¿Qué tratamientos hay disponibles? En la actualidad existen múltiples alternativas para el manejo de la enfermedad de Parkinson. Muchos pacientes tienen un compromiso muy leve y no necesitan tratamiento hasta varios años después de hecho el diagnóstico inicial. Cuando los síntomas son importantes para el desempeño del paciente, los médicos generalmente prescriben levodopa (L-dopa), que ayuda a reemplazar la dopamina del cerebro. Algunas veces los médicos prescriben otras drogas que afectan los niveles de dopamina en el cerebro. Existen drogas que potencian la acción de la L-dopa, llamados agonistas. Dentro de ellos se encuentran el pramipexole, ropinirole, pergolide y bromocriptina. Otras drogas inhiben a una enzima llamada COMT que es la encargada de metabolizar la Ldopa. En la actualidad sólo está aprobada para el uso el entacapone. En pacientes cuya afección es muy severa, y que reúnen una serie de condiciones bien establecidas, varias clases de tratamientos quirúrgicos han sido reportados efectivos en reducir los síntomas. Finalmente, los investigadores están tratando de descubrir sustancias que prevengan la muerte de neuronas productoras de dopamina. Ahora que es posible identificar individuos de algunas familias genéticamente predispuestas a desarrollar la enfermedad de Parkinson, los científicos planean testear métodos para detener o al menos retrasar la progresión de la enfermedad.