¿La insuperable contradicción del socialismo?

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El Clarí-n de Chile
¿La insuperable contradicción del socialismo?
autor Xavier Padilla
2007-01-27 19:40:41
La tesis, per se, expuesta en un artÃ-culo precedente (publicado en estas páginas el 26/01/07), y según la cual el
Socialismo engendra una "contradicción insuperable", por su intención de liberar al pueblo mediante un
adoctrinamiento, es y sólo puede ser un ejemplo más de impostura intelectual, propio de una perspectiva maniqueista,
reductora. Aserciones como esta evidencian, sin duda, una ligereza analÃ-tica que no puede aspirar a la validez de un
pensamiento crÃ-tico.
El "espejismo" reductor de la conclusión, a saber, que el socialismo es imposible, suele encontrarse en ejercicios
similares de superficialidad, donde muchos discursos envalentonados sólo encubren un sofismo de-constructivo.
Para llegar a tan audaces afirmaciones como la del tÃ-tulo de dicho artÃ-culo ("La insuperable contradicción del
socialismo"), basta normalmente con ignorar u omitir la complejidad intrÃ-nseca de los conceptos de base empleados
(libertad y doctrina), y luego poner más peso del lado que queramos. El Socialismo queda fácilmente descalificado
como posibilidad en ese texto gracias a una acepción mediocre del concepto de libertad individual, y al uso miope del
de ideologÃ-a o doctrina polÃ-tica. Su autor deduce, a priori, sin pasar revista a ninguno de estos conceptos, una
eminente incompatibilidad de contenido entre ellos, anulándoles asÃ- toda posibilidad ulterior de co-existencia. Estamos
ante la alquimia pura de los conceptos que se transmutan mágicamente en opuestos irreconciliables.
Pero estos elixires, en estado previo a la manipulación, no son en realidad irreconciliables. Suena muy bien decir que el
adoctrinamiento disminuye la libertad individual, sobre todo si evitamos observar que esto depende de lo que
entendamos por libertad y doctrina. Si la doctrina es un modelo como cualquier otro, es decir, un cuerpo de ideas que
establece valores éticos y normas de conducta sociales, una doctrina entonces no es más que una opción entre
opciones.
Las opciones, incidentalmente, suponen la libertad, ese gran principio de elección propio de quienes, justamente, eligen
opciones. El adoctrinamiento, o proceso mediante el cual se enseña una doctrina, no es -más allá de nuestros temores, más que eso, una transmisión de conocimiento, y no implica una degradación de lo vehiculado.
Si la libertad del individuo debe sumarse a la libertad de todos los individuos, y el resultado es una libertad social,
equitativa, como en el Socialismo, entonces este sistema deviene la Constitución misma (el código genético) de esa
sociedad libre, para cuya preservación es necesaria la transmisión de generación en generación de esa información.
Si, por el contrario, la libertad del individuo debe restarle libertad a otros individuos, y la suma de todas las libertades da
como resultado una sociedad desigual, como en el capitalismo, donde el control de los bienes y medios de producción
es acumulado por una minorÃ-a, entonces este modelo perpetúa la desigualdad entre los individuos, y produce una
pérdida cada vez mayor de sus libertades.
¿Y cómo creemos que mantiene el capitalismo su status quo? ¿Sin adoctrinamiento alguno?
Hmm, que raro serÃ-a que el modelo que más produce desigualdad fuese de pronto el mismo que más libertades diere.
¿No será, más bien, que el poder del cual dispone el capitalismo, tan presente en todos los sectores de nuestra
sociedad, tan respirable, omnipresente, constituye su forma particularÃ-sima de adoctrinamiento?
Ah, pero entonces habrÃ-an adoctrinamientos buenos, y adoctrinamientos malos. El del capitalismo serÃ-a el bueno, un
adoctrinamiento suave, sin violencias, con muchas lucecitas, casi como los espejitos de Colón...
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_PDF_GENERATED 24 November, 2016, 19:32
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