Pérdidas por enajenación de acciones

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Las Leyes de Reforma: su actualidad
Ministro Sergio A. Valls Hernández
Pérdidas por enajenación de acciones
Organización Editorial Mexicana
11 de abril de 2013
A partir del cuatro de abril del presente año, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha analizado
y resuelto una serie de asuntos, de los que soy ponente y en donde diversas empresas plantean la
inconstitucionalidad del artículo 32, fracción XVII, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, vigente a partir de dos
mil ocho. Es de mencionar que ciertos casos con la misma temática fueron resueltos primeramente por la
Segunda Sala de la Suprema Corte, pero al formularse votaciones cerradas y no poderse emitir la jurisprudencia
respectiva, se decidió que los demás juicios se conocerían por el citado Pleno, los cuales, además, contienen
una nueva reflexión sobre el tema a tratar.
Para efectos de la presente publicación, me referiré exclusivamente a lo que este Alto Tribunal ha sostenido en
relación con la pérdida por enajenación de acciones, pues, como se dijo, el Pleno de la Corte ha llegado a una
nueva conclusión, referente a la limitante contenida en dicho artículo 32, fracción XVII de la Ley del Impuesto
sobre la Renta.
La Primera Sala de la Suprema Corte al analizar, en ese entonces, diversos amparos donde se impugnaba el
artículo 25, fracción XVIII, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, vigente hasta el año de dos mil uno, determinó
que éste violaba la garantía de proporcionalidad tributaria, toda vez que el contribuyente al no poder deducir sus
pérdidas por enajenación de acciones en el monto que excediera a la obtención de utilidades por ese concepto,
en el ejercicio o en los cinco siguientes, tributa en función de una capacidad económica irreal; concluyéndose
que, para reconocerse la auténtica capacidad contributiva del contribuyente, era necesario tomar en
consideración tanto las ganancias (ingresos) como las pérdidas (deducciones) derivadas de la enajenación de
acciones, pues, de lo contrario, se le estaría obligando a pagar el gravamen (impuesto sobre la renta) sobre
bases totalmente ajenas al objeto del tributo. Este criterio fue compartido por la Segunda Sala.
Posteriormente, el texto del citado precepto 25, fracción XVII, fue reformado, modificándose su numeración al
artículo 32, fracción XVII, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, y agregándose a la regla de no deducibilidad,
las pérdidas financieras. Dicho texto, vigente hasta dos mil siete, también fue analizado por parte de la Primera
Sala, resolviéndose que la imposibilidad para deducir las pérdidas por enajenación de acciones en el monto que
excediera la obtención de utilidades por ese concepto, es desproporcional, en tanto ello ocasiona que los
contribuyentes tributen en función de una capacidad económica irreal.
Luego, el artículo 32, fracción XVII, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, vigente a partir de dos mil ocho,
sigue estableciendo como regla general que no serán deducibles las pérdidas que provengan de la enajenación
de acciones y de otros títulos valor cuyo rendimiento no sea interés, y permite su deducción sólo contra del
monto de las ganancias que por ese concepto obtenga el mismo contribuyente en el ejercicio en que sufrió la
pérdida, o bien, en los diez años siguientes, siempre que las pérdidas no excedan el monto de las indicadas
ganancias.
En días recientes, el Pleno de la Suprema Corte analizó el artículo en cuestión, en el que sostuvo que
condicionar la deducibilidad de las pérdidas por enajenación de acciones a la ganancia obtenida por el mismo
concepto, no transgrede la garantía de proporcionalidad tributaria, porque el legislador puede establecer
modalidades y requisitos, siempre y cuando sean razonables, esto es, que la finalidad del requisito tenga un fin
constitucional, que la medida sea adecuada para cumplir con el fin, y que con la medida no se afecte de manera
innecesaria otros derechos protegidos por la Constitución, como en el caso en comento.
Por tanto, este cambio de criterio obedece a nuevas reflexiones y razonamientos sobre el tema aquí tratado,
como consecuencia de una nueva integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo cual fortalece a
nuestro Alto Tribunal, toda vez que se abordan las temáticas respectivas desde perspectivas diferentes y
conforme al avance de nuestro derecho.
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