SANTA MARÍA DE JESÚS SACRAMENTADO

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SANTA MARÍA DE
JESÚS
SACRAMENTADO
(MADRE NATI)
8 DE SEPTIEMBRE 1868
AL 30 DE JULIO DE 1959
María Natividad Venegas de la Torre.
 Hija de Doroteo Venegas Nuño y
María Nieves de la Torre Jiménez.
 Nació en el Mpio. de Zapotlanejo Jal.
 Fue la 12ª de 13 hermanos.
 Bautizada el día 13
del mismo mes de
su nacimiento.

HIJA EN UNA FAMILIA DE
PROFUNDAS RAICES Y
PRINCIPIOS RELIGIOSOS
 Su
Padre, estudiante de leyes en Guadalajara,
abandonó la carrera al advertir que en sus
últimos años de estudio su fe debilitaba y su
fervor se extinguía. Hombre de gran
conocimiento en Historia Sagrada y
distinguido por su solícita caridad, cuya causa
acabó sus bienes, viéndose obligado a dejar
su tierra.
DEJA TU TIERRA Y VEN…
A San Leonel, Las Varas, Mecatán, San Pedro
Lagunillas, y Compostela, Nay., fueron los
lugares que le vieron crecer en su experiencia
de peregrina en la tierra.
 En San Pedro Lagunillas,
Nay. aprendió Ma.
Natividad las primeras
letras y a los 9 años hizo
su primera comunión.
 Felizmente su padre le
participó sus
conocimientos,
aumentando así su
cultura en general.

VALORES FAMILIARES
Instrucción integral.
 Profesión viva de su fe y confianza en Dios.
 Sentido de pertenencia y responsabilidad
solidaria con su entorno.
 Visión de futuro y de esperanza activa.
 Caridad solícita y creciente.

ORFANDAD Y POBREZA
Siendo ella aún pequeña, muere su
madre, en San Pedro Lagunillas, Nay.
 A sus 16, regresa la familia y se establece en
Los Zorrillos, Mpio. de Zapotlanejo Jal. excepto
su padre, que permanece en Tepic, Nay.,
donde muere 3 años después.
 Ma. Natividad y Adelaida su hermana, quedan
entonces bajo el cuidado de su tío Donaciano
Venegas y su esposa.

ECOS DE UN LLAMADO
DEFINITIVO

Durante su juventud, María Natividad,
gustó vivamente las prácticas de piedad,
y de misericordia, devota incansable de
la Eucaristía, colaboradora generosa en
la instrucción escolar y catequesis a los
pequeños.

Atraída especialmente
por la lectura espiritual,
la oración y la escritura
de la misma.
AMÓ ENTRAÑABLEMENTE
A LA VIRGEN MARÍA


Fue muy devota de la Santísima
Virgen María, a quien
manifestaba su gran cariño y
gratitud en sus rezos y alabanzas,
así como en su testimonio.
El 8 de diciembre de
1898, fue admitida
solemnemente como
Hija de María, en
Zapotlanejo, Jal.
SU CORAZÓN JUNTO AL DE CRISTO

Su amor al Señor, se acrecentó de tal
manera que, acepta la invitación a
participar en los Ejercicios Espirituales de
San Ignacio de Loyola, en la Parroquia de
San Sebastián de Analco en Guadalajara,
Jal., junto a otras tres señoritas de su
Parroquia de Zapotlanejo.
LA HORA DE DIOS

Los Ejercicios Espirituales fueron
el medio por el cual descubre
la magnitud de su llamado: el
seguimiento radical de Cristo,
en la vida religiosa.

Al término de estos, El 8 de
diciembre del de 1905, llega al
Hospitalito del Sagrado Corazón,
uniéndose al incipiente grupo
de las «Hijas del Sagrado
Corazón de Jesús» que con ella
aumentó a 6, compartiendo la
idea de formar una
congregación religiosa.
SU CARIDAD EN
EL SERVICIO

No solo se dedicó al
cuidado ordinario de los
enfermos, sino que ponía
en su servicio todas sus
facultades y
conocimientos, con gran
amor y rectitud, por lo
que en 1906 recibe el voto
de confianza del grupo
para llevar los libros de
contabilidad, de los cuales
ella abrió el primero.
SU INTERACCIÓN CON ELLOS

Siempre fue sencilla, humilde y solícita en el
servicio. Los enfermos y demás personas
que atendía, le guardaban especial cariño y
gratitud.

Anécdotas:
los niños en el
guayabal;
el enfermo ciego
que fue operado
de gracia).
-
SU ARDIENTE FE Y AMOR A DIOS
Según sus apuntes personales, se lee que hizo votos
privados el día de Corpus, en junio del 2010.
 1912 fue electa Vicaria hasta que en 1921 fue
nombrada Superiora.
 28 de junio de 1915, vuelve a escribir: «hice mis
votos privados de castidad por 4 años».

SUS FRASES FAVORITAS
Todo por Vos, Corazón de Jesús.
 Señor, en ti, por ti, para
ti, por tu amor, para tu
gloria.
 Jesús mío, crucifícame
contigo en la cruz, clava
en ella mi cuerpo y mi
corazón en el tuyo.
 Madre mía, enséñame a
amar a Dios como tú lo
amas.
…

LAS CONSTITUCIONES
 1921
- invitada por el Sr.
Obispo de San Luis Potosí, el
Sr. Miguel de la Mora, quien
visitaba ahí a su hermana
hospitalizada, inicia la escritura
de las Constituciones.
 1930
- el 26 de julio, las
reciben aprobadas y firmadas
por el Excmo. Sr. Arzobispo
Francisco Orozco y Jiménez.
CAMBIO DE NOMBRE

Con motivo de esta aprobación
Diocesana como «Hijas del
Sagrado Corazón de Jesús», el 8 de
septiembre del mismo año,
solemnizan llenas de gratitud tan
esperado contecimiento, y hacen
sus votos de pobreza, castidad y
obediencia, escogiendo cada una
el nombre que sustituya al de
pila.

Inspirada en Jesús Eucaristía a
quien tanto amó, María Natividad
toma el de Sor María de Jesús
Sacramentado.
PERSECUCIÓN Y AMENAZAS

A Ella tocó abrazar la cruz de las dificultades
ocasionadas por la persecución cristera de su
tiempo, ¡cuántos destrozos y sufrimiento
experimentaron los que con probada fe y virtud,
afrontaron toda clase de riesgo por vivir la fe que
profesaban!

Fue entonces cuando
especialmente
demostró su gran
aprecio por los
sacerdotes
apoyándolos y
protegiéndolos como
ministros de Cristo.
Fueron diversas las ocasiones
en que recibieron aviso de
que tendrían que entregar al
gobierno el Hospital, a cuyas
amenazas, solía responder con
oración personal y
comunitaria, además de su
actitud humilde y confiada
plenamente en el Corazón de
Jesús, de quien aseguró
siempre con viva fe: «El
Corazón de Jesús lo
arreglará todo». Esto le
obtuvo no solo el valor de
enfrentarlo con éxito, sino la
ayuda de ciertas autoridades
en su favor.
EXTENSIÓN DE LA CONGREGACIÓN
 1934

- marcó la
historia de la
Congregación con la
primera fundación,
extendiendo la obra al
Puerto de Mazatlán, Sin.
Luego en diversos
lugares, logrando 16
fundaciones en el País,
desde esa fecha hasta
1954, poco antes de la
enfermedad que la
llevaría a la patria
definitiva del cielo.
SU ENTREGA EN EL SERVICIO
DIARIO A LOS ENFERMOS Y
NECESITADOS:

Siempre al encuentro de quienes más
necesitaban de su ayuda.

No se retiraba a descansar sin antes pasar
a saludar uno a uno todos los enfermos,
procurándoles la posición y el estado
general mas cómodo que disminuyera
cualquier dolor o sufrimiento durante la
noche.
¿DÓNDE ENCONTARLA?

Su lugar privilegiado
era frente al
Sagrario, de manera
que si no se le veía
con los enfermos o
en la oficina
atendiendo algún
asunto, seguramente
la encontraban en la
capilla.
EN FAVOR DE LOS SACERDOTES

Desde que estaban en el
seminario,
sabían que
tenían en Ella una madre
espiritual y recurrían al
hospital con frecuencia, ya
sea para su atención de
salud como para pedirle
algún consejo, o bien, para
apoyar en la atención a los
enfermos hospitalizados o
a las mismas hermanas, en
la Celebración Eucarística,
retiros, etc.
SU ATENCIÓN CON SUS
HERMANAS RELIGIOSAS

Testimonios de quienes le trataron y
conocieron, relatan que era firme en su
trato, y suave a la vez, de manera que
cuantas acudían a Ella, salían de su
presencia, si no con la solución a sus
dificultades, al menos consoladas y
llenas de gratitud, sintiéndose
escuchadas y motivadas en su fe y
confianza en Dios.
ORAR ES PRIMERO

Si algún caso en la salud de los enfermos
mortificaba a las hermanas, o les parecía
imposible su apertura a Dios, solía
decirles con insistencia:
«Antes de hablarle al enfermo de Dios,
háblale a Dios del enfermo»…
«El Corazón de Jesús lo arreglará todo…»
SUS CONSEJOS

Nunca se cansó de inducirlas y conducirlas a la
presencia de Jesús Sacramentado, al grado de que
si alguna manifestaba dificultad para seguir en el
servicio de Dios, la invitaba a decírselo
personalmente a Él, en el Sagrario, mientras Ella
misma oraba también, logrando así casi siempre,
centrarles de nuevo en su vocación y servicio.
«QUE TODO LO HAGAMOS
POR ÉL»

Era otra de sus frases que
continuamente repetía,
especialmente queriendo evitar
cualquier acto vanidoso o
tendencia contraria a la humildad
en las hermanas.
ENFERMEDAD Y BENDICIÓN

El 11 de febrero de 1956 sufrió una
embolia cerebral, dejándola luego en silla
de ruedas. Mejorando notablemente su
estado general, al grado de que, el 30 de
octubre, condescendiendo con el Padre
Anastasio Briseño, participó en la
grabación de un disco, en el que nos deja
sabios consejos y su maternal bendición.
GRAVEDAD Y MUERTE



25 de julio de 1959, cae nuevamente grave en su
mismo padecimiento.
El día 29 sufre un síncope del que apenas se
recuperó y recibió los últimos sacramentos.
30 de julio a las 6:45 de la mañana, fallece en
completa paz visible admirablemente en su
rostro.
CONDOLENCIAS Y
ELOGIO A SU VIRTUD

El Sr. Cardenal, Don José Garibi Rivera, fue
el primero en ofrecer junto a su cuerpo sin
vida, un responso y demás oraciones,
asegurando a las hermanas de la
Congregación: ¨sigan el ejemplo de Ella,
desde hoy, tienen una madre y una
intercesora en el cielo¨.
HERENCIA ESPIRITUAL
 Su espiritualidad, sus consejos
e intercesión en favor de los
ENFERMOS y los más necesitados.
UN EJEMPLO
PARA EL
MUNDO DE
HOY
 Fe
firme, apoyada
en una firme
Esperanza y un
Amor sin límites.
PROBADA EN EL SUFRIMIENTO
Huérfana de Madre desde la adolescencia.
 Huérfana de Padre al cumplir los 19.
 Pobreza y abandono.
 Peregrina itinerante.
 Pobre entre los pobres
(Hospitalito).
 Persecución y amenazas.
 Dificultades y retos
comunitarios e
institucionales.
 Enfermedad y muerte.

SUS VIRTUDES HEROICAS

Fundamentada en
su Fe, Esperanza y
Caridad, logró
desarrollar
heroicamente las
virtudes de:
Humildad
 Mansedumbre
 Sencillez
 Sacrificio

HUMILDAD, MANSEDUMBRE,
SENCILLEZ Y SACRIFICIO

Fueron el distintivo que, saltando a la
vista de sus interlocutores: les brindaba
confianza, el sosiego y la paz interior al
abordarle, aún cuando se tratara de
asuntos difíciles de solucionar.
SIN LA VIRTUD DE LA HUMILDAD,
NO HAY NINGUNA OTRA QUE
LO SEA.

Decía muy acertadamente que «el
humilde conocimiento de sí mismo, es el
más cierto camino para llegar a Dios».
SU MANSEDUMBRE

«NADA PEDIR,
NADA REHUSAR».

«El que ama a Jesús, es
manso y humilde».
SU SENCILLEZ
 Puso
de par en par
su corazón al
proyecto de Dios,
sin reservas ni mas
interés que el de
agradarle y reparar
el sufrimiento de
Cristo en sus
semejantes.
SU SACRIFICIO
Cuando alguna hermana faltaba a la caridad fraterna
y se rehusaba a su corrección, solía ayunar o
sacrificarse en lugar suyo y pidiendo por ella.
 Igualmente oraba y se mortificaba por la conversión
de sus enfermos renuentes a los sacramentos,
deseosa de verlos aceptar a Jesús en su Corazón.

MILAGRO APROBADO PARA SU
BEATIFICACIÓN-CANONIZACIÓN

El primer favor alcanzado por su
intercesión, fue la sanación no
solamente física, sino sobre todo
espiritual de un Sacerdote (paro
cardio-respiratorio).

Para su Canonización, fue estudiado
y aprobado el milagro realizado a un
Padre de familia
(paro cardiorespiratorio).
SUS RESTOS Y RELIQUIAS

En el hospital del Sagrado Corazón, junto
al altar de la Capilla, en Guadalajara
Jalisco, reposan sus restos mortales.

Siempre desde su
muerte ha habido
manifestaciones
de personas que,
llenas de fe, piden
su intercesión,
obteniendo ante
todo la serenidad
y la paz que les
brinda,
disponiendo su
corazón a recibir
de Dios las más
grandes muestras
de su amor y
misericordia.
TESTIMONIOS
SU RESPUESTA SENSIBLE

Algunos testimonios de sus
visitantes, expresan que a su
llegada, pueden experimentar su
amable escucha, y la confianza de
que recibirán de Dios siempre lo
mejor. Tales sentimientos,
reafirman la fe y amor a Cristo,
tal como lo manifestaran las
hermanas que le conocieron
durante su vida terrena.
SUS VISITAS

Al Hospital llegan numerosos
peregrinos pidiéndole o bien
agradeciéndole los favores
obtenidos por su intercesión.

Grandes o pequeños favores,
se fundan todos en la confianza
que les brinda el saberse
atendidos por la caridad
insigne de Santa María de Jesús
Sacramentado y de tantos
Santos, testimonio vivo de
Cristo, que me amó hasta el
grado de dar la vida por mí.
¿QUÉ NOS ENSEÑAN
LOS SANTOS?

Se dice que la santidad no consiste en la
búsqueda del sufrimiento por Cristo, sino en la
libertad interior para seguirlo, hasta la
aceptación del mismo cuando se hace presente,
pues este está siempre a la mano, como el sol,
madurando el fruto y aclarando nuestra visión.
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