70 F ERNANDO A RIAS GARCÍA descritos, aunado a su poder jurídico que lo hace propietario. A su vez, el mero tenedor, ello es la persona que –como el arrendatario o el depositario– tiene el bien con un expreso reconocimiento de dominio ajeno, también tiene un poder de hecho sobre la cosa, una relación material de contacto con el bien. Pero en sentido específico, sólo será poseedor* –poseedor en nombre propio pero carente de dominio–, quien detenta el bien con ánimo de señor y dueño, aunque en el momento no lo sea; ello con el objetivo de adquirir el bien mediante prescripción, esperando el decurso del tiempo. - Propietario: también poseedor en nombre propio. Sentido Genérico - Poseedor* en nombre propio - Mero Tenedor Regular POSESIÓN Buena Fe Sentido Específico Poseedor en nombre propio pero carente de dominio* Justo Título Irregular Lo expuesto se compadece en su integridad, con el significado que el artículo 762 del C.C. le da al término expuesto: “La posesión es la tenencia de una cosa con ánimo de señor y dueño, sea que el dueño o el que se da por tal, tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él”102 . En tal sentido, el legislador pareciera reservar el nombre de posesión para las relaciones que corresponden al ejercicio del derecho de propiedad: En primer lugar, cuando la detentación la realiza, quien tiene “la cosa por sí mismo”, coincidiendo con las facultades del propietario –poseedor en nombre propio unida al dominio–; en segundo lugar, cuando la cosa se detente “por sí mismo”, pero donde no existe coincidencia con la propiedad porque la persona “se da” por propietario, se siente propietario, aún sin serlo jurídicamente –poseedor en nombre propio carente de dominio– y finalmente la persona que detenta el bien “en lugar y a nombre de” alguna persona, ello es, el mero tenedor –poseedor en nombre ajeno–. Siguiendo el texto jurídico planteado, podría afirmarse sin temor, que frente a los bienes, se detentan tres relaciones jurídicas: propiedad, posesión 102 Artículo declarado exequible por la Corte Suprema de Justicia, mediante Sentencia No. 18 del 4 de mayo de 1989, Magistrado Ponente Dr. Hernando Gómez Otálora.