Diario: Clarín Sección: Opinión Fecha: miércoles 29 de septiembre de 2004 TRAGEDIA EN CARMEN DE PATAGONES Culpabilizar a la escuela no evita futuras tragedias Silvina Gvirtz. DOCTORA EN EDUCACION No fueron pocas las voces que se levantaron para culpabilizar a la escuela y/o al sistema educativo por este lamentable suceso. Se responsabilizó a la escuela porque no tiene detectores de armas; se dijo que la institución debería haber tenido mayor capacidad de previsión; hay quienes esbozaron que esto se habría evitado de haber existido un régimen disciplinario más estricto. Si bien esta institución escolar concreta tiene que hacerse cargo del hecho tanto como los otros actores involucrados, y tiene que tomar medidas concretas, pensar el problema sólo desde el funcionamiento escolar es reduccionista y no evitará otros hechos de violencia similares. Más que frente a un hecho de corte netamente pedagógi co, estamos frente a un hecho patológico, que de no producirse en la escuela hubiera ocurrido en cualquier otro lugar (discotecas, canchas de fútbol, en la calle o en alguna casa). Para entender lo que nos pasa como sociedad necesitamos enmarcar esta tragedia en una perspectiva social más amplia y profunda: la de la violencia en nuestro país. Nuestra sociedad está siendo atravesada, cada día con más rigor, por distintos tipos de violencia: la física, ejercida por quienes cotidianamente nos asaltan, roban y secuestran, pero también por quienes deberían cuidarnos de ella. Se ejerce también una violencia cotidiana y silenciosa, menos visible, sobre niños que no tienen para comer, abuelos que no tienen dónde vivir, padres sin trabajo, personas que son discriminadas. Se ejerce violencia también cuando se utilizan los fondos públicos discrecionalmente o cuando las prácticas de quienes nos gobiernan no son transparentes. En este contexto, responsabilizar principalmente a la escuela parece poco prudente y, fundamentalmente, no ayuda a resolver el problema de fondo ni a evitar futuras tragedias.