E D I T O R I A L Precaución al volante E l pasado día 22 de mayo, una noticia conmocionaba a la opinión pública. Un brutal accidente de tráfico, sucedido en la CM-1101, entre las localidades de Baides y Sigüenza (Guadalajara), causaba la muerte de siete personas, entre ellos cuatro niños. Lamentablemente, son los sucesos de este tipo los que hacen que los mensajes de precaución en la conducción lleguen de una manera más directa a todos los conductores. Tanto en este caso como en muchos otros que suceden y quedan escritos sólo en el anonimato de los datos estadísticos, no se han adoptado ciertas medidas de seguridad como el no llevar puestos los cinturones de seguridad o el conducir con exceso de velocidad. A veces, se han achacado ciertos accidentes de coche al estado de las carreteras, a una iluminación deficitaria, a una mala señalización... Ahí, la labor de los técnicos juega un papel importante tanto en la mejora y conservación de toda la red viaria, como en la realización de estudios que busquen soluciones para aminorar la accidentalidad. Pero, una gran parte de los accidentes son cau- sados por factores humanos, en donde el propio conductor es el “culpable”, na turalmente no voluntario, de estos siniestros. Distracciones -acrecentadas por el uso de los móviles-, velocidad inadecuada, maniobras antirreglamentarias, invadir el carril izquierdo... son algunas de las causas más habituales de accidentes. Las medidas adoptadas por la Dirección General de Tráfico, como el anuncio de la llegada del Permiso por Puntos, el aumento en un 76% de los controles de alcoholemia, o el aumento en el control sobre el uso indebido del teléfono móvil, del uso del cinturón... han conseguido que se cumplan más las medidas de precaución, pero ¿el conductor está más concienciado del peligro que supone ponerse frente a un volante o respeta más las normas por el miedo a ser sancionado por una multa? En cualquier caso, todas las medidas que se adopten son pocas, cuando de lo que se trata es de reducir el número de muertes en las carreteras. En este número de Cimbra incluimos un artículo, cuya lectura de cara a las vacaciones veraniegas es muy recomendable y que pone de manifiesto que la primera norma que hay que adoptar cuando se pone uno al volante es la prudencia. 5