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Senado de la Nación
Secretaria Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones
(S-1549/09)
PROYECTO DE COMUNICACIÓN
El Senado de la Nación
Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de la
Secretaría de Energía de la Nación y demás dependencias que
resultaren competentes, informe a este Honorable Cuerpo lo siguiente:
1) Qué acciones se tomaron o se prevén tomar en lo sucesivo para
contrarrestar el desabastecimiento de las distintas fuentes de energía
explicitadas en el documento titulado “PROPUESTA DE UNA
POLÍTICA DE ESTADO PARA EL SECTOR ENERGÉTICO
ARGENTINO” que, como ANEXO I (*), forma parte integrante de la
presente comunicación.
2) Cuáles son las razones por las cuales Argentina exporta fuel oil a
valores FOB y al mismo tiempo importa de Venezuela el mismo
combustible de inferior calidad a valores CIF, lo que genera –además
de las consecuencias nocivas para la salud y el medio ambiente de los
habitantes del territorio nacional– un importante quebranto al país.
3) Cuáles son las operaciones de compraventa y demás
contrataciones que en materia energética celebró el Estado Argentino,
a través de sus organismos del sector público nacional centralizado y
descentralizado, desde 2002 hasta el presente, indicando en cada
caso: el procedimiento por el cual fueron celebradas (licitación pública,
contratación directa, etc.), fecha de celebración, objeto, plazo, precio,
partes contratantes, y cuáles de ellas actualmente se encuentran con
prestaciones pendientes.
Adolfo Rodríguez Saá.- Liliana T. Negre de Alonso. FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El pueblo argentino sabe de la crisis energética por la que atraviesa
nuestro país y, como es lógico, espera de sus gobernantes una pronta
respuesta que revierta esta lamentable situación.
Desde luego que no desconocemos que en algunos aspectos no
habrá soluciones inmediatas, pues en materias como éstas es
fundamental una política de estado equilibrada que sea mantenida en
el tiempo, sin distinción del color político de los gobiernos de turno.
Va de suyo que la formulación de una política de estas características
no es el resultado de una liviana formulación que desde alguna
repartición pública pueda ser formulada sin un adecuado consenso. Ya
nos enseñaba el tres veces Presidente de la Nación, Teniente General
Juan Domingo Perón: "Es evidente que en todos los movimientos
revolucionarios existen tres clases de enfoques: el de los apresurados,
que creen que todo anda despacio, que no se hace nada porque no se
rompen cosas ni se mata gente. El otro sector está formado por los
retardados, esos que quieren que no se haga nada... Entre esos dos
extremos perniciosos existe uno que es el equilibrio y que conforma la
acción de una política, que es el arte de hacer lo posible..." (Cfr. su
discurso en la C.G.T. del 2 de julio de 1973).
Es por ello que deben conjugarse en un justo medio tanto la premura
por revertir la acuciante situación de desabastecimiento energético
como la evaluación concienzuda de las distintas medidas posibles
para afrontar tal crisis.
En este orden de ideas, ningún gobernante sensato despreciaría sin
más el consejo y la experiencia de anteriores funcionarios
especialistas en la materia. Sin embargo, la realidad de la política
argentina parece inclinarse hacia un extremo poco virtuoso.
Es que el 11 de marzo pasado, los Señores ex Secretarios de Energía
de la Nación, Jorge Lapeña, Roberto Echarte, Raúl Olocco, Julio
César Aráoz, Daniel Montamat, Emilo Apud, Alieto Guadagni y
Enrique Devoto, suscribieron el documento titulado “PROPUESTA DE
UNA POLÍTICA DE ESTADO PARA EL SECTOR ENERGÉTICO
ARGENTINO”, mediante el cual realizan un agudo análisis de la
política energética nacional y sugieren, además, interesantes medidas
a los fines de revertir la alarmante situación en la que nuestro país se
encuentra en este momento.
Un importante matutino nacional dio cuenta que los firmantes de dicho
documento le habían enviado el estudio a la presidenta Cristina
Kirchner hace aproximadamente dos meses, con pedido de audiencia.
La preocupante es que, según informa este periódico, “no sólo no
tuvieron respuesta, sino que el informe provocó enojo en el Gobierno”
(Cfr.
Diario
“La
Nación”,
22
de
abril
de
2009;
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1120887).
No profundizaremos en la decisión del gobierno central de no
expedirse al respecto, pues en última instancia es una competencia
que escapa al Poder Legislativo. Pero sí consideramos que le cabe a
este Honorable Cuerpo, haciendo uso del maduro diálogo y
efectivizando la relación de colaboración que debe existir entre los
poderes del estado, solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que nos
informe sobre diversos aspectos de la situación de crisis energética
actual que el documento referido, que forma parte integrante del
presente proyecto, ha traído al debate de la sociedad argentina.
Ya es hora de abandonar las falsas reivindicaciones desde el atrio y la
oratoria, para avanzar al plano de las acciones concretas tendientes a
la construcción de un Argentina digna, porque entendemos con Perón
que “las reivindicaciones, como las revoluciones, no se proclaman y se
cumplen, sencillamente. Y ese cumplimiento que nos llevó siempre a
preferir los realizadores a los teorizantes, fue la consigna rígida a la
que ajustamos nuestra acción estatal. He sido fiel a ella porque
entiendo que mejor que decir, es hacer; y mejor que prometer, es
realizar” (De su discurso en el multitudinario acto del Día Internacional
del Trabajador, el 1 de mayo de 1944, cuando aun era Secretario de
Trabajo y Previsión de la Nación).
Por los motivos expuestos, solicitamos a nuestro pares nos
acompañen con este proyecto de comunicación.
Adolfo Rodríguez Saá.-
(*) A DISPOSICION EN EL EXPEDIENTE ORIGINAL.
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