T20// ciencia Tras la pista de los aviones extraviados China Japón Filipinas TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 31 de agosto de 2013 Palau Población: 21.000 Capital: Ngerulmud Independencia: 1 de octubre de 1994 RASTREO DEL CORSAIR Modelo: Vought F4U Corsair Fecha de derribo: 1944 Palau, una república formada por 250 islas, fue escenario del combate con más bajas de la campaña del Pacífico durante la II Guerra Mundial. Un total de 10.000 japoneses y 1.700 estadounidenses murieron en la isla de Peleliu. Océano Pacífico Indonesia Papúa Nueva Guinea Australia La batalla de Peleliu se libró entre EE.UU. y Japón entre septiembre y noviembre de 1944. El fin de EE.UU. era capturar una pista aérea, pero lo que se suponía una batalla de cuatro días duró meses. PALAU Isla Peleliu Pista aérea Primer asalto (15 de septiembre): Los marines llegan a las 8.32 a.m. A las 9.30 los japoneses ya habían destruido 60 vehículos de estadounidenses. PROCESO En busca de los pilotos perdidos de la Segunda Guerra Mundial En 1944, la nación de Palau fue escenario de la batalla más cruenta del frente del Pacífico en el conflicto bélico. Casi 200 aviones de EE.UU. cayeron en sus aguas y hoy un grupo de oceanógrafos y exploradores está rastreando tanto las naves extraviadas como los restos de sus tripulantes. TEXTO: Marcelo Córdova OS TURISTAS que llegan por mar a Peleliu, una de las 250 islas de la nación de Palau, en el oeste del océano Pacífico (a 1.500 km de Filipinas), son recibidos por un gran cartel que dice Bienvenidos a la tierra del encantamiento. Pero a medida que los botes se acercan al muelle principal, aparece otro aviso que advierte: ¡Recuerde que los pertrechos de la II Guerra Mundial aún son peligrosos y pueden herir o matar! ¿La razón de la alerta? Durante el conflicto bélico, la pequeña isla fue escenario de la batalla con más bajas del frente Pacífico: el desembarco de los marines de EE.UU. en septiembre de 1944 dejó 10.000 japoneses y 1.700 americanos muertos. Incluso hoy se encuentran granadas, fusiles y tanques corroídos abandonados entre la espesa vegetación. Pero esa cruenta campaña dejó otras víctimas: casi 200 aviones de EE.UU. que, entre el inicio de la batalla y el final de la guerra, fueron derribados en las aguas de la zona. Localizar esas naves y los restos de sus tripulaciones es el fin de un grupo de oceanógrafos e investigadores estadounidenses que utilizan la última tecnología de exploración submarina. Una de las organizaciones es BentProp, que busca repatriar los restos de los tripulantes que aún están bajo el agua y averiguar qué pasó con muchos otros aviadores que saltaron antes de estrellarse y cuyo paradero se desconoce. El creador del grupo es Pat Scannon, un médico que en 1993 visitó las islas para practicar buceo. Allí se topó con el ala de un bombardero B-24 y se dio cuenta de que muchos otros aviones podían seguir ocultos en las aguas de las islas. “Lo más importante es hallar los restos de tantos perdidos en acción como sea posible y devolverlos a casa, para que sus familias puedan cerrar este capítulo emocional. Después de 20 años de exploración, muchos parientes L Otros modelos de aviones hallados en el lugar: B-24: Bombardero del cual se fabricaron 18.482 unidades. La unidad hallada por BentProp se estrelló el 28 de agosto de 1944. FUENTE: Scripps / Bentprop / Popular Science. de estos soldados, aun cuando hayan pasado dos o tres generaciones, siguen acongojados, porque sus restos siguen extraviados”, explica a Tendencias el fundador de BentProp, grupo que ya ha localizado más de 60 aeronaves en Palau (incluyendo 30 japonesas). Eric Terrill, investigador del Instituto de Oceanografía Scripps de la U. de San Diego y científico en jefe de las exploraciones en Palau, agrega a Tendencias que la iniciativa también tiene una importancia en términos históricos: “Gran parte de las aguas del Pacífico Sur son campos de batalla que todavía no son documentados”. Rastreo bajo el agua En sus estudios, los oceanógrafos de Scripps y los exploradores de BentProp aprovechan dispositivos como un robot autónomo que recorre las aguas y cuyo sonar emite ondas acústicas que, al rebotar con diferentes intensidades, ayudan a discernir entre el metal, el lodo y el coral. Se suma otro sonar especializado llamado Echoscope, que genera mapas topográficos 3D tan detallados, que los expertos lo consideran el equivalente a un dispositivo de ultrasonido que examina un cuerpo humano (ver infografía). Uno de los hallazgos más importantes fue el de un avión de combate Corsair, el único encontrado hasta ahora en Palau con su placa de metal identificatoria y que permitió recrear la historia de su piloto, Carroll McCullah. Su avión sufrió una avería mientras intentaba hundir un barco japonés y cayó al mar, pero logró salir a flote y ser rescatado. Su hijo Patrick declaró a Popular Science que su padre, hoy de 92 años, ha seguido relatando los detalles de su caída durante su vida. Otro hallazgo clave se produjo en 2004, cuando se localizó un bombardero B-24, uno de los cuatro que fueron derribados en la zona. Dos fueron ubicados al acabar la guerra, mientras este tercero contenía los restos TBF Avenger: El modelo entró en servicio en 1942. El avión VMTB-134 fue encontrado en uno de los densos pantanos de Palau. de ocho de sus 11 tripulantes (registros históricos muestran que tres saltaron en paracaídas y fueron ejecutados por los japoneses). Tras dar aviso al Departamento de Defensa de EE.UU., los cuerpos fueron repatriados y enterrados en el Cementerio Nacional Arlington. “Dependiendo de la temperatura, las corrientes y la profundidad, los restos óseos se preservan muy bien en agua salada. El B-24 hallado en 2004 estaba a 21 metros de profundidad y gracias a tests de ADN identificamos a su tripulación”, explica Scannon. Actualmente, la gran meta de los exploradores es hallar el cuarto B-24, el cual estaría oculto junto a otras ocho aeronaves en una laguna al oeste de Palau. Según el experto de Scripps, el avión contendría hasta ocho tripulantes. “Sabemos que otros dos saltaron y fueron capturados por japoneses”, dice. Por ahora, los expertos usan sofisticadas cámaras 3D para generar modelos tridimensionales de los aviones y preservarlos para la posteridad. Es la mejor opción para conservarlos, ya que reflotarlos es muy caro y siempre está la amenaza de fenómenos como el tifón que afectó a Palau este año y que destruyó varios sitios arqueológicos. “Por petición de los gobiernos de Palau y EE.UU. no revelamos públicamente los sitios que estudiamos. La mayor amenaza son los saqueadores que roban reliquias, incluso, naves enteras para venderlas a coleccionistas. Esto evita que futuros arqueólogos y científicos aprendan sobre lo que ocurrió aquí”, afirma Scannon.T FM-2 Wildcat: Avión de combate introducido en 1940 y que fue usado por EE.UU. e Inglaterra. Se halló parte del ala y fuselaje. 1 Expertos de Scripps lanzan el robot submarino autónomo Remus. 2 También despliegan el sonar Echoscope, que analiza el lecho marino y ayuda a diferenciar entre metal y coral. 3 En la superficie, los analistas revisan las imágenes de sonar que revelan la silueta de un fuselaje. 4 Equipado con cámaras GoPro HD, el robot Remus revisa los restos del Corsair. Un software especial une las imágenes en un modelo 3D de la nariz del avión. 5 Un ingeniero completa el análisis del avión Corsair. Rescate submarino Los expertos de Scripps y BentProp ya han identificado cerca de 60 aviones en las aguas de Palau. Francisco Solorio • LA TERCERA