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GAUGUIN
Traducción : Maria Sol Kliczkowski
© Confidential Concepts, worldwide, USA
© Sirrocco, London, UK
ISBN: 978-1-78042-530-6
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación
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casos, agradeceíamos que nos notificaran el nombre de su
propietario.
Paul
Gauguin
4
P
aul Gauguin muere el 8 de mayo de 1903, agotado por su inútil combate contra
los funcionarios coloniales, vencido, desamparado, amenazado con una gran
multa por haber incitado a los indígenas a la rebelión y haber calumniado a las
autoridades locales, en completa soledad. Así acababa la vida del pintor que había
dedicado su obra a glorificar la armonía original de la naturaleza generosa de Oceanía
que lo había acogido. Los nombres que Gauguin había dado a su casa de Atuana y a
los paneles de madera esculpida que la decoraban: “La casa del placer”, enamoraos y
seréis felices, sed misteriosas resuenan con una ironía amarga. Sólo algunos nativos
acompañaron a Gauguin hasta su última morada. No se pronunció ninguna oración
fúnebre, ni siquiera una inscripción grabada en su tumba.
En el informe que enviaba regularmente a París, el obispo mencionaba: “No ha habido
aquí nada más destacado que la muerte súbita de un triste personaje llamado Gauguin,
artista de renombre, pero enemigo de Dios y de todo lo que es honesto1”.
El nombre de Gauguin no se grabó en la tumba hasta veinte años más tarde y su
descubrimiento fue cuanto menos un acontecimiento original.
En efecto, un artista miembro de la Society of American Fakirs encontró su tumba.
Francia no rindió homenaje a su célebre ciudadano hasta pasados cincuenta años de su
muerte, y se consiguió gracias a la iniciativa de Pierre Bompard, que había realizado los
planos para un monumento y había participado en su erección. La presencia de ciertos
aficionados al arte entre los viajeros y los colonos, así como la avidez de aquellos que
habían denigrado al artista, pero a los que no les disgustaba enriquecerse a su costa,
permitieron salvar parte de la herencia artística de Gauguin. De esta forma, el brigadier
de Atuana, al regresar a Europa, abrió una especie de museo Gauguin que presentaba
las obras que había requisado y escondido. De hecho, en Tahití no se encuentra
ninguna de las producciones de Gauguin.
La noticia de la muerte de Gauguin llega a Francia cuatro meses más tarde. Su vida y su
obra provocaron entonces un interés sin precedentes. Las palabras del pintor, así como
las predicciones de Daniel de Monfreid, sobre un reconocimiento póstumo resultan
proféticas: “Es de temer que su llegada estorbe un trabajo, una incubación que tiene
lugar en la opinión pública en cuanto a usted, escribía Daniel de Monfreid a Gauguin
meses antes de su muerte. Usted es actualmente el artista increíble, legendario, que
1. Efecto de nieve
(La nieve, calle Carcel),
1882-1883,
óleo sobre lienzo,
60 x 50 cm,
Ny Carlsberg Glyptotek,
Copenhague.
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desde el fondo legendario, desde el fondo de Oceanía envía sus obras definitivas, las de
un gran hombre por decirlo de alguna manera, desaparecido del mundo. Sus enemigos
(y tiene una buena cantidad de ellos, como todos aquellos que molestan a los
mediocres) no dicen nada, no se atreven a combatirlo, ni lo piensan: ¡usted está tan
lejos! Por consiguiente, no debe arrebatarles el hueso que tienen entre los dientes. En
resumen, usted goza de la inmunidad de los grandes difuntos, ha pasado a la historia
del arte2”.
2. La playa de Dieppe,
1885, óleo sobre lienzo,
38 x 46 cm,
Museo Nacional de Arte
Occidental, Tokio.
3. Bañistas en Dieppe,
1885, óleo sobre lienzo,
71,5 x 71,5 cm,
Ny Carlsberg Glyptotek,
Copenhague.
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4. Autorretrato
“al amigo Carrière”,
1886, óleo sobre lienzo,
40,5 x 32,5 cm,
National Gallery of Art,
Washington.
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En 1903, Ambroise Vollard exponía en su galería parisina cerca de cien pinturas y dibujos
de Gauguin, algunas enviadas por el artista, y otras compradas por los marchantes y
coleccionistas. En 1906, París organizó una exposición retrospectiva de Gauguin en el
Salón de Otoño, de reciente creación; se expusieron 227 obras (sin contar aquellas que
no estaban numeradas): pinturas, dibujos, cerámicas y maderas esculpidas. El crítico
belga Octave Maus escribió: “Y finalmente, aquí está Paul Gauguin bajo todos los
aspectos de su talento viril y sabio, Paul Gauguin gran colorista, gran dibujante, gran
decorador, pintor multiforme y siempre seguro de sí mismo3”. Cuando se trata del
reconocimiento o del no reconocimiento de las concepciones artísticas de Gauguin y de
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