TRABAJO DE FILOSOFIA.

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TRABAJO DE FILOSOFIA
(MARTIN BUBER)
KAREN DAYANA PERDOMO GOMEZ
1102 JM
INSTITUCION EDUCATIVA LICEO DE SANTA LIBRADA
2013
NEIVA-HUILA
MARTIN BUBER
Martin (en hebreo: Mordechai) Buber nació el 8 de febrero en Viena en el seno de
una familia de eruditos judía. Sus padres se divorciaron y no tuvo otra salida que
pasar gran parte de su niñez en la casa de sus abuelos Salomon Buber y Adela
Buber, situada en Leópolis (en la actualidad Ucrania). Buber era multilingüe: en su
casa se hablaba yidis y alemán, en su infancia aprendió el francés y el hebreo, y
en la escuela secundaria aprendió polaco.
En 1896, Buber se fue a estudiar a la Universidad de Viena, y en 1898 se unió al
movimiento sionista, participando en diversos congresos. En 1899 asistió al Tercer
Congreso Sionista, tomando influencias de Ahad Haam, y se fue a estudiar a
Zúrich. Allí, Buber conoció a Paula Winkler, de Múnich, la que pronto se convertiría
en su esposa, y dos años más tarde, tendría dos hijos: Rafael y Eva.
En 1901 empezó a editar una revista de clara tendencia sionista: "Die Welt" (El
Mundo), pero a Theodor Herzl no le agradaban para nada las ideas políticas y
sociales de Buber, por lo que éste tuvo que abandonar la revista.
En 1904, Buber se dedicó plenamente al estudio y a la escritura, y dio a conocer al
público su tesis: Beiträge zur Geschichte des Individuationsproblems. Un par de
años más tarde, tradujo una serie de textos y cuentos del autor Rebe Nachman de
Breslov al alemán, y tuvo una buena aceptación.
En la época entre 1910 y 1914, Buber estudió y escribió sobre textos místicos.
Durante la Primera Guerra Mundial, ayudó a establecer la Comisión Nacional
Judía para mejorar la condición de los judíos que vivían en la Europa del Este. En
1916 fundó un periódico: Der Jude ("El Judío"), aquel mensual sólo duró hasta
1924.
En la época que transcurre desde 1923 hasta 1933, Buber fue un profesor
reconocido en la Universidad de Francfort. También trabajó conjuntamente con
Franz Rosenzweig para traducir la Biblia hebrea (Antiguo Testamento) al alemán.
Entre los años 1926 y 1928 edita una publicación titulada Die Kreatur (La
Criatura).
En 1933, después del ascenso de Hitler al poder, fundó la Oficina Central para la
Educación Judía Adulta, que fue de mucha importancia y de gran ayuda después
de la prohibición de asistencia de los judíos a las escuelas públicas, a pesar de
que el partido nazi obstruyó todo lo posible esta organización.
En 1938 emigró a Jerusalén, donde enseñó filosofía social en la Universidad
Hebrea de Jerusalén, llegando a ser jefe del Ihud, un movimiento que apoyaba la
cooperación entre árabes y judíos. En 1946 publicó su trabajo Paths in Utopia, en
el que detalló sus puntos de vista y, sobre todo, su teoría de la Comunidad de
Diálogo.
En 1951 recibe el Premio Goethe de la Universidad de Hamburgo, y en 1953 es
obsequiado con el Premio Paz de la Cámara del Libro alemana. En 1963 recibe el
Premio Erasmus.
FILOSOFÍA
Yo-Tú
Ich und Du (Yo y Tú), escrito en 1923, es la obra de más éxito por su idea de la
filosofía del diálogo. En su obra, el autor plasma las relaciones entre el Yo-Tú y
Yo-Ello. El Yo-Tú detalla las relaciones entre el hombre y el mundo,
describiéndolas como abiertas y de mutuo diálogo. En la relación Yo-Ello se debe
interactuar necesariamente con el Yo-Tú. Pero éste no es el objetivo, el propósito
principal es, sin embargo, la relación entre el hombre y la eterna fuente del mundo,
representada por Dios. Buber apoya que la presencia de Dios puede encontrarse
en la existencia diaria.
COMUNICACIÓN INTERPERSONAL
El pensamiento de Buber constituye un aporte al amanecer de un nuevo
humanismo. En contra de un mundo que se ha vuelto inhabitable para el hombre,
Buber vio necesario resaltar los valores fundamentales de la vida humana y
contribuyó a marcar claramente el origen y el destino de toda la existencia
humana. La solidaridad, el respeto por el otro, la tolerancia, la no discriminación y
el amor por el prójimo son aquellos valores indispensables que los seres humanos
deben recuperar para alcanzar su destino: la comunión con Dios. Sólo el camino
del amor y de la tolerancia, vivida en todos los ámbitos de la vida humana (en la
familia y en las instituciones civiles) permitirá que el hombre se plenifique (Ure,
2001).
Esta visión de comunicación lleva implícita la noción de verdad. Esto quiere decir
que, a partir del verdadero encuentro intersubjetivo, los seres vinculados en
comunicación no deben mentirse con las palabras. En lo interpersonal hay verdad
de encuentro y por ello debe haber manifestación –en los mensajes– de
sinceridad. Buber indica una realidad que no ha sido suficientemente abordada por
la filosofía clásica. Muestra un camino al iniciar un diálogo con el ser que
fundamenta la comunicación interhumana. Estas experiencias de comunicación
yo-tú son muy significativas para el que las vive; resultan difíciles de transmitir en
palabras, sobre todo en su significado más profundo; marcan un sentido, una
dirección en la vida, dan una claridad en el camino de cada uno y una vitalidad
para seguirlo (Meca, 1984).
Las ideas de Buber ayudan a mirar de otro modo la enseñanza de los valores,
¿cómo pensar en impartir cualquier escala axiológica, si no fuera dialógicamente?
El logos, sacramento de muy delicada administración, sólo se enseña en diálogo.
Para el desarrollo de una axiología dialogada es necesaria la plena confianza en el
maestro (Díaz, 2002). Sólo puede enseñar y formar quien inspira confianza. No
obstante, los conflictos entre maestro y discípulo no son evitables, ni deben ser
evitados por principio, pero en el momento en que se presentan han de servir para
que el alumno vencido asimile la derrota y encuentre en el maestro la palabra de
cariño necesaria. Si el vencido es el profesor, la humildad se impone, sin caer en
el masoquismo que destruya la necesaria confianza del alumno. Siempre es
necesario compromiso en la verdad de la persona.
Según Buber el deber llama al judío a conectarse con el mundo, el ser humano es
el cocreador con Dios en componer el mundo.
A pesar de que Buber se caracterizó por un enfoque multidisciplinario, su principal
objetivo lo constituyó el estudio de la Torá. Sin embargo la obsesión de Buber
residió en las formas de relación entre el hombre y su entorno como la base de su
pensamiento.
EL DIÁLOGO
El punto de partida de su esquema de pensamiento es la relación entre el hombre
y el mundo. En su obra "Tú-Yo" Buber establece como fundamento que existe un
lenguaje ideal con dos palabras básicas: Yo-Tú, Yo-Eso. Estos términos expresan
las relaciones a través de las cuales se experimenta la realidad. De esto se infiere
que toda experiencia es relacional.
YO-ESO:
Carece de las cualidades previamente mencionadas. Es una relación objetiva,
cognitiva en donde las partes involucradas no comparten la igualdad sino que una
utiliza a la otra para lograr sus objetivos. Es una relación que difícilmente se puede
sostener indefinidamente y es inevitable que todo Tú se convertirá con el tiempo
en un Eso. Es a través de esta relación que se adquiere el conocimiento y se
alcanzan los avances técnicos.
En una cultura sana existe una interacción dialéctica entre ambas relaciones,
misma que encuentra sus canales de expresión en el arte y el conocimiento.
En su obra “El Conocimiento del Hombre”, Buber desarrolla sistemáticamente su
"teoría dialogal del conocimiento". Al igual que Kant, establece que no podemos
lograr un conocimiento objetivo del universo en sí mismo y que sólo conocemos el
mundo a través de las categorías que le son impuestas. Si utilizamos la relación
Yo-Eso podremos lograrcontacto con los objetos del mundo a pesar de que no
podremos conocerlos directamente. Nuestro sentido de percepción se basa en el
contacto directo y es por ello que la relación Yo-Eso constituye la base de todo el
conocimiento del mundo así como de la creación artística.
Paralelamente el análisis de la relación Yo-Tú entre los hombres llevó a Buber a la
idea de que Dios es el Eterno Tú y que permite las relaciones entre los seres
humanos y otras criaturas. El conocimiento de la figura divina se da, no a través
de proposiciones cognitivas o especulaciones metafísicas, sino por medio de la
relaciones particulares con las personas, los animales, la naturaleza y el arte.
LA TORÁ (PENTATEUCO)
En su estudio sobre Moisés Buber rechazó la postura tradicional que considera a
la Torá como historia verdadera y tampoco concordó con quienes ven las
Escrituras en términos del significado simbólico o literario. Para él existía una
tercera forma de clasificar las narraciones bíblicas: como leyendas que preservan
la memoria histórica.
Para Buber la Torá es un "récord de los encuentros dialogales entre el hombre y
Dios". La Torá no es, de acuerdo a su concepción, un libro muerto sino palabra
viva en donde el Eterno Tú del pasado se vuelve presente para aquel que
verdaderamente escucha.
El diálogo entre Dios e Israel se resume en el pacto, base del mesianismo judío. El
Todopoderoso exige que el pueblo hebreo se convierta en una nación santa y en
un reino de sacerdotes con el objeto de alcanzar el orden divino en todo los
aspectos de la vida comunal.
Así mismo consideró la revelación de las leyes divinas en el Monte Sinaí no como
un evento que sólo sucedió en el pasado, sino como algo que puede suceder en el
presente si el ser humano se muestra receptivo.
RELIGIÓN
Para Buber ésta es una institución humana sujeta a la misma historia que se
aplica a todas las formas de expresión de asociación entre los hombres. La
religión comienza con la revelación que es el encuentro entre el Yo-Tú y el Yo-Tú
Eterno. A la vez la religión comienza con la oración individual, que representa el
encuentro entre Dios y la persona y que lleva a la oración comunal.
Buber considera que los períodos de los patriarcas, los profetas y la primera
generación de Hasidim, constituyen los más importantes momentos religiosos del
judaísmo. El resto es idolatría. El considerar la revelación en el Sinaí como una
revelación de las leyes es, de acuerdo a Buber, una forma de idolatría. Estas
posturas ante la religión resultaron más atractivas para los judíos liberales que
para los tradicionalistas.
Israel y el Pueblo Judío. Buber no aceptó la tesis que exige que los judíos se
conviertan en una nación como cualquier otra. Consideraba que el pueblo de
Israel es el único que desde sus inicios ha sido, a la vez, una nación y una
comunidad religiosa, portadora de la revelación y del pacto con Dios. Es por ello
que tiene un rol único en la historia y éste debe ser reconocido.
POLÍTICA
Para Buber la sociedad ideal es aquella que es suficientemente pequeña y
estructurada para que todos sus miembros puedan lograr consenso sobre los
asuntos de estado. Esta es la llamada "democracia directa" que contrasta con la
''democracia representativa" en donde, como consecuencia de sus dimensiones,
es difícil alcanzar un consenso. Por ende, se tienen que elegir representantes que
tomarán las decisiones.
Buber consideraba a una sociedad como "demasiado grande" cuando requería de
un senado, un parlamento o un congreso. El Estado ideal sería aquel en que los
ciudadanos se dividieran en unidades pequeñas y autónomas. De otro modo la
sociedad podrá llegar a la tiranía ya que nadie tiene la prerogativa de representar
a otra persona. Y el kibbutz (forma de cooperativa agrícola común en Israel),
mismo que según Buber constituye un ejemplo de que "el socialismo utópico sí
funciona", es la aproximación más cercana en la historia moderna al ideal político
al que la sociedad debiera acceder.
PERSONALISMO
El personalismo es una corriente filosófica que pone el énfasis en la persona.
Considera al hombre como un ser subsistente y autónomo, esencialmente social y
comunitario, un ser libre, trascendente y con un valor en sí mismo que le impide
convertirse en un objeto como tal. Un ser moral, capaz de amar, de actuar en
función de una actualización de sus potencias y finalmente de definirse a sí mismo
considerando siempre la naturaleza que le determina.
El personalismo como corriente de pensamiento tiene lugar dentro de un medio
rodeado por diversas ideologías iguales de la situación política que el mundo
atravesaba durante la primera mitad del siglo XX.
El cientificismo y el positivismo formaban parte de dicho contexto y fueron dos de
las ideologías que más repercusiones tenían en el pensamiento y actuar humano
en la época. La causa de la popularidad de este nuevo materialismo intelectual se
halla en el éxito alcanzado por la ciencia experimental.
El método científico era considerado como el único método de conocimiento válido
y las únicas dimensiones que realmente existían eran las físicas y materiales
puesto que podían ser controladas mediante este método. De este modo, se
rechazaron las dimensiones trascendentes de la persona.
El capitalismo por su parte proclamaba la libertad del individuo y su derecho a la
propiedad privada pero después no establecía mecanismos solidarios entre los
sujetos, sino que cada uno debía resolver sus problemas con sus propias fuerzas
y recursos.
En respuesta al capitalismo, el marxismo como ideología de gran popularidad en
el viejo mundo ofrecía un enfrentamiento con el opresor a través de la lucha de
clases para reapropiarse de los medios de producción que habían usurpado los
explotadores. El hombre estaba subordinado a la humanidad total para lo que se
buscaba el llamado paraíso comunista.
Junto al marxismo aparecieron dos movimientos totalitarios con una concepción
de la persona muy particular. El nazismo por un lado, propugnaba la supremacía
de la raza aria sobre todas las demás y de ahí deducía su derecho a dominar
sobre todos los pueblos. El fascismo por otro lado, definía al hombre como un
momento o manifestación concreta que adopta un Espíritu absoluto que
permanece y al que tiene que ponerse a su servicio.
Ante las corrientes de pensamiento que subordinaban al hombre a una entidad
superior y reducían su naturaleza a dimensiones concretas que no abarcaban todo
lo que implica ser persona; surge la necesidad de una respuesta que lo
revalorizara y defendiera la verdadera identidad del mismo.
Esta respuesta, debería estar contextualizada en la realidad del mundo actual y
debería ser un medio para facilitar propuestas de acción a la problemática del
hombre. Resaltar la noción de persona, la experiencia de su ser, el encuentro con
los demás, su trascendencia, subjetividad y libertad constituía una tarea de suma
importancia y laboriosidad que finalmente el Personalismo toma a bien realizar.
APORTACIONES A LA FILOSOFÍA POLÍTICA Y DERECHOS
HUMANOS.
Martin Buber aporta dos ideas esenciales de su filosofía en el contexto histórico en
el cual se desarrolla su vida y su pensamiento; dos caminos que hoy día el
hombre contemporáneo ha perdido, y debe reencontrar para construir un futuro
más clarividente, respetuoso y bien fundamentado; para que el edificio de los
derechos humanos no se derrumbe en las continuas convulsiones y ataques que
el hombre con su libertad y olvido de lo transcendental arremete contra los
derechos humanos.
La visión comunitaria: una comunidad de espiritual; es una comunidad de esfuerzo
es decir una comunidad que se proyecta a futuro en sus ideales, donde las
relaciones yo-tú superan las categorías meramente económicas, políticas e
ideológicas, en definitiva una comunidad que tiene un proyecto común de vida, de
existencia y de ser.
OBRAS
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Los cuentos de Rabi Nachman (1907)
La leyenda del Baal Shem (1908)
Yo y tú (1923)
Fragmentos escogidos: texto español.
Yo y tú: Texto español en Scribd.
Sobre el judaísmo (1923)
¿Que es el hombre? (Das Problem des Menschen, 1943)
Entre el hombre y el hombre (1947)
La fe profética (1950)
Imágenes del bien y del mal (1952)
El conocimiento del hombre (1966)
BIBLIOGRAFIA
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http://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Buber
http://www.uv.es/~tyrum/artpersonalismo3.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Personalismo
http://jinuj.net/articulos/106/judaismo.buber.tribunaisra.html
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