RECUERDO ANATÓMICO El SACP está formado por tres estructuras íntimamente relacionadas entre si a nivel de funcionalidad, estas son: • Tríceps sural y su tendón de aquiles o calcáneo • Zona posterior del calcáneo • Aponeurosis o fascia plantar Tríceps sural El tríceps sural se compone de tres masas musculares, las cabezas lateral y medial del gastrocnemio y el sóleo, los cuales se insertan inferiormente en el calcáneo por medio de un tendón común llamado tendón calcáneo (de Aquiles). Estos músculos están dispuestos superiormente en dos capas distintas, una profunda constituida por el sóleo y otra superficial formada por las cabezas del gastrocnemio. Su función es la flexión plantar del tobillo, aunque los gastrocnemios por ser biarticulares (pues atraviesan la articulación de la rodilla) también actuan a este nivel flexionándola. Este tendón es el más voluminoso de todos los del organismo y alcanza su anchura mínima a nivel de la articulación del tobillo para ensancharse más inferiormente e insertarse en la cara posterior de la tuberosidad del calcáneo protegido por una bolsa serosa situada entre él y la cara proximal del hueso. En la exploración buscaremos la debilidad del complejo con el paciente en monopedestación haciendo ascensos repetidos, si el tríceps está debilitado o lesionado la flexión plantar del pie será dificultosa o imposible. Para explorar únicamente el sóleo se hará la misma operación pero con la rodilla semiflexionada de forma que anularemos la acción de las dos cabezas del músculo gastrocnemio por ser este biarticular. Calcáneo El calcáneo es el más voluminoso de los huesos del tarso y se articula superiormente con el astrágalo y distalmente con el cuboides. El centro primario de osificación del calcáneo aparece precozmente, entre el 4º y el 5º mes de vida intrauterina mientras que el núcleo secundario, apofisiario posterior, es visible radiográficamente entre los 7 y los 10 años. Se suelda con el cuerpo del calcáneo hacia los 16 años en mujeres y hacia los 20 en varones. Es un hueso que posee una gruesa cortical de 4 a 5 mm, el hueso esponjoso posee cuatro sistemas trabeculares, que como sabemos se orientan para dar mayor resistencia al hueso ante las cargas o tensiones que actuan en una determinada dirección. Los cuatro sistemas trabeculares son: • Sistema talámico: es el sistema distribuidor de presiones por excelencia, las trabéculas divergen en abanico a modo de prolongación de las propias trabeculas del astrágalo (que es el hueso distribuidor de las cargas que llegan al pie). • Sistema sinusal o apofisiario anterior: parte del seno del tarso y de la pared superior de la apófisis mayor continuándose con las del cuboides y las de cabeza y cuello del astrágalo. • Sistema plantar: orientadas anteroposteriormente, se cruzan en un ángulo recto con las trabéculas de 1 los sistemas precedentes. • Sistema aquiliano: es la parte del calcáneo que forma parte del SACP, son unas trabéculas que refuerzan el hueso a nivel de su ángulo posteroinferior, prolongando, de alguna manera, a través del calcáneo, las fibras del tendón de Aquiles. Se continuan con la aponeurosis plantar. Aponeurosis plantar Todos los músculos de la planta del pie están cubiertos por la aponeurosis plantar, fuerte densa y poliestratificada, que deriva de la fascia superficial, de hecho en los bordes del pie se continúa con la tenue fascia dorsal del pie. Se inicia en la tuberosidad calcánea y recorre la planta del pie dividiéndose en cinco digitaciones a nivel de las cabezas de los metatarsianos donde se fija en la base de las falanges proximales y en la piel suprayacente. Su grosor es mayor en su porción media y disminuye a nivel externo e interno. Tiene un papel fundamental en el mantenimiento de la bóveda plantar, así como en la protección de vasos y nervios frente a las presiones que reciben Hicks en 1954 aplicó a la aponeurosis plantar el calificativo de mecanismo de muelleo o de grua y explicó que conforme tiene lugar la dorsiflexión digital la aponeurosis se tensa al girar alrededor de las cabezas metatarsales con lo que se eleva el arco longitudinal. La mitad interna de la fascia plantar es más eficaz que la externa bajo el punto de vista biomecánico y suele contribuir a la supinación del pie. 2