitzengan eraginik. Beraz esan dezakegu partaideak lehiaketa eremuarekiko duen harremana ziurra edota zalantzarik gabekoa dela. Lehiakideek lehiaketaren aurretik eta ondoren duten partehartzeak oso erritualizatuak daude, guztiek portaera patroi berbera jarraitzen dute: lehiakideak partaide eremura gerturatu, sartu eta espazioaren erdiko puntuaren inguruan kokatzen dira epaile 110 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte mahaiari begira. Hemen formari hasiera emango diote berau egiteko beharrezkoa duten espazioa erabiliz, errutinaren hasierako eta bukaerako puntuak bat egingo dutelarik. 2.2. Figura espazialak Taichi lehiaketa, arauturiko espazioan errutina edo forma bat burutzean datza. Kata, figura espazialak forma hartzen doazen dantza edo koreografia moduko bat da. Arnasketarekin bat eginiko mugimendu borobildu eta jarraituak taichi eskola ezberdinek estandarizatutako formen arabera lotuak izaten dira. Kateatutako mugimendu mota, kantitate eta moduaren arabera estilo berezi bati dagozkion formak izango ditugu, hauek aldi berean modalitate ezberdinetan banatzen diren estiloak ematen dituztelarik: aurkariarekin izandako borroka bat antzezten duten esku hutseko formak eta armekin egindako formak. Aldi berean, errutina hauek beste bi modalitate eman ditzakete, banakako zein taldekako formak. Dantza geldo eta lasai bat izaten dira maiz, baina buruturiko estiloaren baitan erritmo aldaketa eta mugimendu bortitzak ikusteko aukera dago. Forman zehar, partaideak berau burutzeko eremu limiteak gaindituz gero, zinten bidez markaturikoa, ezer gertutako ez balitz bezala exekuzioan jarraitzen du ekintza honi garrantzia kenduz; nahiz eta buruturiko arau hausteaz jabetu izan. Espaziotik at joatea mugimendu bortitz eta desegoki bat egitea baino hobea da, honek kataren dinamika desorekatuko bailuke. Forma aniztasunak taichi lehiaketa erakargarria bilakatzen du. Forma, estilo eta modalitate jakin batetarako izen emandako partaide kopurua aldakorra izanik, errutina mota eta kata bakoitza errepikatzen diren aldiak ezberdinak dira. 3. Harremanak lehiaketan Lehiaketan emandako harremanen ulermen egokirako lehenik eta behin txapelketan dauden rol ezberdinak aztertzeari ekingo diogu ondoren hauen artean sorturiko erlazioak azaltzeko. 3.1. Lehiaketako rolak Lehiaketan burutzen duten funtzioari so eginez hiru rol ezberdintzen ditugu: 3.1.1. Lehiakidea Taichi lehiakideak kata arautegian ezarritakoaren arabera burutu beharko du eta honen ondorioz hamarren gainean zenbakizko balorazio bat jasoko du. Lehiatu ahal izateko bi ezaugarri bete behar dira: izen emate orria bete eta Euskal Herriko Txinako Lagunen elkarteko kide izan edo eta elkartearen gonbidapena jaso izana. Txinako Lagunen Elkartea ekitaldia ospatzen arduraduna da. Taichiko estatuko federazioan, Whusuko Txina federazioan eta Quoshuko Txinako federazioan ordezkaritza izanik, aipaturiko federazioetan federatutakoei eta interesa zuten beste delegazio batzuei ere gonbidapena luzatu diete. Gonbidatuak izandako delegazioak ugariak izan baziren ere, arrazoi ezberdinengatik Txina, Mexiko, Venezuela, Espainia, Italia, Irlanda, Holanda, Belgika, Taiwan , Turkia eta Euskal Herriko ordezkariek soilik hartu dute parte. Delegazioko edo eta gimnasioko maisua da lehiaketara joateko gonbidapena jasotzen duena, beraz parte hartuko duten lehiakideek maisuaren gainbegiraketa eta oniritzia izango dute; maisuaren baimenik gabe parte hartzera ausartuko den lehiakiderik ez dago, hau figura gorena baita. w w w . g i d e k i t . c o m 111 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Lehiaketan berrogeita hamar pertsona inguruk parte hartu dute, gehientsuenak gizonezkoak eta 35-55 urte ingurukoak; emakume gehiengoek taldekako modalitatean lehiatu dira. Esku hutsean jardun diren lehiakide gehienek beren partehartzea arma zein taldekako modalitatean errepikatu dute. 3.1.2. Ikuslea Kirol eremuaren ingurunea ikusleentzako harmaila eremu batez osatua dago. Ikusleak, lehiakideen familiartekoak eta lagunak dira gehientsuenak, lehiaketa zelaien inguruan multzokatzen dira partaideak animatzeko: kirolariak begiratzen dituzte, poztu egiten dira eta jokaerak epaitzen dituzte beren juizioek lehiaketaren emaitzarengan eraginik izan gabe. 3.1.3. Epailea Taichi Nazioarteko Federazioak izendaturiko epaileek jarduerarekiko ezagutza sakon bat dute, forma, estilo eta modalitate guztiak ezagutzen dituzte. Berauen lana, lehiakideek buruturiko lana epaitu eta baloratzea da, beren epaiketek lehiaketaren emaitzarengan eragina dutelarik. Lehiaketa eremuaren aurrealdean kokaturiko epaile maila lau arbitroz osatzen da: batek kronometratzaile lanak burutzen ditu besteak errutina arbitroak diren bitartean; hauetariko batek aldi berean arbitro nagusiaren papera betetzen du. Lau epaileek buruturiko kata baloratzen dute, horretarako lehiaketetarako ezarritako arautegiarekin bat datorren baieztatzen dutelarik. 3.2. Rol ezberdinen arteko harremanak Taichi lehiaketa banakako zein taldekako modalitatean ospatzen da. Banakako formek adinaren (<35 urte, 35-55 urte eta >55 urte) zein sexuaren araberako kategoriei erantzuten diete; taldekako lehiaketak sexuaren zein adinaren arabera banatu gabe lehiakide kopuru mugagabea hartzen duelarik. Lehiakide izatea katak burutzeko autonomo izatea eskatzen du, inolako laguntzarik gabe berauek erreproduzitzeko gai izatea. Errepikatzeko modelo gabeziak ez du lehiakidearengan eraginik, forma ikasia, automatizatua eta barneratua izan da burutzeko inolako laguntzarik behar ez duelarik. Bakarrik edo eta taldean jarduteak ere ez du eraginik, autonomia bat lortu baitu. Espazioan elkartzen diren talde berdineko partaideek taldea osatzen duten lagunekiko autonomia dute. Taldeko partaide bakoitzak ez du multzoko partaideekiko inolako mendekotasunik forma burutzerako orduan, hau dela eta partaideen artean erlazio motorerik ez dagoela esan dezakegu, lehiakideek parte hartzen dute alternoki bere txanda iristean. Partaide ezberdinen arteko laguntasun keinuak oso ohikoak dira, besarkadak eta eskuen arteko talkak ugariak direlarik exekuzioen artean, guztiak egindako lanarengatik zoriontzen dira eta gauzak espero ziren moduan irten ez direnean elkar animatzen dira. Pozak eta penak partekatu eta partaideen artean laguntasun giroa biziki sentitzen da. Lehiakide eta ikusleen arteko erlazio motorea nulua da. Partaidea berari zuzenduak dauden begiradekiko isolatu beharrean dago barrena hustuz eta buruan dituen pentsamenduak alde batera utziz bere egitekoa gauzatzeko. Ikusle multzoak, hein handi batean partaideen familiarteko eta lagunez osatua, irriki handiz itxaroten ditu errutinen exekuzioak. Burutze egokiak izan dituzten lehiakideak zoriontzen dituzte, bestalde, akatsez beteriko lehiaketak eragina lur jota daudenak animatzen saiatzen diren bitartean. 112 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Lehiakideek epaileekiko errespetuzko erlazio bat dute. Errespetu honek saioetan dizipuluak maisuaren figurarekiko erakusten duena ekartzen du gogora. Lehiaketan estandarizatutako protokolo antzeko bat ikusteko aukera egon da, zeina lehiakidea frogan jarri behar den bakoitzean errepikatzen den eta lehiakide eta epaileen arteko erritualizazio sakon bat agerian uzten duen. Protokoloa hiru zatitan banatzen da: zerrenda pasatzen, baimena eta agurra. 3.2.1. Zerrenda pasatzen Lehiakide batek bere erakustaldia hasi aurretik epaile mahaiaren deia jaso beharra dauka. Gehienez hiru bider deitua izango da, ez agertzekotan lehiaketatik kanpo geratuko delarik. 3.2.2. Baimena Lehiakideak epaile mahaiari lehiaketa eremuan sartzeko baimena eskatzen dio. Horretarako bi oinak elkarturik, eskuin besoa sabairantz luzatua eta begirada epaile mahaira begira kokatzen da. Hauek, bere egitekoa burutzeko prest daudenean, lehiakidearen partaidetza baloratu, zeinu bat egiten diote zelaian sartu eta errutina hasteari ekin diezaion. 3.2.3. Agurra Partaideak epaile mahaia agurtzen du errutina hasi aurretik eta baita bukaeran ere. Bi oinak elkarrekin eta eskuak bular parean dituela kokatzen da, eskuin ukabilarekin ezker eskuaren barrualdean ukabilkada bat emateko egoeran,; arma modalitatean eskuin eskuaz arma eusten egoteak agurrak aldaera txiki bat jasatea dakar. Agurra Pao Chuan Li izenez ezaguna da. Batzuetan ekintza hau buruaren zein gorputz enborraren goiko parteko aurrealdeko makurdura txiki batez lagundua joan da. Keinu honek epaile mahaiaren partetik erantzun bat jasotzen du, lehiakidearen imintzioari beste agur batekin erantzuten diotelarik, nahiz eta mahaitik altxatu gabe egin. Bukaerako agurra aurpegi goibel batez lagundua doa lehiakideak lan desegokia egin duela uste duenean: lorturiko puntuazioa jakin aurretik ere burutze okerraren ondorioz triste agertzen da, puntuazio on batek ere, hau egotekotan, ez du bere ezinegona lasaitzea lortuko, partaide bakoitza bere hautemateak gidatzen baitu; kontrako aldean, irribarre handi eta zabal bat erakusten du alai eta pozik dagoenean egindako lanarekin. 4. Puntuaziodun lehiaketa Lehiaketa programa arautegiak errutina bakoitza burutzeko ezarritako denbora mugaketan oinarritua dago, berau burutzeko gutxiengo zein gehieneko denbora ezarri eta txilibitu baten bitartez markatzen duelarik. Denbora honek sekuentzia iraupena markatzen du, honen arabera moldatu, egokitu eta automatizatu behar dutelarik mugimenduarnasketaren erritmo zein abiadura. Burutze denbora burutu beharreko errutinaren araberakoa da (buruturiko estilo eta formaren mugimendu kopurua): w w w . g i d e k i t . c o m 113 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Taula: Kata modalitate eta estilo ezberdinen laburpen taula, burutze denbora eta izen emandako lehiakide kopuruekin. Modalitatea Errutina Errutina burutzeko gutxienekoeta gehieneko denbora Esku hutsik Chen basic (10,16,24) 4-5 min 7 28-35 Esku hutsik Esku hutsik Esku hutsik Esku hutsik Esku hutsik Esku hutsik Esku hutsik Esku hutsik Yang basic (13,18,32) Chen elite (52,56) Yang elite (40,42,42 mix) Yang traditional Shun traditional Wu traditional Wú traditional Bagua, Xingyi… Basic (32, 42 ezpata, 18 abanikoa) Elite (56, beste arma batzuk) Traditional Armekin edo gabe Forma modernoak 4-5 min 5-6 min 5-6 min 5-6 min 5-6 min 5-6 min 5-6 min 5-6 min 8 5 8 4 0 0 0 6 32-40 25-30 40-48 20-24 0 0 0 30-36 3-4 min 9 27-36 5-6 min 5 25-30 5-6 min 3-4 min 2 10 talde 0 10-12 30-40 0 258 – 319 min(4 Or,18 min –5 Or,19 min) Armekin Armekin Armekin Taldean Taldean Partaide kopurua Guztira(minut uak) GUZTIRA Taularen hirugarren zutabean lehiaketa estilo bakoitzerako ezarritako gutxieneko eta gehieneko denbora agertzen da. Laugarren zutabean estilo bakoitzak izandako lehiakide kopurua agertzen da, bosgarrenean aztertutako estiloen gutxieneko eta gehieneko denbora totala kalkulatu direlarik. Analisi honetan oinarrituz, esan dezakegu lehiaketak izandako hiru egunetako iraupenetik, hamahiru orduko lehiaketa, partehartzeak lau ordu eta bost ordu eta erdiko iraupena izan duela, beraz lehiaketarako emandako denboraren %62a txapelketaren protokoloa eta antolaketarako erabilia izan da. Taichi lehiaketa, arautegian ezarritakoaren arabera kata egitean datza, hamar punturen gainean puntuazio altuena lortzen duen pertsona irabazle suertatuko delarik. Arautegiak, errutina guztian zehar lehiakideak energia fluxua gordetzea eta honen pasoa gorputz atal batetik bestera egokia izan dadin bilatzen du; hau dela eta, kataren balorazioa hiru oinarrizko alderdi kontuan izanik egiten da: beso eta hanken mugimendua (6 puntu), mugimenduen koordinazio-armonia (2 puntu) eta praktikatzailearen abiadura, ezpiritua eta estiloa (2 puntu). Taldekako modalitatean, azpimarraturiko alderdiak baloratzeaz gain, talde osoaren sinkronizazioa ere baloratzen da. Taldeak partaide guztien balorazio orokorra lortzen du, banakoak lorturiko puntuaketa jakiterik ez dagoelarik. Introiekzio lan egoki batek exekuzio egoki bat izango du emaitzatzat. Hau dela eta, kode estetikoa beste ezeren gainetik arautegian gainjartzen dela badirudi ere, zortzi puntu hamarren gainean, errealitatean exekuzio perfektuaren bitartez aditzera ematen den introiekzio lana da baloratzen dena. Arautegian mugimendu bakoitza burutzeko argibideak zehatz-mehatz markatuak agertzen dira. Adibidez armonia akats modura ondorengoak aipatzen dira: beso eta hankek bat ez egitea, beso eta gorputz enborraren koordinazio falta, 114 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte mugimendu ez jarraituak, mugimenduen trantsizio eta konexioan irmotasuna erakustea, gorputz atal, buru eta begien arteko mugimendu lotura eza… Hiru egunetako taichi lehiaketak partaideak frogan jartzen ditu aipaturiko kategoria, estilo eta modalitateen arabera baloratuak izanik. Behin balorazioa eginik, partaideek lorturiko puntuazioa jasotzera ekingo zaio, lehiakidea ranking batean kokatuz eta txapelketaren emaitza finkatuz. Ranking-ak hoberenak punturik altuenetan kokatuko ditu hasi berriak eta zorterik izan ez dutenak azken postuetan utziz. Partaideen artean jardueraren ezagutza maila ebidentea izango da, lehen postuan praktika maila altuena lortu duena egonik. Parte hartze bakoitzaren memoria gordetzen da, kategoria bakoitzean sailkapen bat lortzen delarik, lehenengoak exekuzioan zehar buruturiko akatsek eraginda izandako puntu kentzeak kontuan izanik hamar punturen gainean puntuaketa altuena lortu dutenak egonik. Alderdi hau kontuan izanik, denbora, kausa efektu baten arabera eraikia dagoela esan dezakegu non partaideak errutina bat burutuko duen puntuaketa bat lortzeko eta azken sailkapenean kokatu ahal izateko. Baina beste alde batetik, partaideek exekuzioan zehar bizipen, sentimendu eta momentu bakoitza disfrutatzen dute. Bizitako sentimendua eta ekintza introiektiboaren gozamena sailkapenaren gain kokatzen dira, hau dela eta lehiakideen arteko konparaketa zentzurik gabekoa da. Hau dela eta esan dezakegu denbora ziklikoa dela; ekintza introiektiboaren bizipenak eskaintzen dituen momentu, sentipen eta esperientzia baita lehiakideak bilatzen duen helburua. 5. Objektuen erabilera lehiaketan Lehiaketan erabilitako objektuen analisiak berauen propietatea kontuan izanik sailkapen bat eskaintzen du: 5.1. Partaideen objektuak Lehiaketak partaide guztiak kimono eta zapatilekin erakusten ditu. Eskola ugaritako kimono ezberdinak ikusgai izan dira, modelo ugaritakoak, Budan-ekoak (Txina) esate baterako. Kimono erabiliena kolore ugaritako setazko mauka eta praka luzeko bi piezako kimonoa da. Alkandora, bular parean zazpi botoiez lotzen da, eskumutur zein lepo inguruan tirila moduko batez lotzen da eta aldakara arteko luzera du bukaeran bi piko txikiz irekitzen delarik. Praka zabalak, gerri eta orkatila parean goma baten bitartez estutzen dira. Trajea solte gelditzen da, mugimenduak egiteko inolako oztopoa suposatzen ez duelarik. Lehiakide guztiek mugimenduen exekuzioa eta lurrarekiko kontaktua errazten duten zola fina duten zapatilak erabiltzen dituzte. Gehientsuenek Feivue markako zapatilak erabili dituzte, estatu mailan taichi praktikarako ezagunak direnak, nahiz eta taichi zapatila tradizionalak (Txinakoak) erabili dituztenak ere egon diren. Armei dagokienez, ezpata guztiek gutxi gora beherako luzera bera dute, besoa luze egonik eta ezpata gorantz orientaturik, puntak lepoa pasa egiten du. Esku lekuak flekodun borla bat eramaten du zeina maneiatzean alde batera eta bestera mugitzen den. Ezpata ez da erabat zurruna eta katan zehar mugimendu bortitzak egiterakoan uhinak marrazten ditu airean. Abanikoentzako badirudi ez dagoela arautegirik, lehiaketan zehar ikusgarri egon direnek ezaugarri ezberdinak erakutsi baitituzte, tamaina, modelo eta kolore ugaritakoak egonik. Lehiakide guztiek izen abizenak, adina, udalerria eta burutuko duen errutina jasotzen direneko izen emate orri bat bete beharra izan dute. 5.2. Epaileen objektuak w w w . g i d e k i t . c o m 115 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Lehiaketan zehar kronometro bat erabili da kataren exekuzio denbora kontrolatzeko, eta errutinaren gutxieneko eta gehieneko denbora limiteak txilibitu baten bitartez aditzera eman dira. Lehiaketako momentu jakin batean txilibitua desagertu denez bere ordez txapelketaren irekiera ekitaldirako erabili den gong-a maneiatu da. Partaideen balorazioa egiteko estandarizatutako eta txapelketetarako diseinatutako ebaluaketa orri bat erabili da. Orri horretan partaidearen izen abizenak, taldearen izena (taldeko modalitatean parte hartuz gero), dortsal zenbakia, kategoria, burutuko duen forma edo errutina, aztertutako alderdi bakoitzean lehiakideak izandako penalizazioak eta azken nota ageri dira. 5.3. Antolatzaileen objektuak Antolatzaileek megafonia eta soinu ekipo bat erabili dute lehiaketa musikaz alaitzeko, lehiaketaren parte hartze ordena eta partaideek lortutako emaitzak aditzera emateko. 6. Lehiaketa errealitatearen esangura sozial bikoitza Taichi lehiaketa, erlazio motorerik gabeko txandakatutako lan batean oinarritzen da. Informaziorik gabeko araututako espazio batean eta araututako objektuak erabiliz sailkapen bat eta puntuazio bat lortzen da buruturiko exekuzioarengatik. Ezaugarri guzti hauen artean, denboraren antolaketak dimentsio bikoitz bat erakusten du, alderdi honek lehiaketaren esangura soziala mendebaldean ospatzen diren gainontzeko lehiaketekiko ezberdintzen duelarik. Taichi lehiaketan partaideek bere maisutza erakusten dute epaileengandik ikustatuak eta baloratuak izaten diren bitartean. Hauek zenbakizko nota bat ematen diete lehiaketako arautegian oinarrituz. Balorazio guztiek sailkapen bat osatzen dute, hamarren gainean puntuazio altuena lortu duena garaile suertatuz. Sailkapenak, taichi jarduera ezagutzen ez dutenentzat edo jardueratik at daudenentzat emaitzen konparazioa ahalbidetzen du; batzuk irabazleak dira beste batzuk gutxien desiratutako postuetan gelditzen diren bitartean. Baina lehiaketa errealitateak ezkutuko dimentsio bat erakusten du, idatzi gabe dagoen kode bat baina partaide eta taichian zaletuak diren guztiengan oso presente dagoena. Taichia ezezaguna dutenek ikusitakoaren pareko testuinguru bat alegia. Testuinguru hau partaideen bizipenetan oinarritzen da, lehiaketak erakustaldi zentzua hartuz. Lehiakideek erakusle moduan ikasitakoa agerrarazten dute eta beren buruarekiko frogatzen dira. Palestra publikoan trebatzen dira, epaile eta ikusleen begirada ernearen aurrean tenple lasaia erakutsi beharrean daude horretarako ikasitako guztia praktikan jartzen dutelarik: barnetiko lan egoki batek inguruneko munduarekiko at mantenduko du bere egitekoan lagunduz. Kontra urduri eta kezkati agertzen bada inguruneak berarengan eragina izan duela esan nahi izango du, hau da, begirada kanpoaldera norabide-tu duela eta hau dela eta lan introiektibo desegoki bat burutuko du exekuzio egokian eragin negatiboa izanik. Partaideek eta zaletuek bizitako errealitatean, lehiaketak azterketa baten zentzua hartzen du, eta azterketa honek esanahia du taichia dantzan jarri duena bere buruarekiko neurtzen den bitartean. Lortutako puntuazioak, jakintzak praktikan ipintzeko duen maisutzari buruzko informazioa emango dio: puntuazio baxu batek introiekzio lan desegoki bat eta errutina oker bat uzten ditu agerian. Bakoitzak bere maila du, beraz ezin da bestea baino hobea edo okerragoa izan, maisutza mailak ezin dira konparatu, taichian, lan introiektiboan konparaketak ez baitu lekurik. Guztiek introiekzioa bizi izan dute, nahiz eta bakoitzak sakontasun maila ezberdin batekin bizi izan. Sakontasun maila eta emaitza konparazioak ez du lekurik, helburua lanean jarraitzea da eta maisutza maila hobea lortzea, borroka banakakoa da. 116 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Partaideak lorturiko puntuazioak beraz bi balore eta esanahi ezberdin ditu: taichia ezagutzen ez duen pertsonarentzat lehiaketak emaitzen sailkapen bat ematen du. Irabazlea podiumaren punturik gorenean kokatua dagoena izango da, kode estetikoan, mugimenduetan perfekzioa lortu duena. Kontra, jarduera ezaguna dutenentzako, lortutako puntuaketak lorturiko maisutza mailari buruzko informazioa ematen du. Partaide bakoitza bere gradu azterketa gainditzen saiatzen da, horretarako ezagutzen duen arma eta biderik hoberena erabiliz: introiekzioa. Partaideek besteen arrakasta zein porrotak norberarenak bezala bizi dituzte, ezaugarri honek biziki azpimarratuz sailkapenak duen garrantzi eza, garrantzitsua izanez gero poza erakutsiko bailukete lagunen porroten aurrean hauen aurretik podiumean leku bat lortzeagatik eta tristura eta haserrea besteen lorpenen aurrean, horrela gertatzen ez delarik. Hau dela eta, esanahi eta errealitate bikoitz hau kontuan izanik esan dezakegu denbora ziklikoa egituraketa linealaren gainean gainjartzen dela. Azterketa introiektiboan partaideak lorturiko bizipen eta gozamena protagonista bilakatzen dira sailkapenak zentzua galtzen duelarik. 7. Erreferentziak Etxebeste, J. (2001). Les jeux sportifs, éléments de la socialisation traditionnelle des enfants du Pays Basque. University of Paris V; Thesis work. Hall, E. T. (1973). La dimensión oculta. Madrid: Instituto de estudios de Administración Local. Lagardera, F and Lavega P. (2004). La ciencia de la acción motriz. Conductas motrices introyectivas y conductas motrices cooperativas: hacia una nueva educación física. Lleida: Uiversitat de Lleida. Lagardera F. (2007). Ejercicio físico y bienestar. Las prácticas introyectivas en el INEFC de la Universitat de Lleida. Lleida: Universistat de Lleida. Lee, D. (1959). Freedom and culture. A spectrum book Parlebas, P. (2001). Juegos, deporte y sociedad. Léxico de praxiologia motriz. Barcelona: Editorial Paidotribo. w w w . g i d e k i t . c o m 117 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 118 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte ÁREA TEMÁTICA: CIENCIAS BIOLÓGICAS w w w . g i d e k i t . c o m 119 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 120 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 7 APLICACIÓN DE LA TENSIOMIOGRAFÍA (TMG) EN JUGADORES DE VOLEYPLAYA. ESTUDIO DE CASOS Rodríguez-Ruiz D., Quiroga M.E., Rodríguez-Matoso D., Sarmiento S., Losa J., de Saá Y., García-Manso J.M. [email protected] Resumen El objetivo de este estudio ha sido obtener información, a través de la Tensiomiografía (TMG), de la rigidez y de las características mecánicas y contráctiles de la musculatura de los jugadores de voleyplaya, así como demostrar la validez del método para evaluar la musculatura encargada de la flexo-extensión de la rodilla. La muestra estuvo compuesta por de 24 jugadores participantes en el Nestea European Championship Tour Spanish Master, celebrado en Gran Canaria en mayo de 2009. Utilizamos, a modo de estudio de casos, varios de los sujetos para poder caracterizar alguna de las utilidades del método en este deporte. Los músculos analizados fueron Vasto Lateral (VL), Vasto Medial (VM), Recto Femoral (RF) y Bíceps Femoral (BF), por entender que eran los más relevantes en este tipo de población. Los datos obtenidos nos permiten afirmar que la TMG es una técnica de elevada utilidad en la evaluación continuada de la rigidez muscular y del balance entre estructuras musculares de los deportistas, y que la validez y reproducibilidad de la información conseguida está condicionada por un control riguroso de los protocolos de evaluación. Así mismo, debemos tener en cuenta, que la interpretación de los datos debe respetar los criterios de individualidad (perfil del deportista) y especificidad (características de la modalidad deportiva). Su aplicación a jugadores de voleyplaya de alto nivel, nos revela la existencia de diferencias importantes motivadas por el rol de juego (defensor, bloqueador o alternancia de ambos roles), las acciones técnicas y el espacio del campo donde habitualmente juega (derecha-izquierda). Palabras Clave: Tensiomiografía, evaluación, simetría muscular, voleyplaya, stiffness. w w w . g i d e k i t . c o m 121 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción Las características del voleyplaya condicionan la aparición de puestos específicos y posiciones de base comunes a todos los jugadores, durante las 85 jugadas que se producen de promedio en aproximadamente los 42-45 minutos que dura un partido (Giatsis, 2003; Giatsis y Zetou, 2003). Hömberg y Papageorgiou (1994), señalan la acción de medio-squat como el elemento técnico fundamental en las acciones previas al bloqueo y en las posiciones de defensa en campo. El hecho de que esta modalidad deportiva se desarrolle en una superficie blanda e inestable aumenta la necesidad de desarrollar una estructura muscular sólida y equilibrada que, además de optimizar las acciones técnicas, amortigüe el riesgo de lesiones durante el desarrollo del juego, siendo este hecho reconocido por todos los entrenadores de esta especialidad (Hömberg y Papageorgiou, 1994; Miyama y Nosaka, 2004). A lo que debemos añadir que el reducido número de jugadores por partido, dos por equipo, provoca que el área a defender por cada jugador sea mayor (32 m2/jugador), y el hecho de que no exista la posibilidad de cambio durante el partido aumenta los requerimientos físicos del jugador. Desde el punto de vista mecánico, debemos señalar que los jugadores de voleyplaya utilizan lo que se conoce como “mecanismo de triple extensión” (extensión de las articulaciones del tobillo, rodilla y cadera). Este mecanismo es utilizado para propulsar el cuerpo de manera eficiente y rápida, hacia el balón. Smith (2006), señala que los jugadores realizan esta acción técnica cuando saltan y hacen desplazamientos explosivos para jugar el balón. En cualquier caso, el hecho de jugar en arena (superficie blanda e inestable), limita significativamente la acción de los músculos que intervienen sobre la articulación del tobillo y cambia significativamente la mecánica de los gestos técnicos. Jugadores y entrenadores deben tener en cuenta este hecho, pues condiciona el tiempo y la forma de aplicación de fuerzas y afecta a la velocidad de despegue y la altura del salto (Bishop, 2003; Giatsis et al. 2004). Por estas razones, es necesario realizar una evaluación muy precisa, individualizada y localizada, de aquellas estructuras musculares que con mayor frecuencia son utilizadas en la práctica del voleyplaya. La Tensiomiografía (TMG), sería utilizada, en este caso, como una herramienta que permitiera disponer de información sobre la musculatura que nos ayudase a prevenir descompensaciones o sobrecargas musculares que pudieran llegar a producirse por la continua repetición de acciones técnicas. Pfirrmann et al., (2008) destacan que estas situaciones son fuente habitual de lesiones que provocan disminución del rendimiento e incluso la discapacidad del jugador. La TMG es un método de diagnóstico, no invasivo, que no requiere ningún esfuerzo por parte del sujeto al que se aplica. Se utiliza para evaluar la rigidez, las características mecánicas y la capacidad contráctil de los músculos superficiales analizados (Valencic y Knez, 1997; Dahmane et al., 2000; Valencic et al., 2000, Valencic et al. 2001). Mide los cambios geométricos (desplazamiento radial) que ocurren en el vientre muscular cuando se produce la contracción. Estos parámetros, expresados por el desplazamiento del sensor y por el tiempo en que éste se produce, son utilizados para evaluar la rigidez muscular y el balance entre estructuras musculares, cadenas musculares (flexora-extensora) o extremidades (derecha-izquierda). El propósito del presente estudio, es utilizar la TMG como instrumento de medida de las características mecánicas de la musculatura de jugadores de voleyplaya y demostrar la validez del método para evaluar la musculatura encargada de la flexo-extensión de la articulación de la rodilla. Así mismo, pretendemos comprobar si los datos aportados son lo suficientemente útiles y sensibles como para poder detectar patologías, asimetrías y/o 122 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte perfiles específicos de jugadores. Entendemos que esta metodología nos proporciona información determinada por lesiones potenciales, acciones técnicas específicas, rol de los jugadores (defensor, bloqueador o que alternan su posición durante el juego) y espacio del campo donde realizan el mayor número de estas acciones (izquierda o derecha). 2. Metodología 2.1. Muestra Se evaluaron 24 jugadores (10 mujeres: 5 de Alto Nivel Internacional y 5 de Nivel Internacional; y 14 hombres: 5 de Alto Nivel Internacional; 2 de Nivel Internacional y 7 de Nivel Nacional), participantes en el Nestea European Championship Tour - Spanish Master, celebrado en Gran Canaria el 2009 (Tabla 1). En el presente trabajo utilizaremos, de forma puntual y a modo de estudio de casos, varios de los sujetos para poder caracterizar alguna de las utilidades del método en este deporte. Los músculos analizados fueron Vasto Lateral (VL), Vasto Medial (VM), Recto Femoral (RF) y Bíceps Femoral (BF), por entender que eran los más relevantes en este tipo de población. Tabla 1. Características morfológicas de la muestra. Sujetos Hombres (n=14) Edad Peso Talla IMC Grasa (años) (Kg.) (cm.) (Kg./m2) % 25,14 87,50 190,71 24,06 9,54 +/- 6,27 +/- 5,87 +/- 5,12 +/- 1,14 +/- 1,34 Mujeres 25,20 68,90 176,70 22,08 12,24 (n=10) +/- 6,23 +/- 4,09 +/- 4,55 +/- 1,24 +/- 1,10 Todos los particiantes fueron informados del riesgo potencial asociado al estudio y firmaron el consentimiento escrito, previamente aprobado por el Comité Ético de Investigación de la Univeersidad de Las Palmas de Gran Canaria, siguiendo los criterios de la Declaración de Helsinki para la investigación con seres humanos. 2.2. Procedimiento de medición La evaluación mediante TMG se realiza utilizando un sensor de presión colocado sobre el vientre muscular del músculo seleccionado, asegurándonos de que el sensor se encuentra colocado perpendicularmente al vientre muscular (Valencic y Knez, 1997) con la presión recomendada por los fabricantes (Dahmane et al., 2001). Para provocar la contracción se aplica una corriente eléctrica bipolar, de intensidad creciente y un milisegundo de duración (Knez y Valencic, 2000; Valencic, 2002; Simunic, 2003), a través de dos electrodos situados en los extremos proximal y distal del músculo, no afectando a los tendones de inserción (Figura 1). w w w . g i d e k i t . c o m 123 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Figura 1: Colocación del los electrodos y el sensor de desplazamiento. La reproducibilidad del método y la validez del protocolo experimental que emplea la TMG han sido estudiadas, en diferentes trabajos (Dahamane et al., 2000; Krizaj, 2008; Rodríguez-Matoso et al., 2009). Cumplidas las exigencias metodológicas y una vez evaluado el músculo deseado, se dispone de información numérica sobre la magnitud de los desplazamientos radiales de las fibras transversales musculares y del momento en que estos se producen (Valencic y Knez, 1997; Simunic, 2003). Los parámetros disponibles son (Figura 2): Deformación o desplazamiento radial máximo del vientre muscular (Dm), Tiempo de contracción (Tc), Tiempo de reacción (Td), Tiempo que mantiene la contracción (Ts) y Tiempo de relajación (Tr). 124 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Figura 2. Gráfica de la respuesta muscular a un estímulo eléctrico obtenida mediante TMG, en el Biceps femoral de un jugador de voleyplaya a una amplitud de 110 mA y una duración de 1 ms. Donde Dm representa la deformación muscular máxima, Td el tiempo de reacción al estímulo, Tc es el tiempo de contracción y viene representado por el intervalo que se produce entre el 10 y 90% del desplazamiento, Ts que indica el tiempo de mantenimiento de la contracción y Tr que representa el tiempo de relajación. La Deformación máxima (Dm) viene dada por el desplazamiento radial del vientre muscular expresado en milímetros. Representa y evalúa el stiffness (rigidez) muscular, variando en cada sujeto por cada grupo muscular en función de sus características morfofuncionales y de la forma en que esas estructuras han sido trabajadas mediante el entrenamiento. Valores bajos, respecto a los valores medios de los presentados en una población tipo, nos indican un elevado tono muscular y un exceso de rigidez en las estructuras del músculo, mientras que, valores mayores, indican una falta de tono muscular o un grado elevado de fatiga (Valencic et al., 2001; Dahmane et al., 2001 y Krizaj et al., 2008). El Tiempo de reacción (retardo o activación - Td), representa el tiempo que tarda la estructura muscular analizada en alcanzar el 10% del desplazamiento total. Su valor dependerá del tipo de fibra dominante en esa estructura, su estado de fatiga y su nivel de activación (Dahmane et al., 2005). El Tiempo de contracción (Tc) se obtiene en esta metodología, determinando el tiempo que transcurre desde que finaliza el Tiempo de reacción (10% Dm) hasta que alcanza el 90% de la deformación máxima. El Tiempo de sustentación (Ts), representa, en este caso, el tiempo teórico que se mantiene la contracción. En la TMG se calcula determinando el tiempo que transcurre desde que la deformación inicial alcanza el 50% de su valor máximo, hasta que los valores de deformación durante la relajación vuelven a ser de un 50% de la deformación máxima. El Tiempo de relajación (Tr), aporta información sobre los niveles de fatiga, de forma que valores elevados de este parámetro respecto a los normales en ese sujeto, indican estados de fatiga. En este sentido, existe una correlación importante entre el desplazamiento del vientre muscular y los procesos de contracción muscular, (Belic et al., 2000). w w w . g i d e k i t . c o m 125 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Resultados Relacionando la información de los parámetros obtenidos de Dm, Td, Tc, Ts y Tr, es posible realizar un análisis de las propiedades de un músculo, según el tipo de fibras (Dahmane et al., 2005), la simetría (lateral o funcional) entre extremidades (Zagorc et al., 1999 y Rusu et al., 2009), del nivel de fatiga muscular (Grabljevec et al., 2004) o de alteraciones anatómicas (Lukic, 2003 y Simunic et al., 2005). Estos y otros aspectos complementarios son los que vamos a intentar explicar en los siguientes apartados. 3.1. TMG y acción técnica. Para la muestra analizada, los valores de Dm del BF de ambas piernas, son menores que los obtenidos para la musculatura extensora de la rodilla (VM, RF y VL). El elevado tono de isquiotibiales, podría tener su origen en dos acciones técnicas muy habituales y frecuentemente solicitadas por los jugadores de voleyplaya: la posición de espera (con marcada flexión de la articulación de la cadera) y a la acción explosiva de salto (con máxima activación de la cadena muscular extensora). Dicha consideración se hace más evidente en los jugadores de mayor experiencia y nivel de rendimiento. Un tono muscular excesivo provoca una descompensación que se refleja en una asimetría entre musculatura flexora y extensora de la rodilla que, habitualmente, viene acompañada de dolor en la articulación de la rodilla, preferentemente, del miembro dominante (Tabla 2). Sujeto Simetría funcional Refiere dolor Derecha Izquierda Masculino 1 60% 80% Pierna derecha Masculino 2 70% 92% Pierna derecha Masculino 3 89% 71% Pierna izquierda Masculino 4 58% 71% Pierna derecha Masculino 5 82% 89% No Femenino 1 75% 88% Pierna derecha Femenino 2 91% 48% Pierna izquierda Femenino 3 51% 60% Ambas Femenino 4 53% 71% Pierna derecha Femenino 5 78% 76% No Tabla 2. Ejemplo de simetría funcional de la articulación de la rodilla y posibles patologías asociadas en 10 sujetos (cinco hombres y cinco mujeres). Los datos en cursiva muestran los valores más relevantes de la tabla. La relación entre agonistas y antagonistas, en los movimientos de flexo-extensión de la articulación de la rodilla, se presenta en los resultados de la TMG como el porcentaje de simetría funcional, considerándose como normales los valores que estén aproximadamente en un 65% o por encima (Lukic, 2003; Simunic et al., 2005; Rusu et al., 2009). Estos autores han establecido estos valores de referencia a partir del estudio de personas que realizan una actividad física moderada. Atendiendo a las particularidades de nuestra muestra, creemos adecuado tomar esta referencia sólo como orientativa, ya que 126 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte como se puede observar en la tabla anterior (Tabla 2) encontramos jugadores y jugadoras que presentan dolor con valores de simetría funcional más elevados. Sin duda alguna, esta consideración hay que tomarla de forma individual, pues un valor bajo de la simetría funcional puede venir determinado por dos motivos diferentes: 1) exceso de rigidez y/o de fatiga muscular del BF; 2) tonificación insuficiente y/o fatiga de la musculatura extensora de la articulación de la rodilla (VM, RF y VL). Por ejemplo, el sujeto que hemos denominado masculino 1 (Tabla 2), presenta un Dm de 4,1 mm. en el BF de la pierna derecha y de 6,6 mm en el BF de la pierna izquierda. Estos valores pueden ser buenos o malos, ya que denotan un buen tono muscular, pero su comparación entre sí y respecto a la musculatura extensora de la rodilla, nos da idea del riesgo de lesión que puede presentar este deportista. El RF presenta valores de Dm excesivamente elevados (pierna derecha: 17,9 mm.; pierna izquierda: 16,8 mm.) para este tipo de deportistas. Unido a los moderados valores de Dm de este jugador, estamos ante un caso de asimetría funcional que puede ser el origen de las frecuentes lumbopatías que ha sufrido el citado deportista a lo largo de su carrera deportiva, hecho que ha sido demostrado por numeroso investigadores (Esola et al, 1996; McClure et al., 1997; Strender et al., 1997; Leinonen et al., 2000; Mannion y Marshall, 2008). Los valores de Dm en VL y VM nos dan información sobre el nivel de simetría funcional de cada pierna a nivel de la articulación de la rodilla. Desequilibrios en este punto pueden ser la causa de dolor patelar y/o de una tendinitis rotuliana (Kapandji, 2001; Concejero y Madrigal, 2001; Rouviere y Delmas, 2005). Si observamos los datos de la jugadora (femenino 1 de la Tabla 2), veremos que refiere dolor en la pierna derecha, pese a que los valores de simetría son supuestamente aceptables, 75% en la pierna derecha y 88% en la izquierda. Analizando la relación VM con VL, comprendemos que el problema puede venir por una posible descompensación entre estos músculos (49% para la pierna derecha y 85% para la izquierda). 3.2. TMG y rol técnico El BF es frecuentemente solicitado, sobretodo, en funciones defensivas y en los desplazamientos específicos realizados en competición. En los jugadores que llevan más años practicando esta modalidad deportiva, podemos ver que los valores de Dm, tanto en categoría masculina como en femenina, son menores en los especilistas en defensa. En nuestra muestra, los especialistas en defensa presentan valores de Dm en torno a 2 y 4 mm. En cambio, los especialistas en bloqueo y los jugadores que alternan la posición de defensor con la de bloqueador, presentan unos valores entre 4 y 8 mm. Estudios precedentes, señalan que el valor de referencia de la Deformación muscular (Dm) para el BF en sujetos no entrenados es de 8,17 mm. (Rusu et al., 2009), mientras que en el caso de los jugadores de fútbol, dependiendo de la altura de la temporada en la que se encuentran, el intervalo de referencia oscila entre 3 y 8 mm. (Lukic, 2003). 3.3. TMG y espacio que ocupa el jugador en el campo. Hemos visto como la peculiaridad de las acciones técnicas implica una especialización de la musculatura utilizada. Además, el rol que el jugador desempeñe en el campo, va a determinar una mayor utilización de unas u otras estructuras musculares. A estas consideraciones debemos sumar la posición que ocupan en el campo es decir el espacio por donde, normalmente, el jugador va a desarrollar dichas acciones de juego. Si revisamos los tiempos de sustentación o de mantenimiento de la contracción muscular (Ts) de nuestra muestra, podemos apreciar que los jugadores que compiten en w w w . g i d e k i t . c o m 127 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) pareja, presentan valores más altos de fatiga en el VL del miembro más alejado del centro del campo (Tabla 3). Pareja A B C D Sujeto Tiempo de sustentación Espacio en (Ts - ms) el campo Derecha Izquierda Masculino 1 129.2 116.8 Izquierda Masculino 2 36.0 39.7 Derecha Masculino 3 41.2 38.4 Izquierda Masculino 4 61.3 79.1 Derecha Femenino 1 128.6 44.0 Izquierda Femenino 2 43.1 62.9 Derecha Femenino 3 41.9 34.2 Izquierda Femenino 4 36.1 42.6 Derecha Tabla 3. Ejemplo de tiempo de sustentación observado en cuatro parejas (dos masculinas y dos femeninas) de voleyplaya para el análisis del VL en función del espacio que ocupa en el campo. 4. Conclusiones Los datos obtenidos en los sujetos de nuestra muestra, nos permiten afirmar que la TMG es una técnica de elevada utilidad en la evaluación continuada de la rigidez muscular y del balance entre estructuras musculares de los deportistas. No obstante, debemos tener presente que la validez y reproducibilidad de los datos obtenidos, está condicionada por un control riguroso de los protocolos de evaluación. Así mismo, debemos tener en cuenta, que la interpretación de los datos debe respetar los criterios de individualidad (perfil del deportista) y especificidad (características de la modalidad deportiva). Su aplicación a una muestra de jugadores de voleyplaya de alto nivel, nos muestra la existencia de diferencias relevantes motivadas por el rol de juego (defensor, bloqueador o alternancia de ambos roles), las acciones técnicas y el espacio del campo donde habitualmente juega (derechaizquierda). 5. Referencias Belic, A., Knez, N., Karba, R. y Valencic, V. (2000). Validation of the human muscle model. Proceedings of the 2000 Summer Computer Simulation Conference, 16. - 20. July 2000, Vancouver, British Columbia. Session 1: Issues on Whole Body Modeling. Bishop, D. (2003). A comparison between land and sand-based tests for beach volleyball assessment. Journal of Sport Medicine and Physical Fitness, 43(4): 418-423. Concejero, V. And Madrigal, J.M. (2001). Traumatología de la Rodilla. Ed. Panamericana. Dahmane, R.; Knez, N.; Valencic, V.; Erzen, I. (2000).Tensiomyography, a non-invasive method reflecting the percentage of slow muscle fiber in human skeletal muscles. Book of Abstract: Life Sciencies 2000, Gozd Martuljek, Slovenia, September 28th to October 1st, 2000, pp./str. 29. 128 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Dahmane, R.; Valencic, V.; Knez, N. and Erzen, I. (2001). Evaluation of the ability to make non-invasive estimation of muscle contractile properties on the basis of the muscle belly response. Medical and Biological Engineering Computering, 39: 51-55. Dahmane, R.; Djordjevic, S.; Simunic, B.; and Valencic, V. (2005). Spatial fiber type distribution in normal human muscle Histochemical and tensiomyographical evaluation. Journal of Biomechanics, 38: 2451-2459. Esola, M.A.; McClure, P.W.; Fitzgerald, G.K. and Siegler, S. (1996): Analysis of Lumbar Spine and Hip Motion During Forward Bending in Subjects With and Without a History of Low Back Pain. Spine, 21(1): 71-78. Giatsis, G. (2003). The effect of changing the rules on score fluctuation and match curation in the FIVB women`s beach volleyball. International Journal of Performance Analysis in Sport, 3(1): 57-64. http//www.ingentaconnect.com/content/uwic/ujpa/2003/00000003/00000001/ar t00008 Giatsis, G. y Zetou, E. (2003). The influences of regulation changes on the fluctuation of score of the beach volleyball games. Inquiries in Sport & Physical Education, 1: 4348. http://www.hape.gr/emag/Vol1_1/abhape14e.asp Giatsis, G.; Kollias, I.; Panoutsakopoulos, V. y Papaiakovou, G. (2004). Biomechanical differences in elite beach volleyball players in vertical squat jump on rigid and sand surfaces. Sports Biomechanics, 3(1): 145-148. Grabljevec, K., Simunic, B., Kersevan, K., Krizaj, D., Kosorok, V., Gregoric, M. (2004) Detection of contractile properties of chronically spastic muscles in subjects after traumatic brain injury with tensiomyography (TMG) method. Rehabilitation sciences in the new millenium challenge for multidisciplinary research: collection of works presented at the 8th congress of European federation for research in rehabilitation, Ljubljana, Slovenia; 2004. p. 139–43. Hömberg, S. y Papageorgiou, A. (1994). Handbook for beach Volleyball. Aachen: Meyer & Meyer Verlag. Kapandji, A. (2001). Fisiología Articular: Miembro Inferior. (5ª edición). Ed. Panamericana. Madrid. Knez, N. y Valencic, V. (2000). Proceedings of the ninth Electrocehnical and Computer Science Conference ERK 2000, 21-23, September 2000, Portoroz, Slovenia. Ljubljana : IEEE Region 8, Slovenian section IEEE, Vol. B, pp. 301-304. Krizaj, D.; Simunic, B.; Zagar, T. (2008). Short-term repeatability of parameters extracted from radial displacement of muscle belly. Journal of Electromyography and Kinesiology, 18: 645-651. Leinonen, V.; Kankaanpaa, M, Airaksinen, O. and Hanninen, O. (2000). Back and hip extensor activities during trunk flexion/extension: Effects of low back pain and rehabilitation. Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 81(1): 32-37. Lukic, D. (2003). La tensiomiografía al servicio del deportista. Taller del II Congreso Internacional Universitario sobre las Ciencias de la Salud y el Deporte. Universiad San Pablo CEU. Madrid, 2003. Mannion, J. and Marshall, P. (2008). Functional Characteristics of the Hamstring Muscles in Chronic Low Back Pain. Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 89(11): e82. McClure, P.W.; Esola, M.; Schreier, R. and Siegler, S. (1997). Kinematic Analysis of Lumbar and Hip Motion While Rising From a Forward, Flexed Position in Patients With and Without a History of Low Back Pain. Spine 22(5): 552-558. w w w . g i d e k i t . c o m 129 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Miyama, M. y Nosaka, N. (2004). Influence of surface on muscle damage and soreness induced by consecutive drop jumps. The Journal of Strengh and Conditioning Research, 18(2): 206-211. Pfirrmann, C.W.A.; Jost, B.; Pirkl, C.; Aitzetmüller, G. y Lajtai, G. (2008). Quadriceps tendinosis in professional beach volleyball players: sonographic finfings in correlation with clinical symptoms. Eur Radiol 18. 1703-1709. Rodríguez-Matoso, D.; Quiroga, M.E; da Silva-Grigoletto, M.; Bautista, P.; Sarmiento, S. y García-Manso, J.M. (2009). Evaluación de la reproducibilidad de la TMG. 17-19 de mayo de 2009. Murcia. Rouviere, H and Delmas, A. (2005). Anatomia humana: Descriptiva, topográfica y funcional (Tomo 2 – 11ª edición). Ed. Masson. Rusu, L.; Calina, M.; Avramescu, E.; Paun, E.; Vasilescu, M. (2009). Neuromucular investigation in diabetic polyneuropathy. Romanian Journal of Morphology and Embryology. 50 (2): 283-290. 2009. Simunic, B. (2003). Model of longitudinal constractions and transverse deformations in skeletal muscles. Doctoral Thesis. Ljubljana. Simunic, B.; Rozman, S.; Pisot, R. (2005): Detecting the velocity of the muscle contraction. III International Symposium of New Technologies in Sport, Sarajevo. Smith, R. (2006). Movement in the Sand: Training Implications for Beach Volleyball. Strength and Conditioning Journal, 28(5): 19-21. Strender, L.E.; Sjoblom, A.; Sundell, K.; Ludwig, R. And Taube, A. (1997). Interexaminer Reliability in Physical Examination of Patients With Low Back Pain. Spine, 22(7): 814-820. Valencic, V. (2002). Method for selective and non-invasive detection of skeletal muscles contrction process. International Application Published under the Patent Cooperation Treaty (PCT). Nº WO 02/074167 A1. Valencic, V. and Knez, N. (1997). Measuring of skeletal muscles dynamic properties. Artific Org. 21: 240-242. Valencic, V.; Djordjevic, S.; Knez, N.; Dahmane, R.; Coh, M; Jurcic-Zlobec, B.; Praprotnik; U.; Simunic, B.; Kersevan, K.; Bednarik, J. y Gomina, N. (2000). Contractile properties of skeletal muscles detection by tensiomiographic measurement method. 2000 Pre-Olympic Congress, Brisbane, Australia, Abstract 507. Valencic, V.; Knez, N.; Simunic, B. (2001). Tenziomiography: Detection of skeletal muscle responce by Means of radial muscle belly displacement. Biomedical Engineering, 1: 110. Zagorc, M.; Karpljuk, D.; Friedl, M. (1999). Analysis of functional loads of top sport dancers. Inc: Milanovic, D. (ed), Proceedings of the 2nd International Scientific Conference “Kinesiology for the 21st century”. Dubrovnik. University of Zagreb. 240243. 130 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 8 LOS JUEGOS REDUCIDOS APLICADOS A LOS NUEVOS MODELOS DE ENTRENAMIENTO EN FÚTBOL David Casamichana Gómez y Julen Castellano Paulis [email protected] Resumen Los propósitos de esta investigación han sido conocer la variabilidad individual y la reproducibilidad de los juegos reducidos utilizados habitualmente en el proceso de entrenamiento en fútbol. 10 sujetos han participado en un mismo juego reducido, 5:5 con porteros, en diferentes dimensiones del terreno de juego: grande (62 m * 44 m), mediana (50 m * 35 m) y pequeña (32 m * 23 m). Estas tareas se repitieron tres veces en la misma semana competitiva alternando el orden de realización. Las variables que se monitorizaron fueron la percepción subjetiva al esfuerzo (RPE) y los porcentajes de tiempo en la que los jugadores estuvieron a diferentes intensidades relativas de la frecuencia cardiaca máxima individual. Seguidamente se realizaron los análisis de los componentes de varianza que se complementó con un análisis de generalizabilidad para estimar los diferentes indicadores de variabilidad y reproducibilidad. Los resultados muestran que los juegos reducidos, respetándose una serie de pautas para la puesta en práctica, presentan la estabilidad suficiente como para que pueda ser una tarea habitual en las sesiones de entrenamiento en fútbol, con el objetivo de optimizar el sistema condicional del futbolista. Palabras clave: fútbol, juegos reducidos, entrenamiento físico integrado, variabilidad w w w . g i d e k i t . c o m 131 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción Los juegos reducidos (JR) son situaciones motrices (Parlebas, 2001) lúdicodeportivas en las que se incluyen la mayor parte de los factores que intervienen en el juego ‘real’ de una manera adaptable (Wein, 1995). Habitualmente los espacios donde se proponen son reducidos y/o el número de jugadores es inferior respecto a los marcados por reglamento para el fútbol-11, incluyendo reglas modificadas en numerosas ocasiones (Little, 2009). Los JR son habitualmente usados por los entrenadores para desarrollar las habilidades técnico-tácticas (Jones, & Drust, 2007; Reilly, 2005) y también para incrementar los niveles de resistencia en jugadores de fútbol (Hill-Haas, Dawson, Coutts, & Rowsell, 2009; Impellizzeri, Marcora, Castagna, Reilly, Sassi, & Iaia, 2006). Para hacer efectivo el uso de los JR como estímulo condicionante se requiere desarrollar un mayor conocimiento de sus efectos esperados a nivel fisiológico, de percepción del esfuerzo, motor (Hill-Haas, Dawson, et al, 2009) y de competencia sociomotriz (Parlebas, 2001), y cada vez son más los investigadores que de manera sistemática estudian los efectos que la alteración de diferentes variables o reglas del juego producen en los jugadores. Tradicionalmente se ha entendido como una limitación a la aplicación de estos JR en el entrenamiento, la heterogeneidad de la carga impuesta en el entrenamiento a los jugadores participantes y entre las diferentes repeticiones o sesiones realizadas (Little & Williams, 2006), con un riesgo de alta variabilidad de intensidad entre jugadores y baja reproducibilidad, lo que podrá dirigir a una inapropiada intensidad de entrenamiento en algunos jugadores (Little & Williams, 2006). Comparaciones realizadas entre carreras interválicas y JR apoyan esta hipótesis de mayor variabilidad en los formatos de JR (Dellal, Chamari, Pintus, Girard, Cotte, & Kéller, 2008), sugiriéndose que estas diferencias individuales se deben al factor de motivación individual, presentándose la carrera interválica como un método más homogéneo de entrenamiento, aunque como expondremos seguidamente, creemos que la propia naturaleza de incertidumbre social (Parlebas, 2001) de las formas jugadas tiene una implicación directa con la variabilidad individual y la reproducibilidad. La variabilidad interindividual es una medida de fiabilidad que hace referencia al grado de dispersión en los efectos provocados en los jugadores que participan en un mismo JR. Por otro lado, la reproducibilidad de los JR es una medida de fiabilidad que hace mención a que los efectos provocados por los mismos JR tengan idénticos valores en sucesivos días o dentro de una misma sesión independiente del orden en que se hayan puesto en práctica las tareas. Tenemos que admitir que la presencia del adversario, y por tanto, la incertidumbre que genera, inevitablemente implica que el nivel de control de la demanda energética pueda verse implicada (Martínez de Santos, Los Arcos, BlancoVillaseñor, y Sánchez, 2006). Hay muchas maneras de jugar al fútbol, la forma de resolver las tareas motrices no son siempre únicas, de ahí que las decisiones estratégicas dadas en las diferentes situaciones sociomotrices del juego no respondan obligatoriamente a la misma demanda energética, aun siendo las diferentes alternativas todas ellas válidas y eficientes. Mientras que diversos trabajos han presentado una baja variabilidad y alta reproducibilidad en JR (Little & Williams, 2006; Rampinini et al., 2007), determinadas variables dependientes parecen presentar una alta variabilidad en este tipo de tareas (HillHaas, Coutts, Rowsell, & Dawson, 2008; Hill-Haas, Rowsell, Coutts, & Dawson, 2009; Rampinini, et al. 2007). La concentración de lactato sanguíneo, la percepción subjetiva del esfuerzo y el tiempo y distancia recorrida en las categorías de alta intensidad presentan 132 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte una alta variabilidad y baja reproducibilidad en los JR (Hill-Haas, Coutts, et al., 2008; Hill-Haas, Roswell, et al., 2009). Diversas variables independientes han sido estudiadas, para determinar la variabilidad asociada a cada una de ellas, como el número de jugadores y el régimen de la tarea (Hill-Haas et al., 2008), la presencia de porteros (Dellal, et al., 2008) o la interacción de diferentes variables (Rampinini et al., 2007, Little & Williams, 2006). Ambas medidas son importantes para verificar si la carga impuesta a los jugadores produce una elicitación de una respuesta consistente dentro de una tarea y entre sesiones (Little & Williams, 2006; Rampinini et al., 2007). Sin embargo, muy pocos trabajos ha estudiado la variabilidad y reproducibilidad de los JR con diferente Espacio Individual de Interacción (EII) definido por Parlebás (2001) como la superficie del terreno de juego teórica que corresponde a cada jugador (área del terreno de juego dividido entre en número de jugadores). El presente trabajo pretende estudiar el grado de variabilidad individual y reproducibilidad de un mismo tipo de JR, el 5:5 con porteros, disputados en tres dimensiones del terreno de juego diferentes (grande, 62 m * 44 m; mediana, 50 m * 35 m; pequeña, 32 m * 23 m) que equivalen a un EII de aproximadamente 273 m2 ,175 m2 y 74 m2 respectivamente. 2. Material y método 2.1. Participantes 10 jugadores de fútbol (edad 15.5 ±0.52 años, altura 1.74 ±0.07 m, peso 62.9 ±3.7 kg., resultado en el test de Yo-Yo de Recuperación Intermitente nivel 1 fue de 1816.0 ±504.86 m) participaron en el estudio. Todos los jugadores eran miembros del mismo equipo (categoría cadete) que competía en nivel regional con una media de 7.5 años de experiencia en la práctica federada. Los jugadores y sus padres fueron notificados del diseño de investigación, requerimientos, beneficios y riesgos dando su consentimiento informado antes de la realización del mismo. 2.2. Variable independiente: formato de los juegos reducidos En este estudio únicamente se manipuló el tamaño del campo (tabla I), manteniéndose siempre constante las proporciones del terreno de juego (largo: ancho) y el número de jugadores. El mayor de los espacios respetó el mismo EII que en partido reglamentario donde compite el equipo. A las otras dos formas jugadas se le fue reduciendo en 100 m2 el EII que le correspondía a cada jugador. Se jugó un 5 contra 5 más porteros, tarea que respeta gran parte de los rasgos definitorios de la lógica interna (Parlebas, 2001) del fútbol como son el duelo colectivo simétrico, intermotricidad simultánea, uso simultáneo del balón, secuencia libre de posesiones (Castellano, 2005), espacio polarizado y presencia de marcador. w w w . g i d e k i t . c o m 133 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla I. Características reglamentarias de los formatos de los juegos reducidos (JRG, JRM y JRP) y de los partidos de competición oficiales (PC). Formato PC Formatos de JR Grande Mediano Pequeño Variables Campo reglamentario (JRG) (JRM) (JRP) Duración del juego 2 x 40 min. 8 min. 8 min. 8 min. Medidas del campo 88 x 62 m 62 x 44 m 50 x 35 m 32 x 23 m 2728 m2 1750 m2 736 m2 Área de juego 5456 m2 Relación largo: ancho 1.4:1 1.4:1 1.4:1 1.4:1 272.8 m2 175 m2 73.6 m2 EII 272.8 m2 Porteros Sí Sí Reglas Las del fútbol-11 No hay fuera de juego Aliento del entrenador Sí 2.3. Variables dependientes 2.3.1. Perfil fisiológico: la frecuencia cardiaca La frecuencia cardiaca fue grabada en intervalos de cinco segundos durante cada juego reducido mediante telemetría (Polar Team Sport System, Polar Electro Oy, Finland). Los monitores de frecuencia cardiaca fueron también llevados durante la realización del test Yo-Yo de Recuperación Intermitente (YYIRT) nivel 1 (www.bangsbosport.com) para determinar la frecuencia cardiaca máxima (Fcmáx) de cada jugador (Krustrup, et al., 2003); que fue usada como referencia para delimitar cuatro zonas de intensidad: zona 1 (<75 % Fcmáx), zona 2 (75-84 % Fcmáx), zona 3 (85-89 % Fcmáx) y zona 4 (>90 % Fcmáx) utilizadas en anteriores trabajos (Hill-Haas, Dawson, et al., 2009). Se cuantificó el porcentaje de tiempo dentro de cada zona de intensidad durante los juegos reducidos, además de calcularse el % de Fcmáx alcanzado en la tarea, así como la media de la tarea expresada relativa al máximo individual (%Fcmed). 2.3.2. Escala de percepción subjetiva del esfuerzo La escala de percepción subjetiva del esfuerzo fue inmediatamente rellenada por cada jugador de manera individual después de cada juego reducido en su periodo de descanso de 5 minutos. La escala utilizada fue la CR-10 de Borg modificada por Foster (1998). Todos los deportistas han sido habituados a la escala antes del comienzo del estudio. Esta escala ha sido validada como indicador de la intensidad de entrenamiento en tareas intermitentes de juegos reducidos (Coutts, Rampinini, Marcora, Castagna, & Impellizzeri, 2009). 2.4. Procedimiento El estudio se realizó durante dos semanas dentro de la temporada competitiva 2008-09, en el mes de febrero, utilizándose la primera semana para familiarizar a los jugadores con el material y con los formatos de juego reducido, además de realizar el test Yo-Yo de Recuperación Intermitente nivel 1 (YYRI1). Para evitar un posible desequilibrio entre el nivel de los jugadores que conformaban los equipos, éstos fueron configurados considerándose algunos aspectos individuales y colectivos: demarcación, nivel técnico-táctico, físico y de participación en competición. La valoración subjetiva del nivel técnico-táctico de los jugadores fue realizada por el entrenador otorgando las puntuaciones de 1 a los jugadores con nivel más bajo y de 5 a los jugadores de mayor nivel. Los minutos jugados (hasta la fecha del estudio) se utilizó para categorizar a los jugadores en función de la cantidad de minutos jugados otorgando el valor 1 a los jugadores con menor número de minutos disputados y con el valor 5 a los que presentaron una mayor cantidad de minutos. Los valores del test YYRI1 también fueron 134 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte categorizados de la misma manera, se valoró con un 1 a los jugadores con menor número de metros recorridos y 5 a los jugadores con mayor número de metros recorridos. La valoración total de cada jugador fue el resultado de la suma de puntos de la valoración subjetiva del entrenador del nivel técnico-táctico, la cantidad de minutos jugados hasta la fecha del estudio, y el rendimiento en test YYRI1; además, fueron consideradas sus demarcaciones habituales en el equipo. Separando a los jugadores por posiciones (defensas, centrocampistas y delanteros) se realizaron dos equipos sin diferencias significativas ni en cuanto a la valoración subjetiva del entrenador, ni a los minutos jugados, ni al resultado obtenido en el test YYRI1. En el equipo A jugó el portero con mayor valoración total, el segundo y el tercer mejor defensa, el mejor y el cuarto centrocampista y el segundo delantero y en el equipo B fue confeccionado con el segundo portero, el mejor y cuarto defensa, el segundo y tercer centrocampista y el mejor delantero. Después de la familiarización con los juegos en la primera semana, en la segunda semana se realizaron los juegos manteniendo constantes los equipos y realizándose justo después del calentamiento estandarizado de 15 minutos. Durante cada sesión se realizaron 3 formatos de juego reducido de 8 minutos de duración, con una fase de descanso pasivo entre ellos de 5 minutos de duración. En cada sesión se varió el orden de la aplicación de los formatos de JR. Se siguió un orden tomado al azar de las tres formas jugadas tal y como se refleja en la tabla II. Tabla II. Orden y protocolo seguido en la realización de las formas jugadas dentro de cada sesión. Semana 2 Sesión 1 Sesión 2 Sesión 3 Calentamiento estandarizado de 15 minutos 8´ JRG 8´ JRM 8´ JRP Descanso pasivo de 5´ 8´ JRM 8´ JRP 8´ JRG Descanso pasivo de 5´ 8´ JRP 8´ JPG 8´ JRM Descanso Pasivo de 5´ Nota: JRG es el juego reducido realizado en superficie grande, JRM en superficie mediana y JRP la realizada en superficie pequeña. 2.5. Análisis estadístico Para el análisis de los componentes de variancia y su precisión de generalización se ha configurado un diseño multifaceta compuesto por 3 facetas. Por un lado, la faceta Sesión [S], que recoge tres niveles correspondiendo con las tres sesiones donde se aplicaron los JR; en segundo lugar la faceta Jugador [J] con 10 niveles, correspondiendo con el número de jugadores de campo que participaron en la formas jugadas; y por último, la faceta Tamaño [T], también con tres niveles representando los tipos de EII donde se jugaron los JR. El procedimiento empleado fue el de Generalized Linear Model (GLM) realizado mediante el paquete estadístico SAS v 9.1 (SAS Institute Inc., 1999). Además se realizó un análisis de generalizabilidad con el programa GT versión 2.0 (Generalizability Study, Ysewjin, 1996) estimándose el % de variabilidad (varianza explicada) de cada una de las facetas y de sus interacciones. w w w . g i d e k i t . c o m 135 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Resultados La Tabla II muestra los resultados de los dos análisis realizados para la variable dependiente RPE como de las variables dependientes de intensidad fisiológica (%Fcmáx, %Fcmed, %T<75%Fcmáx, %T75-84%Fcmáx, %T84-89%Fcmáx y %T>90%Fcmáx) de las tres facetas utilizadas (jugadores, sesiones y tamaño de la tarea) y de sus interacciones, con el fin de observar la varianza asumida por cada una de las facetas y de sus interacciones. Tabla II. Valores de los grados de libertad (GL), suma de cuadrados (SC) a partir del procedimiento GLM tipo III para el modelo de 3 facetas [J*S*T] para cada una de las variables tomadas a estudio: la escala de percepción subjetiva del esfuerzo (RPE) y las variables de intensidad fisiológica. Además se incorpora el porcentaje de varianza explicada (%) por cada faceta y por sus interacciones mediante en análisis de generalizabilidad. RPE Fcmáx %Fcmed %T<75% Fcmáx %T75-84% Fcmáx GL SC % SC % SC % SC % SC % Jugador [J] 9 15.1 0 339.6 0 747.1 38 2461.8 32 12749.1 31 Sesión [S] 9 4.7 4 228.5 4 322.6 24 656.2 13 6665.3 %T8489% Fcmáx SC %T>90% Fcmáx % SC % 4270.8 0 30036.3 30 24 634.9 0 16363.8 25 J*S 16 17.3 14 94.8 14 120.9 5 591.9 0 2531.9 2 10424.5 47 10912.9 15 Tamaño[ T] 2 19.0 23 163.9 23 239.5 18 424.3 8 4528.4 16 350.9 0 9638.9 15 J*T 18 22.2 21 79.9 21 66.9 15 767.7 4 2546.7 2 4010.9 11 2915.3 0 S*T 4 2.0 1 7.8 1 4.1 0 68.7 0 307.9 0 1214.1 6 658.1 0 J*S*T 32 16.5 38 111.7 14 1232.2 43 4315.3 26 4294.9 37 5335.8 15 106.7 38 Para estimar la variabilidad de la respuesta dentro de la misma tarea para los diferentes jugadores, nos centraremos en observar la interacción de facetas Jugador*Tamaño [J*T], que hace referencia a la varianza de la variable dependiente estudiadas (percepción del esfuerzo y fisiológicas) en cada caso atribuida a los jugadores dentro de una misma tarea. En segundo lugar, para estimar la reproducibilidad de la respuesta a lo largo de las diferentes sesiones realizadas se tomará la interacción de las facetas Sesión*Tamaño [S*T], que hace referencia a la varianza de la variable dependiente estudiada en cada caso atribuida a las sesiones para una misma tarea. 4. Discusión El principal propósito de esta investigación fue conocer la variabilidad individual y la reproducibilidad de las situaciones de JR a partir de una serie de variables fisiológicas y de percepción del esfuerzo que los jugadores tenían respecto a ellas. Los resultados obtenidos en este trabajo coinciden, en gran parte, con los que han utilizado las mismas técnicas analíticas, estimando los componentes de varianza y aplicando algunos análisis de generalizabilidad (Martínez de Santos et al, 2006 y 2009), como con los trabajos (HillHaas, et al., 2008; (Hill-Haas, Rowsell et al, 2008; Little & Williams, 2006; Morgan, 1994; Rampinini, et al. 2007) que han utilizado desviaciones estándar (DS) y el coeficiente de variación (CV) como indicadores para estimar la estabilidad de las formas jugadas. En cuanto a la variabilidad individual tomaremos como referencia la interacción Jugador*Tamaño [J*T] de nuestro modelo. La variabilidad para esta interacción en las 136 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte variables estudiadas ronda en una media del 10 %. A este nivel las variables de RPE y el %Fcmáx muestran un valor moderado-alto de % de varianza explicada, el 21 % en ambas variables. Ambas medidas nos desvelan ‘cierta’ variación en la respuesta dada por parte de los jugadores dentro de la misma tarea. Con respecto a la RPE, otros trabajos también encontraron una variabilidad moderada entre los jugadores para una misma tarea. Ésta se presenta como una variable más heterogénea que las medidas fisiológicas cuando se ha utilizado la frecuencia cardiaca (Hill-Haas et al, 2008; Rampinini et al, 2007) debido quizás a la naturaleza multifactorial de la medida, la cual no está influida o explicada por aspectos biológicos únicamente, sino también por variables psicológicas (Morgan, 1994). Por otro lado, presenta un especial interés el % del tiempo en zonas de alta intensidad. Se observa como los porcentajes de varianza explicada son muy bajos, incluso con valor de 0% para la variable %T>90%Fcmáx, lo que nos indica que estas medidas son muy fiables dentro de una misma tarea. Al existir poca variabilidad entre los jugadores participantes en una misma tarea nos indica que el estímulo de entrenamiento ha resultado homogéneo para todos los jugadores en cuanto a estas variables de % de tiempo a diferentes zonas de intensidad. Esta consistencia de las medidas de la respuesta de la frecuencia cardiaca ha sido indicada, también, en anteriores trabajos (Hill-Haas et al, 2008; Rampinini et al, 2007; Little, & Williams, 2006), aunque no se incluyeron variables relativas al % de tiempo en cada zona de intensidad y sí distancias a diferentes velocidades, concentraciones de lactato y frecuencias cardiacas. En los trabajos de Martínez de Santos et al (2006 y 2009) se realizan análisis de los efectos de diversas tareas de entrenamiento en fútbol a partir de los componentes de varianza. Aunque en el segundo de ellos (en el del 2009) realizaron la ponderación de la varianza asumida por cada faceta así como sus interacciones, de diferentes tareas de entrenamiento ubicadas en dominio de acción motriz (Parlebas, 2001) particulares, en 2006 basaron su estudio únicamente en las tareas englobadas en los términos de duelos colectivos. En sus estimaciones distribuyeron el porcentaje de la varianza explicada a aspectos como: la modificación en el tipo de marcaje utilizado (hombre a hombre), el número de toques máximos permitidos a cada jugador o la demarcación habitual del jugador. La variabilidad encontrada en el conjunto de los jugadores no mostró valores superiores al 4% para una misma tarea. Con respecto a la reproducibilidad, para lo que nos centraremos en la interacción Sesión*Tamaño [S*T] de nuestro modelo, observamos como los % de varianza son muy próximo a cero para todas las variables estudiadas, lo que nos indica que no existe apenas variabilidad asociada a la realización de una misma tarea en diferentes sesiones de entrenamiento, con una alta reproducibilidad en las variables que tienen una relación directa con la frecuencia cardiaca al igual que en otros trabajos (Hill-Haas, Rowsell, et al., 2008; Rampinini et al. 2007). Nuestros resultados coinciden con el estudio de Martínez de Santos et al (2006) donde se mostró una variabilidad de la interacción de las facetas que tienden a la reproductivilidad (“Día*Tarea-toques” y “Día*Tarea-marcaje al hombre”) de 1 y 0 % respectivamente. 5. Conclusiones Los resultados de este trabajo muestran que diferentes JR jugados en diferente EII proporcionan una respuesta fiable fisiológicamente y perceptivamente del esfuerzo, tanto para los diferentes jugadores participantes en una misma tarea, como cuándo esta tarea se produce en diferentes sesiones, y representan, por tanto, una alternativa viable al entrenamiento tradicional, cíclico, repetitivo, cerrado, lineal… como las carreras. Durante muchos años se ha utilizado y se siguen utilizando las carreras para mejorar-mantener los w w w . g i d e k i t . c o m 137 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) niveles de resistencia debido a la menor variabilidad y alta reproducibilidad en las respuestas asociadas a estos trabajos (Dellal et al, 2008) y por la facilidad de su control (Little, & Williams, 2006) aunque en base a nuestro trabajo, y en la misma línea que otros (Hill-Haas et al, 2008; Little, & Williams, 2006; Rampinini et al, 2007) sugerimos, en base a los pequeños valores de variabilidad y altos de reproducibilidad encontrados, abandonar, o por lo menos minimizar, los trabajos de carrera descontextualizados del juego, para pasar a realizar tareas más específicas, es decir, que respeten los principales rasgos definitorios de la lógica interna (Parlebás, 2001) de la actividad desarrollada en busca de la optimización de la estructura condicional de los deportistas. Inevitablemente para asegurarnos de esta estabilidad encontrada en este trabajo no debemos descuidar variables que afectan sobre manera al aspecto condicional y motor de los JR como son: la presencia del aliento del entrenador, disponibilidad de balones, superficies o materiales constantes del terreno de juego, momentos de la temporada y otras muchas que tengan que puedan influir con la homogeneidad de las sesiones que se llevan a cabo. En segundo lugar, creemos que hemos iniciado un camino (desde el punto de vista metodológico y analítico) que nos va a permitir, cada vez con mayor rigurosidad, establecer una correspondencia entre los JR y la carga de trabajo asociada a los mismos. De esta forma se podría evitar la ardua tarea de cuantificar todas las tareas de todas las sesiones, sobre todo, si no se dispone de suficientes recursos ni tiempo para hacerlo. En la medida en que podamos ir aportando información referente a la carga interna y externa de las formas jugadas, la teoría del entrenamiento dispondrá de herramientas con las que ir planificando el entrenamiento de una manera más precisa al tiempo que integral. Creemos que debemos de ser sumamente cautelosos en esta interpretación, ya que las condiciones del diseño de cualquier investigación en general y de esta en investigación en particular, la forma mediante la que se realiza el control de las variables, no reflejan lo que habitualmente ocurre en los campos de entrenamiento: las tareas no siempre son realizadas en el mismo campo, durante una misma semana, sin adaptaciones provocados por el entrenamiento prolongado, con dimensiones perfectamente medidas, con los mismos jugadores y asignados de una determinada manera para evitar un posible desequilibrios entre los equipos, nivel o categoría de los jugadores, el número y disponibilidad de balones, el aliento del entrenador, las condiciones meteorológicas y un largo etc. Por lo que creemos que más investigaciones hacen falta al respecto Por último, debemos de ser conscientes que un incremento del tiempo de entrenamiento utilizado en tareas de “fútbol” o una reducción del tiempo total del entrenamiento puede ser útil para los futbolistas de amateurs (Weineck, 1994) o de élite (Little & Williams, 2006) a través de esta propuesta integral, dándonos garantías de que además de hacer intervenir al jugador en situaciones próximas al juego ‘real’ no se descuida el componente o demanda energética del mismo. Agradecimientos Este trabajo forma parte de la investigación Avances tecnológicos y metodológicos en la automatización de estudios observacionales en deporte que ha sido subvencionado por la Dirección General de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI200801179), durante el trienio 2008-2011. Referencias Castellano, J. (2005). Confección de tareas de entrenamiento en fútbol. El Entrenador Español, 107. http://comiteentrenadoresrfef.com/ [fecha de consulta 1 de Septiembre de 2009]. 138 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Coutts, A., Rampinini, E., Marcora, S., Castagna, C., & Impellizzeri, F. (2009). Heart rate and blood lactate correlates of perceived exertion during small-sided soccer games. Journal of Science and Medicine in Sport, 12(1), 79-84. Dellal, A., Chamari, K., Pintus, A., Girard, O., Cotte, T., & Keller, D. (2008). Heart rate responses during small-sided games and short intermittent running training in elite soccer players: a comparative study. Journal of Strength and Conditioning Research, 22(5), 1449-1457. Foster, C. (1998). Monitoring training in atletes with reference to overtraining syndrome. Medicine and Science in Sports and Exercise, 30(7),1164 -1168. Hill-Haas, S., Coutts, A., Rowsell, G., & Dawson, B. (2008). Variability of acute physiological responses and performance profiles of youth soccer players in smallsided games. Journal of Science and Medicine in Sport, 11(5), 487-490. Hill-Haas, S., Dawson, B., Coutts, A., & Rowsell, G. (2009). Physiological responses and time-motion characteristics of various small-sided soccer games in youth players. Journal of Sports Sciences, 27(1), 1-8. Hill-Haas, S., Rowsell, G., Coutts, A., & Dawson, D. (2008). The reproducibility of physiological responses and performance profiles of youth soccer players in smallsided games. International Journal of Sports Physiology and Performance, 3(3), 393-396. Impellizzeri, F., Marcora, S., Castagna, C., Reilly, T., Sassi, A., & Iaia, F. (2006). Physiological and performance effects of generic versus specific aerobic training in soccer players. International Journal of Sports Medicine, 27(6), 483-492. Jones, S., & Drust, B. (2007). Physiological and technical demands of 4 v 4 and 8 v 8 in elite youth soccer plars. Kinesiology, 39(2), 150-156 Krustrup, P., et al. (2003). The Yo-Yo Intermittent Recovery Test: Phisiological Response, Reliability, and Validity. Medicine and Science in Sports and Exercise, 35(4), 697705. Little, T., & Williams, G. (2006). Suitability of soccer training drills for endurance training. Journal of Strength and Conditioning Research, 20(2), 316-319. Little, T. (2009). Optimizing the use of soccer drills for physiological development. Strength and Conditioning Journal, 31(3), 67–74. Martínez de Santos, R., Blanco-Villaseñor, A., Sánchez, F. J. & Los Arcos, A. (2009). Heart rate recording optimization in soccer. In T. Reilly and A. F. Korkusuz (Ed.), Science and Football VI (pp. 267-271). London and New York: Routledge. Martínez de Santos, R., Los Arcos, A., Blanco Villaseñor, A. y Sánchez, F. J. (2006). Lógica interna de las tareas y demanda energética en el entrenamiento del fútbol. En R. Martínez de Santos y J. Etxebeste (eds) Investigaciones en praxiología motriz (pp. 173.187). Vitoria-Gasteiz: AVAFIEP y Departamento de Educación Física y Deportiva de la UPV. Morgan,W.(1994). Psichological componentes of effort sense. Medicine and Science in sports and Exercise, 26(9), 1071-1077. Parlebás, P. (2001). Juegos, deporte y sociedad. Léxico de praxiología motriz. Barcelona: Paidotribo. Rampinini, E., Impellizzeri, F., Castagna, C., Abt, G., Chamari, K., Sassi, A. Marcora, S. M. (2007). Factors influencing physiological responses to small-sided soccer games. Journal of Sports Sciences, 25(6), 659-666. Rampinini, E., Sassi, R. & Impellizzeri, F. (2004).Reliability of heart rate recorded during soccer training. Journal of Sports Sciences, 22, 558-559. w w w . g i d e k i t . c o m 139 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Reilly, T. (2005). An ergonomics model of the soccer training process. Journal of Sports Sciences, 23(6), 561-572. SAS Institute Inc. (1999). SAS/STAT User's Guide, Version 7-1, Cary, NC: SAS Institute Inc. Wein, H. (1995). Fútbol a la medida del niño vol. 1. Madrid: Gymnos Weineck, E. J. (1994). Fútbol total. Volumen I. Barcelona: Paidotribo. Ysewjin, P. (1996).Software for Generalizability Studies: Mimeograph 140 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 9 EFECTO DE LA EDAD RELATIVA EN EL FÚTBOL FEMENINO DE ÉLITE A NIVEL MUNDIAL Jordan Santos Concejero y Susana Gil Orozko [email protected] Resumen El objetivo de este estudio es analizar si existe un efecto de la edad relativa- relative age effect (RAE) en el fútbol femenino de élite a nivel mundial en sus distintas categorías. Para ello se han analizado, por medio de la prueba estadística de la Chi2 las fechas de nacimiento, por trimestres y semestres, en función de la nacionalidad y del resultado obtenido, de las jugadoras participantes (n=888) en los tres grandes torneos internacionales de 2008: Juegos Olímpicos de Pekín, Mundial Sub20 y Mundial Sub17. Aunque no de manera significativa, se aprecia una tendencia a un menor número de jugadoras nacidas en el cuarto trimestre del año. Los resultados también muestran que la distribución de nacimientos por trimestres en función de la nacionalidad, tiene diferencias significativas respecto a la distribución esperada en las jugadoras del mundial Sub20 (p=0.046), apreciándose una menor representación de las nacidas en el último trimestre. En el resto de categorías se observa una tendencia similar, aunque sin llegar a la significación. Podemos concluir por tanto, que a diferencia del masculino, no existe un RAE marcado en el fútbol femenino de élite a nivel mundial, seguramente debido a la menor competencia interna existente para conseguir una plaza, debido a la menor cantidad de futbolistas aspirantes potenciales. Palabras clave: fútbol femenino, efecto de la edad relativa, jugadoras de élite w w w . g i d e k i t . c o m fecha de nacimiento, 141 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Abstract The aim of this study was to analyze if a Relative Age Effect (RAE) exists in elite female soccer players of different levels. In order to do this, the date of birth (DOB) of the participants in the three big international championships of 2008 (n=888): Women´s Olympic football tournament, U-20 Women´s World Cup and U-17 Women´s World Cup. Their DOB was divided in quarters and semesters. Also the results were analyzed depending on the nationality and the obtained results in the competition. We used the Chisquare statistical test. We could observe a tendency for soccer players born in the last quarter to be underrepresented in the three championships, but this was only statistically significant in the U-20 Women´s World Cup (p=0.046). Therefore, we can conclude that although there may be a RAE in female elite soccer players, this cannot be confirmed in this study. We hypothesise that RAE is not so clear in female players because the selection processes are not so competitive compared to male soccer players, although more significant differences may happen in the future. Key Words: women’s soccer, relative age effect, birth date, elite players. Laburpena Lan honen helburua, mundu mailako elite emakumezko futbolean Adin Erlatiboaren Efektua- Relative Age Effect (RAE)a gertatzen den ala ez aztertzea izan zen. Horretarako, 2008ren hiru nazioarteko txapelketa nagusietako jokalarien (n=888) jaiotegunak aztertu ziren: jaiotza datak seihilekotan eta hiruhilekotan banatuz. Baita ere, jokalarien nazionalitatea, eta, sailkapenaren lortutako emaitzak kontutan hartu ziren. Chi2 izan da erabili dugun froga estadistikoa. Esandako hiru txapelketak Joku Olimpikoak, 20ez Beheko eta 17ez Beheko Munduko Txapelketak izan ziren. Lortutako emaitzek, 20ez Beheko Munduko Txapelketako nesken jaiotegunak hiruhilekoaren eta nazionalitatearen arabera, ezberdintasun esanguratsuak zituztela erakutsi zuten (p=0.046), itxoiten den banaketarekin konparatuz. Horrela, azken hiruhilekoan jaiotako neskak gutxiago zegoela esan daiteke. Beste mailetan joera berdintsua ikusi dezakegu, baina ezberdintasun esanguratsuetara iritsi gabe. Beraz, gizonezkoen futbolean ez bezala, elitezko emakumezkoen futbolean ez da RAE argi bat aurkitzen, joera nabaria egon arren. Arrazoia emakume futbolarien artean konpetentzia txikiagoa egotea izan daiteke, aldiz gizonezkoetan gaztetandik konpetentzia handia dago aukeraketa prozesuetan. Gako-hitzak: emakumezkoen futbola, adin erlatiboaren efektua, jaioteguna, elitezko futbola 142 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 1. Introducción La fecha de nacimiento es uno de los factores más importantes en la selección de los talentos deportivos para diversos deportes, ya que se ha observado que existe una estrecha relación con el éxito deportivo (Musch & Grondin, 2001). En categorías menores, la necesidad de dividir por edades a los jóvenes deportistas, da pie a que se dé el conocido como “Efecto de la edad relativa” o RAE (Relative age effect). Este concepto explica la diferencia de edad entre sujetos nacidos en el mismo grupo de edad o categoría, por ejemplo entre uno nacido en Enero y otro en Diciembre del mismo año. Esa diferencia parece estar relacionado con parámetros de maduración y crecimiento tanto fisiológicos, como antropométricos (Carling, Gall, Reilly & Williams, 2009). Existen múltiples investigaciones que afirman que es un factor muy relacionado con el rendimiento deportivo (Baker, Horton, Robertson-Wilson & Wall, 2003), rendimiento académico (Davis, Trimble & Vincent, 1980) y otros aspectos de índole psicológica (Thompson, Barsnley & Dyck, 1999) Así pues, varios autores afirman que el RAE influye de manera clara en la selección de los jóvenes talentos deportivos, contribuyendo a su promoción a los niveles superiores (Musch & Grondin, 2001; Sherar, Baxter-Jones, Faulkner, & Russell, 2007). Existen evidencias de esto tanto en deportes individuales como el tenis (Edgar & O’Donoghue, 2005), o colectivos como el Hockey hielo (Baker & Logan, 2007), el Fútbol (Barnsley, Thompson & Legault, 1992), el Baloncesto (Delorme, & Raspaud, 2009) o el Béisbol (Thompson, Barnsley & Stebelsky, 1991) de tal manera que se intuye una distribución irregular del número de nacimientos con predominio de unos trimestres con respecto a los otros (Musch & Grondin, 2001). La consecuencia de todo esto, es que la selección de un deportista por nacer en una determinada época del año podría discriminar a futuros talentos, quizá con condiciones naturales mejores para el deporte en cuestión, pero cuyo estado de maduración y desarrollo son inicialmente inferiores (Cobley, Baker, Wattie & McKenna, 2009). Casi todos los estudios realizados sobre este tema en el mundo del fútbol han sido realizados con varones (Pérez Jiménez & Pain, 2008), (Cobley, Schorer, & Baker, 2008), (Gil, Ruiz, Irazusta, Gil & Irazusta, 2007) y (Helsen, Winckel, & Williams, 2005) donde el RAE parece que tiene un efecto muy marcado. A pesar de ello, la influencia del RAE también se ha constatado en las distintas categorías menores de la liga francesa femenina, donde al contrario que lo que ocurre en varones, disminuye su efecto a medida que aumenta el nivel de las jugadoras (Delorme, Boiché & Raspaud, 2009). Así pues, nuestro objetivo en este estudio es determinar si existe influencia del RAE en el fútbol femenino de élite a nivel mundial, para lo que hemos tomado como muestra las integrantes de las selecciones nacionales de los países participantes en las tres grandes competiciones internacionales del 2008: Los Juegos Olímpicos de Pekín, el Mundial Sub20 y el Mundial Sub17. 2. Método Para el estudio se han empleado las fechas de nacimiento correspondientes a las jugadoras (n=888) de los equipos clasificados para los tres torneos de fútbol femenino más importantes del año 2008. Estas tres competiciones analizadas han sido los Juegos Olímpicos de Pekín (JJOO), el Mundial sub20 (Sub20) y el Mundial sub17 (Sub17). Los datos necesarios para el estudio, es decir, la clasificación de las distintas selecciones, fechas de nacimiento de cada jugadora así como país al que representan han sido obtenidas directamente de la web oficial de la FIFA (Fédération Internacionale de Football Association). w w w . g i d e k i t . c o m 143 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Las fechas de nacimiento se agrupan por semestres y trimestres de la siguiente manera: 1º trimestre: Enero-Marzo; 2º trimestre: Abril-Junio; 3º trimestre: JulioSeptiembre y 4º trimestre: Octubre-Diciembre. (1º y 2º trimestre conforman el 1º semestre y 3º y 4º trimestre hacen lo propio con el 2º semestre) La única excepción a esto han sido las jugadoras de la selección de Inglaterra, ya que en este país la fecha que se toma como inicio para las distintas categorías no es el 1 de Enero como en el resto de países, sino el 1 de Agosto. Así pues, para las jugadoras inglesas los trimestres se han agrupado como: 1º trimestre: Agosto-octubre; 2º trimestre: Noviembre-Enero; 3º trimestre: Febrero-Abril y 4º trimestre: Mayo-Julio. (Así pues el 1º semestre engloba los meses de Agosto a Enero y el 2º semestre de Febrero a Julio). Consultas a equipos de fútbol de otros países de la Commonwealth nos confirmaron que, salvo Inglaterra, el resto utiliza como fecha de inicio el 1 de Enero. Los porcentajes de nacimientos en cada uno de los semestres y trimestres para los 3 torneos se han analizado por medio de la prueba estadística χ2, con el fin de encontrar RAE en jugadoras de fútbol de élite y ver las diferencias entre los distintos torneos. Después, se han analizado por separado los porcentajes de nacimientos por semestre y trimestre de cada una de las selecciones participantes en cada torneo, para comprobar la relación entre la nacionalidad y la fecha de nacimiento. Además, se han estudiado estos mismos porcentajes en función del resultado obtenido por las jugadoras de cada selección en dicho campeonato. Con este fin, se crearon grupo de equipos en función del resultado de la siguiente manera: Grupo 1º: Jugadoras de los equipos que han subido al pódium de la competición. Grupo 2º: Jugadoras de los equipos que han sido eliminadas en los cuartos de final además del equipo que ha finalizado el campeonato en 4º posición. Grupo 3º: Resto de equipos participantes que no han alcanzado los cuartos de final. La aplicación informática elegida para llevar a cabo estos análisis ha sido la hoja de cálculo Microsoft office Excel 2007 y el programa estadístico Statistical Package or the Social Sciences (SPSS; Software 15.0 233 Sth Wecker Drive, Chicago Illinoice). 3. Resultados En la tabla 1 figura el grupo al que pertenece cada una de las selecciones en cada torneo, en función de la clasificación obtenida. Tabla 1. Grupo al que pertenece cada selección, según su clasificación obtenida en cada uno de los torneos. GRUPOS Clasificación 1º 1º 2º 144 / 440 JJOO Brasil 2º EEUU 3º 4º Cuartos de Final Cuartos de Final Alemania Japón Sub20 EEUU RPD de Corea Alemania Francia Noruega Nigeria Dinamarca Suecia Japón Japón w w w . g i d e Sub17 RPD de Corea EEUU Alemania Inglaterra k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Cuartos de Final Cuartos de Final Resto Inglaterra Canadá Canadá Brasil República de Corea RD del Congo China Noruega Canadá Méjico Nueva Zelanda Argentina Chile Argentina Resto Resto Resto Resto 3º China Nigeria RPD Corea Resto Resto Resto Nueva Zelanda Ghana Nigeria Francia Costa Rica Nueva Zelanda Paraguay Colombia Brasil En la figura 1 se muestran el porcentaje de jugadoras nacidas en cada semestre en cada uno de los 3 torneos analizados (n= 888). Se intuye una predominancia de las nacidas en el primer semestre, caso que se da en las 3 competiciones, aunque no llega a ser algo significativo (χ2(2)=1,45 ; p= 0,48). Figura 1. Porcentaje nacimientos en 1º y 2º semestre en cada torneo. En la figura 2, por su parte, se ve el porcentaje de jugadoras nacidas en cada uno de los 4 trimestres según los 3 grandes torneos. No se observa una tendencia clara, aunque sí se aprecia un menor número de futbolistas nacidas en el último trimestre del año, independientemente de la categoría. Sin embargo, la distribución de los nacimientos no es significativa (χ2(6)=2,06 ; p= 0,91). w w w . g i d e k i t . c o m 145 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Figura 2. Porcentaje nacimientos en 1º, 2º, 3º y 4º trimestre en cada torneo. 3.1 Juegos Olímpicos En el caso de los Juegos Olímpicos (n= 217), se observa en la Figura 3 la heterogeneidad en la distribución del semestre de nacimiento de las jugadoras de cada una de las selecciones. Desde porcentajes superiores al 60% del primer semestre en países tan dispares como Nigeria, Noruega o Suecia, hasta todo lo contrario en Alemania o Nueva Zelanda. En cualquier caso, el total, se acerca mucho al 50% para cada mitad del año (50,7%-49,3%). La distribución no es significativa (χ2(11)=14,83 ; p= 0,190). Figura 3. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su nacionalidad en los JJOO. De la misma forma, en la figura 4, observando el porcentaje de nacimientos de cada selección Olímpica en función del trimestre, se aprecia también la ausencia de una 146 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte tendencia clara. Hay gran predominio del primer trimestre en algunos casos (RDP Corea: 44,4%), del segundo (Canadá: 38,9% China: 38,9% o Suecia: 36,8), del tercero (EEUU: 50,0%) e incluso del cuarto (Nueva Zelanda: 50,0%). Sin embargo, el total se distribuye en torno al 25% para cada uno de los trimestres. La distribución no llega a ser significativa (χ2(33)=45,42 ; p= 0,73). Figura 4. Porcentaje nacimientos en cada trimestre en función de su nacionalidad en los JJOO. Por otro lado, tal y como aparece en la figura 5, analizando la distribución de los nacimientos en función de la clasificación de cada uno de los equipos, agrupados en los grupos 1º, 2º y 3º (Ver tabla 1), se observa la predominancia de las nacidas en el segundo semestre entre las jugadoras que han obtenido un mejor resultado (57,4%). Sin embargo la distribución no es significativa (χ2(2)=3,057 ; p= 0,217). Figura 5. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su clasificación en los JJOO. w w w . g i d e k i t . c o m 147 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) El mismo análisis pero en función de los trimestres, en la figura 6, muestra el predominio del tercer trimestre (40%) para las futbolistas que han obtenido una mejor clasificación, sin llegar a ser algo significativo (χ2(6)=11,77; p= 0,067). Figura 6. Porcentaje de nacimientos en cada trimestre en función de su clasificación en los JJOO. 3.2 Mundial Sub20 En el Mundial Sub20 en particular (n=335), en semejanza al torneo Olímpico, muestra una gran variabilidad en la distribución de los nacimientos por semestre de las jugadoras de cada selección (figura 7). Predomina de forma notable el primer semestre, con porcentaje superior al 60% en países como Alemania (66,7%), Argentina (65%), Canadá (71,4%) Francia (61,9%) o Noruega (71,4%). El segundo por su parte es netamente mayoritario (≥60%) en EEUU (60%), Méjico (66,7%) y RD del Congo (66,7%). De todas formas no parece que la nacionalidad influya significativamente en la distribución de los nacimientos por semestre (χ2(15)=20,204 ; p= 0,164). Figura 7. Porcentaje de nacimientos por semestre en función de su nacionalidad en el Mundial Sub20. 148 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte El mismo análisis, pero en función del trimestre (figura 8), nos arroja resultados tan llamativos como predominios por encima del 50% del tercer trimestre, en EEUU (55%) y Méjico (57,1%), y superiores al 40% en Brasil (45,5%). También destaca la escasa presencia de jugadoras nacidas en el último trimestre del año en Alemania (14,3%), Brasil (4,5%), Canadá (9,5%), EEUU (5%), Francia (4,8%), Méjico (9,5%) o Noruega (4,8%), siendo en estos países el trimestre menos representado, salvo en Méjico, por mucha diferencia. Esta distribución muestra una significativa menor proporción de nacimientos en el último trimestre del año con respecto al resto de trimestres (χ2(45)=62,066; p= 0,046) Figura 8. Porcentaje de nacimientos en cada trimestre en función de su nacionalidad en el Mundial Sub20. Analizando el porcentaje de nacimientos en función del resultado en el campeonato (figura 9), podemos advertir un predominio del segundo semestre entre aquellas jugadoras que alcanzaron un puesto de podio, así como una distribución equitativa entre las que alcanzaron los cuartos de final más las semifinalistas que no subieron al podio. En el resto de equipos, por el contrario, el primer semestre es el más representando. Sin embargo, no parece que el semestre de nacimiento tenga relevancia en la clasificación que han tenida las jugadoras (χ2(2)= 0,716; p= 0,699). w w w . g i d e k i t . c o m 149 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Figura 9. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su clasificación en el Mundial Sub20. Si por el contrario lo que tenemos el cuenta es el trimestre (figura 10), parece que el cuarto está mucho menos representado que el resto (Especialmente entre las del grupo 1º) pero esto no llega a ser algo significativo (χ2(6)= 7,633; p= 0,266). Figura 10. Porcentaje de nacimientos en cada trimestre en función de su clasificación en el Mundial Sub20. 3.3. Mundial Sub17 A diferencia de los torneos anteriormente analizados, el Mundial Sub17 (n=336), tal y como se puede apreciar en la figura 11, muestra una distribución de nacimientos por semestre menos heterogénea, siendo la primera mitad del año donde se registran de forma mayoritaria los nacimientos de las jugadoras de los distintos equipos. Así pues, podemos ver porcentajes superiores al 60% en el caso de Alemania (66,7%), Brasil (66,7%), Colombia (71,4%), Dinamarca (71,4%), EEUU (61,9%), Francia (66,7%), Inglaterra (66,7%) o la República de Corea (66,7%). En el caso contrario tan sólo aparece Ghana, con un 150 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 71,4% de sus jugadoras nacidas en el 2º semestre del año. A pesar de todo, la distribución de los nacimientos en función del semestre no es significativa (χ2(15)= 19,076; p= 0,210). Figura 11. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su nacionalidad en el Mundial Sub17. Si atendemos a los nacimientos en función de los trimestres (figura 12), la tendencia es que, sobre todo el primer trimestre, aunque también el segundo, sean los más representados. Por ejemplo, con porcentajes superiores al 40% para el primer trimestre aparecen Alemania (42,9%), Brasil (47,6%), Colombia (42,9%) y República de Corea (52,4%), así como Dinamarca para el 2º (47,6%). La excepción a dicha regla son sobre todo los 2 países africanos del campeonato, Ghana (52,4% de sus jugadoras nacidas en el 3º trimestre) y Nigeria (47,6% del 4º trimestre). Así pues, parece que la tendencia en el Mundial Sub17 es que los trimestres más representados sean por este orden: 1º 2º 3º 4º. A pesar de todo, dicha distribución no llega a ser significativa (χ2(45)= 59,198; p= 0,076). w w w . g i d e k i t . c o m 151 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Figura 12. Porcentaje de jugadoras nacidas en cada semestre en función de su nacionalidad en el Mundial Sub17. Por otro lado, atendiendo al porcentaje de nacimientos por semestre en función de la clasificación de los distintos equipos (figura 13), se aprecia que es el primero el más representado en todos los casos, independientemente del resultado obtenido. La distribución no es significativa (χ2(2)=2,031; p= 0,362), por lo que se intuye que la fecha de nacimiento de las jugadoras no influye en clasificación de los equipos. Figura 13. Porcentaje de nacimientos en cada semestre en función de su clasificación en el Mundial Sub17. Por último, en la figura 14, se muestran la distribución de los nacimientos por trimestres en función del resultado obtenido. La único claro es que el 4º trimestre es el menos representado en cualquiera de los casos y que en las jugadoras que han obtenido una peor clasificación, la distribución de nacimientos de los tres primeros trimestres es 152 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte más homogénea que en las demás. En cualquier caso no es significativo la relación entre el trimestre de nacimiento y la clasificación de las jugadoras (χ2(6)=5,510; p= 0,480). Figura 14. Porcentaje de nacimientos en cada trimestre en función de su clasificación en el Mundial Sub17. 4. Discusión Con los datos tratados en nuestro estudio, no hemos observado que exista un RAE marcado, por lo que parece que la fecha de nacimiento no tendría por qué ser un factor determinante en la selección de talentos deportivos en el fútbol femenino de élite. A diferencia del masculino, donde la influencia del RAE ha sido señalado por varios autores tanto en categorías menores como en profesionales (Pérez Jiménez & Pain, 2008); (Cobley, Schorer, & Baker, 2008); (Gil, Ruiz, Irazusta, Gil, Irazusta, 2007); (Helsen, Winckel, & Williams, 2005), en el femenino de más alto nivel (Los Juegos Olímpicos) no encontramos diferencias significativas entre las distribuciones por semestres y trimestres calculadas con respecto a las esperadas, ni teniendo en cuenta la nacionalidad ni el resultado obtenido en el torneo (figuras 3-6). Tampoco vemos diferencias entre las fechas de nacimiento comparando unos torneos con otros (figuras 1 y 2). Una de las posibles explicaciones a la ausencia del RAE que hemos visto en el fútbol femenino de élite a nivel mundial, podría ser el temprano desarrollo y maduración de las féminas en comparación con los varones. Este hecho podría suponer que todas la jugadoras se encontrarían en un nivel de maduración similar alcanzado antes de ingresar en las primeras etapas de promoción de las categorías menores, lo que anularía la discriminación que supone el RAE. Sin embargo descartamos la idea ya que otros autores (delorme, Boiché & Raspaud, 2009), sí encontraron RAE en diferentes categorías menores de la liga francesa femenina, aunque curiosamente encontraron que su efecto era menor a medida que aumentaba el nivel de las jugadoras (lo contrario de lo que ocurre en varones). Esto último va en consonacia con la ausencia de RAE en nuestro estudio, que analiza las jugadoras de mayor nivel mundial. La explicación que nosotros encontramos es que el fútbol femenino de alto nivel aún carece del peso e importancia del masculino, lo que se refleja sobre todo en un menor número de practicantes y aspirantes a futbolista. Esta menor cantidad de aspirantes hace que no sea necesaria una selección de talentos tan marcada como en el fútbol masculino, ya que hay las mismas plazas para un número menor de potenciales jugadoras. De esta manera, la edad relativa no tiene una influencia tan negativa, discriminando a las nacidas w w w . g i d e k i t . c o m 153 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) en los últimos meses del año, a priori menos desarrolladas y con menor experiencia, ya que la competencia por los puestos del equipo es mucho menor. A pesar de todo, aunque no se obtengan resultados significativos en este aspecto, si llama la atención las tendencias que se pueden observar, sobre todo la escasa representación de las jugadoras nacidas en el último trimestre, que se dan en los tres torneos analizados. Sin embargo, en el mundial Sub20 sí podemos extraer un dato valioso: Existen diferencias significativas en la distribución de nacimientos por trimestres teniendo en cuenta la nacionalidad (p=0,046) (figura 8). Parece claro que la tendencia que se observa es que las jugadoras nacidas en los primeros meses se encuentran más representadas que las del último trimestre. La tendencia, es decir, menor representación del cuarto trimestre, se mantiene si analizamos las fechas de nacimiento según el resultado obtenido, donde curiosamente las que mejor clasificación han obtenido en el Mundial, menor es la cantidad de jugadoras del último cuarto del año (Figura 10). Podría interpretarse como que en esos equipos de mayor nivel, existió una mayor competencia para alcanzar un puesto, y por tanto se pudo darse un “Efecto de la edad relativa”. Sin embargo, que sea el tercer trimestre el más representado y no el segundo ni el primero, amén de que dicha distribución no llega a la significación parecen descartar esta idea. Por último el Mundial Sub17 aporta otro dato interesante, que parece confirmar lo observado en el Mundial Sub20. En la distribución por trimestres en función de la nacionalidad, sin llegar a ser significativa, se acerca mucho, y mantiene la tendencia anteriormente señalada de la menor representación del cuarto trimestre respecto a trimestres anteriores (figura 12). Lo mismo se aprecia viendo la clasificación de los equipos, donde los peor clasificados tienen una mayor homogeneidad en la distribución de los nacimientos (figura 14). Esto parece achacable a que esa peor clasificación sea debida a un menor nivel de equipo. Esto podría ser consecuencia de una menor tradición futbolística de los países en cuestión y por tanto una menor exigencia a la hora de conseguir un puesto que en los países mejor clasificados, a priori con mayor nivel deportivo y por tanto mayor competencia interna. De esta forma, la menor competencia interna por una plaza elimina la discriminación que supone el competir por un puesto contra futbolistas de mayor edad relativa, y por tanto iguala la cantidad de jugadoras nacidas en los diferentes periodos del año. 5. Conclusiones No se encuentran diferencias en la distribución de nacimientos por trimestres ni semestres, entre las jugadoras participantes en los tres torneos analizados. No existe un efecto de edad relativa en el fútbol femenino a nivel mundial en categoría absoluta, aunque si hay indicios de que exista en las categorías menores, en especial entre las de categoría Sub20, siendo en el Sub17 apreciable una tendencia en ese sentido. La distribución de los nacimientos no parece tener influencia sobre la clasificación obtenida por los equipos, ni por trimestres ni por semestres, en ninguno de los torneos. Así pues, concluimos que la realidad del fútbol femenino de élite a nivel mundial es muy diferente al masculino, donde el efecto de la edad relativa es muy marcado consecuencia de una mayor competencia derivada del mayor número de futbolistas aspirantes. 154 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Agradecimientos J.S.C es becario del Departamento de Educación, Universidades e InvestigaciónHezkuntza, Univertsitate eta Ikerketa Saila del Gobierno Vasco- Eusko Jaurlaritza (BFI08.51) Referencias Baker, J., Horton, S., Robertson-Wilson, J. & Wall, M. (2003) Nurturing sport expertise: factors influencing the development of elite athlete. Journal of Sports Science & Medicine, 2, 1-9. Baker, J. & Logan, J. (2007) Developmental contexts and sporting success: birth date and birthplace effects in national hockey league draftees 2000_2005 Britain Journal of Sports Medicine, 41, 515-517. Barnsley, R. H., Thompson A. H. & Legault, P. (1992) Family Planning: Football Style. The Relative Age Effect in Football. International Review for Sociology of Sport, 27, 7786. Carling, C., Le Gall, F., Reilly, T. & Williams, A.M. (2009) Do anthropometric and fitness characteristics vary according to birth date distribution in elite youth academy soccer players? Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 19(1), 3-9. Cobley, S., Baker, J., Wattie, N. & McKenna, J. (2009) Annual Age-Grouping and Athlete Development. A Meta-Analytical Review of Relative Age Effects in Sport. Sports Medicine, 39(3), 235-256. Cobley, S. P., Schorer, J. & Baker, J. (2008) Relative age effects in professional German soccer: A historical analysis. Journal of Sports Sciences, 26(14), 1531–1538. Davis, B.G., Trimble, C.S. & Vincent, D.R. (1980) Does age entrance affect school achievement? The Elementary School Journal, 80, 133-143. Delorme, N., Boiché, J. & Raspaud, M. (2009) Relative age effect in female sport: a diachronic examination of soccer players. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports.(En prensa) Delorme, N. & Raspaud, M. (2009) The relative age effect in young French basketball players: a study on the whole population. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, 19(2), 235-242. Edgar, S. & O’Donoghue, P. (2005) Season of birth distribution of elite tennis players. Journal of Sports Sciences, 23(10), 1013–1020. Fédération Internacionale de Football Association (FIFA) Copyright © 1994-2009 http://es.fifa.com/tournaments/index.html [Consulta: 15 de Junio de 2009] Gil, S., Ruiz, F., Irazusta, A., Gil, J., Irazusta, J. (2007) Selection of Young soccer players in terms of a anthropometric and physiological factors. Journal of sports Medicine and Physical Fitness 47, 25-32. Helsen, W. F., Van Winckel, J. & Williams, A. M. (2005) The relative age effect in youth soccer across Europe. Journal of Sports Sciences, 23(6), 629 – 636. Musch, J. & Grondin, S. (2001). Unequal competition as an impediment to personal development: A review of the Relative Age Effect in Sport. Developmental Review, 21, 147-167. Pérez Jiménez, I. & Pain, M. T. G. (2008) Relative age effect in Spanish association football: Its extent and implications for wasted potential. Journal of Sports Sciences, 26(10), 995–1003. w w w . g i d e k i t . c o m 155 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Sherar, L. B., Baxter-Jones, A. D. G., Faulkner, R. A. & Russell, K. W. (2007) Do physical maturity and birth date predict talent in male youth ice hockey players? Journal of Sports Sciences, 25(8), 879 – 886. Thompson, A. H., Barnsley, R. H., Dyck, R. J. (1999) A New Factor in Youth Suicide: The Relative Age Effect. Canadian Journal of Psychiatry, 44(1), 82-85. Thompson, A. H., Barnsley, Steblesky, G. (1991) “Born to play Ball” The Relative Age Effect and Major League Baseball. Sociology of Sport Journal, 8, 146-151. 156 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 10 ANÁLISIS DE VARIABLES CARDIORESPIRATORIAS EN UN EQUIPO DE BALONMANO FEMENINO DE ELITE, A LO LARGO DE UNA TEMPORADA DEPORTIVA, EN FUNCIÓN DEL PUESTO ESPECÍFICO DE JUEGO Blasco, E. y Huertas, F. Universidad Católica de Valencia. San Vicente Mártir [email protected] Resumen El objetivo del presente trabajo está enfocado al análisis de un área de conocimiento del balonmano femenino como es el rendimiento fisiológico de la jugadora y su capacidad de adaptación a las cargas de entrenamiento que se le aplican durante la temporada. En este sentido, trataremos de mejorar en el conocimiento de los parámetros cardiorrespiratorios; en un contexto muy típico en el entrenamiento de los equipos de elite del balonmano nacional: los modelos de entrenamiento estructurado, también conocidos como “integrados”. Para ello hemos realizado un estudio descriptivo, con tres momentos de testación (inicio, mitad y final de temporada). En el cual se analiza la evolución de ciertos parámetros cardiorrespiratorios relacionados con la capacidad de rendimiento de la jugadora de balonmano en función del puesto específico que juegue (primera línea, segunda línea y porteras), llevado a cabo a lo largo de una temporada deportiva en la que se ha seguido una metodología de entrenamiento integrado sin control de cargas. Palabras Clave: Balonmano, Elite, Entrenamiento, Fisiología. w w w . g i d e k i t . c o m 157 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción La mejora del rendimiento deportivo es uno de los principales ámbitos de estudio en el área de la actividad física y deportiva, contemplando un enfoque pluridisciplinar de los factores (cognitivos, técnico-tácticos, físicos y psicológicos) que condicionan el rendimiento deportivo. De este interés por la mejora del rendimiento, ha surgido la necesidad de un conocimiento en profundidad de los aspectos que intervienen en la competición deportiva, recurriéndose cada vez más al empleo del método científico como base para el progreso de los mismos. La intervención del método científico no ha abarcado todas las áreas de la competición con igual importancia, dándosele más relevancia entre ellas, a la táctica (sistemas de juego), técnico-táctica individual (lanzamiento principalmente) y el portero. Estas áreas son de gran relevancia en el balonmano, pero no hay que olvidar otras como el rendimiento físico, el cuál depende también de factores genéticos, estructurales, fisiológicos, biomecánicos y psicológicos. Por lo que llegado a este punto, nos planteamos qué tipo de deporte es el balonmano a nivel físico o fisiológico; teniendo como punto de partida que es un deporte marcado por cambios de velocidad constantes, donde predominan las acciones explosivas de alta intensidad y corta duración ( 1x1, lanzamientos, fintas…) enmarcadas en un contexto aeróbico ( 30’ cada parte). Por lo que se podría afirmar que el balonmano, es un deporte con base aeróbica, cuyas acciones más ejecutadas para el resultado son de tipo anaeróbico aláctico. Estas acciones explosivas serán más marcadas o utilizadas dependiendo del puesto específico en el que se juegue. En esta línea Konzäk y Schäke (1981), se interesaron por los porcentajes de tiempo utilizado a distintas velocidades de los componentes funcionales que aparecen en el juego, según el puesto específico ocupado por el jugador (Gráfica 1.1). Figura 1. Porcentajes de las velocidades según puestos específicos (Konzäk y Schäke, 1981). En esta misma línea se destacan las aportaciones de otros autores como García Cuesta (1982) que estudió las distancias recorridas en competición internacional masculina absoluta y la velocidad del desplazamiento observándose la distribución de metros por demarcación en la tabla 1 La media de todos los puestos sería 3498 metros. Tabla 1. Metros recorridos en un partido de competición España-R.F.A. (García, 1982). 158 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Lateral Derecho 2857 m Lateral Izquierdo 3464 m. Pivote Extremo Izquierdo 3557 m. 3531 m. Extremo Derecho 4083 m. Media 3498 m. La magnitud total de los metros recorridos durante un encuentro, hace ver la importancia de poseer una buena base aeróbica en los jugadores de balonmano. Como se ve en la tabla anterior, se puede observar que los puestos que más metros recorren son los extremos; pudiendo deberse a que son aquellos que salen en contraataque en primera oleada e incluso en segunda junto con el pivote que sirve de apoyo. Por otro lado los que menos recorren son las primeras líneas, debido a que juegan más en ataque posicional y se realizan más cambios ataque-defensa en estos puestos. Dependiendo por tanto del puesto específico en el que juguemos, las acciones motrices se van a realizar a mayor o menor velocidad con independencia del estilo de juego que se posea. Por lo que es necesario conocer los componentes funcionales de este deporte y mejorar el conocimiento de las fuentes de energía en el balonmano. Para ello, en la actualidad podemos utilizar varios indicadores fisiológicos de marcada fiabilidad, como la frecuencia cardiaca (FC) que es uno de los indicadores fisiológicos más utilizados en el control del entrenamiento y la competición en balonmano. Su interés estriba en la utilidad de la FC para estimar el consumo de oxígeno (VO2), constituyendo un parámetro útil para conocer el grado de intensidad del esfuerzo realizado como indican Barbero (1998), Chirosa (1996) y Czerwinski (1993). Teniendo en cuenta lo anterior, autores como Korner (1979) o Barbero (1998) destacan que la FC es un indicador muy válido para medir las adaptaciones inmediatas al entrenamiento en los deportes de equipo, teniendo en cuenta, como resalta González (2001), que la FC es un índice bastante fiable de la intensidad del ejercicio en deportes de carácter intermitente. Otro indicador de gran fiabilidad en el mundo deportivo es el consumo máximo de oxígeno (VO2max). En las disciplinas del equipo (deportes acíclicos) los valores de VO2max es mayor que los encontrados en la población sedentaria en general (Bangsbo, 1994, Novak et al. 1978; Probst et al. 1989; Rico-Sanz, 1997; Withers et al. 1977), pero no llegan a niveles tan elevados como en las disciplinas de resistencia (García et al, 2003). Los estudios de diferentes autores centran el VO2max entre 57-58. mil/min/Kg para los jugadores de campo y 46-48 mil/min/Kg para los porteros de balonmano (Gutiérrez, 1987). Es importante señalar la utilidad del conocimiento del VO2max para el control del entrenamiento, pero es necesario conocer además, al igual que la FC, otras variables como el porcentaje de VO2max y de FC que se tiene en el umbral aeróbico y el umbral anaeróbico, para así poder utilizarse en el entrenamiento deportivo. Una vez partimos del conocimiento de qué deporte estamos tratando debemos tener en cuenta que las ciencias del deporte son aún jóvenes, por lo que en los deportes de equipo, en concreto en el balonmano, es muy frecuente encontrarse con déficits en el ámbito del entrenamiento deportivo; sobre todo se hace vigente en una deficiente planificación y cuantificación de las cargas de entrenamiento. Sin embargo, en los últimos años se ha conformado como metodología dominante el denominado paradigma o método w w w . g i d e k i t . c o m 159 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) integrado, definido por Antón (2002) como una preparación integral física-técnica y táctica consistente en favorecer el desarrollo de las cualidades en el contexto en que intervienen en competición. Por lo que en este estudio, nuestro objetivo es analizar la evolución de los indicadores fisiológicos (FC y VO2max) en función del puesto específico en el que se juega a lo largo de una temporada deportiva, sometidas a un modelo de entrenamiento integrado sin cuantificación de cargas. 2. Método 2.1. Participantes En este estudio han participado un total de quince jugadoras (edad media de 26.6 +3.6), de la máxima categoría femenina de balonmano, la liga ABF. Entrenaban de 4 a 7 ses/sem y compitiendo de una (liga nacional) a 2 (Liga más copa de Europa) veces por semana (según lo indicado antes), dependiendo del momento de la temporada. Las jugadoras son nacionales e internacionales por varios países: España, Polonia, Croacia, Hungría y Servia y Montenegro, por lo que a los partidos y entrenamientos realizados con el equipo habrá que sumar los desarrollados con las respectivas selecciones nacionales. 2.2. Instrumentos y medidas Durante la temporada 2006 – 2007, todas las jugadoras se sometieron a tres pruebas de esfuerzos realizadas en laboratorio, sobre tapiz rodante. En el laboratorio, la pruebas se realizaron en una sala ventilada que permite mantener una temperatura ambiente entorno a los 21º. Se realizó un electrocardiograma (ECG), previo a la prueba, en decúbito y en ortostatismo (será el basal durante la prueba de esfuerzo). Para la realización de las pruebas en el laboratorio el material empleado fue: - Cinta ergométrica o tapiz rodante, para pruebas de esfuerzo con velocidades de marcha entre 0.1 y 30 Km/h y regulación de inclinación entre 0 y 20%; un monitor de visualización de la actividad cardiaca. - Un sistema para el registro del ritmo cardíaco. El sistema consta de una banda torácica, una unidad de transmisión y una unidad de recepción. El transmisor capta las señales de ECG por medio de los contactos que hay alojados en la banda torácica a la que va unido, procesa los datos y los envía al receptor. Éste, por su parte, se encuentra conectado a un PC, lo que permite almacenar los valores de frecuencia cardiaca y visualizarlos por pantalla. 2.3. Procedimiento El protocolo de esfuerzo empleado fue de tipo progresivo, triangular y máximo con estadios de 1 minuto de duración, con inclinación fija de 1.5% e incrementos de 1 km/h de velocidad a partir de 6 km/h hasta 16 km/h y posteriores aumentos de la pendiente en un 1 % en cada estadio, valorándose de forma continua durante toda la prueba los parámetros ergoespirometrícos, electrocardiográficos y de tensión arterial. La prueba comienza con una velocidad inicial de 6 km/h, después de que el sujeto lleve un par de minutos andando en el tapiz para acomodarse a la prueba. Durante la prueba, se registrarán al menos tres derivaciones de forma continua y se realizará el registro de 12 derivaciones en el momento de máximo esfuerzo, también se registrará durante la fase de recuperación (3-5 minutos) hasta que la jugadora se encuentre nuevamente en situación basal. Todos los sujetos acudían a las pruebas con las mismas condiciones de cargas de entrenamiento del día anterior, sesión de estiramientos, dejando veinticuatro horas de 160 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte descanso entre el último entrenamiento y la realización de la prueba de esfuerzo. Realizaban la prueba por la mañana tras desayunar dos horas antes y realizar a cada jugadora una analítica y una exploración clínica para detectar cualquier patología excluyente. 2.4. Diseño El estudio diseñado hace referencia a una investigación descriptiva longitudinal de las adaptaciones cardiorrespiratorias que se acometen en tres momentos diferentes de testación. Nos hemos limitado a medir, observar lo que ocurre y describir los hechos observados desde el inicio de una temporada deportiva hasta el final de ésta. Debido al carácter de los datos manejados se ha podido aplicar un análisis cuantitativo. Respecto al objetivo de estudio, nuestro interés estriba en intentar dar una explicación al proceso estudiado, por lo que se adquiere un carácter explicativo dentro del estudio. Las variables dependientes seleccionadas fueron las siguientes variables cardiorespiratorias: 1. La frecuencia cardiaca en el umbral aeróbico (FCUAe). 2. La frecuencia cardiaca en el umbral anaeróbico (FCUAn). 3. La frecuencia cardiaca máxima (FCmáx). 4. El porcentaje del consumo máximo de oxígeno en el umbral aeróbico (%VO2UAe). 5. El porcentaje del consumo máximo de oxígeno en el umbral anaeróbico. (%VO2UAn). 6. El consumo máximo de oxígeno (VO2max). Por otro lado, la variable independiente del estudio fue el momento de testación de la temporada en que se ha realizado la valoración funcional, teniendo tres momentos: 1. Inicio de temporada 2. Mitad de temporada 3. Final de temporada 2.5. Análisis estadístico Se realizó una estadística descriptiva del conjunto de parámetros analizados mediante el paquete estadístico SPSS 14.0. En cuanto la estadística inferencial, en primer lugar se realizó la prueba de Kolmogorov – Smirnoff para comparar la distribución acumulada de una variable continua con las distribuciones teóricas de la ley normal, de esta manera se comprueba la normalidad de la muestra y la posibilidad de utilizar test estadísticos de tipo paramétrico o no paramétrico. A continuación se empleo el test para variables relacionadas de datos pareados para estudiar la existencia de diferencias significativas en cada una de las variables antes, a mitad y al final de la temporada. Además se aplico un análisis de varianza (ANOVA) de un factor para estudiar la existencia de diferencias en los resultados de las variables dependientes según la demarcación de la jugadora. Señalar que el nivel de significación en cada uno de los test estadísticos utilizados se estableció en p< 0,05. 3. Resultados Los resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnoff fueron positivos (normalidad de la muestra) permitiendo la realización de pruebas paramétricas. A continuación en la w w w . g i d e k i t . c o m 161 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) tabla 2 se muestran los estadísticos descriptivos de todas las variables dependientes según el momento de la temporada en la que se testaron: Tabla 2 Estadísticos descriptivos de las variables dependientes con la media y la desviación típica (Dt). N = 15 Test I Test II Test III FCmáx 189 (12.3) 184.53 (10.1) 185.53 (12.5) FCUAe 140.4 (12.9) 139.8 (9.6) 136.6 (11) FCUAn 167.6 (11.4) 172.73 (10) 173.8 (14.8) %VO2UAe 59.07 (2.7) 58.99 (5) 59.19 (3.9) %VO2UAn 85.35 (3.6) 87.77 (3.9) 86.94 (3.2) VO2máx 41.11 (4.2) 42.71 (3.9) 43.25 84.2) A continuación se realizó un análisis de varianza, para comparar las mejoras significativas existentes según el puesto específico en el que se juega, en cada uno de los momentos de la temporada testados. Además para saber entre qué demarcaciones específicas se establecen dichas diferencias, se realizaron comparaciones múltiples posthoc o comparaciones a posteriori. Se dio el valor 1 a las jugadoras de primera línea, 2 a las de segunda línea y 3 a las porteras. Se tomó la variable puesto específico como variable independiente y las características cardiorrespiratorias en los tres momentos de medición como variables dependientes. En la tabla 2 se ha realizado un análisis de varianza en las variables cardiorrespiratorias en el umbral aeróbico en comparación con los puestos específicos. 162 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 2 Análisis de varianza para las variables cardiorrespiratorias en el umbral aeróbico (FCUAe (ppm),%VO2UAe (ml/min/kg)). SC (suma de cuadrados), MC (Media Cuadrática) SC F gl MC Sig FCUAe I ,933 0,7 Inter-grupos 26,7 2 FCUAe II Intra-grupos Total Inter-grupos 2304,8 2331,6 169,3 12 14 FCUAe III Intra-grupos Total Inter-grupos 1125 1294,4 100,9 12 14 1608,6 1709,6 5,2 12 14 13,3 192,1 2 84,6 0,9 ,431 93,7 2 50,4 0,3 ,694 Intra-grupos Total %VO2UAeI Inter-grupos 134,1 2 2,6 0,3 ,739 %VO2UAeII Intra-grupos Total Inter-grupos 102,2 107,5 67,1 %VO2UAeIII Intra-grupos Total Inter-grupos 283,2 350,3 Intra-grupos Total 213,3 213,3 12 14 8,5 2 33,5 1,4 ,279 ,998 12 14 ,1 23,6 2 12 14 ,1 ,01 17,7 No se han encontrado diferencias significativas (p<,05), en referencia al análisis de varianza realizado en las variables cardiorrespiratorias, en el umbral aeróbico en ninguno de los momentos testados, ni en la prueba post hoc para denotar las diferencias por puestos específicos. Aunque no haya diferencias significativas (p>,05) en las figuras 2.1 y 2.2 se muestran las diferencias en el UA según el puesto específico. Figura 2 Medias de la frecuencia cardiaca en el UA en los tres test según puesto específico. w w w . g i d e k i t . c o m 163 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Figura 3 Medias del porcentaje del consumo máximo de oxígeno en el UA en los tres test según puesto específico. En la tabla 3 se muestra el análisis de varianza para las variables cardiorrespiratorias en el umbral anaeróbico. Tabla 3. Análisis de varianza para las variables cardiorrespiratorias en el umbral anaeróbico FCUAn (ppm), %VO2UAe (mil/min/Kg). SC Sig FCUAnI Inter-grupos 1776,2 1847,6 190,1 12 14 FCUAnII Intra-grupos Total Inter-grupos 1224,8 1414,9 81,1 12 14 FCUAnIII Intra-grupos Total Inter-grupos 3015,2 3096,4 76,9 12 14 %VO2UAnI Intra-grupos Total Inter-grupos 111,1 188,1 31,9 12 14 ,790 ,421 ,853 ,043 71,3 Intra-grupos Total %VO2UAnII Inter-grupos ,388 %VO2UAnIII ,148 gl MC F 35,6 ,24 95 ,93 40,5 ,161 2 148 2 192 2 251,2 2 186,6 218,6 40,7 12 14 Intra-grupos Total 108,3 149,1 12 14 4,15 15,9 1,03 9,2 2 Intra-grupos Total Inter-grupos 38,4 15,5 2 20,3 2,25 9 Como se muestra en la tabla 3 se determina que el consumo máximo de oxígeno en el umbral anaeróbico al inicio de temporada muestra diferencias significativas (p<,05);en el resto de variables analizadas no se ha encontrado nada significativo (p>,05). Se realiza la prueba post hoc para determinar donde se encuentra la diferencia significativa (p<,05), mostrándose una diferencia significativa (p<,05) entre la primera línea y la segunda línea, y entre la segunda línea y las porteras. A continuación se puede ver las diferencias entre puestos en las figuras 4 y 5. 164 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Gráfico 4. Medias de la frecuencia cardiaca en el UA en los tres test según puesto específico. Gráfico 5. Medias del porcentaje del consumo máximo de oxígeno en el UA en los tres test según puesto específico. En la tabla 4 se muestra un análisis de varianza para las variables cardiorrespiratorias máximas, frecuencia cardiaca y consumo máximo de oxígeno. w w w . g i d e k i t . c o m 165 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla 4. Análisis de varianza para las variables cardiorrespiratorias máximas (FCmáx (ppm), VO2max (mil/min/kg)) SC F Sig FCMAXI Inter-grupos gl MC 148,5 2 74,2 ,445 Intra-grupos Total FCMAXII Inter-grupos 2001,5 2150 278,6 12 14 2 166,7 Intra-grupos Total FCMAXIII Inter-grupos 1159,0 1437,7 234,1 12 14 2 Intra-grupos Total Inter-grupos 1983,5 2217,7 38,2 12 14 Intra-grupos Total VO2MAXII Inter-grupos Intra-grupos Total VO2MAXIII Inter-grupos ,651 139,3 1,44 ,274 96,5 117 ,708 ,512 VO2MAXI 165,2 2 19,1 218,0 256,3 40,2 12 14 2 18,1 174,1 214,4 40,6 12 14 2 14,5 215,6 256,2 12 14 17,9 1,05 ,379 20,1 1,38 ,287 ,355 Intra-grupos Total 20,3 1,13 En la tabla 4 no se encuentran diferencias significativas en las variables cardiacas máximas según el puesto específico en el que se juegue. Tras realizar el post hoc tampoco se encuentran diferencias significativas entre los puestos específicos en ningún test. Por lo que no existen características cardiorrespiratorias diferenciadoras en las jugadoras de esta muestra en cuanto al puesto específico en el que desarrollen su juego como se muestra en las gráficas siguientes: Figura 6. Medias de la frecuencia cardiaca máxima en los tres test según puesto específico. 166 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Figura 7. Medias del consumo máximo de oxígeno en los tres test según puesto específico. 4. Discusión Una vez estudiadas las diferentes variables cardiorrespiratorias en los diferentes momentos de testación, teniendo como concepto base que el balonmano es un deporte aeróbico con pinceladas anaeróbicas. Es necesario señalar que la parte de la discusión de esta investigación ha sido estructurada en tres apartados que se corresponden con el método utilizado, la muestra estudiada y los resultados obtenidos. 4.1. Discusión del método La ergoespirometría ofrece la posibilidad de estudiar tanto el sistema respiratorio como el cardiovascular de forma simultánea y en condiciones de estrés físico (Chicharro et al. 2003). Las pruebas de esfuerzo en laboratorio se realizan en un ambiente controlado en la que se utilizan equipos y protocolos que simulan con validez, fiabilidad y especificidad la gestoforma propia de la actividad deportiva. Por lo que las pruebas de laboratorio tienden a ser más fiables y precisas, ya que suelen garantizar la constancia de algunas variables que pueden influir en el resultado de las pruebas (temperatura, humedad, intensidad y ambiente tranquilo, etc.). Permiten mediciones con aparatos más sofisticados. Al ser una prueba progresiva es una de las más apropiados para la medición del VO2max ya que es considerado como un índice de la capacidad del sistema cardiovascular para enviar sangre a todo el cuerpo (gasto cardíaco) y de la capacidad de extracción tisular (diferencia arterio-venosa de oxígeno) (Martínez, 2004). Además podemos medir otras variables, de gran relevancia para el control de la condición física aeróbica, como el umbral anaeróbico y la evolución de la frecuencia cardiaca a medida que aumenta la intensidad del esfuerzo. Dejando a un lado la controversia entre la realización de una prueba de esfuerzo en laboratorio o una prueba de campo. Se eligió la primera opción por no disponer de medios suficientes para medir en la pista las características de las jugadoras; y porque la bibliografía existente denota que las pruebas de laboratorio poseen más objetividad que las de campo. Aunque hay que señalar que éstas no son tan específicas como las de campo, para el balonmano por el tipo de demanda física que realizan las jugadoras (esfuerzos acíclicos – intermitentes), no estando por tanto acostumbradas al tipo de demandas que exige una prueba de laboratorio (esfuerzo cíclico y continuo). Por lo que puede ocurrir que las adaptaciones experimentadas, a lo largo de una temporada, a nivel fisiológico no puedan ser medidas en su totalidad en este tipo de pruebas. De aquí surge la necesidad en el balonmano del diseño de test específicos, que cumplan el requisito de atender a las demandas físicas propias de w w w . g i d e k i t . c o m 167 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) este deporte; para ello sería necesario por ejemplo la utilización de sistemas portátiles para el control in situ de las demandas del balonmano o el control de variables fisiológicas (FC, lactatos,..) en la propia competición. Si se midiera el rendimiento de esta manera, más específica, se podría ver mayor transferencia entre la metodología de entrenamiento, integrado, y la forma de medir el rendimiento. Ya que se puede deber la ausencia de diferencias significativas, a que se entrena de forma integrada y se controla de forma analítica y de esta forma existe menos transferencia. Quizás si se entrenase de forma analítica el patrón de la carrera, se pudiesen obtener mayores diferencias significativas en los resultados de los test, por lo que es un punto a tener en cuenta a la hora de interpretar los datos de los test realizados. 4.2. Discusión de la muestra La muestra de sujetos puede considerarse como perteneciente a la elite que participa habitualmente en competiciones de balonmano femenino internacional. El nivel de las jugadoras estudiadas es muy homogéneo, ya que todas han participado en competiciones internacionales con la Selección Nacional de Balonmano Femenino de sus respectivos países en distintas categorías a lo largo de su carrera deportiva, y también en competiciones internacionales de clubes. La mayoría de los estudios sobre deportistas de elite analizados en este proyecto tratan con una muestra pequeña pero homogénea como es el caso de nuestro estudio. Las muestras son tan pequeñas porque investigar con equipos de elite tiene una serie de características propias (los clubes te suelen dar poca flexibilidad en los estudios, poco margen para experimentar,…pero por otro lado se posee mayor control sobre las variables con que se trabajan), además de una mayor exigencia a los deportistas por la profesionalidad a la que están sometidos. 4.3. Discusión de los resultados Respecto al estudio de las diferencias encontradas según el puesto específico dónde se juegue, nuestros resultados muestran que sólo se encontraron diferencias significativas (p<0,05), relacionadas con la demarcación, en el consumo máximo de oxígeno medido al principio de temporada. En el resto de variables no se encuentran diferencias en ningún momento de la temporada que se ha llevado a cabo las mediciones. La mayoría de los estudios como Alonso et al (1991), Czerwinski (1993), Manchado (2005) sí encontraron tales diferencias en variables cardiorrespiratorias, sobre todo en la evolución de la FC según el puesto de juego, ya que las demandas físicas son diferentes, se aprecian grandes diferencias en la frecuencia cardiaca obtenida durante el partido, debido, entre otros factores, al tiempo que están en el campo, a la diferente aptitud física y al puesto que ocupan (González C. et al. 2001). Pero también hay estudios que corroboran nuestro estudio: Marique (1987), Kunst (1983), Torrescusa (1986) realizan pruebas físicas a jugadores/as de balonmano clasificándolos por puestos sin obtener diferencias significativas entre ellos, debido a la falta de especificidad de los test y la poca transferencia existente. Es importante señalar que las jugadoras españolas se han podido dedicar profesionalmente a este deporte desde hace pocos años, al contrario que las jugadoras nórdicas que poseen sueldos exorbitados y reconocimiento social. Además las escuelas de formación españolas no poseen un modelo a seguir, con unas directrices claras de qué tipo de jugadoras se desean formar para las ideas de juego de nuestro país. En cambio en los países nórdicos tienen muy claro la línea a seguir, en la formación de sus jugadoras, para que cuando alcancen la elite estén al nivel deseado físicamente, psicológicamente, técnico y tácticamente. Queda reflejado tras la explicación anterior, qué 168 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte se está comenzando en los estudios nacionales en el ámbito del balonmano femenino. Por tanto, es necesario saber que perfil poseen las jugadoras de elite españolas; para así poder partir de éste para la formación de la base y también señalar que carencias poseen, para poderlas remediar mediante el entrenamiento sistematizado y controlado. De ahí la necesidad de plantear estudios de campo con mayor especificidad, para un mayor control del rendimiento y mayor transferencia con la metodología de entrenamiento llevado a cabo en el balonmano. 5. Conclusiones En primer lugar destacar que las jugadoras de balonmano no han sido el centro de estudio por excelencia en el ámbito de investigación, siendo en gran medida en el campo masculino. Es importante señalar que además, dentro de los estudios realizados las áreas tácticas han adquirido mayor relevancia. Por lo que nuestra pequeña aportación a esta línea de investigación sobre el balonmano femenino, sería que se ha obtenido como conclusión: no existen diferencias significativas a excepción del consumo de oxígeno al inicio de temporada entre los puestos específicos de juego (primeras líneas, segundas líneas y portero). 6. Referencias Antón, J. (2002) Balonmano: Táctica Grupal Defensiva. Concepto, estructura y metodología. Barcelona: Grupo Editorial Universitario. Alonso, C., Álvaro, J. y Duarte, J. (1981). Datos actividad –intensidad– pausa registrados durante un partido de balonmano. Madrid: Real Federación. Bangsbo, J. (1996). Yo-yo test of practical endurance and recovery for soccer. Perfomance conditioning for soccer 9, 2, 8 .En: Garcia, J. (Comp.) Aplicación de un test de esfuerzo interválico (Test de Probst) para valorar la cualidad aeróbica en futbolistas de la liga española. Apunts. Educación Física y Deportes ,71, 80-88. Barbero, C. (1998). El entrenamiento de los deportes de equipo basados en estudios biomecánicos (Análisis Cinemática) y fisiológico (Frecuencia Cardiaca de la competición. Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital, 3, 11. Chicharro, J.L. y Fernández, V. (2003) Fisiología del ejercicio. 2ª Edición. Madrid: Panamericana. Chirosa, L.J. (1996). Variables que determinan la preparación física en el balonmano. Características, concepto y aplicación del entrenamiento complejo del juego. I jornadas sobre preparación física en deportes de equipo. Andalucia: Instituto Andaluz del Deporte, 409. Czerwinski, J. (1993). El Balonmano: Técnica, Táctica y Entrenamiento. Barcelona: Paidotribo. García, J. (1982). Estudio realizado en el partido España – R.F.A del Mundial de Holanda En: Balonmano C.O.E. (1991). Madrid: Real Federación Española de Balonmano, 294. García, J., Villa, J.G., Rodríguez, J.A., Morante, J.C., Álvarez, E. y Jover, R. (2003). Aplicación de un test de esfuerzo interválico (Test de Probst) para valorar la cualidad aeróbica en futbolista de la liga española. Apunts. Educación Física y Deportes ,71, 80-88. González, C., Ureña, A., Santos, J.A., LLop, F. y Navarro, F. (2001). Un estudio sobre la respuesta cardiaca durante la competición de voleibol en el libero y los centrales. Apunts. Medicina de l’esport, 137, 17-23. Gutiérrez, J.A. (1987). Perfil fisiológico del jugador de balonmano de alto nivel. Apunts, ( w w w . g i d e k i t . c o m 169 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) XXIV), 163 – 166. Konzak, I., Schäcke, C. (1981). Zur physischen belastung in hallenhandballspiel. Tehorie und praxis de Körperkultur, 17. En: Balonmano COE (1991). Madrid: Real Federación Española de Balonmano. Kunst, I. (1983). Teoria si metodica handbalului [Teoría de la metodología en balonmano]. Bucarest: Didáctica si pedagogía. Manchado, C. (2007). Análisis del juego de balonmano de élite femenino en relación con la intensidad y el volumen de los desplazamientos y la frecuencia cardiaca individual. Tesis Doctoral. Madrid: Universidad Complutense de Madrid (Inédito). Marique, T. (1987). Criterios de selección de los jugadores de balonmano rumanos. Revista de Entrenamiento deportivo, 4-5 (I). Martínez, J.L. (2004). Ritmos de entrenamiento. Propuesta metodológica para el entrenamiento en fútbol. Tesis Doctoral. Zaragoza: Facultad de Medicina. Universidad de Zaragoza (Inédito). Novak, L., Bestit, C., Mellerowicz, H. y Woodward, W.A. (1978). Maximal oxigen consumption, body composition and anthropometry of selected Olympic male athletes. J Sports Med. Phys. Fitness 18, (2), 139 – 151. Probst, H, Comminot, C. H. y Rojas, J. (1989). Conconi –test auf dem Fahrradergometer. Schwiez Z Sportmed, 37, 141 – 147. Rico, J. (1997). Evaluaciones fisiológicas en futbolistas. Archivos de Medicina del Deporte, 14, (62), 485 - 491. Torrescusa, L.C. (1985). Estudios sobre pruebas realizadas a jugadores de balonmano – Análisis de resultados -. Seminario de balonmano. En: Antón, J.L (2000). Balonmano: Perfeccionamiento e investigación. Barcelona: Inde. Withers, R.T., Roberts, R.G.D. y Davies, G.J. (1977). The maximum aerobic power and body composition of South Australian male representatives in athletics, basketball, field hockey and soccer. J. Sports med. Phys. Fitness, 17, (4), 391 – 400. 170 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 11 RELACIÓN DE LA EDAD CON LA TENSIÓN ARTERIAL Y FUERZA PRENSIL MANUAL EN MUJERES MAYORES PRACTICANTES DE ACTIVIDAD FÍSICA REGULAR Ruiz Montero, P.J. , Conejo Sobrino, J. A., Castillo Rodríguez, A. y Leiva Arjona, J. [email protected] Resumen En el presente estudio descriptivo se pretende relacionar el nivel de fuerza de prensión manual, el peso corporal y la tensión arterial en mujeres adultas y mayores con la edad. Para ello se ha utilizado una muestra formada por 39 mujeres, todas ellas practicantes de actividad física de manera regular. Las edades están comprendidas entre los 58 y 78 años y pertenecen a poblaciones con un número de habitantes inferior al de 3500 personas. Las participantes realizaron un programa específico de fuerza con una duración de dos meses. Al termino de la misma se les realizó un prueba de fuerza manual mediante prensión con un dinamómetro con ambas manos, se tomó el peso corporal y la tensión arterial de manera individual. Los resultados obtenidos muestran como las mujeres de menor edad presentan valores más altos de fuerza máxima manual respecto a las de más edad. Las mujeres que componen el grupo de 68 a 78 años ostentan un valor medio más alto de peso corporal con 74.22 kg, pero sus valores de tensión sistólica y diastólica son menores que las de menos edad. Palabras claves: actividad física, fuerza, prensión manual, personas mayores, mujeres. w w w . g i d e k i t . c o m 171 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción Comenzaremos destacando la situación actual de las personas con edades avanzadas y la existencia de un envejecimiento demográfico, con todo las repercusiones que acarrean en cuanto consecuencias económicas y sociales, ya que son temas de significativa preocupación política y científica (Bazo, 1996). Un dato trascendente que hay que destacar y se debe de tener en cuenta, es la conclusión emitida por la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento de las Naciones Unidas (Madrid, 2002), donde se reconoce que desde la época actual hasta el año 2050, el número de personas con una edad superior a los 60 años pasará a contar de 600 millones a casi 2.000 millones. Tal hecho producirá un salto cuantitativo del 10% a un 21% de la población mundial, experimentándose mayores incrementos poblacionales en países del primer mundo y en vías de desarrollo. Más concretamente la figura de la mujer, donde el valor medio será mayor que el de hombres (100 mujeres frente a 78 hombres). Esta causa es una esperanza de vida superior al de los hombres, implicando ello una paridad en cuanto el problema del envejecimiento mundial. En el caso de España, se puede observar la evolución de este sector poblacional, pasando de 65 años a delante de un 13,79% en 1991 a un 16,61% en 2007 (Carbonell, Aparicio y Delgado, 2009). La población femenina, que es la que nos interesa en este estudio, supera a la masculina en medio millón de personas aproximadamente (23.264.850 mujeres respecto a 22.798.661 hombres). Actualmente se tiene como referencia datos del pasado año 2008, según datos estadísticos del instituto nacional de estadística (INE), esta franja de edad mantiene su crecimiento pero resulta llamativo la franja de edad entre 45 y 64 años con un 24,2% (la segunda más grande después de los de 16 a 44 años). Con todo ello, se hace latente la importancia de investigar en aspectos tan importantes como son la edad, envejecimiento y adaptaciones hacia la práctica física y deportiva, ya que será una cuestión de carácter prioritario en el futuro de los países desarrollados. La práctica de ejercicio físico comporta variedad de beneficios en la salud personal según Márquez (1995) y Endres (2003), haciendo énfasis en una mayor longevidad en las personas, todo ello mediante la fundamentación de la realización de ejercicio variado y adaptando el mismo a las capacidades actuales de las propias personas a su (Rosenfeld y Tenembaum, 1992). La práctica física de personas mayores se manifiesta cada vez de manera creciente y planteándose desde una perspectiva multidisciplinar, no marcándose como único fin la prolongación de la vida, sino buscando el mantenimiento y mejora de calidad de esta (Sánchez Bañuelos, 1996; Márquez, 1995). Este sector poblacional y concretamente las mujeres, tienen una característica fundamental, los hábitos negativos que hayan podido adquirir a lo largo de toda su vida (Danner y Edwards,1992), cosa que se debe de tener en cuenta a la hora de realizar ejercicio físico. También se debe de tener en cuenta el momento histórico, tal y como resalta Delgado (2002) o Martínez del Castillo et al. (2005), señalado la situación educacional de las personas mayores de nuestro país en su infancia y juventud, destacándose el escaso desarrollo de la actividad física en las escuelas de entonces y el acceso favorecedor a la escuela y la actividad física de los grupos sociales más elevados. A la hora de planificar y realizar programas de actividades físicas para personas mayores, se debe tener especial atención en la selección de la tarea y como esta se lleva a cabo en el transcurso de las sesiones. Diversos estudios han corroborado la importancia de esto último respecto a una práctica asidua actividad física y deportiva, respetando una frecuencia constante, se retrasa a la vez que reduce una futura incapacidad funcional (Daniels et al., 2008). En el marco de nuestro país, se realizan unos estudios periódicos que consisten en el análisis del vínculo entre ciudadanos y deporte (García Ferrando, 172 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 2005), llegando a la conclusión de que la práctica física y deportiva va disminuyendo a la vez que se avanza en edad. Hay que sumar la aportación de Mosquera y Puig (2004), sugiriendo que las personas mayores realizan menos deporte que las jóvenes, no por dejadez debido a “efecto biológico”, sino que nunca lo han hecho por un “efecto generación”. Este planteamiento fue confirmado en el estudio llevado a cabo por Graupera et al. (2003: 204) sobre una muestra de mujeres mayores en Madrid y donde todas ellas practicantes eran practicantes de ejercicio físico en un programa específico. Varios estudios presentan conclusiones tales como la práctica de ejercicio físico condiciona la calidad de vida de manera positiva (Biddle, 1993), e igualmente con el estado físico y psicológico (Benaziza, 1998) y produciendo mejoras en diferentes ámbitos de la salud mental como la emotividad y estados de ánimo (Biddle, Fox y Boutcher, 2000). La actividad física centrada en la mejora de fuerza muscular debe trabajarse con una metodología global con personas mayores, teniendo en cuenta diferentes zonas musculares que, por circunstancias como pueden ser diversas patologías (relacionadas con inmovilidad, articulaciones o dolores dorsales) haya que potenciar más. El trabajo conjunto del mayor número de grupos musculares de tren inferior y superior será el más eficaz, contemplando la posibilidad de combinar estos últimos con ejercicios más analíticos, dirigidos esencialmente a grupos musculares específicos (Delgado, 2009). El envejecimiento paulatino de las personas mayores afecta en todas sus funciones y cualidades físicas, entre ellas la pérdida de fuerza. Como ejemplo de lo anterior se puede observar el estudio llevado a cabo de tipo longitudinal y transversal sobre hombres mayores de 75 años y menores de 65, presentando los primeros menos fuerza que los segundos, concretamente un 27.6% menos (Forrest, Zmuda y Cauley, 2005). Estudios posteriores confirman el primer estudio pero con mujeres de 65 a 99 años. Las que se encontraban entre los 75 y 79 años presentaban un 10% menos de fuerza de prensión manual que las de 65 a 69 y las mayores de 80 años un 14% menos que las de 70 a 74 años. Junto a la pérdida de la fuerza, se puede añadir la de potencia muscular (Lauretani, 2003). La pérdida de la fuerza en la población mayor no se produce de forma localizada, el tren inferior experimenta una disminución significativa respecto al superior (Landers et al., 2008). Esto es un indicativo a tener en cuenta para predecir la mortalidad en personas mayores (Ruiz et al., 2008) y produciéndose una relación significativa con la sarcopenia o pérdida de masa muscular en personas mayores, concretamente con edades superiores a 60 años (Iannuzzi-Sucich, Prestwood y Kenny, 2002). La otra variable a tener en cuenta en este estudio es la hipertensión arterial, definida como: “la elevación crónica de la presión arterial por encima de los niveles considerados como normales, tanto de la presión sistólica como de la diastólica o de ambas, por encima de los cuales se pueden producir graves alteraciones de los órganos y sistemas del organismo” (European Society, 2003) Según la OMS (2003), la disminución del gasto calórico debido a la reducción de la actividad física es uno de los factores que más contribuyen a la epidemia mundial de sobrepeso y obesidad, siendo esto nexo de unión con la hipertensión arterial. Según un estudio realizado por Andreyeva et al, España tiene el índice más alto de obesidad entre varones (20,2%) y mujeres (25,6%) mayores de 50 años de entre 10 países europeos, hallando una asociación establecida entre obesidad y sobrepeso con algunas condiciones crónicas y entre ellas la hipertensión. Por ello es importante la realización de w w w . g i d e k i t . c o m 173 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) actividad física ligera (por debajo de 50% de VO2 max) realizada de forma regular y asociada, produce mejoras en los factores de aumento de riesgo cardiovascular como puede ser la tensión arterial (Del Águila Pérez, 2008), centrándose dicha mejora en la consecución de un gasto energético determinado con el ejercicio y no tanto en la intensidad. Borkan y Norris (1980) también afirma que entre los biomarcadores que tienden a mejorar con la práctica de ejercicio físico está la tensión arterial. Si concretamos la práctica física en el entrenamiento de la resistencia muscular, Fiatarone (1998) destaca que las personas mayores con patologías relacionadas con la hipertensión arterial pueden practicar ejercicio físico de manera moderada. Ello se traduce en inspiraciones y expiraciones continuas en el trabajo con pesas, corroborando lo citado en autores anteriores. Según lo expuesto anteriormente y sentando las bases del presente estudio, a continuación intentaremos observar si se establece alguna relación entre la práctica de actividad física y el trabajo de la fuerza, con los niveles de tensión, teniendo en cuenta variables fisiológicas en un contexto geográfico concreto. Todo lo expuesto sirve para determinar el objetivo de dicho estudio, que es el de analizar la repercusión de la practica de actividad física mediante trabajo de activación muscular en diferentes variables sociodemográficas y como influyen sobre los niveles de tensión arterial mínima y máxima. 2. Material y Métodos Se trata de un estudio descriptivo, en el que se analiza diferentes variables que se muestran respecto a la práctica física tales como niveles de tensión o fuerza muscular mediante fuerza prensil. 2.1. Muestra En el presente estudio descriptivo, se ha trabajado con un grupo muestral de 39 mujeres con edades que oscilan de 58 a 78 años de edad (M= 67,61; DT= 5,75), estratificándose en franjas de 10 años y respecto al peso (M= 73,62; DT= 10,35). A continuación, en la tabla 1 se muestra la distribución de la muestra en función de las citadas variables edad y peso corporal del grupo muestral (tabla 2). 174 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 1. Distribución de la muestra. Rango N (%) De 58 a 67 años De 68 a 78 años 17 (43.6%) 22 (56.4%) Edad Tabla 2. Índice de peso en función de las franjas de edad. Edad Rango M (Kg) DT De 58 a 67 años De 68 a 78 años 72.85 74.22 8.9 11.5 2.2. Instrumentos Este estudio se ha compuesto de dos instrumentos. El primero es uno sociodemográfico y fisiológico, formado por cuatro preguntas y la correspondiente implicación de recogida de datos. La primera es de tipo abierta y sirve para que cada mujer explicite su edad, las otras tres implican ayuda de material como es un peso modelo SOEHNLE y tensiómetro modelo PHILIPS HF-305 para determinar la tensín máxima y mínima. En cuanto la medida de fuerza máxima manual en ambas manos, se utilizó un dinamómetro modelo Baseline Hydraulic Hand Dynamometer, con una precisión de 0.5 kg. 2.3. Procedimientos La práctica de ejercicio físico por parte de las mujeres consiste en un programa de actividades y tareas de sostenimiento muscular, sin implicación de un esfuerzo intenso y llevado a cabo en un periodo comprendido de 8 semanas, con una frecuencia de dos sesiones cada una de ellas y siendo la duración de las mismas de 45 minutos aproximadamente por sesión. A la conclusión de la última sesión y ya transcurrido los dos meses , se les presentó a las participantes dos instrumentos. La primera con la recogida de datos fisiológicos y la segunda con la prueba de prensión manual. El proceso de recogida de toda la información por parte de las participantes se hizo de forma individual y sin ningún límite de tiempo, con la presencia de un componente de este estudio para solucionar dudas y hacer que se siguiesen las pautas establecidas. 2.4. Análisis Estadísticos Los datos recogidos han sido tratados con el programa SPSS 15.0 para windows. Para las variables edad, peso, tensión máxima y mínima y fuerza máxima con una y otra mano se ha calculado los estadísticos descriptivos media y desviación típica. La significatividad en la diferencia de los grupos de edad y todas las otras variables se ha establecido mediante la t de estudent. w w w . g i d e k i t . c o m 175 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Resultados Los resultados obtenidos en relación con las variables peso, tensión máxima y resultados de dinamometría con mano izquierda (DI) en función de la edad y concretamente las franjas que oscilan entre valores de 58 a 67 años y 68 a 78 años, muestran como no se encontraron diferencias significativas. Si se observaron diferencias significativas en la tensión mínima (t37= .203, p< .01) y resultados obtenidos con la dinamometría manual derecha en relación a las dos franjas de edades (t 37= .0458, p< .01). En la tabla 3 se puede apreciar los valores obtenidos de la dinamometría con mano izquierda y derecha, la tensión mínima y máxima y peso corporal en relación a las dos franjas de edad en las que se han clasificado las mujeres. Tabla 3. Dinamometría manual en función del peso, edad y tensión máxima y mínima. Peso(Kg) T(máx) M (DT) Edad De 58 a 67 años 72.84 M (DT) 135.41 De 68 a 78 años 74.22 (11.50) t M (DT) 79.29 (8.9) (16.2) 133.95 (22.82) (9.41) .689 .825 T(min) M (DT) 14.29 (9.36) 75.36 (5.16) DD DI M (DT) 13.82 (4.68) (4.24) 13.09 12.72 (4.22) .203* .458* .428 *p < .05 4. Discusión El presente trabajo, a través de los datos obtenidos teniendo en cuenta las variables a observar y el grupo muestral, se propone demostrar su objetivo inicial, que no es otro que analizar los efectos de las variables citadas anteriormente respecto a la edad de las mujeres del presente estudio y como se relaciona con un trabajo físico de sostenimiento muscular en mujeres de 58 y 78 años. Primeramente destacar los resultados que ofrecen valores significativos, siendo estos la variable de tensión mínima y los valores de la dinamometría con mano. Las mujeres entre 68 y 78 años muestran valores más bajos de tensión mínima respecto a las de 58 a 67 años. Estos resultados afirman algunos trabajos publicados donde se deduce que la práctica de ejercicio físico puede ser efectivo en la disminución de las cifras de la presión arterial (Hurley y Roth, 2000), aunque otros no han comprobado este hecho (Cononie y cols.,1991).En este caso, a un grupo parece que le ha podido servir en cuanto los valores presentados de tensión y al otro no. El entrenamiento de fuerza realizado con todos los grupos musculares disminuye la presión arterial, pero la reducción suele ser menor que la originada por un programa aeróbico (Kelley y Kelley, 2000). Por ello, puede ser que a la hora de realizar el programa de fuerza (activación muscular) durante los dos meses de duración del mismo, la disminución de la presión arterial sistólica y diastólica (máxima y mínima) no haya sido tal y como se podía prever en un primer momento. 176 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Los valores de la tensión sistólica y diastólica son de menor valor en el grupo de más avanzada edad que el más joven. Esto puede ser debido a que no hayan realizado la prueba con la misma intensidad que el grupo de menos edad. La segunda variable que presenta significación respecto a la edad es la dinamometría con mano derecha. Los valores obtenidos con la mano derecha son mayores que con la izquierda. Esto se debe a la destreza del segmento corporal derecho respecto al izquierdo y el cual las mujeres para cualquier manipulación de un objeto, movimiento que implique fuerza o en sus quehaceres diarios utilizan como dominante. Esto tiene a su vez connotaciones históricas ya que antiguamente se obligaba a utilizar desde pequeño dicho lado, siendo duramente castigadas en el ámbito escolar si no escribían o realizaban movimientos exactos con la mano izquierda. También destacar la edad, siendo los valores mayores en las franjas de menor edad (58 a 67 años) para ambas manos. Esto puede ser debido a la reducción de diferentes grupos musculares en personas mayores y más concretamente en todos los del brazo, corroborado por estudios como el realizado en una población norteamericana con edades que oscilan entre los 60 y 74 años (Frisancho, 1990 y Hernández y cols., 2003). 5. Conclusión De este estudio se pueden extraer las siguientes conclusiones, como son: a) Las personas de edades menos avanzadas (58 a 67 años) son más reacias a practicar actividad física que las de más edad. Siendo el porcentaje de 43.6% para la primera franja de edad y de un 56.4% para las más mayores (68 a 78 años). Sin embargo son las que presentan más índice de peso corporal, 74.22 Kg de media con respecto a las de menor edad (M= 72.85Kg). b) Por todos los resultados obtenidos en el presente estudio en cuanto la edad, las mujeres más mayores (68 a 78 años) índices más bajos de tensión ya sea máxima o mínima a la vez que peso corporal y menos fuerza máxima prensil en mano derecha e izquierda que las mujeres pertenecientes al grupo de menos edad. c) En futuras estudios e investigaciones, se podría contemplar el estudio de diferentes grupos musculares y diferentes segmentos corporales. Tras la realización de diferentes actividades como aeróbicas, anaeróbicas, de flexibilidad... pudiéndose extender a diferentes poblaciones desde rurales o grandes ciudades, en mujeres y hombres y con otras variables a tratar como el nivel de colesterol, pliegues cutáneos, estados de ánimo, ect... 6. Referencias Andreyeva T, Michaud PC, Soest A. Obesity and health in Europeans aged 50 years and older. Public Health. 2007;121:497-509. Arce, C., Andrade, E. y Seaone, G.P. (2002). Adaptación al español del cuestionario «Perfil de los Estados de Ánimo» en una muestra de deportistas. Psicothema, 14 (4), 708713. Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, Madrid, 2002 (ONU, 2º ASAMBLEA, 1-12). pp. 1-6. Avance del Padrón Municipal a 1 de enero de 2008 en España. Instituto Nacional de Estadística (20 de junio de 2008). pp.1-2. Balaguer, I., Fuentes, I., Meliá, J.L., García, J.L., y Pons, D. (1994). Adaptación del Perfil de Estados de Ánimo (POMS) a una muestra de estudiantes valencianos. Actas del IV Congreso de Evaluación Psicológica. Santiago de Compostela. Bazo, M.T. (1996a), (coord.), “Monográfico sobre Sociología de la Vejez”, Reis Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 73, 9-298. w w w . g i d e k i t . c o m 177 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Benaziza, H. (1998). Creación de asociaciones: una clave para promover la actividad física para la salud. Actas del VII Congreso Mundial de Deporte para Todos. El deporte para todos y los retos educativos a nivel mundial. Barcelona. Biddle, S. (1993). Psychological benefits of exercise and physical activity. Revista de Psicología del Deporte, 4, 99-107. Biddle, S.J.H., Fox, K.R. y Boutcher, S.H. (2000). Physical activity and psychological wellbeing, Londres: Routledge. Borkan, A. & Norris, A. H. (1980). Asessment of biological age using a profile of physical parameters. Journal of Gerontology, 35, 177-184. Carbonell, B.A., Aparicio, G.V. y Delgado, F.M. (2009). Involución de la condición física por el evjecimiento. Apunts med esport, 162, 98-013. Chachamovich, E., Fleck, M., Laidlaw, K. y Power, M. (2008). Impact of Major Depression and Subsyndromal Symptoms on Quality of Life and Attitudes Toward Aging in an International Sample of Older Adults. Gerontologist, 48, 593-602. Cononie, C.C., Graves, J.E., Pollock, M.L., Phillips, M.I., Summers, C. y Hagberg, J.M. (1991). Effect of exercise training on blood pressure in 70 to 79 years old men and women. Med Sci Sports Exerc, 23, 505-511. Corrales, E., Tardón, A. y Cueto, A. (2000). Estado funcional y calidad de vida en mayores de setenta años. Psicothema, 12 (2), 171-175. Daly, R.M., Ringsberg, K.A., Gardsell, P., Sernbo, I. y Karisson, M.K. (2007). Physical activity in elderly men and women: Associations with bone loss, muscle strength, functional performance and fractures in a 10-year prospective population based study. Calcified Tissue International, 80, 158-159. Danner, R., y Edward, D. (1992). Life is movement: Exercise for the older adult. Activities, Adaptation and Aging, 17(2), 15-26. Daniels, R.; Van Rossum, E.; De Witte, L.; Kempen, G.I. y Van den Heuvel, W. (2008). Interventions to prevent disability in frail community-dwelling elderly: a systematic review. BMC Health services research, 30, 278-286. Del Aguila Pérez, L. Ejercicio y Diabetes (2008). En JL Chicharro y LM Mijares. Fisiología Clínica del Ejercicio (pp.301-313). Madrid: Editorial Médica Panamericana. Delgado M. (2009, Abril). Curso sobre formación de técnicos en actividad física para personas mayores. IAD. Junta de Andalucía. Delgado Noguera, M. A. (2002), “Las concepciones previas de las personas mayores acerca de la actividad física como base para la intervención didáctica”, en A. Merino, J. De la Cruz, P. Montiel (Coords.), 1º Congreso Internacional de actividad física y deportiva para personas mayores , Málaga, Diputación de Málaga, pp. 227-262. Endres, M., Gertz, K., Lindauer, U., Katchanov, J., Schultze, J., y Schröck, H., (2003). Mechanisms of stroke protection by physical activity. Annals of Neurology, 54, 58290. Fiatarone-Singh, M. (1998). Body Composition and Weight Control in Older Adults. Perspectives in Exercise Science and Sports medicine. Exercise, Nutrition and Weight Control, 11, 243-281. Forrest. K. Y, Zmuda, J., y Cauley, J. (2005). Patterns and determinants of muscle strength change with aging in older men. The Aging Male, 8(3/4), 151-156. Frisancho, R. (1990). Anthropometric Standard for the Assessement of Growth and Nutritional Status. The University of Michigan Press. García Ferrando, M. (2005). Posmodernidad y Deporte: Entre la Individualiuzación y la Masificación. Encuesta hábitos deportivos de los españoles, Madrid, CIS/Siglo XXI. 178 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Graupera, J.L., J. Martínez del castillo y B. Martín (2003), “Factores motivacionales, actitudes y hábitos de práctica de actividad física en las mujeres mayores”, en Serie ICD de Investigación en Ciencias del Deporte, nº 35, pp. 181-222. Hernández, M., Alemán, H., Valencia, M., Salazar, G., Sánchez, V., González, S., de la Paz, M., Basabe, B., Díaz, M.E. y cols. (2003). Tolerancia a la glucosa, composición corporal, gasto energético total y enfermedades degenerativas en adultos mayores de zonas rurales de Cuba. Informe final de Contrato de Investigación Nr. CUB10599, OIEA, p.66. Hurley, B.F. y Roth, S.M. (2000). Strength training in elderly: Effects on risk factors for age related diseases. I.J. Sport and medicine, 4, 249-265. Iannuzzi-Sucich, M., Prestwood, K. M., y Kenny, A. M. (2002). Prevalence of sarcopenia and predictors of skeletal muscle mass in healthy, older men and women. Journal of Gerontology: Medical Sciences, 57A(12), M772- 777. Kelley, G.A. y Kelley, K.S. (2000). Progressive resistance exercise and resting blood pressure: a meta analysis of randomised controlled trials. Hypertens , 35, 838- 843. Lauretani, F., Russo, C. R, Bandinelli, S., Bartali, B., Cavazzini, C., Di Dorio A., Corsi, A. M., Rantanen, T., Guralnik, J. M., y Ferrucci, L. (2003). Age-associated changes in skeletal muscles and their effect on mobility: an operational diagnosis of sarcopenia. Journal of Applied Physiology, 95, 1851-1860. Landers, K. A., Hunter, G. R., Wetzstein, C. J., Bamman, M. M., y Weinsier, R. L. (2001). The interrelationship among muscle mass, strength, and the ability to perform physical tasks of daily living in younger and older women. Journal of Gerontology: Medical Sciences, 56(10), B443-448. Márquez, S. (1995). Beneficios psicológicos de la actividad física. Revista de psicología general y aplicada, 48 (1), 185-206. Martínez del Castillo, J., M.L. Rodríguez, J.E. Jimenez-Beatty y J.L. Graupera (2005), “Influencia de la educación física escolar en la práctica de actividad física en la vejez”, Motricidad. European Journal of Human Movement, nº 2, pp. 71-86. Mosquera, M.J. y N. Puig (2002), “Género y edad en el deporte”, en M. García Ferrando, F. Lagartera y N. Puig (comps.), Sociología del Deporte , Madrid, Alianza Editorial, pp. 99-132. Rosenfeld, O. y Tenembaum, G. (1992). Physical fitness in the industrial environment: perceived physical well-being benefits. International Journal of Sport Psychology, 23, 227-242. Ruiz, J., Sui, X., Lobelo, F., Morrow, J., Allen W., Jackson, J. A., Sjöström, M., y Blair, S. (2008). Association between muscular strength and mortality in men: prospective cohort study. British Medical Journal, 337- 439. Sánchez Bañuelos, F. (1996). La actividad física orientada hacia la salud. Biblioteca Nueva. Madrid. w w w . g i d e k i t . c o m 179 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 180 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 12 ACTIVIDAD FÍSICA Y EXCESO DE PESO EN ESCOLARES: RELACIÓN CON LA CONDICIÓN FÍSICA EN LA INFANCIA José Pino Ortega, Raúl Martínez de Santos Gorostiaga, Ernesto De la Cruz Sánchez y María Isabel Moreno Contreras [email protected] Resumen Este estudio establece la relación entre diferentes dimensiones de la condición física relacionada con la salud, la obesidad y la actividad física en escolares. Para ello, se utilizó una versión reducida de la batería Eurofit y se estudió el patrón de actividad física en un grupo de niños de ambos sexos representativo de la Comunidad Autónoma de Extremadura. El análisis estadístico realizado comprende un t-test para calcular las diferencias en la condición física entre sujetos suficientemente activos e insuficientemente activos, y una regresión logística multinomial para modelar la relación entre el estatus de condición física y el exceso de peso y la actividad física. Los principales resultados muestran que el cumplimiento de las recomendaciones de práctica de actividad física se relaciona con mejor fuerza de prensión en la mano izquierda (p<0.05), fuerza de piernas (p<0.000), carrera de agilidad 10x5 m (p<0.000) y resistencia aeróbica (p<0.000). Tener exceso de peso se asocia con una baja condición física (≤ percentil 25), y aquellos que tienen mejor condición física (≥ percentil 75) parecen cumplir, en mayor medida, las recomendaciones de práctica de actividad física. Palabras clave: ejercicio, salud, obesidad, adolescencia w w w . g i d e k i t . c o m 181 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción La condición física es un factor más relacionado con la salud de las personas que la práctica de actividad física en sí, de hecho, en términos absolutos la condición física predice en mayor medida la morbilidad y la mortalidad en las personas (Erikssen, 2001; Myers, et al., 2004). El objetivo fundamental de las recomendaciones de práctica de actividad física es incrementar la condición física global de las personas, entendida como un conjunto de atributos físicos y evaluables que tienen las personas y que se relacionan con la capacidad de realizar actividad física (Caspersen, Powell, & Christenson, 1985), que no sólo se asocia con una reducción de la morbilidad y la mortalidad de la población, sino también con la mejora la calidad de vida (Peterson, et al., 2009). La salud en la edad adulta parece estar relacionada con la práctica de actividad física y la condición física que una persona posee durante la etapa infantil (Kemper, De Vente, Van Mechelen, & Twisk, 2001; Twisk, Kemper, vanMechelen, & Post, 1997). La gran cantidad de evidencias que existen de la estrecha relación entre el mantenimiento de una buena condición física y la salud hace de la práctica de actividad física desde edades tempranas un elemento importante que puede prevenir la aparición de enfermedades relacionadas con el sedentarismo como el exceso de peso y obesidad, la enfermedad isquémica cardiovascular, la diabetes no insulinodependiente o incluso algunos tipos de cáncer (Warburton, Nicol, & Bredin, 2006). Para mejorar la condición física a lo largo de toda la vida es necesario, entonces, un estilo de vida activo desde la infancia, y parece que las recomendaciones de práctica de actividad física son diferentes en niños respecto a la edad adulta (Riddoch & Boreham, 1995). Las pautas de actividad física propuestas por la iniciativa estadounidense “Healthy People 2010” (U.S. Department of Health, 2000), en concreto sus objetivos 22.6, actividad física moderada (≥30 min, ≥5 d/sem, ≥3 METS) y 22.7, actividad física vigorosa (≥20 minutos continuos, ≥3 d/sem, ≥6 METS) no son estándares realistas para la edad escolar. La mayoría de escolares alcanzan la primera recomendación y ésta parece ser un estándar insuficiente, y el segundo estándar propuesto es común y caracteriza la actividad física de algunas personas adultas pero tampoco es apropiado para niños y adolescentes (Pate, et al., 2002). Las recomendaciones del panel de expertos del Reino Unido, acumular 60 minutos al día de actividad física moderada o vigorosa (≥60 min, ≥5 d/sem, ≥3 METS) (Department of Health, 2004) ha sido descrita como una de las mejores recomendaciones en este grupo de edad (Pate, et al., 2002) y ha sido adoptada por el Ministerio de Sanidad español (Ministerio de Sanidad, 2006). El objetivo del presente trabajo es establecer la relación entre varias dimensiones de la condición física y el cumplimiento de las recomendaciones de práctica de actividad física en edad escolar existentes en España. 2. Material y Método El estudio fue realizado en Extremadura, siendo la población escolares de 4º y 5º curso de primaria (9,99±0,79 años, 137 chicos y 156 chicas) procedentes de cinco colegios seleccionados aleatoriamente en un diseño estratificado de cuatro pasos teniendo en cuenta el tamaño de la población, edad, sexo y tipo de escuela (pública o privada), durante el año académico 2006-2007. La muestra estimada para un error del 5% (95.5% IC) fue de 349 individuos (ver tabla 1 en la que se detallan las características de los participantes). Fue obtenido un consentimiento informado de los participantes así como de sus padres o tutores, contando además este trabajo con una valoración positiva del Comité de Bioética de la Universidad de Murcia. 182 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 1. Prevalencia de las características de los participantes (chicos: n=137; chicas: n=156) Sexo Chicos Chicas 48.8% 51.2% Cumplimiento de las recomendaciones de actividad física Insuficientemente activos Suficientemente activos 82.3% 17.7% Estatus peso (IMC) Normopeso 68.3% Exceso de peso 31.7% Las medidas fueron realizadas en período lectivo durante las mañanas, de Mayo a Junio de 2007. Se hizo una demostración de cada test de evaluación y todas las medidas fueron tomadas por el mismo equipo de evaluadores, dejando entre 5 y 10 minutos de descanso entre test. Las medidas se presentan en el orden en el que fueron realizadas. Índice de Masa Corporal (IMC), calculado a partir de la talla y el peso, con un tallímetro Seca (Seca, Hamburgo, Alemania), con el sujeto descalzo y la cabeza en el plano de Frankfort. El peso fue estimado con una precisión de 0.1 kg (Seca Beam Balance 710). Los participantes fueron clasificados en dos grupos: normopeso y exceso de peso, atendiendo a estándares internacionales específicos de su edad y sexo (Cole, Bellizzi, Flegal, & Dietz, 2000). La condición física fue evaluada usando cinco test, en este orden: sit and reach (flexibilidad), fuerza máxima de prensión manual, salto horizontal, carrera de velocidad 10 x 5 m, y carrera de resistencia (course navette). Para todos excepto el último test, se permitieron dos intentos. Estos test han sido validados previamente para su uso en escolares (Ortega, et al., 2008). Un diario de registro de 7 días fue utilizado para estimar la cantidad de actividad física habitual (Bratteby, Sandhagen, Fan, & Samuelson, 1997). De esta forma, la actividad física fue estimada en segmentos temporales cada día de la semana. Para cada segmento, el participante tenía que informar del tipo y la cantidad de actividad física realizada, así como de las horas de sueño, asumiendo que el resto del tiempo lo ha invertido en actividades ligeras. La actividad cotidiana fue valorada a través del número de minutos diarios dedicados a la práctica de actividad física (suma de la moderada, intensa y muy intensa) durante la semana, de acuerdo con un compendio de gasto energético específico en niños (Ridley, Ainsworth, & Olds, 2008). Los escolares fueron clasificados en dos grupos: suficientemente activos e insuficientemente activos, de acuerdo con las recomendaciones de práctica de actividad física en estas edades (Ciencia, 2006), ≥60 minutos, ≥5 días/semana de actividad física moderada o vigorosa (MVPA, ≥ 3 METS). El test de normalidad de Kolmogorov-Smirnov fue utilizado para asegurar la normal distribución de las variables, calculándose un t-test para establecer las diferencias entre los escolares suficientemente activos e insuficientemente activos. Se utilizó un coeficiente de regresión logística multinomial para establecer las diferencias entre los que tenían mejor condición física (≥ percentil 75) y peor condición física (≤ percentil 25) en función de la actividad física y el estatus de peso. Los análisis estadísticos se realizaron con el programa SPSS 15.0 para Windows. w w w . g i d e k i t . c o m 183 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Resultados Los datos muestran que 52 escolares cumplían las recomendaciones de práctica de actividad física (17.75%) y 241 eran insuficientemente activos (82.25%). Como muestra la Tabla 2, la mayoría de los componentes de la condición física son mejores en el grupo que realiza actividad física en los niveles recomendados, excepto en el test de sit and reach y la fuerza de prensión manual de la mano derecha. Tabla 2. Comparación del nivel de condición física en función de la actividad física habitual (t-test) IMC (kg·m-2) Sit and reach (cm) Fza Prensión drcha (N) Fza Prensión izq (N) Salto horizontal (cm) Agilidad 10 x 5 m (s) Course navette (nivel) Suf. activos M±DE Insuf. activos M±DE t p 16.39 ± 2.91 1.41 ± 6.50 18.78 ± 3.59 1.26 ± 6.41 -4.479 0.154 0.000 0.878 182.76 ± 40.61 173.44 ± 42.67 1.437 0.152 175.79 ± 41.49 133.02 ± 52.69 22.18 ± 3.77 162.06 ± 40.12 101.82 ± 50.79 24.84 ± 5.00 2.234 3.949 -3.540 0.026 0.000 0.000 6.80 ± 1.12 3.35 ± 1.49 15.624 0.000 La Tabla 3 muestra los resultados de la regresión logística multinomial (odds ratio e intervalo de confianza) para las diferencias en el nivel de condición física (percentil 25 versus percentil 75) en función del nivel de actividad física y el IMC. Tener exceso de peso parece un factor de riesgo para tener una peor condición física, de forma que es más frecuente encontrar un IMC normal entre los sujetos que tienen mejor condición física (percentil 75) en tres de los seis componentes evaluados, excepto la fuerza de prensión manual, mayor en los clasificados en el grupo exceso de peso. No se observan diferencias significativas en el test de sit and reach en función del IMC. Los resultados del modelo de regresión concuerdan con los obtenidos en el análisis anterior (t-test), de forma que es más probable encontrar sujetos activos en el grupo que tiene mejores valores en cuatro de los seis test (excepto en el de sit and reach y la fuerza de prensión manual, como se describió anteriormente). Tabla 3. Modelo de regresión logística multinomial examinando el grupo de mejor condición física (≥ percentil 75) en función del IMC y la actividad física habitual Sit and Salto Course Fza Prensión Fza Prensión Agilidad reach horizontal navette OR drcha izq 10 x 5 m OR (95% OR (95% (95% CI) OR (95% CI) OR (95% CI) OR (95% CI) CI) CI) Índice de Masa Corporal Exceso de 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 peso 1.33 (0.670.07 (0.024.54 (2.122.65 (1.2512.14 (4.90Normopeso 0.26 (0.08-0.84) 2.65) 0.29) 9.68) 5.63) 30.05) Actividad Física Insuficientem 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 ente activos Suficientemen 1.05 (0.457.42 (2.847.08 (2.852.78 (2.050.58 (0.14-2.44) 2.38 (1.02-5.55) te activos 2.44) 19.36) 17.61) 3.75) Nota: Grupo de comparación “≤ percentil 25” 184 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 4. Discusión Como ha sido descrito por otros autores, cumplir las recomendaciones de actividad física que se analizan en este estudio conlleva mantener mejor condición física (Malina & Katzmarzyk, 2006). Como en el presente trabajo, la mayoría de los escolares en nuestro país tienen un estilo de vida sedentario o poco activo (Roman, Serra-Majem, Ribas-Barba, Perez-Rodrigo, & Aranceta, 2008), lejos de las recomendaciones que da el Ministerio de Sanidad, y no realizan práctica regular de actividad física extraescolar, siendo la Educación Física en horario lectivo la única actividad física que realizan de forma periódica. Es importante destacar el hecho de que en España, al igual que otros países de Europa, la Educación Física escolar sólo consta de dos sesiones semanales. A pesar de que ha sido descrito que es posible obtener cierta mejora en la condición física relacionada con la salud en niños y jóvenes con un programa dirigido que conste de sólo dos horas semanales de actividad física (Baquet, Guinhouya, Dupont, Nourry, & Berthoin, 2004), la mayoría de los escolares españoles no pueden beneficiarse (en el sentido de mejorar su condición física) de la Educación Física escolar, ya que no es posible desarrollar sesiones de ejercicio físico vigoroso durante esas clases con todos los ítems incluidos en el currículo actual. Desde un punto de vista de la salud pública y con el objetivo de obtener beneficios en la condición física de niños y jóvenes, sería deseable incrementar la importancia de esta materia en la enseñanza obligatoria, así como la de la actividad física y el deporte extraescolar, ya que ambas contribuyen a desarrollar un estilo de vida activo durante toda la vida (Shephard & Trudeau, 2000). Un alto IMC se asocia a un estatus disminuido en la mayoría de los componentes de la condición física evaluados, y parece que los escolares con exceso de peso tienen peor rendimiento en todos los test en los que es necesario desplazar o propulsar la masa corporal: salto horizontal (p<0.000), agilidad 10 x 5 m (p<0.05) y resistencia cardiorrespiratoria (course navette) (p<0.000), cuando se los compara con sus pares que tienen un peso adecuado. No obstante, el exceso de peso es un factor que se asocia con un incremento en la fuerza de prensión de ambas manos (p<0.05). Estos resultados coinciden con los obtenidos por Casajús et al. en escolares con exceso de peso en nuestro país (Casajus, Leiva, Villarroya, Legaz, & Moreno, 2007). En conclusión, nuestros resultados muestran que la condición física es mejor en los escolares que cumplen las recomendaciones de práctica de actividad física, al menos una hora de actividad física moderada o vigorosa durante al menos cinco días a la semana. El exceso de peso se relaciona con un peor rendimiento en los test que implican desplazamiento de la masa corporal, mientras que supone un mejor nivel de prensión manual. 5. Referencias Baquet, G., Guinhouya, C., Dupont, G., Nourry, C., & Berthoin, S. (2004). Effects of a short-term interval training program on physical fitness in prepubertal children. Journal of Strength and Conditioning Research, 18(4), 708-713. Bratteby, L. E., Sandhagen, B., Fan, H., & Samuelson, G. (1997). A 7-day activity diary for assessment of daily energy expenditure validated by the doubly labelled water method in adolescents. European Journal of Clinical Nutrition, 51(9), 585-591. Casajus, J. A., Leiva, M. T., Villarroya, A., Legaz, A., & Moreno, L. A. (2007). Physical performance and school physical education in overweight Spanish children. [Article]. Annals of Nutrition and Metabolism, 51(3), 288-296. w w w . g i d e k i t . c o m 185 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Caspersen, C. J., Powell, K. E., & Christenson, G. M. (1985). Physical-activity, exercise, and physical-fitness - definitions and distinctions for health-related research. Public Health Reports, 100(2), 126-131. Cole, T. J., Bellizzi, M. C., Flegal, K. M., & Dietz, W. H. (2000). Establishing a standard definition for child overweight and obesity worldwide: international survey. British Medical Journal, 320(7244), 1240-1243. Department of Health PA, Health Improvement and Prevention (2004). At least five a week: Evidence on the impact of physical activity and its relationship to health. A report from the Chief Medical Officer. London: Department of Health. Erikssen, G. (2001). Physical fitness and changes in mortality - The survival of the fittest. Sports Medicine, 31(8), 571-576. Kemper, H. C. G., De Vente, W., Van Mechelen, W., & Twisk, J. W. R. (2001). Adolescent motor skill and performance: Is physical activity in adolescence related to adult physical fitness? American Journal of Human Biology, 13(2), 180-189. Malina, R. M., & Katzmarzyk, P. T. (2006). Physical activity and fitness in an international growth standard for preadolescent and adolescent children. Food and Nutrition Bulletin, 27(4), S295-S313. Ministerio de Sanidad y Consumo - Ministerio de Educación y Ciencia (2006). Actividad física y salud en la infancia y la adolescencia. Guía para todas las personas que participan en su educación. Madrid: Grafo. Myers, J., Kaykha, A., George, S., Abella, J., Zaheer, N., Lear, S., et al. (2004). Fitness versus physical activity patterns in predicting mortality in men. American Journal of Medicine, 117(12), 912-918. Ortega, F. B., Artero, E. G., Ruiz, J. R., Vicente-Rodriguez, G., Bergman, P., Hagstromer, M., et al. (2008). Reliability of health-related physical fitness tests in European adolescents. The HELENA Study. International Journal of Obesity, 32, S49-S57. Pate, R. R., Freedson, P. S., Sallis, J. F., Taylor, W. C., Sirard, J., Trost, S. G., et al. (2002). Compliance with physical activity guidelines: Prevalence in a population of children and youth. Annals of Epidemiology, 12(5), 303-308. Peterson, M. J., Giuliani, C., Morey, M. C., Pieper, C. F., Evenson, K. R., Mercer, V., et al. (2009). Physical Activity as a Preventative Factor for Frailty: The Health, Aging, and Body Composition Study. Journals of Gerontology Series a-Biological Sciences and Medical Sciences, 64(1), 61-68. Riddoch, C. J., & Boreham, C. A. G. (1995). The health-related physical-activity of children. Sports Medicine, 19(2), 86-102. Ridley, K., Ainsworth, B. E., & Olds, T. S. (2008). Development of a Compendium of Energy Expenditures for Youth. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 5. Roman, B., Serra-Majem, L., Ribas-Barba, L., Perez-Rodrigo, C., & Aranceta, J. (2008). How many children and adolescents in Spain comply with the recommendations on physical activity? Journal of Sports Medicine and Physical Fitness, 48(3), 380-387. Shephard, R. J., & Trudeau, F. (2000). The legacy of physical education: Influences on adult lifestyle. Pediatric Exercise Science, 12(1), 34-50. Twisk, J. W. R., Kemper, H. C. G., vanMechelen, W., & Post, G. B. (1997). Tracking of risk factors for coronary heart disease over a 14-year period: A comparison between lifestyle and biologic risk factors with data from the Amsterdam Growth and Health Study. American Journal of Epidemiology, 145(10), 888-898. 186 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte U.S. Deparment of Health and Health Services (2000). Healthy People 2010. Understanding and improving health. Retrieved from http://www.healthypeople.gov/Document/pdf/uih/2010uih.pdf. Warburton, D. E. R., Nicol, C. W., & Bredin, S. S. D. (2006). Health benefits of physical activity: the evidence. Canadian Medical Association Journal, 174(6), 801-809. w w w . g i d e k i t . c o m 187 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 188 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 13 EFECTO DE UN PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO BASADO EN UN MÉTODO COMBINADO DE CONTRACCIONES ISOMÉTRICAS MÁXIMAS Y ELECTROESTIMULACIÓN SOBRE LA FUERZA ISOMÉTRICA DE LOS EXTENSORES DE RODILLA EN SUJETOS SEDENTARIOS, MEDIDA POR UN DINAMÓMETRO Óscar Caro-Muñoz, Francisco Javier Robles-Prieto y José Antonio García-García [email protected] Resumen El propósito del presente estudio fue comprobar el efecto de un programa de entrenamiento basado en un método combinado de contracciones isométricas máximas y electroestimulación sobre la fuerza isométrica de los extensores de rodilla en 15 sujetos sedentarios (GE), comparándose con un programa de entrenamiento voluntario tradicional aplicado a otra muestra de 15 sujetos sedentarios (GI). Considerando como variables objeto de estudio el programa de entrenamiento y la fuerza isométrica máxima de los extensores de rodilla, se aplicó un programa de entrenamiento de tres días semanales durante cuatro semanas, donde se realizaban 20 contracciones isométricas máximas de 6s. por sesión ante una resistencia inmóvil y con una angulación de la articulación de la rodilla de 60º. La corriente externa aplicada simultáneamente al trabajo voluntario en el grupo GE, fue una onda bifásica de 70 Hz de frecuencia. En los resultados obtenidos queda reflejada una diferencia significativa (p<0,05) entre el incremento de fuerza alcanzado por el grupo que recibió electroestimulación simultánea al entrenamiento y el alcanzado por el grupo de entrenamiento voluntario. Como conclusión se puede afirmar que un programa de electroestimulación complementario al entrenamiento voluntario, produce incrementos más significativos de la fuerza isométrica máxima de los extensores de rodilla en sujetos sedentarios, aunque habría que realizar nuevos estudios que establezcan programas de electroestimulación más adaptados a las características musculares de los sujetos sedentarios con el fin de lograr incrementos más cercanos a los alcanzados en los deportistas de élite. Palabras clave: Fuerza, Fisiología, Electroestimulación, Fuerza Isométrica Máxima, Incrementos de fuerza. w w w . g i d e k i t . c o m 189 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción La electroestimulación es un método de trabajo en el que se sustituye el impulso nervioso natural por uno proveniente de un generador de corriente eléctrica, produciendo contracciones musculares estáticas e involuntarias (Tous, 1999 y García-Manso, 2002). Estas corrientes eléctricas se aplican en los sujetos de forma indirecta, creando los impulsos eléctricos una estimulación percutánea de los nervios periféricos, originando la contracción del músculo (Herrero-Alonso, Abadía-García de Vicuña, Morante-Rábago y García-López, 2006). Los estudios demuestran que con estas corrientes, y siempre y cuando sean de una intensidad superior a 60 Hz, se estimulan de forma preferente las fibras de tipo II, lo cual no se podría conseguir de forma natural. (Binder-Macleod, Halden y Jungles, 1995). La electroestimulación o estimulación eléctrica neuromuscular (EENM), (HerreroAlonso et al., 2006), lleva aplicándose de forma regular desde el siglo XVIII como herramienta de rehabilitación, campo en el cual tiene enormes beneficios constatados científicamente (Grunovas, Silinskas, Poderys y Trinkunas, 2007). Es a partir de 1971 cuando el ruso Yakov Kots comienza a utilizar la EENM como método de entrenamiento de los atletas rusos. Desde Kots hasta nuestros días son muchos los estudios realizados que ponen de manifiesto la valía de la EENM como método para incrementar la fuerza muscular a nivel general, y la isométrica en particular en los extensores de rodilla de sujetos sanos, siendo este grupo muscular la estrella de estos trabajos (Bax, Staes y Verhagen, 2005). Este lugar privilegiado que ocupa el cuádriceps dentro del trabajo con electroestimulación puede ser debido a que es el grupo muscular que más demanda los métodos de fortalecimiento y porque es de los que mejor se adapta a dicho método (Herrero-Alonso et al., 2006). Estudios como el de Maffiuletti, Cometti, Amiridis, Martin, Pousson y Chatard (2000) o el de Babault, Cometti, Bernardin, Pousson y Chatard (2007), corroboran los beneficios de un programa de electroestimulación adecuado sobre las ganancias de fuerza isométrica en la musculatura extensora de rodilla. El estudio de González-Montesinos, Ruíz-Gallardo y Mora-Vicente (2007) arroja información similar en cuanto a la mejora de la FMI inducida por un trabajo con EENM. En todos estos estudios existe un denominador común en cuanto a la metodología presentada, ya que de ellos se desprende que la EENM que realmente aporta mejoras de los niveles de fuerza, es aquella que se aplica a los grupos experimentales que además de este aporte de corrientes externas realizan un trabajo voluntario de entrenamiento. Por el contrario la aplicación de EENM de forma pasiva, o como Ortíz (1994) la define, estática, sin ningún tipo de entrenamiento ni contracción voluntaria complementaria, no origina beneficios significativos en aquellos sujetos sanos que pretendan aumentar sus niveles de fuerza. Así pues, no se debe caer en el error de considerar a la EENM un método de entrenamiento de fuerza más, sino que, como nos indican Herrero-Alonso et al. (2006) o Maffiuletti et al. (2000), es un complemento al entrenamiento tradicional de la fuerza, y nunca un sustitutivo del mismo, ya que de forma aislada no origina grandes ganancias de fuerza (García Manso, 2002; Venable, Collins, O´Bryant, Denegar, Sedivec y Alon, 1991). A pesar de los muchos autores y estudios que han dedicado su tiempo a avanzar en el campo de la electroestimulación, llegando como nos dice García-Manso (2002) a conseguir una estimulación selectiva de las fibras, este método complementario del trabajo de fuerza no ha tenido un camino fácil para poder ser reconocido y validado de forma unánime. Estudios como el de Holcomb (2006) establece conclusiones que apartan a la electroestimulación del mundo del entrenamiento deportivo y la aísla únicamente a su uso terapéutico. Algunos autores han apuntado que muchas de estas dudas despertadas sobre 190 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte el uso de la EENM en el campo del entrenamiento se deben a un mal planteamiento de la metodología empleada en los estudios y a una gestión errónea de los parámetros del entrenamiento con electroestimulación. El propio Holcomb (2006) concluye en su estudio que la ausencia de mejora en los niveles de fuerza isométrica de los flexores del codo se debió a una intensidad de corriente demasiado baja, la cual sólo alcanzó una media del 20,4% de la contracción isométrica voluntaria máxima. Estas conclusiones, que son un reflejo de otros muchos estudios que no logran confirmar su hipótesis por una errónea aplicación de las corrientes (Humphries, Warman, Purton, Doyle y Dugan, 2004), se sustentan en las afirmaciones de Miller y Thépaut-Mathieu (1993), en las que establecen que para que se produzca una mejora de la fuerza isométrica máxima (FMI), la fuerza de la corriente debe ser superior al 33% de la FMI voluntaria del sujeto. Analizando estos precedentes y con el fin de no cometer errores en la metodología de entrenamiento propuesta en este estudio, se ha tomado como referencia los trabajos de Coarasa-Lirón, Moros-Sanz y Mantilla-Vergel (2000) y Herrero-Alonso et al. (2006), en los cuales se realiza un repaso a los parámetros básicos que hay que tener presentes a la hora de diseñar el trabajo eficaz con electroestimulación. El ángulo de trabajo, es uno de los elementos que hay que tener mejor controlado. Se ha demostrado que el trabajo isométrico, al no producirse variaciones en la angulación inicial de la articulación, solo es efectivo a nivel muscular, en esa angulación trabajada (Gonzalez-Motesinos et al., 2007). El trabajo con EENM, muy asociado al entrenamiento isométrico, debe por tanto tener muy en cuenta la angulación articular sobre la que se trabaja, siendo según Herrero-Alonso et al. (2006), los 60º de flexión el más efectivo cuando hablemos del trabajo del cuádriceps. Coarasa et al. (2000) establece como principio fundamental del trabajo con electroestimulación, que la cantidad de energía eléctrica debe estar muy determinada por la sensación nociceptiva del sujeto, ya que estas deben ser máximas pero no deben crear malestar. Por ello en numerosos estudios, y en el que aquí se presenta, se realizan experiencias previas de EENM para que los sujetos se adapten a la sensación. Partiendo de esta premisa, las ondas rectangulares, bifásicas y simétricas son las más eficaces para el fortalecimiento del cuádriceps tal y como se desprenden del estudio de Malatesta, Cattaneo, Dugnani y Maffiuletti (2003). Para Coarasa et al. (2000), una duración de corriente entre 200 y 300 µseg. resulta ideal para el trabajo del cuádriceps. En cuanto a la frecuencia de impulso distintos autores establecen rangos diferentes. Así Lake (1992) establece que para el cuádriceps la frecuencia debe estar comprendida entre 60 y 120 Hz, mientras que para Coarasa et al. (2000) una frecuencia de 70 Hz tiene gran eficacia en el desarrollo de los niveles de fuerza del cuádriceps. En cuanto a la metodología empleada para el desarrollo de la fuerza isométrica de forma voluntaria, Cometti (1998), plantea dos tipos fundamentales de entrenamiento. En el presente estudio se tiene como referencia uno de los establecidos por este autor, la isometría máxima con carga, la cual, por sus demostrados resultados, ha sido considerada como idónea. En cuanto a los parámetros fundamentales del entrenamiento isométrico, Cometti (1998) y Tous (1999) coinciden en que el tiempo de contracción debe estar entre 6 y 8 segundos, el tiempo de descanso debe ser 15 a 20 segundos y las intensidades de carga deben rondar el 100% de la contracción isométrica voluntaria máxima (CIVM). Según se desprende de los antecedentes descritos y en base a la información aportada por los mismos acerca el trabajo de la EENM como método complementario al desarrollo de la fuerza isométrica máxima, se plantea en el transcurso de esta investigación, conocer el efecto de un programa de entrenamiento, basado en un método combinado de contracciones isométricas máximas y electroestimulación, sobre la fuerza isométrica de los w w w . g i d e k i t . c o m 191 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) extensores de rodilla en sujetos sedentarios, comparándose tal efecto con los de otro grupo, a los que sólo se les aplicará un entrenamiento isométrico convencional, sin la intervención de la electroestimulación. Según los resultados surgidos de los estudios y trabajos revisados, y en base a los precedentes asentados por los mismos, se considera que el grupo sometido al programa de entrenamiento combinado de contracciones isométricas máximas y electroestimulación, alcanzará, tras el periodo de entrenamiento, un incremento de la fuerza isométrica mayor que el grupo al que no se le aplica el aporte de EENM. 2. Método Sujetos La muestra ha estado compuesta por 30 sujetos (n=30), todos ellos varones sedentarios, de peso y talla similar (72+/-1,5 kg), (1,73+/-2cm). Para su selección se empleo el cuestionario internacional estandarizado IPAQ con el que se pretendía conocer el nivel de actividad física que habían realizado durante los años previos. Se trato de seleccionar a los más sedentarios, con el fin de que esas prácticas deportivas personales no constituyeran variables contaminantes que pudieran distorsionar los resultados. Una vez seleccionados 60 sujetos de los 250 que conforman la promoción del primer curso, se les informó de los objetivos y de la duración del estudio, y dieron su consentimiento por escrito para participar de forma voluntaria en el mismo. Tras esto se realizó un pretest (Tabla 1) de donde, a través del análisis estadístico inferencial mediante el análisis de la varianza y la prueba “t student” para grupos independientes (Tabla 4) , y tras la aplicación de una técnica de bloqueo y de asignación aleatoria, se distribuyeron en los dos grupos a los 30 sujetos que conformarían finalmente la muestra experimental, 15 en el GE y 15 en el GI, asegurándonos de que en ambos grupos existía una gran igualdad inicial en cuanto a los niveles de fuerza previa demostrada en el pretest, ya que no existía una diferencia estadística significativa (p>0,05). Diseño El presente estudio está enmarcado dentro de un diseño experimental entregrupo con dos grupos experimentales. En este caso, no se sigue el clásico diseño donde un grupo actúa como grupo control, sino que sobre ambos recae uno de los dos niveles activos de la variable independiente. De esta forma, y partiendo de una igualdad inicial tras aplicar técnicas de bloqueo y asignación aleatoria en base a la medida de la variable dependiente registrada en el pretest, se han comparado los incrementos obtenidos por ambos grupos tras el periodo de tratamiento mediante el análisis de la varianza y la prueba t de student de grupos independientes, técnicas de estadística inferencial características en este tipo de diseño. La variable dependiente de este estudio, sobre la cual se van a aplicar los dos niveles de la variable independiente, es la fuerza isométrica máxima de los extensores de rodilla, medida con dinamómetro con una angulación de rodilla de 60º de flexión. La variable independiente la constituye el programa de entrenamiento, que pretende, según la hipótesis, originar mejoras en esta cualidad de la fuerza. En este caso nos encontramos con dos niveles dentro de la variable independiente, el entrenamiento combinado de contracciones isométricas voluntarias y electroestimulación y el entrenamiento por contracciones voluntarias sin complemento de electroestimulación. Las posibles variables contaminantes de este estudio se han tratado de contrarrestar empleando las técnicas de bloqueo y asignación aleatoria para distribuir los grupos de la 192 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte forma más igualitaria posible, tratando de controlar mediante el Cuestionario Internacional de Actividad Física IPAQ (Hagstromer, Oja, Sjostrom, 2006) variables como el tipo de deporte practicado, el nivel deportivo y de entrenamiento del sujeto. Otras variables que han podido contaminar los resultados de este estudio han sido la práctica deportiva paralela al estudio, para lo cual los sujetos se comprometieron por escrito a no realizar ningún tipo de actividad durante la duración del mismo, y las condiciones ambientales, las cuales se mantuvieron siempre idénticas dentro del laboratorio. Procedimiento Una vez realizada la primera selección de los 60 sujetos, tras el análisis de los resultados del Cuestionario IPAQ, se realizó el pretest que constituyó en una prueba realizada en banco de cuádriceps con tres contracciones isométricas máximas de 4 segundos (s) contra una resistencia inmóvil y con una angulación de rodilla de 60º de flexión, con descanso de 40s. entre cada una de ellas, midiéndose a través de un dinamómetro PCE-FM100 los índices de fuerza generados. Una vez se analizaron los resultados y se aplicaron las técnicas de muestreo se obtuvo la distribución muestral definitiva de 30 sujetos, de forma que se seleccionó a aquellos que tenían índices de fuerza isométrica similares. Tras esta distribución, y antes de iniciar los protocolos de entrenamiento, el grupo que recibió el aporte de electroestimulación (GE), realizo dos sesiones de adaptación a la EENM, con el fin de descubrir las sensaciones originadas por las corrientes y determinar así sus propios límites a la intensidad de la corriente, fundamental en el trabajo con EENM (Coarasa et al, 2000). Durante las 4 semanas de tratamiento los sujetos recibieron, en ambos grupos, el programa de entrenamiento 3 días por semana, con un número de 20 contracciones por sesión. Estas sesiones se realizaron a las 12:00 de la mañana, y en una sala interior, donde las condiciones climatológicas no afectaban al desarrollo del entrenamiento. El trabajo voluntario de ambos grupos consistió en realizar contracciones voluntarias del cuádriceps, en un banco de Cuádriceps Profesional regulable y adaptado con fijaciones en diversas posiciones (Helios Mod.HCAB101) contra una resistencia inmóvil, siendo la intensidad de carga del 100% de la fuerza isométrica máxima de los sujetos. Los sujetos se fijaban al banco de cuádriceps con una cincha para evitar compensaciones con la cadera al elevarse durante la contracción. La angulación articular en la que se trabajo, fue medida con Goniómetro de acero inoxidable Therapeutic Instruments con un rango de 180º, aspecto relevante en el trabajo isométrico, como nos indican García-Manso (2002) y GonzalezMotesinos et al. (2007), fue de 60º de flexión de rodilla, que para Herrero-Alonso et al. (2006) es el ángulo óptimo debido a la capacidad de la musculatura para generar fuerzas concéntricas, isométricas y excéntricas en estado de acortamiento y debido además a su enorme fiabilidad. Cada contracción tenían una duración de 6s. con tiempos de recuperación entre contracción de 30s., cumpliéndose así la relación ideal de 1:5 en el trabajo isométrico con EENM. De esta forma se ha ajustado el tiempo total de cada sesión a los 12 minutos que Bosco (2000) aconseja cuando se trabaje la fuerza isométrica máxima de forma específica. En ambos grupos de trabajo se siguió el protocolo de entrenamiento desarrollado, con la única diferencia de que al grupo de entrenamiento combinado (GE), se le aplicó, de forma simultánea al trabajo voluntario, corrientes externas provenientes del electroestimulador Compex Sport-R. Se colocaron cuatro electrodos bipolares sobre el punto motor del cuádriceps (Lake, 1992). Se empleó una onda rectangular, simultanea y bifásica (Malatesta et al., 2003), de 300 useg. de duración y de 70 Hz de frecuencia, w w w . g i d e k i t . c o m 193 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) intensidad a la cual se adaptaron sin problemas los 15 sujetos que conformaron el grupo GE. Una vez concluidas las 4 semanas de tratamiento se realizo un postest en idénticas condiciones al pretest, a las 12:00 de la mañana y en la misma sala interior donde se realizaron los entrenamientos, por lo que las condiciones externas, de temperatura y humedad han sido idénticas. Los resultados obtenidos en este postest permitieron comparar estadísticamente los niveles de fuerza generados por los sujetos tras las 4 semanas de tratamiento y establecer las conclusiones del estudio 3. Resultados Tras la realización del análisis estadístico de los valores recogidos en las tablas 1 y 2, los cuales hacen referencia a las diferentes medidas de la variable dependiente realizadas tanto en el pretest como en el postest, se puede comprobar en base a los valores medios registrados en el postest, como la diferencia existente entre el grupo GE y el GI es significativa desde el punto de vista estadístico (0,02<p<0,05) (tabla 3), pudiéndose afirmar que se acepta la hipótesis alternativa que establece un mayor efecto del entrenamiento con electroestimulación sobre el incremento de la fuerza isométrica máxima de la musculatura extensora de rodilla, confirmándose de esta forma los presupuestos previos al estudio planteado en la hipótesis. Tabla 1. Valores de FIM (N) de extensores de rodilla obtenidos en pretest y postest por el grupo GE medido con dinamómetro. Diferencia media. SUJETOS S1 S5 S7 S9 S10 S11 S12 S13 S18 S19 S21 S25 S27 S26 S30 MEDIA 194 / 440 PRESTEST 2650 2643 2499 2649 2601 2680 2605 2450 2619 2510 2630 2587 2573 2770 2604 2605 N w w POSTEST 2810 2670 2710 2705 2813 2681 2600 2690 2700 2600 2630 2630 2890 2900 2800 2721 N w . g i d DIFERENCIA -160 -27 -211 -56 -212 -1 5 -24 -81 -90 0 -43 -317 -130 -196 -102,86 N e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 2. Valores de FIM (N) de extensores de rodilla obtenidos en pretest y postest por el grupo GI medido con dinamómetro. Diferencia media. PRETEST (Newton) 2400 2600 2700 2587 2605 2890 2634 2721 2642 2568 2421 2600 2600 2490 2690 2609 N SUJETOS S2 S3 S4 S6 S8 S14 S15 S16 S17 S20 S22 S23 S24 S28 S29 MEDIA POSTEST DIFERENCIA 2450 2610 2750 2600 2630 2900 2640 2725 2650 2570 2440 2660 2610 2500 2710 2630 N -50 -10 -50 -13 -25 -10 -6 -4 -8 -2 -19 -60 -10 -10 -20 -19.8 N Tabla 3. Análisis estadístico comparativo de los datos obtenidos en pretest en GE y GI. Análisis de Varianza y Prueba T. Análisis estadístico inicial para establecer los grupos de forma igualitaria, a través de técnicas de bloqueo y de asignación aleatoria. Pretest= medida de bloqueo (p >0,5; no significativo = Igualdad Inicial) GRUPO MEDIA VARIANZA GE GI 2605 N 2609 N 6051,81 14547,12 DESV. TÍPICA 77,80 120,6 *DIF. MEDIAS Texp NIVEL DE SIGNIFICACIÓN 4N 0,108 P> 0,05 *P>0,05 Tras el análisis de la varianza y la realización de la prueba t de student, en base a los valores medios alcanzados (GE= 2721N y GI=2730) para grupos independientes, se puede comprobar cómo 0,02<P<0,05, lo que determinan que la diferencia entre las medidas de la variable dependiente de ambos grupos registradas en el postest es muy significativa, como queda demostrado en los datos de la tabla 4 que aquí se presenta. Tabla 4. Análisis estadístico comparativo de los datos obtenidos en postest en GE y GI. Análisis de Varianza y Prueba T. (p<0,05) Diferencia significativa. Se rechaza H0 y se acepta H1, confirmando la hipótesis planteada. GRUPO MEDIA VARIANZA GE GI 2721 N 2630 N 9645,64 13915,95 DESV. TÍPICA 98,21 117,97 *DIF. MEDIAS Texp NIVEL DE SIGNIFICACIÓN 91 N 2,3 0,02<P<0,05 * P< 0,05 Si bien el incremento medio de los niveles de fuerza ha sido mayor en el grupo GE, no todos los sujetos han alcanzado un incremento de su nivel de fuerza, e incluso aparecen w w w . g i d e k i t . c o m 195 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) en la tabla 2 niveles inferiores a los registrados en los momentos previos al tratamiento (S12 y S21). Por el contrario en el grupo GI, donde se aplica un entrenamiento voluntario sin aplicación de electroestimulación, todos los sujetos han alcanzado un mínimo de mejora (Tabla 3). 4. Discusión De los resultados obtenidos en el estudio se desprende que tras el programa de entrenamiento con EENM existen aumentos significativos de la fuerza isométrica máxima en el GE. De esta forma se confirman los resultados de otros estudios como los de Miller & Thépaut-Mathieu (1993), Maffiuletti et al. (2000), Bebault et al. (2007) o GonzalezMontesinos et al. (2007), donde el efecto beneficioso de un programa adecuado de EENM sobre la FIM de la musculatura extensora de rodilla queda patente. Por el contrario se pone de manifiesto que Humphries et al. (2004) o Holcomb (2006) no aplicaron en sus estudios los parámetros de EENM adecuados y por ello no se obtienen ganancias de fuerza significativas. No obstante los incrementos de FMI del grupo GE no son tan elevados como a los obtenidos en los estudios de Maffiuletti et al. (2003), o los de de Gonzalez-Montesinos et al. (2007). Esto puede deberse a la mayor dificultad de los sujetos sedentarios a adaptarse a las corrientes eléctricas. Además, y si bien el incremento medio ha sido significativo, en el GE no todos los sujetos han incrementado su FMI, mientras que si se ha producido, por mínimo que sea, en todos los sujetos del GI, los cuales no han tenido que adaptarse a ningún estimulo externo. Seria por tanto interesante realizar nuevos estudios en poblaciones sedentarias para comprobar si estos resultados y conclusiones se ratifican y se tomen así las medidas necesarias para adaptar el entrenamiento con EENM a sujetos sedentarios, con el fin de obtener incrementos más significativos y satisfactorios. Los resultados obtenidos en este estudio hacen referencia a los momentos inmediatos a la finalización del periodo de tratamiento, por lo que se desconoce el nivel de retención de esos incrementos, y por ello se propone que se planteen estudios sobre el efecto a medio y largo plazo del trabajo con EENM. De esta forma la duración del tratamiento no se limitaría a 3-4 semanas como Bosco (2000) aconseja, sino que se podrían analizar los resultados en base a dos ciclos de 3 semanas de entrenamiento con un periodo de descanso más adecuado. Se podrían alcanzar mayores diferencias entre el pretest y el postest, obteniendo una respuesta más significativa y fiable (GonzálezMontesinos et al., 2007). Con este planteamiento se podría introducir la EENM en ciclos de entrenamiento mixtos, acercando un poco más el empleo de este método complementario al trabajo de fuerza hacía la especificidad deportiva y a su aceptación definitiva en base a resultados más específicos. 5. Conclusiones - Tras el análisis de los resultados obtenidos en este estudio se puede comprobar que, en un periodo de cuatro semanas, ya se producen importantes incrementos de la fuerza isométrica máxima en aquellos sujetos sedentarios a los que se le aplica le EENM. - En el grupo GE, el incremento medio ha sido significativo al comparar los valores obtenidos en el pretest y en el postest, pero sin embargo hay sujetos donde el incremento ha sido escaso o nulo. Por ello podemos considerar el entrenamiento isométrico por contracciones voluntarias como un método más conservador en cuanto al nivel de mejora, pero más estable en base a los resultados obtenidos en el estudio. Además, esto hace que nos planteemos la necesidad de seguir analizando aquellos casos en los que los sujetos sedentarios no se adaptan correctamente a la EENM e intentar encontrar parámetros 196 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte individualizados que hagan de este programa, complementario al trabajo de fuerza, un método más específico, individualizado y eficaz dentro del ámbito deportivo. Para ello sería también más interesante poder realizar estudios de mayor duración, combinándose distintos ciclos de entrenamientos, y adquiriéndose resultados más a medio y a largo plazo. 6. Referencias Babault, N., Cometti, G., Bernardin, M., Pousson & Chatard, J.C. (2007). Effects of electromyostimulation training on muscle strength and power of elite rugby players. Journal of Strength and Conditioning Research, 21, 431-438 Bax, L., Staes, F & Verhagen, A. (2005). Does neuromuscular electrical stimulation strengthen the cuadriceps femoris?. A systematic review of randomized controlled trials. Sports Medcine, 35, 191-212 Binder Macleod, S.A., Halden, E.E & Jungles, K.A. (1995). Effects of stimulation intensity on the physiological responses of human motor units. Medicine and science in sport and exercise, 24, 556-565 Bosco, C. (2000). La fuerza muscular. Aspectos metodológicos (pp. 54-70). Barcelona. Inde Coarasa Lirón de Robles, A., Moros Sanz, C & Mantilla Vergel, C. (2000). Beneficio potencial de la estimulación neuromuscular del cuádriceps femoral para el fortalecimiento. Archivos de Medicina del Deporte, 79, 405-402. Cometti, G.(1998). Los métodos modernos de musculación. (pp.117-136). Barcelona. Paidotribo García Manso, J.M. (2002). La fuerza. (pp. 294-305). Madrid. Gymnos González Montesinos, J.L., Ruiz Gallardo, P & Mora Vicente, J. (2007). La electroestimulación como complemento al entrenamiento isométrico voluntario en la mejora de la fuerza isométrica máxima. Diferencias entre hombres y mujeres de mediana edad. Apunts Educación Física y Deporte, 89, 53-63 Grunovas, A., Silinskas, V., Poderys, J & Trinkunas, E. (2007). Peripheral and systemic circulation after local dynamic exercise and recovery using passive foot movement and electrostimulation. Journal of Sport Medicine and Physical Fitness, 47, 335-344. Hagstromer, M.; Oja, P.; Sjostrom, M. (2006). The international Physical Activity Questionnaire (IPAQ): a study of concurrent and construct validity. Public-Healht-Nutr., 9, 755-62 Herrero Alonso, J.A., Abadía García de Vicuña, O., Morante Rábago, J.C & García López, J. (2006). Parámetros del entrenamiento con electroestimulación y efectos crónicos sobre la función muscular (I). Archivos de Medicina del Deporte, 116, 455-462. Holcomb, W.R. (2006). Effect of training with neuromuscular electrical stimulation on elbow flexion strength. Journal of sport science & medicine, 5, 276-281 Humphries, B., Warman, G., Purton, J., Doyle, T & Dugan, E. (2004). The influence of vibration on muscle activation and rate of force development during maximal isometric contractions. Journal of sport science & medicine, 3, 16-22 Lake, D.A. (1992). Neuromuscular electrical stimulation. An overview and its application in the treatment of sport injuries. Sports Medicine, 13, 320-336 Maffiuletti, N.A., Cometti, G., Amiridis, I.G., Martin, A., Pousson, M. & Chatard, J.C. (2000). The Effects of Electromyostimulation Training and Basketball Practice on Muscle Strength and Jumping Ability. International Journal of Sports Medicine, 21, 437-443 Malatesta,D., Cattaneo,F., Dugnani,S. & Maffiuletti, N.A. (2003). Effects of elestromyostimulation training and volleyball practice on jumping ability. Journal of Strength Condition Research, 17, 573-579 Miller, C. & Thépaut-Mathieu, C. (1993). Strength training by electroestimulation conditions for efficacy. International Journal of Sport Medicine, 14, 377-381 Tous Fajardo, J. (1999). Nuevas tendencias en fuerza y musculación (pp. 124-130). Barcelona. Ergo. w w w . g i d e k i t . c o m 197 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Ortiz, V. (1994). La mejora de la fuerza muscular en el deporte mediante el uso de electroestimulación. Archivos de Medicina del Deporte, 10, 279-284. Venable, M.P., Collins, M.A., O´Bryant, H.S., Denegar, C.R., Sedivec, M.J. & Alon, G. (1991). Effects of supplemental electrical stimulation on the development of strength vertical jump performance and power. Journal Applied sports sciences research, 5, 139-143 198 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 14 CONDICIONAMIENTO DEL ÍNDICE DE FUERZA REACTIVA EN PRUEBAS DE VELOCIDAD CON CAMBIOS DE DIRECCIÓN Javier Leiva Arjona, Pedro Jesús Ruiz Montero, Juan Antonio Conejo Sobrino y Alfonso Castillo Rodríguez [email protected] Resumen En esta investigación se correlaciona el índice de fuerza reactiva con las carreras de velocidad corta de 10 metros en diferentes modalidades: en línea recta, con cambios de dirección hacia izquierda y derecha, con ángulos de 45º,90º y 135º. Para medir el índice de fuerza reactiva lo calculamos a través del Test de Bosco: mediante Drop Jump. Así 42 sujetos todos varones y físicamente activos alumnos de magisterio de educación física se sometieron a pruebas de velocidad y al test de salto. Los resultados muestran que la fuerza explosivo – elástico – reactiva incide directa y significativamente en la ejecución de carreras de velocidad corta de 10m y con cambios de dirección. Palabras clave: indice de fuerza reactiva, cambios de dirección, velocidad. w w w . g i d e k i t . c o m 199 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción La fuerza reactiva es el trabajo muscular que dentro de un ciclo de estiramiento – acortamiento genera un aumento de energía/fuerza y que depende de la fuerza máxima, de la velocidad de creación de fuerza y de la capacidad de tensión reactiva de la estructura muscular (Dietrich, 2004). Este ciclo implica que en la contracción excéntrica, o fase de estiramiento (ej. flexión de piernas), se almacena energía en los componentes elásticos en serie en el músculo, concretamente en los puentes de actina y misosina de las fibras de contracción rápida, aumentando la fuerza generada en gran medida y produciéndose un pequeño cambio en la longitud del sarcómero. Esta energía se transfiere al trabajo realizado por el elemento contráctil en la contracción concéntrico fase de acortamiento (ej. Extensión de piernas en un salto). Esto dará como resultado una mayor potencia de salto siempre que el tiempo entre la contracción concéntrica y la excéntrica sea mínimo (menor de 1 ó 2 segundos), pues de lo contrario, esa energía elástica se pierde en forma de calor. Comí (1992) afirma en sus conclusiones que a menor tiempo de apoyo mayor tiempo de vuelo y mejor aprovechamiento de los componentes elásticos del músculo (Cervera y Nicolai, 1999). Recientemente, se ha utilizado el índice de fuerza reactiva (RSI) en los establecimientos para el entrenamiento de la fuerza reactiva, que es la que incide directamente en el ciclo de estiramiento - acortamiento. La RSI se describe como la capacidad de un individuo para cambiar rápidamente desde una acción excéntrica a una acción concéntrica y puede considerarse como una medición de la fuerza explosiva. La fuerza explosiva es un término que describe la capacidad de un atleta para desarrollar fuerzas máximas en un tiempo mínimo (Young, 1995). El RSI fue desarrollado como un componente del Test de Valoración de las Cualidades de Fuerza (Strength Qualities Assessment Test), el cual tuvo su origen en el Instituto Australiano del Deporte (Wilson, Wood y Elliot, 1991). El índice de fuerza reactiva se calcula a partir de la altura alcanzada durante un salto con caída y el tiempo de contacto necesario para desarrollar la fuerza requerida para ese salto. La utilización de una manta de contacto durante la realización de saltos con caída, permite calcular el RSI dividiendo la altura del salto por el tiempo de contacto previo al despegue (Figura 1). Figura 1. Ecuación para calcular el RSI. El índice de fuerza reactiva puede incrementarse por el incremento de la altura de salto, la reducción del tiempo de contacto o ambas cosas (Flanagan y Comyns, 2008). En un estudio llevado a cabo sobres 15 atletas pertenecientes a los deportes: fútbol, baloncesto, tenis y fútbol Australiano; se determinó que existía una correlación 200 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte significativa entre la fuerza reactiva y la velocidad en el cambio de dirección. (Young, James y Montgomery, 2002) En otra investigación con cuarenta y dos jugadores de rugby se correlacionó significativamente la agilidad reactiva con carreras de velocidad máxima de 10 m y 20 m con cambios de dirección (Gabbet, Kelly y Sheppard, 2008). Una de las principales conclusiones a destacar en estos trabajos es que aquellos sujetos que tienen una fuerza reactiva mayor les condicionará positivamente en las carreras de velocidad. El propósito de este estudio ha sido determinar la relación existente entre el índice de fuerza reactiva con la carrera de velocidad en línea recta y con cambios de dirección. 2. Material y métodos 42 sujetos, todos ellos hombres, saludables, físicamente activos, alumnos de Magisterio Educación Física de la Universidad de Málaga se presentaron voluntarios para la realización de dicha investigación firmando una fórmula de consentimiento. Las pruebas fueron realizadas en dos días, de forma que el desarrollo de las distintas pruebas no fueran condicionantes entre sí, por la aparición de fatiga, a la hora de la recogida de los resultados. Las medidas realizadas fueron el rendimiento en las pruebas de salto del test de Bosco altura máxima y tiempo de contacto en drop jump (DJ) para valorar la fuerza explosivo-reactivo-balística gracias a la elasticidad muscular, el comportamiento viscoelástico, el reflejo miotático y el comportamiento de los órganos tendinosos de Golgi. Todos los test fueron realizados según el protocolo descrito por Bosco (1994). Estos saltos se realizaron de forma bipodal desde una altura de 30 cm y 15 cm; y de forma monopodal (izquierda y derecha) desde 15 cm. Antes de realizar el test, se llevaron a cabo en ambos días un calentamiento para predisponer a los sujetos en la realización posterior de las pruebas de salto y velocidad; hubo un periodo de familiarización que consistió en la presentación técnica del ejercicio del salto dedicada a adquirir cierta automatización del gesto del Drop Jump. El instrumental utilizado para la recogida de datos en las pruebas de salto fue superficie sintética, Taraflex, plana y en una instalación cubierta. Las carreras realizadas fueron de una longitud de 10 metros, que se realizaron en diferentes modalidades: en línea recta, con cambios de dirección hacia izquierda y derecha, con ángulos de 45º,90º y 135º, así como de 180º (carrera de ida y vuelta). Para medir las carreras de velocidad se empleó Sistema telemétrico de cronometraje marca Byomedic, utilizándose un total de 3 células fotoeléctricas. Los datos registrados fueron analizados con el paquete estadístico SPSS 15.0 para Windows., mediante el cual se realizaron análisis de correlaciones Bivariadas, así como Pruebas T para la comparación de muestras independientes. 3. Resultados A través del análisis de correlaciones Bivariadas, se extrajeron los siguientes resultados (Tabla I). w w w . g i d e k i t . c o m 201 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla I. Correlaciones entre los Índices de Jumps evaluados) y las diferentes carreras. 45º 45º LR Derecha Izquierda RSI * * Juntos p=0.09 p<0.01 p<0.01 30 RSI * * Juntos p=0.08 p<0.01 p<0.05 15 RSI * * * Derech. p<0.05 p<0.01 p<0.01 15 RSI * * * Izquier. p<0.01 p<0.01 p<0.05 15 Fuerza Reactiva (procecentes de los diferentes Drop 90º Derecha 90º Izquierda 135º Derecha 135º Izquierda IV * p<0.05 * p<0.05 * p<0.01 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 p=0.10 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.05 * p<0.01 * p<0.05 En la que observamos que los diferentes Índices de Fuerza Reactiva, se correlacionan de forma significativa prácticamente con todas las carreras analizadas, salvo el RSI 30 y RSI 15 con la carrera en línea recta (0.098 y 0.085 respectivamente) y RSI 15 de la pierna Derecha con la carrera de Ida y Vuelta (0.105) en las que no obstante se obtienen valores próximos a la significatividad. Posteriormente se ha pasado a analizar por grupos cada uno de los Índices de Fuerza Reactiva, en función de aquellos sujetos con mayor o menor Índice. Para ello se ha procedido a comparar medias mediante Prueba T para muestras independientes: Se han formado dos grupos en función de si tenían un RSI 30 Juntos mayor o menor a 80 (tabla II). Encontrándose significatividad en las carreras de 45º Izquierda (0.004), 90º Derecha (0.002), 90º Izquierda (0.02) e 135º Derecha (0.007). Encontrándose además indicios de posible significatividad con las carreras de Ida y Vuelta (0.066) y 135º Izquierda (0.087). Tabla II. Comparación de las diferentes carreras entre grupos con Índice de Fuerza Reactiva (procedente del Drop Jump bipodal desde 30 cm) mayores y menores a 80. RSI JUNTOS 30 N Media ± Desv. tip Significatividad >= 80 11 3.45±0.14 45ºI p < 0.01 * <= 80 31 3.66±0.28 >= 80 11 3.56±0.16 90ºD p < 0.01 * <= 80 31 3.81±0.28 >= 80 11 3.11±0.25 90ºI p < 0.05 * <= 80 31 3.35±0.29 >= 80 11 2.93±0.17 135ºD p < 0.01 * <= 80 31 3.12±0.17 Se han formado dos grupos en función de si tenían un RSI 15 Juntos mayor o menor a 80 (tabla III). Encontrándose significatividad en la carrera en línea recta (0.034), 45º Derecha (0.014), 90º Derecha (0.01), 90º Izquierda (0.023), 135º Derecha (0.039) y 135º Izquierda (0.01). Encontrándose además indicios de posible significatividad en la carrera de 45º Izquierda (0.052). 202 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla III. Comparación de las diferentes carreras entre grupos con Índice de Fuerza Reactiva (procedente del Drop Jump bipodal desde 15 cm) mayores y menores a 80. RSI JUNTOS 15 N Media ± Desv. tip Significatividad >= 80 10 2.68±0.07 LR p < 0.05 * <= 80 32 2.78±0.23 >= 80 10 4.05±0.19 45ºD p < 0.05 * <= 80 32 4.25±0.24 >= 80 10 3.58±0.17 90ºD p < 0.05 * <= 80 32 3.79±0.28 >= 80 10 3.13±0.19 90ºI p < 0.05 * <= 80 32 3.33±0.31 >= 80 10 2.96±0.17 135ºD p < 0.05 * <= 80 32 3.10±0.18 >= 80 10 2.64±0.10 135ºI p < 0.01 * <= 80 32 2.82±0.19 Se han formado dos grupos en función de si tenían un RSI 15 con la pierna Izquierda mayor o menor a 45 (tabla IV). Encontrándose significatividad en las carreras en Línea recta (0.015), 90º Derecha (0.034), 90º Izquierda (0.044), 135º Derecha (0.002) y 135º Izquierda (0.014). Encontrándose además indicios de significatividad en las carreras 45º Derecha (0.051) e Ida y vuelta (0.082). Tabla IV. Comparación de las diferentes carreras entre grupos con Índice de Fuerza Reactiva (procedente del Drop Jump monopodal-izquierdo desde 15 cm) mayores y menores a 45. RSI IZQUIERDA 15 N Media ± Desv. tip Significatividad >= 45 10 2.64±0.14 LR p < 0.05 * <= 45 32 2.79±0.21 >= 45 10 3.61±0.18 90ºD p < 0.05 * <= 45 32 3.78±0.29 >= 45 10 3.14±0.23 90ºI p < 0.05 * <= 45 32 3.33±0.30 >= 45 10 2.92±0.14 135ºD p < 0.01 * <= 45 32 3.12±0.17 >= 45 10 2.67±0.11 135ºI p < 0.05 * <= 45 32 2.81±0.20 Se han formado dos grupos en función de si tenían un RSI 15 con la pierna derecha mayor o menor a 45 (tabla V). Encontrándose significatividad en las carreras 45º Derecha (0.011), así como 135º Derecha (0.048). Encontrándose además indicios de posible significatividad con la carrera 135º Izquierda (0.075). Tabla V. Comparación de las diferentes carreras entre grupos con Índice de Fuerza Reactiva (procedente del Drop Jump monopodal-derecho desde 15 cm) mayores y menores a 45. RSI DERECHA 15 N Media ± Desv. tip Significatividad >= 45 7 3.97±0.20 45ºD p < 0.05 * <= 45 35 4.25±0.23 >= 45 7 2.94±0.16 135ºD p < 0.05 * <= 45 35 3.10±0.18 w w w . g i d e k i t . c o m 203 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 4. Discusión El Índice de Fuerza Reactiva, se correlaciona de forma significativa prácticamente con todas las carreras analizadas. Estos resultados están en consonancia con un estudio previo que indica que el DJ correlaciona significativamente con las carreras de 10m, de forma que el SSC (Ciclo estiramiento-acortamiento) se correlaciona significativamente con dichas carreras (Smirniotou y col, 2008). Otros estudios llevados a cabo con pruebas de velocidad de 100m, indican que en las primeras fases de la carrera donde hay una mayor aceleración, muestran un uso mayor de la fuerza máxima concéntrica (Sleivert y Tangahue, 2004). Conforme la velocidad aumenta, el uso de la fuerza reactivo explosiva es mayor puesto que el tiempo de contacto con el suelo es menor y la velocidad de extensión y contracción del músculo aumenta (Harrison, Jensen y Donoghue, 2005).De esta forma cabe indicar que sería interesante llevar a cabo estudios con pruebas de velocidad de distancias mayores a 10 m, de forma que podamos valorar de forma más significativa el empleo de la fuerza reactiva por parte del sujeto en las carreras. En nuestro estudio encontramos una serie de limitaciones. Mientras que Schmidtbleicher (1992) establece que para clasificar una actividad como SSC rápido el tiempo de contacto debe ser igual o menor a 0.25 segundos. Prácticamente ninguno de los sujetos que hemos analizado registran tiempos de contacto próximos a esos 0.25 segundos. Por lo tanto no estaríamos analizando todos los efectos asociados al SSC. Siendo un posible motivo por el que no encontremos diferencias significativas entre grupos en ciertas carreras realizadas. Hubiera resultado interesante formar los grupos en función de si los tiempos de los sujetos eran próximos o lejanos a esos 0.25 segundos. Por otro lado la muestra con la que hemos trabajado han sido estudiantes varones de educación física, de los cuales sólo algunos competían a nivel federado. Hubiese sido interesante verificar los resultados con estudiantes del sexo femenino, al igual que con atletas de élite. 5. Conclusión A tenor de los resultados podemos indicar que el índice de fuerza reactiva es un factor que condiciona positivamente las pruebas de velocidad máxima con cambios de dirección. De esta forma a mayor índice de fuerza reactiva mejores serán los tiempos de las carreras a máxima velocidad con cambios de dirección. 6. Referencias Bosco, C. (1994). La valoración de la fuerza con el test de Bosco. Barcelona: Paidotribo. Cervera, V. O. y Guerra, N. (1999). Entrenamiento de fuerza y explosividad para la actividad física y el deporte de competición (2ª ed.). Barcelona: INDE. Dietrich, M., Jürgen, N. & Ostrowski, C. (2004). Metodología general del entrenamiento infantil y juvenil. Barcelona: Paidotribo. Flanagan, E. P. & Comyns, T.M. (2008). The Use of Contact Time and the Reactive Strength Index to Optimize Fast Stretch-Shortening Cycle Training. Strength and Conditioning Journal, 30 (5), 32-38. Gabbett, T. J., Kelly, J. N. & Sheppard, J. M. (2008). Change of Direction Speed, and Reactive Agility of Rugby League Players. Journal of Strength and Conditioning Research, 22(1), 174-181. Harrison, A. J., Jensen, R. L. & Donoghue, O. (2005). A Comparison of Laser and Video Techniques for Determining Displacement and Velocity During Running. Measurement in Physical Education and Exercise Science, 9(4), 219-231. 204 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Komi, P. V. (1992). Stretch-shortening cycle. En Komi, P.V. Strength and Power in Sports (pp. 169-179). Blackwell: Oxford. Smirniotou, A., Katsikas, C., Paradisis, G., Argeitaki, P., Zacharogiannis, E. & Tziortizis, S. (2008). Strengh-power parameters as predictors of sprinting performance. Journal of sport medicine and physcial fitness, 48(4), 447-454. Sleivert, G. & Tangahue, M. (2004). The relationship between maximal jumpsquat power and sprint acceleration in athletes. European Journal of Applied Physiology, 91, 4652. Schmidtbleicher, D. (1992). Training for power events. En Komi, P.V. Strength and Power in Sport (pp. 169-179). Blackwell: Oxford. Wilson, G. J., Wood G. A. & Elliott B. C. (1991) Optimal stiffness of series elastic component in a stretch-shorten cycle activity. Journal of Applied Physiology, 70, 825–833. Young, W. (1995) Laboratory strength assessment of athletes. New Studies in Athletics, 10, 88–96. 1995. Young, W., James, R. & Montgomery, I. (2002). Is muscle power related to running speed with changes of direction? Journal of sports medicine and physical fitness, 42(3), 282-288. w w w . g i d e k i t . c o m 205 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 206 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 15 LA ACTIVIDAD FÍSICA HABITUAL PUEDE EXPLICAR LAS DIFERENCIAS ENTRE NIÑOS Y NIÑAS EN LA CAPACIDAD FUNCIONAL ANTES DE LA PUBERTAD Ernesto De la Cruz Sánchez, Raúl Martínez de Santos Gorostiaga, José Pino Ortega y María Isabel Moreno Contreras [email protected] Resumen Este estudio establece las diferencias en función del sexo en diferentes dimensiones de la condición física relacionada con la salud, la obesidad y la actividad física en escolares. Para ello, se utilizó una versión reducida de la batería Eurofit y se estudió el patrón de actividad física en un grupo de niños de ambos sexos representativo de la Comunidad Autónoma de Extremadura. El análisis estadístico realizado comprende una regresión logística multinomial para modelar la relación entre el estatus de condición física y el exceso de peso y la actividad física en función del sexo y un t-test para calcular las diferencias en la condición física entre ambos sexos cuando los sujetos son suficientemente activos Los principales resultados muestran que los chicos son más activos que las chicas (OR 1.90, CI 1.03-3.49) y tienen mejor estatus de peso y condición física que las chicas, excepto en la prueba de sit and reach. Cuando ambos sexos tienen un patrón similar de actividad física, estas diferencias desaparecen, excepto en la prueba de sit and reach en la que las chicas siguen manteniendo su ventaja sobre los chicos, independientemente del cumplimiento de las recomendaciones de práctica de actividad física. Palabras clave: ejercicio, condición física, deporte, género w w w . g i d e k i t . c o m 207 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción Las mujeres realizan menor cantidad de actividad física y deporte en su tiempo libre (Varo, et al., 2003). Estas diferencias entre ambos sexos se ponen de manifiesto desde edades tempranas, y tanto chicas adolescentes como niñas realizan menor cantidad de actividad física que sus pares masculinos de su misma edad (Trost, et al., 2002). La baja participación femenina en actividad física y deporte puede deberse a los tópicos y creencias propios de nuestra cultura. El deporte se percibe en nuestra sociedad como algo propio de hombres, como norma general, y existen modalidades deportivas en función del sexo. Se ha descrito que entre las chicas hay cierta resistencia o predisposición negativa a la práctica de ejercicio físico o de determinados deportes, ya que socialmente no se espera eso de ellas. Este fenómeno se ha denominado queer resistance (Broad, 2001). En contraste, los chicos muestran por lo general más motivación por la práctica de ejercicio físico y la participación deportiva (Weinberg, et al., 2000). Las diferencias en la cantidad de actividad física durante el tiempo libre en función del sexo podrían explicar en cierta medida el peor rendimiento que encuentran algunos autores en las chicas en las pruebas de condición física (Ortega, et al., 2005). Antes de la pubertad, no existen diferencias en la capacidad cardiorrespiratoria en función del sexo para una misma cantidad de actividad física (Manios, Kafatos, & Codrington, 1999). Es importante considerar el estatus de maduración biológica de los individuos: el desarrollo físico afecta al rendimiento físico (Ortega, Ruiz, Mesa, Gutierrez, & Sjostrom, 2007). En este sentido, niños y niñas comienzan a mostrar diferencias entre ellos al llegar a la pubertad (Ortega, Ruiz, et al., 2008). El propósito de este trabajo es analizar en escolares prepúberes las diferencias en la condición física en función del sexo teniendo en cuenta la actividad física habitual que realizan. 2. Material y Método El estudio fue realizado en Extremadura, siendo la población escolares de 4º y 5º curso de primaria (9,99±0,79 años, 137 chicos y 156 chicas) procedentes de cinco colegios seleccionados aleatoriamente en un diseño estratificado de cuatro pasos teniendo en cuenta el tamaño de la población, edad, sexo y tipo de escuela (pública o privada), durante el año académico 2006-2007. La muestra estimada para un error del 5% (95.5% IC) fue de 349 individuos (ver tabla 1 en la que se detallan las características de los participantes). Fue obtenido un consentimiento informado de los participantes así como de sus padres o tutores, contando además este trabajo con una valoración positiva del Comité de Bioética de la Universidad de Murcia. 208 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 1. Prevalencia de las características de los participantes (chicos: n=137; chicas: n=156) Chicos (%) Chicas (%) Total (%) Actividad física Insuficientemente 77.4 86.5 82.3 22.6 13.5 17.7 74.5 62.8 68.3 25.5 37.2 31.7 activos Suficientemente activos Estatus peso (IMC) Normopeso Exceso de peso Las medidas fueron realizadas en período lectivo durante las mañanas, de Mayo a Junio de 2007. Se hizo una demostración de cada test de evaluación y todas las medidas fueron tomadas por el mismo equipo de evaluadores, dejando entre 5 y 10 minutos de descanso entre test. Las medidas se presentan en el orden en el que fueron realizadas. Índice de Masa Corporal (IMC), calculado a partir de la talla y el peso, con un tallímetro Seca (Seca, Hamburgo, Alemania), con el sujeto descalzo y la cabeza en el plano de Frankfort. El peso fue estimado con una precisión de 0.1 kg (Seca Beam Balance 710). Los participantes fueron clasificados en dos grupos: normopeso y exceso de peso, atendiendo a estándares internacionales específicos de su edad y sexo (Cole, Bellizzi, Flegal, & Dietz, 2000). La condición física fue evaluada usando cinco test, en este orden: sit and reach (flexibilidad), fuerza máxima de prensión manual, salto horizontal, carrera de velocidad 10 x 5 m, y carrera de resistencia (course navette). Para todos excepto el último test, se permitieron dos intentos. Estos test han sido validados previamente para su uso en escolares (Ortega, Artero, et al., 2008). Un diario de registro de 7 días fue utilizado para estimar la cantidad de actividad física habitual (Bratteby, Sandhagen, Fan, & Samuelson, 1997). De esta forma, la actividad física fue estimada en segmentos temporales cada día de la semana. Para cada segmento, el participante tenía que informar del tipo y la cantidad de actividad física realizada, así como de las horas de sueño, asumiendo que el resto del tiempo lo ha invertido en actividades ligeras. La actividad cotidiana fue valorada a través del número de minutos diarios dedicados a la práctica de actividad física (suma de la moderada, intensa y muy intensa) durante la semana, de acuerdo con un compendio de gasto energético específico en niños (Ridley, Ainsworth, & Olds, 2008). Los escolares fueron clasificados en dos grupos: suficientemente activos e insuficientemente activos, de acuerdo con las recomendaciones de práctica de actividad física en estas edades (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2006), ≥60 minutos, ≥5 días/semana de actividad física moderada o vigorosa (MVPA, ≥ 3 METS). El test de normalidad de Kolmogorov-Smirnov fue utilizado para asegurar la normal distribución de las variables, calculándose un t-test para establecer las diferencias en las pruebas de condición física entre los chicos y chicas suficientemente activos. Se utilizó un coeficiente de regresión logística multinomial para establecer las diferencias entre sexos para el nivel de rendimiento en las diferentes pruebas de condición física (percentiles 25 y 75). Los análisis estadísticos se realizaron con el programa SPSS 15.0 para Windows. w w w . g i d e k i t . c o m 209 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Resultados Tras obtener los datos, se pudo determinar que los chicos mostraban menor prevalencia en el exceso de peso que las chicas, como puede observarse en la tabla 2. Los chicos son, además, más activos que las chicas. Se puede observar que es más probable encontrar mejores niveles en todas las pruebas de condición física en los chicos, excepto en la de sit and reach y fuerza de prensión de la mano izquierda, como muestra el modelo de regresión (odds ratio e intervalos de confianza) para las diferencias en los percentiles de condición física (25 versus 75) en función del sexo (tabla 2). Tabla 2. Modelo de regresión logística multinomial examinando las diferencias en función del sexo en las diferentes variables objeto de estudio y los componentes de la condición física (percentiles). OR (95% CI)a Actividad física Suficientemente activos 1.90 (1.03 – 3.49) Estatus de peso Exceso de peso 0.58 (0.35 – 0.97) Sit and reach 0.38 (0.22 – 0.66) ≥ Percentil 75b Fuerza de prensión derecha 2.04 (1.15 – 3.63) ≥ Percentil 75b Fuerza de prensión izquierda 1.34 (0.77 – 2.31) ≥ Percentil 75b Salto horizontal 2.11 (1.17 – 3.79) ≥ Percentil 75b Agilidad 10 x 5 m 2.73 (1.51 – 4.92) ≥ Percentil 75b Resistencia aeróbica 3.08 (1.69 – 5.61) ≥ Percentil 75b aGrupo bGrupo de comparación es “chicas”. de comparación es “≤ percentil 25”. La tabla 3 describe las diferencias en el rendimiento en las pruebas utilizadas en chicos y chicas con un patrón de actividad física saludable. Se puede observar que en la mayoría de las pruebas no existen diferencias significativas, excepto el test de sit and reach. Ser chica proporciona una ventaja en este test de movilidad, independientemente de la cantidad de actividad física habitual realizada. 210 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 3. Diferencias en función del sexo en el nivel de rendimiento alcanzado en las diferentes pruebas de condición física en los escolares que cumplían las recomendaciones de práctica de actividad física (t-test) Variable Chicos activos Chicas activas t p M ± DE M ± DE IMC (kg·m-2) 16.61 ± 2.92 16.08 ± 2.92 0.646 0.521 Sit and reach (cm) -0.49 ± 5.77 4.21 ± 6.62 -2.718 0.009 * Fuerza prensión derecha (N) 178.34 ± 41.10 189.33 ± 39.82 -0.955 0.344 Fuerza prensión izquierda (N) 175.99 ± 42.77 175.59 ± 40.41 0.035 0.972 Salto horizontal (cm) 137.86 ± 50.00 126.09 ± 56.83 0.783 0.438 Agilidad 10 x 5 m (s) 22.09 ± 4.10 22.31 ± 3.31 -0.199 0.843 7.01 ± 1.12 6.47 ± 1.06 1.730 0.090 Resistencia aeróbica (estadío) *p<0.001. 4. Discusión y Conclusión Como en el presente estudio, en España mujeres y niñas no alcanzan los niveles de actividad física recomendados en la misma proporción que los hombres (Roman, SerraMajem, Ribas-Barba, Perez-Rodrigo, & Aranceta, 2008). Eso significa que están en desventaja en términos de salud, ya que la actividad física habitual durante el tiempo libre es un factor importante para mantener la salud y la calidad de vida (Twisk, Kemper, vanMechelen, & Post, 1997). El exceso de peso es más frecuente entre las chicas estudiadas, tal y como describen otros autores (Rey-Lopez, Vicente-Rodriguez, Biosca, & Moreno, 2008). Este fenómeno se invierte en las últimas etapas educativas, según otros autores y el colectivo de hombres jóvenes padece con mayor frecuencia de exceso de peso (Moreno, Sarria, Fleta, Rodriguez, & Bueno, 2000). En lo referente al rendimiento físico, en nuestro trabajo los chicos obtienen mejor puntuación en todos los test utilizados (excepto el de sit and reach). Mantener un buen estatus de condición física desde edades tempranas significa una mejor salud durante el crecimiento y en la etapa adulta (Twisk, et al., 1997). Cuando los escolares de ambos sexos cumplen las recomendaciones de actividad física, en nuestro estudio esas diferencias desaparecen y sólo se mantiene la ventaja de las chicas en la prueba de sit and reach. Este hecho ha sido descrito previamente en otros trabajos y las chicas mantienen y alcanzan mejores resultados que los chicos en este test (Pavic, Trninic, & Katic, 2008). El hecho de que no encontremos diferencias significativas en las pruebas de fuerza muscular podría explicarse por el crecimiento y desarrollo, ya que hasta la pubertad no se alcanzan las mayores diferencias entre ambos sexos en la producción de hormonas anabólicas (Bar-Or, 1983). En este trabajo no ha sido completado un protocolo para evaluar el estatus de madurez biológica en niños y niñas, pero está descrito que el comienzo medio de la pubertad en nuestro país está por encima de la edad de la muestra,10.5 años (Parent, et al., 2003). De forma distinta al presente trabajo, otros autores encuentran mejor rendimiento en la prueba de resistencia aeróbica en los chicos, incluso para una similar cantidad de actividad física y parecido tamaño corporal en ambos sexos (Armstrong, Kirby, McManus, & Welsman, 1995). No obstante, nuestro estudio emplea pruebas funcionales y encuentra w w w . g i d e k i t . c o m 211 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) idénticos resultados que otros trabajos que emplean test similares en escolares prepúberes que tienen un patrón semejante de actividad física (Manios, et al., 1999). Independientemente del sexo, estos niveles de práctica benefician a ambos, niños y niñas, por igual, mejorando su condición física y con ello su salud, tal y como hemos descrito (Twisk, et al., 1997). Como conclusión, este trabajo muestra que las chicas son más inactivas y exceden en mayor medida su peso óptimo que los chicos de su misma edad. Cuando tienen un patrón de actividad física habitual semejante, chicos y chicas obtienen similar rendimiento en las pruebas de condición física, excepto en el test de sit and reach, inferior en los varones independientemente de la cantidad física habitual. 5. Referencias Armstrong, N., Kirby, B. J., McManus, A. M., & Welsman, J. R. (1995). Aerobic fitness of prepubescent children. Annals of Human Biology, 22(5), 427-441. Bar-Or, O. (1983). Pediatric exercise science for the practitioner. New York: Springer. Bratteby, L. E., Sandhagen, B., Fan, H., & Samuelson, G. (1997). A 7-day activity diary for assessment of daily energy expenditure validated by the doubly labelled water method in adolescents. European Journal of Clinical Nutrition, 51(9), 585-591. Broad, K. L. (2001). The gendered unapologetic: Queer resistance in women's sport. Sociology of Sport Journal, 18(2), 181-204. Ministerio de Sanidad y Consumo. (2006). Actividad física y salud en la infancia y la adolescencia. Guía para todas las personas que participan en su educación. Madrid: Grafo. Cole, T. J., Bellizzi, M. C., Flegal, K. M., & Dietz, W. H. (2000). Establishing a standard definition for child overweight and obesity worldwide: international survey. British Medical Journal, 320(7244), 1240-1243. Manios, Y., Kafatos, A., & Codrington, C. (1999). Gender differences in physical activity and physical fitness in young children in Crete. Journal of Sports Medicine and Physical Fitness, 39(1), 24-30. Moreno, L. A., Sarria, A., Fleta, J., Rodriguez, G., & Bueno, M. (2000). Trends in body mass index and overweight prevalence among children and adolescents in the region of Aragon (Spain) from 1985 to 1995. International Journal of Obesity, 24(7), 925931. Ortega, F. B., Artero, E. G., Ruiz, J. R., Vicente-Rodriguez, G., Bergman, P., Hagstromer, M., et al. (2008). Reliability of health-related physical fitness tests in European adolescents. The HELENA Study. International Journal of Obesity, 32, S49-S57. Ortega, F. B., Ruiz, J. R., Castillo, M. J., Moreno, L. A., Gonzalez-Gross, M., Warnberg, J., et al. (2005). Low level of physical fitness in Spanish adolescents. Relevance for future cardiovascular health (AVENA study). Revista Espanola De Cardiologia, 58(8), 898-909. Ortega, F. B., Ruiz, J. R., Castillo, M. J., Moreno, L. A., Urzanqui, A., Gonzalez-Gross, M., et al. (2008). Health-related physical fitness according to chronological and biological age in adolescents. The AVENA study. Journal of Sports Medicine and Physical Fitness, 48(3), 371-379. Ortega, F. B., Ruiz, J. R., Mesa, J. L., Gutierrez, A., & Sjostrom, M. (2007). Cardiovascular fitness in adolescents: The influence of sexual maturation status-the AVENA and EYHS studies. American Journal of Human Biology, 19(6), 801-808. Parent, A. S., Teilmann, G., Juul, A., Skakkebaek, N. E., Toppari, J., & Bourguignon, J. P. (2003). The timing of normal puberty and the age limits of sexual precocity: 212 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Variations around the world, secular trends, and changes after migration. Endocrine Reviews, 24(5), 668-693. Pavic, R., Trninic, V., & Katic, R. (2008). Sex Differences in Motor Characteristics of Elementary School Children Included/Not Included in Swimming Training. Collegium Antropologicum, 32(3), 829-834. Rey-Lopez, J. P., Vicente-Rodriguez, G., Biosca, M., & Moreno, L. A. (2008). Sedentary behaviour and obesity development in children and adolescents. Nutrition Metabolism and Cardiovascular Diseases, 18(3), 242-251. Ridley, K., Ainsworth, B. E., & Olds, T. S. (2008). Development of a Compendium of Energy Expenditures for Youth. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 5. Roman, B., Serra-Majem, L., Ribas-Barba, L., Perez-Rodrigo, C., & Aranceta, J. (2008). How many children and adolescents in Spain comply with the recommendations on physical activity? Journal of Sports Medicine and Physical Fitness, 48(3), 380-387. Trost, S. G., Pate, R. R., Sallis, J. F., Freedson, P. S., Taylor, W. C., Dowda, M., et al. (2002). Age and gender differences in objectively measured physical activity in youth. Medicine and Science in Sports and Exercise, 34(2), 350-355. Twisk, J. W. R., Kemper, H. C. G., vanMechelen, W., & Post, G. B. (1997). Tracking of risk factors for coronary heart disease over a 14-year period: A comparison between lifestyle and biologic risk factors with data from the Amsterdam Growth and Health Study. American Journal of Epidemiology, 145(10), 888-898. Varo, J. J., Martinez-Gonzalez, M. A., de Irala-Estevez, J., Kearney, J., Gibney, M., & Martinez, J. A. (2003). Distribution and determinants of sedentary lifestyles in the European Union. International Journal of Epidemiology, 32(1), 138-146. Weinberg, R., Tenenbaum, G., McKenzie, A., Jackson, S., Anshel, M., Grove, R., et al. (2000). Motivation for youth participation in sport and physical activity: Relationships to culture, self-reported activity levels, and gender. International Journal of Sport Psychology, 31(3), 321-346. w w w . g i d e k i t . c o m 213 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 214 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 16 LA ALIMENTACIÓN EN JUGADORES DE RAQUETA BENJAMINES Alfonso Castillo Rodríguez, Javier Leiva Arjona, Pedro Jesús Ruiz Montero y Juan Antonio Conejo Sobrino [email protected] Resumen En la actualidad existe una demanda social hacia la práctica de deportes desde la niñez, en el que se concede bastante importancia en la preparación físico-táctica de los jugadores y equipos en categorías inferiores, pasando en ocasiones por el olvido de muchos aspectos relevantes como es el caso de la nutrición de los deportistas. En este estudio que presentamos se quiere valorar la importancia que se le da a este factor intrínseco del deporte que es la nutrición, en varios de sus aspectos a tratar como alimentos beneficiosos para la práctica deportiva,… De esta manera, se han analizado 8 equipos elegidos de forma aleatoria de la provincia de Granada (4 de ellos fueron de equipos de la ciudad), en total 84 jóvenes jugadores de raqueta de 9 a 10 años (categoría Benjamín), que se encuentran con ficha federativa, tanto de la modalidad de Tenis y Pádel. Se realizó un cuestionario ad hoc para este tema de la nutrición y teniendo en cuenta la edad de los chicos. Una vez recogidos los datos, se formalizó el análisis descriptivo correspondiente. Los resultados muestran que los chicos tienen una concepción básica baja en cuanto a aspectos nutritivos como mantener una dieta equilibrada, identificar alimentos beneficiosos para el deporte,…, destacando la necesidad de animar a los entrenadores,..., a que informen en ocasiones sobre temas de nutrición que son muy importantes tanto para la formación de deportistas como para su mantenimiento diario. Palabras clave: jóvenes deportistas, deportes de raqueta, nutrición, alimentación, deporte. w w w . g i d e k i t . c o m 215 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción En las dos últimas décadas, los avances en Medicina Deportiva, Biomecánica, ciencia de entrenamiento y técnicas deportivas han cambiado completamente en el mundo del deporte, sobre todo, el de alta competición. Se ha conseguido conocer los componentes del rendimiento deportivo para así aspirar a metas cada vez más altas. Las condiciones que tiene que reunir un deportista de élite son varias. Una de ellas, es una correcta alimentación (Grandjean, 1989; Burke y Read, 1989; Konopka, 1988; Wooton, 1988; Williams, 1992). Desde el punto de vista del éxito y la eficacia, el armonizar los planes de entrenamiento con la nutrición es cada vez más importante (Malomski y col, 1991). La nutrición juega un papel vital a lo largo de toda la vida, y puede ser controlado completamente por el individuo (Grandjean, 1989; Coggan and Swanson, 1992). Una buena dieta es aquella que proporciona una adecuada energía (calorías) y unos nutrientes adecuados (carbohidratos, proteínas, grasa, vitaminas, minerales, agua) (National Association for Sport and Physical Education, 1984; Konopka, 1988; Williams, 1985; Williams C, 1993), calculados según la edad, sexo y actividad del deportista, que contribuyan a su buena salud, permitiendo que el deportista mantenga su ritmo de entrenamiento y competición (Grandjean, 1989; Buskirk, 1981; Consolazio, 1983; Williams, 1992). Muchos deportistas y sus entrenadores todavía no le dan la suficiente importancia a este aspecto (Konopka, 1988; Burke y Read, 1988; Bedgood and Tuck, 1983). Sabemos que una nutrición incorrecta puede perjudicar el rendimiento físico del deportista. En la situación bibliográfica se hace mención de elevados estudios realizados en deportistas que demuestran como una alimentación correcta y vigilada puede ser determinante del desarrollo de un partido o una competición, sobre todo si es prolongada. En el caso del fútbol, baloncesto o un partido de tenis o de pádel, se ve esta diferencia especialmente durante los momentos finales, es decir, en los deportes de raqueta puede ser en el set definitivo y en el caso del fútbol y baloncesto en la segunda y cuarta parte, respectivamente. Es precisamente la actividad intermitente y la intensidad alta de estos deportes la que hace que sea posible llegar a agotar completamente el glucógeno de las fibras musculares. Cuanto más intenso, agotador y frecuente sea el esfuerzo deportivo, mayor atención deberá prestarse a la reposición de las reservas de glucógeno. Un ejemplo aunque de otro deporte, fue la imposibilidad que tuvo el ciclista Miguel Indurain en una final de etapa del Tour de France 1993 de seguir pedaleando, debido al agotamiento de sus reservas musculares de glucógeno. El Tenis o el Pádel son unos deportes al que el cansancio no se achaca a una deficiente nutrición, sino a la falta de preparación física u otros motivos, seguramente porque no se ha estudiado la nutrición en estos deportes a fondo. (González Gross, 1994) Los objetivos del presente estudio fueron el diagnóstico a nivel nutricional que poseen los jóvenes jugadores de raqueta tanto de Tenis como de Pádel de categoría benjamín de la provincia de Granada. Se trata de un estudio a través de análisis estadísticos descriptivos para comprobar si los niños tienen concepción de la importancia que supone este hecho, como alimentarse de forma correcta antes y después de la competición, identificar alimentos que no son beneficiosos para la práctica de deportes,... 216 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 2. Método 2.1. Muestra Las personas que integraron la muestra de este estudio fueron un total de 84 jugadores de raqueta de la provincia de Granada (todos eran chicos), pertenecientes a la categoría Benjamín de Tenis y Pádel (cuya edad se encontraba entre los 9 y 10 años), que formaban parte de un equipo federado. Se analizaron en total 8 equipos, 4 en la misma ciudad y otros 4 en pueblos diferentes que se eligieron de forma aleatoria para no contaminar la muestra. 2.2. Instrumentos y Procedimiento Se formalizó un cuestionario ad-hoc completo sobre varias cuestiones de nutrición en relación a la actividad física. Es totalmente anónimo y sólo solicitamos la edad y el sexo, puesto que a priori, queríamos analizar también las valoraciones de las chicas jugadoras de raqueta. No se trata de un cuestionario cerrado tipo Likert, sino que para investigar dichas valoraciones es necesario que los niños expusieran sus ideas. En cuanto a los aspectos que recoge dicho cuestionario se resume en la tabla 1: ASPECTOS DE NUTRICIÓN Preguntas relacionadas 1. Función de la alimentación 1 2. Perjuicios por mala alimentación 2y4 3. Composición de los alimentos 3y4 4. Distinción entre comida beneficiosa para la práctica de 4 actividad física y no beneficiosa 5. Hábitos alimenticios 5y6 6. Gustos alimenticios. 5y7 Tabla 1. Aspectos de la Nutrición relacionados con las preguntas del cuestionario. Este cuestionario se elaboró específicamente para analizar las diferentes ideas que tienen los jóvenes jugadores de raqueta sobre la nutrición. Posteriormente, elaboramos una lista de equipos que juegan a nivel federado, sin establecer categorías en cuanto si se trata a más o menos nivel, para conseguir con el azar 8 equipos diferentes para que la muestra sea aleatoria. Finalmente, se solicitó colaboración tanto a los entrenadores como a los padres y los propios chicos. Se expuso el motivo del estudio y el carácter voluntario del mismo. La explicación y el desarrollo del mismo cuestionario sólo supuso 20 minutos de duración. Una vez recogida la información de la muestra se jerarquizaron en 1, 2, 3 y 4 niveles los conocimientos de cada uno de los aspectos, para su posterior análisis estadístico descriptivo. Dichos niveles corresponden a las propias respuestas de los chicos, que corresponderá a un nivel IV los que mejores respuestas propongan, hasta el nivel I, que es el básico o donde se encontrarían los chicos que tienen unos conocimientos sobre nutrición muy escuetos o limitados. w w w . g i d e k i t . c o m 217 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Resultados Si analizamos paso a paso los resultados vemos con respecto a la función de la alimentación y encontramos que un 50% de los encuestados (42 chicos) sólo han respondido una de las muchas opciones que han aparecido (Nivel I), frente al 16.6 % y 1.2 % que han contestado a una cantidad considerable de respuestas. En la figura 1 se puede observar estas cantidades. Función de la alimentación 16,6 1,2 Nivel I Nivel II 50 Nivel III Nivel IV 32,14 Figura 1. Función de la alimentación para jóvenes jugadores de raqueta. Por otro lado, si analizamos los perjuicios por mantener una mala alimentación (Figura 2) existe al igual que en el aspecto anterior, que la mayoría de los jugadores responden a pocas cantidades de opciones (84.8%, 72 chicos). No por ello significa que no conocen los perjuicios que pueden causar una mala alimentación, que al contrario sí tienen ese conocimiento pero de manera poco significativa. Perjuicios por mala alimentación 60 54,7 50 40 30,1 30 20 10 3,5 1,2 0 Nivel I Nivel II Nivel III Nivel IV Figura 2. Perjuicios por mala alimentación. Entre la composición de alimentos (Figura 3), se encontró el problema que un 42.8% de los chicos no sabían dar respuesta a la pregunta 3, aunque el resto respondieron bien y muy bien. A los jóvenes que no se acercaron a la solución de la pregunta respondieron vitaminas y colorantes, o simplemente nada, frente al pequeño grupo de chicos que expusieron la composición en grasas, azúcares, hidratos,… Encontramos en la 218 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte pregunta 4, al igual que en los aspectos tratados anteriormente, que la mayoría de chicos se encuentran en el nivel básico (nivel I). Composición de los alimentos 140 120 100 79,8 80 Pregunta 4 60 Pregunta 3 13,1 40 42,8 44 7,1 13,2 Nivel I Nivel II Nivel III 20 0 Figura 3. Composición de los alimentos Sobre el aspecto de la distinción entre comida beneficiosa para la práctica de actividad física y no beneficiosa, que es a priori la más relacionada de todo el cuestionario con el deporte encontramos los siguientes resultados que se encuentran en la tabla 2: ALIMENTOS BUENA MALA NS/NC Chocolate 4,75% 90,50% 4,75% Leche 96,40% 1,20% 2,40% Fruta 96,40% 1,20% 2,40% Espaguetis 24,75% 74,05% 1,20% Patatas 23,80% 60,70% 15,50% Refresco 6% 85,70% 8,30% Hamburguesa 35,70% 66% 8,10% Pescado 96,40% 1,20% 2,40% Carne 75% 11,90% 13,10% Tabla 2. Relación de alimentos que son beneficiosos o no para el deporte. En este aspecto nos llama la atención el porcentaje significativo de chicos que consideran la hamburguesa buena para los deportistas (35.70%), en la carne muchos de ellos (13.10%) se han decantado por no respondes, puesto que consideramos que tuvieron dudas por la amplia gama de carnes. Otro dato relevante es el caso de la pasta que la expusimos a modo de ejemplo con un plato específico como los espaguetis y ha resultado que muchos de ellos (74.05%) valoraron como negativo este plato. Los resultados correctos serían: Comida buena: carne, leche, fruta, pescado y espaguetis; Comida mala: chocolate, patatas fritas “de paquete”, refresco y hamburguesa. w w w . g i d e k i t . c o m 219 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Si tenemos en cuenta los hábitos alimenticios resaltamos que existe un mayor número de chicos que han considerado que llevan una alimentación sana (29.76%), aun incluyendo en estas dietas pasteles, salchichas y caramelos. En los demás casos podemos reseñar que el 36.9% de los chicos comen sano con verduras pescado y leche, y que el 33.3% incluyen éstos más pasteles y hamburguesas. Se puede observar en la figura 4 cómo se encuentran equiparados los 3 niveles de hábitos alimenticios. Hábitos alimenticios 100% 36,9 80% Nivel III 33,3 60% Nivel II Nivel I 40% 29,76 20% 0% 1 Figura 4. Hábitos alimenticios sobre el 100% de los chicos. 4. Discusión Toda la información obtenida por los jóvenes deportistas jugadores de deportes de raqueta nos hace pensar que la condición de seguir una correcta alimentación (Grandjean, 1989; Burke y Read, 1989; Konopka, 1988; Wooton, 1988; Williams, 1992) como condición que debe reunir para ser deportista no se mantiene. Es más, para la cantera de los equipos se prefiere prestar más importancia a la preparación física, técnica y táctica que otros aspectos de la preparación biológica del deportista como es sin duda la nutrición. La hidratación es relevante en estos deportes y los entrenadores prestan más atención a la hidratación inmediata del momento del partido que acostumbrar a los jugadores desde pequeños a que lleguen a un partido en las mejores condiciones de reserva de glucógeno, prestando atención a la dieta los días previos a la competición para estar en las mejores condiciones metabólicas para el gasto que se presenta. Teniendo en cuenta que el entrenador tanto de Tenis como de Pádel, en este caso, debe llevar a sus equipos tanto en niveles físicos como tácticos, no debe olvidarse de incluir en su planificación anual, en la pretemporada, dedicarle un tiempo para explicar nociones básicas de alimentación y la nutrición en general, para que se vayan educando en valores deportivos, desde pequeños. La nutrición juega un papel vital a lo largo de toda la vida, y puede ser controlado completamente por el individuo (Grandjean, 1989; Coggan and Swanson, 1992). Al considerar que la nutrición en jóvenes deportistas es muy importante para su propio desarrollo y mejor rendimiento en los partidos que juegan, y que puede afectar de manera definitiva a su futura práctica física nos proponemos como línea de investigación 220 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte próxima, indagar sobre costumbres alimenticias y su gasto calórico tanto en los partidos como en los entrenamientos de estas especialidades deportivas. 5. Conclusiones La mayoría de los jóvenes deportistas no conocen al completo las funciones de una buena alimentación. Tan sólo el 17.8% (nivel III y IV) consideraron que la alimentación sirve para vivir, ponerse fuertes, grandes y hacer deporte. Los demás chicos acortaron sus respuestas en este cuestionario abierto describiendo sólo un aspecto que es para crecer, lo cual, se afirma la limitación conceptual respecto a la Nutrición. Lo mismo ocurre con los perjuicios que conlleva una mala alimentación que el 4.7 % destacan varias opciones como engordar, picar los dientes, no tienes energía para correr,… En el aspecto 3 sólo un 13.2 % responden varias soluciones con la composición de alimentos como puede ser azúcar, grasas, colesterol,…y el 7.1 % han identificado la mayoría de alimentos correctamente con su tipo de nutriente energético (grasas, hidratos, proteínas,…) Acerca de la distinción entre comida buena o mala para los deportistas, creemos que los jóvenes confundieron el plato de espaguetis con un tipo de comida basura o comida rápida como la pizza,…, puesto que así lo han considerado con la hamburguesa. Sobre los hábitos alimenticios que gran parte de los chicos consideran que llevan una alimentación sana pensamos que ellos han respondido un poco condicionados porque nos contestan en el cuestionario que no comen verduras, pescado ni fruta. La conclusión general del estudio confirma que los jóvenes jugadores de raqueta desde pequeños no tienen unos conocimientos de la nutrición básicos que son fundamentales en su rendimiento de igual o mayor incidencia que la propia preparación física y que le puede ayudar si se lleva a cabo las premisas básicas de nutrición para su proyección futura en el deporte. 6. Referencias Bedgood, B., Tuck, M. (1983). Nutrition knowledge of high school athletic coaches in Texas. J Am Diet Assoc 83(6):672-677. Burke, L. M., Read, R. S. D. (1989). Sports Nutrition. Approaching dic nineties. Sports Med 8(2):80-100. Buskirk, E. R. (1981). Some nutritional considerations in the conditioning of athletes. Ann. Rey. Nutr, 1:319-50. Coggan, A. R., Swanson, S. C. (1992). Nutritional Manipulation Before and During Endurance Exercise - Effects on Performance. Med Sci Sports Exerc 24:9(Suppl):533 1- 5335. Consolazio, C. F. (1983). Nutrition and performance. Progress in Food and Nutrition Sciences 7:1-187 González Gross, M. M. (1994). “Valoración crítica del estado nutritivo de jugadores de fútbol y baloncesto de las divisiones inferiores. Problemática nutricional de los deportes de equipo” en Tesis Doctoral. Universidad Complutense de Madrid. Grandjean, A. C. (1989). Macronutrient intake of US athletes compared with the general population and recommendations made for athletes. Am J Clin Nutr 49: 1070-1076. Konopka, P. (1988). La alimentación del deportista. Ed. Martínez Roca, S.A. Barcelona. Malomski, E., Ekes, E. y Martos, E. (1991). The effect of completed nutrition on the athletes performance. J Sports Med Phys Fitness 31 (3):420-4. 1. National Association for Sport and Physical Education; The Nutrition Foundation, INC.; The Swanson Center for Nutrition, INC. & The United States Olympic Commitee w w w . g i d e k i t . c o m 221 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) (1984). Nutrition for Sport Success. American Alliance for Health, Physical Education, Recreation and Dance. Virginia. Williams, C. (1993). Carbohydrate needs of elite athletes. Wordl Rev Nutr Diet 71:34 60. Williams, M. H. (1985). Nutritional aspects of human physical and athletic performance (2nd edition). Charles C Thomas, publisher, Springfield, Illinois, USA. Williams, M. H. (1992). Ayudas ergogénicas nutricionales. En: Simposium sobre Metabolismo y Nutrición en el Deporte. Barcelona, mayo 1992 Libro de resúmenes del Congreso, PP 142-15 Wooton, S. (1988). Nutrición y Deporte. Ed. Acribia. Zaragoza (España). 222 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 17 ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE EQUIPOS DE FÚTBOL EN PRETEMPORADA PERTENECIENTES A DISTINAS CATEGORÍAS DEL FÚTBOL ESPAÑOL EN RELACIÓN AL CMJ Juan Carlos García García, José Antonio García García, Francisco Javier Robles Prieto, Óscar Caro Muñ[email protected] Resumen La fuerza es un importante componente en el rendimiento del fútbol. Por eso deducimos que en los equipos de mayor categoría también estarán los mayores niveles de fuerza explosiva elástica, por ello el objetivo de este estudio es analizar los niveles de dicha fuerza en 3 equipos de diferentes categorías, realizando 3 saltos con contramovimento (CMJ) utilizando la batería de test de Bosco con una plataforma de contacto. Los resultados obtenidos nos demuestran que el equipo de mayor categoría no obtiene los mejores niveles de fuerza, pero sí el de menor categoría obtiene los menores niveles de fuerza. Como conclusión podemos decir que estos niveles no van a ser determinantes para situar a un jugador en un equipo u otro, pero si pueden serlo para comprobar el tipo de entrenamiento llevado durante el período de pretemporada. Palabras clave: fútbol, CMJ, fuerza, pretemporada. w w w . g i d e k i t . c o m 223 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción En la actualidad, en la mayoría de los deportes, y en el fútbol especialmente, la potencia es una de las características más importantes para tener éxito. El fútbol actual se caracteriza fundamentalmente por las numerosas acciones explosivas que acontecen a lo largo de un partido. Estudios realizados demuestran que de 10,000 a 12,000 metros que puede recorrer un jugador a lo largo de un partido, en función al puesto que desempeña, unos 2,000 metros se realizan a intensidad alta y unos 300 metros a sprint (Fernández, 2009). Para entrenar óptimamente la potencia es necesario evaluar correctamente la fuerza explosiva (Mouche, 2007). El CMJ nos da información sobre la fuerza reactiva de los sujetos, que siguiendo a García (1999), en función de la forma en la que se produce el ciclo de estiramientoacortamiento, otros autores distinguen entre fuerza elástico-refleja y fuerza explosivo elástico refleja. En la manifestación elástico-refleja la fase excéntrica no se ejecuta a alta velocidad, y en la acción de frenado se estira la musculatura agonista fuertemente, que previamente se encontraba contraída, actuando como muelles que trasmiten la energía acumulada a la fase positiva del movimiento. Por el contrario, la manifestación explosivo elástico refleja, sucede cuando la acción deportiva es de carácter explosivo y el alargamiento muscular previo a la acción concéntrica es limitado y de alta velocidad de ejecución. Al mejorar la capacidad de salto, se mejoran otras habilidades que requieren una impulsión de las piernas, existiendo evidencias empíricamente demostradas, sobre la correlación positiva entre la capacidad de salto (con y sin contramovimiento previo) y el desplazamiento a máxima velocidad (Hakkinen, 1989; Bosco y Komi, 1981; Bosco, 1981; citado por Bosco, 1994). El objetivo del entrenamiento de la fuerza en la actualidad para el fútbol es ser capaz de ejecutar acciones con el mayor grado de fuerza posible en el menor tiempo (Pérez Bardají, 2005). Debido a que en el fútbol actual se requiere, cada vez más, de gestos precisos, fuertes y veloces. Los equipos, desde el primer minuto de juego, salen a presionar al rival, en campo contrario, en una suerte de persecución a la pelota, que los entrenadores quisieran mantener durante todo el partido. El propósito de este estudio era comprobar si los valores de fuerza explosiva, mas concretamente de CMJ, van reduciendose conforme vamos bajando el nivel de los jugadores, el entrenamiento realizado en pretemporada y la categoría en la que estos militan. 2. Material y Método 2.1. Participantes Los participantes recibieron una explicación verbal de todos los procedimientos experimentales y debieron cumplimentar una hoja consentimiento antes de que las pruebas comenzaran, en la que daban su consentimiento para que los resultados obtenidos fueran publicados y eximiendo de cualquier responsabilidad a los responsables del experimento en caso de lesión de algún participante. La muestra la componen tres equipos de fútbol de género masculino que militan en 3 categorías diferentes. Todos los participantes tienen una experiencia mínima en el deporte de 10 años: El equipo 1 milita en la 2ª división B, grupo IV, participó en esta investigación con 23 sujetos, cuyos valores medios medidos de 25.69 ± 4.68 años, 74.30 ± 5.86 Kg., 180.43 ± 5.62 cm y IMC de 22.78 ± 1.05. 224 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte El equipo 2 en 3ª división grupo IX, participó con 24 sujetos, cuyos valores medios son de 21.37 ± 3.20 años, 74.29 ± 6.12 Kg., 178.54 ± 4.80 cm y IMC de 23.26 ± 1.10. El equipo 3 en 1º división andaluza, grupo 3, participó con 15 sujetos, cuyos valores medios medidos son de 24.73 ± 4.65 años, 75.35 ± 8.70 Kg., 170.00 ± 6.71 cm y IMC de 23.49 ± 2.31. 2.2. Instrumentos: Para la realización de este estudio se utilizaron varios instrumentos de medida: A) Para medir el peso de los participantes se utilizó una báscula de marca Tefal con una precisión de 100 gramos. B) Para medir la talla se utilizó una cinta métrica calibrada de fibra de vidrio marca Cóndor. C) Para la medición del IMC se utilizó un bioimpedianciómetro de la marca OMROM modelo BF306. D) Para medir la fuerza en los saltos contramovement jump (CMJ), medición de la capacidad contráctil, de la capacidad elástica y de la capacidad de sincronización y reclutamiento instantáneo de fibras del músculo (Pérez Barroso, 1998), de los participantes fue necesario utilizar el software Muscle-Lab™ conectado a una plataforma de contactos. Las pruebas del estudio se realizaron en una superficie de césped artificial al aire libre. 2.3. Procedimiento Para valorar la fuerza explosiva se utilizó el test de Bosco en plataforma de contacto. Estos tests son utilizados para valorar las características funcionales (alturas y potencias mecánicas de salto), neuromusculares (aprovechamiento de la energía elástica y del reflejo miotático, resistencia a la fatiga, etc) y morfofisiológicas (tipos de fibra muscular) de la musculatura extensora de los miembros inferiores. Concretamente realizamos el test de salto con contramovimiento o rebote (CMJ), para valorar la fuerza elástico explosiva (López, 2008). El presente estudio fue realizado durante tres días (un día para cada equipo), en el período de pretemporada, en el que primero se hallaron las características de los participantes (talla, peso, índice de masa corporal). Y posteriormente se realizó un calentamiento estandarizado de 15 – 20 minutos de duración que constaba de varias partes, una primera de activación vegetativa, ejercicios de movilidad articular, desplazamientos multidireccionales aumentando progresivamente la intensidad y ejercicios de estiramientos. Posteriormente se procedió a efectuar las pruebas objeto de nuestro estudio. Se realizaron saltos con contramovimiento (CMJ), que consisten en desde la posición de firmes con manos en las caderas se realiza un flexión de piernas de 90º y sin detenerse se realiza una rápida extensión de piernas sin flexionar el tronco (Anselmi, 2003). Este protocolo constó de tres intentos. Entre cada salto se realizó una recuperación de tres minutos. Estas pruebas se realizaron en un espacio al aire libre y el protocolo de evaluación se completó en treinta minutos. 3. Resultados Las características corporales de los participantes del equipo 1 se muestran detalladas en la tabla 1. w w w . g i d e k i t . c o m 225 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla 1. Características de los participantes del equipo 1. N Edad Peso (Kg.) Talla (cm) IMC N válido Mínimo 18,00 61,00 168,00 20,66 23 23 23 23 23 Máximo 33,00 84,00 190,00 24,93 Media 25,6957 74,3043 180,4348 22,7887 Desv. típ. 4,68494 5,86542 5,62322 1,05183 Las características corporales de los participantes del equipo 2 se muestran detalladas en la tabla 2. Tabla 2. Características de los participantes del equipo 2. N Edad Peso (Kg.) Talla (cm) IMC N válido Mínimo 17,00 62,00 168,00 21,38 24 24 24 24 24 Máximo 29,00 88,00 188,00 24,89 Media 21,3750 74,2912 178,5417 23,2650 Desv. típ. 3,20071 6,12119 4,80922 1,10307 Las características corporales de los participantes del equipo 3 se muestran detalladas en la tabla 3. Tabla 3. Características de los participantes del equipo 3. N Edad Peso (Kg.) Talla IMC N válido Mínimo 19,00 58,40 169,00 20,20 15 15 15 15 15 Máximo 33,00 90,00 195,00 27,42 Media 24,7333 75,3533 179,0000 23,4960 Desv. típ. 4,65168 8,70188 6,71884 2,31371 En la tabla 4 se muestran los valores medios obtenidos por el equipo 1 en las pruebas realizadas. Tabla 4. Valores medios equipo 1 N Mínimo 0,47 0,27 Máximo 0,61 0,46 Media Desv. típ. 0,5510 0,03870 0,3739 0,05128 Mínimo 0,52 0,33 Máximo 0,66 0,54 Media Desv. típ. 0,5705 0,02938 0,4000 0,04246 CMJ (seg.) 23 CJM (m.) 23 N válido (según lista) 23 En la tabla 5 se muestran los valores medios obtenidos por el equipo 2 en las pruebas realizadas. Tabla 5. Valores medios equipo 2. N CMJ (seg.) CMJ (m.) N válido (según lista) 24 24 24 En la tabla 6 se muestran los valores medios obtenidos por el equipo 3 en las pruebas realizadas. 226 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 6. Valores medios equipo 3. N CMJ (seg.) CMJ (m.) N válido (según lista) 15 15 15 Mínimo 0,50 0,30 Máximo 0,59 0,43 Media Desv. típ. 0,5461 0,03136 0,3669 0,04184 Y por último la tabla 7 muestra un gráfico con los resultados obtenidos por los 3 equipos. Tabla 7. Resultados obtenidos de los tres equipos. 0,575 (m.) 0,57 0,565 0,56 0,555 0,55 0,545 0,54 0,535 0,53 Equipo 1 Equipo 2 Equipo 3 4. Discusión El propósito principal de este estudio fue determinar en que medida descendían los niveles de fuerza elástica en el tren inferior conforme vamos bajando el nivel de los equipos y el tipo de entrenamiento que realizan en pretemporada. En este sentido, señalamos que los valores recogidos en las tabla 1, 2 y 3 de medidas corporales y parámetros antropométricos han sido muy poco estudiados en relación e influencia sobre la producción de fuerza explosiva y explosivo elástica (Martin, 1990; Tittel y Wutscherk, 1992; Canda, 1996). Sin embargo y resulta evidente, es importante una adecuada construcción condicional de los futbolistas para la mejora de la fuerza (Casáis, Crespo, Domínguez y Lago, 2004). Centrándonos de nuevo en el estudio, tal y como observamos en la tabla 7, comprobamos que los mayores niveles de fuerza explosiva obtenidos fueron para el equipo 2, siendo muy curioso debido a que el equipo que milita en la categoría mas alta no obtiene los mayores niveles de fuerza. Por el contrario también observamos que el equipo que menos niveles de fuerza explosiva presenta es el de menor categoría, concordando con las predicciones previamente hechas. w w w . g i d e k i t . c o m 227 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Debido a esto pasamos a analizar el tipo de entrenamiento llevado por los equipos en el período de pretemporada. El equipo que milita en 2ª división B, realizaba en dicho perído dos sesiones diarias con un elevado volúmen de trabajo, los equipos que militan en 3ª división y 1ª andaluza realizaron un trabajo muy similar que constaba una sesión diaria y con un volúmen de trabajo algo mas bajo que en el equipo anterior. A partir de aquí surgen varias cuestiones. La primera cuestión es que los niveles de fuerza explosiva no son mayores en los jugadores que militan en equipos de mayor nivel. Y la segunda cuestion es si realmente el tipo de entrenamiento que se realiza en el período de pretemporada es determinante en el resultado ya que los equipos de mayor categoría realizan un mayor número de entrenamiento y de mayor volumen. Por ello puede ser determinante y de gran ayuda realizar de nuevo este estudio en un período competitivo para comprobar si los datos obtenidos varían con respecto a los presentados en esta investigación. 5. Conclusiones Nuestra conclusión es que no tenemos porqué encontrarnos los mayores niveles de fuerza explosiva en equipos de superior categoría, ya que estos niveles no van a ser determinantes a la hora de fichar a un jugador para un equipo u otro, pero si pueden serlo para comprobar el tipo de entrenamiento llevado durante el período de pretemporada. Por ello nos gustaría dejar la puerta abierta para próximas investigaciones similares con mayores muestras que en ésta, además de hacerlo en otro período que no sea el de pretemporada, para así poder corroborar que los equipos de mayor categoría acumulan mayor volúmen de entrenamiento en este período impidiéndoles desarrollar elevados niveles de fuerza explosiva. 6. Referencias Mouche, M. (2007). Evaluación de la potencia anaeróbica con ergojump. Revista digital efdeportes.com, 108. López, J. (2008). Test de Bosco para valorar la capacidad de salto. www.tácticasdefútbol.com. [Consulta: 20 marzo de 2009]. Pérez Bardají, F. (2005). Entrenamiento de fuerza. www.tácticasdefútbol.com. [Consulta: 20 marzo de 2009]. Bosco, C. (1994). La valoración de la fuerza con el test de Bosco. Barcelona: Paidotribo. García, J. M. (1999). La fuerza. Madrid: Gymnos. Anselmi, H. (2007). El entrenamiento de la potencia en fútbol. Fútbol-táctico, 16. Fernández Feliciate, C. (2009). El trabajo de fuerza explosiva integrado en el fútbol. Fútbol-táctico, 24. Pérez Barroso, A. (1998). Test de valoracion del entrenamiento. http://www.aamoratalaz.com/articulos/tve98.htm. [Consulta: 20 marzo de 2009]. Anselmi, H. (2003). Manual de Fuerza, potencia y acondicionamiento. Buenos aires: Paidotribo. Martin, A. D. (1990). Anthropometric estimation on muscle mass in men. Medicine and Science in Sports and Exercise, 22, 5, 729-733. Tittel, K. y Wutscherk, H. (1992). Anthropometric factors. En P. Komi (ed.), Strenght and power in sport. Oxford: Blackwell. Canda, A. S. (1996). Estimación antropométrica de la masa muscular en deportistas. En Métodos de estudio de la composición corporal en deportistas, 9-26. Madrid: Ministerio de Educación y Cultura. 228 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Casáis, L., Crespo, J., Domínguez, E. y Lago, C. (2004). Relación entre parámetros antropométricos y manifestaciones de fuerza y velocidad en futbolistas en edades de formación. 3º Congreso de la Asociación Española de Ciencias del Deporte, Valencia, 11-13 marzo, (paper). w w w . g i d e k i t . c o m 229 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 230 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 18 RELACIÓN ENTRE LA FUERZA EXPLOSIVO ELÁSTICA Y LA AGILIDAD EN DEPORTISTAS Y SU RELACIÓN CON EL FÚTBOL José Antonio García García, Francisco Javier Robles Prieto y Oscar Caro Muñoz [email protected] Resumen La agilidad es una importante cualidad en el deporte pero no ha sido exhaustivamente investigada. Uno de los componentes que contribuyen a la mejora en el rendimiento de la agilidad es la fuerza, por ello el objetivo de este estudio es investigar la influencia de la fuerza explosivo elástica sobre la agilidad del deportista. 33 deportistas masculinos (19,64± 3,3 años de edad, 73,90± 7,9 Kg Kg. masa corporal, 177,56± 5,9 cm. de estatura, 22,77± 2,3 de IMC y 174,78± 19,4 cm de envergadura) realizaron cinco saltos con contramovimiento (CMJ), realizándolos sólo con pierna derecha y cinco CMJ, realizándolos sólo con pierna izquierda, de los cuales nos quedamos con los dos mejores. La idea de realizar los CMJ unilaterales era evaluar la fuerza de cada miembro del tren inferior. Para finalizar, realizamos la prueba de ida y vuelta, que consistía en recorrer a la máxima velocidad una distancia de 5 m., realizar un giro y volver al punto de partida, total 10 m. Nos fijábamos con que pierna realizaba el giro, motivo de la medición de los CMJ unilaterales. Los resultados obtenidos de la correlación entre la fuerza explosivo elástica medida con la batería de test de Bosco (CMJ) y la agilidad de los futbolistas no eran significativos. Como conclusión podemos decir que poseer mayor fuerza explosivo elástica en el tren inferior no favorece para tener mejores niveles de agilidad, sino que la mejora de la agilidad dependerá además de la mejora de la fuerza de otros factores como son la técnica de carrera, velocidad, coordinación y la amplitud de movimientos. Palabras clave: fútbol, velocidad, agilidad, cambios de dirección, fuerza w w w . g i d e k i t . c o m 231 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción Los jugadores de futbol deben tener la capacidad de realizar variaciones en sus acciones a alta velocidad durante los partidos. Aunque estas acciones solo constituyen el 11% de la distancia total recorrida en un partido, son momentos cruciales en el juego ya que determinan que equipo va a ganar la posesión del balón o consigue marcar un gol. Un rendimiento superior en este tipo de acciones pueden decantar el partido hacia un equipo u otro (Little & Williams, 2005). Tradicionalmente la mejora del rendimiento de los jugadores de fútbol se ha realizado con entrenamientos cuya finalidad era desarrollar de manera independiente unas cualidades físicas y otras. El entrenamiento de la fuerza se centraba en obtener mejoras a nivel muscular, midiendo en algunos casos incluso el perímetro de hipertrofia conseguido, pero en nada mejoraban el rendimiento del jugador (Pérez Bardají, 2005). De nada servía tener grupos musculares muy fuertes si estos no eran capaces de desarrollar sus prestaciones en situaciones específicas de juego. El objetivo del entrenamiento de la fuerza en la actualidad para el fútbol es ser capaz de ejecutar acciones con el mayor grado de fuerza posible en el menor tiempo. Cambios de dirección Tiros a puerta u otros desplazamientos FUERZA EN EL FÚTBOL Saltos Lanzamientos (Manifestaciones de la fuerza en el fútbol,(Pérez Bardají, 2005) En el entrenamiento de la velocidad ocurre algo similar, debido a que siempre se han utilizado carreras lineales de distintas distancias para que el jugador las recorriera en el menor tiempo posible para así mejorar su velocidad, pero el paradigma existente para el desarrollo de la velocidad ha sufrido un cambio en los últimos años, en el que un mayor énfasis está siendo colocado no solamente sobre la aceleración, la velocidad máxima y el entrenamiento de la resistencia a la velocidad, sino también sobre el cambio de dirección (Sheppard & Young, 2006), modificando así el concepto tradicional de la misma ya que hoy la velocidad no es solo la capacidad para correr rápidamente, sino que también desempeña un papel importante en movimientos acíclicos y otros cíclicos (Weineck, 2005). Esto representa un énfasis sobre la especificidad del entrenamiento guiado por el modelo de actividad a realizar, debido a que el entrenamiento de velocidad en línea tiene poca o ninguna influencia sobre la mejora en los cambios de dirección (Sheppard & Young, 2006), y en definitiva poca especificidad para el fútbol. En los últimos años han aparecido grandes diferencias en la planificación del fútbol, introduciendo en él situaciones de entrenamiento específicas (Martínez González y Solla Aguiar, 2008). En estas situaciones específicas podemos decir que cuando se trabajan en el 232 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte entrenamiento, el jugador puede mejorar varias cualidades físicas a la vez, determinantes para el desarrollo del juego. Estos cambios de dirección fueron denominados por Young 2002 con el concepto de agilidad. Actualmente, no hay ningún acuerdo general entre la comunidad de ciencia deportiva para una definición clara de agilidad. La agilidad clásicamente ha sido definida como simplemente la capacidad de cambiar la dirección rápidamente, pero también como la capacidad de cambiar dirección rápidamente y con exactitud (Sheppard & Young, 2006). Aunque recientemente ha sido definida como un rápido cambio de dirección en respuesta a los estímulos específicos del deporte (Gabbett & Benton, 2009). La agilidad depende de dos factores: - Los factores perceptivos en los que incluiremos la capacidad del deportista a realizar un escaneo visual y la anticipación entendida como la capacidad del deportista para reconocer modelos y situaciones, de forma que pueda adelantar el momento de la respuesta y que sea mas ajustada a las necesidades de la situación. Es decir, como en todo lo que pasa en el fútbol, el aspecto muscular nunca va separado del cognitivo, siendo en ocasiones este último determinante. (Pérez Bardají, 2005). - Los factores de velocidad donde incluimos la técnica para realizar los diferentes gestos, la velocidad de carrera lineal y las características musculares del tren inferior, es decir su nivel de explosividad, reactividad,…(Pérez Bardají, 2005). Agilidad Factores de percepción y toma de decisiones Anticipación Barrido visual Velocidad en los cambios de dirección Reconocer patrones Conocer situaciones Velocidad en línea recta Técnica Colocación Inclinación Pasos para acel./desac pies cuerpo Fuerza Fuerza tren inf. Poder Fuerza reactiva (Modelo, indicando los principales factores que determinan la agilidad (Young, James & Montgomery, 2002) La agilidad es una cualidad compleja y reconociendo esto podemos decir que la agilidad permite al jugador reaccionar al estímulo, arrancar mas rápidamente y eficientemente y ser capaz de cambiar de dirección, parar o volver a arrancar lo mas rápido posible. En muchos deportes el cambio de dirección está planeado, como por ejemplo ocurre en el beisbol, pero en otros no, como por ejemplo en el fútbol, y estos cambios de dirección son producidos por la respuesta que se da a la colocación del adversario. Sin embargo la velocidad de movimiento es influenciada por los factores perceptivos de w w w . g i d e k i t . c o m 233 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) decisión y neuromusculares llegando a la conclusión de que si entrenamos en fútbol sobre esta línea podemos anticiparnos a la acción del adversario (Young & Farrow, 2006). La habilidad de cambiar de dirección y velocidad rápidamente podría ser influenciada por la posición del cuerpo adoptada mientras se está corriendo, esta posición nos la dará la técnica de carrera, pero creemos que esta capacidad viene derivada además de la mejora de la fuerza y de la velocidad, de la mejora de la coordinación y la amplitud de movimientos. El propósito de este estudio era comprobar en que medida favorece el poseer una mayor fuerza elástica en el tren inferior para conseguir realizar giros y cambios de dirección específicos del deporte practicado en el menor tiempo posible. Estos conocimientos ayudarían a los entrenadores y preparadores físicos del fútbol a elegir medios de entrenamiento específicos a la hora de trabajar con nuestros jugadores buscando así un mayor rendimiento a la hora de competir. 2. Material y Método 2.1. Participantes Los participantes recibieron una explicación verbal de todos los procedimientos experimentales y debieron cumplimentar una hoja consentimiento antes de que las pruebas comenzaran, en el que daban su consentimiento para que los resultados obtenidos fueran publicados, con protección de datos, y eximiendo de cualquier responsabilidad a los responsables del experimento en caso de lesión de algún participante. La muestra la componen 33 participantes de género masculino, estudiantes de maestro en educación física de la Universidad de Málaga, cuyos valores medios medidos por el personal de la universidad de Málaga son de 19,64 ± 3,3 años, 73,90 ± 7,9 Kg., 177,56 ± 5,9 cm, un índice de masa corporal de 22,77 ± 2,3 y una envergadura de 174,78± 19,4 cm. Los sujetos practicaban varios deportes, siendo el fútbol el más practicado por esta muestra, el sujeto que poseía menor experiencia deportiva era de 5 años y el que más experiencia tenia era de 12 años. 2.2. Instrumentos Para la realización de este estudio se utilizaron varios instrumentos de medida: Para medir el peso de los participantes se utilizó una báscula de marca Tefal con una precisión de 100 gramos. Para medir la talla y la envergadura se utilizó una cinta métrica calibrada de fibra de vidrio marca Cóndor. Para la medición del IMC se utilizó un bioimpedianciómetro de la marca OMROM modelo BF306. Para medir la fuerza en los saltos contramovement jump (CMJ), medición de la capacidad contráctil, de la capacidad elástica y de la capacidad de sincronización y reclutamiento instantáneo de fibras del músculo (Pérez Barroso 1998), de los participantes fue necesario utilizar el software Muscle-Lab™ conectado a una plataforma de contactos. La velocidad de giro y de desplazamiento fue obtenida mediante un sistema telemétrico de cronometraje marca Byomedic. Las pruebas del estudio se realizaron en una superficie sintética, Taraflex, plana y en una instalación cubierta. 2.3. Procedimiento: El presente estudio fue realizado durante dos días consecutivos, en el que el primero se halló las características de los participantes (talla, peso, lateralidad, envergadura, índice 234 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte de masa corporal). En el segundo día se realizó un calentamiento estandarizado de 15 – 20 minutos de duración que constaba de varias partes, una primera de activación vegetativa, ejercicios de movilidad articular, desplazamientos multidireccionales aumentando progresivamente la intensidad y ejercicios de estiramientos. Posteriormente se procedió a efectuar las pruebas objeto de nuestro estudio. Las pruebas fueron completadas en el siguiente orden: Salto con contramovimiento, realizándolo (CMJ) sólo con pierna derecha (CMJ-D) y salto CMJ, realizándolo sólo con pierna izquierda (CMJ-I). La idea de realizar los CMJ unilaterales era evaluar la fuerza de cada miembro del tren inferior del sujeto. Este protocolo constó de dos intentos para cada segmento, quedándonos con el mejor salto de los dos realizados. Entre cada salto se realizó una recuperación de tres minutos. Para finalizar realizamos la prueba de ida y vuelta (Figura 1) que consistía en recorrer a la máxima velocidad una distancia de 5 m., realizar un giro y volver al punto de partida, total 10 m. El inicio de la prueba lo marcaba el propio participante, evitando así que influyera el tiempo de reacción en la prueba si teníamos que dar una señal para que este iniciara. La prueba era medida por un sistema telemétrico de cronometraje marca Byomedic que nos indicaba el tiempo que el participante tardaba en cubrir la distancia de 10 m. Se realizaron dos intentos quedándonos con el mejor tiempo. La recuperación entre cada carrera fue de tres minutos. Decir también que en la prueba de ida y vuelta se colocó un observador en los 5 m. del recorrido (zona de giro) para observar con que pie apoyaba el sujeto para efectuar el giro y darse la vuelta, previamente habíamos preguntado a todos los participantes su lateralidad. Todas estas pruebas se realizaron en un espacio cubierto y el protocolo de evaluación se completó en una hora. SALIDA/ LLEGADA 5 metros Figura 1: Representación prueba ida y vuelta. 2.4. Análisis estadístico: Se halló como estadísticos descriptivos la media de cada una de las variables. El coeficiente de correlación de Pearson fue usado para determinar la magnitud las medidas de asociación entre las variables. Los datos fueron analizados mediante el paquete estadístico SPSS (Statistical Package for Social Sciences) versión 17.0 para Windows. w w w . g i d e k i t . c o m 235 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Resultados Las características corporales de los participantes se muestran detalladas en la tabla 1, desglosando cada uno de ellos y obteniendo los valores medios a los mismos. Así, distinguimos la edad, el peso, la talla, la lateralidad dominante, la envergadura y el índice de masa corporal como parámetros más importantes. Tabla 1. Características de los participantes. Nombre Sujeto 1 Sujeto 2 Sujeto 3 Sujeto 4 Sujeto 5 Sujeto 6 Sujeto 7 Sujeto 8 Sujeto 9 Sujeto 10 Sujeto 11 Sujeto 12 Sujeto 13 Sujeto 14 Sujeto 15 Sujeto 16 Sujeto 17 Sujeto 18 Sujeto 19 Sujeto 20 Sujeto 21 Sujeto 22 Sujeto 23 Sujeto 24 Sujeto 25 Sujeto 26 Sujeto 27 Sujeto 28 Sujeto 29 Sujeto 30 Sujeto 31 Sujeto 32 Sujeto 33 Media 236 / 440 Edad (años) 19 18 28 18 34 19 19 18 18 19 18 19 18 18 19 19 19 18 19 20 18 18 18 18 20 21 18 18 18 18 19 23 24 19,64 Peso (kg) 87,5 69,1 72 67 103 74,4 67,4 76,2 75,8 68,6 73 64 74 75,8 73,8 68 77,3 82 72,8 76 78,1 70,2 68,5 72,3 80 68,1 64,7 90,08 72,3 71,9 71,5 64,6 69 73,90 Talla (cm) 186 188,5 178 180 191 182 177 179 180 174 170 181 176 167 174 167 181 180 186 181 177 173 173 176 185 178 169 176 176 174,5 182,5 169 172 177,56 w w Envergadura (cm) 189 188 182 189 191 172 177 187 183 177 179 183 182 173 178 89 195 184 178 182 180 175 176 176 128 178 157 175 176 173 184,5 157 174,5 174,78 Lateralidad Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Zurdo Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro Diestro - w . g i d e k i IMC (kg/cm2) 25,15 19,4 20,5 20,68 27,5 22,71 20,6 23,8 19,8 22,66 23,5 24,6 25 22,7 21,5 24,4 18,2 25,4 21 19 24,6 22 22,7 23,3 23 21,5 22,6 29,7 23,3 23,6 21,58 22,38 23,3 22,77 t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte En la tabla 2 se muestran los resultados obtenidos por cada participante y sus valores medios en cada una de las pruebas efectuadas, esto es los dos CMJ con la derecha, los dos CMJ con la izquierda, las dos carreras con cambio de dirección, así como el pie que utiliza para girar en las mismas. Tabla 2. Resultados obtenidos en las distintas pruebas. CMJD1 (cm) 23,4 19,9 23,1 17,7 10,6 20,4 20,3 15 15 17,4 17,7 20,4 17,5 17,1 15,1 20,3 20,3 14,7 20,2 17,4 20 20,3 15,1 17,7 15 20,6 17,8 10,5 23,1 17,4 17,5 15 15,1 17,83 Sujetos Sujeto 1 Sujeto 2 Sujeto 3 Sujeto 4 Sujeto 5 Sujeto 6 Sujeto 7 Sujeto 8 Sujeto 9 Sujeto 10 Sujeto 11 Sujeto 12 Sujeto 13 Sujeto 14 Sujeto 15 Sujeto 16 Sujeto 17 Sujeto 18 Sujeto 19 Sujeto 20 Sujeto 21 Sujeto 22 Sujeto 23 Sujeto 24 Sujeto 25 Sujeto 26 Sujeto 27 Sujeto 28 Sujeto 29 Sujeto 30 Sujeto 31 Sujeto 32 Sujeto 33 Media CMJD2 (cm) 20,4 17,7 26,4 17,4 12,6 17,5 23,4 15,1 15,1 17,5 15,1 20,6 17,5 17,7 15 17,5 17,7 20,3 23,4 17,5 20 17,8 20,3 17,5 15 20,6 17,5 14,8 23,3 17,4 17,7 15 15,1 18,10 CMJI1 (cm) 23,6 17,8 17,7 17,5 26,4 20,3 20,2 23,4 15,1 17,7 12,6 20,4 17,3 15,1 15,1 17,7 26,4 15,2 23,1 17,3 20 15,1 12,7 15,2 15 20,4 15,6 12,7 23,3 15 18,3 17,7 12,8 17,99 CMJI2 (cm) 20,6 15 20,2 17,5 10,7 20,7 20,3 20,4 10,6 17,5 20,4 26,6 17,5 17,6 13 17,8 23,2 12,8 23,1 19,9 17 20,4 20 20,6 17,7 20,3 17,8 12,7 26,4 17,5 23,4 17,9 10,6 18,41 IV 1 (s) 3,32 2,5 3,08 3,17 3,69 3,34 2,83 3,3 3,31 3,41 3,31 3,17 3,1 3,28 3,33 3,35 3,14 3,01 3,15 3,17 3,07 3,27 3,21 3,36 3,59 2,92 3,05 3,29 2,96 3,27 3,12 3,37 3,73 3,21 IV 2 (s) 3,31 3,36 3,07 3,31 3,71 3,3 3,11 3,18 3,55 3,26 3,17 3,1 3,11 3,29 3,4 3,32 3,24 2,93 3,11 3 2,95 3,27 3,35 3,26 3,49 2,61 3,09 3,28 2,84 3,09 3,07 3,34 3,55 3,21 Pie giro Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Izquierda Derecha Derecha Izquierda Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha Izquierda Derecha Derecha Derecha Derecha Derecha - Los mejores resultados obtenidos en las distintas pruebas se muestran en la tabla 3. En ella recogemos, la mejor marca de los cuatro saltos CMJ, la mejor marca de las dos w w w . g i d e k i t . c o m 237 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) carreras con cambio de dirección y también la posición de cada marca comparándolas entre las de todos los participantes. Tabla 3. Mejores resultados en el test de fuerza y velocidad y su número de orden en comparación con el resto de participantes Sujetos Sujeto 1 Sujeto 2 Sujeto 3 Sujeto 4 Sujeto 5 Sujeto 6 Sujeto 7 Sujeto 8 Sujeto 9 Sujeto 10 Sujeto 11 Sujeto 12 Sujeto 13 Sujeto 14 Sujeto 15 Sujeto 16 Sujeto 17 Sujeto 18 Sujeto 19 Sujeto 20 Sujeto 21 Sujeto 22 Sujeto 23 Sujeto 24 Sujeto 25 Sujeto 26 Sujeto 27 Sujeto 28 Sujeto 29 Sujeto 30 Sujeto 31 Sujeto 32 Sujeto 33 Mejor CMJ (cm) 23,6 19,9 26,4 17,7 26,4 20,7 23,4 23,4 15,1 17,7 20,4 26,6 17,5 17,7 15,1 20,3 26,4 20,3 23,4 19,9 20 20,4 20,3 20,6 17,7 20,6 17,8 14,8 26,4 17,4 23,4 17,9 15,1 Número de orden 6 20 2 24 3 11 7 8 30 25 14 1 28 26 31 17 4 18 9 21 19 15 16 12 27 13 23 33 5 29 10 22 32 Mejor IV (segundos) 3,31 2,5 3,07 3,17 3,69 3,3 2,83 3,3 3,31 3,26 3,17 3,1 3,1 3,28 3,33 3,32 3,14 2,93 3,11 3 2,95 3,27 3,21 3,26 3,49 2,61 3,05 3,28 2,84 3,09 3,07 3,34 3,55 Número de orden 26 1 9 16 33 24 3 25 27 19 17 12 13 22 29 28 15 5 14 7 6 21 18 20 32 2 8 23 4 11 10 30 31 Por último la tabla 4, muestra los coeficientes de correlación y su significación bilateral entre cada una de las variables medidas y analizadas, resaltando las correlaciones entre las pruebas de fuerza y de agilidad. 238 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 4. Correlaciones de Pearson (CP) y Sig. bilateral (SB). Edad Peso Talla Lat. IMC CMJD1 Edad CMJD 2 -,089 ,621 -,309 ,080 ,075 ,680 ,314 ,075 ,129 ,473 -,257 ,149 ,739** ,000 1 CMJI 1 ,298 ,092 ,287 ,105 ,555** ,001 ,240 ,179 ,261 ,142 -,080 ,659 ,366* ,036 ,252 ,157 1 CMJI 2 -,288 ,104 -,396* ,023 ,028 ,876 ,205 ,251 ,044 ,810 -,267 ,134 ,684** ,000 ,563** ,001 ,400* ,021 1 IV1 IV2 Pie giro -,126 ,486 ,110 ,542 ,077 ,669 -,056 ,757 ,091 ,613 ,261 ,142 -,258 ,147 -,135 ,455 -,161 ,369 -,140 ,438 ,054 ,766 ,144 ,425 1 CP 1 ,421* ,284 -,034 ,149 -,223 ,389* ,328 SB ,015 ,109 ,850 ,407 ,212 ,025 ,063 ** ** * * Peso CP 1 ,498 -,025 ,537 -,430 ,355 ,316 SB ,003 ,890 ,001 ,013 ,043 ,073 Talla CP 1 ,254 -,068 ,032 -,129 ,116 SB ,154 ,707 ,862 ,473 ,519 Lateral. CP 1 -,135 ,135 -,051 -,085 SB ,454 ,455 ,777 ,639 Enverg. CP -,145 -,003 -,254 -,137 SB ,421 ,985 ,154 ,447 * * IMC CP 1 -,422 ,383 ,108 SB ,014 ,028 ,551 CMJD1 CP 1 -,499** -,505** SB ,003 ,003 CMJD2 CP -,582** -,623** SB ,000 ,000 CMJI1 CP -,140 -,149 SB ,436 ,409 CMJI2 CP -,324 -,542** SB ,066 ,001 IV1 CP 1 ,623** SB ,000 IV2 CP 1 SB Pie de CP giro SB Nota: CP = Correlación de Pearson; SB = Significación Bilateral. * La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral). ** La correlación es significante al nivel 0,01 (bilateral). w w w . g i d e k i t . c o m 239 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 4. Discusión y conclusiones El propósito principal de este estudio fue determinar si favorece el poseer una mayor fuerza elástica en el tren inferior para conseguir realizar giros y cambios de direcciones específicos del fútbol en el menor tiempo posible. En este sentido, señalamos que los valores recogidos en la tabla 1 de medidas corporales y parámetros antropométricos han sido muy poco estudiados en relación e influencia sobre la producción de fuerza explosiva, explosivo elástica o la capacidad de relación (Martin, 1990; Tittel y Wutscherk, 1992; Canda, 1996). Sin embargo y resulta evidente, es importante una adecuada construcción condicional de los futbolistas para la mejora de la fuerza y la velocidad en los mismos (Casáis, Crespo, Domínguez y Lago, 2004). Volviendo al objeto de estudio, tal y como observamos en la tabla 3, comprobamos y llegamos a la conclusión que en líneas generales los deportistas cuya capacidad de salto es mayor y presentan mayores valores de fuerza explosiva, no tienen por qué ser más rápidos en las carreras con cambios de dirección. A este respecto, dicha tabla nos indica como el deportista con un salto mayor (sujeto 12 con 26.6 cm) obtiene valores normales en velocidad y cerca de la media (3.1 segundos); mientras que el deportista más rápido (sujeto 2 con 2.5 segundos) tampoco es el que mayor fuerza explosiva presenta (sino todo lo contrario, presentando un mejor salto de 19.9 cm.). Así, podemos observar también en la tabla 4, como en la totalidad de los casos, las correlaciones entre medidas de fuerza y de carrera tienen una dirección negativa indicando que los sujetos que poseen un mayor nivel de fuerza explosiva poseen valores más reducidos en los tiempos empleados en recorrer la carrera con cambios de dirección. Estos datos apoyan los estudios de Martínez y Solla (2008), donde la relación entre fuerza y capacidad de aceleración muestra correlaciones bajas y no significativas. Sin embargo, no refleja lo expuesto por Hoffman et al. (2007), quienes piensan que unos altos niveles de fuerza y de potencia reducen el tiempo necesario para frenar un movimiento a máxima velocidad y acelerar hacia una dirección diferente. Parecidas son las evidencias de la relación directa entre determinados parámetros de fuerza y velocidad (Bosco, 1991; Gorostiaga y González, 1995; Hakkinen, 1996; Cometti, 2002). Por todo ello, nuestra conclusión es de que a pesar de que los saltos a una pierna son más específicos en relación a los cambios de dirección, dado que el participante tiene que ejecutar la fuerza muscular de manera unilateral, éstos no suponen una mejora en el rendimiento de este tipo de carreras y por lo tanto en la preparación física del futbolista. Aún así, dejamos una puerta abierta, puesto que otros estudios son contradictorios y sí hacen hincapié en la relación entre fuerza, potencia y agilidad (Anderson, Gieck, Perrin, Weltman, Rutt, & Denegar, 1991; McBride, Triplett-McBride, Davie, & Newton, 2002), por lo que creemos conveniente seguir realizando estudios similares, mejorándolos con poblaciones específicas de futbolistas, más muestra de participantes y una realización de más test de saltos y de carreras específicas en dicho deporte. Así como futuras líneas de trabajo e investigación podría ser conveniente analizar en futbolistas los cambios de direcciones específicas con el balón de fútbol en conducciones del mismo y asociarlas con el salto o incluso con la fuerza del golpeo de la misma lateralidad. 240 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 5. Referencias Anderson, M.A., Gieck, J.B., Perrin, D., Weltman, A., Rutt, R., & Denegar, C. (1991). The relationshipS among isometric, isotonic and isokinetic quadriceps and hamstring force and three componentes of athletic peformance. Journal of Orthopedic Sports Physical Therapy, 14, 114-120. Bosco, C. (1991). Aspectos fisiológicos de la preparación física del futbolista. Barcelona: Paidotribo. Canda, A. S. (1996). Estimación antropométrica de la masa muscular en deportistas. En Métodos de estudio de la composición corporal en deportistas, 9-26. Madrid: Ministerio de Educación y Cultura. Casáis, L.; Crespo, J. J.; Domínguez, E.; Lago, C. (2004). Relación entre parámetros antropométricos y manifestaciones de fuerza y velocidad en futbolistas en edades de formación. En III Congreso de la Asociación Española de Ciencias del Deporte. Valencia: Universidad de Valencia. Cometti, G. (2002). La preparación física en el fútbol. Barcelona: Paidotribo. Gabbett, T. & Benton, D. (2009). Reactive agility of rugby league players. Journal of Science and Medicine in Sport, 12, 212. Gorostiaga, E. y González, L. (1995). Fundamentos del entrenamiento de la fuerza. Barcelona: INDE. Hakkinen, K. (1996). Aplicaciones prácticas del entrenamiento de fuerza. INFOCOES, 1, 2, 49-55 Hoffman, J. R., Ratamess, N., A, Klatt, M., Feigenbaum, A. D., & Kang, J. (2007). Do bilateral power deficits influence direction-specific movement patterns? Sports Medicine, 15, 125-132. Little, T. y. Williams, A. (2005). Specifity of acceleration, maximun speed, and agility in professional soccer players. Journal of Strength and Conditioning Research, 19, 76. Martin, A. D. (1990). Anthropometric estimation on muscle mass in men. Medicine and Science in Sports and Exercise, 22, 5, 729-733. Martínez González, M. y. Solla Aguiar, J. (2008). Estudio comparativo entre carrera lineal y carrera con cambios de dirección y su relación con los resultados del test de Bosco. X Congreso de Ciencias del Deporte y de la Educación Física en países de lengua portuguesa. McBride,J.M., Triplett-McBride,T., Davie, A., Newton, R.U.(2002).The effect of heavy vs. light-load jump squats on the development of strenght, power, and speed. Journal Strenght Conditioning Research, 16: 75- 82. Pérez Bardají, F. (2005). Entrenamiento de fuerza. www.tácticasdefútbol.com. [Consulta: 20 marzo de 2009]. Pérez Barroso, A. (1998). Test de valoracion del entrenamiento. http://www.aamoratalaz.com/articulos/tve98.htm. [Consulta: 20 marzo de 2009]. Sheppard, J. y. Young, B. (2006). Agility literature review: Classifications, training and testing. Journal of Sports Sciences, 24, 919 - 932. Tittel, K. y Wutscherk, H. (1992). Anthropometric factors. En P. Komi (ed.), Strenght and power in sport. Oxford: Blackwell. Weineck, J. (2005). Entrenamiento total. Madrid: Paidotribo. Young, W., Farrow, D. (2006) A review of agility: Practical applications for strength and conditioning. Strength and Conditioning Journal, 28, 25. w w w . g i d e k i t . c o m 241 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Young, W., James, R. y Montgomery, I. (2002). Is muscle power related to running speed with changed of direction?. Journal of Sports Medicine and Physical Fitness, 42, 282. 242 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 19 ENTRENAMIENTO DE FUERZA CON MÁQUINAS GUIADAS DE RESISTENCIA VARIABLE EN PERSONAS MAYORES DE 60 AÑOS Marcos Mecías Calvo, Antonio Bores Cerezal y Roberto Barcala Furelos [email protected] Resumen Con la realización de este trabajo se pretendió conocer la Composición Corporal y la Funcionalidad Física en personas mayores de 60 años, tras un entrenamiento de fuerza, con máquinas guiadas de resistencia variable. Para ello, se realizó una valoración inicial de la composición corporal mediante bioipedancia, y el análisis de la funcionalidad física mediante el Senior Fitness Test (Rikly & Jones, 2001). Para la intervención se dividieron a 28 personas (6 hombres y 22 mujeres), en 2 grupos de trabajo. Un grupo (grupo control) realizó un entrenamiento mediante una actividad pre-coreografiada de carácter multicomponente (trabajo de tonificación muscular y resistencia aeróbica) con soporte musical, y otro grupo, realizó un entrenamiento basado en la fuerza, con máquinas guiadas de resistencia variable (grupo experimental), utilizando un circuito intermitente con sobrecargas. Tras un período de entrenamiento de 12 semanas, con tres sesiones a la semana de una hora de duración, se procedió a realizar la valoración final idéntica a la inicial. Los resultados obtenidos tras el entrenamiento de fuerza con máquinas guiadas de resistencia variable mostraron que se obtiene, en cuanto a la composición corporal, mejoras significativas en Peso (desciende un 2,33%), en Masa Libre de grasa (aumenta un 1,04%), en Masa Grasa (desciendo un 9,29%) y en Índice de Masa Corporal (disminuye en un 2,28%). En cuanto a la funcionalidad física, se obtienen mejoras significativas en las pruebas de Sentarse-Levantarse (57,60%), en Juntar manos atrás (28%), en LevantarseCaminar-Sentarse (13,43%), en Dinamometría manual (1,89% mano izquierda y 0,41% mano derecha). Así, atendiendo a los resultados, este tipo de entrenamiento de fuerza con máquinas guiadas de resistencia variable, produce mayores adaptaciones en la composición corporal y funcionalidad física, que la actividad multicomponente con soporte musical. Palabras clave: personas mayores, capacidad funcional, fuerza. w w w . g i d e k i t . c o m 243 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción La población española envejece y seguirá envejeciendo durante las próximas décadas. Actualmente las personas mayores de 65 y más años, representan el 16,7% de la población total, viéndose aumentada en un período de 5 años, desde 2002 a 2007 en un 3,5% (IMSERSO, 2007). Según estimaciones del INE, la población de personas de 65 años y más en 2060, será el 29,9% de la población total. El aumento de la esperanza de vida ha producido un cambio significativo en las pirámides demográficas produciéndose un efecto cono en éstas, con una base cada vez más estrecha como consecuencia del descenso de la natalidad (IMSERSO, 2007), por lo que poco a poco es probable que se llegue a una figura de rombo. Por lo tanto es esperable que cada vez nos encontremos una población envejecida y a su vez con más limitaciones físicas y con mayor nivel de dependencia (IMSERSO, 2007). Sin embargo muchas de las limitaciones físicas con las que se encuentran las personas mayores son paliables con un grado de actividad física ya que, esta no sólo produce beneficios a nivel físico y fisiológico, sino que también a nivel psicológico y social (Becerro, M.; Frontera, W.; Santoja, R., 1995). En este sentido hay que resaltar que la práctica habitual de ejercicio está en aumento, ya sea para curar o rehabilitar, o para prevenir enfermedades. Así, según el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM, 1998) el entrenamiento de fuerza ayuda a compensar la pérdida de masa muscular y de fuerza que por lo general se asocia con el envejecimiento normal. Entre los beneficios adicionales que se derivan del ejercicio regular se incluyen una mejoría en las condiciones óseas y como consecuencia, un riesgo menor de padecer de osteoporosis; una mejoría en la estabilidad postural y por lo tanto, una disminución en la posibilidad de caerse, herirse y fracturarse y finalmente, un aumento en la flexibilidad y en el rango de movimiento. Además, el entrenamiento con cargas produce cambios en cuanto a la composición corporal, disminuyendo la grasa corporal (Ahtiainen et al., 2005), y aumentando la masa magra (Folland & Williams, 2007). Nuestro objeto de estudio, se basa en conocer los efectos de un programa basado en la fuerza, para la mejora de la capacidad funcional en personas mayores de 60 años. Para ello se dividieron a 28 personas, de las cuales 6 eran hombres y 22 mujeres, en 2 grupos de trabajo. 2. Material y Método 2.1. Muestra La muestra estuvo formada por 28 personas, 6 hombres y 22 mujeres, todos ellos mayores de 60 años. Todos los sujetos fueron informados acerca de los procedimientos, riesgos y beneficios del estudio, y firmaron un informe de consentimiento previo al comienzo del mismo. Debían de cumplir los siguientes requisitos: Ser mayor de 60 años, no poseer ninguna patología que le impidiera realizar el programa. Los criterios de exclusión fueron: No participar durante más de 3 sesiones consecutivas de entrenamiento, realizar alguna actividad complementaria ajena al estudio. Ambos criterios fueron evaluados antes del programa, quedando la muestra establecida en los sujetos anteriormente citados. 244 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 2.2. Procedimiento Los sujetos experimentales realizaron una valoración inicial de Composición Corporal, de Funcionalidad Física, un programa de entrenamiento de fuerza con máquinas guiadas de resistencia variable, y una valoración final. La valoración inicial y final constó de las siguientes pruebas: Para el análisis de la Composición Corporal se utilizó el método de la Bioimpedancia con la herramienta Tanita BC-418MA Segmental, y se analizaron las siguientes variables: Peso, Masa Libre de Grasa, Masa Grasa, Agua Corporal, I.M.C., % Graso y Tasa Metabólica Basal. Para el análisis de la Capacidad Funcional, se utilizó el Senior Fitness Test (Rikly & Jones, 2001), cuyas pruebas se presentan en la tabla 1, Tabla 1. Pruebas, Nº Intentos y Puntuación del Senior Fitness Test PRUEBAS 1º. SentarseLevantarse 2º. Flexiones del brazo Nº INTENTOS PUNTUACIÓN 1 Nº repeticiones en 30” 1 Nº repeticiones en 30” 3º. Flexión de tronco en silla 2 4º. Juntar las manos tras espalda 2 5º. LevantarseCaminar-Sentarse 2 6º. Caminar 6 minutos 1 Tocar la punta del pie = 0 No alcanza pie => Valores negativos (-) Sobrepasa pie => Valores positivos (+) Se tocan dedos = 0 No se tocan dedos => Valores negativos (-) - Se sobrepasan dedos => (+) - Tras dos intentos registrar mejor puntuación Caminar durante 6 minutos lo más rápido posible Para obtener más variables con respecto a la fuerza, también se realizó el test de Dinamometría manual, con un dinamómetro TKK. Para el desarrollo del entrenamiento de la fuerza, se utilizaron máquinas guiadas de resistencia variable marca Technogym, clase Selection, las cuales permiten aumentar las cargas en 2,5 kg. La evaluación inicial se realizó la semana previa al comienzo del estudio. Además, a los participantes del grupo experimental, se les realizó un test de aproximación a una repetición máxima (RM) de cada una de las máquinas de musculación que posteriormente se utilizaron en el entrenamiento experimental. El primer día de valoración se realizó un test de RM para 5 de los 10 ejercicios que conformaban la valoración inicial (press sentado, prensa de pierna, jalón frontal, abductor, tíceps). Para ello, los sujetos realizaron un pequeño calentamiento de ejercicio cardiovascular de 5 minutos de duración, más un calentamiento específico del grupo muscular en concreto. Debían formalizar 3 series de calentamiento previas al test máximo. La primera serie constaba de 12 repeticiones con una carga baja (que podían movilizar con facilidad al menos 20 veces). Tras un descanso de 2 minutos, una segunda serie con una carga mayor (con la que podrían realizar 12-14 repeticiones) para 8 repeticiones. Y pasados 3 minutos, una tercera serie con una carga elevada (con la que pudiesen desplazar al menos 6 veces) para 4 repeticiones. Tras ello, y pasados otros 3 minutos de recuperación, se realizó el test de RM con una carga que el sujeto no pudiese desplazar más de 4 veces. w w w . g i d e k i t . c o m 245 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Dos días más tarde, pasadas 48 horas de recuperación, se realizó otro test de RM de los 5 ejercicios restantes (aductor, curl de bíceps, extensiones de cuádriceps, press de hombro, flexiones de cuádriceps), para los que se respetaron los mismos protocolos de actuación. 2.3. Protocolo de Entrenamiento Consistió en un entrenamiento de fuerza con máquinas guiadas de resistencia variable usando el método en Circuito, durante 12 semanas de duración, realizando 3 sesiones semanales (lunes, miércoles, viernes), de una hora de duración. El entrenamiento consistía en alternar un ejercicio de trabajo de miembro superior, con uno de miembro inferior, quedando como completada una vuelta al circuito cuando se terminaban todos los ejercicios (press sentado, prensa de pierna, jalón frontal, abductor, tíceps, aductor, curl de bíceps, extensiones de cuádriceps, press de hombro, flexiones de cuádriceps). Se realizaban 3 vueltas, con lo que la duración aproximada de cada vuelta era de 10 minutos, estableciendo una recuperación de 2 minutos entre vueltas. En cada ejercicio se realizaban de 8 a 12 repeticiones adecuado para el entrenamiento de fuerza con objetivos saludables (Hass et al., 2001) (lo que conllevaba una duración aproximada de 15 segundos), y tras una micropausa de 15 segundos, seguían con el siguiente ejercicio. Por tanto, se dio un ratio de 1:1 (15´´ de trabajo muscular y 15´´ recuperación). Las cargas siguieron una progresión basada en Bompa, T. O. (Bompa, T. O. ,2000). Así para la Adaptación Anatómica se estableció un 45-55% de 1 RM, para la Hipertofia un 60-70% de 1 RM, y para el trabajo de Fuerza Máxima nunca se sobrepasó del 85% de 1 RM. El volumen de entrenamiento fue constante realizándose siempre una vuelta al circuito para calentar y posteriormente las 3 series de entrenamiento. La duración del entrenamiento fue constante y nunca sobrepasó de los 60 minutos. En todas las sesiones de entrenamiento se registraban las cargas y tiempos de recuperación de todos los sujetos participantes de manera individual. Una vez finalizado el entrenamiento a las 12 semanas, se procedió a la valoración final realizando las mismas pruebas realizadas en la valoración inicial. Este trabajo fue realizado con el programa estadístico SPSS 17.0 para Windows. Se aplicaron medidas de tendencia central (Media, desviación típica, varianza, etc.). Se aplicaron pruebas de normalidad, para establecer la significatividad de cada variable. Se aplicó el modelo lineal general univariante y se realizó el análisis de las varianzas mediante el test de Games-Howell, así como pruebas de Homogeneidad. El nivel de significación se estableció en el 95% (p<0.05). 3. Resultados Los resultados obtenidos se dividieron en dos grupos. Por un lado, se compararon las medias de los resultados obtenidos del grupo +60 (Control) y del grupo Pesas (Experimental) de antes y después de la intervención de los programas para el Análisis de la Composición Corporal, y por otro, se compararon las medias de los resultados obtenidos de ambos grupos, antes y después de la intervención de los programas, de la batería Senior Fitness Test y del test de Dinamometría Manual. En la tabla 2 se presentan los resultados medios obtenidos tras la evaluación inicial y final con respecto a las variables de la Composición Corporal, del grupo Control y el grupo Experimental. Tabla 2. Resultados de las variables de Composición Corporal de los grupos Control y Experimental tras el programa. 246 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte VARIABLES PESO +60 (Control) desciende su media de peso corporal en 0,54 kg (0,75%) disminuye su media de masa libre de grasa 2,75 kg (6,15%) aumenta su media de masa grasa 2,2 kg (8,07%) desciende su media de agua corporal 1,99 kg (6,07%) aumenta su media de índice de masa corporal 0,71 unidades kg (2,35%) aumenta su media de porcentaje graso 3,23 unidades (8,55%) disminuye su media de tasa metabólica basal 64,54 unidades (4,78%) MASA LIBRE DE GRASA MASA GRASA AGUA CORPORAL I.M.C. % GRASO TASA METABÓLICA BASAL PESAS (Experimental) desciende su media de peso corporal en 1,53 kg (2,33%) aumenta su media de masa libre de grasa 0,46 kg (1,04%) desciende su media de masa grasa 1,99 kg (9,29%) aumenta su media de agua corporal 0,33 kilogramos (1,02%) disminuye su media de índice de masa corporal 0,61 unidades (2,28%) disminuye su media de porcentaje graso 1,99 unidades (6,14%) aumenta su media de tasa metabólica basal 4,3 unidades (0,33%) En la tabla 3 se presentan los resultados significativos correspondientes a las variables de Composición Corporal del grupo Experimental tras las 12 semanas de intervención. Tabla 3. Resultados significativos correspondientes a las variables de Composición Corporal del grupo experimental VARIABLES PESAS (Experimental) PESO NS MASA LIBRE DE GRASA significación estadística de 0,009 * MASA GRASA significación estadística de 0,008 * AGUA CORPORAL NS I.M.C. significación estadística de 0,002 * % GRASO NS TASA METABÓLICA BASAL NS *: p<0,05; NS: No significativo p>0,05 En la tabla 4 se presentan los resultados medios obtenidos tras la evaluación inicial y final con respecto a las variables de la batería Senior Fitness Test (Rikli & Jones, 2001) y de Dinamometría Manual del grupo Control y el grupo Experiemental. w w w . g i d e k i t . c o m 247 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla 4. Resultados de las variables del SFT y Dinamometría Manual de los grupos Control y Experimental tras el programa. VARIABLES SENTARSELEVANTARSE FLEX-EXT BRAZO FLEX. TRONCO JUNTAR MANOS ATRÁS LEVANTARSECAMINARSENTARSE CAMINAR 6 MIN. DINAMOMETRÍA MANO IZQUIERDA DINAMOMETRÍA MANO DERECHA +60 (Control) aumenta su media en 3,53 repeticiones (22,06%) aumenta su media en 5,23 repeticiones (25,25%) aumenta su media en 1,95 centímetros (25%) PESAS (Experimental) aumenta la media en 11,1 repeticiones (57,60%) aumenta la media en 6,91 repeticiones (31,27%) aumenta la media en 1,21 centímetros (38,05%) disminuye su media reduce la media en 1,62 centímetros en 1,43 centímetros (28%) (20%) disminuye su media reduce la media en 0,36 segundos (6,41%) en 0,72 segundos (13,43%) aumenta su media aumenta la media en 29,03 metros (4,75%) en 46,06 metros (7,27%) aumenta su media aumenta la media en 1,3 unidades (5,81%) en 0,44 unidades (1,89%) aumenta su media aumenta la media en 1,22 unidades (5,28%) en 0,1 unidades (0,41%) En la tabla 5 se presentan los resultados significativos correspondientes a las variables del SFT y Dinamometría Manual del grupo Experimental tras las 12 semanas de intervención. Tabla 5. Resultados significativos correspondientes a las variables de SFT y Dinamometría manual del grupo experimental VARIABLES PESAS (Experimental) SENTARSE-LEVANTARSE significación estadística de 0,004 * FLEX–EXT BRAZO NS FLEX. TRONCO NS JUNTAR MANOS ATRÁS significación estadística de 0,049 * LEVANTARSE-CAMINARsignificación estadística de 0,046 * SENTARSE CAMINAR 6 MIN NS DINAMOMETRÍA MANO significación estadística de 0,044 * IZQUIERDA DINAMOMETRÍA MANO DERECHA significación estadística de 0,028 * *: p<0,05; NS: No significativo p>0,05 4. Discusión Los resultados obtenidos muestran como tras 12 semanas de entrenamiento de fuerza con máquinas guiadas de resistencia variable, tiene un efecto favorable sobre la Composición Corporal y la Funcionalidad Física en personas mayores de 60 años. Estos 248 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte datos se pueden relacionar con otros estudios similares realizados con pesos libres (Izquierdo, M.; Hakkinen, K.; Ibanñez,J.; Antón, A.; Garrués, M.; Ruesta, M. y Gorostiaga, E.M., 2003; Rodríguez, 2008; Orquín F.J.; Torres, G. y Ponce, F., 2009). Si se comparan las mejoras obtenidas en cuanto a la Composición Corporal, se obtienen parámetros similares a los estudios realizados por Izquierdo, M. (2000, 2003) en los que tras 16 semanas (4 más que el presente estudio) de entrenamiento a personas mayores de 64 años, el porcentaje de masa grasa disminuye un 2%, y aumenta la masa libre de grasa en 1,2 kg, tras un entrenamiento de fuerza máxima y potencia (Izquierdo, 2003). De igual manera, para el Dr. Stone (1991), el entrenamiento de fuerza debe incluir grandes grupos musculares (como sucede en el este estudio), ya que así se producirán mayores cambios en la Composición Corporal. La tasa metabólica basal, se ve aumentada por el entrenamiento de fuerza (Ryan et al., 1995; Treuth et al., 1995), al igual que sucede en el trabajo que se presenta, quizás debido a la hipertrofia muscular (Pratley et al., 1994). Debido también a este aumento de masa magra, se producen cambios significativos en la masa libre de grasa (Craig et al., 1989; Hurley et al., 1984; Manning et al., 1991). En cuanto a la Funcionalidad Física, los resultados estadísticamente significativos obtenidos muestran una mejora funcional en las pruebas de Sentarse-Levantarse y Levantarse-Caminar-Sentarse del SFT (Rikly & Jones, 2001), por lo que se puede establecer una relación directa con la disminución del riesgo de caídas (Izquierdo, M., 2008). Por otro lado, la ganancia de fuerza en el miembro inferior, produce una mejora en la calidad de vida de los sujetos (ACSM, 1998). 5. Conclusiones Una vez concluido el estudio podemos vislumbrar indicios de que un programa específico de entrenamiento de la fuerza es viable, aparentemente no tiene efectos secundarios e incluso parece que tiene efectos beneficiosos para la salud, por encima de otros programas más tradicionales o de mayor extensión, como los métodos aeróbicos con o sin soporte musical. Es obvio que con respecto al grupo de sedentarios todos mejoran, pero también es cierto que en base a optimizar los recursos, el tiempo y mejorar el estado de bienestar, parece que debiéramos orientarnos hacia métodos aparentemente más agresivos, pero a la larga más efectivos. Después del análisis estadístico, los datos dicen que el programa de entrenamiento basado en la fuerza, realizado con máquinas guiadas de resistencia variable, permite no solo disminuir la grasa corporal, sino aumentar el peso magro y la tasa metabólica basal, con lo que con una buena alimentación se seguirá disminuyendo la grasa corporal. 6. Referencias ACSM (1998): El ejercicio y la actividad física en los adultos mayores. Med. Sci. Sports. Exerc. 30(6), 992-1008. Díaz, R. (Coord.) (2009): Las personas mayores en España. Informe 2008. Madrid: IMSERSO. Ahtiainen, J.P., Pakarinen, A, Alen, M., Kraemer, W., Hakkinen, K. (2005): Short vs. long rest period between the sets in hypertrophic resistance training: influence on muscle strength, size, and hormonal adaptations in trained men. Journal of Strength and Conditioning Research 19(3), 572-582. Becerro, M.; Frontera, W.; Santoja, R. (1995): La salud y la actividad física en las personas mayores. Madrid: Impresión S.A. Becerro, M. (1989): Salud y deporte para todos. Madrid: Eudema. w w w . g i d e k i t . c o m 249 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Becerro, M. (1994): Ejercicio, forma física y salud: fuerza, Resistencia y Flexibilidad. Madrid: EUROBOOK, D.L. Becerro, M.; Galiano, D. (Coordrs) (2003): Ejercicio, salud y longevidad. Sevilla: Consejería de Turismo y Deportes. Bompa, T. O. (2000) Periodización del entrenamiento deportivo. Barcelona: Paidotribo. Craig, B.W.; Everhart, J.; Brown, R. (1989): The influence of high-resistance training on glucose tolerance in young and elderly subjects. Mech. Ageing Dev. 49:147-157. Folland, JP., Williams, A.G. (2007) The Adaptations to Strength Training Morphological and Neurological Contributions to Increased Strength. Sports Medicine 37(2), 145-168. García, J. M. ; Navarro, M.; Ruíz, J.A. (1996): Bases teóricas del entrenamiento deportivo (principios y aplicaciones) . Madrid: Gymnos. González, J.J.; Ribas, J. (2002): Bases de la Programación del entrenamiento de fuerza. Zaragoza: Inde. Guillén, M.; Linares, G. (2002): Bases biológicas y fisiológicas del movimiento. Madrid. Panamericana. Hass Ch J, Feigenbaum MS, Franklin BA. Prescription of resistance training for healthy populations. Sports Med 2001; 31 (14): 953-964. Heinemann, K. (2003): Introducción a la metodología de la investigación empírica en las ciencias del deporte. Barcelona: Paidotribo. Hurley, B.F., Seals, D.R.; Hagberg, J.M. et al. (1984): High-density-lipoprotein cholesterol in body-builders vs. Powerlifters: Negative effects of androgen use. JAMA. 242:507-513. Jiménez, A. (coordinador) (2005): Personal training. Entrenamiento Personal. Bases, fundamentos y aplicaciones. Zaragoza: Inde. Jimenez, A. (Coord); (2008): Nuevas dimensiones en el entrenamiento de la fuerza: aplicación de nuevos métodos, recursos y tecnologías. Barcelona: INDE. Manning, W.G., Keeler, E.B.; Newhouse, J.P.; Sloss, E.M.; Waserman, J. (1991): The costs of poor health habits. Harvard University Press, Londres. Pratley, R., Nicklas, B.; Rubin, M.; Miller, J.; Smith, A.; Smith, M.; Hurley,B.; GOLDBERG, A. (1994): Strength training increases resting metabolic rate and norepinephrine levels in healthy 50-to 65-yr-old men. J. Appl. Physiol. 76:133-137. Rikli R, Jones J. (2001): Senior Fitness Test Manual. Champaign IL: Human Kinetics. Rodríguez, P.L. (2008): Acondicionamiento muscular en salas de musculación: Madrid: Panamericana. Ryan, A.S., R.E. Pratley, D. Elahi, A.P. Goldgerg (1995): Resistive training increases fat-free mass and maintains RMR despite weight loss in postmenopausal women. J. Appl. Physiol. 79:818-823. Siff, M; Verkhoshansky, Y (2000): Super entrenamiento. Barcelona: Paidotribo. Stone, M. H., S. J. Fleck, N. T. Triplett, W. J. Kraemer (1991): Health- and performance-related potential of resistance training. Sports Med. 11:210-231. Tous, J (1999). Nuevas tendencias en fuerza y musculación. Barcelona: Ergo. Treuth, M.S., Hunter, G.R.; Kekes-Szabo, T.; Weinsier, R.L.; Goran, M.I.; Berland, L. (1995): Reduction in intra-abdominal adipose tissue after strength training in older women. J. Appl. Physiol. 78:1425-1431. 250 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 20 EVALUACIÓN E INFORMACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL DEL FUTBOLISTA Francisco Javier Robles Prieto , José Antonio García García y Óscar Caro Muñoz [email protected] Resumen El propósito de este estudio está dirigido a analizar qué tipo de alimentación es llevada a cabo por los futbolistas. Para llevar a cabo dicho estudio, participaron un total de 34 futbolistas pertenecientes a plantillas de la categoría de 2º división B y de 1º andaluza. Los jugadores registraron sus dietas durante 7 días, es decir, anotaron todo tipo de alimentos que ingirieron durante 7 días seguidos, con el objetivo de analizar y comparar ambas tipologías de ingesta dietética. Los resultados obtenidos con este estudio nos demuestran y que los jugadores evaluados tienen que mejorar su perfil energético para recibir más energía de carbohidratos y disminuir la energía de lípidos y proteínas. Sin embargo, tienden a tener mejores hábitos alimenticios que la población sedentaria, de la misma edad, es decir, que se adecuan más a las ingestas recomendadas. Palabras Clave: nutrición, registro dietético, futbolista. w w w . g i d e k i t . c o m 251 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción El fútbol es, sin lugar a duda, uno de los deportes más importantes en el mundo. Sea por el número de practicantes, por la repercusión mediática de las grandes competiciones, por la popularidad de las grandes estrellas de este deporte, por la extensa información diaria en prensa, radio, televisión,... En definitiva, el deporte del balompié ha alcanzado en la actualidad una gran trascendencia no sólo dentro de nuestras fronteras, sino también fuera de ellas, que ha desembocado dentro de la comunidad científica, en el ahondamiento de este deporte como objeto de estudio de numerosas investigaciones. “Los logros de los futbolistas en las competiciones deportivas dependen de diversos factores, y uno de ellos, es en gran medida, su nutrición. Pero en muchos casos, no se tiene en cuenta tal factor, y puede desencadenar que las demandas energéticas de la competición sean mucho más altas que la ingesta de nutrientes de reserva, pudiendo de esta manera, llevar a la fatiga e interfiriendo en el rendimiento físico potencial y en el rendimiento técnico” (Rosas, Muñoz. Servan & Alvarado-Ortíz, 2007). Es por ello, por lo que queremos hacer hincapié en estudios sobre la alimentación de los futbolistas en diferentes contextos y no caer en la afirmación que otros autores hacen acerca que la nutrición ocupa un lugar muy bajo en la larga lista de prioridades con que se enfrentan los entrenadores y los médicos que preparan a sus equipos. “Una dieta bien equilibrada y variada compuesta de alimentos naturales ricos en nutrientes valiosos es el mejor estimulante de rendimiento que el futbolista puede utilizar. El perfil calórico procedente debe ser la dieta compuesta por >55% de carbohidratos, 12-15% de proteínas y menos del 30% de lípidos” (Clark, 1994). “En esta línea, nos demuestran que en una dieta normal el 49.5% pertenece a carbohidratos, el 35.7% a lípidos y el 14,7% restante a proteínas, lo cual nos indica un consumo bajo de los primeros y muy alto en grasas” (Garrido, Webster & Chamorro, 2007). “Esto lo podemos comprobar con los resultados obtenidos con valores medios de 51%, 25% y 18% respectivamente en jugadores de rugby” (Lundy, O’Connor, Pelly & Caterson, 2006). Según las distintas referencias, existe una amplia evidencia de que un incremento en el consumo de carbohidratos puede mejorar el rendimiento de deportes de equipo como el fútbol, que requiere carrera intermitente a varias intensidades. “En esta línea, se estudió que los jugadores que consumieron la dieta rica en carbohidratos fueron capaces de realizar un 33% más de carrera de alta intensidad durante el partido” (Saltin, 1973). “Posteriormente se llegó a la misma conclusión con unos futbolistas que siguieron una dieta con un 65% de carbohidratos a otros con sólo un 30%” (Balson, Wood, Olsson & Ekblom, 1999). Y es que, como ya hemos mencionado, tal es la importancia de la nutrición en el fútbol, que incluso desencadena en el deportista menor riesgo de lesiones deportivas. Así, estudios revelan que “alrededor del 25% de las lesiones tienen lugar en los últimos 15-20 minutos de un partido” (Hawkins, Hulsen, Wilkinson, Hodson & Gibson, 2001), cuando las reservas energéticas se están agotando. “Estos hallazgos explicaban que en otro estudio los jugadores corrían menos durante la segunda parte en comparación a la primera parte de un partido presumiblemente debido a que habían agotado sus reservas de energía” (Reilly y Thomas, 1976). 252 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Según todo ello y teniendo en cuenta las investigaciones precedentes, el objeto de nuestro estudio es comprobar si los futbolistas evaluados se asemejan a las cantidades recomendadas, o sin embargo en qué deben mejorar. 2. Material y Método 2.1. Participantes La muestra la componen por un total de 34 jugadores masculinos de fútbol (n = 34) que militan en las categorías de 2º división B y 1º andaluza durante la temporada 2008/09. Los futbolistas tienen una media de edad de 24.97 (± 4.44) años, con un peso de 76,98 ± 6,20 kg., una altura en centímetros de 180.03 (± 4.82), y un IMC de 23.73 (± 1.34) kg/m², entrenando entre cuatro y seis sesiones semanales cada uno de ellos (Tabla 1). Todos ellos participaron voluntariamente en el estudio. Ninguno de los futbolistas fue rechazado en el estudio, ni antes ni después de la toma de datos. 2.2. Instrumentos Los componentes que se han utilizado para realizar el estudio han sido: - Registro dietético de 7 días, en el que cada sujeto rellenaba los alimentos ingeridos durante una semana, divididos en cada uno de los días y en las distintas comidas a lo largo del día: desayuno, almuerzo, merienda, cena, comidas entre horas, suplementos energéticos e hidratación. - Para el análisis de las dietas de cada uno de los futbolistas se utilizó el Programa de Cálculo Nutricional CESNID de la Universidad de Barcelona. - El peso y la talla fueron evaluados para el cálculo del índice masa corporal (kg/cm²). - Para el análisis estadístico de los resultados obtenidos hemos utilizado el programa estadístico SPSS, en su versión 17.0 para Windows. 2.3. Procedimiento Para la selección de los sujetos, utilizamos plantillas de fútbol de las categorías descritas. Una vez que se explicó el objeto de estudio a los jugadores responsables, se les dio la hoja de registro de dietas a todos aquellos que accedieron de forma voluntaria a su participación, de tal forma que seleccionamos para la investigación a un total de treinta y cuatro jugadores. Todas las mediciones fueron realizadas en una sola semana. Previo a la realización de las pruebas, los participantes fueron medidos y pesados descalzos y con sólo un pantalón corto. A la hora de rellenar el registro dietético, se les facilito un formato estándar para que cumplieran con el objetivo de dar la máxima información posible de sus dietas respecto a términos de gramos, cantidades, tipo de alimentos, etc. para así semejarse a lo que pretendíamos en el objeto de estudio. Por otro lado, decir que ambos equipos no cuentan con profesionales de la nutrición en sus plantillas, pero que, sin embargo, si tienen todos sus jugadores y desde principios de temporada las nociones básicas de alimentación recogidas por la F.I.F.A. (2005), exigiéndoles a cada uno de ellos que sigan un tratamiento similar de las mismas. w w w . g i d e k i t . c o m 253 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Resultados Tabla 1. Características fisiológicas de los futbolistas. N Mínimo Máximo Edad (años) 34 19,00 34,00 Peso (kg) 34 63,30 93,00 Talla (cm) 34 169 197 IMC (kg/m2) 34 19,54 26,74 SD = desviación estándar, IMC = índice masa corporal Media 24,97 76,98 180,03 23,73 SD 4,44 6,20 4,82 1,34 Tabla 2. Valores medios de la ingesta diaria de Kcal de los diferentes macronutrientes y de su porcentaje para el conjunto de futbolistas. N Kcal % Proteínas 34 398,46 19,09 Lípidos 34 738,07 35,36 Glúcidos 34 950,24 45,53 Tabla 3. Comparación de los principales nutrientes de la dieta de los futbolistas en relación a otras referencias y a las recomendaciones diarias para ellos. Investigación Referencias Recomendación 2121,49 2640 3000 Glúcidos (%) 45,53 53,4 >55 Lípidos (%) 35,36 29,6 <30 Proteínas (%) 19,09 17 12-15 Fibra (g) 20,01 17 30 Alcohol (g) 4,34 3-4 0 3287,96 3000 >2500 Energía (Kcal/día) Agua (g) Tabla 4. Estadísticos descriptivos de todas las variables analizadas tomando como muestra el total de los días de registro de dietas de todos los futbolistas. N Mínimo Máximo Media SD Energía (Kcal) 238 1015,38 3895,66 2121,49 526,37 Agua (g) 238 948,66 6949,09 3287,96 1305,68 Proteínas (g) 238 20,60 218,42 99,61 34,48 Proteína vegetal (g) 238 2,10 67,13 29,22 11,24 Proteína animal (g) 238 2,87 197,68 70,38 34,26 Lípidos (g) 238 19,80 202,70 82,00 31,99 AG saturados (g) 238 2,51 71,90 29,75 13,25 AG monoinsaturados (g) 238 5,92 97,29 30,00 15,28 254 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte AG poliinsaturados (g) Colesterol (mg) Glúcidos (g) Azúcares digeribles (g) Polisacáridos digeribles (g) Fibra alimentaria total (g) Etanol (g) Sodio (mg) Potasio (mg) Calcio (mg) Magnesio (mg) Fósforo (mg) Hierro (mg) Cinc (mg) Vitamina A (mg) Retinoides (mg) Carotenoides (mg) Vitamina D (mg) Vitamina E (mg) Vitamina B1 (mg) Vitamina B2 (mg) 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 238 1,96 56,00 77,74 26,18 ,00 2,61 ,00 341,30 922,71 161,90 119,01 346,79 3,91 2,71 ,54 ,00 ,00 ,00 1,33 ,58 ,56 45,44 1074,87 448,38 272,96 357,31 82,61 120,50 8068,90 7356,12 1998,95 624,40 3526,43 26,54 23,39 25935,77 25261,84 23962,15 24,13 23,86 5,40 7,18 14,55 364,49 237,56 105,50 132,06 20,01 4,34 3028,99 3101,83 806,84 319,30 1430,22 12,80 9,30 812,33 495,87 1898,74 3,01 8,17 1,92 1,87 7,12 209,57 69,76 45,73 53,66 10,77 13,84 1417,78 1028,17 372,62 101,29 496,76 4,58 3,33 1746,73 1664,74 2557,27 4,26 4,41 ,830 ,782 4. Discusión Tal y como podemos comprobar en los resultados de este análisis nutricional, los mismos nos muestran la siguiente información a continuación redactada. En relación a la ingesta de calorías, los jugadores de fútbol muestran un aporte energético medio de 2121,49 Kcal/día. Comparando con estudios similares en féminas de categoría absoluta (Clark, Reed, Crouse & Armstrong, 2003), con una ingesta de 2290 Kcal/día de media, y en futbolistas italianos (Caccialanza, Cameletti & Cavallaro, 2007) con cantidades medias de 2640 kcal/día, comprobamos que los jugadores de nuestro estudio tienden a consumir menos energía de la que teóricamente necesitan si los comparamos con las recomendaciones de tomar cerca de 3000 Kcal diarias para futbolistas. Los glúcidos son la principal fuente de energía del fútbol y por tanto se recomienda una dieta alta en ellos superior al 55% (Clark, 1994). Sin embargo, nuestros futbolistas no superan el 46% del aporte energético proveniente de los carbohidratos, por lo que no se adecuan a lo recomendado para los deportistas y están muy lejos de valores como los 53,4% (Caccialanza et al., 2007). Por ello concluímos que se debería aumentar la tasa de los mismos en la dieta, para asegurar la reposición y disponibilidad de glucógeno en el ejercicio y la recuperación (Mullinix, Jonnalagadda, Rosenbloom, Thompson & Kicklighter, 2003). Los lípidos, por el contrario, nos muestran cantidades mayores que las recomendadas (Clark, 1994) con valores medios de 35,36%, muy por encima de los 30% del máximo que deberían tener y en comparación con los 29.6 (Caccialanza et al., 2007). w w w . g i d e k i t . c o m 255 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Resultados parecidos obtienen las proteínas, con cantidades superiores a los 12-15% recomendadas, pues obtienen en nuestro estudio valores de 19,09% de media. Lo mismo suele pasar también en los sedentarios que consumen más proteínas de las requeridas (Rosenbloom, Loucks & Ekblom, 2006) y en otros estudios parecidos (Caccialanza et al., 2007) cuyos valores alcanzan el 17% del total. Por ello, creemos que sería recomendable controlar la ingesta de proteínas. En cuanto a la fibra, 20,01 gramos, apareció con cantidades insuficientes y podría indicar un bajo consumo de frutas y hortalizas (Leclercq, Piccinelli, Arcella & Le Donne, 2004). Aún así es mayor que la media de 17 gramos del estudio con futbolistas adolescentes (Caccialanza et al., 2007). Según las recomendaciones (Società Italiana di Nutrizione Umana, 1998), la ingesta de fibra debe ser de 30 gramos diarios. El promedio de alcohol de los futbolistas (4,34 gramos) es bastante menor que la media nacional y está bastante de acuerdo con lo observado en la mayoría de estudios de grupos deportivos (Economos, Borton & Nelson, 1993). Sin embargo en una gran cantidad de jugadores y días se observó que la ingesta de alcohol fue de 0 gramos, por lo que muchos futbolistas rompen la media con valores muy altos y además los fines de semana en días próximos a partidos, lo cual no es aconsejado para la práctica de la competición por motivos de salud y por pérdida del rendimiento. Por último, la ingesta de agua es la única que se asemeja a los valores recomendados con una media de 3287,96 gramos. Otro autor (Maughan, 2000), nos propone 2500 ml al día, a los que se añade también 1200 ml más debido al ejercicio físico de la práctica del fútbol (Convertino, Armstrong, Coyle, Mack, Sawka, Senavy & Sherman, 1996) Hay varias limitaciones del estudio que cabe destacar. La cuantificación de la ingesta dietética mediante registros dietéticos suele ser difícil debido a la propia recogida de datos. Los factores que provocan sesgos pueden ser la falta de motivación, mala memoria o poco nivel de conocimientos dietético. No obstante, los registros dietéticos de 7 días suelen ser los más fiables y los que más se utilizan para evaluar la dieta ingerida. 5. Conclusiones Los valores medios de Kcal ingeridas por los futbolistas son bajos El consumo de carbohidratos es bajo en los futbolistas y debería ser superior para mejorar su rendimiento. El consumo de lípidos y proteínas es mayor a las ingestas recomendadas para los futbolistas. La ingesta de fibra en futbolistas también es insuficiente en ambos. El consumo de alcohol es más bajo que la media nacional, sin embargo es alto para deportistas y en relación con las normas de salud, poniendo en perjuicio el rendimiento de los futbolistas. La cantidad de agua tomada por los futbolistas se asemejan a las demandas de hidratación que su nivel de entrenamiento requiere. 6. Referencias Balsom, P. D., Wood, K., Olsson, P. & Ekblom, B (1999). Carbohydrate intake and multiple sprint sports: with special reference to football (soccer). International Journal of Sports Medicine, 20, 48-52. Caccialanza, R., Cameletti, B. & Cavallaro, G. (2007). Nutritional intake of Young italian high-level soccer players: underreporting is the essential outcome. Journal of Sports Science and Medicine, 6, 538-542. 256 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Convertino, V. A., Armstrong, L. E., Coyle, E. F., Mack, G. W., Sawka, M. N., Senavy, L. C. & Sherman, M. (1996). Position stand: exercise and fluid replacement. Medicine and Science in Sport, 1, 1-4. Clark, K. (1994). Nutritional guidance to soccer players for training and competition. J. Sports Sci., 12, 43-50 Clark, M., Reed, D. B., Crouse , S. F. & Armstrong, R.B (2003). Pre-and post-season dietary intake, body composition and performance indices of NCAA division I female soccer players. International Journal Sport Nutrition Exercise Metabolism, 113, 303-319. Economos, C. D., Bortz, S. S. & Nelson, M. E. (1993). Nutritional practice of elite athletes. Sports Medicine, 16, 381-399. F.I.F.A. (2005). Nutrición para el fútbol: una guía práctica para comer y beber a fin de mejorar el rendimiento y salud. Conferencia Internacional de Consenso, Zúrich, septiembre. Garrido, G., Webster, A. L. & Chamorro, M. (2007). Nutritional adequacy of different menu settings in elite Spanish adolescent soccer players. Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism, 17, 421-432. Hawkins, R. D., Hulse, M. A., Wilkinson, C., Hodson, A. & Gibson, M. (2001). The association football medical research programme: an audit of injuries in professional football. British Journal of Sports Medicine, 35, 43-47. Maughan, R. J. (2000). Nutrition in sport. IFSM, IOC Medical Comissión. Oxford: Blackwell Science Mullinix, M., Jonnalagadda, S., Rosemnbloom, C., Thompsom, W. & Kicklighter, J. (2003). Dietary intake of female U.S. soccer players. Nutrition Research, 23, 585593. Leclercq, C., Piccinelli, R., Arcella, D. & Le Donne, C. (2004). Food consumption and nutrient intake in a sample of Italian secondary school students: results from the INRAN-RM-2001 food survey. International Journal of Food Sciences and Nutrition, 55, 265-277. Lundy, B., O’Connor, H., Pelly, F. & Caterson, I. (2006). Anthropometric characteristics and competition dietary intakes of professional rugby league players. Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism, 16, 199-213. Reilly, T. & Thomas, V. (1976). A time motion analysis of work rate in different positional roles in professional match play. Journal of Human Movement Studies, 2, 87-99. Rosas, S., Muñoz, A. M., Servan, K. y Alvarado-Ortiz, C. (2007). Evaluación del estado nutricional y concentración de lactato sérico en futbolistas del club deportivo Universidad de San Martín de Porres. Revista Horizonte Médico, 2, 71-78. Rosenbloom C., Loucks, A. & Ekblom, B. (2006). Special populations: the female player and the youth player. Journal of Sports Sciences, 24, 783-793. Saltin, B. (1973). Metabolic fundamentals of exercise. Medicine & Science in Sports, 5, 137146. Societa Italiana Di Nutriziones Umana (S.I.N.U.) (1998). Livelli diAssunzione Raccomandati di Energia e Nutrienti. Editore. Edra. w w w . g i d e k i t . c o m 257 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 258 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 21 LA RESISTENCIA DEL FUTBOLISTA EN FUNCIÓN DE SU COMPOSICIÓN CORPORAL Sergio Robles Prieto, Francisco Javier Robles Prieto , José Antonio García García y Óscar Caro Muñoz [email protected] Resumen El propósito de este estudio está dirigido a analizar la relación que existe entre las características corporales de los futbolistas con su nivel de resistencia presentado en un test de consumo máximo de oxígeno. Para llevar a cabo dicho estudio, participaron 13 sujetos pertenecientes al equipo de la U. D. Marbella, de la población de Málaga y encuadrado en la categoría de 2º División B. Cada sujeto realizó la prueba del test de Léger y previamente se le tomó los resultados de diferentes medidas corporales. Los resultados extraídos de tal estudio nos demuestran que el IMC, el % graso y la FC máx son normales y parecidas a otras referencias, mientras que el VO2 máx difiere si se aplica una fórmula u otra, obteniendo valores más altos al aplicar el Course Navette. Entre las variables estudiadas, la correlación entre FC máx y VO2 máx es muy significativa, al igual que entre las presiones arteriales, sin embargo el resto de variables no se correlacionan entre ellas. Palabras Clave: Resistencia, Futbolista, Fisiología, Corporal. w w w . g i d e k i t . c o m 259 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción La valoración del rendimiento en el fútbol se centra entre otros aspectos en las cualidades condicionales del futbolista. “A este respecto se entiende que el futbolista precisa de unas notables capacidades condicionales y que el estudio de estos requisitos condicionales se presenta como una necesidad para el desarrollo y optimización de este deporte” (Ardá, 1997). “Así, la Potencia Aeróbica Máxima a través del Consumo Máximo de Oxígeno (VO2máx) está considerada como el indicador más fiable para determinar la condición física a nivel cardiovascular y respiratorio de cualquier deportista” (Álvarez, Giménez, Manonelles y Corona, 2001). Por ello, la mayoría de los científicos del deporte consideran el VO2max como la mejor manera de medir en el laboratorio la resistencia cardiorrespiratoria. Para medir ese VO2máx, la prueba de Course Navette es de gran utilidad, siendo un test de aptitud cardiorrespiratoria que mide la potencia aeróbica máxima e indirectamente el consumo máximo de oxigeno. Consiste en recorrer la distancia de 20 metros al ritmo indicado por una señal sonora que va acelerándose progresivamente. La prueba finaliza cuando no pueden seguir el ritmo marcado. Se toma la máxima velocidad a la que ha conseguido desplazarse antes de pararse y se introduce este valor en una fórmula que calcula el VO2máx. El consumo máximo de oxigeno es la máxima cantidad de oxigeno que pueden absorber las células. Se expresa en litros por minuto (l/m) o en mililitros por kilogramo por minuto (ml/kg/min). “Cuanto mayor sea este valor mayor capacidad tendrá ese organismo para producir energía mediante el metabolismo aeróbico, menor necesidad de recurrir al metabolismo anaeróbico láctico y mayor capacidad de eliminación de ácido láctico en caso de haber sido producido” (Jódar, 2003). El propósito de este estudio es analizar la hipótesis de que el VO2máx está relacionado acorde a las características corporales de los futbolistas, y en tal caso comprobar en qué medida se produce. 2. Material y Método 2.1. Participantes La muestra la componen un grupo de 13 jugadores de fútbol (n = 13) que participan en el equipo de la Unión Deportiva Marbella pertenecientes a la categoría 2º División B grupo IV en la temporada 2008/09. Su media de edad es de 26.3 (± 3.6) años, con una altura en centímetros de 180.3 (± 6.6) y un peso de 75.9 (± 4.5) kg. Además, estos futbolistas llevan una media de 13.5 (± 2.5) años de práctica de este deporte y practican todos ellos cinco entrenamientos semanales de aproximadamente dos horas de duración más un partido de competición liguero. 2.2. Instrumentos Los componentes que se han utilizado para realizar el estudio han sido: - Para la determinación de los pliegues, hemos seguido las pautas de el Manual de Esparza (Esparza, 1993). Hemos recogido pliegues de bíceps, tríceps, subescapular, suprailiaco, abdominal, muslo y pierna. - El peso se determinó con una báscula electrónica validada y la talla con una cinta métrica. - Posteriormente, se realizó una prueba de esfuerzo máximo, como es el test de Course Navette o Léger. 260 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte - Se utilizaron pulsómetros Polar RS100 para hallar la frecuencia cardiaca de los futbolistas. - La toma de tensión arterial basal fue mediante un esfingomanómetro que estima los dos componentes de la presión arterial. - Para el análisis estadístico de los resultados obtenidos hemos utilizado el programa estadístico SPSS, en su versión 17.0 para Windows. 2.3. Procedimiento La investigación se llevó a cabo con los jugadores de la plantilla mencionada que una vez explicado el objeto de estudio accedieron voluntariamente a la realización del mismo. Todas las mediciones fueron realizadas en una sola jornada. La prueba de esfuerzo submáxima para estimar la potencia aeróbica máxima que se realizó fue el test de Leger-Lambert o Course Navette. Se trata de una prueba progresiva y máxima, de ida y vuelta (20 m), con periodos o paliers de un minuto. Las pruebas se realizaron en el mes de julio, justo antes de comenzar los entrenamientos de pretemporada y se llevaron a cabo, por un lado en los vestuarios para realizar las pruebas corporales; y por otro, en la pista de atletismo de tartán del campo de fútbol para la prueba atlética. Los futbolistas realizaron tal carrera con zapatillas deportivas. Para hallar las diferentes variables fisiológicas y corporales se utilizaron las siguientes fórmulas: - Para la masa muscular esquelética (MM): “39,31 Ga² + 9,669 Gd² + 10,48 Gc² 7993” (Martin et col., 1990), donde: Ga: Perímetro antebrazo-pliegues cutáneos (cm); Gc: Perímetro Brazo-pliegues cutáneos (bíceps+tríceps); Gd: Perímetro muslo -pliegue cutáneo. - Para el porcentaje de masa magra (%GRASA): “Σ4 pliegues x 0,153 + 5,783” Faulkner (1968), donde: Σ4 plg: Sumatorio de 4 pliegues cutáneos (tríceps, subescapular, suprailiaco, abdominal). - Para la tasa metabólica en reposo (TMR): “66,473 + 13,71 P + 5,633 T – 6,755 E” (Harris – Benedict, 1919), para hombres, donde: P: Peso; T: Talla; E: Edad. - Para el consumo máximo de oxígeno teórico (VO2MAX): 36,4 – 0,692%MG + 1,368 IAF + 0,842 E – 0.001054E2 (Heil et col., 1995), donde: %MG: Porcentaje de masa grasa; IAF: Índice de actividad física avalado por el cuestionario de la NASA; E: Edad - Para el consumo máximo de oxígeno en el Test de Leger: - 27.4 + 6.0 x VMA (Leger y Gadoury, 1989), donde: VMA: velocidad del último estadio en el que se retira el atleta. w w w . g i d e k i t . c o m 261 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Resultados Tabla 1. Estadísticos descriptivos de las características fisiológicas de los futbolistas. N 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 Edad Peso Talla IMC %Grasa MM TMR VO2máx (Teórico) VO2máx (Léger) PA Sistólica PA Diástólica FC Máx Mínimo 20,00 67,60 169,00 21,50 10,63 36,45 1746,18 47,29 50,60 114,00 70,00 180 Máximo 31,00 81,10 189,00 26,39 13,57 42,72 2081,99 48,35 59,60 127,00 83,00 210 Media 26,30 75,98 180,30 23,30 12,47 38,81 1946,18 47,91 53,83 120,92 75,23 193,84 SD 3,66 4,59 6,60 1,20 ,79 2,04 95,09 ,34 2,58 3,68 4,04 8,64 Los 13 jugadores de fútbol (n = 13) tienen media de edad de 26.3 (± 3.6) años, con una altura en centímetros de 180.3 (± 6.6) y un peso de 75.9 (± 4.5) kg. Tabla 2. Características fisiológicas de cada uno de los futbolistas. Sujeto 1 Sujeto 2 Sujeto 3 Sujeto 4 Sujeto 5 Sujeto 6 Sujeto 7 Sujeto 8 Sujeto 9 Sujeto 10 Sujeto 11 Sujeto 12 Sujeto 13 IMC % Gras MM TMR 23,1 22,9 23,6 23,8 24,2 22,1 23,0 26,3 22,9 21,5 23,3 22,5 24,2 78,7 80,7 77,7 80,7 82,7 83,7 82,7 78,7 88,7 75,7 87,7 77,7 76,7 39,1 37,6 37,8 36,4 41,8 40,0 38,7 39,1 37,3 36,5 42,7 36,5 39,0 2041 1982 1769 1889 1956 1953 1982 1932 2081 1837 2027 1911 1834 VO2 máx teór 47,2 48,2 47,8 47,7 47,5 47,7 48,3 48,3 47,6 47,9 48,1 48,2 47,8 VO2 máx Leg 53,6 50,6 53,6 50,6 53,6 50,6 59,6 53,6 53,6 53,6 56,6 56,6 53,6 PA Sist PA Dias FC máx 121 120 118 122 123 125 124 114 117 124 118 119 127 78 77 72 75 77 73 82 70 73 75 71 72 83 48,1 48,2 47,8 47,7 47,5 47,7 48,3 48,3 47,6 47,9 48,1 48,2 47,8 Los resultados de esta tabla nos muestran diferencias en los valores de VO2 máx teóricos y de Léger en los sujetos estudiados. Tabla 3. Test T muestras emparejadas de VO2máx teórico (Heil) y práctico (Leger). Media Heil - Léger 262 / 440 -5,91 Diferencias relacionadas SD Error 95% IC Inferior Superior 2,53 ,70 -7,44 -4,38 w w w . g i d e k t gl Sig (bil) -8,42 12 ,00 i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Al calcular el VO2máx obtenidos por la fórmula de Heil, nos da un valor medio de 47,91 ± 0,34, casi seis puntos menor que al pasar el test de Léger y aplicar su fórmula que nos da una media de 53,83 ± 2,58. Tabla 4. Correlaciones bivariadas entre las distintas variables. IMC % Grasa MM TMR VO2 VO2 máx máx teóric Leger PA Sistól PA Diast -,077 ,803 13 ,162 ,745** ,598 ,003 13 13 ,478 -,340 ,098 ,255 13 13 -,038 ,901 13 IMC CP SB N % Grasa CP -,070 SB ,820 N 13 MM CP ,297 ,462 SB ,325 ,112 N 13 13 TMR CP -,314 ,419 ,303 SB ,296 ,154 ,313 N 13 13 13 VO2máx CP ,113 -,107 -,122 -,217 teórico SB ,712 ,729 ,691 ,477 N 13 13 13 13 VO2máx CP -,016 ,114 ,186 -,306 Léger SB ,960 ,711 ,543 ,309 N 13 13 13 13 PA CP -,413 -,228 ,038 ,233 Sistólica SB ,160 ,454 ,903 ,443 13 13 N 13 13 PA CP -,083 -,217 -,009 -,166 Diastólic SB ,976 ,589 ,789 ,475 N 13 13 13 13 FC máx CP ,078 -,262 -,085 -,231 SB ,801 ,386 ,783 ,447 N 13 13 13 13 CP=Correlación de Pearson; SB= Significación Bilateral * La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral). ** La correlación es significante al nivel 0,01 (bilateral). ,428 ,145 13 -,295 ,327 13 -,179 ,559 13 ,718** ,006 13 Al realizar un análisis estadístico de correlaciones bivariadas obtenemos que la correlación entre FC máx y VO2 máx, así como las dos presiones arteriales son muy significativas. 4. Discusión Tal y como podemos comprobar en los resultados de este estudio, los futbolistas evaluados muestran unos valores medios de 23,30 ± 1,20 de IMC, lo que entra dentro de los valores normales según la Sociedad Española para el estudio de la Obesidad (Garrido, Ros y González, 2004). Sólo uno de ellos presenta obesidad leve, mostrando un valor de w w w . g i d e k i t . c o m 263 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 26,3. Comparando con estudios similares, el IMC se asemeja bastante a los 23,42 (Garrido y col. 2004). Respecto a los porcentajes grasos observamos que el valor medio de 12,47 ± 0,79 se corresponde también con los 11,95% (Garrido y col. 2004). En relación al peso muscular, los futbolistas presentan una media de 38,81 ± 2,04 lo que son valores inferiores a los 46,81 de otras investigaciones (Garrido y González, 2004). Por otro lado, la tasa metabólica en reposo, en comparación con la media de 1653 ± 141.9 (León, Segura, Mora y Galeano, 2004), es bastante alta pues presenta el valor medio de 1946,18 ± 95,09. Al realizar un test de muestras emparejadas entre los dos VO2máx obtenidos, comprobamos que al aplicar la fórmula de Heil que tiene en cuenta parámetros corporales de masa grasa, nivel de actividad física y edad nos da un valor medio de 47,91 ± 0,34, casi seis puntos menor que al pasar el test de Léger y aplicar su fórmula relacionada con la velocidad final, dándonos este último una media de 53,83 ± 2,58. Los promedios para la presión arterial sistólica fueron de 120,92 ± 3,68 y 75,23 ± 4,04 para la diastólica, lo cual hace que la primera sea más baja y la segunda más alta que otros estudios en varones donde fue de 125,6/71,3 mmHg para sistólica/diastólica (Cordente, García, Sillero, Domínguez, 2007). Por último, la frecuencia cardiaca máxima presentada por los futbolistas en el test de Course Navette es de 193,84 ± 8,64 de media, similar a otros estudios en futbolistas profesionales que presentan 193,8 ± 3,65 (García, Ardá, Rial, Domínguez, 2007). Por otro lado y tras realizar un análisis estadístico de correlaciones bivariadas entre las distintas variables estudiadas obtenemos que la correlación entre FC máx y VO2 máx, así como las dos presiones arteriales son muy significativas. 5. Conclusiones El IMC de los futbolistas está dentro de los valores normales recomendados. El porcentaje graso es normal con poca desviación entre los futbolistas. El peso muscular (MM) es inferior a otras investigaciones. La tasa metabólica en reposo (TMR) es bastante alta en nuestros futbolistas. Los valores de VO2máx teniendo en cuenta variables teóricas y aplicando la fórmula de Heil (parámetros corporales de masa grasa, nivel de actividad física y edad) nos da un valor medio menor, que si realizamos el test de Léger y tenemos en cuenta las variables de su fórmula (relacionada con la velocidad final), dándonos este último resultados medios de hasta seis puntos mayores. Los promedios de presión arterial sistólica son bajos, en cambio para la diastólica son altos. La frecuencia cardiaca es similar a otros estudios en profesionales. FC máx y VO2 por un lado, y las presiones arteriales, por otro, presentan niveles muy significativos en sus correlaciones. 6. Referencias Alvarez J., Giménez L., Manonelles P. y Corona P. (2001). Importancia del V02máx y de la capacidad de recuperación en los deportes de prestación mixta. Caso práctico: fútbol sala. Archivos de Medicina del Deporte. 86, 580-584. Ardá, T. (1997). Estudio de las capacidades condicionales de futbolistas juveniles. Revista de Entrenamiento Deportivo, 3, 17 -21. 264 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Cordente, C. A., García, P., Sillero, M. y Domínguez, J. (2007). Relación del nivel de actividad física, presión arterial y adiposidad corporal en adolescentes madrileños. Rev Esp Salud Pública, 81, 307-317. Esparza, F. (1993). Manual de Cineantropometría. Colección de Monografías de Medicina del Deporte. Pamplona. Faulkner J. (1968). Physiology of swimming and diving. En Falls, H. Exerc. Phy. Baltimore. Academic Press. García, O., Ardá, T., Rial, A., Domínguez, E. (2007). ¿Es diferente el comportamiento de la frecuencia cardiaca del futbolista profesional en competición según la posición táctica del jugador en el campo?. Apunts: educación física y deportes, 90, 42-50. Garrido R. P., y González M. (2004). Índice de masa corporal composición corporal. Un estudio antropométrico de 2500 deportistas de alto nivel. Revista Digital: efdeportes, 10, 76. http://www.efdeportes.com/efd76/antrop.htm (consulta: 14 julio 2009). Garrido R. P., Ros A. F. y González M. (2004). Índice de masa corporal y porcentaje grasa. Un parámetro poco útil para valorar a deportistas. Revista Digital: efdeportes, 10, 72. http://www.efdeportes.com/efd72/valorar.htm (consulta: 14 julio 2009). Harris J. A. & Benedict F. G. (1919). A biometric study of basal metabolism in man. Carnegie Institute of Washington. Washington DC. Publication nº 279. Heil, D. P., Freedson, P. S., Ahlquist, L. E., Price, J. & Rippe, J.M. (1995). Nonexercise regressium models to estimate peak oxygen consumption. Med Sci Sports Exerc, 27 (4), 599-606. Jódar, R. (2003). Revisión de artículos sobre la validez de la prueba de Course navette para determinar de manera indirecta el VO2max. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, 3 (11), 173-181. Léger, L. A. & Gadoury, C. (1989). Validity of the 20 m shuttle run test with 1 min stages to predict VO2 max in adults. Canadian Journal of Sports Sciences, 14 (1), 21-26. León, S. P., Segura, L. S., Mora, M., Galeano, E. (2004). Efecto crónico del entrenamiento sobre la tasa metabólica en reposo. Lecturas sobre nutrición, 11 (1), 44-56. Martin A., Spenst L., Drinkwater D. & Clarys J. (1990). Anthropometric estimation of muscle mass in men. Med Sci Sports Exerc. 22 (5), 729-33. w w w . g i d e k i t . c o m 265 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 266 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 22 VALORACIÓN DE LA ADECUACIÓN DE LA INGESTA DE ENERGÍA Y MACRONUTRIENTES EN TORNO A UNA COMPETICIÓN DE ESQUÍ DE TRAVESÍA Diaz Ereño E., Ruiz Litago F., Zubero Linaza J., Hoyos Cillero I., Gravina L., Gil Goikouria J. y Gil Orozko S. M. [email protected] Resumen Objetivos: analizar la composición nutricional de la ingesta de 21 esquiadores participantes de la XXX Travesía de esquí de montaña Andrés de Regil y correlacionar con el rendimiento. Metodología: antropometría, analítica sanguínea, y auto-registro dietético de 4 días (el día anterior, el posterior y los dos de competición). Estadísticos: t Student (dos variables) ANOVA + Scheffé (más de dos) y correlación de Pearson (p< 0,05). Resultados: varones de 37,3 ± 7 años, 73,5 ± 8 kg y 175 ± 9 cm, índice de masa corporal (23,9 ± 2 Kg/m2), porcentaje graso (12,8 ± 2 %) y muscular (48 ± 3,8%) normales; predominio mesomórfico e indicadores del estado nutricional en valores fisiológicos. La ingesta energética (3089 ± 606 Kcal/día) fue inferior al gasto energético estimado para actividad deportiva muy intensa (entre 3952 ± 347 y 4494 ± 352 kcal/día), aunque los parámetros antropométricos no indicaron déficit energético. Tal vez se sobrestimase el gasto y se subestimase la ingesta. La dieta de los esquiadores aportó menor cantidad (4,7 ± 1,4 6-10 g/día) y proporción de carbohidratos (45 ± 1% vs. 50-70% de la energía) y mayor de lípidos (37 ± 4% vs. 20-30%) que lo recomendado. La ingesta energética y la proporción de macronutrientes mejoraron en competición, frente al día anterior y posterior (p>0,05), debido a mayor consumo de carbohidratos, aunque distaron de la recomendación. Los menores tiempos de competición (mejor rendimiento) se correlacionaron con mayor proporción de carbohidratos en la dieta y los mayores tiempos con mayor proporción de lípidos. Conclusión: en torno a la competición, adecuar la ingesta de macronutrientes a la recomendación puede mejorar el rendimiento. w w w . g i d e k i t . c o m 267 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Laburpena Helbururak: XXX Travesía de esquí de montaña Andrés de Regil deritzon frogan parte hartu zuten 21 mendiko eskiatzaileen dietaren osaketa nutrizionala aztertzea eta etekinarekin korrelazionatzea. Metodologia: atropometria, odol analisiak eta 4 eguneko auto-erregistro dietetikoa, (aurreko, osteko eta lehiaren 2 egunak). Estatistikoak: Student t (bi aldagai) ANOVA + Scheffé (bi baino gehiago) eta Pearson korrelazioak (p< 0,05). Emaitzak: 37,3 ± 7 urteko, 73,5 ± 8 kg-ko eta 175 ± 9 cm-ko gizonek ziren. Bai gorputz masaren indizea (23,9 ± 2,0Kg/m2), bai gantz (%12,8 ± 2) eta gihar (% 48 ± 3,8) portzentaiak normalak zituzten; mesomorfia osagai nagusi eta egoera nutrizionalak aztertzeko indikatzaileak balore fisiologikotan. Ingestio energetikoa (3089±606 Kcal/egun) intentsitate handiko kirolerako estimatutako gastu energetikoa baino gutxiago izan zen (3952 ± 347tik 4494 ± 352tara kcal/egun) baina indikatzaile antropometrikoek energia falta ez zuten adierazi. Beharbada gastua gehiegi estimatuta dago eta ingestioa berriz, gutxiegi balioztatua. . Dietak gomendatzen den baino karbohidrato kopuru (4,7 ± 1,4 vs. 6-10 g/egun) eta portzentai (energiaren %45 ± 1% vs.%50-70) gutxiago hornitzen zuen eta aldiz, hartu behar den baino gantz gehiago zuen (energiaren %37 ± 4 vs. %20-35). Ingestio energetikoa zein makronutrienteen proportzioak lehia bi egunetan hobetu zuten, aurreko eta osteko egunekin konparatuz, baina guztietan ez ziren egokitu gomendioetara. Lehiaketan lorturiko denborarik arinenak, karbohidrato ekarpen handiekin korrelazionatu ziren eta denbora luzeenak gantz ekarpen handiekin, berriz. Ondorioa: lehiaketa inguruan, makronutrienteen ingestioa gomendioetara egokitzeak etekinaren hobekuntza ekar lezake. Abstract Objectives: To analyze the nutritional composition of the intake of 21 skiers participating in the XXX Traverse of ski-mountaineering Andres de Regil and correlate with the performance.Methodology: anthropometry, blood tests, and dietary self-registration for 4 days (before and after the competition, the two days of competition). Statistics: Student t (two variables) ANOVA + Scheffé (over two), Pearson correlations (p <0.05). Results: males 37.3 ± 7 years, 73.5 ± 8 kg and 175 ± 9 cm, presented BMI (23.9 ± 2 kg/m2), percent fat (12.8 ± 2%) and muscle (48 ± 3. 8%) normal, mesomorphic dominance and physiological indicators of nutritional status. Energy intake (3089 ± 606 kcal / day) was lower than estimated energy expenditure for intense sports activity (between 3952 ± 347 and 4494 ± 352 kcal/day) although anthropometric parameters indicated no energy deficit. Perhaps, the energy expenditure was overestimated and underestimated the energy intake. Diet provided less amount (4.7 ± 1.4 6-10 g / day) and less proportion (45 ± 1% 50-70% of the energy) of carbohydrate and high lipid (37 ± 4% 20-30%) than recommended. The energy intake and macronutrient ratio improved in competition, compared to the previous day and later (p>0.05), by increased intake of carbohydrates, but not suited to the recommendation. The shorter time competition (better performance) is correlated with a higher proportion of carbohydrates and more time with the highest proportion of lipids. Conclusion around the competition, adjusting the macronutrients intake at the recommendation can improve performance. 268 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 1. 1.1. Introducción El Esquí de travesía También llamado esquí de montaña, es una disciplina del alpinismo invernal que consiste en el ascenso y descenso de montañas con la única ayuda de los esquíes, sin ningún tipo de propulsión mecánica (http://www.fedme.es). Es un deporte fundamentalmente de resistencia aeróbica, combinada con esfuerzos anaeróbicos, cortos e intensos. La musculatura implicada es general y dinámica, con un claro predominio del tren inferior y abundantes contracciones musculares excéntricas. Las pruebas de competición se organizan por categorías en relación con el sexo y la edad, individual, por parejas o por equipos. Los recorridos, condicionados por la climatología, se realizan en una o varias etapas. Una de estas pruebas, la más veterana a nivel nacional, es la Travesía de Esquí de Montaña Andrés De Régil en cuya trigésima edición participaron los esquiadores objeto del presente estudio. Se celebró en Picos de Europa (Asturias), en abril del 2005, se realizó por parejas y en dos jornadas con itinerarios diferentes (figura 1 y 2). COLLADO SANTA ANA TORRE BLANCA 2503 m 2613 m TIRO CASARES 2375 m HDA. DE CAIN COLLADA DE LAS NIEVES 2344 m JOU DE LOS BOCHES 2226 m 2099 m LA VUELTONA 1960 m VEGA DE URRIELLU VEGA DE URRIELLU 1953 m EL CABLE 2076m 2080 m 1834 m 1953 m HOYO CIMERO HOYO DEL SEDO EL CABLE 1834 m Figura 1. Itinerario 1ª etapa competición Figura 2. Itinerario 2ª etapa competición 1.2. Ingestas recomendadas de energía, macronutrientes y micronutrientes El rendimiento deportivo depende del estado de salud del deportista y éste de su correcta nutrición (Williams, 2002). La alimentación del deportista debe por tanto satisfacer sus requerimientos de energía, en las proporciones de macronutrientes adecuadas y con el aporte suficiente de micronutrientes y de agua (Burke, 2007). Existe un elevado consenso respecto a que los atletas de resistencia deben consumir un alto contenido de carbohidratos en su dieta, de manera que suponga hasta un 60-70% de gasto energético total (Williams, 2002; Burke y Hawley, 2006). En el caso de los deportistas de resistencia el American College of Sports Medicine (ACSM, 2009) sugiere una ingesta de CHO del orden de 6 a 10 g/kg/día. Por otra parte, se recomienda una ingesta de proteínas por encima del valor recomendado para población adulta y activa proponiéndose un intervalo entre 1,2 a 1,4 g por kg de peso y día (Burke y Deakin, 2006; Dunford, 2006; Phillips, 2007; Tipton y Witard, 2007). En cuanto al consumo de lípidos, los atletas deben seguir las recomendaciones de carácter general recogidas en las Dietary Reference intakes (DRI, 2005) que proponen como intervalo aceptable el 20-35% de la ingesta energética, con una proporción de ácidos grasos del orden de un 10% saturados, 10% poliinsaturados y 10% monoinsaturados. Existen recomendaciones específicas (DRI, 2005) para los ácidos grasos esenciales de la serie n-6 (linoleico) considerándose adecuada w w w . g i d e k i t . c o m 269 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) la ingesta de 16 g/día para hombres adultos (19-50 años) y de 12 g/día para mujeres de la misma edad. En cuanto a la serie n-3 (linolénico) se recomienda ingerir entre el 0,6-1,2% de la energía total y una ingesta adecuada de 1,9 g/día para los hombres y 1,1 g/día para las mujeres. Resumiendo, las proporciones de macronutrientes recomendadas para deportistas, en porcentajes de contribución a la energía total son 55-65% de carbohidratos (CHO), 1015% de proteínas (PRO) y 30-35% de lípidos (LIP) junto a un suministro equilibrado de ácidos grasos saturados e insaturados. La ingesta energética total del deportista deberá asegurar los requerimientos energéticos derivados de su actividad metabólica basal y de su actividad física específica permitiéndole alcanzar un peso saludable y un óptimo rendimiento (Williams, 2002; Manore y Thompson, 2000, González-Gross y cols, 2001; Burke, 2007). 2. Objetivos Teniendo en cuenta estas recomendaciones el presente estudio se diseñó con los siguientes objetivos: 1) Evaluar la ingesta de energía y macronutrientes realizada por un grupo de esquiadores de travesía en torno a una prueba de competición 2) Examinar la relación entre dicha ingesta y el rendimiento obtenido por los esquiadores. 3. 3.1. Materiales y métodos Materiales Antropométrico: báscula digital Año Sayol, S.L. precisión 100 g, tallímetro o estadiómetro marca Año Sayol, S. L, precisión 1 mm, compás de pliegues cutáneos marca Holtain, precision 0,2 mm, lápiz dermográfico, cinta antropométrica, flexible, no extensible marca Lufkin, precisión 1 mm, paquímetro (para diámetros pequeños) marca Campbell, precisión 1 mm y ficha antropométrica para registro de los datos. Dietético: balanza dietética SOEHNLE mx 500 g, diario dietético o auto-registro de ingesta. Software para análisis de dietas Alimentación y Salud (AyS) versión 0698.046 (Mataix J, Mañas M, y Martínez de Victoria E) Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos. Universidad de Granada, 1998. Otros: Pulsómetro Polar T31 Electro OY. Analizador de lactato Dr Lange Cuvette Test LKM 40. 3.2. Metodología El proyecto fue aprobado por el Comité Ético de Investigación Regional del Principado de Asturias. Tras firmar el consentimiento informado, 23 esquiadores varones participaron en este estudio. Las pruebas realizadas fueron las siguientes. 3.2.1. Valoración antropométrica Siguiendo el protocolo recomendado por la International Society for the Advancement of Kineanthropometry (ISAK) y el Grupo Español de Cineantropometria (GREC) considerados los cuidados generales previos se les midió: - Peso corporal y estatura, en bipedestación. - Pliegues cutáneos: tricipital, subescapular, abdominal, suprailíaco, del muslo anterior y medial de la pierna. - Perímetros musculares: del brazo, del muslo, de la pierna y biestiloideo de muñeca. 270 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte - Diámetros óseos (biepicondíleo del húmero, biepicondíleo del fémur, bimaleolar y biestiloideo). La composición corporal de los sujetos se calculó a partir del índice de masa corporal (Kg/m2), y los compartimentos graso, muscular, óseo y residual a partir de las siguientes ecuaciones y correspondientes autorías citadas en Esparza y colaboradores (1993): MG (Kg) = ∑ 4 pliegues cutáneos (mm) x 0,153 + 5,783 MG (Kg) = ∑ 6 pliegues cutáneos (mm) x 0,097 + 3,64 MO (Kg) = 3,02 x (T2 x D biestiloideo x D bicondíleo Femoral x 400)0,712 MR (Kg) = Peso Total x 24,1/100 (hombres) MR (Kg) = Peso Total x 20,9/100 (mujeres) MM (Kg) = PCT – (MG + MO + MR) MG: masa grasa. MO: masa ósea (Rocha, 1974). MR: masa residual (Würch, 1974). MM: masa muscular (Matiegka 1921) T: Talla (m) D: diámetro óseo (m); PCT: Peso corporal total (kg) ∑: sumatorio 4 pliegues: tricipital, subescapular, abdominal y suprailíaco (Faulkner, 1968 ) ∑ sumatorio 6 pliegues: tricipital, bíceps, subescapular, abdominal, suprailíaco, muslo anterior ( Yuhasz 1974) El somatotipo, se analizó a partir del método antropométrico de Heath-Carter (Heath y Carter, 1967; Carter, 1970;) mediante las siguientes fórmulas: Endomorfia = -0,782 + 0,1451X – 0,00068X2 + 0,0000014X3 Corrección de endomorfia = X x 170,18/estatura del individuo Mesomorfia = 0,858U +0,601F + 0,188B + 0,161P – 0,131H + 4,5 Ectomorfia = (IP x 0,0732) – 28,58 siendo IP > 40,75 Ectomorfia = (IP x 0,463) – 17,63 siendo IP > 38,28 y < 40,75 Ectomorfia = se asigna valor mínimo 0,1 siendo IP ≤ 38,28 X = pliegue tricipital + subescapular + suprailíaco (mm). 170,18 = estatura modelo ideal Phanton; U = diámetro biepicondíleo de húmero (cm); F: diámetro bicondíleo del fémur (cm). B = perímetro corregido del brazo (cm). P: perímetro corregido de la pierna (cm). H: estatura del individuo (cm). IP: índice ponderal. 3.2.2 Análisis de sangre - Hematimetría completa, recuento y fórmula leucocitaria. - Bioquímica básica de rutina: glucosa, urea, colesterol, triglicéridos, fracciones lipídicas, albúmina sérica y bilirrubina total. 3.2.3 Cuestionarios auto-informados - Cuestionario sobre salud y hábitos dietéticos. - Cuestionarios de actividad física: IPAQ y el BPAQ23. - Auto-registro de ingesta o diario dietético que consistió en el registro de todo lo bebido e ingerido por cada deportista durante 4 días (desde el día anterior a la competición hasta un día después de la misma). Las raciones se estimaron mediante medidas caseras y pesada de los alimentos (a voluntad del encuestado). 3.2.4 Valoración del rendimiento - Frecuencia cardiaca en reposo, durante la actividad y tras ella (pulsometro). IPAQ: IPAQ: International Physical Activity Questionnarie BPAQ BPAQ: Baecke Physical Activity Questionnaire 23 w w w . g i d e k i t . c o m 271 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) - Determinación de lactato en sangre, antes y después de la prueba. - Registro del tiempo obtenido en la prueba (tiempo cronometrado de competición). Los registros de los pulsómetros fueron irregulares y difíciles de evaluar. Las concentraciones de lactato no pudieron determinarse debido a las bajas temperaturas y el registro del tiempo de competición quedó neutralizado, en la segunda etapa, al accidentarse un esquiador. Por tanto, la medida del rendimiento se obtuvo a partir del tiempo total de competición (tiempo obtenido en la primera etapa + tiempo neutralizado en la segunda). 3.2.5 Procesamiento de los datos y tratamiento estadístico - Análisis nutricional de la ingesta mediante el software AyS (Mataix, 1998). - Tratamiento estadístico de los datos mediante el programa SPSS 14. Para las comparaciones entre dos variables se utilizó el test de Student y para más de dos variables el análisis de la varianza (ANOVA de un factor) seguido de un test de Scheffé. Las correlaciones entre dos parámetros empleando el coeficiente de correlación de Pearson. La significación estadística se estableció para P< 0,05. 4. 4.1. Resultados Descripción de la muestra Un total de 21 varones constituyeron la muestra estudiada (tabla 1). El índice de masa corporal se sitúo en el intervalo de normalidad. Los porcentajes de los compartimentos graso, muscular y óseo fueron óptimos para deportistas. En cuanto al somatotipo medio del grupo se observó un predominio del componente mesomórfico. Tabla 1. Características de la muestra Características MDS Nº de sujetos estudiados (n) Edad (años) Peso (kg) Altura (m) Complexión corporal (cm)1 Sumatorio total de 6 pliegues (grupo) (mm) Sumatorio de extremidades Sumatorio de tronco Composición corporal (%) Masa grasa (con 4 pliegues) Masa grasa (con 6 piegues) Masa muscular Masa ósea Componentes del somatotipo Endomorfia Mesomorfia Ectomorfia 21 37 7 73,5 8,4 1,75 0,1 10,8 2,1 67,7 20,6 32,2 10,7 35,5 13,0 12,8 2,4 10,2 2,0 48,2 3,8 15,6 1,3 2,8 0,9 4,5 0,9 2,1 1,0 Media desviación estándar. 1 Estimado según índice altura (cm)/ circunferencia de la muñeca (cm). Pliegues cutáneos de extremidades: tricipital, anterior del muslo y medial de la pierna. Pliegues del tronco: subescapular, abdominal y suprailíaco. Suma total: suma de todos los pliegues. 272 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Como se puede ver en la siguiente tabla (2) los indicadores seleccionados para evaluar el estado nutricional de los sujetos estudiados se encontraban dentro de intervalos de normalidad. Tabla 2. Indicadores del estado nutricional Parámetros seleccionados Resultados Parámetros antropométricos Índice de Masa Corporal (Kg/m2) 23,9 2,0 Pliegue cutáneo tricipital (mm) 10,1 3,4 Perímetro del brazo relajado (cm) 29,3 2,2 Perímetro muscular del brazo (cm) 26,1 2,1 Parámetros hematológicos y bioquímicos Hemoglobina (g/dl) 15 0,6 3 Linfocitos (nº células 10 /µ) 2,8 0,6 Albúmina (g/dl) 4,9 0,2 Colesterol (mg/dl) 211 28 Col-HDL (mg/dl) 53 12 Col-LDL (mg/dl) 128 25 Triglicéridos (mg/dl) 155 138 Valores de Referencia 18,5-24,9 7,3-13,6 25,9-28,9 24,79-27,5 14,1-18 1,3–2,9 3,50-5,5 110-220 35-55 0-150 30-200 Media desviación estándar. Valores de referencia para pliegue tricipital y perímetro del brazo corresponden a percentil 10 y 50 respectivamente, referido a población masculina, adulta y sana (Alastrué y cols., 1982). Valores de referencia para índice de masa corporal propuestos por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO, 2000). Valores de referencia de parámetros hematológicos y bioquímicos proporcionados por el laboratorio del Hospital de Basurto (Osakidetza/Servicio Vasco de Salud). 4.2. Composición nutricional: ingesta energética El valor calórico medio aportado por la dieta o ingesta energética del grupo de deportistas (figura 3) se evaluó comparando con tres valores de referencia ampliamente utilizados y propuestos por el American College of Sports Medicine (ACSM, 2009). Las ecuaciones empleadas para dichos valores fueron las siguientes: Requerimientos energéticos o Estimated Energy Requeriments (EER) propuestos por las DRI (Dietary Reference Intakes) EER = 662– (9,53 x E) + PA x (15,91 x P) + 539,6 x A donde PA = 1,45 Gasto Energético Total (GET) como múltiplo de la tasa metabólica basal a partir de la fórmula de Harris-Benedict y factor de actividad (FA) = 2,3 GET (H) =[66,47 + 13,75 (P) + 5 (A) – 6,76 (E)] x 2,3 Gasto Energético Total (GET) como múltiplo de la tasa metabólica basal a partir de la fórmula de Cunningham y factor de actividad (FA) de 2,3. GET (C) = [500 + 22 (MLG)] x FA = 2,3 w w w . g i d e k i t . c o m 273 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) P= Peso corporal (Kg). A= altura (m). E= edad (años). PA: coeficiente de actividad física para PAL (Physical Activity Level ) correspondiente a ≥1,9<2,5 (muy activa). FA: factor de actividad para actividad muy intensa. MLG: material libre de grasa. Los valores de referencia obtenidos para el mismo grupo de deportistas fueron discordantes lo que condiciona la valoración de la adecuación de la ingesta energética. De manera que, en función de la referencia empleada, los sujetos tomaron suficiente energía o crearon una deuda energética entre 1000-1500 kcal/día. Energía (Kcal/día) IE 5000 4500 4000 3500 3000 2500 2000 1500 1000 DRI GET (H) GET (C) 4494 3952 3089 2971 Ingesta realizada vs. 1 ingestas recomendadas Figura 3. Ingesta energética recomendación. Media ± desviación estándar. IE: Ingesta Energética de los esquiadores. DRI: Dietary Reference Intakes. GET (H): Gasto Energético Total con ecuación de HarrisBenedict. GET (C): Gasto Energético con ecuación de Cunningham. En torno a la competición (figura 4) la ingesta energética aumentó significativamente frente a los días previo y posterior, aunque, dependiendo de la recomendación empleada la valoración de la adecuación de dicha ingesta fue diferente. 274 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte PRE COM POST Energía (Kcal/día) 5000 3368 a 2976 4000 a 2532 a c 3000 2000 1000 0 Período de Kcal competición Figura 4. Ingesta energética en torno a la competición. Media ± desviación estándar. PRE: precompetición. COM: competición. POST postcompetición. a P<0,05 precompetición competición c: P<0,05 competición postcompetición. 4.3. Composición nutricional: contribución macronutrientes La dieta de los sujetos estudiados aportó menor proporción de carbohidratos y mayor de lípidos que lo recomendado (tabla 3 y figura 5 ). Tabla 3. Contribución de los macronutrientes a la ingesta energética Ingesta 350 ± 91 4,7 ± 1,4 45 ± 1 111 ± 24 1,5 ± 0,4 14 ± 2 128 ± 30 1,7 ± 0,5 37 ± 4 Carbohidratos (CHO) (g/día) CHO g/kg/día CHO % energía Proteínas (PRO) (g/día) PRO g/kg/día PRO % energía Lípidos (LIP) (g/día) LIP g/kg/día LIP % energía Recomendación 1 ≥ 130 6-10 50-70 56 1,2-2 10-35 ND ND 20-35 Media ± desviación estándar 1 Recomendación nutricional correspondiente a Dietary Reference Intakes (DRI, 2002/2005) y Objetivos Nutricionales para la población española de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC 2000/2010).ND: no disponible. En torno a la competición (Figura 5 y tabla 4) los carbohidratos aumentaron significativamente frente a los días anterior y posterior pero no alcanzaron el porcentaje recomendado. Los porcentajes de macronutrientes mejoraron en competición. w w w . g i d e k i t . c o m 275 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Precompeticion 42% 42% Postcompetición Competición 37% 39% 44% 49% 16% 14% 17% Recomendación 25% 60% 15% Fig 5. Porcentaje de macronutrientes de las dietas en torno a la competición, frente a la recomendación nutricional. Carbohidratos Proteínas Lípidos Lo mismo se observa al cuantificar los carbohidratos en g/kg de peso, quedando el consumo medio de los 4 días y en los diferentes días de la competición por debajo de la cantidad de CHO recomendada (8-10 g/kg) Tabla 4. Ingesta de macronutrientes en torno a la competición Carbohidratos (g/día) CHO g/kg/día CHO % energía Proteínas (g/día) PRO g/kg/día PRO % energía Lípidos (g/día) LIP g/kg/día LIP % energía PRE COM POST 298 ± 19 4,0 ± 0,3 42 ± 9 110 ± 6 1,5 ± 0,1 16 ± 3 131 ± 8 1,7 ± 0,1 42 ± 7 409 ± 21 a 5,7 ± 0,3 a 49 ± 5 a 114 ± 4,9 1,6 ± 0,8 14 ± 1 c 136 ± 6 c 1,9 ± 0,1 37 ± 4 285 ± 20 c 3,9 ± 0,3 45 ± 10 101 ± 5 1,4 ± 1,0 17 ± 4 108 ± 8 1,5 ± 0,1 39 ± 8 Media ± desviación estándar. PRE: precompetición. COM: competición. POST postcompetición a P<0,05 precompetición competición c P<0,05 competición vs postcompetición 276 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Respecto a la distribución de los carbohidratos en las diferentes tomas o fracciones alimentarias diarias se observaron diferencias significativas entre la competición y los días anterior y posterior a la misma (tabla 5). Tabla 5. Fraccionamiento de los carbohidratos diarios ingeridos Fracciones alimentarias Desayuno Almuerzo Comida Merienda Cena PRE COM (1ª) COM (2ª) 66 ± 40 24 ± 25 101 ± 49 18 ± 20 96 ± 47 71 ± 33 62 ± 44 a 40 ± 28 a 44 ± 46 b 178 ± 49 a 97 ± 38 69 ± 59 212 ± 86 b 10 ± 23 58 ± 35 b POST 76 ± 45 17 ± 24 b 101 ± 50 b 21 ± 41 72 ± 34 Media ± desviación estándar PRE: precompetición. COM (1ª) y (2ª) etapas competición. POST postcompetición a P<0,05 precompetición 1ª etapa competición b P<0,05 1ª etapa 2ª etapa competición c P<0,05 2ª etapa competición postcompetición. 4.4. Composición nutricional: perfil lipídico de la dieta e ingesta de fibra Se observaron diferencias en la composición en ácidos grasos de las dietas (tabla 6). El consumo de ácidos grasos saturados fue adecuado frente a las recomendaciones nutricionales españolas (SENC) y americanas (DRI). Las diferencias se observan en los insaturados se acercaron más a la recomendaciones americanas (más ricas en poliinsaturados) que a las españolas (más ricas en monoinsaturados). El contenido medio de colesterol excedió el límite aconsejable. La composición media en fibra de las dietas analizadas, comparada con las directrices españolas fue superior a la recomendación, no siendo así en el caso de comparar con las directrices americanas. Tabla 6. Perfil lipídico e ingesta de fibra frente a la recomendación Resultados AGS (% Energía) AGM (% Energía) AGP (% Energía) Colesterol (mg/día) Fibra dietética (g/día) 7,85 ± 1,9 12,7 ± 1,8 6,02 ± 1,2 358 ± 127 29,5 ± 8,6 Recomendaciones SENC DRI 7-8 10 15-20 10 5 10 < 300 (*) > 25 38 Media ± desviación estándar. AGS: ácidos grasos saturados. AGM: monoinsaturados. AGP: poliinsaturados SENC: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. DRI: Dietary Reference Intakes. (*) Ingesta tan baja como sea posible con una dieta nutricionalmente adecuada. w w w . g i d e k i t . c o m 277 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) En torno a la competición (tabla 7) la ingesta de colesterol fue significativamente mayor en precompetición que durante la competición y mayor que tras ella. El aporte de fibra dietética fue significativamente mayor en la competición. Tabla 7. Perfil lipídico e ingesta de fibra en torno a la competición AGS (g/día) AGM (g/día) AGP (g/día) Colesterol (mg/día) Fibra dietética (g/día) PRE COM POST 28,7 ± 2,3 47,7 ± 3,7 22,6 ± 2,4 530 ± 61 a b 30,1 ± 2,7 43,1 ± 2,3 22,6 ± 0,8 326 ± 35 24 ± 3,1 45 ± 4,1 15 ± 1,6 344 ± 48 19,2 ± 1,9 39,1 ± 1,8 a c 23,6 ± 2,7 Media ± desviación estándar. AGS: ácidos grasos saturados. AGM: monoinsaturados. AGP: poliinsaturados PRE: precompetición. COM: competición. POST postcompetición a P<0,05 precompetición competición b P<0,05 precompetición postcompetición c P<0,05 competición postcompetición. 4.5. Composición nutricional de la dieta frente a tiempo obtenido en la prueba (rendimiento deportivo) Al analizar las correlaciones entre la energía, macronutrientes, perfil lipídico, contenido en fibra de la dieta y el tiempo obtenido, observamos correlaciones significativas entre la contribución porcentual energética de los macronutrientes y el rendimiento (tabla 8 y figura 6) Tabla 8. Ingesta de energía y macronutrientes tiempo de competición Coeficientes de Correlación de Pearson -0,398 -0,494* 0,048 0,475* -0,490* -0,397 -0,247 -0,284 -0,244 -0,110 -0,382 Energía Total (Kcal/kg) % CHO % Proteínas % Lípidos CHO (g/kg) Proteínas (g/kg) Lípidos (g/kg) AGS (g/kg) AGM (g/kg) AGP (g/kg) Fibra (g/kg) CHO: carbohidratos. AGS: ácidos grasos saturados. AGM: ácidos grasos monoinsaturados. AGP: ácidos grasos poliinsaturados. * P < 0,05; ** P < 0,01. 278 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte % CHO % PRO % FAT 70 % Macronutrientes 60 R 2 = 0.4606 50 40 R 2 = 0.315 30 20 R 2 = 0.0091 10 0 1 2 3 4 5 6 Tiem po de com petición (h) Figura 6. Porcentaje de macronutrientes tiempo de competición. CHO: carbohidratos. PRO: proteínas. FAT: lípidos. De modo que, se observó correlación negativa y significativa entre la ingesta de carbohidratos y el tiempo obtenido en la prueba, y por el contrario, correlación positiva entre la ingesta de grasa y el tiempo de competición, mientras que se mantuvo invariable la correlación con las proteínas. Por tanto, las dieta más ricas en carbohidratos (porcentualmente y en valores absolutos, g/kg) se relacionaron con mejor rendimiento deportivo y las más ricas en grasas (lípidos) con peor rendimiento deportivo. 5. 5.1. Discusión Ingesta energética En este estudio se observó que ingesta energética realizada el grupo de esquiadores, frente a la recomendación general para población muy activa, es adecuada pero frente a recomendaciones más específicas para deportistas presenta aporte insuficiente. Las medidas antropométricas no indicaron desajustes en el peso ni en los compartimentos corporales que pudieran corroborar la ingesta energética insuficiente, hecho que sugiere un aporte adecuado de energía, al menos en otros momentos diferentes a la competición. Cabe pensar, al igual que otros autores, que las necesidades energéticas de los deportistas están sobreestimadas y su ingesta energética subestimada (Nogueira y Da Costa, 2005). Diferentes estudios llevados a cabo en deportistas de fondo en la década de los 80 y los 90 observaron el amplio intervalo calórico relativo a la ingesta energética, oscilando entre 2520 a 5330 kcal/día para los hombres y entre 1790 a 2720 kcal/día para las mujeres deportistas (Nogueira y Da Costa, 2005). Mientras unos observaron cantidades de energía ingeridas inferiores a las cantidades estimadas, tanto como individuos activos (no sedentarios) como sujetos que desarrollan una actividad deportiva específica (Maughan, 1997; Leblanc y cols., 2002), otros observaron una mayor ingesta energética en comparación con el gasto (Sugiura y cols., 1999) y otros valores adecuados (Janssen, 1989; Barr y Costill, 1992). w w w . g i d e k i t . c o m 279 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) No hemos encontrado un solo estudio publicado sobre el esquí de travesía para contrastar estas estimaciones energéticas con las propuestas por otros investigadores. Sin embargo, hemos obtenido información relativa a las necesidades energéticas en otras modalidades de esquí. Así el gasto energético diario de los esquiadores de fondo, durante el intenso entrenamiento en nieve, se ha considerado entre 4800 a 6000 Kcal/día y durante entrenamientos en campo puede aumentar de 950 a 1900 Kcal/día más (Ekblom y Bergh, 2000; Sjödin y cols., 1994). La competición realizada, lejos de su entorno habitual, y con las características de la prueba, condicionaron muchas decisiones alimentarias y muy probablemente su aporte energético total. Es interesante destacar cómo los deportistas aumentaron significativamente su ingesta energética el día de la competición (3368 ± 139 Kcal), frente al día anterior (2976 ± 118 Kcal) y posterior (2532 ± 137 kcal), como expresión, probablemente, de la importancia que otorgaron al suministro de combustible en el momento del esfuerzo. Aún así, en función de la ingesta recomendada con la que se compare la adecuación energética puede resultar insuficiente. El dato que no presentó controversia es el relativo al consumo energético tras la competición, que descendió significativamente, siendo inferior a la ingesta energética recomendada para sujetos muy activos. Durante el período de recuperación, el organismo tiene que asumir, la reparación tisular, la reposición de los almacenes energéticos y la síntesis de células sanguíneas, movilizadas por el estrés o por la inflamación, entre otras. Todos estos procesos requieren un gasto energético adicional que debe ser cubierto por la dieta post-competición. Por último, la mayoría de los autores que han analizado la paradoja entre la ingesta energética y el peso corporal proponen mayor número de investigaciones y mejoras en la metodología empleada (encuesta dietética, control del peso y estimación de los requerimientos energéticos). En nuestro caso, para futuras investigaciones planteamos mejoras como: recabar información sobre hábitos dietéticos mediante cuestionario de frecuencia de consumo alimentario; mejorar la precisión del registro de ingesta mediante un breve adiestramiento de los atletas en su cumplimentación, revisión conjunta del registro realizado y repetición de la encuesta en diferentes momentos de la temporada, incluyendo días de entrenamiento y de competición. Además siempre que fuera posible, realizar una historia dietética a cada deportista. En cuanto al peso parece aconsejable disponer de datos tras la competición, que en nuestro estudio no fue posible por las duras condiciones climatológicas. El registro del peso corporal y medidas antropométricas durante la temporada también parece aconsejable. 5.2. Ingesta de carbohidratos Los datos obtenidos respecto de la ingesta de carbohidratos distaron de lo que se recomienda para deportistas, y en concreto, deportistas de fondo. El contenido medio de la dieta ingerida en torno a la competición (4,7 ± 1,4 g/d) no alcanzó los 6-8 g/día mínimos recomendados, desde hace décadas, para deportistas de resistencia (Costill, 1988) y consensuadas en la actualidad (DRI, 2005; ISSN, 2008; ACSM, 2009). Tampoco su contribución porcentual energética media, de un 45%, alcanzó el 60 a 70 % recomendado por muchos investigadores (Coyle, 1995; Clark, 1995; Maughan, 1997) ni el 50% mínimo propuesto por otros (Heather y cols., 2004). La dieta media realizada por los esquiadores en los días estudiados proporcionó el nivel mínimo aceptable de carbohidratos para población sana y activa (DRI, 2002/2005) pero no para población sana y deportista. Estos datos son similares a los observados en otros estudios que informaron sobre consumos de carbohidratos del orden de un 51% a 57% del gasto energético total o bien de 280 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 4,5 a 11,3 g/kg/día para los hombres, y del 51% al 60% del gasto energético total o de 4,4 a 7,2 g/kg/día para las mujeres (Nogueira y Da Costa, 2005). Los valores algo bajos mantenidos pueden provocar una disminución gradual del rendimiento durante los períodos de entrenamiento prolongados. Las cantidades relativas de carbohidratos ingeridas durante los días anteriores a la competición son determinantes de la cantidad de glucógeno almacenado en el hígado y en el músculo (Jeukendrup y Jentjens, 2000). Los esquiadores pusieron más cuidado en suministrar los carbohidratos el día de la competición y en la cena inter-etapas que los días previo y posterior. La ingesta total de carbohidratos del día previo a la competición no mostró diferencias significativas con la ingesta total del día posterior a la misma. Sin embargo, cuando analizamos la distribución porcentual de las calorías totales a lo largo del día observamos diferencias significativas entre la cena previa a la competición y la cena posterior a la misma, siendo más calórica la cena previa. También esta cena fue más rica en carbohidratos que las dos cenas posteriores a la finalización de la competición. En cierta medida, y con diferencias importantes entre ellos, los esquiadores dieron relevancia al suministro energético y de carbohidratos en las horas anteriores y posteriores a cada etapa de competición, reduciendo significativamente dicho suministro al finalizar toda la competición. Los carbohidratos ingeridos aumentaron significativamente el día de la competición frente al día anterior y posterior, pero no alcanzan la recomendación específica para deportistas. Esto puede significar que los deportistas consideraron la importancia de los carbohidratos como nutrientes energéticos en el momento de máxima exigencia, pero no todos tuvieron en cuenta su importancia como replecionadores de las reservas de glucógeno, ni antes ni después de la competición. Los carbohidratos adquirieron un papel de ayuda ergogénica durante la competición pero no antes ni después de ella. Antes de la primera etapa, en el desayuno previo el promedio de carbohidratos aportados de 76 ± 33 g fue sin duda significativamente menor que los 200-300 g que se recomiendan tomar 3-4 h. antes del ejercicio (ACSM, 2009). Durante la competición los deportistas tomaron agua, bebidas energéticas y glucosa en presentación gel. Mientras que el consumo de agua no mostró diferencias significativas con los días anterior y posterior a la prueba, las bebidas energéticas aumentaron significativamente el día de la competición, siendo exclusivamente consumidas para tal fin. En ambas etapas el consumo medio de carbohidratos aportado por estas bebidas y los suplementos de glucosa se situó entre 60-70 g (62 ± 44 g y 69 ± 59 g respectivamente). Sin duda, no se corresponde con las recomendaciones dietéticas. Éstas indican para eventos como la prueba estudiada (> 1 hora) carbohidratos a razón de 0,7 g/kg de peso por hora, aproximadamente 30 a 60 g por hora (Coggan y Coyle, 1991; Currell y Jeukendrup, 2008) lo que en nuestros sujetos supondría el doble o más de lo referido. Más aún, cuando no realizaron sobrecarga de hidratos de carbono, ni tomaron una comida rica en ellos en la cena previa a la primera etapa. En general, en las primeras horas tras esta primera etapa, ingirieron una media de 40 ± 28 g de carbohidratos y en las dos siguientes del orden de 44 ± 4 g . Esto se corresponde con la recomendación de tomar alimentos de alto índice glucémico e hidratarse convenientemente tras la competición (González-Gross y cols., 2001) suficientemente consensuada (ACSM, 2009; ISSN, 2008). Es comúnmente aceptado que la ingesta inmediata de carbohidratos en las dos primeras horas tras el ejercicio es más efectiva para reponer el glucógeno muscular, hablándose incluso de supercompensación de las reservas (Bergstrom y Hultman, 1966; Siu y cols., 2004). Habitualmente se recomienda entre 1,0-1,5 g/kg a intervalos de 2 h hasta 6 h ya que se traduce en mayores w w w . g i d e k i t . c o m 281 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) niveles de glucógeno (Ivy y cols., 2003). Los sujetos estudiados se ajustaron bastante bien a dicha recomendación tomando por término medio 1,0 ± 0,5 g/kg de carbohidratos cada 2 horas en las 4-5 primeras horas tras la competición. La ingesta de carbohidratos (con o sin proteínas adicionales) durante la prueba por medio de barritas no siempre es bien aceptada por los deportistas y prefieren tomar pequeños porciones de alimentos cotidianos. Tal vez deban desarrollarse nuevos productos con otras texturas y sabores diferentes, pero cercanos a los alimentos que consumen y aceptan, de fácil ingestión y asimilación. Los avances en nutrición enteral aplicados a la fisiología del deporte pueden contribuir en este sentido. Papillas, caldos, flanes y otros productos pueden tener cabida en la solución de sus dificultades. Sin duda contar con la colaboración de los deportistas al respecto sería de gran interés para el desarrollo de estas soluciones. 5.3. Ingesta de proteínas Las proteínas, por el contrario, se consumieron suficientemente durante todos los días de competición. Estimada la ingesta media en g/kg/día se situó dentro del intervalo recomendado para deportistas de resistencia (1,5 ± 0,4 frente a 1,2-2) y expresada en porcentaje de la energía ingerida (14 ± 1,6% frente a un 10-35%) se adecuó a dicha recomendación. Como muchos estudios han confirmado, es extraño observar en deportistas, en general, deficiencias proteicas en la dieta (Lemon,1998) En cuanto a las diferencias en torno a la competición, se observó un ligero aumento de la ingesta proteica los dos días de la competición, cuantificada en g/día y en g/kg de peso corporal/día, sin embargo su contribución porcentual a la energía total descendió significativamente. Esto es, en los días previo y posterior a la competición, las proteínas aportaron porcentualmente más energía que el día de la competición. Durante ésta, la energía se aumentó fundamentalmente a expensas de los carbohidratos. Las proteínas que se consumen próximos al ejercicio de fuerza y resistencia pueden mejorar el mantenimiento, y las ganancias netas en el músculo esquelético así como proporcionar los aminoácidos necesarios para la reparación muscular (Tipton y cols., 2007; Rodríguez y cols., 2007; Roy y cols., 1997). Tanto las cenas previas a cada etapa de competición, como los dos desayunos aportaron suficientes proteínas y de gran valor biológico. No son concluyentes las pruebas respecto de la adición de proteínas a los carbohidratos, durante el ejercicio, para la mejora del rendimiento deportivo (ACSM, 2009). Por ello se sigue recomendando la ingesta proteica a través de los alimentos proporcionados por la dieta. 5.4. Ingesta de lípidos En cuanto al aporte lipídico total de la dieta, el porcentaje observado (37%) superó el intervalo del 20 al 35% recomendado (DRI, 2002). Este dato coincide con las observaciones de Nogueira y Da Costa (2005) quienes obtuvieron porcentajes entre el 30% y el 37% del gasto energético total para los hombres y del 26% al 33% para mujeres atletas, en estudios realizados en la década de los 80 y los 90. Algunos de esos estudios (Muoio y cols., 1994) propusieron un efecto positivo en el rendimiento deportivo de las dietas hiperlipídicas, más del 70% de la ingesta energética total. No obstante, quienes han evaluado cuidadosamente los citados estudios piensan que resulta difícil demostrar la consistencia de este concepto y no apoyan (Jeukendrup y Saris, 1998). A largo plazo, los efectos negativos en la salud de las dietas de alto contenido graso son bien conocidos. Por ello, se 282 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte recomienda no sobrepasar el 35% del gasto energético total en forma de lípidos (DRI, 2005). En un estudio con deportistas de resistencia y dietas con ingesta de lípidos en torno al 42-55% de la energía, e ingestas adecuadas de carbohidratos mejoraron en resistencia frente a deportistas con ingestas bajas en grasas (10-15% de la energía) (Pendergast y cols., 2000). En realidad el estudio advierte del riesgo para el rendimiento de disminuir la ingesta de lípidos. Otro estudio realizado en el 1999 por Dreon y colaboradores, sugirió que hay efectos negativos sobre los perfiles lipídicos en sangre en algunas personas, cuando la ingesta total de grasas es inferior al 15% de la energía. Los atletas deben seguir las recomendaciones de carácter general, en relación a las grasas (no superar el 35%) y también deben velar por que su ingesta de grasa no sea excesivamente baja. El día previo a la competición, la dieta porcentualmente fue más rica en grasas que durante, y después de ella, debido al consumo significativamente mayor de huevos, y al de carnes grasas y embutidos que tomaron a través de los bocadillos y tapas indicados en los registros. Esto justifica el mayor contenido en colesterol de la dieta previa a la competición. En los tres momentos estudiados la cantidad de colesterol aportado por la dieta superó la cantidad aconsejada para la población. No parece un hecho relevante para su salud dado que la dieta y su adecuación debe valorarse desde el cumplimiento de 7 a 15 días (Buss y cols., 1985) y en el caso del consumo de lípidos en un plazo medio (2-3 meses) y en el contexto de la salud de ese sujeto. Por otra parte, las analíticas sanguíneas realizadas revelaron niveles de colesterol dentro de lo normal (alrededor de 200 mg/dl). Al igual que sucedió con las proteínas, los lípidos dietéticos cuantificados en g/día y en g/kg/día se consumieron en mayor cantidad durante la competición, porque ingirieron más de todo para aumentar su energía, pero porcentualmente aumentaron los carbohidratos y descendieron las grasas.. El perfil lipídico de las dietas de los esquiadores mostró un mayor consumo de ácidos grasos insaturados que saturados, estos últimos no superaron el 10% recomendado y el contenido en colesterol, como era previsible, superó la recomendación. Podemos decir que el perfil lipídico de la dieta media de los cuatro días era aceptable, pero también mejorable. Durante el período en torno a la competición no se observaron diferencias significativas en el contenido en ácidos grasos de la dieta. Es importante mencionar que las tablas de composición de los alimentos habitualmente presentan un sesgo de información, en nuestro caso, especialmente reflejado en estos nutrientes. Por último, la fibra dietética aportada por el alto consumo de legumbres contribuyó a la adecuación de este nutriente a las directrices españolas (SENC, 2002/2010), no a las DRI (2002/2005). Se recomienda en general moderar las grasas y la fibra dietética antes de la competición para facilitar el vaciado gástrico y minimizar las molestias gastrointestinales. En general, como dicta la recomendación, tomaron alimentos de fácil digestión y pequeño volumen. 5.5. Macronutrientes y rendimiento El hallazgo más destacable nos parece la relación estadística encontrada entre los porcentajes de macronutrientes de las dietas analizadas y el tiempo de competición obtenido por los deportistas. Mientras que el porcentaje de carbohidratos de la dieta se correlacionó negativamente con el tiempo, el de lípidos lo hizo positivamente. Es decir, aquellos deportistas que tomaban mayor porcentaje energético de carbohidratos obtuvieron menor tiempo de competición, y por tanto mejor rendimiento deportivo, por el contrario, los que tomaban mayor porcentaje energético de lípidos obtuvieron mayor w w w . g i d e k i t . c o m 283 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) tiempo de competición, es decir peor rendimiento deportivo. No hubo relaciones estadísticas significativas con el porcentaje proteico, y observamos una tendencia a correlacionarse negativamente con la cantidad de energía aportada por la dieta. Cuando el contenido en macronutrientes se cuantificó en gramos por kilogramo de peso corporal, se mantuvo la relación significativa con los carbohidratos pero no con los lípidos de la dieta. Por tanto, las dietas más ricas en carbohidratos se relacionarían con mejor rendimiento deportivo y por contra las más ricas en lípidos con peor rendimiento. Desde nuestro punto de vista esto puede indicar por un lado, la importancia de los carbohidratos como combustible energético fundamental para el rendimiento deportivo y por otro, es probable que los sujetos mejor preparados físicamente adecuen mejor su ingesta a las recomendaciones nutricionales. Por ello parece conveniente insistir en la adecuación de la ingesta energética y de macronutrientes, especialmente de carbohidratos en la dieta habitual de los deportistas y especialmente antes, durante y después de la competición. 6. Conclusiones La evaluación antropométrica describe al grupo de esquiadores como sujetos en normopeso, con componente principal mesomórfico. 2. El análisis de la ingesta revela aspectos nutricionales mejorables como un aporte energético inferior al gasto calórico estimado para la prueba de competición estudiada. La contribución energética de los carbohidratos no alcanza el límite inferior recomendado, mientras que el aporte lipídico lo sobrepasa. La dieta media es suficiente en proteínas. Por ello conviene asegurar la ingesta energética antes durante y después de la competición, aumentando la ingesta de carbohidratos y moderando la de lípidos. 3. Con respecto a la influencia de la dieta en el rendimiento, cabe destacar la correlación negativa y significativa entre la ingesta de carbohidratos y el tiempo obtenido, tanto en g/Kg de peso corporal, como en porcentaje de contribución a la energía total. Por el contrario, se observa correlación positiva entre la ingesta de grasa y el tiempo de competición, cuando ésta se mide en porcentaje de contribución a la energía total. Por tanto los mejores tiempos se relacionaron con mayor ingesta de carbohidratos. 1. Agradecimientos Este estudio fue parcialmente realizado con la ayuda del Instituto Vasco de Educación Física (IVEF), actual Departamento de Educación Física y Deportes de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad del País Vasco. 284 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 7. Referencias Alastrué A., Sitges A., Jaurrieta E. (1982). Valoración de los Parámetros Antropométricos en nuestra población. Med Clin (Barc); 10: 407-415. American College of Sports Medicine, American Dietetic Association, and Dietitians of Canada.(2007).Joint Position Statement: Nutrition and Athletic Performance. Med Sci Sports Exerc, 709-731. Barr, S.I., Costill, D.L. (1992).Effect of increased training volume on nutrient intake of male collegiate swimmers. Int J Sports Med, 13: 47-51. Bergstrom, J., Hultman, E. (1966). Muscle glycogen synthesis after exercise: an enhancing factor localized to the muscle cells in man. Nature, 210 (33):309-310. Burke, L., Deakin, V., (2006).Clinical Sports Nutrition. Champaign (IL): Human Kinetics. Burke, L. (2007). Practical Sports Nutrition. Champaign (IL): Human Kinetics. Burke, L.M., Hawley, J.A. (2006). Fat and carbohydrate for exercise. Currin Opinion in Clinical Nutrition. Metabolisme Care, 94(4):476-481. Buss, D., Tyler, H., Barber, S., Crawley, H. Manual de Nutrición. (1985). Ed. Acribia. Carter, J.E.L. (1970). The somatotypes of athletes: a review. Human Biology, 42, 535-569. Clark, N. (1995). Nutrition quackery: when claims are too good to be true. Physician Sports med, 23:7–8. Coggan, A.R., Coyle. E.F.(1991). Carbohydrate ingestion during prolonged exercise: effects on metabolism and performance. Exerc Sport Sci Rev,19:1–40. Costill, D.L. (1988). Carbohydrates for exercise: Dietary demands for performance. Int J Sports Med, 9:1-18. Coyle E. Substrate utilization during exercise in active people. Am J Clin Nutr 1995; 61(suppl):968S-979S. Currell, K., Jeukendrup, A.E. (2008). Superior endurance performance with ingestion of multiple transportable carbohydrates. Med Sci Sports Exerc, 40:275–281. Dietary Reference Intakes. Institute of Medicine (IOM). (2002). Energy, carbohydrates, fiber, fat, protein and amino acids. Washington DC: National Academy Press, 936p. Ekblom, B., Bergh, U. (2000). Cross-country skiing. In Nutrition in Sport (Maughan RJ editor). Oxford, UK: Blackwell Science, 656-662. Esparza, F. (1993). Manual de Cineantropometria 1ª Ed Monografías FEMEDE (3). FEDME. Federación Española de Deportes de Montaña y escalada. ¿Qué es el esquí de [consulta montaña? www.fedme.es/?action=seccion.seccion&subseccion=141 10/10/2009] González-Gross, M., Gutierrez, A., Mesa, J.L., Ruiz-Ruiz, J., Castillo, M.J. (2001).La nutrición en la práctica deportiva: Adaptación de la pirámide nutricional a las características de la dieta del deportista. Arch Latinoam Nutr; 51(4):321-331. Heath, B.H., Carter, J.E.L. (1967). A modified somatotype method. Am. J. Phys. Anthrop., 27 :57-74. Heather, J., Stover, E., Horswill, C. (2004). Nutritional concerns for the child and adolescent competitor. Nutrition,; 20(7-8):620-631. International Society of Sports Nutrition position stand: Nutrient timing. (2008). Int Soc Sports Nutr, doi: 10.1186/1550-2783-5-17. Ivy, J.L., Res, P.T., Sprague, R.C., Widzer, M.O. (2003). Effect of a carbohydrate–protein supplement on endurance performance during exercise of varying intensity. Int J Sport Nutr Exerc Metab; 13:382–395. Jeukendrup, A.E., Jentjens, R. (2000). Oxidation of carbohydrate feedings during prolonged exercise. Current thoughts, guidelines and directions for future research. Sports Med; 29(6):407– 424. w w w . g i d e k i t . c o m 285 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Jeukendrup, A.E., Saris, W.H.M. (1998). Fat as a fuel during exercise. In: Berning JR, Steen SN, eds. Nutrition for Sport and Exercise, 59–76. Lemon, P.W.R. (1998). Effects of exercise on dietary protein requirements. Int J Sport Nutr; 8:426-447. Manore. M., Thompson, J. (2000). Sport Nutrition for health and performance. Human Kinetics. Maughan, R.J. (1997). Energy and macronutrient intakes of professional football (soccer) players. Br J Sports Med, 31:45-47. Muoio, D.M., Leddy, J.J., Horvath, P.J, Awad, A.B, Pendergast, D.R. (1994). Effect of dietary fat on metabolic adjustments to maximal VO2 and endurance in runners. Med Sci Sports Exerc, 26:81–88. Nogueira, J., Da Costa, T. (2005). Nutricional Status of endurance athletes: what is the available information?. Arch Latinoam Nutr; 55(1):15-22. Pendergast, D.R., Leddy, J.J., Venkatraman, J.T. (2000). A perspective on fat intake in athletes. J Am Coll Nutr; 19(3):345-350. Rodríguez, N.R., Vislocky, L.M., Gaine, P.C. (2007). Dietary protein, endurance exercise, and human skeletal-muscle protein turnover. Curr Opin Clin Nutr Metab Care; 10:40– 45. Roy, B.D., Tarnopolsky, M.A., MacdougalL, J.D., Fowles, J., YarasheskI, K.E. (1997). Effect of glucose supplement timing on protein metabolism after resistance training. J Appl Physiol, 82:1882–1888. SEEDO (2002). Consenso SEEDO´2000 para la valoración del sobrepeso y la obesidad. www.seedo.es/portals/seedo/consenso/Consenso_SEEDO_2000.pdf [consulta 10/10/2009] Siu, P.M., Wong, SH., Morris, J.G., Lam, C.W., Chung, P.K, Chung, S. (2004). Effect of frequency of carbohydrate feedings on recovery and subsequent endurance run. Med Sci Sports Exerc, 36(2):315-323. Sjödin, A.M., Andersson, A.B., Högberg, J.M., Westerterp, K.R. (1994). Energy balance in cross-country skiers: a study using doubly labeled water. Med Sci Sports Exerc, 26(6):720-724. Sugiura, K., Suzuki, I., Kobayashi, K. (1999). Nutritional intake of elite Japanese track and field athletes. Int J Sport Nut; 9:202-212. Tipton, K.D., Witard, O.C. (2007). Protein requirements and recommendations for athletes: relevance of ivory tower arguments for practical recommendations. Clin Sports Med, 26:17–36. Thompson, J.L. (2002). Energy balance in young athletes. Int J Sport Nutr, 8:160-174. Williams, M.H. (2002). Nutrición para la salud, la condición física y el deporte. Ed Paidotribo. 286 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 23 DIAGNÓSTICO DE LA FATIGA EN EL BALONCESTO DE RENDIMIENTO Jaime San Román, David Casamichana, Julio Calleja y Julen Castellano [email protected] Resumen El baloncesto es considerado un deporte intermitente de alta intensidad, donde los jugadores alternan las acciones de baja, media y alta intensidad. Estas últimas, han sido reportadas como fundamentales en el éxito en baloncesto. Una de estas acciones es la capacidad de salto, que interviene a su vez en diferentes acciones específicas ofensivas y defensivas durante el juego. Por todo ello, el análisis de la capacidad de salto durante la competición se presenta como una cuestión prioritaria. El propósito principal de este trabajo fue estudiar las diferencias existentes en la capacidad de salto en función de diferentes momentos de medición y en función de los puestos específicos, a través del estudio de la variabilidad aportada por cada una de las facetas componentes del modelo, para conocer tanto de manera individual, como cuando están interaccionadas entre ellas, el porcentaje de varianza atribuido a cada una de ellas. A 9 jóvenes jugadores internacionales durante 3 partidos oficiales, en el periodo de competición, se les midió la capacidad de salto, por medio de un CMJ con una plataforma de contacto (Ergojump; Globus Inc., Treviso, Italy) en 8 momentos diferentes, antes del calentamiento, después del calentamiento, en el descanso, inmediatamente después del partido y en los minutos 1’, 3’, 5’ y 7’ después de la finalización de la competición. El análisis de los porcentajes de varianza explicados por cada faceta y por sus interacciones nos muestra que la faceta momento del salto es la que mayor variabilidad aporta al modelo, indicando las diferencias existentes en la capacidad de salto en función del momento en el cual se realiza. Sin embargo, la variabilidad aportada por la faceta puestos específicos es pequeña, afectando la fatiga de una manera similar a los jugadores que ocupan diferentes posiciones en la cancha. Por tanto, debido a este `gran peso´ de la faceta momentos del salto, se requiere seguir profundizando en la fatiga en los jugadores de baloncesto durante los partidos de competición. Palabras clave: Baloncesto, teoría de generalizabilidad, fatiga, jugadores jóvenes, salto vertical. w w w . g i d e k i t . c o m 287 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción El baloncesto es un deporte colectivo sociomotriz que tiene lugar en un espacio domesticado, donde están presentes la comunicación y contracomunicación motriz (Parlebas, 2001), se juega entre dos equipos de 5 jugadores cada uno siendo el objetivo introducir el balón en la canasta del adversario e impedir que este enceste o se apodere del balón (Tous, 1999). Desde el punto de vista fisiológico es un deporte mixto intermitente de alta intensidad (Burke, 1997; Glaister, 2005; Osterberg, Horswill & Baker, 2009) donde los sistemas energéticos aeróbico y anaeróbico se presentan en el juego conjuntamente (McInnes, Carlson, Jones & McKenna, 1995). Durante un partido se dan una amplia variedad de acciones, como carreras a diferentes velocidades, fintas, cambios de dirección y saltos (Crisafulli, Melis, Tocco, Laconi, Lai & Concu, 2002) reflejando la importancia del nivel de condición física para conseguir altos rendimientos en baloncesto (Drinkwater, Pyne & McKenna, 2008). Una de las acciones de alta intensidad más determinantes durante un partido de baloncesto es la capacidad de salto, utilizada por los jugadores para realizar a su vez, diferentes acciones específicas del juego, como tirar o entrar a canasta, taponar a un rival, coger rebotes etc., sugiriéndose así que tanto la capacidad para saltar lo más alto posible como realizarlo en el momento preciso, son factores principales en el éxito en baloncesto (Tous, 2008). Son numerosos los estudios que se han acercado al análisis del número de saltos que se producen en partidos de competición (Araujo, 1982; Ben Abdelkrim, El Fazaa & El Ati, 2007; Colli & Faina, 1985; Cañizares y Sampedro, 1993; Gradowska, 1972; Janeira & Maia, 1998; McInnes et al., 1995; Rodríguez, Alarcón y Cárdenas, 2003), encontrándose valores que varían desde 30 saltos por partido hasta 70, en función de la población estudiada y del momento histórico del estudio. En cualquier caso, parece que la frecuencia de este tipo de acciones durante el juego es elevada. Con respecto a la cantidad de saltos que los jugadores realizan durante los partidos, existen diferencias significativas en función del puesto específico de juego en la cancha, siendo los jugadores que realizan la función de base, los que menor cantidad de saltos realizan (Colli y Faina, 1987; Hernández-Moreno,1988). Por otra parte, la fatiga asociada al baloncesto puede definirse como una incapacidad para mantener las demandas del juego (Montgomery, Pyne, Hopkins, Dorman, Cook & Minahan, 2008) pudiendo verse afectados uno o varios sistemas orgánicos en función de las circunstancias de cada partido. Con relación al salto vertical, el jugador de baloncesto debe ser capaz de realizar saltos de manera repetida durante el transcurso de uno o varios partidos, pudiéndose ver esta capacidad afectada por la fatiga, que ha sido clasificada en general como una fatiga neuromuscular periférica (Bompa, 1995 citado en Calleja, Lekue, Leibar y Terrados, 2008). En este sentido, los trabajos que se han acercado al estudio de las acciones de alta intensidad durante el partido, han encontrado una disminución de las acciones de alta intensidad a lo largo del juego, tanto medida mediante la duración de las acciones de alta intensidad (Ben Abdelkrim et al., 2007), como medida a través del número de saltos (Rodríguez y cols., 2003) A pesar de que parece, por tanto, que la fatiga aparece en los jugadores de baloncesto a medida que transcurre la competición, son pocos los estudios que se han centrado en la disminución en la capacidad de salto en estos deportistas a lo largo del juego (Castagna, Impellizzeri, Rampinini, D'Ottavio & Manzi, 2008), sin encontrar diferencias 288 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte significativas en la altura del salto entre antes del comienzo y al final del partido, aunque en dicho estudio el partido consistió en 2 partes de 10´ únicamente. Por otra parte, Tal y como se ha señalado en anteriores trabajos (Blanco-Villaseñor y Losada, 2004), la teoría de la generalizabilidad (TG) es una teoría de las múltiples facetas de errores de las medidas del comportamiento (Cronbach, Rajaratnam, & Gleser,1963; Cronbach, Gleser, Nanda, & Rajaratnam,1972). Por tanto, el propósito de este análisis, para cualquier tipo de medida, es separar o desglosar la variabilidad real de la variabilidad del error. La TG reconoce las múltiples fuentes de error de medida, pudiendo estimar cada una de las fuentes de error, así como sus interacciones. Con tal propósito, se requiere estimar los componentes de varianza de varias facetas utilizadas como categorías y de sus interacciones (Berk, 1979; BlancoVillaseñor, 1989, 1993; Marcoulides, 1989; Mitchell, 1979). En consecuencia, el propósito principal de este trabajo es estudiar la presencia de diferencias existentes en la capacidad de salto en función de diferentes momentos de medición y en función de los puestos específicos, a través del estudio de la variabilidad aportada por cada una de las facetas componentes del modelo, para conocer tanto de manera individual, como cuando están interaccionadas entre ellas, el porcentaje de varianza atribuido a cada una de ellas. 2. Material y método 2.1. Participantes Este estudio involucró a un grupo de jugadores de baloncesto junior internacionales de 14 años de edad que formaron parte del proyecto siglo XXI, Federación Española de baloncesto (FEB). Se incluyeron en el estudio los 9 jugadores con mayor nivel de la selección española junior de baloncesto. Ninguno de los jugadores que participaron en el estudio tuvo antecedentes de de lesión, enfermedad o patología en su historial médico, además ninguno de los participantes tuvo problemas para acabar el estudio. Todos participantes durante la realización del mismo vivían en régimen de concentración permanente, con los hábitos de vida, nutrición, sueño y entrenamiento homogéneos y mínimamente controlados. Todos ellos y sus padres fueron cuidadosamente informados de las características básicas del estudio, los procedimientos y los posibles riesgos asociados a su participación firmando el consentimiento informado antes de que cualquier test fuera realizado. El estudio fue llevado a cabo de acuerdo con la declaración de Helsinki y aprobado por el comité ético del departamento responsable, que incluye en sus procedimientos el cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999 del 13 de diciembre de Protección de datos de Carácter Personal (LOPD). Los datos medios y desviaciones estándar de las características físicas de los jugadores se presentan en la tabla I. Tabla I.- Datos antropométricos de los jugadores. Variables Media ± DS Edad (años) 14 0 Peso (kg) 85 4.3 Altura (cm) 1.86.78 7 6 (Mm) 53.45 45 N = 15; 6; suma de 6 pliegues subcutáneos; D.S: desviación estándar. w w w . g i d e k i t . c o m 289 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 2.2. Material 2.2.1. Medición antropométrica La altura de los participantes en el estudio se obtuvo con un tallímetro modelo ® SECA (Alemania), con una precisión de 2mm y rango de medición (130 cm a 210 cm). El peso se calculó con una báscula modelo SECA® (Alemania), con una precisión de 0,2 kg y un rango de medición entre 2 kg y 130 kg. Del mismo modo, se midieron 6 pliegues (abdominal, tricipital, suprailíaco, subescapular, cuadricipital, y gemelar) con un plicómetro Holtain® (Inglaterra). 2.2.2. Medición de la capacidad de salto El salto vertical fue calculado utilizando una plataforma de contacto (Ergojump; Globus Inc., Treviso, Italy) mediante el salto con contramovimiento (CMJ). Todos los jugadores conocían el funcionamiento del aparataje y estaban familiarizados con el protocolo del test como parte de su proceso de entrenamiento regular. Para la realización del CMJ el jugador se sitúa de pies en posición erguida con las manos sobre la cintura, a partir de aquí se realiza un rápido movimiento descendente hasta alcanzar una flexión de rodillas de 90º seguido inmediatamente de un máximo esfuerzo ascendente con el fin de conseguir la máxima altura. El tronco permanecerá lo más recto posible en todo momento para evitar cualquier influencia en el resultado final de la prueba. Los jugadores se situaban en la plataforma de contactos la cual estaba conectada a través de un cable a un cronometro digital. En el momento del despegue el cronometro se ponía en marcha y en el aterrizaje se detenía. El tiempo de vuelo se utilizó para calcular el cambio en la altura del centro de gravedad de los participantes (Bosco, Luthanen & Komi, 1983). El CMJ ha sido caracterizado por mostrar una baja variabilidad entre tests (coeficiente de variación de 3.0 % (Markovic, Dizdar, Jukic & Cardinale, 2004). 2.3. Procedimiento El estudio se llevó a cabo en el mes de Marzo cuando los deportistas se encontraban en plena temporada de competición. Se eligieron 3 partidos con 7 días de separación entre ellos. La temperatura media durante este periodo fue de 15º. El día anterior a los partidos los jugadores realizaron un entrenamiento liviano para no mermar sus capacidades. El día del partido los jugadores se levantaron a las 9 a.m. después de un descanso mínimo de 8 horas, llevándose un control de la dieta durante todo el día para asegurar que todos ingiriesen los mismos alimentos. Los jugadores fueron convocados para cada uno de los partidos 3 horas antes del inicio del encuentro en el polideportivo Zorroza, Vizcaya. Una vez preparados con la vestimenta adecuada, fueron detalladamente informados, en cada uno de los partidos del protocolo a seguir, y a continuación se inició la medición. Para cada una de las tomas se permitieron 2 saltos con 30’’ de recuperación entre saltos anotándose el mejor registro. Todos los saltos fueron realizados en presencia de los investigadores, cuerpo técnico y jugadores. Durante todos los saltos todos los jugadores fueron animados y motivados verbalmente por los investigadores y cuerpo técnico para que estos realizasen cada test de salto con la máxima intensidad posible. 290 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 7’ después del partido 5’ después del partido 3’ después del partido 1’ después del partido Después Después del partido 4º cuarto 3er cuarto Descanso 1er cuarto Antes del calentamiento 2º cuarto Durante el partido Después del calentamiento Antes Figura I. Esquema del procedimiento del estudio. Los 8 momentos en los que se obtuvo la altura de salto en el CMJ. 2.4. Análisis estadístico Para el análisis de los componentes de variancia y su precisión de generalización se ha configurado un diseño multifaceta compuesto por 3 facetas. Por un lado, la faceta Competición [C], que recoge tres niveles correspondiendo con el número de partidos que se estudiaron; en segundo lugar la faceta Puesto [P] con tres niveles, correspondiendo con las posiciones específicas de los jugadores (bases, aleros y pivots); y por último, la faceta Momento del salto [M], faceta objeto principal del estudio, ya que queremos conocer en qué medida afecta el momento del salto a la capacidad del mismo, con ocho niveles representando los momentos en los cuales se realizaron los saltos CMJ (figura I). El procedimiento empleado fue el de Generalized Linear Model (GLM) realizado mediante el paquete estadístico SAS v 9.1 (SAS Institute Inc., 1999). Además se realizó un análisis de generalizabilidad con el programa GT versión 2.0 (Generalizability Study, Ysewjin, 1996) estimándose el % de variabilidad (varianza explicada) de cada una de las facetas y de sus interacciones. 3. Resultados En la tabla II mostramos el análisis de los componentes de varianza, porcentaje de varianza explicada y coeficientes de generalizabilidad para el modelo multifacético (C*P*M), el cual permite responder a diferentes interrogantes, interpretando sus aportaciones tanto de manera individual como cuando están interaccionadas entre ellas. Primeramente, hemos realizado un análisis de generalizabilidad, tabla II, en el que asignamos el % de varianza a cada faceta, observando como la mayor parte de la varianza explicada se atribuye a la faceta momento (87 %). También permite conocer la variabilidad de la capacidad de salto en función de los diferentes partidos de competición (con únicamente un 1%) o la variabilidad aportada por la faceta puesto, aportando un 0% de variabilidad. w w w . g i d e k i t . c o m 291 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla II. Análisis de los componentes de varianza, porcentaje de varianza explicada y coeficientes de generalizabilidad. Competición (C) * Puesto (P) * Momento (M) Facetas gº de l Tipo III SS Pr > F % de varianza Competición (C) 2 20.31 0.1021 1 Puesto (P) 2 28.03 0.0437 0 C*P 4 4.55 0.9034 0 Momento (M) 7 2710.97 <.001 87 C*M 14 50.87 0.6363 1 P*M 14 164.54 0.0016 7 C*P*M 28 56.04 0.9913 4 2 Para el modelo CP/M los coeficientes fueron ρ = 0.98 y Φ = 0.97 Nota: Valores de los grados de libertad (g.º de l), suma de cuadrados tipo III (Tipo III SS), significación (Pr > F) y % de varianza para cada una de las facetas del modelo y de sus interacciones. En la última fila se han estimado los coeficientes absolutos y relativos de generalizabilidad para el modelo Competición*Puesto/Momento (CP/M). 4. Discusión Respecto a la interpretación de los resultados cabe destacar los datos obtenidos en los análisis de los componentes de varianza y el % de variabilidad explicada por cada una de las facetas y las interacciones a partir de la Teoría de la Generalizabilidad (tabla II). En nuestro estudio la variabilidad mostrada por el momento del salto es la faceta que aporta mayor variabilidad al modelo, (87 %), con lo que podemos inferir que los momentos de medición han influido en los resultados obtenidos, analizando diferentes resultados por los jugadores en función del momento en el cual se realiza el salto. Además, los valores obtenidos para la faceta momento son significativos. Parece por tanto, que a diferencia de anteriores trabajos que no encontraron diferencias entre la capacidad de salto antes y después del partido (Castagna, et al. 2008), nuestro estudio demuestra que dicha faceta es la que mayor variabilidad aporta al modelo. Debemos de tener en cuenta que en el citado trabajo (Castagna, et al. 2008) el partido disputado únicamente consistió en dos tiempos de 10 minutos de duración, pudiendo ser ésta una de las causas que justifique dichas diferencias en los resultados obtenidos. En nuestro trabajo, hemos estudiado la faceta posición para conocer si esta influencia que ejerce el momento del salto en la capacidad de salto, afecta de igual manera a todos los jugadores, o si por el contrario, afecta de manera diferente a los jugadores en función de la posición ocupada en el terreno. En anteriores trabajos (Colli y Faina, 1987; Hernández-Moreno, 1988) se ha observado como la cuantificación del número de saltos demuestra cierta especificidad en los jugadores en función del puesto específico. A pesar de esta diferente cuantificación del número de saltos en función de la posición del jugador en la cancha mostrada por anteriores trabajos (Colli y Faina, 1987; Hernández-Moreno, 1988), nuestro estudio demuestra nula variabilidad aportada por la faceta puesto cuando es estudiada de manera aislada, por lo que parece que existen pocas diferencias en función de los puestos específicos ocupados por los jugadores en la cancha, pudiendo deberse a que en un plan de formación, durante las fases de aprendizaje, el entrenamiento es más genérico y general, con el objetivo de desarrollar todas las facetas del juego. Sin embargo, cuando estudiamos la variabilidad aportada por la interacción de la variable puesto con la variable momento (P*M), observamos como su valor aumenta hasta 292 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte un 7%, lo que demuestra que para un mismo momento, si existe cierta variabilidad o especificidad por puestos específicos, lo que podemos interpretar como una cierta especificidad en la influencia del momento del salto en la capacidad del mismo, afectando de diferente manera a los puestos específicos. Por último, en cuanto a la variabilidad aportada por la faceta competición, observamos como la capacidad de salto de los jugadores es muy estable a lo largo de los diferentes partidos de competición estudiados, con un 1% de varianza explicada únicamente por esta faceta cuando es estudiada en solitario, y de también un 1% cuando es estudiada en interacción , aspecto muy deseable en este tipo de estudios, ya que demuestra que los partidos estudiados son, en cierta manera, homogéneos, en lo que respecta a la influencia de los diferentes momentos de medición en la capacidad de salto. Por último, podemos comprobar cómo el valor del error residual del modelo [C*P*M] supone un 4% del total, valor muy pequeño, lo que indica que estamos cerca de disponer de todas las variables que completan y explican la variabilidad total del mismo, por lo que consideramos necesario para posteriores trabajos incluir nuevas facetas y nuevos niveles dentro de cada faceta para conseguir optimizar este modelo, reduciendo el error no controlado. Además, el análisis de generalizabilidad realizado, el conformado por el diseño Competición*Puesto/Momento [C*P*M] nos permite constatar, tal y como reflejan los valores estimados en los coeficientes de generalizabilidad absolutos y relativos, cuando la faceta momento ha sido colocada en el lugar de la instrumentación dentro del diseño, los datos son generalizables a una población universo cercano a 1 (0.98). 5. Conclusiones La principal conclusión del estudio es que la faceta momento del salto es la que mayor variabilidad aporta al modelo, indicando las diferencias existentes en la capacidad de salto en función del momento en el cual se realiza. Sin embargo, la variabilidad aportada por la faceta puestos específicos es pequeña, afectando la fatiga de una manera similar a los jugadores que ocupan diferentes posiciones en la cancha. Por tanto, debido a este `gran peso´ de la faceta momentos del salto, se requiere seguir profundizando en la fatiga en los jugadores de baloncesto durante los partidos de competición. Referencias Araujo, J. (1982). Basquetbol portugués e alta competicao. Lisboa: Caminho. Ben Abdelkrim, N., El Fazaa, S., & El Ati, J. (2007). Time-motion analysis and physiological data of elite under-19-year-old basketball players during competition. British Journal of Sports Medicine, 41(2), 69-75. Berk, R. A. (1979). Generalizability of behavioral observations: a clarification of interobserver agreement and interobserver reliability. American Journal of Mental Deficiency, 83(5), 460-472 Blanco-Villaseñor, A. (1989). Fiabilidad y generalización de la observación conductual. Anuario de Psicología, 43(4), 5-32 Blanco-Villaseñor, A. (1993). Fiabilidad, precisión, validez y generalización de los diseños observacionales. En M.T. Anguera (ed.). Metodología observacional en la investigación psicológica, vol.2: Fundamentación, pp.151-261.PPU Barcelona. Blanco-Villaseñor, A., y Losada, J.L. (2004).Generalización en diseños observacionales: alternativas de estimación y modelización .Metodología de las Ciencias del Comportamiento, Volumen especial, pp.83-88. w w w . g i d e k i t . c o m 293 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Bosco, C., Luhtanen, P., & Komi, P. V. (1983). A simple method for measurement of mechanical power in jumping. European journal of applied physiology and occupational physiology, 50(2), 273-282. Burke, L. M. (1997). Fluid balance during team sports. Journal of sports sciences, 15(3), 287-295 Calleja, J., Lekue, J., Leibar, X., y Terrados, N. (2008). Recuperación de la fatiga en baloncesto de alto nivel. En N. Terrados y J. Calleja (Coors.), Fisiología, entrenamiento y medicina del baloncesto (pp.91-104). Barcelona: Paidotribo Cañizares, J. y Sanpedro, J. (1993). Cuantificación del esfuerzo y de las acciones de juego del base en baloncesto. Clinic, 22, 8-10. Castagna, C., Impellizzeri, F. M., Rampinini, E., D'Ottavio, S., & Manzi V. (2008). The YoYo intermittent recovery test in basketball players. Journal of Science and Medicine in Sport, 11(2), 202-208. Colli, R. y Faina, M. (1985). Pallacanestro: recerca sulla prestazione. Revista di cultura Sportiva, 4 (2), 22-29. Crisafulli, A., Melis, F., Tocco, F., Laconi, P., Lai, C., & Concu, A. (2002). External mechanical work versus oxidative energy consumption ratio during a basketball field test. Journal of sports medicine and physical fitness, 42(4), 409-417. Cronbach, L. J., Rajaratnam,N., Gleser, G. C.(1963).Theory of generalizability: a liberalization of reliability theory. . British Journal of Statistical Psychology, 16(2), 137-163. Cronbach, L. J., Gleser, G. C., Nanda, H., & Rajaratnam, N (1972).The Dependability of behavioral measurements: Theory of generalizability for scores and profiles. NY: Wiley. Drinkwater, E. J., Pyne, D. B., & McKenna, M. J. (2008). Design and interpretation of anthropometric and fitness testing of basketball players. Sports Medicine, 38(7), 565578. Glaister, M. (2005). Multiple sprint work: physiological responses, mechanisms of fatigue and the influence of aerobic fitness. Sports Medicine, 35(9), 757-777. Gradowska, T. (1972). L’activité motrice des joueur de basket-ball de haute compétition pendant un match. Kultura Fiziczna, Vol II. 502 – 506. Hernández-Moreno, J. (1988). Baloncesto. Iniciación y Entrenamiento. Barcelona: Paidotribo. Janeira, M. A., & Maia, J. (1998). Game intensity in basketball. An interactionist view linking time-motion analysis, lactate concentration and heart rate.Coaching and Sport Science journal, 3(2), 26-30. Marcoulides, G. A. (1989).The estimation of variance components in generalizability studies: a resampling approach. Psychological Reports, 65, 883-889. Markovic, G., Dizdar, D., Jukic, I., & Cardinale, M. (2004). Reliability and factorial validity of squat and countermovement jump tests. Journal of Strength and Conditioning Research, 18(3), 551-555. Mitchel, S. K. (1979).Interobservar agreement, reliability, and generalizability of data collected in observational studies.Psychol.Bull.86(2),376-390 McInnes, S. E., Carlson, J. S., Jones, C. J., & McKenna, M. J. (1995). Physiological load imposed on basketball players during competition.Journal of Sports Sciences, 13(5), 387-397. Montgomery, P., Pyne, D., Hopkins, W., Dorman, J., Cook, K., & Minahan, C. (2008). The effect of recovery strategies on physical performance and cumulative fatigue in competitive basketball. Journal of Sports Sciences, 26(11), 1135-1145. 294 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Parlebas, P. (2001). Juegos, deporte y sociedad. Léxico de praxiología motriz. Barcelona: Paidotribo Rodriguez, M., Alarcon, F., y Cardenas, D. (2003). Análisis del salto en baloncesto.En S. ibañez Godoy, M.M. de las Mercedes Macías García (Eds.). Libro de actas de II congreso ibérico de baloncesto de Cáceres. Facultad de ciencias de la actividad física y el deporte de Cáceres. Universidad de Extremadura. Tous, J. (1999). Reglamento del baloncesto comentado. Barcelona: Paidotribo. Tous, J. (2008). Entrenamiento de la fuerza en baloncesto. En N. Terrados y J. Calleja (Coors.), Fisiología, entrenamiento y medicina del baloncesto (pp.161-162). Barcelona: Paidotribo. Osterberg, K. L., Horswill, C. A., & Baker, L. B. (2009). Pregame urine specific gravity and fluid intake by national basketball association players during competition. Journal of athletic training, 44(1), 53-57. Agradecimientos Este trabajo forma parte de la investigación Avances tecnológicos y metodológicos en la automatización de estudios observacionales en deporte que ha sido subvencionado por la Dirección General de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI200801179), durante el trienio 2008-2011. w w w . g i d e k i t . c o m 295 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 296 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 24 TAMAÑO CORPORAL DE LAS JUGADORAS DE FUTBOL DE LOS JUEGOS OLIMPICOS DE PEKIN, MUNDIAL SUB 20 Y MUNDIAL SUB 17 Susana M Gil Orozco y Jordan Santos Concejero [email protected] Resumen Introducción: Desconocemos las características físicas más adecuadas para llegar a la élite en jugadoras de fútbol. Por ello, el objetivo del presente estudio fue describir el tamaño corporal de las jugadoras de fútbol del máximo nivel de los tres campeonatos más importantes, celebrados en 2008: Juegos Olímpicos de Pekín (JJOO), Mundial Sub20 (Sub20) y Mundial Sub17 (Sub17). Metodología: Se recogieron datos como la altura, el peso, la edad y la posición de juego (porteras, defensas, centrocampistas, delanteras) de las futbolistas participantes (n=888), así como los resultados obtenidos en cada campeonato por las diferentes selecciones nacionales. Los datos fueron recogidos de la web oficial de la FIFA. Se utilizó un test de ANOVA y el post-hoc correspondiente para el análisis estadístico. Resultados: EL peso y la talla fueron superiores en las futbolistas de los JJOO comparado con los mundiales Sub20 y Sub17 (p<0.05). Respecto a la posición de juego, las porteras tuvieron la mayor altura y peso (p<0.05). Las centrocampistas fueron las más ligeras y bajas, siendo estadísticamente significativas en las Sub17, únicamente. Las Sub17 mejor clasificadas tuvieron defensas, centrocampistas y delanteras de mayor peso que el resto. Conclusiones: Existe una selección de jugadoras de mayor peso, pero sobretodo altura para la participación en los campeonatos del máximo nivel (JJOO). Sin embargo, en las jugadoras más jóvenes (Sub17) la masa corporal, presumiblemente masa muscular, es importante para obtener una buena clasificación. Por otro lado, de todas las jugadoras las porteras son las de mayor talla y peso debido a la especificidad de su puesto. Palabras clave: peso, altura, posición, clasificación, élite w w w . g i d e k i t . c o m 297 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción Aunque la popularidad del fútbol femenino ha aumentado considerablemente, como comentan Maughan y Shirreffs (2007), existe aún una clara escasez de investigaciones en esta población. Por ello, la mayoría de las indicaciones que se proporcionan para las mujeres que juegan al fútbol son una extrapolación de los resultados hallados en los jugadores de fútbol hombres, y esto es probable que no sea adecuado. Por ello es imprescindible realizar estudios en las jugadoras de fútbol. En jugadores masculinos las características antropométricas son determinantes en los procesos de selección de talentos (Gil y cols, 2007) y dichas diferencias se mantienen en los jugadores adultos. De hecho se observa que los jugadores de nivel superior son más altos y tienen un mayor peso que los jugadores de menor nivel (Casajus & Aragones, 1997). Por puestos, los porteros suelen ser los más altos y a continuación los defensas, en general los de menor talla son los centrocampistas (Nevill y cols, 2009; Reilly y cols, 2000; Shephard, 1999; Bangsbo, 1994). En mujeres, no existen estudios que únicamente analicen las medidas antropométricas de las jugadoras de fútbol ni las diferencias en los puestos. Los datos que tenemos se han publicado en estudios referentes a variables fisiológicas o análisis de juego, y el peso y la talla se indican a modo de información. También podemos observar diferencias dependiendo de la inclusión o no de las porteras en el análisis estadístico. Respecto a las mediciones medias, incluyendo a las porteras, en un estudio de jugadoras de Suecia y Noruega de 1º División, de edad 22.6-21.6, medían 167.1-167.2 cm y 63.3-65kg (Andersson y cols, 2008). En 1º División Inglesa la media fue de 1.63 ± 0.05 cm y 64.5 ± 6.2 kg (Polman y cols, 2004). Así, en un estudio realizado en jugadoras Danesas de 1a división (edad media 24 años) las defensas medían 1.68cm y 60.7 kg; las centrocampistas 1.65 cm y 56.0 kg; y las delanteras 1.66 cm y 58.7 kg, en altura y peso respectivamente (Krustrup y cols, 2005). Por otro lado, las jugadoras de un equipo senior de la Superliga Estatal Española tuvieron una talla y un peso mayor que las futbolistas junior: 165 ± 0.04 cm y 56.8 ± 5.7 kg vs 164 ± 0.05 cm y 57.5 ± 7.6 kg (Mujika y cols, 2009). Aun así, desconocemos las características físicas más adecuadas para lograr el máximo nivel en jugadoras de fútbol. Por todo ello el objetivo del presente estudio fue describir las características físicas de las jugadoras de fútbol del máximo nivel de los tres campeonatos más importantes, celebrados en 2008 (Juegos Olímpicos de Pekín, Mundial Sub20 y Mundial Sub17) para determinar: 1- Si existen diferencias entre los tres Campeonatos, 2- Si existen diferencias en los puestos de jugadoras, 3- Si las medidas corporales influyen en el resultado final de cada campeonato. Dicho análisis podrá ayudar en los procesos de selección de talentos en el fútbol femenino. 2. Metodología Se analizaron tres competiciones celebradas en el año 2008: los Juegos Olímpicos de Pekín (JJOO), el Campeonato Mundial de Fútbol Sub20 (Sub20) y el Campeonato Mundial de Fútbol Sub17 (Sub17). Para ello se recogieron datos como la altura, el peso, la edad y la posición de juego (porteras, defensas, centrocampistas, delanteras) de las futbolistas participantes (n=888), así como los resultados obtenidos en cada campeonato por las diferentes selecciones nacionales. Los datos fueron recogidos de de la web oficial de la FIFA (Fédération Internacionale de Football Association) (http://es.fifa.com/). Los resultados obtenidos por los equipos fueron agrupados del siguiente modo: Grupo 1º: Jugadoras de los equipos clasificados en 1º, 2º y 3º puestos. Grupo 2º: Jugadoras de los equipos que han sido eliminadas en los cuartos de final además del 298 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte equipo que ha finalizado el campeonato en 4º posición. Grupo 3º: Resto de equipos participantes que no han alcanzado los cuartos de final. La aplicación informática elegida para llevar a cabo estos análisis fue la hoja de cálculo Microsoft office Excel 2007 y el programa estadístico Statistical Package or the Social Sciences (SPSS; Software 15.0 233 Sth Wecker Drive, Chicago Illinoice). Para realizar el análisis de las variables entre los diferentes grupos (campeonatos, posición y resultados) se utilizó el análisis de la varianza (ANOVA) con el post-hoc Scheffé o GamesHowell dependiendo de la homogeneidad de las varianzas. La significación estadística se estableció en una p<0.05. 3. Resultados La edad media fue de 24.68 ± 4.0, 18.77 ± 1.2 y 16.40 ± 0.7, para las futbolistas de los JJOO, Sub20 y Sub17 respectivamente. Las diferencias entre los tres torneos fueron estadísticamente significativas. En la tabla 1a podemos observar el número de jugadoras participantes en cada campeonato y divididas por su posición de juego; y en la tabla 1b los resultados finales de las competiciones, así como el agrupamiento que se ha realizado para el análisis estadístico posterior. Tabla 1a: Población a estudio: Número de jugadoras participantes en cada competición JJOO SUB20 SUB17 Portera 24 48 48 Defensa 73 99 102 Centrocampista 66 103 108 Delantera 54 85 78 Total 217 335 336 JJOO= Juegos Olímpicos Pekín, SUB20= Campeonato Mundial Sub20, SUB17= Campeonato Mundial Sub17 w w w . g i d e k i t . c o m 299 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla 1b: Grupo al que pertenece cada selección, según su clasificación obtenida en cada torneos GRUPOS Clasificación JJOO Sub20 1º 2º 3º uno de los Sub17 1º Brasil EEUU RPD de Corea 2º EEUU RPD de Corea EEUU 3º Alemania Alemania Alemania 4º Japón Francia Inglaterra Cuartos de Final Noruega Nigeria Dinamarca Cuartos de Final Suecia Japón Japón Cuartos de Final China Inglaterra Canadá Cuartos de Final Canadá Brasil República de Corea Resto Argentina RD del Congo Ghana Resto China Nigeria Francia Resto Nigeria Noruega Nueva Zelanda Resto Canadá Costa Rica Colombia Resto RPD Corea Méjico Resto Nueva Zelanda Paraguay Resto Nueva Zelanda Argentina Resto Chile Brasil Respecto a las diferencias entre los tres torneos, como se observa en la Figura 1, la altura fue estadísticamente superior en las jugadoras de los JJOO comparado con las jugadoras participantes en los otros dos torneos (p=0.00). Del mismo modo, el peso fue superior en las jugadoras de los JJOO respecto a las jugadoras Sub17 (p=0.010). Teniendo en cuenta los diferentes puestos, las futbolistas de las cuatro posiciones fueron más altas en los JJOO que las del campeonato Sub17 (p<0.05); además las defensas, centrocampistas y delanteras de los JJOO fueron más altas que las del Sub20 (p<0.05). 300 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 185,0 180,0 a,b 168,2 Altura (cm) 175,0 165,7 164,9 170,0 165,0 160,0 155,0 PORTERAS DEFENSAS CC DELANTERAS SUB17 SUB20 JJOO SUB17 163,8 SUB20 164,2 JJOO 167,3a,b SUB17 163,3 SUB20 164,3 JJOO 166,6a,b SUB17 165,1 SUB20 166,1 JJOO 168,4a,b 140,0 SUB17 169,8 JJOO 174,0b 145,0 SUB20 170,7 150,0 TOTAL Figura 1. Altura de las jugadoras de fútbol de los diferentes campeonatos (TOTAL) y diferenciadas por puestos. JJOO= Juegos Olímpicos Pekín, SUB20= Campeonato Mundial Sub20, SUB17= Campeonato Mundial Sub17. CC= centrocampistas. ap<0.05: JJOO vs SUB20. bp<0.05: JJOO vs SUB17 En el peso no se hallaron tantas diferencias estadísticamente significativas (Figura 2). Así, el peso de las participantes de los JJOO fue superior a las del Sub17 (p=0.010). Si tenemos en cuenta las diferentes posiciones de juego, las porteras y las centrocampistas de los JJOO tuvieron un mayor peso que las del Sub17 (p<0.05). w w w . g i d e k i t . c o m 301 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 80,0 b 61,4 60,4 59,7 60,0 50,0 PORTERAS DEFENSAS CC DELANTERAS SUB17 SUB20 JJOO SUB17 59,8 SUB20 59,4 JJOO 61,3 SUB17 56,9 SUB20 59,0c JJOO 59,4b SUB17 60,3 SUB20 60,2 JJOO 60,6 20,0 SUB17 64,8 30,0 SUB20 65,4 40,0 JJOO 69,5b Peso (Kg) 70,0 TOTAL Figura 2: Peso de las jugadoras de fútbol de los diferentes campeonatos (TOTAL) y diferenciadas por puestos. JJOO= Juegos Olímpicos Pekín, SUB20= Campeonato Mundial Sub20, SUB17= Campeonato Mundial Sub17. CC= centrocampistas. ap<0.05: JJOO vs SUB20. bp<0.05: JJOO vs SUB17. p<0.05: SUB20 vs SUB17 Las porteras tuvieron una mayor talla y masa corporal en los tres campeonatos, con diferencias estadísticamente significativas (tablas 2, 4, 6). Además, en el campeonato mundial Sub17 las centrocampistas fueron las jugadoras con menor peso comparando con el resto de las posiciones de juego (p<0.05), tabla 6. Tabla 2: Media y desviación standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los Juegos Olímpicos divididas en sus posiciones de juego. Altura (cm) Peso (kg) N Media d.s. Media d.s. Porteras 24 174.04* 7.0 69.46* 4.9 Defensas 73 168.41 5.1 60.58 4.4 Centrocampista 66 166.64 6.9 59.41 5.2 54 167.28 6.7 61.31 6.3 61.39 Total 217 168.21 6.6 * p< 0.01: porteras vs defensas, centrocampistas y delanteras 6.0 s Delanteras 302 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Acerca de los resultados logrados en las competiciones, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en los JJOO (Tabla 3). Tabla 3. Media y desviación standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los Juegos Olímpicos divididas en sus posiciones de juego y agrupadas en relación a la clasificación final GRUPO 1 2 3 TOTAL Altura (cm) Media d.s. Media d.s. Media d.s. Media d.s. Porteras 173.50 2.5 176.40* 6.2 171.50 9.5 174.04 7.0 Defensas 168.76 2.7 169.56 5.2 166.62 5.8 168.41 5.1 CC 167.90 6.1 167.92 6.9 163.70 7.2 166.64 6.9 Delanteras 166.27 6.4 169.39 7.1 165.40 5.9 167.28 6.7 Total 168.46 5.3 169.80 6.7 166.01 6.9 168.21 6.6 Peso Porteras 68.83 4.1 72.50 4.7 66.12 3.6 69.46 4.9 (kg) Defensas 61.94 3.7 60.22 4.2 60.08 5.1 60.58 4.4 CC 60.50 4.5 59.65 6.3 58.00 3.8 59.41 5.2 Delanteras 62.09 7.3 62.74 5.6 59.25 6.3 61.31 6.3 59.94 5.5 61.39 6.0 Total 62.20 5.4 62.04 6.5 GRUPOS= equipos agrupados en función del resultado final: 1= 1º, 2º y 3º puestos; 2= 4º y 5º; 3= resto de los equipos. CC= centrocampistas. * p=0.016: grupo 2 vs grupo 3. Tabla 4. Media y desviación Standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los Campeonatos del Mundo Sub20 divididas en sus posiciones de juego. Altura (cm) N Media Peso (kg) d.s. Media d.s. Porteras 48 170.60* 6.4 65.43* 6.2 Defensas 99 166.14 6.9 60.22 5.8 103 164.26 5.5 58.95 5.1 85 164.20 6.4 59.56 6.3 165.71 6.6 Total 335 * p< 0.01: porteras vs defensas, centrocampistas y delanteras 60.41 6.2 Centrocampistas Delanteras En los Mundiales Sub20 la talla de las porteras de los equipos incluidos en el Grupo 2 fue superior al de las porteras de los equipos peor clasificados (p<0.05), ver tabla 5. w w w . g i d e k i t . c o m 303 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla 5. Media y desviación standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los Mundiales Sub20 divididas en sus posiciones de juego y agrupadas en relación a la clasificación final GRUPO 1 2 3 TOTAL Altura Porteras Media 169.66 (cm) Defensas 167.66 7.5 165.81 7.0 165.79 6.7 166.14 6.9 CC 165.80 5.0 163.00 5.3 164.29 5.8 164.26 5.5 Delanteras 163.71 5.2 165.06 5.7 163.73 7.3 164.20 6.4 Total 166.43 6.2 165.47 6.6 165.59 6.8 165.71 6.6 d.s. 6.6 Media 169.68 d.s. 7.4 Media 171.60 d.s. 5.7 Media 170.60 d.s. 6.4 Peso Porteras 66.11 8.7 64.62 5.7 65.73 5.7 65.43 6.2 (kg) Defensas 61.11 7.5 60.42 5.7 59.75 5.3 60.22 5.8 CC 58.42 4.5 59.77 6.4 58.74 4.7 58.95 5.1 Delanteras 58.35 5.7 61.90 6.4 58.26 6.2 59.56 6.3 61.31 6. 59.88 5.8 60.41 6.2 60.30 6.8 Total GRUPOS= equipos agrupados en función del resultado final: 1= 1º. 2º y 3º puestos; 2= 4º y 5º; 3= resto de los equipos. CC= centrocampistas. Tabla 6. Media y desviación Standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los Campeonatos del Mundo Sub17 divididas en sus posiciones de juego. Altura (cm) N Porteras 48 Defensas Centrocampistas Peso (kg) Media d.s. Media d.s. 169.83* 4.8 64.83* 7.0 6.6 60.32¥ 7.0 6.2 7.1 165.06 102 108 163.28 5.8 56.85# 78 163.76 6.7 59.75 Delanteras 164.87 6.5 59.72 7.2 Total 336 GRUPOS= equipos agrupados en función del resultado final: 1= 1º. 2º y 3º puestos; 2= 4º y 5º; 3= resto de los equipos. *p< 0.01: porteras vs defensas, centrocampistas y delanteras. ¥p< 0.05: defensas vs centrocampistas. #p< 0.05: centrocampistas vs delanteras En los Juegos Mundiales Sub17 (tabla 7) las porteras y las defensas del 2º Grupo fueron más altas que las del 3º Grupo (p=0.018 y 0.024 respectivamente). Además, tanto las defensas, las centrocampistas como las delanteras tuvieron una mayor masa corporal en los equipos mejor clasificados (1º Grupo) comparado con los otros dos grupos peor clasificados (p<0.5). 304 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Tabla 7. Media y desviación standard (d.s.) de la altura y el peso de las jugadoras de los Campeonatos del Mundo Sub20 divididas en sus posiciones de juego. GRUPO 1 2 3 TOTAL Media d.s. Media d.s. Media d.s. Media d.s. Altura Porteras 170.00 4.8 172.53* 4.8 168.08 4.3 169.83 4.8 (cm) Defensas 164.61 6.5 167.70* 6.5 163.62 6.4 165.06 6.6 CC 164.76 6.0 163.80 5.7 162.51 5.8 163.28 5.8 Delanteras 162.12 8.2 164.91 6.9 163.73 5.9 163.76 6.7 Total 164.79 6.9 166.45* 6.7 163.91 6.0 164.87 6.5 Porteras 69.00 9.1 64.53 7.0 63.45 5.8 64.83 7.0 Defensas 64.85$,Ұ 9.4 58.74 4.9 59.40 6.3 60.32 7.0 CC 61.70$,Ұ 8.4 55.54 6.8 56.19 4.1 56.85 6.2 Delanteras 66.12$,Ұ 6.7 57.75 7.3 58.34 5.8 59.75 7.1 Total 64.92$,Ұ 8.6 58.27 7.0 58.67 5.9 59.72 7.2 Peso (kg) GRUPOS= equipos agrupados en función del resultado final: 1= 1º, 2º y 3º puestos; 2= 4º y 5º; 3= resto de los equipos. CC= centrocampistas. *p<0.05: 2º grupo vs 3º grupo; $p<0.01: 1º; grupo vs 2º grupo; Ұp<0.001: 1º grupo vs 3º grupo 4. Discusión El presente estudio es relevante dado que se analizaron varias medidas antropométricas de todas las jugadoras de fútbol del más alto nivel mundial, participantes de los tres campeonatos más importantes del año 2008: Juegos Olimpicos de Pekin, Campeonato Mundial Sub20 y Campeonato Mundial Sub17. Además es novedoso porque no existe información acerca de las medidas antropométricas óptimas para las jugadoras de fútbol. Una de las limitaciones del estudio que podemos comentar es que los datos analizados son los ofrecidos por la FIFA en su página web, y por lo tanto, desconocemos la metodología seguida para determinar el peso y la altura. Sin embargo, ambas mediciones no presentan dificultades técnicas y su protocolo está ampliamente estandarizado. Los datos los facilitan las federaciones de cada nación tras los pertinentes reconocimientos médicos a las jugadoras por personal cualificado. Además, sería inviable para ningún equipo investigador la obtención de mediciones del gran número de selecciones nacionales que aquí se presentan y analizan. Por último añadir, que una metodología similar ha sido anteriormente aceptada y publicada (Bloomfield y cols, 2005). Se observó que las Jugadoras de los JJOO fueron más altas que las futbolistas de las otras dos competiciones, teniendo en cuenta a todas las jugadoras y también en las cuatro posiciones de juego. Los valores de las jugadoras de los JJOO son similares a los observados en jugadoras Suecas y Noruegas (Andersson y cols, 2008) y Danesas de 1ª División, incluso en este último estudio, comparando los diferentes puestos (Krustrup y cols, 2005). Sin embargo jugadoras senior de la 1ª Liga Inglesa (Polman y cols, 2004) y de la Superliga Española (Mujika y cols, 2009) tienen una talla similar a las jugadoras de los Mundiales Sub20. Comparado con población general, tomando como referencia la población norteamericana como se ha realizado en otros estudios (Malina y cols, 2000; Baxter-Jones y cols, 1995), las medidas de las participantes de los JJOO fue superior, sobre todo la w w w . g i d e k i t . c o m 305 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) altura, a la población general (20-29 años: 71.1 ± 0.5 kg y 162.5 ± 0.1 cm ) del estudio NANHES III (Odgen y cols, 2004). En las jugadoras más jóvenes la media tanto del peso como la estatura se sitúa en el percentil 50-75 en las jugadoras Sub20 y Sub17. Aunque, las porteras se encuentran en el percentil cercano al 90 en la talla, y en peso en el percentil 75 (datos de www.cdc.gov/growthcharts). El análisis de la masa corporal, a pesar de que demostró que de todas las jugadoras de cada campeonato las de los JJOO poseían un peso mayor, las diferencias no fueron tan evidentes. Así, el peso de las futbolistas de los JJOO fue inferior al peso de las futbolistas de la 1ª División Inglesa, Sueca y Noruega, aunque superior al de las futbolistas de 1ª división Danesa y de la Liga Española. Si embargo, hay que tener en cuenta que en los dos últimos equipos las porteras no estaban incluidas en el estudio. Los JJOO son probablemente la competición más importante en el fútbol femenino a nivel mundial por ello los datos observados en el estudio son muy relevantes. Podríamos pensar que la mayor talla en las jugadoras de los JJOO es debido al proceso de crecimiento relacionado con la edad, ya que son las jugadoras de dicho campeonato las mayores (edad media 24.6 años). Sin embargo, si observamos las tablas de crecimiento, en las mujeres aunque el peso puede seguir aumentando. la altura se estabiliza a los 17-18 años (www.cdc.gov/growthcharts). Así, podemos decir que existe una selección hacia las jugadoras con mayor altura para participar en el fútbol del máximo nivel. Por otro lado, respecto a las diferentes posiciones de juego, la división de las jugadoras en porteras, defensas, centrocampistas y delanteras puede ser motivo de crítica dado que en varios estudios los jugadores de fútbol se dividen en un número mayor de posiciones de juego (Nevill y cols, 2009; Sheldon y cols, 2009; Zubillaga, 2006). Sin embargo, los cuatro puestos propuestos es el modo que se ha realizado clásicamente en la literatura científica y está ampliamente aceptado (Sporis y cols, 2009; Bloomfield y cols, 2005). Además, son los puestos en los cuales divide la FIFA a los futbolistas participantes en diferentes torneos. En todos los campeonatos las porteras fueron las jugadoras de mayor talla y masa corporal, resultado que también se ha observado en jugadores hombres (Sporis y cols, 2009; Bloomfield y cols, 2005). Dicho perfil físico está estrechamente relacionado a la función de su posición de juego: la de evitar que los balones entren en la portería. Por ello, una jugadora de gran altura y envergadura tendrá mayor ventaja. Además, las centrocampistas tuvieron el menor peso de las jugadoras, siendo la diferencia estadísticamente significativa en los Mundiales Sub17. Krustrup y cols (2005) describieron a las futbolistas del centro del campo con una menor talla y peso, y también en lo futbolistas masculinos se ha descrito un perfil de jugador de menor talla y peso (Bloomfield y cols, 2005). Analizando más detenidamente cada campeonato y especialmente los resultados obtenidos por los equipos, observamos que los hallazgos más significativos se encuentran en las jugadoras de los Campeonatos Mundiales Sub17. Así, la masa corporal de las defensas, centrocampistas y delanteras mejor clasificadas fue superior respecto a las mismas posiciones de equipos peor clasificados. Es muy poco probable que esta diferencia esté basada en un mayor peso óseo, dado que a pesar de que puedan existir diferencias en la cantidad y calidad ósea, difícilmente puede llegar a establecer diferencias de 6-8 kg. Aunque la diferencia podría ser también debida a un mayor peso graso es poco probable dado que un porcentaje de grasa elevado ejerce un efecto negativo en el rendimiento deportivo. Si bien necesitaríamos diferentes y más complejas mediciones para confirmarlo, lo más probable es que sea un mayor peso muscular, ya que la masa muscular está 306 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte relacionada con una mayor velocidad y potencia de salto, y por lo tanto un mejor rendimiento en el fútbol. 5. Conclusiones Parece ser que la altura, y asociado a ella el peso, es una característica definitoria de las jugadoras de fútbol del máximo nivel mundial, probablemente debido a los procesos de selección hacia las futbolistas con mayor altura. Además, en las jugadoras más jóvenes (Sub17) la masa corporal, presumiblemente masa muscular, es importante para obtener una buena clasificación. Finalmente, hemos descrito un perfil físico definido para cada posición de juego, siendo las porteras las de un perfil más diferenciado. 6. Agradecimientos J.S.C es becario del Departamento de Educación. Universidades e InvestigaciónHezkuntza. Univertsitate eta Ikerketa Saila del Gobierno Vasco- Eusko Jaurlaritza (BFI08.51) 7. Referencias Andersson, H., Raastad, T., Nilsson, J., Paulsen, G., Garthe, I., & Kadi, F. (2008). Neuromuscular fatigue and recovery in elite female soccer: effects of active recovery. Medicine and Science of Sports and Exercise, 40(2), 372-380. Bangsbo, J. (1994). Energy demands in competitive soccer. Journal of Sports Science, 12 Spec No:S5-12. Baxter-Jones, A., Helms, P., Mafulli, N., Baines-Preece, J., & Preece M. (1995). Growth and development of male gymnasts, swimmers, soccer and tennis players: a longitudinal study. Annals of Human Biology, 22, 5,381-394. Bloomfield, J., Polman, R., Butterly, R., & O'Donoghue, P. (2005). Analysis of age, stature, body mass, BMI and quality of elite soccer players from 4 European Leagues. Journal of Sports Medicine and Physical Fitness, 45(1), 58-67. Casajús, J.A., & Aragonés, M.T. (1997). Estudio cineantropométrico del futbolista profesional español. Archivos de Medicina del Deporte 59, 177-184. Gil, S.M., Gil, J., Ruiz, F., Irazusta, A., & Irazusta, J. (2007). Physiological and anthropometric characteristics of young soccer players according to their playing position: relevance for the selection process. Journal of Strength and Conditioning Research, 21(2), 438-45. Krustrup, P., Mohr, M., Ellingsgaard, H., & Bangsbo, J. (2005). Physical demands during an elite female soccer game: importance of training status. Medicine and Science of Sports and Exercise, 37(7), 1242-1248. Malina, R., Peña-Reyes, M., Eisenmann, J., Horta, L., Rodrigues, J., & Miller, R. Height, mass and skeletal maturity of elite Portuguese soccer players aged 11-16 years. Journal of Sports Science, 18, 685-693. Maughan, R.J., & Shirreffs, S.M. (2007). Nutrition and hydration concerns of the female football player. British Journal of Sports Medicine, 41 Suppl 1, 60-63. Mujika I, Santisteban J, Impellizzeri FM, Castagna C. (2009). Fitness determinants of success in men's and women's football. Journal of Sports Science, 15, 27(2), 107-114. Nevill, A., Holder, R., & Watts, A. (2009). The changing shape of "successful" professional footballers. Journal of Sports Science, 27(5), 419-26. Ogden, C.L., Fryar, C.D., Carroll, M.D., & Flegal, K.M. (2004). Mean body weight. Height, and body mass index, United States 1960-2002. Adv Data, 27, (347), 1-17. w w w . g i d e k i t . c o m 307 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Polman, R., Walsh, D., Bloomfield, J., & Nesti, M. (2004). Effective conditioning of female soccer players. Journal of Sports Science, 22(2), 191-203. Reilly, T., Bangsbo, J., & Franks, A. (2000). Anthropometric and physiological predispositions for elite soccer. Journal of Sports Science, 18(9), 669-683. Sheldon, W., Wooster, B., Olsen, P., Boanas, P., Krustrup, P., & Bradley, P.S. (2009). Highintensity running in English FA Premier League soccer matches. Journal of Sports Science, 15, 27(2), 159-168. Shephard, R.J. (1999). Biology and medicine of soccer: an update. Journal of Sports Science 17, 757-786. Sporis, G., Jukic, I., Ostojic, S.M., & Milanovic, D. (2009). Fitness Profiling in Soccer: Physical and physiologic characteristics of elite players. Journal of Strength and Conditioning Research, 2009 Aug 20. Zubillaga. A. (2006). La actividad del jugador de fútbol e la alta competición: análisis de la variabilidad. Tesis doctoral Universidad de Málaga. 308 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 25 PARÁMETROS FISIOLÓGICOS DE UN HIMALAYISTA DE ÉLITE Gaizka Mejuto-Hidalgo, Julio Calleja-González, Josean Lekue, Xabier Leibar y Nicolás Terrados [email protected] Resumen La Altura Extrema (AE) y el himalayismo en estilo alpino como modalidad de ascensión son objeto de estudio reciente desde el punto de vista fisiológico. Objetivo: Analizar la evolución y la relación de los parámetros fisiológicos obtenidos en las pruebas de esfuerzo realizadas a NM de un himalayista de élite internacional, que coronó sin el uso de oxígeno suplementario las 14 montañas de más de ocho mil metros sobre el NM (SNM). Metodología: Se realizó una prueba de esfuerzo escalonada, progresiva, interválica y maximal en tapiz rodante y se registró VO2 max, FC y LA. Estas pruebas se realizaron a NM antes, después y fuera de las expediciones durante el período de tiempo que comprenden las últimas cinco expediciones antes de completar las catorce montañas de más de ochomil metros de altura SNM. Resultados: Nos indican que nuestro deportista no sufre variaciones significativas en relación al momento en el que se le realizan (pre, post y fuera de expedición) pero sí se observan correlaciones significativas (p<0.05) y muy significativas (p<0.01) intra variables e inter variables. Conclusión: La gran condición física de este deportista y posiblemente una gran capacidad para la aclimatación fruto en parte a su dilatada carrera alpinística, pueden ser la causa de que no sufra variaciones significativas en los parámetros analizados. Sin embargo, coincidiría con la bibliografía científica clásica en lo concerniente a la correlación entre los mismos. Palabras clave: Altura Extrema. Himalayismo. Fisiología. w w w . g i d e k i t . c o m 309 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción La altura extrema (AE) sitúa sus cotas por encima de los 5.500 m (Gallagher & Hacket, 2004) y dentro de sus especialidades, el himalayismo es una modalidad deportiva de ascenso a montañas situadas por encima de los 7.500 m y se caracteriza por encontrarse en el umbral de los límites de tolerancia a la hipoxia del ser humano (Cymerman et al., 1989). A una altura de 8.500 m la presión barométrica (PB) llega a ser un 70% menor que a nivel del mar (NM), pudiendo bajar en determinadas épocas del año a un 80% y obteniendo valores como en el Everest donde en los meses en los que se suele intentar ascender de octubre a mayo, los valores de PB oscilan entre los 251-253 Torr haciendo que la presión de oxígeno (O2) inspirado sea de 43 Torr, muy cerca del límite tolerado por el cuerpo humano (West, 1999). La HP crónica es el principal hándicap fisiológico al que se enfrentan quienes ascienden a AE, pero otros peligros como el de la temperatura extremadamente baja, la deshidratación y las radiaciones amenazan a aquellos deportistas que desafían estas cimas (West, 1999). Siendo la composición del aire igual que a NM, la presión que ejerce la molécula de O2 para entrar en la sangre es menor en AE debido a la menor PB. A esta situación se le añaden otros factores agravantes. El dióxido de carbono (CO2) y el vapor de agua disminuyen el oxígeno alveolar. Incluso a grandes alturas, el CO2 continúa siendo excretado en la sangre pulmonar al interior de los alveolos. También se evapora agua de las superficies al aire inspirado y por tanto, estos dos gases diluyen el O2 de los alveolos, reduciendo la concentración del mismo ( Guyton & Hall, 1998: 591). La frecuencia cardíaca (FC) en alta montaña, es un parámetro fisiológico que se ve afectado en situaciones de hipoxia y por encima de los 4.500 m llega a aumentar hasta un 136% (Hirata et al., 1991) para luego descender en su pico máximo (Lundby et al., 2001) bajo condiciones de HP aguda (seis semanas después de aclimatación a 5.400 m). Otros estudios como los llevados a cabo por la “Silver Hut Expedition” (Sutton et al., 1988) certifican lo anteriormente expuesto en pruebas de campo. La FC máxima (FCM) empieza a descender a la medida de 1 pul/min(-1) aproximadamente cada 7 mm/Hg menos de PB desde los 530mm/Hg, lo que correspondería a 130 m de desnivel a partir de los 3.100 m sobre NM (Lundby, 2001). En exposición a HP aguda el consumo máximo de O2 (VO2 máx) decrece debido a tres razones principalmente 1) Reducción de la presión de O2 inspirada, 2) Impedimento para el intercambio de gases pulmonares y 3) Reducción del rendimiento cardíaco máximo (Calbet et al., 2003). En el plano ventilatorio, cuando se realiza ejercicio físico en altitud, la ventilación se mantiene elevada por encima de los valores a NM para la misma carga de trabajo (Sutton et al., 1988; Bouissou et al., 1987). En este sentido, a partir de los 1.500 m se produce una disminución del VO2 máx al ser la PB inferior a los 650mm/Hg (Pancorbo, 2003) y aún en alturas de 2.500 m el VO2 máx empieza a caer entre un 5% y un 10% comparándolo con el NM (Cerretelli, 1980). En cuanto a investigaciones sobre datos antes de expedición y post expedición, es el trabajo publicado por Robach et al. (2000) en el que simulan el ascenso al Monte Everest con cámara hipobárica (COMEX, S.A.) de 8 hombres, el cual nos muestra que el VO2 máx llega a decrecer hasta un 59% a 7.000 m. Del mismo modo, Sutton et al. (1988) concluyen que la exposición a HP aguda no mejora el VO2 máx, a la vuelta a NM. Cabe señalar además que este parámetro puede verse alterado según sea la cantidad de masa muscular implicada en el ejercicio en situaciones de HP (Calbet et al., 2009). Por su parte, la concentración de lactato (LA) en AE es conocida por su baja concentración en sujetos bien aclimatados, aún cuando el ejercicio es de intensidad máxima (Sutton et al., 1988) surgiendo la teoría de la “paradoja del lactato”, la cual es a 310 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte día de hoy objeto de debate. El trabajo científico más reciente indica que no se suelen tener en cuenta dos cuestiones fundamentales: 1) La causa de la fatiga en AE, la cual puede no estar debida la baja LA (tanto en sangre como en los músculos) y 2) El paradójicamente bajo rendimiento cardíaco se mantiene en ejercicios de régimen maximal en HP extrema. Quizá esto se deba a que el reclutamiento de músculo esquelético decae en AE como adecuación para una correcta oxigenación del cerebro (Noakes, 2009). Estudios que confirman la baja LA en AE son las de Sutton (Sutton et al., 1988), mostrando que en altitudes por encima de los 7.500 m no se superan los 4 mmol/L de LA. Sin embargo, Brooks et al. (1998), demuestran que la LA y “paradoja de LA” se debe a más factores a parte de la propia hipoxemia que sufren los músculos, como la epinefrina circulante o el lactato liberado de los músculos implicados en el ejercicio. En cualquier caso, hoy día es fuente de controversia entre los expertos y el debate sigue abierto. Analizar la evolución y la relación de los parámetros fisiológicos de un himalayista de élite internacional, que coronó sin el uso de oxígeno suplementario las 14 montañas de más de ocho mil metros sobre el NM (SNM). 2. Material y método El tipo de estudio realizado es de carácter científico, longitudinal prospectivo y de un caso. Las variables estudiadas responden a parámetros fisiológicos (FC, LA, VO2 máx). La toma de dichos datos se ha realizado a NM. Se han analizado los cambios producidos en dichas variables durante las últimas cuatro expediciones antes de completar los 14 ochomiles. 2.1 Sujeto Nuestro sujeto es español, de raza caucásica e himalayista de élite. Uno de los pocos alpinistas en el mundo que ha culminado con éxito los 14 picos más altos del planeta (Tabla 1) (alguno de ellos en más de una ocasión) y todos ellos sin el empleo de O2 suplementario. Fecha (dd-mm-aaaa) Edad (años) Pico Altitud (m) 30-09-1991 22 Makalu 8.465 25-09-1992 23 Everest 8.848 26-05-1994 25 K2 (Chogori) 8.611 11-09-1995 26 Cho Oyu 8.201 27-09-1995 26 Lhotse 8.516 06-05-1996 27 Kanchenjunga 8.586 11-10-1996 27 Shisha Pangma 8.046 13-07-1997 28 Broad Peak 8.047 22-05-1998 29 Dhaulagiri 8.167 29-07-1999 30 Nanga Parbat 8.125 25-04-2000 31 Manaslu 8.163 28-07-2000 31 Gasherbrum II 8.035 08-07-2001 32 Gasherbrum I 8.068 16-05-2002 33 Annapurna 8.091 TABLA 1. Cronología de la coronación de las 14 montañas de más de ocho mil metros SNM por nuestro deportista. Todos ellos sin utilización de O2 suplementario. w w w . g i d e k i t . c o m 311 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) A continuación (Tabla 2) se describen los datos obtenidos a partir de los tests realizados durante el tiempo que comprende el período de estudio (Noviembre 1999 – Mayo de 2004) en el CPT-Fadura-Getxo (Bizkaia). FISIOLOGÏA Variable (Ud. Medida) Media ± SD Edad (años) 33.93 ± 1.5 Talla (cm) 187 ± 0.0 Peso (kg) 73.79 ± 1.3 Porcentaje de Grasa Corporal (%) 6.027 ± 0.2 Índice Masa Corporal (kg/m2) 21.10 ± 0.4 FCR (latidos/minuto-1) 80.2 ± 8.2 FCSM (latidos/minuto-1) 179.66 ± 5.4 FCM (latidos/minuto-1) 183,21 ± 4.9 VO2 máx (ml/kg/min-1) 71.50 ± 5.3 LAR (mmol/L) 0.726 ± 0.1 LAM (mmol/L) 6.708 ± 0.9 RQ (ml/kg/min-1) 0.801 ± 0.1 TABLA 2. Datos de nuestro sujeto.Leyenda: FCR: Frecuencia cardíaca en reposo, FCSM: Frecuencia cardíaca submáxima, FCM: Frecuencia cardíaca máxima, VO2 máx: Consumo máximo de oxígeno, LAR: concentración de lactato en reposo, LAM: máxima concentración de lactato, El sujeto y sus entrenadores fueron informados de los procesos experimentales así como de los estudios que se iban a realizar con él, el cual accede con su consentimiento por escrito. Estos fueron aprobados por el comité ético otorgando su consentimiento a participar en el proyecto y conforme a la Declaración de Helsinki. Así mismo, el CPT de Fadura-Getxo incluye en sus procedimientos el cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999 del 13 de diciembre de Protección de datos de Carácter Personal (LOPD). 2.2. Instrumentos y medidas La FC fue registrada mediante el cardiofecuenciómetro POLAR TEAM® Advantage (Polar, Finland) HR monitors. Las mediciones de composición y volúmenes del aire espirado se realizaron con un equipo Jaeger Oxycon Pro® (Würzberg, Alemania). Para determinar el análisis de LA en sangre periférica se ha utilizado una aguja pipeteadorapipeta YSI modelo 1500®, calibrado con las soluciones estándar de 5 y 15 mmol/L-1, suministrados asimismo por el fabricante. Posteriormente las muestras se analizaron en el analizador de lactato YSI 1500® (Sport Yellow Springs Instrument, OH, USA). El protocolo seguido en las visitas del deportista al centro donde se le realizó el seguimiento es el siguiente: Las visitas al centro (Tabla 3) se realizaban antes de expedición, después de expedición y como control de las mismas fuera de objetivos siguiendo este protocolo: 1. Extracción de sangre en ayunas a las 8:30 am, en el CPT. 2. Toma de medidas cineantropométricas a las 8:45 am, en el CPT. 312 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 3. Prueba de esfuerzo. 10:00 am. La cual consistía en una prueba ergométrica escalonada, progresiva, interválica, maximal (EPIM) en tapiz rodante. Se realizan incrementos similares de intensidad con intervalos constantes de tiempo. Ofrece una correlación lineal entre la carga y el VO2 máx. Se inicia con una velocidad en el tapiz rodante de 8.5 kilómetros por hora (KMH) y una inclinación del 1.5% (estadío I) y cada 3 minutos se aumentan progresivamente 2 KMH; 10 KMH, (estadío II); 12 KMH, (estadíoIII); 14 KMH, (estadío IV); 16 KMH, (estadío V); 18 KMH (estadío VI) y 20 KMH (estadío VII) hasta el agotamiento. Entre estadíos la duración de la pausa es de 1 minuto. La medición de parámetros fisiológicos se producía en situación de reposo y durante los estadíos antes descritos hasta el agotamiento (intensidad máxima). Para el análisis de LA, se procedía a pinchar el lóbulo en las pausas entre los estadíos mientras el sujeto permanecía fuera del tapiz. En Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Oct Nov Dic TAB LA 3. Cron ologí a de las visita s de nues tro depo rtista al CPT Fadura-Getxo (Vizcaya). Leyenda: Visita antes de expedición. Visita después de expedición Logro deportivo. Cima en un montaña de más de ocho mil metros SNM. Visita control fuera de temporada. 2.3. Análisis estadístico Los resultados de nuestro estudio se expresan como media ± desviación estándar (SD). La relación entre los valores obtenidos en los test se evaluó mediante una correlación lineal bivariada (coeficiente de Pearson). La prueba para comparar las variables fisiológicas y antropométricas con el momento de la temporada (antes, después y en ausencia de expedición) fue la T-Student para muestras relacionadas. Para el análisis longitudinal en el tiempo de las variables, se empleó el análisis multifactorial de la varianza ANOVA. Los niveles de significación son significativos cuando p<0.05(*) o muy significativos cuando p<0.01(**). El software utilizado para el análisis fue el paquete estadístico SPSS 15.0. 3. Resultados Se analizaron los datos obtenidos de un total de 15 visitas al CPT Fadura-Getxo (Vizcaya) extrayendo los siguientes resultados. 3.1. FC No se observan diferencias significativas en este parámetro en sus diferentes manifestaciones FCR, submáxima (FCSM) y máxima (FCM) en relación al momento de realización del test, pre-expedición, post-expedición y fuera de expedición durante el período de estudio. Tampoco se observan diferencias significativas en su evolución pero sí se observan correlaciones intra-variable (FCM vs. FCSM*; e inter-variable (FCM vs. LAM** (Gráfico 1)). w w w . g i d e k i t . c o m 313 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 9.00 n=13 p<0.01 L Máx (mmol/L) 8.00 7.00 6.00 R Sq Linear = 0.517 5.00 170 175 180 185 190 195 FC Máx (Latidos/minuto) FIGURA 1. Correlación entre la FCM y LAM. Leyenda. n= número de casos. P<0.01: Nivel de correlación muy significativo. 190 n=13 FC Sub Máx (Latidos/minuto) p<0.05 185 180 FC Máx (Latidos/minuto) FIGURA 2. Correlación entre FCM y FCSM. Leyenda. n= número de casos. P<0.01: Nivel de correlación muy significativo. 175 R Sq Linear = 0,374 170 170 175 180 185 190 195 FC Máx 314 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte FIGURA 3. Evolución de los parámetros fisiológicos. 3.2. VO2 máx No se observan diferencias significativas en este parámetro en relación al momento de realización del test, pre-expedición, post-expedición y fuera de expedición durante el período de estudio. Tampoco se observan diferencias significativas en su evolución ni se correlaciona significativamente con otras variables del estudio. 3.3. LA No se observan diferencias significativas en este parámetro en sus diferentes manifestaciones LA en reposo (LAR) y LA máxima (LAM) en relación al momento de realización del test, pre-expedición, post-expedición y fuera de expedición durante el período de estudio. Tampoco se existen diferencias significativas en su evolución pero se correlaciona significativamente con la FCM (FCM vs. LAM*) (Ver Figura 1). 4. Discusión Aunque no se ha hallado bibliografía referente a análisis longitudinales con himalayistas de élite a NM, los estudios realizados antes y después de expediciones expresan datos en concordancia y discrepancia con los aportados por nuestro trabajo. En todo caso, aún a día de hoy, la AE es fuente de controversia en algunos de los parámetros analizados, fisiológicos y cineantropométricos. Éste es el primer trabajo que recoge esos parámetros y los analiza a NM a través del tiempo en un himalayista de élite. La FC en AE es tratada tradicionalmente como un parámetro fisiológico a estudiar en altura durante las expediciones y excepcionalmente a NM antes y/o después de expedición como en los casos de la Everest Expedition II (Cymerman et al., 1989) (EEII) y Everest Expedition III (Robah et al., 2000) (EEIII) pero sin un seguimiento exhaustivo a lo largo de la vida deportiva de los sujetos a NM (Figura 3). En nuestro caso, no observamos w w w . g i d e k i t . c o m 315 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) diferencias significativas entre el momento de realización de los test, pre-expedición, postexpedición y fuera de ella. Estos datos concuerdan con los aportados por la EEIII, donde tampoco existen diferencias significativas en este sentido (Tabla 4). Tampoco aparecen diferencias significativas de forma longitudinal durante el período que comprende nuestro estudio, algo que no se ha podido contrastar por la falta de publicaciones al respecto. Se observa una correlación significativa bilateral entre FCSM vs. FCM* (179.67 ± 5.4 vs. 183.21 ± 4.9 p/m) (p<0.05) (Figura 2), y muy significativa entre FCM vs. LAM** (183.21 ± 4.9 p/m vs. 6.7 ± 0.9) (p<0.01) como se observa en la Figura 1. Estos datos van en la misma dirección de los trabajos clásicos de la fisiología del entrenamiento los cuales confirman la relación FCM vs LAM en ejercicios de máxima intensidad (Tanaka, 1990; Bangsbo, 1994; Saltin, 1995). El VO2 máx es uno de los parámetros más utilizados en la teoría del entrenamiento para determinar la intensidad de un ejercicio (Andersen & Saltin, 1985; Bangsbo et al., 1990; Stirling et al., 2005) y junto con el umbral anaeróbico son los dos parámetros más comúnmente utilizados en la valoración del estado de la capacidad aeróbica y de la reserva funcional cardiorrespiratoria (Calderón, 2007). Los datos obtenidos a partir de nuestro análisis señalan que no se producen cambios significativos en este parámetro pre, post y fuera de expedición ni durante su evolución en el tiempo, así como tampoco se dan correlaciones entre ellos, contraponiéndose así a los datos mostrados por Robach et al. (2000), donde sí se producen cambios significativos, reduciéndose el VO2 máx cuando los sujetos retornan a NM aunque la prueba de esfuerzo que realizaron fue en un cicloergómetro y la altitud a la que se expusieron fue de 5.320 m, muy por debajo de la AE a la que se somete nuestro deportista . Así mismo la segunda toma de datos después de la simulación de la ascensión se realizó en un intervalo de tiempo muy próximo (12 días), a diferencia de nuestro sujeto, el cual realizaba los test a su vuelta de las expediciones con transcursos de tiempo más amplios y variables. En el mismo sentido, para el citado estudio, se simuló la ascensión en cámara hipobárica (COMEX, S.A.) y no a montaña abierta, lo cual podría deberse a dos razones, la primera el fallo en la normalización del rendimiento cardíaco y la segunda, una redistribución del propio rendimiento a tejidos no ejercitados (Calbet et al., 2003). La LA es un parámetro fisiológico objeto de debate en AE a día de hoy por sus bajas concentraciones aún en ejercicios de máxima intensidad (West, 2007). A NM, no existen trabajos que sigan la evolución de dicha variable en himalayistas de élite. Nuestro grupo de investigación, no observan diferencias significativas en sus dos manifestaciones LAR y LAM entre el momento de realización de la prueba, pre-expedición (LR 0.77 ± 0.1 mmol/l y LAM 7.07 ± 1.2 mmol/l) vs. post-expedición (LR 0.63 ± 0.0 mmol/l y LAM 6.80 ± 0.9 mmol/l) vs. fuera de expedición (LR 0.77 ± 0.1 mmol/l y LAM 6.33 ± 0.6 mmol/l) (NS). Estos datos no coincidirían con los publicados por Robach et al., extraídos de la EEIII, donde las diferencias significativas aparecen en los valores del LAM tanto para el grupo de control (GC) como para el tratado con expansión de volumen plasmático (VPX) vs. preexpedición y vs. post expedición (Tabla 4) puede que debido al alto estado de entrenamiento de nuestro deportista. Tampoco se presentaron diferencias en su evolución a través del tiempo (Figura 3), pero sus valores se correlacionan muy significativamente con la FCM, como se ha comentado anteriormente y se puede observar en la Figura 1. 316 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte TABLA 4. Diferentes estudios Pre, Post, Fuera de Expedición en AE. Leyenda: Valores expresados en ± SD. Antes: Antes de expedición. Después: Después de expedición. FE: Fuera de expedición. PVX: Grupo Expansión Volumen Plasmático. CG: Grupo control. EE II: Everest Expedition II, EE III: Everest Expedition III. * Nivel de significación p<0.05. Estudio VO2máxml-1/kg/min-1 Cymerman y col. 1989 (EEII) Robach y col. 2000 (EEIII) Antes FCRFCMp/m LARLAMmmol/l 49.1±2.9 175±6 PVX 4201±514(l/min) 68±7192±8 CG 4210±577(l/min) 68±11191±5* 71.54±3.3 77.00±9.9 184.00±7.07 Nuestro estudio Estudio RQml-1/kg/min-1 1.31±0.04 1.8±0.3 15.1±3.5* 1.7±0.6 15.0±2.6* 0.77±15 7.07±1.26 0.79±0.4 Después VO2máxml-1/kg/min-1 Cymerman y col. 1989 (EEII) Robach y col. 2000 PVX (EEIII) CG Nuestro estudio FCRFCMp/m 42.5±2.6 166±6 3623±374*(l/min) 3612±538*(l/min) 75.53±1.04 Estudio VO2máxml-1/kg/min-1 Cymerman y col. 1989 (EEII) Robach y col. 2000 PVX (EEIII) CG Nuestro estudio LARLAMmmol/l 73±12187±6* 74±8191±10* 84.75±10.72 183.17±5 RQml1 -1 /kg/min 1.16±0.06 1.08±0.712.3±2.6* 1.8±0.512.6±2.2* 0.63±0.07 6.80±0.96 FE FCRFCMp/m LARLAMmmol/l 0.85±0.10 RQml-1/kg/min-1 - - - - 69.46±7.03 79.83±4.07 183.17±3.31 0.74±10 6.33±0.60 0.77±10 Todos estos valores fisiológicos están en consonancia con los aportados por Burtscher et al. (2009), donde se observa una economía cardiorrespiratoria y unos niveles de LA similares a las obtenidas de un himalayista que corona con éxito el Everest en estilo alpino (al igual que lo hace nuestro deportista) y sin la utilización de O2 suplementario. En conclusión, podemos afirmar que este sujeto no experimenta cambios significativos después del análisis de los datos fisiológicos realizados a NM de forma continuada antes, después y en ausencia de expedición, ni dichos parámetros sufren alteraciones con el paso del tiempo. Su perfil fisiológico muestra una alta eficiencia cardiorrespiratoria y niveles bajos de acumulación de LA, posiblemente por una gran capacidad oxidativa. Limitaciones del estudio La principal limitación es que se estudió a un solo sujeto, pero sus características excepcionales lo justifican. Otra limitación es la complejidad y el tiempo que suponen estas expediciones, por lo que la valoración del deportista se ha realizado tan exhaustivamente como ha sido posible. w w w . g i d e k i t . c o m 317 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Agradecimientos Los autores del artículo agradecen la colaboración del equipo técnico y médico del Centro de Perfeccionamiento Técnico de Fadura (Getxo) de la Dirección de Deportes del Gobierno Vasco y al deportista a quien se le ha realizado el seguimiento. 5. Referencias Andersen P. and Saltin B. (1985). Maximal perfusion of skeletal muscle in man. J Physiol; 366: 233-249. Bangsbo J., Gollnick P.D., Graham T.E., Juel C., Kiens B., Mizuno M. and Saltin B. (1990). Anaerobic energy production and O2 deficit-debt relationship during exhaustive exercise in humans. J Physiol; 422: 539-559. Bangsbo J., Graham T., Johansen L. and Saltin B. (1994). Muscle lactate metabolism in recovery from intense exhaustive exercise: impact of light exercise. J Appl Physiol; 77: 1890-1895. Bouissou P., Guezennec C.Y., Defer G. and Pesquies P. (1987). Oxygen consumption, lactate accumulation, and sympathetic response during prolonged exercise under hypoxia. Int J Sports Med; 8: 266-269. Brooks G.A., Wolfel E.E., Butterfield G.E., Cymerman A., Roberts A.C., Mazzeo R.S. and Reeves J.T. (1998). Poor relationship between arterial [lactate] and leg net release during exercise at 4,300 m altitude. Am J Physiol; 275: R1192-R1201. Burtscher M., Gatterer H. and Domej W. (2009). Physiological basis to climb Mt. Everest in one day. Respir Physiol Neurobiol; 166: 3. Calbet J.A., Boushel R., Radegran G., Sondergaard H., Wagner P.D. and Saltin B. (2003). Determinants of maximal oxygen uptake in severe acute hypoxia. Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol; 284: R291-R303. Calbet J.A., Boushel R., Radegran G., Sondergaard H., Wagner P.D. and Saltin B. (2003). Why is VO2 max after altitude acclimatization still reduced despite normalization of arterial O2 content? Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol; 284: R304-R316. Calbet J.A., Radegran G., Boushel R. and Saltin B. (2009). On the mechanisms that limit oxygen uptake during exercise in acute and chronic hypoxia: role of muscle mass. J Physiol; 587: 477-490. Calderón C., Feriche B., Chirosa L., Delgado M., Fernández J.M., Lisbona O. and Álvarez J. (2007). Validez de la pendiente de eficiencia del consumo máximo de oxígeno en hipoxia moderada. Arch Med Dep; 121: 385. Cerretelli, P. (1980). Gas exchange at high altitude. In: West JB. , editor. Pulmonary Gas Exchange. New York: Academic Press; pp. 97–147. Cymerman A., Reeves J.T., Sutton J.R., Rock P.B., Groves B.M., Malconian M.K., Young P.M., Wagner P.D. and Houston C.S. (1989) Operation Everest II: maximal oxygen uptake at extreme altitude. J Appl Physiol; 66: 2446-2453. Gallagher S.A. and Hackett P.H. (2004). High-altitude illness. Emerg Med Clin North Am; 22: 329-55. Guyton A. and Hall J. (1998). Tratado de Fisiología Médica. México D.F.: Mc Graw-Hill; 591-594. Hirata K., Ban T., Jinnouchi Y. and Kubo S. (1991). Echocardiographic assessment of left ventricular function and wall motion at high altitude in normal subjects. Am J Cardiol; 68: 1692-1697. Lundby C., Araoz M. and van Hall G. (2001). Peak heart rate decreases with increasing severity of acute hypoxia. High Alt Med Biol; 2: 369-376. 318 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Noakes T.D. (2009). Evidence that reduced skeletal muscle recruitment explains the lactate paradox during exercise at high altitude. J Appl Physiol; 106: 737-738. Pancorbo A.E. (2003). Planificación y control del entrenamiento en la altura media para deportistas de alto nivel (I). Arch Med Dep XX (97); 443-447. Pugh L.G. (1964). Man at high altitude: studies carried out in the Himalaya. Sci Basis Med Annu Rev; 32-54. Robach P., Dechaux M., Jarrot S., Vaysse J., Schneider J.C., Mason N.P., Herry J.P., Gardette B. and Richalet J.P. (2000). Operation Everest III: role of plasma volume expansion on VO(2)(max) during prolonged high-altitude exposure. J Appl Physiol; 89: 29-37. Saltin B., Larsen H., Terrados N., Bangsbo J., Bak T., Kim C.K., Svedenhag J. and Rolf C.J. (1995). Aerobic exercise capacity at sea level and at altitude in Kenyan boys, junior and senior runners compared with Scandinavian runners. Scand J Med Sci Sports; 5: 209-221. Stirling J.R., Zakynthinaki M.S. and Saltin B. (2005). A model of oxygen uptake kinetics in response to exercise: including a means of calculating oxygen demand/deficit/debt. Bull Math Biol; 67: 989-1015. Sutton J.R., Reeves J.T., Wagner P.D., Groves B.M., Cymerman A., Malconian M.K., Rock P.B., Young P.M., Walter S.D. and Houston C.S. (1988). Operation Everest II: oxygen transport during exercise at extreme simulated altitude. J Appl Physiol; 64: 13091321. Tanaka K. (1990). Lactate-related factors as a critical determinant of endurance. Ann Physiol Anthropol; 9: 191-202. West J.B. (1999). Recent advances in human physiology at extreme altitude. Adv Exp Med Biol; 474: 287-296. West J.B. (2007). Point: the lactate paradox does/does not occur during exercise at high altitude. J Appl Physiol; 102: 2398-2399. w w w . g i d e k i t . c o m 319 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 320 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte ÁREA TEMÁTICA: CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO w w w . g i d e k i t . c o m 321 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 322 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 26 ESTUDIO COMPARATIVO EN FUNCIÓN DEL GÉNERO DE LA PERCEPCIÓN DE LA EDUCACIÓN FÍSICA EN CENTROS PÚBLICOS. Juan Antonio Conejo Sobrino, Alfonso Castillo Rodríguez, Javier Leiva Arjona y Pedro Jesús Ruiz Montero [email protected] Resumen Esta investigación se centra en el pensamiento de los alumnos hacia la Educación Física de centros de Educación Primaria Públicos, utilizando el Cuestionario para el Análisis de la Satisfacción en Educación Física (C.A.S.E.F.). Se realiza a una muestra de 104 estudiantes (siendo 59 niñas y 45 niños) de 3º ciclo de Primaria en la provincia de Málaga. Para el análisis de resultados hemos realizado estadísticos descriptivos de todas las variables. Utilizando como variable dependiente el género del alumnado y de variables independientes: bloques de contenidos, actitud del profesor, expectativas del alumnado y evaluación de la asignatura por el alumnado. Las conclusiones obtenidas reflejan un interés por parte del alumnado acerca de que el docente sea agradable, alegre y justo, mientras que existen diferencias en cuanto que los alumnos requieren una mayor motivación activa del profesorado, mientras las alumnas prefieren que las corrijan más durante la clase, y el nivel de dificultad de los ejercicios sea bajo. En ninguno de ambos casos tanto alumnos como alumnas substituirían las clases de Educación Física por otras. Palabras clave: Educación Física, percepción, motivación. w w w . g i d e k i t . c o m 323 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción El estudio de la percepción y motivación en relación con las actitudes y creencia que las alumnas y alumnos muestran hacia las clases de Educación Física continúan siendo un tema de gran interés, tal y como muestran los estudios más recientes (Chen, 2001) (Moreno y Hellín, 2001a, 2001b) (Weiss y Ferrer, 2002). En todas estas investigaciones se ha tratado de determinar, entre otras cosas, los elementos que están relacionados con la valoración y el interés que los alumnos tienen hacia las clases de Educación Física. En cuanto al estudio sobre el género del profesorado de Educación Física, resulta ser relevante, sobretodo en la formación de las actitudes del alumnado hacia la asignatura. En un estudio llevado a cabo en Gran Bretaña sobre la Educación Física se pone de manifiesto la diferencia existente en cuanto al sexo acerca de la manera de cómo y qué enseñar, mostrando unos resultados que nos advierten que el género del profesorado resulta ser relevante en la formación de las actitudes hacia la Educación Física (Scraton, 1989). En diversos estudios sobre actitudes (Earl y Stennett, 1987) (Luke y Sinclair, 1991) (Fernández, 1995) (Hellín y Moreno, 2001a, 2001b), el grado de satisfacción hacia la Educación Física se ve condicionado por factores como el contenido del currículo, la práctica deportiva, tanto del alumno como de su familia, el género del profesor y del alumno, la fuerte socialización del fenómeno físico-deportivo favorecida por los medios de comunicación y principalmente la importancia que los alumnos le conceden a la Educación Física dependiendo de las características del profesor. Otros estudios, indican que los alumnos cuyo educador es de género masculino, valoran más la asignatura y al profesor que cuando es de género femenino, considerando además más difícil la asignatura en este último caso (Stewart, Green y Huelskamp, 1991). Los trabajos revisados parecen mostrar que la labor del docente, y la forma en la que éste estructura y presenta las tareas a realizar, se relaciona con el grado de motivación y el sistema de creencias que los alumnos presentan hacia las clases de Educación Física. Sin embargo, queda por acotar la influencia de la actitud del profesor en el pensamiento del alumno hacia la educación física de forma más precisa en las dimensiones prácticas que definen este proceso de influencia (Moreno y Cervelló, 2004). Así se intenta determinar hasta que punto la actitud del profesor (p.e. el grado de entusiasmo que éste presenta en el desempeño profesional de las clases) se relaciona con las actitudes y creencias que el alumno manifiesta hacia las clases de Educación Física (Pieron, 1988). También, en otra investigación se intentó determinar, en el ámbito deportivo, el perfil comportamental del entrenador entusiasta en el terreno deportivo. Los resultados, llevaron a categorizar un perfil comportamental del entrenador entusiasta, pero no determinó, debido a la metodología observacional utilizada, las relaciones que se establecían entre el perfil comportamental y la valoración que los alumnos hacían de este perfil (Rosado, Campos y Aparicio, 1996). Por otro lado, se destaca la importancia del comportamiento del profesor en el desarrollo de actitudes positivas por parte de los alumnos hacia la Educación Física (Aicinema, 1991). De hecho, está demostrado que a mayor conocimiento específico de la materia por parte del profesor un mayor número de actitudes positivas suscitará en el alumnado (Rice, 1988). En dos recientes trabajos, en un intento de comprobar la satisfacción de los alumnos con la Educación Física, se analizan a 911 alumnos de primer ciclo de Educación Primaria confirmando que independientemente de si la Educación Física gusta más o menos, se demuestra una vez más la motivación del alumno al querer asistir a las clases debido al gusto por las mismas (Moreno, Sánchez, Rodríguez, Prieto y Mula, 2002a, 2002b). Además, la actitud del profesor de educación física en el alumnado lo condiciona 324 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte directamente en que éstos realicen actividades físicas extraescolares, que manifiesten un mayor gusto y valoren más la actividad física en su tiempo de ocio (Moreno y Cervelló, 2004). Una de las principales conclusiones a destacar en estos trabajos es que aquellos alumnos que tienen un educador de género masculino manifiestan una mayor predilección hacia las clases de Educación Física. Y también que los alumnos le dan más importancia a la Educación Física cuando perciben que su educador tiene un carácter democrático, comprensivo, bueno, alegre, justo, agradable y acepta la iniciativa individual de los alumnos. Así, los objetivos del artículo son: a) Comprobar el grado de satisfacción que tienen los alumnos hacia la Educación Física; b) Analizar el Rol del Profesor; c) Determinar la importancia y evaluación de la Educación Física por parte del alumnado. 2. Método 2.1. Muestra La muestra se compone de 104 (siendo 59 niñas y 45 niños) sujetos de tercer ciclo de Educación Primaria. Las edades van desde los diez hasta los 12 años. Hemos determinado un margen de error de ± 3 y un nivel de confianza del 95,5 %. En cuanto a la titulación del educador, el 73 % (de los cuales 42% son mujeres, mientras que el 68% del profesorado encuestado son hombres) del profesorado de los centros son diplomados en Educación Física y el 27 % son Licenciados en CAFYD (Ciencias de Actividad Física y Deporte). 2.2. Instrumento Para la recogida de datos sobre la satisfacción de los sujetos en las clases de Educación Física se ha utilizado el Cuestionario para el Análisis de la Satisfacción en la Educación Física CASEF (Moreno y Cols, 2002). La fiabilidad del cuestionario se comprobó a través del cálculo del coeficiente Alpha de Cronbach, siendo este aceptable (alpha= .91). A continuación se muestran los distintos ítems del cuestionario CASEF. 2.3. Análisis estadístico Para la obtención de los resultados han sido realizados estadísticos descriptivos de todas las variables (llevando a cabo análisis de medias, desviaciones típicas y análisis de varianza). Utilizando como variable dependiente el género del alumnado y de variables independientes: bloques de contenidos, actitud del profesor, expectativas del alumnado y evaluación de la asignatura por el alumnado. Los datos obtenidos fueron tratados estadísticamente utilizando el software SPSS 15.0 para Windows. 3. Resultados Los resultados recogidos en los distintos ítems de los cuestionarios han sido agrupados en tres bloques (Grado se satisfacción del alumnado hacia la Educación Física, Rol del profesor de Educación Física y Práctica de Actividad Física y evaluación de la asignatura) para una mejor evaluación y comprensión de los resultados. Estos tres bloques así como sus resultados vienen dados por el análisis de los siguientes datos: 3.1. Grado de satisfacción del alumnado hacia la Educación Física. En relación a la consideración de los alumnos/as hacia la Educación Física es de “Muy Importante” en el 45.7% de los casos (21) e “Importante” en el 39.1% (18), w w w . g i d e k i t . c o m 325 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) gustándole mucho la asignatura al 34% (73.9), mientras que las alumnas la consideran “Muy Importante” el 75.4% (43) e “Importante” en el 19.3% (11), mostrando una preferencia alta o muy alta en el 96.5% (55). Mientras que tanto alumnos como alumnas consideran “Normal” la importancia de la asignatura en un menor porcentaje, siendo de 15.2% (7) y 5.3% (3) en alumnos y alumnas, respectivamente. En cuanto a los contenidos preferidos de la Educación Física en función del sexo, podemos distinguir las siguientes preferencias: Tabla 1. Bloques de contenidos preferidos por el alumnado en el área de educación física. Alumnos N % 17 37 37 80.4 8 17.4 18 39.1 Condición Física y Salud Juegos y Deportes Expresión Corporal Actividades en el Medio Natural Alumnas N % 25 43.9 38 66.7 8 14 19 33.3 La gran mayoría de las alumnas, el 98.2% (56), no querrían dar menos horas semanales de Educación Física, además, el 78.9% (45) del alumnado no elegiría otra asignatura en su lugar. Mientras que en los alumnos el resultado sería del 89.1% (41) y del 87% (40) respectivamente. Indicar que los bloques de contenidos de condición física y Salud, Juegos y Deportes, ocupan una temporalización mayor que los contenidos de expresión corporal y actividades en el medio natural, por lo que habría que tener en cuenta en la valoración que los alumnos/as hacen de los contenidos. En la figura 1 se muestra la distribución porcentual de la decisión ante la posibilidad de asistir o no a las clases de Educación Física en ambos sexos. Se observa que la gran mayoría (78.3% de los alumnos y el 78.9% de las alumnas), ante esta posibilidad, seguiría asistiendo a clases de esta asignatura. Alum nos Alum nas SI 22% SI 21% SI SI NO NO NO 78% NO 79% Figura 1. Distribución porcentual de la decisión ante la posibilidad de asistir o no a las clases de Educación Física. 326 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 3.2. Rol del profesor de Educación Física. En la siguiente tabla se presentan los resultados obtenidos con respecto al Rol del Profesor en las clases de Educación Física: Tabla 2. Actitud del Profesor en las clases de educación física. Alumnos N % 31 67.4 13 28.3 8 17.4 9 19.6 1 2.2 13 28.3 Bueno/a Agradable Justo/a Comprensivo/a Democrático/a Alegre Alumnas N % 32 56.1 22 38.6 15 26.3 5 8.8 6 10.5 23 40.4 En la tabla 3 podemos comprobar las diferentes expectativas que sobre el profesor tienen el alumnado: Tabla 3. Expectativas del alumnado sobre el Profesorado. Alumnos N % 17 37 22 47.8 9 19.6 12 26.1 17 37 9 19.6 14 30.4 Mayor participación en clase Mayor motivación Corrección Llame por mi nombre Vestido ropa deportiva Práctica de deporte Buena presencia Alumnas N % 32 56.1 10 17.5 19 33.3 9 15.8 16 28.1 11 19.3 12 21.1 3.3. Práctica de Actividad Física y evaluación de la asignatura. A continuación (tabla 4) se pueden observar los resultados obtenidos en la evaluación de la Asignatura por parte del alumnado. Tabla 4. Evaluación de la Asignatura por el alumnado. Alumnos N % 11 23.9 16 34.8 17 37 12 26.1 Fácil Motivadora Útil Más importante que las demás Alumnas N % 29 50.9 17 29.8 22 38.6 14 24.6 El 76.1% (35) de los alumnos practica algún tipo de actividad física fuera del centro, mientras que las alumnas el 84.2% (48), con una frecuencia de 2 o 3 días a la semana y una media de 1.5 horas al día en ambos sexos. 4. Discusión Para el alumno, las clases de Educación Física resumen básicamente lo que es dicha asignatura. Las vivencias específicas que suponen dichas clases dan lugar a una valoración de las mismas por parte del alumno. Esta valoración, en conjunto, va conformando w w w . g i d e k i t . c o m 327 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) actitudes que pueden a su vez generar hábitos de práctica de ejercicio físico, o por el contrario, no dejarán más huella que la del recuerdo de la etapa escolar. Se encuentra una gran similitud en función al género, donde ambos encuentran muy relevante el área de Educación Física y muestran entusiasmo hacia ella. Tal y como se muestra en la tabla 1, no encontramos diferencias significativas en la preferencia de contenidos a trabajar dentro del área, destacando la predilección sobre los Contenidos de Condición Física y Salud, Expresión Corporal y Actividades en el Medio Natural. Resaltando la disyuntiva que surge al comprobar la baja elección del Contenido de Expresión Corporal. En esta área, cabe destacar el importante papel que juega el profesor de Educación Física en la creación de actitudes positivas, de motivación y satisfacción de los alumnos hacia la Educación Física (Aicinema, 1991; Harrison y Blakemore, 1989). Por ello, tienen la posibilidad de orientar a los alumnos hacia nuevas actividades físicas que resulten atractivas y excitantes, y que, de algún modo, acerquen al alumnado a experiencias positivas en las clases. En contraste, las malas experiencias pueden provocar frustraciones y desánimos y condicionar de tal forma al individuo, que las consecuencias puedan determinar o no, hábitos deportivos en un futuro. Siguiendo las aportaciones realizadas por Aicinena (1991), observamos el gran impacto que puede causar el comportamiento del profesor sobre la actitud del estudiante hacia la Educación Física. Manifiesta una correlación entre la metodología usada por el profesor en sus clases y las actitudes de los alumnos hacia la materia, siendo dicha correlación positiva cuando el profesor emplea métodos que favorecen la toma de decisiones por parte de los alumnos, y negativa, cuando opta por métodos directivos. En este sentido, hemos encontrado que un carácter de bondad, agradable, justo, comprensivo y alegre del educador supone un mayor gusto en la percepción tanto de los alumnos y alumnas de tercer ciclo de Educación Primaria por las clases de Educación Física. Encontrando que tanto alumnos y alumnas existe una mayor sensibilidad del alumnado sobre el carácter Justo y Comprensivo del profesorado. 5. Conclusión Basándonos en los resultados de este estudio podemos presentar las siguientes conclusiones: - Tanto alumnas y alumnos reflejan un interés por que el docente sea agradable, alegre y justo, mientras que existen diferencias en cuanto que los alumnos requieren una mayor motivación activa por parte del profesorado, cuando las alumnas prefieren ser corregidas durante la clase, y que el nivel de dificultad de los ejercicios sea bajo. - En ninguno de de ambos casos tanto alumnas como alumnos substituirían las clases de Educación Física por otras. - La percepción de los alumnos respecto al carácter del educador según su género, muestra que aquellos que tienen un profesor de género masculino lo consideran más serio y menos comprensivo, en cambio los que tienen una profesora la consideran más alegre, agradable y comprensiva. Sin embargo, los educadores de género masculino son considerados por los alumnos como más justos. 6. Referencias Aicinema, S. (1991). The teacher and student attitudes toward physical education. Physical Educator, 48(1), 28-32. Chen, A. (2001) A theoretical conceptualization for motivation research in physical education: An integrated perspective. Quest, 53, 35-58. 328 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Earl, L.M. y Stennet, R.G. (1987). Student attitudes toward physical and health education in secondary schools in Ontario. Canadian Association for Health. Physical Education and Recreation Journal, 53(4), 4-11. Fernández, E. (1995). Actividad física y género: Representaciones diferenciadas en el futuro profesorado de Educación Primaria. Tesis doctoral, UNED, Madrid. Harrison, J. y Blakemore, C. (1989). Instructional strategies for secondary school physical education. Dubuque, IA: William C. Brown Publishers Hellín, P. y Moreno, J.A. (2001a). Actitudes hacia la Educación Física de los alumnos de ciclos formativos. En Actas del II Congreso de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, (pp. 549-557). Valencia: Universidad de Valencia. Hellín, P. y Moreno, J.A. (2001b). Importancia de la Educación Física. En Actas del 2º Congreso Internacional de Educación Física y Diversidad, (pp. 693-708). Murcia: Consejería de Educación y Universidades. Luke, M. y Sinclair, G. (1991). Gender difference in adolescent’s attitudes toward School physical education. Journal of Teaching in Physical Education, 11, 31-46. Moreno, J.A. y Cervelló, E. (2004). Influencia de la actitud del profesor en el pensamiento del alumno hacia la educación física. Revista Internacional de Ciencias Sociales y Humanidades SOCIOTAM, 14(1), 33-51. Moreno, J.A. y Hellín, P. (2001a). Valoración de la Educación Física por el alumno según el género del profesor. En Actas del XIX Congreso Nacional de Educación Física y Escuelas Universitarias de Magisterio, (pp. 1267-1275). Murcia: Universidad de Murcia. Moreno, J.A. y Hellín, P. (2001b). Valoración de la Educación Física por el alumno según el género del alumno. En Actas del XIX Congreso Nacional de Educación Física y Escuelas Universitarias de Magisterio, (pp. 1277-1286). Murcia: Universidad de Murcia. Moreno, J.A.; Sánchez, M.; Rodríguez, D.; Prieto, M.P. y Mula, C. (2002a). ¿Puede el comportamiento del profesor influir en la valoración que el alumno realiza de la Educación Física? En A. Diaz, J.A. Moreno y P.L. Rodríguez, (Eds.) III Congreso de Educación Física e Interculturalidad. Murcia: Consejería de Educación. Moreno, J.A.; Sánchez, M.; Rodríguez, D.; Prieto, M.P. y Mula, C. (2002b). Valoración de la Educación Física según la importancia concedida por el alumno. En A. Diaz, J.A. Moreno y P.L. Rodríguez, (Eds.) III Congreso de Educación Física e Interculturalidad. Murcia: Consejería de Educación. Pieron, M. (1988). Didáctica de las actividades físicas y deportivas. Madrid: Síntesis. Rice, P.L. (1988). Attitudes of high school students toward physical education activities, teachers, and personal health. Physical Educator, 45, 94-99. Rosado, A.; Campos, J. y Aparicio, J. (1996). Comportamentos entusiastas em desporto. Perfis comportamentais de treinadores em diferentes desportos: um estudo. Pedagogía Do Esporto, 4, 31-56. Scraton, S. (1989). Educación Física de las niñas: en enfoque feminista. Madrid: Morata. Stewart, M.J.; Green, S.R. y Huelskamp, J. (1991). Secondary student attitudes toward physical education, Physical Educator, 48(2), 72-79. Weiss, M.R. y Ferrer, E. (2002). Motivational orientations and Sport behaviour. En T. Horn, (Ed.) Advances in Sport Psychology. Champaign: Human Kinetics. w w w . g i d e k i t . c o m 329 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Anexos 1. Edad: .......... años 2. Género: Chico Chica 3. Curso: Year 4 Year 5 Year 6 4. Tu profesor-a de Educación Física es: Hombre Mujer 5. ¿Cuáles son las asignaturas que más te gustan? Enuméralas por orden de preferencia: 1............................................. 2............................................. 3.............................................. 6. ¿Cuáles son las asignaturas que menos te gustan? Enuméralas por orden de preferencia: 1............................................. 2............................................. 3.............................................. 7. Consideras la Educación Física: Muy importante Importante Normal Nada importante 8. ¿Qué es lo que más te gusta de la Educación Física?: (Respuesta múltiple) Condición física y salud Juegos y deportes Expresión Corporal Actividades en el medio natural 9. ¿Qué es lo que menos te gusta de la Educación Física? (Respuesta múltiple): Condición física y salud Juegos y deportes Expresión Corporal Actividades en el medio natural 10. ¿Te gustaría dar otra asignatura o hacer otra cosa en la hora de Educación Física?: No Si 11. ¿Elegirías la Educación Física como asignatura optativa?: No Si 12. ¿Te gustaría tener menos horas de Educación Física?: No Si 13. ¿Te gusta la clase de Educación Física?: Me gusta mucho Me gusta regular No me gusta nada 14. Respecto a las clases de Educación Física que recibes (respuesta múltiple): Me resultan fáciles Son motivantes Las considero útiles El profesor-a me anima a practicar fuera de clase Es más importante que el resto de asignaturas Son suficientes 15. ¿Qué objetivo-s piensas que debe perseguir la Educación Física? (Respuesta múltiple): De salud De competición De educación De diversión 16. ¿La Educación Física puede ayudarte a? (Respuesta múltiple): Relacionarte con los demás Mejorar tu condición física/salud Ayudarte a ser más inteligente A ser más coordinado A respetar a los demás, al material y al entorno 17. ¿Qué actitud tiene en clase, normalmente, tu profesor-a de Educación Física? (Respuesta múltiple): Bueno-a Agradable Justo-a Comprensivo-a Democrático-a Alegre 18. Me gusta que mi profesor-a de Educación Física (Respuesta Múltiple): Participe en la clase Me anime en las pruebas difíciles Me corrigiese en clase Me llame por mi nombre Vaya vestido con ropa deportiva Practique deporte Tenga buena presencia 20. ¿Practicas alguna actividad físico-deportiva fuera del centro?: No Si ¿Cuántos días a la semana?:................ ¿Cuánto tiempo sueles dedicar diariamente?: ..........................horas ¿Estas federado?: No Si 21. En tu entorno, ¿quién practica actividad físico-deportiva?: (Respuesta múltiple): Mis padres Mi hermanos-as Mis amigos-as 22. ¿Consideras que el deporte y la Educación Física deben ocupar un lugar importante en la cultura del país?: No Sí 330 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 27 INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN LA REHABILITACIÓN DE LESIONES: ESTUDIO DE UN CASO EN FÚTBOL SALA Bores, A.J.; Lois Río, G.; Rodríguez Mallo, J.C., Mecías, M. y Barcala, R. [email protected] Resumen Este trabajo corresponde al estudio de un proceso de rehabilitación de una lesión de un jugador de fútbol sala que sufre una rotura del ligamento cruzado anterior y una rotura de grado 2 del ligamento lateral externo de la rodilla derecha. Se lleva a cabo un abordaje interdisciplinar en el que se combinan estrategias y técnicas para superar las dificultades y molestias que implica una lesión grave de larga duración y en la que el principal objetivo de la intervención psicológica consiste en el control de respuestas emocionales asociadas a la lesión. Se detalla un seguimiento de las etapas por las que atraviesa el jugador en su recuperación y las diferentes intervenciones multidisciplinares realizadas con el fin de optimizar este proceso. Palabras Clave: fútbol sala, lesiones deportivas, intervención psicológica, rehabilitación, aproximación multidisciplinar w w w . g i d e k i t . c o m 331 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) “La verdad es que te duele todo –reconoce-, pero la cabeza influye mucho en tu estado de ánimo. De todos modos, es inútil darle muchas vueltas, no se puede hacer nada para dar marcha atrás en el tiempo, y lo más sensato es pensar en positivo”… “Sé que la recuperación será dura y que tengo que ser muy fuerte mentalmente para no venirme abajo –declara, pero me la voy a tomar como un reto personal para comprobar mi fortaleza”. El jugador lesionado. 1. Introducción El National Athletic Injury Registration System (NAIRS) del los Estados Unidos entiende por lesión como impedimento o limitación por al menos un día para la actividad deportiva después del evento. El Consejo de Europa expone que son necesario al menos uno de los siguientes criterios para que una lesión sea considerada como tal (Van Mechelen et al., 1992): la reducción de la cantidad de actividad deportiva, la necesidad de tratamiento médico y los efectos adversos sociales o económicos que de ella se derivan. La lesión es fuente de dolor, tensión, sufrimiento y desesperación para el jugador, una circunstancia que afecta negativamente no sólo a quien lo padece sino también a aquellos que le rodean. En un traumatismo grave, el dolor y la disfuncionalidad física, acarrean a su vez complicaciones de orden psicológico, laboral y social que complican más le proceso de aceptación de la lesión y su consecuente recuperación. Por lo tanto, además de planificar y seleccionar los recursos y ejercicios a llevar a cabo, es necesario identificar los factores psicológicos asociados a este proceso que permitan una mejor y más rápida recuperación del jugador lesionado. En el I Simposium Nacional de Psicología del Deporte, “Lesiones deportivas, prevención y rehabilitación”, organizado por la Universidad Católica San Antonio de Murcia se concluyó que la lesión deportiva es un hecho que, necesariamente, tanto para la prevención como para la rehabilitación, necesita del trabajo conjunto de las diferentes disciplinas científicas: la medicina, la fisioterapia, la psicología, la preparación física y la recuperación física (Revista de Psicología del deporte, 2009). Como señala Ramírez (2000), es importante trabajar de forma programada y con una visión interdisciplinar desde que se produce la lesión. Habitualmente la intervención profesional con deportistas lesionados se limita a la terapia física, sin contemplar o improvisando los aspectos psicológicos de la rehabilitación. En la presentación de este caso, una lesión grave de acuerdo con la categorización de Heil (1993), el psicólogo del deporte colabora con el cuerpo médico, el recuperador funcional y el preparador físico para ayudar al recuperación del rendimiento deportivo del jugador, de modo que el abordaje interdisciplinar aúne esfuerzos, concilie estrategias y combine técnicas para superar las dificultades y molestias que implica una lesión, especialmente una lesión grave de larga duración, tal y como señala Palmi (1990). La estructura del Club A. Lobelle de Santiago F.S. está compuesta por un Cuerpo Técnico vinculado al Primer Equipo que milita en la División de Honor de la Liga Nacional de Fútbol Sala y que incluye las siguientes figuras: Entrenador Nacional de Fútbol Sala 2º Entrenador Nacional de Fútbol Sala y Preparador Físico Médico Traumatólogo del Deporte Fisioterapeutas Recuperador Funcional Deportivo Psicóloga del Deporte 332 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 2. Procedimiento El caso citado en este estudio corresponde al de un jugador de fútbol sala, de 19 años en el momento de producirse la lesión, que juega en la máxima categoría del fútbol sala nacional, internacional SUB-21 y con gran proyección deportiva. La lesión tiene lugar disputando un partido de liga en la temporada 2008-09, en fechas previas a la celebración de la Copa de España de Fútbol Sala, uno de los títulos-objetivo a disputar por el equipo. El diagnóstico del Equipo Médico del Club señala que el jugador sufre una rotura del ligamento cruzado anterior y una rotura de grado 2 del ligamento lateral externo de la rodilla derecha. Esto implica que la competición deportiva en esa temporada finaliza para el deportista lesionado al ser intervenido quirúrgicamente. El deportista es sensible al trabajo psicológico, ya que proviene de la cantera del Club, donde el Psicólogo del Deporte realiza sus primeras intervenciones hasta llegar al staff del Primer Equipo. Desde que tiene lugar la lesión, se busca construir un rapport apropiado con el jugador (Petitpas, 2002), tratando de entender la lesión desde el punto de vista del propio afectado, sus implicaciones y repercusiones, así como las emociones que le provoca, con el fin de obtener una relación de colaboración que permita implantar las estrategias de tratamiento por parte de todos los implicados en el proceso de recuperación. El impacto estresante de la lesión se ve reducido cuando el deportista percibe que adquiere habilidades y recursos psicológicos que contribuyen a un aumento de la motivación por el trabajo de rehabilitación y, por tanto, una mayor adherencia, lo que facilita una más eficaz y pronta recuperación. En este sentido, el principal objetivo de la intervención psicológica consiste en el control de respuestas emocionales asociadas a la lesión. Para una mayor comprensión, se establecen a continuación las diferentes etapas del proceso de rehabilitación llevado cabo delimitando las diferentes aportaciones multidisciplinares en cada una de ellas. Las mismas son: Período pre y post-intervención quirúrgica Proceso de recuperación Proceso de readaptación Período de reentrenamiento. 1. Período Pre y post-operatorio Uno de los principales aspectos a tener en cuenta inicialmente desde el cuerpo médico es la importancia de establecer una buena comunicación con el afectado, buscando las estrategias de comunicación más adecuadas de acuerdo con la situación: desde el diagnóstico, la hospitalización, intervención quirúrgica, alta hospitalaria, etc. Una vez clarificado el diagnóstico se realiza una evaluación psicológica mediante entrevista para conocer las expectativas y pensamientos que surgen en el jugador ante su nueva situación. Además, se le administra el POMS (Profile of Mood States) en su versión española de 48 ítems (Andrade et al, 2002) con el fin de evaluar su estado de ánimo. Este cuestionario le será administrado al jugador a lo largo de todo el proceso de rehabilitación, no sólo como instrumento de evaluación de su estado emocional, sino como herramienta de feedback para generar confianza, analizar recaídas o replantear objetivos o planes. En este momento, es importante conseguir que el deportista sea objetivo tanto con el progreso de su lesión como con el planteamiento de sus metas, por lo que se realiza una intervención cognitiva para re-evaluar la situación deportiva, reforzando y modificando actitudes y creencias relevantes. w w w . g i d e k i t . c o m 333 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Se establece un plan realista para conseguir el mejor aprovechamiento del tiempo que dura la lesión, desde las propias tareas de rehabilitación hasta otras que podían servir al jugador para progresar en la parcela deportiva, como también en la parcela educativa que decide retomar a partir de este suceso vital. El objetivo de esta intervención radica en lograr que no esté ocioso durante todo el día, lo que le ayuda a recrearse en pensamientos disfuncionales que generan estados de ánimo negativos, logrando que el sujeto perciba un cierto control de la situación y un mayor aprovechamiento del tiempo. En este sentido, resulta importante la participación del entrenador quien facilita vídeos de sus partidos al jugador para que este pueda analizar y corregir los aspectos técnico-tácticos visualizados, mediante el corte de clips de vídeos. El papel del entrenador es de vital importancia también para que el jugador no se desvincule totalmente del equipo, el contacto permanente ayuda a que no se descuelgue del grupo, haciéndolo partícipe de todas las actividades sociales del equipo o proporcionándole tareas de observación de aspectos tácticos propios o de los rivales en época de competición. El asesoramiento en el sistema de apoyo social del paciente es crucial en esta etapa, ya que son estas las personas que más horas permanecen a su lado y que, sin una buena orientación psicológica, acaban siendo otra fuente de estrés y, por tanto, perjudicial para el lesionado. Desde que tiene lugar la lesión hasta la intervención quirúrgica transcurren cerca de 45 días. La hospitalización y la intervención quirúrgica son fuentes claras de estrés (Buceta, 1996). Los pensamientos negativos, la ansiedad, la incertidumbre y el miedo resurgen en los días previos a la misma, por lo que se trabaja la reestructuración cognitiva y modificación de creencias irracionales relacionadas con la hospitalización y sus posibles consecuencias. La fase de inmovilización es un momento crítico que se caracteriza por la enorme tensión que debe soportar el jugador, su visión negativa de la recuperación y la absoluta presencia del dolor. Es una fase saturada de sufrimiento y confusión en la que se enseña al jugador a manejar estrategias específicas de afrontamiento, estrategias que le permiten controlar la ansiedad que le genera el dolor y las dudas, y aceptar positivamente la realidad. 2. Proceso de recuperación El período de recuperación temprana está estrictamente vinculado al Equipo Médico, donde destaca el trabajo de fisioterapia teniendo lugar durante 10-12 semanas tras la intervención. Es una intervención específica en la que el fisioterapeuta, bajo la instrucción del traumatólogo, va devolviendo funcionalidad motora a los músculos y/o articulaciones deteriorados por la lesión. Tiene como objetivos fundamentales la movilidad analítica y global del miembro inferior afecto, así como el control muscular del mismo. Esta fase post quirúrgica es importante el manejo del dolor y el control de la inflamación (Beynnon et al., 2002; Cascio et al, 2004; Kvist, 2004). El control adecuado de estos factores contribuye a la consecución de los objetivos posteriores de la rehabilitación. En esta etapa, para alcanzar el control del dolor e inflamación es frecuente el uso de analgésicos orales. Con ellos se hace tolerable el dolor durante la realización de los ejercicios y control muscular. Se recomienda también un entrenamiento en relajación progresiva, sin éxito por falta de adherencia a la misma. La utilización de la crioterapia con simples bolsas con hielo proporciona un excelente mecanismo de control de la inflamación y el dolor. 334 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte La recuperación del arco de movilidad es, sin duda, el aspecto más importante de esta fase. El arco de movilidad se incrementa utilizando una combinación de ejercicios activos y pasivos de forma progresiva. Para ello son útiles ciertas maniobras como: colgar la extremidad en posición prona, hacer presión manual o aplicar estiramiento forzado. El siguiente paso consiste en fortalecer la musculatura del miembro afectado, mejorar la propiocepción y recuperar el patrón de marcha. El fortalecimiento muscular, aspecto fundamental de esta fase, se justifica por diferentes hechos fisiológicos y biomecánicos, que avalan su beneficio en este momento de la rehabilitación. Se precisa un trabajo específico de fortalecimiento muscular, que será proporcional al deterioro funcional alcanzado (Kai-Nan, 2002), utilizando entre otras técnicas la electroestimulación (Paternostro-Sluga et al, 1999). Durante este período, el deportista aprende a manejar estrategias psicológicas que le permiten controlar las situaciones estresantes y/o dolorosas, conservar la confianza en el equipo médico y mantener la motivación diaria. El psicólogo deportivo proporciona oportunidades suficientes para que el lesionado practique sus nuevas habilidades, proporcionándole un feedback constante sobre su escalonado progreso. Asimismo, se va evaluando la consecución de los objetivos establecidos y se prepara al deportista para el momento en que se tenga que enfrentar por sí sólo a las diferentes situaciones. Se mejoran las habilidades de comunicación y negociación a utilizar concretamente de cara el fisioterapeuta en la gestión de horarios de citas, pero con el fin de potenciar estos recursos y ser trasladados a otras posibles situaciones. Para evaluar las experiencias de dolor, sus antecedentes y consecuentes, así como los estados de ánimo presentes en cada sesión, se utilizan autorregistros que ayudan a detectar los recursos que posee para combatir el dolor y valorar el progreso terapéutico. 3. Proceso de readaptación Una vez finalizada la intervención estrictamente directa del fisioterapeuta se inicia el proceso de recuperación por parte del readaptador o recuperador funcional, aquella figura que intenta junto con el fisioterapeuta preparar al jugador de la mejor manera para poder empezar a realizar el trabajo especifico con el preparador físico. Es una intervención específica mediante la cual se pretende recuperar y mejorar las capacidades físicas perdidas por el deportista con motivo de la lesión. Tiene lugar sobre el 3-4 mes y corresponde a un período de trabajo activo, laborioso y continuado, en el que el jugador debe mantener un alto nivel de motivación, una adecuada concentración y una actitud positiva hacia su disfuncionalidad, ya que se encuentra con dificultades y recaídas que debe manejar emocionalmente desde una perspectiva objetiva. Esta etapa está bajo la supervisión continua del servicio médico en todo momento y dicho trabajo es completado por el fisioterapeuta encargado de su recuperación. Las técnicas psicológicas que se trabajan en este período son el manejo de pensamientos negativos y el diálogo interno positivo, así como el establecimiento de objetivos que ayudan a sostener la motivación, aspecto importante hacia el final del período cuando la competición de liga finaliza y comienza el período vacacional para el resto del equipo. A continuación se señalan los aspectos básicos (Foran, 2007) que trabaja el readaptador junto con el jugador lesionado: Trabajo de fuerza: Recuperar el tono muscular en la pierna afectada y sobre todo recuperar la masa muscular perdida, para ello se realizara un trabajo específico de fuerza controlando mucho las cargas y las angulaciones en las tareas a realizar. La recuperación podemos secuenciarla de esta forma: descarga - marcha – cadena cinetica abierta (CCA) – cadena cinetica abierta funcional – cadena cinetica cerrada w w w . g i d e k i t . c o m 335 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) (CCC) (autocargas) apoyos bi/monopodal - CCC con gesto funcional– CCC cargas externas (eje vertical o transversal) – ciclo estiramiento – acortamiento – otras manifestaciones tras la consecución de la carrera y otros gestos propios (fuerza máxima dinámica, fuerza- velocidad - fuerza útil). Trabajo de acondicionamiento muscular: Trabajo orientado a recuperar y fortalecer la musculatura no afectada pero que nos servirá como base para poder afrontar en las mejores condiciones el trabajo específico (tonificación muscular general y trabajo preventivo de lesiones). Trabajo de resistencia: ‐ Se empieza con deambulaciones en línea recta para ir incorporando las curvas de mayor a menor diámetro y finalizar con pasos laterales, cruzados, etc. Primero correremos en las rectas y andaremos en las curvas para correr después ya en todo el recorrido. ‐ Ejercicios coordinativos y de técnica de carrera. Las frecuencias y amplitudes de paso son variables que debemos utilizar a medida que vayamos progresando en el trabajo. Se irá alternando el correr en llano, con el andar en los sitios con desnivel (subidas y bajadas) ‐ Iniciamos en última instancia los trabajos aeróbicos moderados. Organización fraccionada del trabajo, trabajo de marcha/carrera adaptativo. Es interesante utilizar circuitos de poca carga y estrés sobre la articulación de la rodilla pero que desarrollen todos los desplazamientos posibles de manera indolora. ‐ Importantes los trabajos de estabilidad central o control postural. ‐ Los trabajos cardiovasculares se realizan en bici estática a intensidades bajas y medias ‐ Trabajos acuáticos. Se inician a partir del segundo mes. Muy importantes ya que el sujeto puede o no soportar ningún peso corporal (cinturones) o soportar cargas livianas y moderadas en piscinas pocos profundas (vasos terapéuticos). beneficios en el ROM articular, Fuerza, adaptación al soporte de carga de las estructuras lesionadas. ‐ Ejercicios en arena. Al final de esta primera fase con deambulaciones. Beneficios a nivel propioceptivo y de fuerza tanto de la musculatura intrínseca como extrínseca. Trabajo de resistencia mixta: Una vez superado el trabajo de resistencia de base mediante la carrera continua suave se inicia el trabajo de resistencia mixta en donde trabajamos diferentes intensidades en la carrera y en donde empezamos a trabajar sin tener en cuenta el desnivel del terreno para evaluar cual es la recuperación y la adaptación de la rodilla, a su vez, de conseguir la mejora pertinente a nivel cardiovascular. 336 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 4. Período de reentrenamiento Es una intervención específica mediante la cual se intenta conseguir que el deportista recupere el nivel de destreza y habilidad deportiva descompensado por el tiempo de inactividad. Corresponde a un periodo de trabajo mucho más técnico y específico de preparación física de fútbol sala (Rivero, 2000) y que precede a la inclusión del jugador en el entrenamiento grupal con todo el colectivo. Queda definido por el tipo de actividades a desarrollar, la intensidad, duración y frecuencia de los esfuerzos y, por último, por la progresión que se pretenda para alcanzar lo antes posible los objetivos (ACSM, 1999). Este trabajo tiene lugar a partir del quinto mes incluye los siguientes aspectos: Trabajo de desplazamientos: Iniciación de forma analítica a los diferentes desplazamientos específicos de nuestro deporte de forma suave y progresiva. Trabajo de iniciación al contacto con balón: Se empieza a trabajar de forma analítica la conducción y el golpeo al balón de forma suave y en muchos momentos estático. Trabajo de Fuerza especifica: Se continua trabajando la fuerza de forma general y con el propósito de seguir preparando el cuerpo para el trabajo especifico, pero se inicia el trabajo de fuerza específica para futbol sala, sobre todo los desequilibrios, frenadas, arrancadas, fuerza de lucha… Trabajo de combinación de desplazamientos con balón: Se une el balón a las acciones anteriores. Se utilizará en los circuitos de desplazamiento hasta en conducciones, controles y golpeos (corta-media distancia). Trabajo condicional específico: Se empieza a trabajar acciones de velocidad progresiva y sobre todo, aspectos relacionados con la resistencia a la velocidad de forma analítica. Trabajo condicional especifico con balón: Se trabajan los mismos objetivos anteriores pero con la participación del balón, empezando a incluir la finalización a portería Una vez superadas estas fases se iniciara el trabajo grupal mediante juegos en espacios reducidos o participando como comodín en situaciones jugadas. Finalmente, el trabajo de integración en el grupo, será la última fase de la recuperación hasta recibir el alta médica, esta fase es la más agradecida para el jugador, pero siempre tiene que ser muy bien controlada y supervisada por la ansiedad del jugador por volver a competir que le lleva a querer acelerar los pasos a seguir. En este período de integración con el colectivo es importante que jugador sea capaz de hacer oídos sordos de los comentarios negativos de sus compañeros, procurando ser lo más objetivo posible con sus avances y grado de mejora. Así este trabajo será progresivo tanto en las sesiones técnico-tácticas como en las sesiones condicionales del grupo, en donde tendremos en cuenta las tareas a realizar y la carga de trabajo entre otros aspectos. En el aspecto psicológico es imprescindible que el deportista controle su nivel de activación y focalice toda su atención en la tarea, por lo que se establecen sesiones para reforzar estos aspectos adquiridos previamente. También tienen lugar sesiones en las que se refuerzan las habilidades afrontamiento adquiridas ante la aparición de pequeñas recaídas o desaceleración en la rehabilitación. Actualmente, el jugador se encuentra en esta fase, después de haber superado pequeñas molestias musculares propias de este período. w w w . g i d e k i t . c o m 337 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 3. Discusión La respuesta del deportista durante la recuperación debe considerarse como un proceso psicodinámico en el que los factores personales y situacionales, como pueden ser sus recursos de afrontamiento y variables personales ejercen un papel mediador actuando sobre las apreciaciones cognitivas del lesionado que influyen en la respuesta emocional y conductual configurando la respuesta psicológica del deportista. Es esta respuesta la que determina en gran parte los resultados de la recuperación y sobre la que se centra la intervención del psicólogo del deporte. La reestructuración cognitiva resulta fundamental no sólo para asumir la realidad a la que se enfrenta el jugador, sino para poder combatir los pensamientos disfuncionales que le invaden ante las recaídas y desaceleraciones que surgen en el proceso desde que tiene lugar la lesión y se inicia su rehabilitación. Aprender a reconocer su estado emocional y cómo éste influye en su motivación y adherencia al trabajo diario ha ayudado al jugador a optimizar su recuperación, aumentando su satisfacción personal. Para conseguir esto, ha sido clave la labor de observación y escucha activa por parte de todos los implicados en las tareas de recuperación, trabajando siempre de forma coordinada y donde la comunicación se convierte en nuestra mejor herramienta de trabajo. Concluimos que se debe abordar esta compleja temática desde una visión interdisciplinar que ayuda optimizar los trabajos de tratamiento de las lesiones deportivas. Las situaciones lesivas requieren de la coordinación de un equipo multidisciplinar de profesionales con el objetivo de prevenir, recuperar funcional y/o readaptar deportivamente al deportista a las exigencias del entrenamiento y la competición, lo antes posible. 4. Referencias ACSM (1999). Manual ACSM para la Valoración y Prescripción del Ejercicio. Barcelona, España. Edit: Paidotribo. Alzate, R., Ramírez, A. y Artaza, J.L. (2004). The Effect of Psychological Response on Recovery of Sport Injury. Research in Sports Medicine, 15, 15-31. Andrade, E.; Arce, C. y Seoane, G. (2002). Adaptación al español del cuestionario “Perfil de los estados de ánimo” en una muestra de deportistas. Psicothema, 14, 708-713. Andrade, E.; Arce, C. y Seoane, G. (2000). Aportaciones del POMS a la medida del estado de ánimo de los deportistas: Estado de la cuestión. Revista de Psicología del Deporte, 9 (1-2), 7-20. Beynnon, B. D., Johnson, R. J., Fleming, B. C., Kannus, P., Kaplan, M., Samani, J., et al. (2002). Anterior cruciate ligament replacement: comparison of bone-patellar tendonbone grafts with two-strand hamstring grafts. A prospective, randomized study. J Bone Joint Surg Am, 84-A(9), 1503-1513. Brewer, B.W., Cornelius, A.E., Van Raalte, J.L., Petitpas, A.J., Sklar, J.H., Pohlman, M.H.,Krushell, R.J. y Ditmar, T.D. (2003a). Age-related differences in predictors of adherence to rehabilitation after anterior cruciate ligament reconstruction. Athletic Training, 38(2), 158-162. Brewer, B.W. (2001) Psychology of sport injury rehabilitation. En R. Singer,H.A. Hausenblas y C. Janelle (eds.) Handbook of Sport Psychology. New York: John Wiley & Sons. Buceta, J.M. (1996). Psicología y Lesiones Deportivas: Prevención y Recuperación. Madrid: Diynkinson Cascio, B. M., Culp, L., y Cosgarea, A.J. (2004).Return top lay after anterior cruciate ligament reconstruction. Cin Sports Med, 23(3), 395-408. 338 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Daly, J.M., Brewer, B.W., Van Raalte, J.L., Petitpas, A.J. y Sklar, J.H. (1995). Cognitive appraisal, emotional adjustment, and adherence to rehabilitation following knee surgery. Journal of Sport Rehabilitation, 4, 22-30. Dawes, H. y Roach, N.K. (1997). Emotional responses of athletes to injury and treatment.Physioterapy, 83, 243-247. Foran, B. (2007). Acondicionamiento Físico para deportes de Alto Rendimiento. Hispano Europea. Heil, J. (1993) Psychology of Sport Injury. Champaign, IL: Human Kinetics. Hinrichs, T.H. (1995) Lesiones deportivas. Barcelona: Hispano Europea. Hodge, K. y McNair, P.J. (1990). Psychological rehabilitation of sports injuries: practical guidelines for the sports medicine team. New Zealand Journal of Sports Medicine, nº 18(4), pp. 64-67. http://www.rpd-online.com/conclusiones-del-i-simposium-nacional-de-psicolog-a-deldeporte.-lesiones-deportivas-prevenci-n.php?Itemid=1 Kai-Nan. (2002). Muscle force and its role in joint dynamic stability. Clin Orthop Relat Res, 403S, S37-S42. Kvist, J. (2004). Rehabilitation following anterior cruciate ligament injury: current recommendations for sports participation. Sports Med, 34(4), 269-280. Leddy, M.H., Lambert, M.J. y Ogles, B.M. (1994). Psychological consequences of athletic injury among high level competition. Research Quarterly for Exercise and Sport, 65,349-354. Levy, A.R., Polman, R.C.J., Clough, P.J. y McNaughton, L.R. (2006). adherence to sport injury rehabilitation programmes: a conceptual review. Research in Sports Medicine,14, 142-169. Palmi, J. (1997) Componentes psicológicos de las lesiones deportivas. En J. Cruz (ed.) Psicología del Deporte, pp. 215-244. Madrid: Síntesis. Palmi, J. (1990) Intervención psicológica y lesión deportiva: rol interdisciplinar. En II Congreso del Colegio Oficial de Psicólogos. Comunicaciones área 10. Psicología de la actividad física y del deporte, pp. 125-129. Madrid: Colegio Oficial de Psicólogos. Palmi, J. (2002) Aspectos psicosociales en la prevención y recuperación de lesiones deportivas. En L.P. Rodríguez y N. Gusi (ed.) Manual de prevención y rehabilitación de lesiones deportivas. Madrid: Síntesis. Paternostro-Sluga, T., Fialka, C., Alacamliogliu, Y., Saradeth, T., y Fialka-Moser, V. (1999). Neuromuscular electrical stimulation after anterior cruciate ligament surgery. Clin Orthop Relat Res(368), 166-175. Pearson, L. y Jones, G. (1992). Emocional effects of sports injuries: Implicationns for Physiotherapists. Physiotherapy, 78, 762-770. Podlog, L. y Eklund, R.C. (2006). The psychosocial aspects of a return to sport following serious injury: A review of a literature from self-determination perspective. Psychology of Sport and Exercise, doi: 10.1016/j.psychsport.2006.07.008. Riveiro Rodríguez, J.E. (2000). La preparación física del futbol sala. Wanceulen. Petitpas, A.J. (2002) Counselling interventions in applied sport psychology. En J.L. Van Raalte y B.W. Brewer (eds.) Exploring sport and exercise psychology. Washington, DC: APA. Pfeiffer, R.P. y Mangus, B.C. (2000) Las lesiones deportivas. Barcelona: Paidotribo. Ramírez, A. (2000) Lesiones deportivas: un análisis psicológico de su recuperación. San Sebastián: UPV/EHU (tesis doctoral). Van Mechelen, W.; Hlobil, H. y Kemper H. (1992). Incidence, severity, etiology and prevention of sports injuries. Sports Medicine, 14, 82–99. w w w . g i d e k i t . c o m 339 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Wiese, D.M. y Weiss, M.R. (1987) Psychological rehabilitation and physical injury: implication for the sports medicine team. The Sport Psychologist, nº 1 (4), pp. 318330. Wiese-Bjornstal, D.M. & Smith, A.M. (1993) Counselling strategies for enhanced recovery of injured athletes within a team approach. En D. Pargman (ed.) Psychological bases of sports injuries, pp. 149-182. Morgantown: FIT. 340 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 28 PROMOCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA Ángel M. González Suárez [email protected] Resumen En los últimos años se ha logrado un gran avance en el conocimiento de lo que resulta eficaz para motivar a niños/as y adolescentes a ser más activos. En particular, ha dado muy buenos resultados la puesta en marcha de medidas que toman en consideración el entorno en el que pasan su tiempo, es decir, la red social a la que pertenecen y el tipo de entorno físico en que viven y se socializan. Sin embargo, por encima de cualquier iniciativa particular, es la activación simultánea y coordinada de las medidas de promoción lo que ha mostrado un impacto significativamente mayor. Es verdad que la escuela cuenta con la Educación Física como vehículo ideal para promover la actividad física entre su alumnado, siendo en muchos casos la única preparación para desarrollar una vida activa. Sin embargo, se necesita coordinar políticas que promuevan la colaboración entre el profesorado de Educación Física y el resto del equipo docente, la planificación de programas extracurriculares de naturaleza competitiva y no competitiva, la coordinación con las entidades comunitarias, la implicación de los padres en actividades físicas, y la generación de ambientes físicos y sociales que animen y posibiliten su práctica. Palabras Clave: promoción, actividad física, salud, infancia, adolescencia w w w . g i d e k i t . c o m 341 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Beneficios de la actividad física en la infancia y adolescencia Actualmente ya no existe debate sobre los efectos positivos que tiene la actividad física para los niños, niñas y adolescentes. Su práctica regular no sólo resulta fundamental para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento saludables de los sistemas cardiorrespiratorio y músculo-esquelético, sino también para su salud mental y para el desarrollo de sus habilidades sociales. Es más, incluso aumentos modestos en el gasto energético pueden contribuir a la prevención de numerosas enfermedades durante todo el ciclo vital, por ejemplo, la hipertensión o los niveles elevados de colesterol en sangre. En relación a los efectos de la inactividad sobre la salud física, la evidencia científica muestra que las probabilidades de tener exceso de grasa son mayores en los niños y niñas inactivos (Goran y Treuth, 2001). De hecho, cuanto más tiempo dedican a actividades sedentarias, como estar sentados delante de la televisión o del ordenador, más probabilidades tienen de presentar niveles excesivos de grasa (Andersen, Crespo, Bartlett, Cheskin y Pratt, 1998). Asimismo, la presencia de factores de riesgo de problemas cardiovasculares, tales como altos niveles de insulina y presión sanguínea, es mayor en los niños y niñas menos activos físicamente. Las investigaciones han evidenciado un efecto positivo de la actividad física en el bienestar psicológico infantil (Steptoe y Butler, 1996). En este sentido, se aprecia una prevalencia mayor de trastornos psicológicos entre los niños y niñas más inactivos. Por el contrario, la participación regular en actividades físico-deportivas favorece el funcionamiento cognitivo, la autoestima, y la percepción de competencia personal y de la propia imagen corporal (Sibley y Etnier, 2003). Además, se ha encontrado también una reducción significativa en los niveles de ansiedad y de estrés (Calfas y Taylor, 1994). 2. Repercusión de la actividad física infantil en la salud y el estilo de vida activo en edades posteriores La práctica regular de actividad física en los primeros años tiene un efecto beneficioso que se puede apreciar de forma inmediata, pero también repercute positivamente en la salud en edades posteriores. Así, por ejemplo, se ha evidenciado que tiene un efecto reductor del riesgo de enfermedades crónicas, como hipertensión, diabetes tipo 2, niveles altos de lípidos en sangre, enfermedades cardiovasculares y obesidad. Al igual que algunos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares muestran una tendencia a cronificarse a lo largo del tiempo (Bauman y Craig, 2005; Kohl y Hobbs, 1998), afortunadamente también la práctica regular de actividades físicas y la condición aeróbica resultante tienden a mantenerse en la vida adulta (Rosenbaum y Leíble, 1988). La práctica de actividades físicas durante los años de crecimiento, especialmente al inicio de la pubertad, contribuye a desarrollar altos niveles de masa ósea. De manera particular, son las actividades que implican fuerza muscular las que tienen mayor efecto protector frente a las pérdidas de densidad ósea que se irán produciendo en etapas posteriores y, por consiguiente, son las que más reducen el riesgo de padecer a edades avanzadas osteoporosis y problemas asociados (Bass, 2000). La inactividad física es un factor que contribuye de forma muy significativa a la aparición de sobrepeso y obesidad en niños y niñas. La obesidad en la infancia es un problema de salud que puede mantenerse hasta la edad adulta y, de hecho, se ha encontrado que, en comparación con los niños y niñas que no son obesos, los que sí lo son tienen más del doble de probabilidades de ser obesos de mayores, además de tener una peor salud general y presentar una tasa de mortalidad más alta (Serdula, Ivery, Coates, Freedman, Williamson y Byers, 1993). Así pues, el control del peso corporal a través del gasto calórico juega un papel especialmente positivo a la hora de hacer frente al desarrollo 342 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte epidémico que está experimentando el sobrepeso y la obesidad tanto entre los niños y niñas, como entre los adultos. De hecho, se ha probado que hay una reducción significativa de los niveles elevados de peso y presión sanguínea cuando se ponen en marcha planes de intervención que integran la actividad física como elemento fundamental. La relación entre niveles de actividad física en etapas tempranas y en la edad adulta se ha evidenciado de manera consistente en diferentes estudios (Telama, Yang, Viikari, Valimaki, Wanne y Raitakari, 2005; Trudeau, Laurencelle y Shephard, 2004). En este sentido, se comprueba que el establecimiento de estilos de vida activos en la infancia y adolescencia favorece la formación de modelos de actividad física que tienden a mantenerse a lo largo del ciclo vital. Sin duda, esto guarda una estrecha relación con la condición más saludable que disfrutan de adultos aquellas personas que practicaron actividades físicas de manera regular durante su infancia y adolescencia. En cualquier caso, parece probado que es la experiencia de disfrute o de desagrado con la actividad física que tienen los niños, niñas y adolescentes, y no tanto la cantidad de actividad física realizada, la que guarda una relación directa con el mantenimiento o no de un estilo de vida activo en las etapas posteriores (Taylor, Blair, Cummings, Wun y Malina, 1999). Consiguientemente, resulta fundamental propiciar experiencias positivas y de disfrute cuando los niños y niñas participan en actividades físicas y deportivas con el objetivo de que de mayores mantengan actitudes favorables a seguir participando en ellas. 3. Recomendaciones sobre cantidad y tipo de actividad física Según la recomendación de las autoridades sanitarias, durante la niñez y la adolescencia se necesitan al menos 60 minutos de actividad física al día. Es cierto que con sólo llegar a ser más activo físicamente ya se pueden producir efectos positivos en términos de salud, aunque los mayores beneficios se obtendrán con la participación en ejercicio físico estructurado y planeado. En cualquier caso, es menos probable que se produzcan lesiones músculo-esqueléticas con una intensidad baja a moderada que con una vigorosa, y además resulta más apropiada para promover la adherencia a la actividad física (Blair y Connelly, 1996; NIH, 1995). Conviene tener presente que los 60 minutos de actividad física diaria que se recomiendan a estas edades es la cantidad mínima en términos de prevención de salud. Los beneficios serán mayores cuando se realiza más actividad física que la mínima recomendada, puesto que la relación entre actividad física y salud sigue una progresión lineal. La cantidad recomendada de actividad física diaria puede hacerse en una única sesión o en fracciones más cortas de actividad a lo largo del día, por ejemplo en sesiones de 10 minutos o más. El tipo de actividad adecuado incluye actividades cotidianas de intensidad moderada, como desplazamientos caminando o en bicicleta y pasatiempos activos, además de actividades físicas y deportivas más programadas. La variedad en cuanto a tipo e intensidad de las actividades físicas que se realizan a estas edades es importante, por cuanto posibilita que se produzcan mejoras en los diferentes sistemas del organismo. Así, por ejemplo, la actividad continuada a intensidad moderada dará lugar a mejoras en la condición cardiovascular y respiratoria, mientras que las actividades que implican fuerza muscular y tensión física en huesos y articulaciones repercutirán en una mejora muscular y de la estructura ósea. Estos beneficios sobre la salud sólo se disfrutan en el caso de que la actividad física se realice de manera regular y sostenida en el tiempo. Por esta razón, y dado que el auténtico desafío consiste en contribuir a que se mantengan estilos de vida activos a lo largo de toda la vida, interesa propiciar que las actividades físicas en las que puedan participar niños, niñas y adolescentes sean variadas. De esta forma, serán mayores las w w w . g i d e k i t . c o m 343 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) probabilidades de que encuentren oportunidades para disfrutar siendo activos. Como se ha señalado con anterioridad, las experiencias positivas a estas edades se relacionan directamente con actitudes positivas hacia la actividad física y estilos de vida más activos en las personas adultos. 4. Datos de participación en actividades físicas durante la infancia y la adolescencia Los datos de participación de niños y niñas en actividades físicas los presentan como un segmento poblacional muy activo, pero la práctica totalidad de estudios indican que los niveles de actividad física a estas edades no suelen alcanzar la recomendación de 60 minutos mínimos de actividad física diaria. De hecho, la actividad física comienza a disminuir a partir de los 11-12 años y continúa reduciéndose a lo largo de la adolescencia. En el caso de las chicas esta reducción es significativamente mayor que en los chicos. Sus niveles de participación empiezan ya a disminuir a partir de los 11 años y alrededor de los 14 sólo la mitad de las chicas toma parte en actividades físicas y deportivas en su tiempo libre (Mendoza, 2000; González, Sarría y Coca, 2004; Hernán, Ramos y Fernández, 2004; González-Suárez, 2007). Por lo que a la Comunidad Autónoma del País Vasco se refiere, los resultados de la Encuesta de Nutrición 2005 que llevó a cabo el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco (2006) con la población de 4 a 18 años, indican que sólo el 28,1% de los niños y el 14,6% de las niñas realizan actividades físicas fuera del horario escolar. Igualmente, se indica que el 28,1% de los chicos y chicas de estas edades tiene un peso corporal excesivo. De este porcentaje, el 12,2% corresponde a casos que presentan obesidad, y el 15,9% sobrepeso. En la misma línea, son igualmente preocupantes los datos de participación y las marcadas diferencias de género que muestran los resultados del estudio de la Organización Mundial de la Salud 2001/2002 sobre comportamientos relacionados con la salud en niños y niñas en edad escolar (Currie, Roberts, Morgan, Smith, Settertobulte, Samdal y Rasmussen, 2004). 5. Razones del reducido nivel de actividad física en la infancia y adolescencia En el citado estudio de la OMS, se destaca también la gran cantidad de tiempo que los chicos y chicas invierten diariamente viendo la televisión o utilizando otros dispositivos electrónicos, como ordenadores o videoconsolas. Pues bien, el grado de participación en estas actividades sedentarias es una de las razones más importantes a la hora de explicar los niveles cada vez más elevados de inactividad física y sobrepeso que se observa a estas edades. Pero no es la única, ni probablemente la más importante. En realidad, la inactividad física en la infancia y adolescencia parece tener una explicación multifactorial, que incluye aspectos tan variados como pueden ser una baja percepción de eficacia en las actividades físicas o la falta de espacios y equipamientos. Además de los citados, entre los factores a los que se atribuye más importancia en la reducción de la actividad física a estas edades tempranas se señalan también otros relacionados con el ambiente físico y social, como los diseños urbanísticos que giran en torno al uso del automóvil y que no facilitan los desplazamientos caminando o en bicicleta, en particular a los centros escolares; la preocupación por la seguridad, que ha limitado el tiempo y las zonas en las que se juega al aire libre en estas edades; la reducción del tiempo que los estudiantes invierten en clases de Educación Física; y, de manera muy significativa, los entornos familiares en los que las actitudes negativas hacia la actividad física y los comportamientos inactivos de padres y madres propician estilos de vida sedentarios en sus hijos e hijas (Kohl y Hobbs, 1998; Gordon-Larsen, McMurray, y Popkin, 2000). 344 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte La influencia de los progenitores en los modelos de actividad física de sus hijos e hijas resulta muy significativa en la infancia, y mucho más limitada en la adolescencia. Los niños y niñas son probablemente más activos físicamente si sus progenitores son activos (Moore, Lombardi, White, Campbell, Oliveria y Ellison, 1991). Los resultados de un reciente estudio llevado a cabo con las chicas en edad escolar de Bizkaia (González-Suárez y Otero, 2005), han evidenciado una estrecha relación entre la participación de las chicas en actividades físico-deportivas y la de sus progenitores, de manera que entre las chicas cuyos padres y madres son inactivos físicamente nos encontramos tasas más elevadas de inactividad que en las chicas con progenitores activos. Otro tanto ocurre con respecto al ejercicio físico intenso, encontrándonos que la tercera parte de las chicas con padres inactivos no alcanza una frecuencia mínima de dos veces por semana de actividad física intensa, duplicando así la tasa de chicas inactivas con padres que hacen actividades físicas o deportivas con regularidad. Estos resultados son consistentes con los encontrados en estudios previos en los que se evidencia una estrecha relación entre la práctica de actividades físicas y deportivas por parte de los progenitores y los niveles de participación de sus hijas en estas actividades (Melcher y Sage, 1978; Zakarian, Hovell, Hofstetter, Sallis y Keating, 1994). La vinculación de alguno de los padres en actividades físicas y deportivas parece resultar particularmente significativa para los hijos de su mismo sexo. Así, en el caso de las chicas, la implicación de sus madres en actividades deportivas se ha asociado con incrementos de las tasas de participación de sus hijas de hasta en un 22% (mientras que la participación del padre en deporte se ha relacionado con aumentos de un 11% en la práctica de su hijo). Por desgracia, tal y como sugieren los resultados del estudio de González-Suárez y Otero (2005), la muy reducida vinculación de las madres con las actividades deportivas cobra en este caso una significación especial a la hora ayudar a entender las bajas tasas de participación de sus hijas. Los datos indican que los progenitores son conscientes de estos bajos niveles de actividad físico-deportiva de las chicas, y que para más de la mitad de ellos resultan claramente insuficientes. Esta percepción es mayor aún en los progenitores inactivos físicamente, lo que una vez más parece apoyar la idea de que una cosa es la opinión favorable a la práctica de actividades físicas y deportivas, y otra bien distinta la participación real en ellas y el apoyo que de forma directa y sostenida se hace a la práctica de los hijos e hijas (Sánchez, 1996; García Ferrando, 1997; Fernández y col., 2002). Como ocurre en otros ámbitos del comportamiento humano, el inicio y mantenimiento de estilos de vida activos parecen estar determinados no sólo por valoraciones racionales, sino también por los procesos afectivos y disposicionales que resultan de las experiencias personales y los intercambios sociales en este ámbito. 6. La coordinación en las iniciativas de promoción de la actividad física en la infancia y la adolescencia Tal y como se ha indicado, los factores que influyen en la actividad física de los niños, niñas y adolescentes son múltiples. Algunos tienen que ver con los entornos familiar, social y físico, y otros con características personales (físicas, psicológicas y de desarrollo), lo que hace que, según los casos, algunas actividades resulten más adecuadas que otras para propiciar el disfrute y la sensación de competencia personal que favorecen el mantenimiento de estilos de vida activos durante toda la vida (Kohl y Hobbs, 1998; Biddle y Fox, 1998). En los últimos años se ha logrado un gran avance en el conocimiento de lo que resulta eficaz para motivar a niños/as y adolescentes a ser más activos. En particular, ha dado muy buenos resultados la puesta en marcha de medidas que toman en consideración el entorno w w w . g i d e k i t . c o m 345 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) en el que pasan su tiempo, es decir, la red social a la que pertenecen y el tipo de entorno físico en que viven y se socializan. Sin embargo, por encima de cualquier iniciativa particular, es la activación simultánea y coordinada de las medidas de promoción lo que ha mostrado un impacto significativamente mayor. Los programas de promoción de actividad física en la infancia y adolescencia deben tomar en consideración el conjunto de factores que condicionan la adquisición y mantenimiento de estilos de vida activos. Y es que la actividad física a estas edades debe ser entendida como un sistema en el que convergen, además de los propios chicos y chicas, sus progenitores, los centros escolares, las instituciones responsables de la política educativa y deportiva, los servicios de salud escolar y los medios de comunicación. A pesar de ello, las iniciativas de promoción de la práctica deportiva a estas edades, además de escasas, con frecuencia se han llevado a cabo de forma descoordinada. De esta manera, los esfuerzos aislados desde alguno de estos sectores no han obteniendo los frutos deseados debido a la inhibición o a los mensajes contradictorios del resto (Ortúzar, 2005). Todos los estamentos implicados juegan un papel importante de cara a una promoción efectiva y sostenida en el tiempo, si bien el centro escolar es el que debiera constituirse como eje dinamizador de la promoción a través de la Educación Física y de la oferta de actividades físicas y deportivas adaptadas a los intereses de sus alumnos y alumnas. Al ser un lugar conocido que posibilita la participación conjunta con el grupo de iguales, el centro escolar representan un entorno único desde el que coordinar programas de promoción de la actividad física (Fernández et al., 2002). Como ventajas añadidas, los centros escolares cuentan con la circunstancia de que los y las estudiantes pasan en ellos gran parte de su tiempo, que las estrategias de promoción de la actividad física pueden dirigirse a prácticamente todo el alumnado, que disponen de las instalaciones e infraestructuras necesarias para practicar actividades físicas y deportivas, y que cuentan con educadores cualificados para aprovechar las oportunidades de promoción que brindan la Educación Física y otras áreas curriculares (Booth y Okely, 2005) La mayoría de especialistas reconoce que la Educación Física es el vehículo ideal para promover la actividad física entre los niños, niñas y adolescentes, siendo en muchos casos la única preparación que reciben para desarrollar una vida activa. Sin embargo, se necesita coordinar políticas que promuevan la colaboración entre el profesorado de Educación Física y el resto del equipo docente, la planificación de programas extracurriculares de naturaleza competitiva y no competitiva, la coordinación con las entidades comunitarias, la implicación de los padres en actividades físicas, y la generación de ambientes físicos y sociales que animen y posibiliten su práctica (U.S. Department of Health and Human Services, 1996). Coordinar los diferentes estamentos de cara a la promoción es más fácil cuando ésta se plantea desde un modelo social de promoción, porque de este modo se tienen en cuenta todos los factores personales, interpersonales, institucionales, comunitarios y de las políticas educativas y deportivas. Este modelo está orientado al diseño y puesta en marcha de medidas coordinadas de promoción integral, para que los niños, niñas y adolescentes tengan un acceso real a los programas de actividad físico-deportiva. En consecuencia, se deben considerar diferentes niveles de acción (individual, comunitario e institucional), así como también múltiples lugares de acción (familia, centro escolar, clubes deportivos, espacios e instalaciones deportivas, departamentos de educación y sanidad, etc.). De forma sintética, los ejes estratégicos que es necesario considerar en cada uno de los ámbitos de promoción de la actividad física son los siguientes: 1. Política: Establecer políticas que promuevan la actividad física y deportiva regular en la infancia y en la adolescencia.. 346 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 2. Centros escolares: Mejorar la calidad de los programas de Educación Física para que respondan adecuadamente a las necesidades de su alumnado, y colaboración activa de los centros en la promoción de la actividad física dentro y fuera del horario escolar. 3. Deporte Escolar: Optimizar la oferta de programas de Deporte Escolar para que proporcione oportunidades reales de disfrutar con actividades físicas y deportivas fuera del horario escolar, tanto de carácter participativo como competitivo. 4. Personal técnico: Diseñar programas de formación que permitan al personal técnico proporcionar a los chicos y chicas experiencias en actividades física y deportivas adecuadas para su desarrollo, y que resultando divertidas y seguras incrementen las tasas de mantenimiento de la participación y ayuden a minimizar el riesgo de lesiones. 5. Familia: Incluir a los progenitores en la promoción de la actividad física, propiciando que conozcan la importancia de la actividad física para sus hijos e hijas y que estimulen activamente su participación. 6. Servicios de atención primaria y salud escolar: Asegurar que el personal sanitario puede comunicar de forma eficaz los beneficios de la práctica físicodeportiva a las chicos y chicas y a sus progenitores, proporcionándoles también asesoramiento acerca de cómo llegar a ser físicamente activos y mantenerse así a lo largo de los años. 7. Medios de comunicación: Diseñar y poner en marcha campañas de promoción que transmitan un mensaje claro y consistente sobre la actividad física a todos los segmentos de la población, muy especialmente a los propios chicos y chicas y a sus familias. 7. A modo de conclusión La actividad física en la infancia y en la adolescencia tiene una importancia fundamental para la formación y desarrollo de los chicos y chicas, y debido a los objetivos educativos y formativos que reúne justifica los esfuerzos que se realizan para a su promoción. Así y todo, los beneficios potenciales de la actividad física sólo pueden alcanzarse en la medida en la que se haga de manera regular, lo que representa un auténtico desafío dados los altos índices de sedentarismo de chicos y chicas en edad escolar, especialmente a partir de los 11-12 años. Por desgracia, las iniciativas aisladas por parte de los distintos agentes implicados en esta tarea de promoción, aunque voluntariosas, han resultado infructuosas hasta la fecha. Para hacer frente con éxito a este problema, se ha hecho evidente que sólo el efecto coordinado y sinérgico de las medidas de promoción permitirá mejoras significativas y sostenidas en el tiempo en cuanto a cantidad y calidad de actividad física y deportiva de niños, niñas y adolescentes. Referencias Andersen, R., Crespo, C., Bartlett, S., Cheskin, L. y Pratt, M. (1998). Relationship of physical activity and television watching with body weight and level of fatness among children: results from the Third National Health and Nutrition Examination Survey. JAMA, 279, 938-942. Bass, S. (2000). The prepubertal years: a uniquely opportune stage of growth when the skeleton is most responsive to exercise? Sports Medicine, 30, 73-78. w w w . g i d e k i t . c o m 347 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Bauman, A. y Craig, C. (2005). The place of physical activity in the WHO Global Strategy on Diet and Physical Activity. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 2005, 2-10. Biddle, S. y Fox, K. (1998). Motivation for physical activity and weight management. Interntional Journal of Obesity and Related Metabolic Disorders, 22 (Suppl. 2), 39-47. Blair, S. y Connelly, J. (1996). How much physical activity should we do? The case for moderate amounts and intensities of physical activity. Research Quarterly for Exercise and Sport, 67, 193-205. Booth, M. y Okely, A. (2005). Promoting physical activity among children and adolescents: the strengths and limitations of school-based approaches. Health Promotion Journal of Australia, 16, 52-54 Calfas, J. y Taylor, W. (1994). Effects of physical activity on psychological variables in adolescents. Pediatric Exercise Science, 6, 406-423. Currie, C., Roberts, C., Morgan, A., Smith, R., Settertobulte, W., Samdal, O. y Rasmussen, V. (2004). Young People’s Health in Context. Health Behaviour in School-aged Children (HBSC) Study: International Report from the 2001/2002 Survey. Copenhagen: World Health Organization; 2004. Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco (2006). Encuesta de nutrición 2005: hábitos alimentarios y estado de salud de la población vasca de 4 a 18 años: primeros resultados. Vitoria-Gasteiz: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. Fernández, E., Contreras, O.R., Sánchez, F. y Fernández-Quevedo, C. (2002). Evolución de la práctica de la actividad física y el deporte en mujeres adolescentes e influencia en la percepción del estado general de salud. En: B. Vázquez (comp), Mujeres y actividades físico-deportivas (pp.21-60). Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Consejo Superior de Deportes. García Ferrando, M. (1997). Los españoles y el deporte, 1980-1995 (un estudio sociológico sobre comportamientos, actitudes y valores). Valencia: Tirant lo Blanch-Consejo Superior de Deportes. González, J.M., Sarría, L. y Coca, S. (2004). Cinco años, una vida. Actividad física y hábitos sanos en la adolescencia. Donostia-San Sebastián: Erein. González-Suárez, A.M. (2007). Medidas de promoción e la actividad deportiva de las chicas en el deporte escolar. Bilbao: Diputación Foral de Bizkaia. Departamento de Cultura. González-Suárez, A.M. y Otero, M. (2005). Actitudes de los padres ante la promoción de la actividad física y deportiva de las chicas en edad escolar. Cuadernos de Psicología del Deporte, 5, 173-195. Goran, M. y Treuth, M. (2001). Energy expenditure, physical activity, and obesity in children. Pediatric Clinics of North America, 48, 931-953. Gordon-Larsen, P., McMurray, R. y Popkin, B. (2000). Determinants of adolescent physical activity and inactivity patterns, Pediatrics, 105, 1-8. Hernán, M., Ramos, M., Fernández, A. (2004). Salud y Juventud. Madrid: Consejo de la Juventud de España. Kohl, H. y Hobbs, K. Development of physical activity behaviors among children and adolescents. Pediatrics, 1998, 101, 549-554. Malina, R. (1996). Tracking of physical activity and physical fitness across the Melcher, M. y Sage, G. (1978). Relationship between parental attitudes toward physical activity and the attitudes and motor competence of their daughters. International Review for the Sociology of Sport, 13, 75-88. 348 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Mendoza, R. (2000). Diferencias de género en los estilos de vida de los adolescentes españoles: implicaciones para la promoción de la salud y para el fomento de la actividad físico-deportiva. En Educación física y salud. Actas del Segundo Congreso Internacional de Educación Física. Cádiz: FETE-UGT-Cádiz, 765-790. Moore, L., Lombardi, D. White, M. Campbell, J. Oliveria, S. y Ellison, R. (1991). Influence of parents' physical activity levels on activity levels of young children. Journal of Pediatrics, 118, 215-219. National Institutes of Health. (1995). Physical activity and cardiovascular health: NIH Consensus Statement. Kensington, MD: NIH Consensus Program Information Center. Ortúzar, I. (2005). El deporte escolar y el profesorado de Educación Física. Tesis doctoral. Universidad del País Vasco. Rosenbaum, M. y Leíble, R. (1988). Pathophysiology of childhood obesity. Advances in Pediatrics. 35, 73-137. Sánchez, F. (1996). La actividad física orientada hacia la salud. Madrid: Biblioteca Nueva. Serdula, M., Ivery, D., Coates, R., Freedman, D., Williamson, D. y Byers, T. (1993). Do obese children become obese adults? A review of the literature. Preventive Medicine, 22,167-177. Sibley, B. y Etnier, J. (2003). The relationship between physical activity and cognition in children: a meta-analysis. Pediatric Exercise Science, 2003, 15, 243-256. Steptoe, A. y Butler, N. (1996). Sports participation and emotional wellbeing in adolescents. Lancet, 347, 1789-1792. Taylor, W., Blair, S., Cummings, S., Wun,C. y Malina, R. (1999). Childhood and adolescent physical activity patterns and adult physical activity. Medicine and Science in Sports and Exercise, 31, 118-123. Telama, R., Yang, X., Viikari, J., Valimaki, I., Wanne, O. y Raitakari, O. (2005). Physical activity from childhood to adulthood: a 21-year tracking study. American Journal of Preventive Medicine, 28, 267-273. Trudeau, F., Laurencelle, L. y Shephard, R. (2004). Tracking of physical activity from childhood to adulthood. Medicine and Science in Sports and Exercise, 36, 1937-1943. U.S. Department of Health and Human Services (1996). Physical activity and health: A report of the Surgeon General. Atlanta, GA: Centers for Disease Control and Prevention. Zakarian, J.M., Hovell, M.F., Hofstetter, C.R., Sallis, J.F. y Keating, K.J. (1994). Correlates of vigorous exercise in a predominantly low SES and minority high school population. Preventive Medicine, 23, 314-321. w w w . g i d e k i t . c o m 349 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 350 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 29 LA PROMOCIÓN DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN EL LUGAR DE TRABAJO ENTRE EL PROFESORADO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA Sorkunde Viguera Gorostiza y Ángel M. González-Suárez [email protected] Resumen Los centros de trabajo se han considerado entornos importantes para poner en marcha intervenciones dirigidas a promover la actividad física. En este estudio de carácter preliminar se analizan las políticas dirigidas a promover la participación del profesorado de educación secundaria en actividades físicas. Con este objetivo se entrevistó a 368 profesores, 14 directores de instituto y, también, al máximo responsable del Departamento de Educación del País Vasco en esta área. Los resultados pusieron de manifiesto que no existía ninguna política orientada a la promoción de la actividad física, y que tampoco había existido nunca ningún programa de promoción de la actividad física dirigido a empleados. Todos los directores de instituto y la práctica totalidad del profesorado participante en el estudio opinaron que el Departamento de Educación debía promover la actividad física entre sus empleados, aunque el responsable de la Administración Pública no compartía esa idea. La mayoría de los docentes estaban dispuestos a participar en programas de promoción que pudieran ponerse en marcha en sus centros de trabajo, pero fueron los profesores de Educación Física, los más jóvenes, y los que ya hacían actividad física en su tiempo libre los que mostraron mayor predisposición a participar. Éste ha sido un estudio preliminar dirigido a explorar las políticas de promoción de la actividad física entre el profesorado de educación secundaria. La investigación futura debería contribuir al diseño de intervenciones desde diferentes programas de promoción de la actividad física en el lugar de trabajo dirigidas específicamente a estos trabajadores. Palabras Clave: promoción, actividad física, salud, lugar de trabajo w w w . g i d e k i t . c o m 351 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción A pesar de haberse constatado repetidamente que la actividad física regular resulta efectiva en la prevención, tratamiento y control de numerosas enfermedades, la mayoría de la población adulta no es suficientemente activa como para obtener beneficios en términos de salud (Sánchez-Bañuelos, 1996; Sharkey, 2002; Aramendi, 2003; McArdle, Katch y Katch, 2004; López-Chicharro y Fernández-Vaquero, 2006). Es verdad que muchas investigaciones han indicado que el estilo de vida es un factor modificable que influye en la salud y la calidad de vida (Bertera, 1993; Feldman, 1989), pero también se ha evidenciado la dificultad de lograr un cambio en el estilo de vida que perdure en el tiempo (Marshall, 2004; Vanden Auweelw, Boen, Schapendonk y Dornez, 2005). Hasta fechas recientes, las iniciativas encaminadas a promover la actividad física se han dirigido de manera particular al tiempo libre. Sin embargo, en la actualidad hay un acuerdo general acerca de la necesidad de considerar que la actividad física también puede ser una parte de la jornada laboral, de las actividades domésticas, y del desplazamiento que realizamos cotidianamente (Dishman, Oldenburg, O´Neal y Shephard, 1998). Además, las campañas de promoción han estado vinculadas generalmente a los sistemas públicos de sanidad, pero hoy en día hay un convencimiento general de la conveniencia de llevar a cabo una labor sinérgica desde diferentes estratos institucionales (nacional, autonómico, comarcal y local) y en diferentes ámbitos de la vida (familia, entorno social, trabajo, etc.). La promoción de la actividad física en el lugar de trabajo está cobrando cada vez mayor interés, pero en ocasiones la concreción de medidas brilla por su ausencia. Sirva como ejemplo el Plan de Salud de Euskadi 2002-2010, aprobado por el Gobierno Vasco en 2002 y publicado al año siguiente en el BOPV (Boletín Oficial del País Vasco, jueves, 31 de julio de 2003). En él se plantean una serie de estrategias de actuación con el objetivo de mejorar la salud pública de los habitantes del País Vasco, pero ninguna de ellas está dirigida al mundo laboral. Y eso, a pesar de que en dicho documento el centro de trabajo se identifica con claridad como un “escenario promotor de salud”. De manera consecuente, cabría pensar que, además de en otros ámbitos, en el lugar de trabajo, sea en la empresa pública o privada, también se requiere poner en marcha iniciativas que tengan como objetivo la mejora de la calidad de vida y la salud de los ciudadanos. Sin embargo, hasta la fecha, y a pesar de que pueda resultar lógica una relación directa entre rendimiento del trabajador y su bienestar físico, psicológico y social, las intervenciones en el ámbito empresarial han sido más bien escasas (Suminski , Poston y Hyder, 2006). Por consiguiente, resulta necesario un análisis de los factores que pueden estar condicionando esta realidad, así como la exploración de diferentes alternativas de promoción de la actividad física en el lugar de trabajo con objetivos de salud. Con este propósito, Harden, Peersman, Oliver, Mauthner y Oakley (1999) llevaron a cabo una revisión de más de 100 intervenciones sobre promoción de salud en el lugar de trabajo y encontraron que la efectividad de las mismas estaba directamente relacionada con factores concretos, como eran el apoyo decidido de los responsables de la empresa a los planes de promoción de actividad física, la implicación de los empleados, el establecimiento de objetivos directamente relacionados con factores de riesgo modificables, y la adaptación de las iniciativas a las necesidades de los centros de trabajo. En cualquier caso, no conviene olvidar que una cosa es lograr cambios puntuales y otra muy distinta, y que representa un auténtico desafío, es que estos se mantengan en el tiempo (Sallis, Bauman y Pratt, 1998; Adams y White, 2003; Marshall, 2004; Vanden Auweele y col., 2005). Por lo que a promoción de actividad física en el lugar de trabajo se refiere, un aspecto importante de cara al mantenimiento del nuevo hábito adquirido tiene que ver con el hecho de que los programas de promoción de actividad física actúen en 352 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte diferentes niveles para lograr una implicación de todos los estratos de la empresa (Harden y col., 1999). Por otra parte, tal y como ha señalado Marshall, (2004), los programas que además de facilitar el acceso a una actividad física se complementan con entrenamientos dirigidos o con asesoramiento individual son más efectivos a la hora de producir cambios y mantenerlos en el tiempo. Por último, es necesario reconocer también que son muy pocos los estudios que se han basado en lo que los empleados quieren o creen que necesitan. En este sentido conviene tener en cuenta que antes de poner en marcha un plan de promoción en la empresa resulta fundamental recoger información entre los empleados y directivos sobre sus necesidades y percepciones al respecto (World Health Organization, 2008). Lamentablemente, la mayoría siguen guías o protocolos para la prevención de enfermedades, a pesar de resultar un hecho probado que los mejores resultados se dan cuando se parte de las necesidades de los participantes (Harden y col., 1999). Estas características de los programas de promoción resultan fundamentales para conseguir el compromiso y la implicación de los empleados. Sin embargo, no siempre se han cuidado suficientemente, lo que puede explicar los niveles reducidos de estabilidad en el cambio conductual conseguido (Marshall, 2004). De lo que no cabe duda es que las iniciativas de promoción de la actividad física en el lugar de trabajo revisten un interés especial por tratarse de un medio con buen potencial para mantener el cambio conductual mediante el apoyo social, el cual constituye un potente predictor de la adherencia a la práctica de actividades físicas. Además, se trata de un ámbito de intervención en el que existe la posibilidad de dirigirse a un gran número de personas, cosa que no ocurre con los programas tradicionales de promoción de salud con un enfoque individual (Sallis y col., 1998). A pesar del interés creciente que parece estar tomando la puesta en marcha de programas de promoción de la actividad física, el conocimiento que se tiene sobre este tipo de iniciativas es limitado. En lo que al País Vasco se refiere, no parece que se haya realizado ninguna investigación sobre las políticas de promoción de actividad física en el lugar de trabajo. Las iniciativas dirigidas a promocionar la actividad física entre el personal docente resultan necesarias por cuanto desempeñan una actividad laboral caracterizada por altos niveles de sedentarismo. Pero, además, revierte un interés especial por cuanto constituye un colectivo que está en contacto con la práctica totalidad de la población infantil desde los 2-3 años hasta los 16 años, y con los que optan por seguir estudiando en bachiller y en ciclos formativos de grado medio y superior. Junto con la labor educativa que realizan a la hora de impartir sus materias y tutorizar al alumnado, también sirven de referente y modelos de comportamiento para su alumnado. Por lo tanto, una actuación de promoción de la actividad física dirigida a los docentes puede tener beneficios susceptibles de llegar también a los estudiantes. El objetivo del presente estudio ha sido el de analizar la realidad referida a la promoción de la actividad física dirigida a los empleados de la empresa pública, concretamente al personal docente de la red pública de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de la provincia de Bizkaia. Se comprobó si existían o no programas de este tipo, bien dirigidos desde la administración o desde la dirección de los propios centros, si era algo en lo que se estaba pensando para un futuro próximo, o si no constituía un motivo de preocupación. También se entrevistó al personal docente para conocer si el profesorado percibía que la empresa debía poner en marcha políticas de promoción de la actividad física para ellos. Por último, se analizó la disposición del personal docente a participar en w w w . g i d e k i t . c o m 353 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) un hipotético programa de promoción de actividad física que pudiera poner en marcha su empresa. 2. Método 2.1. Participantes En calidad de responsables del personal docente de secundaria de centros públicos de enseñanza secundaria, participaron en el estudio 14 directores y directoras de institutos de educación secundaria, así como también el máximo responsable de la sección de Salud Laboral del Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco. Por lo que se refiere al propio personal docente, la muestra estuvo compuesta por 361 profesores y profesoras de 21 institutos de educación secundaria de Bizkaia, seleccionados de forma aleatoria, con un nivel de confianza del 95% y un error muestral del 5%. 2.2. Procedimiento A los directores de instituto y a los docentes participantes en el estudio se les entregó un cuestionario y una carta de presentación en la que se explicaba el objetivo de la investigación. En cada instituto se contó con la colaboración de una persona que se encargó del reparto de los cuestionarios y de su recogida una vez cumplimentados. En el caso del máximo responsable de la sección de Salud Laboral del Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco, se estableció un primer contacto telefónico con él para explicarle brevemente el objetivo del estudio y recabar su colaboración. Su disposición a participar fue completa, así que se le remitió vía e-mail el correspondiente cuestionario, que fue cumplimentado y devuelto con prontitud. 2.3. Material A los directores de instituto y al responsable del Departamento de Educación se les pasó una adaptación al español del Business Policy Questionnarire (BPQ), de Suminski y col. (2006). Se trata de un cuestionario específicamente creado para evaluar múltiples aspectos relacionados con las políticas empresariales de promoción de la actividad física entre los empleados. Una revisión en dos fases por parte de un grupo de expertos permitió establecer la validez de contenido de este cuestionario. En la primera fase, los expertos (ciencias de la actividad física y del deporte, empresariales, metodología y ciencias del comportamiento) revisaron los ítems y propusieron las revisiones que consideraron oportunas. En la segunda fase, se llegó a un consenso entre los expertos acerca de las revisiones propuestas, quedando el instrumento final compuesto por 20 ítems. En la primera página del BPQ se proporcionaba a los directores de instituto y al responsable de Educación las definiciones de actividad física y de política de empresa. Por actividad física se entendía “cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos y que resultaba en un aumento del gasto energético”, mientras que política de empresa se definía como “una línea de comportamiento planteada verbalmente o por escrito para promover o para desalentar una conducta en particular”. De las dos partes en las que se divide el BPQ, la primera se refiere a las políticas de la empresa, bien en el pasado o actualmente en marcha, de cara a promover entre sus empleados conductas saludables, como la práctica de actividad física. En la segunda parte del cuestionario, que no resultó relevante para nuestro estudio debido a las características de los centros y el colectivo evaluado, se plantean cuestiones relativas a otras políticas actuales o pasadas de la empresa para promover la actividad física no ya entre sus empleados, sino entre el público en general, por ejemplo, patrocinando equipos deportivos. 354 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte En las dos partes del cuestionario se preguntaba si la política estaba planteada por escrito o verbalmente, y cuánto tiempo había estado en marcha. Teniendo en cuenta la realidad lingüística del País Vasco, el cuestionario original fue traducido a las dos lenguas oficiales de la Comunidad Autónoma Vasca y cada participante decidió en cuál de las dos cumplimentarlo. El cuestionario para el profesorado fue creado ad hoc para el presente trabajo. Su objetivo fue el de conocer si el personal docente percibía que la empresa tenía o debería tener en marcha políticas de promoción de actividad física para ellos, y si estarían dispuestos a participar en un programa de este tipo. Se recogieron también datos como el género, la edad, la asignatura que impartían, estado civil, número de hijos y utilización del tiempo libre en actividades físicas. Igual que con el cuestionario para directores de instituto, también con este cuestionario para el profesorado se crearon versiones en las dos lenguas oficiales de la Comunidad Autónoma Vasca. 2.4. Análisis estadístico Se emplearon estadísticos descriptivos en forma de porcentajes para las variables categóricas, además de análisis de chi cuadrado para las pertinentes comparaciones entre grupos. Todos los análisis se llevaron a cabo mediante el programa estadístico SPSS (versión 15.0 para Windows, en castellano). 3. Resultados La totalidad de los directores de institutos de educación secundaria, así como también el máximo responsable del Departamento de Educación, indicaron que en ese momento no había en marcha ningún programa de promoción de salud dirigida a los empleados. Un 60% de los responsables de instituto precisaron que en el pasado se habían introducido en sus centros programas específicos para la reducción del consumo de tabaco, y en uno de los centros también se había llevado a cabo un programa de promoción de hábitos saludables de alimentación. En referencia específica a políticas de promoción de la actividad física entre los empleados, la totalidad de los entrevistados indicó que en sus centros nunca habían existido. La respuesta fue también unánimemente negativa al preguntarles si creían que el Departamento de Educación había tenido o tenía actualmente la intención de poner en marcha en breve algún programa de este tipo en sus centros. Sin embargo, a la pregunta de si el Departamento de Educación debería promocionar la actividad física entre sus empleados, todos los responsables de centro dieron una respuesta afirmativa; el máximo responsable del departamento, en cambio, lo hizo negativamente. Sobre cómo creían que se debería llevar a cabo la promoción de actividad física, las respuestas fueron variadas, tal y como se muestra en la Tabla 1. w w w . g i d e k i t . c o m 355 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Tabla 1. Modos de promocionar la actividad física entre los empleados, en opinión de los directores de instituto. Que se pongan en marcha programas específicos de promoción Que la actividad física esté incluida dentro del horario laboral Que se fomente el deporte Que se pongan medios para hacer actividad física Que se informe de los beneficios de la actividad física No contesta 33% 26,7% 26,7% 20% 13,3% 20% Por lo que respecta al profesorado participante en el estudio, 204 (56,4%) fueron mujeres y 157 (43,6) hombres, y las áreas en la que impartían docencia fueron las que quedan recogidas en la Tabla 2. Tabla 2. Áreas docentes Área Frecuencia Porcentaje Educación Física 34 9,4 Áreas Relacionadas con la Salud 45 12,5 Otras Áreas 282 78,1 Total 361 100,0 Un 22,1% del profesorado vivía sólo, mientras que un 77,9% lo hacía en pareja. En algo más de las dos terceras partes de los casos (69,1%), tenían algún hijo. Por grupos de edad, un 4,8% del profesorado era menor de 30 años, un 24,6 % tenía entre 30 y 40 años, un 48,5% entre 40 y 50 años, y un 22,1% era mayor de 50 años. En cuanto a la práctica regular de actividad física por parte del profesorado, la mayoría (72,1%) indicó que en su tiempo libre realizaba actividad física regularmente, mientras que el 27,9% respondió negativamente. La percepción del profesorado en lo referente a si su empresa ponía facilidades para la práctica de actividad física fue negativa en la inmensa mayoría de los casos (91,7%), y no aparecieron diferencias estadísticamente significativas a este respecto cuando se hicieron comparaciones por grupos de edad, género, área docente, situación familiar, y práctica o no de actividad física en el tiempo libre. Con respecto a la responsabilidad de la empresa en la promoción de la actividad física de sus empleados, la mayor parte del profesorado (64,2%) indicó que en su opinión la administración, y más concretamente el Departamento de Educación, debería de poner facilidades para la práctica de actividad física. Entre quines impartían la asignatura de Educación Física, este porcentaje fue aún mayor (81,8%) siendo la diferencia con el resto del profesorado estadísticamente significativa (X2=4,915; p<.05). También se encontraron diferencias significativas (X2=4,026; p<.05) a este respecto entre el grupo de docentes que hacía actividad física en su tiempo libre (67,6%) y el que no (55,9%). Asimismo, el hecho de que la persona encuestada viviera sola o no se reveló como una condición relevante con respecto a la opinión del profesorado sobre la responsabilidad de la empresa en la promoción de la actividad física entre sus empleados (X2=6,691; p<.01): entre los que vivían solos el porcentaje de respuestas afirmativas fue del 51,4%, mientras que entre los 356 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte que no vivían solos fue del 67,7%. Por el contrario, no aparecieron diferencias significativas al comparar los diferentes grupos de edad, el género, o el profesorado con y sin hijos A la pregunta de si estaban dispuestos a participar en un programa de actividad física promovido por la empresa, la respuesta del profesorado fue mayoritariamente afirmativa (77,2%). Quienes impartían docencia en el área de Educación Física (91,2%) mostraron una disposición a participar significativamente mayor (X2=4,105; p<.05) que el resto del profesorado (75,8%). En la misma línea, los docentes que en su tiempo libre practicaban actividad física estaban más predispuestos (80,3%) que los que no practicaban (69,1%) a participar en programas promovidos por la empresa (X2=4,821; p<.05). Igualmente, aparecieron diferencias estadísticamente significativas entre los diferentes grupos de edad (X2=6,691; p<.01), siendo los menores de 30 años los más predispuestos. Por lo demás, la situación familiar referida al vivir o no sólo y al tener o no hijos no se reveló como una variable que condicionase la disposición del profesorado a participar en un hipotético programa de actividad física en la empresa. Tampoco aparecieron diferencias al comparar la disposición del profesorado en función de la variable género. 4. Discusión Este estudio analizó la situación de los centros públicos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de la red pública de la provincia de Bizkaia con relación a la promoción de la actividad física entre su personal docente, así como la disposición de éste a participar en algún programa de actividad física que pudiera poner en marcha la administración, y más en concreto el Departamento de Educación. Los resultados pusieron de manifiesto que en los centros no existía ni había existido antes ningún programa de promoción de la actividad física dirigido a los empleados. El Departamento de Educación sí había implementado programas de promoción de la salud centrados específicamente en el control del consumo de tabaco y en la promoción de una alimentación saludable, pero que no los había puesto en marcha de forma generalizada en todos los institutos, sino mediante programas específicos en determinados centros elegidos con criterios particulares. Como ha señalado Shephard (1996), en el futuro deberá valorarse la conveniencia de poner en marcha políticas de promoción de la salud dentro de la empresa en los que se combinen programas específicamente orientados a estimular la práctica de actividad física con otros programas dirigidos a la prevención y control de la obesidad, dolor de espalda, consumo de tabaco, estrés, etc. Frente a la opinión del máximo responsable en esta área del Departamento de Educación, que se mostró contrario a la posible labor de promoción por parte de su Departamento, la totalidad de los responsables de centros escolares pensaba que el departamento sí debería promocionar la actividad física entre sus empleados. En concreto, la mayoría de ellos sugería que se pusieran en marcha programas específicos de promoción, que viene a ser uno de los aspectos que más se ha enfatizado a la hora de promover la práctica de actividad física entre los empleados de las empresas (Shephard, 1996; Marshall, 2004). Los responsables de los centros escolares también sugirieron que la actividad física se incluyese dentro del horario laboral, si bien también mostraron su preocupación por la dificultad añadida que podría suponer para la confección de los horarios de clases, que suele ser una tarea compleja para el equipo directivo por las muchas variables condicionantes que deben tenerse en cuenta, como instalaciones comunes, profesores que imparten en más de un grupo, reducciones diversas de jornada de los docentes, etc. Otras medidas de promoción propuestas por los directores de centros, que podrían resultar útiles a la hora de diseñar planes de promoción entre el personal de los centros escolares, fueron que se fomentase también la práctica deportiva, que se w w w . g i d e k i t . c o m 357 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) pusieran medios para facilitar la actividad física y que se informase de los beneficios de su práctica. Por su parte, el profesorado percibía que la administración no ponía facilidades para que sus empleados hicieran actividad física, y se mostraba partidario de que el Departamento de Educación activase algún programa de promoción dentro de los centros. En particular, y quizás como podría esperarse, los docentes de Educación Física y aquellos que ya hacían actividad física con regularidad en su tiempo libre eran los más favorables a este tipo de iniciativas. Entre los docentes que vivían solos la opinión mayoritaria fue que la empresa debía de poner facilidades para la práctica física, pero entre los que no vivían solos, tal vez debido a las mayores limitaciones de tiempo y oportunidades, este punto de vista contaba aún con más partidarios. Aunque la mayoría del personal docente se mostró dispuesto a participar en programas de promoción de la actividad física que la administración pudiera poner en marcha en sus centros, fue el profesorado de Educación Física el que apareció más dispuesto a participar en ellos. Se trata de una actitud que no resulta difícil de entender, ya que la actividad física en el lugar de trabajo es algo cotidiano para este colectivo, y el hecho de cambiar la función de docente por la de participante en una actividad física cualquiera es algo que se percibe entre este sector del profesorado como una oportunidad muy motivadora. Por otro lado, el profesorado de menor edad fue el más predispuesto a participar en programas de actividad física promovidos por su empresa, lo que también se ha constatado en otros trabajos previos (Shephard, 1989; Trigonis, Harahousou, Kabitsis y Matsouka, 2004). Por último, se encontró que los docentes que en su tiempo libre practicaban actividad física estaban significativamente más predispuestos que los que no la practicaban a participar en programas de promoción que pudiera poner en marcha su empresa. Probablemente, la explicación más plausible tiene que ver con el hecho de que este grupo de profesores y profesoras se mostraba más receptivo ante un posible programa de promoción de actividad física por ir en la línea de comportamiento que ya hacían suya voluntariamente en su vida extralaboral. Sin embargo, conviene tener en cuenta que, precisamente por ser ya más activas físicamente, con estas personas resulta relativamente más difícil lograr aumentos en sus niveles de actividad física cuando participan en programas de promoción de actividad física (Dishman y col., 1998; Harden y col., 1999). La muestra utilizada en este estudio de carácter preliminar no posibilita la generalización de los resultados al conjunto de los empleados del sector público, ya que se ha circunscrito a una parte muy concreta del mismo: el profesorado de educación secundaria. Como conclusión, podemos decir que éste es el primer estudio que analiza la situación de la promoción de actividad física en el lugar de trabajo en Bizkaia. Son necesarios futuros estudios analizando la existencia o no de políticas de promoción de actividad física tanto en los diferentes departamentos de la administración pública, como en diferentes tipos y tamaños de empresas privada. Estudios de este tipo constituyen un primer paso necesario para desarrollar investigaciones posteriores que, entre otros objetivos, se dirijan a explorar las necesidades y preferencias de la dirección de las empresas y del personal laboral en cuanto a práctica de actividad física, a diseñar intervenciones concretas que podrían llevarse a cabo dentro de diferentes programas de promoción de la actividad física en el lugar de trabajo, y a evaluar los resultados que pudieran producirse en variables como la mejora de la salud de los trabajadores, la mejora del rendimiento y la producción, la reducción de las bajas laborales y el absentismo laboral, la mejora de la percepción de la empresa por parte de los trabajadores, etc. 358 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 5. Referencias Adams, J. y White, M. (2003). Are activity promotion based on the transtheoretical model effective? A critical review. British Journal of Sports Medicine, 37, 106-114. Aramendi, M. (2003). Actividad física, deporte y vida: beneficios, perjuicios y sentido de la actividad física y del deporte. Lasarte-Oria: Cuerpo y Espíritu. Bertera, L.R. (1990). The effects of workplace health promotion on absenteeism and employment costs in a large industrial population. American Journal of Public Health, 80(9), 1101-1105. Bertera, L.R. (1993). Behavioral risk factor and illness day changes with workplace health promotion: two-year results. American Journal of Health Promotion, 7(5), 365-373. Boletín Oficial del País Vasco (jueves, 31 de julio de 2003). DECRETO 166/2003, de 15 de julio, por el que se crea la Comisión Interinstitucional del Plan de Salud de Euskadi. Tomado el 1 de setiembre de 2009 de http://www.euskadi.net/cgibin_k54/bopv_20?c&f=20030731&s=2003149 Dishman, R.K., Oldenburg, B., O´Neal, H. y Shephard, R.J. (1998). Worksite physical activity interventions. American Journal of Preventive Medicine 15(4), 344-361. Feldman, R.H. (1989) Worksite Health promotion, labor unions, and social support. Health Education, 55-57. Harden, A., Peersman, G., Oliver, S., Mauthner, M. y Oakley, A. (1999). A systematic review of the effectiveness of health promotion interventions in the workplace. Journal of Occupational Medicine and Toxicology, 49, 540-548. López-Chicharro, J. y Fernández-Vaquero, A. (2006). Fisiología del ejercicio. Madrid: Panamericana. Marshall, A.L. (2004). Challenges and opportunities for promoting physical activity in the workplace. Journal of Science and Medicine in Sport, 7, 60-66. McArdle, W., Katch, F. y Katch, V. (2004). Fundamentos de la fisiología del ejercicio. Madrid: McGraw Hill. Sallis, J.F., Bauman, A. y Pratt, M. (1998). Environmental and policy interventions to promote physical activity. American Journal of Preventive Medicine, 15(4), 379-397 Sánchez-Bañuelos, F. (1996). Actividad física y salud: La actividad física orientada hacia la salud. Madrid: Biblioteca Nueva. Sharkey, J. (2002). Fitness and health. Champaign,IL: Human Kinetics. Shephard, R.J. (1996). Worsite fitness and exercise programs: a review of methodology. American Journal of Health Promotion, 10, 436-452. Suminski, R.R., Poston, W.S. y Hyder, M.L. (2006). Small business policies toward employee and community promotion of physical activity. Journal of Physical Activity and Health, 3, 405-414. Trigonis, I., Harahousou, Y., Kabitsis, C. y Matsouka, O. (2004). Programas deportivos en el lugar de trabajo y sus beneficios para la salud de los empleados. En: M.J. Monteagudo y Nuria Puig (coord.), Ocio y deporte: un análisis multidisciplinar (pp.105-123). Bilbao: Universidad de Deusto. Vanden Auweele, Y., Boen, F., Schapendonk, W. y Dornez, K. (2005). Promoting stair use among female employees: the effects of a helth sign followed by an e-mail. Journal of Sport & Exercise Psychology, 27, 188-196. World Health Organization (2008). Preventing noncommunicable diseases in the workplace through diet and physical activity: WHO/World Economic Forum report of a joint event. World Health Organization / World Economic Forum 2008. w w w . g i d e k i t . c o m 359 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 360 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte ÁREA TEMÁTICA: CIENCIAS SOCIALES Y GESTION w w w . g i d e k i t . c o m 361 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 362 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 30 ¿QUÉ APRENDEN LAS FAMILIAS CON EL DEPORTE ESCOLAR? Ana Maria Macazaga López, Itziar Rekalde Rodríguez y Maria Teresa Vizcarra Morales [email protected] Resumen En esta investigación presentamos el diseño e implementación de acciones formativas dirigidas a familias tras identificar las actitudes negativas que desean cambiar en el DE. Prestamos especial atención al despliegue del planteamiento metodológico por residir en él, el sostén y andamiaje del planteamiento formativo. La metodología de investigación utilizada es la investigación-acción participativa y la estrategia seguida el estudio de casos. Palabras clave: Actitudes negativas, Competición, Deporte escolar, Formación, Familias w w w . g i d e k i t . c o m 363 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción La investigación que presentamos tiene sus orígenes en la realizada durante el primer trimestre del curso escolar 2005/06 y ésta en la realizada en el curso escolar 2004/05, en el apasionante tema del Deporte Escolar (DE en adelante). Es importante que tengamos en cuenta este detalle, dado que las aportaciones y sugerencias que recogemos en este documento no son resultado exclusivo de la labor realizada en el curso escolar 2005/06, sino de la emprendida en el 2004/05. Por este motivo procede hacer referencia al camino recorrido previamente. En el 2003, la Federación de Ikastolas de Bizkaia (en adelante BIE) nos trasladó su necesidad de atender las demandas de cambio de las ikastolas preocupadas por la falta de contexto pedagógico del deporte escolar. En el curso 2004/05, iniciamos nuestra andadura con tres ikastolas (R.M Azkue, de Lekeitio; Betiko de Leioa; y Seber Altube de Gernika) desde la investigación-acción participativa como método de trabajo y el estudio de casos como estrategia metodológica. En este curso realizamos un diagnóstico orientado a conocer las necesidades expresadas por cada uno de los colectivos participantes en el proyecto. En septiembre de 2005, presentamos al I congreso virtual el trabajo titulado Desarrollo de un diseño de investigación en torno a la realidad del deporte escolar en tres ikastolas de Bizkaia (Rekalde, Vizcarra, Macazaga; 2005a), en él, pretendimos dar constancia de la riqueza y complejidad que encierra el modelo de investigación que seguimos, un modelo que requiere de la construcción de contextos que posibiliten hacer de la investigación un acto formativo, un modelo centrado en la construcción conjunta de conocimiento (Freire, 1994). En dicho informe explicitamos el modo en el que abordamos el proceso de diagnóstico de necesidades para hacer del propio diagnóstico contenido formativo y, el modo en que procedimos a construir los contextos de diálogo, comunicación y construcción conjunta de conocimiento que nos permiten vertebrar el estudio desde la investigación-acción participativa y, que son los mismos contextos en los que se apoya y nutre el proceso indagatorio que en esta investigación presentamos. La información generada en el diagnóstico confirmó lo que ya intuíamos: las actitudes negativas de las familias ante la competición representa la preocupación prioritaria de todas las audiencias. También aportó luz sobre las necesidades de los distintos colectivos en torno al DE y, sobre cuáles podían ser las líneas de actuación (Vizcarra, Macazaga y Rekalde, 2006). Han sido, por tanto, las propias ideas surgidas a lo largo de la investigación 2004/05 las que han avalado y justificado el proyecto de intervención con familias al que este estudio se refiere. En el 2005/06, iniciamos una nueva investigación que suponía el segundo bucle de la espiral indagatoria, en este caso con la clara intención de abordar el reto de intervenir sobre las actitudes negativas de las familias a través del diseño e implementación de un programa de formación. En el punto de inicio del nuevo bucle nos encontramos con la necesidad de establecer una terminología común, de compartir los significados atribuidos a la expresión actitud negativa para, una vez consensuado el significado y establecida la orientación pedagógica e ideológica para la intervención, estar en disposición de diseñar las actividades formativas desde el interés socio critico (Giroux,1990) orientado a la trasformación y cambio social sustentado en la toma de conciencia y responsabilidad individual de los valores que impulsan nuestras actitudes y comportamientos. El informe que presentamos en 2007 al II congreso virtual Investigación en la Actividad Física y el deporte llevó por titulo “¿Cuáles son las actitudes negativas que las familias mantienen ante la competición en el deporte escolar? (Vizcarra, Macazaga y Rekalde, 2007) en él 364 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte presentamos, con lujo de detalles, las herramientas que construimos para dar respuesta a esta pregunta así como el proceso de construcción. Así, esta investigación, se dirige a presentar el diseño e implementación de tres acciones formativas orientadas a cambiar las actitudes negativas que las familias mantienen en el DE, relacionadas con actitudes ligadas al resultado (ganar y perder), actitudes mantenidas hacia las decisiones tomadas por árbitros y entrenadores (respetar sus decisiones) y, actitudes hacia el juego limpio (respetar las normas); identificadas a través de la ficha de autoevaluación. Una vez que sabemos de dónde, cómo y por qué surge este estudio y hacia dónde va es hora de explicitar la finalidad y los objetivos del mismo. 2.- Finalidad y objetivos del estudio La investigación centrada en el inicio del año 2006 ha tenido como finalidad el intervenir con las familias para mejorar la convivencia en el deporte escolar. Siendo el objeto de estudio que aquí presentamos el diseño e implementación de actividades formativas que permitan hacer visibles a las familias los valores que impulsan los comportamientos que adoptan en las competiciones de DE. Los Objetivos o Favorecer dinámicas activas que permitan a las familias darse cuenta de comportamientos adoptados en DE no deseables para la educación de sus hijos/as. o Desarrollar un proceso formativo desde la investigación-acción participativa dirigido a familias o Formar un equipo de investigación-formación con los miembros que participan en el Seminario 2. Marco teórico En Rekalde, Macazaga, Vizcarra (2005) y, en Vizcarra, Macazaga, Rekalde (2007) hemos abordado el significado atribuido al concepto deporte por los participantes en este estudio, también nos hemos referido a la influencia que tienen las familias en la construcción del sistema de creencias de sus hijos e hijas como contexto primario de socialización y al aprendizaje dialógico. En esta ocasión, damos una vuelta más de tuerca para acercar el foco de indagación a la competición y, a la importancia de desvelar las actitudes que las familias mantienen ante ella en el DE para finalizar con las implicación que tiene en la acción formativa, el adoptar el aprendizaje dialógico como referente de trabajo. 2.1 La Competición en el Deporte Escolar En anteriores trabajos hemos expuesto el significado atribuido al concepto deporte como práctica en la que están presentes: un componente lúdico, un componente normativo y un componente competitivo. Diferentes autores como, Sparkes (1986); Sage (1986); Blázquez (1995); Devís (1996); Solar (1997); Martínez y Buxarrais (1999); Fraile (2001) Macazaga (2004); Amenabar y Sistiaga (2009) tratan desde perspectivas diferentes la presencia de la competición en el DE. En el presente estudio, la competición como rasgo definitorio de práctica deportiva escolar, ha sido un tema recurrente abordado en profundidad. Partimos de que la competición en el DE no es neutra (en nuestro caso, en la CAV el DE está reglamentado por el decreto 125/2008, que dice que es una actividad social que contribuye a la formación y al desarrollo integral de las personas), y éste puede educar o puede ser una experiencia nada educativa, todo depende del interés dominante que mueve a competir, interés relacionado con el aprendizaje y el placer del juego o, con el w w w . g i d e k i t . c o m 365 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) rendimiento. El interés por aprender pertenece al ser y el interés por el rendimiento al hacer y al ego (Lowen, 2009) Como podemos imaginar, el estilo de vida que promueve el tipo de bienestar que queremos promover en los escolares a través de la práctica de DE se asiente en el interés por aprender y disfrutar siendo. Para trabajar con las familias la toma de conciencia del interés impulsor de la experiencia de competición vivida por sus hijos e hijas a través del DE, hemos recurrido a las teorías de perspectivas de meta y de orientación al logro (Cervelló, 1996; Duda, 2001). Éstas sostienen que existen dos perspectivas que actúan en las actividades de logro: la orientación motivacional hacia la tarea o hacia el ego. Esta última se caracteriza por la utilización de la comparación social para juzgar el éxito, todo se reduce al resultado, ganar o perder. En cambio, las personas con una perspectiva orientada hacia la tarea, dirigen su atención al proceso de aprendizaje y tienen la creencia de que el éxito se produce cuando alguien mejora sus habilidades personales (Brustad y Arruza, 2002). Desde este encuadre, hacemos nuestra la posición de aquellos autores que se muestran partidarios de adoptar una orientación motivacional centrada en la tarea, en la que el éxito tiene que ver con asumir la responsabilidad de adquirir un estilo de vida activo orientado al propio bienestar. Son muchos los estudios que apuntan a que las familias presentan una orientación motivacional hacia el ego (ganar) opuesta a la que presentan los escolares orientados hacia la tarea, aprender, hacer amigos, divertirse (Cervelló, 1996; Duda, 2001; Toral, Vicente y Garcia 2005); estas familias reproducen y transmiten a sus hijos de manera acrítica los contravalores del deporte actual influidos por una competitividad dirigida a exaltar el resultado y el éxito del ganador (la Torre, 2004) sin embargo, muchas no son conscientes de las nefastas consecuencias que sus comportamientos tienen en la construcción del sistema de creencias y valores de sus hijos e hijas. Por tanto, es imposible avanzar en la construcción de contextos educativos a través del DE si no actuamos de forma profesional con las familias, agentes primarios de socialización, ofreciéndoles un trabajo formativo encaminado a ayudarles a sacar a la luz y trasformar las creencias que sustentan sus comportamientos como espectadores del DE de sus hijos e hijas. El interrogante que ahora se nos presenta es ¿cómo trabajar con las familias? 2.2. El trabajo con las familias A tenor del lo dicho hasta ahora, sustentamos nuestra propuesta de intervención con las familias en construir situaciones que nos permitan poner en práctica uno de los principios fundamentales de la práctica Gestall, el darse cuenta, o el hacer consciente lo inconsciente (Peñarrubia 1998) un pilar fundamental en los procesos de formación y crecimiento personal que también encontramos en la metodología comunicativa para la que “el cambio tiene lugar cuando los individuos desarrollan una mayor comprensión de la situación existente y son estimulados a actuar sobre ella” (Gomez, Latorre, Sanchez y Flecha, 2006; p.31). En nuestro estudio se trata de que las familias se den cuenta de cuál es el interés que impulsa sus comportamientos en el DE. Consideramos necesario que las familias abandonen el criterio de éxito asimilado del deporte espectáculo que tantos trastornos psíquicos está produciendo en niños y jóvenes que se ven impulsados a adoptar actitudes individualistas y egoícas que generan problemas de ansiedad ante el temor de no cumplir con las expectativas que los adultos, y en concreto las familias, proyectan en ellos. Los escolares buscan el éxito porque creen que si lo logran conseguirán el reconocimiento y el amor de sus padres (Lowen 2009). En los últimos años ha crecido la preocupación por cuidar las actitudes de las familias, hecho que se ve traducido en diferentes campañas, una de las más conocidas es la 366 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte que nació con el eslogan Quand els teus fills i filles estan en joc... compta fins a tres i... promovida por el Ayuntamiento de Barcelona, donde se marcan unas estrategias y pautas de conducta para las familias como modelo básico de referencia para los escolares (Prat y Carranza, en Bores 2005). No menos conocida es la campaña “Entrenando a padres y madres” de Gimeno (2000), promovida por la Diputación de Zaragoza, que cuestiona los comportamientos de padres y madres porque son imitados y validados por sus hijos, abordan los comportamientos de las familias a través de las habilidades sociales. Además existen algunas otras iniciativas, menos conocidas como la de la Diputación Foral de Gipuzkoa o la campaña de guías para padres-madres de DE del Ayuntamiento de Valencia, entre otras, dirigidas a la mejora de las actitudes del entorno próximo al deportista escolar. Las iniciativas revisadas recogen la necesidad de pensar en un reglamento normativo, entendiendo que cuando las normas se construyen participativamente y bajo la corresponsabilidad, las hacemos nuestras más fácilmente y llegamos al cumplimiento de las mismas (Casamayor, 2000). Las acciones formativas diseñadas e implementadas con las familias han estado orientadas a cuestionar tres tipos de actitudes 1) actitudes ligadas a ganar y perder ¿qué priorizamos en la competición, el resultado o que los escolares aprendan y disfruten de la experiencia deportiva? 2) Actitudes hacia las decisiones tomadas por árbitros y entrenadores, colaboramos con árbitros y entrenadores para construir un clima de respeto en el que sea posible el juego deportivo o, descargamos sobre ellos gritos e insultos arrastrados de viejas y nuevas derrotas. 3) Actitudes hacia el juego limpio; impulsamos un clima de respeto y convivencia a través del cumplimiento de las normas o por el contrario pervertimos el juego justificando las trampas como camino para conseguir el éxito del ganador ¿Qué orientación motivacional encierran nuestros comportamientos? No queremos finalizar esta reflexión sobre las familias en cuanto agentes de socialización sin expresar que compartimos con Ortúzar (2005) la idea del DE como una realidad social sistémica en la que participan distintos agentes sociales, cada uno de los cuales, ejerce su influencia en función de su proximidad relacional al núcleo del sistema, esto es, al escolar. Situarnos ante un modelo ecológico, significa asumir que no es posible avanzar en la construcción del DE con el que soñamos, si no trabajamos conjuntamente los diferentes colectivos implicados, para lo que habrá que lograr el compromiso de cada uno de ellos en aras a trabajar en una misma orientación educativa (Rekalde, Vizcarra, Macazaga, 2005b). Nos mostramos en sintonía con aquellos autores que defienden la idea de que en el DE debe existir un trabajo colaborativo en el que escolares, familias, equipos directivos de centro, docentes, monitores-entrenadores, tengan claras sus funciones y responsabilidades (Fraile, 2001; Macazaga, Vizcarra y Rekalde, 2006). 2.3. El aprendizaje dialógico El marco teórico en relación al aprendizaje desde el que hemos ido desarrollando la investigación y a través del cual se ha ido buscando respuesta a los objetivos planteados, ha sido a través de los planteamientos comunicativos y dialógicos, que a partir de las ideas esenciales del pensamiento de Freire (1994,1999) y de Habermas (1994). Los principios que sustentan la base de este aprendizaje (Flecha, 1997) han estado operando continuamente, a saber: pretensiones de validez frente a pretensiones de poder, horizontalidad, incorporación de las voces afectadas, pedagogía de la pregunta frente a la pedagogía de la respuesta, el colectivo como espacio de construcción de conocimiento, la interrogación como eje de la reflexión individual y colectiva, así como la problematización de la temática objeto de estudio. Todo ello, se ha plasmado en un tipo de dinámica participativa y reflexiva –teóricos/prácticos- dirigida a la toma de decisiones conjunta w w w . g i d e k i t . c o m 367 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) sobre los diversos momentos del proceso de la investigación. Pasemos, a continuación, a explicar la metodología de trabajo seguida. 3. Metodología Nos situamos ante un estudio cualitativo que trata de comprender las actitudes de las familias ante el DE en tres ikastolas de Bizkaia, e intervenir en ellas para promover actitudes educativas ante las actividades deportivas de los escolares. Este planteamiento se basa en la comprensión e interpretación de una realidad educativa concreta, alejándonos de la búsqueda de relaciones causa-efecto. 3.1. Algunas consideraciones sobre la opción metodológica El planteamiento metodológico asumido ha sido la Investigación-Acción (Grundy, 1991; Carr y Kemis, 1988; Fraile, 2001; Macazaga, 2003; Flick, 2004). Los principios de actuación que han regido la investigación y que han estado presentes en las estructuras construidas para desarrollar la investigación, han sido la capacidad de escucha activa al otro; la reflexión compartida; la reconstrucción como práctica transformadora; la demanda de cambio; las relaciones de horizontalidad y la realización del tradicional ciclo de Lewin, con los momentos de planificación, acción, observación y reflexión. Es, desde este último principio, que la información, registrada a través de notas de campo, documentos personales, trípticos, cuestionarios y demás, adquiere sentido, dentro del proceso como herramienta que nos posibilita la reflexión crítica para el cambio de las actitudes no educativas en el deporte. “sirve para conservar elementos del momento de acción para una reflexión posterior en vez de para medirlos en cuanto se producen. Así, la observación convierte el hecho en un texto (...) La observación propia de los modos prácticos y emancipadores de investigación-acción no se traduce sólo en datos cuantificables (...) Es más probable que consistan en reseñas de diarios, grabaciones magnetofónicas (...); en resumen, cualquier cosa que ayude a la memoria para una posterior reconstrucción de la acción en beneficio de la reflexión”. Grundy (1991, pp 216-217) Queda saber cómo hemos hecho para aproximarnos a los contextos y dialogar con ellos. En este propósito la estrategia que hemos utilizado ha sido el Estudio de casos. 3.2. La Estrategia metodológica utilizada Cada ikastola ha constituido un caso, en el que se han estudiado y analizado las actitudes de las familias y se ha diseñado, en función de las necesidades y demandas de este colectivo, un plan de formación de las familias implicadas en la experiencia. El caso global ha supuesto el trabajo conjunto en el Seminario sobre las actitudes de las familias ante las actividades competitivas de DE y, el diseño completo de las actividades a realizar con las familias en los tres centros escolares. El Estudio de Casos nos permite explorar en profundidad el fenómeno en su escenario natural, es decir, más que generalizar las conclusiones a las que podamos llegar, nos da la posibilidad de representar el caso en sí mismo (Stake, 1998). De ahí que en nuestra investigación hayamos utilizado esta estrategia metodológica para poder describir, reflexionar y comprender el fenómeno de las actitudes ante la competición por parte de las familias. Estos argumentos y el hecho de que diferentes autores señalen que el Estudio de Casos constituye una de las estrategias más características del enfoque cualitativo 368 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte justifican nuestra elección (Bodgan y Biklen, 1982; Goetz y Lecompte, 1988; Colás y Buendía, 1992; Vázquez y Angulo, 2003). 3.3. Estrategias de generación de datos Las técnicas seleccionadas han sido: los Registros documentales, la Observación, y los Cuestionarios. Los Registros (Colás y Buendía, 1992). En nuestro caso han sido, los documentos realizados por las familias en los que hemos recogido sus opiniones, creencias e ilusiones en torno a las temáticas abordadas a lo largo de la experiencia y de forma sistematizada durante y tras cada acción formativa. Por lo que se refiere a la Observación, tenemos que diferenciar, por una parte, la utilización de un sistema narrativo de observación y, por otro, la observación participante. En cuanto al sistema narrativo de observación se ha utilizado para registrar lo acontecido en el rol playing. La manera de recoger esta información ha sido a través de una ficha de observación narrativa en la que se ha combinado el registro de incidentes críticos y un apartado reflexivo de análisis (a modo de diario) en el que el observador, al finalizar su tarea, ha expresado los pensamientos y sentimientos que le han generado lo observado. En cuanto a la Observación participante, (Rodríguez; Gil y García, 1996) en nuestro caso, la manera en que se ha registrado la observación ha sido a través del registro más utilizado, que son las notas de campo. Consisten en una descripción-narración de los acontecimientos desarrollados en una situación natural. Éstas se han elaborado tanto por las investigadoras de la universidad de cada sesión de seminario, como por los miembros del GC de cada una de las sesiones formativas llevadas a cabo con las familias. Por tanto, se ha aplicado el mismo registro en contextos y situaciones diferentes para objetivos distintos. Las notas de campo de las sesiones de seminario han sido confeccionadas por las investigadoras de la universidad recogiendo, de manera sistematizada, todo lo acontecido en las diferentes sesiones a partir de un registro en audio. En cuanto a las notas de campo realizadas por los miembros del GC de las sesiones formativas llevadas a cabo con las familias, han sido notas de un marcado carácter descriptivo, de bajo nivel inferencial. Finalmente, en cuanto a los Cuestionarios debemos señalar que si bien no es la técnica más representativa de la investigación cualitativa nos ha prestado un importante servicio a nuestro estudio en la realización de la autoevaluacion final.. 3.4. Descripción de las estructuras construidas para desarrollar la Investigación Dada la naturaleza de este estudio y la perspectiva desde la que lo hemos abordado, consideramos necesario construir distintas estructuras que potenciaran el diálogo, la comunicación, la investigación y la reflexión. Macazaga en consonancia con los principios de la investigación-acción crítica señala la importancia de la acción colectiva organizada para llegar al cambio educativo: “Para llevar a cabo esta empresa de cambio personal y social resulta imprescindible la realización de una organización social en comunidades autocríticas de investigadores activos, en las que la verdad se determina por la manera en que ella misma se relaciona con la práctica, (…). Sólo la acción colectiva organizada podrá dar lugar al cambio educativo y social” (Macazaga; 2003, p. 206). En nuestro estudio las estructuras construidas han sido el Seminario, el Grupo de centro (GC) y los Grupos de trabajo con las familias. Cada estructura ha cumplido funciones diferentes en el desarrollo de la investigación. Pasemos a analizar cuales han sido: w w w . g i d e k i t . c o m 369 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) El Seminario. Compuesto por ocho personas, un representante de BIE, un representante del colectivo familias; tres investigadores representantes de las ikastolas participantes (coordinadores) y tres investigadoras de la UPV Las tres Investigadoras de la universidad son docentes universitarias, dos procedentes del campo de la Educación Física y una del de la Pedagogía, son las encargadas de facilitar el proceso de investigación-acción participativa. Tres docentes jóvenes que llevan entre 5 y 10 años en la enseñanza, son miembros del seminario desde el inicio de la experiencia (enero de 2004). Además, son las personas que coordinan los grupos de centro en sus respectivas ikastolas es de resaltar su compromiso con el proyecto y el talante democrático, se trata de lo que Carr y Kemmis (1988) denominan activistas de la educación. Su función principal ha sido la de diseñar el proyecto, supervisar su desarrollo y llevar a cabo la evaluación. No olvidemos, además, que la acción formativa a desplegar en el resto de las estructuras se ha puesto en práctica en el seno del Seminario y se ha discutido su propio diseño. Las funciones específicas de esta estructura han sido: a) realizar sesiones mensuales de seguimiento y contraste del trabajo b) elaborar el primer nivel de diseño de la investigación. Las investigadoras de la Universidad elaboraron el primer boceto y el contraste, la discusión y la elaboración definitiva ha sido tarea de todos los miembros que componen esta estructura; c) elaborar los materiales que se han utilizado en las diferentes acciones formativas, así como valorar su aplicabilidad y el proceso para implementarlas; d) poner en común, contrastar y discutir el contenido de los informes parciales; elaborar los trípticos para su difusión a partir de los informes parciales recogidos de cada acción formativa e) elaborar las notas de campo de cada sesión (investigadoras de la Universidad) y, f) elaborar, contrastar y comunicar el informe final (responsabilidad descrita en el apartado b). Con frecuencia nos hemos referido al seminario como al observatorio de la experiencia ya que ha sido la estructura en la que los coordinadores han podio expresar sus necesidades formativas y expresar sus miedos y dudas sobre qué hacer y cómo hacer en los grupos de centro. En la experiencia de dinamización y facilitación de procesos que en el seminario han vivido, han encontrado el espejo en el que mirarse para asumir ellos mismos, con posterioridad, la función de dinamización de los grupos de centro Grupo de centro. Se ha constituido un GC por cada una de las ikastolas participantes. Los miembros han sido: el investigador representante de la ikastola participante en el Seminario (Coordinador), un profesor de EF, un profesor/a del centro de otra especialidad, un educador de DE, un representante de padres-madres y un alumno/a de ciclo superior. Se recomendó que fuera un grupo formado, como mínimo, por cinco personas, pero en los tres centros se ha superado este número. La periodicidad de las reuniones ha sido mensual, y su duración variable entre una y tres horas. Cada centro ha gestionado las decisiones relativas a lugar, franja horaria y duración en función de la casuística particular. Las funciones específicas de esta estructura han sido: a) constituir los grupos de familias; b) dinamizar las acciones formativas con las familias; c) aplicar las estrategias de generación de datos (observación, entrevistas, cuestionarios,...); d) elaborar las notas de campo de cada una de las acciones formativas (dos miembros del GC de manera rotativa); e) analizar las notas de campo y elaborar la reconstrucción de la sesión o informe parcial (dos miembros del GC de manera también rotativa), f) contrastar el informe parcial con las familias participantes (responsabilidad del coordinador, investigador participante en el Seminario ) y, g) Dar a conocer e impulsar el proyecto dentro del centro. 370 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Grupos de familias. A ellas ha sido a quienes se ha dirigido la intervención, madres y padres de escolares que participan en el DE de su centro. Su participación ha sido totalmente voluntaria y la principal función desempeñada ha sido formativa. Las reuniones han sido una por acción formativa (acciones 1, 2, y 3) Cada Ikastola ha gestionado el modo de realizar la convocatoria y decidido el lugar en el que realizar la acciones formativas Es bien conocida la dificultad que encierra movilizar a las familias y, nuestro estudio no ha sido una excepción, aunque una vez formados los grupos de familias participantes su implicación en el proceso formativo ha sido muy alta Las funciones específicas se han centrado en: a) asistir a las diferentes sesiones formativas y participar activamente de las propuestas presentadas; b) rellenar los documentos personales correspondientes a cada acción formativa; c) realizar la valoración final del programa formativo desarrollado; d) contrastar los documentos utilizados y realizar aportaciones personales y, e) colaborar en la difusión de la experiencia en el centro y, en especial, a otras familias, en este punto, los trípticos referentes a cada acción formativa han resultado de gran utilidad. 3.5. Descripción del proceso de diseño y desarrollo de la investigación El diseño de la investigación en consonancia con la naturaleza de esta investigación y con lo expuesto hasta el momento que, se trata de un diseño abierto, a la integración de lo sucede en “el aquí” y el “ahora”, y cíclico, es decir se ha ido construyendo y reconstruyendo a medida que avanzaba la indagación a partir de una guía previa, que representaba una planificación provisional del trabajo a realizar en las tres acciones formativas. 3.6. En cuanto a la dinámica analítica desarrollada Sabemos que el análisis de datos constituye una etapa clave del proceso de investigación cualitativa que se ha desarrollado a la par que el trabajo de campo (Goetz y Lecompte, 1988). En nuestro caso, el análisis de la información obtenida ha representado un proceso, básicamente inductivo, dinámico y sistemático que ha requerido identificar, seleccionar, categorizar, comparar e interpretar el mensaje de los datos recogidos. Este proceso ha permitido identificar las ideas centrales en los datos representados como conceptos que encarnan fenómenos (categorías) y conceptos que pertenecen a esos fenómenos (subcategorías) (Rodríguez, Gil y García, 1996; Coffey y Atkinson, 2003). Ha adoptado una perspectiva hermenéutica, desde la que se ha buscado la comprensión del sentido que se da en la comunicación entre los seres humanos, para poder diseñar y desarrollar, en función de esa comprensión, el proyecto de intervención. Las categorías han sido contrastadas con alumnado de doctorado y por el grupo de investigadoras. 3.7. Modalidad de triangulación y credibilidad de la investigación En un estudio interpretativo como es el nuestro, la credibilidad es un requisito muy importante y, como señala Pérez Serrano (1994, p. 91) “alternativo a la validez interna de la investigación cualitativa”. La credibilidad descansa “sobre el respeto a las múltiples realidades que se confrontan en un mismo escenario social” (Gimeno y Pérez, 1992, p.132). De ahí que insistamos como criterio de credibilidad y rigor, en la necesidad de utilizar estrategias o procedimientos orientados a la triangulación, comprobación y contratación de las diferentes interpretaciones subjetivas con los mismos hechos registrados y con las interpretaciones de otros grupos internos y externos. En consecuencia, las estrategias básicas que hemos utilizado para constatar la credibilidad han sido el trabajo prolongado en un mismo lugar y la triangulación. Partimos de la idea defendida por Guba (1985) según w w w . g i d e k i t . c o m 371 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) la cual, las estancias prolongadas pueden ayudarnos a superar, tanto como sea posible, las distorsiones producidas por nuestra presencia como investigadores y proporcionarnos la oportunidad de comprobar nuestros propios prejuicios y percepciones, así como las personas investigadas, ayudándonos a comprender la complejidad de la realidad a estudio. En nuestro caso, como ya hemos expuesto al comienzo de este trabajo, el bucle de investigación que en este trabajo presentamos se sitúa en una espiral indagatoria mucho más amplia que tuvo su comienzo en octubre de 2004, por tanto, los miembros del seminario, al cierre de este bucle indagatorio hemos compartiendo escenario de trabajo durante 18 meses, tiempo en el que hemos avanzado mucho en la comprensión de la realidad a estudio. La triangulación viene, tanto de fuentes internas (Seminario, GC y familias), como de técnicas (notas de campo, grupos de discusión cuestionario y documentos). Resaltar el uso de la triangulación indefinida (Becker, 1970), al someter a los participantes a versiones preliminares de los análisis de datos, con el fin de obtener su reacción, opiniones, apreciaciones y cambiar, si era el caso, el contenido de las interpretaciones. En esta línea de trabajo situamos los trípticos, a través de los cuales, hemos podido contrastar con las familias las interpretaciones realizadas por las investigadoras, de las acciones formativas, a partir de los documentos y notas de campo generados en éstas. 4. Informe Interpretativo En este informe presentamos cómo es el diseño y la puesta en marcha de las sesiones formativas (1, 2 y 3) en coherencia con el marco teórico y la opción metodológica adoptada para finalizar con la valoración que del proceso formativo hacen los participantes. 4.1. El diseño y elaboración de las acciones formativas. Las tres sesiones formativas las organizamos en torno a tres grandes temas que emergen con fuerza en la ficha de autoevaluacion recogidas de las familias participantes en la investigación anterior. En un primer momento, las investigadoras presentamos el plan general de las sesiones formativas en el seminario, especificamos el por qué de las mismas, y lo que buscamos con ellas. Se trata de una propuesta abierta que debe ser debatida, contrastada y matizada. Acercamos al lector a esta información a través de la voz de una de las investigadoras: “... hemos pensado en tres sesiones formativas, cada una de ellas gira sobre una temática diferente y las hemos elegido porque hemos visto que en las observaciones de comportamientos de las familias, eran las cuestiones que más salían y porque, en base a ese criterio hemos elaborado también las fichas de autoevaluación (...). La primera sesión formativa la del 8 de marzo, será para trabajar “La competición y su importancia”. (…) La segunda sesión formativa será para trabajar “Las actitudes negativas que se mantienen ante la competición” el objetivo es (…). La tercera sesión formativa sería para trabajar el “Fair play”. (…) (Notas de campo seminario 22 febrero 2006). Con la estructura de las sesiones buscamos que las familias desarrollen una mayor comprensión o, lo que es lo mismo “se den cuenta” de lo que hacen a espaldas de ellos mismos (Grundy, 1991; Peñarrubia, 1998; Gómez, Latorre, Sánchez, Flecha, 2006), en nuestro caso, qué comportamientos adoptan en la competición escolar. Para ello, damos a las acciones formativas una misma estructura formada por tres momentos: Un primer momento orientada a “provocar” a las familias para favorecer la entrada en el mágico 372 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte mundo de las emociones, a través de diferentes técnicas (las imágenes y comic; el role playing y las películas). Un segundo momento, en el que tiene lugar los grupos de discusión y el intercambio de pareceres, orientada a poner en juego el pensamiento crítico en torno a las actitudes negativas a suprimir y las nuevas a impulsar. Remarcamos la importancia de que las familias reconozcan las emociones sentidas y los comportamientos adoptados para trabajar desde la conexión de pensamiento y emoción. Para finalizar, con un tercer momento orientada a adquirir una comprensión nueva de uno mismo (Bolívar, 1995) a través de las tareas para casa que demandan reelaborar, lo aprendido en la sesión formativa; es el valioso tiempo de la reconstrucción a ritmo personal. Para cada uno de los momentos, ofrecemos más de un material o recurso, en la idea de que sean los propios coordinadores quienes respetando el propósito didáctico de cada momento, decidan qué materiales utilizar y cómo proceder en un claro ejercicio de los principios democráticos de la investigación-acción participativa (Grundy, 1991) y el aprendizaje dialógico (Flecha, 1997). Con la información recogida de cada sesión formativa (notas de campo y los documentos personales) las investigadoras elaboramos trípticos personalizados para cada ikastola, uno por sesión formativa. En estos trípticos recogemos las opiniones de las familias en las que expresan comportamientos a abandonar y comportamientos a incorporar Los trípticos tienen un triple objetivo: motivar a los participantes haciéndoles una devolución que les haga sentir que su trabajo es recogido y valorado; facilitar las labores de contraste de información con las familias, y finalmente difundir los resultados de cada acción formativa en los centros escolares para contribuir a crear un clima de apoyo al proyecto formativo. Objetivo altamente logrado. 4.1.1. La primera sesión de formación “la importancia que otorgamos a la competición: aprender a ganar y aprender a perder” Trabajamos con imágenes impactantes que amplifican y exaltan tópicos del deporte de competición, tales como, “para ganar hay que aprender a sufrir”. La primera tarea consiste en visualizar un power point con imágenes de deporte de alta competición que buscan provocar para entrar en el debate en gran grupo, tomando como hilo conductor las preguntas sobreimpresas en el power. La Segunda Tarea, se realiza a través de un documento escrito con viñetas de mafalda, buscamos motivar la reflexión sobre la función de la competición en el DE. Recordamos a los coordinadores que deberán recoger información escrita a partir de los interrogantes planteados en una de las diapositivas del power, del documento escrito y de la valoración final que de la acción formativa hagan las familias. Los coordinadores, ante los materiales, consideran adecuado comenzar con el power y dejar el documento escrito para casa: “Como la primera sesión es importante y debe ser impactante, yo creo que lo mejor es utilizar el power que ofrece más posibilidades para impactar en el momento. El documento escrito “mafalda” requiere otro ritmo, pide tiempo, para leerlo poquito a poquito, ni siquiera en parejas; la pareja mete cierta presión y no disfrutas igual. Creo que es mejor que cada uno lo lea a su ritmo y después de leer una viñeta vuelva al encabezado y diga ¡ah¡ esto se refería a esto otro. (coord. 3, notas de campo seminario 22 febrero 2006). La voz anterior desvela como los coordinadores, investidos de la legitimidad que encuentran en su conocimiento práctico y apoyados en el clima de respeto que hemos w w w . g i d e k i t . c o m 373 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) creado en el seminario, aportan el realismo del conocimiento práctico que nos permite depurar las propuestas de intervención y dejarlas a punto para ser realizadas con las familias. 4.1.2. La segunda sesión de formación “las actitudes que mantenemos hacia las decisiones tomadas por árbitros y entrenadores” Trabajamos con la dramatización como técnica. Presentamos un caso concreto, que parte de una situación conflictiva (protestas al árbitro, expulsión de jugadores) ocurrida en uno de los centros y presentada por uno de los coordinadores. La primera tarea consiste en visualizar un power point con la descripción del caso para, a continuación, llevar a cabo el Role Playing (en adelante RP). El objetivo es que cada participante asuma un papel y se exprese como ese personaje lo haría con la intención de vivir, por unos momentos, la situación de otra persona, un entrenador o árbitro que en determinados momentos considera a sus contrarios. Pues bien, como afirma Lowen (2009, p. 255) “La conciencia surge a través del reconocimiento de los opuestos”. “… creo, que es interesante que los padres se pongan en la piel de árbitros y entrenadores, para que desde lo que sientan ocupando ese rol, puedan reflexionar sobre las consecuencias de sus comportamientos en los partidos, cuanto más se implique en la representación y debate mejor... (...) y si a alguno le cuesta entrar en el papel, por ejemplo, en los casos en que hay que ponerse a gritar como un energúmeno, y le cuesta porque ese no es su manera habitual de actuar, o yo que sé... pues animarle a hacerlo, a soltar un par de gritos, pero respetar su ritmo, no pasa nada...” (Facilitadora, Notas de campo 22-03-2006, p. 10). Tras el RP se trata de reflexionar sobre lo sucedido: ¿qué ha pasado? ¿Cómo nos hemos sentido? ¿Cómo hemos reaccionado? Con la segunda tarea se trató de reflexionar sobre si lo que solemos hacer, en situaciones conflictivas provocadas por decisiones de árbitros o entrenadores, responde o no a lo que deseamos que nuestros hijos e hijas aprendan de un DE educativo. Por último la tercera tarea, tareas para casa, contenía mensajes para la reflexión, tales como, cuando el entrenador reprende a mi hijo/a, yo suelo reaccionar de la siguiente manera... etc. 4.1.3. La tercera sesión de formación “el juego limpio en las competiciones del deporte escolar. Si lo importante es ganar ¿la trampa puede estar justificada?” Trabajamos con dos escenas de dos películas, que han ido acompañadas de interrogantes y dilemas. En la primera tarea, se visualizan dos escenas de las películas “Million dollar baby” y “Los chicos del coro”. El primer objetivo consistía en provocar el debate entre las familias y reflexionar sobre los mensajes que están detrás del deporte de competición, que son en esencia los mismos que los que se ofrecen a los escolares. Con la primera película partimos del mensaje: lo importante es ganar y si para ello hay que hacer trampa se hace, aunque esta decisión suponga poner en riesgo la integridad física de otra persona: “...vamos a ver la película “Million Dollar Baby”... bueno porque creemos que en el deporte escolar se copian inconscientemente muchos modelos del deporte espectáculo. Aunque el modelo está muy alejado, no lo están tanto los mensajes que utilizamos; los mensajes se repiten: -… si cuela, cuela…-. Sabemos que la trampa es trampa, pero en ocasiones nos mostramos permisivos y consideramos que no es del todo trampa, si con ello conseguimos el triunfo.” (Facilitadora, Notas de campo 2604-2006, p.9-10). 374 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Se presentó el dilema, y se remarcó la importancia que tiene el intentar encauzar el debate hacia los valores que hay detrás de cada una de las acciones:. Se presentaron algunos dilemas más, asociados a las ideas ya presentadas. Les presentamos un material que persigue dar el primer paso hacia la construcción conjunta de una normativa que marca los límites de lo permitido en las competiciones deportivas: “Después de ver una película soy partidario de plantear el debate y rellenar la ficha, la cuestión es que en la ficha hay dos columnas, en una pone; comportamientos que han creído que no se deben fomentar, y en la otra comportamientos con los que se han mostrado permisivos ¿esto qué quiere decir que los entenderían como aceptables en la norma? ...porque para mí, estos son los más peligrosos” (Coord. 3, Notas de campo 26-04-2006, p. 11). Las tareas para casa están ligadas a las ideas trabajadas con los dilemas de la primera acción y consisten en tres dilemas contextualizados en el deporte escolar y asociados a los fragmentos de las películas visionadas. 4.2. Opiniones recogidas tras cada una de las sesiones formativas Recogemos en este punto las opiniones recogidas de los coordinadores, en las sesiones de seminario, sobre la puesta en marcha de las tres acciones formativas. En cuanto a las familias, las opiniones recogidas hablan de la dificultad para movilizar a éstas, de las buenas opiniones vertidas sobre los materiales y técnicas utilizadas y de los cambios habido tanto en la implicación con que toman parte en las acciones, que va en aumento de sesión a sesión, como en los comportamientos que dicen adoptar en las competiciones de DE. En cuanto a los propios coordinadores y su hacer como facilitadores del proceso, su queja más repetida tiene que ver con su dificultad para impulsar procesos de introspección y reflexión. No nos sorprende esta queja. Estudios como el de Macazaga (2003) entre otros, desvelan las carencias de formación en el método interrogativo (Postman, y Weingartner, 1981) que se hacen presentes cuando docentes formados en currículum de orientación de producto adoptan procesos de investigación-acción como estrategia formativa. En nuestro caso, esta carencia se ha visto contemplada y subsanada por el apoyo que ha supuesto el seminario, en cuanto estructura formativa, y el talante democrático de los coordinadores. El análisis documental de la información escrita personalizada, aportada por las familias se ve más reflejado en los trípticos que han sido utilizados para difundir los resultados de cada acción formativa entre las familias, y para difundir la experiencia en los centros. 4.2.1. Las opiniones sobre la puesta en práctica de la primera sesión Los coordinadores expresan que las familias tienen cada vez una mayor participación en las sesiones formativas, que se traduce en que expresan y argumentan más y, en que hacen referencia a valores en sus intervenciones: “Yo me he dado cuenta de que cuando vienen a una nueva reunión ellos se han dado cuenta ya de muchas cosas !jode¡¡ (…) y tal... El pensamiento ya no es como el de antes, es rico para ellos, hacen comentarios tales como: -... ¡Dios! le iba a decir no sé qué al arbitro pero me callé!-Hacen muchas referencias a valores, y en las reuniones, empiezan a expresar sus sentimientos y comportamientos.” (coord. 1, Notas de campo 22-03-2006, p. 5). w w w . g i d e k i t . c o m 375 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Otro de los cambios observados en las familias es que hablan en primera persona. Este hecho viene, en parte, motivado por el hincapié que se hace en el seminario en relación a que las intervenciones se hagan en primera persona para favorecer la toma de responsabilidad sobre las propias acciones (Peñarrubia 1989) un paso muy importante en procesos formativos: “Sí, yo les pedí ese esfuerzo, les dije que una de las conclusiones de la reunión anterior había sido que en las intervenciones había una tendencia a “echar balones fuera” y que para que eso no sucediera les pedía que hablaran en primera persona. Bueno, a veces sin darse cuenta tendían a generalizar pero hicieron el esfuerzo por hablar en primera persona. Me miraban y decían...-yo pienso...-; -yo pienso... que...En este sentido mejor“. (coord. 2, notas de campo 22-03-2006, p. 3-5). Es unánime la valoración positiva de los materiales empleados. A unos les gustó más unos materiales que otros, la cuestión es que por un procedimiento u otro la reflexión ha estado presente en todos los grupos: “Con el documento escrito mafalda salieron algunas cosas nuevas, fue diferente; ahí las respuestas fueron más ricas, ahí sí he visto otra actitud, no sé si ha sido porque lo han hecho a su ritmo y solos en su casa o porque ha habido una lectura personal, pero los resultados han sido muy, muy ricos. (Coord. 1, Notas de campo 22-03-2006, p. 35). “En mi caso con el power profundizan más, con mafalda y con los materiales escritos o mensajes escritos, les cuesta más explayarse, más aún, cuando la pregunta es general o muy abierta. No sé si será cuestión de gandulería, dejadez; la razón no la sé, pero escribir les cuesta “(Coord 2, notas de campo 22-03-2006, p. 5). El hecho de que se hayan enviado tareas para casa se ha recibido positivamente por parte de las familias. En el tríptico de la primera sesión expresan estar a favor de un DE con clima motivacional orientado a la tarea (aprender jugar, divertirse y hacer amigos) alejado de la orientación de ego (ganar) (Cervelló, 1996; Duda, 2001). Entre las muchas opiniones aportadas, recogidas en los trípticos, rescatamos las siguientes a modo de ejemplo: “… las familias en la competición tenemos que tener en cuenta diversos aspectos: el deporte que nuestros hijos e hijas practican en la escuela, es un juego que nada tiene que ver con el deporte de competición, es el juego el que tiene importancia y no el ganar o perder, hablemos con nuestros hijos del juego y no del resultado”. (Tríptico de la primera sesión formativa, ikastola Betiko). 4.2.2. Las opiniones sobre la segunda sesión de formación: Coordinadores y familias han valorado muy positivamente la técnica empleada el RP, los argumentos los encontramos en sus voces: “(...)Bien, mejor de lo que pensaba (…) enseguida entraron en el papel, yo me quedé sorprendido (…).han valorado muy positivamente la acción y ha servido, para darse cuenta de las situaciones que tienen que aguantar los árbitros entre otras personas, se han dado cuenta de que pierden los nervio, pero dicen que carecen de recursos para actuar de forma controlada y dar un buen ejemplo a sus hijos e hijas”. (Coord. 2, notas de campo 26-03-2006, p. 4). Los coordinadores expresan que les ha dado cierto miedo presentar esta actividad a las familias. Detrás de ese miedo se encuentra el tenerse que enfrentar a una técnica de 376 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte trabajo en grupo que desconocen y que, por tanto, les genera inseguridad y cierto temor ante el juicio de las familias, es el miedo del docente que tiene que tenerlo todo bajo control y tiene que tener respuesta para toda pregunta o situación, es el miedo de quien piensa que ser buen docente implica dejar poco a la improvisación, es el miedo a la pérdida del control ante lo imprevisto, (Lowen, 2009). “Yo también tenia miedo y mi miedo era sobre cómo presentar delante de ellos lo que había que hacer, no me sentía seguro porque no controlo estos temas(…) y como el otro profesor lo tenia claro porque ya tenia experiencia en RP con los alumnos, (…) entonces él me dijo: -¡tú, tranquilo!, yo haré la presentación, repartiré los personajes y si no entran yo comenzaré a dinamizar...- Luego resultó fácil, el padre exaltado se ponía en lo que haría si fuera exaltado y el otro no se enfadaba con él.” (Coord. 1, Notas de campo 26-03-2006, p. 4). Los modos de presentar el trabajo han sido diferentes en cada centro, una evidencia más de su corresponsabilidad con el proceso: “...leímos primero el documento tres, mientras llegaba la gente porque siempre llega alguien tarde, [...}, comenzaron rellenando el tercer documento, luego el RP sentados y al final el cuarto documento [...].a veces dejaban a un lado el RP y comenzaban a decir lo que harían pero poco a poco, con la ayuda del dinamizador que reconducía el tema. Terminamos en un RP total en el que cada uno estaba metido en su papel y el grupo totalmente metido en la situación (coord. 1 Notas de campo 2603-2006, p. 4) En el tríptico de la segunda sesión podemos encontramos numerosas evidencias del valor de la sesión respecto al objetivo de la reflexión: “… ¿No seria mejor que las familias no enviáramos mensajes contradictorios a nuestros hijos/as? ¿No será que les confundimos cuando perdemos el respeto a los árbitros y monitores?” (Tríptico de la segunda acción formativa, ikastola Resurrección Mª de Azkue). “¿No sería mejor que las familias, cuando el resultado no es muy justo, y no va a favor de los de casa, intentemos mantener la calma? ¿No sería mejor que buscáramos el modo y momento apropiado para protestar?” (Tríptico de la segunda acción formativa, ikastola Betiko) “¿No seria mejor que las familias, los entrenadores y los árbitros, al comienzo del curso conociéramos la filosofía que la ikastola tiene ante la competición?” (Tríptico de la segunda acción formativa, ikastola Seber Altube). De esta manera, “las reflexiones apuntan a que las familias se dan cuenta de que retomar el carácter lúdico del deporte, lo que de juego tiene para sus hijos” (Toral, 2005) y resituarse como espectadores del juego de sus hijos. 4.2.3. Las opiniones sobre la tercera sesión formativa En esta ocasión, los tres coordinadores coinciden en que se han sentido cómodos “a gusto” en el manejo de nuevas técnicas, concretamente en la dinamización de los dilemas planteados al hilo de los fragmentos de película visualizados. Por sus intervenciones deducimos que el sentirse “a gusto” está vinculado a cuestiones tales como, tener la percepción de que las familias estaban a gusto, que el ambiente era distendido y agradable, que entraban a debatir sobre los valores del deporte e incluso, que el debate seguía fuera de la reunión para continuar en el bar e incluso trasladarlo al contexto familiar en las casas: “muy bien... a gusto. Es que el debate ha sido muy rico, también estuvieron los alumnos, un monitor más, hubo más familias... hubo mas gente y buen ambiente... muy bien... Me pasó una anécdota, con un alumno del grupo de centro que después w w w . g i d e k i t . c o m 377 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) de ver la película y asistir al debate se quedó con la importancia del juego limpio y fue a casa con el tema; el padre le dijo que lo importante era ganar y tal. Después vino la madre a comentarme que le había sorprendido el debate que en casa habían mantenido padre e hijo y que le parecía muy bien. (Coord. 1 Notas de campo 24-052006, p. 8). “.. Muy a gusto ¡eh! Muy a gusto, hablamos de cosas muy interesantes. Yo, también vi a la gente muy relajada atenta, a gusto [...] cuando estás en el debate sacas conclusiones en el momento, yo saque mis conclusiones.” (Coord. 2 Notas de campo 24-05-2006, p. 8). Uno de los coordinadores, vuelve a colocar sobre la mesa la sensación de insatisfacción que le provoca el sentir que el cumplimiento de las tareas previstas le agobia y no le permite tomar las riendas de la reunión para desempeñar su rol de dinamizador. Mientras está dinamizando el debate tiene la mente puesta en la siguiente tarea, con lo cual, cabe pensar que el agobio no le permite sentirse tranquilo en el desarrollo de cada una de las acciones, podríamos decir que se encuentra instalado en la cultura del hacer que le genera el sentimiento de impotencia y agobio al que él mismo se refiere: “... nos extendimos demasiado en la primera parte, con los vídeos y el debate, y sentía la impotencia de no poder parar, el tiempo iba adelante y no podía hacer nada, nada [...] la gente muy relajada, atenta, a gusto, pero yo estaba a lo mío, porque sabía que después íbamos a estar limitados de tiempo para trabajar la siguiente tarea [...] Primero vimos seguidos los dos videos, de forma muy tranquila, y a gusto, y luego comenzamos a debatir [...] salieron cuestiones muy potentes lo que pasa es que tuve que cortar porque había alguna persona que ya me había avisado que tenía que marcharse y yo quería explicar las tareas para casa y claro eran cinco dilemas.“ (Coord.2 notas de campo 24-05-2006, p. 8). Todas las familias, han valorado positivamente el uso de dilemas a partir de fragmentos de películas seleccionados para trabajar valores en el deporte escolar: “... mucho, muy bien [...], yo creo que les ha gustado mucho muy bien, porque las películas las tenían vistas o no, y les habían llegado o no, pero no habían pensado en valores educativos ni leches..., pero en este caso con el power y los dilemas y tal, tratas unos valores educativos y te das cuenta de que la gente está cayendo en cuestiones en las que antes no había caído....y que ahora las ven con claridad y les escuchas decir: -¡Claro...claro...!-” (Coord. 1 notas de campo 24-05-2006, p. 6). “.. Sí, muy bien y les ha parecido original, que ha sido un modo original de trabajar” (Coordinador 2 Notas de campo 24-043-2006, p. 6). “(...) Yo igual, les he visto muy relajados y bien, sólo faltaban los pinchitos”. (Coord. 3 campo 24-05-2006, p. 6). En cuanto a la asistencia, la respuesta de las familias a la convocatoria de la tercera sesión formativa supera en número de asistentes a la segunda. Los coordinadores consideran que desde el comienzo se ha ido perfilando un grupo de familias muy comprometidas. “(...) hay un grupo de tres o cuatro familias que están metidos a muerte, les envío un mensaje y responden en seguida. Quiero decir que la fuerza se ve, o sea, están cansados como estamos nosotros pero están. (…) el grupo está más comprometido.” (Coord. 2 notas de campo 24-05-2006, p. 6). 378 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Las faltas de asistencia se atribuyen a problemas con el horario [cambios en el último momento, coincidencia con otra reunión etc.]. Impedimentos de tipo pragmático que no les han permitido asistir a la reunión formativa “Es que mis familias han fallado en muchas ocasiones por problemas de horario, en ocasiones, casi en el último momento, hemos adelantado el horario, también como nos hemos organizado cada uno para convocar a la gente, creo que muchos fallos se han debido a problemas con el horario, ha habido cambios y propuestos por nosotros y luego los que les surgen a ellos...” (coord. 1 Notas de campo 24-05-2006, p 7). Los materiales, son valorados como muy positivos para provocar el debate e intercambiar opiniones sobre la importancia de educar en el juego limpio. “... yo creo que sí hemos llegado a sacar cuáles son los valores que queremos priorizar en el deporte escolar; ¡hombre!, siempre está ahí el debate entre ganar y perder, pero queda claro que siempre se decantan por los valores orientados a educar y los ponen por delante del ganar.” (Coord.1 notas de campo 24-05-2006, p. 6). Con la información recogida en la tercera sesión formativa se elaboró un tercer tríptico con las actas de las sesiones y toda la información documental personal aportada por los participantes, en él encontramos afirmaciones como éstas: “Respetemos las normas para eso se hacen” o “No tratemos de ganar por encima de todas las cosas” (Tríptico tercera sesión Seber Altube) 4.3. Valoración que del proceso formativo hacen los participantes El plan de intervención, en su conjunto, ha sido valorado positivamente por todos como un recurso interesante de participación. El programa en sí, les ha satisfecho y los materiales han sido muy bien acogidos. La figura que a continuación presentamos nos acerca a una idea global de la misma w w w . g i d e k i t . c o m 379 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Valoración del plan de intervención Programa Ha tenido en cuenta las particularidades de cada centro Ha impulsado la participación de todos Ha servido para que se acerquen entre sí las personas de diferentes colectivos Se han implicado los GC La confianza del coordinador al sentirse respaldado por el GC Lo identificadas que se han sentido las familias con las temáticas Objetivos logrados (Aprendizajes) Estrategias formativas y materiales Han aprendido a dinamizar y coordinar a los grupos Dificultades La escasa participación de las familias en las sesiones de formación La metodología les ha hecho pensar y reflexionar Han ganado confianza como docentes Falta de tiempo en las sesiones, y muchos temas a tratar Las técnicas utilizadas han incentivado el debate Han conseguido ser más asertivos e interiorizar ciertos valores Las dificultades para coordinar los horarios de todos; GC, familias,... La calidad del material ha aumentado la confianza del GC Ser capaces de argumentar con criterio a favor del DE Consensuar los documentos no ha sido fácil Los materiales estaban muy bien preparados. Ha existido un buen asesoramiento Aprender a ser pacientes, ya que los resultados no se ven a corto plazo, sino a largo plazo, y no siempre Cierto escepticismo con los resultados del programa Metodología activa y divertida Lo que más les ha gustado del proyecto desarrollado en el curso 2005-06 Según un escolar del GC, lo que dicen las familias, no es lo que piensan Lo que menos les ha gustado Figura 1. Valoraciones del plan de intervención 5. Conclusiones El DE puede ayudar a que las familias se den cuenta de cuál es el sistema de valores que ellas poseen y trasmiten a sus hijos, por tanto, aprenden sobre quienes son y cómo se comportan. Las familias y los coordinadores de DE opinan que la reflexión conjunta y el trabajo colaborativo desarrollado a lo largo de esta investigación ha mejorado la comunicación entre los diferentes colectivos del centro, dado que se han diseñado espacios y tiempos para que las familias se relacionen entre sí, con los entrenadores y con el coordinador de DE. El proceso de formación les ha hecho pensar sobre cuestiones que no se habían planteado hasta ese momento, siendo éste ya un buen punto de partida, para que se inicie un proceso de cambio. En general las familias creen ser más conscientes del déficit de relación existente entre personas de diferentes centros, y opinan que por influencia de las sesiones formativas han mejorado algo ese aspecto. Las familias creen ser más conscientes de su comportamiento y actúan de manera más serena y animada. Algunos, no obstante, hablan de sus emociones incontrolables, y apuntan que son conscientes de lo que puede suponer el que se interfiera en las labores del entrenador o en las decisiones de los árbitros. 380 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Algunas familias expresan que la comunicación con sus hijos/as después del partido es diferente, ya que ahora no sólo les preguntan por el resultado, sino también si han disfrutado; cómo creen que han jugado; si han jugado bien al margen de haber ganado o perdido,... Reconocen tener mayor problema con respecto al árbitro que con el entrenador. Son conscientes de lo que se debe y no se debe hacer y de que surgen más problemas ante un mal arbitraje que ante las decisiones que adopta el entrenador. Los malos arbitrajes les superan, porque consideran que hay arbitrajes parciales e interesados que suelen favorecer el resultado de los equipos de casa. Las familias creen que se le hace caso al juego limpio y se fomenta la deportividad con gestos, por ejemplo, del tipo como darse la mano al finalizar el partido. Creen, también, que el árbitro debería adoptar un papel educador, pitando y explicando reglas al mismo tiempo (sobre todo con los más pequeños). Tanto los coordinadores como las familias, creen que los comportamientos han variado con respecto al principio de curso, que son más conscientes del papel que juegan, y que a nivel personal, han tratado de cambiar pequeñas costumbres poco educativas que mantenían hasta empezar con el proyecto. Aunque son conscientes del gran trabajo que hay aún por realizar. 6. Sugerencias para el futuro Consideramos interesante recoger las ideas que a lo largo esta investigación han comentado, así como alguna de las anécdotas y experiencias que han surgido, de cara a la elaboración de las propuestas de trabajo a desarrollar en la próxima investigación. Dichas propuestas han sido debatidas y acogidas con entusiasmo en el Seminario, y son entre otras: a) seguir trabajando y sensibilizando a las familias, aprovechando el trabajo realizado en este curso y, b) trabajar con otros colectivos, como puede ser el de Escolares, ya que son ellos quienes van a influir directamente en el comportamiento de sus padres y madres, y quiénes llevan a sus casas, los debates, las dudas y los dilemas en torno al deporte educativo, influyendo así de manera indirecta en sus familias. Respecto a cada una de estas propuestas pensamos indagar en: Decálogo y normativa.- Emergen de las sesiones formativas la necesidad de diseñar un decálogo o una normativa, como ideario de los principios de actuación que deben guiar los comportamientos de las familias en la competición deportiva, como la expresión escrita de los limites de lo permitido. Se apuntan otras ideas tales como, a) acogida a las familias de los equipos visitantes y la organización de los terceros tiempos; b) la decoración del centro para crear un ambiente acogedor, distendido y cercano; c) qué normativa y cómo y quién es el encargado de velar por el cumplimiento de la misma en cada partido; d) qué protocolo se sigue cuando alguien pierde los papeles; e) si se van a hacer decálogos, cómo se van a hacer, cuándo, y con qué finalidad. Las familias. Se intentará continuar con el trabajo de reflexión, formación y sensibilización de las familias. Los escolares. Se les implicará en la difusión y en aquellas actividades formativas adaptadas a ellos, tomando como punto de partida las opiniones recogidas de este colectivo en el diagnóstico realizado en el 2004-05. Los temas a tratar podrían estar relacionados con ¿Qué buscamos en el deporte y qué no? ¿Por qué es importante el juego limpio? ¿Qué sentido le damos a la competición y cuál deberíamos darle? ¿Viven los niños y las niñas de la misma manera el deporte y la competición? ¿Cómo se puede hacer frente a las actitudes de los padres y madres cuando éstas son poco adecuadas? ¿Se puede ayudar a los escolares a hacer planes de afrontamiento para dar salida a la frustración generada por w w w . g i d e k i t . c o m 381 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) las expectativas de éxito que los familiares proyectan en ellos? ¿Existen diferencias de género que podrían llevarnos a realizar otra oferta deportiva o, incluso, otra manera de enfocar y entender la competición? Otros colectivos. Barajamos la posibilidad de trabajar conjuntamente con escolares y monitores en relación a: a) cuestionar a ambos colectivos sobre cuáles son los valores educativos del deporte y cuáles no. Si éstos son iguales para los niños y niñas,...; b) formar a ambos en las diferencias existentes entre la competición profesional y la escolar; c) trabajar con dilemas para que interioricen el juego limpio; d) qué pueden hacer y decir a sus padres y madres cuando les presionan demasiado; e) si los padres y madres tienen el mismo comportamiento ante la competición o no; f) si es posible que se potencie el juego limpio a través de normas internas que premien las buenas acciones o las buenas jugadas. Éstos y otros muchos son los retos que dejamos pendientes para un futuro próximo. 7. Referencias Amenabar, B. y Sistiaga, J. J. (2009). El libro blanco del deporte escolar. Gasteiz: Eusko Jaurlaritza. Becker, H. S. (1970). Sociological Work: Method and Substance. New Brunswick: N.J. Transaction Books. Blázquez Sánchez, D. (1995). La iniciación deportiva y el deporte escolar. Barcelona: INDE. Bodgan, R. C. y Biklen, S. K. (1982). Qualitative research for education: an introduction to theory and methods. Londres: Allyn and Bacon. Bolivar Botía, A. (1995). Reconstrucción. En L. M. Villar Angulo (Coord.). Un ciclo de enseñanza reflexiva. Estrategia para el diseño curricular. (pp. 237-265). Bilbao: Mensajero. Brustad, R. y Arruza, J.A. (2002). Práctica deportiva y desarrollo social en jóvenes deportistas. En Arruza, J.A. (Ed.). Nuevas perspectivas acerca del deporte educativo. Bilbao: Universidad del País Vasco/ Euskal herriko Unibertsitatea. Carr, W., y Kemmis, S. (1988). Teoría crítica de la enseñanza. Barcelona: Martínez Roca. Casamayor, G. (2000). Cómo dar respuesta a los conflictos. Barcelona: Grao. Cervelló, E.(1996) La motivación y el abandono deportivo desde la perspectiva de metas de logro. Valencia .Tesis Doctoral Coffey, A. y Atkinson, P. (2003). Encontrar sentido a los datos cualitativos. Medellín: Contus. Cohen, L. y Manion, L. (1985). Research Methods in Education. Londres: Croom Helm. Colás, M. P., y Buendía, L. (1992). La investigación educativa. Sevilla: Alfar. Decreto 125/2008, del 1 de Julio sobre el deporte escolar en la CAV. Vitoria-Gasteiz: BOPV Devís, J. (1996). Educación Física, deporte y curriculum. Madrid: Visor.. Duda, J. (2001). Ejercicio físico, motivación y salud. En J. Devís Devis (coord.) La Educación Física, el Deporte y la Salud en el siglo XXI. (pp. 271-281) Alcoy: Marfil. Flick, U. (2004). Introducción a la Investigación cualitativa. Madrid: Morata. Flecha, R. (1997) Compartiendo palabra, el aprendizaje de las personas adultas a través del diálogo. Barcelona. Paidós. Fraile, A. (2001). La competición en el deporte escolar como factor segregador. Granada: Actas del Congreso de la AISED. Freire, P. (1994). Educación y Participación Comunitaria. En Nuevas perspectivas críticas en educación. Barcelona: Paidós. Freire, P. (1999). A la sombra de este árbol. Barcelona: El Roure. Gimeno, J. y Pérez A, (1992) Comprender y trasformar la enseñanza Madrid Morata. 382 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Gimeno, F. (2000). Entrenando a padres y madres... Zaragoza: Gobierno de Aragón. Giroux, H. (1990). Los profesores como intelectuales. Paidos. Barcelona. Goetz, J. P., y Lecompte, M. D. (1988). Etnografía y diseño cualitativo en investigación educativa. Madrid: Morata. Gómez, J. Latorre, A. Sánchez, M. Flecha, R (2006). Metodología comunicativa crítica. Barcelona. El Royere. Grundy, S. (1991) Producto y Praxis del currículo. Madrid. Morata Habermas, J. (1994). Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Cátedra. La Torre, E. (2004) Debate sobre algunos tópicos del deporte escolar en España. En A Fraile (coord.). El deporte escolar en el siglo XXI: análisis y debate desde una perspectiva europea. (pp. 194-196) Barcelona: Graó. Lowen, A (2009). Miedo a la vida Barcelona. Papel de Liar Macazaga, A. M. (2003). Proceso formativo de un grupo de profesores de educación física a través de la investigación-acción: un estudio de casos. Bilbao: Universidad del País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea (serie tesis doctorales). Macazaga, A. M. (2004). El modelo de deporte escolar en el Plan Vasco de Deporte. En A Fraile (coord.). El deporte escolar en el siglo XXI: análisis y debate desde una perspectiva europea. (pp. 171-182) Barcelona: Graó. Macazaga, A. M., Vizcarra, M. T. y Rekalde, I. (2006). Estudio del proceso formativo que siguen un grupo de docentes para realizar un diagnóstico de necesidades en deporte escolar. Revista de Psicodidáctica, vol. 11, nº 2, (pp. 207-225), UPV/EHU Martinez, M. y Buxarrais, R. (2000). Educación Física y deportes en edad escolar y la formación de la persona. Candinus, año 1, (12). Ortúzar, I. (2005). El deporte escolar y el profesorado de Educación Física. Bilbao: Tesis Doctoral UPV/EHU. Peiró Velert, C. (1996). El proceso de socialización deportiva de las orientaciones de meta en la adolescencia. Valencia: Universidad de Valencia. (Tesis doctoral) Peñarrubia,F. (1998) Terapia Gestalt. La vía del vacío fértil. Madrid. Alianza Editorial Pérez Serrano, G. (1994). Investigación cualitativa. Retos e interrogantes. I Métodos. Madrid: La Muralla. Prat, M. y Carranza, M. (2005). La educación en valores en la formación de los responsables del deporte en edad escolar: una propuesta on-line. En N. Bores, (coord.) La formación de educadores de las actividades físico-deportivas extraescolares. (pp. 195-208) Palencia: Universidad de Valladolid. Rekalde, I.; Vizcarra, M.T. y Macazaga, A. M. (2005a) Desarrollo de un diseño de investigación en torno a la realidad del deporte escolar en tres ikastolas de Bizkaia.? I Congreso virtual de investigación en la actividad física y el deporte. IVEF. Vitoria /Gasteiz. CD-Rom. Rekalde, I.; Vizcarra, M.T. y Macazaga, A. M. (2005b). Luces y sombras en torno a la vivencia del deporte escolar. Congreso Internacional Año del deporte y la educación física. Cuenca. CD-Rom. Rodríguez, G., Gil, J., y García, E. (1996). Metodología de la Investigación Cualitativa. Málaga: Ediciones Aljibe. Sage, G. H. (1986). Social development. En Seefeldt, V.(Ed.). Physical activity and wellbeing. (343-371) Reston, VA: American Alliance for Health, Physical Education, Recreation and Dance. Shaffer, D. R. (2002). Desarrollo Social y de la Personalidad. Madrid: Thomson. Solar, L. (1997). Quien nos enseña a competir. En Aula de innovación educativa, 68, 11-13. w w w . g i d e k i t . c o m 383 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Sparkes, A. (1986). The competitive mytology. Health and Physical Education Project. Newsletter,3. Stake, R. E. (1998). Investigación con estudio de casos. Madrid: Morata. Toral, G.; Vicente, A., y García, I. (2005). Dejad que los niños jueguen. Entrenamiento integral y comunicación positiva. Bilbao: Bizkaia kirolak. Diputación Foral de Bizkaia. Trepat, D. (1995). La educación en valores a través de la iniciación deportiva En D. Blázquez (Ed.) La iniciación deportiva y el deporte escolar. (96-113).Barcelona: INDE. Vázquez, R., y Angulo, F. (2003). Introducción a los estudios de casos. Los primeros contactos con la investigación etnográfica. Málaga: Aljibe. Vizcarra, M. T. (2004) Análisis de una experiencia de formación permanente en el deporte escolar, a través de un programa de habilidades sociales. Bilbao: Servicio editorial de la Universidad del País Vasco (serie tesis doctorales). Vizcarra, M. T., Macazaga, A. M., y Rekalde, I. (2006). ¿Con qué deporte escolar sueñan las familias? Revista Apunts, 86. PÁGINAS (97-107) Vizcarra, M. T., Macazaga, A. M., y Rekalde, I. (2007). “¿Cuáles son las actitudes negativas que las familias mantienen ante la competición en el deporte escolar? En J. Castellano y O. Usabiaga (eds.) La investigación en la actividad física y el deporte II. (pp. 506-558) Vitoria /Gasteiz. UPV/EHU. 384 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 31 EMAKUME SOKATIRATZAILEEKIN SOZIALIZAZIOA ELKARRIZKETAN: KIROL- Miren Egibar Artola eta Beatriz Garai Ibañez de Elejalde [email protected] Laburpena Komunikazio honetan aurkezten dugun ikerketaren asmoa emakume sokatiratzaileen munduan murgiltzea izan da. Lan honekin, sokatira praktikatzen duten emakume kirolarien bizipenak eta nahiak ezagutzeko eta aztertzeko aukera izan dugu. Bereziki, hiru puntutan laburtu ahal dugu lan honen emaitzak. Lehenengoa, herri kiroletan parte hartzen duten emakumeen kirol-sozializazioa ezagutzea (zein eragile sozialek harreman zuzena eduki duten emakume hauen kirol sozializazioan, eta zein errealitate ezberdinak dauden hainbat aldagai kontutan harturik: herria-hiria, lurraldea, lan egoera…). Bigarrena, herri kiroleekin erlazionaturiko balioak aztertzea (emakumeen parte hartzeak zer nolako eragina eduki duen herri kiroletako modelo maskulinoan). Eta azkena, etorkizunerako egin beharko ziren aldaketen proposamenak jasotzea, hau da, herri kiroletan parte hartzen duten emakumeen gogoetak. Ikerketa hau gauzatzeko, 1993 urtetik 2006 urtetara, Euskal Herriko Herri Kiroletako Federazioan, federatuak egon diren emakumeak hartu ditugu. Bestalde, datuak biltzeko erabili ditugun teknikak bi izan dira, federazioko artxibategietan dauden agirien analisia eta jardunean dauden emakume kirolariekin elkarrizketa holistikoak. Gako-hitzak: emakumea, sokatira, kirol-sozializazioa, estereotipoak, generoa w w w . g i d e k i t . c o m 385 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Sarrera Ikerketa honen asmoa azken hamabost urtetan emakumearen presentzia herri kiroletan aztertzea izan da, ikuspuntu kualitatibo batetik. Horretarako kontutan hartu ditugu Eusko Jaurlaritzak bultzatu dituen Euskal Kirol legea, 2003-2007 aldirako Kirolaren Euskal Plana, eta 2006-2010 aldirako, Herri Kiroletako Plan Estrategikoa; hauek kirol politikak bultzatu nahi bait dituzte eta horretarako, gure ustetan, ezinbestekoak dira guk planteatutako ikerketa motak. Honela, emakume kirolari hauen bizipenak aztertu eta ezagutzeko aukera izan dugu. Kirol arloan, hain zuzen ere, herri kiroletan, generoharremanak zer-nolakoak diren eta ezberdintasunak zerk eragiten dituen hobeto ezagutu ditugu. Ondorioz berdintasun politiketarako egokiak diren praktikak bideratzen lagunduko dutenak. Gehienetan herri kirolen errealitatea ikertzen denean izaera deskriptiboa duten lanekin aurkitzen gara. Hau da, modalitate ezberdinen berezitasunak azaltzen dira, kirolarien kopurua, hauen jatorria, kirolari ezagunen kirol arrakasten bilduma…eta ez izaera kualitatibo duten ikerketekin. Nabarmena da protagonisten, kirolarien, ingurune soziala, kirol sozializazioa, bere bizitza historioa garatzen duten ikerketen falta. Zer esanik ez dago, are gutxiago topa daitezkeela emakumeen presentzia garatzen duten ikerketak. Testu ingurune honetan badugu Euskal Kirol Lege bat eta honen garapenaren ondorioz hainbat plan estrategiko. Hauen artean Herri Kiroletako Plan Estrategikoa (2006-2010). Plan estrategiko honen helburuetako bat honako dela adierazten da: (…) emakumeen partaidetza haunditzea herri kiroletan. Beraz gure ikerketaren interesa eta alderdi berritzailea azpimarratzen hasi ezkero hau izango da: gure ikerketak abian jarri den Plan Estrategiko horri orain arte aztertu ez diren aspektu eta dimentsioen analisia gehituko diola (izaera kualitatiboa) eta bultzatu nahi dituzten ekintzen artean emakumeen partaidetza denez, hori bideratzeko lagungarriak izan daitezken ildoak agerian utziko dituela. Bukatzeko esan, aurretik burutzen ari garen ikerketa baten ondorioz azken hamarkadetan, hain zuzen ere 1993-tik aurrera, Euskal Herriko herri kiroletako federatuen artean emakumeen partaidetza nolakoa den, nortzuk parte hartu eta hartzen dutenen datu basea dugula, beraz errealitatea ez da guretzat arrotza eta hori oso lagungarria izan zaigu ikerketa hau burutzeko garaiean. 2. Herri Kiroletan emakumearen egoera aztertzeko ingurune eta marko teorikoa Euskal Herrian praktikatzen diren hainbat kirol, Herri Kirol, Kirol Autoktonoa, Kirol Tradizionala, baserri giroko praktikak (Deporte Rural vasco) bezala ezagutzen ditugu. Beraz izen ezberdinak izan dituzte Herri Kirolek orain artekoan eta sarritan hainbat aurreiritzi eta irudi desegokiak egin eta eman izan dira kirol praktika hauei buruz. Ia gehienetan indar fisikoaren azalpen eta nekazal gizarte baten islada hutsak bihurtuz. Guzti honek, jarduera hauek duten benetako balioa ez ikustea bideratu du. Asko dira jarduera hauek bultzatu nahiean beraien antzinatasunean, sustraiean eta bertakotasunean oinarritu direnak. Gure ustetan, honek kirol jarduera hauek duten benetako funtzioa eta aberastasuna albo batera utzi arazi dute. Herri kirolak gaur eguneko hainbat bizitza estiloan txertaturik aurkitzen dira eta kirol emozioa sortarazten dute hainbat kirolari eta kirolzale artean. Kontutan hartu behar dugu ere, txertaketa horretan ingurune sozialak duen eragin zuzena eta jarraitua eta honek jardueretan ekarri dituen aldaketak eta berregokitzapenak. Honen adibide dugu kirol hauetako asko, nahiz jatorriz 386 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte telebista mundutik oso urrun egon, gai izan dira mundu horretara hurbiltzen nahiko arrakastarekin. Ingurune honetan aztertu eta sakondu nahi izan dugu emakumeen parte hartzea Herri Kiroletan. Badakigu kirol tradizionala, kasu askotan, gizonaren identitatea azaltzeko eta indartzeko gune egokia bilakatu izan dela eta hegemoni honek aldaketen aurrean tinko mantentzeko joera indartzen duela. Emakumeen parte hartzeak aldaketak edo beregokitzapenak ekarri dituen hala nagusi izan diren balio maskulino horiek gaurkotasun handiz mantentzen diren jakin nahia dugu. Horretarako ezinbestekoa da guretzat benetako protagonisten bizipenak ezagutzea eta beraiek errealitatea nola ikusten eta aztertzen duten jakitea. Beraz helburu horietarako gaur egunean Herri Kiroletako hainbat kirol modalitateetan parte hartzen dutenekin elkarrizketak egin ditugu. Esan beharra dago Herri Kiroletan partaidetza Federakunde ezberdinen barruan dauden kirolarietara mugatzen dela ia % 100an, hau da agerraldi, desafio eta lehiaketetan parte hartzen duen orok fitxa federatiboa dauka eta ez dago giza talderik erregularitate handiz jarduera hauek egiten dituztenak federazioetatik kanpo. Sokatira, Aizkora eta Harri jasoketa dira kirolari gehien mugitzen dituzten modalitateak eta gainera herritarren aldetik ezagunenak. Beraz hauen bilakaera aztertuko dugu nagusiki, aurreko arrazoiez gain emakumeen presentzia ia goma gaineko sokatirara mugatzen baita eta bestetik modalitate hauek bai dira kiroltze prozesu handiena bilakatu dutenak. Kontutan hartzen baditugu emakumeen lizentziak, orokorrean gertatu denaren bilakaera berdina eduki dute. Hau da partaidetza poliki poliki jaisten ari da. Aizkora eta harri-jasoketa modalitateetan emakumeen presentzia oso txikia dela esan behar da. 2006. urtean bi emakumeen partaidetza dugu harri jasoketa modalitatean, bata bizkaitarra eta bestea gipuzkoarra eta aizkora modalitatean berriz emakumerik ez. Bost kirol elkarte ditugu (2006.urtean) sokatira eta emakumeen eremuan, bi Nafarroan eta bana Bizkaia, Nafarroa eta Araban. 2006. urtean emakumeen lizentziak. Lurraldea eta modalitateak. Sokatira Gipuzkoa Araba Bizkaia Nafarroa Guztira Aizkora Harrijasoketa- 18 11 24 42 95 0 0 0 0 0 Trontza 1 0 1 0 2 1 4 3 6 14 Abere jabea 8 0 1 0 9 Besterik Guztira 6 12 12 2 32 34 27 41 50 152 Familia izan da eta da gaur egun ere, Herri Kiroletako sozializazio agenterik indartsuena kasu gehienetan. Emakumeen kasuan aldiz hori ezberdina da, beste gizarte eragileek garrantzia hartzen dute eta batez ere Sokatira modalitatean. Gizaki bakoitzak gizarte rol ezberdinak betetzen dituen gizarte guneak definitzen ditu nagusiki gustura eta integratuak sentitu arazten gaitun bizitza estiloa edo gizarte harremanen sarea. Portaera eredu hauek gure gizarte integrazioa markatzen dute eta baita ere besteekiko ezberdintzeko era bat dira. Familia da portaera eredu horiek transmititzen dituen lehena, gure kasuan, kirol kulturarenak. Beraz pentsa genezake bizitza estilo jakin horrek ere praktiken aukeraketa bat dakarrela eta hauen barruan kirol praktiken aukeraketa bat. Praktika hauek sozializazio eta ezberdintzapen sozialaren ezaugarri dira. Herri Kirolak dira adibide garbia non kirol sozializazioaren prozesu sendoenak familiaren barrenean ematen diren, bereiztuz maila handi batean beste kirol praktikekin. w w w . g i d e k i t . c o m 387 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Praktika hauetan beste gizarte eragile batzuk garrantzi handiagoa hartzen bai dute: kirol elkarteek, heziketa-sistemak, komunikabideek. Bainan ez da era eta gradu berean ematen modalitate ezberdinetan eta ez da ere genero ikuspuntu batetik. Emakumeen partaidetza inportantea da goma gainean eginiko sokatiran. Esan genezake emakumea azken bi hamarkadetan Herri Kirol mundura modalitate honen bitartez gerturatu eta sartu dela. Jarraian, gainetik bada ere, gure ustetan emakumeen partaidetza modalitate ezberdinetan zergatik den dena, eragile sozialen eragina zergatik izan daiteken gizonarekiko ezberdina eta abar azaltzen saiatuko gara. - Modalitatearen berezko berezitasunak. - Ikaste eta egitearen zailtasun maila. - Banakako edo taldeko izaera. - Beharrezkoa den materiala eta praktika egiteko behar den tokia izatea. - Kirol praktikaren gastu ekonomikoa - Bere herrian, bere bizitokian, zein mailetan dagoen errotua kirol praktika hori. Laburbilduz esan genezake, famili inguruan errotzen dela nagusiki herri kiroletako kirol sozializazioa baina hori ez dela maila berean gertatzen emakumearen kasuan. Gerora azalduko dugun bezala, lagunarteak, herriko festeen inguruan antolatzen diren ekitaldiek zer esana handi edukiko dute, aldiz familiak gutxiago. Gaur egunean beste eragile sozial batzuk protagonismoa hartzen ari dira herri kirolen sustapen eta hedatze mailan. Hezkuntza sisteman hainbat programa abian ipiniak dira dagoeneko. Iniziatiba pribatuen ere hainbat enpresa baditugu helburu berdintsuekin sortuak. Eta azkenik, ekimen berriak lehiaketatik urrun gelditzen direnak, pardaidetza eta aisialdiaren izaera bultzatu nahi dutenak. Guztiak oso interesgarriak, aztertu beharrekoak, baina une honetan ez ditugunak aztertu. Etorkizunean, esparru hau jorratzeko asmoa ere badugu. Datuak era gordinean aztertu ezkero esan genezake Herri Kirolen egoera beltza edo gutxienez konplikatua agertzen zaigula. Hala ere esan dezakegu egoera hau ez zaigula arrotza egiten, beste hainbat kirolek dituzten arazoen ispilu direlako. Ondorioz beharrezkoa iruditzen zaigu barruan dauden emakumeen bizipenak, nahiak, gogoetak ezagutzea. Beraiek dira protagonistak eta askotan albo batera uzten ditugula argi dago. Beraz ikerketa honen helburuetako bat hori ekiditea izan da. 3. Ikerketaren metodologia: lanaren helburuak eta ikerketaren diseinua Ikerketa-lan honen helburuak hiru puntutan laburtu ditzazkegu: 1.- Herri Kiroletan parte hartzen duten emakumeen perfil soziologikoa ezagutzea. Azpimarratuko genituzke jorratu ditugun dimentsio guztien artean honakoak: Zein modalitatetan parte hartzen duten. Zein eragile sozialek harreman zuzena eduki duten emakume hauen kirol sozializazioan. Zein errealitate ezberdinak dauden hainbat aldagai kontutan harturik: herri-hiri, lurralde, lan egoera … 2.- Emakumeen parte hartzeak zer motatako eragina eduki duen Herri Kiroletako modelo maskulinoan. Hau da, gizonezko balioekin lotu izan den kirol batean; hala nola: lehiakortasuna, indarra, sakrifizioa, gogortasuna, erresintentzia…, errealitatean zer ekarpena duen emakumeen parte hartzeak. 3.- Herri Kiroletan parte hartzen duten emakumeek Herri Kiroletako Plan Estrategikoak helburutzat hartzen duen emakumeen partaidetza gehitzea nola ikusten eta 388 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte burutuko luketen ezagutzea. Hain zuzen, 2003-2007 aldirako Kirolaren Euskal Planean agertzen diren lau kirol mota ezberdinetan: eskola-kirola, pardaidetza kirola, errendimenduko kirola eta goi errendimenduko kiroletan zein mailetan ematen den herri kiroletan eta zehazki emakumeek eginiko Herri Kiroletan. Gaur egunean herri kirolak egiten dituzten emakumeen taldeak nahiko gutxitu dira, horregatik indarrean dauden talde guztiekin kontaktatu dugu, horrela lurralde ezberdinen errealitatea jaso ahal izateko, guztiekin elkarrizketak egitea lortu dugu Bizkaiko sokatira taldearekin izan ezik. Datuen bilketa elkarrizketen bitartez burutu da. Elkarrizketak zuzenduak eta holistikoak izan dira, taldekoak eta bakarko elkarrizketak izan direlarik. Elkarrizketetan hainbat urte sokatira munduan dabiltzan emakumeak elkarrizketatu ditugu. Populazioa txikia denez egokia iruditu zaigu hauengana zuzentzea eta ez azken urtean bakarrik parte hartu dutenengana zuzentzea. Guztira 15 emakumeei egin diegu elkarrizketa. 4. Emaitzen analisia Datuen analisia hiru atalen inguruan antolatu dugu, ikerketaren helburuekin bat datozenak. 1. Kirol-sozializazioaren prozesua: eragile sozialak, laguntzak, motibazioak eta helburuak. 2. Herri Kiroleekin erlazionaturiko balioak: estereotipoak, ezberdintasunak. 3. Etorkizuna: aldaketarako proposamenak (partaideen ikuspuntutik) eta ekimen ofíziala (Herri Kiroletako Plan Estrategikoa) 4.1. Kirol-sozializazioaren prozesua: eragile sozialak, laguntzak, motibazioak eta helburuak 4.1.1. Eragile sozialak Sokatiraren hastapenekin, nola ezagutu eta hasi ziren sokatira praktikatzen, gehien errepikatzen den esperientzia, herriko jaiekin erlazionatuta agertzen da. Horrela, elkarrizketatutako emakumeren gehiengo batek kirol honen praktika jai giro batean hasi zutela kontatzen du. “(...) egun batean, Nafarroako Oinez aldeko eguna zen, eta herri kirolak zeuden, han geunden 2-3 neska animatu ginen, eta gero bati komentatu genion ea prest zegoen gu entrenatzeko, eta taldea sortu zen” Sokatira talde batean parte hartzeko edo sartzeko beste faktoreren bat izan omen da, aurretik taldea horretan ahizpa baten presentzia. “(...) Oiartzungo festetan beti izan da egun bat sokatira txapelketa auzoen artean…, eta gero pixkanaka hasi ziren nesken talde bat sortzeko jendea animatu nahiean, eta lehen urtean hasi zirenean ez nintzen hasi, baina ahizpa hasi zen eta gero hurrengo urtean animatu nintzen” Hezkuntza zentruaren bidezko hastapenak (ikastolaren bidez) bakarrik kirolari gazteen kasuetan ematen da, eta gehien bat hau Nafarroan gertatzen da. “(...) Partaide berriak ikastolaren bitartez sartu dira. Asko bultzatu du ikastolak, laister hasiko da ikastoleen arteko txapelketak. Hor jendea mugitzen da, soka, oskolak, txingak.... bestela desagertuko zen. (...) Gero entrenatzera etortzen dira honuntza (Arbizura), egun batean fijo daukate. w w w . g i d e k i t . c o m 389 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Gehienak neskak mugitzen dira (...); ikaragarria da baino ikastolen mailan gehienak neskak dira, mutilak futbito, pilota... beste gauza gehiago dute” 4.1.2. Laguntzak Orokorrean, talde hauek jasotzen dituzten laguntzak oso urriak dira (herrialdearen arabera ezberdintasunak daude, Nafarroan hobeto daude). Kasu gehienetan, dirua haiek aurreratu behar dute edo erakustaldietan irabazten dutenarekin finantzatu behar dute. “Hacemos exhibiciones como medio de financiación (...) la última en un congreso de médicos, gente extranjera, sobre todo iberoamericanos…, se quedaron encantados, les dejamos tirar con nosotras, entre nosotras, y les pareció una cosa maravillosa, como nosotras éramos capaces de mantener la postura y ellos eran incapaces…(...) Nosotras mantenemos al equipo así (…), porque lo que nos da la federación lo utilizamos para desplazamientos, pero todo lo demás, el material que necesitamos, la ropa, zapatillas, lo financiamos por medio de exhibiciones, de actos de herri kirolak, o campeonatos como el de San Prudencio.., (...) como hemos renunciado a tener patrocinador, si,… por los chicos, por que ellos no están dispuestos a comprometerse, a participar en campeonatos, a dar un nivel…, los patrocinadores te piden un poco de compromiso, por ellos hemos renunciado y nos tenemos que buscar la vida por otro lado”. 4.1.3. Motibazioak Gai honekin gehien errepikatzen den erantzuna hauxe da, haiek egiten dute kirol hau ariketa egiteagatik, kirol bat praktikatzeagatik, eta batez ere, talde barruan dagoen giroagatik. Badirudi, talde kirola izateak eta bere baitan sortzen den giroak, herrikulturaren identifikazioarekin batera, emakume hauek sokatira praktikatzera motibatzen duten arrazoiak direla. “Gure arteko giroa, ederki pasatzen dugu. Oso giro polita daukagu, kirol pixka bat egiten duzu. Berriak ere hasten dira, sokatiran gehien bultzatzen duena da, daukagun talde giroa, taldearekin kompromisa, beti giro polita izan dugu, hortan suerte eduki dugu” “¿Qué te mantiene para seguir tantos años?,¿qué te motiva?: el ambiente, … aparte de que mantienes la forma física durante todo el año, porque te exige estar físicamente bien o regular casi todo el año, la sokatira es un deporte de equipo total- total-total …, son ocho personas, con las que tienes que estar totalmente conectada y llevarte muy bien, porque si no…, para lo bueno y para lo malo, el equipo cae…” Lehiketa ere motibagarria den aspektutzat hartzen dute. Baina, batez ere, lehia erronka bezala harturik, norberaren gainditzea eta hobekuntza bezala. Eta baita ere, bidaiatzeko, beste tokiak eta kultura ezagutzeko bide bezala. “Motibazioa ere zuk parte hartzen duzunean txapelketa batean. Superazio bezala... Exhibizioak ez zaizu hainbeste motibatzen, azken finean da herri batera joan eta hango talde baten kontra jotzea. Txapelketetan jendea gehiago prestatu behar duzu, pertsonalki gainditzeko zerbait” 390 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte 4.1.4. Helburuak Taldea funtzionamenduan dagoen denboraren arabera helburu ezberdinak ditu. Honela, eraketa berria duten taldeen kasuetan edo partaide berri asko duten kasuetan, talde hauen oinarrizko helburua taldea sendotzea edo harrobia finkatzea da. “Helburu ezberdinak daude, Badaiotz, Gaztedi batek txapelketa garaiena, lehen edo bigarren postu on bat egitea. Gure helburua berriz gure taldea ateratzea eta parte hartzea” “Gure taldean, batez ere da, hasteko frogatzea, ondo pasatzea, ikastea eta horrela pixkanaka, denetarik pixka ikasi ea gero zein da gehien gustatzen zaizuna., eta gero pixkanaka pixkanaka segun nola den bakoitzena. Adibidez, nire gustatzen zait hobetzea, eta nire marka pertsonalak hobetezea…, beste batzuk joaten dira bakarrik pixka bat kirola egitera, eta gero igual parte hartzen dute txapelketatan baina helbururik gabe… lagunen artean egotea...” 4. 2. Balioak: eredu maskulionaren eragina 4.2.1. Estereotipoak Orokorrean, herri kirolen inguruan aldez aurretiko irudia, iritzi negatiboekin identifikatzen da, astakiloei, basatiei, animaliei dagokie zerbait dela. “Jendeak daukan kontzeptu estereotipatua, (…) de cazurros, salvajes, que animales, que burros... Festetan, neskeen kontra, pentsatzen dute dena indarra da eta gero jartzen dira eta ikusten dute oso ezberdina dela. Marigizon estereotipoa? Asturiasen gertatu zitzaigun anekdota bat, sartu ginen taberna batean eta harritu egin ziren gurekin, esan ziguten: ah pero, sois vosotras, pensabamos que seriaís tipo sumo; jo,.. vosotras sois unos palosikusi zutenean ez ginela oso fuerte, oso handiak.. gero tiratu genuen eta flipatu zuten gurekin...” Gainera, indarrarekin, gogortasunarekin, sufrimenduarekin erlazionaturiko balioak nagusitzen dira. Hala, praktika hauek egiten dituzten emakumeekin mari-gizon bezalako etiketak erabiltzen dira. Eta kasu askotan, emakume hauek nolakoak diren aldez aurretiko idea okerrak agertzen dira, herri kirolak praktikatzen dituzten nesken ereduak hauxek dira: gorpuzkera indartsua, txikia eta pisutsua. “Herri kirolen aurrean erreakzioa: ezezaguna, irudi okerra. Zerbait zakarra ikusten da sokatira, indarra…, badago irudi bat erlazionatzen da indarrarekin, deporte gogorra, hori da, maskulino bezala. Orduan horregatik, neska askok diote, baina, nik hori egin?” “Hay chicas que están tirando en sokatira y no son como mi prototipo, grandes, anchas…, había una chica de mi trabajo que tiraba conmigo, que es súper delgadita... y siempre decían tu si que tiras pero ésta no puede ser, imposible…, pero si tenemos que entrar en un peso, siempre estamos bajando de peso…, no tiene nada que ver una cosa con la otra…” Eta baita ere, kirol hauetan emakumeek egiten duten lanaren balorazio txikiagoa antzematen da. “Muchas veces ves que ellos no valoran lo que tu haces, ellos piensan que los equipos de chicas tienen mucho menos nivel, que es mucho más fácil ganar, que es mucho más fácil entrenar, porque entrenamos menos se supone que ellos. Yo creo que ellos infravaloran nuestro trabajo, piensan que los equipos de chicas no tienen el nivel que el de chicos, y en muchas ocasiones les hemos demostrado que podemos ganar pesando igual, pero claro en un campeonato w w w . g i d e k i t . c o m 391 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) no pesamos lo mismo, poniéndonos en igualdad de condiciones, pero para ellos es una vergüenza, nunca quieren enfrentarse a nosotras. Te sientes muy infravalorada, esta claro que no tenemos la fuerza que tienen ellos…, en algunas ocasiones, yo no me considero que tenga menos fuerza que cualquier otro chico, en chicas si que la gente pesa menos tiene menos fuerza, pero ellos ven como buahhh… un equipo de chicas, las chicas que tiren cuando libren los chicos, de segunda categoría, para entretener un poco, que se vea que hay chicas…” Bestalde, kirolari hauen inguruko jendeak dauzkan pertzepzioek ez diete batere laguntzen, zoratuta daudela edo gehiegi sufritzera arriskatzen ari direla pentsatzen dute eta. Hain zuzen, amak dira, inguruko senitarteen artean, gehiago kezkatzen direnak, aitak baino gehiago behintzat, lesioen beldurragatik edo kalte egiteko beldurragatik. “Amak esaten dit ez egin hori mesedez, ez sufritzeko…, jan gabe, entrenatzera,… beldur hori, ai, ez duzu mina hartuko…, eta ni ez ama,…eta bizkarra kontuz. Orain pozik ikusten gaituela, eta orain bai, ondo segi…, gustura ikusten zaiteztenean animatu… Hasieran pentsatzen dute mutilen gauza dela, aurretik Lezakan mutilak ezagutu dituztelako eta ikusi dituzte sufritzen… Guk esaten diegu baina guk zergatik berdina egin behar dugun (mutilak bezala), herrian ideia hori dute, hori zabaldu da, eta pentsatzen dute guk berdina egin behar dugula..., inondikan ere.., haiek egin dute nahi izan dutelako, burrukatu nahi izan dutelako eta ailegatu dira ailegatu diren tokira, baina guk ez dugu zertan hori egin behar…” Talde gehienek azpimarratzen dute, komunikabideek duten eragin negatiboa arlo honetan (herri kirolak eta emakumea). Alde batetik, helarazten duten mezua eta irudia, kirol hauetan emakumearen presentzia hutsa dela, eta bestalde, emakumeek egindako praktika bat jasotzen dutenean beti bigarren mailan agertzen da, gizonen atsedenaldietan, betegarri bezala. Horrela, emakumeek egiten duten kirola gizonena baino gutxiago denaren ideia berretsi egiten dute. “En ETB es un poco vergonzoso. Con el Zazpi Herrialde, que hubo de chicos y chicas, y no enseño las chicas, ni siquiera… ¿Ya presentasteís queja de eso?. Presento la federación. Además, fue muy gracioso, Zazpi herrialde- de los chicos acababa y empezaba el de las chicas, y estaban allí, estábamos diciendo, ah, pues estarán grabando, y luego viendo la tele estaban enseñando los mejores momentos de los chicos en ese impas que estábamos nosotras: Que sinvergüenzas, no sé, aunque no lo enseñen que por lo menos lo nombren, que había un Zazpi Herrialde de chicas…” “Komunikabideen jarrera, sokatirarekiko, nire ustez pasada bat da…Adibidez, Holandara joan ginenean atera zuten baino ez albistegi barrenean baizik kanpo, hau da, kirolez kirol programan ez da ematen adibidez txapelketan inguruan, edo egiten dute oso segundo gutxiko bideo bat edo ez dute egiten. Ni egia esan oso humore txarrez jartzen naiz kirol albistegiekin, lehenengo futbola eta gizonezkoena eta inoiz ez da herri kirolak, ez da iristen eta inoiz neskena” 4.2.2. Herri kirolak praktikatzen dituzten gizonen eta emakumeen arteko ezberdintasunak Nahiz eta kirol praktika bera egin, kirola praktikatzen duenaren arabera gizona edo emakumea den ezberdintasunak daude. Hau dela eta, kirol hau praktikatzen duten emakumeek nabarmentzen dituzten ezberdintasunen artean ondorengoak azpimarratuko 392 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte ditugu: diru-sari txikiagoak, diru-laguntza gutxiago, ordutegi txarragoak, itxaropen ezberdinak, entrenamendu ezberdinak… Horrela, txapelketetan, emakumeek gizonak baino diru-sari txikiago jasotzen jarraitzen dute. “Niri ez zait logikoa iruditzen trontza txapelketa batean emakumeak, euskadiko lehenengoak emakumezkoenak, eta euskadiko lehenengo gizonezkoenak diru ezberdina kobratzea… eta hori ematen da (…), txapelketa berdina da, berdin kobratu beharko dute. Erantzuna da, ez dela lan berdina, korte gutxiago egiten dituztela emakumeak, eta egia da korte gutxiago egiten direla, baina araudia esaten duen korte egiten dira… eta badago jendea horrela bizi dena, “anclados en el pasado”…, asko kostatzen da…” Era berean, tiratzeko egutegiak banatzerakoan, emakumeei egun txarrenak ematen dizkiete. Adibidez, ohiko da, txapelketetan gizonei larunbatean tiratzeko egokitzea, horrela asteburuko gainerako denbora libre dute, eta emakumeei igandeetan tokatzea, modu honetan asteburu osoa zaintzen eta prestatzen egon behar dira. “Niri behin edo behin galdetu didate ea ezberdin tratatzen gaituzte eta beno nik sokatiran ez dut hori nabaritzen. (…) bilera batzuetan federazioan, tontakeriak dira, baino...., igandero, emakumeak igandero (tiratu behar), eta guk esan, baino zergatik igandetan tiratu behar dugun, guk ere larunbatetan tiratu nahi dugun. Orduan esan eta aldatu egin dute, ez da beti gertatu baino batzuetan gertatu izan da. Larunbatetan tiratzen baduzu eta gero asteburu libre duzu. Igandeak tiratu behar baduzu beste egun bat gehiago zaindu behar duzun, asteburuan. Holako gauzak egon dira...” Baita ere, entrenamenduak planteatzeko momentuan ezberdintasunak daude. Nahiz eta talde gehienek esaten duten denen artean amankomuneko aspektu ugari daudela hainbat ezberdintasun nabarmentzen dira. Horrela, tiraldietan erabiltzen diren estrategietan eta entrenamendu saioak garatzeko moduetan ezberdintasunak topa ditzakegu. “(…) Las tácticas son diferentes, si. Generalmente los chicos, aquí van mucho a fuerza, a mover al otro equipo, y nosotras a resistir, a resistir, a aguantar al otro equipo, a ver quien de los dos aguanta más, más de resistencia, de dura, de cabeza, de decir vas a caer tu, vas a caer tu…Ellos más a mover al otro equipo, a fuerza, a descolocar al otro equipo. Nosotras dedicamos comparando por ejemplo con los chicos de Badaiotz más días, y a mi me parecen más intensos, igual ellos te dicen: ala si. Yo creo que ellos tienen más nivel físico y nosotras más de sokatira. Ellos hacen más físico, nosotras aquí solo hacemos sokatira, físico hacemos a parte, aquí hacemos más entrenamiento de sokatira, nosotras tenemos más técnica que ellos”. Ezberdintasunak ere, entrenatzailearen generoaren arabera, gizona ala emakumea den. Honekin erlazionatuta, elkarrizketatutako emakumeek jokaera eta itxaropenak ezberdinak ager daitezkeela adierazten dituzte. “¿Diferencias en los entrenadores, cuando es hombre o mujer? Si hay diferencias, por ejemplo, el último entrenador (hombre) venia con todo todo controlado, como nos iba a controlar el peso, con todo organizado, y luego se ha dado cuenta de que somos muy diferentes a los hombres, que cuando estamos con la regla desbarajusta todo el equipo, el tema del peso, y eso a ellos no les entra en la cabeza…, y decir pero como has engordado un kilo, y nosotras que no he comido nada, que es así. O los bajones que tenemos de w w w . g i d e k i t . c o m 393 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) fuerza, igual un día puede ser 500 kilos y al día siguiente 400 andas justísima. No entienden, dicen los hombres somos más regulares, vosotras tenéis días altísimos, días bajísimos, y días normales”. Talde batzuk salatzen dute, herri kiroletan, diru-laguntzarekin ere ezberdintasunak egiten direla, sexuaren arabera ematen direlako. Horrela, herri batean gizonezkoen taldeari ekonomikoki laguntzen diote bitartean herri horretako emakumezkoen taldeari ez diote ezer ematen, nahiz eta bi talde horien maila berbera izan. “Kirolgitik ere badakit Astigarrako mutilek badaukatela laguntza baina guk ez. Garai batean, Astigarragan ginenean, mutilei bai eta guri ez. Ja Ja Ja. (...). Niri iruditzen zait gu Astigarrako taldean ginenean, mutilek ematen zuten gauza serio bat, eta neskena beti bigarren maila batean, kirolgikoena bezala. Jope, mutilak ere ez dira gelditzen bigarren eta hor, ez? eta onak ere ez dira eta guri zergatik ez digute ematen?. Gu sentitu izan gera beti mutilak izango balira serio kirolean ibiltzen zirenak eta gu, denbora pasa, senzazio hori eduki izan dut. Mutilena serio eta gurea ematen duena pixka bat ez dakit…” Beste zehaztapen batzuetan ere terminologiaren erabilpena diskriminatzailea izan daiteke emakumeontzat. Adibidez, ondorengo kasuan. “Gizon probak? Hasi da jendea giza proba deitzen, baina araudian gizon proba jartzen du oraindik”. 4.3. Etorkizunerako itxaropenak Herri kirola praktikatzen duten emakumeen itxaropenekin erlazionaturik, etorkizun beltza da gehien bat errepikatzen den diagnostikoa. Ideia honekin emakumeen talde guztiek bat egiten dute. Norabide hau aldatzeko protagonistek hainbat proposamen egiten dute. 4.3.1. Aldaketarako proposamenak Sokatirako emakumeen taldeak ez desagertzeko, kirola hau praktikatzen duten emakumek federazioen aldetik inplikazio gehiago errebindikatzen dute. Gaurko egoera abiapuntutzat harturik esan daiteke federazioen artean egoera ezberdinak daudela, eta kasu gehienetan hauetan lan egiten duten pertsonek bolondresako lana egiten dutela, beraz ezin zaie gehiago eskatu, egiten duten guztia bolondres moduan egiten dute eta. Horregatik kirol teknikari baten beharra errebindikatzen dute, hau da, profesional bat arlo honetan prestatua eta soldata batekin, federazio hauetan propio egin behar diren funtzioetara dedikatua. Eusko Jaurlaritzaren Plangintza Estrategikoan profesional horren beharra agertzen da, baina jadanik ez da gauzatu. Horregatik, gai honi lehentasuna ematea eskatzen dute. Aldi berean, txapelketetan parte hartzen duten epailen inplikazio altuagoa errebindikatzen dute. Kirolarien ustez, epaileak, askotan, lehiaketetan egiten diren iruzurren aurrean edo taldeen arteko gatazken aurrean inhibitzen dira. Honen adibidea azkenengo urtean sokatirako txapelketei lagundu egin dien polemika. Emakumezkoen talde guztiek, batek izan ezik, txapelketetan parte ez hartzea erabaki zuten. Erabaki honen arrazoia federazioen jarrera salatzeko izan zen, haien iritziz, iruzurren aurrean federazioek ez dute ezer egiten, eta ez diete bat ere irtenbiderik proposatzen. Beraz, azkenengo urte honetan, talde gehienek ez dute txapelketetan parte hartzen. Hau dela eta, taldean entrenamenduak egiten dituzte nahiz eta aldez aurretik jakin gero ez dutela txapelketetan parte hartuko. Guzti honek talde askoren motibazioan eragina dauka, talde batzuk desagerraraztera bultzatzen du. 394 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte “Ahora mismo en la federación, entre que tienen muchas modalidades, y que son gente voluntaria, no les puedes exigir nada. Llevamos pidiendo que pongan un animador deportivo o alguien que se dedique a organizar. Por ejemplo, en el campeonato de tronza de Euskadi te enteras 15 días antes de cuando es el campeonato, si te quieres preparar bien, tienes que estar preparando todo el verano por si acaso…Eso no es seriedad, ellos alegan que no pueden estar organizando todos los campeonatos, pero así los deportistas no quieren ir. Un calendario a principios de año, aunque sea decir en julio, aunque no sepas si es el día 15 o 18, es esencial, te puedes preparar, pero aquí un año es en mayo y otro en noviembre, resulta que te estas entrenando todo el verano y luego resulta que es en noviembre. El futuro lo veo muy negro. O hay un cambio radical y ponen a gente profesional a trabajar en ello, aunque nos cueste sus sueldos…” “(…) ez dago jendea lan egiteko boluntario bezala, emakume gutxi dago, eta jendeak nahi du eroso bizi, ni aizkolaria naiz edo trontzalaria naiz, antolatu txapelketa bat, ni joango naiz eta gero kobratuko dut, baina gero ez daude prest ideiak emateko, edo laguntzera, ea posibitaterik dagoen, beti egon behar zara deika, haien atzetik.. Jendearen interesa gutxi. Ni adibidez hemen nago eskatu zidatelako, bestela, oso zaila da... Herrialde guztietan batzorde bat dago, presidente bat, baina elkartu ez, egin beharko zen zerbait guztien artean, baina zaila da... Gainera, Aldundi bakoitzak ezberdin funtzionatzen du, diru laguntzak ematen dira gauza ezberdinak egiteko... Hemen, Araban herri handirik ez daude, dirua lortzeko, gauzak egiteko... Egin beharko zen lan gehiago lurralde ezberdinen artean. Gertatzen dena da jende gutxi dago lan egiteko, diruaren truke bai, baina besterik ez…, oso jende gutxi. Hemen denetarik dago egiteko, subentzioak prestatu, aurkeztu, bilatu, txapelketak antolatu, prestatu, eta hasten bagara bilerak egiten, bileretara joaten, kriston lana da. Hemen egon beharko litzateke, pertsona bat edo bi liberatuta eta pagatuta, eta lan egiten 8, 7 ordu egunean, bilerak hemen eta han, eta horrela igual bai” Txapelketekin sortu diren arazoen aurrean sokatirako emakumezkoen taldeak, haien artean, topaketak edo lehiaketak antolatzen hasi dira. Modu honetan lehiaketetan parte ez hartzeak sortutako hutsunea betetzen ari dira, eta horrela entrenamenduei esker hobetzen dutena beste taldeen aurrean neurtu ahal dute. Antolatu diren lehendabiziko topaketek harrera ona izan dute, eta parte hartu duten taldeen artean araudiaren onarpena eta adostasunak nagusitu dira. Beraz, autogestio bide onetatik jarraitzeko asmoa daukate, federazioen txapelketatik kanpo. “(...) Bururatu zitzaigun, proposamen hau, egun bateko topagune bat egingo dugu sokatira eta herrik kirolak, ea ondo ateratzen den. Gure kezka zen, ezer gabe orain (lehiaketarik gabe)? eta daukagu jendea oraindik ez duela probatu txapelketa batean, eta hori nola pixka bat zen helburua. Hasieran zeozer sortzea nahi genuen, talde bakoitzak herri bakoitzean antolatzea, eta azkenian gu hasi ginen mugitzen saltsa, bai eta Oiartzunen behintzat bai, eta egun batean. Noiz? Martxoak 31.an, larunbata. Printzipioz egun bat, aurrera begira udaran edo udazkenean ba igual bigarren beste egun bat egin eta pixka bat jarraipen bat eman diezaiokegun honi ideia horrekin.Ilusio pixka bat badaukagu, topaketa honekin. Guretzat behintzat da azkenean denok batera ba zeozer….” Bestalde, estereotipoen aurka borrokatzeko prestakuntza zentroetan herri kirolen errealitatea, barrutik, ezagutarazi egin behar dela planteatzen dute. Ildo beretik, goi w w w . g i d e k i t . c o m 395 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) mailako hezkuntza zentro batean herri kirolak irakasgaia ematen duen irakasleak ideia hau berrindartzen du. “Estereotipoak? Nik beti esaten diet ikasleei, jendeak daukan kontzeptua…, gogoa ematen dit esateko “ez daukazue ideiarik”. Ez direlako jarri, ez dizutelako sinesten teknika oso garrantzitsua dela, baina gure ikasleak ere ez: esto te pones en la cuerda y tiras…, bai, jarri zu eta orain hasi tiraka…, (teknika inportantea da) ez dute piperrik aguantatzen, ni saiatzen naiz behintzat hori inkulkatzea, garrantzitsua da haiek hori ikustea, gauza asko daudela. Adibidez, ingudean errebotea aprobetxatzea,…estrategia oso garrantzitsua dela…, ez dena indarra…, teknika, estrategia ikustea nola egin.., nik barrutik bizi izan dut, eta barruan dagoenarentzat estrategia oso inportantea da, noiz erasotu noiz ez…. Eskoletan herri kirolak sartzeko? Jendeak sartzen du. Nik ikasleei esaten diete hau sartzen baduzue heziketa fisikako unitate didaktikoak prestatzen dituzunean, saio batean..., beste jarduera bat bezala. Eta baita ere kirol hastapenean. Nahiko oinarrizko gauzak dira. Moldatzeko bideak daude (...) Eta eskola kiroletan? Hemen Araban, oraintxe ez dago ezer, Federazioak saiatu ziren zerbait egiten, gure ikasleen laguntza eskatu zuten, talde bat sortu zen baina ez zen egin. Gipuzkoan bai egiten dela, eta Bizkaian ere bai (...) Gero federazioetara edo klubetara joango diren edo ez, dudak daude, zaila da, baina beste kiroletan bezala. Bai, baina behintzat egiten badute ezagutzen dute, eta hor aukera daukazu gero egingo dutela, baina ez badute ezagutzen ez dute inoiz egingo, behintzat jakin....” Protagonistek egiten duten beste proposamen bat, egoera hobetzeko, lehiaketaren egiturarekin erlazionaturik dago. Egitura aldatzea, adibidez, konbinatuak sartzea, hau da herri kiroleko hainbat modalitate ezberdinak egitea txapelketa berean. Nafarroan, proba hauek nahiko finkatuta daude txapelketetan, proba konbinadak deitzen dituzte. Bost proba egiten dira: kozkor biltzea, txingak, zaku-lasterketa, korrikalaria eta arpana. “Ados zaude horrek ekartzen duen ikuskizun gehiago? Aizkoretan eta biak nahastea, sokatiretan? Nik uste dut baietz. Herri kirolak suspertzeko egokia?. Demagun zaudela ikusten erakustaldi bat edo txapelketa bat, eta tipo bat dagoela 20 enbor mozten, ez zaizu iruditzen aspergarria? Nik uste dut, dinamikoagoa izatea hobeto. Beste diziplinekin egin daiteke gauza politak, adibidez, ingudea, bakarrik ingudea egitea.., hobe nahastea diziplina batzuk: ingudea, txingak, oskol bilketa, lasto altxatzen …, eta taldeka taldeka, ba txapelketatu, adibidez, 5 pertsona, 7 pertsona nahastu eta gero tartekatu... Nafarroan egiten duten bezala, konbinada, nik uste dut bide horretatik joan behar garela, modalidate ezberdinak eta taldeka”. Bestalde, elkarrizketetan gehienbat errepikatzen den errebindikazioa, emakumeen sokatira mantentzeko eta suspertzeko hauxe da: partaidetzako espazioak bultzatzea, sokatiraren kirola ezagutarazteko, eta gehienbat, herriko topaketetan edo jaietan lortzen da. Kirolarien esperientziak ideia honekin bat datoz, askotan gertatu zaielako jende aurrean sokatira egiten askoren aurreiritziak aldatu direla, eta horrela adierazi diete haiei. Jende askok ez duelako ezagutzen emakume kirolari hauen lana. Honen adibidea, Xiba bezalako lehiaketa herrikoa dago. Xiba-ko txapelketetan, jaigiro batean, talde mistoak, haien artean, modalitate ezberdinetan lehiatzen dute. Xiba, ikastolen federazioak bultzatutako proiektua da, eta bere helburua herri kirolak eta jolasak berreskuratzea, gaurkoratzea eta igorritzea da. 2004. urtean hasi zen, eta handik aurrera urtero ospatu da. Taldeak mistoak dira, gehienez 16 eta gutxienez 6 pertsonekin, taldearen erdia emakumeak eta beste erdia gizonak izan behar dira. Gehienez, 2 federatuak egon 396 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte daiteke, gizon bat eta emakume bat (herri kiroletan), eta federatu hauek ezin izango dute herri kiroletako modalitatetan parte hartu, sokatirarena izan ezik. Elkarrizketatutako emakume gehienak mota honetako txapelketa ez ofizialen alde agertzen dira, nahiz eta haiek parte hartu ez izatea. Mota honetako ekimenek herri kirolei buruzko ezagutza zabaltzeko balio dute eta. “Xiba adibidez asko ari da laguntzen, hemen inguruan jendea asko mugitzen ari da... taldeak sortu ziren, asko gainera, (jarraitzen duten gainera). Holako dinamikak laguntzen dute, herri kirolak zer diren zabaltzeko eta ezagutzeko, bai, jendeak probatzen du, bestela askotan jendeari beldurra ematen dio talde batean sartzea, urrunegi, handiegi, gehiegi, entrenatzea, baina holako gauzak, Xibak herri kirolak jendea ezagutzeko balio du, bide bat... Euskal Herriko mailan, jendea asko mugitu dela, lan asko eginda ere, pausu bat da, beste alternatiba, ez bakarrik helburua ez da bakarrik txapelketak (ludiko rekreatibo karakterea), neska eta mutilak, bakarrik bat federatua izan daiteke..., gainera horren bitartez jendea taldeetan sartzeko..., hori bultzatzea, jai giroan...” “ Xiba bera ere, alde horretatik, alternatiba ona izan daiteke, jendeak probatzen du eta gero deitzen dizu: nola entrenatzen duzue hau edo nola prestatu hau, trontza?. Aisialdirako gauza batzuk egitea eta errendimendurako beste batzuk, bi adar horiek ezberdintzea ez da erreza, ez da hain erreza, baina Xiban hori egiten ari dira. Xiba aisialdia da ala lehiaketa? Bi gauzak ditut, lehiaketaren bitartez beste helburu batzuk, lehiaketak helburu asko ditu, ez da bakarrik entrenatu entrenatu, Xiba bezala, beste herrietara joan, herritako jendea ezagutu, kultura ezagutu…, zaila da, baina beno…,nik ikusten dudan falta hori da, plan orokor bat egitea” 4.3.2. Proposamen ofizialak: Herri Kiroletarako Plan Estrategikoa Herri Kiroletarako Plan Estrategikoaren sorburua Euskadiko Kirolaren 14/1998 Legea eta Kirolaren Euskal Plana 2003-2007 datza, herri kirolak bultzatzeko eta alorrean alorreko plan estrategikoak egiteko legeak agintzen diona betetzeko. Plan honen helburu orokorrak bi dira: euskal gizarteak herri kiroletan parte hartzea, hurbiltzea eta inplikatzea, batetik, eta herri kirolen sustapena areagotzea, herri mailan, nazio mailan eta nazioartean, bestetik. Plan honek, herri kiroleei buruz egiten duen diagnostikoan, alde ahulenetariko bat ondorengo agertzen da: lotuegi dagoela folklore eta jai giroko ekitaldiekin. Beraz, errendimenduko ibilbideak jai girotik aldentzea proposatzen dute, gaur egun herri kiroletako txapelketa gehienak jai giro horretan kokatzen dira. Gai honi buruz sokatirako emakumeei galdetzen zaienean, kirolari gehienen iritzia bi ideiatan laburtzen da, lehendabiziko, plana ez dutela ezagutzen, horri buruz informazioa ez daukatela; eta bigarrena, plana egiteko garaian ez dituztela haiek kontutan hartu. Gainera, beste errendimendu- kiroletako eskemak herri kiroletara aplikatzen saiatzea akats bat dela uste dute, eta herri kirolen eta jai herrikoien arteko erlazioa mantendu behar dela defendatzen dute. Lotura honekin jarraitzeko arrazoien artean hauxe planteatzen dute, jai giroa baliabide inportantea dela kirol hauek ezagutarazteko, eta emakumearen presentziarekin erlazionatzen diren estereotipo askoren aurka ekiteko. Aldi berean, kirol hauek irauteko bide egokia dela eta jendearen parte hartzea eta hurbiltzea bultzatzen dituztela defendatzen dute. “Baino, hori egin dutenak konturatu behar direla txapelketak norbaitek ordaintzen dituela, herri kiroletan funtzionatzen da udaletxe honek dirua jartzen du, antolatzen duena federazioa da, baina dirua jartzen duena herri hori da, eta normalean herrietan noiz egiten dira gauzak?, festetan. Orduan w w w . g i d e k i t . c o m 397 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) konplikatua da. Sokatiran pixka bat aterata gaude, batzutan tokatzen da herrietako festetan tiratzen, baino hemen. Normalean herriko festetan ematen da dirua, hemen festa gehienak izan ohi dira uda partean, eta goma gaineko egiten da aldrebes, eta planteatu zen goma aldatu eta egitea lurrarekin batera, baina badago jendea lurra eta goma egiten duena, zer udan festa gehiago daude eta orduan tiraldiak antolatzeko eskaera hori errazagoa da. Normalean bietara joaten gara. Legution egon gara, haiek (udaletxekoak) kiroldegia utzi eta federazioak ordaintzen du ordaindu behar dena” 5. Ondorioak Lan honek herri kiroletan emakumeen errealitatea nolakoa den ezagutzen lagundu digu. Hau da, zein den egoera protagonisten ikuspuntutik. Aldi berean, beraiek planteatzen dituzten proposamenak bildu ditugu etorkizunean onuragarriak izan daitezkeenak herri kiroletan emakumeen presentzia ziurtatzeko bai sokatiran eta baita beste modalitate batzuetan. Ikerketa hau, herri kirolen modalitate guztien artean, sokatiran oinarritu dugu topatu dugun errealitateagatik. Emakume gehienek modalitate hau praktikatzen dute, salbuezpen gutxi batzuk alde batera utzita. Honen zergatiak asko dira eta horrela adierazi digute kirolariak, hala ere azpimarratu ditzazkegu batzuk: praktika berak daukan barne logika, taldekako praktika izatea, izaera maskulino gutxiago daukan modalitatea izatea. Taldeko lana, taldekako esfortzua izatea, gehiago identifikatzen da eta dute emakumearen ereduarekin. Horrela, kirolariek ideia hau, behin eta berriro, kirol hau aukeratzeko arrazoien artean azpimarratzen dute. Beste modalitatean, aizkoran, harri-jasotzean, trontzan…, emakumearen presentzia asko gutxitu da. Jarraian dauden taulen bitartez laburtzen ditugu, emakumeen kirol-sozializazio nola eman den, motibazioak zeintzuk izan diren, kirol talde bezala zein helburu dituzten, balioak eta estereotipoak eta azkenik etorkizuna nola ikusten duten. 398 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Taula 1. Kirol-sozializaioaren prozesua ERAGILE SOZIALAK Jai herrikoiak: “Lurra eguna” “Nafarroa Oinez”... Lagunak (jadanik taldean daudenak) Sendia (ahizpak) Mankomunitatea (eskaintza) Ikastolatik (kirolari gazteenak) w w w . g i LAGUNTZAK MOTIBAZIOAK OROKORREAN: ariketa, kirola egiteko gogoa... BEREZIKI: - Taldekako kirola (Sokatira) = taldean sortzen den giroa - Lehia: erronka harturik, norberaren gainditzea, hobetzea, bidaiatzeko bidea (beste tokiak, beste kulturak ezagutzeko) NOR: Udalak Foru Aldundiak Partikularrak (dendak, tabernak, enpresak…) Eusko Jaurlaritza, Nafarroako Gobernua. BAINA: Ez dira nahikoak Dirua aurreratu behar dute Iniziatibak haiengandik sortu behar dira HORREGATIK: Erakustaldiak: bidaiak eta materiala finantzatzeko d e k i t . c o m HELBURUAK - Taldea sortu eta eustea - Lehiaketa (beste taldeekin indarrak neurtzea) 399 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) Taula 2. Balioak NAGUSITZEN DEN EREDUA: MASKULINOA (erreferentzia): Gehien bat parekatzen da: indarra, gogortasuna, oinazea… Neskak:” Mari-mutilak” Neskari buruzko eredua: haundiak eta pisutsuak emakumeentzako txikiagoak ezberdintasun fisikoak: (neskak = polea, jaurtialdiak baxuagoak) teknika (neskak= mantentzera / mutilak= indarrezko tiraldiak) taldekako giroa (neskak= “terapia egitea” eta ondo pasatzea, taldean egoteaz gozatzea) emakumeak = igandeak gizonak= larunbatak -itxaropen ezberdinak -jokaera ezberdinak (erlazioak) KOMUNIKABIDEAK Emakumearen presentzia herri kiroletan ia-ia ez da agertzen Emakumeak egiten duen kirola gutxiago da, beti bigarren maila batean (mutilek egiten dituzten atsedenaldietan, betegarri bezala, denbora pasatzeko...) 400 / 440 w w w . DIRULAGUNTZAK Sendia: batez ere, amak kezkatzen dira (kalte edo min egiteko beldurrak...) ENTRENATZAILEAK ( ) “Estáis locas” “Demasiado sufrimiento” EGUTEGIAK SARIAK IRUDI NEGATIBOA: -“salvajes, brutos, animales, cazurros…” ) ENTRENAMENDUAK EZBERDINTASUNAK ( - emakumezkoen taldekoentzat gutxiago (edo ez daude) LEHIAKETA TERMINOLOGIA INGURUKO JENDEA (sendia, lagunak, lankideak) OROKORREAN ESTEREOTIPOAK - nahiz eta teorian arautegian terminologia neutrala izan: “giza-probak”, praktikan: “gizonprobak” terminoa erabiltzen jarraitzen dute g neskek mutilei desafioa botatzen dietenean hauek ez dute onartzen (ez dute nesken kontra lehiatu nahi) bai lehiaketak, talde mistoetan i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Taula 3. Etorkizuna ITXAROPENAK (partaideenak) EKIMEN OFIZIALAK: EUSKO JAURLARITZAREN PLAN ESTRATEGIKOA TALDEEN IKUSPEGIA Ez dute plana ezagutzen, honen egitean ez dituzte haiek kontuan hartu KONPARTITUTAKO DIAGNOSTIKOA Etorkizun beltza Federazioen partetik inplikazio gehiago TALDEEN JARRERA KRITIKOA (behin ezagutuz E.J.P.E-ren hainbat puntu) ALDATU BEHARREKOA: PROPOSAMENAK (kirolarien ekarpenak) Kirol teknikari baten beharra (ordainduta) w - Errendimenduko beste kirolen eskemak herri kiroletan aplikatzen saiatzea akats bat da. - Herri kirolen eta jai herrikoien arteko lotura Indarrean dagoen polemikari irtenbidea eman mantendu behar da. Partaidetza bultzatzea, herri kirolen iraunkortasuna indartzeko bide bat da. (une honetan emakumezkoen talde gehienek ez dute sokatirako txapelketetan parte hartzen arautegia errespetatzen ez delako) Autogestioa: sokatirako taldeek haien arteko topaketak antolatzen hasi dira, federazioen antolakuntza alde batera utzita Talde ezberdinen arteko kiroltasuna sustatzea Estereotipoak aldatzea: prestakuntza zentroetan Txapelketen egitura aldatzea: “konbinadak” sartzea Estereotipoak apurtzea: errealitatea gehiago ezagutarazi behar da (barrutik bizi behar da). Horregatik: partizipatiboa izan behar da (jaietan, erakustaldietan…). Emakumeak ikustean estereotipo asko apurtzen dira. Adibidez: XIBA (talde mistoak eta partaidetza bultzatzen du) Epailen partetik inplikazio gehiago (arautegien kontrola) w w . g i d e k i t . c o m 401 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 6. Erreferentziak Buñuel, A. y Vázquez, B. (1994). La experiencia del deporte en la vida de las mujeres en Europa: cuestiones teóricas y metodológicas. Actas III Congreso de la AEISAD: Los retos de las Ciencias Sociales aplicadas al deporte, 1-10. AEISAD: Barcelona. EUSKO JAURLARITZAKO KULTUR SAILA. KIROL ZUZENDARITZA. (2003). Kirolaren euskal plana: 2003-2007. Gasteiz: Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia. EUSKO JAURLARITZAKO KULTUR SAILA. KIROL ZUZENDARITZA. (2006). Herri Kirolen Plan Estrategikoa (2007-2010). Gasteiz: Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia. Fasting, K. (1993). El género como perspectiva importante en el estudio de la sociología del deporte. Investigación Alternativa en Educación Física. Unisport, 275, 51-60. Fraile, A. (coord.) (2004). El deporte escolar en el siglo XXI: análisis y debate desde una perspectiva europea. Barcelona: Graó. Gil, M. y Cáceres, J. (coord.). (2008). Cuerpos que hablan. Géneros, identidades y representaciones sociales. Barcelona: Montesinos. Lasaga, M. J., y Rodriguez, C. (2006). La coeducación en la educación física y el deporte escolar: liberar modelos. Sevilla: Wanceulen. Moreno, M. (2006). Las mujeres jóvenes y las actividades físicas. Serie ICD. Madrid: Consejo Superior de Deporte. Pérez, L. et al. (2005). “El género como factor de variabilidad en las actitudes hacia la práctica de actividad físico-deportiva”, Apunts. Educación física y deportes, 82, 1925. Torres, E. (2002). “Factores personales y sociales vinculados a la práctica físico-deportiva desde la perspectiva del género”, Apunts. Educación física y deportes, 70, 83-93. Vázquez, B. (1993). Actitudes y prácticas deportivas de las mujeres españolas. Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales. Instituto de la Mujer. 402 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte Índice CAPÍTULO 32 PROFUNDIZANDO EN EL HABITUS CORPORAL DE GÉNERO A TRAVES DEL JUEGO MOTOR EN UNA ESCUELA DE EDUCACIÓN INFANTIL EN ALEMANIA Beatriz Garai Ibañez de Elejalde y Luz Elena Lomelí Etchegaray [email protected]) Resumen En esta comunicación presentamos el resumen de una investigación realizada en una escuela de educación infantil en Alemania durante el curso 2008-2009. Su objetivo principal consistió en constatar la existencia de comportamientos diferenciados en función del género a través de los juegos motores en la educación infantil. Como punto de partida tomamos el concepto de habitus corporal de género desarrollado por Mª Carmen Rodríguez Menéndez a partir de los trabajos de Pierre Bourdieu. Con la realización de este trabajo buscamos contribuir y aportar conocimiento sobre esta temática en el área de la actividad física, concretamente en el nivel de educación infantil. Si bien aquí no presentamos de forma exhaustiva el desarrollo total del estudio, procuramos proporcionar una idea general del proceso llevado a cabo y de los resultados obtenidos. Palabras clave: juego motor libre, juego simbólico, juego turbulento, educación infantil, habitus corporal de género. w w w . g i d e k i t . c o m 403 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) 1. Introducción En la actualidad los esfuerzos que se han realizado en el ámbito educativo para impulsar una educación para la igualdad de oportunidades en relación al género se han incrementado, no sólo enfocados a la mujer, sino también con relación a la importancia de la construcción de la masculinidad en el ámbito educativo24. En la revisión bibliográfica realizada en el área de la actividad física nos encontramos con la dificultad de encontrar estudios específicos sobre el habitus corporal de género en la etapa educativa infantil, edad en la cual queríamos centrar el trabajo. La mayoría de los estudios encontrados en esta área abordan la construcción de la identidad a partir de los seis años de edad, y por lo general basados en las diferencias de comportamientos en relación a las preferencias deportivas25. Así, las preferencias lúdicas como factor diferencial entre los géneros, en los estudios revisados en materia de actividad física en ámbito escolar, utilizan deportes concretos como medio de diferenciación de comportamientos entre niñas y niños. A pesar de ser conscientes de que la mayoría de los estudios en relación a la construcción de género se ubican en la etapa primaria o secundaria, y que muchos especialistas concuerdan que la etapa de infantil es una edad en la que difícilmente se constata la construcción de género, sin embargo, nos pareció interesante centrarlo en esta edad ya que consideramos que es en esta etapa dónde se generan las bases para una convivencia positiva entre los géneros. Además, planteamos estudiar la construcción del género a través de la actividad propia de la infancia, el juego, una de las estrategias pedagógicas más utilizada en el contexto educativo en esta edad. Así, las razones fundamentales que nos llevaron a centrar este trabajo en el análisis de la construcción de la identidad de género a través del juego motor libre en el nivel infantil fueron en primer lugar profundizar en una etapa básica del desarrollo humano, la etapa del primer contacto social fuera de la familia, y en segundo por la importancia que representan las actividades y juegos de movimiento en el desarrollo a nivel personal y social de los niños y niñas de esta edad26. Por otra parte, el estudio del juego es objeto de interés e investigación desde múltiples y diversas ramas del conocimiento humano. Existen estudios antropológicos, sociológicos, pedagógicos, psicológicos y praxiológicos que analizan este asunto. Este estudio lo enmarcamos en el ámbito de la actividad física, sin dejar de lado las aportaciones de otras disciplinas, pero basándonos sobre todo en el juego motor lúdico como elemento de análisis dentro del proceso de construcción de género y socialización en los niños de educación infantil. Así, el contexto elegido para la realización del mismo es en una escuela de educación infantil en la ciudad de Osnabruck, ubicada en el estado de Baja Sajonia en Alemania. 2. Marco teórico: el habitus corporal de género y el juego motor como agente socializador 2.1. El habitus corporal de género El punto de partida para la realización de este estudio es el concepto de habitus corporal de género planteado por María del Carmen Rodríguez Menéndez, quien a su vez desarrolla su trabajo partiendo del estudio que realiza Pierre Bourdieu en relación a la teoría de la práctica social. Rodríguez Menéndez (2003) define al habitus corporal de género como: 24 Rodríguez Menéndez (2007) 25 Navarro Adelantado (1995) 26 Ortega Ruiz (1992) 404 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte “El sistema de normas profundamente interiorizadas que, sin expresarse nunca total ni sistemáticamente, rigen la relación de hombres y mujeres con su cuerpo y cuya aplicación a situaciones diferentes permite determinar una variedad de conductas físicas” Además, destaca la importancia que contiene el cuerpo en la construcción de la identidad de niñas y niños ya que no sólo define la relación de cada uno de los géneros con su cuerpo, sino que además organiza la relación de la persona con su medio social. Dentro de la teoría del habitus corporal de género encontramos que cada uno de los habitus poseen características que les definen, las cuales han sido dictadas por la sociedad. De esta manera Rodríguez Menéndez (2003) describe que: “Las características que definen a cada uno de los habitus corporales son un producto social, es decir, se adquieren a través de un proceso de socialización”. El habitus corporal masculino se caracteriza por ser seguro y activo, mientras que en el habitus corporal femenino se distingue la inseguridad y fragilidad. Además, Rodríguez Menéndez apunta que existen otras variables que influyen en el habitus corporal, como por ejemplo la etnia o la clase social. Al ser la educación infantil la antepuerta a la educación formal se debe tener en cuenta lo que se transmite a los más pequeños y de que manera se hace. Rodríguez M. (2007) señala que: “Niños y niñas llegan a la escuela después de haber interiorizado una serie de esquemas sociales relativos a los papeles de género, y estos esquemas guiarán los procesos interactivos en los que se verán envueltos” De esta manera los niños y las niñas al llegar a escuela ya traen con sigo una serie de conductas aprendidas desde la familia y en algunos casos se suma lo adquirido durante la asistencia a la escuela infantil. En la investigación que presentamos estudiamos la construcción de la identidad y los procesos de socialización basados en la teoría del habitus corporal de género a través del juego. Como apunta Rodríguez M. (2003) “El juego constituyen un medio ideal para que las niñas y los niños comprendan, interpreten e interioricen los ideales de feminidad /masculinidad establecidos por la sociedad, ideales que luego pasarán a formar parte de su identidad”. 2.2. El juego motor como agente socializador. Además de realizar una búsqueda de trabajos relacionados con el juego en general concretamos los tipos de juegos que nos interesaba observar partiendo de la actividad motora in situ. Principalmente nos concentramos en el juego de tipo motor, pero también en el juego turbulento, ya que en la infancia la mayor parte de las actividades motrices en forma de juegos espontáneos se encuentran muy ligados a este tipo de juegos. Así, este estudio lo planteamos a través de la observación del juego motor libre y espontáneo, un campo adecuado para observar conductas en relación a la construcción del género y la socialización. Navarro Adelantado (2002) apunta que el juego motor es un tipo de juego que se caracteriza por la motricidad y la actividad social. Por lo tanto se asume que las actividades motrices son generadoras de actividad social y que el juego de tipo motor favorece al desarrollo de las relaciones sociales entre los niños y niñas. Enmarcado en el área de la actividad física el juego de tipo motor y su papel socializador aparecen estrechamente ligados. Navarro Adelantado (2002) ubica el juego motor como un modelo significativo de juego y por eso es que en la etapa del desarrollo infantil los valores y relaciones que se w w w . g i d e k i t . c o m 405 / 440 O. Usabiaga, J. Castellano y J. Etxebeste (eds.) establecen son más relevantes. Además apunta con respecto al juego lo siguiente: “Los valores sociales que se promueven en los juegos tienen la vocación de servir como mecanismos de regulación de las relaciones humanas”. Con relación al juego turbulento, dentro de la literatura consultada, hallamos que se puede considerar como un tipo de relación social a través del contacto físico en muchas ocasiones. Al respecto la inglesa C. Garvey (1977) estudia este tipo de actividad lúdica y apunta que: “Cuando adquieren más capacidad de movimiento y comunicación, los niños pueden emprender un modo de jugar que se ha denominado como turbulento (rough and tumble play)” El juego turbulento promueve el contacto social a través del movimiento. Lo importante es distinguir que estamos ante un juego turbulento y que no se trata de comportamientos agresivos. Por tanto, el juego turbulento, es una actividad lúdica que está impregnada de mucho movimiento y en la que se pueden observar conductas destacadas y diferencias claras, entre las actividades de las niñas y de los niños. Así, Schmidt W., Zimmer R.,Völker K. (2008) indican que: “Niñas y niños se apropian de diferente manera de los espacios y materiales, mientras que las niñas tienden a espacios más pequeños y se mueven tranquilo, los niños prefieren apropiarse del espacio y comportarse ruidosos” 3. Diseño de la investigación El estudio que realizamos se encuentra dentro de los denominados estudios etnográficos. Al inicio, para realizar la investigación y obtener los datos, se participa de manera encubierta en la vida escolar del universo de estudio seleccionado. Durante el tiempo en que se está dentro de este medio se observa que sucede, se escucha que se dice y se realiza acopio de datos que puedan resultar útiles para la investigación. Así, el trabajo se centró en las actividades lúdicas libres que emprendían los niños y las niñas de una escuela de educación infantil en Alemania, con un sistema de trabajo abierto. Los espacios en los que se concentra la observación para la recogida de la información son la sala de motricidad y el patio de recreo. En un segundo momento se realiza una estancia en otro centro de educación infantil con características del sistema de trabajo distintas al de la muestra principal, con un sistema cerrado. Los datos también se obtienen de la misma manera, mediante la observación participante. Como instrumentos también se usaron los registros narrativos, el muestreo de situaciones, las notas de campo y las entrevistas semiestructuradas. Para tratar la información recogida utilizamos el programa de análisis cualitativo Nudist y para presentar las conclusiones de manera gráfica el programa informático Cmap-tools. 3.1. Objetivos de la investigación. Algunas de las preguntas iniciales que nos formulamos fueron: - ¿Cómo interviene el habitus corporal de género en las actividades de juego libre de niñas y niños de la muestra estudiada? - ¿Tienden los niños y las niñas de otro origen cultural ha manifestar un habitus corporal de género distinto al de los niños de la cultura del país en el que se hace el estudio? ¿Los tipos de juegos que realizan los niños y las niñas de la muestran se encuentran influidos por el habitus corporal de cada género? 406 / 440 w w w . g i d e k i t . c o m Investigando para innovar en la Actividad Física y el Deporte ¿El habitus corporal de género es reforzado por el profesorado, consciente o inconscientemente? ¿Qué beneficios puede proporcionar la utilización del juego motor libre en la coeducación de los niños y las niñas? 3.2. Metodología Una de las razones que nos llevo a plantearnos un trabajo de carácter etnográfico fue la posibilidad de cierta flexibilidad durante el proceso de elaboración del mismo, ya que consideramos que podría facilitarnos mejor su desarrollo dado el carácter social de este estudio. Las tareas que planteamos en un principio consistieron en: Establecer el contacto e introducirse al medio. Observar el desarrollo de los acontecimientos en los sitios de juego. Elaborar registros de conductas previamente seleccionadas. Interpretar lo que se observo y realizar un análisis y/o discusión. Por tratarse de una investigación de tipo cualitativo y ser un estudio etnográfico, se optó por hacer uso de la observación participante en el contexto escolar y las entrevistas semi- estructuradas a las profesoras, dos instrumentos que permiten avanzar en investigaciones de tipo cualitativo y social. Para los datos narrativos decidimos utilizar el MCC (Método Comparativo Constante). Es un sistema muy práctico para registrar los sucesos que acontecen en el momento y de manera rápida. Lo importante es que el investigador no emite su opinión, registra tal cual van aconteciendo las cosas, pero nos ayuda a codificar y analizar los datos simultáneamente. En el apartado para las impresiones del observador podemos dar una interpretación de los hechos y al final construir el sistema de categorías que se desprenden del registro y las interpretaciones del investigador. La primera fase del trabajo fue la exploratoria. Se realizaron los primeros contactos con la realidad a observar, in situ, y se realizaron las primeras pruebas. Durante este tiempo probamos algunos diseños de registros generados para la anotación de los datos observados, pudiendo corregir y cambiar lo que veíamos que no se adecuaba al estudio planteado. El re