CAPITULO IV ESENCIA Y EXISTENCIA DE LA EDUCACIÓN

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CAPITULO IV
ESENCIA Y EXISTENCIA DE LA EDUCACIÓN
EL HOMBRE, SER EDUCABLE
La educabilidad es una posibilidad y una categoría humana. Una posibilidad,
porque significa la viabilidad del proceso educativo y la afinación de que la
educación es factible; una categoría humana, por cuanto se predica del hombre
esta cualidad. Del hombre se dice que es sociable, histórico, perfectible y
educable. La educabilidad es la condición primordial del proceso educativo. La
educabilidad recibe a veces el nombre de formatividad.
En términos Aristotélicos, la educabilidad es la potencia, es la radicalidad, el
poder ser educado: y la educación realizada es el acto, la perfección conseguida
ya. La educabilidad es un poder ser, una esperanza de acercarse al “deber ser”
una autoexigencia de perfección y una insaciable búsqueda de un sí mismo mejor.
Las características de la educabilidad son:
1. La educabilidad es personal
2. La educabilidad es intencional
3. La educabilidad es dinámica
4. La educabilidad es necesaria
La educabilidad es sinónimo de Plasticidad y Ductilidad. La educabilidad
evolutiva, esta educabilidad es exclusiva del hombre, ni puede ser el príncipe de
toda educación, es la base de toda educación – moral que es el fin de la
educación sistemática, fácil de conseguir mediante la instrucción educativa.
Para González Álvarez la educación es una modificación accidental perfectiva
de modalidad cualitativa; o también “la maduración perfectiva de las facultades del
hombre”. La reiteración en los términos maduración, facultades del hombre. Nos
hacen pensar en la naturaleza humana, como ultima de exigencia de la perfección
de sus potencias.
La educabilidad del hombre consiste en su capacidad de habituación equivalente
a considerar como sujeto de la educabilidad el plano psicológico del hombre.
Así se deduce: como primer fundamento de todo influjo pedagógico el
reconocimiento de que la existencia anímica del hombre es una forma estructural,
organizada en capaz y que la educación tiene que conocer la ley de desarrollo de
cada capa y la coactuación de estas para influir en ellas de un modo certero.
ANTROPOLOGIA Y EDUCABILIDAD
La primera razón por la cual el hombre es educable ha de buscarse en su
apertura, que es la capacidad opuesta al instinto ciego y fijo; la capacidad de
realizaciones múltiples, la capacidad de elección entre muchas opciones.
El ser del hombre es educable porque puede autorrealizarse consecuencia de
su apertura y su falta de programación, en los niveles de su libertad, donde quien
programa es él mismo. La autorrealización tiene doble vertiente: como individuo,
personalización y como miembro de una sociedad socialización. Justamente
educarse es autorrealizarse y autoprogramarse privilegios exclusivos del hombre.
El hombre es educable, porque puede: comunicarse en una doble esfera: la del
saber y la de la relación personal. El hombre es un ser cultural, activa y
pasivamente, es decir, puede crear y recibir cultura.
La educabilidad es posible, porque el hombre es capaz de aprendizaje, tanto
escolar como de comportamiento. La personalidad humana se desarrolla por la
herencia y el medio ambiente, que comportan dos procesos personalizadores: la
madurez y el aprendizaje. En el aprendizaje se interioriza lo aprendido y se
perfecciona la personalidad de quien aprende.
LA ESPIRITUALIDAD DEL SER HUMANO
El hombre fue entendido dualmente, como compuesto del ala y cuerpo, como
alma encarcelada en lo somático; por eso, la antropología actual ha reaccionado a
favor de la unidad del ser humano.
El espíritu se somatiza y el cuerpo se espiritualiza entre ambos se entabla el
dialogo de la convergencia y la unidad. El cuerpo presta al espíritu pies y manos,
ojos y oídos y glándulas endocrinas. El espíritu presta al cuerpo el hábito. La
inmaterialidad, los ideales, la interioridad, la relación trascendente. Nada esto es
ajeno al hombre: a él pertenece todo.
Lo que hace del hombre un hombre es un principio que se opone a toda vida en
general. Ya los griegos sostuvieron la existencia de tal principio y lo llamaron
razón.
La educación es algo que viene exigido por el espíritu desde sus más esenciales
presupuestos, de tal suerte que la educación pertenece al ser formal del espíritu.
El hombre es educable porque es sujeto y agente de cultura y esto le adviene
por el espíritu, porque por la educación se inserta el educando en el mundo y es
capaz de civilidad.
La educabilidad se fundamenta en la posibilidad del espíritu de actuar y operar, y
esas mismas operaciones son la esencia del proceso educativo.
El hombre puede educarse, porque puede reflexionar e interiorizarse.
La autodecisión o capacidad de libre elección, que es la manera más honda de
autorrealizarse el hombre, es también educable y constituye una seria
preocupación en los educadores, porque son conscientes de la proyección hacia
el futuro y su misterio hecho por el ser espiritual, al decidirse.
EL SER TEMPORAL DEL HOMBRE Y AL EDUCACIÓN
Temporalidad es la vivencia que el hombre tiene de la contingencia, del ritmo
cambiante de los seres perecederos y los problemas que son inherentes a esta
caducidad, la temporalidad es una cuestión de Antropología.
Las condiciones de la temporalidad:
I.
Es la conciencia de la caducidad
II.
Es la autorreflexión
III.
Es la mundanidad o pertenencia a un sistema de realidades
IV.
La historicidad o sujeción a los vaivenes de la civilización y la cultura
Biológicamente la temporalidad es un camino hacia la madurez, el problema de
la temporalidad puede, en conclusión tener dos salidas: la efímera de la
intrascendencia o la jubilosa de la trascendencia. El destino último del hombre,
cuando cesa la vida en el tiempo, es la eternidad, pero aún viviendo el ser humano
en el tiempo mismo.
EL SER EVOLUTIVO DEL HOMBRE
El hombre es un ser evolutivo, inmerso en el flujo y reflujo de la mutabilidad y el
perfeccionamiento. Una prueba convincente del carácter evolutivo de la vida
humana es la edad. El sistema filosófico más representativo de la temporalidad
evolutiva humana es el de H. Bergson. La vida del hombre es como un obús
estalla inmediatamente.
LA EDUCACIÓN EN EL AÑO 2000
El profesor del año 2000 ha de estar adornado de las cualidades siguientes: ser
ingenieros de la información, capaces de elaborar nuevos métodos de
autoaprendizaje, ser consejeros del aprendizaje, libre e independiente de controles
de inspecciones, dotado de la capacidad para la empatía y la comunicación,
abierto a todas las innovaciones científicas y pedagógicas para integrarlas
inmediatamente en sus tareas.
La escuela del año 2000 poseerá estos rasgos: énfasis en el aprendizaje, en
lugar de la enseñanza, aprovechamiento de todos los adelantos técnicos que
eviten mano de obra en la enseñanza y potencien la acción del maestro.
El currículo del año 2000 destacara el aprendizaje de la matemática pura y
aplicada, la experimentación, la
observación en las ciencias, las funciones
instrumentales y comunicativas de la lengua materna, la adquisición de idiomas
extranjeros, la formación social, la educación dinámica y la expresión plástica.
EL FUTURO DE LA EDUCACIÓN
Dos son las formas de enfocar educativamente el futuro, impuestas por las dos
maneras de actuar sobre la voluntad del educando. La primera priva al educando
de su libertad, sumiéndolo en el mar de la necesidad, tiene un sentido técnico y
social. La segunda ayuda al hombre libre, en la persuasión de que la educación
significa una representación anticipada del futuro y tiene un sentido antropológico,
por cuanto el hombre asume la responsabilidad de su porvenir.
ESTRUCTURA ENTITATIVA DE LA EDUCACIÓN
Para comprender la estructura de un ser debemos conocer las partes que lo
integran. Ontológicamente el ser está integrado de esencia y existencia.
Entendamos por esencia lo que es el ser, aquello por lo que se distingue un ser de
otro. Por existencia entendemos lo que da realidad a la esencia en el orden de los
seres realizados.
Hacer referencia al hombre como portador de la educación, no solo para que se
realice ésta, sino para poderla concebir.
El conocimiento de la existencia de los diversos seres se verifica de la forma
siguiente:

La existencia del mundo exterior no necesita ser demostrada

El YO tampoco. Pienso luego existo.

Otras exigencias son conocidas por el conocimiento de la operación o
acción, así conoceremos la existencia del alma.
La educación se encuentra radicada en el hombre como en su fundamento
último.
La esencia de una cosa se expresa por su definición. La educación es un ser del
ser del hombre. La existencia le viene de la existencia humana, así su esencia se
halla enteramente radicada en la esencia del hombre. La educación es la forma
del ser.
Educación es aquella modificación (diferencia específica) por la que el hombre
es perfeccionado (género).
LA ESTRUCTURA DE LA ESENCIA Y EXISTENCIA EN EL SENO DE LA
EDUCACIÓN
Hay dos posiciones:
1. La filosofía tradicional, concede primacía a la esencia
2. La filosofía existencial da prioridad a la existencia, ésta precede a la
esencia.
La educación misma no es otra cosa que la realización de la perfección. La
existencia de la educación es la misma existencia humana, la existencia del
hombre precede a la educación.
La educación es un fenómeno devenido sobre la base de un proceso que
comienza, dura y concluye.
La existencia deviene de las facultades que existen en nosotros. Si es un ser
accidental deviene de otro ser accidental. De acuerdo a un principio que se
sostiene en Metafísica “Que la esencia devenida solo de la esencia puede devenir
y la existencia derivada únicamente de la existencia puede derivar.”
La materia en la educación es el hombre. La educación existe en otro. La
educación es una modificación accidental del ser sustancial del hombre.
LA ESTRUCTURA ESENCIAL DE LA EDUCACION
La esencia de la educación consiste
en las modificaciones perfectivas
adquiridas por el hombre en su desarrollo.
La educación más que un ser es un haber.
Los modos de tener son cuatro: por inherencia, por posesión, por relación y por
yuxtaposición.
La educación la constituyen los hábitos, características de los mismos son el
darle la facultad la mayor amplitud, gusto, prontitud, facilidad y perfección en la
obra y se dividen en entitativos y operativos, ambos determinan a la sustancia en
sí misma. Los hábitos se forman por el entrenamiento y se dirigen hacia un fin
concreto.
La formación de hábitos incluye: la comprensión del fin que se persigue, la
repetición sistemática de los actos, la intensidad con que se ejecutan éstos.
La formación de los hábitos tiene gran importancia en el aprendizaje, en el
periodo inicial para aprender algo, la tarea del instructor consiste en explicar,
profundizar y sistematizar por medio de explicaciones y del ejemplo, las acciones
que hay que aprender, los fines y el carácter de los ejercicios que debe realizar,
para la adquisición de los hábitos es indispensable despertar el interés activo.
En el sentido psicológico las capacidades son las fuerzas psíquicas de la
personalidad donde procede la actividad en múltiples formas y son de naturaleza
espiritual como el entendimiento y la voluntad, y de naturaleza orgánica como los
sentidos internos y externos.
Las actitudes son los estados mentales y emocionales mediante los cuales el
sujeto se adapta ante situaciones dadas, pueden ser consideradas como
disposiciones del individuo para reaccionar positiva o negativamente hacia un
estímulo.
La habilidad es la destreza para ejecutar una actividad, bien sea intelectual,
estética, social y manual, y se adquiere mediante el ejercicio de las actividades
propias y es fundamental para una adecuada educación.
En la actualidad se pretende enseñar haciendo, con ellos el niño aprende mejor
porque elabora su propio conocimiento, esto no solo favorece para la ejecución de
los trabajos que proporcionan habilidad manual, sino para el desarrollo de las
capacidades que por mucho tiempo estuvieron ocultas en la mayoría de las
personas.
La esencia de la educación consiste en las modificaciones perfectivas adquiridas
por la persona humana mediante el constante proceso de desarrollo de las
capacidades, la formación de los hábitos, de las habilidades y de las actitudes
correctas.
LOS SIETE SABERES PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO
1. Las Cegueras del Conocimiento: El Error y la Ilusión.
2. Los principios de un conocimiento pertinente
3. Enseñar la condición humana
4. Enseñar la identidad terrenal
5. Enfrentar las incertidumbres
6. Enseñar la comprensión
7. La ética del género humano
HONORINA HERNÁNDEZ RIVERA
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