PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info EL ARTE TAIRONA Al fundarse Santa Marta en 1525, los conquistadores españoles comenzaron a descubrir tanto en los alrededores de la población como en las estribaciones del inmenso macizo montañoso vecino a ésta, una gran cantidad de sepulturas indígenas que contenían una rica ofrenda funeraria consistente sobretodo en objetos de orfebrería, piedra, concha y cerámica. Este fue le primer contacto con el estilo que hoy conocemos como Tairona. Algunos conquistadores, como lo atestiguan los cronistas, reconocieron la habilidad con que fueron trabajados los objetos de orfebrería, mencionado también la gran variedad de motivos que identificaron en ellos. Pero fuera de estas breves alusiones a los españoles no les interesaban estos objetos como creaciones artísticas que testimoniaban las tradiciones y cultura de los taironas, sino que su interés radicaba fundamentalmente en el material en el que se hicieron: el oro. De esta manera, el carácter regio del ajuar funerario depositado por los taironas en las sepulturas de sus jefes y señores principales, conocido ya por los conquistadores desde esa época, fue buscada codiciosamente, ocasionando, por lo tanto continuas exploraciones en pos de oro que contenían las tumbas. Este hecho determinó en gran parte el reconocimiento y conquista de la Sierra Nevada, donde en los flancos aledaños a la ciudad de Santa Marta la civilización tairona tuvo su habitat, ocupando una gran parte de la inmensa superficie de la Sierra, que se caracteriza por su terreno sumamente montañoso y escarpado y por tanto de difícil acceso. No obstante los taironas tuvieron una gran densidad de población de acuerdo con el testimonio de cronista e investigadores. Arqueológicamente esta área es una de las más conocidas de Colombia gracias a los trabajos de Masón (1923) y Reichel Dolmatof (1.946 -1.950), como anteriormente se dijo. Estudios que permiten una buena base de sustentación para el trabajo interpretativo del arte de esta civilización reconocida hoy día como la más compleja y desarrollada prehispánica de Colombia. Relacionadas con las especiales características de su medio geográfico los taironas tuvieron que ser esencialmente prácticos dedicando buena parte de sus fuerzas productivas para superar su medio geográfico extremadamente hostil, preocupados sobre todo en acondicionarlo y modificarlo de acuerdo con sus necesidades vitales, objetivo que lograron en gran parte con el establecimiento de los densos núcleos de población, la construcción de las calzadas y puentes de piedra, la instauración de los servicios de acueducto y alcantarillado y la adecuación en los campos de cultivo de obras de irrigación, de que ya se ha hecho mención. Esta puede ser la razón por la cual los taironas carecieron de fastuosos monumentos artísticos tales como grandes construcciones arquitectónicas dedicadas al culto, o escultura pétrea colosal, creaciones estéticas características de otras civilizaciones prehispánicas de desarrollo económico y social semejante. Trabajaron la piedra admirablemente en grandes bloques o lozas rectangulares a los que dieron un empleo inmediato en complejas obras comunales de utilidad publica ya sean arquitectónicas o de ingeniería. No se han encontrado hasta ahora ruinas o indicios monumentales de carácter ceremonial. COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info Por antítesis con las civilizaciones de San Angustia y Tierradentro, donde fundamentalmente se preocuparon por la vida de ultratumba, los taironas se preocuparon más por lo vivos que por los muertos solucionando primordialmente sus necesidades inmediatas. A esto de debe el hecho que en esencia el tairona sea un arte suntuario que carece del trascendentalismo de otras manifestaciones prehispánicas. Es éste un arte movilizar y ostentoso; es un trabajo suntuario creado como elemento de prestigio social y jerárquico de sus poseedores a través de sus exquisitas joyas elaboradas indistintamente en metales, piedras, concha, hueso, arcilla, como cuentas de collar, dijes o pectorales o como adornos para el cuerpo. A excepción de urnas funerarias y vasijas ceremoniales todas las otras manifestaciones del arte tairona no importa la clase de material utilizado, tenían como fin el adorno suntuario del cuerpo humano, integrándose a este con un sentido ornamental pero que al mismo tiempo como es el caso de collares, dijes o pectorales, estos eran portadores de una evidente función mágica como amuletos o objetos ornamentales de otras partes del cuerpo; como la cara, brazos o piernas más que todo eran distintivos jerárquicos. El arte tairona fue creado como complemento suntuario del cuerpo humano, y por tanto su tamaño estaba condicionado a que fuera fácilmente portable y que fuera de poco peso, hechos que determinaron su pequeñez y el que sea una labor de delicados miniaturistas de exquisito gusto, donde demostraron una especial sensibilidad por los detalles decorativos creando una joyería preciosista donde de manera admirable se combinan lo geométrico y lo naturalista, la planimetría y el volumen. En las figuras se alternan volúmenes simples con superficies profusamente decoradas con diseños geométricos, basados en el múltiple juego de la línea y el punto. Los artífices taironas repitieron los mismos motivos hasta llevarlos a un alto grado de esquematización, insistiendo en unos pocos temas con idénticas características formales, repitiéndolos de manera perfecta. Un mismo motivo se puede reproducir, con asombrosa exactitud, infinidad de veces, variando únicamente en el tamaño. De esta manera los taironas representaron motivos antropomorfos y antropozooforfos y una gran variedad de animales propios del medio geográfico de la sierra y el mar; tales como águilas, papagayos, pelícanos, serpiente, ranas, sapos, lagarto y murciélagos. COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info Cabeza felino. Fragmento. Modelada. Museo del Oro. santa Marta. CERAMICA Los taironas no sólo fueron refinados orfebres, sino que también supieron emplear con singular maestría la técnica de la cerámica. Luego de haber pasado por las manos de sus hábiles alfareros, las diversas tierras de la Sierra Nevada de Santa Marta han dejado de ser el material más pobre y sencillo empleado en la creación estética tairona, sin ningún valor de por sí, sino que esta arcilla se ha transformado en una maravillosa obra de arte. Las mismas formas convencionales repetidas insistentemente en las demás culturas prehispánicas colombianas, como copas, vasos, platos, alcarrazas, urnas, etc., cuentan únicamente como factor de diferenciación estilísticas con los motivos decorativos propios de cada una de ellas; por el contrario, la cerámica tairona se distingue ante todo por su forma, ya que su valor fundamental, en este caso, fue el de buscar nuevas soluciones plásticas a los viejos modelos heredados por ellos. Su trabajo estético en este campo consistió en la transformación de los anteriores, objetos mediante la reelaboración de nuevas formas propias de cerámica tairona, que si en algo se diferencian es por la originalidad de sus diseños. De acuerdo con una clasificación arqueológica general, encontramos tres tipos característicos de cerámica tairona, fácilmente reconocibles por su color: negro, rojizo o crema. Como “cerámica negra” se designa una gran variedad de vasijas de diversas formas que corresponden a una utilización de indudable carácter ceremonial sobre todo por la finura de su pasta y la perfección de su acabado. Técnicamente esta cerámica fue elaborada mediante el sistema de rollos que se van uniendo entre sí, pero no se trabajó toda la silueta de la vasija de manera continua de la base a la parte superior, sino que hicieron por piezas separadas de paredes muy delgadas, que corresponden a las diferentes partes de la vasija, como son la base, el cuerpo, que generalmente es globular, el cuello, las asas, la boca, el gollete, etc.; partes que con el material en frescos se unieron para armar el recipiente. Esta clase de cerámica no tiene color propio de la arcilla con la cual se ha modelado, sino que tanto sus paredes internas como externas se han recubierto con un engobe de pintura rica en hierro, que después de la cocción le da un característico color negro brillante, debido a que la superficie de la vasija se a pulido cuidadosamente con pequeños bruñidores de piedra semejantes a hachas diminutas. El valor estético de la cerámica negra se debe más que todo al predominio de volúmenes simples, y por tanto sus formas son por lo general de gran sencillez, sobretodo si se comparan con la elaborada factura ornamental de los silbatos o las pequeñas urnas tetrápodos. COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info Dentro de la cerámica negra los objetos mas característicos son los siguientes: grandes platos de base ligeramente curva, bordeados de una pared recta; copas que varían mucho de acuerdo con sus elementos constitutivos, base, pie, y recipiente y que según esta relación pueden ser copas altas, bajas o anchas; vasijas globulares sencillas, con una cabeza, o dos cabezas pareadas de animales adosadas al vientre, elegantes vasos de cuello alargado, que algunas veces llevan una efigie antropomorfa elaborada con una técnica mixta de modelado, pastillaje de incisión, mediante los cuales lograron un alto grado de simplificación del cuerpo humano y que representan un personaje de medio cuerpo o cuerpo entero, que algunas veces lleva nariguera, bezote y collar; o, jarras con asa central que rematan con un cabeza de murciélago y que tienes gollete lateral. Las alcarrazas “negras” son la máxima muestra de la creatividad estética en la alfarería tairona mediante el juego de espacios y volúmenes de gran sencillez, donde, partiendo de la clásica vasija con asa central y dos picos, estos ceramistas transformaron su silueta, recreándola en una característica forma de cuerpo central alargado, del cual se desprende lateralmente dos ancho tubos en dirección ascendentes, unidos con una asa corta. También existen vasijas fitomorfas, donde sus formas se han adaptado a la de diversos frutos. Urna funeraria. Museo arqueológico “Casa Marques de San Jorge”. CERAMICA ROJIZA Y CREMA De acuerdo con sus creencias religiosas y con las necesidades propias del culto funerario, como la idea de preserva y aislar los restos mortales, los taironas elaboraron grandes recipientes funerarios, tal ves los recipientes cerámicos de mayor tamaño que se encuentra en nuestro arte prehispánico. Servían unos para contener los restos en entierros secundarios y los otros como recipiente con tapa para depositar el rico ajuar funerario de los señores taironas, conocidos como ofrendatarios. Estas urnas, fabricadas por rollos y de gruesas paredes, aparecen un poco burdas frente a la delicada facturación de las “cerámicas negras”. En la fabricación de las urnas los taironas demostraron una gran habilidad técnica, patente en la selección de las tierras que emplearon para preparar la arcilla, material que mejoraron notablemente adicionándole conchas molidas, arena etc. Para lograr una mayor compatibilidad y maleabilidad en este material. La elaboración de estos recipientes que tienen hasta 80 cmts. de altura, presentan problemas de peso, resistencia de material y cocción, problemas que solucionaron con admirable maestría. Dentro de esta clase de cerámica encontramos urnas sencillas sin ninguna decoración, urnas antropomorfas con la cara y brazos resueltos mediante largas tiras de arcilla e integrados al cuello y vientre de urna y que también, como en el caso de los vasos efigie, portan narigueras, tembeta adorno en el labio inferior- y collar. Para sellar las urnas funerarias se les colocaba como tapa una vasija boca abajo de manera que cubriera el cuello de la urna También se encuentran urnas cilíndricas con tapa, denominadas como ofrendatarios, hechas de tamaño pequeño hasta grandes dimensiones, que servían para depositar el ajuar funerario o tesoro, consistente en orfebrería, collares de piedra, etc. COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info La cerámica crema constituye otra de las variedades importantes de la alfarería tairona; sin e m b a r g o , arqueológicamente se considera extraña a esta tradición artística a pesar que se encuentran depositadas como ofrendas en enterramientos situados en las partes baja de la Sierra, considerándose como manifestaciones intrusitas. No obstante, repiten en formas más simples los modelos de la “cerámica negra”. Deben su nombre al color natural de la arcilla después de la cocción, que varía del crema al amarillo. Estas vasijas, de paredes delgadas y pulidas, también fueron hechas por el sistema de rollos. Figura sentada. (silbato.) museo arqueológico “Casa Marques de San Jorge”. OCARINAS Y SILVATOS Una de las más interesantes y originales manifestaciones del arte tairona son los instrumentos musicales de viento: ocarinas y silbatos, realizados en cerámica de color gris oscuro o rojiza, muy frecuente en esta área arqueológica como ajuar funerario, instrumentos donde los alfareros demostraron su singular habilidad técnica y fantasía creadora, patente en su figuración antropomorfa o zoomorfa y en el diseño de sus bellísimos motivos ornamentales. A estos objetos se les dio una solución esencialmente plástica, integrando la estructura de los instrumentos a las formas re presentadas en ellos, produciendo al mismo tiempo un aparato musical y una obra artística. De esta manera, la e m b o c a d u r a , e l t u vo d e conducción y la cámara de sonido están formados por la figura de un personaje ricamente ataviado que está sentado en un sillar en forma de U que remata lateralmente en Ocarina con figura. COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info Ocarinas. Motivos zoomorfos. Museo arqueológico “Casa Marques de San Jorge”. cabezas de serpiente. Otros silbatos reproducen un personaje en pie, con los brazos doblados; figuras de aves, como águilas, búhos y patos, o silbatos formados con cabezas pareadas de serpientes en la embocadura o, como motivo central. Los huecos que producen el sonido van a ambos lados de la imagen principal. Estos instrumentos se modelaron sobre un núcleo de cera. Posteriormente, al terminar su elaboración, el calor de la cocción derretía la cera y dejaba el espacio interno necesario para su resonancia. La silueta general de estos silbatos tiene el característico diseño ancoriforme tan común al arte tairona. Las figuras más elaboradas reproducidas en estos instrumentos tienen un personaje, seguramente sacerdote o jefe, que lleva un penacho de plumas que cae en dos bandas sobre la cabeza; orejeras circulares, de las que penden cintas, y un grueso collar, enrollado con múltiples vueltas sobre el cuello. Al contrario de las representaciones en orfebrería, estos personajes van revestidos con un faldellín, sostenido por un grueso cinturón con decoraciones circulares. Los brazos están cubiertos con largas mangas. Luego de modelar las figuras que forman estos instrumentos, su superficie frontal se llenó con un finísimo diseño lineal, hecho mediante iniciaciones rellenas de pasta blanca. Esta ornamentación se basa En motivos rectilíneos paralelos dispuestos en sentido vertical, horizontal y oblicuo, alternando con motivos punteados, curvos y circulares, lo que crea una ornamentación fundada en la repetición rítmica de estos elementos. La distribución de estas figuras se ordena según los principios de simetría, frontalidad y estatismo. COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info PEQUEÑAS URNAS Y SILLARES Estas manifestaciones constituyen otra variación del trabajo preciosista de la cerámica Tairona, que representa el mismo motivo del personaje sentado sobre un sillar serpentiforme, pero que aquí tiene una función diversa, puesto que a la espalda lleva un pequeño recipiente. En esta figuración, que es la más interesante de este tipo de cerámicas, encontramos tres motivos diferentes que incluso se representan por separado y son: el personaje ataviado, al sillar serpentiforme con cuatro pies, y que unas veces se encuentra solo y otras sosteniendo un urnita, y la urna sola. Pequeña Urna. Museo arqueológico “Casa Marques de San Jorge”. Orejeras circulares. Museo del oro. Cuando estas tres se juntan en una sola representación, la figura del personaje central merece especial atención por su atavío de cabezas de serpientes, dispuestas lateralmente, y porque sus brazos puesto sobre las rodillas terminan en cabezas de serpientes. Solución que a veces se repite en los pies. Sus motivos decorativos están compuestos por líneas incisas, triángulos y puntos. También encontramos pequeñas urnas serpentiformes, formadas por el cuerpo enroscado de una serpiente, con la cabeza levantada, o por los cuerpos de dos serpientes entrelazadas que, enroscadas en espiral y con las cabezas erguidas, forman el espacio del recipiente. ORFEBRERIA Sin lugar a dudas, entre las más preciadas joyas de la orfebrería precolombinas están las taironas. Desde antes del descubrimiento y conquista eran ya conocidas y estimadas por los pueblos situados dentro del ámbito del mar caribe, especialmente en Centroamérica, donde fueron objeto de intercambio. En estos sitios tan lejanos de su origen se han descubierto depositadas como ofrendas, hecho que ha dado lugar a que algunas de estas piezas se hayan catalogado como de Costa Rica. Encontradas ocasionalmente por los primeros conquistadores españoles que poblaron Santa Marta al emprender diversas obras, muy pronto fueron buscados con tal afán y ocasionaron tal cúmulo de litigios y procesos, que finalmente la corona española decidió reglamentar la naciente industria de la “guaquería” mediante severas COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info Nariguera. Museo del oro. medidas. Aunque pronto este entusiasmo inicial por las piezas taironas decayó un poco, al comprobarse que no eran de oro fino, como parecía a primera vista, sino que en realidad fueron hechas con oro de baja ley o simplemente eran de cobre dorado. Desde esa época hasta nuestros días las tumbas de la Sierra Nevada han sido sometidas con regular insistencia a sistemáticos saqueos, como los sucedidos actualmente cuando la orfebrería tairona, por su singular valor plástico y decorativo, es solicitada codiciosamente por anticuarios, coleccionistas y museos, tanto nacionales como extranjeros. Por esto nuevamente el gobierno ha tenido que dictar medidas especiales para preservar la zona arqueológica, incluyéndola como patrimonio nacional dentro del área del Parque tairona y vigilando severamente su acceso. La materia prima necesaria para abastecer los diversos talleres de los orfebres taironas se encontraba fácilmente en esta región y provenía de los numerosos ríos que surcan las estribaciones de la Sierra Nevada, según testimonio de los cronistas; los cuales además agregan que se extraía en minas de aluvión y era oro bajo, tal como actualmente se puede constatar en innumerables piezas. Generalmente estos artífices no trabajan el oro puro, sino que más bien utilizaron una mezcla de oro y cobre, proveniente también de la Sierra o de las cercanías de Valle de Upar. La aleación de estos metales mezclados en diferentes cantidades proporcionó la tumbaga, material característico de estas manifestaciones artísticas. En el momento de la conquista, la orfebrería tairona constituía una industria sumamente desarrollada que contaba con numerosos talleres de fundición localizados en las poblaciones que constituían las diversas confederaciones taironas. El aspecto de la organización política y social de los taironas nos ayuda en parte a explicar la función de este arte. El medio geográfico de la Sierra, montañoso y escarpado, contribuyó a disgregar la población y a concentrarla en pequeños y grandes poblados, propicios a la formación de señoríos de carácter bélico, que dependían de jefes que continuamente debían guerrear, tanto para defender su territorio como para tratar de anexar a los vecinos. Por eso estaban organizados en confederaciones que luchaban para obtener el predominio político de esta inmensa región, lo que determinó la formación de castas guerras, que dominaban la organización socioeconómica de las distintas tribus. Los hechos anteriores contribuyen a explicar las fastuosidad del arte Tairona y su utilización como instrumento de dominio, que establecía la superioridad jerárquica y de clase de los caudillos y jefes principales de estos señoríos; personas que acumularon grandes riquezas para sí y que a su muerte hacían depositar con ellos, como lo atestiguan los cronistas cuando narran que las guacas más ricas en oro son las de los personajes principales y caciques y que al lado de estas existían otras más pobres. La relación entre mayor jerarquía, COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info Personaje en andas. Relieve. Pectoral orfebreria. Museo del oro. acumulación de riquezas y su ostentación mediante toda clase de galas y adornos se expresa muy bien en el arte tairona mediante la tipificación de personajes que se representan lujosamente ataviados, y también, como ya lo hemos enunciado, por el carácter suntuario esencialmente ornamental de este arte. Uno de los aspectos de la orfebrería tairona que más ha sorprendido en todos los tiempos ha sido la perfección técnica lograda en la elaboración de estas piezas. Fundamentalmente sus artífices emplearon las técnicas y conocidas del laminado y la fundición a la cera perdida descritas en capítulos anteriores. Los taironas enriquecieron estos procedimientos y los desarrollaron notablemente, puesto que sus talleres tenían que satisfacer una gran producción, aspecto que de manera evidente se relaciona con la gran densidad de población que alcanzaron algunos núcleos urbanos de este territorio, como también por la concentración de poder, característica de su organización social, estas técnicas se complementaron notablemente mediante procedimientos tales como el martillado, el repujado, la soldadura, la aplicación de hilos, el dorado, la fundición en moldes abiertos o cerrados, etc. La fundición a la cera perdida, que fue la técnica más desarrollada por la orfebrería prehispánica y que se ha descrito en capítulos anteriores, fue realizada mediante un trabajo mixto que requería un perfecto conocimiento no sólo de los metales, sino también de la cera y la arcilla, materiales utilizados tanto en el modelado de las figuras como en la confección de moldes, crisoles y braseros. Con los procedimientos enunciados, fabricaron una gran variedad de adornos personales que utilizaron sobre todo en la parte superior del cuerpo, esto es, la cabeza, el pecho y los brazos. Personaje en andas. Relieve. Pectoral orfebreria. Museo del oro. COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info En la cabeza se ponían coronas o diademas de oro laminado, en las orejas llevaban grandes pendientes huecos de formas circulares o de media luna, que tienen la característica de que no van incrustados en la oreja, como sucede con las orejas de carrete de otras culturas, sino que cuelgan de huecos practicados en el lóbulo, hecho que en parte podría explicar la liviandad de estos objetos. Algunas de estas orejeras van decoradas con motivos circulares, dispuestos sobre el borde con un sentido rítmico y repetitivo. Mediante perforación del tabique nasal utilizaban narigueras tubulares, narigueras circulares o de media luna, o la característica nariguera tairona, compuesta por un cuerpo central hueco de forma triangular y dos formas semiovales, colocadas lateralmente. Este sencillo diseño se repite, utilizando a diferentes escalas el motivo de la espiral que termina en un botón redondo. El labio inferior se lo horadaban para introducir las “tembetas” o “bezotes”, extraño adorno facial propio de algunas culturas centroamericanas. La parte externa de este objeto, en forma de botón puede ser sencilla, decorada o puede prolongarse con la característica cabeza de dragón o serpiente; de la boca de esta sale un apéndice planimétrico que se bifurca en dos bandas curvas. Sobre el cuello y el pecho llevaban collares formados por cuentas de pequeñas dimensiones, fabricadas en moldes y mediante las cuales reprodujeron en serie grandes cantidades de cuentas antropomorfas o, de águilas, perros y tigres. Por regla general, esta clase de figuras son huecas y de paredes tan delgadas que el grosor de estas puede ser el de una cáscara de huevo o aún más delgadas, hecho que les confiere una extrema fragilidad. Los agujeros de suspensión van a ambos lados de las cabezas de la figura, de manera que, puesto el collar, aquellas siempre se ven desde encima. Como pendiente o motivo central de estos collares utilizaron figuras de tamaño mucho mayor que el de las cuentas, con el fin de destacar la importancia de los personajes o los seres representados en estos. También se emplearon cascabeles antropomorfos como colgantes de collares. En el pecho se usaron como signos especiales jerárquicos, grandes pectorales que, en diseños esencialmente planimétricos y estilizados, representan un águila en vuelo, vista frontalmente. También utilizaron láminas colgantes, de formas curvas o discoidales, con motivos en relieve hechos mediante repujado, que constan de una figura central, y otras de tamaño más pequeño a los lados. La iconografía que encontramos consignada en la orfebrería es esencialmente la misma de las demás manifestaciones taironas, caracterizada por las repetición de personajes y animales, pero que manifiesta a través de la materia áurea haber adquirido todo su valor y esplendidez, puesto que mediante esta técnica lograron sus mayores posibilidades formales y expresivas. Las representaciones antropomórficas exaltan ante todo la temática masculina, acusando un predominio total del hombre, que algunas veces exhibe el miembro viril. Por el contrario, hasta ahora no hemos encontrado representaciones de mujeres ni de ningún elemento que exprese el carácter femenino. COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info La imagen con que se representan los personajes anteriores varía en cuanto a la cabeza y sus atavíos, partes cuidadosamente elaboradas, con especial énfasis en la representación de los detalles ornamentales del penacho de plumas, o en la minuciosa descripción de ojos, narices, bocas, picos o fauces con dientes y colmillos felínicos. El resto del cuerpo permanece casi inalterable. A la altura de los hombros llevan una faja trenzada, objeto que se repite ceñido a la cintura. En las manos porta dos objetos que se bifurcan en motivos espirales. Aunque de carácter esencialmente antropomórfico, estas figuras incorporan en su representación elementos zoomorfos, tomando por tanto una nueva personalidad de felino, ave, reptil o murciélago. El dualismo, otra de las constantes estéticas precolombinas, presenta aquí las más fantásticas soluciones formales, de carácter tanto mágico como surrealista, cuando a su vez el personaje central adquiere, mediante sus apéndices laterales, nuevas e inquietantes cualidades zooomórficas, al mismo tiempo que sus brazos o piernas se pueden transformar en pájaro o bien en serpiente. La orfebrería tairona mostró sus singulares dotes creativas mediante las más exquisitas y exóticas soluciones formales, trabajo plástico que, examinado actualmente dentro del contexto estético del siglo XX, nos fascina y asombra aún más. Estas manifestaciones artísticas se pueden definir por la siguientes constantes: predominio de la curva, elemento que experimenta variadísimas posibilidades, ya sea mediante el diseño general de la imagen o configurando sus detalles ornamentales con el trenzado de espirales, anillos dobles o sencillos y punteando; integración de volúmenes y planos. La característica planimetría de los electos laterales se combina con el volumen central, efecto que proyecta frontalmente la representación. Equilibrio simétrico, frontalidad y estatismo. Simetría bilateral mediante elementos pareados. Personajes de pie, rígidos y frontales. Refinamiento y acumulación de motivos ornamentales. TALLA EN PIEDRA Los taironas dominaron el trabajo de la talla en diversos materiales como piedra, concha y hueso, técnica que emplearon admirablemente, sobre todo en el laboreo de la piedra. A pesar de su perfecto conocimiento de la tecnología lítica, utilizada para extraer y labrar grandes bloque de piedra destinados a diversas obras públicas, o al trabajo lapidario de piedras semipreciosa, carecieron de verdadera escultura, tal como anteriormente lo habíamos anotado. Figura zoomorfa sentada. (Tembeta) Museo del Oro. Santa Marta. En la confección de los diversos objetos ornamentales, ceremoniales o utilitarios, tales como bastones ceremoniales, hachas rituales o utilitarias, cinceles de forma alargada, pequeños pulidores, cucharas de piedra que tienen forma de caracoles alargados y que se utilizaban para servir la coca, tembetas, morteros con forma de mesas de piedra o sillares, collares, pendientes y placas COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info colgantes, los artífices taironas emplearon gran variedad de piedras duras de origen volcánico, como el granito, el cuarzo, el cristal de roca, la cornalita y la esteatita provenientes de las diversas formaciones de la Sierra Nevada, las cuales presentan una riquísima gama de colores rojos, verdes, grises, negros, blancos opacos y translúcidos. La importancia artística de los objetos anteriores radica en la sencillez y elegancia de sus diseños y en lo escueto de sus formas, opuestas totalmente a la opulencia de la orfebrería y algunas manifestaciones cerámicas. La simplicidad de estas formas acaso se debe a la resistencia propia del grado de dureza de la materia utilizada o al hecho de que, como es el caso de los collares, servían para destacar los riquísimos pendientes, tanto de orfebrería como de cerámica. La rigurosa forma de los cetros o bastones ceremoniales, de superficie totalmente pulimentada y que puede medir hasta 70 ctms., termina en una empuñadura de la que se desprende el clásico motivo de dos elementos simétricos opuestos, algunos de los cuales tiene una lejana reminiscencia de aves. También se encuentran centros más pequeños que rematan en agudos elementos laterales. Cabeza de bastón. (Piedra) Museo del oro. Santa Marta. Los collares fueron confeccionados con numerosísimas cuentas, que tienen formas tan variadas como las tubulares, redondas, de botón, anclas y lágrimas. De estas las más largas pueden alcanzar una dimensión superior a los 10 ctms. La técnica sumamente lenta y cuidadosa mediante la cual se confeccionaron y perforaron los millares y millares de cuentas de tamaño diminuto, o cuentas de formas alargadas, se basó en el poder abrasivo del agua y la arena. Mediante estos elementos, y con auxilio de un finísimo punzón de madera dura que se hacía girar, se perforaban las cuentas lateralmente hasta que los huecos coincidieran en el centro. También se encuentran pequeñas cuencas antropomorfas que muestran una gran variedad temática con figuritas de osos, águilas, pelícanos, patos, murciélagos. Otra interesante realización del trabajo lítico tairona son las placas colgantes o sonajeras, en láminas de piedra gris verdoso, hechas para suspender a la entrada de las viviendas o llevar como pectorales. Estos objetos, alargados y simétricos, son de la más simple geometría y en su diseño predomina el elemento curvo. Estas placas tienen como único motivo, ya sean totalmente estilizadas o naturalistas, la representación de un murciélago en vuelo o, en su posición característica, colgado de las patas y con las alas abiertas. Todas esta figuras están sometidas a la más rigurosa planimetría, aunque en algunas el cuerpo del animal de represente en volumen, como es característico en la orfebrería. Su superficie perfectamente pulida, como en la de todos los objetos taironas de piedra, algunas veces está decorada con líneas COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO PABLO GAMBOA HINESTROSA EL ARTE TAIRONA www.gamboahinestrosa.info incisas y los extremos de las alas pueden terminar en cabezas. En concha se hicieron sobre todo cuentas de collar y pendientes zoomorfos. En hueso encontramos también flautas verticales, con una cabeza de serpiente grabada en el extremo, o largos canutos que muestran sus extremos decorados y que se utilizaban para soplar los braseros. BIBLIOGRAFÍA J. Alden Mason. “Archaeology of Santa Marta, Colombia: The Tairona Culture” Anthropological Series, vol. XX, Nos. 1,2,3, Field Museum of Natural History, Chicago,1931,1936, 1939. Luis Duque Gómez. La orfebrería. Los orfebres de la Sierra Nevada de Santa Marta. En, Historia extensa de Colombia, vol. I, “Prehistoria” Tomo I. Etno-Historia y Arqueología. Ediciones Lerner, Bogotá, 1965. Gerardo Reichel- Dolmatoff. Investigaciones arqueológicas en la Sierra Nevada de Santa Marta. Partes 1 y 2, en “Revista Colombiana de Antropología”, vol, I, Bogotá, 1954. Idem, parte 3, vol III, 1954 Idem, parte 4, vol IV, 1955 COLOMBIA HISTORIA DEL ARTE PRECOLOMBINO - COLONIAL - REPUBLICANO