VALORACIÓN DE LA SOBRECARGA DEL CUIDADOR PRINCIPAL Ángela Rodríguez Rodríguez* y María Isabel Rihuete Galve** * DUE Unidad de Cuidados Paliativos Domiciliarios AECC-SACYL ** DUE Unidad de Hospitalización de Oncología. Hospital Universitario de Salamanca. INTRODUCCION La familia es un pilar básico en la provisión de cuidados a los enfermos. Pero el proceso de cuidar es complejo, requiere conocimientos, habilidades, recursos, conlleva modificaciones de hábitos, de horarios, cambio de roles, reajustes cognitivos, adaptaciones a la realidad diaria y una inversión de tiempo proporcional al nivel de dependencia de la persona a cuidar, la dificultad de los cuidados y la duración de la enfermedad. Según La OMS, el cuidador primario es la persona del entorno del enfermo que asume voluntariamente el papel de responsable en un sentido amplio y está dispuesto a tomar decisiones por el paciente y para el paciente y a cubrir sus necesidades básicas de manera directa o indirecta. Asumir el rol de cuidador principal tiene necesariamente unas repercusiones en la vida familiar y en la salud, no solo del enfermo, sino del propio cuidador. La mayoría de los autores utilizan el término de sobrecarga para referirse a las consecuencias negativas que tiene el cuidado sobre los cuidadores familiares definiéndola como un conjunto de actitudes y reacciones emocionales que el cuidador familiar siente ante la experiencia de cuidar. El concepto de sobrecarga ha sido definido y utilizado sobre todo con cuidadores de personas mayores, enfermos con demencias y alteraciones neuropsiquiatricas. Echamos en falta su utilización en oncología ya que creemos que los cuidadores familiares de los enfermos oncológicos son una población susceptible de presentar un desgaste físico y emocional compatible con el concepto de sobrecarga, por el alto nivel de dependencia de los enfermos, la complejidad de los tratamientos, los efectos secundarios de los mismos y la cantidad de cuidados que los familiares tendrán que realizar o supervisar, siendo su colaboración imprescindible para conseguir los objetivos cuidadores. Los profesionales no podemos ser ajenos al impacto del cuidado sobre los cuidadores informales. Evaluar, prevenir e intervenir en el sentimiento de “carga” que puedan tener, es responsabilidad del equipo Por todas estas consideraciones nos hemos planteado llevar a cabo un estudio con los cuidadores informales de los enfermos oncológicos con el siguiente OBJETIVO Comprobar el grado de sobrecarga que presentan los cuidadores familiares y su relación con el nivel de dependencia del enfermo. MATERIAL Y MÉTODO Para conseguir nuestro objetivo realizamos un estudio observacional con 51 pacientes oncológicos y sus cuidadores. Decidimos aplicar la Escala de Sobrecarga del Cuidador de Zarit a los cuidadores, vinculándola con los datos obtenidos del Indice de Barthel. El ámbito del estudio fue el domicilio y la Unidad de hospitalización de Oncología . La Escala de Sobrecarga del Cuidador de Zarit cuantifica el grado de sobrecarga que padecen los cuidadores de las personas dependientes. Consta de un listado de 22 afirmaciones que describen como se sienten los cuidadores; El cuidador debe señalar en cada item la frecuencia con la que se siente así y para ello refleja su opinión en una escala de 0 a 4 ( anexo1) Las puntuaciones obtenidas en cada afirmación se suman y la puntuación final representará el grado de sobrecarga del cuidador. Decidimos valorar también, el nivel de dependencia de los enfermos para realizar las actividades básicas de la vida diaria mediante el índice de Barthel. Consta de 10 items, en cada uno de ellos se obtiene una puntuación según el nivel de ayuda que el paciente necesite para realizar la actividad.(anexo 2) Recogimos como datos censales la edad de los cuidadores, su vínculo familiar con el paciente y el diagnóstico del enfermo. El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS. Hicimos un análisis de varianza, utilizando el estadístico de contraste Chi cuadrado . RESULTADOS Aunque no hay significación estadística en cuanto a la edad, sexo y vínculo familiar de los encuestados, sí hay un perfil mayoritario entre los cuidadores de nuestra muestra: la mayoría son mujeres y su relación con el enfermo es la de “hija” de edad comprendida entre el rango de 46-60 años. El diagnóstico de mayor frecuencia entre los enfermos de nuestra muestra es el de cáncer de pulmón. Tras el análisis de los datos obtuvimos que el 59% de los encuestados presentaban sobrecarga, intensa el 39% y leve el 20%. Encontramos diferencias significativas (p=0,04) entre los cuidadores de los enfermos hospitalizados con sobrecarga intensa(el 49%) frente a los cuidadores domiciliarios que la presentaban( el 22% ) (tabla 1). El 33,3% de los enfermos tenía un nivel de dependencia total, el 53% de sus cuidadores presentaron sobrecarga (el 18 % ,leve y el 35%, intensa). Del análisis de cada uno de los items podemos destacar que el 29,4% de los cuidadores piensan, algunas veces, “que podrían cuidar mejor a su familiar”. El 21,6% reconocen pensar ,algunas veces, que “deberían hacer más por su familiar”.Aunque el 68,6% manifiestan no “sentirse nunca enfadados cuando están cerca de familiar” ni “sentirse tensos cuando están cerca de su familiar”(el 51%) sí reconocen, el 33,3% de los cuidadores sentirse algunas veces “agobiados por intentar compatibilizar el cuidado de su familiar con otras responsabilidades (trabajo, familia).El 19,6% reconocen pensar,alguna vez, que “su salud ha empeorado al tener que cuidar a su familiar” y al 21,6% le preocupan algunas veces,”no tener suficientes ingresos económicos para los gastos del cuidado, además de sus otros gastos”. Finalmente además de la puntuación total que nos permite considerar el grado de sobrecarga global de cada encuestado, hemos analizado el ítem 22 que pregunta específicamente ¿Qué grado de “carga” experimenta por el hecho de cuidar a su familia?. Los encuestados contestan mediante una escala de 0 a 4.La mayoría de los cuidadores señalaron el valor 2 que corresponde un grado subjetivo de “carga” medio, sin embargo analizando a los cuidadores de enfermos con dependencia total que representaban a un 33% de la muestra encontramos que el 17,6% de sus cuidadores reconocían tener un nivel máximo de carga (4) y el 29,41% afirmaban tener un grado 3 de carga . DISCUSION Los resultados confirman la existencia de sobrecarga en los cuidadores de los enfermos oncológicos. Es significativamente mayor en hospitalización, lo que nos hace pensar que la sobrecarga puede ser motivo de ingreso. También está más presente en los cuidadores de pacientes con dependencia total. Este resultado está en la misma línea que los encontrados en la literatura, referidos fundamentalmente a cuidadores de pacientes con trastornos neuropsiquiátricos o demencias.No hemos encontrados referencias que confirmen estos resultados en cuidadores de pacientes oncológicos. Algunos autores distinguen entre “carga objetiva” referida a las características del paciente, por ejemplo el tipo de enfermedad, la cantidad de cuidados, los niveles de dependencia etc. y “carga subjetiva” que hace referencia al cuidador y a su reacción emocional ante el cuidado. El cuestionario Zarit nos proporciona información sobre el grado de “carga subjetiva” de los cuidadores. De acuerdo con la mayoría de los autores si tenemos en cuenta sólo la puntuación global que nos indica la sobrecarga que presentan los encuestados, dejaríamos sin conocer las áreas específicas de los problemas de los cuidadores que serían en realidad el objeto sobre el que intervenir. Desde nuestro punto de vista el cuestionario de Zarit ha sido un instrumento útil por su facilidad de aplicación. Permite el análisis de los componentes, es decir la respuesta que los cuidadores dan a algunos ítems concretos, y facilita la intervención profesional con los cuidadores. Por esta razón hemos tenido en cuenta aquellos ítems que nos permitían analizar si los cuidadores sentían que “podrían cuidar mejor” o “hacer algo más”. En estos casos podemos actuar, con el objetivo de aumentar el conocimiento de los cuidadores, sobre cuidados concretos (quitando miedos, dando refuerzos positivos ante las tareas, supervisando los cuidados , evitando en definitiva el sentimiento de culpa ante la falta de preparación o de habilidades). En los ítems específicos sobre la autopercepción de problemas de salud es importante comprobar si efectivamente el cuidador presenta déficit de autocuidados siendo necesario facilitar u orientar hacia el mantenimiento de hábitos saludables, de alimentación o de descanso. La manifestación de problemas económicos nos permite valorar las situaciones de riesgo social y solicitar ayuda a otros profesionales. Y finalmente el grado de carga que ellos manifiestan, independientemente de la puntuación global del cuestionario, nos informa de su autopercepción de carga y por lo tanto de sus sentimientos y de sus necesidades. De acuerdo con un concepto de atención global al enfermo y su familia no podemos cuidar al enfermo como si éste fuera un ente aislado, su familia y su cuidador principal están directamente implicados, el logro de nuestros objetivos cuidadores dependerá en parte de nuestra capacidad de respuesta a las necesidades del núcleo familiar, enfermo-cuidador. CONCLUSIONES 1-Existe sobrecarga en los cuidadores de pacientes oncológicos, especialmente durante la hospitalización y en relación con la mayor dependencia 2-La valoración de los componentes de la sobrecarga permite identificar causas sobre las que poder actuar preventivamente. Bibliografía Alfaro-Ramirez, O.I; Morales-Vigil, F et al. Sobrecarga, ansiedad y depresión en cuidadores primarios de pacientes con dolor crónico y terminales. Rev Med INst Mex Seguro Soc 2008; 46(5): 485-494 Alonso, A; González Barón, M. Medidas de capacidad funcional. En González Barón, M.; Lacasta, M.A; Ordoñez, A. “Valoración Clínica en el paciente con cáncer”. Madrid: Editorial Médica Panamerica, 2006; 1-16 Alvarez, L.; González, A.M. ; Muñoz, P. El cuestionario de sobrecarga del cuidador de Zarit. Cómo administrarlo e interpretarlo. Gac San. 2008;22(0):618-619 Artaso, B.; Goñi, A.; Biurrun, A. Cuidados informales en la demencia: predicción de sobrecarga en cuidadoras familiares. 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