El paraíso de cada noche

Lunes, 28 de Agosto de 2006
AROUSA
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VÍTOR MEJUTO
El paraíso de cada noche
01/08/2003
Reportaje | El Náutico ofrece durante agosto un denso y brillante programa cultural
En la playa de A Barrosa, en San Vicente, hay una reserva para aquellos que detestan la
música basura. Este mes, el oasis garantiza una dosis diaria de buen sonido
(Rosa Estévez | vilagarcía)
?l Náutico de O Grove es un local ambiguo. De día, se pliega a los cánones de un chiringuito de
playa, con ventana y terraza abierta a A Barrosa. La música marca la diferencia con los demás
establecimientos de este tipo. No suena ni la radio ni las machaconas canciones del verano. El
Náutico es un espacio libre de música basura incluso de día. Ya de noche, este local, situado en
el corazón de San Vicente do Grove, se convierte en un templo de la música en directo, del
teatro y de todo aquello que signifique comunicar.
Miguel de la Cierva es el responsable de este local clavado en la playa. Un bar en el que ha
depositado sus últimos doce años de vida. Tanto tiempo y tanta pasión han ayudado a De La
Cierva a dotar a su establecimiento de un marcado sabor a buen rollo, a música agradable y a
conversación.
El marcado carácter del Náutico es una prolongación del de Miguel de la Cierva. Un hombre que
se considera «tan hermitaño como urbanita», tan capaz de pasar el invierno a sólas en su
reserva de O Grove, como de plantarse en el centro de Santiago cuando el cuerpo así lo
requiere. Y esa mezcla entre la tranquilidad y la vanguardia se palpa también en el Náutico.
Esa última cabaña que ofrece «algo más que el despacho de copas».
De hecho, además de un entorno paradisíaco, este local de O Grove ofrece la programación
cultural más densa de toda Galicia. Y más en este mes de agosto, en el que el escenario del
local estará ocupado permanentemente. Todas las noches. En ocasiones, los inquilinos del
escenario son grupos tan familiar como la Camel Ligth Orquesta, la banda del Náutico, que ha
cogido prestado el nombre del perro mascota del local. Otros grupos vendrán de más lejos,
pero también se sentirán como en casa. Es lo que les ocurre a los alemanes Río Bravo, que
llevan años recorriendo Galicia en su camión de bomberos.
De la Cierva ha elaborado un calendario en el que la calidad manda. Ha escogido
cuidadosamente los grupos, y ha decidido jugar fuerte sus cartas. El Náutico aspira a ser un
local de referencia, una sala en la que los grupos presenten sus discos, un espacio en el que los
músicos puedan grabar sus actuaciones en directo. Para cumplir todos esos objetivos hay que
trabajar duro y cruzar los dedos para que el público no falle y para que las cuentas no se
acaben de resolver con un bolígrafo rojo.
En esa batalla están todos los que integran la gran familia del Náutico. Un local que este
verano se ha comprometido a encadenar, uno tras otro, los sueños de las noches de verano.
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