¿Qué es la distimia? El trastorno distímico, también llamado distimia, se caracteriza por sus síntomas de larga duración que, aunque menos graves que una depresión severa, pueden impedirle a la persona desarrollar una vida normal o sentirse bien. Las personas con distimia también pueden padecer uno o más episodios de depresión grave a lo largo de sus vidas. La distimia es un trastorno afectivo crónico de gran frecuencia en nuestros días, caracterizado por la baja autoestima y aparición de un estado de ánimo melancólico, triste y apesadumbrado, del que se cree que su origen, es tanto del tipo genético hereditario como ambiental. ¿A quiénes afecta la distimia? Afecta a las mujeres con el doble de frecuencia que a los hombres. El trastorno distímico afecta aproximadamente al 1.5% de los adultos mayores de edad. Según el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH), cada año alrededor del 40 por ciento de los adultos que tienen un trastorno distímico también cumplen los criterios de depresión grave o trastorno bipolar. Tiene importancia en la infancia y en la adolescencia ya que compromete la intención de crecer como persona, así como la concentración y la capacidad de ajustarse a las demandas propias del medio. Al ser su intensidad no tan alta como la de la depresión, puede no ser detectada fácilmente, pudiendo el paciente presentar una mayor vulnerabilidad para cursar con otros trastornos. Sintomatología. * Cambios leves del estado de ánimo, irritabilidad, desgana, desmotivación, falta de concentración, disminución del rendimiento intelectual, aislamiento social, alteraciones somáticas y de los ritmos biológicos (alimentación y sueño). Estos cambios persisten por un período importante de tiempo. * La persona con distimia suele ser enojadiza, y con tendencia a estar triste o deprimida. * Dificultad para disfrutar de las cosas positivas de la vida. * Disminución de la energía. * Trastornos del sueño: el sueño no acaba de ser reparador. La persona con distimia se despierta varias veces, y suele hallarse cansada por la mañana. * Problemas de concentración. Se le manifiestan problemas de memoria y de concentración, aún para actividades lúdicas (ver una película, por ejemplo). En los niños más pequeños el cambio del estado de ánimo puede no ser tan evidente, siendo en éstos la irritabilidad y los desajustes conductuales, los síntomas de mayor prevalencia. Para un diagnóstico de distímia, un adulto debe presentar un estado de ánimo deprimido durante al menos dos años (un año en los niños y adolescentes), junto con por lo menos otros dos síntomas de depresión ya que pueden parecerse a los de otras condiciones psiquiátricas. Es importante aclarar que este artículo se ha elaborado para fuentes meramente informativas y no sustituye en ningún caso la evaluación que pudiera realizar un profesional de la salud mental. Si sospechas que pudieras tener este trastorno, acércate a la ayuda… ¡tu vida puede mejorar mucho! Fuentes: NIMH Y PSICOACTIVA