Boletín de Desarrollo Humano No 28

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Tú Vocación
Los Gustos nos reconfortan y nos dan placer.
Los Intereses nos producen curiosidad y nos llaman la atención, nos motivan,
nos provocan.
Las Habilidades son facilidad, ocurrencia, intuición, imaginación, confianza
y autonomía.
La Personalidad es nuestra forma de sentir y de actuar en el medio que nos rodea.
La Vocación son nuestros sueños, nuestros anhelos, lo que nos inspira,
es la expresión de nuestros valores y nuestros deseos.
La Vocación apunta hacia los sueños, expresa los anhelos del alma en relación con la vida,
con nuestra vida como existencia válida y trascendente…
" Hay que buscar en nuestra alma lo que queremos decir..."
La vocación es una forma de expresar nuestra
personalidad frente al mundo que se manifiesta
como una disposición "natural" a realizar ciertas
actividades y a preferir determinados ambientes
y contextos. En ella interfiere la historia familiar,
las expectativas, el medio social y cultural, la
imagen que cada uno tiene de si mismo , el
aprendizaje, la historia escolar, los sueños, motivaciones, ideales e intereses.
La vocación se encuentra a través de un proceso
de construcción a lo largo de la vida, se puede
englobar bajo el llamado proyecto de vida.
Conlleva la posibilidad de buscar, de explorar, de
crear; más que una revelación o construcción de
algo seguro o categórico tiene que ver con una
Búsqueda. Es un proceso incesante, un proceso abierto que se va construyendo y deconstruyendo como algo que se mantiene pero también
puede cambiar.
A través de la vocación nos perfilamos como
personas únicas y nos volvemos cada vez más
nosotros mismos, es algo que no está dado sino
que se está dando. A medida que vamos viviendo y evolucionando se van aclarando aspectos
de uno mismo y de la realidad externa, se van
desarrollando capacidades, se van dando circunstancias y oportunidades.
Elegir la vocación implica decidir entre múltiples alternativas que el mundo propone, requiere elaborar fantasías, deseos, temores, analizar
y reflexionar acerca de aspectos personales, de
inserción y participación social, compromiso
con el estudio, con el trabajo y con uno mismo.
Implica un profundo conocimiento personal y
de la realidad.
El desarrollo integral de la vocación esta ligado
a la plenitud y a la felicidad. Las personas deben
ir construyendo su proyecto de vida, conforme
a sus intereses y posibilidades.
En la VOCACIÓN está la curiosidad y el placer
por la realización de la tarea misma; se te ocurren cosas nuevas o puntos de vista diferentes a
los ya existentes en esto, te animas a especular,
a hacer hipótesis, sientes una seguridad intuitiva que de alguna manera saldrás adelante con
esto y quisieras hacerlo a tu manera. Sientes
que esto es muy necesario para los demás o
para la Vida. En ello hay inspiración y en-
trega, satisfacción y sentido de vida.
Inclínate por los intereses que valoras más y te
sientes satisfecho de realizar, por los que están
relacionados con tus sueños e intereses más
profundos. Los que te dan sentido y plenitud.
Se, a cada momento, auténticamente tu
Más que una profesión: Un camino de vida
La vocación nos permite dar respuesta a las interrogantes profundas que guardan relación con el sentido de
nuestra existencia. Es una llamada interna intimamente
relacionada con la identidad o forma de ser. Es mucho
más que simplemente elegir una carrera profesional.
Al elegir profesión estamos también eligiendo el camino
y el rumbo que daremos a nuestra vida, tiene que ver
con elegir la forma y el estilo de vida que queremos para
nosotros, el camino que nos llevará a sentirnos plenos y
autorrealizados. La encontramos también al elegir si
permaneceremos solteros o casados, si tendremos descendencia o no, si nos consagraremos a la vida religiosa, si permaneceremos comprometidos con una
causa, con nuestra religion, con la sociedad. Es un motivo permanente que nos impulsa a vivir y que no se
acaba simplemente al conseguir un titulo o una
propiedad.
En pocas palabras, es lo que termina siendo una pasión y
una mision que nos hace sentir parte de algo más grande
que nosotros mismos, nos hace sentir parte de la vida y
el plan universal.
Así, al elegir carrera, debemos considerar que esta sera
solo una de las partes que formaran nuestro proyecto de
vida, debe ser coherente con nuestros valores y con lo
que queremos para nosotros mismos, dar respuesta a
nuestros anhelos mas profundos y a nuestra vida en sociedad. Al elegir no sólo hay que prestar atención a lo
que nos gusta hacer, hay que tener en cuenta la posibilidad de participación en la sociedad que nos pueda
proporcionar.
Elegir una carrera que no tengan una proyección
laboral acorde a nuestros gustos e intereses produce
a la larga frustración y pérdida de sentido. La gente
se siente realizada cuando hace lo que le gusta y
puede encontrarle significado a su tarea colaborando
en su ambiente. Todo en la naturaleza tiene un
propósito y tiende al equilibrio, y el trabajo creativo
de cada uno también tiene que estar en armonía.
Una personalidad completa y madura es el resultado
de una vocación realizada. Al elegir la profesión y el
modo de vida debemos analizar con seriedad si corresponde con nuestra manera interna de ser, o en
otras palabras, si existe armonía entre la profesión
escogida y la propia vocación. Lo que elegimos ha de
ser siempre potenciador de lo que somos. De no ser
así, seremos un proyecto nunca terminado.
Elegir una profesión no es tan sólo escoger un
“modus vivendi” es muchísimo más que eso, es es-
coger nuestro destino personal.
Hallar nuestra auténtica vocación y seguirla es la
única manera de convertir en obra maestra nuestro
diseño de ser, y es también una de las formas más
seguras de alcanzar la felicidad.
Elegir también supone renunciar
Puede ser que tengamos muy claro lo que deseamos para
nuestro futuro pero también puede ser que no y mientras
lo definimos, es normal dudar y cambiar de opinión. Necesitamos dudar y reflexionar para encontrar la respuesta
adecuada y en el camino es válido equivocarnos y cambiar de dirección.
Elegir supone conocernos a nosotros mismos, conocer
nuestras aptitudes, inquietudes y los anhelos de nuestro
corazón, solo estando en contacto con estos anhelos
encontraremos la certeza de lo que deseamos ser.
Sin embargo, elegir también supone renunciar, renunciar
a aquello que no hemos elegido. Cuando no tenemos
claridad puede resultar un proceso difícil y angustioso, a
veces elegir no resulta sencillo.
Es importante ser pacientes con nosotros mismos y tener
presente que es válido equivocarnos y cambiar de camino, a veces esos errores son necesarios para encontrar lo
que deseamos realmente. Podemos pedir apoyo y consejo pero no sería bueno dejar que elijan por ti.
Estudiar una carrera universitaria es una opción,
pero no la única. Para saber si es opción para ti debes elegir en función de tus aptitudes e inquietudes
personales, de ese sentimiento de caminar hacia
aquello que te permitirá sentirte pleno, satisfecho,
realizado, que te permitirá ser una mejor persona
para ti y para los demás.
Ese es nuestro principal trabajo; descubrir quienes
somos en nuestro interior, solo así sabremos que
estamos caminando hacia nuestro éxito personal, el
cual tiene que ver más con la realización que con
alcanzar cierto nivel de vida. De no ser así nos sentiremos insatisfechos, presionados, con dificultad
para terminar lo que iniciemos, ajustándonos a un
patrón exigido o sometiéndonos, sin reflexionar, a lo
que otros han elegido, sin disfrutarlo realmente.
Por ultimo, debemos considerar asumir la responsabilidad de lo que elegimos y asumir también la responsabilidad de prepararnos para crear nuestro futuro personal y profesional.
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