Tú Vocación Los Gustos nos reconfortan y nos dan placer. Los Intereses nos producen curiosidad y nos llaman la atención, nos motivan, nos provocan. Las Habilidades son facilidad, ocurrencia, intuición, imaginación, confianza y autonomía. La Personalidad es nuestra forma de sentir y de actuar en el medio que nos rodea. La Vocación son nuestros sueños, nuestros anhelos, lo que nos inspira, es la expresión de nuestros valores y nuestros deseos. La Vocación apunta hacia los sueños, expresa los anhelos del alma en relación con la vida, con nuestra vida como existencia válida y trascendente… " Hay que buscar en nuestra alma lo que queremos decir..." La vocación es una forma de expresar nuestra personalidad frente al mundo que se manifiesta como una disposición "natural" a realizar ciertas actividades y a preferir determinados ambientes y contextos. En ella interfiere la historia familiar, las expectativas, el medio social y cultural, la imagen que cada uno tiene de si mismo , el aprendizaje, la historia escolar, los sueños, motivaciones, ideales e intereses. La vocación se encuentra a través de un proceso de construcción a lo largo de la vida, se puede englobar bajo el llamado proyecto de vida. Conlleva la posibilidad de buscar, de explorar, de crear; más que una revelación o construcción de algo seguro o categórico tiene que ver con una Búsqueda. Es un proceso incesante, un proceso abierto que se va construyendo y deconstruyendo como algo que se mantiene pero también puede cambiar. A través de la vocación nos perfilamos como personas únicas y nos volvemos cada vez más nosotros mismos, es algo que no está dado sino que se está dando. A medida que vamos viviendo y evolucionando se van aclarando aspectos de uno mismo y de la realidad externa, se van desarrollando capacidades, se van dando circunstancias y oportunidades. Elegir la vocación implica decidir entre múltiples alternativas que el mundo propone, requiere elaborar fantasías, deseos, temores, analizar y reflexionar acerca de aspectos personales, de inserción y participación social, compromiso con el estudio, con el trabajo y con uno mismo. Implica un profundo conocimiento personal y de la realidad. El desarrollo integral de la vocación esta ligado a la plenitud y a la felicidad. Las personas deben ir construyendo su proyecto de vida, conforme a sus intereses y posibilidades. En la VOCACIÓN está la curiosidad y el placer por la realización de la tarea misma; se te ocurren cosas nuevas o puntos de vista diferentes a los ya existentes en esto, te animas a especular, a hacer hipótesis, sientes una seguridad intuitiva que de alguna manera saldrás adelante con esto y quisieras hacerlo a tu manera. Sientes que esto es muy necesario para los demás o para la Vida. En ello hay inspiración y en- trega, satisfacción y sentido de vida. Inclínate por los intereses que valoras más y te sientes satisfecho de realizar, por los que están relacionados con tus sueños e intereses más profundos. Los que te dan sentido y plenitud. Se, a cada momento, auténticamente tu Más que una profesión: Un camino de vida La vocación nos permite dar respuesta a las interrogantes profundas que guardan relación con el sentido de nuestra existencia. Es una llamada interna intimamente relacionada con la identidad o forma de ser. Es mucho más que simplemente elegir una carrera profesional. Al elegir profesión estamos también eligiendo el camino y el rumbo que daremos a nuestra vida, tiene que ver con elegir la forma y el estilo de vida que queremos para nosotros, el camino que nos llevará a sentirnos plenos y autorrealizados. La encontramos también al elegir si permaneceremos solteros o casados, si tendremos descendencia o no, si nos consagraremos a la vida religiosa, si permaneceremos comprometidos con una causa, con nuestra religion, con la sociedad. Es un motivo permanente que nos impulsa a vivir y que no se acaba simplemente al conseguir un titulo o una propiedad. En pocas palabras, es lo que termina siendo una pasión y una mision que nos hace sentir parte de algo más grande que nosotros mismos, nos hace sentir parte de la vida y el plan universal. Así, al elegir carrera, debemos considerar que esta sera solo una de las partes que formaran nuestro proyecto de vida, debe ser coherente con nuestros valores y con lo que queremos para nosotros mismos, dar respuesta a nuestros anhelos mas profundos y a nuestra vida en sociedad. Al elegir no sólo hay que prestar atención a lo que nos gusta hacer, hay que tener en cuenta la posibilidad de participación en la sociedad que nos pueda proporcionar. Elegir una carrera que no tengan una proyección laboral acorde a nuestros gustos e intereses produce a la larga frustración y pérdida de sentido. La gente se siente realizada cuando hace lo que le gusta y puede encontrarle significado a su tarea colaborando en su ambiente. Todo en la naturaleza tiene un propósito y tiende al equilibrio, y el trabajo creativo de cada uno también tiene que estar en armonía. Una personalidad completa y madura es el resultado de una vocación realizada. Al elegir la profesión y el modo de vida debemos analizar con seriedad si corresponde con nuestra manera interna de ser, o en otras palabras, si existe armonía entre la profesión escogida y la propia vocación. Lo que elegimos ha de ser siempre potenciador de lo que somos. De no ser así, seremos un proyecto nunca terminado. Elegir una profesión no es tan sólo escoger un “modus vivendi” es muchísimo más que eso, es es- coger nuestro destino personal. Hallar nuestra auténtica vocación y seguirla es la única manera de convertir en obra maestra nuestro diseño de ser, y es también una de las formas más seguras de alcanzar la felicidad. Elegir también supone renunciar Puede ser que tengamos muy claro lo que deseamos para nuestro futuro pero también puede ser que no y mientras lo definimos, es normal dudar y cambiar de opinión. Necesitamos dudar y reflexionar para encontrar la respuesta adecuada y en el camino es válido equivocarnos y cambiar de dirección. Elegir supone conocernos a nosotros mismos, conocer nuestras aptitudes, inquietudes y los anhelos de nuestro corazón, solo estando en contacto con estos anhelos encontraremos la certeza de lo que deseamos ser. Sin embargo, elegir también supone renunciar, renunciar a aquello que no hemos elegido. Cuando no tenemos claridad puede resultar un proceso difícil y angustioso, a veces elegir no resulta sencillo. Es importante ser pacientes con nosotros mismos y tener presente que es válido equivocarnos y cambiar de camino, a veces esos errores son necesarios para encontrar lo que deseamos realmente. Podemos pedir apoyo y consejo pero no sería bueno dejar que elijan por ti. Estudiar una carrera universitaria es una opción, pero no la única. Para saber si es opción para ti debes elegir en función de tus aptitudes e inquietudes personales, de ese sentimiento de caminar hacia aquello que te permitirá sentirte pleno, satisfecho, realizado, que te permitirá ser una mejor persona para ti y para los demás. Ese es nuestro principal trabajo; descubrir quienes somos en nuestro interior, solo así sabremos que estamos caminando hacia nuestro éxito personal, el cual tiene que ver más con la realización que con alcanzar cierto nivel de vida. De no ser así nos sentiremos insatisfechos, presionados, con dificultad para terminar lo que iniciemos, ajustándonos a un patrón exigido o sometiéndonos, sin reflexionar, a lo que otros han elegido, sin disfrutarlo realmente. Por ultimo, debemos considerar asumir la responsabilidad de lo que elegimos y asumir también la responsabilidad de prepararnos para crear nuestro futuro personal y profesional.