4 LATERCERA Miércoles 14 de septiembre de 2016 Temas de hoy Pobreza en Latinoamérica RR Una mujer indígena mexicana junto a su hijo piden limosna en Ciudad de México, en 1999. FOTO: MATIAS RECART/AFP Oscar Calvo-González Jefe del Departamento de Reducción de la Pobreza del Banco Mundial para A. Latina: “La reducción de la pobreza va a ser más difícil en este contexto económico” R En entrevista con La Tercera, Calvo-González destacó que hasta 2014 hubo una tendencia continua de pobreza a la baja. Fernando Fuentes Líder de Sector del Departamento de Gestión Económica y Reducción de la Pobreza del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, el economista español Oscar Calvo-González reconoce que el panorama económico en 2015 y 2016 “está siendo más desfavorable” y, por tanto, la reducción de la pobreza en la región “va a ser más difícil”, según afirma en esta entrevista con La Tercera. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las estimaciones muestran que el ritmo de reducción de la pobreza en América Latina se desaceleró luego de la crisis de 2009. ¿A qué se debe? ¿Se puede hablar de estancamiento en la reducción de la pobreza? Durante los últimos cinco años el crecimiento económico en América Latina ha sido cada año menor al del año anterior. En esas circunstancias, uno esperaría que la reducción de la pobreza se desacelerara. Y hasta cierto punto así ha sido, pero la región mostró hasta 2014 una tendencia continua de pobreza a la baja. Es notable que la pobreza siguiera cayendo en 2013 y 2014, cuando llegó a situarse alrededor del 23% a nivel regional usando los datos armonizados R “El mercado de trabajo es una de las vías más importantes para que la gente salga de la pobreza”, sostiene. del Banco Mundial. Dicho esto, es cierto que el panorama económico en 2015 y 2016 está siendo más desfavorable y la reducción de la pobreza va a ser más difícil en este contexto. El principal motivo es que la desaceleración económica afecta a los puestos de trabajo y, en definitiva, al ingreso familiar. Y el mercado de trabajo es una de las vías más importantes para que la gente salga de la pobreza. El PNUD resaltó la reducción de la pobreza registrada en Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú. ¿Cómo lo han hecho esos países? Un dato muy importante que hay que tener en cuenta es que, si bien hay diferencias entre países, el crecimiento económico explica alrededor de tres cuartas partes de la reducción de la pobreza que se observó en América Latina desde 2003. Todos los países que menciona tuvieron un crecimiento económico que estuvo por encima del promedio de América Latina en el período 2009 a 2014. Pero, además, no fue sólo un crecimiento económico relativamente alto, sino que este fue especialmente pro-pobre. Es decir, el crecimiento fue especialmente alto en el ingreso de los hogares más pobres. Un indicador que nosotros monitoreamos desde el Banco Mundial es el crecimiento del OSCAR CALVO-GONZALEZ Economista español De origen español, tiene un doctorado y una maestría en economía por la London School of Economics. Miembro del Banco Mundial desde 2006, previamente trabajó como economista en el Banco Central Europeo. CRECIMIENTO Y POBREZA “El crecimiento económico explica alrededor de tres cuartas partes de la reducción de la pobreza que se observó en América Latina desde 2003”. DESIGUALDAD “Si bien la desigualdad ha seguido bajando, lo ha hecho a un ritmo mucho menor desde 2009 en adelante”. ingreso de los dos quintiles más pobres de la población. Pues bien, los tres países que tuvieron un crecimiento más alto del ingreso del 40% más pobre desde 2009 a 2014 fueron precisamente Paraguay, Bolivia y Ecuador. Y Perú no queda mucho más a la zaga. ¿Y cómo se consigue un crecimiento más pro-pobre? Si bien no hay una única receta es importante seguir aumentando el capital humano y físico a través de la mejora de los servicios básicos, por ejemplo, de educación y salud, así como la conectividad e infraestructura para que los hogares más pobres puedan tener mayores retornos en el mercado de trabajo. Tampoco se puede ignorar el papel que juegan las redes de protección social, también para evitar recaídas en la pobreza, que muchas veces se deben a pérdidas de empleo. En junio, el PNUD señaló que uno de cada tres habitantes de la región corría el riesgo de caer en la pobreza. ¿Cuán negativo es este índice en relación a otros períodos? En realidad, es una cifra muy similar a la que se observaba en 2009. Aunque pueda parecer paradójico, el porcentaje de gente que se conoce como vulnerable (no es pobre, pero tampoco es de clase media) ha permanecido bastante estable a lo largo de la última década. ¿Y cómo puede ser así? Porque aunque un número alto de gente -de hecho, alrededor de 10 millones de personas- salían de la condición de vulnerabilidad para pasar a ser clase media, más o menos el mismo número de gente salía de la pobreza y pasaba a estar en esa franja que llamamos de vulnerabilidad. El resultado neto es el bolsón de los que no están ya en pobreza, pero todavía no son clase media, que quedaba más o menos igual, alrededor del 39%. Esto no es desmerecer los grandes logros de América Latina en la última década y media. Lo verdaderamente destacable ha sido la gran caída de la pobreza, del 40% al 23%, entre 2004 y 2014, y la gran subida de la clase media, que pasó de representar el 23% al 35% en el mismo período. Sin embargo, usted ha dicho que “el crecimiento de la clase media prácticamente se detuvo”. ¿Es un fenómeno sin retorno? Claramente, es un fenómeno que puede retornar. Esto requiere, en primer lugar, revitalizar el crecimiento económico, lo que en sí nos lleva a una agenda para mejorar la productividad en la región. Pero, además, requiere hacer frente a obstáculos que han impedido la movilidad económica y social. Por ejemplo, la educación y el nivel de ingresos de los padres todavía influyen en los logros de los hijos en una medida considerable. Ese círculo vicioso de exclusión y pobreza puede, sin embargo, convertirse en un círculo virtuoso de progreso económico y social, ya que si se consigue aumentar la clase media resulta más factible mejorar la movilidad intergeneracional y lograr el objetivo de igualdad de oportunidades. El Banco Mundial ha destacado que en América Latina la desigualdad ya no baja como en la última década. ¿Este fenómeno sólo se explica por la desaceleración económica? Es cierto que un aspecto que sí ha cambiado antes y después de 2009 es la evolución de la desigualdad del ingreso. Antes de 2009 la región experimentó una reducción muy considerable de la desigualdad. Y si bien ésta ha seguido bajando, lo ha hecho a un ritmo mucho menor desde 2009 en adelante. Este es un fenómeno complejo que no se explica sólo por una sola causa y que, hasta cierto punto, todavía no está totalmente diagnosticado, en parte porque todavía no hemos podido ver cómo termina esta parte baja del último ciclo económico en la que actualmente estamos. Lo que sí sabemos es que la tendencia a la baja de la desigualdad se acentúa a principios de la década pasada gracias a un aumento del ingreso real de los trabajadores con menores ingresos. Lo que ocurrió en mayor medida en esos años antes de 2009 fue que se redujo el diferencial en el salario que obtenían los trabajadores con educación universitaria y los trabajadores con educación primaria o menos. Esas tendencias se debieron, en parte, a las buenas condiciones del mercado de trabajo en un contexto económico netamente expansivo, pero también a factores más específicos sobre la evolución de los sistemas educativos e incluso factores demográficos.b