DIRECCIÓN NACIONAL DE RELACIONES DE TRABAJO COLESTEROL Dr. JORGE COSENTINO SOLER Director (e) de la Dirección Técnica, Bienestar Laboral y Seguridad Social CONCEPTOS FUNDAMENTALES 1. Colesterol, es un tipo de grasa que forma parte de todas las células del organismo humano y que es necesario, en la proporción adecuada, para su buen funcionamiento, estando presente en la bilis y en la sangre. 2. Triglicéridos, constituyen la forma más común de grasa que hay en el cuerpo, generándose de las calorías que éste no utiliza para sus necesidades de energía rápida. 3. Lipoproteínas, están conformadas por el colesterol y los triglicéridos que, unidos a las proteínas, son transportados en la sangre, comprendiendo las siguientes clases: • Lipoproteínas de muy baja intensidad (VLDL), que transportan básicamente los triglicéridos. * Lipoproteínas de baja intensidad (LDL), también denominadas colesterol malo, toda vez que una cantidad alta en la sangre de estas lipoproteínas aumenta la probabilidad que las partículas se adhieran a las paredes de las arterias formando placa y, por consiguiente, estrechen la abertura de las mismas generándose la obstrucción del flujo sanguíneo. • Lipoproteínas de alta intensidad (HDL), o colesterol bueno, por cuanto previenen la acumulación de colesterol malo en las arterias. 4. Hipercolesterolemia, siendo el factor más importante para el desarrollo de las enfermedades del sistema circulatorio, tiene como origen la existencia de una tasa elevada de colesterol en la sangre, producida a raíz del aumento relativo del colesterol malo respecto del colesterol bueno, o la disminución de este último en relación al colesterol total. 5. Hiperlipemia, es el aumento de la cantidad de lípidos (grasas) en la sangre, como resultado de una producción excesiva de grasa, un alto consumo de ésta o una disminución en el proceso metabólico de eliminación de grasas que, al igual que en un cuadro de Hipercolesterolemia, genera las enfermedades del sistema circulatorio. PERFIL LIPIDICO Resulta necesario precisar los valores considerados en las pruebas de laboratorio para determinar el Perfil Lipídico de la persona que se somete al análisis de sangre correspondiente, en los términos siguientes: – Colesterol Total, hasta 200 miligramos por decilitro. – Colesterol LDL, para menos de 30 años, entre 60 y 70 miligramos por decilitro. – Colesterol LDL, desde los 30 hasta los 60 años, entre 70 y 150 miligramos por decilitro. – Colesterol LDL, más de 60 años, entre 150 y 190 miligramos por decilitro. – Colesterol HDL, entre 33 y 75 miligramos por decilitro. – Colesterol VLDL, desde los 30 hasta los 50 años, entre 05 y 35 miligramos por decilitro. – Colesterol VLDL, más de 50 años, entre 10 y 45 miligramos por decilitro. ACIDOS GRASOS ESENCIALES Existen grasas que dañan nuestra salud, en tanto que hay otras que la fortalecen, recibiendo estas últimas el nombre de ácidos grasos esenciales, toda vez que nuestro organismo no puede producirlos y son indispensables para su normal funcionamiento, ayudándonos a prevenir diversas enfermedades. Esto último obedece a que ejercen un efecto depurativo sobre el organismo, ya que nos protegen de los daños causados por las grasas duras, bajan el nivel de colesterol malo, desengoman las arterias, lubrican las articulaciones, entre otros beneficios. Los ácidos grasos esenciales comprenden: 1. Acido Linolénico, técnicamente denominado Omega 3, se encuentra en el aceite de pescado. 2. Acido Linoléico, técnicamente denominado Omega 6, se encuentra en los aceites vegetales. 3. Acido Oleico, técnicamente denominado Omega 9, se encuentra en el aceite de oliva. Con relación a las grasas, existen dos tipos: 1. Grasas Saturadas, son las que provienen de las carnes rojas, leche entera, queso, huevos, mantequilla, aceite de palma, entre otros, siendo perjudicial su acumulación o exceso. 2. Grasas Insaturadas, son las que incluyen los ácidos grasos esenciales, evitando las enfermedades del sistema circulatorio al reducir el colesterol malo que se acumula por las grasas saturadas. PRINCIPALES ENFERMEDADES DEL SISTEMA CIRCULATORIO 1. Accidente Vascular Cerebral (Apoplejía). Esta enfermedad se produce como resultado de la falta de irrigación de una zona del cerebro, siendo éste uno de los tejidos más sensibles a la falta de oxígeno, toda vez que su déficit produce la muerte de células y neuronas, con las consecuencias que dicha situación genera. 2. Infarto Agudo de Miocardio. Esta enfermedad se produce como resultado de un proceso que trae consigo el impedimento de la llegada de sangre al tejido miocárdico, produciéndose una isquemia, es decir, la falta de oxígeno a causa de la ausencia de riego sanguíneo. 3. Insuficiencia Cardiaca. Esta enfermedad se produce como resultado de la incapacidad del corazón para mantener el aporte de sangre suficiente a los diferentes tejidos y órganos, constituyendo la primera causa de ingreso hospitalario en personas mayores de 65 años. 4. Hipertensión Arterial. Esta enfermedad se produce como resultado de una elevación crónica de la presión arterial, existiendo factores de naturaleza interna y externa que conllevan a su presencia en el organismo del paciente afectado. 5. Arteriosclerosis. Esta enfermedad se produce como resultado del endurecimiento y deformación de la pared de las arterias, debido a la aparición de engrosamientos denominados placas de ateroma que, conduciendo a la obstrucción del flujo sanguíneo en los vasos afectados, se encuentran formadas entre otros elementos - por la acumulación de lípidos (grasas). MODALIDADES DE TRATAMIENTO 1. Alimentación. Entre los alimentos que deben ser considerados para reducir el colesterol malo e incrementar el colesterol bueno, figuran las frutas, verduras, cereales, pescados, aceites vegetales (oliva, girasol, maíz o soya), hortalizas, legumbres, arroz integral, cebada, algas marinas, te verde, entre otros. Por su parte, entre aquellos alimentos no recomendables por su incidencia en los niveles de colesterol malo y triglicéridos, se encuentran las papas fritas, leche entera, cremas, flanes con huevos, quesos duros o cremosos, tocino, huevas de pescado, mariscos, embutidos, hamburguesas, vísceras, pato, manteca de cerdo, mantequilla, margarina, chocolates, pastelería, entre otros. 2. Farmacología. En cuanto a la terapia farmacológica, cabe indicar que la misma no puede sustituir a la dieta como factor principal de niveles de colesterol normales; sin embargo y como vía complementaria de un adecuado tratamiento médico, existe una variada cantidad de fármacos, destacando para fines de reducción del colesterol total, las denominadas estatinas, entre las que se encuentran: lovastatina, simvastatina y pravastatina. De otro lado, tratándose de enfermedades del sistema circulatorio, el suministro de fármacos tiene un carácter específico, es decir, deben prescribirse según el tipo de enfermedad de esa naturaleza. 3. Productos Complementarios. Entre los principales suplementos que, combinados con una alimentación adecuada, pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol total, se encuentran los siguientes: • Vitaminas C y E, previenen la adhesión del colesterol malo en las arterias. • Vitamina B6, llamada también piroxidina, aumenta los niveles de colesterol bueno en la sangre. • Lecitina de Soya, la ingestión de sus gránulos ayuda a eliminar el colesterol malo. • Alcachofa, su extracto permite disminuir el colesterol malo. • Cápsulas de Ajo, por su contenido en alicina, dosis de 500 miligramos diarios posibilitan la reducción del nivel de colesterol total. RECOMENDACIONES GENERALES 1. Cuidado del peso. A mayor exceso de peso, más colesterol produce el cuerpo, habiéndose determinado que el aumento de un kilogramo de peso corporal, eleva los niveles de colesterol en dos puntos. 2. Reducir el consumo de grasa saturada. Las fuentes de grasa saturada se localizan en las carnes rojas, leche entera, mantequilla, queso, huevos, aceites animales, vísceras, mariscos, pastelería, azúcares refinados, entre otros. 3. Consumo de frutas. Con relación a las frutas, destacan las manzanas por contener un tipo de fibra soluble denominada pectina, que permite la disminución del colesterol malo y el incremento del colesterol bueno. 4. Consumo de avena. La avena tiene una fibra soluble denominada betaglucano, que interfiere la absorción y producción de colesterol malo, de tal manera que una mayor cantidad de éste es eliminada de la corriente sanguínea. 5. Consumo de verduras. Al igual que las frutas, las verduras proveen al organismo de vitaminas C y E, lo mismo que de otros antioxiodantes, cuya función consiste en bloquear la acción de los radicales libres que, siendo elementos tóxicos que afectan las defensas de nuestro organismo, hacen posible que el colesterol malo se infiltre en las arterias, generando perjuicio al sistema circulatorio. 6. Consumo de zanahoria. La zanahoria permite reducir el colesterol malo y aumentar el bueno, conteniendo al igual que la manzana, una fibra soluble llamada pectina. 7. Consumo de leche descremada. En un experimento realizado por el Dr. Aura Kilara, profesor de Ciencia Alimentaria en la Universidad Estatal de Pennsylvania Estados Unidos de Norteamérica, luego de pedir a un grupo de voluntarios agregar medio litro de leche descremada a sus dietas cotidianas, estos últimos que tenían elevados niveles de colesterol, al cabo de 12 semanas los habían reducido en un promedio de 8%. 8. Hacer ejercicio físico. Entre otras actividades de carácter físico, se recomienda efectuar 30 minutos de caminata sostenida diaria como tiempo mínimo, posibilitando la misma una reducción de los niveles de colesterol total en un promedio del 10%, cuando los mismos están por encima de los valores normales. 9. Reducir el consumo de café. Según un estudio desarrollado por el Dr. Barry Davis, investigador de Texas - Estados Unidos de Noreteamérica, se relacionó el consumo del café con mayores niveles de colesterol. Al respecto, cabe señalar que a raíz de la evaluación de más de 9,000 personas como parte de un programa de evaluación de la presión sanguínea en todo el país, descubrió que los niveles de colesterol eran notablemente mayores en quienes bebían dos o más tasas de café al día. 10. No fumar. Conforme a un estudio realizado por el Dr. David Freedman, investigador de Louisiana - Estados Unidos de Norteamérica, jóvenes adolescentes que fumaban 20 cigarrillos a la semana, mostraron aumentos sustanciales en el colesterol de la sangre.