Academia Nacional de Historia Militar Destaca también, doña Mariana Carcelén Larrea, Marquesa de Solanda, como solía llamarla el gran Mariscal “la adorada media alma de su ser”, quien a través de sus cartas le apoyaría en sus ideales y las luchas emancipadoras a lo largo de tierras ecuatorianas, peruanas y bolivianas durante casi ocho años; casándose, por poder otorgado al coronel Vicente Aguirre el 20 de abril de 1828; y, retornando a tierras quiteñas en los primeros meses de 1829, para residir en su casa, actualmente llamada “Museo Casa de Sucre”. Otra heroica dama Natividad Parrales, humilde mujer que manifestó: “Si su merced cree que el hijo no puede marchar a la guerra por el abandono a la madre, pues entonces la madre irá junto a él”, a lo que el Libertador Simón Bolívar replicó: “concedido”. Historia de una madre-viuda, conocida por los soldados libertarios de la época como “Nati, la lojana”, porque enseñaba a su hijo el ferviente deseo de alcanzar la libertad, allí en la línea de fuego, donde los héroes verdaderos dan un ¡Viva la libertad¡. Meses después fallece en la batalla de Tarqui. Consagrada la emancipación de España, en los inicios de la República, se mantienen aún luchas intestinas, a las cuales debió enfrentar el entonces presidente general Juan José Flores, quien debe resistir los movimientos subversivos de Guayaquil y Quito, y así, cuando el levantamiento del batallón “Flores” en Latacunga y su posterior repliegue hacia la Costa; son perseguidos por el general Juan Otamendi; sorprendidos en Bahía de Caráquez son diezmados y Otamendi en su informe refiriéndose a las bajas escribe “…en el campo de batalla, 70 de ellos y 5 mujeres perecieron en la carga de caballería, por hallarse uniformadas y entre la tropa. Quedan en nuestro poder catorce prisioneros, doce mujeres…”, descripción que refleja sin dudarlo la presencia de la mujer en el campo de batalla, como un soldado más. Con ellas y muchas más otras heroínas anónimas termina un período donde la presencia de la mujer impactó en las luchas por la Independencia y los inicios de la vida republicana. El comportamiento femenino en las épocas citadas era explicable -no sólo habían razones sentimentales y afectivas- puesto que 346 Segundo semestre •