alcohol y volante 4

ALCOHOL Y VOLANTE 4
Para definir “manejar bajo los efectos del alcohol” se utilizan tres niveles técnicos universales:
▪▪ “Conducir bajo la influencia del alcohol” (DUI por sus siglas en inglés).
▪▪ “Conducir en estado de ebriedad” (DWI por sus siglas en inglés).
▪▪ “El alcohol al volante” o “Conducir ebrio”.
Para propósitos de este artículo, nos referiremos principalmente a “Conducir
ebrio”.
Desde una perspectiva legal, conducir ebrio o borracho se considera el acto de conducción de un vehículo
automotriz realizado por un individuo cuya concentración
de alcohol en sangre (BAC) está
por encima del límite legal.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes de tránsito son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo
el mundo y a su vez, determina los efectos del alcohol sobre la conducción
como una de las causas generadoras de víctimas y lesionados más importantes en el mundo.
Es importante tomar en cuenta que todas y cada una de
las lesiones o
muertes causadas por conducir en estado de ebriedad
son totalmente prevenibles. Aunque la proporción de accidentes
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relacionados con el alcohol ha reducido drásticamente en las últimas décadas, todavía hay demasiados accidentes evitables. Lamentablemente, a pesar del gran progreso, los efectos del alcohol sobre la conducción
siguen siendo un grave problema nacional que afecta trágicamente a muchas víctimas año con año.
Es fácil olvidar que las estadísticas, más que números y escenarios puntuales, representan a personas y
vidas reales, a personas que en carne propia viven las consecuencias de una mala decisión.
Estadísticas de las OMS, indican que en Latinoamérica la mayoría de los conductores involucrados en accidentes de lesiones mínimas o detenidos en puntos de control de alcoholímetro, presentan cero contenido
de alcohol en la sangre. No obstante, son pocos quienes registran una alta concentración de alcohol, pero el
impacto sobre los accidentes es de tal magnitud que son ellos, la minoría quienes representan una proporción
altamente más significativa al momento de hablar de accidentes fatales.
En el mundo se estima que la concentración
de alcohol en la sangre promedio entre los conduc-
tores fatalmente heridos, ronda alrededor de 0.16 (en México el
límite legal es de 0.8).
El riesgo relativo de muerte en accidentes vehiculares para los conductores con una alta tasa de alcoholemia
es de 385 veces mayor que la de un conductor totalmente sobrio, de acuerdo con las estimaciones del Instituto de Seguros para la carretera Safety (IIHS) de los Estados Unidos.
En nuestro país los conductores con alta
tasa de alcoholemia tienden a ser hombres, con
edades entre 25 y 35 años, lo cual nos hace inferir que el riesgo y la probabilidad de ser afectados
por esta situación es alta.
No podemos negar que la sociedad ha
hecho muchos esfuerzos para mejorar la seguridad en las carreteras, sin
embargo, aún se puede hacer mucho
más para disminuir los accidentes
vehiculares vinculados con el consumo
del alcohol, es decir, prevenir en vez de
reaccionar.
▪▪ No tomes y manejes.
▪▪ No te subas al coche con
alguien que ha tomado.
SABER HABLAR CON ELLOS | www.actuandomejor.com.mx/saber_hablar_con_ellos
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▪▪ Has uso del taxi seguro como parte de la celebración.
▪▪ Ofrécete como voluntario para ser el conductor designado.
▪▪ Contrata un taxi seguro y sobre todo: SI BEBES... NO MANEJES.
Recuerda que el riesgo de un accidente para los conductores con alcohol en la sangre es mucho más elevado
que para un conductor sobrio.
Para destacar
Si bien queda mucho por hacer para reducir la mezcla de alcohol y volante, a continuación se señalan algunos avances a nivel mundial:
▪▪Las víctimas mortales en accidentes de tránsito vinculados con alcohol se han reducido desde el 60%
en 1982 a 31% en 2010.
▪▪Han disminuido dramáticamente las víctimas mortales relacionadas con el consumo de alcohol y
volante por kilómetro de 1,64 muertes en 1982 a 0,45 en 2006 último año del que se dispone de estadísticas (cálculos realizados sobre una media de 160 millones de kilómetros recorridos)
▪▪La proporción de muertes por accidentes relacionados con el alcohol se ha reducido un 52% desde
1982, aunque la proporción de muertes de tránsito que no está asociada con el alcohol ha aumentado
un 78% durante el mismo tiempo.
No obstante la decisión está en tus manos: SI TOMAS NO MANEJES.
Recuerda que la corresponsabilidad es la clave: infórmate y disfruta responsablemente.
Prof. Eduardo Méndez
Especialista en Bebidas Alcohólicas & Consumo Responsable
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