318 F ERNANDO A RIAS GARCÍA cual se ha constituido la prenda. 3. Que se hayan hecho exigibles antes del pago de la obligación anterior”. 2.2.2. Responsabilidad del Acreedor Prendario. En caso de pérdida del bien dado en prenda, como es apenas natural, el deudor podrá reivindicarlo, en manos de quien se encuentre. En tal sentido el artículo 2418 del C.C. establece que: “Si el acreedor pierde la tenencia de la prenda, tendrá acción para recobrarla, contra toda persona en cuyo poder se halle, sin exceptuar al deudor que la ha constituido. Pero el deudor podrá retener la prenda pagando la totalidad de la deuda, para cuya seguridad fue constituida. Efectuándose este pago, no podrá el acreedor reclamarla, alegando otros créditos, aunque reúnan los requisitos enumerados en el artículo 2426”. La responsabilidad del acreedor prendario es la de un buen padre de familia, conforme lo enuncia el artículo 2419 del C.C., lo que genera como consecuencia el que responda de los perjuicios y deterioros que el bien dado en prenda haya sufrido por su culpa. A este respecto ha dicho la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia que: “Se trata, pues, de un deber de actividad orientado a vigilar el bien para evitar su pérdida o destrucción y, en su caso, a recuperarlo mediante las acciones que estén a su alcance. En fin, el acreedor pignoratario es el guardián de la cosa con todos los deberes, cargas y atribuciones que esa noción envuelve. Parejamente con esta obligación de estirpe tuitiva, tiene la de conservar la cosa, es decir, la de velar por su integridad y entidad. De ahí que no le baste simplemente con adoptar medidas de precaución, porque ocasiones hay en las que le son exigibles actos de manutención, como acaece v.gr., cuando se trate de animales; al paso que en otras oportunidades le corresponderá acondicionar lugares especiales para guardarla, como acontece, por ejemplo, con la necesidad de adaptar cuartos con ciertas condiciones climáticas, etc. Tan significativo es este deber que tanto el artículo 2421 del Código Civil, como el artículo 1205 del Código de Comercio, aluden a la obligación del mutuario de pagar los gastos en los que hubo de incurrir el mutuante, necesarios para la conservación de la cosa pignorada”634 . Si el perjuicio se da sin culpa del deudor, se extingue la prenda, subsistiendo el crédito, salvo que exista seguro de bienes, caso en el cual el valor del seguro o el de la indemnización generada por un tercero, se subroga al bien dado en prenda. 634 Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 11 de octubre de 2005. M.P. Pedro Octavio Munar Cadena.