Filosofía II - Alumnado

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Filosofía II
Locke: Textos
LOCKE, Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro segundo. Cap.
XXIII, § 1
"La mente estando abastecida, como ya he declarado, de un gran número de
ideas simples que le llegan por vía de nuestros sentidos, según se encuentran en
las cosas exteriores, o por vía de la reflexión sobre sus propias operaciones,
advierte, además, que un cierto número de esas ideas simples siempre van juntas;
y que presumiéndose que pertenecen a una sola cosa, se les designa, así unidas,
por un solo nombre, ya que las palabras se acomodan a la aprehensión común, y
su utilidad consiste en expeditar la expresión de las ideas. De allí viene que, por
inadvertencia, propendemos a hablar y a considerar lo que en realidad constituye
una complicación de ideas juntas, como si se tratase de una idea simple. Porque,
como ya he dicho, al no imaginarnos de qué manera puedan subsistir por sí
mismas esas ideas simples, nos acostumbramos a suponer algún substratum
donde subsistan y de donde resultan; el cual, por lo tanto, llamamos substancia"
LOCKE, Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro segundo. Cap.
XXIII, § 37
"Vistas qué clase de ideas tenemos de las diversas especies de substancias; en
qué consisten esas ideas, y cómo llegamos a adquirirlas, me parece evidente que
de todo ello se sigue:
Primero, que todas nuestras ideas de las diversas clases de substancias no son
sino reuniones de ideas simples, con el supuesto de algo a lo cual pertenecen, y
en lo cual subsisten; aun cuando acerca de ese algo supuesto no tenemos ninguna
idea clara y distinta en absoluto.
Segundo, que todas las ideas simples que, así reunidas en un substratum común,
forman nuestras ideas complejas de diversas clases de substancia, no son sino
ideas que hemos recibido de la sensación y de la reflexión. De manera que, aun
respecto a las cosas que creemos conocer del modo más íntimo, y que más se
acercan a la comprensión de nuestras concepciones de mayores vuelos, no
podemos alcanzar más allá de los límites de esas ideas simples. Así también,
respecto a las cosas que parecen lo más alejadas de todas aquellas con que
tenemos trato, y que sobrepasan infinitamente cuanto podemos percibir en
nosotros mismos por reflexión, o cuanto podamos descubrir en las otras cosas
por la sensación, no podemos alcanzar nada, salvo esas ideas simples que
recibimos originalmente de la sensación o de la reflexión, como resulta evidente
de las ideas complejas que tenemos de los ángeles y particularmente de Dios
mismo.
Filosofía II
1
Locke: Textos
Tercero, que el mayor número de las ideas simples que forman nuestras ideas
complejas de las substancias, cuando se las considera debidamente, no son sino
potencias, por más que nos inclinemos a tomarlas por cualidades positivas. Por
ejemplo, el mayor número de las ideas que forman nuestra idea compleja de oro
son el color amarillo, el gran peso, la ductilidad, la fusibilidad, la solubilidad por
agua regia, etc., todas las cuales ideas, reunidas en un substratum desconocido,
no son, sino otras tantas relaciones respecto a otras substancias, y no están
realmente en el oro si se considera a éste puramente en sí mismo, aun cuando
dependen de esas cualidades reales y primarias de su constitución interna, por las
cuales el oro tiene la aptitud de operar diversamente y de ser motivo de
operaciones de otras diferentes substancias".
LOCKE, Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro tercero. Cap. I, §§
2-3
"Además de los sonidos articulados fue necesario aún, por lo tanto, que el
hombre pudiera ser capaz de usar esos sonidos como signos de concepciones
internas, y de poderlos establecer como señales de las ideas alojadas en su
mente, a fin de que éstas pudieran ser conocidas por otros hombres, y que, así,
los pensamientos en las mentes de los hombres pudieran ser comunicados de
unas mentes a otras.
(...)
No basta para la perfección del lenguaje que los sonidos puedan convertirse en
signos de ideas, a no ser que esos signos puedan usarse de tal modo que sean
comprensivos de varias cosas particulares, porque la multiplicación de las
palabras habría sumido en confusión su utilidad, si hubiera sido necesario que
cada cosa particular precisara de un nombre distinto para ser significada. Para
remediar semejante inconveniente, el lenguaje tuvo un mayor perfeccionamiento
en el uso de los términos generales, por donde una palabra se hizo para señalar
una multitud de existencias particulares, el cual ventajoso uso de los sonidos se
logró sólo por la diferencia de las ideas de las cuales esos sonidos fueron hechos
signos, convirtiéndose así esos nombres en generales, los cuales se han hecho
para significar ideas generales, quedando como particulares aquellos en que la
idea para la cual se usan es una idea particular".
LOCKE, Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro tercero. Cap. II, § 2
"Puesto que el uso que los hombres hacen de esas señales consiste ya en registrar
sus propias ideas en auxilio de su memoria, ya, por decirlo así, en sacar a la luz
sus ideas y exhibirlas a la vista de los demás hombres, las palabras en su
significación primaria o inmediata nada significan, salvo las ideas que están en la
mente de quien las usa, por más imperfecta o descuidadamente que se hayan
recogido esas ideas de las cosas que se supone representan"
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Locke: Textos
LOCKE, Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro tercero. Cap. III, §
15
"Pero como algunos, no sin razón, piensan que las esencias de las cosas nos son
completamente desconocidas, no será impertinente considerar las diversas
significaciones de la palabra esencia.
Primero, la esencia puede tomarse por el ser de cualquier cosa, en razón del cual
es lo que es. Y así la real e interna, pero generalmente en las substancias,
desconocida constitución de las cosas, de que dependen sus cualidades
descubribles, puede llamarse su esencia. Ésta es la propia original significación
de la palabra, según es evidente por su formación, pues essentia, en su
denominación primaria significa propiamente ser. Y en este sentido todavía se
usa cuando hablemos de la esencia de las cosas particulares, sin darles ningún
nombre.
En segundo lugar, puesto que las enseñanzas y disputas de las escuelas se han
ocupado mucho acerca de los géneros y de las especies, la palabra esencia casi
ha perdido su significado primario de manera que, en vez de aplicarla a la
constitución real de las cosas, se ha aplicado casi exclusivamente a la artificiosa
constitución de géneros y especies. Es cierto que, por lo general, se supone una
constitución real de las clases de cosas, y está fuera de duda que tiene que haber
alguna constitución real de que dependa cualquier colección de ideas simples
coexistentes. Pero, como es evidente que las cosas no se ordenan en clases o
especies, bajo ciertos nombres, sino en cuanto se conforman con ciertas ideas
abstractas, a las cuales hemos anexado esos nombres, la esencia de cada género o
clase acaba por no ser sino la idea abstracta significada por el nombre general o
clasificante; y encontraremos que eso es lo que significa la palabra esencia en su
uso más familiar. Estas dos clases de esencias, supongo, no estarán mal
designadas si llamo real a la una, y a la otra llamo esencia nominal"
LOCKE, Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro tercero. Cap. XI, §
16
"“... tengo la osadía de pensar que la moral es susceptible de demostración, así
como las matemáticas, puesto que la esencia real precisa de las cosas morales
significadas por las palabras puede conocerse de un modo perfecto, de manera
que se pueda descubrir con certidumbre la congruencia o incongruencia de las
cosa mismas, que es en lo que consiste el conocimiento perfecto”.
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Locke: Textos
LOCKE, Compendio del Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro
cuarto. Cap. 18
"Según estos principios, concluyo todo con una división de las ciencias en tres
clases. 1º Fysikh, o el conocimiento de las cosas, tanto cuerpos como espíritus, o
de algunas de sus afecciones en sus auténticas naturalezas; el fin de ésta es la
mera especulación. 2ª Praktikh o las reglas para obrar con respecto a las cosas
que están en nuestro poder y, principalmente, aquellas que conciernen a nuestra
conducta; el fin de ésta es la acción. 3º Semiotikh, o el conocimiento de los
signos, esto es, de las ideas y de las palabras, como subordinada a las otras dos,
que, si se considera bien, producirá acaso otra clase de lógica y de crítica que la
que todavía se sigue pensando”.
LOCKE, Segundo tratado sobre el gobierno civil. Cap. 2, § 6
"El estado de naturaleza tiene una ley que lo gobierna, que obliga a todos; y la
razón, que es esta ley, enseña a todos los hombres que la consultan que son
iguales e independientes y que nadie debe dañar a otro en su vida, su saludo, su
libertad o sus bienes”.
LOCKE, Segundo tratado sobre el gobierno civil. Cap. 8, § 95
"Por ser los hombres libres, iguales e independientes todos por naturaleza,
ninguno de ellos puede ser sacado de este estado y sometido al poder político de
otro sin su propio consentimiento. El único modo que alguien tiene de despojarse
de su libertad natural y someterla a los límites de la sociedad civil, es acordar
con otros hombres unirse y asociarse en una comunidad para vivir cómoda,
segura y agradablemente unos junto a otros, en el disfrute tranquilo de sus
propiedades y con gran seguridad frente al que no pertenece a ella”.
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