Centro de Intercambio 2013 “ENCUENTROS CLÍNICOS” Miércoles 4, 11, 18 y 25 de setiembre 20:15 Hs Docentes: Psic. Abel Fernández Psic. Damián Schroeder Las figuras paternas en la experiencia psicoanalítica. Resulta un lugar común señalar la declinación de la figura del Padre. No obstante es preciso plantear esta cuestión con mayor precisión. ¿Implica que marchamos inexorablemente hacia la desaparición del lugar del padre y hacia una “familia/sociedad en desorden”? ¿Lo incestuoso y parricida dejarán de ser características propias del ser humano? Bienvenido el aDiós al Patriarcado que vendría operándose desde hace décadas. El patriarca no nos inspira ninguna nostalgia, y su declinación no nos parece que nos enfrente a ningún apocalipsis. Parecieran haberse entrecruzado las líneas de la “liberación femenina” y la revuelta contra una figura paterna asentada en una postura autoritaria hacia donde se fue deslizando el patriarcado amenazado. ¿Se añora o se trata de una forma del malestar ante el desconcierto que generan los nuevos tiempos? En opinión de Balzac, el 21 de enero de 1793, al cortarle la cabeza al rey, la Revolución decapitó a todos los padres de familia. Parece entonces apropiado pensar en las transformaciones que se han producido en el lugar del padre, más que en eventuales declinaciones, aunque muchas veces en la complejidad de la clínica necesitemos un esfuerzo de trabajo para discriminar entre estas situaciones. Cercar esta zona de problemas supone un diálogo interdisciplinario complejo. Desde la sociología, la historia, entre otras disciplinas de la subjetivación, existe consenso en marcar la importancia de los cambios en el lugar de la mujer a partir de la segunda mitad del siglo pasado. Es decir que abordar la cuestión de las transformaciones del lugar del padre supone pensar también en estos cambios en el lugar de la mujer, así como los cambios en el lugar del hombre, en las configuraciones familiares y sus ramificaciones hacia lo instituido-instituyente. Los cambios en la subjetividad, siempre atados a los cambios históricos y socio culturales ponen en un primer plano la necesidad de diferenciar lo accesorio de lo permanente, así como la producción de subjetividad y la constitución de aparato psíquico. El psicoanálisis, que ciertamente ha contribuido con su praxis a dichos cambios, se ve también desafiado e interrogado por los mismos en sus consecuencias. Se destacan las problemáticas referidas al Complejo de Edipo, la diferencia de sexos y generaciones. Nos parece útil relanzar estas complejas problemáticas a la luz del intercambio acerca de nuestras experiencias clínicas. Para ello los docentes brindaremos material clínico, así como queda abierta la posibilidad del aporte de los participantes.