Qué piensa En lucha En lucha Noviembre 2004 3 Solidaridad con la lucha de astilleros El Gobierno Zapatero no retrocede en su planteamiento inicial de privatizar parte del sector de astilleros públicos. Ésta es la conclusión que se desprende del último plan de reconversión presentado por la SEPI, que es básicamente igual al planteado inicialmente a instancias de la UE y que tenía como principal justificación la devolución de ayudas públicas concedidas en años anteriores. Las contradicciones del PSOE y el Gobierno crecen. Zapatero reafirma su intención de “salvar los astilleros públicos” al tiempo que mantiene al Vicepresidente económico Solbes y a la SEPI en su postura de imponer una reconversión definitiva para la industria naval del Estado. Y es que el compromiso de la socialdemocracia con la UE y el neoliberalismo que ésta representa es mucho más sólido y estable que cualquier promesa realizada a los trabajadores. El Gobierno podría buscar nuevas fórmulas para la concesión de ayudas públicas a la industria naval del Estado o imponer un marco legislativo a corto y medio plazo que obligase a las grandes corporaciones petroleras y eléctricas a una reconversión de su flota naval en base a nuevos criterios ecológicos y de creación de empleo, garantizando así la carga de trabajo para las diferentes factorías del Estado. En lugar de respaldar el empleo y la supervivencia económica de las áreas afectadas, el Gobierno presenta las imposiciones de la UE como inevitables, condenando así a decenas de miles de trabajadores al desempleo y la precariedad. Entre el primer y segundo plan de reconversión presentados por la SEPI no existen diferencias de fondo —a pesar de la opinión expresada por la dirección de los sindicatos mayoritarios— pues los objetivos de privatización, destrucción de empleo digno y deterioro de las condiciones laborales siguen en pie. Sin embargo, en este nuevo plan ya no se habla del cierre de factorías, actuación que parecía anteriormente imprescindible para “salvar la competitividad de los astilleros públicos”. Este cambio de postura está únicamente causado por la enorme resistencia que los trabajadores de astilleros e industrias auxiliares han llevado a cabo durante estos últimos meses. Con la victoria de estos trabajadores ganamos todos y todas, y pierde la deslocalización empresarial, la burocracia neoliberal europea y los intereses de las grandes compañías multinacionales. De ahí la necesidad de que sigamos apoyando la lucha de astilleros y extendiendo la solidaridad con estos trabajadores allá donde sea posible. ¿El fin de ETA? La detención de Mikel Albizu y Soledad Iparragirre y la localización de un gran material por parte de la policía francesa, ha significado que se hayan levantado muchas voces anunciando el fin de ETA. Aunque es cierto que este último golpe es uno de los más duros de su historia, y además viene después de una época de muy poca actividad por su parte, sería, como en otras ocasiones, muy prematuro anunciar su fin. Sencillamente, y esto es lo que los distintos gobiernos del Estado español se han negado a reconocer durante casi cuarenta años, las razones para la existencia de ETA son inequívocamente políticas. Desde las revindicaciones históricas para la libertad nacional hasta la experiencia cotidiana —sea la clausura de Egin, la ilegalización de Batasuna o los malos tratos en los cuarteles de la Guardia Civil—, todo asegura que la izquierda abertzale, y por eso la propia ETA, seguirá gozando de un apoyo popular importante. Nosotros siempre nos hemos opuesto a la estrategia de ETA. Sus acciones armadas a menudo han facilitado la labor del estado en su empeño de reprimir cualquier movimiento que ponga en entredicho la sagrada “unidad de España” y han contribuido al aislamiento político y social de la izquierda abertzale. Además, por su propia naturaleza como organizaciones secretas y jerárquicas, grupos como ETA son elitistas en el sentido de que actúan en nombre de los demás sin el más mínimo control democrático sobre sus acciones o políticas. Sin embargo, las críticas que podemos tener de ETA no significan que apoyemos en lo más mínimo la represión del movimiento abertzale. La izquierda tiene el deber de ser crítica al mismo tiempo que expresa su solidaridad más inflexible con los derechos de los oprimidos. La única solución al conflicto en Euskadi pasa por el reconocimiento de los derechos políticos de la izquierda nacional y la plena autodeterminación del pueblo vasco. Sin una solución política el conflicto durará, con todo lo que esto implica. Charla multitudinaria del FSE sobre la ocupación de Irak y Palestina. FSE: alternativas al imperialismo y a la guerra El Foro Social Europeo de Londres ha sido un éxito enorme. Durante dos días de conferencias, seminarios y talleres, 30.000 activistas debatieron sobre el futuro de nuestro movimiento. La manifestación de 100.000 personas transcurrió por el centro de la ciudad bajo los lemas de “fuera las tropas de Irak” y “por otra Europa”, que expresaron concisamente las dos cuestiones que deben enfocar nuestra actividad y empeño durante los próximos meses: el rechazo a la ocupación de Irak y Palestina, y la oposición a la Constitución de la Europa del capital y la guerra. Capitalismo significa guerra La ocupación de Irak es la demostración más brutal de la dinámica del capitalismo. La resistencia popular forma parte de un movimiento legítimo de oposición al dictado de la lógica neoliberal y la agenda de los nuevo-conservadores de Bush, y es por ello que debemos entenderla como parte del movimiento al que nosotros también pertenecemos. La mejor forma para apoyar la resistencia del pueblo iraquí es la de seguir movilizándonos contra el imperialismo y sus guerras. No podemos aceptar la idea de que las tropas bajo órdenes y mando de Naciones Unidas puedan convertirse en fuerzas de pacificación. La militarización del país no traerá la paz. Como la Asamblea de Movimientos Sociales, que tuvo lugar en el FSE, concretó en su llamada internacional, debemos seguir luchando por la libertad de Irak y Palestina, y para ello, a parte de seguir desarrollando un movimiento antiguerra local, debemos seguir protestando a escala internacional, haciendo oír nuestra voz como hicimos durante y después del 15 de febrero, cuando millones de personas salieron a la calle por todo el mundo. A escala internacional, la semana de acciones contra el muro del apartheid en Palestina del 9 al 16 de noviembre, así como las acciones que puedan realizarse los días 10 y 11 de diciembre —coincidiendo con el aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos de Naciones Unidas—, son muy importantes Jornadas En lucha noviembre 2004: Después del FSE, la lucha continúa o Madrid: Alternativas a la guerra y el capitalism Barcelona: Revoltes a l’Amèrica Llatina Sevilla: Ideas para cambiar el mundo Más información de las jornadas a la página 12 para dar continuidad a nuestra lucha. Tan importante como volver a manifestarnos el 20 de marzo para recordar el inicio de la guerra en Irak y su barbarie. No a la Europa del capital y la guerra La firma en Roma el 29 de octubre de la Constitución europea significa un paso más en la construcción de una Europa neoliberal, militar, excluyente y discriminatoria. La consolidación de una Europa que funcione como un bloque hegemónico política y económicamente no puede desvincularse, en la lógica del capitalismo, de un impulso de los aspectos militares y bélicos. Nuestro rechazo al imperialismo no es una oposición específica al belicismo norteamericano. Debemos oponernos a cualquier forma de imperialismo. La Europa por la cual luchamos desde los movimientos sociales no puede tener nada que ver con esa visión distorsionada de la realidad que insiste en que una Europa más fuerte podría funcionar como un contrapeso a los EEUU y conseguir mejores cuotas de democracia a nivel global. Éste es un argumento falso y peligroso, porque presupone que en función de su color, de qué Estados estén detrás y cuáles sean sus intereses, el imperialismo se puede dividir entre bueno y malo, y las guerras, entre ilegítimas o justificadas. En enero, el encuentro de Zapatero, Chirac y Schroder en Barcelona para promocionar la Constitución europea es un intento de vendernos el eje franco-alemán, que rechazó la guerra de Irak por sus propios intereses, como una alternativa de paz y progreso. La manifestación que se organizará contra la cumbre en Barcelona durante el mes de enero será fundamental para dejar en evidencia que su Europa y su proyecto neoliberal no tienen nada que ver con las necesidades y aspiraciones de millones de trabajadores. En este sentido también, trabajar para que exista un “No” lo más amplio posible en el referéndum del 20 de febrero sobre la Constitución, puede crear graves problemas de legitimidad. Su falta de credibilidad puede reforzar al movimiento y acercarnos a la posibilidad de victorias necesarias y fundamentales. En lucha Apdo. de correos 563, 08080 Barcelona Email: [email protected] Telf. redacción: 93 217 30 50 Telf. móvil: 658 639 384 Web: www.enlucha.org Depósito legal: B-40.229-95 Impreso en IMPRINTSA, Sant Fruitós de Bages