Auto AP SEVILLA REC 1109.2015Abre en nueva

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Roj: AAP SE 53/2015 - ECLI:ES:APSE:2015:53A
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Sevilla
Sección: 3
Nº de Recurso: 1109/2015
Nº de Resolución: 423/2015
Fecha de Resolución: 15/05/2015
Procedimiento: PENAL - PROCEDIMIENTO ABREVIADO/SUMARIO
Ponente: INMACULADA ADELAIDA JURADO HORTELANO
Tipo de Resolución: Auto
Encabezamiento
Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla
Avda. Menéndez Pelayo 2
NIG: 4109143P20080036856
Nº Procedimiento : Cuestiones de Competencia 1109/2015
Asunto: 300467/2015
Proc. Origen: Procedimiento Sumario Ordinario 3/2014
Juzgado Origen : JUZGADO DE INSTRUCCION Nº6 DE SEVILLA
Negociado: 1A
AUTO NÚM. 423/15
ILTMOS. SRES.
D. ANGEL MARQUEZ ROMERO
DOÑA INMACULADA JURADO HORTELANO (Ponente)
D. JOSE MANUEL HOLGADO MERINO
En la Ciudad de Sevilla, a 15 de mayo de 2.015.
ANTECEDENTES PROCESALES.
Primero .- Con fecha 20 de noviembre de 2.014 la representación de D.
Jeronimo presentó ante la Sección NUM001 de la Audiencia Provincial de Sevilla,
escrito promoviendo incidente de recusación del Ilmo. Sr. Magistrado de dicha Sección
NUM001 D. Santos , designado Ponente en el Rollo de Apelación nº 9196/14, en el que
se presentaba dicho incidente de recusación, al estimar que concurría en él la causa de
recusación prevista en elartículo 219.1 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del
Poder Judicial("El vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable y el parentesco
por consanguinidad o afinidad dentro del cuarto grado con las partes o el
representante del Ministerio Fiscal").
Segundo .- De dicho escrito se dio traslado a las demás partes del proceso
para que, en el plazo común de tres días, manifestasen si se adherían o no a la causa
de recusación propuesta. Por el Ministerio Fiscal se interesó que se estime la
recusación. La representación de las entidades "Asociación Liga de Juristas Béticos" y
"Asociación Béticos por el Villamarin" presentaron escritos en el que se opusieron a la
recusación.
Tercero .- Tras lo anterior el Magistrado recusado emitió informe no
admitiendo como cierta la causa de recusación alegada: parentesco por
consanguinidad dentro del cuarto grado con las partes delarticulo 219.1 de la L.O.P.J.
Cuarto .- Remitida a esta Audiencia Provincial el escrito y los documentos de
la recusación, así como el informe del recusado, se designó Instructora a la Ilma. Sra.
Magistrada Dª Margarita Barros Sansinforiano, quien por Auto de 3 de marzo del
corriente año admitió a trámite el incidente de recusación, acordando la práctica de
pruebas. Concluida la instrucción del incidente se remitió lo actuado a la oficina de
reparto de esta Audiencia Provincial para su turno a la sección correspondiente.
Quinto .- Correspondiendo a esta Sección 3ª por turno de reparto la
competencia para resolver el incidente, en la misma fue recibido el expediente,
acordándose por Diligencia de Ordenación del día 20 de marzo de 2.015, dar traslado
de las actuaciones al Ministerio Fiscal para informe por plazo de tres días. El día 14 de
abril de 2.015 tuvo entrada en esta Sección el Informe emitido por el Ministerio
Público.
En fecha 27 de abril del presente año se dictó Providencia en el Rollo de Sala,
en la que se disponía que dado que la presente recusación se basa en idénticos
motivos que la que dio lugar al Rollo 905/15 turnado a la Ilma Magistrada Doña
INMACULADA JURADO HORTELANO, se acuerda que por antecedentes, sea ésta
Magistrada quien resuelve este Rollo. Tras ello se iniciaron las deliberaciones.
FUNDAMENTOS JURIDICOS.
Primero
.- Se nos somete a resolución la recusación del Ilmo. Sr.
Magistrado de la Sección NUM001 de esta Audiencia Provincial D. Santos , designado
Ponente en el Rollo de Apelación nº 9196/14 de dicha Sección, por la concurrencia en
él de la causa de abstención tipificada en elapartado 1º del artículo 219 de la Ley
Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial (LOPJ), de parentesco por
consanguinidad o afinidad dentro del cuarto grado con una de las partes del proceso.
Considera este Tribunal que debe principiar resolviendo sobre si dicha
recusación está planteada o no tempestivamente. Pues bien, tras el examen de lo
actuado en el incidente de recusación que nos ocupa, se ha de llegar a la misma
conclusión alcanzada por la Ilma. Sra. Magistrada Instructora de éste incidente, cual es
que ha sido presentado dentro del plazo legalmente establecido. Así elartículo 223 de
la L.O.P.J. indica que "1. La recusación deberá proponerse tan pronto como se tenga
conocimiento de la causa en que se funde, pues, en otro caso, no se admitirá a
trámite. Concretamente, se inadmitirán las recusaciones: 1.º Cuando no se propongan
en el plazo de 10 días desde la notificación de la primera resolución por la que se
conozca la identidad del juez o magistrado a recusar, si el conocimiento de la
concurrencia de la causa de recusación fuese anterior a aquél..".
Pues bien en el caso que resolvemos, examinada la pertinente documentación
se colige, sin esfuerzo, que dicha recusación está formulada dentro de esos 10 días
legalmente establecidos, sin que sea dable hacer una recusación ad cautelam, como
parece poner de manifiesto el Ilmo. Sr. Magistrado recusado, cuando en su Informe
indica que el recusante conocía que cualquier recurso de apelación seria turnado al
Magistrado que suscribe por antecedentes, con arreglo a las normas de reparto de esta
Audiencia Provincial, y que ello lo sabia desde el 15 de julio de 2.014, en que le fue
notificada la Diligencia de Constancia, mas tal argumento no tiene apoyo legal y por
ello no es correcto pretender que se considere que el plazo de los 10 días es a partir de
la fecha de dicha notificación (15 de julio), pues si en el transcurso de ese término no
se había designado Magistrado Ponente al recusado en un concreto y determinado
Rollo de Sala de dicha Sección NUM001 , no cabe considerar que en ese mes de julio
de 2014 (dentro de los 10 días siguientes al día 15 de ese mes) la parte ahora
recusante tenia que presentar, sin más y aisladamente, un escrito de recusación para
que produjese efectos, en una futurible, eventual y posible designación del Ilmo. Sr.
Magistrado ahora recusado, como Ponente de cualquier otro Rollo de Sala que se
pudiera incoar en virtud de otro recurso de apelación, interpuesto por alguna de las
partes del procedimiento seguido ante el Juzgado de Instrucción número 6 de esta
capital, Sumario Ordinario nº 3/2014.
En definitiva, la recusación se ha formulado dentro de los 10 días siguientes a la
notificación de la resolución por la que se conocía la identidad del Magistrado Ponente
en el Rollo de Apelación nº 9196/14 de dicha Sección NUM001 , ello mediante el
dictado de la Diligencia de Ordenación del Sr. Secretario Judicial de fecha 4 de
noviembre de 2.014, Documento nº 3, en la que se acordaba tener por recibido del
Juzgado de Instrucción número seis de Sevilla, oficio remisorio y actuaciones del
procedimiento Sumario Ordinario número 3/2014 para la resolución del recurso de
apelación interpuesto por Jeronimo , Ezequias , Leoncio , Simón , Edurne , Montserrat ,
Adrian y Almudena , contra el auto de 8/05/14 dictado por el Sr. Instructor, acordando
registrar y formar rollo y conforme al tuno establecido designando Magistrado Ponente
al Ilmo. Sr. don Santos .
Consecuencia lógica de lo que que acabamos de exponer, es la desestimación
de los alegatos de la parte oponente, en concreto de la ,Asociacion de Juristas Béticos ,
que aduce que la recusación que ahora estamos resolviendo, debe ser inadmitida por
extemporánea, por entender dicha parte que desde que se aportó, tras ser peticionada
por la representación procesal del Sr. Jeronimo , la relación de integrantes de la Junta
Directiva de la Asociacion de Juristas Béticos, mediante escrito del mes de febrero de
2.010 ( folios 9835 a 9.847) en la que costaba como integrante la mima en su
condición de Vicepresidente, el abogado don Jesús , ya se tuvo conocimiento de la
supuesta causa de recusación, incluso en el mes de abril de ese mismo año, cuando a
nueva petición de la defensa se aportó listado completo de los asociados en las que
nuevamente aparecía en segundo lugar el Sr. Jesús .
Llegado a este punto se ha de indicar que no cabe hacer elucubraciones o
suposiciones sobre cuando pudo o no saber el recusante la existencia de ese vínculo
sanguíneo entre el Sr. Santos y el Magistrado recusado Ilmo. Sr. Santos . Dado que es
necesario para poder formular una recusación que la misma se sustente y apoye en
pruebas, habida cuenta que a la parte recusante, en su momento, pudieran
suscitarsele dudas sobre si había relación de parentesco, interesó a tal efecto mediante
actuaciones preparatorias de investigación, se determinase si existía o no esa relación
parental, y como consecuencia de ello, en fecha 11 de julio de 2014, se extiende una
Diligencia de Constancia por el Sr. Secretario Judicial en la que figura que ha
consultado con el Ilustrísimo Sr. Magistrado Don Santos quien le manifiesta que
efectivamente tiene un tío que se llama Jesús . Por ello a partir de este momento,
cuando se admite y reconoce lisa y llanamente esa relación de parentesco, es cuando
ha de considerarse que la parte, ahora recusante, tiene cabal y puntual conocimiento
de ese vínculo parental que les une, y, consecuentemente, es a partir de la notificación
de la referida Diligencia de Constancia cuando se ha de tomar como fecha acreditada y
de referencia de que la parte tiene fehaciente noticia de esa relación familiar que une
al Sr. Magistrado Ponente con uno de los socios integrantes de la Asociación Liga de
Juristas Béticos, personada en esta actuaciones como acusación particular.
Por todo ello no consideramos que la recusación se haya planteado
intempestivamente o rebasado con creces el plazo de 10 días legalmente establecido.
Segundo.- Como es sabido la recusación (con su reverso de la abstención)
es uno de los mecanismos legales, junto con el de las incompatibilidades, articulados
para proteger la imparcialidad de los jueces y tribunales en el ejercicio de las funciones
que le son propias, derecho fundamental de todo ciudadano indiscutible e indiscutido,
reflejado y reconocido por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional como ínsito en
elartículo 24.2 de la Constitución, aunque no se aluda expresamente al mismo, al
establecer el derecho constitucional a un proceso con todas las garantías. Es con tal
finalidad que el
legislador ha arbitrado una
relación de causas
de
abstención/recusación de siempre tenidas como lista cerrada o "numerus clausus",
tanto por la jurisprudencia delTribunal Supremo desde antiguo (sentencias de su Sala
2ª de 13-4-1955y5-11-1956,de 14-6-1991y20-1-2010,entre otras muchas) como por
la del Tribunal Constitucional (sentencia de 6-5- 1993, nº 157/1993yautos
10-3-1982,2-2-1984y22-7-2002, nº 136/2002). En palabras de lasentencia de la Sala
2ª del Tribunal Supremo de 10-2-2004 (nº 1219/2004), "Tal extensa enumeración de
las causas de abstención y recusación, referida a los casos en los que la imparcialidad
resulta comprometida, no puede ser susceptible, lógicamente, de una interpretación
que suponga la creación de causas inexistentes, al tratarse de una materia que afecta
a la propia seguridad jurídica, respecto de la composición legalmente preordenada del
Tribunal".
Lasentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de 6 de enero
de 2010 (Asunto Vera Fernández-Huidobro contra España), reproduciendo por su
indudable interés los párrafos dedicados al recordatorio de "los principios generales"
sentados por la jurisprudencia de dicho tribunal al interpretar elartículo 6 del Convenio
para la protección de los derechos humanosy libertades fundamentales (firmado en
Roma el día 4-11-1950) cuando al proclamar el derecho a un proceso equitativo, cita
como uno de sus contenidos que la "causa sea oída ... por un Tribunal ... imparcial":
"115. El Tribunal recuerda de entrada su jurisprudencia relativa a la
imparcialidad de un Tribunal. En vista de lo anterior, considera que esta jurisprudencia
se aplica también al juez de instrucción. La imparcialidad se define normalmente por la
ausencia de prejuicios o de toma de posición. Su existencia puede apreciarse de
diversas formas. El Tribunal diferencia entre una fase subjetiva, en la que se trata de
determinar lo que el Juez pensaba en su fuero interno o cuál era su interés en un
asunto concreto, y una fase objetiva que nos llevaría a indagar sobre si ofrecía
suficientes garantías para excluir a este respecto cualquier duda legítima (Piersack c.
Bélgica, 1º de octubre de 1982, § 30, serie A no 53, y Grieves c. Reino Unido [GS], no
57067/00, § 69, 16 de diciembre de 2003). En este campo, hasta las apariencias
pueden revestir importancia (Castillo Algar c. España, 28 de octubre de 1998, § 45,
Repertorio 1998-VIII, y Morel c. Francia, no 34130/96, § 42, TEDH 2000-VI). Para
pronunciarse sobre la existencia, en un determinado asunto, de un motivo suficiente
para temer que un órgano particular adolezca de un defecto de imparcialidad, la óptica
del que pone en duda la imparcialidad entra en juego pero no juega un papel decisivo.
El elemento determinante consiste en saber si las aprensiones del interesado pueden
considerarse justificadas (Ferrantelli y Santangelo c. Italia, § 58, 7 de agosto de 1996,
Recopilación 1996-III, y Wettstein c. Suiza, no 33958/96, § 44, TEDH 2000-XII).
116. En el marco del aspecto subjetivo, el Tribunal siempre ha considerado que
la imparcialidad personal de un magistrado se presume salvo prueba en contrario
(Hauschildt c. Dinamarca, 24 de mayo de 1989, § 7, serie A no 154). En cuanto al tipo
de prueba requerida, trató por ejemplo de verificar la fundamentación de las
alegaciones según las cuales un juez había manifestado una cierta hostilidad o
animadversión cualquiera hacia el acusado o, movido por motivos de ámbito personal,
se había arreglado para obtener el conocimiento de un asunto (De Cubber, sentencia
antes citada, § 25). Hace tiempo que la jurisprudencia del Tribunal ha sentado el
principio según el cual a un tribunal se le presume exento de perjuicios o de
parcialidad (vid, por ejemplo, Le Compte, Van Leuven y De Meyere c. Bélgica, 23 de
junio de 1981, § 58, serie A no 43). El Tribunal reconoce la dificultad de establecer la
existencia de una violación del artículo 6 por parcialidad subjetiva. Es el motivo por el
cual, en la mayoría de los asuntos en los que se plantean cuestiones de parcialidad, ha
acudido al aspecto objetivo. La frontera entre las dos nociones no es sin embargo
hermética ya que no solamente la conducta misma de un juez puede, desde el punto
de vista de un observador exterior, acarrear dudas objetivamente justificadas en
cuanto a su imparcialidad (aspecto objetivo) sino que también puede afectar a la
cuestión de su convicción personal (aspecto subjetivo) (Kyprianou c. Chypre [GC], no
73797/01, § 119, TEDH 2005-XIII).
117. Un análisis de la jurisprudencia del Tribunal permite distinguir dos tipos de
situaciones susceptibles de relevar un defecto de imparcialidad en el juez. La primera,
de orden funcional, acoge los casos en los que la conducta personal del juez no se
cuestiona en absoluto pero donde, por ejemplo, el ejercicio por la misma persona de
diferentes funciones en el marco de un proceso judicial (Piersack, sentencia antes
citada) o los vínculos jerárquicos u otros con otra parte del proceso (vid los asuntos de
Tribunales marciales, por ejemplo, Miller y otros c. Reino-Unido, nos 45825/99,
45826/99 y 45827/99, 26 de octubre de 2004) plantean dudas objetivamente
justificada sobre la imparcialidad del Tribunal, el cual no responde por lo tanto a las
normas del Convenio de acuerdo a la fase objetiva. El segundo tipo de situaciones es
de orden personal y se refiere a la conducta de los jueces en un asunto determinado.
Desde un punto de vista objetivo, similar conducta puede ser suficiente para
fundamentar temores legítimos y objetivamente justificados, como en elasunto
Buscemi c. Italia (no 29569/95, § 67, TEDH 1999-VI), pero también puede plantear
problemas en el marco del aspecto subjetivo (vid, por ejemplo, el asunto Lavents c.
Letonia (no 58442/00, 28 de noviembre de 2002), esto es revelar perjuicios
personales por parte de los jueces. A este respecto la respuesta al asunto de
determinar si hay que acudir a la fase objetiva, a la fase objetiva o a las dos depende
de las circunstancias de la conducta litigiosa".
En un supuesto similar al presente señala elAuto de la Audiencia Provincial de
Tarragona, de 23 de noviembre de 2012, del que nos hacemos eco por compartirse su
contenido ".... Es doctrina reiterada del Tribunal Constitucional la de que la
imparcialidad del juzgador encuentra su protección constitucional en el derecho
fundamental a "un proceso con todas las garantías" ( STC 60/95 ) pues la primera
de ellas, sin cuya concurrencia no puede ni siquiera hablarse de la existencia de un
proceso, es la de que el Juez o Tribunal, situado supra partes y llamado a dirimir el
conflicto, aparezca institucionalmente dotado de independencia e imparcialidad.
Por esta razón, ha declarado aquel Tribunal que las causas de abstención y de
recusación, en la actualidad contenidas en los arts. 219 de la LOPJ , 99 y
siguientes de la LEC y 54 a 83 de la LECrim ., al estar dirigidas a tutelar la
imparcialidad del juzgador, integran este derecho fundamental proclamado por el art.
24 de la CE .
Una de las tales causas de abstención y de recusación consiste precisamente
en "...El vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable y el parentesco por
consanguinidad o afinidad dentro del cuarto grado con las partes o el representante del
Ministerio"- art. 219.1 de la LOPJ -.
Es claro que la primera de todas las garantías del proceso es la imparcialidad
del juzgador, aunque ésta también venga asegurada por las normas que regulan el
derecho al juez ordinario predeterminado por la ley, en cuanto que impide la
designación de jueces ad hoc.
Puede afirmarse que no es posible obtener justicia en el proceso si quien ha de
impartirla no se sitúa en una posición de imparcialidad, como tercero no condicionado
por ningún prejuicio, bien sea derivado de su contacto anterior con el objeto del
proceso o bien de su relación con las partes.
En efecto, el artículo 6 del Convenio Europeo para la Protección de los
Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, reconoce el derecho a ser juzgado
por un Tribunal independiente e imparcial establecido por la Ley. En el mismo sentido
se pronuncia el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, artículo 14.1, y la
Declaración Universal de los Derechos Humanos , en el artículo 10.
La doctrina del Tribunal Constitucional, después de algunas sentencias que lo
situaban en el marco del derecho al juez legal, ha establecido que el derecho a un Juez
imparcial, aunque no aparezca expresamente contemplado, forma parte del derecho
fundamental a un proceso con todas las garantías del artículo 24.2 de la Constitución
.
Es por eso que no puede apreciarse en el Juez, respecto a la cuestión sobre la
que ha de resolver y en cuanto a las personas interesadas en ella, ninguna relación
que pueda enturbiar su imparcialidad. Incluso las apariencias pueden tener
importancia, pues pueden afectar a la confianza que los Tribunales de una sociedad
democrática deben inspirar a los ciudadanos en general, y en particular a quienes son
parte en el proceso ( STEDH de 1 de octubre de 1982, caso Piersack ; STEDH de
26 de octubre de 1984, caso De Cuber , y STEDH de 24 de mayo de 1989, caso
Hauschildt ).
La jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha diferenciado entre la
imparcialidad subjetiva, que garantiza que el Juez no ha mantenido relaciones
indebidas con las partes, y la imparcialidad objetiva, es decir, referida al objeto del
proceso, por la que se asegura que el Juez o Tribunal no ha tenido un contacto previo
con el thema decidendi y, por tanto, que se acerca al objeto del mismo sin
prevenciones en su ánimo ( SSTC 47/1982, de 12 de julio, F. 3 ; 157/1993, de 6
de mayo, F. 2 ; 47/1998, de 2 de marzo, F. 4 ; 11/2000, de 17 de enero, F. 4 ;
y 52/2001, de 26 de febrero , F. 3 ; 154/2001, de 2 de julio, F. 3 , y 155/2002,
de 22 de julio ,F. 2 ). La necesidad de que el Juez se mantenga alejado de los
intereses en litigio y de las partes "supone, de un lado, que el juez no pueda asumir
procesalmente funciones de parte, y, de otro, que no pueda realizar actos ni mantener
con las partes relaciones jurídicas o conexiones de hecho que puedan poner de
manifiesto o exteriorizar una previa toma de posición anímica a favor o en su contra", (
STC núm. 38/2003, de 27 de febrero ). Asimismo, la exteriorización por parte de los
jueces de puntos de vista u opiniones sobre la culpabilidad del acusado, pueden
justificar las dudas sobre su imparcialidad.
El Tribunal Constitucional, en STC 69/2001, de 17 de marzo , con cita de
otras muchas resoluciones, recordaba que "para que, en garantía de la imparcialidad,
un Juez pueda ser apartado del conocimiento concreto de un asunto, es siempre
preciso que existan sospechas objetivamente justificadas, es decir, exteriorizadas y
apoyadas en datos objetivos, que permitan afirmar fundadamente que el Juez no es
ajeno a la causa, o que permitan temer que, por cualquier relación con el caso
concreto, no utilizará como criterio de juicio el previsto por la Ley, sino otras
consideraciones ajenas al Ordenamiento jurídico.
Por más que hayamos reconocido que en este ámbito las apariencias son
importantes, porque lo que está en juego es la confianza que, en una sociedad
democrática, los Tribunales deben inspirar al acusado y al resto de los ciudadanos, no
basta para apartar a un determinado Juez del conocimiento de un asunto que las
sospechas o dudas sobre su imparcialidad surjan en la mente de quien recusa, sino
que es preciso determinar, caso a caso, más allá de la simple opinión del acusado, si
las mismas alcanzan una consistencia tal que permita afirmar que se hallan objetiva y
legítimamente justificadas".
La cuestión ha de examinarse con atención a las características del caso
concreto y, por ello en orden a la garantía de la imparcialidad, la Ley prevé los
mecanismos de la abstención, que se refiere a la actuación que debe desarrollar el
Juez que entienda que concurre alguna causa de las previstas expresamente en el
texto legal, y de la recusación , que atribuye la iniciativa a la parte que considere que
tales circunstancias concurren de forma que impiden la imparcialidad del Tribunal.
SEGUNDO.En el presente caso, el magistrado titular del Juzgado de
Instrucción nº NUM000 de DIRECCION000 manifiesta tener relación familiar con los
perjudicados accionista o/ administradores de la estación de servicios Galp, sita en la
carretera de Pont d'Armentera del barrio de Sant Pere i Sant Pau de Tarragona y si
bien no lo acredita documentalmente no existe ninguna razón que haga pensar lo
contrario reflejando así la propia manifestación del Magistrado una verdadera postura
de imparcialidad. Así, en el Juicio de Faltas 510/2012 hay que despejar cualquier duda
de imparcialidad a que nos referíamos en el fundamento jurídico primero -queda
comprometida en el aspecto subjetivo-, esto es, debe eliminarse cualquier otro
conocimiento de los hechos que no sean los determinados por la propia instrucción y
descartar cualquier tipo de interés en el asunto.....".
También por su relación con similar causa de recusación a la que es objeto del
presente incidente de recusación, y por ello la traemos a colación, es aquella sobre la
que se pronuncia elAuto de la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 29, Nº de
Recurso 2/2012, datado el 26 de abril de 2.012que al respecto señala ".... El artículo
219, 1º de la L.O.P.J . recoge como causa de abstención, y en su caso de recusación ,
el vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable y el parentesco por
consanguinidad o afinidad dentro del cuarto grado con las partes o el representante del
Ministerio Fiscal.
Entiende el Ministerio Fiscal en su informe que no concurriendo estrictamente
el supuesto de la causa de abstención prevista en la norma citada, no cabe su
aplicación analógica, ya que, alega, no consta acreditado que la sobrina del juez
abstinente sea perjudicada por los hechos ni que esté constituida en parte procesal en
el procedimiento.
Tal oposición del Fiscal a la abstención planteada tiene sustento en la doctrina
del Tribunal Constitucional, pues como señala éste en su Auto de 20 de noviembre de
2002 : "En numerosas resoluciones, de las que el exponente más reciente es el ATC
136/2002, de 22 de junio , este Tribunal ha aludido al carácter taxativo y de numerus
clausus de las causas de abstención y recusación de sus Magistrados. Así, respecto a
aquel carácter se declaró en la citada resolución, que 'las causas de abstención y
recusación se encuentran taxativamente enumeradas en los arts. 219 y 220 LOPJ
y, según hemos afirmado en reiteradas ocasiones, los motivos de recusación han de
subsumirse necesariamente en algunos de aquellos supuestos que la norma define
como tales' ( STC 69/2001, de 17 de marzo , fj 21, que, a su vez, cita la STC
157/1993 de 6 de mayo , fj 1, y el ATC 111/1982, de 10 de marzo , fj 5)".
Este criterio ha sido expresamente recogido por la Jurisprudencia del Tribunal
Supremo, y así, la sentencia 1254/2002, de 4 de julio , señala que: "El derecho a un
juez o tribunal imparcial, proclamado en el art. 10 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de 10 de diciembre de 1948, en el art. 6, 1 del Convenio para la
Protección de los Derechos Humanos
y las Libertades Fundamentales de 4 de
noviembre de 1950 y en el art. 14, 1 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y
Políticos , se encuentra incluido, según una constante doctrina constitucional, en el
derecho a un proceso con todas las garantías reconocido en el art. 24, 2 de a
Constitución Española . De acuerdo con dicho mandato, han de estar suficientemente
garantizadas en el ordenamiento jurídico tanto la imparcialidad real de los jueces como
la confianza de los ciudadanos en su imparcialidad, por ser ésta una convicción
especialmente necesaria en una sociedad democrática que descansa, por su propia
naturaleza, en el libre y racional consentimiento que otorgan los ciudadanos a los
poderes públicos. Para alcanzar tales garantías establecen los arts. 219 LOPJ y 54
LECr
un repertorio de causas de abstención y recusación , que coinciden con
situaciones de la más diversa índole, susceptibles de generar, según las reglas de la
experiencia, una importante dificultad en el ánimo del juez para resolver con
serenidad, ponderación y desapasionamiento la cuestión litigiosa que se le somete. El
ordenamiento jurídico, pues, no ha encomendado al buen criterio del juez la
apreciación de los motivos por los que debe abstenerse de conocer, ni ha dejado al
arbitrio del justiciable la facultad de indicar las causas que le permiten recusar
cuestionando o negando la imparcialidad del juez, sino que, velando por la seguridad
jurídica y para evitar tanto precipitadas abstenciones como abusivas e infundadas
recusaciones, ha precisado taxativamente las situaciones que sirven de común
presupuesto a la abstención y la recusación". En igual sentido, STS 1186/1998 ;
246 y 1393/2000 y 274/2001 .
Sin embargo, tal criterio no es de aplicar con la estricta rigidez pretendida por
el Fiscal en su informe, pues estas mismas resoluciones citadas, tras exponer este
criterio de taxatividad en las causas de abstención, lo modulan en aplicación de la
necesidad de interpretar y aplicar las normas, inclusas las reguladoras de la
abstención, señalando que "...de conformidad con los criterios establecidos, para la
mejor garantía del derecho al juez imparcial, por la jurisprudencia de este Tribunal y
del Constitucional, y muy especialmente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos,
de acuerdo con cuyos criterios se puede llegar a identificar concretos supuestos, no
expresamente previstos en la ley pero sí relacionados con los previstos por una razón
de analogía, en que los jueces se deban abstener y quepa su legítima recusación" (
STS 1254/2002 , citada).
La sentencia del Tribunal Constitucional 162/1999 , reiterando anteriores
pronunciamientos ( STC 145/1988 ; 11/1989 ; 113/1992 ; 119/1993 ,
299/1994 , 60/1995 y 142/1997 dictadas en aplicación de sentencias del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, casos Piersack, De Cubber, Hauschildt y
Castillo Algar) señala los límites de esta posibilidad de analogía en las causas de
abstención y recusación indicando que "para que, en garantía de la imparcialidad, un
juez pueda ser apartado del conocimiento de un concreto asunto es siempre preciso
que existan sospechas objetivamente justificadas, es decir, exteriorizadas y apoyadas
en datos objetivos que permitan afirmar fundadamente que el juez no es ajeno a la
causa (...) o que, por cualquier relación con el caso concreto, no utilizará como criterio
de juicio el previsto por la ley, sino otras consideraciones ajenas al ordenamiento
jurídico".
TERCERO.Habremos ahora de valorar si la relación personal de
parentesco alegada por el juez abstinente supone una relación del juez con las partes
capaz de afectar a su imparcialidad subjetiva en los términos fijados, es decir, creando
sospechas objetivamente justificadas, exteriorizadas y apoyadas en datos objetivos
que permitan afirmar su no ajeneidad a la causa.
Y la respuesta en el caso que nos ocupa habrá de ser afirmativa, pues discrepa
la Sala de la negativa que efectúa el Fiscal de la condición de perjudicada en los
hechos enjuiciados de la sobrina del juez, pues es obvio que si lo denunciado es que se
han despachado, en su farmacia, medicamentos al amparo de recetas cuya falsificación
se investiga en la causa, la obligación del instructor comprenderá el examen de la
posible comisión de una estafa de la que sería víctima, precisamente, la titular de la
farmacia, es decir, la familiar del juez que motiva la abstención. A partir de este dato,
es cierto que, como sostiene el informe del Ministerio Público, con ello no se integra
literalmente el supuesto de abstención del art. 219, 1º LOPJ , pues el mismo exige,
además de un parentesco, que en el presente caso concurre y no es cuestionado, que
el mismo lo sea con el representante del Ministerio Fiscal o con "las partes", siendo
cierto que la sobrina del juez no se ha personado hasta la fecha en la causa y no es, en
consecuencia, "parte" en la misma. Sin embargo, no cabe duda que es parte
potencialmente ( art. 109 LECr ) lo que sin duda permite entender justificada,
exteriorizada y objetivada una no ajeneidad del juez en la presente causa, lo que en
aplicación del criterio sentado en la doctrina constitucional que hemos citado, nos
conduce a estimar concurrente la causa de abstención alegada, máxime cuando lo
contrario conduce al absurdo de entender legitimado para actuar en una causa, a Juez
en quien concurre causa objetiva de abstención por razón de parentesco, por el solo
expediente de que el pariente-víctima no se personara formalmente en la causa, pese
a lo cual sus intereses, los que vician la actuación como juez de su pariente, seguirían
plenamente presentes en el procedimiento, defendidos por el Ministerio Fiscal ( arts.
105 y 110 LECr )...."
Tercero.-
Volviendo al caso que nos ocupa, se arguye por los opositores al
incidente que D. Jesús es, en fecha actual, un simple socio del citado Club de Fútbol,
pero el que efectivamente ello sea así, no hace desvanecer ni desaparecer el peso
especifico y relevancia que el mismo tiene en el seno de la Asociación Liga de Juristas
Béticos en tanto en cuanto fue uno de los socios fundadores/promotores y desempeñó
un cargo de notoriedad durante unos años, pues tenia la condición de Vicepresidente.
No estamos, pues, en presencia de un socio anónimo más de los que conforman
el colectivo de dicha Asociación, sino que se trata de una persona de prestigio y
renombre en la misma forme o no parte, en determinado momento, de la Junta
Directiva.
Se ha de poner de manifiesto, que es pacifico el dato de que la mencionada
Asociación Liga de Juristas Béticos, está personada como acusación particular, y para
ello baste examinar la documental que conforma el expediente del incidente de
recusación que nos ocupa, y así en resolución del día 3 de julio de 2.008 por la Ilma.
Sra. Instructora del Juzgado nº 6 de Sevilla, posteriormente confirmada en grado de
apelación, documento 4º, se razonaba en los siguientes términos "...hemos de
considerar que las asociaciones personadas están ejercitando acusación particular a
tenor delarticulo 281.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, pues sus integrantes son
socios de la entidad Real Betis Balompie SAD, representando algo más del 10 % del
capital social. Deben pues considerarse agraviados por el delito investigado en tanto
titulares del bien jurídico afectado de conformidad con elarticulo 296.1 del Código
Penal......En el caso que nos ocupa las Asociaciones "Béticos por el Villamarin" y "Por
Nuestro Betis", están integradas por accionistas que como hemos dicho representan
algo más del 10% del del capital social del Real Betis Balompie SAD por lo que el
interés legitimo y directo que poseen no merece mayores comentarios de los ya
realizados. La Asociación Liga de Juristas Béticos está integrada también por
accionistas, socios y aficionados cuyo objeto entre otros según sus estatutos es
colaborar desde la base del Derecho al mejor cumplimiento de los fines deportivos
sociales e institucionales del Real Betis Balompie SAD, de donde sin lugar a dudad
deriva el interés legitimo de sus asociados..."
Abundando sobre este particular se pronuncia el Auto nº 109 de la Sección
NUM001 del día 06-02-09, cuando afirma "....el recurrente no cuestiona que los socios
tienen legitimación propia como agraviados de un delito societario, como el aquí
investigado. Lo que cuestionan es que tengan dicha legitimación las asociaciones cuya
personación ha sido admitida por las resoluciones recurridas en reforma. ...Por lo que
el debate estriba en determinar si además de los socios a título individual están
también legitimadas las citadas asociaciones integradas por accionistas..." llegando a
una conclusión afirmativa sobre tal extremo, como así se refrenda y corrobora en
elAuto de esa misma Sección de la Audiencia nº 217/2009del día 09-03-2009, que se
expresa del siguiente modo"....Se alega en primer lugar infracción delarticulo 296 del
C. Penalpor ausencia de la concurrencia del requisito de perseguibilidad establecido en
el citado articulo. Este motivo del recurso ha quedado sin objeto en virtud delauto de
esta sala , de fecha 6-2-2009 recaído en el Rollo número 6837/08, en el que se
admitió la condición de acusaciones particulares de las asociaciones personadas...."
De lo hasta aquí expuesto se colige pues, sin esfuerzo, que del Sr. Jesús , en
varias resoluciones judiciales, en cuanto socio de la entidad deportiva Real Betis
Balompie SAD y miembro relevante de la Asociación Asociación Liga de Juristas
Béticos, se predica un interés directo y legitimo en la presente causa penal y en base a
ello se le ha admitido su personación, - como la de otros muchos en similar situación- ,
a través de la referida Asociación de la que fue promotor/fundador en este
procedimiento para ejercitar la acusación particular, pues como señala el Ministerio
Fiscal en su Informe las resoluciones firmes recaídas en la presente causa que
legitiman la actuación procesal de los socios del RBB SAD como perjudicados por los
presuntos delitos que se investigan, aun unidos para facilitar el ejercicio de sus
derechos en forma asociativa, y personándose como Acusación Particular, dicha
legitimación se acomoda a la existencia de un interés legitimo y concreto de esos
socios en obtener una resolución favorable a sus legitimas expectativas, concurrentes
también en el Vicepresidente primero y socio después de la Acusación Particular
Asociación Liga de Juristas Béticos D. Jesús .
Por todo lo expuesto y en aplicación de la doctrinal jurisprudencial más arriba
señalada, este Tribunal, vista la causa alegada, parentesco por consanguinidad dentro
del cuarto grado, entre el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente y el Sr. Jesús , socio de la
Asociación Liga de Juristas Béticos, personada en las actuaciones como acusador
particular, estima que concurre la causa de recusación antes indicada, delarticulo
219.1 de la L.O.P.J. que se fundamenta en parámetros objetivos que determinan al
legislador a considerar que en tal supuesto concurre una causa legal de pérdida de
imparcialidad, aún cuando subjetivamente el Juez estuviese plenamente capacitado
para decidir imparcialmente. Dado que esta condición subjetiva no puede conocerse
con certeza, el legislador la ,objetiva", estimando que la concurrencia de la causa legal
debe provocar, como consecuencia necesaria, la admisión de la recusación, con las
consecuencias que establece el articuloartículo 228 de la LO.P.J, en su número 2 que
preceptúa que , El auto que estime la recusación apartará definitivamente al recusado
del conocimiento del pleito o causa. Continuará conociendo de él, hasta su
terminación, aquel a quien corresponda sustituirle".
Cuarto.-
Se declaran de oficio las costas de este incidente
PARTE DISPOSITIVA
LA SALA ACUERDA : Estimar la recusación del Ilmo. Sr. Magistrado de la
Sección NUM001 D. Santos , designado Ponente en el Rollo de Apelación nº
9196/2014, presentada por la procuradora Sras. Rodríguez Casas en representación de
D. Jeronimo , quedando dicho Ilmo. Sr. Magistrado recusado, apartado definitivamente
del conocimiento del citado Rollo, continuando conociendo de él, hasta su terminación,
aquel a quien corresponda sustituirle.
Se declaran de oficio las costas de éste incidente.
Notifíquese el presente a todas las partes, haciéndoles saber que contra esta
decisión del incidente de recusación no se dará recurso alguno.
Así lo acuerdan, mandan y firman los Iltmos. Sres. del margen, de que certifico.
DILIGENCIA.- Seguidamente se cumple lo ordenado. Doy fe.
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